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Revista electrónica de ciencias Aplicadas al Deporte, Vol. 1, N° 1, Junio de 2008.
BREST, UN INVESTIGADOR PIONERO. Renda, Juan. Laboratorio de Fisiología del
Ejercicio del Instituto de Educación Física Nº 1 “Dr. Enrique Romero Brest”. Noviembre
de 2007. jmr@hotmail.com
RESUMEN
Introducción: La actividad física ha sido desde siempre una actividad practicada por el
hombre, ya sea, desde edades tempranas de su desarrollo como en edades avanzadas, con
fines recreativos, psicológicos, políticos o físicos.
Fue recién a principios de siglo XX cuando en nuestro país comenzó a estructurarse la
actividad física como sistema propio del ámbito educativo en las escuelas y, a su vez,
cuando comenzó a nutrirse de otras ciencias biológicas y de diferentes corrientes
ideológicas provenientes del Viejo Mundo. Esta reorganización o creación de la
Educación Física de los individuos fue impulsada principalmente por el Dr. Enrique
Romero Brest quien le otorgó una visión científica. La interpretó como un medio para
mejorar la calidad de vida de los individuos a partir de su correcta dosificación a partir de
las capacidades propias de cada individuo. Así se produce la creación del Sistema
Argentino de Educación Física que fue reconocido a nivel mundial y que dio un origen
ideológico a nuestro actual ISEF Nº 1: “Dr. Enrique Romero Brest”.
Objetivo: De esta manera, el presente estudio explora y describe algunos de los hechos
nacionales e internacionales más destacados a principios del siglo XX, con la finalidad de
brindar un contexto social y político en el cual el Dr. Enrique Romero Brest llevó a cabo
la creación del Instituto Nacional de Educación Física en nuestro país conjuntamente a la
elaboración del Sistema Argentino de Educación Física. Asimismo se indaga sobre los
diferentes trabajos de investigación llevadas a cabo por el Dr. Romero Brest en los
aspectos fisiológicos y morfológicos de la actividad física como motor racional en la
planificación de la misma.
INTRODUCCIÓN
El Dr. Enrique Romero Brest fue Director y Profesor en diferentes cursos teóricos
prácticos llevados a cabo a partir del año 1901 debido a la necesidad de la preparación de
profesores capacitados para llevar a cabo clases de educación física en los diversos
Colegios Nacionales ya que hasta el momento no existía una institución organizada a tal
fin. En los años siguientes, la organización de la educación física en nuestro país fue
tomando mayor auge hasta que en el año 1909 el Dr. Romero Brest se convirtió en el
Director de la Escuela Normal de Educación Física, (institución que en 1912 iba a
convertirse en el Instituto Nacional Superior de Educación Física que actualmente lleva
su nombre). En este caso no solo estaba a cargo de la institución sino que también se
desempeñaba como docente en diversas asignaturas, siendo Fisiología una de ellas. Fue
aquí donde los contenidos teóricos de dicha materia debían materializarse de manera
empírica y donde el Dr. Romero Brest encontró en la conformación de un Laboratorio de
Fisiología un aliado. De aquí en adelante las diferentes clases de fisiología y materias
afines, como Biometría, se desarrollaban en el Laboratorio de Fisiología con vistas a la
comprensión de la repercusión de la actividad física en el organismo. A su vez, el Dr.
Romero Brest también llevaba adelante un seguimiento del alumnado con referencia al
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estudio de las dimensiones y medidas del cuerpo de los mismos con el propósito de
comprender los cambios físicos del hombre generados por la actividad física. Al mismo
tiempo, se utilizaba la antropometría como medio de selección durante el ingreso al
Instituto marcando una forma corporal o somatotipo propia de la concepción en esos
tiempos del profesor de Educación Física.
El Dr. Romero Brest también ha llevado a cabo la construcción de diferentes
instrumentos de medición para diversas variables, entre ellas las antropométricas y la de
capacidad vital del individuo que aún se conservan en perfecto estado en el Centro de
Documentación Histórica de nuestro instituto junto con los manuscritos de los planos de
construcción de los mismos.
En nuestros días, el Laboratorio de Fisiología del Ejercicio sigue con aquellos
conceptos o aquella concepción de la formación de los profesionales en actividad física
generada por el Dr. Romero Brest produciendo información sobre los aspectos
morfológicos de nuestros alumnos y la participación de las materias teóricas como
Fisiología, Anatomía y Biomecánica a la realización de trabajos prácticos conjuntos para
una mejor comprensión y entendimiento por parte del alumnado de aquellas complejas
reacciones que tiene que afrontar nuestro organismo a la hora de realizar cualquier tipo de
actividad física y, a partir de estos conocimientos, plantear una actividad acorde a las
características fisiologías del grupo de individuos.
