Revista BCV Foros, N° 11 - Banco Central de Venezuela

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11. 2005
banco central de venezuela
Desarrollo
económico regional
en Venezuela
Revista BCV Consejo Editorial
Director
Luis Britto García
José Moreno Colmenares
Manuel Lago Rodríguez
Julio Pineda
Lourdes Urdaneta de Ferrán
Sandra Caula
Secretaria Técnica
La Revista BCV es una publicación semestral que contiene ensayos y trabajos
de investigación económica, financiera, bancaria, monetaria, jurídica y social
asociados con la misión del Banco Central de Venezuela. Consta de una
sección arbitrada de artículos, otra en la que se recogen documentos
y una tercera de reseñas y comentarios bibliográficos.
Cada entrega regular va acompañada de un suplemento de la Biblioteca del
Pensamiento Económico, en el cual se presentan trabajos incorporados a la
memoria de la disciplina, no siempre accesibles a los estudiosos.
En la serie Foros, de la Revista BCV, se recogen las conferencias e intervenciones
presentadas en encuentros que organiza el Banco Central de Venezuela para
analizar temas específicos.
Banco Central de Venezuela
Directorio
Gastón Parra Luzardo
Presidente
Rafael Crazut
Bernardo Ferrán
Armando León Rojas
Domingo Maza Zavala
José Félix Rivas Alvarado
Jorge Giordani
Representante del Ejecutivo Nacional
Administración
Gastón Parra Luzardo
Presidente
José Manuel Ferrer Nava
Primer Vicepresidente Gerente
FOROS 11
FOROS 11, 2005
Desarrollo económico regional
en Venezuela
FOROS 11 • mayo 2005 • ISSN: 1690-4885
Foros 11
Desarrollo económico regional
en Venezuela
ISSN: 1690-4885 (serie)
ISBN: 980-6479-92-0
1. Política regional, Venezuela
2. Problemática social, Venezuela
3. Estudio de casos
4. Integración fronteriza
© Banco Central de Venezuela, 2005
Foros es una publicación de la Revista BCV
Hecho el depósito de Ley
Depósito Legal: lf352200533031.9
Dirección: Banco Central de Venezuela, Primera Vicepresidencia,
Gerencia, Edificio Sede, Piso 3, Av. Urdaneta,
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Documento electrónico: www.bcv.org.ve
en la sección de Publicaciones Periódicas
Producción editorial: Departamento de Publicaciones BCV
Coordinación del número: Beatriz Oropeza
Diseño de carátula: Luis Giraldo
Diseño de la tripa: Ingard Gherembeck
Diagramación: Greysi Guédez
Corrección: María Enriqueta Gallegos
Impresión: Gráficas Acea
Tiraje: 1.000 ejemplares
Las opiniones expresadas en esta revista
son responsabilidad exclusiva de los autores
y no representan el criterio del Banco Central de Venezuela
Foros 11 • Mayo 2005 • ISSN: 1690-4885
Contenido
Contenido
Presentación
13
Lista de participantes
19
Acto de instalación
21
Víctor Fajardo Cortez
Mensaje de Bernardo Ferrán
Ponencias
33
El Plan Nacional de Desarrollo Regional
(2001-2007) desde la perspectiva de los
nuevos paradigmas: planificación,
instituciones y desarrollo endógeno
Alexis J. Guerra C.
63
Problemática social en Venezuela
Lourdes Urdaneta de Ferrán
85
Descentralización, empresariado
y economía territorial
Carlos Mascareño Quintana
103
El desarrollo regional y el
financiamiento estatal. Una perspectiva
institucional. Caso de estudio:
el estado Lara
Beatriz Ponte de Moreno
137
“Un modelo de desarrollo local”.
Estudio de caso: municipio
Palavecino del estado Lara
Edwing R. Salazar M. y otros
155
La competitividad microsistémica como
estrategia empresarial para el desarrollo
de la pequeña y mediana empresa
zuliana
Juliana Ferrer y José Luis Vázquez
181
La zona de integración fronteriza
(ZIF) en la frontera del Táchira
(Venezuela) y Norte de Santander
(Colombia)
Francisco Javier Sánchez Chacón
199
El conglomerado (cluster) como opción
de desarrollo regional. Caso zona de
integración fronteriza (ZIF) TáchiraNorte de Santander
Juan Carlos Bustamante Urbina
219
Comportamiento económico
de la región zuliana
Jesús Molero Sánchez
247
Las políticas regionales compensatorias
en el marco de la integración
económica. Reflexiones en torno al
ALCA
José Briceño Ruiz
Acto de clausura
265
Gastón Parra Luzardo
Pautas editoriales
273
Foros 11 • Mayo 2005 • ISSN: 1690-4885
Contents
Table of contents
Introduction
13
List of participants
19
Opening ceremony
21
Víctor Fajardo Cortez
Message by Bernardo Ferrán
Speeches
33
National Plan on Regional Development
(2001-2007) according to new paradigm
perspectives: planning, institutions and
endogenous development
Alexis J. Guerra C.
63
Social problems in Venezuela
Lourdes Urdaneta de Ferrán
85
Decentralization, business community
and territorial economy
Carlos Mascareño Quintana
103
Regional development and public
financing. An institutional perspective.
Study case: the Lara state
Beatriz Ponte de Moreno
137
“A model of local development”.
Case study: the Palavecino County
of the Lara State
Edwing R. Salazar M. and others
155
The micro-systemic competitiveness as
a managerial strategy for the development of small and medium companies
in the State of Zulia
Juliana Ferrer and José Luis Vázquez
181
Border integration zone (BIF) at the
frontier of Táchira (Venezuela) and
Norte de Santander (Colombia)
Francisco Javier Sánchez Chacón
199
Cluster as a regional option of
development. Case in the border
integration zone (BIF) Táchira-Norte de
Santander
Juan Carlos Bustamante Urbina
219
Economic behaviour in the Zulia
Region
Jesús Molero Sánchez
247
Regional compensatory policies within
the framework of economic integration.
Reflections on FTAA
José Briceño Ruiz
Closing ceremony
265
Gastón Parra Luzardo
Editorial guidelines
273
Foros 11 • Mayo 2005 • ISSN: 1690-4885
Conteúdo
Conteúdo
Apresentação
13
Lista de participantes
19
Ato de inauguração
21
Víctor Fajardo Cortez
Mensagem de Bernardo Ferrán
Artigos
33
Plano Nacional de Desenvolvimento
Regional (2001-2007) segundo as
perspectivas dos novos paradigmas:
planejamento, instituições e
desenvolvimento endógeno
Alexis J. Guerra C.
63
Problemática social na Venezuela
Lourdes Urdaneta de Ferrán
85
Descentralização, empresariado e
economia territorial
Carlos Mascareño Quintana
103
Desenvolvimento regional e
financiamento estadual. Uma
perspectiva institucional. Caso para ser
estudado. O estado Lara
Beatriz Ponte de Moreno
137
“Um modelo de desenvolvimento
local”. Estudo de casos: município
Palavecino do estado Lara
Edwing R. Salazar M.
155
A competitividade microssistêmica
como estratégia empresarial para o
desenvolvimento da pequena e média
empresa zuliana
Juliana Ferrer and José Luis Vázquez
181
A zona de integração fronteiriça (ZIF)
na fronteira de Táchira (Venezuela) e o
Norte de Santander (Colômbia)
Francisco Javier Sánchez Chacón
199
*
* Présentation
Cluster como opção de
desenvolvimento regional. Caso da
zona de integração fronteiriça (ZIF)
Táchira-Norte de Santander
Juan Carlos Bustamante Urbina
*
219
Comportamento econômico
na região zuliana
Jesús Molero Sánchez
247
As políticas regionais compensatórias
no contexto da integração econômica.
Reflexões sobre ALCA
José Briceño Ruiz
Ato de encerramento
265
Gastón Parra Luzardo
Normas editoriais
273
Foros 11 • Mayo 2005 • ISSN: 1690-4885
Matières
Table des matières
Sommaire
13
Liste des participants
19
Séance d’ouverture
21
Víctor Fajardo Cortez
Message de Bernardo Ferrán
Exposés
33
Le Plan National pour le
Développement Régional (2001-2007)
du point de vue des nouveaux
paradigme: plannification, institutions
et développement endogène
Alexis J. Guerra C.
63
La question sociale au Vénézuéla
Lourdes Urdaneta de Ferrán
85
Décentralisation, patronat et économie
territoriale
Carlos Mascareño Quintana
103
Le développement régional et le
financement de la province. Un point
de vue institutionnel. Cas de figure: le
département de Lara
Beatriz Ponte de Moreno
137
Un modèle de développement local.
Cas de figure: municipalité Palavecino
du département de Lara
Edwing R. Salazar M.
155
La compétitivité microsystémique
comme stratégie du patronnat pour le
développement des petites et
moyennes entreprises du département
de Zulia
Juliana Ferrer et José Luis Vázquez
181
La zone d’intégration frontalière (ZIF)
dans la frontière entre le département
de Táchira (Vénézuéla) et celui de
Norte de Santander (Colombie)
Francisco Javier Sánchez Chacón
199
Cluster comme option pour le
développement régional. Exemple dans la
zone d’intégration frontalière (ZIF) Táchira
- Norte de Santander
Juan Carlos Bustamante Urbina
219
Démarche économique dans
la región de Zulia
Jesús Molero Sánchez
247
Les politiques régionales de
compensation dans le cadre
de l’intégration économique. Réflexions
au sujet de l’ALCA
José Briceño Ruiz
Séance de clôture
265
Gastón Parra Luzardo
Guide de style
273
Foros 11 • Mayo 2005 • ISSN: 1690-4885
Presentación
Presentación
La presentación de la nueva entrega de Foros –la undécima desde su puesta en
circulación como publicación especial de la Revista BCV– debe destacar el énfasis
en la inclusión de estudios regionales específicos referentes a la porción centrooccidental de Venezuela. El conjunto de trabajos reunidos de Foros 11, son el
resultado de las investigaciones que se adelantan en distintos centros académicos
ubicados en los estados Zulia, Táchira, Mérida, Lara y en la ciudad de Caracas.
La subsede del Banco Central de Venezuela asentada en Maracaibo estimula esos
estudios y con ese motivo organizó y realizó en dicha ciudad el II Seminario de
Desarrollo Económico Regional los días 22 y 23 de julio de 2004. Por dos años
consecutivos, 2003 y 2004, se han promovido eventos en el cual se convocan a
destacados especialistas dedicados al examen de las situaciones, procesos y
problemas que ocurren en la región Centro-occidental del país. Es un espacio
donde los investigadores exponen sus ideas, intercambian sus planteamientos, y
los someten a la discusión para divulgar los productos de sus indagaciones.
Es importante mencionar los ensayos que tienen como objeto de estudio el
complejo fenoménico nacido y desarrollado en la zona de integración fronteriza
(FIZ), diferenciándose casi como una región dentro de la región, con flujos de
comercio, movilidad de factores económicos y la aparición de perfiles culturales
que evolucionan con una dinámica propia, hasta hacer posible el desplazamiento
del polo de desarrollo desde los centros económicos tradicionales hacia nuevos
núcleos impulsores situados en la provincia. Es decir, la periferia se convierte en
un polo de desarrollo alterno que desborda los límites administrativos políticos,
nacionales e insurge en un espacio binacional integrado por corrientes reales de
diverso orden.
El ordenamiento de los ensayos indicados en el índice ha ido desde los temas más
generales, como son el Plan Nacional de Desarrollo Regional y la problemática
social en Venezuela, hasta temas tan específicos como el caso de desarrollo local
14
Foros 11 • Mayo 2005
en el municipio Palavecino del estado Lara. Estos estudios, unidos a los otros que
forman el sumario, son una continuación de los que se presentaron y discutieron
en el primer seminario, en el cual se hizo hincapié en el diseño de un sistema de
cuentas regionales, a partir de la conformación de una contabilidad social regional.
En este sentido, es oportuno citar lo dicho por el doctor Bernardo Ferrán, director
del BCV y asesor honorario del Proyecto «Subsistema de cuentas regionales». Dijo
el doctor Ferrán: «Los resultados que arrojan estas investigaciones tienen inmediata
utilidad para los factores de nuestra economía; sin embargo, estas investigaciones
requieren una base de datos. Los que requiere a su vez una recolección de
información cuantitativa, o sea, producir estadísticas regionales... No hay duda de
la importancia de los estudios regionales en estos momentos. Están pendientes
varios proyectos políticos y legales concernientes a las regiones. Lo que falta es
alimentar estos proyectos con contenido económico…».
Presentation
In this presentation of the new issue of Foros –the eleventh since it first came out
as a special publication of the BCV Journal– the emphasis on the inclusion of
studies of specific regions in the mid western part of Venezuela should be pointed
out. The papers appearing in Foros 11 result from research being carried out in
several academic centers in the States of Zulia, Táchira, Mérida, Lara and the city
of Caracas.
The sub-office of the Venezuelan Central Bank in Maracaibo encourages these
studies and for this reason, it organized the II Seminar on Regional Economic
Development in Maracaibo on the 22nd and 23rd of July, 2004. For two consecutive
years, 2003 and 2004, it has promoted this event to which it has invited outstanding
specialists devoted to the analysis of situations, processes and problems pertaining
to the mid western region of the country. It gives researchers an opportunity to
present their ideas, hear the ideas of others, discuss their research results and have
them widely known.
It is important to mention the essays on the complex phenomena which have
arisen and developed in the frontier integration zone (FIZ), which has almost
become a region within the region, with trade circulation, mobility of economic
factors and the appearance of cultural profiles which have their own dynamics
and have made it possible for the focus of development to be displaced from
traditional economic centers to new nuclei which drive development in the
provinces. Thus, the peripheral region has become an alternative center of
development which breaks through political, administrative and national boundaries
and enters a bi-national space integrated by real currents of different types.
Presentación
15
As can be seen in the index, the order of presentation of the essays is from more
general themes, such as the National Plan for Regional Development and social
problems in Venezuela to more particular ones, such as local development in the
Palavecino Municipality in Lara State. These studies, along with others in the table
of contents, are continuations of those presented and discussed in the first Seminar,
where emphasis was placed on the design of a system of regional accounts based
on the creation of regional social accounting. In relation to this, it is opportune to
quote Dr. Bernardo Ferrán, Director of the BCV and Honorary Consultant to the
Subsystem of regional accounts project: «The results of these research studies can
be of immediate use to the factors in our economy; however, these investigations
require a data base. This in turn, requires gathering quantitative information, that
is, regional statistics. There is no doubt about the importance of regional studies at
the present time. Several regional political and legal studies are still pending. All
that is needed is the injection of economic content into these projects...».
Apresentação
A apresentação da nova entrega de Foros– a décima primeira desde que começou
a circular como publicação especial da Revista BCV– deve dar ênfase à inclusão
de estudos regionais específicos em relação à porção centro-ocidental da Venezuela.
Os trabalhos reunidos em Foros 11 são o resultado das pesquisas realizadas nos
diversos centros acadêmicos situados nos estados Zúlia, Táchira, Mérida, Lara e
na cidade de Caracas.
A subsede do Banco Central da Venezuela em Maracaibo estimula esses estudos e
por isso organizou e realizou na cidade de Maracaibo, o II Seminário de
Desenvolvimento Econômico Regional nos dias 22 e 23 de julho de 2004. Durante
dois anos consecutivos, 2003 e 2004, foram efetuados eventos para os quais foram
convidados destacados especialistas dedicados ao exame de situações, processos
e problemas que ocorrem na região centro-ocidental do país. É um espaço no
qual os pesquisadores expõem suas idéias, intercambiam propostas e as submetem
à discussão para divulgarem os produtos de suas indagações.
É importante mencionar os ensaios que estudam o complexo fenomênico nascido
e desenvolvido na zona de integração fronteiriça (FIZ) que se diferencia quase
como uma região dentro da região, com fluxos de comércio, mobilidade de fatores
econômicos e o surgimento de perfis culturais que evoluem com uma dinâmica
própria, até tornarem possível o deslocamento do pólo de desenvolvimento dos
centros econômicos tradicionais para novos núcleos impulsores situados na
província, ou seja, a periferia se transforma num pólo de desenvolvimento alterno
que ultrapassa os limites administrativos políticos nacionais e surge num espaço
binacional integrado por correntes reais de diversa ordem.
16
Foros 11 • Mayo 2005
A ordem dos ensaios indicados no índice abrange temas gerais, como o plano
nacional de desenvolvimento regional e a problemática social na Venezuela, e
temas bem específicos como o caso de desenvolvimento local no município
Palavecino do estado Lara. Estes estudos, conjuntamente com outros que formam
o sumário, são a continuação dos que foram apresentados e discutidos no primeiro
seminário, no qual se insistiu no esboço de um sistema de contas regionais a
partir da conformação de uma contabilidade social regional. Neste sentido, é
conveniente citar o que disse o doutor Bernardo Ferrán, diretor do BCV e Assessor
Honorário do Projeto: Subsistema de contas regionais. O doutor Ferrán disse: «Os
resultados destas pesquisas são de imediata utilidade para os fatores de nossa
economia, no entanto, estas pesquisas exigem uma base de dados e para isso é
preciso uma coleta de informação quantitativa, ou seja produzir estatísticas regionais.
Sem dúvida, atualmente, estes estudos regionais são muito importantes. O que
falta é alimentar estes projetos com conteúdo econômico...»
Présentation
La présentation de cette nouvelle édition de Foros –la onzième depuis sa mise en
circulation en tant que publication spéciale de la Revista BCV (la Revue de la
Banque Centrale du Vénézuéla)– montre bien que l’accent est mis sur l’inclusion
d’études régionales spécifiques concernant la région du centre-ouest vénézuélien.
Les travaux recueillis dans Foros 11 constituent, dans leur ensemble, le résultat
des recherches entreprises par plusieurs centres académiques situés dans les
départements de Zulia, Táchira, Mérida, Lara et dans la ville de Caracas.
Dans le but d’encourager ces études, le sous-siège de la Banque Centrale du
Vénézuéla, établi à Maracaibo, a donc organisé et mené à bien, dans cette ville, le
IIème Séminaire sur le Développement Économique Régional, les 22 et 23 juillet
2004. Pendant deux annés consécutives, en 2003 et en 2004, toute une série de
réunions se sont effectuées pour convoquer les spécialistes les plus distingués se
consacrant à l’étude des situations, des processus et des problèmes qui se posent
dans la région centre-ouest du pays. Il s’agit d’un espace au sein duquel les
chercheurs exposent leurs théories et échangent leurs idées, en les soumettant à
la discussion pour ensuite diffuser les résultats de ces recherches.
Il importe de signaler les essais ayant pour sujet d’étude un phénoménique complexe
qui a surgi et s’est développé dans la zone d’intégration frontalière (ZIF), en se
posant presque comme une région dans la région, avec ses courants de commerce,
la mobilité de ses facteurs économiques, et l’apparition des lignes culturelles qui
évoluent selon leur propre dynamique, jusqu’à rendre possible le déplacement du
pôle de développement à partir des centres économiques traditionnels, et vers les
Presentación
17
nouveaux noyaux promoteurs situés en province; autrement dit, la périphérie
devient un pôle de développement alternatif qui dépasse les limites administratives,
politiques et nationales, et qui surgit au sein d’un espace binational composé par
des courants réels de genres divers.
L’ordre des essais indiqués dans la table des matières commence par les sujets les
plus généraux, tels que le plan national de développement régional et la question
sociale au Vénézuéla, et comprend des sujets aussi spécifiques que le cas de
développement local de la municipalité de Palavecino dans le département de
Lara. Ces études, auxquelles s’ ajoutent les autres qui sont indiquées dans la table
des matières, représentent le prolongement des études qui furent présentées et
discutées au cours du premier Séminaire sur le Développement Économique
Régional, qui insistait sur la mise en place d’un système de comptes régionaux à
partir de l’établissement d’une comptabilité sociale régionale. Dans ce sens, il faut
citer la déclaration de Bernardo Ferrán, directeur de la Banque Centrale du
Vénézuéla et conseiller honoraire d’un projet portant sur le sous-système des
comptes régionaux. D’après Bernardo Ferrán: «Les résultats que ces recherches
font apparaître sont d’une utilité immédiate pour les facteurs de notre économie;
cependant, ces recherches exigent une base de données, lesquelles exigent à leur
tour une collecte d’informations quantitatives, autrement dit, la production de
statistiques régionales... À ne pas en douter, ces études régionales ont, actuellement,
leur importance. Plusieurs projets politiques et légaux concernant les régions sont
en cours. Encore faut-il donner ces projets leur contenu économique...».
Foros 11 • Mayo 2005 • ISSN: 1690-4885
Participantes
Lista de participantes
Cecilia Acosta, La Universidad del Zulia
Gustavo Arteaga, La Universidad del Zulia
José Briceño Ruiz, Universidad de Los Andes
Juan Carlos Bustamante Urbina, Universidad de Los Andes
Lidia Colmenares, Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado
Víctor Fajardo Cortez, Banco Central de Venezuela
Juliana Ferrer, La Universidad del Zulia
María Amelia Fernández, Banco Central de Venezuela
Alexis Guerra, Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado
José Guerra Brito, Banco Central de Venezuela
Carlos Mascareño Quintana, Cendes, Universidad Central de
Venezuela
Jesús Molero, Banco Central de Venezuela
Edison Morales, La Universidad del Zulia
José Moreno Colmenares, Banco Central de Venezuela
Gastón Parra Luzardo, Banco Central de Venezuela
Rafael Parra, La Universidad del Zulia
Beatriz Ponte de Moreno, Universidad Centroccidental Lisandro
Alvarado
Edwing R. Salazar M., Universidad Centroccidental Lisandro
Alvarado
Francisco Javier Sánchez Chacón, Universidad de Los
Andes
Lourdes Urdaneta de Ferrán, Academia Nacional de
Ciencias Económicas
Instalación
Acto de instalación
Víctor Fajardo Cortez
Foros 11 • Mayo 2005 • pp. 23-28 • ISSN: 1690-4885
Acto de instalación
Fajardo Cortez
Víctor Fajardo Cortez
El 27 de junio del año pasado, en este mismo recinto, con motivo de las palabras
de cierre del Primer Seminario de Coyuntura Económica de la Región Occidental,
asumimos el compromiso de realizar el II Seminario de Coyuntura Económica
Regional. Nos complace, entonces, cumpliendo con la palabra empeñada, instalar
este trascendente evento en la fecha prevista.
En primer lugar quiero agradecer la presencia y participación en este II seminario
de los colegas de la Vicepresidencia de Estudios del Banco Central de Venezuela,
comenzando con el gerente de la Oficina de Investigaciones Económicas del
Instituto, José Guerra Brito, a quien le corresponderá hacer una exposición sobre
cinco problemas fundamentales de la economía venezolana. Asimismo a María
Amelia Fernández, investigadora del Instituto, quien analizará los fundamentos de
la fragilidad financiera en Venezuela. De igual modo, nos complace que la profesora
Lourdes Urdaneta de Ferrán haya aceptado nuestra invitación para alimentar este
evento con su experiencia y sabiduría en el campo de las estadísticas y los estudios
sociales del país. Como cierre de los asuntos nacionales que nos convocan,
contamos con la ponencia del profesor Carlos Mascareño, investigador y docente
del Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes) de la Universidad Central de
Venezuela, quien analizará la descentralización, los empresarios y la economía
territorial.
Como moderadores de esta primera parte del Seminario, participarán los profesores
Patricia Guillezau, directora de la Escuela de Economía de La Universidad del
Zulia (LUZ) y, a la vez, coordinadora del Doctorado en Economía de esta prestigiosa
universidad, y el profesor Edison Morales, director del Instituto de Investigaciones
Económicas y Sociales de LUZ. A ellos, gracias por el apoyo irrestricto a las
actividades que ha organizado la subsede de Maracaibo.
Nos complace que la sesión de la tarde del II Seminario esté a cargo de la
Universidad de Los Andes (ULA), a través de jóvenes investigadores del Centro de
24
Foros 11 • Mayo 2005
Estudios de Fronteras e Integración, núcleo Táchira. Los temas abordados por los
profesores José Briceño Ruiz, Francisco Javier Sánchez y Juan Carlos Bustamante,
así como por el profesor Dilio Hernández, director del Proyecto de la Universidad
Virtual Domingo Maza Zavala, garantizan la discusión académica de cruciales y
apremiantes asuntos relacionados con la economía regional en una dimensión
espacial definida por las fronteras del occidente del país. Me refiero a las políticas
regionales compensatorias en el marco del ALCA, el impacto de las zonas de
integración fronteriza en la región occidental, los corredores económicos
binacionales y la significación de las propuestas de desarrollo de clusters en una
zona de integración fronteriza.
La dirección del debate de los asuntos referidos estará a cargo de Gustavo Arteaga,
ingeniero agrónomo y director de la Unidad Coordinadora de Proyectos Conjuntos
que agrupa investigaciones aplicadas de las facultades de Agronomía, Veterinaria,
Economía y Ciencias Sociales de La Universidad del Zulia, y de la profesora María
del Carmen Vásquez, directora de la División de Estudios para Graduados de
Faces-LUZ. A todos ellos, nuestro agradecimiento por tan importante colaboración.
La Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) se hace presente con
profesores y doctorantes del Programa de Doctorado en Ciencias del Desarrollo,
fruto del Convenio con el Cendes, y del Programa de Doctorado en Metodologías,
Técnicas y Análisis del Desarrollo Económico Regional, dictado en el marco del
Convenio UCLA-Universidad de Sevilla, España. El profesor Alexis Guerra, quien
actualmente es el coordinador del Programa de Gerencia Empresarial de la División
de Postgrado del Decanato de Administración y Contaduría de la UCLA, y a la vez
coordinador de la Cátedra BCV-UCLA, abordará el marco jurídico institucional y
los nuevos paradigmas de la planificación y el desarrollo sustentable en el Plan de
Desarrollo Económico y Social (2001-2007) y el Plan de Desarrollo Regional. Por
su parte, los profesores Beatriz Ponte de Moreno y Edwing Salazar presentarán los
resultados de investigaciones realizadas en el estado Lara, aplicando métodos y
técnicas de análisis que fueron estudiados con los docentes de la Universidad de
Sevilla. Tal es el caso del modelo de desarrollo local del municipio Palavecino y el
financiamiento estatal al desarrollo económico del estado Lara.
Para cerrar con una perspectiva sobre el estado Zulia, se invitó al profesor Rafael
Parra, director del Centro de Estudios Petrolíferos y Carboníferos, adscrito a La
Universidad del Zulia, quien hará una disertación sobre el impacto y potencialidades
del petróleo en la región zuliana. Y para culminar con uno de la casa, se invitó al
economista Jesús Molero, joven investigador del Departamento de Estudios y
Estadísticas de la subsede Maracaibo del BCV, a quien le corresponderá analizar el
comportamiento económico de la región zuliana, a partir de los indicadores
regionales que produce el Instituto en materia de manufactura privada, construcción
y ventas al mayor y al detal del estado Zulia.
Víctor Fajardo Cortez / Acto de instalación
25
Esta discusión final del II Seminario será conducida por las profesoras Lidia
Colmenares, coordinadora del Postgrado del Decanato de Administración y
Contaduría de la UCLA, y Cecilia Acosta, coordinadora académica de la Maestría
en Macroeconomía y Política Económica de La Universidad del Zulia. A todos
ellos, gracias por la entusiasta colaboración.
En nombre del Presidente y del Directorio del Instituto queremos darle la bienvenida
y un cálido saludo a todas las personalidades y autoridades regionales, a los
profesores, investigadores y estudiantes de las universidades de la región, a los
funcionarios públicos, a los hombres y mujeres de las empresas e instituciones
privadas que nos acompañan. De manera especial, queremos saludar la presencia
del doctor Gastón Parra Luzardo, quien desde su condición de investigador y
profesor titular de La Universidad del Zulia ha sido un factor fundamental para las
fluidas relaciones del BCV con los centros académicos de la región, y en su
condición de Primer Vicepresidente Gerente del Instituto, el iniciador y principal
catalizador de los proyectos adelantados por la subsede Maracaibo. Al profesor
José Moreno Colmenares, director de la Revista BCV, quien con motivo de la
celebración del II Seminario hizo un espacio en sus múltiples ocupaciones para
acompañarnos al bautizo de la revista Foros BCV, nº 10, la cual recoge las ponencias
y discusiones del I Seminario de Coyuntura Económica de la Región Occidental,
realizado en este mismo recinto, el 26 y 27 de junio de 2003. Profesor Moreno
Colmenares, gracias por el apoyo incondicional a estos dos seminarios.
Por último, a propósito de la comunicación que nos enviara nuestro asesor
honorario, doctor Bernardo Ferrán, quisiera hacer unos breves comentarios sobre
la concepción y alcance del II Seminario.
Hemos introducido un cambio –necesario– en el alcance del II Seminario, pues
en lugar de reunirnos para discutir y compartir el análisis de la coyuntura económica
regional, enmarcado en el contexto económico nacional, con mayor rigor técnico
y justicia con el quehacer que nos invita, la convocatoria fue hecha para reflexionar
juntos en torno al desarrollo económico regional que, como todos sabemos,
incorpora la coyuntura como una manifestación, en un tiempo y espacio concreto,
de la estructura, las relaciones y el sistema económico, pero que plantea como
dimensión de estudio y del debate esas estructuras y relaciones, más el acervo
institucional y el conocimiento que hace posible aprehender el funcionamiento
del sistema económico como un todo, en una dimensión de mediano y largo
plazo, para capturar sus desafíos y tendencias más prominentes y trascendentes.
Era conveniente provocar y reconocer este giro, de modo de ser más rigurosos
con la motivación que nos anima a realizar estos seminarios anuales con
investigadores, profesores universitarios, profesionales, funcionarios públicos
hacedores de planes y tomadores de decisiones, empresarios e inversionistas con
sensibilidad por el conocimiento económico, los análisis y las estadísticas, unidos
26
Foros 11 • Mayo 2005
dentro de las fronteras de la economía y los problemas sociales de carácter regional.
Obsérvese, entonces, y es lo que queremos destacar, que el ámbito de esta
convocatoria y la de los próximos años incluye los aportes que han de producirse
más allá de la región Occidental y más allá de las fronteras nacionales del país que
nos cobija. Eso sí, el perfil y valor agregado de nuestros encuentros, será siempre
el ámbito de lo regional, de lo espacial, territorial y lo local.
El doctor Bernardo Ferrán, con la precisión y sabiduría del maestro experimentado,
nos llama la atención sobre el carácter estratégico que concita «el aporte del
análisis de la economía regional» para abordar y entender, en las circunstancias
actuales, «los grandes problemas del país». Esta precisión nos ha de conducir a
atender y resolver las cuatro aristas del enfoque que él plantea.
En primer lugar, determinar las condiciones y estructuras de lo que ya ha acontecido
en los espacios regionales, para conocer en qué grado está gravitando sobre los
problemas del presente y del futuro. La historia de la economía regional es un
desafío que han de descifrar y escribir los centros académicos de nuestras regiones.
La segunda arista planteada por el doctor Ferrán se refiere a la reflexión «sobre los
aspectos teóricos de la economía regional», porque –dice– «entender la teoría de
la economía regional dará resultados tangibles». En otras palabras, sin teoría no
habrá pertinencia en el «análisis de las situaciones concretas de nuestras regiones».
El análisis, la descripción y comprensión de los problemas concretos de nuestras
realidades exigen de un cuerpo teórico particular que es la economía regional
como campo especializado de la economía puesta en el espacio. En este campo
el reto es mayúsculo porque en el país, con el tiempo, han venido desapareciendo
los centros de formación en economía regional. De los programas del pregrado
universitario han desaparecido las cátedras de economía espacial; de las
especializaciones y maestrías que en algún tiempo fueron motivadas por la
economía regional, sólo queda el nombre y en el mejor de los casos se han
orientado hacia la economía urbana y social. En los programas de doctorado no
hay ninguno en el país que focalice su docencia y programa de investigaciones en
la teoría y problemas regionales, salvo el esfuerzo actual de la UCLA y el Cendes.
Para atender el desafío expuesto por el doctor Ferrán, es necesario que en las
universidades renazcan centros especializados en economía regional, para lo cual
es indispensable diseñar programas de pregrado y posgrado en esta materia,
donde es plausible explorar y concretar convenios con universidades de otros
países que cuentan con centros especializados en teorías, técnicas y análisis del
desarrollo económico regional. Una buena noticia en este sentido es el convenio
firmado por la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado con la Universidad
de Sevilla en torno a un programa de doctorado que actualmente están cursando
once profesores de la UCLA, con docentes y asesores del Departamento de
Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla. En esa dirección, la subsede
Víctor Fajardo Cortez / Acto de instalación
27
Maracaibo del BCV actualmente está promoviendo conversaciones entre las
autoridades de La Universidad del Zulia y las autoridades de la Universidad de
Sevilla a objeto de que se firme un convenio para dictar un doctorado similar
sobre «Metodologías, Técnicas y Análisis del Desarrollo Económico Regional», al
cual se asocie un programa de investigaciones que proporcione herramientas
teóricas y metodológicas a un grupo de investigadores que pudieran ser pioneros
en la creación de un centro especializado de economía regional, el cual, en principio,
pudiera constituirse con el esfuerzo conjunto de LUZ, ULA y UCLA, con la
colaboración del Banco Central de Venezuela.
Como última y cuarta arista del enfoque, el doctor Ferrán hace referencia a la
necesidad de conjugar esfuerzos para producir las estadísticas regionales que son
indispensables para acometer la labor de investigación antes aludida. En este
sentido, bien afortunado y oportuno fue el consenso del I Seminario al designar al
doctor Ferrán como Asesor Honorario del Subsistema de Cuentas Regionales. Con
su impulso y con el apoyo de la Primera Vicepresidencia y la Gerencia de Estadísticas
Económicas del Instituto, en la actualidad el Departamento de Estudios y Estadísticas
de la subsede Maracaibo, creado por decisión del Directorio, acomete un plan de
producción de indicadores estadísticos regionales cuyos primeros resultados
permitirán a la región zuliana contar en el año 2005 con un índice de precio al
consumidor de la ciudad de Maracaibo (IPC), así como índices de remuneraciones
del sector público y privado e indicadores de precios y volumen de producción
de los principales rubros agrícolas del Zulia.
Desde ya tenemos que confirmar un primer gran resultado de esta asesoría: en
sus comprimidas líneas de saludo y aliento al éxito del II Seminario, el doctor
Ferrán nos ha indicado el camino estratégico que hemos de seguir para llegar a
puerto seguro, traducido en su enfoque de las cuatro aristas.
Por último y no menos importante, en su despedida, el doctor Ferrán nos invita a
mejorar la comunicación y el intercambio entre los interesados en trabajar en los
temas y problemas regionales. Acogiendo su recomendación, ratificamos que la
Revista BCV, con la bondad y entusiasmo de su director, profesor José Moreno
Colmenares, será un auspiciante permanente de los seminarios regionales, lo cual
se traduce en la difusión de las ponencias y discusiones a través del programa
anual de publicaciones de la revista Foros. Hoy bautizaremos Foros 10, contentivo
de los resultados del I Seminario, y el próximo año verá luz la difusión del esfuerzo
que hoy nos reúne, cuando las ponencias y el debate del II Seminario sean
publicadas en las prestigiosas páginas de la Revista BCV. En tiempo de alta tecnología
y acogiendo la sugerencia de nuestro asesor honorario, desde ya comprometemos
nuestras diligencias para contar con un espacio en Internet en el cual se publiquen,
discutan y comenten los trabajos metodológicos, teóricos, analíticos y estadísticos
inscritos en las fronteras de la economía regional. La Red de Conocimiento
28
Foros 11 • Mayo 2005
Económico, página de Internet que coordina el profesor José Guerra Brito, gerente
de la Oficina de Investigaciones Económicas del BCV, acá presente, será un espacio
fabuloso para aquellos investigadores y trabajos que cumplan con las condiciones
y requisitos que exigen sus administradores.
Bienvenidos al II Seminario de Desarrollo Económico Regional y gracias por estar
con nosotros.
Foros 11 • Mayo 2005 • pp. 29-30 • ISSN: 1690-4885
Mensaje
Ferrán
Bernardo Ferrán
En las circunstancias actuales es trascendente aplicar técnicas económicas a los
grandes problemas del país y es crucial el aporte del análisis de la economía
regional, en su acepción más amplia, que comprende los fenómenos económicos,
sociales y culturales.
Este enfoque tiene varias aristas.
La primera arista conecta con el pasado. Aunque nos interesa el presente y el
futuro, las condiciones y estructuras del pasado pesan sobre la actualidad y conviene
conocerlas y evaluarlas.
La otra arista es el reflexionar sobre los aspectos teóricos de la economía regional.
Podría parecer un lujo, pero a la larga, el entender la teoría de la economía
regional dará resultados tangibles. Aquí, sin duda, entra en juego la cooperación
con el mundo académico.
De la teoría habrá que pasar al análisis de las situaciones concretas de nuestras
regiones. Esto es lo que esperan nuestros clientes.
Los resultados que arrojan estas investigaciones tienen inmediata utilidad para los
factores de nuestra economía; sin embargo, estas investigaciones requieren una
base de datos, lo que requiere, a su vez, una recolección de información cuantitativa,
o sea, estadísticas regionales.
Es necesario trabajar simultáneamente en estos cuatro frentes que se complementan
mutuamente.
Estoy seguro de que se viene trabajando activamente en cada uno de estos temas,
pero me parece que hay poca comunicación entre los productores. Para mejorar
la comunicación entre ellos y todos los interesados convendría tener un lugar,
publicación tradicional o mediante una página en Internet, donde aparecerán, y
tal vez comentarían, estos trabajos: los teóricos, los analíticos y los estadísticos.
30
Foros 11 • Mayo 2005
No hay duda de la importancia de los estudios regionales en estos momentos.
Están pendientes varios proyectos políticos y legales concernientes a las regiones.
Lo que falta es alimentar estos proyectos con contenido económico. Ello destacará
el interés e importancia del conocimiento de las distintas regiones del país.
Y algún día, tal vez, veremos billetes del Banco Central de Venezuela con motivos
de las regiones de la República.
Hay mucho que hacer al respecto y estoy persuadido de que este seminario
contribuirá a esta tarea.
Ponencias
Ponencias
El Plan Nacional de Desarrollo Regional 2001-2007
desde la perspectiva de los nuevos paradigmas:
planificación, instituciones y desarrollo endógeno
Alexis J. Guerra C.
Problemática social en Venezuela
Lourdes Urdaneta de Ferrán
Descentralización, empresariado y economía territorial
Carlos Mascareño Quintana
El desarrollo regional y el financiamiento estatal. Una perspectiva
institucional. Caso de estudio: el estado Lara
Beatriz Ponte de Moreno
«Un modelo de desarrollo local». Estudio de caso:
municipio Palavecino del estado Lara
Edwing R. Salazar M.
La competitividad microsistémica como estrategia empresarial
para el desarrollo de la pequeña y mediana empresa zuliana
Juliana Ferrer y José Luis Vázquez
La zona de integración fronteriza (ZIF) en la frontera del Táchira
(Venezuela) y Norte de Santander (Colombia)
Francisco Javier Sánchez Chacón
El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional.
Caso zona de integración fronteriza (ZIF) Táchira-Norte de Santander
Juan Carlos Bustamante Urbina
Comportamiento económico de la región zuliana
Jesús Molero Sánchez
Las políticas regionales compensatorias en el marco de la integración
económica. Reflexiones en torno al ALCA
José Briceño Ruiz
Foros 11 •Mayo 2005 • pp. 33-62 • ISSN: 1690-4885
El Plan Nacional de Desarrollo Regional (2001-2007)
desde la perspectiva de los nuevos paradigmas: planificación,
instituciones y desarrollo endógeno
Guerra C.
Alexis J. Guerra C.*
Resumen
Se aborda el análisis de la planificación, el Estado, su marco jurídico-institucional
y el desarrollo regional, a la luz de los nuevos paradigmas, en un intento por
develar el contenido epistemológico presente en el X Plan de la Nación (primer
plan de la era constitucional bolivariana), grosso modo, y particularmente, en el
Plan Nacional de Desarrollo Regional (2001-2007). Se establece como conjetura
que la institucionalización de la planificación en Venezuela está sujeta a un
ciclo vital iniciado en 1946, con la creación de la Corporación Venezolana de
Fomento, CVF, y que readquiere partida de nacimiento en 1958, cuando se crea
Cordiplan, y se devalúa a finales del ochenta, con la instrumentación de los
programas de reajuste económico y la adopción de las tesis del Consenso de
Washington. En esa línea argumentativa, se construyen respuestas a la
interrogante: ¿A partir de 1998, con el nuevo marco jurídico-institucional que se
constituye, entra en un proceso de revalorización?
Palabras clave: Nuevos paradigmas / Marco jurídico-institucional / Planes
nacionales.
Clasificación JEL: R11
* Profesor Titular. Investigador en el Área de Modernización del Estado y Gestión Pública.
Adscrito al Centro de Investigaciones y a la Coordinación de Postgrado del Decanato de
Administración y Contaduría de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, UCLA.
Coordinador del Programa de Gerencia Empresarial. Responsable del Convenio BCV-UCLA.
Correos electrónicos: aguerra@ucla.edu.ve / aguerracordova@yahoo.com
Foros 11 • Mayo 2005
34
Abstract
This paper analyses planning, the legal and institutional framework of the State,
and regional development, in the light of new paradigms. The purpose is to
attempt to clarify the epistemological contents of the Xth National Plan (the first
under the Bolivarian Constitution), and more specifically, of the National Plan
for Regional Development (2001-2007). This paper hypothesizes that the
institutionalization of planning in Venezuela is cyclical: the first cycle began in
1946 with the creation of the CVF (Corporación Venezolana de Fomento); the
second in 1958 when planning acquired a birth certificate with the creation of
Cordiplan; it fell into a decline at the end of the 80’s, when the thesis of the
Washington Consensus was adopted and programs of macroeconomic adjustment
were applied. On the basis of this argument, this paper attempts to answer the
following question: Has planning been revalued since 1998 and the establishment
of the new legal and institutional framework?
Key words: New paradigms / Juridical-institutional frame / National plans
JEL classification: R11
Resumo
Aborda-se a análise do planejamento do Estado, seu contexto jurídico-institucional
e o desenvolvimento regional, à luz dos novos paradigmas, numa tentativa para
descobrir o conteúdo epistemológico presente no X Plano da Nação (Primeiro
Plano da Era Constitucional Bolivariana), grosso modo, e particularmente, no
Plano Nacional de Desenvolvimento Regional (2001-2007). Estabelece-se como
conjetura que a institucionalização do planejamento na Venezuela depende de
um ciclo vital que começa em 1946, com a criação da Corporação Venezuelana
de Fomento, CVF, readquire certidão de nascimento em 1958, com a criação de
Cordiplan, e se desvaloriza no final dos oitenta com a instrumentação dos
programas de reajuste econômico e a adoção da tese do Consenso de Washington.
Nessa linha argumentativa surgem respostas para a pergunta: A partir de 1998,
com o novo contexto jurídico-institucional que foi constituído, entra num processo
de revalorização?
Palavras chave: Novos paradigmas / Contexto jurídico-institucional / Planos
nacionais
Classificação JEL: R11
Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional...
35
Résumé
L’analyse de la plannification, de l’État, de son cadre juridique et institutionnel,
ainsi que le développement régional, est abordée ici à la lumière des nouveaux
paradigmes, dans l’intention d’en dévoiler la teneur épistémologique, présente
en ébauche dans le Xème Plan de la Nation (premier plan de l’ère constitutionelle
bolivarienne), et plus en détail dans le Plan National pour le Développement
Régional (2001-2007). Cette analyse pose comme hypothèse que
l’institutionalisation de la plannification est, au Vénézuéla, soumise à un cycle
vital amorcé en 1946 à travers l’établissement de la Corporación Venezolana de
Fomento (corporation vénézuélienne pour l’encouragement à la production).
Ce cycle avait ensuite connu un relancement, en 1958, avec l’instauration de Cordiplan
(bureau pour la plannification), mais il entra en déclin à la fin des années
quatre-vingt, suite à la mise en route des programmes de réajustement
économique et à l’adoption des thèses du Consensus de Washington. En suivant
cette ligne d’argumentation, des réponses sont données à la question: est-ce
que, à partir de 1998, avec le nouveau cadre juridique et institutionnel qui s’est
mis en place, un processus de revalorisation est ainsi amorcé?
Mots-clefs: Nouveaux paradigmes / Cadre juridique et institutionnel / Plans
nationaux
Classification JEL: R11
36
Foros 11 • Mayo 2005
I. Introducción
En un contexto mundial donde se ha venido aludiendo al fin de la historia, de las
ideologías, del Estado y de la planificación y al advenimiento del «pensamiento
único», se plantea la necesidad de revisar los fundamentos epistemológicos y la
experiencia derivada de la puesta en escena de la acción planificadora, desde una
perspectiva de análisis global, integral y complejo. En primer lugar, porque los
nuevos paradigmas que acompañan el proceso de transición de la era industrial a
la era postindustrial ponen en evidencia las insuficiencias de las teorías y los
modelos de análisis para dar cuenta de la multidimensionalidad a través de la cual
se expresa, por ejemplo, la relación entre lo global, lo local, la modernización, el
cambio institucional, el crecimiento económico y el desarrollo. Y, en segundo
lugar, dada la estrecha relación que guardan dichas nociones con la planificación,
en tanto que es a través de esa relación que ella adquiere sentido, se impone
examinar en términos concretos la concepción que con respecto a dichos criterios
aparece en el Plan de Desarrollo Regional 2001-2007, elaborado por el Ministerio
de Planificación y Desarrollo (2001).
El presente ensayo se aborda desde una perspectiva que intenta vincular a la
planificación, el Estado y sus instituciones, y lo regional o local como aspectos de
la realidad venezolana que se inscriben en la discusión contemporánea, a la luz
de los nuevos paradigmas, el estudio de los factores estratégicos necesarios para
impulsar el desarrollo, por una parte, y por la otra, tomando en cuenta la insuficiencia
de investigaciones acerca de la evolución sociopolítica e institucional del ámbito
regional y local.1
Se asume como premisa que la planificación regional es parte de un sistema
histórico-social que desde su origen, intrínsecamente contradictorio, crea en su
evolución las instituciones que le permiten regular tales contradicciones y adaptarse
a los cambios que el propio sistema va generando; llega al máximo de sus
capacidades (políticas, económicas, tecnológicas, sociales y culturales) y empieza
a decaer; por consiguiente, enfrenta el reto de su fin o su transformación en el
tiempo y en el espacio, a lo largo de su vida histórica (Sonntag, 1998).
De allí que, a manera de conjetura, se plantea que la planificación, institucionalmente,
está sujeta a un ciclo vital que en Venezuela se inicia en 1946 con la fundación
de la Corporación Venezolana de Fomento, CVF (oficialmente liquidada el
1
Es de reciente data cuando comienza a sistematizarse la historia social de las instituciones
regionales, mediante la influencia historiográfica de la Escuela de los Annales, promovida
en Francia por Bloch, Villar, Febré, entre otros.
Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional...
37
30/06/1990),2 y readquiere partida de nacimiento legal, a partir de 1958, cuando
se crea la Secretaría de Coordinación y Planificación (Cordiplan), adscrita a la
Presidencia de la República; es decir, alcanza cierta valorización y auge hasta
finales de los ochenta; acusa su peor crisis o se devalúa en las dos últimas
décadas del siglo pasado, particularmente por efectos de la instrumentación de
los programas de reajuste macroeconómico y la puesta en práctica de las tesis
del denominado «Consenso de Washington». No obstante, a partir de 1998, con
el arribo al poder de un nuevo gobierno, la aprobación de una nueva Constitución
y el marco jurídico e institucional que se configura, cabe preguntar: ¿Se asiste a
un proceso de revalorización de la planificación del desarrollo? ¿Cómo se expresa
en la emergencia de los nuevos paradigmas, la revalorización de la planificación
en su relación con las tesis del neoinstitucionalismo, el desarrollo endógeno y el
reordenamiento territorial? ¿Cuáles son algunos de los elementos del marco
jurídico-institucional que fundamentan la acción planificadora en el período
gubernamental actual?
Las disquisiciones analíticas que con respecto a estas interrogantes se formulan,
lejos de ser conclusivas, tienen carácter provisional, de aproximación al tema y –
como elementos para la discusión– discurren a lo largo del texto obviando
consideraciones finales.
II. Nuevos paradigmas: planificación, instituciones y desarrollo regional
La nueva episteme que se va construyendo, posibilita una lectura distinta a la
tradicional, sustentada en una visión mecanicista, unilineal, disciplinaria, causal,
positivista, que tiende a ser sustituida por una visión sistémica, con base en la
lógica dialéctica, inter, multi y transdisciplinaria, global y compleja (Morín, 2001).
Efectivamente, se asiste en el último cuarto del siglo pasado, a la irrupción de lo
que acertadamente Mires (1996) denomina La revolución que nadie soñó, la cual,
además de conjugar los cambios en diferentes campos, el de la microelectrónica,
el feminista, el ecológico y el político, incorpora el epistemológico, con la
emergencia de los nuevos paradigmas.
Adquiere cada vez mayor actividad y preeminencia en los enfoques analíticos
sobre la planificación, el desarrollo y el Estado, la necesidad de abordar las relaciones
entre ellos, a partir de una visión de conjunto, de totalidad, por una parte, y
dentro de ésta, la incorporación de la cuestión institucional, el reordenamiento
territorial, la innovación y lo ambiental en tanto referentes clave para la viabilidad
de cualquier proyecto nacional, regional o local de desarrollo.
2 En el registro de defunciones de instituciones oficiales de planificación en Venezuela,
igualmente hay que incorporar, p. ej., a la Corporación de Desarrollo de la Región Oriental
(Corporiente), y a Corpooccidente.
38
Foros 11 • Mayo 2005
Entre los testimonios que permiten fundamentar la nueva concepción paradigmática
acerca del tema que se analiza y que rozan el estado del arte, pueden mencionarse
los siguientes:
Lira (2000), aparte de referirse a las maneras diferentes como en las últimas décadas
(setenta, ochenta y noventa) se había percibido, conceptualizado y puesto en
práctica la acción planificadora en América Latina, destaca que actualmente asistimos
a un enfoque que combina aspectos normativos, estratégicos y situacionales.
Refiere, como uno de los fenómenos más complejos en su descripción e
interpretación, a la reestructuración espacial de los países de América Latina y el
Caribe; de allí que –añade– concurran en tal propósito, no solamente la geografía,
la ciencia del espacio por excelencia, sino además otras disciplinas entre las cuales
se cuentan: el comercio internacional, las nuevas teorías del crecimiento, las ciencias
ecológico-ambientales, la sociología y las ciencias de la información, sin obviar a
la planificación regional y urbana, el desarrollo económico local y la gestión
territorial, teniendo todas como escenario la globalización, la innovación científica
y tecnológica, y la irrupción de conflictos territoriales de todo orden.
La planificación, en cuanto a la concepción estratégica que desde los nuevos
enfoques se plantea como complementaria a la concepción normativa, hace énfasis
en la conducción y direccionalidad de los procesos de cambio, centrándose en el
análisis del entorno, su grado de complejidad y el nivel de incertidumbre que
rodea las tendencias detectadas para adecuar las políticas a ser diseñadas, de
manera flexible, a las acciones a tomar en el corto, mediano y largo plazo. A tal
tenor, Vázquez Barquero (1999:176) señala que entre los propósitos de una
planificación estratégica aplicada al desarrollo regional o local, estarían:
a. Aumentar el nivel de vida en la ciudad, creando más y mejores oportunidades
de empleo, mejorando la calidad de vida en el territorio y fomentando la
integración social.
b. Impulsar las ventajas competitivas de las empresas a través de iniciativas que
eleven y mejoren los recursos y promuevan el desenvolvimiento de las actividades
productivas, como las relativas a la difusión de las innovaciones, el fortalecimiento
de la capacidad productiva o la cualificación de los recursos humanos.
c. Garantizar a los inversionistas un entorno dinámico y confiable que les permita
obtener la rentabilidad económica que persiguen mediante iniciativas que
fomenten las relaciones entre las empresas y las instituciones y la creación de
redes.
d. Construir un entorno urbano atractivo para vivir e invertir mediante una gestión
urbana bien definida y eficiente, la mejora del patrimonio histórico cultural, la
creación y mantenimiento de infraestructuras y equipamientos urbanos.
Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional...
39
La experiencia reseñada por Friend y Hickling (2002) alude a investigaciones que
se iniciaron entre 1963 y 1967, en el Concejo Municipal de Coventry, una de las
mayores ciudades inglesas, a partir de un acuerdo o concertación que permitió
constituirse en sede de un proyecto de largo alcance relacionado con el proceso
de construcción de políticas y de planificación en gobiernos locales, asimilado a
un microcosmo dentro de la globalidad del gobierno. Esa experiencia, enriquecida
con otras similares que se generaron a posteriori, tanto en el ámbito del gobierno
local como en otros sectores de la administración pública, en la industria y en el
comercio, en organizaciones voluntarias, etc., representa un aval importante para
el esfuerzo planificador y los enfoques que intentan dotarlo de la dosis de viabilidad
necesaria para justificar su pertinencia y validez dentro de la estrategia de desarrollo
en la cual se inserta.
Al analizar la práctica de la planificación nacional en Venezuela, Giordani, López,
Unanue et al. (1997:7), entre otros, destacan tres (3) consideraciones de interés
para lo que se está señalando: 1) La tradición institucionalizada de la elaboración
del respectivo plan nacional por parte de cada gobierno que ha accedido al
poder, la cual desde 1983, con la Enmienda Constitucional Nº 3, es de obligatoria
presentación ante el Congreso Nacional y fue refrendada en la Constitución vigente.
2) Por la vía anterior, tanto la planificación como el discurso que de ella emana
adquieren legitimidad debido a su permanencia como hecho reconocido y a la
consolidación del organismo planificador como ente del Estado, desde 1998, y 3)
Desde el punto de vista del debate político, el cuestionamiento también permanente
del cual ha sido objeto, sobre todo en las últimas décadas, con base en el escaso
impacto que ella ha tenido en la organización de la economía y la dirección del
proceso económico.
El interés manifiesto por definir el rol de la planificación como consecuencia de
los altibajos y las consideraciones políticas a los cuales ha estado sometida, se
expresa de alguna manera en el discurso de quienes están al frente de organismos
vinculados con el área referida. Es reveladora la apreciación del Director General
del Instituto Venezolano de Planificación (Iveplan), cuando se refiere al «propósito
de proveer mecanismos para acrecentar la inteligencia de gobierno de las
organizaciones públicas venezolanas, alimentar el desarrollo de sus experticias y
posibilitar la generación de espacios resolutivos» con la finalidad de «revigorizar a
la planificación venezolana y armarla para reemprender la construcción de un
proyecto nacional de desarrollo».3
3 El aserto es de Pedro J. Madrid, contenido en el texto Planificando bajo presión (Friend y
Hickling, 2000).
40
Foros 11 • Mayo 2005
A nuestro modo de ver, en muchos casos el enfoque estrictamente político se
soslaya en el análisis de esta temática, razón por la cual se asumen como
complementarios los criterios expuestos por Calderón (2002:89), con respecto a la
decadencia del Estado patrimonialista corporativo; las limitaciones de las reformas
neoliberales; el nuevo contexto político latinoamericano; el «Estado bisagra»4 y,
particularmente, la relación entre lo global y territorial, regional o local, con base
en lo siguiente:
1. En la región se pueden crear, con más facilidad que a escala nacional, mejores
condiciones para una mayor productividad y competitividad en la economía.
También existen ventajas en el fortalecimiento institucional, en el desarrollo de
infraestructura y tecnología adecuada. El desarrollo de flujos comunicacionales
como caminos, redes de información, redes de intercambio de mercaderías y
recursos humanos pueden ser fortalecidos con mayor eficiencia a escala local
que nacional.
2. El espacio regional es el más adecuado para lograr integración social y
convivencia pluricultural: un espacio de gestión del pluralismo.
3. El espacio regional es más eficaz y legítimo a nivel político-institucional y, por
tanto, la deliberación es más factible en él.
Desde el punto de vista político-institucional, Apendini y Nuijien (2002:75)
consideran a las instituciones «como órdenes negociados que se construyen,
mantienen y transforman por la interacción social» (las organizaciones tienen más
que ver con lo normativo). Ellas están vinculadas a configuraciones de poder y
dominación más amplia y pueden reproducir las obligaciones ideológicas y políticas
a las cuales están atadas. Además, las realidades institucionales son construidas,
mantenidas y modificadas por procesos de creación y promulgación culturales.
Insistiendo en la naturaleza política de las instituciones, se agrega que ellas se
corresponden con la manera como se estructura u organiza el poder en la sociedad.
Esa estructura se asemejaría en su configuración a la noción de red institucional
sobre la base de relaciones de naturaleza jurídica, política, cultural, económica,
etc., incluso, hasta como se le entiende más recientemente, de naturaleza
tecnológica. Esa red institucional incorpora al Estado como centro referencial del
poder político, su aparato administrativo e instancias de la sociedad civil asociadas
al dominio de lo público, pero sin obviar la existencia de instituciones del dominio
privado que también participan, pero de forma menos evidente, en la dominación
4
Entendido como «aquel cuya actuación, si bien debería subordinarse a una dimensión
pública deliberante y a la vez buscar actuar en la integración social interna, en lo externo
tendría que buscar el posicionamiento del país y su economía en la globalización»
(Calderón, 2002:86).
Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional...
41
política (en el espacio contemporáneo del capitalismo global, el Estado-nación
pareciese ceder lugar a otras formas de organización del poder, como es el caso
de los medios de comunicación).5
A su vez, este planteamiento está relacionado con la profusión de elaboraciones
teóricas, especialmente en el ámbito político, que refuerzan el planteamiento
institucional más allá de lo económico (neoinstitucionalismo),6 en la onda de N.
Bobbio, M. García Pelayo, J. Prats Catalá, B. Kliksberg, etc., asimilable a la concepción
de «ingeniería institucional» en la cual se soporta la política de reformas: de la
Constitución, del Estado y de la administración pública y bajo el perfil de la
denominada nueva gestión pública en América Latina (CLAD, 1998).
Sobre este aspecto, somos del criterio que el enfoque del neoinstitucionalismo ha
venido al rescate de la planificación y del Estado en la búsqueda de explicaciones
al fracaso de los diversos modelos económicos que la élite dirigente latinoamericana
y venezolana ha implementado en nuestras latitudes desde el siglo pasado. Tal
enfoque encuentra un caldo de cultivo apropiado para su puesta en escena habida
cuenta, a su vez, de la insuficiencia de los modelos teóricos tradicionales.
En una línea similar de interés por fundamentar sus nuevos análisis y enfoques en
un plano distinto para dar cuenta de la nueva realidad socioeconómica, política,
tecnológica, cultural y ambiental, en los últimos años se aprecia un viraje de
ciento ochenta grados en los estudios e informes elaborados por el Banco Mundial,
en cuanto al énfasis que se le coloca al aspecto institucional. Así, por ejemplo, en
la presentación que se hace del informe correspondiente al año 2002, precisamente
titulado «Instituciones para los mercados», expresamente se refiere que las
investigaciones y experiencias realizadas apuntan a lograr una comprensión más
amplia de las instituciones que constituyen el soporte de los mercados y una
valoración más real de la manera como las personas pueden construir esas
instituciones. Por su parte, la edición correspondiente al año 2003 orienta la
perspectiva de análisis, tal como reza el título, hacia el desarrollo sostenible en un
mundo dinámico, con referencia específica a la transformación de las instituciones,
el crecimiento y la calidad de vida. En el propio texto se consigna el reconocimiento
de las políticas e incentivos económicos para el cambio de conducta, pero además
esgrime la debilidad institucional como causante de la no adopción e
implementación de aquéllas. Ratifican, así, estudios anteriores (Informe sobre el
desarrollo mundial 2002) acerca de los sistemas democráticos establecidos en el
5 En ese espectro teórico-referencial están, v. gr, M. Castells, I. Ramonet, J. Estefanía, J.J.
Brunner, P. Bourdeau.
6 El impacto de dicho enfoque en la revolución paradigmática está respaldado con los
aportes, entre otros, de seis autores ganadores del premio Nobel en Economía: D. North, R.
Coose, J. Buchanan, G. Becker, H. Simon y R. Selten.
42
Foros 11 • Mayo 2005
mundo (los cuales representan una proporción bastante considerable), y a
propósito de la relación entre la existencia de instituciones políticas consolidadas
y una economía sólida, señalan que las instituciones políticas, por ejemplo,
determinan la división del poder alrededor de la autoridad central y la autoridad
regional y local.
Se configura, de esta manera, una vuelta de la mirada hacia las instituciones,
ahora con mayor insistencia luego de la década perdida, cuando en los albores de
los años noventa North (2001:13), en el inicio de su texto escribía: «...las instituciones
son las reglas del juego en una sociedad o, más formalmente, son las limitaciones
ideadas por el hombre que dan forma a la interacción humana. Por consiguiente,
estructuran incentivos en el intercambio humano, sea político, social o económico.
El cambio institucional conforma el modo en que las sociedades evolucionan a lo
largo del tiempo, por lo cual es la clave para entender el cambio histórico».
Como colofón de lo anterior tendríamos que la incorporación de la dimensión
institucional al análisis de los problemas políticos y económicos y la asunción de
sus postulados por entidades internacionales de diversa naturaleza: rectoras,
promotoras, organizadoras y financiadoras del desarrollo, las cuales conforman el
Estado-mundo,7 evidencian la adopción de dicho enfoque en las diferentes
propuestas que, incluso, en otros ámbitos disciplinarios se vienen elaborando.
En el marco de los nuevos paradigmas también se encuentran referencias teóricas
que aluden a las nuevas relaciones que se constituyen alrededor de la estructura
económica, la denominada sociedad-red, que tiene como centro dinamizador la
información, y al papel que se le asigna al territorio o ciudad, desde la perspectiva
de desarrollo endógeno.
Así, por ejemplo, en una línea de elaboración teórico-conceptual que conecta la
dinámica de los cambios espaciales (periferización de nuevos países industrializados,
articulación socioindustrial con base tecnológica distinta, emergencia de nuevos
sectores líder del desarrollo económico, etc.) con el carácter estructural de la
crisis, Del Castillo (1990:17) establece como criterio clave que «la evolución de un
espacio es el resultado de la evolución del conjunto de las estructuras productivas
que sobre el mismo están asentadas», y define el espacio económico como «un
espacio concreto a la vez material y humano, que es una realidad técnica, comercial,
monetaria y política localizada» (p. 33).
7
Según De Venanzi (2002:57), Estado-mundo vendría a ser la red de agencias internacionales
cuya acción combinada ejerce un gran poder sobre la dirección de los eventos globales,
integrado por una gama de sistemas reguladores de orden supranacional que incluye la
burocracia internacional (Fondo Monetario Internacional, Banco Interamericano de
Desarrollo, Naciones Unidas, la Organización Mundial de Comercio, la Organización del
Atlántico Norte, etc.).
Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional...
43
Un dato que observamos entre las líneas gruesas de las propuestas para hacerle
frente y superar la problemática actual del reordenamiento espacial y la lógica
tradicional de reestructuración del territorio, está representado por el señalamiento
coincidente en cuanto al imperativo de articular, con la suficiente sinergia y voluntad
política de modernización por parte de los actores clave (locales, regionales,
nacionales e internacionales, públicos y privados), una estrategia de desarrollo
que combine la planificación económica con la planificación espacial. Dicha política
estaría orientada, entre otros aspectos, a crear el ambiente regional favorable a la
multiplicación de las iniciativas locales con el propósito de integrarlas en el nuevo
sistema-red conformado por instituciones y empresas del sector público y del
sector privado.
La manera como se opera el reordenamiento territorial o espacial incide en el
crecimiento económico y el bienestar de la población, en general, y se asume que
se ha producido una nueva jerarquía en la distribución urbana, incluso la
terminología que se va creando habla de «ciudades ganadoras y perdedoras» (Polese,
2001; Castells, 2001; Vásquez Barquero, 2000; Precedo Ledo, 1996; Fernández,
2001; Caravaca Barroso, 1998).
