NBA 34 2014 2015 35 Los Spurs alcanzaron la perfección en los últimos playoffs y arrancan, en otro capítulo de su eterna lucha contra el tiempo, como campeón y rival a batir en una NBA transformada por el regreso a Cleveland Cavaliers de LeBron. ¿ES QUE NADIE VA A SER CAPAZ DE JUBILAR A ESTOS TIPOS? 36 LOS PADRES DEL INVENTO. R.C. Buford, en los despachos, y Gregg Popovich, en el banquillo, son los gestores de estos Spurs que han encontrado el elixir de la eterna juventud. JUANMA RUBIO / T odo cambia en la NBA. Todo menos San Antonio Spurs. Asumimos que algún día veremos unos playoffs de la Conferencia Oeste sin las espuelas plateadas de Texas. Algún día. Y que en algún momento no muy lejano echarán pie a tierra Tim Duncan, el mejor ala-pívot de la historia (acabará esta temporada con 39 años), y Gregg Popovich, sin duda el mejor entrenador en activo y sin más comparación ya en la historia que la que le pone frente al espejo de Red Auerbach, Pat Riley y Phil Jackson. Al menos esta vez nadie pronostica, como habíamos hecho casi todos en los últimos tres o cuatro años, la caída del imperio milagroso de San Antonio. Porque es difícil no haber escarmentado ya a estas alturas y porque está fresco en la retina el despliegue sublime de los últimos playoffs y esas dos rondas finales en las que aplanaron a los equipos de Kevin Durant y LeBron James, el ying y el yang de la actual NBA, con un balance total de 8-3 “Estás en pista jugando contra ellos y ni sabes cómo hacen lo que están haciendo”, dice de los Spurs Waiters, de los Cavs 37 y seguramente el mejor juego posicional en cinco contra cinco de toda la historia del baloncesto. Popovich tiene 65 años. Entre Duncan, Ginóbili y Parker suman 112. Ninguno ha defendido otros colores distintos al negro y plateado de los Spurs en un periplo que comenzó en 1996, cuando el mundo era tan distinto que Google no había pasado todavía de proyecto universitario. A partir del eje Popovich-Duncan, quizá la unión de entrenador y jugador más sostenible y exitosa de la historia junto a —otra vez los mitos referenciales— las que formaron Auberbach y Bill Russell o Riley y Magic Johnson. Los Spurs no se pierden los playoffs desde 1997 y llevan quince años ganando 50 o más partidos y superando el 60% de victorias en Regular Season y en ese siempre salvaje Oeste. En los últimos playoffs, y en la quintaesencia de su juego de pases extras y coreografías asombrosas, los tejanos ganaron 16 partidos con unas medias de casi 109 puntos anotados y 17 de diferencia sobre unos rivales ateridos, en un estado que definió como nadie Dion Waiters, el escolta de los Cavaliers: “A veces estás en pista y ni sabes cómo hacen lo que están haciendo”. Los Spurs compiten por encima de todo contra sí mismos después de un verano feliz en el que se han dedicado a, como siempre, dar pasos discretos en la dirección correcta y lejos de los grandes titulares y los culebrones mediáticos. Aseguraron por la vía rápida la continuidad de piezas instrumentales (Diaw, Mills) en su última y casi inefable versión. Son vigentes campeones y poseedores de los premios al Ejecutivo del Año (R.C. Buford), Entrenador del Año (Popovich) y al MVP de las finales (Kawhi Leonard, el delfín de Popovich y Duncan). Entre Regular Season y playoffs, los Spurs ganaron 78 partidos y perdieron sólo 27, en ruta hacia una final en la que asombraron al mundo y demolieron a LeBron y su big three: mayor diferencia media de la historia de las finales (+14), mayor UNA PAREJA ETERNA. Llevan juntos desde 1997 y han cambiado la historia de la NBA: Duncan y Popovich buscan el más difícil todavía: un sexto anillo en los Spurs. 38 LÍDER. Tony Parker, el más joven (32 años) del eterno ‘big-three’ que forma junto a Duncan y Ginóbili, debe liderar a los Spurs junto al emergente alero Kawhi Leonard (23). diferencia total (528-458, +70 en cinco partidos), el mejor porcentaje de lanzamientos desde que existe el reloj de tiro (1954/55: 52,8%)… Y todo con un ecosistema per fecto en el que convivían nueve jugadores nacidos fuera de Estados Unidos en el gobierno blando pero incesante de Tim Duncan, segundo jugador en la historia que gana tres anillos en tres décadas distintas, de 1999 a 2014, algo que sólo había conseguido hasta el pasado junio John Salley (1989-2000). La penúltima cabalgada del mayor de todos los big three, un Duncan-Ginóbili-Parker que es ya el trío de jugadores que ha sumado más victorias en playoffs: 117, recién superadas las que lograron juntos para los Lakers Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar y Michael Cooper. La última final, llena de datos para el recuerdo, dejó dos que explican la hoja de ruta que siguió después un verano de movimientos sísmicos: Michael Jordan sólo concedió una derrota por 15 o más puntos en las seis finales que disputó mientras que LeBron perdió de esa forma los cuatro partidos de la última lucha por el título. El salario de su mano derecha, Dwyane Wade (18,5 millones de dólares), era mayor que el que Nadie había ganado una final por tanta diferencia media como los Spurs (+14) ante los Heat de un LeBron superado 39 sumaban entre once jugadores de San Antonio Spurs. La perfección alcanzada por el perpetuo milagro en movimiento de los Spurs no sólo evitó que hayan surgido los habituales profetas del fin de su era sino que ha transformado literalmente el mapa de una NBA que ha visto como cambiaban drásticamente los centros de poder de la Conferencia Este. No la estructura: sigue apuntando duopolio en el que, a priori, Cleveland Cavaliers y Chicago Bulls serán los Miami Heat e