PUBLICACIÓN MEDICA URIACH TERCERA ÉPOCA Micetal I II I Flutrimazol crema dérmica La innovación del tratamiento antimicótico ^ Flutrimazol (DCI): nueva molécula original del Centro de Investigación del ^ ^ ^ ^ Grupo Farmacéutico Uriach ^ ^ ^ ^ -*$ Descripción: Micetal (flutrimazol) es un nuevo antifúngico tópico del tipo ¡midazólico. Al igual que otros derivados imidazólicos, flutnmazol ¡níerfiere la síntesis de ergosierol mediante la inhibición de la actividad del enzima lanosterol-14n-demetilasa, lo que origina cambios en la membrana celular del hongo. Composición: Micetal crema dérmica: Flutrimazol {DCI), 10 mg porg de crema. Excipientes (alcohol bencílico, cetomacrogo 1000. alcohol cetoestearilico. monoestearalo de gliceriio 40-50%. adipato de isopropila. fosfato disódlco anhidro, fosfato monosódico ditildrato. macrogol 400 y agua purificada es Indicaciones terapéuticas: Tratamiento tópico de las micosis superficiales de la piel, tales como la liña en sus variedades de. tinea pedís (pie iv atleta), tinea cruns, tmea corporis. tinea taciei et barbas y tinea mguinahs, causadas por Trichophyton, Microsporum y por el Epiaermophyton lloccosum. En el tratamiento de la candidiasis eulánea producida principalmente por levaduras del género Candida. También eslá indicado en el tratamiento de la pitiríasis versicolor. Posología y forma de administración: Micetal Crema dérmica debe aplicarse una vez al día tanto en adultos como en niños mayores de 10 años. La crema debe ser aplicada en cantidad suficiente para cubrir la extensión de la lesión y zonas adyacentes, favoreciendo su penetración a través de un ligero masaje En lesiones de localización intertrigmosa se aplicará una pequeña cantidad de la crema para evitar la maceración de la piel La duración del tratamiento depende del tipo de lesión o microorganismo infectante y de su localización. No obstante, ya en los primeros días de tratamiento con Micetal se evidencia un alivio de las sírtlomas dérmicos. El período de tratamiento aconsejable a efectos de disminuir la posibiilidad de recidivas es: linea pedís (pie de atleta) y micosis nterdigitales. 4 semanas; fines corpotts. 2 a 3 semanas: pitiriasis versicolor. 1 a 2 semanas: y en candidiasis cutáneas superficiales, 2 a 4 semanas. Si la mejoría cíiníca no es evidente después de 4 semanas de tratamiento, el diagnóstico debe ser reconsiderado. Se recomendará a los pacientes las habituales medidas higiénicas para evitar fuentes de infección o reinfección Contraindicaciones: Sujetos que presenten antecedentes de hipersensiailidad a otros antífúngicos imidazólicos. o a cualquiera de los componentes de la forma farmacéutica empleada Advertencias: Sólo para uso externo Micetal Crema dérmica no debe utilizarse por vía oftálmica ni aplicarse en áreas mucosas. Si una reacción dérmica sugiere sensibilización o irritación química por empleo de Micetal, el tratamiento debe ser discontinuado y se instauraran las medidas terapéuticas apropiadas. Es necesaria la confirmación diagnósfica por examen directo ÍKOH) y/o cultivo para el correcto tratamiento de la dermatomicosis No existen ensayos clínicos realizados con niños menores de 10 años. Interacciones: No se han descrito. Embarazo y lactancia: Los estudios en animales han mostrado que no existe evidencia de etectos mutagénicos o teraiogénicos ainbuJbles a flulrimazo!. No existe experiencia clínica con Micetal en estudios controlados con mujeres embarazadas. Micetal Crema dérmica puede ser utilizado en el primer Irimeslre del embarazo sólo cuando el tratamiento sea considerado esencial para el bienestar de la paciente. Se desconoce si Micetal es excretado por la leche materna, par lo que debe utilizarse con precaución durante el período de lactancia. Reacciones adversas: Durante los ensayos clínicos las reacciones adversas descnias más frecuentemente fueron ligera quemazón, irritación, picor y eritema en la zona de aplicación So&rerjosilicación: Dada la baja concentración de principio activo y su administración por vía tópica, es poco probable la posibilidad de una sobredosificación o intoxicación, por lo que no es previsible que se produzcan situaciones de nesgo vital en el paciente No obstante, en caso de ingestión accidental de una cantidad apreciabie. se msiaurará el tratamiento sintomático apropiado. Incompatibilidades: No se han descrito, Presentación y PVP: Micelal Crema dérmica al 1%; PVP IVA4 1,499.- Ptas Condiciones de prescripción y dispensación: Con receta médica. Financiable por la Seguridad Social. Mffi^ PFRCONAIF n.° 59 - 1995 (Tercera época) I I A \ . J V X 1_N/ REVISTA DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE LAS CIENCIAS MEDICAS Centro de Documentación de Historia de la Medicina de J. URIACH & Cía., S.A. Degá Bahí, 59-67 l\ l\ I \ / 1 I V I I £^& 1 ^-—_5iL_l á0^*\ A&) 08026 Barcelona Director: ^ ^ — Dr. Juan Uriach Maisal Secretario de Redacción: Dr. José Danón BretOS Soporte Válido con la Ref. SVR n.° 479 Dep. legal: B.27.541 - 1963 ISSN" 0300-8169 /^^g^\ ÍTfljP] \^S^/ L íl n Í T Í l d \Jlia. Cííí*£l /-|p \ 7 p c c í 1 i n ^ ^ Vt/odllU + M W ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^k ^^^^ ^M V • ^ ^^ ^^ ^ ^p ^ m ^^^^ ^^^^^^ ^m ^ ^ • • ^B ^^L ^^^^^^^W ^ K ^m ^m ^ ^ ^^p ^ ^ * \ / \ I I X /™\ ./ V. ^ / Y í ^"^^^IJ JV ^W i \\-* f\ ^ \ I Jl\ h\ J V J\ V1/ V l l h t a X ( \ j |1 - * |X ^~^ * *** * ^ R los 93 años ha fallecido ^ ^ A en Barcelona el Prof. ^ ^ ^ ^ Diego Ferrer y Fernández de la Riva. historiador médico singular, cuya densa actividad científica y universitaria -como discípulo de Ferrer y Cagigal y como catedrático de Histología, Embriología y Anatomía Patológica en Cádiz- rebasa la misión de su homenaje a su labor historiográfica, que no se puede olvidar como trasfondo de su rectitud científica. Tras los inicios de su dedicación histológica, desde su tesis doctoral hasta las numerosas publicaciones que mantuvo incluso jubilado, ya A su Historia del Real Colegio de Cirugía de Cádiz (1961), siguió dos años después la biografía de Pedro Virgili en cuya introducción se excusaba de haber actuado como un hombre de laboratorio. A ella le siguió otra sobre los discípulos de aquél (Cirujanos del «Camp» en el siglo XVW) para incidir, retomando su misión de histólogo, en la monografía Cajul y Barcelona, publicada por la Fundación Uriach. Tras una colaboración frecuente en las páginas de «Medicina e Historia» el 12 de noviembre último tomó parte activa-por 1930 se había asomado de forma esporádica al tema historicomédico, con un «Esbozo histórico de la Histología». última vez- en un acto organizado con motivo del XXV aniversario de la institución de los Premios Uriach de Historia de la Medicina, en cuyos jurados participó durante muchos años, en S u llegada a Cádiz fue el fulminante que le despertó esa segunda vocación que. progresivamente, se fue transformando en su principal actividad. Las indudables relaciones entre los Reales Colegios de Cádiz y Barcelona a través de su fundador Virgili, le movió a publicar una Historia abreviada del Real Colegio de Cirugía de la Armada de Cádiz en 1960, y a partir de aquí una serie de estudios sobre aquel Real Colegio y sus discípulos, que hoy constituyen fuente obligada de consulta. Mis relaciones con don Diego fueron, en aquel entonces, las discipulares de sus asignaturas aunque poco a poco > pese a que en 1967 se trasladó a la Universidad de Navarra, luimos coincidiendo los sucesivos Congresos Medicina. de en Historia de la H ^ ^ ^ ^ on Diego Ferrer fue un ^W investigador infatigable W^r que atraído por L-1 recuerdo histórico de los Reales Colegios, realizó una labor singular de historiador porque, sin querer ser o parecer historiador profesional, actuó con la pulcritud metodológica de un experimentador. Antonio Orozco 9 I 1-.» I I mu m I I *4 »n I I I MEDICINA ^HISÍOFJA n.D 59 - 1995 (Tercera época) REVISTA DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE LAS CIENCIAS MEDICAS Centro de Documentación de Historia de la Medicina de J. URIACH &Cía.. S.A. Dega Bahí. 59-67 08026 Barcelona Director: Dr. Juan Uriach Marsal Secretario de Redacción: Dr. José Danón Bretos Soporte Válido con la Ref. SVR n.°479 Dep. legal: B.27.541 - 1963 ISSN: 0300-8169 ^ ^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^m ^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^H -^^^r- r^| d / " \ f~ "t" O VJtL & pnf«o ^Cll d 1 J de Vesalio 5 ^^^^m Juan José Barcia Goyanes *s ^ ^m Universidad de Valenciü ! 6 L Al iniciar mis estudios de Anatomía Humana, allá por el ya lejanísimo año de 1918, el mismo de la grave epidemia de gripe que asoló a toda Europa y que obligó al aplazamiento del curso académico hasta después de la festividad de los Reyes Magos del siguiente año, tuve mi primera noticia de la existencia de Andrés Vesalio. sin sospechar que pasadas varias décadas habría de constituir para mí un objeto de estudio al que dedicar bastantes de mis energías cuando éstas se hallarían bastante menguadas. Naturalmente, en aquellos primeros contactos con el Bruselense me apareció éste nimbado de un halo de gloria, como no podía ser menos dada la estima que por su nombre, ya que no por su obra que apenas conocían de oídas, tenían tanto mis compañeros ya iniciados en la ciencia anatómica, como los profesores de las diferentes asignaturas en que incidentalmente aparecía aquél. Más tarde, y con ocasión de cursar las disciplinas que formaban el curriculum del doctorado en medicina, en el cual era obligada la de Historia de la Medicina, se confirmó mi respeto por el autor de la Fabrica, leyendo el libro de texto que no era otro que la Introducción a la Historia de la Medicina de Fielding H. Garrison. traducido al castellano de la segunda edición inglesa por D. Eduardo García del Real, Catedrático de la asignatura a la sazón. Se mostraba allí Garrison un ferviente admirador de Vesalio del que decía entre otras cosas: «El Fausto que estaba destinado a libertar este asunto (el de la enseñanza de la anatomía) de las I! a otra cara de Vesalio tramas que le sujetaban y a sostener la doctrina del visum el repertum ha sido Andrés Vesalio (15 14-64), la figura más eminente de la medicina europea después de Galeno y antes de Harvey. Han existido disectores y disecciones antes de Vesalio: pero él sólo ha sido el que ha convertido la Anatomía en lo que es todavía: en una ciencia viva y activa»1, Sigue una larga perorata ditirámbica, que se prolonga a lo largo de tres páginas, pero para muestra basta lo dicho, que es un paradigma de lo que podríamos encontrar en cualquiera de las historias de la medicina u partir del siglo XVIII y hasta nuestros días. Y para presentar otro ejemplo, más reciente, he aquí las palabras del gran historiador E. Ackerknecht, fallecido poco ha: «Solamente Andrés Vesalio se separó conscientemente de la tradición galénica y la sustituyó por el estudio directo en la mesa de disección. Así se constituyó en el fundador de la moderna Anatomía»-. Durante el largo tiempo en que me dediqué a la docencia de la Anatomía Humana {1923-1972) y aunque mi afición por la historia me llevó con frecuencia a la lectura de temas relacionados con la de mi disciplina, no tuve ocasión de cambiar mi idea sobre Vesalio y aún recuerdo el entusiasmo con que acogí el facsímil de la primera edición de la Fabrica que publicó en 1964 la editorial Culture el Civilisation. cuyo ejemplar n° 1217 ocupa desde entonces un lugar destacado en mi biblioteca. Es verdad que alguna vez, al señalar los epónimos que. aun utilizando en mi enseñanza las Nominae de Jena y París. sucesivamente, era inevitable mencionar, he pensado la poca suerte que había cabido a quien era para mi, en comunión entonces con todos los historiadores de la Anatomía, una figura fundamental de la misma, ya que, mientras anatómicos como Silvio. Falopio, Eustaquio y tantos otros habían dejado sus nombres ligados i\ varios accidentes anatómicos, algunos tan destacados como las trompas auditiva y uterina, al fundador de la anatomía moderna, según lo calificó Ackerknecht, apenas le había cabido la gloria de unir su nombre a un diminuto agujero vascular en el ala mayor del esfenoides. Así las cosas, al llegarme la fecha de mi jubilación, que, como a tantos otros venía portadora de cantidades considerables de tiempo, comencé un estudio que imaginaba habría de ser una sinfonía inacabada pero que, por generosidad de la Providencia, pude ver terminado. Me refiero a la historia del lenguaje anatómico que la Secretaría de Publicaciones de la Universidad de Valencia ha ido publicando desde 1978 a 1993, bajo el nombre de Onomatologfa Anatómica Nova, hasta completar los 10 tomos de que consta. Ese trabajo me obligó, con gran placer por otra parle, a releer o saludar por ve/ primera numerosos textos anatómicos, entre los cuales, las obras de Galeno y la propia Fabrica de Vesalio ocuparon muchas horas, Y poco a poco se fue forjando primero, y cobrando forma después, la idea de que el papel que a Vesalio habían atribuido L, JU *f IR ¿*, v*í \ En FARINGITIS-AMIGDALITIS Eupeclanic 875/125 mg |^Q]^5^^3 Amoxicilina + Acido Clavulánico Composición: EUPECLANIC375I125 mg sobres: Amonidlina (tfihidraiol, 875 mq; Ac. Clavulinico (sal potásica]. 125 mg¡ eiciflientes :.s.(sacarosa: 2,5 g por sobrfi), EUPECLANIC 500/125 mg sobras: AmoKicilina {trihidralol, KXJmff; Ac. Clavulánico ¡sal potásica), 125 mg; encientes es. Isacarosa: Jg por sobre), EUPECLANIC 500/125 flig compriínido5: Amonidina ( f i hidrato), 500 mg; Ac. Cla^lánico (sal polásica). 125 mg; excipientes es. EU PECLANIC 250/62,50 fng sobres: Amoxicilina (trihidrato). 250 mg; Ac. Clavulánico (sal potásica}, 6£,50flng; flücipierles es. {sacarosa; 3,3 g pof sobre). EUPECLANIC 125j'31,25 mg sobres Amoíicdina [tnhidralo], 125 mg; Ac. C i a r á n ico (íal potiSLca}, 31,Kmg; excipientes es. (sacarosa: 3,7 g por sobre]. EUPECLANIC 1-3CM2.5 mg Gotas pediátricas: cada -ni contians Amonicüina (trihidrato) 100 mg; Ac. Clavulánico (sal potásica! !2,& mg; excipiente es. (aspartamo: f,5 mg). Propiedades, EUPECLANIC as \jn a nti bacteria no de ampüü espectro con&í Luiao por amoi¡ciliria (tririidralo] yacido cs\ Jáni;o (sal potaas^ca]. La arrcjiicili-a es una cen i; il na seíTiisinténca de amplio espectro, de acciún bactericida frente a rnicTOoro.an:smos gram-positivos y grarn-^iegatJVO&. El ácido clavulánico es una mD'écu.a betalactármica que de por si tiene un bajo grado de actividad anfbacfóriana, radicando su actividad en la propiedad de inhibir una gran variedad úe tietalactamasas, bloqueándolas i tranjtorrnandü en sensiblesa laamoiicilifia los gérmenes productores de ellas, indicaciones: Tratamiento po- vía oral de los pmefesos infecciosos producidos por gérmenes sensiblesa laamojiciluiB, tales como: infecciones d&í aparato respiratorio, otitis media, infecciones ^enilourirarias. ¡nfecciones de la piel, tejidos blandos y óseos, infecciones intra-abíominaies. Contrandicaconas: Pacientes con hipersensióilidad a las penicilinas o alectes úi mononudeosis ini^cciosa. Precauciones: Administrar cc-n precsDCiún en pacientes hipersensibles a célalosser n&s o cc-n antecedentes aiéigicos medicamentosos. No se ha^stabiecido su inocuidad durante el embarazo Advertencias: Los sobres eta Eupeclanic contienen sacarosa hecho qje deberá* ser ¡ando en cuenta por los pacientas diabéticos Las goles pediátricas condenen aspartamo. Las personas a*e:ta? de feni celon^r a tendrán en cuenta que cada mi cc-nllene 1,4 mg da feniialanina Interacciones: Debe í«rt3'se la administración: simultaneada a^tib-cljcos bacteri-astáticos por la. posibilidad de que se fy os uzea antagonismo debiao a s u tti-ere-1 te mecanismo de acción. El a'oc-unnot incrementa la posibilidad de apañe en de reacciones cutáneas. Electos secundarios: Se ha descrito laa aparición da náuseas, vómitos. molestias gástricas v diarreas. En el caso de aparecer trastornos gastrointestinales se recornianda administrar Eupeclanic coincidiendo con as comidas. La incidencia, de eruociones urticanales o erupciones erternatasas es escasa, Las erupciones entematosas suelen asociarse con una mona núcleo sis mlecciosa simultánea E¡ ÍÍ atamiento debe suspanderse ante ^ — ^ ^ ^ la aparición de cualquier tipo 6e erupción, Intoxicación y su tratamiento: Con las dosis recomendadas no se han descrito síntomas de ¡ntc-ncado* Si se produjese una reacción de h¡f >^ 1 persensibi|idadlseSvi$i>eí der3 suadnin sí'acdn aplicándose el trs:anu9nio especificD ad&c ^aco a la natura^aei "leudad de ñrmrTiaiartihisla-TinccívCC'rticostÉroídsiaírSíií/^^5^tfS^^\ lira, &lc) Posologia: A criterio ; a; ullali^o Como pau\a arieotativa: Adultos: &7&n?5 mg cada 6-12 horas, 500/125 mg, cada 8 feras. Niños: La dosificación SÉ establecía de acuerdo f " ^ ^ • Í M I BlW • con ekoríenidofleamciíicilina. siendo ladosis recc-m^ndatia de-20 mg/fcg/día repartidos en tres tomas En procesos ae^eres la dosis dehe ser de iOmg'kgj'rJía. Como pauta orientativa I J se señala la siguiente: De 7 a 14 años (hasta JO kg]: 250/63.5 mg cada 8 h [1 sobra}, De 2 a 7 años: 125/31,25 mg cada 8 h [1 sobre]. Lacrantes y n nos hasta? años: 2-3 gc-taslkg d? peas ca\ %25r da8 horas Dosificación en pac^entescon insuficienc-a renal Reajustar a dosis total diaria y ei rumo de administración de Eupeclenic de acuerdo con el siguiente esauema de rJosif >s^^^\^/ wci&n: Insjliciencia renal moderada (aciaramienta decreatimna ent'e 10-30 mi/mín). 