1 2 Taijutsu, literalmente trascrito como la habilidad del cuerpo, forma la base de todo entendimiento en el arte de pelea del Ninja. Concentrándose en desarrollar las acciones de respuestas naturales con el cuerpo durante el entrenamiento inicial del Ninja, uno puede usar las lecciones físicas como modelos de entrenamiento psicológico y táctico en estudios avanzados. El Taijutsu Ninja está hecho de métodos de golpeo y tomas en las peleas sin armas, rodamientos y caídas, altos y ascensos, así como formas de andar y correr, acondicionando al cuerpo y manteniéndolo saludable. Algunas de las más populares artes marciales orientales y sistemas de entrenamiento atentan al moldear las formas del practicante obligándolos a reaccionar y moverse para ajustarse a un juego estilizado de movimientos predeterminados “añadiendo” a por la su sistema. personalidad En total efecto, del ellos están estudiante las características de su estilo. El Taijutsu trabaja de manera opuesta para neutralizar todos los movimientos innecesarios, puliendo las tendencias nocivas o no naturales que pueden haber sido tomadas inconscientemente a través de años de práctica. 3 Como sistema de pelea, el Taijutsu se basa en la fuerza natural del cuerpo y resistencia, la velocidad de respuesta y movimientos y un entendimiento de los principios de la naturaleza, para resultados exitosos en la defensa personal. Las técnicas toman ventaja de la constitución física natural y empleo suficiente de la dinámica corporal. Los estudiantes no necesitan imitar a ningún tipo de animal o de insecto, ni distorsionar o deformar la estructura natural del cuerpo para emplear las técnicas del Taijutsu de defensa personal. Los principios del Taijutsu también proveen el fundamento del combate con armas en el Ninjutsu. Las posturas sueltas, adaptativas del cuerpo y empleadas en el Arte del Ninja, el trabajo de los pies, el balance del cuerpo, la velocidad, la aplicación de energía y la estrategia son idénticas para los practicantes de Ninjutsu, ya sea que peleen con sus puños, cuchillos o cadenas. La efectividad del Taijutsu como un sistema total de pelea esta basado en la confianza del Ninja en la armonía inherente de la naturaleza y no en las posiciones de pelea fundamental y modelos de técnica por sí mismos. Los métodos de entrenamiento avanzados usan balanceos de lo psicológico como 4 de lo físico en las manifestaciones de los cinco elementos del mundo material; que son las clasificaciones de sólido, líquido, comburente, gaseoso y sub-atómico, conocidos por nosotros como Godai que son Chi(Tierra), Sui (Agua), Ka (fuego), Fu (Viento), y Ku (Vacío) de la metafísica oriental. Incrementando nuestra observación y vigilancia de las interrelaciones de estos varios niveles de realidad, podemos desarrollar la habilidad de ver vastos patrones de causa y efecto que son irreconocibles por gente a nuestro alrededor. En este sentido el practicante de Ninjutsu aprende a usar la progresión natural del universo para su beneficio. Sus acciones conforman el juego de los ciclos universales y su cuerpo e intenciones siempre se adaptan a los avances de cualquier atacante entonándose con el Esquema de Totalidad, el Ninja conoce siempre la respuesta apropiada para cualquier situación dad que lo confronte. Junan Taiso es el método de acondicionamiento del Ninja, contribuye a la flexibilidad, velocidad y capacidad de respuesta necesaria para la efectiva aplicación de las técnicas de Taijutsu en el entrenamiento de Ninjutsu; la fuerza es generada a través de la flexibilidad, los músculos y las articulaciones son ejercitadas para alcanzar sus cualidades elásticas naturales. El Junan Taiso 5 junto a una apropiada dieta provee la fuerza, flexibilidad y salud aun en personas de avanzada edad. El sistema muscular puede ser desarrollado en dos distintas maneras, los músculos débiles pueden crecer fuertes a través de ejercicios repetidos y vigorosos. Este tipo de ejercicio está caracterizado por una contracción y relajación rápida de los músculos y eventualmente produce un sentimiento de fatiga localizada o general. En una diferente manera, los músculos tensos o los que no responden pueden hacerse flexibles a través