II COMUNICACIONES EN PLENARIO TEORÍA Y SIMULACIÓN DE LA ACTIVIDAD DE KELVIN-HELMHOLTZ EN LA MAGNETOPAUSA TERRESTRE EN EL EVENTO DEL 7 DE DICIEMBRE DE 2000 Comunicación efectuada por el Académico Titular Dr. Fausto Tulio Gratton en la sesión plenaria de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires del 27 de marzo de 2006 Resumen Teoría y simulaciones asociadas a observaciones de ACE y CLUSTER se aplican al estudio de grandes oscilaciones y ondas de la magnetopausa (MP) en diciembre 7 de 2000. Una etapa del evento se caracterizó por una discontinuidad tangencial interplanetaria (TD) seguida por un período de campo magnético interplanetario norte. La TD fue simultáneamente un estrato de corriente y una lámina de vorticidad, que produjo rotación de las componentes planas de campo magnético y velocidad, mientras que la presión normal y la presión dinámica del viento solar permanecían constantes. La llegada de la TD con sus perturbaciones concomitantes produjo grandes oscilaciones ≈4 min de la MP seguidas por ≈10 minutos de oscilaciones de gran amplitud de período más breve (90s) en todas las magnitudes registradas por CLUSTER durante una travesía de salida por la capa límite crepuscular. Se presenta un análisis de estabilidad basado en parámetros derivados de datos de satélite, y una simulación numérica no-lineal con un nuevo código MHD 3D+t del tipo Lagrangiano-Euleriano arbitrario y volumen finito. Ambos estudios confirman la presencia en la MP de ondas de superficie de origen Kelvin-Helmholtz (KH), luego de los grandes movimientos ondulatorios iniciales. La actividad KH no solamente causa el enrollamiento de la vorticidad positiva originaria de la capa límite en vórtices co-rotantes, sino que genera también vórtices negativos, contra-rotantes, de similar intensidad. Los resultados ponen en evidencia nuevos aspectos del proceso que ensancha y deforma la estructura de la capa límite de baja latitud, favoreciendo el incremento de la difusión del plasma a través de la magnetopausa. Se concluye también que el impacto de la TD y sus perturbaciones abrevian la evolución de la inestabilidad, apurando el desarrollo no-lineal de los vórtices de KH. Theory and Simulation of the Kelvin–Helmholtz Activity at the Terrestrial Magnetopause on the December 7, 2000 Event. Communication to the Plenary Session of the National Academy of Sciences of Buenos Aires on March 27, 2006 by Academician Fausto T. Gratton. Abstract Theory and simulations associated to observations from ACE, and CLUSTER are brought to bear to study large oscillations and waves at the 57 magnetopause (MP) on December 7, 2000. A phase of the event is characterized by an interplanetary tangential discontinuity (TD) followed by a lapse of northward interplanetary magnetic field. The TD was both a current sheet and a vorticity layer, causing rotation of field and velocity planar components, while the normal pressure and the solar wind dynamic pressure remained constant. Arrival of the TD and its concomitant perturbations caused large-amplitude ≈4 min oscillations of the MP, followed for ≈10 minutes by shorter-period (90 s) large-amplitude oscillations in all quantities registered by CLUSTER on an outbound crossing of the duskside boundary layer. A stability analysis based on input parameters suggested by the spacecraft data, and a nonlinear numerical simulations with a new 3D+t MHD code of arbitrary Lagrangian - Eulerian and finite volume class, are presented. Both studies confirm the presence of MP surface waves of Kelvin-Helmholtz (KH) origin, after the initial large undulatory motions. The KH activity not only causes the roll-over of the boundary layer original positive vorticity into co-rotating vortices, but generates also negative counter-rotating vortices of similar strength. The results brings into light novel features of the process that broadens and deforms the configuration of the low latitude boundary layer, favoring the enhancement of plasma diffusion through the magnetopause. It is also concluded that the impact of the TD and its disturbances abbreviate the development of the instability, hastening the non-linear development of KH vortices. Palabras Preliminares Cuando el Académico Presidente, Dr. Julio H. G. Olivera, me invitó a disertar ante el claustro académico, sugirió que lo hiciera con el estilo de una comunicación científica a un congreso, sin conceder tiempo a la divulgación. Según su concepto no sería necesario entender todo para apreciar una investigación, y aunque el tema fuera ajeno a la competencia propia igualmente sería provechoso escuchar una buena exposición. Esta última afirmación se debe sólo a la benevolencia del Dr. Olivera y no hay garantía de ello en mi caso. Al acceder al pedido de tan alta autoridad científica tuve que resistir el impulso de simplificar. Finalmente recordé una atenuante: ya en otras ocasiones había hablado en la Academia de los temas de física espacial que cultivo presentando aspectos generales de la investigación. Los Académicos que han tenido la bondad de escucharme ya se han formado una noción del tipo de problemas que estudio. Ahora he sido amablemente exhortado a ser específico y no eludir facetas técnicas. Naturalmente los desaciertos en que puedo incurrir al atender 58 la solicitud del Académico Presidente son de mi exclusiva responsabilidad. La investigación que comunico al Plenario fue realizada por un equipo que