Enrique Conejero Paz DINÁMICA POSCOMUNISTA: DEMOCRATIZACIÓN Y COMPETITIVIDAD. Una perspectiva comparada 2003 Título: Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad. Autor: © Enrique Conejero Paz. I.S.B.N.: 84-8454-298-X Depósito legal: A-1000-2003 Edita: Editorial Club Universitario Telf.: 96 567 61 63 C/. Cottolengo, 25 - San Vicente (Alicante) www.ecu.fm Printed in Spain Imprime: Imprenta Gamma Telf.: 965 67 19 87 C/. Cottolengo, 25 - San Vicente (Alicante) www.gamma.fm gamma@gamma.fm Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier almacenamiento de información o sistema de reproducción, sin permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright. Índice 1. INTRODUCCIÓN ....................................................................................................... 5 2. LA HERENCIA DE LOS REGÍMENES COMUNISTAS .................................... 15 2. 1 Fundamentos jurídico-políticos del sistema comunista ....................................... 16 2. 1. 1 Democracia y Comunismo de Estado ......................................................... 16 2. 1. 2 Dinámica constitucional ............................................................................. 22 2. 1. 3 El monopartidismo ..................................................................................... 25 2. 2 Intentos de liberalización del sistema político ..................................................... 27 2. 3 Fundamentos económicos del sistema comunista................................................ 29 2. 3. 1 Propiedad pública de los medios de producción......................................... 30 2. 3. 2 La planificación centralizada de la economía ............................................. 33 2. 3. 3 Papel secundario de las categorías monetarias ........................................... 40 2. 3. 4 Economías cuasi autárquicas de Bloque ..................................................... 43 2. 4 Intentos de liberalización económica................................................................... 49 3. TRANSICIONES POSCOMUNISTAS: ¿UNA NUEVA OLA DE DEMOCRATIZACIÓN? ......................................................................................... 53 3. 1 Reflexiones sobre la Teoría de la Transición....................................................... 53 3. 2 Dimensión económica de la transición poscomunista ......................................... 67 3. 3 Transiciones poscomunistas: ¿la cuarta ola de democratización? ....................... 69 3. 4 Aspectos teóricos seleccionados para el análisis comparativo ............................ 72 3. 4. 1 Transición, elecciones y sistemas de partidos............................................. 72 3. 4. 2 Transición hacia una economía de mercado y competitividad ................... 81 4. LAS TRANSICIONES POSCOMUNISTAS: ELECCIONES Y SISTEMAS DE PARTIDOS DESDE UNA PERSPECTIVA COMPARADA................................ 85 4.1 Las elecciones fundacionales............................................................................... 85 4.2 Partidos políticos y elecciones durante el proceso de consolidación democrática ................................................................................................................ 117 4.3. Institucionalización de los sistemas de partidos ................................................ 148 4. 3. 1 Estabilidad en los patrones de competición interpartidaria....................... 148 4. 3. 2 Raíces de los partidos en la sociedad........................................................ 150 4. 3. 3 Legitimidad de los partidos y las elecciones............................................. 152 4. 3. 4 Capacidad organizacional ......................................................................... 155 5. COMPETITIVIDAD Y POLÍTICA CAMBIARIA: UN INDICADOR DE LA TRANSICIÓN ECONÓMICA .............................................................................. 159 5.1 Convertibilidad interna ...................................................................................... 160 5. 1. 1 Precondiciones y convertibilidad por cuenta corriente ............................. 162 5. 1. 2 Convertibilidad por cuenta corriente: análisis comparativo...................... 165 5.2 ¿Tipos de cambio fijos o flexibles? ................................................................... 170 5.3 Régimen cambiario y evolución del tipo de cambio nominal............................ 176 5.4 Tipo de cambio real .......................................................................................... 180 5. 4. 1 Metodología.............................................................................................. 180 5. 4. 2 Problemas en la medición del tipo de cambio real.................................... 182 5. 4. 3 Evolución del tipo de cambio real ............................................................ 183 5.5 Enfoques sobre las causas de la apreciación real de las monedas en las ET...... 190 6. CONSIDERACIONES FINALES.......................................................................... 207 7. BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................... 215 1 INTRODUCCIÓN ‹‹Las revoluciones del este de Europa han marcado, sin duda, un hito histórico. El colapso del imperio soviético y el repliegue del comunismo en Europa no sólo son acontecimientos relevantes del Siglo XX, sino probablemente de toda la historia moderna. Una oleada de cambios sacudió las instituciones políticas y las tradicionales creencias de todo el planeta››. (David Held , 1997: 325) En cierta ocasión John Kenneth Galbraith (1984: 32) dijo que ‹‹el primer requisito para una comprensión de la vida económica y social contemporánea es lograr una visión clara de la relación existente entre hechos e ideas. Ya que cada una de éstas tienen vida propia››. Sin duda, esa es la tesis que ha guiado nuestro trabajo a la hora de abordar la compleja dinámica de las transiciones poscomunistas. El colapso de los regímenes comunistas en apenas dos años (1989-1991) y la incorporación de 27 nuevos casos al universo de países que tienen que recorrer el azaroso, y a veces incomprendido, camino de la transición a la democracia, ha brindado a los científicos sociales una nueva dimensión en el estudio y comprensión de este fenómeno político. Por tanto, el presente libro se centra en cuestiones relacionadas con los procesos de democratización que se desencadenaron tras la caída del muro de Berlín, así como las implicaciones políticas y económicas de los cambios ocurridos desde 1989: el annus mirabilis de la democracia. Es más, la caída del Telón de Acero reconfiguró el mapa mundial y abrió una nueva era, sorprendentemente pacífica, en la política europea. 5 Enrique Conejero Paz Más de una década de evolución de las transiciones poscomunistas constituye un tiempo suficiente para generar hechos estilizados, lo que ha permitido abordar con profundidad temas relacionados con la democratización y la transición poscomunista a una economía de mercado, es decir, en el libro que el lector tiene entre sus manos, podrá encontrar, entre otros aspectos, las particularidades de la interacción entre la transición política y económica, la influencia de las instituciones políticas formales sobre la dinámica política transicional y el nivel de competitividad alcanzados por estas economías. Un rasgo distintivo de este fenómeno radica en la simultaneidad del cambio político y económico en estos países, este hecho queda bien reflejado por Giovanni Sartori (1993: 24 y 83) cuando plantea que ‹‹los regímenes comunistas eran por un lado dictaduras políticas y por otro lado economías de planificación›› y que estos países ‹‹deberán llegar a la economía de mercado, puesto que se trata de una elección obligatoria, sin alternativas››. Abundando en lo anterior José M. Maravall (1995: 140) afirma que ‹‹La agenda política del poscomunismo abarcaba así tanto la democracia como el establecimiento de una economía de mercado. El consenso general existente respecto de esta doble tarea se resumía en el concepto de “normalización”. Y por “normalización” se entendió europeización: volver a Europa, recuperar los atrasos, superar las diferencias. Un rasgo general de estas nuevas democracias fue así el rechazo de “terceras vías”, de todo lo que no fuesen programas y políticas contrastados››. Por consiguiente, y dadas las peculiaridades de la transición poscomunista, este libro se ha estructurado en tres dimensiones; la primera comprende la dinámica política y económica de los países que conformaban el mal llamado “Segundo Mundo”; la segunda abarca aspectos de la transición a la democracia, por lo que este trabajo se enmarca dentro de los estudios sobre la “tercera ola”1 que existen en 1 .- Las olas de democratización es una forma de clasificar el proceso extensivo de la democracia durante los dos últimos siglos, según este autor, en la primera ola se establecieron las bases mínimas de las instituciones democráticas nacionales y tuvo sus raíces en las revoluciones francesa y norteamericana, período que se prolongó casi un siglo desde 1828 hasta 1926. Después del retroceso democrático que significó la primera contraola, que afectó, básicamente, a Europa Central y Oriental, a la península Ibérica, América del Sur y Japón antes y después de la Primera Guerra Mundial, aparece la segunda ola de democratización, que empieza al inicio de la Segunda Guerra Mundial hasta 1962, abarcando muchos de los países liberados al término del conflicto bélico, un número significativo de las colonias europeas y algunos países de América del Sur. La tercera ola comienza con los procesos de democratización habidos en la península Ibérica a partir de 1974 y se extiende hasta 1989 (Samuel P. Huntington, 1991: 26-36). 6 Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad la abundante literatura sobre la transición democrática, estos es, lo que Philippe Schmitter y Terry Karl (1994) han denominado transicionología (transitology) o Laurence Whitehead define como estudios sobre democratización (1996, 2002). La tercera se dedica al análisis de aspectos concretos de la transición hacia una economía de mercado, y, dentro de ésta, las cuestiones relativas al proceso de liberalización externa de sus economías, que, a su vez, se utiliza como un indicador para valorar la competitividad económica y su capacidad de inserción en el mercado internacional. En este sentido, se analizan temas vinculados con la elección y evolución del régimen cambiario, la competitividad internacional, la balanza por cuenta corriente, los flujos de capitales y otros aspectos vinculados a la integración de estos países en la economía mundial. Conviene recordar que, en contraposición al sólido cuerpo intelectual producido en el mundo marxista y que pomposamente pronosticaba la muerte “histórica” del sistema capitalista, el derrumbe de los regímenes comunistas no fue previsto desde occidente. Por tanto, al producirse este fenómeno no existía una base teórica que orientara la acción. Va de suyo que el proceso de transición se ha realizado a través de un proceso de aprendizaje sobre la marcha y, por tanto, el análisis ha sido realizado a través de una perspectiva ex-post. Por otra parte, es de justicia reconocer que los abundantes estudios sobre democratización son deudores de la importante y extensa literatura sobre filosofía, sociología y política histórica que abordan los condicionantes sistémicos que han favorecido la existencia de la democracia en determinados países.2 Sin embargo, los antecedentes teóricos más próximos al fenómeno estudiado se refieren, como se ha señalado con anterioridad, a los trabajos sobre la “tercera ola de democratización” que se insertan dentro del marco conceptual de la teoría de la transición a la democracia. Hasta comienzos de la década de los noventa del siglo pasado, éstos se han habían dedicado, fundamentalmente, a analizar las experiencias derivadas de los países de Norteamérica, de Europa Occidental y del Sur y de los países latinoamericanos.3 A partir de entonces, la literatura académica sobre la democratización poscomunista han crecido exponencialmente (Przeworski, 1995; Linz y Stepan, 1996; Von Beyme, 1996; Kitschelt et alt., 1999) y, básicamente, entre los científicos sociales ha existido una tendencia a examinar el desarrollo de los acontecimientos de la transición poscomunista bajo el prisma de la experiencia acumulada en las transiciones habidas en otros países no democráticos (Schmitter y Karl, 1994). 2 .- Véase, entre otros, John Locke (1994); Alexis de Tocqueville (1985) y Max Weber (1993). 3 .- Aunque la literatura sobre democratización en el Tercer Mundo se ha concentrado en las experiencias de América Latina y Europa del Sur, a partir de la década de los noventa se ha ampliado el análisis a otras regiones del mundo (Larry Diamond; Juan J. Linz y Seymour M. Lipset, 1990). 7 Enrique Conejero Paz Sin embargo, los procesos de democratización previos al derrumbe de los regímenes comunistas no se han caracterizado por el cambio multidimensional que han tenido que enfrentar los países poscomunistas, ni han heredado las restricciones económicas, políticas y socio-culturales tan sui generis del mundo comunista (Millar y Wolchik, 1994; Brown, 1994; Barany y Volgyes, 1995; Crawford y Lijphart, 1997); a nuestro juicio ha sido especialmente complicada la transición hacia una economía de mercado que se entrelaza, de forma ineludible, con la transición democrática. Así, una comprensión adecuada de la transición poscomunista requiere del análisis profundo de la naturaleza de los cambios políticos y económicos habidos en la última década del siglo pasado y en los albores nuevo milenio. Ahora bien, si retornamos al punto de partida y se tiene en cuenta la similitud en la estructura económica y sociopolítica de estos países, parecería lógico pensar a priori que las transformaciones políticas y económicas podrían haber seguido un patrón bastante parecido. Sin embargo, la realidad ha sido bien distinta (un ejemplo de ello, son los casos de Polonia y Rusia); por lo que, a través del análisis comparativo se ha pretendido identificar las causas que han originado estas diferencias tan significativas entre países en aspectos concretos de la transición política y económica (Meiklejohn, 1993; Przeworski, 1995; Linz y Stepan, 1996). En los estudios sobre transición a la democracia parece existir un consenso relativo respecto a la tensión que existe entre democratización y reforma económica, la lógica de este análisis se deriva de los elevados costes sociales que, a corto plazo, producen las reformas económicas en amplios sectores de la población y que pueden poner en peligro las democracias emergentes. Además, se plantea que para lograr el éxito de la transición democrática es probable que se potencie una concentración de poder en el ejecutivo poniendo, también de esta forma, en peligro el experimento democrático.4 Siguiendo esta línea de pensamiento, algunos autores aconsejan que la democracia debería ser estabilizada primero y que las reformas económicas podrían acometerse con posterioridad (Haggard y Kauffman, 1995). Es más, considerando el universo de los países poscomunistas parecería que esta recomendación tendría mayor validez sí se tiene en cuenta, entre otros aspectos, el mayor coste de la 4 .