dinámica poscomunista: democratización y competitividad.

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Enrique Conejero Paz
DINÁMICA POSCOMUNISTA:
DEMOCRATIZACIÓN Y COMPETITIVIDAD.
Una perspectiva comparada
2003
Título: Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad.
Autor: © Enrique Conejero Paz.
I.S.B.N.: 84-8454-298-X
Depósito legal: A-1000-2003
Edita: Editorial Club Universitario Telf.: 96 567 61 63
C/. Cottolengo, 25 - San Vicente (Alicante)
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Printed in Spain
Imprime: Imprenta Gamma Telf.: 965 67 19 87
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gamma@gamma.fm
Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por
ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier
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del Copyright.
Índice
1.
INTRODUCCIÓN ....................................................................................................... 5
2.
LA HERENCIA DE LOS REGÍMENES COMUNISTAS .................................... 15
2. 1
Fundamentos jurídico-políticos del sistema comunista ....................................... 16
2. 1. 1
Democracia y Comunismo de Estado ......................................................... 16
2. 1. 2
Dinámica constitucional ............................................................................. 22
2. 1. 3
El monopartidismo ..................................................................................... 25
2. 2
Intentos de liberalización del sistema político ..................................................... 27
2. 3
Fundamentos económicos del sistema comunista................................................ 29
2. 3. 1
Propiedad pública de los medios de producción......................................... 30
2. 3. 2
La planificación centralizada de la economía ............................................. 33
2. 3. 3
Papel secundario de las categorías monetarias ........................................... 40
2. 3. 4
Economías cuasi autárquicas de Bloque ..................................................... 43
2. 4
Intentos de liberalización económica................................................................... 49
3.
TRANSICIONES POSCOMUNISTAS: ¿UNA NUEVA OLA DE
DEMOCRATIZACIÓN? ......................................................................................... 53
3. 1
Reflexiones sobre la Teoría de la Transición....................................................... 53
3. 2
Dimensión económica de la transición poscomunista ......................................... 67
3. 3
Transiciones poscomunistas: ¿la cuarta ola de democratización? ....................... 69
3. 4
Aspectos teóricos seleccionados para el análisis comparativo ............................ 72
3. 4. 1
Transición, elecciones y sistemas de partidos............................................. 72
3. 4. 2
Transición hacia una economía de mercado y competitividad ................... 81
4.
LAS TRANSICIONES POSCOMUNISTAS: ELECCIONES Y SISTEMAS DE
PARTIDOS DESDE UNA PERSPECTIVA COMPARADA................................ 85
4.1
Las elecciones fundacionales............................................................................... 85
4.2
Partidos políticos y elecciones durante el proceso de consolidación democrática ................................................................................................................ 117
4.3. Institucionalización de los sistemas de partidos ................................................ 148
4. 3. 1
Estabilidad en los patrones de competición interpartidaria....................... 148
4. 3. 2
Raíces de los partidos en la sociedad........................................................ 150
4. 3. 3
Legitimidad de los partidos y las elecciones............................................. 152
4. 3. 4
Capacidad organizacional ......................................................................... 155
5.
COMPETITIVIDAD Y POLÍTICA CAMBIARIA: UN INDICADOR DE LA
TRANSICIÓN ECONÓMICA .............................................................................. 159
5.1
Convertibilidad interna ...................................................................................... 160
5. 1. 1
Precondiciones y convertibilidad por cuenta corriente ............................. 162
5. 1. 2
Convertibilidad por cuenta corriente: análisis comparativo...................... 165
5.2
¿Tipos de cambio fijos o flexibles? ................................................................... 170
5.3
Régimen cambiario y evolución del tipo de cambio nominal............................ 176
5.4
Tipo de cambio real .......................................................................................... 180
5. 4. 1
Metodología.............................................................................................. 180
5. 4. 2
Problemas en la medición del tipo de cambio real.................................... 182
5. 4. 3
Evolución del tipo de cambio real ............................................................ 183
5.5
Enfoques sobre las causas de la apreciación real de las monedas en las ET...... 190
6.
CONSIDERACIONES FINALES.......................................................................... 207
7.
BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................... 215
1
INTRODUCCIÓN
‹‹Las revoluciones del este de Europa han marcado, sin duda,
un hito histórico. El colapso del imperio soviético y el
repliegue del comunismo en Europa no sólo son
acontecimientos relevantes del Siglo XX, sino probablemente
de toda la historia moderna. Una oleada de cambios sacudió las
instituciones políticas y las tradicionales creencias de todo el
planeta››.
(David Held , 1997: 325)
En cierta ocasión John Kenneth Galbraith (1984: 32) dijo que ‹‹el primer requisito
para una comprensión de la vida económica y social contemporánea es lograr una
visión clara de la relación existente entre hechos e ideas. Ya que cada una de éstas
tienen vida propia››. Sin duda, esa es la tesis que ha guiado nuestro trabajo a la
hora de abordar la compleja dinámica de las transiciones poscomunistas.
El colapso de los regímenes comunistas en apenas dos años (1989-1991) y
la incorporación de 27 nuevos casos al universo de países que tienen que recorrer el
azaroso, y a veces incomprendido, camino de la transición a la democracia, ha
brindado a los científicos sociales una nueva dimensión en el estudio y
comprensión de este fenómeno político. Por tanto, el presente libro se centra en
cuestiones relacionadas con los procesos de democratización que se
desencadenaron tras la caída del muro de Berlín, así como las implicaciones
políticas y económicas de los cambios ocurridos desde 1989: el annus mirabilis de
la democracia. Es más, la caída del Telón de Acero reconfiguró el mapa mundial y
abrió una nueva era, sorprendentemente pacífica, en la política europea.
5
Enrique Conejero Paz
Más de una década de evolución de las transiciones poscomunistas
constituye un tiempo suficiente para generar hechos estilizados, lo que ha
permitido abordar con profundidad temas relacionados con la democratización y la
transición poscomunista a una economía de mercado, es decir, en el libro que el
lector tiene entre sus manos, podrá encontrar, entre otros aspectos, las
particularidades de la interacción entre la transición política y económica, la
influencia de las instituciones políticas formales sobre la dinámica política
transicional y el nivel de competitividad alcanzados por estas economías.
Un rasgo distintivo de este fenómeno radica en la simultaneidad del
cambio político y económico en estos países, este hecho queda bien reflejado por
Giovanni Sartori (1993: 24 y 83) cuando plantea que ‹‹los regímenes comunistas
eran por un lado dictaduras políticas y por otro lado economías de planificación›› y
que estos países ‹‹deberán llegar a la economía de mercado, puesto que se trata de
una elección obligatoria, sin alternativas››. Abundando en lo anterior José M.
Maravall (1995: 140) afirma que
‹‹La agenda política del poscomunismo abarcaba así tanto la democracia
como el establecimiento de una economía de mercado. El consenso general
existente respecto de esta doble tarea se resumía en el concepto de
“normalización”. Y por “normalización” se entendió europeización: volver a
Europa, recuperar los atrasos, superar las diferencias. Un rasgo general de
estas nuevas democracias fue así el rechazo de “terceras vías”, de todo lo
que no fuesen programas y políticas contrastados››.
Por consiguiente, y dadas las peculiaridades de la transición poscomunista,
este libro se ha estructurado en tres dimensiones; la primera comprende la dinámica
política y económica de los países que conformaban el mal llamado “Segundo
Mundo”; la segunda abarca aspectos de la transición a la democracia, por lo que
este trabajo se enmarca dentro de los estudios sobre la “tercera ola”1 que existen en
1
.- Las olas de democratización es una forma de clasificar el proceso extensivo
de la democracia durante los dos últimos siglos, según este autor, en la primera
ola se establecieron las bases mínimas de las instituciones democráticas
nacionales y tuvo sus raíces en las revoluciones francesa y norteamericana,
período que se prolongó casi un siglo desde 1828 hasta 1926. Después del
retroceso democrático que significó la primera contraola, que afectó,
básicamente, a Europa Central y Oriental, a la península Ibérica, América del
Sur y Japón antes y después de la Primera Guerra Mundial, aparece la segunda
ola de democratización, que empieza al inicio de la Segunda Guerra Mundial
hasta 1962, abarcando muchos de los países liberados al término del conflicto
bélico, un número significativo de las colonias europeas y algunos países de
América del Sur. La tercera ola comienza con los procesos de democratización
habidos en la península Ibérica a partir de 1974 y se extiende hasta 1989
(Samuel P. Huntington, 1991: 26-36).
6
Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad
la abundante literatura sobre la transición democrática, estos es, lo que Philippe
Schmitter y Terry Karl (1994) han denominado transicionología (transitology) o
Laurence Whitehead define como estudios sobre democratización (1996, 2002). La
tercera se dedica al análisis de aspectos concretos de la transición hacia una
economía de mercado, y, dentro de ésta, las cuestiones relativas al proceso de
liberalización externa de sus economías, que, a su vez, se utiliza como un indicador
para valorar la competitividad económica y su capacidad de inserción en el
mercado internacional. En este sentido, se analizan temas vinculados con la
elección y evolución del régimen cambiario, la competitividad internacional, la
balanza por cuenta corriente, los flujos de capitales y otros aspectos vinculados a la
integración de estos países en la economía mundial.
Conviene recordar que, en contraposición al sólido cuerpo intelectual
producido en el mundo marxista y que pomposamente pronosticaba la muerte
“histórica” del sistema capitalista, el derrumbe de los regímenes comunistas no fue
previsto desde occidente. Por tanto, al producirse este fenómeno no existía una
base teórica que orientara la acción. Va de suyo que el proceso de transición se ha
realizado a través de un proceso de aprendizaje sobre la marcha y, por tanto, el
análisis ha sido realizado a través de una perspectiva ex-post.
Por otra parte, es de justicia reconocer que los abundantes estudios sobre
democratización son deudores de la importante y extensa literatura sobre filosofía,
sociología y política histórica que abordan los condicionantes sistémicos que han
favorecido la existencia de la democracia en determinados países.2 Sin embargo,
los antecedentes teóricos más próximos al fenómeno estudiado se refieren, como se
ha señalado con anterioridad, a los trabajos sobre la “tercera ola de
democratización” que se insertan dentro del marco conceptual de la teoría de la
transición a la democracia. Hasta comienzos de la década de los noventa del siglo
pasado, éstos se han habían dedicado, fundamentalmente, a analizar las
experiencias derivadas de los países de Norteamérica, de Europa Occidental y del
Sur y de los países latinoamericanos.3 A partir de entonces, la literatura académica
sobre la democratización poscomunista han crecido exponencialmente (Przeworski,
1995; Linz y Stepan, 1996; Von Beyme, 1996; Kitschelt et alt., 1999) y,
básicamente, entre los científicos sociales ha existido una tendencia a examinar el
desarrollo de los acontecimientos de la transición poscomunista bajo el prisma de
la experiencia acumulada en las transiciones habidas en otros países no
democráticos (Schmitter y Karl, 1994).
2
.- Véase, entre otros, John Locke (1994); Alexis de Tocqueville (1985) y Max
Weber (1993).
3
.- Aunque la literatura sobre democratización en el Tercer Mundo se ha
concentrado en las experiencias de América Latina y Europa del Sur, a partir
de la década de los noventa se ha ampliado el análisis a otras regiones del
mundo (Larry Diamond; Juan J. Linz y Seymour M. Lipset, 1990).
7
Enrique Conejero Paz
Sin embargo, los procesos de democratización previos al derrumbe de los
regímenes comunistas no se han caracterizado por el cambio multidimensional que
han tenido que enfrentar los países poscomunistas, ni han heredado las
restricciones económicas, políticas y socio-culturales tan sui generis del mundo
comunista (Millar y Wolchik, 1994; Brown, 1994; Barany y Volgyes, 1995;
Crawford y Lijphart, 1997); a nuestro juicio ha sido especialmente complicada la
transición hacia una economía de mercado que se entrelaza, de forma ineludible,
con la transición democrática. Así, una comprensión adecuada de la transición
poscomunista requiere del análisis profundo de la naturaleza de los cambios
políticos y económicos habidos en la última década del siglo pasado y en los
albores nuevo milenio.
Ahora bien, si retornamos al punto de partida y se tiene en cuenta la
similitud en la estructura económica y sociopolítica de estos países, parecería
lógico pensar a priori que las transformaciones políticas y económicas podrían
haber seguido un patrón bastante parecido. Sin embargo, la realidad ha sido bien
distinta (un ejemplo de ello, son los casos de Polonia y Rusia); por lo que, a través
del análisis comparativo se ha pretendido identificar las causas que han originado
estas diferencias tan significativas entre países en aspectos concretos de la
transición política y económica (Meiklejohn, 1993; Przeworski, 1995; Linz y
Stepan, 1996).
En los estudios sobre transición a la democracia parece existir un consenso
relativo respecto a la tensión que existe entre democratización y reforma
económica, la lógica de este análisis se deriva de los elevados costes sociales que, a
corto plazo, producen las reformas económicas en amplios sectores de la población
y que pueden poner en peligro las democracias emergentes. Además, se plantea que
para lograr el éxito de la transición democrática es probable que se potencie una
concentración de poder en el ejecutivo poniendo, también de esta forma, en peligro
el experimento democrático.4
Siguiendo esta línea de pensamiento, algunos autores aconsejan que la
democracia debería ser estabilizada primero y que las reformas económicas podrían
acometerse con posterioridad (Haggard y Kauffman, 1995). Es más, considerando
el universo de los países poscomunistas parecería que esta recomendación tendría
mayor validez sí se tiene en cuenta, entre otros aspectos, el mayor coste de la
4
.- Son conocidas las posturas de Juan Linz (1990) y Arend Lijphart (1990) al
señalar el peligro que supone concentrar el poder en manos del Presidente para
el logro de la estabilización y consolidación de las nuevas democracias y por
tanto, se muestran más partidarios de los sistemas parlamentarios,. No
obstante, según Giovanni Sartori (1994: 111) estas propuestas no explican ‹‹de
manera convincente porqué y de qué manera el cambio al parlamentarismo
resolvería los problemas de gobernabilidad que le presidencialismo genera o
no puede resolver››.
