Historia de la Filosofía 1 Historia de la Filosofía 2 EXTREMADURA MODELO CURSO 2009-2010 SOLUCIÓN DE LA PRUEBA DE ACCESO AUTOR: Francisco Ríos Pedraza Opción A Análisis de los términos subrayados y explicación del sentido del texto. En este texto del libro VII de la República, Platón expone su argumento acerca de quiénes no deben gobernar la polis: por un lado, quienes no tienen la educación necesaria para ello y, por otro, quienes están volcados únicamente en el conocimiento teórico. Platón diseñó un sistema educativo dirigido a mejorar las capacidades naturales de los ciudadanos de la polis. La importancia otorgada a la educación en el sistema platónico es tal, que considera que debe estar en manos del Estado y no de la familia. En el sistema educativo propuesto por Platón se distinguen dos etapas: 쐌 Primera. Desde la infancia hasta los veinte años. A ella accederían los futuros guardianes, a quienes se instruiría en la gimnasia, para cultivar el cuerpo y el carácter; y en el arte, para el desarrollo del alma. 쐌 Segunda. Entre los veinte y los treinta y cinco años. En ella se formaría a los mejores de entre los guardianes en la filosofía, que considera la disciplina fundamental e imprescindible para los futuros gobernantes. La formación filosófica requiere, a juicio de Platón, una preparación previa que desempeñan las matemáticas. Quienes carecen de esta completa preparación no disponen de los conocimientos necesarios para gobernar la polis. Si se permitiera que gobernasen personas desprovistas de los conocimientos necesarios, cabría esperar que los asuntos públicos marchasen mal y que se perjudique a todos los miembros de la polis. Por este motivo, Platón rechaza el sistema de gobierno democrático, en el que los cargos públicos son elegidos por sorteo o por votación, pues afirma que así no se garantiza que se elija a quienes verdaderamente poseen los conocimientos requeridos. El sistema de gobierno adecuado, según Platón, es una monarquía o una aristocracia absoluta, en las que el poder del gobernante o de los gobernantes, según sea el caso, solo venga limitado por el saber que posean y que les orienta en su acción de gobierno. Puesto que ese saber se basa en un sistema educativo organizado expresamente para prepararles para el buen gobierno, cabe esperar que los gobernantes surgidos de ahí sean los mejor capacitados para ello. En tales circunstancias, las leyes serían innecesarias, porque la educación, tal como es concebida en este sistema, orienta la acción mejor que aquellas. Platón también sostiene que tampoco se debe dejar el gobierno en manos de aquellos que únicamente se © Oxford University Press España, S. A. dedican al conocimiento teórico y, por ello, no están predispuestos para aplicar en la práctica sus conocimientos. La tarea de gobierno es de tipo práctico, pues se deben aplicar los conocimientos adquiridos. Por ello, es necesaria una cierta predisposición a la acción, es decir, a la aplicación práctica de esos conocimientos. La teoría platónica de los niveles de conocimiento. Platón establece dos tipos de conocimiento: 쐌 Conocimiento sensible. Produce la opinión, una forma de conocimiento que es inestable, insegura y cambiante. Estas características son también las de sus objetos de conocimiento: los seres sensibles. 쐌 Conocimiento de las Ideas. Da lugar a la ciencia, que es segura, estable y no cambia. La distinción entre estas dos formas de conocimiento ya había sido establecida por Parménides, aunque este, obviamente, no refirió la ciencia al conocimiento de las Ideas platónicas. La verdadera novedad introducida por Platón fue subdividir estos dos tipos generales de conocimiento: 쐌 La opinión se divide en: 쐌 Imaginación. Tiene por objeto las imágenes y reflejos de los seres sensibles. 쐌 Creencia. Se ocupa del conocimiento directo de los seres sensibles y da lugar a la física. 쐌 La ciencia se divide en: 쐌 Conocimiento discursivo. Se ocupa de los objetos matemáticos y procede desde una hipótesis hacia una conclusión Esta forma de conocimiento no es todavía el verdadero saber que busca Platón, puesto que su base no es sólida, ya que descansa en hipótesis, es decir, en supuestos cuya verdad no es segura. 