ROMERO BREST, BREVE BIOGRAFÍA
1.1. Contexto Histórico
A principios de siglo XX el presidente M. Quintana designa a Joaquín V.
González Ministro de Justicia e Instrucción Pública, cargo que también desempeñó
durante la presidencia de Roca, creando el Seminario Pedagógico, más tarde llamado
Instituto Nacional del Profesorado Secundario de Buenos Aires. Este contó con un
numeroso plantel de profesores extranjeros – en su mayoría de Alemania – y actualmente
lleva su nombre. Al año siguiente crea la moderna Universidad de La Plata, conforme a
los progresos de la ciencia de la época, pero para adentrarnos en el ámbito de la
educación física debemos retraernos a la figura de Pablo Pizzurno (1865-1940) quien en
1887 recibió el nombramiento de director de la Escuela Superior de Buenos aires, y en
1889 enviado por el Consejo Nacional de Educación (CNE) a la Exposición Internacional
de París. Aprovechó el viaje para familiarizarse con las técnicas educativas empleadas en
Europa, que detalló luego en varios informes y aplicó a la creación en 1890 del Instituto
Nacional de Enseñanza Primaria y Secundaria. Fue en 1893 cuando, a partir de sus
planes de reforma de la educación, el CNE introdujo la Educación Física como parte de la
currícula escolar. En esos entonces diferentes deportes eran practicados en la Argentina.
En 1840, llegó a través de los puertos de Buenos Aires el deporte que más adelante se
convertiría en el preferido de toda la Argentina, el fútbol. Pero también se practicaba polo
(1875), rugby (1873) y tenis (1892). De esta manera se puede entender que las diferentes
influencias pertinentes a la actividad física provenían tenían sus raíces en los países
europeos, siendo ellos también los primeros encargados de implementar los conocidos
“Ejercicios Físicos” o “Cultura Física”. De hecho, en 1888, el rector del colegio Nacional
De Corrientes contrató – con apoyo del Ministro Filemón Posse - un profesor egresado de
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la universidad de Cambridge con el fin de enseñar juegos y deportes en la escuela. Es así
que, en el año 1890, como parte del festejo de la fiesta patria perteneciente al 9 de julio se
celebra un partido de fútbol entre un equipo del colegio nacional y el de una asociación
particular (integrada principalmente por británicos empleados del Ferrocarril, hoy
llamado, Urquiza). Es interesante destacar, no solo que ganó el equipo del Colegio
Nacional, sino que uno de los integrantes de ese equipo era quien años más tarde sería el
Dr. Enrique Romero Brest. Unos años después de este partido, en 1893, el Dr. Pizzurno
incluyó la practica de juegos “ingleses” en el colegio al cual servia de autoridad
nombrando al Sr. Enrique Romero Brest como organizador de dichas actividades.
Para estos años, y bajo la gobernación de Roca, el país se encontraba en
problemas limítrofes con Chile, factor por el cual se implantó en las escuelas clases
teórico-prácticas de gimnasia militar destituyendo de esta manera la actividad física
escolar, pero estableciendo un precedente para la ley del Servicio Militar Obligatorio
sancionada en 1901 por el Ministro Ricchieri. Asimismo surgieron voces de protesta en
defensa de la educación física escolar, principalmente por el Sr. Pizzurno, quien volcado
a nuevos movimientos entre los fisiólogos europeos que comenzaba a crear una tendencia
sobre el aspecto fisiológico de la actividad física, logró en 1989 la reorganización de la
educación física secundaria en los colegios nacionales reemplazando los ejercicios
militares por un programa de actividades acorde a las “nuevas tendencias científicas”. De
esta manera el Sr. Pizzurno fue el encargado de la redacción de los contenidos teóricos de
los programas pertinentes mientras que el Sr. Romero Brest se encargó de los contenidos
prácticos de los mismos.
Una vez concluida esta etapa de reorganización surgió el inconveniente de la falta
de personal idóneo para el dictado de las clases un requisito esencial para la puesta en
marcha de cualquier proyecto educativo, factor por el cual nacieron en 1901 los
denominados “Cursos Normales Temporarios de Ejercicios Físicos Para Maestros” que se
dictaban en los meses de verano, todo ellos encabezados por el ya Dr. Enrique Romero
Brest. Fueron en total cinco los cursos de verano dictados, hasta que en 1906 se instala
definitivamente el “Curso Normal de Educación Física”. Tres años después, en 1909, el
Ministro R. Naón resolvió, por decreto, elevarlo a la categoría de “Escuela Normal de
Educación Física” al mismo tiempo que se proveyó de un Laboratorio de Fisiología
completo para llevar a cabo asignaturas pertinentes al área de las ciencias biológicas. De
esta manera fueron capacitándose nuevos docentes hasta que en el año 1912, por gestión
del Dr. Garro, recibió la categoría de Instituto, llamándose de esta manera “Instituto
Nacional Superior de Educación Física” siendo el Dr. Enrique Romero Brest su Director.
