VOTO Nº1148-2015 TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE LA SEGURIDAD SOCIAL DEL REGIMEN DE PENSIONES Y JUBILACIONES DEL MAGISTERIO NACIONAL, San José a las diez horas del siete de setiembre del dos mil quince.Recurso de apelación interpuesto por xxxxx cédula de identidad Nº xxxxx contra la resolución DNP-ODM-0110-2015 de las 14:49 horas del 13 de enero del 2015 de la Dirección Nacional de Pensiones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Redacta la Jueza Carla Navarrete Brenes; y, RESULTANDO: I.- Mediante resolución 5937 de la Junta de Pensiones y Jubilaciones del Magisterio Nacional, adoptada en Sesión Ordinaria 116-2014 de las 09:30 horas del 21 de octubre del 2014 recomienda el beneficio de la jubilación bajo los términos de la Ley 7531, le contabilizó un tiempo de servicio de 425 cuotas, al 31 de enero del 2014. Le considera el porcentaje de postergación de 1.05% equivalente al exceso laborado de 2 años y 1 mes. El promedio salarial en la suma de ¢7.438.512,19 que se obtiene de los 32 mejores salarios devengados en los últimos 5 años; le aplica la tasa de reemplazo del 80%, ese monto lo reduce al tope del primer semestre de 2014 y le adiciona la postergación resultando el monto jubilatorio en la suma de ¢3.449.963,53. A su vez determina deuda al fondo y el rige a partir del cese de funciones. II.- De conformidad con el artículo 89 de la Ley 7531, por resolución DNP-ODM-0110-2015 de las 14:49 horas del 13 de enero del 2015 de la Dirección Nacional de Pensiones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social deniega la jubilación indicando que el petente no cumple con los requisitos legalmente establecidos de una labor mínima de 20 años al 18 de mayo de 1993, o bien, al 13 de de enero de 1997, para reconocimiento del beneficio jubilatorio al amparo de la Ley 2248 y 7268, respectivamente. De igual modo deniega la pensión por la Ley 7531 al determinar que no le asiste el derecho por no haber cotizado nunca para el Régimen de Pensiones y Jubilaciones del Magisterio Nacional, sino para el de Invalidez, Vejez y Muerte de la Caja Costarricense del Seguro Social. Y contabiliza 18 años, 3 meses y 8 días al 31 de diciembre de 1996. III.- Que el señor Xxxxx cumplió los 57 años de edad, el 15 de setiembre del 2014, según certificación del Registro Civil visible a folio 04 del expediente administrativo. 1 IV.- Que en los autos se han acatado las prescripciones de Ley y no se observan vicios que puedan causar la nulidad de lo actuado. CONSIDERANDO: I.- De conformidad con lo dispuesto en la Ley número 8777 del 7 de octubre del 2009 y Decreto Ejecutivo 35843-MTSS del 28 de enero de 2010, este Tribunal procede al conocimiento del presente asunto. II.- El fondo de este asunto versa sobre la discrepancia entre la Junta de Pensiones y Jubilaciones del Magisterio Nacional y la Dirección Nacional de Pensiones, en cuanto la primera recomienda otorgar el beneficio de jubilación al amparo de la ley 7531, al determinar un tiempo de servicio de 425 cuotas al 31 de enero del 2014. Mientras que la Dirección Nacional de Pensiones deniega la jubilación bajo las normativas que regulan el Régimen Especial del Magisterio Nacional, al alegar que el recurrente no cumple con el mínimo de 20 años laborados al 18 de mayo de 1993, ni al 13 de enero de 1997, conforme la ley 8536 del 11 de agosto del 2006. Asimismo, alega que el recurrente, solo ha cotizado para la Caja Costarricense del Seguro Social, de manera que asegura su pertenencia al régimen del Invalidez, Vejez y Muerte, que administra ese ente asegurador y contabiliza 18 años, 3 meses y 8 días al 31 de diciembre del 1996. Cabe aclarar que la Dirección de Pensiones realiza el cálculo de tiempo de servicio por 18 años, 3 meses y 8 días al 31 de diciembre de 1996, y excluye el tiempo de servicio de 1997 al 2014, sin embargo no lo indica en la resolución, únicamente establece que no se otorga la jubilación al amparo de la ley 7531 por cuanto el petente nunca ha cotizado para el Régimen de Pensiones del Magisterio Nacional, sino para el régimen de la Caja Costarricense del Seguro Social y por lo tanto este el ente asegurador que le corresponde. a-) Sobre la cotización al Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte de la Caja Costarricense del Seguro Social: Estudiados los autos, se concluye que los reparos opuestos por la Dirección Nacional de Pensiones, de que el gestionante no tiene derecho a la jubilación por el régimen especial del Magisterio Nacional, por solo haber cotizado para el Régimen General de Pensiones administrado por la Caja Costarricense de Seguros Social, no son atendibles como se analizará. Según se extrae de la certificación DH/C-075 visible a folio 08 del expediente administrativo, el gestionante empezó a laborar desde el 14 de junio de 1980 y hasta la fecha en forma regular en el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza en el puesto de Director General, sin embargo, la Institución destino la totalidad de las cotizaciones al Régimen Universal de Seguridad Social, según se desprende de la certificación de marras. Ahora bien, sin perjuicio de los adeudos al Fondo, se debe considerar que desde que el gestionante inició sus funciones en el año 1980, tenía derecho a cotizar para el Régimen Especial de Pensiones del Magisterio Nacional. 2 Lo anterior, se desprende con claridad del contenido del artículo 1° de la Ley 2248, cuya vigencia se extendió hasta el dieciocho de abril de mil novecientos noventa y tres, el cual disponía: …”Estarán protegidos por la presente ley las personas que (…) sirvan cargos docentes o administrativos en (…) las instituciones docentes oficiales y en las particulares reconocidas por el Estado, que hayan cotizado durante ese tiempo para el fondo de pensiones y jubilaciones que esta ley establece (…) " Es importante para este Tribunal recalcar que se ha reiterado que el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), es una institución educativa reconocida para efectos de jubilación para el Régimen del Magisterio Nacional; sobre lo anterior la sentencia del Tribunal de Trabajo, Sección Segunda del Segundo Circuito Judicial No. 1236 de las 9:10 horas del 11 de octubre del año 2005 reiteró dos puntos de suma importancia, por un lado reitera que existen suficientes argumentos que permiten el traslado de cuotas de un régimen obligatorio a otro, con el fin de completar los requisitos que permitan la declaratoria del derecho y por otro lado, reconoce al CATIE como una institución de enseñanza, por lo que a la luz de la Ley 2248, dicho patrono estaba en la obligación de cotizar para el Magisterio Nacional y esa omisión no puede por tanto perjudicar al trabajador. “III.