En Buenos Aires, a los días del mes de de 201

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“2010. Año del Cincuentenario del
Tribunal Fiscal de la Nación”
“2010 – Año del Bicentenario”
Tribunal Fiscal de la Nación
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En Buenos Aires, a los 23 días del mes de marzo de 2010, se reúnen las Señoras
Vocales de la Sala “E”, Dras. Catalina García Vizcaíno, D. Paula Winkler y Cora M.
Musso, con la presidencia de la nombrada en segundo término, a fin de resolver en
los autos caratulados: “BUNGE ARGENTINA SA c/ DGA s/ recurso de apelación”;
expte. Nº 26.557-A.
La Dra. Catalina García Vizcaíno dijo:
I) Que a fs. 24/28 BUNGE ARGENTINA SA, por apoderado, interpone
recurso de apelación contra la Resolución Nº 307/2009 (AD SALO), dictada en la
Actuación N° 13289-21997-2007, por medio de la cual el Administrador de la
Aduana de San Lorenzo resolvió rechazar el recurso de impugnación interpuesto
contra los cargos 1165, 1166, 1167 y 1168, formulados en relación a los PE 02 057
EC01 2307F, 3561F, 3691M y 1917L. Relata que efectuó durante los años
2002/2004 numerosas exportaciones beneficiadas con reintegros, los cuales fueron
liquidados -siguiendo las disposiciones del Dec. 1011/91- por la RG AFIP N°
1342/2002, Anexo X “A”; que, con posterioridad a las operaciones efectuadas, la
DGA emitió la IG N° 1/2004, cuyo contenido explica; que, invocando la citada
instrucción, la Aduana formuló los cargos que ahora se apelan, mediante los que se
reclama el pago de los importes en concepto de reintegros impositivos
supuestamente pagados en exceso por la Aduana, en las operaciones de exportación
antes mencionadas; que, en virtud del art. 1058 del CA, procedió a pagar los
importes liquidados al sólo efecto de evitar posibles derivaciones del efecto
devolutivo de la impugnación, pero insistiendo en cuestionar la legitimidad de la
pretensión fiscal; y que el Administrador dictó resolución condenatoria entendiendo
que al momento de oficializarse los PE no se aplicó, para el cálculo de los
reintegros, el tope legal del inc. c) del art. 829 del CA, por lo cual, confirmó los
cargos. Aduce que en la resolución se omitió considerar los argumentos expuestos,
los cuales reitera en el presente. Sostiene que es improcedente la pretensión fiscal e
invoca el art. 793 del CA, que dispone que no se puede pretender exigir al
contribuyente el pago de tributos (en el caso: reintegros impositivos) fundado en
“una interpretación de la legislación tributaria que se hubiere adoptado con
posterioridad al momento del pago originario y que modificare la interpretación
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general, hasta entonces vigente, de conformidad con la cual dicho pago hubiere sido
efectuado...”. Cita doctrina y jurisprudencia. Considera que es indudable que los
reintegros fueron pagados conforme la interpretación establecida con carácter
general por la AFIP. Hace referencia a la RG AFIP N° 1161/01. Entiende que es
recién respecto de los PE posteriores al 4/8/2005 que la Aduana puede aplicar su
nueva interpretación y en consecuencia deducir el derecho de exportación para
calcular la base del reintegro. Manifiesta que la IG N° 1/2006 es palmariamente
ilegítima, dado que reconoce explícitamente en su tercer considerando que los
reintegros fueron pagados con los algoritmos determinados por una resolución de la
AFIP vigente a la fecha de las exportaciones. Solicita la restitución de los importes
abonados, liquidándose tomando el tipo de cambio vigente al día anterior al pago.
Indica que la obligación del Fisco Nacional es mantener la misma moneda para
mantener la igualdad entre las partes y las prestaciones debidas. Considera que los
intereses deben ser los que prevé el art. 794 del CA para créditos del Fisco. Ofrece
prueba. Hace reserva del caso federal. Solicita que se revoque la resolución apelada,
con expresa imposición de costas.
