- Red de Multiplicación y amor en lugares donde lo necesitan desesperadamente. En estos lugares abunda la idolatría, hechicería, prostitución, droga, violencia familiar y umbanda (una religión afro-­brasileña). Hemos escuchado testimonios de posesiones demoníacas que varios líderes han presenciado, pero el Evangelio está liberando y sanando a mucha gente gracias al trabajo y ministerio de estos plantadores. Ellos están apasionados con lo que hacen y son ejemplo de perseverancia a seguir. La iglesia a la que Rosa pertenece, se ha desafiado a plantar 30 nuevas iglesias en los próximos dos años. Ella comenta que “hay mucha fuerza en el otro lado”… haciendo referencia a la oposición espiritual que siente. ¡Oremos por Rosa y por los plantadores a quienes está mentoreando! LA HISTORIA DE ROSA Conocí a Rosa León Venegas en Buenos Aires años atrás. Es peruana, de mediana edad; emigró a Argentina hace muchos años. Llegó tan solo con algo de ropa, un colchón y varias cicatrices en el cuerpo y en el corazón. Su cara muestra algunas de las luchas que ha sufrido, y al mismo tiempo la tenacidad con que se ha enfrentado a los retos de la vida en un país diferente. Es pequeña pero enérgica, ¡le dije que no querría verme en una pelea con ella! Rosa es líder de una pequeña iglesia de unos 80 miembros y está enseñando los módulos de la Red de Multiplicación. Ella ha experimentado la transformación del Evangelio en su vida y su pasión es ayudar a otros a conocer a Cristo, encontrar fe, esperanza y amor en Él. TRANSICIÓN Rosa trabaja en uno de los lugares de más rápido crecimiento de Buenos Aires, donde se han asentado miles de colombianos, peruanos, paraguayos y provenientes de otros países latinoamericanos, con la esperanza de escapar de la pobreza que han vivido en sus países de origen. Rosa decidió que se debía hacer algo más en esta área donde hay tan pocas iglesias y tanta gente que necesita la esperanza del Evangelio. Comenzó a evangelizar y discipular personas y hoy tiene una preciosa comunidad de fe que refleja la luz de Cristo a su propia gente y a cualquier otro que los ve. Pero además también ha plantado ya varias iglesias “hijas”. Hay parejas jóvenes y personas solteras de quienes Rosa ha sido mentora; ellos están a cargo de dichas iglesias. Ella no sólo quiere testificar a la gente para que se sumen nuevas personas a la iglesia de Cristo; ¡anhela una multiplicación! Rosa no solamente es pastora, es también multiplicadora. Además de hacer discípulos y plantar nuevas iglesias, está siendo dirigida por el Espíritu, a equipar a otros a que hagan lo mismo. La gente confiesa con su boca que Jesús es el Señor y que Dios los levantó de los muertos. ¡Juntos están logrando un avance en la cosecha, en el poder de la Resurrección! Me gustaría explicar lo que quiero decir con “trabajar en el poder de la Resurrección”. Si nos damos cuenta, no podemos hablar de estrategia o cambio de estrategia en el campo de la misión, a no ser que primero comprendamos el poder que necesitamos como cristianos para que haya un verdadero AVANCE EN LA COSECHA: ¡el poder de la Resurrección! Mucha gente cuestiona lo que acabo de decir, pero es justo el corazón del Evangelio. Solamente el poder de la Resurrección puede transformar las vidas de manera significativa y sustancial. Hay otros diez plantadores de iglesias que están siguiendo el programa de Red de Multiplicación y también la ayudan en la enseñanza de módulos. Durante una comida en su casa nos los presentó; poco después visitamos los barrios donde están trabajando. En realidad plantan fe, esperanza A continuación nos detendremos en tres ejemplos o evidencias de ello: 1 Red de Multiplicación • Mostraban un gran respeto por las mujeres, y se preocupaban de las viudas que no tenían descendencia. • No sólo se negaban a abandonar a los huérfanos –lo cual era aceptado en ese tiempo- sino que abrían orfanatos para ellos. María Magdalena María Magdalena no hubiera sido considerada como una líder potencial en la iglesia primitiva. No solamente por ser mujer –las mujeres eran consideradas de bajo estatus en la sociedad judía-­pero además sus antecedentes eran, como poco, cuestionables. María había sido poseída por demonios, y según las fuentes bíblicas, tenía reputación de ramera. Aún así, a esta mujer con una vida arruinada y totalmente devaluada, se le concedió el privilegio de estar entre los primeros testigos oculares de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo. No fue un empresario judío, ni un fariseo, ni un rabí. No fue Juan, el discípulo amado, ni Pedro, el líder de los discípulos. No, María es quien aparece en los cuatro evangelios tanto