쐌 Dialéctica. Sí que origina el verdadero conocimiento, al tener por objeto a las Ideas y proceder de modo inverso a como lo hace el conocimiento discursivo. La dialéctica inicia el recorrido en hipótesis, pero en lugar de descender hacia una conclusión, asciende hacia un principio no supuesto que sirva de fundamento a la hipótesis de partida. De este modo, la hipótesis deja de serlo para convertirse en una verdad conocida y, además, se alcanza el saber de los primeros principios, que es el fundamento último de todo conocimiento. La teoría del conocimiento de Platón implica una concepción jerarquizada del mundo de las Ideas, ya que en Historia de la Filosofía 3 EXTREMADURA su ascenso desde las hipótesis el pensamiento dialéctico pasa de unas ideas a otras hasta llegar a la Idea suprema. Esta Idea suprema es diferente según la obra de Platón que se trate: en el Banquete es la Idea de Belleza, y en la República la Idea del Bien. Circunstancias históricas y sociopolíticas que influyeron en el pensamiento de Platón. El interés de Platón por la política y la decisión de dedicarse a ella tiene su origen en un hecho que marcó su vida: el juicio, condena y posterior ejecución de su maestro Sócrates. El impacto que causó en Platón este acontecimiento le convenció de la necesidad de diseñar una sociedad en la que no fuera posible que desde el poder político se cometan injusticias como aquella. Atenas, la polis de Sócrates y Platón, tenía en tiempos de la condena de Sócrates un régimen político democrático que había sucedido al gobierno de los Treinta Tiranos implantado por Esparta tras su victoria sobre Atenas en la Guerra del Peloponeso. Los atenienses habían conocido una época de esplendor tras el fin de las guerras médicas y su victoria sobre los persas. Pero pronto llegó una crisis política que trajo consigo el desgobierno, los abusos y las injusticias cometidas por quienes han de mirar por el bien común. Todo ello llevó a Platón a plantearse la necesidad de revisar las estructuras que sustentan la polis, para recuperar el sendero que conduce hacia una sociedad justa en la que sus ciudadanos se sientan a salvo del peligro y puedan desarrollar su actividad en beneficio propio y de la comunidad. Los sofistas y Sócrates ya habían centrado la atención de la filosofía en los temas relacionados con la ética y la política. En este contexto, la solución platónica se inscribe en la línea iniciada por Sócrates, contraria a la defendida por los sofistas. Como Sócrates, Platón se enfrenta al escepticismo y al relativismo de los sofistas. Sin embargo Platón, a diferencia del anterior, considera que la ética y la política —la filosofía práctica— deben fundamentarse en una concepción global de la realidad en toda su amplitud, es decir, en una ontología. Platón recupera, por tanto, la dimensión teórica de la filosofía, que había sido abordada por los presocráticos, pero que fue abandonada por los sofistas y por Sócrates. Tema del texto y explicación del problema del gobierno del Estado según otros autores. En el texto se expone la teoría de Platón sobre el gobierno del Estado y sobre quiénes no deben ejercer ese gobierno. Platón defendió un sistema político basado en una división estamental de la sociedad. Platón consideró necesario instituir tres estamentos, cuya pertenencia a los mismos no vendría determinada por lazos familiares, © Oxford University Press España, S. A. MODELO CURSO 2009-2010 sino por las capacidades naturales de cada individuo. En concreto, el estamento de los gobernantes se constituye en una aristocracia del conocimiento, ya que las capacidades en el uso de la razón determinan quiénes pueden pertenecer a él, y es el conocimiento del mundo de las Ideas lo que capacita a los miembros de este estamento para gobernar adecuadamente. Platón fue el primero en elaborar una teoría política basada en el diseño de una sociedad perfecta que pueda servir de contrapunto a la sociedad real y que permita, así, sacar a la luz las deficiencias de esta última. Posteriormente, en el Renacimiento, Tomas Moro utilizará en su obra Utopía el mismo procedimiento para exponer su teoría política. Ya en el siglo XX varios autores han utilizado un procedimiento similar, aunque con variaciones significativas. En lugar de proponer una sociedad perfecta para poder compararla con la actual, han proyectado nuestra sociedad hacia el futuro para mostrar las situaciones indeseables a las que la sociedad se dirige si se persiste en los errores que se están cometiendo. Es lo que se ha dado en llamar utopías negativas, de las que algunos ejemplos son las