CÁTEDRA BBVA DT-SUR DE ANÁLISIS ECONÓMICO TRABAJO DE INVESTIGACIÓN 2/2008 UN ENFOQUE REGIONAL DE LAS RELACIONES ENTRE INVERSIÓN PÚBLICA Y PRIVADA EN ESPAÑA, 1980‐2004 Alumno: Ernesto Mesa Vázquez Director: Prof. Dr. Diego Martínez López Patrocinada por: UN ENFOQUE REGIONAL DE LAS RELACIONES ENTRE INVERSIÓN PÚBLICA Y PRIVADA EN ESPAÑA, 1980‐20041 Alumno: Ernesto Mesa Vázquez2 Resumen La presente investigación analiza los factores que inciden sobre la inversión privada en las regiones españolas para el periodo comprendido entre 1980 y 2004. Se describe el comportamiento de la inversión privada y pública para pasar a estimar las interrelaciones existentes entre ambas, constatándose la presencia de complementariedad (efecto crowding‐in) de la inversión pública sobre la privada. Esta relación se muestra de modo más intenso para la inversión pública en infraestructura viaria y urbana de las corporaciones locales. Palabras claves: inversión, efecto expulsión, regiones, datos de panel, spillover. Clasificación JEL: R53, H54, E62, C33. 1 El autor agradece a Diego Martínez López su labor como director de la tesina y a Alejandro Cardenete sus comentarios sobre la misma. En cualquier caso, todos los errores que pudieran permanecer son de mi exclusiva responsabilidad. 2 C/Cervantes, 27. 41927. Mairena del Aljarafe (Sevilla). Teléfono: +34 626 746 133. E-mail: ermeva1983@hotmail.com. 1. Introducción. Existe un consenso universal que reconoce el importante papel que desempeña la inversión pública en cualquier economía. Tras la II Guerra Mundial, la implantación del Estado de Bienestar en la mayor parte de economías occidentales puso de relieve la importancia de la inversión pública para el desarrollo económico. Actualmente, en las economías emergentes y en desarrollo se están llevando a cabo programas de inversión por parte de las autoridades públicas para crear la infraestructura necesaria que permita un mayor crecimiento de los niveles de producción nacionales. Así, cierta dotación de stock de capital permite, tanto al sector productivo como a los individuos, mejoras en términos de eficiencia y de productividad, asegurando el crecimiento de la economía. Existen modelos teóricos, como el planteado por Solow, que enfatizan la función del stock de capital entre las variables que determinan el crecimiento del PIB. La inversión pública se configura como un instrumento relevante no sólo en la formación del stock de capital, sino también en su distribución espacial. Ello es así, entre otras razones, porque la inversión pública participa como elemento corrector de las diferencias interregionales, colaborando a la convergencia en los niveles de renta per cápita. Adicionalmente, en contextos de crisis económica como los actuales, un adecuado programa de inversiones desde el sector público incorpora un notable efecto contracíclico, compensando parcialmente la atonía de la iniciativa privada, y aportando las condiciones necesarias para optimizar las decisiones de inversión del sector privado cuando la coyuntura económica sea más favorable. Al ser relegada la política monetaria a una autoridad central supranacional para los países miembros del SEBC, la política fiscal es el principal instrumento del gobierno para perseguir los fines anteriores. Sin embargo, se encuentra sujeta a los criterios de eficacia y eficiencia en su aplicación marcados por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento impuestos por la Unión Europea. La inversión pública, como uno de los principales instrumentos de la política fiscal, ha de encuadrarse bajo estos requerimientos para que su aplicación brinde los resultados esperados. Existen trabajos cuyo ámbito de estudio están focalizados a escala nacional. Debido a la escasez de los mismos que se refieran a un campo regional, el presente enfatiza el estudio de las distintas comunidades autónomas para arrojar evidencias más sólidas que contrasten las distintas relaciones entre la inversión pública y privada. La metodología usada se sustenta sobre un panel de datos para las 17 comunidades autónomas que integran el estado español y abarca el periodo comprendido entre 1980 y 2004. El marco conceptual que justifica todo el desarrollo posterior es un sencillo modelo de generaciones solapadas que explicita las distintas relaciones entre ambos tipos de inversión. Usando la metodología de efectos aleatorios, se estimará una ecuación de la tasa de inversión privada que será interpretada en clave de efectos crowding-in y crowding-out observados. A este respecto, la evidencia empírica arroja un efecto negativo del tipo de interés sobre la tasa de inversión privada, tal y como sugiere la teoría económica, en tanto que la productividad de la inversión privada ejerce un efecto positivo. Respondiendo a los objetivos del estudio, se certifica la influencia positiva de la inversión pública sobre la privada (efecto crowding-in) y el efecto negativo del consumo público. En términos más desagregados, las inversiones en infraestructuras viarias y urbanas se muestran como impulsoras de la inversión privada, no detectándose tal relación en las infraestructuras ferroviarias e hidráulicas. Por otro lado, un resultado a destacar es la influencia positiva que tiene la inversión pública en una región sobre las adyacentes. El trabajo se desarrolla comenzando con la presentación del marco conceptual que aclara los términos en los que se sustenta esta investigación. Posteriormente, se procede a la descripción de la información recogida con la que se han construido las variables precisas con las que trabajar, lo que permite una primera descripción de la realidad económica del comportamiento del stock de capital y del nivel de inversiones efectuados por comunidad autónoma. A continuación, se explican las técnicas econométricas utilizadas en el análisis y comentan los resultados obtenidos gracias a ellas. Finalmente, se concluye con un breve resumen de la investigación acompañado de una serie de afirmaciones de carácter normativo sobre distintos aspectos de la actuación del sector público. 