Conferencia Internacional del Trabajo 78.a reunión 1991 Informe especial del Director General concerniente a la aplicación de la Declaración sobre la Acción contra el «apartheid» en Sudafrica Oficina Internacional del Trabajo Ginebra ISBN 92-2-307534-3 ISSN 0251-3226 Primera edición 1991 Las denominaciones empleadas, en concordancia con la práctica seguida en las Naciones Unidas, y la forma en que aparecen presentados los datos en las publicaciones de la OIT no implican juicio alguno por parte de la Oficina Internacional del Trabajo sobre la condición jurídica de ninguno de los países, zonas o territorios citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras. Las referencias a firmas o a procesos o productos comerciales no implican aprobación alguna por la Oficina Internacional del Trabajo, y el hecho de que no se mencionen firmas o procesos o productos comerciales no implica desaprobación alguna. Las publicaciones de la OIT pueden obtenerse en las principales librerías o en oficinas locales de la OIT en muchos países o pidiéndolas a: Publicaciones de la OIT, Oficina Internacional del Trabajo, CH-1211 Ginebra 22, Suiza, que también puede enviar a quienes lo soliciten un catálogo o una lista de nuevas publicaciones. Impreso en Suiza PCL INDICE Páginas INTRODUCCIÓN Acontecimientos recientes en las esferas laboral y social en Sudafrica Situación económica Antecedentes económicos y sociales Sanciones y desinversión Acontecimientos en el ámbito laboral Sindicatos Los sindicatos y la política social Discriminación racial en la industria Conflictos laborales y huelgas Represión sindical Ley modificatoria de la ley sobre relaciones de trabajo y otras normas laborales Seguridad y salud en el trabajo Empleadores Migraciones Salarios y negociación colectiva Cuestiones de mano de obra, empleo y formación CAPÍTULO II : Informaciones suministradas por los gobiernos y las organizaciones de empleadores y de trabajadores sobre las medidas tomadas contra el apartheid Acción de los gobiernos Acción de las organizaciones de empleadores Acción de las organizaciones de trabajadores 1 CAPÍTULO PRIMERO: III: Acción internacional contrai el apartheid Acción de la OIT Acción dentro del marco de las Naciones Unidas y de otras organizaciones intergubernamentales CAPÍTULO 3 5 5 8 11 11 18 19 21 25 26 27 31 34 35 40 44 45 75 80 Ill Ill 123 LISTA DE ABREVIATURAS DE USO FRECUENTE AALC ACNUR AMCHAM ANC AWB BAMCWU BCAWU BCM BCWUSA BDWA BIRF CAWU CCAWUSA CCE CDF CE CEPA CES CFA CIOSL CMBU CMOPE CMU COM COMRO COSATU CSS CTUC CWIU DBSA ECOSOC FAWU FIET Fondo AFRICA FSM GANUPT Centro Africano-Americano del Trabajo Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados Cámara de Comercio Estadounidense de Sudafrica Congreso Nacional Africano de Sudafrica Movimiento de Resistencia Afrikaner Sindicato de Trabajadores Negros de la Minería, la Construcción y Afines Sindicato de Trabajadores de la Edificación y la Construcción y Afines Movimiento Pro Conciencia Negra Sindicato Sudafricano de Personal de Limpieza Asociación de Personal Doméstico Negro Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento Sindicatos de Trabajadores de la Construcción y Afines Sindicato de Trabajadores de Concesionarios de Comedores de Empresa y Afines Comisión de las Comunidades Europeas Conferencia en Pro de un Futuro Democrático Comunidad Europea Comisión Económica para Africa Confederación Europea de Sindicatos Comisión Administrativa Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres Confederación de Sindicatos Metalúrgicos y de la Construcción Confederación Mundial de Organizaciones de Profesionales de la Enseñanza • Consejo de Sindicatos Mineros Cámara de Minas Organismo de Investigación de la Cámara de Minas Congreso de Sindicatos de Sudafrica Servicio Central de Estadísticas Consejo Sindical de la Commonwealth Sindicato de Trabajadores de la Industria Química Banco de Desarrollo del Africa Austral Consejo Económico y Social Sindicato de Trabajadores de la Alimentación y Afines Federación Internacional de Empleados, Técnicos y Profesionales Fondo de Acción para Resistir la Invasión, el Colonialismo y el Apartheid Federación Sindical Mundial Grupo de Asistencia de las Naciones Unidas para el Período de Transición VI HSRC IPM JCI LEA MDM MWU NACTU NAFCOC NEHAWU NEUSA NMC NUF NUM NUMSA NUNW NUWCC OATUU OMS OUA PAC PNUD POTWA PPWAWU PTA PWV SABTA SACCAWU SACCOLA SACOB SACOL SACTU SACTWU SACWU SADCC SADTU SAIRR SALC SARHWU SATEP SATS SATUCC SBDC SEAWU Informe especial sobre el apartheid Consejo Sudafricano de Investigaciones sobre Ciencias Humanas Instituto de Administración de Personal Johannesburg Consolidated Investment Liga de Estados Arabes Movimiento Popular Democrático Sindicato de Trabajadores Mineros Consejo Nacional de Sindicatos Federación Nacional de Cámaras de Comercio Africanas Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Sanidad y Afines Sindicato Nacional de la Educación de Sudafrica Comisión Nacional de Mano de Obra Sindicato Nacional de Trabajadores Agrícolas Sindicato Nacional de Mineros Sindicato Nacional de Trabajadores Metalúrgicos de Sudafrica Sindicato Nacional de Trabajadores de Namibia Comisión Coordinadora Nacional de los Trabajadores Desempleados Organización para la Unidad Sindical Africana Organización Mundial de la Salud Organización de la Unidad Africana Congreso Panafricano de Azania Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Asociación de Trabajadores de Correos y Telecomunicaciones Sindicato de Trabajadores de las Industrias del Papel, Artes Gráficas, Madera y Afines Zona de Comercio Preferencial para los Estados de Africa Oriental y Meridional Pretoria Witwatersrand Vereeniging Asociación de Taxistas Negros de Sudafrica Sindicato Sudafricano de Trabajadores del Comercio, Restauración y Actividades Afines Comisión Consultiva de los Empleadores de Sudafrica sobre Cuestiones Laborales Cámara de Comercio Sudafricana Confederación Sudafricana del Trabajo Congreso Sudafricano de Sindicatos Sindicato Sudafricano de Trabajadores de la Industria Textil y de la Confección Sindicato Sudafricano de Trabajadores de la Industria Química Conferencia de Coordinación del Desarrollo del Africa Meridional Sindicato Democrático Sudafricano de Personal Docente Instituto Sudafricano de Relaciones Raciales Comisión de Trabajo de Africa Austral Sindicato Sudafricano de Trabajadores de Puertos y Ferrocarriles Equipo de Africa Meridional para la Promoción del Empleo Servicios Sudafricanos de Transporte Consejo de Coordinación Sindical de Africa Austral Instituto para el Desarrollo de la Pequeña Empresa Sindicato de Trabajadores de la Siderurgia, las Industrias Mecánicas y Afines Lista de abreviaturas SEIFSA SPI SWAPO TAWU TGWU UDF UITA UNCTAD UNCTC UNESCO UNETPSA UWUSA VII Federación de Industrias del Acero e Industrias Mecánicas de Sudafrica Secretariados Profesionales Internacionales Organización de los Pueblos del Sudoeste de Africa Sindicato de Trabajadores del Transporte y Afines Sindicato de Trabajadores del Transporte y de Otros Trabajadores Frente Democrático Unido Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación y Afines Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo Centro de las Naciones Unidas sobre Empresas Transnacionales Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura Programa de las Naciones Unidas de Enseñanza y Capacitación para el Africa Meridional Sindicato de Trabajadores Unidos de Sudafrica INTRODUCCIÓN El presente Informe especial se somete a la Conferencia en cumplimiento del párrafo 5 de la Declaración actualizada sobre la Acción contra el Apartheid en Sudafrica ', adoptada por la Conferencia en 1988. Este es el 27.° Informe especial sobre el particular presentado a la Conferencia por el Director General desde 1964. Para compilar este informe, la Oficina Internacional del Trabajo ha recurrido a una amplia gama de fuentes utilizadas en su estudio sobre las consecuencias del apartheid en las esferas laboral y social en Sudafrica. Esta documentación está a disposición de quienes deseen consultarla en la Oficina Internacional del Trabajo. Siguiendo la práctica establecida en informes anteriores, en el capítulo primero se examinan los acontecimientos recientes registrados en las esferas laboral y social en Sudafrica. En el capítulo II se hace un análisis de las informaciones facilitadas por los gobiernos y las organizaciones de empleadores y de trabajadores sobre las medidas tomadas contra el apartheid en cumplimiento del apartado a) del párrafo 5 de la Declaración, y se tienen en cuenta las recomendaciones formuladas en las conclusiones adoptadas por la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid en 1990. De conformidad con el apartado b) del párrafo 5 de la Declaración, el Comité sobre Discriminación examinará dichas informaciones en el curso de la 250.a reunión del Consejo de Administración (mayo de 1991). Las respuestas también fueron examinadas por el Grupo de expertos independientes encargados de supervisar y controlar la aplicación de las sanciones y otras medidas contra elbapartheid, cuyo informe había de someterse al Comité sobre Discriminación del Consejo de Administración en mayo de 1991. Este informe se presentará por separado a la Comisión de la Conferencia sobre la Acción contra el Apartheid. En el capítulo III se examina la acción internacional contra el apartheid, incluidas las medidas adoptadas por la OIT de conformidad con el párrafo 6 de la Declaración y las conclusiones que contiene el informe de la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid, adoptado en la 77.a reunión (1990) de la Conferencia Internacional del Trabajo. Además, habida cuenta de las peticiones formuladas en la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid, este capítulo incluye un resumen de las medidas adoptadas en el marco de las Naciones Unidas y de otras organizaciones intergubernamentales. 1 El Consejo de Administración decidió en su 248.a reunión (febrero-marzo de 1991) inscribir en el orden del día de la 78.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo (1991) un punto relativo a la revisión, en la Declaración sobre la Acción contra el Apartheid en Sudafrica y Namibia, con objeto de suprimir en el título y en el texto de la misma todas las referencias a Namibia hechas antes de que este país accediese a la independencia, el 21 de marzo de 1990. 2 Informe especial sobre el apartheid Con el fin de recopilar información para el presente Informe especial sobre las medidas adoptadas a nivel internacional contra el apartheid, la OIT consultó con las Naciones Unidas y con sus organismos especializados, la Organización de la Unidad Africana (OUA) y los movimientos nacionales de liberación reconocidos por esa organización, la Liga de los Estados Arabes, el Fondo Internacional de Defensa y Ayuda, la Comisión de los Estados Unidos para África, la Comisión de los Países Bajos para el Africa Austral, los movimientos contra el apartheid del Reino Unido, Trans-Africa (Washington) y la Oficina sobre Africa, de Washington. La información recibida de los organismos que respondieron a estas peticiones también se incluye en el presente capítulo. CAPITULO PRIMERO ACONTECIMIENTOS RECIENTES EN LAS ESFERAS LABORAL Y SOCIAL EN SUDAFRICA El presente informe se refiere casi exclusivamente a los acontecimientos que se produjeron en 1990 en relación con el apartheid y a sus repercusiones en el terreno laboral. Sin duda, 1990 fue un año de extraordinaria importancia para todos aquellos que, tanto dentro como fuera de la OIT, y en especial en Sudafrica, luchan por la erradicación del régimen del apartheid. Estos acontecimientos se preveían ya en cierto modo cuando se presentó el Informe especial del año pasado. En el curso de su 77.a reunión (junio de 1990), la Conferencia Internacional del Trabajo fue informada acerca de las medidas adoptadas para cambiar la situación existente y de las nuevas posibilidades que se ofrecían a quienes se esforzaban por poner fin al apartheid. Una prueba de tales cambios podía apreciarse ya en la alocución pronunciada por el vicepresidente del Congreso Nacional Africano (ANC), Nelson Mandela, ante la 77.a reunión de la Conferencia. Cabe recordar que cuando la OIT adoptó su Declaración referente a la política de apartheid de la República Sudafricana, en 1964, Nelson Mandela se hallaba ya encarcelado. De ahí que su reconocimiento del papel desempeñado por la OIT en la campaña internacional para poner fin al apartheid fuera tanto más conmovedor, como también lo fue el ánimo que infundió para que prosiguiera el proceso — que se inició con su excarcelamiento a principios de año — encaminado a conseguir una sociedad justa y libre de la que se beneficien todos los sudafricanos. El ulterior debate en la reunión de la Conferencia demostró la importancia de que la OIT prosiguiera sus actividades, de común acuerdo con el resto de la comunidad internacional. Asimismo, puso de relieve la determinación de la Organización a utilizar todos los medios a su alcance para llevar este proceso a buen puerto. En numerosos aspectos, el año considerado ha sido decisivo por lo que respecta al apartheid. El Gobierno sudafricano anuló numerosas medidas que se consideraban fundamentales para el mantenimiento del régimen, además de prometer que se adoptarían otras más en el curso del presente año. Se han dado pasos importantes con el fin de cumplir las instrucciones señaladas por la Asamblea General de las Naciones Unidas para reexaminar la nueva postura que conviene adoptar con respecto al régimen. También se han registrado cambios en la esfera de la legislación del trabajo. Esta evolución no hace sino confirmar lo que ya se indicaba en el Informe especial del año pasado : el margen de aplicación del apartheid está disminuyendo de manera evidente. Ahora bien, todavía no se ha abolido el apartheid. Muchas de sus características subsisten y aún queda mucho por hacer para luchar contra sus consecuencias — y no digamos para superarlas —. En primer lugar, incluso si el apartheid aparece como un sistema de segregación racial reglamentado, el mismo existe 4 Informe especial sobre el apartheid además en virtud de una Constitución que niega los derechos humanos elementales a una abrumadora mayoría de la población; por otra parte, como el país sigue dividido en distintas agrupaciones étnicas, son menores las posibilidades de que dicha mayoría disfrute de los beneficios del desarrollo económico y social. Pero el apartheid es aún más que eso, pues una segunda característica del régimen es la disponibilidad de todo un aparato hábilmente urdido de medidas represivas que se utilizan para garantizar su existencia. Por último, a lo largo de los años, la aplicación de ese conjunto de medidas represivas y raciales ha contribuido de manera notable al empobrecimiento de la población. Estas tres características del apartheid afectan, de una manera u otra, a los trabajadores y, por tanto, interesan a la OIT. Mientras subsistan, las mismas deben ser objeto no sólo de atención, sino también de ciertas medidas, como, por ejemplo, las que se indican claramente en el Programa de Acción contra el Apartheid, anexo a la Declaración actualizada sobre la Acción contra el Apartheid en Sudafrica, entre las cuales figura la aplicación de sanciones y de otras disposiciones conexas por parte de los constituyentes de la OIT. El grado en que la OIT puede desempeñar un papel efectivo respecto del apartheid tal como lo conocemos hoy es algo que depende no sólo del cometido de las otras partes que intervienen en el proceso de erradicación de tal régimen, ya sea en el plano internacional, regional o incluso local, sino también de que la Organización halle la forma de responder positivamente a los llamamientos que le hacen, dentro de las esferas de competencia que le son propias, quienes más necesitan su ayuda en la tarea de poner fin al apartheid y construir en su lugar un orden social justo y equitativo. En 1990 se dio ya un paso en esta dirección cuando la OIT respondió positivamente a la iniciativa de las principales organizaciones sindicales libres de Sudafrica con miras a conseguir un consenso sobre las medidas que debían tomarse para eliminar los aspectos inaceptables de la legislación laboral. Es de señalar que tal iniciativa recibió el respaldo explícito de Nelson Mandela en su discurso pronunciado ante la reunión del año pasado de la Conferencia, además de ser objeto de comentarios favorables por parte de los representantes de los sindicatos sudafricanos que intervinieron ante la Comisión de la Conferencia sobre la Acción contra el Apartheid. Otros elementos de esta esfera de interés de la OIT podrán ser objeto de ulterior consideración por parte de la Comisión de Investigación y de Conciliación en Materia de Libertad Sindical del Consejo de Administración, tras la autorización dada últimamente por el Gobierno sudafricano para que el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas remita a dicho órgano una queja formulada por el Congreso de Sindicatos de Sudafrica (COSATU) sobre la violación de los derechos sindicales. Desde hace ya algún tiempo, la OIT colabora con quienes tratan de eliminar el reprobable legado del apartheid y labora en pro de una Sudafrica sin apartheid mediante actividades de cooperación técnica en las esferas de competencia de la Oficina. Hasta el momento, esta labor se ha concentrado en la asistencia a quienes se han visto obligados a desarrollar sus actividades a partir de bases situadas fuera del territorio sudafricano. Ahora bien, el levantamiento en 1990 de las restricciones que pesaban sobre las organizaciones (incluidos los sindicatos y los movimientos de liberación nacional) ha provocado un aumento de las solicitudes de ayuda dentro del territorio sudafricano por parte de dichas organizacio- Acontecimientos recientes 5 nes. Naturalmente, se ha facilitado la ayuda solicitada siempre que ha sido posible, pero de tal forma que hasta el momento no ha requerido la presencia de funcionarios de la OIT en Sudafrica. En opinión del Director General, no es de prever una modificación de la política de la OIT al respecto hasta que se examine la cuestión en la Conferencia a la luz de los cambios que tienen lugar en Sudafrica. El Director General espera que este examen permita llegar a conclusiones claras acerca de la conveniencia de responder positivamente a tales peticiones. SITUACIÓN ECONÓMICA Antecedentes económicos y sociales En 1990, el PIB registró un descenso del 1 por ciento, mientras que el crecimiento demográfico se mantuvo en casi un 3 por ciento, lo que redujo aún más el PIB per capita, que venía disminuyendo sistemáticamente desde 1975. La situación económica se vio nuevamente afectada cuando, a fines de 1989, empezó un período de recesión, que provocó el despido de decenas de miles de trabajadores y agravó las dificultades económicas para sus familias. En 1990, la industria de la minería del oro anunció la necesidad de despedir a 20 000 trabajadores. Por otro lado, la Cámara de Minas (COM) declaró que, de no mantenerse el precio del oro a 420 dólares de los Estados Unidos la onza, habría que proceder al despido de 80 000 a 100 000 mineros en el curso de los próximos años debido a los bajos precios del oro en el mercado internacional, al empobrecimiento del mineral y al aumento de los costos. El Sindicato Nacional de Mineros (NUM) informó de la supresión de 32 000 puestos de trabajo para octubre de 1990, cifra ésta que superaba ampliamente el número de despidos previsto por la COM. Desde entonces, el grupo Gencor ha anunciado el despido de 10 000 trabajadores más. No obstante, el director ejecutivo de la COM refutó las predicciones de que la industria se hallaba en franco declive. Vaticinó que ésta mantendría su puesto de principal suministrador mundial de oro e incluso aumentaría su participación en el mercado. Asimismo, preveía que dicha industria seguiría siendo el principal suministrador de empleo del país. De acuerdo con estimaciones del Centro de Estudios de Geología Económica de la Universidad de Witwatersrand, quedan por extraer aún no menos de 40 000 toneladas de oro, es decir, casi igual cantidad que la extraída desde que se iniciaron las operaciones de extracción (42 000 toneladas) en 1886. La inflación, que superó el 14 por ciento en 1990, sigue siendo otro de los rasgos preocupantes de la situación económica del país. El gobernador del Banco de Reserva ha advertido a la industria y a los sindicatos que corren el riesgo de perder trabajo y puestos de trabajo si no se hacen serios esfuerzos por contener la inflación y proteger el valor del rand como divisa. Según dijo, dieciséis años de inflación de dos cifras, a una media anual del 13,7 por ciento, han producido un problema estructural que induce a los responsables de la economía a prever fuertes tendencias inflacionistas, y adviritió que, si siguen aumentando los precios, a los productores sudafricanos les será cada vez más difícil competir con los artículos importados, así como mantener su competitividad en los mercados exteriores. 6 Informe especial sobre el apartheid Según las previsiones, el excedente de la balanza de pagos sería ligeramente superior a 5 000 millones de rands. El Banco de Reserva consiguió refinanciar 4 500 millones de rands de la deuda externa, que se debían pagar a mediados de 1990, gracias al acuerdo alcanzado para el reescalonamiento de la deuda del país. Esta refinanciación contribuyó a reducir la carga del reembolso, que pasó de 6 600 millones de rands a 2 200 millones, suma ésta mucho más fácil de asumir. El Ministro de Finanzas anunció en septiembre de 1990 que la deuda externa total de Sudafrica era de 18 000 millones de dólares de los Estados Unidos, lo que representaba un 76 por ciento de los ingresos procedentes de las exportaciones. En 1985, cuando el Gobierno decretó la congelación de la deuda, ésta ascendía al 178 por ciento de las exportaciones. El economista jefe del Nedbank, Edward Osborn, ha calculado la deuda externa congelada de Sudafrica en 7 000 millones de dólares. Los reembolsos de capital en 1990 se estimaban en 1 600 millones de dólares, esperándose que los mismos asciendan a 2 000 millones en 1991 y a 2 600 millones en 1993. El valor de las exportaciones sudafricanas aumentó un 3 por ciento en 1990, mientras que las importaciones descendieron el 1,2 por ciento. Las exportaciones de productos industriales arrojaron resultados excelentes, registrándose un aumento del 66 por ciento en las exportaciones de vehículos y material de transporte, y del 28,7 por ciento en las ventas de maquinaria. Un equipo del FMI comunicó en junio de 1990 que se habían desmantelado considerablemente las restricciones efectivas sobre las oportunidades económicas para los no blancos (eufemismo del Fondo para referirse al apartheid). También indicó que el Gobierno estaba siguiendo estrechamente en su política económica los consejos del Fondo, y predijo que, si aumentase la afluencia de capital, cabía esperar un incremento del empleo de negros, así como de la producción y los salarios. Una de las condiciones establecidas por el FMI para la concesión de un préstamo a Sudafrica era que la suma prestada debía servir para mejorar la situación económica de la mayoría de los sudafricanos, conforme al requisito establecido en 1983 de que no deberían enviarse fondos del FMI a ningún país que practicase el apartheid. El gobernador del Banco de Reserva advirtió que, incluso si Sudafrica resolvía sus problemas políticos, tendría que adoptar, además, enérgicas medidas de reforma económica para obtener el capital extranjero que necesitaba. Un nuevo e importante problema al que había que hacer frente era el elevado costo de las inversiones necesarias para tratar de reparar el abandono en que se encontraban la educación, la vivienda y los servicios de salud y bienestar de la comunidad negra tras los largos años de apartheid y los numerosos decenios de segregación que lo habían precedido. La aceptación de que la reforma política debe ir acompañada de una reforma económica de cierta envergadura quedó demostrada por la decisión del Gobierno de asignar 2 000 millones de rands (800 millones de dólares de los Estados Unidos) a la mejora de la situación socioeconómica de la población sudafricana desfavorecida. Una tercera parte de dicha suma será cubierta con fondos procedentes del programa de privatización. Ahora bien, según la mayoría de las estimaciones, esa cifra es tan sólo una fracción de lo que se necesita para corregir el abandono y la discriminación mantenidos durante tantos años. La inmensidad de la tarea se ve agravada por el rápido crecimiento de la población negra. La población total sudafricana se estima- Acontecimientos recientes 7 ba en 1990 en 37,5 millones de habitantes, de los que el 75,3 por ciento eran negros, el 13,5 por ciento blancos, el 8,6 por ciento «de color» y el 2,6 por ciento asiáticos. Por consiguiente, con respecto a 1960, la proporción de negros ha crecido del 70,3 al 75,3 por ciento, la de blancos ha descendido del 17,9 al 13,5 por ciento, la llamada población de color se ha mantenido relativamente estable, pasando del 8,9 al 8,6 por ciento, y otro tanto ha sucedido con la población asiática, que ha pasado del 2,9 al 2,6 por ciento. El número de alumnos negros que cursan estudios primarios ha pasado de cerca de un millón en 1950 a más de siete millones en 1988. Ahora bien, la educación no es obligatoria en muchas zonas, por lo que, a diferencia de lo que sucede con los alumnos blancos, son numerosos los niños negros que no acaban la enseñanza primaria. Se ha registrado también un incremento importante del número de alumnos negros matriculados en la enseñanza secundaria, que pasó de 35 000 en 1955 a aproximadamente 1,66 millones en 1988. Pese a ello, sólo una minoría de los negros cursan estudios secundarios, sobre todo fuera de los «bantustanes», en los cuales la escolarización ha sido mínima. Además, los disturbios registrados en 1976-1977 y el boicoteo de las escuelas desorganizaron y perturbaron la enseñanza de toda una generación. En fecha más reciente se produjeron nuevas perturbaciones como consecuencia del clima de violencia sobrevenido en Natal y los barrios negros. Sólo el 2,5 por ciento de los adultos negros han terminado la enseñanza secundaria; de ellos, menos del 1 por ciento ocupan puestos directivos y el 60 por ciento están sin trabajo. En el 30 por ciento de los hogares no hay un solo libro ; en el 80 por ciento de los que tienen niños no hay electricidad, y sólo un 5 por ciento de los alumnos tienen su propio pupitre o mesa para estudiar. En la enseñanza secundaria sólo se puede dar cabida al 20 por ciento de los alumnos negros, a causa del limitado número de escuelas y profesores; en el 88 por ciento de las escuelas públicas sólo se imparte enseñanza primaria, y el 73 por ciento de todas las escuelas se hallan en explotaciones agrícolas y dependen del Departamento de Educación y Formación. Para conseguir un aumento apreciable de la escolarización de los negros habría que duplicar el número de maestros, alcanzando así la cifra de 475 000 para el año 2000. Entretanto, el presupuesto de educación ascendía en 1988-1989 (incluidos los gastos de capital) a 656 rands por alumno negro, frente a 2 882 rands por alumno blanco. Esta discrepancia se explica sólo en parte por los salarios mucho más altos que perciben los profesores blancos, pues, aun excluyendo esas diferencias salariales, la relación es de 280 a 1 300 rands entre alumno negro y alumno blanco. En cuanto a las cantidades gastadas en libros de texto y artículos de consumo, la relación era de 10 a 54 rands por alumno, respectivamente, en la provincia de Transvaal. La crisis de la vivienda entre la población negra es otro problema grave. El Ministro de Hacienda ha señalado que para el año 2000 habrán de construirse 1,2 millones de viviendas en las zonas urbanas. Para lograrlo deberán construirse al menos cuatro veces más viviendas al año de las que se construyen actualmente (de 70 000 a 80 000). Las cifras que da el Ministro son refutadas por la División de Tecnología de la Construcción del Consejo para la Investigación Científica e Industrial, que estima el déficit actual en unos dos millones de viviendas. Para el año 2000 se necesitará un total de 5,98 millones de alojamientos, lo que exige la construcción de unos 3,2 millones; en otras palabras, durante 8 Informe especial sobre el apartheid el presente decenio deberían construirse 320 000 nuevas viviendas al año. Investigadores de Markinor han calculado que en la actualidad están asentadas ilegalmente en torno a las áreas urbanas alrededor de 3,7 millones de personas. Para poder conseguir una hipoteca de 30 000 rands, el total de ingresos de la familia debe ascender a 2 112 rands al mes; ahora bien, según las cifras del Consejo, un 78 por ciento de las familias negras están viviendo a duras penas con unos ingresos inferiores a 800 rands al mes. Según indican las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Productividad (NPI), Sudafrica se está quedando muy a la zaga de sus competidores comerciales, e incluso comienza a verse superada por algunos de sus competidores africanos. El NPI señalaba que la productividad del capital había descendido un 32 por ciento desde 1970, mientras que la productividad laboral había aumentado un 26 por ciento. De acuerdo con tales cifras, el nivel general de productividad no aumentó en relación con el de hace veinte años. El director ejecutivo del NPI, Jan Visser, señaló que no era posible lograr un crecimiento económico razonable si no se mejoraba la productividad lo suficiente no sólo para satisfacer las necesidades del mercado interno, sino también para aumentar las exportaciones. Sanciones y desinversión Las sanciones internacionales contra Sudafrica se mantuvieron durante 1990, pese a la campaña del Gobierno para que se pusiera fin a las mismas en reconocimiento de la nueva política del Presidente De Klerk. Sólo el Reino Unido se desolidarizó de una declaración política adoptada por la Comunidad Europea que, si bien mostraba una actitud abierta frente a los nuevos acontecimientos registrados en Sudafrica, mantenía el programa de sanciones. De conformidad con esa actitud de apertura, los ministros de Asuntos Exteriores de la CE decidieron enviar a Sudafrica tres de sus representantes (de Irlanda, Francia e Italia) en una misión exploratoria, a fin de establecer contactos con todas las fuerzas políticas que participaban en las negociaciones e instarlas a que mantuvieran abiertas las vías del diálogo. Los Estados Unidos anunciaron que continuarían con su programa de sanciones, pese a dar el visto bueno a la visita a Washington del Presidente De Klerk. Un portavoz del Departamento de Estado, Warren Clark, afirmó que las sanciones económicas internacionales habían influido finalmente en la actitud de los dirigentes sudafricanos y que probablemente habían contribuido al anuncio hecho por el Presidente De Klerk de la adopción de reformas políticas radicales. Una delegación sueca que visitó Sudafrica recomendó que se atenuaran las sanciones adoptadas por su país, pero las autoridades no han dado curso a esta propuesta. El peso de las sanciones ha repercutido sin duda en la economía sudafricana. Según estimaciones del Trust Bank, desde 1985 se ha registrado una pérdida de divisas extranjeras de 16 000 millones de dólares de los Estados Unidos y una pérdida de producción equivalente a 32 000 millones. El PIB ha disminuido en 8 000 millones de dólares, y se han suprimido 500 000 puestos de trabajo. Pese al mantenimiento oficial de las sanciones, las exportaciones sudafricanas han seguido creciendo, salvo por lo que se refiere a los Estados Unidos y el Acontecimientos recientes 9 Canadá. En 1989, el valor de las exportaciones a Europa occidental aumentó un 37 por ciento, el de las exportaciones a Oceania un 58 por ciento, y el de las exportaciones a Asia un 27 por ciento. El incremento de las exportaciones a Africa fue de, más o menos, un 40 por ciento. Alemania siguió siendo el principal copartícipe comercial de Sudafrica, con un intercambio comercial de aproximadamente 12 700 millones de rands en 1990. El Reino Unido, cuyos intercambios con Sudafrica se elevaron a 11 000 millones de rands, fue el segundo copartícipe comercial en cuanto a importancia, tras haber sustituido al Japón. El monto del comercio de Sudafrica con el Japón fue de 8 600 millones de rands. La empresa que más afectada se vio por las sanciones fue la Iron and Steel Corporation (ISKOR). Hace unos años exportaba entre el 35 y el 40 por ciento de su producción. Si bien el mercado europeo resultaba ya difícil incluso antes de que se adoptaran las sanciones debido a sus propios excedentes de producción, la imposición de sanciones acabó con la competencia sudafricana ; pero el golpe más duro fue causado por el cierre del mercado de los Estados Unidos, especialmente lucrativo. Pese a los intentos por declarar un embargo sobre el carbón sudafricano, la situación existente en el mercado mundial permitió a los exportadores sudafricanos incrementar las ventas a fines de los años ochenta. Las exportaciones de carbón a Europa aumentaron un 7,2 por ciento en 1989, debido a la decisión francesa de seguir importando carbón, pese a la promesa hecha en 1986 de no renovar sus contratos de compra, y al aumento de las compras por parte de España. Según datos de la Comunidad Europea, los franceses compraron en 1989 un 9,7 por ciento más de carbón que en 1988. Se ha seguido violando el embargo sobre el petróleo decretado por las Naciones Unidas. Según el Shipping Research Bureau, organismo con sede en los Países Bajos, un total de 28 petroleros transportaron crudo a Sudafrica durante el período 1989-1990, efectuando algunos de ellos varios viajes a puertos sudafricanos. El Bureau enumera los 28 petroleros que transportaron crudo a Sudafrica en 1989 y 1990. Se repite en la lista el nombre de algunos buques; así, se mencionan cuatro veces el Akli, de 232 699 toneladas; el Pacíficos, de 268 467 tone ladas, y el Batís, de 155 089 toneladas. Además, se confirmaba la tendencia, observada a partir de 1987, por parte de compañías navieras con sede en Hong Kong, Grecia y Reino Unido, a ocupar el hueco que habían dejado los petroleros noruegos al interrumpir el transporte de crudo con destino a Sudafrica. La compañía World-Wide Shipping Group, con sede en Hong Kong, ocupa el primer puesto, con un total de 12 viajes, y cuatro compañías con sede en Grecia efectuaron 10 del total de 28 viajes. También destaca una compañía naviera austríaca, la Saarland Shipping Management GmbH, que llevó a cabo cuatro viajes durante el período 1989-1990. La mayoría de dichos buques zarparon de los Emiratos Arabes Unidos (12), Egipto (7) y Omán (3). Los restantes procedían de países desconocidos de la región de Oriente Medio y el Golfo Pérsico. Las compañías navieras noruegas siguen desempeñando un importante papel, pues la prohibición de transportar crudo no concierne a los barcos que transportan productos refinados de petróleo. A este respecto, el Bureau cita seis grupos noruegos: A/S Ocean/JPP Shipping y su socio Iver Bugge (que transportó fuel oil desde la Unión Soviética en 1988), Bulkhandling, V Ships Norway, Andreas Ugland/Ugland Management, Anders Jahre y Leif Hoegh and Co. También se cargaron productos refinados de petróleo en países de la cuenca mediterránea, 10 Informe especial sobre el apartheid Europa oriental, Europa sudoccidental, Africa oriental y, sobre todo, Europa noroccidental (casi siempre a través de Amsterdam). Los barcos no daban nunca cuenta de su verdadero destino (la mayoría indicaban «Gibraltar en espera de órdenes»). Unos 19 millones de galones de productos a base de petróleo fueron enviados desde los Estados Unidos, pese a la ley general contra el apartheid de 1986, que prohibe el envío a Sudafrica de crudo o productos refinados del petróleo. El Departamento de Comercio de los Estados Unidos señaló que la ley sólo se aplica a 49 de los cientos de los productos petrolíferos que existen. La falta de capital extranjero sigue constituyendo un importante obstáculo para el crecimiento. Los bancos extranjeros se mostraban más dispuestos a refinanciar los préstamos — a un alto precio para el Banco de Reserva de Sudafrica —, pero eran reacios a introducirse en el mercado sudafricano. Al parecer, esta actitud obedecía no tanto a la política de sanciones en vigor como a consideraciones financieras sobre la solvencia crediticia del país, los nubarrones que se cernían sobre su futuro político y las altas tasas de inflación. Seguían, pues, sin cumplirse las esperanzas de que el FMI reanudara la concesión de préstamos a Sudafrica. Se denegó un préstamo de 250 millones de rands, suma relativamente pequeña. No se ha obtenido ningún préstamo del FMI durante los últimos siete años. Sudafrica está muy interesada en conseguir un préstamo de este Fondo, aunque sólo sea a título nominal, con objeto de mejorar su imagen desde el punto de vista crediticio. En efecto, la concesión de tales préstamos constituiría un acicate para los bancos extranjeros, por ser un medio de atenuar temporalmente los déficit en las reservas. Se ha tratado de saber hasta qué punto las empresas extranjeras que habían retirado sus inversiones de Sudafrica o inversionistas nuevos estarían dispuestas a entrar de nuevo o por primera vez en el mercado sudafricano tras levantarse las sanciones. En un artículo aparecido en Development Policy Review, publicación del Instituto Británico de Desarrollo de Ultramar, se mostraba que muchas de las empresas del Reino Unido que habían retirado sus fondos del Africa meridional no estaban dispuestas a volver a esa zona. Y lo mismo cabe decir acerca de las compañías de los Estados Unidos, según Wayne Mitchell, director ejecutivo de la Cámara de Comercio Americana en Sudafrica, para quien muchas de las empresas que habían dejado el país lo habían hecho a causa de la atmósfera de tensión existente entre sus trabajadores y no estaban dispuestas a vivir de nuevo semejante situación. No obstante, seis de las empresas que habían retirado sus inversiones habían emprendido estudios de viabilidad para examinar las posibilidades de volver a instalarse en el país. Otras ocho empresas de los Estados Unidos — incluida la Upjohn Limited, que vendió su filial, Asgrow, a empresarios locales — retiraron sus inversiones en 1990. Ciento treinta empresas de los Estados Unidos que siguen trabajando en Sudafrica se mostraban reticentes acerca del resultado de los actuales acontecimientos políticos. En total, 343 empresas — 209 de los Estados Unidos, 84 del Reino Unido, 34 de Alemania y 16 del Canadá — han retirado sus inversiones de Sudafrica desde 1984. Las multinacionales de los Países Bajos se enfrentaron a nuevas presiones para que retirasen sus inversiones como consecuencia de un acuerdo entre el Sindicato de Trabajadores de la Industria Química de Sudafrica (CWIU) y el Sindicato Industriebond, de los Países Bajos, en el que se pedía que se concedieran a los trabajadores sudafricanos los mismos derechos que a sus colegas holán- Acontecim ien tos reden tes 11 deses en lo referente a las normas de salud y seguridad internacionalmente aceptadas, al derecho a negociar prestaciones parentales y de jubilación, y a la prohibición de despidos por razón de huelgas oficiales. Industriebond se encargó de presentar estas demandas a las multinacionales holandesas, tales como Royal Dutch Shell, Unilever y Philips. El debate sobre las sanciones se intensificó hacia fines de año, a medida que siguieron desarrollándose el comercio extranjero y las relaciones diplomáticas. El Gobierno sudafricano estableció relaciones comerciales y diplomáticas con Hungría, Polonia y Rumania, y el Ministro de Comercio, Kent Durr, encabezó una delegación enviada a la Unión Soviética en agosto. Alrededor de 33 empresas polacas organizaron una feria comercial en Pretoria, y el comercio de carbón entre los dos países aumentó. El Ministro de Asuntos Exteriores de Sudafrica y el Presidente checoslovaco, Vaclav Havel, se reunieron en noviembre y acordaron restablecer las relaciones diplomáticas a nivel consular, tras un lapso de veintisiete años. Dinamarca abrió una embajada, y Suecia decidió mantener su representación diplomática con una legación, sin elevar de momento ésta al rango de embajada. Una delegación soviética dirigida por el miembro del Consejo de Ministros Andrei Chernunkin negoció un acuerdo por valor de 300 millones de rands para la construcción por Sudafrica de viviendas de bajo costo en la RSS de Bielorrusia y la RSS de Ucrania como parte del proyecto de reasentamiento de Chernobil. Esos 300 millones de rands se pagarán por medio de créditos y operaciones de trueque. La delegación soviética se reunió con el ANC y el Partido Comunista Sudafricano (SACP), y el secretario general del ANC, Alfred Nzo, dijo después que los distintos movimientos habían aceptado que Sudafrica participase en el proyecto, a condición de que no se levantasen todavía las sanciones. El Servicio de la CE de Cooperación para el Desarrollo decidió abrir una oficina en Pretoria para vigilar el programa de la CE de medidas positivas contra el apartheid y asesorar en la materia. Esto se produjo después de la supresión de ciertas sanciones negativas (principalmente la prohibición de las inversiones) por los jefes de Estado y de gobierno que se reunieron en Roma en diciembre. Sin embargo, las relaciones diplomáticas de la CEE con el Gobierno sudafricano seguirán de momento como hasta ahora. ACONTECIMIENTOS EN EL ÁMBITO LABORAL Sindicatos Durante el período considerado, la afiliación sindical creció hasta superar con creces los dos millones. De acuerdo con tales cifras, Sudafrica cuenta con el doble de sindicalistas, en términos relativos, que varios países industrializados. La mayoría de los afiliados sindicales pertenecen a las principales federaciones no raciales: el Congreso de Sindicatos de Sudafrica (COSATU) y el Consejo Nacional de Sindicatos (NACTU). Los trabajadores blancos están afiliados en su mayoría a la Confederación Sudafricana del Trabajo (SACOL), la Confederación de Sindicatos Metalúrgicos y de la Construcción (CMBU) y el Sindicato de Trabajadores Mineros (MWU). Un controvertido número de trabajadores está afiliado a 176 sindicatos independientes, 43 de los cuales han acordado crear en 1991 una federación de sindicatos independientes. Un número relativamente 12 Informe especial sobre el apartheid pequeño de trabajadores, todos ellos de origen zulú, están afiliados al Sindicato de Trabajadores Unidos de Sudafrica (UWUSA), que se inspira en el Inkatha. El Congreso Sudafricano de Sindicatos (SACTU), organización en el exilio emparentada con el ANC, decidió proceder a su autodisolución. Tras el levantamiento de la prohibición que recaía sobre el ANC, el PAC y el SACP, y el inicio de conversaciones para la elaboración de una nueva constitución democrática, las federaciones no raciales comenzaron a ocuparse mucho más de los asuntos nacionales. EL COSATU anunció su decisión de engrosar la alianza ANC/SACP, mientras que el NACTU, que cuenta con algunos dirigentes favorables al PAC y al Movimiento pro Conciencia Negra (BCM), decidió no afiliarse a ningún partido político. El COSATU utilizó sus estructuras y recursos para ayudar al ANC y al SACP a crear sus organizaciones de base. Sus principales dirigentes instaron a los trabajadores a afiliarse a cualquiera de las dos organizaciones. Mientras que ni el ANC ni el PAC han celebrado aún el congreso para elegir sus nuevos órganos ejecutivos nacionales, el SACP nombró con' carácter provisional a 25 dirigentes regionales, de los que 13 son militantes sindicales, todos ellos relacionados con el COSATU o sus organizaciones afiliadas. El COSATU ha indicado que desea participar de manera independiente en las negociaciones relativas a la nueva constitución sudafricana. Quiere influir en el futuro en la estructura económica del país por medio de la elaboración de un programa socioeconómico, y propone diversos procedimientos para reforzar las instituciones de la sociedad sudafricana en una economía post-apartheid en la que se reconozca, «por las vías legislativa y constitucional pertinentes», el derecho a la huelga, a la información y a negociar colectivamente. En las recomendaciones para una política económica después del apartheid, elaboradas en un seminario del ANC y el COSATU sobre política económica, se formula también el principio de dotar de poder a los sindicatos mediante la creación de «una sociedad sudafricana fuerte, independiente del Estado y del poder político, y con auténticos poderes económicos y de otro tipo». Puesto que los dirigentes sindicales invocan tan frecuentemente el principio de la autonomía sindical, cabe suponer que lo consideran de la mayor importancia. Cuando el COSATU y el SACTU se reunieron en marzo de 1990 para discutir el futuro del SACTU, se pusieron de acuerdo en que el movimiento sindical debía permanecer independiente y bajo el control democrático de sus propios miembros. En su comunicado conjunto se afirmaba asimismo que, si bien se ha de animar a los miembros de los sindicatos a afiliarse y a ocupar posiciones de liderazgo en los partidos políticos, debe existir una separación entre la dirección del movimiento sindical y la de los partidos políticos. El secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores Metalúrgicos de Sudafrica (NUMSA), Sr. Moses Mayekiso, insistió en la importancia de mantener las estructuras sindicales separadas de las de los partidos políticos. El secretario general del COSATU, Sr. Jay Naidoo, declaró que toda organización de masas debe conservar su carácter propio y permanecer bajo el control democrático de sus miembros. Las federaciones laborales no raciales obtuvieron en 1990 varias victorias significativas. La más importante fue, con gran diferencia, la de hacer aceptar, primero por los empleadores y después por el Gobierno, profundas modificaciones de la controvertida ley modificatoria de la ley sobre relaciones de trabajo Acontecimientos recientes 13 (LRAA). Uno de los cambios fue el reconocimiento de la importancia de que los empleados del sector público, que representan casi un millón de personas, puedan organizar sindicatos y participar en la negociación colectiva. Después de años de resistencia, la dirección de ferrocarriles y puertos, empresa de propiedad estatal, aceptó el registro del Sindicato Sudafricano de Trabajadores de Puertos y Ferrocarriles (SARHWU) y el inicio de negociaciones sobre los salarios y las condiciones de trabajo. Se consiguió este derecho tras una de las huelgas más sangrientas de la historia laboral reciente. La actitud del SARHWU en materia de discriminación racial recibió el apoyo de un número creciente de trabajadores blancos que se afiliaron al sindicato a pesar de la oposición de los empleadores. Cada vez eran más los trabajadores blancos que reconocían el hecho de que los sindicatos no racistas lograban mejores resultados en la lucha por sus afiliados; incluso los trabajadores blancos del ISKOR pidieron al NUMSA que los apoyara en sus reivindicaciones. No obstante, los sindicatos no raciales cuentan todavía con pocos trabajadores blancos entre sus miembros. La posibilidad de crear el primer sindicato del sector de la enseñanza amplio y verdaderamente no racista cristalizó cuando 10 asociaciones de profesores decidieron unirse para constituir el Sindicato Democrático Sudafricano de Profesores (SADTU). Las dos principales organizaciones de personal docente blanco, si bien aplazaron su decisión en cuanto a su adhesión, manifestaron un prudente optimismo acerca de la decisión que tomarían tras observar cómo se desarrollaba el SADTU. El principal objetivo tanto del COSATU como del NACTU es organizar a la enorme cantidad de desempleados y de trabajadores agrícolas. En la conferencia anual de la Comisión Coordinadora Nacional de los Trabajadores Desempleados (NUWCC), que reagrupa a ocho comités regionales, se reconocieron las dificultades con que se tropieza al intentar organizar a los millones de desempleados sudafricanos. La Comisión decidió fundar un sindicato nacional, con unas cuotas de afiliación muy reducidas, que guíe a los trabajadores desempleados o con un empleo a tiempo parcial, muchos de ellos analfabetos, a través de las complejidades de la legislación de la Caja de Seguro de Desempleo, evitando así su desmoralización. El COSATU, con más de un millón de miembros, sigue siendo la principal organización de trabajadores del país. Sus objetivos de largo alcance figuran en una declaración hecha en común con el ANC relativa a una «política económica posX-apartheid». En dicha declaración se recomienda, entre otras cosas: que se estimulen las inversiones exteriores; que se proceda a las nacionalizaciones en tanto que parte esencial de la reconstrucción; que se tomen medidas contra la discriminación sexual; que se preste ayuda a las pequeñas empresas; que se favorezcan las inversiones en la industria minera, y que se satisfagan las necesidades esenciales de la población en materia de bienestar, vivienda, salud y educación. El Sr. Jay Naidoo, secretario general del COSATU, dijo que este Congreso había acogido con satisfacción la segunda declaración hecha en febrero por el Presidente De Klerk, calificándola de «trascendente y valerosa», pero añadió que todavía estaba lejos de colmar las esperanzas de la mayoría de los sudafricanos. El Sr. Sydney Mufamadi, secretario general adjunto del COSATU, habló de la necesidad de construir estructuras constitucionales unificadas y permanentes 14 Informe especial sobre el apartheid para consolidar la unidad entre el COSATU, el NACTU y los sindicatos independientes. El Sr. Naidoo pasó una semana en la sede de la OIT en Ginebra. Además de esta participación activa en un proceso encaminado a dar una nueva constitución a Sudafrica, el COSATU ha emprendido con éxito diversas campañas. Su campaña en pro de un salario vital, centrada ante todo en la seguridad del trabajo, fue ampliada para reivindicar también la negociación centralizada de los salarios y pedir que se pusiera fin a la política de privatización del Gobierno. El COSATU decidió no presionar en favor de un salario nacional mínimo, que sería aplicable a todos los sectores industriales y a los trabajadores urbanos y rurales por igual. En su proyecto de «carta del trabajador» se prevén el derecho a la huelga, libre de persecuciones legales y prohibiciones, el derecho a la independencia sindical, el derecho a participar en todas las estructuras del Estado en interés de los miembros sindicales, y el derecho de los trabajadores a participar en la planificación económica nacional. Las organizaciones afiliadas al COSATU también llevaron a cabo sus propias campañas. El Sindicato Nacional de Mineros (NUM), muy preocupado ante la amenaza de desaparición de 100 000 puestos de trabajo en el sector minero durante el próximo decenio, inició una campaña contra los despidos masivos, que también fue apoyada por el Sindicato de Trabajadores Mineros (MWU), blanco. El NUM respaldó la campaña contra las reducciones de personal con dos reivindicaciones: creación de un fondo de reducción de personal financiado por medio de una contribución de 10 por ciento de los dividendos pagados por las compañías mineras, con objeto de asegurar la readaptación y el perfeccionamiento de los trabajadores a fin de desempeñar un nuevo empleo, y un programa gracias al cual sus miembros comiencen a adquirir la formación necesaria para contribuir a la gestión de la industria minera. El NUM criticó el «control monopolistico de la estratégicamente importante industria minera», alegando que era «irracional que esta industria estratégica permanezca bajo el control de gente que sólo se interesa en realizar grandes beneficios». De común acuerdo con el ANC, propuso el «desmantelamiento de las corporaciones en unidades», siempre que fuera factible. El NUM se quejó de la falta de una estructura industrial de base para la transformación de las materias primas, como el oro, una gran parte del cual se exportaba y revendía al país en forma de artículos de joyería. Afirmó que la expansión de la industria del oro y de los diamantes podría permitir la creación de miles de puestos de trabajo. Tratando de atenuar el conflicto provocado por las discrepancias existentes en cuanto a la medida en que debería respetar la Carta de la Libertad, el Sindicato Sudafricano de Trabajadores del Comercio, Restaurantes y Actividades Afines (SACCAWU), con más de 90 000 miembros, decidió en su primer congreso adoptar una resolución en la que se hacía un llamamiento a favor de la tolerancia y la libertad de expresión. El Sindicato decidió favorecer la democracia en el lugar de trabajo y en sus propias estructuras y colectividades por medio de la educación, así como ejerciendo la tolerancia política y luchando por la unidad, y apoyar la elaboración de un código de conducta para todas las organizaciones. Aún más, el SACCA WU decidió estudiar la posibilidad de afiliarse a dos secretarías sindicales internacionales: la Unión Internacional de Sindicatos de Trabajadores de la Alimentación e Industrias Conexas (IUF) y la Federación Internacional de Empleados, Técnicos y Profesionales (FIET). Acontecimientos recientes 15 El Sindicato Nacional de Trabajadores Metalúrgicos de Sudafrica (NUMSA), que cuenta con 220 000 miembros, declaró que su objetivo a largo plazo era la «construcción de una Sudafrica socialista». Este objetivo aparece en el lema adoptado para la campaña en pro de un salario vital — «nuestra industria, nuestro país, hacia el control obrero». Durante el período considerado, el NUMSA hizo campaña en favor de: un consejo nacional en la industria del automóvil; la revisión del sistema del consejo industrial, para democratizarlo; la seguridad del empleo, amenazada por la contratación de mano de obra temporal ; la creación de puestos de trabajo; planes de formación para mejorar las calificaciones de los trabajadores, y una plataforma de negociación común para todos los sindicatos, a fin de reforzar su posición en las negociaciones de ámbito nacional. El Sindicato de Trabajadores de la Construcción y Afines (CAWU) pidió al COSATU que considerara, como una cuestión urgente, la necesidad de un programa de alfabetización para los trabajadores en escuelas nocturnas, y que instara a los empleadores a invertir en estas escuelas. También pidió encarecidamente a sus miembros que se afiliaran al ANC y ayudaran a difundir sus principios, y que, además, estimularan la participación de las mujeres en el sindicato, de acuerdo con su política antisexista. El Consejo Nacional de Sindicatos (NACTU) afirmó que había aumentado la cantidad de miembros cotizantes hasta 300 000, lo que supone un incremento de aproximadamente 100 000 personas en un año. Esto se debía no sólo al incremento del número de miembros de cada sindicato, sino también a la afiliación del Sindicato de Trabajadores Negros de la Red de Transportes (BLATU), que cuenta con 31 750 miembros. El secretario general del BLATU, Sr. Moses Matsamela, afirmó que su sindicato se había opuesto a que el NACTU se alineara con cualquier organización política. Esto fue confirmado por el secretario general del NACTU, Sr. Cunningham Ngcurana, y el presidente, Sr. James Mndaweni. El NACTU expulsó a tres de sus afiliados: el Sindicato de Trabajadores Negros de la Minería, la Construcción y Afines (BAMCWU), el Sindicato de Trabajadores del Textil (TWU) y la Asociación de Personal Doméstico Negro (BDWA). Las razones que se dieron para explicar esta decisión fueron la falta de pago de las cuotas obligatorias y la falta de disciplina. Los principales afiliados del NACTU son: el Sindicato Sudafricano de la Industria Química (SACWU), cuyo número de miembros ha crecido hasta llegar a casi 41 000 personas; el Sindicato de Trabajadores de la Hostelería y Suministro de Alimentos y Bebidas Alcohólicas (8 000 miembros), el Sindicato de Trabajadores de la Siderurgia, la Ingeniería e Industrias Conexas (SEAWU) (20 000), el Sindicato de Trabajadores del Transporte e Industrias Conexas (TAWU) (15 000) y el Sindicato de Trabajadores de la Metalurgia de Sudafrica (12 000). Otra organización afiliada es el Sindicato de Trabajadores de la Edificación y la Construcción y Afines (BCAWU), que al parecer cuenta con más de 35 000 miembros. En su tercer Congreso Nacional, el NACTU eligió un nuevo comité ejecutivo tras haber modificado la constitución para que el presidente, el vicepresidente y el tesorero puedan seguir en sus cargos durante más de dos mandatos consecutivos. El Congreso tomó la resolución de cooperar con todas las organizaciones políticas, con el debido respeto de las políticas y principios de la federación, 16 Informe especial sobre el apartheid incluidas el PAC, el ANC y el Movimiento Popular Democrático (MDM). También estableció las condiciones que debían regir para llegar a una solución política negociada: una persona, un voto, en un país unido no racista, y redistribución de los recursos, en particular de la tierra. Extendiéndose sobre la posición del NACTU en las negociaciones, el Sr. Mndaweni dijo que «si bien el futuro está cuajado de posibilidades, creemos que antes de iniciar las negociaciones habría que alcanzar un consenso dentro del amplio movimiento de liberación, a fin de evitar fricciones». Como parte de sus actividades, el NACTU emprendió una campaña para acabar con la entrada de trabajadores calificados procedentes de Europa oriental y occidental, y para forzar a los empleadores y al Gobierno a formar a los trabajadores negros y a desarrollar sus capacidades. También organizó un día nacional de protesta para apoyar a 1 500 trabajadores agrícolas que seguían una huelga prolongada en las plantaciones de cítricos Zebediela, de propiedad estatal, y propuso un boicoteo de los frutos de estas plantaciones. En una época en que el desempleo entre los trabajadores blancos alcanzaba proporciones más elevadas que nunca, éstos mostraron un nuevo espíritu de lucha. La primera huelga seria de dichos trabajadores tuvo lugar en abril de 1990, cuando unos 10 000 miembros del Sindicato del Personal Administrativo y de Explotación de la Red de Transportes (ROSUT) empezaron a realizar paros esporádicos en varios puntos del país, en apoyo de una reivindicación salarial. La Confederación Sudafricana del Trabajo (SACOL) condenó el proyecto de derogación de la ley sobre reserva de servicios separados, alegando que esto sólo podía llevar a un conflicto entre distintos sectores de la población. Recordando que la derogación se aplicaba tan sólo a los lugares públicos, el secretario general de la SACOL insistió en que los servicios de bienestar en el lugar de trabajo son un derecho de los trabajadores, y que el hecho de que los empleadores procedieran unilateralmente a cambios al respecto, sin antes consultar a las partes interesadas para obtener un consenso, podría constituir una práctica laboral desleal con arreglo a la ley sobre relaciones de trabajo. Según el secretario general adjunto del COSATU, Sr. Sydney Mufamadi, lo que tiene que hacer el movimiento laboral democrático, por encima de todo, es convencer a los trabajadores blancos de que las causas del descenso de su nivel de vida radican en el carácter capitalista de la economía del país. Enfatizó sobre la necesidad de no diferir esfuerzos para lograr la afiliación de trabajadores blancos al COSATU. El presidente del NUM pidió a los mineros blancos que se afiliaran a este sindicato, afirmando que algunos lo habían hecho ya en minas que no eran miembros de la Cámara de Minas. Añadió que el NUM no deseaba que los trabajadores blancos perdieran su empleo o sus privilegios: «Lo que queremos es la igualdad de oportunidades para todos los trabajadores, independientemente de su raza. » Por primera vez, representantes del sindicato blanco MWU se sentaron a la mesa de negociaciones junto a los del NUM con la Cámara de Minas para tratar de las reducciones de personal en la industria. El MWU es el único de los 16 sindicatos blancos que se opone a la decisión del Gobierno de declarar el 1.