firma los trabajos que se van publicando sobre este argumento, formado por C. J. Farrugiab, L. Bilbaoa, G. Gnavia y quien les hablaa. Introducción Comienzo por delinear una cuestión no resuelta, objeto de estudio de numerosos investigadores, a cuyo esclarecimiento espera contribuir este trabajo. Se trata del problema del ingreso de plasma desde el viento solar a la magnetosfera durante los períodos de campo magnético interplanetario (interplanetary magnetic field, IMF) orientado al norte. Cuando el IMF apunta al sur el fenómeno de la reconexión de líneas magnéticas en el frente subsolar de la magnetopausa (MP) es el proceso de entrada más importante, y su comprensión progresa satisfactoriamente. Por el contrario, el transporte de plasma en la magnetosfera bajo la orientación IMF norte plantea numerosas incógnitas. Las naves espaciales y su instrumental sufren bajo la exposición prolongada al bombardeo de partículas energéticas. Pueden producirse pérdidas de presión, la superficie del satélite se carga eléctricamente, y los metales se erosionan por el continuo impacto de iones de alta energía. Porque son factores fundamentales en el diseño de las naves espaciales, las agencias espaciales de las naciones avanzadas asignan gran importancia a la determinación de las propiedades del plasma en las diferentes regiones de la magnetosfera. Las investigaciones deben contribuir a la predicción y cuantificación del flujo de plasma solar entrante en función de la posición sobre la magnetopausa. Interesan los procesos de transporte a través de esta frontera, que producen la formación de la lámina de plasma (plasma sheet – situada en la zona ecuatorial central de la cola de la magnetosfera), y los mecanismos por los que el plasma ingresa bajo diferentes condiciones: de configuración geomagnética, de viento solar, y de ciclo solar. La causa de fases transitorias en las que la lámina de plasma aparece en estado denso y frío (cold dense plasma sheet, CDPS) en a b Instituto de Física del Plasma, CONICET-UBA, Argentina. Space Research Center, Univ. New Hampshire, NH, USA. 59 contraste con su estado habitual, es una cuestión actualmente muy debatida. Largos períodos de IMF norte, como los que ocurren cuando nubes magnéticas interplanetarias emitidas por el Sol pasan por la Tierra, han sido bien correlacionados con estados fríos (temperaturas menores de 1 keV) y densos (densidades alrededor de 1 p cm–3) de la lámina de plasma. Varios trabajos han postulado una reconexión magnética más allá de ambas cúspides polares, continuando una idea de Song y Russell[1], como un mecanismo viable por el cual plasma frío de la magnetovaina es capturado por la magnetosfera[2] y arrastrado hacia la cola, donde es observado como un episodio de CDPS. Este modelo presenta varios problemas, entre otros el que surge cuando el IMF es norte pero tiene también una componente esteoeste. En el encuentro Geospace Environment Modeling (GEM) de 2004, T. Phan sostuvo que la reconexión más allá de las cúspides es inhibida por la componente By del IMF. Por otra parte, muchos autores que trabajan sobre el modelo de reconexión admiten la posibilidad de que la inestabilidad de Kelvin-Helmholtz (KH) pueda proveer un mecanismo igualmente eficaz, aunque no han explorado esta alternativa en detalle. Entre otros, véase las conclusiones de Oieroset et al.[3]. Paso ahora a definir el objetivo específico de la comunicación. Se dan resultados de una simulación numérica de la inestabilidad de Kelvin-Helmholtz de la MP, modelada a partir de datos de un evento observado el 7 de diciembre de 2000, realizada para contribuir a una mejor comprensión del complejo problema de la interacción viento solar – magnetosfera en configuración de IMF norte. En la fecha citada el cuarteto de satélites de la misión CLUSTER estaba en el flanco cercano del lado del crepúsculo de la magnetosfera, y su órbita cruzaba la capa límite de baja latitud (LLBL: low latitude boundary layer). Ese día la magnetosfera fue perturbada por la llegada de una discontinuidad tangencial (TD: tangential discontinuity) de origen interplanetario, que pudo ser identificada en los registros del satélite ACE (que vigila el estado del viento solar delante de la onda de choque de proa) como un estrato de corriente eléctrica y al mismo tiempo como una capa de vorticidad concentrada[4], [5]. La llegada de la TD, cuya configuración de gran escala es la de un estrato plano arrastrado por el flujo interplanetario, fue seguida por un lapso de tiempo en el cual el ángulo de reloj φ asumió valores pequeños. El así llamado ángulo de reloj mide la dirección del campo magnético interplanetario (IMF: interplanetary magnetic field) respecto de la dirección norte del 60 campo geomagnético (GMF: geomagnetic field). Con φ =0 ambos campos están alineados y cuando φ>0 el GMF adquiere una componente este-oeste (By>0). Los episodios de φ pequeño abren la posibilidad de que se produzca una reconexión magnética a sotavento de ambas cúspides polares, pero es también una etapa que genera condiciones muy propicias para el desarrollo de la inestabilidad de Kelvin-Helmholtz[6]. Luego del encuentro de la TD con la magnetopausa, CLUSTER registró una ráfaga de oscilaciones de gran amplitud en esa frontera y a continuación una serie de perturbaciones ondulatorias durante el período de φ pequeño. Partiendo de magnitudes físicas medidas por CLUSTER durante el intervalo de las grandes