II) Que a fs. 38/50 la representación fiscal contesta el traslado que le fuera
oportunamente conferido. Niega todas y cada una de las afirmaciones de la actora
que no sean de su especial reconocimiento. Destaca que los algoritmos que se
encontraban ingresados al SIM para determinar la base de cálculo de los estímulos a
la exportación eran incorrectos, por cuanto no contemplaban el tope fijado por el
inciso c) del art. 829 del CA, y que dicha situación fue corregida por la IG N°
01/2004 que concluyó que debía procederse a formular los cargos que pudieran
corresponder para los casos en que se hubiese pagado estímulos en demasía por
destinaciones registradas con anterioridad a la citada IG, en el marco de los arts. 845
y cc. del CA, y así lo hizo. Se explaya sobre la IG 01/2004 y señala que, a
posteriori, la base respectiva fue receptada por la RG N° 1921/05 AFIP. Indica que
la IG N° 1/06 DGA reitera lo dispuesto por la normativa a la que se refiere y, por lo
tanto, concluye que los cargos formulados lo han sido dentro del marco legal vigente
en la materia. Menciona el art. 830 del CA del que colige que no ha violado el
principio de irretroactividad de la ley. Efectúa un análisis pormenorizado de los
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puntos centrales de la cuestión en trato. En cuanto a las Instrucciones Generales, las
define, cita jurisprudencia y entiende que no puede soslayarse que la LPA prevé la
posibilidad para la Administración de revocar sus propios actos, aun notificados, si
el interesado hubiere conocido el vicio. Considera que es sabido que, en el presente
caso, el interesado conocía el art. 829 inc. c) del CA y que, por lo tanto, no puede
pretender un “derecho adquirido” a la luz de normas con rango inferior al CA, las
cuales contenían una base de cálculo errónea. Respecto del Sistema Informático
María y los algoritmos, puntualiza que la recurrente no puede pretender que una
base de cálculo equivocada pueda generar la inmutabilidad de un pago mal
efectuado en virtud de un error. Entiende que se trata de un pago sin causa. Hace
referencia al Dictamen del PTN N° 30. Reitera lo establecido por el art. 829 del CA
en cuanto al tope de la base de cálculo de reintegro. Por último, aduce que no es un
dato menor el hecho de que la actora en ningún momento mencionó ni demostró que
la base de cálculo que tomó para autoliquidar los beneficios hubiera sido igual o
inferior a la base imponible que cabe tener en cuenta para la determinación de los
derechos de exportación, caso en el cual el pago habría sido correcto. Ofrece prueba.
Hace reserva del caso federal. Solicita que se dicte sentencia, rechazando el recurso,
con costas.
III) Que a fs. 51 se declara la causa de puro derecho. A fs. 54 se elevan los
autos a la Sala, que los pasa a sentencia.
IV) Que a fs. 1/5 del Expte. Nº 13289-21997-2007, el 8/8/07 BUNGE
ARGENTINA SA formula impugnación contra los cargos Nros. 1165, 1166, 1167 y
1168, formulados por la Aduana de San Lorenzo. A fs. 12/23 se informa que los
cargos impugnados fueron pagados al 31/8/07 y se adjuntan los comprobantes de
pago de las LMAN respectivas. A fs. 27/30 se glosan, ensobradas, las destinaciones
02 057 EC01 1917L, 2307F, 3561X y 3691M. A fs. 32/36 se dicta la Resolución N°
307/2009 (AD SALO), apelada en la especie.