1 ó 2 dosis 500/125 mg tada 12 horas. Insuficiencia renal gra^e [adararrihertf: de creatinina inferior ^—-^"^ a10ml/min.:1/E-1 dosis 500/125 mg cada 12 horas, A pacientes qje están sometidos a ddlis : $ se administrará adicionalmente una dosis 500/125 mg durante la diálisis. Presentación y i MPIACHAriji ^ A PVP (IVA): Eupeclanic 875/1 ?5mg, anvasede 12sobres 1.597 pías Eupeclamc 500/12S ng. envase cíe 1E sobres 1.230 ptas y entesefle13 comprimidos. 1.176 ptas. Eupeclanic 250162.5 n • u i mg anease de 12 sobres, 635 ptas. y 24 sobres. 1.264 utas, Eupeclan:c 135/3\25 mg, envase de 12 sobres, 346 ptas. y 24 sotres. 677 pías. Eupeclanic 100/12,5 mg, gotas pedtfrkK. ennase Dega Bah I, 59 ton 7Ü mi, 504 ptas. Envases clínicos de 500 comprimios 5ÚQfl Í5 mg; de 500 sobras de 500/125 mg j de 500sobras de2K|fi2,S mg. Condiciones de prescripción y dispensación: Con re08026 B a r c e l O na ceta médica, Reembolsadle por la Seguridad Social. 8 ° DESCmOO^CñmfíETK es imconibmm de winrnb^oe la erania de oo ponentes son aditivas y se marttieflen si menos 24 toas. COMPOSICIÓN; Cada comprimido contar»: Malesfo de Enaapril 20 mg. HrátoJorortaacia 12,5 mg Emprente y Lacrosa c s.p, r comprimido. INWGíCfOrYRL- f f r erantes hipertensos e n t e ojue e/ frafamienfo comOmsdo sea adecúa*. DOSIFICACIÓN: Hipertensión: Lí otas /abifua' es un comprimió, administrado una m al (Ja Si es necesario, pueote aumentarse « Asís i das compnmidoE administradas una VBÍ ai día Puede aparecer hipotensión smtomálratesJa administración de ¿a (tos in/oa,' * CBÍNOflEIlC, s/'e/Wo ésto mis posible en pacientes con deplecaón nidrosaArw. P ira/amiento diurético debe suspenderse 2-3 das antes de/ comenzó otí « a r o m o con CHIN0RF7JC. Ooaffcacran en frrsi/frcwne» ffenaf: En paciente con aclaramiento de osarTO entre 30 y SO ml/miri, CflíNOftETJC deberá uíifaar» sato tras la (ftuÍBCio/i de csda uno de sus componentes. La dosis ¡acial recomendada de maléate de ena/apni, cuando se utiliza so/o, para insuflc/encis renaí leve es de 5-)0 mg CONTJWIMBICACIQMF&- Anurá, pac/enles /upersenJiote s cuafqiréra ofe sus componentes f en paoeníes con /listona te edema angioneurtccc- nsladoraífo con el íraíam/ento preño con Zn/vbiooíBs ds (a fCfl. HipeísensiWioad a oíros fómacos derivados * la su/tonamuJa. PRECAUCIONES: Hipotenmin y dtMquibno Hi*w<»eW»lB>r En aJgunos pacientes puede íparecef npotens/ón síntomafca. Se detwa wgíar a /os pacientes en cuarto a ia apancon de signos cínicos * dssepuViivio Wroeletalto, o l * c p o l a s e m 8 O ^ p i i t ó p í e s e n l a w a u f » t e C T ^ Tras tiater nssíaurado ti rotimen y prssion sanguínea adecuados, puede continuarse el tratamiento 9 dosis menores, o bien uífear so*) uno de te componentes. Insuficiencia Banal; CRWÚRETC no deoe ser aoVnnstnKi a paoertes con nsuAognoa « a f radaram^oaeawfjnirBirifewj»rril/™;^ swi y snenJemiecWn^rjreMa aparante, IwcíEsertactopeo^eñaseie deoe suspanoerse esa corntonabn. Puna) ser p o s í * la contmaoón dei traamiento » doss «teneres, o oien puede utilizarse uno sok) de ios componentes En aljunos paoarrfes con estenosrs bi&teral * las arfonas rena/es o estenosis detaanínj * un riñon soto», se han observado maemertíos en te nwtes * urea y crsafims ssnea, nonnafronte rsvírsote con la a^pension o * traamíenfo, ai arimirastraf fiifiíiilores«la K A Biranmcljd HepátkK Las ¡azrdaj dsoen uitearse con pracauctdn en pacientes con a/teracon de ü funaon íepética o en%merfid progmsíva, pues pequeñas alíeraocoes hiotoe/eclru/íncas pueden precipitar un coma tepáfoj. Ciruga/Aaiíesía; £n pacientes que wn a sufrir cirugía mayor o anestesia con fármacos hiporensores, ena/apní Woguea ¡aformacióndi angrotensina II secundaria a ia (Aeración compensadora os reniña, S apareciese hipotensión y se considerase sea/nijana a esle mecanismo podrá ser corog/da por expansión de volumen. Las todas pueden aumento la naspuftsla a Is luiwoJfanna, Eíectos MetaMfcoj y Endoenm»; £1 í/síarroento con todas pueífe sfferar Ja tcJerancia a h glucosa. Puede requerirse un ajustetfala dosis de los (arnacos anfflabólicos, incluida ti msuííra Las tandas pueden dism'nurr la aicnjcJon de calcio unrw», caustndo elevaciones mtsmiíertes del catoo sériCQ, S tralamienlo con teaias íamoén puede asociarse con incrementos de /os rweies séricos de cotetarof y (rígfterídos. Las todas puedan precrpttar ruperurícsms y/o gota en ciertos parantes, ¿ r embargo, enatynl puede aumentar el acido unco en orina y por larXo, ííenusr e/ efecto hperuncenveo de ,'a inoncio/cnaziaS. Edén» Aiguneurotao/MpefMrrsJoSdMt £n pacientas tratadas con mhibftinís de tí KA, .nduyerído maleaío de oa^pnl, lian apareado en raras ocasiones edema angjoneuratico de la cara, extremidades, parpados, fengus. gíolts y/o Jannge. £n ules cmjnstancijs, al (ntamranís deoe suspenderse imeotaamenle y e/ paciente dabe permanecer en observación hasta que rjésaparerca i tumefácció/i Cuando eiiste obstrucción de l í na aeres, debe adnvnstrarse adnenaüna en soLncV) 1:7000 (1,3-0,5 mi) por vis subcutánea e nsteurar otras mertdas terapeuteas que se cons(derm ap*pp«c& £n pacientes b ^ Mamiento c m /M «trornaab cuacartar^ o a c t i v a d A lupus entematc^ c w (abarrsrapiícer)ünayspaiecenen(asar^daícon*numrj(*cai. Pof tarto, se i ^ to se atenta p y Is/ecfw materna; sin encargo, las llandas no aparecen en Ja tehe/^ segundad y eíocia en niños, por iartfo, no se mxxmnda su uliiracion. Uso en Geriatr»; En (os esMos clmicos realizados, ¡a eícscía y tolerancia de ma/eafo de ena/ap/ií e nidrac/orotoda admimsírados concom/lB/ilemenle tam similares. Iartfo entospaoenr.es íiiperíensos de eoad avanada. como en los más jóvenes. ADVERTENCIA Esla especiafdad Círtwie ísetosa. írVCOMBínBILID/lOES: No se rían íesento. (WEHACCrONES; Otros tratamientos Antitnpvtmtm: Pueden aparecer electos aditivos cuando se utitoa el maléalo de enaapríl fjr;fo con otros (ralamente andri/perfensivos Patas» Sérico: S efecto * pérdida de potas» causado pcv fas dóreteos tiazidrcos se atenúa normarmenje con e) erecto conservador de potasio de enéaprl. B potasio sérico habríiafrnente permanece dentro de ios /mies normales Uta: Generalmente tíhtnno debe admnstarsí CM*mticoi&ta'ec4JCweíacÉ¡rarrMtorena/oeí^ ríes fueroi mareos y f a t ^ c ^ c^neraimer* otesapar»^ sion oriosiaoca, cetea. (os e impotencia. Erectos aún menos (recuentes fueron los siguientes. Cardovasculares: sincope, (upofertscn m ortoestatca, cdpriacibngs, tagucarda, dolor íofáoco; GaAnntaatnata' dama, vámrtos, dispepsia, dolor abdominal, (Istuienda, esírerimento; Sotarrn NerviosVRsiííistncos: nsomn», somnolencia, paresfesa. vértigo, nervnsismo; Respratonos; dsrw; Odos. *sminucnn de a ando, msti. sequedad de boca, gota, da/oras, P«Wo. **Sga, tmtus; ftpanarwMoM/EdMia *i>on»urttico: Se han ccminjaxic, raras veces, la aparición de edema anojoneuróto de Ja cara, eiíismidades, párpados, lengua; gtofts y/o (aringe. Haitaiji» « i las flrwftas de Laboratorio: Raramente se obsurvam a/teradones cl/nearnent» mportaníss en Jos parámetros eslandar de íaborator» con la admmstracidn de CflfMOBETlC, Se han «formado, ocasidfialrnenff, htierojucemía, (iveruricemia, e hipopolasema. SB dan observado mciwientos sn Ja urea y oBatnina sancas y aleraaones de Jas enzimas hepáticas v/o birVruíjíoa sérica, Estos son nornialmenlB reversibles cor) /a su^ensón de CflWOBETO. Se han descrito dis/mujciones en la íiemog/obina y el heiratocnfo. INTOXICACIÓN Y nWTAMIfNTO: No se dispone de información espec/fca en cuanto aJ fralamenío de Ja mlojicacron con Cfl/WOfleTTC. Oefienj suspenderse la aaraínstmerin da CfílNORETK y vigilar ai paciente eslrechamenle íto/eato de fnalapril: la ca/ariais/ica más sohrssalisnle ds rntoÑacíón informada hasía ahora ría Hdo íupotensfon artera/ «tensa a parir de unas seis horas después de Ja ingestión o* Jos comprimidos, con bloqueo dsl sistema remna-angio/enana y estupor Se puede ejrtraer e/ enaJapn/ato de ía sangre mediante nemodiaísís. Hidrodoredasda.- Los signos y sinlomas mas comunes observados son /os causados por la pérdida de electrólitos íhipopotsseme. rvpodorémia, h^orutremiii y por ia des/vdratación rssu/taníe de dJunriss «cesira. Si ft'paoenle ha íom^idratai.'arBpopotasema puede acwtuaf las arnírmas cardiacas PfíESSNTACKM CfllNOftfTTC se preserfa en ervase carsndano ¡fe 2S ;ompnmi*s, cmleíierido cada una 20 mg de eralapril y f2.í n^*ni*ocloro(BZida()V > +ll«3 3.264-Pías.} J. URMOVÍCW.S./1 j l W ^ ^ 9 Figura de ¡a «Epístola sobre iu sangría». Tanto !n ve mi ázygos como los tronío* venosos hrutfuiíucfáiicos son de tipn canina ^ MJ IP— Ins historiadores de la medicina tenía escasos puntos de contacto Y ello era de gran importancia. no solo para la biografía del Bruselense. sino para la interpretación del paso de la anatomía desde el medioevo al Renacimiento, así como para la pretendida fundación ex nihilo de la Anatomía moderna, y también, y no en último lugar, para colocar en el puesto que merecen los anatómicos que en el siglo XVI aportaron nuevos e importantes conocimientos al acerbo de aquella ciencia y que, por la mitit'icación de Vesalio han quedado injustamente ensombrecidos. Y el exponer, brevemente, mi visión del problema, es el objeto de este trabajo1. La tesis común a los historiadores de la medicina respecto a la evolución de la Anatomía humana en la cultura que solemos llamar occidental puede resumirse diciendo que ésta surgió en la Escuela de Alejandría. Que una gran parte de sus hallazgos fue recogida y expuesta por Galeno y que las enseñanzas de éste dominaron despóticamente durante la Edad Media, período en que no se hizo disección sobre cadáveres humanos y en que los enseñantes de la disciplina se atuvieron ciegamente al masister dixit aplicado a las enseñanzas galénicas transmitidas corrompidamente por los escritores árabes. Que a finales del siglo XV se inició un balbuceante renacimiento gracias al conocimiento directo de los textos clásicos y la práctica, tímidamente iniciada, de la disección de cadáveres humanos, renacimiento que puede I M l\ I ^_ 7^*- W ™ T ~ ~ 4 ~ J ^ ^ ^ ^ r fí ñ y=kM{ J\. Jj^S I fí A[\\yS^ - ^ _J- ^ ^J^^^^ / fJ iA\ VVIj1^"""^^ • / Vwil r IIAAN^ ^^ I] _ - i / - ¿ ^ i>ííu U \,^-~7rs=^?^¡"r^i i/jl ^ v_ I T^ jrfí'*" P ^ * " N v ^_ -~=?-r?í\>— ^ ^ ^J -+ k *' ' V-_ -*• ^¿¡^ ^^" | ^ss^^ ^ ^ ^ 1^.^ J ^ L ^ ^ ^ ^ a TS¿pT"g^^ " " ^ 1 Y- J L _ ¿ ^ 'k ^ ^ ^^"-"nV'~ " X.I " Y **"V I ^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^ considerarse como la aurora anunciadora de un astro de primera magnitud, Vesalio, quien, rectificando casi todos los errores en que incurrió Galeno por su desconocimiento de la anatomía humana directa, ya que la suya se basaba sobre todo en los monos, creó la Anatomía moderna, sobre la base de nuevos hallazgos y concepciones. Y antes de pasar adelante me interesa que quede clara mi idea respecto a ese pretendido contraste entre la anatomía «humana» vinculada al Bruselense frente a la «simiana» atribuida al Pergameno. Que la mayoría de las disecciones realizadas por el segundo fueron realizadas en animales, y principalmente en el mono está fuera de duda. Pero lo que se olvida -porque sería muy fuerte achacarlo a ignorancia- es que algo parecido ha ocurrido con las realizadas por Vesalio. Cierto que éste dispuso de algunos cadáveres humanos, lo que no ocurrió con aquél. Pero una gran parte de sus disecciones hubieron de realizarse en perros, animal, por cierto, de una anatomía más dispar de la humana que la de muchos simios, (! ' GARRISON, F.H.: Introducción a la Ménade hMeduim*. Madrid. 1921: O ACKERKNECHT. E.: Geschichie der Medizin, 5 Auilage. 1986, p.:92. (3) E | |cclor ,nleresado una exposición pormenorizada del tema puede consultar mi obra «El Mito tic Vesalio», Valencia, Secretariado de Publicaciones de la Universidad. 1994. ( 4 ) VESALIUS. Andrea.: Epístola..., Basilea. 1539. II! 10 Y no solamente hubo de realizarlas así en sus lecciones de rutina, sino que incluso hubo de recurrir a ellas para representarlas en sus diferentes publicaciones. Véase p. ej. lo que ocurre en el grabado de la vena ázygos que aparece en su trabajo sobre la sangría4. Tanto la vena sine parí como los troncos venosos braquiocefálicos son de tipo canino. Asimismo en la figura tomada de la Fabrica podemos ver un recto anterior del abdomen, de tipo canino llegando hasta la clavícula y lo propio ocurre con los enormes escalenos que se representan en la otra figura. Lámina «Muscvtlarttm V- de la Fabrica. Disposición canina del recius abdominis IV En cuanto al primer punto vemos que se divide en dos. Por una parte se refiere al contenido de la obra de Vesalio como escritor de obras anatómicas y, por otra, a la renovación que se dice aportó a la enseñanza de la disciplina, en el ejercicio de su función de profesor. No podemos ahondar en el calificativo de doctoral aplicado a la obra de los predecesores de Vesalio. Pura todos es claro lo que quiere darse entender con él. Pero si quisiésemos precisar nuestra idea no nos valdría para ello el Diccionario de la Real Academia, que no señala esa acepción de la palabra «doctoral». Sí nos ayudaría María Moliner" quien define el tono doctoral como «enfático, dogmático o solemne». Claro es que el calificar de tal el de todos los predecesores de Vesalio. y ^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^ ^^^^^B^^^^^^H^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^B 11 librar a éste de toda sospecha en ese sentido es muy subjetivo. Por mi parte mi familiaridad con el latín me permite entender lo que dice un autor pero no poder apreciar en su estilo si es más o menos enfático y he de atenerme a opiniones más autorizadas, que en este caso no he encontrado ya que, en textos anatómicos, las críticas que unos autores hacen del estilo ajeno suelen ser acerca de su mayor o menor claridad o pureza, pero no llegan a calibrar el tono. Por lo que respecta al calificativo de libresco, éste es igualmente aplicable a la obra de Vesalio. Éste no fue un explorador de ¡erra incógnita que nos va describiendo sus hallazgos sino un viajero que, guía turística en mano, va reconociendo los lugares en ella señalados aunque en alguna ^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^ ^^^ ^^^^^^^^•^•^^•^^H^^IH^HB^^^^^H^^^^^^B^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^HH^^B^^B ocasión discrepe de los calificativos que a ellos aplica su autor. Desde Galeno, todo el que escribió de Anatomía va siguiendo un camino que él nos enseñó un día, aunque varíe la perspectiva en que se coloca para contemplar el paisaje o su capacidad para descubrir en él nuevos accidentes. Por otra parte, esos autores prevesalianos que aparecen englobados bajo aquel juicio despectivo, realizaron disecciones en cadáveres humanos, corrigieron muchos errores de Galeno, lo que luego se abonó en la cuenta de Vesalio. y aportaron nuevos Lámina tAfusculorum VI» ¿le la Fabrica. Enormes escalenos de tipo cunirio V 12 Y en tercer lugar, pero a su misma altura, a Charles d'Estienne. que escribió con el nombre latinizado de Carolus Stephani, va que aunque su obra i, , De dissectione partium corporis l^^^^^pW^É^ñ^í^. humani fue publicada en 1545. después por lo tanto de la de Vesalio. está fuera de duda que fue escrita antes, como lo demuestra entre otras cosas la fecha de 1530 que aparece en algunos de sus grabados. La cita de estos destacados anatómicos es un tributo a la brevedad ya que hay un grupo numeroso con parecidos méritos, como Gabriele Zerbi, Alessandro Achillini, Andrés Laguna, Juan Fernel, Bassiano Landi, Johannes r~ ^=-——V - ,,< • >• ^ N ^ ^ ^ ^ ^ ^ {Qfí m\ / ^ A = " ^ \ ^ fritf Sylvio. Las obras de todos ellos, cualquiera que huya sido su mérito, no pueden ser calificadas Por lo que respecta a la renovación de la enseñanza anatómica, esa idea se apoya casi siempre en dos fundamentos. De . •—^—H-' ( -^TK»— —•Vf* I(vx^^l'/^v. 