352 BIBLIOGRAFÍA GONZÁLEZ PÉREZ, JESÚS, Manual de Práctica Forense Administrativa, Editorial Civitas, sexta edición, Madrid, 2001, 462 pp. 1. Define GUASP la técnica procesal como el conjunto de reglas que establecen el saber hacer de las actividades procesales, como enlace o intermediación entre la ciencia, saber estricto, y la vida, hacer puro. Más allá de la técnica sólo está la práctica propiamente dicha, el hacer concreto e individual de cada momento. Como tal no puede ser enseñada o aprendida; sólo puede ser vivida. Al igual que en otros órdenes jurídicos, en el administrativo todas las personas tienen el derecho a obtener la tutela judicial efectiva reconocido en el artículo 24 de la Constitución Española. La Administración actúa en el tráfico jurídico investida de potestades y poderes, de manera que el proceso contencioso-administrativo se configura como garantía de los ciudadanos frente a tales privilegios, constituyendo una condición del Estado de Derecho y una salvaguardia del principio de legalidad. Sin embargo para lograr una eficaz defensa de los derechos e intereses legítimos frente a la Administración no sólo hemos de adquirir la técnica adecuada para movernos ante los Tribunales contencioso-administrativos, sino también debemos aprender a actuar ante los órganos administrativos, ante el Tribunal Constitucional, ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. La relación de los ciudadanos con la Administración comienza ante los órganos administrativos, al iniciar un procedimiento administrativo, al comparecer como interesados en un procedimiento ya existente, o al impugnar una determinada actuación administrativa a través de los recursos administrativos que, por otra parte, constituirán normalmente el presupuesto para poder acudir a la tutela de los Tribunales de Justicia. La importancia de conocer la técnica procesal para actuar ante el Tribunal Constitucional deriva fundamentalmente de la posibilidad de acudir al mismo en demanda de amparo, ante vulneraciones de los derechos fundamentales por parte de los órganos administrativos y judiciales, amén de otras actuaciones que los ciudadanos pueden realizar ante este Tribunal, como la de promover la declaración de inconstitucionalidad de las leyes o la de plantear un conflicto negativo de competencias. Por último, no debe olvidarse la actuación en defensa de los derechos que puede instarse ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, así como el papel que desempeña el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas como garante del derecho administrativo comunitario ante las lesiones de derechos e intereses legítimos por parte de los Estados miembros y de las Instituciones comunitarias. Parte el autor de la obra de sus experiencias acumuladas a lo largo de más de cincuenta y cinco años de práctica profesional para ofrecer un manual de suma utilidad para el ejercicio del derecho en el orden administrativo, debiéndose la publicación de esta sexta edición a la promulgación de nuevas normas que inciden en la defensa de los derechos frente a la Administración, como son las dictadas por el Estado y las Comunidades Autónomas en desarrollo de la Ley 4/1999, de 13 de enero, de modificación de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, las normas de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, aplicables supletoriamente al proceso administrativo, así como el Tratado de Niza y el Protocolo sobre el Estatuto del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas de 26 de febrero de 2001. 2. Adentrándonos en el contenido de la obra, ésta comienza con una introducción sobre la aplicación del Derecho, recoge a continuación unas reglas generales sobre las actuaciones procesales, y finalmente aborda el estudio del procedimiento BIBLIOGRAFÍA administrativo, el proceso contencioso-administrativo, el proceso constitucional y los procesos ante los Tribunales europeos. La introducción se refiere fundamentalmente a las operaciones necesarias para la aplicación del derecho: elección, interpretación y actuación de las normas, siendo de interés práctico los instrumentos a que se alude para la búsqueda de la norma aplicable, como publicaciones oficiales, repertorios de legislación, y recopilaciones, las colecciones de jurisprudencia que se mencionan, así como la bibliografía que se cita en relación con el procedimiento administrativo, el contencioso-administrativo, el proceso constitucional y los procesos ante Tribunales internacionales y diversos formularios. A continuación se recogen unas reglas generales sobre las actuaciones procesales, comunes para todos los procedimientos en los que deba actuarse, que tratan de los sujetos, el objeto, el lugar de la actividad, el tiempo de la actividad y la forma de los actos, cuestiones que se contemplan desde una perspectiva eminentemente práctica. Seguidamente el autor se ocupa de los distintos procedimientos en los que pueden ejercitarse derechos e intereses legítimos frente a la Administración: el procedimiento administrativo, y los procesos ante los Tribunales contencioso-administrativos, ante el Tribunal Constitucional y ante Tribunales internacionales. La parte dedicada al procedimiento administrativo se estructura en tres Capítulos, referidos a la iniciación de las relaciones con la Administración, a la actuación durante el procedimiento administrativo y a los recursos administrativos, abordándose el análisis del procedimiento administrativo desde la perspectiva del interesado que inicia un procedimiento administrativo o que resulta afectado por el mismo, recogiendo todas sus posibilidades de actuación. La parte más extensa del manual es la que analiza el proceso contencioso-administrativo, recogiendo en