- La Dirección Nacional de Pensiones no tomó en consideración el tiempo servido por el interesado en el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza, pese a que está íntimamente relacionado con la actividad docente. Al respecto, al artículo 1 de la ley 2248 del cinco de septiembre de 1958 y sus reformas disponía (en lo conducente): “artículo 1. Estarán protegidos por la presente ley las personas que (...) que sirvan cargos docentes o administrativos en el Ministerio de Educación y sus dependencias, en las instituciones docentes oficiales y en las particulares reconocidas por el Estado, que hayan cotizado durante ese tiempo para el fondo de pensiones y jubilaciones que esta ley establece.(...)”. Luego, si el promovente laboró para el CATIE desde el primero de febrero de 1963 hasta el 30 de junio de 1987, como se desprende de la constancia de folio 81, durante toda su relación laboral estuvo en el presupuesto de hecho que le otorgaba derecho al cobijo de la ley 2248. No fue él, sino su patrono, quien incumplió con el deber de hacer las cotizaciones correspondientes al Fondo de Pensiones del Magisterio Nacional, porque era el empleador el agente recaudador de dichas contribuciones. Así se desprende de la integración de normas de los numerales de la ley 2248: 15 inciso ch), 17, 19, 22 y 23. A lo anterior agréguese que por los principios: pro fondo, de justicia social y el derecho a la pensión única, el traslado de cuotas de un régimen de pensiones a otro está legalmente autorizado.” Resulta importante reseñar que la historia del CATIE (Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza) se remonta a mayo de 1940, cuando se celebró en Washington D.C., Estados Unidos de América el VIII Congreso Científico Americano. En las sesiones sobre 3 agricultura y conservación de recursos, el Sr. Henry Wallace, quien en aquel tiempo fungía como Secretario de Agricultura de los Estados Unidos, propuso la creación de una institución interamericana para la agricultura tropical que apoyara a los países americanos con sus investigaciones agrícolas y ayudara a capacitar personal nacional. Así se da la propuesta de crear una escuela de agricultura tropical, cuya sede se determinó en Costa Rica, creándose el Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas (IICA), por acuerdo del Consejo Directivo de la Unión Panamericana el 7 de octubre de 1942. Durante la época de los setenta, el IICA puso en ejecución una serie de programas especializados de índole multinacional para una proyección hemisférica. Las funciones propias de la investigación y enseñanza se separaron de las globales del Instituto. Esta diferenciación llevó a la creación del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE). En julio de 1973 por acuerdo entre el Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas (IICA) y el gobierno de Costa Rica, se crea el CATIE y ocupa las instalaciones de la primer Oficina de Campo del IICA, en Turrialba, Costa Rica. Convirtiéndose finalmente, en un centro regional dedicado a la investigación y la enseñanza de postgrado en agricultura, manejo, conservación y uso sostenible de los recursos naturales. (Información tomada de hptt.://www.catie.ac.cr) Por esas razones, se concluye que su pertenencia o adscripción es a este sistema especial y que fue el patrono el que incumplió el deber de hacer las cotizaciones correspondientes al Fondo de Pensiones del Magisterio Nacional, porque como empleador es el agente recaudador de dichas contribuciones. A lo anterior, hay que recalcar que por los principios: Pro-Fondo, Justicia Social y el derecho a la jubilación única, el traslado de cuotas de un régimen de pensiones a otro, se encuentra legalmente autorizado. Acorde con el principio de la integración del ordenamiento jurídico, a efectos ilustrativos, basta citar algunas normas que rigen situaciones análogas. Para empezar, la Ley 7531, en el ordinal 42, autoriza el traslado de cuotas de otros regímenes con el propósito de completar el tiempo de servicio necesario para obtener una jubilación ordinaria. Literalmente, dicho artículo señala: “…Para completar el número de cuotas citado en el artículo 41 y el transitorio V de esta ley, al mínimo de doscientas cuarenta cuotas aportadas necesariamente al Régimen del Magisterio, se le sumarán todas las aportadas a cualquier otro régimen contributivo obligatorio y público de pensiones, incluso al de Invalidez, vejez y muerte administrado por la Caja Costarricense del Seguro Social." También, el artículo 29 de la Ley General de Pensiones Nº 7302, del ocho de julio de mil novecientos noventa y dos, dispone lo siguiente: "… Para poder acogerse a cualesquiera de los regímenes de pensiones regulados en el Capítulo I o al régimen establecido en el Capítulo IV de esta Ley, el interesado deberá haber cancelado todas las cuotas que esté obligado a cubrir de conformidad con el artículo 4 y con el artículo 19, respectivamente. Sin embargo, 4 el interesado podrá solicitar que las cuotas que haya cubierto para cualquier régimen de pensiones del Estado diferente de aquel con el que se pensione, le sean computadas para estos efectos. No obstante, siempre quedará obligado a cubrir cualquier diferencia resultante...En relación con las cuotas que no hayan sido cubiertas y las diferencias a que se refiere el párrafo anterior, al menos el cincuenta por ciento (50%) del monto total adeudado deberá cancelarse inmediatamente y el porcentaje restante se cancelará por medio de una deducción mensual a la pensión, cuyo monto se fijará en forma tal que la deuda sea cancelada en su totalidad en un plazo máximo de cinco años. Las sumas que se perciban en virtud de lo dispuesto en este artículo, ingresarán a la caja única del Estado." Finalmente, cabe transcribir el artículo 46 del Reglamento del Invalidez, Vejez y Muerte de la Caja Costarricense de Seguro Social, que también legitima el traslado de cuotas en los siguientes términos: "… Este Régimen brindará protección a los trabajadores cubiertos por los regímenes contributivos de pensiones regulados por leyes especiales, que se trasladen al mismo voluntariamente o mediante disposición legal. El Estado proporcionará los recursos financieros necesarios para garantizar dicho traslado, según los resultados de los estudios actuariales que para tal efecto prepare la Dirección Actuarial y de Planificación Económica." Téngase presente además que, en artículo 48 del mismo reglamento, se excluye expresamente la posibilidad de devolución de cuotas al trabajador, por lo que