'T] (/ / ) rVc Yf l! v NTJm )\|S\ /*^~~*\ UESÍÍ5W ^-~- \)\ )\n r ~^N. /^* \ ITÍÍJHJ L'.*' í'-llM ^ fi^r fc*/^ \• J Vi I1. \\ l) l¡ lili I !l¡\ ' ^ - L , ~~ -** ' r=| l • -^ -frY'VrVf *il YMTTT1 V ^ 1 'Ajtílirtv^ \ /JÉ v^y^': VS^ J / / f í??v í m [SE NI l \ ¿ r ÍS® *Bl 71 / Sp& TT ^-^¿A V¿¿*? f/^¿¿U 'Pv?r J r ^ " ' ^ J y^r'í^V^jTS. Í^V "^TT H\vJ / ^ w i w J ^ / r X M Llli¿J IfXJ UJ K ¿ ^ < v ^ ¿ J ¿ ¿ ^ \ l l l I 1 Úü$y / ^*~\\ tt* ^ 5 \ \ v * V*TN X ^ ^ / ^ ^ ' f ^ ^ ^ f T w M VT7 V^\ ( \ (_=S^ J I / I / I ff-/ Dryander. Juan Bautista Canano y. muy especialmente, los dos maestros de Vesalio, Jean Guntero de Andernach y Jacobo , VIT MriTrn^mvwríHrt-YV•rrrrrtw ^ ¿ - í "STV - ^ ? ^ TTT^ ' ^ ^ i^F? íS^_ x v ^ |i • JjerV^H " ""^ /77£-^f~~~ ~ i l K *\ln( Jí ^fc^I lRLtmTTRrw>./íi ITfcrN/" ! Mi 'u#«n>J st^i^wfeT* ^LJIL, M0Í^^ \ P í M üíf5SV-lfeí XZMy. \W^^^/ ' V/W0/IIL^>^/A' ^<C / / //^7\ ^I\S>¿ fj^^L^^r^^/Tl ^>r^l /( , \ '\\ ¡\ I j V 7111 ///7^3-J^^^jbV>-__l / í¡[M?'-^/jr\ \\VlY / / //// tf'//^i*s~-*S*v^*^^^¡ v ^ r \ \ \Y \ / / / _/J, I ¡///i //( I >s¿K ' ^—T^ I \ ^ ¿r\ / / / é^v^Á/l \/f <r •< / f^f\ íTT \ \\\\ / / una parte la imagen, f IYV í \ reiteradamente reproducida de la //1 WMlí^Y/^f J* 1 V~^I¿^J¿^ / / | \ \ / / %\// ^Sjé^^í ,4>i^^If--^^^ obra de Johan de Kethanv y/ Fasciculus medicinae en la que aparece el Magister en un elevado trono con su birrete doctoral explicando su lección. en tanto que a sus pies unos tonsores desarrapados disecan un cadáver. Y por otra parte, la denuncia de Vesalio en el prólogo de la Fabrica en que señala esa misma circunstancia. y(W¡i 1 \jf\'^~ "^Llfc-\~JJ&-^ef( \ ll(\\ ! jV*átfí&J ^r*r~^&^ k \s / \ ^¿lE^.-^-^i^^S^^^Z^^* ( J ^ L - j - ^ C C vtífT^ví%lT < < v^.\ c: \^ ^ J^<± iSw r"^í / f I ^ ^ ^ 11 —^> ^ s ¿ ? = = ^ ^--^V^^^v ^ i \-^ \* / l^^L'^í1 \ x ^ '*""'"*'' ^ — ^ ¿^ó*-^/f~ " f^g&lí^yr _^ % í g _ ¿ * ^ ^ v*-_ / ^TSVÍ11 1HM // \\ I \\'1/ \ ' \ I I ^T^Ú" \ /J 1 1 1 ' ' / j/[ \ I ' \ \ \ // m \ / ¡I l/\ \ I ' \ i \ II A\ \ I grabados anteriores en los que es el propio Profesor el que aparece disecando, como diferentes ediciones de la obra de Bartolomaeus Anglicus De propieíatibus rerum, leñemos el 'l / / / í \ \\l/ \ w i^=y=? ¡¡A^A \— > L — \ U ~ 7 f/^~A l " * 5 * ^ T j i . / // / \ \\ r f r ^ y O U ^ i j jj 7 ^ / // / S^^^^Pil Pero, aparte de que existen testimonio de Loris Premuda* de que en las universidades del norte de Italia, ya en el siglo XV. la práctica de las disecciones estaba encomendada a los cirujanos y no a los tonsores. Y esto es !o que ocurría cuando Vesalio escribió su denuncia ya que su cargo en Padua era de Profesor de Cirugía y a él estaba encomendada la práctica de las disecciones públicas. La verdad es que no se puede saber a qué universidades se refiere en su queja, ya que, de las que él conoció personalmente, la de Lovaina, en su tierra natal, no VI hacia practicaba mucho disecciones tiempo, y.desde en la de i J/ \ \ JJ / ll/ x^F 31 y í ¡I t\ \ i N i ti t MST^NL \ I ffot^SMMy \ i ^LT^vVlk 1 // / \\ \J \ V— // / \\ V| \ V ¿ ! ^ ? // L j l V| // J f ^ ^ H M / \ \ \l)_ <rTVj ^ -*"^?/l / \\ r ¿ a = < ^r : ^ \ \\ \ \ \ \\ \ \ \\ \ ^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^ París, su maestro Jacobo Sylvio las realizaba personalmente, y en su deseo de hacerlo había retrasado su acceso al doctorado, ya que a los doctores estaba prohibida esa práctica. manos de los boticarios y la disección en manos de los tonsores, postulando así el retorno a la absorción de todas estas funciones por la misma persona, en pugna evidente con Parece que es esto último lo que Vesalio quería denunciar, ya que se lamentaba de que los médicos hubiesen abandonado la cirugía en preparación manos dede losmedicamentos cirujanos, la en Hoadianode' Luzzi enMl ml¡ilcátedra. Grabado % 'K^Z'^'NIT''" ' ""11'''" •'"'"'" DisgrenS^ TYiflusal ^ ^ Bloquea el proceso trombótico ^M ^T ^^^^^mk ^^^P^Bm .^tfNfl^I M 1 Descripción: D1SGREN es un inhibidor de la agregación píaquetaria sintetizado y desarrollado en el Centro de Investigación Uriach. que posee una acusada actividad ant. rombóüca puesta de manifiesto en a expenmentaaón farmacológica y dimc. La actividad anhagregante y antitrombotica de DISGREN constituye la base fisiológica de su eficacia en la profilaxis y tratamiento de las enfermedades tromboembólicas y de los procesos pa(ológicos originados o que cursan con una hiperactividad de las plaquetas. peratorio de la cirugía vascular periférica y de la cirugía traumatología, Situaciones de riesgo trombótico. Compleme^o de l a t^apia anticoagulante en pacientesmd descollados. Hipercoagulab.lidad. Posología: i . 3 cápsulas diarias, durante o al final de las comidasDosis preventiva: 1 cápsula diaria. Dosis de mantenimiento: 2 cápsulas diarias. Dosis en situaciones de aito riesgo: 3 cápsulas diarias. CompoSlClon: 300 mg de triflusal |DCI1 por cápsula. , .. . Indicadones: Tratamiento y profilaxis de la enfermedad tromboembrtlica y de todos los procesos patológicos asociados con hiperactividad de las plaquetas. ^atamiento y profilaxis de los trastornos vascu]ocerebraJeS isquémicos y de sus recidivas, TYatamiento y profilaxis de las vasculopatías periférícas. Prevención de las trombosis venosas profundos y de los accidentes trombóticos en el posto- presentaciones: Disgren 50 cápalas RV.P. IVA 4.740,-Ptas. Disgren 30 cápsulas JP.V.P. IVA 2.849,- Ras.) Disgrcn Envase Clínico de a00 cápsulas. Tntprarrinnrs„ . ." . ,,c ., ., PotenL la a l o s . , ^nticoagu antes, AAS y sulfonüureas Asociado al dipir.damol se potencia la acCLOn d e a m b o s f a r m a c o s Contraindicaciones: Debfrá administrarse con precaución en la úlcera péptica y en pacientes con sensibilidad a los salicilatos. No está demostrada su inocuidad en el embarazo, Ffprtns „ . , „ „ , ) , , ; , „ ^ ^ 3 ™ ^ q u e 5e evl1an administrando el medicamento con las comidas ,¡ddd cgden Intoxicación: No se han descrito fenómenos lóxicos incluso a dosificaciones de 1800 mg diarios. En caso de intoxicación accidental los síntomas son: excitación o depresión del SNC alteraciones circulatorias y respiratorias y del equilibrio electrolítico, hemorragias digestivas y diarreas. TYatamiento con c a r b ó n a c t i v o e ]i m i nac ¡ O n del fármaco |vómilo aspiración lavado!, prestando atención al equiUbrio electrolítico e mstaurando tratamiento sintomático /^ J\ í^ltP \ ^ j X^X j URIACH & CÍA S.A Decano Bahi 59 08026 Barcelona Para controlar el exceso de peso... LIPOGRASIL IEFP) . ir ~ ' Jr "^*v/ \ 13 obesidad. IndkKiorws: Tratamiento complementarla de las dietas de adelgazamiento Composición: Cada gragea contiene: Alcachofa extracto seco, 25 mg; Cascara sagrada polvo. 30 mg; FenoHtaleina. 30 mg; FUCJS extracto seco, 175 mg; Sitarosa, 176 mg, Lactosa, 104 tnq Posologia: De i a 6 grageas toias durante las comidas La dosificación se graduará en cada caso según la disminución del peso logrado, Tambtén puede rebajarse la dosis si el efecto laxante resulta excesivo o molesto Tomar con abundante agua Contraindicaciones e incompatibilidades: Hipertensión arterial, hipertiroidismo. ileostomia, dolor abdominal de origen desconocido, obsirucciíin intestinal, dpendidtis y sintonías. En caso de insuficiencia cardiaca, hepática o renal graves, no es aconsejable su utilización. Efectos secundarios; En akjunos casos trastornos intestinales de naturaleza rjiarreica, que desaparecen al disminuir las dosis Intoxicación y su tratamiento: En caso de sobredoss o ingestión accidental de dosis muy elevada, pueden aparecei taquicardia, diarrea, espasmos digestivos, insomnio, confusión. Tratamiento lavado de estómago y sintomático Incompatibilidades: Puede interferir con los anticoagulantes orales, glucósidos digilákos Precauciones: No utilizar más de sets rías sin consultar con su medico, Presentación: envases de 50 grageas (PVPIVA3 425 pts) /"•"" " " N í TÍÍI^'Í UU J ^ ^ ^ ^ '• Urtactl « Cía. 5.A. Degá Bahi 59 08026 Ba rcelona 15 la tendencia histórica a kt división progresiva del trabajo. Probablemente en esa concepción influyó, tal vez desde su subconsciente, el hecho de que él mismo era el disector situado por debajo del profesor, como se ve muy claramente en el papel que desempeñó en su visita a Bolonia en 1540. Efectivamente, ese año, los estudiantes de medicina de la nación alemana en la universidad de la Emilia lo habían elegido para que fuese el disector en el curso que sobre la anatomía de Mondino profesó Mateo della Corte o Matthaeus Curtius. por entonces uno de los más famosos profesores de Italia. En sus lecciones, de que nos dejó pormenorizada noticia Baltasar Heseler', uno de los alumnos de aquel curso, Curtius se refirió constantemente a Vesalio como «nuestro disector», y en una ocasión en que surgió una discrepancia respecto a un accidente anatómico, el Rector de la Universidad que asistía al curso dijo a Vesalio, animándolo: «No temáis dar vuestra opinión Doctor Andreas. No os sintáis impresionado ante estos maestros». Sería difícil encontrar un testimonio más elocuente de la posición subalterna del Bruselense respecto a Curtius, pero ello lo confirma el que en tanto que su salario era de 45 florines, el de Curtius ascendía a 800 ducados, siendo el ducado de valor ligeramente superior al florín La aspiración latente en la denuncia de Vesalio no era pues. tanto que el profesor descendiese a hacer por sí mismo las disecciones, como que el disector ascendiese a la cátedra nrntVvnr-ii Pnr ln fff>nrí^ profesoral. Por lo d t m a s . cualquier anatómico encontrara ridicula la pretensión de que el hecho de que el profesor exoliuue valiéndose de explique vaiiLnaose ae preparaciones hechas por el mismo implica una fundamental ventaja para la enseñanza, a que lo haga sobre las realizadas por un ayudante. Veamos ahora si realmente ha corregido Vesalio casi todos los errores descriptivos de Galeno. que ya hemos dicho es uno de los logros que unánimemente le atribuyen todos sus biógrafos. Aunque la mayor parte de ellos no concreta el número de las pretendidas correcciones. Diepgen"1 sí lo hace señalando que fueron unas 200. Por mi parte, en 1980" revisé las 260 citas de Galeno que figuran en el índice de la edición princeps de la Fabrica, suponiendo que en ellas se hallarían todas aquéllas. Pero al preparar mi obra ya citada pensé que acaso alguna no figurase en el índice >'• ;1 ' ' n de evitar cualquier omisión revisé una por una todas ' a s páginas de la edición de 1543, hallando nada menos que 698 citas del Pergameo. Tal número, en una obra que no llega a 700 páginas en folio, nos hace suponer que el principal objeto que el autor se propuso n o ue e f ' de escribir un tratado de anatomía sino una revisión de la de Galeno ya que en otro caso no se concibe esta insistencia. Perü dejando aparte esta cuestión puedo decir que en mi cuidadosa busca de correcciones no ne podido aceptar más que siete. Han sido éstas: la no existencia en el hombre del lóbulo cava del pulmón, la omisión de la circunstancia de 1 u e l a s dos últimas costillas se articulan con una sola vértebra; Ia existencia, según Galeno, de un músculo de los labios insertado en la spina colli: que la a Poneurosis palmar se extiende a toda la mano: 1 u e e t e " d o n d e l semitendinoso esredondo y no ancho como sena a ' Galeno: que están cambiadas las inserciones superiores del bíceps y del semi membranoso; y que Galeno dice que el omento se inserta solamente en la mitad derecha del colon «¡Parva cosecha para enninsa siemhn'» hube de t ^ c l mar íl erminar mi fnquSón Pienso ahora que a poco que el l e c [ o r h a v a , e n i d o a I g ú n contacto y l c l l l u u dl 6u" w l " a v l u pensara que he c o n este tema caído en omisiones lamentables s ¡ e s q u e e n s u benevolencia no nnierf» inviain-ir míe miento ron ? J Aln1a?inaDr £lue m i e " t o , c o n t o d o descaro. Porque en la breve lista de correcciones que declaro haber hallado no figura nin»una d e l a s m a s s o n a d a s y repetidas. L a admisión por Galeno de un sacro de tres piezas, de un esternón de siete, la existencia de la rete mirabile en la base del cráneo y el rechazo por Vesalio de los supuestos poros en el tabique interventricular del corazón. Confío, empero, en que querrá leer lo que aduzco en defensa de mi tesis. Por lo que se refiere al sacro de tres piezas convendrá conmigo en que, en realidad, no existe ningún hueso sacro y que su aceptación es puramente convencional. No hay ningún momento en el desarrollo, ni siquiera en la vejez más avanzada, en que las cinco piezas que forman lo que llamamos hueso sacro se hayan soldado entre sí. Pues bien, Galeno llamó hueso sacro al conjunto formado por las tres vértebras que se articulan en el hombre con los huesos coxales, como ya señaló Eustaquio hace tiempo, contestando a Vesalio. Y al hacerlo no hacía más que atenerse a lo que era uso corriente entre los matarifes y los sacrificadores. como podemos ver en Levítico, 3,9 i: . El hecho de que en el Renacimiento se considerase, como hoy lo hacemos, que el sacro lo forman cinco vértebras, aunque el Bruselense lo representa repetidamente como formado por seis, no autoriza para decir que ha «corregido» a Galeno. Se ha limitado a discrepar de él. (7t K.ETHAM, Johannes de: Fasciculus Medicinae. Venecia, 1491. El grabado. g u r a etl esii edicu m est;í " ' lomudo de la de l4 re ducida quc no g & «. P rf ° Pl° - j™°}*. °J (W| PREMLfDA. [_.; Le conquiste ™t°dologiche e wnico-operath-e delh, medicina licita scuota pudovana del secólo XV. sdenza e filosofía air universitá di Paduva nel Quatroeento. í9>L a s n o t u s l o m u d a s P°r Heseler figuran en el manuscrito Holm X 93 de h Biblioteca Real de Bstocolmo >• han sido publicadas por Rubén Eriksson: Andreas VesaliusfirstpublicAnatomy ai *"'"*""• U p p s a l a a n d S u K k o l m - l 9 5 9 < | 0 ) DIEPGEEN. P.: Historia de la Medicina. 2' ed., Barcelona, Labor. 1932; p.: 164. | j ) BARCIA GOYANES J J «Las correcciones de Vesalio a'la Anaiomia de Galeno». Medicina Española. 1980. 