de ejercicios de estiramiento relajado, popularizado hoy día por versiones contemporáneas del Yoga Hindú. Este tipo de acondicionamiento está caracterizado por adoptar posturas que estiran los músculos y articulaciones por varios segundos mientras relajan músculos específicos y les permiten extenderse a sus límites naturales para un cuerpo humano saludable. Debe remarcarse que los ejercicios de acondicionamiento Junan Taiso son de mucha más importancia que “simples calentamientos” para la práctica de peleas en el salón de entrenamiento. Los ejercicios realmente forman una base para una vida saludable presentando una oportunidad de experimentar los 6 aspectos mentales y físicos del cuerpo trabajando en armonía. Durante la ejecución de los ejercicios, observamos los tejidos corporales, la circulación de los fluidos, patrones de respiración y dirección activa de la conciencia, todo en armonía uno con lo otro, aprendiendo los efectos e influencias de varios de los sistemas de mantenimiento del cuerpo. El estudiante de Ninjutsu puede desarrollar un conocimiento útil de su propio poder para controlar la salud y acondicionar el cuerpo. La cabeza es sólo otra parte del cuerpo y debemos aprender a evitar la tendencia a hacer una distinción entre el cerebro y otros órganos internos del cuerpo. El cuerpo sabe moverse si lo dejamos y no requiere control mental activo para responder apropiadamente en una situación de peligro. El estudiante de Ninjutsu trabaja para eliminar el pesado proceso de primero pensar mecánicamente a través de una respuesta antes de realmente llevarla a cabo. Esta naturalidad de movimientos resulta de aprender como todas las funciones trabajan en coordinación y balance una con la otra. 7 Técnicas de Taijutsu Mostraremos una posible defensa ante algo tan típico como es el agarre a una persona, por detrás, del cuello de la chaqueta, cazadora, etc. El agresor ( a la derecha de la imagen y con chaqueta oscura ) realiza el agarre, por el cuello de la chaqueta, con la mano derecha. A partir de aquí indicaremos los pasos a seguir: El primer movimiento que debemos realizar es agarrar nuestras solapas con ambas manos y tirar fuerte hacia delante y hacia abajo, con el objetivo de aprisionar los dedos del agresor entre el cuello de la chaqueta y nuestra nuca. Acompañando este movimiento realizaremos un giro de nuestro cuerpo en dirección hacia la derecha del agresor ( porque nos agarra con su mano derecha ) tal y como muestra la imagen. 8 Continuamos el giro de nuestro cuerpo sin soltar nuestras solapas hasta encontrarnos frente a frente con nuestro agresor. Entonces soltaremos las solapas para agarrar con ambas manos su codo desde arriba y tirar del mismo hacia el suelo y hacia nuestro abdomen. El agresor cede ante el dolor y para evitarlo tiende a ponerse de rodillas. Para terminar de neutralizar al agresor procedemos a golpear su cara con nuestra rodilla derecha. Otra forma de finalizar la defensa es comenzar a andar hacia atrás cuando el agresor se pone de rodillas ( tirando de su codo ), de este modo su cuerpo quedará tumbado bocaabajo en el suelo, controlado e inmovilizado con su brazo derecho en la espalda. 9 Explicaremos una técnica correspondiente a un nivel algo más avanzado; para ello nos defenderemos ante un agarre que el agresor realiza para tirarnos del pelo. La mayor dificultad estriba en el uso de un punto “vital” como ayuda en la ejecución de la técnica y que, por sus características, requiere un poco de habilidad por parte de la persona que realiza la defensa: 10 El primer movimiento que debemos realizar es, como de costumbre, desplazarnos hacia una zona de “seguridad”. Para ello nos desplazaremos un poco lateralmente hacia la izquierda ( porque el agresor nos agarra con su mano derecha ) y, simultáneamente, le golpearemos en el estómago o en las costillas. También al mismo tiempo presionaremos con nuestro pulgar izquierdo en la zona interior de su codo, donde éste tiene su eje de flexión. Continuamos la presión sobre el punto “vital” señalado para comenzar a realizar un movimiento de ascensión de su codo. Así, con nuestra mano derecha presionaremos su mano ( que agarra 11 nuestro pelo ) contra nuestra