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SEMINARIO PROBLEMÁTICA ACTUAL
DEL PATRIMONIO CULTURAL
Jesús Antonio Machuca
Thompson) y el de “cultura popular” (estu-
representa el tipo de racionalidad (bio-
diado por Peter Burke), habiéndose optado
cultural) en el que se sustentan tales co-
así por la noción de “patrimonio intangible”.
nocimientos. Todo ello contribuye a la
De hecho, el abandono de la noción de “cul-
consolidación del paradigma del trabajo y
tura popular” significó una depuración del
de la cultura inmaterial.
E l 7 de marzo de este año se presentó la
componente sociopolítico, el enfoque y el
Incluso así, no existe un acuerdo total
conferencia introductoria del seminario
contenido de clase (referido al protagonis-
con respecto a la noción de patrimonio
Problemática Actual del Patrimonio Cul-
mo de las clases subalternas) que implicaba
cultural inmaterial. Existen distintos pun-
tural, intitulada “El concepto de patrimo-
dicha categoría.
tos de vista al respecto, y hasta algunas
nio cultural inmaterial en el marco de la
En un sentido muy diferente, la adopción
discrepancias sobre la validez del término
Unesco”, en la cual se abordaron los si-
de la noción de patrimonio cultural inmate-
(por ejemplo, las de J. Guanche y A. Mac
guientes temas: el contexto internacional
rial ha tenido, sin duda, un valor hermenéu-
Gregor).
y los antecedentes en la legislación inter-
tico y una utilidad política.
En el contexto de los organismos inter-
nacional que preceden al cambio de orien-
Una segunda vertiente es la que se re-
nacionales se presentan tensiones entre
tación de la Unesco hacia el interés en el
fiere a la importancia que ha adquirido la
bloques y grupos de países, entre los cua-
patrimonio cultural inmaterial, así como
dimensión simbólica en la noción de cul-
les figuran las potencias como Estados
las características conceptuales de las no-
tura, especialmente a partir de los plantea-
Unidos, el cual pugna por la apertura de
ciones de “cultura” y “patrimonio cultural
mientos realizados por Clifford Geertz en
los mercados para así abrir el campo al
inmaterial”.
la antropología.
predominio de las industrias culturales,
La reorientación que se ha producido en
Y una tercera consiste en el proceso de
y las que por el contrario, como Francia y
la legislación internacional de la Unesco al
desmaterialización que sufre el trabajo en
España, procuran establecer medidas de
desplazarse desde el interés casi exclusivo
el ámbito mundial y las consecuencias que
“excepción cultural” a fin de proteger los
en los bienes monumentales hacia la aten-
esto tiene en las formas de producción de
bienes nacionales.
ción creciente por el patrimonio inmaterial
valor.
Por ello es que un reto y “talón de Aqui-
marca una nueva etapa y constituye un fe-
A ello contribuye la confluencia de es-
les” de la Convención para la Salvaguarda
nómeno mundial significativo que amerita
ta tendencia con el reconocimiento de la
del Patrimonio Cultural Inmaterial es el de-
ser explicado. Este nuevo enfoque se puede
importancia que tienen los “conocimientos
licado tema (y gran ausente en la misma)
relacionar con una concepción diferente so-
tradicionales”, tanto por su interés estra-
de la propiedad intelectual.
bre la cultura.
tégico para las empresas multinacionales
La llamada Alianza de las Civilizaciones,
como por la alternativa civilizatoria que
originalmente promovida por el gobierno
Algunos antecedentes jurídicos importantes se encuentran en la Carta de México
(Mundiacult); el informe de la Unesco Nuestra diversidad creativa; las recomendaciones
sobre folclore y cultura popular de 1989; los
documentos emitidos por la Unesco en que
fue relatora Erika Irene Daes; la Declaración
de Teemaneng del icom-Unesco, y la Declaración de la
onu
sobre los Derechos de los
Pueblos Indígenas.