79: '" 1 6 ( P ) v¡d BARCIA GOYANES J J • «Lu Anatomía en la Biblia... Escrítós'del* Vedat. XX. 1990. p.: 227-235. vil 16 L En cuanto al esternón de siete piezas que hizo que Garrison pusiese el grito en el cielo, parece claro que Galeno ha descrito el esternón de un niño y no, como suele decirse, el de un mono11. Fallopio ya lo había demostrado, aunque critica a todos los que antes que él hablaron del esternón, incluido Vesalio, por no haber fijado el momento del desarrollo a que se refieren en sus descripciones. Y pasemos ahora al plexo retiforme, que fue el nombre que le dio Galeno, ya que el de rete mirabile no aparece hasta Mondino que tradujo así la expresión utilizada por Averroes en su Kuliyat1*. Yo entiendo que la disposición que presenta el heptágono de Willis y las venas que lo acompañan puede muy bien corresponder a la de los vasos de la base del cráneo que Galeno describió bajo aquel nombre. Pero en el caso de que se niegue su existencia, esa negativa, y muy categórica. corresponde en primer lugar a Da Carpi que dice que ha disecado más de cien cadáveres en su busca y no la ha encontrado15. Por último, lo de los poros del tabique tiene su gracia. Vesalio aceptó su existencia en la edición princeps, en cuya página 596 se puede leer: «La mayor parte de la sangre pasa al ventrículo izquierdo por los poros del tabique». Y en la 2" edición de 1555, en la página 743, se repiten exactamente las mismas palabras. Pero más tarde, en la 746 se matiza un tanto la afirmación, diciendo: «Y no es poca cosa enseñar a los estudiosos el tabique de los ventrículos y el lado derecho del mismo ventrículo izquierdo como si ignorase qué poca sangre VIII a otra cara de Vesalio puede dejar pasar esa substancia del ventrículo derecho al izquierdo, sobre todo cuando los vasos del corazón abren tan ampliamente sus orificios en los ventrículos». Como se ve, sigue sin negar el paso de uno a otro ventrículo, pero rectifica lo de «la mayor parte de la sangre». La razón es, sin duda, el que en 1555 ya se hablaba en Padua de lo que más tarde había de aparecer en las obras de Valverde y Colombo, o tal vez ya se comentaba soto voce -por ser una obra prohibida- del descubrimiento de la circulación menor por Miguel Servet. Aunque Vesalio no reconoce ésta. tal vez por lo duro que le hubiera sido aceptar un descubrimiento de dos autores de los que dice pestes en su respuesta a Falopio, no mantiene una actitud tan rígida ante la posibilidad de la confirmación de aquélla. Y pasemos al gran número de nuevos descubrimientos que a Vesalio atribuyen sus panegiristas. Es éste, quizás, el punto en el que resulta peor parada su objetividad si es que en nuestro buen deseo tratamos de evitar toda duda acerca de sus conocimientos. Es verdad que en algún caso recurren a expresarse en términos generales evitando toda cita concreta de esos pretendidos logros de su biografiado. Tal ocurre con Burggraeve16 quien nos dice: «Que no se pregunte ahora cuales han sido los descubrimientos que hizo Vesalio en Anatomía: la ha creado en su conjunto». Otros, sin embargo, sí citan hallazgos concretos, y he reunido todas las atribuciones que aparecen en unos cuantos historiadores bien destacados, Han sido éstos Albert von Haller17, Juan Jacobo Manget"1, Robert von Tóeply|l), Pedro Laín Entralgo-*1 y C. D. O'Malley21. Entre todos aparecen mencionadas 50 aportaciones nuevas si bien algunas de ellas aparecen repelidas en varios de ellos, En mi obra varias veces citada, he glosado cada una de las 50 aportaciones. Aquí, en gracia a ia brevedad señalaré solamente algunas que me parecen una buena prueba, la ligereza con que se ha tralado este tema. La primera de ellas es que Vesalio describió las vesículas seminales, Y es curioso que se le atribuya ese logro porque basta observar la figura 23 del Libro V de la Fabrica para ver que no las representa, ni en el texto hace alguna referencia a su existencia. Ello no había pasado inadvertido a Falopio quien dice al respecto21: «Y aun cuando tales vesículas sean grandes, se ocultan entre los ligamentos del recto y de la vejiga urinaria pero están siempre turgentes con abundante semen por lo que me pregunto cual haya sido la causa de que el divino Vesalio no las haya visto, y nos describa más bien los vasos espermáticos del perro que los del hombre; y no puedo responder otra cosa que aquello de que alguna vez dormita el bueno de Hornero». El decir que Vesalio ha descubierto tales órganos es. pues, nombrar la soga en casa del ahorcado, tanto más cuanto que, no sólo se ve que no ha conocido las vías espermáticas humanas, sino que además ha incurrido en una lamentable confusión toponímica. 17 Efectivamente, y desde Herófilo, se conocen dos grupos glandulares anexos a las vías espermáticas, que él llamó parastata adenoeides y parastata kirsoeides. No aparece muy claro cuales sean estos grupos. La opinión generalizada es que con el primer nombre se designó a la próstata y con el segundo a las vesículas seminales. Lo que nadie, ni antes ni después de Vesalio pensó jamás es que el segundo nombre designase al epidídimo. Y sin embargo esto es lo que él hizo, designando con este último nombre a la túnica vaginal del testículo. La segunda atribución linda con el ridículo. Vesalio habría , ,,• r ~., , „ descubierto el himen. Es Toplyquien lo distingue con este mérito y, por excepción lo cito en este caso para exonerar a los , . r . . , _ otros historiadores de tamaño error. Efectivamente y por una parte, la • . existencia de esa membrana, ya que no su descripción, era conocida desde tiempo inmemorial en las culturas semítica e indo-europeas -no he tenido oportunidad de inquirir si en otras aunque lo juzgo probable- ya ha tenido una expresión poética deliciosa en los versos de Catullo que también por una vez transcribo en su latín original: «Ut tíos in septis secretus nascitur hortis/ Ignotus pecori, nullo contusus aratro,/ Quem mulcent aurae, firmat sol, educat imber,/Multi illum pueri. multae optavere puellae,/ídem, cum tenui carptus defiouit ungue,/ Nulli illum pueri, nullae optavere puellae./ Sic virgo dum intacta manet, tum chara suis, sed/ Cum castum amisit. polluto corpore florem,/ Nec pueris jucunda manet, nec chara puellis». atribuir a Vesalio el descubrimiento del himen, ocurre que fue precisamente el Bruselense uno de los anatómicos, que, contra toda tradición, negó su existencia, Dice en De Radiéis Chinae Usus2i que algunos le habían preguntado cómo no hacía referencia alguna al himen en la Fabrica y contesta que todo ello es debido a que no había visto tal membrana más que en una niña de seis años y que con sólo ese dato no se atrevió a afirmar su existencia ya que no lo había visto en lo animales, Y, traduciendo: «Como a una flor escondida en las tapias de un jardín/ que crece ignorada de fos rebaños y respetada por el agresivo arado/ acariciada por los céfiros, robustecida por el sol y nutrida por el rocío/ todos los jóvenes y las jóvenes la desean./ Después, cuando la uña cortante que la separó de su tallo la ha marchitado/ ya no la desean los jóvenes ni las doncellas./ Así la virgen, mientras permanece intacta, es cara a todos los suyos; pero si/ manchando el cuerpo ha perdido la flor de la virginidad/ ya no es estimada por los jóvenes, querida por las m i m o r i A r A v . w M r. , (13) B A R C I A G O Y A N E S , J.J.: «El J ii doncellas». c, concepto galénico del esternón», Medicina Galaica. 1979, p.: 2-7. Aparte del conocimiento vulgar, que tiene una clara expresión en ( 4) ^ Onomataloqia Analomtca Nova. IX, ., , / aquella expresión de La Celestina, publicada en 1514, cuando se dice de ella que «en esto de los virgos, unos hazia de L-' UJ bexiga e otros curaba de punto», existen abundantes obras de Medicina en las que se describe el himen. Entre los árabes podemos citar a Razes Averroes y Avicena. Este, en su Quanuirdice que, en la virgen hay en la matriz (no se olvide que hasta Falopio se llamó a la vagina cuello de la matriz) unas membranas formadas de venas y ligamentos muy sutiles que proceden de todo el perímetro y que destruye el desflorados ' ^-BARCIA GOYANES, J.J.: Valencia 1978 p T>4 < coí15) sBERENGARIUS DA CARPÍ. í? ™ -:: f'"!T""e"",'r'íl,'" A"í'"'mi" Mimilini, Bolón KI. 1 5 2 1 ; p . : 4 5 9 . (i&) BURGGRAEVE: Histoire de VAnatomie el l'Histologie apliauée a la Physiologie et la Pathotogie, 1880; p.: 2. ( | 7 ) H A L L E R > Albrech1 von , Bibliotheca Anatómica. Zurich 1774. vol. 1. p.: 180. (|N> TÓEPLY, R von: Geschichte der ^ ' " V " "ira""!!'1?1 d e Pa8CÍ ' (19) LAIN. P.r op. cit. (5). p. 63 y sigs. í 2 ? , ^ 0 ™ ^ ? ^ ? - ; r" A"u"""il1Universal de la Medicina, Salvat. En corriendo entonces la sangre». Barcelona, 1973. T. IV, p.: 56 y sigs. Luego, entre los arabistas hay que citar a san Alberto Magno y a Mondino. Y entre los prevesalianos a Zcrbi, Da Carpi y Massa. <21 > F A L L ° P I C ¡ ' Gabriel.: Ofaerva/fonei Anatamicae. Colonia. 1562. p.: Il4.v. (22) TÓEPLY, R. V.; Op. cit. (18) p.: 230. Pero si por lodos estos antecedentes carece de sentido (23) AVICENA, Qanún. L. III. Fen 21, l cf: ' al " n a l ( 2 4 ) VESALIUS, Andrea: Radiéis Chinae Usas, Lyon, 1547: p.: 202 y sigs. Tract IX 18 Le engañó el atenerse a la doctrina del visum et repertum que encantaba a Garrison. Y es que alguna vez tenemos que aceptar el testimonio ajeno ya que de lo contrario nos puede pasar lo que a aquellos renacuajos de que habla una fábula que una vez se decidieron asomarse a la superficie de su charca para explorar el exterior. Y en tanto que uno lo hizo de día y vino contando maravillado que había una bola de luz vivísima que lo alumbraba todo, el otro se asomó de noche y tildó al primero de mentiroso porque lo halló todo oscuro con solo unas débiles luces en lo alto. Continuando con lo dicho por Vesalio, éste añade que posteriormente había encontrado la membrana en otros cadáveres. Se extiende en consideraciones sobre ello, por cierto llamando erróneamente hymenaeus, que es el nombre del dios del amor, al himen. nombre que no se refiere a tal deidad sino que significa membrana y como tal fue empleado, no solamente para la que aun hoy lo lleva sino también para el tímpano, la duramadre y otras membranas. Es probable que la lectura rápida de esta explicación de Vesalio haya hecho creer a Tóply que fue él el descubridor del himen. Pero es ello una falta difícilmente perdonable en un historiador de la medicina. Albert von Haller2í atribuye a Vesalio el descubrimiento del ductus arteriosus llamado como es sabido ductus Botalii (no Botalli). Pero tal conducto fue descrito por Galeno, tanto en De venarum arteriumque disseciione-" como en De Usu Partium11. No transcribo, en gracia a la brevedad los párrafos de ambas obras referentes al mismo; pero sí el breve comentario de Falopkr* al efecto. «En la historia de las arterias -dice- lo primero que me viene a la memoria es algo que causa no pequeña admiración. Y es cuál sea la causa de que casi todos los anatómicos hayan observado tan negligentemente aquella parte del canal o arteria que une la vena arterial con la aorta cerca de la base de ésta en el corazón, siendo como es tan abierta en el feto como en el paso de la aorta a la vena arterial por la que pasa todo el X espíritu vital a los pulmones, que se están formando y nutriendo mientras el feto está en el útero». Y se extiende en consideraciones diciendo que Galeno habla de ello en De Usu Partium. Claro que aquí vemos que es tan injusto decir que el conducto fue descubierto por Vesalio, como el q Ue Heve el epónimo de Botal como si éste fuese el descubridor. Pero eso es otra cuestión. L a atribución a Vesalio de un importante lo°ro al negar la existencia de lóbulos e^n el hígado es una de las cosas más tontas que se han dicho al cantar las glorias del Bruselense. La otra cara de la moneda es considerar esto mismo como una de las correcciones a Galeno. «El hígado de 4 y 5 lóbulos», exclamaba escandalizado Garrison24. Ni el más pigre de los estudiantes de Anatomía I", desconoce que hoy seguimos considerando que el hígado tiene 4 lóbulos. Con recordarlo queda zanjada la cuestión. Pero añadiremos unas palabras. Decía Caius30 con ocasión de una discusión ocurrida en Padua en relación con este tema, que lo primero que hay que plantearse es qué se entiende por lóbulo. Y citaba a Hipócrates quien, en su obra Peri anatom.es, dice que el hígado tiene cinco. Galeno31 cita a Herófilo quien dice que el hígado es completamente liso en algunos sujetos y no tiene ningún lóbulo, que en otros tiene dos y en la mayoría cuatro. Galeno se suma a esta opinión P°r lo que es falsa la que le atribuye cinco. Desde entonces nzóie ha negado la existencia de lóbulos en el hígado salvo Vesalio. Y por respetable que sea su opinión lo cierto es que se ha quedado sólo sosteniéndola. Por último se ha adjudicado al Bruselense el descubrimiento del mediastino. Pero éste había sido descrito por Galeno12, quien lo llamó hyinen diafration, que podríamos traducir como «membrana de separación». La aportación original de Vesalio se limita a darle nombre, en lo cual no estuvo muy afortunado porque mediastinum significa, propiamente, criado de servicio y así encontramos en Horacio": «Tu mediastinus tacita prece rura petebas, nunc urbem it ludeus et balnea viiicus optas». «Tú, criado para todo, en otro tiempo suspirabas por el campo; hoy, labrador, añoras la ciudad, sus juegos y sus baños», Resumiendo, las aportaciones reales que he podido comprobar son solamente cuatro: el descubrimiento de los senos esfenoidaies; la caro cuádrala; el lóbulo de Spigel, y el fibrocartilago de la muñeca. Por mi parte le asigno otros tres: el haber señalado la reflexión del tendón intermedio del músculo digástrico en el hioides, la no existencia de! lóbulo ázygos del pulmón en el hombre y el haber reconocido como un error de Galeno la descripción que hace del mesocolon en el hombre, En total siete aportaciones, de cuya importancia puede ju/gar el lector. Cualquiera de los prevesalianos que he mencionado puede presentar una más brillante ejecutoria, Pero dejemos ya el capítulo de las nuevas aportaciones. El siguiente -ya lo hemos dicho- es: «El haber descrito, con claridad y rigor inéditos, el aspecto de las partes anatómicas del cuerpo humano», Me permitirá el lector que no me detenga mucho en esta tesis. Por una parte se trata de una apreciación muy subjetiva. Por otra, y aun en el supuesto de que fuese exacla. no me parece que hubiera contribuido a hacer de la obra que comentamos fundamento de una nueva anatomía. p o r | o demás, ese juicio acerca <je| estilo vesaliano no es compartido por todos los que lo han leído. Así Huard", quien escribe: «Puede decirse, pues, que mostrándose sobrio y claro en sus descripciones técnicas, Vesalio resulta mucho menos satisfactorio en cuanto empieza a resonar su estilo pseudociceroniano repleto de repeticiones y de palabras oscuras. Ha desanimado a multitud de traductores a causa de sus ideas». Y asimismo Albinus1': «Pero Vesalio aunque haya escrito con exactitud y elegancia y haya superado en muchas cosas a los antiguos, tiene también otras que impiden una total alabanza. Porque, en primer lugar, suele divagar *¥ cJ ár\ I \ts2L^B I fjl I r^M M ^ ^ M flfks^L Anti- Especialidad ^ A financiable Allí/ BB BlMHflTilfiJPWnPH Seguridad Social I \ ^ H I Envase de 20 i^^H^y^^Sf^ comprimidos: permite el tratamiento ^W \ m\ WBL Ém ^F *0&w I \ ^ ^ ^<\¡&*% W^^ del cuadro sintomatológico gripal ^ P¿^ s^ ^^^ ^^ **— ^^^^^^H •ilP!i!!PPIil ^Tpi'.Bfltvii Dos llljjll eficaces y prácticas I|sSS| « soluciones » Blgiii Tratamiento de la Pitiriasis versicolor Tratamiento de la Dermatitis seborreíca: La Pitiriasis versicolor es una de las infecciones micóticas más frecuentes. 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Si prescindimos de apreciaciones subjetivas y examinamos las aportaciones objetivas de Vesalio a! lenguaje anatómico nos encontramos, en primer lugar, con que a él se debe en no pequeña parte, la eliminación de arabismos y helenismos. Y si lo primero es laudable, yo entiendo que lo segundo, que culminó cuando las Nomínete eliminaron casi por completo los términos griegos, no puede considerarse un gran acierto. Por una parte han colocado a los anatómicos en oposición a los demás médicos que siguen utilizando términos técnicos derivados del griego. Y por otra parte, ello supone la ruptura con la tradición anatómica ya que esta ciencia nació y se formuló primeramente y por varios siglos dentro de la cultura helénica. Por fin, el griego es insuperable para la creación de neologismos, los cuales son inevitables en una ciencia en evolución como es la anatomía. La otra contribución del „ . , . Realmente la nomenclatura anatómica recibió el primer impulso, después de los arabistas, en las obras de Jacobo Sylvio. cuyas denominaciones de • - t * •J El quinto logro vesaliano no da lugar a dudas. Recordemos que se trata de «haber usado con esplendidez, belleza y eficacia . • ,-. . . . ., J meditas la ilustración anatómica». Pero, sin pretender restar un ápice a los merecimientos de la obra en el terreno artístico, hay que matizar un poco cuando se pretende exaltar el carácter renovador de las ilustraciones y el contraste entre la belleza de éstas y las lamentables figuras que, por cierto muy parcamente, aparecieron en obras de medicina a lo largo de la mayor parte de la edad media, Todavía no ha quedado claro el de su elección de su ¡ Oporino. residente en a m g 0 Basilea, con preferencia a los Giunta de Venecia, cuya perfección editorial en nada 1 c e día a la del suizo. Cushing" apunta la posibilidad de que le moviesen a ello las dificultades q u e hubiera podido encontrar su publicación en Venecia a causa del restablecimiento de la Inquisición por Paulo IV. Pero ello me parece poco probable. Vesalio no tropezó jamás con la Inquisición, una p o r qu¿ , , 1 , 1 , . vez rechazada la tabula de su condena a viajar a Tierra Santa como castigo por haber disecado en un vivo. Por otra parte, de , , ,- , ,-,•• r , , . haber existido dificultades, estas no se hubieran limitado a la edición, sino que se hubieran extendido a la difusión, como ocurrió con la obra de Servet. Cualquiera que haya sido el motivo de la elección, ésta fue m u v acertada ya que la presentación de la obra fue inmejorable, aunque se cometió un error en la numeración de las páginas, que dificulta a veces las citas y que habrá motivado una viva contrariedad de autor y editor. * los músculos y otros accidentes anatómicos seguimos en gran parte todavía. grabador que al parecer ha sido Francesco Marcolini da Forli17 quien ilustró unos libros, entre ellos algunos del famoso Aretino. Ya en el prólogo de su trabajo sobre la sangría dirigido a Nicolás Florenas en 1539, exponía Vesalio su propósito de escribir una gran obra sobre anatomía para la cual ya había hecho las planchas y realizado amplios estudios. Este propósito tomó cuerpo en 1542. ya que en 24 de agosto de ese año le escribe a Oporino sus instrucciones para la edición de la Fabrica, que había de aparecer al año siguiente. J . Bruselense al lenguaje anatómico es su nomenclatura de los músculos fundada en números de orden, siguiendo una fc norma marcada primeramente por Galeno. Ello es un fuerte gravamen para la memorización y, por otra parte, es inevitable que cada autor siga su orden personal, como ocurrió con Realdo Colombo. resultando así no pequeño trabajo el identificar cada músculo según la obra que tenemos a la vista. i Y aparte de suscribir sin reservas esa afirmación, aun le añadiría por mi parte la de haber sido el editor de uno de los libros más bellos de toda la historia de la imprenta. Me refiero, naturalmente a la De Humani Corporis Fabrica, cuya primera edición apareció como es bien sabido en 1543. ^^UAUED „-, 1O-, (25) HALLER: op. cu. i 17). p.: t s 3 . (26) GALENO: De venarum arteriarumque dissectione, X (2. 