8
Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad
transición de una economía de planificación centralizada hacia una economía de
mercado, la fragilidad de las nuevas instituciones democráticas en un entorno
donde la democracia es un valor primigenio, la ausencia de una clase burguesa que
apoye las reformas económicas y el papel significativo que han desempeñado las
masas en la ruptura de los regímenes comunistas.
En contraposición a esta aproximación teórica, y dada la simultaneidad de
la transición política y económica en los países poscomunistas, se sostiene en este
libro que la democracia se ha estabilizado más (cuando el sistema de partidos
tiende hacia un pluralismo moderado) en aquellos países que han avanzado más en
las reformas económicas y, por tanto, tienen economías con mayores niveles de
competitividad. En efecto, en los países donde los comunistas (o los partidos
sucesores) fueron apartados del poder en las elecciones fundacionales, se ha
estabilizado más la democracia y la aplicación de las reformas económicas ha sido
más profunda (Powers y Cox, 1997: 617-633; Colton, 1996). También, se muestra
que tanto el éxito en la reforma económica como el mayor grado de
institucionalización del sistema de partidos son condiciones necesarias pero no
suficientes para que las nuevas democracias sean estables.
Por otra parte, la necesidad de integración en el mercado mundial obligó a
estos países a reconvertir sus economías y hacerlas más competitivas, en este
sentido, las economías en transición se enfrentaron a una de las decisiones que más
larga controversia tiene en campo económico: la elección de una determinada
política cambiaria. La cuestión sobre tipos de cambios fijos versus tipos de
cambios flexibles (y todas las variedades entre estos dos extremos) no podía ser
evitada. Por tanto, la adopción de una política cambiaria creíble y sostenible estaba
lejos de ser una cuestión trivial en las agendas de los políticos de los países
poscomunistas.
En la doctrina económica existe un consenso relativo respecto a que la
utilización de políticas cambiarias con tipos de cambios fijos tiene una mayor
propensión a producir una apreciación real de la moneda y de esta forma, erosionar
la competitividad de la economía. Por el contrario, políticas cambiarias con tipos
de cambio más flexibles son más propensas a generar una depreciación real de las
monedas y, de este modo, favorecer la competitividad de la economía. En este
trabajo se plantea que la elección de una determinada política cambiaria no es
relevante a la hora de la liberalización externa de estas economías debido a que las
ganancias de productividad, derivadas de la transformación de la estructura
económica, influyen en la apreciación real de sus monedas sin que ello signifique
una pérdida de competitividad. En resumen, se ha pretendido exponer el nexo
causal entre los siguientes aspectos:
• Restricciones económicas, políticas y socio-culturales heredadas
del sistema anterior.
9
Enrique Conejero Paz
•
•
La configuración de los elementos del nuevo sistema político;
esto es, la transición política reflejada a través aspectos concretos
del diseño institucional: sistema electoral e institucionalización
del sistema de partidos.
La liberalización externa de las economías poscomunistas, con
especial énfasis en el análisis del tipo de cambio como un
indicador de competitividad que, a su vez, se ha utilizado como
un instrumento de medición del alcance de la trasformación
económica.
Por otra parte, el análisis se ha realizado desde una perspectiva comparada,
es decir, un enfoque de casos reducidos (seis países) nos ha permitido centrar la
atención en los fenómenos políticos estudiados desde una perspectiva
multidimensional. Sin embargo, al utilizar este método se puede haber incurrido en
una sobre simplificación o en un reduccionismo a la hora de exponer los resultados
obtenidos. Ahora bien, como bien nos recuerdan muchos filósofos de la ciencia,
toda construcción teórica requiere de la elaboración de supuestos sobre partes de la
realidad que imaginamos sean significativamente relevantes para los objetivos
descriptivos y explicatorios de cualquier investigación (Lakatos, 1978). Además,
como bien señala Giovanni Sartori (1970) cuanto más multifacético sea un
concepto (amplio en intensidad) menor será el número de objetos sobre el cual se
puede aplicar (estrecho en extensión).
El subconjunto de países seleccionados se ha elegido mediante un proceso
de eliminación. Así, primero se ha tomado como premisa de partida los países
comunistas que cambiaron su sistema político a partir de 1989.5 El segundo criterio
de selección fue la pertenencia de éstos a las principales organizaciones
internacionales del mundo comunista: el Pacto de Varsovia y el Comecon.6 En
tercer lugar, como la Antigua Unión Soviética (AUS) fue la que aportó un mayor
número de nuevos países a la transición poscomunista, seleccionamos a Rusia, su
heredero natural, y uno de los países del Báltico: Estonia. En resumen, para el
análisis comparativo se ha tomado como muestra a seis países: Bulgaria, Estonia,
Hungría, Polonia, República Checa y Rusia. Los seis países seleccionados,
atendiendo al criterio de población, representan el 60 % del universo de países
poscomunistas en transición. Además, si se compara estos países según su relación
entre el control político de los regímenes comunistas y el grado de estructuración
de la sociedad civil, teniendo siempre en consideración su débil desarrollo en estas
sociedades, se obtiene el resultado que se muestra en el gráfico 1.
5
.- Lo que descarta a países como Cuba, China, Corea del Norte y Vietnam.
6
.- Por tanto, se excluyen a Albania y Yugoslavia.
10
Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad
Aunque la muestra seleccionada es limitada, no deja de ser rica en
diversidad, por ejemplo, desde el punto de vista del análisis político se incluyen
países con más flexibilidad en el sistema político anterior (Hungría y Polonia), más
rígidos (Bulgaria, República Checa y Rusia), países con los cleavages étnicos
(Bulgaria y Rusia) o religiosos (Polonia) o países que se incorporarán a la Unión
Europea en el 2004 (Estonia, Hungría, República Checa y Polonia) y en el 2007
(Bulgaria) y países que por el momento no se vislumbra su incorporación (Rusia).
Gráfico 1. Control del régimen y grado de estructuración de la sociedad civil
Control del régimen
Alto
Medio
Bajo
Alto
Grado relativo de
estructuración de
la
Sociedad Civil
Polonia
Hungría
Medio
Débil
AUS
República
Checa.
Bulgaria
Fuente: elaboración propia
Por otra parte, teniendo en consideración la dimensión económica de la
transición se puede observar que estos países han aplicado diferentes políticas
económicas y enfoques para llevar a cabo el proceso de transición a una economía
de mercado. Por este motivo, están catalogados con diferentes grados de avance en
el proceso de transición por el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo
(BERD). Así, se ha seleccionado a países incluidos entre los más avanzados en este
aspecto (Estonia, Hungría, Polonia y la República Checa) y algunos de los
considerados más atrasados (Bulgaria, Rusia). También, la diversidad de la muestra
queda patente, si se realiza la siguiente clasificación con base en la situación
económica previa al inicio de los procesos de transición a saber, países con
problemas de deuda externa que han llevado a cabo políticas liberalizadoras en su
economía (Hungría, Polonia) y países sin problemas de este tipo que no han
llevado a cabo políticas liberalizadoras en su economía (Bulgaria, Estonia,
República Checa, Rusia). En el cuadro 1 se muestran algunos indicadores
socioeconómicos y políticos de estos países que ilustran aún más la diversidad de
la muestra seleccionada.
11
Enrique Conejero Paz
Para alcanzar los objetivos expuestos con anterioridad se ha estructurado el
libro de la siguiente forma: el capítulo primero hace referencia a las causas que
produjeron la ruptura de los regímenes comunistas y que, a la vez, constituyeron un
"legado" muy importante que ha condicionado los posteriores procesos de
democratización y transición hacia una economía de mercado. Puesto que la
ruptura de estos regímenes constituye el prolegómeno de este trabajo, las causas
que produjeron el desmoronamiento del sistema están divididas en dos grandes
bloques de análisis, a saber, las que explican la ruptura del sistema político y las
que permiten adentrarse en la dinámica de estanquidad del sistema económico. En
el capítulo segundo se realiza una aproximación teórica a los procesos de transición
a la democracia, se exponen las peculiaridades de la democratización poscomunista
y se debate sobre los aspectos seleccionados para el análisis comparativo, siempre
bajo el prisma de análisis en que se estructura este trabajo, esto es, la
democratización y la transición a una economía de mercado.
En el capítulo tercero se ha analizado, desde la perspectiva comparada, la
dinámica electoral, la configuración del emergente sistema de partidos y su proceso
de institucionalización. De esta forma se expone la dinámica de la variable
endógena de la tesis que guía este trabajo, es decir, se aborda, a través de la
valoración de los elementos anteriores, las causas por las que los sistemas de
partido se han configurado de distinta forma, así como las que originan su bajo
nivel de institucionalización en los distintos países objeto de estudio. El capítulo
cuarto forma parte de la dimensión económica de esta investigación, donde, a
través del análisis de la política cambiaria, se ha estudiado el proceso de
liberalización externa de estas economías, valorando implícitamente la evolución
de la competitividad y la inserción efectiva de las economías poscomunistas en los
mercados internacionales. Para finalizar se incluye un apartado de consideraciones
finales donde se fusionan las tres dimensiones abordadas en el libro.
12
Cuadro 1. Indicadores socioeconómicos y políticos países seleccionados.
Población
(Millones)
Nivel del
PIB
Real en
1997
2001
(1989 =
100%)
Bulgaria
8.1
63
Gradual
339
4,8
Flotación
manejada
Estonia
1.4
76
Radical
304
4,2
Currency
Board
Hungría
10.0
89
Gradual
32
6,8
Crawling peg
Polonia
38.7
110
Radical
60
3,6
Fijo al dólar
145,3
1
República
Checa
10.3
90
Radical
52
4,1
Fijo a una
cesta de
monedas
67,3
Rusia
145.4
57
Radical
144
18,6
Flotación
manejada
125,9
Países
seleccionados
Tipo de
Reforma
económica
aplicada.
IPC
(% de cambio a fin
de año)
1991
Régimen
Cambiario
inicial
2001
Deuda
Externa
(% ingreso
exportacion
es)
1996
DP
LC
1994
2002
204
2
3
2,5
3,0
1
2
3,3
3,4
1
2
3,3
3,7
2
3,3
3,4
1
2
3,5
3,4
5
5
2,7
2,5
Índice de
Libertad (1)
2000
Promedio del Índice de
Transición (2)
11,8
143,7
Fuente: elaboración propia a partir de datos tomados de FMI y BERD (1994 – 2002); (1) el índice de libertad es elaborado por
Freedom House, DP (derechos políticos), LC (libertades civiles), el 1 representa el mayor grado de libertad y 7 el menor índice
de libertad; (2) el índice de transición refleja los avances en esta materia según el BERD, incluye privatización, capacidad
institucional, reforma del sistema bancario y financiero, liberalización de precios, política de competencias, etc.
2
LA HERENCIA DE LOS REGÍMENES COMUNISTAS
‹‹La unificación de las decisiones económicas, del poder
político y de la autoridad ideológica, en manos de un dirigente
o de un partido-Estado es un obstáculo insuperable tanto para
el desarrollo como para la democracia››
(Alain Touraine, 1994: 384)
En este capítulo se exponen los rasgos políticos y económicos comunes de los países
comunistas que permiten comprender, por una parte en que posición se encontraban
éstos en el momento de enfrentar los procesos de transición, es decir, la “herencia”
del sistema anterior. Así, se han valorado aspectos tales como el conjunto de hábitos
y formas de actuación heredados, el marco cognoscitivo, los problemas económicos,
en suma, el legado político y económico, que constituye una condición relevante que
puede impulsar o frenar los procesos de transición.
Por otra parte, se valoran los factores que desencadenaron las transiciones
poscomunistas, es decir, desde una perspectiva ex post se analizan las causas que
propiciaron la ruptura de estos regímenes. Hay que destacar que, desde el punto de
vista de la política comparada, en este capítulo no se ha utilizado la muestra de
países seleccionada para el análisis poscomunista, sino que se ha considerado más
adecuado analizar la “herencia” recibida de una forma global. La filosofía que
subyace en este capítulo consiste en desviar la atención hacia el impacto del legado
histórico y las condiciones iniciales que, de una forma u otra, han influido en las
trayectorias divergentes de las transiciones poscomunistas. De esta forma, se
destaca la ausencia en las sociedades comunistas de lo que Isaiah Berlin catalogó
como libertades negativas.
15
Enrique Conejero Paz
2. 1
Fundamentos jurídico-políticos del sistema comunista
En este apartado se han sintetizado los fundamentos y la dinámica político-jurídica
de los países que conformaron el “Segundo Mundo”, ya que, para comprender
mejor la dinámica de la transición poscomunista, resulta indispensable comprender
sus orígenes, sus fundamentos, la estructura y la praxis política de estos regímenes.
De esta forma, se entenderá el porqué del colapso del sistema y cómo la herencia
ha podido afectar los procesos de transición y consolidación democrática que están
en marcha.
2. 1. 1
Democracia y Comunismo de Estado
Desde la revolución bolchevique de 1917, pasando por la creación y consolidación
del llamado Campo Socialista después de la Segunda Guerra Mundial, 7 hasta la
caída del muro de Berlín en 1989, ha existido un permanente debate sobre las
razones por las que los regímenes comunistas eran enemigos acérrimos de la
democracia liberal. Sin embargo, analizando la obra marxiana es innegable que se
pueden encontrar, siendo extremadamente benignos, ideas susceptibles de
interpretación favorable a la democracia.8
No obstante, existe un consenso en que el ideario marxista relega la
democracia a un papel secundario dentro del desarrollo de la sociedad ya que,
desde la óptica marxista, los factores económicos son básicos y cruciales en el
devenir de la historia de la humanidad y, por este motivo, la política carece de
autonomía.9 En efecto, puesto que los distintos modos de producción que han
existido a través de la historia se han basado en una distribución injusta del poder y
la riqueza, de ello se desprendía, según el análisis de Karl Marx, que las ideas e
7
.- Se consideraban miembros del llamado Campo Socialista 14 países:
Albania, Bulgaria, Hungría, la antigua Checoslovaquia, la antigua Yugoslavia,
la AUS, Polonia, Rumania, la extinta República Democrática Alemana, Cuba,
la República Popular China, Mongolia, Vietnam y Corea del Norte.
