-1 * 4iiTinMMny»-riiTMtiinaaecgj3«ii »*• I ><-• MMIMBJaMMMNH ljMIIIÍgI;^ígj¡li;ilWll¡gg^ £3'.;:«!U^^'^.:i.£SS UÉ l»lS,'Í¥'a'«í>»í 5.555 saifSrSí'M'Kli'i*'. • • ! ' . ^ ^ • :•"••' • / ;il I Ü I H ; ,111 M l i l i ! . • ,ii¡;!r. l'hrn 1 ' ¡!i i;: ;•.'!!::., i'' v •:•'•; •••¡v h ' !•' • ;••. Uarj.'iiil'i !a .-üv': !:••, 1 ¡t;, ••,!':• 'i-: i; r : ; j ' , ' i';i\'' !ii;i','v;*, ,,: •.;; i'wir [r!iiiív:;rr, rrtini;:ii!'ád(i5, á ¡'in!;;».).; rciiviMi'-!'!'.! !'•;-. ; p e , 1 4 , )>;ijü ilíi la >U-nAn- PARTE OFICIAL D'í LA GAi:*Vfi.. ^ÉPOG naruvi >'\\ los ilovei'liíu no ijuo les i'i'ivo d decrclo de i'J de I sétieniiiro y reales úr Iones posleriores. ^ ¡((i a(]ui las priiioip;dcs obsarvaciones qua hace con este motivo: ! '«NoiCtfos hemos «o. tenido y sostsudremoí siempra que el decíoto dictado por el Sr. riionte An ¡ros en 09 de s:)liembro demüfi, as poosii naturaleza y circunsianoias un verdadero despojo, da que se ha hecho victimas á tan apreciables establecimientos, impidii'imioles continuar en el goce de diíorentos garantías de que so hallaban en posesión á la sombra de las leyes. ;\si (]ue, lo natural, !o inevitable, sogun los principios dol derocho, es restablecerlos, anie todas cosas, o!i esa misma posesión, sin perjuicio de qua mas adelaiUe, en un arreglo general de las univarsidades y demás casas do enseñanza, so lijen definitivamente la ostensión y límitos de la que hayan <le dar, di acuerdo coa la ¡lotestad aclc;i;(stica, con la cual hay (¡ne conlar procisaniante para ese (in, atendidas las *iispo:;icioiies del Concilio daTrentoy dem.as que en consecuencia de ellas han recaído entre nosotros, hasta el concordato de LS'il inidusíve. i;Porque dejar de hacer ahora justicia á los seminarios, so protesto lio que se trata de arreglar por ceidtísima vez el ramo do la instrucción pública, tan mal parada en man(»8 de los gobiernos liberales, como ha indicado nuestro cole.ga LA ¡N'AOION, autoriílad nada so.spechosa en la niateria, equivale ;'( rec-onocer, sí, implícitamcnle (¡ue aquellos esliSn perjudicados, poro también á abstenerse de la necesaria reparación (onsiguionte, por rosjicto á los hechos consumados, á los cuales se da tan exagerado valor en ciertos negocios.» El. CATÓLICO elogia el decrclo por el (pie se devuelve á la conqiañia Ac Jesús el colegio de Loyida [lara que sirva (.le casa-nialri/ de lo,; colegios do la Ilaiíana y de las misloaes Filip¡;ia3. Hé aquí como se e.^prafa inicstro colega; '(Kolío¡tamo;5 por ello á los ínclilos hijos dol esclarecido «;q):iñol y gran sanio Ignacio do Loyola, y felicitamos también al gobierno, porque ha reconocido 'a justicia que á es • tos asiitia en sus reclamaciones. «Una cosa, sin embargo, no-i contrista, y es que mientras se recono'jon y iustamjnle ,;e encomian losgrandes servicios quo lo? jasuitas preslan en nue^lras |)osesíonos ultramarinas, ya en ol púlpiío y en c! confesonario, ya en la enseñau'/.a, se vea privada de ellos nuestra patria y solo se permita eu ella estai)!ecer el plantel qnc hit do sui-tir de inaestrbü V misioneros á aquellos bájanos países, lis verdad que algo es, y no poco, que aquello se reconozca; paro si se reconoce (lue allí, á lan larga distancia dal gobiarno , son útiles, predican la sana moral, proporcionan von'. josa cducacíou á la juventud y lojos d:; escitar á la rebollón son los mas celosos en inculcar la adhesión á la madre jiatria y la obediencia á las autoridades, ¿no debería reconocerse igualmente q^ también tti|uí en la península, á vista dal gobierno, podrían servir del mismo modo y con igual utilidad para la morigeración de las costutnbj-«s y la enseñanza de los jóvene»? "En. Tcrdad que si nuestros hermanos de ultramar nos proguntpen ¿cómo es que, reputándose peligro'os en la península jos jesuítas, donde tan de cerca podría vigilarlos el gobierno^ los eres útiles y convenientes, y justamente, on estas roblones tan aparta'diis con las que solo de tarde en tardo puede este comunicarse? no acertaríamos á responder; á no sor qua les:dijéramos (¡ub asi como eiles viven sin constitución ni (leí .')7 ni del 4.'i, ni con acta adicional ni sin ella y tío g();'.an de las i,'iofil(l».s lelodas (¡no iii;s ;¡i'oporoii)i\a el parla;noi¡i:u-ismo, ia libertad -io. ininri'iil;! y íantas otr:is co!;i5 co;n'» por acá leñemos, y (¡no sin einbr.'gii no nos lasenvidiaii; asi an cambio,, por nías (¡ue en ellos k's envidiemos, ftCon la jinívia censura solo ;'.o esiionen los C'Xrtlore.s pú- laut|xicü nosotros tañemos casas de jesuitas. Maj si nos reblicos á periler un manusírdo, y con Lis leyes rjjn-esiva; se plicaren que, pues cuando conviene al gobierno se suspenden espopen á los croi;i(ios gastos do un proceso, una buena todas esa» cosas y declara .semipermanenfe ol establo íio «itio, mulla, y por añadidura lügunos años do presidio. Nuestros también podría r'astttbiacol-se la compañía, toda vtJz que íi liberales consignan con mucho énfasis en sus famosas cons- butJiios frutos produce en América y Eiliphias, tan buenos ó tiluciories , el principio' do. que lodo ciudadano es libre eu inejoros debía de producirlos en España (le donde es origiemilir su pensamiento sin la previa CíMsnra; jiero ol luí laria, antuiieos habríamos do encujemos do hoinbfos y en|írui(!