cabeza. Al mismo tiempo, comenzaremos a girar nuestro cuerpo para que nuestra cadera izquierda empuje nuestro brazo izquierdo y así aumentar la presión ejercida sobre el punto presionado con el pulgar. Una vez controlado el agresor en el paso anterior, procederemos a su derribo. Para ello seguiremos girando nuestro cuerpo a la vez que tiramos de su mano ( agarrada en el paso anterior ) hacia el suelo y empujamos su codo aún más hacia arriba. Se procurará que nuestra pierna derecha pase por entre nuestra pierna izquierda ( que ejerce de eje para el giro ) y las suyas. De este modo, justo antes de que el agresor caiga al suelo estaremos frente a él de rodillas. Una vez que el agresor ha caído al suelo de espaldas, se puede proceder a inmovilizarlo con alguna técnica de control o rematarlo con un golpe de la mano derecha ( en este caso, la mano izquierda nunca deja de controlar y luxar la mano derecha del agresor ). Esta forma de derribar al adversario es conocida con el nombre japonés de Shiho-Nage. 12 El objetivo de esta página es alejar de la mente del visitante la idea de complejidad que tradicionalmente se asocia a la ejecución de una “llave”, como generalmente se conoce a las diferentes técnicas realizadas en las artes marciales. Sin embargo, esto no quiere decir que nada más verlas las podamos ejecutar en la vida real, ya que para asegurar su efectividad es necesaria su práctica correcta y constante. Para transmitir este sentimiento de sencillez el mejor Tai-Jutsoka posible, que nos muestre cómo defendernos, es un “pequeño maestro” de sólo 4 años de edad. Como ejemplo realizaremos la técnica que recibe el nombre japonés de Yuki Chigae, aplicada al segundo agarre de base: El primer movimiento que debemos realizar es, como hemos explicado en otras páginas, colocarnos en una zona de “seguridad”. Para ello nos desplazaremos un poco lateralmente hacia la izquierda ( porque el agresor nos agarra con su mano derecha ) y, simultáneamente, le agarraremos su muñeca derecha con nuestra mano izquierda. Si es posible, golpearemos su rostro con nuestra mano izquierda antes de agarrarle la 13 muñeca, o bien, la espinilla de su pierna derecha con nuestro pie derecho. Una vez colocados en la posición de seguridad giraremos nuestro cuerpo sobre la pierna izquierda en el sentido contrario a las agujas del reloj, pasando nuestro cuerpo entre la mano derecha del agresor y sus costillas. Es posible que sea necesario agacharse un poco para no tropezar nuestra cabeza con su brazo, aunque con este movimiento circular el agresor irá levantando y arqueando su brazo progresivamente, lo que facilitará nuestro movimiento. Es importante no aflojar, en ningún momento, el agarre sobre la muñeca derecha del agresor. 14 Una vez controlado el agresor en el paso anterior, procederemos a mantener la técnica; para ello continuaremos girando el cuerpo como en el paso anterior ( colocándonos un poco detrás del lateral derecho del agresor ) y tiraremos de su mano de tal modo que su codo y antebrazo queden en posición vertical. Procuraremos deslizar nuestra mano izquierda hasta el canto de la mano derecha del agresor para aumentar el dolor producido por la luxación. Es posible terminar la situación de constante giro golpeando con nuestro pie derecho en la parte trasera de la rodilla del agresor. 15 Explicaremos una de las posibles salidas que pueden efectuarse ante una agresión muy común. Se trata de un “agarre lateral al cuello”, en este caso, con las dos piernas del agresor por delante de las nuestras. Aunque existen defensas más rápidas que la que vamos a mostrar, hemos escogido ésta porque el agresor queda totalmente reducido tras su ejecución con una “técnica de conducción”, es decir, una técnica que nos permite llevar a la persona controlada al lugar que deseemos de una manera segura. 