oscilaciones hemos realizado un análisis teórico de la estabilidad del LLBL, que apoya la hipótesis de que la inestabilidad KH ha sido la causa de las ondas observadas en la capa límite durante el período sucesivo de φ pequeño. Para consolidar la hipótesis de la actividad de tipo KH hemos realizado una simulación numérica no lineal de las ecuaciones de la magnetohidrodinámica para una configuración de la MP ajustada a parámetros que se derivan de las observaciones de CLUSTER. Los resultados ponen en evidencia nuevos aspectos de un proceso que ensancha y deforma la estructura de la capa límite de baja latitud: la gigantesca envoltura a través de la cual puede ingresar el plasma a la magnetosfera. Propiedades del Plasma Interplanetario y de sus Campos El evento del 7 de diciembre de 2000 se caracterizó por una sucesión de discontinuidades direccionales interplanetarias, que arrastradas por el viento solar chocaron con la magnetosfera. CLUSTER permaneció varias horas en una travesía de salida de la magnetosfera, cruzando el LLBL del lado del crepúsculo en una dirección casi radial, situada alrededor de 3:00 MLAT. La larga duración del pasaje se debió a que al mismo tiempo la MP se expandía paulatinamente. A un dado momento de la evolución del evento el IMF viró hacia el norte, aunque el cambio fue interrumpido por varias repentinas rotaciones este-oeste del campo magnético y del flujo del plasma. De estas abruptas variaciones elegimos estudiar una particular, que resultó tratarse de una TD según un análisis de variancia mínima de los datos de campo B registrados por ACE, análisis que permitió obtener la orientación del plano de la TD y su velocidad normal de 61 Figura 1 Datos de ACE en escala temporal reducida (marca cada 1 min.) para destacar la signatura de la discontinuidad tangencial 62 avance[4, 5]. Más tarde, luego de un tiempo de travesía hasta la posición de CLUSTER estimado en 75 minutos, se observaron dos tipos de ondas sobre la MP durante y a continuación del impacto con la TD, como se ha dicho. La Figura 1 muestra datos de ACE representados con una escala de tiempo breve para enfocar la atención sobre la TD. Se ha empleado un conjunto local de ejes Cartesianos, i, j, k, alineando el eje k con la dirección normal a la superficie de discontinuidad, en estas coordenadas pueden verse importantes variaciones de las componentes Vi y Bi. En el panel n° 7 podemos comprobar que Bk≈0, en concordancia con la definición de una discontinuidad tangencial. En el sistema de coordenadas Geocentric Solar Magnetic (GSM) de uso frecuente en estudios magnetosféricos, las variaciones citadas aparecen principalmente en las componentes Vy, By. Es importante destacar que la presión dinámica del viento solar Pdyn permanece invariada pasando de un lado al otro de la TD (Fig. 1, primer panel) y que la variación de la densidad a través de la superficie (no graficada) también es insignificante. La primera condición es importante porque asegura que el punto de equilibrio de la magnetopausa con el plasma interplanetario (stand-off magnetopause point) no se modifica con la llegada de la TD. La segunda condición permite concluir que también la velocidad normal permanece constante y que los esfuerzos tangenciales Pki = ρViVk varían a través de la TD sólo en virtud del cambio de Vi. La variación significativa está en los esfuerzos tangenciales, los cuales son menores pero comparables con Pdyn, siendo el cociente de las componentes tangencial y normal, r = Vi/Vk H ≈ 1/3. La Fig.1 muestra también la intensidad del campo magnético y en el último panel el ángulo de reloj. Se puede notar que después del paso de la TD φ comienza a decrecer con algunas fluctuaciones. La componente del campo magnético Bi (tercer panel) tiene un efecto menor sobre la fuerza ponderomotriz que actúa sobre la magnetopausa, pero tiene influencia sobre el GMF e interviene en los cambios de la vaina de corriente de la magneto-pausa. La conclusión es que la TD observada es simultáneamente un estrato de corriente y una lámina de vorticidad. Un tipo de discontinuidad del plasma solar cuya acción sobre la magnetosfera no se ejerce a mediante la presión, como en muchos casos, sino mediante esfuerzos tangenciales. Es decir, con un sistema de fuerzas paralelas a la superficie de la magnetopausa. Por eso cabe esperar que con la llegada de la TD la magnetosfera no se comprima ni se expanda, puesto que la presión aplicada per63 Figura 2 Datos de CLUSTER con grandes oscilaciones y sucesivas señales ondulatorias (ver texto). 64 manece constante, y en cambio es razonable conjeturar que la súbita aplicación de esfuerzos tangenciales genere arrugas en la superficie de la MP, que se moverán hacia la cola transportadas por el flujo de plasma. Las observaciones en el flanco de la magnetopausa La posición de CLUSTER relativa a la magnetopausa entre las 12 y las 15 UT el 7 de diciembre de 2000 se estudia con el modelo de MP propuesto por Shue et al.