PROTOCOLO A 2013 Escuela 200.docx

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Informe Curso Accesibilidad, Inclusión y
Discapacidad
Docentes responsables
Andrea Viera
Ema Leites
Información del grupo
Lista de estudiantes participantes (nombre, cédula de identidad, disciplina)
Diego Brea
4 205 272-8
ISEF
Esteban Moreira
4 572 075-6
Fonoaudiología -. EUTM.
María Belén Silva
4 616 100-2
Psicología/Trabajo social
Lorena Michelena
5 278 898-3
Facultad de Humanidades/
Ciencias de la Educación
Lugar y horario de entrevista/s
Martes 22 de octubre 2013, 14:30 hs. ESCUELA HORIZONTE
Jueves 24 de octubre 2013, 09:30 a 11:30 hs. ESCUELA HORIZONTE
Datos del informante
La entrevista fue realizada a Marianela Lebrini Directora de la Escuela.
La misma, es maestra especializada en discapacitados intelectuales y en dificultad en el
aprendizaje.
Además de ser profesora de lengua en un instituto de formación docente de Montevideo,
se encuentra realizando una tecnicatura en la Facultad de Humanidades.
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Es directora en el centro desde el año 2008, tres años después de haberse jubilado como
Inspectora de educación especial.
A solicitud de la comisión directiva, un año antes del nombrado anteriormente ingresa
como parte del grupo técnico de la institución, como maestra de apoyo.
En el año siguiente, 2008, toma el cargo de Directora.
Información de la institución visitada
Departamento y localidad/barrio:
Montevideo
Prado Sur
Antecedentes, metas y características de la institución
La institución fue fundada el 11 de octubre de 1962, cuando un grupo de padres
movilizados por la temática debido a que sus hijos presentaban parálisis cerebral. Es allí
que se agrupan y posteriormente, luego de conformarse como una Asociación Civil,
deciden comprar la casa dónde hasta el día de hoy, continúa, con éxito, funcionando la
institución.
En un principio había nacido con el nombre de “Asociación Pro Ayuda de Escuela
Horizonte” con la finalidad de bridar un servicio de calidad para sus hijos. Fue recién en
1964 que la Escuela Horizonte fue oficializada por Enseñanza Primaria.
En un comienzo fueron funcionando en un local alquilado en el barrio del Cordón pero por
suerte esa situación se revertió consiguiendo la casa propia a fines de 1983, en el barrio
del Prado de Montevideo, luego de un gran esfuerzo de la comisión de padres que había
gestado la creación de este este centro.
Actualmente la institución funciona debido a dos grandes convenios con INAU, uno de
tiempo parcial dónde los niños van y vienen desde sus casas a la escuela y otro convenio
con INAU dónde tiene régimen de hogar viviendo allí las 24 horas del día.
Las metas que persigue la institución son brindar una atención integral con el objetivo de
mejorar la calidad de vida de los niños, jóvenes y adultos, promoviendo conceptos como
la autogestión, fortalecimientos de vínculos sociales en personas con parálisis cerebral
severa y grave. Además es importante aclarar que esta escuela funciona como una ONG
sin fines de lucro con un total de 75 niños actualmente, divididos en 45 niños que
concurren en modalidad de tiempo parcial y 30 en modalidad de tiempo completo u
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hogar.
Con respecto al sustento financiero, la escuela se maneja con donaciones por medio de
las redes Abitab, RedPagos, cuentas bancarias en Banco República, líneas telefónicas
de “0900” y otras donaciones que la población les brinda además de un partida anual de
dos millones de pesos brindadas por el Estado.
Por último es importante aclarar que debido a la demanda que existe con respecto al
ingreso a la institución actualmente solo entran alumnos que sean derivados de INAU,
por derivaciones judiciales o por tutela social de las Fuerzas Armadas.
Por otro lado la totalidad de los niños son llevados y regresados desde su hogar a la
escuela y viceversa visto que la escuela cuenta con traslado propio para tales fines.
