Baudilio Domingo Navarro Quintero MAREANTE Y MACHUCO Apuntes para la historia pesquera de la isla de El Hierro 1 Baudilio Domingo Navarro Quintero Ateneo Cultural Insular Añofe 2 © Baudilio Domingo Navarro Quintero. © Supermercados Terencio. Prefijo editorial: 930062 Portada: Roger Manuel Gutiérrez Sánchez, con apuros sujetando la más grande vieja en la isla pescada. Vieja pescada por su querido tío Humberto Gutiérrez Reboso. (BERTO) Prólogo: Roger Manuel Gutiérrez Sánchez. Resumen: Matías Fonte Padilla. Poesías: Carlos Rey. Banaqui. Correcciones: Eloísa Rodríguez Fuentes. María del Mar Navarro Brito. Miguel Ángel Ruiz Fernández. Asesor Literario: Inocencio Padrón Reboso. Fotografías Submarinas: Juan Ramón Marcelino Rivero Alberto Brito Hernández. Fotografías de especies. Alberto Brito Hernández. Archivos del Autor. Fotografías : Ralf Bubrowski. Luis Alejandro Navarro Brito. Ana Febles Rodríguez. Bar Yesimar La Caleta. 3 Esperanza Toledo. Antonio Reboso Padrón. Elvira Reboso Padrón. Inés Padrón Fernández. Diana Rodríguez Espinosa. Matilde Sánchez Sánchez. Ramón Ayala Álamo. Pablo Gutiérrez Reboso. Olga Sánchez Navarro. Dolores Hernández Saa. Juan Pujol. Rodolfo Méndez. Blanca Edelma Padrón. Máximo Padrón Quintero. Isabel Crespo. Eladio Acosta González. Clotilde Fernández. Carmen Cabrera. Maximino Fernández Cabrera. Natividad Casañas Quintero. Apartamentos y Restaurante “EL REFUGIO”. Ana Torres Baute. Severo González Mora. Ángel Padrón (Lelo). Juan Agustín Arteaga Barbuzano. Antonio Curbelo Padrón. Archivos Hotel Restaurante Casa Kai Marino. Ángel Francisco Acosta Padrón. Edelmira Sánchez Castañedas. 4 Dora Armas. Oriol Martín Guerrero. Rafael Maestre Limas. Terencín Acosta Armas. Gonzalo Pérez Rodríguez. Carlos Andrés Pérez Rodríguez. Dolores Padrón. Marcial Cejas Lima. Salomé Pérez Rodríguez. Ángeles Febles. Dolores Acosta. Nina Sánchez Espinosa. José Rodríguez Arteaga. Luis Espinosa Kawrani. Rosalía Pérez Febles. Alejandro Fernández. Eduardo Febles Padrón. Cristina Sabina Ramos. Mauricio Méndez. Familia Pérez. Concha y Mariola. Victorio Padrón Armas. Juan Luis González Padrón. Juan Francisco Cejas Fonte. Pedro Tadeo Hernández Cabrera. Javier Quintero. Manuel Trujillo Padrón. Familia Nepomuceno. Francisca Peraza. 5 Berto Mora. Ignacio Quintero. Adolfo Quintero. Juan Padrón. María Luisa Santos. Manolo Sánchez. Luis Quintero Hernández. Vidal Zamora. Pedro Barrera Sánchez. Juan Pablo Martín González. Isabel Rodríguez León. Jonay Cejas Sánchez Álvaro Morales Carballo. Antonio Abreu. Máximo Padrón Quintero (Chano) Archivos del Autor. Dibujos: Joke Volta. Kitabo. Banaqui. .Composición: Baltasar González. Aitor Pérez Navarro. Óliver Armas Carballo. Miguel Ángel Ruiz Fernández. Impresión: Depósito legal: TF- ISBN:84-930062- 5 -4 6 Dedicatoria. A la memoria de mi querido bisabuelo D. Francisco Navarro García por haber sido el libro abierto más completo por mis ojos leídos y a la memoria de D. José Olegario Abreu. ¡JOSE EL DEL MUDO! quienes junto con mí querido padre me inculcaron mi gran amor a la Mar. Y a todas y todos los que aman ¡LA MAR! especialmente a los que días y noches entre sus mareas, calmas y temporales en ella navegan y pescan. El Autor. Dibujo. Joke Volta. 7 Agradecimientos. En su celestial paz a D. Carmelo García Cabrera, Profesor y Ex - director del Instituto Oceanográfico de Canarias, por sus enseñanzas, buenos consejos y su amor a la Mar. A D. Alberto Brito Hernández. Doctor en Biología, por sus fotografías y datos extraído de su maravilloso libro “Catálogo de los peces de las islas Canarias” A D. Juan Ramón Padrón Pérez, D. Cándido Padrón Padrón y D. Pablo Gutiérrez Reboso por sus grandes ánimos para con mí escribir. A los pescadores profesionales y de recreo que con afecto y entusiasmo durante diez años contribuyeron con mi persona facilitándome sus observaciones. A mis queridos amigos Roger Manuel Gutiérrez Sánchez, por su amistad y sincero prologo, Juan Ramón Marcelino Rivero, por sus grandiosas fotografías submarinas de los fondos y especies de nuestra querida isla de El Hierro. Matías Fonte Padilla, Biólogo y Ex - director de la Reserva Marina del Mar de Las Calmas, por el resumen de este trabajo. Y como no a todas las personas y entidades que de una forma u otra contribuyeron para que este trabajo escrito viera la luz pública. El Autor. 8 Foto. Rafl Bubrowski Presentación. Una década de madrugadas, sanos cabreos y las más de abundantes pescas, obligan a mí inquieto espíritu y a mi respetuosa pluma realizar este trabajo escrito para perpetuar con azul tinta, un emotivo homenaje de recuerdo y admiración a quienes junto con mi querido padre fueron mis amigos en tierra y en la Mar. No siendo otros sino mi querido bisabuelo Francisco Navarro García- ¡Pancho quiriji! y José Olegario Abreu- ¡José del mudo! quienes además de enseñarme el conocimiento de las mareas y el comer de las distintas especies marinas también me impregnaron su gran amor a La Mar. 9 ¡José el del mudo! quien a pesar de que tanto amaba la Mar, debido a los avatares de la vida se dejó arrastrar y trabucar por las asesinas guiñadas de las mareas del alcohol que a trozos le arrancaron el hígado, siendo causa de que muchas veces los habitantes del lugar prudentemente le reprocharan su tanto beber y beber, pero antes de que las asesinas guiñadas del alcohol le arrancaran el hígado, tuvo tiempo para sin ser Simplísimo ni Juan Salvador Gaviota; aunque a veces con ellas quería volar, impregnarme y contagiarme su gran amor a la Mar y a todo su contenido y a buen seguro que lo consiguió ya que entre lección y lección se transformaba en poeta y a través de su poesía me trasmitía que según el estado del cielo la Mar en ella refleja su color y por eso todos los Mareantes montones de veces, al igual que lo hacen los Labradores lo miran. Incluso en la oscura noche sin luna lo miran para ver las partidas de las brumas y los barruntos del viento. 10 Foto. Luis Alejandro Navarro Brito. La Mar, siempre la Mar la que a veces se eleva a las alturas queriendo acariciar el cielo, la que en días se camufla en la calma para en otros desatar su rabia rompiendo escolleras, timonera de las mareas y dominadora de la Rosa de los Vientos que convertida en furiosa espuma blanca, en la negrura de la noche y en la claridad del día delata el nivel de su altura, ofreciendo a sordos oídos y ciegos ojos lo nunca visto y lo nunca escuchado, despreciando a los que en ella tiran sus basuras. La Mar, para él siempre la Mar, la que algún día reclamará lo que le hemos quitado, siendo también mi pretensión rendirle homenaje a todas las mujeres y hombres que días tras días y noches tras noches en ella navegan y pescan a la vez que respetuosamente intentar que usted lectora, usted lector, amen a la Mar igual o 11 más de lo que yo la amo, si es así, les puedo asegurar que me sentiré satisfecho. El Autor. 12 Prólogo Estaba a punto de viajar a Tenerife después de disfrutar de las cortas vacaciones de Semana Santa cuando mi querido amigo Baudilio me llamó por teléfono para preguntarme que si le hacía el honor de prorrogarle su próximo libro, Mareante y machuco. Inmediatamente lo corregí, pues el honor iba a ser mío, máxime cuando añadió que en la portada iba a aparecer, si yo lo autorizaba, una foto mía, de cuando tenía ocho años, sosteniendo, sin suspender del todo del suelo, una vieja de cuatro kilos y pico que mi tío Berto –que en la Gloria esté- pescó allá por la Semana Santa de 1983. Conociéndonos como nos conocemos, no hizo falta que le diera mi consentimiento; bastó mi reacción para que Baudilio comprendiera que me entusiasmaba la idea. Unos días más tarde me hizo llegar a Tenerife el borrador de las pruebas iniciales (texto y fotografías) de lo que iba a ser el trabajo definitivo y, casi de inmediato, comencé a leerlo. Y debo decir -después de haber leído otras obras suyas como Hablando con la isla de El Hierro, “El Segundo Cuentos Apuntes y Poesías”Sajaima y Ajones y La isla de Orreih” “El Agua, El Fuego y la Electricidad en la isla de El Hierro”además de otros muchos poemas sueltos que me ha facilitado a lo largo de su experiencia literaria- que Mareante y Machuco no es una obra más, sino que representa la esencia misma del autor 13 como persona que siente, que se emociona, que nos invita a compartir sus experiencias, sus anhelos, sus preocupaciones, al mismo tiempo que nos muestra, haciendo copartícipe de la narración a su pluma, las maravillas de eso que él llama LA MAR, así, con letras mayúsculas. Baudilio conoce a la perfección todo lo relacionado con el mar, desde las pautas de las mareas, pasando por la pesca de caña y de barco (a remos y a motor, con caña de timón o mando a bordo), hasta las partes de que consta una embarcación o las especies marinas que habitan las costas de El Hierro (sus hábitats, época de cría, modo de pescarlas, costumbres...), amén de sus vastos conocimientos sobre historia, no sólo de las Islas, sino universal. Su mérito está en no haber pisado jamás una universidad, o sí, la de la vida, la de la experiencia, la de tener que buscar el sustento para él y para su familia desde muy joven, la de trabajar incansablemente por salir adelante y abrirse paso a través de caminos tortuosos y angostos en muchas ocasiones. Aunque quizás lo más loable sea que quiera compartir con nosotros todas esas experiencias que marcaron su vida desde su llegada al Puerto de la Estaca, cuando sólo era un niño con ganas de saber y descubrir por sí mismo todos los misterios que encerraba el mundo de los adultos. Con sus páginas me identifico y viajo hacia mi infancia en el Puerto de la Estaca, en permanente contacto con el mar, con el olor a maresía, con los 14 temporales del Sur que hacían que los barcos de pesca fondeados en la bahía se fueran a pique, con las pescas de agujas, abades, viejas, cabrillas, bogas, las salidas nocturnas en el Pilarín con mi tío José Manuel a la pesca de alfonsiños, con mi abuelo Pablo a cabrillas, con los días de verano sumergido casi permanentemente en el agua cristalina que bañaba los Morros del Pozo... Pero Mareante y Machuco cumple un requisito fundamental en toda obra literaria, pues además de hacernos pasar un rato agradable al disfrutar de su lectura, es una obra didáctica para todas las edades. A los mayores les hará disfrutar con los recuerdos de otros tiempos del Puerto, hoy casi convertido en un puerto moderno y con perspectivas prometedoras para todos los herreños. A los de mi edad les hará identificarse con esa infancia de la que hablo. Y también sumergirá a los más pequeños en un mundo que sólo conocen por lo que sus padres o abuelos les han contado. Cuántas veces he hablado con mis amigos y conocidos de la infancia y hemos coincidido en que “el Puerto ya no es lo que era”. Ciertamente, los niños que hoy pueblan el Puerto de la Estaca, apenas una docena, no se identifican con el mar como lo hacíamos nosotros cuando teníamos su edad: no pescan juntos, no se reúnen en el varadero de los barcos a jugar al fútbol o a, simplemente, hablar de sus cosas en el “ventorrillo” o bajo la plancha del ferry, no hacen competiciones 15 para ver quién se lanza mejor de cabeza al agua o da el salto más espectacular con la bicicleta. Todo eso ha sido sustituido por el patinete, la Play Station, la Game Boy, el ordenador o el abstractivo mundo de los teléfonos móviles y sus mensajes sms y multimedia; Dios mío, ¿tanto tiempo ha pasado? Parece que, en esta sociedad trepidante, veinte años son un abismo insalvable, y no como dijo Gardel. Los niños de ahora van a lo suyo, sólo se ven en el colegio o en alguna fiesta de cumpleaños, y poco más. Esta nueva sociedad tecnológica y del bienestar los ha convertido –y, en cierto modo, también a nosotros- en seres que no son conscientes del valor de las cosas y a los que se les da todo hecho. Por supuesto, y como en todo, siempre hay excepciones. Te invito, querido lector, al disfrute de Mareante y machuco, que sería algo así como pescador y engodo, a embarcarte y embaucarte en este viaje marinero junto con el autor, a través de sus páginas cargadas de emotividad, cariño hacia el mar y hacia nuestra querida isla, y motivo de orgullo para quien escribe este humilde prólogo. No te arrepentirás. Róger Manuel Gutiérrez Sánchez. 16 17 Mi querido amigo Roger Gutiérrez Sánchez, dispuesto a contemplar la gran belleza del fondo de la Mar. D. José Reboso Pérez. Mareante de los Llanos Blancos, dando lecciones de pesca a su querido nieto Humberto Gutiérrez Reboso. (Berto) 18 D. Pablo Gutiérrez Sánchez. Mareante de El Puerto de La Estaca felicitando a su querido hijo Humberto, por haber pescado la más grande vieja en la isla pescada. Fotos. Pablo Gutiérrez Reboso. 19 Óleo sobre lienzo. Sasi Brito Sosa. Conversaciones con mi pluma. Un año cualquiera de un verano cualquiera pareciale que agosto y siroco se habían puesto de acuerdo en querer arrebatarle la fresca sombra que el tronco del robusto pino forrado de vieja esmira le daba, tanto uno como otro, celosos o envidiosos no permitían a sus ojos dormir placentera siesta, por lo que cansado de discutir con agosto y siroco decidió bajar hasta la 20 costa para desde lo alto del Letime recibir cientos de salados besos dados por otras tantas olas a la vez que pedirle a su inquieta pluma mantener con ella conversación. -¿Y de que quieres que hablemos? -Podríamos hablar de mis amigas y amigos. -¿Y de cual de ellas o ellos pues tienes tantas, tantos y tan raros? -Había pensado que podríamos hablar de mi querida amiga llamada La Mar. -¡Ves como tengo razón al decirte que tienes amistades raras! -¿Porqué tu empeño en decirme que son raras y raros? Mis amigas y amigos son como son y punto. ¿Acaso tú no eres rara? ¿Acaso tú no tienes defectos? ¡Acaso cuando has terminado un lustroso escrito! no sé porqué razón tu plumín se abre escarranchándose y lo caga con un manchón y ale vuelta escribir, gastar papel y lo más importante a gastar tiempo! -Bueno no te metas con mi plumín porqué entonces la has jodido. -Vale querida pluma, no me meteré con tu plumín, pero prométeme que tú no te meterás con mis amigas y amigos y te limitarás enseñarme a través de tu azul tinta y en blanco papel, renglón a renglón lo que de ellas y ellos sabes. -Pues si te parece empezaré hablándote de tu querida amiga llamada la Mar de la que según nos dice la 21 historia es tan vieja, tan vieja que mis escasos conocimientos de matemáticas me impiden decirte exactamente la cantidad de ceros que su edad contiene, por lo que si tú sacas la cuenta, te darás cuenta de que tu amiga es muy, pero que muy vieja, siendo la razón de antes decirte que tienes amigas y amigos raros. - De acuerdo que mi amiga llamada Mar es vieja muy vieja, pero la amistad no tiene edades. - No te pongas poético que puedes hacerme llorar y mis lágrimas podrían borrar lo que ya te he escrito. - Pues limítate a tu trabajo como lo es el escribir y escribir, que por cierto es un bello trabajo ya que lo escrito, escrito queda y déjate de burlarte de mi sentir. - Vez ya empiezas otra vez con tus cabreos y arrebatos, por lo que no comprendo que expresar mi opinión sea motivo de esto y por cierto déjate de hacerme la pelota diciéndome que mi escribir es bello. - Creo querida pluma que hoy escogí un mal día para contigo mantener conversación pues aparte de estar vago tu escribir, también estas envalentonada, obligándome a que sin quererlo te mande para el carajo. - Puedes si quieres mandarme al carajo y a donde quieras, pero no olvides que iremos juntos, así que como veo que la ensalitrada brisa no ha sido suficiente para aplacar tus arrebatos te recomiendo 22 que bajes hasta la playa y metas tu calenturienta cabeza en algunos de los charcos que la bajada de la Mar deja al descubierto y a la vez puedas relajantemente contemplar el nadar de las barrigudas, cabosos y el ir y venir de los saltones verdes camarones, pues lo tengo más que visto que cuando no duermes placentera siesta no hay quien te aguante. Dibujo sobre encerado, realizado por el Autor. Después de haber pasado unos meses desde su última conversación con su querida pluma a quien debido a sus altanerías tenía encerrada en su estuche y más queriendo que no, mantener nuevamente con ella conversación la sacó de su estuche y la acaricio tiernamente comprobando que su engomada tripa estaba repleta de liquida azul tinta, por lo que decidió morderse su orgullo pidiéndole disculpas. -Disculpas aceptadas ¿Y de que quieres que hablemos? -Bueno podríamos a la vez que hablamos, dar un paseo por la isla comenzando por el lugar llamado 23 “Tigulahe” para impregnarnos de la energía del antiguo árbol Garoé. -Me parece una idea estupenda pues además de la energía que desprende ese lugar, también desprende gran tranquilidad que a buen seguro le vendría como anillo al dedo a tus inquietos nervios y arrebatos. -¿Vas a empezar con tus ironías? -Nada de ironías ya veraz como tengo razón y es más, no sé porqué, pero presiento que vamos a tener larga conversación. -¿Lo dices pensando en los muchos meses que has estado encerrada en tu estuche? -Lo digo porqué hoy hace un día radiante. ¿Acaso no te has dado cuenta? -¡Es verdad! ya estamos en “Tigulahe y hasta la bruma es limpia. -Pues prepárate cuando atravesemos “Aragando y “Azofa” y veas el contraste del amarillo, rojo y verde de la Meseta de “Nisdafe.” -¿Qué cansado de la jira? -Si he de serte sincero te diré que si. -Pero no me negaras que ha valido la pena haber empleado el día recorriendo y admirando la isla. -¡Y tanto si valió la pena! -¿Apreciaste como estaba el Mar de Las Calmas? -¡Tanto que lo aprecie! fíjate que cuando estábamos sentados a la sombra deje trasponer mi mente hasta el año de 1402 y no me extrañó que los invasores 24 cuando llegaron a la isla, escogieran el lugar llamado “Isanca” o “Iramase” para en ella desembarcar. -¡Y que me dices del lugar llamado “Vascos”! -Pues te diré que siempre he creído que este lugar al igual que otros de la isla rebosa naturaleza y cuando en el estoy no puedo dejar de contemplar y admirar las letras que desde su altura veo formadas por la orchilla en los bajíos de la playa y hasta imagino a los vascos elaborando con la madera de las Sabinas sus carianas, pitos, chácaras, tambores y gavetas. -¡Naturaleza divina ¡ divina Naturaleza! -Oye ahora que nombras la Naturaleza, perdona un momento que voy a apagar la luz de la terraza para poder ver mejor a mis amigas las estrellas y la salida de mi amiga blanca luna. -¿Mucho amas a la naturaleza verdad? -Bueno siento por ella una especial atracción que contiene amor, respeto y admiración. -Si ya he notado en ti que cuando hablas de la naturaleza se te iluminan los ojos y al referirte a ella empleas términos femeninos tales como marea, sorimba, calina, resaca, brisa, leva y hasta el mar llamas La Mar. -La verdad es que no me había dado cuenta, pero si tú lo dices. -También he notado que te pregustas y preguntas el porqué de las cosas y eso en mi opinión debe ser estresante. 25 -Sabes porque bien me conoces que el preguntarme el porque de las cosas se debe a que muchas de ellas no las entiendo, pero a la vez intento aceptar que estén donde están. -¿Qué tales cosas no entiendes? -La vida, la muerte o como ahora mismo que la marea lleva más de media agua arriba no entiendo y me pregunto el porqué las nubes pasan por delante de la luna y nunca las he visto pasar por detrás. -Ya que en todo el día y las horas de la noche que son no hemos tenido ninguna broca cosa extraña entre nosotros, si quieres te podría aclarar algunas cosas naturales que no entiendes y que a veces te inquietan. -Razón tienes al decir que no hemos tenido bronca alguna y como me siento a gusto si tú quieres podemos seguir hablando. -¡Ah que reconfortante es verte tan tranquilo! ¡lo que daría porque todos los días estuvieras igual que lo estas en estos momentos! –Debo reconocer y de hecho lo reconozco que me siento tranquilo, tanto que hoy no me he acordado de que el TRANKIMAZIN existe y menos me acuerdo ahora que estoy viendo la grandeza de mi amigo el Cielo y la blancura de mi amiga Luna. –Hace un momento me dijiste que una de las cosas por ti no entendida los es el porque las nubes pasan por delante de la luna y si me lo permites a eso te podría dar fácil explicación. 26 Foto. Archivos del Autor. -¿Fácil explicación? -Tan fácil como lo es el que, la luna se encuentra a 383.000 kilómetros de la Tierra y las nubes que más altura alcanzan son las que se encuentran en el sistema Boreal que alcanzan 8.000 metros u ocho kilómetros de altura y esa altura ya es mucho para una nube, siendo ese y no otro el motivo de que siempre veas pasar las nubes por delante de la luna. De la vida y la muerte te puedo decir que la natura mueve los rodillos para que estos giren y giren. -Lo de la luna es compresible y te agradezco mucho tu enseñanza, pero el tema de los rodillos la verdad que no lo entiendo. -Quiero decir que al referirme a rodillos lo he hecho al igual que hubiera empleado cualquier otro término 27 y como a veces eres duro de cocorota, más las horas de la noche que son vamos a dejar nuestra conversación para otra ocasión. Dadas las insistencias y recomendaciones de su pluma decidió bajar hasta la playa y en los parceles y charcos de marea vacía contemplando el colorido de las ronchaderas, la rubia orchilla, el nadar de las ariscas azules fulas, los inquietos “pejeverdes” el blanco de la resaca y el contar las olas logró tranquilizase. -¿Qué, más tranquilo? -Si te he de ser sincero confieso que ésta hora y media que llevo contemplando el contenido de los charcos me ha tranquilizado un montón de montones. -Bien puesto que ya estas más sosegado, si quieres podemos seguir hablando de tu querida amiga llamada la Mar, aunque has de reconocer que todas y todos tus amigos son especiales. - ¿Vas a empezar otra vez con tu irónico plumín? - ¿Y tú te vas a meter otra vez con mi plumín? - Es que por mucho que lo intento no te comprendo ya que primero me dices que mis amigos son raros y ahora me dices que son especiales. - ¿La verdad chacho, que no sé a que viene ese pronto? - Este pronto viene a que primero mis amigos eran raros y ahora son especiales. 