Jezabel - Iglesia Evangélica de Oración

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Según la Biblia, Jezabel fue la encarnación misma del mal. El arquetipo de la
mujer liviana y ambiciosa que, movida por sus propios intereses, causa la perdición
de todo aquel que cae en sus redes. Sin embargo, la historia y la arqueología
hablan de una mujer enérgica y culta, una princesa fenicia que dejó su país para
cumplir el mandamiento de su padre y llevar la paz entre Fenicia e Israel. Una
mujer fiel a sus propios ideales, que quiso instaurar el culto de sus dioses en su
nuevo país, a la que no le importó luchar contracorriente, ni enfrentarse a los
sectores más tradicionalistas de Israel. Jezabel fue una esposa leal y la mano
derecha del rey.
Jezabel había nacido hacia el 900 a.C. Era hija de Etbaal, rey de Sidón, un
monarca despótico, fanático adorador de Baal y un modelo de conducta no
demasiado recomendable, ya que había asesinado a sus dos hermanos mayores
para hacerse con el trono. Se desconoce quién fue su madre o si tuvo hermanos,
pero se sabe que sus primeros años discurrieron en palacio rodeada de riquezas
del extremo Oriente y de las tierras exóticas de Egipto y África del Norte. Y según
parece, llegó a ser una sacerdotisa importante de Baal, uno de los más
importantes dioses del panteón fenicio, dios de la tormenta y la fertilidad.
Por entonces, Sidón era una próspera ciudad fenicia cuyos marinos comerciantes
se habían expandido por todo el Mediterráneo. No es de extrañar que Omrí, rey de
Israel, tuviera interés en emparentar con tan poderoso vecino. El matrimonio de su
hijo Acab con una princesa fenicia no sólo implicaba una importante inyección
económica para las maltrechas arcas del reino, exhaustas después de las
continuas guerras contra Asiria, sino que iba a permitir que Israel dispusiera de un
punto de acceso al Mediterráneo que reforzara los intercambios comerciales con
otros pueblos costeros.
A Etbaal, por su parte, la alianza le ofrecía la posibilidad de abrirse paso hacia el
interior, una atractiva perspectiva desde el punto político y comercial. Por tanto,
aceptó gustoso el matrimonio de su hija con el heredero de Israel. Omrí no vio el
enlace de la princesa fenicia con su hijo. A su muerte, le sucede Acab en el trono y
al casarse con Jezabel, ella se convierte en la reina de Israel. Acab continuó las
obras de su padre y acabó la construcción del palacio de Samaria, al que
llamaban “la casa de marfil de Acab” por su gran cantidad de incrustaciones en
marfil. También construyó otro palacio en Jezrael, una ciudad estratégica, entre las
montañas de Samaria y Galilea, dominando la gran llanura que une el
Mediterráneo con las rutas del oriente.
Consumado el matrimonio, Acab debió sorprenderse al ver que Jezabel, que había
recibido una esmerada educación y estaba dotada de una poderosa personalidad,
no se contentaba con ser una mera moneda de cambio y ejercer el papel de
consorte pasiva y vientre fértil para mayor gloria de Israel. Por el contrario, la joven
fenicia no tardó en mostrarse bien dispuesta a tomar parte en el gobierno del reino
y, puesto que era una mujer de firmes convicciones religiosas, comenzó por
implantar en Israel el culto a Baal y a la diosa Ashera, su complemento femenino.
A decir de las Sagradas Escrituras, no encontró objeción alguna por parte de Acab,
ya que gracias a su belleza y considerable inteligencia, rápidamente se hizo con la
voluntad de su enamorado esposo.
Esto causó ofuscación a los líderes religiosos de Israel, quienes veían que esta
mujer influía negativamente en Acab. El empeño de Jezabel en adorar al dios Baal
e introducir sus ritos de culto, entre los que se encontraba la prostitución sagrada,
fue para los sacerdotes israelitas una abominación. El nuevo culto se extendió
rápidamente y Jezabel se convirtió en una amenaza para los profetas de Israel.
Montaron en cólera y se organizaron para movilizarse contra la joven reina.
Ni Acab ni su esposa pensaban consentirlo. Para mayor crispación, la reina llamó
a su lado a 450 sacerdotes al servicio de Baal y 400 al de Ashera. Les alimentó y
dio alojamiento con dinero público. La respuesta, en forma de levantamiento
popular, no se hizo esperar. Los profetas de Israel clamaron públicamente contra
la reina y Jezabel mandó asesinarlos. Se había convertido en la enemiga de Israel.
La antaño princesa fenicia no pareció preocuparse. Se sentía fuerte y poderosa, le
guiaba una fe en la que creía ciegamente y contaba con el apoyo del rey y de
buena parte de la corte, ya convertida al culto a Baal. Pero no contaba con un
poderoso enemigo: el profeta Elías, que, empeñado en la defensa del dios de
Israel, se enfrentó abiertamente a la reina, a quien acusó no sólo de fomentar el
paganismo sino de conducta liviana. Elías profetiza una gran sequía en la
región: "...no caerá rocío ni lluvia en estos años, sino según la palabra de mi boca
". Si la profecía se cumplía sería Yavhé y no Baal el verdadero dios que dirige la
naturaleza y los fenómenos atmosféricos.
Entonces llegó una sequía que duró tres años y medio y no habiendo cedido
Jezabel, el profeta desafía a los cuatrocientos cincuenta sacerdotes de Baal y los
cuatrocientos de Ashera a una prueba en el monte Carmelo, para saber cuál es el
verdadero dios. Se sacrifica a dos animales, uno para cada dios, y se espera a ver
cual dios, tras la invocación pertinente, enciende el fuego del sacrificio. Mientras
que Baal no aparece, Yahve sí. Su fuego consumió incluso el agua que habían
vertido sobre el sacrificio y hasta las piedras del altar. El pueblo queda convencido
de que Yavhé es el verdadero Dios y el profeta manda matar a los sacerdotes del
otro culto. La reina, tan pronto tuvo noticias de lo sucedido, jura vengarse y
condena a Elías a muerte.
