asignatura estatal

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Corridos
que otros ya les han contado.
Así llegó don Porfirio
y en la silla se ha pegado.
En el Valle Nacional,
Quintana Roo, desterrados,
en el Belén tenebroso,
en Ulúa encarcelados.
A todo el que dice no
o su protesta ha gritado,
el pacífico Porfirio
lo tiene bien amolado.
El ?mátalos en caliente?
acaba con los alzados,
¡ qué paz ni que ojo de niño,
es puro cuento contado !
De los derechos del pueblo
el Dictador se ha burlado.
Gobierno de miserables.
Flores Magón lo ha probado.
Tiempos Amargos
¡Ay, qué contentos hemos llegado
a estos tiempos que ahora se ven!
Nosotros somos los agraristas,
varios amigos que ni lo creen.
Ya no es el tiempo del porfirista,
que antes lloraban por el patrón,
que lo encontraban, le dan la mano,
y le abrochaban el pantalón.
Y si algún día el mayordomo
se disgustaba con algún peón
era porque otro andaba mas cerca
a los remaches del pantalón.
Y el que tenía hijas bonitas
ahí se la daban de velador,
o se granjeaban muy buena chamba
o cuando menos de rayador.
El que tenía mujer bonita
no lo dejaban ni descansar,
los levantaban muy de mañana
como a los bueyes a trabajar.
Ya me despido de mis amigos
ahí me dispensan la indiscreción,
tiempos amargos del porfirista
que aquí les canto en mi canción.
Obras literarias
Lista de obras •Antuñano Maurer, Alejandro. “Estudio preliminar”. En torno a la biblioteca del niño
mexicano. Ciudad de México: Porrúa, 1988.
•“Biblioteca del niño mexicano por Heriberto Frías”. Bicentenario. 15 de abril de 2010.
•Escarpit, Denise. La literatura infantil y juvenil en Europa. Ciudad de México: Fondo de Cultura
Económica, 1986.
•Donnet, Beatriz. Murray, Guillermo. Palabras de juguete. Ciudad de México: Lectorum, 1999.
Tomo 1.
•—. Palabras de juguete. Ciudad de México: Lectorum, 1999. Tomo 2.
•González Peña, Carlos. Historia de la literatura mexicana: desde los orígenes hasta nuestros días.
México: Porrúa, 1975.
•“Literatura”. Mural. 2 de mayo de 2010.
•Llorens García, Ramón. Literatura infantil y lectura en el fin de siglo: (1898-1998). Alicante:
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2000.
•“Modernismo”. Wikipedia. 30 de abril de 2010.
•Nervo, Amado. “A quien lea”. Lecturas mexicanas graduadas. Segunda Serie. Ciudad de México:
Librería de la Vda. de Ch. Bouret, 1919.
•“Naturalismo”. Wikipedia. 30 de abril de 2010.
A lo largo de todo el
siglo XIX se promovieron en México distintos proyectos nacionales que pretendían ser
el motor indispensable para el desarrollo del incipiente Estado-Nación. Ciertamente en
la prensa periódica, espacio político por excelencia, se libró tan difícil combate, donde
liberales y conservadores intentaron persuadir a la opinión pública de las bondades de
sus respectivos proyectos de nación.
Uno de los más emblemáticos ejemplos es El Despertador Americano, fundado en 1810
en la ciudad de Guadalajara por Miguel Hidalgo y Costilla, considerado el primer
periódico insurgente. Le siguieron el Ilustrador Americano, creado por José María
Morelos y Pavón y editado por José María Cos en 1812; la Gaceta Imperial,promovido
por Iturbide y editado por Alejandro Valdez en 1821; La Oposición, editado por
Francisco M. de Olaguibel en la ciudad de Toluca, que representaría al federalismo en
detrimento de la figura de Antonio López de Santa Anna, entre otros más.
