claves para atender la diversidad afectivo

Claves para atender a la diversidad afectivo-sexual en el contexto educativo…
Aitor Marxueta Pérez et.al
CLAVES PARA ATENDER LA DIVERSIDAD AFECTIVO-SEXUAL EN EL
CONTEXTO EDUCATIVO DESDE UN ENFOQUE GLOBAL ESCOLAR
KEYS TO DEALING WITH SEXUAL-EMOTIONAL DIVERSITY IN THE EDUCATIONAL
CONTEXT FROM A WHOLE SCHOOL APPROACH
1
Aitor Martxueta Pérez
Juan Etxeberria Murgiondo
Universidad del País Vasco. Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación.
Guipúzcoa, España
RESUMEN
El artículo, ahonda en diversas estrategias que hay que tener en cuenta a la hora de abordar
la homofobia y la transfobia, las conductas de bullying homofóbico y transfóbico y la mejora de la
atención a la diversidad afectivo-sexual desde un enfoque escolar global que ayuden a prevenir
cualquier discriminación homofóbica y transfóbica y a dirigir las culturas heteronormativas que
existen en la escuela. Las claves han sido extraídas del análisis de las investigaciones llevadas a
cabo en el ámbito educativo con relación a las actitudes que los y las jóvenes tienen hacia la
diversidad afectivo-sexual y el acoso y discriminación y en consecuencia, la falta de seguridad que
sufren los y las estudiantes Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (LGTB) en los contextos
escolares. Medidas como, establecer y publicar políticas antidiscriminación y anti-acoso que
especifiquen la orientación afectivo-sexual y la expresión de género; formación del profesorado y
del resto del personal escolar para saber cómo actuar en aquellas situaciones de acoso y
victimización relacionadas con la orientación afectivo-sexual y la expresión de género;
introducción en el currículo de LGTB e información acerca de las diferentes orientaciones afectivosexuales y expresión de género, y disponibilidad de fuentes de información y apoyo para
estudiantes LGTB. Estos criterios deberán ser aplicados teniendo como referencia, aquellos
1
Correspondencia: Aitor Martxueta Pérez. Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación. Avenida de Tolosa, 70.
20018. Donostia. Correo-e: aitor.martxueta@ehu.es
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programas de intervención que aborden la mejora de las relaciones interpersonales y la
prevención de conductas de discriminación y acoso y que favorezcan la inclusión social de todo el
alumnado.
Palabras clave: Diversidad afectivo-sexual, bullying homofóbico y transfóbico, homofobia y
transfobia, LGTB, recursos educativos.
ABSTRACT
The article delves into various strategies that should be taken into account when addressing
homophobia and transphobia, homophobic and transphobic bullying behaviors and improve
assistance for sexual-emotional diversity at the school from a whole school approach, to help
prevent any homophobic and transphobic discrimination and lead heteronormative cultures
existing in school. These keys were taken from the analysis of the various researches that have
been carried out in education in relation to young people’s attitude towards sexual-emotional
diversity and harassment and discrimination and consecuently, the insecurity experienced by
Lesbian, Gay, Bisexual and Transgender (LGBT) students in school contexts. Measures such a
stablish and publish anti-discrimination and harassment policies specifying sexual emotional
orientation and gender expresion; training of teachers and other school personnel to know how to
act in situations of harassment and victimization related to sexual emotional orientation and gender
expression; add LGBT issues in the curriculum and information about sexual emotional
orientations and gender expression and, availability of sources of information and support for
LGBT students. These criteria should be applied taking into account those intervention programs
that address the interpersonal relationships improvement, discrimination and harassment
behaviors prevention and to support the students social inclusion.
Key Words: Sexual-emotional diversity, homophobic and transphobic bullying, homophobia and
transphobia, LGBT, educational resources.