828i ,_ . . . . _ ,, _ ... ... „, ( 2 7 ) Ihid.: De Usu P u r u i t m . V I , 2(1 l I I I 5Q7) C28) FALLOPPIO; op. cit. (21) f: 80 v. (29) GARRISON: op. cit. O), p.: 218. De Libris suis. Londres. -P ,,. „,. P..n _ . Admimstrationibus. 6.8 (II, 578). (30 ) CAIUS. i,-. 157Ü : 20 '32) ibid: De Usu Partium, VI, 3 (III, 416>1 ( ^ , HORACIO- Epodos I 4 14 (34) HUARD. P.: IMBAULT-HUART Mane-José: Andrés Vesalio. Ediciones Dacosta. 1980. p.; 29. K Pero todavía le supera la elección de! dibujante que como es sabido fue Johann Stephan van Kalkar, un flamenco discípulo de Ticiano con el cual hubo de colaborar estrechamente para conseguir que las fieuras K . - . c- b alcanzasen el tin propuesto por el autor. Y no hay que olvidar al (351 ALB1NUS, B.S.: Prólogo de la edición de 1747 de las Opera Omnia de H Fabr!C1 d e ° Acquapendeme. (36) CUSHING. HA.: Bia-bibliograpky of Andreas Vesaiius. New York, Schumann's. 1943. p : 75. ,in, ,-MCDDA E TU •• ,• •. (37) GUERRA. F.: .<The Idenlity <i1 the Artists involved in Vesalius's Fabrica». Mea. Histon, 1969 (37) XI 22 Parece que se olvida, o se quiere olvidar, que la obra apareció en pleno Renacimiento artístico, cuando la presentación del cuerpo humano adquiere cimas que tal vez superan las de la Grecia clásica. Y que ese renacimiento no se limitó al exterior sino que fueron varias las obras, algunas muy anteriores a la Fabrica, en las que aparecen representaciones : ~^^T ~~^-^T ^ \ /^ >. y^~ ~^v , "~^V t " / A» r e 1 ( * • \l \ I ¿T*" °'j^ •«l«1""^ ; .-.aaS\ í S t «•#» )( C(**> '••«-') \ y \ /i^^^V"™* 1 / \ " " ' / m ^—*~^^*-^*~ —~^^~~í;> *u]*m^^-—^^>~-~-^"^ i " \ _ ^ ^ Í ^*^yfj """ **" SW&ÍÍ \ií>f ff> .n*»»^. ¡"¡Sft r de los músculos que nada tienen **^ que envidiar a las dibuiadas por van Kalkar. La ngura reproduce una aparecida en la i abulct quinta del Fasciculus Medicinae, edición atua* a*n™.i amxoonHM* SS* de 1491, 52 años antes que la Fabrica, y la otra un grabado de los dibuios de Leonardo da Vinci. ^L^ÍÍC toStí^"0™* £«** c<#*. S? /j || que lo que hay que buscar en ella es, sobre todo, la exactitud. Precisamente la exigencia de ésta f| I* * \ \ ^vHn¿H AS / / / ^ ¡ / \ -X } \ J V / \ \ \ \ V V—A—' í \ v*\\ I ^ ^ ^A VVrS / \ /^-(M \ -'; )i \ £«g« Bunm1, g^T* «¡21" llüST* ímprn» || »s »P<B'.IIUU <^VVXS/ ^*ÍSa ¿mca^a UKan*«*J í^ 1^, *• ha puesto frecuentemente una tSS^T' • mancha, creo que infundada, en las figuras que para el ,4/7a.í Anatómico de Bidloo, publicado ÜST" ¿«V* en 1685. dibujó De Lairesse, a jj-ctot» las que no se les puede poner pero, desde el punto de vista artístico. fÜ5!S° ^EE^"^ e*Sfs™° < / / / / / / fc>j [ \ W If '/ «, ^ **> 2H»*"» «SíS»' / S¡SS!¡5r V A ^^« ^|*£ \ \ ¡I / / / / —./ / / \ ™' rM ¿Iíñ *«*" / I ^ ' \\¿j / / / i > mi obra ya citada por lo que XII s / ^*~-- ^ * Con lo dicho hasta ahora creo que queda justificada mi afirmación de que Vesalio no cumplió ninguna de las condiciones que. según los historiadores, justificarían la tesis de que es el fundador de la anatomía moderna. Pero aun en el caso de que las hubiese cumplido con generosidad, no podría darse por realizada esa tarea. Porque la corrección de todos los errores de Galeno y la aportación de un número decuplicado de todas las aportaciones que falsamente se le han atribuido, todavía no V?VV\ / N Í ' Í Í X / Es en cuanto a la exactitud cómo pueden señalarse bastantes errores, que ya hice observar en pienso no interesa los repita aquí. Quede señalada la circunstancia, a lo cual añadiré que en cuanto a exactitud las figuras de van Kalkar son ampliamente superadas por las láminas de Eustaquio, que, desgraciadamente, no vieron la luz sino muchos años después del fallecimiento de su autor. i ' A '°0D* | A/ / ^1 ^ _. ^ /' \ // 7 f s/ A^-—<T ^ r s~-£-, K*>\\ / / »v / - perfectamente mi anrmucion, Por lo demás, e independientemente de la belleza de las figuras de la Fabrica, no se puede silenciar que en una ilustración anatómica, la belleza queda en un segundo plano ya £££ S^Í. *«•*"< •«*"» $»«« / / Ctit5to tomado al azar, que ilustran /"7}\ ™ T ^ / U X M\ . s*^v\ // u ^> -—-^ U _,sv / ,s*^: JPT^rv f^Tr / í( ^ \ VíY \f~\l ^v \ \ \ \>^f \ / /V V^ í IÁ \ /? / A ,r I / / // / í 1/ ¡ I Ji / y// / \¡¡ I ¡i I Laín Entralgo'K comprendió ésto agudamente y por ello trató de encontrar en la obra del Bruselense esa nueva concepción. **££, \ **" \ \ 1 \ \ \ ¡I I s \. // / /// -¿1 rA^f — — f **^¿-Jr ¡ C I N veitvm / ~~~^<Í5§$ .zrl. supondrían la fundación de una nueva anatomía, y sí, solamente, y en la medida en que aquellas aportaciones se hubiesen realizado, una ampliación de la galénica. Para lo otro era preciso que Vesalio hubiese aportado una «nueva forma» de ver el cuerpo humano, y sus accidentes morfológicos, o sus funciones y significado. *"*•" íSÍ™ ^*ÍÍ^¡ \ ^ i5^SÍ1! C«iM^tn |«*tyfcn En «El Mito de Vesalio» expongo su razonamiento y también los que. a mi juicio, se oponen a su tesis. Sería demasiado largo el trasladar aquí uno y otros y por ello he de contentarme con repetir las palabras que al efecto escribió Rádl39, uno de los pocos historiadores que no quedaron cegados por el fulgor irradiado por la imagen que se nos ha dado ÉS^Jw" 1 " 'W<''"V"""' *''"""" * 23 decir casi todo del eco tardío de aquéllas, que, iniciado en el siglo XVIII ha llegado hasia nuestros ¥&&'•'-•%**"'"" * * , x. , ^.^ „<• lf/1 cons derac ón. Jt Pá*»*1 *••*•*• ••<*••• " - ^ T x ( »,,ir « w ^ j j , •/y/I». U J * r " í r ^ » « - ^ * v í fl1 •*"r • • - f " * r * ~ jj-rA-». "i/Mi/ímX, *"* Tal vez convenga que empecemos por señalar que &...&y\^£^S-£¿2';r."r^^/ÍÉS*&^ < 4M cT ' Vesalio no fíe quien, por L í ^ P»mera vez, se separó de las - e £ § £ í " * ^ ^ — * " ' - ^ ' ¿ ^ [ ^ [ f l S f JW * " jt^2 ~3¡Ss^, """-^v-N, '¿miw»£Zl -v wcSntf} /M^jj^ 1*2 BBSl^^"^- i.i-'tf. ' . ] .-*^j'«¿?!? : ^\F / •*-^3* "* 1' ^ " J ' Í ^ J S B • - T,7^-«*. -..»-"**• •-*-->« [ ¡i f ¿*¿¿r4 ^ >< S ¿ \ u & rrÜíHl -—'"- -**"-"*•« 1>i fe^^ Si P. *i« 5K IB « ' ¿,., ..w^.i./w^ •"_< -'V* ^ / ^ S L Í ^ " ' ? írn'-i^í • i, w «j •«! v* *jl«« •>*««2"í" r»i*^li*J>? • T I ^ - V *1L * w « l « ' l ' 5 i ' ' « ' t w ' 1/ í»feí ^ r . » ^ u ^ ¿ j$X ¿'H^"*1** „,. «,«^r»ri «4^"'^""^ 4^r«ÍI-«*a* »«V-ÍH /i L/fj^«rt.i»»«>'"'*- *^^VWr"*ltóTfc ff'^flT'-'^ J alguien hubiera que entregar el estandarte del antigalenismo, éste habría de ser Averroes quien, en sus Comentarios a Galeno se muestra en permanente discrepancia con este. Ahora bien, en los años fcX'íS?^ jE!^rst fí precedentes a la aparición de la n/ X L W rf £a£\Z£¡ A ^ ^ m < w •# Fabrica se había producido un /, llf*W" f"W^^r!rr^^.jvM-.A^ yi yj BHlfl enseñanzas de Galeno que, como /' f "^ Ij.i.-; mm*WmfrÍ aumento de las críticas al " r "'•' I I I ' " " I Í ••Li ^ t O [ jiua ' • ' ' '"• ^•hmMt\4I*\ÍHt*r¿\—**?> «*»T I ' ¿ \sn*•—**"¥"" "****!'" -.-.M-^ÍS* H'-V'I-* tf¡ M w/r^'S M difusión de sus obras. Así r113 '' ^HB!*WI^ *¿Tn&- M •Wlm#-.11IES ¿á^ZTTr? *fP / v í r ¿£¿S I s l j B". K ¿ * <, tjr. ' t I Vff t f 'M-if- «l- s . i ^ "N, t 5 ' t f f j f «•••«1¿ """t ^ y > Vifl - J i r v - t ^ fl ( i- [¿)f«f-^ •-?»/r*í*«*^ v**-w*V msTM ,u,V. Ji —ut^WWi* -f-tV* f ! ^ ? Í V 3>f i(L»^^1 ~f ^ í í *V^utwf * *Jr «UNTI* 1 "~1\ 1 rf ~*¥ V r r' i s r ^ de aquella escribía: «No hubiera PisJl*""Tl • • "1 »pB-*"!!3 aportado la autoridad de algunos, que con dificultad E i •11» *^*M meten el pie en la medicina, '•^ií'S^ K ¿ ^.^Ljf -»~t- i>* mm tiwn^ -jHr^a ^ v 4 Manardus en s1531, r lo i "ant de docer años ción J CT??r^^5L? ' Jtb£Éü^T'Jl .ij^jja'CÜlj " ^ ¿ " * -^«™vK'V . ••"' « irj^^M uHfUaLm^l'^ M completo de las primeras t a b e r n a s ) Lis r e u n i o n e s académicas, no dejan de " ^ ' ^ l vociferar contra Galeno, al que ^ ^ ^ ^ r ^ ^ J ^ ^ ^ ^ - - J S Q p ^M üoííSrt?son disnos tlc Et(4«>';'y*)Ml* HP) "JflMFaf -T<^'ij*i'M¿Í"'rlf1-* MMtf'1'9 E*?4/ .i-tjj'-!'-''!**? ' ^ i S y i í -¡*^r*^H ™ ^ii' Mf A I ÍFt"'*^*j^^aN^ t^*e*~ i^<fm*7¡i-'s* -—:. *4*?w**f i^w-t; S^MSTÍ?^ •iMX" t±i3 U,fwJüwM^w|JfeWfl B***-" C ^ - i l ~««"""~iy^^'W<BWI-!MF^ ^ del «divino Vesalio». Dice así: «... Su significación en la historia de las ciencias es menor de lo que se dice. Ya sus contemporáneos le reprochaban que, siendo un galenista se considerase, sin razón, superior a Galeno. Ningún anatomista posterior ha vuelto a las ideas de Vesalio (porque no las hay). Con razón fueron celebradas sus descripciones y dibujos, pero no Dibujo de Leonardo da v¡»e¡ TS itT^m «—' *ÍN "s<> l u c s o l ° Manardus el que salió en defensa del Pergameno, como puede su onerse Y :isl se P - éste, en la misma proporción en l ue sc l hacían mas frecuentes hay ninguna «idea genera!» de Vesalio, no hay un vesalismo. En todo caso, no hay en su obra nada en que las naturalezas profundas pudiesen ver un punto de apoyo para llegar a nuevas ideas durante la decadencia de la biología en el siglo XVII». Un examen de la obra y la imagen de Vesalio no sería completo si no dijésemos algo acerca de la polémica despertada por la publicación de la Fabñtd. Porque entiendo que es a esa polémica y a la belleza de las láminas de van Kalkar a lo que se debe una buena parte, por no {1g) L A m . c¡f ( 5 ) . 6Q (39) RADL. E.: Historia de las teorías biológicas. Madrid. Revisia de Occidente, 1931. P .: 131. l 4 0 , MANARDUS, I.: Epistolarium Medicinalium Libri XX. Lyon, 1549. Xíll 24 Con este ambiente se encontró^ Vesalio a su llegada a Padua. Ét era por entonces (1537) un galenista convencido como lo demuestran sus Tabulae, aparecidas en 1538, su epístola sobre la sangría, en 1539 y su visita a Bolonia en 1540. Pero poco a poco debe haber ido cambiando y ya antes de la publicación de la Fabrica habrá exteriorizado su manera de pensar, porque solo asi se explica lo que dice en ella41: «pero no pienso que el origen de la cava sea en este lugar de esta suerte. Y no quiero que se me atribuya esa afirmación aunque me exceda al escribir, no sea que a algún médico pestilente le de motivo para calumniar, ya que no se paran en estas bagatelas. aunque en lo referente a los conocimientos de los huesos, músculos y vasos no hayan encontrado nada reprochable. Y si acaso alguno puede tramar algo contra mi, sus odios pestilentes nos llevarían de una manera clara e insensible a los innumerables lugares en que hasta ahora he hecho patentes los errores de Galeno Y si acaso en lo sucesivo los silenciare o los pasare por alto, sena a fin de quitar el motivo para obrar a la envidia de los calumniadores y los amigos de pleitos y de los que a ellos se unen por ignorancia». en 1547, cuando Vesalio había abandonado Padua y se hallaba al servicio del César Carlos. La obra responde muy poco a su título ya que solamente unas páginas del comienzo se refieren al uso de la raíz de quina, puesta de moda a raíz del Descubrimiento. En ella insiste Vesalio en sus críticas a Galeno y se queja de que «cuando son tan pocos los que se dedican al estudio y eso con simples compendios y el ha dedicado a aquél un estuerzo igual al que mas en su tiempo, en lugar de los merecidos elogios por haber descubierto los errores de Galeno y los griegos, se encuentra con inopinados ataques». También da cuenta de unas c a r t a s e n v i a d a s a su maestro S y l v i o p o r m e d j o de) h¡jQ de su • Q Roe[ants y de otras ibidas de aquél por el mismo rec medio, y que encuentra a Sylvio un Q m á s b | a n d o en su p o s jción. Éste había escrito ya p a |abras muy duras contra el Bruselense. aunque sin n o r n brarlo, en su obra Galenas dg Ossibus ad Tyrones. Por ciert0 r e s p e c t o a la fecha de a ]a a p a r i c i o n d e e s t e H b r o n o h e Otra prueba de la existencia de la polémica y de la posición ya señalada de Vesalio aparece en la obra de John Caie42, que fue su compañero de habitación durante su estancia en Padua por los años 1539 y 40, compartiendo con él una vivienda en Ca valle, cerca del Puente de la Paja. Ambos se ocupaban por entonces de corregir manuscritos de autores clásicos y Caie cuenta que Vesalio se empeñaba en tergiversar textos galénicos de acuerdo con sus puntos de vista. did() ,|e a una conc|usión satisfactoria. Porque, por una parte_ p a r e c e q u e f|je e s c r j t a antes de , 5 5 , fecha d e apar¡ciün d e l f a m O so Vaesani, del que luego hablaremos, ya que solamente señala como error de Vesalio, e! de no aceptar la existencia de agujeros en el esfenoides para el paso de la pituita, «los cuales en Lutecia los tenían todos los cráneos tanto frescos como secos, aunque esto no quepa en la cabeza de un hombre incultísimo y presuntuosísimo que niega todo lo que no capta su vista, sea por debilidad, sea por hallarse embrujada por la ignorancia, la ingratitud, la desvergüenza y la impiedad». Por otra. Collado, en su obra de igual tema4', dice que no se había decidido a publicarla esperando a la anunciada de Sylvio y que lo hace entonces (1555) a la vista de las deficiencias que ha encontrado en ella una vez publicada. Y, en cambio, todos los bibliógrafos dicen que la obra mencionada de Sylvio no fue publicada hasta después de su muerte en 1561. Otro hito sobre el ambiente precursor de la polémica lo encontramos en la obra De Radiéis Chynae Usus publicada Sea de ello lo que quiera, podemos ver que en ese ambiente la aparición en 1551 de la obra «Vaesani cojusdam calumniarum Este párrafo nos enseña que estaba viva la pugna entre galenistas y antigalenistas; que Vesalio se había unido a los segundos y que en él se había iniciado una cierta reacción paranoica que no le abandonó ya nunca, pues atribuyó a envidia cualquier discrepancia de sus puntos de vista. XIV in Hipócrates Galenique rem Anatomicam de pul,i i o» no cayó como un rayo en una tarde de verano sino como un estallido de una tormenta que hacía tiempo se veía venir. Pero que era una tormenta, es indudable, ^ o s m é r ¡ t o s indiscutibles de j g D u b o i s j l a m a d o SylviuSi siguiendo la costumbre de su (i d e [ a t i n ¡ z a r l o s apellidos, se hal]an e n s o m b r e c i d o s > a | o s • d e [QS historiadores partidarios casi unánimes como sabemos de su discípulo el Bruselense. por la violencia del flt contr¡1 é, s u p o n e e s t a o b r a n¿J l a n U ) e n c u a n t 0 a s u contenido como en el tono empleado, del que ya nos da idea el párrafo que acabamos de reproducir de la obra De Ossibus. Y se critica de entrada e | t f t u ] 0 e n e ] q u e , c o m o y a ha adivinado el lector se juega con las palabras vaesanus (loco) y Vesalio, nombre del anatómico objeto del ataque. Pero olvidan lo que tienen demasiado sabido y