16 Lo primero que debemos hacer es golpear en los genitales del agresor con el codo del brazo que queda pegado a su cuerpo; esto ayuda a que afloje la presión que realiza sobre nuestras cervicales o, incluso, lograr que suelte la presa que mantiene sobre nuestro cuello. Si no fuese posible golpear con el codo, se intentaría “atacar” la cara del agresor. No es necesario que el agresor suelte la presa, sin embargo, para que las imágenes sean lo más claras posible, hemos aceptado este supuesto. Ahora taparemos nuestra oreja derecha con la palma de nuestra mano izquierda, de modo que su antebrazo derecho quede atrapado en nuestro cuello ( como se puede observar en la imagen ). Para ayudarnos a realizar este movimiento, podemos desplazar un poco nuestro cuerpo hacia detrás y hacia fuera ( como si intentásemos llevar su mano derecha hacia nuestra cadera izquierda ), con el fin de abrir un mayor hueco entre el brazo del agresor y su cuerpo. 17 El siguiente paso es liberar nuestra cabeza y controlar el brazo derecho del agresor. Para ello moveremos la cabeza hacia detrás y hacia arriba, mientras desplazamos nuestra mano izquierda hacia el hombro derecho del agresor de modo que su antebrazo quede en nuestro codo o en nuestro antebrazo ( ver imagen ). Aseguraremos el control con nuestra mano derecha sobre el hombro del agresor o sobre nuestra mano izquierda. Esta técnica recibe el nombre japonés de Ude-Garami. Realizaremos una pequeña modificación del control para convertirlo en una técnica de conducción. Simplemente es necesario agarrar la mandíbula del agresor ( por encima de su cabeza ) y tirar hacia nuestro cuerpo de la misma. A partir de aquí el agresor, aunque controlado, está capacitado para poder 18 caminar y “ser conducido” por nosotros hasta donde requieran las circunstancias. 19 Explicaremos una posible defensa contra el agarre que se muestra en la imagen y que se conoce con el nombre de: “el abrazo del oso”. En esta técnica nos serviremos de los Kyusho (puntos vitales del cuerpo) con el objetivo de desequilibrar al agresor y, en consecuencia, provocar su caída al suelo. Normalmente se suele hacer uso de los Kyusho golpeando sobre ellos, sin embargo, en esta ocasión mostraremos cómo algunos de ellos también son muy efectivos cuando son presionados correctamente. Comenzaremos la defensa utilizando un primer Kyusho que se encuentra aproximadamente a la altura de la “sien”, golpeando dicho punto con ambas manos (cada una en un lado de la cabeza del agresor). De este modo, además de desconcertarle, conseguiremos que afloje el agarre. Podemos, entonces, 20 desplazar nuestra mano izquierda hacia la zona lumbar derecha del agresor y, al mismo tiempo, dirigir nuestra mano derecha hacia el siguiente Kyusho que vamos a utilizar. Colocaremos nuestro dedo índice derecho bajo la nariz del agresor, de modo que quede colocado por encima de su labio superior con la uña mirando hacia nuestro pecho. Además, adoptaremos con el dedo la forma de un arco (como si fuese un gancho o un anzuelo) con el fin de que esté completamente pegado a la cara del agresor. También, si es posible, procuraremos desplazarnos hacia el lateral derecho del agresor. El Kyusho que estamos atacando se denomina en japonés “Jinchu”. 21 El siguiente paso consiste en empujar hacia delante y hacia arriba con nuestro brazo derecho y hacia nosotros con nuestro brazo izquierdo. Con este movimiento, el agresor arqueará el cuerpo hacia detrás y como consecuencia del dolor que producimos bajo la nariz moverá la cabeza también hacia detrás para evitar nuestra presión. Para incrementar aún más el dolor bajo la nariz, giraremos nuestro dedo índice derecho, de modo que la yema presione hacia las fosas nasales. Llegará un momento en que el desequilibrio del agresor provocará su caída de espaldas en el suelo. Normalmente cuando se cae de espaldas en el suelo se suelen levantar las piernas, en este momento cogeremos alguna de ellas por el tobillo y colocaremos nuestro pie interior (es decir, el más cercanos al agresor) en sus genitales con el fin de mantenerlo controlado al presionarlos. 22 En esta ocasión vamos a variar un poco el momento de la agresión, es decir, el atacante todavía no ha conseguido agarrarnos, pero su intención es la de hacerlo por la solapa de la chaqueta o empujarnos el pecho. Esto es lo que se conoce como una situación de media distancia, en la que el agresor no está ni lejos para utilizar patadas largas, ni cerca para usar los puños. Por supuesto, para realizar esta técnica debemos ser capaces de prever y anticiparnos a las intenciones del agresor. A medida que el agresor avanza extendiendo su brazo hacia nosotros, realizaremos una esquiva interior (de modo que nuestro pecho quede mirando hacia su pecho). Para ello avanzaremos con nuestro pie derecho (porque nos ataca con su mano derecha) hacia delante a la vez que, con nuestra mano derecha, realizamos un semicírculo desde nuestro hombro derecho hacia su antebrazo que avanza. De este modo, las líneas que dibujan nuestros hombros quedarán perpendiculares. 