De allí que un replanteo epistemológico de la planificación el desarrollo nacional,
regional y local, pasa por incorporar la revalorización del territorio bajo una visión
diferente a la tradicional, limitada y estática, centrada en la sola disponibilidad de
recursos naturales, ahora, si se quiere, sirviendo de base a las nuevas teorías y
enfoques que se van elaborando acerca de los modelos de desarrollo, en las
cuales también se integra la variable ambiental. No obstante, se acota que no
todas las ciudades y las regiones son agentes decisivos. Lo son y lo serán en la
medida en que pongan en prácticas políticas sociales de «flexibilidad ofensiva»
orientada a crear, fortalecer y consolidar la capacidad innovadora de los recursos
humanos; el aprovechamiento de su potencial endógeno en forma sustentable; la
institucionalización de una cultura y actitudes ciudadanas con base y hacia los
compromisos regionales, y una visión superadora del cortoplacismo que privilegie
el interés colectivo de su población (Legna V., 1996).
De este modo, nuevas dimensiones paradigmáticas pasan a formar parte de las
diferentes propuestas que se elaboran a partir del examen de la globalización,
desde la perspectiva del desarrollo local o regional, acuñándose la noción de
glocalización,8 diríase no para contraponerla a aquél, sino para explicar las opciones
reales para hacerle frente y superar los desequilibrios presentes a todo lo largo y
ancho del globo terráqueo, los cuales son expresión de la asimetría que las
proclamadas bondades del fenómeno globalizador no ha podido paliar.
8
U. Beck atribuye el término a R. Robertson, I. Caravaca Barroso a A. Morita y R. Fernández a E.
Syingedouw.
44
Foros 11 • Mayo 2005
Por consiguiente, asumimos que cuando se mezclan los aportes de una teoría
económica que incorpora en sus análisis el componente de la innovación
tecnológica con una sociología institucional que refiere al componente de los
valores y de la cultura históricamente enraizada en la construcción del territorio,
región o ciudad, además del ingrediente aportado por la geografía económica en
lo relativo, por ejemplo, al problema de los movimientos migratorios internos y el
crecimiento de las ciudades, amén de todas estas líneas argumentativas en el
contexto del infocapitalismo se encuentran razones que justifican el empoderamiento
estratégico de lo local y lo regional, tanto en el discurso y la praxis globalizadora
como en el caso de la planificación del desarrollo.
Es de observar que en el proceso de emergencia de los nuevos paradigmas, la
evaluación crítica, tanto de la teoría que se fue elaborando sobre el análisis de la
práctica empírica como de las experiencias reales a lo largo de las últimas décadas
del siglo pasado, comienza a minar el acentuado optimismo con el cual se
formularon propuestas que pretendieron materializar un supuesto «efecto derrame»
con resultados positivos para la disminución y superación de los desequilibrios
territoriales en el marco de la relación de lo global y lo local, y del denominado
paradigma territorial de los noventa.
En esa línea argumentativa, Caravaca Barroso (1998:15) analiza los cambios que
se han producido en las lógicas territoriales y las diversas corrientes que han
tratado de interpretar dicho fenómeno. Especial referencia hace a lo que se ha
denominado «los espacios ganadores y emergentes», es decir, aquellas grandes
metrópolis cuyo fin fue anunciado por efectos de la expansión de ciudades
pequeñas y medianas aparejados a los efectos deslocalizadores y descentralizadores
de las nuevas tecnologías de la información. Contrariamente, son esas grandes
metrópolis las favorecidas con el proceso de reestructuración capitalista y se
transforman en formas espaciales dominantes que rigen el comportamiento del
sistema global.
Señaladas algunas pistas para la comprensión del piso epistemológico bajo el cual
se intenta la reformulación teórica del constructo: planificación del desarrollo
regional, en lo que sigue referiremos elementos del marco jurídico institucional
que se ha configurado en el caso venezolano.
III. El nuevo marco institucional de la planificación y el desarrollo regional
Si existe en Venezuela una institución que está doblemente legitimada por la ley
y por la tradición, ella es el Plan de la Nación. Período gubernamental tras período
gubernamental se asiste a la elaboración y presentación ante el Poder Legislativo
del documento contentivo de los lineamientos políticos y económicos bajo los
cuales se accederá a un supuesto mayor nivel de vida por parte de la población.
Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional...
45
Un paréntesis previo al análisis para dejar en claro la asunción de dos criterios:
uno, aquel según el cual todo modelo económico o plan de desarrollo contiene,
a su vez, una formulación explícita o implícita de un proyecto político que atiende
a los intereses del bloque hegemónico en el poder y, dos, en el caso del gobierno
precedido por Hugo Chávez, aun cuando oficialmente no se alude al X Plan de la
Nación, se adopta ésta por el orden cronológico que corresponde a la formulación
y presentación del documento «Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico
y Social de la Nación 2001-2007».
Asimismo, se asume el quiebre del modelo político de conciliación de élites y el
agotamiento del modelo rentístico alrededor de finales de la década de los ochenta,9
como trasfondo de una situación que prolonga y agudiza en forma tal la crisis
institucional a lo largo de la década de los noventa, que el modelo neoliberal ni
en su primer momento (1989-1993: VIII Plan de la Nación o «el Gran Viraje») ni en
su segundo momento (1993-1998: Agenda Venezuela) logró los efectos sociales y
políticos que perseguía, generándose, en consecuencia, el marco de condiciones
históricas en el cual arriba al poder el presidente Chávez (Guerra y Ponte de
Moreno, 2001).
Para una mejor comprensión de las particularidades del X Plan de la Nación en
cuanto a lo regional y al desarrollo endógeno, a la luz de los nuevos paradigmas,
vale destacar, en el plano institucional, algunos hitos anteriores y posteriores al
momento de su presentación y publicación por el Ministerio de Planificación y
Desarrollo, MPD, en septiembre del año 2001.
En primer lugar, pese a la permanencia de la institución de la planificación y su
legitimidad, según se ha referido, es innegable la inercia a la cual se vio sometida
la oficina rectora del proceso, Cordiplan, por el desmantelamiento del cual fue
objeto producto de la forma como operaron los gobiernos anteriores (Giordani y
otros, 1997), situación que se hace más patética a partir del momento cuando se
elabora el VIII Plan de la Nación, y los gobiernos, tanto el de esa época como los
posteriores, se hacen eco de la doctrina neoliberal como resultado del predominio
de las tesis del Consenso de Washington y del «pensamiento único», esto último
sobre todo con el derrumbe del modelo socialista representado por el Estado
soviético y demás países de Europa oriental.
La postergada reforma del Estado y de la Constitución Nacional, tantas veces
proclamada e incluso propuesta como mecanismo de oxigenación del sistema
9
Un aspecto que escapa al análisis que se realiza, pero no por ello interesante, es la
contrastación de dicha tesis con la política petrolera del actual gobierno y su contenido
social, sobre todo a raíz del paro petrolero y la posterior reestructuración de la empresa
petrolera estatal.
46
Foros 11 • Mayo 2005
político-institucional democrático que estuvo a punto de sucumbir por los golpes
militares del año 1992, no solamente fue anunciada en el Programa de Gobierno
que ofreció en campaña electoral el candidato Hugo Chávez (Propuesta de Hugo
Chávez para transformar a Venezuela, 1998), sino que fue acometida una vez
electo y en funciones de gobierno.
El 31 de agosto de 1999 se promulga la Ley Orgánica de Reforma de la Ley
Orgánica de la Administración Central, en el marco de la Ley Habilitante aprobada
por el Ejecutivo el 22 de abril de ese año. Allí se pauta la eliminación de Cordiplan
y la asignación de todas sus funciones y de otras relacionadas con la transformación
del Estado (se elimina la Comisión para la Reforma del Estado, Copre), al nuevo
Ministerio de Planificación y Desarrollo, esto es, la planificación adquiere rango
de alta política por su estatus ministerial, diferente al de Oficina Presidencial
que había mantenido desde su creación en el año 1958, asignándosele, de paso,
competencias significativas, acorde con ese rango y con la política oficial sobre
la materia.
La decisión de fortalecer el ámbito institucional de la planificación se complementa
con la aprobación de la Ley de Adscripción de Institutos Autónomos y Fundaciones
del Estado, el 5 de octubre de 1999, y el Reglamento Orgánico del Ministerio de
Planificación y Desarrollo, el 7 de ese mismo mes. Se establece así que el Instituto
Venezolano de Planificación (Iveplan), la Fundación Escuela de Gerencia Social
(FEGS), el Banco de Desarrollo (Bandes), el Fondo de Inversiones de Venezuela
(FIV), el Fondo Intergubernamental para la Descentralización (Fides), la Oficina
Central de Estadística e Informática (OCEI), que pasa a ser el Instituto Nacional de
Estadística (INE), la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), la Fundación
para el Desarrollo de la Región Centrooccidental (Fudeco), y el resto de las
corporaciones regionales de desarrollo, en lo sucesivo estarán bajo la tutela y
rectoría del citado ministerio.
Otro aspecto, no menos interesante de resaltar, está relacionado con la aprobación
de la nueva Constitución, a finales del año 1999, en cuyo articulado referido al
Sistema Socioeconómico (título VI), se perfila lo que el constitucionalismo moderno
denomina la «Constitución Económica».10
Específicamente, con respecto al papel del Estado en la economía y el tipo de
planificación allí consagrada, se considera, según el marco teórico reseñado supra,
que se adopta una visión acorde con los nuevos paradigmas cuando se promueve
una relación Estado-mercado, más que de enfrentamiento, excluyente o minimizadora,
según la versión ortodoxa del neoliberalismo, ahora de concertación. La referencia
10
Tal denominación refiere a los preceptos de rango supralegal que regulan la actividad
económica.
Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional...
47
a la planificación estratégica se entiende, igualmente, como innovadora según las
tesis prevalecientes en el corpus teórico que recién se elabora en dicha disciplina,
con el añadido del carácter democrático, participativo y de requerimiento de
opinión que postulan los nuevos enfoques de la teoría política y la participación
ciudadana. Al respecto se tiene, p. ej., lo estipulado en el artículo 299 de la carta
magna:
...El Estado, conjuntamente con la iniciativa privada, promoverá el desarrollo
armónico de la economía nacional con el fin de generar fuentes de trabajo, alto
valor agregado nacional, elevar el nivel de vida de la población y fortalecer la
soberanía económica del país, garantizando la seguridad jurídica, solidez, dinamismo,
sustentabilidad, permanencia y equidad del crecimiento de la economía para lograr una justa distribución de la riqueza mediante una planificación estratégica
democrática, participativa y de consulta abierta» (énfasis nuestro).
A título comparativo y sin soslayar el contexto histórico, es evidente que el texto
fundamental de 1999 supera ampliamente el tratamiento que como política de
Estado e instrumento clave para el desarrollo se le otorgase a la planificación en el
ordenamiento constitucional que se consagra a partir de 1961. Para esa época –
según se ha reseñado en otro trabajo (Guerra, 1997)– se estaba retomando el
proceso de institucionalización de la planificación, junto con la modernización
del Estado, y era tímida la participación de las entidades estadales y municipales
en el desarrollo regional.
Por el contrario, en un marco de condiciones históricas distintas, bajo una
ideología diferente, abiertamente declarada por la reivindicación del Estado
frente al desarrollo y, por consiguiente, contraria al neoliberalismo, se observa
que en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) no
solamente se ratifica como potestad del Estado (derecho económico) la acción
planificadora, sino que se ordena la creación del Consejo de Planificación y
Coordinación de Políticas Públicas en cada entidad federal (artículo 166), así
como en el ámbito municipal el Consejo Local de Planificación (artículo 182).
Por si fuera poco, en esa misma línea institucional se concibe el Consejo Federal
de Gobierno (artículo 185), con atribuciones muy precisas en cuanto a la
planificación y coordinación de políticas y acciones relacionadas con la
descentralización y transferencias de competencias del Poder Nacional a los
estados y municipios y, además, todo lo relacionado con el financiamiento de
inversiones para atender el desarrollo equilibrado de las regiones a través del
Fondo de Compensación Interterritorial que al efecto se crease.
El marco jurídico-institucional se amplía, además, con el correspondiente desarrollo
normativo referido a los consejos locales y estadales de planificación mediante las
leyes aprobadas por la Asamblea Nacional el 12 de junio y el 20 de agosto del año
2002, respectivamente.
48
Foros 11 • Mayo 2005
En materia de planificación y desarrollo, otro hito demarcador del itinerario
institucional que se viene construyendo bajo la actual administración de
gobierno está representado por la aprobación de la Ley Orgánica de Planificación
(LOP), mediante el Decreto Nº 1.528 de 6 de noviembre de 2001, con fuerza
de Ley, publicado en la Gaceta Oficial N° 5.554 Extraordinario, de 13 de
noviembre de 2001.
En términos generales, la citada ley contiene elementos novedosos relacionados
con los avances teórico-prácticos, bajo los cuales se reformula la concepción
tradicional de la planificación de carácter normativo, prevaleciente en una etapa
anterior de su evolución epistemológica, e incorpora una visión global, integral, si
se quiere sistémica, aun cuando no se explicita, adaptada a las categorías de
análisis y nociones propias del enfoque estratégico. En términos específicos, entre
otras apreciaciones, se tienen las siguientes:
a. La Ley está concebida en la misma direccionalidad política e ideológica que
expresa el gobierno de Hugo Chávez en otros documentos, tales como: La
Propuesta de Hugo Chávez para transformar a Venezuela (Programa de
Gobierno, 1998); el Programa Económico de Transición, 1999-2000, de junio
1999; y el Programa Económico, 2000, de marzo 2000. Sé ratifica de esta manera
una idea central que define y precisa una diferencia sustantiva con la concepción
político-ideológica que fundamentó los planes anteriores, particularmente los
VIII y IX planes. La visión neoliberal es contrastada ahora con una óptica que
le asigna al Estado un rol protagónico dentro de la estructura productiva del
país y, por consiguiente, reafirma la importancia de la planificación como función
fundamental del Estado.
b. Se resalta la naturaleza tecnológica de una acción planificadora estatal que se
precia como «continua, ininterrumpida y reiterada», con un alcance válido hasta
las empresas, fundaciones, asociaciones y sociedades civiles del Estado.
c. La alusión en el texto legal a una terminología que pauta: la construcción de
imágenes-objetivo condiciones iniciales, trayectorias, viabilidad (sociopolítica,
económica, financiera y técnica), evaluación de los resultados, control social,
medición del impacto, etc., revela, asimismo, la puesta al día y el manejo de
enfoques actualizados sobre planificación al momento de redactar la ley. En tal
sentido, el instrumento jurídico traduce el interés político manifiesto de
modernizar las instituciones del Estado.
d. Aun cuando la LOP contempla la formulación del Plan Nacional de Desarrollo
Regional (éste fue elaborado con fecha diciembre de 2001, por el Despacho del
Viceministro de Planificación y Desarrollo Regional), particularmente se diluye
en ella lo que vendría a ser el equivalente territorial o regional, por cuanto se
hace énfasis en el Plan Estadal de Desarrollo. A ello se añade que no contiene
Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional...
49
referencia clara y precisa a las corporaciones regionales tal como existen, sino
a organismos regionales, a diferencia del mencionado plan.
e. En la línea de desarrollo normativo que consagra la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, tienen cabida en la citada ley, los Consejos de
Planificación, cuyo ordenamiento jurídico será aprobado posteriormente, a
mediados del año siguiente a la promulgación de la LOP, en junio y agosto de
2002, por un lado, mientras que, por el otro, se corrobora la pretensión de
ampliar políticamente los espacios de participación ciudadana en la acción
planificadora, enunciados como precepto constitucional y recogidos en el título
V de la citada Ley Orgánica de Planificación.
En síntesis, se tiene un instrumento legal que actualiza y concibe la planificación
en el contexto de los nuevos paradigmas que el quehacer científico-tecnológico
va recreando para dar cuenta de los cambios que se producen en todas las
dimensiones de la realidad social venezolana. No obstante, los cambios en el
marco jurídico-institucional que regula y ordena la planificación nacional, regional
y local, si bien es cierto que introducen medidas de modernización en el sistema,
los costos de transacción no se traducen –ni pueden traducirse– de manera
automática e ineluctable en un incremento de la eficacia, eficiencia y rendimiento
esperado.
El esfuerzo por la modernización jurídico-institucional enfrenta la impronta de
una cultura política proclive a la centralización y verticalización de las decisiones.
Ella coarta la posibilidad de promover una verdadera sinergia entre los actores
comprometidos con el desarrollo regional para la conformación de un proyecto
sociopolítico que, con base en las ventajas competitivas y la potencialidad de los
recursos disponibles, viabilice la inserción de las entidades federales, con mayor
fuerza y con la autonomía que le brinda el marco constitucional, vía desarrollo
endógeno y exógeno, en los mercados nacionales e internacionales.
El marco jurídico-institucional bajo el cual se concibe la planificación y el desarrollo
regional por parte del actual gobierno, también incorpora otro instrumento legal
que se agrega a la visión paradigmática que se viene analizando. Se trata, en este
caso, de la Ley de Zonas Especiales de Desarrollo Sustentable (LZEDES), publicada
en la Gaceta Oficial N° 5.556 Extraordinario, de 13 de noviembre de 2001.
La decisión de crear estos espacios se corresponde con el diseño de la
reestructuración territorial y el desarrollo regional previsto, tanto en la Constitución
vigente como en el Plan de Desarrollo Económico y Social, 2001-2007 (Líneas
generales) y en el Plan Nacional de Desarrollo Regional (2001-2007), que justamente
en el último trimestre del año 2001 diera a conocer el Gobierno Nacional por
intermedio del Ministerio de Planificación y Desarrollo (MPD).
50
Foros 11 • Mayo 2005
La exposición de motivos de dicha ley constituye un muestrario de justificaciones
que revelan de manera clara los propósitos que orientan la acción y la política
oficial en materia de desarrollo regional, fundamentados en una concepción alineada
con formulaciones teóricas de significación que se han puesto en el centro del
debate, tanto en escenarios académicos y técnicos como políticos en la última
década. Así, por ejemplo, se señala que:
La nación venezolana exige la instrumentación de nuevas estrategias de ocupación
del territorio, en consonancia con las potencialidades de recursos naturales y requerimientos ambientales, con la efectiva participación de la población organizada
para el trabajo productivo, mediante iniciativas propias o de organizaciones
empresariales y las acciones promotoras del Estado.
Vale decir que esa línea argumental expresa la tesis de la sustentabilidad como
nueva modalidad que asume la noción del desarrollo, asociada a la relevancia
que se le asigna, igualmente, a la problemática ambiental, a la sinergia o grado de
cooperación necesario entre los actores políticos y agentes económicos localizados
en el territorio, y a la potencialidad de los recursos a preservar o explotar en
atención a la calidad de vida del venezolano, en consonancia con la estrategia de
descentralización desconcentrada, definida como política de Estado en materia de
planificación y desarrollo regional.
Las Zonas Especiales de Desarrollo Sustentable (ZEDES), al ser conceptualizadas
como «aquellas áreas del territorio venezolano que sean delimitadas por el Ejecutivo
Nacional con la finalidad de instrumentar y ejecutar planes especiales de desarrollo
integral de acuerdo a sus características y potencialidades económicas» (artículo 2,
LZEDES), se pueden entender como puntales de ensayo de una acción planificadora
que desde un ámbito local o regional aspira ejercer influencia e irradiar el proceso
de desconcentración y multipolarización del desarrollo.
Aunque no se establece de manera expresa como política de regionalización, sí se
advierte que las ZEDES que sean declaradas como tales «serán extensiones continuas
que abarquen total o parcialmente el territorio de uno o varios Estados o Municipios,
en las cuales se promoverá la adopción de sistemas especializados de producción
y la creación de sistemas colectivos de organización para la producción y la
comercialización» (artículo 2).
El carácter de ensayo al cual nos hemos referido, contenido en el texto legal de la
ZEDES, aparece además refrendado por dos consideraciones adicionales: una, la
posibilidad de que el Presidente de la República, en Consejo de Ministros, pueda
decretar la supresión o modificación de la misma cuando lo estime pertinente, y
dos, la ambigüedad político-organizativa bajo la cual se establece la potestad para
que las corporaciones regionales de desarrollo o cualquier otro ente, órgano o
autoridad sea designado como órgano ejecutor del plan de desarrollo de la ZEDES.
Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional...
51
Registrados algunos planteamientos con respecto al cambio institucional que se
ha producido en el marco jurídico-político en el cual se inserta la acción planificadora
y el desarrollo regional, y evidenciado de alguna manera cómo en el trasfondo de
las medidas que se han aprobado existe una visión que se corresponde con
algunas de las elaboraciones teóricas recientes (nuevos paradigmas). Se intenta a
continuación otras disquisiciones pero ahora relacionadas con los documentos
contentivos de las estrategias de desarrollo definidas por el actual gobierno, esto
es, de modo general, el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 20012007 (Líneas generales), de septiembre de 2001 y, en detalle, el Plan Nacional de
Desarrollo Regional.
El X Plan de la Nación11 se corresponde con una propuesta ideológica y política
distinta a la del IX Plan y del VIII Plan. Como es sabido, este último fue concebido
atendiendo a los dictámenes que los programas de ajuste macroeconómicos
diseñados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), con base en el Consenso
de Washington, impusieron para la época; en cambio, el IX Plan está soportado
en un enfoque de carácter heterodoxo expansivo, más vinculado a las propuestas
del neoestructuralismo latinoamericano (Giordani, López, Unanue y otros, 1997)
en cuanto a reconocer de manera explícita la inevitabilidad de la inserción dinámica
de la economía nacional en el contexto de la globalización y la promoción de
acciones estratégicas para enfrentar la pobreza y consolidar el régimen democrático.
Por su parte, el X Plan se presenta bajo una concepción más radical, si se quiere,
cuya orientación es hacia un cambio estructural como vía para superar la crisis
estructural, a partir de un proyecto nacional de carácter humanístico, novedoso,
alternativo, confeccionado sobre «bases principistas y políticas para la interacción
dinámica del crecimiento sostenido, efectivas oportunidades y equidades sociales,
una dinámica territorial y ambiental sustentable, la ampliación de las oportunidades
ciudadanas y la diversificación multipolar de las relaciones internacionales» (p. 7).
En el VIII Plan de la Nación los lineamientos estratégicos estaban representados
por un hexágono, cuyos vértices eran los objetivos a alcanzar, esto es, el compromiso
social, la capitalización de los recursos, el cambio institucional, la conservación de
los recursos, el crecimiento sin inflación y la competitividad internacional. Por su
parte, en el IX Plan de la Nación se plantea sentar las bases de un desarrollo
sostenido, cuyos objetivos, a partir de la promoción del consenso alrededor de un
proyecto societario para el país, pasaba por la ejecución de cinco (5) líneas de
acción, es decir, la inserción estratégica del país en el contexto internacional, la
transformación del aparato productivo para adecuarlo a las nuevas exigencias y
constituirlo en instrumento para el desarrollo sostenido, el proyecto de solidaridad
social como vía para mejorar la calidad de vida, la transformación de la educación
11
Oficialmente, la denominación es primer plan de la nueva era constitucional bolivariana.
52
Foros 11 • Mayo 2005
y del conocimiento, y la reforma del Estado. En el X Plan se concibe la operativización
de las líneas generales de carácter estratégico a partir de cinco (5) equilibrios a ser
logrados con la participación protagónica de todo el pueblo, los cuales serían: el
político, el económico, el social, el territorial y el internacional.
Con el reconocimiento, desde el punto de vista económico, básicamente del
agotamiento del modelo nacional rentista, tanto la propuesta contemplada en el
VIII Plan como en el IX Plan incorporan la contraparte política orientada al
fortalecimiento del sistema democrático, según la doctrina del Consenso de
Washington, y la enmarcan dentro de un proceso de transición. Similar enfoque
aparece en el X Plan de la Nación, pero con la diferencia de que expresamente se
señala que se trata de una «fase de transición hacia la Revolución Bolivariana, por
una vía pacífica y democrática, con un carácter y un ritmo que le son propios», a
partir de un modelo –a nuestro juicio– cuya mixtura no es contraria a la que se
previó en la Constitución Económica anterior, sino más amplia, a tenor del
señalamiento siguiente:
El modelo planteado está vinculado con un sistema productivo diversificado,
competitivo, abierto hacia los mercados internacionales, basado en la iniciativa
privada y con presencia del Estado en industrias estratégicas, pero con apertura
a la inversión privada en el desarrollo aguas abajo del tejido industrial; donde la
productividad y eficiencia deben ser la base de la rentabilidad empresarial. Se
reserva al Estado la potestad de proteger la industria y la agricultura nacional
cuando se enfrenta a una competencia desleal (p. 13).
Sin cortapisa ni soslayamiento alguno, en el Plan se asume expresamente en
materia de equilibrio social, como base para la definición de las políticas públicas
respectivas, el convencimiento del fracaso de este tipo de políticas basadas en el
asistencialismo y divorciadas de los criterios económicos, es decir, el criterio clásico
de obtener primero el crecimiento económico para luego redistribuir. Por el
contrario, se coloca el énfasis en la asociación simultánea de ambas variables por
la vía del impulso a la denominada economía social, con miras a crear capital
social, noción esta prevaleciente en las nuevas teorías y paradigmas con los cuales
se construyen los modelos alternativos de desarrollo. De allí el señalamiento
siguiente, en términos del proyecto que está en ejecución (p. 14).
Se puso en marcha un nuevo paradigma para retomar la senda del desarrollo y
alcanzar el equilibrio social, que considera a la lucha contra las desigualdades
sociales y la pobreza un imperativo ético, que no es contradictorio con la eficiencia
económica. Es un modelo de política social diametralmente opuesto al enfoque
neoliberal (énfasis añadido).
El X Plan de la Nación se concibe como una de las mejores formas de intervención
y concertación social (éste también fue un aspecto central del IX Plan), pero la
Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional...
53
complejidad de la sociedad hace cada día más necesario mejorar las herramientas
de coordinación y las estructuras comunicativas que acompañan las decisiones
interactivas y las relaciones interinstitucionales en situaciones inciertas, complejas
y conflictivas.
En nuestro criterio, ello pudiese explicar, primero, la coherencia y consistencia en
el esfuerzo por dotar de sentido a la planificación y revalorizarla como instrumento
clave del Estado para acceder a un nivel más elevado de crecimiento económico
y desarrollo sustentable en todos los órdenes. Dicho esfuerzo se pondera mejor
cuando se compara con la situación inicial del gobierno de Caldera: cuatro ministros
durante el primer año; segundo, efectivamente, la modificación y actualización
del marco jurídico-institucional relativo a la acción planificadora cuya transformación,
dentro del postulado político de la «refundación de la República», se inició con la
aprobación de una nueva Constitución, en diciembre de 1999, junto con
instrumentos legales correlativos, posteriormente. Tercero, la propia reorganización
del ente planificador (Cordiplan) que había sido creado en 1958 y su conversión
en Ministerio de Planificación y Desarrollo.
Como correlato de lo expuesto hasta ahora, grosso modo, a propósito de la viabilidad
institucional del X Plan de la Nación, resuena en el ámbito analítico y se mantiene
pese a los avances mostrados, una baja viabilidad producto de un fuerte
debilitamiento de las capacidades organizacionales del gobierno en el contexto
de una crisis profunda de gobernabilidad y sustentabilidad del sistema. Continúa
vigente el criterio de que el desempeño institucional está afectando significativamente
el diseño y la coordinación de las políticas nacionales, lo cual demanda la
determinación de unidades de mando que garanticen un mejor desempeño de
nuestras organizaciones (Giordani, López, Unanue y otros, 1997).
En sintonía con lo anterior, las magnitudes y variables macroeconómicas distan de
comportarse según lo planificado, por más que las autoridades del Plan y el
Gobierno Nacional intenten mantener el control deseado sobre ellas. Se ha
acentuado –dada la confrontación de intereses y el juego en las relaciones de
poder– la tendencia de la primacía de lo político sobre lo económico, advertida
en períodos gubernamentales anteriores (Guerra y Ponte de Moreno, 2001) y
exacerbada en la actualidad.12
El Plan Nacional de Desarrollo Regional, 2001-2007, elaborado por el Despacho
del Viceministro de Planificación y Desarrollo Regional (MPD, 2001), a juzgar por
los señalamientos contenidos en la parte introductoria, responde a una visión
12
Con respecto a las causas de la agudización de la lucha política y el perfil del modelo
económico-social que instrumenta el gobierno de Hugo Chávez, puede verse: Venezuela: la
búsqueda de un proyecto contrahegemónico (Lander, 2004).
54
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teórico-conceptual sustentada en los nuevos paradigmas que en el ámbito, por
ejemplo, del reordenamiento espacial, el desarrollo endógeno, la planificación
regional y la cuestión ambiental, se han venido construyendo en las distintas
disciplinas del espectro científico desde la perspectiva, además, multi y
transdisciplinaria que postula el pensamiento complejo.
La mutación que un concepto a veces tan gastado e imperante como el concepto
de desarrollo ha tenido que soportar para no perder su poder explicativo, se
asume de manera explícita y adjetivada, tal como ha sido pergeñada en el debate
mundial mediante los postulados doctrinarios de «Nuestro futuro común», planteados
por la Comisión Bruntland y traducidos a la Agenda 21 de Río de Janeiro, en 1992.
Es clara y directa la alusión al desarrollo sostenible y su concreción territorialambiental, desde una posición abiertamente cuestionadora de las políticas adoptadas
por los gobiernos venezolanos anteriores basadas en el «pensamiento único» y en
las tesis del «libre comercio» (p. 1).
La planificación del desarrollo regional y la política de Estado, en tanto proceso,
«se orienta a considerar al territorio como elemento fundamental para articular un
modelo de desarrollo sostenible, a través de la estrategia de descentralización y
desconcentración territorial» (p. 7).
La planificación, pensada en términos globales, no solamente para efectos
territoriales, sino también económicos, sociales, políticos y ambientales, responde
a las tesis que se han venido reelaborando acerca de los polos de desarrollo
regional, a partir de la revisión crítica de las propuestas de Perroux y sus seguidores
más cercanos (Barrios, 2000). De allí que explícitamente en el Plan Nacional de
Desarrollo Regional (2001-2007) y en los otros documentos similares que orientan
y definen la acción planificadora del actual gobierno, se plantea como alternativa
la adopción de una estrategia de descentralización desconcentrada, la cual está
marcadamente asociada a la concepción teórica del desarrollo endógeno referida,
por ejemplo, el caso de la Unión Europea (Vázquez Barquero, 1999).
Dicha estrategia intenta corregir la tendencia marcada del proceso de ocupación
territorial que se ha operado en las últimas décadas en el país, reforzando la
presencia de un número reducido de centros urbanos frente a la diáspora del
resto que constituye la periferia con menor dinamismo y desconectada de aquélla
en el plano económico, descuidando la potencialidad de sus propios recursos. La
contrapartida, en lo espacial, está representada por la definición de unos ejes de
desarrollo, el sistema de ciudades mediante el cual se articula la propuesta de
infraestructura necesaria para ello. Dichos ejes son: el eje occidental MaracaiboGuasdualito, el eje oriental Margarita-Ciudad Guayana y el eje Orinoco-Apure
(ejes de desconcentración). Se agrega en estos ejes, otros dos elementos: uno, las
denominadas fachadas de integración, representadas por el Amazonas, los Andes
Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional...
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y el Caribe, para lo que tiene que ver con la integración con los países vecinos;
dos, la dinámica regional que combina la vocación y el potencial propio de cada
región con los sectores llamados a desarrollar, es decir, pequeña y mediana industria,
agricultura y agroindustria, minería, petróleo y petroquímica, turismo e
infraestructura y servicios (p. 9).
Vale destacar que se observa en el Plan Nacional de Desarrollo Regional (20012007) una suerte de reivindicación de la planificación, en general, y de la
planificación regional, en particular, dada la correlación que se establece entre
ambos. Así, por ejemplo, se advierte lo siguiente:
1. Se hace énfasis en que la estrategia de la descentralización desconcentrada
diseñada a nivel nacional está estructurada con base en la búsqueda de los
cinco equilibrios (definidos en el Plan de Desarrollo Económico y Social de la
Nación 2001-2007. Líneas generales), a saber: económico, social, políticoinstitucional, territorial e internacional de cada región, para formular a este
nivel los lineamientos estratégicos y las propuestas de desarrollo, tomando en
cuenta los rasgos que presenta cada una de ellas, en términos de desequilibrios,
en las dimensiones señaladas. Este planteamiento se correspondería con lo que
se denomina concepción de la planificación por equilibrios (p. 8).
2. A partir del cuestionamiento de la visión reduccionista de la planificación en las
décadas anteriores, que limitaba lo territorial o los confines de lo económico
sin privilegiar lo social, se pone de relieve ahora que «el modelo territorial es,
sobre todo, el que condiciona enormemente el modo de vida, la cohesión
social y también el impacto ambiental» (p. 8).
3. En sintonía con una visión sistémica, integral, global de la noción de región, se
asume como tal al área subnacional, cuya extensión es inferior al área del país
y que trasciende el límite de estados o porciones de éstos. Se caracterizan por
algún nivel de desarrollo metropolitano urbano con su correspondiente
conurbación asociada. En pocas palabras, es un marco espacial común,
compartido por un grupo de personas, que aloja una densa mezcla de actividades
socioeconómicas sujetas a fuerzas centrípetas o de polarización. Dicha noción,
en función del interés nacional, se relaciona, interna y externamente, con varios
niveles geográficos, a saber:
• El mundial, integrado por una red de actividades económicas que incluye finanzas,
comercio, inversión extranjera directa, corporaciones transnacionales, entre otras.
• El binacional y multinacional, referido a bloques de integración como, por ejemplo:
Unión Europea, Nafta, Caricom, Mercosur, etc.
• El nacional, constituido por el Estado soberano.
• El regional, emergente o reemergente viene a ser una articulación de la economía
y la política.
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Foros 11 • Mayo 2005
• El local, relacionado con los estados y municipios, identifica a la porción del
territorio y su gente, donde recae, en última instancia, los beneficios del desarrollo.
4. El marco institucional que requiere el Estado para desarrollar la acción planificadora en el ámbito regional, en este caso a diferencia de los gobiernos anteriores, le confiere relevancia a los organismos regionales de desarrollo, heredados del statu quo anterior, esto es, a las corporaciones regionales de desarrollo,
asignándoles competencias que incluyen: planificación y promoción del desarrollo regional, investigación, evaluación y seguimiento de la acción planificadora y de los proyectos, y capacitación, asesoría, asistencia técnica, coordinación de entes ejecutores y comunidades.
No se puede pasar por alto las referencias al papel que jugaron este tipo de
«órganos rectores de la planificación y el desarrollo» dentro del modelo político
y económico consagrado en los planes VIII y IX de la Nación, en comparación
con el rescate que se hace de ellas en el X Plan de la Nación y, especialmente,
en el Plan Nacional de Desarrollo Regional. El diagnóstico que se hace de ellas
las presenta como instituciones que: a) no se adaptaron en lo organizacional a
la dinámica social, política y económica del momento; b) mantuvieron estructuras rígidas e inflexibles que les impidió adecuarse a los cambios que sus
territorios y colectividades exigían; c) su gestión en el proceso descentralizador
fue ocasional, por no señalarla como marginal; d) tuvieron escasa actuación en
la coordinación de las actividades de los gobiernos subnacionales y los organismos nacionales que operan en las regiones; e) su labor técnica se circunscribió
al estado sede y fue discontinua en la gestión de programas y proyectos, y f) las
severas restricciones presupuestarias a las cuales fueron sometidas por el Ejecutivo Nacional y la poca significación de los recursos generados por su propia
gestión (autogestión), les colocó en situación de verdadera precariedad
institucional.
5. Hay una línea gruesa que resalta en el trazado de los planos que se analizan,
tanto en lo que concierne al desarrollo regional como al desarrollo económico
y social de la nación y es la diferencia –casi radical– en cuanto a la consideración del entorno mundial y la globalización, sobre todo con el IX Plan de la
Nación. Tal como se evidenció en los apartados anteriores, el contexto histórico de las últimas tres décadas y la emergencia de los nuevos paradigmas está
asociado al fenómeno globalizador en todas sus expresiones. En este punto se
puede estar en desacuerdo con la versión del pensamiento único y de la nueva
economía al respecto, o se puede asumir la posición no antiglobalizadora, en
defensa de una versión alternativa o diferente a aquélla, no obstante, la adopción de una visión estrictamente nacional de la acción planificadora, obviando
que el impacto territorial de los grandes procesos de cambio estructural que
ocurren en el escenario internacional (Barrios, 2000) pueden restarle asertividad
Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional...
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y minimizar la dosis de realismo necesaria para la credibilidad y confiabilidad
en los lineamientos que se proponen. Por esta vía, el énfasis se coloca en el
modelo de desarrollo endógeno, cuando teóricamente el nuevo paradigma
postula la complementariedad entre éste y el modelo de desarrollo exógeno. A
ello se agrega el sesgo marcadamente antiurbano del discurso oficial (p. 10),
contrariamente a la tendencia advertida por los estudiosos de la problemática
del desarrollo regional, en cuanto al papel de las áreas metropolitanas como
pivote central en las nuevas propuestas.
6. En la misma línea crítica del argumento anterior, se considera que la innovación
y el nuevo paradigma tecnoeconómico están estrechamente interrelacionados
con la denominada revolución microelectrónica (Mires, 1996) y la emergencia
del «Paradigma territorial de los 90» (Legna V., 1996); más aún, es difícil sustraer
de cualquier plan o proyecto de desarrollo endógeno, para cualquier ámbito
espacial, las condiciones y la factibilidad de generar y difundir las innovaciones, a tal punto que se ha creado el denominado índice de la sociedad de
información, ISI.13 En tal sentido, se estima que los planes citados no le asignan
a este aspecto la ponderación y el tratamiento que le corresponde dentro de la
sociedad del conocimiento, que como imagen-objetivo no puede obviarse en
ningún proyecto de esa naturaleza, lo cual no niega la existencia del Plan
Nacional de Ciencia y Tecnología y el desarrollo de programas específicos para
atender los requerimientos de este sector, pero ratifica la desvinculación que
observamos, aparte de desdibujar como política de Estado, al más alto nivel, el
fortalecimiento no del Sistema Nacional de Innovación, sino la de su concreción en el ámbito regional.
7. El referido plan incorpora como política pública estratégica, el Proyecto PAISSARAO (Pueblos Agroindustriales Sostenibles-Sistemas de Aldeas Rurales
Autoorganizadas Sustentables), inscrita en la política agraria nacional (incluyendo la sustitución de importaciones de un grupo de rubros y cultivos vegetales y animales) que combina un plan de gasto de inversión, diseñando y
ejecutando, de modo experimental, el desarrollo rural integral e integrado, para
hacer un nuevo contrato social de progreso (Vila Planes, 2002). No obstante, en
su instrumentación se advierte que una propuesta de esta naturaleza, la cual
resulta novedosa como alternativa al modelo tecnocrático agrícola desarrollista,
termine contaminándose con las prácticas y técnicas culturales que dicho modelo pretende destruir (Núñez, 2003:12).
13 El ISI viene a ser el indicador que se usa como estándar para medir el grado de avance de
una sociedad con respecto a su accesibilidad a la información, su capacidad de adoptar
tecnologías de la información y su habilidad para usarlas en forma útil y apropiada. Está
relacionado con lo que se denomina infoestructura e infocultura (www.pnud.org.ve/
idhn_2002/cap.3), Diagnóstico situacional de las TIC en Venezuela.
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En este sentido, se señala que la tasa de cambio del uso y/o degradación anual
del suelo y el costo está cercana al monto de 1.468 dólares por hectárea degradada
y, con todo ello, se pretende seguir con el uso intensivo de maquinaria, la aplicación
de distintos agroquímicos, fertilizantes, herbicidas e insecticidas prohibidos en
otros países, además de semillas certificadas exigentes en altos requerimientos
energéticos que está más que demostrado, han tenido efectos negativos y
consecuencias funestas de índole social y ambiental que han labrado la ruina del
campo y del campesino venezolano (Núñez, 2003).14
8. Con respecto a la viabilidad institucional del Plan Nacional de Desarrollo Regional
(2001-2007) y del propio X Plan de la Nación, siguen siendo pertinentes las
interrogantes formuladas por Giordani, López, Unanue y otros (1997:98) a
propósito del IX Plan de la Nación: ¿Cómo podemos exigir que el plan, y en
general las decisiones, sean de calidad y se cumplan si la «fábrica» que las
produce no está diseñada para tal fin? ¿Qué podemos hacer si la capacidad de
gobierno no guarda correspondencia con los desafíos de las sociedades
complejas?
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serie de aseveraciones agrotécnico-tecnológicas, con propuestas del pasado e ideas desarrollistas»
(Núñez, 2003:12).
Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional...
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Foros 11 •Mayo 2005 • pp. 63-84 • ISSN: 1690-4885
Problemática social en Venezuela
Urdaneta
de Ferrán
Lourdes Urdaneta de Ferrán
Resumen
Este trabajo se refiere a una presentación comparativa de la situación social de
las diferentes entidades regionales de Venezuela. Hace énfasis en la necesidad
de hacer un estudio sobre los aspectos sociales en el contexto regional e indicar
la ubicación regional del fenómeno que se comenta, por cuanto el aspecto
social está estrechamente ligado a la región que se observa. Se evidencia
profundas diferencias entre una región y otra y un promedio nacional de tales
fenómenos carece de sentido analítico. Las marcadas diferencias entre las regiones
que revelan los resultados encontrados en el estudio así lo demuestran.
Palabras clave: Distribución regional / Indicadores sociales
Clasificación JEL: R00, I00
Abstract
This paper compares the social situations of different regions in Venezuela. It
emphasizes the need for a regional approach to studying social phenomena,
and for social phenomena to be studied within the context of particular places.
There are profound differences between regions, so a national average of social
* Doctor en Economía, Universidad Central de Venezuela. Presidenta de Número de la
Academia Nacional de Ciencias Económicas.
Correo electrónico: lourdes@ferran.net
Foros 11 • Mayo 2005
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phenomena is meaningless. Proof of this are the marked regional differences
shown in this investigation.
Key words: Regional distribution / Social indicators
JEL classification: R00, I00
Resumo
Este trabalho é sobre uma apresentação comparativa da situação social das
diferentes entidades regionais da Venezuela. Dá ênfase à necessidade de realizar
um estudo dos aspectos sociais no contexto regional e indicar a localização
regional do fenômeno que está sendo comentado. Principalmente porque o
aspecto social está intimamente ligado à região em que é observado. Acontece
que existem profundas diferenças entre uma região e outra e uma média nacional
destes fenômenos não tem sentido analítico. As grandes diferenças entre as
regiões reveladas através dos resultados que estão no estudo mostram isso.
Palavras chave: Distribuição regional / Indicadores sociais
Classificação JEL: R00, I00
Résumé
Ce travail s’applique à brosser un tableau comparatif de la situation sociale dans
les divers départements régionaux du Vénézuéla. Il met en relief l’importance
de mener à bien une étude sur les aspects sociaux, qui serait faite dans un
contexte régional, en indiquant les paramètres régionaux du phénomène
examiné. Ceci d’autant plus que l’aspect social est étroitement lié à la région
dans laquelle le phénomène est observé. Car il y a des différences profondes
entre chaque région, ce qui fait que l’élaboration d’une moyenne nationale de
ces phénomènes n’ aurait aucune signification analytique. Les fortes différences
régionales qui ont été mises en évidence par les résultats de cette étude, le
montre bien.
Mots-clefs: Distribution régionale / Indicateurs sociaux
Classification JEL: R00, I00
Lourdes Urdaneta de Ferrán/ Problemática social en Venezuela
65
Introducción
El título de este trabajo obliga a una selección de los indicadores porque el campo
de lo social es extraordinariamente amplio y los que se utilizan para describirlo
cubren áreas muy extensas, por no decir dispersas. Debido a esta circunstancia he
seleccionado tres áreas y dividido la exposición en las siguientes partes: una
visión de conjunto, la educación, la salud y la pobreza.
Hay otra circunstancia crucial que debe tomarse en cuenta. Este foro, que es la
segunda reunión que versa sobre aspectos regionales, impone la obligación de
regionalizar en todo lo posible lo que se diga de la situación social del país, por
cuanto el aspecto social está estrechamente ligado a la región que se observa.
Todo documento referido a aspectos sociales debería indicar la ubicación regional
del fenómeno que comenta, porque hay profundas diferencias entre una región y
otra y englobarlas como un todo carece de sentido analítico. El énfasis en el
enfoque regional cuando se realizan estudios sociales es necesario y las marcadas
diferencias entre las regiones que revelan los resultados que se encuentran en el
estudio lo demuestran.
Pero este deseo de mostrar en forma cuantitativa los fenómenos sociales por
regiones, se encuentra con un fuerte obstáculo: la carencia de estadísticas. Las
estadísticas por regiones son todavía mucho más escasas que las nacionales, en
parte porque la presentación por entidades regionales eleva sustancialmente los
costos de las estadísticas, pero también la escasez de datos regionales refleja la
débil demanda efectiva que existe al respecto. Desde luego, a medida que aumenta
el interés por los estudios regionales, aumentará la presión por obtener datos para
las regiones.
Como ya se dijo, los fenómenos sociales abarcan una amplia gama de fenómenos
y diferentes autores han reunido distintos aspectos en su análisis.
El Banco Mundial en su publicación Indicadores sociales del desarrollo propone
la elaboración de «indicadores prioritarios de pobreza», «indicadores suplementarios
de pobreza» y «diamantes de desarrollo» (un tipo especial de gráfico).
La publicación del Banco Mundial identifica las tendencias que presenta la pobreza
en los países, las características sociales y los problemas que acompañan el
desarrollo y el grado en que las políticas públicas afectan la pobreza y demás
condiciones sociales.
La información se divide en grupos: pobreza, indicadores de ingreso, indicadores
sociales, recursos humanos, recursos naturales, ingreso, gasto e inversión en
capital humano.
El grupo de pobreza muestra el porcentaje de la población total por debajo de los
niveles de pobreza. Los indicadores sociales comprenden los gastos públicos en
66
Foros 11 • Mayo 2005
servicios sociales básicos, las tasas de inscripción escolar, la mortalidad, mortalidad
infantil, las inmunizaciones por diferentes enfermedades, malnutrición infantil,
expectativa de vida total y femenina, tasa de fertilidad, tasa de mortalidad materna
y, como indicadores suplementarios, gastos en seguridad social, porcentaje de la
población económicamente activa cubierto por la seguridad social, acceso a agua
potable, acceso a servicios de salud.
En los recursos humanos se muestra la tasa de dependencia por edad, el tamaño
de la fuerza de trabajo y su distribución por actividades económicas.
El grupo de recursos naturales se refiere a la extensión total, la densidad de
población por kilómetro cuadrado, tierra agrícola, tierra agrícola bajo riego, la
extensión de bosques y su disminución porcentual durante determinados períodos.
En el capítulo de ingresos se reseña la participación en el ingreso total del 20 por
ciento más elevado y del 40 y 20 por ciento de los ingresos más bajos.
Los gastos se presentan por principales renglones de la dieta y, además, gastos en
fertilizantes, la parte de la agricultura en el PIB y el tamaño medio de los hogares.
La última clasificación de inversión en capital humano da datos sobre población
por médico, población por enfermera, población por camas de hospitales y
en cuanto a educación, tasa de matriculación, proporción entre el personal de
enseñanza y estudiantes en la primaria y secundaria, tasa de repetición en la
enseñanza primaria, analfabetismo por sexo y la circulación de periódicos.
Como se puede ver, algunos de los renglones propuestos han sido sobrepasados
por el desarrollo y diseminación tecnológica, como en el caso de la circulación
de periódicos.
Hay una obra muy importante sobre este tema de indicadores sociales y es la de
Richard Stone (1972), premio Nobel de Economía, quien dedicó buena parte de
sus esfuerzos a la creación de un sistema de cuantificación de la situación social
de una nación. En el esquema que diseñó hay tres elementos fundamentales. «El
primero es el examen de las reservas y movimientos humanos en diferentes esferas
de interés social, como la educación, el empleo, la salud, la delincuencia, etc. El
segundo es la existencia de un medio para contabilizar los servicios que suele
suministrar el Estado en estas esferas, los costos en que se incurre y los recursos
que a este fin se destinan. Y el tercero, algún medio para registrar la distribución
de estos servicios entre beneficiarios de diversas clases». Aunque han pasado
cerca de treinta años desde que Stone propuso este programa de acción para
iluminar los aspectos sociales de diferentes regiones, aún hoy queda mucho que
hacer para contestar las preguntas que plantea Stone (1972).
Los trabajos de Stone se inician en el ámbito académico y luego pasan al terreno
institucional de las Naciones Unidas. Su investigación abarca, tanto los aspectos
económicos como los sociales que inicialmente, en la etapa académica, forman
Lourdes Urdaneta de Ferrán/ Problemática social en Venezuela
67
una sola unidad en la que sistemáticamente unos están insertos en los otros. Pero
al pasar a la esfera institucional estos dos aspectos se separan en uno puramente
económico y otro social.
La orientación económica desemboca en un sistema complejo de cuentas que
miden la producción, el ingreso, el ahorro, la formación de capital y las transacciones
económicas y financieras entre países, y utiliza como unidad exclusiva de medida
la unidad monetaria.
Quedan excluidos los fenómenos sociales y demográficos, los que, a petición de
la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas, Stone reúne en un sistema
paralelo, el SESD, Sistema de Estadísticas Sociales y Demográficas (Naciones Unidas,
1975). La finalidad de este sistema es, en sus propias palabras,
... mostrar qué datos conviene reunir sobre los seres humanos, tanto
individualmente como en grupos, y sobre las instituciones con que están
relacionados y cómo deben organizarse esos datos para obtener un sistema de
información que sea útil para describir, analizar y adoptar políticas en las diferentes
esferas de la vida social (p. 19).
Como el sistema cubre un amplio espectro de hechos y transacciones, enfatiza la
existencia de conexiones. La amplitud del enfoque se evidencia en los temas que
cubre, entre los que destacan:
• Volumen y crecimiento de la población
• Densidad de población urbana y regional
• El consumo y su crecimiento
• Recursos naturales y medio ambiente
• Familias y hogares
• Clase, estratificación y movilidad social
• Distribución del ingreso, consumo y riqueza
• Condiciones de vivienda y barrios
• Distribución del tiempo y tiempo libre
• Seguridad social y servicios de asistencia social
• Estudios
• Actividades remuneradas
• Salud y atención médica
• Seguridad y orden público
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Foros 11 • Mayo 2005
Sea por la complejidad del sistema sugerido o sea por los muchos intereses
afectados, no tuvo el éxito que alcanzó la propuesta que trataba lo económico,
hasta el punto de que muchas de las líneas de investigación que planteó, después
de 30 años, aún no se han realizado.
Más cerca de nosotros, un investigador de la Universidad Católica de Córdoba
(Frediani, 1981:161), llevó a cabo una medición del desarrollo económico y social
de las provincias argentinas en la que establece una serie de indicadores para
representar el nivel social de las provincias.
El conjunto se compone de indicadores demográficos (densidad de habitantes
por km2, grado de urbanización, o sea, el porcentaje de población que habita en
centros urbanos mayores de 2.000 habitantes respecto a la población total y el
porcentaje de la población activa sobre la población total).
Entre los indicadores del nivel de la actividad económica son de especial interés
los préstamos bancarios por habitante y el monto de primas de seguros por
habitante.
En lo que llama «indicadores de infraestructura económica», se toman en cuenta
los kilómetros de caminos pavimentados, el número de usuarios de gas y los
aparatos telefónicos por cada 100 habitantes.
Para medir la situación habitacional propone medir el hacinamiento y la calidad
del parque de viviendas.
En cuanto al consumo de población, incluye además de los bienes y servicios que
aparecen en el índice de precios del consumidor, también el consumo de cemento
y el parque de automóviles por cada 100 habitantes.
El autor justifica su investigación en la necesidad de que la autoridad económica
nacional debe confeccionar índices de desarrollo provincial y aplicarlos
permanentemente en la legislación económica.
Omisión
Vista la gran variedad de aspectos que puede abarcar el análisis de la
problemática social de una región y antes de entrar en la presentación de la
información cuantitativa de los aspectos señalados para diferentes regiones de
Venezuela, se impone decir algo acerca de la selección de aspectos –algo
arbitraria– en esta presentación, y sobre todo la omisión de dos temas que son
de gran impacto social. Pero precisamente por esto requiere un análisis profundo
que rebasaría el tiempo de este ensayo. En primer lugar, la división de las
actividades económicas en un sector formal y otro informal. Ésta es una división
que incide profundamente en la vida de la sociedad y que representa un
fenómeno económico a la par que social.
Lourdes Urdaneta de Ferrán/ Problemática social en Venezuela
69
El otro enfoque que pertenece a este tema y se ha omitido es el de la distribución
del ingreso. De hecho, es el que engloba los otros renglones específicos y que
aclara muchas de las circunstancias presentes en las áreas específicas como salud,
educación y nivel de vida.
Advertencia: juicios de valor
Pasamos ahora a hablar de números y sus clasificaciones. Pero antes una advertencia.
Tenemos que tener presente que todas estas mediciones se fundamentan en
juicios de valor; ningún tipo de medición es absolutamente «mejor» que otro, sólo
que los juicios de valor difieren de uno y otro. Todos tienen subyacentes juicios
de valor y lo que el analista debe hacer es señalarlos expresamente.
Esto adquiere una dimensión adicional cuando se trata de comparaciones en el
tiempo. No se pueden evitar juicios de valor en los intentos de apreciar los cambios
en términos de mejoras y desmejoras.
Supongamos que una mejora, en algún sentido, de un grupo específico dentro de
la población total se puede considerar como algo positivo. Pero si el grupo que ha
mejorado era uno que ya anteriormente era privilegiado, y tenía una posición
mejor que los demás, esta mejora tiene la contrapartida de que la posición relativa
de los demás ha empeorado aun cuando su situación absoluta no ha sufrido
cambios. Evidentemente que la apreciación del cambio descrito será diferente
según uno u otro juicio de valor. Por ende, el papel del analista es el de examinar
las implicaciones de adoptar diferentes juicios de valor.
Se trata, entonces, de explicar los diferentes juicios de valor y señalar sus
implicaciones para diferentes situaciones. Por ejemplo: un cambio en la asistencia
a la escuela en el sentido de que más niños acuden a la escuela, generalmente
se considera como algo favorable y deseable. Aquí, todos estaremos de acuerdo
al respecto, sin embargo, hay un movimiento en Estados Unidos que, fundándose
en su filosofía individualista, propugna el que los niños no deben frecuentar
una escuela, sino recibir educación en su propio hogar. Este movimiento ha
recibido apoyo del Estado, previendo un pago por parte de una rama del Estado
a las familias que deciden no enviar sus hijos a la escuela, sino educarlos en el
seno de la familia.
Algo similar en el caso de las tasas de actividad económica. Para ciertos juicios de
valor, altas tasas de participación en la actividad económica, si absorben al padre
y a la madre de una familia, tienen sus aspectos negativos.
En otros casos, el juicio de valor no aparece con claridad, sino está disimulado en
las raíces de una agrupación o clasificación. Si se presenta un total que contiene
subgrupos significativos desde algún punto de vista, sin presentar al mismo tiempo
la importancia de estos subgrupos, se está aplicando un juicio de valor, o sea, se
70
Foros 11 • Mayo 2005
considera estos subgrupos sin importancia para el análisis. Los datos que se
presentan subsumen los correspondientes a los subgrupos que quedan así invisibles
para el análisis. Aquí habría que mencionar la ausencia de datos divididos por
sexo y, lo que se señaló antes como de mucha significación, la presentación de
totales nacionales sin presentar los datos regionales.
Los fenómenos aludidos surgen debido a la circunstancia de que su contenido
tiene una estrecha relación con los deseos y preferencias del investigador. Sólo
cuando se conoce la finalidad de un esfuerzo analítico, se sabrá cuál de las muchas
relaciones económicas y sociales que existen en la realidad hay que elegir y
privilegiar. La finalidad, o sea, la aplicación, deviene el principio guía de la
investigación e interpretación. Sólo cuando sabemos para qué investigamos,
sabemos qué es lo que debemos investigar.
Indicadores para Venezuela
Se seleccionaron 17 indicadores, sin embargo, si se tratara de un estudio de
una región o estado, deberían añadirse otros indicadores, por ejemplo, los
que indican la infraestructura disponible, como cloacas, agua potable, número
de camas de hospital, número de médicos y enfermeras por habitante, número
de planteles escolares.
En todos los casos se indica el promedio nacional, lo que permite ver la situación
relativa de cada entidad federal. Un resultado común a los diferentes indicadores
parece señalar que no se hace evidente la correlación que cabe esperarse entre
indicadores sociales y económicos. Parte de la explicación puede ser que las
estadísticas administrativas sean incompletas, tengan subregistros. También es un
reflejo del gasto social del Estado.
Las diferencias entre los estados son muy marcadas; no se observa que se acumulen
alrededor del promedio, es decir, hay dispersión, lo que significa que el promedio
nacional no es representativo para cada estado.
Lourdes Urdaneta de Ferrán/ Problemática social en Venezuela
71
* Educación
En lo referente a educación se seleccionaron 3 indicadores:
Gráfico 1
Porcentaje de personas entre 6 y 18 años que no asisten a la escuela según entidad
federal (años 2002-2003)
35
30
25
15
10
Miranda
Portuguesa
Delta Amacuro
Apure
Carabobo
Zulia
Lara (1)
Bolívar
Guárico
Cojedes
Sucre
Venezuela
Yaracuy
Táchira
Nueva Esparta
Dtto. Capital
Mérida
Aragua
Vargas
Anzoátegui
Falcón
Trujillo
Barinas
Monagas
Amazonas
5
Este indicador refleja una fuerte dispersión; el porcentaje va de 11 por ciento a 33 por
ciento, siendo el promedio nacional de 25 por ciento. El ordenamiento de los estados no
parece tener relación con la situación económica. Las fuentes de información son el Ministerio
de Educación y las proyecciones del Censo de Población.
Gráfico 2
Tasa de deserción en educación básica según entidad federal (años 2001-2002)
18
15
13
10
8
5
3
Guárico
Dtto. Capital
Lara (1)
Apure
Delta Amacuro
Portuguesa
Cojedes
Trujillo
Bolívar
Monagas
Venezuela
Sucre
Barinas
Táchira
Miranda
Anzoátegui
Zulia
Falcón
Aragua
Nueva Esparta
Amazonas
Carabobo
Mérida
Vargas
Yaracuy
0
Foros 11 • Mayo 2005
72
Este indicador refleja el número de alumnos que abandonó la educación básica
en relación con la matrícula registrada el período 2001-02. La dispersión va de 3,5
por ciento a 16,5 por ciento, siendo el promedio de 68 por ciento. Es de notar que
el estado Guárico parece una excepción; si no se le toma en cuenta, las tasas van
de 3,5 a 10,5 por ciento. En un análisis detallado de una entidad habría que
averiguar las causas, probablemente son diferentes de una región a otra. La fuente
de información es el Ministerio de Educación.
Gráfico 3
Años de escolaridad promedio de la población mayor de 15 años según entidad
federal (2° semestre 2002)
10,0
9,5
9,0
8,5
8,0
7,5
Apure
Trujillo
Sucre
Portuguesa
Barinas
Guárico
Amazonas
Lara
Yaracuy
Cojedes
Monagas
Falcón
Táchira
Zulia
Mérida
Venezuela
Vargas
Delta Amacuro
Aragua
Nueva Esparta
Bolívar
Anzoátegui
Miranda
Carabobo
Dtto. Capital
7,0
Al estudiar una entidad en particular, este indicador debería complementarse con
una distribución de la población según el nivel educativo alcanzado. El número
de años va de 7 a 9,8. El promedio es de 8,4 años. La fuente de información es la
Encuesta de hogares del INE (2° semestre 2002).
• Salud
En lo referente a salud, se seleccionaron 5 indicadores. La fuente de información
es la Dirección de Información Social y Estadísticas. Registros de Estadísticas Vitales,
MSDS.
Lourdes Urdaneta de Ferrán/ Problemática social en Venezuela
73
Gráfico 4
Tasa por mil nacimientos vivos en madres menores de 20 años según residencia habitual de
la madre (año 2002)
100
80
60
40
20
Apure
Portuguesa
Bolívar
Barinas
Guárico
Cojedes
Monagas
Amazonas
Yaracuy
Anzoátegui
Lara
Mérida
Delta Amacuro
Zulia
Nueva Esparta
Trujillo
Carabobo
Táchira
Venezuela
Sucre
Aragua
Vargas
Miranda
Falcón
Dtto. Capital
0
Refleja este indicador la relación entre el número de nacimientos vivos en madres
menores de 20 años por cada 1.000 mujeres entre 12 y 19 años de edad, según la
residencia habitual de la madre. La diferencia es grande, de 23 por 1.000 en
Falcón a 91 por 1.000 en Apure. El promedio nacional es de 58 por 1.000.
Gráfico 5
Tasas de morbilidad por enfermedades diarreicas en niños hasta de 4 años. Índices
(año 2002)
180
160
140
120
100
80
60
40
Cojedes
Amazonas
Guárico
Monagas
Falcón
Delta Amacuro
Zulia
Bolívar
Trujillo
Anzoátegui
Vargas
Yaracuy
Nueva Esparta
Lara
Aragua
Venezuela
Dtto. Capital
Apure
Mérida
Portuguesa
Carabobo
Barinas
Miranda
Sucre
Táchira
20
Foros 11 • Mayo 2005
74
Se representó el indicador en forma de índice, promedio nacional igual a 100.
Refleja una alta dispersión entre los estados. Éste es un indicador en el cual los
subregistros pueden ser importantes.
Gráfico 6
Tasa de mortalidad por enfermedades diarreicas (EDA) en niños menores de 5 años
(por cada100.000 niños)
Amazonas
Zulia
Delta Amacuro
Trujillo
Barinas
Monagas
Apure
Bolívar
Mérida
Lara
Venezuela
Táchira
Guárico
Yaracuy
Carabobo
Miranda
Falcón
Dtto. Capital
Cajedes
Sucre
Vargas
Anzoátegui
Aragua
Nueva Esparta
160
140
120
100
80
60
40
20
0
Este indicador refleja las muertes por diarreas de niños menores de 5 años
(c/100.000). Va de 9 en Aragua a 76 en el Zulia y es aún mayor en Delta Amacuro
y Amazonas.
Gráfico 7
Tasa de mortalidad en niños de 0 a 4 años
35
30
25
20
15
10
5
Bolívar
Delta Amacuro
Monagas
Zulia
Táchira
Lara
Amazonas
Mérida
Trujillo
Yaracuy
Apure
Portuguesa
Venezuela
Dtto. Capital
Carabobo
Barinas
Cojedes
Guárico
Aragua
Miranda
Nueva Esparta
Sucre
Falcón
Vargas
Anzoátegui
0
Lourdes Urdaneta de Ferrán/ Problemática social en Venezuela
75
Este indicador mide el número de muertes de niños menores de 5 años en relación
con los nacimientos (c/1.000). Aunque la variabilidad va de 6 a 32, más de la
mitad de los estados están entre 20 y 25; sólo 6 estados se alejan de este intervalo.
Gráfico 8
Tasa de mortalidad materna
35
30
25
20
15
Bolívar
Delta Amacuro
Táchira
Monagas
Lara
Zulia
Amazonas
Trujillo
Mérida
Apure
Yaracuy
Portuguesa
Venezuela
Dtto. Capital
Barinas
Carabobo
Cojedes
Aragua
Guárico
Miranda
Sucre
Nueva Esparta
Falcón
Vargas
Anzoátegui
10
5
0
Este indicador refleja el número de muertes posparto por cada cien mil nacimientos
vivos. La mayoría de los estados están entre 20 y 30/100.000.
• Desempleo
Se utilizó la tasa de desempleo por entidades regionales estimada a partir de la
Encuesta de hogares del INE, 2° semestre de 2003. El promedio nacional es de 15
por ciento. Las entidades se dividen por igual por sobre y debajo del promedio. El
máximo es 22 por ciento y el mínimo 8 por ciento.
Gráfico 9
Desempleo
25
20
15
10
5
Sucre
Anzoátegui
Carabobo
Zulia
Yaracuy
Barinas
Bolívar
Monagas
Falcón
Vargas
Aragua
Dtto. Capital
Cojedes
Venezuela
Nueva Esparta
Lara
Trujillo
Táchira
Miranda
Guárico
Apure
Amazonas
Portuguesa
Mérida
Delta Amacuro
0
76
Foros 11 • Mayo 2005
• Pobreza
Los indicadores de pobreza se tomaron de la publicación Índice de pobreza, 2003
del INE. Las definiciones de los conceptos presentados en los cuadros son:
INCIDENCIA: porcentaje de hogares pobres. Se mide en relación con la línea de
pobreza.
LÍNEA DE POBREZA: se estima en relación con el ingreso necesario para cubrir las
necesidades de las personas de un hogar. Se utiliza el ingreso per cápita del hogar.