1.2. Biografía del Dr. Enrique Romero Brest.
El doctor Enrique Romero Brest nació en la ciudad de Corrientes el día 25 de
septiembre de 1873. Luego de finalizar sus estudios primarios y secundarios en su ciudad
natal viajó a Buenos Aires con la finalidad de viajar al extranjero a estudiar Ingeniería
Naval, pero por diferentes inconvenientes sus objetivos no pudieron ser cumplidos y
decidió inscribirse en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires
para recibirse de médico (1900). Para esa época, mientras Romero Brest llevaba a cabo
sus estudios universitarios, el Ministro P. Pizzurno recorrió varios países de Europa
estudiando la organización escolar predominante, así como los métodos y procedimientos
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derivados de la reforma en expansión. Recaló en la Escuela Normal de Nääs (Suecia),
organizada para el aprendizaje del trabajo manual como auxiliar de la enseñanza general.
Para el logro de su fundamentación doctrinaria Nääs (o el método del slöjd sueco)
utilizaba variadas herramientas, posibilitando elevado número de ejercicios, progresivos
y graduales, adecuados a las condiciones del niño, con los que plasmó dos series de
aquellos aplicados a la construcción de modelos, con riguroso orden ascendente de
dificultades en la manipulación. A su regreso, Pizzurno se dio a divulgar la doctrina que
ensayó en Nääs. Dictó cursos para el Instituto Nacional y publicó "El Trabajo Manual".
Pronto tuvo quienes lo siguieron, entre ellos Romero Brest. De esta manera, tras existir
una vacante para cubrir en el colegio que Pizzurno dirigía (Escuela Normal Caballito)
Romero Brest fue nombrado, en 1899, profesor de diferentes cátedras, una de ellas la de
“Ejercicios Físicos y Militares”. Desde ese momento Romero Brest comienza a priorizar
el hecho de darle una razón científica a la educación física desconocida hasta ese instante.
Asimismo surgió una metodología de clases “revolucionaria” basándose en la ejecución
de diferentes ejercicios físicos como sucesión de sus efectos fisiológicos y morfológicos.
De esta manera Romero Brest llevaba a cabo, no solo la enseñanza de la educación física,
sino la búsqueda en el alumnado de la comprensión de la misma como respuesta
adaptativa del organismo y justificación de las diferentes intensidades de los ejercicios
realizados, sin dejar de lado el cuidando de los aspectos psicológicos y educativos de la
actividad. Estos fueron los pilares principales que unos años después daría a luz a lo que
sería denominado “Sistema Argentino de Educación Física”.
A partir de principios de siglo pasado, el Dr. Romero Brest ya estaba encargado
de la dirección y del dictado de los “Cursos Temporarios de Ejercicios Físicos para
Maestros” (ver 1.1.), que luego tomarían la carátula de “Curso Normal de Educación
Física” en 1906 como aspecto definitivo en la formación de personal idóneo en la
enseñanza de la Educación Física para las diferentes Escuelas Normales presentes en la
República Argentina. Con ansias de seguir expandiendo su dedicación con la educación
física, en 1909, el Dr. Romero Brest fundó y dirigió la primer Revista de la Educación
Física con una extensión aproximada de cuarenta páginas y un contenido de avanzada
para la época. Tal fue su incidencia en la actividad, que en 1912 la Comisión Nacional de
Educación Física del Uruguay le solicitó la reestructuración de la misma en ese país
tomando como modelo los cambios realizados en la Argentina. Asimismo la
trascendencia de sus actividades no llegó solamente a los países vecinos y, en 1913,
asistió como representante de la Asociación Argentina de Profesores de Educación Física
(dentro de la Comisión Argentina), al Congreso Internacional de Educación Física
organizado por la Facultad de Medicina en París. Inmediatamente llevó a cabo varios
viajes por ciudades Europeas con el objetivo de visitar y observar diferentes escuelas u
organismos afectados al ámbito de la Educación Física nutriéndose de esta manera de
diferentes visiones y culturas expresadas en la actividad física.