8
.- Karl Marx (1985: 58) afirmó en el Manifiesto del Partido Comunista que
‹‹el primer paso de la revolución por parte de la clase trabajadora consiste en
elevar al proletariado a la posición de clase dominante, la conquista de la
democracia››.
9
.- La teoría marxista, en este aspecto, se puede sintetizar en dos proposiciones:
a) los modos de producción son el factor determinante fundamental de las
estructuras sociales y, a su vez, engendran actitudes, acciones y civilizaciones;
y b) las mismas formas de producción tienen una lógica propia, cambian de
acuerdo con las necesidades que les son inherentes, de forma que crean sus
sucesoras simplemente por su propio funcionamiento. En este sentido, se
pueden encontrar autores que defienden esta postura (Schumpeter, 1998: 3691) y otros que critican estas proposiciones (Bernstein, 1975).
16
Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad
instituciones políticas que la sustentaban sólo servían para apoyar y justificar tales
desigualdades. Según este autor toda la historia podría ser resumida en la historia
de la lucha de clases, así como en el sistema capitalista la relación antagónica entre
capitalistas y el proletariado llevaría, inevitablemente, a la revolución, es decir,
sólo por la fuerza las clases que estaban oprimidas podían alcanzar el poder e
implantar un nuevo modo de producción.10
Siguiendo esta línea de pensamiento, Lenin (1974: 32) afirmó que “la
política es la expresión más concentrada de la economía”; por tanto, para
comprender la política es indispensable conocer primero las estructuras de las
clases sociales. Así, desde el punto de vista marxista-leninista, cómo la democracia
burguesa se basa en la idea de que todos los conflictos podían solucionarse a través
del acuerdo y la negociación, entonces ninguna forma del Estado serviría para
acabar con la dominación burguesa y, por tanto, la política democrática sólo podría
ser utilizada para preparar y capacitar políticamente al proletariado para la
conquista el poder.
No está de más recordar que fue el gran estadista ruso quien adaptó y puso
en práctica los conceptos marxianos de democracia, Estado y dictadura del
proletariado.11 Es más, se pueden considerar las ideas de Lenin aún más
desfavorables a la democracia que las del propio Marx;12 sobre todo, cuando con
triunfo de la revolución bolchevique y bajo el clima de guerra creado por las
intervenciones extranjeras y la guerra civil en la AUS, se eliminaran las prácticas
democráticas iniciales,13 basadas en las experiencias de la Comuna de París de
10
.- En el excelente trabajo de Joseph Femia (1993: 11-67) se recogen las
críticas filosóficas y sociológicas realizadas por Marx sobre la democracia
liberal
11
.- Sin embargo, para Giovanni Sartori (1988: 554) Lenin traicionó a Marx,
especialmente en la cuestión de la relación entre el partido y el proletariado, y
considera, refiriéndose a su obra El Estado y la Revolución, que precisamente
porque ‹‹Lenin interpreta muy bien a Marx, acaba escribiendo una obra
maestra de la evasiva››.
12
.- Lenin consideraba que en la fase del capitalismo monopolista de Estado la
democracia había cedido lugar a la dictadura y afirmó que la superestructura
política de esta nueva economía, de capitalismo monopolista es el cambio
desde la democracia a la reacción política. La democracia corresponde a la
libre competencia, mientras que la reacción política corresponde al monopolio.
En este sentido, el imperialismo es indiscutiblemente la “negación” de la
democracia en general de toda la democracia.
13
.- Además, Lenin propuso que los bolcheviques adoptarán, como herederos
de los ideales de la Comuna, el nombre de comunistas. El proyecto inicial de
democracia soviética se contraponía frontalmente a la democracia
parlamentaria, y teóricamente, se basaba en la participación directa, y sin
17
Enrique Conejero Paz
1871, y fueran sustituidas por el liderazgo y el autoritarismo del partido comunista.
Ésta fue, y siguió siendo, la piedra angular del sistema político comunista.
Estas circunstancias ofrecieron una justificación a los dirigentes soviéticos
para abandonar la teoría inicial y diseñar nuevos objetivos e instituciones en la
realización del proyecto comunista.14 A partir de entonces se consolida la teoría del
Estado marxista-leninista como una necesidad “histórica” del tránsito del
capitalismo al comunismo. El tipo ideal de dictadura del proletariado concebía las
libertades como medios al servicio del proletariado, por tanto, cada ciudadano
estaría obligado a participar activamente en la construcción del comunismo y, al
ser el Estado su principal valedor, no tendría sentido oponerse a él. Según Lenin
(1979: 95), el Estado seguiría siendo necesario ya que ‹‹sólo en la sociedad
comunista, cuando se haya roto ya definitivamente la resistencia de los capitalistas,
cuando hayan desaparecido los capitalistas, cuando no haya clases, sólo entonces
desaparecerá el Estado y podrá hablarse de libertad››15. No obstante, como sabemos
el ‹‹Estado que debía extinguirse se ha convertido rápidamente en un Estado
incomparablemente más absoluto y más tiránico que el Estado Zarista›› (Sartori,
1993: 47-48).
El estilo dictatorial del nuevo sistema subyace en el propio pensamiento de
Lenin cuando considera que ‹‹la democracia socialista soviética no es, de ningún
modo, incompatible con el gobierno y la dictadura de una persona; hay ocasiones
en que la voluntad de una clase la advierte y la defiende mejor un dictador (…)››.16
mediaciones, de los ciudadanos en la gestión del Estado. Un proyecto que
ponía fin a la división de poderes y a la línea divisoria entre Estado y sociedad
civil.
14
.- Sólo unos meses se mantuvieron las estructuras democráticas de un sistema
parlamentarista, en las únicas elecciones libres celebradas en la AUS, el 25 de
noviembre de 1917, el partido bolchevique sólo alcanzó 175 de los 707
diputados de la Asamblea Constituyente, la mayoría fue alcanzada por el
partido socialista-revolucionario (socialismo democrático moderado: 370
diputados). El 19 de enero de 1918 la Asamblea Constituyente es disuelta,
habría que esperar más de 80 años para que nuevas elecciones libres fueran
celebradas en la AUS (Sub, 1977: 421).
15
.- Además, la utopía comunista sobre el futuro del Estado queda reflejada en
la idea leninista que propugna que ‹‹ (…) cuando toda posibilidad de
explotación haya desaparecido del mundo, cuando ya no haya propietarios de
tierra ni propietarios de fábricas, y cuando no exista ya una situación en la que
unos están saciados mientras otros padecen hambre, sólo cuando haya
desaparecido por completo la posibilidad de esto, relegaremos esta máquina a
la basura›› Lenin (1974: 24-25).
16
.- Vid. Lenin, V.I. Obras Completas. XVII. p. 89. Un interesante trabajo
donde se explican como las contradicciones internas del sistema son resueltas a
18
Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad
En resumen, en la llamada fase inferior del comunismo, debían permanecer
algunos elementos del sistema político anterior y en ese escenario se irían
desarrollando las condiciones necesarias para alcanzar la fase superior: el
comunismo.
Con posterioridad, la lucha por la sucesión de Lenin entre León Trostky y
Josif Stalin planteó, entre otras cuestiones, dos enfoques distintos relativos al papel
que debía desempeñar el Estado soviético a escala internacional. La posición de
Trotsky, basada en que un sólo Estado socialista no tendría posibilidad de subsistir
si no iba acompañado de la Revolución mundial que derrotase al capitalismo,17 fue
contestada por la postura de Stalin favorable a la construcción del socialismo en un
sólo país.18 En este sentido, cuando éste planteó los objetivos de la tercera etapa de
la Revolución expresó que su objetivo era ‹‹consolidar la dictadura del proletariado
en un sólo país, utilizándola como punto de apoyo para el derrocamiento del
imperialismo en todos los países›› ( Stalin, 1974: 104).
Después de la muerte de Lenin en 1924 el pensamiento político soviético
pasó a estar dominado por Stalin y su tesis sobre la posibilidad del socialismo en
un sólo país fue la que se impuso finalmente sobre las que mantenían los miembros
de las alas "derechistas" e "izquierdistas" del Politburó.19 Va de suyo que Stalin, al
igual que Lenin, no creía en la democracia "burguesa" y, justificando su posición,
afirmaba que
‹‹la teoría de la democracia "pura" es la teoría de la aristocracia obrera,
domesticada y cebada por los saqueadores imperialistas (...) Sólo bajo la
dictadura del proletariado puede haber verdaderas "libertades" para los
explotados (...) una democracia de la mayoría de explotados, basada en la
restricción de los derechos de la minoría explotadora y dirigida contra esa
minoría›› (Stalin, 1974: 59-60).
A partir de ese momento, el poder del proletariado fue monopolizado por el
partido comunista a través de los principios de centralización y del monopolio del
través de la imposición de modelos despóticos puede verse en Femia (1993) y
García Santesmases (1986).
17
.- León Trostky (1953) fue el máximo exponente de esta tesis de Marx, que
se recoge en su Mensaje a la Liga Comunista (1850).
18
.- Stalin heredó esta idea de Lenin cuando, refiriéndose al objetivo de la
revolución triunfante, planteó que era necesario llevar a cabo lo máximo
realizable en un sólo país para desarrollar, apoyar y despertar la revolución en
todos los países.
19
.- Durante los terrible años 1938-38 sus miembros "purgados" en los
siniestros "Procesos de Moscú".
19
Enrique Conejero Paz
poder. En este sentido, Milovan Djilas (1957: 37-69) expuso claramente una de las
lacras de la "democracia" comunista: la nueva clase constituida por los dirigentes
del Partido que suplantaba a los antiguos capitalistas. De esta forma, los derechos
políticos individuales quedaban supeditados a la construcción del comunismo, y
sólo se admitían "libertades" por y para la minoría que en cada momento regían los
destinos del Partido.
Fue la antigua República Federativa Popular de Yugoslavia uno de los
primeros países satélites en desviarse de la ortodoxia soviética. Ya en 1948 fue
expulsada de la Kominform por considerar a su régimen como desviacionista y
herético. No obstante, el caso yugoslavo puede ser considerado como una variante
descentralizada de la "nueva democracia" porque como utópicamente planteaba
Kardelj (1980: 37) la democracia socialista yugoslava es más fiel al marxismoleninismo ya que es ‹‹más completa la democracia (...) a medida que más
rápidamente comienza a perecer el Estado››.20 Sin embargo, ‹‹la combinación de un
partido comunista relativamente despolitizado (la Liga de los Comunistas), de un
cuasi mercado y de una autogestión cuasi industrial desemboca en un equilibrio
peligroso mantenido por el gobierno personal dictatorial de Tito›› (Sartori, 1999:
284)
Otra variante de la "democracia” comunista fue la aplicada en las llamadas
democracias populares, esto es, un concepto tautológico utilizado para distinguir a
los países del este de Europa sometidos al control soviético (Sartori, 1988: 562).
Según Maurice Duverger (1962), las características de este tipo de forma política
pueden ser resumidas del siguiente modo:
• Las instituciones políticas respondían, con mayor o menor intensidad, a los
esquemas occidentales, excepto Yugoslavia que, en 1946 aprueba una
Constitución basada en el modelo de la AUS. Por ejemplo, en la antigua
Checoslovaquia, el Presidente Benes restableció la Constitución
democrática; en Rumania se respetó la monarquía; en Polonia la
Constitución provisional de 1947 previó un Presidente de la República,
elegido por el Parlamento, y un Presidente del Consejo al modo
parlamentario, y en Hungría la Ley 30 de enero de 1946 establece un
Presidente de la República revestido de amplios poderes, junto al
Parlamento y al Consejo de Ministros.
• El sistema de partidos constituyó una curiosa mezcla del sistema de partido
único con un seudo multipartidismo, es decir, un sistema de partido
hegemónico. Sin embargo, con la formación de frentes nacionales se
pretendía camuflar un régimen de partido único. La eliminación de las
20
.- Sobre las especificidades del régimen yugoslavo, véase, entre nosotros, los
trabajos de Juan Ferrando Badía (1963, 1969).
20
Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad
•
disidencias en el seno de estas coaliciones no conllevó, al menos
formalmente, a la oficialización del partido único al estilo soviético.21
La vida política se caracterizó por la supremacía del gobierno y por la
existencia de una débil oposición de tipo occidental, que ocupó puestos en
el Parlamento (y a veces incluso en el Gobierno) que se organizó en
partidos pero que fue objeto de represalias, vejaciones y persecuciones
constantes.
A partir de 1949-1950 comenzaron las depuraciones en el seno de los propios
partidos comunistas con el objetivo de adoptar el modelo estalinista y para ello se
eliminaron a los líderes considerados excesivamente nacionalistas. Es más, la
sovietización de la región significó la adopción forzosa de un modelo uniforme de
comunismo. Aunque la muerte de Stalin en 1953 significó una flexibilización del
control soviético y, tomando prestado el concepto de Joseph Rothschild (1993), un
retorno a la diversidad, lo cierto es que la represión en Polonia (1956), las
invasiones soviéticas a Hungría (1956) y Checoslovaquia (1968); la declaración de
la Ley Marcial en Polonia (1981), puso de manifiesto los límites de esta diversidad.
De esta forma,
‹‹La variación en la estructura partidista –el hecho de que los partidos
satélites puedan ser tolerados y autorizados por el partido principal- no ha
tenido consecuencias prácticas. En la realidad, la existencia de más de un
partido sirve de escaparate o poco más. Tampoco afecta a los principios el
tolerar partidos secundarios o satélites. En la teoría soviética “democracia
popular” es inferior a “socialismo”, del mismo modo que este es inferior a
“comunismo”›› (Sartori, 1988: 565-66).
