Buenos Aires, 4 de marzo de 2016 VIOLENCIA DE GÉNERO: INFORME DE LA DEFENSORÍA GENERAL DE LA NACIÓN TRES DE CADA DIEZ ACUSADOS INCUMPLIERON LAS MEDIDAS DE PROTECCIÓN Y EN UNO DE CADA CUATRO CASOS SE DENUNCIARON NUEVAS AGRESIONES Las cifras son parte del informe anual 2015 que presentará la Defensora General de la Nación, Stella Maris Martínez, junto a la Comisión de Temáticas de Género del organismo el próximo 10 de marzo. En promedio, las oficinas otorgan patrocinio a 66 casos nuevos cada mes. El informe se basa en el trabajo realizado por los Servicios de asesoramiento y patrocinio gratuito y especializado en víctimas de violencia de género. A partir del análisis sobre 1209 expedientes judiciales en los que se brindó patrocinio jurídico y que se encontraban activos al 30 de septiembre de 2015, el documento refleja las limitaciones de la justicia cuando las mujeres denuncian. La mayoría de casos son para obtener medidas de protección en el fuero civil con asiento en la Ciudad de Buenos Aires. Del análisis de expedientes surge que tres de cada diez asistidas (34%) manifestaron que los denunciados incumplieron las medidas de protección y que en uno de cada cuatro casos (24%) se denunciaron nuevas agresiones. En el 42% de las veces, las personas asistidas se encontraban en una situación de riesgo alto o altísimo; en el 41 % de los casos, en una situación de riesgo medio, y sólo el 5% de los casos se consideraron como de bajo riesgo o sin riesgo. En nueve de cada diez casos, ya habían hecho la denuncia en la OVD y habían obtenido al menos alguna medida de protección. Sin embargo, en más de la mitad de esos casos (53%), fue necesario requerir nuevas medidas, las que en su enorme mayoría fueron concedidas (94%). Estos datos indican la importancia de contar con patrocinio jurídico para la mejor defensa de los derechos de las mujeres. Además, en más de la mitad de los procesos (54%), la notificación de las medidas de protección otorgadas judicialmente quedó a cargo de la denunciante, lo que burocratiza innecesariamente el trámite y obliga a las víctimas a lidiar con la policía para que las medidas puedan ser efectivas. LAS VÍCTIMAS Durante el 2015 el Servicio de asesoramiento y patrocinio de la Defensoría General de la Nación recibió a 2594 personas. Y en promedio, las oficinas otorgan patrocinio a 66 casos nuevos cada mes. Las consultas que referían situaciones de violencia de género, en su inmensa mayoría configuran casos de violencia en las relaciones interpersonales (854 casos). También hubo intervenciones en otros tipos de violencia, aunque en menor medida (diez casos de violencia laboral, dos casos de violencia institucional y uno de violencia contra la libertad reproductiva). El 52 % de las asistidas y el 57 % de los denunciados, tienen entre 30 y 49 años. En el 89 % de las oportunidades, mantienen o mantuvieron una relación de pareja. De esos casos, el 22% de las veces se trata de un vínculo actual, mientras que en el 78 % restante la relación había concluido. El 57% de este subgrupo manifestó que la separación intensificó los episodios de violencia. En cuanto al nivel de educación formal, se encontró que la mitad de las denunciantes se encuentra en la franja de bajo nivel educativo (comprende primario completo e incompleto y secundario incompleto), con las implicancias en términos de acceso a información y recursos materiales y simbólicos que esto conlleva en términos generales y en el acceso a la justicia en particular. El 87 % de las asistidas son madres y, de ellas, una alta proporción tienen hijos/as en común con la persona denunciada (81% de las madres, 70% del total de asistidas). Entre las asistidas por el patrocinio, se puede apreciar que solo una de cada tres (34 %) recibe algún programa social, aun cuando son las que sostienen económicamente a sus hogares en la mayoría de los casos (61 %). Resulta llamativo que el 49% de las personas asistidas que se encuentran desocupadas manifestó que no recibe ningún tipo de prestación de la seguridad social. Si a ese dato sumamos que el 40 % del total de asistidas que es el principal sostén económico se encuentra desempleada, la situación de vulnerabilidad económica se vuelve extrema. Esto sugiere la necesidad de articular las políticas de seguridad social con las de acceso a la justicia de la población históricamente vulnerada. En más de la mitad de los casos (56%), las consultantes señalan que sus agresores sufren algún tipo de adicción, en general asociadas al consumo problemático de alcohol y drogas. Sobre la presencia