Número de registro: 19033 Novena Época Instancia: Tribunales

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AMPARO EN REVISIÓN 75/2005.
Número de registro: 19033
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: Tomo XXII, Septiembre de 2005
Página: 1285
AMPARO EN REVISIÓN 75/2005. PRESIDENTE DE LA JUNTA ESPECIAL NÚMERO
VEINTE DE LA FEDERAL DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE EN EL ESTADO DE
NUEVO LEÓN.
CONSIDERANDO:
CUARTO.-Son infundados en parte, e inoperantes en otra, los agravios hechos valer por el
recurrente, por las siguientes consideraciones.
Consta en autos que José N. Menchaca Zavala, en su carácter de apoderado jurídico de
Avelino Rodríguez Castillo, promovió juicio de amparo indirecto ante el Juez Tercero de
Distrito en Materias Civil y de Trabajo en el Estado de Nuevo León, quien lo registró bajo el
número 164/2005-4, en el que reclamó de la Junta Especial Número Veinte de la Federal de
Conciliación y Arbitraje en el Estado, la negativa a dictar laudo no obstante haberse
declarado cerrada la instrucción en el juicio laboral.
Seguido el juicio por sus cauces legales, el diecisiete de marzo de dos mil cinco, el Juez
Tercero de Distrito en Materias Civil y de Trabajo en el Estado de Nuevo León concedió al
quejoso el amparo y protección de la Justicia Federal para que la Junta Especial Número
Veinte de la Federal de Conciliación y Arbitraje en el Estado proceda, dentro del término de
veinticuatro horas, a elaborar el proyecto de resolución en forma de laudo.
Inconforme con dicha determinación, la Junta Especial Número Veinte de la Federal de
Conciliación y Arbitraje en el Estado interpuso recurso de revisión en el que hace valer,
como primer agravio, que el a quo inexactamente aplicó los artículos 103 y 107
constitucionales en ejercicio de su función jurisdiccional, ya que en su considerando tercero
inexactamente apreció los hechos que se hicieron valer en el informe justificado, pues no es
suficiente que se reconozca como cierto el acto reclamado, sino que debió analizar las
circunstancias que lo rodean.
Es infundado el anterior argumento de inconformidad, en virtud de que el Juez de Distrito sí
cumplió con los dispositivos que expresa el revisionista, pues al efecto, señaló con toda
precisión el acto reclamado consistente en la omisión de la responsable de dictar el laudo
correspondiente en el expediente laboral número 156/1999, infringiendo con ello el artículo
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17 constitucional y el 885 de la Ley Federal del Trabajo.
Al efecto, concedió el amparo al quejoso Avelino Rodríguez Castillo ante la violación directa
a la garantía contenida en el numeral citado de la Constitución, omisión que fue admitida por
la responsable, quien además manifestó haber cerrado la instrucción el veintiocho de febrero
de dos mil uno, en virtud de la gran cantidad de expedientes en trámite, así como el exceso de
trabajo que existe en el tribunal laboral, y a la fecha en que se dictó la resolución
constitucional (diecisiete de marzo de dos mil cinco), habían transcurrido aproximadamente
cuatro años diecisiete días sin que se hubiere emitido el proyecto de laudo ni el propio laudo,
de lo que resulta evidente que transcurrió en exceso el término que establecen los artículos
885, 886 y 887 de la Ley Federal del Trabajo, que refieren que una vez cerrada la instrucción,
dentro de los diez días siguientes el auxiliar formulará el proyecto del laudo; que transcurrido
el término de cinco días hábiles el presidente de la Junta citará a los miembros para la
discusión y votación dentro de los diez días siguientes a la conclusión del término fijado para
el desahogo de las diligencias, por lo que concedió el amparo para el efecto de que la
responsable emitiera de inmediato (veinticuatro horas) el laudo correspondiente. La
circunstancia de que no observara los hechos que rodearon el que no haya dictado en su
momento el laudo respectivo en el expediente laboral, no justifica que la responsable
revisionista haya incumplido con su responsabilidad de administrar justicia, ya que esa
circunstancia no le toca al Juez Federal concederla, sino que, en todo caso, debió y debe
manifestarlo la responsable ante las instancias correspondientes a fin de que éstas tomen las
medidas pertinentes para atender el reclamo de los ciudadanos que ocurren en demanda de
justicia laboral ante las Juntas, para que se realicen los estudios pertinentes que solucionen
los problemas de exceso de trabajo y falta de recursos humanos que se aducen.