En México, la caricatura política se inserta en la herencia de una rica e importante
tradición gráfica. Se ha demostrado que las imágenes pueden ser una poderosa arma
política que atacan a cualquier persona o institución sin distinción de clase o de
ideología. Así sea impugnación o fuerza de reforma social, la caricatura encierra dentro
de su lógica satírica un arma de doble filo, ya que puede ser utilizada políticamente
tanto por tendencias progresistas como reaccionarias. No olvidemos que una imagen,
que exagera o deforma los rasgos característicos de su víctima, provoca risa, burla y
escarnio, haciendo mella en aquel o aquello que se ataca.
Veamos algunos ejemplos representativos de la caricatura política mexicana: la
primera caricatura política registrada en los anales de la historia de México fue la que
aparece en 1826, en el periódico Iris. La diatriba plástica consistió en una litografía de
Pablo Linati contra la tiranía.
El caricaturista yucateco Gabriel Vicente Gahona, alias "Picheta", fue uno de los
pioneros en la gráfica satírica. Este artista fundó el semanario festivo y satírico Don
Bullebulle (1847), del cual fue ilustrador.
En agosto de 1849 aparece el primer número del Tío Nonilla, editado hasta 1850. Esta
publicación es lanzada con la siguiente portada: "Periódico, Político, Enredador,
Chismográfico y de Trueno". Fue un semanario dominical con caricaturas y grabados.
Su caricaturista firmaba con las iniciales J.G.Z. Los cartones del Tío Nonilla criticaron al
Clero, Antonio López de Santa Anna y Lucas Alamán.
En el año de 1855 se publica el periódico satírico La Espada de Don Simplicio, el
fundador fue Vicente Arguelles. Además de introducir en sus páginas caricaturas, esta
publicación versificó algunos de sus artículos. En materia política fue conservador y
contrario a las leyes de Reforma.
Sin duda, una de las mejores publicaciones satíricas en la historia de la prensa
mexicana fue La Orquesta. Ésta se opuso con un gran sentido del humor al gobierno
juarista, aunque lo apoyó al enfrentarse al Clero y a la intervención francesa. El primer
número de La Orquesta apareció en marzo de 1861 y dejó de imprimirse en el año de
1873. En estos 13 años de existencia desfilaron como dueños de la publicación Carlos
R. Casarín —fundador del semanario, quien firmaba sus artículos con el seudónimo
"Roberto Macario"—, H. Iriarte, Manuel C. de Villegas, Antonio Carrión, Lorenzo
Elizaga, Juan N. Berra, Ignacio Gazaluz, Juan Darío Saiz y Vicente Riva Palacio. Según
Santiago R. de la Vega, este último fue el único propietario del periódico, encubierto
por las personas antes citadas. La Orquesta tuvo entre sus principales caricaturistas a
Santiago Hernández, Constantino Escalante, José María Villasana, Alejandro Casarín y
Jesús T. Alamilla. Este semanario, aun cuando fuera de ideas liberales, ridiculizó
sistemáticamente a los gobiernos juarista y lerdista:
Moda
La ropa que usaba la gente de la clase alta en tiempo de Porfirio
Díaz era traída de Europa y, en su mayoría, era traída de París. En el
centro de las ciudades de aquella época se comenzaron a construir casas y
edificios imitando estilos que estaban de moda en Europa; y,
de hecho,
todavía se pueden observar en colonias como Juárez y Roma, en la Ciudad
de
México.
También
a
orillas
de
las
ciudades
surgieron
barrios
y
vecindades en los que vivía la gente de clase baja que vestía aún con
trajes mexicanos; mientras que la gente rica vestía a la moda, con trajes
y vestidos de Francia.
París siempre ha sido capital de moda y glamour y en ese tiempo no
fue la excepción. De hecho, para finales del año 1904, un francés de
apellido Poiret suprimió el corsé e impuso una tendencia completamente
diferente a lo que se venía usando desde tiempo atrás.
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