cuatro Capítulos la iniciación del proceso administrativo, la tramitación del proceso administrativo, los recursos y la ejecución de las sentencias, realizándose un estudio sistemático de cada uno de los tramites del proceso, así como de los procesos especiales. Los procedimientos ante el Tribunal Constitucional se contemplan desde la óptica de la defensa de los derechos de los interesados y de los procesos a que éstos pueden tener acceso, de manera que tras un primer capítulo introductorio se examina en los tres capítulos siguientes las cuestiones de inconstitucionalidad, el recurso de amparo constitucional y los conflictos de competencia negativos. Finalmente, se tratan los procesos ante los Tribunales internacionales, recogiéndose en dos Capítulos el proceso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y el proceso ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, instrumento éste último de defensa frente a la actuación administrativa tanto de las Comunidades como de los Estados miembros. Encontramos como cierre de la obra una addenda donde se recogen dos leyes autonómicas, gallega y andaluza, de adaptación a la Ley 4/1999, de 13 de enero, de modificación de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de la Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, siete cuadros de gran utilidad sobre la competencia objetiva y territorial de los órganos contenciosoadministrativos y plazo para interponer el recurso contencioso-administrativo y sendos índices de disposiciones legales citadas y analítico. 3. Como principal aportación de este manual debe destacarse la perspectiva global desde la que se aborda la defensa de los derechos e intereses legítimos frente a la Administración, al hacerse mención de las posibles actuaciones del interesado tanto en el procedimiento administrativo ante los órganos de la Administración, como en los procesos ante los órganos judiciales, y dentro de estos, no sólo se analiza el proceso contencioso administrativo, sino que también se tratan los procesos ante el Tribunal 353 354 BIBLIOGRAFÍA Constitucional, Tribunal Europeo de Derechos Humanos y Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, agotando, en suma, todas la posibilidades de defensa de los interesados. Y si bien la defensa de los derechos se contempla desde una perspectiva integral, no por ello sufre merma el análisis de cada uno de los procesos, en lo que se estudia de manera completa y sistemática la actuación ante cada órgano, ya sea administrativo o judicial, atendiendo a la diversa casuística que la práctica pueda plantear. Deben ponerse de relieve, por su gran utilidad práctica, las numerosas consideraciones que se realizan en los distintos procesos para evitar que interpretaciones formalistas de las normas por parte de los órganos judiciales conduzcan a inadmisibilidades de los recursos que impidan el análisis de la cuestión de fondo que demanda el derecho a la tutela judicial efectiva. En palabras del Tribunal Constitucional (STC 3/2001, de 15 de enero) “A este respecto, es consolidada doctrina de este Tribunal que el derecho constitucional a la tutela judicial efectiva (art. 24.1 CE) no conlleva el reconocimiento de un derecho a que los órganos judiciales se pronuncien sobre el fondo de la cuestión planteada ante ellos, resultando aquél satisfecho con una decisión de inadmisión siempre y cuando la misma sea consecuencia de la aplicación razonada de una causa legal (SSTC 11/1982, de 29 de marzo, F. 2; 69/1984, de 11 de junio, F. 2; y, entre las más recientes, SSTC 8/1998, de 13 de enero, F. 3; 115/1999, de 14 de junio, F. 2; 122/1999, de 28 de junio, F. 2; 157/1999, de 14 de septiembre, F. 2; 167/1999, de 27 de septiembre, F. 2; 158/2000, de 12 de junio, F. 5; 252/2000, de 30 de octubre, F. 2). Ahora bien, si cuando esa decisión de inadmisión se produce en relación con los recursos legalmente establecidos el juicio de constitucionalidad ha de ceñirse a los cánones del error patente, la arbitrariedad o la manifiesta irrazonabilidad (SSTC 236/1998, de 14 de diciembre, F. 2; 23/1999, de 8 de marzo, F. 2; 121/1999, de 28 de junio, F. 3; 63/2000, de 13 de marzo, F. 2), cuando del acceso a la jurisdicción se trata, como aquí ocurre, el principio hermenéutico «pro actione» opera con especial intensidad (SSTC 37/1995, de 7 de febrero, F. 5; 55/1995, de 6 de marzo, F. 2; 36/1997, de 25 de febrero, F. 3; 147/1997, de 16 de septiembre, F. 2; 157/1999, de 14 de septiembre, F. 2; 158/2000, de 12 de junio, F. 5), de manera que si bien el mismo no obliga a «la forzosa selección de la interpretación más favorable a la admisión de entre todas las posibles», sí proscribe aquellas decisiones de inadmisión que «por su rigorismo, por su formalismo excesivo o por cualquier otra razón revelen una clara desproporción entre los fines que aquellas causas preservan y los intereses que sacrifican» (SSTC 207/1998, de 26 de octubre, F. 3; 195/1999, de 25 de octubre, F. 2) Por todo ello puede decirse, que la obra que comentamos constituye una herramienta sumamente valiosa para el ejercicio profesional en el ámbito del derecho administrativo, al analizar desde la perspectiva del interesado todas las posibles actuaciones de defensa ante la Administración. Como decíamos al principio, siguiendo a GUASP, la práctica procesal no puede ser aprendida, pero no cabe duda que esta obra ofrece la técnica procesal que ayude al ejercicio del derecho en este sector del ordenamiento jurídico, permita una mejor actuación en los procesos en defensa de los derechos e intereses legítimos frente a la Administración y, en suma, facilite el hacer concreto individual de cada momento en que consiste tal práctica. IDOIA TAJADURA TEJADA Asesora Jurídica del Gobierno de Navarra