- Son conocidas las posturas de Juan Linz (1990) y Arend Lijphart (1990) al señalar el peligro que supone concentrar el poder en manos del Presidente para el logro de la estabilización y consolidación de las nuevas democracias y por tanto, se muestran más partidarios de los sistemas parlamentarios,. No obstante, según Giovanni Sartori (1994: 111) estas propuestas no explican ‹‹de manera convincente porqué y de qué manera el cambio al parlamentarismo resolvería los problemas de gobernabilidad que le presidencialismo genera o no puede resolver››. 8 Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad transición de una economía de planificación centralizada hacia una economía de mercado, la fragilidad de las nuevas instituciones democráticas en un entorno donde la democracia es un valor primigenio, la ausencia de una clase burguesa que apoye las reformas económicas y el papel significativo que han desempeñado las masas en la ruptura de los regímenes comunistas. En contraposición a esta aproximación teórica, y dada la simultaneidad de la transición política y económica en los países poscomunistas, se sostiene en este libro que la democracia se ha estabilizado más (cuando el sistema de partidos tiende hacia un pluralismo moderado) en aquellos países que han avanzado más en las reformas económicas y, por tanto, tienen economías con mayores niveles de competitividad. En efecto, en los países donde los comunistas (o los partidos sucesores) fueron apartados del poder en las elecciones fundacionales, se ha estabilizado más la democracia y la aplicación de las reformas económicas ha sido más profunda (Powers y Cox, 1997: 617-633; Colton, 1996). También, se muestra que tanto el éxito en la reforma económica como el mayor grado de institucionalización del sistema de partidos son condiciones necesarias pero no suficientes para que las nuevas democracias sean estables. Por otra parte, la necesidad de integración en el mercado mundial obligó a estos países a reconvertir sus economías y hacerlas más competitivas, en este sentido, las economías en transición se enfrentaron a una de las decisiones que más larga controversia tiene en campo económico: la elección de una determinada política cambiaria. La cuestión sobre tipos de cambios fijos versus tipos de cambios flexibles (y todas las variedades entre estos dos extremos) no podía ser evitada. Por tanto, la adopción de una política cambiaria creíble y sostenible estaba lejos de ser una cuestión trivial en las agendas de los políticos de los países poscomunistas. En la doctrina económica existe un consenso relativo respecto a que la utilización de políticas cambiarias con tipos de cambios fijos tiene una mayor propensión a producir una apreciación real de la moneda y de esta forma, erosionar la competitividad de la economía. Por el contrario, políticas cambiarias con tipos de cambio más flexibles son más propensas a generar una depreciación real de las monedas y, de este modo, favorecer la competitividad de la economía. En este trabajo se plantea que la elección de una determinada política cambiaria no es relevante a la hora de la liberalización externa de estas economías debido a que las ganancias de productividad, derivadas de la transformación de la estructura económica, influyen en la apreciación real de sus monedas sin que ello signifique una pérdida de competitividad. En resumen, se ha pretendido exponer el nexo causal entre los siguientes aspectos: • Restricciones económicas, políticas y socio-culturales heredadas del sistema anterior. 9 Enrique Conejero Paz • • La configuración de los elementos del nuevo sistema político; esto es, la transición política reflejada a través aspectos concretos del diseño institucional: sistema electoral e institucionalización del sistema de partidos. La liberalización externa de las economías poscomunistas, con especial énfasis en el análisis del tipo de cambio como un indicador de competitividad que, a su vez, se ha utilizado como un instrumento de medición del alcance de la trasformación económica. Por otra parte, el análisis se ha realizado desde una perspectiva comparada, es decir, un enfoque de casos reducidos (seis países) nos ha permitido centrar la atención en los fenómenos políticos estudiados desde una perspectiva multidimensional. Sin embargo, al utilizar este método se puede haber incurrido en una sobre simplificación o en un reduccionismo a la hora de exponer los resultados obtenidos. Ahora bien, como bien nos recuerdan muchos filósofos de la ciencia, toda construcción teórica requiere de la elaboración de supuestos sobre partes de la realidad que imaginamos sean significativamente relevantes para los objetivos descriptivos y explicatorios de cualquier investigación (Lakatos, 1978). Además, como bien señala Giovanni Sartori (1970) cuanto más multifacético sea un concepto (amplio en intensidad) menor será el número de objetos sobre el cual se puede aplicar (estrecho en extensión). El subconjunto de países seleccionados se ha elegido mediante un proceso de eliminación. Así, primero se ha tomado como premisa de partida los países comunistas que cambiaron su sistema político a partir de 1989.5 El segundo criterio de selección fue la pertenencia de éstos a las principales organizaciones internacionales del mundo comunista: el Pacto de Varsovia y el Comecon.6 En tercer lugar, como la Antigua Unión Soviética (AUS) fue la que aportó un mayor número de nuevos países a la transición poscomunista, seleccionamos a Rusia, su heredero natural, y uno de los países del Báltico: Estonia. En resumen, para el análisis comparativo se ha tomado como muestra a seis países: Bulgaria, Estonia, Hungría, Polonia, República Checa y Rusia. Los seis países seleccionados, atendiendo al criterio de población, representan el 60 % del universo de países poscomunistas en transición. Además, si se compara estos países según su relación entre el control político de los regímenes comunistas y el grado de estructuración de la sociedad civil, teniendo siempre en consideración su débil desarrollo en estas sociedades, se obtiene el resultado que se muestra en el gráfico 1. 5 .- Lo que descarta a países como Cuba, China, Corea del Norte y Vietnam. 6 .- Por tanto, se excluyen a Albania y Yugoslavia. 10 Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad Aunque la muestra seleccionada es limitada, no deja de ser rica en diversidad, por ejemplo, desde el punto de vista del análisis político se incluyen países con más flexibilidad en el sistema político anterior (Hungría y Polonia), más rígidos (Bulgaria, República Checa y Rusia), países con los cleavages étnicos (Bulgaria y Rusia) o religiosos (Polonia) o países que se incorporarán a la Unión Europea en el 2004 (Estonia, Hungría, República Checa y Polonia) y en el 2007 (Bulgaria) y países que por el momento no se vislumbra su incorporación (Rusia). Gráfico 1. Control del régimen y grado de estructuración de la sociedad civil Control del régimen Alto Medio Bajo Alto Grado relativo de estructuración de la Sociedad Civil Polonia Hungría Medio Débil AUS República Checa. Bulgaria Fuente: elaboración propia Por otra parte, teniendo en consideración la dimensión económica de la transición se puede observar que estos países han aplicado diferentes políticas económicas y enfoques para llevar a cabo el proceso de transición a una economía de mercado. Por este motivo, están catalogados con diferentes grados de avance en el proceso de transición por el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD). Así, se ha seleccionado a países incluidos entre los más avanzados en este aspecto (Estonia, Hungría, Polonia y la República Checa) y algunos de los considerados más atrasados (Bulgaria, Rusia). También, la diversidad de la muestra queda patente, si se realiza la siguiente clasificación con base en la situación económica previa al inicio de los procesos de transición a saber, países con problemas de deuda externa que han llevado a cabo políticas liberalizadoras en su economía (Hungría, Polonia) y países sin problemas de este tipo que no han llevado a cabo políticas liberalizadoras en su economía (Bulgaria, Estonia, República Checa, Rusia). En el cuadro 1 se muestran algunos indicadores socioeconómicos y políticos de estos países que ilustran aún más la diversidad de la muestra seleccionada. 11 Enrique Conejero Paz Para alcanzar los objetivos expuestos con anterioridad se ha estructurado el libro de la siguiente forma: el capítulo primero hace referencia a las causas que produjeron la ruptura de los regímenes comunistas y que, a la vez, constituyeron un "legado" muy importante que ha condicionado los posteriores procesos de democratización y transición hacia una economía de mercado. Puesto que la ruptura de estos regímenes constituye el prolegómeno de este trabajo, las causas que produjeron el desmoronamiento del sistema están divididas en dos grandes bloques de análisis, a saber, las que explican la ruptura del sistema político y las que permiten adentrarse en la dinámica de estanquidad del sistema económico. En el capítulo segundo se realiza una aproximación teórica a los procesos de transición a la democracia, se exponen las peculiaridades de la democratización poscomunista y se debate sobre los aspectos seleccionados para el análisis comparativo, siempre bajo el prisma de análisis en que se estructura este trabajo, esto es, la democratización y la transición a una economía de mercado. En el capítulo tercero se ha analizado, desde la perspectiva comparada, la dinámica electoral, la configuración del emergente sistema de partidos y su proceso de institucionalización. De esta forma se expone la dinámica de la variable endógena de la tesis que guía este trabajo, es decir, se aborda, a través de la valoración de los elementos anteriores, las causas por las que los sistemas de partido se han configurado de distinta forma, así como las que originan su bajo nivel de institucionalización en los distintos países objeto de estudio. El capítulo cuarto forma parte de la dimensión económica de esta investigación, donde, a través del análisis de la política cambiaria, se ha estudiado el proceso de liberalización externa de estas economías, valorando implícitamente la evolución de la competitividad y la inserción efectiva de las economías poscomunistas en los mercados internacionales. Para finalizar se incluye un apartado de consideraciones finales donde se fusionan las tres dimensiones abordadas en el libro. 12 Cuadro 1. Indicadores socioeconómicos y políticos países seleccionados. Población (Millones) Nivel del PIB Real en 1997 2001 (1989 = 100%) Bulgaria 8.1 63 Gradual 339 4,8 Flotación manejada Estonia 1.4 76 Radical 304 4,2 Currency Board Hungría 10.0 89 Gradual 32 6,8 Crawling peg Polonia 38.7 110 Radical 60 3,6 Fijo al dólar 145,3 1 República Checa 10.3 90 Radical 52 4,1 Fijo a una cesta de monedas 67,3 Rusia 145.4 57 Radical 144 18,6 Flotación manejada 125,9 Países seleccionados Tipo de Reforma económica aplicada. IPC (% de cambio a fin de año) 1991 Régimen Cambiario inicial 2001 Deuda Externa (% ingreso exportacion es) 1996 DP LC 1994 2002 204 2 3 2,5 3,0 1 2 3,3 3,4 1 2 3,3 3,7 2 3,3 3,4 1 2 3,5 3,4 5 5 2,7 2,5 Índice de Libertad (1) 2000 Promedio del Índice de Transición (2) 11,8 143,7 Fuente: elaboración propia a partir de datos tomados de FMI y BERD (1994 – 2002); (1) el índice de libertad es elaborado por Freedom House, DP (derechos políticos), LC (libertades civiles), el 1 representa el mayor grado de libertad y 7 el menor índice de libertad; (2) el índice de transición refleja los avances en esta materia según el BERD, incluye privatización, capacidad institucional, reforma del sistema bancario y financiero, liberalización de precios, política de competencias, etc. 2 LA HERENCIA DE LOS REGÍMENES COMUNISTAS ‹‹La unificación de las decisiones económicas, del poder político y de la autoridad ideológica, en manos de un dirigente o de un partido-Estado es un obstáculo insuperable tanto para el desarrollo como para la democracia›› (Alain Touraine, 1994: 384) En este capítulo se exponen los rasgos políticos y económicos comunes de los países comunistas que permiten comprender, por una parte en que posición se encontraban éstos en el momento de enfrentar los procesos de transición, es decir, la “herencia” del sistema anterior. Así, se han valorado aspectos tales como el conjunto de hábitos y formas de actuación heredados, el marco cognoscitivo, los problemas económicos, en suma, el legado político y económico, que constituye una condición relevante que puede impulsar o frenar los procesos de transición. Por otra parte, se valoran los factores que desencadenaron las transiciones poscomunistas, es decir, desde una perspectiva ex post se analizan las causas que propiciaron la ruptura de estos regímenes. Hay que destacar que, desde el punto de vista de la política comparada, en este capítulo no se ha utilizado la muestra de países seleccionada para el análisis poscomunista, sino que se ha considerado más adecuado analizar la “herencia” recibida de una forma global. La filosofía que subyace en este capítulo consiste en desviar la atención hacia el impacto del legado histórico y las condiciones iniciales que, de una forma u otra, han influido en las trayectorias divergentes de las transiciones poscomunistas. De esta forma, se destaca la ausencia en las sociedades comunistas de lo que Isaiah Berlin catalogó como libertades negativas. 15 Enrique Conejero Paz 2. 