Alega también la parte recurrente que le agravia que se haya concedido el amparo al quejoso
para que el auxiliar dictaminador adscrito a la Junta del conocimiento proceda al dictado del
proyecto de resolución, sin tomarse en cuenta que tiene un rezago considerable respecto a la
emisión de proyectos de laudo y cumplimientos de ejecutoria, y que, además, carece de
recursos humanos, ya que sólo cuenta con dos auxiliares dictaminadores para la resolución de
proyectos de laudo.
Es infundado el anterior motivo de agravio, pues el hecho de que la responsable alegue que
carece de personal humano y que existe un enorme cúmulo de trabajo rezagado, no justifica a
la responsable para que cumpla con su responsabilidad como órgano de administración de
justicia en la aplicación debida de las leyes, por lo que al no haber dictado el proyecto de
laudo y como consecuencia el laudo respectivo, viola garantías que la Constitución consagra
a favor de los ciudadanos, como lo es la contenida en el artículo 17 constitucional, a que hace
referencia el Juez de Distrito, consistente en que se administre por parte de los tribunales
justicia expedita dentro de los términos y plazos que fijan las leyes pues, se repite, si los
recursos humanos son insuficientes debe acudirse a las instancias correspondientes y tomar
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las medidas administrativas necesarias a efecto de cumplir cabalmente con los ordenamientos
previamente establecidos en la Constitución y en la Ley Federal del Trabajo, cuya
observancia no debe de soslayarse bajo el argumento de que se tiene una enorme carga de
trabajo, y de que se cuenta con poco personal para cumplir con lo dispuesto por los numerales
885, 886 y 887 de la Ley Federal del Trabajo.
Por último, sostiene el recurrente que debieron observarse, por analogía, las tesis cuyos
rubros son: "SUSPENSIÓN DEL ACTO RECLAMADO EN MATERIA DE TRABAJO. EL
CÁLCULO DEL TIEMPO QUE DURA EL JUICIO DE GARANTÍAS PARA EFECTOS
DEL ARTÍCULO 174 DE LA LEY DE AMPARO NO TIENE QUE SER
NECESARIAMENTE DE SEIS MESES." y "SUSPENSIÓN DEL ACTO RECLAMADO
EN MATERIA DEL TRABAJO, EL CÁLCULO DEL TIEMPO QUE DURA EL JUICIO
DE GARANTÍAS PARA EFECTOS DEL ARTÍCULO 174 DE LA LEY DE AMPARO, NO
DEBE HACERSE EN BASE A LOS TÉRMINOS PREVISTOS EN LA PROPIA LEY
PARA LA TRAMITACIÓN Y RESOLUCIÓN DEL JUICIO DE AMPARO.", ya que en
ellas se establece que para conceder la suspensión del acto reclamado en materia de trabajo
debe tomarse en cuenta el tiempo que dura el juicio de garantías, por lo que en un juicio
laboral debe tomarse en consideración el tiempo que tarda en resolverse, atendiendo al
personal y las cargas de trabajo que existen ante la desproporción de asuntos por dictaminar y
la insuficiencia de material humano.
Es infundado el anterior agravio, ya que los criterios a que hace alusión el recurrente
vinculados con la suspensión del acto reclamado en el juicio de garantías, no tienen relación
alguna con la garantía constitucional contenida en el artículo 17, pues los mismos sólo se
vinculan con el cálculo de duración del juicio de amparo para los efectos de fijar la garantía
al conceder la suspensión, si bien en dichos criterios se hace alusión al tiempo probable de
tramitación de éstos, lo anterior no implica que esté permitido que las autoridades
responsables violen los términos preceptuados por las leyes para la administración de justicia,
sino que sólo se está haciendo una estimación del tiempo que pudiese durar un juicio de
garantías y no se está afirmando que en dicho juicio de amparo se puedan prolongar los
términos que establezcan los preceptos que rigen el procedimiento. De ahí que los criterios
que refieren no son aplicables en el presente asunto.