Fue miembro de diferentes organismos o comisiones, recibiendo premios y
distinciones honoríficas en numerosas instituciones nacionales e internacionales como ser
el Congreso Argentino de Educación Física (1943), Jurado de la Asociación Amateur de
Football (1919), del Tribunal Arbitral de la Confederación Argentina de Deportes
perteneciente al Comité Olímpico Argentino (1930), la Comisión de Médicos
especialistas en Deportes (1936)…
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Asimismo fue el creador del deporte “Pelota al Cesto” (1903) surgiendo, luego de
varios cambios, el reglamento formal del deporte (1922). En el año 1930 se lleva a cabo
el primer Campeonato Argentino de Pelota al Cesto organizado por el Instituto de
Educación Física. A partir de aquí se propone que diversas instituciones se reúnan para
constituir una Federación conjunta (bajo la dirección del Dr. Romero Brest) que tuviera
por objeto el fomento y la reglamentación de dos deportes: Pelota al Cesto y Voleibol.
De más está decir que el Dr. Enrique romero Brest ha dejado una enorme cantidad
de publicaciones, ya sea en formato de libros, folletos, ensayos, conferencias dictadas y
trabajos de investigación de corta extensión (opúsculos), videos y fotografías que
representan toda la iniciativa expresada por nuestro fundador sobre temas referidos a la
actividad física racional y educativa. Cabe destacar que toda esta bibliografía citada se
encuentra cuidadosamente guardada, pero a mano de quien desee conocerla, en los
archivos del Centro de Documentación Histórica con que cuenta nuestro instituto.
Como se verá en los apartados siguientes, el Dr. Enrique Romero Brest también
ha llevado a cabo la invención de diferentes aparatos de medición utilizados para las
clases experimentales de Fisiología y Biometría en el Laboratorio de Fisiología y el
Laboratorio de Antropometría que fundó con vistas a uno de los pilares del Sistema
Argentino de Educación Física.
2. LABORATORIO DE FISIOLOGÍA
Como se expresó en párrafos anteriores, el Dr. Enrique Romero Brest fue el
encargado de organizar y orientar la enseñanza de la educación física en nuestro país a
principios de siglo pasado basándose en lo que dio a llamar el “Sistema Argentino de
Educación Física”. El mismo se desarrollaba en torno a cinco agentes orientados
principalmente a una actividad física racional y científica, siendo el Laboratorio de
Fisiología y el de Antropometría uno de estos agentes.
El Laboratorio de Fisiología y Antropometría fue un pilar básico en el desarrollo
del Sistema Argentino. Contó con dos Laboratorios, el primero de ellos estuvo en el local
ubicado en Bartolomé Mitre 2520, donde funcionó el Instituto Nacional Superior de
Educación Física desde 1909 a 1912. En 1912, el instituto pasa a funcional en la calle
Coronel Díaz 2180, donde continuaron los trabajos en un nuevo Laboratorio de fisiología.
Las evaluaciones fisiológicas llevadas a cabo por el Dr. Enrique Romero Brest
durante sus clases tenían como finalidad primaria la comprensión de las diferentes
variables fisiológicas como medio de adaptación orgánico a las actividades impuestas a
un individuo. Con relación a esto el Dr. Romero Brest decía en uno de sus escritos: “La
aplicación racional de la cultura física debe basarse forzosamente en la fisiología en
primer lugar; en consecuencia la enseñanza de esta asignatura adquiere por ello un
valor científico en el Instituto. Se persigue el conocimiento exacto de los efectos de los
ejercicios en sus variadas maneras de aplicación sobre las funciones orgánicas, para
deducir de ellos las reglas metodológicas e higiénicas fundamentales de la aplicación de
los mismos en la escuela en primer lugar y en todos los sujetos en general.”
Es importante destacar aquí la enorme incidencia científica que nuestro fundador
le otorgó a la educación física, tomando a la misma no como una mera acción en tiempos
de ocio, sino como una actividad correctamente mensurada y dosificada con vistas a la
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mejoría en diferentes estructuras orgánicas buscando una mejor calidad de vida. Se
pretende con esto no solo asegurar la aplicación racional de la “enseñanza física” sino, al
mismo tiempo, preparar la crítica científica capacitada para hacer progresar la enseñanza,
mediante la observación científica o racional de los profesores encargados de aplicar los
sistemas y métodos de enseñanza. Con relación a este último punto, nos parece pertinente
destacar la importancia de la construcción (en el alumnado del Instituto) de la capacidad
crítica científica con el objetivo de saber discernir entre diferentes actividades según el
objetivo propuesto en la clase y no aprender “recetas” o pasos protocolizados rígidos para
el dictado de las clases.