1 Fundamentos jurídico-políticos del sistema comunista En este apartado se han sintetizado los fundamentos y la dinámica político-jurídica de los países que conformaron el “Segundo Mundo”, ya que, para comprender mejor la dinámica de la transición poscomunista, resulta indispensable comprender sus orígenes, sus fundamentos, la estructura y la praxis política de estos regímenes. De esta forma, se entenderá el porqué del colapso del sistema y cómo la herencia ha podido afectar los procesos de transición y consolidación democrática que están en marcha. 2. 1. 1 Democracia y Comunismo de Estado Desde la revolución bolchevique de 1917, pasando por la creación y consolidación del llamado Campo Socialista después de la Segunda Guerra Mundial, 7 hasta la caída del muro de Berlín en 1989, ha existido un permanente debate sobre las razones por las que los regímenes comunistas eran enemigos acérrimos de la democracia liberal. Sin embargo, analizando la obra marxiana es innegable que se pueden encontrar, siendo extremadamente benignos, ideas susceptibles de interpretación favorable a la democracia.8 No obstante, existe un consenso en que el ideario marxista relega la democracia a un papel secundario dentro del desarrollo de la sociedad ya que, desde la óptica marxista, los factores económicos son básicos y cruciales en el devenir de la historia de la humanidad y, por este motivo, la política carece de autonomía.9 En efecto, puesto que los distintos modos de producción que han existido a través de la historia se han basado en una distribución injusta del poder y la riqueza, de ello se desprendía, según el análisis de Karl Marx, que las ideas e 7 .- Se consideraban miembros del llamado Campo Socialista 14 países: Albania, Bulgaria, Hungría, la antigua Checoslovaquia, la antigua Yugoslavia, la AUS, Polonia, Rumania, la extinta República Democrática Alemana, Cuba, la República Popular China, Mongolia, Vietnam y Corea del Norte. 8 .- Karl Marx (1985: 58) afirmó en el Manifiesto del Partido Comunista que ‹‹el primer paso de la revolución por parte de la clase trabajadora consiste en elevar al proletariado a la posición de clase dominante, la conquista de la democracia››. 9 .- La teoría marxista, en este aspecto, se puede sintetizar en dos proposiciones: a) los modos de producción son el factor determinante fundamental de las estructuras sociales y, a su vez, engendran actitudes, acciones y civilizaciones; y b) las mismas formas de producción tienen una lógica propia, cambian de acuerdo con las necesidades que les son inherentes, de forma que crean sus sucesoras simplemente por su propio funcionamiento. En este sentido, se pueden encontrar autores que defienden esta postura (Schumpeter, 1998: 3691) y otros que critican estas proposiciones (Bernstein, 1975). 16 Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad instituciones políticas que la sustentaban sólo servían para apoyar y justificar tales desigualdades. Según este autor toda la historia podría ser resumida en la historia de la lucha de clases, así como en el sistema capitalista la relación antagónica entre capitalistas y el proletariado llevaría, inevitablemente, a la revolución, es decir, sólo por la fuerza las clases que estaban oprimidas podían alcanzar el poder e implantar un nuevo modo de producción.10 Siguiendo esta línea de pensamiento, Lenin (1974: 32) afirmó que “la política es la expresión más concentrada de la economía”; por tanto, para comprender la política es indispensable conocer primero las estructuras de las clases sociales. Así, desde el punto de vista marxista-leninista, cómo la democracia burguesa se basa en la idea de que todos los conflictos podían solucionarse a través del acuerdo y la negociación, entonces ninguna forma del Estado serviría para acabar con la dominación burguesa y, por tanto, la política democrática sólo podría ser utilizada para preparar y capacitar políticamente al proletariado para la conquista el poder. No está de más recordar que fue el gran estadista ruso quien adaptó y puso en práctica los conceptos marxianos de democracia, Estado y dictadura del proletariado.11 Es más, se pueden considerar las ideas de Lenin aún más desfavorables a la democracia que las del propio Marx;12 sobre todo, cuando con triunfo de la revolución bolchevique y bajo el clima de guerra creado por las intervenciones extranjeras y la guerra civil en la AUS, se eliminaran las prácticas democráticas iniciales,13 basadas en las experiencias de la Comuna de París de 10 .- En el excelente trabajo de Joseph Femia (1993: 11-67) se recogen las críticas filosóficas y sociológicas realizadas por Marx sobre la democracia liberal 11 .- Sin embargo, para Giovanni Sartori (1988: 554) Lenin traicionó a Marx, especialmente en la cuestión de la relación entre el partido y el proletariado, y considera, refiriéndose a su obra El Estado y la Revolución, que precisamente porque ‹‹Lenin interpreta muy bien a Marx, acaba escribiendo una obra maestra de la evasiva››. 12 .- Lenin consideraba que en la fase del capitalismo monopolista de Estado la democracia había cedido lugar a la dictadura y afirmó que la superestructura política de esta nueva economía, de capitalismo monopolista es el cambio desde la democracia a la reacción política. La democracia corresponde a la libre competencia, mientras que la reacción política corresponde al monopolio. En este sentido, el imperialismo es indiscutiblemente la “negación” de la democracia en general de toda la democracia. 13 .- Además, Lenin propuso que los bolcheviques adoptarán, como herederos de los ideales de la Comuna, el nombre de comunistas. El proyecto inicial de democracia soviética se contraponía frontalmente a la democracia parlamentaria, y teóricamente, se basaba en la participación directa, y sin 17 Enrique Conejero Paz 1871, y fueran sustituidas por el liderazgo y el autoritarismo del partido comunista. Ésta fue, y siguió siendo, la piedra angular del sistema político comunista. Estas circunstancias ofrecieron una justificación a los dirigentes soviéticos para abandonar la teoría inicial y diseñar nuevos objetivos e instituciones en la realización del proyecto comunista.14 A partir de entonces se consolida la teoría del Estado marxista-leninista como una necesidad “histórica” del tránsito del capitalismo al comunismo. El tipo ideal de dictadura del proletariado concebía las libertades como medios al servicio del proletariado, por tanto, cada ciudadano estaría obligado a participar activamente en la construcción del comunismo y, al ser el Estado su principal valedor, no tendría sentido oponerse a él. Según Lenin (1979: 95), el Estado seguiría siendo necesario ya que ‹‹sólo en la sociedad comunista, cuando se haya roto ya definitivamente la resistencia de los capitalistas, cuando hayan desaparecido los capitalistas, cuando no haya clases, sólo entonces desaparecerá el Estado y podrá hablarse de libertad››15. No obstante, como sabemos el ‹‹Estado que debía extinguirse se ha convertido rápidamente en un Estado incomparablemente más absoluto y más tiránico que el Estado Zarista›› (Sartori, 1993: 47-48). El estilo dictatorial del nuevo sistema subyace en el propio pensamiento de Lenin cuando considera que ‹‹la democracia socialista soviética no es, de ningún modo, incompatible con el gobierno y la dictadura de una persona; hay ocasiones en que la voluntad de una clase la advierte y la defiende mejor un dictador (…)››.16 mediaciones, de los ciudadanos en la gestión del Estado. Un proyecto que ponía fin a la división de poderes y a la línea divisoria entre Estado y sociedad civil. 14 .- Sólo unos meses se mantuvieron las estructuras democráticas de un sistema parlamentarista, en las únicas elecciones libres celebradas en la AUS, el 25 de noviembre de 1917, el partido bolchevique sólo alcanzó 175 de los 707 diputados de la Asamblea Constituyente, la mayoría fue alcanzada por el partido socialista-revolucionario (socialismo democrático moderado: 370 diputados). El 19 de enero de 1918 la Asamblea Constituyente es disuelta, habría que esperar más de 80 años para que nuevas elecciones libres fueran celebradas en la AUS (Sub, 1977: 421). 15 .- Además, la utopía comunista sobre el futuro del Estado queda reflejada en la idea leninista que propugna que ‹‹ (…) cuando toda posibilidad de explotación haya desaparecido del mundo, cuando ya no haya propietarios de tierra ni propietarios de fábricas, y cuando no exista ya una situación en la que unos están saciados mientras otros padecen hambre, sólo cuando haya desaparecido por completo la posibilidad de esto, relegaremos esta máquina a la basura›› Lenin (1974: 24-25). 16 .- Vid. Lenin, V.I. Obras Completas. XVII. p. 89. Un interesante trabajo donde se explican como las contradicciones internas del sistema son resueltas a 18 Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad En resumen, en la llamada fase inferior del comunismo, debían permanecer algunos elementos del sistema político anterior y en ese escenario se irían desarrollando las condiciones necesarias para alcanzar la fase superior: el comunismo. Con posterioridad, la lucha por la sucesión de Lenin entre León Trostky y Josif Stalin planteó, entre otras cuestiones, dos enfoques distintos relativos al papel que debía desempeñar el Estado soviético a escala internacional. La posición de Trotsky, basada en que un sólo Estado socialista no tendría posibilidad de subsistir si no iba acompañado de la Revolución mundial que derrotase al capitalismo,17 fue contestada por la postura de Stalin favorable a la construcción del socialismo en un sólo país.18 En este sentido, cuando éste planteó los objetivos de la tercera etapa de la Revolución expresó que su objetivo era ‹‹consolidar la dictadura del proletariado en un sólo país, utilizándola como punto de apoyo para el derrocamiento del imperialismo en todos los países›› ( Stalin, 1974: 104). Después de la muerte de Lenin en 1924 el pensamiento político soviético pasó a estar dominado por Stalin y su tesis sobre la posibilidad del socialismo en un sólo país fue la que se impuso finalmente sobre las que mantenían los miembros de las alas "derechistas" e "izquierdistas" del Politburó.19 Va de suyo que Stalin, al igual que Lenin, no creía en la democracia "burguesa" y, justificando su posición, afirmaba que ‹‹la teoría de la democracia "pura" es la teoría de la aristocracia obrera, domesticada y cebada por los saqueadores imperialistas (...) Sólo bajo la dictadura del proletariado puede haber verdaderas "libertades" para los explotados (...) una democracia de la mayoría de explotados, basada en la restricción de los derechos de la minoría explotadora y dirigida contra esa minoría›› (Stalin, 1974: 59-60). A partir de ese momento, el poder del proletariado fue monopolizado por el partido comunista a través de los principios de centralización y del monopolio del través de la imposición de modelos despóticos puede verse en Femia (1993) y García Santesmases (1986). 17 .- León Trostky (1953) fue el máximo exponente de esta tesis de Marx, que se recoge en su Mensaje a la Liga Comunista (1850). 18 .- Stalin heredó esta idea de Lenin cuando, refiriéndose al objetivo de la revolución triunfante, planteó que era necesario llevar a cabo lo máximo realizable en un sólo país para desarrollar, apoyar y despertar la revolución en todos los países. 19 .- Durante los terrible años 1938-38 sus miembros "purgados" en los siniestros "Procesos de Moscú". 19 Enrique Conejero Paz poder. En este sentido, Milovan Djilas (1957: 37-69) expuso claramente una de las lacras de la "democracia" comunista: la nueva clase constituida por los dirigentes del Partido que suplantaba a los antiguos capitalistas. De esta forma, los derechos políticos individuales quedaban supeditados a la construcción del comunismo, y sólo se admitían "libertades" por y para la minoría que en cada momento regían los destinos del Partido. Fue la antigua República Federativa Popular de Yugoslavia uno de los primeros países satélites en desviarse de la ortodoxia soviética. Ya en 1948 fue expulsada de la Kominform por considerar a su régimen como desviacionista y herético. No obstante, el caso yugoslavo puede ser considerado como una variante descentralizada de la "nueva democracia" porque como utópicamente planteaba Kardelj (1980: 37) la democracia socialista yugoslava es más fiel al marxismoleninismo ya que es ‹‹más completa la democracia (...) a medida que más rápidamente comienza a perecer el Estado››.20 Sin embargo, ‹‹la combinación de un partido comunista relativamente despolitizado (la Liga de los Comunistas), de un cuasi mercado y de una autogestión cuasi industrial desemboca en un equilibrio peligroso mantenido por el gobierno personal dictatorial de Tito›› (Sartori, 1999: 284) Otra variante de la "democracia” comunista fue la aplicada en las llamadas democracias populares, esto es, un concepto tautológico utilizado para distinguir a los países del este de Europa sometidos al control soviético (Sartori, 1988: 562). Según Maurice Duverger (1962), las características de este tipo de forma política pueden ser resumidas del siguiente modo: • Las instituciones políticas respondían, con mayor o menor intensidad, a los esquemas occidentales, excepto Yugoslavia que, en 1946 aprueba una Constitución basada en el modelo de la AUS. Por ejemplo, en la antigua Checoslovaquia, el Presidente Benes restableció la Constitución democrática; en Rumania se respetó la monarquía; en Polonia la Constitución provisional de 1947 previó un Presidente de la República, elegido por el Parlamento, y un Presidente del Consejo al modo parlamentario, y en Hungría la Ley 30 de enero de 1946 establece un Presidente de la República revestido de amplios poderes, junto al Parlamento y al Consejo de Ministros. • El sistema de partidos constituyó una curiosa mezcla del sistema de partido único con un seudo multipartidismo, es decir, un sistema de partido hegemónico. Sin embargo, con la formación de frentes nacionales se pretendía camuflar un régimen de partido único. La eliminación de las 20 .- Sobre las especificidades del régimen yugoslavo, véase, entre nosotros, los trabajos de Juan Ferrando Badía (1963, 1969). 