Indiana Pacers de las dos últimas temporadas. La era del ‘big three’ de Miami (el experimento LeBron James-Dwyane Wade-Chris Bosh) duró cuatro años y tres días. El 8 de julio de 2010, LeBron anunció en un especial televisivo en el que pulverizó su imagen pública (el infame ‘The Decision’) que se llevaba “sus talentos al Sur de Florida”. El pasado 11 de julio, y a través de una celebrada carta editada y publicada en Sports Illustrated por el periodista Lee Jenkins, LeBron anunció que hacía el petate y recorría el camino de vuelta: “Esto va más allá del baloncesto, sé que puedo significar aquí más de lo que significaba en Miami. Quiero que los chicos del noroeste de Ohio piensen que este es el mejor sitio en el que pueden estar. Quizá así decidan quedarse aquí, crear una familia o poner en marcha un negocio. Nuestra comunidad ha tenido que luchar mucho. En el noroeste de Ohio nada te llega regalado. Todo te lo tienes que ganar. Trabajas para lograr las cosas que te propones. Estoy preparado para aceptar el reto. Vuelvo a casa”. En un vieja de ida y vuelta al infierno, LeBron destruyó y rehizo de forma asombrosa su imagen pública mientras mutaba de héroe a enemigo público número uno y otra vez a mesías de su Ohio natal. En Miami deja uno de los equipos más escrutados y analizados de la historia y cuatro finales disputadas en cuatro temporadas: dos ganadas y dos perdidas. Y dos anillos, dos de sus cuatro MVP de Regular Season y sus PARA EL RECUERDO. El nivel alcanzado por los Spurs en la última final ante Miami Heat quedará para el recuerdo como una de las mayores exhibiciones de siempre. 40 HIJO PRÓDIGO. Cleveland y Ohio, cuatro años después de darle la espalda, celebraron con euforia la decisión de LeBron de volver a casa para jugar en los Cavaliers. dos MVP de finales. Y un balance de 224-88 en Regular Season, un 71% de victorias, y de 59-28 en playoffs. En su decisión de no seguir en Miami influyó lo emocional, una suerte de eco migratorio atávico con moraleja de hijo pródigo, pero también influyó la manera en la que San Antonio Spurs les rastrilló por la pista durante la final de 2014. El propio LeBron lo reconoció haciendo obvio el efecto transformador que los Spurs tienen sobre una NBA en la que, para todos los que no tengan en plantilla a LeBron o Durant, apenas se reconocen como culturas ganadoras estructurales las que representan, mundos opuestos, Gregg Popovich y Phil Jackson. Ex ayudantes del primero entrenan El propio LeBron no tuvo problemas en reconocer que la paliza ante los Spurs influyó en su decisión de dejar Miami 41 en Atlanta (Mike Budenholzer) y Philadelphia (Brett Brown) mientras que los hijos deportivos del Maestro Zen Jackson lideran la nueva generación de entrenadores, de Brian Shaw (Denver Nuggets) a los debutantes, rutilantes y millonarios Derek Fisher (New York Knicks) y Steve Kerr (Golden State Warriors). En Cleveland, en su día la ciudad agraviada por la que lloraba América, se frotan los ojos. Los cuatro años sin LeBron, 97 victorias por 215 derrotas, le valieron tres números uno de draft en un sostenido golpe de fortuna en el que algunos vieron una cuestión de justicia cósmica pero que finalmente ha facilitado el gran traspaso del verano: Kevin Love. El ala-pívot, con sus más de 26 puntos y 12 rebotes por partido de la pasada temporada, parecía destinado a acabar en los Lakers por ser californiano y sobrino de uno de los Beach Boys. Pero se marchó a Cleveland para jugar con LeBron y porque los Cavs tenían dos números 1 de draft que enviar a Minnesota Timberwolves a cambio: Anthony Bennett y Andrew Wiggins. El otro, Kyrie Irving, se queda y ensambla con LeBron y Love un nuevo ‘big three’ que dirigirá David Blatt, uno de los grandes estrategas del entorno FIBA que se estrena en la NBA, y al que rodearán Waiters, Varejao, Tristan Thompson o Mike Miller, hombre de absoluta confianza de un LeBron que ejerce de centro gravitacional de un poder que siempre gira en torno a él. Ahora, en su primera/octava temporada en Cleveland, su gran rival volverá a ser el de su primera temporada en Miami: Chicago Bulls. Porque mientras que Indiana Pacers tiene que lidiar con la marcha de Lance Stephenson, la grave lesión de Paul George y la crisis de identidad de Roy Hibber t, el gigante triste, en Chicago recuperan a Derrick Rose, cambian a Carlos Boozer por Pau Gasol y abren la puerta a dos rookies a los que se les caen los puntos de los bolsillos: Doug McDermott y Nikola Mirotic. Entre los tres nuevos (Gasol, Miro- AMOR Y ODIO. LeBron James anunció que volvía a Cleveland Cavaliers con una ya histórica carta abierta en Sports Illustrated. No todos se lo tomaron bien en Miami. 42 NUEVOS VIEJOS TIEMPOS. Los Bulls se rearman para volver a luchar por el anillo a partir de la recuperación total de Derrick Rose, su líder y el MVP de 2011. tic, McDermott) no llegan (14,7) a los 15,3 millones de dólares que cobró la temporada pasada un Carlos Boozer en evidente cuesta abajo. Esta efectiva operación de maquillaje añade pegada y variantes ofensivas a un equipo que la temporada pasada juntó la segunda mejor defensa (por detrás de la de los Pacers y primera en bruto: sólo 90,2 puntos encajados de media) con un ataque en el que nadie anotaba menos (93,7) y sólo Philadelphia y Orlando anotaban peor. Dos equipos que ganaron 42 partidos… entre los dos. Con Derrick Rose como alfa y omega, los Bulls serán un aspirante de consenso al anillo si el base recupera una versión sencillamente saludable, no digamos una parecida a la de su temporada 2010-11, cuando fue MVP con 25 puntos y casi 8 