2. Marco conceptual. En este epígrafe se presentan las distintas relaciones existentes entre la inversión pública y la inversión privada, tomando como punto de referencia lo que la teoría económica dice al respecto. Asimismo, identificaremos otros componentes que afectan a la tasa de inversión privada, que nos permitirán realizar un análisis más exhaustivo. Se parte de distintos trabajos que se refieren al mismo ámbito, tal y como el de Barro (1989), Aschauer (1988) o Aschauer y Greenwood (1985), siendo el principal referente el de Argimón et al. (1997). El marco sobre el que se desarrolla la investigación requiere de un modelo de generaciones solapadas, con individuos homogéneos y oferta de trabajo fija. En tales condiciones, la sociedad está compuesta por dos generaciones de idéntico tamaño, cuyo hogar representativo ejerce las operaciones que necesite a lo largo de cada periodo. Inicialmente, obtiene rentas que proceden de la oferta fija de trabajo, consume y paga impuestos, permitiendo un ahorro de recursos que serán consumidos en el periodo final, teniendo en cuenta el tipo de interés vigente. El sector público obtiene con los impuestos los recursos necesarios para financiar tanto el consumo público como la inversión durante todo el ejercicio. El consumo en el segundo periodo vendrá definido en función del tipo de interés vigente en dicho periodo y el ahorro acumulado durante el periodo inicial. Por otra parte, la función de utilidad del agente representativo depende del consumo privado y del consumo público, según el grado de sustituibilidad o complementaridad de los mismos. Al encontrarse en un entorno dinámico, se hace necesaria una tasa de descuento con la que trasladar rentas del presente al futuro, para conformar las decisiones de consumo y ahorro en ambos periodos. Por tanto, el agente representativo se enfrenta a un problema de optimización: maximizar su utilidad en función de la restricción presupuestaria señalada. De lo anterior se obtiene la función de ahorro del agente representativo que, por ende, será la de la economía en su conjunto. La función de producción de las empresas es del tipo Cobb-Douglas, que contiene en sus argumentos al factor trabajo, a la inversión privada y a la inversión pública, todos ellos presentando rendimientos constantes a escala. El producto obtenido puede destinarse a dos de los fines alternativos: o bien a consumo, o a bien a inversión (pública o privada), estableciéndose una relación marginal de transformación constante igual a la unidad. La depreciación de toda inversión es completa en cada ejercicio (es decir, no existe acumulación de capital). Contando con competencia perfecta en los mercados de bienes y factores, las condiciones que regulan el equilibrio vienen determinadas por ley de Walras: ésta se resume en que todo el ahorro se destina a inversión y que se cumple la restricción presupuestaria del gobierno3 (esto es, el gasto público coincide con los ingresos públicos). El consumo público en el periodo actual estaría financiado con impuestos recaudados exclusivamente en la región y por las transferencias netas recibidas de otras regiones y/o el gobierno central. Por otro lado, la inversión pública estaría financiada con impuestos obtenidos en exclusiva en la región y por aquella proporción de las transferencias netas dedicadas a inversión. Teniendo en cuenta otras consideraciones en las que no entraremos en detalle, la inversión privada se explica a través de distintas variables: existe una relación positiva entre la inversión privada y la productividad del capital privado; en cambio, se aprecia una relación negativa entre inversión privada y tipo de interés, mientras que es ambiguo el modo en el que se relaciona la inversión privada con la inversión y el consumo de la administración pública. Con todo se pueden ampliar los anteriores comentarios que se derivan de todo el análisis anterior: 3 A este respecto es preciso observar que la unidad de gobierno de referencia, en este estudio, es una entidad pública regional, cuyas decisiones de gasto público comprometidas en el presupuesto están condicionadas por la financiación, no sólo con recursos propios, sino también con los que proceden de la administración estatal. - - Un mayor gasto público no productivo conduce a un menor nivel de ahorro de la economía, ya que se hace necesaria elevar la recaudación de impuestos, disminuyendo el nivel de inversión. Efecto contrario se produce si se eleva aquel gasto público que viene a ejercer un papel como sustituto del consumo privado: en este sentido, se vería mermado el consumo privado, conduciéndose a un mayor ahorro de la economía, lo que se traduciría finalmente en una mayor actividad de la inversión. Un incremento del gasto público en capital precisa de una mayor dotación de recursos (vía impuestos), reduciendo el ahorro y, por consiguiente, la inversión privada (efecto crowding-out); por otro, siendo una inversión complementaria de la inversión privada, elevará la rentabilidad de ésta (efecto crowding-in). El trabajo pretende desarrollar una estimación de las relaciones existentes entre la inversión pública con la inversión privada, el consumo público, el tipo de interés y la productividad marginal del capital privado. 