Jezabel también muestra el perfil de mujer cruel, dispuesta a asesinar para
conseguir sus objetivos. La Biblia introduce el relato de la viña de Nabot para
ilustrarlo. Parece ser que Acab, con el propósito de ampliar su jardín, había
querido comprar un viñedo que lindaba con su palacio a un campesino
llamado Nabot. Como el propietario se negara a la transacción, Jezabel urdió una
compleja trama en la que el campesino pasó por traidor ante sus propios
convecinos, quienes acabaron por lapidarle. Tras la muerte de Nabot, el rey se
apoderó de su viña. El profeta Elías maldijo a Acab diciendo: “¡ Mataste y te
apropiaste de lo ajeno! En el mismo sitio donde los perros lamieron la sangre de
Nabot, allí también lamerán tu sangre ”. De Jezabel dijo: « Los perros devorarán la
carne de Jezabel en la parcela de Jezrael. Porque a aquél de la familia de Acab
que muera en la ciudad, se lo comerán los perros, y al que muera en despoblado,
se lo comerán los pájaros del cielo”.
El profeta Elías tuvo que huir al monte Horeb para escapar de la cólera real. Pero
la semilla del descontento ya estaba sembrada y el profeta necesitaba un militar
que acaudillase la revolución contra la reina. Elías y sus seguidores contaron con
el apoyo de Jehú, un general del ejército de Acab, que, a la muerte del rey en una
nueva batalla contra los sirios, se levantó en armas y asesinó a sus hijos y
sucesores, Ocozías y Joram. Seguro de su victoria, Jehú se dirigió al palacio de
Jezabel.
Cuando la reina oyó que Jehú había entrado en Jezrael; se pintó los ojos, se
adornó la cabeza y se asomó a una balconada para insultarle. Se había maquillado
para morir dignamente y enfrentase a la muerte con valentía. Como respuesta,
Jehú ordenó a sus eunucos matar a Jezabel: " Echadla abajo". Así lo hicieron, la
reina fue inmediatamente defenestrada frente a una multitud desde el balcón de su
palacio. Su sangre salpicó los muros y los caballos la pisotearon. Jehú entró al
palacio real, donde comió y bebió antes de ordenar que dieran a Jezabel la
sepultura que, como hija de reyes, le correspondía. La sorpresa fue que, al salir en
busca del cuerpo de Jezabel, sólo hallaron sobre el pavimento su cráneo, sus pies
y sus manos. El resto del cadáver había sido devorado por los perros. Se había
cumplido la maldición de Elías.
Fuentes:
María Pilar Queralt del Hierro, Mujeres de vida apasionada. 2010 La Esfera de los
Libros S.L.
http://blogs.21rs.es/pikaza/2010/06/08/jezabel-la-mujer-odiada-1/
http://es.wikipedia.org/wiki/Jezabel_(Biblia)
http://www.arqueologos.org/arque-bibli/121-jezabel-la-cleopatra-fenicia.html
EL ESPIRITU DE JEZABEL
Antecedentes.
«A la verdad ninguno fue como Acab, que se vendió para hacer lo malo ante los ojos de
Jehová; porque Jezabel su mujer lo incitaba». (1 Reyes 21.25).
Para entender mejor el espíritu de Jezabel, debemos hablar primero de Acab.
Acab: Rey de Israel, desobedece la ley de Jehová al casarse con la hija del rey Sidonio
(Sidón, de Fenicia). Ella era sacerdotisa de Baal y Asera. Esta última era la diosa Astoret,
así llamada por los Fenicios (reina del cielo). Baal era el dios sol que necesitaba sacrificios
humanos, era la adoración misma a Satanás. Acab permitió que la idolatría a través de su
esposa tomara el dominio espiritual de los hijos de Israel, estableciendo la adoración de
dioses paganos y el sacrificio de niños. Acab representa al hombre débil de espíritu y de
carácter, tanto en el hogar como en la iglesia.
La consecuencia de su posición pasiva fue la destrucción del sacerdocio familiar. Su
desobediencia a la ley de Dios y su pasividad frente a lo que sucedía a su alrededor, le
dieron el campo libre a su mujer, Jezabel, que sin perder la oportunidad, tomó control de
todo, ejerciendo un dominio tal, que más de diez millones de hebreos se inclinaron para
adorar a Baal; en esos momentos tan decisivos, sólo siete mil rodillas no se doblaron
delante de sus dioses falsos. Es necesario un “ Acab” para tolerar a Jezabel.
¿Quién era realmente Jezabel? La esposa controladora y manipuladora de Acab, rey de
Israel. 1 Reyes 18.14-19. Cuando se habla de Jezabel, la identificamos en nuestra
sociedad actual como la fuente de la sensualidad obsesiva. La identificamos como la
adoración a lo oculto, la hechicería y la igualdad de los sexos.
Significa sin cohabitación; no se interesa por otros, no trabaja en equipo, es autosuficiente,
controla la mente y toda situación bajo la influencia de espíritus satánicos, es acaparadora
y altiva.
A través del sexo, seduce y controla, no sólo al marido sino a sus amantes. Desprecia la
autoridad masculina. Este espíritu se caracteriza por el dominio y el control al marido, en
lugar de sumisión a la autoridad. Esto simplemente significa que rehúsa a cohabitar o vivir
con alguien, a menos que pueda controlar o dominar la relación. Si no logra controlar,
cambia de táctica, hasta lograr sus objetivos. En secreto insta al mal a su marido y se
esconde detrás de él.
Este espíritu lo vemos en la mujer del rey Herodes, que le pidió a su hija que bailara frente
al rey, para que le sedujera con movimientos sensuales y así poder realizar sus planes de
matar al profeta de Dios, Juan el Bautista.
Busquemos a Jezabel en aquellas mujeres que están amargadas contra los hombres, ya
sea por el descuido del hombre, o por la falta del uso de la autoridad espiritual. Este
espíritu obra atreves de mujeres que, a causa de la inseguridad, los celos o la vanidad,
desean controlar o dominar a otros. Jezabel esta allí, tras la mujer que humilla
públicamente a su esposo con su lengua, y después le controla por medio del temor que él
tiene a la vergüenza pública.
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Áreas en donde se mueve Jezabel.
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En el ser humano - Opera en el área del individuo, sea hombre o mujer. Ataca a
ambos sexos, pero tiene mayor tendencia hacia la mujer, que generalmente, se
deja dominar por los celos. Puede ser insegura, vanidosa controladora y
dominante. Usa el sexo, porque como hemos visto, su mayor fuerza está en el
control. Lo podemos encontrar en mujeres amargadas contra los hombres, que los
humillan públicamente y los controlan con amenazas en su vida sexual. El control y
el dominio son su objetivo.