° de mayo Día del Trabajo. En lo relativo a las actividades sindicales en los territorios patrios ( «bantustanes») cabe señalar diversos acontecimientos. En Transkei y Ciskei se promulgaron nuevas leyes laborales para legalizar los sindicatos, y se prometió lo mis- Acontecimientos recientes 17 mo para Venda y KwaNdebele. Dichas leyes ya habían sido promulgadas en KaNgwane. Los principales escollos seguían siendo KwaZulu y Bophutatswana. El COSATU y el NACTU lanzaron sendas campañas de reclutamiento en estos territorios, a la vez que reclamaban la adopción en los mismos de la ley sobre relaciones de trabajo y su reintegración en el régimen político sudafricano. En Transkei se publicó un informe de 451 páginas sobre la legislación laboral. En él se preveían la legalización de los sindicatos, la creación de tribunales de trabajo y el recurso a la negociación colectiva, y se recomendaba una limitación de las actividades en lo tocante a los ferrocarriles estatales y paraestatales y la exclusión de todos los empleados públicos, que constituyen el 70 por ciento de la fuerza de trabajo. Las fuerzas armadas deshicieron una huelga en los ferrocarriles, organizada por el Sindicato de Trabajadores del Transporte y de Otros Trabajadores (TGWU); asimismo, la policía, utilizando granadas lacrimógenas, puso fin a la huelga declarada por los trabajadores afiliados al Sindicato de Trabajadores de la Alimentación y Afines (FAWU) en una plantación de té de Transkei. No obstante, el FAWU logró que 7 500 trabajadores, de un total de 19 000, pasaran a engrosar sus filas. El tercer sindicato en importancia afiliado al COSATU, el Sindicato Sudafricano de Trabajadores de la Industria Textil y de la Confección (SACTWU), logró suscribir convenios con nueve de las diez empresas textiles existentes en Transkei. La primera huelga legal se llevó a cabo en Ciskei en agosto de 1990, pero 172 afiliados del CAWU fueron despedidos tras declarar una huelga en Cementile Products. Las organizaciones afiliadas al COSATU afirmaron haber registrado numerosas afiliaciones en Lebowa, KwaNdebele y Venda. Ahora bien, se desató un conflicto entre la administración de Lebowa y los funcionarios de la misma pertenecientes al Sindicato del Servicio Público del Transvaal Septentrional, y por fin se llegó a un acuerdo después de tres semanas de huelga. La Johannesburg Consolidated Investment Company se avino a readmitir a 1 500 trabajadores despedidos por haber desatado una huelga en su mina de platino de Bophutatswana. Los empresarios y los sindicatos de Lebowa acordaron el establecimiento de canales de comunicación para mejorar las relaciones laborales. En QwaQwa, 10 000 empleados públicos se declararon en huelga y, pese a un acuerdo contra la imposición de sanciones, 260 de ellos fueron despedidos. En otra huelga sobre el salario vital declarada en este mismo territorio patrio, 1 000 trabajadores de los servicios de recogida de basuras fueron despedidos y posteriormente readmitidos tras llegarse a un acuerdo entre las partes. En Gazankulu se produjeron graves disturbios como consecuencia de la huelga declarada por miles de funcionarios, que coincidió con demostraciones masivas en las que se pedía la dimisión del Primer Ministro. Numerosos huelguistas fueron detenidos, y los que no cumplieron el ultimátum que se dio para la reintegración al trabajo corrieron el riesgo de ser despedidos. Los conflictos más encarnizados se produjeron en Bophutatswana, en donde la administración insistía en que los sindicatos, si bien podían desarrollar su actividad legalmente, debían ser locales ; en otras palabras, no podían estar afiliados a centrales sudafricanas. Ahora bien, la mayoría de los trabajadores asalariados de este territorio patrio trabajan fuera de sus fronteras, principalmente en la zona de Pretoria. El COSATU reaccionó ante tal prohibición convocando una protesta de no asistencia al trabajo durante una semana. 18 Informe especial sobre el apartheid Los sindicatos y la política social Con todos los acontecimientos que vienen registrándose en relación con el apartheid y su futuro, apenas hay una cuestión de interés público en la que los sindicatos no raciales no se hayan manifestado de manera destacada. Como ya se ha señalado, el COSATU ha reclamado un puesto en la mesa de negociaciones en que se debatirá la elaboración de una nueva constitución, y un papel activo en la reestructuración del sistema socioeconómico del país. Asimismo, los sindicatos han dado a conocer su oposición a la privatización y formulado demandas para que disminuyan los alquileres y se suministren viviendas adecuadas y para que se supriman los territorios patrios. Toda esta actividad está estrechamente vinculada con el retroceso del apartheid y la transformación de la sociedad sudafricana. Los afiliados sindicales se han declarado en huelga en relación con cuestiones tales como la reincorporación de los territorios patrios a Sudafrica, y han movilizado piquetes para oponerse a la privatización del servicio de correos. El COSATU ha ejercido una influencia importante, aunque de carácter extraoficial, sobre determinadas esferas de la política del Gobierno, lo que se ha traducido, por ejemplo, en una asignación especial en el presupuesto de 1990 para mejorar la situación de los sectores más desfavorecidos de la sociedad; asimismo, gracias a esa labor, el Gobierno suspendió las campañas que había proyectado para privatizar las empresas públicas. Las federaciones sindicales no raciales han desempeñado un papel de especial importancia en materia de acción cívica. Así, han contribuido a la supresión de los impopulares consejos municipales de los barrios negros y ayudado a levantar nuevas estructuras cívicas. El COSATU pidió que se creara una organización cívica de ámbito nacional encargada de elaborar un sistema de administración local democrática para los barrios negros, en una sociedad no racial. En aras de este objetivo, colaboró con el Frente Democrático Unido (UDF) y el ANC con el fin de revitalizar las estructuras cívicas de base. Los sindicatos apoyaron una serie de peticiones hechas por la Organización Cívica Alexandra, presidida por el secretario general del NUMSA, Moses Mayekiso. Al Gobierno central se le pidió, por ejemplo, que se responsabilizara de la construcción de viviendas de bajo costo en lugar de confiar la labor a promotores privados, y que prestase apoyo a las cooperativas de viviendas y a los proyectos de autoayuda. Asimismo, se le pidió que reservase terrenos urbanos para construir viviendas baratas y que concediese subsidios para servicios básicos, como el abastecimiento de agua, la electricidad y el alcantarillado. Finalmente, se hizo un llamamiento en pro de municipalidades no raciales que engloben localidades de blancos y negros y apliquen un sistema mixto a base de tarifas e impuestos capaces de generar ingresos para subvencionar el desarrollo de las zonas más desfavorecidas. El COSATU prestó su apoyo a la campaña organizada por el UDF para tratar de solucionar el problema de las personas sin hogar alojándolas en inmuebles vacíos. Insistió en que ésta era la única forma de forzar al Gobierno a que hiciera frente a la dura realidad de la crisis de la vivienda. La Comisión de Bienes y Servicios del COSATU convocó una reunión para estudiar cuestiones como los programas de vivienda de las empresas y las inversiones. En un estudio realizado por el NUMSA se mostraba que la mayoría de los programas de construcción de viviendas en marcha estaban pensados para la propiedad privada, Acontecimientos recientes 19 con lo que se creaban divisiones entre los trabajadores mejor y peor remunerados. Se formulaba la conclusión de que los sindicatos sólo debían participar en los programas de construcción de viviendas si en ellos se incluía a los trabajadores que desearan alquilar- una vivienda, y que tales programas debían negociarse entre la dirección de la empresa y los sindicatos. El NUMSA propuso asimismo que se concedieran a cada trabajador 300 rands al mes en concepto de subsidio de vivienda. Tanto el COSATU como el NACTU apoyaron el boicoteo de los alquileres llevado a cabo por los residentes negros de las zonas urbanas, que terminó con la condonación por parte del Gobierno de la deuda de 800 millones de rands pendientes en concepto de alquileres en Soweto. El NUM prestó asistencia a antiguos mineros para crear cooperativas en las zonas rurales y estudió diversos modelos de desarrollo y de creación de empleos en dichas zonas. Según indicó, la finalidad que perseguía era preparar el camino para mejorar el sistema de inmigración de mano de obra. El NUM señaló que muchos de sus afiliados no querían cambiar la vida rural por la vida urbana. Por otro lado, como todo indicaba que la supresión de puestos de trabajo sería uno de los rasgos característicos de la industria minera durante el próximo decenio, había que elaborar una estrategia rural para hacer frente al problema de los mineros despedidos y sus familias. La cooperativa textil de Zenzeleni se constituyó en 1989, cuando los trabajadores compraran una fábrica del Grupo Frame que iba a cerrar. Pese a la falta de capital, la cooperativa ha logrado mantenerse. El acuerdo suscrito originalmente entre el Grupo Frame y el SACTWU estipulaba el pago de 2,5 millones de rands en concepto de capital para crear 300 puestos para la mano de obra excedentaria; ahora bien, el Grupo tropezó con problemas financieros y sólo pudo aportar 1,4 millones de rands. La gestión del proyecto corre a cargo de un consejo de administración nombrado por el órgano ejecutivo nacional del SACTWU, y cabe señalar a este respecto la ausencia total de conflictos en el lugar de trabajo, una tasa de absentismo inferior al 1 por ciento y la casi total inexistencia de robos. Además, los trabajadores se ofrecieron como voluntarios para recuperar las horas perdidas a raíz de los disturbios registrados en los barrios negros. La actual crisis que atraviesan las escuelas de alumnos negros constituye una de las principales preocupaciones de los sindicatos. Estos han venido colaborando con las organizaciones locales para hallar soluciones inmediatas a la crisis y elaborar programas a largo plazo para reestructurar el sistema de educación nacional, adaptándolo a una futura sociedad no racial. Los sindicatos también han mostrado un interés creciente por la protección del medio ambiente. Los trabajadores del sector pesquero, afiliados al FAWU, han desempeñado un importante papel al respecto. El sindicato ha asimilado la explotación de los recursos marinos al trato que reciben los trabajadores de las pesquerías, citando a título de ejemplo la utilización de redes finas que pueden extenderse hasta 100 kilómetros de largo y que barren el océano y acaban prácticamente con todos los seres vivos que quedan atrapados en la red. Discriminación racial en la industria Los mineros han estado siempre a la vanguardia en la lucha librada contra el racismo en la industria, que sigue siendo fiel reflejo del modelo del apartheid. 20 Informe especial sobre el apartheid Incluso cuando los empleadores se avienen a eliminar las prácticas racistas, los trabajadores blancos se niegan a aceptar las nuevas condiciones. El secretario general del NUM, Sr. Cyril Ramaphosa, declaró que las minas son el crisol en que se han fundido y solidificado la discriminación racial y el apartheid. Tras varias semanas de acciones de protesta contra la discriminación, el comité central del NUM decidió, en abril de 1990, declarar una huelga nacional si no se tomaban medidas efectivas para eliminar toda una serie de prácticas discriminatorias, a saber: estructuras salariales y de puestos de trabajo y sistemas de bonificación de carácter racial ; segregación a la hora de subir y hacer cola ante los ascensores de los trabajadores de los pozos, lo que a menudo significa que los mineros negros tienen que esperar hasta tres horas después de terminar su turno, mientras que a los blancos se les da la prioridad; aplicación discriminatoria de los controles de la ventilación en el trabajo subterráneo; asignación discriminatoria de prendas de trabajo y oficinas de pago separadas; derecho concedido sólo a los blancos para descansar y comer en las galerías; y vestuarios, instalaciones sanitarias y deportivas y servicios médicos separados. Tras la declaración oficial de un conflicto relacionado con el racismo, el NUM y el COM crearon un grupo de trabajo mixto que elaboró un proyecto de acuerdo sobre una carta de relaciones entre las razas en la industria. La finalidad que se perseguía era prohibir la discriminación racial, preparar un programa de acción para conseguir su abolición y establecer procedimientos disciplinarios para sancionar las posibles violaciones de la carta. El Gobierno presentó asimismo dos proyectos de ley ante el Parlamento sobre la eliminación de la discriminación en las minas y sobre las condiciones para atribuir derechos de explotación minera. El primero de ellos, el proyecto de ley modificatoria de la ley sobre los derechos de explotación minera, suprime ciertas prácticas restrictivas, como la segregación en materia de residencia. En virtud del segundo, por el que se modifica la ley de minas y obras públicas, se pone fin a la discriminación basada en el sexo, y se permite a las mujeres trabajar en el interior de las minas, contraviniendo así el Convenio sobre el trabajo subterráneo (mujeres), 1935 (núm. 45). El NUM criticó diversos puntos de este proyecto de ley, alegando que contenía ciertos aspectos negativos. El Gobierno se enfrentó también a la COM al apelar ante los tribunales para que revocasen una sentencia sobre los reglamentos que requieren que las minas cuenten con instalaciones adecuadas de vestuarios y letrinas tras el acuerdo a que se había llegado con las organizaciones de trabajadores sobre las necesidades y preferencias de sus afiliados. La COM acusó al Gobierno de tratar de volver a introducir reglamentaciones racialmente discriminatorias, contrarias a la política propugnada de abolir las leyes de carácter segregacionista. Los sindicatos no raciales continuaron quejándose de la política adoptada por determinados empleadores que aplicaban el criterio de «los blancos primero» en materia de contratación. Los trabajadores participaron en manifestaciones contra esta situación en una fábrica de ropa de Atlantis, en El Cabo, y miembros del Sindicato de Trabajadores de la Industria Química (CWIU) organizaron una huelga de brazos caídos en la empresa Consol Glass contra los anuncios internos de puestos vacantes y la discrminación racial. El sindicato consideraba que también había un elemento de discriminación racial en la política de los empleadores y del Estado de fomentar el empleo de inmigrantes de Aeon tecim ientos recién tes Europa en ocupaciones calificadas para las que trabajadores negros estaban ya capacitados o podían recibir formación. Centenares de guardianes de prisión de la cárcel de Diepkloof organizaron una sentada para protestar contra la discriminación racial y pedir ascensos basados en el mérito en lugar de la raza o el favoritismo, reajustes de salarios, y la igualdad en los servicios médicos prestados a trabajadores blancos y negros. Conflictos laborales y huelgas En 1990, las jornadas de trabajo perdidas como consecuencia de conflictos laborales ascendieron a unos cuatro millones, es decir, que aumentaron en un 30 por ciento en comparación con 1989. Una novedad fue el aumento de las huelgas de empleados públicos, las cuales representaron el 24 por ciento del total. En el comercio al por menor, los conflictos laborales representaron el 22 por ciento de todas las jornadas perdidas; en las industrias mecánicas y manufactureras, el 9 por ciento, y en el sector de la imprenta, también el 9 por ciento. Las huelgas se declararon, entre otras cosas, por motivos raciales. Un asesor laboral, el Sr. Andrew Levy, advirtió que la raza podía convertirse en factor principal de desasosiego social. Añadió que en lugares como Welkom, los sindicalistas negros se habían contenido frente a las provocaciones del ala derecha, pero que esta situación no podía seguir indefinidamente. No obstante, las cuestiones salariales continuaron siendo el motivo principal de la acción sindical y representaron el 66 por ciento de todos los conflictos laborales en 1990. Independientemente de las huelgas, se perdió un número considerable de jornadas como consecuencia de movimientos de no asistencia al trabajo, de los que sólo algunos estaban vinculados con cuestiones laborales. En Natal se registró un amplio apoyo al movimiento de no asistencia al trabajo, organizado por el MDM contra la violencia supuestamente fomentada por el movimiento Inkatha, y otros tres millones de trabajadores no asistieron al trabajo, como pedían el COSATU y el ANC, para «aislar» al Primer Ministro Buthelezi. Respondieron a este llamamiento el 95 por ciento de los trabajadores en Port Elizabeth, 90 por ciento en Pietermaritzburg y 88 por ciento en Durban. Se organizó una serie de movimientos de no asistencia al trabajo en apoyo de la acción nacional del COSATU contra la LRAA. Las muertes de Sharpeville acaecidas en 1960 se conmemoraron el 21 de marzo con movimientos de no asistencia al trabajo, que fueron observados por más del 75 por ciento de los trabajadores en Durban y más del 90 por ciento en East Rand. El mayor movimiento de no asistencia al trabajo a nivel nacional tuvo lugar en agosto, para protestar contra los brotes de violencia en las barriadas negras de Witwatersrand, que habían costado 500 vidas. El movimiento alcanzó un triunfo de casi el 100 por ciento en Transvaal. La Cámara de Comercio de Sudafrica estimó en 1 500 millones de rands el coste de la producción perdida como consecuencia del movimiento de no asistencia al trabajo de agosto y otros movimientos análogos a nivel regional. El resurgimiento del sindicalismo entre los trabajadores del sector público fue acompañado de la campaña contra la LRAA para extender los derechos sindicales a los empleados del Estado, así como a los trabajadores agrícolas y domésticos. Aunque los trabajadores de algunos servicios públicos, tales como el de correos, habían conquistado ya el derecho a constituir sindicatos, la mayor 21 22 Informe especial sobre el apartheid parte de las organizaciones de trabajadores no habían sido reconocidas oficialmente a fines de negociación. Una manifestación muy espectacular e inesperada de movilización sindical fue la participación de más de 700 guardianes de prisión y policías negros en una huelga declarada por su nuevo Sindicato de Derechos Civiles del Personal de la Policía y de Prisiones (POPCRU), fundado por Gregory Rockman, el primer policía que protestó públicamente contra los métodos utilizados por las fuerzas policíacas contra las manifestaciones. El ANC — muchos de cuyos miembros habían estado en la cárcel — salió en apoyo del POPCRU. Tras la suspensión de 680 guardianes y 31 policías, los guardianes amenazaron con revelar todo lo que pasaba en las cárceles si no se atendían sus peticiones; entre éstas figuraban: la liquidación de la segregación en el servicio de prisiones; aumentos importantes de salario para reducir las disparidades entre guardianes negros y blancos, y el reconocimiento del sindicato. Después de haberse negado en un principio a negociar con el POPCRU, el Ministro de Justicia aceptó finalmente hacerlo. Mediante una huelga de trece semanas, 25 000 trabajadores de los ferrocarriles y puertos del Estado alcanzaron su objetivo de conseguir el reconocimiento del SARHWU. Esta huelga fue especialmente significativa, porque se unieron a ella 100 ferroviarios blancos en Braamfontein y Johannesburgo. El portavoz del sindicato, Eliot Sogoni, consideró que era una victoria, ya que se trataba de conseguir que todos los trabajadores se afiliaran al SARHWU. Los 40 000 afiliados de la Liga de Funcionarios del Estado (PSL) amenazaron con una huelga nacional si no se satisfacía su reivindicación de un salario mínimo de 850 rands. Más de 6 000 maestros de Transvaal interrumpieron su trabajo, privando de instrucción a 215 000 alumnos. El Sindicato Nacional de Educación de Sudafrica (NEUSA) declaró esta huelga para demostrar que era imposible enseñar eficazmente y aprender en las condiciones reinantes. Entre otras reivindicaciones, el personal docente se quejaba de los horarios de trabajo excesivos, que los obligaban a enseñar 42 períodos a la semana, de la congelación de los puestos, del traslado de maestros a zonas rurales y de los despidos. El personal sanitario se declaró en huelga en todo el país, pero aseguró servicios estrictamente mínimos en los hospitales. Su sindicato, que existía desde hacía dos años, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Sanidad y Afines (NEHAWU), pidió ser reconocido y negociar sobre salarios y condiciones de trabajo. El representante del sindicato, Sr. Monde Mditshwa, declaró: «La cuestión de la salud en Sudafrica no puede considerarse separadamente del sistema de apartheid en que vivimos. Nuestros afiliados son explotados no sólo como trabajadores, sino también como miembros de la comunidad negra.» La huelga terminó cuando las autoridades se avinieron a reconocer los derechos del sindicato y a acabar con las prácticas laborales discriminatorias en el sector público. Se puso término a una huelga de tres semanas, seguida por 1 500 trabajadores de los servicios de salud, en tres hospitales de Port Elizabeth gracias a la mediación de un antiguo exiliado del ANC, el Sr. Thozamile Botha. Miembros de la Asociación de Trabajadores de Correos y Telecomunicaciones (POTWA) participaron en una serie de manifestaciones y de huelgas contra las condiciones de remuneración y la propuesta del Gobierno de privatizar los servicios de correos. Acontecimientos recientes 23 Las huelgas en la industria minera fueron muy amplias. Como se ha dicho ya, el conflicto del NUM con la Cámara de Minas respecto de la discriminación racial se resolvió cuando se encontró una fórmula aceptable en una reunión de la junta de conciliación. Dos mil mineros negros se declararon en huelga en la mina de Grootvlei ante la negativa de la dirección a aceptar las reivindicaciones del NUM relativas a las indemnizaciones de fin de contrato de 732 trabajadores despedidos por reducción de personal. Unos 800 trabajadores interrumpieron su trabajo en la mina de Phoenix de la Johannesburg Consolidated Investment Company (JCI) para protestar contra el hostigamiento de los servicios de seguridad y de policía de la mina. En dos minas, una de Rustenburg y la otra de Klerksdorp, 5 000 trabajadores interrumpieron su trabajo tras el despido de cuatro trabajadores negros que habían participado en la campaña contra la LRAA. En Thabazimbi, 800 trabajadores se declararon en huelga al saber que se habían tomado represalias contra los mineros que habían celebrado el 1.° de mayo. Miles de trabajadores interrumpieron su trabajo en la mina de oro de Vaal Reef, otros 1 800 de la mina de Genmin's Unisel iniciaron una sentada en las galerías para pedir la reintegración de dos trabajadores que habían sido despedidos, y más de 5 000 mineros negros se declararon en huelga en tres minas de ISKOR al estancarse las negociaciones salariales. Una huelga de 1 000 trabajadores agrícolas en las plantaciones de cítricos de Zebediela, empresa paraestatal, se resolvió finalmente al cabo de más de ocho semanas. Se rechazaron las peticiones de reconocimiento del Sindicato Nacional de Trabajadores Agrícolas (NUF), afiliado al NACTU. Los trabajadores, que percibían 120 rands mensuales, pidieron un aumento mensual de 200 rands. En una carta al Presidente De Klerk, el organizador del NUF, Sr. Moses Mphahlele, describió las «espantosas» condiciones de vida de los trabajadores de las plantaciones y declaró que «los blancos de las plantaciones viven en otro mundo». Los trabajadores se quejaban del hostigamiento de los guardias de seguridad y de las agresiones y amenazas de despido contra los que «se negaban a trabajar». El sindicato pidió un boicoteo de las naranjas de esas plantaciones. Tres mil trabajadores agrícolas fueron despedidos después de una huelga en la importante empresa agrícola HL Hall and Sons, en el Transvaal septentrional. Después de haber recurrido ante los tribunales para obtener una orden de expulsión de los huelguistas (algunos de ellos nacidos en la explotación), se llegó a un acuerdo extrajudicial y los trabajadores despedidos fueron readmitidos. Un conflicto entre el NUMSA y algunos de sus afiliados en la fábrica Mercedes Benz, de East London, condujo a una huelga de cincuenta y cuatro días, con una sentada de dos semanas en el propio establecimiento. El NUMSA había conseguido constituir una plataforma nacional para la negociación en la industria del automóvil, pero los trabajadores de Mercedes Benz temieron que en una negociación salarial centralizada se obtuvieran aumentos de salario menores. El conflicto, que concernía a 2 000 trabajadores, costó a la compañía 13,5 millones de rands diarios, y en un momento dado se amenazó con cerrar todas las instalaciones, lo que hubiera privado a la ciudad de su principal fuente de empleo. Finalmente, Mercedes Benz aceptó participar en el organismo central de negociación; no obstante, 538 trabajadores fueron despedidos como consecuencia de la huelga. 24 Informe especial sobre el apartheid El COSATU se había visto envuelto también en un conflicto sobre negociación centralizada con el grupo Barlow Rand. En contra de la demanda del COSATU de que las negociaciones salariales se efectuaran en el ámbito de la empresa, la dirección de Barlow opinaba que las mismas debían realizarse por separado en cada una de sus filiales. En este largo conflicto se vio también envuelta la filial de Barlow en el Reino Unido, J. Bibby and Sons. Unos 2 500 afiliados del Sindicato de Trabajadores de las Industrias del Papel, Artes Gráficas, Madera y Afines (PPWAWU) que trabajaban en una de las filiales de Barlow, la Nampak, se declararon en huelga tras la negativa de la dirección a satisfacer sus demandas, entre otras las relativas a la negociación centralizada, la reintegración de los trabajadores despedidos, el pago de bonificaciones y la anulación de las medidas disciplinarias tomadas contra los trabajadores que no asistieron al trabajo a causa de la violencia reinante. El COSATU no ha conseguido hasta el momento la aceptación de la negociación centralizada por el grupo Barlow Rand. Varios sindicatos emprendieron campañas en pro de las cajas de previsión por industria. La punta de lanza de esta campaña fue el Sindicato de Trabajadores de la Industria Química (CWIU), que pidió que los empleadores participaran en la caja nacional constituida por iniciativa del sindicato. Para respaldar su petición, el CWIU recurrió a la acción directa. El Sr. Rod Crompton, secretario general del CWIU, formuló la declaración siguiente: «Los sistemas de pensiones son un mecanismo que impide que los trabajadores conozcan y controlen sus ingresos diferidos. Lo que pretendemos es que ... las prestaciones de jubilación sean acordes con las necesidades de los trabajadores negros del tercer mundo. » Se produjeron importantes conflictos laborales relacionados con la gestión de las cajas de previsión. La huelga más larga del año, que se prolongó durante setenta y tres días, concluyó finalmente en Ciba-Geigy cuando la dirección de la empresa se avino a someter a un órgano mediador el conflicto existente con 172 miembros del CWIU. Una de las cuestiones conflictivas era la demanda de que la empresa participase en la caja de previsión de la industria creada por el sindicato, y no en la caja de la empresa. Finalmente, se aceptó administrar la caja conjuntamente con el sindicato. También un conflicto referente a una caja de previsión desencadenó una huelga, que duró más de dos meses, en Reckitt and Colman, empresa que había despedido a 400 trabajadores y cancelado su reconocimiento al CWIU antes de iniciarse aquélla. En respuesta, el sindicato y las organizaciones cívicas organizaron un boicoteo de los productos de la empresa. En otro conflicto sobre la misma cuestión, la Cyanamid de Sudafrica solicitó un mandamiento judicial en el que se declarase que la campaña organizada por el CWIU para que la empresa participara en la caja de previsión de la industria constituía una práctica desleal de trabajo. Tras una huelga de siete semanas en Rolfe's Ltd., la dirección aceptó la demanda del sindicato de participar en la caja de previsión de la industria. En el primer conflicto de su género, 300 taxistas negros se declararon en huelga contra la Asociación de Taxistas Negros de Sudafrica (SABTA) en relación con el reconocimiento del Sindicato de Trabajadores del Transporte y de Otros Trabajadores (TGWU) y con el pago de un «salario vital» de 250 rands a la semana. También se pedía a los empleadores, entre otras cosas, que tomaran Acontecimientos recientes 25 las disposiciones del caso para asegurarse de que los taxis estuvieran en condiciones de circular. Represión sindical La actuación de la policía y otros grupos de vigilancia siguió dificultando el funcionamiento normal de los sindicatos. Varios locales sindicales fueron asaltados por fuerzas de la policía, y en algunos casos hasta se arrojaron granadas contra ellos. Varios destacados dirigentes sindicales — en particular el secretario general del COSATU, Jay Naidoo, y tres funcionarios superiores — fueron detenidos, cuando fuerzas de la policía asaltaron la sede del sindicato, y acusados de secuestrar y atacar a un policía. El presidente del NUM, James Motlatsi, y 56 dirigentes más fueron detenidos por celebrar una reunión presuntamente ilegal en el centro de la minería de carbón de Newcastle. Las oficinas del NUM en Welkom, ciudad minera del Estado Libre de Orange, sufrieron graves destrozos como consecuencia de la explosión de una granada lanzada al parecer por vigilantes blancos. Se hizo un intento similar en sus locales de Carletonville, pero se descubrió el objeto explosivo antes de que estallara. A lo largo del año se produjeron numerosos enfrentamientos entre militantes sindicales y vigilantes en diversas zonas del país. Unos 3 500 miembros del SARHWU organizaron una marcha en Ciudad del Cabo para protestar contra los ataques perpetrados por los vigilantes contra los afiliados al sindicato. Según éste, algunos directivos de empresa animaban a los miembros de un sindicato rival a que atacaran a los miembros del SARHWU. Una persona fue hallada muerta tras un ataque atribuido a los vigilantes. También se informó que trabajadores blancos de Railnet participaron, junto con guardias de seguridad, en el tiroteo efectuado contra miembros del SARHWU en Johannesburgo, durante el cual resultaron heridas 29 personas. Un portavoz de Railnet insistió en que sólo se habían utilizado balas de caucho y en que nadie había sido gravemente herido. Unos 15 000 mineros negros participaron en una marcha de protesta en Bekkersdal, ciudad del Transvaal occidental, contra la «represión» por parte de la Johannesburg Consolidated Investment Company. Entre otras cosas, pedían el reconocimiento del NUM, el levantamiento de la prohibición de distribuir panfletos y camisetas sindicales, y el derecho a celebrar reuniones sin necesidad de autorización judicial previa. La Angloamerican Corporation notificó por escrito al NUM la prohibición de desarrollar actividades políticas en sus minas, como por ejemplo entonar canciones o eslóganes políticos y desplegar banderas o estandartes del ANC en las reuniones al aire libre. La empresa negó que con ello intentara impedir las actividades sindicales, y afirmó que tan sólo trataba de conciliar los derechos sindicales legítimos con el mantenimiento del orden en una epoca de incertidumbre. Sólo se autorizaría la reanudación de las negociaciones salariales si el sindicato se comprometía a abstenerse de tales actividades. A juicio del NUM, las condiciones prescritas constituían una negación de los derechos humanos. En varias ocasiones, la policía rompió huelgas, algunas de ellas legales, y piquetes. En Port Elizabeth, una marcha de trabajadores que se dirigía desde la sede de la Delta Motor Company hasta las oficinas sindicales fue dispersada con granadas lacrimógenas por la policía, y dos hombres fueron atropellados por un vehículo blindado. Según la policía, la marcha no estaba autori- 26 Informe especial sobre el apartheid zada. En Ciudad del Cabo, la policía utilizó una tanqueta de agua para dispersar una asamblea de trabajadores municipales, y procedió a 74 detenciones. A raíz de la detención de más de 300 de sus afiliados, el SACWU protestó ante el Ministro del Orden Público, aduciendo que la detención generalizada de huelguistas constituía una grave injerencia en el ejercicio de los derechos de los trabajadores. En Johannesburgo se detuvo a 188 participantes en piquetes organizados a raíz de un conflicto en OK Bazaars. La organización de piquetes se convirtió durante el año en una cuestión decisiva. Si bien en la LRAA no se dice nada sobre los piquetes, la acción de los sindicatos se ve coartada por otras disposiciones legales. Según John Brand, abogado experto en cuestiones laborales, los piquetes constituían una extensión lógica de la ética del libre mercado. La utilización de dispositivos de escucha electrónicos en las reuniones sindicales es algo relativamente reciente en la esfera laboral. Se descubrieron tales dispositivos en dos minas de la ISKOR, cuyo personal estaba en huelga, y en la fábrica Nampak. En ésta, 500 trabajadores se declararon en huelga para protestar contra las escuchas ilegales, y más tarde fueron suspendidos el director y dos cargos directivos. Según el COSATU, los casos conocidos de escuchas electrónicas de los sindicatos tal vez no sean sino la «punta del iceberg». Los sindicatos se quejan desde hace tiempo de la utilización de espías por parte de la dirección de las empresas para controlar las actividades sindicales. Las pruebas presentadas ante la comisión de encuesta Hiemstra, creada para investigar posibles irregularidades en el Departamento de Seguridad del Concejo Municipal de Johannesburgo, pusieron al descubierto que el TGWU, que también organiza a los trabajadores municipales, había sido objeto repetidamente de escuchas ilegales. El antiguo director del Departamento de Seguridad reconoció que se habían elaborado expedientes sobre numerosas personas consideradas como una amenaza para la seguridad, entre ellas varios dirigentes sindicales. El FAWU, organización afiliada al COSATU, fue demandado judicialmente por Clover Dairies, que reclamaba más de 1,2 millones de rands por motivo de una huelga declarada tras el despido de varios trabajadores. Según la empresa, la huelga era ilegal y había supuesto unas pérdidas para la compañía de 1 235 000 rands. El derecho a demandar judicialmente a un sindicato por la declaración ilegal de una huelga por parte de sus afiliados es una de las disposiciones de la polémica ley modificatoria de la ley sobre relaciones de trabajo. Ley modificatoria de la ley sobre relaciones de trabajo y otras normas laborales La campaña llevada a cabo por el COSATU y el NACTU entre sus instituciones contra la tan debatida ley modificatoria de la ley sobre relaciones de trabajo (LRAA), que incluyó un día de no asistencia al trabajo y de manifestaciones por todo el país, condujo finalmente a un acuerdo con la organización de empleadores, la SACCOLA, para que se adoptara una versión aceptable de la ley. El acuerdo fue publicado en un número especial del boletín oficial en forma de anteproyecto de ley. Por su parte, la Comisión Nacional de Mano de Obra (NMC) recomendó que se omitiera una de sus disposiciones, se redactase nuevamente otra y se retiraran dos para su posterior consideración. La SACCOLA, el COSATU y el NACTU instaron al Ministro de Mano de Obra a que iniciara las Acontecimientos recientes 27 formalidades del caso con miras a la sumisión y adopción del texto legislativo respecto de aquellas partes del acuerdo a las que la NMC no había puesto objeciones, pero el Presidente De Klerk respondió a esta demanda diciendo que no podría aprobarse dicho texto durante la sesión parlamentaria de 1990 porque, dada su complejidad, requería un examen detenido. Tras nuevas presiones por parte de las organizaciones mencionadas, se aceptaron los cambios, los cuales fueron incorporados en un proyecto de ley que se publicó a principios de 1991 y se promulgó en febrero del presente año. El Ministro de Mano de Obra anunció ante el Parlamento que se adoptarían enmiendas a la ley sobre condiciones básicas de empleo y a la ley de seguro de desempleo con el fin de que la mano de obra agrícola quedara amparada por la legislación laboral. Anunció asimismo que se había pedido a la NMC que examinase la ley sobre salarios y la LRAA para determinar si la ley debía proteger los derechos del personal doméstico. Las propuestas hechas por la NMC para modificar la legislación laboral con el fin de favorecer el desarrollo de la pequeña empresa fueron criticadas por los representantes de los pequeños empresarios y los sindicatos. Los primeros opinaban que los cambios propuestos no iban lo bastante lejos, y los sindicatos temían que los trabajadores de las pequeñas empresas quedaran aún menos protegidos de la explotación. Según Andrew Ball, coordinador del proyecto de investigación y medidas en favor de los trabajadores agrícolas, éstos deben estar amparados por la ley para asegurar la protección de sus intereses. Equiparó la situación actual de dichos trabajadores a una «privación legal de facultades», y dijo que, del total de 1,4 millones de trabajadores de las zonas rurales, apenas 30 000 se habían afiliado a varios pequeños sindicatos. Seguridad y salud en el trabajo El número de muertes causadas por accidentes laborales experimentó un aumento radical en 1989 tras haber descendido desde 1983. El Departamento de Mano de Obra informó que en 1989 se habían registrado 460 accidentes mortales frente a 375 de 1988. En el curso de los últimos cuatro años, el número de accidentes mortales ha sido de 1 656. El número total de trabajadores que sufrieron accidentes aumentó de 8 101 en 1986 a 9 337 en 1989. En el informe se atribuían asimismo cerca de 5 700 accidentes a «causas varias». (Entre ellas se incluían errores del personal supervisor, que explicaban cuatro accidentes mortales, y «desgracias», que costaron la vida a 101 personas.) La industria con una siniestralidad más alta era la del hierro y el acero, a la que cabía atribuir casi 2 170 accidentes. En la industria de la construcción se registraba el mayor número de accidentes mortales : 112 en total. En este sector, el mayor número de accidentes mortales se registró en 1986, con un total de 117, para descender hasta 76 en 1988. Las cifras de 1989 reflejaban, pues, un aumento del 47 por ciento respecto del año precedente. Los accidentes mortales en la agricultura aumentaron de 57 en 1986 a 100 en 1989. Pese al aumento registrado en el número de muertes y accidentes laborales, los gastos en materia de seguridad y salud constituían el capítulo más pequeño del presupuesto del Departamento de Mano de Obra, en concreto un 3,6 por ciento. 28 Informe especial sobre el apartheid Según informa la Cámara de Minas (COM), en 1990 se registraron 522 muertes en sus minas de oro afiliadas, lo que representa una relación de 1,24 muertes por cada 1 000 trabajadores. Aumentó el número de muertes causadas por explosiones (48). La principal causa de accidentes en las minas siguó siendo el hundimiento del suelo, que en 1990 provocó 280 accidentes. Los accidentes mortales que se produjeron en las minas de carbón afiliadas a la COM totalizaron 24, es decir, una relación de 0,44 por cada 1 000 trabajadores. Teniendo en cuenta las 56 muertes que se produjeron en otras minas, el número total de muertes en las minas afiliadas a la COM fue de 602 en 1990. El NUM hizo un llamamiento al Gobierno y a la COM para que organizaran una tribuna nacional que examinase la cuestión de las normas de seguridad y salud en las minas. El Sr. Cyril Ramaphosa, secretario general del NUM, manifestó que dicha tribuna debería ocuparse especialmente de toda una serie de cuestiones relacionadas con la seguridad, entre las que también figuraban la formación, las responsabilidades en materia de gestión y administración, el debido ejercicio de los derechos reconocido por la ley y la función que cumplen los sindicatos. Señaló que la extracción de cada tonelada de oro costaba la vida a un trabajador y provocaba heridas graves a otros 18, y que un minero con veinte años de experiencia tenía una probabilidad contra 30 de encontrar la muerte en la mina y un 50 por ciento de probabilidades de quedar incapacitado para toda la vida. Añadió que desde 1963 no se había realizado ningún estudio sobre la seguridad en las minas, y que los servicios de inspección de minas consideraban los accidentes como hechos aislados y, en consecuencia, no se preocupaban de «realizar investigaciones más detenidas y establecer una interrelación entre la formación, la organización del trabajo y la coordinación en la industria, tareas éstas que incumben a la dirección». Los trabajadores recién contratados recibían una capacitación que duraba entre una y tres semanas antes de ir a trabajar a las galerías subterráneas; en el Reino Unido este período es de cien días. El Sr. Ramaphosa se quejó de que se impartiera la capacitación en fanagalo, dialecto desconocido para la mayoría de los trabajadores, y de que no hubiera manuales de referencia. Además, la pila de leyes que regían la industria eran «inadecuadas y se cumplían a medias». En especial, la ley de minas y fábricas no preveía la participación de los sindicatos en los asuntos relacionados con la seguridad y la salud, como el derecho de inspección, el derecho a elegir delegados para la seguridad y la existencia de órganos de negociación sobre las cuestiones relacionadas con la seguridad y la salud. En un informe sobre las normas en materia de seguridad, el Sr. Ramaphosa se quejaba en los términos siguientes: «Hay una falta de interés en lo que se refiere a la vida de los trabajadores negros.» Este informe revelaba que desde 1900 habían muerto 68 000 mineros y más de un millón habían quedado incapacitados para siempre. Los peligros son mucho mayores en las minas más profundas a causa de los estallidos de rocas. En las minas de oro, el 10 por ciento, más o menos, de los mineros trabajan a una profundidad de 3 000 a 3 500 metros, y, según la ley de probabilidades, uno de cada once de los que llevan trabajando así veinte años muere en accidente. Todo hace pensar que esta situación empeorará en el futuro, pues muchas de las nuevas minas son más profundas aún. Las tasas de accidentes mortales aumentan vertiginosamente más allá de los 2 400 metros de profundidad, pasando de una a cuatro muertes por cada 1 000 trabajadores a Acontecimientos recientes 29 una profundidad de 3 000 metros. La funcionaría de seguridad del NUM recalcó que el sindicato era consciente de los peligros concretos que entraña el trabajo en minas de gran profundidad, y se mostró preocupada por el hecho de que las compañías mineras, a pesar de que poseen la tecnología adecuada, no están interesadas en aplicar medidas de seguridad avanzadas. La COM rechazó las quejas del NUM de que la industria hacía caso omiso de la seguridad de los trabajadores. Un portavoz de la COM manifestó lo siguiente: «De hecho, la principal preocupación de nuestra industria es producir oro y carbón en las mejores condiciones de seguridad posibles, y, salvo algunas excepciones, las tasas de accidentes mortales y de lesiones han seguido en los últimos años una firme tendencia descendente. A nuestro entender, la única estadística de accidentes aceptable es la de cero muertes. En 1989 logramos este resultado en 13 de las 31 minas de carbón miembros de la Cámara y en 14 de las 33 minas de metales básicos.» El Sr. Ramaphosa se quejó de que «el racismo ha causado accidentes en las minas», y citó a título de ejemplo que un minero negro había sido amenazado de despido al negarse a realizar una tarea peligrosa que le había encomendado su superior de raza blanca; en consecuencia, obedeció y, al hacerlo, se produjo un accidente que costó la vida a 18 mineros. El Sr. Ramaphosa dijo que el NUM ya había pedido que se concediera a los trabajadores el derecho de negarse a realizar tareas en malas condiciones de seguridad, pero que no se había satisfecho esta petición porque los empleadores habían aducido que los trabajadores negros abusarían de semejante derecho. Según un estudio llevado a cabo por el NUM, muchos de los accidentes se producían porque los contramaestres blancos obligaban a la mano de obra negra a trabajar en condiciones peligrosas, con el incentivo de las primas de productividad. La COM rechazó enérgicamente esta y otras afirmaciones del Sr. Ramaphosa, y señaló que desde 1975 había gastado anualmente 500 millones de rands en investigaciones y 300 millones en formación. Indicó que los reglamentos de seguridad establecidos en virtud de la ley de minas y fábricas se basaban en gran parte en las normas de minería del Reino Unido y de países de Europa occidental. El NUM declaró que era de suponer que aumentaría la incidencia de las enfermedades en las minas. Entre los principales factores que explican la estabilización de la mano de obra citó las sequías prolongadas, la recesión económica y el hacinamiento humano en los «bantustanes». A causa de estas circunstancias, no había más posibilidades de empleo en el sector manufacturero, y por tanto a los trabajadores no les quedaba más remedio que seguir laborando en las minas durante largos períodos. Antes de 1975 la mayoría de los mineros negros solían pasar en las minas períodos relativamente breves de su vida laboral, pero como, dada la situación, no tenían otra alternativa, ahora se veían obligados a volver a las minas al término de cada contrato. Esto significa que pasan más tiempo en las galerías, donde están expuestos al polvo, las radiaciones y el ruido. Antes de producirse la estabilización de la mano de obra, la proporción de mineros que habían trabajado en las galerías durante un período lo suficientemente largo para contraer enfermedades profesionales era baja, pero, al haber aumentado el número de los que llevan veinte años o más trabajando en tales condiciones, los riesgos de enfermedad a causa del polvo, las radiaciones y el ruido son mucho mayores. 30 Informe especial sobre el apartheid Los mineros que trabajan en las minas de vanadio de la Vanadium Mineral Corporation (VAMETCO) se quejaron de que, según los médicos, la inhalación de partículas minerales durante períodos prolongados podía causar ataques recurrentes de bronquitis y enfisema. Declararon que, a pesar de lo dispuesto en las directrices internacionales sobre seguridad y salud en el trabajo, no se sometía a los trabajadores a exámenes médicos previos al empleo ni a controles de salud regulares. Si bien era obligatorio que el personal que trabajaba en zonas de alto riesgo utilizara material de protección de las vías respiratorias adecuado, lo que incluía una máscara que cubriera todo el rostro y una protección para los ojos, no se les suministraba dicho material. La compañía negó la veracidad de esta queja. El Gobierno de Malawi amenazó con emprender una acción judicial contra la COM con motivo de las quejas formuladas por el responsable del servicio de salud de la Cámara de que, según los resultados de una encuesta, la frecuencia del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) era mayor entre los nacionales de Malawi que en cualquier otro grupo. Fundándose en estas declaraciones, la industria minera decidió que los trabajadores migrantes de Malawi que regresaban a Sudafrica con nuevos contratos serían sometidos a análisis clínicos para detener la difusión del VIH. El Gobierno de Malawi se opuso a que sólo sus trabajadores fuesen sometidos a análisis clínicos, con lo cual cesó la inmigración de mano de obra de este país, que solía representar unos 18 000 trabajadores. La política de lucha contra el SIDA adoptada por la COM provocó un conflicto entre ésta y el NUM, el cual sostenía que, al negarse la Cámara a optar por una política sobre el SIDA válida para toda la industria, era imposible encontrar una solución a largo plazo. El Sr. Ramaphosa, secretario general del NUM, informó que su sindicato contaba con un programa de educación sobre el SIDA y estaba considerando la oportunidad de organizar cursos al respecto en cada mina y en cada fábrica. El NUM reconoció que el problema del SIDA podría adquirir proporciones epidémicas si no se tomaban medidas para evitarlo, y que tanto el Gobierno como las empresas y los sindicatos podían hacer mucho al respecto. En su contestación al Sr. Ramaphosa, la COM expresó que había una gran convergencia entre las opiniones del NUM y las de los empleadores sobre el problema de la infección del VIH y del SIDA. Un portavoz de la COM señaló que, según los resultados de un estudio realizado recientemente entre los trabajadores de las minas, en su amplia mayoría éstos no llevaban vidas promiscuas. La COM ya había gastado una suma cuantiosa en actividades destinadas a conocer mejor el SIDA y a evitar la difusión de la enfermedad en el Africa meridional, especialmente en la industria minera. Importantes instituciones financieras de Sudafrica advirtieron que en un plazo de un decenio el SIDA podría empezar a destruir la economía nacional. Según cálculos efectuados por el Volkskas Bank, el costo del tratamiento médico de las personas afectadas por enfermedades relacionadas con el SIDA podría alcanzar en 1995 los 14 000 millones de rands, es decir, casi 20 veces la suma correspondiente al presupuesto nacional actual en materia de salud. El departamento de estudios económicos de Nedcor prevé que en el año 2000 el presupuesto de la salud tal vez llegue a 90 000 millones de rands, superando el total de 73 000 millones correspondiente al presupuesto nacional para 1990. El Sr. Theo Hartwig, actuario en jefe de la Old Mutual, hizo las siguientes declaraciones: «El Acontecimientos recientes 31 problema es que, según las previsiones, para fines de siglo, entre el 45 y el 50 por ciento de la población adulta padecerá de SIDA.» Nedcor añadió: «Si no se reconocen debidamente los efectos del SIDA, toda decisión en materia de planificación podrá ser un fracaso rotundo. Se producirán cambios radicales en las estructuras de costos, en las tendencias de la mecanización, en la composición de la demanda de los consumidores y en los mercados.» Nedcor instó a los empresarios a vigilar las tendencias frente a la evolución del SIDA, y a ajustar en consecuencia sus estrategias comerciales. El Gobierno podría verse obligado a tomar la misma actitud que muchos países del tercer mundo, es decir, enviar a los enfermos del SIDA a morir a su casa sin ninguna, o casi ninguna, asistencia médica. El NUM se opuso al proyecto de revisión de la ley sobre los minerales, sometido al Parlamento, por estimar que comprometía la seguridad y la salud en el trabajo. En opinión del sindicato, las disposiciones que figuraban al respecto en el proyecto de ley eran totalmente insuficientes y muy inferiores a las de otras industrias, pese al hecho de que las condiciones de trabajo en el sector minero eran mucho más peligrosas que en otros sectores industriales. En las quejas presentadas ante el Gobierno, el sindicato aducía que el proyecto de ley excluía las disposiciones que figuraban en la ley sobre maquinaria y seguridad en el trabajo, en virtud de las cuales los empleadores no podían deducir de los salarios el costo del material de seguridad, a pesar de que había pedido en reiteradas oportunidades que se incluyera una disposición de esta índole. El sindicato añadía que el objetivo primordial del proyecto de ley era privatizar y liberalizar la industria minera. El NUM sostenía que esto «tendría, sin duda, un efecto negativo en el cumplimiento de las normas en materia de seguridad y salud». El sindicato también pidió que se encargara a un órgano especial la tarea de vigilar la seguridad y la salud en la industria minera. El Sr. Randall M. Packard, catedrático de la Universidad Tufts, calculó que cada año 50 000 nuevos sudafricanos contraen la tuberculosis; las víctimas son en su mayoría negros, pero también ha aumentado en los últimos años la incidencia de esta enfermedad entre los blancos. Achacó la propagación de la tuberculosis de las zonas urbanas al medio rural a la proletarización de la mano de obra negra y al sistema de migración obrera. A fines del decenio de 1920, más del 90 por ciento de la población adulta de algunas zonas de Transkei y Ciskei había contraído la tuberculosis. Su propagación se había acelerado durante los años del apartheid debido a la repatriación forzosa de trabajadores y a la elevada rotación de la mano de obra. Si bien la COM tomó medidas para verificar la presencia de tuberculosos entre los trabajadores de la industria minera, su programa no llegó a las zonas de contratación, donde las familias, a su vez, eran víctimas del contagio cuando los trabajadores migrantes regresaban de las minas. Empleadores La principal desavenencia suscitada en los últimos años entre los empleadores y los sindicatos sobre la LRRA se zanjó cuando la Comisión Consultiva de los Empleadores de Sudafrica sobre Cuestiones Laborales (SACCOLA) llegó a un acuerdo con el COSATU y el NACTU. Las principales preocupaciones de los empleadores en materia laboral tenían que ver con la violencia en el lugar de 32 Informe especial sobre el apartheid trabajo, las demandas de incrementos salariales altos por parte de los trabajadores, el aumento de las huelgas importantes, la elevada tasa de inflación y la gran falta de trabajadores calificados y de personal directivo. También expresaban su inquietud los empleadores por el lento ritmo de las negociaciones para elaborar una nueva constitución, las amenazas proferidas por el ANC y los sindicatos sobre la posible nacionalización de las industrias básicas, la continuidad de las sanciones y la falta de nuevas inversiones de capital extranjero. Los círculos empresariales se mostraban, por lo general, unánimes sobre lo que debería hacer el sector privado para asegurarse un puesto en la sociedad posterior al apartheid. John Gaunt, del Standard Bank, maracando el tono del debate sobre la cuestión, declaró: «A menos que los empresarios estén dispuestos a reconocer las responsabilidades mayores que deben asumir, sus organizaciones no sobrevivirán y hasta es posible que no merezcan hacerlo. No tiene sentido tratar de discernir quién es culpable de la actual situación. Lo importante ahora es que el sector privado asuma la responsabilidad principal del desarrollo nacional de la forma más eficaz al mínimo costo posible. El valor añadido gracias al proceso del mercado, en términos de puestos de trabajo y de acumulación de recursos y calificaciones de la búsqueda de mercados y la satisfacción del interés común de los trabajadores, accionistas, directivos de empresa y consumidores, es muy superior a cualquier cosa que pueda conseguirse por otros procedimientos. Los empresarios no tienen por qué disculparse al respecto. Basta con que se limiten a llevar a cabo su tarea de crear riqueza, a la vez que se muestran sensibles respecto de las preocupaciones legítimas de la sociedad en general.» La Cámara de Empresarios Sudafricana (SACOB) publicó un documento de 35 páginas sobre las opciones económicas que se ofrecen a Sudafrica, en el que se abordaban en concreto las medidas para combatir la pobreza y la desigualdad de recursos. El mismo concluía señalando que sólo «el capitalismo con una conciencia social» permitiría eliminar las «manifiestas disparidades» existentes en el país. La SACOB advertía que la labor llevaría tiempo y que las empresas debían adoptar medidas concretas para despertar y poner en práctica dicha conciencia social, añadiendo que «las empresas no pueden hacerlo todo; el Gobierno tiene un importante papel que desempeñar en esferas como la vivienda y la educación». Según señalaba, la reordenación de las prioridades en materia de gasto público debería considerarse como uno de los objetivos prioritarios a medio plazo, y expresaba la convicción de que, gracias a la libre empresa y al crecimiento económico, se conseguirían unos ingresos fiscales cada vez mayores, a condición de que las tarifas impositivas no provocasen una desbandada de las empresas. Los empresarios reaccionaron cautamente, si bien más animados ante el proyecto de documento sobre política económica del ANC, aunque lamentaban que la nacionalización siguiera figurando como uno de los aspectos de dicha política. El director general de la SACOB, Raymond Parsons, acogió con agrado lo que a su juicio constituía un «mayor realismo por lo que respecta a las ideas del ANC», y expresó su decepción por el hecho de que la nacionalización y el «colectivismo» siguieran figurando entre las grandes cuestiones del programa del ANC. Un portavoz de la Anglo-American Corporation comentó que mientras que el ANC hablaba de lograr un crecimiento por medio de la redistribución, «lo