11. 2005 banco central de venezuela Desarrollo económico regional en Venezuela Revista BCV Consejo Editorial Director Luis Britto García José Moreno Colmenares Manuel Lago Rodríguez Julio Pineda Lourdes Urdaneta de Ferrán Sandra Caula Secretaria Técnica La Revista BCV es una publicación semestral que contiene ensayos y trabajos de investigación económica, financiera, bancaria, monetaria, jurídica y social asociados con la misión del Banco Central de Venezuela. Consta de una sección arbitrada de artículos, otra en la que se recogen documentos y una tercera de reseñas y comentarios bibliográficos. Cada entrega regular va acompañada de un suplemento de la Biblioteca del Pensamiento Económico, en el cual se presentan trabajos incorporados a la memoria de la disciplina, no siempre accesibles a los estudiosos. En la serie Foros, de la Revista BCV, se recogen las conferencias e intervenciones presentadas en encuentros que organiza el Banco Central de Venezuela para analizar temas específicos. Banco Central de Venezuela Directorio Gastón Parra Luzardo Presidente Rafael Crazut Bernardo Ferrán Armando León Rojas Domingo Maza Zavala José Félix Rivas Alvarado Jorge Giordani Representante del Ejecutivo Nacional Administración Gastón Parra Luzardo Presidente José Manuel Ferrer Nava Primer Vicepresidente Gerente FOROS 11 FOROS 11, 2005 Desarrollo económico regional en Venezuela FOROS 11 • mayo 2005 • ISSN: 1690-4885 Foros 11 Desarrollo económico regional en Venezuela ISSN: 1690-4885 (serie) ISBN: 980-6479-92-0 1. Política regional, Venezuela 2. Problemática social, Venezuela 3. Estudio de casos 4. Integración fronteriza © Banco Central de Venezuela, 2005 Foros es una publicación de la Revista BCV Hecho el depósito de Ley Depósito Legal: lf352200533031.9 Dirección: Banco Central de Venezuela, Primera Vicepresidencia, Gerencia, Edificio Sede, Piso 3, Av. Urdaneta, Esquina de Las Carmelitas, Caracas 1010 Dirección postal: Apartado 2017, Carmelitas, Caracas 1010, Venezuela Teléfonos: 58-212 8018132 /8015380 Fax: 58-212 8610021 Correo electrónico: scaula@bcv.org.ve Documento electrónico: www.bcv.org.ve en la sección de Publicaciones Periódicas Producción editorial: Departamento de Publicaciones BCV Coordinación del número: Beatriz Oropeza Diseño de carátula: Luis Giraldo Diseño de la tripa: Ingard Gherembeck Diagramación: Greysi Guédez Corrección: María Enriqueta Gallegos Impresión: Gráficas Acea Tiraje: 1.000 ejemplares Las opiniones expresadas en esta revista son responsabilidad exclusiva de los autores y no representan el criterio del Banco Central de Venezuela Foros 11 • Mayo 2005 • ISSN: 1690-4885 Contenido Contenido Presentación 13 Lista de participantes 19 Acto de instalación 21 Víctor Fajardo Cortez Mensaje de Bernardo Ferrán Ponencias 33 El Plan Nacional de Desarrollo Regional (2001-2007) desde la perspectiva de los nuevos paradigmas: planificación, instituciones y desarrollo endógeno Alexis J. Guerra C. 63 Problemática social en Venezuela Lourdes Urdaneta de Ferrán 85 Descentralización, empresariado y economía territorial Carlos Mascareño Quintana 103 El desarrollo regional y el financiamiento estatal. Una perspectiva institucional. Caso de estudio: el estado Lara Beatriz Ponte de Moreno 137 “Un modelo de desarrollo local”. Estudio de caso: municipio Palavecino del estado Lara Edwing R. Salazar M. y otros 155 La competitividad microsistémica como estrategia empresarial para el desarrollo de la pequeña y mediana empresa zuliana Juliana Ferrer y José Luis Vázquez 181 La zona de integración fronteriza (ZIF) en la frontera del Táchira (Venezuela) y Norte de Santander (Colombia) Francisco Javier Sánchez Chacón 199 El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional. Caso zona de integración fronteriza (ZIF) TáchiraNorte de Santander Juan Carlos Bustamante Urbina 219 Comportamiento económico de la región zuliana Jesús Molero Sánchez 247 Las políticas regionales compensatorias en el marco de la integración económica. Reflexiones en torno al ALCA José Briceño Ruiz Acto de clausura 265 Gastón Parra Luzardo Pautas editoriales 273 Foros 11 • Mayo 2005 • ISSN: 1690-4885 Contents Table of contents Introduction 13 List of participants 19 Opening ceremony 21 Víctor Fajardo Cortez Message by Bernardo Ferrán Speeches 33 National Plan on Regional Development (2001-2007) according to new paradigm perspectives: planning, institutions and endogenous development Alexis J. Guerra C. 63 Social problems in Venezuela Lourdes Urdaneta de Ferrán 85 Decentralization, business community and territorial economy Carlos Mascareño Quintana 103 Regional development and public financing. An institutional perspective. Study case: the Lara state Beatriz Ponte de Moreno 137 “A model of local development”. Case study: the Palavecino County of the Lara State Edwing R. Salazar M. and others 155 The micro-systemic competitiveness as a managerial strategy for the development of small and medium companies in the State of Zulia Juliana Ferrer and José Luis Vázquez 181 Border integration zone (BIF) at the frontier of Táchira (Venezuela) and Norte de Santander (Colombia) Francisco Javier Sánchez Chacón 199 Cluster as a regional option of development. Case in the border integration zone (BIF) Táchira-Norte de Santander Juan Carlos Bustamante Urbina 219 Economic behaviour in the Zulia Region Jesús Molero Sánchez 247 Regional compensatory policies within the framework of economic integration. Reflections on FTAA José Briceño Ruiz Closing ceremony 265 Gastón Parra Luzardo Editorial guidelines 273 Foros 11 • Mayo 2005 • ISSN: 1690-4885 Conteúdo Conteúdo Apresentação 13 Lista de participantes 19 Ato de inauguração 21 Víctor Fajardo Cortez Mensagem de Bernardo Ferrán Artigos 33 Plano Nacional de Desenvolvimento Regional (2001-2007) segundo as perspectivas dos novos paradigmas: planejamento, instituições e desenvolvimento endógeno Alexis J. Guerra C. 63 Problemática social na Venezuela Lourdes Urdaneta de Ferrán 85 Descentralização, empresariado e economia territorial Carlos Mascareño Quintana 103 Desenvolvimento regional e financiamento estadual. Uma perspectiva institucional. Caso para ser estudado. O estado Lara Beatriz Ponte de Moreno 137 “Um modelo de desenvolvimento local”. Estudo de casos: município Palavecino do estado Lara Edwing R. Salazar M. 155 A competitividade microssistêmica como estratégia empresarial para o desenvolvimento da pequena e média empresa zuliana Juliana Ferrer and José Luis Vázquez 181 A zona de integração fronteiriça (ZIF) na fronteira de Táchira (Venezuela) e o Norte de Santander (Colômbia) Francisco Javier Sánchez Chacón 199 * * Présentation Cluster como opção de desenvolvimento regional. Caso da zona de integração fronteiriça (ZIF) Táchira-Norte de Santander Juan Carlos Bustamante Urbina * 219 Comportamento econômico na região zuliana Jesús Molero Sánchez 247 As políticas regionais compensatórias no contexto da integração econômica. Reflexões sobre ALCA José Briceño Ruiz Ato de encerramento 265 Gastón Parra Luzardo Normas editoriais 273 Foros 11 • Mayo 2005 • ISSN: 1690-4885 Matières Table des matières Sommaire 13 Liste des participants 19 Séance d’ouverture 21 Víctor Fajardo Cortez Message de Bernardo Ferrán Exposés 33 Le Plan National pour le Développement Régional (2001-2007) du point de vue des nouveaux paradigme: plannification, institutions et développement endogène Alexis J. Guerra C. 63 La question sociale au Vénézuéla Lourdes Urdaneta de Ferrán 85 Décentralisation, patronat et économie territoriale Carlos Mascareño Quintana 103 Le développement régional et le financement de la province. Un point de vue institutionnel. Cas de figure: le département de Lara Beatriz Ponte de Moreno 137 Un modèle de développement local. Cas de figure: municipalité Palavecino du département de Lara Edwing R. Salazar M. 155 La compétitivité microsystémique comme stratégie du patronnat pour le développement des petites et moyennes entreprises du département de Zulia Juliana Ferrer et José Luis Vázquez 181 La zone d’intégration frontalière (ZIF) dans la frontière entre le département de Táchira (Vénézuéla) et celui de Norte de Santander (Colombie) Francisco Javier Sánchez Chacón 199 Cluster comme option pour le développement régional. Exemple dans la zone d’intégration frontalière (ZIF) Táchira - Norte de Santander Juan Carlos Bustamante Urbina 219 Démarche économique dans la región de Zulia Jesús Molero Sánchez 247 Les politiques régionales de compensation dans le cadre de l’intégration économique. Réflexions au sujet de l’ALCA José Briceño Ruiz Séance de clôture 265 Gastón Parra Luzardo Guide de style 273 Foros 11 • Mayo 2005 • ISSN: 1690-4885 Presentación Presentación La presentación de la nueva entrega de Foros –la undécima desde su puesta en circulación como publicación especial de la Revista BCV– debe destacar el énfasis en la inclusión de estudios regionales específicos referentes a la porción centrooccidental de Venezuela. El conjunto de trabajos reunidos de Foros 11, son el resultado de las investigaciones que se adelantan en distintos centros académicos ubicados en los estados Zulia, Táchira, Mérida, Lara y en la ciudad de Caracas. La subsede del Banco Central de Venezuela asentada en Maracaibo estimula esos estudios y con ese motivo organizó y realizó en dicha ciudad el II Seminario de Desarrollo Económico Regional los días 22 y 23 de julio de 2004. Por dos años consecutivos, 2003 y 2004, se han promovido eventos en el cual se convocan a destacados especialistas dedicados al examen de las situaciones, procesos y problemas que ocurren en la región Centro-occidental del país. Es un espacio donde los investigadores exponen sus ideas, intercambian sus planteamientos, y los someten a la discusión para divulgar los productos de sus indagaciones. Es importante mencionar los ensayos que tienen como objeto de estudio el complejo fenoménico nacido y desarrollado en la zona de integración fronteriza (FIZ), diferenciándose casi como una región dentro de la región, con flujos de comercio, movilidad de factores económicos y la aparición de perfiles culturales que evolucionan con una dinámica propia, hasta hacer posible el desplazamiento del polo de desarrollo desde los centros económicos tradicionales hacia nuevos núcleos impulsores situados en la provincia. Es decir, la periferia se convierte en un polo de desarrollo alterno que desborda los límites administrativos políticos, nacionales e insurge en un espacio binacional integrado por corrientes reales de diverso orden. El ordenamiento de los ensayos indicados en el índice ha ido desde los temas más generales, como son el Plan Nacional de Desarrollo Regional y la problemática social en Venezuela, hasta temas tan específicos como el caso de desarrollo local 14 Foros 11 • Mayo 2005 en el municipio Palavecino del estado Lara. Estos estudios, unidos a los otros que forman el sumario, son una continuación de los que se presentaron y discutieron en el primer seminario, en el cual se hizo hincapié en el diseño de un sistema de cuentas regionales, a partir de la conformación de una contabilidad social regional. En este sentido, es oportuno citar lo dicho por el doctor Bernardo Ferrán, director del BCV y asesor honorario del Proyecto «Subsistema de cuentas regionales». Dijo el doctor Ferrán: «Los resultados que arrojan estas investigaciones tienen inmediata utilidad para los factores de nuestra economía; sin embargo, estas investigaciones requieren una base de datos. Los que requiere a su vez una recolección de información cuantitativa, o sea, producir estadísticas regionales... No hay duda de la importancia de los estudios regionales en estos momentos. Están pendientes varios proyectos políticos y legales concernientes a las regiones. Lo que falta es alimentar estos proyectos con contenido económico…». Presentation In this presentation of the new issue of Foros –the eleventh since it first came out as a special publication of the BCV Journal– the emphasis on the inclusion of studies of specific regions in the mid western part of Venezuela should be pointed out. The papers appearing in Foros 11 result from research being carried out in several academic centers in the States of Zulia, Táchira, Mérida, Lara and the city of Caracas. The sub-office of the Venezuelan Central Bank in Maracaibo encourages these studies and for this reason, it organized the II Seminar on Regional Economic Development in Maracaibo on the 22nd and 23rd of July, 2004. For two consecutive years, 2003 and 2004, it has promoted this event to which it has invited outstanding specialists devoted to the analysis of situations, processes and problems pertaining to the mid western region of the country. It gives researchers an opportunity to present their ideas, hear the ideas of others, discuss their research results and have them widely known. It is important to mention the essays on the complex phenomena which have arisen and developed in the frontier integration zone (FIZ), which has almost become a region within the region, with trade circulation, mobility of economic factors and the appearance of cultural profiles which have their own dynamics and have made it possible for the focus of development to be displaced from traditional economic centers to new nuclei which drive development in the provinces. Thus, the peripheral region has become an alternative center of development which breaks through political, administrative and national boundaries and enters a bi-national space integrated by real currents of different types. Presentación 15 As can be seen in the index, the order of presentation of the essays is from more general themes, such as the National Plan for Regional Development and social problems in Venezuela to more particular ones, such as local development in the Palavecino Municipality in Lara State. These studies, along with others in the table of contents, are continuations of those presented and discussed in the first Seminar, where emphasis was placed on the design of a system of regional accounts based on the creation of regional social accounting. In relation to this, it is opportune to quote Dr. Bernardo Ferrán, Director of the BCV and Honorary Consultant to the Subsystem of regional accounts project: «The results of these research studies can be of immediate use to the factors in our economy; however, these investigations require a data base. This in turn, requires gathering quantitative information, that is, regional statistics. There is no doubt about the importance of regional studies at the present time. Several regional political and legal studies are still pending. All that is needed is the injection of economic content into these projects...». Apresentação A apresentação da nova entrega de Foros– a décima primeira desde que começou a circular como publicação especial da Revista BCV– deve dar ênfase à inclusão de estudos regionais específicos em relação à porção centro-ocidental da Venezuela. Os trabalhos reunidos em Foros 11 são o resultado das pesquisas realizadas nos diversos centros acadêmicos situados nos estados Zúlia, Táchira, Mérida, Lara e na cidade de Caracas. A subsede do Banco Central da Venezuela em Maracaibo estimula esses estudos e por isso organizou e realizou na cidade de Maracaibo, o II Seminário de Desenvolvimento Econômico Regional nos dias 22 e 23 de julho de 2004. Durante dois anos consecutivos, 2003 e 2004, foram efetuados eventos para os quais foram convidados destacados especialistas dedicados ao exame de situações, processos e problemas que ocorrem na região centro-ocidental do país. É um espaço no qual os pesquisadores expõem suas idéias, intercambiam propostas e as submetem à discussão para divulgarem os produtos de suas indagações. É importante mencionar os ensaios que estudam o complexo fenomênico nascido e desenvolvido na zona de integração fronteiriça (FIZ) que se diferencia quase como uma região dentro da região, com fluxos de comércio, mobilidade de fatores econômicos e o surgimento de perfis culturais que evoluem com uma dinâmica própria, até tornarem possível o deslocamento do pólo de desenvolvimento dos centros econômicos tradicionais para novos núcleos impulsores situados na província, ou seja, a periferia se transforma num pólo de desenvolvimento alterno que ultrapassa os limites administrativos políticos nacionais e surge num espaço binacional integrado por correntes reais de diversa ordem. 16 Foros 11 • Mayo 2005 A ordem dos ensaios indicados no índice abrange temas gerais, como o plano nacional de desenvolvimento regional e a problemática social na Venezuela, e temas bem específicos como o caso de desenvolvimento local no município Palavecino do estado Lara. Estes estudos, conjuntamente com outros que formam o sumário, são a continuação dos que foram apresentados e discutidos no primeiro seminário, no qual se insistiu no esboço de um sistema de contas regionais a partir da conformação de uma contabilidade social regional. Neste sentido, é conveniente citar o que disse o doutor Bernardo Ferrán, diretor do BCV e Assessor Honorário do Projeto: Subsistema de contas regionais. O doutor Ferrán disse: «Os resultados destas pesquisas são de imediata utilidade para os fatores de nossa economia, no entanto, estas pesquisas exigem uma base de dados e para isso é preciso uma coleta de informação quantitativa, ou seja produzir estatísticas regionais. Sem dúvida, atualmente, estes estudos regionais são muito importantes. O que falta é alimentar estes projetos com conteúdo econômico...» Présentation La présentation de cette nouvelle édition de Foros –la onzième depuis sa mise en circulation en tant que publication spéciale de la Revista BCV (la Revue de la Banque Centrale du Vénézuéla)– montre bien que l’accent est mis sur l’inclusion d’études régionales spécifiques concernant la région du centre-ouest vénézuélien. Les travaux recueillis dans Foros 11 constituent, dans leur ensemble, le résultat des recherches entreprises par plusieurs centres académiques situés dans les départements de Zulia, Táchira, Mérida, Lara et dans la ville de Caracas. Dans le but d’encourager ces études, le sous-siège de la Banque Centrale du Vénézuéla, établi à Maracaibo, a donc organisé et mené à bien, dans cette ville, le IIème Séminaire sur le Développement Économique Régional, les 22 et 23 juillet 2004. Pendant deux annés consécutives, en 2003 et en 2004, toute une série de réunions se sont effectuées pour convoquer les spécialistes les plus distingués se consacrant à l’étude des situations, des processus et des problèmes qui se posent dans la région centre-ouest du pays. Il s’agit d’un espace au sein duquel les chercheurs exposent leurs théories et échangent leurs idées, en les soumettant à la discussion pour ensuite diffuser les résultats de ces recherches. Il importe de signaler les essais ayant pour sujet d’étude un phénoménique complexe qui a surgi et s’est développé dans la zone d’intégration frontalière (ZIF), en se posant presque comme une région dans la région, avec ses courants de commerce, la mobilité de ses facteurs économiques, et l’apparition des lignes culturelles qui évoluent selon leur propre dynamique, jusqu’à rendre possible le déplacement du pôle de développement à partir des centres économiques traditionnels, et vers les Presentación 17 nouveaux noyaux promoteurs situés en province; autrement dit, la périphérie devient un pôle de développement alternatif qui dépasse les limites administratives, politiques et nationales, et qui surgit au sein d’un espace binational composé par des courants réels de genres divers. L’ordre des essais indiqués dans la table des matières commence par les sujets les plus généraux, tels que le plan national de développement régional et la question sociale au Vénézuéla, et comprend des sujets aussi spécifiques que le cas de développement local de la municipalité de Palavecino dans le département de Lara. Ces études, auxquelles s’ ajoutent les autres qui sont indiquées dans la table des matières, représentent le prolongement des études qui furent présentées et discutées au cours du premier Séminaire sur le Développement Économique Régional, qui insistait sur la mise en place d’un système de comptes régionaux à partir de l’établissement d’une comptabilité sociale régionale. Dans ce sens, il faut citer la déclaration de Bernardo Ferrán, directeur de la Banque Centrale du Vénézuéla et conseiller honoraire d’un projet portant sur le sous-système des comptes régionaux. D’après Bernardo Ferrán: «Les résultats que ces recherches font apparaître sont d’une utilité immédiate pour les facteurs de notre économie; cependant, ces recherches exigent une base de données, lesquelles exigent à leur tour une collecte d’informations quantitatives, autrement dit, la production de statistiques régionales... À ne pas en douter, ces études régionales ont, actuellement, leur importance. Plusieurs projets politiques et légaux concernant les régions sont en cours. Encore faut-il donner ces projets leur contenu économique...». Foros 11 • Mayo 2005 • ISSN: 1690-4885 Participantes Lista de participantes Cecilia Acosta, La Universidad del Zulia Gustavo Arteaga, La Universidad del Zulia José Briceño Ruiz, Universidad de Los Andes Juan Carlos Bustamante Urbina, Universidad de Los Andes Lidia Colmenares, Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado Víctor Fajardo Cortez, Banco Central de Venezuela Juliana Ferrer, La Universidad del Zulia María Amelia Fernández, Banco Central de Venezuela Alexis Guerra, Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado José Guerra Brito, Banco Central de Venezuela Carlos Mascareño Quintana, Cendes, Universidad Central de Venezuela Jesús Molero, Banco Central de Venezuela Edison Morales, La Universidad del Zulia José Moreno Colmenares, Banco Central de Venezuela Gastón Parra Luzardo, Banco Central de Venezuela Rafael Parra, La Universidad del Zulia Beatriz Ponte de Moreno, Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado Edwing R. Salazar M., Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado Francisco Javier Sánchez Chacón, Universidad de Los Andes Lourdes Urdaneta de Ferrán, Academia Nacional de Ciencias Económicas Instalación Acto de instalación Víctor Fajardo Cortez Foros 11 • Mayo 2005 • pp. 23-28 • ISSN: 1690-4885 Acto de instalación Fajardo Cortez Víctor Fajardo Cortez El 27 de junio del año pasado, en este mismo recinto, con motivo de las palabras de cierre del Primer Seminario de Coyuntura Económica de la Región Occidental, asumimos el compromiso de realizar el II Seminario de Coyuntura Económica Regional. Nos complace, entonces, cumpliendo con la palabra empeñada, instalar este trascendente evento en la fecha prevista. En primer lugar quiero agradecer la presencia y participación en este II seminario de los colegas de la Vicepresidencia de Estudios del Banco Central de Venezuela, comenzando con el gerente de la Oficina de Investigaciones Económicas del Instituto, José Guerra Brito, a quien le corresponderá hacer una exposición sobre cinco problemas fundamentales de la economía venezolana. Asimismo a María Amelia Fernández, investigadora del Instituto, quien analizará los fundamentos de la fragilidad financiera en Venezuela. De igual modo, nos complace que la profesora Lourdes Urdaneta de Ferrán haya aceptado nuestra invitación para alimentar este evento con su experiencia y sabiduría en el campo de las estadísticas y los estudios sociales del país. Como cierre de los asuntos nacionales que nos convocan, contamos con la ponencia del profesor Carlos Mascareño, investigador y docente del Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes) de la Universidad Central de Venezuela, quien analizará la descentralización, los empresarios y la economía territorial. Como moderadores de esta primera parte del Seminario, participarán los profesores Patricia Guillezau, directora de la Escuela de Economía de La Universidad del Zulia (LUZ) y, a la vez, coordinadora del Doctorado en Economía de esta prestigiosa universidad, y el profesor Edison Morales, director del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de LUZ. A ellos, gracias por el apoyo irrestricto a las actividades que ha organizado la subsede de Maracaibo. Nos complace que la sesión de la tarde del II Seminario esté a cargo de la Universidad de Los Andes (ULA), a través de jóvenes investigadores del Centro de 24 Foros 11 • Mayo 2005 Estudios de Fronteras e Integración, núcleo Táchira. Los temas abordados por los profesores José Briceño Ruiz, Francisco Javier Sánchez y Juan Carlos Bustamante, así como por el profesor Dilio Hernández, director del Proyecto de la Universidad Virtual Domingo Maza Zavala, garantizan la discusión académica de cruciales y apremiantes asuntos relacionados con la economía regional en una dimensión espacial definida por las fronteras del occidente del país. Me refiero a las políticas regionales compensatorias en el marco del ALCA, el impacto de las zonas de integración fronteriza en la región occidental, los corredores económicos binacionales y la significación de las propuestas de desarrollo de clusters en una zona de integración fronteriza. La dirección del debate de los asuntos referidos estará a cargo de Gustavo Arteaga, ingeniero agrónomo y director de la Unidad Coordinadora de Proyectos Conjuntos que agrupa investigaciones aplicadas de las facultades de Agronomía, Veterinaria, Economía y Ciencias Sociales de La Universidad del Zulia, y de la profesora María del Carmen Vásquez, directora de la División de Estudios para Graduados de Faces-LUZ. A todos ellos, nuestro agradecimiento por tan importante colaboración. La Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) se hace presente con profesores y doctorantes del Programa de Doctorado en Ciencias del Desarrollo, fruto del Convenio con el Cendes, y del Programa de Doctorado en Metodologías, Técnicas y Análisis del Desarrollo Económico Regional, dictado en el marco del Convenio UCLA-Universidad de Sevilla, España. El profesor Alexis Guerra, quien actualmente es el coordinador del Programa de Gerencia Empresarial de la División de Postgrado del Decanato de Administración y Contaduría de la UCLA, y a la vez coordinador de la Cátedra BCV-UCLA, abordará el marco jurídico institucional y los nuevos paradigmas de la planificación y el desarrollo sustentable en el Plan de Desarrollo Económico y Social (2001-2007) y el Plan de Desarrollo Regional. Por su parte, los profesores Beatriz Ponte de Moreno y Edwing Salazar presentarán los resultados de investigaciones realizadas en el estado Lara, aplicando métodos y técnicas de análisis que fueron estudiados con los docentes de la Universidad de Sevilla. Tal es el caso del modelo de desarrollo local del municipio Palavecino y el financiamiento estatal al desarrollo económico del estado Lara. Para cerrar con una perspectiva sobre el estado Zulia, se invitó al profesor Rafael Parra, director del Centro de Estudios Petrolíferos y Carboníferos, adscrito a La Universidad del Zulia, quien hará una disertación sobre el impacto y potencialidades del petróleo en la región zuliana. Y para culminar con uno de la casa, se invitó al economista Jesús Molero, joven investigador del Departamento de Estudios y Estadísticas de la subsede Maracaibo del BCV, a quien le corresponderá analizar el comportamiento económico de la región zuliana, a partir de los indicadores regionales que produce el Instituto en materia de manufactura privada, construcción y ventas al mayor y al detal del estado Zulia. Víctor Fajardo Cortez / Acto de instalación 25 Esta discusión final del II Seminario será conducida por las profesoras Lidia Colmenares, coordinadora del Postgrado del Decanato de Administración y Contaduría de la UCLA, y Cecilia Acosta, coordinadora académica de la Maestría en Macroeconomía y Política Económica de La Universidad del Zulia. A todos ellos, gracias por la entusiasta colaboración. En nombre del Presidente y del Directorio del Instituto queremos darle la bienvenida y un cálido saludo a todas las personalidades y autoridades regionales, a los profesores, investigadores y estudiantes de las universidades de la región, a los funcionarios públicos, a los hombres y mujeres de las empresas e instituciones privadas que nos acompañan. De manera especial, queremos saludar la presencia del doctor Gastón Parra Luzardo, quien desde su condición de investigador y profesor titular de La Universidad del Zulia ha sido un factor fundamental para las fluidas relaciones del BCV con los centros académicos de la región, y en su condición de Primer Vicepresidente Gerente del Instituto, el iniciador y principal catalizador de los proyectos adelantados por la subsede Maracaibo. Al profesor José Moreno Colmenares, director de la Revista BCV, quien con motivo de la celebración del II Seminario hizo un espacio en sus múltiples ocupaciones para acompañarnos al bautizo de la revista Foros BCV, nº 10, la cual recoge las ponencias y discusiones del I Seminario de Coyuntura Económica de la Región Occidental, realizado en este mismo recinto, el 26 y 27 de junio de 2003. Profesor Moreno Colmenares, gracias por el apoyo incondicional a estos dos seminarios. Por último, a propósito de la comunicación que nos enviara nuestro asesor honorario, doctor Bernardo Ferrán, quisiera hacer unos breves comentarios sobre la concepción y alcance del II Seminario. Hemos introducido un cambio –necesario– en el alcance del II Seminario, pues en lugar de reunirnos para discutir y compartir el análisis de la coyuntura económica regional, enmarcado en el contexto económico nacional, con mayor rigor técnico y justicia con el quehacer que nos invita, la convocatoria fue hecha para reflexionar juntos en torno al desarrollo económico regional que, como todos sabemos, incorpora la coyuntura como una manifestación, en un tiempo y espacio concreto, de la estructura, las relaciones y el sistema económico, pero que plantea como dimensión de estudio y del debate esas estructuras y relaciones, más el acervo institucional y el conocimiento que hace posible aprehender el funcionamiento del sistema económico como un todo, en una dimensión de mediano y largo plazo, para capturar sus desafíos y tendencias más prominentes y trascendentes. Era conveniente provocar y reconocer este giro, de modo de ser más rigurosos con la motivación que nos anima a realizar estos seminarios anuales con investigadores, profesores universitarios, profesionales, funcionarios públicos hacedores de planes y tomadores de decisiones, empresarios e inversionistas con sensibilidad por el conocimiento económico, los análisis y las estadísticas, unidos 26 Foros 11 • Mayo 2005 dentro de las fronteras de la economía y los problemas sociales de carácter regional. Obsérvese, entonces, y es lo que queremos destacar, que el ámbito de esta convocatoria y la de los próximos años incluye los aportes que han de producirse más allá de la región Occidental y más allá de las fronteras nacionales del país que nos cobija. Eso sí, el perfil y valor agregado de nuestros encuentros, será siempre el ámbito de lo regional, de lo espacial, territorial y lo local. El doctor Bernardo Ferrán, con la precisión y sabiduría del maestro experimentado, nos llama la atención sobre el carácter estratégico que concita «el aporte del análisis de la economía regional» para abordar y entender, en las circunstancias actuales, «los grandes problemas del país». Esta precisión nos ha de conducir a atender y resolver las cuatro aristas del enfoque que él plantea. En primer lugar, determinar las condiciones y estructuras de lo que ya ha acontecido en los espacios regionales, para conocer en qué grado está gravitando sobre los problemas del presente y del futuro. La historia de la economía regional es un desafío que han de descifrar y escribir los centros académicos de nuestras regiones. La segunda arista planteada por el doctor Ferrán se refiere a la reflexión «sobre los aspectos teóricos de la economía regional», porque –dice– «entender la teoría de la economía regional dará resultados tangibles». En otras palabras, sin teoría no habrá pertinencia en el «análisis de las situaciones concretas de nuestras regiones». El análisis, la descripción y comprensión de los problemas concretos de nuestras realidades exigen de un cuerpo teórico particular que es la economía regional como campo especializado de la economía puesta en el espacio. En este campo el reto es mayúsculo porque en el país, con el tiempo, han venido desapareciendo los centros de formación en economía regional. De los programas del pregrado universitario han desaparecido las cátedras de economía espacial; de las especializaciones y maestrías que en algún tiempo fueron motivadas por la economía regional, sólo queda el nombre y en el mejor de los casos se han orientado hacia la economía urbana y social. En los programas de doctorado no hay ninguno en el país que focalice su docencia y programa de investigaciones en la teoría y problemas regionales, salvo el esfuerzo actual de la UCLA y el Cendes. Para atender el desafío expuesto por el doctor Ferrán, es necesario que en las universidades renazcan centros especializados en economía regional, para lo cual es indispensable diseñar programas de pregrado y posgrado en esta materia, donde es plausible explorar y concretar convenios con universidades de otros países que cuentan con centros especializados en teorías, técnicas y análisis del desarrollo económico regional. Una buena noticia en este sentido es el convenio firmado por la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado con la Universidad de Sevilla en torno a un programa de doctorado que actualmente están cursando once profesores de la UCLA, con docentes y asesores del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla. En esa dirección, la subsede Víctor Fajardo Cortez / Acto de instalación 27 Maracaibo del BCV actualmente está promoviendo conversaciones entre las autoridades de La Universidad del Zulia y las autoridades de la Universidad de Sevilla a objeto de que se firme un convenio para dictar un doctorado similar sobre «Metodologías, Técnicas y Análisis del Desarrollo Económico Regional», al cual se asocie un programa de investigaciones que proporcione herramientas teóricas y metodológicas a un grupo de investigadores que pudieran ser pioneros en la creación de un centro especializado de economía regional, el cual, en principio, pudiera constituirse con el esfuerzo conjunto de LUZ, ULA y UCLA, con la colaboración del Banco Central de Venezuela. Como última y cuarta arista del enfoque, el doctor Ferrán hace referencia a la necesidad de conjugar esfuerzos para producir las estadísticas regionales que son indispensables para acometer la labor de investigación antes aludida. En este sentido, bien afortunado y oportuno fue el consenso del I Seminario al designar al doctor Ferrán como Asesor Honorario del Subsistema de Cuentas Regionales. Con su impulso y con el apoyo de la Primera Vicepresidencia y la Gerencia de Estadísticas Económicas del Instituto, en la actualidad el Departamento de Estudios y Estadísticas de la subsede Maracaibo, creado por decisión del Directorio, acomete un plan de producción de indicadores estadísticos regionales cuyos primeros resultados permitirán a la región zuliana contar en el año 2005 con un índice de precio al consumidor de la ciudad de Maracaibo (IPC), así como índices de remuneraciones del sector público y privado e indicadores de precios y volumen de producción de los principales rubros agrícolas del Zulia. Desde ya tenemos que confirmar un primer gran resultado de esta asesoría: en sus comprimidas líneas de saludo y aliento al éxito del II Seminario, el doctor Ferrán nos ha indicado el camino estratégico que hemos de seguir para llegar a puerto seguro, traducido en su enfoque de las cuatro aristas. Por último y no menos importante, en su despedida, el doctor Ferrán nos invita a mejorar la comunicación y el intercambio entre los interesados en trabajar en los temas y problemas regionales. Acogiendo su recomendación, ratificamos que la Revista BCV, con la bondad y entusiasmo de su director, profesor José Moreno Colmenares, será un auspiciante permanente de los seminarios regionales, lo cual se traduce en la difusión de las ponencias y discusiones a través del programa anual de publicaciones de la revista Foros. Hoy bautizaremos Foros 10, contentivo de los resultados del I Seminario, y el próximo año verá luz la difusión del esfuerzo que hoy nos reúne, cuando las ponencias y el debate del II Seminario sean publicadas en las prestigiosas páginas de la Revista BCV. En tiempo de alta tecnología y acogiendo la sugerencia de nuestro asesor honorario, desde ya comprometemos nuestras diligencias para contar con un espacio en Internet en el cual se publiquen, discutan y comenten los trabajos metodológicos, teóricos, analíticos y estadísticos inscritos en las fronteras de la economía regional. La Red de Conocimiento 28 Foros 11 • Mayo 2005 Económico, página de Internet que coordina el profesor José Guerra Brito, gerente de la Oficina de Investigaciones Económicas del BCV, acá presente, será un espacio fabuloso para aquellos investigadores y trabajos que cumplan con las condiciones y requisitos que exigen sus administradores. Bienvenidos al II Seminario de Desarrollo Económico Regional y gracias por estar con nosotros. Foros 11 • Mayo 2005 • pp. 29-30 • ISSN: 1690-4885 Mensaje Ferrán Bernardo Ferrán En las circunstancias actuales es trascendente aplicar técnicas económicas a los grandes problemas del país y es crucial el aporte del análisis de la economía regional, en su acepción más amplia, que comprende los fenómenos económicos, sociales y culturales. Este enfoque tiene varias aristas. La primera arista conecta con el pasado. Aunque nos interesa el presente y el futuro, las condiciones y estructuras del pasado pesan sobre la actualidad y conviene conocerlas y evaluarlas. La otra arista es el reflexionar sobre los aspectos teóricos de la economía regional. Podría parecer un lujo, pero a la larga, el entender la teoría de la economía regional dará resultados tangibles. Aquí, sin duda, entra en juego la cooperación con el mundo académico. De la teoría habrá que pasar al análisis de las situaciones concretas de nuestras regiones. Esto es lo que esperan nuestros clientes. Los resultados que arrojan estas investigaciones tienen inmediata utilidad para los factores de nuestra economía; sin embargo, estas investigaciones requieren una base de datos, lo que requiere, a su vez, una recolección de información cuantitativa, o sea, estadísticas regionales. Es necesario trabajar simultáneamente en estos cuatro frentes que se complementan mutuamente. Estoy seguro de que se viene trabajando activamente en cada uno de estos temas, pero me parece que hay poca comunicación entre los productores. Para mejorar la comunicación entre ellos y todos los interesados convendría tener un lugar, publicación tradicional o mediante una página en Internet, donde aparecerán, y tal vez comentarían, estos trabajos: los teóricos, los analíticos y los estadísticos. 30 Foros 11 • Mayo 2005 No hay duda de la importancia de los estudios regionales en estos momentos. Están pendientes varios proyectos políticos y legales concernientes a las regiones. Lo que falta es alimentar estos proyectos con contenido económico. Ello destacará el interés e importancia del conocimiento de las distintas regiones del país. Y algún día, tal vez, veremos billetes del Banco Central de Venezuela con motivos de las regiones de la República. Hay mucho que hacer al respecto y estoy persuadido de que este seminario contribuirá a esta tarea. Ponencias Ponencias El Plan Nacional de Desarrollo Regional 2001-2007 desde la perspectiva de los nuevos paradigmas: planificación, instituciones y desarrollo endógeno Alexis J. Guerra C. Problemática social en Venezuela Lourdes Urdaneta de Ferrán Descentralización, empresariado y economía territorial Carlos Mascareño Quintana El desarrollo regional y el financiamiento estatal. Una perspectiva institucional. Caso de estudio: el estado Lara Beatriz Ponte de Moreno «Un modelo de desarrollo local». Estudio de caso: municipio Palavecino del estado Lara Edwing R. Salazar M. La competitividad microsistémica como estrategia empresarial para el desarrollo de la pequeña y mediana empresa zuliana Juliana Ferrer y José Luis Vázquez La zona de integración fronteriza (ZIF) en la frontera del Táchira (Venezuela) y Norte de Santander (Colombia) Francisco Javier Sánchez Chacón El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional. Caso zona de integración fronteriza (ZIF) Táchira-Norte de Santander Juan Carlos Bustamante Urbina Comportamiento económico de la región zuliana Jesús Molero Sánchez Las políticas regionales compensatorias en el marco de la integración económica. Reflexiones en torno al ALCA José Briceño Ruiz Foros 11 •Mayo 2005 • pp. 33-62 • ISSN: 1690-4885 El Plan Nacional de Desarrollo Regional (2001-2007) desde la perspectiva de los nuevos paradigmas: planificación, instituciones y desarrollo endógeno Guerra C. Alexis J. Guerra C.* Resumen Se aborda el análisis de la planificación, el Estado, su marco jurídico-institucional y el desarrollo regional, a la luz de los nuevos paradigmas, en un intento por develar el contenido epistemológico presente en el X Plan de la Nación (primer plan de la era constitucional bolivariana), grosso modo, y particularmente, en el Plan Nacional de Desarrollo Regional (2001-2007). Se establece como conjetura que la institucionalización de la planificación en Venezuela está sujeta a un ciclo vital iniciado en 1946, con la creación de la Corporación Venezolana de Fomento, CVF, y que readquiere partida de nacimiento en 1958, cuando se crea Cordiplan, y se devalúa a finales del ochenta, con la instrumentación de los programas de reajuste económico y la adopción de las tesis del Consenso de Washington. En esa línea argumentativa, se construyen respuestas a la interrogante: ¿A partir de 1998, con el nuevo marco jurídico-institucional que se constituye, entra en un proceso de revalorización? Palabras clave: Nuevos paradigmas / Marco jurídico-institucional / Planes nacionales. Clasificación JEL: R11 * Profesor Titular. Investigador en el Área de Modernización del Estado y Gestión Pública. Adscrito al Centro de Investigaciones y a la Coordinación de Postgrado del Decanato de Administración y Contaduría de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, UCLA. Coordinador del Programa de Gerencia Empresarial. Responsable del Convenio BCV-UCLA. Correos electrónicos: aguerra@ucla.edu.ve / aguerracordova@yahoo.com Foros 11 • Mayo 2005 34 Abstract This paper analyses planning, the legal and institutional framework of the State, and regional development, in the light of new paradigms. The purpose is to attempt to clarify the epistemological contents of the Xth National Plan (the first under the Bolivarian Constitution), and more specifically, of the National Plan for Regional Development (2001-2007). This paper hypothesizes that the institutionalization of planning in Venezuela is cyclical: the first cycle began in 1946 with the creation of the CVF (Corporación Venezolana de Fomento); the second in 1958 when planning acquired a birth certificate with the creation of Cordiplan; it fell into a decline at the end of the 80’s, when the thesis of the Washington Consensus was adopted and programs of macroeconomic adjustment were applied. On the basis of this argument, this paper attempts to answer the following question: Has planning been revalued since 1998 and the establishment of the new legal and institutional framework? Key words: New paradigms / Juridical-institutional frame / National plans JEL classification: R11 Resumo Aborda-se a análise do planejamento do Estado, seu contexto jurídico-institucional e o desenvolvimento regional, à luz dos novos paradigmas, numa tentativa para descobrir o conteúdo epistemológico presente no X Plano da Nação (Primeiro Plano da Era Constitucional Bolivariana), grosso modo, e particularmente, no Plano Nacional de Desenvolvimento Regional (2001-2007). Estabelece-se como conjetura que a institucionalização do planejamento na Venezuela depende de um ciclo vital que começa em 1946, com a criação da Corporação Venezuelana de Fomento, CVF, readquire certidão de nascimento em 1958, com a criação de Cordiplan, e se desvaloriza no final dos oitenta com a instrumentação dos programas de reajuste econômico e a adoção da tese do Consenso de Washington. Nessa linha argumentativa surgem respostas para a pergunta: A partir de 1998, com o novo contexto jurídico-institucional que foi constituído, entra num processo de revalorização? Palavras chave: Novos paradigmas / Contexto jurídico-institucional / Planos nacionais Classificação JEL: R11 Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional... 35 Résumé L’analyse de la plannification, de l’État, de son cadre juridique et institutionnel, ainsi que le développement régional, est abordée ici à la lumière des nouveaux paradigmes, dans l’intention d’en dévoiler la teneur épistémologique, présente en ébauche dans le Xème Plan de la Nation (premier plan de l’ère constitutionelle bolivarienne), et plus en détail dans le Plan National pour le Développement Régional (2001-2007). Cette analyse pose comme hypothèse que l’institutionalisation de la plannification est, au Vénézuéla, soumise à un cycle vital amorcé en 1946 à travers l’établissement de la Corporación Venezolana de Fomento (corporation vénézuélienne pour l’encouragement à la production). Ce cycle avait ensuite connu un relancement, en 1958, avec l’instauration de Cordiplan (bureau pour la plannification), mais il entra en déclin à la fin des années quatre-vingt, suite à la mise en route des programmes de réajustement économique et à l’adoption des thèses du Consensus de Washington. En suivant cette ligne d’argumentation, des réponses sont données à la question: est-ce que, à partir de 1998, avec le nouveau cadre juridique et institutionnel qui s’est mis en place, un processus de revalorisation est ainsi amorcé? Mots-clefs: Nouveaux paradigmes / Cadre juridique et institutionnel / Plans nationaux Classification JEL: R11 36 Foros 11 • Mayo 2005 I. Introducción En un contexto mundial donde se ha venido aludiendo al fin de la historia, de las ideologías, del Estado y de la planificación y al advenimiento del «pensamiento único», se plantea la necesidad de revisar los fundamentos epistemológicos y la experiencia derivada de la puesta en escena de la acción planificadora, desde una perspectiva de análisis global, integral y complejo. En primer lugar, porque los nuevos paradigmas que acompañan el proceso de transición de la era industrial a la era postindustrial ponen en evidencia las insuficiencias de las teorías y los modelos de análisis para dar cuenta de la multidimensionalidad a través de la cual se expresa, por ejemplo, la relación entre lo global, lo local, la modernización, el cambio institucional, el crecimiento económico y el desarrollo. Y, en segundo lugar, dada la estrecha relación que guardan dichas nociones con la planificación, en tanto que es a través de esa relación que ella adquiere sentido, se impone examinar en términos concretos la concepción que con respecto a dichos criterios aparece en el Plan de Desarrollo Regional 2001-2007, elaborado por el Ministerio de Planificación y Desarrollo (2001). El presente ensayo se aborda desde una perspectiva que intenta vincular a la planificación, el Estado y sus instituciones, y lo regional o local como aspectos de la realidad venezolana que se inscriben en la discusión contemporánea, a la luz de los nuevos paradigmas, el estudio de los factores estratégicos necesarios para impulsar el desarrollo, por una parte, y por la otra, tomando en cuenta la insuficiencia de investigaciones acerca de la evolución sociopolítica e institucional del ámbito regional y local.1 Se asume como premisa que la planificación regional es parte de un sistema histórico-social que desde su origen, intrínsecamente contradictorio, crea en su evolución las instituciones que le permiten regular tales contradicciones y adaptarse a los cambios que el propio sistema va generando; llega al máximo de sus capacidades (políticas, económicas, tecnológicas, sociales y culturales) y empieza a decaer; por consiguiente, enfrenta el reto de su fin o su transformación en el tiempo y en el espacio, a lo largo de su vida histórica (Sonntag, 1998). De allí que, a manera de conjetura, se plantea que la planificación, institucionalmente, está sujeta a un ciclo vital que en Venezuela se inicia en 1946 con la fundación de la Corporación Venezolana de Fomento, CVF (oficialmente liquidada el 1 Es de reciente data cuando comienza a sistematizarse la historia social de las instituciones regionales, mediante la influencia historiográfica de la Escuela de los Annales, promovida en Francia por Bloch, Villar, Febré, entre otros. Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional... 37 30/06/1990),2 y readquiere partida de nacimiento legal, a partir de 1958, cuando se crea la Secretaría de Coordinación y Planificación (Cordiplan), adscrita a la Presidencia de la República; es decir, alcanza cierta valorización y auge hasta finales de los ochenta; acusa su peor crisis o se devalúa en las dos últimas décadas del siglo pasado, particularmente por efectos de la instrumentación de los programas de reajuste macroeconómico y la puesta en práctica de las tesis del denominado «Consenso de Washington». No obstante, a partir de 1998, con el arribo al poder de un nuevo gobierno, la aprobación de una nueva Constitución y el marco jurídico e institucional que se configura, cabe preguntar: ¿Se asiste a un proceso de revalorización de la planificación del desarrollo? ¿Cómo se expresa en la emergencia de los nuevos paradigmas, la revalorización de la planificación en su relación con las tesis del neoinstitucionalismo, el desarrollo endógeno y el reordenamiento territorial? ¿Cuáles son algunos de los elementos del marco jurídico-institucional que fundamentan la acción planificadora en el período gubernamental actual? Las disquisiciones analíticas que con respecto a estas interrogantes se formulan, lejos de ser conclusivas, tienen carácter provisional, de aproximación al tema y – como elementos para la discusión– discurren a lo largo del texto obviando consideraciones finales. II. Nuevos paradigmas: planificación, instituciones y desarrollo regional La nueva episteme que se va construyendo, posibilita una lectura distinta a la tradicional, sustentada en una visión mecanicista, unilineal, disciplinaria, causal, positivista, que tiende a ser sustituida por una visión sistémica, con base en la lógica dialéctica, inter, multi y transdisciplinaria, global y compleja (Morín, 2001). Efectivamente, se asiste en el último cuarto del siglo pasado, a la irrupción de lo que acertadamente Mires (1996) denomina La revolución que nadie soñó, la cual, además de conjugar los cambios en diferentes campos, el de la microelectrónica, el feminista, el ecológico y el político, incorpora el epistemológico, con la emergencia de los nuevos paradigmas. Adquiere cada vez mayor actividad y preeminencia en los enfoques analíticos sobre la planificación, el desarrollo y el Estado, la necesidad de abordar las relaciones entre ellos, a partir de una visión de conjunto, de totalidad, por una parte, y dentro de ésta, la incorporación de la cuestión institucional, el reordenamiento territorial, la innovación y lo ambiental en tanto referentes clave para la viabilidad de cualquier proyecto nacional, regional o local de desarrollo. 2 En el registro de defunciones de instituciones oficiales de planificación en Venezuela, igualmente hay que incorporar, p. ej., a la Corporación de Desarrollo de la Región Oriental (Corporiente), y a Corpooccidente. 38 Foros 11 • Mayo 2005 Entre los testimonios que permiten fundamentar la nueva concepción paradigmática acerca del tema que se analiza y que rozan el estado del arte, pueden mencionarse los siguientes: Lira (2000), aparte de referirse a las maneras diferentes como en las últimas décadas (setenta, ochenta y noventa) se había percibido, conceptualizado y puesto en práctica la acción planificadora en América Latina, destaca que actualmente asistimos a un enfoque que combina aspectos normativos, estratégicos y situacionales. Refiere, como uno de los fenómenos más complejos en su descripción e interpretación, a la reestructuración espacial de los países de América Latina y el Caribe; de allí que –añade– concurran en tal propósito, no solamente la geografía, la ciencia del espacio por excelencia, sino además otras disciplinas entre las cuales se cuentan: el comercio internacional, las nuevas teorías del crecimiento, las ciencias ecológico-ambientales, la sociología y las ciencias de la información, sin obviar a la planificación regional y urbana, el desarrollo económico local y la gestión territorial, teniendo todas como escenario la globalización, la innovación científica y tecnológica, y la irrupción de conflictos territoriales de todo orden. La planificación, en cuanto a la concepción estratégica que desde los nuevos enfoques se plantea como complementaria a la concepción normativa, hace énfasis en la conducción y direccionalidad de los procesos de cambio, centrándose en el análisis del entorno, su grado de complejidad y el nivel de incertidumbre que rodea las tendencias detectadas para adecuar las políticas a ser diseñadas, de manera flexible, a las acciones a tomar en el corto, mediano y largo plazo. A tal tenor, Vázquez Barquero (1999:176) señala que entre los propósitos de una planificación estratégica aplicada al desarrollo regional o local, estarían: a. Aumentar el nivel de vida en la ciudad, creando más y mejores oportunidades de empleo, mejorando la calidad de vida en el territorio y fomentando la integración social. b. Impulsar las ventajas competitivas de las empresas a través de iniciativas que eleven y mejoren los recursos y promuevan el desenvolvimiento de las actividades productivas, como las relativas a la difusión de las innovaciones, el fortalecimiento de la capacidad productiva o la cualificación de los recursos humanos. c. Garantizar a los inversionistas un entorno dinámico y confiable que les permita obtener la rentabilidad económica que persiguen mediante iniciativas que fomenten las relaciones entre las empresas y las instituciones y la creación de redes. d. Construir un entorno urbano atractivo para vivir e invertir mediante una gestión urbana bien definida y eficiente, la mejora del patrimonio histórico cultural, la creación y mantenimiento de infraestructuras y equipamientos urbanos. Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional... 39 La experiencia reseñada por Friend y Hickling (2002) alude a investigaciones que se iniciaron entre 1963 y 1967, en el Concejo Municipal de Coventry, una de las mayores ciudades inglesas, a partir de un acuerdo o concertación que permitió constituirse en sede de un proyecto de largo alcance relacionado con el proceso de construcción de políticas y de planificación en gobiernos locales, asimilado a un microcosmo dentro de la globalidad del gobierno. Esa experiencia, enriquecida con otras similares que se generaron a posteriori, tanto en el ámbito del gobierno local como en otros sectores de la administración pública, en la industria y en el comercio, en organizaciones voluntarias, etc., representa un aval importante para el esfuerzo planificador y los enfoques que intentan dotarlo de la dosis de viabilidad necesaria para justificar su pertinencia y validez dentro de la estrategia de desarrollo en la cual se inserta. Al analizar la práctica de la planificación nacional en Venezuela, Giordani, López, Unanue et al. (1997:7), entre otros, destacan tres (3) consideraciones de interés para lo que se está señalando: 1) La tradición institucionalizada de la elaboración del respectivo plan nacional por parte de cada gobierno que ha accedido al poder, la cual desde 1983, con la Enmienda Constitucional Nº 3, es de obligatoria presentación ante el Congreso Nacional y fue refrendada en la Constitución vigente. 2) Por la vía anterior, tanto la planificación como el discurso que de ella emana adquieren legitimidad debido a su permanencia como hecho reconocido y a la consolidación del organismo planificador como ente del Estado, desde 1998, y 3) Desde el punto de vista del debate político, el cuestionamiento también permanente del cual ha sido objeto, sobre todo en las últimas décadas, con base en el escaso impacto que ella ha tenido en la organización de la economía y la dirección del proceso económico. El interés manifiesto por definir el rol de la planificación como consecuencia de los altibajos y las consideraciones políticas a los cuales ha estado sometida, se expresa de alguna manera en el discurso de quienes están al frente de organismos vinculados con el área referida. Es reveladora la apreciación del Director General del Instituto Venezolano de Planificación (Iveplan), cuando se refiere al «propósito de proveer mecanismos para acrecentar la inteligencia de gobierno de las organizaciones públicas venezolanas, alimentar el desarrollo de sus experticias y posibilitar la generación de espacios resolutivos» con la finalidad de «revigorizar a la planificación venezolana y armarla para reemprender la construcción de un proyecto nacional de desarrollo».3 3 El aserto es de Pedro J. Madrid, contenido en el texto Planificando bajo presión (Friend y Hickling, 2000). 40 Foros 11 • Mayo 2005 A nuestro modo de ver, en muchos casos el enfoque estrictamente político se soslaya en el análisis de esta temática, razón por la cual se asumen como complementarios los criterios expuestos por Calderón (2002:89), con respecto a la decadencia del Estado patrimonialista corporativo; las limitaciones de las reformas neoliberales; el nuevo contexto político latinoamericano; el «Estado bisagra»4 y, particularmente, la relación entre lo global y territorial, regional o local, con base en lo siguiente: 1. En la región se pueden crear, con más facilidad que a escala nacional, mejores condiciones para una mayor productividad y competitividad en la economía. También existen ventajas en el fortalecimiento institucional, en el desarrollo de infraestructura y tecnología adecuada. El desarrollo de flujos comunicacionales como caminos, redes de información, redes de intercambio de mercaderías y recursos humanos pueden ser fortalecidos con mayor eficiencia a escala local que nacional. 2. El espacio regional es el más adecuado para lograr integración social y convivencia pluricultural: un espacio de gestión del pluralismo. 3. El espacio regional es más eficaz y legítimo a nivel político-institucional y, por tanto, la deliberación es más factible en él. Desde el punto de vista político-institucional, Apendini y Nuijien (2002:75) consideran a las instituciones «como órdenes negociados que se construyen, mantienen y transforman por la interacción social» (las organizaciones tienen más que ver con lo normativo). Ellas están vinculadas a configuraciones de poder y dominación más amplia y pueden reproducir las obligaciones ideológicas y políticas a las cuales están atadas. Además, las realidades institucionales son construidas, mantenidas y modificadas por procesos de creación y promulgación culturales. Insistiendo en la naturaleza política de las instituciones, se agrega que ellas se corresponden con la manera como se estructura u organiza el poder en la sociedad. Esa estructura se asemejaría en su configuración a la noción de red institucional sobre la base de relaciones de naturaleza jurídica, política, cultural, económica, etc., incluso, hasta como se le entiende más recientemente, de naturaleza tecnológica. Esa red institucional incorpora al Estado como centro referencial del poder político, su aparato administrativo e instancias de la sociedad civil asociadas al dominio de lo público, pero sin obviar la existencia de instituciones del dominio privado que también participan, pero de forma menos evidente, en la dominación 4 Entendido como «aquel cuya actuación, si bien debería subordinarse a una dimensión pública deliberante y a la vez buscar actuar en la integración social interna, en lo externo tendría que buscar el posicionamiento del país y su economía en la globalización» (Calderón, 2002:86). Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional... 41 política (en el espacio contemporáneo del capitalismo global, el Estado-nación pareciese ceder lugar a otras formas de organización del poder, como es el caso de los medios de comunicación).5 A su vez, este planteamiento está relacionado con la profusión de elaboraciones teóricas, especialmente en el ámbito político, que refuerzan el planteamiento institucional más allá de lo económico (neoinstitucionalismo),6 en la onda de N. Bobbio, M. García Pelayo, J. Prats Catalá, B. Kliksberg, etc., asimilable a la concepción de «ingeniería institucional» en la cual se soporta la política de reformas: de la Constitución, del Estado y de la administración pública y bajo el perfil de la denominada nueva gestión pública en América Latina (CLAD, 1998). Sobre este aspecto, somos del criterio que el enfoque del neoinstitucionalismo ha venido al rescate de la planificación y del Estado en la búsqueda de explicaciones al fracaso de los diversos modelos económicos que la élite dirigente latinoamericana y venezolana ha implementado en nuestras latitudes desde el siglo pasado. Tal enfoque encuentra un caldo de cultivo apropiado para su puesta en escena habida cuenta, a su vez, de la insuficiencia de los modelos teóricos tradicionales. En una línea similar de interés por fundamentar sus nuevos análisis y enfoques en un plano distinto para dar cuenta de la nueva realidad socioeconómica, política, tecnológica, cultural y ambiental, en los últimos años se aprecia un viraje de ciento ochenta grados en los estudios e informes elaborados por el Banco Mundial, en cuanto al énfasis que se le coloca al aspecto institucional. Así, por ejemplo, en la presentación que se hace del informe correspondiente al año 2002, precisamente titulado «Instituciones para los mercados», expresamente se refiere que las investigaciones y experiencias realizadas apuntan a lograr una comprensión más amplia de las instituciones que constituyen el soporte de los mercados y una valoración más real de la manera como las personas pueden construir esas instituciones. Por su parte, la edición correspondiente al año 2003 orienta la perspectiva de análisis, tal como reza el título, hacia el desarrollo sostenible en un mundo dinámico, con referencia específica a la transformación de las instituciones, el crecimiento y la calidad de vida. En el propio texto se consigna el reconocimiento de las políticas e incentivos económicos para el cambio de conducta, pero además esgrime la debilidad institucional como causante de la no adopción e implementación de aquéllas. Ratifican, así, estudios anteriores (Informe sobre el desarrollo mundial 2002) acerca de los sistemas democráticos establecidos en el 5 En ese espectro teórico-referencial están, v. gr, M. Castells, I. Ramonet, J. Estefanía, J.J. Brunner, P. Bourdeau. 6 El impacto de dicho enfoque en la revolución paradigmática está respaldado con los aportes, entre otros, de seis autores ganadores del premio Nobel en Economía: D. North, R. Coose, J. Buchanan, G. Becker, H. Simon y R. Selten. 42 Foros 11 • Mayo 2005 mundo (los cuales representan una proporción bastante considerable), y a propósito de la relación entre la existencia de instituciones políticas consolidadas y una economía sólida, señalan que las instituciones políticas, por ejemplo, determinan la división del poder alrededor de la autoridad central y la autoridad regional y local. Se configura, de esta manera, una vuelta de la mirada hacia las instituciones, ahora con mayor insistencia luego de la década perdida, cuando en los albores de los años noventa North (2001:13), en el inicio de su texto escribía: «...las instituciones son las reglas del juego en una sociedad o, más formalmente, son las limitaciones ideadas por el hombre que dan forma a la interacción humana. Por consiguiente, estructuran incentivos en el intercambio humano, sea político, social o económico. El cambio institucional conforma el modo en que las sociedades evolucionan a lo largo del tiempo, por lo cual es la clave para entender el cambio histórico». Como colofón de lo anterior tendríamos que la incorporación de la dimensión institucional al análisis de los problemas políticos y económicos y la asunción de sus postulados por entidades internacionales de diversa naturaleza: rectoras, promotoras, organizadoras y financiadoras del desarrollo, las cuales conforman el Estado-mundo,7 evidencian la adopción de dicho enfoque en las diferentes propuestas que, incluso, en otros ámbitos disciplinarios se vienen elaborando. En el marco de los nuevos paradigmas también se encuentran referencias teóricas que aluden a las nuevas relaciones que se constituyen alrededor de la estructura económica, la denominada sociedad-red, que tiene como centro dinamizador la información, y al papel que se le asigna al territorio o ciudad, desde la perspectiva de desarrollo endógeno. Así, por ejemplo, en una línea de elaboración teórico-conceptual que conecta la dinámica de los cambios espaciales (periferización de nuevos países industrializados, articulación socioindustrial con base tecnológica distinta, emergencia de nuevos sectores líder del desarrollo económico, etc.) con el carácter estructural de la crisis, Del Castillo (1990:17) establece como criterio clave que «la evolución de un espacio es el resultado de la evolución del conjunto de las estructuras productivas que sobre el mismo están asentadas», y define el espacio económico como «un espacio concreto a la vez material y humano, que es una realidad técnica, comercial, monetaria y política localizada» (p. 33). 7 Según De Venanzi (2002:57), Estado-mundo vendría a ser la red de agencias internacionales cuya acción combinada ejerce un gran poder sobre la dirección de los eventos globales, integrado por una gama de sistemas reguladores de orden supranacional que incluye la burocracia internacional (Fondo Monetario Internacional, Banco Interamericano de Desarrollo, Naciones Unidas, la Organización Mundial de Comercio, la Organización del Atlántico Norte, etc.). Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional... 43 Un dato que observamos entre las líneas gruesas de las propuestas para hacerle frente y superar la problemática actual del reordenamiento espacial y la lógica tradicional de reestructuración del territorio, está representado por el señalamiento coincidente en cuanto al imperativo de articular, con la suficiente sinergia y voluntad política de modernización por parte de los actores clave (locales, regionales, nacionales e internacionales, públicos y privados), una estrategia de desarrollo que combine la planificación económica con la planificación espacial. Dicha política estaría orientada, entre otros aspectos, a crear el ambiente regional favorable a la multiplicación de las iniciativas locales con el propósito de integrarlas en el nuevo sistema-red conformado por instituciones y empresas del sector público y del sector privado. La manera como se opera el reordenamiento territorial o espacial incide en el crecimiento económico y el bienestar de la población, en general, y se asume que se ha producido una nueva jerarquía en la distribución urbana, incluso la terminología que se va creando habla de «ciudades ganadoras y perdedoras» (Polese, 2001; Castells, 2001; Vásquez Barquero, 2000; Precedo Ledo, 1996; Fernández, 2001; Caravaca Barroso, 1998). De allí que un replanteo epistemológico de la planificación el desarrollo nacional, regional y local, pasa por incorporar la revalorización del territorio bajo una visión diferente a la tradicional, limitada y estática, centrada en la sola disponibilidad de recursos naturales, ahora, si se quiere, sirviendo de base a las nuevas teorías y enfoques que se van elaborando acerca de los modelos de desarrollo, en las cuales también se integra la variable ambiental. No obstante, se acota que no todas las ciudades y las regiones son agentes decisivos. Lo son y lo serán en la medida en que pongan en prácticas políticas sociales de «flexibilidad ofensiva» orientada a crear, fortalecer y consolidar la capacidad innovadora de los recursos humanos; el aprovechamiento de su potencial endógeno en forma sustentable; la institucionalización de una cultura y actitudes ciudadanas con base y hacia los compromisos regionales, y una visión superadora del cortoplacismo que privilegie el interés colectivo de su población (Legna V., 1996). De este modo, nuevas dimensiones paradigmáticas pasan a formar parte de las diferentes propuestas que se elaboran a partir del examen de la globalización, desde la perspectiva del desarrollo local o regional, acuñándose la noción de glocalización,8 diríase no para contraponerla a aquél, sino para explicar las opciones reales para hacerle frente y superar los desequilibrios presentes a todo lo largo y ancho del globo terráqueo, los cuales son expresión de la asimetría que las proclamadas bondades del fenómeno globalizador no ha podido paliar. 