Víctor Rojas Amandi LA APLICACIÓN DE LOS TRATADOS EN EL SISTEMA JURÍDICO MEXICANO II Presupuestos para la aplicación de los tratados en el sistema jurídico mexicano 1. ¿CÓMO ENTRAN EN VIGOR LAS NORMAS DE LOS TRATADOS EN EL SISTEMA JURÍDICO MEXICANO? 1.1. Iniciación de vigencia internacional El Art. 26 de la CVDT regula las cuatro reglas sobre la iniciación de vigencia internacional de los tratados en el DIP. La regla básica establece que un tratado entra en vigor en la forma y en la fecha que se estipule en el acuerdo (Numeral 1). En segundo lugar, se establece que el tratado inicia su vigencia cuando lo acuerden los Estados negociadores (Numeral 1). La tercera regla precisa que a «falta de tal disposición o acuerdo, el tratado entrara en vigor tan pronto como haya constancia del consentimiento de todos los Estados negociadores en obligarse por el tratado» (Numeral 2). Finalmente, existe la regla para el caso en que «el consentimiento de un Estado en obligarse por un tratado se haga constar en una fecha posterior a la de la entrada en vigor de dicho tratado, este entrará en vigor con relación a ese Estado en dicha fecha, a menos que el tratado disponga otra cosa» (Numeral 3). 1.2. Vigencia dentro del sistema jurídico mexicano La iniciación de vigencia de un tratado internacional en el ámbito interno de los Estados partes es una cuestión que se relaciona más directamente con 19 Presupuestos para la aplicación de los tratados en el sistema jurídico mexicano a) Toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en el presente Pacto hayan sido violados podrán interponer un recurso efectivo, aun cuando tal violación hubiera sido cometida por personas que actuaban en ejercicio de sus funciones oficiales; b) La autoridad competente, judicial, administrativa o legislativa, o cualquiera otra autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado, decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso y a desarrollar las posibilidades de recurso judicial; c) Las autoridades competentes cumplirán toda decisión en que se hayan estimado procedente el recurso». Por su parte, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales en su Art. 2 precisa también una obligatoriedad de aplicación directa con una limitación inmanente fijada hasta el máximo de sus recursos económicos y técnicos disponibles, la que se flexibiliza con base en un desarrollo progresivo de la realización de los derechos que ampara y permitiendo ciertas excepciones por razón de nacionalidad. De esta forma, dicha disposición establece: «Artículo 2 Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a adoptar medidas, tanto por separado como mediante la asistencia y la cooperación internacionales, especialmente económicas y técnicas, hasta el máximo de los recursos de que disponga, para lograr progresivamente, por todos los medios apropiados, inclusive en particular la adopción de medidas legislativas, la plena efectividad de los derechos aquí reconocidos. 2. Los Estados Partes en el presente pacto se comprometen a garantizar el ejercicio de los derechos que en él se enuncian sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica nacimiento o cualquier otra condición social. 3. Los países en vías de desarrollo, teniendo debidamente en cuenta los derechos humanos y su economía nacional, podrán determinar en qué medida garantizarán los derechos económicos reconocidos en el presente Pacto a personas que no sean nacionales suyos». Para la aplicación directa de las disposiciones sobre derechos humanos también se suelen mencionar como fundamento el Art. 26 de la CVDT y como una condición de la efectividad de las normas sobre derechos humanos 43 Aplicación de los tratados en el sistema jurídico mexicano 6.6. Principio pro persona Como un principio de interpretación que viene de la mano del de interpretación conforme se encuentra el principio pro persona115 según el cual el resultado interpretativo de una disposición secundaria deberá procurar la protección más favorable a la persona. El segundo párrafo del Art. 1° de la CPEUM prevé expresamente este principio cuando establece: «Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplia.» De dicho texto normativo queda claro que en aplicación de las disposiciones del sistema jurídico mexicano se debe dar preferencia al sentido normativo que permita una protección lo más amplia posible a la persona o le garantice una menor restricción a sus derechos fundamentales. La Primera Sala de la SCJN ha precisado que con el principio pro persona se trata de un criterio interpretativo que busca maximizar la vigencia y respeto de las normas sobre derechos humanos, mismo que se debe aplicar de oficio y que para hacerse valer como agravio debe cumplir los cuatro requisitos básicos que señala la siguiente tesis: PRINCIPIO PRO PERSONA. REQUISITOS MÍNIMOS PARA QUE SE ATIENDA EL FONDO DE LA SOLICITUD DE SU APLICACIÓN, O LA IMPUGNACIÓN DE SU OMISIÓN POR LA AUTORIDAD RESPONSABLE. El artículo 1º. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos impone a las autoridades el deber de aplicar el principio pro persona como un criterio de interpretación de las normas relativas a derechos humanos, el cual busca maximizar su vigencia y respeto, para optar por la aplicación o interpretación de la norma que los favorezca en mayor medida, o bien, que implique menores restricciones a su ejercicio. Así, como deber, se entiende que dicho principio es aplicable de oficio, cuando el Juez o tribunal considere necesario acudir a este criterio interpretativo para resolver los casos puestos a su consideración, pero también es factible que el quejoso en un juicio de amparo se inconforme con su falta de aplicación, o bien, solicite al órgano jurisdiccional llevar a cabo tal ejer- 115. Caballero Ochoa, José Luis, La interpretación conforme, el modelo constitucional ante los tratados internacionales sobre derechos humanos y el control de convencionalidad, Porrúa-Instituto Mexicano de Derecho procesal Constitucional, México 2013, p. 31. 78