28 - ¿Qué pasa querido? Últimamente te noto tenso, por lo que te aconsejo por tu bien que no tengas la navaja abierta si no tienes necesidad de pelar la manzana, además piensa que has sido tú quien me ha pedido conversación y apenas la empiezo estas más pendiente del debate que querer saber lo que yo sé de tu querida amiga llamada Mar, así que si me prometes dejar las replicas seguiremos hablando y si no, como tu tienes el poder que no la razón, me metes en el estuche y asunto acabado. - Vale intentaré contenerme para que hables sólo tú. - ¡Pero coño! ¿Tanto te cuesta escuchar a quien le has pedido que hable contigo? y a la vez que me escuchas, relajantemente contemples como la resaca peina la rubia melena de la orchilla y el letargo de los cangrejos. - Bueno tampoco hace falta que te escarranches tanto no seas que te des un jeito en las ingles. -Me escarrancho lo necesario, pero si el más escarrancharme te hiciera entrar en razón no me importaría darme un jeito donde sea siempre y cuando por una vez comprendas que por mucho que le des vueltas y vueltas las cosas son como son. - ¿A que viene tanta retórica y filosofía barata? - Si querido mío no reconoces o no quieres reconocer que además de ser rarillo tienes cosas de marciano. - ¿Sólo me faltaba que tú mi querida pluma pienses que estoy trabucado o loco? 29 - Ya veo que no quieres entender, pues parece ser que el decirte que eres rarillo y que tienes cosas de marciano, para ti es estar loco y no te paras a pensar que por quererte tanto y ser tu querida pluma, me veo en la agradable obligación de estudiar tus reacciones, reacciones tales como las que en el monte tuviste. - ¿De que reacciones me hablas? - ¿Te las digo? -¡Como tan sabihonda eres dímelas! - No es que sepa tanto como tú dices, sólo que llegas al monte y acomodas tu rechoncho culo contra la pinocha y con ella te cabreas porque te pica y sin pedirle permiso al verde y viejo pino dejas caer contra el tus anchas espaldas importándote un carajo deformar o romper su protectora esmira, importándote también un carajo escachar y matar vida. - ¡Pero que es eso de escachar y matar vida! ¿No te parece que exageras bastante? - De exagerar nada de nadad, pues calcula tus ochenta kilos respaldados contra el pino, la cantidad de orugas y hormigas que puedes escachar y matar y además que encima con las hormigas te cabreas porque para defenderse de tu pesado culo te dan picotazos. - ¡Bueno ya el conejo me riscó la perra! 30 - Ves como no te gusta que te diga tus reacciones y lo que más de ti me jode, es que no quieres reconocerlas. - Mira muchacha date un clareo y no me jeringues, ¿A eso llamas reacciones anómalas? - Y como quieres que las llames acaso crees que es normal que también te cabrees con agosto y siroco hasta el punto de pretender que no cumplan con sus responsabilidades naturales de calentar y hacer sudar en el verano, para tales reacciones o mejor dicho llameémoslas por su nombre que lo es calenturientos arrebatos, mejor te quedas en casa y agosto y siroco se hubieran “jodido” al no poder asarte ni hacerte sudar. - ¡Ahora si que estoy seguro que escogí un mal día para pedirte conversación! - No chiquitín, no culpes a el día pues los días, días son, con la diferencia de que tú quieres que bailen al son de tu copla y a veces la misma copla cansa - ¡La verdad que quisiera comprenderte pero me es imposible! - ¿Tan difícil de comprender soy? - Comprender quizás no sea la palabra, es tu saña contra mi la que no comprendo. - No cariñito mío, mucho te quiero, pero el tanto quererte no me impide reprocharte que confundas mi nobleza al tan claro hablarte, con saña, al tiempo que creyéndote mi dueño quieras imponerme que escriba a tu gusto y capricho, no chiquitín reconozco que tú 31 cargas mi goma de tinta así como también reconozco que quien me sostiene es tu mano, pero has de reconocer que la que escribo soy yo y aunque te duela tengo que decirte las verdades. - ¿Ahora son verdades? - Si verdades como son, el que tengas arrebatos cuando hace levante, cuando hace brisa, cuando hace sol, cuando hace sombra, cuando hace norte, cuando hace sur, cuando hace calor y cuando hace frío. - ¿Y lo de rarillo a que viene? - Vamos ya me dirás si es normal decir lo que dijiste en la entrevista periodística que te hicieron. - ¡Escuchemos decir a sabelotoda! lo anormal de mi entrevista. - ¿Pero a ti te parece normal lo que dijiste? - Vamos, vamos y que fue lo que dije que a ti tan anormal te pareció. - ¡Te parece normal decir que te gustaría acabar con las mangas y tratos de favores! - ¿Acaso querías que hubiera dicho lo clásico? Como lo es, el decir que se acaben las guerras y el hambre en el mundo. - Vez como eres rarillo, vez como tienes cosas de marciano al pretender que se acabe con las mangas y tratos de favores en la isla, sin pararte a pensar que eso es más difícil que operar un piojo de la apéndice en un cuarto oscuro, además de lo que también dijiste de tus comidas preferidas ¡ya me dirás! - ¿Que tampoco te gustó lo de las comidas? 32 - No, si no me deja de gustar o si gustar ya que tu cerebelo te impide que veas que está mal dicho decir que el mejor desayuno lo es un puño de higos pasados y una rala de leche y gofio. - ¿Y que hay de rarillo y marciano en ello? - Pues lo hay, ya que en los tiempos que corren suena desfasado y eso debes reconocerlo. - ¿Qué quieres, que niegue mi sentir y diga mentiras? - A veces y sin negar sentires podrías ser un poco más del día y caminar con los cambios y progresos diciendo leche y cereales. - ¿Pues ya me dirás que es el gofio y que diferencia tiene el decir rala de gofio y leche que leche y cereales? - Aunque no lo quieras aceptar la hay, ya que si dices leche y cereales te comprende la mayoría de los que no están desfasados, en cambio si dices rala de leche y gofio sólo te comprenden los desfasados. - Bueno no te parece que mucho te has desviado del tema de nuestra conversación. ¿O acaso se te olvido que te pedí que hablemos de mis amigos? - Ni mucho menos, solamente he querido que de una vez por todas te des cuenta de que la realidad no es un sueño y tú mucho sueñas. - De acuerdo doña pluma tiene usted toda la razón. -¿Me das la razón porqué la tengo o lo es que te cansa mi escribir? 33 - Ni lo uno ni lo otro, sólo pienso que soy insignificante para que pierdas tu tiempo hablando de mis rarezas y marcianadas. - En fin para evitar que te vuelvas a arrebatar voy a cumplir con mi palabra dada que lo es hablarte de tu querida amiga por ti llamada Mar. Diciéndote que el 70 por 100 de ella abraza a tu otra amiga a la que también quieres mucho llamada Tierra, a quien tu otro amigo llamado Viento a veces la salpica con miles de blancas olas dando lugar a las corrientes de aire necesario para el vuelo de tus muchas amigas aves marinas. A la vez que sus olas pueden alcanzar 20 y en algunos casos 30 metros de altura, siendo poderosas en fuerza las llamadas de fondo o de leva. Foto. Rafl Bubrowski. 34 En tu amiga llamada Mar dependiendo de su profundidad existe inmensidad de vida, siendo sus mareas movimientos periódicos de bajadas y subidas de sus niveles, causadas por oscilaciones máximas y mínimas con pauta de 14 días que ejercen tu querida amiga llamada Luna y tu querido amigo llamado Sol quienes emplean su atracción cuando están en conjunción y en oposición. Son sus hijos llamados Pacífico con 181,34 millones de kilómetros cuadrados en extensión y profundidad de 11.080 metros. Atlántico con 106,57 millones de kilómetros cuadrados y profundidad de 9.219 metros. Índico con 74, 12 millones de kilómetros cuadrados y profundidad de 7.455 metros. Sus nietos llamados Mediterráneo con 2,9 millones de kilómetros cuadrados y profundidad de 5.121 metros. Caribe con 2,6 millones de kilómetros cuadrados y profundidad de 7.680 metros. Norte con 580.000 kilómetros cuadrados y profundidad de 108 metros. Báltico con 385.000 kilómetros cuadrados y profundidad de 450 metros. Y sus bisnietos llamados Arábigo, Glacial, Tirreno, Egeo, y Rojo constituyen todo su poderío y riqueza en cuanto a flora marina, invertebrados marinos, peces marinos, mamíferos marinos y aves marinas. Siendo por esto obligado cumplimiento el que los seres racionales llamados humanos cuiden, 35 mimen y conserven limpia de toda impureza la grandeza que contiene tu querida amiga por ti llamada ¡MAR! propietaria del 90% del oxigeno necesario para la vida, enamorando con su belleza a quienes de verdad la aman aportándoles y ofreciéndoles generosamente todo su ¡NATURAL CONTENIDO! Foto. Archivos del Autor. Diciéndote que un año es la duración de la orbita que describe tu amiga Tierra alrededor de tu amigo llamado Sol. Un mes corresponde a la duración de la orbita que sigue tu amiga Luna alrededor de tu amiga Tierra formando doce meses un año. Un día es el tiempo que emplea tu amiga Tierra en realizar una rotación alrededor de su propio eje. Por lo tanto, siete días forman una semana, cuatro semanas forman un mes y doce meses forman un 36 año, que lo realiza tu amiga Tierra con su orbita completa alrededor de tu amigo Sol cada 365 días, 5 horas y 48 minutos. -Mucho agradezco tus enseñanzas e información sobre mi amiga Mar y ya que de ella me has hablado, también mucho te agradecería me hablaras de otro de mis amigos llamado Mareante quien mucho tiene que ver con ella. -No es que no quiera hablarte de tu amigo Mareante ya que pienso que para hablar de él, tú estás más preparado a la vez que también pienso que tus sentires y escribires son muy capaces de relatar sus avatares y vivencias, así que suavemente sostieneme en tu mano y utiliza mi azul tinta y al final ya veremos. - Difícil me lo has puesto, pero intentaré como tú dices que mis sentires y escribires sean capaces de hablar de mi amigo llamado Mareante a la vez que rendirle homenaje de admiración y recuerdo. 37 Puerto de La Estaca, década de los años cincuenta. Foto. Archivos del Autor 38 Foto. Archivos del Autor. Mi amigo Mareante. Su paso por la escuela para aprender el conocimiento de las tablas de sumar, multiplicar, restar, dividir, escribir dictados, palotes, rayas y puntos sin salirse de las cuadriculas y líneas de los cuadernos y el saber los ríos de España fue rápido y fugaz, siendo culpable de ello el haber dibujado un burro de cinco patas mientras en la clase se rezaba el rosario, siendo también culpable la señorita maestra que escandalizada por la exageración del dibujo y la postura del burro, lo expulsó de la escuela, motivando a que a partir de ahí su obligada escuela fuera el ver las llegadas y salidas de los barcos, el 39 ajetreo de los trabajadores portuarios, la terminación del muelle. Foto. Juanito Padrón. Y el aprender las cuentas para que estas les salieran en la venta del pescado, llegando a comprender que un mercado de amarrado pescado con pitas de piteras pesaba un cuarto más que el kilo, que dos cortadas verticales trazadas en el rabo de un abade significaba que este pesaba dos kilos, que si a esas dos cortadas verticales las atravesaba una cortada horizontal el abade pesaba dos kilos y medios y si a su vez tenía cortado un lado de la parte superior de su rabo pesaba dos kilos tres cuartos, es decir que a cuanta más cortadas verticales más cuentas tenía que sacar, aprendiendo que no todo el pescado tenía el mismo precio pues las cabrillas y viejas costaban 15 pesetas, el pescado sanguino 12 pesetas y las morenas y escolares 10 pesetas. 40 Boca negra y salmón cuya cortadas en su rabo indican que pesan un kilo y medio. Foto. Archivos del Autor. 41 Ajetreo portuario en el Puerto de La Estaca. Década de los años sesenta. Foto Ramón Ayala Álamo. 42 Grabando en su memoria las letras de unas canciones que a bordo del Motovelero Sancho II y la Falúa Santa Rosa escuchaba cantar a los pescadores gomeros cuando estos terminaban la zafra de la pesca del bonito en el Mar de Las Calmas y contentos regresaban a su querido Puerto de Santiago en la isla de La Gomera. Letras de las canciones que así cantaban. ¡Yo no me explico como el perico teniendo un hueco debajo el pico pueda comer, no puede ser! ¡Ahora si con el maíz que canta el gallo quiquiriquí! Fiesta de San Telmo Santo Patrón de El Puerto de La Estaca y de los Mareantes. Foto Inés Padrón Fernández. 43 El Vapor Correo Ciudad de Mahón, el primer día que besó el muelle de La Estaca 07-09-60 Foto. Ramón Ayala Álamo. Desde entonces y con el paso de los años, día si y día no, sentado frente al sol poniente intentó aprender la justa proporción de saber lo que ocurría más allá del horizonte, gustándole escuchar el chirriar del asa del balde al entrar en el brocal del aljibe y ver el rebosar del agua en el hormigón, ver la luz de la luna llena, el despertar y dormir del sol, el vuelo de las gaviotas y las pardelas, el lento caminar de los burgados. 44 Foto. Archivos del Autor. Las pegadas lapas en los cantos rodados y los veriles, el subir y bajar de las mareas, el letargo de los cangrejos, el caminar de los erizos en los charcos, el nadar de las barrigudas, escuchar el silencio del gris abrillantado de la calma compitiendo con el romper de las blancas olas en la orilla. 45 Fotos. Archivos del Autor. Escuchar el quiquiriquí de los gallos envalentonados colaborando con el cielo reclamándole a la negra noche el color azul del día, ver las ordenadas nubes en su caminar para el oeste en busca de las mojadas lluvias. 46 Inauguración oficial del Muelle de La Estaca. 07-09-60 -Foto Juanito Padrón. A la vez que por el crecimiento de pelo en su pecho y barba intuía que algo estaba cambiando en su metabolismo, mejor dicho algo había cambiado, pues un día mientras miraba a las chicas nadar, entrar y salir del agua, sintió que de su cuerpo salía un liquido blanco y pegajoso que lo hizo jadear y jadear hasta terminar su total expulsión, siendo la primera vez que le sucedía y a pesar de ser la primera vez no sintió temor, invadiéndole el deseo de saber que mágico cambio lo hacía sentirse tan feliz a la vez que tan dichoso. Cambio que también experimentó al darse cuenta que sin mucho esfuerzo pasó de cargarse la lata de cinco litros de agua a cargarse el garrafón y el barril a la vez que su infantil voz dejó de ser cantarina achacándoselo a la 47 nuez que le había crecido en la garganta y a los barros que afeaban su cara, regalo que la Naturaleza le hace a quienes pasan de niño a ser adulto. Contándole su abuelo que a él le contó el suyo y al suyo le contó el suyo, que hace muchos años, tantos como los que ya han pasado en los charcos de las orillas de la Mar, la cuajada sal se recogía para conservar los muchos abades, meros, viejas, galanes, sargos, bogas, agujas, palometas, morenas y “pejeperros” que en la isla los mareantes pescaban. Recordando su primer “peje” pescado que lo fue una pequeña, plateada y amarilla boga que en la balaustrada que estaba frente al Cabildo al lado de la caliente corredera de la Eléctrica en santa cruz de Tenerife pescó. Foto. Archivos del Autor. 48 Recordando también como sus queridos tíos queriendo que el sobrino niño se sintiera importante, le clavaban en el pequeño anzuelo de su caña, secos y muertos “pejeverdes” y romeros haciéndole ver que habían sido por él pescados. Inteligencia adulta carente de astucia disimuladora por no clavárselos al menos vivos, niño de diez para once años si, pero no tonto, no dejando de quererlos ya que el paso de los años le hicieron comprender que las intenciones de sus tíos lo fue verlo feliz aunque pescara “pejes” muertos, siendo testigo de ello la punta llamada de “Guanil” que carente de carretera a través de veredas y saltos de paredes de piedra se encontraba a considerable distancia del bello Puerto de La Caleta de su querida isla de El Hierro, ocurriendo que ese día uno de sus tíos a causa de romperle el aparejo un gran “peje” que había pegado, pies en las veredas y saltos de las paredes nombradas, traspuso hasta el pajero de sus queridos padres, para a la media hora volver con nuevo aparejo que enganchado a la caña lanzó para el agua y como las cosas de la Mar son grandes recuperó el “peje” además del aparejo que media hora antes había perdido, preguntándose muchas veces el porqué el dichoso “peje” a pesar que tenía cinco cañas en el agua esperó al dueño del aparejo que en su boca tenía clavado. No sabiendo por qué después de pasado cuarenta y tres años ha tenido junto con su inquieta pluma la imperiosa necesidad de darle para atrás al tiempo y volver a las 49 galletas caseras, los higos pasados, los tunos amarillo canario de La Caleta y los dulces blancos de Tiñor, las coles y baraza, el bocadillo de sardinas y cebolla, la leche recién ordeñada, los granos tostados a mano y convertidos en el nutritivo gofio, el sancocho de vieja con papas partidas, la pimienta verde de la puta la madre, el suave mojo verde de cilantro, el rabioso y colorado picón, el caliente rancho, potaje, champurrio y puchero, el lleno mortero de caldo de la cazuela de pescado, el amasado y escaldado canelo gofio, el trozo de queso y a la dures del pan de unos días después, la muerte del cochino y el vaso de vino de la tierra. Barriada de pescadores, General García Escames, Puerto de La estaca. año 1947- Foto. Archivos del Autor. 50 Foto. Archivos del Autor. Mareante de caña Mientras bajaba por la vereda que lo llevaba al pesquero llamado”Roque de los Hoyos” pudo ver como la mar de leva furiosamente embestía con sus gruesos labios blancos, la rubia barba del pesquero llamado “Toscón” lo que lo hizo desistir en su bajada pues bien sabía que no hay, ni a habido ni habrá mareante que se atreva desafiar los espumosos besos de la mar de leva, pero como la responsabilidad de contribuir con el ganado sustento lo obligaba a ser responsable, después de sacar la pauta de las mareas, buscó un pesquero donde el viento levante y la mar de leva lo dejaran pescar tranquilo y sin sobresaltos. 51 Embelesado miraba la estrella del agua que en su caminar por el cielo le guiñaba los ojos hasta trasponer por la montaña de Tigulahe. Sus muchas noches de pescas le daban propiedad, para afirmar que nadie guiña mejor los ojos que las estrellas y la del agua era su preferida, no sólo por ser la más grande y luminosa sino que por su trasponer sabía la hora del cielo. Cinco horas de pesca y los dichosos alfonsiños con sus barruntos no comían bien y estaban relancines, además el viento a la tierra bajaba por los picos con una furia incontenible que con sus constantes variaciones, le parecía querían comerse la sombra negra que entre amarillentas luces le dejaban ver la balanceante silueta del “Vapor Correo La Palma” que insultante con su recta proa desafiaba las rompientes olas a la vez que las humaredas de su chimenea median la velocidad del viento. Uno, dos, tres o más grilletes de cadena, campanadas tras campanadas iban indicando al Puente de Mando el izamiento de la pesada ancla, lo que le hizo preguntarse la manía que tenían algunos Capitanes en alejar sus barcos de la punta del desembarcadero de La Estaca. 52 Vapor Correo “La Palma” el primero que extraoficialmente besó el Muelle de La Estaca. 22-06-60 Foto Archivos del Autor. Foto. Archivos del Autor. Viendo como doña Luna trasponía por el pico de “Aragando” indicándole que debía ser cerca de las dos de la madrugada a la vez que embelesado con el negro horizonte su vista observaba como el “Vapor Correo” se alejaba y alejaba con rumbo a la isla de 53 La Gomera hasta dejar de ver sus amarillentas luces. Evitando que el aburrimiento producido por el barrunto de los alfonsiños en su mal comer y las horas de la noche que eran, se negaba a que la modorra le cerrara los ojos y traspusiera su mente al país del necesario sueño, por lo que sacó la caña del agua y se dirigió a un charco donde zambulló su cabeza logrando que el frescor del agua lo espabilara. Abrió el morral y a tientas consiguió un trozo de queso y un puño de higos pasados y entre bocado y bocado quitó el aparejo de la caña y metió en la talega los ochos alfosiños pescados y tras encender el chozo de cardón seco, morral a la espalda y caña en el hombro derecho para evitar que la punta tocara en la fuga y le cayera una piedra en la cabeza, comenzó a subir la vereda que lo sacaría del pesquero llamado “El Pinque” preguntándose mientras subía de donde salía tanto viento que lo amenazaba con no dejarlo rebasar la fuga del Puerto Viejo. Zarandeado de acá para allá cual velero sin vela en su mástil, caña al hombro logró llegar al Letime y acompañado por los graznidos de las pardelas en celo, prosiguió su caminar por la vericueta vereda que lo hacia bajar y subir la hondura del barranco. Un luminoso destello se desprendió del cielo y en su casete mental grabó un deseo a la vez que esbozó una incrédula sonrisa haciendo cómplice a la Mar, pues siempre había oído decir que cuando una estrella corre se dirige al 54 Paraíso y el así verla da lugar a ensoñación. Total con soñar, daño alguno no causaba y soñar lo hacía feliz para seguir vereda adelante, sintiendo en sus labios las nocturnas saladas brisas que a la vez refrescaban la vaharada del caluroso siroco, pudiendo ver a doña media Luna ansiosa por acunar al oeste y despertar al este, haciéndolo pensar cual de los dos tenía más sueño ya que aún se distinguían el blanco y el negro de las sombras que mezcladas con los ruidos y los silencios lo hacían sentirse pleno por ser propietario de tanta natural riqueza. ¡Gracias a la fuerza, salud y reflejos de sus juveniles años! llegó a su casa e intentó dar con la vela y los fósforos, lográndolo gracias a su querido padre quien con la linterna traída de Venezuela, con su haz de luz le indicó el lugar donde estaba la vela y los dichosos fósforos a la vez que su querida madre levantándose de la cama se dirigió a la cocina de donde al poco rato le trajo una taza de caliente leche acompañada de varias crujientes truchas elaboradas por ¡sus mágicas manos! 55 Foto. Ralf Bubrowski. Mareante de caña Aunque mucho le gustaba pescar en el pesquero llamado “La Papa Entera” en el perdía la mitad de su tiempo de pesca ya que frente a él y debajo de sus pies le quedaba el fresco charco donde iba poniendo las coloradas, pardas, meladas y moradas viejas pescadas, pareciéndoles que con sus nadares, ires y venires por el charco le pedían que las devolviera a la Mar, siendo causa de con ellas mantener conversación en la que insistentemente les explicaba que él no era asesino alguno, que él sólo era un Mareante que las necesitaba para su sustento y el de su familia, haciéndoles que procuraran entender que un Mareante por sentimientos no podía desprenderse de su pesca, bastante hacía con devolver a la Mar las chifletas siempre y cuando no estuvieran 56 embuchadas. Por más y más que se los explicaba las obstinadas viejas en sus inquietudes por la estrechez del charco no paraban de nadar, jadear y jadear hasta que cansado de así verlas, soltaba la caña y una a una las sacaba del charco y una tras otra recibían en la parte trasera de sus cabezas una mordida acabadora de sus vidas, pensando que al menos les ahorraría inútiles sufrimientos, siendo causa de que a pesar de que el pesquero era buenísimo, deseaba que por otro Mareante estuviera ocupado. Cosas de la Mar y encontrados sentimientos 57 Fotos. Archivos del Autor. Mareante de caña Ilusionado caminaba de prisa dejando marcadas sus huellas sobre las escachadas y verdes Chiriminas a la vez que pegadas a la lona y cordones de sus alpargatas, transportaba sin él quererlo montones de semillas de cebadilla. Tenía prisa, pues doña Luna en el horizonte se encontraba a la altura de un cuarto de marea arriba, además que la necesidad lo obligaba llegar antes que otros al pesquero, pero su prisa se convirtió en decepción al ver como la Mar de Leva furiosamente embestía con su blanca espuma el pesquero. Sentado al borde del Letime y metido en sus pensamientos, el graznido de una Gaviota lo sacó de ellos, pareciéndole que la Gaviota le hablaba y que con su hablar le decía. 