REVALORIZACIÓN DEL PATRIMONIO FLUVIAL Y PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN EL PARQUE NATURAL DEL MONTNEGRE-CORREDOR (BARCELONA) DAVID PAVÓN GAMERO Departamento de Geografia, Historia e Historia del Arte (Universitat de Girona) david.pavon@udg.edu 1. INTRODUCCIÓN La presente comunicación analiza una experiencia de revalorización del patrimonio fluvial desde el voluntariado en el marco territorial que conforma el parque natural del Montnegre-Corredor (Barcelona). De la sierra del Montnegre y sus derivaciones orográficas nacen diversas rieras y torrentes que drenan sus aguas o bien hacia el río Tordera o bien, directamente, hacia el mar Mediterráneo. Una de las rieras de mayor superficie, por lo que a su cuenca se refiere, es la de Pineda, que discurre, de manera mayoritaria, por el interior del parque. A lo largo de sus 12 kms. de recorrido se escalona un patrimonio fluvial de pequeño formato que engloba molinos, balsas de agua, restos de canales, fuentes y un acueducto romano, entre otros. En la última década, en esta riera, y fruto de diversas iniciativas de participación ciudadana, se está realizando la restauración de parte de ese patrimonio fluvial que se encontraba del todo abandonado y en unas condiciones pésimas. Gracias a estas intervenciones del voluntariado, que han contado con el apoyo del parque, se ha llevado a efecto la restauración de un molino harinero, de una fuente de arraigo popular, se ha creado una balsa para anfibios, se ha recuperado el entorno de un acueducto romano y se ha rehabilitado un horno de cal. La idea última de estas actuaciones es que se incorporen a un itinerario pedestre señalizado que una las derivaciones del Montnegre con el litoral, incluyendo unos plafones informativos para potenciar la dimensión didáctica del patrimonio. De forma complementaria se plantea como una estrategia para reforzar la preservación de un corredor paisajístico agro-forestal como es el valle de la riera de Pineda y que une la fachada costera de la comarca del Maresme, intensamente urbanizada, con el interior montañoso del Montnegre, de claro predominio boscoso. 1545 DAVID PAVÓN GAMERO 2. EL PARQUE NATURAL DEL MONTNEGRE-CORREDOR Y SU CONTEXTO GEOGRÁFICO El Parque Natural del Montnegre-Corredor, con una superficie de 15.010 ha., se emplaza en el extremo nordeste de la provincia de Barcelona y se sitúa en el Sistema Litoral Catalán, entre las comarcas del Maresme, del Vallès Oriental y la Selva. El mar Mediterráneo y la depresión tectónica del Vallès lo limitan, longitudinalmente, por levante y por poniente, mientras que el río Tordera y la riera de Argentona lo hacen, respectivamente, en sentido transversal, por el norte y por el sur. Su eje central orográfico lo conforman dos sierras vecinas integrantes del Sistema Litoral Catalán que actúan, a su vez, como sus máximas elevaciones: en el sector nororiental del parque, la sierra del Montnegre, con 773 m. de altitud en el denominado “turó Gros”; en el sector sudoccidental, la sierra del Corredor, con punto culminante en el santuario del mismo nombre, a 657 m. Es, por tanto, un ámbito montañoso y accidentado en el que los bosques mediterráneos configuran el paisaje dominante del parque. En la actualidad el terreno forestal supone el 95,5% de su superficie mientras que los espacios abiertos representan tan solo el 3,2% de su extensión y, el suelo urbanizado, un 1,3% (BOMBÍ, 2004: 17). El abandono de los usos tradicionales del bosque y de la agricultura a causa de su escaso rendimiento económico ha conducido a la homogeneización del medio con un dominio absoluto de los bosques, tal y como reflejan las cifras anteriores. El substrato geológico de los dos conjuntos montañosos que comprenden el parque es fundamentalmente el mismo: un zócalo granítico atravesado por rocas filonianas y una masa pizarrosa más resistente a la erosión, que destaca en la parte alta del Montnegre. El granito, por el efecto de la erosión, se disgrega y origina el típico sauló o terrer. El parque natural del Montnegre-Corredor se ampara legalmente por un plan especial de protección del medio físico y del paisaje, aprobado el 20 de julio de 1989. El Servei de Parcs Naturals de la Diputació de Barcelona gestiona este espacio protegido en colaboración con los municipios que forman parte y con la participación de diversos sectores implicados. Esta zona protegida cierra, por el nordeste, la denominada “anella verda” (anilla verde) de los parques naturales que rodean a la aglomeración metropolitana de Barcelona. Es justamente la necesidad de salvaguardar estos espacios de las dinámicas del crecimiento urbanístico desenfrenado y de unas