en la crucifixión como en la resurrección. Si alguien se le ocurriera inventar una historia como ésta en el siglo primero, jamás hubiera elegido a una mujer como una de las testigos presenciales clave. ¿Por qué hicieron todo lo que hicieron? Algo extraordinario había sucedido… ¡LA RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO! Hoy hablamos de la Resurrección casi con indiferencia. Sin embargo, sólo la Resurrección explica las transformaciones de María Magdalena, los discípulos, y las primeras comunidades cristianas. En su tiempo fue algo fresco y poderoso; pero cuandon hoy lo mencionamos, nos referimos a lo que aconteció como algo común, ¡como algo sin importancia! Fue la Resurrección la que grabó en las mentes y en los corazones de los discípulos, que Jesús era quien decía ser. Sólo entonces comprendieron que Jesús los había guiado a un nuevo orden de las cosas; concretamente a la inauguración del poder redentor de Dios en el mundo, a través de la presencia del Reino de nuestro Dios. El ver al Mesías resucitado de entre los muertos significaba que el Reino de Dios era real y esto encendió la pasión en los primeros cristianos. Les dio algo por lo que vivir, e incluso algo por lo que morir: ¡el miedo había desaparecido y se había transformado en gozo! Pero algo extraordinario había ocurrido… Los primeros discípulos El segundo ejemplo tiene que ver con los discípulos de Jesús. Todos ellos huyeron después de la crucifixión. En Juan 20 los vemos escondidos en una habitación, con la puerta cerrada con llave, asustados y desconsolados. En Lucas 24 escuchamos la duda de dos de ellos y la decepción en el camino a Emaús. En Marcos 16 leemos que estaban “tristes y llorando” (v.10). Sin embargo, en el libro de los Hechos los mismos que habían huído, dudado, temido y llorado, ahora se encuentran alabando a Dios, sanando y predicando. ¡Los descorazonados discípulos ahora se encuentran testificando a las mismas autoridades de quienes se habían escondido! ¿Cómo podía ser? La RESURRECCIÓN es la esencia del Evangelio Pablo lo describe en términos simples en Romanos 10:9: “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”. Existen dos premisas en esta línea de pensamiento: 1) Jesús es el Señor, y 2) Jesús ha sido levantado. ¡Ésta es una declaración espiritual, política, ética, económica, religiosa y cósmica! ¡Es una afirmación que lo abarca todo! El decir que JESUS ES EL SEÑOR en la Palestina del primer siglo –donde César era el SEÑOR- iba totalmente en contra de la cultura de aquel entonces. Y aún más, creer que Dios levantó a Jesús de los muertos significaba reconocer que el Dios de Israel tenía el máximo poder sobre el pecado, la muerte y la vida. Algo extraordinario había sucedido… Las primeras comunidades cristianas La tercera evidencia tiene que ver con la Iglesia. Las primeras comunidades cristianas eran muy diferentes de la cultura que las rodeaba: • Acogían a los marginados de su sociedad. • Recibían en su misma mesa a los esclavos como hermanos y hermanas en Cristo. Pablo insiste en 1 Corintios 15:14: “Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.” 2 7 cambios en la Misión para una gran cosecha 1 ¡La RESURRECCIÓN es la piedra angular de nuestra fe Cristiana! Es el EVENTO HISTÓRICO definitivo que cambió para siempre tanto la historia como el destino. ¡Lo celebramos como el pueblo de la Pascua! NT Wright dice, “La Resurrección no es una invención de última hora agregada en una esquina de la cristiandad. Se erige como la pieza central y clave de nuestra fe” (parafraseado). Somos un pueblo pascual y el Aleluya es nuestro himno. PRIMER CAMBIO: DE EXTRAER A ENCARNAR No consiste en que todo el mundo vaya a la iglesia. ¡Consiste en que la Iglesia vaya al mundo! De este modo la Iglesia participa en la misión de Dios en el mundo y así es enviada. Es un cambio significativo de paradigmas. A menudo la Iglesia se ha visto inmersa en una mentalidad de fortaleza, yendo en misiones para salvar a “unos pocos” y extraer a éstos pocos del mundo, para traerlos “a la Iglesia”. Pero esta perspectiva es radicalmente opuesta al tema de ser “sal y luz” que aparece en las Escrituras. En lugar de “extraer” personas del mundo tenemos que empezar a pensar en términos de “encarnar el Evangelio EN el mundo”. Nuestra misión NO ES simplemente decirle a la gente que existe una salvación futura a través de Cristo, sino también hacer discípulos: hombres y mujeres que sean ciudadanos del Reino de Dios aquí y ahora. El Cielo NO necesita más FE, ESPERANZA o AMOR, ¡es la Tierra quien lo necesita! Piénsalo: Dios creó la Tierra; le pertenece. Después la redimió, dándose a sí mismo por