lo justo y conveniente tanto para el administrado como para los Fondos de pensiones y jubilaciones que se dé el traslado al régimen al cual pertenece el peticionario desde que empezó a laborar. Aunado a lo anterior, el artículo 29 supra trascrito de la Ley General de Pensiones contempla los mecanismos legales para que se subsane la omisión del reporte de cuotas o las diferencias que resultaren, deuda que en este caso particular, el interesado tendrá a su cargo, según lo recomienda el Informe Técnico y lo avala la Junta en su resolución. Por esas razones, se concluye que si hay pertenencia o adscripción es a este sistema especial y que fue el patrono el que incumplió el deber de hacer las cotizaciones correspondientes al Fondo de Pensiones del Magisterio Nacional, porque como empleador es el agente recaudador de dichas contribuciones. Ahora bien de las labores realizadas por el señor xxxxx en el CATIE de certificaciones visible a folios 19, 32 y 53 emitidas por el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza a folios19 y 53 se desprende que: 5 Del 01 de marzo de 1986 y hasta el 27 de febrero de 1990 se le otorgó permiso sin goce con una beca de estudio a través del Proyecto Madeleña para realizar estudios de doctorado en la Universidad de Oxford. Asimismo se detalla que del periodo del 14 de junio de 1993 al 31de diciembre de 1993 fungió como personal asociado experto líder del Proyecto PROSIBONA y era pagado por COSUBE (Cooperación Suiza para el Desarrollo). Y del 01 de enero de 1997 hasta el 31 de diciembre de 1998 laboró mediante Contrato por Servicios Profesionales también financiado por el COSUDE, periodos que según Reporte de Salarios y Cotizaciones de la Caja Costarricense del Seguro Social visible a folio 34 no se encuentran cotizados. a.- Del permiso sin goce salarial de 01 de marzo de 1986 y hasta el 27 de febrero de 1990, para Beca: El señor xxxxx disfrutó de permiso sin goce salarial del 01 de marzo de 1986 y hasta el 27 de febrero de 1990 en atención a una beca de estudio a través del Proyecto Madeleña para realizar estudios de doctorado en la Universidad de Oxford. En lo referente a los permisos sin goce de salarial este Tribunal ha mantenido la tesis de que estos constituyen una causa de suspensión de los contratos de trabajo. La suspensión hace posible que temporalmente se deje de prestar el servicio y correlativamente se deje de pagar el salario, pero no implica la terminación del contrato ni de los derechos y obligaciones que de ellos emanan, por lo que dichos contratos se mantienen vigentes durante el tiempo de la suspensión. En este sentido, es propio citar lo que la doctrina ha analizado respecto de la suspensión del contrato de trabajo, que es lo que sucede al presentarse una licencia sin goce de salario “... La suspensión no pone termino a la relación de trabajo, sino que sólo afecta ciertos deberes emanados de ésta sobretodo el deber de prestar trabajo y la obligación correspondiente de pagar remuneración, aunque también influye en los deberes de fidelidad y previsión, en cuanto éstos se refieran a la prestación de trabajo... conciben la suspensión de contratos de trabajo como un instituto Jurídico-Laboral que posibilita que, durante cierto tiempo, se dejen de prestar el servicio y su contraprestación el salario. Ello es así en razón de que, no existiendo servicios, no habrá obligación del patrono de pagar salario, por tesis de principio, según una definición estricta de salario... (German Cascante Castillo, La enfermedad como causa de suspensión del contrato de trabajo, Editorial Investigaciones Jurídicas, pp 15, 16.) Existen sendos Pronunciamientos de la Procuraduría General de la República, emitidos en análisis de lo dispuesto en el voto 4571-97 de la Sala Constitucional citado referido a los efectos de los permisos sin goce de salario. No debe perderse de vista que si bien la licencia sin goce de salario no interrumpe la continuidad de la relación laboral, lo cierto del caso, es que durante ese lapso no existe la prestación del servicio, no hay remuneración o salario, si bien la licencia sin goce de salario conserva la vida de 6 la relación laboral y no pone termino al contrato de trabajo ni a los derechos generados de este, como el disfrute de las vacaciones, lo cierto es que durante este lapso el trabajador no ejerce sus deberes y obligaciones, como son la prestación del servicio y el derecho al pago del salario correspondiente. Aunado a lo anterior debemos señalar que la Procuraduría General de la República en su pronunciamiento C-071-2004, del 1 de marzo del 2004, en un análisis que realiza sobre los efectos de los permisos sin goce de salario es concluyente en su análisis al señalar que: “Desde esa óptica, tratándose las hipótesis en consulta de situaciones que eventualmente podrían interrumpir el período necesario para tener derecho al reconocimiento al mérito o anualidad, viene a dar solución a lo planteado lo dispuesto por el numeral 12 inciso c) de la citada Ley de Salarios de la Administración Pública, reformado mediante Ley No. 6408 de 28 de febrero de 1980, al disponer que: “Artículo 12.-Los aumentos de sueldo a que hace referencia el artículo 5 se concederán el primer día del mes cercano al aniversario del ingreso o reingreso del servidor y de acuerdo con las siguientes normas: …c) Las vacaciones, la enfermedad justificada, el desempeño temporal de otro puesto público, aunque éste estuviere excluido del Régimen de Servicio Civil, los permisos sin goce de salario para realizar estudios en organismos internacionales de los cuales Costa Rica sea miembro y las licencias para adiestramiento o estudios relativos a la función propia que desempeña el funcionario o en una disciplina afín, en la cual regresara a trabajar por comprobada necesidad nacional, no interrumpirán el período de un año requerido para el aumento de sueldo; “ (El subrayado es nuestro). Como puede verse, la norma transcrita enumera, taxativamente, las situaciones en las que no se interrumpe la continuidad del servicio para computar el aumento anual; a “contrario sensu”, en cualquier otra hipótesis no enumerada allí, sí debe considerarse interrumpido el plazo para el pago de la anualidad. De allí que, en observancia de los presupuestos contemplados en la citada norma, es posible determinar los casos en que procede, o no, el reconocimiento de méritos en las situaciones consultadas, todo ello con sustento en el conocido aforismo jurídico “a pari ratione” o aplicación analógica de las normas autorizada por el artículo 12 del Código Civil, a lo que Don Alberto Brenes Córdoba describe así: “Cuando