actividades humanas lesivas para el entorno lo que motivará que, ya desde la década de 1970-79, se promuevan unas primeras actuaciones que se traducirán en la creación progresiva de diversos parques naturales con valores paisajísticos, ecológicos y culturales contrastados. De hecho, el tortuoso perímetro del parque natural Montnegre-Corredor, con unas formas muy llamativas y, aparentemente caprichosas, es el reflejo geográfico de la progresión que ha tenido la urbanización difusa en muchos de sus vértices; hoy día marcan parcialmente los límites de la zona bajo protección del plan especial. En el caso del parque natural del Montnegre-Corredor la proximidad a espacios próximos muy antropizados es manifiesta. Se ha de tener en cuenta que sus límites se emplazan, de manera paralela al litoral mediterráneo de la comarca del Maresme, a lo largo de 30 kms. Hay puntos donde la distancia entre el perímetro del parque y la costa se reduce a menos de 3 kms. con unas continuidades naturales que se prolongan hasta 1546 Revalorización del patrimonio fluvial y participación ciudadana en el parque natural del montnegre-corredor (Barcelona) ella. La población de los 15 municipios del Maresme comprendidos entre el parque y el litoral sumaba, según las cifras oficiales del padrón de 2008, 257.518 habitantes (de los que 119.780, el 46,51%, correspondían a la capital comarcal, Mataró). A estas cifras ha de sumarse el potencial en segundas residencias de estos municipios y de las infraestructuras turísticas en algunos de ellos. Los 15 municipios anteriores disponían, en el año 2006, de una capacidad hotelera de 34.742 plazas distribuidas en 165 establecimientos. No obstante, el 93,37% de este potencial de alojamiento se concentraba en una agrupación de 4 municipios muy próximos al parque o que, incluso, tenían parte de su término en el interior del perímetro (Calella, Santa Susanna, Malgrat de Mar y Pineda de Mar). A este panorama se ha de añadir el resto de zonas limítrofes al Montnegre-Corredor que, aunque con un nivel de poblamiento inferior, también dejan sentir la influencia de sus actividades socio-económicas hasta el interior de sus límites. Por otro lado se ha de tener bien presente que el sector más meridional del parque dista sólo a 30 kms. de la ciudad de Barcelona y que zonas muy urbanizadas como el Baix Maresme o el Vallès Oriental son incluso más inmediatas. De forma complementaria el parque del Montnegre-Corredor está rodeado por grandes infraestructuras viarias como son la autopista C-32, por la vertiente del Maresme, la autopista AP-7, por la vertiente vallesana, o la autovía C-60 que, por el límite sur, une las ciudades de Mataró y Granollers. Por la vertiente vallesana se ha agregado, recientemente, la construcción de la línea de alta velocidad entre Barcelona y la frontera francesa, paralela a la AP-7. Mapa 1: Contexto territorial del Montnegre-Corredor y de la zona analizada Fuente cartográfica: Memòria 2007 del Parc del Montnegre i el Corredor, Diputació de Barcelona. 1547 DAVID PAVÓN GAMERO Todo este panorama supone una gran presión que, desde la periferia, repercute en el interior del parque (frecuentación motorizada, actividades recreativas, urbanizaciones colindantes, infraestructuras,...). Asimismo se corre el riesgo que, cada vez más, el parque aparezca como una “isla naturalizada” circundada por unos espacios con transformaciones cada vez más intensas y con los que cada vez es más difícil establecer ejes de conectividad de carácter ecológico o paisajístico. Una muestra sintomática de esta presión desde la periferia al interior del parque son los datos que ofrece el mapa de sus cubiertas del suelo (AA.VV, 2001). Si en su interior la superficie urbanizada era del 1,3% (BOMBÍ, 2004: 17), en cambio, en la franja de 500 metros de ancho que rodea a la zona protegida esta superficie se incrementaba hasta el 8,3%, con un total de 578,1 hectáreas (BURRIEL, ESCOBAR et al., 2001: 145). Resiguiendo esta franja hay 20 urbanizaciones que limitan con el parque (GONZÁLEZ, LÓPEZ et al., 2005: 117). Otro dato no menos revelador que pone de manifiesto los contrastes entre el interior del espacio natural y su periferia es el ya aludido del poblamiento. Según la memoria anual del parque para 2007, en los 13 municipios que tienen parte de su término en la zona protegida, estaban empadronadas 212.205 personas (un 56,09% en Mataró). Pues bien, de este volumen de habitantes, solo 232 vivían de manera permanente en el perímetro del área protegida6. Dicho de otra manera, en el 39,24% del territorio de esos municipios sólo viven el 0,11% de sus habitantes mientras que el otro 99,89% se concentra en el resto de sus términos (el 60,76% del territorio). 