Discurso del Presidente de CEPYME web DISCURSO DE INVESTIDURA COMO NUEVO PRESIDENTE DE CEPYME. Compañeros y amigos En primer lugar, quiero daros las gracias por vuestra presencia y vuestra participación, porque juntos hemos logrado que Cepyme se mantenga unida. Y estas elecciones son buena prueba de ello. Tenía muchas maneras de comenzar este discurso. Aunque la primera, por supuesto, y sin discusión, era agradecerle a Juan José Sellés la labor que lleva desempeñando durante todos estos años, con el único interés de servir a esta entidad, a sus intereses y a la provincia de Alicante. Es, sin duda, un referente, en todos los sentidos, y los que le hemos apoyado podemos sentirnos orgullosos de él. Sabéis, los que me conocéis, que yo no regalo piropos gratuitamente y éste no lo es, ¡se lo ha ganado!. También quiero daros las gracias a todos los presentes por la confianza que me habéis demostrado al ser la única candidatura que se ha presentado a esta elección y, me gusta pensar, que cuento –al menos- con vuestro apoyo para dejarme intentarlo. E, insisto, los que me conocéis y con los que he trabajado en otras entidades representativas de la província, sabéis que voy a poner todo mi empeño en ello, que no suelo quedarme a mitad del camino ni tampoco a un lado. Quiero que, entre todos, marquemos objetivos y que los cumplamos. No es momento para dudar. El ambiente de crisis económica que nos envuelve no nos deja y tampoco podemos permitir que afecte a esta institución. Si hemos de impulsarnos con decisión, si hay que “arrimar el hombro” y empujar el carro, ésta es – sin lugar a dudas- la mejor ocasión para hacerlo todos a una. Aunque sea cuesta arriba y haya muchas piedras en el camino… No soy un idealista, ni un visionario; muy al contrario, me considero una persona con los pies en la tierra, impregnada por el pragmatismo que me ha inducido una vida de esfuerzos y sacrificios permanente. Por eso, con todo el convencimiento, os puedo asegurar que vamos a conseguir que Cepyme, en Alicante, sea lo que sus siglas dicen: (leído despacio y con énfasis) una organización empresarial, de carácter confederativo e intersectorial, de ámbito provincial, para la defensa, representación y fomento de los intereses de las pequeñas y medianas empresas y de los empresarios autónomos. Sé de sobra que esto lo conocéis y lo habéis leído veinte veces o más, pero he querido decirlo hoy aquí como una especie de promesa, de recordatorio de cuales son los objetivos de esta nuestra empresa. Fijaros que, a veces, hay que acudir al diccionario para repasar algunas palabras que, con el tiempo y el día a día, se nos escapan: la primera definición, de las cinco que vienen en el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, de “empresa” es Acción o tarea que entraña dificultad y cuya ejecución requiere decisión y esfuerzo. La segunda y la más comúnmente utilizada es Unidad de organización dedicada a actividades industriales, mercantiles o de prestación de servicios con fines lucrativos. No os voy a engañar. No es mi estilo. De hecho, mi franqueza al expresarme en ocasiones me ha acarreado alguna controversia pero, a la larga, siempre han sido más los beneficios que los perjuicios. Por eso prefiero, al hablar, la sinceridad y la claridad. CEPYME será lo que decidamos que sea. Y no quiero que esto se quede como una frase hecha. Nuestra CEPYME, la de los que somos hoy aquí y de todos los que representamos, debe ser el reflejo de los intereses de esa segunda definición, de esas “unidades dedicadas a la actividad industrial, mercantil o de servicios” pero también sabemos por el primer enunciado que os he nombrado, que es: “una tarea que entraña dificultad y cuya ejecución requiere esfuerzo”. Hay mucho trabajo ya hecho y no se puede desperdiciar. Ha de servirnos de trampolín. Es nuestra obligación aprovecharlo para seguir adelante, para que esta organización tenga –en nuestra provincia- el papel que le corresponde. Los empresarios que aquí