QUEJOSO: (NOMBRE PRIMER TRABAJADOR) Y OTROS VS. PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, SECRETARIA DE HACIENDA, BANCO DE MÉXICO, CONSAR, PENSIONISSSTE, COMISIÓN NACIONAL DE LOS SALARIOS MÍNIMOS Y OTROS AMPARO INDIRECTO No.: C. JUEZ DE DISTRITO EN MATERIA DE TRABAJO EN EL DISTRITO FEDERAL, EN TURNO PRESENTE. NOMBRE COMPLETO DEL PRIMER TRABAJADOR Y DEMÁS NOMBRES (En este apartado señalar nombre por nombre seguidos de una coma, pudiendo presentar el amparo con este formato de 1 hasta 100 trabajadores para su mejor manejo), por nuestro propio derecho, en nuestro carácter de trabajadores y cotizantes del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), personalidad, legitimación e identidad que acreditamos con el talón de pago, credencial para votar y demás documentales que en original y/o en copia exhibimos por cada uno de los demandantes y que anexamos al presente para acreditar nuestro interés jurídico en el presente juicio, designando en términos del artículo 20 de la Ley de Amparo, como Representante Común de los quejosos al primero de los nombrados; y, autorizando en los términos más amplios del artículo 27 de dicha Ley, así como para oír y recibir notificaciones y documentos, indistintamente, a los CC. LIC. EDUARDO MIRANDA ESQUIVEL, JESUS CERVANTES ESPARZA, OMAR GARIBAY GUERRA, LUIS MIGUEL GÚZMAN MIRANDA, JESÚS GARCÍA JÍMENEZ, JUAN ESTUARDO RUBIO GUALITO, ENRIQUE MARTINEZ ZARATE, GUILLERMO CASILLAS RODRIGUEZ, JUAN ESTUARDO RUBIO ANDRIGUETTI, CLAUDIA VAZQUEZ RAMOS, CÉSAR ADRIÁN DE LEÓN GUADIANA, MARGARITO TAVERA BERNAL y DULCE CERECEDO BELTRÁN, señalando como domicilio para el mismo efecto, el ubicado en las calles de: AVENIDA JUAREZ No. 30 DESPACHO 402, CENTRO, DELEGACIÓN CUAUHTÉMOC, 06050, MEXICO DF., con el debido respeto comparecemos y como mejor proceda en derecho de amparo, decimos: Por medio del presente ocurso y con fundamento en lo dispuesto por los artículos 1, 4, 5, 36, 114 fracción I y demás relativos y aplicables de la Ley de Amparo, reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y estando dentro del término que concede la Ley invocada, venimos a solicitar el AMPARO Y PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA FEDERAL en contra de los actos y de las autoridades que más adelante se precisan. A efecto de dar cumplimiento a lo dispuesto por el imperativo categórico 116 de la citada Ley de Amparo, bajo protesta de decir verdad, manifestamos: I.- NOMBRE Y DOMICILIO DEL QUEJOSO: nuestro nombre y domicilio convencional quedó identificado en el proemio y nuestros domicilios personales son los que aparecen en la Credencial para Votar, que en copia simple exhibimos por cada uno de nosotros y/o con el certificado de residencia y/o documental que en original se adjunta. II.- NOMBRE Y DOMICILIO DEL TERCERO PERJUDICADO: no existe. III.- AUTORIDADES RESPONSABLES, como ordenadoras y ejecutoras: 1.- C. PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, con domicilio en Residencia Oficial de los Pinos Casa Miguel Alemán Planta Alta, Col. San Miguel Chapultepec, Delegación Miguel Hidalgo, CP. 11850, México, Distrito Federal. 2 2.- C. GOBERNADOR DEL BANCO DE MÉXICO, con domicilio en Isabel la Católica No. 54, Esquina República de Uruguay, Centro, DF. 3.- C. TITULAR DE LA SECRETARIA DE HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO (SHyCP), con domicilio en Palacio Nacional, Plaza de la Constitución S/n, Centro, 06000, DF.; y, 4.- C. PRESIDENTE DE LA COMISIÓN NACIONAL DE LOS SALARIOS MÍNIMOS, con domicilio en Av. Cuauhtémoc No. 14, Doctores, 06720, México, DF. 5.- H. CONSEJO DE REPRESENTANTES DE LA COMISIÓN NACIONAL DE LOS SALARIOS MÍNIMOS, con domicilio en Av. Cuauhtémoc No. 14, Doctores, DF. 6.