que nosotros tratamos de conseguir es la redistribución gracias al ere- Acontecimientos recientes 33 cimiento». El portavoz de Barlow Rand's, K. Ironside, declaró que el documento de política económica del ANC era «flexible y encomiable en lo que tiene de búsqueda de un modelo económico viable». En el informe anual de 1990 del Instituto para el Desarrollo de la Pequeña Empresa (SBDC) se señalaba que, debido al número cada vez mayor de empresarios negros, la cifra de pequeños empresarios se había disparado hasta alcanzar 1,5 millones aproximadamente. El director ejecutivo del SBDC, Ben Vosloo, criticó las barreras burocráticas que impedían o retardaban el progreso económico de los negros. Según dijo, las pequeñas empresas de los sectores estructurado y no estructurado representaban actualmente no menos del 40 por ciento del conjunto de la actividad económica. Por otro lado, el 75 por ciento de las nuevas oportunidades de trabajo debían atribuirse a los pequeños empresarios, suponiendo las mismas tan sólo una fracción de los costos a que tenían que hacer frente las grandes empresas para crear nuevos puestos. Según S. Motsuenyane, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Comercio Africanas (NAFCOC), el principal problema a que tenía que hacer frente la comunidad negra al abordar el debate económico era cómo conseguir un amplio marco que fuese aceptable para la mayoría de los principales actores en el frente político. Los negros, respecto a la economía, se hallaban realmente al margen; se encontraban en la periferia de la vida económica, incluso aquellos que alegaban realizar una actividad económica. Al parecer, según dijo, la contribución general de las empresas negras a la economía no pasaba del 1 por ciento del total del sector estructurado. Si bien nadie parecía conocer las cifras exactas relativas al sector no estructurado en la actualidad, se creía que éste desempeñaba un papel muy importante en la economía. A juicio del Dr. Motsuenyane, la cuestión de la participación de los negros en la economía no podía debatirse si no se tenían en cuenta las diferencias existentes entre las comunidades blanca y negra en materia de calificaciones. Se mostraba partidario de una economía mixta, con un margen menor de actuación para el sector público, pues no creía que todo pudiera dejarse en manos del sector privado. La NAFCOC había creado una comisión consultiva mixta con el ANC. Lot Ndlovu, presidente de la delegación en Johannesburgo del Foro de Empresarios Negros, dijo que si bien su organización era contraria en principio a las nacionalizaciones, éstas podrían tener cierta utilidad: «Determinados sectores de la economía podrían nacionalizarse con carácter provisional hasta que mejorase la condición de la comunidad negra.» Si bien admitía que tal medida podría provocar un mayor éxodo de dirigentes de empresa y de trabajadores calificados, añadía que «si tales personas no colaboraban en la construcción del país, más valdría librarse de ellas». Sólo cuando la situación de los negros les permitiera desempeñar un papel significativo en la economía del país, cabría pensar en la privatización de ciertos sectores. Mashudu Ramano, director ejecutivo de la Asociación de Contables Negros, estaba de acuerdo en que, con independencia de las ventajas que pudiera suponer la privatización, de momento ésta debería relegarse. Sostenía que si las empresas hubieran hecho más por la mejora de la condición de los negros en el pasado, no se hablaría ahora de nacionalizaciones. De la misma opinión era Gaby Magomola, presidente de la sección de mercadotecnia de la Fundación para los Servicios de las Empresas y Consumidores Africanos, quien dijo que «los negros no están dispuestos a esperar que 34 Informe especial sobre el apartheid la riqueza les llegue poco a poco gracias al crecimiento económico. Las empresas tendrán que pensar seriamente en la cuestión de distribuir de modo equitativo la renta nacional». Añadió que los empresarios negros habían jugado «a ser caballeros», y quizá se había puesto en exceso sordina a sus peticiones; pero «bastó que Mandela se refiriese a las nacionalizaciones para que las empresas, atemorizadas, empezasen a tomar medidas». Un consultor empresarial, Willie Ramoshaba, dijo que las compañías sudafricanas no debían esconder la cabeza bajo tierra, sino tratar de elaborar un orden de prioridades adecuado junto con la comunidad negra. La decisión del Gobierno de liberalizar el transporte en 1984 dio lugar al rápido crecimiento de una gigantesca industria nueva controlada por los africanos, que se organizaron en la Asociación de Taxistas Negros de Sudafrica (SABTA). En la actualidad, sus miembros tienen un total de 165 000 microbuses, con una facturación anual de 3 000 millones de rands, y dan empleo a 300 000 trabajadores. Knox Matjila, miembro de la ejecutiva de la SABTA, abogaba por la imposición de una limitación temporal al acceso de nuevos miembros a la industria del taxi de los negros, pues ésta tenía que hacer frente a una serie de problemas debido a la falta de una formación adecuada de sus afiliados por las prácticas del apartheid aplicadas en el pasado. Uno de los principales problemas a que la industria tenía que hacer frente era la guerra de los taxis, a causa de la cual habían muerto 45 personas tras los enfrentamientos librados entre agencias rivales. La SACOB instaba al Gobierno y a los dirigentes políticos a que creasen los mecanismos necesarios para que los empresarios desempeñasen un papel activo en las negociaciones sobre la nueva constitución. Migraciones La inmigración a Sudafrica aumentó un 50 por ciento en 1990. Muchos de los nuevos inmigrantes venían de países de Europa oriental, sobre todo de Hungría, la ex República Democrática Alemana y Polonia. Durante los primeros nueve meses del año un total de 10 987 inmigrantes llegaron a Sudafrica, frente a 5 600 durante el mismo período de 1989. Al mismo tiempo, el número de emigrantes descendió a 3 642. Dos de las principales razones para la emigración, como puso de relieve una encuesta realizada por el Centro de Estudios Políticos de la Universidad de Witwatersrand, fueron el intento por parte de los jóvenes de evitar ir a filas y la inestabilidad política reinante en el país. A tenor de la encuesta, desde 1980 un 25 por ciento de los emigrantes son diplomados universitarios, sobre todo personal docente. Según el Centro, las estadísticas oficiales sólo registran la mitad de los emigrantes ; el resto de ellos abandonan el país sin dar noticia, como turistas o con un billete de avión de vuelta. En el estudio se calculaba que el costo medio que representaba para la economía nacional cada emigrante — con independencia de su edad, sexo o nivel educativo — era de 240 000 rands al año, en concepto de pérdida de productividad y de ingresos fiscales. El COSATU y el NACTU organizaron campañas contra la inmigración. El secretario general del NACTU, Sr. Ngcukana, reiteró la queja hecha por su federación, ya formulada ante la OIT, de que el Gobierno y los empleadores impe- Acontecimientos recientes 35 dían a los trabajadores sudafricanos conseguir una calificación profesional al importar mano de obra calificada de Europa oriental y occidental. Sostenía asimismo que la inmigración constituía una violación de la política de sanciones impuesta por las Naciones Unidas, advirtiendo que los trabajadores se negarían a trabajar en aquellas fábricas que empleasen mano de obra extranjera calificada. Las federaciones sindicales asociaban su campaña contra la inmigración a demandas para conseguir la mejora de la formación y el perfeccionamiento profesional de los trabajadores negros. Los oficiales de la compañía de construcción naval Dorbyl, de Durban, organizaron una manifestación contra la presencia de trabajadores extranjeros. La empresa había solicitado autorización para contratar 126 soldadores, caldereros y capataces de Tailandia. Asimismo, había propuesto la contratación de mano de obra calificada procedente de Alemania, Grecia, Polonia, Portugal y Turquía. Finalmente, la solicitud de visados para los trabajadores tailandeses fue denegada por el Gobierno. La manifestación contó con el apoyo del ANC. Su delegado en Natal, Patrick Lekota, alegó que con la importación de mano de obra extranjera se trataba de aumentar el número de la población blanca de Sudafrica. Salarios y negociación colectiva En la primera mitad de 1990 los sindicatos consiguieron un aumento salarial medio más bajo que en 1989, y se preveía que los aumentos para el resto del año fuesen aún menores, pues las consecuencias de la recesión económica empezaban ya a dejarse sentir. Las demandas presentadas inicialmente por los sindicatos en las negociaciones eran más modestas: un aumento del 35 por ciento frente al 80 por ciento reclamado en 1989. Un consultor en materia de relaciones laborales, Pat Stone, dijo que las demandas planteadas inicialmente no reflejaban unas expectativas más bajas, sino un cambio de táctica en las negociaciones. Rudolf Gouws, economista del Banco Comercial Rand, señaló que, si bien los aumentos salariales habían empezado a estabilizarse, no habían descendido aún habida cuenta de la recesión existente en la economía. Según vaticinó, como los sindicatos eran la principal fuerza impulsora de las demandas salariales, las diferencias de sueldos existentes entre los trabajadores organizados y sin organizar seguirían creciendo. La empresa consultora Andrew Levy and Associates indicó que el aumento medio de los salarios en los convenios suscritos a principios de 1990 había sido del 16,7 por ciento, frente al 16,9 por ciento del año anterior (17,4 por ciento a fines de 1989). El Servicio de Estudios Laborales informó que los mayores aumentos se habían registrado en las industrias del automóvil (24,1 por ciento), de la madera (23,1 por ciento) y del vestido (22,8 por ciento). Los aumentos más bajos habían tenido lugar en los sectores del transporte (15,8 por ciento), la administración local (16,3 por ciento), la construcción (16,7 por ciento), la minería (18,3 por ciento) y el metal (18,3 por ciento). Las cifras del Servicio Central de Estadística indican que las diferencias salariales medias existentes entre los trabajadores blancos y los negros se redujeron ligeramente a lo largo del año hasta septiembre; las diferencias fueron menores en el sector financiero y mayores en el de la construcción. El Servicio de Estudios Laborales, que examinó las diferencias salariales existentes entre las empresas con salarios más altos y 36 Informe especial sobre el apartheid aquellas con salarios más bajos, pudo comprobar que tales diferencias eras mayores en el sector de la alimentación. El salario medio de los trabajadores sin calificar aumentó un 21,4 por ciento en 1990, frente al 22,5 por ciento en 1989. Pese al descenso registrado, el incremento medio seguía estando por encima de la inflación, que oscilaba en torno al 14,5 por ciento. Sólo una décima parte de los convenios salariales suscritos se hallaba por debajo del aumento de la tasa de inflación. Según el Servicio de Estudios Laborales, ello significaba que los salarios de los trabajadores sin calificar crecieron un 6,4 por ciento en términos reales; ahora bien, los salarios percibidos en el importante sector del metal siguieron estando, en términos reales, por debajo del nivel de 1982. Los trabajadores sin calificar del sector público seguían ganando unos salarios por debajo de la media dentro de su categoría, salvo en el caso de los agricultores, aun cuando consiguieron un aumento medio del 30,8 por ciento. Los aumentos anuales medios registrados en otros sectores de la industria no diferían mucho. El mayor incremento, un 27,8 por ciento, se registraba en los sectores de la bebida y la hostelería y restauración. El sector de la industria con salarios más altos era el automovilístico, en el que el salario medio de los trabajadores sin calificar era de 285 rands semanales. En la minería, los trabajadores sin calificar sólo ganaban 96,69 rands semanales, el salario más bajo de todos los sectores. Las presiones ejercidas para que se aumentara el salario de los trabajadores peor remunerados del sector público planteaba graves problemas financieros a la administración pública, tanto por el número de trabajadores que se veían afectados como por el bajo nivel de las remuneraciones. En 1990, el empleo en el sector público se mantuvo en torno a 1,3 millones, esto es, alrededor de un 13 por ciento de la población económicamente activa. El Ministro de Hacienda pidió a los sindicatos que limitaran sus reivindicaciones salariales para que fuera posible atajar la inflación y que la economía pudiera hacer frente a la recesión. Los dirigentes sindicales rechazaron su llamamiento. El secretario de la NUMSA para el personal de ingeniería, Sr. Bernie Fanaroíf, contestó que los trabajadores no acatarían llamamientos a la moderación de las reivindicaciones salariales de «un gobierno elegido sobre una base antidemocrática que procedía sin consultar con la mayoría de los sudafricanos privados de derechos. Continuarán negociando en la medida de sus posibilidades». Contrariamente a lo ocurrido en años anteriores, se concertaron acuerdos salariales en todas las principales ramas de actividad sin que fuera necesario recurrir a la huelga. Al principio de sus negociaciones con la COM, el NUM pidió un aumento medio de los salarios del 35 por ciento, que luego se redujo al 20 por ciento. Al final, aceptó incrementos que oscilaban entre el 14,5 y el 17 por ciento. El acuerdo concedía también un aumento del 5 por ciento por concepto de vacaciones, el establecimiento de un comité encargado de la mejora de las calificaciones y de la educación, y la adhesión de la Goldfields Company a las disposiciones relativas a las licencias por enfermedad de los mineros y la seguridad de los ingresos. La COM concertó también un acuerdo con ocho sindicatos blancos, representados por el Consejo de Sindicatos de Mineros (CMU), que concedían un aumento de 13,5 por ciento de los salarios, un incremento del 1 por ciento en la remuneración sujeta a pensión y contribuciones iguales de los empleadores y de Acontecimientos recientes 37 los trabajadores al régimen de indemnizaciones en caso de muerte del Fondo de Pensiones de los Trabajadores de las Minas. El NUM no consiguió que la COM aceptara escalas de salarios uniformes entre las tasas de remuneración que ofrecían las diversas empresas mineras. El sindicato estimó que se habían ampliado las disparidades, hasta alcanzar 112 rands mensuales en el grado 1 de la categoría de trabajos subterráneos, entre los salarios más altos, pagados por la AAC, y los más bajos, pagados por Goldfields. Un representante del NUM señaló que las disparidades entre las diferentes empresas complicaban las negociaciones en que participaban minas de oro y de acero y que abarcaban a varias categorías de ocupaciones de superficie y subterráneas. El NUM declaró haber conseguido un avance en un acuerdo concertado en noviembre con la mina Freegold South, de la AAC, que aceptó el principio de un período prolongado de permanencia a domicilio de hasta noventa días como máximo con licencia sin goce de sueldo. Este acuerdo ofreció la posibilidad de disminuir la reducción de personal en la mina de 7 800 a 1 800 trabajadores. El secretario general adjunto del NUM, Sr. Marcel Golding, señaló que, si bien el acuerdo sólo se aplicaba a una mina, sus efectos directos e indirectos serían considerables para toda la industria minera. Así lo estimó el representante de la AAC, Sr. Adrian du Plessis, quien declaró que el acuerdo era importante porque se había concertado en un momento de dificultades en la industria de las minas de oro. La AAC anunció también la creación de un fondo de un 1 millón de rands para promover la creación de empleos. La Federación de Industrias del Acero e Industrias Mecánicas de Sudafrica (SEIFSA) concertó un acuerdo con 14 sindicatos, incluida la NUMSA, en el que se concedían aumentos de salario del 15,5 por ciento en el grado más elevado al 19 por ciento en el más bajo; las horas de trabajo se redujeron de 45 a 44; se aumentó la prima de vacaciones; se mejoraron sustancialmente las indemnizaciones de residencia fuera del lugar de trabajo; el 16 de junio se reconoció como día festivo; y se garantizó a las trabajadoras un diagnóstico precoz anual de cáncer de mama. Otras disposiciones del acuerdo abarcaban las siguientes cuestiones : la obligación para los empleadores de anunciar de antemano las reducciones de personal, la supresión de puestos de trabajo y el cierre o traslado de lugares de trabajo y de concertar consultas de buena fe para llegar a un acuerdo sobre los motivos de las reducciones de plantilla o la supresión de puestos de trabajo; la obligación para los empleadores de negociar directivas en materia de no discriminación en la contratación, selección y pruebas de aptitud para la formación, así como de pedir a sus miembros que retiren su apoyo a los centros de formación o de educación que continúan aplicando prácticas de discriminación; la constitución de un comité encargado de estudiar la manera de mejorar las oportunidades de empleo permanente en la industria ; y la liquidación de los últimos obstáculos a la creación de un fondo de previsión social para toda la industria. Las seis fábricas principales de automóviles concertaron un acuerdo con todos los sindicatos, incluida la NUMSA, en su foro nacional de negociación (NBF). Los salarios horarios se aumentaron entre 1,15 rand al nivel más bajo y 1,75 rand al nivel más alto. La NUMSA reivindicaba un aumento general de 2 rands. También se decidió que las empresas respetarían el acuerdo concertado entre el COSATU/NACTU y la SACCOLA sobre la no aplicación de las dispo- 38 Informe especial sobre el apartheid siciones controvertidas de la ley sobre relaciones de trabajo. Otras cláusulas del acuerdo concertado en el NBF abarcaban las cuestiones siguientes: licencia pagada de maternidad equivalente al 25 por ciento del salario básico de la trabajadora durante dieciocho semanas y ocho semanas de licencia sin goce de sueldo, así como un día de licencia pagada para el padre del niño ; la constitución de un comité integrado por el empleador y el sindicato para considerar la creación de empleos, la seguridad en el empleo, la productividad y la viabilidad futura de la industria del automóvil; la elaboración de directivas para la industria en materia de no discriminación en la contratación, la selección, la formación y las pruebas de aptitud; la garantía de que los trabajadores detenidos o encarcelados en virtud de las leyes sobre seguridad continuarían percibiendo su salario y conservando su empleo, a reserva de que su encarcelamiento vulnere «los principios aceptados internacionalmente del imperio de la ley»; y un diagnóstico precoz anual obligatorio y gratuito del cuello uterino para las trabajadoras. Los empleadores también se comprometieron a reconsiderar la asistencia que prestaban a establecimientos de formación que aplican criterios de discriminación. La Asociación de Fabricantes de Ropa de El Cabo concertó un acuerdo con el SACTWU para conceder a los 50 000 trabajadores del vestido un aumento de 22,50 a 29,50 rands semanales. Los operadores de máquinas, que representan el 60 por ciento de la mano de obra de esta industria, pasarán a ganar 199,50 rands semanales, o sea un aumento de 76 rands en comparación con 1987, año en que se constituyó el primer sindicato. El secretario regional del sindicato, Sr. Howard Gabriels, declaró que se habían creado en cada fábrica comisiones de salario mínimo (LWC) integradas por enlaces sindicales y trabajadores que presentaban informes semanales, lo que había redundado en una «democratización de procedimiento de negociación salarial», en el que no podía celebrarse ninguna negociación sin una participación de la base obrera. El SACCAWU consiguió también un aumento sobresaliente de 175 rands mensuales en la fábrica de artículos de oficina 3M, con lo que el nivel de remuneración se elevó de un mínimo de 1 060 rands a 1 275 rands. El Sindicato Sudafricano de Trabajadores de Puertos y Ferrocarriles (SARHWU), que consiguió el derecho de negociación después de su huelga, logró un aumento salarial de 25 por ciento para sus afiliados. El Sindicato de Trabajadores del Transporte y de Otros Trabajadores (TGWU) consiguió un acuerdo para sus 10 000 afiliados de los servicios contractuales de limpieza, y el nuevo Sindicato de Personal de Limpieza de Sudafrica (BCWUSA), que cuenta con 4 000 afiliados, logró el derecho de establecer un consejo nacional de relaciones de trabajo con los empleadores. Además de acuerdos salariales, varios sindicatos consiguieron victorias importantes en materia de mejoras sociales y laborales. Un acuerdo con la empresa Plessey SA se refiere a los siguientes asuntos: examen paritario de los alegatos sobre hostigamiento, acoso e intimidación ; un local administrativo ofrecido por la empresa para 17 enlaces sindicales, uno de ellos con servicios a tiempo completo, y el deecho de los enlaces sindicales a reunirse una vez por semana durante las horas de trabajo, con hasta cinco días de licencia pagada con fines de formación. El acuerdo concertado por el SACCWU con Game Discount World concede diez meses de licencia de maternidad, ocho de ellos remunerados a media jornada, y ocho días de descanso después del parto. Las trabajadoras que no cumplen los requisitos necesarios para la licencia de maternidad percibirán Acontecimientos recientes 39 una tercera parte de su salario durante los seis primeros meses de su licencia. Las demás prestaciones consisten en: una cesta por valor de 50 rands para quienes esperen un hijo; exámenes gratuitos del cuello uterino organizados por la empresa; una prima anual completa en el momento de reanudar el trabajo; tres meses de contribuciones a la asistencia médica reembolsados en su totalidad; vacaciones acumuladas, incluso durante la ausencia del trabajo, y el derecho a elegir un trabajo en régimen de jornada parcial hasta que el niño cumpla un año. El SACCAWU y Foschini concertaron un acuerdo sobre prestaciones para recién nacidos que beneficia a 5 000 trabajadoras. También se dispone el pago de una suma a tanto alzado de 620 rands para la atención del niño, además de una licencia de maternidad remunerada de seis meses y la conservación del empleo al reanudar el trabajo. Las mujeres representan el 80 por ciento de la mano de obra de Foschini. El SACCAWU obtuvo también de Trador la promesa sin precedente de que no despediría a trabajadores ni cerraría ninguno de sus almacenes. El acuerdo concede también a los trabajadores el derecho a dormir en la empresa; el acceso sin restricciones del sindicato a los locales, así como alimentos y mantas para los huelguistas ; y la promesa de no despedir a nadie por razones de huelga, así como de no recurrir a ningún personal de seguridad en caso de huelga. Las estadísticas muestran que el 54 por ciento de todos los conflictos se resolvieron por mediación. Desde 1987, el período necesario para llegar a una solución ha aumentado considerablemente, de 67 días a un período de 86 a 89 días. Respecto de las categorías mejor remuneradas, las partes llegaron a un acuerdo más rápidamente (69 días en promedio, en comparación con 110 días para las categorías que perciben las remuneraciones más bajas). Aunque en el decenio de 1980 los trabajadores negros consiguieran relativamente más ventajas que otros trabajadores en materia de aumentos de salario, la disparidad entre razas sigue siendo considerable. En 1981, los trabajadores negros percibían aproximadamente la mitad de lo que cobraban los blancos ; en 1988, los salarios de los trabajadores negros alcanzaban el 70 por ciento de la remuneración de los trabajadores blancos de la misma categoría. Las disparidades más importantes subsistían entre los diferentes grupos raciales en el sector público. Los trabajadores negros son los que consiguieron los aumentos más importantes respecto de su remuneración media en 1989: 21 por ciento, en comparación con 19 por ciento para los trabajadores de color y asiáticos y 16 por ciento para los blancos. En 1990, los trabajadores negros lograron un aumento incluso mayor: 30,8 por ciento. En el mismo año, el Gobierno prometió eliminar las disparidades salariales entre el personal docente de sexo masculino y femenino; consignó 184 millones de rands para mejorar la situación de 75 600 mujeres en las categorías más bajas de remuneración, de las que 59 680 eran maestras negras. Han dejado de existir disparidades en las escalas de remuneración del personal docente. La cuestión, en su conjunto, ha de analizarse teniendo presente la situación social de las familias negras. Según el Instituto Sudafricano de Relaciones Raciales (SAIRR), las cifras correspondientes a los ingresos y niveles de subsistencia de los hogares africanos en 1990 indican que, en muchas zonas, la mayor parte de los hogares africanos viven por debajo del nivel de subsistencia familiar (HSL). El HSL es una estimación del coste de vida básico de una familia africana de seis personas, y abarca alimentos, ropa, combustible, 40 Informe especial sobre el apartheid limpieza, renta y transporte. En septiembre de 1990, el HSL medio en 24 centros urbanos era de 564 rands, mientras que el 60 por ciento de los hogares africanos a nivel nacional (incluidos los 10 territorios patrios) percibían un ingreso mensual inferior a 500 rands (y el 68 por ciento, menos de 600 rands). Hay una disparidad considerable entre los hogares urbanos y rurales: el 23 por ciento de los hogares negros urbanos tienen un ingreso mensual medio de 1 000 rands o más, en comparación con sólo 7 por ciento de los hogares rurales. Cuestiones de mano de obra, empleo y formación La recesión y una importante reducción de la mano de obra en las minas contribuyeron a estancar el nivel del empleo en el sector estructurado de la economía. El profesor van den Berg, de la Universidad de Stellenbosch, calculó que se precisaban tasas de crecimiento del PIB de 4,3 a 6,4 por ciento para que el aumento del empleo pudiera absorber el crecimiento anual previsto de 2,56 por ciento de la mano de obra. El PIB correspondiente a 1990 bajó en 1 por ciento. El Servicio Central de Estadística del Estado (CSS) informó que a fines de 1989 había 5 295 000 personas empleadas en el sector estructurado fuera de la agricultura. Estimó la población económicamente activa (EAP) en 10 250 000, con exclusión de las personas que vivían en «territorios patrios independientes», estimadas en un millón. Según el CSS, los niveles de empleo en los sectores principales casi no variaron en el decenio de 1980. El Banco de Desarrollo del Africa Austral (DBSA) estimó que la capacidad de absorción (porcentaje de nuevos trabajadores ocupados) del sector estructurado disminuyó hasta 12,5 por ciento en el período 1985-1989, en comparación con 73,6 por ciento en el período 1965-1970. Entre 1975 y 1989, 4 700 000 personas se sumaron a la fuerza de trabajo, mientras que sólo se crearon 1 200 000 empleos adicionales en el sector estructurado. El DBSA señaló que el desempleo había alcanzado «proporciones alarmantes», ya que el 41,5 por ciento de la mano de obra potencial se veía privada de empleo en el sector estructurado. La Comisión Mouton, encargada de estudiar las disposiciones relativas a las pensiones, llegó a la conclusión de que había más de siete millones de desempleados en el sector estructurado. En un informe sobre estudios de mercados para Africa en 1990 se indica que más de un millón de trabajadores negros de las zonas urbanas estaban desempleados, en comparación con 86 000 trabajadores blancos. Se comprueba en el estudio que la tasa más elevada de desempleo de los negros afecta a los jóvenes: 400 000 en el grupo de edades de 16 a 24 años, y 340 000 en el grupo de edades de 25 a 34 años en busca de empleo a jornada completa. Con arreglo a la Nedbank Guide to the Economy, el número de empleos en los sectores productivos sólo aumentó en 19 000 en el decenio de 1980. Se prevé que la situación empeorará probablemente en los años noventa y que el aumento probable del empleo en el sector privado se verá contrarrestado con una reducción del empleo en el sector público. La COM señaló una disminución del empleo en las minas de oro y de carbón, que ocupaban a 584 000 personas en agosto de 1989, en comparación con 523 000 en febrero de 1990, y advirtió que las condiciones adversas que afectaban a las minas marginales podían redundar en la pérdida de 77 600 empleos. Acontecimientos recientes 41 El NUM estimó que una forma de hacer frente a la amenaza de pérdida de empleos que se cernía sobre decenas de miles de mineros consistía en prolongar las vacaciones remuneradas anuales con tres semanas adicionales para salvar, según las estimaciones, unos 7 800 empleos. Propuso como alternativa la introducción de una quincena de 12 turnos, a lo que se opuso el sindicato blanco MWU. El Sr. Clem Sunter, jefe de la división de oro y uranio de la AAC, se comprometió a celebrar negociaciones con los trabajadores para examinar la manera de resolver el problema de la reducción de mano de obra, e indicó que estaba dispuesto a considerar la propuesta de adoptar un nómina para 12 turnos por quincena en lugar de los 11 que se efectúan actualmente. En el sector manufacturero, el número actual de 1 400 000 empleos permanece prácticamente al mismo nivel que en 1980. La Federación de Industrias de la Construcción estimó que el empleo en su sector disminuiría de 262 000 puestos en 1989 a 250 000 a fines de 1990. El sector del acero y de las industrias mecánicas esperaba mantener el nivel de empleo en 350 000 puestos de trabajo. La industria del turismo esperaba un leve aumento de 5 000 empleos (hasta 145 000) en 1990. La Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles señaló un pequeño aumento de 663 empleos en el primer trimestre de 1990, hasta alcanzar un total de 38 159 puestos de trabajo. La Federación Textil anunció un período muy sombrío en su sector, que ocupaba a 97 500 trabajadores en 1990. La industria del calzado registró una pérdida de 2 800 trabajadores entre septiembre de 1989 y febrero de 1990. Si bien el empleo en los importantes sectores manufacturero, minero y agrícola disminuyó en el decenio de 1980, el empleo en el sector público continuó aumentando hasta 1987 en que se congelaron las plantillas. En septiembre de 1989, el empleo en este sector representaba un número de 1 678 875 trabajadores (con exclusión de los territorios patrios). En septiembre de 1990 su cifra se redujo a 1 662 359. Ciertos comentaristas estiman que las negociaciones constitucionales reducirán el número de personas empleadas en el servicio público a medida que se elimine la innecesaria duplicación de las burocracias del sistema de apartheid. Además de los elevados niveles de desempleo resultantes de un crecimiento económico lento, los cambios en la composición por ocupaciones de la mano de obra reducirán más aún las perspectivas de empleo de los negros que buscan trabajo. Se ha registrado una neta evolución en las pautas de empleo en que las ocupaciones semicalificadas sustituyen gradualmente a las no calificadas. En los últimos veinte años, el número de empleos no calificados en el sector manufacturero ha disminuido en 30 por ciento, mientras que se duplicaba el número de empleos semicalificados. El estancamiento del empleo en el sector estructurado se ha visto acompañado de un crecimiento rápido de su volumen en el sector no estructurado. El DBSA estima que el sector no estructurado se desarrolló hasta representar la mitad del sector estructurado en los diez años transcurridos desde 1980. En aquel año, los sectores no estructurado y de subsistencia absorbían el 22,8 por ciento de la mano de obra, en comparación con 28,7 por ciento en 1989. Por otra parte, en el sector estructurado el empleo ha disminuido de 69 por ciento de la mano de obra a 58,7 por ciento. El CSS comprobó que la remuneración media en el sector no estructurado 42 Informe especial sobre el apartheid era de 534 rands mensuales, es decir, muy inferior al nivel mínimo de subsistencia oficial. El CSS estimó prudentemente que el sector no estructurado ocupaba a 2 700 000 personas, que producían un 8 por ciento del PIB. El Servicio Consultivo de Estudios de Empresa y de Mercadotecnia estima la actividad del sector no estructurado en un nivel más alto que la encuesta del CSS. Según este servicio consultivo, el sector no estructurado aumenta a un ritmo del 10 por ciento anual y contribuye en un 15 por ciento al PIB. La economía continúa viéndose afectada por una escasez de mano de obra calificada de nivel medio y superior. Los estudios han puesto también claramente de relieve la «monopolización» de los puestos directivos y profesionales por los blancos. De los 220 000 directores de empresa en 1987, el 92 por ciento eran blancos y el 2,3 por ciento africanos. La proporción es análoga para los 90 000 profesionales de Sudafrica: 91 por ciento son blancos y 3,8 por ciento africanos. El Sr. Govan Mbeki, miembro prominente del ANC, declaró en el Instituto de Administración de Personal que en un país democrático y sin discriminación por motivos de raza o de sexo en la economía y la sociedad, la formación en la industria entraña una lucha continua para eliminar las disparidades entre las calificaciones de blancos y negros y hombres y mujeres. «Estamos convencidos de que el sector privado puede aportar una contribución importante a la formación de artesanos, de otros trabajadores calificados y del personal de dirección y procedentes de los estratos desfavorecidos de la población, de manera que, satisfaciendo sus propias necesidades de mano de obra, pueda simultáneamente remediar las disparidades existentes, que constituyen una causa grave de conflicto tanto en los lugares de trabajo como en la sociedad en general. Sabemos que diferentes empresas desempeñan ya por cuenta propia ciertas actividades de formación. » Se ha estimado que Sudafrica precisará 120 000 mandos intermedios y superiores, así como directivos, en el año 2000 para sostener su ritmo de crecimiento económico. Las últimas estadísticas del CSS muestran que ha disminuido el personal en estas categorías profesionales. Según la Fundación para la Educación, también faltarán 500 000 trabajadores calificados en Sudafrica en el año 2000. Entre las recomendaciones que formuló para remediar este déficit, la Fundación puso de relieve la necesidad de que la educación científica y técnica ocupen un lugar fundamental en el sistema de educación. El Sr. John Gaunt, del Standard Bank, estimó en 40 por ciento la escasez de ingenieros, científicos y personal especializado en sistemas modernos de información y de gestión, así como de ciertas categorías de profesionales. Señaló que desde 1970 se habían graduado 45 ingenieros negros; el país sólo cuenta con tres arquitectos negros. La relación entre directivos y trabajadores es una de las más bajas del mundo: 1,42 en comparación con 1,10 en las economías desarrolladas. El profesor Alan Kemp, decano de ingeniería en la Universidad de Witwatersrand, señaló que la escasez de ingenieros calificados podía socavar el avance tecnológico futuro y conducir a un estancamiento económico. A su juicio, se trataba de una crisis de la que ningún partido político se ocupaba y que la opinión pública tenía muy poco presente. Una encuesta de la Comisión de Estudios de Ingeniería muestra que, en comparación con Australia, Sudafrica sólo tiene una cuarta parte de ingenieros, mientras que su mano de obra es dos veces más numerosa. El Acontecimientos recientes 43 Sr. Julian Ogilvie-Thompson, presidente de la ACC, declaró que, con carreglo al inventario actual de las calificaciones y sin amplios programas de participación activa de los empleadores, la posibilidad de aprovechar las oportunidades de acumular capital con el crecimiento sería mínima y constituiría una cortapisa para los inversionistas. Añadió que la escasez de calificaciones entre las categorías gerenciales y profesionales podía abarcar 650 000 puestos de trabajo, suponiendo que sean exactas las estimaciones relativas a la demanda elaboradas con base en distintas fuentes. Señaló que el 66 por ciento de la población económicamente activa de Sudafrica sólo había tenido acceso a la enseñanza primaria, sin haberla terminado necesariamente. CAPITULO II INFORMACIONES SUMINISTRADAS POR LOS GOBIERNOS Y LAS ORGANIZACIONES DE EMPLEADORES Y DE TRABAJADORES SOBRE LAS MEDIDAS TOMADAS CONTRA EL «APARTHEID» En la Declaración actualizada referente a la acción contra el apartheid en Sudafrica y Namibia, adoptada en la 75.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, celebrada en 1988, se confirmó el mandato del Director General de pedir a los gobiernos y a las organizaciones de empleadores y de trabajadores que suministren informaciones sobre las medidas tomadas contra el apartheid, de conformidad con las recomendaciones contenidas en el Programa de Acción contra el Apartheid. En la 76.a reunión (1989) de la Conferencia Internacional del Trabajo, la Comisión de la Conferencia sobre la Acción contra el Apartheid recomendó que se modificase la presentación del cuestionario sobre la aplicación de la Declaración y de su Programa de Acción, y que se consultase al respecto al Grupo de expertos independientes encargado de supervisar y controlar la aplicación de sanciones y otras medidas contra el apartheid. Se consultó al Grupo de expertos independientes con ocasión de su segunda reunión, que tuvo lugar del 20 al 23 de febrero de 1990 en la sede de la OIT, en Ginebra; el resultado de esta consulta fue la elaboración de un cuestionario revisado anexo al informe de la reunión, el cual fue presentado al Comité sobre Discriminación del Consejo de Administración en su 246.a reunión (mayo de 1990). El cuestionario revisado fue enviado a los gobiernos y a las organizaciones de empleadores y de trabajadores en agosto de 1990. El mismo se envió a un total de 149 gobiernos, 224 organizaciones de empleadores y 478 organizaciones de trabajadores, a los que se pidió que respondieran antes del 15 de noviembre de 1990. Se ha hecho todo lo posible para incluir la información facilitada en respuesta al cuestionario, aun en los casos en que ésta llegó después de la fecha límite ; la información que se reciba después de haber enviado este informe a la imprenta figurará en un documento que se presentará a la 250.a reunión del Consejo de Administración (mayo-junio de 1991), y se remitirá asimismo a la Comisión de la Conferencia sobre la Acción contra el Apartheid. El presente capítulo ofrece un análisis, en el que se sigue la presentación del cuestionario revisado, de la información suministrada por los gobiernos y las organizaciones de empleadores y de trabajadores sobre las medidas adoptadas contra el apartheid, de conformidad con el párrafo 5, a), de la Declaración actualizada. Tal y como se dispone en el párrafo 5, b), este análisis se someterá a la consideración del Comité sobre Discriminación en la 250.a reunión del Consejo de Administración (mayo-junio de 1991). Toda esta documentación se Medidas tomadas contra el apartheid 45 transmitió también al Grupo de expertos independientes del Consejo de Administración para que la examinara en su 5.a reunión (febrero de 1991). Esta es la tercera ocasión en que se ha pedido información a las partes constituyentes de la OIT de conformidad con la Declaración actualizada y con su Programa de Acción. Es la primera vez que el cuestionario revisado se utiliza al efecto. En el presente capítulo se recogen las informaciones recibidas respecto de cada pregunta del cuestionario revisado. ACCIÓN DE LOS GOBIERNOS Hasta el 14 de enero de 1990 se habían recibido respuestas de los 54 Gobiernos siguientes: Arabia Saudita, Australia, Austria, Bahamas, Bangladesh, Beiice, RSS de Bielorrusia, Bolivia, Brasil, Burkina Faso, Canadá, Colombia, Checoslovaquia, China, Chipre, Dinamarca, Egipto, Estados Unidos, Etiopía, Filipinas, Finlandia, Ghana, Guinea Ecuatorial, Honduras, Indonesia, República Islámica del Irán, Irlanda, Jamaica, Japón, Kenya, Malasia, Malta, México, Nigeria, Noruega, Nueva Zelandia, Panamá, Polonia, Rwanda, Santa Lucía, Singapur, República Arabe Siria, Sudán, Suecia, Suiza, República Unida de Tanzania, Togo, Trinidad y Tabago, Turquía, RSS de Ucrania, URSS, Venezuela, Yugoslavia y Zimbabwe. Doce Estados Miembros enviaron una declaración común por intermedio de la Presidencia de la Comunidad Europea (los Gobiernos de Dinamarca e Irlanda presentaron respuestas por separado). Los siguientes Gobiernos informaron que no se habían registrado cambios con respecto a anteriores respuestas, sin contestar en detalle a cada pregunta del cuestionario revisado: Bahamas, Chipre, Honduras, Malta, Rwanda, Singapur, República Arabe Siria y Trinidad y Tabago. Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia informaron que sus políticas respecto de Sudafrica seguían basándose en los criterios fundamentales del Programa Común Nórdico de Acción de 1988. En cuanto a los gobiernos que respondieron a todas las preguntas del cuestionario revisado, en algunas de sus respuestas a puntos concretos de éste repetían informaciones suministradas en anteriores ocasiones, o indicaban que no se habían registrado cambios o que no se habían adoptado nuevas medidas sobre el asunto objeto de consideración. Tales respuestas no se reproducen en el presente informe. /. Acción de los gobiernos por intermedio de las Naciones Unidas 1.1. Sírvase señalar las medidas tomadas individual o colectivamente para dar efectividad al Programa de Acción contra el Apartheid adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, así como a las resoluciones adoptadas ulteriormente por ese organismo y por los demás organismos pertinentes de las Naciones Unidas y, en particular, adoptar sanciones amplias y obligatorias contra Sudafrica, de conformidad con el capítulo Vil de la Carta de las Naciones Unidas. Se recibieron respuestas de los siguientes Gobiernos: Australia, Austria, Bangladesh, Beiice, RSS de Bielorrusia, Bolivia, Brasil, Burkina Faso, Canadá, Colombia, Checoslovaquia, China, Egipto, Estados Unidos, Etiopía, Filipinas, Finlandia, Ghana, Indonesia, República Islámica del Ifán, Irlanda, Jamaica, Japón, Kenya, Malasia, México, Nigeria, Nueva Zelandia, Santa Lucía, Sudán, 46 Informe especial sobre el apartheid Suecia, Suiza, República Unida de Tanzania, Togo, Turquía, RSS de Ucrania, URSS, Venezuela, Yugoslavia y Zimbabwe. Se comunicaron las medidas siguientes: Australia. Sin dejar de apoyar las medidas adoptadas por las Naciones Unidas para combatir el apartheid, Australia siente una gran satisfacción ante las trascendentales reformas que se están llevando a cabo en Sudafrica. Beiice. El Gobierno apoya plenamente el Programa de Acción contra el Apartheid adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, al igual que las resoluciones ulteriormente adoptadas por dicho órgano. Canadá. El Canadá desempeñó un papel considerable en la adopción por consenso de la Declaración sobre el apartheid y sus consecuencias destructivas para el Africa meridional durante el 16.° período extraordinario de sesiones de la Asamblea General, así como en la adopción de la resolución complementaria (44/244, de 17 de septiembre de 1990), en la que se pide la asistencia de las Naciones Unidas para la repatriación de los exiliados sudafricanos. El Canadá ha prometido contribuir con 5 millones de dólares de los Estados Unidos a la repatriación e instalación de los exiliados y de los prisioneros políticos. El Secretario de Estado para Asuntos Exteriores, Sr. Joe Clark, presentó al comité creado tras la resolución 421 del Consejo de Seguridad, en septiembre de 1989, una serie de propuestas para reforzar la eficacia del embargo de armas. El Canadá ha seguido contribuyendo de modo activo durante el año pasado a la revitalización del Comité. La cuestión relativa a la adopción de sanciones amplias y obligatorias no se ha planteado ante el Consejo de Seguridad desde que el Canadá asumió su mandato, en enero de 1989. Habida cuenta de los importantes cambios actualmente en curso en Sudafrica, el Canadá considera que sería contraproducente exigir que se apliquen las sanciones. Colombia. El 23 de mayo de 1988, Colombia se adhirió a la Convención internacional sobre la represión y el castigo del crimen de apartheid. Con el fin de dar cumplimiento al Programa de Acción contra el Apartheid, adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, así como a las ulteriores resoluciones, el Gobierno ha apoyado las disposiciones de dichas resoluciones, y ha mantenido siempre una postura de rechazo contra la política del apartheid. Checoslovaquia. En 1990, el Gobierno siguió participando, tanto a título individual como colectivo, en todos los esfuerzos desplegados por la comunidad internacional para aplicar el Programa de Acción contra el Apartheid y las resoluciones pertinentes adoptadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas y otros organismos de las Naciones Unidas, incluida la Declaración actualizada adoptada en la 75.a reunión (1988) de la Conferencia Internacional del Trabajo. Checoslovaquia ha seguido concediendo becas y organizando cursillos de estudios en el país para mejorar las calificaciones de las personas que viven en zonas directa o indirectamente afectadas por el régimen del apartheid. China. El Gobierno ha aplicado el Programa de Acción contra el Apartheid adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas y sus resoluciones contra la discriminación racial y el apartheid, apoyando así la lucha del pueblo sudafricano contra el racismo y en favor de la igualdad de las razas; también ha apoyado todas las propuestas perfectamente razonadas de los Estados de pri- Medidas tomadas contra el apartheid 47 mera línea, encaminadas a resolver los problemas políticos del Africa meridional. En octubre de 1989, el Gobierno chino envió una delegación de veinte funcionarios para que asistieran en calidad de observadores a las elecciones celebradas en Namibia. Dinamarca. Los objetivos que persigue la política danesa siguen siendo el desmantelamiento total del apartheid, tras un proceso de negociaciones y sin el recurso a la violencia, y la ulterior institución de una Sudafrica democrática y no racial. Dinamarca acoge con sumo agrado los importantes y positivos cambios que actualmente tienen lugar en Sudafrica, si bien observa que siguen en pie las bases del régimen del apartheid. Por esta razón, Dinamarca sigue creyendo que debe proseguir la presión internacional contra el Gobierno sudafricano, y en consecuencia mantendrá las importantes medidas que viene aplicando contra Sudafrica, entre otras las sanciones económicas. Estados Unidos. El Gobierno está dispuesto a colaborar con todos los sectores de la sociedad sudafricana favorables al cambio, a la vez que deja en claro su compromiso inquebrantable para conseguir la creación de una Sudafrica democrática y no racial. Su política consiste en un conjunto de presiones e incentivos destinados a poner fin de forma rápida y pacífica al apartheid y a crear una sociedad en la que haya igualdad de derechos para todos los sudafricanos. Los Estados Unidos creen firmemente que como mejor se puede contribuir a crear una nueva Sudafrica es prestando apoyo a cuantos se esfuerzan por resolver los problemas del país por medios pacíficos. Entre los principales elementos de esta política, cabe señalar la extensión de la asistencia a los sudafricanos negros, una diplomacia activa para fomentar el diálogo, las negociaciones y el cambio pacífico en Sudafrica, y el pleno cumplimiento de la ley general contra el apartheid de 1986, en la que se propugna una política encaminada a alentar al Gobierno sudafricano a : llevar a cabo las reformas necesarias para el establecimiento de una democracia no racial en el país ; derogar el actual estado de urgencia y respetar el principio de igualdad ante la ley para todos los ciudadanos, cualquiera que sea su raza; liberar a Nelson Mandela, Go van Mbeki, Walter Sisulu, los dirigentes sindicales negros y todos los prisioneros políticos ; permitir el libre ejercicio a todos los sudafricanos, cualquiera que sea su raza, del derecho a crear partidos políticos, expresar opiniones políticas y participar de cualquier otro modo en el proceso político; establecer un calendario para la eliminación de las leyes del apartheid; negociar con los representantes de los diferentes grupos raciales de Sudafrica el futuro sistema político del país, y poner fin a las actividades militares y paramilitares dirigidas contra los Estados vecinos. Este mandato se ha plasmado en una serie de iniciativas políticas cuya finalidad es alentar y acelerar el ritmo de los cambios actualmente en curso en Sudafrica. A juicio de los Estados Unidos, el desmantelamiento del apartheid es irreversible. Junto con el vicepresidente del ANC, Nelson Mandela, el Presidente De Klerk ha sentado las bases para satisfacer, por medios pacíficos, las esperanzas y aspiraciones de la mayoría del pueblo sudafricano de instaurar en el país un régimen democrático y no racial. Durante los últimos doce meses el progreso ha sido considerable en ese sentido. El Gobierno del Presidente De Klerk ha levantado la prohibición que pesaba sobre todos los partidos políticos, ha permitido la organización de protestas pacíficas, ha liberado a destacados prisioneros politi- 48 Informe especial sobre el apartheid cos y ha establecido los procedimientos para la liberación de todos los demás, ha levantado el estado de urgencia, ha suprimido la mayoría de las restricciones que pesaban sobre la prensa y ha derogado la ley sobre reserva de servicios separados. El Partido Nacional en el poder ha hecho pública su aceptación del gobierno de la mayoría, la existencia de un censo único de votantes, la igualdad de derechos económicos, políticos y sociales para todos los sudafricanos, y la celebración de auténticas negociaciones con la oposición de raza negra. Asimismo, en fecha reciente concedió el derecho de afiliarse a él a todas las razas. Con posterioridad, el 6 de agosto de 1990, el Gobierno sudafricano y el ANC acordaron que esta organización suspendería su lucha armada a cambio de la liberación de los presos políticos y del regreso de los dirigentes de la oposición en el exilio. Semejante progreso, acontecido durante los últimos doce meses, representa una transformación impresionante para Sudafrica. Sin embargo, es mucho lo que aún queda por hacer. El Gobierno de los Estados Unidos seguirá apoyando a cuantos se esfuerzan por lograr un cambio pacífico. A este respecto, el Presidente Bush invitó a Nelson Mandela y al Presidente De Klerk a entrevistarse con él para discutir sobre el futuro. La diplomacia de los Estados Unidos alentará a todos los dirigentes responsables a que se expresen en el marco de la negociación y se comprometan a resolver los conflictos mediante el diálogo, en lugar de recurrir a la violencia o a las amenazas. El Gobierno de los Estados Unidos mantiene consultas con sus aliados y con los Estados del África meridional sobre las medidas que deben tomarse para que la democracia sea una realidad en Sudafrica. Ha mantenido una diplomacia activa en busca de una solución pacífica a los conflictos regionales, sobre todo en Angola y Mozambique, y ha colaborado activamente con todas las partes interesadas, incluido el Gobierno sudafricano, para llevar a término el proceso de independencia de Namibia. La pacífica transición hacia la independencia de este país, junto a la retirada paulatina de las tropas cubanas de Angola, ha supuesto la eliminación de uno de los focos de tensión regional. El logro de la paz en Angola y Mozambique sigue siendo uno de los objetivos prioritarios del Gobierno de los Estados Unidos. Etiopía. En el curso del año, Etiopía ha participado en las labores del Comité ad hoc de Jefes de Estado y de Gobierno de la OUA sobre el Africa Meridional, creado para examinar las condiciones reinantes en Sudafrica; del Comité Coordinador de la OUA para la Liberación, al que prestò apoyo financiero, y de la Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno de la OUA, así como en las reuniones ministeriales de la Organización sobre Sudafrica y en en diversas reuniones sobre Sudafrica organizadas por las Naciones Unidas. Filipinas. El Gobierno filipino mantiene un embargo comercial contra Sudafrica y restringe los viajes entre los dos países, de conformidad con el Programa de Acción de las Naciones Unidas contra el Apartheid. Finlandia. El Gobierno, junto con los Gobiernos de los demás países nórdicos, ha repudiado en todo momento y con firmeza el régimen del apartheid de Sudafrica. Los Gobiernos de los países nórdicos mantendrán la presión sobre el Gobierno sudafricano, por ejemplo aplicando las sanciones económicas, mientras no haya auténticas pruebas de un cambio irreversible y profundo de la situación. A este respecto, la política de Finlandia consiste principalmente en prestar asistencia a las víctimas del apartheid, refugiados inclusive, a los movimien- Medidas tomadas contra el apartheid 49 tos de liberación y a cuantos se oponen al apartheid, y en la aplicación de sanciones contra el régimen del apartheid. El Gobierno de Finlandia acoge con satisfacción las reformas registradas en Sudafrica bajo el mandato del Presidente De Klerk, así como el diálogo entablado entre el Gobierno sudafricano y el ANC. El Gobierno finlandés seguirá observando de cerca la marcha de los acontecimientos y la situación en Sudafrica. La política de medidas restrictivas seguirá examinándose según evolucione dicha situación. Ahora bien, como quiera que los pilares del régimen de apartheid siguen en pie, el Gobierno finlandés no estima aún oportuno levantar las sanciones económicas, las cuales incluyen el embargo comercial y la prohibición de conceder préstamos, de participar en consorcios de préstamos y de vender nuevas patentes y realizar nuevas inversiones en Sudafrica. No obstante, los países nórdicos han modificado sus directrices comunes sobre la concesión de visados a ciudadanos sudafricanos, con el fin de facilitar los contactos y contribuir así a la intensificación del diálogo en Sudafrica. Ghana. El Gobierno enumera las medidas tomadas en años anteriores. Indonesia. El Gobierno apoya plenamente la Declaración actualizada y el Programa de Acción contra el Apartheid elaborados por la Conferencia Tripartita sobre la Acción contra el Apartheid, celebrada en Harare en 1988, y adoptados por la 75.a reunión (1988) de la Conferencia Internacional del Trabajo. En tanto que miembro del Comité Especial contra el Apartheid de las Naciones Unidas, del Consejo de las Naciones Unidas para Namibia, del Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas y del Grupo Intergubernamental encargado de vigilar el abastecimiento y el transporte del petróleo y productos derivados a Sudafrica, Indonesia ha desempeñado en todo momento un papel activo y positivo al respecto, y está plenamente dispuesta a colaborar con la comunidad internacional para conseguir el aislamiento total del régimen de Pretoria y la erradicación del apartheid. Irlanda. Irlanda ha seguido manteniendo su política de apoyo a la presión internacional ejercida sobre el Gobierno de Sudafrica para persuadirle a que entable negociaciones con la mayoría de la comunidad y crear así una nueva Sudafrica, unida, democrática y no racial. El Gobierno de Irlanda se complace en observar los pasos dados por el Gobierno sudafricano con el fin de crear un clima propicio para tales negociaciones. De conformidad con los objetivos de su política, el Gobierno de Irlanda ha apoyado varias resoluciones de las Naciones Unidas dirigidas a eliminar el apartheid. Por otra parte, no ha suscrito nunca el total aislamiento de Sudafrica, y en consecuencia durante el 44.° período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas siguió oponiéndose a los llamamientos hechos para imponer sanciones amplias y obligatorias contra ese país. Jamaica. Jamaica apoya plenamente el Programa de Acción contra el Apartheid adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su 44.° período de sesiones. En distintos foros internacionales, como las Naciones Unidas, la Commonwealth o el Movimiento de los Países no Alineados, Jamaica ha abogado por la imposición de sanciones contra Sudafrica mientras no se aprecien signos claros e irrevocables de que se procede al desmantelamiento definitivo del apartheid. 