obras Un mundo feliz, de Aldous Huxley, y 1984, de George Orwell. En cuanto a quién y cómo ha de gobernar, ningún autor posterior ha confiado en la perfección del conocimiento humano y su aplicación práctica como fundamento del buen gobierno. El propio Platón, incluso, al final de su vida dudó de esa posibilidad y sostuvo que las leyes son necesarias para garantizar que el gobernante no cometa desmanes. Durante los siglos XVI, XVII y XVIII este ha sido un tema especialmente presente en el debate filosófico. En este período, la mayoría de los filósofos han recurrido a la llamada teoría del contrato para explicar el origen de la sociedad y, desde esa explicación, elaborar una teoría sobre el gobierno del Estado. Los autores que han adoptado esta perspectiva se pueden dividir en dos grandes grupos: 쐌 Quienes desconfían de la naturaleza humana y, por ello, proponen un sistema de gobierno con el poder concentrado en una sola persona. El gobernante así instituido debe ejercer el poder que le ha sido concedido de modo autoritario. Nicolás Maquiavelo y Thomas Hobbes son partidarios de esta opción. 쐌 Quienes consideran que la armonía social es posible y deseable, pero también reconocen la debilidad humana tanto intelectual como de carácter. Estos autores se decantan por un sistema de gobierno democrático, en el que las decisiones políticas sean debatidas y puedan articularse los distintos intereses particulares. Locke y Rousseau son representantes destacados de este enfoque. Historia de la Filosofía 4 EXTREMADURA MODELO CURSO 2009-2010 Opción B Análisis de los términos subrayados y explicación del sentido del texto. El texto recoge una clara formulación del nihilismo positivo, tal como es concebido por Nietzsche. Mientras el nihilismo negativo abraza supuestos valores que, en realidad, no guardan nada en su interior, el positivo trata de eliminar todo aquello en lo que se ha creído hasta entonces, para preparar el camino a la llegada del superhombre. Esta eliminación de todo lo que se ha considerado valioso deja el espacio libre para crear valores nuevos. Esta es la función del nihilismo positivo. En primer lugar se elimina la fe en el llamado «mundo verdadero». Para Nietzsche este es el más falso de los mundos, inventado por quienes temen al devenir incesante y huyen de él creando una realidad inexistente, pero en la que se pueden instalar cómodamente. El «mundo verdadero» es el mundo de las Ideas platónico, lleno de esencias inmutables, que gobierna la realidad sensible que captamos por nuestros sentidos. Este mundo es diseñado a la medida de nuestra razón. En él todo está fijo e inmóvil, esperando ser atrapado, sometido y dominado por nuestra razón. La eliminación del mal llamado «mundo verdadero» abre la puerta a un nuevo día, a una nueva esperanza. El amanecer es la metáfora que mejor representa la situación en la que se encuentra quien acaba de romper vínculos con esa falsificación que, según Nietzsche, ha dominado durante siglos el pensamiento occidental. Una vez puesta en evidencia la falsedad del mundo verdadero y, por consiguiente, eliminado él y todos los efectos que produce en nuestra concepción de la realidad, quedaría únicamente el que había sido considerado «mundo aparente». Este es el mundo que captamos por los sentidos, en el que se materializan las esencias del «mundo verdadero». Pero puesto que este mundo aparente solo tiene sentido como contrapunto del verdadero, al eliminar este, aquel pierde todo su sentido y desaparece con él. Así queda eliminada íntegramente la concepción de la realidad que había sido el trasfondo de toda la filosofía occidental. Surge ahora el momento del mediodía, el de mayor claridad, en el que la sombra proyectada por toda esa concepción de la realidad resulta menos influyente. Es el momento en el que Zaratustra, el profeta del superhombre, puede anunciar su venida. El superhombre es aquel capaz de elevarse por encima de todos los errores de la humanidad y construir nuevos valores, una vez arrasados los antiguos. La crítica de Nietzsche a la moral. Nietzsche sostiene que los valores morales vigentes en la sociedad occidental son fruto de una transvaloración, de una subversión de los valores imperantes en la sociedad aristocrático-guerrera de la Grecia clásica. En aquella sociedad se consideraban buenos el poder, la fuerza, la vitalidad y el éxito; por el contrario, eran malos el fra© Oxford University Press España, S. A. caso, lo débil, lo enfermizo, etc. En esta moral, surgida de valores naturales, los fuertes y poderosos no sienten animadversión hacia los débiles; simplemente no les prestan atención, ya que ellos se dedican a disfrutar de los bienes que la fortuna les ha otorgado. Según el análisis de Nietzsche, entre los miembros de esa aristocracia existían dos tipos bien diferenciados: 쐌 Quienes poseen una fortaleza de tipo físico y están llenos de vitalidad. Nietzsche se refiere a este tipo de ser superior como la casta guerrera. 