la humanidad. Entonces nos enseñó a orar, “Venga a nosotros tu Reino, así EN LA TIERRA como en el Cielo”. ¡Y también nos ha dicho que va a volver! No sólo eso, sino que además en la ascensión nos dio su Espíritu Santo el cual mora en nosotros y está con nosotros. ¡Él viene a nosotros y nosotros tratamos de ir a oro lugar! Necesitamos adentrarnos en el poder de la resurrección de Cristo y esto sólo viene a suceder ¡por el Espíritu y la Palabra! Al igual que los lentes de unas gafas, también aquí necesitamos tanto el Espíritu como la Palabra para tener una visión clara de Dios que nos pueda llevar a un AVANCE SIGNIFICATIVO EN LA COSECHA. Quizá conozcamos la Palabra con tíldes y comas, pero si no somos dirigidos por el Espíritu Santo no habrá ningún avance significativo en la cosecha. Por otro lado, podemos afirmar estar llenos del Espíritu Santo, pero sin el fundamento de la Palabra, no permitirá ningún avance significativo en la cosecha; al menos no un avance centrado en Cristo. TRANSICIÓN La Resurrección es la base del mensaje del Evangelio. Es la fuente de su poder. Sin embargo, muchos se han desviado de este mensaje fundamental y central. Gran parte de la Iglesia ha bebido de otras fuentes como la confianza en uno mismo, la habilidad técnica o incluso avances tecnológicos para buscar la fuerza, el sustento y la inspiración que nos faltan. Como resultado, no estamos viendo esos avances significativos que Dios quiere ver. Si cambiamos nuestro pensamiento en siete áreas clave, podremos experimentar de nuevo un avance significativo en la cosecha. Nuestra tarea y misión no consiste en extraer nada, sino más bien en vivir como Cristo: “encarnarle”. En esto consiste la encarnación de Cristo en realidad. Él dijo, “como el Padre me envió, así yo os envío”. Para Jesús vestirse de hombre y de su carne significó identificarse completamente con aquellos a quien amaba y por quienes dio su vida. Del mismo modo, la Iglesia debe encarnar el mensaje de Cristo siendo la portadora del testimonio del Reino de Dios en el mundo. La Iglesia es llamada -y se le ha habilitado- para ser las manos, los pies y la boca de Jesús el Salvador. La Iglesia es enviada para alimentar al hambriento, sanar al enfermo, curar al herido, animar al quebrantado de corazón, y predicar el Evangelio de la salvación en Jesucristo y sólo en Él. La Iglesia es el plan A de Dios. Y no hay plan B. (Estas fuentes en concreto han contribuido a moldear mi pensamiento hacia el cambio: Tómele el pulso a su iglesia, Koster & Wagenveld; The Shaping of Things to Come, Frost & Hirsch; 9 Critical Shifts in World Mission, T. J. Addington, y The Essence of the Church, Craig Van Gelder.) Sí, el pecado ha traído distorsión y quebranto a cada una de las relaciones de las personas con Dios, consigo mismas, con otros y con la creación. Pero una iglesia sana no teme a ese quebranto. Somos sanadores heridos. Hemos sido sa- 3 Red de Multiplicación nados y salvados por la gracia de Dios. Una iglesia sana participará de forma activa en el gran proyecto de Dios de redimir y restaurar todos los aspectos de la vida en Cristo y a través de Él. Pasajes como el de Colosenses 1 y el de 2 Corintios 5 nos enseñan que somos “reconciliadores” y “embajadores”. La Iglesia ayuda a traer sanidad, justicia y relaciones correctas entre los diferentes aspectos de la creación de Dios. La expresión definitiva de servicio en Cristo –su muerte en la cruz- raramente se menciona en las enseñanzas populares sobre liderazgo cristiano. La mayoría de las enseñanzas sobre liderazgo minimizan la importancia que tienen tanto el sacrificio como el sufrimiento en la vida de líder cristiano. Pero el apóstol Pablo nos transmite que debemos esperar una vida sacrificada y que será a la vez normal que venga acompañada de sufrimiento. Escribe a los filipenses diciendo: Sí, somos llamados a ser santos, lo cual significa “ser separado”. Pero la santidad no es solo “separado DE”. Debería también ser entendido como “separado PARA”. La Iglesia es PARA el mundo. Se supone que debemos involucrarnos en el mundo, lo cual tendría que ser lo opuesto a escapar de éste, o identificarnos con él de manera exagerada. La Iglesia no extrae gente del mundo; encarna el Evangelio de Dios en el mundo. Como diría Leslie Newbigin, “somos la hermenéutica del Evangelio abierta al mundo”. Erwin McManus (Mosaic Church, Los Ángeles) escribe: “La Iglesia no está aquí para ti. Tú eres la Iglesia, y estás aquí para el mundo”. 