VARIABILIDAD EN LAS EMISIONES DE CARBONO A PARTIR DE BIOMASA QUEMADA José Germán FLORES GARNICA y David Arturo MORENO GONZALEZ Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. Campo Experimental Centro–Altos de Jalisco. Parque Los Colomos s/n, Col. Providencia, 44660, Guadalajara, Jalisco, México. Fax 01 (33) 3641 3598 ext. 122. flores.german@inifap.gob.mx Palabras clave: combustibles, contaminación, humo, ignición, incendios forestales. RESUMEN El calentamiento global es muy discutido por carecer de información precisa sobre sus causas y efectos. Aunque, existen instituciones dedicadas a cuantificar el potencial de contaminantes en la atmósfera, y saben que los incendios forestales liberan gran cantidad de humo, no se ha investigado su calidad y cantidad por ecosistema. Por ello, el presente estudio forma parte de un proyecto con el objetivo de evaluar y comparar las emisiones de carbono en diferentes tipos de biomasa y analizar la composición química del aire. Se realizaron quemas controladas en Chihuahua y Nuevo León, sobre coberturas de pino, pino encino, pastizal y matorral. Un día antes se caracterizaba el sitio y se muestreaba la hojarasca. A temprana hora del mero día se utilizaba una antorcha de goteo en franjas contra el viento y la pendiente, para luego registrar el comportamiento del fuego, tomar las muestras de humo con avioneta a diferente altura y calcular las emisiones con los sensores láser. Un día después se ponderaba el material quemado. La velocidad de propagación del fuego fue lenta, de 0.4 a 4.83 m/min, con vientos de 5.5 km/hr en promedio y humedad relativa del 48 al 93 %. Estas condiciones formaron mucho humo compuesto en su mayoría por el vapor de agua que liberó el combustible. La llama varió de 0.47 a 3.55 m. tanto en altura como en longitud. La emisión media de CO fue 11, 46 y 69, de CO2 181, 405 y 889 y de CH4 0.5, 3.4 y 5.1 ppm en pasto, pino y pino – pasto, respectivamente. El factor de emisión entre la cantidad de cada uno de los tres gases y la diferente biomasa quemada presentó una similitud, aunque el rango fue amplio en pasto, 314 g/kg de CO2. Falta mucho por hacer, sin embargo se anticipa que los resultados serán importantes para la prevención, control y combate de incendios. INTRODUCCIÓN Frecuentemente se habla sobre el calentamiento global de la tierra. No obstante, las estimaciones o conclusiones que se hacen aún requieren de ser soportadas con mayor información (Flannigan and Wagner, 1991). Por ejemplo, se demandan estudios que ayuden a ubicar y evaluar las causas y efectos de los diferentes aspectos que propician dicho fenómeno. Tal es el caso de los incendios forestales, los cuales se consideran uno de los principales agentes que aportan gran cantidad de contaminantes a la atmósfera. La biomasa que se quema en estas igniciones es una importante fuente de muchos gases tipo 1 invernadero y rastros de otros foto-químicamente reactivos. Aunque se ha conducido un considerable número de investigaciones para entender la emisión de estos componentes y las partículas tipo aerosol que son liberadas de las quemas de biomasa en terrenos agrícolas, existen datos limitados de la extensión espacial y temporal de los incendios de en las áreas forestales y su asociación con la emisión de los gases (Guenther et al., 1995). Al respecto, en México no se cuenta con este tipo de información, o ha sido poco documentada. Además, debe considerarse la gran cantidad de condiciones de vegetación que se presentan en todo el territorio nacional, lo cual hace mas complicado acceder a esta pesquisa. Con el propósito de generar información sobre la cantidad y calidad de gases que son liberados a la atmósfera por los incendios forestales, actualmente se lleva a cabo un proyecto internacional donde se pretende estimar variabilidad temporal de CO2, CO y CH4. Este propósito se desarrolla con el Servicio Forestal de Estados Unidos (Rocky Mountain Research Station Fire Sciences Lab), el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), y la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), financiado en parte por la NASA a través del Programa de Carbón en Norteamérica. La duración de este estudio, en territorio mexicano, es del 2005 al 2007, y se ha dividido en tres grandes regiones: 1) Norte - 2005; 2) Centro 2006, y 3) Sur - 2007. La importancia del proyecto radica en conocer la cantidad