8 U. Beck atribuye el término a R. Robertson, I. Caravaca Barroso a A. Morita y R. Fernández a E. Syingedouw. 44 Foros 11 • Mayo 2005 Por consiguiente, asumimos que cuando se mezclan los aportes de una teoría económica que incorpora en sus análisis el componente de la innovación tecnológica con una sociología institucional que refiere al componente de los valores y de la cultura históricamente enraizada en la construcción del territorio, región o ciudad, además del ingrediente aportado por la geografía económica en lo relativo, por ejemplo, al problema de los movimientos migratorios internos y el crecimiento de las ciudades, amén de todas estas líneas argumentativas en el contexto del infocapitalismo se encuentran razones que justifican el empoderamiento estratégico de lo local y lo regional, tanto en el discurso y la praxis globalizadora como en el caso de la planificación del desarrollo. Es de observar que en el proceso de emergencia de los nuevos paradigmas, la evaluación crítica, tanto de la teoría que se fue elaborando sobre el análisis de la práctica empírica como de las experiencias reales a lo largo de las últimas décadas del siglo pasado, comienza a minar el acentuado optimismo con el cual se formularon propuestas que pretendieron materializar un supuesto «efecto derrame» con resultados positivos para la disminución y superación de los desequilibrios territoriales en el marco de la relación de lo global y lo local, y del denominado paradigma territorial de los noventa. En esa línea argumentativa, Caravaca Barroso (1998:15) analiza los cambios que se han producido en las lógicas territoriales y las diversas corrientes que han tratado de interpretar dicho fenómeno. Especial referencia hace a lo que se ha denominado «los espacios ganadores y emergentes», es decir, aquellas grandes metrópolis cuyo fin fue anunciado por efectos de la expansión de ciudades pequeñas y medianas aparejados a los efectos deslocalizadores y descentralizadores de las nuevas tecnologías de la información. Contrariamente, son esas grandes metrópolis las favorecidas con el proceso de reestructuración capitalista y se transforman en formas espaciales dominantes que rigen el comportamiento del sistema global. Señaladas algunas pistas para la comprensión del piso epistemológico bajo el cual se intenta la reformulación teórica del constructo: planificación del desarrollo regional, en lo que sigue referiremos elementos del marco jurídico institucional que se ha configurado en el caso venezolano. III. El nuevo marco institucional de la planificación y el desarrollo regional Si existe en Venezuela una institución que está doblemente legitimada por la ley y por la tradición, ella es el Plan de la Nación. Período gubernamental tras período gubernamental se asiste a la elaboración y presentación ante el Poder Legislativo del documento contentivo de los lineamientos políticos y económicos bajo los cuales se accederá a un supuesto mayor nivel de vida por parte de la población. Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional... 45 Un paréntesis previo al análisis para dejar en claro la asunción de dos criterios: uno, aquel según el cual todo modelo económico o plan de desarrollo contiene, a su vez, una formulación explícita o implícita de un proyecto político que atiende a los intereses del bloque hegemónico en el poder y, dos, en el caso del gobierno precedido por Hugo Chávez, aun cuando oficialmente no se alude al X Plan de la Nación, se adopta ésta por el orden cronológico que corresponde a la formulación y presentación del documento «Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007». Asimismo, se asume el quiebre del modelo político de conciliación de élites y el agotamiento del modelo rentístico alrededor de finales de la década de los ochenta,9 como trasfondo de una situación que prolonga y agudiza en forma tal la crisis institucional a lo largo de la década de los noventa, que el modelo neoliberal ni en su primer momento (1989-1993: VIII Plan de la Nación o «el Gran Viraje») ni en su segundo momento (1993-1998: Agenda Venezuela) logró los efectos sociales y políticos que perseguía, generándose, en consecuencia, el marco de condiciones históricas en el cual arriba al poder el presidente Chávez (Guerra y Ponte de Moreno, 2001). Para una mejor comprensión de las particularidades del X Plan de la Nación en cuanto a lo regional y al desarrollo endógeno, a la luz de los nuevos paradigmas, vale destacar, en el plano institucional, algunos hitos anteriores y posteriores al momento de su presentación y publicación por el Ministerio de Planificación y Desarrollo, MPD, en septiembre del año 2001. En primer lugar, pese a la permanencia de la institución de la planificación y su legitimidad, según se ha referido, es innegable la inercia a la cual se vio sometida la oficina rectora del proceso, Cordiplan, por el desmantelamiento del cual fue objeto producto de la forma como operaron los gobiernos anteriores (Giordani y otros, 1997), situación que se hace más patética a partir del momento cuando se elabora el VIII Plan de la Nación, y los gobiernos, tanto el de esa época como los posteriores, se hacen eco de la doctrina neoliberal como resultado del predominio de las tesis del Consenso de Washington y del «pensamiento único», esto último sobre todo con el derrumbe del modelo socialista representado por el Estado soviético y demás países de Europa oriental. La postergada reforma del Estado y de la Constitución Nacional, tantas veces proclamada e incluso propuesta como mecanismo de oxigenación del sistema 9 Un aspecto que escapa al análisis que se realiza, pero no por ello interesante, es la contrastación de dicha tesis con la política petrolera del actual gobierno y su contenido social, sobre todo a raíz del paro petrolero y la posterior reestructuración de la empresa petrolera estatal. 46 Foros 11 • Mayo 2005 político-institucional democrático que estuvo a punto de sucumbir por los golpes militares del año 1992, no solamente fue anunciada en el Programa de Gobierno que ofreció en campaña electoral el candidato Hugo Chávez (Propuesta de Hugo Chávez para transformar a Venezuela, 1998), sino que fue acometida una vez electo y en funciones de gobierno. El 31 de agosto de 1999 se promulga la Ley Orgánica de Reforma de la Ley Orgánica de la Administración Central, en el marco de la Ley Habilitante aprobada por el Ejecutivo el 22 de abril de ese año. Allí se pauta la eliminación de Cordiplan y la asignación de todas sus funciones y de otras relacionadas con la transformación del Estado (se elimina la Comisión para la Reforma del Estado, Copre), al nuevo Ministerio de Planificación y Desarrollo, esto es, la planificación adquiere rango de alta política por su estatus ministerial, diferente al de Oficina Presidencial que había mantenido desde su creación en el año 1958, asignándosele, de paso, competencias significativas, acorde con ese rango y con la política oficial sobre la materia. La decisión de fortalecer el ámbito institucional de la planificación se complementa con la aprobación de la Ley de Adscripción de Institutos Autónomos y Fundaciones del Estado, el 5 de octubre de 1999, y el Reglamento Orgánico del Ministerio de Planificación y Desarrollo, el 7 de ese mismo mes. Se establece así que el Instituto Venezolano de Planificación (Iveplan), la Fundación Escuela de Gerencia Social (FEGS), el Banco de Desarrollo (Bandes), el Fondo de Inversiones de Venezuela (FIV), el Fondo Intergubernamental para la Descentralización (Fides), la Oficina Central de Estadística e Informática (OCEI), que pasa a ser el Instituto Nacional de Estadística (INE), la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), la Fundación para el Desarrollo de la Región Centrooccidental (Fudeco), y el resto de las corporaciones regionales de desarrollo, en lo sucesivo estarán bajo la tutela y rectoría del citado ministerio. Otro aspecto, no menos interesante de resaltar, está relacionado con la aprobación de la nueva Constitución, a finales del año 1999, en cuyo articulado referido al Sistema Socioeconómico (título VI), se perfila lo que el constitucionalismo moderno denomina la «Constitución Económica».10 Específicamente, con respecto al papel del Estado en la economía y el tipo de planificación allí consagrada, se considera, según el marco teórico reseñado supra, que se adopta una visión acorde con los nuevos paradigmas cuando se promueve una relación Estado-mercado, más que de enfrentamiento, excluyente o minimizadora, según la versión ortodoxa del neoliberalismo, ahora de concertación. La referencia 10 Tal denominación refiere a los preceptos de rango supralegal que regulan la actividad económica. Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional... 47 a la planificación estratégica se entiende, igualmente, como innovadora según las tesis prevalecientes en el corpus teórico que recién se elabora en dicha disciplina, con el añadido del carácter democrático, participativo y de requerimiento de opinión que postulan los nuevos enfoques de la teoría política y la participación ciudadana. Al respecto se tiene, p. ej., lo estipulado en el artículo 299 de la carta magna: ...El Estado, conjuntamente con la iniciativa privada, promoverá el desarrollo armónico de la economía nacional con el fin de generar fuentes de trabajo, alto valor agregado nacional, elevar el nivel de vida de la población y fortalecer la soberanía económica del país, garantizando la seguridad jurídica, solidez, dinamismo, sustentabilidad, permanencia y equidad del crecimiento de la economía para lograr una justa distribución de la riqueza mediante una planificación estratégica democrática, participativa y de consulta abierta» (énfasis nuestro). A título comparativo y sin soslayar el contexto histórico, es evidente que el texto fundamental de 1999 supera ampliamente el tratamiento que como política de Estado e instrumento clave para el desarrollo se le otorgase a la planificación en el ordenamiento constitucional que se consagra a partir de 1961. Para esa época – según se ha reseñado en otro trabajo (Guerra, 1997)– se estaba retomando el proceso de institucionalización de la planificación, junto con la modernización del Estado, y era tímida la participación de las entidades estadales y municipales en el desarrollo regional. Por el contrario, en un marco de condiciones históricas distintas, bajo una ideología diferente, abiertamente declarada por la reivindicación del Estado frente al desarrollo y, por consiguiente, contraria al neoliberalismo, se observa que en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) no solamente se ratifica como potestad del Estado (derecho económico) la acción planificadora, sino que se ordena la creación del Consejo de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas en cada entidad federal (artículo 166), así como en el ámbito municipal el Consejo Local de Planificación (artículo 182). Por si fuera poco, en esa misma línea institucional se concibe el Consejo Federal de Gobierno (artículo 185), con atribuciones muy precisas en cuanto a la planificación y coordinación de políticas y acciones relacionadas con la descentralización y transferencias de competencias del Poder Nacional a los estados y municipios y, además, todo lo relacionado con el financiamiento de inversiones para atender el desarrollo equilibrado de las regiones a través del Fondo de Compensación Interterritorial que al efecto se crease. El marco jurídico-institucional se amplía, además, con el correspondiente desarrollo normativo referido a los consejos locales y estadales de planificación mediante las leyes aprobadas por la Asamblea Nacional el 12 de junio y el 20 de agosto del año 2002, respectivamente. 48 Foros 11 • Mayo 2005 En materia de planificación y desarrollo, otro hito demarcador del itinerario institucional que se viene construyendo bajo la actual administración de gobierno está representado por la aprobación de la Ley Orgánica de Planificación (LOP), mediante el Decreto Nº 1.528 de 6 de noviembre de 2001, con fuerza de Ley, publicado en la Gaceta Oficial N° 5.554 Extraordinario, de 13 de noviembre de 2001. En términos generales, la citada ley contiene elementos novedosos relacionados con los avances teórico-prácticos, bajo los cuales se reformula la concepción tradicional de la planificación de carácter normativo, prevaleciente en una etapa anterior de su evolución epistemológica, e incorpora una visión global, integral, si se quiere sistémica, aun cuando no se explicita, adaptada a las categorías de análisis y nociones propias del enfoque estratégico. En términos específicos, entre otras apreciaciones, se tienen las siguientes: a. La Ley está concebida en la misma direccionalidad política e ideológica que expresa el gobierno de Hugo Chávez en otros documentos, tales como: La Propuesta de Hugo Chávez para transformar a Venezuela (Programa de Gobierno, 1998); el Programa Económico de Transición, 1999-2000, de junio 1999; y el Programa Económico, 2000, de marzo 2000. Sé ratifica de esta manera una idea central que define y precisa una diferencia sustantiva con la concepción político-ideológica que fundamentó los planes anteriores, particularmente los VIII y IX planes. La visión neoliberal es contrastada ahora con una óptica que le asigna al Estado un rol protagónico dentro de la estructura productiva del país y, por consiguiente, reafirma la importancia de la planificación como función fundamental del Estado. b. Se resalta la naturaleza tecnológica de una acción planificadora estatal que se precia como «continua, ininterrumpida y reiterada», con un alcance válido hasta las empresas, fundaciones, asociaciones y sociedades civiles del Estado. c. La alusión en el texto legal a una terminología que pauta: la construcción de imágenes-objetivo condiciones iniciales, trayectorias, viabilidad (sociopolítica, económica, financiera y técnica), evaluación de los resultados, control social, medición del impacto, etc., revela, asimismo, la puesta al día y el manejo de enfoques actualizados sobre planificación al momento de redactar la ley. En tal sentido, el instrumento jurídico traduce el interés político manifiesto de modernizar las instituciones del Estado. d. Aun cuando la LOP contempla la formulación del Plan Nacional de Desarrollo Regional (éste fue elaborado con fecha diciembre de 2001, por el Despacho del Viceministro de Planificación y Desarrollo Regional), particularmente se diluye en ella lo que vendría a ser el equivalente territorial o regional, por cuanto se hace énfasis en el Plan Estadal de Desarrollo. A ello se añade que no contiene Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional... 49 referencia clara y precisa a las corporaciones regionales tal como existen, sino a organismos regionales, a diferencia del mencionado plan. e. En la línea de desarrollo normativo que consagra la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, tienen cabida en la citada ley, los Consejos de Planificación, cuyo ordenamiento jurídico será aprobado posteriormente, a mediados del año siguiente a la promulgación de la LOP, en junio y agosto de 2002, por un lado, mientras que, por el otro, se corrobora la pretensión de ampliar políticamente los espacios de participación ciudadana en la acción planificadora, enunciados como precepto constitucional y recogidos en el título V de la citada Ley Orgánica de Planificación. En síntesis, se tiene un instrumento legal que actualiza y concibe la planificación en el contexto de los nuevos paradigmas que el quehacer científico-tecnológico va recreando para dar cuenta de los cambios que se producen en todas las dimensiones de la realidad social venezolana. No obstante, los cambios en el marco jurídico-institucional que regula y ordena la planificación nacional, regional y local, si bien es cierto que introducen medidas de modernización en el sistema, los costos de transacción no se traducen –ni pueden traducirse– de manera automática e ineluctable en un incremento de la eficacia, eficiencia y rendimiento esperado. El esfuerzo por la modernización jurídico-institucional enfrenta la impronta de una cultura política proclive a la centralización y verticalización de las decisiones. Ella coarta la posibilidad de promover una verdadera sinergia entre los actores comprometidos con el desarrollo regional para la conformación de un proyecto sociopolítico que, con base en las ventajas competitivas y la potencialidad de los recursos disponibles, viabilice la inserción de las entidades federales, con mayor fuerza y con la autonomía que le brinda el marco constitucional, vía desarrollo endógeno y exógeno, en los mercados nacionales e internacionales. El marco jurídico-institucional bajo el cual se concibe la planificación y el desarrollo regional por parte del actual gobierno, también incorpora otro instrumento legal que se agrega a la visión paradigmática que se viene analizando. Se trata, en este caso, de la Ley de Zonas Especiales de Desarrollo Sustentable (LZEDES), publicada en la Gaceta Oficial N° 5.556 Extraordinario, de 13 de noviembre de 2001. La decisión de crear estos espacios se corresponde con el diseño de la reestructuración territorial y el desarrollo regional previsto, tanto en la Constitución vigente como en el Plan de Desarrollo Económico y Social, 2001-2007 (Líneas generales) y en el Plan Nacional de Desarrollo Regional (2001-2007), que justamente en el último trimestre del año 2001 diera a conocer el Gobierno Nacional por intermedio del Ministerio de Planificación y Desarrollo (MPD). 50 Foros 11 • Mayo 2005 La exposición de motivos de dicha ley constituye un muestrario de justificaciones que revelan de manera clara los propósitos que orientan la acción y la política oficial en materia de desarrollo regional, fundamentados en una concepción alineada con formulaciones teóricas de significación que se han puesto en el centro del debate, tanto en escenarios académicos y técnicos como políticos en la última década. Así, por ejemplo, se señala que: La nación venezolana exige la instrumentación de nuevas estrategias de ocupación del territorio, en consonancia con las potencialidades de recursos naturales y requerimientos ambientales, con la efectiva participación de la población organizada para el trabajo productivo, mediante iniciativas propias o de organizaciones empresariales y las acciones promotoras del Estado. Vale decir que esa línea argumental expresa la tesis de la sustentabilidad como nueva modalidad que asume la noción del desarrollo, asociada a la relevancia que se le asigna, igualmente, a la problemática ambiental, a la sinergia o grado de cooperación necesario entre los actores políticos y agentes económicos localizados en el territorio, y a la potencialidad de los recursos a preservar o explotar en atención a la calidad de vida del venezolano, en consonancia con la estrategia de descentralización desconcentrada, definida como política de Estado en materia de planificación y desarrollo regional. Las Zonas Especiales de Desarrollo Sustentable (ZEDES), al ser conceptualizadas como «aquellas áreas del territorio venezolano que sean delimitadas por el Ejecutivo Nacional con la finalidad de instrumentar y ejecutar planes especiales de desarrollo integral de acuerdo a sus características y potencialidades económicas» (artículo 2, LZEDES), se pueden entender como puntales de ensayo de una acción planificadora que desde un ámbito local o regional aspira ejercer influencia e irradiar el proceso de desconcentración y multipolarización del desarrollo. Aunque no se establece de manera expresa como política de regionalización, sí se advierte que las ZEDES que sean declaradas como tales «serán extensiones continuas que abarquen total o parcialmente el territorio de uno o varios Estados o Municipios, en las cuales se promoverá la adopción de sistemas especializados de producción y la creación de sistemas colectivos de organización para la producción y la comercialización» (artículo 2). El carácter de ensayo al cual nos hemos referido, contenido en el texto legal de la ZEDES, aparece además refrendado por dos consideraciones adicionales: una, la posibilidad de que el Presidente de la República, en Consejo de Ministros, pueda decretar la supresión o modificación de la misma cuando lo estime pertinente, y dos, la ambigüedad político-organizativa bajo la cual se establece la potestad para que las corporaciones regionales de desarrollo o cualquier otro ente, órgano o autoridad sea designado como órgano ejecutor del plan de desarrollo de la ZEDES. Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional... 51 Registrados algunos planteamientos con respecto al cambio institucional que se ha producido en el marco jurídico-político en el cual se inserta la acción planificadora y el desarrollo regional, y evidenciado de alguna manera cómo en el trasfondo de las medidas que se han aprobado existe una visión que se corresponde con algunas de las elaboraciones teóricas recientes (nuevos paradigmas). Se intenta a continuación otras disquisiciones pero ahora relacionadas con los documentos contentivos de las estrategias de desarrollo definidas por el actual gobierno, esto es, de modo general, el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 20012007 (Líneas generales), de septiembre de 2001 y, en detalle, el Plan Nacional de Desarrollo Regional. El X Plan de la Nación11 se corresponde con una propuesta ideológica y política distinta a la del IX Plan y del VIII Plan. Como es sabido, este último fue concebido atendiendo a los dictámenes que los programas de ajuste macroeconómicos diseñados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), con base en el Consenso de Washington, impusieron para la época; en cambio, el IX Plan está soportado en un enfoque de carácter heterodoxo expansivo, más vinculado a las propuestas del neoestructuralismo latinoamericano (Giordani, López, Unanue y otros, 1997) en cuanto a reconocer de manera explícita la inevitabilidad de la inserción dinámica de la economía nacional en el contexto de la globalización y la promoción de acciones estratégicas para enfrentar la pobreza y consolidar el régimen democrático. Por su parte, el X Plan se presenta bajo una concepción más radical, si se quiere, cuya orientación es hacia un cambio estructural como vía para superar la crisis estructural, a partir de un proyecto nacional de carácter humanístico, novedoso, alternativo, confeccionado sobre «bases principistas y políticas para la interacción dinámica del crecimiento sostenido, efectivas oportunidades y equidades sociales, una dinámica territorial y ambiental sustentable, la ampliación de las oportunidades ciudadanas y la diversificación multipolar de las relaciones internacionales» (p. 7). En el VIII Plan de la Nación los lineamientos estratégicos estaban representados por un hexágono, cuyos vértices eran los objetivos a alcanzar, esto es, el compromiso social, la capitalización de los recursos, el cambio institucional, la conservación de los recursos, el crecimiento sin inflación y la competitividad internacional. Por su parte, en el IX Plan de la Nación se plantea sentar las bases de un desarrollo sostenido, cuyos objetivos, a partir de la promoción del consenso alrededor de un proyecto societario para el país, pasaba por la ejecución de cinco (5) líneas de acción, es decir, la inserción estratégica del país en el contexto internacional, la transformación del aparato productivo para adecuarlo a las nuevas exigencias y constituirlo en instrumento para el desarrollo sostenido, el proyecto de solidaridad social como vía para mejorar la calidad de vida, la transformación de la educación 11 Oficialmente, la denominación es primer plan de la nueva era constitucional bolivariana. 52 Foros 11 • Mayo 2005 y del conocimiento, y la reforma del Estado. En el X Plan se concibe la operativización de las líneas generales de carácter estratégico a partir de cinco (5) equilibrios a ser logrados con la participación protagónica de todo el pueblo, los cuales serían: el político, el económico, el social, el territorial y el internacional. Con el reconocimiento, desde el punto de vista económico, básicamente del agotamiento del modelo nacional rentista, tanto la propuesta contemplada en el VIII Plan como en el IX Plan incorporan la contraparte política orientada al fortalecimiento del sistema democrático, según la doctrina del Consenso de Washington, y la enmarcan dentro de un proceso de transición. Similar enfoque aparece en el X Plan de la Nación, pero con la diferencia de que expresamente se señala que se trata de una «fase de transición hacia la Revolución Bolivariana, por una vía pacífica y democrática, con un carácter y un ritmo que le son propios», a partir de un modelo –a nuestro juicio– cuya mixtura no es contraria a la que se previó en la Constitución Económica anterior, sino más amplia, a tenor del señalamiento siguiente: El modelo planteado está vinculado con un sistema productivo diversificado, competitivo, abierto hacia los mercados internacionales, basado en la iniciativa privada y con presencia del Estado en industrias estratégicas, pero con apertura a la inversión privada en el desarrollo aguas abajo del tejido industrial; donde la productividad y eficiencia deben ser la base de la rentabilidad empresarial. Se reserva al Estado la potestad de proteger la industria y la agricultura nacional cuando se enfrenta a una competencia desleal (p. 13). Sin cortapisa ni soslayamiento alguno, en el Plan se asume expresamente en materia de equilibrio social, como base para la definición de las políticas públicas respectivas, el convencimiento del fracaso de este tipo de políticas basadas en el asistencialismo y divorciadas de los criterios económicos, es decir, el criterio clásico de obtener primero el crecimiento económico para luego redistribuir. Por el contrario, se coloca el énfasis en la asociación simultánea de ambas variables por la vía del impulso a la denominada economía social, con miras a crear capital social, noción esta prevaleciente en las nuevas teorías y paradigmas con los cuales se construyen los modelos alternativos de desarrollo. De allí el señalamiento siguiente, en términos del proyecto que está en ejecución (p. 14). Se puso en marcha un nuevo paradigma para retomar la senda del desarrollo y alcanzar el equilibrio social, que considera a la lucha contra las desigualdades sociales y la pobreza un imperativo ético, que no es contradictorio con la eficiencia económica. Es un modelo de política social diametralmente opuesto al enfoque neoliberal (énfasis añadido). El X Plan de la Nación se concibe como una de las mejores formas de intervención y concertación social (éste también fue un aspecto central del IX Plan), pero la Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional... 53 complejidad de la sociedad hace cada día más necesario mejorar las herramientas de coordinación y las estructuras comunicativas que acompañan las decisiones interactivas y las relaciones interinstitucionales en situaciones inciertas, complejas y conflictivas. En nuestro criterio, ello pudiese explicar, primero, la coherencia y consistencia en el esfuerzo por dotar de sentido a la planificación y revalorizarla como instrumento clave del Estado para acceder a un nivel más elevado de crecimiento económico y desarrollo sustentable en todos los órdenes. Dicho esfuerzo se pondera mejor cuando se compara con la situación inicial del gobierno de Caldera: cuatro ministros durante el primer año; segundo, efectivamente, la modificación y actualización del marco jurídico-institucional relativo a la acción planificadora cuya transformación, dentro del postulado político de la «refundación de la República», se inició con la aprobación de una nueva Constitución, en diciembre de 1999, junto con instrumentos legales correlativos, posteriormente. Tercero, la propia reorganización del ente planificador (Cordiplan) que había sido creado en 1958 y su conversión en Ministerio de Planificación y Desarrollo. Como correlato de lo expuesto hasta ahora, grosso modo, a propósito de la viabilidad institucional del X Plan de la Nación, resuena en el ámbito analítico y se mantiene pese a los avances mostrados, una baja viabilidad producto de un fuerte debilitamiento de las capacidades organizacionales del gobierno en el contexto de una crisis profunda de gobernabilidad y sustentabilidad del sistema. Continúa vigente el criterio de que el desempeño institucional está afectando significativamente el diseño y la coordinación de las políticas nacionales, lo cual demanda la determinación de unidades de mando que garanticen un mejor desempeño de nuestras organizaciones (Giordani, López, Unanue y otros, 1997). En sintonía con lo anterior, las magnitudes y variables macroeconómicas distan de comportarse según lo planificado, por más que las autoridades del Plan y el Gobierno Nacional intenten mantener el control deseado sobre ellas. Se ha acentuado –dada la confrontación de intereses y el juego en las relaciones de poder– la tendencia de la primacía de lo político sobre lo económico, advertida en períodos gubernamentales anteriores (Guerra y Ponte de Moreno, 2001) y exacerbada en la actualidad.12 El Plan Nacional de Desarrollo Regional, 2001-2007, elaborado por el Despacho del Viceministro de Planificación y Desarrollo Regional (MPD, 2001), a juzgar por los señalamientos contenidos en la parte introductoria, responde a una visión 12 Con respecto a las causas de la agudización de la lucha política y el perfil del modelo económico-social que instrumenta el gobierno de Hugo Chávez, puede verse: Venezuela: la búsqueda de un proyecto contrahegemónico (Lander, 2004). 54 Foros 11 • Mayo 2005 teórico-conceptual sustentada en los nuevos paradigmas que en el ámbito, por ejemplo, del reordenamiento espacial, el desarrollo endógeno, la planificación regional y la cuestión ambiental, se han venido construyendo en las distintas disciplinas del espectro científico desde la perspectiva, además, multi y transdisciplinaria que postula el pensamiento complejo. La mutación que un concepto a veces tan gastado e imperante como el concepto de desarrollo ha tenido que soportar para no perder su poder explicativo, se asume de manera explícita y adjetivada, tal como ha sido pergeñada en el debate mundial mediante los postulados doctrinarios de «Nuestro futuro común», planteados por la Comisión Bruntland y traducidos a la Agenda 21 de Río de Janeiro, en 1992. Es clara y directa la alusión al desarrollo sostenible y su concreción territorialambiental, desde una posición abiertamente cuestionadora de las políticas adoptadas por los gobiernos venezolanos anteriores basadas en el «pensamiento único» y en las tesis del «libre comercio» (p. 1). La planificación del desarrollo regional y la política de Estado, en tanto proceso, «se orienta a considerar al territorio como elemento fundamental para articular un modelo de desarrollo sostenible, a través de la estrategia de descentralización y desconcentración territorial» (p. 7). La planificación, pensada en términos globales, no solamente para efectos territoriales, sino también económicos, sociales, políticos y ambientales, responde a las tesis que se han venido reelaborando acerca de los polos de desarrollo regional, a partir de la revisión crítica de las propuestas de Perroux y sus seguidores más cercanos (Barrios, 2000). De allí que explícitamente en el Plan Nacional de Desarrollo Regional (2001-2007) y en los otros documentos similares que orientan y definen la acción planificadora del actual gobierno, se plantea como alternativa la adopción de una estrategia de descentralización desconcentrada, la cual está marcadamente asociada a la concepción teórica del desarrollo endógeno referida, por ejemplo, el caso de la Unión Europea (Vázquez Barquero, 1999). Dicha estrategia intenta corregir la tendencia marcada del proceso de ocupación territorial que se ha operado en las últimas décadas en el país, reforzando la presencia de un número reducido de centros urbanos frente a la diáspora del resto que constituye la periferia con menor dinamismo y desconectada de aquélla en el plano económico, descuidando la potencialidad de sus propios recursos. La contrapartida, en lo espacial, está representada por la definición de unos ejes de desarrollo, el sistema de ciudades mediante el cual se articula la propuesta de infraestructura necesaria para ello. Dichos ejes son: el eje occidental MaracaiboGuasdualito, el eje oriental Margarita-Ciudad Guayana y el eje Orinoco-Apure (ejes de desconcentración). Se agrega en estos ejes, otros dos elementos: uno, las denominadas fachadas de integración, representadas por el Amazonas, los Andes Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional... 55 y el Caribe, para lo que tiene que ver con la integración con los países vecinos; dos, la dinámica regional que combina la vocación y el potencial propio de cada región con los sectores llamados a desarrollar, es decir, pequeña y mediana industria, agricultura y agroindustria, minería, petróleo y petroquímica, turismo e infraestructura y servicios (p. 9). Vale destacar que se observa en el Plan Nacional de Desarrollo Regional (20012007) una suerte de reivindicación de la planificación, en general, y de la planificación regional, en particular, dada la correlación que se establece entre ambos. Así, por ejemplo, se advierte lo siguiente: 1. Se hace énfasis en que la estrategia de la descentralización desconcentrada diseñada a nivel nacional está estructurada con base en la búsqueda de los cinco equilibrios (definidos en el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007. Líneas generales), a saber: económico, social, políticoinstitucional, territorial e internacional de cada región, para formular a este nivel los lineamientos estratégicos y las propuestas de desarrollo, tomando en cuenta los rasgos que presenta cada una de ellas, en términos de desequilibrios, en las dimensiones señaladas. Este planteamiento se correspondería con lo que se denomina concepción de la planificación por equilibrios (p. 8). 2. A partir del cuestionamiento de la visión reduccionista de la planificación en las décadas anteriores, que limitaba lo territorial o los confines de lo económico sin privilegiar lo social, se pone de relieve ahora que «el modelo territorial es, sobre todo, el que condiciona enormemente el modo de vida, la cohesión social y también el impacto ambiental» (p. 8). 3. En sintonía con una visión sistémica, integral, global de la noción de región, se asume como tal al área subnacional, cuya extensión es inferior al área del país y que trasciende el límite de estados o porciones de éstos. Se caracterizan por algún nivel de desarrollo metropolitano urbano con su correspondiente conurbación asociada. En pocas palabras, es un marco espacial común, compartido por un grupo de personas, que aloja una densa mezcla de actividades socioeconómicas sujetas a fuerzas centrípetas o de polarización. Dicha noción, en función del interés nacional, se relaciona, interna y externamente, con varios niveles geográficos, a saber: • El mundial, integrado por una red de actividades económicas que incluye finanzas, comercio, inversión extranjera directa, corporaciones transnacionales, entre otras. • El binacional y multinacional, referido a bloques de integración como, por ejemplo: Unión Europea, Nafta, Caricom, Mercosur, etc. • El nacional, constituido por el Estado soberano. • El regional, emergente o reemergente viene a ser una articulación de la economía y la política. 56 Foros 11 • Mayo 2005 • El local, relacionado con los estados y municipios, identifica a la porción del territorio y su gente, donde recae, en última instancia, los beneficios del desarrollo. 4. El marco institucional que requiere el Estado para desarrollar la acción planificadora en el ámbito regional, en este caso a diferencia de los gobiernos anteriores, le confiere relevancia a los organismos regionales de desarrollo, heredados del statu quo anterior, esto es, a las corporaciones regionales de desarrollo, asignándoles competencias que incluyen: planificación y promoción del desarrollo regional, investigación, evaluación y seguimiento de la acción planificadora y de los proyectos, y capacitación, asesoría, asistencia técnica, coordinación de entes ejecutores y comunidades. No se puede pasar por alto las referencias al papel que jugaron este tipo de «órganos rectores de la planificación y el desarrollo» dentro del modelo político y económico consagrado en los planes VIII y IX de la Nación, en comparación con el rescate que se hace de ellas en el X Plan de la Nación y, especialmente, en el Plan Nacional de Desarrollo Regional. El diagnóstico que se hace de ellas las presenta como instituciones que: a) no se adaptaron en lo organizacional a la dinámica social, política y económica del momento; b) mantuvieron estructuras rígidas e inflexibles que les impidió adecuarse a los cambios que sus territorios y colectividades exigían; c) su gestión en el proceso descentralizador fue ocasional, por no señalarla como marginal; d) tuvieron escasa actuación en la coordinación de las actividades de los gobiernos subnacionales y los organismos nacionales que operan en las regiones; e) su labor técnica se circunscribió al estado sede y fue discontinua en la gestión de programas y proyectos, y f) las severas restricciones presupuestarias a las cuales fueron sometidas por el Ejecutivo Nacional y la poca significación de los recursos generados por su propia gestión (autogestión), les colocó en situación de verdadera precariedad institucional. 5. Hay una línea gruesa que resalta en el trazado de los planos que se analizan, tanto en lo que concierne al desarrollo regional como al desarrollo económico y social de la nación y es la diferencia –casi radical– en cuanto a la consideración del entorno mundial y la globalización, sobre todo con el IX Plan de la Nación. Tal como se evidenció en los apartados anteriores, el contexto histórico de las últimas tres décadas y la emergencia de los nuevos paradigmas está asociado al fenómeno globalizador en todas sus expresiones. En este punto se puede estar en desacuerdo con la versión del pensamiento único y de la nueva economía al respecto, o se puede asumir la posición no antiglobalizadora, en defensa de una versión alternativa o diferente a aquélla, no obstante, la adopción de una visión estrictamente nacional de la acción planificadora, obviando que el impacto territorial de los grandes procesos de cambio estructural que ocurren en el escenario internacional (Barrios, 2000) pueden restarle asertividad Alexis J. Guerra C. / El Plan Nacional de Desarrollo Regional... 57 y minimizar la dosis de realismo necesaria para la credibilidad y confiabilidad en los lineamientos que se proponen. Por esta vía, el énfasis se coloca en el modelo de desarrollo endógeno, cuando teóricamente el nuevo paradigma postula la complementariedad entre éste y el modelo de desarrollo exógeno. A ello se agrega el sesgo marcadamente antiurbano del discurso oficial (p. 10), contrariamente a la tendencia advertida por los estudiosos de la problemática del desarrollo regional, en cuanto al papel de las áreas metropolitanas como pivote central en las nuevas propuestas. 6. En la misma línea crítica del argumento anterior, se considera que la innovación y el nuevo paradigma tecnoeconómico están estrechamente interrelacionados con la denominada revolución microelectrónica (Mires, 1996) y la emergencia del «Paradigma territorial de los 90» (Legna V., 1996); más aún, es difícil sustraer de cualquier plan o proyecto de desarrollo endógeno, para cualquier ámbito espacial, las condiciones y la factibilidad de generar y difundir las innovaciones, a tal punto que se ha creado el denominado índice de la sociedad de información, ISI.13 En tal sentido, se estima que los planes citados no le asignan a este aspecto la ponderación y el tratamiento que le corresponde dentro de la sociedad del conocimiento, que como imagen-objetivo no puede obviarse en ningún proyecto de esa naturaleza, lo cual no niega la existencia del Plan Nacional de Ciencia y Tecnología y el desarrollo de programas específicos para atender los requerimientos de este sector, pero ratifica la desvinculación que observamos, aparte de desdibujar como política de Estado, al más alto nivel, el fortalecimiento no del Sistema Nacional de Innovación, sino la de su concreción en el ámbito regional. 7. El referido plan incorpora como política pública estratégica, el Proyecto PAISSARAO (Pueblos Agroindustriales Sostenibles-Sistemas de Aldeas Rurales Autoorganizadas Sustentables), inscrita en la política agraria nacional (incluyendo la sustitución de importaciones de un grupo de rubros y cultivos vegetales y animales) que combina un plan de gasto de inversión, diseñando y ejecutando, de modo experimental, el desarrollo rural integral e integrado, para hacer un nuevo contrato social de progreso (Vila Planes, 2002). No obstante, en su instrumentación se advierte que una propuesta de esta naturaleza, la cual resulta novedosa como alternativa al modelo tecnocrático agrícola desarrollista, termine contaminándose con las prácticas y técnicas culturales que dicho modelo pretende destruir (Núñez, 2003:12). 13 El ISI viene a ser el indicador que se usa como estándar para medir el grado de avance de una sociedad con respecto a su accesibilidad a la información, su capacidad de adoptar tecnologías de la información y su habilidad para usarlas en forma útil y apropiada. Está relacionado con lo que se denomina infoestructura e infocultura (www.pnud.org.ve/ idhn_2002/cap.3), Diagnóstico situacional de las TIC en Venezuela. 58 Foros 11 • Mayo 2005 En este sentido, se señala que la tasa de cambio del uso y/o degradación anual del suelo y el costo está cercana al monto de 1.468 dólares por hectárea degradada y, con todo ello, se pretende seguir con el uso intensivo de maquinaria, la aplicación de distintos agroquímicos, fertilizantes, herbicidas e insecticidas prohibidos en otros países, además de semillas certificadas exigentes en altos requerimientos energéticos que está más que demostrado, han tenido efectos negativos y consecuencias funestas de índole social y ambiental que han labrado la ruina del campo y del campesino venezolano (Núñez, 2003).14 8. Con respecto a la viabilidad institucional del Plan Nacional de Desarrollo Regional (2001-2007) y del propio X Plan de la Nación, siguen siendo pertinentes las interrogantes formuladas por Giordani, López, Unanue y otros (1997:98) a propósito del IX Plan de la Nación: ¿Cómo podemos exigir que el plan, y en general las decisiones, sean de calidad y se cumplan si la «fábrica» que las produce no está diseñada para tal fin? ¿Qué podemos hacer si la capacidad de gobierno no guarda correspondencia con los desafíos de las sociedades complejas? Referencias bibliográficas APENDINI, K. y M. NUIJIEN (2002). El papel de las instituciones en los contextos locales, Revista de la Cepal, n° 76, abril, Naciones Unidas. BARRIOS, S. (1998). El moderno Estado intervencionista en Venezuela. El caso de la Corporación Venezolana de Fomento, Caracas, Ediciones Cendes, Colección Luis Lander N° 5. (2000). Ejes y polos de desarrollo en el pasado y el futuro de Venezuela, Caracas. 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Hace énfasis en la necesidad de hacer un estudio sobre los aspectos sociales en el contexto regional e indicar la ubicación regional del fenómeno que se comenta, por cuanto el aspecto social está estrechamente ligado a la región que se observa. Se evidencia profundas diferencias entre una región y otra y un promedio nacional de tales fenómenos carece de sentido analítico. Las marcadas diferencias entre las regiones que revelan los resultados encontrados en el estudio así lo demuestran. Palabras clave: Distribución regional / Indicadores sociales Clasificación JEL: R00, I00 Abstract This paper compares the social situations of different regions in Venezuela. It emphasizes the need for a regional approach to studying social phenomena, and for social phenomena to be studied within the context of particular places. There are profound differences between regions, so a national average of social * Doctor en Economía, Universidad Central de Venezuela. Presidenta de Número de la Academia Nacional de Ciencias Económicas. Correo electrónico: lourdes@ferran.net Foros 11 • Mayo 2005 64 phenomena is meaningless. Proof of this are the marked regional differences shown in this investigation. Key words: Regional distribution / Social indicators JEL classification: R00, I00 Resumo Este trabalho é sobre uma apresentação comparativa da situação social das diferentes entidades regionais da Venezuela. Dá ênfase à necessidade de realizar um estudo dos aspectos sociais no contexto regional e indicar a localização regional do fenômeno que está sendo comentado. Principalmente porque o aspecto social está intimamente ligado à região em que é observado. Acontece que existem profundas diferenças entre uma região e outra e uma média nacional destes fenômenos não tem sentido analítico. As grandes diferenças entre as regiões reveladas através dos resultados que estão no estudo mostram isso. Palavras chave: Distribuição regional / Indicadores sociais Classificação JEL: R00, I00 Résumé Ce travail s’applique à brosser un tableau comparatif de la situation sociale dans les divers départements régionaux du Vénézuéla. Il met en relief l’importance de mener à bien une étude sur les aspects sociaux, qui serait faite dans un contexte régional, en indiquant les paramètres régionaux du phénomène examiné. Ceci d’autant plus que l’aspect social est étroitement lié à la région dans laquelle le phénomène est observé. Car il y a des différences profondes entre chaque région, ce qui fait que l’élaboration d’une moyenne nationale de ces phénomènes n’ aurait aucune signification analytique. Les fortes différences régionales qui ont été mises en évidence par les résultats de cette étude, le montre bien. Mots-clefs: Distribution régionale / Indicateurs sociaux Classification JEL: R00, I00 Lourdes Urdaneta de Ferrán/ Problemática social en Venezuela 65 Introducción El título de este trabajo obliga a una selección de los indicadores porque el campo de lo social es extraordinariamente amplio y los que se utilizan para describirlo cubren áreas muy extensas, por no decir dispersas. Debido a esta circunstancia he seleccionado tres áreas y dividido la exposición en las siguientes partes: una visión de conjunto, la educación, la salud y la pobreza. Hay otra circunstancia crucial que debe tomarse en cuenta. Este foro, que es la segunda reunión que versa sobre aspectos regionales, impone la obligación de regionalizar en todo lo posible lo que se diga de la situación social del país, por cuanto el aspecto social está estrechamente ligado a la región que se observa. Todo documento referido a aspectos sociales debería indicar la ubicación regional del fenómeno que comenta, porque hay profundas diferencias entre una región y otra y englobarlas como un todo carece de sentido analítico. El énfasis en el enfoque regional cuando se realizan estudios sociales es necesario y las marcadas diferencias entre las regiones que revelan los resultados que se encuentran en el estudio lo demuestran. Pero este deseo de mostrar en forma cuantitativa los fenómenos sociales por regiones, se encuentra con un fuerte obstáculo: la carencia de estadísticas. Las estadísticas por regiones son todavía mucho más escasas que las nacionales, en parte porque la presentación por entidades regionales eleva sustancialmente los costos de las estadísticas, pero también la escasez de datos regionales refleja la débil demanda efectiva que existe al respecto. Desde luego, a medida que aumenta el interés por los estudios regionales, aumentará la presión por obtener datos para las regiones. Como ya se dijo, los fenómenos sociales abarcan una amplia gama de fenómenos y diferentes autores han reunido distintos aspectos en su análisis. El Banco Mundial en su publicación Indicadores sociales del desarrollo propone la elaboración de «indicadores prioritarios de pobreza», «indicadores suplementarios de pobreza» y «diamantes de desarrollo» (un tipo especial de gráfico). La publicación del Banco Mundial identifica las tendencias que presenta la pobreza en los países, las características sociales y los problemas que acompañan el desarrollo y el grado en que las políticas públicas afectan la pobreza y demás condiciones sociales. La información se divide en grupos: pobreza, indicadores de ingreso, indicadores sociales, recursos humanos, recursos naturales, ingreso, gasto e inversión en capital humano. El grupo de pobreza muestra el porcentaje de la población total por debajo de los niveles de pobreza. Los indicadores sociales comprenden los gastos públicos en 66 Foros 11 • Mayo 2005 servicios sociales básicos, las tasas de inscripción escolar, la mortalidad, mortalidad infantil, las inmunizaciones por diferentes enfermedades, malnutrición infantil, expectativa de vida total y femenina, tasa de fertilidad, tasa de mortalidad materna y, como indicadores suplementarios, gastos en seguridad social, porcentaje de la población económicamente activa cubierto por la seguridad social, acceso a agua potable, acceso a servicios de salud. En los recursos humanos se muestra la tasa de dependencia por edad, el tamaño de la fuerza de trabajo y su distribución por actividades económicas. El grupo de recursos naturales se refiere a la extensión total, la densidad de población por kilómetro cuadrado, tierra agrícola, tierra agrícola bajo riego, la extensión de bosques y su disminución porcentual durante determinados períodos. En el capítulo de ingresos se reseña la participación en el ingreso total del 20 por ciento más elevado y del 40 y 20 por ciento de los ingresos más bajos. Los gastos se presentan por principales renglones de la dieta y, además, gastos en fertilizantes, la parte de la agricultura en el PIB y el tamaño medio de los hogares. La última clasificación de inversión en capital humano da datos sobre población por médico, población por enfermera, población por camas de hospitales y en cuanto a educación, tasa de matriculación, proporción entre el personal de enseñanza y estudiantes en la primaria y secundaria, tasa de repetición en la enseñanza primaria, analfabetismo por sexo y la circulación de periódicos. Como se puede ver, algunos de los renglones propuestos han sido sobrepasados por el desarrollo y diseminación tecnológica, como en el caso de la circulación de periódicos. Hay una obra muy importante sobre este tema de indicadores sociales y es la de Richard Stone (1972), premio Nobel de Economía, quien dedicó buena parte de sus esfuerzos a la creación de un sistema de cuantificación de la situación social de una nación. En el esquema que diseñó hay tres elementos fundamentales. «El primero es el examen de las reservas y movimientos humanos en diferentes esferas de interés social, como la educación, el empleo, la salud, la delincuencia, etc. El segundo es la existencia de un medio para contabilizar los servicios que suele suministrar el Estado en estas esferas, los costos en que se incurre y los recursos que a este fin se destinan. Y el tercero, algún medio para registrar la distribución de estos servicios entre beneficiarios de diversas clases». Aunque han pasado cerca de treinta años desde que Stone propuso este programa de acción para iluminar los aspectos sociales de diferentes regiones, aún hoy queda mucho que hacer para contestar las preguntas que plantea Stone (1972). Los trabajos de Stone se inician en el ámbito académico y luego pasan al terreno institucional de las Naciones Unidas. Su investigación abarca, tanto los aspectos económicos como los sociales que inicialmente, en la etapa académica, forman Lourdes Urdaneta de Ferrán/ Problemática social en Venezuela 67 una sola unidad en la que sistemáticamente unos están insertos en los otros. Pero al pasar a la esfera institucional estos dos aspectos se separan en uno puramente económico y otro social. La orientación económica desemboca en un sistema complejo de cuentas que miden la producción, el ingreso, el ahorro, la formación de capital y las transacciones económicas y financieras entre países, y utiliza como unidad exclusiva de medida la unidad monetaria. Quedan excluidos los fenómenos sociales y demográficos, los que, a petición de la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas, Stone reúne en un sistema paralelo, el SESD, Sistema de Estadísticas Sociales y Demográficas (Naciones Unidas, 1975). La finalidad de este sistema es, en sus propias palabras, ... mostrar qué datos conviene reunir sobre los seres humanos, tanto individualmente como en grupos, y sobre las instituciones con que están relacionados y cómo deben organizarse esos datos para obtener un sistema de información que sea útil para describir, analizar y adoptar políticas en las diferentes esferas de la vida social (p. 19). Como el sistema cubre un amplio espectro de hechos y transacciones, enfatiza la existencia de conexiones. La amplitud del enfoque se evidencia en los temas que cubre, entre los que destacan: • Volumen y crecimiento de la población • Densidad de población urbana y regional • El consumo y su crecimiento • Recursos naturales y medio ambiente • Familias y hogares • Clase, estratificación y movilidad social • Distribución del ingreso, consumo y riqueza • Condiciones de vivienda y barrios • Distribución del tiempo y tiempo libre • Seguridad social y servicios de asistencia social • Estudios • Actividades remuneradas • Salud y atención médica • Seguridad y orden público 68 Foros 11 • Mayo 2005 Sea por la complejidad del sistema sugerido o sea por los muchos intereses afectados, no tuvo el éxito que alcanzó la propuesta que trataba lo económico, hasta el punto de que muchas de las líneas de investigación que planteó, después de 30 años, aún no se han realizado. Más cerca de nosotros, un investigador de la Universidad Católica de Córdoba (Frediani, 1981:161), llevó a cabo una medición del desarrollo económico y social de las provincias argentinas en la que establece una serie de indicadores para representar el nivel social de las provincias. El conjunto se compone de indicadores demográficos (densidad de habitantes por km2, grado de urbanización, o sea, el porcentaje de población que habita en centros urbanos mayores de 2.000 habitantes respecto a la población total y el porcentaje de la población activa sobre la población total). Entre los indicadores del nivel de la actividad económica son de especial interés los préstamos bancarios por habitante y el monto de primas de seguros por habitante. En lo que llama «indicadores de infraestructura económica», se toman en cuenta los kilómetros de caminos pavimentados, el número de usuarios de gas y los aparatos telefónicos por cada 100 habitantes. Para medir la situación habitacional propone medir el hacinamiento y la calidad del parque de viviendas. En cuanto al consumo de población, incluye además de los bienes y servicios que aparecen en el índice de precios del consumidor, también el consumo de cemento y el parque de automóviles por cada 100 habitantes. El autor justifica su investigación en la necesidad de que la autoridad económica nacional debe confeccionar índices de desarrollo provincial y aplicarlos permanentemente en la legislación económica. Omisión Vista la gran variedad de aspectos que puede abarcar el análisis de la problemática social de una región y antes de entrar en la presentación de la información cuantitativa de los aspectos señalados para diferentes regiones de Venezuela, se impone decir algo acerca de la selección de aspectos –algo arbitraria– en esta presentación, y sobre todo la omisión de dos temas que son de gran impacto social. Pero precisamente por esto requiere un análisis profundo que rebasaría el tiempo de este ensayo. En primer lugar, la división de las actividades económicas en un sector formal y otro informal. Ésta es una división que incide profundamente en la vida de la sociedad y que representa un fenómeno económico a la par que social. Lourdes Urdaneta de Ferrán/ Problemática social en Venezuela 69 El otro enfoque que pertenece a este tema y se ha omitido es el de la distribución del ingreso. De hecho, es el que engloba los otros renglones específicos y que aclara muchas de las circunstancias presentes en las áreas específicas como salud, educación y nivel de vida. Advertencia: juicios de valor Pasamos ahora a hablar de números y sus clasificaciones. Pero antes una advertencia. Tenemos que tener presente que todas estas mediciones se fundamentan en juicios de valor; ningún tipo de medición es absolutamente «mejor» que otro, sólo que los juicios de valor difieren de uno y otro. Todos tienen subyacentes juicios de valor y lo que el analista debe hacer es señalarlos expresamente. Esto adquiere una dimensión adicional cuando se trata de comparaciones en el tiempo. No se pueden evitar juicios de valor en los intentos de apreciar los cambios en términos de mejoras y desmejoras. Supongamos que una mejora, en algún sentido, de un grupo específico dentro de la población total se puede considerar como algo positivo. Pero si el grupo que ha mejorado era uno que ya anteriormente era privilegiado, y tenía una posición mejor que los demás, esta mejora tiene la contrapartida de que la posición relativa de los demás ha empeorado aun cuando su situación absoluta no ha sufrido cambios. Evidentemente que la apreciación del cambio descrito será diferente según uno u otro juicio de valor. Por ende, el papel del analista es el de examinar las implicaciones de adoptar diferentes juicios de valor. Se trata, entonces, de explicar los diferentes juicios de valor y señalar sus implicaciones para diferentes situaciones. Por ejemplo: un cambio en la asistencia a la escuela en el sentido de que más niños acuden a la escuela, generalmente se considera como algo favorable y deseable. Aquí, todos estaremos de acuerdo al respecto, sin embargo, hay un movimiento en Estados Unidos que, fundándose en su filosofía individualista, propugna el que los niños no deben frecuentar una escuela, sino recibir educación en su propio hogar. Este movimiento ha recibido apoyo del Estado, previendo un pago por parte de una rama del Estado a las familias que deciden no enviar sus hijos a la escuela, sino educarlos en el seno de la familia. Algo similar en el caso de las tasas de actividad económica. Para ciertos juicios de valor, altas tasas de participación en la actividad económica, si absorben al padre y a la madre de una familia, tienen sus aspectos negativos. En otros casos, el juicio de valor no aparece con claridad, sino está disimulado en las raíces de una agrupación o clasificación. Si se presenta un total que contiene subgrupos significativos desde algún punto de vista, sin presentar al mismo tiempo la importancia de estos subgrupos, se está aplicando un juicio de valor, o sea, se 70 Foros 11 • Mayo 2005 considera estos subgrupos sin importancia para el análisis. Los datos que se presentan subsumen los correspondientes a los subgrupos que quedan así invisibles para el análisis. Aquí habría que mencionar la ausencia de datos divididos por sexo y, lo que se señaló antes como de mucha significación, la presentación de totales nacionales sin presentar los datos regionales. Los fenómenos aludidos surgen debido a la circunstancia de que su contenido tiene una estrecha relación con los deseos y preferencias del investigador. Sólo cuando se conoce la finalidad de un esfuerzo analítico, se sabrá cuál de las muchas relaciones económicas y sociales que existen en la realidad hay que elegir y privilegiar. La finalidad, o sea, la aplicación, deviene el principio guía de la investigación e interpretación. Sólo cuando sabemos para qué investigamos, sabemos qué es lo que debemos investigar. Indicadores para Venezuela Se seleccionaron 17 indicadores, sin embargo, si se tratara de un estudio de una región o estado, deberían añadirse otros indicadores, por ejemplo, los que indican la infraestructura disponible, como cloacas, agua potable, número de camas de hospital, número de médicos y enfermeras por habitante, número de planteles escolares. En todos los casos se indica el promedio nacional, lo que permite ver la situación relativa de cada entidad federal. Un resultado común a los diferentes indicadores parece señalar que no se hace evidente la correlación que cabe esperarse entre indicadores sociales y económicos. Parte de la explicación puede ser que las estadísticas administrativas sean incompletas, tengan subregistros. También es un reflejo del gasto social del Estado. Las diferencias entre los estados son muy marcadas; no se observa que se acumulen alrededor del promedio, es decir, hay dispersión, lo que significa que el promedio nacional no es representativo para cada estado. Lourdes Urdaneta de Ferrán/ Problemática social en Venezuela 71 * Educación En lo referente a educación se seleccionaron 3 indicadores: Gráfico 1 Porcentaje de personas entre 6 y 18 años que no asisten a la escuela según entidad federal (años 2002-2003) 35 30 25 15 10 Miranda Portuguesa Delta Amacuro Apure Carabobo Zulia Lara (1) Bolívar Guárico Cojedes Sucre Venezuela Yaracuy Táchira Nueva Esparta Dtto. Capital Mérida Aragua Vargas Anzoátegui Falcón Trujillo Barinas Monagas Amazonas 5 Este indicador refleja una fuerte dispersión; el porcentaje va de 11 por ciento a 33 por ciento, siendo el promedio nacional de 25 por ciento. El ordenamiento de los estados no parece tener relación con la situación económica. Las fuentes de información son el Ministerio de Educación y las proyecciones del Censo de Población. Gráfico 2 Tasa de deserción en educación básica según entidad federal (años 2001-2002) 18 15 13 10 8 5 3 Guárico Dtto. Capital Lara (1) Apure Delta Amacuro Portuguesa Cojedes Trujillo Bolívar Monagas Venezuela Sucre Barinas Táchira Miranda Anzoátegui Zulia Falcón Aragua Nueva Esparta Amazonas Carabobo Mérida Vargas Yaracuy 0 Foros 11 • Mayo 2005 72 Este indicador refleja el número de alumnos que abandonó la educación básica en relación con la matrícula registrada el período 2001-02. La dispersión va de 3,5 por ciento a 16,5 por ciento, siendo el promedio de 68 por ciento. Es de notar que el estado Guárico parece una excepción; si no se le toma en cuenta, las tasas van de 3,5 a 10,5 por ciento. En un análisis detallado de una entidad habría que averiguar las causas, probablemente son diferentes de una región a otra. La fuente de información es el Ministerio de Educación. Gráfico 3 Años de escolaridad promedio de la población mayor de 15 años según entidad federal (2° semestre 2002) 10,0 9,5 9,0 8,5 8,0 7,5 Apure Trujillo Sucre Portuguesa Barinas Guárico Amazonas Lara Yaracuy Cojedes Monagas Falcón Táchira Zulia Mérida Venezuela Vargas Delta Amacuro Aragua Nueva Esparta Bolívar Anzoátegui Miranda Carabobo Dtto. Capital 7,0 Al estudiar una entidad en particular, este indicador debería complementarse con una distribución de la población según el nivel educativo alcanzado. El número de años va de 7 a 9,8. El promedio es de 8,4 años. La fuente de información es la Encuesta de hogares del INE (2° semestre 2002). • Salud En lo referente a salud, se seleccionaron 5 indicadores. La fuente de información es la Dirección de Información Social y Estadísticas. Registros de Estadísticas Vitales, MSDS. Lourdes Urdaneta de Ferrán/ Problemática social en Venezuela 73 Gráfico 4 Tasa por mil nacimientos vivos en madres menores de 20 años según residencia habitual de la madre (año 2002) 100 80 60 40 20 Apure Portuguesa Bolívar Barinas Guárico Cojedes Monagas Amazonas Yaracuy Anzoátegui Lara Mérida Delta Amacuro Zulia Nueva Esparta Trujillo Carabobo Táchira Venezuela Sucre Aragua Vargas Miranda Falcón Dtto. Capital 0 Refleja este indicador la relación entre el número de nacimientos vivos en madres menores de 20 años por cada 1.000 mujeres entre 12 y 19 años de edad, según la residencia habitual de la madre. La diferencia es grande, de 23 por 1.000 en Falcón a 91 por 1.000 en Apure. El promedio nacional es de 58 por 1.000. Gráfico 5 Tasas de morbilidad por enfermedades diarreicas en niños hasta de 4 años. Índices (año 2002) 180 160 140 120 100 80 60 40 Cojedes Amazonas Guárico Monagas Falcón Delta Amacuro Zulia Bolívar Trujillo Anzoátegui Vargas Yaracuy Nueva Esparta Lara Aragua Venezuela Dtto. Capital Apure Mérida Portuguesa Carabobo Barinas Miranda Sucre Táchira 20 Foros 11 • Mayo 2005 74 Se representó el indicador en forma de índice, promedio nacional igual a 100. Refleja una alta dispersión entre los estados. Éste es un indicador en el cual los subregistros pueden ser importantes. Gráfico 6 Tasa de mortalidad por enfermedades diarreicas (EDA) en niños menores de 5 años (por cada100.000 niños) Amazonas Zulia Delta Amacuro Trujillo Barinas Monagas Apure Bolívar Mérida Lara Venezuela Táchira Guárico Yaracuy Carabobo Miranda Falcón Dtto. Capital Cajedes Sucre Vargas Anzoátegui Aragua Nueva Esparta 160 140 120 100 80 60 40 20 0 Este indicador refleja las muertes por diarreas de niños menores de 5 años (c/100.000). Va de 9 en Aragua a 76 en el Zulia y es aún mayor en Delta Amacuro y Amazonas. Gráfico 7 Tasa de mortalidad en niños de 0 a 4 años 35 30 25 20 15 10 5 Bolívar Delta Amacuro Monagas Zulia Táchira Lara Amazonas Mérida Trujillo Yaracuy Apure Portuguesa Venezuela Dtto. Capital Carabobo Barinas Cojedes Guárico Aragua Miranda Nueva Esparta Sucre Falcón Vargas Anzoátegui 0 Lourdes Urdaneta de Ferrán/ Problemática social en Venezuela 75 Este indicador mide el número de muertes de niños menores de 5 años en relación con los nacimientos (c/1.000). Aunque la variabilidad va de 6 a 32, más de la mitad de los estados están entre 20 y 25; sólo 6 estados se alejan de este intervalo. Gráfico 8 Tasa de mortalidad materna 35 30 25 20 15 Bolívar Delta Amacuro Táchira Monagas Lara Zulia Amazonas Trujillo Mérida Apure Yaracuy Portuguesa Venezuela Dtto. Capital Barinas Carabobo Cojedes Aragua Guárico Miranda Sucre Nueva Esparta Falcón Vargas Anzoátegui 10 5 0 Este indicador refleja el número de muertes posparto por cada cien mil nacimientos vivos. La mayoría de los estados están entre 20 y 30/100.000. • Desempleo Se utilizó la tasa de desempleo por entidades regionales estimada a partir de la Encuesta de hogares del INE, 2° semestre de 2003. El promedio nacional es de 15 por ciento. Las entidades se dividen por igual por sobre y debajo del promedio. El máximo es 22 por ciento y el mínimo 8 por ciento. Gráfico 9 Desempleo 25 20 15 10 5 Sucre Anzoátegui Carabobo Zulia Yaracuy Barinas Bolívar Monagas Falcón Vargas Aragua Dtto. Capital Cojedes Venezuela Nueva Esparta Lara Trujillo Táchira Miranda Guárico Apure Amazonas Portuguesa Mérida Delta Amacuro 0 76 Foros 11 • Mayo 2005 • Pobreza Los indicadores de pobreza se tomaron de la publicación Índice de pobreza, 2003 del INE. Las definiciones de los conceptos presentados en los cuadros son: INCIDENCIA: porcentaje de hogares pobres. Se mide en relación con la línea de pobreza. LÍNEA DE POBREZA: se estima en relación con el ingreso necesario para cubrir las necesidades de las personas de un hogar. Se utiliza el ingreso per cápita del hogar. La información básica son las necesidades nutricionales de una persona. Se mide por canastas familiares. El valor de la canasta es muy importante en la determinación del número de pobres. BRECHA: distancia promedio de los hogares pobres a la línea de pobreza. Indica la profundidad de la pobreza. SEVERIDAD: pondera con mayor importancia a los hogares en pobreza extrema. El cuadro 1 refleja la situación de los estados ordenados según la incidencia de la pobreza para el 2° semestre de 2002. La fuente original es la Encuesta de hogares. La variabilidad es alta, va de 19 por ciento en el Dtto. Capital a 70 por ciento en Barinas. Sólo 7 estados están por debajo del promedio. Hay que tomar en consideración que el dato de ingresos se toma de la Encuesta de hogares, la cual está dirigida a medir el nivel del empleo y sus características, y que la pregunta sobre ingresos es secundaria. Se comprueba una fuerte subestimación en los ingresos declarados, sin embargo, es de esperar que los ingresos bajos que reportan los pobres no contengan el mismo grado de subestimación. Es posible que en el subregistro incida la no declaración de ingresos casuales y transferencias entre hogares, pero lo que más incide es que no se incluyen los ingresos en especie e imputados, sobre todo estos últimos. Los ingresos en especie afectan especialmente a los estados agrícolas. El ingreso imputado se refiere al alquiler de la casa propia. Este rubro afecta el cálculo de la pobreza total, no la pobreza crítica, puesto que no es posible comprar alimentos con este ingreso imputado. Si se observa la ordenación de los estados de acuerdo con la pobreza crítica o extrema (cuadro 2), se obtiene una escala diferente. Ocho estados cambian su posición en dos más puestos: Vargas, Mérida, Trujillo y Lara pasan a mejores posiciones relativas, mientras que Delta Amacuro, Monagas, Bolívar y Apure empeoran su posición. Lourdes Urdaneta de Ferrán/ Problemática social en Venezuela Cuadro 1 Indicadores de pobreza según entidades federales % 2do. semestre 2002 Incidencia Pobreza extrema Nacional 48,6 21,0 Dtto. Capital 29,2 8,3 Miranda 34,9 12,3 Anzoátegui 35,1 14,0 Vargas 35,1 11,7 Nva. Esparta 40,7 15,3 Delta Amacuro 48,1 20,1 Aragua 48,3 15,9 Carabobo 48,9 19,3 Monagas 49,0 21,7 Zulia 50,1 21,5 Bolívar 50,4 23,2 Mérida 50,7 19,7 Falcón 52,4 24,5 Táchira 54,9 25,1 Trujillo 55,3 23,0 Cojedes 58,2 28,5 Guárico 58,8 29,0 Portuguesa 59,8 28,8 Yaracuy 61,2 30,3 Apure 62,2 37,2 Amazonas 62,6 35,4 Sucre 62,6 33,3 Lara 63,0 30,1 Barinas 69,5 43,3 77 Brecha 21,6 10,3 14,1 14,5 14,0 17,4 21,2 19,1 20,6 21,6 22,2 23,8 20,8 24,5 24,7 23,4 28,8 28,4 28,3 29,7 33,4 33,6 31,2 29,6 39,1 Severidad 12,9 5,3 8,1 8,4 8,2 10,4 12,6 10,6 11,8 12,7 13,0 15,0 11,5 14,9 14,3 12,8 18,2 17,6 17,2 18,7 21,9 22,6 19,7 17,9 26,8 Foros 11 • Mayo 2005 78 Cuadro 2 Incidencia de la pobreza extrema Entidad Nacional Dtto. Capital Miranda Anzoátegui Vargas Nva. Esparta Delta Amacuro Aragua Carabobo Monagas Zulia Bolívar Mérida Falcón Táchira Trujillo Cojedes Guárico Portuguesa Yaracuy Apure Amazonas Sucre Lara Barinas Incidencia 48,6 29,2 34,9 35,1 35,1 40,7 48,1 48,3 48,9 49,0 50,1 50,4 57,7 52,4 54,9 55,3 58,2 58,8 59,8 61,2 62,2 62,6 62,6 63,0 69,5 Entidad Nacional Dtto. Capital Vargas Miranda Anzoátegui Nva. Esparta Aragua Carabobo Mérida Delta Amacuro Zulia Monagas Trujillo Bolívar Falcón Táchira Cojedes Portuguesa Guárico Lara Yaracuy Sucre Amazonas Apure Barinas Pobreza extrema 21,0 8,3 11,7 12,3 14,0 15,3 15,9 19,3 19,7 20,1 21,5 21,7 23,0 23,2 24,5 25,1 28,5 28,8 29,0 30,1 30,3 33,3 35,4 37,2 43,3 * Índice de desarrollo humano Este índice es la proposición del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para sustituir el ingreso per cápita como indicador del desarrollo de un país. Refleja la expectativa de vida, la capacidad educativa y la disponibilidad de recursos para disfrutar de un estándar de vida decente. Aun cuando en este Lourdes Urdaneta de Ferrán/ Problemática social en Venezuela 79 sentido este índice es un avance, todavía no refleja las diferencias al interior de cada entidad, es decir, la distribución de la educación, la salud y el ingreso. En 1997, Hicks propuso un ajuste a la metodología. En México se ha hecho un cambio a la metodología recomendada originalmente por el PNUD para incluir este factor en el índice, y los resultados muestran el efecto de la concentración de la distribución sobre la situación relativa de las entidades regionales. Los datos que aquí se presentan se tomaron de la publicación del INE, Índice y entorno del desarrollo humano en Venezuela. Para el momento de elaborar este trabajo, el INE tiene en imprenta una nueva publicación sobre el índice estadal de nivel de vida, en el cual aplica una metodología ajustada a Venezuela con datos de la Encuesta de hogares. Componentes del IDH ESPERANZA DE VIDA. Refleja las condiciones de salud. Puede ser sustituida por la tasa de supervivencia infantil. LOGRO EDUCATIVO Tasa de alfabetismo. Inicialmente era el único componente del logro educativo. Matrícula combinada. Es la matrícula en educación básica, media y superior. Refleja el porcentaje de jóvenes en edad escolar (6 a 23 años) que están dentro del sistema. Indica la formación de capital humano. INGRESO PER CÁPITA. Para cada estado se estima en unidades PPA (paridades de poder adquisitivo) para hacerlo comparable en el espacio y el tiempo. Los resultados se presentan en el gráfico 9. Las barras separan los grupos según que su IDH sea alto, mediano alto, mediano medio y mediano bajo. Sólo un tercio de los estados está sobre el promedio nacional. Gráfico 10 Ingreso per cápita 1,00 0,90 0,80 0,70 0,60 0,50 Delta Amacuro Apure Amazonas Barinas Guárico Portuguesa Sucre Trujillo Cojedes Yaracuy Mérida Táchira Monagas Lara Falcón Zulia Nacional Bolívar Carabobo Aragua Anzoátegui Miranda Nueva Esparta Dtto. Capital 0,40 Foros 11 • Mayo 2005 80 Cuando se compara la ordenación relativa por expectativa de vida y por logro educativo (cuadro 3), se observa que apenas 7 estados mantienen su posición o sólo la varían en un puesto. Si se hace la misma comparación entre el logro educativo e ingreso se observa la misma situación, pero al comparar el ordenamiento por ingreso y el del IDH total apenas hay cambios. Cuadro 3 Incidencia de esperanza de vida, logro educativo e ingreso Dtto. Capital 74,19 Miranda 73,65 Nva. Esparta 73,42 Nacional 73,34 Aragua 73,17 Lara 72,41 Bolívar 71,97 Carabobo 71,82 Anzoátegui 71,71 Falcón 71,45 Guárico 71,04 Mérida 70,93 Zulia 70,89 Monagas 70,57 Portuguesa 70,25 Táchira 69,79 Sucre 69,71 Yaracuy 69,68 Trujillo 69,54 Apure 68,54 Barinas 68,52 Cojedes 68,30 Amazonas 65,51 Delta Amacuro 64,67 Dtto. Capital Lara Anzoátegui Monagas Aragua Carabobo Táchira Bolívar Nva. Esparta Nacional Falcón Miranda Mérida Zulia Barinas Trujillo Yaracuy Cojedes Sucre Guárico Amazonas Portuguesa Apure Delta Amacuro 0,9159 0,8495 0,8405 0,8374 0,8362 0,8327 0,8295 0,8290 0,8216 0,8197 0,8194 0,8078 0,8075 0,8070 0,8033 0,7839 0,7791 0,7773 0,7772 0,7747 0,7705 0,7435 0,7319 0,6915 Dtto. Capital Miranda Nva. Esparta Aragua Bolívar Anzoátegui Carabobo Nacional Zulia Cojedes Falcón Lara Mérida Táchira Monagas Yaracuy Sucre Trujillo Portuguesa Apure Barinas Guárico Delta Amacuro Amazonas 0,9605 0,8873 0,7136 0,7000 0,6856 0,6843 0,6818 0,6320 0,6263 0,5475 0,5422 0,5243 0,5063 0,5019 0,4835 0,4257 0,4242 0,3819 0,3755 0,3627 0,3437 0,3269 0,2731 0,2572 Lourdes Urdaneta de Ferrán/ Problemática social en Venezuela 81 Los pocos cambios de posición relativa al utilizar el ingreso per cápita o el IDH reflejan lo que se podía esperar: que el ingreso es el elemento que pesa más en el índice de desarrollo humano. Sin embargo, la siguiente comparación entre la incidencia de la pobreza y el IDH da resultados que sorprenden, pues se podría esperar que entre ambos indicadores existiese una fuerte correlación, pero ése no es el caso, según los datos aquí utilizados. Esta situación obliga a plantearse una revisión del uso de ciertos indicadores para expresar la situación social de una comunidad. • Síntesis Jerarquización de las entidades según el análisis de los componentes principales El análisis anterior se hizo utilizando separadamente los indicadores que se resumen a continuación. Se presenta ahora un análisis de conjunto utilizando el análisis de los componentes principales. Se intentó inicialmente con todos (17) los indicadores, pero el resultado indicó que entre algunos no había alta correlación y por eso se utilizaron finalmente en el análisis 10 de ellos. 