asisten- Golpe maestro en Chicago: por menos de lo que ganaba Boozer se hace con Gasol y los rookies Mirotic y McDermott 43 cias por partido. Desde entonces, masacrado por unas lesiones de rodilla que parecen por fin atrás, sólo ha jugado 10 de los 181 partidos oficiales que han disputado los Bulls en las dos últimas temporadas. La otra wild card en la Ciudad del Viento -además del impulso del nuevo escuadrón joven que forman McDermott, Mirotic y Snell- es Pau Gasol. El español deja atrás trece temporadas en el Oeste, cinco y media de ellas en esos Lakers que quedan a la deriva con el último asalto de Kobe Bryant fiado a un grupo repleto de outsiders y jugadores de segunda fila, los mejores o muy veteranos (Nash, Boozer) o demasiado jóvenes (los rookies Randle y Clarkson). Por primera vez en el mercado y con liber tad para elegir destino, Gasol buscó la ecuación que le permitiera luchar por un tercer anillo y dar un último y buen empujón a una cuenta que está ahora en 156,5 millones de dólares ganados: de los 2,9 que cobró como novato a los 19,2 de la temporada pasada. En Chicago competirá a un nivel que no le ofrecían las ofertas superiores de Atlanta Hawks, el equipo que le drafteó y le envió a Memphis, o Lakers pero por más dinero (unos 22,2 millones por tres temporadas) del que llegaban a ofrecerle para luchar por el título Spurs y Thunder, los gigantes del Oeste. Para Gasol el reto es mayúsculo, la última gran motivación que buscaba para seguir en marcha a sus 34 años. Irrumpe en un juego interior en el que sus dos principales compañeros (Joakim Noah y Taj Gibson) carecen de su extraordinario instinto ofensivo pero le sacan un par de cuerpos en energía física y despliegue defensivo. Con ellos tres, y los relevos que pueda ganarse Mirotic, Thibodeau dispone de uno de los juegos interiores más completos y profundos de toda la NBA, un arma de destrucción masiva en manos de uno de los grandes estrategas de la liga: si acompañan las rodillas de Rose, claro. Esa guerra por tierra, mar y aire (Thibodeau contra Blatt, Love contra Gasol, Varejao contra OTRA AVENTURA. Después de Memphis y Los Ángeles, Pau Gasol inicia en Chicago su tercera etapa tras trece años en la NBA. Será la primera en el Este. 44 SÓLO FALTA GANAR. Los Clippers tienen una de las mejores plantillas de la NBA en manos de Doc Rivers. El reto es cambiar la leyenda maldita de la franquicia. Noah, Irving contra Rose y LeBron contra todo lo que se le ponga por delante) debería ser el eje narrativo de un Este animado por el ascenso de los Wizards, los Raptors y los Hornets, que vuelven a Charlotte, y con experimentos veremos hasta qué punto sostenibles como los otra vez multimillonarios Nets o unos Heat que han evitado el ataque de pánico tras la fuga de LeBron y seguirán siendo competitivos, ya que no desde luego aspirantes. El Oeste, mientras, volverá a ser una entidad de competitividad infernal después de una temporada pasada en la que el noveno, Phoenix Suns, se quedó fuera de playoffs con 48 victorias: las mismas que sumaron los Raptors para ser… terceros del Este. Una trituradora híper igualada en la que no tienen puesto asegurado en las eliminatorias equipos que sembrarían el terror al otro lado del país como Grizzlies, Blazers, Mavericks o incluso Pelicans y los propios Suns. Al acecho del trono de los Spurs se agrupa una desquiciada cadena alimenticia en el que el pez muy grande se come al grande pero es comido por el mucho más grande: Mavericks, Grizzlies y Blazers persiguen a Rockets y Warriors que a su vez persiguen a Clippers y Thunder. Y todos persiguen a los Spurs. Los El Oeste, otra vez salvaje: Thunder, Clippers, Warriors o Rockets, grandes apirantes al trono de San Antonio Spurs 45 próximos meses serán cruciales en la eclosión o colapso de los aspirantes Clippers y los aspirantes a aspirantes Warriors, los primeros apremiados por la necesidad de aprovechar su venta récord por 2.000 millones de dólares al peculiar multimillonario Steve Ballmer, ex jefazo de Microsoft, y el sueño narcótico en el que viven sus vecinos Lakers, que le ofrecen otra vez en bandeja de plata su cabeza en otro año en el que no recuperarán su hegemonía histórica en el baloncesto californiano. Pero quizá no haya franquicia que comience curso con más presión que Oklahoma City Thunder, un equipo que cumple un lustro en una lucha por el anillo que ya parece perenne en torno a un eje Durant-Westbrook-Ibaka que necesita un nuevo impulso para no comenzar a resultar inestable. Durant arranca, tras borrarse del Mundial de España, como vigente MVP después de una temporada extraterrestre de 32 puntos por par tido con un 50% en tiros de campo. Y 7,4 rebotes, y 5,5 asistencias y 47 partidos superando los 30 puntos… pero en la que se quedó otra vez fuera de la final. Y arranca lesionado y rodeado de voces que se preguntan si imitará a LeBron y emprenderá el camino a casa para jugar en su Washington natal cuando acabe contrato en el verano de 2016. Sea cual sea el problema, egos o frustraciones, no hay medicina más eficaz que un anillo ni espejo más saludable que San Antonio Spurs. Fin del camino en los debates internos de los Thunder o la nueva revolución de LeBron, finalmente los Spurs esperan a la vuelta de cada esquina y en cualquier análisis que se haga de la nueva temporada. Campeón, modelo y rival a imitar y batir. Otra vez y diecisiete años después de que Tim Duncan se fuera a San Antonio con el número 1 del draft. Un milagro en permanente proceso que alimenta la leyenda de la NBA, que abre un nuevo curso que promete ser especialmente apasionante. Que nadie falte a clase. UN ALTO EN EL CAMINO. Nadie ha jugado más que el MVP Durant desde que llegó a la NBA. Ahora, una lesión le obliga a poner pie a tierra en el arranque de temporada. 