3.Datos y fuentes estadísticas. Una vez referenciado el marco teórico al que nos enfrentamos, para seguir con la comprensión del trabajo, explicaremos cómo se ha procedido para confeccionar las variables utilizadas, así como de donde proceden los datos que nos han servido para el análisis. Se utiliza un esquema de datos de panel con las 17 Comunidades Autónomas que conforman el Estado español, con datos anuales para el periodo 1980-2004. Los datos tanto de inversión como de stock de capital público y privado se han obtenido de Mas et al. (2007): en concreto, se ha trabajado con las definiciones de stock de capital neto real y stock de capital productivo real, en euros constantes de 2000. Sus significados son útiles, ya que el primero hace referencia a la riqueza que acompaña a los activos, mientras que el segundo hace referencia a los servicios que genera el uso del capital. El capital privado es analizado en términos totales, mientras que el capital público se ve sometido a una desagregación que permite entrar en más detalle según al ámbito al que se refiera: capital público en infraestructuras aeroportuarias, ferroviarias, hidráulicas, portuarias, urbanas de Corporaciones Locales y viarias. Nos centraremos en el estudio de la tasa de inversión, definida como el cociente entre inversión y stock de capital, teniendo en cuenta las distintas variedades de capital. Al no existir datos que recojan de forma precisa el consumo público para cada comunidad autónoma, la aproximación llevada a cabo ha sido por medio del uso de tres proxies que pasaremos a detallar a continuación: - Cociente entre la remuneración de asalariados en servicios no destinados a la venta y la remuneración de asalariados total. - Cociente entre el Valor Añadido Bruto en servicios no destinados a la venta y el Valor Añadido Bruto total. Cociente entre el empleo asalariado en servicios no destinados a la venta y el empleo asalariado total. Todos estos indicadores se han obtenido gracias a la información recogida en la Contabilidad Regional de España con base 1986 y base 1995 publicado por el Instituto Nacional de Estadística. Para el primer ratio, se encontraban los datos expresados en términos corrientes, siendo posible el enlace de la serie. Como aspecto que afecta a todos los ratios, sin embargo, no se disponía para algunos años de la información requerida: este es el caso del 2004, para el que se le aplicó la tasa de crecimiento medio anual del periodo 1995-2003 a este último año; para el periodo 1980-1995, comenzando desde el final del periodo, se ha aplicado la tasa de crecimiento medio anual del periodo de distintos indicadores que pueden encontrarse en los datos ofrecidos por “Renta Nacional de España y su Distribución Provincial” (Fundación BBV, 1999) y el I.N.E. Como tipo de interés se ha optado por utilizar el MIBOR, recogido de la base de datos del Banco de España. Al encontrarse referenciado en términos mensuales, la homogeneización con el resto de variables se efectuado tomando una media aritmética con el fin de obtener una única observación por año. Como variable que permita cuantificar la productividad marginal del capital privado, se ha utilizado la serie de datos del PIB regional para obtener el producto medio, que lo usaremos como proxy del marginal. Al no poder disponer de datos uniformados, se han enlazado la serie con base 1986 y la serie con base 2000 de la CRE del INE usando un corrector entre las mismas, de modo que obtenemos una serie uniformada del PIB para cada comunidad autónoma con valores expresados en euros de 2000. 4. Análisis descriptivo. En el siguiente grafico están representadas las diecisiete Comunidades Autónomas (CC.AA.) de España, exceptuadas Ceuta y Melilla, en dos ejes de coordenadas, que las agrupan según el crecimiento medio anual registrado entre 1980 y 2004 tanto de la inversión privada (IP) como de la pública (IG) en relación a la media del período en el conjunto de España, donde se sitúa la intersección de los dos ejes (100,100). Así, el eje de abscisas ordena horizontalmente las CC.AA. según el crecimiento de la inversión privada en relación a la media nacional, de modo que todas aquellas situadas a la derecha del origen de coordenadas reflejan crecimientos de la inversión privada superiores a la media registrada en España (100), destacando de modo relevante el crecimiento de la Formación Bruta de Capital (FBC) en la Comunidad de Madrid (202,3) durante el período considerado, el mayor de todas las CC.AA. Los puntos situados a la izquierda del origen representan, por su parte, los espacios donde el crecimiento de la inversión privada ha sido inferior a la media nacional, cuya expresión más extrema se encuentra en Extremadura (34). Por su parte, el eje de ordenadas clasifica verticalmente el conjunto de las CC.AA. según su diferencial de crecimiento de inversión pública en el período considerado respecto de la media española, de modo tal que las localizadas por encima del origen de coordenadas registraron crecimientos de la inversión pública superiores a la media nacional, destacando con mayor intensidad el correspondiente a la Comunidad Balear (196,7), seguida de la valenciana (171,5), madrileña (158,7) y catalana (152). En el lado opuesto, por debajo del eje de abscisas, se encuentran aquellos territorios donde el esfuerzo inversor de las administraciones públicas en el período ha sido menor que en la media del conjunto nacional, destacando de modo sobresaliente el menor crecimiento relativo correspondiente a La Rioja, tan sólo el 0,2% del correspondiente a la media de España. De la observación del gráfico se desprenden las primeras aproximaciones a la distribución del crecimiento de la inversión pública y privada en las regiones de España durante el período 1980-2004 y a las relaciones existentes entre la dinámica mostrada por ambos tipos de inversión: - - - En primer lugar, a nivel agregado se observa cierto efecto de atracción de la inversión privada por la pública, en cuanto el crecimiento medio anual de la inversión pública en España (14,9%) se encuentra asociado al aumento de la inversión privada, aunque de menor intensidad (10,2%). La hipótesis del probable efecto crowding-in quedará pendiente de la validación econométrica. En segundo lugar, la distribución regional del crecimiento de las variables en estudio presenta una variada casuística respecto del signo de la relación existente entre la dinámica de crecimiento de la inversión pública y privada: o Por una parte, en la Comunidad Valenciana y en Madrid se asocian crecimientos superiores a la media nacional en ambos tipos de inversión, mientras que en las comunidades autónomas incluidas en el cuadrante inferior