de armas de fuego, el 15% de las mujeres respondió que sus agresores tienen armas de fuego, y el 22% indicó que sus agresores presentan antecedentes penales. TIPOS DE VIOLENCIA Prácticamente la totalidad de los casos atendidos (97%) involucran situaciones de violencia psicológica, seguidos en prevalencia por aquellos casos de violencia física (88%). Más de una tercera parte de las denuncias involucran agresiones sexuales (37 %), aun cuando se presume que esta cifra puede ser más alta si se atiende al usual sub-registro que suele verificarse ante este tipo de violencia. La mayoría de las consultantes refirió maltratos de una duración de entre un año y cinco años (43% del total); le siguen en prevalencia situaciones en las cuales el maltrato se mantuvo entre seis y diez años (20%), o por más de diez años (17%). No sólo los períodos en los cuales el maltrato se extendió han sido largos, sino que también su frecuencia ha sido intensa: el 38 % refirió sufrir agresiones diariamente y otro 39 %, en forma “semanal” (39%). En definitiva, la información recabada durante el 2015 nuevamente indica que en ocho de cada diez casos las asistidas por los servicios refieren padecer situaciones de violencia por períodos que exceden el año, y con una frecuencia diaria o semanal. La violencia denunciada muchas veces se extiende a los hijos e hijas. El 71 % manifestó que sus hijos/as sufren violencia indirecta (principalmente, aquella de tipo psicológico y físico), y el 52 % afirmó que sufren violencia directa. Sobre este particular, 218 mujeres indicaron que sus hijos/as sufrían violencia física, 355 contestaron que sufrían violencia psicológica, en 22 ocasiones denunciaron que sufrían violencia de tipo sexual, y 85 que sufrían violencia patrimonial. ACCESO A LA JUSTICIA A fines del año pasado, la Comisión de Género de la DGN presentó el informe “Acceso a la justicia para mujeres víctimas de violencia en sus relaciones interpersonales. Aportes, deudas y desafíos de la ley Nº 26.485”. Centrado en la prevención de la violencia en las relaciones interpersonales y en la protección de las víctimas, el texto intenta poner en perspectiva los avances que se han logrado a nivel local, pero también señalar los déficits que aún persisten y sugerir una serie de recomendaciones orientadas a superarlos. El documento resalta la importancia de contar con juzgados de familia de turno que puedan intervenir en casos urgentes y se solicita que la Ley Integral de Protección contra la violencia de género sea aplicada por los tribunales y se eviten los encuentros o acuerdos entre las partes en los procesos de violencia. El informe señala que las medidas de protección son adoptadas en plazos breves, aunque con frecuencia son dictadas de modo estandarizado y sin atender a las particularidades de cada caso. Para que esas medidas sean útiles, es preciso mejorar los mecanismos para su implementación, un adecuado seguimiento de su eficacia y la sanción de los incumplimientos y de las nuevas agresiones que se registren. El estudio advierte que la estructura tradicional de los procesos y de los órganos del sistema de administración de justicia no ha sido pensada para tramitar este tipo de casos, lo cual explica sus dificultades para responder de modo apropiado a las peculiaridades y desafíos que ellos presentan. Entre los principales obstáculos, se señala que los procesos de violencia no concluyen con una sentencia que permita comprobar los hechos denunciados y desprender consecuencias jurídicas. Además, las denuncias de estos hechos suelen derivar en distintos procesos judiciales, que son llevados adelante por operadores judiciales que muchas veces carecen de especialidad o formación en la materia. Estas circunstancias aconsejan la evaluación de cambios legislativos que propicien nuevas formas de estructurar los procesos y los organismos del sistema de administración de justicia para que puedan ofrecer respuestas efectivas y adecuadas. Por último, se sugiere la necesidad de avanzar en materia de registro, sistematización y difusión de datos sobre la violencia de género; en la creación e implementación de programas y subsidios para la independencia económica y emocional de las denunciantes; en la puesta en funcionamiento de servicios de asesoramiento y patrocinio jurídico a víctimas de violencia de género en todo el país; y en la incorporación de dispositivos de seguridad más efectivos y respetuosos de la autonomía de las denunciantes. DEPARTAMENTO DE PRENSA DEFENSORÍA GENERAL DE LA NACIÓN OFICINA: 5368-6204 / 6205 / 6232