Características de la población
Como desarrollábamos en el punto anterior, la Escuela Horizonte atiende a niños,
jóvenes y adultos con parálisis cerebral severa y grave. Actualmente concurren un total
de 75 niños, 45 de los cuáles asisten en modalidad de tiempo parcial y 30 en modalidad
de hogar. El rango etáreo es muy amplio, habiendo alumnos de 3 a 61 años de edad, en
la actualidad.
Es importante aclarar que los alumnos egresan a los 18 años, con excepción de una
prórroga de un año por reglamentación del propio INAU, en la modalidad de tiempo
parcial. A diferencia de los alumnos de hogar que una vez que ingresan quedan allí hasta
su deceso.
Actores sociales vinculados a la institución (organizaciones sociales, vecinales,
barriales, redes)
El centro recibe apoyo del INAU, UDELAR y Club de leones. Y colegios de la zona y de la
cuidad como el Colegio Alemán.
Apoyo de organizaciones sociales (si corresponde)
Nivel de relacionamiento de la institución con la comunidad (actividades, participa
en redes, nivel de asistencia de familias cuando la escuela plantea actividades)
La Institución participa activamente con la comunidad realizando tareas de
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sensibilización con otros actores del Barrio o la zona como ser Escuelas, Liceos, UTU.
Generalmente las actividades son realizadas con los niños en la Institución.
Necesidades y/o pedidos planteados a la Universidad en relación con el tema
Principalmente necesitan Estudiantes y Profesionales que participen activamente en la
asistencia de los chicos desde la Disciplina que aborda cada uno.
Notan la falta de Personal y Presupuesto para agrandar el equipo técnico por lo que
están dispuestos a abrir las puertas de la institución como centro de Practica.
Problemáticas y necesidades detectadas en relación con la inclusión
No se detectan así como tampoco se mencionan problemáticas vinculadas a la inclusión
social dentro del centro. Por otra parte, se destaca que si bien la temática transita un
proceso que está adoptando “fuerza de ley”, la entrevistada expresa que aún existen
rezagos tanto por parte de las instituciones públicas como privadas en el momento de
aceptar que todas las personas incluidos aquellas con discapacidad se encuentran en
iguales condiciones y oportunidades, al ser titulares de los mismos derechos y deberes.
Problemáticas y necesidades detectadas en relación con la accesibilidad
Respecto a este punto, se han realizado algunas reformulaciones en materia edilicia para
contar con la habilitación tanto de la Intendencia como de Salud Pública. Se menciona
por ejemplo: una obra de ampliación (donación de la Embajada de Japón) y la
construcción de un ascensor con las medidas determinadas de manera de que allí pueda
entrar una camilla y dos sillas. Sin embargo la Maestra Directora de la Escuela señala
que dicha institución no presenta elementos de accesibilidad desde el punto de vista
arquitectónico; “hay necesidades edilicias, muchas” expresa, entre estas destaca la
necesidad de cuatro salidas laterales accesibles (en el momento solo se cuenta con
una), así como otro ascensor.
No se indagan ni tampoco menciona por parte de la entrevistada otro tipo de
problemática o necesidades relacionadas con la accesibilidad en dicho centro; desde la
observación participante realizada en el mismo tampoco fueron detectadas otro tipo de
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barreras (actitudinales, comunicacionales, informativas) que impidan el acceso de las
personas en situación de discapacidad a la Escuela.
En lo que tiene que ver con la accesibilidad del entorno social, es catalogada como
“lamentable”. Específicamente refiere al Estadio Centenario que exceptuando la entrada
por la tribuna América, no hay otra forma de acceder a uno de los centros más populares
que no sea sin ayuda de un acompañante.