Tiene aplicación al caso la tesis sustentada por este órgano colegiado dentro de los amparos
en revisión números 125/2004, 3/2005 y 6/2005, los cuales fueron emitidos por ejecutorias de
dos de marzo, cuatro y once de mayo de dos mil cinco, respectivamente, que a la letra dice:
"JUNTAS DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE. SON ÓRGANOS DE
ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA EN MATERIA LABORAL QUE DEBEN ACATAR
LO DISPUESTO EN EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL, Y EMITIR
SUS LAUDOS EN LOS PLAZOS Y TÉRMINOS QUE FIJEN LAS LEYES.-Conforme al
artículo 17 de la Constitución Federal toda persona tiene derecho a que se le administre
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justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen
las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Ahora bien,
como las Juntas de Conciliación y Arbitraje son órganos formalmente administrativos, pero
materialmente jurisdiccionales, puesto que por imperativo del artículo 123 de la Constitución
General de la República son las encargadas de resolver las diferencias y conflictos entre el
capital y el trabajo, como tribunales responsables de la administración de justicia en materia
laboral deben acatar lo dispuesto en el primer precepto citado, y emitir sus laudos y
resoluciones en los plazos y términos que fijen las leyes."
Por último, alega el recurrente que su informe justificado fue recibido ante el Juez de Distrito
el día diez marzo de dos mil cinco, y la resolución constitucional se emitió el 18 -dieciochode marzo del mismo año, por lo que las partes se vieron imposibilitadas para hacer las
manifestaciones respectivas en relación con dicho informe por no haberse diferido la
audiencia constitucional.
El anterior argumento resulta inoperante, toda vez que si bien es cierto, como lo refiere el
recurrente, que el informe justificado fue recibido por el Juez Tercero de Distrito en Materias
Civil y de Trabajo en el Estado de Nuevo León el diez de marzo de dos mil cinco, y la
audiencia constitucional tuvo verificativo el diecisiete de marzo del mismo año, sin que
mediaran los ocho días a que alude el artículo 149 de la Ley de Amparo para que el quejoso y
tercero perjudicado tuvieran conocimiento del contenido de dicho informe, pero es el caso
que dicha omisión del a quo a nada práctico conduciría declarar fundado dicho agravio, pues
el mismo debió haberlo hecho valer el quejoso o el tercero perjudicado, pero de ninguna
forma la autoridad responsable, puesto que a ésta nada perjudica dicha omisión, es por ello
que el agravio resulta inoperante.
En las condiciones narradas, ante lo infundado de los agravios procede confirmar la sentencia
recurrida.
Por lo expuesto y fundado, y con apoyo además en los artículos 90 y 91 de la Ley de
Amparo, se resuelve:
PRIMERO.-Se confirma la sentencia recurrida.
SEGUNDO.-La Justicia de la Unión ampara y protege a Avelino Rodríguez Castillo, en
contra del acto que reclamó del presidente de la Junta Especial Número Veinte de la Federal
de Conciliación y Arbitraje en el Estado, que hizo consistir en la omisión de elaborar el
proyecto del laudo dentro del expediente laboral 156/1999, que promovió en contra de
Ferrocarriles Nacionales de México.
Notifíquese.
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Así, por unanimidad de votos, lo resolvió el Tercer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo
del Cuarto Circuito, integrado por los Magistrados José Luis Torres Lagunas, Rodolfo R.
Ríos Vázquez y Enrique Cerdán Lira, siendo ponente el segundo de los nombrados.
Nota: La tesis de rubro: "JUNTAS DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE. SON ÓRGANOS
DE ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA EN MATERIA LABORAL QUE DEBEN
ACATAR LO DISPUESTO EN EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL,
Y EMITIR SUS LAUDOS EN LOS PLAZOS Y TÉRMINOS QUE FIJEN LAS LEYES."
citada en esta ejecutoria, aparece publicada con el número IV.3o.T.196 L en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXI, abril de 2005, página
1430.
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