V) Que la resolución apelada se funda en que el Dictamen N° 036/03 de la
Procuración del Tesoro de la Nación, en concordancia con el Memorando N° 842/02
de la Dirección Nacional de Impuestos, sostiene que los algoritmos que se
encontraban ingresados en el SIM para determinar la base del cálculo de los
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estímulos a la exportación eran incorrectos, “por cuanto no contemplaban el tope
fijado por el inciso c) del artículo 829 del CA. Es decir que dichas fórmulas
matemáticas de cálculo eran contrarias a la ley vigente en la materia, al omitir el
aludido tope legal”. Afirma que esta situación fue corregida por la Instrucción
General N° 01/2004 de la DGA. Luego de analizar el Dictamen N° 1577/04 (DV
RTAG) y la Instrucción General N° 1/06 de la DGA, arriba a la conclusión de que
los cargos formulados en el presente se ajustan a derecho.
Que la presente causa es sustancialmente análoga a la votada por la suscripta, entre
otras, el 7/11/08 en “El Marisco SA” (expte. N° 24.493-A) y “Mardi SA (expte. N°
24.652-A), cuyos fundamentos aplico mutatis mutandi en el sub-lite.
“Que la Instrucción General N° 01/2004 (DETEEX) de la DGA (…)
entiende que, a los fines de la liquidación de los estímulos a la exportación, las bases
de los mismos nunca pueden ser superiores al valor imponible que rige para la
determinación de los derechos de exportación -art. 829 inc. c) CA-, ‘valor imponible
que, definido en la norma de valoración que desarrollan los artículos 735 a 749 de
ese cuerpo legal, no incluye los derechos de exportación’. Por lo tanto, ‘corresponde
ratificar los algoritmos de cálculo para la liquidación de los estímulos, así como
también los de comparación con fundamento en la normativa vigente’ A
continuación, desarrolla las fórmulas. Agrega que, a través de la Dirección Técnica,
‘se procederá a la adecuación del Sistema Informático María en el sentido expuesto’,
y que el temperamento de esa Instrucción tiene vigencia para todas las destinaciones
de exportación para consumo registradas a partir del 29/3/04. Respecto de los
beneficios abonados con anterioridad o pendientes de pago, ‘las aduanas deberán
estar a la espera de las instrucciones que se impartirán oportunamente’.
”Que la Instrucción General 1/2006 de la DGA (…), se basó en la
Resolución General 1921 de la AFIP del 4/8/05, cuyo Anexo VI recepta la base para
la liquidación de estímulos establecida por la Instrucción General 1/2004. Por ello,
entendió que para las destinaciones registradas con anterioridad al 29/3/04 se deberá
proceder a formular los cargos que pudieran corresponder para los casos en los que,
en virtud de haberse utilizado una base de cálculo incorrecta, se hubieran pagado
estímulos en demasía. Para las destinaciones impagas oficializadas antes del
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29/3/04, corresponde abonar los reintegros de conformidad con la base correcta.
”Que esa Instrucción contempla que para ambos casos ‘toda vez que los
algoritmos utilizados fueran aprobados por la Resolución General N° 1342 (AFIP),
la conducta del documentante que percibió los beneficios calculados según una base
errónea, no resulta encuadrable en las previsiones del artículo 954 y siguientes del
Código Aduanero, por lo cual no deben iniciarse actuaciones sumariales a los
mismos. A los fines de determinar las destinaciones involucradas, la Dirección de
Informática Aduanera ha confeccionado un listado…’.
”Que de lo expresado resulta que los cálculos a los que la DGA califica
como erróneos resultaban de la aplicación del sistema Informático María, razón por
la cual se consideró que la conducta de los beneficiarios de los estímulos a la
exportación comprendidos en esas Instrucciones no era configurativa de la
infracción de declaración inexacta”.
Que las destinaciones de la especie han sido oficializadas en el año 2002
(ver fs. 27/30 de los ant. adm.), por lo que se habrían aplicado los algoritmos de la
Resolución General N° 1342 (AFIP).