En la iglesia - Se infiltra en la iglesia para controlar al siervo de Dios o para hacerlo
caer. También, opera en la iglesia como un espíritu de seducción y de fornicación.
Aunque se mueve dentro de la iglesia, odia el espíritu profético y resiste el fuego
del Espíritu Santo que representaba a Elías, el siervo enviado de Dios, lleno de
poder y de manifestaciones gloriosas para los últimos días.
En la nación - Opera como principado en toda una nación tomando fuerza, y
encadenando a sus habitantes como en el caso de Acab, rey de Israel.
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Hoy por hoy, la lucha se hace más fuerte debido a los medios de comunicación, que son la
vía por la cual el principado de Jezabel opera en las naciones. Este espíritu opera sin
obstáculos a través de la industria del espectáculo, diversiones, moda, nueva era y
muchos más. Se infiltra a través de la pornografía, anuncios, videos para adultos,
seduciendo en lo oculto e íntimo a cientos de líderes y pastores religiosos.
Bajo el control de este espíritu, el número masivo de abortos se ha multiplicado por miles
en comparación a los sacrificios humanos que recibió Baal en la antigüedad, cuando no
sólo sacrificaban niños sino que por orden de Jezabel decapitaban profetas del Dios vivo.
Esto nos recuerda lo que sucede en Colombia, en Cuba y aun en los Estados Unidos.
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Lo que aborrece Jezabel.
• El arrepentimiento: Su peor temor es que la gente llegue al arrepentimiento. Jezabel
aborrece el arrepentimiento. Aunque este espíritu se infiltra en la iglesia, por medio de
doctrinas cristianas verdaderas, enmascara su deseo de control, se ocultara del verdadero
arrepentimiento.
• La humildad de corazón: Jesús enseñó que la grandeza en el reino se mediría en la
honradez infantil de corazón, no en lo que aparentamos ser delante de otros. Un verdadero
ministro es voluntario y esta pronto a someterse y responder a otros ministros. Esto es
típico de quienes tienen una me nte y un corazón de servicio. Por tanto, debemos aprender
que la espiritualidad se vive por la mansedumbre, no por el poder.
• La palabra de fuego profética: Jezabel aborrece a los profetas, pues los profetas hablan
contra ella. Los profetas son sus peores enemigos. Cuando Jezabel pelea, lo hace para
agitar al pueblo contra el mensaje de la iglesia profética. Más que a los profetas mismos,
aborrece la palabra que ellos hablan. Su enemigo verdadero es la Palabra hablada de
Dios.
• El sometimiento: Odia la sumisión y la lealtad porque solo anhela poder y control.
• La intercesión y el ayuno: La Oración de Intercesión le quema y hace que saque los
dedos del corazón y del alma de los hombres. Esa Oración intercesora libera a las
personas en el espíritu. Cuando oramos contra la inmoralidad, la hacemos perfectamente
inútil. Cuando oramos pidiendo un corazón sumiso es como cuando el caballo de Jehu
pisoteo su cuerpo.
Su odio es contra Dios mismo y sus escogidos: El Odio final y último de Jezabel es contra
el mismo Dios. Aborrece la gracia de Dios que El derrama sobre sus siervos, inclusive
después que estos pecan. Aborrece el hecho que Dios toma al más débil y al más bajo y
los unge para hacer que ella descienda. Aborrece la santidad y la pureza de corazón que
vienen de Dios y rodean a quienes sirven en sus atrios.

¿Cuáles son los comportamientos característicos de una persona que está
siendo influenciada por este espíritu?
Habla a menudo de las revelaciones que “recibe". Tiene un gran ego. «Alábete el extraño y
no tu propia boca; el ajeno, y no los labios tuyos». Proverbios 27.2 Es común observar que
anhela constantemente el reconocimiento. Lucha por ser mencionada desde el pulpito por
los líderes, hasta tal punto, que es muy normal verla ofendida y resentida cuando los
líderes omiten mencionar su nombre.
Trata de estar cerca de los líderes a través de halagos y cumplidos o esperando escuchar
grandes profecías que la eleven a una posición de grandeza delante de los demás. No
tiene nada de malo darle cumplidos a la gente si vienen con la motivación correcta, pero
no lo es cuando se dicen cosas, talles como: "Nadie ha servido en esta iglesia como usted
y el Pastor no lo entiende".
Muy raras veces quiere estar en autoridad, pero busca "el poder detrás del trono".
Este espíritu opera en aquellas mujeres que dicen que se someten al marido, pero
solamente en público porque por detrás hacen lo que quieren, dominando y controlando
constantemente.
Generalmente, atrae a los miembros más débiles de la iglesia y empieza a esclavizarlos
con halagos, zalamería y falsas profecías. Buscará personas que están en rebelión o
aquellas quienes han sido heridas y están resistiendo a la autoridad. Este espíritu sabe
cómo manipular las emociones. Usará sus esclavos espirituales para difundir el chisme, el
descontento y la división. «Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete le son abominable' los
ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos que' derraman sangre inocente, el corazón
que maquina pensamientos inicuos, los pies que corren presurosos al mal, el testigo falso,
que dice mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos». Proverbios 16-19
A menudo tratará de casar a las parejas y, de esta manera, controlará sus relaciones con
profecías falsas, Con frases como: "Dios me dijo que te dijera".
Por lo general, se siente perseguida. Siempre está diciendo a las personas lo que le han
hecho, cuan injustos han sido, que no le aprecian y hace todo esto para que le tengan
lástima y compasión. A través de la autocompasión, controla y manipula a la familia.
A menudo, tiene amargura, especialmente, hacia los hombres, su padre y aun otras figuras
de autoridad. No puede someterse, no tolera que le digan: "no" porque se prepara para la
"guerra". Jezabel siempre está contendiendo y hablando en contra de aquellos que están
en autoridad. Odia a los profetas y la oración de la iglesia porque la descubren. No le gusta
nada que tenga que ver con profecía porque se ve confrontada y descubierta
directamente.
Ciertamente una mujer puede funcionar de manera profética, puede ser ungida por Dios
para servir, bajo autoridad delegada, como profetisa. Pero cuando insiste en el
reconocimiento, cuando manipula o desprecia por completo el liderazgo masculino en la
iglesia, cuando ella se llama a si misma profetiza: ¡Cuidado!
Un hombre se une a una Iglesia, pero su deseo secreto es adelantar su propio ministerio.