50 Informe especial sobre el apartheid Japón. El Gobierno y el pueblo del Japón han mantenido en todo momento que el apartheid viola los principios de la igualdad racial y el respeto de los derechos fundamentales, y que debe abolirse semejante política de una vez por todas. El Japón ha venido aplicando una serie de medidas restrictivas respecto de Sudafrica, pero en el curso del pasado año no ha adoptado ninguna otra medida ante la positiva evolución de la situación política del país. El Gobierno japonés acoge con suma satisfacción el avance de Sudafrica hacia el desmantelamiento del apartheid, apoya los pasos dados hacia una pacífica solución de este problema y trata de ampliar el diálogo con el Gobierno y con los dirigentes negros de Sudafrica. Acorde con esta actitud, el Gobierno japonés invitó al vicepresidente del ANC, Nelson Mandela, a que visitara el Japón en octubre de 1990. Durante esta visita, las autoridades elogiaron al Sr. Mandela por sus inquebrantables esfuerzos para hallar una solución pacífica a la cuestión del apartheid y le expresaron la esperanza de que ejercería con firmeza sus dotes de dirigente para promover la unidad de la comunidad negra. Kenya. Año tras año, el Gobierno ha venido prestando pleno apoyo a todos los esfuerzos desplegados por las Naciones Unidas para asegurar la eliminación rápida y total de la política perversa e inhumana del apartheid. Kenya fue uno de los pocos países a los que el Secretario General de las Naciones Unidas pidió que formara parte de la fuerza de paz de las Naciones Unidas encargada de supervisar el alto el fuego en Namibia, que dejaría libre el camino para la posterior independencia de este país. Kenya contribuyó a dicha fuerza con el envío de un batallón integrado por 850 oficiales. Malasia. Malasia seguirá apoyando y aplicando todos los programas de acción y resoluciones que adopte la Asamblea General de las Naciones Unidas para combatir el apartheid. De conformidad con la política internacional sobre el particular, Malasia apoya resueltamente a la mayoría negra de Sudafrica en la lucha que mantiene para liberarse del yugo del apartheid y para que se le reconozca el derecho a una vida decente, en un plano de igualdad. La contribución de Malasia a la lucha contra el apartheid se cifra en 2 millones de dólares para el Fondo AFRICA, creado por el Movimiento de los Países no Alineados, y 10 000 libras esterlinas para el Fondo Internacional de Defensa y Ayuda (IDAF). México. En concordancia con los principios tradicionales de su política exterior, el Gobierno ha censurado en los foros internacionales la política de discriminación racial del Gobierno sudafricano y ha apoyado las resoluciones que en contra de ese país ha aprobado la Asamblea General de las Naciones Unidas. Además, se ha pronunciado en favor de la imposición de sanciones amplias y obligatorias contra Sudafrica, de conformidad con lo dispuesto en el capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas y en las resoluciones de la Asamblea General. Nigeria. De conformidad con las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas, Nigeria ha observado rigurosamente las sanciones amplias y obligatorias impuestas contra Sudafrica. A este respecto, cabe señalar que Nigeria no mantiene relaciones políticas, económicas ni culturales con Sudafrica. Nueva Zelandia. Nueva Zelandia ha dado cumplimiento a las medidas contra Sudafrica recomendadas por la Commonwealth, así como a las sanciones Medidas tomadas contra el apartheid 51 previstas en las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, tanto las voluntarias como las obligatorias. Todo sigue en pie. Nueva Zelandia es miembro del Grupo Intergubernamental encargado de vigilar el abastecimiento y el transporte de petróleo y productos derivados a Sudafrica. Panamá. Panamá ha apoyado las decisiones y resoluciones de las Naciones Unidas, en cumplimiento de la ley núm. 8, de 26 de octubre de 1976, por la que se aprueba la Convención Internacional sobre la Represión y el Castigo del Crimen de Apartheid. Santa Lucía. Santa Lucía enumeró las medidas adoptadas en los últimos años contra Sudafrica. Sudán. El Sudán se ha asociado a diversos comités encargados de estudiar la eliminación del apartheid y es miembro del Comité Especial contra el Apartheid de las Naciones Unidas. Suecia. Suecia ha apoyado la Declaración sobre el apartheid y sus consecuencias destructivas para el Africa meridional, adoptada por consenso en el 16.° período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en diciembre de 1989. Por otra parte, ha acogido con satisfacción las medidas positivas adoptadas en Sudafrica durante 1990, en especial el levantamiento de la prohibión que pesaba sobre el ANC, la liberación de Nelson Mandela, el levantamiento del estado de urgencia y los acuerdos alcanzados por el Gobierno y el ANC en Ciudad del Cabo y Pretoria (en mayo y agosto, respectivamente). La actitud de Suecia respecto de la situación por que atraviesa Sudafrica se refleja en el comunicado de la reunión de Ministros de Asuntos Exteriores de los Países Nórdicos, celebrada en Molde, Noruega, el 11 y 12 de septiembre de 1990, y en la Declaración de los países nórdicos sobre Sudafrica, adoptada en esa misma reunión. Suiza. Las autoridades suizas condenan la segregación y la discriminación raciales, al igual que toda violación de los derechos humanos dondequiera que se produzcan. Por lo que se refiere a Sudafrica, el Consejo Federal sigue rechazando la aplicación de sanciones económicas o de otro tipo en tanto que instrumento político, pero podría reconsiderar su actitud y adoptar nuevas medidas si las autoridades sudafricanas tratan de frenar o de congelar el proceso de diálogo actualmente en curso. República Unida de Tanzania. La República Unida de Tanzania observa plenamente todas las medidas adoptadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la acción contra el apartheid. Asimismo, coopera al respecto con otros Estados miembros de la SADCC. Togo. Acorde con su postura sobre el respeto de los derechos humanos, el Togo se ha pronunciado siempre a favor de las resoluciones de las Naciones Unidas en las que se pide la imposición de sanciones contra Sudafrica. Turquía. Turquía colabora con la mayoría de las naciones en la acción internacional concertada para conseguir la erradicación del apartheid. Así, apoya el Programa de Acción contra el Apartheid adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, y vota a favor de las consiguientes resoluciones adoptadas por dicha Asamblea y otros organismos competentes de las Naciones Unidas. 52 informe especial sobre el apartheid No modificará su política mientras no se consiga la total eliminación del apartheid. URSS. La URSS observa estrictamente las decisiones adoptadas por las Naciones Unidas para eliminar el colonialismo, el racismo y el apartheid. Durante el período considerado, la URSS votó a favor de las resoluciones adoptadas durante el 44.° período de sesiones y el 16.° período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, así como de las demás decisiones adoptadas en la materia por los organismos de las Naciones Unidas, aplicando con vigor lo dispuesto en ellas. La Unión Soviética considera que las resoluciones sobre el apartheid adoptadas a lo largo de los años por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas constituyen un medio importante para influir sobre el régimen de Pretoria. Venezuela. Venezuela ha apoyado en los distintos foros de las Naciones Unidas todas las resoluciones, decisiones y medidas destinadas a la eliminación del apartheid, y de igual manera apoya los acuerdos relativos al Programa de Acción contra el Apartheid de las Naciones Unidas. Acata y cumple estrictamente todos los instrumentos adoptados por el Consejo de Seguridad u otros órganos de las Naciones Unidas para combatir la discriminación racial. Yugoslavia. El Gobierno ha votado a favor de todas las resoluciones contra el apartheid adoptadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas, muchas de las cuales ha patrocinado. Zimbabwe. Zimbabwe ha desempeñado un papel crucial a la hora de impulsar los cambios que tienen lugar actualmente en Sudafrica, y no ha dejado en ningún momento de pedir que se adopten sanciones contra ese país hasta tanto no se registren auténticos cambios. A título de ejemplo, cabe señalar la organización de una serie de importantes reuniones en Harare, como la tercera reunión del Comité de Ministros de Relaciones Exteriores de la Commonwealth sobre el Africa Meridional (6-8 de febrero de 1989), la reunión del Buró de Coordinación del Movimiento de los Países no Alineados (mayo de 1989) y las reuniones del Comité ad hoc de Jefes de Estado y de Gobierno de la OUA sobre el Africa Meridional. Estados miembros de la Comunidad Europea. La Comunidad Europea y sus Estados miembros han mantenido su política de persuasión respecto de Sudafrica, con el fin de conseguir, mediante el recurso a medios pacíficos, la eliminación del apartheid en dicho país. Si bien en Sudafrica siguen vigentes los cimientos del racismo institucionalizado, debe hacerse una sutil evaluación de la actual situación y de los últimos acontecimientos registrados en Sudafrica y en el Africa meridional en general. La Comunidad Europea y sus Estados miembros han seguido con especial atención el curso positivo de los acontecimientos en Namibia, que han desembocado en la independencia de esa nación. En cuanto a Sudafrica, pese a que persiste la estructura legal del apartheid, la Comunidad y sus Estados miembros vienen observando una serie de signos políticos que parecen presagiar los cambios que piden la gran mayoría de la población sudafricana y la comunidad internacional. El período que siguió a la elección del Presidente De Klerk se ha caracterizado por una serie de acontecimientos que preparan el camino hacia la abolición total del injusto régimen del apartheid. La Comunidad Medidas tomadas contra el apartheid 53 Europea y sus Estados miembros han acogido con sumo agrado tan importantes acontecimientos, en especial la liberación de Nelson Mandela y otros prisioneros políticos, el levantamiento de la prohibición que pesaba sobre las organizaciones políticas y sobre las que luchaban contra el apartheid, el levantamiento parcial del estado de urgencia y el compromiso asumido por el Gobierno de abolir el apartheid y crear una Sudafrica democrática y no racial. En una declaración de 9 de agosto de 1990, la Comunidad Europea y sus Estados miembros expresaron su satisfacción ante los resultados de las negociaciones preparatorias celebradas entre el Gobierno sudafricano y el ANC, en especial la suspensión de la lucha armada por parte de esta organización y la liberación de prisioneros políticos y la amnistía para los exiliados, a la vez que manifestaron la esperanza de que no tardarían en entablarse negociaciones para elaborar una nueva constitución. Pese a reconocer que se han registrado importantes progresos en lo tocante al respeto de los derechos humanos, la Comunidad intervino ante el Gobierno sudafricano en relación con cuestiones como la «Conferencia para un futuro democrático», los escuadrones de la muerte, la ley sobre la declaración de fondos extranjeros y el clima de violencia existentes. Países nórdicos. Los países nórdicos han manifestado en todo momento y tajantemente su repulsa del régimen de apartheid vigente en Sudafrica. Están resueltos a seguir contribuyendo activamente para lograr la completa abolición del apartheid y la creación de una sociedad democrática y no racial. Los países nórdicos observan con satisfacción que últimamente han comenzado a registrarse acontecimientos importantes y positivos que inducen a esperar cambios de carácter trascendental en Sudafrica. Ahora bien, también observan que los cimientos del régimen del apartheid siguen en pie. Por tanto, los países nórdicos reafirman que su política hacia Sudafrica sigue basándose en los preceptos contenidos en el Programa Común Nórdico de Acción adoptado en 1988. Así pues, los países nórdicos seguirán ejerciendo presión sobre el Gobierno sudafricano, incluidas las sanciones económicas, mientras no haya claras muestras de un cambio profundo e irreversible. Los países nórdicos creen que para conseguir cambios duraderos en Sudafrica se debe recurrir a la negociación y a medios pacíficos. Se unen, pues, al resto de la comunidad internacional para instar al Gobierno sudafricano y a los representantes de la mayoría de la población de ese país a que entablen auténticas negociaciones para abolir plenamente el régimen del apartheid en una atmósfera exenta de toda clase de violencia o amenazas de violencia. Todos los partidos sudafricanos deberían seguir el ejemplo trazado por el ANC y el Gobierno sudafricano y consagrarse a la búsqueda de soluciones pacíficas, sin recurrir a la violencia. Los países nórdicos contribuirán al fomento del diálogo y al proceso de democratización en Sudafrica. En vista de los progresos registrados durante las conversaciones sostenidas entre el ANC y el Gobierno sudafricano, los Gobiernos nórdicos estiman que hay motivos para esperar la realización de tales cambios en un futuro no lejano. Los países nórdicos han procedido ya a algunas modificaciones en su política de concesión de visados con el fin de aumentar las posibilidades de contactos capaces de reforzar el diálogo y el proceso de democratización. Los países nórdicos no dejarán de examinar las medidas que han adoptado contra Sudafrica para la introducción de posibles cambios según la marcha de los acontecimientos. (Declaración de los países nórdicos sobre Sudafrica, adoptada en la reunión de Ministros de Asuntos 54 Informe especial sobre el apartheid Exteriores de los Países Nórdicos celebrada en Molde, Noruega, el 11 y 12 de septiembre de 1990.) //. Acción de los gobiernos II. 1. ¿Mantiene su gobierno vínculos a) políticos/diplomáticos; b) militares; c) culturales y deportivos con el Gobierno Sudafricano? En caso afirmativo, sírvase suministrar a continuación detalles sobre dichos vínculos. Los siguientes Gobiernos informaron que no mantenían ninguna clase de relaciones con el Gobierno sudafricano: Arabia Saudita, Bangladesh, Beiice, RSS de Bielorrusia, Bolivia, Burkina Faso, Colombia, Checoslovaquia China, Egipto, Filipinas, Ghana, Guinea Ecuatorial, Indonesia, República Islámica del Irán, Irlanda, Jamaica, Kenya, Malasia, México, Nigeria, Panamá, Santa Lucía, Sudán, República Unida de Tanzania, Togo, Turquía, RSS de Ucrania, URSS, Venezuela, Yugoslavia y Zimbabwe. Mantenían relaciones diplomáticas los Gobiernos de Australia, Austria, Brasil, Canadá, Finlandia y Suiza. El Gobierno de Nueva Zelandia respondió que mantenía vínculos deportivos con Sudafrica. II.2. ¿Qué medidas han sido tomadas para romper las relaciones políticas, diplomáticas, militares, culturales y deportivas con el Gobierno sudafricano? Entre los gobiernos que, según informaron, mantenían relaciones con el Gobierno sudafricano, los siguientes respondieron que no se había tomado ninguna nueva medida para romper aquéllas: Australia, Austria y Suiza. Se comunicaron las medidas siguientes : Australia. Australia levantó las sanciones que pesaban sobre Namibia, impuestas mientras estuvo bajo control sudafricano, el 21 de marzo de 1990, al acceder este país a la indepedencia. Canadá. El Canadá mantiene relaciones diplomáticas con el Gobierno sudafricano. La Embajada del Canadá en Sudafrica tiene oficinas en Ciudad del Cabo y Pretoria. La principal misión que tiene encomendada la Embajada es supervisar la marcha de los acontecimientos, promover la negociación de una solución pacífica en Sudafrica y prestar asistencia a las víctimas del apartheid. El Canadá mantiene restricciones a toda clase de contactos oficiales con el Gobierno sudafricano. Acata el embargo obligatorio impuesto por las Naciones Unidas a la exportación de armas a Sudafrica, así como el embargo voluntario a la importación de armas. El Canadá se adhiere al Acuerdo de Gleneagles, por el que se restringen los contactos deportivos con Sudafrica, y reforzó en junio de 1989 el boicoteo en materia deportiva. Finlandia. Entre Finlandia y Sudafrica existen relaciones diplomáticas. Finlandia mantiene una legación en Pretoria, al frente de la cual hay un encargado de negocios, y otro tanto hace Sudafrica en Helsinki. No hay relaciones militares entre Finlandia y Sudafrica. Se aplican restricciones a las relaciones deportivas y Medidas tomadas contra el apartheid 55 culturales. En la reunión de los Ministros de Asuntos Exteriores de los Países Nórdicos celebrada en marzo de 1990 se adoptó una serie de modificaciones a las directrices conjuntas de los países nórdicos sobre la tramitación de visados obligatorios para los subditos sudafricanos, con el fin de ampliar los contactos y favorecer el diálogo y el proceso de democratización en Sudafrica. Nueva Zelandia. Nueva Zelandia no tiene representación consular, diplomática ni comercial en Sudafrica. Tampoco mantiene ninguna clase de cooperación militar con dicho país. El Gobierno desalienta de diversas maneras los contactos culturales, científicos y deportivos con Sudafrica, de conformidad con el Acuerdo de Nassau de la Commonwealth, el Acuerdo de Gleneagles y los principios básicos de la resolución de las Naciones Unidas en la materia. Se han eliminado prácticamente los contactos deportivos de Nueva Zelandia con Sudafrica, pero el Gobierno no puede, debido a otras obligaciones contraídas en el plano internacional, impedir que los neozelandeses viajen a Sudafrica. Suiza. Suiza mantiene relaciones diplomáticas normales con Sudafrica. En la primavera de 1990, el jefe de la sección II de asuntos políticos del Departamento Federal de Asuntos Exteriores viajó a Sudafrica para entablar contactos con el Gobierno sudafricano y con representantes de diversos grupos de la oposición. En mayo y junio, representantes del Consejo Federal recibieron al Presidente De Klerk y a Nelson Mandela. En el curso de dichas reuniones, Suiza volvió a expresar claramente su postura contraria a la política de apartheid. 11.3. Sírvase indicar las medidas tomadas para: a) negarse a reconocer los «bantustanes»; b) rechazar el establecimiento de oficinas de representación de los «bantustanes», así como la entrada de los representantes de éstos en su país; c) prohibir nuevas inversiones en los «bantustanes» y exigir la retirada de las inversiones ya existentes. Se recibieron respuestas de los siguientes Gobiernos: Arabia Saudita, Australia, Austria, Bangladesh, Beiice, RSS de Bielorrusia, Bolivia, Brasil, Burkina Faso, Canadá, Checoslovaquia, China, Egipto, Filipinas, Finlandia, Ghana, República Islámica del Irán, Irlanda, Jamaica, México, Nigeria, Nueva Zelandia, Santa Lucía, Sudán, República Unida de Tanzania, Togo, Turquía, URSS, Venezuela y Zimbabwe. En todas las respuestas se indica que no se reconocen los «bantustanes», que no hay en el territorio nacional oficinas de representación de los «bantustanes», que se niega la entrada a los representantes de los «bantustanes» y que no se efectúan inversiones en los «bantustanes» o que se aplican a éstos las medidas adoptadas en materia de inversiones respecto de Sudafrica. 11.4. ¿Existen relaciones económicas y comerciales entre su país y Sudafrica ? Los siguientes Gobiernos informaron que su país no mantenía relaciones económicas ni comerciales con Sudafrica: Arabia Saudita, Bangladesh, Beiice, RSS de Bielorrusia, Bolivia, Burkina Faso, Checoslovaquia, China, Egipto, Filipinas, Finlandia, Ghana, Guinea Ecuatorial, Indonesia, República Islámica del Irán, Jamaica, Kenya, Malasia, México, Nigeria, Panamá, Santa Lucía, Sudán, República Unida de Tanzania, Togo, RSS de Ucrania, URSS, Venezuela y Yugoslavia. 56 Informe especial sobre el apartheid Los siguientes Gobiernos respondieron que su país había mantenido relaciones económicas y comerciales con Sudafrica: Australia, Austria, Brasil, Canadá, Irlanda, Nueva Zelandia, Suiza, Turquía y Zimbabwe. 11.5. Sírvase indicar las medidas tomadas para: a) suspender las relaciones económicas y comerciales con Sudafrica ; b) prohibir nuevas inversiones públicas y privadas en Sudafrica ; c) prohibir la exportación de tecnología nuclear y de otro tipo al Gobierno de Sudafrica y a las empresas paraestatales y privadas de Sudafrica ; d) prohibir a los bancos la concesión de préstamos y créditos comerciales a Sudafrica y las transacciones de oro con Sudafrica; e) prohibir la colaboración con Sudafrica en las operaciones en el mercado internacional del oro, y en particular evitar las operaciones de la empresa de comercialización sudafricana del oro, la World Gold Council (antes llamada International Gold Corporation, INTERGOLD). Se recibieron respuestas de los siguientes Gobiernos: Australia, Austria, Canadá, Irlanda, Nueva Zelandia, Suiza, Turquía y Zimbabwe. 11.6. Sírvase indicar las medidas tomadas, por conducto de las autoridades gubernamentales apropiadas, incluidas las autoridades regionales y locales, para: a) adoptar medidas estrictas de desinversión y de retirada de inversiones ; b) evitar cualesquiera nuevas inversiones ; c) retirar todos los fondos públicos de los bancos que mantengan relaciones comerciales con Sudafrica; d) rescindir los contratos para la provisión de bienes y servicios con todas lasfirmasy empresas que tengan relaciones comerciales con Sudafrica. Se recibieron respuestas de los siguientes Gobiernos: Australia, Austria, Brasil, Canadá, Irlanda, Nueva Zelandia, Suiza, Turquía y Zimbabwe. Se comunicaron las siguientes medidas respecto de las preguntas 5 y 6 : Austria. Austria enumeró las restricciones vigentes en la esfera comercial. La ciudad de Viena, por decisión del concejo municipal, prohibe la adquisición de bienes y servicios de origen sudafricano para las empresas municipales. De igual modo, las ciudades de Salzburgo y Linz, así como otras más pequeñas, prohiben la adquisición de bienes sudafricanos para las empresas municipales. Canadá. El Canadá enumeró las acciones llevadas a cabo respecto de Sudafrica entre julio de 1985 y octubre de 1989. En agosto de 1989 se celebró en Canberra, Australia, la cuarta reunión del Comité de Ministros de Relaciones Exteriores de la Commonwealth sobre el Africa Meridional. En la misma el Comité reafirmó que las sanciones económicas aplicadas por el sector privado habían demostrado ser una de las formas de presión más eficaces. En octubre de 1989, el Secretario de Estado de Relaciones Exteriores, Sr. Joe Clark, se dirigió por escrito a los principales bancos comerciales canadienses solicitando su cooperación para aplicar las prohibiciones financieras acordadas en la cuarta reunión de dicho Comité. Irlanda. Irlanda ha mantenido las restricciones comerciales que venía aplicando. Nueva Zelandia. En el informe de Nueva Zelandia se adjuntaba una lista de las medidas adoptadas por este país contra Sudafrica. El comercio con Sudafrica Medidas tomadas contra el apartheid 57 ha permanecido por debajo del 0,5 por ciento del volumen total de los intercambios comerciales de Nueva Zelandia, descendiendo de los 39,3 millones de dólares registrados entre julio de 1988 y junio de 1989 a 27,3 millones de dólares durante el período comprendido entre julio de 1989 y junio de 1990. El Gobierno ha seguido aplicando las sanciones económicas impuestas a Sudafrica por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Según las informaciones de que dispone el Gobierno, no hay inversiones de Nueva Zelandia en Sudafrica. Suiza. Las exportaciones de capital de Suiza a Sudafrica se hallan sujetas desde 1986 a un tope que no llegó a alcanzarse en 1990. Turquía. Sólo existen relaciones económicas y comerciales, en medida muy limitada, entre los sectores privados de ambos países. No se señala la adopción de nuevas medidas. Estados miembros de la Comunidad Europea. Por lo que se refiere a las medidas restrictivas, el Consejo Europeo, en su reunión celebrada en Dublin en junio de 1990, recordó que había decidido en Estrasburgo, en diciembre de 1989, que la Comunidad Europea y sus Estados miembros seguirían ejerciendo presión sobre las autoridades sudafricanas para que éstas procedieran a cambios profundos e irreversibles. Afirmó que estaba dispuesto a considerar la posibilidad de reducir tal presión gradualmente si había nuevas pruebas de que el proceso de cambio era real y correspondía al propugnado en la reunión de Estrasburgo. La Comunidad Europea y sus Estados miembros siguen aplicando el Código de Conducta para las empresas que cuentan con filiales, sucursales o representación comercial en Sudafrica. En febrero de 1990, los Ministros de Asuntos Exteriores de los Doce aprobaron el noveno informe sobre la aplicación del Código de Conducta, el cual pone de manifiesto que: la mayoría de las empresas europeas han adoptado una política que permite a los trabajadores elegir libremente a sus representantes ; todas las empresas se rigen por criterios objetivos para determinar los salarios y cubrir las vacantes; la mayoría de las empresas han abolido por completo las medidas de carácter segregacionista, y que son numerosas las empresas que apoyan a las asociaciones locales de empresarios negros. II.7. Sírvase indicar las medidas tomadas para no permitir que se utilicen instalaciones y servicios con el fin de burtar las sanciones aplicadas contra Sudafrica. Se recibieron respuestas de los siguientes Gobiernos: Australia, Austria, Bangladesh, Beiice, Bolivia, Canadá, Checoslovaquia China, Egipto, Filipinas, Finlandia, Ghana, República Islámica del Irán, Jamaica, Malasia, México, Nigeria, Nueva Zelandia, Sudán, Suiza, República Unida de Tanzania, Togo, RSS de Ucrania, URSS, Yugoslavia y Zimbabwe. Se comunicaron las siguientes medidas : Austria. La aplicación de medidas selectivas se halla garantizada por las autoridades públicas. Las presuntas violaciones del decreto del Gobierno federal por el que se prohibe la exportación de equipo militar y de armas y municiones con fines civiles a Sudafrica dan lugar, de oficio, a una acción en justicia. Bangladesh. No se permite la utilización de ninguna de las instalaciones y servicios del país de modo manera que se eludan las sanciones aplicadas contra Sudafrica. 58 Informe especial sobre el apartheid Canadá. El Gobierno ha contado con una colaboración excelente por parte de los países vecinos de Sudafrica para asegurar que los productos de origen sudafricano no se exporten bajo el certificado de origen de estos países. Checoslovaquia. Están prohibidas las relaciones económicas, comerciales y culturales con Sudafrica, conforme a lo dispuesto en el reglamento núm. 65/1980 del Ministerio Federal de Comercio Exterior, que sigue vigente. No operan en Checoslovaquia las empresas multinacionales que podrían mantener relaciones económicas o comerciales con Sudafrica. China. No se hace uso de instalaciones ni servicios para burlar el respeto de las sanciones contra Sudafrica. China prohibe la realización de inversiones en ese país, al que no exporta ninguna clase de tecnología, incluida la nuclear. El Banco de China no mantiene relaciones con Sudafrica y no ha cooperado nunca en el mercado del oro. China no mantiene tratos con los bancos extranjeros que tienen relaciones con Sudafrica. El Gobierno ha observado estrictamente los embargos de petróleo y carbón, y no ha adoptado ninguna medida que pudiera contribuir a la autosuficiencia de Sudafrica en materia de energía. Filipinas. A todas las legaciones diplomáticas de Filipinas se les ha informado de las restricciones existentes respecto de Sudafrica en materia de comercio y viajes. Finlandia. Todas las exportaciones a Sudafrica requieren una declaración de control de exportaciones, mientras que las importaciones procedentes de dicho país están sujetas sistemáticamente a la obtención de una licencia. El control de tales requisitos corre a cargo del departamento de aduanas. Se ha reunido en varias ocasiones un grupo de trabajo extraoficial integrado por altos funcionarios, tal como está preceptuado, para intensificar la cooperación y el intercambio de informaciones sobre la aplicación de la legislación al respecto. En dicho grupo de trabajo se hallan representados el Ministerio de Asuntos Exteriores, el Ministerio de Finanzas, el Ministerio de Comercio e Industria, la Dirección de Aduanas y la Oficina que expide los permisos de importación y exportación. Ghana. Se mantiene en vigor una alerta aduanera para asegurar que las instalaciones portuarias no pueden utilizarse por los buques que se dirigen a Sudafrica o vienen de dicho país ; está prohibida la transferencia de cargas y la importación o exportación de mercancías entre Ghana y Sudafrica. República Islámica del Irán. Para impedir que se burlen las sanciones, el Ministerio del Petróleo de la República Islámica del Irán, en estrecha colaboración con el grupo intergubernamental que controla la observancia del embargo del petróleo contra Sudafrica, exige a los compradores de petróleo la presentación de certificados de descarga. Jamaica. A tenor de lo dispuesto en la ley sobre el comercio, el Ministro puede prohibir el comercio y las inversiones de Sudafrica en Jamaica. Malasia. El Gobierno prohibe que se mantengan relaciones económicas o comerciales con el Gobierno sudafricano, lo cual significa que no pueden enviarse desde los puertos de Malasia mercancías con destino a Sudafrica. Una prohibición similar pesa sobre las mercancías de otros países que, destinadas a Sudafrica, pasan por puertos malayos. Medidas tomadas contra el apartheid 59 México. Están prohibidas la importación y la exportación de mercancías entre México y Sudafrica, inclusive a través de terceros países. Nigeria. Las compañías que transportan el petróleo crudo de Nigeria tienen que comprometerse por escrito a no desviar dicho petróleo hacia Sudafrica. Sudán. El Sudán acata y aplica todas las resoluciones de las Naciones Unidas y la OUA en materia de sanciones económicas contra el régimen del apartheid. Suiza. Con el fin de impedir que el territorio suizo sea utilizado para burlar las sanciones tomadas contra Sudafrica por los principales interlocutores comerciales de Suiza, el Consejo Federal controla las transacciones comerciales y financieras que se efectúan entre Suiza y Sudafrica. En caso de comprobarse que se burlan las sanciones, el Consejo Federal estudiaría las medidas que habrían de adoptarse. Zimbabwe. Zimbabwe no ayuda para nada a Sudafrica a burlar las sanciones. II.8. Sírvase indicar las medidas tomadas, incluida la prohibición de anuncios y la suspensión de los enlaces aéreos y marítimos con Sudafrica, para : a) disuadir a los subditos de su país de emigrar a Sudafrica ; b) disuadir toda promoción turística que tenga como objetivo Sudafrica. Se recibieron respuestas de los siguientes Gobiernos: Arabia Saudita, Australia, Austria, Bangladesh, Beiice, RSS de Bielorrusia, Bolivia, Brasil, Canadá, Checoslovaquia, China, Egipto, Filipinas, Finlandia, Ghana, Indonesia, República Islámica del Irán, Irlanda, Jamaica, Kenya, Malasia, México, Nigeria, Nueva Zelandia, Santa Lucía, Sudán, República Unida de Tanzania, Togo, Turquía, RSS de Ucrania, URSS, Venezuela, Yugoslavia y Zimbabwe. Se comunicaron las siguientes medidas : Austria. En virtud de una ordenanza de 1989 del Ministro Federal de Asuntos Sociales, las oficinas de colocación austríacas no facilitan información sobre las oportunidades de empleo en Sudafrica. No hay una corriente importante de migrantes austríacos hacia Sudafrica. Ahora bien, cada vez son más numerosos los ciudadanos de Europa oriental que tratan de emigrar a Sudafrica por conducto de la Embajada de Sudafrica en Viena. Bangladesh. A los subditos de Bangladesh no se les permite visitar Sudafrica, y viceversa. Sudafrica no aparece en la lista de países que pueden visitar los subditos de Bangladesh, lista que figura en los pasaportes nacionales. Brasil. Las autoridades no han adoptado medidas que faciliten la emigración de sus subditos a Sudafrica. Por otro lado, en el Brasil no se hace publicidad turística para Sudafrica, y tampoco existen enlaces marítimos entre los dos países. Canadá. El Canadá ha suprimido los enlaces aéreos con Sudafrica y condena públicamente, con resultados muy eficaces, la promoción del turismo para ese país. Por lo que respecta a la migración entre los dos países, el saldo es favorable al Canadá. Checoslovaquia. No se mantienen enlaces aéreos ni marítimos con Sudafrica. 60 Informe especial sobre el apartheid China. No hay enlaces aéreos ni marítimos con Sudafrica. Gracias a la prohibición de anuncios y a la adopción de otras medidas, China impide a sus subditos emigrar a Sudafrica o hacer viajes turísticos. Egipto. En el pasaporte se autoriza a los subditos egipcios a viajar a cualquier país salvo a Sudafrica. Finlandia. No hay enlaces aéreos ni marítimos entre Finlandia y Sudafrica. Están prohibidos los vuelos regulares y los vuelos charter de Finlandia a Sudafrica. Los subditos finlandeses pueden emigrar al país que deseen. Ghana. No hay enlaces aéreos entre Ghana y Sudafrica. Ghana mantiene un boicoteo total respecto de Sudafrica. Indonesia. Indonesia nunca ha expedido visados a los subditos de Sudafrica ni a las personas portadoras de documentos de viaje expedidos por ese país; además, prohibe a sus subditos viajar a Sudafrica. Kenya. A los aviones y barcos sudafricanos les está prohibido entrar en el espacio aéreo y en los puertos de Kenya. Con excepción de los delegados sudafricanos bona fide que asisten a reuniones patrocinadas por las Naciones Unidas, a los subditos sudafricanos les está prohibida la entrada en Kenya. Malasia. A los subditos malayos les está prohibido visitar Sudafrica. A los medios de comunicación les está prohibida la promoción del turismo sudafricano. México. El Gobierno de México, en cumplimiento de las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas relativas a la suspensión de relaciones de todo tipo con Sudafrica, no autoriza la emigración de mexicanos a Sudafrica. Se ha negado sistemáticamente la concesión de visados de entrada a México a los nacionales sudafricanos, salvo cuando se trata de casos humanitarios. Tampoco se lleva a cabo ninguna promoción turística de ese país. Sudán. A los subditos sudaneses les está estrictamente prohibido viajar a Sudafrica. Turquía. Como no hay relaciones políticas entre Turquía y Sudafrica y Turquía no tiene legaciones consulares en dicho país, a los subditos turcos se les aconseja que no viajen a Sudafrica. Zimbabwe. Zimbabwe no permite la publicidad de las líneas aéreas South African Airways ni la promoción del turismo sudafricano. II.9. Sírvase indicar las medidas tomadas para aumentar el apoyo económico, incluida la ayuda para el desarrollo y la creación de nuevas corrientes comerciales, a aquellos países africanos que se ven obligados, por su situación geográfica y económica, a mantener vínculos con Sudafrica, y especialmente a los Estados africanos independientes enclavados en Sudafrica o en su vecindad inmediata. Se recibieron respuestas de los Gobiernos de los siguientes países: Arabia Saudita, Australia, Austria, Bangladesh, Beiice, RSS de Bielorrusia, Bolivia, Brasil, Canadá, Checoslovaquia, China, Dinamarca, Egipto, Finlandia, Ghana, Indonesia, República Islámica del Irán, Irlanda, Jamaica, Japón, Kenya, Nigeria, Nueva Zelandia, Sudán, Suiza, República Unida de Tanzania, Togo, Turquía, RSS de Ucrania, URSS y Zimbabwe. Medidas tomadas contra el apartheid 61 Se comunicaron las medidas siguientes : Arabia Saudita. El Gobierno ha concedido préstamos de ayuda al desarrollo, por conducto del Fondo de Desarrollo Saudita, a países que sufren de la presión del régimen racista, tales como Botswana, Lesotho y Zimbabwe. Australia. Como parte de un programa trienal aprobado en 1987, Australia concedió unos 49 millones de dólares australianos a países del Africa meridional durante los años 1989 y 1990. Los objetivos de este programa eran: reducir la dependencia de los países del Africa meridional con respecto a Sudafrica ; reforzar la capacidad de los países para hacer frente a los efectos indirectos de las sanciones contra Sudafrica y ayudarlos a aplicar sus propias sanciones ; prestar especial atención a las personas residentes en Sudafrica y Namibia, o procedentes de estos países, y que sufren las consecuencias del apartheid, y a otras víctimas (por ejemplo, en Mozambique) de la desestabilización fomentada por Sudafrica; interesarse por los países cuyos ingresos per capita son muy bajos; apoyar a los países que ya están emprendiendo una reforma económica ; abordar las cuestiones relacionadas con las mujeres en el desarrollo y con el medio ambiente y la salud, y centrarse en el fomento de la seguridad alimentaria y en el transporte y las comunicaciones. Austria. En el marco de la cooperación para el desarrollo, Austria concede prioridad a la región de la SADCC y de la PTA. Bangladesh. Se han abierto embajadas en dos Estados de primera línea en los últimos años para ayudarlos, de todas las formas posibles, a sobrevivir sin depender del actual régimen sudafricano. Brasil. El Gobierno ha reiterado frecuentemente en varios foros internacionales su compromiso de apoyar a los Estados de primera línea. Dentro de los límites de sus posibilidades, el Brasil ha emprendido acciones prácticas, por medio de programas de cooperación técnica y de esquemas innovadores de intercambio comercial, para disminuir la dependencia económica de los Estados de primera línea con relación a Sudafrica. La cooperación bilateral con algunos Estados de primera línea se ha reforzado merced a importantes inversiones en Angola y Mozambique. Canadá. Se prevé que la asistencia del Canadá a los países de la SADCC ascienda a 160 millones de dólares canadienses durante 1990-1991. La mayor parte de esta asistencia se encauza hacia proyectos destinados a reducir la dependencia de los países vecinos de Sudafrica con respecto a este país en materia económica y de transporte. Por ejemplo, la Agencia Canadiense de Desarrollo Internacional (CIDA) siguió ayudando a financiar la reconstrucción de los enlaces ferroviarios de Limpopo y Nacala ; además, entregó alrededor de 11 millones de dólares para terminar el interconectador entre Zimbabwe y Botswana, a fin de incluir a Botswana en la red regional de energía eléctrica, y gastó 120 millones de dólares para varios proyectos en curso de realización en países de la SADCC. Asimismo, se proporcionaron aproximadamente 30 millones de dólares por diferentes cauces no gubernamentales. Checoslovaquia. Dentro de los límites de sus posibilidades económicas, Checoslovaquia está prestando particular atención al aumento de la cooperación económica y comercial con los Estados miembros de la SADCC. El porcentaje correspondiente a estos países de la balanza del comercio exterior de Checoslo- 62 Informe especial sobre el apartheid vaquia con países del Africa subsahariana ascendió al 26,5 por ciento en 1989. El Gobierno de Checoslovaquia se disponía a establecer relaciones diplomáticas con Swazilandia para fines de 1990 y a cooperar con ese país en todas las esferas de interés mutuo. China. El Gobierno de China, dentro de los límites de sus posibilidades, ha extendido la cooperación económica a los países del Africa meridional, en particular a los países limítrofes con Sudafrica. Dinamarca. A través de un importante programa de asistencia al desarrollo, Dinamarca también apoya los esfuerzos de los países vecinos de Sudafrica, con objeto de reducir su dependencia respecto de este país. En 1990, la región de la SADCC había de recibir aproximadamente 1 000 millones de coronas danesas en concepto de ayuda bilateral y regional. Egipto. Egipto forma parte de comisiones mixtas con varios países africanos, especialmente los Estados de primera línea. El Gobierno ha establecido el Fondo egipcio de cooperación técnica con Africa, para proporcionar a los países africanos una tecnología sumamente necesaria. Finlandia. La cooperación bilateral de Finlandia para el desarrollo se concentra sobre todo en el África meridional. Esta región recibe actualmente más de la tercera parte de toda la ayuda bilateral finlandesa, de la cual los principales beneficiarios son los cuatro países de primera línea. Esta cooperación se basa en un ciclo de planificación cuatrienal, y la cifra indicativa actual para dichos países es de 1 430 millones de marcos finlandeses para el período comprendido entre 1990 y 1993. Los desembolsos totales, incluida la asistencia y la ayuda humanitarias por conducto de las ONG finlandesas, ascendieron a 561 millones de marcos en 1989. Además de la cooperación bilateral para el desarrollo, Finlandia participa activamente en el programa ampliado de cooperación entre los países nórdicos y los Estados miembros de la SADCC. Ya se ha terminado el primer programa cuatrienal de cooperación, y se ha formulado el segundo, correspondiente al período comprendido entre 1991 y 1995. La cifra de planificación indicativa para la contribución finlandesa con arreglo a este programa es de 362 millones de marcos para el período 1990-1993. Ghana. Ghana ofrece asistencia bilateral en las esferas técnica y económica a Angola y Mozambique. También se concede ayuda a los Estados de primera línea por conducto del Fondo AFRICA y de la OUA. Indonesia. A lo largo de tres años, el Gobierno ha entregado 2,25 millones de dólares de los Estados Unidos al Fondo AFRICA para ayudar a los Estados de primera línea. Indonesia participó activamente en el GANUPT enviando cincuenta policías a Namibia. República Islámica deliran. El Gobierno siempre ha tratado de fomentar sus relaciones políticas y económicas con los Estados de primera línea. Se han enviado delegaciones oficiales iraníes a Mozambique, Zimbabwe, Zambia, Botswana y Angola. Irlanda. Irlanda mantiene sus compromisos con respecto al Africa meridional por medio de su programa bilateral de cooperación para el desarrollo, y tres países de la región (Lesotho, República Unida de Tanzania y Zambia) figuran Medidas tomadas contra el apartheid 63 entre los principales beneficiarios de la asistencia irlandesa al desarrollo. El Gobierno también apoya los objetivos de la SADCC para tratar de mitigar y reducir la dependencia económica de sus miembros con respecto a Sudafrica, y está dispensando asistencia práctica en las esferas de la seguridad alimentaria y la formación profesional de la mano de obra. Japón. El Gobierno ha estado aumentando su asistencia económica a los países del África meridional, y su ayuda a los Estados miembros de la SADCC se incrementó extraordinariamente, pasando de 120 millones de dólares de los Estados Unidos en 1986 a 270 millones en 1989. Kenya. Kenya paga regularmente sus contribuciones anuales al Fondo del Comité de Liberación de la OU A. Nueva Zelandia. La ayuda bilateral de Nueva Zelandia a Africa durante el bienio 1989-1990 ascendió a 1,5 millones de dólares. El programa de ayuda oficial bilateral de Nueva Zelandia al desarrollo de Africa se concentra principalmente en la expansión económica a largo plazo de los Estados de primera línea del Africa meridional. Como parte de dicho programa, Nueva Zelandia concedió 150 000 dólares a la SADCC en 1990. Los beneficiarios de dos becas «Nelson Mandela», atribuidas por el ANC, están realizando actualmente estudios superiores en Nueva Zelandia, y se ha aprobado la financiación de los estudios de un tercer becario. Nueva Zelandia también ha dado fondos para programas multilaterales realizados en Africa con objeto de fomentar el desarrollo económico de Mozambique (Fondo especial de la Commonwealth para Mozambique) y de aumentar las posibilidades educacionales de los sudafricanos (programa de becas Nassau). Se concedieron 100 000 dólares al Fondo para Mozambique en 1989-1990 y otros 50 000 en 1990-1991. Nueva Zelandia figura actualmente en cuarto lugar en lo que se refiere a donaciones al Fondo. Las contribuciones al programa de becas Nassau en 1989-1990 y en 1990-1991 ascendieron a 100 000 dólares para cada período. Nueva Zelandia también contribuye a la financiación de varios programas de formación en el Africa meridional, entre ellos dos fondos de las Naciones Unidas para la formación de estudiantes negros de Sudafrica y Namibia. Cada fondo recibió 20 000 dólares en 1989-1990 (y se han aprobado subvenciones similares para 1990-1991). Asimismo, en 19891990 el Gobierno concedió 40 000 dólares al Programa de las Naciones Unidas de Enseñanza y Capacitación para el Africa Meridional (UNETPSA) (en 19901991 se concederá la misma cantidad). En octubre de 1990, el Gobierno entregó 85 000 dólares para las actividades de formación del Programa para Sudafrica. La coordinación de este programa corre a cargo de organizaciones internacionales no gubernamentales, y en el marco del mismo se ofrecen becas de formación en el trabajo a sudafricanos negros para que adquieran conocimientos prácticos, los cuales serán muy necesarios en una Sudafrica sin apartheid. El Gobierno continúa prestando asistencia financiera al Centro Africano de Información. Este Centro tiene su sede en Wellington y, entre otras actividades, suministra informaciones sobre Africa a las escuelas. La contribución en 1990-1991 ascendió a 37 000 dólares. Sudán. El Gobierno ha prestado asistencia moral y material a los movimientos de liberación, a los Estados de primera línea y a los proyectos de la SADCC, 64 Informe especial sobre el apartheid de conformidad con las resoluciones de la OUA y de las Naciones Unidas a este respecto. El Sudán también concede asistencia financiera y moral para las actividades de las Naciones Unidas contra el apartheid, así como al Fondo AFRICA, del Movimiento de los Países no Alineados, y mantiene excelentes relaciones bilaterales con los Estados de primera línea. Suiza. Una de las etapas más importantes en el proceso de paz en el Africa meridional ha sido la independencia de Namibia. El Gobierno contribuyó a la repatriación de refugiados en abril de 1989 concediendo 1,5 millones de francos suizos al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). También envió un equipo médico de más de 300 personas al GANUPT y 300 observadores para las elecciones. El costo de la participación de Suiza en el GANUPT ascendió a 30 millones de francos suizos. La actividad del GANUPT terminó oficialmente en marzo de 1990. Suiza continúa apoyando a Namibia por medio de la financiación de un proyecto humanitario en Bushmanland y del suministro de material médico. Togo. Pese a no tener más que el estatuto de observador en el Comité de Coordinación de la OUA para la Liberación de Africa, el Togo participa activamente en la labor de ese Comité. Turquía. El Gobierno se propone dar 1 millón de dólares de los Estados Unidos para contribuir al desarrollo económico de Namibia. Se han firmado el texto esquemático de un acuerdo de cooperación técnica entre el Gobierno de Turquía y el Gobierno de Botswana, y el informe de la primera reunión para la cooperación en materia de asistencia técnica entre Turquía y Zambia. URSS. La Unión Soviética apoya a los Estados de primera línea, se pronuncia claramente en defensa de su soberanía e integridad territorial y proporciona varios tipos de asistencia. Una de estas formas de asistencia es la cooperación de la URSS con el Fondo AFRICA. La contribución voluntaria del Gobierno a este Fondo asciende a aproximadamente 100 millones de dólares de los Estados Unidos, que se dedican a la financiación de proyectos concretos. En 1990, la URSS desembolsó más del 70 por ciento (más o menos 77 millones de dólares de los Estados Unidos) de su contribución al Fondo AFRICA, contribución que se destina específicamente a esferas de interés prioritario definidas por el Comité del Fondo. Por ejemplo, se han suministrado a Mozambique artículos de consumo (alimentos, materiales de construcción, etc.) para su reserva estratégica de bienes esenciales. Además, para 1990 se llevaron a cabo proyectos de asistencia de dos años de duración, con arreglo a los cuales se enviaron a Angola y Mozambique 120 técnicos soviéticos encargados de asegurar el funcionamiento ininterrumpido de infraestructuras vitales, tales como centrales hidroeléctricas, subcentrales eléctricas y puentes en Angola, y de las instalaciones portuarias en Mozambique. También participaron en proyectos de asistencia en Angola y Mozambique, a los que se dio fin en 1990, 480 médicos y profesores, y actualmente continúa la elaboración de proyectos de larga duración para la capacitación de trabajadores calificados en Botswana y Zimbabwe. Aún más, la URSS ha firmado un protocolo con el Gobierno de Zambia sobre el establecimiento en este país de un importante centro técnico profesional con posibilidades de alojamiento para los estudiantes. Por considerar que la capacitación de trabaja- Medidas tomadas contra el apartheid 65 dores constituye una de las tareas importantes con que se enfrentan los Estados de primera línea, la URSS acoge cada año a ciudadanos de estos países con fines de formación. En 1989 siguieron cursos en la URSS unos 500 estudiantes de Mozambique, 106 de Zambia y 32 de Botswana. La URSS también proporcionó 145 becas a estudiantes de Zimbabwe. Zimbabwe. Zimbabwe es un Estado de primera línea, y, en el marco de la SADCC, está tratando de crear nuevas corrientes y rutas comerciales. El tráfico comercial de Zimbabwe a través de Mozambique está aumentando constantemente. Estados miembros de la Comunidad Europea. La Comunidad Europea y sus Estados miembros prestan apoyo a la SADCC y a los Estados de primera línea, especialmente en el marco de la cuarta Convención de Lomé. 11.10. Sírvase indicar el apoyo material y moral prestado a: a) los movimientos de liberación ; b) el movimiento sindical independiente; c) los movimientos populares que luchan por la eliminación del apartheid y el establecimiento en Sudafrica de un sistema democrático no racial gobernado por la mayoría, en el que se respeten los derechos humanos y las libertades fundamentales. Se recibieron respuestas de los Gobiernos siguientes: Arabia Saudita, Australia, Austria, Bangladesh, Beiice, RSS de Bielorrusia, Bolivia, Brasil, Burkina Faso, Canadá, Checoslovaquia, China, Dinamarca, Egipto, Estados Unidos, Filipinas, Finlandia, Ghana, Indonesia, República Islámica del Irán, Irlanda, Jamaica, Japón, Kenya, Malasia, México, Nueva Zelandia, Sudán, Suiza, República Unida de Tanzania, Turquía, Venezuela, Yugoslavia, URSS y Zimbabwe. Se comunicaron las medidas siguientes : Arabia Saudita. Arabia Saudita siempre ha apoyado abiertamente a los movimientos de liberación y les ha prestado ayuda para que logren eliminar el apartheid, de acuerdo con los principios del Movimiento de los Países no Alineados y de las Naciones Unidas. También ha suscrito todas las resoluciones adoptadas en los foros internacionales a este respecto. Australia. En mayo de 1990, el Ministro de Asuntos Exteriores de Australia anunció que su país concedería 15 millones de dólares australianos a lo largo de un período de tres años para los sudafricanos víctimas del apartheid. La asistencia, que se facilitará en el marco del Programa especial de asistencia para Sudafrica (SÄPSA, que ha sucedido al Programa especial de asistencia para sudafricanos y namibianos (SAPSAN)), consistirá en actividades humanitarias y de desarrollo definidas en consulta con el ANC. Los acontecimientos políticos positivos sobrevenidos últimamente, en particular la legalización del ANC, ofrecen la posibilidad de realizar en Sudafrica, en lugar de hacerlo en los Estados de primera línea, una mayor proporción de las actividades programadas, y de hacer mayor hincapié en las medidas de desarrollo. Los principales objetivos del nuevo programa SAPSA son : aumentar la asistencia a actividades en mayor escala para fomentar especialmente el desarrollo ; ampliar los programas de educación y de formación ; asegurar que las organizaciones sudafricanas y las ONG desem- 66 Informe especial sobre el apartheid peñen un papel más activo en cuanto a la presentación de propuestas de financiación, y continuar y desarrollar la formación en Australia. Austria. En 1990 Austria contribuyó al Programa de las Naciones Unidas de Enseñanza y Capacitación para el Africa Meridional (UNETPSA) (37 200 dólares de los Estados Unidos), al Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para Sudafrica (UNTFSA) (50 000 dólares) y al Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para la Publicidad contra el Apartheid (4 700 dólares). Bangladesh. El Gobierno ha mostrado repetidas veces su total empeño en la liberación del Africa meridional, en particular de Namibia, y en la erradicación del flagelo del apartheid, defendiendo la causa del pueblo sudafricano y namibiano en todos los foros internacionales, en particular la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad, la Organización de la Conferencia Islámica, el Movimiento de los Países no Alineados y la Commonwealth. En lo que se refiere a Namibia, Bangladesh participó activamente en los esfuerzos de las Naciones Unidas por el logro de la independencia del pueblo namibiano ; así, envió funcionarios públicos y miembros de las fuerzas armadas y de la policía al GANUPT para vigilar la transición de Namibia a la independencia. A pesar de sus dificultades financieras, Bangladesh aportó una modesta contribución al Fondo AFRICA como prueba de su apoyo a la lucha de la población negra en Sudafrica. Beiice. Beiice votó a favor del informe de la Comisión de la Conferencia sobre la Acción contra el Apartheid en la 76.a reunión (1989) de la Conferencia Internacional del Trabajo. El Ministro de Asuntos Exteriores, Sr. Said Musa, al dirigirse a la Asamblea General de las Naciones Unidas en su 45.° período de sesiones, reiteró el apoyo de Belice a la firme postura de la comunidad internacional contra el régimen racista sudafricano hasta que se eliminase el apartheid y que la mayoría de la población sudafricana pudiese ejercer su derecho fundamental a la igualdad de oportunidades y de participación en el proceso político. Brasil. En 1990, una delegación de parlamentarios brasileños se desplazó a Sudafrica y se reunió con dirigentes del COSATU. El Brasil es el primer país latinoamericano que ha invitado a Nelson Mandela, cuya visita tendrá lugar este año. Por último, dentro de los límites de sus posibilidades, el Brasil ha contribuido a los fondos multilaterales creados para apoyar la lucha contra el apartheid. Burkina Faso. En 1990 se estableció un comité de apoyo a la lucha del pueblo sudafricano, el cual está presidido por un miembro del Frente Popular (la autoridad política del país). Este comité lleva a cabo actividades destinadas a despertar una mayor conciencia de la situación y organiza actos a fin de recoger fondos para los activistas que luchan contra el apartheid en Sudafrica. Una importante delegación, encabezada por el Jefe del Estado, participó en las ceremonias de independencia de Namibia, donde aquél se encontró con Nelson Mandela y le reafirmó el apoyo de Burkina Faso. Asimismo, se realizaron varias actividades por movimientos antirraciales y por grupos de defensa de los derechos humanos. Medidas tomadas contra el apartheid 67 Canadá. El Gobierno aporta una contribución importante al programa de becas para exiliados sudafricanos a través de las Naciones Unidas, de la Commonwealth, de la Francophonie y de organizaciones no gubernamentales. Un canadiense preside el grupo de trabajo de la Commonwealth sobre desarrollo de los recursos humanos para Sudafrica. Por conducto del Congreso del Trabajo del Canadá (CLC), el Gobierno participa en la financiación del programa de educación obrera junto con las principales federaciones sindicales de Sudafrica. Participa también en los programas de asistencia y apoyo jurídicos para las familias de los sindicalistas detenidos, por mediación del Fondo para las víctimas del apartheid. En total, el Canadá concederá unos 14 millones de dólares canadienses en 1990-1991 en concepto de asistencia a las víctimas del apartheid en Sudafrica, en sectores tales como la educación, la formación profesional, el desarrollo de la comunidad, la promoción de los derechos humanos, el fomento del diálogo y las negociaciones y el reasentamiento de exiliados y presos políticos. Todos estos fondos se canalizarán a través de organizaciones multilaterales y de organismos no gubernamentales reconocidos sitos en Sudafrica. Checoslovaquia. El Gobierno proporcionó asistencia a la SWAPO durante los preparativos de las elecciones libres en Namibia, en 1989. También ha facilitado asistencia material al ANC, en forma de becas y de estancias para estudios, y se ha invitado al Sr. N. Mandela a visitar Checoslovaquia. China. El 15 de septiembre de 1989, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores condenó enérgicamente el ultrajante asesinato terrorista de Anton Lubowski, uno de los dirigentes de la SWAPO, e instó encarecidamente a las partes interesadas a que se realizasen serias investigaciones y se castigase severamente al asesino para que el pueblo namibiano pudiera celebrar elecciones libres y justas en un ambiente de paz y seguridad. Dinamarca. Dinamarca concede una gran asistencia a las víctimas del apartheid, tanto dentro como fuera de Sudafrica, por medio de asignaciones especiales de fondos. En 1990 se concedieron 80 millones de coronas en concepto de ayuda humanitaria a las víctimas del apartheid. Egipto. El Gobierno ha prestado su decidido apoyo a los movimientos de liberación, el ANC y el PAC, enviándoles armas y equipo por conducto del Comité de Coordinación de la OUA para la Liberación de Africa. Además, Egipto ha tratado de que se resolviesen las diferencias existentes entre los movimientos de liberación. Estados Unidos. La política de los Estados Unidos consiste en una amplia serie de medidas positivas destinadas a acelerar el ritmo del cambio pacífico en Sudafrica y a fortalecer la resistencia multirracial al apartheid, fomentando el poder de negociación de la población negra y ayudando a esta población a prepararse para ocupar cargos de responsabilidad en una democracia liberada del apartheid y no racial. La asistencia del Gobierno de los Estados Unidos a las víctimas del apartheid durante el ejercicio económico de 1990 ascendió a 32 millones de dólares aproximadamente. En la importante esfera de la educación de la población negra, la asistencia del Gobierno pasó de 22,8 millones de dólares en el ejercicio económico de 1989 a 24,2 millones en 1990 para la formación universitaria en los Estados Unidos y en Sudafrica y para actividades 68 Informe especial sobre el apartheid piloto destinadas a mejorar la educación preuniversitaria impartida al margen del sistema oficial de apartheid. En respuesta a la creación de organizaciones rurales de desarrollo de la comunidad que participan directamente en la lucha contra el apartheid, los Estados Unidos proporcionaron 3,3 millones de dólares en el ejercicio económico de 1990 para consolidar la labor dirigente de las instituciones de las comunidades más desfavorecidas. Asimismo, se entregaron 2 millones de dólares para una amplia serie de organizaciones no gubernamentales de derechos humanos que promueven los esfuerzos políticos, económicos, sociales, jurídicos y humanitarios a favor de una sociedad justa. También se dieron 1,5 millones aproximadamente para el importante y dinámico movimiento obrero negro. Además de estos programas, el Congreso de los Estados Unidos ha concedido otro millón de dólares para apoyar el proceso de negociaciones en Sudafrica. Según una de las disposiciones de la ley general contra el apartheid, de 1986, todas las empresas de los Estados Unidos que poseen o controlan entidades en Sudafrica que cuentan con 25 o más empleados deben registrarse en el Departamento de Estado y respetar una serie de principios sobre normas equitativas de trabajo cuyo objetivo es mejorar las condiciones de empleo en el lugar de trabajo y la calidad de vida fuera del mismo de las personas desfavorecidas a causa del apartheid. Las empresas de los Estados Unidos han dejado a la zaga a sus competidoras sudafricanas, japonesas y a la mayoría de las europeas en cuanto al fomento de cambios positivos en Sudafrica. Las que se encuentran clasificadas en la categoría I, con arreglo al sistema de vigilancia, colaboran de forma particularmente activa en los programas destinados a mejorar la calidad de vida de las víctimas del apartheid. Al final del año civil 1989 había 85 empresas registradas, lo que supone una disminución de 61 empresas desde fines de 1986. Las 85 empresas citadas cuentan con 27 918 trabajadores, es decir, el número de éstos ha disminuido en más de 31 400 desde 1986. La enorme reducción del número de empresas registradas y de la mano de obra que ocupan es el resultado de la decisión adoptada por muchas empresas de los Estados Unidos de retirar sus inversiones y marcharse de Sudafrica. Desde 1984 han abandonado este país más de 200 empresas estadounidenses. Los negros, mestizos y asiáticos empleados en las 27 empresas que presentaron informes constituyeron en 1989 una proporción mayor que en 1988. Cubrieron el 50 por ciento de las vacantes que se produjeron en 1989, frente al 42 por ciento en 1988. El salario medio pagado a los trabajadores negros experimentó un incremento porcentual superior al de cualquier otro grupo racial. En 1989, las empresas que presentaron informes aumentaron en un 135 por ciento las asignaciones para los programas de formación y de actividades sociales de los trabajadores, consagrándoles más de 6 millones de rands (2,5 millones de dólares). Dichas empresas han gastado en total cerca de 13 millones de rands en estos programas desde que se inició el programa de normas equitativas de trabajo, en 1986. A una empresa que en 1989 no había cumplido los requisitos básicos del programa, el Gobierno le denegó su asistencia para la comercialización de las exportaciones. Las empresas signatarias de los Estados Unidos deben pagar salarios que permitan satisfacer los niveles de vida mínimos establecidos de acuerdo con las investigaciones realizadas por dos universidades sudafricanas, y generalmente pagan hasta un 30 por ciento más del salario mínimo establecido. Entre el 4 y el 12 por ciento de sus nóminas se dedica a programas de actividades concretas a Medidas tomadas contra el apartheid 69 favor de la enseñanza, vivienda, formación para desempeñar cargos de responsabilidad, desarrollo de la comunidad y justicia social. En la esfera de la educación, estas empresas proporcionan asistencia financiera para libros, instalaciones y formación técnica y gerencial en la universidad y en escuelas de recuperación (niveles 9 y 10). En algunas empresas, la formación para cargos de responsabilidad comprende incluso la presencia de educandos negros en el consejo de administración. En 1985, el porcentaje de blancos supervisados por negros en las empresas signatarias era del 3,5 por ciento, y para 1989 había ascendido al 8,5 por ciento. El 58 por ciento de los trabajadores negros de las empresas signatarias de los Estados Unidos están en puestos de supervisión y el 12 por ciento en puestos directivos. La asistencia al desarrollo de la comunidad generalmente consiste en préstamos e intereses subvencionados para la compra de viviendas por las familias negras. También se dedica parte de esta ayuda a los servicios de salud y a las instalaciones de agua y alcantarillado. Los programas en pro de la justicia social de las empresas signatarias tienen como fin fomentar la igualdad de oportunidades y el poder económico de los negros, mujeres inclusive. Filipinas. El Gobierno suscribe todas las resoluciones de las Naciones Unidas contra la política de apartheid del Gobierno de Sudafrica. En el 46.