Ípio, reducido al lensu;ije de la verdad y ilo la fránque- mudecer, pues nosabriamos qué respuesta darles.» z;i, yíoiio á decir lo siguion!.e; (.Tú, particuiiir, po¡l;'ás imLA IHEUIA SO lamenta de que oíaitinúo el país en estalo de oprimir cü;i:iki ([uioríis; pero los loj¿islad(U'es anuales (lo- sitio, Y dice á oslo propiísilo: mlrán también iniponcrto |)(nn s gravísimas, si lo quo im«¿Qiió signiíica la inde!i:iida continuación del citado de Mprimos no bioro de su gu'-to.'! V el ¡larlicnlar progunlará; «¿Y qué (lOiIrá diaguslar a o:,!os sonoros'.''» Nada, una baga- sitio'.'lió aquí ia pregunta (pie tolos l()s hombros indepentela,.toda ducli'iiia que .•;!a(¡ue ¡a religión del estado, ola dienles .'^e hacen á sí mi.;mos; la pregunta ipie por donde constitución pol(i';ca,ó á las corles; y todo escrito sedioioso, (juiera oímos resoiuir, sin que nadie, ni aun los inisraos (|iio 6 que provoque á l;i deíoliodioncia á la L-y ó al magisiraiio, (piisior;v.i darle una satisfauloria cnnieslaoion acierten á rey toda espiesion que so lii'claro injurio.-a ,'y .-linua mas todo solver lan incomprensible enigma, foco, sin embargo, debelu que pilada escocer al partido domina»te ó sus hombres, y remos esforzarnos para domoslrar todo lo ilógico é inconvecuanto pueda ofender (d amor propio de un ministro, aun- liieiile de la prolongación de una 'medida, que si pudo ser (juft no l(.'.nga relación (xm la política, por ejemplo, ol llamar no.cosaria (ui momentos de lucha á mano armad', hoy es en arlequín al .Sr. físcosura, por lo oslravaganle do ÍLI Lrajo on toda la o'ston;-icn de la frase una suspicacia riulcula, ó un una grairparada, ó al divorfirso ;i oosta da les iTi.iinlos pue- prurito VRüodií ostentar omnipotencia. riles ó esceutrioida ¡es do esto ú otro funoioURrio, y sinoquB »A1 ilíicir de los escasos rtefensi'ires do la situación aclo diga El, IVMiiii. Coiiüs. ¿Y quiéu ha de declarar si el es- tual, ;la paz y el orden públii^os están de tal modo aseguracrito es punible bajo cuabjuiera de lan mullijilicados üspoc- dos, que nada deben lemer por esle lado ol jiais y el golos'.' Eso lo harán unos hombros qu(! el avuntami(;iito ile tu bierno; el iiu(!VO orden de cosas descansa, on c(<n'cepto de pueblo elegirá todos los años entre los cor^ifeos de la facción sus amigo.S', sobre tan anchas y robustas bases, que nada ilominanto, para que sean tan ¿¡iparciales r impasibles co- puede conmoverlo y mucho menos desquiciarlo; satisfechas, mo ia ley. ¿V esos señoras enlanderiiii algo de escritos? soguii loscaníores (lelvicalvarismo, las necesidades públicas, ¿Sabrán siíjuim'a lo quo siguilican los lórminos subversivo, acalladas las malas pasiones, que en sentir de los noo-absosedicioso, incitador á la desubcdicncia, inmoral, ealiimnio- lulistns, no son sino los instintos liberales; devuelto al trono su, ate.'l ¡Púas no lo han do sabor! El uno os un oscelonte su prístino osjilendor, en prosperidad creciente la bolsa, oficial de .zapatero,-el otro es un £ral¡c;ude, y el de mas allá próximos á reanudar nuestras rebtciones con la curia roes un bomlire (juo sabe muy biun distinguir ia escorzonera tuana, y todo, en (in devuelto á sus primitivas condicione» de la relama, \ sabe hacer unos jarabes ;intirei¡ui;íticos que de lo (¡ue llaman ;.;olidez y acierto, ¿porqué no levantar el los. |)L)o(ieii tomar los ángeles: en suma, !o.i tales jueces de estado de sitio? he(di(J, de todo pueden entender menos de calificar' escritos. ))¿Se quiere [>or ventura ejercer por esle medio, esencial¿Y en' tales manos anda la censura de nn libro, diráPl par- roonta característico de la "escuela moderada, una presión ticular estupefacto? ¿Y tan imparciales! é inslruidos jueces ctorna sobre la prensa, ó no es, como ha dicho nn periódico lian de decidir de mi honor, de mi libérlad y de mi bi'icien- muy allegado al ministerio, sino una fórmula? .;'>i es lo pri • da'.' I'erosupongo que mesera lícito apelar do su sentencia mero, lo comprí'.ndémos sin el menor esfuerzo, y mucho teá la de un tribunal compuesto de íntegros y peritos maíjis- memos i|ue todas las observaciones y argumentos de hecho trados. Do ningún modo^ Lo único que te se perfriile es in- que sobre el parlieular so aduzcan, sean vanos sonidos pertro;lucír un recurso de nulidad, si se han viohV'lo las formas; aidos en el espacio; si lo segundo, cosa que á nadie nprovepero en ciianlo al fondo del fallo prhicipal, la sor.tonciadeí clia yjá muchos, ¿qué decimos á muchos? á una institución zapatero, del sastre ó farmacéutico es inapelable y cansa eje- tan legal como la ({ue mas, perjudica en alto grado, debe cutoria.» ' dejar tio existir, ¡mesto que en último análisis,_ no tiene razoJí al'guua, ni (luisiera sombra de pretesto de"e.\¡stencia. ¡.A Esi'üHA.NZA escita al señor ministro de gracia y ju!