La información básica son las necesidades nutricionales de una persona. Se mide
por canastas familiares. El valor de la canasta es muy importante en la determinación
del número de pobres.
BRECHA: distancia promedio de los hogares pobres a la línea de pobreza. Indica la
profundidad de la pobreza.
SEVERIDAD: pondera con mayor importancia a los hogares en pobreza extrema.
El cuadro 1 refleja la situación de los estados ordenados según la incidencia de la
pobreza para el 2° semestre de 2002. La fuente original es la Encuesta de hogares.
La variabilidad es alta, va de 19 por ciento en el Dtto. Capital a 70 por ciento en
Barinas. Sólo 7 estados están por debajo del promedio.
Hay que tomar en consideración que el dato de ingresos se toma de la Encuesta
de hogares, la cual está dirigida a medir el nivel del empleo y sus características,
y que la pregunta sobre ingresos es secundaria. Se comprueba una fuerte
subestimación en los ingresos declarados, sin embargo, es de esperar que los
ingresos bajos que reportan los pobres no contengan el mismo grado de
subestimación. Es posible que en el subregistro incida la no declaración de
ingresos casuales y transferencias entre hogares, pero lo que más incide es que
no se incluyen los ingresos en especie e imputados, sobre todo estos últimos.
Los ingresos en especie afectan especialmente a los estados agrícolas. El ingreso
imputado se refiere al alquiler de la casa propia. Este rubro afecta el cálculo de
la pobreza total, no la pobreza crítica, puesto que no es posible comprar alimentos
con este ingreso imputado.
Si se observa la ordenación de los estados de acuerdo con la pobreza crítica o
extrema (cuadro 2), se obtiene una escala diferente. Ocho estados cambian su
posición en dos más puestos: Vargas, Mérida, Trujillo y Lara pasan a mejores
posiciones relativas, mientras que Delta Amacuro, Monagas, Bolívar y Apure
empeoran su posición.
Lourdes Urdaneta de Ferrán/ Problemática social en Venezuela
Cuadro 1
Indicadores de pobreza según entidades federales %
2do. semestre 2002
Incidencia
Pobreza extrema
Nacional
48,6
21,0
Dtto. Capital
29,2
8,3
Miranda
34,9
12,3
Anzoátegui
35,1
14,0
Vargas
35,1
11,7
Nva. Esparta
40,7
15,3
Delta Amacuro
48,1
20,1
Aragua
48,3
15,9
Carabobo
48,9
19,3
Monagas
49,0
21,7
Zulia
50,1
21,5
Bolívar
50,4
23,2
Mérida
50,7
19,7
Falcón
52,4
24,5
Táchira
54,9
25,1
Trujillo
55,3
23,0
Cojedes
58,2
28,5
Guárico
58,8
29,0
Portuguesa
59,8
28,8
Yaracuy
61,2
30,3
Apure
62,2
37,2
Amazonas
62,6
35,4
Sucre
62,6
33,3
Lara
63,0
30,1
Barinas
69,5
43,3
77
Brecha
21,6
10,3
14,1
14,5
14,0
17,4
21,2
19,1
20,6
21,6
22,2
23,8
20,8
24,5
24,7
23,4
28,8
28,4
28,3
29,7
33,4
33,6
31,2
29,6
39,1
Severidad
12,9
5,3
8,1
8,4
8,2
10,4
12,6
10,6
11,8
12,7
13,0
15,0
11,5
14,9
14,3
12,8
18,2
17,6
17,2
18,7
21,9
22,6
19,7
17,9
26,8
Foros 11 • Mayo 2005
78
Cuadro 2
Incidencia de la pobreza extrema
Entidad
Nacional
Dtto. Capital
Miranda
Anzoátegui
Vargas
Nva. Esparta
Delta Amacuro
Aragua
Carabobo
Monagas
Zulia
Bolívar
Mérida
Falcón
Táchira
Trujillo
Cojedes
Guárico
Portuguesa
Yaracuy
Apure
Amazonas
Sucre
Lara
Barinas
Incidencia
48,6
29,2
34,9
35,1
35,1
40,7
48,1
48,3
48,9
49,0
50,1
50,4
57,7
52,4
54,9
55,3
58,2
58,8
59,8
61,2
62,2
62,6
62,6
63,0
69,5
Entidad
Nacional
Dtto. Capital
Vargas
Miranda
Anzoátegui
Nva. Esparta
Aragua
Carabobo
Mérida
Delta Amacuro
Zulia
Monagas
Trujillo
Bolívar
Falcón
Táchira
Cojedes
Portuguesa
Guárico
Lara
Yaracuy
Sucre
Amazonas
Apure
Barinas
Pobreza extrema
21,0
8,3
11,7
12,3
14,0
15,3
15,9
19,3
19,7
20,1
21,5
21,7
23,0
23,2
24,5
25,1
28,5
28,8
29,0
30,1
30,3
33,3
35,4
37,2
43,3
* Índice de desarrollo humano
Este índice es la proposición del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) para sustituir el ingreso per cápita como indicador del desarrollo de un
país. Refleja la expectativa de vida, la capacidad educativa y la disponibilidad de
recursos para disfrutar de un estándar de vida decente. Aun cuando en este
Lourdes Urdaneta de Ferrán/ Problemática social en Venezuela
79
sentido este índice es un avance, todavía no refleja las diferencias al interior de
cada entidad, es decir, la distribución de la educación, la salud y el ingreso. En
1997, Hicks propuso un ajuste a la metodología. En México se ha hecho un
cambio a la metodología recomendada originalmente por el PNUD para incluir
este factor en el índice, y los resultados muestran el efecto de la concentración de
la distribución sobre la situación relativa de las entidades regionales.
Los datos que aquí se presentan se tomaron de la publicación del INE, Índice y
entorno del desarrollo humano en Venezuela. Para el momento de elaborar este
trabajo, el INE tiene en imprenta una nueva publicación sobre el índice estadal de
nivel de vida, en el cual aplica una metodología ajustada a Venezuela con datos
de la Encuesta de hogares.
Componentes del IDH
ESPERANZA DE VIDA. Refleja las condiciones de salud. Puede ser sustituida por la tasa
de supervivencia infantil.
LOGRO EDUCATIVO
Tasa de alfabetismo. Inicialmente era el único componente del logro educativo.
Matrícula combinada. Es la matrícula en educación básica, media y superior.
Refleja el porcentaje de jóvenes en edad escolar (6 a 23 años) que están dentro
del sistema. Indica la formación de capital humano.
INGRESO PER CÁPITA. Para cada estado se estima en unidades PPA (paridades de
poder adquisitivo) para hacerlo comparable en el espacio y el tiempo.
Los resultados se presentan en el gráfico 9. Las barras separan los grupos según
que su IDH sea alto, mediano alto, mediano medio y mediano bajo. Sólo un tercio
de los estados está sobre el promedio nacional.
Gráfico 10
Ingreso per cápita
1,00
0,90
0,80
0,70
0,60
0,50
Delta Amacuro
Apure
Amazonas
Barinas
Guárico
Portuguesa
Sucre
Trujillo
Cojedes
Yaracuy
Mérida
Táchira
Monagas
Lara
Falcón
Zulia
Nacional
Bolívar
Carabobo
Aragua
Anzoátegui
Miranda
Nueva Esparta
Dtto. Capital
0,40
Foros 11 • Mayo 2005
80
Cuando se compara la ordenación relativa por expectativa de vida y por logro
educativo (cuadro 3), se observa que apenas 7 estados mantienen su posición o
sólo la varían en un puesto. Si se hace la misma comparación entre el logro
educativo e ingreso se observa la misma situación, pero al comparar el ordenamiento
por ingreso y el del IDH total apenas hay cambios.
Cuadro 3
Incidencia de esperanza de vida, logro educativo e ingreso
Dtto. Capital
74,19
Miranda
73,65
Nva. Esparta
73,42
Nacional
73,34
Aragua
73,17
Lara
72,41
Bolívar
71,97
Carabobo
71,82
Anzoátegui
71,71
Falcón
71,45
Guárico
71,04
Mérida
70,93
Zulia
70,89
Monagas
70,57
Portuguesa
70,25
Táchira
69,79
Sucre
69,71
Yaracuy
69,68
Trujillo
69,54
Apure
68,54
Barinas
68,52
Cojedes
68,30
Amazonas
65,51
Delta Amacuro 64,67
Dtto. Capital
Lara
Anzoátegui
Monagas
Aragua
Carabobo
Táchira
Bolívar
Nva. Esparta
Nacional
Falcón
Miranda
Mérida
Zulia
Barinas
Trujillo
Yaracuy
Cojedes
Sucre
Guárico
Amazonas
Portuguesa
Apure
Delta Amacuro
0,9159
0,8495
0,8405
0,8374
0,8362
0,8327
0,8295
0,8290
0,8216
0,8197
0,8194
0,8078
0,8075
0,8070
0,8033
0,7839
0,7791
0,7773
0,7772
0,7747
0,7705
0,7435
0,7319
0,6915
Dtto. Capital
Miranda
Nva. Esparta
Aragua
Bolívar
Anzoátegui
Carabobo
Nacional
Zulia
Cojedes
Falcón
Lara
Mérida
Táchira
Monagas
Yaracuy
Sucre
Trujillo
Portuguesa
Apure
Barinas
Guárico
Delta Amacuro
Amazonas
0,9605
0,8873
0,7136
0,7000
0,6856
0,6843
0,6818
0,6320
0,6263
0,5475
0,5422
0,5243
0,5063
0,5019
0,4835
0,4257
0,4242
0,3819
0,3755
0,3627
0,3437
0,3269
0,2731
0,2572
Lourdes Urdaneta de Ferrán/ Problemática social en Venezuela
81
Los pocos cambios de posición relativa al utilizar el ingreso per cápita o el IDH
reflejan lo que se podía esperar: que el ingreso es el elemento que pesa más en el
índice de desarrollo humano. Sin embargo, la siguiente comparación entre la
incidencia de la pobreza y el IDH da resultados que sorprenden, pues se podría
esperar que entre ambos indicadores existiese una fuerte correlación, pero ése no
es el caso, según los datos aquí utilizados.
Esta situación obliga a plantearse una revisión del uso de ciertos indicadores para
expresar la situación social de una comunidad.
• Síntesis
Jerarquización de las entidades según el análisis de los componentes principales
El análisis anterior se hizo utilizando separadamente los indicadores que se resumen
a continuación. Se presenta ahora un análisis de conjunto utilizando el análisis de
los componentes principales. Se intentó inicialmente con todos (17) los indicadores,
pero el resultado indicó que entre algunos no había alta correlación y por eso se
utilizaron finalmente en el análisis 10 de ellos.
1. Morbilidad por enfermedades diarreicas agudas (EDA) en niños menores de 5
años
2. Mortalidad infantil
3. Mortalidad materna
4. Mortalidad por insuficiencia respiratoria aguda (IRA) en niños menores de 5
años
5. Repitencia en escuela básica
6. Porcentaje de niños menores de 18 años que no están matriculados en institutos educativos
7. Deserción en escuela básica
8. Nacimientos en madres menores de 20 años
9. Mortalidad por EDA en niños menores de 5 años
10. Mortalidad en niños menores de 5 años
11. Años de estudio
12. Porcentaje de hogares bajo la línea de pobreza
13. Porcentaje de hogares en pobreza extrema
14. Esperanza de vida
23,23
Mortalidad
<5
30,58
25,14
18,48
28,83
18,43
41,49
17,14
45,32
Mérida
Miranda
Monagas
20,08
34,40
Zulia
14,45
34,54
39,77
Vargas
35,12
39,68
Táchira
Trujillo
Yaracuy
25,13
34,62
Sucre
26,60
24,25
27,95
18,07
23,39
34,58
48,19
N. Esparta
Portuguesa
26,37
45,81
14,52
38,42
15,12
Falcón
22,15
20,80
Guárico
29,86
D. Amacuro
21,49
31,94
Lara
33,09
41,87
Carabobo
Cojedes
46,99
43,80
Barinas
7,0
8,5
28,29
76,46
23,35
13,39
66,08
27,07
12,96
46,82
9,11
65,83
21,47
38,99
32,33
8,2
7,6
8,7
7,2
7,9
7,3
7,2
8,8
7,8
9,2
8,1
7,7
7,3
8,0
115,92
18,75
7,7
9,1
9,1
7,4
8,8
17,65
25,45
47,71
57,91
8,93
45,17
50,1
61,2
35,1
55,3
54,9
62,6
59,8
40,7
49,0
34,9
50,7
63,0
58,8
52,4
48,1
58,2
48,9
50,4
69,5
48,3
62,2
35,1
62,6
29,2
Pobreza
21,5
30,3
11,7
23,0
70,89
69,68
69,54
69,79
69,71
33,3
25,1
70,25
73,42
70,57
73,65
70,93
72,41
71,04
71,45
64,67
68,30
71,82
71,97
68,52
73,17
68,54
71,71
65,51
74,19
Esperanza
de vida
28,8
15,3
21,7
12,3
19,7
30,1
29,0
24,5
20,1
28,5
19,3
23,2
43,3
15,9
37,2
14,0
35,4
8,3
Pobreza
externa
0,807
0,779
0,784
0,830
0,777
0,744
0,822
0,837
0,808
0,808
0,850
0,775
0,819
0,692
0,777
0,833
0,829
0,803
0,836
0,732
0,841
0,770
0,916
Logro
educativo
0,626
0,426
0,382
0,502
0,424
0,376
0,714
0,483
0,887
0,506
0,524
0,327
0,542
0,273
0,547
0,682
0,686
0,344
0,700
0,363
0,684
0,257
0,961
Ingreso
18,8
19,1
18,5
15,0
13,1
21,5
11,2
15,6
18,7
13,0
8,0
15,6
12,4
18,4
10,6
17,5
19,3
18,7
18,8
17,7
11,8
22,1
11,7
18,1
Tasa de
desempleo
1
1 1
1 1
1
6
3
1
1 1
2 1
2 2
1
1
1
1
2do.
19,95
8,8
7,5
9,8
Años de
estudio
1
1
3ro.
Bolívar
43,07
33,61
Apure
Aragua
9,39
159,36
21,18
Edad<5
1
2
1
1
1
1
1
2
último
25,56
24,22
S
Nacimientos
mujeres <20
5,99
E
42,89
D
Anzoátegui
A
21,45
ID
45,65
T
Amazonas
N
Dtto. Capital
E
82
Foros 11 • Mayo 2005
15. Logro educativo
Lourdes Urdaneta de Ferrán/ Problemática social en Venezuela
83
16. Ingreso
17. Tasa de desempleo
El cuadro 4 refleja las posiciones de las entidades en los cuatro cuadrantes. El
Dtto. Capital y los estados Vargas, Miranda y Anzoátegui muestran la mejor posición
de conjunto, mientras que Delta Amacuro, Amazonas, Barinas, Sucre y Apure
están en la situación opuesta.
Cuadro 4
De los componentes principales
Ingreso
cambios
Dtto. Capital
Miranda
Nva. Esparta
Aragua
Bolívar
Anzoátegui
Carabobo
Nacional
Zulia
Cojedes
Falcón
Lara
Mérida
Táchira
Monagas
Yaracuy
Sucre
Trujillo
Portuguesa
Apure
Barinas
Guárico
Delta Amacuro
Amazonas
IDH
Dtto. Capital
Miranda
Nva. Esparta
Aragua
Anzoátegui
Bolívar
Carabobo
Zulia
Nacional
Lara
Falcón
Monagas
Mérida
Táchira
Cojedes
Yaracuy
Sucre
Trujillo
Portuguesa
Barinas
Guárico
Apure
Amazonas
Delta Amacuro
Pobreza
cambios
Dtto. Capital
Miranda
Anzoátegui
Nva. Esparta
Delta Amacuro
Aragua
Carabobo
Monagas
Zulia
Bolívar
Mérida
Falcón
Táchira
Trujillo
Cojedes
Guárico
Portuguesa
Yaracuy
Apure
Amazonas
Sucre
Lara
Barinas
IDH
Dtto. Capital
Miranda
Nva. Esparta
Aragua
Anzoátegui
Bolívar
Carabobo
Zulia
Lara
Falcón
Monagas
Mérida
Táchira
Cojedes
Yaracuy
Sucre
Trujillo
Portuguesa
Barinas
Guárico
Apure
Amazonas
Delta Amacuro
Foros 11 • Mayo 2005
84
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Foros 11 •Mayo 2005 • pp. 85-102 • ISSN: 1690-4885
Descentralización, empresariado y economía territorial
Mascareño
Quintana
Carlos Mascareño Quintana*
Resumen
El presente artículo aborda el tema de la relación entre los empresarios territoriales
y las políticas públicas de descentralización. En este sentido, el empresariado y
sus gremios entran en contacto con las estructuras de gobierno regional o local
para tratar de participar en el diseño de las políticas que les compete. Así, se
analizan las políticas regionales venezolanas de los años sesenta y setenta, para
desembocar en el estudio de la actual política de descentralización. Al respecto,
se hace un balance de su impacto en el espacio de la economía territorial para,
a partir de sus deficiencias, proponer un conjunto de retos a la luz de los
nuevos postulados del desarrollo territorial sistémico.
Palabras clave: Descentralización / Empresariado / Desarrollo económico
Clasificación JEL: R58
Abstract
This paper examines the relationship between territorial entrepreneurs and public
decentralization policies. Members of the business community come into contact
with regional or local government, and attempt to participate in the design of
policies that concern them. The regional Venezuelan policies of the 60’s and
70’s are analyzed as is the current decentralization policy. The impact of
decentralization policies on regional economies is examined, with the aim of
* Investigador-docente del Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes) de la Universidad
Central de Venezuela, categoría de Asociado. Doctor en Estudios del Desarrollo, Máster en
Planificación, Ingeniero Industrial. Docente de postgrado.
Correo electrónico: mascaren@cantv.net
Foros 11 • Mayo 2005
86
developing –on the basis of their shortcomings– a set of challenges in accordance
with the new postulate of systemic territorial development.
Key words: Decentralization / Business community / Economic development
JEL classification: R58
Resumo
Este artigo trata o tema da relação entre os empresários territoriais e as políticas
públicas de descentralização. Nesse sentido, o empresariado e seus grêmios
estão em contato com as estruturas do governo regional ou local tentando
participar do esboço das políticas que lhes compete. Para isso são analisadas as
políticas regionais venezuelanas dos anos sessenta e setenta a fim de poder
chegar ao estudo da atual política de descentralização. Para atingir este objetivo
foi feito um balanço de seu impacto sobre o espaço da economia territorial para
a partir de suas deficiências propor um conjunto de desafios à luz dos novos
postulados do desenvolvimento sistêmico.
Palavras chave: Descentralização / Empresariado / Desenvolvimento econômico
Classificação JEL: R58
Résumé
Cet article aborde la question des rapports entre le patronnat régional et les
politiques publiques de décentralisation. Dans ce sens, le patronnat et ses
multiples organisations entrent en contact avec les structures du gouvernement
régional ou local dans l’intention de participer à la mise au point des politiques
qui les concernent. Les politiques régionales vénézuéliennes appliquées pendant
les années soixante et soixante-dix sont analysées ici, pour passer ensuite à
l’étude de la politique actuelle de décentralisation. Un bilan est dressé pour ce
qui est de leurs effets sur l’espace de l’économie régionale, dans le but de
proposer, à partir de leurs insuffisances, un ensemble de défis à relever dans le
cadre des nouveaux postulats pour le développement territorial systémique.
Mots-clefs: Décentralisation / Patronat / Développement economique
Classification JEL: R58
Carlos Mascareño Quintana / Descentralización, empresariado...
87
Introducción
La relación entre el empresariado y las políticas públicas ha sido un tema constante
en el análisis de desarrollo económico nacional. Sin embargo, la dimensión territorial
de esta relación ocupa poco espacio en la literatura de las políticas económicas.
Este documento, elaborado a partir de una conferencia dictada en el II Seminario
de Investigaciones del BCV sobre “Desarrollo Económico Regional”, realizado en
la subsede de Maracaibo los días 22 y 23 de julio de 2004, aborda la discusión
acerca de la relación entre las políticas públicas territoriales (desconcentración,
regionalización y descentralización) y el comportamiento de las organizaciones
empresariales que hacen vida en la provincia venezolana.
Luego de la decadencia de las teorías del desarrollo regional espacialistas a principios
de los ochenta, el empresariado cifró sus esperanzas en el proceso de descentralización
iniciado a finales de esa misma década. A pesar de que dicho proceso ofrecía
incentivos para un nuevo tipo de relación, más cercana y efectiva, los resultados
son menores en comparación con las expectativas iniciales. Este trabajo advierte,
en consecuencia, sobre la necesidad de replantear las políticas territoriales hacia
el empresariado, las cuales deberán impulsar enfoques donde la innovación y el
conocimiento pertinente sean elementos centrales en la relación entre el Estado y
el empresariado.
El artículo ha sido estructurado de la siguiente manera: en primer lugar se define
la idea de empresariado territorial y su relación con los procesos de desarrollo. Un
segundo punto trabaja las políticas públicas nacionales y el empresariado.
Posteriormente, se discute sobre las políticas territoriales en el marco del desarrollo
regional venezolano para, luego, en el cuarto y quinto aparte abordar el balance
de la descentralización contemporánea en función del desempeño empresarial.
Un sexto aspecto se refiere a las bases conceptuales del desarrollo territorial
sistémico y, finalmente, se presentan algunos lineamientos sobre el futuro de la
descentralización y la economía del territorio.
El autor agradece al Banco Central de Venezuela la invitación que le fuera cursada
para participar como conferencista en el evento referido, a partir del cual fue
posible organizar las ideas de este artículo que, como se verá, son notas para una
reflexión más profunda. El tema del desarrollo territorial y el papel de los actores
económicos, insisto, es poco trabajado en el país, por no afirmar que es inexistente.
Esperamos que con las ideas acá expuestas, pueda incentivarse una futura discusión.
1. La dimensión territorial del actor empresarial
Independientemente de la estructura o forma que adopte el Estado, la actividad
económica posee una expresión territorial. En la expresión más clásica del análisis
económico siempre ha estado presente el factor “localización” para decidir dónde
88
Foros 11 • Mayo 2005
establecer una unidad económica. En ello influyen factores, tales como la existencia
de materias primas, el atractivo de un mercado, la conexión con mercados externos,
el costo de otros factores de producción, la disponibilidad de tecnologías, la
oferta de mano de obra o una combinación de todos ellos.
Esta localización de actividades económicas es realizada por individuos que
“emprenden” su promoción y ejecución. Esos individuos, en su accionar sobre un
determinado territorio, van estableciendo relaciones con otros individuos de la
economía y así se van construyendo las redes económicas que hacen crecer a una
determinada ciudad, municipio o provincia, en el marco del desarrollo nacional.
Ante el desdibujamiento de la relación de las empresas con el sitio de localización
producto de los flujos globales de capitales, surgen visiones que reivindican los
circuitos económicos, ya no sólo con el origen nacional, sino con el origen territorial
en unidades menores a la nación, es decir, recortes subnacionales que se convierten
en identidades locales. Así, es común escuchar que California es la “quinta
economía” del mundo”, o que San Francisco es una economía con un producto
similar a Hong Kong, o que la región Emilia-Romaña de Italia es una economía
desarrollada que compite con otras economías mundiales y, así, amplias alusiones
a la idea de “economías” atadas a territorios que no son estados nacionales, sino
que se identifican con grupos, colectivos o imágenes territoriales. En este marco,
los “localismos” en el análisis económico tienen raíces históricas que, como en el
caso italiano, pueden remontarse al Renacimiento (IICE, 1989). Sin embargo, en
las últimas tres décadas, ante las tensiones que la globalización genera en términos
de des-identidades, aparecen con nitidez las reivindicaciones de lo específico
económico en regiones, provincias, municipios o ciudades.
Los individuos que actúan con base en una racionalidad económica local, además
de sus intereses y visiones nacionales y globales, vamos a denominarlos, de manera
genérica, como empresarios territoriales.
Esa racionalidad local-territorial del individuo-empresario, que se encuentra en el
origen mismo de las actividades económicas, se fortalece por la vía de los gremios
económicos que tienden agrupar todas aquellas unidades productivas que buscan
canalizar sus reivindicaciones ante el Estado, a la vez que logran valor agregado al
pertenecer a un espacio propicio para los negocios y el intercambio de experiencias.
La dimensión territorial del actor empresarial se ve reforzada, pues, a través del
papel de los gremios que en diferentes sectores de la economía hacen vida en
ciudades, municipios o provincias. En Venezuela la existencia de gremios-actores
territoriales data del siglo XIX. Por ejemplo, la Cámara de Comercio de la ciudad
de Carúpano fue fundada en el año 1896. Se trata de una tradición asociativa que
impulsa a los individuos empresariales a compartir corporativamente intereses y
buscar vías de solución a problemas comunes.
Carlos Mascareño Quintana / Descentralización, empresariado...
89
En la medida en que la economía se ha diversificado, han proliferado organizaciones
empresariales en todas las entidades federales de Venezuela y en los más diversos
ámbitos de actuación. Ya no sólo se pueden registrar las más tradicionales cámaras
de Comercio, sino que es posible encontrar asociaciones de industriales, pequeños
y grandes, de turismo, de artesanía, de pescadores y, así, una gama importante de
espacios asociativos que dan cuenta de la riqueza gremial y organizativa que
define la dimensión territorial del actor empresarial.
2. El empresariado territorial y las políticas públicas nacionales
Ciertamente, la principal conexión del empresariado territorial con el Estado ha
sido a través de las políticas públicas nacionales. En la tradición del modelo
centralista asociado al Estado-nación moderno, la economía es una esfera regulada
por las políticas que generan las normas de cumplimiento general.
Podemos mencionar como las principales, por su impacto sobre las unidades
económicas, la política que rige el sistema fiscal y de hacienda pública de un país.
También es fundamental la política monetaria que incide en la circulación de la
moneda y la mayor o menor disponibilidad de la misma en manos del público. Es
crucial también para la regulación de la economía, la política financiera-crediticia
que rige las tasas de interés. Históricamente, también el Estado nacional, en el
marco del modelo de sustitución de importaciones, adelantó una política de fomento
a la producción a través de instancias de gran impacto como fue la Corporación
Venezolana de Fomento, ente creado en el año 1946 y que prolongó su vigencia
hasta los años ochenta. Ante ellas, el actor territorial poco o nada puede hacer,
toda vez que las negociaciones de los contenidos de política pertenecen al espacio
nacional. Allí, son los gremios nacionales que agrupan al colectivo empresarial,
quienes, como grupos de interés, negocian con el Estado la fijación de parámetros
alrededor de las políticas mencionadas. Desde la década de los cuarenta, ha sido
tradicional que Fedecámaras, instancia de máxima representación de los empresarios
venezolanos, ejerza la intermediación ante los gobiernos de turno. Este papel, por
razones políticas, ha disminuido en el actual gobierno, el cual trata de diversificar
la fuente de legitimidad de los empresarios nacionales y, con ello, disminuir el
poder de presión e incidencia de Fedecámaras sobre las políticas públicas.
Existe un segundo nivel de políticas nacionales que podemos denominar como
sectoriales. Éstas se originan en los despachos que rigen diferentes áreas de la
economía. Por ejemplo, el Ministerio que ejerce la regulación de la producción
agropecuaria en el país dicta normas sobre los precios de los productos, de los
insumos, sobre la importación de maquinarias y equipos, sobre las cuotas de
producción y, así, sobre una cantidad de factores que inciden en la producción,
tanto de la pequeña, mediana o gran parcela del campo. El Ministerio que regula
el comercio y la industria hace lo propio en su respectivo ámbito; también los que
90
Foros 11 • Mayo 2005
generan políticas de la construcción de infraestructura, de viviendas, los que actúan
en la comercialización de hidrocarburos o cualquier otro espacio institucional del
Estado nacional que interviene en la regulación de las actividades económicas
sectoriales.
Es a este nivel donde el empresariado territorial se conecta de manera directa o
por intermedio de sus cámaras de afiliación, con las estructuras del Estado central.
En efecto, dentro del modelo centralizado del manejo de las políticas públicas
económicas sectoriales, el empresario de provincia se acostumbró a mantener un
vínculo permanente con las instancias ubicadas en Caracas, como sede de los
poderes que concentran las principales decisiones. Era –y todavía es– común
escuchar a los dueños de empresas decir que “tienen que viajar a Caracas” para
resolver problemas de su empresa. Se trata de una conexión provincia-centro del
empresariado que transita por las vías de la burocracia de las estructuras del
gobierno central. Es una tradición consolidada a lo largo del siglo XX, acentuada
a partir de los años cuarenta, cuando el Estado interviene de manera abierta en la
regulación de la economía.
Esta tendencia se trató de atenuar en los años sesenta y setenta con las políticas de
regionalización del Estado. Por su importancia en la estructuración de un nuevo
eje empresariado territorial-Estado, este tema se analiza a continuación.
3. Políticas regionales y economía territorial: auge y caída
Desde la aparición de las teorías regionales en los años cincuenta y, particularmente
desde su auge en los sesenta, el Estado desplegó políticas públicas que incorporaron
la dimensión territorial en el ámbito de la economía. Tales políticas se inscribieron
en las prescripciones de la creación de polos de desarrollo y el aprovechamiento
de economías de escala regional.
Así, en Venezuela es posible encontrar importantes iniciativas que apuntaron en
esa dirección. La actuación pionera fue la creación de la Corporación Venezolana
de Guayana (CVG), en los años cincuenta, institución llamada a promover y
ejecutar proyectos para el desarrollo de la región Guayana del país. Por supuesto,
esta corporación se inscribía en una visión de proyecto nacional.
En los años sesenta se crearon corporaciones y entes regionales de desarrollo
que, como Fudeco, Conzuplan y Corpoandes, fueron destinadas a impulsar o
incidir en el diseño, negociación y ejecución de políticas públicas en el ámbito
regional. Esta iniciativa fue formalizada como estrategia nacional a partir de 1969,
cuando el entonces presidente de la República, Rafael Caldera, decretó la creación
de las regiones administrativas venezolanas. En adelante, se fundaron corporaciones
de desarrollo en todas las regiones del país en el marco de una política territorial
delineada por el Estado nacional.
Carlos Mascareño Quintana / Descentralización, empresariado...
91
La política regional de los sesenta y setenta acompañó a otras medidas de
desconcentración de actividades industriales y económicas que apuntaban, de
acuerdo con su filosofía, a la disminución del crecimiento y concentración en el
área metropolitana de Caracas; consecuentemente, se generaron incentivos para
la re-localización de empresas en zonas como Barquisimeto, San Cristóbal-La Fría,
Barcelona-Puerto La Cruz o Ciudad Bolívar-Puerto Ordaz. Los incentivos se
acompañaron, además, de la oferta de créditos y facilidades impositivas, de la
creación de parques industriales en la provincia y el establecimiento de oficinas
desconcentradas de ministerios o institutos autónomos vinculados con la economía.
Es importante recordar la creación de Corpoindustria, cuya sede principal se
instaló en la ciudad de Maracay, con oficinas desconcentradas en todas las capitales
del país. También cabe mencionar en esta apretada síntesis, la materialización
territorial del Estado-empresario. Además del caso emblemático de las empresas
de Guayana, las corporaciones crearon empresas en la provincia, a la vez que los
entes centrales instalaban empresas en los puertos, en los parques industriales o
en las zonas agrarias. Recordemos los casos del Puerto Libre de Margarita, las
empresas de frío en los puertos o los módulos de Apure para tener un buen
ejemplo de aquella política de localización-promoción territorial de actividades
económicas.
La política económica territorial del Estado venezolano continuó siendo altamente
centralizada. Todas las instituciones creadas dependían de algún despacho nacional,
de hecho, las corporaciones de desarrollo dependían de la Secretaría de la
Presidencia de la República, desde donde salían los nombramientos de sus
presidentes. Sin embargo, en esta etapa se dieron pasos importantes en la
vinculación del empresariado con el Estado en cada uno de los territorios o
regiones. Las cámaras negociaron de manera directa con las corporaciones su
participación en los proyectos locales, en las compras que haría el Estado a nivel
provincial y, además, dentro del esquema corporativo vigente para ese momento,
los empresarios locales formaron parte de las juntas directivas de las empresas
públicas, de las corporaciones de desarrollo y hasta de entes nacionales como
Corpoindustria.
La política regional concebida en los términos antes expuestos, tuvo oxígeno
hasta principios de los años ochenta. Varios factores incidieron en ello: por una
parte, los resultados del esquema mismo se venían poniendo en entredicho, toda
vez que las negociaciones continuaban siendo altamente centralizadas y la sociedad
territorial poco sentía el impacto de la política pública. En segundo término, la
transición desde el modelo fordista centralizado de producción mundial hacia
una manera flexible-descentralizada de concebir el proceso productivo, impuso,
progresivamente, formas de pensamiento que colocaban en entredicho la
centralización como modelo. Por otro lado, el desarrollo de los grupos de provincia
en Venezuela hizo que éstos pugnaran por reivindicaciones que no se lograban
92
Foros 11 • Mayo 2005
en el esquema regional centralizado, con lo cual éste perdió bases de legitimidad
(Mascareño, 2003a). Y, en cuarto término, los planificadores e investigadores del
tema comenzaron a mirar hacia visiones político-institucionales que explicaran el
fracaso de las políticas espacialistas (Barrios, 1984). Allí emergió la descentralización
del Estado como la fórmula que sería adoptada, en general a nivel mundial y en
particular en toda América Latina, como nuevo modelo de territorialización de las
políticas públicas del Estado.
El desmontaje de las políticas regionales hacia 1984 fue creando un vacío en las
articulaciones que se pudieron tejer en las décadas anteriores. Las corporaciones
entraron en decadencia, a la vez que se debilitaron los mecanismos fomentistas
como Corpoindustria. En esto incidió, sin lugar a dudas, la crisis económica
venezolana iniciada de manera visible con la devaluación del bolívar el Viernes
Negro de febrero de 1983. Ese vacío reforzó, nuevamente, la profunda
dependencia del empresariado territorial respecto a los mecanismos del poder
central. Los proyectos locales se debilitaron y hasta desaparecieron, los sistemas
de información territorial entraron en obsolescencia y, en fin, los resortes existentes
entre los gremios y empresas del territorio y las oficinas desconcentradas del
Estado se vencieron.
Se requería una nueva política para replantear las relaciones entre el empresario
y, en general, la sociedad territorial, con el Estado. Se aprobó, en ese contexto, la
descentralización venezolana a partir de 1989.
4. La descentralización como reivindicación y política pública. Elementos
vinculados a la economía territorial
La reivindicación de las élites de provincia y el reclamo por una mayor
democratización, estuvo en la base del diseño de la descentralización como política
pública. La pugna por un mayor acercamiento del Estado a las sociedades
provinciales era una vieja aspiración en Venezuela, prevista, además, en la
Constitución de 1961, a pesar de su espíritu centralizador. La reforma del Estado
se convirtió, desde comienzos de los años ochenta, en la nueva consigna que
marcaría el ritmo de las negociaciones político-institucionales en América Latina.
Dentro de esa reforma, la descentralización aparecía como uno de los medios
más expeditos para impulsarla, sobre todo porque representaba una política pública
con la cual todos los actores, en principio, estaban de acuerdo.
La proliferación y circulación de las ideas sobre descentralización, muchas de
ellas provenientes de importantes centros académicos, así como de entes
multilaterales, construyó una atmósfera favorable. En Venezuela la Comisión
Presidencial para la Reforma del Estado (Copre), institución creada en 1984, se
constituyó en el escenario idóneo para el debate sobre la descentralización. De
Carlos Mascareño Quintana / Descentralización, empresariado...
93
allí surgieron las propuestas para la elección de los gobernadores, la creación de
la figura del alcalde y su elección y la propuesta de ley para la transferencia de
competencias hacia las entidades federales. De esta manera, el arreglo institucional
de la política se sostuvo sobre tres ejes: a) un cambio político a través de la
elección de funcionarios territoriales, b) un cambio fiscal que contemplaba nuevas
transferencias a estados y municipios, y c) cambios organizativo-burocráticos, a
partir de la transferencia de competencias y servicios a estados y municipios. En
este marco se esperaría una mejor y mayor relación de la sociedad local con el
Estado, sobre todo por la mayor cercanía que existiría entre los gobernantes con
los gobernados.
En la esfera de la economía, la descentralización se traducía en la transferencia
potencial de un conjunto de competencias hacia las entidades federales, además
de la reafirmación de competencias municipales en este ámbito. Una relación
rápida del esquema probado es el siguiente (Mascareño, 2003b):
• Competencias estadales en el campo de la economía (según la Ley Orgánica de
Descentralización): a) planificación del desarrollo, b) servicios de empleo, c)
promoción de la agricultura, la industria y el comercio, d) formación de recursos humanos, e) explotación de minerales no metálicos, f) impuestos al consumo, g) servicios portuarios, aeroportuarios y vialidad, h) creación de infraestructura productiva e i) investigación científica.
• Competencias municipales: a) regulación del comercio, b) abastecimiento de
productos, c) promoción de ferias, d) asistencia a la producción, e) industrialización y comercialización de productos locales, f) impuestos a las ganancias
empresariales.
Formalmente, la descentralización ofrecía un conjunto apreciable de incentivos a
los efectos de relacionar al empresariado territorial con el Estado descentralizado.
Las competencias, tanto por la vía promotora como por la de regulación,
establecerían un esquema que obligaría a una relación intensa y permanente
entre ambos actores.
Los empresarios, en consecuencia, habiendo comprendido a finales de los ochenta
el cambio que se venía en materia de Estado descentralizado, introdujeron adaptaciones
a la nueva lógica de política pública territorial. Así, en 1988, Fedecámaras creó los
Consejos Estadales de Coordinación Empresarial, conformados por los organismos
económicos privados en cada entidad federal. La naturaleza de estos consejos los
convertía en punto de encuentro de las organizaciones privadas en cada provincia,
rompiéndose con el esquema anterior de consejos al nivel de las regiones
administrativas. Al decir del organismo cúpula, “estas estructuras adquirirían
particular importancia en vista de los cambios que habrán de producirse en la
administración pública estadal con la elección de gobernadores. En ese sentido,
el movimiento empresarial se ha anticipado a estos cambios y los Consejos de
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Foros 11 • Mayo 2005
Coordinación desempeñarán un papel de primer orden dentro de cada entidad
y darán una mayor poder de influencia a la base empresarial” (Fedecámaras,
1988).
La descentralización se constituía, de esta forma, en una atmósfera institucional
para indagar en nuevas formas de relaciones entre el empresariado territorial y el
Estado venezolano. Cómo funcionó dicha relación y cuáles han sido sus principales
logros y limitaciones, será el tema del próximo capítulo.
5. Balance de las políticas económicas descentralizadas
A. Logros en las entidades federales
Ciertamente, en varias entidades federales del país se iniciaron acciones vinculadas
a las competencias económicas. Las más importantes se analizan a continuación
(Mascareño, 2000).
En primer lugar, gobernaciones como las de Monagas, Lara, Cojedes, Apure, Zulia
o Sucre desarrollaron estrategias de promoción de inversiones. Una de las más
sostenidas fue la del estado Monagas, entidad en la cual se institucionalizó el
programa Monagas-Siglo XXI, cuyo objetivo central era la captación de inversiones
a lo largo de la década de los noventa, asociadas al crecimiento petrolero de la
zona. En el estado Lara fue creada ProInlara, organización mixta gobierno-sector
privado que se encargó de realizar los estudios de encadenamientos económicos
y diseñar estrategias sectoriales para la captura de nuevos negocios. En el estado
Sucre se efectuaron ruedas de negocios promovidas por InproSucre. En general,
la promoción de inversiones surtió un efecto moderado en entidades como Monagas
y Lara. Esta estrategia estuvo severamente limitada por la profundización de la
crisis económica en los noventa y, en el caso de Monagas, por la disminución de
la intensidad de las inversiones petroleras.
Una segunda actuación de los estados en materia económica es posible registrarla
asociada a las competencias exclusivas. Servicios como los puertos, los aeropuertos
y la vialidad fueron concesionados a empresas privadas. Las mismas asumieron la
administración del servicio o una parte de él. Los casos más emblemáticos han
sido el puerto de Puerto Cabello, en el cual la Gobernación sólo se quedó con la
rectoría del Puerto, obteniéndose importantes incrementos en la productividad y
calidad del servicio.
Una tercera línea de gestión en la economía ha sido la creación de diversos
fondos de financiamiento a la pequeña y mediana empresa industrial, a los
productores agropecuarios o a las actividades turísticas. Los mismos han sido
institucionalizados en casi todas las entidades federales del país, dependiendo de
la vocación de la zona. En Mérida, por ejemplo, la Corporación de Turismo
Carlos Mascareño Quintana / Descentralización, empresariado...
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promueve programas de financiamiento a las empresas locales; en Lara, la
Fundación de la Pequeña y Mediana Industria presta asistencia técnica y otorga
financiamiento al sector; en Sucre, el Fondo de Desarrollo Agropecuario mantiene
carteras crediticias en cultivos prioritarios como el cacao, así como apoya las
actividades de la pesca artesanal. En general, es una estrategia presente en los
estados del país, que responde al mandato de las competencias atribuidas.
También conviene mencionar la proliferación de unidades de gestión relacionadas
con el hecho económico. Éstas eran inexistentes antes de la descentralización. En
adelante, existen los fondos de financiamiento antes mencionados, direcciones de
turismo, de industria, de minerales no metálicos, de desarrollo agrícola y, en
algunos casos, se instituyeron las secretarías de Desarrollo Económico, cuyo director
es miembro del gabinete estadal, como en el caso del estado Carabobo. En este
último se ejerce la facilitación de las políticas económicas locales, más que fomentar
las actividades por la vía del financiamiento.
Finalmente, debe mencionarse la incursión de las entidades federales en el campo
de la ciencia y la tecnología. A partir de la existencia de los Fundacite, instancia
desconcentrada del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conicit), se
establecieron, progresivamente, convenios de cogestión con las gobernaciones a
los efectos de traspasar la administración de estos entes a los estados. Así, los
Fundacite son manejados por las gobernaciones y reciben financiamiento local
para las actividades de promoción en esta materia.
B. Limitaciones
A pesar de los esfuerzos de las entidades federales para vincularse al espacio
económico, es conveniente registrar un conjunto de limitaciones que introducen
factores de ineficacia al esfuerzo en cuestión.
En primer término, la estructura institucional implantada es deficiente. Los conceptos
en materia de desarrollo territorial y la formación del recurso humano se encuentran
anclados, en la mayoría de los casos, en visiones fomentistas propias del modelo
fordista de sustitución de importaciones de los años sesenta y setenta. Esta manera
de actuar conlleva la presencia de políticas clientelares en el otorgamiento del
financiamiento, con el riesgo de morosidad de la cartera crediticia.
Una segunda restricción puede registrarse en la debilidad de la innovación e
investigación en el campo de la economía. Son limitados los estudios emprendidos
para comprender con mayor profundidad y actualidad el desempeño económico
territorial. La mayoría se orienta hacia el inventario de recursos y sus usos
potenciales, orientación muy asociada a las concepciones espacialistas del desarrollo
regional. Poco se indaga sobre los encadenamientos económicos, la presencia de
la innovación, las conexiones globales y las posibilidades de localización de
inversiones con valor agregado desde la perspectiva del conocimiento.
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Foros 11 • Mayo 2005
En este sentido, y como tercera restricción, las gobernaciones poco han incursionado
en la competencia de la formación del recurso humano y en las políticas de
empleo. Ciertamente, es posible encontrar programas de formación gerenciales,
de pequeña y mediana empresa o referidos a asuntos administrativos, sin embargo,
existen temas emergentes en materia de políticas públicas, de estructuración de
redes, de generación de condiciones para la innovación, que no forman parte de
la agenda de las gobernaciones.
La quinta restricción en la gestión económica es, quizá, un resumen de las anteriores:
se evidencia, salvo excepciones puntuales, un clima de desconfianza/lejanía entre
el empresariado local y las estructuras de gobierno. No ha sido posible fraguar un
proyecto económico prolongado, de largo alcance, entre empresarios territoriales
y los gobiernos estadales. Si bien algunos empresarios llegan a formar parte de las
juntas directivas de instancias descentralizadas, la relación queda constreñida por
la relación fomentista-burocrática que el mismo concepto impone. No han emergido
programas de innovación con la activa presencia del empresariado, excepción
hecha del proyecto de Zona Franca Tecnológica de Mérida. Esta restricción es
crítica, toda vez que sin la cooperación empresariado-gobierno, el proceso de
crecimiento económico se ve limitado al esfuerzo individual, a la dispersión de
los programas de fomento.
C. El papel del municipio en la economía
El empresario local tiene que vincularse de manera obligatoria con el municipio
por razones de regulación. Es esta instancia la que posee competencias que generan
políticas públicas generales para las empresas localizadas en su territorio. El principal
ejemplo es la determinación y cobro del impuesto a las ganancias empresariales,
mejor conocido como patente de industria y comercio. Esta patente es negociada,
frecuentemente, con los gremios empresariales locales, específicamente con las
cámaras de Comercio, lo que determina una interacción entre los dos espacios
institucionales. También en otras épocas, anteriores a la descentralización, los
municipios promovieron la creación de parques industriales, los cuales, todavía,
se encuentran bajo la administración local. Otro tipo de regulación es la de transporte
local o la referida al mercadeo o a la ordenación urbana de las actividades
económicas. Como se ve, el municipio posee actuaciones de regulación importantes
sobre el desempeño económico (Mascareño, 2000).
Este nivel de gobierno pudiera liderar importantes cambios en la gestión económica,
tanto por el mandato de la ley como por su cercanía con los empresarios. Sin
embargo, lamentablemente, el municipio venezolano no cuenta con el instrumental
de gestión necesario para incursionar en proyectos innovadores que superen los
limitados resultados en el campo del fomento vía zonas industriales o regulatorias,
vía excepción de impuestos. Se trata de una dificultad estructural. Las visiones
que predominan en la gestión de la economía local continúan siendo las de
Carlos Mascareño Quintana / Descentralización, empresariado...
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fomento y promoción y no las de innovación y generación de conocimiento
pertinente para el desarrollo. No es fácil encontrar en las alcaldías estructuras
orientadas a la gestión económica y las que existen se restringen a actuar en el
marco del modelo antes señalado.
En definitiva, las competencias que en materia económica han sido asignadas a
estados y municipios en Venezuela, mantienen el perfil de la gestión económica
que caracterizó la política fomentista asociada al modelo de sustitución de
importaciones, es decir, la creación de condiciones desde el Estado para promover
la localización de actividades. Este tipo de política pública, como se verá más
adelante, acusó sus limitaciones hace más de dos décadas, dando paso a nuevos
esquemas de gestión que respondían a la emergencia de la sociedad del
conocimiento y al modelo posfordista descentralizado y flexible de producción a
nivel mundial. Por ello, las estructuras institucionales creadas en gobernaciones y
alcaldías si bien intentan promover el desarrollo económico, no logran trascender
sus propias limitaciones. Por ello es conveniente indagar acerca de los nuevos
parámetros de la gestión territorial en el campo de la economía. Este tema se
aborda a continuación.
6. Desarrollo territorial sistémico
Para comprender las limitaciones de la descentralización respecto a las
exigencias del desarrollo económico y, en particular, a la relación de los
gobiernos con el empresariado territorial, es importante incorporar algunas
notas referidas al tema del desarrollo territorial, entendido en términos
sistémicos. La reflexión que sigue es una apretada síntesis de ideas postuladas
por varios autores del desarrollo territorial contemporáneo (Boisier, 1999;
Vázquez Barquero, 1999; Alburquerque, 2000).
La primera idea que deberá tenerse presente es que el desarrollo económico en el
territorio pasa a ser un acto deliberado, consciente, en el cual los actores acuerdan
un diseño de cambio estructural en la base productiva de un territorio determinado.
No se trata, en consecuencia, de seguir manejando políticas de fomento atadas al
modelo fordista ya superado. La nueva idea se vincula con la impostergable
necesidad de variar radicalmente la manera como el Estado se aproxima al hecho
económico-territorial, manera a partir de la cual se generan ambientes de
desconfianza hacia los actores productivos. En tal sentido, el desarrollo territorial
requiere de la creación de un tejido productivo local a través de redes de innovación.
Esta nueva interconexión de los factores de la producción necesita de una oferta
de intangibles, además de la tradicional oferta de créditos o asistencia técnica. Se
trata de nuevos servicios vinculados a la información pertinente para la toma de
decisiones en las unidades micro o en conglomerados de empresas, de la
introducción de tecnologías de punta relacionadas con los sectores que dominen
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Foros 11 • Mayo 2005
las cadenas productivas locales y de la implantación de espacios de asesoría
especializada en el tema de la gestión, la calidad y la interconexión local-global.
Introducir ese cambio radical supone, como segunda idea clave, el establecimiento
de una alianza empresariado territorial-Estado descentralizado. Si bien este tipo
de relaciones no está exenta de conflictos y diferencias, lo cual es normal en la
relación entre actores con intereses particulares, es necesario construir un espacio
institucional que gire alrededor del conocimiento pertinente para el desarrollo
productivo, esto es, un espacio institucional que supere las obvias limitaciones,
tanto de las estructuras de gobernaciones y alcaldías inmersas en una lógica clientelar
inmediata y las de cámaras de Comercio, dedicadas a la gestión de las
reivindicaciones del empresariado local. Se trata, efectivamente, de diseñar y
promocionar proyectos de territorio productivos que intenten lo más posible alejarse
de los patrones que guiaron el desarrollo económico en el modelo anterior.
Si la relación entre estructuras descentralizadas (que aportan un espacio institucional)
y las respectivas de los empresarios (que aportan experiencia, conocimiento y
riesgo) se establece, los actores deberán pensar el proceso de crecimiento y cambio
estructural como una consecuencia de transferir recursos desde las actividades
tradicionales hacia las que se han determinado como modernas, en términos de
conocimiento y conexión con el mercado global, siendo ésta la tercera idea clave
en la conceptualización que aquí se asoma. Esta transferencia de recursos no sólo
será posible a través del ahorro local, también requerirá de la utilización inteligente
de economías externas relacionadas con las cadenas productivas locales. Y como
el problema no sólo es de recursos tangibles, el proyecto de desarrollo deberá
sustentarse en la introducción intensiva de innovación. Ésta se traduce, además
de la adopción de nuevas tecnologías para la producción, también y sobre todo
en nuevas formas de gestión de las unidades productivas de bienes o servicios. En
este sentido, el establecimiento de instancias de captura, rediseño y transferencia
de innovación es fundamental en proyectos de esta naturaleza. Acá se pone en
relieve la importancia de las universidades y centros de educación superior
regionales y locales. Ellos están llamados a formar parte de la alianza territorial.
Una cuarta idea central, que se desprende de la anterior, tiene que ver con la
creación de una oferta amplia de mano de obra cualificada, de una capacidad
empresarial que supere las visiones tradicionales y el establecimiento de una
cultura de cambio e innovación. De nuevo aparecen los espacios institucionales
como factor fundamental en la creación de intangibles como los que se mencionan.
De allí que el desarrollo territorial requiere, en consecuencia, la existencia de una
institucionalidad descentralizada que asuma el papel de regulación y de facilitación,
en consonancia con los parámetros del nuevo esquema de desarrollo. Las actuales
instituciones, ancladas en el fomentismo y la relación clientelar con el empresariado,
no están capacitadas para este tipo de cambio estructural.
Carlos Mascareño Quintana / Descentralización, empresariado...
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Finalmente, como quinta idea, es necesario reflexionar sobre el contexto general
que rodea al desarrollo territorial. Siguiendo las ideas de Sakaiya Taichi (2001),
se trata de un ambiente global en el cual las personas y las organizaciones de la
sociedad están compitiendo sobre la base del valor de conocimientos
diferenciados y diversos para ocupar espacios de trabajo que ya no responden
al esquema tayloriano o fordista de producción en masa y, en consecuencia, el
puesto de trabajo tiende a ser menos estable y más móvil que antes. Esta realidad
que se impone con la introducción de nuevas tecnologías y la ampliación del
número e intensidad de las comunicaciones entre personas y grupos, incide,
sobre todo, en el segmento joven de la población. Ellos optarán, en los próximos
tiempos, por trabajos quizá menos estables pero más competitivos, flexibles y,
sobre todo, autónomos. En tal sentido, los grupos tendrán una mayor afinidad
por intereses y problemas comunes, por comunidad temática, y menos por la
afiliación a centros fijos de trabajo. Los individuos, en ese futuro regido por el
conocimiento y la comunicación, buscarán socios por sí solos, centrados en
preferencias personales. En el medio de este cambio radical, societal, están las
tecnologías de la información (TI), las cuales le permitirán a los individuos
encontrarse entre miles para fines comunes.
El desarrollo territorial no está aislado del movimiento global de la sociedad humana,
como algunos quisieran. Inexorablemente, las actividades que podrán enfrentar
los rendimientos decrecientes serán aquellas que se inscriban en las tendencias
mundiales que enlazan a los procesos productivos, estén donde estén. Así, la
alianza territorial para el desarrollo económico, además de mirar hacia su identidad,
tendrá que hacerlo con visión universal.
7. Los retos de las políticas públicas descentralizadas
Es probable que algunos lectores pensarán que las posibilidades del desarrollo
territorial sistémico y la creación de espacios económicos innovadores no son
viables en Venezuela. Que es tal el grado de cultura clientelar y de anclaje en los
modelos desgastados de producción, que será imposible crear una cultura diferente,
productiva y de cara hacia el mundo global. Pueden tener razón. Si así fuera, los
territorios venezolanos están condenados a sobrevivir con actividades económicas
improductivas, con empleos de baja calificación y, en consecuencia, con un
bienestar colectivo limitado por las coordenadas de la baja riqueza producida.
Ahora bien, si se quisiera superar las limitantes analizadas con anterioridad, el
proceso de descentralización venezolano, en el plano de la economía, está obligado
a producir cambios sustantivos. Algunas limitaciones son las siguientes:
En primer término, las administraciones locales y estadales se encuentran obligadas
a superar las reformas introducidas en el año 1989. Es decir, ya no basta con la
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Foros 11 • Mayo 2005
garantía de las elecciones de los funcionarios, que es una reivindicación de gran
monta, ni tampoco con la transferencia de competencias y servicios. Se trata de
una nueva cultura institucional que dé el salto hacia una relación diferente con la
sociedad civil y, en el plano que se analiza, con el empresariado territorial. En tal
sentido, las estructuras burocráticas deberán tender a convertirse en espacios con
un clima innovador que genere conocimiento pertinente en estados y municipios.
Ello exige políticas públicas e incentivos para que los actores empresariales y los
actores gubernamentales giren sus intereses hacia un proyecto sostenido de
desarrollo.
Un segundo elemento presente en los cambios propuestos está referido al hecho
de que para alcanzar mayores niveles de desarrollo territorial, es inexorable superar
la idea errada de que con el gasto público descentralizado se puede alcanzar
crecimiento económico. Nada más lejano de la realidad, sobre todo en un país
que, como Venezuela, tiene décadas con tasas decrecientes de productividad. El
gasto público que se ejecuta sirve, a lo sumo, para crear una cierta cantidad de
empleos y de infraestructura pública, de manera limitada. La creación de excedentes
y, por tanto, de riquezas a distribuir, vendrá del valor agregado de la innovación
en actividades de mayor productividad.
Lo anterior conlleva una tercera política pública descentralizada. Las estructuras
públicas y privadas deben, en el marco de la alianza y del proyecto de territorio,
orientarse hacia la captura y creación “inteligente” de inversión. No se trata de
cualquier inversión, así sea que deteriore el ambiente o que someta la mano de
obra a condiciones miserables. Se trata de un tipo de inversión inscrito en patrones
de creación de riqueza territorial con responsabilidad y compromiso hacia el
entorno donde se localiza. Esta política supone el monitoreo constante de
posibilidades de inversión encadenadas a las condiciones internas y a los parámetros
del nuevo modelo de producción.
Para todo ello, en fin, los líderes públicos de las instituciones descentralizadas
están llamados a convertirse en animadores de espacios productivos, espacios
que respondan a la modernización del aparato económico local. Es un esfuerzo
de largo plazo que, con toda seguridad, supera el horizonte temporal de la gestión
de un alcalde o de un gobernador. Por ello la resistencia a cambiar de modelo, a
introducir cambios que generan incertidumbre, toda vez que en el modelo
tradicional de concebir el desarrollo económico de los territorios, estos líderes se
sienten cómodos. Sin embargo, como ya se dijera, hablar de desarrollo económico
que se sustente con altos niveles de crecimiento y productividad sólo será posible
bajo formas de gestión diferentes. Éste será el reto de la gestión descentralizada
para las próximas décadas.
Carlos Mascareño Quintana / Descentralización, empresariado...
101
Referencias bibliográficas
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Cendes, nº 4, septiembre-diciembre, pp. 167-176, Caracas.
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Madrid, Editorial Pirámide.
Foros 11 •Mayo 2005 • pp. 103-136 • ISSN: 1690-4885
El desarrollo regional y el financiamiento estatal.
Una perspectiva institucional. Caso de estudio: el estado Lara
Ponte
de Moreno
Beatriz Ponte de Moreno*
Resumen
El presente trabajo intenta ser un aporte a los esfuerzos teórico-metodológicos
que se realizan para rescatar la importancia de la dinámica regional y local en el
estudio del proceso de consolidación del Estado-nación en Venezuela desde
una perspectiva historiográfica. A partir de la resignificación del componente
geográfico-territorial, en tanto espacio particular de identificación e interacción
social, se refiere al estado Lara como realidad sociohistórica que incide en la
conformación económica, política e institucional de la región Centrooccidental,
con énfasis en la caracterización de su perfil productivo, sus potencialidades y
el aspecto financiero del proceso de descentralización. El análisis incorpora
previamente un marco conceptual que sirve de base a las consideraciones que
se entretejen a lo largo del texto, relacionado con postulados acerca de la
endogeneización, territorialización y políticas públicas de financiamiento del
desarrollo regional por un lado, y por el otro, con la evolución del Estado
venezolano como promotor del desarrollo regional.
Palabras clave: Descentralización fiscal / Regionalización / Instituciones
Clasificación JEL: R53
*Licenciada en Administración, Universidad Centrooccidental Lisandro Alvarado. Magíster en
Economía, Indiana University (USA). Profesora Titular. Investigadora en el Área de Políticas
Públicas y Desarrollo Regional, adscrita a la Coordinación de Postgrado y al Centro de
Investigaciones del Decanato de Administración y Contaduría de la UCLA. Actualmente
cursante del Programa de Doctorado en Estudios del Desarrollo (Convenio Cendes-UCLA).
Correo electrónico: bmoreno@ucla.edu.ve
Foros 11 • Mayo 2005
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Abstract
This paper attempts to make a contribution to current theoretical and
methodological efforts to give importance to regional and local dynamics in
historiographic studies of the process of consolidation of the Venezuelan State
and Nation. After redefining the geographical and territorial component as a
particular identifiable space for social interaction, it deals with the State of Lara
as a particular socio-historical reality and geographical space which affects the
economic, political and institutional structure of the Central Western Region,
with emphasis on its productive profile, potentialities and the financial aspect of
the decentralization process. The analysis includes a conceptual framework as
a basis for the conclusions about some postulates on endogenization,
territorialization and public financial policies for regional development, and
the development of the Venezuelan State as promoter of national development.
Key words: Fiscal decentralization / Regionalization / Institutions
JEL classification: R53
Resumo
Este trabalho tenta contribuir com os esforços teórico-metodológicos realizados a
fim de resgatar a importância da dinâmica regional e local do processo de
consolidação de Estado-nação na Venezuela, segundo uma perspectiva
historiográfica. A partir do novo significado do componente geográfico-territorial
como espaço particular de identificação e interação social, refere-se ao Estado
Lara como realidade sócio-histórica que incide na conformação econômica,
política e institucional da Região Centro-Ocidental, dando ênfase à caracterização
de seu perfil produtivo, suas potencialidades e o aspecto financeiro do processo
de descentralização. A análise incorpora previamente um contexto conceptual
que serve de base às considerações que se entrelaçam ao longo do texto,
relacionado com postulados sobre a parte endógena, territorial e as políticas
públicas de financiamento do desenvolvimento regional de um lado e do outro
com a evolução do Estado venezuelano como promotor do desenvolvimento
regional.
Palavras chave: Descentralização fiscal / Regionalização / Instituições
Classificação JEL: R53
Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal...
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Résumé
Ce travail cherche à contribuer aux efforts théoriques et méthodologiques
déployés dans le but de redonner son importance à la dynamique régionale et
locale, dans le cadre de l’étude du processus de renforcement de l’État-nation
au Vénézuéla, d’un point de vue historiographique. C’est à partir de la nouvelle
signification de la composante géographique-territoriale, en tant qu’espace
particulier d’identification et d’inter-action sociale, que le département de Lara
est mis en exemple comme une réalité socio-historique ayant son poids spécifique
dans la conformation économique, politique et institutionnelle de la région du
centre-ouest. L’accent est mis sur la caractérisation de sa ligne de production,
ses potentiels, et l’aspect financier du processus de décentralisation. Cette analyse
présente, au préalable, le cadre conceptuel servant de base aux considérations
qui s’entrecroisent tout au long du texte, considérations qui ont trait, d’une part,
aux postulats de l’endogènisation, la territorialisation et les politiques publiques
de financement pour le développement régional; et d’autre part, a l’évolution
de l’État vénézuélien en tant que promoteur du développement régional.
Mots-clefs: Décentralisation fiscale / Régionalisation / Institutions
Classification JEL: R53
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Foros 11 • Mayo 2005
Introducción
El posicionamiento de las regiones y de lo local como nuevos centros estratégicos
dentro del sistema capitalista mundial representa una especie de contracorriente
paradigmática del desarrollo que a partir de los años noventa comienza a debilitar
todas aquellas teorías que consideraban a lo global, a lo nacional y al gobierno
central, como los principales núcleos promotores del desarrollo. Es así como el
concepto de glocalización, entendido como la relación simbiótica que se produce
entre los espacios globales y los ámbitos regionales y locales, es considerado en la
actualidad como uno de los elementos clave y dinamizadores del proceso
productivo dentro de cualquier territorio (Amín y Thriff, 1992).
Esta resignificación y recuperación del rol protagónico del componente geográficoterritorial como espacio de especificidad e identificación social, obliga a repensar
a las regiones y, dentro de ellas, a las ciudades como actores centrales de la
dinámica socioeconómica, política y cultural, dentro de una visión estratégica
colectiva.
Desde esta perspectiva, se rescata la importancia de las dinámicas regionales y
locales dentro del proceso dialéctico de la conformación y consolidación del
Estado-nación, pudiendo abordarse el estudio de esa realidad desde una posición
metodológica representada por la historiografía regional (Urdaneta, 2000). Este
enfoque, como señala la autora, facilita el acercamiento al objeto de estudio (la
región), en tanto realidad compleja y concreta, entendida además como un proceso
histórico generado por las interacciones humanas dentro de un espacio y un
tiempo determinados, las cuales se mantienen profundamente articuladas con la
dinámica nacional e internacional.
Adicionalmente, sostenemos que dentro de las estrategias puestas en práctica
mediante las políticas públicas para acometer los planes y proyectos de desarrollo
nacional, regional y local, la dimensión financiera constituye un elemento básico
que viabiliza cualquier iniciativa. Habría que considerar, en consecuencia, no sólo
los fondos que provienen de fuentes externas de financiamiento, por ejemplo, de
la banca multilateral o del ahorro interno, sino también la disposición de fondos
públicos nacionales. En este último caso, nuestra realidad histórica ha demostrado
que la efectiva aplicación de esos fondos, así como el perfil institucional-financiero
estatal que se conformó en el país a partir de la industrialización sustentada en la
renta petrolera y, más tarde, mediante una estrategia orientada hacia una suerte
de federalismo fiscal representada por los procesos de descentralización financiera
que instrumentó el Estado venezolano desde mediados de los ochenta, constituyen,
hoy por hoy, aspectos necesarios de ser evaluados si se toma en cuenta el alto
grado de dependencia que mantiene el proceso productivo venezolano de las
fuentes estatales de financiamiento.
Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal...
107
En este ensayo se intenta, mediante un enfoque historiográfico regional, una
aproximación a la realidad sociohistórica del estado Lara, el cual, como espacio
concreto seleccionado, ha participado activamente en la dinámica sociopolítica
y económica de la región centrooccidental y del país en general. Dentro de esa
dinámica se analizarán los factores o instituciones que en el ámbito financiero
público han servido de soporte a los planes y proyectos de desarrollo de la
región larense.