46 47 TÉCNICO QUINTETO INICIAL GREGG POPOVICH. El mejor entrenador en activo y uno de los mejores de la historia de la NBA. TONY PARKER. Puede que no sea el mejor base, pero es el base ideal para el actual campeón. DANNY GREEN. Defiende, juega siempre al servicio del colectivo y es un tirador de tres letal. KAWHI LEONARD. El MVP de la última final es la llave del relevo generacional en la franquicia. TIM DUNCAN. El mejor ala-pívot de la historia sale aún a doble-doble por partido. Un genio. TIAGO SPLITTER. Aporta trabajo sucio, pegamento en las zonas y cada vez más números. SAN ANTONIO SPURS CONTRA EL SÍNDROME DE STENDHAL LO MEJOR UNA FÓRMULA PULIDA HASTA LO PERFECTO Los Spurs tienen una defensa inteligente, un ataque imparable y a los vigentes Mejor Entrenador y Mejor Ejecutivo de la NBA. Su fórmula es un milagro constante y sostenible. JUANMA RUBIO / D e repente, los Spurs ya no luchan contra la edad sino contra el síndrome de Stendhal. Por primera vez en los últimos veranos, nadie habla de si se le habrá acabado ya las fuerzas al núcleo Gregg Popovich (65 años)-Tim Duncan (38)-Manu Ginóbili (37)-Tony Parker (32). Esta vez la cuestión es si el equipo texano superará el vértigo de su propia per fección: la confusión, el temblor, las palpitaciones e incluso las depresiones que se producen ante la exposición a obras de arte especialmente bellas. El síndrome de Stendhal... Porque pareció durante la última final ante Miami Heat que no se puede jugar mejor al baloncesto que estos Spurs, la ver- ¿Cómo mejorar lo que ya parece perfecto? La progresión de Kawhi Leonard (23 años) es la gran llave de los ‘nuevos’ Spurs Los Spurs ya no luchan contra el padre tiempo: esta vez lo hacen contra la perfección que alcanzaron la pasada temporada, en la que jugaron unos playoffs insuperables. sión más refinada de un equipo que hace quince años ganaba, ya a lomos de Popovich y Duncan, anillos a base de defender y de cargar el juego en las zonas. De ahí fue mutando en un proceso de lustros hasta esta última versión de ataques deliciosos de movimientos coreografiados y defensas inteligentes y mancomunadas. El secreto es sacar lo mejor de cada jugador y el maestro en lograrlo, eso y tantas otras cosas, es Gregg Popovich. Esta vez, además, los Spurs no han tenido que tocar nada. Su verano, mientras otros acaparaban titulares, ha sido un inteligente ejercicio de continuidad constructiva en el que renovaron por la vía rápida a dos de los suplentes que fueron fundamentales en el pasado título: Mills y sobre todo Diaw, un jugador cuya materia gris baloncestística es oro puro en manos de uno de los mejores entrenadores de la historia. Así que de los Spurs podemos esperar más de lo mismo, y eso son excelentes noticias: una Regular Season en la que conservarán frescas las piernas de Parker, Ginóbili y Duncan sin perder ni un ápice de competitividad y unos playoffs en los que partirán como rival a batir en un Oeste en el que les persigue la madre de todos los ejércitos: Clippers, Thunder, Warriors, Rockets, Grizzlies, Blazers, Mavericks… Pero en la parrilla de salida, sólo un equipo comienza como vigente campeón: San Antonio Spurs, la historia maravillosa de un milagro perpétuo. LO PEOR EL PASO DEL TIEMPO, SU GRAN ENEMIGO El ‘big three’ de los Spurs suma 107 años y Popovich tendrá que hilar muy fino para que sus estrellas lleguen a los playoffs con gasolina. Lo bueno: sabe hacerlo. HISTÓRICO. Tim Duncan es el mejor ala-pívot de la historia y busca ahora un sexto anillo que agrande aún más su leyenda y la del equipo de su vida. 48 49 TÉCNICO QUINTETO INICIAL DAVID BLATT. Triunfó en Europa con CSKA y Maccabi y si maneja el grupo, lo hará en la NBA. KYRIE IRVING. Peleará por ser el mejor base de la Liga si fortalece un poco su carácter. DION WAITERS. Buen anotador, es un peligro en el vestuario por su egocentrismo. LEBRON JAMES. El número 1 de la NBA en ausencia de Kevin Durant, es la estrella del equipo. KEVIN LOVE. Se mueve bien en la zona, es un gran tirador, rebotea que da gusto. Casi nada. VAREJAO. Un currante de las canchas. Magnífico jugador de equipo y notable reboteador. CLEVELAND CAVALIERS CON LEBRON, LOS NUEVOS JEFES DEL ESTE LO MEJOR IRVING, JAMES Y LOVE: ‘BIG THREE’ ‘King James’ no está solo en este ambicioso proyecto de los Cavs. Junto a Kyrie Irving y Kevin Love forma un ‘big three’ que puede dar muchas alegrías en el estado de Ohio. NACHO ALBARRÁN / L a historia de los Cleveland Cavaliers puede entrar esta temporada en su etapa más gloriosa. La franquicia, que ha pasado por la Liga con más pena que gloria desde su aparición en 1970, va a recuperar y a aumentar, si nada se tuerce, los destellos de esplendor que le dio la irrupción de LeBron James en el equipo. Y lo hará porque, tras desterrarse cuatro años en Miami para ganar dos campeonatos, el hijo pródigo de Akron (Ohio) ha vuelto a casa dispuesto a hacer por fin de los Cavs un equipo campeón. Lejos queda ahora el revuelo que se armó por su marcha en Cleveland, la quema de camisetas con su nombre, los insultos, los silbidos y desprecios. Todo ol- Los Cavs pueden y deben pasar de ser décimos en la Conferencia Este a liderarla y pelear por el anillo a las primeras de cambio La vuelta a casa de LeBron James ha cambiado el panorama de una franquicia que penaba en la Conferencia Este desde su marcha. El hijo pródigo llega con Kevin Love. vidado y perdonado. Esas