Introducción
Las personas jóvenes LGTB en el contexto educativo
La actitud de hostilidad y rechazo hacia aquellas personas que son o son percibidas como
LGTB o que cuestionan su orientación afectivo-sexual reside en el machismo como valor único y
criterio supremo (Cencillo, 2002), en el tipo de masculinidad hegemónica con carácter normativo
que, a su vez, tiene carácter misógino y homofóbico, impuesto por una cultura occidental, sexista,
patriarcal y heterosexista (Colina, 2011).
La masculinidad hegemónica es la base de una sociedad heteronormativa donde las
demandas de la cultura dominante son exclusivamente heterosexuales, por lo que cualquier tipo
de orientación afectivo-sexual no normativa es rechazada, estigmatizando a aquellas personas
que son o son percibidas LGTB o que cuestionan su orientación afectivo-sexual. Debido a ello,
estas personas tienen que hacer frente a la heteronormatividad y al estigma social adjuntado a la
no heterosexualidad, sobre todo, en la etapa de desarrollo, donde el número de conductas de rol
de género y sexuales aumenta y donde cada uno y una cuestiona cuál es su lugar en el espectro
de la sexualidad, la adolescencia (Williams, Connolly, Pepler y Craig, 2005).
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Así, los y las jóvenes LGTB conforman una población que tiende a padecer problemas
sociales y de salud mental que se relacionan al proceso de integrar su orientación del deseo hacia
personas del mismo sexo, la declaración a la familia y a su red social más cercana y, al manejo de
la homofobia y la transfobia como consecuencia de la heteronormatividad y el estigma social
adjuntado a la no heterosexualidad. Es decir, estos y estas jóvenes aprenden y asumen
comportamientos relacionados con una orientación afectivo-sexual heterosexual que se
caracteriza por los deseos y expectativas de la sociedad, de la familia y de los amigos y de las
amigas. La estigmatización que sufren, provoca una actitud de rechazo que desemboca en un
sentimiento de angustia ante el miedo que experimentan en diferentes situaciones y genera una
percepción de sí mismos que puede derivar en problemas sociales como el rechazo, la falta de
aceptación, la falta de integración social y la falta de apoyo social (Graber y Archibald, 2001); a su
vez, puede causar problemas emocionales como trastornos de depresión y ansiedad, abuso de
alcohol y drogas tentativa de suicidio y suicidio, alteración de la autoestima, autorrechazo respecto
a su orientación del deseo, vergüenza y culpa (e.g. FELGTB, 2012), lo cual impide el desarrollo
natural de una identidad diferente a la normativa, la heterosexual. Además, durante la
adolescencia, estos y estas jóvenes tienen la necesidad de buscar la pertenencia al grupo y es
por ello que, aquello que les pueda diferenciar del resto de sus iguales es rechazado. Una de las
consecuencias de este rechazo es la homofobia interiorizada, el autorrechazo y las dificultades a
la hora de aceptar su orientación afectivo-sexual (Generelo, Pichardo y Galofré, 2006).
Asimismo, a menudo se encuentran sin ningún tipo de apoyo, son aislados, se encuentran
solos y solas y tienen un elevado riesgo de sufrir victimización, acoso verbal y /o físico (bullying)
y/o exclusión social en los ámbitos escolares, familiares y sociales siendo el ámbito escolar, uno
de los ámbitos donde mayor acoso y discriminación sufren.
Estrategias que promueven climas escolares seguros y el bienestar de los jóvenes LGTB
Son diversos los estudios que han analizado las actitudes que los y las jóvenes tienen hacia
la diversidad afectivo-sexual y el acoso y la discriminación y la falta de seguridad que sufren los y
las estudiantes LGTB en los contextos escolares. De los resultados de los mismos se concluye
que, el problema de estos y estas jóvenes son los ambientes en los cuales crecen y se
desarrollan, donde el abuso homofóbico forma parte de las experiencias escolares de muchos
jóvenes desde edades muy tempranas (e.g.,FELGTB 2012; Pichardo Galán et al., 2013).
