Actualización al 31-12-2009 hasta el 31-10

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OBSERVATORIO DE LA SEGURIDAD SOCIAL PARA LA INDUSTRIA DE
LA CONSTRUCCIÓN
OISS/IERIC
MATRIZ DE INFORMACIÓN
ACTUALIZACIÓN 31/12/2009
A) Subsistema Previsional
1.
Descripción del Régimen:
a) Reparto: SI
b) Capitalización: NO
c) Mixto : NO
Respuesta:
Contingencias cubiertas
Vejez
Haberes jubilatorios
Régimen de reparto
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- Prestación básica universal (PBU).
- Prestación compensatoria (PC).
- Prestación adicional por
Permanencia (PAP).
Invalidez
En el SIPA, la prestación que cubre esta contingencia se denomina “retiro” por
invalidez. Pueden acceder a ella los afiliados que se incapaciten totalmente en su
etapa laboral. Con este Sistema se establece como presunción legal que la
1
incapacidad es total cuando la invalidez produzca en la capacidad laborativa una
disminución del 66 % o más.
La determinación del grado de incapacidad para ambos regímenes está a cargo de
comisiones médicas dependientes de la Superintendencia de ART constituidas a tal
efecto. Esas comisiones emiten un primer dictamen de invalidez de carácter
transitorio, pudiendo adquirir el carácter definitivo si la incapacidad total es ratificada
luego de un período de 3 años (que pueden, excepcionalmente, extenderse hasta 5
años).
En el régimen anterior se priorizaba la incapacidad de tipo específico, o sea aquella
que impedía al afiliado que sufría una incapacidad realizar la tarea para la cual estaba
capacitado o que desempeñaba habitualmente, circunstancias bajo las cuales la
legislación determinaba el otorgamiento de esta prestación. En la ley 24.241 ya no se
protege una incapacidad específica, sino genérica, por lo que ahora la autoridad de
aplicación se encuentra inhibida de evaluar estados de precariedad o desamparo
originados en circunstancias de índole económico-social o en la pérdida de la
capacidad de ganancia, debiendo considerar únicamente los factores invalidantes de
carácter psicofísico (conf. reglam. art. 48, ley 24.241). Por otra parte, la ley prioriza la
rehabilitación y recapacitación del afiliado a fin de reinsertarlo en el mercado laboral,
razón por la cual los retiros por invalidez que otorga son, en principio, transitorios,
Muerte
La prestación otorgada es la pensión por fallecimiento del afiliado en actividad o
beneficiario. Tienen derecho a la misma los siguientes derechohabientes:
a) viuda, viudo o conviviente del causante;
b) hijo o hija solteros hasta 18 años, que no gozaran de otro beneficio;
c) hija viuda hasta 18 años y que no gozara de otro beneficio, y
d) hijo o hija incapacitados sin límites de edad, si en el momento del fallecimiento
del causante se encontraran incapacitados.
El haber de la prestación por fallecimiento del afiliado en actividad se calcula en
función del ingreso base, que equivale al promedio mensual de las remuneraciones y/o
rentas imponibles declaradas hasta cinco años anteriores al mes en que se produjo el
fallecimiento del causante.
En caso de un aportante regular la prestación es equivalente al 70 % del ingreso base,
mientras que en el caso de un aportante irregular con derecho la pensión alcanza al 50
% de dicho ingreso base.
En el caso del haber de la prestación por fallecimiento del beneficiario, la base de
cálculo es el de la prestación que percibía el causante.
ANTECDENTES
LA LEY 24241
En virtud de la Ley 24.241, llamada del Sistema Integrado de Jubilaciones y
Pensiones, se implementó un sistema previsional de tipo mixto, ya que en él coexistían
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el régimen previsional público, basado en un sistema de reparto gestionado por
ANSES (Administración Nacional de la Seguridad Social), y el régimen de
capitalización individual, basado en la capitalización de los aportes y administrado por
las AFJP (Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones) bajo la
fiscalización de la Superintendencia específica (Superintendencia de AFJP).
LEGISLACIÓN PARA LA INCLUSION
En diciembre de 2004 se sancionó la Ley 25.994 —conocida popularmente como la ley
de la jubilación anticipada—- que empezó a regir en enero de 2005. Esa ley fue
complementada un año después con el dictado del Decreto 1454/05, el cual
reglamentó la Ley 24.476 del año 1994. Ambos marcos normativos significaron la
incorporación de más de un millón y medio de nuevos jubilados.
Estas leyes facilitaban la incorporación de aquellas personas que, encontrándose en
estado de desocupación a diciembre de 2004, registraban todos los aportes al sistema
requeridos, pero les faltaban hasta cinco años de edad para adquirir derecho al
beneficio previsional. También podían hacerlo quienes teniendo la edad cumplida al 30
de abril de 2007 o con anterioridad, les faltaban aportes al sistema.
Esos aportes podían ser completados por medio de la moratoria establecida en la Ley
25.865 y en las condiciones dadas hasta julio de 2004, y quienes cumpliendo la edad
antes de la derogación del régimen (30 de abril de 2007), completaren los aportes
anteriores al 30 de septiembre de 1993 en las condiciones indicadas también por la
Ley 24.476 y el Decreto 1454/05.
REFORMA DEL SISTEMA INTEGRADO DE JUBILACIONES Y PENSIONES
En el primer semestre del 2007, en la República Argentina se produjo una reforma en
el subsistema previsional conforme la Ley 26.222 y su Decreto Reglamentario 313/07.
Si bien las características de sistema mixto se mantenían, se produjeron importantes
modificaciones como son:
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Libertad de elección del régimen al cual el trabajador desea estar afiliado,
permitiéndose la migración de uno a otro régimen con una periodicidad de 5
años.
Incremento de la Prestación Adicional por Permanencia (PAP) a cargo del
régimen público.
Traspaso del régimen de capitalización al régimen público de los afiliados
hombres de 55 años y mujeres de 50 años, cuya cuenta de capitalización
individual acumule un saldo no superior a 250 MOPRES (en ese entonces
$20.000). Los fondos que estaban acumulados en la AFJP fueron transferidos
dentro del plazo de 90 días al Estado, salvo que el afiliado manifestara
expresamente su voluntad de permanecer en el Régimen de Capitalización; no
obstante, desde diciembre de 2008 todos los fondos capitalizados se
direccionaron al Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Régimen Previsional
Público por disposición de la Ley 26.425. Esta medida tenía como fundamento,
evitar que se jubilaran con un haber inferior a la mínima, ya que el pase al
Régimen de Reparto implicaba quedar al amparo de la garantía de que
cobrarán la jubilación mínima a cargo del Estado.
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Tope del 1% a las comisiones por administración que cobran las AFJP a sus
afiliados. Facultad al Poder Ejecutivo para disminuir ese tope.
Imposición de límites inferior y superior para la inversión del Fondo de
Jubilaciones y Pensiones en instrumentos destinados a financiar proyectos
productivos o de infraestructura.
Cambio en el método de financiamiento de las prestaciones por invalidez y
fallecimiento, suprimiendo del esquema a las compañías de seguro de vida
previsional.
Reinstalación de la garantía de la prestación mínima.
Renovación de la orden al Poder Ejecutivo de relevar los regímenes
diferenciales e insalubres vigentes.
Reimplantación del aporte individual en el 11% para el Régimen de
Capitalización
Unificación de la fórmula de cálculo de la Prestación Compensatoria (PC) y la
Prestación Adicional por Permanencia (PAP) en 1.5% de la base jubilatoria
promedio de los últimos 10 años para los trabajadores dependientes, o de toda
la historia laboral con aportes para los trabajadores autónomos o
monotributistas, por cada año aportado, lo que produce una sensible mejora
para el cálculo de la Prestación Adicional por Permanencia del Régimen de
Reparto. La parte del Régimen de Capitalización (Jubilación Ordinaria) se
calculó hasta la vigencia del Sistema Previsional Argentino (1 de diciembre de
2008) según lo acumulado en la cuenta individual del trabajador administrada
por la AFJP donde el afiliado había elegido direccionar sus aportes personales.
Aplicación del aporte jubilatorio sobre los sueldos de los trabajadores hasta un
tope de $6.000 mensuales, en lugar de $4.800 vigentes hasta ese momento. A
partir del 1 de julio de 2008, el tope asciende a $7.800 mensuales según el
Decreto Núm. 279/08. Este importe máximo será actualizado cada vez que se
establezca la movilidad de las prestaciones del SIPA, según lo dispuesto por la
Ley Núm. 26.417. Los aportes simultáneos por percibir más de una
remuneración o renta se computarán separadamente a los fines de la
aplicación del tope máximo vigente.
Los fondos acumulados de los que pasaron al Estado quedaron en la AFJP y
estos siguen sumando la rentabilidad que obtenía la Administradora hasta el
mes de diciembre de 2008, momento en el cual pasaron a integrar el Fondo de
Garantía de Sustentabilidad del Régimen Previsional Público de Reparto
creado por el decreto 897/07.
Reconocimiento del 1,5% del sueldo promedio por cada año aportado al
Estado hasta 35 años para la Prestación Compensatoria y sin límite para la
Prestación Adicional por Permanencia.
Garantía estatal de un haber mínimo a los afiliados del SIPA, incluyendo a los
que estaban comprendidos en el Régimen de Capitalización y hoy están a
cargo de ANSES, salvo los que perciben una renta vitalicia y que no poseen
PBU y PC, los cuales no están alcanzados por la garantía mencionada.
Inversión de los fondos disponibles que financian el Régimen Provisional
Público conforme a lo dispuesto por la Ley 24.156 y deben ser utilizados
únicamente para efectuar los pagos de los beneficios del sistema, sin perjuicio
de las inversiones que permite la ley para preservar su valor, favoreciendo
además el desarrollo de la economía real de nuestro país a efectos de
garantizar el círculo virtuoso entre crecimiento económico y consecuentemente
el incremento de los recursos de la seguridad social.
