EL AGUA, UN RECURSO BÁSICO 1. Introducción 2. Influencia

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EL AGUA, UN RECURSO BÁSICO
1. Introducción
El agua es un factor determinante para el desarrollo de la vida.
Es un recurso renovable pero limitado, puesto que la cantidad
disponible viene condicionada por su desigual distribución en el
espacio y en el tiempo. Hay lugares en el mundo que tienen
suficiente agua, mientras que otros presentan graves problemas
de escasez, incluso para cubrir sus necesidades básicas.
para eliminar su contenido de sal.
En un futuro se plantean. entre otras, las siguientes intervenciones:
•
La cobertura de presas para evitar las grandes pérdidas de
agua por evaporación.
•
La generación de lluvia artificial mediante el empleo de
aviones que dispersan sales de plata para originar núcleos
que permitan que el vapor de agua se condense sobre ellos
y se genere lluvia o de estructuras como el “acelerador
hidrológico” (tubo de gran longitud y anchura cargado de
helio y anclado en una zona costera en el que, cuando el aire
húmedo asciende por él, se condensa y origina lluvia).
Por otro lado, hay zonas que reciben grandes cantidades de
agua, pero concentradas en un corto periodo del m ismo, que
lejos de producir beneficios, generan daños al provocar inundaciones.
Todo ello exige un cambio en nuestra concepción del agua que
nos lleve a considerarla como recurso escaso, capaz de generar
conflictos entre países o regiones. Los países y regiones que
tienen cuencas fluviales en com ún han de compartir el agua y
realizar una gestión integrada de los recursos hídricos a fin de
evitar conflictos entre ellos.
Las prácticas agrícolas y las actividades industriales y urbanas, así
como el aumento de la población humana y la mejora en la
calidad de vida, hacen que se incrementen los requerimientos de
agua, recurriéndose entonces a la utilización de aguas fósiles y a
la sobreexplotación de acuíferos. Esto, unido al grave problema
de la contaminación, hace disminuir notablemente las cantidades disponibles de este recurso.
Las soluciones aportadas hasta el momento se basan en la
construcción de grandes obras (embalses, desviación de cauces,
trasvases, etc.) que suponen unos costes económicos y medioambientales muy elevados. El camino futuro ha de ser otro,
destinado a:
•
Mejorar la eficiencia en el uso del agua.
•
Repartir de forma solidaria el agua disponible.
•
Introducir nuevas tecnologías en las industrias que permitan
reutilizar y reciclar el agua empleada.
•
Aplicar políticas que lleven a una gestión m ás racional del
agua y a lograr su uso sostenible. Estas políticas han de
basarse en los siguientes principios: eficiencia, ahorro,
reutilización y reciclado del agua.
2. Influencia humana en el ciclo hidrológico
El agua destinada a cubrir las necesidades del hombre se localiza
principalmente en los continentes en estado líquido. Para disponer de mayores cantidades de agua dulce, el hombre intenta
modificar el ciclo del agua mediante los mecanismos siguientes:
3. Usos del agua
Existen diferentes criterios para establecer una clasificación de
los usos del agua. Si el agua empleada para realizar una actividad
ya no puede ser utilizada de nuevo, hablamos de un uso consuntivo de la misma (por ejemplo, el agua destinada a las actividades agrícolas, urbanas o industriales); si una vez empleada en
una determinada actividad puede ser utilizada de nuevo tendríamos un uso no consuntivo (por ejemplo, los usos energéticos o
recreativos).
Otro criterio a aplicar es el carácter imprescindible o prescindible
del agua dulce. Hablamos en el primer caso de usos primarios
(agrícolas, domésticos, industriales. etc.) y de secundarios
(energéticos, navegación, recreativos, etc.) en el segundo.
A. Usos urbanos
Los usos urbanos o domésticos son aquéllos que cubren las
necesidades de agua en el hogar , comercio o servicio público. El
agua empleada procede principalmente de embalses (previamente tratada) y aguas subterráneas. La dem anda está en
relación directa con el nivel de vida, el desarrollo económico y el
tamaño de la población (un incremento en estos usos del agua
es un indicador de un aumento o mejora en la calidad de vida).
La cantidad de agua utilizada con fines urbanos supone menos
de una décima parte del consumo mundial (10%). Se estima que
las necesidades mínimas para el consumo humano requieren
unos 15 1/día.