Esta persona coopera con el liderazgo de la Iglesia solo hasta el punto de ver avanzados
sus propios planes. A menudo esta clase de persona reúne a su alrededor a algunos
miembros de la iglesia debido a su personalidad o a su conocimiento. En el momento en
que el tiempo es propicio para su objetivo, saldrá de la iglesia y se llevara a otros consigo.
Dios no lo envió a la Iglesia, sino lo hizo un espíritu de Jezabel
¿Alguna vez se ha sentido inseguro? A Jezabel le gusta moverse en el ambiente de la
inseguridad, frustración y confusión. Jezabel ama el poder y el control.
¿Cuáles son los posibles blancos de este espíritu en la iglesia?
Pastores, evangelistas, líderes con mucha influencia, líderes de adoración y alabanza e
intercesores.
El espíritu de Jezabel intentará destruir cualquier iglesia que tenga avivamiento, palabra de
Dios revelada y una unción fresca y continua del Espíritu Santo.
Manipula a los niños y los usa como herramienta de manipulación.
Jezabel busca las cualidades altamente refinadas del músico profesional, sobre todo
cuando hombres así tienen tanto la ambición como la oportunidad de convertirse en líderes
o directores de la adoración.
¿Cómo nos defendemos del espíritu de Jezabel?
Nuestra defensa es el arrepentimiento y la liberación; es vivir con un corazón limpio. Es de
notar que el genuino arrepentimiento produce la verdadera intervención y presencia divina
en la vida de la persona necesitada.
¿Cuál debe ser nuestra actitud hacia las personas influenciadas con este espíritu? Intentar
combatir al espíritu y no a la persona que lo tiene. Enseñarles a estas personas que deben
estar dispuestas a ser libres para siempre de la seducción de este terrible espíritu opresor.
Hay hombres respetables que aman a Dios y buscan servirle en la Iglesia, pero en lo
secreto de su corazón están prisioneros del espíritu de Jezabel. Hay mujeres buenas que
vienen a la iglesia para buscar a Dios, pero este espíritu las tiene cautivas con fantasías
sobre los hombres de la congregación. Cualquiera que es golpeado por este espíritu
necesita, primero que todo, arrepentirse profundamente de haberse abierto a él y luego
luchar contra él. No desperdiciemos días ni semanas en sentirnos bajo condenación. En
lugar de eso, separémonos de ese pensamiento jezabeliano que nos fue inculcado desde
la niñez. Oremos por los santos de nuestra iglesia. Oremos por los creyentes de nuestra
comunidad. Si peleamos contra Jezabel, en el momento que seamos tentados, al final
vamos a convertirnos en un peligro para Jezabel. Este espíritu dejara de atacarnos una
vez que reconoce que nuestro contraataque intercesor está liberando a la gente.
Estrategias contra el espíritu de Jezabel:


Ejercer la Autoridad bajo la Unción del Espíritu Santo. Hay un espíritu que obra con
Jezabel. El Efecto de este demonio es inundar el alma del hombre con debilidad y
temor. Su nombre es Acab. Su naturaleza es ceder su autoridad a Jezabel.
Con un profundo estado de Intercesión. En donde haya Adoración, un clamor
dirigido por el Espíritu Santo, y una oración Ordenada.
Para ser libre del espíritu de Jezabel:
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
Usted debe perdonar a todos los que le hayan herido o maltratado en alguna
manera. También es indispensable perdonarse a sí mismo. Después, hay que
seguir las palabras de Jesús: “Por tanto si tu hermano peca contra ti, ve y
repréndele estando tu y el solos; si te oyere, haz ganado a tu hermano.” (Mateo
18:15)
Renunciar a la esclavitud de Jezabel, y ordenar salir de usted, de la familia, del
hogar y de la iglesia, en el nombre de Jesús, todos los espíritus asociados con
Jezabel, Acab, dominio, control, manipulación, confusión, auto adulación, mentiras,
murmuraciones, jactancias, obras perversas, envidias amargas, auto justificación,
orgullo, división, hechicerías, adulterio espiritual, y todos los espíritus afines.
Espero que este estudio les haya ayudado poderosamente y así estar vigilantes en
oración para que este espíritu de Jezabel sea atado por el cuerpo de intercesores de
oración dentro de cada iglesia.
Oremos: Padre, nos sometemos a ti y a tu patrón de justicia en el reino. Pedimos pureza,
mansedumbre y santidad de corazón. Perdónanos nuestra tolerancia con el espíritu de
Jezabel, tanto en nuestra mente como en nuestras obras.
Padre, porque nos sometemos a ti, tenemos fortaleza sobrenatural y tu autoridad para
resistir al diablo. En el nombre de Jesús, atamos los principados de Jezabel. Derribamos
las fortalezas de sus pensamientos sobre nuestra comunidad y sobre nuestro
departamento. Vamos contra las fortalezas que este dominio ha levantado en el ámbito
espiritual en estas areas y liberamos el Espíritu Santo por nuestras plegarias para saquear
la casa de Jezabel y distribuir sus bienes.
También hablamos fidelidad de ojos y de corazón a los esposos y a sus esposas.
Liberamos la pureza del corazón y la gracia para cada miembro del cuerpo de Cristo, sea
soltero o casado. Cubrimos a tu pueblo con la sangre bendita de tu hijo nuestro Señor
Jesucristo, quien por medio de su sacrificio en la cruz perdono todos nuestros pecados.
Desatamos el gozo del humilde de espíritu que tiembla a tu palabra y derribamos las
imaginaciones de la ambición y del orgullo. Todo esto lo pedimos en el poder de tu Santo
Espíritu y en el nombre que es sobre todo nombre, en el nombre precioso de tu hijo
nuestro Señor Jesucristo. Amen
¿QUIÉN ES JEZABEL?
Es, sin dudas, el nombre de mujer más conocido y utilizado en la iglesia. La
acompaña prácticamente desde su inicio. No como bondadosa dama, ayuda idónea o
servicial mujer, sino como franco espíritu del cual trataremos de aportar mayor
información, con el fin de evitar que muchos vuelvan a equivocarse como ya lo han
hecho tantos, causando los inconvenientes que todos conocemos.
(Gálatas 6: 10)= Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a
todos, y mayormente a los de la familia de la fe.