Seguimos a la definición clásica de Carl Friedrich (1949) cuando incluye el
sistema político soviético dentro de las variantes de totalitarismo y distingue seis
características fundamentales:22 a) una ideología oficial: la marxista-leninista; b) un
único partido de masas controlado por una oligarquía: la Nomenklatura; c) el
monopolio estatal de las armas; d) el monopolio estatal de los medios de
comunicación; ambos son elementos intrínsecos del propio sistema; e) un sistema
policial de terror: la KGB y f) la economía planificada centralmente que
21
.- Un trabajo clásico sobre las democracias populares puede encontrase en
François Fejtö (1971).
22
.- En este intenso debate sobre el concepto de totalitarismo Edward Carr
(1949) intentó, de alguna forma, justificar esta forma de gobierno, señalando
que la variedad soviética del totalitarismo es tan antigua como la historia de la
humanidad, afirmando que es producto de la creencia en que alguna institución
o grupo organizado, iglesia, o partido, dispone de un acceso especial a la
verdad.
21
Enrique Conejero Paz
analizaremos con posterioridad.23 Estas características pueden ser fácilmente
contrastadas en el resto de los países pertenecientes al sistema comunista.
Es más, encaja perfectamente en la definición de totalitarismo de Linz y
Stepan (1996: 42-43) cuando plantean que es un régimen donde ‹‹no existe
pluralismo político, económico y social en el gobierno y las fuentes preexistentes
del pluralismo han sido eliminadas o sistemáticamente reprimidas››. Además, estos
autores incorporan el concepto de postotalitarismo a la doctrina politológica, esto
es, un fenómeno que se produce en países donde la filosofía totalitaria inicial se ha
ido flexibilizando en cuanto a la ideología, el pluralismo, la movilización forzosa y
el liderazgo, clasificándolo en tres niveles: “temprano” (Bulgaria, Rusia),
“congelado” (Checoslovaquia) y “maduro” (Hungría y Polonia).
No obstante, aunque no exista un consenso sobre la categorización de todos
los regímenes comunistas como totalitarios, el debate queda supeditado a la
medición de los diferentes grados de totalitarismo, una cuestión que, a mi juicio,
queda superada por los acontecimientos de 1989. Es por eso que no le faltaba razón
a Rosa Luxemburgo (1971: 85) cuando afirmó que se estaba llamando dictadura
del proletariado a lo que era un Estado Zarista pintarrajeado de rojo y que ‹‹sin
elecciones generales, sin libertad ilimitada de prensa y reunión (...) la vida de toda
institución pública, se convierte en mera apariencia de vida en la que el único
elemento activo es la burocracia››.
2. 1. 2
Dinámica constitucional
La primera Norma Fundamental que recogió el pensamiento marxista-leninista
corresponde a la Constitución de la República Socialista Federativa Soviética Rusa
de 10 de julio de 1918, que sirvió como modelo para las otras repúblicas del
imperio soviético, y fue el soporte constitucional durante el período del comunismo
de guerra que se extendió desde el otoño de 1917 hasta 1921.24 Desde su
23
.- Existen opiniones críticas a esta definición, véase, entre otros, en Alfred
Meyer (1965) y Giovanni Sartori (1988: 240-254). Una de las características
básicas del totalitarismo: el terror, fue expuesta por los primeros teóricos de
este concepto, así, para Hannah Arendt (1974) el terror es la esencia del
totalitarismo, para Zbigniew Brzezinski (1965) su característica más universal.
En un trabajo reciente Juan Linz (2000: 67) actualiza su formulación
tridimensional de los sistemas totalitarios, esto es, un modelo basado en tres
pilares: ideología, partido único y otras organizaciones de masas y la
concentración de poder en una persona y en sus colaboradores o un pequeño
grupo que no es responsable y no puede ser desalojado por medios pacíficos
institucionalizados. No obstante, considero que la clásica definición de
Friedrich sigue siendo válida para nuestro análisis.
24
.- Como es conocido, Marx no llegó a diseñar un modelo de las instituciones
que serían necesarias después de la revolución del proletariado y la supresión
22
Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad
aprobación nació una nueva concepción del constitucionalismo, opuesta a la
versión democrática-liberal, que introdujo un fuerte contenido social no
acostumbrado en otras Normas Fundamentales de ese período.
Sin embargo, en vez de un instrumento para limitar el poder, estableció la
concentración de poder a través de la dictadura del proletariado, teóricamente la
fase previa de la supresión del Estado; además, desaparecieron del ámbito
constitucional las libertades y derechos fundamentales,25 ya que eran consideradas
"meramente formales" y, por tanto, supeditadas a la creación de las bases
económicas, sociales y culturales del Estado soviético, es decir, el concepto de
legalidad socialista quedó subordinado a la consecución de los objetivos supremos
del sistema.26 Con el nacimiento de la AUS el 30 de diciembre de 1922 y el
dominio absoluto del partido comunista, a partir de entonces dueño y señor de
todas las esferas de poder en el vasto imperio soviético, apareció el "nuevo
derecho", tanto público como privado, que dio origen a la Constitución federal de
31 de enero de 1924.27 Este texto constitucional significó la anulación de facto del
poder de los soviets e instauró un sistema embrionario de control constitucional,
cuyo titular fue el Comité Ejecutivo Central y su Presidium, a fin de salvaguardar
el naciente compromiso federal.
Pero la Constitución que sirvió de modelo al resto del mundo comunista
fue la aprobada el 5 de diciembre de 1936, en la que se incorporaron las tesis
estalinistas del tránsito de la dictadura del proletariado al "Estado socialista de
del Estado burgués. Lenin se inspiró en los análisis de Marx y Engels sobre la
Comuna de París para diseñar el Estado soviético y la Constitución de 1918.
25
.- Las libertades individuales fueron eliminadas desde un primer momento,
según David Shub (1977: 421), refiriéndose al clima anti-libertad de los
primeros meses de la revolución rusa, ‹‹en unos pocos meses había quedado
suprimida totalmente la libertad de expresión y de prensa por la que habían
luchado generaciones de revolucionarios rusos desde los remotos días de la
rebelión decembrista››.
26
.- El contenido programático de esta Constitución queda plasmado cuando
establece como su objetivo principal la eliminación de la explotación del
hombre por el hombre, la abolición de las clases sociales y el triunfo del
socialismo en todos los países. Estableciendo que todo el poder residía en los
soviets locales, no obstante, éste se delegó “hacia arriba”: el ejercicio del poder
supremo correspondía al Congreso de los Soviets de toda Rusia, a su Comité
Ejecutivo Central y, en definitiva, al Consejo de los Comisarios del Pueblo,
presidido por Lenin. Todo este esquema fue inviable y, en la práctica, se
suspendió su funcionamiento en 1920.
27
.- Para ampliar sobre este tema puede verse Paolo Biscareti (1975: 195 y
passim) y Juan Ferrando Badía (1995: 642-684).
23
Enrique Conejero Paz
obreros y campesinos".28 Aunque en ella se reconoció el derecho formal de
asociación, y era ultra democrática en la forma, consagraba el papel del Partido
Comunista como una élite, al considerar al Partido en su Art. 126 como un
“destacamento de vanguardia de los trabajadores en su lucha por edificar la
sociedad comunista y núcleo dirigente de todas las organizaciones de los
trabajadores, tanto sociales como del Estado".29
Las Constituciones de los países que se incorporaron al llamado “Campo
Socialista” se inspiraron en la Constitución estalinista. Así, la Constitución de
Mongolia de 30 de junio de 1940, la Constitución búlgara de 4 de diciembre de
1947, la Constitución rumana de 13 de abril de 1948, la Constitución checoslovaca
de 8 de mayo de 1948, la Constitución húngara de 20 de agosto de 1949, la
Constitución de la antigua RDA de 7 de octubre de 1949 y la Constitución polaca
de 22 de julio de 1952, siguieron la ortodoxia estalinista. Con posterioridad, y
derivado de la revisión crítica del período estalinista, así como la necesidad de
incorporar la dinámica socio-económica y política de la AUS desde 1936, se
aprueba la Constitución soviética de 7 de octubre de 1977. En ella se incorporaba
el nuevo estadio del sistema, es decir, se consideró superada la fase inicial y marcó
el inicio de la etapa de “Estado de todo el pueblo”.30 En suma, las constituciones de
los regímenes comunistas reflejaban la evolución de la esencia de clase del Estado,
primero en forma de dictadura del proletariado (soviética y democrática popular) y
después, cuando se alcanzaba, según sus dirigentes, una etapa superior en la
construcción del comunismo, el llamado “Estado de todo el pueblo”.
Por tanto, los diversos textos constitucionales eran un reflejo de un proceso
de transición permanente, donde alcanzar una etapa determinada era una
apreciación subjetiva de sus líderes. Con independencia de las especificidades de
cada país, los textos constitucionales recogían, fundamentalmente, los principios
que sustentaban la base económica del sistema: la propiedad estatal sobre los
medios de producción, la colectivización de la agricultura, la marginación de la
propiedad privada y la fragilidad de la propiedad personal. Los derechos políticos
individuales siempre quedaron supeditados a un interés “supremo”: la construcción
28
.- Sobre la Constitución de 1936 existe una amplia literatura, véase, entre
otros, Chambre (1966), Ouskhely y Jedryka (1966) y Nattehewa (1977).
29
.- Por citar sólo algunas, las constituciones de China, Checoslovaquia,
R.D.A, Mongolia, Vietnam, Rumania y Yugoslavia incorporaban el papel
rector del partido comunista en el sistema político. El control del partido sobre
la organización estatal y sobre la sociedad se basaba en a) proveer liderazgo, b)
generar candidatos para los cargos públicos, y c) controlar el funcionamientos
de las organizaciones estatales (Gripp, 1973: 48)
30
.- Sobre el texto Constitucional de 1977, confróntese, entre otros, Ferrando
Badía (1995); de Esteban y Varela (1978), Biscareti (1979), Oheling (1978),
Cotarelo (1984) y Gacía Pelayo (1987).
24
Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad
del comunismo. El carácter programático de estas Constituciones se reflejó en la
escasa referencia que hacían a instituciones que, como la propiedad privada,
estaban llamadas a desaparecer. Lo mismo sucedía con los partidos políticos no
comunistas, por lo que la tradicional línea divisoria entre el régimen soviético y las
llamadas democracias populares siempre fue muy tenue.
Como resultado de la propia dinámica política, los textos constitucionales
aprobados en los regímenes comunistas tenían un carácter sui generis, esto es,
representaban programas de acción por completar. De ahí se deriva la
obligatoriedad de que todas las leyes y decisiones adoptadas tenían que estar en
consonancia con el proyecto comunista, incluyendo las teorías sobre el Estado,
sobre la actividad ejecutiva, legislativa y jurisdiccional desarrolladas por los
autores soviéticos. Esta filosofía penetró totalmente en el derecho creado durante
toda la evolución de los regímenes comunistas.31
La división de poderes fue reemplazada por el principio de unicidad del
poder, es decir, las Constituciones no distinguían claramente entre las funciones
legislativas y las ejecutivas, confiriendo a diversos órganos estas funciones y
asegurando la unicidad del poder a través del monopolio del Partido. Es más,
‹‹la construcción constitucional del comunismo supuso la erosión, cuando no
la eliminación de las denominaciones oficiales, la heráldica, la identidad
histórica y territorial. No sólo se abolieron las instituciones tradicionales,
sino que se alteraron los nombres de los Estados calificándolos de "popular"
y todas las insignias nacionales se cambiaron (Polonia, Bulgaria) cuando no
se sustituyeron (en los demás casos). Incluso los marcos territoriales de
referencia fueron alterados en algunos casos, como en Polonia, de manera
radical›› (Herrero de Miñón, 1990: 82).
2. 1. 3
El monopartidismo
A nuestro juicio, es el sistema de partido único el eslabón principal sobre el que
giran los fundamentos jurídico-políticos de los regímenes comunistas. A partir del
momento en que Lenin (1977) expuso su idea de cómo cubrir el vacío de poder que
anula la acción, trazó el camino para la creación de una organización profesional de
revolucionarios, un partido de la clase obrera, indispensable para alcanzar el Poder.
A partir entonces se empezó a configurar el dogma de la misión histórica del
partido único como única vía para transitar hacia el comunismo. Aparece, por
tanto, el Partido rígidamente jerarquizado y centralizado, sin disidencias, sin
debates públicos, como supuesta herramienta indispensable para consolidar el
31
.- Muchos autores soviéticos, como Vychinsky (1979), planteaban que lo
fundamental en cada caso de creación o aplicación de las normas era el efecto
del acto, y no su naturaleza jurídica ni la vía o los medios que la originaron.
25
Enrique Conejero Paz
poder y desarrollar las distintas etapas en la construcción de la sociedad
comunista.32
Cuando Lenin (1977: 52), para desmarcarse del término
“socialdemocracia”; se preguntó sobre que nombre sería el más adecuado para el
Partido, puntualizó que debería denominarse ‹‹Partido Comunista, como se
llamaban Marx y Engels. Debemos repetir que somos marxistas y que nos basamos
en el Manifiesto Comunista, desfigurado y traicionado por la socialdemocracia››.
Por tanto, la génesis del sistema de partido único nace con una clara vocación de
conquista del poder, por ello el partido, en esencia, es un instrumento y
representante de una clase. Otra vez surge la visión histórica de Rosa Luxemburgo
(1973: 113-114) cuando planteó que ‹‹el ultra centralismo defendido por Lenin se
nos aparece impregnado, no de un espíritu positivo y creador, sino del estéril
vigilante nocturno. Toda su preocupación tiende a controlar la actividad del
partido, no a fecundarla; a restringir el movimiento más que a desarrollarlo; a
yugularlo, no a unificarlo››.