Que, en primer lugar, debe recordarse que Giuliani Fonrouge enseñaba que
las circulares normativas o instrucciones emitidas por las dependencias oficiales no
tienen carácter obligatorio para los particulares, “por tratarse de disposiciones
internas con efectos en el orden jerárquico de la Administración”. Agregaba que “si,
como suele acaecer, las normas contenidas en las instrucciones se apartaran de la
ley, resultarían viciadas de ilegalidad y no deberían aplicarse, aun resultando
favorables a los contribuyentes, careciendo de efecto vinculativo para la propia
Administración” (GIULIANI FONROUGE, Carlos M., Derecho Financiero, vol. I,
1986, p. 65; vol. I, 1997, p. 89; t. I, 2004, ps. 71 y 72).
Que, por mi parte, he limitado la validez de las instrucciones de los
organismos recaudadores sólo al caso de que fuesen favorables a los contribuyentes,
ya que éstos podrían invocarlas como interpretación general del organismo, a efectos
de considerarse liberados por el pago efectuado conforme a ellas, así como para
enervar la presunción de culpabilidad si se imputa al particular alguna infracción
impositiva. Por lo demás, de ser favorables a los contribuyentes, es obvio que no
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estarían interesados en requerir la declaración de su ilegalidad (GARCÍA
VIZCAÍNO, Catalina, Derecho Tributario, Tomo I, ps. 178/179, AbeledoPerrot, 4a.
Edición, Buenos Aires, 2009).
Que se ha destacado que las instrucciones generales “no son publicables en
el Boletín Oficial, ni tienen alcance normativo frente a contribuyentes y terceros”
(GÓMEZ, Teresa - FOLCO, Carlos M. Procedimiento tributario, 6ª ed., LA LEY,
Buenos Aires, 2009, p. 30).
Que en sentido análogo el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, por
sentencia del 16/6/1994, declaró la nulidad de una circular de la Dirección General
de Tributos porque, lejos de fijar criterios de actuación para los funcionarios a
quienes se dirigía, imponía una conducta expresa de acatamiento por parte de los
administrados, sin competencia para ello (conf. MARTÍN QUERALT, Martín LOZANO SERRANO, Carmelo - CASADO OLLERO, Gabriel - TEJERIZO
LÓPEZ, José M., Curso de derecho financiero y tributario, p. 155, 11a. Edición,
Madrid, 2000).
Que, en segundo lugar, si bien las instrucciones de los organismos
recaudadores no constituyen fuente de derecho para los organismos jurisdiccionales
(salvo que sean más favorables al interesado), ello no quita que se deba examinar la
normativa que rige el caso a fin de arribar a una solución ajustada a derecho.
Que en la especie, cualquiera que sea el criterio que se sustente acerca de la
base de cálculo de los estímulos a la exportación, no se encuentra controvertido que
los pagos efectuados por el Fisco tuvieron por origen los algoritmos incorporados al
Sistema Informático María.
Que aunque en el sub-lite no se trata del pago de tributos efectuado por el
sujeto pasivo de la obligación tributaria, sino de sumas pagadas por el Fisco en
concepto de estímulos a la exportación que habrían resultado en demasía, considero
aplicable la doctrina del efecto liberatorio del pago de la Corte Suprema de Justicia
de la Nación, salvo dolo o culpa grave de la apelante, lo que ni siquiera se ha
invocado en la especie.
Que la Corte Suprema ha sostenido en “Armando Victorio Garibotti”, del
20/11/72 (Fallos, 284:232), que el error “en cuanto a la corrección del ejercicio de
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sus propias y exclusivas atribuciones por parte de las autoridades receptoras de
impuestos no perjudica al contribuyente, en tanto no haya mediado dolo o culpa
grave de éste (Fallos, 258:208; 259:382 y otros)”, ya que “exigencias notorias tanto
de la estabilidad de los negocios jurídicos como del orden justo de la coexistencia,
imponen el reconocimiento de la existencia de agravio constitucional en la
reapertura de cuestiones definitivamente finiquitadas y sobre la base de una
modificación posterior e imprevisible del criterio pertinente en la aplicación de las
leyes que rigen el caso” (la bastardilla es del presente).