bajas pasiones se viven ahora en Florida. LeBron explicó que no se iba por desavenencias con Erik Spoelstra o con Pat Riley, ni porque los Heat no tuvieran potencial... Quién sabe. Sólo dijo que estaba “yendo a casa”. “Siempre pensé que iba a regresar a Cleveland y terminar mi carrera aquí, aunque no sabía cuando. Mi relación con el noroeste de Ohio va más allá del baloncesto. No me di cuanta hace cuatro años. Ahora sí”, palabra de ‘King James’. Al contrario que en su primera etapa en los Cavs, el jugador más completo de la NBA ahora no está sólo. Forma un nuevo ‘big three’ con uno de los mejores bases de la Liga, Kyrie Irving, y un todoterreno extraordinario como Kevin Love, aunque el propio LeBron habla de un “big 15” para no favorecer la idea de que los egos pueden estar por encima del concepto de equipo. Se reencuentra con Varejao, se ha traído a sus amigos Mike Miller y James Jones, y coincide por primera vez con Shawn Marion y Dion Waiters. Tiene equipo y un gran entrenador, David Blatt, rookie en la NBA pero con mucha experiencia y currículum ganador en Europa. Opciones. Si ‘El Elegido’ fue capaz de llevar a Cleveland a las Finales de 2007 (derrota por 4-0 ante los Spurs) con Hughes, Snow, Ilgauskas, Gooden y Varejao, ahora los Cavs pueden y deben pasar de ser décimos en la Conferencia Este a liderarla y pelar por el anillo a las primeras de cambio. LO PEOR ES UN EQUIPO REPLETO DE EGOS David Blatt debe intentar que no haya conflictos en una plantilla de estrellas, repleta de egos que tendrán que sublimar sus instintos en beneficio del conjunto. Cuidado con Waiters. REGRESO DESEADO. LeBron James, natural de Akron (Ohio), vuelve a su estado y a su primer equipo en la NBA, con la intención de hacerle campeón. 50 51 TÉCNICO QUINTETO INICIAL TOM THIBODEAU. Entre los cinco mejores técnicos de la NBA. Especialista defensivo. DERRICK ROSE. Segundo retorno tras superar dos graves lesiones. La estrella del equipo. JIMMY BUTLER. Insaciable. Puede llegar a jugar los 48 minutos sin bajar el ritmo en el partido. MIKE DUNLEAVY. Especialista más alla de la línea de tres puntos. Su veteranía es un plus. PAU GASOL. Es uno de los mejores ‘cuatros’ del mundo. Gran visión de juego. JOAKIM NOAH. Garra. Fue nombrado Mejor Defensor de la temporada pasada. CHICAGO BULLS LLEGA EL VIENTO DEL ESTE LO MEJOR LA VUELTA DE ROSE A LAS CANCHAS Rose ha sufrido dos graves lesiones que le han tenido parado durante casi dos temporadas completas. Su retorno es el punto de inicio para que los Bulls luchen por el anillo. J. I. PINILLA / A l afamado detective creado por Conan Doyle, Sherlock Holmes, su hermano le narraba la historia de un viento que lo arrasaba todo. Era el viento del Este. Y ahora, en Chicago, la Ciudad del Viento, situada en la Costa Este, toma forma ese cuento. Los Bulls vuelven a soñar al ver con esperanzas de la vuelta de Derrick Rose, el alfa y omega de ese viento colosal. Tras mucho sufrimiento, el ‘1’ retorna para comandar una nave forjada por su entrenador, Thibodeau, en la disciplina, la unión y la colectividad. Ese el carácter de un técnico que creó su reputación a la sombra de Doc Rivers en Boston, cuando los Celtics ganaron un anillo (2008) y perdieron otro (2010) ante los Lakers. La llegada de Pau Gasol ofrece a los Bulls, no sólo calidad y anotación, sino la experiencia de haber jugado Finales de la NBA La franquicia de Illinois ve con esperanza la nueva temporada gracias al regreso de Rose, el fichaje de Gasol y la llegada de los novatos McDermott y Nikola Mirotic Thibs llegó para recuperar el rumbo de un equipo a la deriva. Con él a los mandos y Rose como guía, los Bulls volvieron a superar las 41 victorias en una temporadas después de 12 sin superar el 50% de triunfos, salvo dos campañas con Skiles a los mandos. El entrenador partió de lo que mejor sabía hacer, la defensa. Y desde ese punto, los Bulls han ido creciendo. Desde su llegada en la temporada 2010-11, el equipo siempre ha estado en las ronda finales de la NBA. La llegada de Pau Gasol desde Los Ángeles es lo más relevante para un equipo que desea ganar el campeonato. El español trae consigo la experiencia de luchar y lucir dos anillos, y la calidad de un jugador de 2,13 que dará, junto al mejor defensor del año pasado, Noah, un plus de inteligencia al ataque. El español formará parte del núcleo duro de un equipo de supervivientes, que han escrito líneas asombrosas gracias a los jugadores como Hinrich, Butler y Gibson. Al margen del Gasol, cabe destacar la llegada del rookie McDermott, el mejor especialista en triples desde Korver. El alero cuenta con toda la confianza de Thibodeau y amenaza el puesto en el cinco inicial de Dunleavy. El rookie formó parte del Quinteto Ideal de la Summer League de Las Vegas junto a su compañero Snell. También han llegado jugadores como Brooks, Moore y un Mirotic, canterano del Real Madrid, que debuta en la NBA. LO PEOR BAJA ROTACIÓN EN LOS PARTIDOS La confianza de Thibodeau por sus cinco jugadores de inicio, le hace apostar poco por su segunda unidad. De esta forma, jugadores como Butler pueden llegar a disputar todo el encuentro. HA VUELTO. Derrick Rose se ha recuperado totalmente de sus problemas de rodilla y está listo para comandar a los Bulls hacia el olimpo donde les dejó Jordan. 