izquierdo (Asturias, Castilla y León, Galicia, País Vasco y Extremadura) también se registra una relación positiva entre el crecimiento de la inversión pública y privada, en estos casos con tasas inferiores al crecimiento medio nacional. La observación de los datos de estas siete comunidades autónomas avala provisionalmente el posible efecto de atracción que la inversión pública realiza sobre la privada. o Sin embargo, por otra parte, el mayor esfuerzo inversor de las administraciones públicas en Baleares, Cantabria, Cataluña y Castilla La Mancha no se ha correspondido con un mayor dinamismo de la inversión privada, sino justo lo contrario. Adicionalmente, las regiones del cuadrante inferior derecho (Andalucía, Aragón, Murcia, Navarra, Canarias y La Rioja), a pesar de registrar crecimientos de la inversión pública inferiores a la media de España, han mostrado un mayor dinamismo de la inversión privada. Así pues, son diez las comunidades autónomas en las que la relación entre la evolución de los dos tipos de inversión es negativa, orientando sobre un posible efecto de expulsión de la inversión privada por parte de la realizada por el sector público. Finalmente, si bien en el conjunto nacional el crecimiento de la inversión pública ha sido superior al de la inversión privada, situación que se reproduce en la mayoría de las CC.AA., existen casos singulares donde el ritmo de inversión pública ha sido menor. En las Comunidades de Murcia, Navarra, Canarias y La Rioja, todas ellas situadas en el cuadrante inferior derecho del gráfico, el crecimiento de la inversión pública no sólo ha sido menor al crecimiento medio en España sino que también ha sido superado por un mayor dinamismo de la inversión privada. Así pues, de los párrafos anteriores no se deduce ninguna conclusión definitiva sobre el sentido de la relación entre las dinámicas de crecimiento de las inversiones públicas y privadas en el ámbito regional. Sí es posible desagregar los distintos componentes de la inversión pública y relacionar su crecimiento en el período con el ritmo observado en la evolución de la inversión privada en cada región. Se trataría de observar, por una parte, qué componentes de la inversión pública han crecido por encima de la media nacional en las regiones que registraron un mayor crecimiento relativo de la inversión privada (las situadas a la derecha del eje de ordenadas del gráfico anterior) y, por otra parte, cuáles de dichos componentes registraron un aumento inferior a la media de España en las regiones con menor crecimiento de la inversión privada, tal como se refleja en las siguientes tablas. Tabla 1. CC.AA. con crecimientos de la inversión privada en el período 1980-2004 superiores a la media nacional* Inversión privada Componentes más dinámicos de la inversión en infraestructuras públicas Madrid (202,3) Viarias (265,1), Aeroportuarias (226,1) Murcia (130,7) Aeroportuarias (2.290,1), Viarias (185,9), Ferroviarias (149,6) Navarra (121,2) Hidráulicas (1.918,5), Urbanas (1.489,9), Aeroportuarias (840,3) Canarias (110,3) Portuarias (133,6) Aragón (108,0) Ferroviarias (215,7), Viarias (111,6) Valencia (106,7) Portuarias (456,2), Ferroviarias (327,0), Viarias (198,8), Hidráulicas (158,2), Urbanas (118,2) La Rioja (105,3) Andalucía (102,9) Ferroviarias (177,7), Urbanas (155,4), Viarias (143,9), Aeroportuarias (100,9) * Los datos entre paréntesis representan el crecimiento medio anual de la variable durante el período en relación a una base de crecimiento para España igual a cien Tabla 2. CC.AA. con crecimientos de la inversión privada en el período 1980-2004 inferiores a la media nacional* Inversión privada Componentes menos dinámicos de la inversión en infraestructuras públicas Cataluña (98,8) Hidráulicas (94,4), Ferroviarias (98,4) Baleares (86,4) Aeroportuarias (70,3) Castilla La Mancha (85,1) Hidráulicas (53,8), Urbanas (57,9), Ferroviarias (67,5) Galicia (84,9) Aeroportuarias (3,5), Urbanas (48,4), Viarias (40,0) Cantabria (75,7) Ferroviarias (-1,6), Aeroportuarias (45,6), Urbanas (45,6) País Vasco (70,2) Ferroviarias (12,3), Aeroportuarias (14,1), Puertos (48,4), Urbanas (65,6), Viarias (77,9), Hidráulicas (85,3) Castilla y León (61,7) Aeroportuarias (13,7), Hidráulicas (44,4), Urbanas (49,8), Viarias (60,4) Asturias (52,0) Puertos (27,7), Ferroviarias (30,3), Aeroportuarias (58,3), Urbanas (82,9) Extremadura (34,0) Aeroportuarias (-8,5), Hidráulicas (55,2) * Los datos entre paréntesis representan el crecimiento medio anual de la variable durante el período en relación a una base de crecimiento para España igual a cien. Los comentarios que suscita la contemplación del gráfico y de las tablas anteriores, tanto desde el análisis económico como social, excederían las expectativas del presente estudio, sin embargo animan a un análisis más detallado. Mientras tanto, y sólo a título de interpretación aproximativa, el crecimiento de la inversión pública en las regiones españolas se encuentra asociado al dinamismo de la inversión privada, según la naturaleza de dicha inversión pública. Así, tanto las inversiones en infraestructura aeroportuaria como en la ferroviaria y, en menor medida, en las destinadas a las instalaciones urbanas por las Corporaciones Locales destacan como variables cuyo crecimiento en el período ha estado asociado más estrechamente con la evolución de la inversión privada. A la vista de todo lo anterior se observa mucha casuística en cuanto a las relaciones entre inversión pública y privada. No obstante, en una primera aproximación a la realidad, encontramos ejemplos que vienen a dar pie al estudio de los efectos crowdingin y crowding-out. Sin embargo, lo correcto sería estimar con la metodología adecuada dichas relaciones para ver en qué sentido realmente se mueven. Asimismo, se ha procedido a analizar si se ha dado o no beta convergencia entre diferentes ratios de inversión entre stock de capital (esto es, entre distintos tipos de tasas de inversión) a nivel regional en España: por un lado, se estudia la relación