¿Nunca se le ocurrió preguntarse por qué Pablo utilizó este término, (Familia
de la Fe), para referirse a los creyentes nucleados allí? Es sencillo. Porque Pablo sabía
que la familia, como núcleo comunitario, es un prototipo en escala de la Iglesia.
Las familias, están entrelazadas por personas con algo en común: un lazo de
sangre por ejemplo. De igual modo, las congregaciones, están conformadas por
personas entrelazadas por un denominador común: la sangre de Cristo. De allí que
tanto las congregaciones como las familias contengan a personas con fallas muy
reales. Los desajustes que se producen en las familias, también ocurren dentro del
cuerpo de Cristo.
Incontables congregaciones en todo el mundo se tambalean bajo el peso de
los que en ellas están heridos. Estas congregaciones, generalmente controladas por
unos pocos, se parecen a un campo desierto cubierto de cuerpos espirituales muertos,
desparramados en los terrenos del disenso y la manipulación, que es hechicería. Si no
existe una autoridad fuerte allí, una sola persona puede dejar a una congregación
entera sin defensas. ¡Aún en las que se precian de estar llenas del Espíritu Santo! Las
“bajas” crecen a medida que las personas desilusionadas en su fe, encuentran que el
mensaje no tiene poder; y su testimonio, tampoco.
El espíritu de Jezabel, -y ahora le voy a enseñar por qué-, es atraído
principalmente por personalidades proféticas. Suele mostrarse con mayor frecuencia
en el género femenino, aunque no hay que descartar que este espíritu también influya
en hombres.
Este es un espíritu tóxico para la iglesia y muy difícil de detectar en las
primeras etapas. Puede esconderse en personas ungidas, dotadas, amistosas,
trabajadoras, que parecen ser una respuesta a la oración. Inicialmente, cuando una
persona así aparece en una congregación, la gente suele entusiasmarse, porque
parecen tener un altísimo potencial para el ministerio. Pero cuando se le quita la
fachada, el barniz, la capa superficial, debajo de eso aparece la rebelión, la acusación,
la manipulación, las ansias de control, la mentira, la ira, la arrogancia, la “super
espiritualidad”, el chisme, las críticas, los celos, la astucia, la maña y la falsa
preocupación. Todo esto, lo sabemos, son ingredientes vitales para un demonio de
hechicería, que es en definitiva lo que mueve a cualquier Jezabel activa.
TIÁTIRA
(Apocalipsis 2: 20-23)= Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras
que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar
y comer cosas sacrificadas a los ídolos. Y le he dado tiempo para que se arrepienta,
pero no quiere arrepentirse de su fornicación. He aquí yo la arrojo en la cama, y en
gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella.
A primera vista, puede parecer que no existe un equivalente actual para la
Jezabel de Apocalipsis 2, pero muchos miembros de iglesias, incluyendo a muchos
pastores, han sucumbido ante el espíritu tentador de Jezabel. Atraídos por el engaño
del adulterio y la fornicación, sacrificando la santidad ante el ídolo de la inmoralidad
sexual, han entrado en un período de gran tribulación. Hogares y congregaciones
enteras han sido destruidos, y muchos hijos, tanto físicos como espirituales, han
sufrido cierta forma de muerte.
En el libro del Apocalipsis, el Espíritu Santo habló por medio del apóstol Juan
a las siete iglesias de la provincia romana en Asia. Una de las iglesias, ubicada en
Tiatira, estaba luchando con un espíritu de Jezabel. En el Antiguo Pacto, Jezabel era
una mujer que vivía y respiraba; pero en el Nuevo Pacto es un espíritu. De la misma
manera que Babilonia en el Antiguo Testamento era un lugar geográfico y físico
definido, en el Nuevo Testamento, Babilonia es un espíritu que hoy inunda nuestras
congregaciones desparramando confusión, materialismo, humanismo, corrupción y
religiosidad ritual. Tenemos que aprender a leer la Biblia. Muchas veces, lo que es
definido, específico, singular y local en el Antiguo Testamento, es comunitario,
ilimitado y espiritual en el Nuevo. Esto es muy importante saberlo, ya que al tratar con
Jezabel, se está tratando con un espíritu y no con un ser de carne y hueso.
Dios dijo que somos su imagen y semejanza. Pero resulta que como a Dios
nadie le vio jamás, nadie sabe qué aspecto tiene. La única pista que tenemos, es que
Dios es Espíritu, de lo que deducimos que nosotros también somos un espíritu. Ahora,
como los espíritus no son materia y por lo tanto necesitan un cuerpo para hacerse
visibles, el Espíritu Santo va a utilizar el nuestro para derramar bendición hasta que
sobreabunde. Pero también los espíritus malignos harán lo propio con todos aquellos
que se abran a su ingreso mediante el pecado, la desobediencia y la blasfemia. La
señora N.N. puede ser una buena mujer, pero si por alguna causa le dio entrada al
espíritu de Jezabel, la señora N.N. puede llegar a ser una catástrofe para la iglesia
donde se congrega.
Vemos, en el primer libro de los Reyes, en el capítulo 16, que Acab rey de
Israel, tomó a Jezabel para ser su esposa. Jezabel no era de Israel, era hija del rey de
Sidón. Algo peor todavía: era una adoradora de Baal, muy devota y proselitista. Acab,
que era un rey de carácter muy débil, comenzó también a adorar a Baal, renegando de
sus creencias, sólo por complacer a su mujer. Los dos juntos, llevaron al pueblo de
Israel al pecado de la adoración de ídolos. Dios, en su ira, levantó a Elías para llamar a
Israel al arrepentimiento y trajo el hambre a la tierra.
Luego, ya en el capítulo 18, vemos que Jezabel hizo matar a los profetas de
Dios. Usurpó una autoridad que Dios no le había dado y mató a personas que Dios
había levantado para ser sus voceros ungidos. En cambio, Jezabel lo reemplazó por los
profetas de Baal. En respuesta a su maldad, Dios envió a Elías a confrontar con los
poderes de Baal en una demostración de fuerzas delante del pueblo de Israel. Con los
profetas de Baal de un lado de la montaña y Elías en el otro, Dios demostró a los hijos
de Israel que el Dios de Elías era el verdadero Dios. Mientras el fuego del cielo
devoraba el altar que Elías había construido, el pueblo se postró sobre sus rostros,
diciendo: ¡Jehová es el Dios! Elías le ordenó a los que observaban el enfrentamiento
que mataran a los profetas de Baal, y el pueblo lo hizo sin dudar. En veinticuatro horas,
la hambruna había terminado y el avivamiento se extendía por Israel.