falta, en caso dado, precepto legal que directamente rija la especie de carácter civil o comercial que se halle en debate, cabe suplir la deficiencia recurriendo a los principios que de otras disposiciones análogas se desprendan, con base en la regla “donde hay la misma razón debe haber la misma disposición”, porque la legislación 7 de un país forma un todo orgánico cuyas partes se sostienen y ayudan mutuamente.” (Tratado de las Personas, edición 1974, San José, Costa Rica, pág. 43). “ En este orden de ideas, puede observarse que el período de tiempo con el que se ha estado con la licencia sin goce de salarios para asuntos personales, no puede tener un reconocimiento de mérito con base en la regla citada de “donde hay la misma razón debe haber la misma disposición” Para mayor abundancia, existe reiterada jurisprudencia de los Tribunales de Trabajo, que no consideran la licencia sin goce de salarios para asuntos personales como tiempo computable para efectos de pensión. Obsérvese que la Sección Segunda, en su Voto 527 de las once horas veinte minutos del dieciséis de marzo del 2006, en este mismo sentido dictaminó que en este tipo de casos se suspenden los efectos del contrato de trabajo de prestación de un servicio y pago de una remuneración, por voluntad pura y simple del funcionario, no pudiendo otorgarse los mismos efectos jurídicos de una relación laboral. No debe perderse de vista, que el sistema de seguridad Social establecido en el Régimen de Reparto del Magisterio Nacional, se encuentra regulado por leyes específicas, y el derecho a la pensión está estrictamente relacionado, con la prestación efectiva de los servicios, lo cual excluye cualquier posibilidad de computar para efectos de pensión la suspensión del contrato de trabajo, generada por una licencia sin goce de salario para atender asuntos personales. Debe advertirse que en la Ley de Carrera docente existen algunas excepciones a esta regla como es el caso del disfrute de licencia con o sin goce de salario para atender una beca, y en ese caso, podría eventualmente considerarse ese tiempo de servicio, el cual constituye una liberalidad del patrono Estado, para que el trabajador estudie en beneficio de la institución en la cual labora. Lo mismo sucede con algunas Universidades Estatales que por Reglamento Autónomo o por Convención Colectiva tienen dentro de sus incentivos la posibilidad de computar como tiempo efectivo de servicios, para efectos laborales y de la Seguridad Social, el utilizado para una Beca de estudios. Incluso algunas instituciones continúan cotizando para la seguridad Social en ese lapso, para no menoscabar los derechos de sus trabajadores, que luego reintegrarán a la institución los conocimientos adquiridos durante sus estudios de postgrado. Como síntesis se tiene que alguna normativa permite que esos permisos sin goce de salario para beca se constituyan como tiempo de servicio. Sin embargo en este caso particular el CATIE debe contar con un instrumento jurídico es decir una normativa interna que regule este tipo de concesiones. De la prueba que consta en el expediente no se aportó documento alguno que demuestre esa normativa simplemente se indica en las certificaciones que “CATIE reconoce los periodos mencionados de sus estudios como tiempo servido para la Institución”, pero no se indica con base en qué regulación interna se fundamenta ese beneficio. 8 De manera que al carecer de esta información no puede este órgano en alzada resolver sobre este asunto, pues es obligación de la Administración motivar sus actos para que estos resulten válidos y eficaces, siendo de acatamiento obligatorio en este caso lo establecido por los numerales 214, 221 y 297 de la Ley General de la Administración Publica, principalmente porque esta pensión se sustanciará de fondos públicos y es indispensable que en expediente se encuentre toda la prueba que lo sustenta, resultando escasa en este particular. Por lo cual deberá en una futura revisión aportarse los documentos que respalden la pretensión del recurrente. Por tanto es improcedente el reconocimiento de los periodos del 01 de marzo de 1986 y hasta el 27 de febrero de 1990 en el cual se le concedió la licencia sin goce de salario para una beca de estudio a través del Proyecto Madeleña para realizar estudios de doctorado en la Universidad de Oxford. c.-De las labores con el Proyecto PROSIBONA En la certificación de folio 53 se indica que el CATIE es un organismo internacional que cuenta con diferentes categorías para contratación de personal, dentro de las cuales está la del Personal Asociado establecida mediante convenios con Organizaciones Cooperantes, figura contemplada en el Articulo 5 del Reglamento del Personal Asociado del CATIE que señala: “a) Este personal será seleccionado a iniciativa de la Organización cooperante y contará con la aprobación del CATIE b) Las obligaciones derechos y privilegios de este tipo de personal serán determinados de acuerdo con los Convenios que respaldan su nombramiento”. Continua detallando que para los periodos del 14 de junio de 1993 al 31 de diciembre de 1996 el señor xxxxx fungió como experto líder del Proyecto PROSIBONA Proyecto de Bosques Naturales el cual fue pagado por COSUDE que es la Cooperación Suiza de Desarrollo a partir de un Convenio de Cooperación con el CATIE, en este proyecto la contraparte es el ente que paga los honorarios y por esa razón esos periodos no fueron cotizados para la CCSS. Finalmente se acredita que del 01 de enero de 1997 hasta el 31 de diciembre de 1998 laboró bajo una figura similar mediante Contrato por Servicios Profesionales también financiado por el COSUDE y la diferencia fue que los honorarios subieron de 4 mil a 6 mil dólares mensuales. c.1- De las labores del 14 de junio de 1993 al 31 de diciembre de 1996 En lo pertinente a las funciones ejercidas por el señor xxxxx como Líder experto en el Proyecto PROSIBONA es menester como punto fundamental resaltar, que como bien lo certifica el Gerente de Desarrollo Humano del CATIE para estos periodos no se realizó la respectiva cotización al Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte, hecho que es evidente en el Reporte de Salarios y Cotizaciones de la Caja Costarricense del Seguro Social visible a folios 46 a 48, donde se observa la cotización únicamente en los periodos de julio de 1980 a febrero de 1986 y de enero de 1999 a enero del 2014. 