- C. DIRECTOR GENERAL DE LA COMISIÓN NACIONAL DEL SISTEMA DE AHORRO PARA EL RETIRO (CONSAR), con domicilio en: Camino a Santa Teresa No. 1040, 2º Piso, Col. Jardines en la Montaña, 14210, Tlalpan, México, DF. 7.- C. TITULAR DEL PENSIONISSSTE (FONDO NACIONAL DE PENSIONES DE LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO), con domicilio en: Insurgentes Sur No. 1971, Torre III, Piso 3, México, DF. 8.- C. DIRECTOR GENERAL DEL INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS TRABAJADORES DEL ESTADO (ISSSTE), con domicilio en Avenida de la República Número 140, Tabacalera, Delegación Cuauhtémoc, CP 06030, México DF, y/o Reforma 19, Centro, DF, mismo domicilio con dos entradas. 9.- C. DIRECTOR GENERAL DEL BANCO DEL AHORRO NACIONAL Y SERVICIOS FINANCIEROS SOCIEDAD NACIONAL DE CRÉDITO BANSEFI, con domicilio en: Río Magdalena 115, Colonia Tizapán San Ángel, 1090, Álvaro Obregón, México, DF. IV.- ACTO RECLAMADO: DEL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, DEL PRESIDENTE DE LA COMISION NACIONAL DE LOS SALARIOS MINIMOS, DEL H. CONSEJO DE REPRESENTANTES DE LA COMISIÒN NACIONAL DE SALARIOS MÍNIMOS; así como, DEL GOBERNADOR DEL BANCO DE MÉXICO; y, EL TITULAR DE LA SECRETARIA DE HACIENDA Y CREDITO PÚBLICO, se reclama: ACTO RECLAMADO PRIMERO.- LA INCONSTITUCIONAL APROBACIÓN, PUBLICACIÓN Y VIGENCIA DE LA RESOLUCION, EN SUS CONSIDERANDOS Y RESOLUTIVOS, POR LA CUAL SE FIJAN LOS SALARIOS MINIMOS GENERALES Y PROFESIONALES VIGENTES A PARTIR DEL PRIMERO DE ENERO DE 2009, PUBLICADA EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN DE FECHA 23 DE DICIEMBRE DEL 2008, Y QUE ENTRÓ EN VIGOR EL PRIMERO DE ENERO DE 2009, EN VIRTUD DE QUE EL INCREMENTO FIJADO A LOS SALARIOS MÍNIMOS DEL PAÍS Y QUE REPERCUTE EN EL INCREMENTO DE LOS SUELDOS DEL SECTOR PÚBLICO, ASÍ COMO, EN LAS CUOTAS Y APORTACIONES AL SISTEMA DE RETIRO, ES NOTORIAMENTE INSUFICIENTE PARA RECUPERAR Y MEJORAR EL PODER ADQUISITIVO DE LOS TRABAJADORES, HOY PARTE QUEJOSA; SIN QUE DICHO AUMENTO TENGA UNA INCIDENCIA TRASCENDENTE EN EL AHORRO LABORAL DEL TRABAJADOR, PERJUDICANDO LA CUANTÍA DE LA FUTURA PENSIÓN DE RETIRO QUE SE PERCIBA, ASÍ COMO, LA INDEBIDA ACTUACIÓN DEL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, DEL GOBERNADOR DEL BANCO CENTRAL DEL ESTADO MEXICANO Y DEL TITULAR DE LA SHyCP PARA CONSTITUCIONALMENTE PROCURAR LA ESTABILIDAD DEL PODER ADQUISITIVO DE LA MONEDA Y UN INCREMENTO DE SALARIOS Y SUELDOS REMUNERADOR. 3 DEL DIRECTOR GENERAL DE LA COMISIÓN NACIONAL DEL SISTEMA DE AHORRO PARA EL RETIRO (CONSAR), EL BANCO DE MÉXICO, LA SECRETARIA DE HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO (SHyCP); DEL DIRECTOR GENERAL DEL PENSIONISSTE, DEL DIRECTOR GENERAL DEL INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS TRABAJADORES DEL ESTADO ISSSTE; Y, EL PENSIONISSSTE, se reclama: ACTO RECLAMADO SEGUNDO.- LA INCONSTITUCIONAL Y OMISIVA OBLIGACIÓN DE REGULAR, SUPERVISAR, VIGILAR, INSPECCIONAR Y SANCIONAR LA LEONINA ADMINISTRACIÓN DE LOS FONDOS PARA EL RETIRO DE LOS TRABAJADORES, HOY PARTE QUEJOSA, POR PARTE DE LAS ADMINISTRADORAS DE FONDOS PARA EL RETIRO (AFORES), VULNERANDO CON ELLO, EL REGIMEN DEMOCRÀTICO Y LA DEBIDA RECTORIA DEL ESTADO PARA LA PLANEACIÓN Y DESARROLLO CON EQUIDAD Y JUSTA DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA EN EL PAÍS, PRODUCIENDO DICHOS ACTOS, VENTAJAS Y GANANCIAS FINANCIERAS PARA LAS AFORES Y PÉRDIDAS PARA LOS TRABAJADORES, POR EL COBRO EXCESIVO DE COMISIONES DE MANEJO DE CUENTAS Y MINUSVALÍAS EN LOS ACTIVOS (SALDOS) DE LAS CUENTAS INDIVIDUALES, PATRIMONIO DE LOS TRABAJADORES, HOY PARTE QUEJOSA. ASÍ COMO, LA SISTEMÁTICA VIOLACIÓN A LOS ARTÍCULOS 3, 25, 26, 28 Y 123 DE LA CONSTITUCIÓN EN MATERIA DE RECTORÍA ECONÓMICA DEL ESTADO, EN TÉRMINOS DE LOS ARGUMENTOS QUE SE ESGRIMIRÁN EN EL CAPÍTULO CORRESPONDIENTE DEL PRESENTE LIBELO. DEL DIRECTOR GENERAL DEL PENSIONISSTE, DEL DIRECTOR GENERAL DEL INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS TRABAJADORES DEL ESTADO ISSSTE, DEL C. TITULAR DE LA SECRETARIA DE HACIENDA Y CREDITO PÚBLICO SHyCP, DEL DIRECTOR GENERAL DE LA COMISIÓN NACIONAL DEL SISTEMA DE AHORRO PARA EL RETIRO (CONSAR), Y, DEL BANCO DEL AHORRO NACIONAL Y SERVICIOS FINANCIEROS SOCIEDAD NACIONAL DE CRÉDITO BANSEFI, se reclama: ACTO RECLAMADO TERCERO.