de la tasa de crecimiento de la inversión bruta real con el stock de capital productivo real al principio del periodo y, por otro, con el stock capital neto real, según tipo de capital (privado, público total, público ferroviario, público hidráulico, etcétera). Las tablas se encuentran en el anexo dispuesto al efecto, para su ulterior consulta. Del análisis de las mismas, tomando como referencia al stock de capital neto real, sí se aprecia beta convergencia entre las distintas comunidades en términos agregados del capital público (no así para el capital privado); en términos desagregados, tan sólo se constata la presencia de beta convergencia en el stock de capital de las corporaciones locales, así como del capital viario. Si el ratio lo referenciamos al stock de capital productivo real, se sigue manteniendo la beta convergencia en el conjunto del capital público y en el capital de las corporaciones locales; no obstante, ahora es el capital aeroportuario quien converge, en lugar del capital viario. Finalmente, resulta relevante destacar cómo el crecimiento de la inversión pública no se distribuye de modo homogéneo entre las distintas Comunidades Autónomas, correspondiendo los valores más elevados a espacios con niveles de desarrollo económico superiores a la media nacional (entre otros, Madrid y Cataluña), mientras que aquellas con menor grado de desarrollo relativo (Andalucía o Extremadura) han registrado crecimientos de la inversión pública inferiores a la media. Así pues, el análisis descriptivo cuestiona la utilización durante el período de referencia de la inversión pública como instrumento corrector de los desequilibrios regionales. 5. Introducción a los datos de panel. Este análisis previo da paso a una discusión más detallada acerca de las interrelaciones sugeridas. Para profundizar en dichos términos se requiere de una metodología y del uso de instrumentos de análisis cuantitativo que den solidez a las observaciones que puedan realizarse. Es por ello que vamos a seguir un modelo de datos de panel sobre el que trabajar. Un modelo de datos de panel se puede expresar del siguiente modo: yit = xit β + uit, donde i=1,2,…,N indica la unidad de sección cruzada, t=1,2,…,T indica los periodos de tiempo, yit son las variables explicadas, xit las variables explicativas, β es el vector de parámetros a estimar y uit el término de error. Si existe el mismo número de periodos que de secciones cruzadas, se dice que el panel está balanceado o equilibrado (N=T). Es frecuente suponer que el término de error (o perturbación aleatoria) se descompone en dos elementos: uit = ηi + vit, donde ηi es el efecto específico constante en el tiempo para cada unidad de sección cruzada, caracterizado por una variable aleatoria inobservable independiente de xit, y vit se considera ruido blanco. Ambos términos cumplen las siguientes condiciones: - E[ηi] = 0. E[xitηi]=0. E[vit] = 0. E[xitvit]=0. Con estas observaciones realizadas, el modelo a estimar sería: yit = ηi + xitβ + vit. En ocasiones, no se cumple que Cov(xit, uit)=0, es decir, que los residuos sean independientes, por lo que la estimación por MCO dará lugar a estimaciones sesgadas. A raíz de lo anterior, surgen dos ópticas que tratan de explicar el comportamiento de ηi: según el modelo de efectos fijos, los ηi están correlacionados con las xit, por lo que lo correcto sería hacer inferencia condicional sobre ηi; según el modelo de efectos aleatorios, esta correlación no existe, por lo que se procedería a efectuar una estimación incondicional. Efectos fijos La idea que subyace se trata de que ηi es un parámetro que habrá de estimarse por considerarse un término constante específico de grupo. Recordamos que la expresión sobre la que trabajamos es la siguiente: yit = ηi + xitβ + vit, lo que quiere decir que el vector de perturbaciones está compuesto por una parte fija y constante para cada individuo (ηi) y otra aleatoria que cumple los requisitos MCO (uit). En resumen, se le está otorgando a los distintos individuos, distintos puntos de ordenadas. La técnica para resolverlo será usando MCO para estimar la siguiente expresión: yit – donde e = (xit – )β + (uit - i) , se refieren a las medias temporales de las variables originales. El estimador obtenido es conocido como estimador intra-grupos y destaca por ser más consistente que en el modelo de efectos aleatorios, por la exogeneidad estricta de las variables independientes con respecto al vector de perturbaciones. Lo detallado es apropiado cuando se trata de estudiar a toda la población en su conjunto, no a una muestra de la misma. Efectos aleatorios Es aconsejado para cuando se pretende analizar una extracción muestral de una población. La especificación del modelo a estimar es exactamente como en el caso anterior: yit = ηi + xitβ + vit. La diferencia radica en que ηi se caracteriza por ser una variable aleatoria con varianza no nula y esperanza igual a ηi. Con esta nueva especificación, el modelo gana en eficiencia, ya que la varianza de la estimación es menor, aunque resta consistencia con respecto al modelo de efectos fijos. Según Hausman y Taylor (1981), cuando ηi ~ i.i.d.[0, ση2] y vit ~ i.i.d.