2.1. Las cuencas litorales del Maresme como ejes de conectividad potencial entre el parque natural y la costa mediterránea La transición entre los niveles culminantes del Montnegre-Corredor y las tierras bajas del litoral del Maresme se realiza mediante una serie de rieras de corto recorrido pero con una pendiente acusada. Se ha de tener en cuenta que entre la cota máxima del Montnegre (773 m.) y el mar solo media una longitud de 8 kms. en línea recta7. Esta serie de rieras, aunque pueden permanecer secas o con un caudal muy reducido buena parte del año, experimentan repentinas crecidas (rierades) sobre todo en situaciones sinópticas de finales del verano e inicios de otoño. Las rieras definen pequeñas cuencas fluviales que drenan las sierras del Montnegre-Corredor y sus contrafuertes secundarios perpendiculares a la costa. Algunos de ellos alcanzan la misma costa dibujando perfiles abruptos, con tramos de acantilados como los existentes entre Calella y Caldes d’Estrac. De entre las cuencas fluviales de las rieras del Maresme sobresale por su extensión la de Argentona, con 77,86 kms2, seguida a una distancia considerable por las de Sant Pol (o Vallalta), de 38,76 km2 y la de Pineda, de 16,89 km2. Estas últimas cifras se refieren al censo realizado por la guardería del parque para el año 2002. A los 232 habitantes permanentes se suman 217 temporales. 7 Es un desnivel que no se repite en casi ninguna otra franja costera de Catalunya, a excepción del Pirineo ampurdanés y de algunos de los relieves que flanquean el delta del Ebro por el norte (sierra de Vandellòs) y por el sur (sierra del Montsià). 6 1548 Revalorización del patrimonio fluvial y participación ciudadana en el parque natural del montnegre-corredor (Barcelona) Las cuencas fluviales del Maresme, centradas por sus rieras respectivas, definen unos ejes de continuidad territorial entre la llanura costera y la montaña interior, configurando unos valles perpendiculares al litoral que penetran hasta el núcleo del actual parque. Tanto es así que las cabeceras de algunas de estas cuencas fluviales se incluyen dentro del perímetro de las zonas protegidas. Pese a ello, la expansión urbanística de los núcleos de la comarca así como el hecho que buena parte de ellos presente un desglosado entre las localidades “de dalt” (de arriba) y “de mar” (marítimas) ha exacerbado la ocupación de las zonas inferiores de estas cuencas. Así, las zonas agrícolas, salvo en algunas excepciones, han quedado reducidas a la mínima expresión y las rieras han sido canalizadas, desapareciendo los ambientes naturales propios de estos entornos. Por consiguiente, cada vez resulta más complicado mantener una conectividad ecológica y paisajística entre los ámbitos forestales de las sierras y las llanuras costeras. La situación descrita es menos comprometida en las cuencas de las rieras de la vertiente del Vallès Oriental y de la Selva que desembocan en el río Tordera. En ellas los procesos de urbanización han sido más contenidos y la fragmentación de los hábitats no ha llegado a ser tan dramática. 3. EL VALLE DE LA RIERA DE PINEDA Y SU PATRIMONIO HIDRÁULICO En la vertiente del Maresme la cuenca perteneciente a la riera de Pineda es la que posee un mayor porcentaje de su superficie incluida en el ámbito del parque. Esta cuenca, como se ha dicho antes, es la tercera más extensa de la comarca; de los 12 kms. de longitud del curso principal, 9 se incluyen en el perímetro protegido. Los otros 3 kms. se corresponden con el recorrido de la riera por la llanura litoral; de ellos, en dos predominan los usos agrícolas y, en el último, hasta la desembocadura, los usos del suelo son fundamentalmente periurbanos. En definitiva, la riera describe un valle en el que todavía es posible apreciar una conectividad ecológica y paisajística inexistente en otras cuencas vecinas. A esto ha contribuido el hecho que, a diferencia de otras zonas de la comarca, en esta cuenca no se ha producido la duplicidad entre los núcleos marítimos y los interiores o “de dalt”. Por tanto, los procesos de urbanización se restringen, casi por completo, al último kilómetro. La preservación de este espacio, con buena parte de sus atributos naturales y culturales, y su continuidad entre el ámbito montañoso del parque y la llanura litoral ha favorecido el hecho que hoy día sea una de las principales entradas del parque, si se accede desde los municipios costeros del Maresme. La riera define un corredor ecológico-paisajístico entre los dos sectores con algunos tramos conservados de vegetación de ribera así como especies representativas de los