20 Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad • disidencias en el seno de estas coaliciones no conllevó, al menos formalmente, a la oficialización del partido único al estilo soviético.21 La vida política se caracterizó por la supremacía del gobierno y por la existencia de una débil oposición de tipo occidental, que ocupó puestos en el Parlamento (y a veces incluso en el Gobierno) que se organizó en partidos pero que fue objeto de represalias, vejaciones y persecuciones constantes. A partir de 1949-1950 comenzaron las depuraciones en el seno de los propios partidos comunistas con el objetivo de adoptar el modelo estalinista y para ello se eliminaron a los líderes considerados excesivamente nacionalistas. Es más, la sovietización de la región significó la adopción forzosa de un modelo uniforme de comunismo. Aunque la muerte de Stalin en 1953 significó una flexibilización del control soviético y, tomando prestado el concepto de Joseph Rothschild (1993), un retorno a la diversidad, lo cierto es que la represión en Polonia (1956), las invasiones soviéticas a Hungría (1956) y Checoslovaquia (1968); la declaración de la Ley Marcial en Polonia (1981), puso de manifiesto los límites de esta diversidad. De esta forma, ‹‹La variación en la estructura partidista –el hecho de que los partidos satélites puedan ser tolerados y autorizados por el partido principal- no ha tenido consecuencias prácticas. En la realidad, la existencia de más de un partido sirve de escaparate o poco más. Tampoco afecta a los principios el tolerar partidos secundarios o satélites. En la teoría soviética “democracia popular” es inferior a “socialismo”, del mismo modo que este es inferior a “comunismo”›› (Sartori, 1988: 565-66). Seguimos a la definición clásica de Carl Friedrich (1949) cuando incluye el sistema político soviético dentro de las variantes de totalitarismo y distingue seis características fundamentales:22 a) una ideología oficial: la marxista-leninista; b) un único partido de masas controlado por una oligarquía: la Nomenklatura; c) el monopolio estatal de las armas; d) el monopolio estatal de los medios de comunicación; ambos son elementos intrínsecos del propio sistema; e) un sistema policial de terror: la KGB y f) la economía planificada centralmente que 21 .- Un trabajo clásico sobre las democracias populares puede encontrase en François Fejtö (1971). 22 .- En este intenso debate sobre el concepto de totalitarismo Edward Carr (1949) intentó, de alguna forma, justificar esta forma de gobierno, señalando que la variedad soviética del totalitarismo es tan antigua como la historia de la humanidad, afirmando que es producto de la creencia en que alguna institución o grupo organizado, iglesia, o partido, dispone de un acceso especial a la verdad. 21 Enrique Conejero Paz analizaremos con posterioridad.23 Estas características pueden ser fácilmente contrastadas en el resto de los países pertenecientes al sistema comunista. Es más, encaja perfectamente en la definición de totalitarismo de Linz y Stepan (1996: 42-43) cuando plantean que es un régimen donde ‹‹no existe pluralismo político, económico y social en el gobierno y las fuentes preexistentes del pluralismo han sido eliminadas o sistemáticamente reprimidas››. Además, estos autores incorporan el concepto de postotalitarismo a la doctrina politológica, esto es, un fenómeno que se produce en países donde la filosofía totalitaria inicial se ha ido flexibilizando en cuanto a la ideología, el pluralismo, la movilización forzosa y el liderazgo, clasificándolo en tres niveles: “temprano” (Bulgaria, Rusia), “congelado” (Checoslovaquia) y “maduro” (Hungría y Polonia). No obstante, aunque no exista un consenso sobre la categorización de todos los regímenes comunistas como totalitarios, el debate queda supeditado a la medición de los diferentes grados de totalitarismo, una cuestión que, a mi juicio, queda superada por los acontecimientos de 1989. Es por eso que no le faltaba razón a Rosa Luxemburgo (1971: 85) cuando afirmó que se estaba llamando dictadura del proletariado a lo que era un Estado Zarista pintarrajeado de rojo y que ‹‹sin elecciones generales, sin libertad ilimitada de prensa y reunión (...) la vida de toda institución pública, se convierte en mera apariencia de vida en la que el único elemento activo es la burocracia››. 2. 1. 2 Dinámica constitucional La primera Norma Fundamental que recogió el pensamiento marxista-leninista corresponde a la Constitución de la República Socialista Federativa Soviética Rusa de 10 de julio de 1918, que sirvió como modelo para las otras repúblicas del imperio soviético, y fue el soporte constitucional durante el período del comunismo de guerra que se extendió desde el otoño de 1917 hasta 1921.24 Desde su 23 .- Existen opiniones críticas a esta definición, véase, entre otros, en Alfred Meyer (1965) y Giovanni Sartori (1988: 240-254). Una de las características básicas del totalitarismo: el terror, fue expuesta por los primeros teóricos de este concepto, así, para Hannah Arendt (1974) el terror es la esencia del totalitarismo, para Zbigniew Brzezinski (1965) su característica más universal. En un trabajo reciente Juan Linz (2000: 67) actualiza su formulación tridimensional de los sistemas totalitarios, esto es, un modelo basado en tres pilares: ideología, partido único y otras organizaciones de masas y la concentración de poder en una persona y en sus colaboradores o un pequeño grupo que no es responsable y no puede ser desalojado por medios pacíficos institucionalizados. No obstante, considero que la clásica definición de Friedrich sigue siendo válida para nuestro análisis. 24 .- Como es conocido, Marx no llegó a diseñar un modelo de las instituciones que serían necesarias después de la revolución del proletariado y la supresión 22 Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad aprobación nació una nueva concepción del constitucionalismo, opuesta a la versión democrática-liberal, que introdujo un fuerte contenido social no acostumbrado en otras Normas Fundamentales de ese período. Sin embargo, en vez de un instrumento para limitar el poder, estableció la concentración de poder a través de la dictadura del proletariado, teóricamente la fase previa de la supresión del Estado; además, desaparecieron del ámbito constitucional las libertades y derechos fundamentales,25 ya que eran consideradas "meramente formales" y, por tanto, supeditadas a la creación de las bases económicas, sociales y culturales del Estado soviético, es decir, el concepto de legalidad socialista quedó subordinado a la consecución de los objetivos supremos del sistema.26 Con el nacimiento de la AUS el 30 de diciembre de 1922 y el dominio absoluto del partido comunista, a partir de entonces dueño y señor de todas las esferas de poder en el vasto imperio soviético, apareció el "nuevo derecho", tanto público como privado, que dio origen a la Constitución federal de 31 de enero de 1924.27 Este texto constitucional significó la anulación de facto del poder de los soviets e instauró un sistema embrionario de control constitucional, cuyo titular fue el Comité Ejecutivo Central y su Presidium, a fin de salvaguardar el naciente compromiso federal. Pero la Constitución que sirvió de modelo al resto del mundo comunista fue la aprobada el 5 de diciembre de 1936, en la que se incorporaron las tesis estalinistas del tránsito de la dictadura del proletariado al "Estado socialista de del Estado burgués. Lenin se inspiró en los análisis de Marx y Engels sobre la Comuna de París para diseñar el Estado soviético y la Constitución de 1918. 25 .- Las libertades individuales fueron eliminadas desde un primer momento, según David Shub (1977: 421), refiriéndose al clima anti-libertad de los primeros meses de la revolución rusa, ‹‹en unos pocos meses había quedado suprimida totalmente la libertad de expresión y de prensa por la que habían luchado generaciones de revolucionarios rusos desde los remotos días de la rebelión decembrista››. 26 .- El contenido programático de esta Constitución queda plasmado cuando establece como su objetivo principal la eliminación de la explotación del hombre por el hombre, la abolición de las clases sociales y el triunfo del socialismo en todos los países. Estableciendo que todo el poder residía en los soviets locales, no obstante, éste se delegó “hacia arriba”: el ejercicio del poder supremo correspondía al Congreso de los Soviets de toda Rusia, a su Comité Ejecutivo Central y, en definitiva, al Consejo de los Comisarios del Pueblo, presidido por Lenin. Todo este esquema fue inviable y, en la práctica, se suspendió su funcionamiento en 1920. 27 .- Para ampliar sobre este tema puede verse Paolo Biscareti (1975: 195 y passim) y Juan Ferrando Badía (1995: 642-684). 23 Enrique Conejero Paz obreros y campesinos".28 Aunque en ella se reconoció el derecho formal de asociación, y era ultra democrática en la forma, consagraba el papel del Partido Comunista como una élite, al considerar al Partido en su Art. 126 como un “destacamento de vanguardia de los trabajadores en su lucha por edificar la sociedad comunista y núcleo dirigente de todas las organizaciones de los trabajadores, tanto sociales como del Estado".29 Las Constituciones de los países que se incorporaron al llamado “Campo Socialista” se inspiraron en la Constitución estalinista. Así, la Constitución de Mongolia de 30 de junio de 1940, la Constitución búlgara de 4 de diciembre de 1947, la Constitución rumana de 13 de abril de 1948, la Constitución checoslovaca de 8 de mayo de 1948, la Constitución húngara de 20 de agosto de 1949, la Constitución de la antigua RDA de 7 de octubre de 1949 y la Constitución polaca de 22 de julio de 1952, siguieron la ortodoxia estalinista. Con posterioridad, y derivado de la revisión crítica del período estalinista, así como la necesidad de incorporar la dinámica socio-económica y política de la AUS desde 1936, se aprueba la Constitución soviética de 7 de octubre de 1977. En ella se incorporaba el nuevo estadio del sistema, es decir, se consideró superada la fase inicial y marcó el inicio de la etapa de “Estado de todo el pueblo”.30 En suma, las constituciones de los regímenes comunistas reflejaban la evolución de la esencia de clase del Estado, primero en forma de dictadura del proletariado (soviética y democrática popular) y después, cuando se alcanzaba, según sus dirigentes, una etapa superior en la construcción del comunismo, el llamado “Estado de todo el pueblo”. Por tanto, los diversos textos constitucionales eran un reflejo de un proceso de transición permanente, donde alcanzar una etapa determinada era una apreciación subjetiva de sus líderes. Con independencia de las especificidades de cada país, los textos constitucionales recogían, fundamentalmente, los principios que sustentaban la base económica del sistema: la propiedad estatal sobre los medios de producción, la colectivización de la agricultura, la marginación de la propiedad privada y la fragilidad de la propiedad personal. Los derechos políticos individuales siempre quedaron supeditados a un interés “supremo”: la construcción 28 .- Sobre la Constitución de 1936 existe una amplia literatura, véase, entre otros, Chambre (1966), Ouskhely y Jedryka (1966) y Nattehewa (1977). 29 .- Por citar sólo algunas, las constituciones de China, Checoslovaquia, R.D.A, Mongolia, Vietnam, Rumania y Yugoslavia incorporaban el papel rector del partido comunista en el sistema político. El control del partido sobre la organización estatal y sobre la sociedad se basaba en a) proveer liderazgo, b) generar candidatos para los cargos públicos, y c) controlar el funcionamientos de las organizaciones estatales (Gripp, 1973: 48) 30 .- Sobre el texto Constitucional de 1977, confróntese, entre otros, Ferrando Badía (1995); de Esteban y Varela (1978), Biscareti (1979), Oheling (1978), Cotarelo (1984) y Gacía Pelayo (1987). 24 Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad del comunismo. El carácter programático de estas Constituciones se reflejó en la escasa referencia que hacían a instituciones que, como la propiedad privada, estaban llamadas a desaparecer. Lo mismo sucedía con los partidos políticos no comunistas, por lo que la tradicional línea divisoria entre el régimen soviético y las llamadas democracias populares siempre fue muy tenue. Como resultado de la propia dinámica política, los textos constitucionales aprobados en los regímenes comunistas tenían un carácter sui generis, esto es, representaban programas de acción por completar. De ahí se deriva la obligatoriedad de que todas las leyes y decisiones adoptadas tenían que estar en consonancia con el proyecto comunista, incluyendo las teorías sobre el Estado, sobre la actividad ejecutiva, legislativa y jurisdiccional desarrolladas por los autores soviéticos. Esta filosofía penetró totalmente en el derecho creado durante toda la evolución de los regímenes comunistas.31 La división de poderes fue reemplazada por el principio de unicidad del poder, es decir, las Constituciones no distinguían claramente entre las funciones legislativas y las ejecutivas, confiriendo a diversos órganos estas funciones y asegurando la unicidad del poder a través del monopolio del Partido. Es más, ‹‹la construcción constitucional del comunismo supuso la erosión, cuando no la eliminación de las denominaciones oficiales, la heráldica, la identidad histórica y territorial. No sólo se abolieron las instituciones tradicionales, sino que se alteraron los nombres de los Estados calificándolos de "popular" y todas las insignias nacionales se cambiaron (Polonia, Bulgaria) cuando no se sustituyeron (en los demás casos). Incluso los marcos territoriales de referencia fueron alterados en algunos casos, como en Polonia, de manera radical›› (Herrero de Miñón, 1990: 82). 2. 1. 3 El monopartidismo A nuestro juicio, es el sistema de partido único el eslabón principal sobre el que giran los fundamentos jurídico-políticos de los regímenes comunistas. A partir del momento en que Lenin (1977) expuso su idea de cómo cubrir el vacío de poder que anula la acción, trazó el camino para la creación de una organización profesional de revolucionarios, un partido de la clase obrera, indispensable para alcanzar el Poder. A partir entonces se empezó a configurar el dogma de la misión histórica del partido único como única vía para transitar hacia el comunismo. Aparece, por tanto, el Partido rígidamente jerarquizado y centralizado, sin disidencias, sin debates públicos, como supuesta herramienta indispensable para consolidar el 31 .- Muchos autores soviéticos, como Vychinsky (1979), planteaban que lo fundamental en cada caso de creación o aplicación de las normas era el efecto del acto, y no su naturaleza jurídica ni la vía o los medios que la originaron. 