La noción de “patrimonio cultural inmaterial” que figura en la Convención para la
Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco responde a un nuevo emplazamiento paradigmático y tiene que ver,
por lo menos, con tres diferentes vertientes:
una de ellas se refiere a la supuesta insuficiencia de términos como el de “folclore”
(que realza y reivindica un autor como E. P.
COSTUMBRE
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español, representa otro escenario. Ésta
Durham. Así, se reflexionó sobre algunos
como un sistema (como sucede con el len-
se ha conformado en contrapartida con
conceptos de cultura como la consensual:
guaje en el ámbito discursivo), por lo que
la Unesco. Tanto por su intención como
“sistema de significados compartidos” (de-
puede perfilarse como un “canon” o, bien,
por sus objetivos programáticos denota
fecto y mérito del modelo durkheimiano)
una matriz desde la que se generan múlti-
una perspectiva geopolítica más explíci-
que hace valer el consenso en desmedro
ples sentidos.
ta referida a temas candentes como el de
del conflicto, así como la de E. P. Thomp-
De esa manera es posible ir descen-
las migraciones, la cuestión de género
son, quien llegó a sugerir que el propio
diendo hacia niveles más concretos en
y, principalmente, una retórica sobre el
término de cultura puede llegar a apartar
la identi-ficación de las unidades feno-
acercamiento entre Oriente y Occidente
la atención de las contradicciones sociales
menológicas de sentido o modelos de
(que escandaliza a algunos miembros del
y culturales.
sistemas de prácticas como el cricket (en
Estado español, como el ex presidente Jo-
Se aludió a la idea de subcultura (parcial-
Arjun Appadurai); las peleas de gallos (en
sé María Aznar). Se trata de contraponer
mente autónoma dentro de una totalidad
Clifford Geertz); el consumo ostentoso (en
una posición distinta a la visión de Samuel
más grande) y a que su relación con una
Thorstein Veblen); el kula (en Bronislaw
P. Huntington sobre el “choque de las
cultura principal puede ser de complemen-
Malinowski); el potlatch (en Ruth Bene-
civilizaciones”.
tariedad o de conflicto. Se señaló que Pierre
dict), el don (en Marcel Mauss); las repre-
Un tema que se abordó es el de la noción
Bourdieu estudia la estructura; Thompson,
sentaciones sociales (en Émile Durkheim);
de cultura. Una característica reiterada en
el cambio: la formación. Igualmente se alu-
la pureza (en Mary Douglas).
varias definiciones es que se alude más a
dió a que se encuentran culturas a través de
Y lo que interesa aquí no son necesaria-
lo que permite explicar o es explicado, así
las comunidades (Gerd Baumann), de modo
mente las prácticas mismas, sino lo que
como a la propia capacidad de hacerlo, más
que la equiparación entre comunidad y cul-
vendría a ser su lógica de articulación y su
que a los significados mismos, lo que ha-
tura se disuelve.
dinámica, y la cultura como la producción
y transformación de un mundo como un
ce pensar que la noción de cultura es una
También se consideraron los conceptos
especie de categoría metaconceptual. Uno
de “capital cultural”, “campo de fuerza”
de los riesgos, sin embargo, es que cuan-
(Martin Jay) y “habitus” de Bourdieu (deriva-
Se planteó, después, que la definición
do un concepto abarca un universo tan ex-
do de Aristóteles, santo Tomás de Aquino
de “patrimonio cultural inmaterial” de la
tenso, pierde en consistencia y capacidad
y Erwin Panofsky), como un conjunto de
Unesco presenta dos inconvenientes: pri-
explicativa.
esquemas que permiten a los agentes ge-
mero, es eminentemente descriptiva, y se-
Se señaló que al remontarnos a los prin-
nerar una infinidad de prácticas adaptadas
gundo, el término pretende definir algo por
cipios de su evolución etimológica, el térmi-
a situaciones que cambian incesantemente,
lo que no es.
no de cultura (que curiosamente se origina
siendo el núcleo del concepto una suerte de
en el trabajo agrícola) sufre una inversión
improvisación regulada.
efecto de significado.