9 Con respecto a la omisión en la cotización en los periodos que el petente prestó servicios en el Proyecto PROSIBONA con pago de Honorarios con fondos de la cooperación Internacional, considera este Tribunal que no existe prueba suficiente que acredite la prestación de servicios y la naturaleza jurídica de esa relación laboral. Debe entenderse que para poder computar esos servicios es necesario que exista prueba fehaciente que demuestre la relación laboral con el CATIE y las razones que motivaron la ausencia de cotización a la Seguridad Social. Para tener certeza de la relación laboral lo lógico era que existiera una cotización al fondo de pensiones, que en el caso del recurrente el CATIE lo ha tenía cotizando al Régimen de Invalidez Vejez y Muerte de la Caja Costarricense del Seguro Social. De manera que no hay forma de explicar cómo al pasar a prestar servicios en un proyecto, esa naturaleza varía y por ello no se dio la contribución al fondo. Para este Tribunal no es procedente incorporar como tiempo de servicio los periodos laborados en la Cooperación Internacional fundamentándose para ello únicamente en una certificación que solo indica que se laboraron dichos periodos y justificar sencillamente que no se cotizó al régimen de CCSS porque los salarios eran pagados por el COSUDE. En conclusión no queda clara la naturaleza laboral de los servicios prestados por el señor Xxxxx durante los lapsos en que fue contratado para proyectos específicos financiados por la Cooperación Internacional, pues cuando se indica que quien pagaba los honorarios era el COSUDE pareciera entrever que la relación laboral era más bien con ese proyecto de cooperación que brindaba ayuda al CATIE. Y era ese Proyecto el que debió honrar sus cuotas obrero patronal. Lo cierto es que el CATIE en ese lapso no lo consideró como funcionario de su planilla regular, razón por la cual lo excluyó. Véase que a folio 53 se detalla claramente que sobre la remuneración salarial percibida por el petente durante los periodos del 14 de junio de 1993 al 31 de diciembre de 1996 en que fungió como experto líder del Proyecto PROSIBONA, es el COSUBE el ente paga los honorarios del señor xxxxx el cual era la suma mensual de US$4.000.00, salarios sobre los cuales pudo haberse coordinado el rebajo de la cotización de parte de dicha organización, si la naturaleza de la función era una relación laboral lo cual no sucedió, pues como bien lo aclara el Gerente de Desarrollo Humano del CATIE en la certificación a folio 30 para ese periodo “no se cotizó para la CCSS” De modo que al no acreditarse la cotización de 14 de junio de 1993 al 31 de diciembre de 1996 los mismos deben ser restados del tiempo contabilizado por la Junta de Pensiones. Lo anterior por cuanto de las certificaciones que se aportan únicamente se indica que el gestionante en su calidad de Profesional Asociado ejerció funciones como experto líder del Proyecto PROSIBONA sin aclararse, los detalles de la variación en la naturaleza laboral y las razones por las cuales en ese periodo el CATIE lo excluye de sus empleados regulares que cotizan para la seguridad social. En fin no se aportan los elementos que permitan demostrar que durante ese periodo como experto líder del PROSIBONA sus labores fueron continuas y bajo el patrono CATIE, por el contrario lo que pareciera que sucedió fue que el CATIE lo excluye de planillas y lo reincorpora una vez concluidas aquellas funciones con el Proyecto PROSIBONA. 10 Debe entenderse que este Tribunal ha aceptado la membresía en el Régimen del Magisterio Nacional de las funciones del CATIE, pues ejercen labores docentes, pero en este caso no se ha demostrado que el gestionante mientras fue líder del Proyecto PROSIBONA su relación laboral y la respectiva cotización lo fuera para el CATIE. Cabe aclararle al recurrente que deberá acudir a las instancias pertinentes para aclarar su situación laboral, pues este Tribunal únicamente puede acreditar servicios concretos demostrados para la educación nacional, así que dicho asunto debe ser esclarecido por las instancias pertinentes, ya sea ante la organización internacional que le pago sus servicios o su patrono el CATIE y determinar en esta relación Triangular, cuál de ellos era su patrono concreto y el responsable de cumplir con la obligación de pagar la cotización a la seguridad social. De manera que lo que debe hacer el gestionante es solucionar su situación laboral con las instancias competentes para que se clarifique y así solucione su situación con respecto a los derechos laborales referentes a la seguridad social, pues este Tribunal no puede incluir un tiempo de servicio como si se tratase de un servidor del CATIE siendo que aquella exclusión de la planilla genera una incertidumbre imposible de resolver en esta vía. Por lo expuesto al no haberse demostrado que durante el tiempo en que el apelante ejerció funciones como experto líder del Proyecto PROSIBONA, su patrono era el CATIE lo correcto es que del 14 de junio de 1993 al 31 de diciembre de 1996 los mismos sean restados del tiempo contabilizado por la Junta de Pensiones, pues al tratarse de pensiones con cargo al Presupuesto Nacional la administración está en la obligación de ser vigilante del uso de los fondos públicos en respecto a los principios Profondo proporcionalidad y razonabilidad acatando con el esto el principio de legalidad establecido en el artículo 11 de la Constitución Política y la Ley General de Administración Publica. c.2- De las labores del 01 de enero de 1997 hasta el 31 de diciembre de 1998: Similar situación a la detallada anteriormente se presenta cuando el gestionante es recontratado por la Cooperación Internacional Suiza ahora para desarrollar otro proyecto pero bajo la modalidad de servicios profesionales. En lo referente a estos periodos la certificación del CATIE a folio 53 es clara al indicar que el señor xxxxx laboró del 01 de enero de 1997 hasta el 31 de diciembre de 1998 bajo la modalidad de servicios profesionales con otro proyecto financiado por COSUDE, cuya prestación fue remunerada por dicha organización. Así que sobre este periodo queda claro que la prestación de servicio fue ejercida de manera liberal es decir que se laboró bajo la modalidad de servicios profesionales. En lo concerniente a la relación laboral el artículo 18 del Código de Trabajo, indica que la existencia de la misma se da cuando concurran los siguientes elementos, la obligación de quien es contratado de prestar sus servicios personalmente y no a través de otra persona, la subordinación entendiéndose como la dependencia del trabajador respecto al patrono, lo que supone la 11 posibilidad de este último, de imponer reglamentos, girar órdenes y velar por su cumplimiento, siendo este elemento el más importante, y el salario el cual constituye la contraprestación a cargo del patrono por concepto de remuneración por los servicios prestados. De esa manera el elemento determinante y diferenciador es el de la subordinación, por cuanto existen otros tipos de relaciones jurídicas donde los elementos de la prestación de los servicios o de la ejecución de obras y el del pago también están presentes. Al respecto la Sala Segunda de la Corte Suprema de Justica en el voto número 2006-00008 de las nueve horas treinta minutos del veinte de enero del dos mil seis indica lo siguiente: “IV.