25 Enrique Conejero Paz poder y desarrollar las distintas etapas en la construcción de la sociedad comunista.32 Cuando Lenin (1977: 52), para desmarcarse del término “socialdemocracia”; se preguntó sobre que nombre sería el más adecuado para el Partido, puntualizó que debería denominarse ‹‹Partido Comunista, como se llamaban Marx y Engels. Debemos repetir que somos marxistas y que nos basamos en el Manifiesto Comunista, desfigurado y traicionado por la socialdemocracia››. Por tanto, la génesis del sistema de partido único nace con una clara vocación de conquista del poder, por ello el partido, en esencia, es un instrumento y representante de una clase. Otra vez surge la visión histórica de Rosa Luxemburgo (1973: 113-114) cuando planteó que ‹‹el ultra centralismo defendido por Lenin se nos aparece impregnado, no de un espíritu positivo y creador, sino del estéril vigilante nocturno. Toda su preocupación tiende a controlar la actividad del partido, no a fecundarla; a restringir el movimiento más que a desarrollarlo; a yugularlo, no a unificarlo››. Como los regímenes comunistas se basaban en el principio de unicidad de poder, éste sólo podía ser compatible con la existencia del sistema de partido único. La filosofía era lógica de acuerdo a los planteamientos marxista-leninistas; si el “nuevo Estado” existía por y para clase obrera, y ésta tenía su “vanguardia” en el partido comunista, entonces no tenía sentido la existencia de un sistema multipartidista. En la época estalinista esta filosofía se llevó a su máxima expresión, en efecto, el lugar privilegiado del Partido Comunista en el sistema político comunista quedó claramente expresado por Stalin (1974: 126) cuando afirmó que ‹‹el Partido es el jefe político de la clase obrera (...) es el Estado Mayor de combate del proletariado››. Así el partido único totalitario se caracterizó ‹‹por su tentativa de alcance total, de penetración y politización totales. Tanto si persigue el objetivo de formar al “hombre nuevo” como si no, el régimen totalitario está consagrado a destruir no sólo el subsistema, sino también todo tipo de autonomía de subgrupo›› (Sartori, 1999: 269). Históricamente, tal como se ha señalado con anterioridad, fue la Constitución soviética de 1936 la primera en incluir el papel del Partido Comunista como rector de las sociedades comunistas. Se va perfilando así la élite del Partido, confundida con la del “aparato”, clase dirigente o estatal, privilegiados o incluso casta, por su tendencia a perpetuarse por herencia. En un sentido laxo incluía a los 32 .- De las dos fracciones resultantes del Congreso en Praga del POSDR en 1912: mencheviques y bolcheviques, éstos últimos constituirán el núcleo del movimiento revolucionario que alcanzó el poder en 1917 y que, posteriormente, cambiaría su denominación por comunista. La diferencia entre las dos facciones giraba en torno a la inclinación obrera o campesina y a su adscripción a la ideología marxista-leninista o socialdemócrata. 26 Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad miembros de la sociedad que, principalmente por su estatus político gozaban de privilegios y prebendas imposibles de alcanzar para el resto de sus ciudadanos. La práctica cotidiana se contradecía con la ideología igualitaria que publicitaba el sistema. Este fenómeno se replicó hacia abajo, con un menor nivel de privilegios en la medida en que se descendía en la escala de poder, en los diversos ámbitos de decisión política dentro del Partido y en todos los sectores socio-económicos del sistema comunista.33 Las elecciones formales que se desarrollaron bajo este sistema eran más bien una vía para que los ciudadanos mostraran su "entusiasmo" y "apoyo" al régimen, esto es, un medio para exhibir la movilización social y los “elevados” índice de participación electoral como reflejos de la fortaleza de los regímenes comunistas.34 En mayor o menor medida esta filosofía se aplicó en todos los países satélites del sistema. 2. 2 Intentos de liberalización del sistema político La primera desviación significativa de la ortodoxia soviética se originó en la Yugoslavia comandada por Tito. Una de sus particularidades del sistema yugoslavo fue la aplicación en la economía del principio de autogestión en contraposición a la rigidez del modelo estalinista, así, la reducción de la actuación económica del Estado fue un objetivo político recogido expresamente en la Constitución de 1953. Es más, en los cuarenta y cinco años que estuvo Tito en el Poder se aprobaron cuatro Constituciones que consagraban el principio de descentralización burocrática y se apartaban de la filosofía que propugnaba el monopolio económico estatal.35 33 .- Milovan Djilas (1957: 64) fue tajante al respecto, así en referencia esta “nueva clase” que emana de los regímenes comunistas, plantea que ‹‹todos los cambios iniciados por los líderes comunistas están directamente vinculados a los intereses y aspiraciones de la nueva clase, que, como cualquier grupo social, vive y reacciona, defendiéndose a sí misma con el objetivo de incrementar su poder››. 34 .- Existen diversos estudios sobre la participación política en los países comunistas, por ejemplo Little (1976: 439), en un estudio sobre la AUS, plantea que ‹‹las campañas de elección nacional soviéticas duran alrededor de dos meses y las actividades de campaña son intensas en extremo. El liderazgo del partido moviliza millones de "agitadores" y "propagandistas", al igual que a ciudadanos ordinarios, para hacer publicidad a la elección, explicar los asuntos y programas que el partido considera importantes y se asegura que la población entera acuda a las urnas››. 35 .- No obstante, en la práctica la Liga de los Comunistas controlaba todas la Instituciones y las elecciones formales que se celebraron hasta la desintegración del país. 27 Enrique Conejero Paz Por otra parte, en las llamadas democracias populares existían partidos políticos no comunistas y Frentes Nacionales, que fueron consecuencia lógica de las estructuras sociales y la diversidad de sus sociedades.36 En los años 1947-48 se produce una alineación casi absoluta en las democracias populares a la órbita soviética. La dirección política de estos países pasa a manos de líderes de absoluta confianza de Stalin lo que significó la supresión total de toda oposición. Se puede considerar a Checoslovaquia como el primer país donde se mostró más claramente la incapacidad absoluta para desarrollar el llamado socialismo “humanista y democrático”, y ello a pesar de ser el país con mayor desarrollo económico, político, social y cultural de los países integrantes del Pacto de Varsovia. La Primavera de Praga en 1968 fue un claro ejemplo de la imposibilidad de aplicar reformas políticas dentro de los regímenes comunistas, por desgracia, la entrada de las Tropas del Pacto de Varsovia el 20 de agosto cortó de raíz esa hermosa utopía democrática. El régimen de Husak, resultante después de la intervención militar, no se separó más de la ortodoxia soviética (Simechka, 1980). Polonia es un caso relevante porque cuando el gobierno decidió, el 1 de julio de 1980, aumentar el precio de la carne vendida en las tiendas de las empresas, no se imaginó que provocaría un suceso inédito en los regímenes comunistas: la aparición, por primera vez, de un sindicato libre, que llegó a agrupar a 10 millones de trabajadores. El acuerdo firmado en Gdansk el 30 de agosto de 1980 aceptó la libertad sindical y el derecho de huelga, a cambio del reconocimiento del papel directivo en el Estado del Parido Obrero Socialista Polaco. Se inicia así un período de difícil convivencia entre el sindicato Solidarnosc (Solidaridad) y el régimen comunista que desemboca en la Ley Marcial del 13 de diciembre de 1981. Habría que esperar a una mayor flexibilidad de Moscú en 1985, para que la oposición tuviera mayores espacios de acción política. La difícil situación política y económica que vivía el país quedó reflejada en el referéndum realizado por Jaruzelski en noviembre de 1987 que significó un completo fracaso para los comunistas polacos. En las llamadas democracias populares se fue desarrollando, cada vez con más fuerza, lo que Neal Ascherson (1995: 238) denominó una política de foros, por ejemplo, en Polonia la Fundación Comité de Defensa de los Trabajadores (KOR) fue el germen intelectual del sindicato Solidaridad, por su parte en Hungría, a principios de los setenta, se crea el Szeta, un organismo que realizó una fuerte 36 .- En estos países existieron, entre otros, los siguientes partidos: en la RDA el Partido Demócrata Campesino, el Partido Nacional Demócrata, la Unión Democrática Cristiana, etc..., en Bulgaria la Unión Agraria, en Checoslovaquia el Partido Popular, el Partido de la Libertad, en Polonia el Partido Campesino Unificado, el Partido Democrático; así como diversos Frentes nacionales: Frente de Unidad del Pueblo Polaco, Frente Patriótico de Bulgaria, Frente de Unidad Socialista de Rumania, etc. (Fuernberg, 1964; Wiart, 1966; García, 1978). 28 Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad oposición política; en Checoslovaquia surge la llamada Carta 77, un manifiesto pro democracia que aglutinó a un grupo numeroso de personalidades de distintas tendencias políticas y que fueron adquiriendo, con su sus ideas, un prestigio dentro de la sociedad. En general, estos movimientos compartían objetivos similares: defensa de los derechos humanos, utilización de métodos no violentos, mayor papel de la sociedad civil en la gestión pública, así como la búsqueda de una vía alternativa entre el capitalismo y el comunismo. También, en la AUS hubo movimientos hacia el reformismo político; un primer intento lo podemos encontrar en el período de desestalinización en la era Jruschov; en efecto, con la muerte de Stalin se acaba con el monolitismo del “aparato”, se liberaron millares de presos políticos y se investigó la época estalinista.37 Posteriormente, el largo período ortodoxo del régimen de Brezhnev fortaleció la convicción de las fuerzas reformistas dentro del sistema de que la única forma de alcanzar posiciones ventajosas era dentro del propio “aparato”. Después del período gerontocrático llega a, nuestro juicio, la clave de las futuras transiciones de los regímenes comunistas: la Perestroika aplicada por Gorbachov en la AUS a partir 1985.38 En suma, el sistema político se caracterizó por el completo dominio del partido-Estado sobre la sociedad y el poder dictatorial ejercido por un núcleo de la jerarquía burocrática (Nomenklatura) que representaba alrededor del 1% de la población. El sistema político se mostró poco permeable a los intentos de reforma, siendo la petrificación la esencia de su dinámica política. 2. 3 Fundamentos económicos del sistema comunista En este apartado se analizan la estructura y la dinámica económica del sistema comunista; la exposición de los rasgos comunes y divergentes de estas economías se ha basado en los datos estadísticos y la evidencia empírica de una muestra de estos países, fundamentalmente de Europa Central y Oriental, tomando como referencia básica el modelo tipo desarrollado en la AUS como punto de partida de análisis y comparación. 37 .- El famoso Informe Secreto presentado en el XX Congreso del PCUS pone de relieve la intolerancia, la brutalidad, y el abuso de Poder en el régimen estalinista, cfr. Krutchev (1957). 38 .- Entre nosotros, pueden consultarse los trabajos de Carlos Taibo (1991 y 1993) que analizan con profundidad las causas del desmoronamiento del modelo soviético. También puede verse la reciente obra de Rafael Poch-deFeliu (2003), sus doce primeros capítulos pueden ser considerados como una profunda y detallada crónica de la espectacular mutación soviética. 29 Enrique Conejero Paz Los pilares sobre los que descansó la economía socialista clásica (ESC)39 fueron planteados teóricamente por Marx y Engels en el siglo XIX,40 llevados a la práctica por Lenin a partir de la revolución bolchevique en 1917 y, finalmente, elevados a la categoría de doctrina económica por Stalin durante su aplicación en la AUS (1928-1940).41 Después de la Segunda Guerra Mundial la ESC se extendió a los países que se incorporaron a la órbita soviética. Las características fundamentales de la ESC se pueden resumir en los siguientes aspectos: propiedad pública sobre los medios de producción, planificación, administración y control centralizado de la economía, papel pasivo de las categorías monetarias y economías cuasi autárquicas de bloque. 2. 3. 1 Propiedad pública de los medios de producción Si bien no fue la revolución bolchevique la primera en reconocer el concepto jurídico de nacionalización,42 si realizó en este campo la transformación más profunda y radical, conocida hasta entonces, sobre los derechos de propiedad.43 La supremacía de la propiedad socialista de los medios de producción constituye un 39 .- El término Socialismo Clásico es empleado por Janos Kornai (1992) para definir el sistema socialista en sus elementos originarios, esto es, antes de aplicar cualquier tipo de reforma interna. 40 .- Marx y Engels (1985: 83-84) sentaron las pautas del futuro proyecto socialista, sobre la base de que, ‹‹las ramas de la producción pasarán a manos de toda sociedad, con arreglo a un plan general y con la participación de todos los miembros de la sociedad. Por tanto, el nuevo orden social suprimirá la competencia y la sustituirá con la asociación››. 41 .- Stalin (1952: 42) introduce el concepto de Ley Económica Fundamental del Socialismo, su enfoque sobre el carácter supremo de las leyes económicas en el Socialismo queda plasmado en la siguiente frase ‹‹De este modo, las leyes de la economía política bajo el socialismo son leyes objetivas que reflejan la regularidad de los procesos independientemente de nuestra voluntad››; estas tesis fueron posteriormente incorporadas al Manual de Economía Política de la Academia de Ciencias de la AUS y utilizadas como referencia por el resto de países que se incorporaron al denominado campo socialista. 42 .- Es un hecho conocido que la Constitución federal mexicana de 5 de febrero de 1917, inició la etapa del llamado “constitucionalismo social”, al elevar a nivel de normas fundamentales los derechos de los grupos sociales desprotegidos y marginados (Trueba, 1971; Salinas de Gortari, 1985: 5-18). 43 .