[8] (en el que se ingresan como parámetros datos del viento solar que varían de acuerdo con el estado cambiante del mismo). Los resultados muestran que la distancia radial de CLUSTER 3 se mantuvo a una distancia menor de ½ RE (RE radio terrestre, ≈6400 km) entre las 14:00 y las 14:30 UT. Dado que el espesor del LLBL en el flanco se estima en ½ RE – RE CLUSTER se encontraba sobre la frontera según el modelo, lo que está en acuerdo con la lectura de los instrumentos del satélite. El intervalo 14:00-14:10 UT es el lapso de observación de las grandes oscilaciones de la MP que se manifiestan a partir de las 14:00 UT, tiempo estimado de la llegada de la TD a la magnetopausa en la posición de CLUSTER. La Figura 2 muestra las perturbaciones observadas por CLUSTER 3 en el período que abarca el arribo de la TD. Se aprecian tanto las grandes oscilaciones, particularmente notables en los paneles de temperatura T y densidad (de número) n, cuanto la serie de perturbaciones de carácter ondulatorio que siguen. Éstas son evidentes en las componentes GSM del campo magnético B, entre otros paneles. Estas características comienzan en estrecha correlación con la llegada de la TD observada por ACE cuando se tiene en cuenta el retraso de 75 min por tiempo de vuelo. En el mismo gráfico con traza en gris, se ha reproducido (con corrimiento temporal) en cada panel, las correspondientes magnitudes físicas registradas por ACE, aquí reducidas a la mitad (escala derecha) para que puedan verse en la misma figura. En los primeros cuatro paneles se grafican las componentes del campo magnético y su intensidad, en los siguientes paneles seis paneles los datos del plasma: densidad, temperatura (de H+), las tres componentes de la velocidad y su magnitud. A partir de las H≈14:00 UT, se observan (Fig.2) valores propios de la lámina de plasma (plasma sheet) y de la magnetovaina (magnetosheath) entremezclados, o alternados, en tres o cuatro osci65 laciones de gran amplitud. Podemos notar que el satélite, cuya posición se puede considerar casi estacionaria durante el lapso de estas oscilaciones, registra en un extremo de la oscilación valores de magnitudes físicas típicos de la región exterior a la magnetosfera (magnetovaina) y en el extremo siguiente, en cambio, valores propios de la región interior (magnetosfera). Es evidente que la frontera realiza grandes excursiones que dejan la nave espacial alternativamente dentro y fuera de la magnetopausa. En cambio, desde las 14:10 a las 14:25 UT, se observan ondas con un período de ~75 s (13 mHz) que aparecen en coincidencia con un cambio de orientación del IMF, que se coloca en una dirección cercana al norte geomagnético. Son interesantes los espectrogramas de CLUSTER (que omitimos aquí por falta de espacio) en este lapso porque también indican claramente una aparición intermitente de iones energéticos O+ y H+ de origen magnetosférico, bien correlacionados con las perturbaciones casi-periódicas del campo magnético B. La hipótesis de oscilaciones de KH Hemos realizado un análisis de estabilidad local, sobre una zona limitada de la MP que pueda aproximarse con su plano tangente, de modo que el LLBL se modela como un estrato de plasma con estructura plana. El estudio se realiza con un código (desarrollado en 2003 en nuestro instituto) que resuelve el sistema de ecuaciones linearizadas de la magnetohidrodinámica (MHD) compresible para perturbaciones del tipo KH. Para describir el sistema se utiliza una tríada Cartesiana local: el estrato no perturbado es uniforme en las coordinadas x, z, que describen la posición sobre el plano tangente, mientras que la estratificación es en la coordenada y normal a la MP. Puesto que la velocidad del flujo no perturbado no cambia de dirección cuando se atraviesa el LLBL (variando y) conviene alinear la dirección del eje x con la dirección local de la velocidad V. El campo magnético B, en cambio, generalmente cambia de dirección (y también de intensidad) a través de la capa límite. La configuración del sistema, antes de la introducción de perturbaciones, se describe con los campos vectoriales y escalares siguientes, V=(Vx(y), 0, 0), B=(Bx(y), 0, Bz(y)), r(y)=mpn(y) y T(y) (ρ es la densidad de masa; mp es la masa de H+). El estado perturbado está gobernado por la siguiente ecuación (obtenida por Gratton et al. [9], 1988), 66 donde Ξ es la componente y del desplazamiento Lagrangiano de cualquier elemento del plasma desde la posición no perturbada, ζ es la amplitud del modo de Fourier cuya frecuencia angular compleja se denota con ω=ωr+iγ, y k2 es el cuadrado del módulo del vector de onda, k = (kx, 0, kz), es decir, k2=kx2+kz2. Los coeficientes H y M se definen a continuación, donde c ≡ ω/k es la velocidad de fase compleja y aquí VA indica la velocidad de Alfvén, cs es la velocidad del sonido, Vκ, Bκ, son las proyecciones de la velocidad y del campo magnético respectivamente en la dirección de k y todas estas cantidades son funciones de y. Para las funciones que describen la configuración estacionaria del modelo hemos empleado las tangentes hiperbólicas. En ese caso los parámetros físicos que determinan la estructura son las intensidades de los campos vectoriales |V|, |B|, los campos escalares ρ=n mp, T, los ángulos entre los campos V y B a ambos lados de la transición (con índices 1, para la magnetovaina y 2, para la magnetosfera) y el espesor ∆=2d de la capa límite (d es la escala de longitud de la función tanh(y/d)). Resumiendo, poniendo Y=y/d, los perfiles básicos de los campos del modelo son los siguientes, (aquí el índice a=x, z, y ϕ es el ángulo que forma k con V) la temperatura T(y) queda definida por los precedentes perfiles junto con 67 la ecuación del balance de presión a través de la capa límite, p+|B|2/8π =const. El problema de contorno que fija el valor característico c se resuelve numéricamente mediante un método de shooting convencional (ver, e.g., [10]). Los modos