[0, σ2], la expresión anterior se puede reformular usando MCG del siguiente modo: yit – (1-θ) i = β [xit – (1-θ) i] + θηi + [vit –(1-θ) i]. donde θ = [σ2/(σ2 + Tση2)]½. En el artículo citado podemos encontrar las estimaciones previas de σ2, ση2 y θ necesarios para obtener el estimador MCG. Este método de MCG es conocido como el estimador de Balestra y Nerlove (1986). Es importante señalar que, aun existiendo independencia entre el vector de perturbaciones y las variables independientes, todos los estimadores (tanto el de efectos fijos como el de efectos aleatorios) son consistentes. Sin embargo, el más eficiente será este último. Por el contrario, cuando existe dependencia entre ambas magnitudes, el único estimador consistente es el de efectos fijos. Contraste de Hausman Una vez vista la obtención de ambos estimadores, como el intra-grupos como el BalestraNerlove, el contraste de Hausman procede a comparar ambos estimadores para contrastar si los efectos están o no correlacionados con xit. En cualquier caso, el estimador intragrupos siempre es consistente, en tanto que el Balestra-Nerlove (más eficiente que el anterior) sólo es consistente en el caso de que no exista relación alguna entre perturbaciones y variables independientes. La hipótesis nula sobre la que se trabaja es que las estimaciones ofrecidas por cada uno no tienen un sesgo definido, por lo que nos decantaríamos por el modelo de efectos aleatorios que es el que ofrece estimaciones más eficientes. De no ser así, se trabajaría con un modelo de efectos fijos que es el único consistente en todo caso. 6. Resultados de la estimación econométrica. A continuación se pasa a estimar la inversión privada que, como se citó en el contexto económico, ésta dependía de la productividad, del consumo público, del tipo de interés y de la inversión pública finalmente. El estudio se enmarca dentro del periodo 19802004. En línea con lo explicado, el contraste de Hausman indicó la no correlación de los efectos individuales inobservables con las variables explicativas, por lo que la especificación que se ha seguido en las distintas estimaciones es la de efectos aleatorios. Aún así, a modo indicativo, se presentan los resultados también de las estimaciones en base a la modelización por efectos fijos. El sentido de las estimaciones presentadas en la Tabla 1 y en la Tabla 2 es el siguiente: cada una ha sido definida teniendo en cuenta el concepto de stock de capital productivo real, el cual refleja los servicios que de su uso se generan. Sin embargo, para la segunda estimación se tuvo en cuenta el stock de capital neto real, el cual da una medida de la riqueza de los activos. Una vez señaladas ambas apreciaciones, los resultados de las estimaciones fueron los siguientes: - - - - - [1]: la proxy utilizada para aproximar el consumo público ha sido la proporción de asalariados públicos en servicios no destinados a la venta. La inversión privada se encuentra afectada positivamente por la productividad de la misma, así como por la inversión pública (cuyos valores son significativos de un modo muy razonable), siendo afectada con un signo inverso por el tipo de interés y el consumo público (aunque éste carece de significatividad en esta aproximación). [2]: con respecto a la estimación anterior, la proxy para el consumo público se sigue manteniendo, aunque la definición utilizada en este caso es el stock de capital neto real. No se genera modificación de los resultados anteriores, ya que se siguen manteniendo el signo de las variables, así como la significatividad de las variables. [3]: la proporción de la población remunerada en servicios no destinados a la venta es usada como proxy del consumo público. La tasa de inversión privada sigue siendo explicada a través de un efecto positivo tanto de la productividad del capital como de la tasa de inversión pública (efecto crowding-in), y por un efecto negativo del tipo de interés y del consumo público, siendo ésta la única no significativa en el modelo. [4]: el consumo público es aproximado por medio de la proporción del VAB generado en servicios no destinados a la venta. Como en las estimaciones anteriores, se sigue respetando el signo y significatividad de cada variable, con ligeras variaciones en los coeficientes. [5]: de nuevo, se retoma la definición inicial de consumo público, siendo la tasa de inversión privada explicada en función de las variables conocidas, pero con un mayor detalle de la tasa de inversión privada según las distintas clases de capital. Las variables anteriormente tratadas se siguen comportando de igual modo: cabe destacar la significatividad y efecto positivo de inversión pública en infraestructuras urbanas de las corporaciones locales y viarias; sin embargo, se constata un efecto negativo de la inversión en infraestructura ferroviaria e hidráulica, aunque éstas no resultan significativas. Aunque el Contraste de Hausman afirmó con robustez el uso de la metodología de efectos aleatorios, se presentan los resultados de las estimaciones anteriores con efectos fijos. Éstos vienen a confirmar los signos presentados con anterioridad, aunque la significatividad de las variables experimenta cambios bastante señalados. No obstante, se reitera que la utilidad de esta información es confirmar en qué sentido afectan los conceptos explicitados en la tasa de inversión privada. Por último, se pretende analizar cómo la inversión pública en otras regiones afectan a cada caso individual (“efecto desbordamiento” o spillover). Para su análisis, se procedió a través de dos vías: - Spillover_1: resultado de toda la inversión pública en el conjunto del estado, siendo sustraída la inversión pública en la región específica. Spillover_2: está expresado en función del total de la inversión pública en las regiones adyacentes. Para las comunidades balear y canaria, al carecer de regiones limítrofes, se ha procedido con el anterior criterio. La relevancia de dichos conceptos radica en que es posible realizar un análisis de la competencia fiscal entre regiones, lo cual explicaría el modo en el que la inversión privada se distribuye en función en las regiones más cercanas. Las estimaciones se encuentran limitadas en tanto que se trata de una primera aproximación econométrica a dichos efectos. Sin embargo, es importante destacar que, aunque en el análisis econométrico no resulten significativas, sí señalan el signo en el que inciden. De este modo, se aprecia un posible efecto de la inversión pública en otras regiones sobre la inversión privada, aun sin poder garantizarlo al no contar con la suficiente evidencia empírica (ver Tabla 4). 