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Prohibición a futuro del establecimiento de regímenes especiales si
previamente la Secretaría de Seguridad Social no elabora un informe que
asegure el adecuado financiamiento; la ley de reforma también prevé el
relevamiento de dichos régimenes existentes por parte de dicha Secretaría.
Modificación del principio de ley aplicable para acceder a las prestaciones
previstas en el sistema. El artículo 13 de la Ley 26.222 determina que el
derecho a las prestaciones se rige para las jubilaciones por la ley vigente al
cese en la actividad o a la solicitud, lo que ocurra primero, y para las pensiones
por la ley vigente a la fecha de la muerte del causante.
Además, el mencionado Artículo 13 de la Ley 26.222 (párrafo segundo)
estatuye que "...si a lo largo de la vida laboral, el solicitante cumpliera los
extremos necesarios para la obtención del beneficio por un régimen diferente,
podrá solicitar el amparo de dicha norma, en los términos del primer párrafo del
Artículo 82 de la Ley 18.037", por lo que a la luz de dicha norma, la disposición
derogada reviste el carácter de ultra activa, cobrando vigencia al momento en
el cual el peticionario la invocare para el logro del beneficio que ella establece,
todo ello según el principio de imprescriptibilidad de los derechos a los
beneficios acordados por las leyes de jubilaciones y pensiones, cualesquiera
fueren su naturaleza y titular, que declara el primer párrafo del citado Artículo
82.
SUSTITUCION DEL SISTEMA INTEGRADO DE JUBILACIONES Y PENSIONES POR
EL SISTEMA INTEGRADO PREVISIONAL ARGENTINO
La reforma llevada a cabo por la Ley 26.425 que creó el SIPA y eliminó el Régimen de
Capitalización Individual, se puede sintetizar de la siguiente manera:
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Dispone la unificación del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones en
un único régimen previsional público que se denomina Sistema Integrado
Previsional Argentino (SIPA), financiado por medio de un sistema solidario de
reparto, garantizando a los afiliados y beneficiarios del Régimen de
Capitalización vigente hasta noviembre de 2008, inclusive, idéntica cobertura y
tratamiento que la brindada por el Régimen Previsional Público, en
cumplimiento del mandato previsto por el Artículo 14bis de la Constitución
Nacional.
Elimina el Régimen de Capitalización, que es absorbido y sustituido por el
Régimen de Reparto, en las condiciones de la Ley 26.425. Garantiza a los
afiliados y beneficiarios del Régimen de Capitalización la percepción de iguales
o mejores prestaciones y beneficios que los que gozan a la fecha de la entrada
en vigencia de dicha ley (9 de diciembre de 2008), ya que son prestaciones de
vejez vitalicias, con la garantía de un haber mínimo y con una movilidad
permanente.
Los servicios prestados bajo relación de dependencia o en calidad de
trabajador autónomo correspondientes a los periodos en que el trabajador se
encontraba afiliado al Régimen de Capitalización serán considerados a los
efectos de la liquidación de los beneficios establecidos en el Artículo 17 de la
Ley 24.241 y sus modificatorias como si hubiesen sido prestados al Régimen
Previsional Público.
Los beneficios de jubilación ordinaria, retiro por invalidez y pensión por
fallecimiento que, a la fecha de vigencia de la Ley 26.425, sean liquidados por
las AFJP bajo las modalidades de retiro programado o retiro fraccionario serán
pagados por el Régimen Previsional Público.
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El importe de las prestaciones de los actuales beneficiarios de las prestaciones
por invalidez, pensión y jubilación ordinaria del Régimen de Capitalización será
valorizado conforme el valor cuota más alto vigente entre el 1 de enero de 2008
y el 30 de septiembre de 2008.
Estas prestaciones en lo sucesivo tendrán la movilidad prevista en el Artículo
32 de la Ley 24.241 y sus modificatorias.
Los beneficios del Régimen de Capitalización previstos en la Ley 24.241 y sus
modificatorias que, a la fecha de vigencia de la ley mencionada, se liquiden
bajo la modalidad de renta vitalicia previsional continuarán abonándose por
medio de la correspondiente compañía de seguros de retiro.
Conforme lo establecido por el Artículo 5 del Decreto Núm. 2104/2008
reglamentario de la Ley Núm. 26.425 se estableció mediante la Resolución
Conjunta 87/2009 y 33.773/2009 los parámetros formales y plazos vinculados a
la activación de los mecanismos necesarios para procurar la puesta al pago de
las prestaciones liquidadas por las COMPAÑIAS DE SEGURO DE RETIRO
(CSR) mediante la red de pagos de la ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE LA
SEGURIDAD SOCIAL (ANSES) correspondiente a los casos de aquellos
beneficiarios que perciben su prestación bajo la modalidad de Renta Vitalicia
Previsional (RVP), pero además poseen componente estatal y/o derecho a la
percepción de las prestaciones de la Ley Núm. 24.714 y sus modificatorias o
sin componente estatal que acrediten derecho al cobro de asignaciones
familiares. Los beneficiarios de renta vitalicia que perciben además el
componente estatal, gozan de la movilidad por la parte estatal (PBU-PC) y de
la garantía del haber mínimo cuando la suma de los tres componentes (RVPPBU-PC) resulte inferior al citado importe mínimo; en cambio, si no posee
componente estatal, solo percibe las asignaciones familiares en tanto acredite
los requisitos para su percepción, no teniendo derecho ni a la movilidad ni a la
percepción del haber mínimo, ya que la renta vitalicia posee movilidad propia
que fue pactada por el afiliado al momento de celebrarse el contrato.
Los afiliados al Régimen de Capitalización que hubieran ingresado importes en
sus cuentas de capitalización individual bajo la figura de "imposiciones
voluntarias" y/o "depósitos convenidos" y que aún no hubieran obtenido un
beneficio previsional, podrán transferirlos a la Administración Nacional de la
Seguridad Social para mejorar su haber previsional conforme lo determine la
reglamentación o a una administradora de fondos de jubilaciones y pensiones,
la que deberá reconvertirse, modificando su objeto social para tal finalidad. El
Poder Ejecutivo Nacional dictará las normas pertinentes a esos fines.
A partir del mes de diciembre de 2008 se transfirieron en especie a la ANSES
los recursos que integran las cuentas de capitalización individual de los
afiliados y beneficiarios del Régimen de Capitalización disuelto por imperio de
la Ley 26.425, con excepción de los fondos destinados a financiar las rentas
vitalicias. Dichos activos pasan a integrar el Fondo de Garantía de
Sustentabilidad del Régimen Previsional Público de Reparto creado por el
Decreto 897/07.
La totalidad de los recursos del Fondo de Garantía únicamente podrán ser
utilizados para pagos de los beneficios del Sistema Integrado Previsional
Argentino, sin perjuicio que el activo del Fondo se invierta aplicando criterio de
seguridad y rentabilidad adecuados, contribuyendo al desarrollo sustentable de
la economía real a efectos de garantizar tanto el crecimiento económico de la
República Argentina como el incremento de los recursos de la seguridad social.
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Las inversiones permitidas serán las previstas en el Artículo 74 de la Ley
24.241, rigiendo las prohibiciones del Artículo 75 de la citada ley y las
limitaciones de su Artículo 76. Es decir, es el mismo menú de inversiones que
utilizaba las AFJP, quedando prohibida la inversión de los fondos en el exterior.
La Administración Nacional de la Seguridad Social no percibirá comisión
alguna por la administración de los fondos de los aportantes al sistema.
La totalidad de los aportes correspondientes a los trabajadores autónomos
financiará las prestaciones del Régimen Provisional Público, modificándose, en
tal sentido, la Ley 24.241.
ANSES gozará de autonomía financiera y económica, estando sujeta a la
supervisión de la Comisión Bicameral de Control de los Fondos de la
Seguridad Social creada en el ámbito del Honorable Congreso de la Nación.
Se creó en el ámbito de la Administración Nacional de la Seguridad Social el
Consejo del Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Sistema Integrado
Previsional Argentino, cuyo objeto será el monitoreo de los recursos del
sistema.
Las Comisiones Médicas y la Comisión Médica Central creadas por el Artículo
51 de la Ley 24.241 y sus modificatorias, dependerán de la Superintendencia
de Riesgos del Trabajo. Los gastos que demanden las comisiones médicas y la
Comisión Médica Central serán financiados por la Administración Nacional de
la Seguridad Social y por las aseguradoras de riesgos del trabajo, en la forma y
proporciones establecidas en la reglamentación.
Todos los afiliados del Sistema Integrado Previsional Argentino tendrán
derecho a la percepción de una Prestación Adicional por Permanencia (PAP)
que se adicionará a las prestaciones establecidas en los incisos a) y b) del
Artículo 17 de la Ley 24.241, es decir, la Prestación Básica Universal (PBU) y
la Prestación Compensatoria (PC).
El haber mensual de esta prestación se determinará computando el uno y
medio por ciento (1.5%) por cada año de servicios con aportes realizados al
Sistema Integrado Previsional Argentino en igual forma y metodología que la
establecida para la prestación compensatoria.
Para acceder a esta prestación los afiliados deberán acreditar los requisitos
establecidos en los incisos a) y c) del Artículo 23 de la Ley 24.241, es decir,
acreditar la edad (60 años, las mujeres y 65 años, los varones) y 30 años de
servicios con aportes y no encontrarse percibiendo retiro por invalidez,
cualquiera fuera el régimen otorgante.
A los efectos de aspectos, como movilidad, prestación anual complementaria y
otros inherentes a la prestación adicional por permanencia, esta es asimilable a
las disposiciones que a tal efecto se establecen para la prestación
compensatoria.
La movilidad permanente de las jubilaciones y pensiones
La movilidad permanente de las jubilaciones y pensiones del Régimen Previsional
Público, hoy llamado SIPA, fue dispuesta mediante la Ley 26.417, con el fin de hacer
efectiva la garantía consagrada por el Artículo 14bis de la Constitución Nacional a
todos los trabajadores sobre el otorgamiento de jubilaciones y pensiones móviles por
parte del Estado.