2 “La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos. Y al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!” (2:5-­8, NVI) No significa que el líder cristiano busque sufrir o desee morir como un mártir. Significa que el líder cristiano debe entender que los mejores resultados normalmente vienen cuando el compromiso con Cristo, con el pueblo de Cristo y con el poder y los propósitos del Reino, están por encima de la oposición, dificultad o riesgo personal. También significa que el líder cristiano debe sentirse confiado, esperando que al otro lado de la cruz se encuentran tanto la resurrección, como el cumplimiento de los propósitos de Dios. Me recuerda la pregunta formulada a un experto en misiología, “¿Cuál es la forma más efectiva de extender el Evangelio?” El experto respondió, “Hemos estudiado esta cuestión alrededor del mundo. Hemos aprendido que la mayor contribución a un crecimiento rápido del Evangelio es ¡el martirio!”. A lo que la clase respondió, “Y la segunda mejor forma de extenderlo, ¿cuál es?”. SEGUNDO CAMBIO DE UN LIDERAZGO AUTORITARIO A UN LIDERAZGO SERVICIAL Lo que distingue el liderazgo cristiano del liderazgo del mundo -generalmente déspota-, es el fundamento del servicio a otros; el cual está dispuesto a abrazar el sufrimiento para cumplir con los propósitos de Dios. El pastor da su vida por sus ovejas. Jesús dijo que el mayor entre nosotros debía ser el siervo de todos. Los líderes sirven a la vez que dirigen y guían. El espíritu de servicio confirma que un líder es un siervo del Señor. El siervo no da órdenes, ni dicta, ni impone. El siervo sirve. Hoy más que nunca necesitamos líderes con corazón de siervos; es lo que está arraigado en el valor de Dios, de amor sacrificado para el beneficio de los demás. Un segundo cambio que ha de suceder en la Iglesia es un cambio de enfoque: como líderes debemos dejar de basarnos en el poder del mundo cuando pensamos en nuestro servicio y empezar a basarnos en la cruz. Me gustaría tratar un punto que normalmente obviamos en el liderazgo cristiano: el tipo de liderazgo cristiano correcto nos lleva siempre a la cruz a través del sufrimiento, y sólo entonces nos gloriamos en la resurrección. Esto es verdad no sólo para la Iglesia en Occidente sino también en el Sur donde se xperimenta más rápido crecimiento. 4 7 cambios en la Misión para una gran cosecha que era, pero tenía el aspecto de ser un regalo. “¿Qué debes hacer para saber lo que hay dentro?”, preguntó. Le contestamos que debíamos abrirlo, así que lo hicimos. Nos sorprendió encontrar en cada regalo la pieza de un rompecabezas. Entonces nos preguntó, “¿Qué debemos hacer para que nuestra pieza sea útil?”. En ese mismo instante comprendimos lo que este líder nos quería enseñar. Debíamos trabajar en equipo si queríamos ver el rompecabezas terminado. Nos pusimos a trabajar juntos, encajando las piezas unas con otras hasta que comenzamos a ver la imagen de una bonita iglesia en medio de un campo. Pero nos dimos cuenta de que faltaban algunas piezas del rompecabezas. “Raúl, faltan piezas”. Nos pidió en ese momento que regresáramos a nuestros respectivos lugares y entonces, emocionado, se dirigió a nosotros: “Cada uno de nosotros ha recibido un don espiritual. Pero aisladamente no tiene utilidad. Debe ser engranado con los dones de otros y aún así faltarán piezas. Debemos alcanzar más vidas para Dios, y entonces los dones de los nuevos creyentes completarán el trabajo que hemos comenzado nosotros. Pero el único modo de hacerlo, ¡es trabajando juntos!” ¡Qué maravillosa lección aprendimos aquella noche! Si estamos aislados estamos incompletos. Sólo en comunión con otros creyentes podremos descubrir nuestros dones y usarlos en plenitud. Las iglesias más sanas y completas no son aquellas en las cuales solamente unos pocos usan sus dones. Dios da dones a todo su pueblo y quiere que sean usados todos para llevar a cabo sus propósitos. EQUIPO DE TRABAJO BASADO EN DONES Para llegar a un avance significativo en la cosecha, necesitamos modificar como líderes, nuestro pensamiento secular: “señorea sobre la gente”; y sustituirlo por: “moviliza equipos de acuerdo con sus dones”. Como Pablo escribe en Efesios 4:11-12: “Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros, a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo”. T.J. Addington lo denomina el cambio del “estar a cargo”, al “compañeros en igualdad de condiciones”. Los líderes normalmente no queremos delegar, ni dar el poder a otros porque pensamos que no lo harán igual de bien que nosotros; pero en realidad algunas veces no queremos delegar porque pensamos ¡que lo van a hacer mejor que nosotros! El temor y el orgullo se imponen a la fe y la confianza. Debemos arrepentirnos de estos temores y modificar el paradigma hacia la humildad de Jesús, que su vez, lleva al poder