1. Morbilidad por enfermedades diarreicas agudas (EDA) en niños menores de 5 años 2. Mortalidad infantil 3. Mortalidad materna 4. Mortalidad por insuficiencia respiratoria aguda (IRA) en niños menores de 5 años 5. Repitencia en escuela básica 6. Porcentaje de niños menores de 18 años que no están matriculados en institutos educativos 7. Deserción en escuela básica 8. Nacimientos en madres menores de 20 años 9. Mortalidad por EDA en niños menores de 5 años 10. Mortalidad en niños menores de 5 años 11. Años de estudio 12. Porcentaje de hogares bajo la línea de pobreza 13. Porcentaje de hogares en pobreza extrema 14. Esperanza de vida 23,23 Mortalidad <5 30,58 25,14 18,48 28,83 18,43 41,49 17,14 45,32 Mérida Miranda Monagas 20,08 34,40 Zulia 14,45 34,54 39,77 Vargas 35,12 39,68 Táchira Trujillo Yaracuy 25,13 34,62 Sucre 26,60 24,25 27,95 18,07 23,39 34,58 48,19 N. Esparta Portuguesa 26,37 45,81 14,52 38,42 15,12 Falcón 22,15 20,80 Guárico 29,86 D. Amacuro 21,49 31,94 Lara 33,09 41,87 Carabobo Cojedes 46,99 43,80 Barinas 7,0 8,5 28,29 76,46 23,35 13,39 66,08 27,07 12,96 46,82 9,11 65,83 21,47 38,99 32,33 8,2 7,6 8,7 7,2 7,9 7,3 7,2 8,8 7,8 9,2 8,1 7,7 7,3 8,0 115,92 18,75 7,7 9,1 9,1 7,4 8,8 17,65 25,45 47,71 57,91 8,93 45,17 50,1 61,2 35,1 55,3 54,9 62,6 59,8 40,7 49,0 34,9 50,7 63,0 58,8 52,4 48,1 58,2 48,9 50,4 69,5 48,3 62,2 35,1 62,6 29,2 Pobreza 21,5 30,3 11,7 23,0 70,89 69,68 69,54 69,79 69,71 33,3 25,1 70,25 73,42 70,57 73,65 70,93 72,41 71,04 71,45 64,67 68,30 71,82 71,97 68,52 73,17 68,54 71,71 65,51 74,19 Esperanza de vida 28,8 15,3 21,7 12,3 19,7 30,1 29,0 24,5 20,1 28,5 19,3 23,2 43,3 15,9 37,2 14,0 35,4 8,3 Pobreza externa 0,807 0,779 0,784 0,830 0,777 0,744 0,822 0,837 0,808 0,808 0,850 0,775 0,819 0,692 0,777 0,833 0,829 0,803 0,836 0,732 0,841 0,770 0,916 Logro educativo 0,626 0,426 0,382 0,502 0,424 0,376 0,714 0,483 0,887 0,506 0,524 0,327 0,542 0,273 0,547 0,682 0,686 0,344 0,700 0,363 0,684 0,257 0,961 Ingreso 18,8 19,1 18,5 15,0 13,1 21,5 11,2 15,6 18,7 13,0 8,0 15,6 12,4 18,4 10,6 17,5 19,3 18,7 18,8 17,7 11,8 22,1 11,7 18,1 Tasa de desempleo 1 1 1 1 1 1 6 3 1 1 1 2 1 2 2 1 1 1 1 2do. 19,95 8,8 7,5 9,8 Años de estudio 1 1 3ro. Bolívar 43,07 33,61 Apure Aragua 9,39 159,36 21,18 Edad<5 1 2 1 1 1 1 1 2 último 25,56 24,22 S Nacimientos mujeres <20 5,99 E 42,89 D Anzoátegui A 21,45 ID 45,65 T Amazonas N Dtto. Capital E 82 Foros 11 • Mayo 2005 15. Logro educativo Lourdes Urdaneta de Ferrán/ Problemática social en Venezuela 83 16. Ingreso 17. Tasa de desempleo El cuadro 4 refleja las posiciones de las entidades en los cuatro cuadrantes. El Dtto. Capital y los estados Vargas, Miranda y Anzoátegui muestran la mejor posición de conjunto, mientras que Delta Amacuro, Amazonas, Barinas, Sucre y Apure están en la situación opuesta. Cuadro 4 De los componentes principales Ingreso cambios Dtto. Capital Miranda Nva. Esparta Aragua Bolívar Anzoátegui Carabobo Nacional Zulia Cojedes Falcón Lara Mérida Táchira Monagas Yaracuy Sucre Trujillo Portuguesa Apure Barinas Guárico Delta Amacuro Amazonas IDH Dtto. Capital Miranda Nva. Esparta Aragua Anzoátegui Bolívar Carabobo Zulia Nacional Lara Falcón Monagas Mérida Táchira Cojedes Yaracuy Sucre Trujillo Portuguesa Barinas Guárico Apure Amazonas Delta Amacuro Pobreza cambios Dtto. Capital Miranda Anzoátegui Nva. Esparta Delta Amacuro Aragua Carabobo Monagas Zulia Bolívar Mérida Falcón Táchira Trujillo Cojedes Guárico Portuguesa Yaracuy Apure Amazonas Sucre Lara Barinas IDH Dtto. Capital Miranda Nva. Esparta Aragua Anzoátegui Bolívar Carabobo Zulia Lara Falcón Monagas Mérida Táchira Cojedes Yaracuy Sucre Trujillo Portuguesa Barinas Guárico Apure Amazonas Delta Amacuro Foros 11 • Mayo 2005 84 Referencias bibliográficas FREDIANI, R.O. (1981). “Medición del desarrollo económico y social de las provincias argentinas”, en La distribución del ingreso, Buenos Aires, Oducal. HICKS, D. (1997). “The inequality-adjusted human development index: a constructive proposal”, World Development, 25:1283-1298. INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA-INE (2002). Índice y entorno del desarrollo humano en Venezuela, Caracas, Venezuela. (2003). Índice de pobreza, Caracas, Venezuela, INE. (2003). Reporte social, Caracas, Venezuela, INE. (2003). Proyecciones del censo de población, Caracas, Venezuela, INE. MINISTERIO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTES (2003). “Anuarios estadísticos”, Caracas, Venezuela. MINISTERIO DE SALUD Y DESARROLLO SOCIAL. DIRECCIÓN DE INFORMACIÓN SOCIAL Y ESTADÍSTICAS-REGISTROS DE ESTADÍSTICAS VITALES, (2004). Estadísticas vitales: mortalidad y natalidad. Caracas, Venezuela. NACIONES UNIDAS (1975). “Hacia un Sistema de Estadísticas Sociales y Demográficas”. Serie F. N° 18. STONE, R. (1972). “Un sistema de matrices sociales. Grupo de trabajo sobre sistema de estadísticas demográficas y sociales”, Santiago de Chile, Cemla. WORLD BANK (1996). Social indicators of development, Baltimore, Johns Hopkins University Press. Foros 11 •Mayo 2005 • pp. 85-102 • ISSN: 1690-4885 Descentralización, empresariado y economía territorial Mascareño Quintana Carlos Mascareño Quintana* Resumen El presente artículo aborda el tema de la relación entre los empresarios territoriales y las políticas públicas de descentralización. En este sentido, el empresariado y sus gremios entran en contacto con las estructuras de gobierno regional o local para tratar de participar en el diseño de las políticas que les compete. Así, se analizan las políticas regionales venezolanas de los años sesenta y setenta, para desembocar en el estudio de la actual política de descentralización. Al respecto, se hace un balance de su impacto en el espacio de la economía territorial para, a partir de sus deficiencias, proponer un conjunto de retos a la luz de los nuevos postulados del desarrollo territorial sistémico. Palabras clave: Descentralización / Empresariado / Desarrollo económico Clasificación JEL: R58 Abstract This paper examines the relationship between territorial entrepreneurs and public decentralization policies. Members of the business community come into contact with regional or local government, and attempt to participate in the design of policies that concern them. The regional Venezuelan policies of the 60’s and 70’s are analyzed as is the current decentralization policy. The impact of decentralization policies on regional economies is examined, with the aim of * Investigador-docente del Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes) de la Universidad Central de Venezuela, categoría de Asociado. Doctor en Estudios del Desarrollo, Máster en Planificación, Ingeniero Industrial. Docente de postgrado. Correo electrónico: mascaren@cantv.net Foros 11 • Mayo 2005 86 developing –on the basis of their shortcomings– a set of challenges in accordance with the new postulate of systemic territorial development. Key words: Decentralization / Business community / Economic development JEL classification: R58 Resumo Este artigo trata o tema da relação entre os empresários territoriais e as políticas públicas de descentralização. Nesse sentido, o empresariado e seus grêmios estão em contato com as estruturas do governo regional ou local tentando participar do esboço das políticas que lhes compete. Para isso são analisadas as políticas regionais venezuelanas dos anos sessenta e setenta a fim de poder chegar ao estudo da atual política de descentralização. Para atingir este objetivo foi feito um balanço de seu impacto sobre o espaço da economia territorial para a partir de suas deficiências propor um conjunto de desafios à luz dos novos postulados do desenvolvimento sistêmico. Palavras chave: Descentralização / Empresariado / Desenvolvimento econômico Classificação JEL: R58 Résumé Cet article aborde la question des rapports entre le patronnat régional et les politiques publiques de décentralisation. Dans ce sens, le patronnat et ses multiples organisations entrent en contact avec les structures du gouvernement régional ou local dans l’intention de participer à la mise au point des politiques qui les concernent. Les politiques régionales vénézuéliennes appliquées pendant les années soixante et soixante-dix sont analysées ici, pour passer ensuite à l’étude de la politique actuelle de décentralisation. Un bilan est dressé pour ce qui est de leurs effets sur l’espace de l’économie régionale, dans le but de proposer, à partir de leurs insuffisances, un ensemble de défis à relever dans le cadre des nouveaux postulats pour le développement territorial systémique. Mots-clefs: Décentralisation / Patronat / Développement economique Classification JEL: R58 Carlos Mascareño Quintana / Descentralización, empresariado... 87 Introducción La relación entre el empresariado y las políticas públicas ha sido un tema constante en el análisis de desarrollo económico nacional. Sin embargo, la dimensión territorial de esta relación ocupa poco espacio en la literatura de las políticas económicas. Este documento, elaborado a partir de una conferencia dictada en el II Seminario de Investigaciones del BCV sobre “Desarrollo Económico Regional”, realizado en la subsede de Maracaibo los días 22 y 23 de julio de 2004, aborda la discusión acerca de la relación entre las políticas públicas territoriales (desconcentración, regionalización y descentralización) y el comportamiento de las organizaciones empresariales que hacen vida en la provincia venezolana. Luego de la decadencia de las teorías del desarrollo regional espacialistas a principios de los ochenta, el empresariado cifró sus esperanzas en el proceso de descentralización iniciado a finales de esa misma década. A pesar de que dicho proceso ofrecía incentivos para un nuevo tipo de relación, más cercana y efectiva, los resultados son menores en comparación con las expectativas iniciales. Este trabajo advierte, en consecuencia, sobre la necesidad de replantear las políticas territoriales hacia el empresariado, las cuales deberán impulsar enfoques donde la innovación y el conocimiento pertinente sean elementos centrales en la relación entre el Estado y el empresariado. El artículo ha sido estructurado de la siguiente manera: en primer lugar se define la idea de empresariado territorial y su relación con los procesos de desarrollo. Un segundo punto trabaja las políticas públicas nacionales y el empresariado. Posteriormente, se discute sobre las políticas territoriales en el marco del desarrollo regional venezolano para, luego, en el cuarto y quinto aparte abordar el balance de la descentralización contemporánea en función del desempeño empresarial. Un sexto aspecto se refiere a las bases conceptuales del desarrollo territorial sistémico y, finalmente, se presentan algunos lineamientos sobre el futuro de la descentralización y la economía del territorio. El autor agradece al Banco Central de Venezuela la invitación que le fuera cursada para participar como conferencista en el evento referido, a partir del cual fue posible organizar las ideas de este artículo que, como se verá, son notas para una reflexión más profunda. El tema del desarrollo territorial y el papel de los actores económicos, insisto, es poco trabajado en el país, por no afirmar que es inexistente. Esperamos que con las ideas acá expuestas, pueda incentivarse una futura discusión. 1. La dimensión territorial del actor empresarial Independientemente de la estructura o forma que adopte el Estado, la actividad económica posee una expresión territorial. En la expresión más clásica del análisis económico siempre ha estado presente el factor “localización” para decidir dónde 88 Foros 11 • Mayo 2005 establecer una unidad económica. En ello influyen factores, tales como la existencia de materias primas, el atractivo de un mercado, la conexión con mercados externos, el costo de otros factores de producción, la disponibilidad de tecnologías, la oferta de mano de obra o una combinación de todos ellos. Esta localización de actividades económicas es realizada por individuos que “emprenden” su promoción y ejecución. Esos individuos, en su accionar sobre un determinado territorio, van estableciendo relaciones con otros individuos de la economía y así se van construyendo las redes económicas que hacen crecer a una determinada ciudad, municipio o provincia, en el marco del desarrollo nacional. Ante el desdibujamiento de la relación de las empresas con el sitio de localización producto de los flujos globales de capitales, surgen visiones que reivindican los circuitos económicos, ya no sólo con el origen nacional, sino con el origen territorial en unidades menores a la nación, es decir, recortes subnacionales que se convierten en identidades locales. Así, es común escuchar que California es la “quinta economía” del mundo”, o que San Francisco es una economía con un producto similar a Hong Kong, o que la región Emilia-Romaña de Italia es una economía desarrollada que compite con otras economías mundiales y, así, amplias alusiones a la idea de “economías” atadas a territorios que no son estados nacionales, sino que se identifican con grupos, colectivos o imágenes territoriales. En este marco, los “localismos” en el análisis económico tienen raíces históricas que, como en el caso italiano, pueden remontarse al Renacimiento (IICE, 1989). Sin embargo, en las últimas tres décadas, ante las tensiones que la globalización genera en términos de des-identidades, aparecen con nitidez las reivindicaciones de lo específico económico en regiones, provincias, municipios o ciudades. Los individuos que actúan con base en una racionalidad económica local, además de sus intereses y visiones nacionales y globales, vamos a denominarlos, de manera genérica, como empresarios territoriales. Esa racionalidad local-territorial del individuo-empresario, que se encuentra en el origen mismo de las actividades económicas, se fortalece por la vía de los gremios económicos que tienden agrupar todas aquellas unidades productivas que buscan canalizar sus reivindicaciones ante el Estado, a la vez que logran valor agregado al pertenecer a un espacio propicio para los negocios y el intercambio de experiencias. La dimensión territorial del actor empresarial se ve reforzada, pues, a través del papel de los gremios que en diferentes sectores de la economía hacen vida en ciudades, municipios o provincias. En Venezuela la existencia de gremios-actores territoriales data del siglo XIX. Por ejemplo, la Cámara de Comercio de la ciudad de Carúpano fue fundada en el año 1896. Se trata de una tradición asociativa que impulsa a los individuos empresariales a compartir corporativamente intereses y buscar vías de solución a problemas comunes. Carlos Mascareño Quintana / Descentralización, empresariado... 89 En la medida en que la economía se ha diversificado, han proliferado organizaciones empresariales en todas las entidades federales de Venezuela y en los más diversos ámbitos de actuación. Ya no sólo se pueden registrar las más tradicionales cámaras de Comercio, sino que es posible encontrar asociaciones de industriales, pequeños y grandes, de turismo, de artesanía, de pescadores y, así, una gama importante de espacios asociativos que dan cuenta de la riqueza gremial y organizativa que define la dimensión territorial del actor empresarial. 2. El empresariado territorial y las políticas públicas nacionales Ciertamente, la principal conexión del empresariado territorial con el Estado ha sido a través de las políticas públicas nacionales. En la tradición del modelo centralista asociado al Estado-nación moderno, la economía es una esfera regulada por las políticas que generan las normas de cumplimiento general. Podemos mencionar como las principales, por su impacto sobre las unidades económicas, la política que rige el sistema fiscal y de hacienda pública de un país. También es fundamental la política monetaria que incide en la circulación de la moneda y la mayor o menor disponibilidad de la misma en manos del público. Es crucial también para la regulación de la economía, la política financiera-crediticia que rige las tasas de interés. Históricamente, también el Estado nacional, en el marco del modelo de sustitución de importaciones, adelantó una política de fomento a la producción a través de instancias de gran impacto como fue la Corporación Venezolana de Fomento, ente creado en el año 1946 y que prolongó su vigencia hasta los años ochenta. Ante ellas, el actor territorial poco o nada puede hacer, toda vez que las negociaciones de los contenidos de política pertenecen al espacio nacional. Allí, son los gremios nacionales que agrupan al colectivo empresarial, quienes, como grupos de interés, negocian con el Estado la fijación de parámetros alrededor de las políticas mencionadas. Desde la década de los cuarenta, ha sido tradicional que Fedecámaras, instancia de máxima representación de los empresarios venezolanos, ejerza la intermediación ante los gobiernos de turno. Este papel, por razones políticas, ha disminuido en el actual gobierno, el cual trata de diversificar la fuente de legitimidad de los empresarios nacionales y, con ello, disminuir el poder de presión e incidencia de Fedecámaras sobre las políticas públicas. Existe un segundo nivel de políticas nacionales que podemos denominar como sectoriales. Éstas se originan en los despachos que rigen diferentes áreas de la economía. Por ejemplo, el Ministerio que ejerce la regulación de la producción agropecuaria en el país dicta normas sobre los precios de los productos, de los insumos, sobre la importación de maquinarias y equipos, sobre las cuotas de producción y, así, sobre una cantidad de factores que inciden en la producción, tanto de la pequeña, mediana o gran parcela del campo. El Ministerio que regula el comercio y la industria hace lo propio en su respectivo ámbito; también los que 90 Foros 11 • Mayo 2005 generan políticas de la construcción de infraestructura, de viviendas, los que actúan en la comercialización de hidrocarburos o cualquier otro espacio institucional del Estado nacional que interviene en la regulación de las actividades económicas sectoriales. Es a este nivel donde el empresariado territorial se conecta de manera directa o por intermedio de sus cámaras de afiliación, con las estructuras del Estado central. En efecto, dentro del modelo centralizado del manejo de las políticas públicas económicas sectoriales, el empresario de provincia se acostumbró a mantener un vínculo permanente con las instancias ubicadas en Caracas, como sede de los poderes que concentran las principales decisiones. Era –y todavía es– común escuchar a los dueños de empresas decir que “tienen que viajar a Caracas” para resolver problemas de su empresa. Se trata de una conexión provincia-centro del empresariado que transita por las vías de la burocracia de las estructuras del gobierno central. Es una tradición consolidada a lo largo del siglo XX, acentuada a partir de los años cuarenta, cuando el Estado interviene de manera abierta en la regulación de la economía. Esta tendencia se trató de atenuar en los años sesenta y setenta con las políticas de regionalización del Estado. Por su importancia en la estructuración de un nuevo eje empresariado territorial-Estado, este tema se analiza a continuación. 3. Políticas regionales y economía territorial: auge y caída Desde la aparición de las teorías regionales en los años cincuenta y, particularmente desde su auge en los sesenta, el Estado desplegó políticas públicas que incorporaron la dimensión territorial en el ámbito de la economía. Tales políticas se inscribieron en las prescripciones de la creación de polos de desarrollo y el aprovechamiento de economías de escala regional. Así, en Venezuela es posible encontrar importantes iniciativas que apuntaron en esa dirección. La actuación pionera fue la creación de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), en los años cincuenta, institución llamada a promover y ejecutar proyectos para el desarrollo de la región Guayana del país. Por supuesto, esta corporación se inscribía en una visión de proyecto nacional. En los años sesenta se crearon corporaciones y entes regionales de desarrollo que, como Fudeco, Conzuplan y Corpoandes, fueron destinadas a impulsar o incidir en el diseño, negociación y ejecución de políticas públicas en el ámbito regional. Esta iniciativa fue formalizada como estrategia nacional a partir de 1969, cuando el entonces presidente de la República, Rafael Caldera, decretó la creación de las regiones administrativas venezolanas. En adelante, se fundaron corporaciones de desarrollo en todas las regiones del país en el marco de una política territorial delineada por el Estado nacional. Carlos Mascareño Quintana / Descentralización, empresariado... 91 La política regional de los sesenta y setenta acompañó a otras medidas de desconcentración de actividades industriales y económicas que apuntaban, de acuerdo con su filosofía, a la disminución del crecimiento y concentración en el área metropolitana de Caracas; consecuentemente, se generaron incentivos para la re-localización de empresas en zonas como Barquisimeto, San Cristóbal-La Fría, Barcelona-Puerto La Cruz o Ciudad Bolívar-Puerto Ordaz. Los incentivos se acompañaron, además, de la oferta de créditos y facilidades impositivas, de la creación de parques industriales en la provincia y el establecimiento de oficinas desconcentradas de ministerios o institutos autónomos vinculados con la economía. Es importante recordar la creación de Corpoindustria, cuya sede principal se instaló en la ciudad de Maracay, con oficinas desconcentradas en todas las capitales del país. También cabe mencionar en esta apretada síntesis, la materialización territorial del Estado-empresario. Además del caso emblemático de las empresas de Guayana, las corporaciones crearon empresas en la provincia, a la vez que los entes centrales instalaban empresas en los puertos, en los parques industriales o en las zonas agrarias. Recordemos los casos del Puerto Libre de Margarita, las empresas de frío en los puertos o los módulos de Apure para tener un buen ejemplo de aquella política de localización-promoción territorial de actividades económicas. La política económica territorial del Estado venezolano continuó siendo altamente centralizada. Todas las instituciones creadas dependían de algún despacho nacional, de hecho, las corporaciones de desarrollo dependían de la Secretaría de la Presidencia de la República, desde donde salían los nombramientos de sus presidentes. Sin embargo, en esta etapa se dieron pasos importantes en la vinculación del empresariado con el Estado en cada uno de los territorios o regiones. Las cámaras negociaron de manera directa con las corporaciones su participación en los proyectos locales, en las compras que haría el Estado a nivel provincial y, además, dentro del esquema corporativo vigente para ese momento, los empresarios locales formaron parte de las juntas directivas de las empresas públicas, de las corporaciones de desarrollo y hasta de entes nacionales como Corpoindustria. La política regional concebida en los términos antes expuestos, tuvo oxígeno hasta principios de los años ochenta. Varios factores incidieron en ello: por una parte, los resultados del esquema mismo se venían poniendo en entredicho, toda vez que las negociaciones continuaban siendo altamente centralizadas y la sociedad territorial poco sentía el impacto de la política pública. En segundo término, la transición desde el modelo fordista centralizado de producción mundial hacia una manera flexible-descentralizada de concebir el proceso productivo, impuso, progresivamente, formas de pensamiento que colocaban en entredicho la centralización como modelo. Por otro lado, el desarrollo de los grupos de provincia en Venezuela hizo que éstos pugnaran por reivindicaciones que no se lograban 92 Foros 11 • Mayo 2005 en el esquema regional centralizado, con lo cual éste perdió bases de legitimidad (Mascareño, 2003a). Y, en cuarto término, los planificadores e investigadores del tema comenzaron a mirar hacia visiones político-institucionales que explicaran el fracaso de las políticas espacialistas (Barrios, 1984). Allí emergió la descentralización del Estado como la fórmula que sería adoptada, en general a nivel mundial y en particular en toda América Latina, como nuevo modelo de territorialización de las políticas públicas del Estado. El desmontaje de las políticas regionales hacia 1984 fue creando un vacío en las articulaciones que se pudieron tejer en las décadas anteriores. Las corporaciones entraron en decadencia, a la vez que se debilitaron los mecanismos fomentistas como Corpoindustria. En esto incidió, sin lugar a dudas, la crisis económica venezolana iniciada de manera visible con la devaluación del bolívar el Viernes Negro de febrero de 1983. Ese vacío reforzó, nuevamente, la profunda dependencia del empresariado territorial respecto a los mecanismos del poder central. Los proyectos locales se debilitaron y hasta desaparecieron, los sistemas de información territorial entraron en obsolescencia y, en fin, los resortes existentes entre los gremios y empresas del territorio y las oficinas desconcentradas del Estado se vencieron. Se requería una nueva política para replantear las relaciones entre el empresario y, en general, la sociedad territorial, con el Estado. Se aprobó, en ese contexto, la descentralización venezolana a partir de 1989. 4. La descentralización como reivindicación y política pública. Elementos vinculados a la economía territorial La reivindicación de las élites de provincia y el reclamo por una mayor democratización, estuvo en la base del diseño de la descentralización como política pública. La pugna por un mayor acercamiento del Estado a las sociedades provinciales era una vieja aspiración en Venezuela, prevista, además, en la Constitución de 1961, a pesar de su espíritu centralizador. La reforma del Estado se convirtió, desde comienzos de los años ochenta, en la nueva consigna que marcaría el ritmo de las negociaciones político-institucionales en América Latina. Dentro de esa reforma, la descentralización aparecía como uno de los medios más expeditos para impulsarla, sobre todo porque representaba una política pública con la cual todos los actores, en principio, estaban de acuerdo. La proliferación y circulación de las ideas sobre descentralización, muchas de ellas provenientes de importantes centros académicos, así como de entes multilaterales, construyó una atmósfera favorable. En Venezuela la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (Copre), institución creada en 1984, se constituyó en el escenario idóneo para el debate sobre la descentralización. De Carlos Mascareño Quintana / Descentralización, empresariado... 93 allí surgieron las propuestas para la elección de los gobernadores, la creación de la figura del alcalde y su elección y la propuesta de ley para la transferencia de competencias hacia las entidades federales. De esta manera, el arreglo institucional de la política se sostuvo sobre tres ejes: a) un cambio político a través de la elección de funcionarios territoriales, b) un cambio fiscal que contemplaba nuevas transferencias a estados y municipios, y c) cambios organizativo-burocráticos, a partir de la transferencia de competencias y servicios a estados y municipios. En este marco se esperaría una mejor y mayor relación de la sociedad local con el Estado, sobre todo por la mayor cercanía que existiría entre los gobernantes con los gobernados. En la esfera de la economía, la descentralización se traducía en la transferencia potencial de un conjunto de competencias hacia las entidades federales, además de la reafirmación de competencias municipales en este ámbito. Una relación rápida del esquema probado es el siguiente (Mascareño, 2003b): • Competencias estadales en el campo de la economía (según la Ley Orgánica de Descentralización): a) planificación del desarrollo, b) servicios de empleo, c) promoción de la agricultura, la industria y el comercio, d) formación de recursos humanos, e) explotación de minerales no metálicos, f) impuestos al consumo, g) servicios portuarios, aeroportuarios y vialidad, h) creación de infraestructura productiva e i) investigación científica. • Competencias municipales: a) regulación del comercio, b) abastecimiento de productos, c) promoción de ferias, d) asistencia a la producción, e) industrialización y comercialización de productos locales, f) impuestos a las ganancias empresariales. Formalmente, la descentralización ofrecía un conjunto apreciable de incentivos a los efectos de relacionar al empresariado territorial con el Estado descentralizado. Las competencias, tanto por la vía promotora como por la de regulación, establecerían un esquema que obligaría a una relación intensa y permanente entre ambos actores. Los empresarios, en consecuencia, habiendo comprendido a finales de los ochenta el cambio que se venía en materia de Estado descentralizado, introdujeron adaptaciones a la nueva lógica de política pública territorial. Así, en 1988, Fedecámaras creó los Consejos Estadales de Coordinación Empresarial, conformados por los organismos económicos privados en cada entidad federal. La naturaleza de estos consejos los convertía en punto de encuentro de las organizaciones privadas en cada provincia, rompiéndose con el esquema anterior de consejos al nivel de las regiones administrativas. Al decir del organismo cúpula, “estas estructuras adquirirían particular importancia en vista de los cambios que habrán de producirse en la administración pública estadal con la elección de gobernadores. En ese sentido, el movimiento empresarial se ha anticipado a estos cambios y los Consejos de 94 Foros 11 • Mayo 2005 Coordinación desempeñarán un papel de primer orden dentro de cada entidad y darán una mayor poder de influencia a la base empresarial” (Fedecámaras, 1988). La descentralización se constituía, de esta forma, en una atmósfera institucional para indagar en nuevas formas de relaciones entre el empresariado territorial y el Estado venezolano. Cómo funcionó dicha relación y cuáles han sido sus principales logros y limitaciones, será el tema del próximo capítulo. 5. Balance de las políticas económicas descentralizadas A. Logros en las entidades federales Ciertamente, en varias entidades federales del país se iniciaron acciones vinculadas a las competencias económicas. Las más importantes se analizan a continuación (Mascareño, 2000). En primer lugar, gobernaciones como las de Monagas, Lara, Cojedes, Apure, Zulia o Sucre desarrollaron estrategias de promoción de inversiones. Una de las más sostenidas fue la del estado Monagas, entidad en la cual se institucionalizó el programa Monagas-Siglo XXI, cuyo objetivo central era la captación de inversiones a lo largo de la década de los noventa, asociadas al crecimiento petrolero de la zona. En el estado Lara fue creada ProInlara, organización mixta gobierno-sector privado que se encargó de realizar los estudios de encadenamientos económicos y diseñar estrategias sectoriales para la captura de nuevos negocios. En el estado Sucre se efectuaron ruedas de negocios promovidas por InproSucre. En general, la promoción de inversiones surtió un efecto moderado en entidades como Monagas y Lara. Esta estrategia estuvo severamente limitada por la profundización de la crisis económica en los noventa y, en el caso de Monagas, por la disminución de la intensidad de las inversiones petroleras. Una segunda actuación de los estados en materia económica es posible registrarla asociada a las competencias exclusivas. Servicios como los puertos, los aeropuertos y la vialidad fueron concesionados a empresas privadas. Las mismas asumieron la administración del servicio o una parte de él. Los casos más emblemáticos han sido el puerto de Puerto Cabello, en el cual la Gobernación sólo se quedó con la rectoría del Puerto, obteniéndose importantes incrementos en la productividad y calidad del servicio. Una tercera línea de gestión en la economía ha sido la creación de diversos fondos de financiamiento a la pequeña y mediana empresa industrial, a los productores agropecuarios o a las actividades turísticas. Los mismos han sido institucionalizados en casi todas las entidades federales del país, dependiendo de la vocación de la zona. En Mérida, por ejemplo, la Corporación de Turismo Carlos Mascareño Quintana / Descentralización, empresariado... 95 promueve programas de financiamiento a las empresas locales; en Lara, la Fundación de la Pequeña y Mediana Industria presta asistencia técnica y otorga financiamiento al sector; en Sucre, el Fondo de Desarrollo Agropecuario mantiene carteras crediticias en cultivos prioritarios como el cacao, así como apoya las actividades de la pesca artesanal. En general, es una estrategia presente en los estados del país, que responde al mandato de las competencias atribuidas. También conviene mencionar la proliferación de unidades de gestión relacionadas con el hecho económico. Éstas eran inexistentes antes de la descentralización. En adelante, existen los fondos de financiamiento antes mencionados, direcciones de turismo, de industria, de minerales no metálicos, de desarrollo agrícola y, en algunos casos, se instituyeron las secretarías de Desarrollo Económico, cuyo director es miembro del gabinete estadal, como en el caso del estado Carabobo. En este último se ejerce la facilitación de las políticas económicas locales, más que fomentar las actividades por la vía del financiamiento. Finalmente, debe mencionarse la incursión de las entidades federales en el campo de la ciencia y la tecnología. A partir de la existencia de los Fundacite, instancia desconcentrada del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conicit), se establecieron, progresivamente, convenios de cogestión con las gobernaciones a los efectos de traspasar la administración de estos entes a los estados. Así, los Fundacite son manejados por las gobernaciones y reciben financiamiento local para las actividades de promoción en esta materia. B. Limitaciones A pesar de los esfuerzos de las entidades federales para vincularse al espacio económico, es conveniente registrar un conjunto de limitaciones que introducen factores de ineficacia al esfuerzo en cuestión. En primer término, la estructura institucional implantada es deficiente. Los conceptos en materia de desarrollo territorial y la formación del recurso humano se encuentran anclados, en la mayoría de los casos, en visiones fomentistas propias del modelo fordista de sustitución de importaciones de los años sesenta y setenta. Esta manera de actuar conlleva la presencia de políticas clientelares en el otorgamiento del financiamiento, con el riesgo de morosidad de la cartera crediticia. Una segunda restricción puede registrarse en la debilidad de la innovación e investigación en el campo de la economía. Son limitados los estudios emprendidos para comprender con mayor profundidad y actualidad el desempeño económico territorial. La mayoría se orienta hacia el inventario de recursos y sus usos potenciales, orientación muy asociada a las concepciones espacialistas del desarrollo regional. Poco se indaga sobre los encadenamientos económicos, la presencia de la innovación, las conexiones globales y las posibilidades de localización de inversiones con valor agregado desde la perspectiva del conocimiento. 96 Foros 11 • Mayo 2005 En este sentido, y como tercera restricción, las gobernaciones poco han incursionado en la competencia de la formación del recurso humano y en las políticas de empleo. Ciertamente, es posible encontrar programas de formación gerenciales, de pequeña y mediana empresa o referidos a asuntos administrativos, sin embargo, existen temas emergentes en materia de políticas públicas, de estructuración de redes, de generación de condiciones para la innovación, que no forman parte de la agenda de las gobernaciones. La quinta restricción en la gestión económica es, quizá, un resumen de las anteriores: se evidencia, salvo excepciones puntuales, un clima de desconfianza/lejanía entre el empresariado local y las estructuras de gobierno. No ha sido posible fraguar un proyecto económico prolongado, de largo alcance, entre empresarios territoriales y los gobiernos estadales. Si bien algunos empresarios llegan a formar parte de las juntas directivas de instancias descentralizadas, la relación queda constreñida por la relación fomentista-burocrática que el mismo concepto impone. No han emergido programas de innovación con la activa presencia del empresariado, excepción hecha del proyecto de Zona Franca Tecnológica de Mérida. Esta restricción es crítica, toda vez que sin la cooperación empresariado-gobierno, el proceso de crecimiento económico se ve limitado al esfuerzo individual, a la dispersión de los programas de fomento. C. El papel del municipio en la economía El empresario local tiene que vincularse de manera obligatoria con el municipio por razones de regulación. Es esta instancia la que posee competencias que generan políticas públicas generales para las empresas localizadas en su territorio. El principal ejemplo es la determinación y cobro del impuesto a las ganancias empresariales, mejor conocido como patente de industria y comercio. Esta patente es negociada, frecuentemente, con los gremios empresariales locales, específicamente con las cámaras de Comercio, lo que determina una interacción entre los dos espacios institucionales. También en otras épocas, anteriores a la descentralización, los municipios promovieron la creación de parques industriales, los cuales, todavía, se encuentran bajo la administración local. Otro tipo de regulación es la de transporte local o la referida al mercadeo o a la ordenación urbana de las actividades económicas. Como se ve, el municipio posee actuaciones de regulación importantes sobre el desempeño económico (Mascareño, 2000). Este nivel de gobierno pudiera liderar importantes cambios en la gestión económica, tanto por el mandato de la ley como por su cercanía con los empresarios. Sin embargo, lamentablemente, el municipio venezolano no cuenta con el instrumental de gestión necesario para incursionar en proyectos innovadores que superen los limitados resultados en el campo del fomento vía zonas industriales o regulatorias, vía excepción de impuestos. Se trata de una dificultad estructural. Las visiones que predominan en la gestión de la economía local continúan siendo las de Carlos Mascareño Quintana / Descentralización, empresariado... 97 fomento y promoción y no las de innovación y generación de conocimiento pertinente para el desarrollo. No es fácil encontrar en las alcaldías estructuras orientadas a la gestión económica y las que existen se restringen a actuar en el marco del modelo antes señalado. En definitiva, las competencias que en materia económica han sido asignadas a estados y municipios en Venezuela, mantienen el perfil de la gestión económica que caracterizó la política fomentista asociada al modelo de sustitución de importaciones, es decir, la creación de condiciones desde el Estado para promover la localización de actividades. Este tipo de política pública, como se verá más adelante, acusó sus limitaciones hace más de dos décadas, dando paso a nuevos esquemas de gestión que respondían a la emergencia de la sociedad del conocimiento y al modelo posfordista descentralizado y flexible de producción a nivel mundial. Por ello, las estructuras institucionales creadas en gobernaciones y alcaldías si bien intentan promover el desarrollo económico, no logran trascender sus propias limitaciones. Por ello es conveniente indagar acerca de los nuevos parámetros de la gestión territorial en el campo de la economía. Este tema se aborda a continuación. 6. Desarrollo territorial sistémico Para comprender las limitaciones de la descentralización respecto a las exigencias del desarrollo económico y, en particular, a la relación de los gobiernos con el empresariado territorial, es importante incorporar algunas notas referidas al tema del desarrollo territorial, entendido en términos sistémicos. La reflexión que sigue es una apretada síntesis de ideas postuladas por varios autores del desarrollo territorial contemporáneo (Boisier, 1999; Vázquez Barquero, 1999; Alburquerque, 2000). La primera idea que deberá tenerse presente es que el desarrollo económico en el territorio pasa a ser un acto deliberado, consciente, en el cual los actores acuerdan un diseño de cambio estructural en la base productiva de un territorio determinado. No se trata, en consecuencia, de seguir manejando políticas de fomento atadas al modelo fordista ya superado. La nueva idea se vincula con la impostergable necesidad de variar radicalmente la manera como el Estado se aproxima al hecho económico-territorial, manera a partir de la cual se generan ambientes de desconfianza hacia los actores productivos. En tal sentido, el desarrollo territorial requiere de la creación de un tejido productivo local a través de redes de innovación. Esta nueva interconexión de los factores de la producción necesita de una oferta de intangibles, además de la tradicional oferta de créditos o asistencia técnica. Se trata de nuevos servicios vinculados a la información pertinente para la toma de decisiones en las unidades micro o en conglomerados de empresas, de la introducción de tecnologías de punta relacionadas con los sectores que dominen 98 Foros 11 • Mayo 2005 las cadenas productivas locales y de la implantación de espacios de asesoría especializada en el tema de la gestión, la calidad y la interconexión local-global. Introducir ese cambio radical supone, como segunda idea clave, el establecimiento de una alianza empresariado territorial-Estado descentralizado. Si bien este tipo de relaciones no está exenta de conflictos y diferencias, lo cual es normal en la relación entre actores con intereses particulares, es necesario construir un espacio institucional que gire alrededor del conocimiento pertinente para el desarrollo productivo, esto es, un espacio institucional que supere las obvias limitaciones, tanto de las estructuras de gobernaciones y alcaldías inmersas en una lógica clientelar inmediata y las de cámaras de Comercio, dedicadas a la gestión de las reivindicaciones del empresariado local. Se trata, efectivamente, de diseñar y promocionar proyectos de territorio productivos que intenten lo más posible alejarse de los patrones que guiaron el desarrollo económico en el modelo anterior. Si la relación entre estructuras descentralizadas (que aportan un espacio institucional) y las respectivas de los empresarios (que aportan experiencia, conocimiento y riesgo) se establece, los actores deberán pensar el proceso de crecimiento y cambio estructural como una consecuencia de transferir recursos desde las actividades tradicionales hacia las que se han determinado como modernas, en términos de conocimiento y conexión con el mercado global, siendo ésta la tercera idea clave en la conceptualización que aquí se asoma. Esta transferencia de recursos no sólo será posible a través del ahorro local, también requerirá de la utilización inteligente de economías externas relacionadas con las cadenas productivas locales. Y como el problema no sólo es de recursos tangibles, el proyecto de desarrollo deberá sustentarse en la introducción intensiva de innovación. Ésta se traduce, además de la adopción de nuevas tecnologías para la producción, también y sobre todo en nuevas formas de gestión de las unidades productivas de bienes o servicios. En este sentido, el establecimiento de instancias de captura, rediseño y transferencia de innovación es fundamental en proyectos de esta naturaleza. Acá se pone en relieve la importancia de las universidades y centros de educación superior regionales y locales. Ellos están llamados a formar parte de la alianza territorial. Una cuarta idea central, que se desprende de la anterior, tiene que ver con la creación de una oferta amplia de mano de obra cualificada, de una capacidad empresarial que supere las visiones tradicionales y el establecimiento de una cultura de cambio e innovación. De nuevo aparecen los espacios institucionales como factor fundamental en la creación de intangibles como los que se mencionan. De allí que el desarrollo territorial requiere, en consecuencia, la existencia de una institucionalidad descentralizada que asuma el papel de regulación y de facilitación, en consonancia con los parámetros del nuevo esquema de desarrollo. Las actuales instituciones, ancladas en el fomentismo y la relación clientelar con el empresariado, no están capacitadas para este tipo de cambio estructural. Carlos Mascareño Quintana / Descentralización, empresariado... 99 Finalmente, como quinta idea, es necesario reflexionar sobre el contexto general que rodea al desarrollo territorial. Siguiendo las ideas de Sakaiya Taichi (2001), se trata de un ambiente global en el cual las personas y las organizaciones de la sociedad están compitiendo sobre la base del valor de conocimientos diferenciados y diversos para ocupar espacios de trabajo que ya no responden al esquema tayloriano o fordista de producción en masa y, en consecuencia, el puesto de trabajo tiende a ser menos estable y más móvil que antes. Esta realidad que se impone con la introducción de nuevas tecnologías y la ampliación del número e intensidad de las comunicaciones entre personas y grupos, incide, sobre todo, en el segmento joven de la población. Ellos optarán, en los próximos tiempos, por trabajos quizá menos estables pero más competitivos, flexibles y, sobre todo, autónomos. En tal sentido, los grupos tendrán una mayor afinidad por intereses y problemas comunes, por comunidad temática, y menos por la afiliación a centros fijos de trabajo. Los individuos, en ese futuro regido por el conocimiento y la comunicación, buscarán socios por sí solos, centrados en preferencias personales. En el medio de este cambio radical, societal, están las tecnologías de la información (TI), las cuales le permitirán a los individuos encontrarse entre miles para fines comunes. El desarrollo territorial no está aislado del movimiento global de la sociedad humana, como algunos quisieran. Inexorablemente, las actividades que podrán enfrentar los rendimientos decrecientes serán aquellas que se inscriban en las tendencias mundiales que enlazan a los procesos productivos, estén donde estén. Así, la alianza territorial para el desarrollo económico, además de mirar hacia su identidad, tendrá que hacerlo con visión universal. 7. Los retos de las políticas públicas descentralizadas Es probable que algunos lectores pensarán que las posibilidades del desarrollo territorial sistémico y la creación de espacios económicos innovadores no son viables en Venezuela. Que es tal el grado de cultura clientelar y de anclaje en los modelos desgastados de producción, que será imposible crear una cultura diferente, productiva y de cara hacia el mundo global. Pueden tener razón. Si así fuera, los territorios venezolanos están condenados a sobrevivir con actividades económicas improductivas, con empleos de baja calificación y, en consecuencia, con un bienestar colectivo limitado por las coordenadas de la baja riqueza producida. Ahora bien, si se quisiera superar las limitantes analizadas con anterioridad, el proceso de descentralización venezolano, en el plano de la economía, está obligado a producir cambios sustantivos. Algunas limitaciones son las siguientes: En primer término, las administraciones locales y estadales se encuentran obligadas a superar las reformas introducidas en el año 1989. Es decir, ya no basta con la 100 Foros 11 • Mayo 2005 garantía de las elecciones de los funcionarios, que es una reivindicación de gran monta, ni tampoco con la transferencia de competencias y servicios. Se trata de una nueva cultura institucional que dé el salto hacia una relación diferente con la sociedad civil y, en el plano que se analiza, con el empresariado territorial. En tal sentido, las estructuras burocráticas deberán tender a convertirse en espacios con un clima innovador que genere conocimiento pertinente en estados y municipios. Ello exige políticas públicas e incentivos para que los actores empresariales y los actores gubernamentales giren sus intereses hacia un proyecto sostenido de desarrollo. Un segundo elemento presente en los cambios propuestos está referido al hecho de que para alcanzar mayores niveles de desarrollo territorial, es inexorable superar la idea errada de que con el gasto público descentralizado se puede alcanzar crecimiento económico. Nada más lejano de la realidad, sobre todo en un país que, como Venezuela, tiene décadas con tasas decrecientes de productividad. El gasto público que se ejecuta sirve, a lo sumo, para crear una cierta cantidad de empleos y de infraestructura pública, de manera limitada. La creación de excedentes y, por tanto, de riquezas a distribuir, vendrá del valor agregado de la innovación en actividades de mayor productividad. Lo anterior conlleva una tercera política pública descentralizada. Las estructuras públicas y privadas deben, en el marco de la alianza y del proyecto de territorio, orientarse hacia la captura y creación “inteligente” de inversión. No se trata de cualquier inversión, así sea que deteriore el ambiente o que someta la mano de obra a condiciones miserables. Se trata de un tipo de inversión inscrito en patrones de creación de riqueza territorial con responsabilidad y compromiso hacia el entorno donde se localiza. Esta política supone el monitoreo constante de posibilidades de inversión encadenadas a las condiciones internas y a los parámetros del nuevo modelo de producción. Para todo ello, en fin, los líderes públicos de las instituciones descentralizadas están llamados a convertirse en animadores de espacios productivos, espacios que respondan a la modernización del aparato económico local. Es un esfuerzo de largo plazo que, con toda seguridad, supera el horizonte temporal de la gestión de un alcalde o de un gobernador. Por ello la resistencia a cambiar de modelo, a introducir cambios que generan incertidumbre, toda vez que en el modelo tradicional de concebir el desarrollo económico de los territorios, estos líderes se sienten cómodos. Sin embargo, como ya se dijera, hablar de desarrollo económico que se sustente con altos niveles de crecimiento y productividad sólo será posible bajo formas de gestión diferentes. Éste será el reto de la gestión descentralizada para las próximas décadas. Carlos Mascareño Quintana / Descentralización, empresariado... 101 Referencias bibliográficas ALBURQUERQUE, F. (2000). “Gobiernos locales y desarrollo económico en América Latina y el Caribe”, La dimensión local del desarrollo: enfoque territorial, tejido productivo local, concertación de actores y aprendizajes para la acción, Santiago de Chile, Fundación Friedrich Ebert. BARRIOS, S. 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A partir de la resignificación del componente geográfico-territorial, en tanto espacio particular de identificación e interacción social, se refiere al estado Lara como realidad sociohistórica que incide en la conformación económica, política e institucional de la región Centrooccidental, con énfasis en la caracterización de su perfil productivo, sus potencialidades y el aspecto financiero del proceso de descentralización. El análisis incorpora previamente un marco conceptual que sirve de base a las consideraciones que se entretejen a lo largo del texto, relacionado con postulados acerca de la endogeneización, territorialización y políticas públicas de financiamiento del desarrollo regional por un lado, y por el otro, con la evolución del Estado venezolano como promotor del desarrollo regional. Palabras clave: Descentralización fiscal / Regionalización / Instituciones Clasificación JEL: R53 *Licenciada en Administración, Universidad Centrooccidental Lisandro Alvarado. Magíster en Economía, Indiana University (USA). Profesora Titular. Investigadora en el Área de Políticas Públicas y Desarrollo Regional, adscrita a la Coordinación de Postgrado y al Centro de Investigaciones del Decanato de Administración y Contaduría de la UCLA. Actualmente cursante del Programa de Doctorado en Estudios del Desarrollo (Convenio Cendes-UCLA). Correo electrónico: bmoreno@ucla.edu.ve Foros 11 • Mayo 2005 104 Abstract This paper attempts to make a contribution to current theoretical and methodological efforts to give importance to regional and local dynamics in historiographic studies of the process of consolidation of the Venezuelan State and Nation. After redefining the geographical and territorial component as a particular identifiable space for social interaction, it deals with the State of Lara as a particular socio-historical reality and geographical space which affects the economic, political and institutional structure of the Central Western Region, with emphasis on its productive profile, potentialities and the financial aspect of the decentralization process. The analysis includes a conceptual framework as a basis for the conclusions about some postulates on endogenization, territorialization and public financial policies for regional development, and the development of the Venezuelan State as promoter of national development. Key words: Fiscal decentralization / Regionalization / Institutions JEL classification: R53 Resumo Este trabalho tenta contribuir com os esforços teórico-metodológicos realizados a fim de resgatar a importância da dinâmica regional e local do processo de consolidação de Estado-nação na Venezuela, segundo uma perspectiva historiográfica. A partir do novo significado do componente geográfico-territorial como espaço particular de identificação e interação social, refere-se ao Estado Lara como realidade sócio-histórica que incide na conformação econômica, política e institucional da Região Centro-Ocidental, dando ênfase à caracterização de seu perfil produtivo, suas potencialidades e o aspecto financeiro do processo de descentralização. A análise incorpora previamente um contexto conceptual que serve de base às considerações que se entrelaçam ao longo do texto, relacionado com postulados sobre a parte endógena, territorial e as políticas públicas de financiamento do desenvolvimento regional de um lado e do outro com a evolução do Estado venezuelano como promotor do desenvolvimento regional. Palavras chave: Descentralização fiscal / Regionalização / Instituições Classificação JEL: R53 Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal... 105 Résumé Ce travail cherche à contribuer aux efforts théoriques et méthodologiques déployés dans le but de redonner son importance à la dynamique régionale et locale, dans le cadre de l’étude du processus de renforcement de l’État-nation au Vénézuéla, d’un point de vue historiographique. C’est à partir de la nouvelle signification de la composante géographique-territoriale, en tant qu’espace particulier d’identification et d’inter-action sociale, que le département de Lara est mis en exemple comme une réalité socio-historique ayant son poids spécifique dans la conformation économique, politique et institutionnelle de la région du centre-ouest. L’accent est mis sur la caractérisation de sa ligne de production, ses potentiels, et l’aspect financier du processus de décentralisation. Cette analyse présente, au préalable, le cadre conceptuel servant de base aux considérations qui s’entrecroisent tout au long du texte, considérations qui ont trait, d’une part, aux postulats de l’endogènisation, la territorialisation et les politiques publiques de financement pour le développement régional; et d’autre part, a l’évolution de l’État vénézuélien en tant que promoteur du développement régional. Mots-clefs: Décentralisation fiscale / Régionalisation / Institutions Classification JEL: R53 106 Foros 11 • Mayo 2005 Introducción El posicionamiento de las regiones y de lo local como nuevos centros estratégicos dentro del sistema capitalista mundial representa una especie de contracorriente paradigmática del desarrollo que a partir de los años noventa comienza a debilitar todas aquellas teorías que consideraban a lo global, a lo nacional y al gobierno central, como los principales núcleos promotores del desarrollo. Es así como el concepto de glocalización, entendido como la relación simbiótica que se produce entre los espacios globales y los ámbitos regionales y locales, es considerado en la actualidad como uno de los elementos clave y dinamizadores del proceso productivo dentro de cualquier territorio (Amín y Thriff, 1992). Esta resignificación y recuperación del rol protagónico del componente geográficoterritorial como espacio de especificidad e identificación social, obliga a repensar a las regiones y, dentro de ellas, a las ciudades como actores centrales de la dinámica socioeconómica, política y cultural, dentro de una visión estratégica colectiva. Desde esta perspectiva, se rescata la importancia de las dinámicas regionales y locales dentro del proceso dialéctico de la conformación y consolidación del Estado-nación, pudiendo abordarse el estudio de esa realidad desde una posición metodológica representada por la historiografía regional (Urdaneta, 2000). Este enfoque, como señala la autora, facilita el acercamiento al objeto de estudio (la región), en tanto realidad compleja y concreta, entendida además como un proceso histórico generado por las interacciones humanas dentro de un espacio y un tiempo determinados, las cuales se mantienen profundamente articuladas con la dinámica nacional e internacional. Adicionalmente, sostenemos que dentro de las estrategias puestas en práctica mediante las políticas públicas para acometer los planes y proyectos de desarrollo nacional, regional y local, la dimensión financiera constituye un elemento básico que viabiliza cualquier iniciativa. Habría que considerar, en consecuencia, no sólo los fondos que provienen de fuentes externas de financiamiento, por ejemplo, de la banca multilateral o del ahorro interno, sino también la disposición de fondos públicos nacionales. En este último caso, nuestra realidad histórica ha demostrado que la efectiva aplicación de esos fondos, así como el perfil institucional-financiero estatal que se conformó en el país a partir de la industrialización sustentada en la renta petrolera y, más tarde, mediante una estrategia orientada hacia una suerte de federalismo fiscal representada por los procesos de descentralización financiera que instrumentó el Estado venezolano desde mediados de los ochenta, constituyen, hoy por hoy, aspectos necesarios de ser evaluados si se toma en cuenta el alto grado de dependencia que mantiene el proceso productivo venezolano de las fuentes estatales de financiamiento. Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal... 107 En este ensayo se intenta, mediante un enfoque historiográfico regional, una aproximación a la realidad sociohistórica del estado Lara, el cual, como espacio concreto seleccionado, ha participado activamente en la dinámica sociopolítica y económica de la región centrooccidental y del país en general. Dentro de esa dinámica se analizarán los factores o instituciones que en el ámbito financiero público han servido de soporte a los planes y proyectos de desarrollo de la región larense. El examen de la temática se realizará en un doble sentido: en primer lugar, se refieren algunos rasgos de la evolución institucional del Estado venezolano que se ponen en práctica desde finales de los ochenta, haciendo énfasis, en todo caso, en el aspecto financiero de esa nueva institucionalidad y en los procesos de reforma político-administrativa impulsados durante los últimos años. En segundo lugar, se intenta una aproximación a la realidad larense tratando de interpretar su evolución y conformación en función de los procesos dinámicos de transformación social, económica y política, así como de sus especificidades locales y los principales actores económicos y sociales, procurando definir la densidad institucional que en el ámbito financiero estatal se fue conformando, a la luz de las potencialidades y del perfil productivo que caracteriza a la entidad. Esto último, por cuanto se considera constituye el sustrato por excelencia que orienta la intervención gubernamental a través de las políticas públicas, en función del desarrollo regional y local. El encuadre conceptual bajo el cual se elaboran las consideraciones que constituyen el objeto de este ensayo tiene que ver con los ejes centrales de la temática, a saber: el desarrollo territorial y la regionalización, las instituciones y sus aspectos financieros, y la descentralización fiscal, razón por la cual, a continuación, se esboza una referencia breve a tales aspectos. Referencias teóricas preliminares Como se ha señalado, el escenario de fin de siglo está caracterizado por procesos de fuertes impactos territoriales, entre otros, la globalización económica, financiera, tecnológica y cultural, como dimensiones resaltantes de la era de la información. De igual manera, se han venido conformando nuevos espacios integrados y un creciente proceso de urbanización en las sociedades modernas. A su vez, la dinámica de los procesos de desarrollo regional demuestra que han sido las capacidades económicas, los recursos naturales, las potencialidades sociales, culturales, políticas e institucionales del territorio, las que de una u otra forma permiten su articulación a marcos de planificación y de gestión más flexibles o su aislamiento. Dentro de ese marco referencial, el Estado como ente planificador del desarrollo y dentro de las nuevas concepciones endogeneizadas y descentralizadas, va configurando una nueva geografía del poder (Boisier, 1991). Del mismo modo, 108 Foros 11 • Mayo 2005 ese proceso, lejos de haber generado una redistribución espacial más armónica de las actividades productivas, de la población y de la riqueza, ha provocado más bien importantes desigualdades que ocasionan una suerte de re-jerarquización del territorio, al tiempo que una profundización de los desequilibrios territoriales en sus dimensiones: sociales, económicas, fiscales, políticas e, incluso, culturales. Independientemente de la perspectiva de análisis que se adopte, lo importante en todo caso es destacar una nueva realidad de espacios de actuación y la necesidad de territorializar las estrategias de desarrollo, logrando al mismo tiempo mayores niveles de competitividad y eficiencia para enfrentar el desafío de la globalización (Cepal, 1992). De esta forma, las regiones dejarían de tener un horizonte prefijado o definido centralmente para convertirse en espacios dinámicos, gestores de su propio desarrollo. Esto último dará lugar a la necesidad de definir políticas de desarrollo que permitan, entre otros aspectos, la conformación y el fortalecimiento de un tejido institucional cooperativo que supere el enfoque de concebir al territorio como el mero soporte de localización de los factores productivos, para colocar el acento en la organización de esos espacios, sin descuidar al mismo tiempo otros objetivos complementarios vinculados a la sustentabilidad del proceso de desarrollo desde las perspectivas medioambiental, sociocultural (humana) y política. Desde esta visión, la regionalización deberá consistir en la delimitación de unidades geográficas o territoriales que posean cierta uniformidad o bien, en términos de problemas de desarrollo (bajos niveles de ingreso, de empleo, de productividad, analfabetismo, entre otros) o en términos de potencialidades (recursos humanos, físicos o naturales y ubicación geográfica). Cabría entonces incorporar como complemento necesario a esta concepción, la importancia que revisten para la definición de una región, los factores histórico-culturales, las tradiciones sociales, las instituciones y las capacidades empresariales, aspectos estos que confieren identidad propia al espacio geográfico. La debida comprensión de estos elementos facilita el análisis y la evaluación de los procesos de cambio que históricamente se han acometido regionalmente. Adicionalmente, los procesos de reforma administrativa o las transformaciones organizacionales instrumentadas en los estados que han descentralizado su administración, otorgando mayores competencias y recursos a las regiones, fortaleciendo, además, su institucionalidad, constituyen aspectos adicionales que igualmente han ido definiendo el perfil regional y de una u otra forma han condicionado su proceso de desarrollo. En materia de políticas públicas de financiamiento, descentralización y desarrollo regional se ha señalado que en el marco de la estructura político-institucional de las regiones, al Estado le corresponde asumir la firme decisión de tomar iniciativas orientadas a enfrentar las limitaciones y restricciones que presentan las regiones para acometer cualquier estrategia de desarrollo, entre otras vías, mediante la modificación y el fortalecimiento de las instituciones, en función del proyecto Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal... 109 estratégico de desarrollo nacional (Mutone, 1997). Bajo esta concepción, en materia de desarrollo económico y social de esos espacios, tanto la intervención como la participación estatal a través, por ejemplo, de la política fiscal y la inversión pública, respectivamente, deberían estar orientadas, en términos generales, hacia la protección, el estímulo y el fortalecimiento de las iniciativas empresariales, así como de la institucionalidad regional y local, en el marco de un bien concebido proceso de descentralización. En ese mismo sentido coincidimos con Arocena (1995:19) cuando señala que: “Existe una conexión importante entre la problemática de naturaleza institucional sobre la descentralización y la que se sitúa en el campo socioeconómico sobre el desarrollo regional y local”. De esa forma, dicho autor sostiene que los temas relacionados con las reformas político-administrativas de los estados nacionales y las posibilidades de desarrollo territorial y local están íntimamente interrelacionados; de allí que deberán ser tratados en forma articulada. Otra vertiente del fortalecimiento institucional de las localidades que ha de brindar el Estado en el marco de los procesos de descentralización, radica en las fuentes de financiamiento. En este sentido, se debe hacer un esfuerzo por profundizar el análisis alrededor de las fortalezas institucionales de carácter estatal, que en el campo financiero poseen las regiones, de tal modo que desde una perspectiva regional-local se pueda avanzar en lo que pudiera considerarse una definición de las amenazas y fortalezas que representan esos condicionantes para el desarrollo de los espacios locales, sin menoscabo, claro está, de otras fuentes de recursos privados, nacionales e internacionales. De allí que se revalora la relación Estadoregión y la participación de los gobiernos locales en el ámbito fiscal y financiero, cuyas acciones resultan indispensables para atenuar las llamadas “fallas del mercado” que no logran ser resueltas por la lógica del capital; por ejemplo, las derivadas de la existencia de monopolios, externalidades negativas, información asimétrica o simplemente, la necesidad de acceder a algunos bienes y servicios públicos, sobre todo, los de perfil popular, dirigidos a atender las necesidades de amplios sectores de la población, marginados del sistema dominante. Ello representa, a nuestro entender, un campo de estudio tantas veces mencionado, pero quizás escasamente analizado a profundidad, sobre todo en lo que respecta al papel que han jugado las instituciones y organizaciones públicas vinculadas al desarrollo de la pequeña y mediana empresa, así como a los microempresarios, las cooperativas y tantas otras formas de organización de la producción que operan en los espacios locales, principalmente de los países atrasados. Por otra parte, una aproximación a la descentralización fiscal pasa por considerar que el punto de partida tradicional en la revisión de los marcos conceptuales sobre los procesos de descentralización se encuentra en la teoría del federalismo fiscal desarrollada en los países industrializados (Estados Unidos y Canadá, entre 110 Foros 11 • Mayo 2005 otros) con estructuras jurídicas federales. El análisis se estructura en torno a la asignación apropiada de las funciones y el uso eficiente de los instrumentos fiscales en los distintos niveles de gobierno: ¿Cómo organizar el sector público y cuál nivel de administración es el que mejor cumple las funciones fiscales? ¿Cómo estructurar la provisión de bienes y servicios públicos a la población? y ¿cómo garantizar una mejor asignación de los recursos en la economía?, constituyen, entre otras, algunas de las preguntas que se pretenden resolver y la referencia ineludible comienza con la división de las funciones básicas de la hacienda pública: estabilización, generación de fondos de financiamiento y su distribución o asignación. La teoría del federalismo fiscal concluye que las funciones de estabilización y distribución, y en algunos casos la provisión de ciertos bienes públicos (los nacionales), resultan más adecuadas que sean asumidas por el gobierno central, mientras que los niveles subnacionales pueden responsabilizarse de la asignación y provisión de bienes públicos locales. Se replantean de esa forma los principios de racionalidad operativa y organizacional del Estado en la búsqueda de mayor eficacia y eficiencia del gasto público, redefiniéndose, al mismo tiempo, las formas de articulación político-institucional y económico-social de los gobiernos con sus localidades, modificándose, a la vez, las competencias y responsabilidades del Estado, los territorios y los agentes sociales en la gestión pública. En términos generales, estas definiciones han orientado de igual modo los procesos de descentralización fiscal en los países en desarrollo, incluso los que poseen estructuras unitarias (Chile, p. ej.); sin embargo, su implementación definitiva se ha encontrado con restricciones políticas importantes, habiéndose requerido decididos esfuerzos para su instrumentación y consolidación. Una de esas restricciones la encarna el excesivo conservadurismo que muchas veces adoptan los gobiernos centrales frente a los intereses regionales y locales, en tanto que descentralizar significa traspasar recursos y responsabilidades a líderes políticos estadales y municipales o a organizaciones, cuya experiencia y competencia en no pocas oportunidades han sido cuestionadas, con todo lo que significa perder cierto grado de control sobre parte importante de las finanzas públicas. Finalmente, valdría reconocer, a partir de las distintas reestructuraciones sufridas por el Estado, que si bien algunas de ellas se han traducido en la desaparición o disminución del ámbito de acción sobre algunas esferas, otras han venido reforzando sus obligaciones, destacándose nuevas tareas de crucial importancia, asumiéndose entonces que el Estado (sobre todo en el caso venezolano) no ha perdido su tradicional poder. La reorientación de los esfuerzos gubernamentales hacia la gestión de las políticas sociales, así como la creación de las condiciones para una integración social al mercado ilustran, de alguna manera, esas nuevas formas de gestión pública, acordes con la realidad globalizada del mundo actual (Ponte de Moreno, 2003a;b). Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal... 111 Evolución institucional del Estado venezolano como promotor del desarrollo nacional y regional: breves referencias Como complemento a lo anterior, conviene señalar que la descentralización en tanto megatendencia del mundo globalizado asociada al desarrollo tecnológico en las comunicaciones y en la información, a la redefinición de las relaciones Estado-sociedad y a la asunción de lo local como ámbito de concreción del proceso modernizador, comienza a manifestarse con toda su fuerza en el mundo industrializado desde finales de los años setenta. Ello le exigía a cualquier gobernante en la región, mayor eficiencia y eficacia del gasto público y, a la vez, una estrategia política acertada para diluir los conflictos políticos, mantener la gobernabilidad y permitir además la búsqueda de soluciones en el nivel local, reforzando al mismo tiempo las relaciones del Estado con los gobiernos locales y los grupos organizados de la sociedad civil. En este sentido, la reingeniería de las relaciones entre niveles nacionales, regionales y locales suponía, del mismo modo, sustituir el sistema centralizado de planificación por proyectos y planes de desarrollo local (Arocena, 1995), dentro de un contexto mundial globalizado y muy influido por los procesos de privatización y de ajustes macroeconómicos estructurales. Se convertía así la descentralización en la respuesta política que, paradójicamente, representaba el cuestionamiento a un modelo intervencionista de Estado (Iranzo, 1999), pero al mismo tiempo se orientaba hacia la reducción del espacio de acción del gobierno central, teniendo como una de las principales estrategias la reafirmación de lo local y regional, de las identidades culturales y políticas, así como la reivindicación de cierto grado de autonomía política, económica y administrativa de esos espacios (Fernández, 1988). A tal respecto, y en términos generales, las propuestas de la Copre son ilustrativas. Se centraban en la transferencia de competencias sectoriales que incidían directamente en el fomento de la agricultura y de la industria, el financiamiento regional, los servicios públicos de agua, energía eléctrica, salud y educación, infraestructura, gestión ambiental, ordenación urbana, desarrollo científicotecnológico regional y desarrollo de las zonas fronterizas. El nivel central de gobierno debía, entonces, conservar y fortalecer sus competencias en la planificación, elaboración y ejecución de las políticas públicas de interés general y garantizar a los gobiernos estadales y locales los recursos financieros necesarios para acometer los planes de desarrollo. Muchas de esas propuestas lograron su concreción formal con la Ley Orgánica de Descentralización, Delimitación y Transferencia de Competencias del Poder Público (LODDT), promulgada por el Ejecutivo Nacional el 22-12-89 (Brewer Carías, 1994). Después de casi veintinueve años de experiencia centralista bajo la Constitución de 1961, se les asignaba a los gobernadores de estado un papel fundamental en 112 Foros 11 • Mayo 2005 relación con la planificación del desarrollo regional, así como la responsabilidad para definir y priorizar obras de infraestructura y de servicios. En la práctica, se traduciría en la compatibilización de los diagnósticos, objetivos, políticas y estrategias del desarrollo estadal, con la estructura del presupuesto de cada gobernación. Específicamente, en materia de financiamiento, la LODDT modificaría el mecanismo del situado constitucional1 que como mecanismo de transferencia intergubernamental había regido durante más de 40 años, previos a la descentralización, pero que continuaba siendo una de las principales fuentes de recursos para el financiamiento de las regiones y, como tal, condicionaba en buena medida los logros de aquélla. Se abre un paréntesis para resaltar que las partidas provenientes del situado, para ser aprovechadas directamente por los municipios, quedaron definidas a partir de 1974, cuando se dictó la Ley Orgánica de Coordinación del Situado. Fue la época del creciente flujo de ingresos al fisco que se produjo debido al inusitado incremento de los precios del crudo.2 En dicha ley se definía que el 50 por ciento del situado debía ser invertido en las entidades federales, en coordinación con la nación y para determinados planes de desarrollo. Allí mismo se estableció el situado municipal, entre el 10 por ciento y el 15 por ciento del restante monto del situado no coordinado; de ese monto, el 50 por ciento debía ser coordinado entre los municipios y el gobierno estadal, para la realización de inversiones (Gueron, 1995). Esa ley estuvo vigente hasta 1989, cuando fue sustituida por la LODDT. Entre las principales modificaciones que la LODDT introdujo al situado se pueden mencionar: el aumento de la participación del situado en el presupuesto nacional (16 por ciento de los ingresos ordinarios en 1990, incrementándose, año a año, en 1 por ciento hasta alcanzar el 20 por ciento), otorgándole, de igual modo, mayor autonomía a los estados para su administración. Con ello, el situado dejaba de ser un instrumento del gobierno central y pasaban a ser los ejecutivos estadales sus gestores, sin menoscabo de la utilización de otras fuentes de recursos. 1 El situado constitucional estaba definido en la Constitución de 1961 como: “Una partida distribuida entre los estados, el Distrito Federal y los Territorios Federales en la forma siguiente: un 30 por ciento, por partes iguales y el otro restante 70 por ciento en proporción a la población de cada una de las Entidades” (Art. 228), “La partida no será menor del 12,5 por ciento del total de los ingresos ordinarios en el respectivo presupuesto” (Art. 229). 2 Recuérdese asimismo en esa época la creación del Fondo de Inversiones de Venezuela (FIV), cuya finalidad fue precisamente la canalización de ingentes recursos provenientes del petróleo para el financiamiento de importantes obras de infraestructura. Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal... 113 Otras fuentes de financiamiento de origen estatal que fueron definidas mediante la LODDT para acompañar la transferencia de competencias normativas y administrativas propiamente dichas hacia los estados y municipios, estarían representadas por: a) Las que provengan de la recaudación por la prestación de servicios públicos que los estados asuman. b) Los recursos provenientes de fuentes tributarias (impuestos, tasas y contribuciones). c) Los derivados de infraestructuras de su jurisdicción. d) Los provenientes de operaciones de crédito público y e) Multas o sanciones pecuniarias establecidas en la legislación estadal (Brewer Carías, 1994). Entre otros tantos instrumentos jurídicos que fueron definidos para acometer la descentralización se debe mencionar: la Ley de Asignaciones Económicas Especiales (LAEE), la cual tuvo como fundamento desarrollar el régimen de asignaciones económicas derivadas de la explotación de minas e hidrocarburos en beneficio de los estados, estableciendo un porcentaje del monto de los ingresos fiscales recaudados durante el respectivo ejercicio presupuestario, a los cuales se les deduciría el porcentaje correspondiente al situado. De la cantidad resultante se destinaría un monto equivalente al 20 por ciento para el año 1998, 25 por ciento para 1999 y 30 por ciento para el 2000 y siguientes. Del total correspondiente a los estados por esta ley, específicamente en el renglón de hidrocarburos, el 70 por ciento le correspondería a aquellos estados productores de petróleo y el 30 por ciento restante para ser distribuido entre los no productores. Las áreas prioritarias beneficiadas serían: ambiente, investigación e infraestructuras para la salud, educación, vialidad, patrimonio cultural y agricultura. El Fondo Intergubernamental para la Descentralización (Fides), de igual manera, se sumaría a las instituciones creadas. Como servicio autónomo, sin personalidad jurídica propia, pero con autonomía funcional, financiera y de gestión, fue creado el 25 de noviembre de 1993, mediante Decreto Ley Nº 3.265 para apoyar administrativa, técnica y financieramente el proceso de descentralización a través de la canalización de los recursos provenientes del impuesto al valor agregado (IVA) y otras fuentes tributarias, en atención a los requerimientos de inversión con rentabilidad social, en los estados y municipios. El precitado Decreto Nº 3.265 fue más tarde derogado por la Ley que crea el Fondo Intergubernamental para la Descentralización (la Ley del Fides), sancionada por el Congreso Nacional, el 5 de noviembre de 1996 (Gaceta Oficial Nº 5.132 de fecha 03-05-97). (Posteriormente sería modificada esta ley, en octubre de 2000, según consta en Gaceta Oficial Nº 37.066 de fecha 30-10-00). Los recursos financieros contemplados en esta ley provendrían de fuentes tales como: el 15 por ciento del presupuesto anual (equivalente al monto por el IVA), préstamos de organismos internacionales para proyectos de inversión, programas 114 Foros 11 • Mayo 2005 de cooperación técnica para el desarrollo regional y local, así como por beneficios logrados por el Estado, mediante colocaciones.3 El fortalecimiento del sistema financiero regional, tanto público como privado, aparece de igual modo dentro de las propuestas de reformas impulsadas por la Copre como un elemento central, en conjunción con un esquema mixto de financiamiento al desarrollo de acuerdo con el cual al poder nacional le correspondería el suministro de los recursos requeridos por las localidades y, a la vez, que cada entidad federal desarrollaría la explotación de actividades económicas propias (Copre, 1990). La ordenación territorial, por su parte, se planteaba como un reto para promover un esquema distinto, más equitativo y racional, de la ocupación territorial. El auge que habían alcanzado las principales ciudades, en términos de atracción de flujos migratorios, representaba para el gobierno central una seria amenaza por el colapso de los servicios públicos y suministros básicos para el sustento de importantes sectores poblacionales que no lograban insertarse por entero dentro de un proceso industrial con alto contenido de capital. Con la asunción del presidente Chávez a la primera magistratura en el año 1998, se inicia en el país un nuevo ciclo democrático, caracterizado, entre otros aspectos, por la incorporación de nuevos actores sociales y políticos que copan la escena con una voluntad política de alto contenido de justicia social, inclinada fundamentalmente a brindar atención a las clases menos favorecidas y en procura de su activa participación en el proceso de cambio que ha sido definido en el proyecto sociopolítico y económico de la nueva Constitución. Se pudiera asociar esta nueva etapa reformista con un esfuerzo por transformar los sistemas de intermediación, participación y representación directa de la ciudadanía en las decisiones públicas, de manera de redefinir las relaciones Estadosociedad, dado el severo cuestionamiento al que estaba siendo sometido el sistema político y, de esa forma, transformar la democracia representativa en democracia participativa, habida cuenta de lo que se consideró como la pérdida de legitimidad de las instituciones del Estado por la falta de correspondencia entre sus acciones y las necesidades de la población. De igual manera, se pudiera afirmar que se intenta superar el esquema tradicional de las reformas del Estado basado en una racionalidad económico-administrativa, 3 Estas fuentes, sin lugar a dudas, revitalizarían la autonomía financiera de origen tributario en cada estado, aunque exigía al mismo tiempo la legitimación de ese poder mediante la respectiva Ley de Hacienda Pública Estadal, como institución formal y fundamento de esas transferencias; sin embargo, este valioso instrumento quedó pendiente, formando parte de la agenda legislativa nacional para el año 2004. Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal... 115 y más bien se aboga por el fortalecimiento de la organización popular en funciones políticas, sociales y económicas, incluyendo la activa incorporación del sector militar, con miras hacia una cierta universalización de la participación, posibilitando, a la vez, las funciones del autogobierno social. La institucionalización de la planificación local mediante la creación de instancias de representación comunitaria en los estados y municipios constituye un buen ejemplo de esta nueva estrategia, en el marco de la descentralización. En este sentido, se definen los consejos Locales de Planificación y los consejos Federales de Gobierno como organismos encargados de la planificación y coordinación de políticas y acciones para el desarrollo de planes y proyectos de atención a las comunidades, con lo cual se transfiere buena parte del poder nacional a los estados y municipios. A nivel estadal, de igual manera, se crean los consejos de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas, presididos por cada gobernador e integrados por los alcaldes y directores estadales de los ministerios, una representación de los legisladores ante la Asamblea Nacional, de los consejos legislativos, de las alcaldías y de las comunidades organizadas, incluyendo dentro de estos últimos las etnias indígenas, donde las hubiere. En una primera etapa, el gobierno del presidente Chávez orientó la política de desarrollo económico y social sobre la base de tres medidas estratégicas concretas: la creación del Fondo Único Social (FUS), el Plan Bolívar 2000 y la creación del Banco del Pueblo Soberano; más tarde se crearía el Banco de Desarrollo de la Mujer. Dichas acciones definían de manera clara la orientación general que tendría su política en cuanto al fomento de la economía popular, la incorporación del sector militar en la ejecución de los planes y proyectos sociales, y el impulso de las microfinanzas. El FUS, concebido como un ente público, dependiente directamente del nuevo Ministerio de Salud y Desarrollo Social, resultante de la fusión del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social y el Ministerio de la Familia, tendría como objetivo: “Concentrar en un solo ente la captación y administración de recursos para lograr la optimización de las políticas, planes y la regulación de los programas sociales destinados a fortalecer la salud integral, la educación y el impulso de la economía popular competitiva” (Proyecto de Creación del FUS, p. 2). El énfasis del FUS estuvo puesto, entonces, en la promoción y desarrollo de la microempresa y las cooperativas, como formas de participación popular en la actividad económica y en la capacitación para el trabajo de jóvenes y adultos, bajo los principios de solidaridad social. Es de hacer notar que la implementación de este fondo no obedeció a una iniciativa propia del presidente Chávez, por cuanto estuvo enmarcada dentro de una recomendación de los organismos multilaterales de financiamiento para enfrentar 116 Foros 11 • Mayo 2005 el flagelo de la pobreza, habiendo sido instrumentado previamente y de manera exitosa, en otros países de Centro y Suramérica: en Bolivia, p.e., con la creación del Fondo Social de Emergencia; en Chile con el Fondo de Solidaridad e Inversión Social, y en República Dominicana, conocido como el Fondo de Compensación Social (Guerra y Ponte de Moreno, 2001). El Plan Bolívar 2000, artífice de la segunda estrategia gubernamental, fue concebido como un curso de acción compartida entre los militares4 y la sociedad civil, con la finalidad de atender las necesidades sociales dentro de los sectores populares. Dicho plan estuvo dividido en tres etapas (proyectos): Proyecto País (Pro-País), cuya población objetivo es aquella en situación de máxima pobreza y exclusión social; Proyecto Patria (Pro-Patria), que incorporaría a los empleados públicos y a los desempleados, en actividades de atención a la sociedad y en la organización de las comunidades para el trabajo productivo, y Proyecto Nación (Pro-Nación), que bajo la dirección de Cordiplan, constituía la fase durante la cual se desarrollarían proyectos estructurales en las industrias petroquímica, del gas y agrícola, así como el de una educación masiva. La tercera estrategia política, referida al financiamiento de la economía popular, ha estado representada por la creación del Banco del Pueblo Soberano, el Banco de Desarrollo de la Mujer, así como la creación de InaPymes (Instituto Nacional para el Desarrollo de la Pequeña y Mediana Empresa) y del Fondo para el Desarrollo de las Microfinanzas (Fondemi). Estos organismos representan, en nuestro particular criterio, una forma válida para el fomento y desarrollo de la economía local, así como para la articulación de lo social con lo económico, sobre todo en una etapa inicial, contrarrestando un poco la tradicional política de dádivas por parte del Estado y, al mismo tiempo, rescatando en forma rápida y mediante el trabajo aquellos grupos sociales excluidos de la actividad productiva. Esto lo decimos por cuanto el fomento de la economía popular, a través de la instrumentación de los llamados créditos mancomunados5 (en el caso del Banco del Pueblo y el Banco de la Mujer), así como de otras organizaciones orientadas 4 La activa incorporación del estamento militar a la acción social de gobierno, es bueno advertir, no constituye en América Latina en los actuales momentos un caso aislado. La experiencia de México, por ejemplo, es también ilustrativa de esa tendencia dentro de la institución castrense, incorporándola en las actividades de atención social en las comunidades (Guerra y Ponte de Moreno, 2001). 5 Es de hacer notar que esa modalidad de crédito mancomunado se había puesto en marcha a través de BanGente, entidad financiera que nace a raíz de los programas de la Fundación Mendoza, y el Cesap, los cuales se unieron al Banco Caribe para crear el nuevo banco. Esta experiencia está respaldada por el Banco Interamericano de Desarrollo (Guerra y Ponte de Moreno, 2001). Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal... 117 al fortalecimiento de la actividad productiva en pequeña escala (InaPymes y Fondemi), constituyen algunas de las estrategias para enfrentar la pobreza en las diferentes regiones con la incorporación de las organizaciones de base y la generación de empleos por la vía de las microempresas y de las cooperativas, dentro de los segmentos de la población con menos recursos. Debemos, sin embargo, tener presente con relación a este aspecto, un comentario crítico que formula el PNUD (2000), con relación a las políticas gubernamentales para el enfrentamiento a la pobreza cuando se ponen en práctica estrategias sectoriales de manera aislada. El problema radica, en su criterio, en abordar el problema de la pobreza a través de intervenciones gubernamentales, dirigidas a grupos específicos mediante el otorgamiento de microcréditos, o a través de servicios sociales básicos, al concebir a la pobreza sólo como una situación de carencia de recursos materiales y monetarios y no como un problema multidimensional que requiere, en todo caso, emprender programas multisectoriales, articulados a las políticas públicas. En ese sentido, el concepto de governance deberá ser entendido en su justa dimensión, orientado hacia la construcción de una verdadera institucionalidad, que logre una vital articulación entre crecimiento económico y reducción de la pobreza, por una parte, y por la otra, el fortalecimiento de la participación de todos los estratos sociales en la definición y el seguimiento de las políticas públicas, hacia el logro de una equitativa distribución del poder político (empowerment). Las leyes habilitantes o la implosión político-institucional Se puede afirmar que luego de la aprobación de la nueva Constitución en 1999, el año 2001 ha representado para la historia política de Venezuela, quizás la época de mayor significación institucional en materia legal. Es el año en el cual se promulga el mayor número de leyes y decretos-leyes (49 en total), en el marco de la Ley Habilitante, para construir las bases institucionales-formales del modelo socioeconómico y político de la nueva república, definido en el nuevo texto constitucional y proveer a las regiones del marco jurídico apropiado para el impulso y el fortalecimiento de sus estrategias de desarrollo. A partir de ese momento se inicia en Venezuela una nueva etapa política signada por una extrema conflictividad entre el gobierno y algunos de principales actores políticos, sociales, económicos y sindicales, que veían peligrar sus más caros intereses con la promulgación de unas leyes, que en opinión de los máximos representantes de Fedecámaras, la CTV, Pdvsa, los medios de comunicación y los principales partidos políticos de oposición e, incluso, el Clero, atentaban contra la propiedad privada, el libre ejercicio del comercio y las garantías económicas, previstas y sancionadas en la nueva Constitución. 118 Foros 11 • Mayo 2005 Desde una perspectiva institucional, buena parte de esa legislación fue concebida para brindar soporte a la estrategia social de enfrentamiento a la pobreza y a la estrategia económico-financiera y territorial, de cara a las desigualdades regionales, dentro de un espectro de instituciones socioeconómicas formales, vinculadas principalmente a los sectores agrícola (la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario y la Ley de Crédito para el Sector Agrícola), pesquero-artesanal (Ley Orgánica de Espacios Acuáticos e Insulares), de la pequeña y mediana industria y de las cooperativas (Ley para la Promoción y Desarrollo de la Pequeña y Mediana Industria y Decreto-Ley de Asociaciones Cooperativas) y microfinanciero (Decreto-Ley de Creación, Estímulo y Promoción del Sistema Microfinanciero). De igual manera, se promulgó mediante decreto con rango y fuerza de ley, la transformación del Fondo de Inversiones de Venezuela en Banco de Desarrollo Económico y Social (Bandes), así como la Ley de Zonas Especiales de Desarrollo Sustentable (LZEDS). Evidentemente, se trataba de dotar a la política social, económica y territorial de un marco legal consistente, quizás, con lo que se ha denominado la Política Orgánica de Estado para el Desarrollo Social y el Sistema Nacional de Promoción y Apoyo a la Economía Popular, el cual debería estar integrado, a su vez, con cuatro grandes programas: Apoyo Financiero, Comercialización, Capacitación y Organización (Barrantes, 1997). El desarrollo regional: visión estratégica del actual gobierno (El Plan Nacional de Desarrollo Regional 2001-2007) Específicamente en lo que respecta a la visión del desarrollo económico y social del país, se puede afirmar que el actual gobierno la vincula íntimamente a su dimensión territorial y con una clara concepción del espacio social como marco de referencia de toda actividad productiva en el que confluyen las tradiciones, la cultura y los valores, vale decir, la historia regional. Esta visión integral del desarrollo se plasma en Plan Nacional de Desarrollo Regional 2001-2007, elaborado desde el Ministerio de Planificación y Desarrollo, antiguo Cordiplan, teniendo como antecedentes programáticos las propuestas contenidas en: el Programa de Gobierno (1998) presentado por el presidente Chávez en su campaña electoral; el Programa Económico de Transición (1999-2000) y el Programa Económico Nacional (2000), destacándose como idea fuerza una política de planificación y desarrollo territorial a través de una estrategia de descentralización desconcentrada. Dicha estrategia, se espera, logre definir un modelo territorial en el cual se preserve el medio ambiente, se facilite un proceso de transformación productiva con equidad y, a la vez, se logren superar los desequilibrios espaciales resultantes del efecto concentrador en lo territorial del modelo de industrialización Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal... 119 sustentado en la renta petrolera y de las políticas públicas instrumentadas durante décadas, a la luz de los programas de ajuste macroeconómico de los años noventa. Se plantea en todo caso, como objetivo principal, alcanzar una mejor distribución territorial del ingreso sobre la base de las potencialidades de las regiones (desarrollo endógeno) y mediante un modelo de desarrollo sustentable. Este Plan Nacional de Desarrollo Regional 2001-2007 (PNDR) está concebido, de igual manera, sobre la división geográfica del país en regiones (regiones-plan) que se agruparon fundamentalmente sobre la nueva estrategia de desarrollo territorial, modificando en cierto modo la división territorial vigente hasta los años ochenta. De esa forma, las regiones-plan quedaron definidas así: Central, CentroOccidental, Los Llanos, Oriental y Guayana. Un aspecto importante para el fortalecimiento de dichas regiones es la propuesta de reactivación de los organismos regionales de desarrollo (ORD) para: “Orientar la actividad de planificación en aquellos ámbitos que sobrepasan las competencias de los gobiernos estadales y locales, a objeto de coordinar y compatibilizar los requerimientos de los diferentes estados y municipios con los de la Nación” (PNDR, 2001-2007:10). En este sentido, los ORD adquieren un carácter más dinámico, cuyas competencias incluyen: a) Planificación y promoción del desarrollo regional; b) Investigación, evaluación y seguimiento sobre las potencialidades y oportunidades de las regiones, así como la elaboración de estudios y formulación de planes y proyectos regionales de desarrollo; c) Capacitación, asesoría y asistencia técnica de funcionarios públicos adscritos a las alcaldías y gobernaciones, y d) Coordinación de entes ejecutores y comunidades para el logro de objetivos comunes, en función del Plan Nacional de Desarrollo. Adicionalmente, en el orden territorial y sobre la base de las condiciones geográficas, económicas, culturales y ambientales existentes en el país, la estrategia del plan (PNDR, 2001-2007:9) se apoya en los siguientes elementos: 1) Fachadas de integración (amazónica, andina y caribeña), cuyo objetivo estratégico es favorecer, tanto el desarrollo de las regiones fronterizas como la comunicación con los países vecinos, a través de los grandes ejes fluviales y del transporte ferroviario, terrestre, aéreo y marítimo; 2) Ejes de desconcentración (occidental, OrinocoApure y oriental) que conforman las regiones-programa seleccionadas para potenciar el desarrollo y la desconcentración territorial por medio de la dotación de infraestructura y mejoramiento de los servicios públicos en los centros poblados a lo largo de cada uno de los ejes, de manera de propiciar la inversión privada y 3) Dinámica regional, privilegiando las actividades productivas de acuerdo con las potencialidades y la vocación de cada región (pequeña y mediana industria, petróleo, agricultura, turismo, minería, servicios, entre otros). 120 Foros 11 • Mayo 2005 La región Centro-Occidental en el marco del Plan Nacional de Desarrollo Regional 2001-2007 Integrada por los estados Cojedes, Falcón, Lara, Portuguesa y Yaracuy, cuenta con 71 municipios, abarca el 8,9 por ciento de la superficie nacional (81.700 km2), y una población para el año 1998 de 3.783.699 habitantes, lo que representa el 16,3 por ciento de la población nacional (MPD, 2000). En términos generales, la actividad productiva de la región se caracteriza, principalmente, por las pequeñas y medianas industrias que, según datos de la OCEI (2000), generaban alrededor del 12 por ciento del empleo industrial nacional. La gran industria está representada, fundamentalmente, por las refinerías de Amuay y Punta Cardón en el estado Falcón, así como las zonas industriales de Barquisimeto y la zona franca industrial, comercial y de servicios de Paraguaná. Los centrales azucareros representan asimismo un importante potencial industrial en la región. Sus reservas forestales, mineras y pesqueras constituyen, de igual modo, fuentes de riqueza y de generación de empleos con la explotación maderera (pulpa de papel) y la plantación, la producción de minerales no metálicos, el turismo de playa y el turismo ecológico, así como la producción y comercialización de productos del mar, respectivamente. El sector comercio se ve reforzado principalmente por el Mercado Mayorista de Barquisimeto (Mercabar), considerado como uno de los mayores centros de acopio y distribución de alimentos en América Latina (MPD, 2000). Al lado de sus potencialidades, la región Centro-Occidental presenta fuertes desequilibrios. En lo social, las condiciones de pobreza y pobreza extrema se ubicaban al final de la década de los noventa, en alrededor del 57 por ciento en promedio, muy por encima del promedio nacional (45 por ciento). Por su parte, y según datos de la OCEI (2000), la evolución del índice de desarrollo humano (IDH) calculado para todos los estados que conforman la región, muestra un constante descenso durante esos mismos años, colocándose en 1998 en 0,6500, por debajo del índice nacional (0,6892). La tasa de mortalidad infantil en la región (25 x 1000), de igual modo, se ubicaba en un promedio superior al nacional (20,45 x 1.000) a finales de la década (OCEI, 2000). El nivel educativo, así mismo, presenta resultados poco alentadores si se toma en cuenta que 7 de cada 10 personas ocupadas poseen un nivel de enseñanza básica inferior al 6º grado (OCEI, 2000). En lo económico, el índice de desempleo presentó un promedio de 20 por ciento, superior al nacional que se ubicó en 15 por ciento, para esos mismos años (OCEI, 1999). Como complemento, la región Centro-Occidental presenta una tendencia importadora y la situación de escaso desarrollo económico la convierte en una zona débil, desde la perspectiva de su contribución a la generación del PIB. Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal... 121 El desarrollo regional-local. Un caso: el estado Lara El estado Lara, al igual que las demás entidades federales de Venezuela, no escapa a los desafíos que representan las transformaciones que han venido experimentando las relaciones de intercambio mundial. Sin ser una entidad petrolera, representa en la región Centro-Occidental un espacio sociohistórico que cuenta con inmensas potencialidades para enfrentar los retos del desarrollo, dentro de una sociedad globalizada y competitiva. Con una superficie de 19.800 km2, que representa el 2,28 por ciento del territorio nacional, políticamente conformado por nueve (9) municipios y cincuenta y tres (53) parroquias y con una población para el año 2000 (según la proyección del censo de 1990), de alrededor de 1,6 millones de habitantes, posee un importante potencial para el desarrollo de la actividad agrícola, el comercio y la manufactura. Esta última con pocas empresas grandes pero con numerosas medianas, pequeñas y microempresas.6 Su estratégica ubicación geográfica lo convierte en un importante centro de comercialización nacional e internacional, liderando a este sector en toda la región Centro-Occidental. De hecho, importantes arterias viales (la autopista Regional del Centro, la carretera Lara-Zulia y la autopista de los Llanos Occidentales José Antonio Páez), el aeropuerto internacional Jacinto Lara, la aduana Centrooccidental y el Ferrocarril, conforman buena parte de la infraestructura de transporte y comercialización de la entidad. Por otra parte, una importante diversidad climática y el predominio de superficies áridas (75 por ciento de zonas áridas o semiáridas), así como la heterogeneidad de su relieve (piedemonte, montaña y valles), permite la explotación de diversos rubros alimenticios: café, leche, caña de azúcar, sisal, sábila, uva, piña y carne que, por cultura y tradición, representan el potencial agrícola y agroindustrial larense. La minería, por su parte, representa otra importante fuente productiva del estado, al contar con yacimientos de minerales no metálicos, tales como la arcilla silícea (con reservas estimadas en 1 millón de TM) que se utiliza en la fabricación de vidrios, detergentes y abrasivos; la piedra caliza (con reservas estimadas en 300 millones de m3) utilizadas por las industrias químicas y siderúrgicas; la arcilla blanca y roja (con reservas estimadas en 20 millones de m3) como insumos para la producción de cemento blanco, baldosas y piezas sanitarias (arcilla blanca) y en la producción de artesanía ornamental (arcilla roja). 6 Datos aportados en el documento «Ideas, propuestas y planteamientos para la formulación de un plan de desarrollo del estado Lara». Comisión de Integración Interinstitucional: Proinlara – Universidades e Institutos de Educación Superior del Estado Lara, Barquisimeto, octubre de 2000. 122 Foros 11 • Mayo 2005 En el área social, el estado Lara cuenta entre sus mayores fortalezas con un importante número de instituciones de educación superior, tanto públicas como privadas: la Universidad Politécnica, la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, un núcleo de la Universidad Simón Rodríguez, la Universidad Nacional Abierta, la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) y los institutos universitarios de tecnología Antonio José de Sucre y Andrés Eloy Blanco, como instituciones del Estado; las universidades Fermín Toro y Yacambú como instituciones privadas, un núcleo de la Universidad Central de Venezuela; así mismo, ofrece oportunidades de formación de profesionales en la región. La UCLA, por su parte, posee dos núcleos: uno de ellos en el municipio Torres y el otro en el municipio Morán. Puede afirmarse, entonces, que el estado Lara posee una infraestructura educativa muy sólida para atender las necesidades de formación en las áreas agrícola, pecuaria, tecnológica, gerencial, pedagógica y asistencial, a nivel de pre y posgrado, lo cual, en buena medida, guarda estrecha relación con las potencialidades productivas del estado, ya mencionadas. Otro sector importante con que cuenta el estado Lara para potenciar su desarrollo es el de los servicios públicos: acueductos, cloacas, drenajes, teléfonos y electricidad, así como vialidad, vivienda y transporte, configurando una red social que en conjunción con el potencial productivo, generan expectativas favorables para el desarrollo. Por otro lado, la existencia de importantes opciones de financiamiento al desarrollo provenientes no sólo de fuentes internas (públicas y privadas), sino también de organismos multilaterales y bilaterales, aunado a las inversiones extranjeras que se han radicado en el estado Lara, conforman un interesante potencial para la inversión, la generación de empleo y el desencadenamiento de un proceso de desarrollo local. El desarrollo económico y social del estado Lara: una perspectiva historiográfica Esta parte del trabajo se aborda desde una perspectiva historiográfica tratando de situar el discurso teórico sobre bases más objetivas y concretas, a objeto de rastrear la conformación del entramado institucional que se fue articulando alrededor del proceso de desarrollo económico y social de la región, en el marco de la sustitución del modelo económico agroexportador y de los procesos de reformas políticoadministrativas del Estado venezolano. Especial énfasis se coloca en la dimensión financiera del proceso, siempre vinculándola al sector público. Se pretende, en todo caso, una aproximación a un diagnóstico preliminar sobre las fortalezas institucionales con que cuenta el estado Lara en materia de financiamiento, para Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal... 123 enfrentar los desafíos de la competitividad que ofrecen las nuevas tendencias globalizadoras de esta época. Se ha escogido como referencia temporal de partida para el análisis, la década de los años cuarenta, cuando desde una base agroindustrial comienzan a darse los primeros pasos hacia la expansión económica y social de la región larense, gracias al esfuerzo y a las iniciativas sindicales y de grupos económicos regionales, vinculados principalmente a la producción de la caña de azúcar, el sisal y la leche, por una parte, y por la otra la creación de instituciones y organismos regionales de desarrollo que dieron gran impulso al incipiente proceso de industrialización. El momento en el cual se decreta el proceso de descentralización políticoadministrativa y fiscal en el país, a mediados de los ochenta, nos resulta por demás representativo para los efectos de este trabajo, de manera de evaluar la recomposición que experimenta la relación Estado-gobierno local-sociedad y cómo se va perfilando un nuevo tejido institucional en la región, como soporte financiero a los proyectos de desarrollo. En la parte final se presenta una breve referencia a las principales leyes aprobadas durante los dos últimos años por el Consejo Legislativo del Estado Lara, referidas fundamentalmente al ámbito fiscal-financiero, en tanto basamento jurídiconormativo, a la generación y aplicación de fondos públicos en los planes y proyectos de desarrollo de la entidad. De la artesanía larense a la agroindustria: algunas consideraciones generales Se ha señalado (Rojas, 1996) que el proceso de transición de la región larense, desde un modelo productivo agrario-artesanal y comercial hacia un modelo agroindustrial, estuvo acompañado (¿impulsado?) por importantes transformaciones en la organización social. Organizaciones gremiales y sindicales (productores, comerciantes y agricultores) e inversionistas en los sectores azucareros, sisaleros y lecheros, así como diferentes agrupaciones sociales (clubes y centros sociales) que se fueron conformando desde principios del siglo XX, contribuyeron de una u otra forma a consolidar un tejido institucional que propició la expansión en la región, a través de sus respectivas formas de lucha, definiendo en todo caso una base agrícola y pecuaria. Estas agrupaciones darían nuevas formas al proceso de acumulación capitalista regional, a través de la agroindustria, acompañado de procesos de urbanización y de nuevas formas de organización social. El Tocuyo y Carora sobresalen en esa época como las ciudades de origen de las mayores inversiones en azúcar y leche, respectivamente. En este contexto y dentro del modelo de sustitución de importaciones, el Estado asume en 1946, a través de la CVF, un rol dinamizador del proceso de desarrollo regional con el aporte de créditos a los inversionistas. De igual manera operaría el 124 Foros 11 • Mayo 2005 Banco Regional de Fomento mediante el financiamiento de obras de infraestructura y programas industriales de modernización agrícola. Por su parte, el sistema bancario nacional (Banco de Venezuela, Banco Agrícola y Pecuario y el Banco de Maracaibo) potenciaría el comercio mayorista y la producción agrícola y pecuaria en general, así como la construcción de infraestructuras (silos y frigoríficos) para el almacenamiento y conservación de los productos del campo (Rojas, 1996). El Ministerio de Obras Públicas, de igual manera, invertiría importantes montos para la construcción de carreteras, aeropuertos, edificaciones públicas y médicoasistenciales, entre otras. El plan ferroviario, ideado durante la dictadura perezjimenista, fue así mismo puesto en funcionamiento en 1958, constituyendo un fuerte impulso para la economía regional. La fábrica de cemento VencemosLara, creada en 1945, representó por su parte un importante avance en el proceso de industrialización larense. Se ha de señalar, sin embargo, que ese impulso inicial pierde su dinamismo hacia finales de la década de los años cincuenta, y es así cómo con la restauración de la democracia (principios de los años sesenta) se haría necesario formular un replanteo del proceso de industrialización para hacer de Barquisimeto la primera ciudad industrial de la región. Acá habría que destacar nuevamente el liderazgo regional en la conducción del proceso de cambio. Según la fuente que venimos consultando, la política de zonas industriales, cuya vanguardia fue asumida por la Sociedad Amigos de Barquisimeto (SAB), fundada en 1955, así como la creación en 1964 de la Compañía para el Desarrollo Industrial (Comdibar), rescataría y le daría un nuevo perfil a la zona industrial de Barquisimeto con el soporte financiero de la CVF y del ayuntamiento barquisimetano, otorgándole un refrescamiento al incipiente desarrollo industrial de la ciudad. En la década de los sesenta pudiera decirse, al mismo tiempo, que la agenda modernizadora estuvo acompañada por importantes obras (Giménez, 2003): el Matadero Industrial, el Cementerio Nuevo, la Universidad Centroccidental, el Politécnico y el Terminal de Pasajeros, entre otras. De igual manera, la construcción de algunas urbanizaciones: Bararida, La Concordia y José Gil Fortoul, con el apoyo financiero estatal, a través del Banco Obrero. Desde el punto de vista de los desequilibrios socioeconómicos más pronunciados en el estado durante esos años, habría que mencionar: el desempleo, la subocupación, la hipertrofia del sector servicios –cuya contribución al PIB regional se ubicaba en alrededor del 56 por ciento–, la baja productividad, bajos ingresos y el éxodo campesino hacia la ciudad, sin que pudiera ser captado por el sector productivo (Giménez, 2003). De acuerdo con la fuente, durante las décadas de los años sesenta y setenta comienza a manifestarse el problema de la informalidad que Barquisimeto no Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal... 125 logró resolver, pese a la cuantiosa ayuda estatal para atender el gasto social. Más aún, sostiene el autor que el escaso crecimiento que había experimentado la región había sido consecuencia directa del gasto público, fundamentalmente a través del MOP (p. 99). Otro hecho significativo que ilustra la participación del Estado en el desarrollo regional en esos años fue el surgimiento del transporte público, el cual dinamizaría la movilización entre las zonas periféricas y Barquisimeto. De esa forma, el estado Lara, y Barquisimeto en particular, fueron redefiniendo desde mediados de los setenta un perfil económico de base industrial y de servicios públicos, más que agrocomercial y de servicios, como venía siendo hasta finales de los años sesenta. Dos eventos interesantes de la época que tendrían mucha significación para el desarrollo industrial del estado Lara fueron, en primer lugar, el incremento de los precios del crudo en los mercados internacionales, que alcanzaron los $34 por barril como consecuencia del conflicto iraní, representando para el fisco un incremento de 22 millones de dólares, durante el año 1978 (Ponte de Moreno, 1995); a nivel regional, esto se tradujo en una mayor inyección de recursos del Estado a través del FIV y de la CVF, sobre todo en el sector industrial, muy especialmente en la producción azucarera (Centrales de El Tocuyo y Río Turbio) (Barrios, 1998). En segundo lugar, la política de desconcentración industrial, definida a partir de 1974. La década de los ochenta: la descentralización y la región larense La década de los años ochenta, como ha sido tantas veces reseñada, significó un punto de quiebre del proceso expansivo de la economía venezolana en general, y para el estado Lara en particular. En el ámbito nacional, no sólo por los elevados costos financieros, sobre todo los referidos al financiamiento contratado en el exterior (principalmente por el empresariado privado) y aun dentro del país. Dichos costos se habían asumido en condiciones tolerables durante la etapa de fuerte expansión de la década anterior; sin embargo, la elevación de las tasas de interés de la banca norteamericana, aunada a la política de liberación de las mismas puesta en práctica por el gobierno venezolano en el año 1982, contribuiría de manera determinante al debilitamiento de la capacidad del Estado para financiar su gasto. Es el momento del quiebre del gran sistema de financiamiento estatal, como fue el caso de la CVF, Corpoindustria y de otros tantos entes públicos que operaron en forma deficitaria durante varios años. Recuérdese que para la época se produce, así mismo, la cesación de pagos del Banco de los Trabajadores y la sentida inestabilidad financiera de muchos otros bancos (Ponte de Moreno, 1995). 126 Foros 11 • Mayo 2005 Estas primeras manifestaciones de la crisis que se profundizan a lo largo de esa década (la década perdida), traerían serias consecuencias para la región; sobre todo habría que destacar la medida de control de cambio impuesta en el mes de febrero de 1983 (el Viernes Negro) y la consecuente devaluación definida por un régimen de cambios diferenciales a través de Recadi. Estos hechos impactaron severamente la industria nacional y la larense en particular, principalmente en términos de empleo y de inflación por la vía de las importaciones (inflación importada). A este respecto, algunas cifras regionales son reseñadas por Rojas (1996), quien refiere que el impacto de la medida del control de cambio y de la devaluación sobre la estructura productiva larense se puso de manifiesto al registrarse alrededor de 56 por ciento de los establecimientos en quiebra, entre 1982 y 1983; la desocupación, por su parte, se vio incrementada durante esos mismos años en 33 por ciento y la inflación se elevó en 93 puntos porcentuales. Otro aspecto que en nuestro criterio se profundiza durante esos años en la región fue la tercerización de su perfil productivo, sobre todo en lo que respecta el dinamismo alcanzado en primera instancia por el sector bancario, el cual iría perfilándose como uno de los que experimentaría el mayor crecimiento. Tan es así, que ya para mediados de la década de los noventa, dentro de la región Centro-Occidental, el estado Lara era catalogado como el mayor centro financiero, a tenor de los resultados de la medición del proceso de intermediación de los subsistemas bancarios: banca universal y banca comercial (Ponte de Moreno, 2003b). En este sentido, se demuestra que la entidad concentraba en el año 99 en el ámbito regional el 53 por ciento de la cartera de créditos, el 94 por ciento de la cartera de inversión y el 47,7 por ciento de las operaciones pasivas (captaciones del público) (Proinlara, 2000). Lamentablemente, ese dinamismo bancario tuvo efectos altamente concentradores: en lo espacial, por el número de oficinas y, financieramente, por el monto de las carteras, no sólo en el estado Lara con relación a la región Centro-Occidental, sino en el municipio Iribarren, con relación a la propia entidad larense. De igual manera, los sectores comercio y servicios públicos contribuyen durante los años ochenta con el perfil terciario larense, el cual mantuvo una tasa de crecimiento interanual cercana al 63 por ciento, sin que por ello hubiese perdido significación, aunque moderada la industria manufacturera, sobre todo la pequeña empresa, la cual presentó un crecimiento interanual de 17 por ciento, aproximadamente (Proinlara, 2000). Se debe recalcar, de igual modo, que la crisis de los años ochenta obliga a olvidar un poco el proyecto industrial en la región para ceder el paso a la actividad agrocomercial, liderada por la municipalidad, con la creación del Mercado Mayorista, el cual sustituyó al antiguo Manteco (Giménez, 2003). Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal... 127 La descentralización fiscal: algunas manifestaciones en el estado Lara En el marco de la descentralización, entre las fuentes de financiamiento al desarrollo regional de origen público se han seleccionado para el presente ensayo, el estudio de aquellas referidas específicamente a las asignaciones legales: situado constitucional (SC), Ley de Asignaciones Económicas Especiales (LAEE) y Fondo Intergubernamental para la Descentralización (Fides), en el entendido de que esta aproximación representará un importante aporte7 a una investigación mucho más completa orientada a lo que pudiera significar la definición del entramado institucional-financiero del estado Lara, con miras a diseñar un sistema de indicadores regionales del sector público, a todas luces, hasta ahora inexistente. En este sentido, se puede señalar que dentro del proceso de descentralización que se pone en marcha en el país desde la segunda mitad de la década de los ochenta, específicamente su dimensión fiscal va a significar para las diferentes entidades regionales la definición de nuevas fuentes de financiamiento público a través de las llamadas transferencias intergubernamentales, las cuales se institucionalizan mediante las asignaciones legales, entre otras, el situado, el Fides y la LAEE, como instrumentos modernizadores del sistema de redistribución de los recursos públicos necesarios para acometer los planes y proyectos de desarrollo regional, sobre todo en las áreas sociales. De esa forma, se legitimaba una nueva relación distributiva del Estado con los gobiernos locales que intentaba superar una tradición fiscal altamente centralizada, dentro de un contexto internacional globalizado. A manera de ilustración, en las siguientes páginas se presentan algunos referentes empíricos referidos a la evolución cuantitativa que ofrecen dichas asignaciones, tanto a nivel nacional como regional desde finales de los años noventa hasta el año 2003, de manera de ir analizando en forma comparativa las fortalezas financieras que dichas partidas representan para el estado Lara. Se ha de destacar previamente que el situado constitucional, cuya institucionalización se remonta a décadas anteriores, se refuerza desde finales de los años ochenta con la promulgación de la LODDT y es así cómo para el estado Lara, durante el año 1990 y sobre una base poblacional (BP) equivalente a 945.064 hab. (Censo 1981) y de necesidades básicas insatisfechas (NBI), la asignación por este concepto 7 En un ensayo titulado “La globalización financiera y su impacto en el sistema bancario regional. Caso de estudio: el estado Lara”, presentado en marzo de 2003 como requisito parcial exigido en el Seminario: Territorio, Ciudad y Desarrollo (Programa de Doctorado en Estudios del Desarrollo, Cendes-UCLA), efectuamos un análisis del perfil asumido por el sector bancario de la región larense en el marco de los cambios ocurridos en la arquitectura financiera internacional, como condicionante del desarrollo regional y local. Foros 11 • Mayo 2005 128 alcanzó la cifra de 4.380 millones de bolívares (6,57 por ciento del total nacional), muy superior a la otorgada al resto de los estados de la región, tal como se demuestra en el cuadro 1. Cuadro 1 Distribución del situado constitucional año 1990 (Millones de Bs.) Entidad Yaracuy Falcón Portuguesa Cojedes Lara Situado poblacional 1.387,2 2.333,5 1.965,7 620,0 4.380,0 % Total nac. 2,08 3,5 2,95 0,93 6,57 Fuente: Ocepre (1991). Elaboración propia. Se subraya, así mismo, de acuerdo con la fuente y sobre la base del IP y del NBI, que los estados que conforman la región Centro-Occidental estaban para ese mismo año clasificados como rezagados, en conjunción con los estados Anzoátegui, Monagas, Trujillo, Guárico, Amazonas, Delta Amacuro, Sucre y Apure. Específicamente en lo que respecta el estado Lara, cuya población representaba el 7 por ciento de la población nacional (Censo 1981), el índice NBI se ubicaba en 54,12 por ciento, en comparación con el 41 por ciento, a nivel nacional (Ocepre, 1990). A partir del año 1994 y hasta el 2000 se presenta en el cuadro 2 la evolución que ofrece el situado en nuestra entidad: Cuadro 2 Distribución del situado constitucional. Período 1994-2000 (Mil millones de Bs.) Entidad Edo. Lara Total nacional 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 16.804 25.516 54.156 104.455 90.965 107.803 148.700 286.022 434.310 921.8091.777.957 1.548.335 1.852.070 2.554.704 Fuente: Onapre (2001). Elaboración propia. Con una simple revisión de las cifras se observa que, a través de esos años, el crecimiento interanual del situado para el estado Lara se ubicó alrededor del 30 por ciento, manteniendo una proporción fija del 5,8 por ciento con respecto al total asignado a las demás dependencias federales (total nacional), proporción esta mucho menor, comparada con el 6,57 por ciento que le fuese otorgada en Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal... 129 1990. Dicho comportamiento revela una posible inconsistencia, por lo menos en lo que respecta al IP y, quizás también, con relación al NBI, aunque de este último no fue posible encontrar información para esos años. Esto lo decimos a tenor de las cifras que arroja el Censo 2001, el cual reporta para el estado un incremento del 35 por ciento de la población, al pasar a 1.556.415 hab., comparado con los 945.064 hab. que registró el Censo 1981. Por su parte, la Ley de Asignaciones Económicas Especiales (LAEE) y el Fondo Intergubernamental para la Descentralización (Fides) se complementan con el situado para dotar a las gobernaciones y alcaldías de los recursos destinados para promover la descentralización administrativa, la solidaridad interterritorial y el desarrollo de los estados y municipios. Según las cifras aportadas por la Onapre, (antes Ocepre), la región Centro-Occidental recibió durante el año 1999 la cantidad de 409.649,8 millardos de bolívares por concepto de tales asignaciones, cuya distribución por entidad regional se muestra en el cuadro 3. Cuadro 3 Transferencias a las gobernaciones por concepto de asignaciones legales (Región Centro-Occidental) (Año 1999) (Millardos de Bs.) Entidad Yaracuy Falcón Portuguesa Cojedes Lara Total regional SC 50.607,1 65.304,4 64.842,1 36.248,2 107.802,5 324.804,3 LAEE 2.753,9 14.460,2 4.407,7 1.471,3 8.389,7 31.482,8 Fides 9.345,6 9.753,5 10.564,2 10.290,1 13.408,7 53.362,1 Total/ Entidad 62.706,7 89.518,3 79.814,1 48.009,7 129.601,0 409.649,8 Fuente: Onapre (1999). Elaboración propia. Cuadro 4 Asignaciones legales. Distribución porcentual por estados (Región Centro-Occidental) (Año 1999) (%) Entidad regional Lara Yaracuy Falcón Portuguesa Cojedes Fuente: Elaboración y cálculos propios. SC 33,1 15,5 20,1 19,9 11,1 LAEE 26,6 8,7 45,9 14,0 4,6 Fides 25,1 17,5 18,2 19,7 19,2 Foros 11 • Mayo 2005 130 De los cuadros precedentes se puede afirmar que, en primer lugar, el estado Lara se destaca dentro de la región Centro-Occidental como la entidad más favorecida en cuanto a los montos asignados a través de las transferencias intergubernamentales, a excepción de lo correspondiente a la Ley de Asignaciones Económicas Especiales (26,6 por ciento), cuyo monto se ve superado ampliamente por Falcón (45,9 por ciento), en tanto estado productor de hidrocarburos. Se recordará que según lo contemplado en esa ley, el 70 por ciento del monto nacional corresponderá a dichos estados y los que posean yacimientos de minas; esta última asignación se efectuará sobre la base de los niveles de producción. El restante 30 por ciento se distribuirá entre los no productores de esos bienes. En segundo lugar, hay que destacar que el estado Falcón, en conjunción con Yaracuy y Cojedes, presentan una marcada desventaja con relación al Fides, lo cual es muy significativo desde la perspectiva del desarrollo regional si se toma en cuenta que, por ejemplo, dicha asignación se determina sobre la base de proyectos de desarrollo en infraestructura, apoyo a las comunidades y en C&T, presentados a la consideración del Ministerio de Finanzas. Resulta por demás representativas las cifras correspondientes al estado Lara por ese mismo concepto (25,1 por ciento del total del Fides regional) y en lo que respecta a la LAEE (26,6 por ciento del total regional), con lo cual se evidencia un dinamismo importante en la entidad en cuanto a la formulación de proyectos de desarrollo, así como en los niveles de producción minera. El comportamiento del situado, por su parte, obedece, como ya hemos señalado, a la proporción poblacional, destacándose de igual manera el estado Lara, en el contexto de la región Centro-Occidental. Cifras más actualizadas de las asignaciones legales recibidas por los estados centrooccidentales se presentan en los cuadros 5 y 6. Cuadro 5 Asignaciones legales (SC, LAEE, Fides). Región Centro-Occidental (Años: 2000, 2001, 2002 y 2003) (Millardos de Bs.) Entidad Lara Cojedes Falcón Portuguesa Yaracuy Total regional Total nacional 2000 266.336,0 79.334,0 182.874,0 133.551,0 123.333,0 785.428 4.900.805 2001 283.724,0 82.389,0 183.925,0 140.399,0 128.387,0 818.824 5.172.418,0 Fuente: Onapre (varios años). Elaboración y cálculos propios. 2002 385.864,0 110.973,0 254.962,0 193.002,0 173.167,0 1.117.968,0 6.990.595,0 2003 449.276,0 137.753,0 312.719,0 238.280,0 204.812,0 1.342.840,0 8.29190,0 Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal... Cuadro 6 Asignaciones legales. Distribución porcentual: total regional/total nacional (Años 2000, 2001, 2002 y 2003) Entidad 2000 2001 2002 Lara 33,90 34,60 34,50 Cojedes 10,10 10,06 9,09 Falcón 23,20 22,40 22,80 Portuguesa 17,00 17,10 17,20 Yaracuy 15,70 15,60 15,40 Total nacional 4.900.805 5.172.418 6.990.595 16,00 15,8 15,9 131 2003 33,40 10,25 23,20 17,70 15,20 8.291.990 16,0 Fuente: Onapre (varios años). Cálculos y elaboración propios. De los cuadros precedentes, de igual forma se comprueba la fortaleza que mantiene el estado Lara en el contexto de la región Centro-Occidental en lo que respecta a la distribución de los recursos totales provenientes de las asignaciones legales, seguido de cerca por Falcón. Esta circunstancia, sin lugar a dudas, coloca a nuestra entidad en una situación privilegiada en materia de financiamiento público resultante de la descentralización, lo cual representa un verdadero estímulo y fortalecimiento a los diferentes planes y proyectos de desarrollo socioeconómicos, definidos por la gobernación y las alcaldías. Pese a esta apreciación, si se efectúa el análisis desde una perspectiva nacional, la participación de la región Centro-Occidental en la asignación de esos recursos nos luce un tanto débil, en comparación, por ejemplo, con otras regiones del país, específicamente si se revisa lo asignado a las regiones Central y Oriental, tal como se demostrará más adelante. Se han de destacar, al mismo tiempo, las profundas disparidades que se observan en la distribución de los recursos financieros en algunas de las regiones. Son los casos, por ejemplo, de la región Guayana y la región Los Llanos hacia las cuales, aun cuando potencialmente representan en términos de recursos y riquezas naturales8 una de las principales fuentes de ingresos del país, no se avizora un tratamiento distinto en materia de financiamiento al desarrollo de tales regiones, que se oriente hacia la superación de sus desigualdades. 8 La región Guayana, por ejemplo, concentra la totalidad de la producción nacional de hierro, aluminio, oro, diamante y otros minerales estratégicos. La región Los Llanos, por su parte, en materia de hidrocarburos cuenta con la faja petrolífera del Orinoco, considerado como el depósito de crudos pesados de mayor extensión del país (Plan Nacional de Desarrollo Regional 2001-2007). Foros 11 • Mayo 2005 132 En nuestro concepto, buena parte de esa diferenciación en materia de asignaciones está relacionada con el criterio poblacional sobre el cual descansa el situado; de allí la importancia que cobra la estrategia gubernamental de la descentralización desconcentrada, plasmada en el Plan Nacional de Desarrollo Regional 2001-2007. El cuadro 7 ilustra estos comentarios. Cuadro 7 Asignaciones legales (distribución por regiones) y población (Año 2003) (Millardos de Bs.) Regiones Estados Total % Total asignaciones nacional (miles de Bs.) Los Llanos Apure Barinas Guárico 652.289 8 Central D. Metropolitano Aragua Carabobo Miranda Vargas 1.758.486 23,5 Oriental Anzoátegui Delta Amacuro Monagas Nueva Esparta Sucre 1.527.994 20 Guayana Amazonas Bolívar 517.250 6 Centro-Occidental Lara Portuguesa Cojedes Yaracuy Falcón 1.342.840 18 Zuliana Zulia 1.658.473 22 Fuente: Onapre (2004). Cálculos y elaboración propios. Población (hab.) 1.629.350 7.847.051 3.193.172 1.285.310 3.797.497 2.983.679 Beatriz Ponte de Moreno / El desarrollo regional y el financiamiento estatal... 