23 Aprovechando el movimiento de avance de su brazo, nos serviremos de su inercia para llevarlo hacia el “interior” (el hueco existente entre nuestros cuerpos) con un movimiento circular descendente. Es importante destacar que este movimiento no es una acción de fuerza dominante mientras su brazo avanza; sin embargo, en el momento en que deja de avanzar, éste toma fuerza y la ejecución de la técnica debe realizarse de forma distinta a como se describe en este apartado, dado que en TaiJitsu siempre consideramos que el agresor es más fuerte y, en consecuencia, nuestra fuerza se muestra ineficaz ante la suya. Continuamos el movimiento circular que iniciamos en el apartado anterior de modo que su brazo se vaya flexionando debido al movimiento ascendente. Debemos observar que nuestra muñeca se encontraba en el lado “interior” al comenzar 24 la técnica; luego pasó al lado “exterior” de su brazo para realizar el movimiento descendente de su brazo hacia el interior y, por último, se encuentra nuevamente colocada en el “lado interno” de su brazo al finalizar el movimiento ascendente. Una vez que su antebrazo llegue arriba, agarraremos su muñeca derecha con nuestra mano izquierda. Tras atrapar su muñeca derecha continuaremos el movimiento circular iniciado anteriormente llevando su brazo hacia el “exterior” de su cuerpo, ahora con un movimiento descendente. Tendremos que ganar fuerza de presión ayudándonos con nuestro puño derecho, colocándolo sobre el torso de su mano y presionando con él su mano hacia abajo. Esta forma de luxación recibe el nombre japonés de “Kote-Gaeshi” y constituye una de las técnicas más utilizadas en situaciones de peligro real, tanto por su velocidad, como por su simplicidad. 25 En este apartado trataremos una situación bastante común: el agresor se encuentra situado en nuestra espalda. Desde esta posición pretende aumentar su “dominio” físico sobre nuestra persona (ya que nuestras posibilidades de defensa se encuentran reducidas) y, también, producir en nuestra mente una mayor sensación de temor, impotencia y sometimiento (dado que no podemos ver lo que ocurre detrás nuestra). En este caso el agresor nos agarra por detrás del cuello con sus dos manos. Es importante tener en cuenta que no podemos ver detrás, pero conocemos la situación del agresor gracias al tacto (debido a la forma en que nos tiene agarrados). Así pues, nuestro primer movimiento será girarnos retrocediendo nuestra pierna izquierda y golpear, simultáneamente, sus costillas con nuestro codo izquierdo para colocarnos un poco oblicuo al agresor. De este modo dispondremos de una referencia visual del agresor además de reducir su capacidad de reacción como consecuencia del golpe. 26 Si, a causa del golpe recibido, el agresor no suelta nuestro cuello, entonces podemos aprovechar para realizar una técnica de control y reducción del mismo. Para ello agarraremos su brazo derecho con las dos manos, de forma que nuestro dedos queden en la zona correspondiente a su tríceps. Si fuese necesario, podemos volver a golpear las costillas o el estómago del agresor con nuestra rodilla derecha. Para finalizar el control del agresor lo único que tenemos que hacer es dar un paso hacia detrás para llevar nuestra rodilla derecha al suelo. Al mismo tiempo tiraremos de su brazo con nuestras manos describiendo un movimiento hacia abajo y hacia nuestro pecho. El objetivo de este movimiento es realizar una luxación de su muñeca derecha al quedar bloqueada en nuestro hombro derecho. Para aumentar el dolor y la eficacia del control procuraremos mantener su brazo lo más extendido posible. 