- LA INCONSTITUCIONAL E INEXACTA APLICACIÓN Y EJECUCIÓN DEL ARTÍCULO DÉCIMO SEGUNDO TRANSITORIO DE LA LEY DEL INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS TRABAJADORES DEL ESTADO, PUBLICADA EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN DEL SÁBADO 31 DE MARZO DE 2007, EN VIRTUD DE LA ILEGAL TRANSFERENCIA Y RETENCIÓN DE LOS RECURSOS DE LOS FONDOS DE AHORRO PARA EL RETIRO DE LA PARTE QUEJOSA, EN EL PENSIONISSSTE; ASÍ COMO LA OPERACIÓN IRREGULAR DE ÉSTE, AL CARECER DEL ÍNDICE MÍNIMO DE CAPITALIZACIÓN QUE GARANTICE SU SANA OPERACIÓN COMO INTERMEDIARIA FINANCIERA EN LA ADMINISTRACIÓN DE LOS FONDOS DE RETIRO, ASÍ COMO, LA INCONSTITUCIONAL E ILEGAL CONCENTRACIÓN DE LOS FONDOS DE AHORRO DE LOS TRABAJDORES, HOY PARTE QUEJOSA, EN EL BANCO DEL AHORRO NACIONAL Y SERVICIOS FINANCIEROS BANSEFI. V.- FECHA DE NOTIFICACIÓN DEL ACTO RECLAMADO.- La parte quejosa se hizo sabedora y/o notificada del primer acto reclamado el día primero de enero del año 2009, como primer acto de aplicación de entrada en vigor de la resolución (amparo contra leyes), por la cual se establecen los salarios mínimos vigentes a partir del 2009 publicada en el Diario Oficial de la Federación con fecha 23 de diciembre del 2008; y, por cuanto hace, al segundo y tercer acto reclamados, bajo protesta de decir verdad, la parte quejosa fue enterada y/o se hizo sabedora, a partir del de de 2009 (ésta fecha en cada amparo deberá anotarse, poniendo la fecha más antigua del grupo amparista, en que se enteraron de su estado del SAR y a partir de ahí contar 15 4 días hábiles para la presentación del amparo, tratando que no pase del 13 de febrero, porque ese día se vence la impugnación del aumento al salario mínimo), al ser informados en el Banco en el que se suponía se encontraban nuestros ahorros para el retiro (SAR92, FOVISSSTE y SAR 2008), que dichos ahorros se encontraban en BANSEFI, institución en la que se me entregó un estado de cuenta del cual se desprende que dichos fondos están concentrados en dicha Sociedad Nacional de Crédito, administrados por el Pensionissste. VI.- PRECEPTOS CONSTITUCIONALES QUE SE ESTIMAN VIOLADOS: Estimamos que las responsables violan y restringen en perjuicio de la parte quejosa los artículos 3º (régimen democrático de gobierno y de vida, con equidad, justicia y bienestar); 14 (irretroactividad de la Ley, seguridad jurídica y audiencia), 16 (legalidad y seguridad jurídica), 25 y 26 (rectoría económica del Estado y planeación democrática del desarrollo nacional), 28 (regulación del Banco de México), 39 (poder público en beneficio del pueblo) 89 (obligaciones del Presidente), 94 (funcionamiento de la Administración Pública) y 123 “A” fracción VI y XXVII (salario remunerador, fijación de los salarios mínimos e irrenunciabilidad de derechos) y 123 “B” fracción IV (fijación de los sueldos de los empleados públicos) y XI (derecho de seguridad social) de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relación a los artículos 1° párrafos primero y tercero (garantía de igualdad), 13 (garantía de igualdad) y 133 (Ley suprema) del mismo ordenamiento legal invocado. VII.- PROTESTA LEGAL: Los hechos y abstenciones que a continuación narramos son ciertos, así lo manifestamos BAJO PROTESTA DE DECIR VERDAD, pues son los que constituyen los siguientes: ANTECEDENTES DEL ACTO RECLAMADO 1.