133 Una consideración adicional: fortalezas institucionales-formales del estado Lara Dentro de la perspectiva del análisis institucional no puede dejar de considerarse el marco jurídico-normativo que desde las regiones y como resultado del proceso de descentralización, define y fundamenta la acción política del Estado y, a la vez, constituye parte esencial del entramado institucional que históricamente se va conformando desde los espacios regionales y locales para brindar soporte a los procesos territoriales de transformación y desarrollo, hacia la consolidación del Estado venezolano. Cobran particular importancia para esos efectos, y más específicamente para los objetivos de este ensayo, las leyes que han venido promulgándose en los últimos años en esta entidad regional, vinculadas directamente a los procesos de descentralización fiscal. En ese sentido, se puede afirmar que durante los años 2002 y 2003 el Consejo Legislativo del Estado Lara aprobó una serie de leyes de las cuales hemos seleccionado algunas directamente vinculadas, tanto al fomento de los proyectos de desarrollo regional como a la regulación y estímulo de todas aquellas actividades productivas para las cuales la geografía larense ofrece sus mayores potencialidades; todo ello, en el marco del Plan Nacional de Desarrollo Regional 2001-2007. Así se tiene, por ejemplo: La Constitución del Estado Lara. En la misma quedan definidos los fines del estado Lara, cuando se señala: (El estado Lara) deberá… “Promover el desarrollo integral de la República, los Municipios y Parroquias de su jurisdicción. Atender las iniciativas vecinales para promover la descentralización y el afianzamiento de la democracia; fomentar y difundir las tradiciones y expresiones relacionadas con la identidad de los distintos grupos sociales y étnicos del estado, como patrimonio cultural de la Nación y de la Humanidad (Art. 3). Por su parte, en el artículo 4º, se señala que: (El estado Lara)…“Fomentará y brindará protección especial a la artesanía, agricultura, ganadería y turismo, garantizando la actividad productiva. Se denota en dicho articulado, en primer lugar, una visión de la región larense profundamente articulada a la dinámica de desarrollo nacional, en el marco de la descentralización y del sistema democrático, y a la vez, el reconocimiento de las raíces históricas de sus formaciones sociales, como elemento definitorio de una realidad concreta y compleja. En segundo lugar, se destaca la importancia del estímulo y el fomento de las potencialidades de la región por parte del Estado, dentro de la concepción de un modelo productivo para el mejor aprovechamiento de los recursos. Ley sobre Régimen y Aprovechamiento de los Minerales no Metálicos. Tiene por finalidad regular, promover y estimular el aprovechamiento de los minerales 134 Foros 11 • Mayo 2005 no metálicos del estado (mármol, pórfido, caolín, arena, pizarra, arcilla, caliza, yeso, puzolana, gravas y lutitas-lajas) como actividad económica sustentable. De igual manera, promover y estimular la actividad minera, la delimitación de yacimientos, minas y canteras, así como la recaudación y control de impuestos provenientes de su explotación. Ley de Timbre Fiscal, la cual regulará la organización, recaudación, control y administración de los ramos de papel sellado, timbres y estampillas. Ley que crea la Corporación de Turismo del Estado Lara (Cortulara) como instituto autónomo adscrito a la Gobernación del Estado y ente rector en materia turística, para regular la competencia concurrente en lo referido a planificación, coordinación, protección, orientación y desarrollo del turismo en la entidad. Se destaca en esta ley la sustentabilidad del turismo receptivo, como actividad productiva, social y cultural, considerada de alta prioridad. Ley de Hacienda Pública Estadal, cuyo objetivo es desarrollar el sistema de ingresos y obligaciones que conforman la hacienda pública estadal: los activos y pasivos del estado, así como de los demás bienes, cuya administración corresponda a esta entidad. De igual manera define los tributos que componen dicha hacienda, así como los mecanismos de su aplicación y las disposiciones que los regulan. Todo ello, de manera coordinada con la hacienda nacional y municipal y siguiendo los imperativos del bienestar colectivo, así como los principios de eficiencia, eficacia, celeridad, transparencia y rendición de cuentas. Referencias bibliográficas AMIN, A. y N. THRIFF (1992). Globalization, institutions and regional development in Europe, Oxford University Press. AROCENA, J. (1995). El desarrollo local. Un desafío contemporáneo, Caracas, Ed. Nueva Sociedad. BANCO MUNDIAL (2002). “Instituciones para los mercados”, Informe sobre el desarrollo mundial. BARRANTES, C. (1997). El apoyo a la economía popular en Venezuela. ¿Hacia una política social orgánica de Estado?, Caracas, Faces-UCV. BARRIOS, S. (1998). El moderno Estado intervencionista en Venezuela. El caso de la Corporación Venezolana de Guayana, Colección Luis Lander, Caracas, Cendes. BCV (2003). Informe anual, Caracas, Ed. Banco Central de Venezuela. BOISIER, S. (1991). “La descentralización: un tema difuso y confuso”, en D. 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Candidato a Doctor, Programa de Metodología, Técnicas y Análisis del Desarrollo Regional, Universidad de Sevilla-España. Coordinador del Programa de Postgrado de Gerencia Agraria, UCLA. Investigador Activo CDCHT-UCLA. Docente de Postgrado y Pregrado de la UCLA. Docente invitado por la Coordinación de Postgrado, La Universidad del Zulia. Correo electrónico: edwings@ucla.edu.ve ** Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), Barquisimeto. *** Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), Barquisimeto. **** Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), Barquisimeto. Foros 11 • Mayo 2005 138 Resumen El presente trabajo suministra elementos sobre los esfuerzos que se están realizando para implementar un “modelo de desarrollo local” propio en algunas municipalidades del estado Lara, con el objetivo de formular micropolíticas de desarrollo y reestablecer los desequilibrios sociales y territoriales. Se realizó un estudio exploratorio-descriptivo identificando las características generales de la estructura productiva del municipio, resumiéndose en el diagnóstico estratégico situacional. Los principales resultados son la fortaleza del municipio por la existencia de sus comunidades organizadas, áreas para la instalación de tejidos empresariales y posibilidades de implementar nuevas formas de empleo. Se muestran las debilidades en la aplicación de la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial y en la carencia de instituciones de educación técnica. Se concluye reconociendo el desarrollo de la provincia como factor estratégico del crecimiento de la región que favorece el intercambio comercial y el contacto entre los agentes económicos, sociales y políticos, generando nuevas políticas públicas locales. Palabras clave: Modelo de desarrollo local / Áreas integradas / Políticas de desarrollo Clasificación JEL: R11, R13 Abstract This paper provides information about current efforts to apply a “local development model” in some counties of the Lara State, in order to establish micropolicies for economic development and redress social and territorial imbalances. An exploratory-descriptive study which identified the general characteristics of the county’s production structure was carried out, and led to a strategic situational diagnosis. The main results indicate that the county’s strength lies in the existence of organized communities, areas for installing business netwoks, and possibilities for creating new forms of employment. Its weakness lies in the way the Organic Law for Territorial Distribution is applied and the lack of technical education institutes. Finally, the province’s development is recognized as a strategic factor in the region’s growth; it supports trade and contact between economic, social and political agents, which leads to the formulation of new public local policies. Key words: Local development model / Integrated areas / Development policies JEL classification: R11, R13 Edwing R. Salazar M. y otros / “Un modelo de desarrollo local”... 139 Resumo Este trabalho fornece elementos sobre os esforços que estão sendo realizados a fim de programar um «modelo de desenvolvimento local» próprio em alguns municípios do estado Lara, com o objetivo de formular micropolíticas de desenvolvimento e restabelecer os desequilíbrios sociais e territoriais. Foi realizado um estudo exploratório-descritivo identificando as características gerais da estrutura produtiva do município, resumindo-se no diagnóstico estratégico situacional. Os principais resultados são o fortalecimento do município devido à existência de comunidades organizadas, áreas para a instalação de tecidos empresariais e possibilidades de programar novas formas de emprego. Observamse debilidades na aplicação da Lei Orgânica de ordenamento territorial e na carência de instituições de educação técnica. Termina-se reconhecendo o desenvolvimento da província como fator estratégico do crescimento da região que favorece o intercâmbio comercial e o contato entre os agentes econômicos, sociais e políticos, criando novas políticas locais. Palavras chave: Modelo de desenvolvimento local / Áreas integradas / Políticas de desenvolvimento Classificação JEL: R11, R13 Résumé Ce travail fournit des données sur les efforts déployés dans le but de mettre en place un modèle de développement local propre à chaque municipalité du département de Lara, qui a pour intention de formuler des micro-politiques de développement, et de rétablir les déséquilibres sociaux et territoriaux. Une étude exploratoire et descriptive a été faite, identifiant les caractéristiques générales de la structure de production de cette municipalité, et qui est résumée dans le diagnostic stratégique-situationnel. Ses principaux résultats sont le renforcement des structures de la municipalité à travers l’activité de ses communités organisées, l’existence de surfaces pour l’installation de réseaux d’entreprise, et les possibilités de donner naissance à de nouvelles formes d’emploi. Des insuffisances apparaissent lors de l’application de la Loi organique de l’ordonnation territoriale, et en l’absence d’instituts consacrés à l’éducation technique. En conclusion, le développement de la province est pris en considération en tant que facteur stratégique pour la croissance régionale, ce qui favorise les échanges commerciaux et le contact entre les agents économiques, sociaux et politiques, et donne ainsi lieu à de nouvelles politiques locales. Mots-clefs: Modèle de développement local / Zones intégrées / Politiques de développement Classification JEL: R11, R13 140 Foros 11 • Mayo 2005 Introducción Desde hace una década, un nuevo paradigma recorre el mundo; los sistemas productivos y los mercados locales toman una dimensión global. Bajo el principio de que el Estado debe ceder protagonismo a las empresas innovadoras, y éstas, a su vez, deben permitir el flujo de información, comunicación e interacción entre dichas organizaciones, han aparecido así las nuevas formas de regionalización e integración de la economía nacional. Hoy se discute el dinamismo de los sistemas productivos regionales como motor de las economías globales, conformados por aquellas actividades de manufacturación que durante los años sesenta se caracterizaban por su producción estándar, y que hoy se ha diferenciado por la introducción de innovaciones en los servicios, la creación de redes de subcontratación, la externalización de fases y sistemas de producción, y la introducción de formas más flexibles de organización, mejorando la competitividad de las regiones. A medida que se vaya definiendo este nuevo escenario entre la empresa y el territorio, irán apareciendo nuevos espacios interterritoriales, dando respuestas estratégicas a los retos que representa la competencia en los mercados. El concepto de desarrollo local surge como un instrumento adecuado para el análisis y la interacción en estos espacios. Considerando que el desarrollo económico se produce como consecuencia de la aplicación del conocimiento en los procesos productivos, traduciéndose en rendimientos crecientes, los procesos de desarrollo vistos desde lo local, se producen mediante la utilización del potencial y del excedente generado localmente, y la utilización eventual de recursos externos. Este principio reconoce la importancia de actores económicos, sociales e institucionales, cuya densidad y carácter innovador va a favorecer los procesos de crecimiento y el cambio estructural. Por consiguiente, la política de desarrollo la conforma el conjunto de estrategias diseñado entre los diferentes actores locales, cuyo objetivo es hacer competitiva a la ciudad y regiones mediante el aprovechamiento de sus recursos y factores de producción, combinando las inversiones públicas y privadas con la participación de las comunidades y el gobierno local. Antecedentes del municipio Palavecino Palavecino es uno de los nueve municipios que integran el estado Lara. Está conformado por tres parroquias, las cuales son: Cabudare, capital Cabudare, José Gregorio Bastidas, capital Los Rastrojos, y Agua Viva, capital Agua Viva. El área Edwing R. Salazar M. y otros / “Un modelo de desarrollo local”... 141 que ocupa la superficie territorial es de 440 kilómetros cuadrados, el más pequeño del estado Lara, representando el 2,4 por ciento del total estadal (Fudeco, 2002). Desde el siglo XIX, su capital Cabudare fue un poblado de importancia agrícola y llegó a constituir una ciudad floreciente hasta principios del siglo XX (Taylor, 1999). Sin embargo, el desarrollo desmesurado del sector inmobiliario origina graves problemas de servicios y pérdida de las potencialidades agrícolas del municipio. Los rubros agrícolas y pecuarios, principalmente caña de azúcar, hortalizas, frutales, ganadería de leche y carne, han sido desplazados progresivamente por esta intensa actividad comercial e inmobiliaria. Para el año 2000 la población del municipio era de 130.821 personas, representando el 8,27 por ciento de la población total del estado Lara. Sin embargo, para el año 2001 la población entre 0 a 15 años de edad constituía el 40,39 por ciento del total, y su densidad poblacional era de 297,32 hab/km2, superior a la media estadal (75,7 hab/km2). Esta superioridad responde a la notable tasa de crecimiento geométrico que registró su población en las dos últimas décadas (1981-1990 = 7,92 por ciento y 1990-2000 = 4,56 por ciento), por efecto de un intenso proceso de desarrollo urbano-habitacional y la conformación de un eje metropolitano entre las ciudades de Barquisimeto y Cabudare (INE, 2002). En cuanto a la estructura social, el municipio concentra el 67,30 por ciento del total de hogares no pobres del eje metropolitano Barquisimeto-Cabudare (INE, 2002). Esta mayor proporción de clase media responde a la gran cantidad de profesionales universitarios que residen en el municipio pero que su principal actividad económica la ejercen en la ciudad de Barquisimeto. Según el INE, el municipio Palavecino se ha convertido en el polo más importante de concentración habitacional; su crecimiento fue en el año 2001 de 57,9 por ciento (entre el censo del año de 1990 y el del año 2000), siendo para el estado Lara de 30,4 por ciento en el mismo período. Desde el punto de vista agrícola, el municipio vincula los corredores viales y comerciales entre la región de los llanos centrales con el estado Lara, representando un importante receptor de productos de origen agrícola, sin embargo, la principal plataforma de comercialización la constituye el mercado mayorista de Barquisimeto (Mercabar), donde se comercializa una tercera parte de los alimentos frescos que se consumen en todo el país. La superficie agrícola es de 2 por ciento de su superficie total, con sólo tres núcleos de sociedades colectivas que agrupan 189 hectáreas de explotación (INE, 2002; Fudeco, 2002). En cuanto a su potencial agroindustrial, se observaron actividades vinculadas con la industria del mueble, del vidrio, procesadoras de frutas y embotelladoras de agua mineral; igualmente, existen yacimientos de calizas y arcillas rojas, algunos de ellos en explotación. La municipalidad creó, en 1994, la Compañía Municipal 142 Foros 11 • Mayo 2005 para el Desarrollo Industrial de Palavecino (Compidal), para la promoción de estas actividades y la formulación del proyecto de zona industrial del municipio (Fudeco, 2002). El intenso desarrollo urbanístico ha generado una creciente demanda por los servicios básicos y especializados, de acuerdo con lo señalado por el Concejo Municipal de Palavecino; se estima alrededor de 2.000 establecimientos comerciales y de servicios, incluyendo franquicias, cadenas comerciales de alimentos, comidas rápidas, farmacias, etc. El municipio cuenta con los servicios públicos básicos (electricidad, agua, telefonía, aseo urbano, seguridad y orden público, registros y notarías públicas, entre otros), mientras que los servicios privados más especializados son cubiertos desde la ciudad de Barquisimeto, según informe de la Alcaldía del Municipio Palavecino, del año 2001. Para el año 2001 operaban en el municipio dos subsistemas bancarios representados por la banca universal (BU) y las entidades de ahorro y préstamo (EAP), en cinco oficinas bancarias (BU=4 y EAP=1), representando el 3,3 por ciento del total de oficinas del estado Lara (Superintendencia de Bancos, 2001). Igualmente, para ese mismo año, el índice de intermediación mostró una cifra de 46,03 por ciento, muy similar al registrado por el estado Lara (45,02 por ciento) y la región (46,52 por ciento) (Superintendencia de Bancos, 2001), reflejando que la actividad bancaria no llega a prestar a los agentes económicos ni la mitad de los recursos captados, circunstancia que le resta posibilidades al municipio de generar inversiones importantes. Palavecino es el segundo municipio del estado Lara con el mayor número de instituciones de educación superior. Cuenta con el funcionamiento de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (decanatos de Agronomía y Ciencias Veterinaria), Universidad Yacambú y la Universidad Fermín Toro. Dicho subsistema de educación presenta una matrícula de alrededor de 9.460 estudiantes, convirtiendo al municipio Palavecino como un gran oferente de carreras universitarias (INE, 2002). Para el año 2002 a la Alcaldía del Municipio Palavecino se le asignó, por concepto de ingresos públicos, la cantidad de 9.484.069.667,oo de bolívares, registrando un incremento nominal de 68,1 por ciento con respecto al año anterior (Rivero, 2002). Cabe puntualizar que dentro de la estructura de los ingresos presupuestarios, la asignación del situado municipal pasó a representar el 40,79 por ciento del total acordado, menor al período anterior (2001: 59,58 por ciento). Este aspecto pareciera indicar que el municipio está realizando esfuerzos por generar ingresos propios que le permita financiar una mayor proporción en la distribución institucional del presupuesto de gastos (59,21 por ciento). Los renglones de ingresos propios que experimentaron una mayor participación para el período señalado, lo representan: Edwing R. Salazar M. y otros / “Un modelo de desarrollo local”... 143 otros aportes del municipio: 21,88 por ciento; patentes de industria y comercio: 15,63 por ciento; impuestos a inmuebles urbanos: 7,38 por ciento; ingresos por tasas: 3,67 por ciento, entre otros (Alcaldía del Municipio Palavecino, 2002a;b) En cuanto al presupuesto de gastos, una tercera parte se destina al pago de personal, presentando una situación similar a la que muestra el resto de los municipios a nivel nacional. Otro renglón de gastos importante, activos reales (34,26 por ciento), relacionado con las inversiones que realiza el municipio, especialmente en construcciones urbanas, ha disminuido, reflejando menor participación en la generación de empleo directo e indirecto (Alcaldía del Municipio Palavecino, 2002a;b). Resumen de los principales aspectos metodológicos El desarrollo del análisis estratégico se logró a través de un estudio exploratoriodescriptivo. La unidad de análisis estuvo conformada por la Memoria y cuenta 2001 y 2002 de la Alcaldía del Municipio Palavecino, el Plan estratégico 2001 y 2002, y el Programa de gestión para el municipio Palavecino 2001, considerando a los organismos públicos vinculados con la actividad municipal como informantes complementarios y de validación de los datos obtenidos en las unidades de análisis. Posteriormente, se formuló el diagnóstico estratégico del municipio, tomando la información relevante suministrada por las diferentes direcciones que conforman la estructura orgánica municipal y se consideró la revisión de la información de fuentes secundarias disponibles. El área de influencia del estudio estuvo delimitada al ámbito geográfico del municipio Palavecino, lo que constituyó una limitante para la descripción de los sistemas de producción local con vinculación externa y empresas externas con función endogeneizante (adaptación al modelo Maillat y Grosjean, 1998). La información obtenida se esquematizó mediante el uso de la matriz DAFO, diagrama de convergencia y topología territorial (Vázquez Barquero, 1999). Modelo de desarrollo local observado En este aspecto se resumen las características propias que identifican el modelo de desarrollo local observado, para establecer el perfil del municipio, sus elementos de convergencia real y la tipología territorial, resumiéndose en la matriz DAFO. 1. Integración de los sectores productivos (resumen) a. Sector primario No se observó integrado con los sectores productivos debido principalmente a su proximidad a la ciudad de Barquisimeto. Dichos espacios urbanos forman un eje 144 Foros 11 • Mayo 2005 metropolitano donde la demanda de productos agrícolas son cubiertas a través del mercado mayorista de Barquisimeto (Mercabar). b. Sector secundario Aquí se evalúa la capacidad de transformación que realizan las empresas que funcionan en el municipio. Se observó que éstas no utilizan adecuadamente la materia prima local, dado que no existen en las proporciones requeridas. Sin embargo, algunas microempresas artesanales utilizan materias primas que se localizan en el ámbito interno. c. Sector terciario Es el sector económico más fuerte y dinámico del municipio Palavecino, generador de, aproximadamente, el 60 por ciento del empleo en la zona. Este sector lo conforman cerca de 2.000 empresas dedicadas a la actividad comercial, de servicios (públicos y privados), transporte, sector financiero y algunas franquicias comerciales de carácter nacional y internacional. 2. Uso de los recursos endógenos Se observó que no se utilizan adecuadamente los recursos endógenos existentes (recursos humanos calificados, recursos naturales e infraestructuras). El recurso humano calificado no es empleado en el municipio; el mismo tiene que migrar a otros mercados laborales. En cuanto a los recursos naturales, los pocos espacios agrícolas no son explotados adecuadamente, al igual que el potencial turístico que tienen los parques nacionales (Terepaima y El Turbio). La infraestructura sí está presente como factor endógeno, representada por la instalada a lo largo de la vía intercomunal que comunica a la ciudad de Cabudare con los llanos occidentales y el centro del país, además de la inversión en infraestructura urbana habitacional, la cual ha permitido que una cantidad importante de familias de clase media residan en la zona. En conclusión, no se utilizan los recursos endógenos desde el punto de vista de sus potencialidades y ventajas comparativas. 3. Recursos exógenos Se observa la sustitución de empresas locales por empresas externas al entorno territorial, tomaron mayor protagonismo en el desarrollo económico (El empleo y el ingreso). Dichas actividades exógenas están representadas por grandes cadenas de comercio, por el sector bancario, algunos servicios especializados y franquicias. 4. Presencia de micro, pequeñas y medianas empresas Se observó un número significativo de micro y pequeñas empresas formales e informales, cuyas características de empresa familiar no permiten ampliar su base productiva, generar empleo, ni adquirir nuevas tecnologías. Edwing R. Salazar M. y otros / “Un modelo de desarrollo local”... 145 Se observaron algunas iniciativas por parte del municipio para fomentar la instalación de pequeñas y medianas empresas. En el Plan Estratégico 2002, con participación de la División de Desarrollo Comunitario, se diseñó un programa de organización popular para la producción. Su objetivo fue capacitar a los jóvenes del municipio en dos áreas fundamentales: 1. Capacitación para el trabajo y 2. Formación de microempresarios. Bajo esta iniciativa, se trabajó con un grupo de 60 jóvenes para capacitarlos como microempresarios, 14 culminaron sus proyectos y fueron aprobados por Fundapyme para el apoyo financiero y de asesoría empresarial. Así mismo, el municipio firmó un convenio con el Instituto Nacional de Capacitación-INCE industrial, para dictar cursos de capacitación y oficio como política de plan de empleo en la zona. Esta iniciativa obedece a una adecuada capacidad instalada presente en el municipio en áreas como construcción de maquinaria y equipos, implementos agrícolas, motores eléctricos para la industria de la fundición, etc., la cual puede complementar la actividad industrial desarrollada en la ciudad de Barquisimeto. 5. El componente medioambiental La municipalidad cumple con los programas convencionales de protección del ambiente concerniente al servicio de agua potable, disposición de desechos sólidos, mantenimiento de espacios verdes de recreación, etc. Igualmente, la municipalidad cuenta con la gerencia de ambiente y turismo que incorpora estos aspectos a planes y proyectos en la zona. Esta gerencia ha trabajado en cooperación con el Instituto Nacional de Parques (Inparques) en la promoción del parque nacional Terepaima como área de potencial turístico del municipio, y gestionó ante la Cámara Municipal el decreto como parroquia turística a la parroquia Agua Viva, que conjuntamente con el potencial socioeconómico de la zona (artesanal, música y religioso) se puede convertir en un eje de desarrollo económico del municipio. Se observó la ejecución del proyecto de mejoramiento de la infraestructura receptiva del parque nacional Terepaima (primera etapa), para el cual se destinó treinta y cinco millones de bolívares para construir un mirador turístico, instalaciones para-receptivas, puesto de guardaparque, etc., con recursos del presupuesto 2002 del Fides. 6. El proceso de descentralización Durante la fase diagnóstica se observaron algunas fallas de carácter financiero, sumadas a la ausencia de auditorías de personal y en la aplicación de controles administrativos, lo cual ha retardado lo correspondiente a los pagos por concepto de pasivos laborales. Sin embargo, esta experiencia ha permitido que en los servicios de salud se replanteen las transferencias con un sentido más ordenado. Para el año 2002 los recursos vía Fides para el municipio alcanzaron la cifra de 900 millones de bolívares; con ello se formularon 18 proyectos y se aprobaron 12 (Fides, 2002). 146 Foros 11 • Mayo 2005 En cuanto a la distribución de los recursos fiscales y los provenientes por la Ley de Asignaciones Económicas Especiales, éstos se han utilizado para desarrollar el proyecto de actualización catastral y el Plan de Desarrollo Urbano Local, y en algunos otros proyectos en ciencia y tecnología. En conclusión, el municipio Palavecino ha recibido recursos para fortalecer el proceso de descentralización, sin embargo, se observa que éstos no han sido suficientes para mejorar la gestión pública, en función de dinamizar las potencialidades de los recursos endógenos existentes en el municipio. Estructuración de la matriz DAFO (resumen) Debilidades detectadas • Inadecuada aplicación de la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial, Plan de Ordenación Urbanística y Plan de Desarrollo Urbano Local • • • • Inadecuada integración de los sectores productivos Ausencias de políticas de promoción para la inversión privada Déficit en la cobertura del servicio de agua potable, salud y transporte urbano Carencia de instituciones de educación técnica superior Amenazas detectadas • • • • Incremento de la población marginal y de sectores excluidos Estancamiento en la aplicación de políticas para el desarrollo urbano Incremento en la demanda y cobertura de los servicios públicos Crecimiento de la tasa de marginalidad, analfabetismo, prostitución, deserción escolar, etc. • Incremento en la tasa de desempleo Fortalezas detectadas • • • • • • • Adecuada asignación presupuestaria (situado constitucional) Existencia del Consejo de Planificación local Disponibilidad de recurso humano calificado para la gestión local Existencia de comunidades organizadas Existencia de instituciones de educación superior Formulación de proyectos de expansión del sector eléctrico Existencia de interconexiones viales y troncales interurbanas Edwing R. Salazar M. y otros / “Un modelo de desarrollo local”... • • • • 147 Presencia de recursos naturales para el desarrollo turístico Existencia de espacio físico para la instalación de pymes Desarrollo artesanal importante Existencia de yacimientos de minerales no metálicos Oportunidades detectadas • Cercanía al aeropuerto internacional de la ciudad de Barquisimeto y a las vías férreas • Disponibilidad de espacio físico para la instalación de tejidos empresariales • Acceso a programas de financiamiento multilateral • Desarrollo de los recursos naturales • Reordenamiento y promoción del municipio, en el plano territorial, ambiental y productivo La estructuración de la matriz DAFO da una orientación de la dinámica interna del municipio y señala los elementos catalizadores del crecimiento de la región, permitiendo visualizar los espacios adecuados para la instalación de tejidos empresariales. La idea es detectar las áreas diferenciales por actividad productiva y, al mismo tiempo, lanzar estrategias que provoque la inversión directa privada, convirtiendo a las ciudades o regiones en socios de los grandes grupos empresariales, siendo éstas cada vez más atractivas por las continuas transformaciones en tecnología y productividad, en cooperación con el poder público municipal. Desde esta perspectiva, la elección de un determinado lugar para el emplazamiento de centros productivos se produciría en el momento en que la oferta de factores de competencia espacial de una región lograse satisfacer suficientemente la demanda de factores de localización por parte del empresario, es decir, cuando estos factores sean conocidos y valorados y resulte de gran valor estratégico y económico para el empresario, dentro de sus estrategias futuras. Para el momento de la evaluación, los factores estratégicos de convergencia observados estaban representados por el entorno institucional (gobierno regional y las instituciones de apoyo), los factores de producción (infraestructura de valor estratégico, cualificación de la fuerza de trabajo, etc.), la organización del sistema productivo (dinámica para la cobertura de la demanda) y el factor demandante (empresas, organismos públicos y privados, aglomerados locales con alta demanda en servicio, etc.). Foros 11 • Mayo 2005 148 Diagrama 1 Convergencia de factores estratégicos para el desarrollo territorial Entorno institucional Factores de producción Demanda Organización del sistema productivo Fuente: Adaptación del diamante de Porter (1999). A partir del análisis del diagrama de convergencia de los factores estratégicos, se estructura la tipología territorial, que para este caso se caracteriza por ser de aislamiento, dado que las políticas públicas implementadas han permitido la instalación de formas de organización de empresas que dan prioridad a la externalidad de funciones, y a un mayor uso de proveedores externos, desplazando a las organizaciones empresariales locales. La subcontratación permite a estas grandes empresas la reducción de sus costos operativos y de transacción, beneficiando indirectamente a las empresas especializadas y generando espacios atractivos para las inversiones externas. Se observa el desarrollo de regiones o zonas metropolitanas con aceptable cobertura de los servicios básicos, pero por otra parte, y por efecto de la baja cobertura vertical de las políticas públicas, se van reproduciendo las zonas remotas por efecto de aislamiento, apareciendo, así, zonas desprovistas de los servicios básicos. Aunque las políticas de desarrollo local se basan en la cobertura de la oferta, su objetivo debe converger en un sistema de condiciones y de relaciones que atienda a mejorar la demanda local, facilitando así el funcionamiento del mercado. Es por ello que se debe propiciar los cambios estructurales asociados con los procesos de modernización de la gestión pública, incrementando los niveles de sinergia y formas de cooperación. Edwing R. Salazar M. y otros / “Un modelo de desarrollo local”... 149 Diagrama 2 Tipología territorial por aislamiento (+) Zonas del área metropolitana Áreas integradas (-) (+) Regiones remotas Regiones con potenciales de desarrollo (-) Fuente: Adaptación de Vázquez Barquero (1999). Un modelo de desarrollo local En la municipalidad se observó la utilización de un modelo de gestión tradicional, el cual la hace ineficiente para la promoción de la economía y el fomento del empleo. La mayor proporción de los recursos ordinarios del presupuesto se destinan al gasto corriente; por consiguiente, creemos que la administración municipal deberá definir políticas de desarrollo que fomenten la formación del recurso humano, aumenten los niveles de inversión en infraestructura, disminuyan la tasa de desempleo y estimule la investigación en ciencia y tecnología. Todos estos aspectos son pilares del desarrollo endógeno. En tal sentido se propone: 1. Establecer estrategias para mejorar la oferta de suelo industrial en el corto plazo, con el apoyo del proyecto de zona industrial de Palavecino, lo cual permitiría incentivar negociaciones mediante un acuerdo de planificación entre la administración central y la empresa privada, para alcanzar los objetivos del plan de desarrollo local. 2. Establecer estrategias para el levantamiento de información primaria, con el apoyo de los organismos públicos y privados. Ésta permitiría obtener: • Información sectorial a través de muestreos expandidos • Validación y armonización de los datos Foros 11 • Mayo 2005 150 • Elaboración de matrices intersectoriales • Conocer el nivel de apertura sectorial • Información complementaria requerida, de fuente directa e indirecta Los productos a este nivel estarían representados en: indicadores primarios de gestión, perfil del sector institucional, perfil por actividad económica y perfil para bienes y servicios. 3. La municipalidad deberá establecer estrategias de vinculación con los organismos técnicos, tales como universidades locales, centros de investigación, oficinas de consultorías y parques tecnológicos, para incrementar y fortalecer el tejido industrial, impulsando a los nuevos emprendedores. Por lo tanto, la Agencia de Desarrollo Económico tendría por misión primordial acercar al municipio a los organismos técnicos de apoyo. 4. Para un correcto desarrollo del municipio, las políticas públicas deberán tener un componente importante de capacitación y formación, el cual debe basarse en la optimización de las capacidades empresariales (convergencia real), por lo que el desarrollo y la formación de la mano de obra calificada deberán estar en función de la demanda proveniente del sector industrial y de los nuevos yacimientos de empleo. 5. El municipio debe proveer las políticas necesarias para la promoción de nuevos yacimientos de empleos y negocios. Se trata de identificar las oportunidades de inversión, basadas en las nuevas demandas sociales del municipio, las cuales permitirían disminuir el desempleo. Éstas, principalmente, estarían orientadas hacia: • El turismo local y nuevos fenómenos turísticos (servicios de acompañamiento y acogida turística, nuevos espacios turísticos, etc.). • La construcción de aldeas turísticas en zonas de interés colonial, religioso, cultural y artístico. • Los servicios a domicilio para la clase media que trabaja en la ciudad de Barquisimeto (alimentos y bienes de consumo en el hogar, acompañamiento a personas de la tercera edad, cuidados de niños, etc.). • Creación de la base de datos para la actividad artesanal, el teletrabajo, acceso a biblioteca a distancia y servicios a empresas turísticas. • Impulsar la agricultura ecológica (apicultura, floricultura, piscicultura, etc.). • El desarrollo industrial de los minerales no metálicos (cerámica industrial). • El fomentar el desarrollo del parque industrial para el almacenamiento, transferencia y transporte de mercancías interurbano. Edwing R. Salazar M. y otros / “Un modelo de desarrollo local”... • 151 El aprovechamiento de los desechos sólidos orgánicos para apoyar la agricultura ecológica con apoyo de las universidades y otros centros de investigación. Los productos a este nivel estarían representados en: disponer de un perfil institucional del municipio, estimación y armonización de las estadísticas generadas, un perfil homogéneo para bienes y servicios, mejoramiento de la cobertura de las políticas municipales, localización de espacios para los innovadores-emprendedores, diseño de políticas para el establecimiento de redes de empresas locales y centros productivos. Desde la perspectiva del desarrollo endógeno y, por tanto, de la dinámica de largo plazo, el impacto en la implementación de estas líneas de acción se observaría en cómo la organización de los sistemas de producción responden a los cambios del entorno y anticipan las transformaciones que se producen en los mercados. Esto obedece a que el modelo adquiere carácter de RED y forma parte de la cadena de valor a lo largo de la economía de la zona. Cuando los sistemas se ajustan al modelo y a las nuevas formas de organización de la producción y la demanda, se forman enclaves de empresas externas con potencial propio que se articulan a través de redes de empresas locales que estimulan las relaciones horizontales y de cooperación. Éstas, finalmente, se enraizarán en el territorio, impulsando las zonas potencialmente desarrollables. Diagrama 3 Dinamización del modelo productivo a implementar (+) Sistemas productivos locales con vinculación externa (+) cadenas externas Enclaves de empresas externas Fuente: Adaptación de Maillat y Grosjean (1998). Sistemas locales endógenos cadenas locales (+) Empresas externas con funciones endogeneizadas 152 Foros 11 • Mayo 2005 Estos sistemas de producción local con vinculación externa, y los sistemas locales endógenos, confirman la existencia de un sistema productivo local firmemente articulado al territorio, cuyo mantenimiento dependerá del tipo de interacciones y complementariedad, así como del carácter innovador que funcione a lo interno. Este principio define un modelo de desarrollo local propio cuya continuidad depende de que se mantenga la atracción sobre las inversiones internas y el grado en que se establecen las relaciones con los grupos empresariales y el gobierno regional. Esto establece que la institucionalidad se adecue a las demandas empresariales, produciendo bienes públicos más atractivos y mejorando las relaciones de cooperación. En otras palabras, el nuevo pensamiento institucional radica en reducir los costos por bienes y servicios, aumentando la confianza entre los actores económicos, estimulando la inversión privada y el fortalecimiento de redes de cooperación. El desarrollo económico, por tanto, toma fuerza en aquellos territorios que tienen un sistema institucional moderno, haciendo más eficiente el uso de sus recursos. Las barreras al desarrollo aparecen, frecuentemente, como consecuencia de las carencias y el mal funcionamiento de la red institucional, que dificulta el desarrollo de los procesos de crecimiento autosostenido, y se ven favorecidas con los cambios en las formas de organización del Estado hacia modelos que propician la descentralización administrativa; en este caso, los gobiernos regionales se convierten en agentes idóneos para impulsar las políticas de desarrollo. Sin embargo, hay que reconocer que estos procesos son lentos y se encuentran con dificultades en su ejecución debido a las barreras en los procesos de reparto de poder. Consideraciones finales Asumir el papel de dinamizador del desarrollo local significa para los miembros del gobierno local, generar procesos participativos internos en el seno de su propia organización, en la búsqueda de una visión compartida con sentido estratégico; así mismo, los integrantes de la sociedad organizada, más allá de las individualidades, deben actuar y no sólo limitarse a ser receptores de los beneficios de la acción de gobierno, sin asumir responsabilidades en el conjunto del proceso, por lo que es recomendable la aplicación de metodologías que promuevan la participación en todas sus instancias. De aquí la importancia del enfoque integral del proceso, cuestión tradicionalmente inexistente en la formulación y aplicación de las políticas públicas, pero que es factible en el ámbito local y dentro de un marco institucional adecuado. La propuesta de establecer un modelo de desarrollo local pasa por conocer las potencialidades del municipio y sus ventajas comparativas. Dicho modelo debe articularse a un nuevo modelo de desarrollo nacional que considere al desarrollo de la provincia como factor estratégico del crecimiento económico. Para fortalecer Edwing R. Salazar M. y otros / “Un modelo de desarrollo local”... 153 dicha propuesta de desarrollo se requiere formular políticas sectoriales, territoriales y ambientales que impulsen el progreso de los recursos endógenos existentes. Las nuevas estrategias de desarrollo pretenden mejorar la eficiencia en la asignación de los recursos públicos, fomentar la equidad en la distribución de la riqueza y del empleo, cubriendo las necesidades futuras de la población. Sin duda, estos objetivos representan conflictos en algunas localidades, por ello las estrategias de desarrollo deben encontrar el equilibrio entre los objetivos y las prioridades de la región, y ambas deben funcionar como condicionantes del óptimo perseguido. La generación de políticas de desarrollo amplía las iniciativas dirigidas a todo tipo de empresa y actividades existentes en una localidad; igualmente, busca impulsar el desarrollo de actividades estratégicas para el crecimiento de la región, por tanto, debe combinar acciones horizontales y acciones sectoriales. Esto implica combinar las políticas de carácter nacional con las regionales, convergiendo en estrategias basadas en acciones de ambas políticas. La experiencia en la aplicabilidad de modelos de desarrollo local muestran que la gestión e instrumentación debe hacerse a través de las organizaciones empresariales, las comunidades y la administración pública local, relacionadas bajo un contexto institucional flexible en el corto plazo, pero con una visión en la nueva generación de políticas regionales en el largo plazo. Referencias bibliográficas ALCALDÍA DEL MUNICIPIO PALAVECINO (2002a). Memoria y cuenta año 2001, estado Lara, Alcaldía de Cabudare, municipio Palavecino. ALCALDÍA DEL MUNICIPIO PALAVECINO (2002b). Ordenanza del presupuesto reconducido de gastos municipales para el ejercicio fiscal 2002, Alcaldía de Cabudare, municipio Palavecino, estado Lara. CUADERNOS DEL CENDES (1999). Descentralización y desarrollo local: aportes para una discusión. año 16, segunda época, nº 40, enero-abril, año 1999, Caracas, Venezuela. FONDO INTERGUBERNAMENTAL Caracas, Venezuela. 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SÁEZ CALA (1997). “La transformación de los sistemas productivos locales y la globalización”, Revista Valenciana d´Estudis Autonomics, n° 19, pp. 37-58, Valencia, España. Foros 11 •Mayo 2005 • pp. 155-180 • ISSN: 1690-4885 La competitividad microsistémica como estrategia empresarial para el desarrollo de la pequeña y mediana empresa zuliana Ferrer Juliana Ferrer* Vázquez José Luis Vázquez** Resumen La presente ponencia tiene por finalidad analizar la microcompetitividad sistémica en la pequeña y mediana empresa zuliana. Basada en una investigación descriptiva de campo se procedió a recolectar la información mediante un muestreo aleatorio estratificado, con afijación proporcional al número de empresas transformadoras. El tamaño muestral fue de 101 empresas, de las cuales 62 fueron pequeñas y 39 medianas. Se concluye que las empresas poseen un bajo nivel microcompetitivo sistémico que se manifiesta en el bajo desarrollo tecnológico, alta capacidad ociosa, sistemas de producción ineficiente y estrategias empresariales convencionales. Se recomienda aprovechar los resultados para iniciar un proceso de transformación competitiva sistémica que permita integrar las iniciativas empresariales con políticas de incentivos concertadas con los grupos de interés involucrados, contribuyendo así al crecimiento y búsqueda de estrategias que fortalezcan la vida futura del sector. Palabras clave: Competitividad microsistémica / Pequeña y mediana empresa / Estrategias empresariales / Iniciativas empresariales. Clasificación JEL: M21, M29 * Doctora en Ciencias Gerenciales, Magíster en Gerencia de Empresas. Investigadora de La Universidad del Zulia. Coordinadora Académica del Programa Gerencia de Empresas. Investigadora activa, docente de pre y posgrado y asesora en el área ética de las organizaciones, LUZ. Correo electrónico: jumferrer@cantv.net ** Magíster en Gerencia de Empresas. Economista Investigador de La Universidad del Zulia. Correo electrónico: jvazquez@bod.com.ve Foros 11 • Mayo 2005 156 Abstract The present report analyzes micro systemic competitiveness in small and medium sized companies in the State of Zulia. On the basis of a descriptive field study, we proceeded to gather information using stratified random sampling, proportional to the number of companies that produce transformations. The sample consisted of 101 companies, of which 62 were small and 39 were medium sized. We concluded that the companies possess low-level systemic microcompetitiveness, as is evidenced by their poor technological development, high levels of inactivity, inefficient production systems and conventional managerial strategies. Recommendations are made for these results to be used to initiate a process of systemic competitive transformation which would allow business initiatives to be integrated with incentivation policies agreed upon with the groups involved. This could contribute to growth and the search for strategies to strengthen the sector in the future. Key words: Microsystemic competitiveness / Small and medium companies / Managerial strategies / Managerial initiatives JEL classification: M21, M29 Resumo Este artigo tem a finalidade de analisar a microcompetitividade sistêmica na pequena e na média empresa zuliana. Sobre a base de uma pesquisa descritiva de campo foi efetuada a coleta de informação mediante uma amostragem aleatória estratificada, proporcional ao número de empresas transformadoras. O tamanho da amostragem foi de 101 empresas das quais 62 eram pequenas e 39 médias. A conclusão foi que as empresas possuem baixo nível microcompetitivo sistêmico que se manifesta no baixo desenvolvimento tecnológico, na elevada capacidade ociosa, nos sistemas de produção ineficiente e nas estratégias empresariais convencionais. Recomenda-se aproveitar os resultados a fim de iniciar um processo de transformação competitiva sistêmica que permita integrar as iniciativas empresariais com as políticas de incentivo ajustadas aos grupos de interesse envolvidos, contribuindo assim para o crescimento e a busca de estratégias que fortaleçam a vida futura do setor. Palavras chave: Competitividade microssistémica / Pequena e média empresa, Estratégias empresariais / Iniciativas empresariais Classificação JEL: M21, M29 Juliana Ferrer y José Luis Vázquez / La competitividad microsistémica... 157 Résumé Cet exposé analyse la micro-compétitivité systémique dans les petites et moyennes entreprises du département de Zulia. Prenant pour base une recherche descriptive faite sur le terrain, l’information a été recueillie par le biais d’un échantillonage aléatoire stratifié, avec une afixation proportionnelle au nombre des entreprises de transformation. L’échantillonage comprend cent-onze entreprises, dont soixante-deux petites et trente-neuf moyennes. Il en ressort que les entreprises montrent un faible niveau microcompétitif systémique, se traduisant par un faible développement technologique, par une grande capacité d’innocupation, des systèmes de production non performants, et des stratégies d’entreprise conventionelles. Recommendation est faite de mettre à profit ces résultats pour entamer un processus de transformation compétitive systémique, qui permettrait que les initiatives des entreprises puissent s’intégrer aux politiques d’encouragement qui sont concertées entre les groupes d’intérêt concernés. Tout ceci pourrait contribuer à la croissance et à la mise au point de stratégies pour l’amélioration de l’avenir du secteur. Mots-clefs: Compétitivité microsystémique / Petit et moyenne entrepise / Stratégie patronale Classification JEL: M21, M29 158 Foros 11 • Mayo 2005 Introducción Bajo el inicio del nuevo milenio, los sectores de actividad empresarial viven inmersos en transformaciones radicales, profundas y globales, cambios evidenciados en la esfera de relaciones donde operan, exigiendo éstos formas de interacción que sin perder la capacidad para actuar en un mercado de competencia, puedan ser capaces de garantizar la cooperación necesaria para transitar en un mundo incierto. Frente a ese contexto se definen sectores de actividad global, los cuales deben ser capaces de redescubrir dimensiones añadidas a su identidad, como consecuencia de ese nuevo orden mundial; identidad que cualifica su destino en el logro de los beneficios económicos y sociales. Pero tales beneficios requieren de la interacción de niveles de competencia y competitividad de las organizaciones, que garanticen no sólo reformas de carácter económico, sino también un proyecto de transformación global que coadyuve al logro de ventajas competitivas. Dichas ventajas requieren de una visión estratégica de las organizaciones que debe ser incorporada en el análisis de las realidades económicas y en el diseño de políticas para el desarrollo. Tales iniciativas generarán reglas formales e informales, que propiciarán la participación de sectores de la sociedad en la búsqueda de acuerdos consensuados, por el logro de respuestas distintivas en el mercado nacional e internacional. Por supuesto, iniciativas de este tipo requieren de procesos educativos y culturales que conduzcan a las organizaciones a una actuación basada en la cooperación y las alianzas estratégicas, a fin de lograr un uso efectivo de los recursos y la existencia de mercados eficientes de factores, bienes y capitales. Pero, también, de una puesta a la competitividad y el diálogo social, a fin de canalizar los potenciales nacionales y regionales y obtener la capacidad intrínseca y particular necesaria para operar con éxito en los mercados dentro del ámbito global, situación revelada desde la competitividad microsistémica. Surge de tal reflexión la presente ponencia, la cual analiza niveles de competitividad microsistémica como estrategia empresarial y las posibilidades ciertas de desarrollo en la empresa venezolana, particularmente en el caso de las pequeñas y medianas empresas zulianas. 1. Nuevos desafíos para la economía de los sectores de actividad global La economía de sectores de actividad global es una realidad nueva para la historia, distinta de una economía mundial. Una economía mundial, en la que la acumulación de capital ocurre en todo el mundo, ha existido en Occidente al menos desde el siglo XVI. Una economía de los sectores de actividad global es algo diferente. Es Juliana Ferrer y José Luis Vázquez / La competitividad microsistémica... 159 una economía con la capacidad de funcionar como una unidad en tiempo real a escala planetaria, que trata siempre de superar los límites de tiempo y espacio, pero que sólo a finales de siglo XX es capaz de hacerse verdaderamente global, en virtud de una nueva infraestructura proporcionada por las tecnologías de la información y la comunicación. Esta globalidad incumbe a todos los procesos del sistema económico-social (Castells, 1999). No obstante, la noción de globalización ha sido criticada. Algunas se basan en una observación de sentido común, con frecuencia olvidada; la economía internacional no es aún global. Algunos mercados se encuentran todavía lejos de la integración plena; los flujos de capital están restringidos por los reglamentos de orden monetarios; la mano de obra no es lo suficientemente móvil y las grandes multinacionales siguen manteniendo la mayor parte de sus activos, en centros de mando estratégicos ubicados en naciones históricamente definidas. Pero hay algo más en la valoración crítica de la noción de globalización en su visión simplista: la tesis de la globalización prescinde de la persistencia del estadonación y del papel crucial del gobierno, para cambiar la estructura y dinámica de la nueva economía. Es evidente que las reglamentaciones y políticas gubernamentales determinan las fronteras y estructuras internas de la economía global. Sin embargo, no existe en el futuro previsible un mercado mundial totalmente abierto para el trabajo, la tecnología, los bienes y los servicios, mientras exista la concepción actual de Estado-nación y mientras los gobiernos actúen para fomentar los intereses de sus ciudadanos y empresas, de los territorios bajo su jurisdicción en la competencia global (Castells, 1999; Aninat Ureta, 1996). Por ello, la noción de una economía global regionalizada podría asumirse como un contrasentido, pero al concebirlo en la realidad se observa una economía global donde opera una red de interacción que trasciende las fronteras nacionales y geográficas. Sin embargo, en cuanto a política, no es indiferenciada y los gobiernos nacionales desempeñan un papel importante en la estructuración de los procesos económicos. La estructura de la economía de sectores de actividad global es producida, así, por la dinámica de la competencia entre los agentes económicos y entre las comunidades donde están situados. Esta competencia se desempeña según factores como: capacidad tecnológica, competitividad, diferencial entre costos de producción y, sobre todo, capacidad política de las instituciones, para encauzar la estrategia de crecimiento (Castells, 1999; Gabriel, 2000). De allí que los factores ya mencionados determinen conjuntamente la dinámica y formas de competencia entre empresas, regiones y países en la nueva economía global, marcando de este modo el comienzo de una nueva división internacional del trabajo (Castells, 1999). La interrelación de estos procesos ha desencadenado en la creación de una economía global independiente, caracterizada, por un lado, como vigorosa y 160 Foros 11 • Mayo 2005 competitiva, como el caso de la economía global del Pacífico, y por el otro, por territorios desprovistos de valores e interés para la dinámica del capitalismo global, como es el caso de la región latinoamericana. Esto ha conducido a una diferenciación por bloques que se traduce, por una parte, en la participación creciente del capital, la producción y el comercio, y por la otra, en el intento desesperado por incorporarse a un proceso, para muchos desconocidos, dada la irrelevancia económica que estos segmentos de la sociedad representan (Dussel, 1998). Adicionalmente, esta nueva revolución tecnológica y económica privilegia a aquellos que disponen de las habilidades y aptitudes apropiadas para adaptarse a la nueva situación y penaliza a los que carecen de ellas. La globalización amenaza, así, con ampliar diferencias en el orden social, con el riesgo de que un mundo de oportunidades coexista con un mundo cada vez más marginado y excluido (Dussel, 1998; López, 2000). Este proceso, que incluye a algunos y excluye a otros, es, aparentemente, el resultado de fuerzas anónimas del mercado, por lo que ni los individuos, ni las instituciones, ni el Estado asume, en casi todos los casos, responsabilidad alguna por una revolución que podría arrastrar a millones de ciudadanos del mundo. El triunfo del mercado, tanto a nivel nacional como internacional, significa que muchos gobernantes ya no ven las grandes desigualdades como un problema, sino como algo esencial para la eficacia del sistema económico (Dussel, 1998; Castles, 2000). De allí que en el marco de la globalización sea necesario interpretar el rol de los empresarios, quienes deben ser forjadores de su propio destino, pero también responsables de la comunidad donde se desenvuelven, de acuerdo con la naturaleza propia de la actividad empresarial, la cual implica ejercer una actividad económica autorresponsable; por tanto, podrían terminar siendo forjadores del destino del conjunto de la sociedad (Martín, 2001). Se hace necesario, entonces, rediscutir ese sistema de relaciones para introducirse en otro, donde la cooperación (Martín, 2001) sea el factor fundamental, incorporando al talento humano, no como instrumento destinado a obtener beneficios económicos, sino como un grupo humano dedicado a lograr una integración común de intereses, bajo esquemas de cooperación, en el objetivo de asegurarse la estabilidad y permanencia de la actividad que realiza. Se exige una revisión de la racionalidad instrumental basada en eficiencia y máximo beneficio, donde los elementos de la competencia son vistos sólo desde el plano económico, debido a que el momento actual exige un cambio en la lógica de las decisiones y en sus consecuencias. Tal realidad es aplicable a muchos campos del saber y visualizados en una cantidad de fenómenos, particularmente en la región latinoamericana, que parecen conmocionar los cimientos del pensamiento racional. Se trata por ello de insistir que ese contexto global exige de la sociedad alianzas Juliana Ferrer y José Luis Vázquez / La competitividad microsistémica... 161 de los sectores de actividad, como la revisión de las lógicas en las iniciativas asumidas, en dirección a una mayor coherencia en la toma de decisiones, distintivo de excelencia dentro de la racionalidad humana, por la búsqueda de mejores y mayores expectativas para la región. 2. Perspectiva de las reformas y sus impactos en la competitividad de los sectores Los proyectos de reforma son hoy un fracaso en América Latina. Después de un breve repunte a principios del decenio de los noventa, el crecimiento se ha hecho cada vez más lento. Muchos de los países de la región sufren recesiones, depresiones y crisis, algunas de las cuales han alcanzado niveles sin precedentes, que recuerdan a los de la Gran Depresión (Stiglitz, 2003). Para gran parte de la región, la reforma no sólo no ha generado crecimiento, sino que en muchos casos ha contribuido a aumentar la desigualdad y la pobreza. Pero, los fracasos de las denominadas reformas orientadas al mercado no implican que se deba volver al pasado, y para quienes están decididos a lograr un crecimiento democrático, equitativo y sostenible, esto representa un desafío. Pero, es evidente que no existe una alternativa única; cada país debe elegir la opción que mejor se adapte a sus circunstancias y a su población (Stiglitz, 2003). Los críticos de la reforma señalan que el crecimiento no fue sostenible, y además expuso a los países a nuevas causas de volatilidad. Ésta suele asociarse con un aumento de la pobreza debido a que son los sectores más pobres de la sociedad los que normalmente sufren con mayor rigor las consecuencias del aumento del desempleo; por añadidura, algunas de las reformas son en sí mismas la causa directa del aumento de la pobreza. Inclusive, es interesante observar cómo los que creen en las bondades de las reformas han comenzado a moderar su optimismo. Aducen que las economías saldrán de la recesión, que se reanudará el crecimiento, pero pocos de ellos se atreven a expresar la esperanza de recuperar el tipo de crecimiento vigoroso que caracterizó las décadas de los cincuenta y sesenta (Stiglitz, 2003). Recuérdese cómo las reformas del Consenso de Washington, a pesar de sus buenas intenciones, aumentaron la vulnerabilidad de los países de la región reflejados en: • Aumento de la exposición de los países al riesgo, sin acrecentar su capacidad de hacer frente a ese riesgo. • Desequilibrio en las reformas macroeconómicas, al asignar demasiada importancia a la lucha contra la inflación y prestar poca atención al desempleo y a la búsqueda de un crecimiento sostenible. • Incentivo de las reformas a la privatización y el fortalecimiento del sector privado, pero muy poca importancia al mejoramiento del sector público. 162 Foros 11 • Mayo 2005 Es importante agregar, además, cómo en el Consenso de Washington se le dio poca importancia a la pobreza, quizás porque se creía que con el tiempo los beneficios del crecimiento se filtrarían hacia abajo (Stiglitz, 2003). Sin embargo, existen pocos motivos para pensar que eso pudiera suceder y lo más probable es que hayan agravado el problema de la pobreza. Por ello, hoy se hallan en plena actividad diversas líneas de discusión sobre los supuestos económicos que han orientado el desarrollo en las últimas décadas. El debate en curso no aparece como un debate hacia el interior de la academia, en donde diversas escuelas de pensamiento o personalidades defienden determinados enfoque surgidos de su propia especulación. Está fuertemente influido por las dificultades del pensamiento convencional marcadas por metodologías de trabajo, ejemplificadas por procesos como los problemas experimentados por las economías del Sudeste asiático, las graves crisis observables en economías en transición, como la rusa, las inestabilidades pronunciadas en los mercados financieros internacionales, los desajustes y las polarizaciones sociales en regiones como América Latina, entre otros (Kliksberg, 2004). Ahora bien, un tema resaltante de la discusión abierta es el énfasis en no confundir los medios con los fines, desvío en el que se ha caído con frecuencia últimamente. Por ello, los objetivos finales del desarrollo tienen que ver con la ampliación de las oportunidades reales de los seres humanos, de desenvolver sus potencialidades. La elevación del producto bruto per cápita, por ejemplo, aparece en la nueva perspectiva como un objetivo importante y deseable, pero no debe dejar de tener nunca en cuenta que es un medio al servicio de fines mayores, como los índices de nutrición, salud, educación, libertad y otros. Sus mediciones no reflejan, necesariamente lo que está sucediendo en relación con dichas metas. En términos de potencialidades, Sen (2002) analiza detalladamente esta visión general en el caso del ser humano. Señala que constituye un progreso considerable el nuevo énfasis puesto en los mismos, pero que debe entenderse que el ser humano no es sólo un medio del desarrollo, sino su fin último. Esa visión no debe perderse de vista, dado que en última instancia el desarrollo es la ampliación de la capacidad de la población para realizar actividades elegidas libremente sin necesidad de construirlos en instrumentos para el desarrollo. Desde la misma perspectiva, Kliksberg (2004) destaca cómo se ha focalizado demasiado en la estabilidad de los precios, más que en el crecimiento y la estabilidad de la producción. Se ha fallado en reconocer que el fortalecimiento de las instituciones financieras es tan importante para la estabilidad económica, como controlar el déficit presupuestario y aumentar la oferta de dinero. Se ha centrado en la privatización, pero se ha puesto demasiada poca atención a la infraestructura institucional, que es necesaria para hacer que los mercados funcionen y generar niveles de ventajas competitivas. Juliana Ferrer y José Luis Vázquez / La competitividad microsistémica... 163 En tanto, el Banco Mundial (2000) desarrolla en detalle la visión de que todo el tema de las organizaciones debe ser incorporado al análisis de las realidades económicas y el diseño de políticas. Entiende como tales al conjunto de reglas formales e informales y sus mecanismos de ejecución que inciden sobre el comportamiento de los individuos y las organizaciones de una sociedad. Entre las formales se hallan las constituciones, leyes, regulaciones, entre otros. Entre las informales están la ética, la confianza, los preceptos religiosos y otros códigos. Señala cómo las prescripciones de política del Consenso de Washington ignoran el rol potencial que los cambios en las instituciones pueden jugar en acelerar el desarrollo económico y social. Pero en las reformulaciones en curso del pensamiento económico convencional ha ingresado, como un tema central, el del capital humano. Mejorar el perfil de la población de un país es un fin en sí mismo, como resaltaba Sen (1999); al mismo tiempo, constituye una vía fundamental para alcanzar productividad, progreso tecnológico y competitividad en los escenarios económicos de fin de siglo. Entonces, la visión que aparece es la de que no es viable el desarrollo social sin crecimiento económico, pero el mismo, a su vez, no tendrá carácter sustentable si no está apoyado en un intenso crecimiento social (Kliksberg, 2004). Debemos ir más allá de la estabilización financiera. Debemos abordar los problemas del crecimiento con equidad en el largo plazo, base de la prosperidad y el progreso humano. Debemos prestar especial atención a los cambios institucionales y estructurales necesarios para la recuperación económica y el desarrollo sostenible. Debemos ocuparnos de los problemas sociales. Ahora bien, con miras a lograr una asignación efectiva de recursos, resulta clave la existencia de mercados eficientes de factores, bienes y capitales. Esto es una condición allí donde el concepto de gestión es pluridimensional y apuesta por la competencia, la cooperación y el diálogo social, a fin de canalizar los potenciales nacionales y desarrollar así la capacidad necesaria para operar con éxito en el mercado mundial. Las experiencias de los años setenta y ochenta han demostrado que la inestabilidad del contexto macroeconómico perjudica de un modo sustancial la operatividad de estos mercados, ejerciendo asimismo un efecto negativo sobre el crecimiento de la economía (Esser et al., 1996). Quiere decir que la estabilización del contexto macroeconómico demanda no sólo un concepto congruente en términos tecnocráticos, sino también un esfuerzo político considerable. El éxito estará asegurado únicamente si el gobierno se muestra resuelto a imponer las difíciles y conflictivas reformas, si consigue organizar una coalición nacional de fuerzas reformadoras con miras a recobrar el equilibrio de la economía, tanto interior como exterior, y si logra captar al mismo tiempo el apoyo internacional (Esser et al., 1996) y de los sectores de actividad marcados por las ventajas competitivas en la región. 