B. Usos industriales
Son los necesarios para los diferentes procesos industriales, en
los que puede tener diversos usos:
•
Como materia prima (en las industrias químicas)
•
Como agente refrigerante (en las industrias energéticas)
Como receptor de vertidos, vehículo de transporte de materiales y como agente de limpieza.
•
La construcción de presas y embalses que, permiten retener
el agua.
•
•
El control de la explotación de acuíferos y la recarga artificial
de los mismos, que consiste en introducir agua depurada a
través del pozo de extracción del agua subterránea, manteniéndose allí almacenada. Este procedimiento se inició en los
años 80 en Canadá. y en España se han realizado ensayos en
Baleares y Murcia.
Las cantidades empleadas guardan una relación directa con el
mayor o menor desarrollo industrial. La utilización del agua con
fines industriales constituye la segunda gran demanda en el
mundo, aproximadamente una cuarta parte del consumo total
(25%).
•
La recolección del rocío mediante rampas y canales que van
a parar a depósitos subterráneos.
•
Los trasvases o transferencias de agua entre cuencas hidrográficas.
•
La desalación o tratamiento de agua del mar o agua salobre.
El agua como recurso
C. Usos agrícolas
Las mayores demandas de aguas subterráneas, de ríos y de lagos
son requeridas para el riego. También debe incluirse dentro de
estos usos la empleada en las actividades ganaderas. La utilización del agua como recurso agrícola representa una media del
70% del consumo total en el mundo.
1
Estos usos vienen condicionados por las características climáticas
de la zona, los tipos de suelos y cultivos y los sistemas de riego.
La eficiencia de los sistemas de riego en todo el mundo es inferior al 40%, dado que en determinadas prácticas agrícolas la
mayoría del agua se pierde por evaporación o por canalizaciones
en mal estado.
D. Usos energéticos
El agua es fundamental para la producción de energía eléctrica,
mediante centrales hidroeléctricas, especialmente en países con
escasos recursos petrolíferos. También se puede incluir en este
apartado el agua empleada en los procesos de refrigeración de
centrales térmicas y nucleares.
Este tipo de usos del agua no suponen un consumo de la misma.
ya que una vez empleada. y siempre que presente unos índices
de calidad adecuados. puede volver a ser utilizada.
E. Usos en navegación y ocio
El empleo del agua dulce para la navegación es un uso no consuntivo, pero puede provocar una pérdida de su calidad que
restrinja su utilización posterior; de ahí que las exigencias en
cuanto a normativa de seguridad en la navegación fluvial sean
mayores que en la navegación marítima. En España la navegación fluvial es escasa, pues únicamente presenta un uso navegable el río Guadalquivir en su último tramo (desde la desembocadura hasta Sevilla), aunque en el pasado también el río Ebro fue
utilizado como vía de transporte de materias primas.
Los usos recreativos del agua comprenden la utilización de
embalses, de ríos, de lagos y del mar para ocio o deporte. Esta
utilización del agua está relacionada con el nivel y la calidad de
vida, y aunque no implica consumo, puede generar conflictos
relacionados con vertidos y pérdida de la calidad del agua que
condicione otras aplicaciones.
F. Usos ecológicos o medioambientales
Para preservar el buen funcionamiento y el equilibrio de los
ecosistemas acuáticos, conservando su biodiversidad, su dinámica, así como para mantener el paisaje y permitir la recarga de los
acuíferos, es necesaria una cantidad de agua que recibe diferentes nombres, como caudal ecológico, ambiental o mínimo, y
que no tiene un carácter de uso en sentido estricto. La Ley de
Aguas establece que estos caudales ecológicos han de fijarse en
los planes hidrológicos de cuenca. Algunos autores proponen el
término de caudal de mantenimiento, que expresaría la cantidad
de agua que permite mantener un nivel adecuado de desarrollo
de la vida en los ecosistemas acuáticos y de las zonas de ribera,
aguas abajo de los lugares en que existen modificaciones en el
régimen fluvial.
Si consideramos una cuenca fluvial, este caudal debe suponer el
10% del total de los recursos hídricos.
4. La gestión del agua: planificación hidrológica
El consumo de agua, sobre todo en los países más desarrollados,
nos conduce inexorablemente a una situación insostenible cuya
consecuencia fundamental será la escasez de este elemento. De
ahí la necesidad de modificar la planificación de los usos y
demandas actuales del agua en todos los sectores: doméstico,
industrial, agrícola y ecológico.