- La seguridad social es un derecho humano laboral que se conquistó en México como producto de la lucha obrera, sindical, cooperativa, mutualista y social, a lo largo del Siglo XIX y XX, y que reconoció el Estado mexicano en el artículo 123 de la Constitución de la República, mediante las cajas de seguros populares y la previsión social, y posteriormente en otras disposiciones legales. 2.- El constitucionalismo social erigido con la Revolución Mexicana y la Constitución de 1917, establecieron el Estado social de derecho y en materia económica un sistema mixto bajo la rectoría del Estado, con la facultad y obligación de promover el desarrollo nacional, fomentando el empleo, el bienestar, la equidad social y la justa distribución de la riqueza, conforme lo establecido en los artículos 1º, 3, 25, 26, 27, 28 y 73 de la Constitución federal, además de establecer que el poder público dimana de la soberanía popular y se instituye en beneficio del pueblo, y los derechos laborales y de seguridad social, en los artículos 39 y 123 de la Constitución Federal. 3.- El 6 de septiembre de 1929, se publica la reforma al párrafo primero y la fracción XXIX del artículo 123, federalizando la expedición de las leyes del trabajo y se establece la Ley del Seguro Social como de utilidad publica. 19 de enero de 1943, se publica la Ley que crea el Instituto Mexicano del Seguro Social IMSS, y, el 30 de diciembre de 1959, se publica la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio del Estado ISSSTE, así como, el 5 de diciembre de 1960 se publica el Decreto que crea los apartados A y B del artículo 123, normando con el apartado “B” las relaciones de trabajo entre el Estado y sus trabajadores. 4.- El 21 de diciembre de 1995, se publica una nueva Ley del Seguro Social en el Diario Oficial de la Federación, que amplia su cobertura y establece el sistema de cuentas individuales de ahorro para el retiro y las Afores, entrando en vigor, éstas, el 1º de julio de 1997, publicándose previamente en 1996 la Ley de la CONSAR. 5 5.- El sistema de seguridad social del IMSS y del ISSSTE se basó en una concepción de corresponsabilidad tripartita – Estado, patrones y trabajadores -, basada en la solidaridad y obligación tutelar del Estado social, que operó mediante la constitución de reservas actuariales constituidas a partir del ahorro de los trabajadores, las aportaciones de la patronal y del Estado, como mecanismos indirectos de apoyo al salario y la administración del Estado de los fondos, sin costo para los trabajadores. 6.- En ese contexto, el Ejecutivo Federal por sí y al mando de la administración pública federal, tiene la obligación de proveer en la esfera administrativa la exacta observancia de la Ley, de acuerdo con lo preceptuado en los artículos 89 fracción I y 94 de la Constitución; y, por su parte, el Banco de México, conforme al artículo 28 Constitucional, es el banco central del Estado mexicano que tiene la facultad de proveer y regular la moneda nacional, teniendo como objetivo prioritario procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda, junto con otros entes públicos (SHyCP, CNVB, CNSF), que intervienen en la supervisión del sistema financiero, así como la CONSAR, que tiene como misión proteger los ahorro del retiro de los trabajadores y que se derivan del sistema de seguridad social, además, de la CONASAMI, que fija los salarios mínimos generales y profesionales del país. 7.