164 Foros 11 • Mayo 2005 3. Competitividad desde el nivel micro y estrategia competitiva en sectores de actividad empresarial No todos los sectores de actividad ofrecen oportunidades para un beneficio sostenido, siendo su rentabilidad de largo plazo el ingrediente esencial para determinar la real utilidad de una empresa que, junto a sus rasgos distintivos expresados en valores organizacionales, garantizarán su perpetuidad. La segunda cuestión central en la competitividad estratégica son los determinantes de una posición competitiva relativa dentro de un sector de actividad. Analizado desde el plano netamente económico y de mercado, una serie de autores contrastan sus opiniones y, entre ellos, Porter (1985, 1990, 1999), quien afirma cómo la estrategia competitiva debe surgir de una comprensión sofisticada de las reglas de competencia que determinan lo atractivo de un sector industrial. La intención última de la estrategia competitiva es tratar e idealmente establecer estrategias que beneficien a la empresa. Para Porter (1990), el punto de partida para estudiar el origen de la competitividad no es la firma, ni la nación, sino la industria en su conjunto. Al hablar de la competitividad de las naciones se refiere a los resultados de las industrias en su conjunto pertenecientes a una rama de actividad específica. Los resultados son determinados, tanto por las circunstancias específicas que afectan a cada industria como por las condiciones nacionales que la circundan. Según lo planteado por Kelly (1996) y Hernández (1998), el interés por la competitividad tiene sus raíces en reflexiones de economistas de diferentes escuelas, quienes estudiaron la posición dominante de un contexto respecto a otro, en un momento dado y las causas de la superioridad de un país y estrategias previstas para lograrla. Sin embargo, en las últimas décadas las luchas por los mercados se han vuelto una necesidad de las potencias mundiales y la competitividad surge como elemento fundamental de éxito de las economías nacionales (Francés, 1996). Ahora bien, para entrar a analizar el concepto de competitividad se hace necesario conocer, de alguna forma, determinados conceptos preliminares que forman parte de los elementos esenciales propuestos por los autores. Uno es el de ventaja competitiva retomado por Etkin (1996), quien afirma que la ventaja competitiva es un concepto relativo: la diferencia o atributo distintivo que una empresa o sector fabril tiene respecto de otros sectores, o bien respecto de los requerimientos del contexto. Esta ventaja puede consistir en la magnitud y calidad de los recursos, respuesta de los canales de distribución, ubicación espacial, menores tiempos de producción o disponer de información vital para los negocios. Mantener y desarrollar esta Juliana Ferrer y José Luis Vázquez / La competitividad microsistémica... 165 diferencia o ventaja competitiva es la tarea de las unidades de negocio. La integración eficiente de esas unidades en un conjunto se logra mediante el diseño de la estrategia competitiva (Etkin, 1996). Es importante destacar cómo para algunos autores (Etkin, 1996; Romero et al., 1998) la definición de competitividad es un concepto ambiguo, ya que para ellos al definir el concepto como la capacidad de competir, se torna impreciso porque se habla de aptitud, de talento para ejercer o llevar adelante una función o una actitud. Cuando se habla de capacidad para competir, aparecen inmersos muchos elementos que dependen del contexto en el cual se desenvuelve la empresa o sector. Por tanto, para Etkin (1996), la competitividad se refiere a una capacidad, una actitud particular, un estado o atributo de la empresa, un modo de funcionamiento que es congruente con la realidad de los mercados abiertos donde hay que enfrentar amenazas y desafíos cotidianos. Hamel y Prahalad (1995) introducen elementos fundamentales para la competitividad: el primer elemento, el liderazgo intelectual, que no es más que desarrollar la visión futura que tenga la empresa para hacer crecer las fuerzas matrices que se necesitan para lograr la funcionalidad, competencias esenciales y relaciones con los clientes. El segundo elemento es la gestión de las sendas migratorias, es decir, adquirir preventivamente conocimientos sobre la forma cómo la empresa se relaciona desde el punto de vista de su macroambiente, y dentro de la gestión de senda también incluye la necesidad de hacer partícipe a todos los integrantes de la industria como entes pasivos de esa relación entre el micro y el macroambiente, y tercero, la incorporación activa y congruente del competidor, incorporando así una apropiada estrategia de posicionamiento en el mercado, maximizando la eficiencia y productividad, y logrando una interacción competitiva, además de construir una red mundial de proveedores para garantizar siempre un producto a tiempo. Por tanto, la búsqueda de la competitividad está centrada en lograr una reestructuración, en una reingeniería de los procesos, una reinversión de la industria, una regeneración de las estrategias con los actores involucrados en el sector (clientes, proveedores, competidores, Estado, comunidades y trabajadores del sector). En otra perspectiva, Oltra (1995) refiere la competitividad como una condición previa esencial para que haya crecimiento en la producción, mejora en el nivel de vida y en el empleo. Este autor plantea que la competitividad implica: • Unos productos de más valor, tanto en los mercados interiores como en los exteriores llevando a más empleo, y • Una mejora de la rentabilidad, que lleve a un aumento de las inversiones, lo que supone más empleo en el largo plazo. 166 Foros 11 • Mayo 2005 Existen otros autores que conjugan el plano económico y de mercado con el plano social y de compromiso con las comunidades en su conjunto (Martín, 2001; Ortiz Ibarz, 1998; Rivas, 1998; Cortina, 1998; Etkin, 1996). Entre ellos, Cortina (1998) refiere de manera expresa cómo las empresas que se conducen éticamente, terminan siendo competitivas. La clave de la competitividad es fundamental. Al principio se tiene sensación de que existe una incompatibilidad entre ética y competitividad, que ambas variables no pueden interactuar. Al hablar de competitividad se tiene la idea de que es sinónimo de desalojar al adversario y, por lo tanto, no parece que pueda compaginarse mucho una conducta ética. Sin embargo, estudios realizados desde finales de los ochenta han demostrado que existe una correlación positiva entre ambas dimensiones porque una empresa ética es más competitiva, entendiendo por competitividad el deseo de permanecer en el mercado en el largo plazo con un beneficio suficiente que le permita ser durable (Cortina et al., 1997; Cortina, 1998). Para Cortina (1998), una empresa es competitiva cuando puede generar beneficio suficiente para permanecer en el mercado en el largo plazo porque el interés principal de la empresa es, fundamentalmente, la durabilidad y no tanto la idea de negocio de corto plazo. A una auténtica empresa lo que le interesa es durar en el largo plazo con un beneficio suficiente, y a esta empresa es la que se puede llamar competitiva. Ahora bien, visto el problema desde la competitividad sistémica (Cepal, 2001), un sector de actividad económica en general no es competitivo por sí mismo, si no cuenta con un entorno de apoyo a proveedores, o servicios orientados a la producción, o una presión competitiva basada en las alianzas. La competitividad en el nivel micro está basada en esa interacción. El aprendizaje por interacciones estratégicas es clave en el proceso de innovación, especialmente cuando se constituyen ventajas competitivas dinámicas. Este nivel contiene capacidad de gestión, estrategias empresariales, gestión de la innovación, mejores prácticas en el ciclo completo de producción, integración en redes de cooperación tecnológicas, logística empresarial, interacción de proveedores y productores. Igualmente, el elemento ético del nivel meta es un factor de innovación dentro del mundo empresarial; una dimensión vital implícita en la cultura organizacional, que lleva no solamente a generar ventajas competitivas, sino que además fomenta la apertura de mercados con un poco de imaginación y racionalidad. Estos últimos unidos a la credibilidad y la innovación, favorecen la competitividad de la empresa, sin tener que salir de la lógica empresarial del mercado. Juliana Ferrer y José Luis Vázquez / La competitividad microsistémica... 167 4. Una aproximación a la competitividad sistémica El concepto de “competitividad sistémica” constituye un marco de referencia para los países, tanto industrializados como en desarrollo. Hay dos elementos que lo distinguen de otros conceptos dirigidos a determinar los factores de la competitividad industrial (Esser et al., 1996): • La diferenciación entre cuatro niveles analíticos distintos (meta, macro, meso y micro), siendo en el nivel meta y macro donde se examinan factores, tales como la capacidad de una sociedad y el Estado para la integración y la estrategia, mientras que en el nivel meso se estudia la formación de un entorno capaz de fomentar, complementar y multiplicar los esfuerzos al nivel micro de la empresa; • La vinculación de elementos pertenecientes a la economía industrial, a la teoría de la innovación y a la sociología industrial con los argumentos del reciente debate sobre gestión económica desarrollado en el plano de las ciencias políticas. Ahora bien, las empresas se hacen competitivas al cumplirse dos requisitos fundamentales: primero, estar sometidas a una presión competitiva que las obligue a desplegar esfuerzos sostenidos por mejorar sus productos y su eficiencia productiva; segundo, estar insertas en redes articuladas dentro de las cuales los esfuerzos de cada empresa se vean apoyados por toda una serie de externalidades, servicios e instituciones. Ambos requisitos están condicionados, a su vez, por factores situados en el contexto macroeconómico y político-administrativo. El primer requisito no se cumplió durante largo tiempo en los países en desarrollo que seguían una estrategia de industrialización orientada al mercado interno. Al amparo de murallas proteccionistas, se hizo el intento de montar industrias nacionales altamente integradas, prescindiendo en muchos casos de la competencia, siendo el mercado nacional demasiado estrecho para una sola empresa, tanto que la admisión de una más habría alejado bastante la posibilidad de contar con las deseadas economías de escala. La falta de presión competitiva hizo que las empresas nacionales quedaran muy rezagadas en términos de eficiencia con respecto a los niveles internacionales (Esser, 1992); cosa parecida sucedió en los países ex socialistas (Messner y Meyer-Stamer, 1992) y en algunos países latinoamericanos. El segundo requisito no ha sido suficientemente considerado en el reciente debate sobre política de desarrollo. Las medidas adoptadas en el nivel macro (estabilización, liberalización y desestatización, apertura al mercado externo, devaluación) apuntaban a corregir distorsiones en las estructuras de incentivos y estimular así al empresariado latente en el nivel micro, cuyo desarrollo había sido nulo debido a las múltiples políticas estatales y a la distorsión de los precios (Thomas, 1991; Banco Mundial, 2000). 168 Foros 11 • Mayo 2005 Existen enfoques en este sentido que han permitido observar con mayor amplitud el fenómeno consistente en las redes de cooperación interempresarial. Con el trasfondo de experiencias recogidas, quedó demostrado el efecto estimulante de la aglomeración (clusters) sobre la competitividad de las empresas, demostración que coincidían con reflexiones anteriores de Alfred Marshall. El énfasis recayó en las ventajas que surgen bajo el aspecto de la “eficiencia colectiva” (Schmitz, 1989) a través de la intensa comunicación informal y del aprendizaje interactivo (Lundvall, 1988). La investigación de los clusters fue ampliada por Porter (1990), que configuran un “diamante” cuyas aristas son las estrategias y estructuras empresariales, la competencia, las condiciones de la demanda, las condiciones factoriales, así como las industrias afines o de apoyo. La competitividad industrial proviene en medida determinante de la calidad locacional. Igualmente, en el marco de la OECD se han desarrollado en los últimos años considerables esfuerzos para sistematizar los diferentes enfoques existentes sobre el fenómeno de la competitividad y resumirlos en un enfoque integral bajo el concepto de “competitividad estructural” (OECD, 1992). Los elementos medulares de este concepto son: el énfasis en la innovación como factor central del desarrollo económico, una organización empresarial situada más allá de las concepciones tayloristas y capaz de activar los potenciales de aprendizaje e innovación en todas las áreas operativas de una empresa, y redes de cooperación orientadas a la innovación y apoyadas por diversas instituciones y un contexto institucional con capacidad para fomentar la innovación. Surge de estos antecedentes la «competitividad sistémica» basada en el reciente debate de la OCDE. Sus reflexiones partieron de un fenómeno observado en numerosos países en desarrollo, que es la inexistencia o la insuficiencia de un eficaz entorno empresarial. Semejante fenómeno puede impedir que el reajuste estructural fomente el desarrollo industrial aun cuando la estabilización a nivel macro haya sido exitosa, dado que la ausencia de un entorno eficaz restringe la capacidad de las empresas para desarrollar una competitividad duradera. Sucede que éstas no pueden concentrarse en la actividad productiva central que las hace competitivas, por verse obligadas a desarrollar producciones y servicios internos que a otras empresas les basta con adquirir o explotar como efectos externos (Esser et al., 1996). Así, los países más competitivos poseen: • Estructuras en el nivel meta que promueven la competitividad. • Un contexto macro que ejerce una presión de performance sobre las empresas, y un nivel meso estructurado, donde el Estado y los actores sociales desarrollan políticas de apoyo específico, fomentan la formación de estructuras y Juliana Ferrer y José Luis Vázquez / La competitividad microsistémica... 169 articulan los procesos de aprendizaje al nivel de la sociedad. • Un gran número de empresas situadas en el nivel micro que buscan simultáneamente la eficiencia, calidad, flexibilidad y proactividad, estando muchas de ellas articuladas en redes de colaboración mutua. Así, un desarrollo industrial exitoso no se logra meramente a través de una función de producción en el nivel micro, o de condiciones macroeconómicas estables en el nivel macro, sino también por la existencia de medidas específicas del gobierno y de organizaciones privadas de desarrollo orientadas a fortalecer la competitividad de las empresas. Ahora bien, la competitividad sistémica tiene como premisa la integración social, a diferentes niveles, exigiendo no sólo reformas económicas, sino también un proyecto de transformación de la sociedad. La tarea pendiente en muchos países en desarrollo y en transformación radica en superar la fragmentación social y mejorar la capacidad de aprendizaje, ante todo la capacidad para responder con prontitud y eficacia a los requerimientos de ajuste. La formación de estructuras al nivel de sociedad, como complemento de la formación de estructuras a nivel económico, eleva la capacidad de los diferentes grupos de actores para articular sus intereses y satisfacer entre todos los requerimientos tecnológico-organizativos, sociales y ambientales, entre otros. Por ello, una orientación tendente a la solución conjunta de problemas presupone una clara separación institucional entre el Estado, la empresa privada y las organizaciones intermedias. Sólo esa separación hace posible la organización autónoma, los procesos de aprendizaje independientes y el desarrollo de una gran capacidad de anticipación y respuesta. Una vez implantada la separación de instituciones, es posible que surja un Estado autónomo y eficiente, al tiempo que los grupos de actores sociales privados y públicos se muestren dispuestos a cooperar y articularse entre sí en los niveles supra, nacional, regional y local, sobre todo al nivel de la microsistémica. Es más importante destacar que los elementos microsistémicos aseguran la coordinación en y entre los cuatro niveles sistémicos, bajo la disposición al diálogo entre los grupos importantes de actores sociales, disposición que ayuda a cohesionar esfuerzos y a canalizar conjuntamente el potencial creador de la sociedad. Los diálogos son imprescindibles para fortalecer las ventajas nacionales de innovación y competitividad y poner en marcha procesos sociales de aprendizaje y comunicación. Los diálogos fundamentan la disposición y la aptitud para implementar una estrategia de mediano a largo plazo con vista al desarrollo tecnológico-industrial orientado a la competitividad. Esta capacidad exige un elevado nivel de organización, interacción y gestión por parte de los grupos nacionales de actores, que deben procurar finalmente una gestión sistémica que abarque a la sociedad en su conjunto. 170 Foros 11 • Mayo 2005 5. Dimensiones de la competitividad microsistémica. Algunos resultados para la región zuliana La competitividad sistémica constituye un marco de referencia para visualizar que un sector de actividad no podrá ser competitivo por sí mismo si no cuenta con el apoyo de un nivel macro y meta donde se examinen la capacidad de la sociedad y del Estado para integrar la estrategia de crecimiento del sector, un nivel meso donde se estudia la formación de un entorno capaz de fomentar el crecimiento, y un nivel micro que haga énfasis en la eficiencia, calidad, flexibilidad y proactividad, basada en redes de cooperación entre las empresas del sector y los actores involucrados. Al observar las pequeña y mediana empresas zulianas puede destacarse más desarticulación de los cuatro niveles, especialmente entre el nivel macro y el micro, un nivel meta caracterizado por una crisis de valores y un nivel meso no consensuado entre el sector gubernamental y los intereses del sector. Por ello, para fines de la presente ponencia sólo fueron tratados resultados de la información acerca de la competitividad microsistémica en las pequeña y mediana empresas de la región zuliana, mediante la realización de una encuesta por muestreo. Para tal fin, se utilizó el registro que CEIO (2003) de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales mantiene de las empresas de la región, resultado de investigaciones anteriores. En dicho registro aparecen un total de 1.348 empresas, de las cuales el 67 por ciento (903) son pequeñas y el 33 por ciento (445) son medianas. Se eligió como modelo de muestreo, el aleatorio estratificado con afijación proporcional al número de empresas pequeñas y medianas. A partir de la realización de una muestra piloto, con la que se evaluó el procedimiento muestral y el instrumento, se calculó la varianza, la cual se situó en 0,065; igualmente, se fijó un error del 5 por ciento y una confianza del 95 por ciento, lo que determinó un tamaño muestral de ciento una (101) empresas, de las cuales sesenta y siete (67) fueron seleccionadas aleatoriamente entre las pequeñas, y treinta y tres (33) entre las medianas. De la administración del instrumento de recolección sobre las empresas seleccionadas se recogieron los resultados que se exponen a continuación. En el cuadro 1 se recoge la distribución de la muestra entre las empresas con capital nacional y mixto. Se observa, en términos generales, predominio de las empresas con capital nacional (62 por ciento) en relación con aquellas con capital mixto (39 por ciento). Sin embargo, es notable cómo la mayor parte de las empresas mixtas se concentran entre las medianas (79,5 por ciento), mientras que la totalidad de las pequeñas son de capital nacional (96,7 por ciento) Juliana Ferrer y José Luis Vázquez / La competitividad microsistémica... 171 Cuadro 1 Origen del capital. Participación porcentual Origen Total empresas Nacional Mixta 62 39 Estrato y tamaño de Empresa Pequeñas Medianas 96,7 3,3 20,5 79,5 Fuente: Ferrer y Vázquez (2004).. En cuanto a la capacidad ociosa (cuadro 2), los valores son altos para el total de las empresas, sólo que en el caso de las empresas con capital nacional la situación es particularmente grave (75 por ciento), siendo de todos modos muy alta en las empresas medianas (55 por ciento). Cuadro 2 Capacidad utilizada versus capacidad ociosa Origen Nacional Mixta Capacidad utilizada 25 45 Capacidad ociosa 75 55 Fuente: Ferrer y Vázquez (2004). Por otro lado, el grado de especialización es significativamente más alto en las empresas mixtas (91 por ciento) que en las que tienen sólo capital nacional (28 por ciento). Adicionalmente, aunque sin alcanzar niveles aceptables, son las empresas mixtas las que ejecutan en mayor medida la especialidad en la producción de partes y piezas, en tanto que la empresa nacional por lo general realiza una producción por pedidos y diseño puntual, registrando una especialidad del 28 por ciento (cuadro 3). Cuadro 3 Nivel de especialización (%) Origen Nacional Mixta Nivel de especialización (%) 28 91 Fuente: Ferrer y Vázquez (2004). Igualmente, en el cuadro 4 puede observarse el nivel de desarrollo y adaptación tecnológica de 3 por ciento de la industria nacional, frente a una adaptación del 92 por ciento, en tanto en la empresa mixta hay una proporción moderada del 21 por ciento, lo que denota las dificultades de las pequeña y mediana empresas Foros 11 • Mayo 2005 172 zulianas para enfrentarse de manera proactiva a las exigencias del cambio tecnológico. Cuadro 4 Desarrollo y adaptación tecnológica Origen Nacional Mixta Desarrollo (%) 3 21 Adaptación 92 100 Fuente: Ferrer y Vázquez (2004). En términos de certificación de calidad, se observa cómo sólo 4 por ciento de la empresa nacional lleva adelante un aseguramiento de la calidad activo, al igual que en la mediana, que es de sólo 27 por ciento, por lo que puede afirmarse que en su mayoría continúan con certificación en proceso, lo que denota una tendencia a cumplir con requerimientos de calidad, más por la exigencia del principal cliente que por un real compromiso con la gestión de la calidad de productos y servicios (cuadro 5). Cuadro 5 Certificación de calidad Origen Nacional Mixta Certificados (%) 4 27 En proceso 96 73 Fuente: Ferrer y Vázquez (2004). En el cuadro 6 puede observarse cómo el 62 por ciento de las empresas pequeñas desarrollan su sistema de producción con base en pedidos, a diferencia de la mediana que programa pequeños lotes (64 por ciento). Esto como respuesta a una baja en su capacidad productiva, producto de una restricción en el aparato productivo nacional. Cuadro 6 Sistema de producción Total Producción en lotes grandes Producción en lotes pequeños Producción por pedidos Fuente: Ferrer y Vázquez (2004). 3 48 49 Pequeñas Porcentajes (%) 0 38 62 Medianas 8 64 28 Juliana Ferrer y José Luis Vázquez / La competitividad microsistémica... 173 En cuanto a las estrategias de mercadeo (gráfico 1), prácticamente 95 por ciento se dedica a políticas de fijación de precios para captar nuevos clientes, seguido por políticas de beneficiar al canal directo (87 por ciento) y descuento por volumen de ventas, lo que denota una orientación tradicional a la venta, que no se corresponde con políticas de mercadeo novedosas para mantener o mejorar la participación de mercado. Asimismo, en cuanto a la estrategia gerencial para enfrentar el entorno competitivo, sólo se destaca la línea de liderazgo en costos (ver gráfico 2). Gráfico 1 Estrategia de mercadeo 95% 87% 73% 100 50% 80 60 40 20 0 Políticas de precios (costo unitario + generico) Canal de distribución (productor - cliente) Política comercial (descuento x volumen) Política de promoción (fuerza de ventas Estrategia de Mercado Fuente: Ferrer y Vázquez (2004). Gráfico 2 Estrategia gerencial 79% 80 60 9% 40 12% 20 0 Liderazgo Diferenciación Estrategia general Fuente: Ferrer y Vázquez (2004). Especialización Foros 11 • Mayo 2005 174 En cuanto a la capacidad gerencial, 65 por ciento de las empresas delega los cargos directivos a propietarios y familia de propietarios, que aunado a la falta de cualificación para los cargos, distorsiona los potenciales de competencia del talento humano (ver gráfico 3). Gráfico 3 Capacidad gerencial 65% 80 35% 60 40 20 0 Ejerce la gerencia un familiar del propetario Calificación del gerente profesional uniersitario Capacidad gerencial Fuente: Ferrer y Vázquez (2004). En cuanto a las relaciones con los grupos de interés, sólo establecen alianzas significativas con los proveedores a fin de garantizar confiabilidad de los productos; el resto de las relaciones con competidores, proveedores y Estado sólo responden a exigencias puntuales por la sobrevivencia dentro del sector (ver gráfico 4). Gráfico 4 Relaciones con los grupos de interés 45% 50 40 25% 15% 30 10% 20 10 0 Acuerdos gremiales Alianzas con competidores Fuente: Ferrer y Vázquez (2004). Alianzas con proveedores Acuerdos con el estado Juliana Ferrer y José Luis Vázquez / La competitividad microsistémica... 175 En cuanto a las políticas de competitividad (cuadro 7), puede observarse cómo las pequeña y mediana empresas desarrollan políticas de competitividad prioritariamente, en relación con un mejoramiento en la participación de mercado, donde los actores involucrados son los trabajadores y el cliente, evidenciándose un comportamiento tradicional en su relación con el macroambiente. Cuadro 7 Políticas de fomento a la competitividad (niveles porcentuales) Participación del mercado Grupos de interés T P M Mejoramiento Fortalecimiento de productividad del sector T P M T P M Preservación del ambiente T P M Cumplimiento Desarrollo comp. responsabilidad talento social humano T P M T P M Clientes 87 79 100 NA NA NA 23 5 51 71 57 92 82 72 97 NA NA NA Proveedores 37 11 68 66 72 43 16 85 32 3 77 13 2 21 2 77 31 5 46 Competidores 5 2 10 12 28 7 2 15 7 2 15 3 0 8 15 3 33 Estado 18 5 38 NA NA NA 11 2 26 82 74 95 5 2 10 23 8 46 Comunidad 3 0 8 NA NA NA NA NA NA 23 5 51 72 59 92 31 10 64 Trabajadores 45 16 90 71 77 84 75 97 84 75 97 91 85 100 64 82 63 54 Total (T), Pequeña (P), Mediana (M) Fuente: Ferrer y Vázquez (2004). En cuanto a las estrategias para mejorar la productividad, puede observarse cómo existen alianzas con los proveedores para obtener mejora permanente en los insumos, por supuesto, involucrando al trabajador del área de producción y calidad. Sin embargo, refieren no tener conexión con otras áreas básicas para lograr este objetivo, como es el caso de mercadeo y finanzas. Para el desarrollo de políticas relacionadas con el fortalecimiento del sector, resulta preocupante cómo sólo el 7 por ciento de las empresas establecen relación con los competidores al nivel de asociación empresarial, pero en ningún caso establecen acuerdos que beneficien el sector en su conjunto. En cuanto a la preservación del ambiente, se observa cómo las empresas responden a esta exigencia más por una respuesta a los organismos gubernamentales (82 por ciento) que por una real convicción de la necesidad de preservar los espacios a las generaciones futuras. En cuanto a su cumplimiento respecto a la responsabilidad social, sólo responden a objetivos de carácter filantrópico, pero sólo 3 por ciento está claro que su actuación no debe responder a un simple mejoramiento de imagen corporativa, sino a una real convicción por preservar la vida de las generaciones futuras y mejorar la calidad de vida de la población. 176 Foros 11 • Mayo 2005 En cuanto a las políticas por el desarrollo de competencias de talento humano, el mayor esfuerzo (91 por ciento) lo ejercen alrededor del empleado, denotando una actitud tradicional hacia su concepción organizativa. A modo de conclusión En el marco de la globalización se hace necesario interpretar el rol del empresario como forjadores de su propio destino, pero, también, responsables de la comunidad donde se desenvuelven, de acuerdo con la naturaleza propia de la acción empresarial que ejerce en su sector de actividad. La competitividad sistémica constituye un marco de referencia para visualizar que un sector de actividad no podrá ser competitivo por sí mismo si no cuenta con el apoyo de un nivel macro y meta, donde se examinen la capacidad de la sociedad y el Estado para integrar la estrategia de crecimiento del sector; un nivel meso, donde se estudia la formación de un entorno capaz de fomentar el crecimiento, y un nivel micro que haga énfasis en la eficiencia, calidad, flexibilidad y proactividad, basada en redes de cooperación entre las empresas del sector y los actores involucrados. Al observar las pequeña y mediana empresas zulianas, puede destacarse más desarticulación de los cuatro niveles, especialmente entre el nivel macro y el micro, un nivel meta caracterizado por una crisis de valores y un nivel meso no consensuado entre el sector gubernamental y los intereses del sector. Esto, aunado a un bajo desarrollo tecnológico, alta capacidad ociosa, sistemas de producción ineficiente, estrategias empresariales convencionales, escaso nivel de especialización y ausencia de políticas integrales de calidad, agrava la situación de los sectores industriales, para poder insertarse en programas de crecimiento sostenido, por la búsqueda del fortalecimiento de la industria venezolana. Se evidencia la necesidad de iniciar una discusión profunda entre los sectores involucrados, a fin de que cada uno de ellos reconozca su responsabilidad en función de la supervivencia del aparato productivo nacional. Referencias bibliográficas ANINAT URETA, E. (1996). “Una ética para el desarrollo del siglo XXI. El gran desafío humanista”, en Ética, democracia y desarrollo humano, Santiago de Chile, LOM Ediciones, CERE, UMAHC. BANCO MUNDIAL (2000). “Attacking poverty”, World Development Report 2000/2001, Oxford University Press, Washington. 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Las consideraciones finales discuten sobre la posibilidad de creación de la ZIF en los entes político-territoriales mencionados anteriormente. Palabras clave: Integración andina / Fronteras / Zonas de integración fronteriza Clasificación JEL: R12 Abstract This paper presents and explains the Proposal for the definition and demarcation of a border integration zone (BIF) between the Táchira region of Venezuela and North Santander in Colombia, which was made by the Centro de Estudios de Fronteras e Integración (CEFI) of the Universidad de Los Andes-Táchira, *Abogado, Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Especialista en Derecho y Política Internacionales, Universidad Central de Venezuela (UCV). Docente-Investigador del Centro de Estudios de Fronteras e Integración (CEFI), Universidad de Los Andes-Táchira. Correo electrónico: francs@ula.ve Venezuela, the Universidad Francisco de Paula Santander and the Cúcuta Campus of the Free University Corporation in Colombia. First, the paper describes the development of the BIF and explains its legal conception from the perspective of the Andean Community. Similarly, it describes the obstacles to and benefits of integration in the region under study. The final considerations discuss the possibility of creating BIF in the aforementioned political-territorial entities. Key words: Andean integration / Border / Border integration zone JEL classification: R12 Resumo Este trabalho apresenta e explica a Proposta de Definição e Delimitação da Zona de Integração Fronteiriça (ZIF) área Táchira (Venezuela)-Norte de Santander, (Colômbia) projetada pelo Centro de Estudos de Fronteiras e Integração (CEF) da Universidade dos Andes-Táchira da Venezuela, da Universidade Francisco de Paula Santander e da Corporação Universidade Livre, Seccional Cúcuta da Colômbia. Como primeiro passo descreve a evolução da ZIF e explica sua concepção jurídica da perspectiva da Comunidade Andina (CAN). Igualmente especifica os obstáculos e benefícios da integração da zona em estudo. As considerações finais discutem a possibilidade de criação da ZIF nas entidades político-territoriais mencionados anteriormente. Palavras chave: Integração andina / Fronteiras / Zonas de integração fronteiriça Classificação: JEL: R12 Résumé Ce travail présente et explique la Proposition pour la définition et la délimitation de la zone d’intégration frontalière (ZIF): région Táchira (Vénézuéla) - Norte de Santander (Colombie), proposition qui a été mise au point par le Centre d’Études des Frontières et de l’Intégration (CEFI) de l’Université des Andes - Táchira pour la partie vénézuélienne, l’Université Francisco de Paula Santander et la Corporation Université Libre, section de Cúcuta pour la partie colombienne. Ce travail montre, pour commencer, l’évolution de la ZIF, et en explique la conception juridique du point de vue de la Communauté Andine (CAN). Il signale, ensuite, les obstacles et les bénéfices de l’intégration de la zone examinée. Les considérations finales portent sur la possibilité d’établir la ZIF dans les espaces politiques et territoriaux dont il est question. Mots-clefs: Intégration andine / Frontières / Zones d’intégration frontalières Classification JEL: R12 Francisco Javier Sánchez Chacón/ La zona de integración fronteriza... 183 Introducción En primera instancia, hay que señalar que el presente trabajo se refiere a un proyecto de investigación en curso que adelanta el Centro de Estudios de Fronteras e Integración (CEFI) “José Manuel Briceño Monzillo” de la Universidad de Los Andes-Táchira, en San Cristóbal, el cual tiene como objetivo principal proponer una delimitación de zona de integración fronteriza (ZIF) para el estado Táchira y el departamento Norte de Santander, a partir de una serie de criterios jurídicos, administrativos y funcionales acogidos por la Comunidad Andina (CAN) y los propios estados, a saber, Venezuela y Colombia, en plena coherencia y concordancia con la realidad fronteriza a examinar. De los diversos estudios que se han adelantado sobre la ZIF, especialmente sobre la que involucraría a las dos estructuras político-territoriales venezolana y colombiana señaladas, el que adelanta el CEFI tiene la ventaja de hacerse desde la academia, lo cual le permite un amplio margen de maniobra, en el sentido de que escapa a las diatribas políticas de momento, permitiendo una visión más centrada y menos volátil. Además, el proyecto, aunque original del Centro, fue acogido y compartido, y actualmente es adelantado por la Universidad Francisco de Paula Santander y la Corporación Universidad Libre, Seccional Cúcuta, ambas colombianas y asentadas en la frontera. Esta cualidad de estudio académico compartido a ambos lados de la frontera, ha hecho posible que el proyecto sea respaldado por diversos órganos e instancias, tanto comunitarias como de los dos estados nacionales involucrados, que tienen especial interés, no sólo en el tema, sino en la puesta en funcionamiento de la mencionada ZIF. Así, el apoyo institucional y financiero ha provenido de la Secretaría General de la CAN a través del Banco de Proyectos de Integración y Desarrollo Fronterizo (BPIF) con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de Fomento (CAF), las cancillerías venezolana y colombiana, las gobernaciones tanto de Táchira como del Norte de Santander, y la Alcaldía de San José de Cúcuta. El presente trabajo se presenta en cinco partes. En la primera se revisa cómo evolucionó la ZIF, sus antecedentes. En la segunda parte se analiza la ZIF y la legislación comunitaria andina al respecto. La tercera señala los obstáculos y fortalezas para integrarse en una ZIF como la del Táchira-Norte de Santander. La cuarta parte presenta el proyecto de investigación que se adelanta. Por último, se presentan algunas consideraciones finales. 184 Foros 11 • Mayo 2005 Antecedentes de la zona de integración fronteriza En primer lugar es necesario destacar que el término frontera conlleva implícitas dos nociones, la de linealidad y la de zonalidad. En cuanto a la primera noción, ella tiene una connotación esencialmente jurídica directamente referida al conocimiento de los límites precisos dentro de los cuales los estados ejercen su jurisdicción y soberanía. En cuanto a la definición de frontera como zonalidad, la noción es más bien social y económica, según la cual en una porción de territorio situado en los confines de un Estado, se manifiestan las fuerzas organizadas que actúan de un lado al otro del límite y cuyos vectores son la población y los acontecimientos de todo tipo que estimulan un movimiento e intercambio de personas, bienes y servicios, procesos en los cuales se construyen en el tiempo solidaridades e intereses comunes que van perfilando, dentro de esos ámbitos espaciales, lo fronterizo (Oliveros, 2002). Así, siguiendo a Oliveros (2002) y destacando su contenido sociológico y económico, puede decirse que la frontera constituye la concreción de una intensa relación y hasta una interdependencia en las diversas manifestaciones de la vida en sociedad, promovida y ejecutada por poblaciones asentadas a uno y otro lado del límite entre dos países, hasta un lugar determinado. En términos de vecindad, ésta no implica sólo proximidad física o geográfica, sino las relaciones que surgen por dicha proximidad entre dos países, caracterizadas por poseer una doble especialidad, así como una forma dual de ser visualizadas y comprendidas, ya que los vínculos que se crean con esas naciones no son exclusivamente de diplomacia formal, sino, fundamentalmente, de política interna (Area, citado por Morales y Morales, 2003). Esto explica, en buena medida, el por qué la idea primigenia que permitió proponer una zona de integración fronteriza, es única y original de la frontera Táchira-Norte de Santander, debido a la particular dinámica de esta frontera y las características de atención que los respectivos gobiernos nacionales han otorgado a este espacio fronterizo, es decir, su historia. Según refiere Bustamante (2004), la propuesta de la ZIF es original porque surge primeramente en la frontera misma y porque para las élites y la población fronteriza en general, existe la convicción de que la frontera siempre ha estado integrada, todo lo cual coincide y encaja con la noción de interdependencia que se da a la frontera ya señalada supra. El primer antecedente “formal” se encuentra en el Estatuto de Régimen Fronterizo de 1942, firmado entre Colombia y Venezuela, mediante el cual se define una franja fronteriza a ambos lados del límite internacional, lo cual facilita las relaciones y la vida en frontera, pues se otorga a estas zonas de frontera un régimen más o menos elástico para perturbar lo menos posible las fuerzas y la movilidad de factores, con lo cual se crea un documento de identidad con validez local y se da Francisco Javier Sánchez Chacón/ La zona de integración fronteriza... 185 a las autoridades nacionales en la frontera potestades para actuar en los campos de cooperación educativa, sanitaria, policial y ambiental (Otálvora, 2003). Posteriormente, a principios de los años sesenta y debido, entre otras razones, a las demandas de las poblaciones fronterizas, los gobiernos de Colombia y Venezuela suscribieron el Acta de San Cristóbal, en la cual se considera una alianza económica para el desarrollo de la región, por lo cual ambos gobiernos encargan un estudio al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre la realidad fronteriza con la finalidad de obtener propuestas para la integración binacional. El informe presentado por el BID señala que debe darse la posibilidad de un programa conjunto en el cual la programación debería ser conjunta y la acción coordinada y detectó en la zona central de la frontera colombo-venezolana, es decir, la del Táchira y el Norte de Santander, un grado de articulación cultural y socioeconómica profunda en la cual predominaba una dinámica propia (BID, 1964). Para la década de los ochenta se produce la conjunción de una serie de factores que afectó directamente la vida de la frontera. Bustamante (2004) señala la profundización de la democracia, la búsqueda de la reactivación de la integración andina, el distanciamiento de Estados Unidos debido a la creciente deuda externa y la devaluación del signo monetario venezolano en 1983, y la nueva política de fronteras de Colombia a través del Estatuto para las zonas de frontera. Por ello, se dieron una serie de actuaciones y acciones en los ámbitos supranacionales, nacionales y locales, siendo uno de los más importantes la creación de la Asamblea Regional Fronteriza Colombo-Venezolana, capítulo Táchira-Norte de Santander en 1986-1987, la cual estaba constituida por los órganos legislativos regionales, valga decir, las asambleas legislativas de ambos entes político-territoriales. Finalizando la década, los presidentes Carlos Andrés Pérez y Virgilio Barco, ambos fronterizos, firman la Declaración de Ureña en 1989, se crearon las Comisiones Nacionales de Asuntos Fronterizos (Copiaf) y se incluyó en su temario la Zona de Frontera Táchira-Norte de Santander, con la idea de tratar el crecimiento e interconexión de las áreas urbanas de Cúcuta y Villa del Rosario de Colombia, y de San Antonio y Ureña de Venezuela y conformar un área metropolitana para el desarrollo comercial e industrial, que podía incluir otros municipios (Bustamante, 2004). Las Copiaf de ambos países señalaron en octubre de 1989 que habían iniciado el estudio conceptual de las “zonas de integración fronteriza progresiva (ZIFP)”, con la intención de que el espacio seleccionado se convirtiera en piloto aplicable a otros espacios de la frontera común. Surge de esta manera por primera vez el término ZIF, aunque asociado a la palabra progresiva. Para 1990, las Copiaf presentan el “Proyecto ZIF: delimitación, diseño e instrumentación de la zona de integración fronteriza correspondiente al estado Táchira (Venezuela) y al departamento Norte de Santander (Colombia)”, que conlleva un esquema de estructuración de la ZIF y propone un conjunto de lineamientos dentro de una 186 Foros 11 • Mayo 2005 visión prospectiva de los asuntos fronterizos y de las relaciones de vecindad entre Colombia y Venezuela (Bustamante, 2004). El tema ZIF fue elevado inmediatamente a la CAN debido a que se consideraba un escenario relativamente neutral de las diatribas domésticas y que podía insistir e influir sobre la necesidad de incluir lo fronterizo en la política comunitaria y mantener el tema vigente. Efectivamente, el tema fronterizo se incluye en el Manifiesto de Cartagena de Indias de mayo de 1989, en la Declaración de Galápagos de octubre de 1989, y sobre todo en la Declaración de La Paz de noviembre de 1990, en la cual se acuerda profundizar el diseño estratégico institucionalizar la integración fronteriza, con lo cual la ZIF Táchira-Norte de Santander adquiere carácter multilateral (Otálvora, 2003). El documento presidencial ordenaba que debían delimitarse las zonas de integración fronteriza (ZIF) como el escenario principal para la instrumentación de las políticas específicas para la integración fronteriza. Así, la entonces Junta del Acuerdo de Cartagena, con el apoyo del BID, encomienda al ingeniero Alberto Urdaneta de Venezuela y al arquitecto Edgar Forero de Colombia, un estudio sobre el desarrollo e integración fronteriza entre los países de la región andina. Así, para 1993 los autores expresan en el informe final que las ZIF serán un área en la cual cada Estado tendrá que hacer los arreglos políticos, jurídicos, administrativos y operativos necesarios para compartir responsabilidades con su homólogo vecino en el ejercicio cotidiano de las actividades de control y regulación de los procesos fronterizos comunes (Forero y Urdaneta, 1993); igualmente, se presentó una delimitación tentativa. Sin embargo, la propuesta no pareció ser políticamente correcta y se prestó a diversas interpretaciones y discusiones. Posteriormente, el tema y las diversas propuestas fueron tratadas y revisadas por la Corporación Andina de Fomento (CAF) en un informe titulado “Consideraciones a la propuesta ZIF”, de octubre de 1991, y por el profesor Juan Claudio Martens en 1992 con su trabajo “El replanteamiento del Proyecto Zona de Integración Fronteriza en el eje San Cristóbal-Cúcuta”. Aun cuando lo relativo a la ZIF perdió luego relevancia en el plano nacional, la CAN continuó tratándolo, en buena medida, porque los años noventa evidenciaban un crecimiento del comercio intrarregional, en especial del intercambio comercial que se producía en las fronteras, con relevancia en la frontera Táchira-Norte de Santander. Así, surgieron normas jurídicas como la Decisión 271: Sistema Andino de Carreteras; la Decisión 399: Transporte Internacional de Mercancías por Carretera; la Decisión 327, sustituida luego por la Decisión 477: Tránsito Aduanero Internacional, y la Decisión 331, modificada por la Decisión 393: Transporte Multimodal. Francisco Javier Sánchez Chacón/ La zona de integración fronteriza... 187 La Comunidad Andina y las zonas de integración fronteriza En 1999 la CAN adoptó la Decisión 459: Política Comunitaria para la Integración y el Desarrollo Fronterizo, que consagra los principios, lineamientos generales y objetivos de dicha política, entre los cuales destaca el “contribuir al desarrollo social y económico” de las ZIF, así como “delimita, diseña e instrumenta las zonas de integración fronteriza, como escenarios fundamentales donde se ejecutan los programas y proyectos acordados para responder a las necesidades específicas de cada ámbito territorial” e impulsa “el desarrollo económico” de las ZIF (Decisión 459, artículos 1º, 2º y 4º). Posteriormente, en 1991, la Comunidad Andina a través del Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores, emite la Decisión 501: Zonas de Integración Fronteriza (ZIF) en la Comunidad Andina, con la cual se logra la consagración subregional definitiva de las ZIF, y donde empieza otra etapa, cual es la concreción real, dados los parámetros andinos de estos espacios que “se establecen con la finalidad de generar condiciones óptimas para el desarrollo fronterizo sustentables y para la integración fronteriza entre los Países Miembros de la Comunidad Andina” (Decisión 501, artículo 4º), conforme a criterios de desarrollo social, económico, de sostenibilidad ambiental, institucionales y de integración. La CAN, de acuerdo con las decisiones 459 y 501, pretende con las zonas de integración fronteriza: • Mejorar calidad de vida de las poblaciones y el desarrollo de las instituciones en frontera. • Consolidar el espacio económico andino y de las ZIF a través de la libre circulación de personas, bienes, capitales y servicios y la armonización de legislaciones. • Desarrollar la complementariedad de las economías andinas en las ZIF aprovechando las ventajas comparativas. • Aprovechar las fronteras como “bisagras” que permiten la complementariedad y la ejecución de políticas nacionales y andinas. A su vez, son laboratorios locales de lo que se pretende alcanzar con la integración andina más avanzada. • Priorizar pasos fronterizos activos con ciudades dinamizadoras del desarrollo y de la integración, como el eje Cúcuta-San Antonio-Ureña-San Cristóbal. • Incorporar áreas económicas y socialmente deprimidas. Tal como lo consagra el artículo 4º de la Decisión 501, existen cinco criterios conforme a los cuales deben establecerse las ZIF, dados desde la perspectiva de distintas dimensiones, todas necesarias en el marco de tales zonas: 188 Foros 11 • Mayo 2005 1. Dimensión del desarrollo social: satisfacción de necesidades básicas de los pobladores. 2. Dimensión del desarrollo económico: crecimiento, modernización y diversificación de la base productiva, aprovechando las ventajas de su ubicación respecto de los mercados subregional, regional e internacional. 3. Dimensión de la sostenibilidad ambiental: mejoramiento de la calidad de vida, considerando las limitaciones ambientales y potenciando sus ventajas. 4. Dimensión institucional: participación activa de instituciones públicas y privadas en la planificación, seguimiento y evaluación de los planes, programas y proyectos, compartiendo obligaciones y responsabilidades. 5. Dimensión de la integración: promover el libre tránsito de personas, vehículos, mercancías y servicios, así como armonizar y simplificar procedimientos migratorios, aduaneros y fito/zoosanitarios. Así, la CAN ha estructurado un importante tejido jurídico, que le dé soporte a la delimitación y posterior implementación de las zonas de integración fronteriza dentro del esquema andino, conforme a los criterios que los mismos estados parte, a través de las directrices del Consejo Presidencial Andino, han ideado. Obstáculos y fortalezas de la ZIF Táchira y Norte de Santander Para que la cooperación transfronteriza, como la propuesta ZIF de la CAN, tenga una fortaleza mucho mayor y pueda hacerle frente a los distintos argumentos que se oponen a ella, en especial a la planteada en el estado Táchira y en el departamento Norte de Santander, debe considerarse una seria evaluación de los obstáculos y beneficios o fortalezas, es decir, ventajas y desventajas, que una ZIF pueda ocasionar y de los mecanismos que se requieren establecer para revertir el saldo de factores negativos y se potencien los positivos (CEFI, 2002). Con relación a ello, Cappellin y Batey (1993) identificaron algunos aspectos que favorecen y dificultan la cooperación vecinal transfronteriza que deben tenerse presentes. Entre los aspectos favorables señala: • Desarrollo de valores histórico-culturales y diferencias regionales • Disfrute de complementariedades entre las regiones • Explotación de redes y economías en la circulación de información y conocimiento • Aprovechamiento de economías de escala y la superación de indivisibilidades en la producción de servicios públicos importantes e infraestructura • Aumento de la flexibilidad de la economía regional y reacciones más acertadas Francisco Javier Sánchez Chacón/ La zona de integración fronteriza... 189 a los cambios del mercado, estímulo a la innovación y la reducción del riesgo económico • Disminución de la competencia entre regiones específicas y de los conflictos derivados de la existencia de límites internacionales Los aspectos desfavorables identificados son: • Competencias institucionales • Recursos financieros inadecuados • Débil conocimiento y desconfianza recíproca debido a que la cooperación es un proceso gradual de aprendizaje interactivo • Especificación inadecuada de las respectivas fortalezas, recursos complementarios y conocimientos específicos • Identificación inadecuada de las respectivas debilidades y “cuellos de botella” • Pérdida del compromiso y la motivación en la medida en que avanza la cooperación • Largos períodos de tiempo requeridos para preparar actividades conjuntas (traducción propia del texto original) Visto así, la ZIF que comprendería municipios del estado Táchira de Venezuela y del departamento Norte de Santander de Colombia, tendría, de acuerdo con lo desarrollado por los autores mencionados, obstáculos y fortalezas como siguen: Dentro de los obstáculos pueden mencionarse: • Competencias institucionales diferentes. Un ejemplo de ello es que, constitucionalmente, los gobiernos municipales y departamentales colombianos pueden firmar adelantar con sus homólogos vecinos, programas de cooperación e integración, lo cual no es posible del lado venezolano. • Recursos financieros inadecuados, pues los estados no atienden de igual manera sus zonas de frontera. Del mismo, los recursos económicos generalmente van al centro, no a la periferia. • Diferentes métodos de trabajo, empezando por horarios distintos de trabajo. • Problemas de conocimiento puntuales y signos de desconfianza recíproca. En Venezuela se dan, en ciertos casos muy reducidos, ciertas tendencias xenófobas con relación a los nacionales colombianos, las cuales salen a relucir, por ejemplo, en el lenguaje común del vulgo; esto debido fundamentalmente al desconocimiento recíproco que produce desconfianza. • Especificación inadecuada de los respectivos intereses. En diversas oportunidades, los países no pueden, o no quieren, poner sobre la mesa los verdaderos intereses 190 Foros 11 • Mayo 2005 que se esconden detrás de ciertas posiciones, como se puede observar en diversas jornadas de negociaciones sobre diversos temas, lo cual es generalmente explicado por los juegos de poder entre los estados. • Identificación inadecuada de las respectivas debilidades y cuellos de botella. • Largos períodos de tiempo requeridos para preparar actividades conjuntas, cuyo ejemplo más notorio ha sido la imposibilidad de definir, delimitar e implementar, hasta ahora, la ZIF. Como fortalezas, las más resaltantes son: • Idioma común; cultura, tradiciones y visión compartida. Incluso, fuertes lazos de familiaridad y de amistad unen a amplios sectores de ambos lados del límite territorial. • Conocimiento mutuo de los actores sociales y de las autoridades locales. Es tradicional el esfuerzo que tanto el sector público como el privado hacen para relacionarse con sus pares del otro lado de la frontera. • Intercambio comercial intenso y de tradición. En el siglo XIX y al principios del XX, la región, junto al estado Zulia, llegaron a formar una amplia zona agroexportadora con vida propia. Los diversos mecanismos de la Comunidad Andina han propiciado el intercambio comercial que ha llegado a US$ 2.000 entre los dos países. • Preocupación y atención de problemas comunes, como el caso del agua potable y para otros usos en la zona, sobre el que la comunidad tiene el convencimiento que sólo de manera conjunta se podrán encontrar soluciones. • Estudios previos de la Copiaf (1991), BID-Intal y CAF (1997) y otros. • Proyectos, tanto públicos como privados: el Central Azucarero del Táchira (CAZTA), que es una empresa multinacional andina y que se encuentra ubicado en Ureña; el eje vial San Antonio-Rubio-San Cristóbal, de dilatada construcción pero siempre presente en los planes y proyectos gubernamentales y de las comunidades, de hecho, la infraestructura actual permite el tránsito del transporte pesado internacional desde y hacia la frontera Táchira-Norte de Santander; remodelación de la Aduana Principal de San Antonio del Táchira, la cual, junto con el CENAF existente del lado colombiano, debería convertirse en un futuro inmediato en la sede de un CEBAF yuxtapuesto en la zona, según criterio de las instancias andinas. Por lo demás, ambos forman parte del programa piloto sobre aduanas en la CAN, desarrollado bajo el programa IIRSA de integración sudamericana. Francisco Javier Sánchez Chacón/ La zona de integración fronteriza... 191 Definición y delimitación de la ZIF Táchira-Norte de Santander según la academia La decisión de presentar la propuesta de definición y delimitación de una zona de integración fronteriza (ZIF) que se circunscriba sólo a Táchira y Norte de Santander tiene una razón fundamentalmente histórica en el sentido de que han sido estas dos entidades territoriales, Táchira en Venezuela y Norte de Santander (Colombia), las instancias que han venido resaltando la existencia de una ZIF; de hecho, por lo que a los gobiernos de los dos países no les queda otra opción que aceptar tal realidad y adecuar las legislaciones nacionales y comunitarias. Es por ello que la propuesta, si bien es cierto persigue adelantar una o varias alternativas de delimitación, se plantea que tal delimitación se realice a partir de la revisión de la existencia de tales condiciones objetivas de integración fronteriza en la zona que se propone estudiar. De la misma forma, se plantea que la propuesta de creación de ZIF se realice a partir de la puesta en evidencia que el espacio por delimitarse cumple con los criterios establecidos por la CAN en la Decisión 501. Para establecer la unidad de análisis, se toma en cuenta la definición de ZIF señalada en la Decisión 501 al referirse a “ámbitos territoriales adyacentes de Países Miembro de la Comunidad Andina para los que se adoptarán políticas y ejecutarán planes, programas y proyectos para impulsar el desarrollo sostenible y la integración fronteriza de una manera conjunta, compartida y coordinada…” (artículo 1º, Decisión 501); así, se pensó en un ámbito geográfico, el criterio de adyacencia y en las opciones de ejecución de planes, programas y proyectos que tendría ese “ámbito territorial”, además de la opción que tendría ese “ámbito territorial”, de cumplir con “las condiciones jurídicas, administrativas y funcionales” necesarias para potenciar el desarrollo (artículo 6º, Decisión 501). En consecuencia, la decisión del espacio a estudiar en el proyecto de investigación giró en torno a esas dos ideas, y para ello se asumió como lógico y correcto que se consideraran los aspectos geográficos y de planificación de políticas en ambos países. Así, se consideraron dos criterios, a saber, que tome en cuenta los conceptos geográficos y que incluya una instancia capaz de planificar y tomar decisiones. En lo netamente geográfico se estimó procedente partir de las concepciones geográficas manejadas y hechas legislación por la CAN. Por eso se revisó la Decisión 534 sobre la Nomenclatura de las Unidades Territoriales Estadísticas de la Comunidad Andina (NUTE ANDINA), la cual fue elaborada siguiendo las divisiones políticoadministrativas de los países miembro y al respecto define conceptos de área, zona y región. En el caso de la “zona” de integración, la CAN considera que en ellas pueden “conducirse acciones de desarrollo de manera orgánica en la medida en que existen ciudades dotadas de funciones urbanas más o menos diferenciadas o complementarias entre sí, que cuenten con equipamientos básicos…”; ello equivale “a agregaciones de UTE 3, contiguas geográficamente” y en algunos 192 Foros 11 • Mayo 2005 casos a UTE 2 (Decisión 534). Para la CAN, una UTE 3 equivale a un municipio, tanto en Colombia como en Venezuela, aunque en aquel país se estipulen las llamadas “agrupaciones”; éstas no existen como unidades político-administrativas en Colombia, por lo que se toma al municipio como unidad de análisis, tal como se ha descrito supra. En lo relativo a la planificación de políticas públicas, se consideró que el criterio sería tomar como unidad de análisis básica la mínima unidad político-administrativa capaz de tomar decisiones y de ejecutar políticas. En el caso de Colombia y Venezuela se coincidió que ésta corresponde al municipio. En Colombia, la Constitución Nacional establece en su artículo 286 que “Son entidades territoriales, los departamentos, los distritos, los municipios y los territorios indígenas”. Por su parte, el artículo 311 ejusdem concibe “al municipio como entidad fundamental de la división político-administrativa del Estado…”. Por su parte, en Venezuela, la Constitución de 1999 en su artículo 168 establece: “Los municipios constituyen la unidad política primaria de la organización nacional, gozan de personalidad jurídica y autonomía”. En conclusión, la revisión permitió asumir al municipio como mínima unidad de análisis. El siguiente paso fue el proceso de selección de los municipios y decidir en cuáles se realizaría el estudio a fin de determinar si eran “incluibles” en la ZIF, de tal forma que ésta respetara las distintas opiniones o propuestas presentadas con anterioridad y que al mismo tiempo fuera “políticamente correcta”, ya que la idea es no excluir, al menos sin una revisión más detallada, opinión alguna sobre el espacio que debe comprender la ZIF. Para ello se optó por revisar los documentos existentes hasta el inicio del estudio, que esbocen alternativas de ZIF, tanto en Táchira como en el Norte de Santander. Adicionalmente, debido a que la ZIF es una propuesta de “integración fronteriza”, dentro del proceso de integración andino se acordó incluir a los municipios en los cuales se prevean proyectos de integración regional como los de integración física. En consecuencia, se determinó que los municipios a incluir en el estado Táchira son: Francisco Javier Sánchez Chacón/ La zona de integración fronteriza... 193 Venezuela-Estado Táchira. Municipios bajo estudio en el Proyecto ZIF Andrés Bello Ayacucho Bolívar Cárdenas Córdoba Fernández Feo García de Hevia Guásimos Independencia Junín Libertad Lobatera Michelena Panamericano Rafael Urdaneta San Cristóbal Torbes Ureña En lo concerniente al departamento Norte de Santander, los municipios tomados en cuenta para el Proyecto son: Colombia-Departamento Norte de Santander. Municipios bajo estudio en el Proyecto ZIF Bochalema Chinácota Durania El Zulia Herrán Los Patios Pamplona Pamplonita Puerto Santander Ragonvalia San Cayetano San José de Cúcuta Santiago Toledo El proyecto tiene los siguientes objetivos: General: Proponer una delimitación de zona de integración fronteriza (ZIF) en el estado Táchira (Venezuela) y el departamento del Norte de Santander (Colombia), a partir de una serie de criterios jurídicos, administrativos y funcionales recomendados por la CAN y los estados de Venezuela y Colombia en coherencia y concordancia con la realidad fronteriza a examinar. Específicos: 1. Definir los criterios jurídicos, administrativos y funcionales que debe contener una zona de integración fronteriza (ZIF) para el área Táchira (Venezuela) y Norte de Santander (Colombia). 194 Foros 11 • Mayo 2005 2. Proponer una delimitación funcional para el diseño de la ZIF a partir del uso de un sistema de información geográfica (SIG). 3. Analizar los aspectos jurídico-institucionales que comprenden la ZIF a delimitar y proponer una estructura que garantice su institucionalidad. La investigación es de naturaleza cualitativa y cuantitativa. La metodología cualitativa tiene un carácter exploratorio y descriptivo en correspondencia con los objetivos, generales y específicos, antes expuestos. A tal efecto, un conjunto de métodos cualitativos se ejecutan como herramientas prioritarias para la construcción del conocimiento. Entrevistas no estructuradas, grupos focales, discusión en grupo y observación constituyen las técnicas a emplear para la generación de la data primaria (CEFI y otros, 2004). En relación con el aspecto jurídico, la investigación tiene, igualmente, un enfoque cualitativo, siguiendo una tipología mixta para abordar el objeto de estudio. Por una parte, dogmática en su aspecto estrictamente formalista, pues todo el derecho debe necesariamente emanar de la ley, la costumbre, los principios generales del derecho, el negocio jurídico y la jurisprudencia (Witker, 1995). Por otra parte, materialista en su aspecto social, en el sentido de la evolución alcanzada por la sociología del derecho, a la cual ya no sólo le importa el derecho como creación de la vida social, sino el efecto de aquél en esta última, es decir, la dependencia recíproca o interdependencia entre ambos, lo que contemporáneamente se ha dado en llamar derecho vivo, el cual está constituido por aquellas normas jurídicas que pueden ser impuestas en la práctica (Witker, 1995). En ese sentido, el proyecto de investigación tiene un aspecto jurídico-histórico, pues pretende hacer un seguimiento de una institución, las zonas de integración fronteriza, y sus aspectos legales, partiendo desde sus antecedentes más remotos hasta el presente. Del mismo modo, se considera un aspecto jurídico-propositivo para concebir una estructura administrativa de carácter institucional que le dé viabilidad. Asimismo la metodología cuantitativa está asociada al uso de una herramienta, como es el uso de un sistema de información geográfica (SIG) para la delimitación de la ZIF. Un SIG se define como la captura, almacenamiento, chequeo, interpretación, mapeo, análisis y representación de datos espaciales de un determinado ámbito geográfico con un fin predeterminado (Bonham-Carter, 1994). El Environmental Systems Research Institute (ESRI), que produce la más importante aplicación para SIG llamado Arc/Info, define a un SIG como un conjunto de herramientas para la manipulación e interrogación de elementos geográficos, según la asociación espacial de sus atributos (ERDAS, 1982). El uso de SIG para la delimitación de la ZIF permitirá proveer la creación de un marco espacial ideal para la aplicación de un análisis multivariable, el cual facilitará, a su vez, el Francisco Javier Sánchez Chacón/ La zona de integración fronteriza... 195 establecimiento de relaciones entre variables individuales, y revelar así nuevas interrelaciones en términos espaciales (Fischer, 1999). Todas las fases de un SIG involucran un proceso, el cual varía desde la conceptualizacion de las variables a emplear hasta la presentación final (Atkinson y Tate, 1999). Adicionalmente, se han recabado datos relacionados con variables, tales como población, industrias, comercios, actividades económicas, uso de suelos, cooperación transfronteriza, estructura de gobierno, competencias de organismos del Estado, normas jurídicas imperantes en la zona en estudio. Consideraciones finales La zona de integración fronteriza es una idea originaria de la frontera colombovenezolana, concretamente la que comparten el departamento Norte de Santander y el estado Táchira. De allí pasó a copar el interés de los gobiernos nacionales de cada nación y posteriormente se convirtió en tema puntual y de vanguardia de la Comunidad Andina. La CAN ha previsto dentro de su ordenamiento jurídico y como parte del derecho comunitario derivado, el establecimiento de ZIF dentro del territorio de los cinco países miembro. Las decisiones 459 y 501 son demostración fehaciente de la importancia que la Comunidad le otorga a estos espacios para el desarrollo fronterizo y para la integración, con el objetivo último de mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región. Colombia y Venezuela han realizado esfuerzos desde la década de los ochenta para concretar una ZIF en las áreas Norte de Santander y Táchira, lo cual no ha sido posible. En los actuales momentos, gracias al aporte de la Universidad de Los Andes a través del CEFI, la Universidad Francisco de Paula Santander y la Corporación Universidad Libre de Colombia, Seccional Cúcuta, y al renovado interés en la ZIF por parte de los gobiernos nacionales y regionales y de la CAN, existe la real posibilidad de llevar a la realidad la mencionada zona de integración fronteriza. Los obstáculos y fortalezas que existen para integrarse deben ser estudiados, analizados y tenidos en cuenta. Ellos son importantes en la medida en que permiten eliminar la desconfianza recíproca entre los vecinos y potencian el trabajo en las áreas que, de hecho, son más cercanas. La propuesta de definición y delimitación de la zona de integración fronteriza: Norte de Santander (Colombia)-Táchira (Venezuela), es una propuesta académica que permite a las universidades conjugar el estudio teórico con la realidad fronteriza estudiada. En segunda instancia, permitirá a los organismos nacionales pertinentes tomar la mejor decisión en cuanto a la creación de la ZIF en dicha área. 196 Foros 11 • Mayo 2005 Referencias bibliográficas ATKINSON, P. y N. TATE eds. (1999). Advances in remote sensing and GIS analysis, London, John Wiley & Sons. BID (1964). Posibilidades de integración de las zonas fronterizas colombo-venezolanas, Washington, abril. BONHAM-CARTER, G. (1994). Geographic information systems for geoscientists: modeling with GIS, Ontario, Pergamon. BUSTAMANTE, M. (2004). “La zona de integración fronteriza Táchira-Norte de Santander”, San Cristóbal, Venezuela, abril, mimeo. CAPPELLIN, R. y P.W. BATEY (1993). Regional networks, borders regions and European integration, London, Pion Limited. CEFI (2002). “Posición del CEFI sobre la zona de integración fronteriza”, mimeo. 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La investigación jurídica, México, McGraw-Hill. 3000000 0 3000000 6000000 Miles Centros poblados Red vial Red hidrográfica Municipios ZIF Andrés Bello Ayacucho Bolívar Cárdenas Córdoba Fernández Feo García de Hevia Guásimos Independencia Junín Libertad Lobatera Michelena Panamericano Pedro María Ureña Rafael Urdaneta San Cristóbal Torbes Estado Táchira shp Área: 5762.35 km2 Francisco Javier Sánchez Chacón/ La zona de integración fronteriza... 