El examen de la temática se realizará en un doble sentido: en primer lugar, se
refieren algunos rasgos de la evolución institucional del Estado venezolano que
se ponen en práctica desde finales de los ochenta, haciendo énfasis, en todo
caso, en el aspecto financiero de esa nueva institucionalidad y en los procesos
de reforma político-administrativa impulsados durante los últimos años. En
segundo lugar, se intenta una aproximación a la realidad larense tratando de
interpretar su evolución y conformación en función de los procesos dinámicos
de transformación social, económica y política, así como de sus especificidades
locales y los principales actores económicos y sociales, procurando definir la
densidad institucional que en el ámbito financiero estatal se fue conformando, a
la luz de las potencialidades y del perfil productivo que caracteriza a la entidad.
Esto último, por cuanto se considera constituye el sustrato por excelencia que
orienta la intervención gubernamental a través de las políticas públicas, en función
del desarrollo regional y local.
El encuadre conceptual bajo el cual se elaboran las consideraciones que constituyen
el objeto de este ensayo tiene que ver con los ejes centrales de la temática, a
saber: el desarrollo territorial y la regionalización, las instituciones y sus aspectos
financieros, y la descentralización fiscal, razón por la cual, a continuación, se
esboza una referencia breve a tales aspectos.
Referencias teóricas preliminares
Como se ha señalado, el escenario de fin de siglo está caracterizado por procesos
de fuertes impactos territoriales, entre otros, la globalización económica, financiera,
tecnológica y cultural, como dimensiones resaltantes de la era de la información.
De igual manera, se han venido conformando nuevos espacios integrados y un
creciente proceso de urbanización en las sociedades modernas. A su vez, la dinámica
de los procesos de desarrollo regional demuestra que han sido las capacidades
económicas, los recursos naturales, las potencialidades sociales, culturales, políticas
e institucionales del territorio, las que de una u otra forma permiten su articulación
a marcos de planificación y de gestión más flexibles o su aislamiento.
Dentro de ese marco referencial, el Estado como ente planificador del desarrollo
y dentro de las nuevas concepciones endogeneizadas y descentralizadas, va
configurando una nueva geografía del poder (Boisier, 1991). Del mismo modo,
108
Foros 11 • Mayo 2005
ese proceso, lejos de haber generado una redistribución espacial más armónica
de las actividades productivas, de la población y de la riqueza, ha provocado más
bien importantes desigualdades que ocasionan una suerte de re-jerarquización
del territorio, al tiempo que una profundización de los desequilibrios territoriales
en sus dimensiones: sociales, económicas, fiscales, políticas e, incluso, culturales.
Independientemente de la perspectiva de análisis que se adopte, lo importante en
todo caso es destacar una nueva realidad de espacios de actuación y la necesidad
de territorializar las estrategias de desarrollo, logrando al mismo tiempo mayores
niveles de competitividad y eficiencia para enfrentar el desafío de la globalización
(Cepal, 1992). De esta forma, las regiones dejarían de tener un horizonte prefijado
o definido centralmente para convertirse en espacios dinámicos, gestores de su
propio desarrollo. Esto último dará lugar a la necesidad de definir políticas de
desarrollo que permitan, entre otros aspectos, la conformación y el fortalecimiento
de un tejido institucional cooperativo que supere el enfoque de concebir al territorio
como el mero soporte de localización de los factores productivos, para colocar el
acento en la organización de esos espacios, sin descuidar al mismo tiempo otros
objetivos complementarios vinculados a la sustentabilidad del proceso de desarrollo
desde las perspectivas medioambiental, sociocultural (humana) y política.
Desde esta visión, la regionalización deberá consistir en la delimitación de unidades
geográficas o territoriales que posean cierta uniformidad o bien, en términos de
problemas de desarrollo (bajos niveles de ingreso, de empleo, de productividad,
analfabetismo, entre otros) o en términos de potencialidades (recursos humanos,
físicos o naturales y ubicación geográfica). Cabría entonces incorporar como
complemento necesario a esta concepción, la importancia que revisten para la
definición de una región, los factores histórico-culturales, las tradiciones sociales,
las instituciones y las capacidades empresariales, aspectos estos que confieren
identidad propia al espacio geográfico. La debida comprensión de estos elementos
facilita el análisis y la evaluación de los procesos de cambio que históricamente se
han acometido regionalmente. Adicionalmente, los procesos de reforma
administrativa o las transformaciones organizacionales instrumentadas en los estados
que han descentralizado su administración, otorgando mayores competencias y
recursos a las regiones, fortaleciendo, además, su institucionalidad, constituyen
aspectos adicionales que igualmente han ido definiendo el perfil regional y de
una u otra forma han condicionado su proceso de desarrollo.
En materia de políticas públicas de financiamiento, descentralización y desarrollo
regional se ha señalado que en el marco de la estructura político-institucional de
las regiones, al Estado le corresponde asumir la firme decisión de tomar iniciativas
orientadas a enfrentar las limitaciones y restricciones que presentan las regiones
para acometer cualquier estrategia de desarrollo, entre otras vías, mediante la
modificación y el fortalecimiento de las instituciones, en función del proyecto
Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal...
109
estratégico de desarrollo nacional (Mutone, 1997). Bajo esta concepción, en materia
de desarrollo económico y social de esos espacios, tanto la intervención como la
participación estatal a través, por ejemplo, de la política fiscal y la inversión pública,
respectivamente, deberían estar orientadas, en términos generales, hacia la
protección, el estímulo y el fortalecimiento de las iniciativas empresariales, así
como de la institucionalidad regional y local, en el marco de un bien concebido
proceso de descentralización.
En ese mismo sentido coincidimos con Arocena (1995:19) cuando señala que:
“Existe una conexión importante entre la problemática de naturaleza institucional
sobre la descentralización y la que se sitúa en el campo socioeconómico sobre el
desarrollo regional y local”. De esa forma, dicho autor sostiene que los temas
relacionados con las reformas político-administrativas de los estados nacionales y
las posibilidades de desarrollo territorial y local están íntimamente interrelacionados;
de allí que deberán ser tratados en forma articulada.
Otra vertiente del fortalecimiento institucional de las localidades que ha de brindar
el Estado en el marco de los procesos de descentralización, radica en las fuentes
de financiamiento. En este sentido, se debe hacer un esfuerzo por profundizar el
análisis alrededor de las fortalezas institucionales de carácter estatal, que en el
campo financiero poseen las regiones, de tal modo que desde una perspectiva
regional-local se pueda avanzar en lo que pudiera considerarse una definición de
las amenazas y fortalezas que representan esos condicionantes para el desarrollo
de los espacios locales, sin menoscabo, claro está, de otras fuentes de recursos
privados, nacionales e internacionales. De allí que se revalora la relación Estadoregión y la participación de los gobiernos locales en el ámbito fiscal y financiero,
cuyas acciones resultan indispensables para atenuar las llamadas “fallas del mercado”
que no logran ser resueltas por la lógica del capital; por ejemplo, las derivadas de
la existencia de monopolios, externalidades negativas, información asimétrica o
simplemente, la necesidad de acceder a algunos bienes y servicios públicos, sobre
todo, los de perfil popular, dirigidos a atender las necesidades de amplios sectores
de la población, marginados del sistema dominante. Ello representa, a nuestro
entender, un campo de estudio tantas veces mencionado, pero quizás escasamente
analizado a profundidad, sobre todo en lo que respecta al papel que han jugado
las instituciones y organizaciones públicas vinculadas al desarrollo de la pequeña
y mediana empresa, así como a los microempresarios, las cooperativas y tantas
otras formas de organización de la producción que operan en los espacios locales,
principalmente de los países atrasados.
Por otra parte, una aproximación a la descentralización fiscal pasa por considerar
que el punto de partida tradicional en la revisión de los marcos conceptuales
sobre los procesos de descentralización se encuentra en la teoría del federalismo
fiscal desarrollada en los países industrializados (Estados Unidos y Canadá, entre
110
Foros 11 • Mayo 2005
otros) con estructuras jurídicas federales. El análisis se estructura en torno a la
asignación apropiada de las funciones y el uso eficiente de los instrumentos
fiscales en los distintos niveles de gobierno: ¿Cómo organizar el sector público y
cuál nivel de administración es el que mejor cumple las funciones fiscales? ¿Cómo
estructurar la provisión de bienes y servicios públicos a la población? y ¿cómo
garantizar una mejor asignación de los recursos en la economía?, constituyen,
entre otras, algunas de las preguntas que se pretenden resolver y la referencia
ineludible comienza con la división de las funciones básicas de la hacienda pública:
estabilización, generación de fondos de financiamiento y su distribución o
asignación.
La teoría del federalismo fiscal concluye que las funciones de estabilización y
distribución, y en algunos casos la provisión de ciertos bienes públicos (los
nacionales), resultan más adecuadas que sean asumidas por el gobierno central,
mientras que los niveles subnacionales pueden responsabilizarse de la asignación
y provisión de bienes públicos locales. Se replantean de esa forma los principios
de racionalidad operativa y organizacional del Estado en la búsqueda de mayor
eficacia y eficiencia del gasto público, redefiniéndose, al mismo tiempo, las formas
de articulación político-institucional y económico-social de los gobiernos con sus
localidades, modificándose, a la vez, las competencias y responsabilidades del
Estado, los territorios y los agentes sociales en la gestión pública.
En términos generales, estas definiciones han orientado de igual modo los procesos
de descentralización fiscal en los países en desarrollo, incluso los que poseen
estructuras unitarias (Chile, p. ej.); sin embargo, su implementación definitiva se
ha encontrado con restricciones políticas importantes, habiéndose requerido
decididos esfuerzos para su instrumentación y consolidación. Una de esas
restricciones la encarna el excesivo conservadurismo que muchas veces adoptan
los gobiernos centrales frente a los intereses regionales y locales, en tanto que
descentralizar significa traspasar recursos y responsabilidades a líderes políticos
estadales y municipales o a organizaciones, cuya experiencia y competencia en
no pocas oportunidades han sido cuestionadas, con todo lo que significa perder
cierto grado de control sobre parte importante de las finanzas públicas.
Finalmente, valdría reconocer, a partir de las distintas reestructuraciones sufridas
por el Estado, que si bien algunas de ellas se han traducido en la desaparición o
disminución del ámbito de acción sobre algunas esferas, otras han venido reforzando
sus obligaciones, destacándose nuevas tareas de crucial importancia, asumiéndose
entonces que el Estado (sobre todo en el caso venezolano) no ha perdido su
tradicional poder. La reorientación de los esfuerzos gubernamentales hacia la
gestión de las políticas sociales, así como la creación de las condiciones para una
integración social al mercado ilustran, de alguna manera, esas nuevas formas de
gestión pública, acordes con la realidad globalizada del mundo actual (Ponte de
Moreno, 2003a;b).
Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal...
111
Evolución institucional del Estado venezolano como promotor del desarrollo
nacional y regional: breves referencias
Como complemento a lo anterior, conviene señalar que la descentralización en
tanto megatendencia del mundo globalizado asociada al desarrollo tecnológico
en las comunicaciones y en la información, a la redefinición de las relaciones
Estado-sociedad y a la asunción de lo local como ámbito de concreción del proceso
modernizador, comienza a manifestarse con toda su fuerza en el mundo
industrializado desde finales de los años setenta. Ello le exigía a cualquier gobernante
en la región, mayor eficiencia y eficacia del gasto público y, a la vez, una estrategia
política acertada para diluir los conflictos políticos, mantener la gobernabilidad y
permitir además la búsqueda de soluciones en el nivel local, reforzando al mismo
tiempo las relaciones del Estado con los gobiernos locales y los grupos organizados
de la sociedad civil. En este sentido, la reingeniería de las relaciones entre niveles
nacionales, regionales y locales suponía, del mismo modo, sustituir el sistema
centralizado de planificación por proyectos y planes de desarrollo local (Arocena,
1995), dentro de un contexto mundial globalizado y muy influido por los procesos
de privatización y de ajustes macroeconómicos estructurales.
Se convertía así la descentralización en la respuesta política que, paradójicamente,
representaba el cuestionamiento a un modelo intervencionista de Estado (Iranzo,
1999), pero al mismo tiempo se orientaba hacia la reducción del espacio de
acción del gobierno central, teniendo como una de las principales estrategias la
reafirmación de lo local y regional, de las identidades culturales y políticas, así
como la reivindicación de cierto grado de autonomía política, económica y
administrativa de esos espacios (Fernández, 1988).
A tal respecto, y en términos generales, las propuestas de la Copre son ilustrativas.
Se centraban en la transferencia de competencias sectoriales que incidían
directamente en el fomento de la agricultura y de la industria, el financiamiento
regional, los servicios públicos de agua, energía eléctrica, salud y educación,
infraestructura, gestión ambiental, ordenación urbana, desarrollo científicotecnológico regional y desarrollo de las zonas fronterizas. El nivel central de
gobierno debía, entonces, conservar y fortalecer sus competencias en la
planificación, elaboración y ejecución de las políticas públicas de interés general
y garantizar a los gobiernos estadales y locales los recursos financieros necesarios
para acometer los planes de desarrollo.
Muchas de esas propuestas lograron su concreción formal con la Ley Orgánica de
Descentralización, Delimitación y Transferencia de Competencias del Poder Público
(LODDT), promulgada por el Ejecutivo Nacional el 22-12-89 (Brewer Carías, 1994).
Después de casi veintinueve años de experiencia centralista bajo la Constitución
de 1961, se les asignaba a los gobernadores de estado un papel fundamental en
112
Foros 11 • Mayo 2005
relación con la planificación del desarrollo regional, así como la responsabilidad
para definir y priorizar obras de infraestructura y de servicios. En la práctica, se
traduciría en la compatibilización de los diagnósticos, objetivos, políticas y estrategias
del desarrollo estadal, con la estructura del presupuesto de cada gobernación.
Específicamente, en materia de financiamiento, la LODDT modificaría el mecanismo
del situado constitucional1 que como mecanismo de transferencia intergubernamental
había regido durante más de 40 años, previos a la descentralización, pero que
continuaba siendo una de las principales fuentes de recursos para el financiamiento
de las regiones y, como tal, condicionaba en buena medida los logros de aquélla.
Se abre un paréntesis para resaltar que las partidas provenientes del situado, para
ser aprovechadas directamente por los municipios, quedaron definidas a partir de
1974, cuando se dictó la Ley Orgánica de Coordinación del Situado. Fue la época
del creciente flujo de ingresos al fisco que se produjo debido al inusitado incremento
de los precios del crudo.2 En dicha ley se definía que el 50 por ciento del situado
debía ser invertido en las entidades federales, en coordinación con la nación y
para determinados planes de desarrollo. Allí mismo se estableció el situado
municipal, entre el 10 por ciento y el 15 por ciento del restante monto del situado
no coordinado; de ese monto, el 50 por ciento debía ser coordinado entre los
municipios y el gobierno estadal, para la realización de inversiones (Gueron,
1995). Esa ley estuvo vigente hasta 1989, cuando fue sustituida por la LODDT.
Entre las principales modificaciones que la LODDT introdujo al situado se pueden
mencionar: el aumento de la participación del situado en el presupuesto nacional
(16 por ciento de los ingresos ordinarios en 1990, incrementándose, año a año, en
1 por ciento hasta alcanzar el 20 por ciento), otorgándole, de igual modo, mayor
autonomía a los estados para su administración. Con ello, el situado dejaba de ser
un instrumento del gobierno central y pasaban a ser los ejecutivos estadales sus
gestores, sin menoscabo de la utilización de otras fuentes de recursos.
1
El situado constitucional estaba definido en la Constitución de 1961 como: “Una partida
distribuida entre los estados, el Distrito Federal y los Territorios Federales en la forma
siguiente: un 30 por ciento, por partes iguales y el otro restante 70 por ciento en proporción
a la población de cada una de las Entidades” (Art. 228), “La partida no será menor del 12,5
por ciento del total de los ingresos ordinarios en el respectivo presupuesto” (Art. 229).
2
Recuérdese asimismo en esa época la creación del Fondo de Inversiones de Venezuela
(FIV), cuya finalidad fue precisamente la canalización de ingentes recursos provenientes del
petróleo para el financiamiento de importantes obras de infraestructura.
Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal...
113
Otras fuentes de financiamiento de origen estatal que fueron definidas mediante
la LODDT para acompañar la transferencia de competencias normativas y
administrativas propiamente dichas hacia los estados y municipios, estarían
representadas por: a) Las que provengan de la recaudación por la prestación de
servicios públicos que los estados asuman. b) Los recursos provenientes de fuentes
tributarias (impuestos, tasas y contribuciones). c) Los derivados de infraestructuras
de su jurisdicción. d) Los provenientes de operaciones de crédito público y e)
Multas o sanciones pecuniarias establecidas en la legislación estadal (Brewer Carías,
1994).
Entre otros tantos instrumentos jurídicos que fueron definidos para acometer la
descentralización se debe mencionar: la Ley de Asignaciones Económicas Especiales
(LAEE), la cual tuvo como fundamento desarrollar el régimen de asignaciones
económicas derivadas de la explotación de minas e hidrocarburos en beneficio
de los estados, estableciendo un porcentaje del monto de los ingresos fiscales
recaudados durante el respectivo ejercicio presupuestario, a los cuales se les
deduciría el porcentaje correspondiente al situado. De la cantidad resultante se
destinaría un monto equivalente al 20 por ciento para el año 1998, 25 por ciento
para 1999 y 30 por ciento para el 2000 y siguientes. Del total correspondiente a los
estados por esta ley, específicamente en el renglón de hidrocarburos, el 70 por
ciento le correspondería a aquellos estados productores de petróleo y el 30 por
ciento restante para ser distribuido entre los no productores. Las áreas prioritarias
beneficiadas serían: ambiente, investigación e infraestructuras para la salud,
educación, vialidad, patrimonio cultural y agricultura.
El Fondo Intergubernamental para la Descentralización (Fides), de igual manera,
se sumaría a las instituciones creadas. Como servicio autónomo, sin personalidad
jurídica propia, pero con autonomía funcional, financiera y de gestión, fue creado
el 25 de noviembre de 1993, mediante Decreto Ley Nº 3.265 para apoyar
administrativa, técnica y financieramente el proceso de descentralización a través
de la canalización de los recursos provenientes del impuesto al valor agregado
(IVA) y otras fuentes tributarias, en atención a los requerimientos de inversión con
rentabilidad social, en los estados y municipios. El precitado Decreto Nº 3.265 fue
más tarde derogado por la Ley que crea el Fondo Intergubernamental para la
Descentralización (la Ley del Fides), sancionada por el Congreso Nacional, el 5 de
noviembre de 1996 (Gaceta Oficial Nº 5.132 de fecha 03-05-97). (Posteriormente
sería modificada esta ley, en octubre de 2000, según consta en Gaceta Oficial Nº
37.066 de fecha 30-10-00).
Los recursos financieros contemplados en esta ley provendrían de fuentes tales
como: el 15 por ciento del presupuesto anual (equivalente al monto por el IVA),
préstamos de organismos internacionales para proyectos de inversión, programas
114
Foros 11 • Mayo 2005
de cooperación técnica para el desarrollo regional y local, así como por beneficios
logrados por el Estado, mediante colocaciones.3
El fortalecimiento del sistema financiero regional, tanto público como privado,
aparece de igual modo dentro de las propuestas de reformas impulsadas por la
Copre como un elemento central, en conjunción con un esquema mixto de
financiamiento al desarrollo de acuerdo con el cual al poder nacional le
correspondería el suministro de los recursos requeridos por las localidades y, a la
vez, que cada entidad federal desarrollaría la explotación de actividades económicas
propias (Copre, 1990).
La ordenación territorial, por su parte, se planteaba como un reto para promover
un esquema distinto, más equitativo y racional, de la ocupación territorial. El auge
que habían alcanzado las principales ciudades, en términos de atracción de flujos
migratorios, representaba para el gobierno central una seria amenaza por el colapso
de los servicios públicos y suministros básicos para el sustento de importantes
sectores poblacionales que no lograban insertarse por entero dentro de un proceso
industrial con alto contenido de capital.
Con la asunción del presidente Chávez a la primera magistratura en el año 1998,
se inicia en el país un nuevo ciclo democrático, caracterizado, entre otros aspectos,
por la incorporación de nuevos actores sociales y políticos que copan la escena
con una voluntad política de alto contenido de justicia social, inclinada
fundamentalmente a brindar atención a las clases menos favorecidas y en procura
de su activa participación en el proceso de cambio que ha sido definido en el
proyecto sociopolítico y económico de la nueva Constitución.
Se pudiera asociar esta nueva etapa reformista con un esfuerzo por transformar
los sistemas de intermediación, participación y representación directa de la
ciudadanía en las decisiones públicas, de manera de redefinir las relaciones Estadosociedad, dado el severo cuestionamiento al que estaba siendo sometido el sistema
político y, de esa forma, transformar la democracia representativa en democracia
participativa, habida cuenta de lo que se consideró como la pérdida de legitimidad
de las instituciones del Estado por la falta de correspondencia entre sus acciones
y las necesidades de la población.
De igual manera, se pudiera afirmar que se intenta superar el esquema tradicional
de las reformas del Estado basado en una racionalidad económico-administrativa,
3
Estas fuentes, sin lugar a dudas, revitalizarían la autonomía financiera de origen tributario
en cada estado, aunque exigía al mismo tiempo la legitimación de ese poder mediante la
respectiva Ley de Hacienda Pública Estadal, como institución formal y fundamento de esas
transferencias; sin embargo, este valioso instrumento quedó pendiente, formando parte de
la agenda legislativa nacional para el año 2004.
Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal...
115
y más bien se aboga por el fortalecimiento de la organización popular en funciones
políticas, sociales y económicas, incluyendo la activa incorporación del sector
militar, con miras hacia una cierta universalización de la participación, posibilitando,
a la vez, las funciones del autogobierno social.
La institucionalización de la planificación local mediante la creación de instancias
de representación comunitaria en los estados y municipios constituye un buen
ejemplo de esta nueva estrategia, en el marco de la descentralización. En este
sentido, se definen los consejos Locales de Planificación y los consejos Federales
de Gobierno como organismos encargados de la planificación y coordinación de
políticas y acciones para el desarrollo de planes y proyectos de atención a las
comunidades, con lo cual se transfiere buena parte del poder nacional a los
estados y municipios. A nivel estadal, de igual manera, se crean los consejos de
Planificación y Coordinación de Políticas Públicas, presididos por cada gobernador
e integrados por los alcaldes y directores estadales de los ministerios, una
representación de los legisladores ante la Asamblea Nacional, de los consejos
legislativos, de las alcaldías y de las comunidades organizadas, incluyendo dentro
de estos últimos las etnias indígenas, donde las hubiere.
En una primera etapa, el gobierno del presidente Chávez orientó la política de
desarrollo económico y social sobre la base de tres medidas estratégicas concretas:
la creación del Fondo Único Social (FUS), el Plan Bolívar 2000 y la creación del
Banco del Pueblo Soberano; más tarde se crearía el Banco de Desarrollo de la
Mujer. Dichas acciones definían de manera clara la orientación general que tendría
su política en cuanto al fomento de la economía popular, la incorporación del
sector militar en la ejecución de los planes y proyectos sociales, y el impulso de
las microfinanzas.
El FUS, concebido como un ente público, dependiente directamente del nuevo
Ministerio de Salud y Desarrollo Social, resultante de la fusión del Ministerio de
Sanidad y Asistencia Social y el Ministerio de la Familia, tendría como objetivo:
“Concentrar en un solo ente la captación y administración de recursos para lograr
la optimización de las políticas, planes y la regulación de los programas sociales
destinados a fortalecer la salud integral, la educación y el impulso de la economía
popular competitiva” (Proyecto de Creación del FUS, p. 2). El énfasis del FUS
estuvo puesto, entonces, en la promoción y desarrollo de la microempresa y las
cooperativas, como formas de participación popular en la actividad económica y
en la capacitación para el trabajo de jóvenes y adultos, bajo los principios de
solidaridad social.
Es de hacer notar que la implementación de este fondo no obedeció a una iniciativa
propia del presidente Chávez, por cuanto estuvo enmarcada dentro de una
recomendación de los organismos multilaterales de financiamiento para enfrentar
116
Foros 11 • Mayo 2005
el flagelo de la pobreza, habiendo sido instrumentado previamente y de manera
exitosa, en otros países de Centro y Suramérica: en Bolivia, p.e., con la creación
del Fondo Social de Emergencia; en Chile con el Fondo de Solidaridad e Inversión
Social, y en República Dominicana, conocido como el Fondo de Compensación
Social (Guerra y Ponte de Moreno, 2001).
El Plan Bolívar 2000, artífice de la segunda estrategia gubernamental, fue concebido
como un curso de acción compartida entre los militares4 y la sociedad civil, con la
finalidad de atender las necesidades sociales dentro de los sectores populares.
Dicho plan estuvo dividido en tres etapas (proyectos): Proyecto País (Pro-País),
cuya población objetivo es aquella en situación de máxima pobreza y exclusión
social; Proyecto Patria (Pro-Patria), que incorporaría a los empleados públicos y a
los desempleados, en actividades de atención a la sociedad y en la organización
de las comunidades para el trabajo productivo, y Proyecto Nación (Pro-Nación),
que bajo la dirección de Cordiplan, constituía la fase durante la cual se desarrollarían
proyectos estructurales en las industrias petroquímica, del gas y agrícola, así como
el de una educación masiva.
La tercera estrategia política, referida al financiamiento de la economía popular,
ha estado representada por la creación del Banco del Pueblo Soberano, el Banco
de Desarrollo de la Mujer, así como la creación de InaPymes (Instituto Nacional
para el Desarrollo de la Pequeña y Mediana Empresa) y del Fondo para el Desarrollo
de las Microfinanzas (Fondemi). Estos organismos representan, en nuestro particular
criterio, una forma válida para el fomento y desarrollo de la economía local, así
como para la articulación de lo social con lo económico, sobre todo en una etapa
inicial, contrarrestando un poco la tradicional política de dádivas por parte del
Estado y, al mismo tiempo, rescatando en forma rápida y mediante el trabajo
aquellos grupos sociales excluidos de la actividad productiva.
Esto lo decimos por cuanto el fomento de la economía popular, a través de la
instrumentación de los llamados créditos mancomunados5 (en el caso del Banco
del Pueblo y el Banco de la Mujer), así como de otras organizaciones orientadas
4
La activa incorporación del estamento militar a la acción social de gobierno, es bueno
advertir, no constituye en América Latina en los actuales momentos un caso aislado. La
experiencia de México, por ejemplo, es también ilustrativa de esa tendencia dentro de la
institución castrense, incorporándola en las actividades de atención social en las comunidades
(Guerra y Ponte de Moreno, 2001).
5
Es de hacer notar que esa modalidad de crédito mancomunado se había puesto en marcha
a través de BanGente, entidad financiera que nace a raíz de los programas de la Fundación
Mendoza, y el Cesap, los cuales se unieron al Banco Caribe para crear el nuevo banco. Esta
experiencia está respaldada por el Banco Interamericano de Desarrollo (Guerra y Ponte de
Moreno, 2001).
Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal...
117
al fortalecimiento de la actividad productiva en pequeña escala (InaPymes y
Fondemi), constituyen algunas de las estrategias para enfrentar la pobreza en las
diferentes regiones con la incorporación de las organizaciones de base y la
generación de empleos por la vía de las microempresas y de las cooperativas,
dentro de los segmentos de la población con menos recursos.
Debemos, sin embargo, tener presente con relación a este aspecto, un comentario
crítico que formula el PNUD (2000), con relación a las políticas gubernamentales
para el enfrentamiento a la pobreza cuando se ponen en práctica estrategias
sectoriales de manera aislada. El problema radica, en su criterio, en abordar el
problema de la pobreza a través de intervenciones gubernamentales, dirigidas a
grupos específicos mediante el otorgamiento de microcréditos, o a través de servicios
sociales básicos, al concebir a la pobreza sólo como una situación de carencia de
recursos materiales y monetarios y no como un problema multidimensional que
requiere, en todo caso, emprender programas multisectoriales, articulados a las
políticas públicas. En ese sentido, el concepto de governance deberá ser entendido
en su justa dimensión, orientado hacia la construcción de una verdadera
institucionalidad, que logre una vital articulación entre crecimiento económico y
reducción de la pobreza, por una parte, y por la otra, el fortalecimiento de la
participación de todos los estratos sociales en la definición y el seguimiento de las
políticas públicas, hacia el logro de una equitativa distribución del poder político
(empowerment).
Las leyes habilitantes o la implosión político-institucional
Se puede afirmar que luego de la aprobación de la nueva Constitución en 1999, el
año 2001 ha representado para la historia política de Venezuela, quizás la época
de mayor significación institucional en materia legal. Es el año en el cual se
promulga el mayor número de leyes y decretos-leyes (49 en total), en el marco de
la Ley Habilitante, para construir las bases institucionales-formales del modelo
socioeconómico y político de la nueva república, definido en el nuevo texto
constitucional y proveer a las regiones del marco jurídico apropiado para el impulso
y el fortalecimiento de sus estrategias de desarrollo.
A partir de ese momento se inicia en Venezuela una nueva etapa política signada
por una extrema conflictividad entre el gobierno y algunos de principales actores
políticos, sociales, económicos y sindicales, que veían peligrar sus más caros
intereses con la promulgación de unas leyes, que en opinión de los máximos
representantes de Fedecámaras, la CTV, Pdvsa, los medios de comunicación y los
principales partidos políticos de oposición e, incluso, el Clero, atentaban contra la
propiedad privada, el libre ejercicio del comercio y las garantías económicas,
previstas y sancionadas en la nueva Constitución.
118
Foros 11 • Mayo 2005
Desde una perspectiva institucional, buena parte de esa legislación fue concebida
para brindar soporte a la estrategia social de enfrentamiento a la pobreza y a la
estrategia económico-financiera y territorial, de cara a las desigualdades regionales,
dentro de un espectro de instituciones socioeconómicas formales, vinculadas
principalmente a los sectores agrícola (la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario y la
Ley de Crédito para el Sector Agrícola), pesquero-artesanal (Ley Orgánica de
Espacios Acuáticos e Insulares), de la pequeña y mediana industria y de las
cooperativas (Ley para la Promoción y Desarrollo de la Pequeña y Mediana Industria
y Decreto-Ley de Asociaciones Cooperativas) y microfinanciero (Decreto-Ley de
Creación, Estímulo y Promoción del Sistema Microfinanciero).
De igual manera, se promulgó mediante decreto con rango y fuerza de ley, la
transformación del Fondo de Inversiones de Venezuela en Banco de Desarrollo
Económico y Social (Bandes), así como la Ley de Zonas Especiales de Desarrollo
Sustentable (LZEDS).
Evidentemente, se trataba de dotar a la política social, económica y territorial de
un marco legal consistente, quizás, con lo que se ha denominado la Política
Orgánica de Estado para el Desarrollo Social y el Sistema Nacional de Promoción
y Apoyo a la Economía Popular, el cual debería estar integrado, a su vez, con
cuatro grandes programas: Apoyo Financiero, Comercialización, Capacitación y
Organización (Barrantes, 1997).
El desarrollo regional: visión estratégica del actual gobierno
(El Plan Nacional de Desarrollo Regional 2001-2007)
Específicamente en lo que respecta a la visión del desarrollo económico y social
del país, se puede afirmar que el actual gobierno la vincula íntimamente a su
dimensión territorial y con una clara concepción del espacio social como marco
de referencia de toda actividad productiva en el que confluyen las tradiciones, la
cultura y los valores, vale decir, la historia regional.
Esta visión integral del desarrollo se plasma en Plan Nacional de Desarrollo Regional
2001-2007, elaborado desde el Ministerio de Planificación y Desarrollo, antiguo
Cordiplan, teniendo como antecedentes programáticos las propuestas contenidas
en: el Programa de Gobierno (1998) presentado por el presidente Chávez en su
campaña electoral; el Programa Económico de Transición (1999-2000) y el Programa
Económico Nacional (2000), destacándose como idea fuerza una política de
planificación y desarrollo territorial a través de una estrategia de descentralización
desconcentrada. Dicha estrategia, se espera, logre definir un modelo territorial en
el cual se preserve el medio ambiente, se facilite un proceso de transformación
productiva con equidad y, a la vez, se logren superar los desequilibrios espaciales
resultantes del efecto concentrador en lo territorial del modelo de industrialización
Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal...
119
sustentado en la renta petrolera y de las políticas públicas instrumentadas durante
décadas, a la luz de los programas de ajuste macroeconómico de los años noventa.
Se plantea en todo caso, como objetivo principal, alcanzar una mejor distribución
territorial del ingreso sobre la base de las potencialidades de las regiones (desarrollo
endógeno) y mediante un modelo de desarrollo sustentable.
Este Plan Nacional de Desarrollo Regional 2001-2007 (PNDR) está concebido, de
igual manera, sobre la división geográfica del país en regiones (regiones-plan)
que se agruparon fundamentalmente sobre la nueva estrategia de desarrollo
territorial, modificando en cierto modo la división territorial vigente hasta los años
ochenta. De esa forma, las regiones-plan quedaron definidas así: Central, CentroOccidental, Los Llanos, Oriental y Guayana.
Un aspecto importante para el fortalecimiento de dichas regiones es la propuesta
de reactivación de los organismos regionales de desarrollo (ORD) para: “Orientar
la actividad de planificación en aquellos ámbitos que sobrepasan las competencias
de los gobiernos estadales y locales, a objeto de coordinar y compatibilizar los
requerimientos de los diferentes estados y municipios con los de la Nación” (PNDR,
2001-2007:10). En este sentido, los ORD adquieren un carácter más dinámico,
cuyas competencias incluyen: a) Planificación y promoción del desarrollo regional;
b) Investigación, evaluación y seguimiento sobre las potencialidades y
oportunidades de las regiones, así como la elaboración de estudios y formulación
de planes y proyectos regionales de desarrollo; c) Capacitación, asesoría y asistencia
técnica de funcionarios públicos adscritos a las alcaldías y gobernaciones, y d)
Coordinación de entes ejecutores y comunidades para el logro de objetivos
comunes, en función del Plan Nacional de Desarrollo.
Adicionalmente, en el orden territorial y sobre la base de las condiciones geográficas,
económicas, culturales y ambientales existentes en el país, la estrategia del plan
(PNDR, 2001-2007:9) se apoya en los siguientes elementos: 1) Fachadas de
integración (amazónica, andina y caribeña), cuyo objetivo estratégico es favorecer,
tanto el desarrollo de las regiones fronterizas como la comunicación con los
países vecinos, a través de los grandes ejes fluviales y del transporte ferroviario,
terrestre, aéreo y marítimo; 2) Ejes de desconcentración (occidental, OrinocoApure y oriental) que conforman las regiones-programa seleccionadas para
potenciar el desarrollo y la desconcentración territorial por medio de la dotación
de infraestructura y mejoramiento de los servicios públicos en los centros poblados
a lo largo de cada uno de los ejes, de manera de propiciar la inversión privada y
3) Dinámica regional, privilegiando las actividades productivas de acuerdo con
las potencialidades y la vocación de cada región (pequeña y mediana industria,
petróleo, agricultura, turismo, minería, servicios, entre otros).
120
Foros 11 • Mayo 2005
La región Centro-Occidental en el marco del Plan Nacional de Desarrollo
Regional 2001-2007
Integrada por los estados Cojedes, Falcón, Lara, Portuguesa y Yaracuy, cuenta con
71 municipios, abarca el 8,9 por ciento de la superficie nacional (81.700 km2), y
una población para el año 1998 de 3.783.699 habitantes, lo que representa el 16,3
por ciento de la población nacional (MPD, 2000).
En términos generales, la actividad productiva de la región se caracteriza,
principalmente, por las pequeñas y medianas industrias que, según datos de la
OCEI (2000), generaban alrededor del 12 por ciento del empleo industrial nacional.
La gran industria está representada, fundamentalmente, por las refinerías de Amuay
y Punta Cardón en el estado Falcón, así como las zonas industriales de Barquisimeto
y la zona franca industrial, comercial y de servicios de Paraguaná. Los centrales
azucareros representan asimismo un importante potencial industrial en la región.
Sus reservas forestales, mineras y pesqueras constituyen, de igual modo, fuentes
de riqueza y de generación de empleos con la explotación maderera (pulpa de
papel) y la plantación, la producción de minerales no metálicos, el turismo de
playa y el turismo ecológico, así como la producción y comercialización de
productos del mar, respectivamente.
El sector comercio se ve reforzado principalmente por el Mercado Mayorista de
Barquisimeto (Mercabar), considerado como uno de los mayores centros de acopio
y distribución de alimentos en América Latina (MPD, 2000).
Al lado de sus potencialidades, la región Centro-Occidental presenta fuertes
desequilibrios. En lo social, las condiciones de pobreza y pobreza extrema se
ubicaban al final de la década de los noventa, en alrededor del 57 por ciento en
promedio, muy por encima del promedio nacional (45 por ciento). Por su parte,
y según datos de la OCEI (2000), la evolución del índice de desarrollo humano
(IDH) calculado para todos los estados que conforman la región, muestra un
constante descenso durante esos mismos años, colocándose en 1998 en 0,6500,
por debajo del índice nacional (0,6892). La tasa de mortalidad infantil en la región
(25 x 1000), de igual modo, se ubicaba en un promedio superior al nacional
(20,45 x 1.000) a finales de la década (OCEI, 2000). El nivel educativo, así mismo,
presenta resultados poco alentadores si se toma en cuenta que 7 de cada 10
personas ocupadas poseen un nivel de enseñanza básica inferior al 6º grado
(OCEI, 2000).
En lo económico, el índice de desempleo presentó un promedio de 20 por ciento,
superior al nacional que se ubicó en 15 por ciento, para esos mismos años (OCEI,
1999). Como complemento, la región Centro-Occidental presenta una tendencia
importadora y la situación de escaso desarrollo económico la convierte en una
zona débil, desde la perspectiva de su contribución a la generación del PIB.
Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal...
121
El desarrollo regional-local. Un caso: el estado Lara
El estado Lara, al igual que las demás entidades federales de Venezuela, no escapa
a los desafíos que representan las transformaciones que han venido experimentando
las relaciones de intercambio mundial. Sin ser una entidad petrolera, representa
en la región Centro-Occidental un espacio sociohistórico que cuenta con inmensas
potencialidades para enfrentar los retos del desarrollo, dentro de una sociedad
globalizada y competitiva.
Con una superficie de 19.800 km2, que representa el 2,28 por ciento del territorio
nacional, políticamente conformado por nueve (9) municipios y cincuenta y tres
(53) parroquias y con una población para el año 2000 (según la proyección del
censo de 1990), de alrededor de 1,6 millones de habitantes, posee un importante
potencial para el desarrollo de la actividad agrícola, el comercio y la manufactura.
Esta última con pocas empresas grandes pero con numerosas medianas, pequeñas
y microempresas.6
Su estratégica ubicación geográfica lo convierte en un importante centro de
comercialización nacional e internacional, liderando a este sector en toda la región
Centro-Occidental. De hecho, importantes arterias viales (la autopista Regional
del Centro, la carretera Lara-Zulia y la autopista de los Llanos Occidentales José
Antonio Páez), el aeropuerto internacional Jacinto Lara, la aduana Centrooccidental
y el Ferrocarril, conforman buena parte de la infraestructura de transporte y
comercialización de la entidad.
Por otra parte, una importante diversidad climática y el predominio de superficies
áridas (75 por ciento de zonas áridas o semiáridas), así como la heterogeneidad
de su relieve (piedemonte, montaña y valles), permite la explotación de diversos
rubros alimenticios: café, leche, caña de azúcar, sisal, sábila, uva, piña y carne
que, por cultura y tradición, representan el potencial agrícola y agroindustrial
larense.
La minería, por su parte, representa otra importante fuente productiva del estado,
al contar con yacimientos de minerales no metálicos, tales como la arcilla silícea
(con reservas estimadas en 1 millón de TM) que se utiliza en la fabricación de
vidrios, detergentes y abrasivos; la piedra caliza (con reservas estimadas en 300
millones de m3) utilizadas por las industrias químicas y siderúrgicas; la arcilla
blanca y roja (con reservas estimadas en 20 millones de m3) como insumos para
la producción de cemento blanco, baldosas y piezas sanitarias (arcilla blanca) y
en la producción de artesanía ornamental (arcilla roja).
6 Datos aportados en el documento «Ideas, propuestas y planteamientos para la formulación
de un plan de desarrollo del estado Lara». Comisión de Integración Interinstitucional: Proinlara
– Universidades e Institutos de Educación Superior del Estado Lara, Barquisimeto, octubre de 2000.
122
Foros 11 • Mayo 2005
En el área social, el estado Lara cuenta entre sus mayores fortalezas con un
importante número de instituciones de educación superior, tanto públicas como
privadas: la Universidad Politécnica, la Universidad Pedagógica Experimental
Libertador, un núcleo de la Universidad Simón Rodríguez, la Universidad Nacional
Abierta, la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) y los institutos
universitarios de tecnología Antonio José de Sucre y Andrés Eloy Blanco, como
instituciones del Estado; las universidades Fermín Toro y Yacambú como
instituciones privadas, un núcleo de la Universidad Central de Venezuela; así
mismo, ofrece oportunidades de formación de profesionales en la región. La
UCLA, por su parte, posee dos núcleos: uno de ellos en el municipio Torres y el
otro en el municipio Morán.
Puede afirmarse, entonces, que el estado Lara posee una infraestructura educativa
muy sólida para atender las necesidades de formación en las áreas agrícola, pecuaria,
tecnológica, gerencial, pedagógica y asistencial, a nivel de pre y posgrado, lo
cual, en buena medida, guarda estrecha relación con las potencialidades productivas
del estado, ya mencionadas.
Otro sector importante con que cuenta el estado Lara para potenciar su desarrollo
es el de los servicios públicos: acueductos, cloacas, drenajes, teléfonos y electricidad,
así como vialidad, vivienda y transporte, configurando una red social que en
conjunción con el potencial productivo, generan expectativas favorables para el
desarrollo.
Por otro lado, la existencia de importantes opciones de financiamiento al desarrollo
provenientes no sólo de fuentes internas (públicas y privadas), sino también de
organismos multilaterales y bilaterales, aunado a las inversiones extranjeras que
se han radicado en el estado Lara, conforman un interesante potencial para la
inversión, la generación de empleo y el desencadenamiento de un proceso de
desarrollo local.
El desarrollo económico y social del estado Lara: una perspectiva
historiográfica
Esta parte del trabajo se aborda desde una perspectiva historiográfica tratando de
situar el discurso teórico sobre bases más objetivas y concretas, a objeto de rastrear
la conformación del entramado institucional que se fue articulando alrededor del
proceso de desarrollo económico y social de la región, en el marco de la sustitución
del modelo económico agroexportador y de los procesos de reformas políticoadministrativas del Estado venezolano. Especial énfasis se coloca en la dimensión
financiera del proceso, siempre vinculándola al sector público. Se pretende, en
todo caso, una aproximación a un diagnóstico preliminar sobre las fortalezas
institucionales con que cuenta el estado Lara en materia de financiamiento, para
Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal...
123
enfrentar los desafíos de la competitividad que ofrecen las nuevas tendencias
globalizadoras de esta época.
Se ha escogido como referencia temporal de partida para el análisis, la década de
los años cuarenta, cuando desde una base agroindustrial comienzan a darse los
primeros pasos hacia la expansión económica y social de la región larense, gracias
al esfuerzo y a las iniciativas sindicales y de grupos económicos regionales,
vinculados principalmente a la producción de la caña de azúcar, el sisal y la leche,
por una parte, y por la otra la creación de instituciones y organismos regionales
de desarrollo que dieron gran impulso al incipiente proceso de industrialización.
El momento en el cual se decreta el proceso de descentralización políticoadministrativa y fiscal en el país, a mediados de los ochenta, nos resulta por
demás representativo para los efectos de este trabajo, de manera de evaluar la
recomposición que experimenta la relación Estado-gobierno local-sociedad y cómo
se va perfilando un nuevo tejido institucional en la región, como soporte financiero
a los proyectos de desarrollo.
En la parte final se presenta una breve referencia a las principales leyes aprobadas
durante los dos últimos años por el Consejo Legislativo del Estado Lara, referidas
fundamentalmente al ámbito fiscal-financiero, en tanto basamento jurídiconormativo, a la generación y aplicación de fondos públicos en los planes y proyectos
de desarrollo de la entidad.
De la artesanía larense a la agroindustria: algunas consideraciones generales
Se ha señalado (Rojas, 1996) que el proceso de transición de la región larense,
desde un modelo productivo agrario-artesanal y comercial hacia un modelo
agroindustrial, estuvo acompañado (¿impulsado?) por importantes transformaciones
en la organización social. Organizaciones gremiales y sindicales (productores,
comerciantes y agricultores) e inversionistas en los sectores azucareros, sisaleros y
lecheros, así como diferentes agrupaciones sociales (clubes y centros sociales)
que se fueron conformando desde principios del siglo XX, contribuyeron de una
u otra forma a consolidar un tejido institucional que propició la expansión en la
región, a través de sus respectivas formas de lucha, definiendo en todo caso una
base agrícola y pecuaria. Estas agrupaciones darían nuevas formas al proceso de
acumulación capitalista regional, a través de la agroindustria, acompañado de
procesos de urbanización y de nuevas formas de organización social. El Tocuyo y
Carora sobresalen en esa época como las ciudades de origen de las mayores
inversiones en azúcar y leche, respectivamente.
En este contexto y dentro del modelo de sustitución de importaciones, el Estado
asume en 1946, a través de la CVF, un rol dinamizador del proceso de desarrollo
regional con el aporte de créditos a los inversionistas. De igual manera operaría el
124
Foros 11 • Mayo 2005
Banco Regional de Fomento mediante el financiamiento de obras de infraestructura
y programas industriales de modernización agrícola. Por su parte, el sistema bancario
nacional (Banco de Venezuela, Banco Agrícola y Pecuario y el Banco de Maracaibo)
potenciaría el comercio mayorista y la producción agrícola y pecuaria en general,
así como la construcción de infraestructuras (silos y frigoríficos) para el
almacenamiento y conservación de los productos del campo (Rojas, 1996).
El Ministerio de Obras Públicas, de igual manera, invertiría importantes montos
para la construcción de carreteras, aeropuertos, edificaciones públicas y médicoasistenciales, entre otras. El plan ferroviario, ideado durante la dictadura
perezjimenista, fue así mismo puesto en funcionamiento en 1958, constituyendo
un fuerte impulso para la economía regional. La fábrica de cemento VencemosLara, creada en 1945, representó por su parte un importante avance en el proceso
de industrialización larense.
Se ha de señalar, sin embargo, que ese impulso inicial pierde su dinamismo hacia
finales de la década de los años cincuenta, y es así cómo con la restauración de la
democracia (principios de los años sesenta) se haría necesario formular un replanteo
del proceso de industrialización para hacer de Barquisimeto la primera ciudad
industrial de la región. Acá habría que destacar nuevamente el liderazgo regional
en la conducción del proceso de cambio. Según la fuente que venimos consultando,
la política de zonas industriales, cuya vanguardia fue asumida por la Sociedad
Amigos de Barquisimeto (SAB), fundada en 1955, así como la creación en 1964 de
la Compañía para el Desarrollo Industrial (Comdibar), rescataría y le daría un
nuevo perfil a la zona industrial de Barquisimeto con el soporte financiero de la
CVF y del ayuntamiento barquisimetano, otorgándole un refrescamiento al incipiente
desarrollo industrial de la ciudad.
En la década de los sesenta pudiera decirse, al mismo tiempo, que la agenda
modernizadora estuvo acompañada por importantes obras (Giménez, 2003): el
Matadero Industrial, el Cementerio Nuevo, la Universidad Centroccidental, el
Politécnico y el Terminal de Pasajeros, entre otras. De igual manera, la construcción
de algunas urbanizaciones: Bararida, La Concordia y José Gil Fortoul, con el
apoyo financiero estatal, a través del Banco Obrero.
Desde el punto de vista de los desequilibrios socioeconómicos más pronunciados
en el estado durante esos años, habría que mencionar: el desempleo, la
subocupación, la hipertrofia del sector servicios –cuya contribución al PIB regional
se ubicaba en alrededor del 56 por ciento–, la baja productividad, bajos ingresos
y el éxodo campesino hacia la ciudad, sin que pudiera ser captado por el sector
productivo (Giménez, 2003).
De acuerdo con la fuente, durante las décadas de los años sesenta y setenta
comienza a manifestarse el problema de la informalidad que Barquisimeto no
Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal...
125
logró resolver, pese a la cuantiosa ayuda estatal para atender el gasto social. Más
aún, sostiene el autor que el escaso crecimiento que había experimentado la
región había sido consecuencia directa del gasto público, fundamentalmente a
través del MOP (p. 99).
Otro hecho significativo que ilustra la participación del Estado en el desarrollo
regional en esos años fue el surgimiento del transporte público, el cual dinamizaría
la movilización entre las zonas periféricas y Barquisimeto.
De esa forma, el estado Lara, y Barquisimeto en particular, fueron redefiniendo
desde mediados de los setenta un perfil económico de base industrial y de servicios
públicos, más que agrocomercial y de servicios, como venía siendo hasta finales
de los años sesenta.
Dos eventos interesantes de la época que tendrían mucha significación para el
desarrollo industrial del estado Lara fueron, en primer lugar, el incremento de los
precios del crudo en los mercados internacionales, que alcanzaron los $34 por
barril como consecuencia del conflicto iraní, representando para el fisco un
incremento de 22 millones de dólares, durante el año 1978 (Ponte de Moreno,
1995); a nivel regional, esto se tradujo en una mayor inyección de recursos del
Estado a través del FIV y de la CVF, sobre todo en el sector industrial, muy
especialmente en la producción azucarera (Centrales de El Tocuyo y Río Turbio)
(Barrios, 1998). En segundo lugar, la política de desconcentración industrial, definida
a partir de 1974.
La década de los ochenta: la descentralización y la región larense
La década de los años ochenta, como ha sido tantas veces reseñada, significó un
punto de quiebre del proceso expansivo de la economía venezolana en general,
y para el estado Lara en particular. En el ámbito nacional, no sólo por los elevados
costos financieros, sobre todo los referidos al financiamiento contratado en el
exterior (principalmente por el empresariado privado) y aun dentro del país.
Dichos costos se habían asumido en condiciones tolerables durante la etapa de
fuerte expansión de la década anterior; sin embargo, la elevación de las tasas de
interés de la banca norteamericana, aunada a la política de liberación de las
mismas puesta en práctica por el gobierno venezolano en el año 1982, contribuiría
de manera determinante al debilitamiento de la capacidad del Estado para financiar
su gasto. Es el momento del quiebre del gran sistema de financiamiento estatal,
como fue el caso de la CVF, Corpoindustria y de otros tantos entes públicos que
operaron en forma deficitaria durante varios años. Recuérdese que para la época
se produce, así mismo, la cesación de pagos del Banco de los Trabajadores y la
sentida inestabilidad financiera de muchos otros bancos (Ponte de Moreno, 1995).
126
Foros 11 • Mayo 2005
Estas primeras manifestaciones de la crisis que se profundizan a lo largo de esa
década (la década perdida), traerían serias consecuencias para la región; sobre
todo habría que destacar la medida de control de cambio impuesta en el mes de
febrero de 1983 (el Viernes Negro) y la consecuente devaluación definida por un
régimen de cambios diferenciales a través de Recadi. Estos hechos impactaron
severamente la industria nacional y la larense en particular, principalmente en
términos de empleo y de inflación por la vía de las importaciones (inflación
importada). A este respecto, algunas cifras regionales son reseñadas por Rojas
(1996), quien refiere que el impacto de la medida del control de cambio y de la
devaluación sobre la estructura productiva larense se puso de manifiesto al
registrarse alrededor de 56 por ciento de los establecimientos en quiebra, entre
1982 y 1983; la desocupación, por su parte, se vio incrementada durante esos
mismos años en 33 por ciento y la inflación se elevó en 93 puntos porcentuales.
Otro aspecto que en nuestro criterio se profundiza durante esos años en la región
fue la tercerización de su perfil productivo, sobre todo en lo que respecta el
dinamismo alcanzado en primera instancia por el sector bancario, el cual iría
perfilándose como uno de los que experimentaría el mayor crecimiento. Tan es
así, que ya para mediados de la década de los noventa, dentro de la región
Centro-Occidental, el estado Lara era catalogado como el mayor centro financiero,
a tenor de los resultados de la medición del proceso de intermediación de los
subsistemas bancarios: banca universal y banca comercial (Ponte de Moreno,
2003b). En este sentido, se demuestra que la entidad concentraba en el año 99 en
el ámbito regional el 53 por ciento de la cartera de créditos, el 94 por ciento de la
cartera de inversión y el 47,7 por ciento de las operaciones pasivas (captaciones
del público) (Proinlara, 2000). Lamentablemente, ese dinamismo bancario tuvo
efectos altamente concentradores: en lo espacial, por el número de oficinas y,
financieramente, por el monto de las carteras, no sólo en el estado Lara con
relación a la región Centro-Occidental, sino en el municipio Iribarren, con relación
a la propia entidad larense.
De igual manera, los sectores comercio y servicios públicos contribuyen durante
los años ochenta con el perfil terciario larense, el cual mantuvo una tasa de
crecimiento interanual cercana al 63 por ciento, sin que por ello hubiese perdido
significación, aunque moderada la industria manufacturera, sobre todo la pequeña
empresa, la cual presentó un crecimiento interanual de 17 por ciento, aproximadamente
(Proinlara, 2000). Se debe recalcar, de igual modo, que la crisis de los años ochenta
obliga a olvidar un poco el proyecto industrial en la región para ceder el paso a la
actividad agrocomercial, liderada por la municipalidad, con la creación del Mercado
Mayorista, el cual sustituyó al antiguo Manteco (Giménez, 2003).
Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal...
127
La descentralización fiscal: algunas manifestaciones en el estado Lara
En el marco de la descentralización, entre las fuentes de financiamiento al desarrollo
regional de origen público se han seleccionado para el presente ensayo, el estudio
de aquellas referidas específicamente a las asignaciones legales: situado
constitucional (SC), Ley de Asignaciones Económicas Especiales (LAEE) y Fondo
Intergubernamental para la Descentralización (Fides), en el entendido de que esta
aproximación representará un importante aporte7 a una investigación mucho más
completa orientada a lo que pudiera significar la definición del entramado
institucional-financiero del estado Lara, con miras a diseñar un sistema de
indicadores regionales del sector público, a todas luces, hasta ahora inexistente.
En este sentido, se puede señalar que dentro del proceso de descentralización
que se pone en marcha en el país desde la segunda mitad de la década de los
ochenta, específicamente su dimensión fiscal va a significar para las diferentes
entidades regionales la definición de nuevas fuentes de financiamiento público a
través de las llamadas transferencias intergubernamentales, las cuales se
institucionalizan mediante las asignaciones legales, entre otras, el situado, el Fides
y la LAEE, como instrumentos modernizadores del sistema de redistribución de
los recursos públicos necesarios para acometer los planes y proyectos de desarrollo
regional, sobre todo en las áreas sociales. De esa forma, se legitimaba una nueva
relación distributiva del Estado con los gobiernos locales que intentaba superar
una tradición fiscal altamente centralizada, dentro de un contexto internacional
globalizado.
A manera de ilustración, en las siguientes páginas se presentan algunos referentes
empíricos referidos a la evolución cuantitativa que ofrecen dichas asignaciones,
tanto a nivel nacional como regional desde finales de los años noventa hasta el
año 2003, de manera de ir analizando en forma comparativa las fortalezas financieras
que dichas partidas representan para el estado Lara.
Se ha de destacar previamente que el situado constitucional, cuya institucionalización
se remonta a décadas anteriores, se refuerza desde finales de los años ochenta
con la promulgación de la LODDT y es así cómo para el estado Lara, durante el
año 1990 y sobre una base poblacional (BP) equivalente a 945.064 hab. (Censo
1981) y de necesidades básicas insatisfechas (NBI), la asignación por este concepto
7 En un ensayo titulado “La globalización financiera y su impacto en el sistema bancario
regional. Caso de estudio: el estado Lara”, presentado en marzo de 2003 como requisito
parcial exigido en el Seminario: Territorio, Ciudad y Desarrollo (Programa de Doctorado en
Estudios del Desarrollo, Cendes-UCLA), efectuamos un análisis del perfil asumido por el
sector bancario de la región larense en el marco de los cambios ocurridos en la arquitectura
financiera internacional, como condicionante del desarrollo regional y local.
Foros 11 • Mayo 2005
128
alcanzó la cifra de 4.380 millones de bolívares (6,57 por ciento del total nacional),
muy superior a la otorgada al resto de los estados de la región, tal como se
demuestra en el cuadro 1.
Cuadro 1
Distribución del situado constitucional año 1990
(Millones de Bs.)
Entidad
Yaracuy
Falcón
Portuguesa
Cojedes
Lara
Situado poblacional
1.387,2
2.333,5
1.965,7
620,0
4.380,0
% Total nac.
2,08
3,5
2,95
0,93
6,57
Fuente: Ocepre (1991). Elaboración propia.
Se subraya, así mismo, de acuerdo con la fuente y sobre la base del IP y del NBI,
que los estados que conforman la región Centro-Occidental estaban para ese mismo
año clasificados como rezagados, en conjunción con los estados Anzoátegui, Monagas,
Trujillo, Guárico, Amazonas, Delta Amacuro, Sucre y Apure. Específicamente en lo
que respecta el estado Lara, cuya población representaba el 7 por ciento de la
población nacional (Censo 1981), el índice NBI se ubicaba en 54,12 por ciento, en
comparación con el 41 por ciento, a nivel nacional (Ocepre, 1990).
A partir del año 1994 y hasta el 2000 se presenta en el cuadro 2 la evolución que
ofrece el situado en nuestra entidad:
Cuadro 2
Distribución del situado constitucional. Período 1994-2000
(Mil millones de Bs.)
Entidad
Edo. Lara
Total nacional
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
16.804 25.516 54.156 104.455
90.965 107.803 148.700
286.022 434.310 921.8091.777.957 1.548.335 1.852.070 2.554.704
Fuente: Onapre (2001). Elaboración propia.
Con una simple revisión de las cifras se observa que, a través de esos años, el
crecimiento interanual del situado para el estado Lara se ubicó alrededor del 30
por ciento, manteniendo una proporción fija del 5,8 por ciento con respecto al
total asignado a las demás dependencias federales (total nacional), proporción
esta mucho menor, comparada con el 6,57 por ciento que le fuese otorgada en
Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal...
129
1990. Dicho comportamiento revela una posible inconsistencia, por lo menos en
lo que respecta al IP y, quizás también, con relación al NBI, aunque de este último
no fue posible encontrar información para esos años. Esto lo decimos a tenor de
las cifras que arroja el Censo 2001, el cual reporta para el estado un incremento
del 35 por ciento de la población, al pasar a 1.556.415 hab., comparado con los
945.064 hab. que registró el Censo 1981.
Por su parte, la Ley de Asignaciones Económicas Especiales (LAEE) y el Fondo
Intergubernamental para la Descentralización (Fides) se complementan con el
situado para dotar a las gobernaciones y alcaldías de los recursos destinados para
promover la descentralización administrativa, la solidaridad interterritorial y el
desarrollo de los estados y municipios. Según las cifras aportadas por la Onapre,
(antes Ocepre), la región Centro-Occidental recibió durante el año 1999 la cantidad
de 409.649,8 millardos de bolívares por concepto de tales asignaciones, cuya
distribución por entidad regional se muestra en el cuadro 3.
Cuadro 3
Transferencias a las gobernaciones por concepto de asignaciones legales
(Región Centro-Occidental) (Año 1999)
(Millardos de Bs.)
Entidad
Yaracuy
Falcón
Portuguesa
Cojedes
Lara
Total regional
SC
50.607,1
65.304,4
64.842,1
36.248,2
107.802,5
324.804,3
LAEE
2.753,9
14.460,2
4.407,7
1.471,3
8.389,7
31.482,8
Fides
9.345,6
9.753,5
10.564,2
10.290,1
13.408,7
53.362,1
Total/ Entidad
62.706,7
89.518,3
79.814,1
48.009,7
129.601,0
409.649,8
Fuente: Onapre (1999). Elaboración propia.
Cuadro 4
Asignaciones legales. Distribución porcentual por estados (Región Centro-Occidental)
(Año 1999) (%)
Entidad regional
Lara
Yaracuy
Falcón
Portuguesa
Cojedes
Fuente: Elaboración y cálculos propios.
SC
33,1
15,5
20,1
19,9
11,1
LAEE
26,6
8,7
45,9
14,0
4,6
Fides
25,1
17,5
18,2
19,7
19,2
Foros 11 • Mayo 2005
130
De los cuadros precedentes se puede afirmar que, en primer lugar, el estado Lara
se destaca dentro de la región Centro-Occidental como la entidad más favorecida
en cuanto a los montos asignados a través de las transferencias intergubernamentales,
a excepción de lo correspondiente a la Ley de Asignaciones Económicas Especiales
(26,6 por ciento), cuyo monto se ve superado ampliamente por Falcón (45,9 por
ciento), en tanto estado productor de hidrocarburos. Se recordará que según lo
contemplado en esa ley, el 70 por ciento del monto nacional corresponderá a
dichos estados y los que posean yacimientos de minas; esta última asignación se
efectuará sobre la base de los niveles de producción. El restante 30 por ciento se
distribuirá entre los no productores de esos bienes. En segundo lugar, hay que
destacar que el estado Falcón, en conjunción con Yaracuy y Cojedes, presentan
una marcada desventaja con relación al Fides, lo cual es muy significativo desde
la perspectiva del desarrollo regional si se toma en cuenta que, por ejemplo, dicha
asignación se determina sobre la base de proyectos de desarrollo en infraestructura,
apoyo a las comunidades y en C&T, presentados a la consideración del Ministerio
de Finanzas.
Resulta por demás representativas las cifras correspondientes al estado Lara por
ese mismo concepto (25,1 por ciento del total del Fides regional) y en lo que
respecta a la LAEE (26,6 por ciento del total regional), con lo cual se evidencia un
dinamismo importante en la entidad en cuanto a la formulación de proyectos de
desarrollo, así como en los niveles de producción minera. El comportamiento del
situado, por su parte, obedece, como ya hemos señalado, a la proporción
poblacional, destacándose de igual manera el estado Lara, en el contexto de la
región Centro-Occidental. Cifras más actualizadas de las asignaciones legales
recibidas por los estados centrooccidentales se presentan en los cuadros 5 y 6.
Cuadro 5
Asignaciones legales (SC, LAEE, Fides). Región Centro-Occidental
(Años: 2000, 2001, 2002 y 2003)
(Millardos de Bs.)
Entidad
Lara
Cojedes
Falcón
Portuguesa
Yaracuy
Total regional
Total nacional
2000
266.336,0
79.334,0
182.874,0
133.551,0
123.333,0
785.428
4.900.805
2001
283.724,0
82.389,0
183.925,0
140.399,0
128.387,0
818.824
5.172.418,0
Fuente: Onapre (varios años). Elaboración y cálculos propios.
2002
385.864,0
110.973,0
254.962,0
193.002,0
173.167,0
1.117.968,0
6.990.595,0
2003
449.276,0
137.753,0
312.719,0
238.280,0
204.812,0
1.342.840,0
8.29190,0
Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal...
Cuadro 6
Asignaciones legales. Distribución porcentual: total regional/total nacional
(Años 2000, 2001, 2002 y 2003)
Entidad
2000
2001
2002
Lara
33,90
34,60
34,50
Cojedes
10,10
10,06
9,09
Falcón
23,20
22,40
22,80
Portuguesa
17,00
17,10
17,20
Yaracuy
15,70
15,60
15,40
Total nacional
4.900.805
5.172.418
6.990.595
16,00
15,8
15,9
131
2003
33,40
10,25
23,20
17,70
15,20
8.291.990
16,0
Fuente: Onapre (varios años). Cálculos y elaboración propios.
De los cuadros precedentes, de igual forma se comprueba la fortaleza que mantiene
el estado Lara en el contexto de la región Centro-Occidental en lo que respecta a
la distribución de los recursos totales provenientes de las asignaciones legales,
seguido de cerca por Falcón. Esta circunstancia, sin lugar a dudas, coloca a nuestra
entidad en una situación privilegiada en materia de financiamiento público resultante
de la descentralización, lo cual representa un verdadero estímulo y fortalecimiento
a los diferentes planes y proyectos de desarrollo socioeconómicos, definidos por
la gobernación y las alcaldías.