Un síntoma de esta situación es la escasez de agua a causa del
aumento de la población, que demanda cada vez más cantidades
de agua y que en algunos casos supera las reservas disponibles.
El agua como recurso
Frente a este problema, se tiende a veces a echar la culpa al
clima. Sin embargo, la verdadera causa es el mal uso del agua,
que ha llevado a una sobreexplotación y a una deficiente gestión
como recurso (mala planificación hidrológica).
El problema de la escasez de agua puede llegar a afectar al
rendimiento de las cosechas, a provocar una alteración de los
ecosistemas e incluso a amenazar la propia supervivencia de del
hombre en algunas zonas.
Las soluciones que se pueden aportar para hacer frente a la
disminución de los recursos hídricos podemos reunirlas en tres
grandes apartados: soluciones de carácter general, de carácter
técnico y de carácter político.
A. Medidas de carácter general
Se pueden adoptar diferentes medidas para conseguir un uso
más eficiente y racional del agua en los distintos sectores: agrícola, industrial y doméstico.
1. Reducción del consumo en el sector agrícola
En la mayor parte del mundo las prácticas agrícolas son básicamente las mismas que se utilizaban hace 5000 años, y que
consisten en inundar el campo o utilizar canalizaciones, lo que
provoca pérdidas de agua en su distribución desde los embalses
a los campos y pérdidas por evaporación, dado que el riego se
suele realizar en regiones secas.
Las medidas que se pueden adoptar son:
1. Cambios en los sistemas de riego, como el riego por goteo, en
el que el agua se reparte mediante una red de conductos porosos en superficie, semienterrados y en contacto con las raíces de
las plantas. El agua se aplica en dosis muy pequeñas y frecuentes.
2. Mejora en las prácticas de gestión del agua para lograr una
distribución equitativa de ella y regar más campos con la misma
cantidad mediante un control de los suministros o el aumento de
las tarifas para evitar el despilfarro.
3. Reutilización del agua residual depurada para el riego de
determinados cultivos (forraje. fibras, obtención de semillas,
etc.), previo tratamiento terciario. Esto supone una reducción de
las extracciones de agua para uso agrícola.
2. Reducción del consumo en la industria
Se necesitan grandes cantidades de agua para fabricar los distintos productos que empleamos de forma cotidiana. Entre las
posibles medidas para reducir estos consumos estarían el reciclado de agua que se emplea en refrigeración, su reutilización en
sistemas cerrados dentro de la industria y la aplicación de diseños de ingeniería que reduzcan el flujo de agua y eviten posibles
pérdidas en las conducciones. Ofrecer incentivos a aquellas
industrias que reduzcan sus necesidades de agua aplicando
tecnologías de bajo consumo y a la vez menos contaminantes del
agua utilizada, de forma que ésta pueda ser empleada de nuevo.
3. Reducción del consumo urbano
El ahorro en las ciudades es un objetivo prioritario en toda
gestión del agua, mediante la aplicación de una serie de medidas, de entre las que destacan las siguientes:
1. Empleo de instalaciones de bajo consumo, como electrodomésticos, cisternas, grifos con temporizador, etc.
2. Fijar los precios del agua de acuerdo con su verdadero coste
de tal manera que el consumidor reduzca el consumo. Estudios
realizados en varios países indican que el consum o de agua
disminuye entre un 3% y un 7% si se aumenta un 10% su precio.
2
3. Aplicación del paisajismo xerofilico en los ajardinamientos de
ciudades y residencias. situadas en regiones de clima seco, que
consiste en sustituir el césped, que requiere grandes cantidades
de agua, por plantas y arbustos autóctonos, más resistentes a la
sequía.
4. Planificación urbana que no hipoteque los recursos al situar
edificaciones en zonas que puedan afectar a fuentes de suministros de agua.
5. Reutilización de las aguas residuales domésticas, previa
depuración, en usos menos exigentes respecto a la calidad del
agua: riego de parques y jardines, campos de golf, lavado de
coches, cisternas, etc. En Europa la reutilización del agua
depurada no es bien aceptada y se contempla más como un
remedio en época de sequía y escasez de agua, que dentro
de la planificación hidrológica.
dad de desagüe, calidad del agua, etc.).