- DE LOS ELEMENTOS QUE DEFINEN LA EXISTENCIA DE UNA RELACIÓN DE TRABAJO: Esta Sala, en forma reiterada, ha señalado que la naturaleza de una relación jurídica puede establecerse mediante la identificación de sus elementos característicos. Para establecer si una determinada relación tiene naturaleza laboral debe atenderse, primero, a las regulaciones establecidas en el numeral 18 del Código de Trabajo que establece, con claridad, las particularidades que definen la relación laboral. Así, de conformidad con dicha norma, con independencia del nombre que se le dé, media un contrato de trabajo cuando una persona se obliga a prestar a otra u otras sus servicios o a ejecutarle(s) una obra, bajo su dependencia permanente y dirección inmediata o delegada, a cambio de una remuneración, de cualquier clase o forma. Dicho numeral también establece una presunción legal -la cual, desde luego, admite prueba en contrario, pues es solo iuris tantum-, respecto de la existencia de un vínculo laboral, entre el individuo que presta sus servicios y quien los recibe. La remuneración, de conformidad con el numeral 164 ídem, puede pagarse por unidad de tiempo, por pieza, por tarea o a destajo y en dinero, en dinero y especie, por participación en las utilidades, ventas o cobros que haga el empleador. Tres elementos son, entonces, los que definen jurídicamente el carácter o la naturaleza de una relación de trabajo: a) la prestación personal de un servicio; b) la remuneración; y, c) la subordinación jurídica. Jurisprudencial y doctrinariamente se ha establecido que, por lo general, tal subordinación o dependencia es el elemento fundamental para poder determinar si se está o no en presencia de una relación laboral. Esto por cuanto existen otros tipos de relaciones jurídicas, donde los elementos de la prestación de los servicios o de la ejecución de obras y el de la remuneración también están presentes, configurando lo que se ha dado en llamar como “zonas grises” o “casos frontera”. De esa manera, generalmente, el elemento determinante y diferenciador es el de la subordinación; y, en ese sentido, Rivas señala: “La distinción en abstracto y en concreto del contrato de trabajo con otras figuras contractuales en las que una parte se obliga a realizar una prestación de trabajo, continúa fundándose en el criterio de la subordinación.” (RIVAS, Daniel. “La subordinación, criterio distintivo del contrato de trabajo.” Montevideo, Fundación de Cultura Universitaria, 1999, p. 185). Luego, la subordinación ha sido definida como “el estado de limitación de la autonomía del trabajador al cual se encuentra sometido, en sus prestaciones, por razón de su contrato; y que proviene de la potestad del patrono o empresario para dirigir la actividad de la otra parte, ...; ... es un estado de dependencia 12 real producido por el derecho del empleador de dirigir y dar órdenes, y la correlativa obligación del empleado de obedecerlas... por lo que basta ...con que exista no la posibilidad de dar órdenes, sino el derecho de hacerlo y de sustituir su voluntad a la de quién presta el servicio, cuando el que ordena lo juzgue necesario.” (CABANELLAS, Guillermo. “Contrato de Trabajo”, Volumen I, Buenos Aires, Bibliográfica Omeba, 1963, pp. 239, 243). Por otra parte, debe apuntarse que al realizar el análisis de asuntos como el que se conoce, debe tenerse en cuenta el principio de la primacía de la realidad, cuya aplicación está implícita en el citado artículo 18. Como se sabe, el Derecho Laboral está caracterizado por una serie de principios propios que marcan o establecen su particularidad respecto de otras ramas del Derecho. Uno de los principios clásicos lo constituye el denominado principio de primacía de la realidad, de conformidad con el cual, en materia laboral, cuentan antes y preferentemente las condiciones reales que se hayan presentado, las cuales se superponen a los hechos que consten documentalmente, desde el punto de vista jurídico. En efecto, dicho principio establece que “en caso de discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo que surge de documentos o acuerdos, debe darse preferencia a lo primero, es decir, a lo que sucede en el terreno de los hechos”. (PLÁ RODRIGUEZ, Américo. “Los principios del Derecho del Trabajo”, Buenos Aires, Ediciones Depalma, segunda edición, 1990, p. 243). Por esa razón, el contrato de trabajo ha sido llamado “contrato-realidad” -aunque, doctrinariamente, se prefiere aquella acepción de primacía de la realidad-; dado que, tanto legal como doctrinaria y jurisprudencialmente, se ha aceptado, de forma pacífica, que la relación de trabajo está definida por las circunstancias reales que se den en la práctica y no por lo pactado, inclusive expresamente, por las partes. En consecuencia, de conformidad con este principio, en materia laboral, importa más lo que ocurre en la práctica, que aquello que las partes hayan pactado y hasta lo que aparezca en documentos. (En ese claro sentido pueden consultarse, entre muchas otras, las sentencias números 151, de las 9:10 horas del 28 de marzo; 428, de las 10:10 horas; 439, de las 15:30 horas, ambas del 13 de agosto, todas del 2003; y, la número 279, de las 9:35 horas del 28 de abril del 2004).” Cuando estamos en presencia de relaciones por servicios profesionales, debe indicarse que no se dan los elementos típicos de una relación laboral, pues si bien se contrata un determinado servicio condicionado a una contraprestación económica, lo cierto es que contrario de la relación laboral descrita en el acápite anterior no existe la subordinación, pues el contratado no recibe directrices continuas ni permanentes del contratante, sino que realiza las labores para las que fue contratado de acuerdo con su grado de profesionalidad y bajo su entera responsabilidad, no recibe beneficios laborales y proporciona los materiales y el equipo para desempeñar su trabajo. Al respecto en el voto supracitado la Sala Segunda estableció: “VI.