Esta ley prevé, entre otros aspectos que:
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Todas las prestaciones del actual SIPA estarán alcanzadas por la movilidad
instrumentada por esta ley, es decir, las prestaciones del Régimen Previsional
Público, y las que se otorguen a partir de su vigencia (1 de diciembre de 2008),
las que fueron transferidas a la órbita de ANSES —los retiros programados y
fraccionarios, los retiros por invalidez y pensiones otorgados hasta el mes de
noviembre de 2008 por las AFJP, el componente estatal que perciben los
beneficiarios de rentas vitalicias, las jubilaciones y pensiones de los regímenes
provinciales y municipales cuyos sistemas fueron traspasados al Estado
Nacional en virtud de los convenios oportunamente celebrados por éste y las
provincias en el marco del Pacto Fiscal (Ley 24.307), las jubilaciones y
pensiones otorgadas por el anterior Sistema Nacional de Previsión, con
encuadre en los regímenes generales y especiales derogados por imperio de la
Ley 23.966, y que con posterioridad, no fueron restablecidos.
Los beneficios que obtuvieron una sentencia judicial que le reconoció una
movilidad o reajuste especial, quedan también alcanzados por la movilidad
general de la Ley 26.417 a partir de su vigencia (1 de marzo de 2009).
Los beneficios cuyo titular cese en sus tareas en relación de dependencia partir
del 28 de febrero de 2009 o los que opten por continuar en dicha actividad y
soliciten el beneficio a partir del 1 de marzo de 2009, se determinará la PC y
PAP con el promedio actualizado de las remuneraciones percibidas durante los
últimos 10 años por la nueva movilidad y percibirá además la PBU de $326
incrementada además por dicha movilidad.
La movilidad de la Ley 26.417 se determina según la fórmula aprobada por
esta y que obra en su anexo, no pudiendo su aplicación producir una
disminución en el monto del haber que percibe el beneficiario. Los
componentes de la fórmula son:
a = 0.5 X RT + 0.5x w si a ≤ b
m = b = 1.03  r si a > b
Donde:
“m”
es la movilidad del periodo, la misma es una función definida por
tramos.
“a” es el tramo de la función de movilidad previo a la aplicación del
límite.
“RT” es la variación de los recursos tributarios por beneficio (netos de
eventuales aportes del Tesoro Nacional para cubrir déficits de la
Administración Nacional de la Seguridad Social) elaborado por el
organismo, el mismo comparará semestres idénticos de años
consecutivos.
“w” es la variación del índice general de salarios publicados por el
Instituto Nacional de Estadística y censos o la variación del índice
RIPTE —Remuneraciones Imponibles Promedio de los
Trabajadores Estables—, publicado por la Secretaría de
Seguridad Social, la que resulte mayor. En ambos casos se
compararán semestres consecutivos.
“b”
es el tramo de la función de movilidad que opera como eventual
límite.
“r” es la variación de los recursos totales por beneficio de ANSES (netos
de eventuales aportes del Tesoro Nacional para cubrir déficits de
la ANSES). El mismo compara periodos de doce meses
consecutivos.
8
•
•
•
•
El ajuste de los haberes se realizará semestralmente, aplicándose el valor “m”
para los haberes que se devenguen en los meses de marzo y septiembre. Para
establecer la movilidad se utilizará el valor “m” calculado conforme al siguiente
detalle: enero-junio para el ajuste de septiembre del mismo año y juliodiciembre para el ajuste a aplicar en marzo del año siguiente.
Los beneficios excluidos de la movilidad son aquellos amparados por
regímenes especiales que fueron restablecidos (para Magistrados y
Funcionarios del Poder Judicial de la Nación, de las Provincias de Mendoza y
Tucumán y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires — Ley 24.018 y acuerdos
o disposiciones especiales, suscriptas por el Estado Nacional y/o las
Provincias—; para ciertas categorías de funcionarios, magistrados o
dignatarios de la Iglesia Católica — Presidente y Vicepresidente de la Nación,
Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Arzobispos y Obispos
de la Iglesia Católica—; para el personal de las fuerzas Armadas, de Seguridad
del Servicio Penitenciario, tanto los que cumplen servicios en las jurisdicciones
federales o de las provincias que transfirieron su sistema de retiros y pensiones
al Estado Nacional, ya que cada uno de ellos posee un sistema particular de
movilidad.
El haber mínimo garantizado, el haber o tope máximo de haberes y la base
imponible máxima, serán actualizados con igual periodicidad y porcentual que
se establezca para la movilidad de las prestaciones.
La equivalencia entre el Módulo Previsional y el haber mínimo garantizado que
rija a partir de marzo y septiembre, será dispuesta por la Secretaria de
Seguridad Social y los nuevos valores de las rentas de referencia para los
trabajadores autónomos, monotributistas y domésticos, será determinada por la
Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) cada vez que se produzca
un incremento en los haberes jubilatorios y de pensión.
Régimen Diferencial para la Industria de la Construcción
En este contexto debe señalarse que recientemente se ha dictado la Ley 26.494 que
establece la Jubilación diferencial para la industria de la construcción. Con su vigencia
ha venido a concretarse una legítima aspiración de los trabajadores de la actividad.
En efecto, los trabajadores de la construcción se encuentran sometidos a condiciones
que determinan su envejecimiento prematuro, tanto sea por el mayor esfuerzo físico
que demanda su tarea como por la exposición a factores climáticos, situaciones estas
que limitan a temprana edad su capacidad laboral.
De acuerdo a este Régimen el trabajador de la construcción puede acceder al
beneficio jubilatorio a partir de la edad de 55 años, siempre que cuente con 25 años de
servicios con aportes, y como mínimo que el 80% de los últimos 15 años los hubiera
prestado en la actividad de la construcción.
A los fines de la gradualidad en la adopción del nuevo Régimen, la disposición legal
prevé que la reducción del requisito de edad opere para los trabajadores constructores
varones de acuerdo al siguiente esquema:
Año
2009
Edad
60 años
9
2010
2011
2012 y sigtes.
57 años
56 años
55 años
Por otra parte este Régimen Diferencial se autofinancia, de suerte tal de no generar
privilegios que afecten a los restantes trabajadores. Así, se fija una contribución
adicional a cargo de los empleadores, según el siguiente detalle:
Año
2009
2010
2011
2012 y sigtes.
Contribución Adicional
2%
3%
4%
5%
A partir del año 2010 los trabajadores varones que alcancen la edad requerida y estén
en condiciones de jubilarse, podrán continuar en la actividad hasta alcanzar los 60
años de edad, en cuyo caso deberán ingresar a su cargo la contribución adicional.
1.1.
Indicar si la Industria de la Construcción se encuentra comprendido
dentro del Régimen General o si existe un Régimen Específico para la
actividad. Describir por separado las contingencias de Invalidez, Vejez
y Muerte.
Respuesta:
La Industria de la Construcción se encuentra comprendida dentro del SIPA,
sin perjuicio del régimen diferencial descripto precedentemente.
1.1.1.
Invalidez: Indicar si existe un régimen específico de evaluación de
invalidez aplicable la industria de la construcción.
Respuesta:
NO se aplican las reglas generales de evaluación de invalidez.
1.1.2.
Vejez: Indicar la existencia de una jubilación anticipada para la
industria de la construcción por actividad determinante de
envejecimiento precoz.
Respuesta:
Si, existe y está reglada en la ley 26494, según se indicara
precedentemente.
2. Financiamiento del régimen: (en caso de no existir regímenes específicos
completar solamente la columna del Sistema General)
Sistema General
17.1 Aportes a cargo del Trabajador:
10
Sistema General
SI
NO
Respuesta:
Porcentaje total sobre salario:
•
11% ---- cotizantes a ambos regímenes
17.2 Contribuciones a cargo del empleador:
SI
NO
Respuesta:
Porcentaje total sobre salario: 10,17 %
(*) mas la contribución
adicional de la ley 26494
(*) Indicar solo el porcentaje general del régimen según corresponda sin
tener en cuenta las excepciones o cuestiones especiales.
17.3 Complemento de Financiamiento del Régimen a partir de fuentes
Impositivas o de rentas generales:
SI
NO
Respuesta:
Participación porcentual sobre el total:
Aproximadamente 29%,
dependiendo de la recaudación tributaria de cada ejercicio fiscal.
Fuente: Informe de la Seguridad Social ANSES Año XIº 4
3. Observaciones
Las contribuciones patronales enunciadas precedentemente son las aplicables a
actividades primarias. Respecto de las restantes actividades, salvo que se trate de
pequeñas y medianas empresas, se incrementan en 2,54 puntos porcentuales.
B) Subsistema de Asignaciones Familiares
4.
Descripción del Régimen. Detalle de las prestaciones otorgadas: (marcar
con una “X”)
• Maternidad: X
• Hijos: X
• Escolaridad: X
• Discapacidad; X
• Otras (indicar cuáles): X
Respuesta:
11
El régimen general de las asignaciones familiares fue instituido por la ley 24.714 de
1996. La norma persigue mejorar la redistribución de los recursos destinados a cubrir
las prestaciones que el sistema otorga; para ello, se establece un límite para la
percepción de los beneficios, de manera de concretar el propósito de atender
adecuadamente la posición de los trabajadores que estén en situación salarial menos
favorable, así como una simplificación del cuadro de prestaciones, adecuándolo a las
características actuales.
Dentro del sistema general coexisten dos regímenes. Uno de índole contributivo,
fundado en el criterio de reparto, que incluye como beneficiarios a los trabajadores que
prestan servicios remunerados en relación de dependencia, cualquiera sea la
modalidad de contratación laboral, beneficiarios de la ley sobre riesgos del trabajo y
beneficiarios del seguro de desempleo, y otro de índole no contributivo, de aplicación a
beneficiarios del SIPA y a beneficiarios de pensiones no contributivas.