Como los regímenes comunistas se basaban en el principio de unicidad de
poder, éste sólo podía ser compatible con la existencia del sistema de partido
único. La filosofía era lógica de acuerdo a los planteamientos marxista-leninistas;
si el “nuevo Estado” existía por y para clase obrera, y ésta tenía su “vanguardia” en
el partido comunista, entonces no tenía sentido la existencia de un sistema
multipartidista. En la época estalinista esta filosofía se llevó a su máxima
expresión, en efecto, el lugar privilegiado del Partido Comunista en el sistema
político comunista quedó claramente expresado por Stalin (1974: 126) cuando
afirmó que ‹‹el Partido es el jefe político de la clase obrera (...) es el Estado Mayor
de combate del proletariado››. Así el partido único totalitario se caracterizó ‹‹por su
tentativa de alcance total, de penetración y politización totales. Tanto si persigue el
objetivo de formar al “hombre nuevo” como si no, el régimen totalitario está
consagrado a destruir no sólo el subsistema, sino también todo tipo de autonomía
de subgrupo›› (Sartori, 1999: 269).
Históricamente, tal como se ha señalado con anterioridad, fue la
Constitución soviética de 1936 la primera en incluir el papel del Partido Comunista
como rector de las sociedades comunistas. Se va perfilando así la élite del Partido,
confundida con la del “aparato”, clase dirigente o estatal, privilegiados o incluso
casta, por su tendencia a perpetuarse por herencia. En un sentido laxo incluía a los
32
.- De las dos fracciones resultantes del Congreso en Praga del POSDR en
1912: mencheviques y bolcheviques, éstos últimos constituirán el núcleo del
movimiento revolucionario que alcanzó el poder en 1917 y que,
posteriormente, cambiaría su denominación por comunista. La diferencia entre
las dos facciones giraba en torno a la inclinación obrera o campesina y a su
adscripción a la ideología marxista-leninista o socialdemócrata.
26
Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad
miembros de la sociedad que, principalmente por su estatus político gozaban de
privilegios y prebendas imposibles de alcanzar para el resto de sus ciudadanos. La
práctica cotidiana se contradecía con la ideología igualitaria que publicitaba el
sistema. Este fenómeno se replicó hacia abajo, con un menor nivel de privilegios
en la medida en que se descendía en la escala de poder, en los diversos ámbitos de
decisión política dentro del Partido y en todos los sectores socio-económicos del
sistema comunista.33
Las elecciones formales que se desarrollaron bajo este sistema eran más
bien una vía para que los ciudadanos mostraran su "entusiasmo" y "apoyo" al
régimen, esto es, un medio para exhibir la movilización social y los “elevados”
índice de participación electoral como reflejos de la fortaleza de los regímenes
comunistas.34 En mayor o menor medida esta filosofía se aplicó en todos los países
satélites del sistema.
2. 2
Intentos de liberalización del sistema político
La primera desviación significativa de la ortodoxia soviética se originó en la
Yugoslavia comandada por Tito. Una de sus particularidades del sistema yugoslavo
fue la aplicación en la economía del principio de autogestión en contraposición a la
rigidez del modelo estalinista, así, la reducción de la actuación económica del
Estado fue un objetivo político recogido expresamente en la Constitución de 1953.
Es más, en los cuarenta y cinco años que estuvo Tito en el Poder se aprobaron
cuatro Constituciones que consagraban el principio de descentralización
burocrática y se apartaban de la filosofía que propugnaba el monopolio económico
estatal.35
33
.- Milovan Djilas (1957: 64) fue tajante al respecto, así en referencia esta
“nueva clase” que emana de los regímenes comunistas, plantea que ‹‹todos los
cambios iniciados por los líderes comunistas están directamente vinculados a
los intereses y aspiraciones de la nueva clase, que, como cualquier grupo
social, vive y reacciona, defendiéndose a sí misma con el objetivo de
incrementar su poder››.
34
.- Existen diversos estudios sobre la participación política en los países
comunistas, por ejemplo Little (1976: 439), en un estudio sobre la AUS,
plantea que ‹‹las campañas de elección nacional soviéticas duran alrededor de
dos meses y las actividades de campaña son intensas en extremo. El liderazgo
del partido moviliza millones de "agitadores" y "propagandistas", al igual que
a ciudadanos ordinarios, para hacer publicidad a la elección, explicar los
asuntos y programas que el partido considera importantes y se asegura que la
población entera acuda a las urnas››.
35
.- No obstante, en la práctica la Liga de los Comunistas controlaba todas la
Instituciones y las elecciones formales que se celebraron hasta la
desintegración del país.
27
Enrique Conejero Paz
Por otra parte, en las llamadas democracias populares existían partidos
políticos no comunistas y Frentes Nacionales, que fueron consecuencia lógica de
las estructuras sociales y la diversidad de sus sociedades.36 En los años 1947-48 se
produce una alineación casi absoluta en las democracias populares a la órbita
soviética. La dirección política de estos países pasa a manos de líderes de absoluta
confianza de Stalin lo que significó la supresión total de toda oposición. Se puede
considerar a Checoslovaquia como el primer país donde se mostró más claramente
la incapacidad absoluta para desarrollar el llamado socialismo “humanista y
democrático”, y ello a pesar de ser el país con mayor desarrollo económico,
político, social y cultural de los países integrantes del Pacto de Varsovia. La
Primavera de Praga en 1968 fue un claro ejemplo de la imposibilidad de aplicar
reformas políticas dentro de los regímenes comunistas, por desgracia, la entrada de
las Tropas del Pacto de Varsovia el 20 de agosto cortó de raíz esa hermosa utopía
democrática. El régimen de Husak, resultante después de la intervención militar, no
se separó más de la ortodoxia soviética (Simechka, 1980).
Polonia es un caso relevante porque cuando el gobierno decidió, el 1 de
julio de 1980, aumentar el precio de la carne vendida en las tiendas de las
empresas, no se imaginó que provocaría un suceso inédito en los regímenes
comunistas: la aparición, por primera vez, de un sindicato libre, que llegó a agrupar
a 10 millones de trabajadores. El acuerdo firmado en Gdansk el 30 de agosto de
1980 aceptó la libertad sindical y el derecho de huelga, a cambio del
reconocimiento del papel directivo en el Estado del Parido Obrero Socialista
Polaco. Se inicia así un período de difícil convivencia entre el sindicato
Solidarnosc (Solidaridad) y el régimen comunista que desemboca en la Ley
Marcial del 13 de diciembre de 1981. Habría que esperar a una mayor flexibilidad
de Moscú en 1985, para que la oposición tuviera mayores espacios de acción
política. La difícil situación política y económica que vivía el país quedó reflejada
en el referéndum realizado por Jaruzelski en noviembre de 1987 que significó un
completo fracaso para los comunistas polacos.
En las llamadas democracias populares se fue desarrollando, cada vez con
más fuerza, lo que Neal Ascherson (1995: 238) denominó una política de foros, por
ejemplo, en Polonia la Fundación Comité de Defensa de los Trabajadores (KOR)
fue el germen intelectual del sindicato Solidaridad, por su parte en Hungría, a
principios de los setenta, se crea el Szeta, un organismo que realizó una fuerte
36
.- En estos países existieron, entre otros, los siguientes partidos: en la RDA el
Partido Demócrata Campesino, el Partido Nacional Demócrata, la Unión
Democrática Cristiana, etc..., en Bulgaria la Unión Agraria, en Checoslovaquia
el Partido Popular, el Partido de la Libertad, en Polonia el Partido Campesino
Unificado, el Partido Democrático; así como diversos Frentes nacionales:
Frente de Unidad del Pueblo Polaco, Frente Patriótico de Bulgaria, Frente de
Unidad Socialista de Rumania, etc. (Fuernberg, 1964; Wiart, 1966; García,
1978).
28
Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad
oposición política; en Checoslovaquia surge la llamada Carta 77, un manifiesto pro
democracia que aglutinó a un grupo numeroso de personalidades de distintas
tendencias políticas y que fueron adquiriendo, con su sus ideas, un prestigio dentro
de la sociedad. En general, estos movimientos compartían objetivos similares:
defensa de los derechos humanos, utilización de métodos no violentos, mayor
papel de la sociedad civil en la gestión pública, así como la búsqueda de una vía
alternativa entre el capitalismo y el comunismo.
También, en la AUS hubo movimientos hacia el reformismo político; un
primer intento lo podemos encontrar en el período de desestalinización en la era
Jruschov; en efecto, con la muerte de Stalin se acaba con el monolitismo del
“aparato”, se liberaron millares de presos políticos y se investigó la época
estalinista.37 Posteriormente, el largo período ortodoxo del régimen de Brezhnev
fortaleció la convicción de las fuerzas reformistas dentro del sistema de que la
única forma de alcanzar posiciones ventajosas era dentro del propio “aparato”.
Después del período gerontocrático llega a, nuestro juicio, la clave de las futuras
transiciones de los regímenes comunistas: la Perestroika aplicada por Gorbachov
en la AUS a partir 1985.38 En suma, el sistema político se caracterizó por el
completo dominio del partido-Estado sobre la sociedad y el poder dictatorial
ejercido por un núcleo de la jerarquía burocrática (Nomenklatura) que representaba
alrededor del 1% de la población. El sistema político se mostró poco permeable a
los intentos de reforma, siendo la petrificación la esencia de su dinámica política.
2. 3
Fundamentos económicos del sistema comunista
En este apartado se analizan la estructura y la dinámica económica del sistema
comunista; la exposición de los rasgos comunes y divergentes de estas economías
se ha basado en los datos estadísticos y la evidencia empírica de una muestra de
estos países, fundamentalmente de Europa Central y Oriental, tomando como
referencia básica el modelo tipo desarrollado en la AUS como punto de partida de
análisis y comparación.
37
.- El famoso Informe Secreto presentado en el XX Congreso del PCUS pone
de relieve la intolerancia, la brutalidad, y el abuso de Poder en el régimen
estalinista, cfr. Krutchev (1957).
38
.- Entre nosotros, pueden consultarse los trabajos de Carlos Taibo (1991 y
1993) que analizan con profundidad las causas del desmoronamiento del
modelo soviético. También puede verse la reciente obra de Rafael Poch-deFeliu (2003), sus doce primeros capítulos pueden ser considerados como una
profunda y detallada crónica de la espectacular mutación soviética.
29
Enrique Conejero Paz
Los pilares sobre los que descansó la economía socialista clásica (ESC)39
fueron planteados teóricamente por Marx y Engels en el siglo XIX,40 llevados a la
práctica por Lenin a partir de la revolución bolchevique en 1917 y, finalmente,
elevados a la categoría de doctrina económica por Stalin durante su aplicación en la
AUS (1928-1940).41 Después de la Segunda Guerra Mundial la ESC se extendió a
los países que se incorporaron a la órbita soviética. Las características
fundamentales de la ESC se pueden resumir en los siguientes aspectos: propiedad
pública sobre los medios de producción, planificación, administración y control
centralizado de la economía, papel pasivo de las categorías monetarias y economías
cuasi autárquicas de bloque.
2. 3. 1
Propiedad pública de los medios de producción
Si bien no fue la revolución bolchevique la primera en reconocer el concepto
jurídico de nacionalización,42 si realizó en este campo la transformación más
profunda y radical, conocida hasta entonces, sobre los derechos de propiedad.43 La
supremacía de la propiedad socialista de los medios de producción constituye un
39
.- El término Socialismo Clásico es empleado por Janos Kornai (1992) para
definir el sistema socialista en sus elementos originarios, esto es, antes de
aplicar cualquier tipo de reforma interna.
40
.- Marx y Engels (1985: 83-84) sentaron las pautas del futuro proyecto
socialista, sobre la base de que, ‹‹las ramas de la producción pasarán a manos
de toda sociedad, con arreglo a un plan general y con la participación de todos
los miembros de la sociedad. Por tanto, el nuevo orden social suprimirá la
competencia y la sustituirá con la asociación››.
41
.- Stalin (1952: 42) introduce el concepto de Ley Económica Fundamental
del Socialismo, su enfoque sobre el carácter supremo de las leyes económicas
en el Socialismo queda plasmado en la siguiente frase ‹‹De este modo, las
leyes de la economía política bajo el socialismo son leyes objetivas que
reflejan la regularidad de los procesos independientemente de nuestra
voluntad››; estas tesis fueron posteriormente incorporadas al Manual de
Economía Política de la Academia de Ciencias de la AUS y utilizadas como
referencia por el resto de países que se incorporaron al denominado campo
socialista.
42
.- Es un hecho conocido que la Constitución federal mexicana de 5 de febrero
de 1917, inició la etapa del llamado “constitucionalismo social”, al elevar a
nivel de normas fundamentales los derechos de los grupos sociales
desprotegidos y marginados (Trueba, 1971; Salinas de Gortari, 1985: 5-18).
43
.- Por la vía de decretos, en los tres primeros años se nacionalizó toda la
tierra, no su atención privada, las empresas industriales que empleaban a más
de 10 obreros o más de 5 si utilizaban instalaciones con motor; el transporte
marítimo y fluvial, las compañías ferroviarias, la banca y los seguros, y se
monopolizó el comercio interior y exterior (Katzarov, 1963: 61-62).
30
Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad
rasgo distintivo de la ESC. Por ejemplo, desde sus inicios, en la AUS se
nacionalizó la industria, el comercio interior y exterior, el transporte, el sistema
bancario y así, sucesivamente, el resto de los sectores económicos. Además, la
participación del sector estatal en la renta nacional en 1926 pasó de un 46 % a un
91 % en sólo seis años (Nove, 1967: 42).
Está práctica fue replicada en los países que adoptaron el modelo de la
ESC después de la Segunda Guerra Mundial. En el cuadro 2 se puede apreciar que
de los países seleccionados (período 1950-1988), la mayoría participó en esta
tendencia hacia la nacionalización. Sólo en Polonia la socialización de los medios
de producción fundamentales fue menor al 90 %. La política de colectivización
forzosa del campo aplicada en la AUS en la década de los años treinta, también se
repitió en los demás países; por ejemplo, en Bulgaria (1947) toda la tierra era de
propiedad privada, en Hungría y Rumania sólo estaba colectivizada en 1949 el 7
% y el 5 %, respectivamente, en Checoslovaquia en 1950 el 24 % estaba
socializada y, ese mismo año, en Polonia y Yugoslavia el 7 % y el 22 %,
respectivamente. Diez años más tarde ya se había alcanzado el 97 % de
colectivización de la tierra en Hungría, el 90 % en Checoslovaquia, el 78% en
Bulgaria, el 74 % en Rumania. Siendo la excepción de la regla: Yugoslavia y
Polonia que fueron los únicos países que lograron conservar más del 80 % de la
tierra en manos privadas (Dovring, 1965: 200).