estamos hoy somos “supervivientes”. Si. Supervivientes de esta “guerra sin cuartel” a la que nos somete la situación económica que nos rodea y que, día a día, se cobra nuevas “victimas”. Víctimas que son empresas, puestos de trabajo, familias que no pueden hacer frente a sus hipotecas y, en definitiva, más paro. Por eso es necesario que tracemos planes conjuntos, que luchemos codo con codo y que, de verdad, estemos convencidos y creamos que somos capaces de sobrevivir a la adversidad. A nuestros políticos, con franqueza y claridad, debemos exigirles un entorno favorable para la recuperación de las PYMES. Y todos los presentes sabemos que, sobre todo, se basa en un marco laboral y financiero que no sea lo agresivo que ahora es y que se articulen sistemas de apoyo a los agentes sociales que permitan la libertad e independencia que se necesita para poder cumplir el mandato constitucional que tienen. Es la primera vez en la Historia que, los que estamos aquí, conocemos que una de cada tres empresas que cierra lo hace por impagos de la Administración. Esto debe cambiar y debe hacerlo de inmediato. El tejido empresarial que se pierde no se recupera fácilmente y todos lo sabemos. Hay que estar también alerta, porque el pronóstico de fusiones bancarias que nos advierten y nos “venden” como necesario, es una nueva trampa mortal que debemos sortear y que, sin duda, como os decía hace un instante, se cobrará nuevas victimas. Por eso, estaremos aquí para reivindicar que nuestros beneficios e inversiones, nuestro esfuerzo y el de nuestros impuestos, no puedan utilizarse para salvar entidades financieras en apuros y que éstas, una vez “rescatadas”, nos devuelvan la moneda asfixiándonos para engordar su cuenta de resultados. No lo vamos a tolerar. A la sociedad debemos animarla para que, cada vez más jóvenes, se incorporen a esta admirable tarea de ser emprendedor y que lo hagan por vocación y no por obligación. Es un dato triste y a evaluar que, actualmente, la entidad que más emprendedores crea sea el propio INEM. No quiero extenderme más. Tiempo habrá para ello. Punto por punto y, como se suele decir, sin prisa pero sin pausa. Deciros que hoy, con este acto, CEPYME continúa creciendo y que ya ha llegado a la mayoría de edad. Ahora debe andar al lado de COEPA, por supuesto, como entidades hermanas que son, preocupadas por un mismo fin: la defensa de los intereses empresariales de la província. Alicante, sus diferentes centros productivos y los distintos sectores industriales y de servicios que posee es, sin lugar a dudas, la que la convierte en la más rica de la Comunidad Valenciana y una de las más destacadas de toda España. No lo digo yo, los datos hablan por si solos. Si de diversificación hablamos, si de pymes se discute… La provincia de Alicante tiene mucho que decir. El momento es el idóneo para que nos ayudemos y apoyemos unos a otros: desde el que ya no resiste más, tras muchos años de lucha, y que ahora más que nunca necesita un apoyo, al joven que comienza con ilusión y emprende una nueva aventura empresarial. No podemos “volver la cara” mientras sectores como el campo quedan completamente desprotegidos; tampoco ante esos emprendedores que lo son enfrentándose a la tasa de desempleo juvenil más alta de nuestra reciente historia. Por eso en esta nueva junta se ha creado un lugar especial para ambos. En cualquier caso, deben ser bienvenidos a esta nuestra gran familia de empresas que luchan por mantener la sociedad en el nivel que le corresponde, sin retroceder y sin rebajar lo que nos hemos ganado con tanto esfuerzo. Aún hay tiempo para que centremos nuestro camino pero no lo podemos desperdiciar. Por ello, aquí y ahora, en estas mis primeras palabras y mi primer día como presidente de Cepyme Alicante, os pido vuestro apoyo y confianza, todo vuestro empeño para consolidar esta empresa, la de todos. Muchas gracias. Cuento con vosotros. Cristóbal Navarro Presidente CEPYME ALICANTE Alicante, 24 de febrero de 2012