>ticia "Interprétese como quiera esta cuestión, y ora sea presión á que por primor acuerdo tengaá bien restablecer tos somi- contra ia prensa, como nosotros croemos, ora mera f()nnula, . _ \ í . ' Uno laii !m:;o ccnin peí er;a dirección general -e terminen la.i Iiquii!:H;iones in;nidadíis ¡iracficnr en real ('irdeii de (¡ de agosto úlliiiio, (if'l iniporle de. IMS dereclios deveiiumisTUiíiii ii;; i-u".if "^'ío. gailos hasia el dia por la^ enimvsii,.; ilo caminos (te hierro y ' Bellas arles. EiclUó. séíior: En vista lie una comuiiii-ación da! uncir- demás de obras púólibaí qu'^ lian disIVulado de igual i'í.mse ponga en noticia de este miniílario, a lia de dispoSwpde nagocios de S. M. Iifilátiica nn esta cortí^, Inmlmla- ,cion, ner su remisión al de rmnen'-o, jiava que entregando aquotlas "3 a este ministerio pqt'l:i primor;» secretaria d<! estiuio , la I>agarcs por las cantidades (jue ;í caria una resulte, pueila te«ma (Q, D. Ci.) se lia'scrvi^p iliípon^r yuc se pubiiqtio en ner lugar su cange poi' libramieates correiptmJientcs cu lu '> GACETA oüi^ial el siguiente anuncio: forma ya hvlicada!' ¡yO.\[;MEM'W OE WELMiWiTOiV Es asimismo la Vídinital de .Í;. ^Í, qu- d anterior :;isi»ini de abonos se haga esl.'usivo á tOilr;'i|,i,í empresas d:^ obras ^' R ' ECCION m ouuAS Di; s. Sí. iiniTÍMf;A V u!-: i:tuFif:ins públicas coinpreiiiliílas on el urt. t(i riel rc;d decreto .lo 2:) , rúiit.ieos. de setiembre de !;í.'i:i, á liu de que bava ladsbila uniformiWhitchall.—L6nilre:i. dad en las exencionas (pie otorga i'\ oslado para el fomento , Los oomisiouaiios de obras do S. M. y de e Jiíieios púijücos de la riquoíR píililica; dc'oen.lo e^-i oü'.diia general a:!o¡)lar "'><''en sabfif r(ue el gobierno de S. At. "se ¡¡ropoue erigir nn las medidas couvoni,;iil.os para su ovacta oiis^rvancia en tojnoiunáenio, en la catedral ,lc San l'alilo do Londres, á la das las «(luanasdel reino. ""emoria-.dftl difmito dunue de Weillngtoii, y que estíin disDe realí'mlanlo digo á V. I. para su intelij'eucia v íines puestos i recibir, para diebo nwnumento, los diseños de ar» .consiijuicntcs. nios guarde á V. [. muchos anos. Madrid i "stas de fedos los pai?es. de octubre de IS.'Ki.—Salavarría.—Señor directúr gontíWl LarperSoBas que aspiren á entrar en competencia debe- de aduanas. ^ enviar modelos de una cuarta.parte del tamaño del prolectado monumento, el cual no ha de cscoder en su base de Illino. Sr.: Habiendo esa junta couíuUiva, ea cünipiimien''•pies da largo por O pies do ancbo. t(3 (ie lo preveniílo en real iirden de :ll de julio iloí año anteUda modelo que se envíe deberá llevar inscrito un lema, rior, redactada) los arancelen de impurtacinu y esintrUcion al y'u autor dirigirá una carta, que contenga «n sueslerior el estranjero y po.íe?iones españolas ilu ultraniar, incluyendo •Jombre de la pwsona y en e l interior el miimo lema dol todas las disposiciones generales dictadas ('esde 'i!i de S8"•Meló, P1 primer comisionado de obras de S. M. v de edifi- tíembre de ISíi;; ha^ia la lecha, con id íhi do (jue sirvan de ''"'s pi^blicos, en Whitebal!.—Lóndre?. norma para el comercio y las aduanas del romo en el año '^ada'éoftipetidor deberá espresar la cantidad exacta por la próximo venidero', S. M. 'la roina so ha dignado manrlar, que yj^al estará pronto, si-se le'exigiese, Í construir el menumen- se proceda inmediatamente á imprimir y circular los refiri^i euya cantidad lia de, incluir todos los gastos v no ha do dos documentos, cm \ns ñolas, aelaracione y esplicaciones ""^d<(r de,aO,000 libras epUirlinas, quo se han estimado convenientes, los cuiles'sa pondrán en El monumento lia de ROE de mármol, piedra, bronce ógra- práctica, para todas las operaciones de las olicinas del ramo, "•">> 6 de alguijo (te'estos materiales combinados; p'ro si desde 1." de (jnero'de tS;i7, cmisideráiidoío como la únicíi •'pnicompeliríor (lesease empleat-aisun otro material (jne legislación vigente sobre la materia. "O Sea mármol do Carrara, debiirá marcar «ii el- modelo las I>e real (ínTOilo digo á V, I. para su inteligencia y efecj''''8s rtel mismo en que proponga usar algún otro material, tos consiguionles. n¡(»s guarde á Y. I., muclios años. .Madriil •^nai color peculiar del mismo. (í de octubre de IS.'ifl.—Salaverria.—Señor vioepresidonié , Losrtiodolosde artistas residentes en el Uiiino-ÍJiilJo du- do la junta consultiva de aranceles. ^r«n ciilVegarse en Landres, In mas larde, para 1." de juj,j ^^18i)7.,I.fl3 I a artistas que rísitüm en otros riiiies, paIllmo. Sr.; Enterada la reina {i), i). (',.) dolespedienfe for/ * ' 2;j de junio del mismo año. Los modelos se ban d« dimado con motivo de las dii las ftue ocurren en las aduanas j8'ij,al primer comisionado, y cnirogarsc, francos de porte, Jijiteihrtinster-Háil, (»' en cualiiuier otro sitio púliüco qua del m\if) sobre la aplicación délas parüd s l-¿y l'idel aran«cletcrmiiVe mas adelanto, y del que sedará oportuno avi- cel vigente, rolaüva; al aceite de liiiazn y al socanle para pinJL'•"ijoilde deba tíner efuclo la esposicion pública en julio tores, y considfrauílo ser convenienle que ambos artículr.s satisfagan el mismo derecho, en armonía con sus respectivos ^M'i coraistouádüí no serán responsables «la ningún dele- valores, S. U. se ha dignado mandar, ([uo las referidas partidas 12 y_J i se refuiiílaii en una sola que (comprenda el 'Woó accidenté (^ue puedan sufrirlos modelos. .