DON DIEGO DE TEJADA Y LAGUARDIA, ILUSTRE PRELADO DE LA SANGRE DE TEJADA José Luis Sampedro Escolar Numerario de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía y Caballero Divisero Hijodalgo del Ilustre Solar de Tejada Nos ha sorprendido que en un confusísimo escrito recientemente publicado por Luis Pinillos Lafuente acerca de la genealogía de don Félix Ignacio de Tejada (Hidalgos, nº 543, verano de 2015, año LVIII, pp. 46-51), al mencionar como uno de sus antepasados colaterales a don Diego de Tejada (con un ininteligible 6ª G. 111121 por delante) no mencione de este personaje ni su segundo apellido y no diga de él nada más que fue obispo de Pamplona, lo cual, aún siendo verdad, es una mínima parte de la ejecutoria vital de un personaje que, como se verá, alcanzó altísimas dignidades, y para demostrarlo no hay más que reproducir lo que señala el epitafio de su sepulcro, en la Iglesia de San Vicente, en su localidad natal, la Galilea riojana, en la capilla del Pilar, mandada construir en 1710 con el fin de servirle de panteón. El completo texto necrológico, que por sí mismo se comenta, dice: Aquํ yace el Ilmo. Sr. D. Diego de Tejada y Laguardia, natural de este lugar de Galilea, Beneficiado de Oc๓n, Colegial Mayor del Viejo de San Bartolomํ de Salamanca, Can๓nigo Magistral de las Santas Iglesias de Santo Domingo de la Calzada y Murcia, Obispo de las de Ciudad Rodrigo y Pamplona. En el a๑o 1660 cas๓ a los se๑ores Reyes de Francia Luis XIV y Marํa Teresa de Austria. En el 61 la majestad de Felipe IV lo hizo Virrey y Capitแn General del Reino de Navarra. En el 1663 ascendi ๓ al Arzobispado de Burgos, de donde en el de 64 vino a los Ba ๑os de Arnedillo y habiํndole probado mal, se retir๓ a su casa de este lugar donde muri๓ el dํa del Serแfico San Buenaventura 14 de julio de dicho a๑o y ese dํa le dieron tambiํn los cargos dichos, habiendo vivido 53 a๑os. Mandose depositar en la capilla del Santo Cristo de esta iglesia. Pero su sobrino, el Ilmo. D. Juan Josํ de Tejada lo coloc๓ aquํ para eterna memoria, quien tambiํn yace en este sepulcro. Estos datos pueden completarse mucho pues es el tal don Diego figura de grandísimo relieve, para lo que podemos seguir la nota que sobre él redactó nuestro buen amigo e hijodalgo del Ilustre Señorío divisero de Tejada don José María San Martín Pérez , que publica el Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia y que, copiada al pie de la letra, dice: Tejada y Laguardia, Diego de. Galilea (La Rioja), 6.III.1609 – 13.VII.1664. Teólogo, inquisidor, obispo de Ciudad Rodrigo y Pamplona, arzobispo de Burgos, virrey y capitán general de Navarra. Hijo de Juan de Tejada y Leza y de María Laguardia. Bachiller en Artes por la Universidad de Irache en 1627, colegial de San Ildefonso de la Universidad de Alcalá de Henares en 1633 y de San Bartolomé de la Universidad de Salamanca en 1638. Doctor en Teología en 1639 y beneficiado de Ocón, ganó en los años siguientes varias canongías penitenciarias y magistrales de las Catedrales de Santo Domingo de la Calzada y Murcia. En 1655 fue nombrado obispo de Ciudad Rodrigo tras ocupar el cargo de inquisidor de su diócesis desde 1646. Señor de Valdeosera en 1656 en su divisa “Juan del Valle” y obispo de Pamplona en 1658. Miembro del Consejo de Su Majestad, fue llamado por Felipe IV para asistir como testigo a la firma de la Paz de los Pirineos entre España y Francia, verificada el 7 de noviembre de 1659 en la isla de los Faisanes, en el río Bidasoa, tratado que marcaría el fin de la hegemonía española en Europa y el inicio de la francesa. El 3 de junio de 1660 en la iglesia de Fuenterrabía ofició la boda de la infanta María Teresa de Austria con Luis XIV, siendo el Rey Sol representado por Luis Méndez de Haro. Al día siguiente la infanta renunció a la sucesión de la Monarquía española y cinco días después se celebraron los esponsales en San Juan de Luz con la presencia de buena parte de las Cortes de Madrid y París. Fundador del Convento de Carmelitas Descalzas de San Sebastián, el 26 de mayo de 1663 fue nombrado arzobispo de Burgos y el 13 de diciembre de 1663, virrey y capitán general del Reino de Navarra. Murió cuando regresaba del balneario de Arnedillo, y fue enterrado en la capilla del Santo Cristo de la parroquial de Galilea. Fuentes y bibl.: Archivo Catedralicio de Santo Domingo de la Calzada, carpeta 18, legajo 37. F. Ruiz de Vergara, Vida del Ilmo. Sr. D. Diego de Anaya Maldonado, Arzobispo de Sevilla, fundador del Colegio viejo de S. Bartolomé, y noticia de sus varones excelentes, Madrid, Diego Díaz de la Carrera, 1661; R. J. Maldonado y Cocat, Hidalguías riojanas. El solar de Valdeosera, Madrid, Gráficas Ultra, 1949, pág. 308; L. Murugarren, “La Fundación de las Carmelitas de San Sebastián (1663)”, en Boletín de Estudios Históricos sobre San Sebastián, n.