que realmente transforma las vidas. Además, ¿cómo vamos a multiplicar iglesias, si no multiplicamos líderes primero? ¿Y cómo vamos a multiplicar el número de líderes, si no los entrenamos primero? ¿Y cómo los vamos a entrenar, si no les facilitamos la forma de obtener experiencia? Y no podrán obtener experiencia si primero no son habilitados para vivir esa experiencia. Recuerdo una ocasión en la que le pedí a alguien que llevaEL LÍDER AUTORITARIO EL LÍDER SERVICIAL ra el estudio bíblico del Dice: “¡Síganme!” Dice: “¡Sigamos a Jesús!” miércoles por la noche. Decide cuál es su visión y objetivos para la iglesia. Trabaja con otros líderes para discernir la visión y Su respuesta inmediata los objetivos que Dios tiene para la iglesia. fue: “¿Tú no estarás?”. Lo No delega, sólo da órdenes. Involucra a otros. cual me dio qué pensar. Toma decisiones independientes Invita a otros a participar en la toma de decisiones. Nuestra cultura en las Se queja de las debilidades de la congregación. Fortalece a la congregación en sus áreas de debilidad. Lo hace todo él: predica, visita, ora, enseña, dirige la Entrena a otros para el ministerio y los afirma en iglesias nos hace creer alabanza, etc. dicho ministerio. que un líder en potencia Ve a otros líderes como su competencia y Ve a otros líderes como sus compañeros y de bendebe estar al mando solo su amenaza. dición para su vida. cuando el pastor no puede estar. Pero no es lo correcto o, al menos, esta línea de conducta tiene muy poca perspectiva. Así que le contesté, “Yo estaré, pero creo que Para un cambio significativo en la cosecha necesitamos codeberías encargarte tú. ¡Lo harás bien!”. menzar a hacer las cosas de otra manera, pero debe ser ¡ya! Equipar, preparar e involucrar a aquellos que tengan dones Me alegro de haberle permitido llevar el estudio bíblico en las diferentes áreas: maestros, pastores, apóstoles, profeporque jamás olvidaré la lección aquella noche. Raúl llevó tas y evangelistas. ¡Crea equipos! Sé que puede ser caótico el estudio bíblico, leyó un pasaje sobre los dones y después a veces (Proverbios 14:4), pero es más efectivo y ¡mucho repartió a cada persona una pequeña caja. No sabíamos lo más divertido! Es imposible que realices el trabajo tú solo, 5 Red de Multiplicación y además no es lo correcto. Un antiguo proverbio africano dice, “Si quieres llegar rápido, viaja solo. Si quieres llegar lejos, ¡viaja acompañado!”. El papel del líder es mostrar cómo se trabaja en equipo. El líder no es la estrella del equipo, ¡es el entrenador! Cuando equipamos a TODOS los creyentes nos acercamos cada vez más a un cambio significativo en la cosecha. 3 mos al cielo”. Hemos separado la ortodoxia de la ortopraxis relacional hasta el punto de que, como algunos dirían, “nuestra mente está tan centrada en el cielo que ya no somos buenos en términos terrenales”. El pensamiento dualista moderno nos ha “ayudado” a compartimentar nuestra fe como un aspecto más de nuestra vida que no tiene por qué influenciar los otros aspectos. Es en realidad tan incongruente como el oficial Nazi que cuida de su perro, ama a su mujer y a sus hijos, pero más tarde va a trabajar todo el día a las cámaras de gas. TERCER CAMBIO: DE UNA FE SEGMENTADA A UNA FE INTEGRADA 2. Creemos que tenemos relaciones “sagradas y seculares”. Hemos separado nuestra relación con Dios de nuestra relación con el resto de personas. Pensamos en la salvación como la restauración de mi relación con Dios, pero en realidad, la salvación es mucho más que eso. Restaura esa relación vertical pero también mis relaciones horizontales en el contexto de mi comunidad. El verdadero discipulado significa un cambio de visión del mundo, un nuevo modo de ver e interpretar la realidad. La visión del mundo desde un punto de vista bíblico cubre todas las áreas de la vida y no permite que la fe sea segmentada. Los siguientes diagramas muestran la diferencia entre una visión segmentada e integrada de la fe y de la vida: 3.Creemos que tenemos tiempos “sagrados y seculares”. Hemos divorciado la fe del Domingo por la mañana con la fe del Sábado por la noche. Esto es similar al punto 2; la “Iglesia” no es sólo un lugar o un tiempo para actuar como un cristiano. Las cosas que aprendo, escucho y canto y oro en la mañana del Domingo, debe ser la base para lo que yo decido y vivo en la noche del Sábado. Y el Lunes por la mañana, también, y del Jueves por la tarde. Lo que pasa en la mañana del Domingo debe equiparme a vivir como un discípulo a lo largo de la semana. El pensamiento dualista ha influenciado a la Iglesia hasta el punto de llegar a debilitarla. La debilita porque limita su influencia a una