cursos fluviales mediterráneos intermitentes que sufren períodos secos, habitualmente en suelos silíceos, arenosos, permeables y con humedad suficiente. Nos referimos a las comunidades de sauzgatillo o “aloc” (Vitex agnus-castus), un arbusto caducifolio que pertenece a la familia de las verbenáceas; puede alcanzar hasta los seis metros de altura, aunque normalmente oscila entre uno y tres. Además de sus atractivos naturales y de las explotaciones agrícolas especializadas en cultivos de la huerta que se mantienen en el llano, el valle de la riera de Pineda 1549 DAVID PAVÓN GAMERO reúne muestras de patrimonio arquitectónico e histórico diverso, en parte relacionado con antiguos aprovechamientos hídráulicos hoy desaparecidos o substituidos por el bombeo de las aguas freáticas. El más antiguo, todo un referente para este territorio, es el acueducto romano de Can Cua (s. I-II d.C.), como pieza integrante de una canalización mucho más larga destinada a abastecer de agua el consumo humano y la agricultura del valle. Los vestigios que han perdurado hasta el presente son 4 de los arcos que comprendían la construcción (más un quinto) y que salvaban dos de las torrenteras de su trazado (fotos 1 y 2). Se ha de aclarar que la mayor parte de la canalización discurría soterrada, por mina, hasta una antigua villa romana (Can Roig) situada sobre un promontorio próximo a la localidad de Pineda de Mar. El acueducto romano de Can Cua es uno de los dos de carácter rural más sobresalientes que hoy día se emplazan en Catalunya (sin considerar el monumental de “les Ferreres”, en Tarragona). Foto 1: Acueducto romano de Can Cua, Foto 2: Limpieza del entorno del quinto arco con sus cuatro arcos; siglos I-II dC (año 2002). del acueducto romano en el paraje de la Font del Ferro (marzo de 2008). Otros elementos del patrimonio hidráulico que se encuentran a lo largo de la cuenca y que denotan la proliferación histórica de los aprovechamientos de agua son una retahíla de molinos harineros, con el sistema de diques de derivación y canalizaciones complementario. La aparición de estos molinos, sobre todo a lo largo de la edad media, iría ligada a la cesión otorgada, mediante contratos enfitéuticos, por parte del poder feudal (en nuestro caso el vizcondado de Cabrera) a particulares. A través de estos contratos el molino podía ser arrendado a perpetuidad pero el propietario mantiene el dominio directo y cobra un canon anual a quién le hace la concesión. Si consideramos el curso de la riera desde su nacimiento hasta su desembocadura se pueden encontrar los testimonios, en diferente grado de conservación de, como mínimo, 10 molinos (ver tabla nº1). Todos estos molinos, excepto el último, se incluyen en el municipio de Tordera y dentro de los límites del parque. La proliferación de estos artefactos, en relación a les dimensiones modestas de la riera, la convierte en un curso con un aprovechamiento muy marcado. Si se distribuyese regularmente cada molino a lo largo del recorrido, encontraríamos uno de ellos con una separación de poco más de un kilómetro. No obstante, todos ellos excepto uno (el de Sant Jaume), se sitúan en el curso medio de la riera y muy cerca de su cauce. 1550 Revalorización del patrimonio fluvial y participación ciudadana en el parque natural del montnegre-corredor (Barcelona) Tabla 1: Datación y estado de conservación de los molinos del valle de la riera de Pineda Molino Estado de conservación Datación Punto kilométrico de la riera Altitud (en m.) del Salt la balsa s. XVIII-XIX? 2,9 210 de Can Mas vestigios s. XVIII-XIX? 3,6 125 de les Nogueres o de Can Pallofa parcialmente en ruinas s. XV-XVI 5,0 80 de Can Buc de les Nogueres rehabilitado s. XIX (1803) 5,25 75 de Can Cornei rehabilitado s. XV-XVI 5,6 70 de Can Bofí en ruinas s. XV 6,1 55 de Can Bert edificio reformado s. XV-XVI? 6,5 50 de Can Marquès rehabilitado s. XIV-XV 6,9 45 de Can Baubeta restos de la balsa s. XIV 7,1 40 de Sant Jaume o de edificio reformado Can Castellar s. XI 8,2 (situado a 300 m. del cauce) 35 de Montpalau* s. XI ? - desaparecido *Podría tratarse del mismo que el de Can Marquès FUENTE: elaboración propia y a partir de los datos de: Bou, J. i Vellvehí, J., Molrà el gra. Els molins de la baixa Tordera, Argentona (Barcelona): La Comarcal Edicions, 2003. En el valle de la riera todos los molinos tienen edificaciones independientes respecto de sus masías, algunos son de planta baja y otros de planta baja y primer piso (vivienda del molinero). Para regularizar y garantizar los caudales de la molturación, la mayoría disponen de una balsa para el almacenamiento de agua. De estos molinos se tiene constancia documental, como