Cuando Acab informó a Jezabel lo que Dios había hecho por medio de Elías,
ella envió un mensaje a su adversario: 1 Reyes 19:2, dice: Así me hagan los dioses, y
aún me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno
de ellos. Sin que la tremenda demostración de poder realizada por el Dios de Israel
hubiera hecho mella en su obstinación, Jezabel se dedicó a perseguir al profeta ungido
por Jehová. Creo que ya en estas instancias, usted estará pensando inevitablemente en
paralelos contemporáneos que alguna vez le habrá tocado ver.
Ahora permítame usted un instante. Pregunto: ¿Adónde estaba Acab a todo
esto? ¿Quién era el rey de Israel? Porque no era Jezabel, era Acab. Sin embargo, no lo
parecía así, en absoluto. Porque era Jezabel, evidentemente, la que manejaba la
situación. Operaba detrás de bambalinas moviendo a su antojo a su débil esposo,
utilizando la manipulación, la intimidación, la seducción y la dominación para afirmar
su gobierno ilegítimo por medio de la hechicería. Entonces; ¿Quizás esta mujer era una
bruja? ¡No! ¡Era la esposa del rey! ¡Era la mujer del líder! Por eso Jezabel es tan
peligrosa. Ella ansía tener todo el control, y usará todos los medios de que disponga
para lograr sus fines.
Otra: en el primer libro de los Reyes, capítulo 21, Acab ve una pequeña viña
en Jezreel que, piensa, se vería muy hermosa como parte de sus extraordinarios
jardines reales. Pero, lamentablemente, su dueño, Nabot, se niega a vendérsela. ¿Qué
se supone que hizo Jezabel entonces? Hizo que los ancianos y los nobles de Jezreel
pusieran una trampa a Nabot por el delito de blasfemar a Dios. Ahora mírelo desde
este modo más moderno: Acab, un prestigioso ministerio al que sólo le va quedando
su fastuosidad porque frutos no muestra, quiere apropiarse –dinero mediante- de
Nabot, un ministerio pequeño y anónimo, pero que produce mucho fruto porque
difunde y practica un evangelio puro y sin religiosidad. No lo puede hacer porque
Nabot no acepta ni la componenda ni la mentira. Entonces aparece Jezabel, un espíritu
poseedor de un colaborador muy cercano, que levanta una calumnia: el ministerio
Nabot, es herejía. La gente, que no necesariamente evidencia conocimiento agudo y
preciso, piensa que sí, que puede ser y, ¿Cómo termina la historia? Nabot es apedreado
hasta morir para que Jezabel pudiera, finalmente, salirse con la suya y adquirir ese
jardín (ministerio) para su marido.
Lo peor de todo es que los líderes de Israel, (Que es la iglesia) estuvieron de
acuerdo con las directivas de Jezabel. ¿Por qué? Porque le tenían miedo, como también
se lo tenía, en la historia bíblica, Elías. Las personas miraban a Jezabel (Y hoy sigue
siendo igual) y decían: “Esta es la clase de personas con las que no quiero meterme en
problemas”. La ironía es que Jezabel hizo tender una trampa contra Nabot por, -según
dijo- hablar en contra del Dios de Israel mientras, al mismo tiempo, ella trataba de
llevar al pueblo a adorar a Baal. Jezabel puede ser directa y manipuladora al mismo
tiempo.
En no pocas congregaciones se está luchando hoy contra ese mismo
espíritu. Muchas veces, el hombre que está en el púlpito no es el que está a cargo de
todo. Alguna persona de su entorno más cercano puede ser quien, posiblemente, esté
gobernando la congregación por medio de la manipulación. Que es como decir: de la
Hechicería.
Las denominaciones pueden utilizar también a la hechicería diciendo o
intimidando con expresiones tales como: “Si ustedes no creen y dicen todo lo que les
decimos... Si dejan
que esa persona hable... Los expulsaremos de nuestra
denominación y les quitaremos la afiliación...” Eso no es otra cosa que control por
medio de la intimidación.
En hebreo, Jezabel significa tanto “Baal es esposo” como “Incapacidad para
cohabitar”. Jezabel se niega a compartir con nadie porque está aliada con Baal, un
señor falso. Ella es la que lleva los pantalones: ella dirige, controla, gobierna. No
comparte nada con nadie. En el ejemplo de la iglesia de Tiatira, era Jezabel la que
sostenía (No la gente de la iglesia) que ella era profetisa.
(Apocalipsis 2: 20)= Pero tengo unos pocas cosas contra ti: que toleras que
esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a
comer cosas sacrificadas a los ídolos.
La fornicación a la que ella seduce a los fieles en Cristo, puede ser literal
(Esto es: sexual) o espiritual. Las personas de la iglesia de Tiatira eran seducidas por
su persona, o temían a su personalidad manipuladora, o ambas cosas.
Así que... ¿Cuáles son, entonces, los planes globales de Jezabel? Tres
fundamentales, tome nota: Falsa religión, falsa doctrina y, sobre todo, socavar la
autoridad genuina. Donde se encuentra una Jezabel muy posiblemente se hallarán
hombres débiles, que le tienen miedo a otros hombres, que buscan complacer a la
gente. Ella busca a los que comandan, para quitarles su poder, su utilidad y hasta su
vida espiritual.
Utilizando cualquier medio que sea viable o necesario, engaña a las
personas para alejarlas de una vida espiritual legítima, y los “encanta” para hacerlos
entrar en su esfera de influencia. Las herramientas que utiliza pueden ser: desde la
falsa profecía, pasando por la melosa adulación y terminando hasta con el sexo. Ella
defiende ferozmente a su pequeño reino y fomenta una dependencia extremada a sus
seguidores. Sus grupos son, realmente, reuniones de brujas, pero naturalmente el
espíritu de Jezabel jamás revelaría eso abiertamente, por lo que muchas veces se les
llama “Estudios bíblicos hogareños”.
Por sobre todo, la persona que exhibe un espíritu de Jezabel resiste a una
autoridad masculina firme. Muchas veces su repulsión proviene de una relación
disfuncional con su padre carnal. El padre, quizás, haya estado ausente, o haya
abusado física o sexualmente de ella. Aunque esto no lo justifica, quizás explica por
qué guarda tanto resentimiento.