Cuadro 2. Porcentaje de propiedad pública sobre el total
(1950-1988)
PAÍS
1950
1960
1965
1970
1975
1988
Bulgaria
81,7
99,5
99,7
99,7
99,9
99,9
Checoslovaquia
78,9
98,5
99,2
99,2
99,5
99,3
Hungría
65,7
91
97
97,4
98,1
92,9
Polonia
54
62,5
68,5
74,6
82,8
81,2
Fuente: elaboración propia a partir de datos tomados de Kaser (1986: tablas 24.4, 25.2,
26.3) y Kornai (1992: tabla 5.1).
Nota: Se considera el porcentaje de propiedad pública sobre la base del Producto Material
Neto.
31
Enrique Conejero Paz
La propiedad social intentó ser un concepto diferente al derivado de la
tradición legal romana;44 su formulación teórica pretendía que todos los miembros
de la sociedad tuvieran igualdad de acceso al control del proceso productivo (qué y
cómo se produce), y al mecanismo de distribución del producto social. Sin
embargo, los derechos sobre la propiedad socialista no fueron definidos
claramente, esto es, sí los agentes económicos eran considerados co-productores y
co-propietarios al mismo tiempo pero, a la vez, nadie tenía el derecho sobre la
propiedad de un recurso, o lo tenían "todos", en un sentido abstracto, entonces no
existía ninguna autoridad que reclamara a los usuarios potenciales de los mismos el
pago del valor de las alternativas no aprovechadas (Kornai, 1992: 62-90;
Palazuelos, 1996: 58-60 y Lavigne, 1997: 25-29).
En la ESC la autoridad gubernamental ejercía el control sobre la mayor
parte de los recursos disponibles y los derechos de los gestores socialistas sobre la
propiedad que controlaban estaban fuertemente restringidos. Los agentes
económicos que deseaban adquirir los derechos sobre los recursos con la intención
de darles un uso más productivo, se encontraban con que estos derechos no estaban
disponibles a ningún precio (Huerta, 1992; Przeworski, 1995; Palazuelos, 1996).
La extensión mínima de la propiedad privada afectó al modo en que los agentes
competían por el control de los recursos. Con unos derechos de propiedad privada
bajo mínimos, los valores de intercambio del mercado se volvieron irrelevantes. El
estatus y los atributos personales de los que compiten por un recurso importaban
más, ya que su influencia no podía eliminarse vía ajuste de precios.
La dificultad en el uso racional de los recursos queda resumida en el
cuadro 3, donde se muestra como la propiedad y el uso de los recursos en beneficio
del colectivo pueden generar resultados no deseados. La alternativa A se refiere al
uso del recurso privado en beneficio propio. Si se considera a los agentes
racionales, es evidente que en este caso se tiene un fuerte incentivo para gestionar
con eficiencia los recursos y de esta forma alcanzar el máximo beneficio posible.
44
.- La ley Constitucional aprobada en Yugoslavia en 1950 intentó reactivar
este concepto, dándole una mayor consistencia teórica a la idea marxista de
autogestión de la propiedad por parte de los trabajadores, creando las
condiciones para que los mismos participaran activamente en el control y la
dirección de la empresa socialista.
32
Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad
Cuadro 3. Beneficio según la propiedad de los recursos
Beneficio
Propiedad
Propio
Colectivo
Privada
A
C
Colectiva
B
D
Fuente: elaboración propia.
En cuanto a la alternativa B representa el uso de un recurso colectivo en
beneficio propio; en este caso se puede mantener el incentivo para obtener el
máximo posible de beneficio,45 pero existen serias dudas sobre la eficiencia en la
gestión de los recursos. Por su parte, la alternativa C se utiliza el recurso propio en
beneficio de otros. Este caso es diferente al anterior; se mantiene el incentivo para
el uso eficiente del recurso, pero no resulta claro que exista el incentivo necesario
para alcanzar el máximo beneficio. Por último, en la alternativa D, tanto la
propiedad de recurso como el beneficio derivado de su utilización, son colectivos;
por tanto, si se compara con las alternativas anteriores, los agentes tienen escasos
incentivos, tanto para economizar como para conseguir el máximo valor en la
utilización del recurso.
Los datos revelados, después de la caída del muro de Berlín, sobre el
comportamiento de los agentes económicos, el bajo nivel de eficiencia alcanzado, y
la presencia permanente de mercados informales de productos desviados de los
mercados oficiales en la ESC, avalan la idea de que las alternativas D, y la C en
menor proporción, fueron las que se manifestaron más asiduamente en el
funcionamiento del sistema económico. A nuestro juicio, de ahí se derivan los
principales defectos en la utilización de los recursos disponibles. En la práctica, y a
la luz de la evidencia empírica, la propiedad pública no fue capaz de incorporar los
incentivos indispensables para generar eficiencia en la gestión de los recursos
productivos.
2. 3. 2
La planificación centralizada de la economía
El GOERLO (1920) y el GOSPLAN (1921), fueron los primeros
antecedentes prácticos en la utilización de la planificación centralizada como
45
.- La aparición de los mercados negros de bienes y servicios desviados de los
mercados oficiales fue un rasgo distintivo de las ESC.
33
Enrique Conejero Paz
mecanismo de coordinación de la economía socialista.46 La planificación
centralizada sustituyó a los precios como mecanismo de coordinación entre los
diferentes agentes económicos y se aplicó, casi miméticamente, en todas las ESC,
abarcando todas las fases de la actividad económica: la asignación, producción,
distribución y consumo. La planificación puede ser considerada, esencialmente,
una técnica jerarquizada (top-down), basada en un complejo sistemas de balances
materiales y financieros, que se constituían en un mecanismo de coordinación
entre las múltiples tareas de un plan agregado de la economía, es decir, un
instrumento para condensar todos los fines contenidos en el plan con una estructura
jerarquizada de los mismos.
En los diversos balances materiales se reflejaban cuantitativamente las
variables económicas planificadas a priori, que posteriormente se asignaban entre
las diversas ramas y sectores de la economía, tanto por el nivel de asignación de
recursos como por la distribución del producto final. A través del método del
balance material se intentaba garantizar una adecuada relación entre la inversión47
y la producción mediante un procedimiento similar al análisis input-output.48 La
complejidad analítica de la planificación fue directamente proporcional al aumento
de las variables utilizadas para su elaboración, por lo que los planificadores
incluían el menor número posible de las mismas; por tanto, al reducir el ámbito de
los problemas, las soluciones adoptadas tenían un alcance limitado.
En este sentido, según Oskar Lange (1970: 26) el problema de la
asignación de la inversión para incrementar sostenidamente la producción era el
fundamental de la economía socialista, situándolo por encima de los relativos al
desarrollo equilibrado de los sectores de la economía y del empleo eficiente de los
recursos. Así, en el gráfico 2 se muestra la distribución del Producto Material Neto
46
.- El Plan Estatal para la Electrificación de la AUS (GOERLO) fue el primer
plan diseñado a largo plazo con el objetivo de satisfacer las necesidades
materiales y financieras de la electrificación del país y se implementó en 1920
bajo la dirección de Lenin. Por su parte, la Comisión de Planificación del
Estado (GOSPLAN) elaboró el primer plan sectorial, abordando las
necesidades de alimentación para 1921-1922 y otras ramas como la industria
del acero, textiles, azúcar y caucho. Con posterioridad, en diciembre de 1917,
Lenin creó un Consejo Superior de la Economía Nacional, que se encargó de
elaborar las líneas maestras para ser aplicadas en el GOERLO, este puede ser
considerado como el primer paso hacia la planificación centralizada como
mecanismo de coordinación económica.
47
.- El primer balance, que abarcó el conjunto de la economía nacional de la
AUS, se aplicó en el período 1923-1924 y fue publicado en 1926.
48
.- Wassily Leontief trabajó en el GOSPLAN previo a la elaboración del
primer Plan Quinquenal en 1928, esa experiencia le fue de gran utilidad para
su análisis cuantitativo de la economía de Estados Unidos (Leontief, 1941).
34
Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad
(PMN) por sectores económicos; donde se puede apreciar de forma nítida, la
concentración de los recursos en el sector industrial para los países seleccionados,49
en efecto, si en 1950 la industria representaba el 54,4 % del total de los sectores
económicos, ya en 1989 su participación ascendía al 64 %.
La planificación contenía un mecanismo de contradicción endógeno; al ser
un proceso estocástico necesitaba de la flexibilidad de todos los agentes que
intervenían en el proceso productivo, pero dado su carácter obligatorio restringía la
posibilidad de un ajuste dinámico. Paulatinamente la oferta se desvinculó de la
demanda, así al no existir instrumentos de mercado que posibilitaran alcanzar un
equilibrio, se produce un divorcio total entre la producción y el consumo; el
concepto “soberanía del consumidor” fue remplazado por el concepto “soberanía
del productor” (Buchanan, 1997: 115). La base de la planificación descansaba en la
maximización del crecimiento económico a través del incremento sostenido de la
tasa de inversión, principalmente en el sector de la industria pesada, siendo el
incremento de la producción cuantitativa el objetivo primordial del plan económico
(Lavigne, 1997; Palazuelos, 1996; Luengo, 1999). Va de suyo que el sistema se
programó para un crecimiento extensivo de la economía.
La crítica fundamental sobre la posibilidad de asignar racionalmente los
recursos en una economía socialista fue señalada con acierto por Ludwing von
Mises (1935, 1982), cuando planteó que con la eliminación de la propiedad
privada, y la ausencia de mercados, se destruyen los mecanismos indispensables
para que los recursos fueran asignados de forma racional.50 Este autor realizó una
predicción muy acertada sobre el futuro de la economía socialista: ‹‹Habrá cientos
y miles de fábricas en funcionamiento. Muy pocas de ellas estarán produciendo
mercancías listas para su uso, en la mayoría de los casos lo que sea producido será
producción no terminada y bienes de producción›› (Mises, 1935: 106). Con
posterioridad, Friedrich Hayek (1935: 211) retomó la idea y, sin excluir la solución
teórica al problema de la asignación de recursos,51 planteó que el proceso de
49
.- El PMN era el indicador macroeconómico cuantitativo más importante en
estas economías. Era una suma de valores añadidos, una vez deducidos los
inputs utilizados en el proceso productivo. Sin embargo, difiere del PIB en tres
aspectos fundamentales: a) era el valor neto de depreciación de los activos
fijos, b) los servicios no se contabilizaban, excepto cuando estaban asociados a
los suministros de bienes, y c) incluía impuestos indirectos.
50
.- Para ampliar sobre el debate sobre el cálculo económico en los regímenes
comunistas, cfr. Lavoie (1985), Nove (1992) y Huerta (1992).
51
.- Enrico Barone, en 1907, retomando ideas de Vilfredo Pareto, planteó,
ceteris paribus, que la solución teórica al problema de la asignación eficiente
de los recursos es independiente del sistema de propiedad de los factores
productivos, lo importante es encontrar un mecanismo de precios adecuado
que refleje con mayor exactitud la escasez de los mismos. El socialismo, por
35
Enrique Conejero Paz
determinación de precios en el socialismo se enfrentaba a ‹‹la imposibilidad
práctica de recoger toda la información necesaria para resolver un gigantesco
sistema de ecuaciones, considerándolo como una tarea más allá de la capacidad
humana››. De este modo, al ser imposible la recopilación de toda la información
necesaria, es indispensable el mercado, donde no hay mercado no hay mecanismo
de precios, y, por tanto, donde no hay precios relevantes no hay asignación racional
de los recursos.52
Por su parte, Oskar Lange (1938) y Maurice Dobb (1961, 1978) fueron dos
de los más fervientes defensores de la teoría económica marxista en el mundo
occidental. Diseñaron modelos, especialmente el primero, conocido por su modelo
clásico de socialismo de mercado, donde se intentaba demostrar la posibilidad de
asignación racional de recursos en la economía socialista; la planificación, según
sus hipótesis, podría determinar los precios racionalmente, a través de un proceso
constante de prueba y error hasta alcanzar el equilibrio en los mercados.53 Para el
primero, el mecanismo que permitiría revelar las desviaciones de los precios
respecto al precio de equilibrio sería el aumento o desviación en el stock de
inventarios de las empresas.
tanto, podría alcanzar el equilibrio económico, obteniendo similares resultados
a los que se podrían alcanzar a través de la competencia perfecta (Barone,
1998: 290-338).
52
.- En este sentido, Hurcwicz (1959: 27-46) intentó formalizar la noción de
eficiencia informativa de los mecanismos para la asignación de recursos
sugerida por Hayek, pero su trabajo no tuvo mucha influencia en el orden
práctico, también Malinvaud (1967: 170-208) planteó un modelo abstracto
para perfeccionar el mecanismo de planificación.
53
.- Para Oskar Lange (1938: 54) el método de prueba y error, es decir, el
método de probar una serie de soluciones hipotéticas hasta dar con la
adecuada, sería el mecanismo que solucionaría la asignación racional de
recursos en el Socialismo.
36
Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad
Gráfico 2. Distribución del PMN por sectores:
(promedio simple de Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia, Rumania y la
AUS).
70
60
50
40
1950
1975
30
1989
20
10
0
I n d u s tria
A g ric u ltu ra
T ra n s p o rte ,
c o m u n ic a c io n e s y
c o m e rc io
O tro s
Fuente: elaboración propia a partir de datos tomados de Lavigne (1995: cuadro 4.3, p. 78).