esfera muy reducida de la vida. Cuando compartimentamos nuestra fe, pierde salinidad: se fragmenta. Debemos volver a tomar nuestra fe como un todo, que afecta a todas las áreas de la vida. 4. Hemos hecho muchos O ESTO/O ESTO OTRO, pero deberían ser ESTO/Y TAMBIÉN ESTO OTRO. Por ejemplo, centrarse en los resultados contra centrarse en las relaciones; el cuerpo contra el alma; la justicia contra lo que es justo; las virtudes personales contra la justicia pública. ¡Debería ser todo ESTO/Y TAMBIÉN ESTO OTRO! La pobreza extrema y la injusticia social en el mundo demanda de un enfoque integral a la hora de testificar en el nombre de Jesús. Hemos separado la Palabra de la obra, la justicia de la justificación, el Cielo y la Tierra; la verdad y la gracia. Dios está interesado en todo el conjunto y su propósito es redimirnos, y hacer que participemos en su gran proyecto de renovar TODA la creación. Como dijo Abraham Kuyper, Pastor y Primer Ministro de Holanda de 1901 a 1905: “No existe ni siquiera un centímetro cuadrado de todo el dominio de nuestra existencia humana sobre el cual Cristo, quien es el Soberano sobre todas las cosas, no diga: ‘¡Mío!’ ”. 1. Por ejemplo, hemos separado completamente la ortodoxia de la ortopraxis. “Simplemente cree en las cosas que sea correctas”. Hemos sido guiados a creer que con creer el correcto conjunto de reglas y normas “entrare- 6 7 cambios en la Misión para una gran cosecha De hecho, eso es lo que el mundo también está esperando. La acción social no debería ser lo que escogemos “en lugar de” evangelizar. La acción social es una forma de evangelismo; es una forma de compartir las buenas nuevas de redención justo en el lugar donde la gente está sufriendo. Es un modo de poner nuestra fe en acción (ortodoxia más ortopraxis). Es la forma de demostrar que nuestra relación con Dios impacta nuestras relaciones con los demás y con la creación misma. Es la forma de edificar relaciones y conseguir resultados prácticos. Todo esto es lo que Rosa está haciendo al plantar iglesias en Argentina. Ella no está simplemente “salvando almas”, además está formando comunidades del Reino integrales y alternativas. Ella sigue el ejemplo de Jesús de ministrar a las personas, en todo. 4 fue que Dios había juntado Cielo y Tierra en el verdadero templo: ¡en la persona de Jesucristo! El centro del Evangelio es ahora Jesús y Él lo hizo todo ¡nuevo! Después envió el Espíritu Santo para que morara en nosotros. “Cristo en nosotros; esperanza de gloria”. Este es el mensaje radical del Evangelio. El templo del Espíritu es ahora cada uno de nosotros y todos, como Iglesia, como corporación. Porque “En él [Cristo] todo el edificio, bien armado, se va levantando para llegar a ser un templo santo en el Señor. En él también ustedes son edificados juntamente para ser morada de Dios por su Espíritu” (Efesios 2:21-22, NVI). Ví una vez a un líder promoviendo la construcción de edificios para iglesias, mostrando un nuevo centro de alabanza pintado muy bonito, que se encontraba justo al lado de un edificio casi en ruinas. Pidió a la gente que observara la pobre condición del edificio de al lado y les dijo que se trataba del Hospital de la ciudad. El líder se sentía orgulloso de que su templo tenía mucha mejor apariencia que el Hospital, el cual estaba a punto de caerse. Cuando lo escuché me pregunté dos cosas: ¿Cuál habría sido la decisión de Jesús si tuviera que elegir entre los dos edificios? ¿Qué habría sucedido si la congregación hubiera considerado la opción de pintar y arreglar el Hospital primero y ocuparse del templo más tarde? CUARTO CAMBIO: DE LOS EDIFICIOS A LA COMUNIDAD ¿Por qué tanta preocupación por los edificios y los templos? Una y otra vez escuchamos historias de plantadores de iglesias que hablan de grupos de 40 o 50 creyentes que no se refieren a ellos como iglesia ¡simplemente porque no tienen un lugar concreto de reunión! Visitamos en Buenos Aires a un plantador y parte de su nueva iglesia, quienes se reúnen en el piso 13 de un bloque, en el centro de la ciudad. No llegábamos a 10 personas pero él conectó un micrófono al equipo de sonido para dar la sensación de “estar en la iglesia”. Gracias a Dios su Supervisor Nacional le pudo convencer de que no iba a ser necesario el micrófono. Una de las diferencias revolucionarias entre la Iglesia primitiva y otras religiones contemporáneas era que los cristianos se reunían en casas. No tenían un templo propio, y todos eran sacerdotes. Los cristianos no vamos a la iglesia; nosotros somos la iglesia. La visión tanto en Isaías 65 como en Apocalipsis 21 habla de un Cielo nuevo y una nueva Tierra. Para los judíos estas dos ideas se encontraban en el templo. Pero sin embargo, el radical mensaje de Jesús en el siglo primero Es necesario recuperar esa tensión saludable entre la Iglesia que se junta y la Iglesia que está esparcida. Un lugar es simplemente un recurso que es usado para reunirse, para la liturgia, para la oración; pero todo lo anterior ¡puede llevarse a cabo en cualquier sitio! Observe el siguiente diagrama: Para un avance significativo en la cosecha es necesario que haya un cambio de TEMPLOS Y EDIFICIOS a COMUNIDADES. 