Otros aspectos no considerados (referencia a políticas públicas en el tema y
prospectivas en relación con la población en condición de discapacidad que
atiende la institución)
La entrevistada respecto al tema políticas públicas solamente menciona que fue invitada
por la Cámara de Representante para la elaboración de la última ley. Respecto a ello nos
preguntamos si se refiere al nuevo Sistema Nacional de Cuidados que se encuentra en
vías de implementarse y constituye uno de sus objetivos las personas con discapacidad
al ser uno del grupo más vulnerables. También sus palabras reflejan cierto
distanciamiento por parte de las instituciones, al momento de cumplir en la práctica lo
establecido legalmente (en materia de accesibilidad e inclusión).
En el momento de pensar las prospectivas de la población que atiende la institución si
consideramos que estos se caracterizan por poseer discapacidad cerebral grave y
severa asociada en muchos de los casos a otra discapacidad, podemos pensar en que
las prospectivas a nivel educativo, de inserción social y sobre todo las posibilidades de
tener un proyecto de vida desde la autonomía del sujeto y una vida digna en donde sus
derechos sean plenamente efectivizados, es verdaderamente cuestionable. Además
tenemos en cuenta que gran parte de la población que atiende la institución proviene de
los sectores más vulnerados, no solamente a nivel socio-económico, sino que muchos se
encuentran en situación de amparo (los 365 días del año) debido a familias
desestructuradas y por vulneración de derechos como: violación, abandono, secuelas de
pasta base y violencia doméstica.
Reflexión y discusión del grupo a partir de la experiencia (integrar al menos dos
referencias teóricas empleadas en el Curso)
Cuando llegamos al centro, antes de que nadie nos recibiera ya vimos a los chicos y los
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tratos que los mismos recibían. Una señora, con una joven afuera, con música.... Ya se
veía con qué ambiente nos íbamos a encontrar.
Lo teórico visto en clase se pudo reflejar de alguna manera en aquel lugar, pero no hay
teorías que se comparen con lo que cada uno de nosotros vivenció en el momento de
enfrentarnos con los niños, adolescentes y adultos de la institución.
Pudimos ver cómo los profesionales que allí trabajan ponen en práctica algunas de los
temas que se consideraron en clase.
En primer lugar, cuando nos posicionamos frente al otro dependerá del modelo
conceptual (médico-biológico; social) desde el cual comprendamos la discapacidad.
Para Míguez (2009), desde la sociedad se caracteriza a la discapacidad como “diferente”
en relación a lo que se considera “normal”. Y así en oposición a la “normalidad” surge la
“anormalidad”, delimitando negativamente a las personas que no se subordinen a la
ideología dominante. En este sentido “cuando se cataloga a alguien de diferente se lo
está marginando, se le están quitando las posibilidades reales de desarrollo de sus
capacidades innatas y las que valla adquiriendo. Se lo ubica bajo la tutoría y
responsabilidad de un ser completo, normal, sin deficiencias, quitándose su estatus de
ser con capacidad de opinar sobre su vida y por tanto con capacidad de defender sus
derechos” (Míguez M N, 2009, p.52). Es necesario trascender éste posicionamiento y
reconocer que la persona con discapacidad es también una persona titular de iguales
derechos; los profesionales que allí trabajan tienen bien claro este posicionamiento
hacen su mayor esfuerzo para que las personas que asisten a la Escuela puedan
desplegar su potencial dentro de sus limitaciones.
Respecto a esto la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad,
en su artículo N°12 expresa: “Los Estados Partes reconocerán que las personas con
discapacidad tienen capacidad jurídica en igualdad de condiciones con las demás en
todos los aspectos de la vida” (Convención, 2006:11).
Sin embargo podemos ver como en la sociedad, las personas con discapacidad no
forman parte de los parámetros de “normalidad” impuestos por la ideología dominante. Si
bien existe un avance conceptual de la discapacidad y hemos asistido a un cambio de
paradigmas en la forma de posicionarnos y comprender la temática, pensamos que en el
contexto actual la discapacidad continúa siendo vista como una falta, un déficit que
impide al individuo adecuarse a los parámetros del sistema, pasando a ser considerados
personas “diferentes” de dicha normalidad.