Que, por lo demás, ha dicho la Corte Suprema que, aun mediando error en
la percepción de un impuesto, no podría invocarse por el Estado para exigir un
nuevo pago, ni siquiera en el supuesto de resultar de inmediata verificación por el
contribuyente, por no ser función ni obligación de los particulares fiscalizar,
controlar o apercibir al Estado por el descuido o ineficacia de la percepción de la
renta (Fallos, 209:213; 258:208; 259:382; 264:124).
Que esta doctrina fue aplicada, asimismo, por la Corte Suprema, entre otros,
en “Bernasconi SA”, del 12/11/98 respecto de las revaluaciones inmobiliarias
retroactivas que pretendieron aplicarse en la Ciudad de Buenos Aires, en la cual ese
Alto Tribunal sostuvo que “ha resuelto con énfasis y reiteración que la seguridad
jurídica -que se vería claramente menoscabada de prosperar la tesis de la comunatiene jerarquía constitucional (Fallos, 220:5; 251:78; 317:218, consid. 9°, entre
muchos otros)”.
Que, en síntesis, como resume Dino Jarach, conforme a la doctrina del
efecto liberatorio del pago formulada por la Corte Suprema, salvo que la
administración sea inducida al error por el dolo del administrado, “rige el principio
que el organismo recaudador debe cargar con sus propios errores”
(Finanzas
públicas y derecho tributario, pág. 449. Ed. Cangallo. Buenos Aires. 1989).
Que es oportuno aclarar que la doctrina de la Corte Suprema del efecto
liberatorio del pago no se aplica sólo al supuesto de Fallos, 284:232 que la suscripta
ha citado únicamente como ejemplo de la consideración del error por parte de las
autoridades receptores de impuestos, sino que también comprende entre otras
hipótesis “la más frecuente de que mediante la intervención del ente recaudador se
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hubiese aceptado la liquidación presentada por el deudor del tributo u otorgado
recibo de pago con efecto cancelatorio” (cfr. Corte Sup., “Ángel Moiso y Cía. SRL”,
del 24/11/81, y sus citas -Fallos, 303:1835-). La aludida aceptación del pago no
refiere a la simple boleta bancaria que demuestra que se ingresó cierto importe sin
que éste haya sido aceptado por el organismo recaudador con efectos extintivos o
liberatorios -caso en el cual se aplican los arts. 792 y 793 del CA-, a diferencia del
supuesto de que tal organismo acepte expresamente el “pago”, es decir, “el
cumplimiento de la prestación que hace el objeto de la obligación …” -art. 725 del
C.C.-); en este último supuesto el organismo recaudador debe cargar con
sus
propios errores, salvo ocultación, dolo o culpa grave del contribuyente (cfr. García
Vizcaíno, Catalina, Derecho Tributario, T. I. págs. 261/267, 4ª ed. También Tomo I,
págs. 300/305, 3ª edición LexisNexis, Buenos Aires, 2007. También Tomo I, págs.
198/99 y 365. 1ª y 2ª edición. Depalma. 1996 y 1999).
Que si el Estado ha implementado el Sistema Informático María debe
garantizar a los operadores su efectividad, sin generarles cargas adicionales por
deficiencias del Sistema.
Que las liquidaciones del Sistema Informático María tienen el carácter de
efectuadas por el Estado (semejantes a las del impuesto inmobiliario a que se refirió
la Corte Suprema en el citado pronunciamiento del 12/11/98 dictado en “Bernasconi
SA”), siendo responsables los operadores por los datos que vuelquen en ellas, pero
no por los defectos de algoritmos de que pudiera adolecer el Sistema.
VI) Que, a mayor abundamiento, cuadra destacar que la detracción de los
derechos y demás tributos que gravaren la exportación del “valor imponible” ha sido
prevista en el art. 737 del CA.
