PRESUPUESTOS DE APLICACIÓN DEL ART.212 4TO PARR. LCT El 4to. párr. del art. 212 LCT, establece que cuando el accidente o enfermedad del trabajador derivara en la incapacidad absoluta del mismo, el empleador deberá abonarle una indemnización de monto igual a la expresada en el art. 245 LCT. Sin embargo, la previsión legal no define un grado concreto de minusvalía a los fines de determinar la existencia de incapacidad absoluta, ni tampoco establece el momento en que dicha incapacidad debe determinarse para que el trabajador resulte acreedor de la indemnización. 1- Concepto de incapacidad absoluta. Ante la falta de determinación del concepto de incapacidad absoluta, se ha considerado que resulta razonable atenerse a las disposiciones de la legislación previsional que consideran como tal a la superior al 66% de la total obrera 1 . No obstante, ello no debe considerarse una pauta rígida de evaluación, pues con independencia del grado de incapacidad, lo que debe tomarse en consideración son las concretas circunstancias personales del trabajador y la posibilidad de desempeñar su actividad habitual o sustituir a ésta por otra compatible con sus actitudes profesionales 2 , lo que debe probarse en el caso concreto, ya que ni la concesión del beneficio de jubilación por invalidez ni el dictamen emitido por la SAFJP constituyen una prueba definitiva a dicho fin 3 . En síntesis, se debe considerar incapacitado en forma absoluta al trabajador que no tiene perspectivas serias de ganar su sustento mediante una actividad remunerada dependiente o autónoma, aun cuando conserve intacta una parte de sus funciones psicofísicas 4 y siempre y cuando dicha capacidad residual no permita realizar tareas livianas, pues si éstas pudieran cumplirse la ley prevé otras soluciones, contempladas en los tres primeros párrafos del art. 212 LCT 5 . 1 C. NAC. TRAB., sala 1ª, 29/9/2000 – Perlo, Ramón O. v. Micro Omnibus Quilmes SA; sala 3ª, 31/5/99 – Rivero, Eusebio v. Ingrata SA. 2 CSJN, 10/9/91 – Piersante v. YPF, JA-1992-I-289; C. NAC. TRAB., sala 1ª, 1/4/2003 – Millares, Francisca A. v. Dib Hnos SA; sala 2ª, 20/3/90 – Juárez, Benito v. Cartontécnica; sala 6ª, 22/3/99 – Schittino, Salvador v. Cía. Microomnibus La Colorada SA; sala 7ª, 23/10/92- Pignataro, Antonio v. Entel. 3 SUP. CORTE BS.AS, 30/3/82 –Fernández, Luciano v. Genaro Grasso SA, DJB 122-342; C. NAC. TRAB., sala 3ª, 9/9/98 – Navarro, Carlos v. Deadoro SA. 4 5 Ricardo Guibourg, “El dos doce”, LT XXXI, pg. 198. SUP. CORTE BS.AS, 26/3/85 –Bianco Riccioti, Luis v. Rigolleau SA, LL1986-B-623. 2 2- Extinción del contrato de trabajo. La incapacidad absoluta del trabajador es una causal autónoma de disolución del contrato de trabajo. La prestación de servicios constituye el objeto esencial de ese contrato y, cuando se vuelve imposible por incapacidad del trabajador, desaparece el objeto principal y por lo tanto el contrato se extingue. La renuncia, despido o prescindibilidad, posteriores a la consolidación de la incapacidad absoluta, nada agregan o quitan a ese hecho 6 . Por tal motivo se ha resuelto que si la incapacidad absoluta se produce con anterioridad al vencimiento del plazo de conservación del empleo, a partir de dicho momento el trabajador resulta acreedor a la indemnización prevista por el art. 212 4to párr. LCT, resultando indiferentes los actos disolutorios posteriores a la aparición de dicha incapacidad 7 . E incluso que, vencido el plazo del art. 211 LCT, si el contrato estuviese vigente, el trabajador incapacitado en forma definitiva tiene derecho a la indemnización en cuestión 8 . La solución que adopta la SCBA, en el fallo que aquí se publica 9 , en tanto estabece que aún cuando el cese del trabajador se hubiera producida por renuncia de éste para acogerse al beneficio jubilatorio ordinario, le corresponde la indemnización especial prevista por el art. 212 4to. párr.LCT si ha probado una indiscutible incpacitación total y absoluta para el trabajo, puede definirse como pacífica 10 no obstante, estimo que deben realizarse ciertas precisiones. 3- Prueba de la incapacidad anterior al cese. No existen mayores dudas en relación a que, la indemnización prevista por el art. 212 4to. párr. LCT resulta procedente, aun cuando el vínculo se extinga por otra causal, en tanto se acredite que con anterioridad a producirse la misma, el trabajador ya se encontraba incapacitado en forma absoluta. Es que toda vinculación entre un dependiente y su empleador subsiste hasta tanto el contrato de trabajo celebrado entre ambos se extinga mediando o no alguna de las causales previstas en la ley y, ocurrida una de éstas, la ruptura del vínculo laboral se 6 Jorge R. Moreno, “La extinción del contrato de trabajo por incapacidad absoluta del trabajador”, LT XXX pg.1061. 