De igual manera se señaló que pueden
identificarse por lo menos dos posiciones
semántica paradójica, al desplazarse al polo
Una noción importante a ese respecto es
desde las cuales se visualiza la “cultura”
opuesto y significar todo aquello relaciona-
la de “campo”, que utiliza Bourdieu frente
en el mundo contemporáneo: una en la
do con una actividad (intelectual) que se de-
a los enfoques de Émile Durkheim y Clau-
que se le otorga cierta centralidad, como
sarrolla precisamente en el tiempo de ocio
de Lévi-Strauss. En ese espacio, los actores
un lugar ineludible, cuando se abordan los
y en contrapartida con aquélla otra que no
sociales se definen por sus posiciones rela-
restantes ámbitos, como antes lo ocuparon
deja tiempo para su realización.
tivas, e impone ciertas relaciones a quienes
la política y la economía (Alain Touraine).
Una característica de la noción de cultura
entran en él, relaciones que no son reduci-
De acuerdo con otra postura, la cultura se
es que a través de la misma se pueden dis-
bles a las intenciones de agentes individua-
subordina a la economía de mercado (por
cernir (y reconstruir) acciones y complejos
les y ni siquiera a las interacciones directas
ejemplo Gilles Lipovetsky).
de acciones humanas significativas que dan
entre ellos.
Se aludió a que una de las confusiones
cuenta del mundo construido, representado
Se sugirió, por último, un concepto de
que se producen como consecuencia de la
y vivido. Esas acciones producen significa-
patrimonio cultural que se pudiese concebir
velocidad de los cambios en la sociedad
dos y generan sentido.
como “formación cultural” y modo de pro-
contemporánea es la que se da entre cul-
Se hizo mención de algunas defini-
ducción de los mecanismos de simboliza-
tura y patrimonio cultural. Ello tiene varias
ciones: las de Tylor, Max Weber, Clifford
ción históricamente situados. Y se propuso
causas y consecuencias. El patrimonio cul-
Geertz, Pierre Bourdieu, Sally Moore,
que la cultura podría verse como una forma
tural se refiere a la propiedad y a la identi-
Victor Turner, John Thompson y Eunice
de articulación de lo simbólico, organizado
dad socialmente compartidos. Al asociarse
DIARIO DE CAMPO
la noción de cultura con la de patrimonio
miento. Trátese de las representaciones de
Por último, se planteó que, en su rela-
en el contexto de las políticas culturales de
un grupo tribal como de los valores de la
ción con la propiedad, el patrimonio cul-
la sociedad moderna, se produce un desli-
humanidad entera, el predominio de la no-
tural se asocia, por un lado, con el aspecto
zamiento de sentido que va de la identidad
ción patrimonial indica el momento de una
del “poder” político estatal, y por el otro,
(como atributo de la cultura) a las nociones
universalización, pero también (a partir de
con el concepto de “capital”. Con respec-
de “apropiación” y “propiedad” bajo una for-
cierto momento) de la discrecionalidad con
to a éste, de igual manera se mimetizará
ma predominantemente jurídico-política del
que se puede proceder con respecto a di-
(por ejemplo, en el concepto de “capital
derecho y la economía que subyace en el
cho bien para disponer económicamente
cultural”).
concepto de “patrimonio”.
del mismo.
Ello no es casual. Ya se ha visto, por
Sin embargo, ésa es la forma en que di-
Es una paradoja, pues si por un lado se
ejemplo, cómo las formaciones patrimo-
cho bien ha sido concebido, y ésta se ha
establece que se trata de una posesión he-
niales acentúan su valor simbólico asocia-
hecho extensiva a la totalidad de la he-
redada, se evaporan los límites en que el
do con la riqueza social acumulada, la cual
rencia inembargable de los pueblos. Con
patrimonio podría preservarse y ser acota-
adquiere independencia con respecto de
ello se alude a un “bien social” que no es
do. En ese nuevo contexto, el patrimonio
quienes la han producido, lo que se advier-
sólo nacional, sino que traspasa la entidad
viene a ser casi un sinónimo de algo social
te especialmente al sustraerse de la circula-
a la que se halla asociado desde su surgi-
indeterminado.
ción de mercancías.
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