•f*"l*Tán á los nueve diseños q\ic merezcan mas accjita- aceite de linaza y el socante de cuales(piiera clases, con el derecho de 8 es. per arroba en bandera nacional y !) rs. .'10 ^'co lo» proraios siguientes: ciínljmos en esfranjera 6 por tierra, quo ej el que en Irt ac labras esterlinas. Inalidad tiene señala lo el ¡iriniero y que se ¡ncliiya esí» rhodificacion en los ,iraii';eles generale'sPqne han de fej¿ir en la ^1 primero. . 70Ü ))enínsui» ó islas adj acentos (U'sdo 1.''del año príJiimo de Al secundo. .. . I8;i7 Al tercero . . De real lírden lo digo á V. I. patií su inteligencia y efeclos 21 tO Al cuarta. . . conslguiontoí.—Dioi guardo á V. i. muchos irnos. Madrid 8 Al <i,uinto . . , de octubre de JS:>!i,—SaUvenía.—Seíior vicepresidente do • Al sesto. . . . : : ; ; ;^ la jun'a cohsulliva de arancüloi. , , Alsél<i:o . . . . . . . . .\ lOi) a cada uno. A octavo. I Al noveno. .' ^ EEVISTA Oa u.\ PSIENSA. I Sin embargo, el artista que obtenga el primar prenii.) no LA HsTüKi.t.A se propone domü.drar en su artículo ;!e fon. feeibirA si /jufldíse encargado d(j consl'ruir el monumendo do ayer que la previa co!r-.>:ra os !n;is oonvonioido al esí'^giin, stu (liseíio,, j Los mpdelos nretniados han de quedar como prui/icdad tado y lua; v.";i;;ijo«a pan los o-oi'itores [lúblioos, y \,\n c!lü "^1 gobierno. ' • > alega cnlre otras estas razono:; :(.'"'••<iriien da los comisionaaiis, AUVeilo .\ustiii, secra- ¡ I El gobierno dé S, M. C. esprn'a conliadamonle (lue los arP.ií •f«£''"2. *=^"«''P"»derán al llamainionio .le S. JI, H. rara iiHMraClon d¿ los que d(íscen tomar pane en el concurIrt ] 1*1* 1 "^P'ífesW enta real academia d(» San Fernando loesils el i.) del cotrienie, de diw á do$ de la tarde, [lor cs: Picio de (los moáei, un dibujo lilugraüailo de la catedral de «in Pablo de Londres, scfialanJu el sitio propuesto para el •nonunientü. Ue real orden lo digo á V. E. nnra su co!in^-,inilcn!o r el'sc, ¿1; } oportmioj. Dios guarde á V. E. muchos añóí. Ma"'i tO de octubre de t8J0.—Josó llanu(d de Collado.— ag: ¡cultura , iiplustria «ñor director general «le a'':iculliira , industria v co "lercio, * .Mi.NisTEP.io Di; I I A ( : U ; N U A . Reales oritents. ' "w. '.eñor liíllán lose rosueKo por reales ("irdono; do S8 teri 'í'*^'^ ^ d^dofagoslü últimas espodidas ¡¡or este ininist¡. ".' ''* acuerdo con el de foinonto, (¡ue se moddiquc el artíor c"^ de la inslruccioi! da IJ de lebrero próximo ante^ nielada por aquel ministerio para llevar a efecto la ley «l^neraKd»} forro-carriles de.S<1e junio'de It)-;:;. á (in do ^lují^fine las enqiresas de flsluidass tio obras satisfagan en .'ulicp el importe delo^.dcraclios de arancel y demás que (j *!'Süe él material que !ntrodu/.ca del estranjero, á cuya . .,*"ueiün tienen dwccbo ion arrijglo al párrafo quinío (leí ¿''«"lo 20 de la espresada ley, 1» reina (U- !>• C ) se ha g,ij*"lo mandar fu, observen liesde luego las reglas si]^C. ,í^™ las empresas de ferro-carriles comprendidas en Cflw/•;C'3 da jwnlo de t8i)3, otorguen los, pagaros i plaío Hjy^^'tíds al (Ximíircio por el art. HO de la instrucción de felá •''**' ""^ '•"i'""' '"'' a'l'íU'l'*-'' 'jl«l material incluido en In ¡I, j ! " " geiHjral «probada para cada camino y (;omaiiicaiia á 4 jQ " ? ' por donde haya de introducirse, renovándolos j(¡_jji^^icitrtiénlo por iguales phr/.os, hasta que puedan canfio rf f**' ^^ libramientos que se espedirán por el minisfcíetiP^ 'SWntn á Jtavor de las mismas, por cuenta de la subtL I Mué lae eslá concedida un el párrafo quinto dol arj I? ^,"^0 la mencionada ley do ferro-í^arriles. (!(,'"• ^ v«e liabiéudo.so dispuesto (pu; la ordenación general fi»s u f'''^' ministerio de fomento consigne^ en las tesorePftsa r itrovíncías donde existan los pagir&t de las em*Í0n ^' créditos que por cuenla de la espro;'!adajJubven¿jO n* concedo á las mismas, ios librainícntos qua so espi1) P°r la referida ordenación"déboraff conlener,desimes de (iei!"'^"Í3d, h cláusula espresada dodá satisfacer en pagar(5s * empres^,.ce|dida'í en pago (fev dcracbos de aduanas.» ^MIllllllieillí"llllll»lillWgaPMWOp>WMipM«»W»0«BWW"IW»»iM««M wmm FOLL^im. 6;Í , VuiásiON AL CiSmUKO CdN KüTtó. TOMO TEfttíERO. CAPITULO X. m. .. B t S O D E L •TRAIDOR. (Contimtaeion.) ^^1 * la voz que presiintaba la majilla para recibir el hijfo , traidor, ofrecía lambitíB las manos á los sayones p;ira que "tasen. ^ .^'o en él momento que los labios del traidor tocaban la cief"* ^^ ^^^> e3tú\6 un trtteiio tan violento, rasgó los fj "'tanamenazadont eihalaeioii, y surcó el espacio un v¡ **" tfímendo, que los soldados al avanzar sa detu4, ,°"> y el (üismo decurión miró hacia atra» como buscan^'luida. . , , ine^^ % l e ? Jesüs: Os lie <li«lio qua yo «oy; por tanto si ,^¡^'*«cai^í mi,.dejad ir ¿estos.u PJ ,,*'^* que se. cutnplieía la p»lahra que habia dicho: m 'alguno de los que me diste.» J al ^'^*^®* fueron parte áque le repusieran los soldadas, Hn^'T íí^^!*®?'