Pese a esta apreciación, si se efectúa el análisis desde una perspectiva nacional, la
participación de la región Centro-Occidental en la asignación de esos recursos
nos luce un tanto débil, en comparación, por ejemplo, con otras regiones del país,
específicamente si se revisa lo asignado a las regiones Central y Oriental, tal como
se demostrará más adelante.
Se han de destacar, al mismo tiempo, las profundas disparidades que se observan
en la distribución de los recursos financieros en algunas de las regiones. Son los
casos, por ejemplo, de la región Guayana y la región Los Llanos hacia las cuales,
aun cuando potencialmente representan en términos de recursos y riquezas
naturales8 una de las principales fuentes de ingresos del país, no se avizora un
tratamiento distinto en materia de financiamiento al desarrollo de tales regiones,
que se oriente hacia la superación de sus desigualdades.
8 La región Guayana, por ejemplo, concentra la totalidad de la producción nacional de
hierro, aluminio, oro, diamante y otros minerales estratégicos. La región Los Llanos, por su
parte, en materia de hidrocarburos cuenta con la faja petrolífera del Orinoco, considerado
como el depósito de crudos pesados de mayor extensión del país (Plan Nacional de
Desarrollo Regional 2001-2007).
Foros 11 • Mayo 2005
132
En nuestro concepto, buena parte de esa diferenciación en materia de asignaciones
está relacionada con el criterio poblacional sobre el cual descansa el situado; de
allí la importancia que cobra la estrategia gubernamental de la descentralización
desconcentrada, plasmada en el Plan Nacional de Desarrollo Regional 2001-2007.
El cuadro 7 ilustra estos comentarios.
Cuadro 7
Asignaciones legales (distribución por regiones) y población (Año 2003)
(Millardos de Bs.)
Regiones
Estados
Total
% Total
asignaciones
nacional
(miles de Bs.)
Los Llanos
Apure
Barinas
Guárico
652.289
8
Central
D. Metropolitano
Aragua
Carabobo
Miranda
Vargas
1.758.486
23,5
Oriental
Anzoátegui
Delta Amacuro
Monagas
Nueva Esparta
Sucre
1.527.994
20
Guayana
Amazonas
Bolívar
517.250
6
Centro-Occidental
Lara
Portuguesa
Cojedes
Yaracuy
Falcón
1.342.840
18
Zuliana
Zulia
1.658.473
22
Fuente: Onapre (2004). Cálculos y elaboración propios.
Población
(hab.)
1.629.350
7.847.051
3.193.172
1.285.310
3.797.497
2.983.679
Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal...
133
Una consideración adicional: fortalezas institucionales-formales
del estado Lara
Dentro de la perspectiva del análisis institucional no puede dejar de considerarse
el marco jurídico-normativo que desde las regiones y como resultado del proceso
de descentralización, define y fundamenta la acción política del Estado y, a la vez,
constituye parte esencial del entramado institucional que históricamente se va
conformando desde los espacios regionales y locales para brindar soporte a los
procesos territoriales de transformación y desarrollo, hacia la consolidación del
Estado venezolano.
Cobran particular importancia para esos efectos, y más específicamente para los
objetivos de este ensayo, las leyes que han venido promulgándose en los últimos
años en esta entidad regional, vinculadas directamente a los procesos de
descentralización fiscal.
En ese sentido, se puede afirmar que durante los años 2002 y 2003 el Consejo
Legislativo del Estado Lara aprobó una serie de leyes de las cuales hemos
seleccionado algunas directamente vinculadas, tanto al fomento de los proyectos
de desarrollo regional como a la regulación y estímulo de todas aquellas actividades
productivas para las cuales la geografía larense ofrece sus mayores potencialidades;
todo ello, en el marco del Plan Nacional de Desarrollo Regional 2001-2007. Así se
tiene, por ejemplo:
La Constitución del Estado Lara. En la misma quedan definidos los fines del
estado Lara, cuando se señala: (El estado Lara) deberá… “Promover el desarrollo
integral de la República, los Municipios y Parroquias de su jurisdicción. Atender
las iniciativas vecinales para promover la descentralización y el afianzamiento de
la democracia; fomentar y difundir las tradiciones y expresiones relacionadas con
la identidad de los distintos grupos sociales y étnicos del estado, como patrimonio
cultural de la Nación y de la Humanidad (Art. 3). Por su parte, en el artículo 4º, se
señala que: (El estado Lara)…“Fomentará y brindará protección especial a la
artesanía, agricultura, ganadería y turismo, garantizando la actividad productiva.
Se denota en dicho articulado, en primer lugar, una visión de la región larense
profundamente articulada a la dinámica de desarrollo nacional, en el marco de la
descentralización y del sistema democrático, y a la vez, el reconocimiento de las
raíces históricas de sus formaciones sociales, como elemento definitorio de una
realidad concreta y compleja. En segundo lugar, se destaca la importancia del
estímulo y el fomento de las potencialidades de la región por parte del Estado,
dentro de la concepción de un modelo productivo para el mejor aprovechamiento
de los recursos.
Ley sobre Régimen y Aprovechamiento de los Minerales no Metálicos. Tiene
por finalidad regular, promover y estimular el aprovechamiento de los minerales
134
Foros 11 • Mayo 2005
no metálicos del estado (mármol, pórfido, caolín, arena, pizarra, arcilla, caliza,
yeso, puzolana, gravas y lutitas-lajas) como actividad económica sustentable. De
igual manera, promover y estimular la actividad minera, la delimitación de
yacimientos, minas y canteras, así como la recaudación y control de impuestos
provenientes de su explotación.
Ley de Timbre Fiscal, la cual regulará la organización, recaudación, control y
administración de los ramos de papel sellado, timbres y estampillas.
Ley que crea la Corporación de Turismo del Estado Lara (Cortulara) como
instituto autónomo adscrito a la Gobernación del Estado y ente rector en materia
turística, para regular la competencia concurrente en lo referido a planificación,
coordinación, protección, orientación y desarrollo del turismo en la entidad. Se
destaca en esta ley la sustentabilidad del turismo receptivo, como actividad
productiva, social y cultural, considerada de alta prioridad.
Ley de Hacienda Pública Estadal, cuyo objetivo es desarrollar el sistema de
ingresos y obligaciones que conforman la hacienda pública estadal: los activos y
pasivos del estado, así como de los demás bienes, cuya administración corresponda
a esta entidad. De igual manera define los tributos que componen dicha hacienda,
así como los mecanismos de su aplicación y las disposiciones que los regulan.
Todo ello, de manera coordinada con la hacienda nacional y municipal y siguiendo
los imperativos del bienestar colectivo, así como los principios de eficiencia, eficacia,
celeridad, transparencia y rendición de cuentas.
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Foros 11 •Mayo 2005 • pp. 137-154 • ISSN: 1690-4885
«Un modelo de desarrollo local». Estudio de caso:
municipio Palavecino del estado Lara
Salazar M.
Martínez
Edwing R. Salazar M.*
Enrique Martínez**
Mendoza
Sánchez
Diego Mendoza***
Gustavo Sánchez****
* Ingeniero Agrónomo, Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA). Especialista
y Magíster en Gerencia Agraria, UCLA. Candidato a Doctor, Programa de Metodología, Técnicas
y Análisis del Desarrollo Regional, Universidad de Sevilla-España. Coordinador del Programa
de Postgrado de Gerencia Agraria, UCLA. Investigador Activo CDCHT-UCLA. Docente de
Postgrado y Pregrado de la UCLA. Docente invitado por la Coordinación de Postgrado, La
Universidad del Zulia.
Correo electrónico: edwings@ucla.edu.ve
** Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), Barquisimeto.
*** Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), Barquisimeto.
**** Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), Barquisimeto.
Foros 11 • Mayo 2005
138
Resumen
El presente trabajo suministra elementos sobre los esfuerzos que se están
realizando para implementar un “modelo de desarrollo local” propio en algunas
municipalidades del estado Lara, con el objetivo de formular micropolíticas de
desarrollo y reestablecer los desequilibrios sociales y territoriales. Se realizó un
estudio exploratorio-descriptivo identificando las características generales de la
estructura productiva del municipio, resumiéndose en el diagnóstico estratégico
situacional. Los principales resultados son la fortaleza del municipio por la
existencia de sus comunidades organizadas, áreas para la instalación de tejidos
empresariales y posibilidades de implementar nuevas formas de empleo. Se
muestran las debilidades en la aplicación de la Ley Orgánica de Ordenamiento
Territorial y en la carencia de instituciones de educación técnica. Se concluye
reconociendo el desarrollo de la provincia como factor estratégico del crecimiento
de la región que favorece el intercambio comercial y el contacto entre los
agentes económicos, sociales y políticos, generando nuevas políticas públicas
locales.
Palabras clave: Modelo de desarrollo local / Áreas integradas / Políticas de
desarrollo
Clasificación JEL: R11, R13
Abstract
This paper provides information about current efforts to apply a “local
development model” in some counties of the Lara State, in order to establish
micropolicies for economic development and redress social and territorial
imbalances. An exploratory-descriptive study which identified the general
characteristics of the county’s production structure was carried out, and led to a
strategic situational diagnosis. The main results indicate that the county’s strength
lies in the existence of organized communities, areas for installing business
netwoks, and possibilities for creating new forms of employment. Its weakness
lies in the way the Organic Law for Territorial Distribution is applied and the
lack of technical education institutes. Finally, the province’s development is
recognized as a strategic factor in the region’s growth; it supports trade and
contact between economic, social and political agents, which leads to the
formulation of new public local policies.
Key words: Local development model / Integrated areas / Development policies
JEL classification: R11, R13
Edwing R. Salazar M. y otros / “Un modelo de desarrollo local”...
139
Resumo
Este trabalho fornece elementos sobre os esforços que estão sendo realizados a
fim de programar um «modelo de desenvolvimento local» próprio em alguns
municípios do estado Lara, com o objetivo de formular micropolíticas de
desenvolvimento e restabelecer os desequilíbrios sociais e territoriais. Foi realizado
um estudo exploratório-descritivo identificando as características gerais da
estrutura produtiva do município, resumindo-se no diagnóstico estratégico
situacional. Os principais resultados são o fortalecimento do município devido
à existência de comunidades organizadas, áreas para a instalação de tecidos
empresariais e possibilidades de programar novas formas de emprego. Observamse debilidades na aplicação da Lei Orgânica de ordenamento territorial e na
carência de instituições de educação técnica. Termina-se reconhecendo o
desenvolvimento da província como fator estratégico do crescimento da região
que favorece o intercâmbio comercial e o contato entre os agentes econômicos,
sociais e políticos, criando novas políticas locais.
Palavras chave: Modelo de desenvolvimento local / Áreas integradas / Políticas
de desenvolvimento
Classificação JEL: R11, R13
Résumé
Ce travail fournit des données sur les efforts déployés dans le but de mettre en
place un modèle de développement local propre à chaque municipalité du
département de Lara, qui a pour intention de formuler des micro-politiques de
développement, et de rétablir les déséquilibres sociaux et territoriaux. Une étude
exploratoire et descriptive a été faite, identifiant les caractéristiques générales
de la structure de production de cette municipalité, et qui est résumée dans le
diagnostic stratégique-situationnel. Ses principaux résultats sont le renforcement
des structures de la municipalité à travers l’activité de ses communités organisées,
l’existence de surfaces pour l’installation de réseaux d’entreprise, et les possibilités
de donner naissance à de nouvelles formes d’emploi. Des insuffisances
apparaissent lors de l’application de la Loi organique de l’ordonnation territoriale,
et en l’absence d’instituts consacrés à l’éducation technique. En conclusion, le
développement de la province est pris en considération en tant que facteur
stratégique pour la croissance régionale, ce qui favorise les échanges commerciaux
et le contact entre les agents économiques, sociaux et politiques, et donne ainsi
lieu à de nouvelles politiques locales.
Mots-clefs: Modèle de développement local / Zones intégrées / Politiques de
développement
Classification JEL: R11, R13
140
Foros 11 • Mayo 2005
Introducción
Desde hace una década, un nuevo paradigma recorre el mundo; los sistemas
productivos y los mercados locales toman una dimensión global. Bajo el principio
de que el Estado debe ceder protagonismo a las empresas innovadoras, y éstas, a
su vez, deben permitir el flujo de información, comunicación e interacción entre
dichas organizaciones, han aparecido así las nuevas formas de regionalización e
integración de la economía nacional.
Hoy se discute el dinamismo de los sistemas productivos regionales como motor
de las economías globales, conformados por aquellas actividades de manufacturación
que durante los años sesenta se caracterizaban por su producción estándar, y que
hoy se ha diferenciado por la introducción de innovaciones en los servicios, la
creación de redes de subcontratación, la externalización de fases y sistemas de
producción, y la introducción de formas más flexibles de organización, mejorando
la competitividad de las regiones.
A medida que se vaya definiendo este nuevo escenario entre la empresa y el
territorio, irán apareciendo nuevos espacios interterritoriales, dando respuestas
estratégicas a los retos que representa la competencia en los mercados. El concepto
de desarrollo local surge como un instrumento adecuado para el análisis y la
interacción en estos espacios.
Considerando que el desarrollo económico se produce como consecuencia de la
aplicación del conocimiento en los procesos productivos, traduciéndose en
rendimientos crecientes, los procesos de desarrollo vistos desde lo local, se
producen mediante la utilización del potencial y del excedente generado
localmente, y la utilización eventual de recursos externos. Este principio reconoce
la importancia de actores económicos, sociales e institucionales, cuya densidad y
carácter innovador va a favorecer los procesos de crecimiento y el cambio
estructural.
Por consiguiente, la política de desarrollo la conforma el conjunto de estrategias
diseñado entre los diferentes actores locales, cuyo objetivo es hacer competitiva a
la ciudad y regiones mediante el aprovechamiento de sus recursos y factores de
producción, combinando las inversiones públicas y privadas con la participación
de las comunidades y el gobierno local.
Antecedentes del municipio Palavecino
Palavecino es uno de los nueve municipios que integran el estado Lara. Está
conformado por tres parroquias, las cuales son: Cabudare, capital Cabudare, José
Gregorio Bastidas, capital Los Rastrojos, y Agua Viva, capital Agua Viva. El área
Edwing R. Salazar M. y otros / “Un modelo de desarrollo local”...
141
que ocupa la superficie territorial es de 440 kilómetros cuadrados, el más pequeño
del estado Lara, representando el 2,4 por ciento del total estadal (Fudeco, 2002).
Desde el siglo XIX, su capital Cabudare fue un poblado de importancia agrícola y
llegó a constituir una ciudad floreciente hasta principios del siglo XX (Taylor,
1999). Sin embargo, el desarrollo desmesurado del sector inmobiliario origina
graves problemas de servicios y pérdida de las potencialidades agrícolas del
municipio. Los rubros agrícolas y pecuarios, principalmente caña de azúcar,
hortalizas, frutales, ganadería de leche y carne, han sido desplazados progresivamente
por esta intensa actividad comercial e inmobiliaria.
Para el año 2000 la población del municipio era de 130.821 personas, representando
el 8,27 por ciento de la población total del estado Lara. Sin embargo, para el año
2001 la población entre 0 a 15 años de edad constituía el 40,39 por ciento del
total, y su densidad poblacional era de 297,32 hab/km2, superior a la media
estadal (75,7 hab/km2). Esta superioridad responde a la notable tasa de crecimiento
geométrico que registró su población en las dos últimas décadas (1981-1990 =
7,92 por ciento y 1990-2000 = 4,56 por ciento), por efecto de un intenso proceso
de desarrollo urbano-habitacional y la conformación de un eje metropolitano
entre las ciudades de Barquisimeto y Cabudare (INE, 2002).
En cuanto a la estructura social, el municipio concentra el 67,30 por ciento del
total de hogares no pobres del eje metropolitano Barquisimeto-Cabudare (INE,
2002). Esta mayor proporción de clase media responde a la gran cantidad de
profesionales universitarios que residen en el municipio pero que su principal
actividad económica la ejercen en la ciudad de Barquisimeto. Según el INE, el
municipio Palavecino se ha convertido en el polo más importante de concentración
habitacional; su crecimiento fue en el año 2001 de 57,9 por ciento (entre el censo
del año de 1990 y el del año 2000), siendo para el estado Lara de 30,4 por ciento
en el mismo período.
Desde el punto de vista agrícola, el municipio vincula los corredores viales y
comerciales entre la región de los llanos centrales con el estado Lara, representando
un importante receptor de productos de origen agrícola, sin embargo, la principal
plataforma de comercialización la constituye el mercado mayorista de Barquisimeto
(Mercabar), donde se comercializa una tercera parte de los alimentos frescos que
se consumen en todo el país. La superficie agrícola es de 2 por ciento de su
superficie total, con sólo tres núcleos de sociedades colectivas que agrupan 189
hectáreas de explotación (INE, 2002; Fudeco, 2002).
En cuanto a su potencial agroindustrial, se observaron actividades vinculadas con
la industria del mueble, del vidrio, procesadoras de frutas y embotelladoras de
agua mineral; igualmente, existen yacimientos de calizas y arcillas rojas, algunos
de ellos en explotación. La municipalidad creó, en 1994, la Compañía Municipal
142
Foros 11 • Mayo 2005
para el Desarrollo Industrial de Palavecino (Compidal), para la promoción de
estas actividades y la formulación del proyecto de zona industrial del municipio
(Fudeco, 2002).
El intenso desarrollo urbanístico ha generado una creciente demanda por los
servicios básicos y especializados, de acuerdo con lo señalado por el Concejo
Municipal de Palavecino; se estima alrededor de 2.000 establecimientos comerciales
y de servicios, incluyendo franquicias, cadenas comerciales de alimentos, comidas
rápidas, farmacias, etc. El municipio cuenta con los servicios públicos básicos
(electricidad, agua, telefonía, aseo urbano, seguridad y orden público, registros y
notarías públicas, entre otros), mientras que los servicios privados más especializados
son cubiertos desde la ciudad de Barquisimeto, según informe de la Alcaldía del
Municipio Palavecino, del año 2001.
Para el año 2001 operaban en el municipio dos subsistemas bancarios representados
por la banca universal (BU) y las entidades de ahorro y préstamo (EAP), en cinco
oficinas bancarias (BU=4 y EAP=1), representando el 3,3 por ciento del total de
oficinas del estado Lara (Superintendencia de Bancos, 2001).
Igualmente, para ese mismo año, el índice de intermediación mostró una cifra de
46,03 por ciento, muy similar al registrado por el estado Lara (45,02 por ciento) y
la región (46,52 por ciento) (Superintendencia de Bancos, 2001), reflejando que la
actividad bancaria no llega a prestar a los agentes económicos ni la mitad de los
recursos captados, circunstancia que le resta posibilidades al municipio de generar
inversiones importantes.
Palavecino es el segundo municipio del estado Lara con el mayor número de
instituciones de educación superior. Cuenta con el funcionamiento de la
Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (decanatos de Agronomía y
Ciencias Veterinaria), Universidad Yacambú y la Universidad Fermín Toro. Dicho
subsistema de educación presenta una matrícula de alrededor de 9.460 estudiantes,
convirtiendo al municipio Palavecino como un gran oferente de carreras
universitarias (INE, 2002).
Para el año 2002 a la Alcaldía del Municipio Palavecino se le asignó, por concepto
de ingresos públicos, la cantidad de 9.484.069.667,oo de bolívares, registrando un
incremento nominal de 68,1 por ciento con respecto al año anterior (Rivero,
2002). Cabe puntualizar que dentro de la estructura de los ingresos presupuestarios,
la asignación del situado municipal pasó a representar el 40,79 por ciento del total
acordado, menor al período anterior (2001: 59,58 por ciento). Este aspecto pareciera
indicar que el municipio está realizando esfuerzos por generar ingresos propios
que le permita financiar una mayor proporción en la distribución institucional del
presupuesto de gastos (59,21 por ciento). Los renglones de ingresos propios que
experimentaron una mayor participación para el período señalado, lo representan:
Edwing R. Salazar M. y otros / “Un modelo de desarrollo local”...
143
otros aportes del municipio: 21,88 por ciento; patentes de industria y comercio:
15,63 por ciento; impuestos a inmuebles urbanos: 7,38 por ciento; ingresos por
tasas: 3,67 por ciento, entre otros (Alcaldía del Municipio Palavecino, 2002a;b)
En cuanto al presupuesto de gastos, una tercera parte se destina al pago de
personal, presentando una situación similar a la que muestra el resto de los
municipios a nivel nacional. Otro renglón de gastos importante, activos reales
(34,26 por ciento), relacionado con las inversiones que realiza el municipio,
especialmente en construcciones urbanas, ha disminuido, reflejando menor
participación en la generación de empleo directo e indirecto (Alcaldía del Municipio
Palavecino, 2002a;b).
Resumen de los principales aspectos metodológicos
El desarrollo del análisis estratégico se logró a través de un estudio exploratoriodescriptivo. La unidad de análisis estuvo conformada por la Memoria y cuenta
2001 y 2002 de la Alcaldía del Municipio Palavecino, el Plan estratégico 2001 y
2002, y el Programa de gestión para el municipio Palavecino 2001, considerando
a los organismos públicos vinculados con la actividad municipal como informantes
complementarios y de validación de los datos obtenidos en las unidades de
análisis. Posteriormente, se formuló el diagnóstico estratégico del municipio,
tomando la información relevante suministrada por las diferentes direcciones
que conforman la estructura orgánica municipal y se consideró la revisión de la
información de fuentes secundarias disponibles. El área de influencia del estudio
estuvo delimitada al ámbito geográfico del municipio Palavecino, lo que constituyó
una limitante para la descripción de los sistemas de producción local con
vinculación externa y empresas externas con función endogeneizante (adaptación
al modelo Maillat y Grosjean, 1998). La información obtenida se esquematizó
mediante el uso de la matriz DAFO, diagrama de convergencia y topología
territorial (Vázquez Barquero, 1999).
Modelo de desarrollo local observado
En este aspecto se resumen las características propias que identifican el modelo de
desarrollo local observado, para establecer el perfil del municipio, sus elementos
de convergencia real y la tipología territorial, resumiéndose en la matriz DAFO.
1. Integración de los sectores productivos (resumen)
a. Sector primario
No se observó integrado con los sectores productivos debido principalmente a su
proximidad a la ciudad de Barquisimeto. Dichos espacios urbanos forman un eje
144
Foros 11 • Mayo 2005
metropolitano donde la demanda de productos agrícolas son cubiertas a través
del mercado mayorista de Barquisimeto (Mercabar).
b. Sector secundario
Aquí se evalúa la capacidad de transformación que realizan las empresas que
funcionan en el municipio. Se observó que éstas no utilizan adecuadamente la
materia prima local, dado que no existen en las proporciones requeridas. Sin
embargo, algunas microempresas artesanales utilizan materias primas que se
localizan en el ámbito interno.
c. Sector terciario
Es el sector económico más fuerte y dinámico del municipio Palavecino, generador
de, aproximadamente, el 60 por ciento del empleo en la zona. Este sector lo
conforman cerca de 2.000 empresas dedicadas a la actividad comercial, de servicios
(públicos y privados), transporte, sector financiero y algunas franquicias comerciales
de carácter nacional y internacional.
2. Uso de los recursos endógenos
Se observó que no se utilizan adecuadamente los recursos endógenos existentes
(recursos humanos calificados, recursos naturales e infraestructuras). El recurso
humano calificado no es empleado en el municipio; el mismo tiene que migrar a
otros mercados laborales. En cuanto a los recursos naturales, los pocos espacios
agrícolas no son explotados adecuadamente, al igual que el potencial turístico
que tienen los parques nacionales (Terepaima y El Turbio). La infraestructura sí
está presente como factor endógeno, representada por la instalada a lo largo de la
vía intercomunal que comunica a la ciudad de Cabudare con los llanos occidentales
y el centro del país, además de la inversión en infraestructura urbana habitacional,
la cual ha permitido que una cantidad importante de familias de clase media
residan en la zona. En conclusión, no se utilizan los recursos endógenos desde el
punto de vista de sus potencialidades y ventajas comparativas.
3. Recursos exógenos
Se observa la sustitución de empresas locales por empresas externas al entorno
territorial, tomaron mayor protagonismo en el desarrollo económico (El empleo y
el ingreso). Dichas actividades exógenas están representadas por grandes cadenas
de comercio, por el sector bancario, algunos servicios especializados y franquicias.
4. Presencia de micro, pequeñas y medianas empresas
Se observó un número significativo de micro y pequeñas empresas formales e
informales, cuyas características de empresa familiar no permiten ampliar su base
productiva, generar empleo, ni adquirir nuevas tecnologías.
Edwing R. Salazar M. y otros / “Un modelo de desarrollo local”...
145
Se observaron algunas iniciativas por parte del municipio para fomentar la instalación
de pequeñas y medianas empresas. En el Plan Estratégico 2002, con participación
de la División de Desarrollo Comunitario, se diseñó un programa de organización
popular para la producción. Su objetivo fue capacitar a los jóvenes del municipio
en dos áreas fundamentales: 1. Capacitación para el trabajo y 2. Formación de
microempresarios.
Bajo esta iniciativa, se trabajó con un grupo de 60 jóvenes para capacitarlos como
microempresarios, 14 culminaron sus proyectos y fueron aprobados por Fundapyme
para el apoyo financiero y de asesoría empresarial. Así mismo, el municipio firmó
un convenio con el Instituto Nacional de Capacitación-INCE industrial, para dictar
cursos de capacitación y oficio como política de plan de empleo en la zona. Esta
iniciativa obedece a una adecuada capacidad instalada presente en el municipio
en áreas como construcción de maquinaria y equipos, implementos agrícolas,
motores eléctricos para la industria de la fundición, etc., la cual puede complementar
la actividad industrial desarrollada en la ciudad de Barquisimeto.
5. El componente medioambiental
La municipalidad cumple con los programas convencionales de protección del
ambiente concerniente al servicio de agua potable, disposición de desechos
sólidos, mantenimiento de espacios verdes de recreación, etc. Igualmente, la
municipalidad cuenta con la gerencia de ambiente y turismo que incorpora
estos aspectos a planes y proyectos en la zona. Esta gerencia ha trabajado en
cooperación con el Instituto Nacional de Parques (Inparques) en la promoción
del parque nacional Terepaima como área de potencial turístico del municipio,
y gestionó ante la Cámara Municipal el decreto como parroquia turística a la
parroquia Agua Viva, que conjuntamente con el potencial socioeconómico de la
zona (artesanal, música y religioso) se puede convertir en un eje de desarrollo
económico del municipio. Se observó la ejecución del proyecto de mejoramiento
de la infraestructura receptiva del parque nacional Terepaima (primera etapa),
para el cual se destinó treinta y cinco millones de bolívares para construir un
mirador turístico, instalaciones para-receptivas, puesto de guardaparque, etc.,
con recursos del presupuesto 2002 del Fides.
6. El proceso de descentralización
Durante la fase diagnóstica se observaron algunas fallas de carácter financiero,
sumadas a la ausencia de auditorías de personal y en la aplicación de controles
administrativos, lo cual ha retardado lo correspondiente a los pagos por concepto
de pasivos laborales. Sin embargo, esta experiencia ha permitido que en los
servicios de salud se replanteen las transferencias con un sentido más ordenado.
Para el año 2002 los recursos vía Fides para el municipio alcanzaron la cifra de
900 millones de bolívares; con ello se formularon 18 proyectos y se aprobaron 12
(Fides, 2002).
146
Foros 11 • Mayo 2005
En cuanto a la distribución de los recursos fiscales y los provenientes por la Ley de
Asignaciones Económicas Especiales, éstos se han utilizado para desarrollar el
proyecto de actualización catastral y el Plan de Desarrollo Urbano Local, y en
algunos otros proyectos en ciencia y tecnología.
En conclusión, el municipio Palavecino ha recibido recursos para fortalecer el
proceso de descentralización, sin embargo, se observa que éstos no han sido
suficientes para mejorar la gestión pública, en función de dinamizar las
potencialidades de los recursos endógenos existentes en el municipio.
Estructuración de la matriz DAFO (resumen)
Debilidades detectadas
• Inadecuada aplicación de la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial, Plan de
Ordenación Urbanística y Plan de Desarrollo Urbano Local
•
•
•
•
Inadecuada integración de los sectores productivos
Ausencias de políticas de promoción para la inversión privada
Déficit en la cobertura del servicio de agua potable, salud y transporte urbano
Carencia de instituciones de educación técnica superior
Amenazas detectadas
•
•
•
•
Incremento de la población marginal y de sectores excluidos
Estancamiento en la aplicación de políticas para el desarrollo urbano
Incremento en la demanda y cobertura de los servicios públicos
Crecimiento de la tasa de marginalidad, analfabetismo, prostitución, deserción
escolar, etc.
• Incremento en la tasa de desempleo
Fortalezas detectadas
•
•
•
•
•
•
•
Adecuada asignación presupuestaria (situado constitucional)
Existencia del Consejo de Planificación local
Disponibilidad de recurso humano calificado para la gestión local
Existencia de comunidades organizadas
Existencia de instituciones de educación superior
Formulación de proyectos de expansión del sector eléctrico
Existencia de interconexiones viales y troncales interurbanas
Edwing R. Salazar M. y otros / “Un modelo de desarrollo local”...
•
•
•
•
147
Presencia de recursos naturales para el desarrollo turístico
Existencia de espacio físico para la instalación de pymes
Desarrollo artesanal importante
Existencia de yacimientos de minerales no metálicos
Oportunidades detectadas
• Cercanía al aeropuerto internacional de la ciudad de Barquisimeto y a las vías
férreas
• Disponibilidad de espacio físico para la instalación de tejidos empresariales
• Acceso a programas de financiamiento multilateral
• Desarrollo de los recursos naturales
• Reordenamiento y promoción del municipio, en el plano territorial, ambiental
y productivo
La estructuración de la matriz DAFO da una orientación de la dinámica interna del
municipio y señala los elementos catalizadores del crecimiento de la región,
permitiendo visualizar los espacios adecuados para la instalación de tejidos
empresariales.
La idea es detectar las áreas diferenciales por actividad productiva y, al mismo
tiempo, lanzar estrategias que provoque la inversión directa privada, convirtiendo
a las ciudades o regiones en socios de los grandes grupos empresariales, siendo
éstas cada vez más atractivas por las continuas transformaciones en tecnología y
productividad, en cooperación con el poder público municipal.
Desde esta perspectiva, la elección de un determinado lugar para el emplazamiento
de centros productivos se produciría en el momento en que la oferta de factores
de competencia espacial de una región lograse satisfacer suficientemente la
demanda de factores de localización por parte del empresario, es decir, cuando
estos factores sean conocidos y valorados y resulte de gran valor estratégico y
económico para el empresario, dentro de sus estrategias futuras.
Para el momento de la evaluación, los factores estratégicos de convergencia
observados estaban representados por el entorno institucional (gobierno regional
y las instituciones de apoyo), los factores de producción (infraestructura de valor
estratégico, cualificación de la fuerza de trabajo, etc.), la organización del sistema
productivo (dinámica para la cobertura de la demanda) y el factor demandante
(empresas, organismos públicos y privados, aglomerados locales con alta demanda
en servicio, etc.).
Foros 11 • Mayo 2005
148
Diagrama 1
Convergencia de factores estratégicos para el desarrollo territorial
Entorno
institucional
Factores de
producción
Demanda
Organización del sistema
productivo
Fuente: Adaptación del diamante de Porter (1999).
A partir del análisis del diagrama de convergencia de los factores estratégicos, se
estructura la tipología territorial, que para este caso se caracteriza por ser de
aislamiento, dado que las políticas públicas implementadas han permitido la
instalación de formas de organización de empresas que dan prioridad a la
externalidad de funciones, y a un mayor uso de proveedores externos, desplazando
a las organizaciones empresariales locales. La subcontratación permite a estas
grandes empresas la reducción de sus costos operativos y de transacción,
beneficiando indirectamente a las empresas especializadas y generando espacios
atractivos para las inversiones externas.
Se observa el desarrollo de regiones o zonas metropolitanas con aceptable cobertura
de los servicios básicos, pero por otra parte, y por efecto de la baja cobertura
vertical de las políticas públicas, se van reproduciendo las zonas remotas por
efecto de aislamiento, apareciendo, así, zonas desprovistas de los servicios básicos.
Aunque las políticas de desarrollo local se basan en la cobertura de la oferta, su
objetivo debe converger en un sistema de condiciones y de relaciones que atienda
a mejorar la demanda local, facilitando así el funcionamiento del mercado. Es por
ello que se debe propiciar los cambios estructurales asociados con los procesos
de modernización de la gestión pública, incrementando los niveles de sinergia y
formas de cooperación.
Edwing R. Salazar M. y otros / “Un modelo de desarrollo local”...
149
Diagrama 2
Tipología territorial por aislamiento
(+)
Zonas del área
metropolitana
Áreas
integradas
(-)
(+)
Regiones
remotas
Regiones con
potenciales de desarrollo
(-)
Fuente: Adaptación de Vázquez Barquero (1999).
Un modelo de desarrollo local
En la municipalidad se observó la utilización de un modelo de gestión tradicional,
el cual la hace ineficiente para la promoción de la economía y el fomento del
empleo. La mayor proporción de los recursos ordinarios del presupuesto se destinan
al gasto corriente; por consiguiente, creemos que la administración municipal
deberá definir políticas de desarrollo que fomenten la formación del recurso
humano, aumenten los niveles de inversión en infraestructura, disminuyan la tasa
de desempleo y estimule la investigación en ciencia y tecnología. Todos estos
aspectos son pilares del desarrollo endógeno. En tal sentido se propone:
1. Establecer estrategias para mejorar la oferta de suelo industrial en el corto
plazo, con el apoyo del proyecto de zona industrial de Palavecino, lo cual
permitiría incentivar negociaciones mediante un acuerdo de planificación entre
la administración central y la empresa privada, para alcanzar los objetivos del
plan de desarrollo local.
2. Establecer estrategias para el levantamiento de información primaria, con el
apoyo de los organismos públicos y privados. Ésta permitiría obtener:
•
Información sectorial a través de muestreos expandidos
•
Validación y armonización de los datos
Foros 11 • Mayo 2005
150
•
Elaboración de matrices intersectoriales
•
Conocer el nivel de apertura sectorial
•
Información complementaria requerida, de fuente directa e indirecta
Los productos a este nivel estarían representados en: indicadores primarios de
gestión, perfil del sector institucional, perfil por actividad económica y perfil para
bienes y servicios.
3. La municipalidad deberá establecer estrategias de vinculación con los organismos técnicos, tales como universidades locales, centros de investigación, oficinas de consultorías y parques tecnológicos, para incrementar y fortalecer el
tejido industrial, impulsando a los nuevos emprendedores. Por lo tanto, la
Agencia de Desarrollo Económico tendría por misión primordial acercar al
municipio a los organismos técnicos de apoyo.
4. Para un correcto desarrollo del municipio, las políticas públicas deberán tener
un componente importante de capacitación y formación, el cual debe basarse
en la optimización de las capacidades empresariales (convergencia real), por lo
que el desarrollo y la formación de la mano de obra calificada deberán estar en
función de la demanda proveniente del sector industrial y de los nuevos yacimientos de empleo.
5. El municipio debe proveer las políticas necesarias para la promoción de nuevos yacimientos de empleos y negocios. Se trata de identificar las oportunidades de inversión, basadas en las nuevas demandas sociales del municipio, las
cuales permitirían disminuir el desempleo. Éstas, principalmente, estarían orientadas hacia:
•
El turismo local y nuevos fenómenos turísticos (servicios de acompañamiento
y acogida turística, nuevos espacios turísticos, etc.).
•
La construcción de aldeas turísticas en zonas de interés colonial, religioso,
cultural y artístico.
•
Los servicios a domicilio para la clase media que trabaja en la ciudad de
Barquisimeto (alimentos y bienes de consumo en el hogar, acompañamiento
a personas de la tercera edad, cuidados de niños, etc.).
•
Creación de la base de datos para la actividad artesanal, el teletrabajo,
acceso a biblioteca a distancia y servicios a empresas turísticas.
•
Impulsar la agricultura ecológica (apicultura, floricultura, piscicultura, etc.).
•
El desarrollo industrial de los minerales no metálicos (cerámica industrial).
•
El fomentar el desarrollo del parque industrial para el almacenamiento,
transferencia y transporte de mercancías interurbano.
Edwing R. Salazar M. y otros / “Un modelo de desarrollo local”...
•
151
El aprovechamiento de los desechos sólidos orgánicos para apoyar la
agricultura ecológica con apoyo de las universidades y otros centros de
investigación.
Los productos a este nivel estarían representados en: disponer de un perfil institucional
del municipio, estimación y armonización de las estadísticas generadas, un perfil
homogéneo para bienes y servicios, mejoramiento de la cobertura de las políticas
municipales, localización de espacios para los innovadores-emprendedores, diseño
de políticas para el establecimiento de redes de empresas locales y centros
productivos.
Desde la perspectiva del desarrollo endógeno y, por tanto, de la dinámica de
largo plazo, el impacto en la implementación de estas líneas de acción se observaría
en cómo la organización de los sistemas de producción responden a los cambios
del entorno y anticipan las transformaciones que se producen en los mercados.
Esto obedece a que el modelo adquiere carácter de RED y forma parte de la
cadena de valor a lo largo de la economía de la zona. Cuando los sistemas se
ajustan al modelo y a las nuevas formas de organización de la producción y la
demanda, se forman enclaves de empresas externas con potencial propio que se
articulan a través de redes de empresas locales que estimulan las relaciones
horizontales y de cooperación. Éstas, finalmente, se enraizarán en el territorio,
impulsando las zonas potencialmente desarrollables.
Diagrama 3
Dinamización del modelo productivo a implementar
(+)
Sistemas productivos locales
con vinculación externa
(+) cadenas externas
Enclaves de empresas
externas
Fuente: Adaptación de Maillat y Grosjean (1998).
Sistemas locales
endógenos
cadenas locales (+)
Empresas externas con
funciones endogeneizadas
152
Foros 11 • Mayo 2005
Estos sistemas de producción local con vinculación externa, y los sistemas locales
endógenos, confirman la existencia de un sistema productivo local firmemente
articulado al territorio, cuyo mantenimiento dependerá del tipo de interacciones y
complementariedad, así como del carácter innovador que funcione a lo interno.
Este principio define un modelo de desarrollo local propio cuya continuidad
depende de que se mantenga la atracción sobre las inversiones internas y el
grado en que se establecen las relaciones con los grupos empresariales y el
gobierno regional. Esto establece que la institucionalidad se adecue a las
demandas empresariales, produciendo bienes públicos más atractivos y mejorando
las relaciones de cooperación. En otras palabras, el nuevo pensamiento institucional
radica en reducir los costos por bienes y servicios, aumentando la confianza
entre los actores económicos, estimulando la inversión privada y el fortalecimiento
de redes de cooperación. El desarrollo económico, por tanto, toma fuerza en
aquellos territorios que tienen un sistema institucional moderno, haciendo más
eficiente el uso de sus recursos. Las barreras al desarrollo aparecen,
frecuentemente, como consecuencia de las carencias y el mal funcionamiento
de la red institucional, que dificulta el desarrollo de los procesos de crecimiento
autosostenido, y se ven favorecidas con los cambios en las formas de organización
del Estado hacia modelos que propician la descentralización administrativa; en
este caso, los gobiernos regionales se convierten en agentes idóneos para impulsar
las políticas de desarrollo. Sin embargo, hay que reconocer que estos procesos
son lentos y se encuentran con dificultades en su ejecución debido a las barreras
en los procesos de reparto de poder.
Consideraciones finales
Asumir el papel de dinamizador del desarrollo local significa para los miembros
del gobierno local, generar procesos participativos internos en el seno de su
propia organización, en la búsqueda de una visión compartida con sentido
estratégico; así mismo, los integrantes de la sociedad organizada, más allá de las
individualidades, deben actuar y no sólo limitarse a ser receptores de los beneficios
de la acción de gobierno, sin asumir responsabilidades en el conjunto del proceso,
por lo que es recomendable la aplicación de metodologías que promuevan la
participación en todas sus instancias.
De aquí la importancia del enfoque integral del proceso, cuestión tradicionalmente
inexistente en la formulación y aplicación de las políticas públicas, pero que es
factible en el ámbito local y dentro de un marco institucional adecuado.
La propuesta de establecer un modelo de desarrollo local pasa por conocer las
potencialidades del municipio y sus ventajas comparativas. Dicho modelo debe
articularse a un nuevo modelo de desarrollo nacional que considere al desarrollo
de la provincia como factor estratégico del crecimiento económico. Para fortalecer
Edwing R. Salazar M. y otros / “Un modelo de desarrollo local”...
153
dicha propuesta de desarrollo se requiere formular políticas sectoriales, territoriales
y ambientales que impulsen el progreso de los recursos endógenos existentes.
Las nuevas estrategias de desarrollo pretenden mejorar la eficiencia en la asignación
de los recursos públicos, fomentar la equidad en la distribución de la riqueza y del
empleo, cubriendo las necesidades futuras de la población. Sin duda, estos objetivos
representan conflictos en algunas localidades, por ello las estrategias de desarrollo
deben encontrar el equilibrio entre los objetivos y las prioridades de la región, y
ambas deben funcionar como condicionantes del óptimo perseguido.
La generación de políticas de desarrollo amplía las iniciativas dirigidas a todo tipo
de empresa y actividades existentes en una localidad; igualmente, busca impulsar
el desarrollo de actividades estratégicas para el crecimiento de la región, por
tanto, debe combinar acciones horizontales y acciones sectoriales. Esto implica
combinar las políticas de carácter nacional con las regionales, convergiendo en
estrategias basadas en acciones de ambas políticas.
La experiencia en la aplicabilidad de modelos de desarrollo local muestran que la
gestión e instrumentación debe hacerse a través de las organizaciones empresariales,
las comunidades y la administración pública local, relacionadas bajo un contexto
institucional flexible en el corto plazo, pero con una visión en la nueva generación
de políticas regionales en el largo plazo.
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Foros 11 •Mayo 2005 • pp. 155-180 • ISSN: 1690-4885
La competitividad microsistémica como estrategia
empresarial para el desarrollo de la pequeña y mediana
empresa zuliana
Ferrer
Juliana Ferrer*
Vázquez
José Luis Vázquez**
Resumen
La presente ponencia tiene por finalidad analizar la microcompetitividad sistémica
en la pequeña y mediana empresa zuliana. Basada en una investigación
descriptiva de campo se procedió a recolectar la información mediante un
muestreo aleatorio estratificado, con afijación proporcional al número de empresas
transformadoras. El tamaño muestral fue de 101 empresas, de las cuales 62
fueron pequeñas y 39 medianas. Se concluye que las empresas poseen un bajo
nivel microcompetitivo sistémico que se manifiesta en el bajo desarrollo
tecnológico, alta capacidad ociosa, sistemas de producción ineficiente y estrategias
empresariales convencionales. Se recomienda aprovechar los resultados para
iniciar un proceso de transformación competitiva sistémica que permita integrar
las iniciativas empresariales con políticas de incentivos concertadas con los
grupos de interés involucrados, contribuyendo así al crecimiento y búsqueda
de estrategias que fortalezcan la vida futura del sector.
Palabras clave: Competitividad microsistémica / Pequeña y mediana empresa /
Estrategias empresariales / Iniciativas empresariales.
Clasificación JEL: M21, M29
* Doctora en Ciencias Gerenciales, Magíster en Gerencia de Empresas. Investigadora de La
Universidad del Zulia. Coordinadora Académica del Programa Gerencia de Empresas.
Investigadora activa, docente de pre y posgrado y asesora en el área ética de las organizaciones,
LUZ.
Correo electrónico: jumferrer@cantv.net
** Magíster en Gerencia de Empresas. Economista Investigador de La Universidad del Zulia.
Correo electrónico: jvazquez@bod.com.ve
Foros 11 • Mayo 2005
156
Abstract
The present report analyzes micro systemic competitiveness in small and medium
sized companies in the State of Zulia. On the basis of a descriptive field study,
we proceeded to gather information using stratified random sampling,
proportional to the number of companies that produce transformations. The
sample consisted of 101 companies, of which 62 were small and 39 were medium
sized. We concluded that the companies possess low-level systemic
microcompetitiveness, as is evidenced by their poor technological development,
high levels of inactivity, inefficient production systems and conventional
managerial strategies. Recommendations are made for these results to be used
to initiate a process of systemic competitive transformation which would allow
business initiatives to be integrated with incentivation policies agreed upon
with the groups involved. This could contribute to growth and the search for
strategies to strengthen the sector in the future.
Key words: Microsystemic competitiveness / Small and medium companies /
Managerial strategies / Managerial initiatives
JEL classification: M21, M29
Resumo
Este artigo tem a finalidade de analisar a microcompetitividade sistêmica na
pequena e na média empresa zuliana. Sobre a base de uma pesquisa descritiva
de campo foi efetuada a coleta de informação mediante uma amostragem aleatória
estratificada, proporcional ao número de empresas transformadoras. O tamanho
da amostragem foi de 101 empresas das quais 62 eram pequenas e 39 médias.
A conclusão foi que as empresas possuem baixo nível microcompetitivo sistêmico
que se manifesta no baixo desenvolvimento tecnológico, na elevada capacidade
ociosa, nos sistemas de produção ineficiente e nas estratégias empresariais
convencionais. Recomenda-se aproveitar os resultados a fim de iniciar um
processo de transformação competitiva sistêmica que permita integrar as
iniciativas empresariais com as políticas de incentivo ajustadas aos grupos de
interesse envolvidos, contribuindo assim para o crescimento e a busca de
estratégias que fortaleçam a vida futura do setor.
Palavras chave: Competitividade microssistémica / Pequena e média empresa,
Estratégias empresariais / Iniciativas empresariais
Classificação JEL: M21, M29
Juliana Ferrer y José Luis Vázquez / La competitividad microsistémica...
157
Résumé
Cet exposé analyse la micro-compétitivité systémique dans les petites et moyennes
entreprises du département de Zulia. Prenant pour base une recherche descriptive
faite sur le terrain, l’information a été recueillie par le biais d’un échantillonage
aléatoire stratifié, avec une afixation proportionnelle au nombre des entreprises
de transformation. L’échantillonage comprend cent-onze entreprises, dont
soixante-deux petites et trente-neuf moyennes. Il en ressort que les entreprises
montrent un faible niveau microcompétitif systémique, se traduisant par un
faible développement technologique, par une grande capacité d’innocupation,
des systèmes de production non performants, et des stratégies d’entreprise
conventionelles. Recommendation est faite de mettre à profit ces résultats pour
entamer un processus de transformation compétitive systémique, qui permettrait
que les initiatives des entreprises puissent s’intégrer aux politiques
d’encouragement qui sont concertées entre les groupes d’intérêt concernés.
Tout ceci pourrait contribuer à la croissance et à la mise au point de stratégies
pour l’amélioration de l’avenir du secteur.
Mots-clefs: Compétitivité microsystémique / Petit et moyenne entrepise / Stratégie
patronale
Classification JEL: M21, M29
158
Foros 11 • Mayo 2005
Introducción
Bajo el inicio del nuevo milenio, los sectores de actividad empresarial viven inmersos
en transformaciones radicales, profundas y globales, cambios evidenciados en la
esfera de relaciones donde operan, exigiendo éstos formas de interacción que sin
perder la capacidad para actuar en un mercado de competencia, puedan ser
capaces de garantizar la cooperación necesaria para transitar en un mundo incierto.
Frente a ese contexto se definen sectores de actividad global, los cuales deben ser
capaces de redescubrir dimensiones añadidas a su identidad, como consecuencia
de ese nuevo orden mundial; identidad que cualifica su destino en el logro de los
beneficios económicos y sociales.
Pero tales beneficios requieren de la interacción de niveles de competencia y
competitividad de las organizaciones, que garanticen no sólo reformas de carácter
económico, sino también un proyecto de transformación global que coadyuve al
logro de ventajas competitivas.
Dichas ventajas requieren de una visión estratégica de las organizaciones que
debe ser incorporada en el análisis de las realidades económicas y en el diseño de
políticas para el desarrollo. Tales iniciativas generarán reglas formales e informales,
que propiciarán la participación de sectores de la sociedad en la búsqueda de
acuerdos consensuados, por el logro de respuestas distintivas en el mercado
nacional e internacional.
Por supuesto, iniciativas de este tipo requieren de procesos educativos y culturales
que conduzcan a las organizaciones a una actuación basada en la cooperación y
las alianzas estratégicas, a fin de lograr un uso efectivo de los recursos y la existencia
de mercados eficientes de factores, bienes y capitales. Pero, también, de una
puesta a la competitividad y el diálogo social, a fin de canalizar los potenciales
nacionales y regionales y obtener la capacidad intrínseca y particular necesaria
para operar con éxito en los mercados dentro del ámbito global, situación revelada
desde la competitividad microsistémica.
Surge de tal reflexión la presente ponencia, la cual analiza niveles de competitividad
microsistémica como estrategia empresarial y las posibilidades ciertas de desarrollo
en la empresa venezolana, particularmente en el caso de las pequeñas y medianas
empresas zulianas.
1. Nuevos desafíos para la economía de los sectores de actividad global
La economía de sectores de actividad global es una realidad nueva para la historia,
distinta de una economía mundial. Una economía mundial, en la que la acumulación
de capital ocurre en todo el mundo, ha existido en Occidente al menos desde el
siglo XVI. Una economía de los sectores de actividad global es algo diferente. Es
Juliana Ferrer y José Luis Vázquez / La competitividad microsistémica...
159
una economía con la capacidad de funcionar como una unidad en tiempo real a
escala planetaria, que trata siempre de superar los límites de tiempo y espacio,
pero que sólo a finales de siglo XX es capaz de hacerse verdaderamente global,
en virtud de una nueva infraestructura proporcionada por las tecnologías de la
información y la comunicación. Esta globalidad incumbe a todos los procesos del
sistema económico-social (Castells, 1999).
No obstante, la noción de globalización ha sido criticada. Algunas se basan en
una observación de sentido común, con frecuencia olvidada; la economía
internacional no es aún global. Algunos mercados se encuentran todavía lejos de
la integración plena; los flujos de capital están restringidos por los reglamentos de
orden monetarios; la mano de obra no es lo suficientemente móvil y las grandes
multinacionales siguen manteniendo la mayor parte de sus activos, en centros de
mando estratégicos ubicados en naciones históricamente definidas.
Pero hay algo más en la valoración crítica de la noción de globalización en su
visión simplista: la tesis de la globalización prescinde de la persistencia del estadonación y del papel crucial del gobierno, para cambiar la estructura y dinámica de
la nueva economía. Es evidente que las reglamentaciones y políticas
gubernamentales determinan las fronteras y estructuras internas de la economía
global. Sin embargo, no existe en el futuro previsible un mercado mundial totalmente
abierto para el trabajo, la tecnología, los bienes y los servicios, mientras exista la
concepción actual de Estado-nación y mientras los gobiernos actúen para fomentar
los intereses de sus ciudadanos y empresas, de los territorios bajo su jurisdicción
en la competencia global (Castells, 1999; Aninat Ureta, 1996).
Por ello, la noción de una economía global regionalizada podría asumirse como
un contrasentido, pero al concebirlo en la realidad se observa una economía
global donde opera una red de interacción que trasciende las fronteras nacionales
y geográficas. Sin embargo, en cuanto a política, no es indiferenciada y los gobiernos
nacionales desempeñan un papel importante en la estructuración de los procesos
económicos. La estructura de la economía de sectores de actividad global es
producida, así, por la dinámica de la competencia entre los agentes económicos y
entre las comunidades donde están situados. Esta competencia se desempeña
según factores como: capacidad tecnológica, competitividad, diferencial entre costos
de producción y, sobre todo, capacidad política de las instituciones, para encauzar
la estrategia de crecimiento (Castells, 1999; Gabriel, 2000).
De allí que los factores ya mencionados determinen conjuntamente la dinámica y
formas de competencia entre empresas, regiones y países en la nueva economía
global, marcando de este modo el comienzo de una nueva división internacional
del trabajo (Castells, 1999).
La interrelación de estos procesos ha desencadenado en la creación de una
economía global independiente, caracterizada, por un lado, como vigorosa y
160
Foros 11 • Mayo 2005
competitiva, como el caso de la economía global del Pacífico, y por el otro,
por territorios desprovistos de valores e interés para la dinámica del capitalismo
global, como es el caso de la región latinoamericana. Esto ha conducido a una
diferenciación por bloques que se traduce, por una parte, en la participación
creciente del capital, la producción y el comercio, y por la otra, en el intento
desesperado por incorporarse a un proceso, para muchos desconocidos, dada
la irrelevancia económica que estos segmentos de la sociedad representan
(Dussel, 1998).
Adicionalmente, esta nueva revolución tecnológica y económica privilegia a aquellos
que disponen de las habilidades y aptitudes apropiadas para adaptarse a la nueva
situación y penaliza a los que carecen de ellas. La globalización amenaza, así, con
ampliar diferencias en el orden social, con el riesgo de que un mundo de
oportunidades coexista con un mundo cada vez más marginado y excluido (Dussel,
1998; López, 2000).
Este proceso, que incluye a algunos y excluye a otros, es, aparentemente, el
resultado de fuerzas anónimas del mercado, por lo que ni los individuos, ni las
instituciones, ni el Estado asume, en casi todos los casos, responsabilidad alguna
por una revolución que podría arrastrar a millones de ciudadanos del mundo. El
triunfo del mercado, tanto a nivel nacional como internacional, significa que muchos
gobernantes ya no ven las grandes desigualdades como un problema, sino como
algo esencial para la eficacia del sistema económico (Dussel, 1998; Castles, 2000).
De allí que en el marco de la globalización sea necesario interpretar el rol de los
empresarios, quienes deben ser forjadores de su propio destino, pero también
responsables de la comunidad donde se desenvuelven, de acuerdo con la naturaleza
propia de la actividad empresarial, la cual implica ejercer una actividad económica
autorresponsable; por tanto, podrían terminar siendo forjadores del destino del
conjunto de la sociedad (Martín, 2001).
Se hace necesario, entonces, rediscutir ese sistema de relaciones para introducirse
en otro, donde la cooperación (Martín, 2001) sea el factor fundamental,
incorporando al talento humano, no como instrumento destinado a obtener
beneficios económicos, sino como un grupo humano dedicado a lograr una
integración común de intereses, bajo esquemas de cooperación, en el objetivo de
asegurarse la estabilidad y permanencia de la actividad que realiza.
Se exige una revisión de la racionalidad instrumental basada en eficiencia y máximo
beneficio, donde los elementos de la competencia son vistos sólo desde el plano
económico, debido a que el momento actual exige un cambio en la lógica de las
decisiones y en sus consecuencias. Tal realidad es aplicable a muchos campos del
saber y visualizados en una cantidad de fenómenos, particularmente en la región
latinoamericana, que parecen conmocionar los cimientos del pensamiento racional.
Se trata por ello de insistir que ese contexto global exige de la sociedad alianzas
Juliana Ferrer y José Luis Vázquez / La competitividad microsistémica...
161
de los sectores de actividad, como la revisión de las lógicas en las iniciativas
asumidas, en dirección a una mayor coherencia en la toma de decisiones, distintivo
de excelencia dentro de la racionalidad humana, por la búsqueda de mejores y
mayores expectativas para la región.
2. Perspectiva de las reformas y sus impactos en la competitividad de los sectores
Los proyectos de reforma son hoy un fracaso en América Latina. Después de un
breve repunte a principios del decenio de los noventa, el crecimiento se ha hecho
cada vez más lento. Muchos de los países de la región sufren recesiones, depresiones
y crisis, algunas de las cuales han alcanzado niveles sin precedentes, que recuerdan
a los de la Gran Depresión (Stiglitz, 2003). Para gran parte de la región, la reforma
no sólo no ha generado crecimiento, sino que en muchos casos ha contribuido a
aumentar la desigualdad y la pobreza.
Pero, los fracasos de las denominadas reformas orientadas al mercado no implican
que se deba volver al pasado, y para quienes están decididos a lograr un crecimiento
democrático, equitativo y sostenible, esto representa un desafío. Pero, es evidente
que no existe una alternativa única; cada país debe elegir la opción que mejor se
adapte a sus circunstancias y a su población (Stiglitz, 2003).
Los críticos de la reforma señalan que el crecimiento no fue sostenible, y además
expuso a los países a nuevas causas de volatilidad. Ésta suele asociarse con un
aumento de la pobreza debido a que son los sectores más pobres de la sociedad
los que normalmente sufren con mayor rigor las consecuencias del aumento del
desempleo; por añadidura, algunas de las reformas son en sí mismas la causa
directa del aumento de la pobreza.
Inclusive, es interesante observar cómo los que creen en las bondades de las
reformas han comenzado a moderar su optimismo. Aducen que las economías
saldrán de la recesión, que se reanudará el crecimiento, pero pocos de ellos se
atreven a expresar la esperanza de recuperar el tipo de crecimiento vigoroso que
caracterizó las décadas de los cincuenta y sesenta (Stiglitz, 2003).
Recuérdese cómo las reformas del Consenso de Washington, a pesar de sus buenas
intenciones, aumentaron la vulnerabilidad de los países de la región reflejados en:
• Aumento de la exposición de los países al riesgo, sin acrecentar su capacidad
de hacer frente a ese riesgo.
• Desequilibrio en las reformas macroeconómicas, al asignar demasiada importancia a la lucha contra la inflación y prestar poca atención al desempleo y a la
búsqueda de un crecimiento sostenible.
• Incentivo de las reformas a la privatización y el fortalecimiento del sector privado, pero muy poca importancia al mejoramiento del sector público.
162
Foros 11 • Mayo 2005
Es importante agregar, además, cómo en el Consenso de Washington se le dio
poca importancia a la pobreza, quizás porque se creía que con el tiempo los
beneficios del crecimiento se filtrarían hacia abajo (Stiglitz, 2003). Sin embargo,
existen pocos motivos para pensar que eso pudiera suceder y lo más probable es
que hayan agravado el problema de la pobreza.
Por ello, hoy se hallan en plena actividad diversas líneas de discusión sobre los
supuestos económicos que han orientado el desarrollo en las últimas décadas. El
debate en curso no aparece como un debate hacia el interior de la academia, en
donde diversas escuelas de pensamiento o personalidades defienden determinados
enfoque surgidos de su propia especulación. Está fuertemente influido por las
dificultades del pensamiento convencional marcadas por metodologías de trabajo,
ejemplificadas por procesos como los problemas experimentados por las economías
del Sudeste asiático, las graves crisis observables en economías en transición,
como la rusa, las inestabilidades pronunciadas en los mercados financieros
internacionales, los desajustes y las polarizaciones sociales en regiones como
América Latina, entre otros (Kliksberg, 2004).
Ahora bien, un tema resaltante de la discusión abierta es el énfasis en no confundir
los medios con los fines, desvío en el que se ha caído con frecuencia últimamente.
Por ello, los objetivos finales del desarrollo tienen que ver con la ampliación de
las oportunidades reales de los seres humanos, de desenvolver sus potencialidades.
La elevación del producto bruto per cápita, por ejemplo, aparece en la nueva
perspectiva como un objetivo importante y deseable, pero no debe dejar de tener
nunca en cuenta que es un medio al servicio de fines mayores, como los índices
de nutrición, salud, educación, libertad y otros. Sus mediciones no reflejan,
necesariamente lo que está sucediendo en relación con dichas metas.
En términos de potencialidades, Sen (2002) analiza detalladamente esta visión
general en el caso del ser humano. Señala que constituye un progreso considerable
el nuevo énfasis puesto en los mismos, pero que debe entenderse que el ser
humano no es sólo un medio del desarrollo, sino su fin último. Esa visión no debe
perderse de vista, dado que en última instancia el desarrollo es la ampliación de
la capacidad de la población para realizar actividades elegidas libremente sin
necesidad de construirlos en instrumentos para el desarrollo.
Desde la misma perspectiva, Kliksberg (2004) destaca cómo se ha focalizado
demasiado en la estabilidad de los precios, más que en el crecimiento y la estabilidad
de la producción. Se ha fallado en reconocer que el fortalecimiento de las
instituciones financieras es tan importante para la estabilidad económica, como
controlar el déficit presupuestario y aumentar la oferta de dinero. Se ha centrado
en la privatización, pero se ha puesto demasiada poca atención a la infraestructura
institucional, que es necesaria para hacer que los mercados funcionen y generar
niveles de ventajas competitivas.
Juliana Ferrer y José Luis Vázquez / La competitividad microsistémica...
163
En tanto, el Banco Mundial (2000) desarrolla en detalle la visión de que todo el
tema de las organizaciones debe ser incorporado al análisis de las realidades
económicas y el diseño de políticas. Entiende como tales al conjunto de reglas
formales e informales y sus mecanismos de ejecución que inciden sobre el
comportamiento de los individuos y las organizaciones de una sociedad. Entre las
formales se hallan las constituciones, leyes, regulaciones, entre otros. Entre las
informales están la ética, la confianza, los preceptos religiosos y otros códigos.
Señala cómo las prescripciones de política del Consenso de Washington ignoran
el rol potencial que los cambios en las instituciones pueden jugar en acelerar el
desarrollo económico y social.
Pero en las reformulaciones en curso del pensamiento económico convencional
ha ingresado, como un tema central, el del capital humano. Mejorar el perfil de la
población de un país es un fin en sí mismo, como resaltaba Sen (1999); al mismo
tiempo, constituye una vía fundamental para alcanzar productividad, progreso
tecnológico y competitividad en los escenarios económicos de fin de siglo.
Entonces, la visión que aparece es la de que no es viable el desarrollo social sin
crecimiento económico, pero el mismo, a su vez, no tendrá carácter sustentable si
no está apoyado en un intenso crecimiento social (Kliksberg, 2004). Debemos ir
más allá de la estabilización financiera. Debemos abordar los problemas del
crecimiento con equidad en el largo plazo, base de la prosperidad y el progreso
humano. Debemos prestar especial atención a los cambios institucionales y
estructurales necesarios para la recuperación económica y el desarrollo sostenible.
Debemos ocuparnos de los problemas sociales.
Ahora bien, con miras a lograr una asignación efectiva de recursos, resulta clave la
existencia de mercados eficientes de factores, bienes y capitales. Esto es una
condición allí donde el concepto de gestión es pluridimensional y apuesta por la
competencia, la cooperación y el diálogo social, a fin de canalizar los potenciales
nacionales y desarrollar así la capacidad necesaria para operar con éxito en el
mercado mundial. Las experiencias de los años setenta y ochenta han demostrado
que la inestabilidad del contexto macroeconómico perjudica de un modo sustancial
la operatividad de estos mercados, ejerciendo asimismo un efecto negativo sobre
el crecimiento de la economía (Esser et al., 1996).
Quiere decir que la estabilización del contexto macroeconómico demanda no
sólo un concepto congruente en términos tecnocráticos, sino también un esfuerzo
político considerable. El éxito estará asegurado únicamente si el gobierno se
muestra resuelto a imponer las difíciles y conflictivas reformas, si consigue organizar
una coalición nacional de fuerzas reformadoras con miras a recobrar el equilibrio
de la economía, tanto interior como exterior, y si logra captar al mismo tiempo el
apoyo internacional (Esser et al., 1996) y de los sectores de actividad marcados
por las ventajas competitivas en la región.
164
Foros 11 • Mayo 2005
3. Competitividad desde el nivel micro y estrategia competitiva en sectores de
actividad empresarial
No todos los sectores de actividad ofrecen oportunidades para un beneficio
sostenido, siendo su rentabilidad de largo plazo el ingrediente esencial para
determinar la real utilidad de una empresa que, junto a sus rasgos distintivos
expresados en valores organizacionales, garantizarán su perpetuidad. La segunda
cuestión central en la competitividad estratégica son los determinantes de una
posición competitiva relativa dentro de un sector de actividad.
Analizado desde el plano netamente económico y de mercado, una serie de
autores contrastan sus opiniones y, entre ellos, Porter (1985, 1990, 1999), quien
afirma cómo la estrategia competitiva debe surgir de una comprensión sofisticada
de las reglas de competencia que determinan lo atractivo de un sector industrial.
La intención última de la estrategia competitiva es tratar e idealmente establecer
estrategias que beneficien a la empresa.
Para Porter (1990), el punto de partida para estudiar el origen de la competitividad
no es la firma, ni la nación, sino la industria en su conjunto. Al hablar de la
competitividad de las naciones se refiere a los resultados de las industrias en su
conjunto pertenecientes a una rama de actividad específica. Los resultados son
determinados, tanto por las circunstancias específicas que afectan a cada industria
como por las condiciones nacionales que la circundan.
Según lo planteado por Kelly (1996) y Hernández (1998), el interés por la
competitividad tiene sus raíces en reflexiones de economistas de diferentes escuelas,
quienes estudiaron la posición dominante de un contexto respecto a otro, en un
momento dado y las causas de la superioridad de un país y estrategias previstas
para lograrla.