7 C. NAC. TRAB., sala 3ª, 13/5/97 – Spinso, María v. YPF SA; sala 1ª, 21/4/97 – Araya, Ceferino v. El Halcón SA. 8 C. NAC. TRAB., en pleno, 10/12/86 – Villagra de Juárez, Eumelia v. Instituto de Previsión Social para el Personal Ferroviario. 9 10 SUP. CORTE BS.AS, 23/4/2003 – Zarza, Eduardo v. Firestone Argentina SA. C. NAC. TRAB., sala 9ª, 30/8/99 – Depreto, Salvador v. El Condor ETSA SA; sala 6ª, 21/9/94 –Pinto, Carlos v. Iggman SA; sala 1, 6/4/92 –Farjat, Jorge v. Transportes Atlántida SA; sala 2ª, 6/12/91 – Taris, Armando v. FF.AA. 3 produce por ese motivo sin que puedan concurrir simultáneamente las otras hipótesis de rescisión contempladas en el régimen legal de aplicación, ya que el contrato de trabajo se extingue por única vez y por una causa determinada 11 . Es necesario que la disolución se exteriorice de algún modo para que el trabajador se haga acreedor a la indemnización prevista por la ley, pero cualquiera sea la modalidad formal de extinción, lo cierto es que en el momento en que el trabajador se incapacita en forma absoluta, el contrato de trabajo se extingue en los términos del art. 212 4to. párr. LCT y ello torna indiferente que la posterior rescisión formal del vínculo no se refiera a dicha causal 12 . 4- Incapacidad servicios. absoluta y continuidad en la prestación de En general, previo a disolverse el vínculo por incapacidad absoluta del trabajador, éste ha gozado de las licencias previstas por el art. 208 LCT y el plazo de conservación del puesto establecido en el art. 211 de dicho cuerpo legal; o de los plazos previstos por la ley 24557, en caso de tratarse de un supuesto de enfermedad o accidente ocasionados por el trabajo. Durante dichos plazos, puede suceder que el trabajador renuncie para acogerse a la jubilación (por invalidez u ordinaria), o se extinga el vínculo por finalización del plazo de conservación, supuestos estos en que, acreditado que la incapacidad absoluta se produjo con anterioridad, resultará procedente la reparación prevista por el art. 212 4to. párr.LCT. En todos estos supuestos, el trabajador ha dejado de prestar servicios con bastante anterioridad a la extinción y, por ello, no se descarta la posibilidad de que estuviera incapacitado en forma absoluta con independencia de la causa invocada para poner fin a la relación. La particularidad que presenta el caso en análisis, es que el trabajador prestó servicios normalmente hasta la fecha de su cese, ocurrido por renuncia para acogerse a los beneficios de la jubilación. En tales condiciones, es posible encontraba incapacitado en forma cese? afirmar que el trabajador absoluta con anterioridad se al Se ha dicho que puede ocurrir que un trabajador, pese a hallarse absolutamente incapacitado, continúe trabajando, como puede ser en el caso de un enfermo cardíaco que permanece en su puesto, con riesgo de su salud 13 sin embargo, a mi juicio, si el trabajador 11 SUP. CORTE BS.AS, 9/4/2003 – Barrio, Evaristo y otra v. Rinaldi, Fulvio y otro. 12 13 Jorge R. Moreno, ob.cit, pg.1061 Ricardo Guibourg, ob.cit, pg.200. 4 pudo continuar prestando servicios hasta producirse la disolución del vínculo, no resulta posible afirmar que con anterioridad a ello se encontraba incapacitado en forma absoluta, pues la misma prestación de servicios viene a descartar el carácter de absoluto de la incapacidad, máxime cuando ni siquiera se le ha permitido al empleador, en el mejor de los casos para el trabajador, que le otorgase tareas livianas. Si el trabajador no sufrió un accidente ni se encuentra gozando de licencia por enfermedad –supuestos en los cuales, mientras espera el alta definitiva, puede sobrevenir otra causal de extinción que no obsta a la existencia de incapacidad absoluta previa-, sólo podría ser beneficiario de la indemnización prevista por el art. 212 4to. párr. en caso de que previo al distracto, invoque y acredite encontrarse en tal situación, pues sólo de ese modo posibilitará al empleador constatar tal circunstancia y, en su caso, ofrecerle tareas acordes a su nueva capacidad. Si continúa prestando sus servicios normalmente no sólo desvirtúa con su conducta la posibilidad de estar incapacitado para continuar trabajando –y menos en forma absoluta- , sino que impide al empleador constatar en forma temporánea tal circunstancia, por lo que toda posterior comprobación de incapacidad, debería presumirse, también, como adquirida con posterioridad al cese 14 . Mariano H. Mark 14 Como cualquier otra presunción, esta podría ser desvirtuada si se probara, por ejemplo, que el trabajador fue obligado a seguir trabajando a riesgo de su salud, pero ello no viene más que a ratificar la necesidad de que tal circunstancia se invoque previo al distracto por cualquier otra causa.