- Por la vía de decretos, en los tres primeros años se nacionalizó toda la tierra, no su atención privada, las empresas industriales que empleaban a más de 10 obreros o más de 5 si utilizaban instalaciones con motor; el transporte marítimo y fluvial, las compañías ferroviarias, la banca y los seguros, y se monopolizó el comercio interior y exterior (Katzarov, 1963: 61-62). 30 Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad rasgo distintivo de la ESC. Por ejemplo, desde sus inicios, en la AUS se nacionalizó la industria, el comercio interior y exterior, el transporte, el sistema bancario y así, sucesivamente, el resto de los sectores económicos. Además, la participación del sector estatal en la renta nacional en 1926 pasó de un 46 % a un 91 % en sólo seis años (Nove, 1967: 42). Está práctica fue replicada en los países que adoptaron el modelo de la ESC después de la Segunda Guerra Mundial. En el cuadro 2 se puede apreciar que de los países seleccionados (período 1950-1988), la mayoría participó en esta tendencia hacia la nacionalización. Sólo en Polonia la socialización de los medios de producción fundamentales fue menor al 90 %. La política de colectivización forzosa del campo aplicada en la AUS en la década de los años treinta, también se repitió en los demás países; por ejemplo, en Bulgaria (1947) toda la tierra era de propiedad privada, en Hungría y Rumania sólo estaba colectivizada en 1949 el 7 % y el 5 %, respectivamente, en Checoslovaquia en 1950 el 24 % estaba socializada y, ese mismo año, en Polonia y Yugoslavia el 7 % y el 22 %, respectivamente. Diez años más tarde ya se había alcanzado el 97 % de colectivización de la tierra en Hungría, el 90 % en Checoslovaquia, el 78% en Bulgaria, el 74 % en Rumania. Siendo la excepción de la regla: Yugoslavia y Polonia que fueron los únicos países que lograron conservar más del 80 % de la tierra en manos privadas (Dovring, 1965: 200). Cuadro 2. Porcentaje de propiedad pública sobre el total (1950-1988) PAÍS 1950 1960 1965 1970 1975 1988 Bulgaria 81,7 99,5 99,7 99,7 99,9 99,9 Checoslovaquia 78,9 98,5 99,2 99,2 99,5 99,3 Hungría 65,7 91 97 97,4 98,1 92,9 Polonia 54 62,5 68,5 74,6 82,8 81,2 Fuente: elaboración propia a partir de datos tomados de Kaser (1986: tablas 24.4, 25.2, 26.3) y Kornai (1992: tabla 5.1). Nota: Se considera el porcentaje de propiedad pública sobre la base del Producto Material Neto. 31 Enrique Conejero Paz La propiedad social intentó ser un concepto diferente al derivado de la tradición legal romana;44 su formulación teórica pretendía que todos los miembros de la sociedad tuvieran igualdad de acceso al control del proceso productivo (qué y cómo se produce), y al mecanismo de distribución del producto social. Sin embargo, los derechos sobre la propiedad socialista no fueron definidos claramente, esto es, sí los agentes económicos eran considerados co-productores y co-propietarios al mismo tiempo pero, a la vez, nadie tenía el derecho sobre la propiedad de un recurso, o lo tenían "todos", en un sentido abstracto, entonces no existía ninguna autoridad que reclamara a los usuarios potenciales de los mismos el pago del valor de las alternativas no aprovechadas (Kornai, 1992: 62-90; Palazuelos, 1996: 58-60 y Lavigne, 1997: 25-29). En la ESC la autoridad gubernamental ejercía el control sobre la mayor parte de los recursos disponibles y los derechos de los gestores socialistas sobre la propiedad que controlaban estaban fuertemente restringidos. Los agentes económicos que deseaban adquirir los derechos sobre los recursos con la intención de darles un uso más productivo, se encontraban con que estos derechos no estaban disponibles a ningún precio (Huerta, 1992; Przeworski, 1995; Palazuelos, 1996). La extensión mínima de la propiedad privada afectó al modo en que los agentes competían por el control de los recursos. Con unos derechos de propiedad privada bajo mínimos, los valores de intercambio del mercado se volvieron irrelevantes. El estatus y los atributos personales de los que compiten por un recurso importaban más, ya que su influencia no podía eliminarse vía ajuste de precios. La dificultad en el uso racional de los recursos queda resumida en el cuadro 3, donde se muestra como la propiedad y el uso de los recursos en beneficio del colectivo pueden generar resultados no deseados. La alternativa A se refiere al uso del recurso privado en beneficio propio. Si se considera a los agentes racionales, es evidente que en este caso se tiene un fuerte incentivo para gestionar con eficiencia los recursos y de esta forma alcanzar el máximo beneficio posible. 44 .- La ley Constitucional aprobada en Yugoslavia en 1950 intentó reactivar este concepto, dándole una mayor consistencia teórica a la idea marxista de autogestión de la propiedad por parte de los trabajadores, creando las condiciones para que los mismos participaran activamente en el control y la dirección de la empresa socialista. 32 Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad Cuadro 3. Beneficio según la propiedad de los recursos Beneficio Propiedad Propio Colectivo Privada A C Colectiva B D Fuente: elaboración propia. En cuanto a la alternativa B representa el uso de un recurso colectivo en beneficio propio; en este caso se puede mantener el incentivo para obtener el máximo posible de beneficio,45 pero existen serias dudas sobre la eficiencia en la gestión de los recursos. Por su parte, la alternativa C se utiliza el recurso propio en beneficio de otros. Este caso es diferente al anterior; se mantiene el incentivo para el uso eficiente del recurso, pero no resulta claro que exista el incentivo necesario para alcanzar el máximo beneficio. Por último, en la alternativa D, tanto la propiedad de recurso como el beneficio derivado de su utilización, son colectivos; por tanto, si se compara con las alternativas anteriores, los agentes tienen escasos incentivos, tanto para economizar como para conseguir el máximo valor en la utilización del recurso. Los datos revelados, después de la caída del muro de Berlín, sobre el comportamiento de los agentes económicos, el bajo nivel de eficiencia alcanzado, y la presencia permanente de mercados informales de productos desviados de los mercados oficiales en la ESC, avalan la idea de que las alternativas D, y la C en menor proporción, fueron las que se manifestaron más asiduamente en el funcionamiento del sistema económico. A nuestro juicio, de ahí se derivan los principales defectos en la utilización de los recursos disponibles. En la práctica, y a la luz de la evidencia empírica, la propiedad pública no fue capaz de incorporar los incentivos indispensables para generar eficiencia en la gestión de los recursos productivos. 2. 3. 2 La planificación centralizada de la economía El GOERLO (1920) y el GOSPLAN (1921), fueron los primeros antecedentes prácticos en la utilización de la planificación centralizada como 45 .- La aparición de los mercados negros de bienes y servicios desviados de los mercados oficiales fue un rasgo distintivo de las ESC. 33 Enrique Conejero Paz mecanismo de coordinación de la economía socialista.46 La planificación centralizada sustituyó a los precios como mecanismo de coordinación entre los diferentes agentes económicos y se aplicó, casi miméticamente, en todas las ESC, abarcando todas las fases de la actividad económica: la asignación, producción, distribución y consumo. La planificación puede ser considerada, esencialmente, una técnica jerarquizada (top-down), basada en un complejo sistemas de balances materiales y financieros, que se constituían en un mecanismo de coordinación entre las múltiples tareas de un plan agregado de la economía, es decir, un instrumento para condensar todos los fines contenidos en el plan con una estructura jerarquizada de los mismos. En los diversos balances materiales se reflejaban cuantitativamente las variables económicas planificadas a priori, que posteriormente se asignaban entre las diversas ramas y sectores de la economía, tanto por el nivel de asignación de recursos como por la distribución del producto final. A través del método del balance material se intentaba garantizar una adecuada relación entre la inversión47 y la producción mediante un procedimiento similar al análisis input-output.48 La complejidad analítica de la planificación fue directamente proporcional al aumento de las variables utilizadas para su elaboración, por lo que los planificadores incluían el menor número posible de las mismas; por tanto, al reducir el ámbito de los problemas, las soluciones adoptadas tenían un alcance limitado. En este sentido, según Oskar Lange (1970: 26) el problema de la asignación de la inversión para incrementar sostenidamente la producción era el fundamental de la economía socialista, situándolo por encima de los relativos al desarrollo equilibrado de los sectores de la economía y del empleo eficiente de los recursos. Así, en el gráfico 2 se muestra la distribución del Producto Material Neto 46 .- El Plan Estatal para la Electrificación de la AUS (GOERLO) fue el primer plan diseñado a largo plazo con el objetivo de satisfacer las necesidades materiales y financieras de la electrificación del país y se implementó en 1920 bajo la dirección de Lenin. Por su parte, la Comisión de Planificación del Estado (GOSPLAN) elaboró el primer plan sectorial, abordando las necesidades de alimentación para 1921-1922 y otras ramas como la industria del acero, textiles, azúcar y caucho. Con posterioridad, en diciembre de 1917, Lenin creó un Consejo Superior de la Economía Nacional, que se encargó de elaborar las líneas maestras para ser aplicadas en el GOERLO, este puede ser considerado como el primer paso hacia la planificación centralizada como mecanismo de coordinación económica. 47 .- El primer balance, que abarcó el conjunto de la economía nacional de la AUS, se aplicó en el período 1923-1924 y fue publicado en 1926. 48 .- Wassily Leontief trabajó en el GOSPLAN previo a la elaboración del primer Plan Quinquenal en 1928, esa experiencia le fue de gran utilidad para su análisis cuantitativo de la economía de Estados Unidos (Leontief, 1941). 34 Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad (PMN) por sectores económicos; donde se puede apreciar de forma nítida, la concentración de los recursos en el sector industrial para los países seleccionados,49 en efecto, si en 1950 la industria representaba el 54,4 % del total de los sectores económicos, ya en 1989 su participación ascendía al 64 %. La planificación contenía un mecanismo de contradicción endógeno; al ser un proceso estocástico necesitaba de la flexibilidad de todos los agentes que intervenían en el proceso productivo, pero dado su carácter obligatorio restringía la posibilidad de un ajuste dinámico. Paulatinamente la oferta se desvinculó de la demanda, así al no existir instrumentos de mercado que posibilitaran alcanzar un equilibrio, se produce un divorcio total entre la producción y el consumo; el concepto “soberanía del consumidor” fue remplazado por el concepto “soberanía del productor” (Buchanan, 1997: 115). La base de la planificación descansaba en la maximización del crecimiento económico a través del incremento sostenido de la tasa de inversión, principalmente en el sector de la industria pesada, siendo el incremento de la producción cuantitativa el objetivo primordial del plan económico (Lavigne, 1997; Palazuelos, 1996; Luengo, 1999). Va de suyo que el sistema se programó para un crecimiento extensivo de la economía. La crítica fundamental sobre la posibilidad de asignar racionalmente los recursos en una economía socialista fue señalada con acierto por Ludwing von Mises (1935, 1982), cuando planteó que con la eliminación de la propiedad privada, y la ausencia de mercados, se destruyen los mecanismos indispensables para que los recursos fueran asignados de forma racional.50 Este autor realizó una predicción muy acertada sobre el futuro de la economía socialista: ‹‹Habrá cientos y miles de fábricas en funcionamiento. Muy pocas de ellas estarán produciendo mercancías listas para su uso, en la mayoría de los casos lo que sea producido será producción no terminada y bienes de producción›› (Mises, 1935: 106). Con posterioridad, Friedrich Hayek (1935: 211) retomó la idea y, sin excluir la solución teórica al problema de la asignación de recursos,51 planteó que el proceso de 49 .- El PMN era el indicador macroeconómico cuantitativo más importante en estas economías. Era una suma de valores añadidos, una vez deducidos los inputs utilizados en el proceso productivo. Sin embargo, difiere del PIB en tres aspectos fundamentales: a) era el valor neto de depreciación de los activos fijos, b) los servicios no se contabilizaban, excepto cuando estaban asociados a los suministros de bienes, y c) incluía impuestos indirectos. 50 .- Para ampliar sobre el debate sobre el cálculo económico en los regímenes comunistas, cfr. Lavoie (1985), Nove (1992) y Huerta (1992). 51 .- Enrico Barone, en 1907, retomando ideas de Vilfredo Pareto, planteó, ceteris paribus, que la solución teórica al problema de la asignación eficiente de los recursos es independiente del sistema de propiedad de los factores productivos, lo importante es encontrar un mecanismo de precios adecuado que refleje con mayor exactitud la escasez de los mismos. El socialismo, por 35 Enrique Conejero Paz determinación de precios en el socialismo se enfrentaba a ‹‹la imposibilidad práctica de recoger toda la información necesaria para resolver un gigantesco sistema de ecuaciones, considerándolo como una tarea más allá de la capacidad humana››. De este modo, al ser imposible la recopilación de toda la información necesaria, es indispensable el mercado, donde no hay mercado no hay mecanismo de precios, y, por tanto, donde no hay precios relevantes no hay asignación racional de los recursos.52 Por su parte, Oskar Lange (1938) y Maurice Dobb (1961, 1978) fueron dos de los más fervientes defensores de la teoría económica marxista en el mundo occidental. Diseñaron modelos, especialmente el primero, conocido por su modelo clásico de socialismo de mercado, donde se intentaba demostrar la posibilidad de asignación racional de recursos en la economía socialista; la planificación, según sus hipótesis, podría determinar los precios racionalmente, a través de un proceso constante de prueba y error hasta alcanzar el equilibrio en los mercados.53 Para el primero, el mecanismo que permitiría revelar las desviaciones de los precios respecto al precio de equilibrio sería el aumento o desviación en el stock de inventarios de las empresas. tanto, podría alcanzar el equilibrio económico, obteniendo similares resultados a los que se podrían alcanzar a través de la competencia perfecta (Barone, 1998: 290-338). 