Sin embargo, el propio Lange (1938: 116-116) indicó el principal defecto
de la gestión económica socialista: ‹‹A nosotros nos parece que el peligro real del
Socialismo es el de la burocratización de la vida económica››. Su temor se
convirtió, con el paso del tiempo, en una pesada losa en el engranaje de la
economía socialista. Así, a pesar de utilizar técnicas avanzadas (programación
dinámica, la cibernética y todo el complejo analítico de la escuela matemática
soviética) en el proceso de elaboración y coordinación de los planes económicos, la
práctica cotidiana en la ESC demostró que la asignación racional de los recursos
resultaba una tarea imposible.54 La planificación quedó supeditada a la voluntad de
los gestores socialistas, a la imposibilidad de reunir toda la información relevante
y, por último, a la carencia de incentivos necesarios para procesarla. Por tanto, para
alcanzar una planificación óptima se necesitaba transformar las preferencias de los
agentes que intervenían en el proceso económico; esto es, pasar del homo
œconomicus al homo socialis.55 De esta forma, los incentivos de los agentes no
estarían guiados por la maximización de la utilidad o del beneficio sino por el
54
.- Según el economista ruso Kantarovich (1968: 2-3), premio Nobel de
economía en 1975, la magnitud de las pérdidas indirectas originadas por el
empleo irracional de los recursos eran muy elevadas; en este sentido señaló
que las pérdidas originadas por los altibajos de la producción representaban un
25 % del total de la misma.
55
.- Un análisis interesante sobre la teoría de la incapacidad para transformar al
individuo en el llamado "hombre nuevo" en estos países, puede verse en Adam
Przeworski (1996: 171-235).
37
Enrique Conejero Paz
trabajo sin ánimo de lucro tanto en el ámbito individual como colectivo, tarea que
en la práctica se mostró inalcanzable.56
Por otra parte, la rigidez de la planificación impedía utilizar los avances
tecnológicos en el proceso productivo (Berliner, 1976: 504-538); esta brecha
tecnológica, que se fue ampliando cada vez más con el mundo occidental, estuvo
cimentada en la inercia burocrática. Para los gestores comunistas utilizar una
innovación en el proceso productivo implicaba un alto grado de riesgo en el
cumplimiento del plan, además, tampoco se beneficiaban de las externalidades
positivas provenientes de la industria militar, debido a las leyes restrictivas
existentes sobre la aplicación industrial de los conocimientos tecnológicos
alcanzados en el en este sector.57 Por ejemplo, en un campo tan importante como el
ahora pujante sector de las tecnologías de la información la brecha era gigantesca:
en 1987 existían sólo 200.000 ordenadores personales en la AUS mientras que en
Estados Unidos existían 25 millones (Skidelski, 1996: 25).
Considerando la evolución del PMN (ver cuadro 5), según cifras oficiales,
el crecimiento económico mostró un camino estable de desaceleración y
estancamiento, especialmente a partir de mediados de los años setenta. Si durante
el quinquenio 1951-1955, la media de crecimiento del PMN era del 11,3 %, en el
período 1966-1970 descendía al 6,8 %, en la segunda mitad de la década de los
años setenta se reducía al 3,1% y, en los años previos al desmoronamiento del
sistema, 1986-1989, era de sólo el 1,9 %. Todo ello teniendo en cuenta el escaso
rigor de los datos oficiales.
Además, en el gráfico 3 se confirma esta tendencia, resulta visible la
disminución del PNB per cápita durante el período 1961-1985.58 Estos datos ponen
de manifiesto las dificultades crecientes de la planificación centralizada para lograr
un crecimiento económico sostenido, revelando su fragilidad en la elección de
objetivos económicos y la endeble coherencia interna del proceso planificador. Por
tanto, uno podría preguntarse, sí estaba tan clara la ineficiencia del sistema
56
.- En este sentido, un ortodoxo puro como fue el carismático líder norcoreano
Kim Il Sung (1992: 324) señaló ‹‹El Estado sufre grandes pérdidas a causa del
estilo formalista de trabajo y la falta de responsabilidad de los funcionarios de
la planificación. Como ellos calculan mal y mal emplean la pluma, mucha
mano de obra, instalaciones y materiales se despilfarran o permanecen
ignorados y no se produce todo lo que se puede››.
57
.- Por ejemplo, en la AUS estuvo vigente una disposición, desde el régimen
de Stalin, que impedía la utilización en la industria civil de las innovaciones
alcanzada en el sector militar hasta después de haber transcurrido 36 años de
su creación (Donges, 1990: 14).
58
.- Es una estimación realizada por los autores del PNB en estos países. La
contabilidad oficial sólo calculaba el PMN.
38
Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad
económico, ¿por qué no se previó antes el derrumbamiento del sistema? ¿La falta
de previsión podía estar basada en la capacidad de supervivencia del sistema
económico? La respuesta la proporcionó el destacado economista inglés John
Maynard Keynes (1972: 263) cuando, después de su visita a la AUS en 1925,
afirmó ‹‹Si uno puede hacer una generalización en las actuales condiciones, debe
ser ésta - que a un bajo nivel de eficiencia el sistema sí funciona y contiene
elementos de permanencia››. Más de setenta años de funcionamiento del sistema
económico comunista le dieron la razón.
Cuadro 5. Variación porcentual del PMN, 1950-1989
Países seleccionados
Bulgaria
Checosl.
Hungría
Polonia
Rumania
AUS
1951-55
12,2
8,1
13,2
8,6
14,2
11,3
1956-60
9,6
7,0
7,6
6,6
6,6
9,2
1961-65
6,6
1,9
7,5
6,2
6,2
5,7
1966-70
8,7
6,9
6,2
5,9
6,0
7,1
1971-75
7,9
5,7
6,4
9,7
9,4
5,1
1976-80
6,1
3,7
2,9
1,2
1,3
3,7
1981-85
3,7
1,8
1,3
-0.8
-0,5
3,4
1986-89
3,0
1,9
0,8
-0,5
2,9
3,4
Fuente: elaboración propia a partir de datos tomados de: Anuario estadístico del Comecon
(1971 y 1986); Economic Survey of Europe in 1990-1991 y Gregory y Stuart (1992: tablas
3.1, 10.2, 11,2, 13.1, 14.1).
39
Enrique Conejero Paz
Gráfico 3.
TASA PROMEDIO ANUAL DE CRECIMIENTO: PNB REAL PER CÁPITA
PERÍODO 1961-1985.
5
4
3
2
1
0
-1
B ulgaria
Checo slo vaquia
1961-70
Hungría
1971-80
P o lo nia
Rumania
1981-85
Fuente: elaboración propia a partir de tomados de Gregory y Stuart (1992: tabla 18.1, p.
460)
2. 3. 3
Papel secundario de las categorías monetarias
Las categorías monetarias desempeñaron en la ESC un papel pasivo en la economía
comunista, ya que los flujos financieros se adecuaban a la planificación cuantitativa
y la utilización del dinero fue considerada como un "mal necesario", herencia del
sistema preexistente; esto es, dejando volar la imaginación se podría considerar la
ESC un paraíso monetario donde la teoría cuantitativa del dinero se aplicó
estrictamente en su forma convencional, pero donde la política monetaria tenía un
alcance limitado debido a que la cantidad de dinero se ajustaba automáticamente a
las necesidades del plan físico (Zwas, 1979; Podolski, 1973, Nuti, 1985: 85-105).
La supuesta estabilidad del sistema de precios fue una bandera exhibida
permanentemente como muestra de la victoria contra la inflación que padecía el
sistema capitalista, “demostrando” así la superioridad de este sistema económico
comunista. La determinación de los precios estuvo influenciada por la teoría
marxista de la ley del valor, que consideraba al factor trabajo como la única fuente
relevante debido a que el enfoque marxista rechaza el papel que desempeña la
demanda en la determinación del valor de las mercancías. Por tanto, el problema de
la formación de precios en el socialismo fue extremadamente complejo y ligado a
40
Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad
la ideología existente. En este sentido, Joan Robinson (1972: 120) argumentó, con
respecto a la teoría del valor de Marx, que ‹‹seguir el criterio del valor conduciría a
un derroche evitable y a una mala distribución de los recursos entre los diferentes
usos››.
Un rasgo característico del sistema de precios en la ESC fue su
estructuración en dos niveles: los precios mayoristas y los precios minoristas. Cada
nivel de precios era independiente, y estaban determinados y modificados de
acuerdo a las necesidades de la planificación.59 En este sentido, el objetivo era
mantenerlos estables el mayor tiempo posible con la finalidad de conservar el
poder adquisitivo de la población y facilitar el proceso técnico de la planificación
(Kornai, 1992: 151). Por ejemplo, en la AUS durante el período 1930-1980 se
realizaron sólo 3 reformas de los precios de bienes de capital.60
De esta forma, la empresa socialista tenía su existencia garantizada en los
presupuestos estatales con independencia de la estructura del sistema de precios
existente, a este mecanismo Janos Kornai (1992: 306) lo definió como restricción
presupuestaria blanda (soft budget constraint), es decir, un proceso que convertía
automáticamente a las empresas socialistas, en vez de tomadoras de precio, en
formadoras de precio. Va de suyo que la demanda no influía en la oferta a través
del sistema de precios. Por otro lado, los precios minoristas eran fijados para
equilibrar la oferta disponible de bienes de consumo y servicios disponibles con la
demanda existente. Por tanto, la estructura de precios relativos estaba fuertemente
distorsionada, no sólo porque no estaba influenciada por la demanda y la variación
de los costos, sino también por el marco institucional creado y los principios en los
que se sustentaba el sistema económico. En un entorno de férreos mecanismos de
control, rígida estructura institucional y falta de motivación en los actores
económicos resultaba imposible encontrar un mecanismo adecuado de precios que
eliminara la escasez crónica existente en la ESC.
En el ámbito el sistema bancario, el Banco Central (BC) fue el responsable
de la ejecución y control de lo planificado en el presupuesto estatal. Se podría
59
.- Oskar Lange consideró que la principal función de los precios en el
socialismo era la de servir como instrumento contable, que permitiera la
determinación de los costes de producción y el valor de la producción a efectos
comparativos.
60
.- Un dato que muestra la complejidad en la determinación y revisión del
sistema de precios en la ESC es el siguiente: una sola agencia encargada de
fijar precios en la antigua ciudad de Leningrado debía determinar 10.000
precios mayoristas y 20.000 precios minoristas, además, una revisión de los
precios incorporaba un coste muy alto, la reforma de precios realizada por la
AUS a finales de los años sesenta ocupó, en su publicación, 38.000 páginas
(Seurot, 1986: 41).
41
Enrique Conejero Paz
considerar que no existía separación, en la práctica, entre la política monetaria y la
política fiscal, ya que ambas se convirtieron en instrumentos de control económico,
dirigidas a lograr un mismo objetivo: crear las bases financieras para garantizar el
cumplimiento del plan físico. El BC monopolizó las funciones propias de los
bancos comerciales y, en este sentido, se puede considerar todo el sistema
monetario y financiero existente como un gran “monobanco”. El sistema bancario
prestó poca atención al tamaño y la madurez de sus depósitos, controlando,
básicamente, el efectivo en manos del público (Portes, 1983: 149-165; Peebles,
1981: 121-144; Feltestein y Farhadian, 1987: 137-156).
En la ESC existía un circuito monetario en dos niveles institucionalmente
separados: uno conformado por las familias y otro que incluía a las empresas. Es
decir, por un lado un circuito donde las economías domésticas podían utilizar sus
ingresos en adquirir los bienes de consumo disponibles, una gama muy limitada de
bienes duraderos, e invertir sus ahorros en los escasos activos financieros
disponibles (depósitos en cuenta corriente, a plazo, bonos, seguros y poco más).61
Así, la función del dinero como medio de pago estaba limitada por las restricciones
de la planificación y el racionamiento de bienes y servicios existente,62 por lo que
se puede considerar la existencia de una convertibilidad interna restringida de la
moneda en la ESC.
Por su parte, la función del dinero como depósito de valor desempeñaba un
papel más activo para las economías domésticas al constituir, casi, el único activo
financiero disponible. El consumidor ahorraba no sólo por una preferencia
intertemporal entre inversión y consumo, sino porque no podía satisfacer todos sus
deseos y necesidades debido a la escasez existente y a los precios elevados de los
bienes durables, tanto en el mercado oficial como informal. Por tanto, precios
rígidos a la baja en los bienes de consumo, déficit de bienes y servicios y largas
colas fueron rasgos comunes de la economía socialista, lo que generó un exceso
permanente de saldos monetarios nominales (money overhang).63
Este fenómeno se manifestó mediante el atesoramiento de efectivo por
parte de las economías domésticas o mediante el gasto en bienes, que no eran
61
.- A diferencia de lo señalado en el sector empresarial, las economías
domésticas se enfrentaban a una restricción presupuestaria fuerte (hard budget
constraint), debido a que los salarios se mantuvieron rígidos en la mayoría de
los países, y resultaban insuficientes para adquirir los bienes de consumo y
durables disponibles, tanto en el mercado oficial como el mercado negro.
62
.- Las monedas de las ESC estaban oficialmente respaldada por el oro, pero
en la práctica eran inconvertibles.
63
.- Para ampliar este concepto, véase los trabajos de Domenico Nuti (1985:
37-82) y Gregory Grossman (1968).
