HERRAMIENTAS MANUALES: DESTORNILLADORES

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HERRAMIENTAS MANUALES: DESTORNILLADORES
Las herramientas manuales deben ser utilizadas de forma
correcta y para el uso para el que han sido diseñadas. La forma
correcta de utilizar cada herramienta es precisamente la forma
segura. Ha de procurarse que sean de buena calidad y que se
encuentren en buen estado de conservación.
DESTORNILLADORES
Al seleccionar un destornillador para un tipo determinado de trabajo,
se escogerá el de tamaño adecuado, y con la cabeza apropiada para la
cabeza del tornillo de que se trate (de ranura, en cruz, de estrella, etc.). El
mal ajuste puede estropear la ranura del tornillo y la boca de ataque del
destornillador.
La longitud y grosor del filo del destornillador deben adaptarse a la
ranura del tornillo. Ni demasiado delgado o grueso, ni excesivamente
estrecho o ancho. Emplear siempre la medida mayor que ajuste a la ranura
del tornillo.
Antes de usar un destornillador debe comprobarse que esté en
condiciones seguras. Los defectos más frecuentes son:
El mango de madera está agrietado o su cabeza deformada por el
mal uso. Podrían clavarse astillas en las manos.
EI vástago está suelto del mango, con riesgo de herir la palma de la
mano.
La boca de ataque está redondeada, con filo o mellada. En estas
condiciones es muy fácil que se escape el destornillador. La boca de ataque
debe estar rectificada a escuadra y presentar suficiente superficie.
El vástago está torcido. Debe estar recto, así resulta más fuerte y
seguro el destornillador.
Se realizará el esfuerzo verticalmente sobre la ranura del tornillo, ya
que de lo contrario se puede escapar el destornillador y producir lesiones en
las manos o en el cuerpo.
La mano libre se situará de forma que nunca quede en la posible
trayectoria del destornillador en caso de que se produjese el escape. No se
debe apoyar la pieza sobre la mano; porque se corre el riesgo de sufrir
lesiones si la herramienta resbala.
El mismo riesgo se corre si se utiliza el destornillador como palanca,
como cincel o como berbiquí, además de que se estropea la herramienta.
Para trabajar, colocar siempre la pieza sobre un lugar firme y nunca
sobre la mano.
El chaflán del filo de los destornilladores debe estar bien perfilado
para su buena adaptación a las ranuras de los tornillos.
Cuando un tornillo o tirafondo se resiste a girar, no se debe forzar el
destornillador por medio de alicates o tenazas; lo correcto es lubricar el
tornillo.
Cuando se gasten o redondeen las puntas de los destornilladores, hay
que arreglarlos con una lima o piedra de esmeril, pero cuidando de no
calentarlas tanto que pierdan su temple. Utilizar gafas al realizar esta
operación.
Para trabajos eléctricos hay que utilizar destornilladores con mangos
de material aislante y no tocar con la mano la parte metálica.
Obtenido de la Asociación para la Prevención de Accidentes.
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