52 .- En este sentido, Hurcwicz (1959: 27-46) intentó formalizar la noción de eficiencia informativa de los mecanismos para la asignación de recursos sugerida por Hayek, pero su trabajo no tuvo mucha influencia en el orden práctico, también Malinvaud (1967: 170-208) planteó un modelo abstracto para perfeccionar el mecanismo de planificación. 53 .- Para Oskar Lange (1938: 54) el método de prueba y error, es decir, el método de probar una serie de soluciones hipotéticas hasta dar con la adecuada, sería el mecanismo que solucionaría la asignación racional de recursos en el Socialismo. 36 Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad Gráfico 2. Distribución del PMN por sectores: (promedio simple de Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia, Rumania y la AUS). 70 60 50 40 1950 1975 30 1989 20 10 0 I n d u s tria A g ric u ltu ra T ra n s p o rte , c o m u n ic a c io n e s y c o m e rc io O tro s Fuente: elaboración propia a partir de datos tomados de Lavigne (1995: cuadro 4.3, p. 78). Sin embargo, el propio Lange (1938: 116-116) indicó el principal defecto de la gestión económica socialista: ‹‹A nosotros nos parece que el peligro real del Socialismo es el de la burocratización de la vida económica››. Su temor se convirtió, con el paso del tiempo, en una pesada losa en el engranaje de la economía socialista. Así, a pesar de utilizar técnicas avanzadas (programación dinámica, la cibernética y todo el complejo analítico de la escuela matemática soviética) en el proceso de elaboración y coordinación de los planes económicos, la práctica cotidiana en la ESC demostró que la asignación racional de los recursos resultaba una tarea imposible.54 La planificación quedó supeditada a la voluntad de los gestores socialistas, a la imposibilidad de reunir toda la información relevante y, por último, a la carencia de incentivos necesarios para procesarla. Por tanto, para alcanzar una planificación óptima se necesitaba transformar las preferencias de los agentes que intervenían en el proceso económico; esto es, pasar del homo œconomicus al homo socialis.55 De esta forma, los incentivos de los agentes no estarían guiados por la maximización de la utilidad o del beneficio sino por el 54 .- Según el economista ruso Kantarovich (1968: 2-3), premio Nobel de economía en 1975, la magnitud de las pérdidas indirectas originadas por el empleo irracional de los recursos eran muy elevadas; en este sentido señaló que las pérdidas originadas por los altibajos de la producción representaban un 25 % del total de la misma. 55 .- Un análisis interesante sobre la teoría de la incapacidad para transformar al individuo en el llamado "hombre nuevo" en estos países, puede verse en Adam Przeworski (1996: 171-235). 37 Enrique Conejero Paz trabajo sin ánimo de lucro tanto en el ámbito individual como colectivo, tarea que en la práctica se mostró inalcanzable.56 Por otra parte, la rigidez de la planificación impedía utilizar los avances tecnológicos en el proceso productivo (Berliner, 1976: 504-538); esta brecha tecnológica, que se fue ampliando cada vez más con el mundo occidental, estuvo cimentada en la inercia burocrática. Para los gestores comunistas utilizar una innovación en el proceso productivo implicaba un alto grado de riesgo en el cumplimiento del plan, además, tampoco se beneficiaban de las externalidades positivas provenientes de la industria militar, debido a las leyes restrictivas existentes sobre la aplicación industrial de los conocimientos tecnológicos alcanzados en el en este sector.57 Por ejemplo, en un campo tan importante como el ahora pujante sector de las tecnologías de la información la brecha era gigantesca: en 1987 existían sólo 200.000 ordenadores personales en la AUS mientras que en Estados Unidos existían 25 millones (Skidelski, 1996: 25). Considerando la evolución del PMN (ver cuadro 5), según cifras oficiales, el crecimiento económico mostró un camino estable de desaceleración y estancamiento, especialmente a partir de mediados de los años setenta. Si durante el quinquenio 1951-1955, la media de crecimiento del PMN era del 11,3 %, en el período 1966-1970 descendía al 6,8 %, en la segunda mitad de la década de los años setenta se reducía al 3,1% y, en los años previos al desmoronamiento del sistema, 1986-1989, era de sólo el 1,9 %. Todo ello teniendo en cuenta el escaso rigor de los datos oficiales. Además, en el gráfico 3 se confirma esta tendencia, resulta visible la disminución del PNB per cápita durante el período 1961-1985.58 Estos datos ponen de manifiesto las dificultades crecientes de la planificación centralizada para lograr un crecimiento económico sostenido, revelando su fragilidad en la elección de objetivos económicos y la endeble coherencia interna del proceso planificador. Por tanto, uno podría preguntarse, sí estaba tan clara la ineficiencia del sistema 56 .- En este sentido, un ortodoxo puro como fue el carismático líder norcoreano Kim Il Sung (1992: 324) señaló ‹‹El Estado sufre grandes pérdidas a causa del estilo formalista de trabajo y la falta de responsabilidad de los funcionarios de la planificación. Como ellos calculan mal y mal emplean la pluma, mucha mano de obra, instalaciones y materiales se despilfarran o permanecen ignorados y no se produce todo lo que se puede››. 57 .- Por ejemplo, en la AUS estuvo vigente una disposición, desde el régimen de Stalin, que impedía la utilización en la industria civil de las innovaciones alcanzada en el sector militar hasta después de haber transcurrido 36 años de su creación (Donges, 1990: 14). 58 .- Es una estimación realizada por los autores del PNB en estos países. La contabilidad oficial sólo calculaba el PMN. 38 Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad económico, ¿por qué no se previó antes el derrumbamiento del sistema? ¿La falta de previsión podía estar basada en la capacidad de supervivencia del sistema económico? La respuesta la proporcionó el destacado economista inglés John Maynard Keynes (1972: 263) cuando, después de su visita a la AUS en 1925, afirmó ‹‹Si uno puede hacer una generalización en las actuales condiciones, debe ser ésta - que a un bajo nivel de eficiencia el sistema sí funciona y contiene elementos de permanencia››. Más de setenta años de funcionamiento del sistema económico comunista le dieron la razón. Cuadro 5. Variación porcentual del PMN, 1950-1989 Países seleccionados Bulgaria Checosl. Hungría Polonia Rumania AUS 1951-55 12,2 8,1 13,2 8,6 14,2 11,3 1956-60 9,6 7,0 7,6 6,6 6,6 9,2 1961-65 6,6 1,9 7,5 6,2 6,2 5,7 1966-70 8,7 6,9 6,2 5,9 6,0 7,1 1971-75 7,9 5,7 6,4 9,7 9,4 5,1 1976-80 6,1 3,7 2,9 1,2 1,3 3,7 1981-85 3,7 1,8 1,3 -0.8 -0,5 3,4 1986-89 3,0 1,9 0,8 -0,5 2,9 3,4 Fuente: elaboración propia a partir de datos tomados de: Anuario estadístico del Comecon (1971 y 1986); Economic Survey of Europe in 1990-1991 y Gregory y Stuart (1992: tablas 3.1, 10.2, 11,2, 13.1, 14.1). 39 Enrique Conejero Paz Gráfico 3. TASA PROMEDIO ANUAL DE CRECIMIENTO: PNB REAL PER CÁPITA PERÍODO 1961-1985. 5 4 3 2 1 0 -1 B ulgaria Checo slo vaquia 1961-70 Hungría 1971-80 P o lo nia Rumania 1981-85 Fuente: elaboración propia a partir de tomados de Gregory y Stuart (1992: tabla 18.1, p. 460) 2. 3. 3 Papel secundario de las categorías monetarias Las categorías monetarias desempeñaron en la ESC un papel pasivo en la economía comunista, ya que los flujos financieros se adecuaban a la planificación cuantitativa y la utilización del dinero fue considerada como un "mal necesario", herencia del sistema preexistente; esto es, dejando volar la imaginación se podría considerar la ESC un paraíso monetario donde la teoría cuantitativa del dinero se aplicó estrictamente en su forma convencional, pero donde la política monetaria tenía un alcance limitado debido a que la cantidad de dinero se ajustaba automáticamente a las necesidades del plan físico (Zwas, 1979; Podolski, 1973, Nuti, 1985: 85-105). La supuesta estabilidad del sistema de precios fue una bandera exhibida permanentemente como muestra de la victoria contra la inflación que padecía el sistema capitalista, “demostrando” así la superioridad de este sistema económico comunista. La determinación de los precios estuvo influenciada por la teoría marxista de la ley del valor, que consideraba al factor trabajo como la única fuente relevante debido a que el enfoque marxista rechaza el papel que desempeña la demanda en la determinación del valor de las mercancías. Por tanto, el problema de la formación de precios en el socialismo fue extremadamente complejo y ligado a 40 Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad la ideología existente. En este sentido, Joan Robinson (1972: 120) argumentó, con respecto a la teoría del valor de Marx, que ‹‹seguir el criterio del valor conduciría a un derroche evitable y a una mala distribución de los recursos entre los diferentes usos››. Un rasgo característico del sistema de precios en la ESC fue su estructuración en dos niveles: los precios mayoristas y los precios minoristas. Cada nivel de precios era independiente, y estaban determinados y modificados de acuerdo a las necesidades de la planificación.59 En este sentido, el objetivo era mantenerlos estables el mayor tiempo posible con la finalidad de conservar el poder adquisitivo de la población y facilitar el proceso técnico de la planificación (Kornai, 1992: 151). Por ejemplo, en la AUS durante el período 1930-1980 se realizaron sólo 3 reformas de los precios de bienes de capital.60 De esta forma, la empresa socialista tenía su existencia garantizada en los presupuestos estatales con independencia de la estructura del sistema de precios existente, a este mecanismo Janos Kornai (1992: 306) lo definió como restricción presupuestaria blanda (soft budget constraint), es decir, un proceso que convertía automáticamente a las empresas socialistas, en vez de tomadoras de precio, en formadoras de precio. Va de suyo que la demanda no influía en la oferta a través del sistema de precios. Por otro lado, los precios minoristas eran fijados para equilibrar la oferta disponible de bienes de consumo y servicios disponibles con la demanda existente. Por tanto, la estructura de precios relativos estaba fuertemente distorsionada, no sólo porque no estaba influenciada por la demanda y la variación de los costos, sino también por el marco institucional creado y los principios en los que se sustentaba el sistema económico. En un entorno de férreos mecanismos de control, rígida estructura institucional y falta de motivación en los actores económicos resultaba imposible encontrar un mecanismo adecuado de precios que eliminara la escasez crónica existente en la ESC. En el ámbito el sistema bancario, el Banco Central (BC) fue el responsable de la ejecución y control de lo planificado en el presupuesto estatal. Se podría 59 .- Oskar Lange consideró que la principal función de los precios en el socialismo era la de servir como instrumento contable, que permitiera la determinación de los costes de producción y el valor de la producción a efectos comparativos. 60 .- Un dato que muestra la complejidad en la determinación y revisión del sistema de precios en la ESC es el siguiente: una sola agencia encargada de fijar precios en la antigua ciudad de Leningrado debía determinar 10.000 precios mayoristas y 20.000 precios minoristas, además, una revisión de los precios incorporaba un coste muy alto, la reforma de precios realizada por la AUS a finales de los años sesenta ocupó, en su publicación, 38.000 páginas (Seurot, 1986: 41). 41 Enrique Conejero Paz considerar que no existía separación, en la práctica, entre la política monetaria y la política fiscal, ya que ambas se convirtieron en instrumentos de control económico, dirigidas a lograr un mismo objetivo: crear las bases financieras para garantizar el cumplimiento del plan físico. El BC monopolizó las funciones propias de los bancos comerciales y, en este sentido, se puede considerar todo el sistema monetario y financiero existente como un gran “monobanco”. El sistema bancario prestó poca atención al tamaño y la madurez de sus depósitos, controlando, básicamente, el efectivo en manos del público (Portes, 1983: 149-165; Peebles, 1981: 121-144; Feltestein y Farhadian, 1987: 137-156). En la ESC existía un circuito monetario en dos niveles institucionalmente separados: uno conformado por las familias y otro que incluía a las empresas. Es decir, por un lado un circuito donde las economías domésticas podían utilizar sus ingresos en adquirir los bienes de consumo disponibles, una gama muy limitada de bienes duraderos, e invertir sus ahorros en los escasos activos financieros disponibles (depósitos en cuenta corriente, a plazo, bonos, seguros y poco más).61 Así, la función del dinero como medio de pago estaba limitada por las restricciones de la planificación y el racionamiento de bienes y servicios existente,62 por lo que se puede considerar la existencia de una convertibilidad interna restringida de la moneda en la ESC. Por su parte, la función del dinero como depósito de valor desempeñaba un papel más activo para las economías domésticas al constituir, casi, el único activo financiero disponible. El consumidor ahorraba no sólo por una preferencia intertemporal entre inversión y consumo, sino porque no podía satisfacer todos sus deseos y necesidades debido a la escasez existente y a los precios elevados de los bienes durables, tanto en el mercado oficial como informal. Por tanto, precios rígidos a la baja en los bienes de consumo, déficit de bienes y servicios y largas colas fueron rasgos comunes de la economía socialista, lo que generó un exceso permanente de saldos monetarios nominales (money overhang).63 Este fenómeno se manifestó mediante el atesoramiento de efectivo por parte de las economías domésticas o mediante el gasto en bienes, que no eran 61 .- A diferencia de lo señalado en el sector empresarial, las economías domésticas se enfrentaban a una restricción presupuestaria fuerte (hard budget constraint), debido a que los salarios se mantuvieron rígidos en la mayoría de los países, y resultaban insuficientes para adquirir los bienes de consumo y durables disponibles, tanto en el mercado oficial como el mercado negro. 