- EL CONTRATO POR SERVICIOS: La contratación de servicios, en un régimen sin subordinación, constituye una de las experiencias más palpables respecto del abandono del típico contrato de trabajo. En ese sentido, se indica que “... con el advenimiento de las nuevas formas de organización del trabajo y en especial con la tercerización, esta figura 13 contractual tomó un auge sorprendente. Esta figura utilizada para el trabajo por cuenta ajena de algunas categorías de trabajadores como, entre otros, médicos, abogados, ingenieros, es actualmente utilizada de manera indiscriminada, para contratar todo tipo de trabajadores, incluso a los ex trabajadores subordinados de la empresa que terceriza en categorías laborales que en nada se asemejan a las categorías profesionales antes referidas.” (FERNÁNDEZ BRIGNONI, Hugo. “Las actuales formas de la descentralización productiva. Criterios de identificación y modalidades contractuales”, en: “Cuarenta y dos estudios sobre la descentralización empresarial y el Derecho del Trabajo”, Montevideo, Fundación de Cultura Universitaria, primera edición, 2000, p. 71). Mangarelli, por su parte, también expone sobre el auge de los contratos por servicios profesionales y es concluyente en el sentido de que el contrato de trabajo no absorbió al de prestación de servicios, al tiempo que indica que la diferencia entre ambos radica en el elemento subordinación. En ese sentido, señala: “Hoy ya no es posible sostener que el arrendamiento de servicios sea una categoría jurídica sin importancia. En la actualidad se ha producido un aumento considerable de los contratos de arrendamiento de servicios. Ello es debido a que –entre otras razones- esta modalidad de contratación es uno de los instrumentos para llevar a cabo la descentralización empresarial... El arrendamiento de servicios no fue absorbido por el contrato de trabajo, sino que se mantuvo como figura jurídica distinta, y reguló en los hechos, un sector del trabajo por cuenta ajena. El criterio acertado de distinción del contrato de arrendamiento y el contrato de trabajo es la subordinación...” (MANGARELLI, Cristina. “Arrendamiento de servicios”, en: “Cuarenta y dos estudios sobre la descentralización empresarial y el Derecho del Trabajo”, Montevideo, Fundación de Cultura Universitaria, primera edición, 2000, p. 267, 273, 280). El fenómeno de la contratación de servicios, aunque no exclusivo, es frecuente tratándose de profesionales liberales. Esta Sala ya ha indicado que los profesionales liberales pueden prestar sus servicios no solo a través de una relación laboral, sino también mediante un contrato por servicios profesionales (Ver sentencias números 311, de las 14:40 horas del 7 de octubre de 1999; y, 365, de las 10:10 horas del 24 de julio del 2002). Por otra parte, en esta materia, también se ha señalado que el elemento de la subordinación aparece en forma diferente, más aún si se trata de servicios especializados; por cuanto, el ejercicio de tales funciones implica, necesariamente, una independencia técnica, que no obsta a la existencia de la contratación laboral. (En tal sentido pueden consultarse, entre otros, los fallos N°s. 60, de las 10:00 horas del 20 de febrero; 365, de las 10:10 horas del 24 de julio; y, 540, de las 9:50 horas del 6 de noviembre, todas del 2002). Reiteradamente se ha dicho que la subordinación sigue siendo el criterio de distinción entre el contrato de trabajo y otras figuras afines. No obstante, dadas las dificultades que pueden presentarse al momento de determinar si en una relación concreta media o no subordinación, precisamente en los denominados “casos frontera”, tanto doctrinal como jurisprudencialmente se han venido estableciendo distintos criterios que se consideran como indiciarios de la existencia de subordinación. Así, la autora citada, enumera los siguientes: 1) No deben confundirse las condiciones del servicio con la existencia de subordinación; pues, a todo profesional, debe indicársele por qué y para qué se necesitan sus servicios. 2) Inexistencia del carácter 14 personal de la prestación. 3) Constituye un indicio de laboralidad del contrato, el hecho de que la remuneración se pacte según las fijaciones y aumentos que se dispongan por ley. 4) La prestación de servicios en otros lugares –no exclusividad- ha sido considerado como indicio de que no media contrato de trabajo. 5) La inexistencia de un horario. 6) El no pago de los beneficios laborales durante la relación de trabajo. (MANGARELLI, op.cit., pp. 273275). Esta Sala, en su construcción jurisprudencial, también ha establecido distintos criterios que pueden servir para distinguir entre un trabajador dependiente y un trabajador autónomo. Entre ellos, pueden enumerarse los siguientes: 1) Existencia o no de la prestación personal del servicio (sentencias números 319-99, 223-01, 448-01, 540-02, 25503, 312-03, 323-03, 583-03). 2) Exclusividad en la prestación de las labores (sentencias 319-99, 448-01, 512-02, 564-02). 3) El trabajo debe prestarse en las instalaciones del empresario (sentencias 240-99, 319-99, 275-01, 761-01, 365-02, 540-02, 564-02, 338-03, 583-03). 4) La retribución es fija y periódica (sentencias 319-99, 275-01, 448-01, 761-01). 5) Sometimiento a jornada y horario (sentencias 241-99, 319-99, 275-01, 448-01, 717-01, 761-01, 365-02, 515-02, 564-02, 583-03). 6) Imposibilidad de rechazar el trabajo encomendado (votos 319-99, 564-02). 7) Afiliación a la seguridad social (fallos 319-99, 512-02, 564-02). 8) Se proveen herramientas y materiales de trabajo (sentencias 294-97, 240-99, 364-01, 576-01, 761-01, 512-02, 373-03). 9) Debe vestir uniforme o los atuendos deben llevar el logotipo de la empresa (sentencia 390-02). 10) Las actividades se realizan por cuenta y riesgo del empresario (sentencias 319-99 y 294-01). 11) No se pagan vacaciones ni aguinaldo (votos 294-97, 576-01, 715-01, 512-02). 12) La remuneración excede el pago normal de un trabajador (fallo 253-02). 