mínimo, desde el siglo XI; el último en establecerse es en 1803. En la actualidad, el estado de conservación de los molinos es diverso, desde aquellos en que tan solo restan vestigios, a los rehabilitados (ver tabla nº1). Desgraciadamente no se conserva completo el sistema de molienda de ninguno de ellos; por tanto, ninguno de ellos funciona. Sobre su fecha de abandono es probable que se produjese a finales del XIX o inicios del XX. A partir de las estadísticas confeccionadas para el antiguo término de Hortsavinyà, en 1909, se sabe que entonces sólo continúan en uso 2 molinos harineros y en ellos se especifica que “casi no funcionan”. Otros elementos patrimoniales del valle lo constituyen sus masías, diversas torres de defensa, ermitas, algunas fuentes y las ruinas del panorámico castillo de Montpalau, mirador privilegiado de este sector de la comarca. 1551 DAVID PAVÓN GAMERO 4. PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y REVALORIZACIÓN DEL PATRIMONIO EN EL VALLE DE LA RIERA DE PINEDA El corredor agro-forestal definido por el valle de la riera de Pineda actúa como zona de transición entre el llano litoral del Maresme, por un lado, y el sector interior montañoso incluido en el parque natural del Montnegre-Corredor, por otro. Ante la posibilidad que este corredor pudiese entrar en un proceso de urbanización parcial irreversible, en el año 2001 se constituye una asociación con entidad jurídica propia para intentar reconducir esta situación. Esto es así por el hecho que la zona del valle más próxima al litoral, desde 1992, tiene clasificada una parte de su territorio como suelo urbanizable no programado; concretamente, 27 hectáreas. A esta motivación se añadía la concienciación sobre la degradación progresiva del entorno, del patrimonio histórico y del abandono de las actividades agrícolas. A parte de la reivindicación por la salvaguarda en el conjunto del espacio y de su mantenimiento al margen de los procesos de expansión urbana, la asociación se ha marcado como uno de sus objetivos la puesta en valor de su patrimonio histórico. De esta manera, con la aportación del voluntariado, se han arrancado diversas campañas para la recuperación de algunos de los elementos más representativos de ese patrimonio. Las intervenciones se han centrado, sobre todo, en un sector que, por su ubicación y por las muestras patrimoniales que reúne, adquiere un alto valor estratégico, tanto desde la perspectiva del parque natural como en el conjunto del corredor agro-forestal del valle. Este sector no es otro que el paraje de Sant Pere de Riu, antiguo municipio de poblamiento rural disperso, centrado por su iglesia románica, hoy perteneciente al término de Tordera. Sant Pere de Riu se emplaza en el punto de contacto entre las derivaciones de la sierra del Montnegre y el llano litoral. Su terreno montañoso y forestal actúa como antesala del parque y es uno de sus principales accesos, donde convergen diversas pistas y caminos. En la parte más deprimida del valle, alrededor de la pista principal y cerca de la riera de Pineda se concentran, diversos bienes patrimoniales, básicamente de carácter hidráulico, como un molino harinero, parte del acueducto romano, una fuente, además de un horno de cal. Todos estos elementos se encontraban, hasta su intervención, en un estado de preservación tan lamentable como amenazado, su abandono se remontaba a un siglo, como mínimo. A esta circunstancia se agregaba el hecho que su emplazamiento coincidía con el inicio de la zona protegida por el plan especial del parque natural. Los visitantes que accedían al parque por este sector sólo apreciaban, en el mejor de los casos, unos vestigios inconexos cubiertos de tierra y de vegetación. 4.1. La restauración del molino harinero de Can Marquès Ante la falta de intervención tanto de la administración pública como de la propiedad privada y de los particulares, la asociación comienza las primeras actuaciones en el año 2002. Esto será posible, inicialmente, gracias a un premio recibido por la fundación Ford tras presentarse una propuesta para la restauración del patrimonio. De esta manera y, a partir del trabajo voluntario tanto de miembros de la asociación como de otros colaboradores, se procede a la restauración del molino medieval de Can Mar1552 Revalorización del patrimonio fluvial y participación ciudadana en el parque natural del montnegre-corredor (Barcelona) quès, entre 2002 y 2003 (fotos 3 y 4). Este molino se cita ya, como mínimo, en 1505, cuando consta en una cabrevación de la Casa de Cabrera. Es un edificio modesto, de planta baja rectangular y con tejado a una única vertiente. Lo complementa una balsa con cubo y