58 -Tranquilo, tranquilo que aunque los vientos arrecien y los horizontes se alteren, la isla siempre tendrá días malos y buenos de pesca y hoy ha sido uno de los malos ¿Acaso crees? Que yo todos los días pesco, ¿Acaso crees? Que yo por capricho salgo de mi hábitat habitual y vuelo hasta la meseta de Nisdafe a buscar Cigarrones. Foto. Archivo del Autor. Se despidió de la Gaviota y con el morral vacío de pescado, de vuelta a casa rebuscaba en su casete mental la inquietud que le producía la 59 responsabilidad adquirida de tener que buscar el sustento para alimentar dos bocas más que con la de él ya sumaban tres, sacándolo de su casete mental el sonido de los cascabeles de las cabras a la vez que las carreras de los asustados conejos salvajes entre las Calcosas y los Verodes lo hacían reír con una risa tan tentada, que el pastor que lo escuchaba seguro pensó que estaba trabucado o majareta. Foto. Luis Alejandro Navarro Brito. Siguiendo su caminar hasta llegar a la vista que le permitió ver que ese día no encontraría pesquero donde pescar y acordándose de la conversación mantenida con la Gaviota, en sus profundos pensamientos le dio la razón en cuanto a que ya vendrán días mejores de pesca. Por otro lado, dado que la Mar de Leva enrrestaba y enrrestaba en su tormenta aprovecharía para empatar nuevos 60 anzuelos, lavar las talegas de carnadas, endulzar los aparejos de alambre, torcer hilaza, buscar secos moñicos de burro para curar la miñoca, arrancar raíces de algarroba para darle tinte a la tarrafa y la marrajera a la vez que hacer llorar a las Tabaibas para obtener de sus lágrimas la blanca leche, que una vez seca utilizaría para rejuntar las grietas de su india caña. Foto. Luis Alejandro Navarro Brito. 61 Mareante de caña Sabía por los años que en ella llevaba viviendo y por los informes de sus queridos abuelos, que en la isla llovía poco y que los inviernos eran escasos, ¡pero ese invierno! los barrancos resbalaron por ellos las dulces y achocolatadas aguas que ansiosas querían sentir el salado sabor de la Mar a la vez que contribuir al crecimiento de la orchilla y al acercamiento de muchas especies a la orilla. Sacando la pauta de la marea comprobó que le faltaba un día para ser reconocimiento de mareas buenas, sintiéndose contento al ver que la Mar de Leva había cesado en su levantamiento pareciéndole que hasta los cangrejos, erizos, lapas y burgados al igual que él estaban contentos por ver los caminos del este sobre la calma. Foto. Archivos del Autor. 62 Acompañado por la marea vio como doña Luna camino del oeste escondía sus cuernos tras el pico de “Arangando” por lo que sin cansancio abrió el banco hasta llegar a la arena donde se escondían las preciadas y necesarias miñocas, hullonas y jacas. Alzó la cabeza y con el agua hasta las rodillas, giró el cuello de derecha a izquierda haciendo volver sus cervicales vértebras a sus nacimientas posiciones naturales. Ya derecho palpó con sus manos la mojada talega que tenía colgada a la cintura calculando que la carnada cogida le daba para dos o tres pescas y dirigiéndose al pesquero del paso de las viejas de rancho, sombrero calado y caña en remojo para amorosar la punta de cuerno de macho cabrío, largó el aparejo “pa” el agua y en menos de lo que canta un gallo, los silbidos del tensado alambre y la curvada india caña le delataban que estaba pegado¡Coño fuerte viejote del carajo! con el saber de todo buen mareante de caña, le dio agua a la vieja hasta que aprovechando un jacío la varó sobre el parcel de rubia orchilla. Aún no habían traspuesto tres cuartos de marea arriba miró “pa” el fresco charco donde tenía las viejas pescadas y viendo que estas rebosarían la boca del morral, decidió dejar de pescar marchándose hasta el rancho donde tenía la blanca sal recogida días atrás. Con maestría que ya querrían para si algunos cirujanos, afilado cuchillo canario en sus manos, marcando el centro del lomo de las viejas una tras una las abría dejando ver sus 63 blancas carnes, tripas y condumios, tripas y condumios que la resaca alejaba de la orilla para que agradecidas gaviotas, listos sargos y morenos machos saciaran su hambre. Foto. Luis Alejandro Navarro Brito. 64 Mareante de caña El viento había rolado al sur y presagiaba la llegada de mojadas lluvias, la superficie del agua estaba dividida en colores predominando el gris plateado que le permitía ver el intenso amarillo de las aletas de los júreles que formando era rebuscaban con sus bembudos y succionadores labios, el desove del Guelde en el fondo a la vez que en el saltío de la tarde los ruyeros de bicudas dejaban ver su aluminado color y sus negras rayas. Entusiasmado por la abundancia, aparejó la caña y procedió a separar del montón los Gueldes más grandes para que estos taparan el total del anzuelo y lograr engañar a algunos de los inteligentes júreles que sus ojos estaban viendo. Con paciencia de Mareante a la vez que cabreado comprobaba que los júreles comían y comían todos los Gueldes que del machuco les tiraba, pero ninguno de los muchos que habían comían los de el anzuelo. 65 Foto. Ralf Bubrowski. La oscura noche despidió a don Sol y esto le hizo recordar que en la oscuridad pegados al veril de el Muelle solían estar unos rojos bichitos llamados Camarones Petudos, por lo que viendo que los listos Júreles de él se reían, escachó el aro de la pandorga con el fin que ésta abarcara más longitud en el veril y dando varios rastrillazos de abajo a arriba logró sacar mezclados entre los picudos Erizos, unos cuantos granos de Camarones Petudos a los que sin quitarle cabeza, caparazón ni rabo, enganchó uno de ellos al anzuelo y lo largó al agua contemplando a pesar de la oscuridad de la noche, las alhentías de los Júreles en su rápido nadar que desde el fondo subían hasta media agua en busca del suelto Guelde del Machuco. Sorpresa para él lo fue comprobar como aun el aparejo no había llegado a su verticalidad, el curvado cuerno de macho de cabra le 66 indicaba que estaba pegado, los silbidos del tensado alambre a la vez que la india caña desde su punta hasta el tronco formaba un arco intentando ahogar lo que tenía pegado. La sensación que le producía el jalar del bembudo Júrel, le hacía latir el corazón al mil por mil, arriba, abajo, carreras para la derecha, para la izquierda dándole las gracias al Muelle por tan cómodo permitirle en su pescar. Por fin, cansado más el Júrel que él, caña para atrás, mano al aparejo y ¡cinco kilos y medio de Júrel sobre el Muelle!. Sin saberlo y aún viéndolo y parpándolo, había descubierto una carnada que podía más que la inteligencia de los listos Júreles, siendo muchas las noches que esperaba a que el Muelle estuviera solitario para que no lo vieran pescar Camarón Petudo, pero como ¡El Puerto es El Puerto! poco le duró mantener en secreto su descubrimiento, ocurriéndole lo mismo con sus otros dos como lo fueron la pesca de Viejas con boya y la pesca de los Galanes al fondo. 67 Foto. Ralf Bubrowski. Dibujo del Autor. 68 Mareante de caña La furnalla de viento empujado por el nordestazo sobrepasaba los altos pesqueros, lo que lo obligaba contemplar el no poder pescar. Fuera en toda La Mar miles y miles de enrolladas y encrestadas blancas olas le quitaban su azul color. Las Gaviotas conocedoras de la fuerza del viento de verano permanecían juntas y calladas en los posaderos de las altas fugas. En el horizonte la semisumergida silueta de un cargado petrolero, proa a La Mar rompía amuras salpicado y empañando los cristales de su alto Puente de Mando, mientras que por sotavento buscando el abrigo de la isla, “El Vapor Correo” cabeceando y cabeceando reafirmaba su no operatividad en El Puerto. La barra del levante luchaba contra las escasas nubes del este impidiéndole que impusiera su calma, pareciéndole normal dado que la estación natural dentro del año así lo requería pues junio, julio y agosto pertenecen al norte, septiembre, octubre y noviembre al este, diciembre, enero y febrero al sur y oeste y marzo, abril y mayo a la brisa que teniendo el mismo semblante que el levante suele transformarse alguna que otra vez en arbolado y peligroso tiempo canario o sudeste causantes de la llegada de la ¡EMPAÑADA CALINA! empujada por el caluroso Siroco. 69 Foto. Ralf Bubrowski. Mareante de caña. Pasaron los días y llegaron los que las calmas encierran. Dos horas de pesca y el correr de sus tripas le requirieron el ansiado yantar, por lo que sacando la caña del agua se encaminó hasta el abrigado rancho asilo de fresca sombra y refugio de azotadora brisa. Nada más entrar en el rancho comprendió que algo anormal había sucedido, pues en el suelo encontró el descolgado morral donde guardaba su yantar y partes de sus aparejos tales como tres zocalas hechas con duro y horneado barro provistas de relucientes plumas de pardelas. Las tres zocalas que tanto trabajo le había costado elaborar, 70 desparramadas por el rancho dejaban ver sus desnudos esqueletos desprovistos de sus plumones, sólo los tres tuertos anzuelos empatados con amarillo alambre le indicaban que aquello habían sido sus zocalas a la vez que estrelladas huellas marcadas en el polvoriento suelo delataban al intruso destrozador. Intruso que a unos veinte metros sobre una pared y sin atragantarse picotazo tras picotazo se daba una hartanga con la pella de canelo y amasado gofio de su yantar a la vez que lo había dejado sin sus preciadas zocalas. Encabronado por lo sucedido se preguntaba y preguntaba como el azabachado negro cuervo había podido descolgar el morral, pareciéndole imposible ya que bien lo había colgado de unos de los sobresalientes picachos de las paredes del rancho, picacho que una vez inspeccionado comprobó que el peso del morral había roto cayendo éste al suelo dado pie, patas, alas y pico al azabachado negro cuervo para hacer y deshacer a su libre antojo. Desde entonces y valiéndose de la experiencia adquirida nunca más colgó su morral en endeble picacho, sucediéndole que cada vez que a ese pesquero iba a pescar, volando a media altura y dando círculos sobre su cabeza aparecía el dichoso cuervo, pareciéndole que le reclamaba tributo por allí pescar. Total nada le costaba repartir tripas y condumios de las viejas pescadas entre las gaviotas, cangrejos y cuervo. 71 Mi amigo Azabache, el cuervo parlante de Las Puntas El Golfo. Foto. Maruca. Mareante de caña Sentado a la espera de la bajada de la marea, escuchando y contemplando el ir y venir de la resaca, sus ojos centraron toda su visión en un “hallo” que a unos veinte metros de la orilla flotaba sobre el agua y pareciéndole ver lo que veía, sabedor de que tal “hallo” cambiaría su situación económica y teniendo la seguridad de que sería una de las pescas más grandes que en su vida haría, se lanzó al agua y nadó hasta el, reafirmándose en lo que desde tierra le había parecido que era. ¡UNA “PACA” DE CAUCHO! que con todas sus fuerzas remolcó y logró vararla a la vez que dándole vueltas y vueltas 72 la situó fuera del limite de las olas aplicándole la ley de La Mar, no siendo otra que colocar encima de ella mediano majano de cantos rodados, señal de respeto entre los Mareantes, pero acordándose de la sabandija rapíñera que lo era el cabo de marina en cuanto al requisamiento de lo encontrado en la Mar, procedió con motones de ramas de Iramas y Moles a tapar su preciado tesoro, emprendiendo camino hasta El Puerto con el fin de buscar personas de su confianza que lo ayudaran en el transporte, teniendo la gran suerte de que al rebasar la fuga llamada “La Galga” vio que por fuera del Roque llamado de “Las Morenas” se encontraban dos Mareantes de barco a remos a quienes les hizo señas a la vez que les indicaba para que no se alarmaran que no le sucedía nada, llegado el barco a la cercanía del veril les informó de lo por él en la Mar encontrado, proponiéndoles partir a tres partes el importe conseguido por la venta del “HALLO” llegados a un acuerdo y para no espavientar las sueltas lenguas, esperaron la llegada de la noche y amparándose en las sombras silenciosas a golpe de remos remolcaron el “hallo” hasta llegar a un lugar seguro donde bien lo escondieron, no haciéndoles falta elaborar escrito alguno dado que por aquellos tiempos no había zorrerias, trampas ni falta a la palabra dada que para ellos era sello del más estricto cumplimiento. Dejando pasar prudentes días, propusieron a un Marchante de la isla la compra de la “PACA” DE 73 CAUCHO ¡Ciento ocho kilos de la más pura goma! les proporcionó tal capital a los tres, que uno de ellos con su parte compró una pequeña Pensión en la isla de Tenerife, otro compró cercados, huertas y cabras y dejó de ser Mareante fijo y él además de comprar un considerable cercado provisto de abundantes higueras resguardas por circulares Gorones de piedras, también compró la necesaria madera, herramientas y materiales, para ver cumplido uno de sus mayores deseos como lo era construir un barco a su gusto y medidas con el que pasaría a dejar de ser Mareante de caña para seguir siéndolo de barco a remos. 74 Fotos. Archivo del Autor. Mareante de barco a remos Con ojos locos de contentos, ufano desde lo alto de La Estaca contemplaba el suave cabeceo de su flamante barco a remos, deseando para evitar razonables risas y algunas burlonas, que el hinchamiento de la madera y el cierre del calafateado fueran secos compartimientos estancos a la vez que las bailonas bandas con él fueran benévolas y comprendieran su novata experiencia. Como niño a estrenar zapatitos nuevos, contrario a lo que era su costumbre esa mañana no desayunó, siendo culpable de ello el nerviosismo que le producía tener que a ojos de todos, por primera vez embarcar en un barco a remos. Disimulando su nerviosismo y a la vez temor, mirando fijamente la línea de flotación, despacio jalaba por el cabo de tierra logrando que el cuerno de proa provisto de amarrado y grueso cabo de fuera le dejara acercar el leito de popa un metro de la orilla, pareciéndole que 75 aun estaba a media bahía. Con aparente valor y pensando que como mal menor aparte de tener que escuchar alguna que otra burlona risa, en caso de no lograr saltar al leito se caería al agua y se remojaría como un pato, decidió saltar, siendo verdad que más saltó a cuatro patas que a dos, viendo con gran alivio que al agua pato nada de nada, pues sin él creerlo se veía cual Patrón dentro de su barco, comprobando que en los chazos debajo de las panas estos se encontraban sequísimos, comprobando que las bandas eran sólidas y bien soportaban el peso de su cuerpo. Interiormente algo le dijo que sin envalentonarse podía confiar en los cuatro metros ochenta centímetros de eslora, lo cero setenta y cinco centímetros de puntal, el metro cuarenta centímetros de manga y el metro cúbico de arqueo, que conformaba la ciudad flotante con la que a partir de ese día compartiría su vida y comprendiendo que el saltar del barco a tierra le sería muy difícil, pantalón y camisa fuera de su cuerpo, cabeza “pa” el agua nadó hasta las escalinatas, diciéndose a si mismo, que al igual que otros Mareantes de barco a remos con maestría saltaban del barco a tierra y de tierra al barco, él también lo lograría y si no, su reputación de amante de la Mar caería por tierra. 76 Ensenada de Tacorón. Década de los años sesenta. Foto. Archivos del Autor. Mareante de barco a remos. Atreviéndose dejarse apoyar en la banda de babor y relajando sus nervios, metió su cabeza en el mirafondo y a través del limpio cristal admiró la hermosa y larga melena rubia de la orchilla que insinuante oscilaba con el ir y venir de la resaca a la vez que extasiado comprobó que su amiga Mar es la legitima dueña de todos los colores. Canelos y moteados lagartos semienterrados en la arena, juguetonas bogas a media agua, vivaces galanes, inteligentes y rayados sargos, veloces plateadas palometas, besucones júreles, majestuosos meros propietarios de sus parcelas, vigorosos nadadores chuchos, pacientes miradores abades, vigorosos medregales, grises y rayadas vicudas, coloradas, pardas, meladas, moradas y matreras viejas, juguetones “pejeverdes” acariciadores de los veriles, azules ariscas fulas, negras morenas, canelos 77 morenos machos, anudados cardúmenes de cristalinos gueldes, amarillentas doradas, rosados bocinegros, dentudos “pejeperros” alardeando el blanco marfil de sus afilados dientes, puntiagudos azúlenos erizos, sonrientes lisas, amorosos chopos, lentas y voraces estrellas, barbudos salmonetes, negras rayadas cabrillas, camuflados pulpos, rojas y moradas doncellas, coloridas aguasvivas y ronchaderas, asustadizas arañas, tímidas langostas, rayadas blancas herreras, enterrados abanicos, recubiertas centollas, semiabiertas almejas, verdosos “pejegallos”, expertos desiscadores amarillosos canelos tamboriles y tímidos y moteados alfonsiños. Siendo tanto su sentir al ver tanta natural grandeza que decidió estudiar en la universidad de la vida para aprender el comer, desove, hábitat, migración, costumbres y barruntos de las especies marinas. Aprendiendo también a elaborar y usar artes de pesca como la pandorga, la barestilla, chumbo, ganzúa, nasa, tambor, guinche, arganeo, vara, bichero, trenzado de hilaza, trenzado de alambre, parada de acero, estorbar o empatar anzuelos tuertos, ciegos, de pata corta, de pata larga, cucharas, curriquías, zocalas, aguaciles, numerar alambre, plomadas, giratorios, separadores así como las partes que componen un barco tales como amuras, codastes, crujía, quilla, sobrequilla, popa, proa, babor, estribor, banda, sobrebanda, cubierta, leitos, 78 costillaje, toletes, galápagos, chumbaceras, cuernos y rodas. Puerto de La Estaca. Motovelero. MARI – CARMEN, cargando pinocha para llevarla a Tenerife. Década de los años sesenta. Foto. Clotilde Fernández. 79 Foto. Ralf Bubrowski. Mareante de barco a remos Las alhentías de los remos dentro de el agua y el chirriar de los galápagos en los toletes le impedía que la modorra del necesario sueño le hiciera cerrar los ojos, la voz del Patrón desde la popa suavemente ordenaba, más de medio, mas de proa, para después de tres horas o más de rema que te rema llegar al pesquero elegido para iniciar la faena de sacarle “pejes” a la Mar. El amanecer norteño lo recibió lleno de negras y grises nubes que acompañadas de regular brisa descargaban desde sus intestinos las dulces aguas de la lluvia que mezclada con el salitre de la Mar por su cara resbalaba hasta llegarle a sus labios deleitándose con tal sabor. 80 La proa machacante y juguetona subía y bajaba pareciéndole que en una de sus bajadas no iba a subir más. Agarrado fuertemente a la serreta del barco y afirmando sus píes sobre las panas, miraba la cara del Patrón, deseando y esperando que ordenara virar popa a La Mar, quien como si hubiera adivinado su pensamiento gritó -¡Aflojen! ¡aflojen remos! y viren “pa” el sur, siendo motivo de alegría a la vez que también de tristeza por no poder pescar ese día en el norte. Con la Mar a la popa peligrosa y traicionera más que a la proa, pero con navegar más sereno aprovechó para sacar de debajo del leito el termo y beberse una caliente taza de agua de cebada a la vez que deleitaba su vista contemplando el nadar y saltos de delfines y toninas que por proa, popa, babor y estribor en su navegar le acompañaban. El atardecer sureño lo recibió con placida Mar cristalina a la vez que don Sol lentamente le decía adiós para irse a dormir el oeste. Anocheció y en los leitos de proa y popa las rabadas de carnadas dejaron de ser molestadas por las ruidosa verdes y azules moscas. Doña Luna toda redonda le ofrecía su blanca luz y la suave brisa le regalaba su nocturno frío. A lo lejos entre nubarrones y la raya del horizonte destacaba el radiante alumbrado de un Trasatlántico que culpable de su gran tamaño, le hizo pensar en la gran pequeñez de su humilde y pequeño barco pesquero, sacándolo de su 81 pensamiento el ruido producido por los saltos del primer Escolar pescado. Foto. Ralf Bubrowski. Las alhentías de los aparejos de alambre con sus fulgurantes fosforescencias al sacarlos del agua se le asemejaban a los colores de los fuegos artificiales empleados en la Fiesta de ¡La Bajada de la Virgen de Los Reyes! a la vez que las siluetas de algunas montañas le recordaban tersos pechos de mujer. El ajetreo del ruido de los aparejos, los graznidos de las pardelas en celo y los puntos cubanos cantados por el buen José, impedían que sus ojos fueran vencidos por la modorra del necesario sueño. Y llegaron los celajes que debido a la despedida de doña Luna se rendían ante el canto de los gallos y la 82 claridad del Alba que le permitía ver, el rebosar de conejos y escolares de las llenas canastas. Mareante de Barco a Motor Pasaron los años y con ellos la vida, empezándose a ver fondeados en la bahía los primeros barcos provistos de motores. Reconociendo que estos ahorraban montones de horas de pesca así como evitar el cansancio y sudores producidos por el constante remar y remar para llegar al lugar de pesca. Por lo que recurriendo a sus pocos dineros y a alguna que otra renovable letra pagaré, decidió comprar un motor de centro y adaptárselo a su marinerito barco, motor que a pesar de su pequeño tamaño y ligero peso le parecía el más grande que barco alguno tuviera, ocurriéndole que debido al progreso tenía que aprender conocimientos de mecánica y aprender nombres tales como bujía, culata, camisa, aro, pistón, carburador, revoluciones, depósito, presiones, temperaturas, válvulas, admisión, escape, transmisión, bocina, cardán, buje, hélice, relentín, arranque por soga, arranque por aire, arranque por manivela, arranque por batería, parada por cierre de combustible, parada por corte eléctrico, filtro, de aire, filtro de aceite, descompresión, combustible además de también aprender nuevas técnicas de navegación y maniobras, por lo que con algunos años más de los que tenía cuando dibujó el burro de cinco patas, de nuevo se vio sentado ante 83 un pupitre para escuchar atentamente por la cuenta que le tenía las lecciones explicativas de sus profesores de náutica, aprendiendo el cuarteo de la rosa de los vientos y los treinta y dos rumbos que la componen, la declinación anual, la interpretación de una carta náutica hallando en ella la longitud y latitud del lugar, millas grados, paralelos, meridianos, navegación diurna, navegación nocturna, estima, derrotero, rumbo de aguja, rumbo magnético, rumbo verdadero, código internacional de banderas, balizas, luces de torotito, de tope, de horizonte, de situación, sin gobierno, calando, a la deriva, al pairo, buque mayor de veinticinco pies, menor de veinticinco pies, buque de vela, mercante, trasatlántico, petrolero, de guerra, pesquero, yate, tamaran, y tritamaran aprendiendo la situación en el cielo de la estrella polar y memorizando bonitos dichos marineros tales como. ¡Si ambas luces de un vapor por tu proa has avistado debes caer a estribor dejando ver tu encarnado! ¡Estar siempre vigilante y ten presente además, si ves riesgo por delante modera, para o ve a atrás! Logrando gracias a su tesón y amor a la Mar, obtener el necesario titulo de Patrón de Pesca que lo autorizaba a navegar y tener mando a bordo, sintiéndose pleno por lo aprendido y sintiéndose también agradecido a los profesores náuticos que con paciencia, nobleza y saber tanto le enseñaron. 