Acusada por la indefensión que ha sufrido en su pasado, ella lucha por
controlar a quienes la rodean. Su grupo de estudio bíblico se convierte en una
plataforma para socavar el liderazgo de su iglesia. Hasta sus oraciones parecen
resonar con el resentimiento que anida en su interior hacia los que gobiernan: está
cometiendo lo que jurídicamente se denomina como SEDICION. Está socavando una
autoridad delegada y constituida por Dios –cuando es así, obviamente- con la
intención de derrocarla, no de ayudarla o respaldarla. Se puede, incluso, utilizar otra
palabra mucho más concreta para definirla: TRAICION.
A nivel de nación, a nivel de funcionamiento político o de gobierno, este
delito puede castigarse muy duramente. En algunos países, incluso con la muerte. Las
personas que cometen sedición, jamás van a ir de frente a un líder a decirle: “¡Hola!
¿Cómo le va? ¡Vengo a destruir su autoridad!” No se asombre: Satanás tampoco les
hace señas a los creyentes para mostrarles adónde está, y mucho menos sobre lo que
planea hacer. En el texto de Gálatas 5:20, donde se habla de las obras de la carne, se
incluye a esta sedición, también llamada DISENSION. Por lo tanto, las personas que
participan de este pecado, dice, no heredarán el reino de Dios.
El sutil ataque que se infiltra en la iglesia por medio de la sedición ha
causado muchas divisiones. Ha destruido relaciones fraternales, ha creado disensión y
ha influido, con gran incentivación emocional, a la peor lucha de todas las luchas en
las que puede enfrascarse un creyente: la lucha interna eclesiástica, que naturalmente,
no tiene absolutamente nada que ver con lo que Dios planificó que debía ser su iglesia.
Cualquier intento de socavar la autoridad de alguien levantado por Dios, es sedición.
Porque si esa autoridad fuera un intruso no ungido, que los hay, a su autoridad
nominal habrá de destruirla el Señor, ya que así lo dice la palabra cuando
puntualiza: Yo pagaré. Nadie de nosotros ha sido llamado para eso. Sí, en cambio, para
proclamar el evangelio real, sin fisuras ni posiciones acomodaticias sectoriales o
denominacionales.
Jezabel
es
experta
en
socavar
la
autoridad
de
los
líderes,
independientemente de la realidad espiritual o no de esos liderazgos.
Jezabel lleva a los líderes ungidos por Dios al desánimo, la desesperación, al
suicidio o a la depresión, como sucedió con el profeta Elías. Después que Elías pidiera
fuego del cielo y ordenara a los israelitas que mataran a todos los falsos profetas de
Baal, Jezabel decidió perseguirlo. Este profeta, ungido por Dios, corriendo para salvar
su vida, llegó a rogar a Dios: “Señor, mátame. Soy el único que queda; mátame”.
Muchos líderes enfrentan terribles períodos de soledad y desánimo durante los cuales
desesperan y creen no ser capaces de seguir viviendo. Quizás nunca compartan lo que
sienten, ni siquiera con sus esposas o sus amigos más cercanos. Sin que ellos lo
sepan, quizás enfrentándose a un poderoso espíritu de Jezabel que desee controlar y
dominar.
Antes de venir por las ovejas, Satanás viene por el pastor. Que no se trata,
necesariamente, del nominal, del ordenado, del que conduce la congregación. Usted
sabe que los hombres fueron los que armaron esta estructura de esta manera y que así
está funcionando. Pero cuando la Palabra dice Pastor, dice POIMANO, y Poimano
significa: “El que guía, el que apacienta, el que protege” y esto, todos lo sabemos,
incluye a un grupo de personas mucho más amplio que aquellos que hoy detentan la
máxima autoridad institucional eclesiástica. Zacarías 13:7, dice: Heriré al pastor, y
serán dispersadas las ovejas. Los líderes soportan el impacto del ataque de Satanás
antes que las ovejas, que el resto del cuerpo. Porque si los líderes llegaran a caer, las
ovejas se dispersarán. ¿Habrá sucedido esto en algún lugar que usted conozca o no?
Bien; eso es exactamente lo que Satanás desea. Él prefiere, -si puede-, tomar a un
líder antes que a mil ovejas. Por eso Pablo amonestaba a la iglesia para que orase a
fervientemente y con regularidad por los que están en autoridad.
(1 Timoteo 2: 1-2)= Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones,
peticiones y acciones de gracias, por los reyes y por todos los que están en eminencia,
para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.
Es decir que queda muy claro, sea como fuere, que todos aquellos que están
en eminencia o autoridad están bajo ataque debido a la naturaleza de la posición que
ellos tienen.
Tanto
Satanás
como
Jezabel
producen
congregaciones
divididas,
matrimonios destrozados y vidas destruidas. No debemos echar fuera de nuestras
igle3sias a estas víctimas; en cambio, debemos ir a buscarlas y traerlas de regreso al
reino de Dios. Un hombre así puede ser rescatado, liberado y salvado antes de que
incurra en la ira de Dios. Pero mientras está bajo el control de Jezabel, no sabe que
puede ser redimido, por lo que se desespera y hace necedades. Y lo peor de todo es
que el resto del cuerpo lo juzga sin conocer los detalles y, si se ofrece, lo ejecuta.
La mayoría de las veces, la persona que tiene un espíritu de Jezabel viene de
una familia disfuncional, es decir: de familias con graves problemas en su seno. Porque
Jezabel se alimenta de los problemas familiares. Generalmente, en la historia de esas
familias puede encontrarse alcoholismo, abuso, enfermedades mentales, dominación
por parte de uno de los progenitores, o alguna otra forma de disfunción. Es común
que Jezabel practique alguna clase de inmoralidad o perversión sexual. Dado a que ella
viene con traumas y marcas profundas, (Estamos hablando de alguien que,
obviamente, no está redimido por la sangre de Jesús) las personas que también
padecen los mismos antecedentes, se ven atraídos por ella. Pero por debajo de esa
sórdida máscara, hay una persona profundamente herida y lastimada.
Cuando se la confronta, Jezabel se vuelve defensiva y reacciona con
hostilidad. Ataca con acusaciones religiosas destinadas a producir culpa. ¡De la misma
manera en que lo hace Satanás! Que no oramos lo suficiente, que estamos en rebeldía,
que no nos sujetamos. Esa es una de las técnicas de la estrategia satánica: la culpa. La
otra es inspirar lástima al mismo tiempo que vuelve a producir culpa. ¿Cómo puedes
hacerme esto? (Que naturalmente, es desoír sus “consejos” o influencias) ¡Yo te amo!