^*f(PJo» de Ijacer misteincia, se entregaba 'Obre ' " ^ para que le aprisionaien, se precipitaron "• ' i f •• ' - " '' ' ^ ^ _ _ _ _ _ ,'i'!;i <• '*' i l C . ! ; ' - i i l ! i ' '¡'•'•^ ¡MU. conveniencia liasta «1 punió de quebrantar el respeto á la legalidad exislenle y do no verse mas que el predominio de los interases de ¡¡andería en la .Jinea de política que ca<.la cual se traza, discurre de este modo: «Puede decirse que el trono osla única institución (fue, al menos de derecho, ha quedado en pie durante las viciiiitudes áque el r(';gimin constitucional ha estado espuesto. No . solo han sufrido cambios radicaltjs ó de mucha monta on general las leyes administrativas, sino las mismas instituciones sobre que(iescan.sa aquel, y cuya mudanza ó trasformaeion continua, ceden irremadíablemente en su daño y descrédito. Es un axioma ¡lara cuantos mediten algún tanto sobra el gobierno de los pueblos, que no liay sistema político alguno (¡uo ofrezca, al practicarse, resultados ventajoso!, sino encuentra para su establecimiento un apoyo mas sólido qua el de uno de los partidos en (juc se halla dividido el pais; que so ha menester, wimo (>ondio.i(m indispousahle, que á todo* ellos se sobreponga un heidio consumado que todos acaten, y que nadie intente conculcar, poniueen esto se cifra la trauquilidad (ie (a nación, y el buen éxito de los principios cuya preponderancia se anhela. «Movidos , mas que de otra cosa , de estas ra'/.onís, creí»Dos elementos encontrailos se hallaban cerca del poder mos siempre (¡ue , cualesquiera (pie fuesen los vicios de que á mediados de julio dol ano que acabamos do decir: dos readoleciera el régimen |)lanleado ¡lor el partido que cayó del voluciones eorrian paralelasen busca de nn mismoobjetíj; poder en julio (le l8o4 , cumplía respetarla á sus sucesores ¿qué hacer para e^ itar una colisión? .Muy sencillo; fundir en su parte mas general, no aceptando innovaciones sino á los elementos encontrados, asociar la» dos ravoluciones, y título do reforma , con gravedad y detenimiento , que no es dar á los do» participación en el poder. .\si se resolvió el de verdaderos estadistas destruir lo que encuentran en pie, problema quo empezó con el movimiento del partido pro- para lanzarse aventuradamente an un piélago de ensayos pe • gresista, ((uieto, |>aci(ico é indiferente antes del manihesto ligrosoi. Puedií y debe haber ciertamente on todo gonierno de Manzanares. El pensamienlo de la unión liberal no fue constitucional ciertas mudanzas im|»ortantes siempre que si((uiera la pasajera csplosion de un momento de entusiasllegue á preponderar uno da los partidos que so disputan el mo; fue una cre;icion del interés y del cálculo palíticos para mando; mas para qua talas mudanzas pasen á registrarse en salvar una dilicultad gravísima y peligrosa: ¿qué resultado el catálogo de les hechos nacionales, que nadia recusa aunhabia de tener con semejante origen? El que tuvo: la unión que, forme opinión contraria , es necesario que al resolverlos de los dos parli'los se quebrantó aun antes de verificarse, es se proceda con ri;sp8to á las medidas anteriores, con dignidecir, se deshizo cuindo estaba aun 'en proyecto, y^ en el dad en la forma , y sin intento alguno qua propenda á crear poder quedó bramando por saltar la valla do las considera- tina jurisprudencia radicalmente distinta. ¿Cómo se comcionej personales y políticas, hasta qua llegó un momento prendería en otro caso que pudiesen practicarse las institusupremo, y dio el estallido flue tenían previsto los hombres ciones constitucionales, ni que hubiese solidez alguna on la desapasionado». Ahora ha sobrevenido una necesidad seme- cosa pública? jante á la de tSa't: se ha formado un miniíterioda fusión, »ne preverse era, para quien no cagaran completamente y se necesita de un partido de la misma índole que lo sustente y lo apoye, como'se necesita una llave para una cerra- sus pasiones ó el brillo engaño.so de un entusiasmo pasajero, dura ,'ó una nodriza ¡lara un recién nacido. Poro la dificul- que tras el ímpetu revolucionario da la época á (lue hemos tad está en que no se encuentra nodriza, y pn que la llave aludido, vendría naturalmente, y sin esfuerzo alguno, otra época mas tranquila y reflaxiva en (¡uo se pudiera cvaminar no parece; (le manera que no hay otro reiTKídio sino dejar morir al recien imtido, y arrancar la cerradura si no se cdii sangrc'friala debilidad de las primeras impresiones, y se sometieran ajuicio severo sus resultados. .Si hubiesen inquiere acliar la puerta ahajo. tervenido entonces esclusivimenteen los negocios, los par»Xos asombra la fe de los fusionistas, porque ni las con- tidarios del radicalismo político, nos hubiera costado poco trariedades, ni los desengaños, ni los imposibles son capaces trabaj() comprender su alan revolucionario, por mas (Jua dede (íulibiaria. Dice alguno: «debemos formar un nuevo par- plorásemos ver á uuestrc) pais on sus manos; hubiéranaoslo* tido, porque los partidos viíjos están devorados por la discor- tenido por enemigos del sistema constitucional, sometiéndodia, «—¿¿ué podría ser, preguntamos nosotros, de un círcu- nos