84 Mareante de barco a motor con mando a bordo. Extendiendo la carta náutica sobre la mesa del puente, transportador de ángulos en manos trazó rumbo sintiéndose emocionado no sólo por ser su primera navegación abierta y sin visibilidad de costa sino que de nuevo, después de dieciocho meses volvía a su querida isla de El Hierro. Sintiéndose un Ulises ya que el buque pesquero a su mando tenía por nombre Telémaco a la vez que su Penélope ansiosa en la isla lo esperaba, por lo que a través de las ventanas del puente de mando acariciando con ternura la rueda del timón, extasiado contemplaba los planeados vuelos de las pardelas que a ras de agua buscaban cardúmenes a la vez que más cercanas a la isla las gaviotas vigilantes asechaban formaciones de averías para lograr sustento. El viento rachado presagiaba soplar fuerte del oeste y las grises nubes encaramadas en las montañas dibujaban erizadas figuras queriéndoles quitar al cielo su azul color. Encendió la radio y a través de el escuchó la voz de D. José Padrón Machín quien desde el Centro Emisor del Atlántico daba las noticias referentes a la isla de El Hierro, noticias que fueron la caída de un camión al agua cuando se efectuaba su descarga desde el motovelero 85 “Arguineguin” hasta el muelle y las celebraciones de la Bajada de la Virgen de los Reyes, viendo que el Faro de la punta de El Muelle frontero de adioses y arribadas majestuoso se alzaba ante la proa que ansiosa hasta el quería llegar a la vez que la banda de estribor saludaba a la Virgen del Carmen Patrona del Puerto de La Caleta, haciendo lo mismo la de babor con el horizonte. Foto. Ralf Bubrowski. Era la hora sur que le permitía ver el destacado canelo negro de la lava y el salpicado verde de las iramas, moles, calcosas, verodes y la salpicada blancura de las casas de La Villa. Agradeciendo inmensamente el placer que a sus ojos le ofrecía su amiga llamada Naturaleza, sintiendo un profundo respeto hacía ella. 86 Poco a poco la proa se fue acercando al muelle y el motor cambió su ruido reduciendo sus revoluciones, cabo de popa, cabo de proa “pa” tierra y el Telémaco suavemente recostó su banda de babor en las engomadas defensas enmudeciendo el motor principal dejando oír solamente el motor de sus viveros, metiéndose de lleno en el ajetreo portuario y pesquero de El Puerto de La Estaca. 87 Mareante de barco a motor con mando a bordo. Los últimos destello de la tarde dieron paso a la penumbra de la noche, la proa rumbo al “Guanche” saltarina jugaba con las pequeñas olas que toda marejadilla contiene y a medida que el barco avanzaba separaba con su juvenil vista la negralla producida por las fugas de “Funsianes” distinguiendo los salpicados puntos de amarillentas luces de los caseríos de Tesbabo, Erese y Guarazoca luces que con el cabeceo y vaivén del barco constantemente oscilaban ante sus ojos, mientras en popa, en la blancura de la estela que dejaba la giratoria hélice se formaban espectaculares fosforescencias que casi lo dejaban hipnotizado. Sentado en el banco de medio y queriendo secar sus mojadas alpargatas, acercaba sus pies al cálido aire expulsado por el motor a la vez que se apretaba la nariz y soplaba hacía fuera con la intención de que sus oídos contrarrestaran el machacante ruido producido por las explosiones del motor. Por fin el motor calló su ruidosa conversación y la potala formada por medio saco de callaos, como era su costumbre ávida se precipitó hondura abajo deseosa de besar al fondo. ¡Divino silencio! poco duradero, roto por el ajetreo del ruido del alambre y los puntos cubanos cantados por el buen José. ¡Bichero! ¡bichero que este es 88 bueno! encendida candileja fuego a la banda ¡Pámpano embicherado! ¡Escolar! ¡Conejo! y como no aparición del rompedor de toda pesca ¡Don majestuoso Janequín! que aparte de comerse lo pegado, sabiéndose fuerte y seguro jugaba con el barco Foto. Archivos del Autor. haciéndolo zarandear con sus roces y empujones, lo que obligaba pescar más cercano a la costa notándose el tardío comer de conejos y escolares así como su reducido tamaño y peso en relación con los anteriormente pescados más a fondo, notándose también la insistente presencia del molesto don Janequín, por lo que evitando querer mirar el celaje formado por semejante “peje”, alzaba la vista a el cielo buscando en el la estrella polar, sintiendo a pesar de que la noche era fría, correr por su frente el engotado sudor del miedo, alegrándose de que el norte despertara su soplar transformando marejadilla 89 en marejada que en poco tiempo se convirtió en arbolada, parando la necesaria pesca. Mareante de barco a motor con mando a bordo. Puesto en marcha el motor, el tensado cabo despertó al rozón de su dormir en el fondo y la proa enfilando el norte junto con la claridad del alba le permitió ver las besuconas alhentías besando las amuras a la vez que bandadas y bandadas de salvajes palomas desde la costeras cuevas enfilaban su vuelo rumbo a la Meseta de Nisdafe. Ellas igual que él, iban en busca del sustento, pues ellas y él tenían la imperiosa necesidad de comer. A lo lejos casi a ras de la raya del horizonte divisó la blanca vela de un yate que con su insignificante tamaño, provocativo desafiaba olas de gran altura. Foto. Archivos del Autor. 90 A la Villa, vieja y señorial miraba buscando bruma que lo ayudara predecir brisa o levante y marcándose por el Monte de Ajare y el Roque del “Tagao” hallaba la marca. Noble porfía entre popa y proa, aparejos “pa” el agua, barestilla y chumbo con pesada plomada y empatados anzuelos envueltos en camarones y gueldes reconocían el fondo. Coralinas cabrillas, lance a lance sin ellas quererlo iban tapando el fondo de la canasta y como si quisieran volver a la Mar, acompañadas de abades burreros, júreles, bocinegros, y “pejeperros” caían a las panas del barco. Caliente don Sol de media mañana, secador natural de la mojada ropa, hora del yantar con apetito voraz no importándole que el canelo gofio amasado y el trozo de blanco queso tuvieran sabor ensalitrado, haciendo aparición don nordeste quien con su primera ráfaga de su insistente soplar se llevó parte de la carnada que estaba sobre los leitos a la vez que la primera ola embravecida arrancó de cuajo el timón sacándolo de sus pasadores, mientras la isla se alejaba y alejaba de su vista hasta ser tragada por las nubes. 91 Foto. Archivos del Autor. El terror atenazaba los cuerpos al ver como el agua uno a uno llenaba los chazos haciendo flotar las panas. A lo lejos entrelazada con el horizonte la isla al igual que la de San Borondón aparecía y desaparecía mientras que la popa empujada por locas olas media la distancia. -Estas tablas no se pueden rejuntar y aún nos queda un buen pedazo de noche. Lalo Patrón del San José se agacha y con sus ojos acaricia las agrietadas tablas a la vez que cuchillo en mano saca tiras de su algodonada camisa que a modo de calafeteado introduce entre las grietas logrando parar en mucho el entrante caudal de salada agua, permitiendo a la bomba de achique 92 ganar batalla y permitiendo también que cuatro corazones de momento pararan sus pavorosas carreras del temor. Lalo llamó a Miguel y le dijo. – Mira a ver si eres capaz de con el calor del tubo de escape derretir algunas de las boyas de gomas que llevamos a bordo e intenta echársela en los chazos y rejuntar un poco mejor la vía de agua que aún tenemos. Presuroso Miguel cortó y cortó boyas de goma que en forma de tiras colocó sobre el caliente tubo de escape, recogiendo en el cacharro de café el licuoso liquido producido por la derretida goma y acercando la picuda canaleta del cacharro a las tiras de la camisa logró formar un compacto cuerpo estanco. Loco de contento le comunicó a Lalo el logro conseguido a la vez que alababa la inteligencia demostrada por tan buen Patrón de Mar. –Vale, vale no me alabes tanto, en tan caso alaba a la situación en la que nos encontrábamos la cual me obligó a pensar, ahora traerme un poco de aguado café a ver si logro que estas jodidas tripas paren de tanto correr y correr y dile a los otros que no quiten ojos a la vía de agua a ver si por lo menos empezamos a ver isla. Amaneció y por mucho que buscaron isla no la veían, viendo solamente cielo y mar que de vez en cuando el subir y bajar de las olas les ofrecía en el 93 lejano horizonte caprichosas nubes imitadoras de montañas. -No está lejos esta cabrona y lo que nos falta saber es si está a la popa, la proa, babor o estribor. – ¡Por favor Lalo, búscala, búscala! Lalo no le contesta y un poco ido acerca su cintura a la banda y en forma de orina lanza sus temores a la mar. ¡Consejo de popa! desplegada carta náutica sobre la cubierta y cuatro desesperantes pares de ojos ven sobre el papel dibujada su tan ansiada isla. –Llevamos 27 horas de mar, lo que hace un día y tres horas, por lo que no debemos trabucarnos con nuestro miedo y pensar que ya nuestra gente nos estarán buscando. -Dinos la verdad Lalo, ¿estamos perdidos? – ¿Que quieren que les diga? Acaso no están viendo que no hay isla ninguna a nuestra vista, pues si eso es estar perdidos, ¡perdidos estamos! 94 Mareante de Barco a motor con mando a bordo. Madrugada mañana como otras tantas, viento a la proa hasta Punta Amaca, antes pasando “El Pinque” “Las Toscas” “ Roque Los Hoyos” “El Toscón” “Cueva del Diablo”, “Los Palos” “Los Tableros” “El Barranquillo” “Los Morros”, “Puntita Negra” “Lajita Ahogada” “Roque de La Caleta” “Los Pajeros” “Punta Guanil” “Quiebra Cañas” “Los de Reyes” “Las Playas Largas” “Los Cangrejos”“Roque Tagao” “El Tamaduste” “El Picacho” “Baja Guillermo” “Punta del Malpaís” “Roque de Los Gaviotos” “Punta de Las Salinas” Viento a la popa que guiñada tras guiñada lo hacen rebasar “Los Bufaderos” “Afonsianes” “La Piedra” “Punta del Guanche” “Roque de Las Palomas” “Los Arcos” “El Barbecho” “Playa Salvaje” “Las Chiriminas” “La Tafetana” “Punta Chica” “Punta Grande” “Bahía Tianica” “Boca Barranco” “La Papelera” “Galisorda” “Jamama” y “Punta de Agache,” para admirado contemplar los esbeltos y rodeados de furiosa espuma blanca “Roques del Salmor” que crecían antes sus ojos pareciéndole querer comerse al barco o impedirle el paso entre ellos. “La Baja de La Palometa” cual mamífero buscando aire emergía de su negra profundidad hasta flor de agua 95 mezclando azulados remolinos de mareas con la blanca estela de la popa. Foto. Archivos del Autor. Y sin darse cuenta ¡El Majestuoso Golfo! desde la playa del Cantadal hasta Las Puntas lo alzan en su Mar de Leva. El viejo desembarcadero camuflando su negrura con el amarillo de la orchilla, el azul de su profundidad y el verde de sus veriles, imposible intentar desembarcar y mucho menos parar motor y al relentín guiñada tras guiñada la popa despide a Las Puntas a la vez que la amura de babor en la altura de la ola saluda a la verde cumbre de la isla a 96 la montaña Juapira y a su alto campanario que con su blanca cal compite con el rojizo color del jable. ¡Proa arriba! que lo hacía ver la punta de la Dehesa. ¡Proa abajo! que escondía a sus ojos la salpicada blancura del pueblo de Sabinosa, nordeste de invierno empuja, empuja suavemente sin sacudidas, sin peligrosas guiñadas y haz que rebase las arrastradoras mareas de la playa de “La Madera” “Arenas Blancas” “Tosca Amarilla”, “Los Arcos” y la “Punta del Verodal” hasta llegar al momentáneo remanso de La Bahía de Los Reyes, para después enfrentar la proa a las mareas de “Los Negros” “El Barbudo” y “El Pejeperro” donde la popa dirá adiós al viejo desembarcadero de Orchilla, para proa a tierra desembarcar en la playa de “Anamoza” donde la grava de la gruesa arena se quejará al sentir el peso de su cuerpo y podrá escuchar el silencio y a la vez que lo escucha contemplar el grandioso espejo del Mar de Las Calmas donde los cardúmenes de plateados Bonitos con sus rápidos nadares lo agrietan. ¡Cielo y mar que se funden en uno sólo! caliente sol que lo hace refrescar el leito con llenos mirafondo de fresca y salada agua. 97 Foto. Archivos del Autor. Y en la distancia poder oir el cancaneo de los motores y ver por fuera de “Tacorón” los barcos precipitarse sobre los gambotes de Barrilotes, Rabiles, Patudos, Albacoras y Petos escondiendo algunos de ellos sus líneas de flotación debajo del agua. ¡Gaviotas y más gaviotas! ¡Pardelas y más pardelas! que fabrican nubes de averías convertidas en cientos y cientos de picos pescadores de caballas, mayas y picudos. ¡Es la abundancia de la huerta bien arada, abonada y regada! donde crecerá el ruame y el sustento de los hombres de la Mar. 98 Pasando Tacorón piensa en el viento que en la Punta de La Restinga lo espera. Primero a la proa y llegando a “Playa Icota” atravesado y traicionero. Mareas enrolladas las de “Frontones de Amaro” “Los Corrales” “El Chinchorro” “La Higuera Negra” y la playa de “Las Almorranas” Que una vez rebasada la proa contenta besa ¡El Majestuoso Roque de La Bonanza! donde exhausto de tanto vaivén su barco a el se abraza y su motor calla. Dibujo. Kitabo. Pella Gofio, trozo de queso, higos pasados y trago de agua. Rozón “pa” el fondo, cabo a la tierra y tiempo a que pase la noche negra. Furnia de viento que de las fugas arrastra piedras, inquietas cabras que su 99 balar no callan. Sale la luna y muchas sombras. Llega el Alba y con ella el viento amaina. Motor en marcha, rozón “pa” arriba cabo “pa” el barco, mano al timón. Proa “pa” fuera rumbo directo a “La Bremeja” “Punta del Fraile” “Cueva Los Barcos” “Atravesados” “Punta de Ajones” “Punta del Guincho” y rebasando “El Feo” ¡La Mar lo baña! “Pejes” voladores despavoridos saltan del agua. Popa pescadora dile adiós a “Las Lajas” “Lajita Juana” “Las Playecillas” “Fardón” y “Los Resbaladeros” Proa cortante besa la mar arbolada que hace poner un nudo en su garganta. Amuras que ayudadas por giratoria hélice rompan espuma para vencer las atravesadas mareas de la “Punta de Timijiraque” rebasando su natural playa, “El Rincón” “Los Tableros” “Baja del Risco” “Los Calzones” “Roque de Las Morenas” y por vencer les queda la playa de “Las Tijeretas” con su Punta y sus Bajíos, haciéndolo llegar al remanso artificial del muelle de La Estaca. PUERTO Y BASE DEL MARINERITO BARCO de mi querido y recordado amigo José Olegario Abreu ¡JOSÉ DEL MUDO! Que en paz descanse. 100 D. José Olegario Abreu. Foto Águeda Abreu. ¡JOSÉ EL DEL MUDO! PARA MI, UNO DE LOS MÁS GRANDES MAREANTES DE MI QUERIDA ISLA DE EL HIERRO. 101 Foto. Ralf Bubrowski. -Bello relato el que me has hecho de tu amigo llamado Mareante y por haberme emocionado escuchándote te premiaré contándote otro mío que encierra los nombres científicos y vulgares de las especies marinas pertenecientes o relacionadas con nuestra querida isla, pero antes de empezar con dichos nombres, te diré que ella se ve afectada desde marzo a octubre por los vientos llamados alisios que son vientos de componente nordeste predominantes en los meses de junio, julio y agosto, siendo estos vientos a veces confundidos con los vientos levantes, ya que según un dicho, brisa y levante tienen el mismo semblante, diferenciándose en que la brisa es fría y el levante es caliente. 102 Estando dominada desde octubre a marzo por los vientos del sur, suroeste y oeste, intercalándose en estos meses los vientos del este y sueste que suelen ser muy azotadores, encontrándose su parte sur y suroeste resguardada de los vientos alisios siendo llamado el mar de Las Calmas, su mes bonancible en toda ella es septiembre, encontrándose rodeada de agua oceánica baja en nutrientes que la hacen vulnerable a un bajo contenido pesquero, oscilando la temperatura de su mar entre 17 y 18 grados centígrados en invierno y 22 y 23 en el verano, estando sometida a una corriente marina fría llamada corriente de Canarias descubierta en la década de los años ochenta que desde el sur y suroeste produce sus mareas oceánicas compuesta por dos pleamares y dos bajamares por día lunar, siendo las mayores las de los meses de marzo y septiembre. 103 Foto. Ralf Bubrowski. Su formación escarpada la hace ser escasa de playas de arena, siendo abundante en playas de cantos rodados y callaos donde desembocan sus muchos barrancos, produciéndose en ella ecosistemas marinos que van desde la franja bentónica que la forman las especies fijas o móviles en relación con el fondo marino, llamándose pelágicas las especies que habitan las aguas sin relación con el fondo, siendo la franja litoral la que llegan las salpicaduras de las olas que en las grandes mareas y temporales permanece sumergida, la franja intermareal es la que abraza las mareas estado sometida a sus niveles de altura y bajura permaneciendo siempre sumergida, la franja circalitoral es la que llega poca luz solar 200 metros de profundidad, la Batial la que abraza la nula luz solar desde los 201 metros hasta 104 los 3.000 metros de profundidad, la Abisal que abraza la profundidad de 3.001 metros hasta 6.000 metros de profundidad y la franja Hadar que abraza las fosas submarinas de más de 6.001 metros de profundidad. Encontrándose en estas franjas muchas de las especies submarinas con las que tu amigo llamado Mareante a lo largo de su vida tuvo con ellas relación. Advirtiéndote que en mis estudios y apuntes hechos durante diez años he observado que algunas de ellas están en peligro de extinción y otras en altos porcentajes han mermado en mucho su número, como es la Cystoceira abie = Orchilla que desde los 0,25 centímetros hasta los 20 metros de profundidad ha experimentado en diez años un descenso del 98 % Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. 105 No compartiendo por mí parte que se deba a los Antillarum = Erizo diadema ya que en las décadas 1960,1970 y 1980 eran grandes los manchones que había de estos erizos y abundante la vegetación de orchilla. Foto. Archivos del Autor. Creyendo que la desaparición de una y otro más se deba a la contaminación de las aguas costeras estando por esto en peligro de extinción, existiendo en nuestra querida isla de El Hierro una extremada ignorancia y apatía por parte de quienes tienen el deber de cuidar y conservar el liquido medio de abrigadoras escamas, resbaladizas y porosas pieles provistas de pequeñas y grandes aletas 106 estabilizadoras, impulsoras, timoneras y de rápidos arranques para esquivar los muchos ataques que reciben por parte de algunos depredadores desprovistos de tales escamas y pieles, pero provistos de inteligencia que los hace ser egoístas, insensibles y ruines al no pensar en el mañana negando dejar legado marino a venideras generaciones que por nacer tienen el grandísimo derecho de recibirlo lleno de vida submarina. Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. Padina pavonica = Orchilla orejuda. Bentónica desde los 0,50 centímetros hasta los 25 metros de profundidad en fondos rocosos y veriles. Descenso en diez años 92% 107 Fotos. Juan Ramón Marcelino Rivero. Thalassoma pavo = Pejeverde hembra. Pejeverde macho. Bentónico desde los 0,25 centímetros hasta los 20 metros de profundidad, actividad diurna en veriles y fondos rocosos recubiertos de orchilla. Descenso en diez años 47% 108 Abudefduf luridus = Fula azul o negra. Bentónica desde 1 metro hasta los 15 metros de profundidad, actividad diurna en veriles y fondos algales. Descenso en diez años 44% Fotos. Juan Ramón Marcelino Rivero. Chromis limbatus = Fula blanca o canela. Bentónica desde los 7 metros hasta los 25 metros de profundidad en veriles y bajones, actividad diurna en veriles y blanquizales. Descenso en diez años 41% 109 Pseudolelidaplois scrofa. = Pejeperro macho. Bentónica desde los 10 metros hasta los 150 metros de profundidad, actividad diurna en veriles y fondos rocosos. Descenso en diez años 79 % Pseudoolepidaplois scrofa Catalineja pejeperro hembra. Descenso en diez años 85% Fotos Juan Ramón Marcelino. 110 Muarena augusti = Morena negra. Bentónica desde los 0,10 centímetro hasta los 30 metros de profundidad, en fondos rocosos y veriles verticales, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 85 % Gymnothorax unicolor = Moreno macho. Bentónico desde los 0,5 centímetros hasta los treinta metros de profundidad, en fondos rocosos y cantos rodados, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 87 % Fotos. Juan Ramón Marcelino Rivero. 111 Muarena Helena = Morena pintada. Bentónica desde los 45 metros hasta los 75 metros de profundidad, en fondos rocosos y veriles verticales, actividad nocturna. Descenso en diez años 69 % Gymnothorax polygonius = Morena papuda. Bentónica desde los 45 metros hasta los 145 metros de profundidad, en fondos rocosos, taludes y veriles verticales. Descenso en diez años 81 % Fotos. Alberto Brito Hernández 112 Serranus cabrilla = Cabrilla rubia. Bentónica desde los 35 metros hasta los 250 metros de profundidad, en fondos rocosos y veriles verticales, actividad diurna. Descenso en diez años 92 % Serranus scriba = Cabrilla negra. Bentónica desde los 5 metros hasta los 35 metros de profundidad, en fondos rocosos y blanquizales, actividad diurna. Descenso en diez años 98 % Fotos. Juan Ramón Marcelino Rivero. 113 Epinephelus guaza = Mero. Bentónico desde 1 metro hasta los 125 metros de profundidad, en fondos rocosos encuevados y veriles verticales, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 97 % Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. 114 Micteroperca rubra = Abade. Bentónico desde los 0,50 centímetros hasta los 90 metros de profundidad en fondos rocosos, veriles verticales y cantadales, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 94 % Fotos. Juan Ramón Marcelino Rivero. 115 Abade amarillo o Abade Capitán. Heteropriacanthus cruentatus = Alfonsiño. Bentónico desde los 2 metros hasta los 45 metros de profundidad, en fondos rocosos, actividad nocturna desde el fondo hasta la superficie. Descenso en diez años 64 % Fotos. Juan Ramón Marcelino Rivero. 116 Pseudocaranx dentex = Jurel. Epibentonico y pelágico desde los 2 metros hasta los 150 metros de profundidad, actividad diurna y nocturna en fondos rocosos, arenosos, fangales, superficie y media agua. Descenso en diez años 51% Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. Gymnothorax miliaris = Morena de fondo. Bentónica desde los 45 metros hasta los 450 metros de profundidad, en fondos rocosos y veriles verticales, actividad nocturna. Descenso en diez años 47% Foto. Alberto Brito Hernández. 117 Seriola fasciata = Loquillo medregal. Epibentonico y pelágico desde los 2 metros hasta los 50 metros de profundidad, en fondos arenosos, fangales, rocosos, superficie y media agua, actividad diurna. Descenso en diez años 67 % Foto. Alberto Brito Hernández. Seriola rivoliana = Medregal negro. Epibentonico y pelágico desde los 10 metros hasta 150 metros de profundidad en fondos rocosos y veriles verticales, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 74 % Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. 118 Seriola carpenteri = Medregal. Epibentónico y pelágico desde los 5 metros hasta 120 metros de profundidad, en fondos arenoso, rocosos, fangales, veriles verticales, superficie y media agua, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 63 % Trachinotus ovatus = Palometa o palometón. Pelágica en aguas cercanas al litoral, actividad nocturna y diurna. Descenso en diez años 64 % Fotos. Juan Ramón Marcelino Rivero. 119 Coriphaena hippurus = Dorado. Pelágico oceánicos, actividad diurna. Descenso en diez años 68 % Coriphaena hippulus = Chicharro. Pelágico, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 35 % Fotos. Alberto Brito Hernández. 120 Serranus scriba = Vaca. Bentónica desde los 0,25 centímetros hasta los 10 metros de profundidad en fondos rocosos y veriles, actividad diurna. Descenso en diez años 66 % Foto. Alberto Brito Hernández. Pomadasys incisus = Roncador tonelero. Bentónico desde los 7 metros hasta los 45 metros de profundidad en fondos arenosos y fangales, actividad diurna. Descenso en diez años 67 % Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. 