es que cualquier hecho histórico hay que juzgarlo situándolo en el . momento en que se produjo. Por entonces el lenguaje empleado en ] a s polémicas literarias o científicas, muy frecuentes a la sazón, era de ese tono y no faltaban los juegos de palabras c o n ] o s nombres de los aludidos, De ambas cosas tenemos un ejemplo en la obra de Cuneus1", quien la publicó para defender a Vesalio de las acusaciones de Puteus^. Termina así después de decir que no podía esperar nada mejor: «Y así, si este mi leve trabajo y modesta obra, sacada del ejercicio cotidiano y de las observaciones de la disección, quieres ponerla en parangón con tus intentos que durante tantos años pudiste haber confrontado con otros anatomistas y sin embargo te decidiste a publicar, estoy seguro de que te avergonzarás de las inepcias que vomitaste y pedirás perdón a aquellos que invocas al pie de tu obra, a los que te has esforzado en apartar del perfeccionamiento del arte, y a la juventud ahora consagrada al estudio a la que has disuadido de hacerlo en otra humani corporis fabrica, enriquecida con ías observaciones de alguno, con tus vaciedades, brotadas de la envidia y pertinacia de oscuros y cenagosos Pozo y Fosa-, Pozo es el Po/.zi de Puteus, latinizado, y en cuanto a Fosa el OíSCtlKlON: WtRGADAN ¡¡omítolma¡ es loformo.nocfim de le loctonc del' cornespondienle ,W™iocido obierto poten/e inhibidor efe ¡a ¡íntesu de ^V I ^^^^^^B colesteroi' endógeno, r por tanto, fórmoco fnpocolesWemiünle, Actúo inhibiendo específicamente lo HMG-CoA reduclcso En estíos con anímeles, ^ * J I L. * m tras dosificoción oral, lovostofinopresenfa uno olta se/ectividod pora el nigodo, cíonde alconió concentraciones susbncioWnte i r á otes que en órganos no diano COMPOSICIÓN: NKGACMN20 mo, loraWino (DO] 2C ™ . lodoso v oíros excipientes CID i comprimido, HHGADAH ¿0 mq; • • • i ^ W J JIIBLYS|H ¡oíOito/ino |DCI] 40 mg, locfoso j otros excipiente esp 1 comprimir» INOKAOOH£S: ¿educción de los niveles elevados á'e coleitenjl lotaN- l í í ^ j«A• j j 1 •JI • 7 ' ¿ * f ( * 7 l l cofestera1 en pocientes con hipe'cokifaoim'c primono en ¡os que ¡a respuesta o lo dieta y aros medidostansido insuficientes POSOLOGU: F¡ ^^^^^^L^^^l^^^^^^^^^^^^^^^^^^t paciente cíete seguir wo dieto fiipocolesrerolemiante eitWar ontes de reciba . N ' E Í G O J W y oW* coi/inuor con esta durante é frotamiento íc dcsis ^^^^^B ^ ^ ^ ^ B ^ ^ ^ ^ 1 iniciol recomendoda es de 20 mg oí dio, cora; dosis único, en la ceno E> ponentes con r-iperíoíeste<ole™ leve o moderada se puede inicia' e.' ^ ^ ^ ^ ^ J^^^^ ^ t ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^^^H frotomiento con 10 mg dionos de WffGACAN SI se pfecison. lo¡ O|usles en ios dosis se noron a intrvoi'os de no menos de i semanos. nosía un máxime ^ ^ »-j | ^ ' " ^ ^ ^ Í I ^ L J T I J L *^j de SO mg dianos, odmriislrodos en uno c en dos bmos 3/ efe. con e( deso>uno y ¡a ceno Oos irnos d d'o son algo mai e f e í ™ Que lo m.s'no dosis er Wtrm H'Hfl ^f^l uno scJo"iomo diaria io dosis de NfüGADAN debe ser reducido}¡ Jos niveles de co/estsroi tata1 descienden por deba/o de (40 mg/IQO mi Q.6 ^ ^ ^ 7 ^^^^^W ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ .,imol/lj b r a p ñ Conc«tlr>on(«; fVffGADAN es eficaz ¡oto o en corntrnooon con secueslradorts de ácidos tiliony. £n pacientes trotados con I * I mi *l * ] [ ' J-*i I i-J * * 7 I lómocoi inmunasupresones. la dosis ndmna «onundaoa de NfíGAfiAN es de 20 mg/dw Ifiíufkíencio íenoí: "uei'c que KÍKAHAN no sufre ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ H ttw excreción reno? s^niíicatrvü. no debe ser neessorio nwdincar ía dowfifipacientes con insuficiencia reno/ moderado. En pooentes con insuficifinM renal grave (rjcJoramenlo de ceofinmc <J0 ml/mjnj. ios dosis nicvores de 20 nw dionos deben ser íiiictodosornente considíradbs t si se (uzoon ^^^^J f^^^^lmít '^^mm^^M necesonas. se deben fjdmmismjr con precaución CON1MJNDKACIONE5; flipersensibi/idod o cuoJouier componente deí pdeparodo, eofennedod ^ ^ ^ ^^^^^^^L^ ^^^^m^Mr JkW heponca activo o efewoones persistentes no eiplicodos de las tronsomlnasas séricas, emborom y ttxtoncia (ver IVSMQONÍSÍ. PKCAUOONlí ^ ^Lmm^m^^^f^m\ Eneros hepático!.' Al ^uoJ que con ornesformocosriipotipemionles, se han descrita e/evooonej moderados (menos de Ires weces el imite superior de ^B ^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^j^'^^^^H lo ncwiBiidodl de ia¡ froruominosas rAironlE e/ trobmienlo con lovostotino («r E5FCT0S SECUNDARIOS] Estos combios oporeoeron Iras el inicio de Jo ^M [ * U * ] m* J * I m í-f- J I * 1 I I leropio ÍIMOT usuolmenfe tnnsi*rros, no je ocompoinron de sinlomos ni se requirió lo mfemipción del tratamiento. Se recomienda determinar nitela laáMJAa^i^AaM^LJ de fransominoios onle! de micior el Jrciomienta. y 4-6 meses después, soore bdp en pocienles qoe presente! pruebos nepote onormoies y/o ingieran PV^VV^r^ confidodes sustonciofe de olconol. Fila oeterminoclón debe repetirse njn/ua/ment!, i i estos eJevooores son peruslente o progresivos debe dis^M¿ f ^ ^ B r • I fon/inuorse el fármaco ffedoJ MuKuJorej: Se han observado con .Tecuencío ele>ociones leves y fronsi'to™ de los nnefa de cneain/osfoqw'ncoo ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ B w (CPtí/ en pacientes frofodos con loraitalino, pero nobrtua'roente no hm tenao s'gnincodo clínico te' oporicion de m/olgias también se ha asociado al j^PiH ^ ^ ^ | B^ froiarniento con tavoslofra. En raras ocosíones se ho producido miopofo Se fian ínfomodi) cosos de robdamioíijis grave que precipitaron uno insu^^^^T ^^^^^^^^^^^J ^^^^^^^^^J^^^í (cieníio reno/ ojuda (! frolmiento debe interrumpirse i i aparece elevación marcada de los niveles de CPK o 1 se soípec/ra o diojnosfa miopatia, la I * i L. * " 3 m\ * d~ ' • ¿- "~3 ^ * J~i r * 3 moyork) de páctenles que desarrofloron miopaíia. incluyendo rabdomiaijis, estobaf recibiendo terapia inmunoSLpresoro que ¡ncluio ciciaspon'no, aera* ^ 1 H 1 tbraiii o dosis nipc/ipemiantes de ácido nicofinico Alguno de «tos pacientes tenían insuíciencio renoi preexistente generalmenle corro consecuen^^^H^P^^HHVLJP^H de de uno diobetes de Jo™ evolución 5e rn descnlorabdomi'ots's.con o sin insuficiencia renoi, en pocienes graves Irotodos con eritrerabno con^ J J T« J J 1 J | / » / » | » l comíante con lovoslotino tn ponentes frotados con ícwsUinc y que no recibieron estos terapias, lo incidencia de miopati'o fue oproximrjdomepte ^^^^^^^^^^^^^^^^^^^. ^ ^ ^ H del 0. l í f í tratamiento con NffGAÜAN déte suspenderse /emporoimenle o discontinuorse en cuolquier paciente con enfermedad aouda grave que indique mópoíio o gue presente un foctor de nesgo o un fodor de nesoo que predispongo olrallareno/ secundario o raboomiolijis incluyendo, infec cían ojudo arnve. hpotensión, cirugio moyor, írourM, alleroobn metobrjlico endocrina 0 sertolifico grave y coWsíones no conlrofeooi. Uto * f l eí Imbonao: NffiGAMN está coníroindicado durante eJ embarazo. Salo se administran: o mujeres en edad rerW cuando seo muy improbable varan a quedar emporezodos lactancia; Mo se sabe • NESGABAN se excreta por (o leeré mo*mo. U M « I pediatría: Nb se ha eslobteado la leajndbd / enenoo en «ños. Aám-lencia: Esto espeoolidod conUa» lodoso. Se Aun rjlestríto cosos de i * f e r o i M o e * cemporer* en niños y oc&exente JNCOMMnBfUDADES; No se conocen INTEMCCIOWÍÍ: forraos mxrosofnsorB, gemttmBÍ ácido nJcotimco, entumió- | W L na (ver PCíCAUCKXS Efecto Musculares] Derivados cunwrimwf: Gando se adminston de tomo a n u l a lonstofira r onücoooJonteí cumorírn'aM eftempode prolrarabino puede owrentar en algunas páctenles ftooono. En paciente con nptmieslcroimio, la aáVumsVrjrjón con^ ^ ^ H Jf «^J íomilo* de lomsWiiB y digaiono no luvo efert» sobre ¡a concen/rooón plasmática de d n x i n a O h w natanwntM ContomnXjnr»fc En es^K ^ B ^ ^ ^ ^ ^ * Anos añicos, bmtaftno se odnÚHsfro {onfuibjiwnte con betaoJoausonles, onAnontitoi del calcio, otuñbcoi y onAinArjrnatonos no esleroideos, vn ^^^^. evidenoa de inferocoone adversos d(nicomer* siortiícotives ffíCTOS SKUNDAMQS: NífGADAN es jjiwmtwai* ben tolerado, la mojono ^ ^ de efectos seainoanos fon ú k lemj/ hjisitooot En esludos diiicos conndatw, I » W«ta s«aindbn« 0 ^ o a > n i ^ l e fueron,flafcíencia,otamn, esíreñmenh, násea, dispepsia, mareo, WSCT borrosa, astíeo, colombres musciJrjres, malgio, rash cutoneo v dolar H' oodcmind k» paciente o/je recír^errx r^enfes actinss de centro/í^iemn 1™ O u s efectos secúndanos que acurrisron en el 0 S i a i " de las pacientes fueron' fotigo. pruriib, seouedodde boco, insomnio, trastornos otí sueñe y disgeusia Onde Ja comeroo/izocion delfermocase r a í descrito los siguientes efecfos secúndanos adicionales, fiepofids ictericia cefatofeo, wm,ioj, omnuia, parasfcsia y íroitomos psíoukos indir/endc ansiedad. Eritema muitroniie incAijwdo Sndrame de Stevens-Jomson y necrolísJs epidémica tóxica. En roroi ocovones sefioinformodo de un aporenle srarome de nipersensibiliaad que incluía uno o mol de los siguientes síntomas: cnoílaiic, Oñaioedemi, sinoroffte lupus-Ale, polimiolgio reuflwto, frombocííopenio. leucopenía, onemía refflolíticc, •nftcuflrpos arrtnycleares ÍAriíAJ aoíííwas, aumento de la velocidad de sedimentación glabubr (VSG], artritis, orlralgio., urlicorio, ostenio,fotosensibilidad,fiebre y rmtesfor. Hallaigos en tai Prueiwi de ioborotofio: En raras ocosúnes se fian comunicado incremenfeu marcodos y persistenres de los transaminosas ¡ver RSECA-XON£S.I. imbién se fian comunicodo otros onomo/ías en los tesis de Sumíanfiepádea,indir/endb elevación de la fcsfctasa olea/ino y bí/irrubino. Se fion conunicado aumentos en la creannUqumosa sérica [afríbuiMs a lo fnxcién muscular de lo CrXi. Esta elevaciones han S'dc nabifualmente iioe^as ém ylronsiíorias Sara vet se km comunicodo e W i o m í m t a d a . /ver PRECAlXIONfS, Efectos ««tufares/. JNIOXICAOON Y SU TMUAflEN\O'< Se deben lomar medidos generales y monibrizor la función hepática Aclualmenle se desconoce si lafcvostolinoy sus metobolms son diol'zables. 5e ron notificado unas cuentos cosos de intoxicación accidental, ninquno de estos Decientes présenla síntomas específicos ytodosse reaoerarar ¡in secuelas. La maya canfidad ingendo t e de í a 6 0. PSESENTAOÓN: Envases áe 2S comprinikia ranurodoi de 20rogd i W t o t i i i o i i t é ptos ^ ^ (fVPW3;.Emosede2flcotnprimidosdfe«rnadelra5ra*no6.o^pte, fWM3J ^JÍ m H I MNergadan20" Isrst— ^—, /J . ^MM ^^^^ ^^r BS4031 I I Eupen sobres 1 g i— L i v J 4 ^ Q 2 is hr ni A " " *- 12 sobres^lg^r-^^^ • ' ^ ^ ^ ^ ^ X ^^^_ « \ x ^ B T - ^ -"-^ ® J. wanewíCtt.s.A Dsíá SaM. 59 08026 BercHtma Niveles hemáticos más elevados. Pauta posológica cada 12 horas. Composición: Amoxicilina (trihidrato) lg Sacarina sódica 20 mg Sacarosa 2.700 mg Advertencia: fste medicamento contiene 2,700 mg de Sacarosa por sobre lo que deberá ser tenido en cuenta por los enfermos diabéticos. PropiedadesLa Amoxicilina es una penicilina semisintética activa por vía oral y con acción bactericida sobre un amplio espectro microbiano. La Amoxicilina actúa, como l o das las penicilinas, inhibiendo la síntesis de la pared bacteriana. Es bactericida, y en su amplio espectro de actividad se inr\\njf>n la mai/nríaríatn* ntttAdpnnti rp^vinsahiv*; de Se elimina principalmente por vía renal alcanzando elevadas concentraciones en orina; también se excreta por la bilis, donde se alcanzan concentraciones elevadas. Indicaciones: EUPEN1 g (Amoxicilma) está indicado en el tratamiento oral de infecciones causadas por cepas sensibles de microorganismos citados anteriormente, tales como: • Infecciones de garganta nariz y oídos* Amigdalitis * Otitis media # Sinusitis interrinnc^ H*I trartn miniratnrín inforinr * '^g^oJtiflglday S * Neumonías bacterianas. ^S^T^rr/r05^^'9^6 l^^^^^S Gram-positivosStaphylococcus aureus (*), Streptococcus haemolitlcus. S. viridans, S. pneumonías, S. faecalis. Clos tridium tetani.(*) No es activa contra cepas de Siapñyíococcus productoras de pencilinasa. * Infecciones de la piel y tejidos blandos (incluyendo lecciones de la tienda qu<rurg,ca). • Infecciones en odonto-estomatologia. # infecciones del tracto biliar Poaoloel • Gr3 HaemSorMhjs influenzae Neisseria eonorrñoeae N mfniZltidt^ÉwStó col S%lmíne°a a£hnP%^rfh^tii^r^^í'c^^^^^ teus mirabilts. Helicobacter (Campylobacter) pylon. La Amoxicilina es estable en medio acido y se absorbe muv h'ipn mando <ÍP arimimitra mr uía nrai la arimini*- a r i ° S Í r < C O r n P l i C a C Í < > infecciones por S.pyogenes (estreptococos beta-hemoUticos grupo A) la administración de este antibiótico debe prolongarse durante un período mínimo de 10 días. Contraindicaciones: EUPEN (Amoxicilina) esté contraindicado en pactentes con hipersensibilidad a las penicilinas o ce falos porinas, o afectos de mononucleosis infecciosa. De* * administrarse con precaución en pacientes con antecedentes de alergia, fundamentalmente medicamentosa. Interacciones: Det^ evitarse la administración simutténea de antibióticos bacteriostéticos (grupo tetraciclina o cloranfenl^ P°r la Posibilidad de que se produzca antagonismo debido s su diferente mecanismo de acción. Sedesaconsejalaumacónconjuntadealopurmolpor un mayor riesgo en la aparición de fenómenos cute neos, Etec(jM sacumUnU>a. La tolerancia de EUPEN es buena. Según la suscepübílidad individual, es posible la aparición de pesadez de estóma 8°"áuseas y, rara vez, diarrea o vómitos. Le aos s " ^ ' ' " a ' <»n adultos es lg dos o tres veces al Las reacciones adversas se limitan a fenómenos de las dosis indicadas pueden aumen- sensibilidad (prurito, erupciones cutáneas, etc.) que a ° * Afecciones graves, debido a la esca- reces remiten sin necesidad de interrumpir el tratamiento. Muy rara vez se presentan reacciones anafilacsa tmicidad ygjg e A C e í e n f e tolerancia de EUPEN. _ . „ • • - . , „ . „ , , . „ • ,___. ¡- „-,«.-,-„) ticas de mayor gravedad, Como continuación a un tratamiento por vía parenteral ' d í a Sin embargo, tarse en ces Traciót,Tco^uTa% Jumemos o sTotseictenlí S^o«4S™KS«* en septicemias, endocarditis y meningitis, la posologia Se han descrito también algunos casos de colitis puede aumentarse hasta 6 g/24 ti. pseudomembranosa. la Amoxicilina. Trat cu .nupífirtn airan™ pievarta* rnnrffntrar-inno* hemáücasld1hVnd%rMdamtme™rSdc¡infanl! En el tratamiento de las cistitis simples en la mujer se recomienda una dosis única de 3g. Como profilaxis de I» endocarditis bacteriana utilizar 2 g una hora antes Intoxicación y tratamiento: Cuando aparecen los fenómenos de hipersensibilidad se recomienda suspender la administración del trata- mo o ote Tmr^et^aTan^nfecltlTa Zcí%r%%nts^e7a¿lutellrütileí HofuZe™ e! * la intervención quirúrgica, seguido de 2 g 8 horas c miento y administrar una terapéutica específica Icorti**<***• < " d ^ ^.histamínicos, oxigenoXerapia. etc.). organismo procesos de biotransformación que alteren sus propiedades antibióticas. Duración del tratamiento: Normalmente el tratamiento durará un mínimo de 7 días. En el tratamiento de Presentación y PVP IVA: Sobres de 1 g. envase de 12. 1.022,— ptas. g * ¿ 2 27 <Jc un Fosani. a quien no he podido localizar, pero que debe de haber sido un colaborador de Puteus. Bueno será también que recuerde que quien inició el cambio de insultos fue el propio Vesalio. En confirmación de mi aserto puede servir la transcripción del siguiente párrafo de la página 83 de la Fabrica: «¿Por qué, me presunto, algunos que se tienen por sabios juramentados para defender las palabras de Galeno y nacidos para desacreditar a los demás y para juzgar envidiosamente sus trabajos (que ellos son incapaces de realizar) han de interrumpirme ahora ruidosamente porque al disecar coincida muy poco con las opiniones de Galeno?. Corno si se hallasen privados de la vista y no me fuese lícito exponer lo que encuentro por mis propios medios cuando a estos maestrillos ni de buena ni de mala manera pueda hacer callar... (pero en aquellos ridículos (y por otra parte sumamente altivos) varones en modo alguno voy a detenerme ahora». Naturalmente todos los que defendían a Galeno -y entre ellos se hallaban «maestrillos» de la talla de Sylvio y Eustaquiotenían que darse por aludidos. Y no es de extraña/que su respuesta no fuese demasiado suave. P td , k-¿n , n n , , c t P 1 Están también contestes los historiadores en achacar el Amusco. Rodríguez de Guevara y Falopio entre los que pueden ser catalogados como críticos de la misma. Las edades de los primeros son, respectivamente, 50, 35 y 34 años, en el momento de publicar las obras que nos interesan, es decir I 19 en total. e n tanto que las de los segundos eran 31, 39 y 39 en el mismo orden y en aquella circunstancia. P ° r supuesto que no pretendo Q ue hayan ganado los jóvenes P°r ' I 9 il 1 0 9 - pero sí pienso que las cifras, que no han sido manipuladas como puede comprobar cualquiera que disponga de un Diccionario de médicos célebres y tenga oportunidad de ver qué nombres han sonado en la Polémica, pensará que la lucha generacional no aparece por ninguna parte. , Una excepción tengo que hacer en lo referente a Sylvio. hombre maduro cuando escribió su Vaesani. En él ya exponiendo u n a serie de tesis, que llama propulsiones, en las que expone las afirmaciones de Vesalio y haciéndolas seguir de su refutación. . , . . M N .