Que, empero, el Dictamen N° 36/03 del 16/1/03 de la Procuración del
Tesoro de la Nación (Dictámenes 244:144; sitio de Internet: www.ptn.gov.ar) ha
sido favorable a la pretensión de la actora en el sentido de incluir los derechos de
exportación en la base para calcular los estímulos a la exportación.
Que es así que dicho Dictamen sostuvo que a los efectos de fijar la base para
liquidar los estímulos a la exportación corresponde incluir el valor de los tributos
que pueden gravarla. La inclusión de los derechos de exportación en la base de
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cálculo corresponde por expresa disposición reglamentaria, sin perjuicio de la
aplicación del valor imponible definido por los artículos 734 a 749 del Código
Aduanero (esto es, de un valor del que se detraen los derechos y tributos a la
exportación), cuando aquella base supera al referido valor imponible. De este modo,
la base para calcular los estímulos a la exportación estará configurada por el valor
FOB de la mercadería a exportar, neto del valor CIF de los insumos importados
incorporados en la misma y el monto abonado en concepto de comisiones y
corretajes. Sobre esta base debe aplicarse la alícuota del reintegro o reembolso
siempre que ella no supere el valor considerado en los artículos 734 a 749 del
Código Aduanero, con más las adiciones que correspondan según el artículo 829,
inciso c) del citado plexo normativo.
Que a ello se agrega que ese Dictamen ha puntualizado que el régimen de
estímulos a las exportaciones se aparta de la norma de valoración adoptada por el
Código Aduanero para la aplicación de los derechos de exportación, que los excluye
del valor imponible. Ese régimen de valoración persigue evitar la liquidación de los
tributos a la exportación sobre una base de cálculo -un precio de venta en
determinadas condiciones-, que incluya a su vez el importe de los eventuales
derechos que deben pagarse, exclusión que ha obtenido la aprobación doctrinaria de
los propios autores del Código Aduanero.
Que tal Dictamen señala, asimismo, que en lo atinente al régimen de
estímulos a la exportación, al ejercer el Poder Ejecutivo Nacional la competencia
atribuida por el artículo 829, inciso c) del Código Aduanero, dispuso expresamente
que el importe del reintegro y del reembolso será aplicable sobre el valor FOB, FOR
o FOT de la mercadería a exportar, neto del valor CIF de los insumos importados
incorporados en la misma y el monto abonado en concepto de comisiones y
corretajes. Cabe tener presente que las condiciones FOB, FOR o FOT resultan
comprensivas de los derechos de exportación.
Que lo expresado abona la aplicación de la doctrina del efecto liberatorio del
pago de la Corte Suprema (aunque se trate del pago del Fisco al contribuyente de
derechos de exportación), ya que los pagos percibidos por la actora fueron acordes a
la interpretación general vigente de la Res. Gral. AFIP 1342/02.
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Que las facultades conferidas al Fisco en los arts. 845 a 855 del CA no
deben afectar la seguridad jurídica que subyace en la doctrina del efecto liberatorio
del pago, pudiéndose ejercer esas facultades v.gr., en cuanto a inexactitudes de
hecho en que incurrieren los exportadores o ilícitos cometidos por éstos.
VII) Que por lo que surge de los puntos precedentes corresponde revocar la
resolución apelada y los cargos por ésta confirmados y hacer lugar a la devolución
de los importes abonados por la apelante, cuyo ingreso reconoce el art. 2° de esa
resolución.
Que la actora peticiona que los importes que se le devuelvan sean liquidados
tomando el tipo de cambio vigente al día anterior al pago por parte del DGA, lo que
debe prosperar.
Que para ello debe tenerse en cuenta que las sumas ingresadas por la
recurrente han sido las siguientes:
N° de Cargo
PE
Sumas ingresadas por la
actora (fs. 15/23 de los
ant. adm.)
1165
02 057 EC01 2307F
U$S 97,35
1166
02 057 EC01 3561X
U$S 327,52
1167
02 057 EC01 3691M
U$S 54,65
1168
02 057 EC01 1917L
U$S 257,72
TOTAL
U$S 737,24
Que, en cambio, no puede prosperar la aplicación de los intereses del art.