El texto de la ley referida excluye de sus beneficios al servicio doméstico y establece
un tope para la percepción de las asignaciones, fijando remuneraciones máximas por
arriba de las cuales no se accede al beneficio, con excepción de las asignaciones por
maternidad y por hijo con discapacidad, cuyo cobro corresponde a todos los
beneficiarios.
En cuanto a las prestaciones que otorga se encuentran las siguientes:
a) para la actividad privada: sanciona las asignaciones por hijo, por hijo con
discapacidad, prenatal, ayuda escolar anual (educación básica y polimodal), por
maternidad, por nacimiento, por adopción y por matrimonio.
b) para beneficiarios del SIPA: dispone las asignaciones por hijo, por hijo con
discapacidad, ayuda escolar anual y por cónyuge, siempre que, en este último caso,
se acredite que el cónyuge está a cargo del beneficiario y afectado de invalidez
absoluta, total y permanente, según aclaración introducida por la resol. 112/96.
La percepción de las prestaciones de mención por parte de los trabajadores está
condicionada a pautas que establecen la propia ley y su reglamentación (decr.
1245/96) y normas aclaratorias (resol. 112/96 y 16/97), según sigue:
c) asignación por hijo: se percibe mensualmente por cada hijo menor de 18 años,
siempre que se lo tuviera a cargo. Su monto está establecido en tres distintas
gradaciones según la remuneración que se perciba, estableciéndose la base a partir
del promedio remuneratorio de los últimos seis meses;
d) asignación por hijo con discapacidad: para su cobro, que también es mensual, no se
pone límite de edad;
e) asignación prenatal: se percibe en un monto igual a la asignación por hijo desde el
momento de la concepción hasta el nacimiento, aunque exige una antigüedad mínima
y continuada en el empleo de tres años. Debe acreditarse entre el tercero y cuarto mes
de embarazo, mediante certificación médica;
f) ayuda escolar anual: corresponde un solo pago en marzo por cada hijo que concurra
regularmente a establecimientos de enseñanza básica y polimodal, o bien, si concurre
a establecimientos oficiales o privados de educación diferenciada, cualquiera fuera la
edad;
g) asignación por maternidad: se percibe una suma igual a la que hubiera percibido en
su empleo, durante el período legal de licencia. Exige contar con una antigüedad
mínima y continuada en el empleo de tres meses, para cuyo cómputo se autoriza tener
en cuenta los empleos inmediatos anteriores. Su percepción procede en caso de
interrupción de embarazo, siempre que haya habido 180 días de gestación;
12
h) asignación por nacimiento de hijo: corresponde su percepción en el mes en que se
acredite el nacimiento, aun en caso de que el alumbramiento se haya producido sin
vida, y se requiere una antigüedad mínima en el empleo de seis meses;
i) asignación por adopción: se aplican los mismos criterios que en la asignación
anterior, y
j) asignación por matrimonio: se abona el mismo mes en que se acredite tal
circunstancia, para lo que se requiere una antigüedad mínima y continuada en el
empleo de seis meses. Se abona a los dos cónyuges.
Para la percepción de las asignaciones por hijo, por hijo con discapacidad y la ayuda
escolar anual, se consideran como hijos los menores o personas con discapacidad
cuya guarda, tenencia o tutela haya sido acordada al trabajador por autoridad
competente. Por otra parte, en caso de pluriempleo las asignaciones se cobran
únicamente en el empleo en que se cuente con mayor antigüedad, salvo la de
maternidad, que es percibida en cada uno de ellos.
Finalmente, dispone la inembargabilidad de las asignaciones establecidas en la ley, a
las que considera no remunerativas ni sujetas a gravámenes, y termina estableciendo
que las asignaciones para los empleados del sector público y para los beneficiarios de
pensiones no contributivas se rigen por esta ley en cuanto a las prestaciones, montos
y topes, asignándose a los primeros –así como a los beneficiarios del sistema de
riesgos del trabajo y del seguro de desempleo– las prestaciones del subsistema
contributivo, y a los segundos, las del subsistema no contributivo.
Por vía reglamentaria se establece también que no corresponde el pago de las
asignaciones familiares cuando no se hagan efectivas las contribuciones al sistema,
como en los casos de licencia sin goce de sueldo, licencia gremial, estado de
excedencia, reserva de puesto o suspensiones.
En diciembre de 1999 se sanciona la ley 25.231, que modifica la ley precedentemente
analizada con la finalidad de precisar dos aspectos contenidos en ella:
a) excluye las horas extras, a los efectos de esta ley, del concepto de
remuneración que contiene la definición traída por los arts. 6º y 9º de la ley
24.241, y
b) adecua la denominación de la ayuda escolar anual a los actuales planes
escolares, designándola como “Asignación por ayuda escolar anual para la
educación inicial, general básica y polimodal”.
Asignación Universal por Hijo para la Protección Social
En virtud del DNU Nº 1602/09 se estableció la Asignación Universal por Hijo para la
Protección Social con las siguientes características:
•
•
•
El decreto incorpora en la ley de asignaciones familiares (24.714) un inciso en
el artículo 1, en virtud del cual se crea esta nueva prestación “ destinada a
aquellos niños, niñas y adolescentes residentes en la República que no tengan
otra asignación familiar prevista por la ley y pertenezcan a grupos familiares
que se encuentren desocupados o se desempeñen en la economía informal”.
Quedan excluidos los trabajadores que se desempeñen en la economía
informal percibiendo una remuneración superior al salario mínimo vital y móvil.
Se financiará con fondos de la ley 24.241 (previsional) y con los rendimientos
anuales del Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Sistema Previsional
13
•
•
•
•
•
•
•
Integrado Argentino (SIPA) Este fondo se constituyó con los aportes
provenientes de las cuentas de capitalización individual administrados por las
ex AFJP.
La asignación consistirá en una prestación monetaria no retributiva de carácter
mensual (hoy de $ 180) que se abona a uno de los padres, tutor , curador o
pariente por consanguinidad, por cada menor de 18 años ( discapacitados sin
límite de edad), siempre que no estuviere empleado, emancipado o percibiendo
alguna de las prestaciones de la ley de asignaciones familiares.
Esta prestación se abonará por cada menor hasta un máximo de 5 menores.
El menor debe ser argentino, hijo de argentino o de residente con residencia
legal no inferior a 3 años.
Los monotributistas sociales se encuentran alcanzados por esta medida.
El 80% de la asignación se cobrará mensualmente y el 20% restante
anualmente cuando el titular acredite el cumplimiento de controles sanitarios
para los menores de 5 años y de escolaridad para los mayores.
El sistema será administrado por ANSES.
Estas prestaciones son incompatibles con el cobro de cualquier suma originada
en prestaciones contributivas o no contributivas nacionales, provinciales o
municipales incluyendo el desempleo, provisionales y asignaciones familiares.
5. Indicar si la Industria de la Construcción se encuentra comprendido dentro
del Régimen General o si existe un Régimen Específico para la actividad.
Respuesta:
La Industria de la Construcción se encuentra comprendida dentro del
Régimen General, no verificándose la existencia de ningún Régimen
Específico
6. Financiamiento del régimen: (en caso de no existir regímenes específicos
completar solamente la columna del Sistema General)
Sistema General
21.1 Aportes a cargo del Trabajador:
SI
NO
Respuesta:
NO EXISTEN
21.2 Contribuciones a cargo del empleador:
SI
NO
Respuesta:
Porcentaje total sobre salario: 4,4 % (*)
(*) Indicar solo el porcentaje general del régimen según corresponda sin tener en
cuenta las excepciones o cuestiones especiales.
14
21.3 Complemento de Financiamiento
Impositivas o de rentas generales:
SI
del
Régimen
a
partir
de
fuentes
NO
Respuesta:
Participación porcentual sobre el total:
Aproximadamente 29%,
dependiendo de la recaudación tributaria de cada ejercicio fiscal.
Fuente: Informe de la Seguridad Social ANSES Año XIº 4
7. Observaciones
Las contribuciones patronales enunciadas precedentemente son las aplicables a
actividades primarias. Respecto de las restantes actividades, salvo que se trate de
pequeñas y medianas empresas, se incrementan en 1,11 puntos porcentuales.
C) Cobertura de Riesgos de Trabajo – CyMAT (Condiciones y Medio Ambiente de
Trabajo)
8. Existencia de cobertura obligatoria de seguridad social:
Respuesta:
En la República Argentina, las contingencias relativas a Riesgos del Trabajo gozan de
cobertura obligatoria de seguridad social, siendo la Ley 24.557 la norma que regula el
Sistema de Riesgos de Trabajo. En el capítulo I, dedicado a los objetivos y al ámbito
de aplicación de aquella, se sientan las bases doctrinarias y programáticas del sistema
instaurado.
Es así como en el artículo 1º se ponen de relieve los objetivos legales. Entre ellos, se
enuncian los de reducción de la siniestralidad laboral a través de la prevención de los
riesgos derivados del trabajo, y de reparación de los daños derivados de accidentes de
trabajo y de enfermedades profesionales, incluyendo la rehabilitación del trabajador
damnificado. Se mencionan asimismo los objetivos de promover la recalificación y la
recolocación de los trabajadores damnificados, y de promover la negociación colectiva
laboral para la mejora de las medidas de prevención y de las prestaciones
reparadoras.
En el artículo 2º se definen los destinatarios obligatoriamente alcanzados por la
legislación en su ámbito, mencionándose a los funcionarios y empleados del sector
público nacional, de las provincias y sus municipios y de la Municipalidad de la Ciudad
de Buenos Aires, a los trabajadores en relación de dependencia del sector privado y a
las personas obligadas a prestar un servicio de carga pública.
La prevención: Resulta un objetivo prioritario en el marco de los criterios que, al
respecto, establece la ley de la materia en su art. 4º –con las modificaciones
introducidas por el decr. 1278/00– al consignar que los empleadores y los trabajadores
15
comprendidos en el ámbito de la LRT, así como las Administradoras de Riesgos del
Trabajo (ART), están obligados a adoptar las medidas legalmente previstas para
prevenir eficazmente los riesgos del trabajo.