De esta manera, la fisiología no debe ser estudiada como se estudiarían las leyes o
los versos de un poema para ser recitado, la fisiología debe ser comprendida y aplicada a
un objetivo determinado, en nuestro caso las clases de educación física. Para lograr este
objetivo, el Dr. Enrique Romero Brest organizó la enseñanza de la asignatura en una
orientación “teórica” (llevada a cabo en el aula) y una orientación “experimental”
encontrando en el Laboratorio de Fisiología, el mejor aliado.
2.1. Características e investigaciones
El laboratorio de fisiología se transformó en el local más importante para la
enseñanza de la “Fisiología Experimental”, asignatura obligatoria y dictada por una
profesora específica bajo los contenidos aprendidos en las aulas (“Fisiología Teórica”). A
fin de que las prácticas sean positivas para todos los alumnos, los mismos se congregaban
en grupos de no más de 6 individuos. Como temas principales a investigar se
encontraban:
• Variación del pulso radial a partir de esfigmograma con relación al pulso en
reposo, durante ejercicios sofocantes, ejercicios de tronco o ejercicios
respiratorios.
• Variación de la fatiga muscular utilizando el ergógrafo de Mosso (fig. 1). Este
dispositivo permite estudiar la aparición y la evolución del estado de fatiga a nivel
de un músculo, habitualmente el flexor propio del índice, que ejecuta un trabajo
dinámico al movilizar una carga determinada por intermedio de una polea.
• Variación de los volúmenes pulmonares en diferentes actividades a partir del
espirómetro de Tissot
• También se llevaban a cabo investigaciones orientadas a la influencia de la
lectura, silbidos y risa sobre la respiración.
Fig. 1. Ergógrafo de Mosso.
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Es importante destacar que el Dr. Romero Brest tuvo una gran influencia en su
concepción racional de la educación física a partir de diversos fisiólogos destacados en el
estudio del “cuerpo en movimiento” de aquellos años como Georges Demeny (18501917), Philippe Tissie (1852-1935), Angelo Mosso (1846-1910) y, especialmente,
Fernand Lagrange (1845-1909) .. Éste último investigó en Francia los efectos del
ejercicio físico sobre el organismo humano publicando sus resultados en su Physiologie
des exercices du corps (“Fisiología de los ejercicios del cuerpo”) en 1888. Fue uno de los
más importantes divulgadores de los efectos fisiológicos e higiénicos de los ejercicios
físicos (Scharagrodsky, Manolakis y Barroso, 2001).
Por otro lado, George Demeny fue profesor de educación física y jefe del Instituto
Fisiológico del Collage de Francia, publicó en 1901 un libro decisivo para la
investigación fisiológica de la educación física “les bases scientifiques de l` éducation
physique” (“Las bases científicas de la educación física”) y dos años más tarde
“Mécanisme et éducation des mouvements” (“Mecanismos de la educación de los
movimientos”).
En Italia, Ángelo Mosso publicó también una serie de libros sobre la fisiología del
ejercicio e inventó el ergógrafo en 1884 como instrumento de medición de la fatiga
muscular que años más tarde formaría parte del Laboratorio de Fisiología del Instituto.
Cabe destacar que era tal la incidencia que tomaba la práctica de la fisiología en el
laboratorio que se estima un total de 2147 “monografías” presentadas desde el inicio de
su actividad y 1916.
Cada uno de los temas expuestos en el laboratorio de fisiología debía ser presentado
con una exposición escrita, en las que se detallaban los protocolos utilizados, el marco
teórico sobre el tema de investigación y las conclusiones encontradas (las mismas podían
ser graficadas o expuestas de manera escrita). Todos estos trabajos eran tomados como
monografías y presentados a fin de año como pauta obligatoria para la aprobación de la
asignatura. A su vez también se desarrollaban temas en formato de tesinas a ser expuestos
por el alumno a fin de año a partir de un tema elegido dentro del programa académico.
Según el mismo Romero Brest, los trabajos presentados podían ser publicados por
los autores de los mismos, pero los objetivos prioritarios que buscaba el laboratorio de
fisiología no se detenía allí, sino que buscaba prioritariamente obtener mayores
beneficios que pueden ser resumidos en tres aspectos:
• Primero, desarrollar a los maestros en su afán inquisitivo en las cuestiones que
afectan a la asignatura para dedicarse luego al estudio e investigación de
problemas no resueltos en relación a la justificación fisiológica de la actividad
física.
• Segundo, forjar una generación con poder crítico científico en la apreciación de
los sistemas y metodología de trabajo que mas tarde desarrollarán en sus clases de
educación física. De esta manera evitamos el tan común concepto de la “receta”
para las clases de educación física en las prácticas de Instituto.