°, e x P o n d r e e s ; i s propulsiones n i tam o co lo P , ^ argumentos que un s " * °.trOf' defensores y c n t l c o s d e l a Fübr Ctí h a n ' t expuesto en sus obras, porque ya ha quedado jijado en mi exposición de las que creo válidas correcciones a Galeno. c u a ] e s a m i j u i c i o d e , r e s u ltado ( l e a f m e ] e x a m e T 1 a u e todos los ae aquel txamtn que toaos ios rechazo a VesallO a «envidia de n n l p m i d n fnprnr h'iripniln 1 • • «„,_„ ; „ . . „;.; los viejos», como si este vicio poitmisias lueron naciendo. Únicamente dedicaré unas luese privativo dejos que p a l a b r a s a] o l f m p i c o d e s p r e c i o cuentan muchos anos, cuando lo más frecuente es que éstos les hayan llevado insensiblemente a ver apagada su aptitud para el bien y para el mal y a resignarse con el «humilde estado» cantado por Fray Luis de León. Y como si el primer ejemplo de aquel pecado capital no lo hubiéramos visto en el jovencísimo Caín. ealüícación de ridicula que generalmente acompaña a una de l a s de f ensas q u e de Galeno hace S y l v i o contestando al Bruselense. Me refiero a aquélla e n | a q u e p i e n s a q u e s i Galeno d i c e q u e e l esternón es de siete piezas, ello se puede deber a que i o s hombres de su tiempo tenían u n m a v o r desarrollo y que por « P f r n PS mif iHerriTs PI r p m r t n «rero t s que. aaunas, ei reparto generacional que se hace entre partidarios y oponentes a Vesalio nada tiene que ver con aquel Postulado». Es difícil aportar las edades de todos y cada uno de los intérpretes de aquel drama, pues no las consignan las biografías de que podemos disponer, pero sí he podido hacerlo para Leonardo Fuchs, Luis Collado v Pedro ,. i i £•' i Jimeno. entre los detensores de la Fabrica y Val verde de la n " i i - e l ] 0 a q u e | hueso era mas extenso y d e m a y o r n u m e r o d e piezas. T a | explicación no era la más acertada incluso en su tiempo, pues en el mismo la había encontrado mucho mejor Falopio. atribuyéndola a la descripción del esternón de un niño. Pero Sylvio no la había ideado para esta ocasión ya que era una idea que profesaba hacía tiempo v que desarrolló en varias i i i - • • de sus obras, ademas de la propulsio correspondiente. Él se hallaba impresionado por los cambios que presentaban los animales según las épocas en que vivieron y las regiones que habitaban, lo cual conocía por las obras de Aristóteles y Plinio. Y pensaba que lo propio habría ocurrido con los hombres, los cuales habrían tenido en tiempos pretéritos un tórax de mayor capacidad que los modernos, ya que se contaba que Demóstenes podía recitar una larga tirada de versos sin respirar, y que Hércules era capaz de recorrer un estadio sin hacerlo, así como que Milón de Crotona podía correr esa distancia con un buey sobre los hombros. Cierto que tales referencias sabemos hoy que son pura fábula. Pero no era ésta la opinión común en el Renacimiento, Si. pues, los hombres habían cambiado para menos, no era de extrañar que su tórax fuese más corto. Y es curioso que, como es sabido, es éste uno de los signos que de la evolución humana se ha señalado, junto con la atrofia de las mandíbulas, por lo que se ha tenido la presentación de una costilla flotante como un signo evolutivo, lo mismo que la ausencia del molar del juicio, E sverdad q u e quienes poslulan tal evolución piensan que ésta se r e a | , z ó a lo largo de millones de años. P e r o ,as ideas s o b r e la duración del Universo eran muy o t r a s e n e ] S Í 2 | O X V. Todavía se aceptaba la cronología de la D UI cronología CIL 1a Biblia según la cua a creación u u- j J * nnn - se había producido 4.000 anos a n t e s d e n u e s t n i E r av d h toTatía sírve de básela a el calendario hebreo (41 > V E S Í A ¡ - 1 U S ' £«jj™- "''''"'"""' carporis Fabrica. Basilea, 1543. p.: 57. (42) CAIUS, J.; <>,,. cit. (30). (431 COLLADO. L.: a. Caleni MeTí?» " * " "'' ^ ^ " ^ ^ l (44) CUNEUS, G.: Apología Francisci ?""*!"'<> G " /(1 ""'" Anatom,- examen. lri6 ,45, PUTEUS, F.: Apología pro Galeno. Venecia 1562; L II. p.: 86. (46) RODRÍGUEZ de GUEVARA, A ; in nlunbus ex lis ambas ittilciius impugnaturab Andreas Vesaiius. Coimhra. 1559. XV 28 De lodo lo dicho, y aunque esté muy lejos de pensar en la validez de la tesis sylviana, entiendo que no debe calificarse de ridicula y pensar que su autor carecía de sentido común. Sobre mi mesa tengo el facsímil de la maravillosa Cosmografía de Ptolomeo y lo último que se me ocurriría es calificar de ridicula su representación del Mare Indicum, aunque no coincida con la de los actuales mapas. Contemplada desde nuestro actual punto de vista, la polémica aparece como alao bizantino. Los ataques de " Vesalio tendían sobre todo a demostrar que Galeno había hecho su anatomía sobre monos. lo cual no había negado nunca el Pereameno quien p. ej. en De Anatomicis Administrationibus empieza por señalar cómo se ha de disecar tal animal. No había, por lo tanto que gastar demasiada tinta en demostrar lo contrario y, en cambio, sí hubiera sido un buen golpe el aducir que también el Bruselcnse había hecho una gran parte de su anatomía en perros, cosa que ninguno le echó en cara; o insistir en sus tergiversaciones de la exposición de Galeno de lo que hemos visto hacerse eco a Caie y como señaló en una ocasión muy oportunamente Rodríguez de Guevara4". Discutiendo acerca de si Galeno había dicho que no había médula en los huesos cortos, sostenía aquél que. en realidad, había dicho que tenían tan poca que era como si no la tuvieran. Su opositor le preguntó: ¿Cómo es entonces que dice medullae penitus externa*! Porque si dice penitus (completamente) es que no tienen médula. Sí, pero es que el penitus lo añadió Vesalio. Y es que, en realidad, más que lo que Vesalio adujo en contra de Galeno, lo que ofendió a la mayor parte de sus oponentes fue el tono de perdonavidas que adoptó frente a una figura venerada. Dejando ya a un lado la polémica y como consecuencia de todo lo dicho, hemos de convenir que si como sostienen sus panegiristas Vesalio recreó la anatomía, tal hecho debería dar lugar a un cambio en las obras publicadas después de la Fabrica, expresivo de la nueva visión de esa ciencia. Esto es lo que pretende XVI O'Malley47 quien dice: «No puede ponerse en duda la enorme importancia de Vesalio en este desarrollo (de la anatomía) pese a los errores que puedan hallarse en su obra. Fue ésta el fundamento, la Fabrica, en sentido literal sobre la que otros edificaron, destacando con frecuencia, ciertamente, sus errores, pero adhiriéndose al hacerlo a los principios de investigación y exposición por él enunciados. Como ya queda indicado, no todas las Escuelas Médicas de Europa quedaron ganadas durante el siglo XVI, y ' a victoria no fue completa hasta bien entrado el XVII. Ello era inevitable, sin embargo, en aquella dramática pugna entre la autoridad y la investigación científica independiente». Parece pues, que no podemos encontrar las huellas de esa influencia hasta bien entrado el si g'« X V I [ s e 3 ú n l a confesión de O'Malley. Parece lógico pensar que el atribuir a la misma lo que ha a >' ocurrido después, es una afirmación carente de fundamento. Y si alguna duda nos quedara, hay una afirmación de Burggraeye, uno de los autores u quienes se debe la nulificación de Vesalio que nos P"ede sacar de ella. Dice así: « L a prueba del poco interés que se ha puesto en estudiar a Vesalio es que a partir del final del siglo XVII ya no es citado P°r los autores o lo es muy raramente ». inventarlos cuando no los encuentran. Y la figura de Vesalio les resulla especialmente grata. He (rutado de buscar la razón de ello. Y aunque pienso que si hallé algunas de las concausas que pudieran contribuir a ese resultado, creo que en mi modesto papel de estudioso de los libros de anatomía, no debo excederme pasando a postular los complicados factores ambientales que determinan lo que motivó aquella exclamación de Tcrenciano de que habení sua fata libelli. Sí puedo decir que esos autores, o no han leído la Fabrica, o no la han interpretado adecuadamente y que sus ditirambos no corresponden a su valor objetivo en orden a rectificar errores del pasado y aportar nuevos hallazgos y concepciones como base para el ulterior desarrollo de la ciencia anatómica. Quedamos, pues, en que hasta bien entrado el siglo XVII no se puede apreciar el triunfo de las ideas de Vesalio (O'Malley) y desde entonces no se le cita o sólo muy raramente (Burggraeve). O sea. que esa gran influencia se nos ha escabullido. Sic transit gloria mundi podríamos concluir, melancólicamente. El ruido armado por la polémica se apaga y no queda huella alguna. A Vesalio se le hubiera citado solamente por los historiadores como uno de los anatómicos del S| g'° X V I y n<> d e l o s m a s destacados, aunque edilor de un libro 4 u e s í de .i° h u e l l a P o r s u belleza, Pero ya iniciado el siglo XVIII se editan diccionarios biográficos y sus autores tienen una común tendencia a encontrar héroes y a (4K) BURGC.RAEVE: P-: 2. Loe, eit, <Kil. 29 Noticias C on motivo del VIII Congreso de la Sociedad Catalana de Cirugía Ortopédica y Traumatología celebrado en Terrassa el pasado mes de mayo, bajo la presidencia del Dr. Josep M" Amorós Macau, la Biblioteca de la Fundación Uriach ofreció una exposición histórico-bibliográfica sobre aquellas especialidades. ____^^^_-^^^^^_____ ^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^ j ^ | ^ ™^W ^ " ^ T ^ W I^L g ^k ^k f 1 XXVI Premio Uriach Fueron expuestas 32 obras iniciando la muestra dos correspondientes al siglo XVI: el capítulo De (raí inris de la Opera Omnia de Galeno (Venecia, 1586), junto con la Historia de la Composición del Cuerpo Humano, de Juan Valverde XI 1 I ^ > J | ^ | 1 ^ * f A t f / \ ^ ^ (Roma, 1566). EI siglo XVII estuvo representado por el Crisol de Cirugía (1576), de Fabricio de I / \ ^ ^ V / V I - ^ ^ * 4 ^ T^""* tL M f ll^. j \ / • ^ — *A I I \ / 1 M 00W I I \f 1 »^V#) M • A ^ ^ ^ ^ m m. Aquapendente y el Compendio Quirúrgico de Diego Antonio de R obledo. Del XVIII se expusieron obras de Andrés Tamayo (1703), unas Memorias de la Real Academia de Cirugía de p a"'s (1757) y el Tratado de enfermedades de los huesos de Jean Louis Petit, además de una serie de textos correspondientes a los Reales Colegios de Cirugía. Ya en el siglo XIX se presentó, entre otros, la comunicación de la primera amputación realizada en Barcelona mediante cloroformo (1848), así como una muestra significativa del tránsito de la cirugía antiséptica a la asepsia, a través de obras de Enrique Madrazo, Antonio Morales y Salvador Cardenal. En la última parte se expusieron publicaciones de Manuel Corachán sobre la biofisiología de los injertos óseos (1919); la Osteosíntesis de Manuel Bastos (1932) y el clásico Tractament de les fractures de guerra (1938), de José Trueta. Cerraban la muestra, representando las dos traumatologías enfrentadas durante la guerra civil, El Servicio Sanitario del Ejército en campaña (Barcelona, 1937) del coronel médico Sebastián Montserrat y las Cuestiones médico-quirúrgicas de guerra (Santander, 1938), dirigidas por Lorenzo Girones. T 1 próximo día 15 de ' octubre finaliza el plazo V para la recepción de trabajos que opten a nuestro tradicional Premio de Historia de la Medicina, cuyas Bases fueron publicadas en el número 57 de «Medicina e Historia». Recordemos que su dotación es de 250.000 pesetas, su contenido un tema libre e inédito de Historia de la Medicina y la extensión, incluida bibliografía, no superior a las 30 hojas DIN A4. debiéndose remitir a este Centro de Documentación, sin firma, y bajo el tradicional sistema de «lema y plica», 10° C o n g r e s o *U ^UI1SICi>u m Nacional de HlStOna J I Q C l d MpHirim IVieUlClIId a Sociedad Española de Historia de la Medicina ha ^m designado la ciudad de Málaga como sede de su X Congreso, a celebrar entre los días 22 y 24 de febrero de 1996 bajo la presidencia del Profesor Jesús Castellanos Guerrero. Los debates se centrarán en torno a la problemática del siglo XX proponiendo, a tal fin, tres ponencias de estudio: 1874-1975: cien años de sanidad en Andalucía; Medicina y Estado en la España del siglo XX y Ciencia y técnica en la medicina del siglo XX, temas a los que se añadirá una cuarta mesa recogiendo las siempre necesarias comunicaciones libres. Para una mayor información: Cátedra de Historia de la Medicina. Facultad de Medicina. Campus de Teatinos. 29080 Málaga. Recensiones C ._.,r/, ,. . J U | A^NI-O PAVÓN. ., t™1^?*1* incunables ff J" **?«*•« reinado de Felipe II). San Lorenzo de El Escorial, R.C.U. Universitaria de Escorial fmkma. Introdúcelo edictó i índex: Jordi Torra; catalogado: Montserrat Lamarca. Barcelona, Publicacions de la Universitat de P Kf^0™ ? : " »4-4/3-1UDZ-Z _ , . Como consecuencia de las leyes de desamortización del siglo pasado, el Estado dispuso reunir los libros procedentes de las bibliotecas conventuales en las capitales de pros incia con sede universitaria para constituir bibliotecas públicas Este fue el caso de la Universidad de Barcelona donde se recogieron la gran mayoría de los incunables que ahora se ofrecen catalogados. Esta publicación complementa e individualiza el Catálogo general de incunables en bibliotecas españolas editado en 1989 por la Dirección General del Libro y Bibliotecas del Ministerio de Cultura aislando, además, unos impresos de principios el siglo XVI que habían figurado como incunables. En este catálogo se ofrecen 752 títulos, más otros 200 duplicados, en los que pese a lo que pueda parecer por su procedencia conventual, hay 44 de carácter médico de los que cabe citar dos publicados en España: el Antidotarlo de Nicolaus Salernitano (Barcelona, 1490) y la Cirugía de Guy de Chauliac (1492). R • • • Emilio. La Enfermería • • ™ Jerónimo del Monasterio de! Escorial. (Su historia y vicisitudes durante el IERA PALMERO, Juan (coord). La medicina en la época del Tratado de Tordesillas. Salamanca, Junta de Castilla y León. 1995; 191 p. ISBN.: 84-8189-020-0 Con una rapidez no habitual en este tipo de publicaciones, la Junta de Castilla y León, bajo la coordinación del Prof. Juan Riera, ha recogido en este libro las ponencias leídas con motivo de la conmemoración del V Centenario de Tratado de Tordesillas y ya comentadas en el Historia». n° 57 de «Medicina e . M a C r i s t i n a ? Servicio de PublicacioneSi , 9 9 5 ; 2 5 4 p. ISBN.: 84-86161-42-8 ¡mer es(udio sobrg , Jras Hospital Real de Laborantes de E [ E s c o r i a l publicado en 1992, el autor quiere dar a conocer en e s ( a ¿ n d a monografía, los distintos aspectos que integraban P |a orgamzac ion sa^itaria d* l a s enfermerías de la Orden Jer ónima, desde sus antecedentes ,K)M;| |a ¿&] M o n a s t e r i o d e E, Escorial, incluyendo su epidemiología en el último tercio el siglo XVI, así como datos so bre médicos y personal s a n ¡ t a r i o q u e en él desarrollaron su cometido. | | ^ 9 ERNABEU MESTRE, M Josep. Enfermedad v W0 población. Introducción a los problemas y métodos de la epidemiología histórica. Valencia, Seminan d'Estudis sobre la Ciencia. lc>94: 127 p, ISBN.: 84-920303-2-1 Encaja este libro dentro de los nuevos conceptos aparecidos en los últimos años sobre la epidemiología y la demografía histórica, al intentar avanzar en la resolución de los principales temas historiográficos de naturaleza poblacional y, entre ellos, el del descenso de la mortalidad, que han acompañado la transición demográfica en la Europa occidental. En sus distintos apartados se trata de las causas médicas de la enfermedad y la muerte, de las crisis demográficas y del descenso de la mortalidad, junto con la teoría de la transición sanitaria. I^HHB^^HI^H ^ ^ ^ ^ ^ | V TX ^ N I ' ¥ IX f A XI 1 XI V 1 1 J V-/ 1 I ^ ^ ^ ^ w • 3 ^ I I m ^ ^ ^ I / %^ ^ ^^_ m % W _ ^ ^ •• i * ^ " \ W^^^W wL M M • ) gjv I 1% / • ^^^^^Á I I I % / 1 m 0^^ \ \f 1 m.