7. Conclusiones. Con este trabajo se ha pretendido resaltar la importancia de la inversión pública en la configuración del entramado económico de una sociedad, ya que ésta incide, como se ha discutido por distintas vías: - Recaudando recursos y distribuyéndolos entre las regiones. Como agente económico, el consumo por parte de la administración pública supone una porción importante del PIB. La inversión pública ejerce con frecuencia una importante actividad como motor de la economía: es necesario el desarrollo de infraestructuras por parte del Estado que incremente el grado de competencia y suficiencia de las regiones. En este sentido, se ha discutido el grado en que el comportamiento del sector público afecta a la iniciativa privada. A través de distintas aproximaciones, puede concluirse lo siguiente: - La tasa de inversión privada está afectada positivamente por la productividad del capital y la tasa de inversión pública. Respecto a esta última, se cumple en - términos agregados y al referenciarla con respecto a la inversión en infraestructura viaria y urbana de las corporaciones locales. Por tanto, se señala la relación de complementaridad de ambos tipos de inversión (efecto crowdingin). Muestra una relación inversa con respecto al consumo público, al tipo de interés y la inversión pública en infraestructura ferroviaria e hidráulica. En tanto que la relación con la tasa de rendimiento del capital está totalmente justificada (es altamente significativa), no es posible afirmar lo mismo con respecto al resto, por lo que el efecto expulsión (o crowding-out), queda aún indeterminado. Teniendo en cuenta los resultados del análisis descriptivo y econométrico, se apuntan algunas consideraciones de carácter propositivo: En primer lugar, aceptada la relación directa que mantiene la inversión privada con la pública e inversa con el consumo público, la instrumentación de la política fiscal que contemple una reducción de la inversión pública para contener el gasto en los presupuestos ha de valorar sus efectos sobre la economía con atención. Este aspecto cobra una especial importancia en un momento como el actual, inmersos en una etapa de cambio del ciclo económico, donde los países emergentes han llevado a cabo políticas orientadas a dotar de un stock de capital suficiente sobre el que basar su crecimiento, mientras España aún presenta desventajas relativas en dotación de capital respecto a los países de su entorno, siendo claramente inferior a los países miembros de la UE. En segundo lugar, el esfuerzo inversor de las administraciones públicas debe priorizar los efectos que sobre la inversión privada tienen los gastos en nuevas infraestructuras viarias y potenciación de las existentes, por una parte, y en el acondicionamiento urbano desde las Corporaciones Locales, por otra. Para esto último se precisa atender las necesidades de financiación deficitaria que soportan los entes locales. En tercer lugar, el desigual crecimiento de la inversión pública en las Comunidades Autónomas no se muestra orientado a la corrección de las desigualdades territoriales de desarrollo económico, por lo que se precisa revisar los criterios de aplicación de la inversión pública como instrumento para la consecución del objetivo de convergencia económica entre las regiones de España. Por último, se dejan abiertas futuras vías de investigación no incluidas en este trabajo como es el estudio de endogeneidad de las variables, de raíces unitarias y de relaciones de cointegración entre las variables, así como un análisis descriptivo más detallado de los flujos de inversión con respecto a otras variables macroeconómicas y la composición de éstas en el territorio español. Bibliografía. Afonso, A. y St. Aubyn, M. (2008), Macroeconomic rates of return of public and private investment. Crowding-in and crowding-out effects, Working Paper Series ECB, nº 864. Ahmed, H. y Miller, S. M. (2000), “Crowding-out and crowding-in effects of the components of government expenditure”, Contemporary Economic Policy, 18: 124-133. Arellano, M. y Bover, O. (1990), “La econometría de los datos de panel”, Investigaciones Económicas, 14: 3-45. Arellano, M. y Bover, O. (1995), “Another look at the instrumental-variable estimation of error-components models”, Journal of Econometrics, 68: 29-52. Argimón, I., González-Páramo, J. M. y Roldán, J. M. (1994), Inversión privada, gasto público y efecto expulsión: evidencia para el caso español, D. T. Banco de España, nº 9424. Madrid. Argimón, I., González-Páramo, J. M. y Roldán, J. M. (1997), “Evidence of public spending crowding-out from a panel of OECD countries”, Applied Economics, 29: 1001-1010. Aschauer, D. A. (1988), “The equilibrium approach to fiscal policy”, Journal of Money, Credit and Banking, 20: 41-62. Aschauer, D. A. (1989), “Does public capital crowd out private capital?”, Journal of Monetary Economics, 24: 171-188. Aschauer, D. A. y Greenwood, J. (1985), “Macroeconomic effects of fiscal policy”, Carnegie-Rochester Conference Series on Public Policy, 23: 91-138. Baltagi, B. H. (ed.) (2000), Nonstationary panels, cointegration in panels and dynamic panels, Elsevier, Amsterdam. Banco de España (varios años): “Boletín Estadístico”, Banco de España. Barro, R. J. (1989), “The neoclassical approach to fiscal policy”, en Barro, R. J. (Ed.), Modern business cycle theory, Harvard University Press, Cambridge, Ma. Díaz, C. y Martínez, D. (2006), “Inversión pública y crecimiento: un panorama”, Hacienda Pública Española, 176 (1): 109-140. Easterly, W. y Rebelo, S. (1993), “Fiscal policy and economic growth: an empirical investigation”, Journal of Monetary Economics, 32: 458-493. Erenburg, S. J. (1993), “The real effects of public investment on private investment”, Applied Economics, 25: 831-837. Erenburg, S. J. y Wohar, M. E. (1995), “Public and private investment: are there casual linkages”, Journal of Macroeconomics, 17: 1-30. Flores de Frutos, R., Gracia-Díez, M. y Pérez-Amaral, T. (1998), “Public capital stock and economic growth: an analysis of the Spanish economy”, Applied Economics, 30: 985-994. Fundación BBV (1999), Renta Nacional de España y su Distribución Provincial. Serie Homogénea. Años 1955 a 1993 y Avances 1994 a 1997, Fundación