• El tercer objetivo planteado por el Dr. Enrique Romero Brest tiene, desde esa
época y hasta la actualidad, una gran dispersión en el conciente colectivo. El
mismo se basa en, según palabras textuales, “rehabilitar y dignificar la materia a
los propios ojos de los alumnos, desde que desgraciadamente son muchas las
personas, aun ilustradas, que suponen que la educación física es un asunto
puramente práctico de aplicación sin criterio científico, de los ejercicios
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metodizados o de los juegos, y que en consecuencia el profesor de la asignatura
no tiene necesidad de otra preparación que la de conocer y practicar algunos
movimientos más o menos complicados…”
Cuando uno se pone a indagar son increíblemente grandes la cantidad de carpetas
y manuscritos dejados por el Dr. Romero Brest sobre investigaciones realizadas con
relación a los parámetros fisiológicos de la educación física dentro del alumnado de
Instituto y con muestras integradas por niños o niñas.
Las diferentes mediciones de la capacidad vital se llevaban a cabo a partir del
espirómetro durante una clase de fisiología experimental. La medición de la capacidad
respiratoria se llevaba a cabo de pie y sin ropa ajustada. Se llevaba a cabo tres intentos
separados por lapsos cortos de tiempo y se registraban los valores obtenidos.
Romero Brest, como todo investigador de alma tenía una gran obsesión por la
medición, la explicación, la predicción y el control de los cuerpos que estuvo fuertemente
atravesada por los dos postulados básicos del positivismo. El primero plantea que los
objetivos, conceptos y métodos de las ciencias naturales son aplicables a alas
indagaciones científico-sociales. El segundo supone que el modelo de explicación
utilizado en las ciencias naturales proporciona las normas lógicas den base a las cuales
pueden valorarse las replicaciones dadas por las ciencias sociales. De allí su constante
apelación a leyes, métodos y procedimientos científicos bajo una aura de neutralidad.
Bajo esta perspectiva la ciencia de los ejercicios físicos estaba aparentemente
representada por un método imparcial para valorar los postulados acerca del cuerpo. Las
ciencias médicas, en especial el saber fisiológico, se convirtió en el único saber
autorizado para el tratamiento supuestamente neutro y objetivo del cuerpo.”
Con referencia a este tema, debemos decir que
el Dr. Romero Brest ha llevado a cabo la utilización de
diferentes instrumentos de medición muy difundidos
para esa época, pero al mismo tiempo fue el creador de
diversos elementos, como ser:
• Espirómetro hidrostático.
• Dinamómetro de mano (fig. 2)
• Saltómetro doble invariable para las clases de
gimnasia.
La incidencia del dinamómetro de mano es
importante ya que destaca la idea o el común colectivo
de la época en donde se sostenía que la fuerza de un
hombre estaba determinada por la fuerza presente en
sus brazos desencadenando de esta manera una gran
fuerza en la mano del individuo. Demostrándose una
correlación igual r = 0.80 entre la fuerza de agarre y
las medias más generales de fuerza muscular,
implicando que esta sola medición reveló dos tercios
de la información que proporcionaría una batería de
tests más extensa.
Particularmente las evaluaciones llevadas a
Fig 2. Dinamómetro de mano
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cabo en el Laboratorio en esa época consistían en la medición de la presión en la mano
derecha, la mano izquierda y la tracción vertical. Las evaluaciones eran llevadas a cabo a
partir de cinco presiones sucesivas en medio minuto para cada una anotando cada registro
en el “Boletín Físico” particular para cada alumno/a.
Asimismo, otras de las evaluaciones llevadas a cabo por parte del Laboratorio de
Fisiología era la medición de la saltabilidad del alumnado (salto en alto y en largo) ,
como así también la velocidad de carrera en distancias cortas (50 y 100 m). Dichos
factores también eran registrados en la planilla pertinente y el protocolo utilizado era:
• Saltos: en el piso de la clase, sin trampolín y con carrera de impulsión de 5 m.
• Carreras: en terreno de carrera: 50 m para menores de 12 años; de 100mts para
mayores. En ambas pruebas solo se realizaba un intento.
A partir de todos los datos evaluados, los maestros de educación física (y el mismo
Instituto) realizaban un diagnóstico orientador de la capacidad y las potencialidades
físicas con las cuales contaba el alumnado, ya sea este de una escuela Normal o del
mismísimo Instituto de Educación Física. Asimismo estas no eran las únicas evaluaciones
que se tenían en cuenta, a su vez, también se visualizaba el interés de los ejercicios físicos
en las adaptaciones estructurales visibles en los individuos, factor por el cual la medición
o la evaluación morfológica del alumnado también tomó mucha incidencia dentro del
instituto. Las evaluaciones morfológicas también eran llevadas a cabo por un docente
especializado en fisiología experimental, pero en este caso se realizaban en un anexo al
Laboratorio de Fisiología: el Laboratorio de Antropometría.