52 53 TÉCNICO QUINTETO INICIAL SCOTT BROOKS. Buen desarrollador de talentos y dudosa capacidad para resolver partidos. WESTBROOK. Ha aprendido a ser sargento antes que teniente y el equipo lo agradece. JEREMY LAMB. El equipo necesita de una regularidad anotadora que aún no ha tenido. KEVIN DURANT. El mejor de 2014 se pierde el inicio de año y casi la carrera por el MVP de 2015. SERGE IBAKA. Consolidado como uno de los grandes defensores, ahora le toca atacar el aro. K. PERKINS. Pocas alegrías mayores para OKC que el fin de su contrato. Pasa desapercibido. OKLAHOMA CITY THUNDER ASALTO AL ANILLO, VOLUMEN 4 LO MEJOR UN SÚPER ‘BIG 2’ Tener a Durant y a Westbrook asegura, mínimo, una final de Conferencia. Son dos de los cinco mejores jugadores de la liga y juntos forman la mejor pareja de la competición. Un tremendo ‘Big two’. ABRAHAM ROMERO / C uando LeBron alzó el título de 2012 con los Heat en la final ante los Thunder pensábamos que sería la primera de muchas batallas entre Miami y Oklahoma City, pero la realidad es que esa lucha sólo la hemos visto en la carrera por el MVP y en algunos chispazos de la Liga Regular. Las lesiones, el poco poder de reacción de Scott Brooks en algunos partidos y la ‘soledad’ de Durant y Westbrook en muchos momentos de los Playof fs han cimentado dos fracasos de los Thunder en las últimas dos temporadas. Y entendamos lo de ‘fracaso’. El año pasado el físico de Ibaka dijo ‘basta’ y, aunque volvió para ayudar, su equipo claudicó ante el mejor baloncesto que se En 2010 estábamos ante el mayor ‘proyecto’ de la NBA. Casi en 2015, sólo les hemos visto una vez en las Finales Después de perder las Finales de 2012 ante LeBron y sus Heat, los Thunder siempre han sido favoritos pero no han vuelto a luchar por el anillo. Deben hacerlo para mantener a Durant. ha visto en el Siglo XXI: San Antonio Spurs. En 2013, sin Westbrook, Oklahoma City y Kevin Durant sí que fracasaron, con mayúsculas, ante Memphis Grizzlies. El inicio de curso está marcado por la ausencia por lesión de Durant, que se perderá los dos primeros meses de competición (algo más de 20 par tidos) por una fractura en el quinto metatarsiano del pie derecho. Su baja y posterior adaptación al ritmo de juego influirán en la posición de los Thunder de cara a los Playoffs a pesar de que abril se vea todavía muy lejano. De cómo salgan sus compañeros de este problema dependerán sus opciones en abril. Y es que más allá de victorias o derrotas, lo que se medirá es la capacidad de producción de la ‘segunda unidad’. Los Reggie Jackson, Jeremy Lamb o Steven Adams deben dar un paso adelante y demostrar que Westbrook y Durant tendrán ayuda en Playoffs. Ahí radica el peso de la ausencia, ahora, del MVP. Incluso Ibaka deberá aportar más en ataque. En cuanto a Westbrook, fue el mejor de su equipo en la pasada postemporada. Mejor incluso que Durant. No en vano venció prácticamente él sólo a los Clippers en semifinales. Ahora se enfrenta al reto de liderar a los Thunder como ‘primera espada’, algo que siempre se le ha autoimpuesto desde fuera como una querencia personal, pero que en los últimos meses ha sido poco demostrable: Russell asiste, lidera y supo dejar sitio Durant. LO PEOR NO HAY AYUDAS Westbrook y Durant pueden ganar muchos partidos, pero no pueden ganar el título. Necesitan mayor ayuda de sus compañeros. Más de Jeremy Lamb, de Reggie Jackson y hasta de Serge Ibaka en ataque. SIN EL MVP. Los Thunder iniciarán la temporada sin Kevin Durant, su gran estrella, por una fractura en el quinto metatarsiano del pie derecho. 54 55 TÉCNICO QUINTETO INICIAL DOC RIVERS. Uno de los mejores técnicos de la NBA. Visión táctica y mano izquierda. CHRIS PAUL. Falló en los playoffs del año pasado y se quiere vengar. Talento y liderazgo. JJ REDICK. Un gran anotador lastrado por su físico hasta que lo ha trabajado. Buena mano. MATT BARNES. Defensa, carácter y algo de ‘juego sucio’ de vez en cuando. Necesario. BLAKE GRIFFIN. Tercero en el MVP del año pasado, aspira a luchar con LeBron por él. DEANDRE JORDAN. Tiene un ‘don’ para el rebote que ha acompañado con una gran defensa. LOS ANGELES CLIPPERS HOLLYWOOD YA NO ES DE PÚRPURA Y ORO LO MEJOR ADIÓS A DONALD STERLING Los playoffs de los Clippers estuvieron marcados por los comentarios racistas de Donald Sterling, su propietario. Ahora está Steve Ballmer, ex de Microsoft, y nada debe enturbiar su temporada. ABRAHAM ROMERO / P ocos finales de año tan traumáticos como el que vivió la plantilla de Los Angeles Clippers la pasada temporada. En medio de la polémica por los comentarios racistas de Donald Sterling, el equipo consiguió vencer a los Warriors en la primera ronda de playoffs (4-3) y compitió contra los Thunder hasta el último minuto del quinto partido. Ahí, cuando los Clippers vencían por seis puntos a falta de 50 segundos y ya acariciaban la final del Oeste (se hubieran puesto 3-2 con el siguiente partido en casa), su universo implosionó. Chris Paul, el mejor base de la liga, perdió dos balones y los Thunder escribieron una de las páginas doradas de los playoffs del Siglo XXI. Con los Lakers en ‘barbecho’, esta temporada sus vecinos, los Clippers, son la gran esperanza de Los Angeles La franquicia ‘mala’ de L. A. tiene una de las mejores plantillas de la NBA. Blake Griffin llega en su mejor momento y Chris Paul quiere pisar unas Finales que se le resisten. Este año su timón lo sigue manejando Doc Rivers, un magnate de los banquillos. Y en la pista, a pesar de su error ante OKC, está Chris Paul. Además, Blake Griffin se enfrenta a la que posiblemente sea su temporada más importante hasta ahora. Con la vuelta y teórica adaptación de LeBron James a Cleveland y las lesiones de Kevin Durant y Paul George, el ala-pívot nacido en Oklahoma es uno de los grandes aspirantes a llevarse el trofeo. La pasada campaña logró su máxima anotación por par tido (24,1) y el número máximo de asistencias