contrafuertes todavía bien visibles. El molino se alzó aprovechando la pared de la balsa en la zona del cubo. Desde la segunda mitad del XIX hasta el 2002 el edificio sufrió un proceso de degradación progresiva hasta su práctica desaparición. Se hundió el tejado, parte de les paredes y la puerta de entrada. Además, había quedado cegado el paso subterráneo de aguas. Todos estos elementos se han reconstruido intentando respetar la construcción original; se ha dignificado la fachada de tal manera que es posible apreciar el obrador desde el exterior del edificio. Se ha instalado un plafón informativo en su interior y una placa que describe el mecanismo de la molienda, en la entrada. Foto 3: Molino harinero de Can Marquès antes de su restauración (año 2001) Foto 4: Molino harinero de Can Marquès después de su restauración (mayo de 2009) Para proceder a la restauración de este patrimonio se firmó un acuerdo de colaboración entre la propiedad privada de la finca forestal de Can Marquès y la asociación. Mediante este acuerdo, a cambio de su restauración, se cede a la asociación el uso público del recinto del molino, en principio, por un período de 15 años. De manera complementaria, por el hecho que este elemento se emplaza en el perímetro del parque, se ha contado con el apoyo puntual de su equipo de gestión y de una subvención concedida por el área de Espacios Naturales de la Diputación de Barcelona. Desde ese momento el molino ha pasado a incorporarse, como parte de circuitos didácticos, en programas de créditos de síntesis de diversos institutos de educación secundaria de la zona. El propio parque ha utilizado el molino, de momento circunstancialmente, para realizar funciones informativas en el acceso del parque. 4.2. La recuperación del paraje de la Font del Ferro. Los resultados satisfactorios de esta primera intervención conducen, en el año 2007, a una segunda actuación muy próxima y que se centrará en la recuperación de una fuente (Font del Ferro), de un arco del acueducto romano, en la creación de una 1553 DAVID PAVÓN GAMERO balsa para anfibios y en la construcción de un puente. El paraje de la Font del Ferro (Fuente de Hierro), del mismo modo que sucedía con el molino de Can Marquès se encontraba en un estado de pésimo abandono. Este espacio estaba dominado por los zarzales y había quedado parcialmente desfigurado desde el momento en que la apertura del trazado de la autopista C-32 (tramo Mataró-Palafolls), en el año 1994, cambia el perfil del relieve y sepulta la antigua fuente. El arco romano del acueducto era prácticamente inaccesible y se habían producido vertidos de residuos. Foto 5: Inicio de la reconstrucción de la Font del Ferro (enero de 2008). Foto 6: Finalización de la reconstrucción de la Font del Ferro (marzo de 2008). Foto 7: Habilitación de una balsa para anfibios (marzo de 2008) Foto 8: Estado de la balsa para anfibios (mayo de 2009) La intervención, en esta segunda ocasión, se ha centrado en la limpieza del paraje, con la retirada tanto de los zarzales como de los residuos urbanos que imperaban. En su lugar se han plantado especies de ribera y se ha levantado un nuevo paramento para la fuente en un lugar más adecuado. Este paramento reproduce, en piedra, el arco romano del acueducto. Con las aguas circulantes de la fuente se ha abierto una conducción subterránea que las dirige a una pequeña balsa para anfibios, también de nueva creación. Desde esta balsa, las aguas sobrantes vierten en un torrente próximo que es, precisamente, el que salvaba el arco del acueducto romano que ha llegado a 1554 Revalorización del patrimonio fluvial y participación ciudadana en el parque natural del montnegre-corredor (Barcelona) nuestros días. En cuanto al arco romano, se ha retirado la vegetación que lo cubría y se ha abierto una escalera próxima para visitarlo desde la base. Pese a ello se está a la espera de conseguir una intervención arqueológica cualificada para su restauración constructiva completa. Mientras tanto, con la ayuda de otra entidad, se ha erigido un puente peatonal de madera para evitar que los visitantes y excursionistas atravesasen el torrente por la solera del arco romano. La suma de estas mejoras, ha permitido la recuperación de un entorno especialmente atractivo al visitante, desde la primavera hasta inicios de otoño. En esta ocasión, se ha contado con el apoyo de la Obra Social de la Caixa. 