794 del CA, atento a que rige en la actualidad el art. 3° de la res. gral. del MEF
492/2006, por el cual los intereses del art. 838 del CA ascienden al 0,5% mensual.
Que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido, por mayoría, el
18/3/1986 in re “Arcana, Orazio” (Fallos 308:283), que los intereses resarcitorios
del entonces art. 42 [hoy art. 37] de la ley 11.683 (a diferencia de los intereses por
repetición de tributos del entonces art. 161 [hoy art. 179] de la citada ley) tienen por
fin permitir el normal desenvolvimiento de las finalidades del Estado, lo cual
justifica la elevación de las tasas más allá de lo normal, “elevación que […] no
beneficia a personas determinadas sino a la comunidad toda”.
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Que, por otra, parte, La sala 5ª de la C. Nac. Cont. Adm. Fed., el 5/2/1998
en “Neumáticos Goodyear SA” y sus citas (LL 1999-D-354; Suplemento de
Derecho Administrativo de LL del 2/8/1999, p. 6; AP 60001787), sostuvo que el art.
794 del CAd., que faculta a la Secretaría de Hacienda a fijar la tasa de interés
aplicable al atraso en el pago de un tributo aduanero, no importa una
inconstitucional delegación de funciones legislativas, “toda vez que en aquella
norma aparecen las pautas normativas a las que debe sujetarse la fijación de las tasas
de interés y los límites de tal facultad, quedando librado a la Secretaría de Hacienda
sólo un aspecto variable que el legislador ha estimado conveniente delegar, por la
dinámica propia de la unidad económica, no tratándose, por lo demás, de materia
que por su naturaleza sea insusceptible de delegación”. La remisión que hace el art.
812 del CAd. “no puede sino entenderse en el sentido [de] que se aplicarán en tal
supuesto los intereses que determine la Secretaría de Hacienda, en sentido similar,
para el supuesto del art. 794; sin que ello implique necesariamente que los intereses
fijados deban ser iguales cuando se trate de acciones diferentes”. La Corte Sup.
compartió este criterio el
9/11/2000 en “Neumáticos Goodyear SA” (Fallos
323:3412).
VIII) Que la forma en que voto el presente torna inoficiosa la consideración
del resto de las cuestiones planteadas.
Por ello, voto por:
1°) Revocar la Resolución N° 307/2009 (AD SALO) y los cargos Nros.
1165, 1166, 1167 y 1168 por ésta confirmados. Con costas.
2°) Hacer lugar a la devolución de la suma de dólares setecientos treinta y
siete con 24/100 (U$S 737,24) importe que deberá convertirse en pesos, al tipo de
cambio del día anterior al que la DGA efectúe el pago, con más los intereses del art.
838 del Código Aduanero que deben calcularse desde la fecha en que la actora
ingresó los importes reclamados (ver fs. 16/23 de los ant. adm.).
La Dra. Winkler dijo:
Que adhiero al voto precedente.
La Dra. Cora M. Musso dijo:
Que adhiero al voto de la Dra. García Vizcaíno.
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De conformidad con el acuerdo que antecede, por unanimidad, SE
RESUELVE:
1°) Revocar la Resolución N° 307/2009 (AD SALO) y los cargos Nros.
1165, 1166, 1167 y 1168 por ésta confirmados. Con costas.
2°) Hacer lugar a la devolución de la suma de dólares setecientos treinta y
siete con 24/100 (U$S 737,24) importe que deberá convertirse en pesos, al tipo de
cambio del día anterior al que la DGA efectúe el pago, con más los intereses del art.
838 del Código Aduanero que deben calcularse desde la fecha en que la actora
ingresó los importes reclamados (ver fs. 16/23 de los ant. adm.).
Regístrese,
notifíquese,
administrativos y archívese.
oportunamente
devuélvanse
los
antecedentes
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