42
Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad
necesarios en esos momentos pero que se adquirían por el temor a una escasez
futura. Los instrumentos utilizados para solucionar transitoriamente este problema
fueron las reformas monetarias y la confiscación de los fondos de las empresas y de
los depósitos de ahorro de la población.64 De este modo, si todo el exceso de
demanda es por bienes de consumo, el racionamiento significa ahorro forzoso65 e
induce a un incremento no deseado del ingreso nominal por encima del nivel de
equilibrio; la diferencia entre el stock de saldos monetarios nominales y la cantidad
realmente deseada, en ausencia de escasez pasada y presente, es otra forma de
definir el monetary overhang. Por ejemplo, se ha estimado que en la AUS el nivel
no deseado de riqueza era de alrededor del 20 % de PIB de 1990 y de un tercio de
los activos financieros existentes (Cottarelli y Blejer, 1992: 280).
fico
rá
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4
1
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8
-1
0
9
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4
00
,8
3
00
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3
00
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3
00
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3
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2
00
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2
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2
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1
00
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00
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1
80
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1
,6 0
0
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0
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0
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0
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R
E
C
T
N
E
C
T
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E
C
T
E
R
C
T
Al no existir activos monetarios líquidos alternativos con atractivas tasas
de interés las empresas optaron por mantener excesos de inventarios, sustituyendo
de esta forma la función del dinero como reserva de valor; y utilizando este sistema
como un instrumento de prevención para garantizar el cumplimiento de los planes
futuros de producción.66 Las empresas, por tanto, no estaban habituadas a realizar
flujos de caja ni a diversificar sus activos. Además, debido a la inexistencia de
tipos de interés de mercado y al no ser los agentes del sistema financiero
maximizadores de ganancias, no se estaba habituado a trabajar en condiciones de
incertidumbre, ni a gestionar portafolios, ni a competir para captar más clientes. En
la mayoría de las ESC el sistema de financiación no bancario era inexistente. En
frase de Joseph Berliner (1976: 173) se podía considerar la ESC como una
economía “documonetaria”.
2. 3. 4
Economías cuasi autárquicas de Bloque
El Comecon se constituyó el 21 de enero de 1949 como contrapartida al Plan
Marshall. Los únicos miembros de pleno derecho no europeos, fueron Mongolia
(1962), Cuba (1972) y Vietnam (1978). En 1980 la producción total de los países
integrantes del Comecon se valoraba alrededor del 50 % del PIB de Estados
Unidos. De esta forma las relaciones comerciales con el exterior se basaron en la
idea de desarrollar economías nacionales autosuficientes, utilizando un modelo de
sustitución de importaciones que se materializó a través del monopolio estatal
64
.- Algunos autores han rechazado la existencia del monetary overhang en
estas economías (Portes, 1981: 559-578).
65
.- Para ampliar el análisis del ahorro forzoso en la AUS durante el período
1986-1990, cfr. Cottareli y Blejer (1992: 257: 286).
66
.- Maurice Dobb (1961: 193) señaló que la esencia de la producción
socialista no podría alcanzarse mientras los dos aspectos, el del ahorro y el de
la inversión, se encontraran separados, es decir, conectados por un tipo de
interés sobre préstamos.
43
Enrique Conejero Paz
sobre comercio exterior. La imposibilidad práctica de implementar plenamente esta
idea a escala individual, fue lo que impulsó la creación de un bloque comercial
entre los países socialistas y, por tanto, el nacimiento del Comecon como bloque de
comercio intraregional.
Esta organización se sustentó en unos principios básicos: a) el principio de
soberanía nacional, que implicaba la existencia de la no supranacionalidad y, por
ende, el poder limitado del Comecon como mecanismo de coordinación
supranacional, b) el principio de igualdad de derechos, que se materializó en que
cada Estado miembro contaba con un solo voto y tenía derecho a veto, con
independencia de su tamaño y poder económico, c) el principio de interés, por lo
que los acuerdos y decisiones tomadas no eran vinculantes y, d) un principio de
ventajas mutuas, donde la ayuda mutua y el interés común se anteponían a la
concesión de ventajas comerciales. La filosofía subyacente en la aplicación del
monopolio estatal sobre el comercio exterior consistía en proteger tanto la
producción interna como el cumplimiento del Plan de las fluctuaciones de los
precios mundiales, de los tipos de cambio y de los ciclos económicos del mundo
capitalista. Además, la planificación del comercio exterior se insertaba, como un
elemento más, dentro del proceso general de la planificación centralizada de la
ESC.
Esta política comercial, aunque protegió a las empresas de las
fluctuaciones internacionales, las convirtió en ineficientes y no competitivas si las
comparamos con los estándares de eficiencia internacionales.67 Los productores
nacionales no tenían contacto directo con sus compradores internacionales, función
realizada por las organizaciones de comercio exterior creadas para este fin. El
monopolio estatal del comercio exterior institucionalizó la separación entre el
sistema de precios internos y los precios mundiales; redujo, aún más, la moneda
nacional a una convertibilidad interna restringida dentro de cada frontera nacional
y, por ende, se tuvo que crear una unidad de cuenta colectiva para el comercio
intra-Comecon: el rublo transferible (RT).68
El RT era emitido por el Banco Internacional para la Cooperación
Económica (BICE), como soporte a las transacciones intra-Comecon y a los
acuerdos de formación de capital e inversión conjuntas acordados dentro del
ámbito del Banco de Inversión internacional (BII). Dos instituciones financieras
67
.- Un indicador indirecto de la baja competitividad de la ESC puede verse a
través de la tasa de penetración de sus productos en los mercados occidentales.
En este sentido, los países del Comecon sólo alcanzaron una cuota de mercado
(tanto las exportaciones como las importaciones) en el área de la OCDE del
alrededor del 3 %.
68
.- En 1975 bajo la llamada fórmula de Bucarest, se estableció, sin ninguna
base objetiva, la relación 1,60 dólares por 1 RT.
44
Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad
que, en la práctica, funcionaban con las mismas características que las
instituciones financieras nacionales (Boltho, 1971; Holzman 1987; van Brabant,
1974, 1978; Wiles, 1989; Wolf, 1988). Éstas, fueron concebidas, en primera
instancia, como una réplica a la creación Fondo Monetario Internacional (FMI) y al
Banco Mundial (BM) después de la Segunda Guerra Mundial.
La mayor parte de transacciones comerciales eran no monetizadas, y se
realizaban dentro del contexto del comercio bilateral y los acuerdos de
compensación previamente establecidos. Con el objetivo de lograr la
autosuficiencia como área de bloque comercial, el comercio intra-Comecon
alcanzó como media el 60 % del comercio total de los países del bloque socialista
(Kornai, 1992: 245). Por su parte, Rumania, Polonia y Hungría intentaron
diversificar su comercio exterior a partir de los años setenta. Estos países elevaron
su comercio con Occidente del 30 % en 1975 al 35 % en 1986, mientras que la
AUS y Bulgaria disminuyeron sus cuotas de comercio con Occidente, de un 20 % a
un 15% en el mismo período. Esta tendencia se puede apreciar mejor valorando los
datos del Comecon correspondientes a 1989 que se reflejan en el cuadro 6, donde
se puede apreciar que todos los países miembros mantenían una cuota de comercio
con la AUS por encima del 50 % del comercio intra-Comecon.
La dependencia se sustentaba en la necesidad de importar de la AUS
recursos indispensables para el funcionamiento de sus economías (petróleo, gas,
entre otros), convirtiéndose este país en oferente neto de productos energéticos
hacia sus principales socios comerciales;69 además, en estos países la industria
instalada, y la estructura económica en general, dependía del suministro de
materias primas, materiales y piezas de repuesto procedentes de la AUS. Por otra
parte, la pertenencia de Hungría, Polonia y Rumania al FMI fue un reflejo del
intento de estos países por mantener una independencia relativa con respecto al
poder político, económico y comercial que representaba la AUS.
No existe ningún indicador del grado de integración económica o del
cambio en el mismo durante el período de existencia del Comecon. El hecho cierto
es que el comercio se realizaba a espaldas de los cambios en los precios mundiales
y, por tanto, reproducía a escala de bloque comercial, las mismas ineficiencias en la
asignación de recursos que se originaron en las economías nacionales.
69
.- El 85 % de las importaciones de combustible de los países del Comecon
era suministrado exclusivamente por la AUS.
45
Enrique Conejero Paz
Cuadro 6. Porcentaje del Comecon en el comercio de los países miembros
Porcentaje de la AUS en el comercio, 1989
Comecon en total
Exp.
Imp.
AUS en Comecon
Exp.
Imp.
AUS en total
Exp.
Imp.
BULGARIA
83
73
79
74
66
54
CHECOSLOVAQUIA
54
55
57
54
31
30
HUNGRÍA
39
39
62
56
24
22
POLONIA
35
32
60
56
21
18
RUMANIA
40
55
58
59
23
32
AUS
46
50
-
-
-
-
Fuente: van Brabant (1990: 70).
Con respecto a la política cambiaria, en la ESC existían tipos de cambio
múltiples administrados, usualmente existía un tipo de cambio para el turismo
internacional excesivamente sobrevalorado, fijado unilateralmente por los
gobiernos y con aplicabilidad, solamente, dentro del marco de las economías
nacionales. Para el comercio con Occidente se utilizaba un promedio de los últimos
cinco años de los precios de mercado internacionales.70
Además, las monedas en las ESC no eran convertibles y, en la mayoría de
los países, estaba prohibida la tenencia de divisas libremente convertibles por parte
de sus ciudadanos. Tampoco sus propias monedas eran convertibles entre sí, por lo
que no eran aceptadas como medio de pago para el intercambio de mercancías. Los
tipos de cambio, artificialmente fijados, mostraban una sistemática sobrevaloración
con respecto al dólar estadounidense. De nuevo una excepción en esta tendencia
fueron los casos de Polonia y Hungría a saber, el primero devaluó su moneda
sistemáticamente a partir 1981 (en el período 1980-1989 el zloty polaco sufrió una
depreciación nominal acumulada de más de un 16.000 %). El segundo, también
depreció su moneda, aunque más tímidamente; así, en el mismo período tuvo una
depreciación nominal acumulada del 159 %. De todas formas hay que señalar que
estas paridades no tenían ninguna base objetiva ya que sus monedas eran
inconvertibles externamente y no eran fijadas con criterios de mercado.
70
.- Los tipos de cambio fueron fijados con respecto al oro desde 1973,
utilizados solamente a efectos de la planificación y la estadística (Zwass, 1979:
179-180).
46
Dinámica Poscomunista: Democratización y Competitividad
En el cuadro 7 puede se puede apreciar mejor la magnitud de la
sobrevaloración de las monedas nacionales en el período 1974-1988. Si se compara
con el tipo de cambio prevaleciente en el mercado negro en el mismo período, con
la excepción de Hungría, los demás países analizados presentaban un tipo de
cambio en el mercado negro que difería en más de un 400 % del tipo de cambio
oficial. Una tendencia común en todos los países de la muestra es que la prima del
tipo de cambio del mercado negro se incrementó significativamente el año previo a
la caída del muro de Berlín.
En cuanto a la balaza de pagos y los problemas de deuda externa, estos
países no tenían, al menos formalmente, problemas en sus transacciones
económicas exteriores. De esta forma, las autoridades oficiales intentaban que la
política de importaciones y exportaciones estuviera subordinada a la planificación
centralizada de sus economías y, para ello, se implementó un balance de ingresos y
gastos procedentes del exterior. Así, si la entrada planificada de divisas disminuía,
se recortaban las necesidades de importación o se aumentaban las exportaciones en
divisas, si ello era posible. Por lo que, oficialmente, la balanza comercial se
encontraba en un equilibrio aparente.
Sin embargo los problemas de balanza de pagos surgieron en el comercio
con el mundo occidental, en efecto, la dificultad para acceder a los de créditos
internacionales hacía que sus importaciones dependieran del volumen de sus
exportaciones hacia los países occidentales; además, tampoco podían planificar un
déficit comercial con los países occidentales dado que sus monedas no eran
aceptadas en el comercio internacional. Esta tendencia en el crecimiento de la
deuda externa en divisas convertibles se puede observar en el gráfico 5.
35
30
Bulgaria
25
Checoslov
.
Hungria
20
15
Polonia
10
Rumania
5
AUS
19
89
19
88
19
87
19
86
19
85
19
84
19
83
19
82
19
81
19
80
19
75
0
19
70
Miles de Millones dólares USA
Gráfico 5.
Deuda Neta, 1970-1989
Fuente: elaboración propia a partir de datos tomados de Naciones Unidas, Economic Survey of
Europe (1989-1990, apéndices, tabla c.11, p. 416).
47
Cuadro 7. Tipos de cambio oficial y “paralelo”
(países seleccionados 1974-1988, moneda nacional por dólar USA, final de año.)
AÑOS
PAÍSES
Bulgaria
1974 1976 1978 1980 1982 1985
Tipo Oficial
0,97 0,959 0,875 0,878 0,928 1,039
Tipo Merc.Negro 2,41 2,45 2,99 2,67 3,19 5,19
Sobreval. (%)
248
255
342
304
344
500
Hungría
Tipo Oficial
27,88 30,55
Tipo Merc.Negro 31,7 37,05
Sobreval. (%)
114
121
Polonia
Tipo Oficial
19,92 19,92 31,66 31,76 81,22 139,33 147,11 193,25 319,96
Tipo Merc.Negro 88 128,5 113,5 123
450
593
875 1300 3200
Sobreval. (%)
442
645
358
387
554
426
595
673 1000
Checoslovaquia
Tipo Oficial
5,75
Tipo Merc.Negro 23,4
Sobreval. (%)
407
5,7
25,35
445
5,6
5,85
26,55 28,75
474
491
6,9
33,5
486
6,4
27,55
430
5,75
28,6
497
5,15
45,75
888
AUS
Tipo Oficial
0,73
Tipo Merc.Negro 3,06
Sobreval. (%)
419
0,748 0,665 0,639 0,708
3,8
4,05
3,1
3,89
508
609
485
549
0,87
5,53
636
0,758
4,15
547
0,67
5,35
799
0,584
7,25
1241
31,5
37,9
120
5,45
27
495
1986
1
3,78
378
1987
0,9
4,3
478
1988
0,818
6,5
795
32,21 34,43 47,35 46,45 44,13 47,67
33,5
48
64,85 61,4 62,55
82
104
139
137
132
142
172
Fuente: elaboración propia a partir de datos tomados de The Vienna for Comparative Economic Studies, Comecon Data
(1990, tabla III/7.2, p. 393) y World Currency Yearbook (ICA), 1988-1989.
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