¡Te he dado mi vida! Y así, en forma agresiva, donde no se necesita demasiado
discernimiento para detectar total falta de amor, intimida, cita las Escrituras, (No se
olvide usted que, pese a no tener revelación porque no tiene al Espíritu Santo como
guía a toda verdad, el diablo conoce muy bien los textos de la Biblia) y trata de hacer
que quienes se le enfrentan se sientan inferiores. Además tiene una gran habilidad
para lograr, con sus palabras, que las personas que la confrontan por sus actividades
sediciosas abandonen la tarea, pero al alejarse de ellas sienten que algo está mal,
porque saben que han sido usadas. Y recuerde que la menciono como mujer porque el
espíritu es Jezabel, femenino, pero tranquilamente puede operar a través de hombres
también.
Otra característica del espíritu de Jezabel es ser lo que vulgarmente
llamamos “chusma” o “chismosa”. Tiene que estar enterada de todo lo que sucede en la
iglesia. ¿Conoce usted a alguien que sea así? Es que Jezabel es muy entrometida y le
encanta manejar información. Dado a que quiere saberlo todo de todos, (Su ministerio,
su matrimonio, sus hijos, su trabajo, sus problemas) suele involucrarse en los asuntos
de la iglesia que en realidad no le incumben.
Algunas veces puede ser muy difícil detectar el espíritu de Jezabel obrando
en alguna iglesia. Porque puede esconderse, camuflarse, mimetizarse detrás de una
fachada de interés por el prójimo, de cuidado, de preocupación por ser útil, de
intercesión, de apoyo o muchas otras características positivas. No se olvide que Jezabel
es una maestra en el arte de disfrazar sus tácticas.
Ninguno de nosotros puede ignorar, a esta altura de nuestra madurez
espiritual, que los chismes son una de las mayores amenazas para la vida espiritual de
cualquier iglesia. Es allí cuando los pecados y las fallas de muchos miembros de la
iglesia se convierten en temas públicos en las reuniones de oración, con la excusa de
orar por alguna determinada persona, que mire en el problema que se ha metido, y
cosas por el estilo.
De algo no podemos tener dudas sobre la base de muchas experiencias
vividas con relación a este nefasto espíritu. Jezabel, con sus malvadas tácticas y
tenebrosos planes, va a tener un efecto venenoso sobre la iglesia si no se trata con ella
rápidamente y a fondo. Hay dos métodos muy claros y precisos para tratar con ella que
cortarán su influencia y la expulsarán de en medio de la congregación.
El primero, es confrontarla de una manera directa, utilizando una fuerte
autoridad espiritual, no nominal o institucional, con eso no alcanza; espiritual, para
poder desembarazarnos a nosotros mismos y a la iglesia, de su influencia.
No podemos sentarnos tranquilamente a mirar como Jezabel actúa en
nuestras congregaciones y en las vidas de nuestros amigos y compañeros de fe,
deseando simplemente que ella se vaya. Su intención es socavar la autoridad espiritual
que Dios ha dado a los líderes que Él ha levantado sobre la iglesia, y no se detendrá
ante nada para conseguir su objetivo. Póngase firme, confróntela con su pecado,
quítele el poder con la autoridad que Dios le ha dado, y detenga su influencia en
medio de la iglesia.
El segundo método es vivir en sumisión a Dios, y enseñe a aquellos que
están bajo su autoridad espiritual a vivir también en sumisión a Él.
La sumisión es la solución para la sedición. Cuando una mujer está sometida
a su esposo, las tácticas de Jezabel no pueden afectar a ese matrimonio. Cuando un
hombre está sometido a los líderes reales y genuinos de la iglesia, no socavará esa
autoridad con palabras y comportamientos sediciosos. Cuando un cuerpo de creyente
está sometido a sus líderes genuinos, esa iglesia crece, madura y se desarrolla hasta
ser un haz de luz en el mundo oscuro y pecaminoso que la rodea. Naturalmente que
estamos hablando de congregaciones cuya cabeza es Cristo y donde el poder que se
mueve es el del Espíritu Santo y con líderes levantados por el Señor y no por juntas,
convenciones, asociaciones o concilios humanos.
Hay que señalar, porque no hacerlo sería cometer un grave error, que como
cualquier otro cartel, el término “Jezabel” es muy fácil de colocar a muchas situaciones
o a diversas personas, pero no tan fácil de sacar. En un libro de su autoría, el autor
Mike Bickle insta a quienes están en autoridad a no poner a alguien el rótulo de Jezabel
con ligereza. “Hay demasiadas mujeres, -dice-, que han sido rotuladas como Jezabel
sólo porque han chocado con un hombre que tiene una personalidad controladora”.
Lamentablemente, muchos de nosotros reaccionamos ante otras de determinadas
formas debido a nuestras propias inseguridades. Cuando lo hacemos, no tardan en
caer las víctimas.
Ahora vamos por partes: antes de decidir como responder, es imperativo
que usted pase tiempo en la presencia de Dios. La oración es la clave. Sin valentía,
sabiduría y discernimiento, está destinado al fracaso. En Mateo 17:21, Jesús habla de
cierto género de espíritus que “No salen sino con oración y ayuno”. Muchas veces hay
creyentes llenos del Espíritu Santo que se apresuran a pisotear lugares donde los
ángeles temen entrar en puntas de pie. Confrontamos a la persona antes que la batalla
se haya librado en los lugares celestiales, lo cual produce una situación confusa que
lentamente arrastra a toda una congregación a la lucha. Ate y desate en el ámbito
espiritual antes de atar y desatar en lo natural.
Interceda por la persona que usted cree que está bajo la influencia de un
espíritu de Jezabel. Interceda también por quienes están en el liderazgo. Sobre todo,
asegúrese que está tratando verdaderamente con un espíritu demoníaco. Tirar
acusaciones de endemoniados sin pensarlo bien antes y sin orar, puede causar un
daño emocional en los miembros del cuerpo de Cristo. Recuerde, el final, en una
situación confusa como esta, puede llegar a involucrar a personas que ni siquiera
tuvieron un contacto directo al principio. Más que nada, ore pidiendo sabiduría para
tratar con esta situación para redimirla. La meta es la restauración y la reconciliación,
no la exclusión y la expulsión.
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