º 5 (1971); J. Goñi Gaztambide, Historia de los Obispos de Pamplona, Pamplona, EUNSA, Institución Príncipe de Viana, 1979. Subrayamos que don José María San Martín nos aporta el dato de que este ilustre personaje ingresó, como varios miembros de su familia, en el Solar de Valdeosera, como descendiente del linaje de Sancho de Tejada, en virtud de la Carta que publicó Enrique IV de León y Castilla con fecha de 10 de septiembre de 1460, ratificando los derechos señoriales, nobiliarios y heráldicos conferidos a tan conocido linaje. Podemos añadir, de otras varias fuentes, algunas particularidades acerca de su actuación en la boda de la Infanta Doña María Teresa, determinante para que en 1700 se entronizase en España la Dinastía de Borbón, por ser Felipe V nieto de este matrimonio. El 2 de junio de 1660, la Católica Majestad de Felipe IV despacha en Fuenterrabía una Real Cédula nombrando a nuestro personaje para presidir la ceremonia de desposorios de la Serenísima Infanta Doña María Teresa, su hija primogénita, con el Rey Cristianísimo, Luis XIV, en consecuencia de la comisión que había dado para ello el Arzobispo de Toledo, Cardenal Sandoval, todo lo cual queda reflejado en la página 196 de la crónica que sobre esta jornada escribiera don Leandro del Castillo, Oficial de la Secretaría de Estado: EL REY Por cuanto el Cardenal Sandoval, Arzobispo de Toledo, concedió Licencia y Comissión en seis de Abril de este año a Don Antonio Payno, Arzobispo de la Santa Iglesia Metropolitana de la Ciudad de Burgos, o a cualquier otro prelado, o presbítero que yo nombrare, de cualquier diócesis que sea, para que en Burgos o en otra cualquiera parte pudiese desposar por palabras de presente que hagan verdadero Matrimonio, velar y dar las bendiciones nupciales al Chhristianissimo Luis XIV, Rey de Francia, con la Infanta Doña María Teresa, mi hija, ó á quien su Poder tuviere, por tanto, no haviendose efectuado dicho matrimonio en la diócesis de Burgos, usando de la facultad que me confiere la Comisión referida del Cardenal Arzobispo de Toledo, en virtud de la presente, nombro al Doctor Don Diego de Tejada, Obispo de Pamplona, para que execute la dicha Comisión, como si especialmente hablara con él, y en su cumplimiento haga el dicho desposorio, guardando la forma que en esta se dice. En noviembre de 1663 viajó a su cuna, Galilea, para interesarse por su sobrino, Juan José Tejada García, y dar a su familia la grata nueva de su ascenso en su carrera episcopal, y allí permanecía cuando, en vísperas navideñas, el monarca nombra al todavía Obispo titular de Pamplona, aunque Arzobispo electo de Burgos, Virrey y Capitán General de Navarra en funciones, para evitar los inconvenientes que resultaban que los dos mandos estuviesen separados retrasándose la partida a su nueva sede. El 10 de diciembre de 1663 se le concedió el palio y unas fechas después, el día de Reyes de 1664, ante el Cabildo Catedralicio pamplonés, resignó sus poderes episcopales en esa diócesis, pese a las peticiones en contrario que allí se le formularon, asistiendo a continuación a la Santa Misa de la Epifanía en calidad de Virrey, no de Obispo, por lo que no impartió bendiciones. La toma de posesión de la archidiócesis burgalesa se efectuó por poderes el 11 de marzo de 1664; el 14 de abril se despidió del Concejo pamplonica, al que comunicó, a finales del mes, que había llegado a Burgos el día 24 pero con mala salud, la cual no impidió su entrada oficial en la archidiócesis el 28 de abril, mas, desgraciadamente, sus días terrenales estaban tocando a su fin, por lo que la mitra arzobispal fue efímera ya que, como queda señalado anteriormente, falleció en julio del dicho 1664, a poco de cumplir los 55 años de edad. Por último, y para tratar adecuadamente al personaje que motivó su interés en el escrito meritado, recomendamos a Luis Pinillos y Lafuente que consulte la biografía de Félix Ignacio de Tejada y Suárez de Lara, redactada por el Capitán de Navío y ex Subdirector del Museo Naval de Madrid donMarcelino González Fernández para el Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia, a la que nada digno de mención aporta lo publicado en Hidalguía, pero que debe de desconocer, dado que no lo menciona entre sus fuentes y bibliografía, aunque algunos de sus párrafos resultan de muy singular parecido. Retrato de D. Diego de Tejada y Laguardia y armas del Colegio salmantino de San Barolomé en el escudo del Linaje de Tejada, que recuerda al arzobispo en Galilea.