Son acciones encaminadas a facilitar la circulación del agua,
eliminando aterramientos y recuperando pendientes: limpiando
y acondicionando los cauces, y revegetación mediante la creación de bosques de ribera que den estabilidad a los márgenes,
canalizaciones y rectificaciones para controlar inundaciones y
avenidas.
4. Desalación del agua del mar (o salobre). Su finalidad es
obtener agua potable a partir del agua del mar o de aguas
salobres continentales y para ello es necesario separar las sales
que ésta lleva disueltas. Existen varios procedimientos y entre
En la reutilización de aguas depuradas para cualquier uso
hay que tener en cuenta las características de los cauces
fluviales, ya que el agua depurada es la que mantiene a los
ríos que tienen épocas de escaso caudal por falta de lluvias:
por lo tanto se ha de devolver a su cauce.
6. Educación ambiental a través de la inclusión en los programas educativos del estudio de la hidrosfera y mediante
campañas de sensibilización y concienciación ciudadana que
permitan adquirir hábitos más eficientes y racionales en el
uso del agua.
B. Soluciones de carácter técnico
Otra medida que se puede aplicar ante la demanda creciente
de agua es la construcción de grandes obras. Como esta
solución supone un coste económico y/o medioambiental
muy elevado. sólo debe abordarse cuando tenga una clara
justificación social. Destacan principalmente las siguientes:
1. Embalses. La construcción de presas y embalses tiene como
finalidad regular las aguas de los ríos y controlar sus crecidas; el
abastecimiento de agua a poblaciones, industria y agricultura;
generar electricidad, y por último, su utilización para el ocio y
tiempo libre.
2. Trasvases. Consisten en exportar agua desde una cuenca
hidrográfica con excedentes a otra con déficit por medio de un
sistema de canales cuyo impacto en el medio natural y en el
paisaje es muy elevado.
ellos destacan dos básicos:
a) Procedimientos térmicos. La separación de la sal se realiza
mediante evaporación y su posterior conversión en agua dulce
por condensación. El agua que se obtiene es pura y es necesario
añadirle ciertas sales para hacerla potable; además, hay que
rectificar su acidez y dureza. Entre las técnicas empleadas tenemos:
•
La evaporación del agua mediante calor. El vapor obtenido se
condensa para obtener agua desalada. Diferentes técnicas
permiten reducir la cantidad de energía necesaria para la
evaporación aprovechando, por ejemplo, el calor que libera
el vapor al condensarse.
•
La compresión por vapor (CV) se diferencia de la técnica
anterior porque emplea un compresor para aumentar la
temperatura a la que se somete el agua para que se evapore.
La salmuera final (agua con una alta concentración de sales) es
devuelta al mar, donde (salvo en el caso de mares muy frágiles)
se difundirá sin problemas. Los procedimientos térmicos, también llamados sistemas de destilación técnica, son adecuados
para desalar grandes cantidades de agua marina que puede ser
empleada para usos urbanos. El coste energético es muy alto.
3. Actuaciones sobre los cursos de los ríos. Se trata de restaurar
los daños que en ellos se hayan producido (pérdida en la capaciEl agua como recurso
b) Procedimientos de filtración mediante membranas, por
ejemplo, el proceso de ósmosis inversa. La separación del agua
y la sal se realiza a través de membranas semipermeables que
permiten el paso de agua, pero invirtiendo el proceso de ósmosis
natural, es decir, por la aplicación de una presión superior a la
presión osm ótica que comprime contra la membrana semipermeable el agua salada, haciendo que las moléculas de agua
3
pasen hacia el otro lado de la membrana, obteniéndose el agua
desalada.
5. Control en la explotación de acuíferos. La sobreexplotación
de los acuíferos (que supone la extracción de cantidades de agua
mayores que los aportes que reciben) para diferentes usos,
sobre todo agrícolas, en épocas de escasez de agua puede llevar
a su agotamiento, a la reducción del caudal de ríos que reciban
aportes de agua de los mismos y a provocar fenómenos de
subsidencia o hundimientos del terreno. Si los acuíferos están
situados en zonas costeras, su sobreexplotación puede conducir
a fenómenos de intrusión marina, con la consiguiente salinización, al ser ocupados por el agua del mar.