normales deben tender a cero a ambos lados de la MP, ζ→0 para ψ→±∞. Hemos recabado los valores asintóticos de estas cantidades a ambos lados de la transición magnetovaina a magnetosfera (índices 1, 2) de la lectura de datos en los extremos de las grandes oscilaciones observadas por CLUSTER a partir de ≈14:00 UT. La siguiente tabla muestra los parámetros que hemos empleado en el estudio de estabilidad 14:05U T m agnetovaina. n1 13.6 cm -3 B1 34.6 nT U1 139 km /s T1 0.38 kev θ1(B1V) 121° 14:03 U T m agnetosfera. n2 2.3 cm -3 B2 U2 T2 θ2(B2V) 22.1 nT 7.9 km /s ~4.1 kev 126° De estos valores se desprende que en el sitio de CLUSTER el número de Mach (cociente entre la velocidad del sonido y la velocidad del plasma) es M=0.57 y el número de Mach Alfvénico (cociente entre la velocidad de Alfvén y la velocidad del plasma) es MA=0.70, ambos evaluados en la magnetovaina. Aunque la variación de intensidad del campo magnético es significativa, el ángulo de cizalla de las líneas magnéticas dθ (magnetic shear) entre magnetovaina y magnetosfera resulta en cambio muy pequeño ≈5°. Este es un factor muy importante, propicio para la excitación de la KH, porque la estabilidad depende críticamente de la presencia de un ángulo de cizalla substancial. Las Figuras 3 y 4 muestran los resultados del análisis [15]. La Fig.3 ilustra la variación de la tasa de crecimiento g de la inestabilidad, g≡γd/U1, en función de kd, siendo k el número de onda de los modos normales, donde ambas magnitudes están expresadas como números sin dimensiones empleando d=∆/2 la mitad de la escala de longitud del gradiente de velocidad (∆ ~ espesor del LLBL) y U1 la velocidad en la magnetovaina adyacente a la frontera. El resultado se da para el ángulo ϕ=32° entre k y V que resulta ser el más favorable para el crecimiento de la perturbación. La máxima tasa de crecimiento resulta gm≡γmd/U1=0.0787 y ocurre para el modo con número de onda kmd=0.55. La excitación máxima ocurre para el modo 68 Figura 3 Tasa de crecimiento γd/U1 de la inestabilidad de KH como función del número de onda kd (magnitudes normalizadas) para el modo orientado a 32° respecto del flujo de la magnetovaina. con longitud de onda λm≈5.7∆, al cual se asocia un tiempo de exponenciación τe ≈ 146 s, si suponemos que ∆=0.5 RE. Los efectos de la compresibilidad escalan con M², y por lo tanto están presentes aunque no son dominantes en el desarrollo del proceso. Por otra parte, M2A ≈0.5 de manera que las tensiones magnéticas son fuertes y regulan el desarrollo de la inestabilidad, por lo tanto el modo más inestable tiene su vector de onda k casi perpendicular al promedio de las direcciones de los campos magnéticos en la magnetovaina y la magnetosfera, porque en ese caso el efecto estabilizador del campo magnético se reduce a un mínimo (casi nulo en este caso, porque dθ ≈0). La Figura 4 muestra la dependencia de la tasa de crecimiento con el ángulo ϕ. Aquí se mantiene fijo el valor de kd=0.55, el número de onda que corresponde a la máxima tasa de crecimiento cuando 69 Figura 4 Variación de la velocidad de crecimiento γ/kU1 (normalizada) con el ángulo φ del modo más rápido de la inestabilidad ϕ=32°. La tasa de crecimiento está normalizada con γ/kU1. Se observa que los modos se estabilizan variando la dirección de k en ~ ±10° a partir de ϕ=32° (o bien de ϕ=32°+180°). Por lo tanto la inestabilidad crece más rápido según una perturbación dominante, que tiene una muy bien definida orientación sobre la magnetopausa. Concluimos que la disminución del ángulo de reloj del IMF, φ (en el intervalo ≈14:03 - 14:08 UT) que deviene menor que ~22.5° y permanece pequeño durante los siguientes diez minutos, es favorable al desarrollo de la inestabilidad de KH en general (al respecto véase la referencia [10]) y que en particular en el sitio de CLUSTER, la reducción de φ ocasionó un descenso substancial de dθ . La teoría predice entonces que la MP es KH inestable en la posición de CLUSTER. La interpretación de los datos en términos de actividad KH es apoyada también por el estudio de la respuesta de los magnetómetros 70 de alta latitud en la superficie terrestre[7] mencionados en la introducción, pero sobre los que no podemos extendernos aquí. Será suficiente decir que la perturbación de los magnetómetros a la llegada de la TD y durante un lapso de tiempo siguiente, es indicativa de la excitación de fuertes resonancias en modos de la cavidad geomagnética diurna en lugar de corresponder a cambios globales del campo geomagnético. Las estaciones de latitud intermedia entre dos estaciones resonantes, en cadenas de instrumentos en la aurora, el mediodía y el crepúsculo, no registran la perturbación de ningún modo, mientras que intensas señales aparecen en estaciones asociadas de la misma cadena con un típico salto de fase de la resonancia, cuando se comparan estaciones vecinas con latitudes mayores y menores que la de la estación resonante. Los datos parecen excluir la presencia de movimientos globales de la MP, análogos a los de una veleta agitada por el viento. Esta no es la modalidad de un cambio geomagnético de gran escala, sino el comportamiento típico de la excitación de modos resonantes, como los que puede producir el acoplamiento con ondas de KH sobre la magnetopausa. Sin embargo tenemos un problema: las perturbaciones de tipo ondulatorio aparecen enseguida después de las grandes oscilaciones y la disminución de φ. Para un desarrollo in situ de