BBV, Bilbao. Ghali, K. H. (1998), “Public investment and private capital formation in a vector errorcorrection model of growth”, Applied Economics, 30: 837-844. Krishnakumar, J y Ronchetti, E (2000), Panel data econometrics: future directions, Elsevier, Amsterdam. Martin, P. y Rogers, C. A. (1995), “Industrial location and public infrastructure”, Journal of International Economics, 39: 335-351. Martínez, D. (2006), Linking public investment to private investment. The case of Spanish regions, International Review of Applied Economics, 20 (4): 411-423. Mas, M., Pérez, F. y Uriel, E. (2007), El stock y los servicios de capital en España y su distribución territorial (1964-2005). Nueva Metodología, Fundación BBVA, Bilbao. Monadjemi, M. S. (1996), Public expenditure and private investment: a study of three OECD countries, Studies in Economics, Department of Economics, University of Kent. Nazmi, N. y Ramírez, M. D. (1997), “Public and private investment and economic growth in Mexico”, Contemporary Economic Policy, 15(1): 65-75. Odedokun, M. O. (1997), “Relative effects of public versus private investment spending on economic efficiency and growth in developing countries”, Applied Economics, 29: 1325-1336. Pradhan, I., Ratha, D. K. y Sarma, A. (1990), “Complementary between public and private investment in India”, Journal of Development Economics, 33 (1): 101116. Roca, O. y Pereira, A. (1998), “Impacto de la inversión en infraestructuras sobre el producto, la ocupación y la inversión privada en España”, Revista Española de Economía, 15 (3): 403-432. Tanzi, V. y Zee, H. (1998), Taxation and the household saving rate – Evidence from the OECD countries, IMF Working Papers 98/36, International Monetary Fund. Anexo. Tabla 3. ESTIMACIÓN DE LA ECUACIÓN DE INVERSIÓN PRIVADA REGIONAL REGIONES ESPAÑOLAS. EFECTOS ALEATORIOS. 1980-2004 Constante Productividad Consumo público Tipo de interés Inversión pública total (productiva) [1] 0.126*** (0.015) 0.031*** (0.012) -0.049 (0.034) -0.335*** (0.041) 0.255** (0.121) Inversión pública total (riqueza) [2] 0.159*** (0.017) 0.026** (0.011) -0.039 (0.039) -0.390*** (0.050) [3] 0.115*** (0.017) 0.030*** (0.010) 0.003 (0.023) -0.317*** (0.046) 0.205* (0.109) [4] 0.115*** (0.017) 0.029*** (0.010) 0.012 (0.048) -0.313*** 0.202** (0.101) 0.257* (0.132) Inversión pública urbana Inversión pública viaria Inversión pública ferroviaria Inversión pública hidráulica Error típico de la regresión Durbin-Watson Observaciones [5] 0.137*** (0.013) 0.026** (0.011) -0.066* (0.034) -0.369*** (0.038) 0.019 0.61 425 0.023 0.61 425 0.019 0.60 425 Notas: ***, **, *. Significativo al 1%, 5%, 10%. Desviaciones típicas entre paréntesis. 0.019 0.56 425 0.112** (0.049) 0.144* (0.074) -0.008 (0.017) -0.021 (0.036) 0.018 0.69 425 Tabla 4. ESTIMACIÓN DE LA ECUACIÓN DE INVERSIÓN PRIVADA REGIONAL REGIONES ESPAÑOLAS. EFECTOS FIJOS. 1980-2004. Constante Productividad Consumo público Tipo de interés Inversión pública total (productiva) [1] [2] [3] [4] [5] 0.147*** 0.182*** 0.125*** 0.124*** 0.165*** (0.028) (0.034) (0.022) (0.023) (0.024) 0.027 0.021 0.018 0.015 0.016 (0.018) (0.016) (0.015) (0.016) (0.017) -0.131 -0.121 -0.008 0.017 -0.158** (0.081) (0.102) (0.047) (0.085) (0.075) -0.353*** -0.404*** -0.309*** -0.294*** -0.390*** (0.054) (0.069) (0.061) (0.066) (0.050) 0.335*** 0.253** 0.228** (0.121) (0.113) (0.105) Inversión pública total (riqueza) 0.336** (0.131) Inversión pública urbana 0.115** (0.049) Inversión pública viaria 0.187*** (0.074) Inversión pública ferroviaria -0.017 (0.016) Inversión pública hidráulica 0.025 (0.043) Error típico de la regresión 0.018 0.023 0.019 0.019 0.018 Durbin-Watson 0.65 0.66 0.62 0.62 0.75 Observaciones 425 425 425 425 425 Notas: ***, **, *. Significativo al 1%, 5%, 10%. Desviaciones típicas entre paréntesis. Tabla 5. ESTIMACIÓN DE LA ECUACIÓN DE INVERSIÓN PRIVADA REGIONAL CON EFECTOS DESBORDAMIENTO. REGIONES ESPAÑOLAS. 1980-2004. Efectos Aleatorios Constante Productividad Consumo público Tipo de interés Inversión pública total (productiva) Spillover_1 Efectos Fijos [1] [2] [3] [4] 0.119*** 0.110*** 0.146*** 0.131*** (0.016) (0.022) (0.028) (0.031) 0.034*** 0.033*** 0.031* 0.037** (0.012) (0.012) (0.017) (0.018) -0.045 -0.059 -0.160* -0.174** (0.032) (0.038) (0.085) (0.084) -0.328*** -0246*** -0.354*** -0.271*** (0.042) (0.083) (0.053) (0.087) 0.186** 0.158** 0.271*** 0.233*** (0.091) (0.081) (0.091) (0.085) 0.117 0.158 (0.092) Spillover_2 (0.109) 0.121 0.139 (0.079) (0.085) Error típico de la regresión 0.019 0.018 0.018 0.018 Durbin-Watson 0.60 0.59 0.65 0.64 Observaciones 425 425 425 425 Notas: ***, **, *. Significativo al 1%, 5%, 10%. Desviaciones típicas entre paréntesis. Gráfico 2. Tasa de inversión pública neta en infraestructura aeroportuaria (Iga/Kgna)- Gráfico 3. Tasa de inversión pública neta en infraestructura ferroviaria (Igf(Kgnf). Gráfico 4. Tasa de inversión pública neta en infraestructura hidráulica (Igh/Kgnh). Gráfico 5. Tasa de inversión pública neta total (Ig/kgn). Gráfico 6. Tasa de inversión pública neta en infraestructura urbana de las corporaciones locales (Igl/Kgnl). Gráfico 7. Tasa de inversión pública neta en infraestructuras portuarias (Igp/Kgnp). Gráfico 8. Tasa de inversión pública neta en infraestructura viaria (Igv/Kgnv). Gráfico 9. Tasa de inversión privada neta total (Ip/Kpn). Gráfico 10. Tasa de inversión pública productiva en infraestructura aeroportuaria (Iga/Kgra). Gráfico 11. Tasa de inversión pública productiva en infraestructura ferroviaria (Igf/Kgrf). Gráfico 12. Tasa de inversión pública productiva en infraestructura hidráulica (Igh/Kgrh). Gráfico 13. Tasa de inversión pública productiva total (Ig/Kgr). Gráfico 14. Tasa de inversión pública productiva en infraestructura urbana de las corporaciones locales (Igl/Kgrl). Gráfico 15. Tasa de inversión pública productiva en infraestructura portuaria (Igp/Kgrp). Gráfico 16. Tasa de inversión pública productiva en infraestructura viaria (Igv/Kgrv). Gráfico 17. Tasa de inversión privada productiva total (Ip/Kpr).