62 .- Las monedas de las ESC estaban oficialmente respaldada por el oro, pero en la práctica eran inconvertibles. 63 .- Para ampliar este concepto, véase los trabajos de Domenico Nuti (1985: 37-82) y Gregory Grossman (1968). 42 Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad necesarios en esos momentos pero que se adquirían por el temor a una escasez futura. Los instrumentos utilizados para solucionar transitoriamente este problema fueron las reformas monetarias y la confiscación de los fondos de las empresas y de los depósitos de ahorro de la población.64 De este modo, si todo el exceso de demanda es por bienes de consumo, el racionamiento significa ahorro forzoso65 e induce a un incremento no deseado del ingreso nominal por encima del nivel de equilibrio; la diferencia entre el stock de saldos monetarios nominales y la cantidad realmente deseada, en ausencia de escasez pasada y presente, es otra forma de definir el monetary overhang. Por ejemplo, se ha estimado que en la AUS el nivel no deseado de riqueza era de alrededor del 20 % de PIB de 1990 y de un tercio de los activos financieros existentes (Cottarelli y Blejer, 1992: 280). fico rá G vlu .E 4 1 Tp n ió c am c e d s o b fc e io 19 ia ln o P 8 -1 0 9 ,0 0 4 00 ,8 3 00 ,6 3 00 ,4 3 00 ,2 3 00 ,8 2 00 ,6 2 00 ,4 2 ,0 0 2 00 ,8 1 00 ,6 1 00 ,4 1 00 ,2 1 80 ,0 1 ,6 0 0 ,4 0 0 ,2 0 0 , 0 0 N E C T R E C T R E C T N E C T R E C T E R C T Al no existir activos monetarios líquidos alternativos con atractivas tasas de interés las empresas optaron por mantener excesos de inventarios, sustituyendo de esta forma la función del dinero como reserva de valor; y utilizando este sistema como un instrumento de prevención para garantizar el cumplimiento de los planes futuros de producción.66 Las empresas, por tanto, no estaban habituadas a realizar flujos de caja ni a diversificar sus activos. Además, debido a la inexistencia de tipos de interés de mercado y al no ser los agentes del sistema financiero maximizadores de ganancias, no se estaba habituado a trabajar en condiciones de incertidumbre, ni a gestionar portafolios, ni a competir para captar más clientes. En la mayoría de las ESC el sistema de financiación no bancario era inexistente. En frase de Joseph Berliner (1976: 173) se podía considerar la ESC como una economía “documonetaria”. 2. 3. 4 Economías cuasi autárquicas de Bloque El Comecon se constituyó el 21 de enero de 1949 como contrapartida al Plan Marshall. Los únicos miembros de pleno derecho no europeos, fueron Mongolia (1962), Cuba (1972) y Vietnam (1978). En 1980 la producción total de los países integrantes del Comecon se valoraba alrededor del 50 % del PIB de Estados Unidos. De esta forma las relaciones comerciales con el exterior se basaron en la idea de desarrollar economías nacionales autosuficientes, utilizando un modelo de sustitución de importaciones que se materializó a través del monopolio estatal 64 .- Algunos autores han rechazado la existencia del monetary overhang en estas economías (Portes, 1981: 559-578). 65 .- Para ampliar el análisis del ahorro forzoso en la AUS durante el período 1986-1990, cfr. Cottareli y Blejer (1992: 257: 286). 66 .- Maurice Dobb (1961: 193) señaló que la esencia de la producción socialista no podría alcanzarse mientras los dos aspectos, el del ahorro y el de la inversión, se encontraran separados, es decir, conectados por un tipo de interés sobre préstamos. 43 Enrique Conejero Paz sobre comercio exterior. La imposibilidad práctica de implementar plenamente esta idea a escala individual, fue lo que impulsó la creación de un bloque comercial entre los países socialistas y, por tanto, el nacimiento del Comecon como bloque de comercio intraregional. Esta organización se sustentó en unos principios básicos: a) el principio de soberanía nacional, que implicaba la existencia de la no supranacionalidad y, por ende, el poder limitado del Comecon como mecanismo de coordinación supranacional, b) el principio de igualdad de derechos, que se materializó en que cada Estado miembro contaba con un solo voto y tenía derecho a veto, con independencia de su tamaño y poder económico, c) el principio de interés, por lo que los acuerdos y decisiones tomadas no eran vinculantes y, d) un principio de ventajas mutuas, donde la ayuda mutua y el interés común se anteponían a la concesión de ventajas comerciales. La filosofía subyacente en la aplicación del monopolio estatal sobre el comercio exterior consistía en proteger tanto la producción interna como el cumplimiento del Plan de las fluctuaciones de los precios mundiales, de los tipos de cambio y de los ciclos económicos del mundo capitalista. Además, la planificación del comercio exterior se insertaba, como un elemento más, dentro del proceso general de la planificación centralizada de la ESC. Esta política comercial, aunque protegió a las empresas de las fluctuaciones internacionales, las convirtió en ineficientes y no competitivas si las comparamos con los estándares de eficiencia internacionales.67 Los productores nacionales no tenían contacto directo con sus compradores internacionales, función realizada por las organizaciones de comercio exterior creadas para este fin. El monopolio estatal del comercio exterior institucionalizó la separación entre el sistema de precios internos y los precios mundiales; redujo, aún más, la moneda nacional a una convertibilidad interna restringida dentro de cada frontera nacional y, por ende, se tuvo que crear una unidad de cuenta colectiva para el comercio intra-Comecon: el rublo transferible (RT).68 El RT era emitido por el Banco Internacional para la Cooperación Económica (BICE), como soporte a las transacciones intra-Comecon y a los acuerdos de formación de capital e inversión conjuntas acordados dentro del ámbito del Banco de Inversión internacional (BII). Dos instituciones financieras 67 .- Un indicador indirecto de la baja competitividad de la ESC puede verse a través de la tasa de penetración de sus productos en los mercados occidentales. En este sentido, los países del Comecon sólo alcanzaron una cuota de mercado (tanto las exportaciones como las importaciones) en el área de la OCDE del alrededor del 3 %. 68 .- En 1975 bajo la llamada fórmula de Bucarest, se estableció, sin ninguna base objetiva, la relación 1,60 dólares por 1 RT. 44 Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad que, en la práctica, funcionaban con las mismas características que las instituciones financieras nacionales (Boltho, 1971; Holzman 1987; van Brabant, 1974, 1978; Wiles, 1989; Wolf, 1988). Éstas, fueron concebidas, en primera instancia, como una réplica a la creación Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial (BM) después de la Segunda Guerra Mundial. La mayor parte de transacciones comerciales eran no monetizadas, y se realizaban dentro del contexto del comercio bilateral y los acuerdos de compensación previamente establecidos. Con el objetivo de lograr la autosuficiencia como área de bloque comercial, el comercio intra-Comecon alcanzó como media el 60 % del comercio total de los países del bloque socialista (Kornai, 1992: 245). Por su parte, Rumania, Polonia y Hungría intentaron diversificar su comercio exterior a partir de los años setenta. Estos países elevaron su comercio con Occidente del 30 % en 1975 al 35 % en 1986, mientras que la AUS y Bulgaria disminuyeron sus cuotas de comercio con Occidente, de un 20 % a un 15% en el mismo período. Esta tendencia se puede apreciar mejor valorando los datos del Comecon correspondientes a 1989 que se reflejan en el cuadro 6, donde se puede apreciar que todos los países miembros mantenían una cuota de comercio con la AUS por encima del 50 % del comercio intra-Comecon. La dependencia se sustentaba en la necesidad de importar de la AUS recursos indispensables para el funcionamiento de sus economías (petróleo, gas, entre otros), convirtiéndose este país en oferente neto de productos energéticos hacia sus principales socios comerciales;69 además, en estos países la industria instalada, y la estructura económica en general, dependía del suministro de materias primas, materiales y piezas de repuesto procedentes de la AUS. Por otra parte, la pertenencia de Hungría, Polonia y Rumania al FMI fue un reflejo del intento de estos países por mantener una independencia relativa con respecto al poder político, económico y comercial que representaba la AUS. No existe ningún indicador del grado de integración económica o del cambio en el mismo durante el período de existencia del Comecon. El hecho cierto es que el comercio se realizaba a espaldas de los cambios en los precios mundiales y, por tanto, reproducía a escala de bloque comercial, las mismas ineficiencias en la asignación de recursos que se originaron en las economías nacionales. 69 .- El 85 % de las importaciones de combustible de los países del Comecon era suministrado exclusivamente por la AUS. 45 Enrique Conejero Paz Cuadro 6. Porcentaje del Comecon en el comercio de los países miembros Porcentaje de la AUS en el comercio, 1989 Comecon en total Exp. Imp. AUS en Comecon Exp. Imp. AUS en total Exp. Imp. BULGARIA 83 73 79 74 66 54 CHECOSLOVAQUIA 54 55 57 54 31 30 HUNGRÍA 39 39 62 56 24 22 POLONIA 35 32 60 56 21 18 RUMANIA 40 55 58 59 23 32 AUS 46 50 - - - - Fuente: van Brabant (1990: 70). Con respecto a la política cambiaria, en la ESC existían tipos de cambio múltiples administrados, usualmente existía un tipo de cambio para el turismo internacional excesivamente sobrevalorado, fijado unilateralmente por los gobiernos y con aplicabilidad, solamente, dentro del marco de las economías nacionales. Para el comercio con Occidente se utilizaba un promedio de los últimos cinco años de los precios de mercado internacionales.70 Además, las monedas en las ESC no eran convertibles y, en la mayoría de los países, estaba prohibida la tenencia de divisas libremente convertibles por parte de sus ciudadanos. Tampoco sus propias monedas eran convertibles entre sí, por lo que no eran aceptadas como medio de pago para el intercambio de mercancías. Los tipos de cambio, artificialmente fijados, mostraban una sistemática sobrevaloración con respecto al dólar estadounidense. De nuevo una excepción en esta tendencia fueron los casos de Polonia y Hungría a saber, el primero devaluó su moneda sistemáticamente a partir 1981 (en el período 1980-1989 el zloty polaco sufrió una depreciación nominal acumulada de más de un 16.000 %). El segundo, también depreció su moneda, aunque más tímidamente; así, en el mismo período tuvo una depreciación nominal acumulada del 159 %. De todas formas hay que señalar que estas paridades no tenían ninguna base objetiva ya que sus monedas eran inconvertibles externamente y no eran fijadas con criterios de mercado. 70 .- Los tipos de cambio fueron fijados con respecto al oro desde 1973, utilizados solamente a efectos de la planificación y la estadística (Zwass, 1979: 179-180). 46 Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad En el cuadro 7 puede se puede apreciar mejor la magnitud de la sobrevaloración de las monedas nacionales en el período 1974-1988. Si se compara con el tipo de cambio prevaleciente en el mercado negro en el mismo período, con la excepción de Hungría, los demás países analizados presentaban un tipo de cambio en el mercado negro que difería en más de un 400 % del tipo de cambio oficial. Una tendencia común en todos los países de la muestra es que la prima del tipo de cambio del mercado negro se incrementó significativamente el año previo a la caída del muro de Berlín. En cuanto a la balaza de pagos y los problemas de deuda externa, estos países no tenían, al menos formalmente, problemas en sus transacciones económicas exteriores. De esta forma, las autoridades oficiales intentaban que la política de importaciones y exportaciones estuviera subordinada a la planificación centralizada de sus economías y, para ello, se implementó un balance de ingresos y gastos procedentes del exterior. Así, si la entrada planificada de divisas disminuía, se recortaban las necesidades de importación o se aumentaban las exportaciones en divisas, si ello era posible. Por lo que, oficialmente, la balanza comercial se encontraba en un equilibrio aparente. Sin embargo los problemas de balanza de pagos surgieron en el comercio con el mundo occidental, en efecto, la dificultad para acceder a los de créditos internacionales hacía que sus importaciones dependieran del volumen de sus exportaciones hacia los países occidentales; además, tampoco podían planificar un déficit comercial con los países occidentales dado que sus monedas no eran aceptadas en el comercio internacional. Esta tendencia en el crecimiento de la deuda externa en divisas convertibles se puede observar en el gráfico 5. 35 30 Bulgaria 25 Checoslov . Hungria 20 15 Polonia 10 Rumania 5 AUS 19 89 19 88 19 87 19 86 19 85 19 84 19 83 19 82 19 81 19 80 19 75 0 19 70 Miles de Millones dólares USA Gráfico 5. Deuda Neta, 1970-1989 Fuente: elaboración propia a partir de datos tomados de Naciones Unidas, Economic Survey of Europe (1989-1990, apéndices, tabla c.11, p. 416). 47 Cuadro 7. Tipos de cambio oficial y “paralelo” (países seleccionados 1974-1988, moneda nacional por dólar USA, final de año.) AÑOS PAÍSES Bulgaria 1974 1976 1978 1980 1982 1985 Tipo Oficial 0,97 0,959 0,875 0,878 0,928 1,039 Tipo Merc.Negro 2,41 2,45 2,99 2,67 3,19 5,19 Sobreval. (%) 248 255 342 304 344 500 Hungría Tipo Oficial 27,88 30,55 Tipo Merc.Negro 31,7 37,05 Sobreval. (%) 114 121 Polonia Tipo Oficial 19,92 19,92 31,66 31,76 81,22 139,33 147,11 193,25 319,96 Tipo Merc.Negro 88 128,5 113,5 123 450 593 875 1300 3200 Sobreval. (%) 442 645 358 387 554 426 595 673 1000 Checoslovaquia Tipo Oficial 5,75 Tipo Merc.Negro 23,4 Sobreval. (%) 407 5,7 25,35 445 5,6 5,85 26,55 28,75 474 491 6,9 33,5 486 6,4 27,55 430 5,75 28,6 497 5,15 45,75 888 AUS Tipo Oficial 0,73 Tipo Merc.Negro 3,06 Sobreval. (%) 419 0,748 0,665 0,639 0,708 3,8 4,05 3,1 3,89 508 609 485 549 0,87 5,53 636 0,758 4,15 547 0,67 5,35 799 0,584 7,25 1241 31,5 37,9 120 5,45 27 495 1986 1 3,78 378 1987 0,9 4,3 478 1988 0,818 6,5 795 32,21 34,43 47,35 46,45 44,13 47,67 33,5 48 64,85 61,4 62,55 82 104 139 137 132 142 172 Fuente: elaboración propia a partir de datos tomados de The Vienna for Comparative Economic Studies, Comecon Data (1990, tabla III/7.2, p. 393) y World Currency Yearbook (ICA), 1988-1989.