쐌 Quienes poseen una inteligencia superior. Nietzsche la denomina casta sacerdotal Las diferencias entre ambas castas debieron conducir al enfrentamiento. En esta situación, la casta sacerdotal sabe que no puede aceptar que las diferencias se diriman en el terreno físico. Demasiado inteligentes para caer en esa trampa, los representantes de la casta sacerdotal diseñaron una pérfida estrategia que les habría de conducir a la victoria: en lugar de librar ellos la batalla, se aliaron con quienes habían despreciado hasta entonces, el pueblo, para que les hicieran el trabajo sucio. Como primera medida les convencieron de que los valores que ellos representan, la debilidad, la pobreza, la humildad, no son malos, sino buenos. Seguidamente, les hicieron ver que los aristócratas-guerreros y sus valores no son buenos, ni tampoco malos, sino malvados: la fortaleza, la vitalidad, la jovialidad son dañinas y deben ser perseguidas. De este modo se opera la transvaloración de los valores morales y surge la moral dominante en la cultura occidental, representada en Grecia por la figura de Sócrates y en el mundo occidental en general por la religión cristiana. La moral original era activa, una moral de señores que se caracteriza por decir sí a uno mismo. La nueva moral, en cambio, es reactiva, surge contra la primera; es una moral de esclavos que se caracteriza por decir no a todo lo que no soy yo. Además, esta moral se funda en el resentimiento y en el odio a quien no posee los valores que ahora son considerados buenos. Este odio queda expresado en la valoración negativa, que ahora no es «malo», sino «malvado». Al malo se le desprecia, mientras que al malvado se le odia y se desea su destrucción. Una vez explicado el origen que, según Nietzsche, tiene la moral dominante en la cultura occidental, se entiende bien su crítica despiadada contra ella. La moral cristiana eleva los valores que considera positivos hasta un nivel trascendente; pero ahora se ve que esos valores no tienen su fundamento en ningún Dios, sino que son humanos, demasiado humanos, y además de la peor especie. Una vez desvelada la estratagema de los constructores de los valores del cristianismo, la actitud adecuada es arrasar esos valores. La destrucción de la moral cristiana no se hace para regresar a la moral aristocrático-guerrera de la Grecia clásica —porque la situación ya no es la Historia de la Filosofía 5 EXTREMADURA misma—, sino para adoptar la actitud nihilista de aniquilar todos los valores antiguos que son caducos, y dejar así espacio a la posibilidad de crear otros nuevos que se ajusten a la nueva realidad del superhombre que ha de llegar. Circunstancias históricas y sociopolíticas que influyeron en el pensamiento de Nietzsche. El pensamiento de Nietzsche se vio influido más por circunstancias culturales que por otras sociales o políticas. Nietzsche critica la cultura occidental en general. Su reflexión se dirige a la crítica de la metafísica, de la moral, del arte y, en definitiva, de toda manifestación cultural. Nietzsche percibe su época como una etapa previa a una serie de grandes cambios sociales, políticos y culturales que habrán de producirse en breve. Él se ve a sí mismo como el profeta que anuncia esos cambios, un hombre adelantado a su tiempo que sabe ver el futuro que se avecina. Ese futuro debe ser radicalmente distinto al pasado, porque el pasado se sustenta en una cultura agotada, que ha explotado al máximo sus posibilidades y que es necesario abandonar. De ahí la crítica feroz de Nietzsche hacia los valores de la cultura tradicional. Esta crítica se enfrenta a distintos enemigos: 쐌 La metafísica racionalista. Originada con Platón, y seguida a lo largo de siglos por distintos filósofos. 쐌 La moral, los valores morales de una caduca sociedad decimonónica y su fundamento cristiano. 