° período de sesiones de la Comisión de las Naciones Unidas de Derechos Humanos, celebrado en Ginebra en febrero de 1990, Filipinas apoyó la resolución 1990/26, en la que se insta a la comunidad internacional a que no atenúe las medidas existentes contra Sudafrica. Filipinas también es parte en la Declaración conjunta de la 8.a reunión ministerial ASEAN-CE, en la que se pedía la eliminación completa y pacífica del régimen del apartheid. A pesar de sus dificultades presupuestarias, el Gobierno continúa aportando contribuciones simbólicas a los fondos a favor de la lucha contra el apartheid, tales como el Fondo AFRICA, el Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para Sudafrica, el Programa de las Naciones Unidas de Enseñanza y Capacitación para el Africa Meridional (UNETPSA), y el Fondo Fiduciario para la Publicidad contra el Apartheid. Finlandia. En 1989, Finlandia entregó 13 millones de marcos finlandeses a los movimientos de liberación, los sindicatos independientes y otros movimientos populares en lucha contra el apartheid. En 1990, su contribución ascendió a 17,5 millones de marcos. Ghana. La contribución del Gobierno consiste en la formación de personal de dirección en Ghana, en la asignación de fondos a nivel bilateral, por conducto del Comité de Coordinación de la OUA para la Liberación de Africa y de la propia OUA, y en asistencia en la esfera diplomática, así como en la organización de seminarios y conferencias para poner de relieve los problemas de los sindicatos e intensificar su papel en la lucha de liberación, y en una asistencia diplomática a nivel internacional. Indonesia. Dentro de sus posibilidades, Indonesia sigue enviando fondos para la lucha del pueblo de Sudafrica, especialmente al Fondo de las Naciones Unidas para Namibia y al Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para Sudafrica. Jamaica. Jamaica concede asistencia moral y material a los movimientos de liberación en Sudafrica por medio de contribuciones al Fondo del Comité de Liberación de la OUA y a varios fondos de las Naciones Unidas. 70 Informe especial sobre el apartheid Japón. El Gobierno del Japón reconoce plenamente lo importante que es prestar asistencia a la población negra de Sudafrica para crear una atmosfera que permita un cambio pacífico y constante en ese país. La contribución del Japón se hace por conducto de las Naciones Unidas y de las ONG sitas en Sudafrica. A principios del ejercicio económico de 1990, el Gobierno acogió a sudafricanos de color para que participasen en seminarios de la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA), organismo de ejecución de la asistencia técnica del Japón. También comenzó a conceder pequeñas subvenciones a las ONG de Sudafrica por mediación de su Consulado General en Pretoria. Kenya. Todos los años, el Gobierno ofrece becas en sus universidades e instituciones técnicas a estudiantes procedentes del Africa meridional, y no escatima esfuerzos por dar orientación y asesoramiento práctico a los dirigentes de los movimientos de liberación. En 1989 se dio permiso al ANC para abrir una oficina en Nairobi. Malasia. El Gobierno ha entregado 2 millones de dólares de los Estados Unidos al Fondo AFRICA del Movimiento de los Países no Alineados, y 10 000 libras esterlinas al Fondo Internacional de Defensa y Ayuda para el Africa Meridional (IDAF). México. El Gobierno de México ha manifestado en los diferentes foros internacionales que reconoce a los movimientos de liberación nacional como los legítimos representantes de sus países. También ha expresado su apoyo y simpatía a los movimientos que luchan por eliminar el apartheid y la discriminación racial en Sudafrica. Sudán. El Sudán ha reconocido a todas las organizaciones del Africa meridional que luchan por la eliminación del apartheid y por la libre determinación que han sido reconocidas por la OUA y las Naciones Unidas. Asimismo, siempre ha concedido asistencia política y moral a estas organizaciones, y no sólo ha recibido a sus dirigentes, sino que también ha organizado seminarios y simposios. Suiza. Suiza apoya a las organizaciones que promueven los derechos humanos y participa en los proyectos destinados a mejorar el diálogo entre los diferentes grupos de la población y a fomentar la comprensión mutua. Desde 1986 ha asignado cerca de 19 millones de francos suizos a su programa de medidas positivas, de los cuales 8,5 millones se entregaron en 1990. Suiza exige que los proyectos se concentren en el fomento del desarrollo y en la mejora de la situación socioeconómica a largo plazo. Sin embargo, también deben tener como objetivo, directa o indirectamente, el establecimiento de estructuras democráticas. Por consiguiente, Suiza apoya los proyectos que tienen como fin mejorar la cultura y la formación en general, o que protegen y fomentan la identidad cultural de los diversos grupos de la población. Además de estas medidas positivas, Suiza previo la concesión de asistencia durante los últimos meses de 1990 para la acogida y reintegración de las personas que regresaban del exilio. De esta forma respondía indirectamente a una solicitud formulada por Nelson Mandela durante su visita a Berna. En consecuencia, se asignaron para dicho fin 10 millones de francos suizos. Medidas tomadas contra el apartheid 71 República Unida de Tanzania. Como antiguo Presidente de los Estados Africanos de Primera Línea (FLS), la República Unida de Tanzania, junto con los otros Estados de primera línea, ha abogado enérgicamente por el desmantelamiento total del régimen del apartheid. Se ha prestado asistencia a los movimientos de liberación poniendo a su disposición locales y dispensando formación a sus dirigentes. Togo. El Togo da su apoyo material y financiero a los movimientos de liberación, mediante sus contribucciones a las Naciones Unidas y a la OUA. Turquía. El Gobierno expresa su total apoyo a las aspiraciones legítimas de la mayoría del pueblo de Sudafrica y suscribe los esfuerzos pacíficos de esa población para combatir el injusto e inmoral régimen del apartheid. Por consiguiente, Turquía acogió con gran satisfacción la liberación de Nelson Mandela y la legalización del ANC, y expresa su fe en el establecimiento de un sistema democrático pluralista en Sudafrica, en donde el poder político se reparta equitativamente entre la mayoría negra y la minoría blanca. Turquía espera sinceramente que la mayoría negra conquistará pronto todos sus derechos políticos y civiles, poniendo fin, de esta forma, a la política anacrónica de apartheid. Para favorecer este proceso, Turquía proporciona asistencia moral y financiera a los fondos especiales creados dentro del marco de las Naciones Unidas para ayudar al pueblo de Sudafrica. Venezuela. Venezuela contribuye a los diferentes fondos establecidos por las Naciones Unidas para tales fines. Yugoslavia. Yugoslavia siempre ha proporcionado asistencia moral a los movimientos de liberación de Sudafrica y ha contribuido a los fondos de las Naciones Unidas establecidos con este objetivo. Zimbabwe. Zimbabwe ha patrocinado varios seminarios en los que participaron representantes de sindicatos y los movimientos de liberación de Sudafrica, entre otros : el seminario del SACTU para administradores financieros, celebrado en Harare del 18 al 24 de noviembre de 1989; el seminario del SACTU para la Asociación de Trabajadores de Correos y Telecomunicaciones, celebrado en Harare del 16 al 20 de noviembre de 1989; el simposio del ANC sobre la legislación laboral en Sudafrica, celebrado en Bulawayo del 11 al 15 de octubre de 1989; el seminario del Centro de Coordinación Sindical de Azania (ATUCC), celebrado en Harare del 13 al 21 de octubre de 1989; el simposio del PAC sobre las necesidades de las trabajadoras negras de Sudafrica y la formulación de proyectos que respondan a estas necesidades, celebrado del 4 al 8 de septiembre de 1989; el seminario OIT/ATUCC sobre la censura de los medios de comunicación en Sudafrica, celebrado en julio de 1989, y el seminario para el SACTU/ CCAWUSA (Sindicato de Trabajadores de Concesionarios de Comedores de Empresas y Afines), celebrado en abril de 1989. Estados miembros de la Comunidad Europea. La Comunidad y sus Estados miembros han llevado a cabo una política de asistencia a las víctimas del apartheid por medio de su programa de medidas positivas. También han decidido continuar y ampliar ese programa, y asegurar su adaptación a las nuevas exigencias de la evolución que está aconteciendo en Sudafrica y a las necesidades de los exiliados que regresan. 72 Informe especial sobre el apartheid U.U. Existen obstáculos que impiden a los sindicatos participar en acciones de solidaridad con los trabajadores empeñados en la lucha contra el apartheid? En caso afirmativo, sírvase indicar las medidas tomadas para eliminarlos y, en particular, para asegurar que el sistema jurídico no impide las acciones sindicales que se oponen al apartheid. Ningún gobierno comunicó la existencia de tales obstáculos. 11.12. Sírvase indicar las medidas tomadas para fomentar, de conformidad con los principios básicos de la Constitución de la OIT, iniciativas que pueden conducir a la eliminación del apartheid y a la consecución de una paz duradera en Africa austral. Presentaron informes sobre las medidas tomadas los Gobiernos de los países siguientes: Australia, RSS de Bielorrusia, Bolivia, Burkina Faso, Canadá, Checoslovaquia, China, Filipinas, Finlandia, Ghana, México, Nigeria, Nueva Zelandia, Santa Lucía, República Unida de Tanzania, Togo, URSS y Venezuela. Se comunicaron las medidas siguientes: Australia. En su política con respecto a Sudafrica, Australia sigue oponiéndose enérgicamente al régimen del apartheid. En consecuencia, todas las medidas que se adoptan al respecto tienen como fin ejercer presión sobre el Gobierno sudafricano para provocar un cambio y la eliminación de dicho régimen, así como asegurar que el Africa meridional pueda vivir en paz una vez liberado del apartheid. Australia se ha alegrado de los recientes cambios positivos que se han producido en la esfera política y social; así, la declaración conjunta de Pretoria del 6 de agosto de 1990 supuso un acontecimiento de primerísima importancia. Sin embargo, queda aún mucho por hacer antes de que Sudafrica pueda proclamar que es una nación democrática y no racial. Hasta que existan pruebas claras de cambios profundos e irreversibles, el Gobierno australiano mantendrá las sanciones contra Sudafrica. Canadá. El Canadá ha proporcionado 1,8 millones de dólares canadienses para 1990-1991 como contribución al fomento del diálogo y de las negociaciones en pro de una solución pacífica en Sudafrica. Estos fondos se utilizan para proseguir las investigaciones sobre cuestiones claves de las negociaciones y reformas constitucionales, para organizar seminarios y conferencias en los que se reúnan las partes interesadas, con objeto de resolver sus diferencias políticas, y para ayudar a los medios de difusión alternativos a propagar informaciones esenciales entre los sudafricanos. Checoslovaquia. El Gobierno de Checoslovaquia recientemente elegido se ha comprometido a apoyar todas las medidas tomadas por la comunidad internacional para poner fin al apartheid. Asimismo, considera como un requisito previo indispensable que los principios proclamados en la parte I de la Declaración de Filadelfia (1944) relativa a los fines y objetivos de la Organización Internacional del Trabajo se apliquen a la mayoría negra de Sudafrica. Nueva Zelandia. El Gobierno ha mantenido sus presiones contra Sudafrica, de común acuerdo con las Naciones Unidas y la Commonwealth, para incitar a las autoridades sudafricanas a eliminar el régimen del apartheid y a establecer un Estado democrático libre y no racial. La declaración oficial más reciente sobre el apartheid fue formulada, en septiembre de 1990, por el representante de Nueva Zelandia ante las Naciones Unidas, y en ella se hacía un llamamiento a la comunidad internacional para que no atenuaran las sanciones prematuramente Medidas tomadas contra el apartheid 73 y se expresaba el deseo del Gobierno de reforzar tales sanciones si se considerara necesario. República Unida de Tanzania. El Gobierno ha alentado y continúa alentando el diálogo entre la minoría blanca y la mayoría negra, con objeto de poner fin al apartheid y a la violencia en Sudafrica. Asimismo, ha solicitado la liberación de todos los dirigentes políticos y sindicales. URSS. La Unión Soviética apoya los principios básicos de una solución política del conflicto sudafricano contenidos en la Declaración de las Naciones Unidas sobre el Apartheid y sus consecuencias destructivas para el Africa meridional, adoptada en diciembre de 1989 en el 16.° período extraordinario de sesiones de la Asamblea General, en la Declaración actualizada y en el Programa de la OIT de Acción contra el Apartheid. La Unión Soviética considera que actualmente la comunidad internacional, en particular la OIT, se enfrenta con la importante tarea de continuar y aumentar sus esfuerzos por asegurar que las transformaciones positivas que se están produciendo ahora en Sudafrica sean irreversibles y conduzcan, finalmente, a la eliminación completa y definitiva del apartheid. Por su parte, la Unión Soviética está dispuesta a ayudar activamente a las fuerzas que defienden el cambio democrático en Sudafrica. El Gobierno estima que se deben acatar estrictamente las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre el embargo de las exportaciones de armas a Sudafrica. II. 13. Sírvase indicar las medidas tomadas para restringir los procedimientos de concesión de licencias para la exportación y reexportación de armas y material conexo, en la forma definida en la resolución 418 del Consejo de Seguridad, a fin de asegurar que nada de ello entre en Sudafrica, violando las decisiones y resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Se comunicó la adopción de nuevas medidas por el Gobierno del país siguiente: Canadá. Canadá. Desde que, en enero de 1989, se convirtió en miembro del Comité del Consejo de Seguridad establecido en el marco de la resolución 421, el Canadá ha trabajado activamente para revitalizarlo. Con la participación activa del Canadá, el Comité convocó el año pasado diversas reuniones a fin de examinar violaciones concretas del embargo de armas. El Canadá también alentó al presidente en sus esfuerzos por organizar audiencias privadas sobre el embargo de armas. A las audiencias celebradas los días 14 y 27 de septiembre en Nueva York asistieron muchos funcionarios gubernamentales y profesores universitarios de alto nivel; el Secretario de Estado del Canadá para Asuntos Exteriores, único ministro extranjero que asistió a las audiencias, instó a los miembros del Comité para que examinaran atentamente las propuestas formuladas por el Comité de Ministros de Asuntos Exteriores de la Commonwealth sobre Africa Austral en Harare, en febrero de 1989, para reforzar la aplicación del embargo de armas. En las propuestas se daba una definición más amplia de los artículos que debía cubrir el embargo obligatorio sobre la exportación de armas y se abordaba la posibilidad de convertir en obligatorio el embargo voluntario respecto de la importación de armas. Con la colaboración del Canadá, el Comité redactó, en diciembre de 1989, el primer informe global sobre su labor desde 1980. En dicho informe, que abarcaba el período comprendido entre 1980 y 1989, se llegaba a la conclusión de que, si bien el embargo de armas había tenido un efecto 74 Informe especial sobre el apartheid considerable sobre las fuerzas de defensa del Gobierno sudafricano, los casos comunicados al Comité mostraban claramente que seguían entrando en Sudafrica armas y material conexo, en violación de las disposiciones relativas a dicho embargo. El Canadá está trabajando actualmente con otros miembros del Comité para hallar la forma de mejorar su labor; por ejemplo, tratando de obtener informes más detallados y regulares de los Estados miembros por medio de cuestionarios sobre la aplicación del embargo de armas, acelerando el examen de supuestas violaciones del embargo de armas señaladas a la atención del Comité y dando mayor transparencia a la labor de éste. 11.14. Sírvase suministrar información sobre cualesquiera medidas tomadas contra el apartheid que no hayan sido incluidas en las preguntas anteriores. Se recibieron respuestas de los Gobiernos de los países siguientes : Australia, Canadá, China, Egipto y Togo. Se comunicaron las medidas siguientes: Australia. Como parte del programa de la Commonwealth contra el apartheid, el Gobierno de Australia ha aportado una contribución importante para el establecimiento, en Londres, del Centro independiente para el estudio de la economía sudafricana y de las finanzas internacionales. A corto plazo, este Centro ayudará a determinar la eficacia de las sanciones financieras contra Sudafrica. En cuanto al futuro, según el mandato que se le ha confiado, el Centro también deberá estudiar en el momento oportuno la forma de movilizar recursos para Sudafrica una vez suprimido el régimen del apartheid. Australia ha continuado apoyando algunas otras iniciativas de la Commonwealth, en particular en las reuniones de Ministros de Asuntos Exteriores de la Commonwealth sobre Africa Austral, tales como el programa contra la propaganda y la censura sudafricanas, y la asistencia a las víctimas y adversarios del apartheid. Canadá. El Secretario de Estado para Asuntos Exteriores preside el Comité de Ministros de Asuntos Exteriores de la Commonwealth sobre Africa Austral. En la reunión del Comité celebrada en Abuja, Nigeria, en mayo de 1990 se hizo una labor considerable por consolidar el consenso internacional acerca del mantenimiento de las sanciones hasta que hubiera cambios inequívocos e irreversibles en Sudafrica, en un momento en que dicho consenso parecía estar a punto de romperse. Nelson Mandela visitó el Canadá, a invitación del Gobierno, en junio de 1990; en esa ocasión se le concedió el honor excepcional de tomar la palabra en el Parlamento. China. Durante el año pasado, el Gobierno y el pueblo de China, de concierto con los otros pueblos del mundo, continuaron condenando resueltamente la política de apartheid practicada por las autoridades sudafricanas. También apoyaron la lucha legítima del pueblo sudafricano por la igualdad entre las razas y por sus derechos humanos fundamentales. De esta forma han contribuido a los esfuerzos por conseguir la eliminación definitiva de la dominación racial, que supone una ignominia para el mundo civilizado. Egipto. Egipto ha aportado contribuciones financieras al Fondo AFRICA, establecido por el Movimiento de los Países no Alineados en 1986 a fin de fomentar la capacidad de los Estados de primera línea para hacer frente a la agresión permanente de Sudafrica. Egipto ha gastado anualmente el equivalente de 5 mi- Medidas tomadas contra el apartheid 75 Hones de dólares de los Estados Unidos para enviar servicios de expertos y asistencia técnica con el fin de reforzar las posibilidades en materia de defensa de los Estados de primera línea. ACCIÓN DE LAS ORGANIZACIONES DE EMPLEADORES Se recibieron respuestas de la Asociación de Industriales Latinoamericanos, de la Federación Internacional de Armadores y de 31 organizaciones de empleadores de los países siguientes: Bangladesh, Barbados, Brasil, China, Congo, República Dominicana, Egipto, España, Finlandia, Guyana, India, Jamaica, Japón, Jordania, Lesotho, Luxemburgo, Malasia, Malta, Noruega, Pakistán, Panamá, Perú, Reino Unido, República Arabe Siria, Suriname, Suecia, Suiza y Yemen. En algunos casos no se respondía al cuestionario, sino que se indicaba que no se habían registrado cambios respecto de las informaciones de años precedentes. Figuraban en este caso las respuestas de las siguientes organizaciones: Confederación Nacional de Industria (Brasil), Confederación de Empleadores de la República Dominicana, Confederación Española de Organizaciones Empresariales, Confederación de Empleadores de Finlandia, Asociación Consultiva de la Industria de Guyana, Federación de Empleadores de la India, Conferencia Permanente de Empresas Públicas (India), Federación de Industriales de Luxemburgo, Federación de Empleadores del Pakistán, Consejo Nacional de la Empresa Privada (Panamá), Cámara Peruana de la Construcción, Confederación de Empleadores de Suecia, Unión Central de Asociaciones Patronales de Suiza, Asociación de Industriales Latinoamericanos y Federación Internacional de Armadores. Por lo que se refiere a las organizaciones de empleadores que respondieron a las preguntas del cuestionario revisado, en algunas de sus respuestas a preguntas concretas repetían informaciones facilitadas en anteriores ocasiones, o bien indicaban que no se habían registrado cambios o que no se habían adoptado nuevas medidas sobre la cuestión planteada. Dichas respuestas no se han reproducido en el presente informe. 1. ¿Cuenta su organización con miembros que mantienen relaciones comerciales o financieras con Sudafrica? Las siguientes organizaciones informaron que ninguno de sus miembros mantenía relaciones con Sudafrica: Asociación de Empleadores de Bangladesh, Confederación de Empleadores de Barbados, UNICONGO, Asociación de Dirigentes de Empresa de China, Federación de Industrias de Egipto, Asociación Consultiva de la Industria de Guyana, Conferencia Permanente de Empresas Públicas (India), Federación de Empleadores de Jamaica, Cámara de Industria de Aman (Jordania), Federación de Empleadores de Malasia, Asociación de Empleadores de Malta, Federación de Cámaras de Comercio e Industria del Pakistán, Consejo Nacional de la Empresa Privada (Panamá), Cámara de Industrias (República Arabe Siria) y Asociación de Comercio e Industria de Suriname. Las siguientes organizaciones informaron que entre sus miembros había quienes mantenían relaciones con Sudafrica: Asociación de Empleadores de Lesotho y Confederación de la Industria Británica. 76 Informe especial sobre el apartheid 2. Sírvase indicar las medidas tomadas para asegurar: a) que sus miembros no mantengan relaciones comerciales ni financieras con Sudafrica; b) que las instituciones económicas y financieras no concedan préstamos a Sudafrica ni colaboren de ningún modo con el régimen del apartheid. Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Asociación de Empleadores de Lesotho y Confederación de la Industria Británica. Confederación de la Industria Británica (CBI). La CBI recomienda a sus miembros que respeten el Código de Conducta, de carácter voluntario, de la Comunidad Europea para las empresas que tienen filiales, sucursales o representación comercial en Sudafrica, y que apoyen aquellos aspectos de la Declaración y el Programa de Acción de la OIT que son posibles dentro de las limitaciones existentes en materia de política contractual y empresarial. De conformidad con sus estatutos, la CBI no puede injerirse en las prácticas o relaciones comerciales de sus miembros. 3. Sírvase indicar las medidas adoptadas para : a) retirar las inversiones de Sudafrica ; b) asegurar que no se eluda el llamamiento a la desinversión mediante la transferencia de las operaciones de las empresas a directores sudafricanos con quienes mantengan los vínculos comerciales anteriores; c) transferir estas inversiones a otros países africanos, especialmente a los Estados de primera línea y a los que son miembros de la Conferencia para la Coordinación del Desarrollo en Africa Austral (SADCC) ; d) cerciorarse de que se consulte con prontitud al sindicato apropiado que represente a los trabajadores negros de la empresa sobre las condiciones y términos de la retirada de inversiones; e) promover cualesquiera de estos objetivos entre los miembros de su organización. Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Asociación de Empleadores de Lesotho y Confederación de la Industria Británica. Asociación de Empleadores de Lesotho. La Asociación no tiene inversiones en Sudafrica; al contrario, trata de captar inversiones de este país para Lesotho. Confederación de la Industria Británica (CBI). De conformidad con sus estatutos, la CBI no puede injerirse en las prácticas o relaciones comerciales de sus miembros. 4. Sírvase indicar las medidas tomadas para retirar las inversiones de los «bantustanes» y poner fin a toda cooperación con ellos, así como para promover tales medidas entre los miembros de su organización. Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Asociación de Empleadores de Lesotho y Confederación de la Industria Británica. Asociación de Empleadores de Lesotho. La Asociación no tiene ninguna clase de relaciones con los «bantustanes». Confederación de la Industria Británica (CBI). La CBI no establece ninguna diferencia entre los llamados «bantustanes» y la República Sudafricana. Medidas tomadas contra el apartheid 77 5. Sírvase indicar las medidas tomadas para: a) negarse a cooperar con las autoridades sudafricanas en la aplicación de la legislación del apartheid; b) abstenerse de explotar todas las ventajas ofrecidas por el sistema del apartheid, especialmente en las relaciones de trabajo y en los «bantustanes»; c) comprometersefirmementea la abolición del apartheid; d) promover dicha acción entre los miembros de su organización. Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Asociación de Empleadores de Lesotho y Confederación de la Industria Británica. Asociación de Empleadores de Lesotho. La Asociación no mantiene contactos con las autoridades sudafricanas, y sus relaciones de trabajo se rigen por la legislación de Lesotho. Por otro lado, las actividades de sus miembros no pueden ir más allá de los límites fronterizos de Lesotho. Confederación de la Industria Británica (CBI). La CBI no tiene ningún papel ni influencia en la aplicación de la legislación del apartheid. 6. Sírvase indicar las medidas tomadas para: a) instar a los bancos y demás institucionesfinancierasa que se abstengan de conceder préstamos a Sudafrica o de conceder créditos para comerciar con Sudafrica ; b) instar a los gobiernos a que prohiban en sus países las actividades de la World Gold Council (con anterioridad llamada International Gold Corporation, INTERGOLD). Se recibieron respuestas de las organizaciones siguientes: Confederación de Empleadores de Barbados, Asociación de Dirigentes de Empresa de China, Federación de Empleadores de Jamaica, Federación de Asociaciones de Empleadores del Japón, Cámara de Industria de Aman (Jordania), Asociación de Empleadores de Lesotho, Federación de Empleadores de Malasia, Asociación de Empleadores de Malta, Federación de Cámaras de Comercio e Industria del Pakistán, Confederación de la Industria Británica, Asociación de Comercio e Industria de Suriname, Cámara de Industria (República Arabe Siria) y Federación de Cámaras de Comercio e Industria del Yemen. En la mayoría de las respuestas se indicaba que no había necesidad de tomar medidas sobre estas cuestiones porque, o bien existía ya una prohibición al respecto, o tales medidas excedían del mandato de las organizaciones de empleadores. Se comunicaron las siguientes medidas : Federación de Asociaciones de Empleadores del Japón (NIKKEIREN). En 1990 la NIKKEIREN hizo una modesta contribución de 10 000 dólares de los Estados Unidos a la OIT para ayudar a financiar la participación de empleadores sudafricanos negros en los programas de formación y educación de la OIT que se lleven a cabo en los Estados de primera línea. Asimismo, adquirió una cinta de vídeo sobre el anti-apartheid, producida y distribuida por la OIT, y la alquiló a diversas organizaciones de empleadores para sensibilizar a éstos sobre la difícil situación en que se encuentran las víctimas del apartheid. Cámara de Industria de Aman (Jordania). La Cámara de Industria mantiene estrechos contactos con los bancos, a los que insta para que no mantengan relaciones con Sudafrica. 78 Informe especial sobre el apartheid 7. Sírvase indicar las medidas tomadas para: a) proporcionar apoyo técnico y financiero destinado a la creación de pequeñas empresas y a programas de formación en técnicas de gestión para las víctimas del apartheid exiliadas en los Estados de primera línea y en los que son miembros de la SADCC; b) organizar, con este fin, seminarios subregionales para empleadores en estos Estados; c) sensibilizar a los empleadores respecto de la difícil situación de las víctimas del apartheid. Se recibieron respuestas de las organizaciones siguientes: Asociación de Empleadores de Bangladesh, Confederación de Empleadores de Barbados, Asociación de Dirigentes de Empresa de China, Federación de Empleadores de Jamaica, Cámara de Industria de Aman (Jordania), Asociación de Empleadores de Lesotho, Federación de Empleadores de Malasia, Asociación de Empleadores de Malta, Confederación de Comercio e Industria de Noruega, Federación de Cámaras de Comercio e Industria del Pakistán, Confederación de la Industria Británica, Cámara de Industria (República Arabe Siria) y Asociación de Comercio e Industria de Suriname. Se comunicaron las siguientes medidas: Asociación de Empleadores de Lesotho. Los miembros de la Asociación contribuyen económicamente al desarrollo de pequeñas empresas y a programas de formación en técnicas de gestión para las víctimas del apartheid en el exilio. La Asociación se encarga asimismo de sensibilizar a sus miembros sobre la difícil situación en que se encuentran las víctimas del apartheid por medio de reuniones, cartas y circulares. Federación de Empleadores de Malasia. La Federación señala que apoyaría una acción internacional conjunta en el sentido indicado. Asociación de Empleadores de Malta. La Asociación mantiene a sus miembros informados sobre los efectos del apartheid para quienes viven sometidos a él. Confederación de Comercio e Industria de Noruega. La Confederación está realizando una serie de programas de formación en los Estados de primera línea. En Zambia se ocupa de un programa de formación destinado a refugiados que poseen cierta capacidad, a los que presta asistencia para financiar actividades económicas en pequeña escala. Confederación de la Industria Británica (CBI). El representante de la CBI participó en un seminario organizado por la OIT al que asistieron representantes de las organizaciones de empleadores de Namibia. La CBI está dispuesta a prestar ayuda a los empleadores de la región para fomentar las buenas prácticas en materia de relaciones laborales. Cámara de Industria (República Arabe Siria). La Cámara de Industria está siempre dispuesta, dentro de sus posibilidades, a organizar seminarios para los empleadores, a fin de prestar apoyo técnico y económico para la creación de nuevas empresas y programas de formación empresarial para las víctimas del apartheid en el exilio. 8. Sírvase indicar las medidas tomadas para asegurar que sus miembros se abstengan de toda forma de hacer víctimas a los trabajadores y a los sindicatos empeñados en la defensa de los derechos fundamentales de los trabajadores en Sudafrica, y en acciones de solidaridad, fuera de la República, con los trabajadores negros de Sudafrica. Medidas tomadas contra el apartheid 79 Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Asociación de Empleadores de Bangladesh, Confederación de Empleadores de Barbados, Asociación de Dirigentes de Empresa de China, Federación de Empleadores de Jamaica, Federación de Asociaciones de Empleadores del Japón, Cámara de Industria de Aman (Jordania), Asociación de Empleadores de Lesotho, Federación de Empleadores de Malasia, Asociación de Empleadores de Malta, Federación de Cámaras de Comercio e Industria del Pakistán, Confederación de la Industria Británica, Cámara de Industria (República Arabe Siria) y Asociación de Comercio e Industria de Suriname. En la mayoría de las respuestas se indicaba que no se había necesitado recurrir a tales medidas. Se comunicaron las siguientes medidas: Confederación de la Industria Británica (CBI). La CBI señala que las empresas británicas que operan en Sudafrica reconocen a los sindicatos. Las empresas británicas han seguido estableciendo y ampliando programas sociales en materia de salud, bienestar, pensiones, educación y formación para sus trabajadores no blancos. Cámara de Industria (República Arabe Siria). La Cámara de Industria señala que acostumbra mantener a sus miembros continuamente informados sobre la discriminación criminal practicada por la entidad sionista y las autoridades de Pretoria. 9. Sírvase proporcionar información sobre cualquier otra medida tomada contra el apartheid que no haya sido incluida en las preguntas anteriores. Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Asociación de Empleadores de Bangladesh, Confederación de Empleadores de Barbados, UNICONGO, Federación de Asociaciones de Empleadores del Japón, Cámara de Industria de Aman (Jordania), Asociación de Empleadores de Lesotho, Confederación de la Industria Británica, Cámara de Industria (República Arabe Siria) y Confederación de Empleadores de Suecia. Se comunicaron las siguientes medidas: Federación de Asociaciones de Empleadores del Japón (NIKKEIREN). La NIKKEIREN ha señalado a la atención de sus miembros la situación existente en Sudafrica y ha copatrocinado una campaña contra el apartheid consistente en una exposición de pinturas y fotos, que circuló por los colegios de Tokio durante los meses de enero y febrero de 1990. Confederación de la Industria Británica (CBI). En el curso del año pasado, la CBI ha mantenido reuniones con representantes de la dirección y de los trabajadores de empresas sudafricanas. En una de tales reuniones, Nelson Mandela pronunció una alocución dirigida a los principales empresarios del Reino Unido. Todas estas actividades contribuyen a mantener el diálogo entre los círculos empresariales británicos y sudafricanos — así como dentro de Sudafrica — que tratan de conseguir la eliminación del apartheid por medios no violentos. Cámara de Industrias (República Arabe Siria). La Cámara de Industrias está convencida de que los progresos registrados últimamente en Sudafrica son consecuencia de las campañas contra el apartheid llevadas a cabo tanto dentro como 80 Informe especial sobre el apartheid fuera de Sudafrica. Como no se han producido cambios fundamentales hasta el momento, la Cámara sigue abogando por que se mantenga el boicoteo existente hasta que surja una nueva Sudafrica en la que reine una verdadera igualdad entre todos los ciudadanos. Confederación de Empleadores de Suecia (SAF). La SAF observa con satisfacción que la Conferencia Internacional del Trabajo ha instado al Director General a que preste asistencia técnica a las organizaciones democráticas de trabajadores de Sudafrica. Ahora bien, querría igualmente que la OIT preste el mismo tipo de asistencia técnica a las organizaciones democráticas de empleadores de Sudafrica, en especial a la Federación Nacional de Cámaras de Comercio Africanas (NAFCOC), organización de mayoría negra. ACCIÓN DE LAS ORGANIZACIONES DE TRABAJADORES Se recibieron respuestas de 36 organizaciones nacionales de trabajadores de los países siguientes: Alemania, Argelia, Barbados, Brasil, Burundi, Canadá, Dinamarca, Egipto, España, Estados Unidos, Fiji, Finlandia, India, Italia, Japón, Luxemburgo, Madagascar, Noruega, Países Bajos, Pakistán, Reino Unido, Santa Lucía, República Arabe Siria, Sri Lanka, Suecia, Suiza, República Unida de Tanzania, Togo y URSS. Dos organizaciones nacionales de trabajadores de Suecia, la Confederación de Sindicatos de Suecia y la Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia, presentaron una respuesta conjunta. También enviaron una respuesta conjunta tres sindicatos italianos, a saber: la Confederación Italiana del Trabajo, la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana del Trabajo. Respondieron también las siguientes organizaciones internacionales de trabajadores: Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres, Confederación Mundial de Organizaciones de Profesionales de la Enseñanza, Federación Internacional de Empleados, Técnicos y Profesionales, Federación Sindical Mundial, Organización para la Unidad Sindical Africana y Unión Internacional de Sindicatos de Trabajadores de la Agricultura, de los Bosques y de las Plantaciones. Las respuestas de las siguientes organizaciones de trabajadores no facilitaban información sobre las medidas adoptadas o repetían informaciones proporcionadas en anteriores ocasiones: Confederación Nacional de Trabajadores de la Industria (Brasil), Confederación General de Personal de Dirección de Italia, Confederación de Sindicatos Cristianos de Luxemburgo, Federación Panpakistana de Sindicatos, Sindicato de Marinos, Estibadores y Otros Trabajadores de Santa Lucía y Federación General de Sindicatos (República Arabe Siria). En cuanto a las organizaciones de trabajadores que respondieron a todas las preguntas del cuestionario revisado, en algunas de sus respuestas a preguntas concretas repetían informaciones ya facilitadas en anteriores ocasiones, o bien indicaban que no se habían registrado cambios o que no se habían adoptado nuevas medidas sobre la cuestión considerada. Tales respuestas no se han reproducido en el presente informe. 1. ¿Existen en su país empresas con sucursales en Sudafrica o sucursales de empresas multinacionales sudafricanas? Medidas tomadas contra el apartheid 81 Las siguientes organizaciones informaron que en su país no había tales empresas: Unión General de Trabajadores de Argelia, Unión de Trabajadores de Barbados, Unión de Trabajadores de Burundi, Unión General de Trabajadores (España), Congreso de Sindicatos de Fiji, Bharatiya Mazdoor Sangh (India), Federación del Trabajo del Pakistán, Sindicato de Marinos, Estibadores y Otros Trabajadores de Santa Lucía, Congreso de Trabajadores de Ceilán (Sri Lanka), Unión de Trabajadores de Tanzania y Confederación Nacional de Trabajadores del Togo. Las siguientes organizaciones informaron que en su país sí había tales empresas: Confederación de Sindicatos de Alemania, Congreso del Trabajo del Canadá, Federación de Sindicatos de Dinamarca, Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Confederación Italiana del Trabajo, junto con la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana del Trabajo, Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia, junto con la Confederación de Sindicatos de Suecia, y Unión Sindical Suiza. 2. Sírvase indicar las medidas tomadas para ejercer la máxima presión, incluso mediante la huelga, sobre las empresas matrices y sus sucursales en todo el mundo en los casos en que sus sucursales en Sudafrica no reconozcan al movimiento sindical independiente y actúen en contradicción con las normas del trabajo reconocidas internacionalmente. Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones : Confederación de Sindicatos de Alemania, Congreso del Trabajo del Canadá, Federación de Sindicatos de Dinamarca, Unión Americana de Trabajadores de las Minas, Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Confederación General Italiana del Trabajo, junto con la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana del Trabajo, Confederación Sindical de los Países Bajos, Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia, junto con la Confederación de Sindicatos de Suecia, y Unión Sindical Suiza. Se recibieron asimismo respuestas de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres y de la Organización para la Unidad Sindical Africana. Se comunicaron las siguientes medidas: Confederación de Sindicatos de Alemania (DGB). En 1990, la DGB, junto con las organizaciones sindicales y los sindicatos de rama de actividad afiliados a la Confederación, lanzó una campaña en favor de la plena observancia de los derechos sindicales en las empresas, especialmente en las filiales sudafricanas de empresas alemanas. La DGB ha pedido, pues, que prosiga el boicoteo contra las mercancías procedentes de Sudafrica. Los sindicatos han apoyado las huelgas de los trabajadores sudafricanos y han abogado por la reintegración de los trabajadores despedidos ¡legalmente. Han apoyado asimismo la adopción de medidas contra la inobservancia de los derechos sindicales y de los trabajadores. Gracias a la amplia gama de acciones de protesta llevadas a cabo y a la intervención directa ante la dirección o los consejos de dirección de las empresas alemanas, se han resuelto los conflictos laborales y sindicales suscitados en las filiales de empresas alemanas en Sudafrica. 82 Informe especial sobre el apartheid Congreso del Trabajo del Canadá (CLC). El CLC ha patrocinado y organizado un boicoteo contra Shell Canada, empresa filial de la multinacional holandesa Royal Dutch/Shell, para apoyar las reivindicaciones de los trabajadores de Shell en Sudafrica. El CLC se ha esforzado por establecer vínculos entre los sindicatos sudafricanos y las organizaciones homologas del Canadá que tienen un mismo empleador, como sucede en la industria minera. Cree que de esa forma aumentará la presión internacional para que dichos empleadores observen las normas internacionales del trabajo. A lo largo del año pasado, el CLC ha alentado a sus organizaciones afiliadas y otros organismos reconocidos para que mantengan la presión sobre las empresas canadienses con el fin de que éstas retiren sus inversiones de Sudafrica. Por otro lado, el CLC ha alentado a sus organizaciones afiliadas a que negocien normativas éticas para que se prohiba específicamente la inversión de los fondos de pensiones de los trabajadores en empresas sudafricanas o en compañías que mantienen relaciones comerciales con Sudafrica. De igual modo, ha alentado a las cooperativas de crédito que utilizan sus miembros para que adopten normativas éticas similares en todo lo relativo a sus carteras de inversión. A tal fin, propone como criterio la observancia de las normas del trabajo internacionalmente reconocidas. Federación de Sindicatos de Dinamarca (LO). Durante el período considerado, la LO elevó una protesta contra una empresa danesa de artes gráficas que desarrolla su actividad en Sudafrica por haber despedido a un delegado sindical perteneciente a un sindicato afiliado al COSATU. A este respecto, se requirió a la empresa que acatara el Código de Conducta de la CE. Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). La AFL-CIO sigue apoyando la campaña de boicoteo contra la Shell y participando en manifestaciones contra esta compañía. Ha seguido igualmente colaborando con los sindicatos sudafricanos para ejercer presión sobre las empresas estadounidenses en Sudafrica en que se registran conflictos sindicales. En los Estados Unidos, la AFL-CIO patrocinó un programa de acción directa para solucionar un conflicto entre el Sindicato de Trabajadores de la Industria Química y la empresa American Cyanamid. Asimismo, sigue vigilando las actividades de las empresas de los Estados Unidos en Sudafrica, haciendo hincapié sobre todo en la negociación de las medidas de desinversión. Unión Americana de los Trabajadores de las Minas (UMWA). La labor de la UMWA durante el pasado año se centró en el boicoteo declarado contra la Royal Dutch/Shell con el fin de promover un embargo internacional del petróleo contra Sudafrica. El boicoteo contra la Royal Dutch/Shell se lleva a cabo en un total de 15 países, entre otros los Países Bajos y el Reino Unido, en donde se halla la sede de la compañía. Entre las razones por las que se declaró el boicoteo cabe señalar las siguientes : el movimiento sindical sudafricano ha denunciado a la Shell por su conducta escandalosamente antisindical e inhumana; además, la compañía desempeña un papel crucial en el mantenimiento del régimen del apartheid al garantizarle el suministro de productos petrolíferos. Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL) y Unión Italiana del Trabajo (UIL) (respuesta conjunta). En la respuesta se enumeran las empresas italianas que operan en Sudafrica. Se señala que, de acuerdo con los datos disponibles, estas empresas Medidas tomadas contra el apartheid no violan las normas del trabajo internacionalmente reconocidas. Las medidas tomadas por las organizaciones de trabajadores se dirigen, pues, contra la creciente presencia de empresas italianas en Sudafrica. Confederación Sindical de los Países Bajos (FNV). El número de empresas holandesas en Sudafrica ha registrado un descenso en el curso de los últimos años. En la actualidad, unas 10 empresas de los Países Bajos presentan informes de conformidad con el Código de Conducta de la CE. Entre ellas cabe señalar las empresas Shell y Unilever, que presentan su informe en el Reino Unido. Se ha facilitado copia de dichos informes a los representantes de los trabajadores de las empresas de los Países Bajos. La FNV y sus sindicatos afiliados no saben de ningún caso en que se haya pedido que se adopten medidas contra las compañías que no han observado las normas de trabajo internacionalmente reconocidas, pues en los propios informes no se recoge información suficiente. Ahora bien, en algunos casos la FNV y el sindicato más interesado al respecto, el Sindicato Industrial de la FNV, examinaron las cuestiones relativas a las empresas Shell, Philips y Unilever. Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). En cada caso que se le ha señalado, el TUC ha seguido apoyando a los sindicatos de Sudafrica en conflicto con las sucursales de empresas británicas y con otros empleadores, y ha seguido respaldando los esfuerzos del COSATU y del NACTU en su intento por anular la legislación que coarta las relaciones de trabajo. En junio de 1990, el TUC se dirigió por escrito al Presidente del Estado de Sudafrica, instando al Gobierno a abrogar partes de la ley modificatoria de la ley sobre relaciones de trabajo, de 1988, de conformidad con el acuerdo celebrado entre el COSATU, el NACTU y la organización de empleadores SACCOLA. A solicitud del Sindicato Sudafricano de Trabajadores de Puertos y Ferrocarriles, el TUC se puso en contacto con los Servicios Sudafricanos de Transporte (SATS), así como con el Gobierno de Sudafrica, para pedir el reintegro de los 3 800 trabajadores que habían sido despedidos por haber participado en una huelga declarada con motivo de reivindicaciones salariales y por haber exigido que el conflicto se solucionara mediante la negociación. En relación con un litigio sometido a los tribunales laborales que el Sindicato Sudafricano de Trabajadores de la Industria Química (SACWU) ganó en 1989 contra la empresa petrolera SASOL, tras el recurso de apelación interpuesto por ésta, el TUC se ha encargado de asegurar una sólida asistencia jurídica para el SACWU, a fin de que este sindicato pueda impugnar la apelación. El TUC ha seguido dando su respaldo al NUMSA en sus esfuerzos por resolver mediante la negociación su conflicto con la dirección de la BTR Sarmcol, que en 1985 despidió a 970 trabajadores por haber participado en una huelga en la que reclamaban el reconocimiento de un sindicato. En noviembre de 1990, a solicitud del Sindicato de Trabajadores de las Industrias del Papel, Artes Gráficas, Madera y Afines, el TUC intervino ante la empresa sudafricana de embalaje Nampak y su casa matriz, la Barlow Rand, instándolas a que buscaran una solución negociada al conflicto relativo a una huelga y a los despidos efectuados en 32 fábricas pertenecientes a la Nampak al oponerse la dirección a la negociación centralizada. También en noviembre de 1990, el TUC intervino ante la Reckitt & Colman con motivo de un conflicto laboral que había surgido en una fábrica de Elandsfontein perteneciente a su sucursal sudafricana. Este 83 84 Informe especial sobre el apartheid conflicto se refería a la utilización de los fondos de la caja de pensiones y al despido de 300 miembros del Sindicato de Trabajadores de la Industria Química (CWIU) que estaban en huelga legal desde el 28 de mayo. Unión Sindical Suiza (SGB). En el otoño de 1990, la SGB apoyó la convocatoria de una huelga en una planta química de Ciba-Geigy. Por otro lado, el sindicalista sudafricano Jow Mahlangu fue invitado a participar en el Congreso de la Federación Suiza de Trabajadores de las Industrias Química, del Textil y del Papel. Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL). La CIOSL mantiene una relación de las empresas multinacionales que invierten en Sudafrica. En cuanto un movimiento sindical independiente africano le informa de que una empresa se niega a reconocer a los sindicatos o viola las normas del trabajo internacionalmente reconocidas, la CIOSL hace llegar enérgicas protestas al Presidente de la República Sudafricana, al Ministro de la Mano de Obra y a la empresa interesada. Dicha información se distribuye también sin dilación entre las organizaciones afiliadas a la CIOSL y los secretariados sindicales internacionales, para que tomen las medidas pertinentes. La CIOSL ha llevado a cabo, en particular, campañas de presión contra las empresas que se aprovechan de las disposiciones antisindicales de la ley modificatoria de la ley sobre relaciones de trabajo (LRAA) y contra las multinacionales que invierten en los llamados «bantustanes». La CIOSL ha prestado ayuda económica a los sindicatos para que puedan librar batallas jurídicas contra las empresas multinacionales que violan los derechos de los trabajadores. En la Conferencia de la CIOSL y los secretariados profesionales internacionales sobre los sindicatos y las empresas multinacionales, celebrada en Copenhague en marzo de 1990, se examinaron detenidamente los problemas relacionados con las empresas multinacionales, incluidas las que operan en Sudafrica, y las formas de resolverlos. Se estudió una serie de monografías con el fin de explorar diversas estrategias y tácticas, incluidas las campañas generales, la utilización estratégica de los fondos de pensiones, el análisis de las estructuras y finanzas de las empresas, la coordinación de las actividades sindicales para conseguir que las empresas multinacionales respeten los derechos sindicales, y el derecho a organizarse y negociar colectivamente. Asistieron a la conferencia representantes del movimiento sindical independiente, quienes hicieron un llamamiento para que se intensifiquen las sanciones económicas contra Sudafrica, que fue suscrito por todos los participantes. La CIOSL ha mantenido informadas a sus organizaciones afiliadas sobre la evolución de la LRAA por medio de su hoja informativa semanal Spotlight on South Africa. Tras decidir el Gobierno sudafricano, en junio de 1990, no presentar ante el Parlamento las enmiendas a la LRAA, la CIOSL mantuvo una vigilancia especial sobre los empleadores sudafricanos con el fin de asegurarse de que respaldaban el acuerdo alcanzado con los sindicatos acerca de las nuevas enmiendas a la LRAA. Organización para la Unidad Sindical Africana (OATUU). Los órganos políticos de la OATUU han pedido a las organizaciones sindicales internacionales, así como a los sindicatos africanos, que ejerzan la máxima presión posible, con inclusión de acciones reivindicativas, sobre las empresas que desarrollan su actividad en Africa y cuyas compañías asociadas o subsidiarias en Sudafrica no Medidas tomadas contra el apartheid 85 reconocen el movimiento sindical negro independiente. Atendiendo a estos llamamientos, numerosas organizaciones afiliadas a la OATUU han participado en demostraciones y manifestaciones organizadas contra algunas de dichas compañías, a las que también han boicoteado. 3. Sírvase indicar las medidas tomadas para ejercer la máxima presión sobre las sucursales, fuera de Sudafrica, de las empresas multinacionales sudafricanas que estén implicadas en la violación de las normas de trabajo reconocidas internacionalmente. Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Confederación de Sindicatos de Alemania, Congreso del Trabajo del Canadá, Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Confederación General Italiana del Trabajo, junto con la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana del Trabajo, Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Confederación de Funcionarios y Empleadores de Suecia, junto con la Confederación de Sindicatos de Suecia, Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres y Organización para la Unidad Sindical Africana. Se comunicaron las siguientes medidas : Confederación de Sindicatos de Alemania (DGB). A través de la CIOSL y de las secretarías sindicales internacionales se organizó una serie de medidas a escala mundial contra las empresas multinacionales sudafricanas que han violado las normas de trabajo reconocidas internacionalmente, en cuya aplicación participaron la DGB y sus organizaciones afiliadas. Pese a las protestas del Sindicato de Mineros y Trabajadores del Sector de la Energía de Alemania (IGBE), de las autoridades municipales de Düsseldorf y de los partidos políticos, las empresas sudafricanas volvieron a participar en la Feria Minera de Düsseldorf celebrada en mayo de 1989. En el curso de la misma, no obstante, el IGBE organizó una manifestación y distribuyó panfletos delante de los puestos de las empresas sudafricanas. Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). La AFL-CIO ha comprobado la existencia de 35 empresas multinacionales sudafricanas en los Estados Unidos, y en la actualidad sigue de cerca su observancia de las normas laboradas reconocidas internacionalmente y de la negociación coordinada con los sindicatos interesados de Sudafrica. Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). A solicitud del TUC, los sindicatos intervinieron ante las sucursales de la Barlow Rand en el Reino Unido con motivo del conflicto que se había producido en su sucursal sudafricana, la Nampak, el cual quedó posteriormente resuelto mediante las negociaciones entabladas con la empresa por el Sindicato de Trabajadores de las Industrias del Papel, Artes Gráficas, Madera y Afines y el COSATU. Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL). La CIOSL mantiene una relación de las empresas multinacionales sudafricanas y de sus filiales con el fin de facilitar la organización de campañas de presión. Se organizaron campañas de protesta y de presión similares a las descritas en la respuesta a la pregunta 1 contra las empresas multinacionales sudafricanas, en especial sobre la cuestión de la LRAA. En general, puede decirse que los empleadores y el Gobierno siguen actuando unilateralmente en el intento de reestructurar la economía sudafricana mediante medidas de liberalización y privatiza- 86 Informe especial sobre el apartheid ción. Además, han emprendido una campaña contra la negociación colectiva a escala nacional. La CIOSL ha facilitado asistencia jurídica y ayuda material a los sindicatos para que, llegado el caso, puedan hacer frente a la situación. 4. Sírvase indicar las medidas tomadas para ejercer la máxima presión sobre los gobiernos para que adopten y apliquen las sanciones, amplias y obligatorias, contra Sudafrica acordadas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, de conformidad con el capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas. Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Confederación de Sindicatos de Alemania, Unión de Trabajadores de Barbados, Unión de Trabajadores de Burundi, Congreso del Trabajo del Canadá, Unión General de Trabajadores (España), Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Congreso de Sindicatos de Fiji, Organización Central de Sindicatos Finlandeses, Congreso Nacional de Sindicatos de la India, Confederación General Italiana del Trabajo junto con la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana del Trabajo, Confederación de Sindicatos del Japón, Unión de Sindicatos Autónomos de Madagascar, Confederación de Sindicatos de Noruega, Confederación Sindical de los Países Bajos, Federación del Trabajo del Pakistán, Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia, junto con la Confederación de Sindicatos de Suecia, Confederación Nacional de Trabajadores del Togo, Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres y Organización para la Unidad Sindical Africana. Se comunicaron las siguientes medidas: Confederación de Sindicatos de Alemania (DGB). La DGB instó en repetidas ocasiones al Gobierno federal a que adoptase y aplicara sanciones amplias y obligatorias contra Sudafrica. La DGB, junto con sus organizaciones sindicales afiliadas y otras organizaciones reconocidas, instó al Gobierno y a la Comisión de la CE a que adoptasen las siguientes medidas : boicotear las mercancías sudafricanas ; denegar las licencias de exportación y la transferencia de tecnología a Sudafrica y prohibir las inversiones en este país; suspender los enlaces aéreos con Sudafrica; incluir el boicoteo del carbón en la lista de sanciones de la CE; romper las relaciones oficiales, culturales y deportivas con Sudafrica; reducir sustancialmente el personal de servicio en las embajadas de los distintos países en Sudafrica, e imponer restricciones a las medidas de contratación para emigrar a Sudafrica o trabajar en este país. Unión de Trabajadores de Barbados. La Unión de Trabajadores de Barbados ha enviado varias resoluciones al Gobierno de Barbados en las que le pide que adopte enérgicas medidas contra el apartheid. Estas resoluciones suelen elaborarse tras las actividades desarrolladas durante la conmemoración del 1.° de Mayo o las deliberaciones de la Conferencia Anual de Delegados. Unión de Trabajadores de Burundi (UTB). La UTB boicotea la importación de productos sudafricanos. Congreso del Trabajo del Canadá (CLC). El CLC ha seguido ejerciendo presión para que el Gobierno canadiense adopte sanciones amplias y obligatorias contra Sudafrica, sobre todo en vista del aumento de los intercambios comerciales entre los dos países. Dada la evolución observada durante el año pasado, el Medidas tomadas contra el apartheid 87 CLC ha insistido sobre todo en que se mantenga el programa de sanciones en vigor ante los llamamientos hechos desde distintos sectores para que se atenúen las mismas. Unión General de Trabajadores (UGT) (España). La UGT organizó actos de protesta contra la visita efectuada por el Presidente sudafricano, Sr. De Klerk, a España. Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). Entre las prioridades de la AFL-CIO en materia legislativa para 1990 figura el mantenimiento de la ley general contra el apartheid de 1986, así como las disposiciones relativas a las sanciones, mientras no se cumplan todos los requisitos estipulados en la ley. Congreso de Sindicatos de Fiji (FTUC). El FTUC sigue ejerciendo presión sobre el Gobierno de Fiji para que apoye todas las medidas adoptadas en el plano internacional, tanto de índole bilateral como multilateral, para la imposición de sanciones a Sudafrica. Organización Central de Sindicatos Finlandeses (SAK). Los sindicatos finlandeses han vigilado la aplicación de las sanciones económicas impuestas por el Parlamento finlandés. En caso necesario, los sindicatos afiliados a la SAK están dispuestos a llevar a cabo acciones reivindicativas para ejercer la máxima presión posible sobre las empresas con el fin de que se apliquen las sanciones obligatorias. Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL) y Unión Italiana del Trabajo (UIL) (repuesta conjunta). La CGIL, la CISL y la UIL se han mostrado siempre favorables a una aplicación más estricta de las sanciones por parte de Italia. En realidad, Italia se ha convertido últimamente en uno de los principales aliados comerciales de Sudafrica y es el país que más carbón y oro sudafricanos importa. Si bien los cambios que tienen lugar en Sudafrica significan un paso adelante, las organizaciones de trabajadores italianas abogan por el mantenimiento de las sanciones con objeto de obligar al Gobierno sudafricano a que entable negociaciones serias. Confederación de Sindicatos del Japón (RENGO). La RENGO informa que con fecha 26 de octubre de 1990 se presentó al Parlamento una petición con 1,4 millones de firmas para la abolición del apartheid. Unión de Sindicatos Autónomos de Madagascar (USAM). La ANC cuenta con una oficina permanente en Antananarivo, en la que dispone de una estación de radiodifusión que cubre todo el territorio sudafricano. Tras la liberación de Nelson Mandela han mejorado las relaciones entre Madagascar y Sudafrica. En agosto de 1990, el Presidente De Klerk visitó Madagascar y en septiembre se restableció el enlace aéreo entre Antananarivo y Pretoria. Por otro lado, empresarios malgaches visitaron Sudafrica y viceversa, y se han adoptado diversas medidas para atraer capital sudafricano. Ahora bien, existen diferencias de opinión entre los diferentes grupos y partidos políticos de Madagascar con respecto al restablecimiento de relaciones con Sudafrica. 88 Informe especial sobre el apartheid Confederación de Sindicatos de Noruega (LO). La Confederación ha ejercido presión sobre el Gobierno noruego para que haga más rigurosa la legislación contra el transporte de petróleo a Sudafrica, de forma que, además del crudo, prohiba también los productos de petróleo refinados. Confederación Sindical de los Países Bajos (FNV). Durante años, la FNV ha venido señalando a la atención del Gobierno holandés que su forma de aplicar las sanciones contra Sudafrica era insuficiente e inadecuada. La FNV se quejaba de que ni siquiera las medidas establecidas por la Comunidad Europea se plasmaban en la ley, e instaba al Gobierno a que tomara las disposiciones del caso en lo relativo a nuevas inversiones. Desde hace años se halla en estudio ante el Parlamento un proyecto de ley en la materia, pero últimamente se amenaza con retirarlo. La FNV efectuó sendos estudios sobre la importación de carbón sudafricano a través del puerto de Rotterdam y, en estrecha colaboración con el Shipping Research Bureau, sobre la exportación ininterrumpida de petróleo a Sudafrica. Ambos estudios fueron presentados al Gobierno holandés. Varios sindicalistas sudafricanos, que invitados por la FNV visitaban los Países Bajos, instaron al Parlamento y al Gobierno a que mantuviesen las sanciones contra Sudafrica. Con anterioridad a la visita efectuada a Sudafrica por varios parlamentarios en septiembre de 1990, una delegación de la FNV los informó de la situación reinante en el país y les pidió encarecidamente que visitaran los sindicatos sudafricanos. Federación del Trabajo del Pakistán. La Federación del Trabajo del Pakistán ejerce presión sobre el Gobierno para que adopte medidas contra Sudafrica por su política discriminatoria. Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). El TUC ha hecho sistemáticamente llamamientos al Gobierno del Reino Unido para que apoye la adopción y aplicación de sanciones generales y obligatorias contra Sudafrica. Las presiones ejercidas en 1990 tenían como fin principal asegurar el mantenimiento de las sanciones impuestas, tras observar las intenciones de las autoridades británicas de relajar su aplicación en vista de los cambios introducidos por el Gobierno sudafricano en febrero de ese año. El TUC acogió complacido el anuncio hecho por el Presidente del Estado de Sudafrica ese mismo mes acerca de la liberación del Sr. Mandela, del levantamiento de las prohibiciones que pesaban sobre el ANC, el PAC, el UDF y otros partidos políticos, y de las restricciones impuestas al COSATU, pero deploró, por considerarla prematura, la intención del Gobierno del Reino Unido de dejar unilateralmente sin efecto las prohibiciones de la Comunidad Europea y la Commonwealth en cuanto a las relaciones culturales y académicas con Sudafrica. También deploró la idea de que el Gobierno levantara unilateralmente las prohibiciones que pesaban sobre la promoción del turismo y la realización de nuevas inversiones, y de que se propusiera en una reunión del Consejo de Ministros que otros gobiernos de los países de la CE actuaran del mismo modo. El TUC se proponía patrocinar una importante reunión prevista para febrero de 1991 por la Coalición del Africa Meridional, con el fin de analizar todo lo ocurrido en Sudafrica y qué nuevas actividades se imponen en la política del Reino Unido. Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia (TCO) y Confederación de Sindicatos de Suecia (LO) (respuesta conjunta). Durante 1989 y a Medidas tomadas contra el apartheid 89 comienzos de 1990, la LO y la TCO participaron en un comité gubernamental que estudiaba la extensión de las sanciones contra Sudafrica al sector de servicios. La opinión sindical al respecto coincidía plenamente con la del Gobierno, y el comité decidió extender la legislación nacional a la esfera de los servicios (banca, transporte, consultoría, etc.). No es preciso, pues, ejercer una presión mayor sobre el Gobierno sueco. Confederación Nacional de Trabajadores del Togo. Un comité sindical, integrado por trabajadores del aeropuerto, bancos y compañías marítimas, vigila para que se aplique el boicoteo a los productos sudafricanos. Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL). En la reunión del Comité de Coordinación de la CIOSL para el Africa Meridional celebrada en abril de 1990 se concluyó, entre otras cosas, en que se debería dar nuevo ímpetu a la campaña de la CIOSL para la plena aplicación de sanciones obligatorias y prestar especial atención a las sanciones establecidas por la CE. En consecuencia, durante el período considerado la CIOSL envió tres delegaciones para entrevistarse con el presidente del Consejo de Ministros de la Comunidad Europea con el fin de plantearle la cuestión de las sanciones. El 19 de febrero, inmediatamente antes de celebrarse la cumbre de Jefes de Gobierno y Ministros de Asuntos Exteriores de la CE, representantes de la CIOSL se reunieron con Charles Haughey, Primer Ministro de Irlanda y presidente del Consejo de Ministros de la CE. La cumbre debía deliberar acerca de las sanciones, habida cuenta sobre todo del reciente levantamiento de la prohibición que recaía sobre los movimientos de liberación y del excarcelamiento de Nelson Mandela. Al mismo tiempo, la CIOSL formuló una enérgica protesta ante el Gobierno británico, en la que expresó su consternación ante el precipitado y unilateral llamamiento de éste para que se levantaran las sanciones de la CE y el hecho de haber levantado la prohibición existente sobre las inversiones y las relaciones científicas y culturales con Sudafrica. El 22 de junio, una segunda delegación de la CIOSL se trasladó a Dublin para entrevistarse con el Sr. Haughey antes de que se celebrase la cumbre de la CE. La delegación mantuvo su llamamiento a la Comunidad para que siguiera aplicando las sanciones, y puso de relieve que unos días antes, en el discurso pronunciado ante la Conferencia Internacional del Trabajo, Nelson Mandela había pedido a la comunidad internacional que mantuviera dichas sanciones. Se señalaron a la atención del Sr. Haughey las conclusiones de la Comisión de la Conferencia sobre la Acción contra el Apartheid. En la reunión del Comité Ejecutivo de la CIOSL, celebrada en Tokio en diciembre, se consagró una sesión especial a Sudafrica en la que participaron representantes del COSATU y del NACTU, quienes refirieron con todo detalle la situación existente en el país y pidieron al Comité que mantuviera su política de sanciones. El Comité Ejecutivo adoptó las conclusiones de la reunión del Comité de Coordinación de la CIOSL para el Africa Meridional celebrada en noviembre, declarando que debían hacerse llegar a los gobiernos y a las instituciones de la CE con la máxima urgencia protestas formuladas en común por la CIOSL y los sindicatos democráticos de Sudafrica, además de tomar cualquier otra medida adecuada, con el fin de dar a conocer los deseos de la mayoría negra en lo tocante a las sanciones. Así pues, el 10 de diciembre, en vísperas de la cumbre de la CE, una delegación integrada por representantes de 90 Informe especial sobre el apartheid la CIOSL, el COSATU, el NACTU y los sindicatos italianos se reunió con el Primer Ministro italiano, Giulio Andreotti, presidente del Consejo de Ministros de la CE, para informarle de la postura de la CIOSL, esto es, que la política de sanciones contra Sudafrica debería mantenerse en vigor mientras siguieran reclamándola los sindicatos independientes y los movimientos de liberación. Se adjuntaban a la petición los textos de la declaración política en que se pedía que se mantuvieran las sanciones, de conformidad con los deseos del movimiento sindical democrático y de la mayoría negra sudafricana, de la resolución sobre Sudafrica adoptada por el Comité Ejecutivo de la CIOSL en la reunión celebrada en Tokio en diciembre de 1990 y de los documentos de trabajo elaborados para el 37.° Comité de Coordinación para el Africa Meridional, que se había reunido los días 15 y 16 de noviembre de 1990. 5. Sírvase indicar las medidas tomadas para aumentar la movilización de los trabajadores y de la población mediante campañas de información, con el fin de ejercer la mayor presión posible sobre: a) los gobiernos, a fin de que adopten sanciones amplias contra Sudafrica y rompan sus vínculos con ella; b) las empresas que tienen intereses en Sudafrica a fin de obligarlas a retirarse de ese país. Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones : Confederación de Sindicatos de Alemania, Unión de Trabajadores de Barbados, Unión de Trabajadores de Burundi, Congreso del Trabajo del Canadá, Federación de Sindicatos de Dinamarca, Unión General de Trabajadores (España), Federación Americana de Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Congreso de Sindicatos de Fiji, Organización Central de Sindicatos Finlandeses, Congreso Nacional de Sindicatos de la India, Confederación General Italiana del Trabajo, junto con la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana del Trabajo, Confederación Sindical de los Países Bajos, Congreso de Trabajadores de Ceilán (Sri Lanka), Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia, junto con la Confederación de Sindicatos de Suecia, Confederación Nacional de Trabajadores del Togo, Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres y Organización para la Unidad Sindical Africana. Se comunicaron las siguientes medidas: Unión de Trabajadores de Barbados. La Unión de Trabajadores de Barbados inserta un anuncio todos los domingos, el día de mayor tirada, en el Advocate News, periódico de carácter popular. En algunos de estos anuncios se denuncia enérgicamente el apartheid. La Unión ha publicado también artículos contra el apartheid en su boletín The Unionist. Unión de Trabajadores de Burundi (UTB). La UTB ha creado un movimiento de solidaridad con los trabajadores sudafricanos. Congreso del Trabajo del Canadá (CLC). EL CLC, sus organizaciones afiliadas y organismos reconocidos han llevado a cabo una serie de campañas para ejercer presión sobre los gobiernos y las empresas. Así, se han organizado campañas para el envío de cartas al ministro responsable y a los parlamentarios, en colaboración con otros grupos anú-apartheid de carácter comunitario. En varios municipios se ha pedido a las autoridades locales que prohiban a las empresas Medidas tomadas contra el apartheid 91 que tienen intereses en Sudafrica presentarse a las licitaciones para la adjudicación de contratos de bienes y servicios públicos. Lamentablemente, algunas de las medidas tomadas por dichas autoridades en tal sentido han sido anuladas posteriormente tras los recursos interpuestos ante los tribunales. Federación de Sindicatos de Dinamarca (LO). Los documentos publicados por la OIT y la CIOSL sobre la situación reinante en Sudafrica, especialmente los relativos a la situación sindical, han sido traducidos al danés y se utilizan para actividades educativas y de información. El AIF, foro internacional del movimiento laboral que mantiene estrechas relaciones con la LO, organiza periódicamente conferencias y seminarios sobre el apartheid. La última conferencia tuvo lugar el 8 de diciembre de 1990 en Copenhague, y en ella participaron representantes del COSATU. Unión General de Trabajadores (UGT) (España). La UGT ha preparado folletos sobre la campaña de boicoteo del carbón y publicado diversos artículos en la revista del sindicato con el fin de sensibilizar a las bases. Por otro lado, el boicoteo del carbón ha sido observado por sus federaciones del transporte y la minería, y se han organizado manifestaciones y sentadas ante la oficina de las Líneas Aéreas Sudafricanas en Madrid. Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). A través de sus publicaciones, la AFL-CIO mantiene informados a sus afiliados. Además, se han organizado numerosas reuniones sindicales para que los dirigentes sindicales sudafricanos que visitan los Estados Unidos expliquen la situación reinante en su país. Gracias a los programas y la coordinación existentes entre los sindicatos de los Estados Unidos y los sudafricanos, se han creado vínculos entre los trabajadores de ambos países que tienen un mismo empleador. Congreso de Sindicatos de Fiji (FTUC). Por medio de los programas de educación de los trabajadores, el FTUC trata de movilizar la opinión de los trabajadores contra el Gobierno sudafricano, en especial contra su política de apartheid y de negación de los derechos humanos y sindicales a los trabajadores negros. Organización Central de Sindicatos Finlandeses (SAK). La SAK ha seguido movilizando a los trabajadores y la opinión pública por medio de campañas de información y de los medios de comunicación ; las publicaciones periódicas sindicales desempeñan un papel fundamental en esta labor. Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL) y Unión Italiana del Trabajo (UIL) (respuesta cojunta). La CGIL, la CISL y la UIL son miembros del Comité de Coordinación Nacional contra el Apartheid, y han preparado documentación sobre las relaciones entre Italia y Sudafrica que se distribuye cada vez que se organizan actividades en apoyo de las sanciones contra Sudafrica. Confederación Sindical de los Países Bajos (FNV). La FNV ha tomado una serie de medidas para informar a sus afiliados sobre la evolución de la situación en Sudafrica, tanto directamente como por conducto de sus organizaciones afiliadas. A tal efecto, se ha creado una serie de grupos de trabajo permanentes por la FNV, el Sindicato de Trabajadores de la Agricultura y la Alimentación y el 92 Informe especial sobre el apartheid Sindicato de Funcionarios Públicos. A la reunión anual de la FNV sobre Sudafrica celebrada en septiembre de 1990 asistió Jay Naidoo, secretario general del COSATU. En su intervención se refirió, entre otras cosas, a las sanciones, las infracciones de los derechos sindicales y la violencia existente en el país. Aparecieron sin cesar publicaciones sindicales sobre Sudafrica. Tras una visita efectuada a Sudafrica en abril de 1990 por dirigentes de la Confederación, se difundió ampliamente entre los afiliados un boletín especial sobre los sindicatos sudafricanos. De conformidad con el llamado Código de IG-Metall, el sindicato de la industria de la FNV llegó a un acuerdo con el CWIU (Sindicato de los Trabajadores de la Industria Química), organización afiliada al COSATU, para elaborar una lista de 14 puntos de normas mínimas sobre la conducta de las compañías holandesas en Sudafrica. Se organizó una reunión especial para los trabajadores de las tres principales compañías holandesas en Sudafrica, a saber: Shell, Philips y Unilever. Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). El secretario general y el presidente del Comité Internacional del TUC hicieron uso de la palabra en una conferencia sindical patrocinada por el TUC sobre los actos de represión cometidos contra sindicalistas sudafricanos, que el Movimiento contra el apartheid había organizado en el mes de febrero. El TUC hizo lo necesario para que el Sr. Elijah Barayi, presidente del COSATU, pronunciara un discurso en la conferencia, así como en la reunión de febrero del Consejo General. El TUC patrocinó una gira en el Reino Unido del Bambatha's Children, grupo cultural cooperativo del NUMSA, el cual ofreció una representación para sindicalistas y otros públicos y puso de relieve la represión practicada en Sudafrica. En mayo, el TUC acogió un mitin en los locales de la Congress House para protestar contra la visita del Presidente del Estado de Sudafrica al Reino Unido en calidad de invitado del Gobierno. El TUC dio publicidad a estas actividades entre los sindicalistas del Reino Unido. Congreso de Trabajadores de Ceilán (Sri Lanka). En una resolución adoptada en su convención anual, el Congreso de Trabajadores de Ceilán condenaba el apartheid e instaba al Gobierno de Sri Lanka a que adoptara sanciones contra Sudafrica. Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia (TCO) y Confederación de Sindicatos de Suecia (LO) (respuesta conjunta). Las empresas suecas no pueden efectuar inversiones en Sudafrica. Ahora bien, las filiales de empresas suecas pueden, en determinadas condiciones, verse exoneradas de esta prohibición. Debido al curso favorable de los acontecimientos en Sudafrica durante el año pasado, los sindicatos no han juzgado vital reclamar la retirada de las filiales suecas en ese país. Confederación Nacional de Trabajadores del Togo (CNTT). Se han celebrado frecuentes reuniones para informar a los afiliados sindicales sobre la situación reinante en Sudafrica. Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL). La CIOSL alienta a sus organizaciones afiliadas a que apliquen plenamente esta recomendación y les facilita información actualizada con carácter periódico, junto con una documentación más especializada que se prepara para las reunió- Medidas tomadas contra el apartheid 93 nes de su Comité de Coordinación para el Africa Meridional. La CIOSL sigue publicando su hoja informativa semanal, Spotlight on South Africa, sobre los conflictos laborales y las relaciones de trabajo en Sudafrica, la cual distribuye a escala mundial a sus organizaciones afiliadas, secretariados profesionales internacionales, etc. La CIOSL encargó la elaboración de un trabajo sobre la serie de demandas en 14 puntos establecida entre los sindicatos del metal sudafricanos e IG-Metall para las filiales sudafricanas de empresas alemanas, así como ulteriores acuerdos similares, y su relación con la política de desinversión y sanciones, con el fin de aclarar que ambas posturas no son conflictivas. Se ha dado la máxima publicidad, tanto dentro como fuera de Sudafrica, a las peticiones de la CIOSL dirigidas a los gobiernos sobre la cuestión de las sanciones. La CIOSL ha seguido patrocinando viajes de estudios para que los representantes del movimiento sindical democrático puedan asistir a manifestaciones y otros actos de solidaridad organizados fuera de Sudafrica, y en especial ha promovido los contactos entre los sindicatos sudafricanos y las organizaciones afiliadas a la CIOSL en Europa central y oriental. Organización para la Unidad Sindical Africana (OATUU). Como parte de su política contra el apartheid, en los programas de educación obrera de la OATUU se estudia la cuestión del apartheid para que los jóvenes dirigentes sindicales africanos tomen conciencia de los horrores que representa ese sistema y sigan combatiéndolo. Esta labor educativa de la OATUU aborda también la necesidad de que los gobiernos adopten sanciones amplias contra Sudafrica. 6. Sírvase indicar las medidas tomadas para desarrollar intensas actividades de educación para garantizar que los trabajadores estén informados de las medidas sobre sanciones adoptadas en sus propios países, de manera que puedan participar, a todos los niveles, en la vigilancia de tales acciones y estar dispuestos a recurrir a la huelga en los casos en que se evadan tales sanciones. Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Confederación de Sindicatos de Alemania, Unión de Trabajadores de Barbados, Unión de Trabajadores de Burundi, Congreso del Trabajo del Canadá, Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Congreso de Sindicatos de Fiji, Congreso Nacional de Sindicatos de la India, Confederación General Italiana del Trabajo, junto con la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana del Trabajo, Confederación Sindical de los Países Bajos, Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia, junto con la Confederación de Sindicatos de Suecia, Confederación Nacional de Trabajadores del Togo, Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres y Organización para la Unidad Sindical Africana. Se comunicaron las siguientes medidas : Confederación de Sindicatos de Alemania (DGB). Las medidas descritas en respuesta a la pregunta 4 supra se publicaron y analizaron en documentos sindicales, así como en seminarios y debates organizados por organizaciones afiliadas. Se invitó frecuentemente a representantes de los sindicatos sudafricanos para que asistieran a dichas reuniones e informaran directamente a la población alemana acerca de la situación reinante en Sudafrica. 94 Informe especial sobre el apartheid Unión de Trabajadores de Barbados. La Unión de Trabajadores de Barbados imparte enseñanza sobre el apartheid en su instituto laboral de educación. Unión de Trabajadores de Burundi (UTB). Se organizaron conferencias y actividades culturales en apoyo del ANC. Congreso del Trabajo del Canadá (CLC). El CLC lleva a cabo un amplio programa de educación sobre cuestiones internacionales, entre las que destaca el apartheid. A los trabajadores que participan en el mismo se les pide que vigilen sus lugares de trabajo para ver si se utilizan mercancías o servicios sudafricanos, y de ser así, pedir la sustitución de unas y otros. A los sindicatos afiliados se les recomienda que negocien la inclusión de una cláusula en sus convenios colectivos que faculte a los trabajadores para negarse a manipular dichas mercancías. Ahora bien, la legislación laboral de algunas jurisdicciones provinciales del Canadá prohibe o invalida cualquier intento de este tipo en favor del programa de sanciones de la OIT. Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). La AFL-CIO ha seguido sirviéndose de sus medios de comunicación, reuniones y comités para explicar y promover las sanciones contra Sudafrica, a la vez que para apoyar la lucha contra el apartheid. A los dirigentes sindicales sudafricanos se les ha brindado la oportunidad de expresarse ante los sindicatos y otras organizaciones importantes. El Departamento de asuntos internacionales de la AFL-CIO ha seguido adelante con su programa de educación sindical en asuntos internacionales, especialmente en lo que concierne a Sudafrica y la cuestión de las sanciones. Estos programas se llevan a cabo con carácter periódico por todo el territorio de los Estados Unidos, y, en la medida de lo posible, se suele prever la participación de dirigentes sindicales sudafricanos de raza negra. Congreso de Sindicatos de Fiji (FTUC). Dentro de las actividades de educación cabe señalar la realización de carteles en los que se hace hincapié en la necesidad de lograr la unidad entre los trabajadores al margen de sus diferencias raciales, religiosas o culturales y se condena toda clase de prácticas discriminatorias. Lo que se persigue con ello es que los trabajadores tomen conciencia de la injusticia social, tanto en Fiji como en el extranjero. Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL) y Unión Italiana del Trabajo (UIL) (respuesta conjunta). La CGIL, la CISL y la UIL contribuyen a la publicación mensual del Comité Nacional de Coordinación contra el Apartheid Conto alla Rovescia, que informa sobre el curso de los acontecimientos en Sudafrica, las medidas contra el apartheid adoptadas en Italia y otros países europeos, y las medidas tomadas por el Gobierno italiano. Confederación Sindical de los Países Bajos (FNV). Además de las respuestas dadas a la pregunta 5, debe señalarse que la labor de vigilancia resulta difícil a nivel de establecimiento. En varias ocasiones los sindicatos se han encontrado ante empleadores que no desean facilitar información detallada sobre sus actividades en Sudafrica. Por lo general, los empleadores se refieren simplemente al Código de Conducta de la CE, y no desean entrar en pormenores. Medidas tomadas contra el apartheid 95 Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). El TUC ha instado a los sindicatos del Reino Unido a incluir en sus publicaciones periódicas artículos sobre Sudafrica y sobre la campaña contra el apartheid, y a organizar cursos sobre la problemática sudafricana o a incorporar este tema en los cursos sobre asuntos internacionales. El TUC publicó los nombres de 10 empresas británicas que, a tenor de lo dispuesto en el Código de Conducta de la CE, prepararon informes según los cuales tenían sucursales, filiales o representantes en Sudafrica que pagaban salarios inferiores al mínimo recomendando en el Código. Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia (TCO) y Confederación de Sindicatos de Suecia (LO) (respuesta conjunta). Dentro de las actividades de educación permanente se incluye la información sobre la evolución del régimen del apartheid en Sudafrica. Confederación Nacional de Trabajadores del Togo. Con carácter periódico se celebran reuniones de información en la materia, y en los seminarios organizados por la Confederación se facilita información sobre el apartheid. 1. Sírvase indicar las medidas tomadas para organizar el boicoteo de productos de consumo y otros tipos de boicoteo, con el fin de promover sanciones contra Sudafrica. Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Confederación de Sindicatos de Alemania, Unión de Trabajadores de Barbados, Unión de Trabajadores de Burundi, Congreso del Trabajo del Canadá, Unión General de Trabajadores (España), Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Congreso de Sindicatos de Fiji, Confederación Sindical de los Países Bajos, Federación del Trabajo del Pakistán, Congreso de Sindicatos Británicos (Reino Unido), Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia, junto con la Confederación de Sindicatos de Suecia, Unión de Trabajadores de Tanzania, Confederación Nacional de Trabajadores del Togo, Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres y Organización para la Unidad Sindical Africana. Se comunicaron las siguientes medidas : Confederación de Sindicatos de Alemania (DGB). Además de las actividades llevadas a cabo en el marco del movimiento sindical, la DGB ha insertado anuncios a toda página en publicaciones nacionales sobre su llamamiento y apoyo al boicoteo y las sanciones. Congreso del Trabajo del Canadá (CLC). El CLC ha seguido con su campaña de boicoteo de productos de consumo sudafricanos en el Canadá y de la empresa Shell Canada. Se pide a los trabajadores que informen de los productos sudafricanos que se venden en las tiendas, con el fin de que las organizaciones afiliadas puedan reclamar su supresión. En algunos casos se han llevado a cabo boicoteos locales de tiendas cuando el comerciante se negaba a retirar los productos sudafricanos. Varios consejos de trabajo han boicoteado agencias de viaje que promueven el turismo para Sudafrica. Unión General de Trabajadores (UGT) (España). La Unión General de Trabajadores ha llevado a cabo una campaña de boicoteo del carbón, pero que ha resultado difícil de cumplir, pues los barcos vuelven a cargarse en el puerto de Rotterdam, en donde el carbón sudafricano se mezcla con carbón procedente de otros países. 96 Informe especial sobre el apartheid Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). La AFL-CIO ha seguido boicoteando a la Shell Oil en apoyo del Sindicato Nacional de Mineros de Sudafrica (NUM). El boicoteo, llevado a cabo junto con la Unión Americana de Trabajadores de las Minas, está dejando sentir sus efectos sobre la Shell de los Estados Unidos y seguirá adelante mientras sea preciso. Confederación Sindical de los Países Bajos (FNV). La FNV colabora estrechamente con las organizaciones contra el apartheid de los Países Bajos. En 1990, la FNV, las organizaciones contra el apartheid y la Unión de Consumidores Konsumenten Kontakt publicaron un folleto sobre las compañías petroleras que operan en Sudafrica, indicando así a los consumidores holandeses cuál es el petróleo que deben comprar. Se ha elaborado un folleto similar sobre la industria informática, pero su difusión es aún limitada. Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). El TUC preparó un folleto y un cartel en apoyo del boicoteo, e hizo que se proyectara en muchas salas de cine del Reino Unido su película, galardonada con un premio, sobre el fomento del boicoteo. También ha seguido apoyando las actividades del Movimiento contra el apartheid en pro del boicoteo de los artículos de consumo. 8. Sírvase indicar el apoyofinanciero,material y moral prestado al movimiento sindical independiente en Sudafrica, incluida la ayuda para campañas de organización y programas educativos y las ayudas jurídica y de socorro a los sindicalistas encarcelados o presos y a sus familias, así como organizar actos de solidaridad en apoyo de los trabajadores negros y de sus sindicatos. Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Confederación de Sindicatos de Alemania, Unión General de Trabajadores de Argelia, Unión de Trabajadores de Barbados, Unión de Trabajadores de Burundi, Congreso del Trabajo del Canadá, Federación de Sindicatos de Dinamarca, Unión General de Trabajadores (España), Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Congreso de Sindicatos de Fiji, Organización Central de Sindicatos Finlandeses, Bharatiya Mazdoor Sangh (India), Congreso Nacional de Sindicatos de la India, Confederación General Italiana del Trabajo, junto con la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana del Trabajo, Confederación de Sindicatos del Japón, Confederación de Sindicatos de Noruega, Confederación Sindical de los Países Bajos, Federación del Trabajo del Pakistán, Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Congreso de Trabajadores de Ceilán (Sri Lanka), Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia, junto con la Confederación de Sindicatos de Suecia, Unión Sindical Suiza, Unión de Trabajadores de Tanzania, Confederación Nacional de Trabajadores del Togo, Confederación General de Sindicatos de la URSS, Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres, Confederación Mundial de Organizaciones de Profesionales de la Enseñanza, Federación Sindical Mundial, Organización para la Unidad Sindical Africana y Unión Internacional de Sindicatos de Trabajadores de la Agricultura, de los Bosques y de las Plantaciones. Se comunicaron las siguientes medidas: Confederación de Sindicatos de Alemania (DGB). La DGB mantiene estrechas relaciones con el COSATU y el NACTU y presta ayuda al movimiento sindical sudafricano. Durante el período considerado, los sindicatos alemanes, además de las medidas descritas en la pregunta 5 supra en materia de informa- Medidas tomadas contra el apartheid 97 ción, han organizado colectas en apoyo de los sindicatos sudafricanos y los sindicalistas víctimas de persecuciones, y han participado en campañas y protestas públicas contra el Gobierno sudafricano para pedir su liberación. Por otro lado, han prestado apoyo financiero para la creación y consolidación de sindicatos democráticos independientes, así como para la realización de acciones reivindicativas, huelgas incluidas. Unión General de Trabajadores de Argelia (UGTA). La UGTA ha prestado apoyo financiero al SACTU. Unión de Trabajadores de Burundi (UTB). La UTB no tiene recursos suficientes para prestar apoyo financiero a los trabajadores de Sudafrica, pero siempre les ha ofrecido su apoyo moral. Congreso del Trabajo del Canadá (CLC). El CLC ha seguido prestando ayuda económica al COSATU y al NACTU durante este período para sus actividades de educación obrera. Este apoyo ha comprendido desde una asistencia para la publicación del South Africa Labour Bulletin hasta la organización de seminarios sobre formación jurídica, conferencias sobre la preparación de campañas y seminarios sobre cuestiones de política socioeconómica. El costo de estas actividades superó los 350 000 dólares del Canadá. A través del CLC se han canalizado asimismo 500 000 dólares para prestar asistencia humanitaria y jurídica a las víctimas del apartheid. Una gran parte de estos fondos se dedicó a las víctimas de la violencia en la provincia de Natal. Federación de Sindicatos de Dinamarca (LO). La asistencia prestada por la LO y sus organizaciones afiliadas al movimiento sindical democrático de Sudafrica se canaliza en gran medida a través de la CIOSL y los secretariados profesionales internacionales. A veces se recibe también una ayuda económica del Ministerio de Asuntos Exteriores danés con cargo a los fondos de que dispone para luchar contra el apartheid. En colaboración con la Confederación de Empleados y Funcionarios Públicos, la LO ha tratado de conseguir parte de esos fondos para dedicarlos a actividades de asistencia jurídica, humanitaria y de socorro, y de educación obrera. En 1990 canalizó por ese procedimiento un total de 2,5 millones de dólares hacia el COSATU, el NACTU y sus respectivas organizaciones afiliadas. Unión General de Trabajadores (UGT) (España). La UGT financió la visita a España de un representante del NACTU para apoyar su campaña de boicoteo del carbón; estaba previsto asimismo financiar la visita del representante del COSATU. La UGT ha contribuido económicamente a la organización de diversas campañas contra el apartheid. El Sr. Ahmed Khatrada fue recibido por Nicolás Redondo, secretario general de la UGT. La UGT participó asimismo en el comité de recepción de Nelson Mandela. Se enviaron sendas invitaciones al NACTU y al COSATU para que asistieran al 35.° Congreso de la UGT. Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). La AFL-CIO ha seguido prestando ayuda financiera, material y técnica al movimiento sindical negro sudafricano. En el plano bilateral, la AFLCIO alienta y apoya los programas establecidos entre los sindicatos afiliados a la Federación y sus organizaciones homologas de Sudafrica. Esa ayuda se presta a las organizaciones afiliadas al COSATU y al NACTU, así como a los sindicatos 98 Informe especial sobre el apartheid negros independientes que poseen una representación fehaciente en una rama de actividad determinada. Los correspondientes programas son coordinados por el Centro Laboral Africano-Americano de la AFL-CIO (AALC). En el plano multilateral, la AFL-CIO/AALC sigue participando en el Comité de Coordinación para el Africa Meridional de la CIOSL y contribuye en medida apreciable a la financiación del programa. Congreso de Sindicatos de Fiji (FTUC). Las organizaciones afiliadas al FTUC respondieron con un modesto aporte financiero a los llamamientos de ayuda en favor del movimiento sindical independiente sudafricano. Por otra parte, han expresado su condena de la política del apartheid, y acogieron con alborozo la liberación de Nelson Mandela, que consideran como el inicio de un cambio en la política racial del Gobierno sudafricano. Organización Central de Sindicatos Finlandeses (SAK). La SAK siguió prestando apoyo a los sindicatos no raciales de Sudafrica. Su órgano especializado, el Centro de Solidaridad Sindical (SASK), ha prestado una ayuda material al COSATU y sus sindicatos afiliados, así como asistencia humanitaria. En 1990, los donantes nórdicos y de los Países Bajos celebraron su reunión bianual por vez primera en Sudafrica, con el fin de coordinar las acciones de solidaridad. Estos programas de ayuda deberán continuar en 1991. Bharatiya Mazdoor Sangh (India). El Comité Pansindical contra el Apartheid recaudó donaciones en favor de los trabajadores sudafricanos. Congreso Nacional de Sindicatos de la India (INTUC). El Comité Pansindical recaudó un total de 10,2 millones de rupias, que entregó al Primer Ministro de la India para el Fondo AFRICA. Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL) y Unión Italiana del Trabajo (UIL) (respuesta conjunta). La CGIL, la CISL y la UIL han mantenido estrechas relaciones con los sindicatos sudafricanos, en especial con el COSATU. En 1990 hubo un intercambio de visitas entre varias delegaciones de dichos sindicatos. Los institutos de desarrollo de los sindicatos italianos llevan a cabo una serie de proyectos en Sudafrica, como los relativos a la introducción de la tecnología informática en la sede del COSATU (con la ayuda financiera del Ministerio de Asuntos Exteriores italiano), a la creación de centros de salud y la formación del personal de los mismos, y al apoyo a la publicación periódica del COSATU en la provincia de Natal. Confederación de Sindicatos del Japón (RENGO). La RENGO organizó una campaña de recaudación de fondos destinados a la abolición del apartheid. El 31 de octubre de 1991 se entregaron al Sr. Nelson Mandela 20 millones de yenes (equivalentes a 150 000 dólares de los Estados Unidos) durante su visita a la sede de la RENGO. El 10 de enero de 1991 se hizo efectiva en Tokio la donación de 8 millones de yenes al representante del ANC. Confederación de Sindicatos de Noruega (LO). La LO amplió los contactos que mantenía con los sindicatos sudafricanos, aumentando la frecuencia de las visitas; en el futuro tratará de incrementar los intercambios y visitas mutuos. Sigue prestando ayuda financiera al movimiento sindical independiente de Sudafrica. Medidas tomadas contra el apartheid 99 Confederación Sindical de los Países Bajos (FNV). En el curso de los años, la FNV ha desarrollado un amplio programa de cooperación con los sindicatos sudafricanos dentro de sus actividades de cooperación para el desarrollo a escala mundial. La mayoría de los fondos correspondientes provienen del Gobierno de los Países Bajos. En 1990 se hizo entrega a los sindicatos sudafricanos de un total de 1,5 millones de florines para actividades de formación y de organización, para prestar ayuda jurídica y para medidas de socorro. Federación del Trabajo del Pakistán. Por ser el Pakistán un país en desarrollo, la Federación no puede prestar ayuda material a los sindicalistas sudafricanos perseguidos, pero sí les ha expresado en todo momento su solidaridad. Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). El TUC ha seguido prestando asistencia en materia de formación, organización y socorro a las organizaciones sindicales de Sudafrica. Ha financiado cursos y seminarios organizados en Sudafrica, algunos de los cuales fueron dirigidos por instructores sindicales del Reino Unido, y ha logrado que sindicalistas sudafricanos realizaran viajes de estudio al Reino Unido. El TUC ha seguido prestando asistencia jurídica y en materia de socorro a los sindicalistas sudafricanos víctimas del apartheid y a sus familias, ya sea directamente o por intermedio de la CIOSL. Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia (TCO) y Confederación de Sindicatos de Suecia (LO) (respuesta conjunta). El Consejo de cooperación sindical internacional de la LO/TCO ha seguido prestando ayuda a las confederaciones sudafricanas COSATU y NACTU, así como a los sindicatos afiliados a ellas. Ambas confederaciones coordinan esa ayuda con otros sindicatos escandinavos y de los Países Bajos. Comités integrados por representantes del COSATU, el NACTU y las confederaciones sindicales europeas anteriormente mencionadas debaten sobre los objetivos que deben perseguirse y la orientación de los mismos. Unión Sindical Suiza (SGB). En agosto de 1990, al ser detenidos varios dirigentes del COSATU, la SGB envió telegramas de protesta y trató del asunto con el Ministerio de Asuntos Exteriores suizo. En la primavera de 1990 contribuyó a un programa de formación realizado por el Sindicato de Trabajadores de la Construcción y Afines (CAWU), por conducto de la Organización Suiza de Asistencia Mutua para los Trabajadores (OSEO). Unión de Trabajadores de Tanzania (JUWATA). En tanto que afiliada al Consejo de Coordinación Sindical de Africa Austral (SATUCC), la JUWATA organiza viajes de estudios para los sindicalistas sudafricanos no racistas. Por otro lado, presta asistencia moral y material a los sindicatos y organizaciones políticas sudafricanos con base en la República Unida de Tanzania. Confederación Nacional de Trabajadores del Togo. Periódicamente se organizan colectas por todo el país para apoyar a los movimientos de liberación y a los sindicatos sudafricanos. Confederación General de Sindicatos de la URSS. Los sindicatos de la URSS han acatado estrictamente sus obligaciones de conformidad con la Declaración actualizada de la OIT, participando constantemente en la campaña internacional de solidaridad con la legítima lucha del pueblo democrático y las organiza- 100 Informe especial sobre el apartheid ciones de trabajadores africanas. Han prestado asimismo especial atención al desarrollo de la cooperación y a la asistencia al movimiento sindical democrático de Sudafrica. Se ha mantenido una estrecha y amplia cooperación, en especial por lo que respecta a la formación de sindicalistas, con la más antigua organización sindical de ese país, el Congreso Sudafricano de Sindicatos (SACTU). Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL). Por medio de su Comité de Coordinación para el Africa Meridional, la CIOSL coordina y utiliza al máximo todas las formas posibles de asistencia al movimiento sindical independiente, como los proyectos en materia de organización, enseñanza y creación de instituciones, los cuales se patrocinan a instancias de dicho movimiento sindical. En 1991 se llevarán a cabo 26 proyectos de este tipo. La CIOSL mantiene un fondo de ayuda jurídica y de socorro para prestar asistencia a los sindicalistas encarcelados y a los trabajadores que experimentan dificultades económicas durante las acciones huelguísticas llevadas a cabo contra empleadores recalcitrantes. La CIOSL ayuda también a los sindicatos a librar batallas jurídicas contra los empleadores que explotan el apartheid y su legislación, así como la ley modificatoria de la ley de relaciones de trabajo, o que despiden a los trabajadores en masa, etc. Gracias a este fondo, los sindicatos han podido a lo largo de los años entablar litigios y ganarlos, obteniendo así un reconocimiento y creando precedentes que han contribuido a la lucha general contra el apartheid. Atendiendo a las peticiones hechas por el movimiento sindical sudafricano, se organizan a veces acciones de solidaridad con las que llevan a cabo los propios trabajadores sudafricanos (ausencia del trabajo, protestas, acciones de masas, etc.). La CIOSL insta siempre a sus organizaciones afiliadas a que participen en tales manifestaciones. Confederación Mundial de Organizaciones de Profesionales de la Enseñanza (CMOPE). En abril de 1988, la CMOPE dio a conocer en Harare nuevas iniciativas para el logro de la unidad del personal docente en Sudafrica. Tras la conferencia, y con el pleno apoyo de la CMOPE y la Organización Panafricana de la Profesión Docente, tuvo lugar una serie de siete rondas de conversaciones que se prolongaron durante algo más de dos años. En el curso de la séptima ronda, celebrada en Londres en junio de 1990, se decidió el establecimiento oficial en Johannesburgo, los días 6 y 7 de octubre, de la organización unitaria y no racial Sindicato Democrático del Personal Docente Sudafricano (SADTU). La CMOPE y sus organizaciones afiliadas aceptaron, en el marco de su campaña contra el apartheid, prestar apoyo financiero y moral para la creación del SADTU, que engloba a un total de 100 000 profesores afiliados a 14 organizaciones. Habiendo hecho caso omiso de las barreras raciales, el SADTU es hoy día el mayor sindicato de personal docente sudafricano. Los fondos utilizados desde 1988 para conseguir la unidad del personal docente, incluido el congreso constituyente del sindicato, ascienden a unos 485 000 francos suizos. Federación Sindical Mundial (FSM). Durante el período considerado, la FSM, en colaboración con el SACTU, llevó a cabo diversas actividades en el marco de la lucha contra el apartheid que reflejaban su sincera y ya antigua solidaridad con los trabajadores de Sudafrica y Namibia. Así, por ejemplo, la FSM hizo aparecer en sus publicaciones varios artículos sobre el apartheid; contribuyó financieramente para que varias delegaciones del SACTU/COSATU Medidas tomadas contra el apartheid 101 pudieran visitar diversos países europeos y americanos; desempeñó un papel activo en la campaña organizada para la liberación de Nelson Mandela y otros prisioneros políticos ; envió una delegación de representantes para que actuasen como observadores en las elecciones de Namibia, y participó en las ceremonias organizadas con ocasión de la independencia de dicho país, además de organizar cursillos de formación sindical a los dirigentes sindicales namibianos. Por último, en el 12.° Congreso Mundial de la FSM, celebrado en Moscú en noviembre de 1990, se adoptó una resolución sobre el Africa meridional. Organización para la Unidad Sindical Africana (OA TUU). La OATUU está obligada por sus estatutos a prestar apoyo financiero, material y moral a los sindicatos independientes sudafricanos. Esta obligación se cumple en la medida en que lo permiten las disponibilidades financieras de la OATUU. 9. Sírvase indicar las campañas organizadas para garantizar que los miembros de los sindicatos no emigren a Sudafrica o no visiten este país en el transcurso de sus actividades profesionales, y complementar estas campañas con sanciones adecuadas, impedir la publicación de anuncios de empleo en Sudafrica y hacer presión en favor del cierre de las agencias de colocación sudafricanas en el extranjero. Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Confederación de Sindicatos de Alemania, Unión de Trabajadores de Barbados, Unión de Trabajadores de Burundi, Congreso del Trabajo del Canadá, Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Congreso de Sindicatos de Fiji, Confederación General Italiana del Trabajo, junto con la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana del Trabajo, Federación del Trabajo del Pakistán, Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia, junto con la Confederación de Sindicatos de Suecia, Unión de Trabajadores de Tanzania, Confederación Nacional de Trabajadores del Togo, Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres y Organización para la Unidad Sindical Africana. Se comunicaron las siguientes medidas: Confederación de Sindicatos de Alemania (DGB). La DGB ha instado en numerosas ocasiones al Gobierno federal a que adopte medidas con el fin de impedir las campañas de contratación del Gobierno sudafricano para ir a trabajar o emigrar a ese país. Los sindicatos alemanes han pedido también que se proceda a una reducción significativa del personal que presta servicios en la Embajada sudafricana. Unión de Trabajadores de Barbados. La mayoría de los contactos mantenidos han tenido que ver con el criquet, y la Unión sigue pidiendo que se prohiba viajar a Sudafrica. Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). El TUC no ha dejado de luchar contra la emigración a Sudafrica. Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL). En el marco de la campaña que lleva a cabo contra la emigración y los viajes a Sudafrica, la CIOSL ha seguido muy de cerca la situación al respecto en los países de la Europa central y oriental, en los que se han ofrecido grandes sumas de dinero a los trabajadores blancos calificados para inducirlos a que se instalen en Sudafrica durante un período de cinco años como mínimo. Cada vez que ha 102 Informe especial sobre el apartheid planteado el asunto a los gobiernos respectivos, así como en los contactos establecidos con los sindicatos de esos países, la CIOSL ha insistido en que se desalienten por todos los medios esas formas de persuasión, pues el Gobierno sudafricano se niega a formar a los trabajadores negros, y en realidad dispone de grandes cantidades de mano de obra desempleada. La CIOSL ha fomentado asimismo los contactos entre sus organizaciones afiliadas de Europa central y oriental y los sindicatos sudafricanos, y patrocinó la asistencia de un dirigente sindical sudafricano al Congreso de Solidarnos celebrado en marzo de 1990. 10. Sírvase indicar las medidas tomadas para retirar todos los fondos sindicales de cualesquiera empresas o programas de inversión con intereses en Sudafrica y para cerciorarse de que no se invierta ningún fondo de pensión en tales empresas, bancos o programas. Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones : Confederación de Sindicatos de Alemania, Unión de Trabajadores de Barbados, Unión de Trabajadores de Burundi, Congreso del Trabajo del Canadá, Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Congreso de Sindicatos de Fiji, Confederación General Italiana del Trabajo, junto con la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana del Trabajo, Confederación Sindical de los Países Bajos, Federación del Trabajo del Pakistán, Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Congreso de Trabajadores de Ceilán (Sri Lanka), Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia, junto con la Confederación de Sindicatos de Suecia, Confederación Nacional de Trabajadores del Togo, Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres y Organización para la Unidad Sindical Africana. Se comunicaron las siguientes medidas: Congreso del Trabajo del Canadá (CLC). El CLC ha pedido a sus organizaciones afiliadas que se cercioren de que ningún fondo sindical o de pensiones se invierte en empresas, bancos o programas de inversión con intereses en Sudafrica. Esta medida se hizo extensiva al Banco de Nueva Escocia, que concedió un préstamo de 600 millones de dólares canadienses a la empresa Minorco, una filial angloamericana. Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). Por lo que respecta a las cajas de pensiones, varias organizaciones afiliadas a la AFL-CIO se han incorporado a la campaña para que se retiren los fondos de sus cajas de pensiones de las empresas que invierten en Sudafrica. La AFL-CIO vigila atentamente la situación al respecto y recomienda a sus organizaciones afiliadas que examinen bien todos los aspectos de sus planes de pensiones. Confederación Sindical de los Países Bajos (FNV). La FNV ha abordado esta cuestión en diversas ocasiones a lo largo de los últimos años. Se trata de un asunto complejo, pues las inversiones se hacen a menudo por conducto de compañías especializadas que, a su vez, trabajan con numerosas otras empresas. Nunca se ha llegado a saber claramente la forma en que dichas compañías efectúan las inversiones, pero cabe suponer que indirectamente se invierten fondos en empresas que trabajan en Sudafrica. La FNV y sus organizaciones afiliadas no han invertido directamente en empresas con intereses directos en Sudafrica, y lo mismo cabe decir respecto de los fondos de sus cajas de pensiones. Ahora Medidas tomadas contra el apartheid 103 bien, esta afirmación no puede aplicarse a las inversiones que se hacen con los fondos de toda una serie de cajas de pensiones de empresas privadas y del sector público. En la mayoría de los casos, en los consejos de administración de dichas cajas hay representantes de los trabajadores, y la FNV les ha expuesto claramente que la política de la Confederación es que no deben hacerse inversiones en empresas con intereses en Sudafrica. Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). El TUC examina regularmente sus propias inversiones para asegurarse de que ninguna ha sido hecha en compañías que tienen intereses en Sudafrica, e insta a los sindicatos británicos a proceder del mismo modo. El TUC ha seguido aconsejando a los administradores de las cajas de pensiones designados por los sindicatos que no realicen inversiones en Sudafrica, aduciendo el riesgo comercial que ello supone. 11. Sírvase indicar las medidas tomadas para ejercer la presión más fuerte posible sobre bancos e instituciones financieras para que retiren los préstamos concedidos a Sudafrica y para impedir la concesión de nuevos préstamos y créditos comerciales a Sudafrica, así como las transacciones de oro hacia y con Sudafrica. Además, sírvase indicar las campañas en que pidan a sus afiliados que cierren sus cuentas con tales bancos. Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Unión de Trabajadores de Barbados, Unión de Trabajadores de Burundi, Unión General de Trabajadores (España), Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Congreso de Sindicatos de Fiji, Confederación General Italiana del Trabajo, junto con la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana del Trabajo, Confederación Sindical de los Países Bajos, Federación del Trabajo del Pakistán, Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia, junto con la Confederación de Sindicatos de Suecia, Unión Sindical Suiza, Confederación Nacional de Trabajadores del Togo y Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres. Se comunicaron las siguientes medidas : Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL) y Unión Italiana del Trabajo (UIL) (respuesta conjunta). La CGIL, la CISL y la UIL han proseguido su campaña en favor de la retirada de fondos de los bancos. El volumen de las transferencias entre Italia y Sudafrica disminuyó de 1985 a 1990, pero los sindicatos prevén que tal volumen aumente en 1991 al haber levantado la Comunidad Europea la prohibición de hacer nuevas inversiones. Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). El TUC ha apoyado sin desmayo la aplicación de sanciones financieras contra Sudafrica y ha respaldado las intervenciones de la coalición del Africa meridional ante bancos del Reino Unido para que interrumpan la concesión de nuevos préstamos y créditos comerciales a Sudafrica. Unión Sindical Suiza (SGB). Tras los correspondientes preparativos en 1989, la SGB organizó, el 1.° de mayo de 1990, una campaña bajo el lema «ni un céntimo para el apartheid». Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL). Una de las principales campañas organizadas por la CIOSL ha sido la relativa a 104 Informe especial sobre el apartheid las finanzas. El Comité de Coordinación de la CIOSL para el Africa Meridional examinó un estudio pormenorizado sobre las sanciones económicas, cuyas conclusiones no hacen sino confirmar plenamente los puntos de vista del Grupo de expertos independiente de la OIT encargado de verificar la aplicación de las sanciones. Se elaboró el estudio con el fin de alentar la adopción de nuevas medidas en la campaña dirigida a movilizar a los afiliados sindicales y al público en general para hacer presión sobre los bancos que conceden préstamos y apoyo financiero al régimen sudafricano. A los afiliados sindicales se les recomienda que retiren sus cuentas de los bancos que mantienen transacciones financieras con Sudafrica, sobre todo de los que conceden préstamos. 