an esto concepto á los gravísimos inconvenientes del lo de hombres mas grande ó mas pequeño, sin otro alicien- riigimen á que propendían; pero siendo muy otra» las cirte, sin otro estímnl'), sin otro lazo, sin otro símbolo que un cunsta'ncias del tiempo, persutididos á quo era de todo p«nto interés del momento? Si los partidos, producto de las ideas, facticio en España et impulso del radicalismo, y que eran están devora'iüs poi- ia discordia, podría sobrevivir mucho muy otros sus deseos y sus esperanzas; á los lamentos que tbnnpo á su projda formación el partido creado por una ne- nos arraneaban los males presentes, tañemos que añadir las cesida'l pasajera en que las ideas nohaíi tenido parle algu- no menos daplorablfls provocados por la rellaxibn triitíiirna na? Si ios fusioni^,•Ias apelan en último rosHltado ai pais ofi- de que los contratiempos señalados anadian dificultades siu cial, que es una mínima parte del pais, conseíjuirán hasta cuento al establecimiento del orden da cosas liberal, aunque cierto punto su objeto; tendrán un partide en miniatura (pie acordado y continuo, (|iie debe recelar igualmente dacuanhaga coro á la política dominante; pero todo esto durará t;is circunstancias lo coloriuan an afinidad con la democracia basta (fue otra política venga & tomar puesto en les regiones ó el absolutismo. del poder. Los partidos hechos para cubrir una necesiifad, ))Si, pues, son tales condleraciones decisivas para 1(» dejan de e:;i'-tir en cuanto la necesidad desaparee», del mis- suerte futura de la monari¡nía constitucional; si no deben mo modo que se api'igau hsluo.cs qua lian serviii» para ilu- perderlas nunca de vista los ipie la ensalzan como la forma minar un sarao, «n cuRalo se despide á la concurrancia. da gobierno mas aceptable en el estado presente da la socieda(l, ¿habremos de contribuir insensatamcnta á que sa ma»(.)tro3 fusionistas, esclaman: «Eorinemps un nuevo parlogre su enseñanza par espíritu de rivalidad? Nosotros, que tido, [lorque los antiguos están disuoltos.» Esto da la disolución de los partidos, es otra de las creaciones fantásticas no estamos, por fortuna, contaminados por resentimiento» que pasan entre algunos como artículos de fe. Se disuelve ¡larticnlares ó políticos; que miramos en los asunts públ¡(-os uri ejército, cuando asi lo quiero la voluntad que lo (lacrea- al intoré;i del pais primoro, y al intenís de los principios constitucionales en seguida; que no juzgamos, por último, do; se disuílve una a.sociacíon cualquiera, cuando cesa el aseí[uibles sus ventajas, cuan.lo se descuidan ó menospreinterés que la dio vida; se disuelve una corporación oíicial, cuando comple su obj(!to ó su misión está terminada; ptiro cian lo» medios que las proporcionan; no podemos monos de insistir una y olra voz, auiupic sea, al parecer, con poco un partido político, como ¡oda secta que tisna una creencia conmn, no se parees cu nadaá ninguna de esas asociario- fruto, en la indicación de las dificultades que se oponen al n«í ([ue panden de la voluntad do un individuo, y son crea- oslado (1J cosas imilbrmc y regular quo pedimos. Poilráse objetarnos co;i sobra de razón, que uo hay armonía posible das para un objeto determinado. entre la antítesis compuestas, da los mismos partidos que »Si fuera dable la disolución de l(;s partidos políticos que descansan sobre la lirmisima base de las creencias, y llega- debioraii contribuir armónicaincnto al aíiaazamianto del ra á verificarse semejante aqonlecimiento, tendriarnos quo mis;nu sistema; todo esto, que nosotros reconocemos parcialac(!ptarlo y sufrirlo, como acaptamos y sufrimos las sorprcn- mente!, probará, á lo sumo, la e.'vistencia de un mal arraigadenlas trasíbrmaciones que producá la naturaleza; como do'; en inaniuM alguna la existencia de un mal necesario. ace))taríamo3 y sufriríamos la desaparición repentina, por causa de un terremoto, de una colosal montaña que sirviera »Si asi fne.se; si so aunaban la esporiencia y la naturaleza de limite á dos países vecinos, ó preservara de aires nocivos do las cosas de nuestro pais para liacer ver qua no es aquí á una comarca, ¿^ué nombre merecería al quo se propusie- realizable la doctrina constitucional, ¿quóles restaría clera levantar la obra de la naturaleza derruida? I'ues tan te- niüslrar á los que se dícon sus partidarios, y la separan al meraria 03, en nuestro concepto, la pretensión de formar de propio tiempo de sus condiciones naturales por sobra de jironto un partido, qua si no os obra de la naturaleza, es preocupación ó error de juicio? La respuesta és obvia. No obra do las idaas, y uo as creación de los hombres. nos referimos en manara alguna á sus adversarios siitemíti«El antiguo partido moderado no eslá disuelto, ni tiendo á cos, qua estos crecen con su humillícion y descrédito; apesu disolución: por el contrario, nunca sus condiciones de lamos tan solo á los que en 1852 y 18.")