La sobreexplotación de acuíferos costeros es un grave problema
de las regiones mediterráneas, así como de las islas Baleares y de
las Canarias. Según la actual Ley de Aguas: «la protección frente
a las intrusiones salinas se realizará mediante la limitación de la
explotación de los acuíferos afectados.»
Para evitar todos estos problemas es necesario ejercer un control preciso sobre su explotación, con el fin de reducir la demanda y permitir su recuperación de forma natural. En casos extremos, se puede recurrir al rellenado de los acuíferos de forma
artificial, siempre que las características del terreno (permeabilidad) y las condiciones climáticas permitan que la infiltración sea
superior a la evaporación, para mantener así el nivel freático.
Un caso alarmante relacionado con el uso insostenible de aguas
subterráneas es el empleo de acuíferos fósiles que se sitúan a
grandes profundidades, cuyas aguas datan de miles de años y
cuya recarga no va a ser posible mediante mecanismos naturales
o artificiales.
C. Soluciones de carácter político
Dentro de este apartado cabe destacar la promulgación de leyes
que regulen el consumo de agua y la gestión de la misma y las
conferencias internacionales que tratan de dar una respuesta
global al problema de la escasez de agua. Entre ellas cabe destacar:
- Conferencia del Agua de las Naciones Unidas (Mar del Plata,
1977), donde se realiza una primera evaluación de los recursos
hídricos a escala mundial y marca el comienzo de las actividades
globales en relación al agua.
- Conferencia Internacional sobre el Agua y el Medio Ambiente
(Dublín, 1992), que estableció que «el agua dulce es un recurso
finito y vulnerable, esencial para sostener la vida, el desarrollo y
el Medio Ambiente».
- Conferencia de Naciones Unidas sobre M edio Ambiente y
Desarrollo (Río de Janeiro,1992), donde de nuevo se realizó una
evaluación de los recursos del agua, llegando a la conclusión de
El agua como recurso
la necesidad de mantener un seguimiento de las necesidades de
agua y de su calidad, así como de las actividades humanas que
afectan a dicho recurso; permitió la adopción de la Agenda 21.
La agenda 21 es el punto de partida para lograr el uso sostenible
del agua, estableciendo que la protección y distribución de los
recursos hídricos naturales es vital para el desarrollo. Dado que
el agua es un recurso limitado, se acuerda que todos los países
han de tener previstos para el año 2000 programas que recojan
medidas de control de los sistemas de desagüe y de los residuos
industriales vertidos al agua, incluyendo tratamientos apropiados para su reducción, así como la aplicación de tecnologías de
reciclaje; empleo de agua reciclada para la agricultura, que
deberá racionalizar el uso de pesticidas, herbicidas y nitratos:
preservación de los acuíferos de la contaminación marina y
protección de las especies que habiten en zonas húmedas, ríos y
lagos. Asimismo. para proteger los ecosistemas costeros y marinos, los países han de tomar medidas encaminadas a evitar la
pesca excesiva y la contaminación marina.
- El Foro Mundial del Agua (La Haya, 2001), donde se fijaron los
objetivos mundiales sobre saneamiento y abastecimiento de
agua a las poblaciones.
- Conferencia Internacional del Agua Dulce (Bonn, 2001).
- Tercer Foro Mundial del Agua (Japón, 2003). Se destaca que el
agua es esencial para lograr un desarrollo sostenible y se busca
una mayor concienciación sobre la importancia del uso y gestión
sostenible de los recursos hídricos, así como la necesidad de su
protección.
5. Los recursos hídricos en España y su gestión
En España el agua es un bien nacional, un recurso escaso, con
irregular disponibilidad entre regiones; por ello es necesaria una
planificación de la política hidraúlica. Su gestión corresponde al
Estado, según se establece en la Ley de Aguas. El instrumento
básico de gestión es el Plan Hidrológico nacional. El balance
hídrico es negativo, como consecuencia de un excesivo consumo
de agua. Existe un déficit del orden de 3000 hm3, aunque hay
diferencias entre unas cuencas y otras y, por tanto, entre unas
regiones y otras. Este déficit aumenta en épocas de sequía, que
se repiten de forma cíclica y que ponen en serio peligro el abastecimiento.
Los organismos encargados de la gestión hídrica en España son
los siguientes:
La Administración Central es responsable del control de la
cantidad y calidad de las aguas. Se encarga de la redacción del
Plan Hidrológico Nacional.