12. Sírvase indicar todas las medidas tomadas con el propósito de acentuar el aislamiento del régimen sudafricano y para apoyar actividades contra el apartheid. Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Confederación de Sindicatos de Alemania, Unión General de Trabajadores de Argelia, Unión de Trabajadores de Barbados, Unión de Trabajadores de Burundi, Congreso del Trabajo del Canadá, Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Congreso de Sindicatos de Fiji, Organización Central de Sindicatos Finlandeses, Bharatiya Mazdoor Sangh (India), Confederación General Italiana del Trabajo, junto con la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana del Trabajo, Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia, junto con la Confederación de Sindicatos de Suecia, Unión de Trabajadores de Tanzania, Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres y Organización para la Unidad Sindical Africana. Se comunicaron las siguientes medidas: Confederación de Sindicatos de Alemania (DGB). A instancias de los sindicatos sudafricanos, la DGB invitó a un grupo de sindicalistas sudafricanos a que visitara la República Federal de Alemania en mayo de 1990, lo que les brindó la oportunidad de informar al Congreso Federal de la Confederación en Hamburgo y de dar una conferencia de prensa sobre los últimos acontecimientos acaecidos en Sudafrica, en especial sobre el sangriento conflicto de la provincia de Natal. La DGB mantiene un intercambio bilateral permanente de delegaciones con los sindicatos sudafricanos. Unión General de Trabajadores de Argelia (UGTA). La UGTA ha condenado siempre el apartheid, tanto en reuniones bilaterales como multilaterales, contribuyendo de ese modo al aislamiento de Sudafrica. Unión de Trabajadores de Burundi (UTB). El apoyo moral a las actividades contra el apartheid se expresa mediante denuncias efectuadas en el propio país y en foros internacionales. Congreso del Trabajo del Canadá (CLC). A través de las estructuras de la Commonwealth, el CLC ha hecho un llamamiento a todos los miembros de ésta para que impongan y mantengan sanciones amplias y obligatorias. El CLC ha colaborado también con otras organizaciones de carácter comunitario para reforzar la red de activistas contra el apartheid y coordinar su labor. Colaboró igualmente con otras organizaciones en la creación del Fondo Fiduciario Nelson Medidas tomadas contra el apartheid 105 Maldela, con objeto de recaudar fondos para apoyar el proceso de construcción de las estructuras democráticas en Sudafrica. Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). Varias organizaciones afiliadas a la AFL-CIO siguen participando en el boicoteo cultural y deportivo e instando a sus miembros a que no aparezcan o actúen en ninguna escena ni participen en acontecimientos deportivos en Sudafrica, recomendando a los autores y guionistas que denieguen el permiso para que se representen sus obras en Sudafrica y desanimando a los demás para que no participen en actividades de carácter cultural en ese país. La AFL-CIO seguirá dejando oír su voz y utilizando sus votos siempre que sea posible para negar al régimen sudafricano el acceso a las plataformas y foros de los Estados Unidos que puedan favorecer su influencia. Congreso de Sindicatos de Fiji (FTUC). En las reuniones públicas se pronuncian declaraciones contra el apartheid. La política interna del Gobierno provisional, que guarda cierta similitud con el apartheid, es condenada públicamente en términos tajantes. Organización Central de Sindicatos Finlandeses (SAK). La SAK ha seguido colaborando con otras organizaciones no gubernamentales de Finlandia para aislar aún más al régimen sudafricano y prestar apoyo a los movimientos y a las actividades contra el apartheid. Bharatiya Mazdoor Sangh (BMS) (India). El Comité Pansindical contra el Apartheid, del que el BMS es uno de los miembros constituyentes, organizó una reunión el 15 de febrero de 1990 para celebrar la excarcelación de Nelson Mandela y aprobó una resolución en la que instaba a todos los sindicatos y a la comunidad internacional a que prosiguieran en la lucha contra el apartheid hasta que se hiciera justicia a la causa del pueblo negro sudafricano. Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL) y Unión Italiana del Trabajo (UIL) (respuesta conjunta). Además de acoger a diversas delegaciones sindicales sudafricanas, representantes de la CGIL, la CISL y la UIL se reunieron con Nelson Mandela con ocasión de la visita que efectuó a Italia. Dirigentes de los sindicatos se reunieron también con miembros del Parlamento Europeo en Estrasburgo. Por último, los sindicatos contribuyeron a la financiación de la oficina del representante del ANC en Italia. Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL). La CIOSL aprovecha todas las oportunidades que se le ofrecen, además de sus reuniones y publicaciones, para exponer las tácticas utilizadas por el Gobierno sudafricano. Durante 1990, la CIOSL recalcó una y otra vez lo que los sindicatos sudafricanos habían dicho ya: que los tan cacareados cambios sobrevenidos en Sudafrica no habían tenido efecto alguno en la vida de los trabajadores negros; que las diferencias salariales entre blancos y negros habían aumentado en términos reales, y que subsistían la pobreza, la discriminación y el sistema de migración de mano de obra negra. Los tres pilares fundamentales del apartheid seguían vigentes en los textos legales : la ley sobre zonas reservadas, la ley sobre las tierras reservadas para los negros y la ley sobre el registro de la población, junto con la legislación represiva y de seguridad, como la famosa ley sobre segu- 106 Informe especial sobre el apartheid ridad interna. La CIOSL sigue vigilando y denunciando las violaciones de los derechos humanos y sindicales en Sudafrica, y organiza campañas para la liberación de los sindicalistas y presos políticos encarcelados y protestas contra la detención y hostigamiento de sindicalistas. También llevó a cabo una vigorosa campaña para pedir el levantamiento del estado de urgencia, lo que por fin se consiguió en julio de 1990. Junto con la Federación Internacional de los Trabajadores de las Plantaciones, Agrícolas y Similares, la CIOSL envió una misión especial a Sudafrica para estudiar las condiciones de los trabajadores de las explotaciones agrícolas e investigar las posibilidades de que los mismos queden amparados por la legislación laboral. En el informe de la misión se expone el trato inhumano que se da a estos trabajadores en las explotaciones agrícolas y cómo las empresas multinacionales pasan por alto tales prácticas, incluida la del trabajo infantil. Organización para la Unidad Sindical Africana (OATUU). Durante el período considerado, la OATUU organizó y participó en varias reuniones y manifestaciones de solidaridad dentro y fuera del continente africano. Sus representantes fueron invitados a dar conferencias sobre la lucha de los trabajadores africanos contra el apartheid en una serie de reuniones convocadas por sus organizaciones afiliadas. Por otro lado, delegados de la OATUU realizaron campañas para la recaudación de fondos destinados a las víctimas del apartheid. 13. Sírvase indicar las medidas tomadas afinde garantizar la representación sindical en las delegaciones ante las Naciones Unidas y los organismos especializados para hacer presión en pro de la plena aplicación del Programa de Acción contra el Apartheid. Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones: Confederación de Sindicatos de Alemania, Unión de Trabajadores de Barbados, Unión de Trabajadores de Burundi, Congreso del Trabajo del Canadá, Unión General de Trabajadores (España), Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Congreso de Sindicatos de Fiji, Congreso Nacional de Sindicatos de la India, Confederación Sindical de los Países Bajos, Federación del Trabajo del Pakistán, Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Confederación de Funcionarios y Empleados de Suecia, junto con la Confederación de Sindicatos de Suecia, Unión de Trabajadores de Tanzania y Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres. Se comunicaron las siguientes medidas: Unión de Trabajadores de Barbados: El secretario general de la Unión sigue representando a Barbados en el Consejo de Administración de la OIT y ante la Conferencia Internacional del Trabajo. Unión de Trabajadores de Burundi (UTB). La UTB participa regularmente en las reuniones de la OIT y denuncia sin ninguna clase de reservas el régimen del apartheid. Congreso del Trabajo del Canadá (CLC). El secretario y tesorero del CLC hizo de portavoz de los miembros trabajadores en la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid de la Conferencia Internacional del Trabajo. El CLC participó asimismo en las consultas del Comité Especial de las Naciones Unidas contra el Apartheid. Medidas tomadas contra el apartheid 107 Unión General de Trabajadores (UGT) (España). La UGT hizo gestiones ante el Ministerio de Asuntos Exteriores con motivo de la votación sobre el apartheid en la 77.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo. Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). La AFL-CIO se halla representada en el grupo de los trabajadores de la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid de la Conferencia Internacional del Trabajo. Congreso de Sindicatos de Fiji (FTUC). Como consecuencia de la reprobación del apartheid por las organizaciones afiliadas al FTUC, el Gobierno de Fiji ha adoptado en las Naciones Unidas una política por la que se condena el régimen racial de Sudafrica. Congreso Nacional de Sindicatos de la India (INTUC). El INTUC envió una delegación a la 77.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, celebrada en Ginebra, y sus representantes participaron activamente en la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid. Confederación Sindical de los Países Bajos (FNV). Todos los años, un representante de la FNV forma parte de la delegación de los Países Bajos ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el cual recibe información detallada sobre la situación en Sudafrica. Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). El TUC está representado por la CIOSL en las peticiones y protestas que se elevan ante las Naciones Unidas, y participa en medida importante en las actividades de la OIT para combatir el apartheid. Unión de Trabajadores de Tanzania (JUWATA). La Unión envía todos los años una delegación a la reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo. Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL). La oficina de la CIOSL en Nueva York mantiene contactos continuos con las Naciones Unidas. La CIOSL colabora con el Comité Especial de las Naciones Unidas contra el Apartheid y con todos los organismos y agencias especializadas de las Naciones Unidas en las cuestiones relativas a la lucha contra el apartheid. 14. Sírvase indicar las medidas tomadas para coordinar la acción sindical contra el apartheid de, acuerdo con la Declaración adoptada por la Conferencia Sindical Internacional sobre sanciones y otras medidas contra el régimen del apartheid, celebrada en Ginebra en 1983. Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones : Confederación de Sindicatos de Alemania, Unión de Trabajadores de Burundi, Congreso del Trabajo del Canadá, Federación de Sindicatos de Dinamarca, Unión General de Trabajadores (España), Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, Congreso de Sindicatos de Fiji, Congreso Nacional de Sindicatos de la India, Confederación General Italiana del Trabajo, junto con la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores y la Unión Italiana del Trabajo, Confederación de Sindicatos de Noruega, Confederación Sindical de los Países Bajos, Federación del Trabajo del Pakistán, Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Congreso de Trabajadores de Ceilán (Sri Lanka), Confederación 108 Informe especial sobre el apartheid de Empleados y Funcionarios de Suecia, junto con la Confederación de Sindicatos de Suecia, Unión de Trabajadores de Tanzania, Confederación Nacional de Trabajadores del Togo y Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres. Se comunicaron las siguientes medidas: Confederación de Sindicatos de Alemania (DGB). En el plano nacional, los sindicatos alemanes mantienen contactos con las iglesias y grupos políticos y de solidaridad que llevan a cabo campañas similares contra el apartheid. Unión de Trabajadores de Burundi (UTB). Además de las declaraciones oficiales sobre el apartheid, la UTB invita a sus miembros a que participen en actividades organizadas para protestar contra el apartheid. Congreso del Trabajo del Canadá (CLC). El CLC ha seguido trabajando dentro de las estructuras de la CIOSL y el Consejo de Sindicatos de la Commonwealth para coordinar la acción sindical. En el Canadá, el CLC ha colaborado en la campaña contra el apartheid con otros sindicatos que no son miembros suyos. Federación de Sindicatos de Dinamarca (LO). Hay una estrecha cooperación entre el movimiento sindical de los países nórdicos y el de los Países Bajos por lo que se refiere a la asistencia al movimiento sindical sudafricano. Ambos movimientos coordinan y financian en común numerosas actividades. Unión General de Trabajadores (UGT) (España). La UGT apoya la política de la CIOSL y la Confederación Europea de Sindicatos en este sentido. Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). La AFL-CIO coordina sus actividades contra el apartheid, junto con el movimiento sindical y otras organizaciones interesadas de los Estados Unidos, con arreglo a su propio programa, así como en el ámbito del Comité de Coordinación de la CIOSL para el Africa Meridional y de la OIT. Congreso Nacional de Sindicatos de la India (INTUC). En la India se ha creado un comité mixto para la organización de campañas contra el apartheid integrado por representantes de todas las centrales sindicales. Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL) y Unión Italiana del Trabajo (UIL) (respuesta conjunta). La CGIL, la CISL y la UIL han presentado siempre un frente común por lo que se refiere a la cuestión del apartheid. Por tal razón, todas las actividades sindicales que se llevan a cabo contra el apartheid en Italia se organizan conjuntamente. Confederación de Sindicatos de Noruega (LO). La LO ha prestado apoyo económico y su colaboración al Shipping Research Bureau, de los Países Bajos, para su labor de vigilancia del transporte de petróleo a Sudafrica. Confederación Sindical de los Países Bajos (FNV). En el plano nacional, la FNV propugna una acción coordinada no sólo entre los sindicatos, sino también con las organizaciones contra el apartheid, iglesias y grupos de consumidores. Se ha creado un grupo de trabajo para intercambiar información en la materia. Dentro de la FNV, la política y las medidas adoptadas al respecto se coordinan por medio de un órgano consultivo. En el plano internacional, la FNV participa en el Comité de Coordinación de la CIOSL para el Africa Meridional. Medidas tomadas contra el apartheid 109 Congreso de Sindicatos (TUC) (Reino Unido). El TUC ha seguido coordinando la acción sindical en el Reino Unido, en apoyo de la campaña destinada a mantener las presiones que se ejercen contra Sudafrica, incluidas las sanciones económicas, y para consolidar el respaldo a las organizaciones sindicales independientes de dicho país. El TUC ha seguido participando con total dedicación en las actividades del Consejo Sindical de la Commonwealth, de la Confederación Europea de Sindicatos, del Grupo de los Trabajadores del Consejo de Administración de la OIT y de la Comisión de la Conferencia sobre la Acción contra el Apartheid. Congreso de Trabajadores de Ceilán (Sri Lanka). A los representantes del Congreso que asisten a las conferencias de la OIT y otras reuniones internacionales se les dice que voten con la mayoría en las decisiones adoptadas contra el apartheid. Unión de Trabajadores de Tanzania (JUWATA). La JUWATA ha adoptado diversas medidas conjuntas con otros sindicatos por conducto de organizaciones sindicales de carácter multilateral como la OATUU, el CTUC y el SATUCC. 15. Sírvase suministrar información acerca de cualquier otra medida tomada contra el apartheid que no se encuentre incluida en las preguntas anteriores. Se recibieron respuestas de las siguientes organizaciones : Confederación de Sindicatos de Alemania, Unión General de Trabajadores de Argelia, Unión General de Trabajadores (España), Congreso de Sindicatos de Fiji, Federación del Trabajo del Pakistán, Congreso de Sindicatos (Reino Unido), Unión Sindical Suiza, Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres y Federación Internacional de Empleados, Técnicos y Profesionales. Se comunicaron las siguientes medidas : Confederación de Sindicatos de Alemania (DGB). Como las cuestiones de que tratan las preguntas 1 a 14 tienen que ver sobre todo con los sindicatos del sector privado, que mantienen relaciones con los sindicatos sudafricanos a través de las filiales de empresas alemanas en Sudafrica, debería hacerse mención a este respecto de la estrecha colaboración existente entre los sindicatos del sector público. Los sindicatos del sector público afiliados a la DGB han prestado un gran apoyo material, financiero y moral para la promoción de los sindicatos del sector público de Sudafrica, y han llevado a cabo numerosas acciones de protesta contra las medidas represivas adoptadas por el Gobierno sudafricano. Unión General de Trabajadores de Argelia (UGTA). Nelson Mandela visitó Argelia en dos ocasiones. Los trabajadores argelinos que asistieron a reuniones de solidaridad expresaron de modo inequívoco su oposición al apartheid. Unión General de Trabajadores (UGT) (España). La UGT envió cartas y telegramas al Gobierno sudafricano y participó en campañas convocadas por Amnistía Internacional. Congreso de Sindicatos de Fiji (FTUC). Las organizaciones afiliadas al FTUC han dirigido cartas y mensajes al Presidente de Sudafrica, protestando contra el trato inhumano que se da a los trabajadores sudafricanos negros. Federación del Trabajo del Pakistán. En sus reuniones políticas y laborales, reuniones sociales y conmemoraciones religiosas, la Federación ha condenado 110 Informe especial sobre el apartheid siempre a Sudafrica por su política de apartheid. En consecuencia, la gente está al tanto de la situación y se siente motivada al respecto. Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL). En febrero de 1990, la CIOSL organizó en Namibia, junto con el Sindicato Nacional de Trabajadores de Namibia (NUNW), un seminario para planificar la realización de actividades educativas y de organización y examinar las prioridades en el período posterior a la independencia. El resultado de todo ello fue la elaboración de un proyecto quinquenal. Federación Internacional de Empleados, Técnicos y Profesionales (FIET). La FIET presentó el texto de las resoluciones sobre la situación en Sudafrica adoptadas en 1990 por su Comité Ejecutivo Mundial, en las que pide a sus organizaciones afiliadas y a la comunidad internacional que sigan adelante con la campaña para hacer presión sobre el Gobierno sudafricano apoyando las sanciones y boicoteos, mientras no se consiga la abolición total del apartheid. CAPITULO III ACCIÓN INTERNACIONAL CONTRA EL «APARTHEID» ACCIÓN DE LA OIT En 1990 la OIT prosiguió su labor contra el apartheid de conformidad con la Declaración actualizada referente a la .acción contra el apartheid en Sudafrica, adoptada en la 75.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo (1988), y con las conclusiones formuladas por la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid en la 77.a reunión de la Conferencia (1990). Entre las actividades desarrolladas por la Oficina, cabe señalar: la vigilancia de las medidas que las partes constituyentes de la OIT han adoptado o dejado de adoptar contra el apartheid como consecuencia de la creación en 1989 del Grupo de expertos independientes encargado de supervisar y controlar en el mundo entero la aplicación de sanciones y otras medidas contra el apartheid, y especialmente las formas en que se eluden éstas; la ejecución de proyectos de cooperación técnica en la región de Africa meridional ; la investigación y difusión de informaciones sobre la evolución registrada en los ámbitos laboral y social, y la labor para salvaguardar los derechos humanos y la observancia de las normas internacionales del trabajo. Una importante novedad en lo que atañe a la vigilancia de las medidas tomadas contra el apartheid o la ausencia de tales medidas, de conformidad con el párrafo 5, a), de la Declaración actualizada, la constituyó la formulación por el Grupo de expertos independientes de un nuevo cuestionario que el Consejo de Administración aprobó en su 246.a reunión (mayo-junio de 1990). Dicho cuestionario se revisó de conformidad con una recomendación formulada por la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid en la 76.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo (1989) para que se modificara la presentación del cuestionario sobre la aplicación y el incumplimiento de la Declaración y de su Programa de Acción anexo y para que la Oficina consultara a este respecto al Grupo de expertos independientes. Las modificaciones en la presentación del cuestionario, de que se hacían también eco las recomendaciones contenidas en las conclusiones formuladas en junio de 1989 por la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid, tenían por objeto elevar la calidad y cantidad de las respuestas enviadas cada año sobre las medidas emprendidas — o inaplicadas — contra el apartheid por parte de los miembros de los tres grupos constituyentes de la OIT. En agosto de 1990 se envió el nuevo cuestionario a los gobiernos y a las organizaciones de empleadores y de trabajadores, pidiéndoles informaciones actualizadas sobre las medidas por ellos tomadas contra el apartheid con el fin de incluirlas en el Informe especial del Director General concerniente a la aplicación de la Declaración sobre la acción contra el apartheid en Sudafrica, para 1991. Junto con el cuestionario se envió un extracto del informe de la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid, en junio de 1990, con inclusión de las reco- 112 Informe especial sobre el apartheid mendaciones contenidas en las conclusiones adoptadas por esta Comisión y de un ejemplar de la Declaración actualizada referente a la acción contra el apartheid en Sudafrica y Namibia, adoptada en la 75.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo (1988). Asimismo, se enviaron a las Naciones Unidas, sus organismos especializados y otras organizaciones intergubernamentales solicitudes de información acerca de las medidas tomadas a escala internacional contra el apartheid. Las respuestas al nuevo cuestionario enviadas por las partes constituyentes de la OIT fueron transmitidas primeramente al Grupo de expertos independientes, antes de que se sometieran al Consejo de Administración, y ulteriormente, en junio de 1991, se señalarán a la atención de la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid. Estas medidas son conformes a la recomendación 5, m), formulada en junio de 1990 por la Comisión de la Conferencia sobre la Acción contra el Apartheid, en que se solicita al Grupo de expertos independientes que efectúe una supervisión atenta de las respuestas suministradas al cuestionario. De conformidad con el párrafo 5, b), de la Declaración actualizada, la Comisión de la Conferencia sobre la Acción contra el Apartheid examinó, en la 77.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo (1990), el Informe especial del Director General concerniente a la aplicación de la Declaración sobre la acción contra el apartheid en Sudafrica y Namibia. Como en años anteriores, el Informe especial de 1990 contenía tres capítulos, donde se examinaban los acontecimientos recientes en las esferas laboral y social en Sudafrica y Namibia, se hacía un análisis de la información facilitada por los gobiernos y las organizaciones de empleadores y de trabajadores sobre las medidas por ellos tomadas contra el apartheid y se examinaba la acción internacional contra el apartheid, incluida la desarrollada por la OIT. La información suplementaria, recibida después de haberse enviado el Informe especial a la imprenta, fue incluida en un documento separado. Además, se sometió a la Comisión de la Conferencia sobre la Acción contra el Apartheid un informe que contenía tres documentos referentes a la labor del Comité sobre Discriminación en la 246.a reunión del Consejo de Administración (mayo-junio de 1990). Los tres documentos antedichos contenían informaciones suministradas por gobiernos y organizaciones de empleadores y de trabajadores sobre las medidas tomadas contra el apartheid; los informes de la segunda y tercera reuniones del Grupo de expertos independientes encargado de supervisar y controlar la aplicación de sanciones y otras medidas contra el apartheid, y extractos del informe del Comité sobre Discriminación y de sus anexos referentes a las antedichas cuestiones. La Comisión de la Conferencia sobre la Acción contra el Apartheid examinó detenidamente el Informe especial anual, y escuchó las alocuciones de los representantes del COSATU, del NACTU, del ANC y del PAC. Los debates se vieron también animados por el discurso pronunciado por el Sr. Nelson Mandela, vicepresidente del ANC, el 8 de junio de 1990 ante la reunión plenaria de la Conferencia. Al cabo de sus deliberaciones, la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid adoptó una serie de conclusiones en que se recogían también diversas recomendaciones referentes a la acción de los miembros tripartitos y de la Oficina. En particular, en las antedichas conclusiones puso de relieve los acontecimientos positivos acaecidos en Sudafrica, expresó su agrado por la presencia del Acción internacional contra el apartheid 113 Sr. Mandela en la Conferencia y su contribución a las labores de ésta, y se adhirió a su llamamiento en pro de que continuaran la acción y las sanciones contra Sudafrica. Asimismo, tomó nota con beneplácito de la adopción por consenso, durante la sesión especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas de diciembre de 1989, de la Declaración sobre el apartheid y sus consecuencias destructivas para el Africa meridional, así como del acceso de Namibia a la independencia el 21 de marzo de 1990 y de la participación por primera vez en la Conferencia Internacional del Trabajo de una delegación tripartita del Estado independiente de Namibia. En la recomendación 5, a), se invita a los miembros tripartitos a que emprendan un esfuerzo particular, dada la situación actual de Namibia, para asegurar que se tomen medidas concretas con una urgencia renovada para favorecer la aplicación integral de todas las recomendaciones contenidas en la Declaración actualizada y en su Programa de Acción anexo, junto con otras acciones destinadas a poner término al apartheid. Asimismo, hace hincapié en la importancia de que todos los miembros constituyentes incrementen sus esfuerzos para emprender campañas de información especiales con el fin de explicar que los cambios ocurridos hasta el presente aún no han afectado a los cimientos del apartheid. En la recomendación 5,j), se insta a todos los miembros constituyentes a emprender campañas concertadas con el fin de presionar al Gobierno de Sudafrica para que derogue toda legislación vinculada con el apartheid. En la recomendación 5, b), se reitera el llamamiento de la Conferencia a los gobiernos para que lleven a cabo : un embargo sobre el carbón sudafricano ; sanciones financieras eficaces destinadas, entre otras cosas, a evitar la renovación de los préstamos actuales ; la prohibición de conceder nuevos préstamos o créditos comerciales (es decir, la financiación extranjera); la aplicación de medios para garantizar que en ningún caso se otorguen garantías para tales créditos ; una legislación idónea que evite el transporte y la venta de productos petrolíferos a Sudafrica, y la supresión eficaz de los enlaces aéreos, para que ciertas compañías no puedan beneficiarse de la ausencia de otras. En la misma recomendación, la Conferencia hace también un llamamiento para que se inicien campañas especiales dirigidas, con la máxima participación de todos los miembros constituyentes. En la recomendación 5, c), se invita también a los gobiernos a que adopten las medidas necesarias para desalentar toda emigración, en particular de trabajadores cualificados y semicualificados, a Sudafrica, incluyendo especialmente a aquellos provenientes de Europa central y oriental, y para velar por que los candidatos inmigrantes provenientes de Sudafrica no se beneficien de ningún privilegio especial. En la recomendación 5, e), se invita a los gobiernos de los Estados Miembros que hayan adoptado medidas estrictas de embargo comercial contra Sudafrica a que tomen todas las medidas necesarias para asegurar que ninguna empresa interesada eluda dicho embargo haciendo comercio con Sudafrica a través de otros países que no hayan adoptado una legislación similar. Por otra parte, en la recomendación 5, d), se invita a las organizaciones de empleadores a que insten a las empresas multinacionales con el fin de que revelen todos los datos relativos a las condiciones en que dejan de hacer inversiones, incluso sobre los vínculos que piensan mantener con empresas sudafricanas, y a que negocien las condiciones de desinversión con los sindicatos interesados, mientras que en la recomendación 5, h), se las invita a constituir una organiza- 114 Informe especial sobre el apartheid ción de empleadores no racista. En la recomendación 5,J), se toma nota con satisfacción del acuerdo logrado el 7 de mayo de 1990 entre el SACCOLA, el NACTU y el COSATU relativo a las enmiendas a la ley sobre relaciones de trabajo, y se expresa el deseo de que el Parlamento sudafricano plasme dicho acuerdo en la ley durante su actual sesión. A los sindicatos se los invita, en la recomendación 5, g), a que continúen organizando campañas con el fin de evitar o exponer los intentos de las empresas internacionales sudafricanas en su toma de control de empresas fuera de Sudafrica. En la recomendación 5, i), se solicita la celebración de campañas concertadas por todos los miembros constituyentes con el fin de presionar al Gobierno de Sudafrica para que libere a todos los presos políticos y sindicales sin excepción, para que levante todas las restricciones impuestas a las personas ya puestas en libertad, para que permita el retorno de todas las personas exiliadas por motivo de sus actividades políticas y sindicales y para que cese la violencia que actualmente se vive en Natal. En la recomendación 5, k), se invita a la Oficina Internacional del Trabajo a que termine con la mayor brevedad posible el informe sobre el comercio del oro con Sudafrica. Además, en la recomendación 5, l), se invita al Director General de la OIT a que transmita, una vez más, a la Unión de Bancos Suizos (UBS) su preocupación por el continuo respaldo que ésta brinda al régimen sudafricano, y a que examine la posibilidad de recurrir a otros servicios bancarios en el Palais des Nations para los delegados que participan en la Conferencia Internacional del Trabajo. Se pide asimismo al Director General que comunique un informe al respecto a la Comisión de la Conferencia sobre la Acción contra el Apartheid. La Conferencia expresa en la recomendación 5, m), su satisfacción por la constitución de un grupo de tres expertos, cuyo trabajo había sido de gran utilidad para la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid, y solicita al Director General de la OIT que haga todo lo posible para que el Grupo de expertos independientes disponga de todos los recursos financieros y del personal necesarios para llevar a cabo su labor. Por otra parte, se insta al Director General, en la recomendación 5, n), a que siga respondiendo de manera eficaz a las solicitudes de cooperación técnica que entren en la esfera de competencia de la OIT, provenientes de las organizaciones sudafricanas de trabajadores democráticos. En la recomendación 5, o), se insta al Gobierno de Sudafrica para que acepte el reenvío de la queja presentada por el COSATU en 1988 a la Comisión de Investigación y de Conciliación de la OIT. Además, a tenor de la recomendación 5, q), la Conferencia debería notificar al Gobierno de Sudafrica que acogería con satisfacción toda medida tendente a acelerar el proceso que permita crear un marco de negociación y que conduzca a la supresión total del apartheid y a la creación de una sociedad democrática no racista basada en el principio de una persona, un voto, en una lista electoral única. En la recomendación 5,p), se insta al Consejo de Administración a que examine la posibilidad de celebrar, antes de la próxima reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, una conferencia subregional tripartita para estudiar las perspectivas concretas de una integración regional, incluyendo una Sudafrica liberada del yugo del apartheid, que beneficie a las poblaciones y a los trabajadores de la región. Además, dicha conferencia debería reexaminar el Programa de Acción en favor de los países particularmente afectados por la política Acción internacional contra el apartheid 115 de desestabilización de Sudafrica, así como la situación de los trabajadores migrantes en Sudafrica. En lo que respecta a la independencia de Namibia, se insta al Consejo de Administración a que inscriba en el orden del día de la 78.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo la cuestión de la revisión de la Declaración y del Programa de Acción. Por otra parte, se invita a los Miembros constituyentes de la OIT a que pongan todo su empeño con el fin de facilitar a los gobiernos y a las organizaciones de empleadores y de trabajadores de Namibia toda la asistencia técnica necesaria para la reconstrucción de este país. A tal efecto, se invita al Consejo de Administración y al Director General de la OIT a hacer todo lo posible para asegurar que se pongan a disposición los recursos financieros y el personal necesarios para llevar a cabo dicha labor. Después de la 77.a reunión de la Conferencia, se adoptaron diversas medidas para poner en ejecución las antedichas conclusiones de la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid. Así, de conformidad con la recomendación de la Comisión de la Conferencia contenida en el párrafo 5,J), de sus conclusiones, el Director General siguió examinando de cerca la evolución referente a la ley modificatoria de la ley sobre relaciones de trabajo y recalcó la importancia que la OIT atribuye a la introducción de enmiendas que permitan eliminar todos aquellos aspectos de la legislación que han sido objeto de crítica. A instancia del COSATU, las partes interesadas celebraron en septiembre nuevas discusiones sobre este extremo en Sudafrica. Las discusiones permitieron llegar a un acuerdo entre el Ministro de Trabajo, la SACCOLA, el COSATU y el NACTU sobre una amplia serie de enmiendas que se decidió promulgar en el próximo período legislativo. De conformidad con la recomendación recogida en el párrafo 5, k), de las conclusiones, se tomaron disposiciones para completar en un futuro próximo el informe sobre el comercio del oro con Sudafrica. Está previsto presentar informaciones más detalladas sobre la materia en la 250.a reunión del Consejo de Administración (mayo-junio de 1991) y en la 78.a reunión de la Conferencia. En cuanto a la invitación que en el párrafo 5, l), se hace al Director General, éste transmitió las opiniones de la Comisión de la Conferencia sobre la Acción contra el Apartheid a la Unión de Bancos Suizos (UBS). La Oficina había recibido de la UBS una respuesta en donde indicaba que mantenía en pie la posición que había adoptado hasta la fecha y que reduciría el alcance de sus operaciones en la OIT. En lo tocante a la recomendación contenida en el párrafo 5, n), referente a la asistencia técnica prestada a las organizaciones sudafricanas de trabajadores democráticos, se invitó a los representantes de las federaciones sindicales COSATU y NACTU, así como a algunos de sus sindicatos afiliados, incluido el Sindicato Nacional de Mineros (NUM) y el Sindicato Nacional de Trabajadores Metalúrgicos de Sudafrica (NUMSA), a que acudieran a la Oficina para celebrar consultas con los departamentos y servicios técnicos competentes con objeto de determinar en qué áreas concretas la Oficina podría prestar asistencia técnica a sus organizaciones. A partir de las discusiones que se mantuvieron, se elaboró toda una serie de propuestas de cooperación técnica, algunas de las cuales se han llevado ya a la práctica o lo serán en el curso del presente bienio. Por ejemplo, en lo tocante a la crítica situación de un gran número de trabajadores incapacitados 116 Informe especial sobre el apartheid como consecuencia de accidentes en las minas, la Oficina suministró fondos para financiar la participación del coordinador de las cuestiones de salud y seguridad del NUM en el Seminario subregional para el Africa oriental y meridional sobre el papel de las organizaciones de empleadores y de trabajadores en la formación y el empleo de minusválidos, que se celebró en Malawi. La Oficina está examinando actualmente una solicitud presentada por el NUM para la celebración de un seminario encargado de examinar las disposiciones en materia de salud en el trabajo de un proyecto de ley sobre los minerales sometido al Gobierno sudafricano para su adopción. En junio de 1990, las secretarías generales del COSATU y del NACTU celebraron también discusiones con la Oficina acerca de la asistencia técnica prestada a los sindicatos durante la transición a una sociedad liberada del apartheid. Dando curso a la solicitud contenida en la recomendación 5,p), de que el Consejo de Administración examinara la posibilidad de celebrar una conferencia subregional tripartita antes de la próxima reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, el Director General indicó en un informe presentado al Comité sobre Discriminación en la 248.a reunión del Consejo de Administración (noviembre de 1990) que no podría adoptarse una decisión en cuanto al modo de dar efecto a esta recomendación hasta que se celebraran nuevas consultas al respecto. Esto permitiría obtener informaciones más detalladas acerca de los progresos realizados en las discusiones sobre el futuro de Sudafrica y de la actitud de la comunidad internacional, incluidas las Naciones Unidas. En cuanto a la recomendación referente a Namibia, el Comité sobre Discriminación recomendó al Consejo de Administración, en su 248.a reunión, que incluyera en el orden del día de la 78.a reunión (1991) de la Conferencia Internacional del Trabajo un punto relativo a la revisión de la Declaración referente a la acción contra el apartheid en Sudafrica. En cuanto a la asistencia técnica a Namibia y a la resolución sobre la asistencia a Namibia, adoptada por la Conferencia Internacional del Trabajo en su 77.a reunión (1990), la Oficina les está consagrando una atención urgente, y se sometió un informe sobre la materia al Consejo de Administración en su 248.a reunión, celebrada en noviembre de 1990. En el curso de 1990, el Grupo de expertos independientes encargado de supervisar y controlar la aplicación de sanciones y otras medidas contra el apartheid llevó a cabo una importante labor. Celebró su segunda reunión en Ginebra del 20 al 23 de febrero de 1990, y entre otros puntos discutió el proyecto de un cuestionario revisado que había de enviarse a los miembros tripartitos de la OIT con el fin de reunir informaciones sobre las medidas por ellos tomadas contra el apartheid; un informe sobre la labor realizada en cuanto a los estudios que han sido emprendidos; un informe que resumía las decisiones y las actividades de otras organizaciones del sistema de las Naciones Unidas sobre cuestiones de interés del Grupo de expertos independientes, y el futuro trabajo del Grupo. Además, el Grupo celebró discusiones con miembros y funcionarios de diversos organismos de las Naciones Unidas con sede en Ginebra que desarrollan una actividad en áreas que caen dentro de su esfera de competencia, incluidos la Comisión de Derechos Humanos y la UNCTAD. El Grupo de expertos independientes consideró que el cuestionario sobre las medidas contra el apartheid era un instrumento básico para la recopilación de Acción internacional contra el apartheid 117 información. En cuanto tal, debiera adoptar la misma forma para todos los miembros de cada categoría de los constituyentes de la OIT. Para facilitar la labor de los interpelados al responder al cuestionario, el Grupo pidió la reestructuración del cuestionario en dos sentidos: primero, mediante un documento que incluyese preguntas específicas relativas a los puntos del Programa de Acción dirigidas a cada categoría de constituyentes (por ejemplo, los gobiernos, las organizaciones de empleadores y las de trabajadores), dejando espacio suficiente para las respuestas de los interpelados, y en segundo lugar, introduciendo en el cuestionario una distinción entre los países que aún mantenían relaciones con Sudafrica y los países que nunca las habían tenido, o que ya no las mantenían. Dado que los interpelados de esta última categoría no necesitarían responder a las preguntas relativas a los puntos del Programa de Acción que prevén la ruptura de las relaciones con Sudafrica, podrían concentrarse en las preguntas que se refieren a otras formas de acción. El Grupo de expertos independientes examinó en detalle el contenido del nuevo cuestionario revisado, a la luz de las consideraciones expuestas, y aprobó los textos que la Oficina había de distribuir a los constituyentes, junto con la documentación pertinente acerca de la acción solicitada, de conformidad con la Declaración y con una carta en que se instaba a presentar la información solicitada. Expresó la esperanza de que la nueva estructura del cuestionario facilitase la labor de los miembros constituyentes al informar sobre las medidas tomadas y de que, como resultado de ello, se recibiesen más respuestas y mejor elaboradas, lo que permitiría que el Grupo, en el ejercicio de su mandato, evaluase los progresos realizados y los resultados obtenidos. El Grupo de expertos independientes señaló que, a raíz de la decisión que había adoptado en su primera reunión de centrarse en ciertas cuestiones subrayadas por la Comisión de Acción contra el Apartheid durante la 76.a reunión de la Conferencia (1989), se estaban realizando estudios preparatorios sobre dos cuestiones principales : la posibilidad de proceder a un embargo del carbón sudafricano y la de imponer sanciones financieras verdaderamente efectivas. El Grupo examinó los informes provisionales sobre estas cuestiones, y declaró que esperaba que, en su próxima reunión, se pudiesen examinar las versiones finales de estos estudios y alcanzar conclusiones apropiadas con respecto a los temas en cuestión. El Grupo de expertos independientes confirmó su deseo de celebrar su próxima reunión en Africa y de celebrar también discusiones previas sobre cuestiones de interés común con representantes de varios organismos, incluidos el Secretario General y los servicios apropiados de la Organización de la Unidad Africana (OUA) y del Comité de Liberación de la OUA; los secretarios ejecutivos de la Comisión Económica para Africa (CEPA) de las Naciones Unidas y de la Conferencia de Coordinación del Desarrollo del Africa Meridional (CCDAM) ; el presidente de la Comisión de Trabajo de Africa Austral (SALC) ; el presidente de los Ministros de Finanzas de la Commonwealth (que actualmente es el Ministro de Finanzas, Comercio e Industria de Zimbabwe) ; el Secretario General y los funcionarios de la Secretaría de la Commonwealth y los movimientos de liberación nacional de Sudafrica. Por consiguiente, decidió trasladarse a Addis-Abeba, Dar es-Salam y Lusaka, con el propósito de celebrar estas discusiones, la tercera reunión del Grupo en Harare, Zimbabwe, y una reunión 118 Informe especial sobre el apartheid con la Secretaría de la Commonwealth en Londres, el 4 de mayo de 1990. Asimismo, convino en celebrar su cuarta reunión en Nueva York, en septiembre de 1990. Efectivamente, el Grupo de expertos independientes celebró su tercera reunión del 30 de abril al 3 de mayo de 1990 en Harare, Zimbabwe. Antes de la reunión, entre el 25 y el 30 de abril de 1990, dos miembros del Grupo visitaron Addis-Abeba, Dar es-Salam, Lusaka y Gaborone, con la finalidad de celebrar consultas con varias organizaciones y personas, a saber, la CEPA, la OUA, el ANC, el PAC, el ANC/SACTU, el Ministro de Trabajo de Zambia, que es también ponente de la SALC, el Ministro de Finanzas y Planificación del Gobierno de Zimbabwe, el Centro de Documentación e Investigación sobre Sudafrica (SARDEC), y una delegación del «Cold Comfort Farm Trust» en Zimbabwe. Como resultado de sus conversaciones, el Grupo pudo reunir pruebas evidentes de que la defensa y aplicación de las sanciones han desempeñado un papel primordial en los cambios que se han producido en Sudafrica. El Grupo declaró estar convencido de que mantener las sanciones serviría para demostrar la determinación de la comunidad internacional de contribuir al proceso que culmine con la desaparición del apartheid, y en consecuencia puso de relieve la necesidad de que los organismos de la comunidad internacional controlen en forma constante las sanciones y su aplicación y puedan actuar junto con quienes persiguen los mismos objetivos en el continente africano, como la OUA, la CEPA y el SADCC. El Grupo estimó también que la OIT tenía una responsabilidad especial a este respecto, dados los términos de la Declaración actualizada contra la acción contra el apartheid y el Programa de Acción contra el Apartheid anexo a dicha Declaración. A este respecto, señaló que sería útil examinar qué actividades se deberían emprender en cuanto a las consecuencias de las sanciones para la mano de obra y el empleo en Sudafrica y en los Estados de Primera Línea. En su reunión de Harare, el Grupo de expertos independientes examinó también la futura realización de dos estudios sobre el embargo de carbón y las sanciones financieras, así como la cuestión de las publicaciones y otras actividades que debe realizar el Grupo en cumplimiento de su mandato. Tuvo ante sí un informe provisional sobre la extensión del comercio del carbón que Sudafrica exporta a varios países de Europa y Asia, así como sobre las medidas nacionales e internacionales tomadas para limitar o restringir las importaciones de dicho carbón (y, en menor medida, sobre las formas de eludirlas). Al considerar estas informaciones, el Grupo estimó que había constituido un punto de partida muy útil el estudio de la cuestión del embargo de carbón y, por lo tanto, que resultaba también muy útil la documentación reunida sobre las corrientes de exportación de Sudafrica y sobre cómo se había tratado de restringir o disminuir estas corrientes. Sin embargo, señaló también que era necesario poner mucho empeño antes de estar en condiciones de dar una consideración definitiva a este asunto. En particular, se debería prestar atención al problema de los mecanismos para controlar el comercio del carbón. En consecuencia, el Grupo expresó la opinión de que el estudio sobre este tema se debía completar en tiempo oportuno para su examen en la próxima reunión. En cuanto a las sanciones financieras, el Grupo de expertos independientes examinó detenidamente el estudio que a petición suya se había preparado sobre este tema. Se mostró complacido de que la mayor parte de los aspectos principa- Acción internacional contra el apartheid les de este tema hubiesen sido tratados con la amplitud necesaria como para llegar a conclusiones provisionales al respecto. El Grupo estimó que algunas tareas adicionales podían ser necesarias antes de su posible publicación, y en consecuencia decidió autorizar tales tareas para poder examinar una versión final del estudio en su próxima reunión. En sus conclusiones provisionales, el Grupo señaló que las sanciones financieras habían demostrado su eficacia para contrarrestar el empuje y crecimiento de la economía sudafricana. Estimó que la eficacia de las sanciones financieras había resultado reducida por no haber sido aplicadas por la totalidad de los miembros de la comunidad internacional, y que sería posible detectar con mayor rapidez estas formas de proceder si se desarrollara una base global de datos sobre las corrientes financieras internas y externas en Sudafrica. Estimó que era necesario que los bancos extranjeros acreedores y sus gobiernos adoptasen una posición coordinada en relación con la reorganización de la deuda y su escalonamiento, utilizando este medio para hacer presión sobre las autoridades de Sudafrica, a efectos de que satisficieran las exigencias de quienes participan directamente en la lucha para la supresión total del apartheid en Sudafrica, comprendidos los representantes de los movimientos de liberación nacional y los trabajadores representados por sindicatos independientes. El Grupo señaló a este respecto que era muy penoso tomar nota de que en octubre de 1989 los bancos internacionales y las autoridades sudafricanas concluyeran un tercer acuerdo provisional para reescalonar la deuda exterior, sin que se hubiesen satisfecho las exigencias mencionadas. Tomó nota de que los créditos comerciales se habían convertido en la fuente principal de financiación de la economía sudafricana y de que la prohibición de créditos comerciales, de aplicarse en forma universal, constituiría un medio poderoso para aumentar la presión ejercida sobre las autoridades sudafricanas; en consecuencia, estimó que debieran negarse a Sudafrica en forma obligatoria, y muy especialmente los créditos a medio y largo plazo, que siempre se aseguraban por sistemas con respaldo oficial de garantía a los créditos de la exportación. El Grupo estimó también que se deberían suprimir en forma progresiva los créditos comerciales para exportaciones o importaciones de Sudafrica, incluso los otorgados al vendedor y al comprador, y manifestó su firme opinión de que todos los países que aún mantenían relaciones comerciales y financieras con Sudafrica deberían prohibir legalmente la concesión de nuevos préstamos a los sectores público y privado de Sudafrica, y prohibir también legalmente toda nueva forma de inversión en Sudafrica y alentar el proceso de retirada de inversiones realizadas en ese país. Por último, el Grupo tomó nota de que haber puesto fin a los acuerdos de doble imposición había ejercido una gran influencia en la conducta de los inversores extranjeros, y en consecuencia expresó su apoyo a la derogación o la suspensión de todo acuerdo de doble imposición celebrado con Sudafrica. Además de adoptar las antedichas conclusiones provisionales, el Grupo consideró también que se debían comenzar las tareas relacionadas con el tercer grupo de cuestiones especialmente señaladas por la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid en la 76.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo (1989), es decir, el problema de los enlaces aéreos con Sudafrica. Solicitó a la Oficina qui indagara acerca de la posible cooperación de varios organismos, incluidas la OU A, la CEPA, el SADCC y la OACI, en el examen de este asunto. 119 120 Informe especial sobre el apartheid La cuarta reunión del Grupo de expertos independientes se celebró en Nueva York del 24 al 28 de septiembre de 1990. Antes de la reunión se hicieron visitas a la secretaría de la Comisión de las Comunidades Europeas, en Bruselas, y a la secretaría de la Commonwealth, en Londres, los días 20 y 21 de septiembre de 1990, respectivamente. En ambos casos, el Grupo pudo examinar con los funcionarios de dichas organizaciones determinados detalles de las medidas adoptadas con respecto a la aplicación de sanciones contra Sudafrica, así como obtener informaciones sobre los procedimientos de seguimiento de las decisiones tomadas en tal sentido. En Bruselas, el Grupo pudo intercambiar puntos de vista con miembros de las secretarías de la CIOSL y de la CMT sobre diversos aspectos de la aplicación de las sanciones, y en particular obtener informaciones sobre la función que a ese respecto desempeñan los sindicatos. Además, en Nueva York el Grupo pudo reunirse con el Secretario General de la Organización de la Unidad Africana, quien recalcó la importancia que acordaba su Organización a proseguir las sanciones. Asimismo, el Grupo mantuvo consultas en Nueva York con el vicesecretario general para cuestiones políticas especiales, cooperación regional, descolonización y fideicomiso de las Naciones Unidas, quien había cumplido una misión a Sudafrica en junio de 1990, con el presidente de un grupo intergubernamental establecido para vigilar el suministro y despacho de petróleo y sus derivados a Sudafrica y con el subsecretario general encargado del Centro de las Naciones Unidas contra el Apartheid. En su cuarta reunión, el Grupo de expertos independientes examinó qué procedimiento cabía seguir con respecto al análisis de las respuestas al cuestionario revisado, y decidió examinar tanto las respuestas recibidas como el proyecto de informaciones reunidas para el Informe especial con ocasión de su quinta reunión, en febrero de 1991. A continuación prepararía un informe completo basado en esas informaciones para distribuirlo en la 250.a reunión del Consejo de Administración (mayo-junio de 1991), con miras a indicar en qué medida se habían cumplido los objetivos del cuestionario. El Grupo consideró asimismo el estudio de las sanciones financieras contra Sudafrica y autorizó su publicación para antes de fin de año. Tras haber considerado el nuevo estudio ampliado sobre la cuestión de imponer un embargo a la adquisición e importación de carbón procedente de Sudafrica, el Grupo observó que se necesitaban aún más informaciones para completar los datos reunidos hasta la fecha. Los que figuraban en el estudio demostraban la importancia que tenía la exportación de carbón para la economía sudafricana. También señaló varios obstáculos para organizar un embargo de carbón, pese a que éste, por su naturaleza, no debería resultar difícil de vigilar. Asimismo, mostró que Sudafrica había podido mantener precios competitivos para su carbón por motivos que exigían una mayor investigación, tales como la posibilidad de obtener subsidios oficiales y de utilizar mano de obra barata. El Grupo pidió mayores precisiones con respecto a las medidas que ya se habían tomado en varios países para aplicar el embargo y sobre las condiciones de trabajo que prevalecían en las minas de carbón sudafricanas. Esperaba recibir estas informaciones complementarias con tiempo suficiente para poder considerarlas en su sexta reunión, en abril de 1991, en la cual esperaba poder formular conclusiones sobre el asunto y prever una posible publicación. En cuanto a los enlaces aéreos con Sudafrica, el Grupo de expertos indepen- Acción internacional contra el apartheid 121 dientes tomó nota de que en abril de 1990 una organización no gubernamental de los Países Bajos (la Comisión de los Países Bajos para el África Austral) había preparado y publicado un estudio de este tema titulado Apartheid by Air. Luego de haber examinado esta publicación, el Grupo estimó que poco o nada cabía agregar a este respecto. En lo tocante a las repercusiones de las sanciones sobre el empleo y el desempleo en Sudafrica, el Grupo examinó un documento monográfico de información general sobre las publicaciones existentes sobre el tema y evaluación de la metodología empleada por los diversos autores de obras relativas a este tema. De esta obra se desprendía la escasez de estadísticas y otros datos fiables y que el enfoque adoptado, así como las conclusiones alcanzadas, variaban considerablemente según las premisas de las que habían partido sus autores. El Grupo estimó que, por la importancia del tema — especialmente para la OIT —, merecía que se le siguiera prestando atención, y que se deberían desplegar esfuerzos ininterrumpidos para obtener una información más fiable. Aun cuando esto no pudiese lograrse con respecto al conjunto de la economía, sería posible enfocar la cuestión tomando como base uno o más estudios de casos. En consecuencia, el Grupo decidió examinar este asunto a través del estudio sobre el empleo en la industria minera, que se realizaría en consulta con los sindicatos independientes interesados, para poder considerarlo en su sexta reunión, en abril de 1991. El examen anual de la acción de la OIT contra el apartheid fue llevado a cabo por el Comité sobre Discriminación en la 248.a reunión del Consejo de Administración (noviembre de 1990). Discutió el curso dado a las conclusiones de la Comisión sobre la Acción contra el Apartheid en la 77.a reunión de la Conferencia, la evolución reciente de los proyectos y otras actividades prácticas emprendidos en virtud del Programa de Cooperación Técnica de la OIT para el Africa austral y la financiación de dichas actividades. Asimismo, examinó los informes de la segunda y tercera reuniones del Grupo de expertos independientes encargado de supervisar y controlar la aplicación de sanciones y otras medidas contra el apartheid. Los miembros del Comité expresaron su satisfacción por las actividades realizadas, si bien sugirieron que se introdujesen mejoras, en particular una mayor cobertura de las actividades de los empleadores. Las actividades contra el apartheid figuraron en el orden del día y fueron objeto de debate en otras comisiones del Consejo de Administración, así como en reuniones y seminarios de la OIT celebrados en 1990. Por ejemplo, la quinta Reunión técnica tripartita para las minas distintas de las de carbón (Ginebra, marzo-abril de 1990) adoptó una resolución sobre la situación de los trabajadores de las minas distintas de las de carbón bajo el régimen de apartheid de Sudafrica. Dicha resolución invita al Consejo de Administración a seguir prestando su apoyo a la lucha entablada por los mineros sudafricanos contra el racista e inhumano régimen del apartheid, y asimismo exhorta a que se siga presionando para conseguir una sociedad sudafricana en que los derechos humanos y las normas internacionales del trabajo estén firmemente garantizados y arrojen en breve resultados positivos y duraderos. Las actividades de cooperación técnica siguieron constituyendo un elemento significativo de las actividades de la OIT contra el apartheid. En 1990 se encontraban en vías de ejecución doce proyectos, principalmente con financiación multibilateral. Estaban destinados a asistir a los movimientos de liberación 122 Informe especial sobre el apartheid nacional, a los sindicatos negros independientes y a otras víctimas del apartheid en ámbitos tales como la formación y rehabilitación profesionales, la administración del trabajo, la educación obrera, el desarrollo rural, los trabajadores migrantes, el desarrollo de pequeñas empresas y la planificación del empleo. También fue aprobada la realización de una serie de nuevos proyectos, entre otros un proyecto sobre formación en técnicas y funciones de supervisión destinado al ANC (en el cual la secretaría de la Commonwealth aportó 26 000 dólares estadounidenses para la creación de uno de sus módulos de formación). Con cargo al presupuesto ordinario de la OIT para la cooperación técnica se financiaron varias actividades adicionales: un curso práctico, celebrado en Harare, sobre la ley de relaciones del trabajo y sus posibles modificaciones; un curso práctico sobre el desempleo juvenil en Sudafrica para el PAC/ATUCC; un estudio del PAC sobre la mano de obra; la concesión de becas de capacitación local para el ANC y el PAC en Dar es-Salam y Lusaka en materia de mecánica automovilística, computadoras, instalaciones eléctricas, carpintería y fontanería, etc. ; apoyo prestado a ocho becarios del ANC y del PAC para que se capaciten en el Centro de Turin y en instituciones del Reino Unido en materia de administración de proyectos de cooperación técnica, tecnología de la información, navegación e impresión y publicación de documentos ; el patrocinio de un becario del Sindicato Nacional de Mineros (NUM) para que intervenga en el curso práctico subregional sobre el cometido de las organizaciones de empleadores y de trabajadores en la capacitación y el empleo de las personas inválidas, y ocho visitas de estudio de representantes de sindicatos y movimientos de liberación de Sudafrica a la sede de la OIT. En el curso del año se desarrollaron también otras actividades para ayudar a las mujeres víctimas del apartheid, entre las que cabe señalar un viaje de estudios efectuado en Ghana en mayo de 1990 por dirigentes femeninas de Sudafrica y Namibia con el fin de examinar los proyectos exitosos de producción y de generación de ingresos realizados por mujeres, y la concesión de becas, en particular para adquirir conocimientos sobre transporte marítimo y creación de centros de documentación sobre las mujeres. Se formuló un proyecto de propuestas sobre medidas para el fomento equitativo del empleo de las mujeres en una Sudafrica liberada del apartheid, para el cual se está buscando una financiación multibilateral. También se prosiguieron los contactos con las secretarías de asuntos femeninos del ANC y del PAC. Se celebraron discusiones separadas con el COSATU, el NACTU, el ANC y el PAC sobre la posibilidad de contar con la asistencia de la OIT en materia de cooperación técnica. Los sindicatos indicaron una amplia gama de políticas y programas para allanar la transición hacia una sociedad liberada del apartheid, los cuales se refieren, entre otras cosas, a las relaciones laborales, la formación profesional, la seguridad y la salud en el trabajo, la seguridad social, las políticas salariales y del empleo, y la nacionalización/privatización, para lo cual solicitaron la asistencia de la OIT en vista de que en estos ámbitos carecen de toda experiencia. Los funcionarios de la OIT que se ocupan de la materia continúan discutiendo con el COSATU la elaboración de un vasto programa de asistencia a esta organización en materia de educación obrera. Durante el período de referencia, en una reunión sobre el examen y la planificación de la educación obrera para Africa oriental y meridional, convocada en Harare por el Servicio de Educación Obrera, también se discutió la asistencia en materia de educación obrera Acción internacional contra el apartheid 123 al COSATU, al NACTU, al SACTU y al ATUCC. En esta reunión se pasó revista a los programas de educación obrera de 1988-1989, se intercambiaron informaciones sobre las actividades llevadas a cabo en el curso del bienio y se procuró dar con nuevas iniciativas para 1992-1993. En cuanto a la difusión de información, fue ampliamente distribuido el Informe especial del Director General, publicado para la 77.