í levantaron su voz existencia y de porvenir nos han piirecido tan firmes y se- indignados contra el menosprecio de los principios constituguras como ahora; y es porque su verdad -ra tomlencia es la cionales, y so dolieron hondamente en iS'ití y I8"i() délas de ideutiliearse mas" y mas con los intereses y los'sentiinien- tendencias rsvolncínnarias que reamplazaban á los planes tos del pueblo español. Hasta hoy puede de(drsc que los par- absolutistas. tidos han dominado sobro el país; do al;,^un tiempo acá, el »Lo porvenir guarda tal vez lamoníables lucesos para Espais procura, sino dominar sobre los partidos, marcarles por paña ; los tememos sin esperarlos, i Ojalá que se aparte de lo menos el camino (jue deben recorrer. La opinión pública, nosotros la nube amenazadora que asoma en el confin del á quien se llama señora del mundo , sin haber sido nunca sereno horizonte, y (¡ua alocciimado el pais, á pesar (lelos mas que una miserable esclava, empieza á recobrar su po- amaños da los partidos , do8[iues da tanto infortunio, l.jgr« derío. ¿No se la vio ya cuando las discusiones de la base re- sobre|)onarse al cidw á los motivos d» trastorno ó inquiatud liosa? ¿No se la sintió cuando las (liscusionos sobre la mo- que no lian d(!saparecido todavía comiiletamenta! nar(iuíá? Pues de la misma manera, y con la misma energía "Creemos, con harto dolor, quo no serian, en caso cony la misma unanimidad, se irá poco á poco demostrando sotrario, responsables de los males ocurridos, ni los cnamigos bre todas las grandes cuestiones que afectan á nuestra organización política. Y corno el partido moderado á de seguir- dinásticos, ni los enemigos radicales del actual orden de le, ó quizás precederle en sus jcstiísimas aspiraciones; como cosas.» E(. DIARIO ESPAÑOL, haciéiídose cargo déla carta de Hien vez do r(imora á sus movimientos y á su desarrollo, ha de ser su auxiliar, de aquí que ese partido esté hoy mas lejos vadasella, que ha publicado uno de nuestros colegas, y en que nunca de su disolución. Podrá perder algunos miembros; la cual se dice habcr.se permitido los tripulantes (le varios pero un partido no es como un cuerpo humano, (|ua al perbuques ingleses, surtos en aquel puerto, celebrar públicader uno solo de los suyos, se inutiliza.» inaiilc algunas ceremonias del culto protestante, á la vista El. CaiTERio, después do consideBdr cómo las reaccione» da multitud de personas de todos se.xos j edades, .Se espresa y ravoluciones pervierten todas las nociones de justicia y en estos términos: como aseguran los que por deber ó por cálculo se idegaiiidócilmeute á todo, y a toiío aplican las catiricaciones mas melíHuas que les as dado invantai-, nosotros recliazamos con igual franqueza la [iresion y la fórmula.» LA ESPAXA dedica sus rolle.xiones á combatir el pensamiento de la unión libaral. Hóaqni los principalos párrafos de su artículo; (d'or otra parte, ¿(puj prosélitos puede hacerel pensainii?n-, lo do fusión en las provincias, donde los partidos se conserv;iu íntegros, sin alteración ni dcséomposicion alguna, cuando en Madriíí, que naturalmente (ijerce la iniciativa en los asuntos uolíti(M;s y en (londo la astucia pncde evocar el r e cuerdo ('te antiguas rivalidafles, desconocidas fuera, apenas ha tenido aceptación? Si los fusionistas no tuvieran formadas sus ilusiones á pruob:i de desengaños, habrían ya renun(';iadu mil veros á sn temorario empeño : poniuc en resumidas cuentas, ¿qué es lo quo han cón.ioguido desde qua echaroná Tolar por los airas de la política ol pensamiento de unión liberal? Dos años y meses cuenta da «xisteiicia, y los nombres de todos los pros'élifcys (algunos ciertamente respetables, y todos, asi lo creemos, guiados de sentimientos fíe buena fe) caben en al papel de un cigarro. _ Aparláronso lo;; soldados. Entonces Jesús, inclinándose ' judas aprovechó este momento para intentar la fuga. h'ácia al criado dol poutificc, que estaba en tierra sin sañuPero detaniéndola Podro por la ropa y lanzándole hacia ed do, dasangrándoio, le tocó con un dedo en la herida. En el grupo de los apóstoles, esclamó: «cto sa contuvo la hamerragia; cicatrizó la herida y Maleo —«¡A mi todos! ¡Defendamos al Maestro!» Al propio tiempo desenvainó la espida que llevaba oculta se levantó. liajo al manl;o, y dio un violento golpe on la*caberla á uno do Pero aste milagro patente, on vez de convencer y aquielos que componian la turba. El herido fue el mismo criado tar á los soldados, sirvió para redoblar su cólera: arrojáde Caifas que había abierto la puerta á Judas é introducido- ronse sobre Jcírfis, y le golpearon unos con el cuenlo de las la en la sala del consejo. lanzas, otros con los corilelos que habían traído para raaniatárie. Maleo exhabi un agudo grito y cay(i deiífíloma'.lo á inipul*03 del dolor y derramando coplasa sangre de la herida,' Entonces les dijo Jesús con su insinuante voz: abierta junto á la oreja. ' —«Habéis salido á prenderme como ú un ladrón con espaCreyéndole muerto los soldados, dominóles por un mo- das y palos. Todos los días estaba sentado entre vosotros anmento el terror. En medio de la confusión qué ocasionó se- soñands en el templo j no me prendisteis.» mejanla lanc(j, trataron de huir "algunos soldados, y escapóse «Mas todo esto sucedió para que se cumplieran las escridesda luego Judas, á (juien los apóstoles líabian soltado, preturas de los profetas.» cipitándose por fos sinuosos senderos de la montaña , bor((Esta es vuestra hora y el jiodor de las tinieblas.') deando el ri'iichuelo que va 6desembocar en el <.