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Siguiendo a Foucault (1990), la “normalidad” opera como un dispositivo de control y
clasificación de los cuerpos, estableciendo modos de ser y estar en el mundo. En nuestro
país, la Escuela Horizonte a nivel nacional es la encargada de atender a las personas
con discapacidad cerebral grave y severa. De esta forma, concebir a la persona con
discapacidad como “diferente” conlleva a la construcción simbólica de un “otro”, que se
distingue y se aleja del “nosotros”. Aquí el “nosotros” equivale a lo “normal”, de esta
forma podemos decir que la normalidad incluye a todas las personas que comparten
características modelo y a partir de estas se define, se excluye al “otro”, “patológico”,
“diferente”.
La discapacidad ha sido concebida como un problema, aquello que desliga y por tanto
excluye a la persona de la sociedad. Visión que no solo está presente en el imaginario
social sino que los tratados nacionales e internacionales se han encargado de reproducir.
En el 2001, según la OMS “Discapacidad es un término genérico que incluye déficit,
limitaciones en la actividad y restricciones en la participación. Indica los aspectos
negativos de la interacción entre un individuo (con una condición de salud) y sus factores
contextuales (factores ambientales y personales)” (OMS, 2001, p.207).
Podemos ver como la OMS establece una mirada desde lo negativo de la discapacidad.
Esta es concebida como un déficit, un estado de salud que limita la capacidad de realizar
actividades y participar en su vida diaria, por tanto no reconoce sus derechos
fundamentales ni la incidencia del entorno. Desde esta perspectiva médico-biológica las
personas con discapacidad son diferenciadas del resto de la sociedad.
Se ha iniciado en los últimos años un proceso de cambio conceptual acerca de la
discapacidad, desde una postura netamente médico-biológica a una social; estamos
asistiendo a un cambio de paradigmas, una re significación de nuevas concepciones en
donde la discapacidad aparece como un problema de todos.
En el año 2006 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba la Convención
sobre los derechos de las personas con discapacidad. Se establece que discapacidad
es: “Un concepto que evoluciona y que resulta de la interacción entre las personas con
deficiencias y las barreras debidas a la actitud y al entorno que evitan su participación
plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con los demás” (Convención
sobre los derechos de las personas con discapacidad, 2006, p.2).
Esta definición si bien incorpora la dimensión social y trasciende el modelo médico ya
que menciona la incidencia del contexto en la construcción de la discapacidad, las
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barreras que encuentran estas personas tanto en el entorno como con los demás. Desde
esta concepción podríamos preguntarnos ¿una persona con discapacidad lo es en la
medida que existe un entorno que la “discapacita”? ; ¿las limitaciones existentes en el
entorno convierten una deficiencia en discapacidad?
En nuestro país se aprobó en marzo de 2010 la ley 18.615 y establece en su artículo
N°2: “Se considera con discapacidad a toda persona que padezca o presente una
alteración funcional permanente o prolongada, física (motriz, sensorial, orgánica,
visceral) o mental (intelectual y/o psíquica) que en relación a su edad y medio social
implique desventajas considerables para su integración familiar, social, educacional o
laboral” (Ley N°18.615 Cáp. I, Artículo 2).
Esta ley implica un quiebre bastante importante, el inicio de un cambio conceptual que
comienza a reconocer la titularidad de derechos de toda persona con discapacidad. Sin
embargo, podemos ver como la discapacidad continúa tratándose como un déficit, un
atributo individual limitante en el momento de participar en la sociedad.
Según la Prof. Mag. Lía Fernández (2013), desde el área Salud de Facultad de
Enfermería, en la actualidad se trabaja desde un modelo ecológico, una mirada de la
discapacidad desde el reconocimiento de los derechos que estas personas tienen,
derechos de participar en sociedad, en la vida educativa, derechos laborales así como
también derechos sexuales y reproductivos.