de carbono emitido a la atmósfera a consecuencia de la quema de diferentes tipos de biomasa. Desde luego, esto contribuye al calentamiento global, a cambios en los microclimas y en los indicadores de contaminación a nivel continental. No obstante, la información es esencial para cuantificar el potencial de carbono terrestre en Norteamérica y los ciclos bioquímicos de estos gases. Por lo tanto, se propone desarrollar un inventario de emisiones de CO2, CO, y CH4 de biomasa quemada en Estados Unidos, Canadá y México, con una resolución de 1 x 1 km. La aspiración interdisciplinaria será completada desarrollando varios enfoques: a) Estimaciones diarias, semanales, temporales e interanuales de emisiones de CO, CO2, y CH4 a partir de incendios de biomasa en Norteamérica, con una resolución de 1 x 1 km; b) Experimentos de quema de biomasa en México para medir las emisiones de CO, CO2, y CH4 de 30 igniciones experimentales y 10 incendios naturales en ecosistemas semiáridos, templados y tropicales; c) Comparaciones entre las emisiones de CO, CO2, y CH4 de diferentes tipos de biomasa quemada con las manifestaciones de la combustión; d) Elaborar mapas de carga de combustible para México, y e) Cuantificar la influencia de grandes incendios en la composición química atmosférica, verificando los rangos de emisión de grandes incendios. El INIFAP, como contraparte mexicana en este designio, se hace cargo de evaluar las cargas de combustibles y el comportamiento del fuego bajo diferentes condiciones ambientales. En este documento se presentan algunos de los aspectos más relevantes del proyecto, así como algunos resultados importantes. 2 MATERIALES Y MÉTODOS Durante el año 2005, el INIFAP realizo una serie de quemas controladas, con el propósito de evaluar la cantidad y calidad de humo generado. Estas quemas se llevaron a cabo bajo diferentes condiciones de vegetación, considerando que cada una de estas propicia diferencias en las emisiones de gases. Las combustiones se realizaron en los estados de Chihuahua y Nuevo León, en diferentes coberturas de vegetación: pino, encino, pino-encino, pastizal y matorral (Fig. 1). Los experimentos fueron realizados en el mes de abril y durante 3 días para cada sitio. El primer día se dedicó a caracterizar la vegetación y muestrear combustible, en el segundo se llevó a cabo la quema controlada y se registraron la velocidad de propagación del fuego así como la altura de las llamas, el tercer y último plazo se volvieron a muestrear para definir la cantidad del material quemado en los sitios de consumo. Figura 1. Desarrollo de una quema controlada en retroceso sobre un área de pastizal, donde el fuego avanza en contra del viento. Las quemas vigiladas se hicieron en parcelas con una superficie aproximada de 2 hectáreas. El método de ignición utilizado fue antorcha de goteo. La técnica de encendido utilizada fue de franjas en retroceso, quemando en contra de viento y pendiente, específicamente teniendo como prescripción la reducción de material combustible. Los eventos se efectuaron a temprana hora del día, con humedad relativa alta. Se tomaron las medidas de seguridad pertinentes, como son brecha cortafuego y establecimiento de un plan de contingencia. Con el fin de lograr la estimación en la variabilidad de las emisiones de carbono de biomasa quemada, se realizaron muestreos en campo, tanto de la emisión como de los combustibles. El muestreo de combustibles, tales como humus, hojarasca, vegetación herbácea, arbustos, pequeñas coníferas y material leñoso tirado se llevó acabo de acuerdo con tecnologías específicas (Flores and Omi, 2003). También se hicieron evaluaciones y muestreos de las emisiones de CO2, CO y CH4. Esto fue posible por el equipo del Servicio 3 Forestal de Estados Unidos, para lo cual se instalaron en los sitios torres con sensores láser (Fig. 2). Para el monitoreo desde el aire en las quemas controladas y en algunos incendios forestales, presentados en las mismas fechas, se realizaron los muestreos con un avión Cessna. RESULTADOS Y DISCUSIÓN La liberación de gases a la atmósfera, debido a la quema de biomasa forestal, depende de varios factores, aunque también estriba en que tan rápido se quemó este combustible. Es por esto que se evaluó el comportamiento del fuego en cada una de las combustiones, donde se determinó tanto la velocidad de propagación del fuego, como la altura