Sin embargo, en las últimas décadas las luchas por los mercados se han vuelto
una necesidad de las potencias mundiales y la competitividad surge como elemento
fundamental de éxito de las economías nacionales (Francés, 1996).
Ahora bien, para entrar a analizar el concepto de competitividad se hace necesario
conocer, de alguna forma, determinados conceptos preliminares que forman parte
de los elementos esenciales propuestos por los autores. Uno es el de ventaja
competitiva retomado por Etkin (1996), quien afirma que la ventaja competitiva
es un concepto relativo: la diferencia o atributo distintivo que una empresa o
sector fabril tiene respecto de otros sectores, o bien respecto de los requerimientos
del contexto.
Esta ventaja puede consistir en la magnitud y calidad de los recursos, respuesta de
los canales de distribución, ubicación espacial, menores tiempos de producción o
disponer de información vital para los negocios. Mantener y desarrollar esta
Juliana Ferrer y José Luis Vázquez / La competitividad microsistémica...
165
diferencia o ventaja competitiva es la tarea de las unidades de negocio. La integración
eficiente de esas unidades en un conjunto se logra mediante el diseño de la
estrategia competitiva (Etkin, 1996).
Es importante destacar cómo para algunos autores (Etkin, 1996; Romero et al., 1998)
la definición de competitividad es un concepto ambiguo, ya que para ellos al definir
el concepto como la capacidad de competir, se torna impreciso porque se habla de
aptitud, de talento para ejercer o llevar adelante una función o una actitud. Cuando
se habla de capacidad para competir, aparecen inmersos muchos elementos que
dependen del contexto en el cual se desenvuelve la empresa o sector.
Por tanto, para Etkin (1996), la competitividad se refiere a una capacidad, una
actitud particular, un estado o atributo de la empresa, un modo de funcionamiento
que es congruente con la realidad de los mercados abiertos donde hay que enfrentar
amenazas y desafíos cotidianos.
Hamel y Prahalad (1995) introducen elementos fundamentales para la
competitividad: el primer elemento, el liderazgo intelectual, que no es más que
desarrollar la visión futura que tenga la empresa para hacer crecer las fuerzas
matrices que se necesitan para lograr la funcionalidad, competencias esenciales y
relaciones con los clientes. El segundo elemento es la gestión de las sendas
migratorias, es decir, adquirir preventivamente conocimientos sobre la forma cómo
la empresa se relaciona desde el punto de vista de su macroambiente, y dentro de
la gestión de senda también incluye la necesidad de hacer partícipe a todos los
integrantes de la industria como entes pasivos de esa relación entre el micro y el
macroambiente, y tercero, la incorporación activa y congruente del competidor,
incorporando así una apropiada estrategia de posicionamiento en el mercado,
maximizando la eficiencia y productividad, y logrando una interacción competitiva,
además de construir una red mundial de proveedores para garantizar siempre un
producto a tiempo.
Por tanto, la búsqueda de la competitividad está centrada en lograr una
reestructuración, en una reingeniería de los procesos, una reinversión de la industria,
una regeneración de las estrategias con los actores involucrados en el sector
(clientes, proveedores, competidores, Estado, comunidades y trabajadores del
sector).
En otra perspectiva, Oltra (1995) refiere la competitividad como una condición
previa esencial para que haya crecimiento en la producción, mejora en el nivel de
vida y en el empleo. Este autor plantea que la competitividad implica:
• Unos productos de más valor, tanto en los mercados interiores como en los
exteriores llevando a más empleo, y
• Una mejora de la rentabilidad, que lleve a un aumento de las inversiones, lo
que supone más empleo en el largo plazo.
166
Foros 11 • Mayo 2005
Existen otros autores que conjugan el plano económico y de mercado con el
plano social y de compromiso con las comunidades en su conjunto (Martín, 2001;
Ortiz Ibarz, 1998; Rivas, 1998; Cortina, 1998; Etkin, 1996). Entre ellos, Cortina
(1998) refiere de manera expresa cómo las empresas que se conducen éticamente,
terminan siendo competitivas. La clave de la competitividad es fundamental. Al
principio se tiene sensación de que existe una incompatibilidad entre ética y
competitividad, que ambas variables no pueden interactuar. Al hablar de
competitividad se tiene la idea de que es sinónimo de desalojar al adversario y,
por lo tanto, no parece que pueda compaginarse mucho una conducta ética.
Sin embargo, estudios realizados desde finales de los ochenta han demostrado
que existe una correlación positiva entre ambas dimensiones porque una empresa
ética es más competitiva, entendiendo por competitividad el deseo de permanecer
en el mercado en el largo plazo con un beneficio suficiente que le permita ser
durable (Cortina et al., 1997; Cortina, 1998).
Para Cortina (1998), una empresa es competitiva cuando puede generar beneficio
suficiente para permanecer en el mercado en el largo plazo porque el interés
principal de la empresa es, fundamentalmente, la durabilidad y no tanto la idea de
negocio de corto plazo. A una auténtica empresa lo que le interesa es durar en el
largo plazo con un beneficio suficiente, y a esta empresa es la que se puede
llamar competitiva.
Ahora bien, visto el problema desde la competitividad sistémica (Cepal, 2001), un
sector de actividad económica en general no es competitivo por sí mismo, si no
cuenta con un entorno de apoyo a proveedores, o servicios orientados a la
producción, o una presión competitiva basada en las alianzas. La competitividad
en el nivel micro está basada en esa interacción. El aprendizaje por interacciones
estratégicas es clave en el proceso de innovación, especialmente cuando se
constituyen ventajas competitivas dinámicas. Este nivel contiene capacidad de
gestión, estrategias empresariales, gestión de la innovación, mejores prácticas en
el ciclo completo de producción, integración en redes de cooperación tecnológicas,
logística empresarial, interacción de proveedores y productores.
Igualmente, el elemento ético del nivel meta es un factor de innovación dentro
del mundo empresarial; una dimensión vital implícita en la cultura organizacional,
que lleva no solamente a generar ventajas competitivas, sino que además fomenta
la apertura de mercados con un poco de imaginación y racionalidad. Estos últimos
unidos a la credibilidad y la innovación, favorecen la competitividad de la empresa,
sin tener que salir de la lógica empresarial del mercado.
Juliana Ferrer y José Luis Vázquez / La competitividad microsistémica...
167
4. Una aproximación a la competitividad sistémica
El concepto de “competitividad sistémica” constituye un marco de referencia para
los países, tanto industrializados como en desarrollo. Hay dos elementos que lo
distinguen de otros conceptos dirigidos a determinar los factores de la competitividad
industrial (Esser et al., 1996):
• La diferenciación entre cuatro niveles analíticos distintos (meta, macro, meso y
micro), siendo en el nivel meta y macro donde se examinan factores, tales
como la capacidad de una sociedad y el Estado para la integración y la estrategia, mientras que en el nivel meso se estudia la formación de un entorno capaz
de fomentar, complementar y multiplicar los esfuerzos al nivel micro de la
empresa;
• La vinculación de elementos pertenecientes a la economía industrial, a la teoría
de la innovación y a la sociología industrial con los argumentos del reciente
debate sobre gestión económica desarrollado en el plano de las ciencias políticas.
Ahora bien, las empresas se hacen competitivas al cumplirse dos requisitos
fundamentales: primero, estar sometidas a una presión competitiva que las obligue
a desplegar esfuerzos sostenidos por mejorar sus productos y su eficiencia
productiva; segundo, estar insertas en redes articuladas dentro de las cuales los
esfuerzos de cada empresa se vean apoyados por toda una serie de externalidades,
servicios e instituciones. Ambos requisitos están condicionados, a su vez, por
factores situados en el contexto macroeconómico y político-administrativo.
El primer requisito no se cumplió durante largo tiempo en los países en desarrollo
que seguían una estrategia de industrialización orientada al mercado interno. Al
amparo de murallas proteccionistas, se hizo el intento de montar industrias
nacionales altamente integradas, prescindiendo en muchos casos de la competencia,
siendo el mercado nacional demasiado estrecho para una sola empresa, tanto que
la admisión de una más habría alejado bastante la posibilidad de contar con las
deseadas economías de escala. La falta de presión competitiva hizo que las empresas
nacionales quedaran muy rezagadas en términos de eficiencia con respecto a los
niveles internacionales (Esser, 1992); cosa parecida sucedió en los países ex
socialistas (Messner y Meyer-Stamer, 1992) y en algunos países latinoamericanos.
El segundo requisito no ha sido suficientemente considerado en el reciente debate
sobre política de desarrollo. Las medidas adoptadas en el nivel macro (estabilización,
liberalización y desestatización, apertura al mercado externo, devaluación)
apuntaban a corregir distorsiones en las estructuras de incentivos y estimular así al
empresariado latente en el nivel micro, cuyo desarrollo había sido nulo debido a
las múltiples políticas estatales y a la distorsión de los precios (Thomas, 1991;
Banco Mundial, 2000).
168
Foros 11 • Mayo 2005
Existen enfoques en este sentido que han permitido observar con mayor amplitud
el fenómeno consistente en las redes de cooperación interempresarial. Con el
trasfondo de experiencias recogidas, quedó demostrado el efecto estimulante de
la aglomeración (clusters) sobre la competitividad de las empresas, demostración
que coincidían con reflexiones anteriores de Alfred Marshall. El énfasis recayó en
las ventajas que surgen bajo el aspecto de la “eficiencia colectiva” (Schmitz, 1989)
a través de la intensa comunicación informal y del aprendizaje interactivo (Lundvall,
1988).
La investigación de los clusters fue ampliada por Porter (1990), que configuran un
“diamante” cuyas aristas son las estrategias y estructuras empresariales, la
competencia, las condiciones de la demanda, las condiciones factoriales, así como
las industrias afines o de apoyo. La competitividad industrial proviene en medida
determinante de la calidad locacional.
Igualmente, en el marco de la OECD se han desarrollado en los últimos años
considerables esfuerzos para sistematizar los diferentes enfoques existentes sobre
el fenómeno de la competitividad y resumirlos en un enfoque integral bajo el
concepto de “competitividad estructural” (OECD, 1992). Los elementos medulares
de este concepto son: el énfasis en la innovación como factor central del desarrollo
económico, una organización empresarial situada más allá de las concepciones
tayloristas y capaz de activar los potenciales de aprendizaje e innovación en todas
las áreas operativas de una empresa, y redes de cooperación orientadas a la
innovación y apoyadas por diversas instituciones y un contexto institucional con
capacidad para fomentar la innovación.
Surge de estos antecedentes la «competitividad sistémica» basada en el reciente
debate de la OCDE. Sus reflexiones partieron de un fenómeno observado en
numerosos países en desarrollo, que es la inexistencia o la insuficiencia de un
eficaz entorno empresarial. Semejante fenómeno puede impedir que el reajuste
estructural fomente el desarrollo industrial aun cuando la estabilización a nivel
macro haya sido exitosa, dado que la ausencia de un entorno eficaz restringe la
capacidad de las empresas para desarrollar una competitividad duradera. Sucede
que éstas no pueden concentrarse en la actividad productiva central que las hace
competitivas, por verse obligadas a desarrollar producciones y servicios internos
que a otras empresas les basta con adquirir o explotar como efectos externos
(Esser et al., 1996).
Así, los países más competitivos poseen:
• Estructuras en el nivel meta que promueven la competitividad.
• Un contexto macro que ejerce una presión de performance sobre las empresas, y un nivel meso estructurado, donde el Estado y los actores sociales desarrollan políticas de apoyo específico, fomentan la formación de estructuras y
Juliana Ferrer y José Luis Vázquez / La competitividad microsistémica...
169
articulan los procesos de aprendizaje al nivel de la sociedad.
• Un gran número de empresas situadas en el nivel micro que buscan simultáneamente la eficiencia, calidad, flexibilidad y proactividad, estando muchas de
ellas articuladas en redes de colaboración mutua.
Así, un desarrollo industrial exitoso no se logra meramente a través de una función
de producción en el nivel micro, o de condiciones macroeconómicas estables en
el nivel macro, sino también por la existencia de medidas específicas del gobierno
y de organizaciones privadas de desarrollo orientadas a fortalecer la competitividad
de las empresas.
Ahora bien, la competitividad sistémica tiene como premisa la integración social,
a diferentes niveles, exigiendo no sólo reformas económicas, sino también un
proyecto de transformación de la sociedad. La tarea pendiente en muchos países
en desarrollo y en transformación radica en superar la fragmentación social y
mejorar la capacidad de aprendizaje, ante todo la capacidad para responder con
prontitud y eficacia a los requerimientos de ajuste. La formación de estructuras al
nivel de sociedad, como complemento de la formación de estructuras a nivel
económico, eleva la capacidad de los diferentes grupos de actores para articular
sus intereses y satisfacer entre todos los requerimientos tecnológico-organizativos,
sociales y ambientales, entre otros.
Por ello, una orientación tendente a la solución conjunta de problemas presupone
una clara separación institucional entre el Estado, la empresa privada y las
organizaciones intermedias. Sólo esa separación hace posible la organización
autónoma, los procesos de aprendizaje independientes y el desarrollo de una
gran capacidad de anticipación y respuesta. Una vez implantada la separación de
instituciones, es posible que surja un Estado autónomo y eficiente, al tiempo que
los grupos de actores sociales privados y públicos se muestren dispuestos a cooperar
y articularse entre sí en los niveles supra, nacional, regional y local, sobre todo al
nivel de la microsistémica.
Es más importante destacar que los elementos microsistémicos aseguran la
coordinación en y entre los cuatro niveles sistémicos, bajo la disposición al diálogo
entre los grupos importantes de actores sociales, disposición que ayuda a cohesionar
esfuerzos y a canalizar conjuntamente el potencial creador de la sociedad. Los
diálogos son imprescindibles para fortalecer las ventajas nacionales de innovación
y competitividad y poner en marcha procesos sociales de aprendizaje y
comunicación. Los diálogos fundamentan la disposición y la aptitud para
implementar una estrategia de mediano a largo plazo con vista al desarrollo
tecnológico-industrial orientado a la competitividad. Esta capacidad exige un elevado
nivel de organización, interacción y gestión por parte de los grupos nacionales de
actores, que deben procurar finalmente una gestión sistémica que abarque a la
sociedad en su conjunto.
170
Foros 11 • Mayo 2005
5. Dimensiones de la competitividad microsistémica. Algunos resultados para
la región zuliana
La competitividad sistémica constituye un marco de referencia para visualizar que
un sector de actividad no podrá ser competitivo por sí mismo si no cuenta con el
apoyo de un nivel macro y meta donde se examinen la capacidad de la sociedad
y del Estado para integrar la estrategia de crecimiento del sector, un nivel meso
donde se estudia la formación de un entorno capaz de fomentar el crecimiento, y
un nivel micro que haga énfasis en la eficiencia, calidad, flexibilidad y proactividad,
basada en redes de cooperación entre las empresas del sector y los actores
involucrados.
Al observar las pequeña y mediana empresas zulianas puede destacarse más
desarticulación de los cuatro niveles, especialmente entre el nivel macro y el
micro, un nivel meta caracterizado por una crisis de valores y un nivel meso no
consensuado entre el sector gubernamental y los intereses del sector.
Por ello, para fines de la presente ponencia sólo fueron tratados resultados de la
información acerca de la competitividad microsistémica en las pequeña y mediana
empresas de la región zuliana, mediante la realización de una encuesta por
muestreo. Para tal fin, se utilizó el registro que CEIO (2003) de la Facultad de
Ciencias Económicas y Sociales mantiene de las empresas de la región, resultado
de investigaciones anteriores. En dicho registro aparecen un total de 1.348 empresas,
de las cuales el 67 por ciento (903) son pequeñas y el 33 por ciento (445) son
medianas. Se eligió como modelo de muestreo, el aleatorio estratificado con afijación
proporcional al número de empresas pequeñas y medianas. A partir de la realización
de una muestra piloto, con la que se evaluó el procedimiento muestral y el
instrumento, se calculó la varianza, la cual se situó en 0,065; igualmente, se fijó un
error del 5 por ciento y una confianza del 95 por ciento, lo que determinó un
tamaño muestral de ciento una (101) empresas, de las cuales sesenta y siete (67)
fueron seleccionadas aleatoriamente entre las pequeñas, y treinta y tres (33) entre
las medianas. De la administración del instrumento de recolección sobre las
empresas seleccionadas se recogieron los resultados que se exponen a continuación.
En el cuadro 1 se recoge la distribución de la muestra entre las empresas con
capital nacional y mixto. Se observa, en términos generales, predominio de las
empresas con capital nacional (62 por ciento) en relación con aquellas con capital
mixto (39 por ciento). Sin embargo, es notable cómo la mayor parte de las empresas
mixtas se concentran entre las medianas (79,5 por ciento), mientras que la totalidad
de las pequeñas son de capital nacional (96,7 por ciento)
Juliana Ferrer y José Luis Vázquez / La competitividad microsistémica...
171
Cuadro 1
Origen del capital. Participación porcentual
Origen
Total empresas
Nacional
Mixta
62
39
Estrato y tamaño de Empresa
Pequeñas
Medianas
96,7
3,3
20,5
79,5
Fuente: Ferrer y Vázquez (2004)..
En cuanto a la capacidad ociosa (cuadro 2), los valores son altos para el total de
las empresas, sólo que en el caso de las empresas con capital nacional la situación
es particularmente grave (75 por ciento), siendo de todos modos muy alta en las
empresas medianas (55 por ciento).
Cuadro 2
Capacidad utilizada versus capacidad ociosa
Origen
Nacional
Mixta
Capacidad utilizada
25
45
Capacidad ociosa
75
55
Fuente: Ferrer y Vázquez (2004).
Por otro lado, el grado de especialización es significativamente más alto en las
empresas mixtas (91 por ciento) que en las que tienen sólo capital nacional (28
por ciento). Adicionalmente, aunque sin alcanzar niveles aceptables, son las
empresas mixtas las que ejecutan en mayor medida la especialidad en la producción
de partes y piezas, en tanto que la empresa nacional por lo general realiza una
producción por pedidos y diseño puntual, registrando una especialidad del 28
por ciento (cuadro 3).
Cuadro 3
Nivel de especialización (%)
Origen
Nacional
Mixta
Nivel de especialización (%)
28
91
Fuente: Ferrer y Vázquez (2004).
Igualmente, en el cuadro 4 puede observarse el nivel de desarrollo y adaptación
tecnológica de 3 por ciento de la industria nacional, frente a una adaptación del
92 por ciento, en tanto en la empresa mixta hay una proporción moderada del 21
por ciento, lo que denota las dificultades de las pequeña y mediana empresas
Foros 11 • Mayo 2005
172
zulianas para enfrentarse de manera proactiva a las exigencias del cambio
tecnológico.
Cuadro 4
Desarrollo y adaptación tecnológica
Origen
Nacional
Mixta
Desarrollo (%)
3
21
Adaptación
92
100
Fuente: Ferrer y Vázquez (2004).
En términos de certificación de calidad, se observa cómo sólo 4 por ciento de la
empresa nacional lleva adelante un aseguramiento de la calidad activo, al igual
que en la mediana, que es de sólo 27 por ciento, por lo que puede afirmarse que
en su mayoría continúan con certificación en proceso, lo que denota una tendencia
a cumplir con requerimientos de calidad, más por la exigencia del principal cliente
que por un real compromiso con la gestión de la calidad de productos y servicios
(cuadro 5).
Cuadro 5
Certificación de calidad
Origen
Nacional
Mixta
Certificados (%)
4
27
En proceso
96
73
Fuente: Ferrer y Vázquez (2004).
En el cuadro 6 puede observarse cómo el 62 por ciento de las empresas pequeñas
desarrollan su sistema de producción con base en pedidos, a diferencia de la
mediana que programa pequeños lotes (64 por ciento). Esto como respuesta a
una baja en su capacidad productiva, producto de una restricción en el aparato
productivo nacional.
Cuadro 6
Sistema de producción
Total
Producción en lotes grandes
Producción en lotes pequeños
Producción por pedidos
Fuente: Ferrer y Vázquez (2004).
3
48
49
Pequeñas
Porcentajes (%)
0
38
62
Medianas
8
64
28
Juliana Ferrer y José Luis Vázquez / La competitividad microsistémica...
173
En cuanto a las estrategias de mercadeo (gráfico 1), prácticamente 95 por ciento
se dedica a políticas de fijación de precios para captar nuevos clientes, seguido
por políticas de beneficiar al canal directo (87 por ciento) y descuento por volumen
de ventas, lo que denota una orientación tradicional a la venta, que no se
corresponde con políticas de mercadeo novedosas para mantener o mejorar la
participación de mercado. Asimismo, en cuanto a la estrategia gerencial para
enfrentar el entorno competitivo, sólo se destaca la línea de liderazgo en costos
(ver gráfico 2).
Gráfico 1
Estrategia de mercadeo
95%
87%
73%
100
50%
80
60
40
20
0
Políticas de
precios (costo
unitario + generico)
Canal de
distribución
(productor - cliente)
Política comercial
(descuento x
volumen)
Política de
promoción (fuerza
de ventas
Estrategia de Mercado
Fuente: Ferrer y Vázquez (2004).
Gráfico 2
Estrategia gerencial
79%
80
60
9%
40
12%
20
0
Liderazgo
Diferenciación
Estrategia general
Fuente: Ferrer y Vázquez (2004).
Especialización
Foros 11 • Mayo 2005
174
En cuanto a la capacidad gerencial, 65 por ciento de las empresas delega los
cargos directivos a propietarios y familia de propietarios, que aunado a la falta de
cualificación para los cargos, distorsiona los potenciales de competencia del talento
humano (ver gráfico 3).
Gráfico 3
Capacidad gerencial
65%
80
35%
60
40
20
0
Ejerce la gerencia un familiar
del propetario
Calificación del gerente
profesional uniersitario
Capacidad gerencial
Fuente: Ferrer y Vázquez (2004).
En cuanto a las relaciones con los grupos de interés, sólo establecen alianzas
significativas con los proveedores a fin de garantizar confiabilidad de los productos;
el resto de las relaciones con competidores, proveedores y Estado sólo responden
a exigencias puntuales por la sobrevivencia dentro del sector (ver gráfico 4).
Gráfico 4
Relaciones con los grupos de interés
45%
50
40
25%
15%
30
10%
20
10
0
Acuerdos gremiales
Alianzas con
competidores
Fuente: Ferrer y Vázquez (2004).
Alianzas con
proveedores
Acuerdos con el
estado
Juliana Ferrer y José Luis Vázquez / La competitividad microsistémica...
175
En cuanto a las políticas de competitividad (cuadro 7), puede observarse cómo las
pequeña y mediana empresas desarrollan políticas de competitividad prioritariamente,
en relación con un mejoramiento en la participación de mercado, donde los
actores involucrados son los trabajadores y el cliente, evidenciándose un
comportamiento tradicional en su relación con el macroambiente.
Cuadro 7
Políticas de fomento a la competitividad (niveles porcentuales)
Participación
del mercado
Grupos de interés T
P
M
Mejoramiento Fortalecimiento
de productividad del sector
T
P
M
T
P
M
Preservación
del ambiente
T
P
M
Cumplimiento Desarrollo comp.
responsabilidad
talento
social
humano
T
P
M
T
P
M
Clientes
87 79 100
NA NA NA
23
5
51
71
57
92
82
72 97
NA NA NA
Proveedores
37 11
68
66 72
43 16
85
32
3
77
13
2
21
2
77
31
5
46
Competidores
5
2
10
12
28
7
2
15
7
2
15
3
0
8
15
3
33
Estado
18
5
38
NA NA NA
11
2
26
82
74
95
5
2
10
23
8
46
Comunidad
3
0
8
NA NA NA NA NA
NA
23
5
51
72
59 92
31 10
64
Trabajadores
45 16
90
71
77
84
75
97
84
75 97
91 85 100
64 82
63 54
Total (T), Pequeña (P), Mediana (M)
Fuente: Ferrer y Vázquez (2004).
En cuanto a las estrategias para mejorar la productividad, puede observarse cómo
existen alianzas con los proveedores para obtener mejora permanente en los
insumos, por supuesto, involucrando al trabajador del área de producción y calidad.
Sin embargo, refieren no tener conexión con otras áreas básicas para lograr este
objetivo, como es el caso de mercadeo y finanzas.
Para el desarrollo de políticas relacionadas con el fortalecimiento del sector, resulta
preocupante cómo sólo el 7 por ciento de las empresas establecen relación con
los competidores al nivel de asociación empresarial, pero en ningún caso establecen
acuerdos que beneficien el sector en su conjunto.
En cuanto a la preservación del ambiente, se observa cómo las empresas responden
a esta exigencia más por una respuesta a los organismos gubernamentales (82 por
ciento) que por una real convicción de la necesidad de preservar los espacios a
las generaciones futuras.
En cuanto a su cumplimiento respecto a la responsabilidad social, sólo responden
a objetivos de carácter filantrópico, pero sólo 3 por ciento está claro que su
actuación no debe responder a un simple mejoramiento de imagen corporativa,
sino a una real convicción por preservar la vida de las generaciones futuras y
mejorar la calidad de vida de la población.
176
Foros 11 • Mayo 2005
En cuanto a las políticas por el desarrollo de competencias de talento humano, el
mayor esfuerzo (91 por ciento) lo ejercen alrededor del empleado, denotando
una actitud tradicional hacia su concepción organizativa.
A modo de conclusión
En el marco de la globalización se hace necesario interpretar el rol del empresario
como forjadores de su propio destino, pero, también, responsables de la comunidad
donde se desenvuelven, de acuerdo con la naturaleza propia de la acción
empresarial que ejerce en su sector de actividad.
La competitividad sistémica constituye un marco de referencia para visualizar que
un sector de actividad no podrá ser competitivo por sí mismo si no cuenta con el
apoyo de un nivel macro y meta, donde se examinen la capacidad de la sociedad
y el Estado para integrar la estrategia de crecimiento del sector; un nivel meso,
donde se estudia la formación de un entorno capaz de fomentar el crecimiento, y
un nivel micro que haga énfasis en la eficiencia, calidad, flexibilidad y proactividad,
basada en redes de cooperación entre las empresas del sector y los actores
involucrados.
Al observar las pequeña y mediana empresas zulianas, puede destacarse más
desarticulación de los cuatro niveles, especialmente entre el nivel macro y el
micro, un nivel meta caracterizado por una crisis de valores y un nivel meso no
consensuado entre el sector gubernamental y los intereses del sector. Esto, aunado
a un bajo desarrollo tecnológico, alta capacidad ociosa, sistemas de producción
ineficiente, estrategias empresariales convencionales, escaso nivel de especialización
y ausencia de políticas integrales de calidad, agrava la situación de los sectores
industriales, para poder insertarse en programas de crecimiento sostenido, por la
búsqueda del fortalecimiento de la industria venezolana.
Se evidencia la necesidad de iniciar una discusión profunda entre los sectores
involucrados, a fin de que cada uno de ellos reconozca su responsabilidad en
función de la supervivencia del aparato productivo nacional.
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Foros 11 •Mayo 2005 • pp. 181-198 • ISSN: 1690-4885
La zona de integración fronteriza (ZIF) en la frontera
del Táchira (Venezuela) y Norte de Santander (Colombia)
Sánchez
Chacón
Francisco Javier Sánchez Chacón*
Resumen
El presente trabajo presenta y explica la Propuesta de definición y delimitación
de la zona de integración fronteriza (ZIF): área Táchira (Venezuela) - Norte de
Santander (Colombia), diseñada por el Centro de Estudios de Fronteras e
Integración (CEFI) de la Universidad de Los Andes-Táchira de Venezuela, la
Universidad Francisco de Paula Santander y la Corporación Universidad Libre,
Seccional Cúcuta de Colombia. Como primer paso describe la evolución de la
ZIF y explica su concepción jurídica desde la perspectiva de la Comunidad
Andina (CAN). Igualmente, puntualiza los obstáculos y beneficios de la integración
de la zona en estudio. Las consideraciones finales discuten sobre la posibilidad
de creación de la ZIF en los entes político-territoriales mencionados anteriormente.
Palabras clave: Integración andina / Fronteras / Zonas de integración fronteriza
Clasificación JEL: R12
Abstract
This paper presents and explains the Proposal for the definition and demarcation
of a border integration zone (BIF) between the Táchira region of Venezuela and
North Santander in Colombia, which was made by the Centro de Estudios de
Fronteras e Integración (CEFI) of the Universidad de Los Andes-Táchira,
*Abogado, Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Especialista en Derecho y Política
Internacionales, Universidad Central de Venezuela (UCV). Docente-Investigador del Centro
de Estudios de Fronteras e Integración (CEFI), Universidad de Los Andes-Táchira.
Correo electrónico: francs@ula.ve
Venezuela, the Universidad Francisco de Paula Santander and the Cúcuta Campus
of the Free University Corporation in Colombia. First, the paper describes the
development of the BIF and explains its legal conception from the perspective
of the Andean Community. Similarly, it describes the obstacles to and benefits
of integration in the region under study. The final considerations discuss the
possibility of creating BIF in the aforementioned political-territorial entities.
Key words: Andean integration / Border / Border integration zone
JEL classification: R12
Resumo
Este trabalho apresenta e explica a Proposta de Definição e Delimitação da
Zona de Integração Fronteiriça (ZIF) área Táchira (Venezuela)-Norte de Santander,
(Colômbia) projetada pelo Centro de Estudos de Fronteiras e Integração (CEF)
da Universidade dos Andes-Táchira da Venezuela, da Universidade Francisco
de Paula Santander e da Corporação Universidade Livre, Seccional Cúcuta da
Colômbia. Como primeiro passo descreve a evolução da ZIF e explica sua
concepção jurídica da perspectiva da Comunidade Andina (CAN). Igualmente
especifica os obstáculos e benefícios da integração da zona em estudo. As
considerações finais discutem a possibilidade de criação da ZIF nas entidades
político-territoriais mencionados anteriormente.
Palavras chave: Integração andina / Fronteiras / Zonas de integração fronteiriça
Classificação: JEL: R12
Résumé
Ce travail présente et explique la Proposition pour la définition et la délimitation
de la zone d’intégration frontalière (ZIF): région Táchira (Vénézuéla) - Norte de
Santander (Colombie), proposition qui a été mise au point par le Centre d’Études
des Frontières et de l’Intégration (CEFI) de l’Université des Andes - Táchira pour
la partie vénézuélienne, l’Université Francisco de Paula Santander et la Corporation
Université Libre, section de Cúcuta pour la partie colombienne. Ce travail
montre, pour commencer, l’évolution de la ZIF, et en explique la conception
juridique du point de vue de la Communauté Andine (CAN). Il signale, ensuite,
les obstacles et les bénéfices de l’intégration de la zone examinée. Les
considérations finales portent sur la possibilité d’établir la ZIF dans les espaces
politiques et territoriaux dont il est question.
Mots-clefs: Intégration andine / Frontières / Zones d’intégration frontalières
Classification JEL: R12
Francisco Javier Sánchez Chacón/ La zona de integración fronteriza...
183
Introducción
En primera instancia, hay que señalar que el presente trabajo se refiere a un
proyecto de investigación en curso que adelanta el Centro de Estudios de Fronteras
e Integración (CEFI) “José Manuel Briceño Monzillo” de la Universidad de Los
Andes-Táchira, en San Cristóbal, el cual tiene como objetivo principal proponer
una delimitación de zona de integración fronteriza (ZIF) para el estado Táchira y
el departamento Norte de Santander, a partir de una serie de criterios jurídicos,
administrativos y funcionales acogidos por la Comunidad Andina (CAN) y los
propios estados, a saber, Venezuela y Colombia, en plena coherencia y concordancia
con la realidad fronteriza a examinar.
De los diversos estudios que se han adelantado sobre la ZIF, especialmente sobre
la que involucraría a las dos estructuras político-territoriales venezolana y colombiana
señaladas, el que adelanta el CEFI tiene la ventaja de hacerse desde la academia,
lo cual le permite un amplio margen de maniobra, en el sentido de que escapa a
las diatribas políticas de momento, permitiendo una visión más centrada y menos
volátil. Además, el proyecto, aunque original del Centro, fue acogido y compartido,
y actualmente es adelantado por la Universidad Francisco de Paula Santander y la
Corporación Universidad Libre, Seccional Cúcuta, ambas colombianas y asentadas
en la frontera.
Esta cualidad de estudio académico compartido a ambos lados de la frontera, ha
hecho posible que el proyecto sea respaldado por diversos órganos e instancias,
tanto comunitarias como de los dos estados nacionales involucrados, que tienen
especial interés, no sólo en el tema, sino en la puesta en funcionamiento de la
mencionada ZIF. Así, el apoyo institucional y financiero ha provenido de la Secretaría
General de la CAN a través del Banco de Proyectos de Integración y Desarrollo
Fronterizo (BPIF) con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la
Corporación Andina de Fomento (CAF), las cancillerías venezolana y colombiana,
las gobernaciones tanto de Táchira como del Norte de Santander, y la Alcaldía de
San José de Cúcuta.
El presente trabajo se presenta en cinco partes. En la primera se revisa cómo
evolucionó la ZIF, sus antecedentes. En la segunda parte se analiza la ZIF y la
legislación comunitaria andina al respecto. La tercera señala los obstáculos y
fortalezas para integrarse en una ZIF como la del Táchira-Norte de Santander. La
cuarta parte presenta el proyecto de investigación que se adelanta. Por último, se
presentan algunas consideraciones finales.
184
Foros 11 • Mayo 2005
Antecedentes de la zona de integración fronteriza
En primer lugar es necesario destacar que el término frontera conlleva implícitas
dos nociones, la de linealidad y la de zonalidad. En cuanto a la primera noción,
ella tiene una connotación esencialmente jurídica directamente referida al
conocimiento de los límites precisos dentro de los cuales los estados ejercen su
jurisdicción y soberanía. En cuanto a la definición de frontera como zonalidad, la
noción es más bien social y económica, según la cual en una porción de territorio
situado en los confines de un Estado, se manifiestan las fuerzas organizadas que
actúan de un lado al otro del límite y cuyos vectores son la población y los
acontecimientos de todo tipo que estimulan un movimiento e intercambio de
personas, bienes y servicios, procesos en los cuales se construyen en el tiempo
solidaridades e intereses comunes que van perfilando, dentro de esos ámbitos
espaciales, lo fronterizo (Oliveros, 2002).
Así, siguiendo a Oliveros (2002) y destacando su contenido sociológico y
económico, puede decirse que la frontera constituye la concreción de una intensa
relación y hasta una interdependencia en las diversas manifestaciones de la vida
en sociedad, promovida y ejecutada por poblaciones asentadas a uno y otro lado
del límite entre dos países, hasta un lugar determinado.
En términos de vecindad, ésta no implica sólo proximidad física o geográfica, sino
las relaciones que surgen por dicha proximidad entre dos países, caracterizadas
por poseer una doble especialidad, así como una forma dual de ser visualizadas y
comprendidas, ya que los vínculos que se crean con esas naciones no son
exclusivamente de diplomacia formal, sino, fundamentalmente, de política interna
(Area, citado por Morales y Morales, 2003).
Esto explica, en buena medida, el por qué la idea primigenia que permitió proponer
una zona de integración fronteriza, es única y original de la frontera Táchira-Norte
de Santander, debido a la particular dinámica de esta frontera y las características
de atención que los respectivos gobiernos nacionales han otorgado a este espacio
fronterizo, es decir, su historia. Según refiere Bustamante (2004), la propuesta de
la ZIF es original porque surge primeramente en la frontera misma y porque para
las élites y la población fronteriza en general, existe la convicción de que la
frontera siempre ha estado integrada, todo lo cual coincide y encaja con la noción
de interdependencia que se da a la frontera ya señalada supra.
El primer antecedente “formal” se encuentra en el Estatuto de Régimen Fronterizo
de 1942, firmado entre Colombia y Venezuela, mediante el cual se define una
franja fronteriza a ambos lados del límite internacional, lo cual facilita las relaciones
y la vida en frontera, pues se otorga a estas zonas de frontera un régimen más o
menos elástico para perturbar lo menos posible las fuerzas y la movilidad de
factores, con lo cual se crea un documento de identidad con validez local y se da
Francisco Javier Sánchez Chacón/ La zona de integración fronteriza...
185
a las autoridades nacionales en la frontera potestades para actuar en los campos
de cooperación educativa, sanitaria, policial y ambiental (Otálvora, 2003).
Posteriormente, a principios de los años sesenta y debido, entre otras razones, a
las demandas de las poblaciones fronterizas, los gobiernos de Colombia y Venezuela
suscribieron el Acta de San Cristóbal, en la cual se considera una alianza económica
para el desarrollo de la región, por lo cual ambos gobiernos encargan un estudio
al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre la realidad fronteriza con la
finalidad de obtener propuestas para la integración binacional. El informe
presentado por el BID señala que debe darse la posibilidad de un programa
conjunto en el cual la programación debería ser conjunta y la acción coordinada
y detectó en la zona central de la frontera colombo-venezolana, es decir, la del
Táchira y el Norte de Santander, un grado de articulación cultural y socioeconómica
profunda en la cual predominaba una dinámica propia (BID, 1964).
Para la década de los ochenta se produce la conjunción de una serie de factores
que afectó directamente la vida de la frontera. Bustamante (2004) señala la
profundización de la democracia, la búsqueda de la reactivación de la integración
andina, el distanciamiento de Estados Unidos debido a la creciente deuda externa
y la devaluación del signo monetario venezolano en 1983, y la nueva política de
fronteras de Colombia a través del Estatuto para las zonas de frontera. Por ello, se
dieron una serie de actuaciones y acciones en los ámbitos supranacionales,
nacionales y locales, siendo uno de los más importantes la creación de la Asamblea
Regional Fronteriza Colombo-Venezolana, capítulo Táchira-Norte de Santander
en 1986-1987, la cual estaba constituida por los órganos legislativos regionales,
valga decir, las asambleas legislativas de ambos entes político-territoriales.
Finalizando la década, los presidentes Carlos Andrés Pérez y Virgilio Barco, ambos
fronterizos, firman la Declaración de Ureña en 1989, se crearon las Comisiones
Nacionales de Asuntos Fronterizos (Copiaf) y se incluyó en su temario la Zona de
Frontera Táchira-Norte de Santander, con la idea de tratar el crecimiento e interconexión
de las áreas urbanas de Cúcuta y Villa del Rosario de Colombia, y de San Antonio y
Ureña de Venezuela y conformar un área metropolitana para el desarrollo comercial
e industrial, que podía incluir otros municipios (Bustamante, 2004).
Las Copiaf de ambos países señalaron en octubre de 1989 que habían iniciado el
estudio conceptual de las “zonas de integración fronteriza progresiva (ZIFP)”, con
la intención de que el espacio seleccionado se convirtiera en piloto aplicable a
otros espacios de la frontera común. Surge de esta manera por primera vez el
término ZIF, aunque asociado a la palabra progresiva. Para 1990, las Copiaf
presentan el “Proyecto ZIF: delimitación, diseño e instrumentación de la zona de
integración fronteriza correspondiente al estado Táchira (Venezuela) y al
departamento Norte de Santander (Colombia)”, que conlleva un esquema de
estructuración de la ZIF y propone un conjunto de lineamientos dentro de una
186
Foros 11 • Mayo 2005
visión prospectiva de los asuntos fronterizos y de las relaciones de vecindad entre
Colombia y Venezuela (Bustamante, 2004).
El tema ZIF fue elevado inmediatamente a la CAN debido a que se consideraba
un escenario relativamente neutral de las diatribas domésticas y que podía insistir
e influir sobre la necesidad de incluir lo fronterizo en la política comunitaria y
mantener el tema vigente. Efectivamente, el tema fronterizo se incluye en el
Manifiesto de Cartagena de Indias de mayo de 1989, en la Declaración de
Galápagos de octubre de 1989, y sobre todo en la Declaración de La Paz de
noviembre de 1990, en la cual se acuerda profundizar el diseño estratégico
institucionalizar la integración fronteriza, con lo cual la ZIF Táchira-Norte de
Santander adquiere carácter multilateral (Otálvora, 2003). El documento
presidencial ordenaba que debían delimitarse las zonas de integración fronteriza
(ZIF) como el escenario principal para la instrumentación de las políticas
específicas para la integración fronteriza.
Así, la entonces Junta del Acuerdo de Cartagena, con el apoyo del BID, encomienda
al ingeniero Alberto Urdaneta de Venezuela y al arquitecto Edgar Forero de
Colombia, un estudio sobre el desarrollo e integración fronteriza entre los países
de la región andina. Así, para 1993 los autores expresan en el informe final que las
ZIF serán un área en la cual cada Estado tendrá que hacer los arreglos políticos,
jurídicos, administrativos y operativos necesarios para compartir responsabilidades
con su homólogo vecino en el ejercicio cotidiano de las actividades de control y
regulación de los procesos fronterizos comunes (Forero y Urdaneta, 1993);
igualmente, se presentó una delimitación tentativa. Sin embargo, la propuesta no
pareció ser políticamente correcta y se prestó a diversas interpretaciones y
discusiones.
Posteriormente, el tema y las diversas propuestas fueron tratadas y revisadas por
la Corporación Andina de Fomento (CAF) en un informe titulado “Consideraciones
a la propuesta ZIF”, de octubre de 1991, y por el profesor Juan Claudio Martens en
1992 con su trabajo “El replanteamiento del Proyecto Zona de Integración Fronteriza
en el eje San Cristóbal-Cúcuta”.
Aun cuando lo relativo a la ZIF perdió luego relevancia en el plano nacional, la
CAN continuó tratándolo, en buena medida, porque los años noventa evidenciaban
un crecimiento del comercio intrarregional, en especial del intercambio comercial
que se producía en las fronteras, con relevancia en la frontera Táchira-Norte de
Santander. Así, surgieron normas jurídicas como la Decisión 271: Sistema Andino
de Carreteras; la Decisión 399: Transporte Internacional de Mercancías por Carretera;
la Decisión 327, sustituida luego por la Decisión 477: Tránsito Aduanero
Internacional, y la Decisión 331, modificada por la Decisión 393: Transporte
Multimodal.
Francisco Javier Sánchez Chacón/ La zona de integración fronteriza...
187
La Comunidad Andina y las zonas de integración fronteriza
En 1999 la CAN adoptó la Decisión 459: Política Comunitaria para la Integración y
el Desarrollo Fronterizo, que consagra los principios, lineamientos generales y
objetivos de dicha política, entre los cuales destaca el “contribuir al desarrollo
social y económico” de las ZIF, así como “delimita, diseña e instrumenta las zonas
de integración fronteriza, como escenarios fundamentales donde se ejecutan los
programas y proyectos acordados para responder a las necesidades específicas de
cada ámbito territorial” e impulsa “el desarrollo económico” de las ZIF (Decisión
459, artículos 1º, 2º y 4º).
Posteriormente, en 1991, la Comunidad Andina a través del Consejo Andino de
Ministros de Relaciones Exteriores, emite la Decisión 501: Zonas de Integración
Fronteriza (ZIF) en la Comunidad Andina, con la cual se logra la consagración
subregional definitiva de las ZIF, y donde empieza otra etapa, cual es la concreción
real, dados los parámetros andinos de estos espacios que “se establecen con la
finalidad de generar condiciones óptimas para el desarrollo fronterizo sustentables
y para la integración fronteriza entre los Países Miembros de la Comunidad Andina”
(Decisión 501, artículo 4º), conforme a criterios de desarrollo social, económico,
de sostenibilidad ambiental, institucionales y de integración.
La CAN, de acuerdo con las decisiones 459 y 501, pretende con las zonas de
integración fronteriza:
• Mejorar calidad de vida de las poblaciones y el desarrollo de las instituciones
en frontera.
• Consolidar el espacio económico andino y de las ZIF a través de la libre
circulación de personas, bienes, capitales y servicios y la armonización de
legislaciones.
• Desarrollar la complementariedad de las economías andinas en las ZIF
aprovechando las ventajas comparativas.
• Aprovechar las fronteras como “bisagras” que permiten la complementariedad
y la ejecución de políticas nacionales y andinas. A su vez, son laboratorios
locales de lo que se pretende alcanzar con la integración andina más avanzada.
• Priorizar pasos fronterizos activos con ciudades dinamizadoras del desarrollo y
de la integración, como el eje Cúcuta-San Antonio-Ureña-San Cristóbal.
• Incorporar áreas económicas y socialmente deprimidas.
Tal como lo consagra el artículo 4º de la Decisión 501, existen cinco criterios
conforme a los cuales deben establecerse las ZIF, dados desde la perspectiva de
distintas dimensiones, todas necesarias en el marco de tales zonas:
188
Foros 11 • Mayo 2005
1. Dimensión del desarrollo social: satisfacción de necesidades básicas de los
pobladores.
2. Dimensión del desarrollo económico: crecimiento, modernización y diversificación
de la base productiva, aprovechando las ventajas de su ubicación respecto de
los mercados subregional, regional e internacional.
3. Dimensión de la sostenibilidad ambiental: mejoramiento de la calidad de vida,
considerando las limitaciones ambientales y potenciando sus ventajas.
4. Dimensión institucional: participación activa de instituciones públicas y privadas
en la planificación, seguimiento y evaluación de los planes, programas y
proyectos, compartiendo obligaciones y responsabilidades.
5. Dimensión de la integración: promover el libre tránsito de personas, vehículos,
mercancías y servicios, así como armonizar y simplificar procedimientos
migratorios, aduaneros y fito/zoosanitarios.
Así, la CAN ha estructurado un importante tejido jurídico, que le dé soporte a la
delimitación y posterior implementación de las zonas de integración fronteriza
dentro del esquema andino, conforme a los criterios que los mismos estados
parte, a través de las directrices del Consejo Presidencial Andino, han ideado.
Obstáculos y fortalezas de la ZIF Táchira y Norte de Santander
Para que la cooperación transfronteriza, como la propuesta ZIF de la CAN, tenga
una fortaleza mucho mayor y pueda hacerle frente a los distintos argumentos que
se oponen a ella, en especial a la planteada en el estado Táchira y en el departamento
Norte de Santander, debe considerarse una seria evaluación de los obstáculos y
beneficios o fortalezas, es decir, ventajas y desventajas, que una ZIF pueda ocasionar
y de los mecanismos que se requieren establecer para revertir el saldo de factores
negativos y se potencien los positivos (CEFI, 2002).
Con relación a ello, Cappellin y Batey (1993) identificaron algunos aspectos que
favorecen y dificultan la cooperación vecinal transfronteriza que deben tenerse
presentes.
Entre los aspectos favorables señala:
• Desarrollo de valores histórico-culturales y diferencias regionales
• Disfrute de complementariedades entre las regiones
• Explotación de redes y economías en la circulación de información y
conocimiento
• Aprovechamiento de economías de escala y la superación de indivisibilidades
en la producción de servicios públicos importantes e infraestructura
• Aumento de la flexibilidad de la economía regional y reacciones más acertadas
Francisco Javier Sánchez Chacón/ La zona de integración fronteriza...
189
a los cambios del mercado, estímulo a la innovación y la reducción del riesgo
económico
• Disminución de la competencia entre regiones específicas y de los conflictos
derivados de la existencia de límites internacionales
Los aspectos desfavorables identificados son:
• Competencias institucionales
• Recursos financieros inadecuados
• Débil conocimiento y desconfianza recíproca debido a que la cooperación es
un proceso gradual de aprendizaje interactivo
• Especificación inadecuada de las respectivas fortalezas, recursos complementarios
y conocimientos específicos
• Identificación inadecuada de las respectivas debilidades y “cuellos de botella”
• Pérdida del compromiso y la motivación en la medida en que avanza la
cooperación
• Largos períodos de tiempo requeridos para preparar actividades conjuntas
(traducción propia del texto original)
Visto así, la ZIF que comprendería municipios del estado Táchira de Venezuela y
del departamento Norte de Santander de Colombia, tendría, de acuerdo con lo
desarrollado por los autores mencionados, obstáculos y fortalezas como siguen:
Dentro de los obstáculos pueden mencionarse:
• Competencias institucionales diferentes. Un ejemplo de ello es que,
constitucionalmente, los gobiernos municipales y departamentales colombianos
pueden firmar adelantar con sus homólogos vecinos, programas de cooperación
e integración, lo cual no es posible del lado venezolano.
• Recursos financieros inadecuados, pues los estados no atienden de igual manera
sus zonas de frontera. Del mismo, los recursos económicos generalmente van
al centro, no a la periferia.
• Diferentes métodos de trabajo, empezando por horarios distintos de trabajo.
• Problemas de conocimiento puntuales y signos de desconfianza recíproca. En
Venezuela se dan, en ciertos casos muy reducidos, ciertas tendencias xenófobas
con relación a los nacionales colombianos, las cuales salen a relucir, por ejemplo,
en el lenguaje común del vulgo; esto debido fundamentalmente al
desconocimiento recíproco que produce desconfianza.
• Especificación inadecuada de los respectivos intereses. En diversas oportunidades,
los países no pueden, o no quieren, poner sobre la mesa los verdaderos intereses
190
Foros 11 • Mayo 2005
que se esconden detrás de ciertas posiciones, como se puede observar en
diversas jornadas de negociaciones sobre diversos temas, lo cual es generalmente
explicado por los juegos de poder entre los estados.
• Identificación inadecuada de las respectivas debilidades y cuellos de botella.
• Largos períodos de tiempo requeridos para preparar actividades conjuntas,
cuyo ejemplo más notorio ha sido la imposibilidad de definir, delimitar e
implementar, hasta ahora, la ZIF.
Como fortalezas, las más resaltantes son:
• Idioma común; cultura, tradiciones y visión compartida. Incluso, fuertes lazos
de familiaridad y de amistad unen a amplios sectores de ambos lados del límite
territorial.
• Conocimiento mutuo de los actores sociales y de las autoridades locales. Es
tradicional el esfuerzo que tanto el sector público como el privado hacen para
relacionarse con sus pares del otro lado de la frontera.
• Intercambio comercial intenso y de tradición. En el siglo XIX y al principios del
XX, la región, junto al estado Zulia, llegaron a formar una amplia zona
agroexportadora con vida propia. Los diversos mecanismos de la Comunidad
Andina han propiciado el intercambio comercial que ha llegado a US$ 2.000
entre los dos países.
• Preocupación y atención de problemas comunes, como el caso del agua potable
y para otros usos en la zona, sobre el que la comunidad tiene el convencimiento
que sólo de manera conjunta se podrán encontrar soluciones.
• Estudios previos de la Copiaf (1991), BID-Intal y CAF (1997) y otros.
• Proyectos, tanto públicos como privados: el Central Azucarero del Táchira
(CAZTA), que es una empresa multinacional andina y que se encuentra ubicado en Ureña; el eje vial San Antonio-Rubio-San Cristóbal, de dilatada construcción pero siempre presente en los planes y proyectos gubernamentales y de las
comunidades, de hecho, la infraestructura actual permite el tránsito del transporte pesado internacional desde y hacia la frontera Táchira-Norte de Santander;
remodelación de la Aduana Principal de San Antonio del Táchira, la cual, junto
con el CENAF existente del lado colombiano, debería convertirse en un futuro
inmediato en la sede de un CEBAF yuxtapuesto en la zona, según criterio de las
instancias andinas. Por lo demás, ambos forman parte del programa piloto
sobre aduanas en la CAN, desarrollado bajo el programa IIRSA de integración
sudamericana.
Francisco Javier Sánchez Chacón/ La zona de integración fronteriza...
191
Definición y delimitación de la ZIF Táchira-Norte de Santander según la
academia
La decisión de presentar la propuesta de definición y delimitación de una zona de
integración fronteriza (ZIF) que se circunscriba sólo a Táchira y Norte de Santander
tiene una razón fundamentalmente histórica en el sentido de que han sido estas
dos entidades territoriales, Táchira en Venezuela y Norte de Santander (Colombia),
las instancias que han venido resaltando la existencia de una ZIF; de hecho, por
lo que a los gobiernos de los dos países no les queda otra opción que aceptar tal
realidad y adecuar las legislaciones nacionales y comunitarias. Es por ello que la
propuesta, si bien es cierto persigue adelantar una o varias alternativas de
delimitación, se plantea que tal delimitación se realice a partir de la revisión de la
existencia de tales condiciones objetivas de integración fronteriza en la zona que
se propone estudiar. De la misma forma, se plantea que la propuesta de creación
de ZIF se realice a partir de la puesta en evidencia que el espacio por delimitarse
cumple con los criterios establecidos por la CAN en la Decisión 501.
Para establecer la unidad de análisis, se toma en cuenta la definición de ZIF
señalada en la Decisión 501 al referirse a “ámbitos territoriales adyacentes de
Países Miembro de la Comunidad Andina para los que se adoptarán políticas y
ejecutarán planes, programas y proyectos para impulsar el desarrollo sostenible y
la integración fronteriza de una manera conjunta, compartida y coordinada…”
(artículo 1º, Decisión 501); así, se pensó en un ámbito geográfico, el criterio de
adyacencia y en las opciones de ejecución de planes, programas y proyectos que
tendría ese “ámbito territorial”, además de la opción que tendría ese “ámbito
territorial”, de cumplir con “las condiciones jurídicas, administrativas y funcionales”
necesarias para potenciar el desarrollo (artículo 6º, Decisión 501). En consecuencia,
la decisión del espacio a estudiar en el proyecto de investigación giró en torno a
esas dos ideas, y para ello se asumió como lógico y correcto que se consideraran
los aspectos geográficos y de planificación de políticas en ambos países. Así, se
consideraron dos criterios, a saber, que tome en cuenta los conceptos geográficos
y que incluya una instancia capaz de planificar y tomar decisiones.
En lo netamente geográfico se estimó procedente partir de las concepciones
geográficas manejadas y hechas legislación por la CAN. Por eso se revisó la Decisión
534 sobre la Nomenclatura de las Unidades Territoriales Estadísticas de la Comunidad
Andina (NUTE ANDINA), la cual fue elaborada siguiendo las divisiones políticoadministrativas de los países miembro y al respecto define conceptos de área,
zona y región. En el caso de la “zona” de integración, la CAN considera que en
ellas pueden “conducirse acciones de desarrollo de manera orgánica en la medida
en que existen ciudades dotadas de funciones urbanas más o menos diferenciadas
o complementarias entre sí, que cuenten con equipamientos básicos…”; ello
equivale “a agregaciones de UTE 3, contiguas geográficamente” y en algunos
192
Foros 11 • Mayo 2005
casos a UTE 2 (Decisión 534). Para la CAN, una UTE 3 equivale a un municipio,
tanto en Colombia como en Venezuela, aunque en aquel país se estipulen las
llamadas “agrupaciones”; éstas no existen como unidades político-administrativas
en Colombia, por lo que se toma al municipio como unidad de análisis, tal como
se ha descrito supra.
En lo relativo a la planificación de políticas públicas, se consideró que el criterio
sería tomar como unidad de análisis básica la mínima unidad político-administrativa
capaz de tomar decisiones y de ejecutar políticas. En el caso de Colombia y
Venezuela se coincidió que ésta corresponde al municipio. En Colombia, la
Constitución Nacional establece en su artículo 286 que “Son entidades territoriales,
los departamentos, los distritos, los municipios y los territorios indígenas”. Por su
parte, el artículo 311 ejusdem concibe “al municipio como entidad fundamental
de la división político-administrativa del Estado…”. Por su parte, en Venezuela, la
Constitución de 1999 en su artículo 168 establece: “Los municipios constituyen la
unidad política primaria de la organización nacional, gozan de personalidad jurídica
y autonomía”.
En conclusión, la revisión permitió asumir al municipio como mínima unidad
de análisis.
El siguiente paso fue el proceso de selección de los municipios y decidir en cuáles
se realizaría el estudio a fin de determinar si eran “incluibles” en la ZIF, de tal
forma que ésta respetara las distintas opiniones o propuestas presentadas con
anterioridad y que al mismo tiempo fuera “políticamente correcta”, ya que la idea
es no excluir, al menos sin una revisión más detallada, opinión alguna sobre el
espacio que debe comprender la ZIF. Para ello se optó por revisar los documentos
existentes hasta el inicio del estudio, que esbocen alternativas de ZIF, tanto en
Táchira como en el Norte de Santander. Adicionalmente, debido a que la ZIF es
una propuesta de “integración fronteriza”, dentro del proceso de integración andino
se acordó incluir a los municipios en los cuales se prevean proyectos de integración
regional como los de integración física. En consecuencia, se determinó que los
municipios a incluir en el estado Táchira son:
Francisco Javier Sánchez Chacón/ La zona de integración fronteriza...
193
Venezuela-Estado Táchira. Municipios bajo estudio en el Proyecto ZIF
Andrés Bello
Ayacucho
Bolívar
Cárdenas
Córdoba
Fernández Feo
García de Hevia
Guásimos
Independencia
Junín
Libertad
Lobatera
Michelena
Panamericano
Rafael Urdaneta
San Cristóbal
Torbes
Ureña
En lo concerniente al departamento Norte de Santander, los municipios tomados
en cuenta para el Proyecto son:
Colombia-Departamento Norte de Santander. Municipios bajo estudio en el Proyecto ZIF
Bochalema
Chinácota
Durania
El Zulia
Herrán
Los Patios
Pamplona
Pamplonita
Puerto Santander
Ragonvalia
San Cayetano
San José de Cúcuta
Santiago
Toledo
El proyecto tiene los siguientes objetivos:
General:
Proponer una delimitación de zona de integración fronteriza (ZIF) en el estado
Táchira (Venezuela) y el departamento del Norte de Santander (Colombia), a
partir de una serie de criterios jurídicos, administrativos y funcionales recomendados
por la CAN y los estados de Venezuela y Colombia en coherencia y concordancia
con la realidad fronteriza a examinar.
Específicos:
1. Definir los criterios jurídicos, administrativos y funcionales que debe contener
una zona de integración fronteriza (ZIF) para el área Táchira (Venezuela) y
Norte de Santander (Colombia).
194
Foros 11 • Mayo 2005
2. Proponer una delimitación funcional para el diseño de la ZIF a partir del uso de
un sistema de información geográfica (SIG).
3. Analizar los aspectos jurídico-institucionales que comprenden la ZIF a delimitar
y proponer una estructura que garantice su institucionalidad.
La investigación es de naturaleza cualitativa y cuantitativa. La metodología cualitativa
tiene un carácter exploratorio y descriptivo en correspondencia con los objetivos,
generales y específicos, antes expuestos. A tal efecto, un conjunto de métodos
cualitativos se ejecutan como herramientas prioritarias para la construcción del
conocimiento. Entrevistas no estructuradas, grupos focales, discusión en grupo y
observación constituyen las técnicas a emplear para la generación de la data
primaria (CEFI y otros, 2004).
En relación con el aspecto jurídico, la investigación tiene, igualmente, un enfoque
cualitativo, siguiendo una tipología mixta para abordar el objeto de estudio. Por
una parte, dogmática en su aspecto estrictamente formalista, pues todo el derecho
debe necesariamente emanar de la ley, la costumbre, los principios generales del
derecho, el negocio jurídico y la jurisprudencia (Witker, 1995). Por otra parte,
materialista en su aspecto social, en el sentido de la evolución alcanzada por la
sociología del derecho, a la cual ya no sólo le importa el derecho como creación
de la vida social, sino el efecto de aquél en esta última, es decir, la dependencia
recíproca o interdependencia entre ambos, lo que contemporáneamente se ha
dado en llamar derecho vivo, el cual está constituido por aquellas normas jurídicas
que pueden ser impuestas en la práctica (Witker, 1995).
En ese sentido, el proyecto de investigación tiene un aspecto jurídico-histórico,
pues pretende hacer un seguimiento de una institución, las zonas de integración
fronteriza, y sus aspectos legales, partiendo desde sus antecedentes más remotos
hasta el presente. Del mismo modo, se considera un aspecto jurídico-propositivo
para concebir una estructura administrativa de carácter institucional que le dé
viabilidad.
Asimismo la metodología cuantitativa está asociada al uso de una herramienta,
como es el uso de un sistema de información geográfica (SIG) para la delimitación
de la ZIF. Un SIG se define como la captura, almacenamiento, chequeo,
interpretación, mapeo, análisis y representación de datos espaciales de un
determinado ámbito geográfico con un fin predeterminado (Bonham-Carter, 1994).
El Environmental Systems Research Institute (ESRI), que produce la más importante
aplicación para SIG llamado Arc/Info, define a un SIG como un conjunto de
herramientas para la manipulación e interrogación de elementos geográficos, según
la asociación espacial de sus atributos (ERDAS, 1982). El uso de SIG para la
delimitación de la ZIF permitirá proveer la creación de un marco espacial ideal
para la aplicación de un análisis multivariable, el cual facilitará, a su vez, el
Francisco Javier Sánchez Chacón/ La zona de integración fronteriza...
195
establecimiento de relaciones entre variables individuales, y revelar así nuevas
interrelaciones en términos espaciales (Fischer, 1999). Todas las fases de un SIG
involucran un proceso, el cual varía desde la conceptualizacion de las variables a
emplear hasta la presentación final (Atkinson y Tate, 1999).
Adicionalmente, se han recabado datos relacionados con variables, tales como
población, industrias, comercios, actividades económicas, uso de suelos,
cooperación transfronteriza, estructura de gobierno, competencias de organismos
del Estado, normas jurídicas imperantes en la zona en estudio.
Consideraciones finales
La zona de integración fronteriza es una idea originaria de la frontera colombovenezolana, concretamente la que comparten el departamento Norte de Santander
y el estado Táchira. De allí pasó a copar el interés de los gobiernos nacionales de
cada nación y posteriormente se convirtió en tema puntual y de vanguardia de la
Comunidad Andina.
La CAN ha previsto dentro de su ordenamiento jurídico y como parte del derecho
comunitario derivado, el establecimiento de ZIF dentro del territorio de los cinco
países miembro. Las decisiones 459 y 501 son demostración fehaciente de la
importancia que la Comunidad le otorga a estos espacios para el desarrollo fronterizo
y para la integración, con el objetivo último de mejorar la calidad de vida de los
habitantes de la región.
Colombia y Venezuela han realizado esfuerzos desde la década de los ochenta
para concretar una ZIF en las áreas Norte de Santander y Táchira, lo cual no ha
sido posible. En los actuales momentos, gracias al aporte de la Universidad de Los
Andes a través del CEFI, la Universidad Francisco de Paula Santander y la
Corporación Universidad Libre de Colombia, Seccional Cúcuta, y al renovado
interés en la ZIF por parte de los gobiernos nacionales y regionales y de la CAN,
existe la real posibilidad de llevar a la realidad la mencionada zona de integración
fronteriza.
Los obstáculos y fortalezas que existen para integrarse deben ser estudiados,
analizados y tenidos en cuenta. Ellos son importantes en la medida en que permiten
eliminar la desconfianza recíproca entre los vecinos y potencian el trabajo en las
áreas que, de hecho, son más cercanas.
La propuesta de definición y delimitación de la zona de integración fronteriza:
Norte de Santander (Colombia)-Táchira (Venezuela), es una propuesta académica
que permite a las universidades conjugar el estudio teórico con la realidad fronteriza
estudiada. En segunda instancia, permitirá a los organismos nacionales pertinentes
tomar la mejor decisión en cuanto a la creación de la ZIF en dicha área.
196
Foros 11 • Mayo 2005
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3000000
0
3000000
6000000 Miles
Centros poblados
Red vial
Red hidrográfica
Municipios ZIF
Andrés Bello
Ayacucho
Bolívar
Cárdenas
Córdoba
Fernández Feo
García de Hevia
Guásimos
Independencia
Junín
Libertad
Lobatera
Michelena
Panamericano
Pedro María Ureña
Rafael Urdaneta
San Cristóbal
Torbes
Estado Táchira shp
Área: 5762.35 km2
Francisco Javier Sánchez Chacón/ La zona de integración fronteriza...
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Anexos
Mapa 1
Municipios bajo estudio del estado Táchira
Foros 11 • Mayo 2005
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Mapa 2
Municipios en estudio del departamento Norte de Santander
Municipios de la Zona de Integración
Fronteriza en el Norte de Santander
Zona de influencia de la ZIF
Departamento Norte de Santander
Foros 11 •Mayo 2005 • pp. 199-218 • ISSN: 1690-4885
El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional
Caso en la zona de integración fronteriza (ZIF)
Táchira-Norte de Santander
Bustamante
Urbina
Juan Carlos Bustamante Urbina*
Resumen
El presente trabajo muestra cómo las aglomeraciones de industrias en una
determinada localización denominadas conglomerado (clusters), son elementos
sustanciales del desarrollo de regiones y países. Estas formaciones se convierten
en motores que impulsan la creación de factores especializados de producción
en una localidad, elementos clave para el funcionamiento de las aglomeraciones
y su competitividad. Además, se describen las distintas teorías que sustentan,
explican y forman los conglomerados (clusters) y se presentan algunos ejemplos
y su impacto en el desarrollo regional. De la misma forma, se presenta la
propuesta de un conglomerado (clusters) en sectores que tienen un buen
desarrollo en la zona fronteriza Táchira-Norte de Santander, tales como son los
preparados de azúcar y manufacturas de cuero. Dicha propuesta forma parte
de una investigación del CEFI-ULA-Táchira. Se concluye con algunas
consideraciones sobre la relevancia de la dimensión territorial en los procesos
de desarrollo, en contraposición con las tendencias globalizantes.