Estas situaciones de discriminación e inseguridad que sufren hacen la necesidad de plantear
estrategias de prevención destinadas a todos los miembros que conforman la comunidad
educativa; criterios a tener en cuenta para prevenir y abordar la homofobia y la transfobia y el
bullying homofóbico y transfóbico y, por lo tanto, conseguir una educación inclusiva para las
personas LGTB desde un enfoque escolar global.
Para ello, es fundamental que la escuela desarrolle valores como la convivencia y la
aceptación de la diversidad a través del aprendizaje cooperativo, la empatía y el desarrollo de los
recursos personales y sociales del alumnado (Cava y Musitu, 2002).
A este respecto, son diversos los programas de intervención que tienen como objetivo
mejorar las relaciones interpersonales y prevenir o disminuir aquellas conductas de discriminación
y acoso y favorecer la inclusión social de todo el alumnado (e.g. Cava y Musitu, 2002; Fuensanta,
Calvo y Sánchez, 2011; Garaigordobil y Oñederra, 2010).
Teniendo como base estos programas de intervención se deberán incluir aquellas estrategias
específicas relativas al tratamiento de la homofobia y la transfobia y el afrontamiento del bullying
homofóbico y transfóbico la mejora de la atención a la diversidad afectivo-sexual.
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En el caso que nos ocupa, la prevención del heterosexismo se debe operar a 3 niveles
diferentes (Rivers y D’Augelli, 2001): a), prevención terciaria: debe dirigir los problemas actuales
de los y las jóvenes y prevenir un mayor deterioro; b), prevención secundaria: debe especificar
cuáles son los riesgos específicos de los y las jóvenes LGTB y saber abordarlos y c), prevención
primaria: debe estar preparado para crear circunstancias que previenen el desarrollo del
heterosexismo y la homofobia y la transfobia. La prevención primaria del heterosexismo deberá́
ser el último objetivo.
A este respecto, los criterios a tener en cuenta para promover climas escolares seguros libres
de cualquier conducta homofóbica y transfóbica y el bienestar de los jóvenes LGTB y, por lo tanto,
atender a la diversidad afectivo sexual son los siguientes (e.g. Warwick, Chase, Aggleton y
Sanders, 2004; Russell, 2011):
1. Establecer y publicar políticas antidiscriminación y anti-acoso que especifiquen la orientación
afectivo-sexual y la expresión de género, la apariencia y la conducta:
En la gestión escolar, el desarrollo y uso de políticas es algo necesario debido a la ayuda que
puede ofrecer a los diferentes miembros que conforman la comunidad educativa a la hora de
trabajar colaborativamente en la consecución de objetivos comunes para crear escuelas efectivas.
Para ello, las escuelas deberán identificar qué políticas escolares o normativas
antidiscriminatorias están relacionadas con el bullying, la diversidad, la equidad, la igualdad, la
justicia social, el bienestar, y la educación personal, social y de la salud que incluya Educación
Sexual, con el objetivo de proteger a todos los miembros de la comunidad educativa y
especialmente a los más vulnerables, los y las estudiantes. Una vez identificadas serán los
propios miembros que conforman la comunidad escolar quienes deberán estimar si se hace una
mención especial al bullying homofóbico y transfóbico.
2. Sensibilización y formación del profesorado y del resto del personal escolar para saber cómo
actuar en aquellas situaciones de acoso y victimización relacionadas con la orientación afectivosexual y expresión de género. Sensibilización y formación de las familias.