^9j 1 • A ^ ^ ^ I A CrijtoreN ^X^ ^^^^k ^ ^ m 20 9 Maleato de enalaphl n H P ! ^ ^ 9 ^ | ^ ^ S W E benefic ^^L ^\ ¥ i * W A J ^ V ipertensión ^ y Insuficiencia ardíaca w ^B £j$g¿Ban/59 V C8025 Barcelona OfSCfl/PCíONr S mafeaío de enaiapnV es un denudo de L-afenins y L-oroüna. Jtesufldmmtecionortf,»fl£isort>erapx^^ de sngwtensina aflámenle especifico, de lapa duración de acción y sn grupo sulthidrilo. INDICACIONES: Todostosgradas de nipertensicn esencia/, hipertensión renovascuiar e insuficiencia caduca congestiva. Esta dosis (Jete a/wia/se según las necesidades del pacerte Has!a la tete 'a máxima dosis estudiada en «/ tamb/e es de SU mg a! da. Hiptttenskifí: La dosis inicia) recomendada es de 5 mg (2,5-5 mg en ,'a hrertens.cn rEnorascuferj, administrada unareza/ d a £n pacientes de 65 añas ornes, ia dosis ¡racial recomendada es de 2,5 mg. La dosis usual de manfenmenío es de un comprimido de 20 mg una vez a/ da. En pápenles hpertensos gue estén sie.wc rafeaos con au-enccs el atamiento diuréíco deoe suspenderse 2-3 días antes del cerne™ de CRINOREN. S> no fuese posible, ia dosis inkn/ de CfVNOREN déte ser taja (2,5 a S mg. Jnwfioanc» íwiaí: Generalmente,fosmtérvatos de dosificación de enaiapní deten prolongarse, o bien disminuirse /a dosis. Las dos/s jn/cia/es recomendadas son las siguientes: aclsramiento de creatinina menor de SO mí/min y mayor de 30 mJ/min (S mg.'dial; adararmenfo de c/Batirana menor de 30 y mayor de 10 (2.5-5 mordía); aclaramiento de asafirma menor de 10 (2,5 mytosdas de diaVisisI Enalspn/ es íia/iab/e. Los ote en quetospacientes m estén en d a t a , la dosis debe ajustarse de acuerúo a ia respuesta de b presión arteraí Insuficiencia Cardiaca Congesüra; La dosis ¡nictai de CRINOREN en pacientes con raufcwca cnJiaca congestm debe ser de 2,5-5 <rg, se de(» adminisírar tajo estricta supervisión médica, Si es posible deoe reducirse la dosis de durétos anres de iniciar el tratamiento. La oosrs usual de manlemiento es de 10 a 20 mg, admmsíradiss en dosis únicas o divididas. Esta dosis debe alcanzarse por incrementas patéales iras ia dosis inicial y puede llevare a cabe en un periodo de 2 a 4 semanas o más rápidamente, si la presencia de signos y síntomas residua/es de irisu%iencia caróaca asi lo indican. Aries y después de comenzar ei trsíarwento cw CRIHOREN debe controlarse «¡nanamente la protón arteial f la íuncoo renal |Ver Precauciones). CONTRAINDICACIONES Y PRECAUCIONES: CfliNOfi£N está eortíra/ndjcado en pacientes con h(Dersensíiíidad a este fánreco. Hipoiensidn Siníomática; Fue observaos latamente tras la dosis mía! o en el curso del tratamiento con QWQREN. Entospacientes fjpertensos 'a íi'potenstón es másfrecuentecuando existe depleoón de volumen. En pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva es más pratatíe que aparezca en aquellos con grados más seberos de íraunoenoa cardiaca. Si se desarrol/ase hipotensión, debe colocarse a' paciente en posición supina pudendo ser necesario admmtraslefiguríoorai o suerofisiológicopor vía intravenosa. Unarespuestahpotensora (ransitcos no es una coniranofcacion de úoss oostenores, que pueden admneíarse reíxlualmente después de la expansión de vobunen Si la nipoiensión se hiciese sintomática, puede ser necesario reducir la dosis o suspender el tratamiento con CfilfVOflfN. Función Renal alterada: Ec\ algunos pacientes con estenosis bilaieraí de te artenas renales o estenosis de /a arteria de un riñon sortario, se han obsérvate incrementos en los nr/ete de urea y creaüni» séricas, reversibles con la suspensión del ¡/atamiento. £síeftafazgoes especia/mente probable en pacientes con insufcenca renaí. Aovnos pícenles riiperíe/isos con aparente ausencá de enfermedad renal previa, han desarrollado incrementos rrinimos y generalmente transitorios, en la urea y cesimna sérica especialmente cuando se administro CffiWRBí concomitantemente con un oiurético. Ruede ser necesano entonces reducir ¡adose de CRÍNOREIi o suspender ei dvrttico. ín pacieites con insuScie/iCB cardíaca congestrta, /a nt>otensw ¡ras el cotmerao del ¡ratamente con CFWOREN puede Berar a un uftenbr delenoro de Ja üjneión feral. En esta situación, se fia observado insuficiencia renai aguda, habitualmente reversible. CirugiilAnestesia: En pacientes que van a sufnr cirugía mayor o oVranre la anestesia con agentes que producen hipotensión, enaiapril bloquea ia lormaoón de antjioíensinfl tt secundaria a la iifleraadn compensadora de reniña. Si apareciese rnpdensar, y se considerase secundaria a esie mecanismo, puede ser corregida por expansión de volumen Potasio sérico: 0 potasio sénco generalmente oemianece dentro de te límites mímales. En pacientes con msirfcienc« w a t la «dmrostrscion * CWNCfif,V puede llevar a ele/ación del potasio se.ico. espeoalmenfe en pacíanles con conoce si CRINORBi se eneréis por !i leche materna. Existe un riesgo potencia/ de hpotensión fetal, nsp peso al nacer y descenso de la perfusión renal o anuna, en el feto tras la exposición uteñna a ios InriilüdofES del enzima de conversión. Empleo en Pediatría: CRWOfiEN no se ha estudiado en niños INTERACCIONES: Puede ocurrr un Í ' K ' S aditivo cuando se emplea CRINQPEN conpntarnerK con otros fármacos anbhipertensivos Genera/mente no se recomienda la utilización oe suplementos Oe potasio o diuiéücos aterradores de potasio, ya que pueden producirse aeraciones sJgwncativas de/ poiasc sénco, EFECTOS SECUNDARIOS: CftiNOREN ha demostrado ser gene/ahwníe bien ¡oterado. Los efectos secúndanos mas comunmente desertas fueron sensación de inestabilidad y celalea, En el 2-3% detospac/eníes se descnbieron fatigabilidad y astenia Otros erec/os secúndanos con una incidencia menor del 2% fueron: nipofensión orfostáoca, sincope, náuseas, diarrea, cafainbres musculares, erupción cutánea y tos seca persistente. En casos individuales se fia descrito edema agwieurüfHx, con linchazón de la cara, extremidades, párpados, lengua, glotis y/o laringe fytf Prscaueones). En estos casos óebe suspenderse Cfl/NORP» e •nstsi.rir in'ned.atamente las medidas terapéuticas adecuadas. Paramente se ooservarort a/feraaones en los parameiros estamíar de latioraíar» con ía aamimsíraoon de CRtNOREN, que tuesen de- sigratecióc clínica. Se íian observado Yicremeníos de á urea y creatnre sencas, rerasib/es con la suspensión de CRWOfiErV. Se han descriío. en pocos pacientes, ligeras disminuciones de /a nemoofot™, nematcenío, pJaouelas y /eucccitos, asi como elevación de enz;mes hepáticas, pero no se na eslabtecido una rei'ación causa/ con CRINOREH INTOXICACIÓN Y SU TRATAMIENTO: Basten datos miados .'aspecto i la soüredósmcsción. La mamfesJacon más probable de sobredosificsaón debe ser hipotensión, qu puede ser tratada, si fuese necesario, mediante infusión intraiwosa de suero salino norma!. PRESENTACIONES: CKNOREN 5 mg, Ernas» de 6 ) cornpnmidas. PVPIVA3 Í.ÍW.-PSs. y de 10 comprmidos, PVPIVA3 Xl-Ptas. CfíNOREN 20 mg. Envase de 28 comprimidos, PVP I\IA2 3.693,-Ptas Envases Clínicos: CPINDREN 5 mo, 500 comprimidos (dosis tnitanas), CRtNOREN 20mg,500 comprimidos (dosis unrtarissj. f ^^ nabumetona /tlll'l^l ll/f^inM/M1 I L # Hl I V l f l l f L f U l f v i ) - _ # ^ ^ > k m^ J>» *m 41 m% fm M / t * Z / > / i ^ mn \MM \¿m ¡ L LafC • I I * * w * ^ * P * ^ * m w m • » • • « • • • « • • • • ¡ Mf LlJj I gm L U * I I f _ % W/%frMMr£\£f% £%£%£_wWfñm i f f U l V JU IJUi) I f f VU _ «^_ c f> gy g-m m m v a gJ fm gM A|f JblJIír l l l t l l l DESCRimON:Lislran (nabumetona) es el pnnweprtsmlante (Je una nueva familia de iralgrucos dntin(Wna)otioi. los No AC<)K;OJ Eiü ¡aiferercia ionteAINb exislenles hjsla la leíha, confiere a Listran unas uractenslicas farmacológiic» y farmacodnérjcas que hacen de él un fármaco revoluciona™ dentro de los AINEs, al conjuntar potenda antiníamatoria con mínimos riesgos de efectos secundarios INDICACIONES; listran eslá indicado en Osteoartrits y Artritis Reumatoide que requieran tratamiento analgésico y anbinflamatono COMPOSICIÓN: Cada comprimido recubierto de Listran SM mg o»tie«:N^iTietora(D.a.)SOOmqadatompnmi<J() dispersare de Ustranlg contiene: Nibumetona(O.C.I.)1g. POSOLOGIA V FORMA DE ADMINISTRACIÓN: Adultos: La dosis habitual es de 1 g al día administrado por vil onl, tn una única toma, con o sin alimentos, preferiblemente por la noche, En pacientes con síntomas Mudos o persistente l i dosis puede aumentarse hasta 1.500 mg ó 2.00Omqpor día como dosis u n o o en dosis fraccionada. Niños: No hay ditos clínicos para recomendar el uso de Listran en niños DOSIFICACIÓN EN ANCIANOS OR4C¡ENTES CON INSUFICIENCIA HENAL: Normalmente, no se precisa realizar ajustes de la dosis en los ancianos, ni en pacientes too insuficiencia renal leve o moderada CONTRAINDICACIONES: Listran está c o n t r a r i a d o en pacientes que han mostrado anteriormente hiper- sensiciioy aestemeotornentoyenpa«msalosquelaaspinnauc^fánmosa ¿7 provocan reacciones alérgicas. Ulcera péptica activa. Disfundórt hepática grave (cirrosis). ADVERTENCIAS f PRECAUCIONES ESPECIALES DE EMPLEO: Se ha comunicado la aparición infrecuente de úlceras gastrointestinal sintomáticas, hemorragia intensa o perforación. Aunque la frecuencia es menor que \> descrita para otros AINEs, deberá tenerse en cuenta ^^_ _ ^ ^ la posibilidad de aparición de estos procesos, incluso en los pacientes sin antecedentes de úlcera. Al igual que con todos los j S * " ^ ^ S y AINEs, debe tenerse precaución en pacientes con insuficiencia renal grave (adanmierrto decrHbnm»< 3OmUmin/l,73 f \ m-"). En pacientesronprocesos inflamatoria crónicos, pueden aparecer anómalas en Uftjnciwhepít^frluctuatiorww / g^^ M^ \ la fosfatasa alcalina). No se ha comprobado que Ustran acentúe estos cambios; en case de que se observen síntomas jr/o 1 fl IV \ signo* que indiqber una disfundón hepática o resultados anómalos oe l « poiebai heoatkas, debe controlarse pl posible • ^ ^ \ desarrollo de una reacción hepática más grave. INTERACCIÓN CON OTHOS MEDICAMENTOS Y OTRAS FORMAS DE V \ INTERACCIÓN: El metabolito activo de Ustran puede despicar a oíros fármacos unidos jpfcttinjs de su lugar de unión V \ U administración simultánea de un antiácido conteniendo aluminio, leche o alimenlos.no afecto de manera importante a \ la biodispornbriidwj def metabotto activo de Ustran. Dos ensayos climcos farmacológicos demostraron que no se producía • una interacción significativa ¡n vivo entre warfanna y Ustran. No obstante, deberá tenerse curiado cuando se acete B i -*•""•""">>. Listran ccnijuntameníe. La administración simultánea de paracelamol, aspiriru o cimetidina no at«lo a la biodisponithlidad ^ > v l ^ ^ ^ ^ ^ ^ / >v del principal melabolito. No se han realizado estudios de interacción entre ustran y glucósidos cardioactívoi, litio o ^ ^ ^ • ^ ^ • i B ^^^—~f >v metotoato; por tanto, se rKomiencü precaución en la administración simultánea de ambos. EMBARAZO V LACTANCIA: ^ ^ ^ ^ ^ ^ / X,. En ratas, Ustran no ha mostradoningún efecto adversosobre la capacidad reprcductM.fóensteneshJOfo controlados >v q w garanticen la eficacia y seguridad de Ustran en mujeres gestantes. No se recomienda su uso durante H ^ L >>v i| tercer trimestre del embarazo. Durante la lactancia su uso deberí estrinojrse a aqueta osos en los que > J ^ ^ \_-——""""" 1 ^ el posible beneficio para las madres justifique el riesgo potencial para el lactante. EFECTOS SOBRE LA ^d -i^l ^ ^ ^ ^ ^ ^\ \ CAPACIDAD PARA CONDUCIR VEHÍCULOS V UTILIZAR MAQUINARIA: Existe un riesgo de que ^^^K ^^H^^^ a^B \ atfik apirezcan vértigos u otros trastornos del Sistema Nervioso Central tras la administración ie Ustran, ^^^W * f^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ H I En tates casos, el paden»; no debe conducir o utilizar maquinaru. REACCIONES ADVERSAS: CeneH H V' ^ ^ ^^H^^t^ i ^ ^i raímenle Listran se tolera bien Las reacciones adversas desertas más frecuentemente son Sistema ^^B \ ^ B ^ ^ ^^Í^^^^^^W _^É Nervioso Central: Cefalea, vértigo, latigj, somnolencia e insomnio. Dermatológicos: Erupción cuti^ H ^ ^ ^ ^ \^ H ^ • ^ ^ V ^ ^ ^ ^ ^ ^ M aea y prurito. Gastrointestinales: Diarrea, dispepsia, dolor abdominal, náuseas, sequedad de bou, s V ^H ^H \ H ^ ^ ^ ^ ^ t f ^ ^ ^ fiatuiencia, estreñimiento y sangre oculta en heces. Sentidos Especiales: Hnmtui y visión anormal. \ ^ H ^ ^ ^ J \ ^B W^^^^^ Sisténiicos: tdema. 50BRED0SIF1CACI0N: No Miste un antidoto específico. Se recomienda el lavado ^^B ^ ^ ^ \ ^^^B^i^^^^^ gástrico seguido de la administración oral de 60 g de carbón activo diarios, en dosis divididas, con terapia k V fl^ adecuada de soporte. PROPIEDADES FARMACOLÓGICAS: Propiedades farmacodinámicií: Ustran es un nuevo fái™• / \ CD aritiinnafTiatanc no estefcKleo, no-áticío que ha demostrado tefier propiedades antiinflamairjfsai, analgesias y anlipirílicas J^H I / > / \ durante los estudios tartrucológicos. En enuyos realiiados €r. voluntarios «nos, durante una stmana, con dósii repetidaj, ^d ^ H \ A v^^ j / V Ustran tuvo escaso efecto sobre la agregación plaquetaria inducida por colágeno y ningún efecto sobre el tiempo de t^m ^ B \ m ^ — - — I sangrado, Propiedades famucocirwticas: Listran se absorbe bien en el twtogastrointestifial. Por si mismo no se puede WW ^M ^ / cuantrücar en eí plasma, porque después de su absorción sufre una rápida biotransiormacion a su principal metabolito ^ ^ ^ k ^ ^^^^^^^p^i^B V activo, elkidot>rr*tOíK2-nan)laca<o(6MNA).Arxo*im^ ^^^^talj^^H|H I /^ ^ ^ ^ | ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ \ ^^^ki^i^^^^T^^^t \ • ^^L \ / ^ ^ \ ^^k \ ^^L \ ^^k ^ i ^ \ ^^k ^ ^ B 1 ^^k ^^F / ^ & J aj^K l ^ ^ ^ ^ ^ ^ m ^V / ! • V ^/m J M ^ B ^ ^ «^^ Jl • V J Wff ^M ^^Hf _ ^ ^ H ^ F ^^•B B ^ ••^ se convierte en 6MNA y un 30% se transforma en otros metabolitos que se excretan posteriormente en la orina Más de un 99% de 6MNA está unido a proteínas plasmáticas, U fracción libre normalmente, consiste en un 0,2% a un 0,5% de las concentraciones alanzadas tras la administración de 1.000 mg de nabumetona y apronimidamense un 0,6%, a un 0,8% de las concentraciones totales en el estado de equilibrio después de la administración dari* de 2000 mg. DATOS PRECUNICOS SOBRE SEGURIDAD: Toocología general: Cono clase, los fármacos antunflamatorios no eslewdeos se han asociado con esiones renales después de su administración * l*go plazo, a anímate. En ralas 5» observaron cambios tras la administración de nabumetona. En monos, no se observaron lesiones renales en los estudios de hasta un año de duración, a dosis 10 veces supenores a la dosis humana recomendada. Genotoxiridad: Nabumelonav su melabolito activo (6MNA) no resultaron ser genotónicos en «tudws in vltro e in vivo en mamíferos y no ramíferos. Cartlnogénesis: Durante los ensayos rcalizarJos en ralas y ratones durante dos años con nabuiTKtona.no se oosmo mnqun etectDlumoríl INCOMPATIBILIDADES No se han descrito, PERIODO DE VALIDEZ: No utilizar después de la lecha de caducidad. PRfCAUCIONES ESPECIALES DE CONSERVACIÓN: Almacenar a temperatura ambiente en Ripíenles bien cerrados. Dispensar en envases resistente! a la luz. INSTRUCCIONES DE USO/MANIPULACIÓN: Mantener luera del alcance de los niños. PRESENTACION y PREGO PVP IVA: Listran 500 mg, envase de 40 compnmdos recubiertos PVP WA 2 209, -Pus. ustran 1 g, envase de 20 comprimidos dispersables PVP IVA 2.209, Ptas. CONDICIONES DE PRESCRIPCIÓN í DISPENSACIÓN; Con receta médka. Reembolsables por la Seguridad Social COSTE TRATAMIENTO/DIA: 109 ptas. Usaran* 500 mg compnrudos rHubwtos « ú rabncado pw SmnNJoj Bífctum Plumu CmbH • H • Oonau (AJmuraa]. bd|D licencia«VnithUlH íeectum p 11, fars I URWCH b. Cu. &.A Lotrin* 1 g comprimido! dispfnjblt! nli libncaúo por SmithUnt Bffchjm Ptumutnilitals Mano'Rovil, Crjwle> (Rano Unido), bajo licencia de SmltiHme Bíechsm p.l,(., paral. UHO SCi.SA • ^ • • • • l 5 HJ^^^IBB IW , ^ H r Z j I ^s^ • • ! l<; A f^BI j m