3. LABORATORIO DE ANTROPOMETRÍA
Dentro de las diversas evaluaciones llevadas a cabo a los alumnos de instituto, el
Dr. Romero Brest desarrollaba diferentes metodologías en la medición de las
dimensiones y longitudes en los diversos sectores corporales con la finalidad de obtener
un perfil morfológico del alumno/a. la cátedra Biometría, perteneciente al plan de
estudios del Instituto en aquellos anos, era la encargada de brindar el soporte teórico a
dichas evaluaciones. La misma estaba organizada a partir de un régimen teórico-practico,
llevando a cabo el aspecto practico en las instalaciones del laboratorio de antropometría.
Encontramos en el Dr. Romero Brest un propulsor de los conceptos en medición
antropométrica de nuestro país como evaluación del proceso adaptativo del organismo a
la actividad física. Anos mas tarde vendrían las investigaciones llevadas a cabo por el
antropólogo checo Jindrich Matiegka sobre la fragmentación en diferentes componentes a
una muestra de cadáveres a partir de mediciones antropométricas (1921). Igualmente se
llevarían a cabo estudios orientados a la investigación de los procesos de crecimiento y
desarrollo en los niños, joven y adolescentes.
3.1. Características e Investigaciones.
Todos los alumnos de instituto eran medidos a tres veces al año durante el ciclo
lectivo, estos momentos eran al inicio, a mediados y a fines del mismo. Los valores
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obtenidos eran registrados en la planilla pertinente a cada uno de los alumnos
conjuntamente a las evaluaciones fisiológicas desarrolladas.
Algunos de los parámetros generales a tener en cuenta para la medición eran:
• Edad, que se registraba por la fe del bautismo o declaración de los padres.
• Talla, a partir de la utilización del tallímetro milimétrico, de pie y sin
botines.
• Masa corporal, por medio de la utilización de la balanza. Los varones
debían pesarse sin saco y sin chaleco mientras que las mujeres lo hacían
sin bata ni corsé.
Luego se procedía a la medición de diferentes perímetros, como ser el perímetro
del tórax mediante la utilización de cinta métrica a la altura de las axilas. El protocolo
abarcaba el registro de los valores pertenecientes al perímetro torácico durante el proceso
de inspiración, de espiración y el valor referente a la diferencia entre estos.
Asimismo el diámetro torácico era registrado a partir de la utilización de un
toracógrafo desde dos planos: el antero posterior y el transversal. El primero estaba
determinado, como punto protocolizado de medición, a la altura del punto xifo esternal.
Se controlaban los valores obtenidos en inspiración, espiración y la diferencia entre ellos.
El segundo tomaba como referencia los puntos opuestos más salientes de dos costillas en
el plano xifo esternal explorando también los valores obtenidos en inspiración, espiración
y diferencia entre valores.
Una vez obtenidos todos los valores de las variables presentadas, se procedía a
comparar los mismos con aquellos utilizados como referencia. Puede observarse en
jóvenes de 18 años que, por ejemplo, la diferencia entre los valores del diámetro torácico
durante la inspiración y espiración es dividido en las siguientes categorías:
• Óptimos: rango de valor superior a 7.6
• Muy Bueno: valores entre 7.5 y 6.6
• Bueno: valores entre 6.5 y 5.5
• Pasable: valores entre 4.6 y 5.4
• Regular: valores entre 3.6 y 4.5
• Deficiente: valores entre 2.6 y 3.5
• Malo: valores inferiores a 2.5
Asimismo, el Dr. Romero Brest llevaba a cabo numerosos estudios de crecimiento
corporal, tomando como variable la Talla, llevando a cabo un control periódico y
confeccionando gráficos explicativos de la evolución de la variable.
De igual manera, las anotaciones o manuales de estudio eran muy ilustrativos a la
hora del aprendizaje del protocolo de cada punto de medición. Al igual que en el
diámetro torácico, el Dr. Romero Brest poseía cuadros de referencia en otras variables.
Uno de los aspectos incidentes sobre el estudio de la morfología corporal estaba dado
por la relación existente entre la talla del individuo parado (metros) y el diámetro
biacromial (metros). En los siguientes gráficos se puede apreciar la categorización de los
individuos en cuatro categorías, según la razón entre ambas variables:
• Hiposfixia constitucional
• Longilíneo normal
• Mediolíneo normal
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•
Brevilíneo normal
Al igual que en investigaciones llevadas a cabo en el Laboratorio de Fisiología, el Dr.