쐌 La ciencia y el positivismo. Para Nietzsche, prometen un progreso que no es real, que en realidad esconde más de lo mismo habido hasta entonces. En la filosofía de Nietzsche influyeron: 쐌 El pensamiento irracionalista de Schopenhauer. Especialmente en lo relativo a la voluntad de poder como fundamento último de la realidad. 쐌 La teoría de la evolución de Darwin y su explicación del mecanismo de selección natural. Las teorías darwinistas están seguramente detrás de la idea del superhombre como resultado de la evolución desde el hombre actual. Si bien es necesario tener presente que en Nietzsche esa evolución no tiene connotaciones biológicas, sino culturales o espirituales. Por último, podemos aludir a la influencia que el propio Nietzsche ejerció en la sociedad y en los acontecimientos políticos que se sucedieron tras su muerte. Algunas de sus doctrinas, si bien tergiversadas y manipuladas, sirvieron de base para la construcción de la ideología nacional-socialista que se impuso en la sociedad alemana del segundo cuarto del siglo XX. Por otra parte, el nihilismo nietzscheano puede considerarse en gran medida inspirador de las revueltas estudiantiles que sacudieron la Universidad de la Sorbona en la primavera de 1968. Tema del texto y explicación del problema de la realidad según otros autores. Este texto pretende ser una declaración de la liquidación de la metafísica. Para Nietzsche, la razón —y no los © Oxford University Press España, S. A. MODELO CURSO 2009-2010 sentidos— es la culpable de confundir nuestra percepción de la realidad, de modo que lo que la metafísica racionalista ha denominado «mundo verdadero», en realidad no es nada, sino un concepto vacío, un engaño. Esta metafísica, aunque seguida por numerosos filósofos de todos los tiempos, fue inaugurada por Platón, y a él se dirige la crítica principal del texto. Platón había establecido una distinción entre dos mundos: 쐌 Mundo verdadero. Compuesto de esencias perfectas, inmateriales e inmutables llamadas Ideas. Este mundo solo puede ser captado por la razón, y su conocimiento proporciona a quien lo posee el saber necesario para conducirse adecuadamente tanto en el ámbito teórico como en el práctico. 쐌 Mundo de los seres que captamos por los sentidos. Es el mundo cotidiano, ahora concebido como un mundo de apariencias. Los objetos sensibles de este mundo aparente serían copias defectuosas y materiales de las Ideas del mundo verdadero. No hay verdadero conocimiento de los objetos de este mundo, puesto que el conocimiento no puede estar sujeto a variaciones, y las cosas del mundo sensible cambian continuamente. Por este motivo, Platón dice que de los objetos del mundo sensible solo puede haber opinión. Nietzsche reacciona contra esta concepción de la realidad. Para él, la auténtica realidad, la única que existe, está en continuo e incesante devenir. Este fluir constante de la realidad inquieta a quienes se sienten incapaces de desenvolverse en un mundo cambiante, vital y dinámico. Por ello inventan un mundo irreal, pero cómodo; en el que las cosas se dejan dominar fácilmente por la razón, comportándose como ellos quieren. Inmersos ya en esa dinámica de tergiversar la realidad, convierten la verdadera realidad, la que está en permanente devenir, en una copia defectuosa de su mundo inventado. Una vez completada la tarea, se sientan cómodamente a contemplar su gran mentira. Ante este panorama, Nietzsche considera que su primer deber es desenmascarar la falsificación de la realidad para, posteriormente, abrir el camino a una nueva comprensión de la realidad que sea fiel a ella misma, que no la tergiverse. En esta labor de desenmascaramiento, Nietzsche elimina tanto el «mundo verdadero» como el «aparente». Sobre la necesidad de eliminar el «mundo verdadero» no hay ninguna duda; en cambio, la eliminación del «mundo aparente» requiere de una explicación. El «mundo aparente» se parece mucho más a la verdadera realidad, pero en la medida en la que ha sido presentado como un subproducto del «mundo verdadero», está contaminado por sus defectos. Por ello es necesario arrasar con todo y empezar desde cero. La clave interpretativa de la realidad en la filosofía de Nietzsche es la voluntad de poder. Esta es la energía que mantiene viva, dinámica y exultante a la realidad. La voluntad de poder no se detiene ante nada y arrasa con todo lo que entorpece su despliegue. Historia de la Filosofía 6