de la llama. Esta evolución del comportamiento de la lumbre es uno de los primeros resultados en este proyecto. Lo cual es importante para conocer que tan rápido se arde cierta área, bajo una condición de vegetación específica, así como para conocer cual es su nivel potencial de intensidad de calor a través la altura. Se observó que el promedio de las velocidades de propagación (VP) observadas durante las quemas fueron bajas (Tabla I), debido a que se contó con humedades relativas (HR) mayores del 48 % y velocidades del viento (VV) menores de 5.5 km/hr. Figura 2. Torre donde se ubicaron los sensores láser en la evaluación de la calidad de humo, y vuelo del avión Cessna que se usó para capturar muestras de humo a diferentes alturas. Tabla I. Velocidad de propagación del fuego bajo diferentes condiciones ambientales. TIPO DE BIOMASA PINO – ENCINO MATORRAL PINO-A PASTIZAL-A PINO-B PASTIZAL-B HUMEDAD RELATIVA (%) 66 67 57 93 48 72 VELOCIDAD DEL VIENTO (km/hr) 2.5 5.2 4 1.7 3.6 5.2 VELOCIDAD DEL FUEGO (m/min) 2.25 4.83 0.79 0.40 3.81 3.74 4 Como se observa, la velocidad de propagación del fuego fue más bien lenta. Lo cual se explica por el alto porcentaje de humedad relativa en el ambiente, que, a su vez, determina la humedad de los combustibles. De acuerdo a esto se tiene que la combustión de la biomasa en estas condiciones generara una alta cantidad de humo. El cual es formado en gran parte por el vapor liberado de los combustibles. Cuando la humedad relativa fue menor, como en el caso de PINO B (48%), se observo un aumento en la velocidad de propagación. Es importante señalar que las quemas se hicieron de tipo retroceso, es decir en contra de la dirección del viento. Por lo que a pesar de que la velocidad del viento fue una de las mayores, la velocidad de propagación en la condición PINO-B fue alta. Por el contrario, la condición de matorral fue el caso extremo, ya que a pesar de tener alta humedad relativa y velocidad del viento en contra de 5.2 km/hr, se alcanzo una rapidez en propagación de 4.83 m/min. En un incendio forestal, además de la velocidad de propagación, es importante estimar la altura de llama, la cual es un indicador indirecto de la intensidad de calor, ya que a mayor altura mayor calor. Otra característica de la flama es su longitud, la cual se ve influenciada por la pendiente y el viento. El promedio de las alturas de llama (ALL) y longitudes de llama (LLL) observadas (Tabla II) vario de los 0.47 a 3.55 m. dependiendo el tipo de vegetación donde se realizo la quema (continuidad de combustible). Tabla II. Longitud (LLL) y altura de llama (ALL) promedios en los tipos de vegetación. TIPO DE VEGETACIÓN PINO-ENCINO LLL (m) 2.44 ALL (m) 2.04 MATORRAL 3.55 3.13 PINO-A 0.74 0.47 PASTIZAL-A 0.93 0.55 PINO-B 3.06 2.41 PASTIZAL-B 2.97 2.56 Finalmente se han hecho algunas evaluaciones de los componentes de emisión generados por las quemas controladas. La tabla III muestra las cantidades de CO, CO2 y CH4 que resultaron en tres condiciones de biomasa. En cuanto a CO la condición donde se combina el pino y pasto es donde se generó una mayor cantidad (media = 69.38 ppm), mientras que el pasto por si solo produjo en promedio 11.0 ppm. Referente a CO2 se tienen el mismo orden entre pino-pasto y pasto, lo mismo que para el caso de CH4. La condición de pino solo resulto en cantidades más o menos intermedias entre las condiciones de pino-pasto y pasto. De las observaciones de campo se tiene que, cuando hay cambios de dirección de viento y existe un aumento no muy significativo en la VV (de 2 a 3 km/hr), la VP aumenta produciendo alturas de llama de 3 a 5 m. Esto ayuda a desecar el follaje del estrato arbóreo. 5 Tabla III. Estadísticos sobre emisión de tres gases al quemar biomasa en tres condiciones de vegetación. PINO PINO - PASTO PASTO MEDIA RANGO n MEDIA RANGO n MEDIA RANGO n CO2 405.46 77.13 - 860.74 9 888.9 312.36 - 2110.37 6 181.12 4.79 - 301.14 4 COMPONENTE DE EMISIÓN (ppm) CO 46.35 4.87 - 102.28 9 69.38 34.89 - 147.21 6 11.00 1.21 -20.51 4 CH4 FACTOR DE EMISIÓN (g/kg) 3.42 0.27 - 7.21 9 5.11 3.09 - 9.85 6 0.52 0.18 - 0.90 4 FECO2 1614.68 1469.38 - 1733.64 9 1649.88 1605.79 - 1709.83 6 1622.49 1396.32 - 1710.37 4 FECO 106.33 55.55 - 173.24 9 92.29 64.37 - 114.04 6 105.04 49.62 - 224.05 4 FECH4 4.60 2.18 - 7.56 9 4.32 2.31 - 5.77 6 6.14 1.26 - 19.60 4 El factor de emisión es una relación entre la cantidad de