la KH, la tasa de crecimiento mayor a dos minutos que hemos hallado es escasa. Si las ondas observadas por CLUSTER son de naturaleza KH hay que suponer que las grandes oscilaciones han producido, de algún modo, una reducción del tiempo de amplificación. La oscilación de gran amplitud de la MP después del impacto de la TD debe haber acelerado el proceso de evolución de la KH. La evolución no lineal de la inestabilidad de KH Con el fin de consolidar la hipótesis de un desarrollo anticipado de la inestabilidad, y conocer las propiedades de la excitación de KH en su fase de adulta, hemos realizado una simulación de la dinámica no lineal del proceso, resolviendo con métodos numéricos las ecuaciones de la magnetohidrodinámica. Un código computacional original, de tipo Lagrangiano-Euleriano arbitrario con técnicas de Volumen Finito, en tres dimensiones y tiempo, fue desarrollado para esta investigación por el Prof. L. Bilbao[12]. Está diseñado para estudiar la evolución de perturbaciones inestables en modelos de estratos planos de la MP, con parámetros de entrada sugeridos por datos 71 de naves espaciales y resuelve las ecuaciones de la MHD compresible, ideal (no resistiva e invíscida), div(B)=0, en las cuales γ es el cociente termodinámico de los calores específicos. El método de volumen finito (que debe ser distinguido de una técnica numérica diferente llamada de elementos finitos) se basa en la versión integral de las precedentes ecuaciones, las cuales pueden ponerse en la forma En esta expresión V=V(t) es un volumen de forma y tamaño arbitrarios y S(t) es la superficie que lo encierra. Ambos varían con el tiempo debido a que sus partes se mueven, sujetas a un campo de velocidad w(x, t) que puede ser definido ad libitum. Si se elige w=0, S y V permanecen fijos en el espacio y el plasma fluye a través de la superficie, la descripción es enteramente Euleriana. Cuando, en cambio, se pone w=v(x,t) –campo de velocidad del fluido– entonces la descripción es Lagrangiana pura, S y V se mueven junto con el plasma. En general, w≠v y resulta un cuadro mixto Lagrangiano – Euleriano (lo que explica la primera parte del nombre del método), en el cual w se elige según criterios orientados por la eficiencia del cálculo numérico. La otra parte del nombre de la técnica de cálculo proviene del uso de la versión integral de las ecuaciones MHD sobre volúmenes finitos, que toman la forma de teoremas de conservación: 72 y representan, respectivamente, la conservación de la masa, M, la cantidad de movimiento, P, la energía interna, E, y la última, la conservación del flujo del campo magnético, F. En estas ecuaciones j es la densidad de corriente eléctrica y ε=p/ρ(γ-1) es la densidad de energía interna (cp es el calor específico a presión constante; e es la carga del electrón). En la última ecuación Σ es una superficie abierta que se apoya sobre un lazo cerrado C, ambos tienen forma arbitraria y son móviles de acuerdo con el campo w. La discretización se realiza por división de la caja computacional en celdas tridimensionales, cuya forma puede cambiar con el tiempo. Se lleva la cuenta de la evolución temporal de las magnitudes básicas de cada celda. Por ejemplo en el caso w=0 la variación de la masa de una celda M≈<ρ>V, donde <ρ>es el valor (medio) de la celda y V es su volumen, se aproxima con en la cual Si es la superficie de la cara i de la celda, vi, ρi, son los valores sobre la cara y la integral se ha remplazado por una suma sobre las caras de cada celda. Análogamente, para la cantidad de movimiento de una celda P≈<r><v> V se puede emplear la aproximación donde las cantidades con índices corresponden a los valores sobre las caras de las celdas, mientras que <B> es un valor de celda. De modo semejante se procede con todas las ecuaciones integrales MHD mencionadas. Valores medios de celdas adyacentes permiten interpolar valores sobre caras comunes, viceversa con los valores de cara de una celda se puede calcular el valor medio de celda. Finalmente hay caras de algunas celdas que tocan los bordes de la caja computacional y es necesario introducir allí los valores de contorno. Si durante el proceso la deformación de las celdas es pequeña o moderada, conviene mantenerse cerca del esquema Lagrangiano, en cambio cuando la forma de las celdas varía mucho es preferible adoptar la descripción Euleriana. El código numérico lleva la contabilidad del progreso temporal de todas las celdas. El programa verifica la conservación global de ciertas magnitudes críticas con el tiempo, durante el desarrollo del cálculo numérico. Por ejemplo, se controla que la ecuación div(B)=0 se cumpla, dentro de la tolerancia de la aproximación numérica. Más detalles del programa se encuentran en[12]. 