Contingencias y Coberturas. En el Capítulo III, la ley 24.557 trata la materia
relacionada con las contingencias y las situaciones cubiertas. En su art. 6º –que fuera
objeto de modificación por el decreto de necesidad y urgencia 1278/00– brinda las
definiciones de lo que debe ser considerado accidente de trabajo y enfermedad
profesional.
En tal sentido, consigna que se debe considerar accidente de trabajo a todo
acontecimiento súbito y violento ocurrido por el hecho o en ocasión del trabajo, o en el
trayecto entre el domicilio del trabajador y el lugar de trabajo, siempre y cuando el
damnificado no hubiera interrumpido o alterado dicho trayecto por causas ajenas al
trabajo. El trabajador puede declarar por escrito ante el empleador, y éste, dentro de
las 72 horas ante el asegurador, que el itinere se modifica por razones de estudio,
concurrencia a otro empleo o atención de familiar directo enfermo y no conviviente,
debiendo presentar el pertinente certificado a pedido del empleador dentro de los tres
días hábiles de requerido.
Con referencia a las enfermedades profesionales, la normativa considera tales a
aquellas que se encuentran incluidas en el listado cuya elaboración y revisación
corresponde al Poder Ejecutivo, en el que se identifica el agente de riesgo, los cuadros
clínicos, la exposición y las actividades en capacidad de determinar la enfermedad
profesional.
Termina disponiendo que las enfermedades no incluidas en el listado, así como sus
consecuencias, no son consideradas resarcibles, con la única excepción de las que,
en cada caso concreto, la Comisión Médica Central determine como provocadas por
causa directa e inmediata de la ejecución del trabajo, excluyendo la influencia de los
factores atribuibles al trabajador o ajenos al trabajo, enfermedades estas que también
se consideran profesionales a efectos de este sistema.
Finalmente, el artículo 6º de la ley específica aclara que se encuentran excluidas de la
protección de esta ley:
a) los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales causados por dolo
del trabajador o por fuerza mayor extraña al trabajo, y
b) las incapacidades del trabajador preexistentes a la iniciación de la relación
laboral y acreditadas en el examen preocupacional efectuado según las pautas
establecidas por la autoridad de aplicación.
Prestaciones dinerarias
Entre los artículos 11 y 19, que conforman el Capítulo IV, la ley en análisis trata la
temática referida a los sistemas de resarcimiento de los daños sufridos.
Comienza el primero de ellos por definir el carácter que revisten esas prestaciones al
asignarles las mismas franquicias y privilegios que los que poseen los créditos por
alimentos. Indica, asimismo, que son irrenunciables y no pueden ser cedidas ni
enajenadas.
El ajuste de sus montos, en cuanto a las prestaciones correspondientes por
incapacidad laboral temporaria o permanente provisoria, se realiza en función de la
16
variación del MOPRE (hoy modificado por la ley de Movilidad Previsional), sin perjuicio
de la facultad que la norma legal otorga al Poder Ejecutivo Nacional de mejorar las
prestaciones dinerarias cuando las condiciones económicas financieras generales del
sistema así lo permitan.
En último sentido, recientemente ha sido dictado por el Poder Ejecutivo nacional el
decr. de necesidad y urgencia 1694/09 (BO 05/11/09), que -entre otros aspectossuprimió los topes máximos para incapacidad parcial y total y fallecimiento, elevó las
sumas de las compensaciones dinerarias adicionales por pago único, aumentó la
prestación adicional por gran invalidez, determinó un piso indemnizatorio y modificó la
fórmula para el cálculo del beneficio, incluyendo conceptos que hasta su vigencia se
detraían por entenderse no remunerativos.
Así, en el apartado 4 del artículo 11 –incorporado por el decreto de necesidad y
urgencia 1278/00– se establecen compensaciones dinerarias adicionales, de pago
único, para los beneficiarios de las prestaciones correspondientes a los casos de: 1)
incapacidad laboral permanente parcial, cuando el porcentaje de incapacidad resulte
superior al 50 % e inferior al 66 %, supuesto en el que el monto de la aludida
compensación es de $80.000; 2) declaración del carácter definitivo de la incapacidad
laboral permanente total, en el que la compensación es de $100.000, al igual que en el
caso en que exista una declaración de gran invalidez, y 3) fallecimiento del afiliado,
supuesto en el que los derechohabientes del trabajador tienen derecho a percibir una
compensación adicional de $120.000 (cf. modif. decreto 1694/09).
De los considerandos del decr. 1278/00 se extrae la existencia de un móvil de equidad
en su instrumentación al decir que “los distintos actores sociales involucrados en el
funcionamiento del sistema se han manifestado a favor del incremento de las
prestaciones dinerarias, incluyéndose entre ellas la percepción de una suma adicional
de pago único e inmediato a favor del trabajador damnificado y sus derechohabientes”,
reclamo que entiende atendible “en razón de que uno de los propósitos del sistema
creado mediante la ley 24.557, ha sido el de evaluar, periódicamente, la posibilidad de
mejorar, en cantidad y calidad, las prestaciones que recibe el trabajador damnificado y,
en su caso, sus derechohabientes”.
El artículo 12 de la ley -en la modificación introducida por el decreto citado- definía el
ingreso base utilizado para determinar la cuantía de las prestaciones dinerarias como
la cantidad que resultaba de dividir la suma total de las remuneraciones sujetas a
aportes y contribuciones con destino al SIJP, devengadas en los doce meses
anteriores a la primera manifestación invalidante, o en el tiempo de prestación de
servicio, si fuera menor a un año, por el número de días corridos comprendidos en el
período considerado. Obtenida esa cantidad, el valor mensual del ingreso base
resultaba de multiplicar aquella cantidad por 30,4.
A su vez, el artículo 13 -según versión del decr. Citado- disponía que, a partir del día
siguiente a la primera manifestación invalidante y mientras durara el período de
incapacidad laboral temporaria, el damnificado percibiría una prestación de pago
mensual, de cuantía igual al valor mensual del ingreso base.
Con la modificación introducida por el decr. 1694/09 ha quedado establecido que las
prestaciones dinerarias por Incapacidad Laboral Temporaria (ILT) o permanente
provisoria mencionadas en el artículo 11, inciso 2 de la ley 24.557 se calcularán,
17
liquidarán y ajustarán de conformidad con lo establecido por el artículo 208 de la Ley
de Contrato de Trabajo (to 1976) y sus modificatorias.
De la prestación correspondiente a Incapacidad Laboral Temporaria (ILT) se hace
cargo el empleador por el lapso de los primeros diez días, mientras que las
prestaciones dinerarias siguientes son a cargo de la ART la que, en todo caso,
asumirá las prestaciones en especie.
Establece además que el responsable del pago de la prestación dineraria debe retener
los aportes y efectuar las contribuciones correspondientes a los distintos sistemas de
seguridad social que integran el SUSS o los de ámbito provincial que los reemplazan,
conforme a la normativa previsional vigente, debiendo abonar también las
asignaciones familiares.
Salvo la prestación a abonar por el empleador durante los primeros diez días del
período de incapacidad laboral temporaria, originada en accidentes de trabajo o en
enfermedades profesionales, el trabajador no devenga remuneraciones de su
empleador.
En el artículo 14 del cuerpo legal –según texto del decr. 1278/00– se definen las
prestaciones dinerarias que corresponden a los afectados por alguna de las
contingencias. Así, en el caso en que, luego del cese de la incapacidad laboral
temporaria y mientras dure la situación de provisionalidad de la incapacidad laboral
permanente parcial, al damnificado le corresponde percibir una prestación de pago
mensual cuya cuantía es igual al valor mensual del ingreso base multiplicado por el
porcentaje de incapacidad, además de las asignaciones familiares correspondientes,
hasta la declaración del carácter definitivo de la incapacidad. Dichas prestaciones –
conforme lo aclara la reglamentación del decr. 491/97– se encuentran sujetas a las
retenciones por aportes previsionales y del Sistema Nacional del Seguro de Salud,
dando derecho al damnificado a que ese período sea considerado como tiempo de
servicio con aportes y al acceso a las prestaciones previstas en el último sistema
citado.
A su vez, declarado el carácter definitivo de la incapacidad laboral permanente parcial,
el damnificado tiene derecho a percibir las siguientes prestaciones:
• cuando el porcentaje de incapacidad sea igual o inferior al 50%, una
indemnización de pago único, cuya cuantía será igual a 53 veces el valor
mensual de la remuneración prevista por el art. 208 LCT multiplicado por el
porcentaje de incapacidad y por un coeficiente que resultará de dividir el
número 65 por la edad del damnificado a la fecha de la primera manifestación
invalidante. La indemnización que corresponda nunca será inferior al monto
que resulte de multiplicar la suma de $180.000.- por el porcentaje de
incapacidad (cf. decr. 1694/09).
• cuando el porcentaje de incapacidad sea superior al 50% e inferior al 66%,
tiene derecho a percibir una renta periódica -contratada en los términos que
establece la normativa- cuya cuantía es igual al valor mensual de la
remuneración prevista por el art. 208 LCT multiplicado por el porcentaje de
incapacidad. Esta prestación está sujeta a la retención de aportes de la
seguridad social y contribuciones para asignaciones familiares hasta que el
damnificado se encuentre en condiciones de acceder a la jubilación por
cualquier causa. La indemnización que corresponda nunca será inferior al
monto que resulte de multiplicar la suma de $180.000.- por el porcentaje de
18
incapacidad (cf. decr. 1694/09). A ella corresponde adicionarle la prestación
complementaria de pago único que fuera mencionada en el apartado a
precedente.
Por su parte, el siguiente artículo 15 –en el contenido dado por el decr. 1278/00–
dispone, en su apart. 1, que mientras dure la situación de provisionalidad de la
incapacidad laboral permanente total, el damnificado percibe una prestación de pago
mensual equivalente al 60% del valor mensual del ingreso base, además de las
asignaciones familiares correspondientes, las que se otorgan con carácter no
contributivo.