Si bien se puede visualizar un cambio desde lo positivo al pensar la discapacidad,
podemos preguntarnos ¿cuáles son las respuestas del “otro” social frente al sujeto que
se encuentra en situación de discapacidad?
Consideramos que en el imaginario social así como en instrumentos jurídicos nacionales
e internacionales continúa presente el modelo medico-biológico. Cuando la sociedad se
enfrenta a una persona en situación de discapacidad aún existe una mirada desde el
déficit y la deficiencia; tampoco se tiene en cuenta el tipo y grado de la discapacidad
siendo esto determinante en la propia realidad del sujeto y en su inclusión social. Esto
genera consecuencias negativas como pobreza, depresión, angustia, sentimiento de
inutilidad. No se considera que una deficiencia se convierte en discapacidad de acuerdo
a las limitaciones que existen en el entorno; es este que debe dar respuestas al ser
humano y no el ser humano adaptarse al entorno.
Significa hablar de accesibilidad y dar sentido a la inclusión social. ¿Garantiza el entorno
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un tránsito posible para todas las funciones? ; ¿Cumple el entorno edificado o no, así
como los objetos, bienes y servicios las condiciones necesarias en materia de equidad y
seguridad para permitir la utilización y comprensión de todas las personas?
Retomando a la docente C. González desde la Escuela de Parteras (2013), “La
accesibilidad es la condición que deben cumplir los entornos, procesos, bienes,
productos y servicios, así como los objetos o instrumentos, herramientas y dispositivos,
para ser comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas, en condiciones
de seguridad y comodidad, de la forma más autónoma y natural posible.” (Curso:
Accesibilidad, inclusión y Discapacidad).
Por otra parte, señalamos la importancia del trabajo interdisciplinario en el momento de
abordar una problemática tan compleja como lo es la discapacidad, en donde intervienen
e interactúan múltiples factores: físicos, funcionales, psicológicos, sociales, ambientales,
culturales. Es por esto que consideramos la necesidad de un abordaje desde las
diferentes disciplinas confluyendo en un único objetivo, es decir, un tratamiento de
carácter integral de la persona que se encuentra en situación de discapacidad
considerando también a su familia.
¿Cómo aportar desde nuestras disciplinas?
Desde el Trabajo Social teniendo en cuenta que es una disciplina que interviene en el
abordaje de problemas sociales apuntando a mejorar la calidad de vida de los sujetos y
el desarrollo de sus potencialidades no resueltas, se considera importante su
intervención en esta problemática. Así como también generar conocimiento teóricometodológico que permita cuestionar el significado construido socialmente.
A su vez, el Trabajador Social debe convertirse en uno de los principales promotores del
modelo social de la discapacidad, para romper con las ideas preconcebidas y lograr el
reconocimiento de los derechos y deberes que históricamente se han vulnerado a las
personas con discapacidad; así como generar procesos de fortalecimiento de su
autonomía y autoestima.
Desde la Psicología se debería brindar un espacio a esa persona como a cualquier otro
sujeto, en donde pueda pensarse y decidir en función de si mismo. “(…) nuestra tarea no
está dirigida a reparar lo irreparable, a marca visible de la discapacidad operando desde
el daño real. Daño que se inscribirá y será vivido en el mundo interno de acuerdo con
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estructuras psíquicas del sujeto.” (Schorn M, 2008 p.54). También desde esta disciplina
es necesario el trabajo junto a los padres de ese niño, específicamente el encuentro de
ese niño con un entorno maternal que opere como espejo del niño y pueda devolverle
una mirada contenedora; sobre todo una madre que tenga recursos necesarios para
significar partes del cuerpo no lesionadas. Un cuerpo puede estar lesionado pero la
imagen corporal que se va construyendo con la ayuda del medio puede ser integradora.