73 Figura 5a Configuración inicial: contornos de igual vorticidad (escala de grises) y líneas de corriente (en negro) a t=0s (ver texto). Figura 5b Evolución de los contornos de igual vorticidad (escala de grises) y líneas de corriente (en negro) a t=180s. Notar los valores negativos de la vorticidad (ver texto). El caso de diciembre 7 de 2000 Además de la visualización de la deformación del LLBL bajo el efecto de la inestabilidad y la comprensión de la física del proceso, el propósito de este tipo de estudios es el de avanzar, con oportunos agregados al diseño básico del código –esencialmente agregando términos de transporte– hacia una evaluación cuantitativa de la difusión del plasma a través de la capa límite perturbada. El modelo de estructura inicial del LLBL que hemos elegido como punto de partida para la simulación numérica es el mismo sistema (una combinación de lámina de corriente y estrato de verticidad) empleado en la sección precedente. En la corrida del código que presentamos, la perturbación inicial fue fijada como una variación aleatoria del campo de velocidad a un nivel del 10 %, a fin de representar la fuerte sacudida sufrida por el movimiento del plasma solar a la llegada de la TD. La configuración de la perturbación fue orientada en la dirección de ϕ=32°, prevista para el modo de mayor tasa de crecimiento por el análisis lineal. En el ejemplo examinado, las condiciones de contorno de la caja computacional fueron elegidas como periódicas sobre las caras normales a X, Z, mientras que se impusieron flujo y campos prefijados (a valores de magnetovaina y de magnetosfera) sobre los contornos normales a Y. Para esta corrida del programa que simula 180 segundos de tiempo real del modelo ( ~24 horas con una PC última generación) hemos empleado 56×40×88=197,120 celdas. Las Figuras 5a y 5b muestran la distribución de vorticidad en la estructura, Ω≡ω×sign(wZ) (ω=|curl(V)|). En ambas figuras se da una representación 3D de la configuración en la caja computacional con ejes X, Y, Z, con distancias en unidades de radios terrestres, RE. En Fig. 5a tenemos en t=0 el modelo de capa límite con funciones hiperbólicas (de la sección precedente), al cual se ha agregado la perturbación inicial. En esta configuración la vorticidad originaria se debe al gradiente de la velocidad del plasma, que pasa a través del estrato del valor U1 en la magnetovaina a cero en la magnetosfera. En la Figura 5b vemos la distorsión que ha sufrido la lámina de vorticidad en t=180 s después del comienzo. Hemos introducido tres cortes planos normales a Z y el plano normal a X sobre la cara posterior, en los cuales se han trazado contornos de igual vorticidad. La escala de color indica los valores de Ω . En dos planos también se muestra un conjunto de líneas de corriente para señalar la dirección 75 del flujo. A partir de una configuración inicial en la cual sólo existen valores positivos de Ω que están concentrados sobre un estrato plano, se llega a una distribución considerablemente ensanchada y distorsionada, en la cual se aprecian valores positivos hasta ≈4 veces mayores que los del estado inicial, junto a Ω de magnitud similar pero a valores negativos. La distribución laminar y plana de vorticidad inicial ha dado lugar también a una acumulación de Ω en un par de centros con alta y opuesta velocidad de rotación, un par de torbellinos contra-rotantes. Es un hecho significativo que el aumento de vorticidad positiva de ciertas zonas del plasma sea acompañado por la aparición de zonas de vorticidad negativa, como una suerte de compensación. En general, el flujo de la vorticidad no se conserva en magnetohidrodinámica, a diferencia de lo que ocurre en la fluidodinámica ordinaria en el límite invíscido. La generación de vorticidad negativa, ausente al inicio, se debe al término curl(j×B/ρ) que interviene en la ecuación de la vorticidad en MHD porque la fuerza de Lorentz no es en general conservativa, y se debe también al efecto baroclínico asociado con el gradiente de densidad, puesto que la distribución de entropía no es uniforme a través de la capa límite. Es un punto que estamos examinando. Durante el lapso de tiempo estudiado se puede observar que las líneas de corriente oscilan, serpenteando hacia adentro y hacia afuera. Algunas, que comienzan en regiones de velocidad y densidad intermedia, se desvían conspicuamente pasando por la zona adyacente a la magnetosfera con velocidad casi nula. Ello es indicio de un mayor tiempo de permanencia de plasma con densidad intermedia cerca del borde interior del LLBL. Ello favorece la difusión de partículas de origen externo hacia el interior de la magnetosfera. Para sacar conclusiones cuantitativas sobre esta cuestión habrá que aguardar un análisis de trayectorias de partículas. La configuración de vorticidad crece y se desarrolla manteniéndose alineada con las líneas de campo magnético, en acuerdo con el carácter dominante de las tensiones magnéticas en el presente escenario. Esto se puede apreciar en la Figura 6, que ilustra las líneas del campo junto a contornos de temperatura constante a t=160 s. Se debe notar que, a diferencia del serpenteo de las líneas de corriente, las líneas magnéticas mantienen su aspecto rectilíneo durante la evolución (“rigidez” de las líneas magnéticas). Hemos encontrado altas temperaturas, hasta ≈3 veces mayores que el valor medio en la magnetosfera adyacente, en la pareja de vórtices contra-rotantes. Un estudio similar, efectuado para los contornos de presión y de densi76 Figura 6 Líneas de campo magnético (en blanco) y contornos de temperatura constante (escala de grises) para t=160 s. Figura 7 Superficie de igual densidad (iso-densidad, escala de grises) con n=9 p/cm3 para t=130 s. Los conos indican la dirección e intensidad de la velocidad dad, nos muestra que en el par de vórtices la alta temperatura se acompaña con un descenso de la densidad, de manera que la presión del plasma permanece constante. En otras palabras, los centros de alta vorticidad opuesta, son núcleos de plasma tenue y caliente respecto de valores magnetosféricos. Un significativo ensanchamiento de la estructura original