121 Parapristipoma octolineatum = Burro o burrito. Bentónico desde los 3 metros hasta los 100 metros de profundidad en fondos rocosos, fangales y arenosos, actividad diurna. Descenso en diez años 75 % Mullus sarmuleto = Salmonete. Bentónico desde los 4 metros hasta los 40 metros de profundidad, en fondos arenosos y fangales, actividad diurna. Descenso en diez años 71 % Fotos. Juan Ramón Marcelino Rivero. 122 Diplodus cervinus = Sargo breado. Bentónico desde los 0,25 centímetros hasta los 80 metros de profundidad, en fondos rocosos y veriles verticales, actividad diurna. Descenso en diez años 72 % Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. 123 Diplodus annularis = Mojarra. Bentónica desde los 5 metros hasta los 25 metros de profundidad, en fondo arenosos, cebadales y fangales, actividad diurna. Descenso en diez años 77 % Foto. Alberto Brito Hernández. Boops boops = Boga. Epipelágica y pelágica desde los 2 metros hasta los 40 metros de profundidad, en fondos arenosos, rocosos, fangales, veriles verticales, superficie y media agua, actividad diurna. Descenso en diez años 31 % Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. 124 Diplodus sargus cadenati. Sargo blanco. Bentónico desde 1 metro hasta los 40 metros de profundidad en fondos arenosos, rocosos, fangales y veriles verticales, actividad diurna. Descenso en diez años 74 % Foto. Juan R. Marcelino. Lithognnthus mormyrus = Herrera. Bentónica desde los 2 metros hasta los 45 metro de profundidad, en fondos arenoso y fangales, actividad diurna. Descenso en diez años 79% Foto. Alberto Brito Hernández. 125 Pagrus auriga = Sama roquera. Bentónica desde los 7 metros hasta los 200 metros de profundidad en fondos rocosos, actividad diurna. Descenso en diez años 71% Foto. Alberto Brito Hernández. Pagrus pagrus = Bocinegro. Bentónico desde los 3 metros hasta los 250 metros de profundidad, en fondo arenoso, fangales y cantadales, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 72% Foto. Juan R. Marcelino Rivero. 126 Kyphosus sectator = Chopa perezosa. Epibentónica desde 1 metro hasta los 35 metros de profundidad, en fondos de veriles, bajones, playas y bahías, actividad diurna. Descenso en diez años equilibrado. Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. 127 Oblada melanura = Galán. Epibetonico desde 1 metro hasta los 25 metros de profundidad, en fondos rocosos, arenosos, fangales, veriles verticales, bajones y playas, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 74% Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. 128 Polyprión amecanus = Cherne. Bentónico desde los 200 metros hasta los 700 metros de profundidad en taludes, veriles verticales y fondos rocosos. Actividad diurna. Descenso en diez años 87% Foto. Consejería de Pesca. Anthias anthias = Fula amarilla de fondo. Bentónica desde los 30 metros hasta los 250 metros de profundidad, en fondos rocosos. Actividad diurna. Descenso en diez años equilibrado. Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. 129 Enchelycore anatina = Bogavante o morena pico pato. Bentónica desde los 5 metros hasta los 45 metros de profundidad, actividad diurna. Descenso en diez años 71% Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. 130 Dalatías licha = Gata lija. Bentónica desde los 400 metros hasta los 900 metros de profundidad en fondos de gravas, arenoso y fangosos, actividad diurna. Descenso en diez años 81% Carcharhinus falciformis = Jaqueta. Epipelágica media agua y superficie, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 82% Fotos. Alberto Brito Hernández. 131 Sphyrna spyrna = Cornuda o pez martillo. Epipelágica media agua y superficie, actividad diurna. Descenso en diez años 84% Foto. Archivos del Autor. Mutelus mustelus = Cazón. Bentónico desde 2 metros hasta los 100 metros de profundidad, en fondos arenosos y fangales, actividad diurna. Y nocturna. Descenso en diez años 81% Foto. Alberto Brito Hernández. 132 Galeus malastomus = Tintorera. Bentónica desde los 350 metros hasta los 700 metros de profundidad en fondos rocosos, arenosos y fangales, actividad diurna. Descenso en diez años 81% Isurus oxyrinchus = Janequín marrajo. Epipelágico media agua y superficie, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 88% Hexanchus griseus = Marfara. Bentónica desde los 250 metros hasta los 500 metros de profundidad en fondos arenoso, rocosos y fangales, actividad diurna. Descenso en diez años 74% Fotos. Alberto Brito Hernández. 133 Torpedo marmorata = Tembladera. Bentónica desde los 5 metros hasta los 80 metros de profundidad en fondos arenosos y fangales. Descenso en diez años 92% Dasyatis pastinaca = Chucho. Bentónico desde los 2 metros hasta los 75 metros de profundidad en fondos arenosos y fangales, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 71% Fotos. Juan Ramón Marcelino Rivero. 134 Taenuria grabata = Chucho negro. Bentónico desde los 5 metros hasta los 200 metros de profundidad en fondos arenosos y fangales, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 63% Foto. Archivos del Autor. Gymnura altavela = Raya mariposa. Bentónica desde los 5 metros hasta los 80 metros de profundidad en fondos rocosos, arenosos y fangales, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 81% Foto. Alberto Brito Hernández. 135 Mobula mobular = Manta maroma. Epipelágica media agua y superficie, actividad diurna. Descenso en diez años 77% Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. Macroramphosus scolopax = Picudo. Pelágico media agua y superficie, actividad diurna. Descenso en diez años equilibrado. Tylosurus acus =Aguja. Epipelágica media agua y superficie, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años equilibrado. Fotos. Alberto Brito Hernández. 136 Cheilopogon heterurus heterurus = “Pejevolador”. Pelágico media agua y superficie, actividad nocturna y diurna. Descenso en diez años 67 % Hippocampus ramulosus = Caballito de mar. Bentónico desde los 2,50 hasta los 35 metros de profundidad en fondos rocosos, cebadales, algales y fangales, actividad diurna. Descenso en diez años 77% Fotos. Alberto Brito Hernández. 137 Mora moro = Merluza canaria. Bentónica desde los 300 metros hasta los 700 metros de profundidad en taludes y veriles verticales rocosos, actividad diurna. Descenso en diez años 45% Phycis phycis = Briota. Bentónica desde los 15 metros hasta los 200 metros de profundidad en fondos rocosos, actividad diurna. Descenso en diez años 67% Fotos. Alberto Brito Hernández. 138 Polymixia nobilis = Salmón de fondo. Bentónico desde los 250 metros hasta los 700 metros de profundidad, en taludes, veriles verticales y rocosos, actividad diurna. Descenso en diez años 74% Beryx dacadactylus = Palometa roja. Bentopelágica desde los 250 metros hasta los 850 metros de profundidad, en taludes y veriles verticales, actividad diurna. Descenso en diez años 71% Fotos. Alberto Brito Hernández. 139 Beryx splendens = Alfonsiño de fondo. Bentopelágico desde los 250 metros hasta los 900 metros de profundidad en taludes y veriles verticales, actividad diurna. Descenso en diez años 62% Foto. Alberto Brito Hernández. Cotys julis = Doncella o pejerey hembra. Bentónica desde los 1,50 metros hasta los 20 metros de profundidad, en fondos algales y rocosos arenosos actividad diurna. Descenso en diez años 77% Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. 140 Pejerey macho. Xyrichthys nocacula . = Pejepeine. Bentónico desde los 2 metros hasta los 20 metros de profundidad en fondos arenosos y fangales, actividad diurna. Descenso en diez años 67% Fotos. Juan Ramón Marcelino Rivero. 141 Centrolabrus trutta = Romero macho el verde, romero hembra el canelo. Bentónico desde los 1,50 metros hasta los 15 metros de profundidad en fondos algales y rocosos arenosos, actividad diurna. Descenso en diez años 77% Labrus bergylta = Romero Capitán. Bentónico desde los 5 metros hasta los 30 metros de profundidad en fondos rocosos arenosos y algales, actividad diurna. Descenso en diez años 82% Fotos. Alberto Brito Hernández. 142 Spariosoma cretence = Vieja. 143 Bentónica las fijas residentes en la isla desde 1 metro hasta los 25 metros de profundidad en fondos rocosos y algales y Epipelágica las que en los meses de verano la isla visitan que son llamadas viejas de rancho, actividad diurna. Descenso en diez años para las residentes 91% para las de rancho 67% Fotos. Juan Ramón Marcelino Rivero. Tachinus araneus = Araña venenosa de piedra. Bentónica desde los 10 metros hasta los 45 metros de profundidad, actividad diurna. Descenso en diez años 47% Foto. Alberto Brito Hernández. 144 Tachinus draco = Araña venenosa. Bentónica, desde los 4 metros hasta los 25 metros de profundidad en fondos arenosos, actividad diurna. Descenso en diez años 57% Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. Tachinus radiatus = Araña venenosa de fondo. Bentónica desde los 40 metros hasta los 110 metros de profundidad en fondos rocosos y arenosos, actividad diurna. Descenso en diez años 56% Foto. Alberto Brito Hernández. 145 Promethichthys prometheus = Conejo. Bentopelagico desde los 350 metros hasta los 750 metros de profundidad, actividad nocturna. Descenso en diez años 79% Ruvettus pretiosus = Escolar rasposo. Bentónico desde los 200 metros hasta los 550 metros de profundidad, actividad nocturna en fondos rocosos, media agua y superficie. Descenso en diez años 69% Tetragonurus atlanticus = Escolar chino. Bentónico desde los 300 metros hasta los 550 metros de profundidad en fondos rocosos, media agua y superficie, actividad diurna. Descenso en diez años 51% Fotos. Alberto Brito Hernández. 146 Acanthcylium solanbri = Peto. Pelágico media agua y superficie, actividad diurna. Descenso en diez años 41 % Katsuwonus pelamis = Bonito listado. Pelágico media agua y superficie, actividad diurna. Descenso en diez años 71% Fotos. Alberto Brito Hernández. 147 Sarda = Sierra. Pelágica media agua y superficie, actividad diurna. Descenso en diez años 66% Auxis rochei = Melva o caballa mora. Pelágica media agua y superficie, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 71% Fotos. Alberto Brito Hernández. 148 Thunnus albacares = Rabil. Pelágico media agua y superficie, actividad diurna. Descenso en diez años 67% Foto. Alberto Brito Hernández. Sphyranea viridensis = Bicuda. Epipelágica media agua y superficie, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 44% Foto. Archivos del Autor. 149 Chelon labrosus = Lisa. Bentónica media agua y superficie, actividad diurna. Descenso en diez años 37% Foto. Alberto Brito Hernández. Atherina presbyter = Guelde. Epipelágico media agua y superficie, actividad diurna. Descenso en diez años 98% Foto. Archivos del Autor. 150 Ecorpaena canarinsis = Rascacio. Bentónico en fondos rocosos desde 1 metro hasta los diez metros de profundidad, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 45% Foto. Alberto Brito Hernández. Ecorpaena maderensis = Roncas. Bentónico en fondos rocosos y algales desde 1 metro hasta los 10 metros de profundidad, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 52% Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. 151 Pontinus kuhlii = Volón. Bentónico desde los 110 metros hasta los 250 metros de profundidad en fondos rocosos y veriles verticales, actividad diurna. Descenso en diez años 89% Bothus podas maderensis = Tapaculo. Bentónico desde los 2 metros hasta los 15 metros de profundidad en fondos arenosos y fangales, actividad diurna. Descenso en diez años 81% Fotos. Alberto Brito Hernández. 152 Aluterus scriptus = Gallo moro. Bentónico y Epipelágico media agua y superficie, actividad diurna. INCREMENTO EN DIEZ AÑOS 97% Especie no perteneciente a la isla y que desde hace unos quince años se adueñó de ella rompiendo su ecosistema marino. Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. 153 Stephanolepis hispidus = Gallo verde gallito. Bentónico en fondos algales y arenosos, actividad diurna. Descenso en diez años 97% Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. Scomber japonicus = Caballa. Pelágica, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 37% Foto. Alberto Brito Hernández 154 Microchirus ocellatus = Lenguado. Bentónico desde los 2 metros hasta los 30 metros de profundidad en fondos arenosos, actividad diurna. Descenso en diez años 88% Foto. Alberto Brito Hernández. Thunnus obesus = Patudo. Pelágico, actividad diurna. Descenso en diez años 66% Foto. Consejería de Pesca. 155 Thunnus Thynnus = Atún gigante. Pelágico, actividad diurna. Descenso en diez años 71% Foto. Archivos del Autor. Xiphias gladius = Pez espada. Pelágico, actividad diurna. Descenso en diez años 69% Foto. Consejería de Pesca. 156 Diadema Antillarum = Erizo o eriza. Bentónico desde los 4 metros hasta los 25 metros de profundidad en fondos de gravas y veriles rocosos, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 97% Foto. Juan R. Marcelino Rivero. Ascidia mentula = Ostrón. Bentónico desde los 5 metros hasta los 25 metros de profundidad en fondos rocosos. Descenso en diez años 98% Foto. Alberto Brito Hernández. 157 Osilinus atatus = Burgado. Intermareal en playas y charcos, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 92% Thais hemastoma = Burgado macho. Bentónico e intermareal en playas, charcos y veriles, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 97% Fotos. Alberto Brito Hernández. 158 Eichinia verrucosa = Jaca peluda. Intermareal en charcos y playas, actividad nocturna y diurna. Descenso en diez años 98% Foto. Consejería de Pesca. Chthamakus stellatus = Sacabocado. Intermareal en veriles y charcos. Descenso en diez años 77% Foto. Alberto Brito Hernández 159 Patella candei = Lapa. Intermareal en playas, charco y veriles, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 98% Paracentrus lividus Erizo cachero. Intermareal en playas y charcos. Descenso en diez años 98% Fotos. Juan Ramón Marcelino Rivero. 160 Anemonia sulcata = Ronchadera. Intermareal en charcos, playas y veriles. Descenso en diez años 97% Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. 161 Arbalia lixula = Erizo cachero. Bentónico desde los 4 metros hasta los 10 metros de profundidad en veriles y escolleras. Descenso en diez años 98% Sphaerechinus granularis = Erizo de colores. Intermareal en playas y charcos. Descenso en diez años 99% Fotos. Alberto Brito Hernández. 162 Charonia variegata = Busio caracol marino. Bentónico desde 4 metros hasta 20 metros de profundidad en fondos rocosos y algales, actividad nocturna. Descenso en diez años 91% Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. 163 Stenorhy nchus lanceolatus = Cangrejo araña de tambor. Bentónico desde los 5 metros hasta los 25 metros de profundidad en fondos rocosos y algales, actividad nocturna. Descenso en diez años 91% Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. 164 Dardanus callidus = Cangrejilla. Intermareal en charcos y playas, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 81% Pisa = Centollita. Bentónica desde los 2 metros hasta los 12 metros de profundidad, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 97% Fotos. Alberto Brito Hernández. 165 Maja squinado= Centolla. Bentónica desde los 2 metros hasta los 20 metros de profundidad en fondos rocosos y algales. Descenso en diez años 92% Ophioderma longicauda = Perrachica de tambor. Bentónica desde los 4 metros hasta los 20 metros de profundidad en fondos rocosos y algales. Descenso en diez años 90% Fotos. Alberto Brito Hernández. 166 Pollicipes cornucopiae = Percebe. Intermareal. Descenso en diez años 98% Pinna rudis = Abanico. Bentónico desde los 2 metros hasta los 25 metros de profundidad en fondos rocosos arenosos. Descenso en diez años 98% Fotos. Alberto Brito Hernández. 167 Luria lurida = Ballenita galana. Intermareal en playas y charcos. Descenso en diez años 97% Brisus unicolor = Erizo de arena. Bentónico desde los 10 metros hasta los 30 metros de profundidad en fondos arenosos. Descenso en diez años 99% Fotos. Alberto Brito Hernández. 168 Raja clavata = Raya. Bentónica desde los diez metros hasta los 80 metros de profundidad en fondos arenosos, fangales y algales, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 66% Foto. Alberto Brito Hernández. Sardina pilchardus= Sardina. Pelágica media agua y superficie, actividad diurna y nocturna. Incremento en diez años 88% Foto. Consejería de Pesca. 169 Sardinella maderensis = Arenque. Pelágico media agua y superficie, actividad diurna. Descenso en diez años 71% Aulopus filamentosus = Lagarto de fondo. Bentónico desde los 70 metros hasta los 300 metros de profundidad en fondos arenoso y fangales, actividad diurna. Descenso en diez años 82% Synodus saurus = Lagarto de arena. Bentónico desde los 0,50cm. Hasta los25 metros de profundidad en fondos arenosos y fangales, actividad diurna. Descenso en diez años 82% Fotos. Alberto Brito Hernández. 170 Synodus synodus = Lagarto de piedra. Bentónico desde los 2 metros hasta los 20 metros de profundidad, en fondos rocosos y gruesos arenosos, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 77% Conger conger = Congrio. Bentónico en fondos rocosos desde los 10 metros hasta los 350 metros de profundidad, actividad nocturna. Descenso en diez años 82% Aulostomus strigosus = Violín. Epibentónico en fondos rocosos, arenosos, algales y cebadales, desde los 2 metros hasta los 25 metros de profundidad, actividad diurna. Incremento en diez años 92% Fotos. Juan R. Marcelino Rivero. 171 Masturus lanceolatus = Peje luna. Epipelágico, media agua y superficie, actividad diurna. Descenso en diez años equilibrado. Chilomycterus atriga = Peje clavo tamboril. Bentónico, desde los 5 hasta los 45 metros de profundidad, actividad diurna. Descenso en diez años equilibrado. Fotos. Archivos del Autor. 172 Sphoeroides spengleri = Tamboril amarillo canelo. Bentónico en fondos arenoso, rocosos y fangales, actividad diurna. Descenso en diez años 37 % Alusterus scriptus = Gallo azul. Epipelágico, media agua y superficie, actividad diurna. Incremento en diez años 82% Fotos. Juan Ramón Marcelino Rivero. 173 Pagellus acarne = Besugo. Epibentonico desde los 2 metros hasta los 250 metros de profundidad en fondos arenoso, rocosos, cebadales y fangales, actividad diurna. Descenso en diez años equilibrado. Epinephelus alexandrinus = Abade Burrero. Bentónico desde los 25 metros hasta los 80 metros de profundidad en fondos rocosos, actividad diurna. Descenso en diez años 88% . Foto. Alberto Brito Hernández. Fotos. Alberto Brito Hernández. 174 Apogon imberbis = Goraz. Bentónico desde los 2 metros hasta los 25 metros de profundidad en fondos rocosos y veriles, actividad diurna. Descenso en diez años equilibrado. Foto. Juan R. Marcelino Rivero. Mauligobius maderensis = Caboso. Bentónico desde los 0,25 centímetros hasta los 10 metros de profundidad en fondos rocosos y arenosos, pero mayormente en los charcos intermareales, actividad diurna. Descenso en diez años 77% Coryphobcennius galerita = Barriguda. Bentónica desde los 0,10 centímetros hasta los 7 metros de profundidad en fondos rocosos, mayormente en los charcos intermareales, actividad diurna. Descenso en diez años 88% Fotos. Alberto Brito Hernández. 175 Parablennius parvicornis= Barriguda. Bentónica desde los 0,10 centímetros hasta los 5 metros de profundidad en fondos rocosos arenoso, preferentemente en los charcos intermareales, actividad. Descenso en diez años 82% Ophioblennius atlanticus = Barriguda de veril. Bentónica desde los 0,50 centímetros hasta los 10 metros de profundidad, en veriles y taludes, actividad diurna. Descenso en diez años 89% Labrisomus muchipinnis = Vaca marina. Bentónica desde los 0,50 centímetros hasta los diez metros de profundidad, actividad diurna. Descenso en diez años 89% Fotos. Alberto Brito Hernández. 176 Schesophilus ovalis = Pampano. Bentónico pelágico desde los 250 metros hasta los 500 metros de profundidad en taludes y veriles verticales, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 91% Foto. Alberto Brito Hernández. Canthigaster rostrata= Tamboril chiquito. Bentónico pelágico desde los 0,50 centímetros hasta los 20 metros de profundidad en todos los fondos, actividad diurna. Descenso en diez años 67% Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. 177 Loligo vulgaris = Calamar de ley. Pelágico, media agua, superficie y ras de fondo, actividad nocturna. Descenso en diez años equilibrado. Foto. Archivos del Autor. Sepia officinalis = Chopo. Bentónico fondos arenosos, fangales y algales, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 87% Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. 178 Rynchocinetes rigens = Camarón Petudo. Bentónico desde los 0,50 centímetros hasta los 15 metros de profundidad en fondos rocosos, veriles y grietas, actividad nocturna. Descenso en diez años 61% Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. 179 Palaemon elegans = Camarón verde o saltón. Bentónico mayormente en los charcos, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 81% Stenopus spinosus = Camarón de fondo. Bentónico desde los 25 metros hasta los 350 metros de profundidad en fondos rocosos y veriles verticales, actividad nocturna. Descenso en diez años 67% Fotos. Alberto Brito Hernández. 180 Grapsus grapsus = Cangrejo negro macho. Actividad diurna y nocturna en playas rocosas, charcos, bajíos y veriles. Descenso en diez años 97% Fotos. Archivos del Autor. 181 Marthasterias glacialis = Estrella espinosa. Bentónica desde los 0,50 centímetros hasta los 15 metros de profundidad en fondos rocosos y algales, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 77% Echinaster sepositus = Estrella roja. Bentónica desde los 10 metros hasta los 45 metros de profundidad en fondos rocosos y veriles, actividad nocturna. Descenso en diez años 81% Fotos. Juan Ramón Marcelino Rivero. 182 Chelonia mydas. = Tortuga verde. Pelágica, no residente en la isla, pero en los meses de verano suele visitarla. Dendrophyllia ramea = Coral anaranjado. Bentónico desde los 30 metros hasta los 75 metros de profundidad en fondos rocosos y veriles verticales. Descenso en diez años equilibrado. Fotos. Juan Ramón Marcelino Rivero. 183 Octopus vulgaris = Pulpo. Bentónico en fondos rocosos, arenosos, playas y charcos intermareales., actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 89% Foto. Miguel Ruiz. Hermocide carunculata = Gusano de fuego o de tambores. Bentónico desde los 0,50 centímetros hasta los 80 metros de profundidad, en fondos rocosos, arenoso, fangales, playas rocosas y charcos intermareales, actividad diurna y nocturna. Descenso en diez años 89% Foto. Juan R. Marcelino Rivero. 184 Panulirus echinatus. = Langosta real o herreña. Bentónica en fondos rocosos, veriles y cuevas, actividad nocturna. Descenso en diez años 97% Sarpa salpa = Dorada. Epibentónica en fondos rocosos y algales, actividad diurna. Descenso en diez años 87% Fotos. Juan Ramón Marcelino Rivero. 185 Diplodus vulgaris = Saifía. Epibentónica en fondos rocosos y algales, actividad diurna. Descenso en diez años 89% Medusa aguaviva. Descenso en diez años 45% Fotos. Juan Ramón Marcelino Rivero. 186 Plagusia depressa = Cangrejo moro. Descenso en diez años 90% Holothuria =Lechoso. Bentónico en fondos rocosos y algales. Descenso en diez años 88% Fotos. Juan Ramón Marcelino Rivero. 187 Aplysia dactylomela =Conejo. Epibentónico. Descenso en diez años 91% Aplysia = Conejo macho. Descenso en diez años 94% Fotos. Juan Ramón Marcelino Rivero. 188 Fragata portuguesa = Agua viva. Pelágica nadando en superficie. Descenso en diez años 91% Foto. Archivos del Autor. Xantho poressa = Jaca de playa. Descenso en diez años 92% Foto. Consejería de Pesca. Gobierno de Canarias. 