Para que los enfoques escolares globales a la hora de abordar la homofobia y la transfobia y
el bullying homofóbico y transfóbico sean efectivos, el personal escolar debe actuar de manera
consistente y apropiada a cualquier incidente que pueda ocurrir, además de ser capaces de
ofrecer ayuda a los estudiantes víctimas de tales incidentes. Por lo tanto, a la hora de
proporcionar oportunidades para consensuar cuáles son las medidas que la escuela puede tomar
a la hora de abordar el bullying homofóbico y transfóbico es fundamental la labor de todos los
miembros que conforman la comunidad escolar/educativa, especialmente la de los miembros del
consejo escolar y la del profesorado, que es sin duda una de las piezas clave. Pero la formación
del profesorado con relación a la diversidad afectivo-sexual en la actualidad es insuficiente y a
veces, inexistente. Desde la formación inicial, los docentes carecen de una formación adecuada
respecto al tratamiento de la diversidad afectivo-sexual en el contexto escolar (Gallardo y
Escolano, 2009). En cuanto a la formación permanente, aunque en los últimos años se han
empezado a ofrecer cursos de formación continua en relación a cómo abordar la homofobia y la
transfobia en el sistema educativo y el tratamiento de la diversidad afectivo-sexual en el contexto
escolar, son las propias asociaciones y colectivos LGTB quienes en general proponen tales
cursos y jornadas. Pero la formación del profesorado en este ámbito, no debe ser una labor única
de las asociaciones y colectivos LGTB sino que tienen que ser la Administración, los Ministerios
de Educación o las Consejerías de Educación de cada Comunidad Autónoma quienes se
encarguen y oferten la formación necesaria para el profesorado.
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Por lo tanto, la escuela, en función de las demandas del personal escolar respecto al apoyo
de sus necesidades de este, deberá ofrecer oportunidades para la formación y el desarrollo
personal a través de sesiones de formación, grupos de enseñanza, observación en el aula, grupos
de trabajo, literatura apropiada, coaching, debates, colaboración escolar...que a su vez, serán
valoradas y evaluadas.
Asimismo, en el marco de la escuela inclusiva, la implicación y participación de aquellos
miembros que conforman la comunidad educativa es fundamental. A este respecto, al igual que el
profesorado, una de las piezas clave para abordar la homofobia y la transfobia y el bullying
homofóbico y transfóbico desde un enfoque escolar global son los padres/madres y/o
cuidadores/cuidadoras. Pero al igual que el profesorado y el resto de los miembros de la
comunidad educativa, los padres/madres y /o cuidadores/cuidadoras necesitan formación con
relación a la diversidad afectivo-sexual para saber cómo abordar el heterosexismo, la homofobia y
la transfobia y las conductas de bullying homofóbico y transfóbico. Será la propia escuela quien
deberá ofrecer formación a los padres/madres y/o cuidadores/cuidadoras para educar a sus hijos
en el respeto hacia las orientaciones e identidades de género de los y las estudiantes y resto de
miembros que conforman la comunidad educativa.
3. Introducir en el currículo temas LGTB e información acerca de las diferentes orientaciones
afectivo-sexuales y expresión de género. Sensibilización y formación del alumnado en diversidad
afectivo-sexual:
A la hora de hacer frente a la homofobia y la transfobia, el currículo es un instrumento
fundamental y necesario. El tratamiento de la homofobia y de la transfobia, así como la atención a
la diversidad afectivo-sexual, deberán estar presente a lo largo de todo el currículo a través de las
diferentes políticas y documentos de la escuela como en el Proyecto Educativo de Centro,
Proyecto Curricular de Ciclo, Programación de Aula, Plan de Atención a la Diversidad, Plan de
Acción Tutorial (Díaz de Greñu Domingo y Parejo Llanos, 2013). También en la organización del
mismo, ya que suponen un apoyo fundamental para su tratamiento.
En el desarrollo del currículo y los diferentes documentos del centro, deberán participar los
diferentes miembros de la comunidad escolar/educativa. Así, a la hora de hacer explícita la
atención a la diversidad afectivo-sexual en la elaboración de los diferentes documentos del centro,
los miembros de la comunidad escolar deben trabajar y valerse de la experiencia de las agencias
externas competentes en el tema, como los servicios de orientación para jóvenes y las
asociaciones locales LGTB. La escuela se pondrá en contacto con dichas agencias, las cuales
tendrán voz a la hora de apoyar tanto el currículo como los diferentes planes que se elaboren en
la escuela y, aportará los recursos necesarios para contribuir en la consecución de las
competencias establecidas previamente en el currículo.