Agrega el artículo que, durante este período, el damnificado no tiene derecho a las
prestaciones del sistema previsional, sin perjuicio del derecho a gozar de la cobertura
del seguro de salud que le corresponda, debiendo la ART retener los aportes
respectivos para ser derivados al INSSJP u otro organismo que brindara tal prestación.
Establece asimismo el citado artículo 15, en su apart. 2, que, declarado el carácter
definitivo de la incapacidad laboral permanente total, al damnificado le corresponde
percibir las prestaciones que por retiro definitivo por invalidez establezca el régimen
previsional al que estuviere afiliado. Además, y sin perjuicio de la prestación adicional
complementaria a que se hiciera referencia más arriba, el damnificado tiene derecho a
percibir también una prestación de pago mensual complementaria a la correspondiente
al régimen previsional. Su monto es determinado actuarialmente en función del capital
integrado por la Aseguradora. Ese capital debe equivaler a 53 veces el valor mensual
del ingreso base, multiplicado por un coeficiente que resultará de dividir el número 65
por la edad del damnificado a la fecha de la primera manifestación invalidante.
Es de mencionar que ya con anterioridad a la cifra antes referida –fijada por la
modificación del decr. 1278/00– se dictó el decr. 839/98 por el que el tope originario de
la ley 24.557, que era de $55.000, había sido llevado a $100.000, en razón de resultar
inherente a la propia naturaleza del sistema de Riesgos del Trabajo –según se
consigna en sus considerandos– “el establecimiento de condiciones regulatorias que
aseguren la protección del trabajador frente a las contingencias derivadas de su
actividad laboral, conforme a un marco de previsibilidad y razonabilidad que resulta
objetivamente necesario para el funcionamiento y desarrollo del sistema adoptado”,
criterios que, luego de evaluado el valor promedio de las alícuotas que perciben las
ART –según seguían diciendo los considerandos– evidencian la factibilidad de
incrementar el valor fijado como tope para las prestaciones aludidas, sin que ello
afecte significativamente la solvencia económico-financiera general del sistema.
Ahora bien, en la actualidad -recordamos- el decr. 1694 ha suprimido los topes que
preveían el art. 14 inc. 2, apartados a) y b), referidos a prestaciones por incapacidad
permanente parcial (IPP); y en el art. 15 inc. 2, último párrafo, dispuesto para la
prestación para la Incapacidad Laboral Permanente Total (IPT) de carácter definitiva.
Finalmente, el artículo 15 del cuerpo legal en examen, en su apartado 3, determina
que cuando la incapacidad permanente total no deviniera en definitiva, la ART debe
hacerse cargo del capital de recomposición correspondiente, definido en la ley 24.241
(art. 94) o, en su caso, abonar una suma equivalente al régimen previsional a que
estuviese afiliado el damnificado.
19
El artículo 16 hace constar que la percepción de prestaciones dinerarias por
incapacidad laboral permanente es compatible con el desempeño de actividades
remuneradas por cuenta propia o en relación de dependencia, mientras que todas las
prestaciones establecidas por la ley 24.557 son compatibles con las prestaciones
correspondientes al régimen previsional a las que el trabajador tuviera derecho, salvo
el supuesto que se menciona más arriba (cita del art. 15, apart. 1).
Por su parte, el artículo 17 establece que el damnificado declarado gran inválido
percibe las prestaciones correspondientes a los distintos supuestos de incapacidad
laboral permanente total (IPT), correspondiendo adicionalmente que la ART abone al
damnificado una prestación de pago mensual equivalente a $2.000 (cf. Dec. 1694/09
art. 2°), que se extinguirá a la muerte del damnificado.
Por disposición del artículo 18 –en la versión del decreto 1278/00– los
derechohabientes del trabajador accederán a la pensión por fallecimiento prevista en
el régimen previsional al que estuviera afiliado el damnificado y a las prestaciones
establecidas en el segundo párrafo del apart. 2 del art. 15 de esta ley, además de la
prevista en su art. 11, apart. 4, las que fueron objeto de mención más arriba.
De acuerdo con su contenido, se consideran derechohabientes a las personas con
derecho a los beneficios pensionarios según enumeración del art. 53 de la ley 24.241,
quienes concurrirán en el orden de prelación y condiciones allí señaladas. El límite de
edad establecido en dicha disposición se entenderá extendido hasta los 21 años,
elevándose hasta los 25 años en caso de tratarse de estudiantes a cargo exclusivo del
trabajador fallecido. En ausencia de las personas enumeradas en el referido artículo,
accederán los padres del trabajador en partes iguales; mientras que, si hubiera
fallecido uno de ellos, la prestación será percibida íntegramente por el otro. En caso de
fallecimiento de ambos padres, la prestación corresponderá, en partes iguales, a
aquellos familiares del trabajador fallecido que acrediten haber estado a su cargo.
La reglamentación del decreto 410/01 ha determinado el grado de parentesco
requerido para obtener el beneficio y la forma de acreditar la condición de familiar a
cargo, incluyendo entre aquellos a: 1) los parientes por consanguinidad en línea
descendente, sin límite de grado; 2) los parientes por consanguinidad en línea
ascendente, también sin límite de grado, y 3) a los parientes por consanguinidad en
primera línea colateral hasta el tercer grado. Aclara respecto de este último caso, así
como del primero, que los parientes allí enumerados deben ser solteros y que, en caso
de tratarse de estudiantes, deben encontrarse cursando estudios regulares
oficialmente reconocidos por la autoridad pertinente. Las limitaciones de edad (21 o 25
años, respectivamente) –sigue consignando– no rigen si los derechohabientes
mencionados se encontraren incapacitados para el trabajo a la fecha de fallecimiento
del causante o incapacitados a la fecha que cumplieran 21 años.
La reglamentación hace constar que, en todos los casos, los parientes enumerados
deben acreditar haber estado a cargo del trabajador fallecido, entendiendo que ello se
da cuando concurre en aquellos un estado de necesidad revelado por la escasez o
carencia de recursos personales, y la falta de contribución importa un desequilibrio
esencial en su economía particular.
Termina este capítulo de la ley con la mención que trae el art. 19 en el sentido de
considerarse renta periódica la prestación dineraria, de pago mensual, contratada
20
entre el beneficiario y una compañía de seguros de retiro, la que a partir de la
celebración del contrato respectivo es la única responsable de su pago.
El derecho a la renta periódica comienza en la fecha de la declaración del carácter
definitivo de la incapacidad permanente parcial y se extingue con la muerte del
beneficiario. En el caso de las empresas que no se afilien a una ART, dicha prestación
debe ser contratada con una entidad de seguro de retiro a elección del beneficiario.
Esta, a partir de la celebración del contrato respectivo, es la única responsable de su
pago.
Por último, en torno a las prestaciones dinerarias, debe decirse que de acuerdo al
decr. 1694 se excluye del Impuesto sobre los Créditos en Cuentas Bancarias y Otras
Operatorias establecido en la ley 25.413 y sus modificatorias, a los pagos que
perciban los damnificados como consecuencia de una contingencia laboral.
Por otra parte, la citada disposición autoriza al Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social a establecer el pago de las prestaciones dinerarias en cuentas
bancarias abiertas a nombre de cada damnificado, de conformidad con la
reglamentación vigente en la materia, y a regular las situaciones especiales que por el
carácter de la prestación o su complejidad no permitan o dificulten la aplicación plena
de este sistema.
El control y supervisión previstos en la ley 24.557, al disponerse el pago de las
prestaciones dinerarias mediante acreditación en cuenta bancaria a nombre del
trabajador damnificado, se encuentran cumplidos a través de la remisión por parte del
Banco Central de la República Argentina a la SRT de la información que suministren
las entidades bancarias al Banco Central respecto de los depósitos que efectúen las
ART o los empleadores por cuenta y orden de estas últimas para el pago de las
mencionadas prestaciones dinerarias.
Prestaciones en especie. El artículo 20 del cuerpo legal bajo análisis dispone que las
ART deben otorgar a los trabajadores que sufran algunas de las contingencias
previstas en él una serie de prestaciones en especie, consistentes en: 1) asistencia
médica y farmacéutica; 2) prótesis y ortopedia; 3) rehabilitación; 4) recalificación
profesional, y 5) servicio funerario.
Hace constar que las ART pueden suspender las prestaciones dinerarias en caso de
negativa injustificada del damnificado, determinada por las comisiones médicas, a
percibir las prestaciones en especie de los apartados 1 a 3 anteriores.
Determina asimismo que las tres prestaciones en especie aludidas precedentemente
deben ser otorgadas a los damnificados hasta su curación completa o mientras
subsistan los síntomas incapacitantes.
Este aspecto de la ley es el que da sentido al carácter de reparación integral con que
se ha concebido la misma, en seguimiento del propósito de desmonetización del
resarcimiento a los damnificados.
De tal forma, resulta indudable que la disposición legal, por la extensión de su
cobertura, representa un notorio avance frente al régimen anterior que las limitaba a la
duración de la incapacidad temporaria, o sea, al plazo de un año.
21
Es de destacar el otorgamiento de prestaciones que hacen a la readquisición de la
aptitud física del damnificado y a la recuperación de su utilidad para el trabajo, como lo
son las prestaciones de rehabilitación y de recalificación laboral.
Gestión del sistema. Las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo. Las prestaciones
previstas en esta ley, según su art. 23, están a cargo de las ART y se financian con
una cuota mensual a cargo del empleador. Para la determinación de la base imponible
se aplicarán las reglas de la ley 24.241 (art. 9º), incluyéndose todas las prestaciones
que tengan carácter remuneratorio a los fines del Sistema Integrado de Jubilaciones y
Pensiones.
Situación actual. Durante los últimos años Ley de Riesgos del Trabajo ha sido objeto
de varias declaraciones de inconstitucionalidad por la CSJN, con fundamento
principalmente en la insuficiencia de la reparación tarifada (prestaciones dinerarias).