Romero Brest llevo a cabo la construcción de nuevos instrumentos de medición, en este
caso apuntados al registro de datos principalmente antropométricos. Entre ellos se
destacan:
• Cirtómetro torácico de resorte, para medir perímetro torácico en inspiración y
espiración.
• Kinetrómetro torácico, para la medida de los diámetro del tórax
• Antropómetro milimétrico de precisión
Por ultimo cabe destacar que la practica las mediciones antropométricas aquí citadas
son algunas de las tantas que se encuentran registradas en los cuadernos de aquella época
que se encuentran en el Centro de Documentación Histórica de nuestro Instituto.
Asimismo el principal objetivo de la practica en el laboratorio de antropometría también
se encontraba fundamentada en el estudio de la anatomía artística que se hacia, por aquel
entonces, en el tercer año como complemento instructivo de la anatomía humana general,
especialmente muscular que ha servido de base a la fisiología aplicada en el segundo año
y al mecanismo del movimiento en el primero (Brest, 1921).
4. CONCLUSIONES
A partir de lo expuesto hasta el momento, el lector puede comprender que el
impulso inicial generado en el ámbito de la educación física, ya sea desde la
organización, promoción, valoración social e investigación, llevada a cabo por el Dr.
Enrique Romero Brest fue fundamental para que hoy en día nuestro instituto goce de
reconocimiento como formadores de docentes con gran instrucción entre los diferentes
establecimientos de la Republica Argentina y de los países limítrofes.
Durante la década del `20 y hasta principios del `30, el Dr. Enrique Romero Brest
siguió al frente de la dirección del Instituto manteniendo la vigencia del Sistema
Argentino de Educación Física. A lo largo de todos estos años el Sistema Argentino tuvo,
como todo paradigma de cambio, sus períodos de resistencia y desconfianza por parte de
otros grupos sociales. De hecho, varios fueron los sucesos en busca de la caída del
Sistema establecido citando por ejemplo un intento de militarización del Instituto (1924)
y las diferencias de criterio con relación al planteo de la Educación Física con la
Asociación de Profesores de Educación Física (APEF) desde mediados de los años 20. El
6 de Septiembre de 1930, durante la segunda presidencia de Yrigoyen, se produjo el
primero de una serie de golpes de estado en Argentina que llevó al poder a los militares
para establecer un gobierno de facto (al mando de José Félix Uriburu) dando inicio a lo
que se conocería con la “Década Infame”. Junto con este golpe militar, la educación
también tuvo sus altibajos, dentro de los cuales incluyeron las diferentes jubilaciones de
oficio. Una de ellas recayó sobre el Dr. Enrique Romero Brest, quien en el año 1931 tuvo
que dejar de lado, luego de 31 prolíficos años, la dirección del Instituto Nacional de
Educación Física que hoy lleva su nombre.
Revista electrónica de ciencias Aplicadas al Deporte, Vol. 1, N° 1, Junio de 2008.
Definitivamente, el Dr. Romero Brest fue un adelantado en el ámbito de la
educación física por el enorme aporte científico que le dio a la misma y por la enorme
capacidad tecnológica que supo llevar a cabo a partir de la confección de instrumentos de
medición que en esos momentos no eran de fácil acceso o directamente no existían.
Por último, nos parece oportuno citar las palabras del mismo Ministro Pizzurno
quien, en un discurso pronunciado en 1914, valora el aporte del Dr. Romero Brest de esta
manera:
“En 1900, mi estudiante de medicina, terminada su carrera universitaria, me
anunció la decisión de dedicarse a su nueva profesión abandonando la enseñanza. Ese
fue, lo afirmo en consecuencia, un momento decisivo para el desarrollo de la cultura
física entre nosotros.
…Sentía la necesidad de que alguien, estudiando a fondo la cuestión, le consagrara
especialmente todos sus esfuerzos. Ese seria un benefactor del país. Tuve la intuición
clara de que el joven medico y ya hábil educador, podría realizar tal propósito. Quédese,
le dije, al servicio de la enseñanza. Al país no le es indispensable un médico más por
notable que pueda llegar a ser. Ud. será infinitamente más útil y salvará mayor número
de vidas previniendo la enfermedad, difundiendo la salud con todas sus benéficas
consecuencias, por medio de una educación física racional impartida de un extremo al
otro de la Republica.
…Ud. debe ser el hombre de la educación física en el país, aun cuando ello le cueste
sacrificios de orden material. No solo de pan vive el hombre. Recuérdelo. Y el joven
médico, cuyos sentimientos altruistas ya conocía, se dejo, fácilmente sugestionar.”
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