De esta manera, se obtiene un enfoque coordinado y estructurado que permite planificar los
elementos curriculares a través de diferentes áreas curriculares como la Educación para la Salud
y la Educación para la Paz, entre otras, desde la Educación Infantil hasta la Educación Superior.
Por lo tanto, el tratamiento de la homofobia y la transfobia y el bullying homofóbico y transfóbico
no se llevará a cabo únicamente en actividades específicas sino que se abordará dentro de un
contexto más amplio, de forma transversal, con el objetivo de disminuir cualquier forma
discriminatoria relacionada con las orientaciones afectivo-sexuales e identidades de género. Esta
forma de abordar la homofobia y la transfobia y el bullying homofóbico y transfóbico, permite crear
oportunidades para que el alumnado aumente sus conocimientos, y de forma crítica, piense,
reflexione y conforme una opinión y una actitud crítica respecto a las consecuencias del prejuicio y
la discriminación.
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Para ello, el currículo deberá tener en cuenta todas las perspectivas LGTB y los recursos que
se utilicen, evaluados previamente en función de los criterios acordados para la evaluación de los
recursos, deberán ser inclusivos. A su vez, se utilizarán materiales de aprendizaje que
especifiquen cuestiones LGTB y que no hagan un tratamiento estereotípico con relación al sexo y
al género. Dichos materiales, deberán estar a disposición de cualquier miembro de la comunidad
educativa en las bibliotecas del centro y de la comunidad educativa. El uso de un lenguaje
inclusivo que atienda a las personas LGTB será necesario y fundamental.
El tratamiento de la homofobia y la transfobia, tanto a nivel de centro como de aula (mediante
contenidos curriculares LGTB), es una forma necesaria para promover el aprendizaje y tener
conciencia sobre la igualdad social, la diversidad, el respeto y la no aceptación del bullying por
motivo de orientación afectivo-sexual e identidad de género. Para ello, el profesorado deberá
ofrecer al alumnado oportunidades para un aprendizaje efectivo desde la práctica a través de
diferentes estrategias, tales como, el tratamiento diferenciado en función de las necesidades
individuales de los estudiantes, el aprendizaje cooperativo, el apoyo entre iguales, los tiempos
para el debate en grupos pequeños y en el aula, la reflexión y la crítica, además de mostrar una
especial sensibilidad hacia los sentimientos y experiencias individuales de cada estudiante. A su
vez, utilizará y adaptará los recursos a su alcance y colaborará con agencias externas que tengan
experiencia en trabajar temas relacionados con la diversidad afectivo-sexual, temas seleccionados
a partir de los intereses del alumnado en los centros.
4. Disponibilidad de fuentes de información y apoyo para todo el alumnado y sobre todo para los
estudiantes LGTB
A la hora de tratar temas que estén relacionados con la sexualidad, la orientación afectivosexual y el bullying, el centro debe proporcionar información y servicios de apoyo disponibles a
través de los canales de información habituales que utiliza para informar al alumnado,
padres/madres y/o cuidadores/cuidadoras en todo lo concerniente a la vida de dicho centro.