Palabras clave: Conglomerdo / Zona de integración fronteriza / Desarrollo
regional.
Clasificación JEL: R11, O18
* Licenciado en Administración de Empresas, UBA. Docente-Investigador del Centro de
Estudios CEFI, ULA Táchira.
Correo electrónico: jcbam01@yahoo.co.uk
Foros 11 • Mayo 2005
200
Abstract
The present paper shows how agglomerations of industries in a particular place,
called clusters, are important for regional and national development. These
formations instigate the creation of specialized production factors which are
key elements in agglomerations and their competitiveness. Descriptions are
given of various theories which explain on how cluster phenomena are created
an sustained. Some examples are given and their impact on regional development
is described. This study proposes the creation of clusters in sectors that are well
developed in the border zone Táchira-Note de Santander, such as sugar-based
preparations and Leather Manufacture. The proposal is part of a study conducted
by CEFI- ULA Táchira. The paper ends with some conclusions on the relevance
of the particular territory in the development process, in contrast with trends
towards globalization.
Key words: Cluster / Border integration zone / Regional development
Classification JEL: R11, O18
Resumo
Este trabalho mostra como as aglomerações de indústrias numa determinada
localização, denominadas cluster, são elementos substanciais do desenvolvimento
de regiões e países. Estas formações se transformam em motores que impulsionam
a criação de fatores especializados de produção numa localidade, elemento
chave para o funcionamento das aglomerações e de sua competitividade. Além
disso, descrevem as diversas teorias que apóiam, explicam e formam os clusters.
São dados alguns exemplos e seu impacto no desenvolvimento regional.
Igualmente, apresenta-se a proposta de um cluster nos setores que têm bom
desenvolvimento na zona fronteiriça Táchira-Norte de Santander, como os
preparados de açúcar e manufaturas de couro. Esta proposta faz parte de uma
pesquisa de CEFI-ULA-Táchira. Termina com algumas considerações sobre a
importância da dimensão territorial nos processos de desenvolvimento, em
contraposição às tendências globalizantes.
Palavras chave: Cluster / Zona de integração fronteiriça / Desenvolvimento
regional
Classificação JEL: R11, O18
Résumé
Ce travail montre comment ce qu’on apelle cluster –en d’autres termes, les
agglomérations d’industrie dans un emplacement donné– constituent des
éléments substantiels pour le développement des régions et des pays. Ces
formations deviennent des moteurs qui mettent en train, dans une localité, les
facteurs spécialisés de production, élément-clef pour la bonne marche des
agglomérations et pour leur compétitivité. En outre, il expose les diverses théories
Juan Carlos Bustamante Urbina / El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional...
201
qui étayent, expliquent et forment les clusters. Quelques exemples, y compris
leurs effets sur le développement régional, sont présentés ici, ainsi que le cluster
proposé pour les secteurs possédant un bon développement dans la zone
frontalière Táchira-Norte de Santander, tels que les élaborations sucrières et les
manufactures du cuir. Cette proposition fait partie de la recherche entreprise
par le CEFI - ULA - Táchira. La conclusion met en avant quelques considérations
sur l’importance de la dimension territoriale dans les processus de développement,
en contraste avec les tendances globalisantes.
Mots-clefs: Cluster / Zone d’intégration frontalières / Développement régional
Classification JEL: R11, O18
202
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En materia de economía industrial, los trabajos sobre el éxito de los conglomerados
caracterizados como sistemas locales de pymes con patrones de organización y
especialización flexible que posibilitan la generación de un trade-off entre
economías de alcance y escala, en las empresas que se especializan en una secuencia
fabril inserta en la cadena de valor agregado de la aglomeración, están siendo
objeto de debate científico desde hace algunos años. Su interés se debe al ambiente
cognitivo local en el que las empresas operan y que ha sido objeto de estudio de
grandes economistas expertos en temática distrital, que van desde Marshall a
Porter, desde Rulliani a Beccatini, los cuales han analizado las regiones del norte
italiano, como también de Dinamarca y en el estado Germanofederal de BadenWürttemberg, entre otras, y coinciden en que existen raíces profundas en la historia,
en la cultura, las instituciones y en la economía de las áreas que originan estas
aglomeraciones.
Entre los aportes de tales investigaciones se destaca la complejidad en la formación
de los conglomerados la cual ha sido confiada a un conjunto de decisiones colectivas
que surgen de la colaboración entre actores públicos y privados, asociados a la
interrelación existente entre política industrial y territorio, concurriendo de un
modo relevante a determinar el destino de los contextos locales y regionales. Para
tratar de desentrañar la complejidad en la formación de estas aglomeraciones se
hará una revisión de los enfoques teóricos, que han dado un cuerpo sólido a la
actual fundamentación de los conglomerados, como una opción clara de desarrollo
en determinadas localidades.
Teorías que fundamentan la formación de los complejos productivos (clusters)
Muchos son los enfoques teóricos que tratan de brindar una explicación al
comportamiento de las empresas en el espacio y las diversas asociaciones que se
dan entre ellas. A continuación se esbozan los más relevantes en función de su
aplicación.
1. Las teorías de la localización y de geografía económica. La modelación
deductiva
La mayoría de los elementos postulados por las teorías de localización y geografía
económica no son completamente nuevos. En 1909 Alfred Weber desarrolló su
teoría en donde explica el procedimiento de localización de una industria,
denominada “Teoría de la ubicación industrial”, utilizando los costos de distancia
y transporte como su variable explicativa central.
Posteriormente, Alfred Marshall en 1920 y Young en 1928 desarrollaron el concepto
de las ventajas de aglomeración vinculadas a los rendimientos crecientes a escala
En este mismo trabajo Marshall identificó tres razones diferentes a favor de la
concentración de una actividad en un determinado lugar. En primer lugar, gracias
Juan Carlos Bustamante Urbina / El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional...
203
a la concentración de un elevado número de empresas de un ramo en el mismo
lugar, genera un centro industrial, el cual crea un mercado conjunto para trabajadores
cualificados. Este mercado conjunto beneficia, tanto a los trabajadores como a las
empresas. En segundo lugar, un centro industrial permite el aprovisionamiento,
en una mayor variedad y a un costo inferior, de factores concretos necesarios al
sector que no son objeto de comercio. Por último, debido a que la información
fluye con más facilidad en un ámbito reducido que a lo largo de grandes distancias,
un centro industrial genera lo que Krugman denomina ósmosis tecnológica
(technological spillovers).
Por su parte, Alfred Christaller, en 1935, definió una actividad comercial (lugar
central) como aquella ubicada espacialmente que brinda un servicio a un área
circular (área complementaria), que puede cumplir una función única o múltiple.
En cuanto a esta última, menciona la existencia de servicios de alto orden (gran
demanda inicial, con grandes áreas de mercado para un solo abastecimiento) y
bajo orden (demanda inicial baja, apoyados por un área de mercado pequeña),
así como la definición de una estructura jerárquica.
El pilar de las teorías de localización expuestas recalca el peso relativo del costo
de transporte en el costo final, lo cual le da sentido a la decisión de algunas
actividades de ubicarse preferiblemente cerca de la materia prima (los recursos
naturales); otras se emplazan cerca de los mercados a los cuales dirigen su
producción, al tiempo que otras se ubican en forma intermedia o en otro lugar, tal
como lo expresa la siguiente aseveración:
Este enfoque subraya asimismo las interdependencias de la materia prima y el
producto procesado y también los productos que hacen más fácil coordinar sus
movimientos en una sola ubicación (Ramos, 1998:107).
La variable clave en los modelos de ubicación es la distancia, o en forma más
precisa, los costos en dinero, tiempo e inconveniencia de la distancia. La teoría de
la ubicación se toma como normativa y expone cómo deberían comportarse las
actividades, en forma ideal, bajo las suposiciones establecidas.
2. Teoría de los encadenamientos
La teoría de los encadenamientos productivos nace con el trabajo de Hirschman
(1958) y sus famosos acoplamientos hacia atrás y hacia adelante (backward and
forward linkages). Los encadenamientos son los efectos indirectos sobre la
producción, el ingreso, el empleo, los impuestos, los recursos, o los cambios
ambientales en industrias conexas, ofertantes o demandantes de una industria
dada, causados por cambios exógenos en ella. Los supuestos de los
encadenamientos procuran mostrar cómo y cuándo la producción de un sector es
suficiente para satisfacer el umbral mínimo o escala mínima necesaria para hacer
atractiva la inversión en otro sector que éste abastece (encadenamientos hacia
atrás), o eslabonamientos hacia delante (forward).
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Cuando la realización de una inversión hace rentable la realización de una segunda
inversión, y viceversa, la toma de decisiones en forma coordinada asegura la
rentabilidad de cada una de las inversiones. Los encadenamientos hacia atrás
dependen, tanto de factores de demanda (elasticidad de la demanda derivada de
insumos y factores) como de su relación con factores tecnológicos y productivos
(el tamaño óptimo de la planta y la similitud entre la tecnología utilizada en la
producción del bien final y la producción del insumo).
Una empresa encontrará incentivos para llevar a cabo encadenamientos hacia
atrás cuando la tecnología utilizada para su producción puede también ser utilizada
en la producción del insumo. Existen otros factores propios de la empresa o la
industria que aumentan los beneficios de llevar a cabo una integración hacia
atrás: alta inelasticidad de la demanda de recursos, existencia de economías de
escala en la producción del bien final y mala relación con los proveedores.
El desarrollo de los encadenamientos hacia adelante depende en forma imperante
de la similitud tecnológica entre la actividad extractiva y la de procesamiento.
Mientras mayor sea la similitud, mayor será el aprendizaje y más fuerte el impulso
hacia adelante; mientras mayor sea la distancia tecnológica entre las actividades,
menores serán el aprendizaje y el impulso.
Sin embargo, las facilidades de comunicación y transporte existentes en las
economías desarrolladas y en algunas de las economías en desarrollo han permitido
que empresas que no se encuentran en una misma localización espacial puedan
incursionar en la creación de complejos productivos por medios virtuales o mediante
canales alternos de comunicación, transporte y entrega de materias primas (Polése,
1998). El acercamiento de las relaciones entre empresas que se encuentran en
diferentes puntos geográficos depende en gran medida de la eficiencia de los
medios de transporte, los canales de distribución, los medios de comunicación,
los sistemas de traslado de información y de la existencia física de vínculos entre
los participantes.
3. La teoría de interacción y los “distritos industriales”
La interacción da lugar a “juegos repetitivos” que elevan la confianza y reducen,
por ende, los costos de transacción y de coordinación. Asimismo, la interacción
acelera la difusión del conocimiento y la innovación, lo que es un bien “social”
internalizado por el conjunto de empresas en el “distrito”. En este sentido, la
continua interacción en una localidad genera derrames tecnológicos, economías
externas y economías de escala para el conjunto de empresas del “distrito”, lo cual
no sería posible de estar cada empresa interactuando con las otras a gran distancia.
Al respecto, se define un distrito industrial, con base en los postulados realizados
por Marshall, de la siguiente manera:
Juan Carlos Bustamante Urbina / El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional...
205
... una concentración, en un área geográficamente limitada, de empresas pequeñas
especializadas en un sector dominante.
El elemento clave de este original modelo de organización es el factor unificador;
es decir, aquel que permite la integración racional y organizada de los numerosos
sujetos que componen el distrito. Marshall denominó a este factor “atmósfera industrial”, concepto que se define como el conjunto de elementos difícilmente
separables y que no se pueden describir fácilmente a través de las variables económicas tradicionales; entre otros destacan la cultura productiva, el conocimiento de
los demás sujetos que forman parte de la comunidad y los vínculos existentes con
éstos, y las tradiciones histórico-políticas comunes. Esta atmósfera es el verdadero
canal de comunicación entre los diferentes sujetos; es el factor que hace posible la
manifestación y la difusión de un hábito de colaboración e intercambio de información y de experiencias aun en un contexto altamente competitivo (Dini, 1992:
14-17).
Aunque este modelo posee grandes debilidades en su formulación teórica sigue
teniendo actualidad, debido a que su desarrollo es básicamente determinado por
factores históricos y culturales (path-dependent) que no pueden ser replicados a
voluntad. Junto a este modelo entra en juego uno de los cambios más significativos
en el mundo industrial, como el de la transición de la producción masiva fordista
(basada en economías de escala internas a las empresas y en series productivas
largas) a métodos más flexibles de producción en muchos sectores industriales, lo
que se ha venido a llamar la especialización flexible. La obra pionera de Piore y
Sabel en 1984, denominada la segunda ruptura industrial, establece que en este
marco posfordista, la pequeña empresa gana protagonismo, así como la tecnología
avanzada pero flexible.
Por eso, Sabel (1989) valoraba la importancia del distrito industrial como una
solución viable a las vicisitudes del capitalismo global porque puede zafarse de la
“ruinosa” competencia en precios de las producciones masivas a bajo precio
utilizando máquinas flexibles y trabajadores cualificados, renovando constantemente
productos y procesos de producción, para poder elaborar productos
semipersonalizados que se venden a mejor precio en los mercados (Marco, 2000:14).
El mismo autor observa al modelo del distrito industrial como una forma de
organización de la producción en el que, claramente, el papel de las fuerzas
sociales locales es muy importante y en donde surgen oportunidades para procesos
autónomos de desarrollo a niveles locales y regionales, de carácter endógeno.
A pesar de estos elementos, el concepto de distrito industrial ha sido sometido
a críticas de diverso talante, entre las que figura la falta de rigor conceptual
respecto de elementos como las redes de empresas, la noción de competencia
cooperativa (coopetencia) y el carácter puramente local de la dinámica del
distrito (Markussen, 1999).
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206
Para superar estas limitaciones surge el concepto de medio o entorno innovador,
que comprende elementos de red, aprendizaje colectivo y externalidades. La primera
definición de este sistema fue propuesta por el economista inglés de la escuela de
Sussex, Freeman (1988). Lo identificaba como la red de instituciones en el sector
público y privado cuyas actividades e interacciones producen y difunden nuevas
tecnologías a escala nacional. A su vez, este enfoque evolucionó y dio forma al
enfoque del sistema nacional de innovación (SNI). A juicio de Chudnovsky (1999),
los elementos definitorios del SNI son la innovación, entendida como un proceso
interactivo de producción y difusión de tecnología, y el aprendizaje colectivo.
“Este mismo enfoque es posible trasladarlo al plano de los territorios subnacionales,
a la orientación del SNI que da lugar al sistema regional de innovación (SRI)”
(Jiménez, 2002:220).
4. Conglomerado (cluster)
Con la configuración del desarrollo económico actual, caracterizado por una gran
paradoja entre las fuerzas globales y la economía nacional en sus ámbitos regionales
y locales, convirtiéndose éstos en espacios dominantes de la nueva geoeconomía
mundial, surge en este sentido un concepto que ha cobrado mucha fuerza, el del
complejo productivo o conglomerado, que se popularizó por los trabajos y
recomendaciones de política de Michael Porter, de Harvard University. El trabajo
seminal de Porter acuñó el término para designar concentraciones geográficas de
empresas especializadas, cuya dinámica de interacción explica el aumento de la
productividad y la eficiencia, la reducción de costos de transacción, la aceleración
del aprendizaje y la difusión del conocimiento. Este enfoque, sin embargo, no fue
del todo novedoso, ya que en Europa (especialmente Italia) había una vasta
experiencia de investigación sobre distritos industriales, que indicaba similares
externalidades derivadas del efecto aglomeración. En términos generales, no existe
discusión en cuanto a la definición de complejo productivo. A continuación se
presenta una definición que sintetiza la visión generalizada de este concepto,
según The Cluster Competitiveness Group (2002:3):
Se entiende comúnmente por complejo productivo una concentración sectorial
y/o geográfica de empresas que se desempeñan en las mismas actividades o en
actividades estrechamente relacionadas, con importantes y acumulativas economías
externas, de aglomeración y especialización (por la presencia de productores,
proveedores y mano de obra especializada y de servicios conexos específicos al
sector) y con la posibilidad de llevar a cabo una acción conjunta en la búsqueda de
eficiencia colectiva. Todo esto en un radio no superior a los 30 km.
La definición de complejos productivos dependerá de las condiciones bajo las
cuales comparta y compita el grupo de empresas que lo conforman. La ubicación
aportará una serie de elementos únicos que no se pueden generalizar con el
objetivo de incluirlos en una definición universal.
Juan Carlos Bustamante Urbina / El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional...
207
Los complejos productivos traen grandes ganancias de productividad al conjunto
de industrias y establecimientos conexos. Tales ganancias se internalizan al nivel
de la industria, pero continúan siendo externalidades para las firmas que las
aprovechan. La fuente de tales ganancias de productividad son las economías de
escala, las cuales se alcanzan, entre otros factores, mediante los costos fijos y las
indivisibilidades, los cuales son distribuidos entre el conjunto de empresas.
Las indivisibilidades se refieren a los costos fijos caracterizados por ser objetos o
servicios que no se pueden dividir en elementos más pequeños, tales como los
factores tecnológicos o físicos.
Estas economías externas o externalidades se obtienen porque se pueden conseguir
por las empresas una especialización en fases de la producción, gracias a la red
de relaciones interempresariales que se establece en el seno de estas aglomeraciones
industriales. Además, se cuenta con un mercado laboral denso y de trabajadores
cualificados, con una atmósfera que propicia la innovación y el carácter
emprendedor del empresario, y una importante fluidez de información de todo
de tipo entre las propias empresas. Un entorno, en definitiva, que combina
competencia y colaboración interempresarial.
Todo el conjunto de aportes que sintetizan estas cuatro teorías han permitido
consolidar, según Krugman (1992), un nuevo desarrollo a los enfoques de las
teorías de localización y de nueva geografía económica (NGE), referidos
principalmente a tres aspectos:
a. La utilización de modelos con rendimientos de escala crecientes y competencia
imperfecta para explicar los patrones de aglomeración
b. Una mejor comprensión de los factores determinantes del comercio internacional
c. La integración de los diversos enfoques anteriores en un solo marco teórico
coherente
Esta nueva sistematización teórica (Krugman, 1992) constituye una verdadera teoría
general de la nueva economía espacial que subsume todos los modelos anteriores.
Los estudios empíricos realizados con el instrumental analítico de la NGE han
encontrado amplia evidencia de la causación circular de acumulación en campos
como el crecimiento urbano, la localización del capital humano, la expansión
industrial y el desarrollo regional.
Importancia del desarrollo de conglomerados.
Es bien interesante destacar la observación de Wolfe (1997) en cuanto a que,
paradójicamente, mientras la atención que se presta a las tendencias hacia la
globalización es cada vez mayor, las nuevas teorías se focalizan en la importancia
de los factores y condiciones vinculados al territorio. Un sobresaliente ejemplo de
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esto es encontrado en los conglomerados de la industria de la cerámica: 40 por
ciento de la facturación del mundo de esta industria es generado en los
conglomerados de Castellón (España), Sassuolo (Italia) y Santa Caterina (Brasil).
Una correcta configuración de conglomerados en una región la convierte en el
elemento dinamizador de su propia economía y de la economía nacional,
permitiendo estructurar la economía y su especialización productiva a través de
una especie de proyecto de ingeniería social, que conduce a niveles de construcción
superiores de organización social, tipo conglomerado.
Esta estructuración de la economía regional, que determina su especialización
productiva y la convierte en el eje articulador del desarrollo de la región, queda
claramente demostrada en regiones donde se han conformado conglomerados de
gran impacto regional-nacional-internacional. Ejemplo claro son el agrupamiento
alimentario de Parma (Italia), instrumentos quirúrgicos en Tuttilingen (Alemania),
el complejo de las flores en Holanda, el complejo de agronegocios en California
(EE UU). Cada una de estas regiones son auténticos motores regionales de la
economía nacional y global.
En América Latina existen ejemplos exitosos de estas aglomeraciones empresariales.
Aunque muestran características propias que las diferencian de los ejemplos
anteriores, son motores de las economías de sus países y de la región. Las diferencias
se encuentran en el tipo específico de proceso económico y en el grado de
formación que se encuentra el cluster (ver cuadro 1).
Cuadro 1
Características básicas de una selección de conglomerados
Conglomerados País Año de Nº de Producción Producción Exportaciones Exportaciones Trabajos Trabajos
(clusters)
creación empresas 2002
1995
2002
1996
directos indirectos
(US$ Mill)
(US$ Mill) (US$ Mill) (US$ Mill)
Salmón
Región
Austral
Chile
1978
215
1.005,0
500,0
970,0
480,0
29.000
12.500
Azúcar
Valle del
Cauca
Colombia 1900
197
—
—
1.045
885,4
28.018
12.000
Metalmecánica
Espíritu
Santo
Brasil
1988
66
33,3
23,3
1,7
1,1
12.000
48.000
Software
Guadalajara México
1990
152
—
—
—
—
1.040
—
Milk and
dairy-Boaco,
Chontales Nicaragua 1990
10.605
31,8
25,4
12,7
2,9
15.624
6.544
Fuente: Pietrobelli, C. y Rabelloti, R. (2004). Upgrading in clusters and value chains in Latin America.
The role of policies, BID.
Juan Carlos Bustamante Urbina / El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional...
209
De este cuadro es importante destacar dos ejemplos de conglomerados y su
impacto en el desarrollo regional de cada uno de sus países. El complejo productivo
azucarero del valle del Cauca, Cali-Colombia, está conformado por cerca de 1.200
proveedores de caña de azúcar, sembrada en 200.000 hectáreas; 13 empresas que
constituyen el núcleo medular del negocio, más de 40 empresas procesadoras de
alimentos, bebidas y licores; 2 co-generadores de energía eléctrica; 1 productor de
papel; 3 industrias sucroquímicas; más de 50 grandes proveedores especializados;
88 empresas asociativas de trabajo y una cooperativa de trabajadores.
El conglomerado básico, conformado por los cultivadores de caña, las empresas
que constituyen el núcleo medular del negocio y las empresas de valor agregado,
representó en el año 2000 el 1,36 por ciento del PIB nacional total, equivalente a
1.138 millones de dólares, el 6 por ciento del PIB industrial y el 2,9 por ciento del
PIB agrícola nacional. En la región contribuye con cerca del 10 por ciento del PIB
regional y el 41,6 del PIB agrícola. El salario promedio de los trabajadores en la
industria es casi el doble del salario mínimo legalmente establecido. La estabilidad
es de 15 años de antigüedad en promedio; más del 80 por ciento cuenta con
vivienda propia. “En suma, el nivel y calidad de vida del trabajador y su familia es
significativamente mayor que el promedio nacional” (CNP, 2002:9-13).
El conglomerado chileno del salmón, con apenas 25 años de experiencia, concentra
cerca del 98 por ciento de la producción y 25 por ciento de la mundial y genera
más de 40.000 empleos directos e indirectos. En la actualidad, el núcleo del
conglomerado está compuesto por más de 500 centros de cultivo, 34 empresas
procesadoras y cerca de 150 empresas proveedoras directas, además de alrededor
de 100 empresas de bienes y servicios en la zona, cuya oferta se dirige
minoritariamente u ocasionalmente al conglomerado. El principal mercado de
destino de la producción está dado en filetes y porciones a Estados Unidos, Japón
y nichos en Europa.
La configuración de las empresas que forman el conglomerado son empresas grandes
con estrategias de integración y concentración, mientras las empresas proveedoras
son pymes locales especializadas y desde 1996 ha empezado a atraer corporaciones
transnacionales especializadas en la explotación del salmón. “Las políticas públicas se
basan en el manejo del medio ambiente, con una estrategia clara de aumento de la
productividad de las empresas a través de la transferencia tecnológica por medio de
un programa de misiones tecnológicas y de biotecnología específicamente en el manejo
de enfermedades y en el aspecto genético” (Cepal, 2004:252).
Ambas configuraciones de conglomerados (azucarero y salmón) han transformado
a las regiones a las cuales pertenecen (Cali y Región Austral), estructurando la
economía regional, determinando su especialización productiva y convirtiéndolas
en el eje articulador del desarrollo de la región y su aporte al crecimiento nacional.
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Foros 11 • Mayo 2005
Elementos esenciales para el dinamismo en los conglomerados (clusters)
• Dimensión regional/local del desarrollo industrial: peso en la economía regionallocal del sector y/o sectores que conforman el conglomerado; cantidad de
empresas en el sector y que obedezcan a una concentración geográfica.
• Predominio de pymes en el conglomerado: composición de pymes en el sector
y/o sectores que conforman el conglomerado. Aunque este elemento es básico,
es posible identificar diversos tipos de conglomerados exitosos, en cuyo seno
la pyme y las grandes empresas asumen funciones divergentes. Existen
conglomerado jerárquicos, dominados por una gran empresa que delega
segmentos de la producción o prestación de servicios a pymes proveedoras.
Ejemplo de ello es Benetton, o como el patrón de división del trabajo establecido
en Baden-Württemberg, y conglomerado no jerárquicos, dentro de los cuales
se organizan pymes de fuerza similar que se complementan unas con otras
(Hurtienne y Messner, 1999:57).
• Compleja relación competencia/cooperación que caracteriza las relaciones
interempresariales. ¿Cuáles son las distintas actividades de cooperación que
existen a lo largo de la cadena de valor en estos sectores? ¿Cómo están dadas
las particiones a lo largo de la cadena? ¿Cómo interactúan?
• El carácter de red que existe en las zonas de conglomerado entre empresas e
instituciones, y que responda a la lógica de la eficiencia colectiva. Infraestructura correspondiente, buen potencial de fuerza laboral, suministradores eficientes y una buena oferta de información.
• Las ventajas de aglomeración: que se puedan verificar las hipótesis del efecto
aglomeración en el sector y/o sectores que conforman el conglomerado: Hipótesis 1: (Mayor especialización en fases o menor grado de integración vertical).
Hipótesis 2: (Menor tamaño de las EDD). Hipótesis 3: (Mayores beneficios
operativos). Hipótesis 4: (Mayor nivel de productividad global). Hipótesis 5:
(Mayores niveles salariales dentro del distrito).
• La significación de los factores socioculturales para el éxito económico: capacidad de ver y asumir el riesgo en materia de negocios. Se refiere a la medida en
que las normas culturales y sociales alimentan, o no desalientan, acciones individuales que pueden llevar a una nueva manera de conducir los negocios o
actividades económicas.
• Papel sustancial de los gobiernos locales y regionales. Relaciones entre mercado-Estado. Relaciones simbióticas y cooperativas entre sí, Estado-mercado.
Juan Carlos Bustamante Urbina / El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional...
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Requisitos esenciales para la consolidación de conglomerados (clusters)
• Iniciativa empresarial. Evaluar en forma sistemática el nacimiento de nuevos
proyectos y analizar su continuidad en el tiempo. Con este objetivo se tomaron
dos mediciones que reflejan estos aspectos: tasa de firmas “nacientes” y tasa de
firmas “nuevas”. En primer lugar, la tasa de firmas nacientes se mide por la
proporción de la población adulta en cada localidad que está comprometida
actualmente en el proceso de creación de una empresa. En segundo lugar, la
tasa de firmas nuevas se mide por la proporción de adultos en cada localidad
que operan en una empresa que tiene menos de 42 meses de antigüedad. La
iniciativa empresarial requiere de una actitud emprendedora, junto a la percepción de las oportunidades, que el emprendedor posea las habilidades y conocimientos y la motivación necesarias para llevar a cabo sus emprendimientos
con éxito.
• Flexibilidad y creatividad (social y organizativa) de los actores centrales. La
estructura social y organizativa de las empresas son flexibles y, por ende, permiten
la creatividad en grupos e individualmente.
• Capacidad de innovación por parte de las empresas. Innovación en todos los
ámbitos (organizacional, tecnológico y de mercado).
• Consenso social: es necesario que las estructuras básicas de organización jurídica,
política y económica, capacidad social de organización e integración, y capacidad
de los actores para la integración de actividades estratégicas que permitan la
formación de la aglomeración.
• Un equipo de personal bien capacitado (papel de las instituciones universitarias
en la localidad y en los centros de investigación).
• Ventajas basadas en el conocimiento y la práctica (know-how), producto de la
experiencia en la producción en el sector y/o sectores que conforman el
conglomerado.
Propuesta de desarrollo de conglomerados en la zona de integración fronteriza
(ZIF) Táchira-Norte de Santander
Caracterización de las zonas fronterizas
Las regiones fronterizas han quedado caracterizadas como zonas aisladas y alejadas
de los centros dinámicos, con escaso y desigual desarrollo económico-social en
relación con otras zonas de los propios países, sin instituciones idóneas ni poder
para adoptar o promover decisiones que den impulso a las actividades, con
deficientes vías de comunicación, vecinos a otras áreas de países lindero de similar
212
Foros 11 • Mayo 2005
configuración humana y geográfica, en ocasiones con raíces sociales o étnicas
comunes.
Teniendo claro la realidad de las zonas de frontera y asumiendo que éstas
constituyen los elementos articuladores del esquema de integración andino, se
retoma el tema de las ZIF, el cual quedó congelado desde 1992, cuando se dieron
las últimas negociaciones en torno a la zona de integración fronteriza del Táchira
(Venezuela) y Norte de Santander (Colombia). Esta nueva etapa de actividad
bilateral desde una perspectiva cooperacionista se activaría, gestándose un nuevo
programa de desarrollo integral fronterizo elaborado por el BID y la CAF en 1997
(García y Urdaneta, 1999). El plan consistía en una serie de acciones concretas
para fortalecer los pasos fronterizos y contribuir al desarrollo socioeconómico de
las fronteras del área del estado Táchira/departamento Norte de Santander. En
esta elaboración del plan participaron técnicos que ya habían formado parte de
los equipos que diseñan la ZIF, aunque no incluyeron en sus recomendaciones la
creación de alguna definición territorial de aplicación privilegiada para las acciones
fronterizas (BID, Intal, CAF, 1997).
Ya con el propósito firme de la CAN de profundizar la integración andina, se
le otorga a las zonas fronterizas especial y particular importancia, ya que éstas
constituyen las áreas geográficas naturales y privilegiadas de articulación de
las economías y sociedades de los cinco países miembro. Es por ello que a
partir de los mecanismos multilaterales que establece la CAN para propiciar el
desarrollo en las áreas fronterizas, surge la Decisión 459 que trata los aspectos
sobre política comunitaria para la integración y desarrollo fronterizo. Esta
decisión, promulgada en 1999, busca elevar la calidad de vida de las poblaciones
y el desarrollo de sus instituciones, dentro de los ámbitos territoriales fronterizos
entre los países de la CAN.
Dentro de esta estrategia de profundización de la integración andina, la integración
fronteriza es vista como uno de los campos de acción en el que el proceso general
de integración se concreta. De esta forma resurge la iniciativa de la ZIF, ya a nivel
multilateral y estableciendo su marco jurídico a través de la Decisión 501 de la
CAN, que sustenta la creación de zonas de integración fronterizas (CAN, 2003).
Es en este marco que las ZIF quedan definidas como ámbitos fronterizos
adyacentes de países miembro de la Comunidad Andina para los que se adaptarán
políticas y ejecutarán planes, programas y proyectos para impulsar el desarrollo
sustentable y la integración fronteriza de manera conjunta, compartida y orientada
a obtener beneficios mutuos, en correspondencia con las características de cada
uno de ellos.
En el marco de la Decisión 501, en su artículo 2º, los países miembro de la
Comunidad Andina podrán establecer, ZIF entre sí, mediante los mecanismos
bilaterales que converjan, y se establece con el objetivo de generar condiciones
Juan Carlos Bustamante Urbina / El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional...
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óptimas para el desarrollo fronterizo sostenible, conforme al criterio de desarrollo
económico, basado en fomentar el crecimiento, modernización y diversificación
de la base productiva del área fronteriza, aprovechando las posibilidades que
habilitan los mecanismos de integración.
De esta forma las ZIF quedan diseñadas como de alcance regional y, como todo
proceso de integración, procura el aumento de la base productiva y acrecienta
la actividad económica de las regiones que se vinculan. En esencia, lo que se
plantea es el crecimiento de la economía en una determinada localización,
obedeciendo a una lógica de causación circular, en la que los rendimientos
crecientes a escala y los encadenamientos hacia atrás y hacia adelante de las
empresas conduzcan a una aglomeración de actividades que se auto-refuerzan
progresivamente, produciendo en determinados sectores de una región la creación
y consolidación de ventajas competitivas.
Al quedar delimitadas las ZIF como espacios regionales de interrelación social y
económica, las aglomeraciones o complejos productivos (clusters) son una buena
forma de concebir estos espacios económicos, como lo afirma Porter (1998:75):
Los clusters son concentraciones geográficas de empresas e instituciones
interconectadas en un determinado sector. Comprenden una gama de industrias y
otras entidades importantes para la competitividad, ligadas entre sí. Ellos incluyen
sectores proveedores competitivos, servicios e infraestructura especializada (...)
frecuentemente se extienden hacia adelante para incluir los canales de distribución
y los clientes y horizontalmente hacia los fabricantes de productos complementarios
y firmas en sectores relacionados por tecnología, habilidades o insumos comunes
(...) muchos incluyen instituciones gubernamentales y de otra índole como
universidades, centros de investigación, creando una posición óptima para un
intercambio y cooperación regular con las actividades de investigación y desarrollo
de los sectores.
A medida que estos agrupamientos se desarrollan, los recursos de la economía
fluyen hacia ellos y se apartan de los sectores aislados que no puedan aplicar los
recursos en forma tan productiva. Esto conduce a que el mayor número de sectores
se exponga a la competencia internacional, ya que mientras más acusado se hará
el movimiento hacia el agrupamiento dentro de la economía, mayor será su nivel
de atracción (Porter, 1991). La agrupación también genera que los miembros de la
cadena productiva trabajen hacia un propósito común de dos vías; la primera,
entre los actores del mismo sector industrial e industrias conexas, en la identificación
de ventajas comparativas que pueden transformarse en ventajas competitivas. La
segunda vía se refiere al trabajo conjunto del sector privado y público en la
mejora del clima de negocios.
Foros 11 • Mayo 2005
214
Con base en las premisas anteriores se destaca la importancia de desarrollar
aglomerados industriales dentro de la ZIF (Ureña-San Antonio-Cúcuta-Villa del
Rosario). Resalta su importancia, ya que en esta zona circulan semanalmente
alrededor de 65.000 vehículos y casi 250.000 personas en ambos lados de la
frontera (BID-Intal-CAF, 1997). La relevancia del comercio bilateral venezolanocolombiano, dentro del contexto de la Comunidad Andina equivale al 44 por
ciento del comercio total interandino en 2001, el cual transita por la zona fronteriza
entre los dos países, básicamente, a través del segmento Táchira-Norte de Santander
(CAF, 2001). Además, la ZIF en el área propuesta equivaldría a la conformación de
un mercado alrededor de un millón de habitantes, aunque con un mercado
ampliado que correspondería al estado Táchira y el departamento Norte de
Santander cercano a los dos millones y medio de habitantes. Esto permitiría la
creación de condiciones para un incremento notorio del comercio y la industria,
la cual permitiría atenuar las crisis cíclicas en la economía fronteriza asociadas a
los vaivenes cambiarios de ambos lados de la frontera (Otálvora, 2003).
Otra implicación destacable del área fronteriza descrita es el conocimiento y la
práctica acumulada (know how) que se observa en el desarrollo de distintas
manufacturas, de las cuales destacan los productos derivados de las manufacturas
de cuero y los preparados de azúcar, ya que el grupo de productos (manufacturas
de cuero) corresponde al de los 20 productos más dinámicos en los mercados
mundiales (Unctad, 2002) y los preparados de azúcar a las exportaciones mundiales
de productos agrícolas más dinámicos de los mercados (ver cuadro 2).
Cuadro 2
Manufacturas de cuero y preparados de azúcar en las exportaciones
de los productos más dinámicos en los mercados mundiales (1980-2001)
Código
CUCI
612
Grupo de productos
Manufacturas de cuero
Crecimiento
anual medio de
las exportaciones
1980-2001
Proporción de las
exportaciones
mundiales totales
12,4
Proporción de las
exportaciones
totales de los
países en desarrollo
1980
2001
1980
2001
0,1
0,1
0,1
0,2
Preparados de azúcar 2001
Puesto
5
Puesto dentro del
conjunto de todos
los productos
Código de la
CUCI
Grupo de
productos
Parte porcentual
de los países en
desarrollo
27
062
Productos de azúcar
25
Fuente: Cálculos de la Secretaría de la Unctad. Commodity Trade Statistics, 2002.
Juan Carlos Bustamante Urbina / El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional...
215
Estas manufacturas en el comercio internacional se clasifican como productos de
alto valor agregado y tienen una elasticidad-renta muy superior a la de los productos
agrícolas tradicionales y manufacturas textiles. La importancia de la ZIF y, en
particular de los sectores mencionados, tomados como estudios piloto, permiten
resaltar la relevancia de la investigación bajo el esquema propuesto por Porter, de
agrupamientos productivos (clusters), donde se crean encadenamientos regionales
que abarcan toda la cadena de valor de una industria, creando una base para la
cooperación entre empresas, departamentos conjuntos de I+D, condiciones estas
que crean nuevas sinergias que aumentan la competitividad de los participantes y
de la región como un todo, orientando los sectores descritos hacia el fomento de
las exportaciones.
Además, y en concreto, lo que se busca con este tipo de iniciativas que fomente
la integración fronteriza es la orientación a conseguir determinados objetivos
económicos, sociales y/o políticos, entre ellos: crecimiento económico y
movilización de recursos en el marco de la profundización de la integración
andina; mejora de las condiciones de vida y aumento de la solidaridad, y
disminución del carácter conflictivo de la línea de frontera, así como contribución
a su efectiva demarcación.
Por este motivo el alcance de la investigación comprenderá un diagnóstico de la
situación de los sectores manufactureros de cuero y preparados de azúcar en la
ZIF descrita, determinar hasta qué punto están dados los factores dentro de la
ZIF para lograr las aglomeraciones, visto desde la coordinación institucional
entre municipios-gobiernos regionales-sector privado, que impulsen la
competitividad de sus regiones, hasta la forma de cómo crear factores
especializados necesarios para el desarrollo de conglomerados, aprovechando
el estímulo que permite el uso de mecanismos de acción multilateral que ofrece
la Comunidad Andina.
Conclusiones
No toda acumulación de pyme en una misma zona geográfica, sujeta a una hábil
política económica regional, puede convertirse en un lapso de tiempo corto en un
conglomerado. Para que esto ocurra deben darse unas raíces profundas en la
historia, en la cultura, en las instituciones y en la economía de las áreas que lo
origina. Debe existir alta iniciativa empresarial y un entorno sociocultural que
permita la creación de redes con visión estratégica, donde los vínculos entre
empresas aparentemente débiles (por lo menos si se los observa con el ojo de
quien no está habituado a este tipo de relaciones) permiten cambios continuos y
reversibles de las redes en el contexto en el cual la “confianza” asume una
importancia muy relevante. Es la confianza la que mantiene y consolida las
216
Foros 11 • Mayo 2005
relaciones entre empresas, y entre empresas y terceros (entes institucionales,
organismos de representación, administración pública, entre otros).
Una vez claro el proceso de formación del conglomerado, éste sirve para explicar
el fenómeno de revalorización de la dimensión territorial en los procesos
contemplatorios de desarrollo, la cual destaca el papel de las regiones y las
localidades como los actores centrales del desarrollo económico en el mundo
moderno, especialmente el generado en el contexto de aglomeraciones productivas
localizadas. Estas aglomeraciones generan beneficios para la localidad, entre otras
cosas: se reduce los costos de transacción, produce mercados con mayor nivel de
transacciones, promueve el intercambio de conocimiento y favorece la innovación,
aumenta la rapidez de los flujos de información y, en palabras de Porter, actúa
como un potente imán para atraer hacia él personas de valía y otros factores de
producción.
De esta manera, lo anterior señala que en los agrupamientos completos de sectores,
éstos se ubican frecuentemente en una sola ciudad o región de una nación, lo que
las convierte en un entorno singular para competir, tanto a nivel nacional como
internacional. Este elemento básicamente confluye con las nuevas teorías de la
nueva geografía económica, pilar fundamental donde se encuentra evidencia
empírica de la importancia de estas aglomeraciones, elementos estos que han
llevado a autores como Ohmae (1997) a proponer la idea de estados-región,
donde se concentra el mayor intercambio de bienes y mercancías en el mundo.
Se puede hablar, entonces, que existe una clara tendencia hacia la (re)
territorialización, que explica, en cierta medida, que la base territorial interactúa a
escala global. Entonces llama la atención que en la actualidad se acentúe tanto el
papel de la globalización en los fenómenos de cambio económico y sociopolítico
en curso. Al respecto, lo que es necesario entender es que varios de los factores
que impulsan la globalización tienen una fuerte base territorial, como es el caso
del comercio internacional de bienes y servicios, del cambio tecnológico y los
flujos financieros, en particular (Jiménez, 2000). En la obra de Scott (1998) se
comenta que la mayor parte del desarrollo económico en el mundo es realmente
generado en el contexto de aglomeraciones localizadas, combinadas con tipos
específicos de procesos económicos que apuntalan capacidades productivas y
competitivas regionales.
Ante tal relevancia, destacan estas aglomeraciones como verdaderas opciones de
desarrollo regional-local, por lo que la generación de políticas públicas deberían
girar en torno a determinar cuáles sectores regionales de la economía nacional
cumplen con los elementos descritos en el punto sobre el dinamismo de los
conglomerados, y a partir de ese diagnóstico determinar cuáles sectores son
susceptibles, como en la investigación planteada de un conglomerado en una
hipotética ZIF colombo-venezolana. El desarrollo de estos diagnósticos permitirá
Juan Carlos Bustamante Urbina / El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional...
217
dirigir estas políticas de “aglomeramiento” destinadas a la promoción de la
articulación empresarial y productiva. Esta política no pertenece, por lo tanto, a
un ámbito diferente e independiente de otros (financiamiento, capacitación o
innovación); por el contrario, la política de “aglomeración” es la articulación de
todas ellas entre sí y con las estrategias competitivas del sector privado.
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Foros 11 • Mayo 2005
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Foros 11 •Mayo 2005 • pp. 219-262 • ISSN: 1690-4885
Comportamiento económico de la región zuliana
Molero
Sánchez
Jesús Molero Sánchez*
Resumen
El objetivo de este trabajo es determinar el comportamiento económico del
sector privado de la economía zuliana en el período 1998-2004. El análisis se
basa en indicadores precio-volumen-valor de los sectores manufactura, comercio
y construcción. La producción en el Zulia muestra una tendencia decreciente
en este período, alcanzando hasta 19,35 por ciento de caída en la tendencia
secular. Los precios se han ido incrementando con una marcada incidencia en
los costos de los insumos importados, donde llega un aumento del 78,89 por
ciento. El valor de la producción ha sufrido incremento en sus valores,
influenciado básicamente por el alza de los precios. Con respecto al sector
comercio, sólo existe un índice de valor, incrementándose el valor de las ventas
en 13,85 por ciento. El sector construcción ha presentado una recomposición
de su estructura, pasando de 75 por ciento de construcciones mayores en 1998,
hasta 70 por ciento de construcciones menores para 2003, acompañado de una
caída del 57 por ciento en área ejecutada de construcción.
Palabras clave: Índices / Sectores económicos / Zulia
Clasificación JEL: R11, R13
*Licenciado en Economía, La Universidad del Zulia, LUZ. Labora en el Banco Central de
Venezuela, subsede Maracaibo, en el Departamento de Estudios y Estadísticas Económicas
como Investigador, Economista I.
Correo electrónico: jmolero@bcv.org.ve
Foros 11 • Mayo 2005
220
Abstract
The goal of this study was to determine the economic behavior of the private
sector in the economy of the state of Zulia from 1998-2004. The analysis is
based on price-volume-value indicators of the manufacture, trade and construction
sectors. Production in Zulia showed a decrease by 19.35 percent during this
period. Prices have increased, particularly in imported goods, which have
increased by 78.89 percent. Production costs have increased because of higher
prices. In the commercial sector, all that exists is the value index where there
has been a 13.85 percent increase in sales. The building sector has suffered
restructurization, from 75 percent of large buildings in 1998, to 70 percent of
small buildings in 2003, accompanied by a 57 percent fall in the area of completed
constructions.
Key words: Indexes / Economic sectors / Zulia
JEL Classification: R11, R13
Resumo
O objetivo deste trabalho é determinar o comportamento econômico do setor
privado da economia zuliana no período 1998-2004. A análise está baseada nos
indicadores preço-volume-valor dos setores manufatura, comércio e construção.
A produção em Zúlia mostra uma tendência decrescente neste período, com
uma queda de 19,35 por cento na tendência secular. Os preços foram subindo
com uma séria incidência nos custos dos insumos importados, chegando a um
aumento de 78,89 por cento. O valor da produção aumentou nos seus valores,
influenciado basicamente pelo aumento dos preços. Em relação ao setor
comércio, só existe índice de valor e o este viu aumentar o valor das vendas em
13,85 por cento. O setor construção apresenta uma recomposição de sua estrutura,
passando de 75 por cento de construções maiores em 1998, a 70 por cento de
construções menores em 2003; acompanhado de uma queda de 57 por cento
na área executada de construção.
Palavras chave: Índice / Setores econômicos / Zulia
Classificação JEL: R11, R13
Résumé
Ce travail a pour but de cerner la démarche économique du secteur privé de
l’économie dans la région de Zulia, au cours de la période 1998 - 2004. L’analyse
a pour base les indicateurs prix - volume - valeur pour les secteurs de la
manufacture, du commerce et du bâtiment. Dans cette région, la production
montre une tendance décroissante au cours de la période examinée, qui fait
une chute atteignant jusqu’à 19,35 pour cent dans la tendance séculaire. Les
prix ont augmenté, avec une incidence marquante sur le coût des facteurs de
production qui sont importés, lesquels s’élèvent à 78,89 pour cent. La valeur de
Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana
221
la production a enregistré une augmentation de ses valeurs, sous l’effet,
notamment, de la hausse des prix. Pour ce qui est du secteur commerce, il n’ y
a qu’ un taux de valeur qui a pu montrer un accroissement de 13,85 pour cent
de la valeur des ventes. Le secteur bâtiment présente une recomposition de sa
structure, qui a passé de 75 pour cent des constructions majeures en 1998 à 70
pour cent des constructions mineures pour l’année 2003, avec une chute de 57
pour cent des constructions exécutées.
Mots-clefs: Traux de valeur / Secteurs économiques / Zulia
Classification JEL: R11, R13
222
Foros 11 • Mayo 2005
I. Introducción
El estudio de las economías regionales a nivel mundial es un tema que se ha
venido abordando con mucha fuerza en los últimos 20 años.
La tendencia a nivel general ya no es sólo realizar investigaciones sobre el
comportamiento de las economías en su totalidad, sino que también se ha hecho
importante estudiar y comparar las diferencias que se observan entre diferentes
regiones de un mismo país.
Es ahí donde se comienzan a ver el nacimiento de un sinnúmero de grupos de
estadísticas a todos los niveles y desagregaciones posibles, ya no sólo estadísticas
a niveles nacionales, sino a niveles regionales y locales con la finalidad de hacer
diferentes análisis y evidenciar las importantes diferencias y desigualdades que
pueden existir entre comunidades, estados, regiones, etc., de un mismo país.
Venezuela no escapa de esta realidad, si bien es cierto, lógico y hasta evidente
intuir que existen diferencias significativas entre las diferentes regiones del país,
pero lo difícil es poder medir y verificar esta percepción si no se cuenta con
evidencias estadísticas que demuestren que esta hipótesis resulta cierta.
Dadas estas exigencias por parte de todos los que nos preocupamos por tratar de
visualizar la problemática nacional, se ha ido dando una serie de hechos que han
dado un significativo avance en esta materia. Así vemos cómo en el año 1997 el
Banco Central de Venezuela comenzó la elaboración de indicadores económicos
regionales, específicamente en el estado Zulia, en lo que respecta al sector real de
la economía.
Estos índices muestran el comportamiento del sector manufacturero privado dentro
del estado Zulia y están elaborados con una metodología dirigida a la obtención
de tres índices diferentes, siendo ellos los de volumen, precio y valor de la
producción manufacturera, resultantes de la desagregación del sector en esas
vertientes.
El índice de volumen no es más que el reflejo de la cantidad de bienes que se
producen dentro de esta economía. Por su característica, es muy utilizado y efectivo
para realizar aproximaciones del comportamiento del aparato productivo. El índice
de precio trata de ver la evolución que han presentado los precios de los insumos
y productos dentro del proceso de la producción manufacturera privada. El índice
de valor es la combinación y relación entre los dos anteriores índices: el índice de
volumen y el de precios.
En el estudio se hace la descripción del comportamiento de estos índices vistos en
el tiempo, es decir, se elaboran series históricas con cada uno de ellos y se observa
y describe su comportamiento a lo largo del tiempo, para con esto lograr concluir
cuál es la tendencia que ha venido presentando la economía zuliana durante el
período de estudio 1998-2004.
Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana
223
También se observa la tendencia que presentan las series, con el fin de hacer una
mejor descripción de las mismas. Se elimina, así, los diferentes sesgos coyunturales
que puedan presentar las series, como ocurrió en el año 2002, cuando hubo una
serie de sucesos que distorsionaron el comportamiento general de las series. A
finales de este año ocurió un paro empresarial que conllevó el cierre de empresas,
afectando fuertemente las mediciones para esas fechas.
Después de describir el comportamiento de estas series se presentan unas conclusiones
finales relativas al comportamiento del sector industrial en la economía zuliana.
II. Sector manufactura
Índice de volumen de la producción
En esta sección se hace una descripción de las series de volumen, precio y valor
del sector manufactura. La descripción enfatiza cuándo ocurrieron los cambios
más significantes en la pendiente de las series; se presentan, también, las tasas de
crecimiento interanual en cada período y sus respectivas tasas intermensuales.
En primer lugar, se hará referencia al índice del volumen de la producción,
entendiendo por volumen todo lo que es cantidad de producción. Este índice nos
va a marcar lo que representa la cantidad de bienes producida por la industria
privada en la región zuliana. Así, podemos observar dos series dentro del gráfico,
una que es el indicador observado y una línea de puntos que es la tendencia
calculada. Ésto nos va a permitir observar con mayor precisión el comportamiento
de esta serie.
La serie que va desde 1998 a 2004 presenta una tendencia bastante marcada a la
caída del nivel de producción de la economía regional desde el año 98 hasta el
primer trimestre de 2004, en 19,35 por ciento, es decir, se ha reducido en ese
lapso la capacidad productiva en 19,35 por ciento.
Si analizamos los diferentes picos y valles dentro de la serie y los comparamos
con el comportamiento de su tendencia, obtendremos lo que llamaremos brechas,
que no es más que la diferencia entre la tendencia y el índice observado.
Partiendo de esto, tenemos que la mayor brecha negativa, en la cual el valor del
índice es menor que el valor de la tendencia, ocurre en el mes de diciembre del
año 2002, un mes que presentó conflictos y bastantes inconvenientes, con un
paro empresarial, fundamentalmente en la industria petrolera, la cual es uno de
los pilares fundamentales de la economía zuliana. En este mes en particular se
observa que la caída del indicador fue bastante severa; en este caso hablamos de
36,4 por ciento de brecha negativa con respecto a la tendencia.
Foros 11 • Mayo 2005
224
Por el contrario, podemos también visualizar una brecha positiva bastante
significativa en el mes de marzo de 2003, de 7,34 por ciento, que no equipara la
caída de la brecha negativa, y si llegamos hasta el final de la serie tenemos cómo
existe una nueva brecha positiva que alcanza el 8,42 por ciento, pero con una
serie donde su valor final es 19,35 por ciento menor que el valor inicial de la serie.
Gráfico 1
Índice del volumen de la producción
(Base:1997=100)
1998-2004
135
115
95
75
55
35
Tendencia HP
Nov
Abr
Sep
Feb
Jul
Dic
May
Oct
Mar
Ago
Ene
15
Zulia
Con respecto a las variaciones intermensuales, presentan movimientos estables,
manteniendo proporciones de variación similares y sin mayores desvíos,
exceptuando la gran caída presentada en el mes 12 del año 2002 y su
correspondiente rebote en el primer y segundo mes del año 2003. Se presentan
unas variaciones positivas y bastantes inestables en el primer semestre de este año
2003, estabilizándose este comportamiento en el último trimestre y el primero de
2004, con la característica de ser positivas todas las variaciones en las tasas.
Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana
225
Gráfico 2
Índice del volumen de la producción
Variaciones intermensuales (%)
(Base: 1997=100)
1998-2004
80
60
40
20
Feb
Ago
Feb
Ago
Feb
Ago
Feb
Ago
Feb
Ago
Feb
Ago
Feb
0
-20
-40
-60
-80
Zulia
En las variaciones interanuales tenemos que existe una caída de 17,14 por ciento
del año 1999 con respecto al año 1998; luego se da una leve recuperación en los
dos subsiguientes períodos de 1,98 y 7,53, respectivamente, para luego en el año
2002 presentar una nueva caída de 13,5 por ciento y una recuperación de 34,07
por ciento en el año 2003 en comparación con el año 2002.
Foros 11 • Mayo 2005
226
Gráfico 3
Índice del volumen de la producción
Variaciones interanuales (%)
(Base: 1997=100)
1999-2003
40
34,07
30
20
7,53
10
1,98
0
-10
-13,5
-17,14
-20
1999
2000
2001
2002
2003
Índice de precios de la producción manufacturera
Este índice nos presenta el comportamiento de los precios dentro del sector
productivo propiamente dicho dentro de la economía del estado Zulia. Esta serie
presenta una particular relación entre el índice calculado y su respectiva tendencia,
ya que la presencia de brechas, tanto como positivas y negativas es casi inexistente.
Esto quiere decir que el comportamiento del índice es prácticamente el mismo
que presenta la tendencia.
Al analizar el comportamiento de la serie podemos ver que en su totalidad la serie
presenta una constante evolutividad y crecimiento desde el inicio de la misma
hasta su final, representando 78,89 por ciento para el primer trimestre de 2004.
Ahora bien, si analizamos más detalladamente, encontraremos que existe un corte
en el mes de febrero del año 2002, cuando la serie cambia significativamente su
pendiente y acelera el crecimiento del índice calculado, y se evidencia un nuevo
aceleramiento e incremento en la pendiente de la serie en el primer trimestre del
año 2003.
Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana
227
Estos significativos cambios en la pendiente de esta serie de precios del sector
manufactura son coincidentes con los movimientos y cambios en los regímenes
cambiarios en Venezuela. Así, podemos comparar cómo el abandono del régimen
de bandas en Venezuela se produjo en el mes de febrero de 2002, el mismo mes
en que se da el primer cambio significativo en la pendiente de la serie; el otro
cambio de pendiente en la serie se da en febrero de 2003 como consecuencia
inmediata del abandono del régimen de flotación adoptado en 2002 y se decreta
un control cambiario.
Estas coincidencias hacen presumir que los precios del sector en el estado Zulia
son dependientes del tipo de cambio y de las fluctuaciones del mismo, lo que a su
vez nos conlleva a la conclusión de una marcada dependencia de la producción
de la industria zuliana en los insumos y materias primas importadas con sus
respectivos precios del exterior.
Gráfico 4
Índice de precios Laspeyres de la producción
(Base: 1997=100)
1998-2004
415
365
315
265
165
115
65
Tendencia HP
Jul
Nov
Abr
Sep
Feb
Jul
Dic
May
Oct
Mar
Ago
Ene
15
Zulia
Las variaciones intermensuales presentan una relativa estabilidad en el período
1998-2001, con sus respectivos movimientos estacionales propios de un índice de
precios. A partir de 2002 se observa una mayor fluctuación y variabilidad en las
tasas, siendo esto consistente con las fluctuaciones que presentó en el mismo
Foros 11 • Mayo 2005
228
período el tipo de cambio. Al final de la serie se puede ver cómo las tasas tienden
a alcanzar una mayor estabilidad comparada con el año 2002.
Las variaciones intermensuales vuelven a mostrar lo que es el cambio en la pendiente
a partir del año 2002. Son variaciones entre 11 y 8 por ciento desde el inicio de la
serie hasta el primer mes de 2002, y luego pasamos a 31 por ciento y 41 por ciento
de variaciones en el resto de la serie.
Gráfico 5
Índice de precios Laspeyres de la producción
Variaciones intermensuales (%)
(Base: 1997=100)
1998-2004
13
11
9
7
5
3
Feb
Ago
Feb
Ago
Feb
Ago
Feb
Ago
Feb
Ago
Feb
Ago
-1
Feb
1
-3
Zulia
En lo que respecta a las variaciones interanuales, resaltamos el constante crecimiento
e incremento en las tasas de variación entre años y hacemos énfasis, al igual que
lo expresado en los dos análisis anteriores, en cómo hasta 2001 la mayor variación
se produjo en el año 1999, alcanzando 11,26 por ciento, y en los dos siguientes
años no llega la variación a 9 puntos porcentuales.
Cuando vamos a los años 2002 y 2003 se percibe cómo da un salto más que
proporcional la variación y alcanza 30,58 por ciento y 41,47 por ciento,
respectivamente, lo que es consecuente con el análisis que venimos realizando
con respecto a los precios y su dependencia en los precios externos de los insumos.
Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana
229
Gráfico 6
Índice precios Laspeyres de la producción
Variaciones interanuales (%)
(Base: 1997=100)
1999-2003
50
41,47
40
30,58
30
20
11,25
8,36
10
8,43
0
-10
-20
1999
2000
2001
2002
2003
Índice de valor de la producción manufacturera
Por último, en el sector manufactura tenemos lo que es el índice de valor de la
producción, que no es más que un cálculo, una adición entre lo que son los
indicadores de volumen y precio que se describieron anteriormente.
Este comportamiento, tanto en tendencia como en su valor esperado, nos hace
asegurar que el valor de la producción viene influenciado básicamente por el
comportamiento de los precios, ya que la producción ha tenido una tendencia
negativa, comportamiento contrario al presentado por los precios, los cuales se
mueven con una tendencia positiva. Quiere decir que los precios han tenido
mayor ponderación e incidencia dentro del índice de valor de la producción.
El crecimiento tendencial de la serie alcanza 57,18 por ciento de crecimiento en la
totalidad del período. Se puede resaltar la presencia de una gran brecha negativa
entre el índice y su tendencia de 74,60 por ciento en el mes de diciembre de 2002,
consecuente con la caída de todos los indicadores económicos y coincidiendo
con el paro empresarial.
Foros 11 • Mayo 2005
230
Gráfico 7
Índice del valor de la producción
(Base: 1997=100)
1998-2004
365
315
265
215
165
115
65
Tendencia HP
Ene
May
Sep
Ene
May
Sep
Ene
May
Sep
Ene
15
Zulia
Las variaciones intermensuales no tienen mayores fluctuaciones, presentando
variaciones no mayores a 4 por ciento entre períodos y una repetición en las
series valle en el último mes del año 2002 y su correspondiente rebote; en 2003 se
observa un comportamiento estacional más o menos estable con los picos y los
llanos del rebote del paro de 2002, con su respectivo rebote en los dos primeros
meses de 2003 y la progresiva relentización y estabilización en las variaciones
hacia finales de la serie.
Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana
231
Gráfico 8
Índice del valor de la producción
Variaciones intermensuales (%)
(Base: 1997=100)
1998-2004
100
80
60
40
20
Dic
May
Oct
Mar
Ago
Ene
Jun
Nov
Abr
Sep
-20
Feb
0
-40
-60
-80
Zulia
En lo que respecta a las variaciones interanuales, la mayor variación se observa en
2001 con respecto a 2000, de 19,02 por ciento, y vemos que para el último año,
2003, presentó una variación de 13,47 por ciento al alza de los valores, explicada
básicamente por los precios, como se ha venido analizando.
Foros 11 • Mayo 2005
232
Gráfico 9
Índice del valor de la producción
Variaciones interanuales (%)
(Base: 1997=100)
1999-2003
19,02
20
16,65
13,47
15
10
8,7
5
0
-5
-10
-7,74
-15
-20
1999
2000
2001
2002
2003
III. Sector comercio
En la actualidad, dentro de los indicadores que produce el Banco Central de
Venezuela en la subsede Maracaibo, tenemos los indicadores del sector comercio,
pero a diferencia de los que se producen para el sector manufacturero, éstos no
se realizan con la misma metodología de precio-volumen-valor, sino que se efectúa
directamente el índice de valor.
Dentro del sector comercio de la economía zuliana vamos a encontrar tres índices
diferentes, a saber:
• Índice de valor de las ventas comerciales, incluyendo vehículos y repuestos
• Índice de valor de las ventas comerciales al mayor
• Índice de valor de las ventas comerciales al menor
Estas series de comercio que se van a analizar tienen una historia más corta, pues
sólo abarcan desde el año 2001 hasta 2004, pero siguen siendo series mensuales.
En primer lugar vamos a observar la serie del valor de las ventas comerciales,
incluyendo vehículos y repuestos.
Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana
233
Ésta es una serie que se ha mantenido más o menos estable en el tiempo. Entre
el inicio y el final de la serie tenemos un crecimiento en el valor del índice de
13,85 por ciento, en el cual la tendencia básicamente no presenta variación, no
llega al 2 por ciento la diferencia en la tendencia, desde el inicio hasta el final de
la serie. Con respecto a la mayor brecha negativa de la serie, la observamos en
el mes de enero de 2003 y alcanzó 53,85; la mayor brecha positiva llega a
alcanzar 9,30 por ciento.
Gráfico 10
Índice del valor de ventas comerciales
Variaciones intemensuales (%)
(Base 1997=100)
2001-2004
600
500
400
300
200
100
Zulia
Ene
Oct
Jul
Abr
Ene
Oct
Jul
Abr
Ene
Oct
Jul
Abr
Ene
0
Tendencia HP
En lo que respecta a las variaciones intermensuales, se puede inferir que el comercio
en el Zulia presenta un importante componente estacional, ya que a lo largo de la
serie de los meses de noviembre y diciembre y los de julio y agosto se observan
los picos de crecimiento más grandes. Aquí se puede intuir la llegada de los
períodos vacacionales y mayor liquidez en el sistema. Es importante señalar que
en el mes de diciembre del año 2002 no podemos volver a observar el mismo
fenómeno, ya que el paro empresarial llevado a cabo en ese mes no permite
visualizar este dato.
Foros 11 • Mayo 2005
234
Gráfico 11
Índice del valor de ventas comerciales. Vehículos y repuestos
Variaciones intermensuales (%)
(Base: 1997=100)
2001-2004
100
80
60
40
20
Ene
Oct
Jul
Abr
Ene
Oct
Jul
Abr
Ene
Oct
Jul
Abr
Ene
0
-20
-40
-60
Zulia
-80
En cuanto a las ventas al mayor, presentan una tendencia al alza, pero dado que
no tenemos por separado los índices de precios ni de volumen, no podemos
enfatizar a qué se debe esta tendencia. Si bien es a un aumento en los precios de
los productos y servicios, o a unas mayores ventas, el crecimiento tendencial de
esta serie fue 57,73 por ciento.
Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana
235
Gráfico 12
Índice del valor de ventas comerciales al por mayor
(Base: 1997=100)
2001-2004
600
500
400
300
200
100
Zulia
Ene
Oct
Jul
Abr
Ene
Oct
Jul
Abr
Ene
Oct
Jul
Abr
Ene
0
Tendencia HP
Las variaciones intermensuales se comportan básicamente de forma estacional,
con los dos grandes picos o saltos que ya estamos acostumbrados a ver en todas
las series, correspondiente a la coyuntura de finales de 2002 y principios de 2003.