El Consejo Nacional del Agua, que se crea con el fin de coordinar
y asesorar, es un órgano consultivo y no legislativo. Puede
proponer a otros órganos líneas de investigación tecnológica
para conservar. recuperar, tratar y economizar el agua. En 1926
nacieron las Confederaciones Hidrográficas de Cuenca, que la
reciente Ley de Aguas denomina Organismos de Cuenca. Son
diez, y sus atribuciones están reguladas en dicha ley. Son organismos gestores. Se encargan de la elaboración de los planes
hidrológicos de Cuenca que integran el PHN, conceden los
permisos para los diferentes usos del agua y son responsables
del mantenimiento y seguridad de los embalses, protegiendo sus
cuencas de captación de agua.
En 1991 se crea un nuevo organismo, llamado Dirección General
de Calidad de las Aguas, cuyo objetivo es preservar y restaurar la
4
calidad del medio hídrico.
La planificación hidrológica en España, según se recoge en la Ley
de Aguas, hace hincapié en los siguientes objetivos:
•
Aumentar la disponibilidad del agua.
•
Proteger la calidad del agua.
•
Racionalizar los usos del agua, cuidando el medio ambiente.
•
Conseguir que los españoles satisfagan sus demandas de
agua.
El Plan Hidrológico Nacional (PHN)
El Plan Hidrológico Nacional se aprobó por ley en julio de 2001.
Entre sus objetivos destacamos los siguientes:
•
Lograr el buen estado de dominio público hidráulico y de las
masas de agua.
•
Gestionar la oferta de agua y satisfacer las demandas de agua
presentes y futuras a través de un aprovechamiento racional
sostenible, equilibrado y equitativo del agua, garantizando la
suficiencia y calidad del recurso para cada uso y la protección
a largo plazo de los recursos hídricos disponibles.
Para lograr sus objetivos establece la coordinación de los distintos Planes Hidrológicos de Cuenca, regula la transferencia de
agua entre las diferentes cuencas (ésta es la propuesta más
controvertida); propone medidas como la desalación de agua de
mar o salobre, reutilización y depuración de aguas residuales,
canalización de agua de lluvia, reposición artificial de aguas
subterráneas; la gestión de las sequías; regulación de zonas
inundables; protección de las aguas subterráneas, y conservación de los humedales. Además pretende fomentar las prácticas
de ahorro y uso sostenible mediante la educación, formación,
campañas de concienciación y sensibilización de ciudadanos.
En el PHN se contempla la mejora de las canalizaciones, la
modernización de los regadíos, la reforestación de las cuencas,
la regulación de cauces de los ríos, la construcción de embalses,
plantas desaladoras y el trasvase de 1050 hm3 de agua al año
desde el bajo Ebro hacia el litoral mediterráneo.
Entre las críticas que este plan hidrológico ha suscitado están los
impactos que las obras hidráulicas propuestas ocasionarán en el
delta del Ebro, aunque el PHN prevé un plan integral de protección del delta del Ebro; la posibilidad de que no existan en un
futuro excedentes de agua en la cuenca donante como consecuencia del cambio climático y a las necesidades de agua en las
cuencas donantes.
Así se proponen como alternativas, entre otras, una «Nueva
Cultura del Agua» que ha de basarse en un mayor apoyo a
medidas de eficiencia, ahorro y reutilización de los recursos
hídricos.
ÍNDICE
1. Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
2. Influencia humana en el ciclo hidrológico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
3. Usos del agua. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
A. Usos urbanos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
B. Usos industriales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
C. Usos agrícolas.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
D. Usos energéticos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
E. Usos en navegación y ocio.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
F. Usos ecológicos o medioambientales.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
4. La gestión del agua: planificación hidrológica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
A. Medidas de carácter general. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
1. Reducción del consumo en el sector agrícola. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
2. Reducción del consumo en la industria. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
3. Reducción del consumo urbano. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
B. Soluciones de carácter técnico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1. Embalses. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
2. Trasvases.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
3. Actuaciones sobre los cursos de los ríos.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
4. Desalación del agua del mar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
a) Procedimientos térmicos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
b) Procedimientos de filtración mediante mem branas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
5. Control en la explotación de acuíferos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
C. Soluciones de carácter político. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
5. Los recursos hídricos en España y su gestión.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
El Plan Hidrológico Nacional (PHN). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
El agua como recurso
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