240824. . Tercera Sala. Séptima Época. Semanario Judicial de la Federación. Volumen 133-138, Cuarta Parte, Pág. 44. COMPRAVENTA, EL CONVENIO PRIVADO, DE IGUAL FECHA QUE EL CONTRATO DE COMPRAVENTA, NO DETERMINA NUEVAS OBLIGACIONES A CARGO DE LA VENDEDORA, POR SER CONSUBSTANCIAL DEL PRINCIPAL. Este concepto de violación es infundado, porque es inexacto que en la cláusula tercera del convenido privado aparezcan nuevas obligaciones para la hoy quejosa que no fueron materia del contrato principal de compraventa. En efecto, en la cláusula cuarta del contrato notarial de compraventa, Inmobiliaria Margisa, S. A., adquiere para sí, libre de todo gravamen, limitación de dominio y responsabilidades fiscales, la fracción restante del predio conocido como fracciones A y B, del lote 163, sección "C" del fraccionamiento de la Antigua Hacienda de Guadalupe, en Villa Alvaro Obregón, Distrito Federal; y en la cláusula tercera del convenio privado de la misma fecha se establece que en caso de que el predio materia de la operación fuere objeto de alguna afectación o expropiación por cualquier autoridad, antes de ser transmitida a terceros, las vendedoras se obligan a pagar el valor correspondiente a la superficie afectada o expropiada, precisamente porque Inmobiliaria Margisa, S. A., adquiría para sí, libre de todo gravamen, limitación de dominio y responsabilidades fiscales dichos bienes; lo que viene a reforzar la opinión de la responsable en el sentido de que la cláusula tercera del convenio privado no viene a crear, sobre este punto, nuevas obligaciones para la quejosa que no fueran materia del contrato principal, que motivaran por esta razón que el convenio de referencia debía de tener los mismos requisitos de forma que para los contratos de compraventa como el presente, exige la ley; pero aun no tomando en cuenta la cláusula tercera del convenio privado, de todas maneras las vendedoras estarían obligadas a restituir a la compradora el precio de la cosa vendida en la parte proporcional que resultó afectada; ésta en virtud de que esa porción, al no haberla transmitido la vendedora a su compradora (en tanto que sólo podía transferir lo que tenía, no lo que ya no poseía en concepto de propietaria por habérsele afectado con antelación a la compraventa), la compradora sólo podía hallarse obligada a cubrir el precio de lo que positivamente se le transmitió en propiedad merced a la operación realizada, más no de la porción que no se le transfirió; porque de lo contrario, la vendedora recibiría el precio de la repetida porción que, en realidad, escapó a la compraventa, obteniendo, en la medida del valor de esa porción no transmitida, manifiestamente un lucro indebido. Amparo directo 3111/73. Ana Caraza Pérez viuda de Ramírez López y coagraviados. 31 de enero de 1980. Cinco votos. Ponente: Raúl Lozano Ramírez. Secretario: José de Jesús Taboada Hernández. -1-