7 Red de Multiplicación 5 está afuera. Bajo el otro prisma, el centralista, somos libres de testificar de la gracia y misericordia de Dios en agradecimiento a Él por cómo se ha acercado a nosotros. QUINTO CAMBIO: DE UN SISTEMA CERRADO A UN SISTEMA ABIERTO En el libro “La Formación de las Cosas por Venir” (pág. 50), Frost y Hirsch diferencian entre dos enfoques a la hora de evangelizar. El atrayente y el encarnado • El modelo atrayente toma la actitud “tu construye algo y ellos entonces vendrán”. • El enfoque encarnado enfatiza mucho más el “envío” de la Iglesia y busca permear a la sociedad desde el momento en que se sale. Nuestra tendencia como Iglesia es la de pensar que ya “hemos llegado” y ahora nuestra tarea es ayudar a los “pobres perdidos” a que lleguen también. Pero no nos damos cuenta de que esta postura suena totalmente arrogante de cara a los que llamamos “perdidos”. Frost y Hirsch hacen diferencia entre las estructuras limitadas y las estructuras centralistas en el evangelismo. Las estructuras que limitan actúan como vallados. Algunos se encuentran dentro del vallado y otros están afuera. En lugar de enfocar el evangelismo desde la postura de “compartir todo lo que nosotros ya sabemos y ustedes no saben aún”, deberíamos invitar a la gente a crecer junto con nosotros, lo cual es una postura que se basa en las relaciones interpersonales. Frost y Hirsch se imaginan a la gente –cristianos o no­‐ en un viaje en relación al Shalom de Dios, con Cristo en el centro de todo. Este enfoque es un enfoque centralista. Algunas personas están más cerca que otras. Algunos caminan en dirección al Padre y otros se están alejando. Pero al verlo así, todos estamos a su alcance. Y además, todos podemos ayudarnos entre nosotros, sin importar donde nos encontremos. Este cambio de mentalidad nos puede ayudar a cambiar esa estructura mental del “nosotros” y “ellos”. A su vez evita actitudes paternalistas en las misiones y el evangelismo, y nos permite ver a Dios como el verdadero creador de todos. No nos referimos aquí a un universalismo pobre, sino más bien queremos establecer una diferencia clara a la hora de compartir el Evangelio y ser testigos de la vida, la muerte y la resurrección de Cristo. 6 SEXTO CAMBIO: DE POSEER Y CONTROLAR A ADMINISTRAR Y ENVIAR T.J. Addington nos exhorta a trabajar en equipo y servir con manos extendidas al mundo: “Nada es de nuestra propiedad, nada está bajo nuestro control; nada es nuestro”. El mensaje para los líderes con quienes trabajamos, especialmente en situaciones multiculturales, debe ser, “Estamos aquí para servirte no para controlarte. No poseemos nada. Somos simples administradores”. Este mensaje demanda de un espíritu de humildad y también un cambio de una mentalidad competitiva a una cooperativa. Este cambio no es fácil, pues lo normal es que estemos dispuestos a aceptar que nos ayuden. Nos gusta vernos a nosotros mismos como los que dan y arreglan, no como los que reciben y necesitan. Incluso cuando hablamos sobre visión y liderazgo, la mayoría de lo que escuchamos está enfocado en UNO MÍSMO y en que NUESTRA INFLUENCIA PERSONAL CREZCA, y hacemos poca referencia a los otros, y mucho menos a los que son “menos”, los “últimos” o los “perdidos”. “Mi liderazgo, mi influencia, mi visión”... ¿Qué fue del “debemos menguar para que Él crezca”? ¿Y qué de “el que quiera ser el mayor entre vosotros deberá ser el siervo de todos”? Es totalmente necesario reorientar nuestra perspectiva. La actitud de “poseer y controlar” está normalmente sujeta al factor temor. La actitud de “administrar y liberar” están más alineadas con el factor de la fe. De este modo no solo evitaremos actitudes paternalistas sino que además este cambio puede actuar como antídoto contra el legalismo. Cuando alguien trabaja bajo el prisma de las estructuras limitantes la tendencia sigue siendo la de establecer esa línea entre quien se encuentra dentro y quien 8 7 cambios en la Misión para una gran cosecha Para un verdadero y significativo avance en la cosecha, Dios quiere emplear TODOS los talentos y a TODOS los trabajadores. Frost y Hirsch, “En la forma de las cosas que