189 Percnon gibbesi = Araña de playa y veriles. Descenso en diez años 77% Pachygrapsus marmoratus = Huyona de playa. Descenso en diez años 97% Fotos. Consejería de Pesca. Gobierno de Canarias. 190 Almeja de una tapa. Descenso en diez años = 97% Foto. Juan Ramón Marcelino Rivero. Perineris Cultrifera. = Miñoca lombriz de mar. Descenso en diez años 97 % en algunas playas desaparecidas total. 191 -Atentamente escuchado lo por ti relatado, permíteme querida pluma que también te relate que siempre he creído que cuando por parte de alguien se realiza un estudio de investigación además de impregnarlo de rigurosa seriedad, también debe impregnarlo con los sentimientos de quienes día tras día, semana tras semana, mes tras mes y año tras año por ser conocedores del medio que se estudia e investiga sus testimonios dan fe de ello. Por eso agradezco muy mucho sus valiosas aportaciones, vivencias y colaboraciones, para con quien directamente lleva a cabo tal estudio y tal investigación. Pues ellos en torno a la Gran Azul, Blanca, Gris y Verde Dama han podido ver preocupados, año tras año el gran descenso de especies que ha experimentado, además de los fenómenos en ella observados. Por lo que la elección de los informantes debe ser en mí opinión exquisita ya que sus fuentes orales, además de sus conocimientos de flora marina, especies marinas y lugares de pesca los hacen acreedores de ser serios con sus conciencias que los obliga al igual que yo, profundamente amar a nuestra querida amiga llamada Mar. Y como a través del paso de los años me lo han demostrado, gustoso paso a relatarte sus porcentajes en cuanto al descenso pesquero habido en estos diez años pasados. 192 Informante Municipio Localidad Sánchez Quintero Cándido Valverde Puerto de La Estaca Edad 72 años Pescador Su porcentaje Profesional jubilado Descenso pesquero en diez 90% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Morales Rodríguez Andrés Edad 46 años Frontera Las Puntas Profesional inactivo Descenso pesquero en diez 85% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Castilla Morales Ramón Valverde Timijiraque De recreo Descenso pesquero en diez Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Mendoza Fernández Matías Edad 39 años Valverde Las Playas De recreo con embarcación Descenso pesquero en diez 80% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Cejas Machín Jony Valverde Timijiraque De recreo con embarcación Descenso pesquero en diez Informante Municipio Localidad Pescador Navarro Salas José Valverde Timijiraque Profesional jubilado Edad 47 años 85% Edad 42 años 85% Edad 85 años 193 Su porcentaje Descenso pesquero en diez 90% años Informante Municipio Localidad Pescadora Su porcentaje Machín Padrón Dolores Edad 57años Valverde Timijiraque De recreo y mariscadora Descenso pesquero en diez 75% años Informante Pérez Rodríguez Carlos Edad 27 años Andrés Valverde Puerto de La Estaca De recreo con embarcación Descenso pesquero en diez 80% años Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Navarro Quintero José Edad 62 años Antonio Valverde Timijiraque Profesional jubilado Descenso pesquero en diez 80% años Informante Municipio Localidad Pescador Carballo Peraza Enrique Edad 53 años Valverde Puerto de La Estaca Profesional jubilado Descenso pesquero en diez 90% años Navarro García José Edad 34 años Valverde Guarazoca De recreo con embarcación Su porcentaje Descenso pesquero en diez 85% 194 Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Acosta Armas Ángel Edad 67 años Valverde Puerto de La Estaca Profesional jubilado Descenso pesquero en diez 90% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Padrón Quintero Máximo Edad 62 años Valverde El Cabo De recreo Descenso pesquero en diez 85% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Valverde Betenama De recreo Descenso pesquero en diez 75% Informante Municipio Localidad Pescadora Su porcentaje Navarro Quintero María Edad 50 años Valverde Puerto de La Estaca De recreo y mariscadora Descenso pesquero en diez 85% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Carballo Navarro Enrique Edad 32 años Valverde Timijiraque De recreo con embarcación Descenso pesquero en diez 87% años Informante Municipio Localidad Padrón Reboso Inocencio Valverde El Cabo Edad 42 años 195 Pescador Su porcentaje De recreo con embarcación Descenso pesquero en diez 85% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Lima Zamora Juan Edad 56 años Valverde La Caleta De recreo con embarcación Descenso pesquero en diez 89% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje García Emiliano Edad 73 años Valverde Guarazoca De recreo Descenso pesquero en diez 87% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Sánchez Sánchez Raimundo Edad 42 años Valverde Puerto La Estaca De recreo con embarcación Descenso pesquero en diez 88% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Gamez Juan Edad 52 años Valverde Trinista De recreo Descenso pesquero en diez 90% años Informante Municipio Localidad Jorge Lemes Carlos Valverde Timijiraque Pescador De recreo Su porcentaje Descenso pesquero en diez 85% años Edad 39 años 196 Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Barrera Brito Domingo Edad 30 años Valverde Timijiraque De recreo Descenso pesquero en diez 80% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Padrón Fernández Carlos Valverde Puerto de La Estaca Profesional jubilado Descenso pesquero en diez años Salas Arteaga Ángel Valverde El Tamaduste Profesional Descenso pesquero en diez Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Edad 67 años 80% Edad 56 años 60% Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Padrón Fernández Francisco Edad 60 años Valverde Las Tijeretas De recreo con embarcación Descenso pesquero en diez 80% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Tavio Morales Octavio Edad 50 años Valverde Guarazoca De recreo Descenso pesquero en diez 85% años Informante Municipio Localidad Martín Guerrero Oriol Valverde Las Barranqueras Edad 30 años 197 Pescador Su porcentaje De recreo con embarcación Descenso pesquero en diez 85% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Cury Álvarez Samuel Edad 59 años Valverde Puerto de La Estaca De recreo con embarcación Descenso pesquero en diez 85% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Del Toro Álvarez Rosendo Edad 55 años Valverde Echedo De recreo con embarcación Descenso pesquero en diez 80% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Fumero León Julio Edad 47 años Valverde Timijiraque De recreo Descenso pesquero en diez 50% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Lima Gutiérrez Juan Ángel Edad 30 años Valverde Timijiraque De recreo con embarcación Descenso pesquero en diez 85% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Morales Brito Pedro Edad 72 años Valverde El Tamaduste De recreo Descenso pesquero en diez 90% años 198 Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Padrón Acosta Ángel Edad 40 años Valverde Las Tijeretas De recreo con embarcación Descenso pesquero en diez 85% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Padrón Acosta Eugenio Edad 38 años Valverde Timijiraque De recreo con embarcación 85% Descenso pesquero en diez años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Quintero Padrón Edmundo Valverde Mocanal De recreo Descenso pesquero en diez Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Brito García Levi Edad 24 años Valverde Santiago De recreo con embarcación Descenso pesquero en diez 85% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Brito García José Edad 28 años Valverde Valverde De recreo con embarcación Descenso pesquero en diez 85% años Informante Municipio Localidad Reyes Padrón Juan Valverde Los Carretones Edad 29 años 80% Edad 81 años 199 Pescador Su porcentaje De recreo Descenso pesquero en diez 80% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Chávez Padrón Francisco Edad 45 años Valverde Mocanal De recreo Descenso pesquero en diez 85% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Simancas Padrón Alberto Edad 75 años Valverde Esquina La Romera De recreo Descenso pesquero en diez 85% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Cruz Esteban Edad 58 años Valverde La Caleta De recreo con embarcación Descenso pesquero en diez 85% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Padrón Padrón Francisco Edad 30 años Valverde Tesine De recreo Descenso pesquero en diez 85% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Cabrera Zamora Lino Edad 67 años Valverde Timijiraque De recreo Descenso pesquero en diez 85% años 200 Informante Municipio Localidad Pescadora Su porcentaje Hernández Saa Dolores Edad 61 años Valverde Timijiraque De recreo Descenso pesquero en diez 85% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Febles Morales Manuel Edad 56 años Valverde Trinista De recreo Descenso pesquero en diez 75% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje González Machín Ramón Frontera La Restinga Profesional jubilado Descenso pesquero en diez Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Quintero Machín Francisco Edad 32 años Frontera La Restinga Profesional en activo Descenso pesquero en diez 50% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Rodríguez Eugenio Valverde Valverde De recreo con embarcación Descenso pesquero en diez Informante Municipio Localidad Pescador Hernández Morales Longino Frontera La Restinga Profesional Edad 71 años 50% Edad 38 años 60% Edad 60 años 201 Su porcentaje Descenso pesquero en diez 60% años Informante Municipio Localidad Vendedor Su porcentaje Hernández Morales Juan Edad 62 años Frontera La Restinga De pescado Descenso pesquero en diez 60% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Hernández Padrón J. Carlos Edad 36 años Frontera La Restinga Profesional Descenso pesquero en diez 60% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Navarro García Víctor M. Edad 32 años Frontera La Restinga Profesional Descenso pesquero en diez 70% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Hernández Morales Francisco Edad 50 años Frontera La Restinga Profesional Descenso pesquero en diez 60% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Álvarez Álvarez Marino Edad 32 años Frontera La Restinga Profesional Descenso Pesquero en diez 70% 202 años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Padrón Padrón Matías Edad 66 años Frontera La Restinga Profesional jubilado Descenso pesquero en diez 70% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Mora Francisco Edad 76 años Frontera La Restinga Profesional jubilado Descenso pesquero en diez 80% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Fernández Hernández Antonio Edad 74 años Frontera La Restinga Profesional jubilado Descenso pesquero en diez 80% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Álvarez Álvarez Santiago Edad 64 años Frontera La Restinga Profesional Descenso pesquero en diez 90% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Morales Padrón Ezequiel Frontera Las Puntas Profesional jubilado Edad 76 años Descenso pesquero en diez años 90% Informante Municipio Padrón Ayala Gaspar Isidro Valverde Edad 69 años 203 Localidad Pescador Su porcentaje Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje La Caleta De recreo Descenso pesquero en diez 85% años Edad 51 años Pérez Castañeda Andrés Valverde El Cabo De recreo Descenso pesquero en diez 85% años Padrón Toledo Olvino Edad 56 años Frontera Las Puntas Profesional inactivo Descenso pesquero en diez 85% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Brito Rodríguez José Valverde Valverde De recreo con embarcación Descenso pesquero en diez Edad 54 años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Salas Herrera Roberto Edad 37 años Valverde El Cangrejo De recreo Descenso pesquero en diez 80% años Informante Municipio Localidad Pescador Su porcentaje Morales Rodríguez Eduardo Edad 56 años Frontera Las Puntas El Golfo Profesional Descenso pesquero en diez 80% años Pescadores de caña Municipio de Valverde 90% 377 204 Pescadores de caña Municipio de Frontera Embarcaciones de recreo. Municipio de Valverde 419 52 Embarcaciones de Municipio de Valverde pesca Profesional. 3 Embarcaciones de Municipio de Frontera pesca profesional. 47 Embarcaciones de Municipio de Frontera pesca de recreo. Centros de buceo Centros de buceo Club de pesca Club de pesca Municipio de Valverde Municipio de Frontera Municipio de Valverde Municipio de Frontera 54 3 11 1 1 Terminado el apartado de los informantes, podrás observar querida pluma que a pesar que ninguno de ellos sabía la contesta del otro, la mayoría han coincidido con sus porcentajes en cuanto al descenso pesquero habido en estos diez años pasados. Al igual que también han coincidido con los tuyos. Por lo que gustosamente te seguiré informando, insertándote el contorno pesquero de nuestra querida isla en cuanto a las sondas de pesca desde los 5, 10, 15, 20, 25 50, 100 y 500 metros de profundidad. 205 206 207 208 209 210 211 Una vez insertadas las sondas de pesca, te mostraré antiguos y modernos aparejos utilizados por nuestros Mareantes. 212 213 214 215 216 217 218 219 220 Diversos nudos empleados por nuestros Mareantes 221 Código Internacional de Banderas que los hoy modernos Mareantes tienen obligación de conocer. 222 Rueda del timón, remos, hélice, bichero de atraque y desatraque, barrilote y anclan de cruceta. 223 Antigua tijeras para pescar morenas. Foto. Pablo Gutiérrez Reboso. Maqueta de la isla de El Hierro, realizada en madera por el Autor. Foto archivos del Autor. 224 MAR. Orquesta de infinitas melodías y colores regida por su principal maestra de ceremonias LA LUNA y como decoradores de su piel el VIENTO y el SOL. ESCULTURA liquida en movimiento. Útero de variedad e infinidad de vida que el hombre intenta convertir en cementerio estéril de residuos tóxicos, lo que la obliga en ocasiones a descargar su ira, generando maremotos con gigantescas y devastadoras olas en defensa propia. MAR, habitante primero de este PLANETA, que por derecho propio reclama el respeto que le corresponde. ANSIOLÍTICO visual y auditivo cuando se la contempla y se le escucha. Trabajadora vocacional y altruista proveedora que espera algún día no muy lejano la sepan apreciar. Carlos Rey. 225 226 HABLANDO CON LA ISLA DE EL HIERRO Y CON LOS MIEMBROS DE LA BIOSFERA. Hola querida isla, un año más y con este son ya cuarenta y cuatro los que llevamos juntos, años en los que he podido apreciar los cambios habidos en mi metabolismo, cambios tales como pasar de lo infantil a lo adulto, etapa en la que he visto mi cara llenarse de pelos, mi barriga coger la llamada curva de la felicidad, mis sienes perder su negro color y cada día poder menos que ayer. Pero con el pasar de estos cuarenta y cuatro años, también he podido ver como tu metabolismo también ha cambiado o mejor dicho te lo hemos hecho cambiar. Bien sabes porque bien me conoces que mucho amo el contenido de tus quemados e hirientes 278 kilómetros, pero también sabes que mucho amo a ¡LA GRAN AZUL! que te rodea y todo lo que ella contiene, siendo esta la causa de pedirte, me permitas mantener respetuosa conversación con los miembros del Consejo de la Biosfera que a finales del mes de enero se celebrará en ti. Estimados y respetados miembros del Consejo de la Biosfera, nada está más lejos de mi mente que molestar concientemente, todo lo contrario, mi inquieta y respetuosa pluma con esta mi conversación con ustedes, quiere gustosa ofrecerles una recopilación de apuntes que tienen que ver y mucho con el acontecer de mí y supongo que 227 también de ustedes querida isla de El Hierro, apuntes tales como la desaparición del ¡RUAME! = Guelde, la desaparición de millones de Erizas o Erizos Diadema y los fenómenos que de 15 años para acá vienen aconteciendo, fenómenos como los son la gran abundancia de “Pejes” Gallos = Pez Ballesta, la gran abundancia de Violines = Pez trompeta y para mí más inquietantes como lo es la desaparición de la ¡ORCHILLA! alga costera base de la alimentación de muchas especies marinas que días tras días se alejan de su lugares de asentamiento en busca de alimentos. Pudiéndoles asegura estimados señores, que estos mis apuntes y sentires son tan ciertos, como lo es el que en diez años nuestro fondo marino en sonda de rompiente de ola hasta los 15 metros se ha convertido en ¡BLANCO CANTADAL! carente de la bella y larga melena rubia de la ¡ORCHILLA! y carente del armonioso y bello colorido de los ayer abundantes y hoy escasos “Pejeverdes” las Fulas negras, las Fulas blancas, los rayados blancos Sargos, los rayados Sargos negros, los anaranjados y marrones Meros, los curiosos y nobles Abades, los cardúmenes de Doradas, amarillas Bogas, grises y negros Galanes, plateadas Palometas, agresivas y rayadas Vicudas, vigorosos Medregales sin olvidar las panzudas, matreras, moradas, meladas, pardas y coloradas Viejas. Por lo que año tras año me pregunto que pasa con la ¡RUBIA ORCHILLA! no valiéndome la opinión de quienes dicen que se la 228 come el Erizo Diadema, ni la opinión de quienes dicen que se la come el “Pejegallo” y mucho menos me vale la apatía y decidía de quienes dicen amar a la ¡GRAN AZUL! importándoles un pepino lo que en ella ocurre. Valiéndome mucho más emplear la sensatez en la busca del porqué del problema y una vez encontrado, darle si se puede solución y procurar saber si lo que le pasa a la ¡RUBIA ORCHILLA! ¿tiene relación? Con lavabos, bañeras, lavadoras, cisternas y los cientos de productos de limpieza que utilizamos, no estando mi pensamiento en contra del progreso, pero que a veces añora el cajón de coñac agujerado hace años usado como hoy se usa moderno “Wate Roca” sabiendo porque bien me conozco, que carezco de titulación en biología de fondos marinos que me darían conocimientos para analizar el agua de ¡LA GRAN AZUL! sobre todo aquellas aguas cercanas a los pueblos que en estos últimos veinte años se han construido. Pueblos como Las Calcosas, El Tamaduste, La Caleta, La Estaca, Timijiraque, Las Playecillas, Las Playas, La Restinga y Las Puntas, A la vez que los invito a que vean que en estos lugares donde abundaba ¡LA RUBIA Y BELLA ORCHILLA! esta nace y crece no superior a los diez centímetros, para después agónicamente morir y ser por las corrientes marinas arrastradas y varadas en las playas. 229 Adjuntándoles en esta mi respetuosa conversación con ustedes, fotografías en las que pueden ver masivo varamiento de muerta Orchilla, deseando y esperando que mí romántico sentir, los contagie de inquietud por saber que le pasa a ¡LA RUBIA Y BELLA ORCHILLA DE LA GRAN AZUL! que tiernamente abraza a nuestra querida isla de El Hierro. Aportándoles si lo aceptan, estos apuntes a manera de sugerencia ante el Consejo de la Biosfera. Atentamente. Fdo. Baudilio Domingo Navarro Quintero. Miembro del Consejo de La Biosfera. 230 Año 2002 mes de enero, masivo varamiento de orchilla en la playa de Timijiraque. Fenómeno anormal ya que no corresponde con la natural estación del año y por supuesto con la gran cantidad de orchilla muerta y varada. Bello relato de D. Antonio Expósito Hernández, extraído del libro “Guías Raras y completas de territorios y habitantes de España” “ La isla de El Hierro” 1982 231 232 233 234 235 236 237 238 239 240 241 242 Parando mi vena poética y mis inventivos dibujos, te seguiré informando querida pluma que, no sin muchos esfuerzos, dado lo difícil que es conseguir antiguas fotografías, he tenido la gran suerte de contar con personas que gustosas han querido colaborar con mi escribir facilitándome de sus albúmenes familiares las que con mucho cariño durante años han guardado. Por lo que si te parece las insertaré pueblo por pueblo empezando por Las Puntas El Golfo a la vez que recordándolos también le rendimos un emotivo homenaje a los Mareantes que por la ley de la vida ya no están entre nosotros y como no, a los que gracias a Dios aún viven. 243 El Golfo, año 1957. Fotos. Luis Espinosa. 244 Las Puntas El Golfo, años ochenta. Foto, archivos del Autor. Ezequiel y Olvino, lavando la canasta para meter las coloradas y pardas viejas. Foto. Esperanza Toledo. 245 D. Marcelino Morales, construyendo el arte de pesca más noble y selectivo que La Mar ha tenido. ¡LA PANDORGA! Foto. Ana Febles Rodríguez. 246 D. Marcelino y sus queridos hijos Andrés y Marcelino. Las Puntas. Foto. Ana Febles Rodríguez. D. José Brito Padrón ¡MARAÑUELA! Patrón de pesca. Las Puntas. Foto. José Brito Rodríguez. 247 D. María, D. José y su nieto. Década de los ochenta. Las Puntas El Golfo. Foto. José Brito Rodríguez. 248 D. Ezequiel Morales Padrón. Patrón de pesca. Las Puntas. Su hijo Olvino Morales Toledo Fotos. Esperanza Toledo. 249 Mareantes de Las Puntas afanados en la pesa de mercados = kilos de viejas. Década de los años 70. D. Esperanza, Ezequiel y su nieta. Al abrigo de los Roques de Salmor. Fotos. Esperanza Toledo. 250 D. Esperanza, Ezequiel y su nieta. Década de los años 70. Mareantes de Las Puntas, felices por el sustento pescado. Década de los años 80. Fotos. Esperanza Toledo. 251 D. Esperanza y D. Margarita, preparando el llamado de las morenas. Las Puntas El Golfo, playa en la que se puede observar la abundancia y crecimiento de la orchilla. Década de los años 90. Jóvenes Mareantes de Las Puntas, posando con la morena por ellos pescada. Fotos. Esperanza Toledo. 252 Mareantes de Las Puntas posando para la historia. Foto. Andrés Morales Rodríguez. Juan Campos. Mareante de Las Puntas Foto. Archivos del Autor. 253 Mareante de Las Puntas y de El Puerto. Foto. Esperanza. D. Francisco Pérez Armas. Mareante de Las Puntas y vendedor de pescado. Foto. Andrés. 254 D. María Esther Febles Morales y su esposo D. Prudencio Pérez Padrón, Mareante de Las Puntas. Foto. Andrés. D. Gabriel Padrón. Vendedor de pescado. Foto Juan. 255 D. Francisco Toledo. (Panchillo) Mareante de Las Puntas, que vivió la odisea del Comandante Galvao cuando secuestró el Trasatlántico Santa María. Foto. Andrés. 256 Foto archivos del Autor. Dos vigías, sin igual son tus Roques de Salmor, que cuando estoy en La Peña no les quito mi visión, por eso admiro al ¡CREADOR! por la gran idea que tuvo, de alejar sus orillas de las pisadas de algunos. Poesía del Autor. 257 Mareantes de El Puerto de La Estaca. Mi querido Bisabuelo D. Francisco Navarro García. Mareante del Puerto La Estaca y de Las Tijeretas. 1860- 1965. Foto. Olga Sánchez Navarro. M querido tío D. Raimundo Sánchez Navarro. Mareante y estibador portuario. Foto. Natalia Sánchez Espinosa. 258 D. Heriberto Pérez León. Estibador portuario y vendedor de pescado. Foto. Carlos Andrés Pérez Rodríguez. D. Rafael Fernández Sánchez. Mareante y estibador portuario. Foto. Archivos del Autor. 259 San Telmo subiendo para su ermita. Foto. Cristina. Mi querido tío D. Guillermo Sánchez Navarro. Foto. Nina. 260 Puerto de La Estaca. Año 1915 Foto Fernando Rivera. Puerto de La Estaca. Año 1929 Foto. Luis Espinosa Kawrani. 261 Desde las escalinatas hasta el Correillo, para hacer viaje a Tenerife. Década de los años cincuenta. Foto. Nina. Puerto de La Estaca. año 1954 Foto. Archivos del Autor. 262 D. Rosalía Armas Acosta. La Voz del Puerto. Década de los años 50 Foto. Inés Padrón Fernández. Parte de la población infantil de El Puerto. Década de los años sesenta. Foto. Terencín. 