contaminante emitido a la atmósfera y la cantidad de biomasa quemada (Préndez et al., 2004). En este caso los valores obtenidos por cada uno de los gases, en relación a las tres condiciones de vegetación, fueron muy similares. No obstante, el rango de variación es más amplio para la condición de pasto, 314 g/kg. CONCLUSIONES Las cifras que se muestran son similares a los resultados generados en otros proyectos. La perspectiva de contar con información sobre la cantidad y calidad de gases que puede liberar cierto ecosistema forestal, ayudara a estimar la aportación de estos en el fenómeno de calentamiento global (Wotton and Flannigan, 1993). Actualmente no se tiene mucha información al respecto, específicamente a nivel de nacional, por lo que este estudio contribuye a generar datos muy valiosos. Además se continuará este proyecto enfocado a ecosistemas forestales de las regiones tropicales. Una vez que se cuente con esta información se podrá estimar, con base al tamaño de la superficie quemada y al tipo de biomasa carbonizada, la cantidad y proporción de gases (CO, CO2 y CH4) que se desprenden a la atmósfera (Sabillón and Cremades, 2001). De esta forma podrán definirse más adecuadamente las estrategias de captura de carbono. Así mismo, esta información podrá apoyar la declaración de situaciones críticas, en las que se obliguen a actividades de contingencia. Como serían la suspensión de actividades de ciertas fabricas, o la reducción temporal de los vehículos que circulan. Es claro que para esto deberá integrarse un análisis de propagación de la nube de humo, donde se establezca potencialmente (Ward et al., 1991): a) velocidad de propagación; b) dirección de propagación; c) forma de la nube, y d) grosor de la nube. La información referida al comportamiento del fuego puede indicar si se quema o no el total de los combustibles disponibles, lo cual definirá la cantidad de gases a librarse. Si se tiene una velocidad de propagación rápida, se esperaría que no se consuman todos los inflamables. Afectándose solamente los combustibles superficiales y los de pequeñas dimensiones, principalmente hojarascas y pastos. Por otra parte, si el incendio es lento es muy probable que se lleguen a quemar combustibles gruesos, mayores a 7.5 de diámetro (ramas 6 o troncos). Esto propiciaría una combustión más prolongada, que podría influir no solo en la cantidad, sino en la calidad de los gases liberados. La tendencia de este tipo de estudios es hacer evaluaciones en la mayor parte de condiciones ambientales que se definen en la diversidad de ecosistemas forestales del país. Lo cual resulta un trabajo muy amplio para una sola institución. Por lo que se recomienda trabajar de forma interinstitucional. AGRADECIMIENTOS Infinita gratitud a la NASA por el financiamiento proporcionado a través del Programa de Carbón en Norteamérica. REFERENCIAS Flannigan, M. D. F. and Wagner, C. E. 1991. Climate change and wildfire in Canada. Canadian Journal of Foprest Research 21: 66 – 72. Flores G., J. G. and Omi, P. N. 2003. Mapping forest fuels for spatial fire behavior simulations using geomatic strategies. Agrociencia 37(1): 65-72. Guenther, A., Hewitt, C. N., Erickson, D., Fall, R., Geron, G., Graedel, T., Harley, P., Klinger, L., Lerdau, M., McKay, W. A., Pierce, T., Scholes, B., Steinbreker, R., Tallamraju, R., Taylor, J. and Zimmerman, P. 1995. A Global model of natural volatile organic compound emissions. J. Geophys. Res. 100: 8873-8892. Préndez, M., Valle, L. y Peralta, H. 2004. Caracterización preliminar de compuestos orgánicos volátiles de origen biogénico en especies arbóreas de la comuna de La Reina. Fac. Ciencias Forestales, U. de Chile, Publ. Misc. Nº5. pp 81-104. Sabillón, D. and Cremades, L. V. 2001. Diurnal and seasonal ariation of monoterpene emission rates for two typical mediterranean species (Pinus pinea and Quercus ilex) from Field Measurements-Relationship With Temperature and PAR, Atmos. Environ. 35: 4419-4431. Ward, D. E., Setzer, A. W., Kaufman, Y. J. and Rasmussen, R. A. 1991. Characteristics of smoke emissions from biomass fires of the Amazon Region BASE-A Experiment. In: Global Biomass Burning Atmospheric, Climate, and Biospheric Implication (J. S. Levine, ed), Mit Press, Cambridge, M. A. Pp 394402. Wotton, B. M. and Flannigan, M. D. F. 1993. Lenght of the season in a changing climate. Forestry Chronicle 69: 187 – 192. 7