están por venir”, nos dan algo de luz sobre cómo los líderes pueden cambiar: El rápido crecimiento de la población en el sur y el detrimento de la evangelización en el oeste demanda que apliquemos este principio. Éste último cambio es práctico y estratégico. El clásico pasaje que habla de la multiplicación en la Biblia es 2 Timoteo 2:2, y Rosa lo está llevando a cabo. Como escribe JR Woodward, “Porque quienes entrenan, encarnan sus vidas y ministerios en un mismo cuerpo y todo el cuerpo crecerá y despertará en el mundo, para el bien de él tal como Cristo lo estableció”. Desde un punto de vista filosófico, todo lo que un líder visionario hace es despertar y emplear los sueños y visiones de los miembros de una comunidad y darles un sentido más profundo en base a una gran visión que abarca todas las “pequeñas visiones” de los miembros del grupo. El hecho es que nadie está dispuesto a morir por mi propósito de vida. El miembro de la comunidad estará dispuesto a morir por su propio propósito. Mi tarea como líder es la de articular la visión global en la que se puedan incluir el resto de visiones y todos estaremos motivados por una misma visión global. 7 Daré tres ejemplos de paradigmas que debemos abolir plantar iglesias y avanzar en las misiones. Dichos paradigmas permiten solamente sumar de forma lenta; algunos han llamado a estos paradigmas “disminuidores”. Tres obstáculos prácticos pero sistemáticos a la vez, que impiden la multiplicación cuando se convierten en requisitos: 1. UN OBRERO A TIEMPO COMPLETO. Hace falta cambiar el sistema de trabajadores a tiempo completo, a plantadores de iglesias con más de una vocación, si queremos alcanzar esta generación para Cristo. SÉPTIMO CAMBIO: DE LA SUMA A LA MULTIPLICACIÓN “Hacerlo tu mismo, en comparación, a equipar y a hacerlo con otros” 2. UN SEMINARISTA GRADUADO. Es necesario cambiar la estrategia de enseñanza hacia el entrenamiento práctico, es decir, entrenar mientras se trabaja en la Obra, pues proporciona habilidades prácticas a los plantadores de iglesias. Mi amigo Ron era misionero en Filipinas en un área rural y atropelló un día a una gallina y la mató. El granjero se acercó enfadado por haber perdido una gallina. Ron se metió la mano al bolsillo y le preguntó al granjero cuánto le debía. El granjero, mirando el cuerpo muerto del animal, se rasco la cabeza y sólo dijo, “¡Ay!... ¡los huevos, los huevos!...” Ron entendió que el granjero no solo había perdido una gallina sino también todos sus futuros huevos. Así que Ron sacó más dinero y le preguntó, “¿Cuánto te debo por la gallina y los huevos?” El siguió rascándose la cabeza y dijo entre dientes, “Bueno, seguro que algunos huevos ¡habrían dado más gallinas!”. ¡El granjero entendía el principio de la multiplicación! Mientras pienso en esta historia me doy cuenta de que con algunos de esos huevos habría sido posible alimentar a la familia. Otros huevos se habrían vendido en el mercado trayendo más dinero para ayudar a otras familias. Y otros huevos habrían dado más gallinas cuya carne también alimenta, pero además estás gallinas habrían puesto sus propios huevos y el ciclo es un ciclo multiplicador. Un granjero entendió el poder de la multiplicación. 3. UN TEMPLO PARA COMENZAR. Necesitamos un cambio en nuestra mentalidad para comprender que un espacio sagrado, se convierte en sagrado cuando dos o tres se juntan en su nombre y que, en realidad, todo el cosmos es tierra santa y por lo tanto, idóneo para alabar a nuestro Señor. 9 Red de Multiplicación CONCLUSIÓN Estos siete cambios en la misión nos pueden ayudar a seguir participando, con esperanza y gozo, de la misión de Dios en el mundo. Si nos afirmamos en las Escrituras y nos dejamos guiar por el Espíritu, la comunidad de fe puede evitar los extremos: Misión sin Iglesia por un lado e Iglesia sin Misión por otro. Podemos adquirir un enfoque integral a la hora de testificar del Reino de Dios en el mundo. Si la Iglesia permanece en conexión con el poder de la Resurrección del Señor, sumado al poder del Pentecostés, y es capaz de comenzar a llevar a cabo estos 7 cambios en su misión en el mundo, podremos comenzar a convertirnos en la Iglesia FIEL y FRUCTÍFERA que Dios quiere que seamos, y al igual que Rosa, comenzaremos a ver el ¡AVANCE SIGNIFICATIVO para una abundante cosecha, SIN PRECEDENTES! www.reddemultiplicacion.com Sobre el autor: El Dr. John Wagenveld es el Direcctor Ejecutivo de la Red de Multiplicación. La visión de la Red se basa en llegar a ver a una iglesia saludable, representando el Reino de Dios en cada comunidad. Para conseguirlo, la Red prepara y equipa a líderes para que planten nuevas iglesias. 10