También hay un amplio debate entre los actores sociales respecto de la siniestralidad
laboral en Argentina cuya incidencia sigue siendo muy alta e incompatible con el
concepto de “trabajo digno”, pese a la importancia que la ley le otorga a la prevención.
Lo indicado en los párrafos precedentes, ha llevado a la Confederación General del
Trabajo y al propio PEN a elaborar sendos proyectos de reforma que se encuentran a
consideración del Congreso Nacional.
En virtud del Decreto 1694/2009 se efectuaron modificaciones al régimen vigente. A
continuación se detallan las principales:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Se suprimen los
topes máximos para incapacidad parcial y total y
fallecimiento.
Se fija un piso.
Se elevan las sumas de las compensaciones dinerarias adicionales por pago
único.
Se aumenta la prestación adicional por gran invalidez.
Se modifica la fórmula para el cálculo del beneficio incluyendo conceptos que
hasta hoy se detraían del cálculo por entenderse no remunerativos.
Se crea en el ámbito de la SRT el Registro de Prestadores Medico
Asistenciales de la Ley de Riesgos de Trabajo.
La SRT queda facultada a evaluar parámetros determinantes de la calidad de
la atención de los prestadores para definir si se encuentran en condiciones de
inscribirse como tales.
Se excluye del impuesto al cheque los pagos que por prestaciones dinerarias
perciban los trabajadores.
Se refuerzan los controles de cumplimiento de la obligación del pago
bancarizado.
Se encomienda a la SRT y a la SSN el dictado de la normativa necesaria para
reducir los costos del sistema sin afectar la calidad del servicio. También deben
adoptar los recaudos para que las PyMES no sean objeto de tratamientos
diferenciados en su perjuicio, por las ART, en lo atiente a las alícuotas.
Se instruye al MTEySS, a la SRT y a la SSN para que adopten las medidas
necesarias para la creación de mutuas que tengan por objeto la cobertura de
riesgos de trabajo.
22
•
Se instruye a la SSN para que adopte las medidas tendientes a la aprobación
de líneas de seguro por responsabilidad civil por accidentes de trabajo y
enfermedades laborales que fueren presentadas por los distintos operadores
de la actividad
Comentario General
Se aumentó el monto de las prestaciones dinerarias y se mejoró la formula de
cómputo para incluir los conceptos hoy excluidos del cálculo.
Esto tiene plena justificación en orden al tiempo en que las prestaciones estuvieron
congeladas (casi 10 años) mientras los salarios promedio aumentaron entre 4 y
cinco veces y el SMVM algo mas.
De esta forma si bien las alícuotas que cobran las ART no se modificaron
significativamente, los salarios sobre las que se aplican aumentaron y las
prestaciones dinerarias no.
Se eliminaron los techos y se fijó un tope, de esta manera se busca una
aproximación al criterio de reparación integral, induciendo a una reducción de la
litigiosidad.
Se habilita la posibilidad de asegurar el riesgo de responsabilidad civil por arriba de
la reparación tarifada. En los hechos se está reconociendo la desuetudo del art 39
al permitir a las mismas aseguradoras cubrir esta responsabilidad adicional
Evidemente han quedado para el futuro temas esenciales como son:
la regulación de la opción o la aplicación lisa y llana del cúmulo,
la problemática de las Comisiones Médicas
la competencia federal o local en la instancia revisora
la extensión o flexibilización del listado de enfermedades
profesionales
la cuestión de la concausa
las facultades de la SRT en materia de inspección y control de
Cymat.
En resumen, dado lo exiguo de los consensos logrados se ha buscado una alternativa
de coyuntura que si bien no resuelve ninguno de las grandes problemas del sistema,
mejora la situación de los trabajadores en orden a la cuantía de la reparación
dineraria.
9. Indicar si la Industria de la Construcción se encuentra comprendida dentro
del Régimen General o si existe un Régimen Específico para la actividad. En
cuyo caso responder la pregunta 23 para el caso de la Industria de la
Construcción.
Respuesta:
La Industria de la Construcción se encuentra comprendida dentro del Régimen
General.
23
10. Financiamiento del régimen: (en caso de no existir regímenes específicos
completar solamente la columna del Sistema General)
Sistema General
25.1 Aportes a cargo del Trabajador:
SI
NO
Respuesta:
NO EXISTEN
25.2 Contribuciones a cargo del empleador:
SI
NO
Respuesta:
Las mismas existen pero su cuantía se fija de acuerdo con las reglas de
mercado. .
(*) Indicar solo el porcentaje general del régimen según corresponda sin tener
en cuenta las excepciones o cuestiones especiales.
25.3 Complemento de Financiamiento del Régimen a partir de fuentes
Impositivas o de rentas generales:
SI
NO
Respuesta:
NO EXISTEN
11. Observaciones
D) Cobertura de Salud
12. Agentes del Seguro de Salud con cobertura a Trabajadores a partir de
cotizaciones sobre la nómina salarial:
Respuesta:
24
La cobertura se financia por medio de tributación obligatoria (cotizaciones sobre la
nómina salarial) y la administración y otorgamiento de las prestaciones se hace a
través de entidades denominadas obras sociales.
La norma que regula este subsistema es la Ley 23.360 y la Ley 23.361.
Revisten obligatoriamente el carácter de beneficiarios del sistema:
(-) los trabajadores en relación de dependencia del ámbito privado y del sector público,
organismos autárquicos y descentralizados, empresas y sociedades del Estado y en la
Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires;
(-) los beneficiarios de prestaciones no contributivas nacionales; y
(-) los grupos familiares primarios de las personas antes mencionadas, permitiendo
agregar, previa autorización del organismo de contralor, otros ascendientes y
descendientes por consanguinidad del beneficiario titular que se encuentren a su
cargo, para cada uno de los cuales determina un aporte adicional del 1,5% (arts 8º y
9º).
12.1.
¿Se trata de cobertura pública o privada?:
Respuesta:
En este punto resulta oportuno hacer alguna mención a los roles del sector
público y del sector privado en el mercado de la atención médica en la
Argentina.
El sector público actúa fundamentalmente en lo que es el terreno asistencial,
brindando cobertura por contingencias vinculadas a la salud en forma directa,
esto es, prestando ayuda frente a una necesidad actual, con prescindencia de
contribución previa alguna. El servicio que brinda es de amplio alcance, tanto
por la vastedad de la cobertura y su grado de complejidad como por el ámbito –
nacional, provincial, municipal, universitario– en que se presta.
Se trata de un sistema abierto, que acepta la demanda espontánea de la
población –de la que un 35 % carece de toda cobertura– en forma
mayoritariamente gratuita, a pesar de estar autorizado su arancelamiento.
El sector privado, a su vez, no constituye un sistema con una única identidad
jurídico-administrativa. No obstante, su nota característica general es la de
operar con mecanismos de tipo contributivo y bajo la forma contractual del
seguro para la prevención de necesidades futuras.
En cuanto a su esquema funcional, este sector incluye el contrato directo entre
médico y paciente y el régimen de seguro voluntario, conocido como de
medicina prepaga, y aunque su importancia es menor frente a los otros
sectores, su participación ha estado avanzando fuertemente en los últimos
años, sobre todo a partir de la contratación que algunas obras sociales han
venido haciendo con dichas entidades para la atención de sus afiliados.
Las obras sociales se insertan en este esquema contributivo y preventivo,
como una suerte de entes intermedios entre las personas y el Estado, aunque
de carácter obligatorio, lo que marca la diferencia con las otras entidades
25
comprendidas en este sector, en las que la nota de voluntariedad resulta ser
una característica sustancial.
Las obras sociales poseen una caracterización definida, en efecto, si bien todas
las organizaciones comprendidas bajo esta denominación comparten ciertas
notas distintivas del sector privado de la salud, en el que están ubicadas, la
obligatoriedad del pago de las cotizaciones es lo que les otorga su nota más
distintiva.
De los lineamientos descriptivos que utilizan las leyes 23.660 y 23.661 se
extrae que se trata de sujetos de derecho que funcionan con individualidad
jurídica, financiera y administrativa, en carácter de agentes naturales del
seguro de la salud, teniendo como finalidad la administración de las
prestaciones que cubren contingencias vinculadas a la salud.
En su inmensa mayoría las obras sociales son de raíz gremial y para esta
tipología la ley 23660 las define como ENTIDADES DE DERECHO PRIVADO,
contando con patrimonio y autoridades y gestión diferenciados del sindicado
de la actividad.
Por todo lo expuesto se puede afirmar que el Sistema Nacional de Seguro de
Salud (integrante del Sistema Unificado de la Seguridad Social) es de carácter
público por la obligatoriedad de la cobertura y de las cotizaciones que lo
financian, pero no estatal, en orden a la naturaleza de las obras sociales que lo
administran.
13. Indicar si la Industria de la Construcción se encuentra comprendida dentro
del Régimen General o si existe un Régimen Específico para la actividad. En
cuyo caso responder la pregunta 27 para el caso de la Industria de la
Construcción.
Respuesta:
La Industria de la Construcción se encuentra comprendida dentro del Régimen
General.
14. Financiamiento del régimen: (en caso de no existir regímenes específicos
completar solamente la columna del Sistema General)
Sistema General
29.1 Aportes a cargo del Trabajador:
SI
NO
26
Respuesta:
Porcentaje total sobre salario: 3% (*)
29.2 Contribuciones a cargo del empleador:
SI
NO
Respuesta:
Porcentaje total sobre salario: 6% (*)
(*) Indicar solo el porcentaje general del régimen según corresponda sin tener
en cuenta las excepciones o cuestiones especiales.
29.3 Complemento de Financiamiento del Régimen a partir de fuentes
Impositivas o de rentas generales:
SI
NO
NO EXISTEN
En virtud del Decreto 330/10 se establecen algunas modificaciones respecto de la
remuneración mínima imponible (base) que habilita el goce de la cobertura.