4.3. La reconstrucción del horno de cal de Can Marquès Una tercera intervención efectuada hasta el momento en el mismo sector ha sido la del antiguo horno de cal o calera de Can Marquès, ubicado en el margen derecho de la riera de Pineda (fotos 9 y 10). Su reconstrucción se inicia a finales del 2008 y, en el instante del cierre de esta comunicación, se encuentra muy avanzada. La calera, de la cual hasta el momento desconocemos referencias documentales, por el aspecto que ofrecía y por algunos testimonios orales, llevaba abandonada por lo menos un siglo. Para su funcionamiento se aprovechaba parte de los afloramientos de roca calcárea próximos al horno. Su aspecto era irreconocible y amenazaba ruina absoluta de manera inminente. La reconstrucción ha permitido recuperar la totalidad de su estructura tronco-cónica hasta su coronación así como su entrada primitiva de arco rebajado. Además se han alzado dos contrafuertes, se ha excavado hasta la base del horno y una escala permite visitar la parte superior. Foto 9: Horno de cal de Can Marquès al inicio de su restauración (noviembre de 2008) Foto 10: Estado de la restauración del horno de cal de Can Marquès en mayo de 2009. Las tres intervenciones descritas no distan más de 200 metros entre sí y todas ellas se localizan alrededor de la entrada de la zona protegida por este sector. Como colofón a las intervenciones descritas, el parque ha regularizado un aparcamiento de tierra para cinco plazas en substitución del anterior, que no disponía de ordenación. 1555 DAVID PAVÓN GAMERO 4.4. La inclusión de los elementos patrimoniales en un itinerario pedestre señalizado y la vinculación con la ordenación urbanística Con la pretensión de dotar de coherencia y sentido a las actuaciones llevadas a cabo, en colaboración con el equipo técnico del parque, se ha definido un itinerario pedestre señalizado de unos 8 kms. y que, próximamente, unirá los principales elementos patrimoniales tanto de carácter hidráulico como de otras tipologías. Se prevé la instalación de alrededor de 10 plafones informativos de estos elementos así como la creación del correspondiente tríptico en diversos idiomas (ver mapa nº2). Ahora bien, con este itinerario se pretende otro objetivo añadido tanto o más relevante que los anteriores y que es el de reforzar la salvaguarda del valle de la riera de Pineda como zona de transición agro-forestal entre el sector montañoso incluido en el parque, por un lado, y la fachada litoral del Maresme, por otro. En efecto, este itinerario de carácter circular tendrá su origen y final en el núcleo urbano de Pineda de Mar. El recorrido transitará por los dos márgenes del valle hasta penetrar en el interior del parque por una senda que permitirá la visita, entre otros, de los elementos restaurados. De ahí se ascenderá a la montaña de Montpalau (259 m.) coronada por las ruinas del castillo del mismo nombre y con unas vistas privilegiadas tanto de la zona montañosa incorporada al parque como de la llanura litoral. Por tanto, el trazado del itinerario se corresponde, justamente, con una de les principales cuencas litorales del Maresme referidas al inicio de la comunicación y que tienen un papel crucial para garantizar la conectividad paisajística y ecológica entre el parque y su periferia (en este caso, la fachada mediterránea del Maresme). El hecho que un itinerario de estas características sea reconocido por el parque y que fomente el conocimiento de sus elementos patrimoniales, tanto históricos como naturales, ha de reforzar la percepción, por parte de la ciudadanía, de estos espacios intermedios que actúan, desde un punto de vista funcional, como una zona de pre-parque. Además, garantizan una separación entre las áreas de interés natural, por un lado, y los sectores densamente urbanizados, por otro. El mantenimiento de las actividades agrarias es crucial para la vigencia de estos corredores agro-forestales. A su dimensión económica y social se añade la de tipo territorial y paisajístico. 1556 Revalorización del patrimonio fluvial y participación ciudadana en el parque natural del montnegre-corredor (Barcelona) Mapa 2: Propuesta de itinerario pedestre por el valle de la riera de Pineda Fuente cartográfica: Mapa excursionista “Montnegre-Corredor. Parc Natural”, E1:25.000, Editorial Alpina y Geoestel, S.A., 2003 Como paso previo a esta actuación, la asociación instaló unos primeros plafones, en 2005, que informan al usuario sobre el espacio geográfico del valle y de su patrimonio. Por otro lado se han promovido diversas campañas para la desclasificación del suelo urbanizable no programado (SUNP) que se concentra, en su totalidad (27 hectáreas), en el sector más próximo al litoral. Esta pretensión ha contado con el apoyo ciudadano de 3.000 firmas. Hasta el momento, se ha conseguido que el valle quede parcialmente protegido como suelo no urbanizable mediante el Plan Director Urbanístico del Sistema Costero (PDUSC) que fue aprobado por la Generalitat de Catalunya en 2005. Se ha permitido, así, la salvaguarda de una franja de 400 hectáreas forestales y agrícolas que se extienden entre el parque y un tramo de costa no urbanizado. A esto se ha añadido, a inicios de 2009, la desclasificación parcial, por parte del municipio de Pineda, de 11 hectáreas de SUNP (el 40% del total). Queda pendiente la desclasificación del 60% restante que, al igual que el sector anterior, está contemplada, como medida prioritaria, en la Agenda 21 que aprobó el ayuntamiento en 2005. Esta desclasificación sería vital para garantizar el mantenimiento del corredor y para reforzar 1557 DAVID PAVÓN GAMERO la gestión futura del espacio desde la óptica de un suelo al margen de las expectativas de urbanización. 5. CONSIDERACIONES FINALES La experiencia descrita pone de manifiesto las posibilidades de la recuperación de los elementos del patrimonio, particularmente del de tipo hidráulico, tomando como eje la participación y el voluntariado. Es un patrimonio de pequeño formato alejado de las grandes realizaciones y que, a menudo, pasa desapercibido sin recibir ningún tipo de atención, hasta caer en el abandono y el olvido. Se pierden así unos referentes que pueden contribuir a reforzar la valoración y la vivencia de los espacios por parte de la ciudadanía. Aunque de forma aislada y por su estado de conservación inicial se presuma que tienen una relevancia escasa, es una percepción que cambia radicalmente si se procede a su restauración. Una vez conseguida su recuperación es fundamental encontrar algún tipo de mecanismo que facilite el encaje del conjunto de bienes patrimoniales ya sea tomando como eje un territorio compartido o una temática que singularice, como mínimo, a parte de esos bienes. En el caso del ámbito geográfico analizado, se toma como ejemplo de ello una serie de bienes aparentemente aislados que, una vez puestos en juego, además de su rehabilitación, realzan el conjunto de una zona con rasgos comunes como es el valle de la riera de Pineda. De esta manera, ya no es sólo la recuperación de ese patrimonio lo que se persigue, sino ofrecer nuevos argumentos para la protección de la totalidad de ese espacio, de su entorno. Más aún si se entiende que cumple una función a escala superior como es, en este caso, el mantenimiento de un conector ecológico y paisajístico de tipo agro-forestal entre una zona montañosa protegida y la llanura litoral próxima. Desde el punto de vista temático, se confía que el itinerario propuesto dote de conexión los diversos elementos y que estimule la divulgación del papel del agua en este territorio tanto en el pasado como en el presente, ya sea mediante su patrimonio histórico, ya sea mediante el patrimonio natural que supone una riera mediterránea y su cuenca. 6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS AA.VV. (2007): Memòria 2007 del Parc del Montnegre i el Corredor, Servei de Parcs Naturals (Diputació de Barcelona) [http://www.diba.cat/parcsn]; documento en .pdf. BOMBÍ, A. (2004): “El Pla de seguiment del Montnegre i el Corredor: estat actual i línies d’actuació prioritàries”, en IV Trobada d’Estudiosos del Montnegre i el Corredor, Barcelona, Servei de Parcs Naturals (Diputació de Barcelona), pp. 15-18. BOU, J.; VELLVEHÍ, J. (2003): Molrà el gra. Els molins de la baixa Tordera, Argentona (Barcelona): La Comarcal Edicions. 1558 Revalorización del patrimonio fluvial y participación ciudadana en el parque natural del montnegre-corredor (Barcelona) BURRIEL, J.A. y ESCOBAR, A., POU, A. et al (2001), “Aplicació del mapa de cobertes del sòl i del mapa forestal de Catalunya a la gestió del Parc Natural del Montnegre i el Corredor”, en III Trobada d’Estudiosos del Montnegre i el Corredor, Barcelona, Servei de Parcs Naturals (Diputació de Barcelona), pp. 143-149. GONZÁLEZ, O., LÓPEZ, M. del Mar, MARTÍNEZ, V. y TALLÓN, A. L’urbanisme i el medi ambient al Parc del Montnegre i el Corredor, en Diagnosi ambiental al Parc del Montnegre i el Corredor, Barcelona: Diputació de Barcelona, 2003 p. 115-120 MARCH, E. y CORBERA, J. (2003): “Els alocs de les rieres del Maresme. Un projecte per al seu estudi i conservació”, en L’Atzavara, nº11, Mataró (Barcelona): Patronat Municipal de Cultura. Museu de Mataró. PRAT, F. (1936): L’aqüeducte romà de Pineda, Barcelona, Institut d’Estudis Catalans. Otros: Padrón municipal de habitantes. Cifras Oficiales. Recuentos de 2008. Establecimientos hoteleros, por tipo y categoría. Número y plazas (2006). Web del Instituto de Estadística de Catalunya [http://www.idescat.cat] Página web de la asociación: http://www.pangea.org/salvemlarieradepineda/ 1559