27 De nuevo volveremos a tratar la misma agresión de la técnica siete: el agresor nos agarra, por detrás, del cuello con sus dos manos. Con ello, nuestro deseo es aclarar que no todas las técnicas pueden ser igual de apropiadas para todo el mundo, es decir, no todas las personas tienen la misma agilidad, rapidez, fuerza o, simplemente, edad, altura, anchura, etc. Por ello en TaiJitsu se estudian diferentes formas de responder ante una misma agresión. Esto no significa que las técnicas no sean válidas, sino que el practicante aprende distintas soluciones y luego determina cuál es la que mejor se adapta a sus cualidades personales y le resulta más efectiva o más fácil. En este caso supondremos que nuestro brazo es corto o nuestra constitución es “ancha” y, por tanto, no nos es posible golpear con nuestro codo en las costillas del agresor. Así pues, lo que haremos es golpear sus costillas con el puño o con el canto de nuestra mano izquierda y, al mismo tiempo, con nuestra mano derecha agarraremos el dorso de la mano izquierda del agresor de modo que metamos nuestros dedos un poco entre nuestro 28 hombro y la palma de la mano del agresor en la base de su dedo índice. Como consecuencia del golpe el agresor encogerá un poco el abdomen o doblará un poco su tronco. En este momento aprovecharemos su movimiento para llevar, con nuestra mano derecha, la mano izquierda del agresor hacia la palma de nuestra mano izquierda (la cual hemos pasado bajo su brazo izquierdo, aproximadamente a la altura de la axila). Por último, agarraremos con la palma de nuestra mano izquierda el dorso de la mano izquierda del agresor y presionaremos hacia abajo, teniendo cuidado de mantener su codo pegado a nuestro cuerpo para que no se escape hacia nuestra cara. De este modo dejamos libre nuestra mano derecha para poder golpear en la cara del agresor o para ayudarnos a controlar su brazo (presionando con ella, hacia nuestro cuerpo, el codo del brazo del agresor que mantenemos luxado). 29 30 Siguiendo los pasos de la página anterior, continuaremos afianzando técnicas realizadas con anterioridad empleándolas para defendernos de agresiones distintas a aquella con la cual las aprendimos. Esta vez nos volveremos a defender con la técnica denominada en japonés Yuki-Chigae, que aprendimos como defensa para un agarre de muñeca, y la aplicaremos como defensa ante un intento (por parte del agresor) de empujón frontal al pecho con una mano . Primeramente nos situaremos en una “zona de seguridad” (imagen anterior). Para ello realizaremos una esquiva exterior, es decir, nos desplazaremos hacia nuestra izquierda para quitarnos de la trayectoria frontal del agresor y agarraremos su muñeca con nuestra mano derecha. Luego, como muestra esta imagen, avanzaremos nuestro pie izquierdo para poder agarrar los dedos de la mano derecha del agresor por su dorso con nuestra mano izquierda . 31 Una vez atrapados los dedos del agresor, giraremos nuestro cuerpo en el sentido opuesto a las agujas del reloj (desplazando nuestro pie derecho y girando sobre el pie izquierdo). Con ello, aprovecharemos la fuerza de nuestra cadera para tirar de sus dedos hacia nosotros con un movimiento ascendente hasta colocar la muñeca del agresor con una flexión aproximada de unos 90º (dependiendo de la flexibilidad de su muñeca). Esta luxación es la que se denomina Yuki-Chigae. Para finalizar el constante movimiento de giro que se precisa para mantener la luxación obtenida anteriormente, provocaremos la caída al suelo del agresor para posteriormente inmovilizarlo. A fin de conseguirlo, tiraremos de su mano derecha hacia nuestro pie derecho (sin aflojar nunca la luxación de sus dedos) de modo que el dorso de la mano del agresor quede siempre mirando hacia su axila derecha (dado que luxamos su mano derecha). Empujamos su codo y mano hacia su cabeza. 32 Una vez controlado en el suelo, procederemos a inmovilizarlo de modo que nuestras manos queden libres; para protegernos de otro posible agresor o cualquier otra acción que sea necesaria. Sólo tendremos que pasar nuestra pierna derecha sobre la espalda del agresor y apoyar nuestro pie cerca de su clavícula o su cuello (dependiendo de la flexibilidad del hombro del agresor). Entonces capturaremos su muñeca con la parte anterior de nuestra rodilla y la empujaremos hacia su cabeza. 33