263 El Vapor Correo La Palma, fondeado en la bahía de El Puerto de La Estaca. Década de los años 50. Fotos. Rafael Maestre Limas. 264 D. Eloísa y D. Pedro Mendoza. Maestro cantero, Mareante y vendedor de pescado. Foto. Severiano Mendoza. Mareantes del Puerto de La Estaca a bordo del “El Torre” uno de los primeros barcos a motor. Década de los años 60. 265 Descarga de petos en las escalinatas. Década de los años sesenta. El Puerto. Fotos Inés Padrón Fernández. D. Juan Nazario Peraza. Mareante del Puerto de La Estaca. Foto. Diana Rodríguez Espinosa. 266 D. Heriberto Pérez Hernández. Mareante del Puerto La Estaca. Foto. Diana Rodríguez Espinosa. D. Francisco Padrón. Mareante del Puerto La Estaca. Foto. Juan Pujol. D. Terencio Reboso Rodríguez. Foto. José Rodríguez. 267 Mareantes del Puerto. Cándido Sánchez Quintero, Antonio Álamo y Carlos Padrón Fernández con el Celador de Pesca D. Lino Cejudo. Década de los años sesenta. Foto. Natalia Sánchez Espinosa. Generación pesquera contemplando los petos pescados. Puerto de La Estaca Década de los años sesentas. Foto. Inés Padrón Fernández. 268 El Autor y los meros pescados por José el del “Mudo” y Ángel el de D. Rosalía. Década de los años sesenta. ¡DIVINOS TIEMPOS DE JUVENTUD Y DE ABUNDANTES PESCAS IDOS! Foto. Inés Padrón Fernández. 269 En los prismes y varadero preparando los petos pescados, para llevarlos a su venta. Década de los años sesenta. Foto. Inés Padrón Fernández. 270 Terencio el de D. Rosalía. Con sus pescados meros. Década de los años sesenta. Foto. Inés Padrón Fernández. Mi querido tío D. Fernando Sánchez Navarro. Industrial y mareante propietario de uno de los chinchorros de la isla. Foto. Dolores Sánchez. 271 Puerto de La Estaca. La Guagua esperando el pasaje, año 1957. Foto Luis Espinosa. El Autor con un cherne de cuarenta y cinco kilos. Década de los años sesenta. Foto. Jaime Gil Mallot. 272 Añorado varadero, década de los años sesenta. Mi querido primo y amigo Pablo Gutiérrez Reboso, con pachorra de buen Mareante, espera el jalón del moreno macho. Década de los años setenta. Foto. Pablo Gutiérrez. 273 D. Tomás Acosta Armas. Mareante y vendedor de pescado. Foto. Lola. Fiesta de San Telmo, abril del año 1956. Foto Trujillo. 274 D. Antonio Fernández Sánchez y D. Samuel Cury Álvarez. Foto. Luisa Febles. 275 Puerto de La Estaca visto desde Las Tijeretas a través de los Cardones. Década de los años sesenta. D. Emilio. D. Rafael y D. Antonio. ¡LOS HERMANOS PEPOS! grandes Mareantes. Foto. Clotilde Fernández. 276 D. Emilio y D. Rafael, preparando el barco par ir en busca de las viejas. Década de los años sesenta. En el Muelle esperando al Vapor Correo para vender pescado. Década de los años sesenta. Fotos. Clotilde Fernández. 277 D. Pedro Álvarez y D. Antonio Mateo Gutiérrez Morella. Mareantes de El Puerto. Año 1957. Foto archivos del Autor. Atuneros vascos atracados al muelle de El Puerto de La Estaca. Año 1967. Foto archivos del Autor. 278 Puerto de La Estaca, año 1918. Puerto de La Estaca, año 1962. Fotos archivos del Autor. 279 D. Antonio Simanca Padrón, Mareante de El Puerto, el día de la inauguración del muelle año1960. Foto. Simanca. D. Severiano Mendoza Mendoza. Mareante de El Puerto. Foto. Severiano. 280 Futura generación de Mareantes pescando en las escalinatas de El Puerto. Década de los años sesenta. El ayer Mareante y hoy Dr. en Psiquiatría D. Juan Elías Sánchez Armas, cuando marcaba los tamboriles para saber sus recorridos. 281 El Tere Lourdes, barco a motor más grande que había en la isla. Bahía de El Puerto de La Estaca. Década de los años sesenta. Palangrero andaluz atracado al muelle de La Estaca. Década de los años sesenta. 282 Trasera casa vivienda de la Autoridad Portuaria. La Mar reclamando lo que es de ella. Temporal del año 1979 Fotos Dora Armas. D. Raimundo Sánchez Espinosa. Foto. Elena. 283 Padre e hijo alistados en la Armada española. Angelín e Iván Mareantes de El Puerto. Foto. Angelín. Fiesta de San Telmo año 1993. Foto archivos del Autor. 284 José Juan a disfrutar de la pesca. José Juan, futuro Mareante poniendo carnada a los anzuelos. 285 José Juan, pegado con un “peje” y su querido padre le da instrucciones pesqueras. Década de los años ochenta. Foto. Juani. Seguro que Levi, con su infantil sonrisa, hace 18 años ¿Pensó? ¡Fuerte vieja parda pescó mi padre! Foto. José Brito Rodríguez. 286 El ayer buen Mareante y hoy el mayor abastecedor comestible de la isla .D. Terencio Acosta Armas. Foto archivos del Autor. 287 ¡Medregal más grande que Brito! Foto. José Brito Rodríguez. ¿Qué se preguntara Montse chico? Foto. Brito. 288 ¡LA PACIENCIA! del buen Mareante es la mejor de las carnadas. Foto archivos del Autor. Mi querido amigo Miguel Ángel, se pregunta ¿que es? la especie pescada. 289 Mi feliz amigo Miguel Ángel, con su negro Medregal por él pescado. Mis queridos amigos Vidal y Miguel Ángel ¿Quién se atreve romper? Tanta felicidad en nuestra querida isla pasada. ¡Yo desde luego que no! Fotos Miguel Ángel Ruiz. 290 ¿Quién se atreve romper? Tanta felicidad a mis queridos alumnos de pesca. Foto archivos del Autor. Moderno barco de fibra. Puerto de La Estaca. Foto. Jony Cejas Machín. 291 Ángel, Angelín, Geni e Iván, tres generaciones de Mareantes de el Puerto. Foto Angelín Acosta Padrón. Puerto de La Estaca. Gran temporal del año 1999. Foto Gonzalo Pérez Rodríguez 292 Puerto de La Estaca año 1999. La Mar reclamando lo que es de ella. Foto Carlos Andrés Pérez Rodríguez. Gran temporal de Mar de Leva o tiempo canario, año 1999. Playa de Las Tijeretas. Foto Gonzalo Pérez Rodríguez. 293 Puerto de La Estaca. Fiesta de San Telmo año 1999. Foto. Carlos Andrés Pérez Rodríguez. Sergio, Rosendo y Angelín. Mareantes de El Puerto. Foto Archivos del Autor. 294 D. Cristina, con paciencia de buena Mareanta, espera la picada de la vieja. D. Juan Jesús, se pregunta si su esposa D. Cristina le dejara pasar alguna vieja para su pesquero. Fotos. Cristina 295 El Puerto de La Estaca, luciendo una apacible noche. Foto Miguel Ángel Ruiz. 296 Libreta de inscripción marítima a favor de D. Lorenzo Peraza Castañeda. 297 D. Lorenzo Peraza Castañeda, con paciencia de buen Mareante, espera la bajada de la Marea. Fotos Paqui. 298 Puerto de La Estaca en la tranquilidad de una bonancible nocturna calma. Foto. Miguel Ruiz. 299 Ángel el de D. Rosalía, con su gran Medregal por él pescado. Década de los años sesenta. Ángel, Angelín y José Manuel, en el Varadero de La Estaca. Años setenta. 300 Mí querido amigo Sotero y su primo Ángel el de D. Rosalía. Década de los años sesenta. Foto. Inés Padrón Fernández. 301 D. Armando Pérez Hernández. Mareante de El Puerto y uno de los tres pasajero herreños del Trasatlántico Santa María secuestrado el año de 1961 por el Comandante Garvao. Barco de la arena que acabó con ¡EL GRAN CEBADAL! de El Puerto de La Estaca año 2003, todo sea por el progreso. Foto. Rafl Duboski. 302 Juan José, con su buena pesca por él pescada. Fotos Ursula Padrón Brito. El Gran Mareante Lalo, a la espera del jalón del Medregal. Foto. Archivo del Autor. 303 304 Cartel indicativo del nuevo Puerto de La Estaca, año 1999. Foto archivos del Autor. 305 San Telmo, Santo Patrón de El Puerto y de los Mareantes. Fotos. Archivos del Autor. 306 Mareantes de La Caleta D. Isidro Álamo y D. Inocencio Padrón. Década de los años cincuenta. Foto. Flora Lilia Barrera Álamo. 307 Cuando era abundante de tunos canarios y especies marinas. Foto. Bar Yesimar La Caleta. Plaza de La Caleta rebosando de buena gente. Década de los años cincuenta. Foto. D. Amadeo Ayala Sánchez. 308 Barco a remo Toña, con su Patrón D. Juan Reboso, sus hijos Elvira y Aniceto y su nieto Gaspar. Fiesta de La Caleta, barco a remo Brillante, con la Virgen del Carmen a su bordo, junto con D. Felipe Benítez y Carlos el del Puerto. Década de los años cincuenta. Fotos. Antonio Reboso Padrón. 309 D. Juan Reboso Rodríguez y D. Isidro Álamo Mareantes de La Caleta. D. Pedro Valdemoro Suárez. Mareante y barbero. Quien se siente orgulloso de que una playa de La Caleta lleve su nombre. Fotos. Antonio Reboso Padrón, Juan Pujol y Archivos del Autor. 310 Elvira, hija de D. Juan, arreglando las viejas para el sancocho. La Caleta 19 de octubre del año 1965. Pucho, acariciando el engodo, para llamar al Guelde. 311 Pucho, con paciencia de buen Mareante espera a que el guelde entre en la pandorga. La Caleta, Lajita ahogada, década de los años sesenta. Fotos. Elvira Reboso Padrón. 312 Barco a remo Sol, con la Virgen del Carmen Patrona de La Caleta y de los Mareantes. Década de los años sesenta. Foto. D. Amadeo Ayala Sánchez. Mi querido abuelo D. Tomás Navarro Espinosa. Foto. Josefina Navarro González. 313 Joya fotográfica alusiva a felices tiempos pasados. Mostrando buenos Mareantes de La Caleta. Foto. Bar Yesimar. La Caleta año 1979. Foto. Guillermo Panizo Álamo 314 Participantes Concurso de Pesca año 1981 La Caleta, el ¡CAMPEÓN LO FUE EL QUE ESTÁ EN LOS HOMBROS! Foto. Nino. Plato de viejas esperando voluntario, para arreglarlas. Foto. Honoria Padrón. 315 En la choza de los barcos un día de excursión. La Caleta años sesenta. Foto Dora Armas. D. Amadeo Ayala Álamo a la espera de la picada de la vieja. Foto Ana. 316 Pucho, sacando pecho a su negra morena pescada en la Punta de Ajones, 7 kilos 300 gramos y 143 centímetros de largo. Agosto de 1983. Su yerno Andrés, demostrando su paciente pachorra de Mareante. Fotos. Elvira Reboso Padrón. 317 Mi querido tío. D. Manuel Navarro Salas. Foto. Honoria Padrón. 318 D. Andrés Gutiérrez y su querido nieto Sergio Gutiérrez Trujillo, metido en la talega del pescado. Foto. Sergio Gutiérrez. 319 Mi querido tío D. Francisco Navarro Salas. Mareantes de La Caleta. ¿ Quien se atreve romper tan buena unión? ¡Yo desde luego que no! Fotos. Josefina Navarro González. 320 Mareantes de La Caleta a la espera, para saborear lo pescado. Mareantes participantes del concurso a la espera de la señal del Juez de pesca. Fotos. Josefina Navarro González. 321 La Caleta, cuando tenia su playita de carnada. Foto. Josefina Navarro González. 322 Mareantes de La Caleta a la espera de que el Juez de pesca, ordene el comienzo de la misma. Foto. Josefina Navarro González. La Caleta. Concurso de pesca año 1980 323 Después de la pesca ¡ LA COMIDA! Poco pescado, para tanta gente. 324 A falta de pescado, buenas son las papas y el mojo picón. Fotos. Antonio Curbelo Padrón (Toño) La Caleta y El Tamaduste desde las alturas. Foto archivos del Autor. 325 La Caleta azotada por el más grande temporal llegado a la isla el día 8 de enero del año 1999, destrozador de la Central eléctrica de Unelco y del Parador Nacional de Turismo de Las Playas. Fotos Guillermo Panizo Álamo. 326 Mareantes de La Caleta y El Puerto en estrecha unión. Foto. Elena Sánchez Sánchez. 327 D. Eduardo Febles Padrón. Mareante de La Caleta luciendo su gran Rape por él pescado. Foto. Eduardo Febles Padrón. Mi querida amiga Ada, con su plateado amarillo Jurel por ella pescado. Foto Miguel Ángel Ruiz. 328 D. Fermín Ruidrejo Páez con su mero de 23 kilos por él pescado a caña el año 1963. Foto. Chano. 329 D. Amadeo Ayala Sánchez, Mareante, agricultor y fotógrafo de la isla e impulsor del pueblo de La Caleta. Foto Ana. 330 Cueva de la playa de La Tormenta, rebosando de buena gente. La Caleta año 1956. Baile en la plaza de La Caleta. Fiesta del Carmen. Año 1956. Fotos. Trujillo. 331 D. Eugenio Rodríguez Hernández y su querido hijo D. Guillermo Rodríguez Sánchez. ¡EL Gran Bolívar! Fotos Isabel Rodríguez León. 332 Mareantes de El Tamaduste. El Tamaduste visto desde el interior de la cueva de La Ballena o de los huesos. Año 1959. Foto Luis Espinosa. 333 Majestuoso río de El Tamaduste año 1963, cuando su parte central alcanzaba más de diez metros de profundidad y en el se emborrachaba la rubia orchilla. Foto. Archivos del Autor. El Tamaduste, año 1964. Foto. Luis Espinosa. 334 El Tamaduste, pesca de la lista lisa. Década de los años ochenta. Foto. Milagros Zamora. D. Juan Pujol Vicenta. Mareante de El Tamaduste, con su amiga la Mar al fondo. 335 D. Juan Pujol y su familia arreglando lo pescado mientras el caldero paciente espera. Fotos. Juan Pujol. 336 D. Alejandrina y D. Eusebio, en la cueva bar de el Barranquillo, con su gran Abade por ellos pescado. El Tamaduste década de los años sesenta. D. Alejandrina y D. Eusebio, con sus dos Bicudas y una Dorada por ellos pescadas. Década de los años sesenta. 337 Mareantes de El Tamaduste, en la cueva bar de El Barranquillo, años ochenta. 338 Mareantes D. Ricardo Peraza Chinea y su querido padre, disfrutando de un día de pesca en El Cantil. El Tamaduste. 339 Mareante de El Tamaduste D. Eusebio Peraza Castañeda, felicidad en sus manos, pero más en su cara. Fotos. Alejandrina Chinea. 340 D. Pedro Gutiérrez Febles. Mecánico y Mareante de El Tamaduste. Foto. Ángel Francisco Acosta Padrón. La hoy plaza de El Tamaduste con bellas señoritas y un atractivo galán. Década de los años sesenta. Foto. Dora Armas. 341 342 D. José Gamez, con su mero por él pescado. Foto. (Pepe Gamez) D. Pedro Morales Brito. Mareante de El Tamaduste. ¿Quién se atreve quitar tanta felicidad? ¡Yo no! Foto. Pedro “Corino” 343 El Tamaduste. Década de los años setenta. Foto archivos del Autor. El Tamaduste. Deleite de ojos que lo miran. Foto. Miguel Ruiz Fernández. 344 El Tamaduste. Década de los años noventa. Foto archivos del Autor. El río de El Tamaduste a marea vacía. 345 Plato de vivas huyonas y jacas para pescar pardas y coloradas viejas. 346 El río de El Tamaduste a media marea abajo. Con la carnada en el río cogida aquí están las viejas pescadas. Fotos Miguel Ángel Ruiz Fernández. 347 Mareantes de El Tamaduste a la espera de el sancocho de las coloradas y pardas viejas pescadas. Después de el sancocho de viejas, el asado de las mariscadas lapas. Fotos. Juan Francisco Cejas Fonte. 348 Mi querido amigo Luis Espinosa, probando la primera canoa hecha en la isla de El Hierro. El Tamaduste año 1956. En la misma canoa, mis queridos amigos Luis Espinosa y Manuel Trujillo. El Tamaduste año 1956. Fotos Trujillo. 349 Barco a remos dentro del río de El Tamaduste. Año 1956 El Tamaduste visto desde El Jorado año 1956. Fotos. Trujillo. 350 D. Pedro Quintero, de pesca en su querido Cantil de El Tamaduste. Foto. Javier Quintero. 351 D. Domingo Arteaga Febles. Maestro albañil y Mareante. Foto. Norberto Arteaga Morales. D. Nicolás Hernández Cabrera. Foto. María Luisa. 352 El Tamaduste década de los años cuarenta. D. Feliz Sánchez Padrón. Mareante de las morenas. Fotos. Manolo Sánchez. 353 Mareantes de Las Salinas, Amacas y Echedo La odisea de cuatro jóvenes que el año 1956 a remos fueron desde El Tamaduste hasta el charco Manso donde metieron el barco. Foto. Trujillo El Charco Manso, refrescando a la buena gente del pueblo de Echedo. 354 D. Ángel Padrón, a la espera de la bajada de la marea para coger carnada. Plaza de Echedo, rebosando de buena gente. 355 Un merecido descanso, después de comer lo pescado. Fotos. Ángel Padrón. D. Rodolfo Méndez y su familia arreglando las viejas para el sancocho. 356 El caldero, paciente espera la llegada del sabroso bocinegro pescado por D. Rodolfo Méndez. Fotos. Rodolfo Méndez. Pedrito Barrera Sánchez, posando con una negra morena por él no pescada. Foto. Dolores Sánchez. 357 D. Antonio Rodríguez Rodríguez y su yerno D. Emilio Acosta Taguele. Mareantes de Amacas. Foto cedida por su familia. 358 Octavio Padrón Armas. Mareante y buen cocinero. Foto. Octavio. 359 D. Victorino Padrón Benítez. Mareante de Las Salinas y de Amacas. Foto. Nati. D. Juan Padrón Sánchez, D. Santiago Gutiérrez Machín y D. José María Padrón Melenchón. Decidiendo a que pesquero bajar a pescar. Década de los años sesenta. 360 D. Santiago Gutiérrez Machín y D. José María Padrón Melenchón, en amena conversación, para decidir que pesquero ocupar. D. Nieves Armas, preparando las viejas para el sancocho y las lapas para el escabeche. Fotos. Nieves Armas 361 Antonio Grillo, Juan y Santiago. Añorados tiempos de buenas pescas pasados. Dos buenos Mareantes, con su pesca de Alfonsiños. 362 Santiago, Antonio Grillo, Luis y Juan. Buenos Mareantes de Amacas y Las Salinas. 363 Evaristo, con cara de sueño, pero feliz y orgulloso luce el tremendo bocinegro pescado por su querido padre. 364 Juan. (Juanito Chispa) explica al fotógrafo, como le ganó la batalla al gran bocinegro. Fotos. Juan Agustín Arteaga Barbuzano. 365 D. Francisco Padrón Padrón y Francisco Barquero Padrón, (Panchín) dos buenos Mareantes. Foto. Salomé Pérez Rodríguez. D. José Sánchez Padrón, comerciante y Mareante. 366 Olida Padrón Padrón. Una gran Mareanta. Valentín Ramón Padrón Padrón. Preparando la tarrafa para pescar morenas y morenos machos. Fotos. Olida Padrón. 367 D. Ángel Padrón. Foto archivo del Autor. D. Dolores Sánchez y su esposo D. Ángel Barrera, contemplando asombrados la pesca de viejas, realizada por un grupo de Mareantes de Echedo. Foto. Dolores Sánchez. 368 Mareantes del Norte. Pozo de Las Calcosas. Foto. Isabel Crespo. D. Emiliano Casañas Hernández. Mareante del norte. Foto. Tely. 369 D. Manuel Padrón Sánchez. No todos los Mareantes han pescando con caña desde el “Roque Grande” de Salmor. Foto. Manuel Padrón Sánchez. Pozo de Las Calcosas, con sus bajones de rubia orchilla convertidos en blanco cantadal. Foto archivos del Autor. 370 D. Edelmira y D. Juan. Mareantes del norte con su vieja parda y colorada. ¿ Quien se atreve a quitar tanta felicidad? Yo desde luego que no. Fotos Edelmira. 371 D. Francisco Rodríguez (QUICO) con sus queridos hijos a la espera de la bajada de la marea, para pescar viejas. Mareantes del norte con una Jaqueta pescada a la marrajera. 372 Lapas de hace diez años. Fotos. Teresa Molina. Ermita de El Pozo de Las Calcosas, año 1961. Foto. Trujillo. 373 El gran (TATO) con una vieja de un kilo ochocientos gramos, por él pescada. Foto. Tato. 374 D. Juan Antonio Brito, Agricultor y Mareante. Foto archivos del Autor. 375 Mis queridos amigos Antonio y Tato. D. Benito González Brito a la espera del jalón de la vieja. Fotos archivos del Autor. 376 Primero se engodan las doradas para que vengan al pesquero. Pedro y Dani, con maestría de buenos Mareantes pescan las doradas. 377 Entre la blanca espuma, se pescan sargos, galanes y doradas. Cristian, atento a la enseñanza pesquera de su querida madre. 378 Cristian, ufano junto a su querido padre, posa entre las dos agujas pescadas. Fotos. Pedro Tadeo Hernández Cabrera. 379 Excursión al Pozo de Las Calcosas, año 1961. Foto. Trujillo. Agricultores y Mareantes del norte. Foto Andrés Padrón. 380 Mientras Ignacio hijo pega, Ignacio padre, con paciencia de buen Mareante espera. Foto. Ignacio Quintero. 381 D. Diego Barquero Padrón. Mareante y mecánico. Foto. Vidal Zamora. D. Luís Quintero Hernández. Agricultor y Mareante de El. Mocanal Foto. Maruca. Y D. Álvaro Morales Carballo. Mareante de Erese. Foto. Álvaro. 382 La proa rumbo a los Roques. Juan Pablo desembarcado en los Roques con los aparejos y talegas en el rancho. 383 Luis en el Roque Grande, con su pejeperro pescado. Fotos Juan Pablo Martín González. 384 D. Juan Hernández. Resignado, ya que la Mar de Leva no lo deja pescar en el norte, pesca en el muelle de la Estaca. Foto archivos del Autor. 385 Mareantes de La Restinga. Calle principal de La Restinga, año 1960 Mareantes de La Restinga en un momento de descanso. Año 1961 386 La Restinga. Punta Los Saltos, año 1961 Muellito y varadero, La Restinga año 1961. 387 De La Restinga al Pinar en busca de víveres, año 1961 Mareante D. José Quintero y D. Vera Fiessini, pionera del turismo en la parte sur de la isla, con una Corvina de las que se pescaban antes, año 1963 388 Fachada de la Factoría de pescado. Rodríguez López. La Restinga. Década de los años sesenta. Foto archivos del Autor. La Restinga con su muellito y su playita, año 1963 389 Mareantes de La Restinga, de reposo por la tarde, año 1963. El joven Severo González Mora, luciendo un joven Janequín. La Restinga año 1961. 390 No sólo los pastores cargan a La Gran Señora. Los Mareantes también. A la derecha de ella y cargándola D. Juan “Piloto” Mareante de La Restinga. Foto. Dora Armas Mareantes de La Restinga en la descarga de pardas y coloradas viejas. Foto archivos del Autor. 391 Barco boca abajo, para calafetearlo. La Restinga año 1963 392 La Restinga, varando el barco para guardarlo en el garaje, año 1963. Mareantes de La Restinga en la faena del pesado de mercados de pescado, año 1962 393 Mareante de La Restinga con un Pez San Pedro por él pescado, año 1963 D. José Quintero y D. José Dorta. Mareantes de La Restinga, año 1963. 394 Autoridades civiles y militares junto al cronista D. José Padrón Machín, en la terraza del Hotel Restaurante. Casa Kai Marino. La Restinga año 1962 Varando los barcos. La Restinga año 1964 395 Mareante D. José Quintero, con su gran Abade por él pescado. La Restinga año 1964. La Restinga. Década de los años setenta. 396 En el muellito contemplando el pescado. La Restinga año 1963. Fotos archivos Hotel Restaurante Casa Kai Marino. 397 La Restinga. Década de los años sesenta. La Restinga. Varamiento del barco. 398 La Restinga, década de los años sesenta. Mareantes de La Restinga descansando, años sesenta. 399 Descarga de bonitos en el muellito de La Restinga, años sesenta. Futuros Mareantes de La Restinga, con D. Antonio Fernández Padrón (Ñico) años sesenta. 400 Mareante D. Antonio Fernández sesenta. (Ñico) La Restinga años 401 La Restinga, descarga de bonitos, años setenta. Fotos. Alejandro Fernández. La Restinga y sus buenos tiempos de pescas pasados. Foto archivos del Autor. 402 El Padre D. Antonio María, junto con el Arcipreste de la isla, feliz saludando a los Mareantes de La Restinga el día de la inauguración del abastecimiento de agua potable. D. Francisco Mora. Mareante de La Restinga, rodeado de bellas mujeres. Fotos archivos del Autor. 403 D. Aurelio Abreu, arreglando las cabrillas para la cazuela. Pesquero Elio I en busca de la pesca. 404 Elio, satisfecho con el sustento por él pescado. Fotos. Apartamentos y Restaurante “EL REFUGIO” La Restinga. 405 D. Ana y D. Severo, Patrona y Patrón de pesca en busca del rojo camarón. 406 Medregal de 58 kilos, pescado por D. Ana. Patrona de pesca. 407 D. Severo, luciendo su congrio de 16 kilos, por él pescado. 408 D. Severo, luciendo su gran sarda de trescientos veinticinco kilos por él pescada. Fotos. Ana y Severo. 409 Mareantes de La Restinga en la descarga de los plateados petos. Foto archivos del Autor. 410 Llamando gente para terminar de varar el barco. Foto. Alejandro Fernández. Berto Mora. Mareante de La Restinga con su bien y merecido ganado sustento. 411 Berto Mora, con alegría de buen Mareante muestra sus dos Medregales pescados en el mismo lance. Fotos Berto Mora. 412 413 Artículo periodístico de D. José Padrón Machín. 414 Extraído de su libro. “EL HIERRO SÉPTIMA ISLA” 415 416 417 Artículo periodístico de D. José Padrón Machín. Extraído de su libro. “EL HIERRO SÉPTIMA ISLA” 418 419 420 Artículo periodístico de D. José Padrón Machín, extraído de su libro “EL HIERRO SÉPTIMA ISLA” La hoy moderna, turística y pesquera bella Restinga. Foto archivos del Autor. 421 Mi querido amigo Vidal, disfrutando con su caña en La Restinga. La Pesquera Restinga al oscurecer. Foto. Miguel Ruiz. 422 423 424 425 Relato del Mareante de La Restinga. D. Vicente Machín, extraído del libro. “Guías Raras y completas de territorios y habitantes de España” “La isla de El Hierro” 1982 426 D. Vicente Machín, disfrutando de su buen hacer, que lo es la pesca y la Mar. Foto. Gladis. Mareante de La Restinga, pescando palometa roja a bordo de El Faraón. Foto archivos de La Reserva Marina. 