es evidente en ambas Figuras 5b y 6. La figura 7 ayuda a visualizar el proceso de mezcla del plasma situado del lado de la magnetovaina con el de la magnetosfera. Se muestra la superficie ideal de igual densidad (iso-densidad) con n=9 p/cm3 (valor intermedio entre n1, n2) a t=130 s. En Fig.7 se observa el típico efecto de enrollamiento de la superficie producido por la inestabilidad de KH. Sobre la isosuperficie se ha indicado también la dirección del campo de velocidades mediante conos, cuyo tamaño es proporcional a la velocidad local. El proceso de enrollamiento, además de la mezcla de densidad, ciertamente aumenta el tiempo de permanencia del plasma de mayor densidad en la región, respecto a su tiempo de tránsito en una configuración no perturbada. Ello aumenta la probabilidad de difusión de iones de la magnetovaina hacia regiones internas. Los principales resultados del experimento numérico pueden ser resumidos como sigue[13]. i) El tiempo de crecimiento de las características no lineares conspicuas es menor o comparable con el tiempo de exponenciación ≤τe cuando la estructura inicial parte desde un estado con perturbación significativa: “aceleracion de la inestabilidad”. ii) Formación de núcleos de plasma contra-rotantes con vorticidad significativamente mayor que la vorticidad inicial de la capa límite. iii) El plasma del par de centros vorticosos es más caliente (~3 × T2) y más tenue (~␣ × n2) que el de la magnetosfera adyacente. iv) Se observa “rigidez” de las líneas magnéticas (para el valor MA=0.7 explorado) evidente en la gran influencia de la dirección del campo magnético sobre la formación y aspecto de las estructuras no lineales. De todos modos, se observan también auténticas propiedades 3-D en el proceso, de modo que cabe calificarlo como cuasi-bidimensional, tal como sucede con la evolución de una capa de mezcla (“mixing layer”) en fluidos ordinarios no conductores. v) Hay indicaciones, aún no cuantificadas, de un incremento del tiempo de permanencia del plasma en la capa límite deformada por la inestabilidad. 78 vi) El ensanchamiento de la capa límite y la mezcla de plasma que allí ocurre constituye una configuración favorable al incremento de la difusión de iones a través de la frontera. Notas y agradecimientos Agradezco la invitación del Dr. Olivera y la atención del claustro académico. Dedico el trabajo a la memoria del Prof. Vittorio Nardi, distinguido y original investigador de la física de plasmas, al cumplirse el primer lustro de su prematuro fallecimiento en 2001. Un primer análisis de los datos satelitales fue comunicado por el Prof. Farrugia en el Spring Meeting de la American Geophysical Union de mayo de 2005, y publicado luego durante 2006. Resultados sobre la inestabilidad KH fueron anticipados por F. T. Gratton, y por G. Gnavi, en sendas conferencias invitadas del 8° Encontro de Física de Plasmas de la Sociedad Brasileira de Física, 28-30 de noviembre de 2005, Niteroi, Río de Janeiro, Brasil. Propiedades del código numérico fueron comunicados por el Prof. L. Bilbao en una conferencia invitada del XI Latin American Workshop on Plasma Physics, Ciudad de México, 6-8 de diciembre de 2005. Los estudios teóricos - computacionales fueron luego publicados en 2006 en la serie de Proceedings del American Institute of Physics. La investigación en Argentina fue sostenida por subsidios de CONICET PIP 5291 y de UBACYT X291. En EE.UU. por proyectos de NASA: NAG5-13116, NAG5-12189 y NNG05GG25G. Bilbao, Gratton y Gnavi, son miembros del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Referencias [1] Song, P., and C. T. Russell, Model of the formation of the low latitude boundary layer for strongly northward interplanetary magnetic field, J. Geophys. Res., 97, 1411, 1992. [2] Sandholt, P. E., C. J. Farrugia, S. W. H. Cowley, W. F. Denig, M Lester, J. Moen, and B. Lybekk, Capture of magnetosheath plasma by the magnetosphere during northward IMF, Geophys. Res. Lett., 26, 2833, 1999. [3] Oieroset, M., J. Raeder, T. D. Phan, S. Wing, J. P. McFadden, W. Li, M. Fujimoto, H. Reme, and A. Balogh, Golbal cooling and densification of the plasma sheet during an extended period of purely nortward IMF on October 22-24, 2003. Geoph. Res. Lett. 32, 21523, 2005. 79 [4] Farrugia, C. J., P. E. Sandholt, F. T. Gratton, E. J. Lund, S. W. H. Cowley, W. F. Denig, J. Wild, I. Mann, J. Watermann, A.Viljanen, K. Yumoto. Magnetosphere-Ionosphere Coupling Initiated at the duskside Boundary Layer during Impulsive IMF Rotations. EOS Trans. AGU, 86 (18), Joint Assem. Suppl., Abstract SM23B-04, New Orleans, May 23-27, 2005. [5] The changing topology of the duskside magnetopause boundary layer in relation to IMF orientation. Lund, E. J., C. J. Farrugia, P. E. Sandholt, L. M. Kistler, D. H. Fairfield, F. T. Gratton, S. W. H. Cowley, J. A. Wild, C. G. Mouikis, M. W. Dunlop, H. Rème, and C. W. Carlson. Advances in Space Research, 37, n.3, 497-500, 2006. [6] Farrugia, C. J., F. T. Gratton, L. Bender, H. K. Biernat, N. V. Erkaev, V. Denisenko, R. B. Torbert, and J. M. Quinn, Charts of joint KelvinHelmholtz and Rayleigh-Taylor instability growth rates at the dayside magnetopause, with and without boundary layer, for strongly northward interplanetary magnetic field, J. Geophys. Res., 103, 6703, 1998. [7] Farrugia, C. J., F. T. Gratton, E. J. Lund, P. E. Sandholt, S. W. H. Cowley, I. Mann, J. Watermann, A. 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