13) El hecho de que los honorarios se paguen mes a mes no los convierte en salarios (sentencias 97-97, 381-00 y 715-01).” En el caso en estudio considera este Tribunal al certificar el CATIE que en ese periodo se laboró por servicios profesionales pagados por la Cooperación Internacional, deberíamos entender que esa relación está caracterizada por la ausencia de los elementos esenciales de la relación laboral Así al igual que el periodo 1993 a 1996 este Tribunal encuentra serias trabas para determinar la naturaleza real de la relación laboral, pues no se determina con claridad si ahí existía relación laboral con el CATIE o si lo era con la Cooperación Suiza, si aquellos servicios profesionales eran una relación laboral o si efectivamente no estaban presentes los elementos de la relación laboral y esa era la razón por la cual ambas entidades omitieron el pago de las cotizaciones obrero patronales. En conclusión, esta vía Administrativa no tiene la competencia para resolver este tipo de controversias. Deberá el gestionante resolverlas en las entidades pertinentes, ya sea en la vía ordinaria laboral o en la de la Seguridad Social, lo cierto del caso es que hasta tanto se demuestre que el CATIE era el patrono durante el lapso que el gestionante laboró para la Cooperación Internacional ya sea como Personal Profesional o como encargado por servicios profesionales, este Tribunal no podrá acreditar esos servicios, por ello el periodo 01 de enero de 1997 hasta el 31 de diciembre de 1998 debe ser restado del tiempo contabilizado por la Junta de Pensiones, 15 que a criterio de este Tribunal computo ese tiempo sin tener la certeza de que esas labores fueron ejercidas bajo la autoridad y el patrono CATIE, sin que pueda deducirse del expediente que ese fue el patrono y no la Cooperación Suiza. d) Con respecto a las bonificaciones por artículo 32: Con respecto a las bonificaciones otorgadas por artículo 32 ambas instancias otorgaron 2 años y 4 meses por labores administrativas (de 1981 a 1985 y de 1987 a 1989) más 1 mes y 25 días de 1986. Sin embargo cabe aclarar que según lo desarrollado en el apartado de la BECA procede únicamente la bonificación por este concepto sobre los años de 1981 a 1985 por las labores administrativas. Las correspondientes a los años de 1987 a 1989 no proceden hasta tanto no se demuestre lo respectivo en la regulación de la BECA. Asimismo sobre los eneros laborados (1981 a 1986) no proceden en el caso de los funcionarios del CATIE según oficios DH/035 del 30 de enero del 2012 y DH/090 del 21 de marzo del 2012 emitidos por el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) solicitados y remitidos por dicha Institución y que constan en el archivo del Tribunal, se indica lo siguiente: “… todo personal tiene derecho a 20 días hábiles por año y el disfrute es de común acuerdo entre las partes…” En el caso del petente ingreso al CATIE el 14 de junio de 1980 por lo que tenía la posibilidad de disfrutar de las vacaciones en cualquier momento del año y no precisamente en enero. De manera que el total de bonificaciones por artículo 32 por labores administrativas es el total de 1 año y 1 mes del año 1981 a 1985. c.).- Respecto al tiempo de servicio computado por la Junta de Pensiones Del cálculo realizado por la Junta de Pensiones se observa que para el año 1980 contabiliza 6 meses (de (julio a diciembre) y en este caso el mes de diciembre es un periodo vacacional que se concede cuando se ha laborado el curso lectivo completo de marzo a noviembre y véase que en este caso el petente ingresó el 14 de junio de 1980 y su cotización aparece en (folio 48). De manera que procede contabilizar para ese año el total de 5 meses y 17 días. Asimismo se observa que de Pensiones a folio 78 que dicha instancia en el segundo corte totaliza 18 años, 03 meses y 9 días y lo consigna como 220 cuotas, pues equipara los 9 días a una cuota completa, práctica que no es procedente, toda vez que 1 cuota equivale a un mes laborado. En todo caso este Tribunal ya se ha pronunciado sobre esta práctica indicando enfáticamente que si el tiempo de servicio fue computado utilizando los cocientes según los periodos históricos en el primero y segundo corte, debe concluirse bajo ese mismo esquema. De acuerdo a lo anterior, se tiene por acreditado que pese a que el gestionante tiene derecho de pertenencia por el Régimen de Magisterio Nacional por haber laborado en el CATIE, sin 16 embargo a la fecha demuestra el total de tiempo servido de 24 años y 2 meses y 17 días al restar los periodos de 01 de marzo de 1986 y hasta el 27 de febrero de 1990 en el cual se le concedió la licencia sin goce para una beca de estudio, del 14 de junio de 1993 al 31 de diciembre de 1996 en que laboró con el Proyecto PROBISONA pagado por la Cooperación Internacional y del 01 de enero de 1997 hasta el 31 de diciembre de 1998 bajo la modalidad de servicios profesionales pagado por la Cooperación Internacional. Del tiempo efectivamente laborado en el CATIE que es el total de 24 años y 2 meses y 17 días: 9 años 1 mes y 17 días al 18 de mayo de 1993, tiempo que incluye 5 años y 5 meses y 17 días por los servicios prestados en la el CATIE, 1 año 1 meses de bonificaciones por artículo 32 y 2 años y 4 meses de bonificaciones por ley 6997 Y 24 años y 2 y 17 días meses al 31 de enero del 2014, al sumar a dicha fecha 15 años y 1 mes, sean 290 cuotas. En este caso el recurrente pese a que no cumplió con el requisito de las 400 cuotas según el numeral 41 de la ley 7531 si alcanza a sobrepasar las 240 cuotas que es el segundo presupuesto establecido en dicha normativa, sin embargo aún no cuenta con el requisito del cumplimiento de los 60 años de edad, pues a la fecha de la presentación de la solicitud que data del 28 de febrero del 2014 contaba con 56 años 5 meses y 16 días. De modo que tampoco logra verse beneficio bajo los parámetros del citado presupuesto que exige el cumplimiento de las 240 cuotas y 60 años de edad. En consecuencia se declara parcialmente con lugar el recurso de apelación. Se revoca la resolución número DNP-ODM-0110-2015 de las 14:49 horas del 13 de enero del 2015 dictada por la Dirección Nacional de Pensiones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y se establece que el gestionante tiene derecho de pertenencia para el Régimen de Magisterio Nacional pudiendo computarse las labores debidamente demostradas para el CATIE, determinándose el tiempo de servicio en 24 años y 2 meses y 17 días al 31 de enero del 2014, equivalente a 290 cuotas. Se deniega la pretensión de pensionarse al amparo de la ley 7531 pues aún no completa 400 cuotas o 240 cuotas y 60 años de edad. POR TANTO: Se declara parcialmente con lugar el recurso de apelación. Se revoca la resolución número DNPODM-0110-2015 de las 14:49 horas del 13 de enero del 2015 dictada por la Dirección Nacional de Pensiones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, se establece que el gestionante tiene derecho de pertenencia para el Régimen de Magisterio Nacional pudiendo computarse las labores debidamente demostradas para el CATIE, determinándose el tiempo de servicio en 24 años y 2 meses y 17 días al 31 de enero del 2014, equivalente a 290 cuotas. Se deniega la pretensión de 17 pensionarse al amparo de la ley 7531 pues aún no completa 400 cuotas o 240 cuotas y 60 años de edad. Se da por agotada la Vía Administrativa. NOTIFIQUESE.- Luis Alfaro González Hazel Córdoba Soto Carla Navarrete Brenes MVA/CNB 18