427 Factoría de Lloret Linares La Gomera año 1944. Patudo de 389 kilos pescado en el Mar de Las Calmas. La Restinga El Hierro. Foto archivos del Autor. 428 Mi amigo El Faro. Foto archivos del Autor. Escribe inquieta pluma y hazme sentir junto al amigo sincero el rugir de la Mar de leva en su competir con el llorar de las pardelas en celos. Escribe y relátame el ir y venir de estelas, que en el gran azul sus huellas dejan, ofreciendo su blanca y salada espuma al amigo solitario que con su haz de luz dice adiós de despedida y alegría de arribada. 429 Escribe y hazme sentir al amigo sincero que guía navegantes que se adentran en el ocaso buscando el lecho donde duerme el cálido sol. El amigo cumplidor, en su loable labor de noche tras noche, ayudado por las alhetías de los Alfonsiños y por su haz de luz, con ternura abraza los plateados Bonitos que duermen la noche en el Mar de Las Calmas. A la vez que guía proas, popas, babores, estribores, esperanzas y sinsabores. Mi querido y sincero amigo ¡EL FARO! que de día me permite escuchar su silencio y en la oscura noche con su intermitente haz de luz me habla de sentimientos. Poesía del Autor. Miembros de vigilancia Pesquera y Reserva Marina a bordo de la embarcación Guincho atracado en El Muelle de La Restinga. Foto archivos de La Reserva Marina. 430 Escrito extraído del la Revista de información insular editada por el Excmo. Cabildo Insular de El Hierro, año 2002. 431 Artículo extraído de la revista “La Voz de El Hierro” año 1996. 432 Gran aguja paladar pescada por los Mareantes Carlos Padrón Padrón y Víctor Manuel Navarro García. La Restinga año 1998. Foto Víctor. 433 Mareantes de La Restinga en la Lonja del pescado año 2004. 434 Mareantes de La Restinga, disfrutando de un merecido descanso, año 2004 Fotos archivos del Autor. Victorio y Daniel, como dos buenos hermanos, después de la pesca las equitativas partes. Foto. Victorio 435 436 Artículos extraídos de la revista informativa del Excmo. Cabildo Insular de El Hierro. 437 Mareantes de Timijiraque. D. Florencio Castañeda y D. Juan Miguel Casañas. Agricultores y Mareantes de Timijiraque. Foto. Blanca Edelma Padrón 438 D. Eladio González Padrón Su yerno D. Juan R. Acosta Padrón y su nieto D. Eladio Padrón González. Mareantes de Timijiraque. Foto. Eladio. 439 D. Andrés Padrón Rodríguez y su hermano D. Juan. Agricultores y Mareantes de Timijiraque. Foto. Blanca Edelma Padrón. 440 D. Juan Miguel Casañas y su nieto Antonio. Mareantes de Timijiraque. Fotos. Blanca E. Padrón. D. Tadeo Cabrera y su Hermano D. Aquilino. Mareantes de Timijiraque. Fotos. D. Rosa y D. Dacila. 441 D. Julián Machín Morales, su esposa D. María Padrón Rodríguez y su querida hija D. Dolores Machín Padrón. Mareante y mariscadoras de Timijiraque. Fotos. Lola. 442 D. Marcelino Padrón Rodríguez, agricultor, gran luchador de la lucha canaria y gran Mareante. Foto. Angelita Febles. D. Maximiliano Cejas y D. Tomás Padrón Rodríguez, grandes Mareantes de Timijiraque. Década de los años setenta. 443 ¿ Quien se atreve a romper tan buena unión? Yo desde luego que no. Fotos. Dolores Padrón. Los dos ¡CHANOS! disfrutando del salitre de La Mar. Foto. Chano. 444 D. Olegario Morales Padrón. Foto. Isabel Crespo. D. Juan Acosta Quintero. Foto. Juan Acosta. 445 D. Marcial Cejas Lima, deszanzuelando una parda vieja por él pescada. Foto. Marcial. Domingo Barrera Brito. Con uno de los escasos Pargos en la isla pescado. Foto. Ana Mari. 446 Marcelino Padrón Febles y Quique Carballo Navarro, con su cherne de 47 kilos por ellos pescado. Foto. Marcelino Padrón. 447 D. Juan Luis González Padrón y su querido hijo Oliver, dispuestos para ir de pesca. D. Juan Luis, mostrándonos lo pescado. Fotos Ana. 448 D. Juan Nepomuceno Zamora. Pionero en los años treinta del primer Chinchorro que llegó a la isla y que se calaba en la playa de Timijiraque. Foto cedida por sus familiares. 449 Playa de Timijiraque, la única de arena natural que tiene mi querida isla. Foto archivos del Autor. D. Domingo Armas a la pesca de la vieja. Foto archivos del Autor. 450 Playa de Timijiraque. Fiesta del Chichorro, año 2000 El Chinchorro en la playa, para limpiar sus paños y bandas. 451 Caras de desconsuelo mirando lo poco pescado. A pesar de lo poco pescado, alcanzó para todos. Besuguitos fritos ¡Que buenos son! 452 No tengo ninguna duda de que, la Fiesta del Chinchorro aunque se pesque poco, acerca a los pueblos de mi querida isla de El Hierro. 453 Timijiraque. Fiesta de San Agustín y Fiesta del Chinchorro año 2000. Fotos archivos de la Asociación de Vecinos “El Progreso” Mis queridas amigas Amalia y Concha, asombradas con la gran vieja parda por ellas pescada. Foto. Mariola. 454 Mis queridas amigas Mariola y Concha a la espera de la picada. Foto Mariola. 455 Sr. Bethencurt. Mi amigo Alfredo, disfrutando de su gran pasión ¡La Pesca! Fotos archivos del Autor. 456 D. Jhony Cejas Machín y su querido hijo Jonay, posando junto a uno de los Medregales más grande en la isla pescado. 68 kilos, un metro ochenta y tres centímetros de largo y 108 centímetros de perímetro. Foto Jonay. Patrullera de la Guardia Civil inspección pesquera, fondeada en la playa de Timijiraque. Foto. archivo del Autor. 457 Mareantes de Las Playas. Ermita de San Mariano. Santo Patrón de Las Playas. Foto. Ralf Bubrowski. Parador Nacional de Turismo antes del temporal del año 1.999 458 Impresionante temporal ocho de enero del año 1999. Parador Nacional de Turismo. El Parador Nacional de Turismo después del temporal del año 1999 459 Parador Nacional de Turismo año 2001 La Mar reclamando lo que es de ella. Parador de Turismo. Segundo temporal del día 8 de enero del año 2002. Fotos archivos de El Parador Nacional de Turismo. 460 D. Victoriano Acosta Castañeda. Desde Isora hasta Las Playas a pescar el caldero. Fotos. Alfonso 461 Vidal y Zamorita. Desde Isora hasta Las Playas de pesca a las partes. Foto. Zamorita. 462 Mi querido amigo Miguel. Mareante de caña en la Laja de La Bonanza. Foto. Miguel Ángel Ruiz. D. Maximino Fernández Cabrera. Foto. Maximino. 463 Matías Mendoza Fernández. Foto. Matías. No hay duda de que, el “peje” grande se come al chico. Foto. Miguel Ángel Ruiz. 464 D. Mariano Armas. Mareante de Las Playas. Foto. Archivos del Autor. 465 D. Dimas, D. Lalo y D. Indalecio. Mareantes de Las Playas. Foto. Archivos del Autor. Las Playas, vista desde el mirador de Isora. Foto archivos del Autor. 466 Majestuoso Roque de La Bonanza, vigía de Las Playas. Foto archivos del Autor. Con tus figuras de Oso y de Dinosaurio prehistórico, con tus trasparentes aguas de diversidad de colores. Invitas a soñar ¡A REALIZAR EL AMOR. Poesía del Autor. 467 D. Luis, su esposa D. Carmen y su querida hija Ana, quien tenazas en manos muestra las morenas pescadas al llamado. Foto. Ana. D. Cristina y su querida hija, de pesca en el pesquero de El Fraile Las Playas. Foto. Cristina. 468 Mareantes de Las Barranqueras. D. José Reboso Quintero. Pastor Cabrero y Mareante. Foto. Archivos del Autor. 469 D. Tito Irene Castañeda Rodríguez y su esposa D. Carmen Cabrera Castañeda. Fotos. D. Carmen. D. Felipe Armas González. Agricultor y Mareante. Foto. Terencín. 470 D. Clorindo Acosta Cabrera. Gran Mareante de Las Barranqueras. Foto. Archivos del Autor. 471 D. Elfidio Padrón Barbuzano. Mareante y mejor cocinero. Foto Elfidio. Oriol. Con su pescado Abade de diez kilos. Quien se atreve quitar tanta felicidad. ¡Yo, desde luego que no! 472 Juan y Oriol, con su pescado Peto. Oriol y Juan, con sus pescados Escolares. Fotos Oriol Martín Guerrero. 473 D. Carmen y D. Loly a la pesca de pardas y coloradas viejas. Fotos. D. Pilar. 474 Mareantes de Sabinosa. Dos bellos símbolos de Sabinosa y de mi querida isla de El Hierro. Fotos. Archivos del Autor. 475 Plaza de Sabinosa. Rebosando de buena gente. Década de los años sesenta Foto. Isabel Crespo. .D. Ramón García, Mareante de Sabinosa, micrófono en mano da la bienvenida a las autoridades insulares que un día visitaron su pueblo. Década de los años setenta. Foto. Carmen González. 476 Grupo de Mareantes de Sabinosa, atentos a las instrucciones de D. Juan Pérez Pérez. Arcadio y Taso a la espera de la bajada de la marea, para coger carnada de viejas. Fotos. Carmen González. 477 D. Mercedes Casañas Hernández, tejedora y mariscadora junto a su esposo D. Juan Quintero Padrón y algunos Mareantes de Sabinosa. Foto. Mercedes Casañas Hernández. Pastor y Mareante. D. Cecilio González y su querida nieta Dalila. Foto. Carmen González. 478 D. Antonio Pérez y su querido hijo D. Juan. Foto cedida por su familia. 479 D. D. Adolfo Quintero y un compañero Mareante, cogiendo cangrejos para pescar pardas y coloradas viejas. 480 D. Adolfo Quintero, atento al tirón de la vieja. Fotos. Adolfo Quintero. Teniente General, D. Anatolio fuentes, su señora y D. Antonio Espinosa Machín, de visita al pueblo de Sabinosa año 1954. Foto. Luis Espinosa. 481 Mareante de Sabinosa a caña fija en busca de las coloradas y pardas viejas. Foto. Archivos del Autor. Por agua al Pozo de La Salud. Sabinosa año 1944. Foto Mauricio Méndez. 482 D. Manuel Abreu Gutiérrez, tarrafa en mano esperando el jalón de la morena. 483 D. Manuel y su querido hijo Antonio, cargados de pardas y coloradas viejas. 484 D. Manuel Abreu Gutiérrez, su querida esposa y su querido hijo Antonio, mostrando al fotógrafo las viejas pescadas. D. Manuel, estuvo durante 33 años de ayudante del torrero en el Faro de Orchilla, además fue hermano del gran José el del Mudo. Fotos. Antonio Abreu. 485 Mareantes de Las Tijeretas y Los Llanos Blancos D. Sebastián Padrón. Propietario de uno de los primeros Chinchorros que tuvo la isla. Foto. Chano. 486 D. José Reboso Pérez. Foto. Pablo Gutiérrez Reboso. D. Antonio Donoso Casado. Mareante de los Llanos Blancos con su pescada vieja parda. Foto. Milagros Zamora. 487 Cuevas viviendas de los Mareantes de Las Tijeretas. Foto archivos del Autor. 488 489 490 Resumen extraído del libro del Autor, titulado “HABLANDO CON LA ISLA DE EL HIERRO” editado el año 1995 491 492 493 494 495 496 497 498 499 500 501 502 503 Licencia marítima de recreo año 1982. 504 Licencia marítima de recreo año 1999. 505 Libreta de inscripción marítima del Autor. Año 1963. 506 Primer embarco del Autor. 507 Último embarco del Autor año 1994. 508 Título de Patrón de Pesca a favor del Autor. 509 Bibliografía. Obras, Autores y Archivos consultados. 510 511 512 513 514 515 516 517 518 519 520 521 522 523 Archivos de Juan Ramón Marcelino Rivero. Archivos de Matías Fontes Padilla. Archivos Excmo. Cabildo Insular de El Hierro. Archivos M. I. Ayuntamiento de Valverde. Archivos Cofradía de Pescadores Virgen de Los Reyes. Archivos de Tadeo Casañas Reboso. Archivos de Venancio Acosta Padrón. Archivos de Juan Ramón Padrón Pérez. Archivos de Inocencio Padrón Hernández. Archivos de Aurelio Ayala Fonte. Archivos de Luis Espinosa Kawrani. Archivos de Herbert Nowak. Archivos Universidad de La Laguna. Archivos Consejería de Pesca Gobierno de Canarias. Archivos Instituto Social de La Marina. Archivos Parador Nacional de Turismo. Archivos Hotel Kay Marino La Restinga. Archivos del Autor. 524 Biografía Baudilio Domingo Navarro Quintero, nace en Santa Cruz de Tenerife en 1949. Hijo de padres herreños. Cursa sus primeros estudios en la Academia Bayco de Santa Cruz de Tenerife. Radio ECCA, Escuela de Formación Profesional de Valverde, y por correspondencia en la Academia Radio Enseñanza de Madrid y Escuela Profesional Superior de Barcelona, terminando estudios Náuticos Pesqueros y en la actualidad realizando el Curso de Acceso a la Universidad Nacional de Educación a Distancia. 525 Desde 1971 trabaja en la Central Eléctrica de Unelco en la isla de El Hierro, estando en posesión de las medallas de Bronce, Plata y Oro por los veinte, veinticinco y treinta cuatro años de trabajo en dicha Compañía. Desde 1979 a 1990 fue Delegado de la Federación Insular de Ajedrez en la isla de El Hierro impartiendo gratuitamente clases de Ajedrez en los Colegios públicos de Valverde y Puerto de La Estaca. Ha llevado a cabo diversas exposiciones individuales y colectivas de pinturas dentro y fuera de la isla de El Hierro. Colaborador del Periódico “Tagoror” editado por el Partido Comunista de la isla de El Hierro. Colaborador del periódico “El Hierro Informaciones” Ha dado clases de historia de la isla de El Hierro y facilitado sus archivos a alumnos que lo han necesitado. Ha colaborado con sus escritos en varios diarios y revistas Insulares, Regionales, Nacionales e Internacionales dando a conocer historia sobre la isla de El Hierro. El año de 1995, fue por unanimidad en Sesión Plenaria por el Ayuntamiento de La Frontera Nominado al Premio Canarias en el área de Literatura, ese mismo año colabora durante un tiempo con la Emisora de Radio. “Radio Garoé” El año de 1996, junto con otras personas funda el ¡ATENEO CULTURAL INSULAR AÑOFE! de la isla de El Hierro del cual es Presidente. Cofundador del Boletín “El Gorón” editado por el Ateneo Cultural Insular “Añofe” 526 Ha dado por invitación, diversas charlas en el Parador de Turismo sobre historia de la isla de El Hierro. Colaborador de la revista “La Voz de El Hierro”Consejero del Patronato Insular de Turismo de la isla de El Hierro. Colaborador de la Emisora Radio Bimbache. Colaborador de la Emisora Onda Herreña. Desde el año 1989 es Corresponsal en la isla de El Hierro de la Emisora Radio Nirvana. Segundo Premio de poesía Casa de la Juventud de Valverde el año de 1989. Miembro del Consejo Insular de la Biosfera. Autor de los libros “Hablando con la isla de El Hierro” editado en 1995 y traducido al idioma Alemán el año de 1999. “El Segundo” Cuentos, Apuntes y Poesía. “Sajaima, Ajones y la isla de Orreih” de imaginación e historia, editados el año de 1999. “El Agua, El Fuego y La Electricidad en la isla de El Hierro” Editado el año 2003. Primer premio comunicación José Padrón Machín V edición Excmo. Cabildo Insular de El Hierro Autor de las obras inéditas tituladas “Cuaderno de Bitácora Apuntes históricos de las islas Canarias” “Anamoza y Anacón” “Conversaciones con mi pluma” “Me leerá en un Pis, Pas” “De Viva Voz” “En Memoria del Pasado” “Historias y Vicisitudes” 527 MAR A TUS COLORES Y CONTENIDO ESCRIBO El Pulpo pone la tinta, la Aguja pone la pluma, la Chopa pone el veril para realizar mi escrito. La Palometa su plata, el Jurel pone su oro, el Alfonsiño y Goraz juntos con el Camarón ponen el color rojo. El Peto pone figura, el Salmón pone la altura, la Bicuda su finura, el azul pone la Fula. El verde el Pejeverde, el amarillo el Romero, el marrón lo pone el Mero, el negro pone el cangrejo. El gris el Escolar, eL Calamar el cristal junto con el Conejo. El Galán su buen nadar, el blanco pone el Lenguado, el Lagarto camuflado pone el arenal. El Arenque pone suerte, la Cabrilla maravilla, la Sardina simpatía, la Saifía alegría, la Lisa pone la risa, la Caballa la batalla, 528 la Catalineja la espera, el Chicharro su salero, la Vieja pone el pesquero, el Roncas pone el roquero. La Dorada sus escamas, la Morena su destreza, el Abade su nobleza, el Cherne su robustez, el Guelde su pequeñez. La Langosta sus tenazas, el Tamboril su coraza, el bocinegro su empeño, la Boga su candidez, el Pámpano su exquisitez, el Bonito su belleza, el Medregal su fuerza, la Herrera pone la queja, el Burgado el trabajo, la Lapa la torpeza, el Erizo su paciencia. ¡EL HOMBRE SU EGOISMO Y DESTRUCCIÓN! ¡OH QUERIDA MAR! HE NOMBRADO AL TIBURÓN. 529 Poesía del Autor. Dibujo del Autor. ISLA A veces por ti querida isla quisiera convertirme en lluvia y rebosar de tus fuentes, para barranco abajo llegar a tus veriles de blanca espuma rugiente y en el subir y bajar de tus mareas navegar en tus olas y tus corrientes, para tiernamente acariciar la rubia melena de la hoy tu escasa ¡ORCHILLA! y en tus fondos marinos pinchar mi sentir con las azuladas púas de tus ¡ERIZOS MURIENTES! y compartir sobresalto, caminar y nadar de caracolas y peces. A veces por ti querida isla quisiera convertirme en lluvia para poder empapar y despertar a tantas dormidas mentes 530 de algunas y algunos biólogos marinos que me han demostrado que tú para ellas y ellos eres indiferente. A veces a veces por ti querida isla quisiera convertirme en lluvia, pero sé muy bien que no puedo nadar contra tantas ¡IGNORANTES MENTES! Poesía del Autor. A LA ISLA DE EL HIERRO Vivo y trabajo en esta isla bella y por vivir y trabajar en ella. Me regala su cielo, su sol, su luna, sus estrellas y me duerme con el ruido de su Mar. Y cuando problemas tengo a sus Letimes me asomo, para las olas contar. Olas de labios ensalitrados que día a día, noche a noche no la dejan de besar. Y mí alma o espíritu se tranquiliza, se embelesa al contemplar ¡LA GRANDEZA! que esta isla “tan pequeña” encierra. Ganando toda apuesta ¡AL RUIN PENSAMIENTO MATERIAL! 531 Poesía del Autor. Mar Mar grande, mar azulada, ¡ay! mi niño marinero tan rubito y tan galán. Tan guapo y tan pirulero más puro y bueno que el pan. Que harás pescador de oro allá en las mares saladas de la mar hallaste mi tesoro secreto de los pescados, deja mi niño el Roque del Salmor y vete al Sabinar de El Golfo y sácame el cielo de los peces y en tu anzuelo engancha tu corazón y entrégamelo mi niño marinero pescador. Con todo mi amor tu madre. 532 Índice Página 7 .............................................................dedicatoria 8 .....................................................Agradecimientos 9 ...........................................................Presentación 13.................................................................. Prólogo 20..............................Conversaciones con mi pluma 40................................Mi amigo llamado Mareante 52..................................................Mareante de caña 75..................................Mareante de barco a remos 83..................................Mareante de barco a motor 85Mareante de barco a motor con mando a bordo 102............................Conversaciones con mi pluma 105.....................................Especies y sus descensos 192.......................................Cuadro de informantes 206...................................Sondas de pesca en la isla 533 214............Modernos y antiguos aparejos de pesca Hasta aquí hemos llegado lectora, lector, mi querida pluma y yo con este trabajo escrito, teniendo la sana y noble intención de darle un repaso a la historia pesquera de nuestra querida isla de El Hierro a la vez que también rendir homenaje de admiración y recuerdo a todos los Mareantes, pero no queremos acabar sin antes reiterar nuestro más profundo agradecimiento a todas y todos los que nos facilitaron fotografías de familiares y amigos. Y también como no, nuestro pesar para aquellas y aquellos que sin entenderlos, nos negaron tales fotografías alegando no querer protagonismos, por lo que vaya para ellas y ellos, lamentar mí no entendimiento en querer comparar historia con protagonismo. Estando seguros que, para quienes no aman a nuestra querida amiga llamada Mar, valdrá poco esta obra escrita, pero para nosotros vale un 534 tesoro, porqué históricamente alude lo que ella en sus olas, temporales, calmas, fondos, playas, bajíos, veriles, cuevas y superficie generosamente guarda ofreciéndoselo a quienes la saben amar reconociendo su grandeza. Siendo esta obra escrita el resultado de nuestras inquietudes, pretendiendo ser moderados y a la vez serios y exigentes con quienes desprecian a nuestra querida amiga llamada Mar no mimándola y no cuidándola, máxime si ella día a día, noche a noche abraza a nuestra querida amiga llamada isla de El Hierro Reserva de la Biosfera. Sintiéndonos muy orgullosos al saber que nuestras conciencias están tranquilas, pero que muy tranquilas. Expresando una vez más nuestra gratitud, para aquellas y aquellos que no vieron en nosotros protagonismo y si vieron muchos sentimientos en nuestro quehacer que no es otro, sino intentar que nuestras raíces y sentires no vayan a para a la canasta del olvido y si, en forma de libro, ocupen un lugar en las bibliotecas. Reconociendo que tú y yo querida pluma somos unos insignificantes recopiladores amantes de la historia, pero eso si, ajustándonos estrictamente a lo pasado, pues nada está más lejos de la verdad, como lo está la mentira. 535 El Autor y su Pluma. Resumen. Mareante y Machuco nace como un dialogo interior de lo más profundo del alma, entre el autor y su pluma, conversando sobre la Mar de nuestra amada Isla de El Hierro. Desde el más intenso amor y conocimiento que posee Baudilio Domingo Navarro Quintero de la isla, nos adentra en el pasado, presente y futuro de su costa y sus gentes. En este dialogo la isla se vuelve transparente, cercana, con una descripción de todas las puntas y pesqueros, las zonas ricas y las más frágiles y de cómo el oscilante movimiento de la Mar va moldeando la historia de los herreños, muchos de los cuales han tenido en ella su único sustento. Nos permite conocer las técnicas de pesca, los aparejos, 536 las embarcaciones, los abrigos y embarcaderos. El tiempo ha modificado las antiguas costumbres marineras. El presente está cambiando la costa herreña, mucho más rápido que el mordiente oleaje, configurador natural del agreste paisaje. Es su propia historia personal. Nos relata su viaje por la inocencia de la niñez, la transformación de la juventud y la plenitud de la madurez, una vida siempre ligada a la Mar, queriéndola y respetándola. La defiende, con una critica acertada, de algunos que sólo buscan el beneficio personal, esos que no merecen siquiera pisar la tierra amada. Realiza un merecido homenaje a los mareantes de toda la isla, del pasado y del presente. Hombres y mujeres que han sabido extraer de la Mar sólo lo necesario para el sustento, siempre con un profundo respeto a aquella que abriga sus aguas a veces complaciente y a veces rompiente, para que todos los herreños pudieran subsistir. También es un profundo estudio de la realidad actual de nuestros fondos, una descripción exhaustiva de las principales especies, una acertada valoración de cómo estamos perdiendo nuestra biodiversidad; El fondo que hemos conocido hasta ahora se está transformando, quizás de forma irreversible. Rescatando del olvido del tiempo el profundo conocimiento que tienen los mareantes de su amada, y gracias a la colaboración desinteresada de muchos herreños y herreñas, analiza las causas de algo de lo 537 que todos somos concientes, y a lo que hay que poner remedio: la estamos perdiendo. Durante este dialogo de hombre y pluma, que envuelve y conmueve a todo aquel que ame la Mar, utiliza un lenguaje de mareante, de pescador, que nos empapa de sal haciéndonos sentir que estamos también ahí, en ese pesquero, esperando a que nuestra caña se doble. Matías Fonte Padilla. Exdirector de La Reserva Marina del Mar de Las Calmas en la isla de El Hierro. 538 539 540 El Autor con su caña, su talega y su cubo de engodo, en busca de los bocinegros payetes de Las Playas, por supuesto con veinte años menos y con su negra barba. Foto Hidergal Perden. 541 Contra portada de El Libro. Mar de Leva en Las Puntas El Golfo. Foto archivos del Autor. 542