Desde la Fonoaudiología se debería pensar un abordaje estrictamente avocado a los
niños y otro al personal de la institución. Se deberian realizar todas las actividades
necesarias para facilitar la comunicación y el desarrollo del lenguaje de los niños, desde
la Fonoestomatología capacitar al personal para concientizar y enseñar maniobras que
tiendan a facilitar la alimentancion de los niños y así evitar complicaciónes por aspirado
del alimento, concientizar la alimentación como actividad placentera y segura. El trabajo
con otras Disciplinas sería Fundamental para hacer una intervención eficaz.
Desde las Letras: Leer cuentos, que nos los lean, disfrutarlos, revivirlos... un monton de
letras juntas, formando masas de textos que nos remontan a una historia que nos
permite posicionarnos en un lugar cualquiera que tengamos ganas.
Que nos cuenten una historia, hacernos de una historia, inventarnos una historia donde
cada cosa sea y se desarrolle a gusto y gana nuestras... eso nos permite la literatura, y
enfocandome solo en la narrativa.
Creo que a éstos niños/as que tanto les ha tocado en la vida, parte de su momento de
recreación, podría ser la literatura. Un momento donde cada uno se permita soñar mas
allá, o ser tal o cual personaje... en medida que quiera y pueda.
Mas allá de las ciencias duras, lo mas humanitario y menos cientifico, tiene parte en la
discapacidad. Es un medio donde la persona se interioriza con el mismo, con sus gustos,
con sus querer ser, y con los demás, porque no, con esos que los rodean o él o ella
desea que estén con ella.
La medicina, la ciencia y demás los ayuda muchisimo en lo biologico y psicologico, pero
tanto en recreación, la literatura es un buen mediador, a mi parecer, para que tanto como
la música, la persona se distienda de las barreras fisiológicas que les han tocado.
Desde la Educación Física podemos aportar obviamente desde lo motriz. Con ello nos
referimos a que no solo podemos abordar el tema desde lo teórico y conceptualizando
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los saberes que hemos ido trabajando durante el curso sino abordarlo desde un punto de
vista más práctico, en el campo mismo.
Todos sabemos que desde lo corporal podemos hacer que el sujeto viva o vivencie su
vida desde otro punto de partida y no necesariamente debemos pensar en algo
meramente recreativo u ocioso sino que podemos aportar desde el cómo posicionarse en
una silla de ruedas, como sujetar los bastones o mismo interferir en los hábitos
cotidianos de las personas, ya sea fortaleciendo ciertas conductas que hagan que el
sujeto realice sus movimientos de forma más eficaz y eficiente y con ello ir mejorando su
calidad de vida. Y esto nos parece de vital importancia, y ya no desde lo específico de
esta disciplina sino a nivel general creemos que el fin último será para todos uno en
común, poder aportar desde lo específico de cada campo las sugerencias o mejoras
posibles que hagan que el sujeto mejore su calidad de vida.
Continuando con lo específico de la disciplina podemos trabajar en fortalecer las cadenas
musculares mayormente implicadas de acuerdo a las necesidades o esfuerzos propios
de cada discapacidad, por decir un ejemplo, no trabajaremos igual miembros superiores
en espina bífida que en hemiparesia. Sabiendo cuáles son las particularidades y
manifestaciones de cada discapacidad podremos abocarnos de forma más acabada y
puntual a las dificultades que cada una presenta.
Concluyendo con los que concierne a la Educación Física en particular, creo que puede
ser de vital importancia a la hora de integrar un equipo técnico multidisciplinario porque
logrará complementar todo los psicológico, fisiológico, emocional con su traducción en lo
físico, con lo locomotor que podrá estar afectado o no, pero será su vehículo ya sea
tanto, para movilizarse como para sociabilizarse con el entorno y por medio de ello llegar
el fin más importante, como bien decíamos, la mejora en la calidad de vida . NI que
hablar que por medio del juego podremos lograr muy buenos resultados que con otras
herramientas se dificultaría un poco más o harían que la persona lo tome como algo
desgastante, rutinario y aburrido.