Además del enfoque escolar global y las actividades específicas de aula se les informará sobre
los procedimientos de cobertura que el centro lleva a cabo con relación al bullying homofóbico y
transfóbico. Se debe garantizar, que todo estudiante preocupado o implicado en algún tema de
orientación afectivo-sexual e identidad de género sepa qué hacer a través de la información y los
servicios de apoyo que el centro ofrece, como son los espacios y tiempos dedicados a las tutorías,
servicio de orientación psicopedagógica, grupos estudiantiles, concern boxes, tablones de
anuncios y materiales didácticos entre otros. Pero a menudo, los estudiantes encuentran difícil
tratar temas LGTB con el profesorado, motivo por el cual el centro deberá identificar y crear
relaciones con agencias externas competentes que sean capaces de ofrecer apoyo a aquellos
estudiantes que presentan preocupaciones y problemas relacionados con la orientación afectivosexual e identidad de género. Es muy importante que todos los recursos de información de estos
servicios estén situados en lugares de fácil acceso para el alumnado pero que mantengan la
confidencialidad. A su vez, deberá poner a disposición del alumnado diferentes materiales
didácticos y permitir el acceso a diferentes websites educativas que traten contenidos LGTB. Para
que todo esto pueda llevarse a cabo es fundamental que todo el personal escolar esté informado
respecto a los servicios locales de ayuda existentes y saber, dónde buscar la información
pertinente y tener una formación adecuada. Tanto el profesorado como el resto del personal tiene
que ser capaz de apoyar a cada estudiante a través de la aceptación de la diversidad, en la
relación con el tutor y/o resto del personal escolar, en las tutorías, etc. Además, el personal
escolar tiene que tener claro las consecuencias que el bullying homofóbico y transfóbico u otros
temas LGTB tienen en la salud emocional de los y las estudiantes y los procedimientos que se
tienen que llevar a cabo para abordar dichas consecuencias.
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Conclusiones
Hemos expuesto las claves y criterios más importantes para atender a la diversidad afectivosexual desde un enfoque global escolar. Un enfoque, que requiere entre otras, una formación en
el tema del profesorado, personal escolar y miembros que conforman la comunidad educativa;
una cultura escolar positiva que promueva la inclusividad, el respeto; un ambiente de aprendizaje
libre de cualquier tipo de discriminación o exclusión que tenga en cuenta la opinión de los
estudiantes, fomente la discusión respecto a la homofobia y la transfobia y proporcione apoyo a
través de los servicios de apoyo a los estudiantes y a los padres y las madres que lo necesiten.
Estas estrategias específicas para prevenir el desarrollo del heterosexismo y la homofobia y
la transfobia en el contexto educativo deberán ser aplicadas teniendo como referencia, aquellos
programas de intervención preventivos que aborden la mejora de las relaciones interpersonales y
la prevención de aquellas conductas de discriminación y acoso y que favorezcan la inclusión
social de todo el alumnado.
Podemos concluir indicando que, a la hora de prevenir la homofobia y la transfobia, el bullying
homofóbico y transfóbico y atender a la diversidad afectivo-sexual en el contexto educativo es
necesario abordarlo desde un enfoque escolar global donde participen de forma colaborativa
todos y cada uno de los miembros implicados en el sistema educativo, con el objetivo de ofrecer
una educación de calidad que atienda las diversas realidades de cada alumno y alumna de forma
equitativa. Una educación, que respete la diferencia y que garantice espacios de aprendizaje
seguros, donde todo el alumnado tenga el derecho a desarrollarse y socializarse sin ser excluidos.
La educación en la diversidad afectivo-sexual se deberá trabajar de manera transversal y se
utilizarán aquellos enfoques educativos que hayan demostrado tener éxito en fomentar el
aprendizaje de la misma.
A través de estas acciones se conseguirán climas escolares más seguros, lo que derivará en
un porcentaje menor de situaciones de acoso relacionados con la orientaciones afectivo-sexuales
y las identidades de género y se logrará una mejora en el trabajo colaborativo y cooperativo entre
los diferentes miembros que conforman la comunidad educativa.
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www.dfes.gov.uk/research/data/uploadfiles/RR594.pdf accessed on 26/01/08.
Fecha de entrada: 19 de febrero 2014
Fecha de revisión: 29 de abril 2014
Fecha de aceptación: 27 de julio 2014
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