197 Anexos Mapa 1 Municipios bajo estudio del estado Táchira Foros 11 • Mayo 2005 198 Mapa 2 Municipios en estudio del departamento Norte de Santander Municipios de la Zona de Integración Fronteriza en el Norte de Santander Zona de influencia de la ZIF Departamento Norte de Santander Foros 11 •Mayo 2005 • pp. 199-218 • ISSN: 1690-4885 El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional Caso en la zona de integración fronteriza (ZIF) Táchira-Norte de Santander Bustamante Urbina Juan Carlos Bustamante Urbina* Resumen El presente trabajo muestra cómo las aglomeraciones de industrias en una determinada localización denominadas conglomerado (clusters), son elementos sustanciales del desarrollo de regiones y países. Estas formaciones se convierten en motores que impulsan la creación de factores especializados de producción en una localidad, elementos clave para el funcionamiento de las aglomeraciones y su competitividad. Además, se describen las distintas teorías que sustentan, explican y forman los conglomerados (clusters) y se presentan algunos ejemplos y su impacto en el desarrollo regional. De la misma forma, se presenta la propuesta de un conglomerado (clusters) en sectores que tienen un buen desarrollo en la zona fronteriza Táchira-Norte de Santander, tales como son los preparados de azúcar y manufacturas de cuero. Dicha propuesta forma parte de una investigación del CEFI-ULA-Táchira. Se concluye con algunas consideraciones sobre la relevancia de la dimensión territorial en los procesos de desarrollo, en contraposición con las tendencias globalizantes. Palabras clave: Conglomerdo / Zona de integración fronteriza / Desarrollo regional. Clasificación JEL: R11, O18 * Licenciado en Administración de Empresas, UBA. Docente-Investigador del Centro de Estudios CEFI, ULA Táchira. Correo electrónico: jcbam01@yahoo.co.uk Foros 11 • Mayo 2005 200 Abstract The present paper shows how agglomerations of industries in a particular place, called clusters, are important for regional and national development. These formations instigate the creation of specialized production factors which are key elements in agglomerations and their competitiveness. Descriptions are given of various theories which explain on how cluster phenomena are created an sustained. Some examples are given and their impact on regional development is described. This study proposes the creation of clusters in sectors that are well developed in the border zone Táchira-Note de Santander, such as sugar-based preparations and Leather Manufacture. The proposal is part of a study conducted by CEFI- ULA Táchira. The paper ends with some conclusions on the relevance of the particular territory in the development process, in contrast with trends towards globalization. Key words: Cluster / Border integration zone / Regional development Classification JEL: R11, O18 Resumo Este trabalho mostra como as aglomerações de indústrias numa determinada localização, denominadas cluster, são elementos substanciais do desenvolvimento de regiões e países. Estas formações se transformam em motores que impulsionam a criação de fatores especializados de produção numa localidade, elemento chave para o funcionamento das aglomerações e de sua competitividade. Além disso, descrevem as diversas teorias que apóiam, explicam e formam os clusters. São dados alguns exemplos e seu impacto no desenvolvimento regional. Igualmente, apresenta-se a proposta de um cluster nos setores que têm bom desenvolvimento na zona fronteiriça Táchira-Norte de Santander, como os preparados de açúcar e manufaturas de couro. Esta proposta faz parte de uma pesquisa de CEFI-ULA-Táchira. Termina com algumas considerações sobre a importância da dimensão territorial nos processos de desenvolvimento, em contraposição às tendências globalizantes. Palavras chave: Cluster / Zona de integração fronteiriça / Desenvolvimento regional Classificação JEL: R11, O18 Résumé Ce travail montre comment ce qu’on apelle cluster –en d’autres termes, les agglomérations d’industrie dans un emplacement donné– constituent des éléments substantiels pour le développement des régions et des pays. Ces formations deviennent des moteurs qui mettent en train, dans une localité, les facteurs spécialisés de production, élément-clef pour la bonne marche des agglomérations et pour leur compétitivité. En outre, il expose les diverses théories Juan Carlos Bustamante Urbina / El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional... 201 qui étayent, expliquent et forment les clusters. Quelques exemples, y compris leurs effets sur le développement régional, sont présentés ici, ainsi que le cluster proposé pour les secteurs possédant un bon développement dans la zone frontalière Táchira-Norte de Santander, tels que les élaborations sucrières et les manufactures du cuir. Cette proposition fait partie de la recherche entreprise par le CEFI - ULA - Táchira. La conclusion met en avant quelques considérations sur l’importance de la dimension territoriale dans les processus de développement, en contraste avec les tendances globalisantes. Mots-clefs: Cluster / Zone d’intégration frontalières / Développement régional Classification JEL: R11, O18 202 Foros 11 • Mayo 2005 En materia de economía industrial, los trabajos sobre el éxito de los conglomerados caracterizados como sistemas locales de pymes con patrones de organización y especialización flexible que posibilitan la generación de un trade-off entre economías de alcance y escala, en las empresas que se especializan en una secuencia fabril inserta en la cadena de valor agregado de la aglomeración, están siendo objeto de debate científico desde hace algunos años. Su interés se debe al ambiente cognitivo local en el que las empresas operan y que ha sido objeto de estudio de grandes economistas expertos en temática distrital, que van desde Marshall a Porter, desde Rulliani a Beccatini, los cuales han analizado las regiones del norte italiano, como también de Dinamarca y en el estado Germanofederal de BadenWürttemberg, entre otras, y coinciden en que existen raíces profundas en la historia, en la cultura, las instituciones y en la economía de las áreas que originan estas aglomeraciones. Entre los aportes de tales investigaciones se destaca la complejidad en la formación de los conglomerados la cual ha sido confiada a un conjunto de decisiones colectivas que surgen de la colaboración entre actores públicos y privados, asociados a la interrelación existente entre política industrial y territorio, concurriendo de un modo relevante a determinar el destino de los contextos locales y regionales. Para tratar de desentrañar la complejidad en la formación de estas aglomeraciones se hará una revisión de los enfoques teóricos, que han dado un cuerpo sólido a la actual fundamentación de los conglomerados, como una opción clara de desarrollo en determinadas localidades. Teorías que fundamentan la formación de los complejos productivos (clusters) Muchos son los enfoques teóricos que tratan de brindar una explicación al comportamiento de las empresas en el espacio y las diversas asociaciones que se dan entre ellas. A continuación se esbozan los más relevantes en función de su aplicación. 1. Las teorías de la localización y de geografía económica. La modelación deductiva La mayoría de los elementos postulados por las teorías de localización y geografía económica no son completamente nuevos. En 1909 Alfred Weber desarrolló su teoría en donde explica el procedimiento de localización de una industria, denominada “Teoría de la ubicación industrial”, utilizando los costos de distancia y transporte como su variable explicativa central. Posteriormente, Alfred Marshall en 1920 y Young en 1928 desarrollaron el concepto de las ventajas de aglomeración vinculadas a los rendimientos crecientes a escala En este mismo trabajo Marshall identificó tres razones diferentes a favor de la concentración de una actividad en un determinado lugar. En primer lugar, gracias Juan Carlos Bustamante Urbina / El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional... 203 a la concentración de un elevado número de empresas de un ramo en el mismo lugar, genera un centro industrial, el cual crea un mercado conjunto para trabajadores cualificados. Este mercado conjunto beneficia, tanto a los trabajadores como a las empresas. En segundo lugar, un centro industrial permite el aprovisionamiento, en una mayor variedad y a un costo inferior, de factores concretos necesarios al sector que no son objeto de comercio. Por último, debido a que la información fluye con más facilidad en un ámbito reducido que a lo largo de grandes distancias, un centro industrial genera lo que Krugman denomina ósmosis tecnológica (technological spillovers). Por su parte, Alfred Christaller, en 1935, definió una actividad comercial (lugar central) como aquella ubicada espacialmente que brinda un servicio a un área circular (área complementaria), que puede cumplir una función única o múltiple. En cuanto a esta última, menciona la existencia de servicios de alto orden (gran demanda inicial, con grandes áreas de mercado para un solo abastecimiento) y bajo orden (demanda inicial baja, apoyados por un área de mercado pequeña), así como la definición de una estructura jerárquica. El pilar de las teorías de localización expuestas recalca el peso relativo del costo de transporte en el costo final, lo cual le da sentido a la decisión de algunas actividades de ubicarse preferiblemente cerca de la materia prima (los recursos naturales); otras se emplazan cerca de los mercados a los cuales dirigen su producción, al tiempo que otras se ubican en forma intermedia o en otro lugar, tal como lo expresa la siguiente aseveración: Este enfoque subraya asimismo las interdependencias de la materia prima y el producto procesado y también los productos que hacen más fácil coordinar sus movimientos en una sola ubicación (Ramos, 1998:107). La variable clave en los modelos de ubicación es la distancia, o en forma más precisa, los costos en dinero, tiempo e inconveniencia de la distancia. La teoría de la ubicación se toma como normativa y expone cómo deberían comportarse las actividades, en forma ideal, bajo las suposiciones establecidas. 2. Teoría de los encadenamientos La teoría de los encadenamientos productivos nace con el trabajo de Hirschman (1958) y sus famosos acoplamientos hacia atrás y hacia adelante (backward and forward linkages). Los encadenamientos son los efectos indirectos sobre la producción, el ingreso, el empleo, los impuestos, los recursos, o los cambios ambientales en industrias conexas, ofertantes o demandantes de una industria dada, causados por cambios exógenos en ella. Los supuestos de los encadenamientos procuran mostrar cómo y cuándo la producción de un sector es suficiente para satisfacer el umbral mínimo o escala mínima necesaria para hacer atractiva la inversión en otro sector que éste abastece (encadenamientos hacia atrás), o eslabonamientos hacia delante (forward). 204 Foros 11 • Mayo 2005 Cuando la realización de una inversión hace rentable la realización de una segunda inversión, y viceversa, la toma de decisiones en forma coordinada asegura la rentabilidad de cada una de las inversiones. Los encadenamientos hacia atrás dependen, tanto de factores de demanda (elasticidad de la demanda derivada de insumos y factores) como de su relación con factores tecnológicos y productivos (el tamaño óptimo de la planta y la similitud entre la tecnología utilizada en la producción del bien final y la producción del insumo). Una empresa encontrará incentivos para llevar a cabo encadenamientos hacia atrás cuando la tecnología utilizada para su producción puede también ser utilizada en la producción del insumo. Existen otros factores propios de la empresa o la industria que aumentan los beneficios de llevar a cabo una integración hacia atrás: alta inelasticidad de la demanda de recursos, existencia de economías de escala en la producción del bien final y mala relación con los proveedores. El desarrollo de los encadenamientos hacia adelante depende en forma imperante de la similitud tecnológica entre la actividad extractiva y la de procesamiento. Mientras mayor sea la similitud, mayor será el aprendizaje y más fuerte el impulso hacia adelante; mientras mayor sea la distancia tecnológica entre las actividades, menores serán el aprendizaje y el impulso. Sin embargo, las facilidades de comunicación y transporte existentes en las economías desarrolladas y en algunas de las economías en desarrollo han permitido que empresas que no se encuentran en una misma localización espacial puedan incursionar en la creación de complejos productivos por medios virtuales o mediante canales alternos de comunicación, transporte y entrega de materias primas (Polése, 1998). El acercamiento de las relaciones entre empresas que se encuentran en diferentes puntos geográficos depende en gran medida de la eficiencia de los medios de transporte, los canales de distribución, los medios de comunicación, los sistemas de traslado de información y de la existencia física de vínculos entre los participantes. 3. La teoría de interacción y los “distritos industriales” La interacción da lugar a “juegos repetitivos” que elevan la confianza y reducen, por ende, los costos de transacción y de coordinación. Asimismo, la interacción acelera la difusión del conocimiento y la innovación, lo que es un bien “social” internalizado por el conjunto de empresas en el “distrito”. En este sentido, la continua interacción en una localidad genera derrames tecnológicos, economías externas y economías de escala para el conjunto de empresas del “distrito”, lo cual no sería posible de estar cada empresa interactuando con las otras a gran distancia. Al respecto, se define un distrito industrial, con base en los postulados realizados por Marshall, de la siguiente manera: Juan Carlos Bustamante Urbina / El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional... 205 ... una concentración, en un área geográficamente limitada, de empresas pequeñas especializadas en un sector dominante. El elemento clave de este original modelo de organización es el factor unificador; es decir, aquel que permite la integración racional y organizada de los numerosos sujetos que componen el distrito. Marshall denominó a este factor “atmósfera industrial”, concepto que se define como el conjunto de elementos difícilmente separables y que no se pueden describir fácilmente a través de las variables económicas tradicionales; entre otros destacan la cultura productiva, el conocimiento de los demás sujetos que forman parte de la comunidad y los vínculos existentes con éstos, y las tradiciones histórico-políticas comunes. Esta atmósfera es el verdadero canal de comunicación entre los diferentes sujetos; es el factor que hace posible la manifestación y la difusión de un hábito de colaboración e intercambio de información y de experiencias aun en un contexto altamente competitivo (Dini, 1992: 14-17). Aunque este modelo posee grandes debilidades en su formulación teórica sigue teniendo actualidad, debido a que su desarrollo es básicamente determinado por factores históricos y culturales (path-dependent) que no pueden ser replicados a voluntad. Junto a este modelo entra en juego uno de los cambios más significativos en el mundo industrial, como el de la transición de la producción masiva fordista (basada en economías de escala internas a las empresas y en series productivas largas) a métodos más flexibles de producción en muchos sectores industriales, lo que se ha venido a llamar la especialización flexible. La obra pionera de Piore y Sabel en 1984, denominada la segunda ruptura industrial, establece que en este marco posfordista, la pequeña empresa gana protagonismo, así como la tecnología avanzada pero flexible. Por eso, Sabel (1989) valoraba la importancia del distrito industrial como una solución viable a las vicisitudes del capitalismo global porque puede zafarse de la “ruinosa” competencia en precios de las producciones masivas a bajo precio utilizando máquinas flexibles y trabajadores cualificados, renovando constantemente productos y procesos de producción, para poder elaborar productos semipersonalizados que se venden a mejor precio en los mercados (Marco, 2000:14). El mismo autor observa al modelo del distrito industrial como una forma de organización de la producción en el que, claramente, el papel de las fuerzas sociales locales es muy importante y en donde surgen oportunidades para procesos autónomos de desarrollo a niveles locales y regionales, de carácter endógeno. A pesar de estos elementos, el concepto de distrito industrial ha sido sometido a críticas de diverso talante, entre las que figura la falta de rigor conceptual respecto de elementos como las redes de empresas, la noción de competencia cooperativa (coopetencia) y el carácter puramente local de la dinámica del distrito (Markussen, 1999). Foros 11 • Mayo 2005 206 Para superar estas limitaciones surge el concepto de medio o entorno innovador, que comprende elementos de red, aprendizaje colectivo y externalidades. La primera definición de este sistema fue propuesta por el economista inglés de la escuela de Sussex, Freeman (1988). Lo identificaba como la red de instituciones en el sector público y privado cuyas actividades e interacciones producen y difunden nuevas tecnologías a escala nacional. A su vez, este enfoque evolucionó y dio forma al enfoque del sistema nacional de innovación (SNI). A juicio de Chudnovsky (1999), los elementos definitorios del SNI son la innovación, entendida como un proceso interactivo de producción y difusión de tecnología, y el aprendizaje colectivo. “Este mismo enfoque es posible trasladarlo al plano de los territorios subnacionales, a la orientación del SNI que da lugar al sistema regional de innovación (SRI)” (Jiménez, 2002:220). 4. Conglomerado (cluster) Con la configuración del desarrollo económico actual, caracterizado por una gran paradoja entre las fuerzas globales y la economía nacional en sus ámbitos regionales y locales, convirtiéndose éstos en espacios dominantes de la nueva geoeconomía mundial, surge en este sentido un concepto que ha cobrado mucha fuerza, el del complejo productivo o conglomerado, que se popularizó por los trabajos y recomendaciones de política de Michael Porter, de Harvard University. El trabajo seminal de Porter acuñó el término para designar concentraciones geográficas de empresas especializadas, cuya dinámica de interacción explica el aumento de la productividad y la eficiencia, la reducción de costos de transacción, la aceleración del aprendizaje y la difusión del conocimiento. Este enfoque, sin embargo, no fue del todo novedoso, ya que en Europa (especialmente Italia) había una vasta experiencia de investigación sobre distritos industriales, que indicaba similares externalidades derivadas del efecto aglomeración. En términos generales, no existe discusión en cuanto a la definición de complejo productivo. A continuación se presenta una definición que sintetiza la visión generalizada de este concepto, según The Cluster Competitiveness Group (2002:3): Se entiende comúnmente por complejo productivo una concentración sectorial y/o geográfica de empresas que se desempeñan en las mismas actividades o en actividades estrechamente relacionadas, con importantes y acumulativas economías externas, de aglomeración y especialización (por la presencia de productores, proveedores y mano de obra especializada y de servicios conexos específicos al sector) y con la posibilidad de llevar a cabo una acción conjunta en la búsqueda de eficiencia colectiva. Todo esto en un radio no superior a los 30 km. La definición de complejos productivos dependerá de las condiciones bajo las cuales comparta y compita el grupo de empresas que lo conforman. La ubicación aportará una serie de elementos únicos que no se pueden generalizar con el objetivo de incluirlos en una definición universal. Juan Carlos Bustamante Urbina / El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional... 207 Los complejos productivos traen grandes ganancias de productividad al conjunto de industrias y establecimientos conexos. Tales ganancias se internalizan al nivel de la industria, pero continúan siendo externalidades para las firmas que las aprovechan. La fuente de tales ganancias de productividad son las economías de escala, las cuales se alcanzan, entre otros factores, mediante los costos fijos y las indivisibilidades, los cuales son distribuidos entre el conjunto de empresas. Las indivisibilidades se refieren a los costos fijos caracterizados por ser objetos o servicios que no se pueden dividir en elementos más pequeños, tales como los factores tecnológicos o físicos. Estas economías externas o externalidades se obtienen porque se pueden conseguir por las empresas una especialización en fases de la producción, gracias a la red de relaciones interempresariales que se establece en el seno de estas aglomeraciones industriales. Además, se cuenta con un mercado laboral denso y de trabajadores cualificados, con una atmósfera que propicia la innovación y el carácter emprendedor del empresario, y una importante fluidez de información de todo de tipo entre las propias empresas. Un entorno, en definitiva, que combina competencia y colaboración interempresarial. Todo el conjunto de aportes que sintetizan estas cuatro teorías han permitido consolidar, según Krugman (1992), un nuevo desarrollo a los enfoques de las teorías de localización y de nueva geografía económica (NGE), referidos principalmente a tres aspectos: a. La utilización de modelos con rendimientos de escala crecientes y competencia imperfecta para explicar los patrones de aglomeración b. Una mejor comprensión de los factores determinantes del comercio internacional c. La integración de los diversos enfoques anteriores en un solo marco teórico coherente Esta nueva sistematización teórica (Krugman, 1992) constituye una verdadera teoría general de la nueva economía espacial que subsume todos los modelos anteriores. Los estudios empíricos realizados con el instrumental analítico de la NGE han encontrado amplia evidencia de la causación circular de acumulación en campos como el crecimiento urbano, la localización del capital humano, la expansión industrial y el desarrollo regional. Importancia del desarrollo de conglomerados. Es bien interesante destacar la observación de Wolfe (1997) en cuanto a que, paradójicamente, mientras la atención que se presta a las tendencias hacia la globalización es cada vez mayor, las nuevas teorías se focalizan en la importancia de los factores y condiciones vinculados al territorio. Un sobresaliente ejemplo de Foros 11 • Mayo 2005 208 esto es encontrado en los conglomerados de la industria de la cerámica: 40 por ciento de la facturación del mundo de esta industria es generado en los conglomerados de Castellón (España), Sassuolo (Italia) y Santa Caterina (Brasil). Una correcta configuración de conglomerados en una región la convierte en el elemento dinamizador de su propia economía y de la economía nacional, permitiendo estructurar la economía y su especialización productiva a través de una especie de proyecto de ingeniería social, que conduce a niveles de construcción superiores de organización social, tipo conglomerado. Esta estructuración de la economía regional, que determina su especialización productiva y la convierte en el eje articulador del desarrollo de la región, queda claramente demostrada en regiones donde se han conformado conglomerados de gran impacto regional-nacional-internacional. Ejemplo claro son el agrupamiento alimentario de Parma (Italia), instrumentos quirúrgicos en Tuttilingen (Alemania), el complejo de las flores en Holanda, el complejo de agronegocios en California (EE UU). Cada una de estas regiones son auténticos motores regionales de la economía nacional y global. En América Latina existen ejemplos exitosos de estas aglomeraciones empresariales. Aunque muestran características propias que las diferencian de los ejemplos anteriores, son motores de las economías de sus países y de la región. Las diferencias se encuentran en el tipo específico de proceso económico y en el grado de formación que se encuentra el cluster (ver cuadro 1). Cuadro 1 Características básicas de una selección de conglomerados Conglomerados País Año de Nº de Producción Producción Exportaciones Exportaciones Trabajos Trabajos (clusters) creación empresas 2002 1995 2002 1996 directos indirectos (US$ Mill) (US$ Mill) (US$ Mill) (US$ Mill) Salmón Región Austral Chile 1978 215 1.005,0 500,0 970,0 480,0 29.000 12.500 Azúcar Valle del Cauca Colombia 1900 197 — — 1.045 885,4 28.018 12.000 Metalmecánica Espíritu Santo Brasil 1988 66 33,3 23,3 1,7 1,1 12.000 48.000 Software Guadalajara México 1990 152 — — — — 1.040 — Milk and dairy-Boaco, Chontales Nicaragua 1990 10.605 31,8 25,4 12,7 2,9 15.624 6.544 Fuente: Pietrobelli, C. y Rabelloti, R. (2004). Upgrading in clusters and value chains in Latin America. The role of policies, BID. Juan Carlos Bustamante Urbina / El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional... 209 De este cuadro es importante destacar dos ejemplos de conglomerados y su impacto en el desarrollo regional de cada uno de sus países. El complejo productivo azucarero del valle del Cauca, Cali-Colombia, está conformado por cerca de 1.200 proveedores de caña de azúcar, sembrada en 200.000 hectáreas; 13 empresas que constituyen el núcleo medular del negocio, más de 40 empresas procesadoras de alimentos, bebidas y licores; 2 co-generadores de energía eléctrica; 1 productor de papel; 3 industrias sucroquímicas; más de 50 grandes proveedores especializados; 88 empresas asociativas de trabajo y una cooperativa de trabajadores. El conglomerado básico, conformado por los cultivadores de caña, las empresas que constituyen el núcleo medular del negocio y las empresas de valor agregado, representó en el año 2000 el 1,36 por ciento del PIB nacional total, equivalente a 1.138 millones de dólares, el 6 por ciento del PIB industrial y el 2,9 por ciento del PIB agrícola nacional. En la región contribuye con cerca del 10 por ciento del PIB regional y el 41,6 del PIB agrícola. El salario promedio de los trabajadores en la industria es casi el doble del salario mínimo legalmente establecido. La estabilidad es de 15 años de antigüedad en promedio; más del 80 por ciento cuenta con vivienda propia. “En suma, el nivel y calidad de vida del trabajador y su familia es significativamente mayor que el promedio nacional” (CNP, 2002:9-13). El conglomerado chileno del salmón, con apenas 25 años de experiencia, concentra cerca del 98 por ciento de la producción y 25 por ciento de la mundial y genera más de 40.000 empleos directos e indirectos. En la actualidad, el núcleo del conglomerado está compuesto por más de 500 centros de cultivo, 34 empresas procesadoras y cerca de 150 empresas proveedoras directas, además de alrededor de 100 empresas de bienes y servicios en la zona, cuya oferta se dirige minoritariamente u ocasionalmente al conglomerado. El principal mercado de destino de la producción está dado en filetes y porciones a Estados Unidos, Japón y nichos en Europa. La configuración de las empresas que forman el conglomerado son empresas grandes con estrategias de integración y concentración, mientras las empresas proveedoras son pymes locales especializadas y desde 1996 ha empezado a atraer corporaciones transnacionales especializadas en la explotación del salmón. “Las políticas públicas se basan en el manejo del medio ambiente, con una estrategia clara de aumento de la productividad de las empresas a través de la transferencia tecnológica por medio de un programa de misiones tecnológicas y de biotecnología específicamente en el manejo de enfermedades y en el aspecto genético” (Cepal, 2004:252). Ambas configuraciones de conglomerados (azucarero y salmón) han transformado a las regiones a las cuales pertenecen (Cali y Región Austral), estructurando la economía regional, determinando su especialización productiva y convirtiéndolas en el eje articulador del desarrollo de la región y su aporte al crecimiento nacional. 210 Foros 11 • Mayo 2005 Elementos esenciales para el dinamismo en los conglomerados (clusters) • Dimensión regional/local del desarrollo industrial: peso en la economía regionallocal del sector y/o sectores que conforman el conglomerado; cantidad de empresas en el sector y que obedezcan a una concentración geográfica. • Predominio de pymes en el conglomerado: composición de pymes en el sector y/o sectores que conforman el conglomerado. Aunque este elemento es básico, es posible identificar diversos tipos de conglomerados exitosos, en cuyo seno la pyme y las grandes empresas asumen funciones divergentes. Existen conglomerado jerárquicos, dominados por una gran empresa que delega segmentos de la producción o prestación de servicios a pymes proveedoras. Ejemplo de ello es Benetton, o como el patrón de división del trabajo establecido en Baden-Württemberg, y conglomerado no jerárquicos, dentro de los cuales se organizan pymes de fuerza similar que se complementan unas con otras (Hurtienne y Messner, 1999:57). • Compleja relación competencia/cooperación que caracteriza las relaciones interempresariales. ¿Cuáles son las distintas actividades de cooperación que existen a lo largo de la cadena de valor en estos sectores? ¿Cómo están dadas las particiones a lo largo de la cadena? ¿Cómo interactúan? • El carácter de red que existe en las zonas de conglomerado entre empresas e instituciones, y que responda a la lógica de la eficiencia colectiva. Infraestructura correspondiente, buen potencial de fuerza laboral, suministradores eficientes y una buena oferta de información. • Las ventajas de aglomeración: que se puedan verificar las hipótesis del efecto aglomeración en el sector y/o sectores que conforman el conglomerado: Hipótesis 1: (Mayor especialización en fases o menor grado de integración vertical). Hipótesis 2: (Menor tamaño de las EDD). Hipótesis 3: (Mayores beneficios operativos). Hipótesis 4: (Mayor nivel de productividad global). Hipótesis 5: (Mayores niveles salariales dentro del distrito). • La significación de los factores socioculturales para el éxito económico: capacidad de ver y asumir el riesgo en materia de negocios. Se refiere a la medida en que las normas culturales y sociales alimentan, o no desalientan, acciones individuales que pueden llevar a una nueva manera de conducir los negocios o actividades económicas. • Papel sustancial de los gobiernos locales y regionales. Relaciones entre mercado-Estado. Relaciones simbióticas y cooperativas entre sí, Estado-mercado. Juan Carlos Bustamante Urbina / El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional... 211 Requisitos esenciales para la consolidación de conglomerados (clusters) • Iniciativa empresarial. Evaluar en forma sistemática el nacimiento de nuevos proyectos y analizar su continuidad en el tiempo. Con este objetivo se tomaron dos mediciones que reflejan estos aspectos: tasa de firmas “nacientes” y tasa de firmas “nuevas”. En primer lugar, la tasa de firmas nacientes se mide por la proporción de la población adulta en cada localidad que está comprometida actualmente en el proceso de creación de una empresa. En segundo lugar, la tasa de firmas nuevas se mide por la proporción de adultos en cada localidad que operan en una empresa que tiene menos de 42 meses de antigüedad. La iniciativa empresarial requiere de una actitud emprendedora, junto a la percepción de las oportunidades, que el emprendedor posea las habilidades y conocimientos y la motivación necesarias para llevar a cabo sus emprendimientos con éxito. • Flexibilidad y creatividad (social y organizativa) de los actores centrales. La estructura social y organizativa de las empresas son flexibles y, por ende, permiten la creatividad en grupos e individualmente. • Capacidad de innovación por parte de las empresas. Innovación en todos los ámbitos (organizacional, tecnológico y de mercado). • Consenso social: es necesario que las estructuras básicas de organización jurídica, política y económica, capacidad social de organización e integración, y capacidad de los actores para la integración de actividades estratégicas que permitan la formación de la aglomeración. • Un equipo de personal bien capacitado (papel de las instituciones universitarias en la localidad y en los centros de investigación). • Ventajas basadas en el conocimiento y la práctica (know-how), producto de la experiencia en la producción en el sector y/o sectores que conforman el conglomerado. Propuesta de desarrollo de conglomerados en la zona de integración fronteriza (ZIF) Táchira-Norte de Santander Caracterización de las zonas fronterizas Las regiones fronterizas han quedado caracterizadas como zonas aisladas y alejadas de los centros dinámicos, con escaso y desigual desarrollo económico-social en relación con otras zonas de los propios países, sin instituciones idóneas ni poder para adoptar o promover decisiones que den impulso a las actividades, con deficientes vías de comunicación, vecinos a otras áreas de países lindero de similar 212 Foros 11 • Mayo 2005 configuración humana y geográfica, en ocasiones con raíces sociales o étnicas comunes. Teniendo claro la realidad de las zonas de frontera y asumiendo que éstas constituyen los elementos articuladores del esquema de integración andino, se retoma el tema de las ZIF, el cual quedó congelado desde 1992, cuando se dieron las últimas negociaciones en torno a la zona de integración fronteriza del Táchira (Venezuela) y Norte de Santander (Colombia). Esta nueva etapa de actividad bilateral desde una perspectiva cooperacionista se activaría, gestándose un nuevo programa de desarrollo integral fronterizo elaborado por el BID y la CAF en 1997 (García y Urdaneta, 1999). El plan consistía en una serie de acciones concretas para fortalecer los pasos fronterizos y contribuir al desarrollo socioeconómico de las fronteras del área del estado Táchira/departamento Norte de Santander. En esta elaboración del plan participaron técnicos que ya habían formado parte de los equipos que diseñan la ZIF, aunque no incluyeron en sus recomendaciones la creación de alguna definición territorial de aplicación privilegiada para las acciones fronterizas (BID, Intal, CAF, 1997). Ya con el propósito firme de la CAN de profundizar la integración andina, se le otorga a las zonas fronterizas especial y particular importancia, ya que éstas constituyen las áreas geográficas naturales y privilegiadas de articulación de las economías y sociedades de los cinco países miembro. Es por ello que a partir de los mecanismos multilaterales que establece la CAN para propiciar el desarrollo en las áreas fronterizas, surge la Decisión 459 que trata los aspectos sobre política comunitaria para la integración y desarrollo fronterizo. Esta decisión, promulgada en 1999, busca elevar la calidad de vida de las poblaciones y el desarrollo de sus instituciones, dentro de los ámbitos territoriales fronterizos entre los países de la CAN. Dentro de esta estrategia de profundización de la integración andina, la integración fronteriza es vista como uno de los campos de acción en el que el proceso general de integración se concreta. De esta forma resurge la iniciativa de la ZIF, ya a nivel multilateral y estableciendo su marco jurídico a través de la Decisión 501 de la CAN, que sustenta la creación de zonas de integración fronterizas (CAN, 2003). Es en este marco que las ZIF quedan definidas como ámbitos fronterizos adyacentes de países miembro de la Comunidad Andina para los que se adaptarán políticas y ejecutarán planes, programas y proyectos para impulsar el desarrollo sustentable y la integración fronteriza de manera conjunta, compartida y orientada a obtener beneficios mutuos, en correspondencia con las características de cada uno de ellos. En el marco de la Decisión 501, en su artículo 2º, los países miembro de la Comunidad Andina podrán establecer, ZIF entre sí, mediante los mecanismos bilaterales que converjan, y se establece con el objetivo de generar condiciones Juan Carlos Bustamante Urbina / El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional... 213 óptimas para el desarrollo fronterizo sostenible, conforme al criterio de desarrollo económico, basado en fomentar el crecimiento, modernización y diversificación de la base productiva del área fronteriza, aprovechando las posibilidades que habilitan los mecanismos de integración. De esta forma las ZIF quedan diseñadas como de alcance regional y, como todo proceso de integración, procura el aumento de la base productiva y acrecienta la actividad económica de las regiones que se vinculan. En esencia, lo que se plantea es el crecimiento de la economía en una determinada localización, obedeciendo a una lógica de causación circular, en la que los rendimientos crecientes a escala y los encadenamientos hacia atrás y hacia adelante de las empresas conduzcan a una aglomeración de actividades que se auto-refuerzan progresivamente, produciendo en determinados sectores de una región la creación y consolidación de ventajas competitivas. Al quedar delimitadas las ZIF como espacios regionales de interrelación social y económica, las aglomeraciones o complejos productivos (clusters) son una buena forma de concebir estos espacios económicos, como lo afirma Porter (1998:75): Los clusters son concentraciones geográficas de empresas e instituciones interconectadas en un determinado sector. Comprenden una gama de industrias y otras entidades importantes para la competitividad, ligadas entre sí. Ellos incluyen sectores proveedores competitivos, servicios e infraestructura especializada (...) frecuentemente se extienden hacia adelante para incluir los canales de distribución y los clientes y horizontalmente hacia los fabricantes de productos complementarios y firmas en sectores relacionados por tecnología, habilidades o insumos comunes (...) muchos incluyen instituciones gubernamentales y de otra índole como universidades, centros de investigación, creando una posición óptima para un intercambio y cooperación regular con las actividades de investigación y desarrollo de los sectores. A medida que estos agrupamientos se desarrollan, los recursos de la economía fluyen hacia ellos y se apartan de los sectores aislados que no puedan aplicar los recursos en forma tan productiva. Esto conduce a que el mayor número de sectores se exponga a la competencia internacional, ya que mientras más acusado se hará el movimiento hacia el agrupamiento dentro de la economía, mayor será su nivel de atracción (Porter, 1991). La agrupación también genera que los miembros de la cadena productiva trabajen hacia un propósito común de dos vías; la primera, entre los actores del mismo sector industrial e industrias conexas, en la identificación de ventajas comparativas que pueden transformarse en ventajas competitivas. La segunda vía se refiere al trabajo conjunto del sector privado y público en la mejora del clima de negocios. Foros 11 • Mayo 2005 214 Con base en las premisas anteriores se destaca la importancia de desarrollar aglomerados industriales dentro de la ZIF (Ureña-San Antonio-Cúcuta-Villa del Rosario). Resalta su importancia, ya que en esta zona circulan semanalmente alrededor de 65.000 vehículos y casi 250.000 personas en ambos lados de la frontera (BID-Intal-CAF, 1997). La relevancia del comercio bilateral venezolanocolombiano, dentro del contexto de la Comunidad Andina equivale al 44 por ciento del comercio total interandino en 2001, el cual transita por la zona fronteriza entre los dos países, básicamente, a través del segmento Táchira-Norte de Santander (CAF, 2001). Además, la ZIF en el área propuesta equivaldría a la conformación de un mercado alrededor de un millón de habitantes, aunque con un mercado ampliado que correspondería al estado Táchira y el departamento Norte de Santander cercano a los dos millones y medio de habitantes. Esto permitiría la creación de condiciones para un incremento notorio del comercio y la industria, la cual permitiría atenuar las crisis cíclicas en la economía fronteriza asociadas a los vaivenes cambiarios de ambos lados de la frontera (Otálvora, 2003). Otra implicación destacable del área fronteriza descrita es el conocimiento y la práctica acumulada (know how) que se observa en el desarrollo de distintas manufacturas, de las cuales destacan los productos derivados de las manufacturas de cuero y los preparados de azúcar, ya que el grupo de productos (manufacturas de cuero) corresponde al de los 20 productos más dinámicos en los mercados mundiales (Unctad, 2002) y los preparados de azúcar a las exportaciones mundiales de productos agrícolas más dinámicos de los mercados (ver cuadro 2). Cuadro 2 Manufacturas de cuero y preparados de azúcar en las exportaciones de los productos más dinámicos en los mercados mundiales (1980-2001) Código CUCI 612 Grupo de productos Manufacturas de cuero Crecimiento anual medio de las exportaciones 1980-2001 Proporción de las exportaciones mundiales totales 12,4 Proporción de las exportaciones totales de los países en desarrollo 1980 2001 1980 2001 0,1 0,1 0,1 0,2 Preparados de azúcar 2001 Puesto 5 Puesto dentro del conjunto de todos los productos Código de la CUCI Grupo de productos Parte porcentual de los países en desarrollo 27 062 Productos de azúcar 25 Fuente: Cálculos de la Secretaría de la Unctad. Commodity Trade Statistics, 2002. Juan Carlos Bustamante Urbina / El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional... 215 Estas manufacturas en el comercio internacional se clasifican como productos de alto valor agregado y tienen una elasticidad-renta muy superior a la de los productos agrícolas tradicionales y manufacturas textiles. La importancia de la ZIF y, en particular de los sectores mencionados, tomados como estudios piloto, permiten resaltar la relevancia de la investigación bajo el esquema propuesto por Porter, de agrupamientos productivos (clusters), donde se crean encadenamientos regionales que abarcan toda la cadena de valor de una industria, creando una base para la cooperación entre empresas, departamentos conjuntos de I+D, condiciones estas que crean nuevas sinergias que aumentan la competitividad de los participantes y de la región como un todo, orientando los sectores descritos hacia el fomento de las exportaciones. Además, y en concreto, lo que se busca con este tipo de iniciativas que fomente la integración fronteriza es la orientación a conseguir determinados objetivos económicos, sociales y/o políticos, entre ellos: crecimiento económico y movilización de recursos en el marco de la profundización de la integración andina; mejora de las condiciones de vida y aumento de la solidaridad, y disminución del carácter conflictivo de la línea de frontera, así como contribución a su efectiva demarcación. Por este motivo el alcance de la investigación comprenderá un diagnóstico de la situación de los sectores manufactureros de cuero y preparados de azúcar en la ZIF descrita, determinar hasta qué punto están dados los factores dentro de la ZIF para lograr las aglomeraciones, visto desde la coordinación institucional entre municipios-gobiernos regionales-sector privado, que impulsen la competitividad de sus regiones, hasta la forma de cómo crear factores especializados necesarios para el desarrollo de conglomerados, aprovechando el estímulo que permite el uso de mecanismos de acción multilateral que ofrece la Comunidad Andina. Conclusiones No toda acumulación de pyme en una misma zona geográfica, sujeta a una hábil política económica regional, puede convertirse en un lapso de tiempo corto en un conglomerado. Para que esto ocurra deben darse unas raíces profundas en la historia, en la cultura, en las instituciones y en la economía de las áreas que lo origina. Debe existir alta iniciativa empresarial y un entorno sociocultural que permita la creación de redes con visión estratégica, donde los vínculos entre empresas aparentemente débiles (por lo menos si se los observa con el ojo de quien no está habituado a este tipo de relaciones) permiten cambios continuos y reversibles de las redes en el contexto en el cual la “confianza” asume una importancia muy relevante. Es la confianza la que mantiene y consolida las 216 Foros 11 • Mayo 2005 relaciones entre empresas, y entre empresas y terceros (entes institucionales, organismos de representación, administración pública, entre otros). Una vez claro el proceso de formación del conglomerado, éste sirve para explicar el fenómeno de revalorización de la dimensión territorial en los procesos contemplatorios de desarrollo, la cual destaca el papel de las regiones y las localidades como los actores centrales del desarrollo económico en el mundo moderno, especialmente el generado en el contexto de aglomeraciones productivas localizadas. Estas aglomeraciones generan beneficios para la localidad, entre otras cosas: se reduce los costos de transacción, produce mercados con mayor nivel de transacciones, promueve el intercambio de conocimiento y favorece la innovación, aumenta la rapidez de los flujos de información y, en palabras de Porter, actúa como un potente imán para atraer hacia él personas de valía y otros factores de producción. De esta manera, lo anterior señala que en los agrupamientos completos de sectores, éstos se ubican frecuentemente en una sola ciudad o región de una nación, lo que las convierte en un entorno singular para competir, tanto a nivel nacional como internacional. Este elemento básicamente confluye con las nuevas teorías de la nueva geografía económica, pilar fundamental donde se encuentra evidencia empírica de la importancia de estas aglomeraciones, elementos estos que han llevado a autores como Ohmae (1997) a proponer la idea de estados-región, donde se concentra el mayor intercambio de bienes y mercancías en el mundo. Se puede hablar, entonces, que existe una clara tendencia hacia la (re) territorialización, que explica, en cierta medida, que la base territorial interactúa a escala global. Entonces llama la atención que en la actualidad se acentúe tanto el papel de la globalización en los fenómenos de cambio económico y sociopolítico en curso. Al respecto, lo que es necesario entender es que varios de los factores que impulsan la globalización tienen una fuerte base territorial, como es el caso del comercio internacional de bienes y servicios, del cambio tecnológico y los flujos financieros, en particular (Jiménez, 2000). En la obra de Scott (1998) se comenta que la mayor parte del desarrollo económico en el mundo es realmente generado en el contexto de aglomeraciones localizadas, combinadas con tipos específicos de procesos económicos que apuntalan capacidades productivas y competitivas regionales. Ante tal relevancia, destacan estas aglomeraciones como verdaderas opciones de desarrollo regional-local, por lo que la generación de políticas públicas deberían girar en torno a determinar cuáles sectores regionales de la economía nacional cumplen con los elementos descritos en el punto sobre el dinamismo de los conglomerados, y a partir de ese diagnóstico determinar cuáles sectores son susceptibles, como en la investigación planteada de un conglomerado en una hipotética ZIF colombo-venezolana. El desarrollo de estos diagnósticos permitirá Juan Carlos Bustamante Urbina / El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional... 217 dirigir estas políticas de “aglomeramiento” destinadas a la promoción de la articulación empresarial y productiva. Esta política no pertenece, por lo tanto, a un ámbito diferente e independiente de otros (financiamiento, capacitación o innovación); por el contrario, la política de “aglomeración” es la articulación de todas ellas entre sí y con las estrategias competitivas del sector privado. Referencia bibliográficas BID-INTAL-CAF (1997). “Programa de Desarrollo Integral Fronterizo Colombo-Venezolano”. CEPAL (2004). Desarrollo productivo en economías abiertas, Santiago de Chile, Chile, Secretaría Ejecutiva Cepal. CHUDNOVSKY, D. (1999). “Políticas de ciencia y tecnología y el sistema nacional de innovación en la Argentina”, Revista de la Cepal, n° 67, abril. COMUNIDAD ANDINA CAN. “Zona de integración fronteriza. Desarrollo fronterizo” (2003). Documento en línea disponible en hipervínculo http://www.comunidadandina.org/fronterizo/zif.htm (Consulta mayo, 10, 2003) CONSEJO NACIONAL DE PRODUCTIVIDAD – CNP, COLOMBIA (2002). 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La producción en el Zulia muestra una tendencia decreciente en este período, alcanzando hasta 19,35 por ciento de caída en la tendencia secular. Los precios se han ido incrementando con una marcada incidencia en los costos de los insumos importados, donde llega un aumento del 78,89 por ciento. El valor de la producción ha sufrido incremento en sus valores, influenciado básicamente por el alza de los precios. Con respecto al sector comercio, sólo existe un índice de valor, incrementándose el valor de las ventas en 13,85 por ciento. El sector construcción ha presentado una recomposición de su estructura, pasando de 75 por ciento de construcciones mayores en 1998, hasta 70 por ciento de construcciones menores para 2003, acompañado de una caída del 57 por ciento en área ejecutada de construcción. Palabras clave: Índices / Sectores económicos / Zulia Clasificación JEL: R11, R13 *Licenciado en Economía, La Universidad del Zulia, LUZ. Labora en el Banco Central de Venezuela, subsede Maracaibo, en el Departamento de Estudios y Estadísticas Económicas como Investigador, Economista I. Correo electrónico: jmolero@bcv.org.ve Foros 11 • Mayo 2005 220 Abstract The goal of this study was to determine the economic behavior of the private sector in the economy of the state of Zulia from 1998-2004. The analysis is based on price-volume-value indicators of the manufacture, trade and construction sectors. Production in Zulia showed a decrease by 19.35 percent during this period. Prices have increased, particularly in imported goods, which have increased by 78.89 percent. Production costs have increased because of higher prices. In the commercial sector, all that exists is the value index where there has been a 13.85 percent increase in sales. The building sector has suffered restructurization, from 75 percent of large buildings in 1998, to 70 percent of small buildings in 2003, accompanied by a 57 percent fall in the area of completed constructions. Key words: Indexes / Economic sectors / Zulia JEL Classification: R11, R13 Resumo O objetivo deste trabalho é determinar o comportamento econômico do setor privado da economia zuliana no período 1998-2004. A análise está baseada nos indicadores preço-volume-valor dos setores manufatura, comércio e construção. A produção em Zúlia mostra uma tendência decrescente neste período, com uma queda de 19,35 por cento na tendência secular. Os preços foram subindo com uma séria incidência nos custos dos insumos importados, chegando a um aumento de 78,89 por cento. O valor da produção aumentou nos seus valores, influenciado basicamente pelo aumento dos preços. Em relação ao setor comércio, só existe índice de valor e o este viu aumentar o valor das vendas em 13,85 por cento. O setor construção apresenta uma recomposição de sua estrutura, passando de 75 por cento de construções maiores em 1998, a 70 por cento de construções menores em 2003; acompanhado de uma queda de 57 por cento na área executada de construção. Palavras chave: Índice / Setores econômicos / Zulia Classificação JEL: R11, R13 Résumé Ce travail a pour but de cerner la démarche économique du secteur privé de l’économie dans la région de Zulia, au cours de la période 1998 - 2004. L’analyse a pour base les indicateurs prix - volume - valeur pour les secteurs de la manufacture, du commerce et du bâtiment. Dans cette région, la production montre une tendance décroissante au cours de la période examinée, qui fait une chute atteignant jusqu’à 19,35 pour cent dans la tendance séculaire. Les prix ont augmenté, avec une incidence marquante sur le coût des facteurs de production qui sont importés, lesquels s’élèvent à 78,89 pour cent. La valeur de Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana 221 la production a enregistré une augmentation de ses valeurs, sous l’effet, notamment, de la hausse des prix. Pour ce qui est du secteur commerce, il n’ y a qu’ un taux de valeur qui a pu montrer un accroissement de 13,85 pour cent de la valeur des ventes. Le secteur bâtiment présente une recomposition de sa structure, qui a passé de 75 pour cent des constructions majeures en 1998 à 70 pour cent des constructions mineures pour l’année 2003, avec une chute de 57 pour cent des constructions exécutées. Mots-clefs: Traux de valeur / Secteurs économiques / Zulia Classification JEL: R11, R13 222 Foros 11 • Mayo 2005 I. Introducción El estudio de las economías regionales a nivel mundial es un tema que se ha venido abordando con mucha fuerza en los últimos 20 años. La tendencia a nivel general ya no es sólo realizar investigaciones sobre el comportamiento de las economías en su totalidad, sino que también se ha hecho importante estudiar y comparar las diferencias que se observan entre diferentes regiones de un mismo país. Es ahí donde se comienzan a ver el nacimiento de un sinnúmero de grupos de estadísticas a todos los niveles y desagregaciones posibles, ya no sólo estadísticas a niveles nacionales, sino a niveles regionales y locales con la finalidad de hacer diferentes análisis y evidenciar las importantes diferencias y desigualdades que pueden existir entre comunidades, estados, regiones, etc., de un mismo país. Venezuela no escapa de esta realidad, si bien es cierto, lógico y hasta evidente intuir que existen diferencias significativas entre las diferentes regiones del país, pero lo difícil es poder medir y verificar esta percepción si no se cuenta con evidencias estadísticas que demuestren que esta hipótesis resulta cierta. Dadas estas exigencias por parte de todos los que nos preocupamos por tratar de visualizar la problemática nacional, se ha ido dando una serie de hechos que han dado un significativo avance en esta materia. Así vemos cómo en el año 1997 el Banco Central de Venezuela comenzó la elaboración de indicadores económicos regionales, específicamente en el estado Zulia, en lo que respecta al sector real de la economía. Estos índices muestran el comportamiento del sector manufacturero privado dentro del estado Zulia y están elaborados con una metodología dirigida a la obtención de tres índices diferentes, siendo ellos los de volumen, precio y valor de la producción manufacturera, resultantes de la desagregación del sector en esas vertientes. El índice de volumen no es más que el reflejo de la cantidad de bienes que se producen dentro de esta economía. Por su característica, es muy utilizado y efectivo para realizar aproximaciones del comportamiento del aparato productivo. El índice de precio trata de ver la evolución que han presentado los precios de los insumos y productos dentro del proceso de la producción manufacturera privada. El índice de valor es la combinación y relación entre los dos anteriores índices: el índice de volumen y el de precios. En el estudio se hace la descripción del comportamiento de estos índices vistos en el tiempo, es decir, se elaboran series históricas con cada uno de ellos y se observa y describe su comportamiento a lo largo del tiempo, para con esto lograr concluir cuál es la tendencia que ha venido presentando la economía zuliana durante el período de estudio 1998-2004. Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana 223 También se observa la tendencia que presentan las series, con el fin de hacer una mejor descripción de las mismas. Se elimina, así, los diferentes sesgos coyunturales que puedan presentar las series, como ocurrió en el año 2002, cuando hubo una serie de sucesos que distorsionaron el comportamiento general de las series. A finales de este año ocurió un paro empresarial que conllevó el cierre de empresas, afectando fuertemente las mediciones para esas fechas. Después de describir el comportamiento de estas series se presentan unas conclusiones finales relativas al comportamiento del sector industrial en la economía zuliana. II. Sector manufactura Índice de volumen de la producción En esta sección se hace una descripción de las series de volumen, precio y valor del sector manufactura. La descripción enfatiza cuándo ocurrieron los cambios más significantes en la pendiente de las series; se presentan, también, las tasas de crecimiento interanual en cada período y sus respectivas tasas intermensuales. En primer lugar, se hará referencia al índice del volumen de la producción, entendiendo por volumen todo lo que es cantidad de producción. Este índice nos va a marcar lo que representa la cantidad de bienes producida por la industria privada en la región zuliana. Así, podemos observar dos series dentro del gráfico, una que es el indicador observado y una línea de puntos que es la tendencia calculada. Ésto nos va a permitir observar con mayor precisión el comportamiento de esta serie. La serie que va desde 1998 a 2004 presenta una tendencia bastante marcada a la caída del nivel de producción de la economía regional desde el año 98 hasta el primer trimestre de 2004, en 19,35 por ciento, es decir, se ha reducido en ese lapso la capacidad productiva en 19,35 por ciento. Si analizamos los diferentes picos y valles dentro de la serie y los comparamos con el comportamiento de su tendencia, obtendremos lo que llamaremos brechas, que no es más que la diferencia entre la tendencia y el índice observado. Partiendo de esto, tenemos que la mayor brecha negativa, en la cual el valor del índice es menor que el valor de la tendencia, ocurre en el mes de diciembre del año 2002, un mes que presentó conflictos y bastantes inconvenientes, con un paro empresarial, fundamentalmente en la industria petrolera, la cual es uno de los pilares fundamentales de la economía zuliana. En este mes en particular se observa que la caída del indicador fue bastante severa; en este caso hablamos de 36,4 por ciento de brecha negativa con respecto a la tendencia. Foros 11 • Mayo 2005 224 Por el contrario, podemos también visualizar una brecha positiva bastante significativa en el mes de marzo de 2003, de 7,34 por ciento, que no equipara la caída de la brecha negativa, y si llegamos hasta el final de la serie tenemos cómo existe una nueva brecha positiva que alcanza el 8,42 por ciento, pero con una serie donde su valor final es 19,35 por ciento menor que el valor inicial de la serie. Gráfico 1 Índice del volumen de la producción (Base:1997=100) 1998-2004 135 115 95 75 55 35 Tendencia HP Nov Abr Sep Feb Jul Dic May Oct Mar Ago Ene 15 Zulia Con respecto a las variaciones intermensuales, presentan movimientos estables, manteniendo proporciones de variación similares y sin mayores desvíos, exceptuando la gran caída presentada en el mes 12 del año 2002 y su correspondiente rebote en el primer y segundo mes del año 2003. Se presentan unas variaciones positivas y bastantes inestables en el primer semestre de este año 2003, estabilizándose este comportamiento en el último trimestre y el primero de 2004, con la característica de ser positivas todas las variaciones en las tasas. Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana 225 Gráfico 2 Índice del volumen de la producción Variaciones intermensuales (%) (Base: 1997=100) 1998-2004 80 60 40 20 Feb Ago Feb Ago Feb Ago Feb Ago Feb Ago Feb Ago Feb 0 -20 -40 -60 -80 Zulia En las variaciones interanuales tenemos que existe una caída de 17,14 por ciento del año 1999 con respecto al año 1998; luego se da una leve recuperación en los dos subsiguientes períodos de 1,98 y 7,53, respectivamente, para luego en el año 2002 presentar una nueva caída de 13,5 por ciento y una recuperación de 34,07 por ciento en el año 2003 en comparación con el año 2002. Foros 11 • Mayo 2005 226 Gráfico 3 Índice del volumen de la producción Variaciones interanuales (%) (Base: 1997=100) 1999-2003 40 34,07 30 20 7,53 10 1,98 0 -10 -13,5 -17,14 -20 1999 2000 2001 2002 2003 Índice de precios de la producción manufacturera Este índice nos presenta el comportamiento de los precios dentro del sector productivo propiamente dicho dentro de la economía del estado Zulia. Esta serie presenta una particular relación entre el índice calculado y su respectiva tendencia, ya que la presencia de brechas, tanto como positivas y negativas es casi inexistente. Esto quiere decir que el comportamiento del índice es prácticamente el mismo que presenta la tendencia. Al analizar el comportamiento de la serie podemos ver que en su totalidad la serie presenta una constante evolutividad y crecimiento desde el inicio de la misma hasta su final, representando 78,89 por ciento para el primer trimestre de 2004. Ahora bien, si analizamos más detalladamente, encontraremos que existe un corte en el mes de febrero del año 2002, cuando la serie cambia significativamente su pendiente y acelera el crecimiento del índice calculado, y se evidencia un nuevo aceleramiento e incremento en la pendiente de la serie en el primer trimestre del año 2003. Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana 227 Estos significativos cambios en la pendiente de esta serie de precios del sector manufactura son coincidentes con los movimientos y cambios en los regímenes cambiarios en Venezuela. Así, podemos comparar cómo el abandono del régimen de bandas en Venezuela se produjo en el mes de febrero de 2002, el mismo mes en que se da el primer cambio significativo en la pendiente de la serie; el otro cambio de pendiente en la serie se da en febrero de 2003 como consecuencia inmediata del abandono del régimen de flotación adoptado en 2002 y se decreta un control cambiario. Estas coincidencias hacen presumir que los precios del sector en el estado Zulia son dependientes del tipo de cambio y de las fluctuaciones del mismo, lo que a su vez nos conlleva a la conclusión de una marcada dependencia de la producción de la industria zuliana en los insumos y materias primas importadas con sus respectivos precios del exterior. Gráfico 4 Índice de precios Laspeyres de la producción (Base: 1997=100) 1998-2004 415 365 315 265 165 115 65 Tendencia HP Jul Nov Abr Sep Feb Jul Dic May Oct Mar Ago Ene 15 Zulia Las variaciones intermensuales presentan una relativa estabilidad en el período 1998-2001, con sus respectivos movimientos estacionales propios de un índice de precios. A partir de 2002 se observa una mayor fluctuación y variabilidad en las tasas, siendo esto consistente con las fluctuaciones que presentó en el mismo Foros 11 • Mayo 2005 228 período el tipo de cambio. Al final de la serie se puede ver cómo las tasas tienden a alcanzar una mayor estabilidad comparada con el año 2002. Las variaciones intermensuales vuelven a mostrar lo que es el cambio en la pendiente a partir del año 2002. Son variaciones entre 11 y 8 por ciento desde el inicio de la serie hasta el primer mes de 2002, y luego pasamos a 31 por ciento y 41 por ciento de variaciones en el resto de la serie. Gráfico 5 Índice de precios Laspeyres de la producción Variaciones intermensuales (%) (Base: 1997=100) 1998-2004 13 11 9 7 5 3 Feb Ago Feb Ago Feb Ago Feb Ago Feb Ago Feb Ago -1 Feb 1 -3 Zulia En lo que respecta a las variaciones interanuales, resaltamos el constante crecimiento e incremento en las tasas de variación entre años y hacemos énfasis, al igual que lo expresado en los dos análisis anteriores, en cómo hasta 2001 la mayor variación se produjo en el año 1999, alcanzando 11,26 por ciento, y en los dos siguientes años no llega la variación a 9 puntos porcentuales. Cuando vamos a los años 2002 y 2003 se percibe cómo da un salto más que proporcional la variación y alcanza 30,58 por ciento y 41,47 por ciento, respectivamente, lo que es consecuente con el análisis que venimos realizando con respecto a los precios y su dependencia en los precios externos de los insumos. Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana 229 Gráfico 6 Índice precios Laspeyres de la producción Variaciones interanuales (%) (Base: 1997=100) 1999-2003 50 41,47 40 30,58 30 20 11,25 8,36 10 8,43 0 -10 -20 1999 2000 2001 2002 2003 Índice de valor de la producción manufacturera Por último, en el sector manufactura tenemos lo que es el índice de valor de la producción, que no es más que un cálculo, una adición entre lo que son los indicadores de volumen y precio que se describieron anteriormente. Este comportamiento, tanto en tendencia como en su valor esperado, nos hace asegurar que el valor de la producción viene influenciado básicamente por el comportamiento de los precios, ya que la producción ha tenido una tendencia negativa, comportamiento contrario al presentado por los precios, los cuales se mueven con una tendencia positiva. Quiere decir que los precios han tenido mayor ponderación e incidencia dentro del índice de valor de la producción. El crecimiento tendencial de la serie alcanza 57,18 por ciento de crecimiento en la totalidad del período. Se puede resaltar la presencia de una gran brecha negativa entre el índice y su tendencia de 74,60 por ciento en el mes de diciembre de 2002, consecuente con la caída de todos los indicadores económicos y coincidiendo con el paro empresarial. Foros 11 • Mayo 2005 230 Gráfico 7 Índice del valor de la producción (Base: 1997=100) 1998-2004 365 315 265 215 165 115 65 Tendencia HP Ene May Sep Ene May Sep Ene May Sep Ene 15 Zulia Las variaciones intermensuales no tienen mayores fluctuaciones, presentando variaciones no mayores a 4 por ciento entre períodos y una repetición en las series valle en el último mes del año 2002 y su correspondiente rebote; en 2003 se observa un comportamiento estacional más o menos estable con los picos y los llanos del rebote del paro de 2002, con su respectivo rebote en los dos primeros meses de 2003 y la progresiva relentización y estabilización en las variaciones hacia finales de la serie. Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana 231 Gráfico 8 Índice del valor de la producción Variaciones intermensuales (%) (Base: 1997=100) 1998-2004 100 80 60 40 20 Dic May Oct Mar Ago Ene Jun Nov Abr Sep -20 Feb 0 -40 -60 -80 Zulia En lo que respecta a las variaciones interanuales, la mayor variación se observa en 2001 con respecto a 2000, de 19,02 por ciento, y vemos que para el último año, 2003, presentó una variación de 13,47 por ciento al alza de los valores, explicada básicamente por los precios, como se ha venido analizando. Foros 11 • Mayo 2005 232 Gráfico 9 Índice del valor de la producción Variaciones interanuales (%) (Base: 1997=100) 1999-2003 19,02 20 16,65 13,47 15 10 8,7 5 0 -5 -10 -7,74 -15 -20 1999 2000 2001 2002 2003 III. Sector comercio En la actualidad, dentro de los indicadores que produce el Banco Central de Venezuela en la subsede Maracaibo, tenemos los indicadores del sector comercio, pero a diferencia de los que se producen para el sector manufacturero, éstos no se realizan con la misma metodología de precio-volumen-valor, sino que se efectúa directamente el índice de valor. Dentro del sector comercio de la economía zuliana vamos a encontrar tres índices diferentes, a saber: • Índice de valor de las ventas comerciales, incluyendo vehículos y repuestos • Índice de valor de las ventas comerciales al mayor • Índice de valor de las ventas comerciales al menor Estas series de comercio que se van a analizar tienen una historia más corta, pues sólo abarcan desde el año 2001 hasta 2004, pero siguen siendo series mensuales. En primer lugar vamos a observar la serie del valor de las ventas comerciales, incluyendo vehículos y repuestos. Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana 233 Ésta es una serie que se ha mantenido más o menos estable en el tiempo. Entre el inicio y el final de la serie tenemos un crecimiento en el valor del índice de 13,85 por ciento, en el cual la tendencia básicamente no presenta variación, no llega al 2 por ciento la diferencia en la tendencia, desde el inicio hasta el final de la serie. Con respecto a la mayor brecha negativa de la serie, la observamos en el mes de enero de 2003 y alcanzó 53,85; la mayor brecha positiva llega a alcanzar 9,30 por ciento. Gráfico 10 Índice del valor de ventas comerciales Variaciones intemensuales (%) (Base 1997=100) 2001-2004 600 500 400 300 200 100 Zulia Ene Oct Jul Abr Ene Oct Jul Abr Ene Oct Jul Abr Ene 0 Tendencia HP En lo que respecta a las variaciones intermensuales, se puede inferir que el comercio en el Zulia presenta un importante componente estacional, ya que a lo largo de la serie de los meses de noviembre y diciembre y los de julio y agosto se observan los picos de crecimiento más grandes. Aquí se puede intuir la llegada de los períodos vacacionales y mayor liquidez en el sistema. Es importante señalar que en el mes de diciembre del año 2002 no podemos volver a observar el mismo fenómeno, ya que el paro empresarial llevado a cabo en ese mes no permite visualizar este dato. Foros 11 • Mayo 2005 234 Gráfico 11 Índice del valor de ventas comerciales. Vehículos y repuestos Variaciones intermensuales (%) (Base: 1997=100) 2001-2004 100 80 60 40 20 Ene Oct Jul Abr Ene Oct Jul Abr Ene Oct Jul Abr Ene 0 -20 -40 -60 Zulia -80 En cuanto a las ventas al mayor, presentan una tendencia al alza, pero dado que no tenemos por separado los índices de precios ni de volumen, no podemos enfatizar a qué se debe esta tendencia. Si bien es a un aumento en los precios de los productos y servicios, o a unas mayores ventas, el crecimiento tendencial de esta serie fue 57,73 por ciento. Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana 235 Gráfico 12 Índice del valor de ventas comerciales al por mayor (Base: 1997=100) 2001-2004 600 500 400 300 200 100 Zulia Ene Oct Jul Abr Ene Oct Jul Abr Ene Oct Jul Abr Ene 0 Tendencia HP Las variaciones intermensuales se comportan básicamente de forma estacional, con los dos grandes picos o saltos que ya estamos acostumbrados a ver en todas las series, correspondiente a la coyuntura de finales de 2002 y principios de 2003. Foros 11 • Mayo 2005 236 Gráfico 13 Índice del valor de ventas comerciales al por mayor Variaciones intermensuales (%) (Base: 1997=100) 2001-2004 60 40 20 Ene Oct Jul Abr Ene Oct Jul Abr Ene Oct Jul Abr Ene 0 -20 -40 -60 Zulia El índice al valor de las ventas comerciales al menor tiene un comportamiento muy parecido a las ventas al mayor, sólo que se observa una tendencia a una pendiente positiva, mayor que las ventas al menor. Esto podemos explicarlo básicamente en los precios, porque esto puede venir por el lado de los precios al menor. Tenemos una referencia en el índice de precios en el área metropolitana, que si bien no es el mejor indicador de precios para el estado Zulia, pero es el único con el cual se cuenta en estos momentos en el país. Partiendo de que los productos que mayormente se comercian al menor son aquellos alimenticios y de primera necesidad y los mismos han sufrido importantes incrementos dentro del IPC, asumimos y llegamos a la conclusión de que el índice de valor de ventas comerciales está influido, básicamente, por el incremento en los precios de los productos y servicios, sin descartar que exista un incremento en el volumen de las ventas. Este indicador en tendencia ha crecido en 59,26 por ciento, observado desde el inicio de la serie hasta el último dato, de marzo de 2004. Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana 237 Gráfico 14 Índice del valor de ventas comerciales al por menor (Base: 1997=100) 2001-2004 500 450 400 350 300 250 200 150 100 50 Zulia Ene Oct Jul Abr Ene Oct Jul Abr Ene Oct Jul Abr Ene 0 Tendencia HP Las variaciones intermensuales del índice de ventas al menor presentan las mismas características que el de las ventas al mayor. Se asume un importante componente estacional y los saltos más importantes se deben al paro empresarial ocurrido entre los meses de diciembre de 2002 y enero de 2003. Foros 11 • Mayo 2005 238 Gráfico15 Índice del valor de ventas comerciales al por menor Variaciones intermensuales (%) (Base: 1997=100) 2001-2004 60 40 20 Ene Oct Jul Abr Ene Oct Jul Abr Ene Oct Jul Abr -20 Ene 0 -40 -60 -80 -100 Zulia En lo que respecta a las variaciones interanuales de este sector, podemos ver cómo hasta el año 2001, tanto las ventas generales como las ventas al mayor y las ventas al menor presentaron variaciones no sólo positivas, sino de grandes magnitudes, siempre siendo mayores las de las ventas generales, seguidas por las de al mayor y, finalmente, al menor. Pero a partir del año 2002 con respecto a 2001, tenemos que si bien las variaciones son positivas, aún las magnitudes disminuyen ostensiblemente y la estructura de la misma se invierte. Así vemos cómo para este período la mayor variación se visualiza en las ventas al menor, seguida por las ventas al mayor y, por último, las ventas generales. En el último período aumentan las variaciones pero con la diferencia de que la mayor variación la presenta las ventas al mayor, en segundo lugar las ventas al menor y con una variación de apenas 3,6 por ciento las ventas generales. Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana 239 Los rubros que más se comercializan en el estado Zulia son: dentro del área de las ventas generales, y específicamente la venta de vehículos. Los que tienen un peso significativo dentro de las ventas al mayor son alimentos, bebidas, tabacos, materiales de construcción y ferretería, y materiales y equipos. Y dentro de las ventas al menor, los alimentos, bebidas y tabacos, productos farmacéuticos y cosméticos, y artículos de uso doméstico. Gráfico16 Índice del valor de ventas comerciales Variaciones intermensuales (%) 100 83,46 80 68,99 68,57 60 41,73 35,4 40 22,94 20 20,83 18,34 24,3 8,37 6,99 4,74 -3,48 1,27 3,63 0 -20 1999 2000 Vehículos y repuestos 2001 Al por mayor 2002 2003 Al por menor IV. Sector construcción En el sector construcción el Banco Central de Venezuela aplica una metodología diferente a los índices que hemos venido estudiando. Este sector se divide en dos grandes subsectores: el que corresponde al sector de la construcción pública y el que respecta al de la construcción privada. En este trabajo nos referiremos exclusivamente al capítulo de construcción privada. En un principio tenemos que señalar que lo que se mide es el área bruta de construcción. Esto es un reflejo del volumen de producción del sector. La unidad de medida en la que se presenta es metros cuadrados que se han construido en un tiempo determinado dentro de la región zuliana. La serie va desde 2001 a 2003 y se calcula trimestralmente. Foros 11 • Mayo 2005 240 Las obras están divididas en dos tipologías generales: las obras mayores, que son aquellas que presentan un área de construcción mayor a los 4.000 metros cuadrados, y las obras menores, que evidentemente son aquellas que se encuentran por debajo de esta área. En primer lugar observaremos las áreas brutas de construcción entre obras mayores y obras menores que hay en el estado Zulia. Tenemos una reducción del 57,58 por ciento en m2 de construcción, mas no necesariamente de construcciones como tales, es decir, en m2 hay una reducción del área de construcción de más de 57,58 por ciento, viéndose aún más afectadas las obras mayores. Gráfico 17 Área bruta de construcción permisada total, obras mayores y menores 200 180 160 34 Miles de m2 140 120 100 18 80 60 146 40 5 75 7 20 32 16 0 I II III 12 IV Mayores I 4 12 13 II III 12 6 IV Menores Ahora veremos la composición o la distribución entre obras mayores y obras menores de lo que es el sector construcción privado en el estado Zulia, y podemos ver que en el primer trimestre de 2002 el 79 por ciento de las obras en el estado Zulia fueron obras mayores y sólo el 21 por ciento obras menores, mientras que en el último trimestre de 2003 sólo el 31 por ciento de las obras son obras mayores y el 69 por ciento de las obras son menores. Esto quiere decir que ha habido una recomposición dentro de lo que es el sector construcción de la región zuliana y los encargados de hacer construcción. En el Zulia se han dejado de construir obras grandes y han pasado a ocupar el espacio obras menores. Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana 241 Esto es importante tenerlo en cuenta y estudiarlo bien, ya que no sólo puede conllevar consecuencias negativas en el corto plazo, sino que las está ocasionando en estos momentos, tanto en niveles de empleo como de infraestructura. Gráfico 18 Participación porcentual de las obras mayores y menores con relación al total de área bruta (%) 100 21 14 19 25 31 80 60 40 69 86 100 100 79 81 75 69 20 31 0 I II III 0 IV Mayores I 0 II III IV Menores En lo que respecta a la situación actual en que se encuentran las obras, hay una recuperación bastante importante, de lo que son las obras terminadas, puesto que es infraestructura nueva que está saliendo al mercado. Hay un incremento desde el primer semestre de 2003 hasta el último trimestre de 2003 de 16 por ciento. Las obras paralizadas, si bien presentaron un incremento en el último trimestre de 2003, están por debajo del inicio del año 2003 que oscilaba en 30 por ciento, comparado con el 15,6 por ciento que presenta la última observación. Las obras sin iniciar han venido cayendo hasta llegar a niveles de 21 por ciento, y las obras en construcción se han venido manteniendo estables alrededor de 40 por ciento. Básicamente aquí hay obras mayores que son de más largo período de ejecución. Foros 11 • Mayo 2005 242 Gráfico 19 Estructura porcentual del total de obras investigadas, según estados de ejecución 60 50 40 30 20 10 0 I-02 II-02 III-02 IV-02 I-03 II-03 III-03 IV-03 12,9 16,7 14,3 22,2 25,9 22,6 19,4 21,9 En construcción 54,8 56,7 42,9 48,2 40,8 58,1 54,8 46,9 Paralizada 12,9 20,0 25,0 25,9 33,3 16,1 19,4 15,6 Terminada 19,4 6,7 17,9 3,7 0 3,2 6,4 15,6 Total 100 100 100 100 100 100 100 100 Sin iniciar Tenemos el porcentaje de obras paralizadas. Allí encontramos que del porcentaje de obras menores existentes en el primer trimestre de 2003 hubo 40 por ciento de obras paralizadas y se ha reducido al final de 2003 a 19,1, es decir, se dio una recuperación dentro de este subsector de la construcción. En el subsector de obras mayores tenemos el 30 por ciento que se podía medir en el año 2002 y 25 por ciento en el primer trimestre de 2003, y ha cerrado en un porcentaje de 9,1 en 2004. Esto quiere decir que ha habido también una recuperación en lo que es la cantidad, en porcentaje, de obras mayores paralizadas. Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana 243 Gráfico 20 Porcentaje de obras paralizadas 49,0 40 44,0 39,0 34,0 (%) 26.7 30.0 25 29,0 20.0 24,0 19,0 13.3 20.0 23.1 22.2 21 23.5 14,0 9,9 19 15.4 12.5 9. 8.3 4,0 I II II IV Mayores I II III IV Menores Finalmente, vamos a describir el porcentaje de obras terminadas, desglosadas también como obras mayores y obras menores. Aquí encontramos cómo hay un porcentaje de 23,8 por ciento de obras terminadas, comparadas con 0 por ciento en el primer trimestre de 2003. Vemos que hay una gran reactivación y esto es consecuente con la recomposición que presentó el sector construcción que traspasó las obras de mayores a obras menores. Entonces, aquellas obras que poseen un período de ejecución más corto, traen como consecuencia un gran porcentaje de obras terminadas y esto lo convierte en un subsector más eficiente. Muy diferente es el subsector de obras mayores. En 2003 el porcentaje fue de cero, si tomamos en cuenta que las obras mayores que se encontraban paralizadas han sido reactivadas en gran medida, tal como lo vimos con anterioridad. Se infiere que la mayoría de estas obras se mantienen en construcción, dado que su período de ejecución es mucho más largo. Foros 11 • Mayo 2005 244 Gráfico 21 Porcentaje de obras terminadas 25 20 15 (%) 10 5 0 I II II IV Mayores I II III IV Menores V. Conclusiones Luego de haber hecho una descripción de las series de tiempo de los índices de volumen, precio y valor del sector manufacturero privado que elabora el Banco Central de Venezuela, podemos llegar a unas conclusiones importantes. La economía privada zuliana, tomando como referencia el sector privado, ha venido decayendo progresivamente desde el año 1998 hasta el primer trimestre del año 2004 hasta 19,35 por ciento en tendencia. Si bien es cierto que se ha venido dando una importante recuperación en los niveles de producción a partir de finales del primer trimestre del año 2003 y se ha hecho constante la existencia de una brecha positiva, donde el índice observado supera a la tendencia calculada, el resultado de la tendencia sigue siendo negativa para 2004 con respecto a los niveles en los cuales se encontraba la producción de bienes en el estado Zulia. La serie de tiempo correspondiente a los precios es la que marca en general el comportamiento de la serie del valor de la producción y la misma marca una evolutividad acelerada al incremento de los precios, principalmente a partir del primer trimestre de 2002, cuando se observa un importante cambio de la pendiente de la curva y un mayor incremento de la pendiente en el primer trimestre del año 2003. Esto trae como resultado un incremento de los precios del sector manufactura privado para el primer trimestre de 2004 con respecto a 1998, de 78,89 por ciento. Jesús Molero Sánchez / Comportamiento económico de la región zuliana 245 El caso de la serie de tiempo de los precios es fundamental en este análisis, puesto que la coincidencia de estos cambios en la pendiente de la serie con los cambios de regímenes cambiarios nos lleva a la conclusión de la dependencia que tiene la economía zuliana de los insumos y materias primas importadas y lo susceptible que es esta economía a los cambios y fluctuaciones en los tipos de cambio. Esta conclusión es consistente con la ubicación geográfica fronteriza que tiene el estado Zulia, con presencia de importantes puertos, tanto marítimos como puerto seco, y una importante participación de la industria petrolera, la cual atrae al comercio exterior, y cuyas transacciones son fundamentalmente hechas en divisas. El valor de la producción se visualiza de forma ascendente y esto es consecuencia básicamente del incremento en los precios, pues, como ya estudiamos, el volumen de la producción ha venido disminuyendo. Por lo tanto, si el valor de la producción no es más que un cociente entre el volumen y los precios y las series tienen signos contrarios y por su parte el volumen toma el signo de la pendiente de los precios, es lógico inferir que esta serie se ve influenciada fundamentalmente por el incremento en los precios. El valor de la producción entre 1998 y el primer trimestre del año 2004 se vio incrementado en 57,18 por ciento. Por último, es importante resaltar que este estudio de carácter descriptivo nos conlleva un análisis del por qué del comportamiento que ha venido presentando esta economía, para poder buscar soluciones y respuesta a una caída que se observa latente y que preocupa, pues es bastante significativa. Siendo el Zulia un estado tan importante para Venezuela sería poco conveniente seguir en este rumbo negativo, el cual se ha descrito en el sector productivo de la región. Referencias bibliográficas AYALA, N. y O. BELLO (2001). “Hechos estilizados del crecimiento económico en Venezuela (1958-2000)”, Foros, n° 10, Caracas, Venezuela. BRACHO, G. (2003). “Coyuntura económica de la región zuliana”, Foros, año 2004, n° 10, pp. 89-120, Caracas, Venezuela. GRUSÓN, A. (1998). “Procesamiento especial de la encuesta de hogares por muestreo de la OCEI”, mimeo, Centro de Investigaciones en Ciencias Sociales. MÉNDEZ, R.; I. PERICCHI y A. RANZÓN (2000). “Estudio de las tendencias comparativas y prospectivas de largo plazo del desarrollo socioeconómico de Venezuela”, manuscrito no publicado, Centro de Estadística y Software Matemático (CESMA), Universidad Simón Bolívar, Caracas, Venezuela. Foros 11 • Mayo 2005 • pp. 247-261 • ISSN: 1690-4885 Las políticas regionales compensatorias en el marco de la integración económica. Reflexiones en torno al ALCA Briceño Ruiz José Briceño Ruiz* Resumen En este ensayo se analiza el impacto regional que tendrá la instauración de una zona de libre comercio en el hemisferio occidental. El argumento central es que el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), como ambicioso proyecto de apertura comercial, tendrá un enorme impacto en la relocalización de las actividades productivas, afectando a las regiones menos avanzadas al interior de los países miembro. Por esta razón, como lo demuestra la experiencia de la Unión Europea (UE), es necesario establecer políticas compensatorias mediante la creación de fondos regionales que permitan a estas regiones mitigar el impacto de la apertura comercial. En el ensayo se analiza cómo ha sido tratado este tema en las negociaciones del ALCA y se examina la conveniencia o no de establecer una política regional en el marco de este proceso. Palabras clave: Integración / ALCA / Desarrollo regional / Fondos regionales Clasificación JEL: F15 Abstract This paper examines the regional impact of establishing a free trade zone in the Western Hemisphere. The main argument developed is that a Free Trade Area of the Americas (FTAA) will have an enormous impact on the relocation of productive activities, and will affect less developed regions within countries. So, as can be seen in the European Union (EU), it is advisable to promote compensatory policies through the creation of regional funds. The objectives of the latter are * DEA en Ciencia Política Comparada (Institut d´Etudes Politiques, Aix-en-Provence, Francia), Magíster in Arts, Relaciones Internacionales (Universidad de Durham, Inglaterra). DocenteInvestigador del Centro de Estudios de Fronteras e Integración, Universidad de Los Andes, San Cristóbal. Correo electrónico: bricenoj@ula.ve Foros 11 • Mayo 2005 248 to allow less developed regions to face the challenge of free trade. This paper evaluates the extent to which this issue has been considered in FTAA negotiations and the convenience of establishing regional policies. Key words: Integration / FTAA / Regional development / Regional funds. JEL classification: F15 Resumo Este ensaio analisa o impacto regional que terá a instauração de uma zona de livre comércio no hemisfério ocidental. O argumento central é que a Área de Livre Comércio das Américas (ALCA), como um ambicioso projeto de abertura comercial, terá um forte impacto na relocalização das atividades produtivas, afetando as regiões menos desenvolvidas no interior dos países membros. Por este motivo, como bem mostra a experiência da União Européia (EU), é preciso estabelecer políticas compensatórias mediante a criação de Fundos Regionais, a fim de permitir que estas regiões mitiguem o impacto da abertura comercial da ALCA e está sendo estudada a conveniência ou não de estabelecer uma política regional no contexto deste processo. Palavras chave: Integração / ALCA / Desenvolvimento regional / Fundos regionais Classificação JEL: F15 Résumé Cet essai analyse les effets sur la région qui ont fait suite à la mise en train d’une grande zone de libre-échange dans l’hémisphère occidental. Son argument central signale que l’ALCA (Accord de Libre-Échange des Amériques), ambitieux projet d’ouverture commerciale, entraînera des effets considérables sur la relocalisation des activités de production, ce qui ne manquera pas de porter préjudice aux régions moins développées à l’intérieur des pays membres de cet accord. C’est pour cette raison qu’il faut, comme l’expérience de l’Union Européenne l’a bien montré, mettre au point des politiques compensatoires par le biais de l’établissement de fonds régionaux qui permettraient à ces régions de mitiger les effets de cette grande ouverture commerciale. Cet essai analyse aussi comment ce sujet a été abordé jusqu’à présent au cours des négociations sur l’ALCA; il examine également s’il convient ou pas d’établir une politique régionale dans le cadre de ce processus. Mots-clefs: Intégration / ALCA / Développement régional / Fonds régionaux Classification JEL: F15 José Briceño Ruiz / Las políticas regionales compensatorias... 249 Unas de las mayores críticas a la propuesta de establecer el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) ha sido el escaso tratamiento que se ha dado en las negociaciones a los aspectos sociales y las asimetrías existentes entre los países participantes y al interior de estos últimos. Desde los noventa, estos temas se han convertido en puntos de relevancia en la nueva agenda de integración regional. En el caso de Europa, esta preocupación remonta a décadas anteriores, como lo confirma la existencia de fondos de compensación y una creciente participación de los actores sociales en el proceso de toma de decisiones. Este ensayo tiene como finalidad evaluar y analizar las experiencias y avances de las políticas regionales compensatorias en materia de integración y su posible aplicación en el proceso del ALCA. La política de desarrollo regional en el proceso de integración europeo La política regional es uno de los elementos del modelo de integración europeo, que algunos describen como dirigista o intervencionista, pues concibe a la integración como un proceso que trasciende lo comercial y promueve el desarrollo económico integral y, en especial, la industrialización (Briceño Ruiz, 2001). En el modelo intervencionista, la integración se considera como un proceso cuyo objetivo no es fusionar mercados, sino economías a través de la unión progresiva de los espacios económicos nacionales en una nueva entidad económica y política, caracterizada por la solidaridad entre sus miembros (Marchal, 1970:124). Este tipo de integración puede emprenderse mediante la adopción de un conjunto de medidas que faciliten la producción en gran escala, permitan diversificar la producción y promuevan el progreso técnico. De acuerdo con este enfoque, la integración no descansa sólo en los mecanismos de mercado, sino que requiere una participación del Estado como director del proceso. Como señala Vacchino (1982:166), la integración “puede valerse del mercado y sus automatismos, pero, también y principalmente, debe valerse de las acciones deliberadas y de las instituciones”. La integración debe hacer corresponder las políticas de mercado con las dirigidas por los estados y las instituciones “de modo que sea factible eliminar las discriminaciones nacionales y originar un mercado unificado que, entre otras cosas, proporcione las directrices del proceso de desarrollo económico y social comunitario” (Vacchino, 1982:162). La integración europea puede ser descrita como intervencionista, ya que en ella se han implementado políticas de protección a los consumidores, de apoyo a las regiones menos favorecidas de los países miembro, inversiones en ciencia y tecnología, medidas de protección al medio ambiente, la política agrícola común, entre otros. Las ideas de Thomas Biersteker (1988) sobre el papel del Estado en la economía permiten validar el argumento sobre el carácter intervencionista del modelo de integración en Europa. Según Biersteker, es posible encontrar, al menos, seis modalidades de intervencionismo estatal en la economía: 250 Foros 11 • Mayo 2005 1. La primera modalidad se propone influenciar de manera positiva en la conducta de los empresarios a través de la política fiscal o la política monetaria. 2. La segunda regula la conducta de los actores económicos privados o canaliza su actividad mediante políticas para proteger el medio ambiente, los programas de seguridad social o la legislación del trabajo. 3. Una tercera modalidad de intervención busca transformar al Estado en mediador entre el capital y el trabajo. 4. La cuarta modalidad es la redistribución del producto social y privado mediante subvenciones o por la política industrial. 5. La quinta es la producción directa de bienes y de servicios. 6. Finalmente, la última modalidad de intervención del Estado en la economía es la planificación. Aceptando las ideas de Biersteker, es fácil observar varios tipos de políticas intervencionistas en la integración europea. Por ejemplo, la legislación comunitaria de protección del medio ambiente o de defensa de los consumidores son, sin duda, modalidades de intervencionismo regulador. La política agrícola común es una forma de intervencionismo redistribuidor. El proyecto de construcción del Airbus es un ejemplo de intervencionismo, cuyo objetivo es la producción de un bien en particular. En consecuencia, es válido describir a la experiencia de integración en Europa occidental como intervencionista. La política regional, un componente de la integración europea desde sus inicios, es una forma de intervencionismo redistribuidor. Desde fines de 1959 se adoptó un programa mínimo para tratar los problemas de las regiones con una sola industria o las regiones fronterizas. De igual manera, el Banco Europeo de Inversiones, creado en el Tratado de Roma, canalizó recursos para favorecer a las regiones menos desarrolladas y para financiar proyectos de interés común entre los países miembro (Pulgar, 1996). A inicios de la década de los setenta comenzó a configurarse de manera mucho más concreta una política regional al crearse en 1975 el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), encargado de desarrollar, aplicar y financiar las políticas de desarrollo regional en la Comunidad Económica Europea (CEE). El Feder realizaría acción para favorecer la realización de inversiones productivas, desarrollo de infraestructura, desarrollo endógeno, desarrollo local y de pequeñas y medianas empresas (pymes), inversiones en educación y sanidad y proyectos piloto en las regiones fronterizas (González Vallve, 1993:8). El Acta Única Europea, suscrita en 1986, tuvo un impacto considerable en la política regional al proponer crear un verdadero mercado único para 1982, meta alcanzada en la fecha prevista. A esto se sumó la propuesta del Tratado de Maastricht de establecer una unión económica y monetaria. Tanto el mercado único como la José Briceño Ruiz / Las políticas regionales compensatorias... 251 unión económica y monetaria han tenido profundos efectos estructurales en las diferentes regiones de la UE. Por ello, en el Tratado de Maastricht se introduce la “política de cohesión”, la cual plantea fundamentalmente tres objetivos: la convergencia de los indicadores macroeconómicos, eliminar las disparidades del desarrollo regional, y el desarrollo de la integración-interdependencia entre los diversos sistemas de producción regional y nacional. ¿Qué se propone en el ALCA en materia de desarrollo regional? El ALCA es un proyecto de integración regional iniciado en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de los Países del Hemisferio Occidental, realizado en diciembre de 1994 en Miami, Estados Unidos. La propuesta original de establecer una zona de libre comercio desde “Alaska hasta la Patagonia” fue originalmente anunciada en 1991 por el entonces presidente de Estados Unidos, George Bush, en su discurso sobre la Iniciativa para las Américas (IPA). Bush presentó un proyecto de integración que incluía la creación de un espacio comercial único en el continente americano, la promoción de las inversiones y la condonación de la deuda que algunos países tenían con instituciones públicas estadounidenses. En diciembre de 1994 el presidente William Clinton decidió convocar a los presidentes y primeros ministros del continente a una reunión cumbre, en la que se relanzó la propuesta de una zona de libre comercio de las Américas. Una vez anunciado el proyecto del ALCA, comenzó un período de prenegociación con la participación de los ministros de Comercio. Esta fase se inicia con una reunión celebrada en Denver, Estados Unidos, en 1995 y concluye con la realizada en San José, Costa Rica en 1998. La etapa de negociaciones formales del ALCA se inició en abril de 1998 durante la Segunda Cumbre de las Américas de Santiago de Chile. Los grupos de negociación establecidos versan sobre los siguientes aspectos: comercio, servicios, propiedad intelectual, política de competencia, agricultura, antidumping, subsidios y derechos compensatorios y solución de controversias. Un primer anteproyecto de tratado fue presentado en la Tercera Cumbre de las Américas realizada en Québec, Canadá, en abril de 2001, y un segundo anteproyecto se presentó en la Conferencia Ministerial de Quito, realizada en octubre de 2002. Se espera tener una versión final del Acuerdo para el año 2005, establecido como fecha límite del proceso negociador. El ALCA puede ser concebido como un nuevo modelo de integración, en el cual predomina la liberalización comercial y la flexibilización de las normas relacionadas con el comercio (inversiones, propiedad intelectual, compras gubernamentales, medio ambiente, etc.). Por otra parte, el ALCA rompe con la teoría tradicional de la integración, pues se presenta como una zona de libre comercio, primera etapa de la integración económica, en la que se procedería sólo al desmontaje arancelario. Sin embargo, a diferencia de las tradicionales zonas de libre comercio, en el ALCA 252 Foros 11 • Mayo 2005 se combina la desgravación arancelaria con otras políticas como la libre circulación de las inversiones o la regulación de la propiedad intelectual, medidas más propias de etapas como el mercado común o la unión económica. A pesar de estos ambiciosos objetivos, no se ha planteado en las negociaciones la posibilidad que el ALCA trascienda, una vez perfeccionada la liberalización comercial, la etapa de zona de libre comercio, para convertirse en una unión aduanera o un mercado común. Esto último ha sido fuertemente rechazado por sindicatos estadounidenses, que se oponen a la apertura del mercado laboral de su país debido a la enorme asimetría de salarios entre Estados Unidos y los demás países del continente (véase Briceño Ruiz, 2001). Frente al predominio de los temas comerciales, se observa en el ALCA una ausencia de preocupación por los desequilibrios internos provocados por la apertura. Si se revisa el proceso negociador del ALCA, es notoria la exclusión de la cuestión regional; este aspecto ni siquiera mereció la creación de un grupo de trabajo durante la etapa de prenegociación que concluyó en la Reunión Ministerial de San José (1998). Una vez iniciado el proceso negociador, esta materia tampoco ha sido incluida en la agenda. Una breve revisión de los borradores del acuerdo permite validar este argumento. Es notoria la ausencia de un grupo de negociación dedicado al tema de los “efectos regionales” del ALCA. Considerando que en el ALCA las asimetrías pueden ser incluso mayores que las existentes en el TLCAN, la ausencia de una política regional puede convertir al libre comercio hemisférico en un factor generador de desequilibrios en las diversas economías nacionales. Es apenas en la reunión de Ministerial de Quito cuando se decide suscribir un Programa de Cooperación Hemisférica (PCH) para tratar de alguna forma los aspectos no comerciales de la integración. No obstante, el PCH no es parte integrante del tratado constitutivo del ALCA, lo que puede generar dudas sobre su aplicación. La reciente Cumbre Extraordinaria de las Américas, celebrada en Monterrey, en enero de 2004, es el reconocimiento de la necesidad del tema del costo de la apertura como parte integrante del proceso de integración en el continente americano. Por todo esto, el ALCA puede ser descrito como un modelo comercialista que suscribe y profundiza las ideas de la teoría tradicional del comercio internacional (Briceño Ruiz, 2001). Considerando a la integración como un “segundo óptimo”, el enfoque comercialista la concibe como “una experiencia local de ‘desvalorización’ de las fronteras, justificable en tanto etapa transitoria que serviría para ir eliminando, escalonadamente, las tarifas arancelarias y otras restricciones a los intercambios comerciales” (Vacchino, 1982:154). En tal sentido, la integración debería dirigirse esencialmente a abolir las barreras y los obstáculos que impiden el libre flujo de bienes y servicios entre las diversas economías nacionales. De esta manera se crearía un espacio económico integrado, en el cual la actuación de las leyes del mercado permitiría intensificar la interdependencia económica entre los países socios. José Briceño Ruiz / Las políticas regionales compensatorias... 253 A diferencia de la experiencia europea, en las negociaciones del ALCA no existe referencia alguna a una estrategia de política regional. En primer lugar, en el Tratado de Libre Comercio de las Américas (TLCAN), que para Estados Unidos es el modelo de integración que debe fundamentar al ALCA, lo regional, incluso en su limitada modalidad de integración fronteriza, es casi inexistente. En segundo lugar, la revisión del proceso negociador del ALCA, iniciado en 1995 con la primera reunión Ministerial de Denver, evidencia la ausencia de discusiones sobre la cuestión regional en la agenda de negociación del ALCA. En el TLCAN no existe una política regional, ni siquiera de integración fronteriza. Esto a pesar de que la frontera entre Estados Unidos y México ha sido considerada una región problemática, descrita incluso por el Instituto de Integración Latinoamericana (INTAL) como una “región plan”, cuya homogeneidad está dada por un objetivo o problema común a resolver. A pesar de esto, antes de la firma del TLCAN fue notoria la ausencia de mecanismos binacionales de integración que tratasen de forma global la problemática fronteriza (Valenciano, 1990:33-35). Tan sólo, y en gran parte debido a la presión de grupos de la sociedad civil estadounidense, en los acuerdos paralelos en materia ambiental y laboral se crearon dos comisiones, la Comisión Ambiental y la Comisión Laboral, además del Banco de Desarrollo de América del Norte, para financiar obras de infraestructura en la región fronteriza. Estas comisiones se encargarían de resolver los problemas en sus áreas de competencia con un marcado sesgo fronterizo, sin embargo, se objeta que apenas tratan una parte de la problemática fronteriza entre Estados Unidos y México. La cuestión regional en el TLCAN no se limita sólo a las regiones de fronteras, sino a la totalidad del territorio mexicano. A diferencia de la UE y de las iniciativas de integración en América Latina, en el TLCAN participan dos países desarrollados y uno en desarrollo, lo que de por sí es una asimetría. Esta asimetría es mucho mayor si se considera que uno de los socios desarrollados es Estados Unidos, primera potencia industrial del mundo, que es justamente la que comparte frontera con el socio subdesarrollado. Los efectos de tales asimetrías serán importantes en cuanto a la localización de la actividad económica en México y la distribución de la riqueza entre las diversas regiones mexicanas. Autores como John Saxe Fernández (1996) consideran que el TLCAN generará un proceso de competencia entre las regiones de los tres países para atraer inversiones, lo que describe como un proceso de microrregionalización. Saxe Fernández divide a México en tres áreas: el norte, el centro y el centro-sur. El México norte es el ubicado en la frontera con Estados Unidos, receptor de ingentes inversiones en la industria maquiladora proveniente de este país. Esta zona tiene enormes ventajas en comparación con la región centro y centro-sur. La competitividad de México norte es mucho mayor que sus pares por estar ya expuesta a la globalización y 254 Foros 11 • Mayo 2005 por disfrutar de la cercanía al socio mayor. En consecuencia, esta región se convierte en más atractiva para los inversionistas que preferirán localizar allí sus inversiones. La experiencia del TLCAN confirma la validez de este argumento, pues desde su entrada en vigencia se ha producido un desplazamiento importante de inversiones hacia los estados fronterizos con Estados Unidos. Aunque los estados receptores de inversión puedan beneficiarse, es preciso evaluar los costos laborales y ambientales, teniendo en cuenta la cercanía al mercado estadounidense, que los inversionistas decidan establecerse para aprovecharse de normas ambientales menos rigurosas y más fáciles de evadir o buscar mano de obra barata. Además, si la región cercana a Estados Unidos se convierte en la más atractiva para los inversionistas, la relocalización de la actividad económica que se produce, será acompañada por un nuevo patrón de inmigración doméstica e internacional, que puede producir trastornos económicos y sociales (Duquette, 2002:82). Así, si la inversión se concentra en estados como Baja California, Sonora, Chihuahua o Coahuila, los estados pobres del sur como Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, etc. serán afectados, y su población buscará migrar al norte en busca de nuevos empleos. Se plantea, entonces, lo que Clark Reynolds (1998) describe como el “problema práctico de reconciliar a los ganadores y perdedores en el proceso de apertura”. Surge la necesidad entonces de cooperar no sólo entre los estados, sino entre las regiones involucradas y crear mecanismos dentro del TLCAN, en gran medida el responsable de la aparición de estos problemas, que permitan diseñar una estrategia de desarrollo armónico en América del Norte. Reynolds (1998) señala que ya se están formando, de hecho, coaliciones, por ejemplo, entre Cascadia y el corredor del sureste desde Los Ángeles a Ensenada, esfuerzos iniciales de cooperación entre Arizona y Sonora, o entre Texas y el noroeste de México. El modelo de integración del TLCAN ha excluido, entonces, una política regional. Para Estados Unidos el ALCA debe construirse según el modelo TLCAN, como lo demuestra sus propuestas que se centran en la apertura comercial, la promoción de las inversiones y la desregulación de las áreas vinculadas con el comercio, sin incluir ningún tipo de medida compensatoria, incluso entre países con tan dispares niveles de desarrollo como los que participan en la negociación del ALCA. La necesidad de una política regional a favor de la equidad en el marco del ALCA El ALCA se propone unir países con enormes asimetrías. Sus efectos sobre los países y al interior de éstos serán devastadores si no se establecen medidas compensatorias a favor de los sectores y, en especial, de las regiones menos desarrolladas. La experiencia europea demuestra la necesidad de medidas redistributivas a través de una política regional, de manera que los menos José Briceño Ruiz / Las políticas regionales compensatorias... 255 aventajados no perciban a la integración como un riesgo y, en consecuencia, se movilicen políticamente en contra de ella. Todo proceso de integración tiene un impacto indiscutible en las economías regionales. La desgravación arancelaria y la mayor libertad de acción para los inversionistas producen una relocalización de las actividades productivas. Como el desarrollo económico es un proceso asimétrico, algunas regiones están más capacitadas que otras para soportar el impacto de la apertura, lo que profundiza los desequilibrios internos. Es por ello que en la experiencia de integración en Europa se ha promovido desde sus inicios una política regional basada en fondos de apoyo a las regiones más atrasadas. Cada vez es más amplia la literatura en la que se considera a las regiones nacionales como plataforma de la globalización y la integración económica (véase Boisier, 1993; Lisocka-Jaegermann, 1995). Esto ha conducido a un creciente interés en varios países latinoamericanos en incluir la variable regional en los proyectos de integración económica, como puede ser el caso de la Comunidad Andina, que ha aprobado normas comunitarias como la Decisión 501 en la que se propone la creación de zonas de integración fronteriza. También en el Mercado Común del Sur (Mercosur) se ha intentado dar un mayor papel a las unidades políticas infranacionales, en particular a las ciudades que se han agrupado en torno al Mercosur. En el proyecto de crear el Área de Libre Comercio Sudamericana (ALCSA) se ha promovido la Iniciativa de Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA), que se propone el desarrollo de vías de comunicación que comuniquen a las diversas zonas de los países sudamericanos. También existen iniciativas como el Fondo de la Cuenca del Plata (Fonplata) o el Fondo de Desarrollo del Caribe de la Asociación de Estados del Caribe (AEC). En el ALCA no existe ninguna iniciativa de este tipo. La integración hemisférica tendrá, sin duda, un impacto en la localización de las actividades productivas. ¿Cómo serán afectados los cultivadores de papas de los Andes o los productores de arroz de los llanos venezolanos por la creciente competencia hemisférica? ¿Cómo incidirá esto en el desarrollo armónico de las diversas regiones del país? ¿Cuál será el impacto del ALCA en la frontera? No se pretende responder a estas interrogantes en este breve ensayo. Ellas son, no obstante, parte de un necesario proceso de reflexión que conduzca a una cabal evaluación de los costos de ingresar al ALCA. Para ello, es menester sólo recordar que en el Grupo de Negociación sobre Inversiones, en el Grupo de Negociación sobre Servicios y en el Grupo de Negociación sobre Compras Gubernamentales, existe un debate sobre si las disciplinas que se aprueben serán obligatorias a los gobiernos subnacionales (véase Bouzas y Da Motta Veiga, 2002). Durante el proceso negociador del ALCA se ha excluido la variable regional, a pesar del indudable impacto que sobre la localización de las actividades productivas 256 Foros 11 • Mayo 2005 tendrá esta propuesta de apertura comercial. Es apenas en la reunión del Comité de Negociaciones Comerciales (CNC) del ALCA, celebrado en Puebla en junio de 2003, cuando los países del Mercosur asoman la idea de incluir el tema de los fondos de compensación en la negociación. Meses después, en la reunión del CNC celebrada en Miami en noviembre de 2003, el gobierno venezolano formalizó la propuesta de establecer “un trato especial y diferenciado no sólo hacia la totalidad de cada una de las economías, sino también hacia el interior de cada una de ellas, de manera tal que dicho trato pueda dirigirse a las regiones y sectores que más lo necesitan” (Ministerio de la Producción y el Comercio, 2003:20). En la reunión del CNC realizada en Puebla en febrero de 2004, la delegación venezolana reiteró la necesidad de tratar los desequilibrios regionales producidos por la apertura comercial. En el documento presentado por el gobierno venezolano se señaló que: Ese escenario de grandes disparidades entre los países y en el interior de muchos de ellos, plantea el mayor de los retos al ALCA y obliga a que la atención de dichas disparidades ocupe un lugar predominante en el debate en torno a las negociaciones, ya que de no ser así el propio funcionamiento del ALCA podría empujar a una profundización todavía mayor de las diferencias que caracterizan al escenario previo al inicio del Acuerdo (Venezuela. Documento, FTAA.sme/w/82/Rev. 7 de febrero de 2004). El gobierno venezolano reconoce que el tema de las asimetrías ha sido discutido desde 1998 en el Grupo Consultivo sobre las Economías más Pequeñas. También considera valioso el Programa de Cooperación Hemisférica, aprobado en la Reunión Ministerial de Quito de 2002. Sin embargo, argumenta que: Dichas iniciativas resultan insuficientes para una adecuada atención del problema, empezando por el hecho de que hasta la fecha el tratamiento especial y diferenciado no se hace extensivo a las economías que sin ser de las “más pequeñas” se caracterizan por su escaso grado de desarrollo promedio y/o por existir en su interior regiones o sectores que requieren de apoyos especiales para poder enfrentar con éxito el libre comercio hemisférico que el ALCA traerá consigo (Venezuela. Documento, FTAA.sme/w/82/Rev. 7 de febrero de 2004). Por ello, el equipo negociador venezolano propuso el establecimiento de un Fondo para el Fomento de la Producción (FFP), aunque en el documento en cuestión no se delimitó de manera precisa la naturaleza del mismo. En vez de ello, se señalaron una serie de criterios generales que se describen en el anexo 1. La necesidad de establecer políticas que favorezcan a las regiones menos avanzadas ha sido uno de los factores que explica el éxito de la integración en Europa. José Briceño Ruiz / Las políticas regionales compensatorias... 257 Existen razones para pensar que en América Latina es, incluso, más necesario el establecimiento de políticas de este tipo. Esto es particularmente válido para las regiones fronterizas. La configuración espacial de las actividades económicas en nuestro país se basó en la aglomeración de las núcleos industriales en polos de desarrollo situados en la región central y, posteriormente, en Guayana. Las zonas de fronteras, en cambio, tuvieron una posición periférica. Esto significó no sólo una actividad económica relativamente menos dinámica que en los denominados polos de desarrollo, sino, posiblemente como consecuencia de esto, la carencia de infraestructura y servicios básicos. El ALCA puede agravar la situación de las regiones de frontera. Por una parte, la apertura comercial y la flexibilización de las normas sobre inversiones pueden favorecer a aquellas regiones que a los ojos de los inversionistas sean más atractivas por su infraestructura o cercanía a los centros económicos del hemisferio, en especial Estados Unidos. Sin embargo, una mayor integración económica significaría, al mismo tiempo, la intensificación de las actividades de transporte con las consecuentes secuelas sobre la infraestructura. Estos dos simples argumentos obligan a reflexionar sobre la necesidad de crear fondos de compensación que permitan a las zonas fronterizas de estados como Zulia, Táchira o Apure soportar el impacto de la apertura comercial. De igual manera, si se produce una apertura indiscriminada del sector agrícola, los productores del campo pueden ser desplazados del mercado doméstico. No se puede olvidar que aunque en el ALCA la cuestión agrícola se está negociando sólo de forma parcial, excluyéndose el tema de los apoyos a la producción, sí se producirá una desgravación arancelaria y eventualmente una reducción o eliminación de los subsidios a las exportaciones. Productores altamente competitivos como Brasil, Argentina o Uruguay se beneficiarán de una eventual reducción de aranceles. ¿Cómo pueden enfrentar los productores agrícolas venezolanos este reto? La experiencia europea demuestra la necesidad de apoyar a las regiones agrícolas, para lo cual se aprobó la Política Agrícola Común y se estableció el Fondo Europeo de Orientación y de Garantía Agrícola (FEOGA). Más recientemente, los europeos argumentan sobre el carácter multifuncional de la actividad agrícola, por lo que requiere que sea apoyada. Al margen de la validez o no de este argumento, lo cierto es que las regiones agrícolas europeas han recibido un tratamiento especial en el proceso de integración europeo. Esto no existe en el TLCAN, base del modelo ALCA. Las regiones industriales también fueron incluidas en la política regional de la UE. Desde el Programa Mínimo de 1959, las llamadas zonas industriales en decadencia recibieron el apoyo de Bruselas mediante medidas dirigidas a favorecer la reconversión industrial. Contrariamente, en el ALCA, como ocurre en el TLCAN, no existe ningún tipo de medida que permita a las regiones industriales venezolanas 258 Foros 11 • Mayo 2005 enfrentar los retos de la mayor competencia de manufacturas provenientes de Estados Unidos o Brasil. Finalmente, uno de los eventuales efectos de una mayor apertura es el incremento de las desigualdades y asimetrías que existen entre las regiones venezolanas. Esto hace pensar en la conveniencia de crear fondos de cohesión para financiar proyectos de infraestructura y mejorar los servicios públicos. Esto se está haciendo en la etapa actual de la integración europea pos-Maastricht. La experiencia europea brinda algunos ejemplos del tipo de apoyo que se pueden dar mediante estos fondos regionales: subvenciones a los productores agrícolas, mejoras en carreteras y otras vías, promoción de nichos industriales, ayudas a los transportistas afectados por estos procesos de mayor competencia, inversiones en salud y educación, etc. El interés en el desarrollo de políticas regionales supone medidas como inversiones internas activas, apoyo a las industrias y empresas de exportación competitiva a escala internacional, y medidas para incitar al empresariado a la innovación y el aprendizaje (Acosta Puertas, 2004:128). Ciertamente, el financiamiento de estos fondos no es tema de poca importancia. Existe, sin embargo, posibilidades a ser consideradas. Uno es el apoyo de instancias de financiamiento internacional, como el Banco Interamericano de Desarrollo o el Banco Mundial. Otra alternativa es optar por el modelo europeo y crear un fondo regional en el que los países más ricos que participan en el proceso de integración colaboren en su creación y mantenimiento. Esta idea, con todo lo difícil que pueda parecer si se toman en cuenta los intereses de los países más desarrollados, daría un nuevo rostro al ALCA, pues lo convertiría en un mecanismo de “integración solidaria”, para utilizar el lenguaje de la escuela estructuralista francesa en el que los países miembro sumarían sus esfuerzos en búsqueda de alcanzar mejoras para todos los grupos sociales y la promoción de la equidad. Conclusión La propuesta de crear fondos regionales de compensación en el marco de los procesos de integración regional y, en concreto, en el caso del ALCA, es un tema que merece ser debatido en el ámbito gubernamental y de la sociedad civil en Venezuela. La integración económica y la apertura comercial, al igual que cualquier actividad económica, no son fines en sí mismas. Son medios para lograr la meta concreta de mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos; en otras palabras, son instrumentos que pueden ser útiles en la promoción de la equidad y en la lucha contra la pobreza. Estos mecanismos compensatorios han demostrado su eficiencia en la reducción de las disparidades entre los países y las regiones de los países que conforman la Unión Europea. Existen razones para pensar que en un proceso como el ALCA, que reúne a economías tan dispares, es una necesidad mayor. Es conveniente, en consecuencia, continuar realizando estudios técnicos y José Briceño Ruiz / Las políticas regionales compensatorias... 259 examinando casos concretos de aplicación de mecanismos compensatorios que mitiguen el impacto de la integración en las regiones venezolanas. Éste es un debate que ha sido fundamental en Europa, y más allá de las dificultades políticas que puedan existir para su inclusión en el ALCA o lejos de ser considerado como parte de una estrategia anti-ALCA, merece ser considerado por los especialistas y decisores públicos en materia de integración. Referencias bibliográficas ABLAZ, L. (2002). “Ejes de integración y desarrollo en América”, en Briceño Ruiz, José y Marleny Bustamante, coords., La integración latinoamericana: entre el regionalismo abierto y la globalización, pp. 325-343, Mérida, Consejo de Publicaciones de la Universidad de Los Andes. ACOSTA PUERTAS, J. (2004). “La integración y el desarrollo de las regiones de los países de la Unión Europea y América Latina”, Nueva Sociedad, 189, enero-febrero, pp. 125-140. (2002). “Armonización de políticas estructurales para el desarrollo de la Comunidad Andina de Naciones. Lecciones recientes de la Unión Europea, reflexiones para el ALCA”, mimeo. ALCA. 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La conjunción de esfuerzos se ha visto enriquecida con la presencia y participación de individualidades, así como de amplios sectores institucionales y académicos de la región occidental del país, provenientes de los estados Lara, Mérida, Táchira y del propio Zulia, como es obvio, además de los procedentes de la región capital. Reciban nuestra palabra de agradecimiento por realizar un evento de esta naturaleza. Un evento que permitió –como en otros seminarios anteriores y como debe ser– la participación del pensamiento nacional en relación con temas de permanente actualidad y el logro de resultados que contribuirán, como se indica en la presentación del programa de actividades, al diseño de adecuadas políticas de desarrollo socioeconómico para la región occidental en el contexto de la política económica nacional. Es decir, un análisis de carácter integral que nos llevará a detectar elementos armonizadores de las acciones emprendidas, tanto por los poderes nacionales como los regionales, sirviendo de referencia a la iniciativa privada para la concreción de proyectos que potencien los factores de desarrollo y eleven la calidad de vida del país y de la provincia. El rigor en la discusión de la problemática nacional y regional que ha reinado en las sesiones de trabajo, así como el arribo a proposiciones y conclusiones específicas y factibles, son y serán de gran utilidad para las reuniones similares que puedan celebrarse en el futuro, además de constituir un valioso aporte a las instancias que diseñan, deciden, ejecutan políticas, planes, proyectos y programas dirigidos al desarrollo humano. Lo que hemos presenciado y oído en el debate ejecutado en estos dos días, servirá, estoy convencido de ello y por eso lo reitero, para encontrar opciones en la búsqueda de la estrategia soberana, tanto para el presente como para el futuro, 266 Foros 11 • Mayo 2005 más allá de lo inmediato y coyuntural, con el propósito indoblegable de alcanzar transformaciones básicas que remuevan y eliminen los frenos y obstáculos opuestos al cambio. Esa estrategia –en mi criterio– debe sustentarse en pleno conocimiento y análisis de la realidad nacional, con el fin de acometer con claridad las iniciativas apropiadas para la búsqueda del verdadero desarrollo regional, cónsono con el desarrollo integral y orgánico de la nación. Para ello debemos adentrarnos en los problemas estructurales que caracterizan a la economía venezolana y, por supuesto, a las peculiaridades y especificidades de las sociedades y economías regionales que son objeto de estudio y de intercambio de ideas en el presente seminario. Internarse en el conocimiento y comprensión de las complejidades de la realidad concederá lucidez para enfrentar el desafío del desarrollo. No pretendo, por razones obvias, hacer un resumen de los temas que se han debatido con tanta profundidad, pero me atrevo, con todo respeto, a subrayar determinados aspectos tratados en el seminario y que, en mi criterio, obligan la asunción de posiciones definidas, acciones eficaces y control del objetivo estratégico para cristalizar el empeño esencial y último, como es el de lograr el bienestar material e inmaterial inherente al desarrollo humano. Debo referirme, por supuesto, a las condiciones para promover el crecimiento y desarrollo económico, con especial atención a las magnitudes sobre las que conviene incidir para procurar su crecimiento, tales como la tasa de ahorro e inversión, la tasa de aumento del insumo de trabajo, la tasa de progreso tecnológico, que ya ha sido analizado en este seminario, pero que sin duda alguna merece constantes y sistemáticos estudios, así como considerar y analizar la estructura económica, social y política de la sociedad y definir con precisión el papel del Estado y del sector privado. Para lograr el crecimiento y desarrollo de Venezuela es necesario programar, y efectivamente, obtener una tasa de crecimiento de alrededor de 6 por ciento de manera constante y sostenida en el tiempo. Conviene destacar al respecto, que desde el primer trimestre del año 2000 hasta el 4° trimestre de 2001 la tasa de crecimiento del PIB pasó a ser positiva, después de haber sido negativa durante los siete trimestres precedentes. Desde el segundo trimestre de 1999, aun siendo negativa la tasa de crecimiento, se inició una leve recuperación de la misma. A partir del primer trimestre del año 2002 hasta el tercer trimestre de 2003 la tasa de crecimiento vuelve a ser negativa, para recuperarse de nuevo durante el cuarto trimestre de 2003, cuando alcanzó el 8,6 por ciento, hasta situarse en el primer trimestre de 2004 en 29,8 por ciento, y calculo que para el cierre del presente año la tasa de crecimiento promedio del producto sea superior a 15 por ciento. Todo Gastón Parra Luzardo / Acto de clausura 267 indica que están dadas las condiciones para alcanzar una tasa de crecimiento sostenida, mejorándose así la composición del producto. La evolución de la tasa de crecimiento negativa antes señalada, obedece, en mi criterio, a los efectos de los lamentables acontecimientos ocurridos en el país que perturbaron la paz de la nación e incidieron, sin duda alguna, desfavorablemente en la actividad económica en general, pero de manera muy particular en la industria petrolera. Crecimiento no significa necesariamente desarrollo. Es hacia este último que debemos dirigirnos, haciendo un uso razonable y suficiente de los recursos disponibles. Es obvio que una condición inicial para crear impulsos que lleven al crecimiento económico reside en el incremento de la tasa de ahorro y la inversión. De igual manera, se requiere de serias políticas en relación con la producción y el ingreso, a la vez que constreñir el consumo suntuario, con el fin de reducirlo sustancialmente y reorientar la conducta del consumidor hacia la demanda de bienes básicos y la propensión creciente al ahorro. También es indispensable la coordinación de la política monetaria orientada al área simbólica o circulatoria, en armonía con las inducciones a la economía real para que se obtengan los resultados perseguidos con el desarrollo humano a que se aspira. En relación con la búsqueda del desarrollo humano, debe destacarse el valioso aporte que la doctora Lourdes Urdaneta de Ferrán nos ha dado con la presentación de su ponencia sobre la problemática social de Venezuela, en la cual analiza con visión global, de conjunto pero con atención regional, la educación, la salud, el desempleo y la pobreza, afirmando que todo documento acerca de aspectos sociales debería indicar la ubicación regional del fenómeno que se comenta, porque hay profundas diferencias entre una región y otra, de allí que la generalización nacional de tales fenómenos carece de sentido analítico. Es de gran relevancia en su discurso la problemática del ingreso, sobre el cual dice textualmente: “El otro enfoque que pertenece a este tema es la distribución del ingreso. De hecho –afirma– es el que engloba los renglones específicos y que aclara muchas de las circunstancias presentes en las áreas específicas como salud, educación y nivel de vida”. Se ha debatido mucho pero sin mayores realizaciones acerca del papel de las políticas regionales en el marco de la integración económica, asunto de permanente actualidad que ha merecido profunda reflexión. Sin duda alguna, la integración es un proceso complejo y de largo plazo, pero ¿cómo justificar que después de haber transcurrido cuarenta y cuatro años desde cuando se iniciaron los primeros esfuerzos de integración en América Latina y el Caribe, con la suscripción de múltiples acuerdos de integración fronteriza, bilaterales, regionales, subregionales, etc., no haya sido posible lograr una estrategia conjunta de desarrollo que supere las debilidades de nuestros países y los una en un bloque negociador respetable 268 Foros 11 • Mayo 2005 y respetado en la esfera internacional? Igualmente, es válido tal reclamo en la dimensión nacional, dadas las desigualdades evidentes que existen entre su centro y la periferia. En nuestro criterio, que es el de muchos especialistas y dirigentes, entre los retos que debemos enfrentar y resolver satisfactoriamente está el de alcanzar una auténtica integración y cooperación económica, fomentando condiciones ventajosas y favorables sobre la base del empleo de los recursos internos, sus potencialidades, experiencias y esfuerzos y, por supuesto, concebir esto como un proyecto político para la negociación con otros bloques regionales de poder que operan en el contexto internacional. En este orden de ideas, conviene destacar que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su artículo 153, establece que “la República promoverá y fortalecerá la integración latinoamericana y caribeña en aras de avanzar hacia la creación de una comunidad de naciones, defendiendo los intereses económicos, sociales, culturales, políticos y ambientales de la región”. De allí que sea un mandato constitucional para los venezolanos mantener la lucha por la integración de nuestra América y abogar por el establecimiento de una política común de sus estados nacionales, acorde con el espíritu, propósito y razón del contenido de dicho artículo. Otro de los aspectos tratados en el presente seminario ha sido el de la fragilidad financiera en Venezuela, al cual me referiré someramente, ya que conviene señalar que el mismo es objeto de un preocupado debate en el mundo y, de manera particular en nuestro país durante los últimos años, sobre todo a partir de los episodios de la crisis bancaria y cambiaria de la década pasada. La fragilidad bancaria debe ser entendida con un alcance amplio en virtud de que el concepto va más allá de la simple revisión del estado de solvencia del sistema financiero, ya que engloba –también– el conjunto de condiciones e instituciones que ejercen influencias sobre las principales magnitudes económicas y cuyo desenvolvimiento afecta a la economía en general y a ellas mismas como integrantes de la totalidad. Es indispensable, en consecuencia, el mantenimiento de un sistema financiero sólido que acompañe y sirva de sostén al desarrollo de la nación. Ha sido destacado en esta reunión el extraordinario aporte que la región zuliana ha dado a la nación venezolana, proveniente de la explotación del petróleo. En relación con este asunto, permítanme referirme a dos aspectos de mucha actualidad, que estimo conveniente tratar en esta oportunidad ante este calificado foro. En primer lugar, es pertinente subrayar, dadas las válidas críticas que históricamente se han formulado con referencia al destino de los recursos económicos provenientes de la renta petrolera, lo que al respecto se consagra en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en la propia Ley Orgánica de Hidrocarburos: Gastón Parra Luzardo / Acto de clausura 269 “El ingreso que se genera por la explotación de la riqueza del subsuelo y los minerales, en general, propenderá a financiar la inversión real productiva, la educación y la salud”. En nuestro criterio, ello significa convertir lo que ha sido una aspiración postergada, en una realidad presente y futura, es decir, que hemos pasado de la retórica de la “siembra del petróleo” a la genuina siembra del petróleo y, con ello, se abre la posibilidad cierta de lograr las auténticas transformaciones requeridas por el país para conseguir la reinversión productiva, el fortalecimiento del potencial productivo, la diversificación de la oferta y la propensión a la estabilidad económica. Blindar la economía en defensa de la invulnerabilidad para que la producción y la distribución de los bienes materiales e inmateriales estén en función de satisfacer las necesidades humanas de alimentación, salud, educación, vivienda, ingreso y recreación sana, lo que en suma, creará bienestar social y apuntalará la soberanía nacional. Es un principio constitucional que el ingreso generado, fundamentalmente por la actividad petrolera, deba convertirse en otro activo mediante la inversión de carácter reproductivo y que no se dedique al gasto corriente, ya que este ingreso corresponde a la liquidación de una activo nacional que para bien de la nación debe convertirse en otro activo que genere renta. La explotación del petróleo se traduce en el agotamiento de un recurso natural no recuperable y, por lo tanto, conviene a los fines de la nación que se aplique a la inversión reproductiva para no afectar negativamente al monto del potencial productivo de la nación y la riqueza del país. Para dar fiel cumplimiento con lo pautado en la Constitución y en la propia Ley Orgánica de Hidrocarburos, corresponde al titular, al propietario de esa riqueza, es decir, al Estado como representante de la nación, proceder al establecimiento de las previsiones pertinentes que le permitan obtener los recursos económicos suficientes con el fin de reproducir el capital y aumentar la riqueza nacional, para así satisfacer las demandas de la sociedad y propender al desarrollo humano mediante la equitativa redistribución del ingreso y la transferencia intergeneracional de los beneficios producidos por el capital y la riqueza. La industria petrolera nacional y el petróleo han de contribuir en esta forma, con el desarrollo autosostenido e independiente, aparte de que pueda ser usada para el fortalecimiento regional mediante el estímulo a la integración energética del subcontinente. Para finalizar con estas palabras de clausura, importa relacionar el tema del petróleo con los grandes desequilibrios regionales en una nación que, al decir de algunos, han limitado las potencialidades de movilización de los recursos económicos de la provincia. Así lo expone el doctor José Joaquín González Gorrondona, en el 270 Foros 11 • Mayo 2005 trabajo: “Una estrategia para el desarrollo económico y social de Venezuela”, publicado en la Revista BCV,1 cuando afirma que …el desarrollo regional debe procurar una mejor distribución de los recursos disponibles y promover una elevación del nivel de vida de las regiones con crecimiento retrasado… La ejecución de un programa de desarrollo regional requiere de un largo período para que se manifiesten sus efectos distributivos. Sin embargo, su formulación e instrumentación exige un considerable esfuerzo de planificación y coordinación. Y agregaríamos nosotros, todo ello en armonía, en función de lograr el desarrollo económico del país, dentro de una estrategia nacional. Estimo que dentro de esta concepción amplia ha sido diseñada la estructura temática del seminario. Saludamos con entusiasmo y optimismo la realización de este segundo seminario que abre espacios para el intercambio de opiniones que, sin duda alguna, constituyen un valioso aporte a la discusión académica y la acción pública. Iniciativas como éstas, impulsadas desde la subsede, merecen el más amplio reconocimiento. Por último, nos satisface agradecer a todos los que han colaborado y participado: autoridades ponentes, asistentes, así como también a la Revista BCV y al personal de la subsede, que con su trabajo arduo y constante han hecho posible la realización de este evento y, estoy seguro, los próximos que puedan programarse. 1 Biblioteca del Pensamiento Económico. Suplemento de la Revista BCV, vol. XVIII, n° 1, Caracas, enero-junio de 2004. Pautas editoriales Pautas editoriales Pautas editoriales * Los trabajos consignados para su inclusión en la serie Foros de la Revista BCV deben incluir en la primera página: título en español e inglés, nombre del autor, breve curriculum vitae, dirección postal o institucional y correo electrónico, un resumen en español e inglés (que no debe exceder los 1.000 caracteres), tres palabras clave en español e inglés y el código de clasificación JEL (www.aeaweb.org/journal/elclasjn.html). * Deben tener una extensión máxima de 35 páginas a espacio y medio en caracteres de 12 puntos y en papel tamaño carta, incluyendo notas, cuadros y referencias metodológicas y/o bibliográficas. * Se debe enviar una copia impresa del trabajo y los archivos respectivos en soporte electrónico (disquete, cartucho Zip o disco compacto), usando el formato Word o RTF para los textos y Excel para gráficos y cuadros, presentando éstos últimos en archivos separados. Los archivos electrónicos pueden enviarse como documento adjunto a la siguiente dirección de correo electrónico: scaula@bcv.org.ve, pero es imprescindible el envío del impreso. * Se debe enviar una versión en blanco y negro de los gráficos y cuadros e indicar el lugar y la página del original donde se colocarán, o si éstos deben incluirse como anexo o apéndice del artículo. * Cuando los artículos requieran ecuaciones matemáticas, los autores deben presentar todos los pasos de sus deducciones para asistir a los árbitros en sus tareas. Estos pasos no tienen que ser necesariamente objeto de publicación. * Las notas deben colocarse numeradas a pie de página y separadas de las referencias bibliográficas. * Las referencias bibliográficas se deben hacer con el sistema autor-fecha, incluyéndolas en el texto o en las notas a pie de página, si fuese el caso. Por ejemplo: (Peltzer, 1997). Cuando haya más de una referencia del mismo autor en el mismo año, se debe añadir un orden alfabético (Vivancos, 1998a). Si la referencia va entre comillas, el número de la página debe aparecer a continuación de la fecha, según el siguiente ejemplo: (Maza Zavala, 1987:239), o cuando son varias páginas: (Lago Rodríguez, 2001:193-199). Los datos completos de las referencias deben ser colocados en orden alfabético al final del artículo, indicando apellidos del autor o los autores con las iniciales de los nombres propios, año de publicación entre paréntesis y demás datos editoriales, de la siguiente manera, según el caso: 274 Foros 11 • Mayo 2005 CLEMENTE, L. (2001). “Crecimiento, apertura comercial y desempeño sectorial“, en Valecillos, H. y Bello, O., coords., La economía contemporánea de Venezuela, pp. 7-92, Caracas, BCV. GONZÁLEZ FABRE, R. (1998). Justicia en el mercado. La fundamentación ética del mercado según Francisco de Vitoria, Caracas, Conicit/Universidad Católica Andrés Bello. OCAMPO, J.A. (2001). “Retomar la agenda del desarrollo”, Cuadernos del Cendes, año 18, n° 46, enero-abril, pp. 1-20, Caracas. * Los autores recibirán un ejemplar de la entrega en la cual se ha publicado su trabajo y diez separatas del mismo. Este Foros 11 de la Revista BCV se terminó de imprimir en los talleres de Gráficas Acea Caracas, Venezuela Mayo, 2005 Desarrollo económico regional en Venezuela Regional economic development in Venezuela Desenvolvimento econômico regional na Venezuela Développement économique régional au Vénézuéla Contenido / Content / Sommaire / Conteúdo Presentación / Presentation / Présentation / Apresentação ACTO DE INSTALACIÓN Víctor Fajardo Cortez Mensaje de Bernardo Ferrán PONENCIAS Resúmenes / Abstracts / Resumos / Résumés El Plan Nacional de Desarrollo Regional 2001-2007 Alexis J. Guerra C. Problemática social en Venezuela Lourdes Urdaneta de Ferrán Descentralización, empresariado y economía territorial Carlos Mascareño Quintana El desarrollo regional y el financiamiento estatal Beatriz Ponte de Moreno Un modelo de desarrollo local Edwing R. Salazar M. y otros La competitividad microsistémica como estrategia empresarial Juliana Ferrer y José Luis Vázquez Zona de integración fronteriza en la frontera del Táchira y Norte de Santander Francisco Javier Sánchez Chacón El conglomerado (cluster) como opción de desarrollo regional Juan Carlos Bustamante Urbina Comportamiento económico de la región zuliana Jesús Molero Sánchez Las políticas regionales compensatorias en el marco de la integración económica José Briceño Ruiz ACTO DE CLAUSURA Gastón Parra Luzardo PAUTAS EDITORIALES La serie Foros es una publicación de la Revista BCV