Nos encontramos ante la necesidad de apelar a un cambio a nivel cultural, que requiere
de una sociedad sensibilizada y pueda involucrarse con esta temática. Respecto a esto
el destierro de barreras culturales, así como los perjuicios existentes en el momento de
mirar a las personas con discapacidad, sobre todo niños y adolescentes, que encuentran
limitada su posibilidad de desarrollo y sus derechos a participar de una vida digna en
igualdad de condiciones.
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Sabemos que la vulneración de derechos aumenta cuando los niños y adolescentes se
encuentran en situación de discapacidad. Según la Obst. Part. Cecilia González (2013),
las personas con discapacidad son más vulnerables a situaciones de violencia, abuso
sexual, embarazo no deseado, enfermedades de transmisión sexual, por: su situación de
dependencia; poco consientes de que son maltratados; diferencias de comunicación;
falta de credibilidad; situación de indefensión y por negación de género (pensar a la
persona con discapacidad como un ser que no es activo, que no tiene capacidad de
relacionarse y ser “asexuado”). (Curso: Accesibilidad, inclusión y Discapacidad).
Nos
preguntamos
si
los
niños,
adolescentes
y
adultos
que
se
encuentran
institucionalizados en la Escuela Horizonte, es decir, aquellos que permanecen allí en
modalidad de tiempo completo justamente por vulneración de derechos, ¿son restituidos
sus derechos?; ¿reciben una atención individualizada?; ¿les otorgan herramientas
necesarias teniendo en cuenta su propia singularidad? Ya que cada uno vive su
discapacidad de manera diferente y de acuerdo a su propia historia. ¿Reciben estas
personas herramientas para construir un proyecto de vida?
Respecto a los cuidados recibidos, ¿generan algún grado de autonomía dentro de las
dificultades que presenta cada persona?
Vemos que son muchas las preguntas para un tema en donde la cuestión de derechos,
responsabilidades y el Estado sobre todo a través de sus políticas públicas, se encuentra
aún en proceso de ¿cómo responder universalmente a necesidades que son
particulares?
Fuimos partícipes de que cada una de las personas atendidas en la Escuela tiene ciertas
discapacidades, adquiridas o innatas, pero también supimos apreciar de que cada
profesional que allí trabaja, hace por momentos que ellos sean uno más, como debe ser,
que “desaparezcan” sus problemas y como decía un cartel a la entrada del centro,
“ELIMINANDO LAS BARRERAS...UN CAMINO HACIA LA INCLUSIÓN SOCIAL”
Referencias bibliográficas

Foucault M., (1990) “La vida de los hombres infames”. Madrid, ed: La Piqueta.

Ley 18.615, (2010) “Protección Integral de personas con discapacidad”.
12
Montevideo, Uruguay.

Míguez M. N (2009), “Construcción social de la discapacidad”. Montevideo,
Uruguay. ed: Tricle.

OMS, (2001) Clasificación Internacional del funcionamiento de la Discapacidad y
de la salud. Madrid.

Organización de las Naciones Unidas, (2006) Convención sobre los derechos de
las personas con discapacidad.

Schorn M., (2008) Discapacidad. Una mirada distinta, una escucha diferente. Bs.
As., ed: Lugar Editorial.
Clases teóricas (2013), Curso: Accesibilidad, inclusión y Discapacidad. Facultad de
Psicología, Montevideo, Uruguay:

Fenández Lía, “La construcción de los procesos de salud-enfermedad-atención en
personas con discapacidad; el autocuidado y la importancia del entorno en la
prevención y rehabilitación integral en personas con discapacidad”.

González Cecilia, “Derechos sexuales y reproductivos de la persona con
discapacidad. Discapacidad y violencia de género. Accesibilidad a los Servicios de
salud de las personas con discapacidad”.
RECORDAR:
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EMPLEADO PARA LA ENTREVISTA)
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