por encuentro (3,9). Si ‘debe ser’ el año de Paul y Griffin, inevitablemente debe ser el año de los Clippers. Desde la llegada del base suman dos derrotas en semifinales y una en primera ronda, con lo que llegar a la final de Conferencia suena, como mínimo, a obligación. Es, sino la que más, una de las plantillas con más profundidad de la liga. A un quinteto formado por Paul, Redick, Griffin o DeAndre Jordan se unen suplentes de la talla de Jamal Crawford, Farmar o Spencer Hawes, jugadores que serían titulares en muchas franquicias de la liga. A priori, pocos puntos débiles: fuerza, defensa y puntos en la zona, un interior capaz de ‘abrirse’ como Hawes, un alero defensor como Barnes, un director de juego como Paul, y dos anotadores exteriores ‘compulsivos’ como JJ Redick y Jamal Crawford. Complicado encontrar 10 jugadores mejores en la competición. LO PEOR MUCHA PRESIÓN Con los San Antonio Spurs rotando y los Thunder iniciando el curso sin Kevin Durant, los Clippers tienen la obligación de liderar el Oeste desde el principio. Es su hora, y tienen plantilla. EL DÚO DINÁMICO. El crecimiento de Griffin durante el último año y medio hace que la pareja que forma con Paul sea una de las tres mejores de la NBA. 56 57 LOS OUTSIDERS DALLAS MAVERICKS Mucho talento alrededor de Nowitzki WASHINGTON WIZARDS Algo se mueve en la capital federal MANUEL DE LA TORRE / Por detrás de Cleveland y Chicago, los Wizards asoman como candidatos a hacerse con la última posición del podio de la Conferencia Este. A la buena imagen y positivas expectativas ofrecidas tras la campaña anterior hay que sumar (pese a la marcha de Trevor Ariza) la buena labor realizada por parte Pierce llega a los Wizards para unirse con Wall y Beal: una línea exterior que invita a soñar de Ernie Grunfeld desde la dirección deportiva. No sólo consiguió renovar al técnico Randy Wittman y a Marcin Gortat, sino que ha incorporado para la rotación a un buen interior como es DeJuan Blair y ha reunido junto a la dupla WallBeal a Paul Pierce, un superclase cuya veteranía y experiencia puede resultar fundamental en los momentos decisivos. No obstante, ‘The Truth’ no será la primera opción en ataque de los ‘magos’, esa responsabilidad recaerá en John Wall, todo un all star llamado a marcar una época. Bradley Beal, una máquina de anotar de sólo 21 años, NACHO ALBARRÁN / Mark Cuban, genio y figura hasta la sepultura, no se da por vencido y ha reunido de nuevo una buena plantilla para que Dallas pueda pelear al menos en la dura Conferencia Oeste. El propietario de los Mavericks, famoso por sus excentricidades y sus declaraciones subidas de tono, pero también por su absoluta implicación en el equipo, quiere darle otra oportunidad de éxito a Nowitzki, su gran estrella. Nelson, Felton, Parsons, Jefferson, Chandler, Lewis, Al-Farouq completa la línea exterior. Por dentro cuentan con el brasileño Nene y el ‘Martillo Polaco’ Marcin Gortat. Un quinteto de vértigo. En definitiva, un año para soñar y seguir creciendo hasta el verano de 2016, momento en el que contarán con margen salarial para lograr la guinda del pastel: convencer a Kevin Durant para que firme por el equipo de su casa, por el equipo de la capital. HOUSTON ROCKETS Dar un paso adelante para no retroceder JUANMA RUBIO / La pasada fue en conjunto una buena temporada para los Rockets. Jugaron bien, en algunos tramos escandalosamente bien, y ganaron 54 partidos, nueve más que en la campaña anterior. Eso les sirvió para pasar del octavo al cuarto puesto del Oeste, casi hasta la línea de meta persiguiendo a los Clippers en busca de la tercera posición y un lugar en el podio del ‘Wild West’. 54 victorias: el mismo balance que los Heat y sólo peor en toda la Liga que los Este verano ha fallado el plan maestro: el ‘no’ de Bosh dejó al equipo sin una tercera estrella de Spurs, Thunder, Clippers y Pacers. Pero en los playoffs se metieron de lleno en la trampa que les tendieron los Blazers y cayeron demasiado pronto, en una eliminatoria antológica de primera ronda cuyo marcador total tras seis partidos fue de 672-670 para los de Oregón. Ese final de curso dejó un sabor amargo para un equipo que comenzó la temporada con aspiraciones muy altas gracias a la revolución del general manager Daryl Morey, que en dos años cambió radicalmente el roster de la franquicia y puso su futuro en manos de la pareja James Harden-Dwight Howard. El objetivo era añadir este verano una tercera estrella, y a punto estuvo de llegar Chris Bosh. Pero no llegó. Ni (claro) LeBron o Carmelo. Así, sin esa tercera Los Mavs han acumulado mucho talento para esta campaña: Parsons, Nowitzkis, Chandler, Ellis. . Aminu, Johnson, Lamb, Smith, Villanueva y Haywood son los fichajes de los texanos, casi todo el equipo, aunque todos no cabrán el roster final. Se fueron Calderón, Marion, Carter, Blair, Dalembert, Ellington… Siguen Ellis, Wright, Harris... Muchos cambios que suponen una incógnita, pero parece que hay calidad para estar entre los ocho mejores. Que la cosa funcione dependerá en gran medida de que el entrenador, Rick Carlisle, experto en sacar el máximo a sus jugadores, consiga hacer funcionar a una plantilla muy versátil. Muchas de las opciones de éxito de los Mavs pasaran por el comportamiento de los nuevos bases, Nelson y Felton, y por el momento de forma que muestre Nowitzki. Hay mucho talento junto, quizá la acumulación más acertada en el trabajo de despachos de la postemporada sólo por detrás de Cleveland. Presumen de big four (Nowitzki, Ellis, Parsons y Chandler), pero el Oeste es una selva en la que buenos equipos no