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo. Además, se preparó una serie de informes sobre las actividades de la OIT contra el apartheid, que fueron presentados en reuniones organizadas dentro y fuera del sistema de las Naciones Unidas. En 1990, la OIT prosiguió su estrecha colaboración con otras organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, así como con otras organizaciones internacionales y no gubernamentales, tanto regionales como subregionales, dentro del marco de la acción contra el apartheid. Asimismo, participó en diversas reuniones organizadas por dichos organismos, como el 46.° período de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos, el 42.° período de sesiones de la Subcomisión de Prevención de Discriminación y Protección a las Minorías, y el 38.° período de sesiones del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, así como el seminario de las Naciones Unidas sobre los factores políticos, históricos, económicos, sociales y culturales que contribuyen al racismo, la discriminación racial y el apartheid. La Oficina también participó en el Grupo especial de expertos de la Comisión de Derechos Humanos. La Oficina siguió las discusiones sobre el apartheid y Namibia en la Asamblea General de las Naciones Unidas y mantuvo estrechos contactos con la OUA, OATUU y SALC. En el área de las normas internacionales de trabajo, el Gobierno de Sudafrica presentó, como en años anteriores, memorias sobre los convenios internacionales del trabajo (núms. 2, 19, 26, 42, 45, 63 y 89) que había ratificado antes de retirarse de la OIT, en 1964. La Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones examinó dichas memorias a la luz de la Declaración actualizada y el Programa de Acción contra el Apartheid anexo. Una vez más, la Comisión observó que cuando el Gobierno de Sudafrica proporcionaba informaciones sobre los llamados «territorios patrios», o «bantustanes» (a saber, Bophuthatswana, Ciskei, Transkei y Venda), y los considerados como autónomos, lo hacía en forma desglosada, como si se tratara de partes separadas del resto del país. La Comisión puso de relieve, como lo había hecho en anteriores estudios, que los convenios ratificados son aplicables también a todas esas regiones y que en sus futuras memorias el Gobierno de Sudafrica debería proporcionar información sobre su aplicación en todo el territorio de Sudafrica. ACCIÓN DENTRO DEL MARCO DE LAS NACIONES UNIDAS Y DE OTRAS ORGANIZACIONES INTERGUBERNAMENTALES Asamblea General de las Naciones Unidas La visita a Sudafrica de un equipo de las Naciones Unidas con objeto de obtener información directa para la preparación de un informe sobre los progresos alcanzados en la aplicación de la Declaración sobre el apartheid y sus consecuencias destructivas para el Africa meridional, adoptada en diciembre de 1989 por la Asamblea General en su 16.° período extraordinario de sesiones, representó un acontecimiento importante en lo que concierne a las labores de la Asam- 124 Informe especial sobre el apartheid blea General de las Naciones Unidas. La preparación de este informe se solicitaba en el párrafo 10 de la Declaración. El equipo, encabezado por el Sr. Abdulrahim A. Farah, secretario general adjunto de Cuestiones Políticas Especiales, Cooperación Regional, Descolonización y Administración Fiduciaria, visitó Sudafrica del 9 al 19 de junio de 1990. Se le impartieron instrucciones de que se reuniera con miembros del Gobierno sudafricano y con representantes de los partidos y movimientos políticos y de otras organizaciones interesadas para discutir sobre los acontecimientos más recientes ocurridos en el país y obtener información objetiva sobre las diversas medidas adoptadas y las propuestas formuladas con el propósito de poner fin rápidamente al sistema de apartheid dentro del marco de la Declaración. El informe del Secretario General a la Asamblea General sobre esta cuestión, de julio de 1990, contenía observaciones y un anexo en el que figuraba el informe de la misión. En las observaciones, el Secretario General afirmaba que los positivos acontecimientos ocurridos en Sudafrica le habían alentado profundamente. Asimismo, señalaba que la política en pro de la cual el Presidente de Klerk había comprometido a su Gobierno abría claras posibilidades para la eliminación del sistema de apartheid. Además, reconocía la visión y la tolerancia de que habían hecho gala los dirigentes negros al reiterar su compromiso a favor de un proceso pacífico para poner fin al apartheid y crear una sociedad no racial y democrática. Entre las medidas estipuladas en la Declaración, a fin de crear un clima para la libre actividad política, el levantamiento de la proscripción de los partidos y movimientos políticos había sido aplicado cabalmente y otras medidas se habían aplicado en parte. También se señaló la urgente necesidad de poner fin a la violencia en el país. En relación con la injusticia social infligida por el sistema de apartheid a la población negra, el Secretario General indicó que refrendaría decididamente cualesquiera medidas encaminadas a subsanar los desequilibrios sociales y económicos, especialmente en materia de vivienda, educación, empleo y salud. El Secretario General observó que el proceso político encaminado a la eliminación del sistema de apartheid aún estaba en una etapa inicial. En el capítulo VI del informe de la misión se examinaban detalladamente las cuestiones que favorecían u obstruían el proceso de eliminación del apartheid. Todos los movimientos, organizaciones y grupos políticos con los que se reunió el equipo pidieron que se eliminaran las bases del apartheid, es decir, la ley sobre registro de la población, las leyes relativas a la propiedad de la tierra, la ley sobre zonas reservadas y la ley de servicios residenciales separados, así como todas las demás leyes y prácticas que constituían el baluarte de la discriminación racial. En lo que se refiere al trabajo, la discriminación racial en el empleo seguía siendo un problema de importancia para los trabajadores negros. En la medida en que siguiera en vigor una legislación laboral regresiva, que afianzaba la discriminación racial y restringía la libertad de asociación y el derecho de no trabajar, no sería posible establecer un saludable sistema de relaciones laborales industriales, factor de importancia para la reactivación de la economía y marco dentro del cual podían realizarse negociaciones eficaces. Desde el punto de vista del Gobierno sudafricano, la visita a Sudafrica de una comisión de investigación y de conciliación de la OIT era prematura. Por su parte, el Congreso de Sindicatos Sudafricanos (COSATU) y el Consejo Nacional Acción internacional contra el apartheid 125 de Sindicatos (NACTU) reconocían la función de apoyo cumplida por la OIT en el proceso de análisis por los sindicatos de los cambios propuestos a la ley modificatoria de la ley sobre relaciones de trabajo. El COSATU también se refirió a la denuncia hecha ante la OIT sobre esta ley laboral. En sus observaciones finales, el equipo señaló que Sudafrica había llegado al umbral de una nueva era y que el proceso político que había iniciado tenía alentadoras perspectivas de conducir a la eliminación del apartheid. Sin embargo, se necesitaban varias medidas adicionales para crear un clima conducente a la libre actividad política. El 17 de septiembre de 1990, la Asamblea General adoptó una resolución (44/244) sobre la cuestión de la Declaración pidiendo a los gobiernos y las organizaciones intergubernamentales que se adhirieran rigurosamente al programa de acción contenido en la Declaración y que, a ese fin, siguieran aplicando las medidas vigentes encaminadas a alentar al régimen de Sudafrica a erradicar el apartheid hasta que hubiera pruebas claras de cambios profundos e irreversibles, teniendo presentes los objetivos de la Declaración. En su 45.° período de sesiones, la Asamblea General adoptó algunas resoluciones en forma de resolución múltiple (45/176, diciembre de 1990) en relación con las políticas de apartheid del Gobierno de Sudafrica. En la parte A de la resolución, sobre las acciones internacionales para eliminar el apartheid, se expresaba el apoyo a los esfuerzos del pueblo sudafricano por solucionar sus problemas por medio de negociaciones y se pedía a las autoridades sudafricanas que continuaran luchando por la instauración de un clima totalmente propicio a las negociaciones y a una libre actividad política. Se pedía a todos los Estados, organizaciones e instituciones que aumentaran la asistencia económica, humanitaria, educativa y de otra índole a las víctimas del apartheid, a las organizaciones anteriormente prohibidas y a todos aquellos que se oponen al apartheid, y que fomentaran el establecimiento de una sociedad no racial y democrática en Sudafrica. En la parte B, sobre las medidas concertadas y eficaces para eliminar el apartheid, se pedía a todos los Estados que mantuvieran las medidas existentes, con el fin de ejercer presión sobre la Sudafrica del apartheid, y que se abstuvieran de mantener relaciones deportivas, culturales y académicas con Sudafrica. También se pedía a los gobiernos y a las instituciones financieras privadas e internacionales que no concedieran préstamos ni créditos a Sudafrica hasta que existieran pruebas de cambios irreversibles en este país. La parte C trataba de la colaboración militar con Sudafrica, y la parte D de las relaciones entre Sudafrica e Israel. En la parte E, relativa al programa de trabajo del Comité Especial contra el Apartheid, se autorizaba, entre otras cosas, a dicho Comité Especial a actuar de coordinador de la campaña internacional contra el apartheid y a promover la aplicación de la Declaración sobre el apartheid y sus consecuencias destructivas para el Africa meridional. En la parte F, sobre el embargo del petróleo contra Sudafrica, se pedía a todos los Estados que adoptaran medidas o disposiciones legislativas eficaces para ampliar el alcance del embargo del petróleo, con el fin de asegurar el cese completo del suministro y envío de petróleo y de productos derivados del petróleo a Sudafrica, y que establecieran un control estricto sobre el suministro de petróleo y de productos derivados del petróleo a Sudafrica por conducto de intermediarios. La parte G trataba del apoyo a la labor de la Comisión contra el Apartheid en los Deportes, y la parte H se refería al Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para Sudafrica. 126 Informe especial sobre el apartheid Además de la resolución múltiple mencionada, la Asamblea General adoptó por consenso, el 19 de diciembre de 1990, una resolución sobre las acciones internacionales para eliminar el apartheid en la que, entre otras cosas, se reafirmaban las disposiciones de la Declaración sobre el apartheid y sus consecuencias destructivas para el Africa meridional, adoptada en diciembre de 1989, se pedía a las autoridades sudafricanas que continuaran luchando por la instauración de un clima totalmente propicio a las negociaciones y a una libre actividad política, y se observaba que el proceso de cambio en Sudafrica seguía estando en su fase inicial y que se debían hacer muchos más progresos para impulsar el cambio profundo e irreversible que se pedía en la Declaración. Consejo Económico y Social En su primer período ordinario de sesiones (1.° a 25 de mayo de 1990), el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas adoptó varias resoluciones relativas al apartheid. Por ejemplo, en la resolución 1990/13, sobre las mujeres y los niños bajo el apartheid, se hacía un llamamiento a todos los países para que apoyaran los programas de educación, salud y bienestar social para las mujeres y los niños bajo el apartheid, y a la comunidad internacional para que prestara mayor asistencia a las mujeres y los niños refugiados del Africa meridional; también se instaba a los Estados Miembros y a los órganos de las Naciones Unidas a que aplicaran de inmediato, en consulta con los movimientos de liberación nacional, las Estrategias orientadas hacia el futuro que se ocupan de las mujeres y los niños bajo el apartheid, prestando especial atención a la educación, la salud, la formación profesional y las oportunidades de empleo, y al fortalecimiento de las ramas femeninas de los movimientos de liberación. En la resolución 1990/34, sobre las consecuencias adversas que tiene para el disfrute de los derechos humanos la asistencia que se presta a Sudafrica, se acogía con satisfacción la resolución 1990/22 de la Comisión de Derechos Humanos, en la que se invitaba al Relator Especial a continuar actualizando, con sujeción a revisiones anuales, la lista de bancos, empresas transnacionales y otras organizaciones que prestan asistencia al régimen racista de Sudafrica; se pidió nuevamente al Relator Especial que diera los detalles sobre las empresas incluidas en la lista que se consideraran necesarios y adecuados, incluidas explicaciones de las respuestas, si se recibieran, y que presentara el informe actualizado a la Comisión de Derechos Humanos, por conducto de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías. En la resolución 1990/44, sobre violaciones de los derechos sindicales de Sudafrica, se pedía, entre otras cosas, al Grupo Especial de Expertos que al realizar su labor siguiera estudiando la situación y celebrando consultas con la OIT y el Comité Especial contra el Apartheid. En la resolución 1990/49, sobre la aplicación del Programa de Acción para el Segundo Decenio de la Lucha contra el Racismo y la Discriminación Racial, se reafirmaba la importancia de lograr los objetivos del Segundo Decenio. También se celebraba el nuevo clima político que estaba surgiendo en Sudafrica y se hacía un llamamiento a los gobiernos a fin de que alentaran los cambios positivos en Sudafrica basándose en las directrices establecidas en la Declaración sobre el apartheid y sus consecuencias destructivas para el Africa meridional. Acción internacional contra el apartheid 127 En su segundo período ordinario de sesiones (4 a 27 de julio de 1990), el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas adoptó la resolución 1990/70, sobre las actividades de las empresas transnacionales en Sudafrica, en la que instaba al Gobierno de Sudafrica a que actuara con presteza a fin de establecer las condiciones necesarias para instituir una democracia genuina en Sudafrica. Asimismo, condenaba a las empresas transnacionales que seguían colaborando con el régimen minoritario racista de Sudafrica y hacía un llamamiento a los gobiernos de los países de origen de las empresas transnacionales para que aplicaran cabalmente las disposiciones de la resolución 1988/56 del Consejo Económico y Social y para que se plantearan la posibilidad de adoptar otras medidas que prohibieran toda forma de colaboración de las empresas transnacionales con el régimen minoritario racista de Sudafrica. También exhortaba a todas las instituciones financieras y de desarrollo multilaterales a que suspendieran inmediatamente todo tipo de apoyo u otras formas de colaboración con el régimen racista de Sudafrica. Comité Especial contra el Apartheid El informe anual del Comité Especial de las Naciones Unidas contra el Apartheid al 45.° período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas abarcaba el período comprendido entre septiembre de 1989 y mediados de octubre de 1990. En la parte I de este informe se examinaban la situación en Sudafrica, las relaciones externas de Sudafrica, las medidas internacionales contra el apartheid y la labor del Comité Especial ; también se presentaban conclusiones y recomendaciones. En los anexos se suministraba información adicional sobre la composición de los órganos subsidiarios del Comité Especial, del Grupo Intergubernamental encargado de vigilar el abastecimiento y el transporte de petróleo y productos derivados a Sudafrica, de la Comisión contra el Apartheid en los Deportes y del Grupo de Apoyo de Mujeres Eminentes. También figuraban pasajes de declaraciones hechas por el Comité Especial y una lista de documentos publicados por este Comité. Durante el período que se está examinando continuó la estrecha vigilancia por el Comité Especial de la situación existente en Sudafrica. Este Comité celebró varias reuniones y consultas con sudafricanos, en particular con el Sr. Mandela, y evaluó algunos de los cambios positivos introducidos recientemente por el Gobierno de Sudafrica. El Comité Especial condenó la violencia del Gobierno y el encarcelamiento de trabajadores negros en huelga contra la empresa de servicios de transporte sudafricano de propiedad estatal, y deploró sus ataques a otros grupos negros y las detenciones de algunas personas. En cumplimiento de una decisión adoptada por el Comité Especial, se efectuó una misión en noviembre de 1989 por una delegación del Grupo de Apoyo de Mujeres Eminentes para evaluar las necesidades de las mujeres y los niños refugiados sudafricanos y namibianos. El informe de la misión al Comité Especial contenía algunas recomendaciones. Por ejemplo, se proponía que los organismos de las Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales coordinaran estrechamente sus actividades y que se asignaran recursos suficientes a los programas de desarrollo para garantizar que las mujeres refugiadas tuvieran la posibilidad de alcanzar y conservar la autosuficiencia. 128 Informe especial sobre el apartheid El Comité Especial celebró algunas reuniones para conmemorar los días internacionales de solidaridad, tales como el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo en Lucha de Sudafrica (16 de junio de 1990) y el Día Internacional de Solidaridad con la Lucha de las Mujeres de Sudafrica (9 de agosto de 1990). En esta última reunión se expresó la esperanza de que frente a los nuevos acontecimientos que se producen en Sudafrica se cumplieran las expectativas legítimas de la mujer, se recuperara plenamente su papel en la sociedad y se garantizara su igualdad. El Comité continuó esforzándose por alentar a los gobiernos para que no disminuyeran la presión que actualmente ejercen sobre el régimen del apartheid. En enero de 1990 organizó en Tokio el Seminario Regional sobre la Acción en el Asia Oriental contra el Apartheid, en cuya sesión de clausura se hizo un llamamiento a la acción de los países del Asia oriental y de la comunidad internacional. El Comité Especial, en cooperación con el Comité Olímpico Nacional de Suecia (SANROC) y la Campaña Internacional contra el Apartheid en los Deportes, organizó la cuarta Conferencia Internacional contra el Apartheid en los Deportes, que se celebró en Estocolmo en septiembre de 1990. En octubre de 1990, el Comité Especial organizó consultas en Ginebra con organizaciones no gubernamentales y movimientos contra el apartheid. El Comité Especial también continuó apoyando algunas actividades contra el apartheid, participando en otras reuniones, seminarios y conferencias sobre el apartheid, realizando misiones y cooperando con la OIT, los órganos de las Naciones Unidas y otras organizaciones que luchan contra el apartheid. El informe anual del Comité Especial contenía algunas recomendaciones en las que se pedía al régimen de Sudafrica que adoptara todas las medidas necesarias para crear un clima que fuera plenamente conducente a negociaciones y para derogar la legislación represiva y derribar los pilares del apartheid. También se reiteraba que se debía mantener la presión sobre Sudafrica hasta que la Asamblea General determinara que había pruebas claras de cambios profundos e irreversibles, y que el Consejo de Seguridad debería considerar la posibilidad de tomar medidas concretas para la aplicación más estricta del embargo obligatorio de armas. Asimismo, se pedía la adopción de nuevas medidas por parte de los gobiernos y de las organizaciones financieras y de otra índole. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo En el 37.° período de sesiones (junio de 1990) del Consejo de Administración del PNUD se examinó un informe en el que se consideraba la asistencia técnica prestada por el PNUD en 1989 a los movimientos de liberación nacional (MLN) reconocidos por la OUA. El cometido principal de esta asistencia siguió siendo la prestación de servicios de educación y salud y se guió por las prioridades establecidas en el primer proyecto de programa de asistencia del PNUD a los MLN para el período 1987-1991. Se formularon proyectos sobre prestación de servicios de reparación y mantenimiento, que fueron sometidos a aprobación. La promoción de la mujer y su participación en el proceso de desarrollo se analizaron con los MLN, y se los alentó a que presentaran propuestas de asistencia en esta esfera. Entre los beneficiarios de la asistencia siguieron figurando el ANC y el PAC. Acción internacional contra el apartheid El examen de mitad de período del programa de asistencia del PNUD para el ANC y el PAC se llevó a cabo en febrero de 1990 en la República Unida de Tanzania. Ambos MLN expresaron su satisfacción por la índole de la asistencia prestada por el PNUD. Se acordó con el ANC que se hiciera una revisión de la asistencia en el sector de la educación con miras a aumentarla, ya que se estaba sumando, y se sumaría, un mayor número de estudiantes a sus servicios de capacitación en la República Unida de Tanzania, y que deberían aprobarse algunos proyectos en tramitación para lo que quedara del cuarto ciclo de programación (1987-1991). Entre estos proyectos figurarían un centro de orientación profesional en el asentamiento de Dakawa, el apoyo a los servicios de salud en la República Unida de Tanzania y Zambia, la asistencia en la producción y él desarrollo de la ganadería en Dakawa, la modernización de los talleres de reparación y mantenimiento en Dakawa y el fortalecimiento del Centro de Capacitación Profesional del ANC en Dakawa. El ANC señaló además que estaba examinando una propuesta de asistencia del PNUD para establecer una dependencia de coordinación de la ayuda y planificación. En lo que se refiere al PAC, se convino aprobar una nueva prórroga del proyecto de producción de alimentos y desarrollo agropecuario, en el que figuraba la capacitación de agrónomos del PAC. El proyecto de un solo objetivo de más envergadura que abarcaba a estos dos MLN era el de capacitación del personal sanitario. En 1989 se ejecutaron dieciséis proyectos con cargo a los fondos de las cifras indicativas de planificación (CIP) asignadas a los MLN, que incluían tres proyectos para el ANC, tres para el PAC, tres para todos los MLN y otros para la SWAPO; la cifra total comprometida ascendía a 13,4 millones de dólares. En su 37.° período de sesiones (mayo-junio de 1990), el Consejo de Administración del PNUD decidió que la asistencia técnica proporcionada por el PNUD a los MLN durante el resto del cuarto ciclo de programación debería seguir guiándose por las disposiciones sobre prioridades establecidas en 1987. El Consejo de Administración pidió al Administrador del PNUD que le informara en su próximo (38.°) período de sesiones de 1991 — si los cambios en la situación lo justificasen — sobre las tendencias, los adelantos y la eficacia de esta asistencia, así como respecto de las cuestiones pertinentes relativas a su aplicación y gestión, en particular las propuestas para el establecimiento de una CPI del quinto ciclo para los MLN. Comisión de Empresas Transnacionales En su 16.° período de sesiones (2 a 11 de abril de 1990), la Comisión de Empresas Transnacionales consideró nuevamente un punto relacionado con las empresas transnacionales en Sudafrica y Namibia. Un informe sobre las medidas relativas al comercio, las finanzas, las inversiones y las transferencias de tecnología en Sudafrica reveló que aproximadamente seiscientas empresas transnacionales, sus empresas subsidiarias que funcionan en forma independiente o sus filiales retiraron sus inversiones de Sudafrica en el período comprendido entre el 1.° de enero de 1984 y el 31 de diciembre de 1989. También mostró que las medidas impuestas por la banca transnacional habían tenido las mayores repercusiones inmediatas. La Comisión tuvo, asimismo, ante sí un informe y 129 130 Informe especial sobre el apartheid recomendaciones del Grupo de personas eminentes establecido para realizar la segunda serie de audiencias públicas sobre las actividades de las empresas transnacionales en Sudafrica y Namibia. Después de celebrar una discusión detallada de los informes, la Comisión pidió al Centro de las Naciones Unidas sobre Empresas Transnacionales (UNCTC) que preparara y presentara a la Comisión, en su 17.° período de sesiones, otro informe sobre las actividades de las empresas transnacionales en Sudafrica que contuviera un examen de las responsabilidades de los países de origen respecto de las empresas transnacionales que realizaran tales actividades, así como los resultados del estudio de viabilidad sobre un amplio programa de capacitación para sudafricanos negros. También adoptó una resolución sobre las actividades de las empresas transnacionales en Sudafrica que fue posteriormente aprobada por el segundo período ordinario de sesiones del Consejo Económico y Social. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura La UNESCO siguió realizando en 1990 algunas actividades (investigación, publicaciones, formación y seminarios) dentro del marco de su programa titulado «Eliminación de los prejuicios, la intolerancia, el racismo y el apartheid». En enero de 1990 se organizó en Harare, Zimbabwe, un taller sobre la coordinación de la investigación y la formación para la transformación de la educación sobre el apartheid, en colaboración con el Centro de Investigación sobre Educación en Sudafrica (RESA) (Universidad de Essex), financiado por la UNESCO. Esta organización también proporcionó asistencia financiera a la IDAF (editorial del Fondo Internacional de Defensa y Ayuda para el Africa Meridional) para la publicación de un folleto titulado Subverting Apartheid — Education, Information and Culture under Emergency Rule. Durante este período, la UNESCO compiló declaraciones sobre el apartheid formuladas por dirigentes religiosos y emprendió un análisis de la religión y el apartheid. Además, comenzó a prepararse un repertorio de institutos y grupos de investigación y una lista de sus documentos y estudios. El tercer plan a medio plazo de la UNESCO, que se está llevando a cabo actualmente, contiene también un proyecto especial titulado «La instauración en Sudafrica de una sociedad igualitaria, no racial, liberada del apartheid y reconciliada consigo misma». Para la primera etapa del tercer plan a medio plazo, y conforme al programa y presupuesto aprobados para 1990-1991, se programaron las actividades siguientes: un informe de síntesis sobre los estudios llevados a cabo por la UNESCO acerca del apartheid; estudios y organización de un grupo de trabajo oficioso sobre las otras políticas posibles en una Sudafrica liberada del apartheid y publicación de un informe al respecto ; una reunión en España sobre las religiones y el apartheid; un curso práctico en Gambia sobre las cuestiones de derechos humanos en Sudafrica; formación y perfeccionamiento del personal sudafricano, y un proyecto piloto en Africa austral con miras a crear un centro de documentación que incluiría la creación de un servicio sobre Sudafrica dentro del Centro de Documentación de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos. Acción internacional contra el apartheid 131 Comisión de Derechos Humanos En 1990, las cuestiones relacionadas con las violaciones de los derechos humanos en Sudafrica figuraron en el orden del día del 46.° período de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos y de sus diferentes organismos, tales como el 42.° período de sesiones de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías y el 13." período de sesiones del Grupo Especial de Expertos establecido de acuerdo con la Convención internacional sobre la represión y el castigo del crimen de apartheid. En el 46.° período de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos (Ginebra, 29 de enero a 9 de marzo de 1990) se adoptaron algunas resoluciones sobre la situación en el Africa meridional. Por ejemplo, en una resolución (1990/8) sobre la situación en el Africa meridional se condenaba la continua violación de los derechos humanos por el régimen sudafricano, se pedía la liberación de todas las personas detenidas o encarceladas a causa de su lucha por la libre determinación y la independencia, se exigía una solución democrática y no racial en Sudafrica fundada en el principio del sufragio universal e igual, sin discriminación alguna, se acogía con satisfacción la liberación del Sr. Mandela, y se pedía la plena aplicación de la Declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el apartheid y sus consecuencias destructivas en el África meridional. En otra resolución sobre las violaciones de los derechos humanos en el Africa meridional se pedía a Sudafrica que pusiera en libertad inmediata e incondicionalmente a todos los niños que están encarcelados, que pusiera fin al estado de excepción y que derogara todas las leyes represivas y discriminatorias. En una resolución sobre la aplicación de la Convención internacional sobre la represión y el castigo del crimen de apartheid se instaba una vez más a los Estados que aún no lo hubieran hecho a que ratificaran la Convención o se adhirieran a ella sin demora, en particular a los Estados que tuvieran jurisdicción sobre empresas transnacionales que operaran en Sudafrica. También se hacía un llamamiento a todos los Estados, a los órganos y organismos especializados de las Naciones Unidas y a otras organizaciones no gubernamentales internacionales y nacionales para que intensificaran sus actividades encaminadas a aumentar la conciencia del público, denunciando los crímenes cometidos por el régimen racista en Sudafrica. En una resolución sobre la aplicación del Programa de Acción para el Segundo Decenio de la Lucha contra el Racismo y la Discriminación Racial se exhortaba a los Estados a que ratificaran y aplicaran los instrumentos internacionales pertinentes y a que se adhirieran a ellos, y se citaba en particular la Convención internacional sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial, la Convención internacional sobre la represión y el castigo del crimen de apartheid, la Convención internacional contra el apartheid en los deportes y la Convención relativa a la lucha contra las discriminaciones en la esfera de la enseñanza. Además, se invitaba a todos los gobiernos y a las organizaciones internacionales y no gubernamentales a que aumentasen sus actividades de lucha contra el racismo, la discriminación racial y el apartheid, a que proporcionasen asistencia a las víctimas de esos males y a que contribuyesen al Fondo Fiduciario del Programa para el Decenio de la Lucha contra el Racismo y la Discriminación Racial. 132 Informe especial sobre el apartheid En una resolución sobre las consecuencias adversas que tiene para el disfrute de los derechos humanos la asistencia política, militar, económica y de otra índole que se presta a los regímenes colonialistas y racistas del Africa meridional se tomaba nota con reconocimiento de las importantes medidas adoptadas por algunos países, sindicatos y organizaciones para ejercer presión sobre el régimen sudafricano y se les instaba a que redoblaran sus esfuerzos con el fin de obligar a este régimen a cumplir las resoluciones de las Naciones Unidas sobre Sudafrica. En otra resolución sobre la misma cuestión se felicitaba al Sr. Khalifa, Relator Especial, por su informe y se hacía un llamamiento a todos los gobiernos para que cooperaran con él para que fuera aún más preciso, y se pedía, asimismo, que se divulgara el informe lo más ampliamente posible. En un informe presentado al 42.° período de sesiones de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías, el Relator Especial reveló una vez más que algunas empresas transnacionales que habían liquidado sus inversiones en Sudafrica desde 1984 continuaban manteniendo con ese país vínculos distintos de la participación en capital. Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) En 1990, la UNCTAD continuó cooperando estrechamente con los Estados de Primera Línea para ayudarlos a hacer frente a los efectos de las políticas de apartheid de Sudafrica. La UNCTAD continuó prestando asistencia técnica a los países en sus esfuerzos por consolidar la cooperación económica entre ellos y por promover la expansión del comercio mutuo. A este respecto, siguió colaborando estrechamente con la Zona de Comercio Preferencial para los Estados de Africa Oriental y Meridional (PTA) y con la Oficina de Coordinación para la Industria y el Comercio de la CCDAM, realizando estudios y prestando asesoramiento sobre una serie de cuestiones relacionadas con los programas de la región para la liberalización del comercio y para fomentar el crecimiento de los sectores productivos. A fin de ayudar a los países a aumentar y diversificar sus exportaciones tanto en lo que se refiere a la composición como al destino de la producción, el Programa de asistencia técnica de la UNCTAD sobre el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) continuó desarrollando amplias actividades de formación en la región del Africa meridional, centrándose en los exportadores y fabricantes actuales y potenciales en los Estados de Primera Línea. De 1989 a mediados de 1990 se celebraron seminarios nacionales sobre el SGP, con la asistencia financiera del Gobierno de Suecia, en los países siguientes: Lesotho, Malawi, Mozambique, Swazilandia, República Unida de Tanzania, Zambia y Zimbabwe. La UNCTAD continuó, con fondos del PNUD, concediendo especial importancia a un proyecto sobre el transporte en tránsito destinado a ayudar a la región — especialmente a los Estados de Primera Línea — a crear un sistema de transporte que fuera eficaz e independiente de las rutas de tránsito a través de Sudafrica. En lo que se refiere a las actividades recientes con respecto a los proyectos, se ha procedido a la actualización de la información sobre la situación del transporte en tránsito a lo largo de los corredores de tránsito de la subregión, a la creación de diques secos, a la simplificación de la documentación de tránsito, al fortalecimiento de las instituciones que se ocupan de las políticas de tráfico en Acción internacional contra el apartheid 133 tránsito y a la formación en varios aspectos del tráfico en tránsito. El programa de trabajo continuó abarcando las esferas mencionadas y previo un aumento de la asistencia a los Estados de Primera Línea sin litoral, con el fin de promover la aplicación efectiva de los acuerdos bilaterales de tránsito con sus países vecinos. Estas actividades se realizaron con la plena colaboración de la Comisión de Transportes y Comunicaciones del Africa Meridional. Por medio de sus otros programas interregionales y regionales de cooperación técnica, la UNCTAD continuó ayudando a los Estados de Primera Línea en algunas otras esferas, en particular el desarrollo y la transferencia de tecnología, la supervisión de la deuda, el análisis financiero y la administración de aduanas. Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) En 1990, el ACNUR siguió brindando asistencia material y protección a los refugiados sudafricanos y namibianos. A pesar de la conclusión satisfactoria del Programa del ACNUR de Rehabilitación de Namibia, seguía habiendo un gran número de refugiados en la región del Africa meridional a causa de las políticas de apartheid de Sudafrica. Más de la mitad de la cifra estimada de treinta y cinco mil refugiados sudafricanos en la región recibieron asistencia del ACNUR. Los programas continuaron centrándose en la educación de los niños refugiados, en la formación profesional y el empleo y en el fomento de la autosuficiencia entre los refugiados adultos, tanto en el país de asilo como en caso de repatriación a su país de origen. Se completó la revisión de los preparativos para casos de urgencia para Botswana, Lesotho, Swazilandia y Zimbabwe, y comenzó la relativa a Mozambique. En Malawi, el ACNUR continuó colaborando con el Gobierno, el PNUD y el Banco Mundial para evaluar el aumento de la carga financiera resultante de la presencia de refugiados en el país. El ACNUR siguió manteniendo vínculos con los MLN reconocidos por la OUA, y siempre que le fue posible prestó asistencia a sus miembros por conducto de estos movimientos. Asimismo, entabló debates con el ANC, el PAC y el Gobierno sudafricano para planificar la posible repatriación voluntaria en masa de refugiados sudafricanos después de los acontecimientos positivos que se habían producido en Sudafrica. Organización Mundial de la Salud (OMS) En un informe del Director General de la OMS a la 43.a Asamblea Mundial de la Salud (abril de 1990) se exponen las actividades realizadas por la OMS durante el año anterior para ayudar a los Estados de Primera Línea y a los movimientos de liberación nacional reconocidos por la OUA, de conformidad con una resolución (WHA42.17) adoptada por la 42.a Asamblea Mundial de la Salud. Entre las formas de asistencia figuraban la concesión de becas, la organización de seminarios y los programas de preparativos para casos de urgencia. En la 43.a Asamblea Mundial de la Salud se adoptó una resolución (WHA43.14) en la que se pedía a la OMS que siguiera adoptando, cuando procediera, medidas apropiadas para ayudar a los Estados de Primera Línea, Lesotho y Swazilandia, a resolver los graves problemas sanitarios de los refugiados de Sudafrica y otros refugiados, proporcionando a los países que habían sido objeto de la campaña 134 Informe especial sobre el apartheid de desestabilización llevada a cabo por Sudafrica cooperación técnica en el sector de la salud, para reparar los daños causados en las infraestructuras sanitarias, e intensificando la asistencia humanitaria al ANC y al PAC. Organización de la Unidad Africana (OUA) La OUA continuó, a lo largo de 1990, participando activamente en la lucha contra el apartheid y apoyando a los MLN. En julio de 1990 se adoptó en el 26.° período ordinario de sesiones de la Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno de la OUA una Declaración sobre la situación política y socioeconómica en Africa y los cambios fundamentales que se están produciendo en el mundo. En el párrafo 4 de la Declaración se observaba que los cambios que se habían producido hasta ahora en Sudafrica distaban mucho de conducir a un total desmantelamiento del apartheid, y por consiguiente se pedía que siguiesen ejerciéndose todas las formas de presión, incluidas las sanciones económicas contra Sudafrica. En el 52.° período ordinario de sesiones del Consejo de Ministros de la OUA (Addis-Abeba, julio de 1990) también se adoptó una resolución sobre Sudafrica en la que se aprobaban las conversaciones del ANC con el régimen sudafricano con el fin de eliminar los obstáculos que se oponían a la celebración de negociaciones auténticas. Se reiteraba que la OUA prefería poner fin al sistema de apartheid por medio de auténticas negociaciones, como se preveía en la Declaración sobre la cuestión de Sudafrica adoptada en Harare, Zimbabwe (1989), por el Comité ad hoc de Jefes de Estado y de Gobierno sobre el Africa Meridional, de la OUA, y en la Declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el apartheid y sus consecuencias destructivas para el Africa meridional. También se pedía a los Estados miembros de la OUA que adoptaran una postura concertada para seguir aislando al régimen sudafricano y para mantener las sanciones y otras formas de presión hasta que se erradicara el apartheid. En otra resolución adoptada por el Consejo de Ministros sobre los Estados de Primera Línea y otros Estados vecinos se felicitaba a estos Estados por su apoyo al pueblo de Sudafrica en su lucha contra el apartheid. Asimismo, se hacía un llamamiento a la comunidad internacional para que aumentara la asistencia financiera y material a los Estados de Primera Línea. En los 4.° y 5.° períodos ordinarios de sesiones del Comité ad hoc, celebrados en Lusaka, en marzo de 1990, y en Kampala, en septiembre de 1990, respectivamente, se publicaron sendas declaraciones. Si bien se tomaba nota de los cambios positivos que se habían producido recientemente en Sudafrica, se observaba que la existencia de la legislación represiva seguía limitando fuertemente la actividad política y que las estructuras del apartheid y sus innumerables leyes seguían intactas. Por consiguiente, en el 5.° período de sesiones del Comité ad hoc se decidió establecer un grupo de vigilancia al que se le encargó que siguiera muy de cerca la aplicación de la Declaración de Harare de la OUA y de la Declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas, así como que presentara informes periódicos al Comité. En los 4.° y 5.° períodos de sesiones del Comité ad hoc se subrayó que hasta que Sudafrica no respetase la Declaración de Harare de la OUA y la Declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la comunidad internacional debería mantener las presiones y Canciones actuales contra Sudafrica. Acción internacional contra el apartheid 135 Jefes de Gobierno de los Estados de la Commonwealth En la reunión del Comité de Ministros de Relaciones Exteriores de la Commonwealth sobre el Africa Meridional (CFMSA), celebrada en Abuja, Nigeria, en mayo de 1990, se pidió al Secretario General de la secretaría de la Commonwealth que estableciera un grupo de expertos sobre desarrollo de los recursos humanos para una Sudafrica liberada del apartheid, cuyo mandato fuera el de presentar un informe que incluyese lo siguiente : una visión general sucinta de la participación actual de los negros en los niveles de calificaciones más elevados en el mercado del trabajo y los requisitos futuros previstos a medida que se avanzaba hacia una democracia no racial ; la determinación de sectores prioritarios para la educación superior y la formación de alto nivel, con inclusión de la experiencia en el trabajo, considerando debidamente el papel y la participación de las mujeres ; la presentación de recomendaciones al CFMSA sobre políticas y posibles acciones de la Commonwealth en estas esferas, e ideas sobre la manera de movilizar en toda la Commonwealth y la comunidad internacional una mayor asistencia para satisfacer las necesidades en materia de recursos humanos de una sociedad liberada del apartheid. La primera reunión del Grupo se celebró en Londres en noviembre de 1990, y se observó que el período inmediato de transición (los próximos doce a dieciocho meses) a una democracia no racial en Sudafrica requeriría la adopción de medidas urgentes para impartir formación a sudafricanos negros cualificados para que pudieran desempeñar cargos esenciales en el Gobierno, el comercio y la industria. El Grupo señaló que la Commonwealth podría desempeñar un papel importante en esta esfera, y estableció tres esferas prioritarias a las que se debía prestar atención urgentemente : la administración central, en particular los servicios judiciales, económicos, jurídicos, policiales y en materia de seguridad; las estructuras gubernamentales locales, incluidos todos los servicios esenciales; y los servicios técnicos, en particular la gestión de las instituciones educativas, el transporte y la comunicación. El Grupo de expertos señaló a la atención el legado de casi cuarenta años de educación bantú, que había tenido como resultado la discriminación contra los negros en la educación primaria, secundaria y superior, dado que la calidad de la instrucción y el nivel docente habían sido insuficientes ; naturalmente, las malas calificaciones obtenidas limitaban las posibilidades de quienes, por ejemplo, aspiraban a continuar sus estudios para adquirir el título de contables o ingenieros. El analfabetismo persistía y la situación se había agravado por la política tendente a imponer el afrikaans como medio de instrucción. Los recursos educativos a nivel preescolar también eran insuficientes, en particular los destinados a los negros, lo que junto con la escasez de servicios de puericultura limitaba las posibilidades de las mujeres que deseaban cursar estudios superiores. Si bien se reconocía que una gran parte de la formación transitoria tendría que impartirse fuera de Sudafrica — y de ahí que se instara a los gobiernos de la Commonwealth a prestar asistencia en esta esfera —, el Grupo de expertos señalaba la necesidad de modificar la política anterior favoreciendo la formación y los períodos de prácticas dentro de Sudafrica. Sin embargo, tales actividades únicamente deberían realizarse si cumpliesen con los tres requisitos siguientes : deberían estar dirigidas a las víctimas del apartheid, contribuir específicamente al 136 Informe especial sobre el apartheid proceso de cambio y emprenderse después de estrechas consultas con los organismos sudafricanos competentes. Además, no deberían ir en contra, en modo alguno, de la actual política de la Commonwealth relativa a las sanciones. El Grupo de expertos también opinó que, en el marco de los programas de la Commonwealth, se deberían apoyar los períodos de prácticas y la formación de sudafricanos en otros países de la Commonwealth, en particular en Africa. Además de los cursos especialmente concebidos para futuros funcionarios gubernamentales de alto nivel, deberían preverse cursos de estudios posuniversitarios y de formación especializada y períodos de prácticas especialmente para la formación de instructores. Respecto de estas actividades, el Grupo de expertos instó a los gobiernos de la Commonwealth a que revisaran sus disposiciones para que los cursillistas de Sudafrica pudiesen entrar en sus países más fácilmente. En respuesta a una solicitud presentada por el CFMSA en Abuja para que todos los gobiernos de la Commonwealth y la comunidad internacional en general utilizaran los cauces apropiados para contribuir financieramente y en especie al reasentamiento de los exiliados que regresaban a Sudafrica, el Grupo de expertos observó que la comunidad internacional debía disponer urgentemente de un estudio detallado sobre estos exiliados. Este estudio tendría como fin determinar las necesidades de cada persona en materia de formación y las calificaciones de los exiliados, así como saber si necesitaban recibir algún tipo de formación específica de corta duración o realizar períodos de prácticas para aumentar sus posibilidades de empleo y su contribución al progreso económico y social en Sudafrica. La formación y los períodos de prácticas para los exiliados que regresasen deberían llevarse a cabo tanto dentro de Sudafrica como en otras partes, especialmente en la región, con la asistencia de las instituciones y organizaciones existentes, tales como las universidades, iglesias y sindicatos, y con la ayuda activa del sector empresarial. En vista de los cambios que se habían producido y a fin de favorecer la ocupación de puestos profesionales esenciales por sudafricanos negros, el Grupo opinó que había llegado el momento de establecer vínculos institucionales selectivos entre las instituciones apropiadas de Sudafrica y las de la Commonwealth. Esa colaboración debería incluir programas realizados en lugares múltiples, especialmente en esferas tales como la contabilidad, la administración de empresas, la ingeniería y la informática, y abarcando también los intercambios y la formación de personal. El fomento de los programas de formación y perfeccionamiento de profesores, especialmente en disciplinas esenciales como las matemáticas, las ciencias, la tecnología y la enseñanza del inglés, era sumamente importante. El Grupo de expertos propuso que el CFMSA alentara la coordinación en lo referente a los compromisos bilaterales existentes y los programas de asistencia técnica, con el fin de asegurar la utilización de los fondos de acuerdo con las prioridades en materia de recursos humanos definidas en este informe provisional y de que se aprovechasen plenamente los conocimientos del Fondo de la Commonwealth para la Cooperación Técnica (CFTC) para desarrollar las posibilidades en cuanto a formación y períodos de prácticas en el país. También propuso que el CFMSA desarrollara los programas actuales de la Commonwealth, en particular el Programa Multilateral de Becas de Nassau (NFS), solicitante nuevamente recursos financieros para este importante programa de la Commonwealth. El objetivo era patrocinar de forma inmediata mil quinientas Acción internacional contra el apartheid 137 nuevas becas de formación y experiencia en el trabajo, la mayoría de las cuales podrían llevarse a cabo dentro de Sudafrica. El Grupo de expertos también subrayó el principio general de acción rápida para el logro de la igualdad de oportunidades en materia de ingresos para todos los sectores de la población, lo cual se podría conseguir mejorando el acceso a la educación y la calidad de la misma y eliminando las diferencias cualitativas existentes en lo referente a los recursos humanos. También indicó que no podría conseguirse la igualdad de acceso únicamente adoptando medidas respecto de las posibilidades de educación oficial, sino que también deberían aplicarse medidas de carácter estructural, consistentes en acciones positivas y en un aumento de la orientación profesional para los jóvenes. El Grupo de expertos advirtió que el sector educativo no oficial estaba relativamente bien desarrollado y comprendía muchas iniciativas comunitarias y en materia de educación de adultos, y que gozaba del apoyo de la industria, las iglesias, las sociedades fiduciarias privadas y los sindicatos. A este respecto, opinó que el sector educativo no oficial podría aportar una contribución importante completando los medios educativos del sector oficial e indicando el camino para su reforma. El Grupo de expertos decidió examinar, en su próxima reunión de febrero y marzo de 1991, lo siguiente: la determinación de las estructuras de desarrollo de los recursos humanos existentes en Sudafrica como base para la capacidad futura de creación de instituciones en las zonas rurales y urbanas de Sudafrica ; las calificaciones existentes y las necesidades de formación de los exiliados; la repercusión sobre los recursos humanos de la introducción de nuevas tecnologías en sectores esenciales; la instrucción y capacitación para la adquisición de formación científica, tecnológica y matemática (junto con la UNESCO); los problemas relacionados con el sexo y el papel y las necesidades de formación de las mujeres en los sectores estructurado y no estructurado; la participación del sector empresarial (aprendizaje, formación en el empleo y fondos para becas), el desarrollo de pequeñas empresas y cooperativas y el papel del sector no estructurado, y el papel de los sindicatos en el desarrollo de los recursos humanos (junto con las organizaciones sindicales de Sudafrica y el Consejo Sindical de la Commonwealth (CTUQ). Además de las actividades mencionadas de la Commonwealth, en febrero de 1990 se estableció en la London School of Economics un centro independiente para el estudio de la economía sudafricana y de las finanzas internacionales como resultado de una iniciativa de la Commonwealth. Este centro estudiará las relaciones financieras internacionales de Sudafrica y sus consecuencias para su economía e informará sobre esta cuestión. También publicará informaciones concretas sobre las corrientes financieras y las políticas hacia Sudafrica. Conferencia de Coordinación del Desarrollo del Africa Meridional (SADCC) Del 31 de enero al 2 de febrero de 1990 se celebró en Lusaka, Zambia, la Conferencia Consultiva Anual de la SADCC, en la que se conmemoró el décimo aniversario de la SADCC y que se dedicó al tema siguiente: «Segundo decenio de la SADCC — Iniciativa, capacitación y productividad». En el documento sobre este tema se examinaba la situación económica de la región de la SADCC 138 Informe especial sobre el apartheid y el papel que desempeñaba esta Conferencia en cuanto a la solución de estos problemas, y se analizaban los cambios a los que en el futuro debería adaptarse la SADCC, como consecuencia del logro de la independencia de Namibia y de los progresos que se estaban realizando hacia la implantación de la democracia en Sudafrica. También se analizaban los desafíos a los que debían hacer frente los Estados miembros de la SADCC, en particular los graves problemas de desempleo y de subempieo, y el hecho de que se tendría que conceder un valor mayor a la iniciativa, la capacitación y la productividad en el futuro como resultado de las nuevas tecnologías. La Conferencia, en general, hizo hincapié en la importancia de las personas a la par como agentes y como beneficiarios del desarrollo. La OIT figuraba entre las organizaciones que asistieron a la Conferencia y que intervinieron en la misma. La próxima Conferencia Consultiva Anual de la SADCC se celebrará del 30 de enero al 1.° de febrero de 1991. Comisión de Trabajo de Africa Austral (SALC) La undécima reunión ministerial y tripartita de la Comisión de Trabajo de Africa Austral se celebró en Mbabane, Swazilandia, los días 22 y 23 de enero de 1990. El Equipo de Sudafrica para la Promoción del Empleo de la OIT (SATEP) y la Comisión Económica para África de las Naciones Unidas y el Centro Multinacional de Programación e Investigación Operativa (CEPA/MULPOC) actuaron de secretaría de la Comisión. La reunión examinó un informe que había sido preparado por la OIT/SATEP sobre el desarrollo económico y el empleo en el decenio de 1980 y los desafíos a que se debía hacer frente en el decenio de 1990, y suscribió sus recomendaciones, así como un informe sobre los aspectos económicos y sociales de los trabajadores migrantes en el Africa meridional. También examinó informes sobre la estimación y evaluación de la actuación de la SALC desde 1980, sobre las actividades pasadas y futuras del SATEP y sobre la seguridad y la salud en el trabajo en los países del Africa meridional. En la reunión se adoptó una resolución sobre las actividades de cooperación técnica de la OIT en el Africa meridional en la que se pedía al Director General de la OIT que hiciese un llamamiento a las instituciones financieras internacionales y a los donantes multibilaterales para que asignasen más recursos para las actividades de cooperación técnica en el Africa meridional y adoptasen medidas adecuadas a fin de que la OIT/SATEP siguiesen colaborando estrechamente con la SALC.