Foros 11 • Mayo 2005
236
Gráfico 13
Índice del valor de ventas comerciales al por mayor
Variaciones intermensuales (%)
(Base: 1997=100)
2001-2004
60
40
20
Ene
Oct
Jul
Abr
Ene
Oct
Jul
Abr
Ene
Oct
Jul
Abr
Ene
0
-20
-40
-60
Zulia
El índice al valor de las ventas comerciales al menor tiene un comportamiento
muy parecido a las ventas al mayor, sólo que se observa una tendencia a una
pendiente positiva, mayor que las ventas al menor. Esto podemos explicarlo
básicamente en los precios, porque esto puede venir por el lado de los precios
al menor. Tenemos una referencia en el índice de precios en el área metropolitana,
que si bien no es el mejor indicador de precios para el estado Zulia, pero es el
único con el cual se cuenta en estos momentos en el país. Partiendo de que los
productos que mayormente se comercian al menor son aquellos alimenticios y
de primera necesidad y los mismos han sufrido importantes incrementos dentro
del IPC, asumimos y llegamos a la conclusión de que el índice de valor de
ventas comerciales está influido, básicamente, por el incremento en los precios
de los productos y servicios, sin descartar que exista un incremento en el volumen
de las ventas.
Este indicador en tendencia ha crecido en 59,26 por ciento, observado desde el
inicio de la serie hasta el último dato, de marzo de 2004.
Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana
237
Gráfico 14
Índice del valor de ventas comerciales al por menor
(Base: 1997=100)
2001-2004
500
450
400
350
300
250
200
150
100
50
Zulia
Ene
Oct
Jul
Abr
Ene
Oct
Jul
Abr
Ene
Oct
Jul
Abr
Ene
0
Tendencia HP
Las variaciones intermensuales del índice de ventas al menor presentan las mismas
características que el de las ventas al mayor. Se asume un importante componente
estacional y los saltos más importantes se deben al paro empresarial ocurrido
entre los meses de diciembre de 2002 y enero de 2003.
Foros 11 • Mayo 2005
238
Gráfico15
Índice del valor de ventas comerciales al por menor
Variaciones intermensuales (%)
(Base: 1997=100)
2001-2004
60
40
20
Ene
Oct
Jul
Abr
Ene
Oct
Jul
Abr
Ene
Oct
Jul
Abr
-20
Ene
0
-40
-60
-80
-100
Zulia
En lo que respecta a las variaciones interanuales de este sector, podemos ver
cómo hasta el año 2001, tanto las ventas generales como las ventas al mayor y las
ventas al menor presentaron variaciones no sólo positivas, sino de grandes
magnitudes, siempre siendo mayores las de las ventas generales, seguidas por las
de al mayor y, finalmente, al menor.
Pero a partir del año 2002 con respecto a 2001, tenemos que si bien las variaciones
son positivas, aún las magnitudes disminuyen ostensiblemente y la estructura de
la misma se invierte. Así vemos cómo para este período la mayor variación se
visualiza en las ventas al menor, seguida por las ventas al mayor y, por último, las
ventas generales. En el último período aumentan las variaciones pero con la
diferencia de que la mayor variación la presenta las ventas al mayor, en segundo
lugar las ventas al menor y con una variación de apenas 3,6 por ciento las ventas
generales.
Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana
239
Los rubros que más se comercializan en el estado Zulia son: dentro del área de las
ventas generales, y específicamente la venta de vehículos. Los que tienen un peso
significativo dentro de las ventas al mayor son alimentos, bebidas, tabacos, materiales
de construcción y ferretería, y materiales y equipos. Y dentro de las ventas al
menor, los alimentos, bebidas y tabacos, productos farmacéuticos y cosméticos, y
artículos de uso doméstico.
Gráfico16
Índice del valor de ventas comerciales
Variaciones intermensuales (%)
100
83,46
80
68,99
68,57
60
41,73
35,4
40
22,94
20
20,83
18,34
24,3
8,37
6,99
4,74
-3,48 1,27
3,63
0
-20
1999
2000
Vehículos y repuestos
2001
Al por mayor
2002
2003
Al por menor
IV. Sector construcción
En el sector construcción el Banco Central de Venezuela aplica una metodología
diferente a los índices que hemos venido estudiando.
Este sector se divide en dos grandes subsectores: el que corresponde al sector de
la construcción pública y el que respecta al de la construcción privada. En este
trabajo nos referiremos exclusivamente al capítulo de construcción privada.
En un principio tenemos que señalar que lo que se mide es el área bruta de
construcción. Esto es un reflejo del volumen de producción del sector. La unidad
de medida en la que se presenta es metros cuadrados que se han construido en
un tiempo determinado dentro de la región zuliana. La serie va desde 2001 a 2003
y se calcula trimestralmente.
Foros 11 • Mayo 2005
240
Las obras están divididas en dos tipologías generales: las obras mayores, que son
aquellas que presentan un área de construcción mayor a los 4.000 metros cuadrados,
y las obras menores, que evidentemente son aquellas que se encuentran por
debajo de esta área.
En primer lugar observaremos las áreas brutas de construcción entre obras mayores
y obras menores que hay en el estado Zulia. Tenemos una reducción del 57,58
por ciento en m2 de construcción, mas no necesariamente de construcciones
como tales, es decir, en m2 hay una reducción del área de construcción de más de
57,58 por ciento, viéndose aún más afectadas las obras mayores.
Gráfico 17
Área bruta de construcción permisada total, obras mayores y menores
200
180
160
34
Miles de m2
140
120
100
18
80
60
146
40
5
75
7
20
32
16
0
I
II
III
12
IV
Mayores
I
4
12
13
II
III
12
6
IV
Menores
Ahora veremos la composición o la distribución entre obras mayores y obras
menores de lo que es el sector construcción privado en el estado Zulia, y podemos
ver que en el primer trimestre de 2002 el 79 por ciento de las obras en el estado
Zulia fueron obras mayores y sólo el 21 por ciento obras menores, mientras que
en el último trimestre de 2003 sólo el 31 por ciento de las obras son obras mayores
y el 69 por ciento de las obras son menores. Esto quiere decir que ha habido una
recomposición dentro de lo que es el sector construcción de la región zuliana y
los encargados de hacer construcción. En el Zulia se han dejado de construir
obras grandes y han pasado a ocupar el espacio obras menores.
Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana
241
Esto es importante tenerlo en cuenta y estudiarlo bien, ya que no sólo puede
conllevar consecuencias negativas en el corto plazo, sino que las está ocasionando
en estos momentos, tanto en niveles de empleo como de infraestructura.
Gráfico 18
Participación porcentual de las obras mayores y menores
con relación al total de área bruta (%)
100
21
14
19
25
31
80
60
40
69
86
100
100
79
81
75
69
20
31
0
I
II
III
0
IV
Mayores
I
0
II
III
IV
Menores
En lo que respecta a la situación actual en que se encuentran las obras, hay una
recuperación bastante importante, de lo que son las obras terminadas, puesto que
es infraestructura nueva que está saliendo al mercado. Hay un incremento desde
el primer semestre de 2003 hasta el último trimestre de 2003 de 16 por ciento.
Las obras paralizadas, si bien presentaron un incremento en el último trimestre de
2003, están por debajo del inicio del año 2003 que oscilaba en 30 por ciento,
comparado con el 15,6 por ciento que presenta la última observación. Las obras
sin iniciar han venido cayendo hasta llegar a niveles de 21 por ciento, y las obras
en construcción se han venido manteniendo estables alrededor de 40 por ciento.
Básicamente aquí hay obras mayores que son de más largo período de ejecución.
Foros 11 • Mayo 2005
242
Gráfico 19
Estructura porcentual del total de obras investigadas, según estados de ejecución
60
50
40
30
20
10
0
I-02
II-02
III-02
IV-02
I-03
II-03
III-03
IV-03
12,9
16,7
14,3
22,2
25,9
22,6
19,4
21,9
En construcción 54,8
56,7
42,9
48,2
40,8
58,1
54,8
46,9
Paralizada
12,9
20,0
25,0
25,9
33,3
16,1
19,4
15,6
Terminada
19,4
6,7
17,9
3,7
0
3,2
6,4
15,6
Total
100
100
100
100
100
100
100
100
Sin iniciar
Tenemos el porcentaje de obras paralizadas. Allí encontramos que del porcentaje
de obras menores existentes en el primer trimestre de 2003 hubo 40 por ciento de
obras paralizadas y se ha reducido al final de 2003 a 19,1, es decir, se dio una
recuperación dentro de este subsector de la construcción.
En el subsector de obras mayores tenemos el 30 por ciento que se podía medir en
el año 2002 y 25 por ciento en el primer trimestre de 2003, y ha cerrado en un
porcentaje de 9,1 en 2004. Esto quiere decir que ha habido también una
recuperación en lo que es la cantidad, en porcentaje, de obras mayores paralizadas.
Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana
243
Gráfico 20
Porcentaje de obras paralizadas
49,0
40
44,0
39,0
34,0
(%)
26.7
30.0
25
29,0
20.0
24,0
19,0
13.3
20.0
23.1
22.2
21
23.5
14,0
9,9
19
15.4
12.5
9.
8.3
4,0
I
II
II
IV
Mayores
I
II
III
IV
Menores
Finalmente, vamos a describir el porcentaje de obras terminadas, desglosadas
también como obras mayores y obras menores. Aquí encontramos cómo hay un
porcentaje de 23,8 por ciento de obras terminadas, comparadas con 0 por ciento
en el primer trimestre de 2003. Vemos que hay una gran reactivación y esto es
consecuente con la recomposición que presentó el sector construcción que traspasó
las obras de mayores a obras menores.
Entonces, aquellas obras que poseen un período de ejecución más corto, traen
como consecuencia un gran porcentaje de obras terminadas y esto lo convierte en
un subsector más eficiente.
Muy diferente es el subsector de obras mayores. En 2003 el porcentaje fue de
cero, si tomamos en cuenta que las obras mayores que se encontraban paralizadas
han sido reactivadas en gran medida, tal como lo vimos con anterioridad. Se
infiere que la mayoría de estas obras se mantienen en construcción, dado que su
período de ejecución es mucho más largo.
Foros 11 • Mayo 2005
244
Gráfico 21
Porcentaje de obras terminadas
25
20
15
(%)
10
5
0
I
II
II
IV
Mayores
I
II
III
IV
Menores
V. Conclusiones
Luego de haber hecho una descripción de las series de tiempo de los índices de
volumen, precio y valor del sector manufacturero privado que elabora el Banco
Central de Venezuela, podemos llegar a unas conclusiones importantes.
La economía privada zuliana, tomando como referencia el sector privado, ha
venido decayendo progresivamente desde el año 1998 hasta el primer trimestre
del año 2004 hasta 19,35 por ciento en tendencia. Si bien es cierto que se ha
venido dando una importante recuperación en los niveles de producción a partir
de finales del primer trimestre del año 2003 y se ha hecho constante la existencia
de una brecha positiva, donde el índice observado supera a la tendencia calculada,
el resultado de la tendencia sigue siendo negativa para 2004 con respecto a los
niveles en los cuales se encontraba la producción de bienes en el estado Zulia.
La serie de tiempo correspondiente a los precios es la que marca en general el
comportamiento de la serie del valor de la producción y la misma marca una
evolutividad acelerada al incremento de los precios, principalmente a partir del
primer trimestre de 2002, cuando se observa un importante cambio de la pendiente
de la curva y un mayor incremento de la pendiente en el primer trimestre del año
2003. Esto trae como resultado un incremento de los precios del sector manufactura
privado para el primer trimestre de 2004 con respecto a 1998, de 78,89 por ciento.
Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana
245
El caso de la serie de tiempo de los precios es fundamental en este análisis, puesto
que la coincidencia de estos cambios en la pendiente de la serie con los cambios
de regímenes cambiarios nos lleva a la conclusión de la dependencia que tiene la
economía zuliana de los insumos y materias primas importadas y lo susceptible
que es esta economía a los cambios y fluctuaciones en los tipos de cambio.
Esta conclusión es consistente con la ubicación geográfica fronteriza que tiene el
estado Zulia, con presencia de importantes puertos, tanto marítimos como puerto
seco, y una importante participación de la industria petrolera, la cual atrae al
comercio exterior, y cuyas transacciones son fundamentalmente hechas en divisas.
El valor de la producción se visualiza de forma ascendente y esto es consecuencia
básicamente del incremento en los precios, pues, como ya estudiamos, el volumen
de la producción ha venido disminuyendo. Por lo tanto, si el valor de la producción
no es más que un cociente entre el volumen y los precios y las series tienen
signos contrarios y por su parte el volumen toma el signo de la pendiente de los
precios, es lógico inferir que esta serie se ve influenciada fundamentalmente por
el incremento en los precios.
El valor de la producción entre 1998 y el primer trimestre del año 2004 se vio
incrementado en 57,18 por ciento.
Por último, es importante resaltar que este estudio de carácter descriptivo nos
conlleva un análisis del por qué del comportamiento que ha venido presentando
esta economía, para poder buscar soluciones y respuesta a una caída que se
observa latente y que preocupa, pues es bastante significativa. Siendo el Zulia un
estado tan importante para Venezuela sería poco conveniente seguir en este rumbo
negativo, el cual se ha descrito en el sector productivo de la región.
Referencias bibliográficas
AYALA, N. y O. BELLO (2001). “Hechos estilizados del crecimiento económico en Venezuela
(1958-2000)”, Foros, n° 10, Caracas, Venezuela.
BRACHO, G. (2003). “Coyuntura económica de la región zuliana”, Foros, año 2004, n° 10, pp. 89-120,
Caracas, Venezuela.
GRUSÓN, A. (1998). “Procesamiento especial de la encuesta de hogares por muestreo de la
OCEI”, mimeo, Centro de Investigaciones en Ciencias Sociales.
MÉNDEZ, R.; I. PERICCHI y A. RANZÓN (2000). “Estudio de las tendencias comparativas y prospectivas de
largo plazo del desarrollo socioeconómico de Venezuela”, manuscrito no publicado, Centro de
Estadística y Software Matemático (CESMA), Universidad Simón Bolívar, Caracas, Venezuela.
Foros 11 • Mayo 2005 • pp. 247-261 • ISSN: 1690-4885
Las políticas regionales compensatorias en el marco
de la integración económica. Reflexiones en torno al ALCA
Briceño Ruiz
José Briceño Ruiz*
Resumen
En este ensayo se analiza el impacto regional que tendrá la instauración de una
zona de libre comercio en el hemisferio occidental. El argumento central es que
el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), como ambicioso proyecto
de apertura comercial, tendrá un enorme impacto en la relocalización de las
actividades productivas, afectando a las regiones menos avanzadas al interior
de los países miembro. Por esta razón, como lo demuestra la experiencia de la
Unión Europea (UE), es necesario establecer políticas compensatorias mediante la creación de fondos regionales que permitan a estas regiones mitigar el
impacto de la apertura comercial. En el ensayo se analiza cómo ha sido tratado
este tema en las negociaciones del ALCA y se examina la conveniencia o no de
establecer una política regional en el marco de este proceso.
Palabras clave: Integración / ALCA / Desarrollo regional / Fondos regionales
Clasificación JEL: F15
Abstract
This paper examines the regional impact of establishing a free trade zone in the
Western Hemisphere. The main argument developed is that a Free Trade Area
of the Americas (FTAA) will have an enormous impact on the relocation of
productive activities, and will affect less developed regions within countries. So,
as can be seen in the European Union (EU), it is advisable to promote compensatory
policies through the creation of regional funds. The objectives of the latter are
* DEA en Ciencia Política Comparada (Institut d´Etudes Politiques, Aix-en-Provence, Francia),
Magíster in Arts, Relaciones Internacionales (Universidad de Durham, Inglaterra). DocenteInvestigador del Centro de Estudios de Fronteras e Integración, Universidad de Los Andes,
San Cristóbal.
Correo electrónico: bricenoj@ula.ve
Foros 11 • Mayo 2005
248
to allow less developed regions to face the challenge of free trade. This paper
evaluates the extent to which this issue has been considered in FTAA negotiations
and the convenience of establishing regional policies.
Key words: Integration / FTAA / Regional development / Regional funds.
JEL classification: F15
Resumo
Este ensaio analisa o impacto regional que terá a instauração de uma zona de
livre comércio no hemisfério ocidental. O argumento central é que a Área de
Livre Comércio das Américas (ALCA), como um ambicioso projeto de abertura
comercial, terá um forte impacto na relocalização das atividades produtivas,
afetando as regiões menos desenvolvidas no interior dos países membros. Por
este motivo, como bem mostra a experiência da União Européia (EU), é preciso estabelecer políticas compensatórias mediante a criação de Fundos Regionais,
a fim de permitir que estas regiões mitiguem o impacto da abertura comercial
da ALCA e está sendo estudada a conveniência ou não de estabelecer uma
política regional no contexto deste processo.
Palavras chave: Integração / ALCA / Desenvolvimento regional / Fundos regionais
Classificação JEL: F15
Résumé
Cet essai analyse les effets sur la région qui ont fait suite à la mise en train d’une
grande zone de libre-échange dans l’hémisphère occidental. Son argument central
signale que l’ALCA (Accord de Libre-Échange des Amériques), ambitieux projet
d’ouverture commerciale, entraînera des effets considérables sur la relocalisation
des activités de production, ce qui ne manquera pas de porter préjudice aux
régions moins développées à l’intérieur des pays membres de cet accord. C’est
pour cette raison qu’il faut, comme l’expérience de l’Union Européenne l’a bien
montré, mettre au point des politiques compensatoires par le biais de
l’établissement de fonds régionaux qui permettraient à ces régions de mitiger
les effets de cette grande ouverture commerciale. Cet essai analyse aussi comment
ce sujet a été abordé jusqu’à présent au cours des négociations sur l’ALCA; il
examine également s’il convient ou pas d’établir une politique régionale dans
le cadre de ce processus.
Mots-clefs: Intégration / ALCA / Développement régional / Fonds régionaux
Classification JEL: F15
José Briceño Ruiz / Las políticas regionales compensatorias...
249
Unas de las mayores críticas a la propuesta de establecer el Área de Libre Comercio
de las Américas (ALCA) ha sido el escaso tratamiento que se ha dado en las
negociaciones a los aspectos sociales y las asimetrías existentes entre los países
participantes y al interior de estos últimos. Desde los noventa, estos temas se han
convertido en puntos de relevancia en la nueva agenda de integración regional.
En el caso de Europa, esta preocupación remonta a décadas anteriores, como lo
confirma la existencia de fondos de compensación y una creciente participación
de los actores sociales en el proceso de toma de decisiones. Este ensayo tiene
como finalidad evaluar y analizar las experiencias y avances de las políticas
regionales compensatorias en materia de integración y su posible aplicación en el
proceso del ALCA.
La política de desarrollo regional en el proceso de integración europeo
La política regional es uno de los elementos del modelo de integración europeo,
que algunos describen como dirigista o intervencionista, pues concibe a la
integración como un proceso que trasciende lo comercial y promueve el desarrollo
económico integral y, en especial, la industrialización (Briceño Ruiz, 2001). En el
modelo intervencionista, la integración se considera como un proceso cuyo objetivo
no es fusionar mercados, sino economías a través de la unión progresiva de los
espacios económicos nacionales en una nueva entidad económica y política,
caracterizada por la solidaridad entre sus miembros (Marchal, 1970:124). Este tipo
de integración puede emprenderse mediante la adopción de un conjunto de
medidas que faciliten la producción en gran escala, permitan diversificar la
producción y promuevan el progreso técnico. De acuerdo con este enfoque, la
integración no descansa sólo en los mecanismos de mercado, sino que requiere
una participación del Estado como director del proceso. Como señala Vacchino
(1982:166), la integración “puede valerse del mercado y sus automatismos, pero,
también y principalmente, debe valerse de las acciones deliberadas y de las
instituciones”. La integración debe hacer corresponder las políticas de mercado
con las dirigidas por los estados y las instituciones “de modo que sea factible
eliminar las discriminaciones nacionales y originar un mercado unificado que,
entre otras cosas, proporcione las directrices del proceso de desarrollo económico
y social comunitario” (Vacchino, 1982:162).
La integración europea puede ser descrita como intervencionista, ya que en ella
se han implementado políticas de protección a los consumidores, de apoyo a las
regiones menos favorecidas de los países miembro, inversiones en ciencia y
tecnología, medidas de protección al medio ambiente, la política agrícola común,
entre otros. Las ideas de Thomas Biersteker (1988) sobre el papel del Estado en la
economía permiten validar el argumento sobre el carácter intervencionista del
modelo de integración en Europa. Según Biersteker, es posible encontrar, al menos,
seis modalidades de intervencionismo estatal en la economía:
250
Foros 11 • Mayo 2005
1. La primera modalidad se propone influenciar de manera positiva en la conducta de los empresarios a través de la política fiscal o la política monetaria.
2. La segunda regula la conducta de los actores económicos privados o canaliza
su actividad mediante políticas para proteger el medio ambiente, los programas
de seguridad social o la legislación del trabajo.
3. Una tercera modalidad de intervención busca transformar al Estado en mediador entre el capital y el trabajo.
4. La cuarta modalidad es la redistribución del producto social y privado mediante subvenciones o por la política industrial.
5. La quinta es la producción directa de bienes y de servicios.
6. Finalmente, la última modalidad de intervención del Estado en la economía es
la planificación.
Aceptando las ideas de Biersteker, es fácil observar varios tipos de políticas
intervencionistas en la integración europea. Por ejemplo, la legislación comunitaria
de protección del medio ambiente o de defensa de los consumidores son, sin
duda, modalidades de intervencionismo regulador. La política agrícola común es
una forma de intervencionismo redistribuidor. El proyecto de construcción del
Airbus es un ejemplo de intervencionismo, cuyo objetivo es la producción de un
bien en particular. En consecuencia, es válido describir a la experiencia de
integración en Europa occidental como intervencionista.
La política regional, un componente de la integración europea desde sus inicios,
es una forma de intervencionismo redistribuidor. Desde fines de 1959 se adoptó
un programa mínimo para tratar los problemas de las regiones con una sola
industria o las regiones fronterizas. De igual manera, el Banco Europeo de
Inversiones, creado en el Tratado de Roma, canalizó recursos para favorecer a las
regiones menos desarrolladas y para financiar proyectos de interés común entre
los países miembro (Pulgar, 1996). A inicios de la década de los setenta comenzó
a configurarse de manera mucho más concreta una política regional al crearse en
1975 el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), encargado de desarrollar,
aplicar y financiar las políticas de desarrollo regional en la Comunidad Económica
Europea (CEE). El Feder realizaría acción para favorecer la realización de inversiones
productivas, desarrollo de infraestructura, desarrollo endógeno, desarrollo local y
de pequeñas y medianas empresas (pymes), inversiones en educación y sanidad
y proyectos piloto en las regiones fronterizas (González Vallve, 1993:8).
El Acta Única Europea, suscrita en 1986, tuvo un impacto considerable en la
política regional al proponer crear un verdadero mercado único para 1982, meta
alcanzada en la fecha prevista. A esto se sumó la propuesta del Tratado de Maastricht
de establecer una unión económica y monetaria. Tanto el mercado único como la
José Briceño Ruiz / Las políticas regionales compensatorias...
251
unión económica y monetaria han tenido profundos efectos estructurales en las
diferentes regiones de la UE. Por ello, en el Tratado de Maastricht se introduce la
“política de cohesión”, la cual plantea fundamentalmente tres objetivos: la
convergencia de los indicadores macroeconómicos, eliminar las disparidades del
desarrollo regional, y el desarrollo de la integración-interdependencia entre los
diversos sistemas de producción regional y nacional.
¿Qué se propone en el ALCA en materia de desarrollo regional?
El ALCA es un proyecto de integración regional iniciado en la Cumbre de Jefes de
Estado y de Gobierno de los Países del Hemisferio Occidental, realizado en
diciembre de 1994 en Miami, Estados Unidos. La propuesta original de establecer
una zona de libre comercio desde “Alaska hasta la Patagonia” fue originalmente
anunciada en 1991 por el entonces presidente de Estados Unidos, George Bush,
en su discurso sobre la Iniciativa para las Américas (IPA). Bush presentó un proyecto
de integración que incluía la creación de un espacio comercial único en el continente
americano, la promoción de las inversiones y la condonación de la deuda que
algunos países tenían con instituciones públicas estadounidenses. En diciembre
de 1994 el presidente William Clinton decidió convocar a los presidentes y primeros
ministros del continente a una reunión cumbre, en la que se relanzó la propuesta
de una zona de libre comercio de las Américas.
Una vez anunciado el proyecto del ALCA, comenzó un período de prenegociación
con la participación de los ministros de Comercio. Esta fase se inicia con una
reunión celebrada en Denver, Estados Unidos, en 1995 y concluye con la realizada
en San José, Costa Rica en 1998. La etapa de negociaciones formales del ALCA se
inició en abril de 1998 durante la Segunda Cumbre de las Américas de Santiago de
Chile. Los grupos de negociación establecidos versan sobre los siguientes aspectos:
comercio, servicios, propiedad intelectual, política de competencia, agricultura,
antidumping, subsidios y derechos compensatorios y solución de controversias.
Un primer anteproyecto de tratado fue presentado en la Tercera Cumbre de las
Américas realizada en Québec, Canadá, en abril de 2001, y un segundo anteproyecto
se presentó en la Conferencia Ministerial de Quito, realizada en octubre de 2002.
Se espera tener una versión final del Acuerdo para el año 2005, establecido como
fecha límite del proceso negociador.
El ALCA puede ser concebido como un nuevo modelo de integración, en el cual
predomina la liberalización comercial y la flexibilización de las normas relacionadas
con el comercio (inversiones, propiedad intelectual, compras gubernamentales,
medio ambiente, etc.). Por otra parte, el ALCA rompe con la teoría tradicional de
la integración, pues se presenta como una zona de libre comercio, primera etapa
de la integración económica, en la que se procedería sólo al desmontaje arancelario.
Sin embargo, a diferencia de las tradicionales zonas de libre comercio, en el ALCA
252
Foros 11 • Mayo 2005
se combina la desgravación arancelaria con otras políticas como la libre circulación
de las inversiones o la regulación de la propiedad intelectual, medidas más propias
de etapas como el mercado común o la unión económica. A pesar de estos
ambiciosos objetivos, no se ha planteado en las negociaciones la posibilidad que
el ALCA trascienda, una vez perfeccionada la liberalización comercial, la etapa de
zona de libre comercio, para convertirse en una unión aduanera o un mercado
común. Esto último ha sido fuertemente rechazado por sindicatos estadounidenses,
que se oponen a la apertura del mercado laboral de su país debido a la enorme
asimetría de salarios entre Estados Unidos y los demás países del continente
(véase Briceño Ruiz, 2001).
Frente al predominio de los temas comerciales, se observa en el ALCA una ausencia
de preocupación por los desequilibrios internos provocados por la apertura. Si se
revisa el proceso negociador del ALCA, es notoria la exclusión de la cuestión
regional; este aspecto ni siquiera mereció la creación de un grupo de trabajo
durante la etapa de prenegociación que concluyó en la Reunión Ministerial de
San José (1998). Una vez iniciado el proceso negociador, esta materia tampoco ha
sido incluida en la agenda. Una breve revisión de los borradores del acuerdo
permite validar este argumento. Es notoria la ausencia de un grupo de negociación
dedicado al tema de los “efectos regionales” del ALCA. Considerando que en el
ALCA las asimetrías pueden ser incluso mayores que las existentes en el TLCAN,
la ausencia de una política regional puede convertir al libre comercio hemisférico
en un factor generador de desequilibrios en las diversas economías nacionales.
Es apenas en la reunión de Ministerial de Quito cuando se decide suscribir un
Programa de Cooperación Hemisférica (PCH) para tratar de alguna forma los
aspectos no comerciales de la integración. No obstante, el PCH no es parte integrante
del tratado constitutivo del ALCA, lo que puede generar dudas sobre su aplicación.
La reciente Cumbre Extraordinaria de las Américas, celebrada en Monterrey, en
enero de 2004, es el reconocimiento de la necesidad del tema del costo de la
apertura como parte integrante del proceso de integración en el continente
americano.
Por todo esto, el ALCA puede ser descrito como un modelo comercialista que
suscribe y profundiza las ideas de la teoría tradicional del comercio internacional
(Briceño Ruiz, 2001). Considerando a la integración como un “segundo óptimo”,
el enfoque comercialista la concibe como “una experiencia local de ‘desvalorización’
de las fronteras, justificable en tanto etapa transitoria que serviría para ir eliminando,
escalonadamente, las tarifas arancelarias y otras restricciones a los intercambios
comerciales” (Vacchino, 1982:154). En tal sentido, la integración debería dirigirse
esencialmente a abolir las barreras y los obstáculos que impiden el libre flujo de
bienes y servicios entre las diversas economías nacionales. De esta manera se crearía
un espacio económico integrado, en el cual la actuación de las leyes del mercado
permitiría intensificar la interdependencia económica entre los países socios.
José Briceño Ruiz / Las políticas regionales compensatorias...
253
A diferencia de la experiencia europea, en las negociaciones del ALCA no existe
referencia alguna a una estrategia de política regional. En primer lugar, en el
Tratado de Libre Comercio de las Américas (TLCAN), que para Estados Unidos es
el modelo de integración que debe fundamentar al ALCA, lo regional, incluso en
su limitada modalidad de integración fronteriza, es casi inexistente. En segundo
lugar, la revisión del proceso negociador del ALCA, iniciado en 1995 con la primera
reunión Ministerial de Denver, evidencia la ausencia de discusiones sobre la cuestión
regional en la agenda de negociación del ALCA.
En el TLCAN no existe una política regional, ni siquiera de integración fronteriza.
Esto a pesar de que la frontera entre Estados Unidos y México ha sido considerada
una región problemática, descrita incluso por el Instituto de Integración
Latinoamericana (INTAL) como una “región plan”, cuya homogeneidad está dada
por un objetivo o problema común a resolver. A pesar de esto, antes de la firma
del TLCAN fue notoria la ausencia de mecanismos binacionales de integración
que tratasen de forma global la problemática fronteriza (Valenciano, 1990:33-35).
Tan sólo, y en gran parte debido a la presión de grupos de la sociedad civil
estadounidense, en los acuerdos paralelos en materia ambiental y laboral se crearon
dos comisiones, la Comisión Ambiental y la Comisión Laboral, además del Banco
de Desarrollo de América del Norte, para financiar obras de infraestructura en la
región fronteriza. Estas comisiones se encargarían de resolver los problemas en
sus áreas de competencia con un marcado sesgo fronterizo, sin embargo, se
objeta que apenas tratan una parte de la problemática fronteriza entre Estados
Unidos y México.
La cuestión regional en el TLCAN no se limita sólo a las regiones de fronteras, sino
a la totalidad del territorio mexicano. A diferencia de la UE y de las iniciativas de
integración en América Latina, en el TLCAN participan dos países desarrollados y
uno en desarrollo, lo que de por sí es una asimetría. Esta asimetría es mucho
mayor si se considera que uno de los socios desarrollados es Estados Unidos,
primera potencia industrial del mundo, que es justamente la que comparte frontera
con el socio subdesarrollado. Los efectos de tales asimetrías serán importantes en
cuanto a la localización de la actividad económica en México y la distribución de
la riqueza entre las diversas regiones mexicanas.
Autores como John Saxe Fernández (1996) consideran que el TLCAN generará un
proceso de competencia entre las regiones de los tres países para atraer inversiones,
lo que describe como un proceso de microrregionalización. Saxe Fernández divide
a México en tres áreas: el norte, el centro y el centro-sur. El México norte es el
ubicado en la frontera con Estados Unidos, receptor de ingentes inversiones en la
industria maquiladora proveniente de este país. Esta zona tiene enormes ventajas
en comparación con la región centro y centro-sur. La competitividad de México
norte es mucho mayor que sus pares por estar ya expuesta a la globalización y
254
Foros 11 • Mayo 2005
por disfrutar de la cercanía al socio mayor. En consecuencia, esta región se convierte
en más atractiva para los inversionistas que preferirán localizar allí sus inversiones.
La experiencia del TLCAN confirma la validez de este argumento, pues desde su
entrada en vigencia se ha producido un desplazamiento importante de inversiones
hacia los estados fronterizos con Estados Unidos. Aunque los estados receptores
de inversión puedan beneficiarse, es preciso evaluar los costos laborales y
ambientales, teniendo en cuenta la cercanía al mercado estadounidense, que los
inversionistas decidan establecerse para aprovecharse de normas ambientales menos
rigurosas y más fáciles de evadir o buscar mano de obra barata. Además, si la
región cercana a Estados Unidos se convierte en la más atractiva para los
inversionistas, la relocalización de la actividad económica que se produce, será
acompañada por un nuevo patrón de inmigración doméstica e internacional, que
puede producir trastornos económicos y sociales (Duquette, 2002:82). Así, si la
inversión se concentra en estados como Baja California, Sonora, Chihuahua o
Coahuila, los estados pobres del sur como Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, etc.
serán afectados, y su población buscará migrar al norte en busca de nuevos
empleos.
Se plantea, entonces, lo que Clark Reynolds (1998) describe como el “problema
práctico de reconciliar a los ganadores y perdedores en el proceso de apertura”.
Surge la necesidad entonces de cooperar no sólo entre los estados, sino entre las
regiones involucradas y crear mecanismos dentro del TLCAN, en gran medida el
responsable de la aparición de estos problemas, que permitan diseñar una estrategia
de desarrollo armónico en América del Norte. Reynolds (1998) señala que ya se
están formando, de hecho, coaliciones, por ejemplo, entre Cascadia y el corredor
del sureste desde Los Ángeles a Ensenada, esfuerzos iniciales de cooperación
entre Arizona y Sonora, o entre Texas y el noroeste de México.
El modelo de integración del TLCAN ha excluido, entonces, una política regional.
Para Estados Unidos el ALCA debe construirse según el modelo TLCAN, como lo
demuestra sus propuestas que se centran en la apertura comercial, la promoción
de las inversiones y la desregulación de las áreas vinculadas con el comercio, sin
incluir ningún tipo de medida compensatoria, incluso entre países con tan dispares
niveles de desarrollo como los que participan en la negociación del ALCA.
La necesidad de una política regional a favor de la equidad en el marco del
ALCA
El ALCA se propone unir países con enormes asimetrías. Sus efectos sobre los
países y al interior de éstos serán devastadores si no se establecen medidas
compensatorias a favor de los sectores y, en especial, de las regiones menos
desarrolladas. La experiencia europea demuestra la necesidad de medidas
redistributivas a través de una política regional, de manera que los menos
José Briceño Ruiz / Las políticas regionales compensatorias...
255
aventajados no perciban a la integración como un riesgo y, en consecuencia, se
movilicen políticamente en contra de ella.
Todo proceso de integración tiene un impacto indiscutible en las economías
regionales. La desgravación arancelaria y la mayor libertad de acción para los
inversionistas producen una relocalización de las actividades productivas. Como
el desarrollo económico es un proceso asimétrico, algunas regiones están más
capacitadas que otras para soportar el impacto de la apertura, lo que profundiza
los desequilibrios internos. Es por ello que en la experiencia de integración en
Europa se ha promovido desde sus inicios una política regional basada en fondos
de apoyo a las regiones más atrasadas.
Cada vez es más amplia la literatura en la que se considera a las regiones nacionales
como plataforma de la globalización y la integración económica (véase Boisier,
1993; Lisocka-Jaegermann, 1995). Esto ha conducido a un creciente interés en
varios países latinoamericanos en incluir la variable regional en los proyectos de
integración económica, como puede ser el caso de la Comunidad Andina, que ha
aprobado normas comunitarias como la Decisión 501 en la que se propone la
creación de zonas de integración fronteriza. También en el Mercado Común del
Sur (Mercosur) se ha intentado dar un mayor papel a las unidades políticas infranacionales, en particular a las ciudades que se han agrupado en torno al Mercosur.
En el proyecto de crear el Área de Libre Comercio Sudamericana (ALCSA) se ha
promovido la Iniciativa de Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA), que se
propone el desarrollo de vías de comunicación que comuniquen a las diversas
zonas de los países sudamericanos. También existen iniciativas como el Fondo de
la Cuenca del Plata (Fonplata) o el Fondo de Desarrollo del Caribe de la Asociación
de Estados del Caribe (AEC).
En el ALCA no existe ninguna iniciativa de este tipo. La integración hemisférica
tendrá, sin duda, un impacto en la localización de las actividades productivas.
¿Cómo serán afectados los cultivadores de papas de los Andes o los productores
de arroz de los llanos venezolanos por la creciente competencia hemisférica?
¿Cómo incidirá esto en el desarrollo armónico de las diversas regiones del país?
¿Cuál será el impacto del ALCA en la frontera? No se pretende responder a estas
interrogantes en este breve ensayo. Ellas son, no obstante, parte de un necesario
proceso de reflexión que conduzca a una cabal evaluación de los costos de
ingresar al ALCA. Para ello, es menester sólo recordar que en el Grupo de
Negociación sobre Inversiones, en el Grupo de Negociación sobre Servicios y en
el Grupo de Negociación sobre Compras Gubernamentales, existe un debate
sobre si las disciplinas que se aprueben serán obligatorias a los gobiernos
subnacionales (véase Bouzas y Da Motta Veiga, 2002).
Durante el proceso negociador del ALCA se ha excluido la variable regional, a
pesar del indudable impacto que sobre la localización de las actividades productivas
256
Foros 11 • Mayo 2005
tendrá esta propuesta de apertura comercial. Es apenas en la reunión del Comité
de Negociaciones Comerciales (CNC) del ALCA, celebrado en Puebla en junio de
2003, cuando los países del Mercosur asoman la idea de incluir el tema de los
fondos de compensación en la negociación.
Meses después, en la reunión del CNC celebrada en Miami en noviembre de 2003,
el gobierno venezolano formalizó la propuesta de establecer “un trato especial y
diferenciado no sólo hacia la totalidad de cada una de las economías, sino también
hacia el interior de cada una de ellas, de manera tal que dicho trato pueda dirigirse
a las regiones y sectores que más lo necesitan” (Ministerio de la Producción y el
Comercio, 2003:20).
En la reunión del CNC realizada en Puebla en febrero de 2004, la delegación
venezolana reiteró la necesidad de tratar los desequilibrios regionales producidos
por la apertura comercial. En el documento presentado por el gobierno venezolano
se señaló que:
Ese escenario de grandes disparidades entre los países y en el interior de muchos
de ellos, plantea el mayor de los retos al ALCA y obliga a que la atención de dichas
disparidades ocupe un lugar predominante en el debate en torno a las negociaciones, ya que de no ser así el propio funcionamiento del ALCA podría empujar a una
profundización todavía mayor de las diferencias que caracterizan al escenario previo al inicio del Acuerdo (Venezuela. Documento, FTAA.sme/w/82/Rev. 7 de febrero de 2004).
El gobierno venezolano reconoce que el tema de las asimetrías ha sido discutido
desde 1998 en el Grupo Consultivo sobre las Economías más Pequeñas. También
considera valioso el Programa de Cooperación Hemisférica, aprobado en la Reunión
Ministerial de Quito de 2002. Sin embargo, argumenta que:
Dichas iniciativas resultan insuficientes para una adecuada atención del problema,
empezando por el hecho de que hasta la fecha el tratamiento especial y diferenciado no se hace extensivo a las economías que sin ser de las “más pequeñas” se
caracterizan por su escaso grado de desarrollo promedio y/o por existir en su
interior regiones o sectores que requieren de apoyos especiales para poder enfrentar
con éxito el libre comercio hemisférico que el ALCA traerá consigo (Venezuela.
Documento, FTAA.sme/w/82/Rev. 7 de febrero de 2004).
Por ello, el equipo negociador venezolano propuso el establecimiento de un
Fondo para el Fomento de la Producción (FFP), aunque en el documento en
cuestión no se delimitó de manera precisa la naturaleza del mismo. En vez de ello,
se señalaron una serie de criterios generales que se describen en el anexo 1.
La necesidad de establecer políticas que favorezcan a las regiones menos avanzadas
ha sido uno de los factores que explica el éxito de la integración en Europa.
José Briceño Ruiz / Las políticas regionales compensatorias...
257
Existen razones para pensar que en América Latina es, incluso, más necesario el
establecimiento de políticas de este tipo.
Esto es particularmente válido para las regiones fronterizas. La configuración espacial
de las actividades económicas en nuestro país se basó en la aglomeración de las
núcleos industriales en polos de desarrollo situados en la región central y,
posteriormente, en Guayana. Las zonas de fronteras, en cambio, tuvieron una
posición periférica. Esto significó no sólo una actividad económica relativamente
menos dinámica que en los denominados polos de desarrollo, sino, posiblemente
como consecuencia de esto, la carencia de infraestructura y servicios básicos.
El ALCA puede agravar la situación de las regiones de frontera. Por una parte, la
apertura comercial y la flexibilización de las normas sobre inversiones pueden
favorecer a aquellas regiones que a los ojos de los inversionistas sean más atractivas
por su infraestructura o cercanía a los centros económicos del hemisferio, en
especial Estados Unidos. Sin embargo, una mayor integración económica significaría,
al mismo tiempo, la intensificación de las actividades de transporte con las
consecuentes secuelas sobre la infraestructura. Estos dos simples argumentos obligan
a reflexionar sobre la necesidad de crear fondos de compensación que permitan
a las zonas fronterizas de estados como Zulia, Táchira o Apure soportar el impacto
de la apertura comercial.
De igual manera, si se produce una apertura indiscriminada del sector agrícola,
los productores del campo pueden ser desplazados del mercado doméstico. No
se puede olvidar que aunque en el ALCA la cuestión agrícola se está negociando
sólo de forma parcial, excluyéndose el tema de los apoyos a la producción, sí se
producirá una desgravación arancelaria y eventualmente una reducción o
eliminación de los subsidios a las exportaciones. Productores altamente competitivos
como Brasil, Argentina o Uruguay se beneficiarán de una eventual reducción de
aranceles. ¿Cómo pueden enfrentar los productores agrícolas venezolanos este
reto? La experiencia europea demuestra la necesidad de apoyar a las regiones
agrícolas, para lo cual se aprobó la Política Agrícola Común y se estableció el
Fondo Europeo de Orientación y de Garantía Agrícola (FEOGA). Más recientemente,
los europeos argumentan sobre el carácter multifuncional de la actividad agrícola,
por lo que requiere que sea apoyada. Al margen de la validez o no de este
argumento, lo cierto es que las regiones agrícolas europeas han recibido un
tratamiento especial en el proceso de integración europeo. Esto no existe en el
TLCAN, base del modelo ALCA.
Las regiones industriales también fueron incluidas en la política regional de la UE.
Desde el Programa Mínimo de 1959, las llamadas zonas industriales en decadencia
recibieron el apoyo de Bruselas mediante medidas dirigidas a favorecer la
reconversión industrial. Contrariamente, en el ALCA, como ocurre en el TLCAN,
no existe ningún tipo de medida que permita a las regiones industriales venezolanas
258
Foros 11 • Mayo 2005
enfrentar los retos de la mayor competencia de manufacturas provenientes de
Estados Unidos o Brasil.
Finalmente, uno de los eventuales efectos de una mayor apertura es el incremento
de las desigualdades y asimetrías que existen entre las regiones venezolanas. Esto
hace pensar en la conveniencia de crear fondos de cohesión para financiar proyectos
de infraestructura y mejorar los servicios públicos. Esto se está haciendo en la
etapa actual de la integración europea pos-Maastricht.
La experiencia europea brinda algunos ejemplos del tipo de apoyo que se pueden
dar mediante estos fondos regionales: subvenciones a los productores agrícolas,
mejoras en carreteras y otras vías, promoción de nichos industriales, ayudas a los
transportistas afectados por estos procesos de mayor competencia, inversiones en
salud y educación, etc. El interés en el desarrollo de políticas regionales supone
medidas como inversiones internas activas, apoyo a las industrias y empresas de
exportación competitiva a escala internacional, y medidas para incitar al empresariado
a la innovación y el aprendizaje (Acosta Puertas, 2004:128).
Ciertamente, el financiamiento de estos fondos no es tema de poca importancia.
Existe, sin embargo, posibilidades a ser consideradas. Uno es el apoyo de instancias
de financiamiento internacional, como el Banco Interamericano de Desarrollo o
el Banco Mundial. Otra alternativa es optar por el modelo europeo y crear un
fondo regional en el que los países más ricos que participan en el proceso de
integración colaboren en su creación y mantenimiento. Esta idea, con todo lo
difícil que pueda parecer si se toman en cuenta los intereses de los países más
desarrollados, daría un nuevo rostro al ALCA, pues lo convertiría en un mecanismo
de “integración solidaria”, para utilizar el lenguaje de la escuela estructuralista
francesa en el que los países miembro sumarían sus esfuerzos en búsqueda de
alcanzar mejoras para todos los grupos sociales y la promoción de la equidad.
Conclusión
La propuesta de crear fondos regionales de compensación en el marco de los
procesos de integración regional y, en concreto, en el caso del ALCA, es un tema
que merece ser debatido en el ámbito gubernamental y de la sociedad civil en
Venezuela. La integración económica y la apertura comercial, al igual que cualquier
actividad económica, no son fines en sí mismas. Son medios para lograr la meta
concreta de mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos; en otras palabras,
son instrumentos que pueden ser útiles en la promoción de la equidad y en la
lucha contra la pobreza. Estos mecanismos compensatorios han demostrado su
eficiencia en la reducción de las disparidades entre los países y las regiones de los
países que conforman la Unión Europea. Existen razones para pensar que en un
proceso como el ALCA, que reúne a economías tan dispares, es una necesidad
mayor. Es conveniente, en consecuencia, continuar realizando estudios técnicos y
José Briceño Ruiz / Las políticas regionales compensatorias...
259
examinando casos concretos de aplicación de mecanismos compensatorios que
mitiguen el impacto de la integración en las regiones venezolanas. Éste es un
debate que ha sido fundamental en Europa, y más allá de las dificultades políticas
que puedan existir para su inclusión en el ALCA o lejos de ser considerado como
parte de una estrategia anti-ALCA, merece ser considerado por los especialistas y
decisores públicos en materia de integración.
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Acto de clausura
Acto de clausura
Foros 11 • Mayo 2004 • pp. 265-270 • ISSN: 1690-4885
Acto de clausura
Parra Luzardo
Gastón Parra Luzardo
Nos complace hacer un justo reconocimiento en nombre del Directorio y las
autoridades del Banco, a todos los organizadores de este II Seminario sobre
Desarrollo Económico Regional, organizado por la subsede del Banco Central de
Venezuela con el patrocinio de la Revista BCV. La conjunción de esfuerzos se ha
visto enriquecida con la presencia y participación de individualidades, así como
de amplios sectores institucionales y académicos de la región occidental del país,
provenientes de los estados Lara, Mérida, Táchira y del propio Zulia, como es
obvio, además de los procedentes de la región capital.
Reciban nuestra palabra de agradecimiento por realizar un evento de esta naturaleza.
Un evento que permitió –como en otros seminarios anteriores y como debe ser–
la participación del pensamiento nacional en relación con temas de permanente
actualidad y el logro de resultados que contribuirán, como se indica en la
presentación del programa de actividades, al diseño de adecuadas políticas de
desarrollo socioeconómico para la región occidental en el contexto de la política
económica nacional. Es decir, un análisis de carácter integral que nos llevará a
detectar elementos armonizadores de las acciones emprendidas, tanto por los
poderes nacionales como los regionales, sirviendo de referencia a la iniciativa
privada para la concreción de proyectos que potencien los factores de desarrollo
y eleven la calidad de vida del país y de la provincia.
El rigor en la discusión de la problemática nacional y regional que ha reinado en
las sesiones de trabajo, así como el arribo a proposiciones y conclusiones específicas
y factibles, son y serán de gran utilidad para las reuniones similares que puedan
celebrarse en el futuro, además de constituir un valioso aporte a las instancias que
diseñan, deciden, ejecutan políticas, planes, proyectos y programas dirigidos al
desarrollo humano.
Lo que hemos presenciado y oído en el debate ejecutado en estos dos días,
servirá, estoy convencido de ello y por eso lo reitero, para encontrar opciones en
la búsqueda de la estrategia soberana, tanto para el presente como para el futuro,
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Foros 11 • Mayo 2005
más allá de lo inmediato y coyuntural, con el propósito indoblegable de alcanzar
transformaciones básicas que remuevan y eliminen los frenos y obstáculos opuestos
al cambio.
Esa estrategia –en mi criterio– debe sustentarse en pleno conocimiento y análisis
de la realidad nacional, con el fin de acometer con claridad las iniciativas apropiadas
para la búsqueda del verdadero desarrollo regional, cónsono con el desarrollo
integral y orgánico de la nación.
Para ello debemos adentrarnos en los problemas estructurales que caracterizan a
la economía venezolana y, por supuesto, a las peculiaridades y especificidades de
las sociedades y economías regionales que son objeto de estudio y de intercambio
de ideas en el presente seminario. Internarse en el conocimiento y comprensión
de las complejidades de la realidad concederá lucidez para enfrentar el desafío
del desarrollo.
No pretendo, por razones obvias, hacer un resumen de los temas que se han
debatido con tanta profundidad, pero me atrevo, con todo respeto, a subrayar
determinados aspectos tratados en el seminario y que, en mi criterio, obligan la
asunción de posiciones definidas, acciones eficaces y control del objetivo estratégico
para cristalizar el empeño esencial y último, como es el de lograr el bienestar
material e inmaterial inherente al desarrollo humano.
Debo referirme, por supuesto, a las condiciones para promover el crecimiento y
desarrollo económico, con especial atención a las magnitudes sobre las que
conviene incidir para procurar su crecimiento, tales como la tasa de ahorro e
inversión, la tasa de aumento del insumo de trabajo, la tasa de progreso tecnológico,
que ya ha sido analizado en este seminario, pero que sin duda alguna merece
constantes y sistemáticos estudios, así como considerar y analizar la estructura
económica, social y política de la sociedad y definir con precisión el papel del
Estado y del sector privado.
Para lograr el crecimiento y desarrollo de Venezuela es necesario programar, y
efectivamente, obtener una tasa de crecimiento de alrededor de 6 por ciento de
manera constante y sostenida en el tiempo. Conviene destacar al respecto, que
desde el primer trimestre del año 2000 hasta el 4° trimestre de 2001 la tasa de
crecimiento del PIB pasó a ser positiva, después de haber sido negativa durante
los siete trimestres precedentes. Desde el segundo trimestre de 1999, aun siendo
negativa la tasa de crecimiento, se inició una leve recuperación de la misma.
A partir del primer trimestre del año 2002 hasta el tercer trimestre de 2003 la tasa
de crecimiento vuelve a ser negativa, para recuperarse de nuevo durante el cuarto
trimestre de 2003, cuando alcanzó el 8,6 por ciento, hasta situarse en el primer
trimestre de 2004 en 29,8 por ciento, y calculo que para el cierre del presente año
la tasa de crecimiento promedio del producto sea superior a 15 por ciento. Todo
Gastón Parra Luzardo / Acto de clausura
267
indica que están dadas las condiciones para alcanzar una tasa de crecimiento
sostenida, mejorándose así la composición del producto.
La evolución de la tasa de crecimiento negativa antes señalada, obedece, en mi
criterio, a los efectos de los lamentables acontecimientos ocurridos en el país que
perturbaron la paz de la nación e incidieron, sin duda alguna, desfavorablemente
en la actividad económica en general, pero de manera muy particular en la industria
petrolera.
Crecimiento no significa necesariamente desarrollo. Es hacia este último que
debemos dirigirnos, haciendo un uso razonable y suficiente de los recursos
disponibles. Es obvio que una condición inicial para crear impulsos que lleven al
crecimiento económico reside en el incremento de la tasa de ahorro y la inversión.
De igual manera, se requiere de serias políticas en relación con la producción y el
ingreso, a la vez que constreñir el consumo suntuario, con el fin de reducirlo
sustancialmente y reorientar la conducta del consumidor hacia la demanda de
bienes básicos y la propensión creciente al ahorro.
También es indispensable la coordinación de la política monetaria orientada al
área simbólica o circulatoria, en armonía con las inducciones a la economía real
para que se obtengan los resultados perseguidos con el desarrollo humano a que
se aspira. En relación con la búsqueda del desarrollo humano, debe destacarse el
valioso aporte que la doctora Lourdes Urdaneta de Ferrán nos ha dado con la
presentación de su ponencia sobre la problemática social de Venezuela, en la cual
analiza con visión global, de conjunto pero con atención regional, la educación,
la salud, el desempleo y la pobreza, afirmando que todo documento acerca de
aspectos sociales debería indicar la ubicación regional del fenómeno que se
comenta, porque hay profundas diferencias entre una región y otra, de allí que la
generalización nacional de tales fenómenos carece de sentido analítico. Es de
gran relevancia en su discurso la problemática del ingreso, sobre el cual dice
textualmente: “El otro enfoque que pertenece a este tema es la distribución del
ingreso. De hecho –afirma– es el que engloba los renglones específicos y que
aclara muchas de las circunstancias presentes en las áreas específicas como salud,
educación y nivel de vida”.
Se ha debatido mucho pero sin mayores realizaciones acerca del papel de las
políticas regionales en el marco de la integración económica, asunto de permanente
actualidad que ha merecido profunda reflexión. Sin duda alguna, la integración es
un proceso complejo y de largo plazo, pero ¿cómo justificar que después de
haber transcurrido cuarenta y cuatro años desde cuando se iniciaron los primeros
esfuerzos de integración en América Latina y el Caribe, con la suscripción de
múltiples acuerdos de integración fronteriza, bilaterales, regionales, subregionales,
etc., no haya sido posible lograr una estrategia conjunta de desarrollo que supere
las debilidades de nuestros países y los una en un bloque negociador respetable
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Foros 11 • Mayo 2005
y respetado en la esfera internacional? Igualmente, es válido tal reclamo en la
dimensión nacional, dadas las desigualdades evidentes que existen entre su centro
y la periferia.
En nuestro criterio, que es el de muchos especialistas y dirigentes, entre los retos
que debemos enfrentar y resolver satisfactoriamente está el de alcanzar una auténtica
integración y cooperación económica, fomentando condiciones ventajosas y
favorables sobre la base del empleo de los recursos internos, sus potencialidades,
experiencias y esfuerzos y, por supuesto, concebir esto como un proyecto político
para la negociación con otros bloques regionales de poder que operan en el
contexto internacional.
En este orden de ideas, conviene destacar que la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, en su artículo 153, establece que “la República
promoverá y fortalecerá la integración latinoamericana y caribeña en aras de
avanzar hacia la creación de una comunidad de naciones, defendiendo los
intereses económicos, sociales, culturales, políticos y ambientales de la región”.
De allí que sea un mandato constitucional para los venezolanos mantener la
lucha por la integración de nuestra América y abogar por el establecimiento de
una política común de sus estados nacionales, acorde con el espíritu, propósito
y razón del contenido de dicho artículo.
Otro de los aspectos tratados en el presente seminario ha sido el de la fragilidad
financiera en Venezuela, al cual me referiré someramente, ya que conviene señalar
que el mismo es objeto de un preocupado debate en el mundo y, de manera
particular en nuestro país durante los últimos años, sobre todo a partir de los
episodios de la crisis bancaria y cambiaria de la década pasada. La fragilidad
bancaria debe ser entendida con un alcance amplio en virtud de que el concepto
va más allá de la simple revisión del estado de solvencia del sistema financiero, ya
que engloba –también– el conjunto de condiciones e instituciones que ejercen
influencias sobre las principales magnitudes económicas y cuyo desenvolvimiento
afecta a la economía en general y a ellas mismas como integrantes de la totalidad.
Es indispensable, en consecuencia, el mantenimiento de un sistema financiero
sólido que acompañe y sirva de sostén al desarrollo de la nación.
Ha sido destacado en esta reunión el extraordinario aporte que la región zuliana
ha dado a la nación venezolana, proveniente de la explotación del petróleo. En
relación con este asunto, permítanme referirme a dos aspectos de mucha actualidad,
que estimo conveniente tratar en esta oportunidad ante este calificado foro.
En primer lugar, es pertinente subrayar, dadas las válidas críticas que históricamente
se han formulado con referencia al destino de los recursos económicos provenientes
de la renta petrolera, lo que al respecto se consagra en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y en la propia Ley Orgánica de Hidrocarburos:
Gastón Parra Luzardo / Acto de clausura
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“El ingreso que se genera por la explotación de la riqueza del subsuelo y los
minerales, en general, propenderá a financiar la inversión real productiva, la
educación y la salud”.
En nuestro criterio, ello significa convertir lo que ha sido una aspiración
postergada, en una realidad presente y futura, es decir, que hemos pasado de la
retórica de la “siembra del petróleo” a la genuina siembra del petróleo y, con
ello, se abre la posibilidad cierta de lograr las auténticas transformaciones
requeridas por el país para conseguir la reinversión productiva, el fortalecimiento
del potencial productivo, la diversificación de la oferta y la propensión a la
estabilidad económica. Blindar la economía en defensa de la invulnerabilidad
para que la producción y la distribución de los bienes materiales e inmateriales
estén en función de satisfacer las necesidades humanas de alimentación, salud,
educación, vivienda, ingreso y recreación sana, lo que en suma, creará bienestar
social y apuntalará la soberanía nacional.
Es un principio constitucional que el ingreso generado, fundamentalmente por la
actividad petrolera, deba convertirse en otro activo mediante la inversión de carácter
reproductivo y que no se dedique al gasto corriente, ya que este ingreso corresponde
a la liquidación de una activo nacional que para bien de la nación debe convertirse
en otro activo que genere renta. La explotación del petróleo se traduce en el
agotamiento de un recurso natural no recuperable y, por lo tanto, conviene a los
fines de la nación que se aplique a la inversión reproductiva para no afectar
negativamente al monto del potencial productivo de la nación y la riqueza del
país. Para dar fiel cumplimiento con lo pautado en la Constitución y en la propia
Ley Orgánica de Hidrocarburos, corresponde al titular, al propietario de esa riqueza,
es decir, al Estado como representante de la nación, proceder al establecimiento
de las previsiones pertinentes que le permitan obtener los recursos económicos
suficientes con el fin de reproducir el capital y aumentar la riqueza nacional, para
así satisfacer las demandas de la sociedad y propender al desarrollo humano
mediante la equitativa redistribución del ingreso y la transferencia intergeneracional
de los beneficios producidos por el capital y la riqueza.
La industria petrolera nacional y el petróleo han de contribuir en esta forma,
con el desarrollo autosostenido e independiente, aparte de que pueda ser usada
para el fortalecimiento regional mediante el estímulo a la integración energética
del subcontinente.
Para finalizar con estas palabras de clausura, importa relacionar el tema del petróleo
con los grandes desequilibrios regionales en una nación que, al decir de algunos,
han limitado las potencialidades de movilización de los recursos económicos de
la provincia. Así lo expone el doctor José Joaquín González Gorrondona, en el
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trabajo: “Una estrategia para el desarrollo económico y social de Venezuela”,
publicado en la Revista BCV,1 cuando afirma que
…el desarrollo regional debe procurar una mejor distribución de los recursos disponibles y promover una elevación del nivel de vida de las regiones con crecimiento retrasado… La ejecución de un programa de desarrollo regional requiere
de un largo período para que se manifiesten sus efectos distributivos. Sin embargo,
su formulación e instrumentación exige un considerable esfuerzo de planificación
y coordinación.
Y agregaríamos nosotros, todo ello en armonía, en función de lograr el desarrollo
económico del país, dentro de una estrategia nacional. Estimo que dentro de esta
concepción amplia ha sido diseñada la estructura temática del seminario.
Saludamos con entusiasmo y optimismo la realización de este segundo seminario
que abre espacios para el intercambio de opiniones que, sin duda alguna,
constituyen un valioso aporte a la discusión académica y la acción pública. Iniciativas
como éstas, impulsadas desde la subsede, merecen el más amplio reconocimiento.
Por último, nos satisface agradecer a todos los que han colaborado y participado:
autoridades ponentes, asistentes, así como también a la Revista BCV y al personal
de la subsede, que con su trabajo arduo y constante han hecho posible la realización
de este evento y, estoy seguro, los próximos que puedan programarse.
1 Biblioteca del Pensamiento Económico. Suplemento de la Revista BCV, vol. XVIII, n° 1,
Caracas, enero-junio de 2004.
Pautas editoriales
Pautas editoriales
Pautas editoriales
* Los trabajos consignados para su inclusión en la serie Foros de la Revista BCV
deben incluir en la primera página: título en español e inglés, nombre del
autor, breve curriculum vitae, dirección postal o institucional y correo electrónico,
un resumen en español e inglés (que no debe exceder los 1.000 caracteres),
tres palabras clave en español e inglés y el código de clasificación JEL
(www.aeaweb.org/journal/elclasjn.html).
* Deben tener una extensión máxima de 35 páginas a espacio y medio en caracteres
de 12 puntos y en papel tamaño carta, incluyendo notas, cuadros y referencias
metodológicas y/o bibliográficas.
* Se debe enviar una copia impresa del trabajo y los archivos respectivos en
soporte electrónico (disquete, cartucho Zip o disco compacto), usando el formato
Word o RTF para los textos y Excel para gráficos y cuadros, presentando éstos
últimos en archivos separados. Los archivos electrónicos pueden enviarse como
documento adjunto a la siguiente dirección de correo electrónico:
scaula@bcv.org.ve, pero es imprescindible el envío del impreso.
* Se debe enviar una versión en blanco y negro de los gráficos y cuadros e indicar
el lugar y la página del original donde se colocarán, o si éstos deben incluirse
como anexo o apéndice del artículo.
* Cuando los artículos requieran ecuaciones matemáticas, los autores deben
presentar todos los pasos de sus deducciones para asistir a los árbitros en sus
tareas. Estos pasos no tienen que ser necesariamente objeto de publicación.
* Las notas deben colocarse numeradas a pie de página y separadas de las referencias
bibliográficas.
* Las referencias bibliográficas se deben hacer con el sistema autor-fecha,
incluyéndolas en el texto o en las notas a pie de página, si fuese el caso. Por
ejemplo: (Peltzer, 1997). Cuando haya más de una referencia del mismo autor
en el mismo año, se debe añadir un orden alfabético (Vivancos, 1998a). Si la
referencia va entre comillas, el número de la página debe aparecer a continuación
de la fecha, según el siguiente ejemplo: (Maza Zavala, 1987:239), o cuando son
varias páginas: (Lago Rodríguez, 2001:193-199). Los datos completos de las
referencias deben ser colocados en orden alfabético al final del artículo, indicando
apellidos del autor o los autores con las iniciales de los nombres propios, año
de publicación entre paréntesis y demás datos editoriales, de la siguiente manera,
según el caso:
274
Foros 11 • Mayo 2005
CLEMENTE, L. (2001). “Crecimiento, apertura comercial y desempeño sectorial“, en Valecillos, H.
y Bello, O., coords., La economía contemporánea de Venezuela, pp. 7-92, Caracas, BCV.
GONZÁLEZ FABRE, R. (1998). Justicia en el mercado. La fundamentación ética del mercado según
Francisco de Vitoria, Caracas, Conicit/Universidad Católica Andrés Bello.
OCAMPO, J.A. (2001). “Retomar la agenda del desarrollo”, Cuadernos del Cendes, año 18, n° 46,
enero-abril, pp. 1-20, Caracas.
* Los autores recibirán un ejemplar de la entrega en la cual se ha publicado su
trabajo y diez separatas del mismo.
Este Foros 11 de la Revista BCV
se terminó de imprimir en los talleres de
Gráficas Acea
Caracas, Venezuela
Mayo, 2005
Desarrollo económico regional en Venezuela
Regional economic development in Venezuela
Desenvolvimento econômico regional na Venezuela
Développement économique régional au Vénézuéla
Contenido / Content / Sommaire / Conteúdo
Presentación / Presentation / Présentation / Apresentação
ACTO DE INSTALACIÓN
Víctor Fajardo Cortez
Mensaje de Bernardo Ferrán
PONENCIAS
Resúmenes / Abstracts / Resumos / Résumés
El Plan Nacional de Desarrollo Regional 2001-2007
Alexis J. Guerra C.
Problemática social en Venezuela
Lourdes Urdaneta de Ferrán
Descentralización, empresariado y economía territorial
Carlos Mascareño Quintana
El desarrollo regional y el financiamiento estatal
Beatriz Ponte de Moreno
Un modelo de desarrollo local
Edwing R. Salazar M. y otros
La competitividad microsistémica como estrategia empresarial
Juliana Ferrer y José Luis Vázquez
Zona de integración fronteriza en la frontera del Táchira
y Norte de Santander
Francisco Javier Sánchez Chacón
El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional
Juan Carlos Bustamante Urbina
Comportamiento económico de la región zuliana
Jesús Molero Sánchez
Las políticas regionales compensatorias en el marco
de la integración económica
José Briceño Ruiz
ACTO DE CLAUSURA
Gastón Parra Luzardo
PAUTAS EDITORIALES
La serie Foros es una publicación de la Revista BCV
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