han sobrevivido antes. Eso sí, estos Mavs tienen pinta de ser divertidos y darán guerra si nada se tuerce y alcanza los playoffs. Gasol, Lee y Allen se perdieron bastantes partidos por lesión. La anterior fue Randolph el que estuvo ausente. Así la franquicia de Tennessee podría aspirar a completar un balance que le per- mitiera evitar a los huesos del Oeste en primera ronda de los playoffs. Aunque en una división tan brutal como la Suroeste, con Spurs, Mavs, Rockets y Pelicans, no será nada fácil. MEMPHIS GRIZZLIES Continuidad en busca de más puntos IGNACIO ALBARRÁN / Los Grizzlies han hecho una clara apuesta por la continuidad de un proyecto que lleva varios años funcionando, primero con Lionel Hollins y desde la pasada campaña con David Joerger al frente del banquillo. Si algo va bien, para qué cambiarlo. A la base del equipo, formada por Marc Gasol, Randolph, Conley Lee, Prince y Allen, se ha unido un sexto hombre legendario y de calidad, Vince Carter, cuyo rendimiento con los Mavs el curso anterior fue notable. estrella que acompañe a Harden y Howard, los Rockets tendrán difícil dar ese paso adelante definitivo en el Oeste. Para hacerlo tendrán que hacer de la necesidad virtud, reforzarse como bloque y sobre todo ajustar una defensa en la que Ariza mejorará a Parsons, baja importante en ataque, y en la que Harden promete más esfuerzo. Si lo logran, tendrán mucho ganado. Vince Carter ha aterrizado en Memphis después de una notable campaña en los Mavs La mayor virtud de Memphis seguirá siendo su extraordinaria defensa, en ese aspecto fue el tercer mejor conjuntos de la última Liga (94,6 puntos en contra de media en la 2013-14) y su mayor problema también: le cuesta generar puntos (27ª con 96,1 por partido). Ese será el punto donde más incidencia tendrá que hacer Joerger, buscando soluciones para mejorar el tiro exterior, pasando por la mejora de fiabilidad de Conley y la ayuda de Carter desde el banquillo. Ahí estuvo uno de los principales fallos del equipo, los suplentes apenas producían en ataque. Por encima de ajustes y de rendimientos individuales, Memphis necesita tener una temporada tranquila en cuanto al estado físico de los jugadores. La campaña pasada Marc 58 59 GOLDEN STATE WARRIORS La hora de los ‘Splash Brothers’ JUANMA RUBIO / Una pretemporada impecable ha cimentado la sensación de que los Warriors son uno de los grandes peligros, quizá el mayor, para el trío Spurs-Thunder-Clippers que parte en primera línea de la parrilla de salida en el Oeste. Mark Jackson convirtió a los de Oakland en un buen equipo defensivo pero no desarrolló un ataque al nivel de un bloque que incluía a David Lee en la zona y a los ‘splash brothers’ en el perímetro: Stephen Curry y Klay Thompson. Curry sería uno de los principales aspirantes al MVP.. si no existieran LeBron y Kevin Durant La tumultuosa salida de Jackson, que tenía al vestuario en el bolsillo, puede haber acabado siendo una excelente noticia porque su puesto lo ha ocupado un Steve Kerr que se estrena como ‘head coach’ pero que era, pese a su inexperiencia, una de las piezas más codiciadas del mercado veraniego. No en vano, Phil Jackson le tuvo ‘casi’, ‘casi’ fichado para sus Knicks. Su objetivo es mantener la actitud defensiva y aplicar un sistema de ataque más refinado. El resto lo pondrá la excelente materia primera que maneja: Stephen Curry ha alcanzado un nivel que le haría estar entre los grandes favoritos al MVP si no existieran Kevin Durant y LeBron James. La pareja que forma con Klay Thompson es uno de los mejores ‘backcourts’ de la NBA. Y si a Bogut le respetan las lesiones, también forma una pareja interior de primer nivel, y muy complementaria, con David Lee. Además, los Warriors tienen profundidad con Andre Iguodala, Harrison Barnes, Draymond Green, Shaun Livingston, Leandrinho Barbosa… Ha llegado la hora de soñar en Oakland, ha llegado la hora definitiva de Stephen Curry en la NBA. La función del base, otra vez, será complementarse con el multifacético DeRozan y el todoterreno Ross. Los tres son la escolta de una de las mejores parejas interiores de la NBA: Johnson (aguerrido y brutal ante el aro) y Valanciunas. La perla lituana es uno de los mejores centers de la Liga y por encima de él en el Este sólo está Roy Hibbert. TORONTO RAPTORS La alegría vuelve a Canadá J.I. PINILLA / La felicidad ha vuelto a Canadá. Después de cinco temporadas, los Raptors volvieron a disputar las rondas finales de la NBA y aunque un tapón de Paul Pierce en el séptimo encuentro ante los Brooklyn Nets acabó con el sueño de los de Toronto, la magia ya había retornado a un Air Canada Center. El pabellón estuvo a reventar durante los cuatro encuentros de la eliminatoria, a los que se sumaron los 20.000 aficionados que apoyaron a los suyos en los aledaños del campo. Los Raptors sólo han hecho un fichaje de renombre: el anotador Lou Williams Los cinco iniciales de Casey, los mismos de esta campaña (Lowry, Lowry, Ross, DeRozan, Amir Johnson y Valanciunas) anotaron el 69% de los puntos del equipo (73,2 de 105,8 por cada 100 posesiones, el noveno mejor de la NBA) y con buenas decisiones desde la línea de tres puntos (37,2%, séptimos) y en el porcentaje total de tiros de campo (44,5%, novenos). Estos son los datos de un equipo cuyo refuerzo más sonado para esta campaña es un anotador de la vieja escuela, Lou Williams. Es un jugador de experiencia constatada para un equipo donde el general seguirá siendo Lowry, uno de los bases más deseados de la NBA por su increíble año, no son lo estadístico, sino en su forma de asumir los galones dejados por Gay.