Al respecto, durante la última década y hasta marzo 2009, la misma fue de 3 mopre
($240). Luego con la vigencia de la ley de movilidad previsional se eliminó el mopre y
se lo sustituyó por un porcentaje del haber mínimo previsional que fija ANSES
semestalmente:
•
a partir del marzo 2009 fue de $ 268;06;
•
en septiembre 2009, pasó a ser de $ 287,74; y
•
en marzo 2010, pasó a ser de $ 311,36
Ahora bien este decreto define que la imposición mínima para los subsistemas de las
leyes 23660 y 23661 serán de dos bases mínimas.
Así las cosas habrá una imposición mínima para los subsistemas previsional,
asignaciones familiares, fondo de empleo, INSSJyP y otra (el doble) para obras
sociales y fondo solidario de redistribución.
En cuanto a su aplicación, el artículo 4 del decreto indica que corresponderá para el
cálculo de aportes y contribuciones y la distribución del SANO correspondientes a
enero 2010 en adelante.
En tal sentido por enero y febrero 2009 la remuneración mínima imponible fue de
$575,48 y a partir de marzo 2009 será de $622,72.
15. Observaciones
27
E) Seguro de Desempleo
16. ¿Existe?
Respuesta:
En noviembre de 1991 se sanciona la ley 24.013, conocida como Ley de Empleo, que
en su Título IV y bajo el rótulo de “De la protección de los trabajadores desempleados”
legisla en un Capítulo único acerca del “Sistema integral de prestaciones por
desempleo” cuyos términos se inscriben dentro del marco de las políticas avanzadas
vigentes en la materia, por lo que –según ella declara– el seguro por desempleo tiene
un carácter eminentemente complementario de las políticas activas de empleo.
El hecho causante de la protección es la carencia de ingresos, existiendo un plazo de
petición de noventa días desde el cese laboral. De ser la solicitud posterior, se
descuenta el importe correspondiente al exceso de aquel lapso.
La regulación resulta aplicable para los desempleos que se produjeran con
posterioridad al 26/12/91 y, como consecuencia de la concurrencia de la ley sustantiva
y su reglamentación (dec. 2726/91, 739/92, y 51/99), necesita del cumplimiento de
determinados requisitos para hacer operativa la protección legal, a saber:
a) situación legal de desempleo o inintencionalidad en la acción del trabajador: en
ella se consideran incluidos los trabajadores despedidos sin justa causa; por
fuerza mayor o por falta o disminución de trabajo no imputable al empleador;
por resolución del contrato por el trabajador mediando justa causa; por
extinción colectiva total por motivo económico o tecnológico de los contratos de
trabajo; por extinción del contrato por quiebra o concurso del empleador; por
expiración del tiempo convenido, realización de la obra, tarea asignada, o del
servicio del contrato; por no reiniciación o interrupción del contrato de
temporada por causas ajenas al trabajador; por muerte, jubilación o invalidez
del empresario individual cuando estas determinen la extinción del contrato.
b) aptitud para el trabajo; aunque hubiera dificultades para obtener empleo por
problemas de formación o insuficiencia de oferta del mercado, el solicitante de
la prestación debe estar disponible para ocupar un puesto de trabajo
adecuado, y
c) preexistencia de trabajo subordinado: debe haberse extinguido un contrato de
trabajo único, por cuanto no está contemplada la pérdida de un empleo en caso
de pluriempleo.
Tampoco encuentran amparo en caso de suspensión del contrato laboral por un año
por conservación de puesto, o por cargos electivos y gremiales, o por suspensión
basada en sumario administrativo o denuncia penal, o por hallarse en situación de
incapacidad laboral temporaria o incapacidad laboral permanente provisoria de la Ley
de Riesgos del Trabajo 24.557, caso en que los noventa días establecidos para la
presentación de la solicitud se cuentan a partir del alta médica o declaración del
carácter definitivo de la incapacidad, salvo que se determine con carácter definitivo
una incapacidad laboral permanente total (resol. MTySS 488/99).
28
La cuantía de la prestación es calculada como un porcentaje del importe neto de la
mejor remuneración mensual, normal y habitual del trabajador en los seis meses
anteriores al cese del contrato de trabajo que dio lugar a la situación de desempleo,
estando el porcentaje inicial sujeto a la fijación que de él haga el Consejo Nacional del
Empleo, la Productividad y el Salario mínimo, vital y móvil, y aplicándose con
posterioridad, sobre el monto resultante y por períodos mensuales, porcentajes que
comienzan por un 85 % y culminan en el 70 %.
Existen supuestos de pérdida de la prestación, que se producen en caso de otorgarse
al beneficiario de la misma un beneficio previsional o no contributivo, o de celebrar
aquel un contrato de trabajo por un plazo superior a los 12 meses o negarse
reiteradamente a aceptar los empleos adecuados que ofrezca la autoridad de
aplicación.
Los desempleados perciben las asignaciones familiares que les correspondan, reciben
las prestaciones médico-asistenciales de acuerdo con lo dispuesto por las leyes
23.660 y 23.661 durante los tres primeros meses sin cotizar, y el período de cobertura
es computado a los efectos previsionales, no obstante hallarse exceptuado del pago
de cotización alguna durante el tiempo de percepción de la prestación. Recibe también
formación profesional, existiendo obligación de asistencia a las actividades formativas
a las que sea convocado.
16.1.
¿Es para todos los trabajadores?:
Respuesta:
Son acreedores a esta protección todos los trabajadores cuyo contrato laboral
se rija por la Ley de Contrato de Trabajo, quedando exceptuados los
trabajadores agrarios, los del servicio doméstico y los empleados públicos.
17. Indicar si la Industria de la Cosntrucción se encuentra comprendida dentro
del Régimen General o si existe un Régimen Específico para la actividad. En
cuyo caso responder la pregunta 31 para el caso de la Industria de la
Construcción.
Respuesta:
El tratamiento de esta contingencia social para la Industria de la Construcción
reconoce antecedentes que, si bien lo transforman en las primeras manifestaciones
normativas al respecto (ley 17.285), lo hacen poseedor de características distintivas,
fruto del especial ritmo de producción de esta industria y, en cierta manera, ajenas a
las de un seguro de este tipo de contingencia.
De acuerdo con la ley 22.250, vigente actualmente para el régimen específico, el
empleador debe hacer un aporte obligatorio sobre el salario, como fondo de
desempleo, en cuenta a nombre del trabajador (12 % durante el primer año de
prestación del servicio y 8 % con posterioridad) que se transforma en “patrimonio
inalienable e irrenunciable del trabajador, no pudiendo ser embargado, cedido ni
gravado, salvo por imposición de cuota alimentaria” (art. 15). Por ello, se trata en
esencia de un verdadero salario diferido –o indemnización sustitutiva– que se percibe
en el momento en que se produce la extinción del contrato laboral, cualquiera sea la
29
parte que lo hubiera dispuesto, y aunque el mismo día de la extinción del contrato
consiguiera una nueva ocupación, por lo que en modo alguno dicho pago cumple con
la finalidad que tiene un seguro social.
Por esa razón, la exclusión del régimen, establecida originariamente, careció de toda
lógica. La ley 25.371 vino entonces a compensar la inequidad resultante creando el
sistema integrado de prestaciones por desempleo para estos trabajadores, aunque
con ciertas adecuaciones producto de la coexistencia con el régimen de la citada ley
22.250.
Las diferencias más salientes con el régimen reseñado antes se pueden resumir en las
siguientes:
a)
en caso de haber percibido el trabajador el fondo de la ley 22.250, se
accede a la prestación por desempleo si no lograra insertarse en el mercado
laboral dentro de los sesenta días de operado el distracto, por lo que debe
esperar el transcurso de ese lapso para tramitar la prestación, y
b)
los lapsos fijados para la percepción de las prestaciones y para la
exigencia de cotización resultan inferiores.
Asimismo, a fin de evitar confusiones con la designación de las prestaciones de esta
ley, la denominación de Fondo de Desempleo utilizada por la ley 22.250 ha sido
sustituida, en la ley 25.371, por la de “Fondo de Cese Laboral”, la que, en cierta
medida, se adecua mejor a la protección brindada por aquella.
Cabe advertir que el régimen de la ley 25.371 tiene una estrecha relación con la ley
24.013, ya que su art. 16 establece la aplicación supletoria de esta última e inclusive
de sus reglamentaciones, en lo que haga a la aplicación de aquella.
18. Financiamiento del régimen: (en caso de no existir regímenes específicos
completar solamente la columna del Sistema General)
Sistema General
33.1 Aportes a cargo del Trabajador:
SI
Industria de la Construcción
Aportes a cargo del Trabajador:
SI
NO
NO
Respuesta:
Respuesta:
NO EXISTEN
NO EXISTEN
33.2 Contribuciones a cargo del empleador: Contribuciones a cargo del empleador:
(salario diferido o indemnización
sustitutiva)
SI
NO
Respuesta:
Porcentaje
total
0,89% (*)
SI
sobre
NO
salario:
Respuesta:
Porcentaje
total
sobre
salario:
8 y 12% con destino al Fondo
de cese laboral y del 0,89% destinado
30
al Sistema Integrado de prestaciones
por Desempleo
(*) Indicar solo el porcentaje general del régimen según corresponda sin tener en
cuenta las excepciones o cuestiones especiales.
33.3 Complemento de Financiamiento del Complemento de Financiamiento del
Régimen
a
partir
de
fuentes Régimen
a
partir
de
fuentes
Impositivas o de rentas generales:
Impositivas o de rentas generales:
SI
NO
SI
NO
Respuesta:
Respuesta:
Participación porcentual sobre el total:
Aproximadamente 29%, dependiendo NO EXISTEN
de la recaudación tributaria de cada
ejercicio fiscal.
Fuente: Informe de la Seguridad Social ANSES
Año XIº 4
19. Observaciones
Las contribuciones patronales del Régimen General (Ley 24013) son las aplicables a
actividades primarias. Respecto de las restantes actividades, salvo que se trate de
pequeñas y medianas empresas, se incrementan en 0,22 puntos porcentuales.
31
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