>dron. Y se autrogó sin resistencia á los verdU;^os. Lo mismo habrían realizado los soldados, pero su jefe En un momento le agarrotaron estos con cuerdas nuevas Aben-Adar les increpó duramente; diciéndoles: y duras, sujetándole mano con codo por la espalda, y ciñén—¿iNoos avergonzáis do huir de un solo hombro?... düla á la cintura como le rodearon al cuello una correa taLos soldados se detuvieron aboehornados, á escepcloii de chonada de puntiagudos clavos, üe este cinturon y collar uno , quo continuó corriendo hacia Jerusalen y desapareció pendían otrus dos correas de igual especio que cruzaban sobien prbnl#-en la osciiriiad. bre el pecho, y á toiias ellas ataron cuerdas, que les serPor su parte Jesús, conté liendo á Pedro, le dijo: vían, no solo para sujetar á Jesús, si qua también para —(íVuelv* tü espada á su lugar, porque fo'los los que sa lirarie á todos lados, con sacudidas violentas, según su sirvieran da'laiéspada perecerán por la espada.» antojo. «¿Piensas por ventura quo no puedo ro^ar ú mi padre y Y á cada sacudimiento que le daban, los clavo», quo csme dkni, en la hora mas de doce legiones do áng'des?» ((Pues ¿Cómo se cumplirán las eicrituhts, que convi.me laban adlieridos á las correas collar y cinturon, y cuyas puntas estaban hacia adentro, pegando á la carne, laceraban sucednasí?» En aqual momento, seapodiíraron ios soldados de él, y les el cuerpo da Jesús cubriéndola lie heridas y de sangro. dijo Jesús dulcemente: —Estoy pronto á seguiros; pero dejadino ÍUIUK curar á •ste hombre. l ' j i !';'••;;;. i: ,.,Tii!(',;„ T Í ; : ' ¡ r 11:1:::"* : ! i ' ' . l ' í : i i . . A la Tísta de aste lerriblii'preludio del suplicio que debía sufrir el Maestro, los apóstoles, que on su ciego cariño y profunda fe esperaban siempre la intervancion ie un mila- gro supremo, Haqusaron en valor y en esperanzas, y huyeron unos hacia Bolhel, otros hacia Engaddi. Jesiis lanzó una postrer mirada y dirigió una postrer sonrisa á Juan, para recordarle á su Madre. Comprendió el apóstol la sonrisa y la mirada, y dijo: —Allá voy, Maestro: la que hasta hoy se apoyaba en tu brazo, se apoyará da hoy mas en el mió. —¿Está ya? preguntó el decurión á los soldado» que agarrotaban á Jesús. —Ya está, le contestaron. —Ríe» adelante, Longinos, y anuncia al gran sacerdote que el falso profeta está ya en nuestro poder. Salió un soldado de las filas, y á pesar de la grande oscuridad de la ñocha, tomó con rápido paso el camino de Jerusalen. Y su» compañeros se burlaban da él, gritándole: —¡(Juidado, Longuios, que vasa romperte la cabeza contra esa piedra!... ¡Cuidado, Longinos, (jue vas á tropezar contra ese árbol!... ¡Cuidado, Longinos, qua va» á precipitarle en el Cedrón! Pero: Longinos, lejos ya de sus turbadores, que no le podían diptinguir á través de las densas tinieblas, les respondió: —Ttíaniuilizaos, sino veo bien da dia por mi mala vista, da noche distingo parfactamenta los objetos. Y el ruido de la voz se estinguió. Y con el ruido de la voz se apajó «1 «cu de los pasos. En iñedio de este profundo silencio dijo ol decurión: —Varaos ahora á «asa de Caifas. Solo Pedro seguia al triste convoy de lejos, para saber la suerte de su bien amado Jesús. CAPITULO XL ' "• 1-. sriCSO DE CIAUDU. Gran perturb i;: ; liaiiia en el palacio de Caifas, á donde era conducido .li.'-u». Gomo lo hemos ya indicado, el consejo de los ancianos y sacerdotes se habia de(darado en sesión permamente, después de la partida de Juilas con su gente, y esperaba. De reponte entró un soldado pálido y cubierto de sudar y polvo. Era el que habia huido gritando: —((¡Ay de aquel que s« atreva á poner las maooa sobr* ese hombrel» Llegaba á casa de Caifas presuroso ám el deseo, qu» aguijonea á cuantos presencian un hecho trtmando é increíble , dt adelantar la noticia de lo que acababa de presenciar. Contó como en el momento que el Cristo, hallándose junto á (iethsemaní, se presentó voluntariámento á los qu« Is buscaban, para decirlos:—«j Yo soy Jesús de NazaraÜiJ»— toda la'tropa, decurión y soldadas, había sido darribada en tierra; que solo él quedó en pie , y presumiendo que est» escepoion hecha en ju favor era para poder traer la noticia del milagro, habia echado á correr y cumplía su misión. Estaba ya tan generali'zado y esparcido por toda Jeruial«n el rumor da la ¡.omnipotencia de Jesús, de.sda su entrad» triunfal en la ciudad , (jue jior increíble que fue» »1 relato del soldado, cuantos la escuchaban sa estramocíeróB. Concentráronse todas las miradas en Caifas. Comprendió el pontífice que se buscaba en su conlincvitc la firmeza y seguridad que á lo» deraai faltaba: coniprendiií qua su procedar «n aquella ocasión era decisivo ó iba i servir de norma para lodos los presentes. .ijitt Grande era su pavor; grande su espanto; p«ro IjamaiMb i su odio en auxilio de su valor, dijo al soldado: (Se [contirmarú.)