- El 31 de marzo de 2007, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, la nueva LEY DEL INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS TRABAJADORES DEL ESTADO, entrando en vigor al día siguiente de su publicación; y, el 14 de diciembre de 2007, fueron publicados en el Diario Oficial el Reglamento de dicha Ley, para el ejercicio del derecho de opción (décimo transitorio o bonoissste) mismo que fue reformado el 27 de junio del 2008 estableciendo una prórroga hasta el 14 de noviembre del mismo año, y una vez agotada dicha prórroga, unos trabajadores por decisión propia y otros, incluidos por disposición de Ley, quedaron en el régimen de reparto establecido el artículo DECIMO TRANSITORIO de la Ley en comento. 8.- Con el establecimiento del sistema de cuentas individuales a partir de 1992, la creación de las Afores en 1995 y Pensionissste en 2007, se consideró por el Estado mexicano y las Autoridades Responsables que la sustitución del sistema de reparto por el de capitalización de cuentas individuales, traería un sistema de pensiones dignas con sustentatibilidad, transparencia y legalidad, que dichas pensiones serían inmunes a la devaluación e inflación, que los ahorros se capitalizarían de manera extraordinaria con las Afores y Siefores y se generarían más empleos en el país, sin embargo, los hechos y los resultados son diferentes, el sistema de ahorro para el retiro en México es caro, inequitativo y poco transparente en perjuicio de los trabajadores. 9.- Con la nueva Ley del ISSSTE y régimen financiero de los derechos laborales de seguridad social y patrimoniales de los trabajadores, constituidos por sus ahorros del retiro, se encuentran en constante riesgo de perderse, con motivo de una serie de factores económicos, políticos y sociales, que vulneran nuestro derecho mínimo al bienestar económico y social, violentando la obligación del Estado de cumplir con la Ley y los Convenios internacionales, como derechos universalmente reconocidos, en instrumentos como el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales vigente desde el 3 de enero de 1976, así como en la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados vigente desde 12 de diciembre de 1974, ambos pactos internacionales ratificados por México y que de acuerdo al artículo 133 de la Constitución tienen el carácter de norma suprema de la Unión, solo por debajo de la Carta Magna, en los cuales se establece la exigencia de una regulación Estatal de la fuerzas del mercado, así como la obligación del Estado y gobiernos de garantizar un nivel de vida digno de todos sus integrantes, por lo que en estas circunstancias los trabajadores mexicanos, hoy parte quejosa, recurrimos una vez más al poder judicial, para demandar el amparo y protección federal, en razón de que los actos de autoridad reclamados, nos causan los siguientes: 6 CONCEPTO DE VIOLACIÓN PRIMERO.- INCONSTITUCIONAL INCREMENTO A LOS SALARIOS MÍNIMOS GENERALES Y PROFESIONALES DEL PAÍS, NO SÓLO POR SU NULA REPERCUSIÓN EN EL MEJORAMIENTO DEL PODER ADQUISITIVO DEL TRABAJADOR, HOY QUEJOSO; SINO TAMBIÉN PORQUE SU INTRASCENDENTE AUMENTO INCIDE NEGATIVAMENTE EN LA CUANTÍA DEL AHORRO LABORAL DEL TRABAJADOR, PERJUDICANDO LA CUANTÍA DE SU FUTURA PENSIÓN DE RETIRO. La inconstitucional aprobación, publicación y vigencia de la resolución, en todos y cada uno sus considerandos y resolutivos, por la cual se fijan los salarios mínimos generales y profesionales vigentes a partir del primero de enero de 2009, publicada en el diario oficial de la federación de fecha 23 de diciembre del 2008, y que entró en vigor el primero de enero de 2009, nos causa, en su fijación y primer acto de aplicación, un grave perjuicio a todos los trabajadores del país y particularmente a los empleados públicos, en términos de lo dispuesto por los artículos 14, 16, 25, 26, 28, 39 y 123 de la Constitución Federal, en virtud de que el incremento fijado a los salarios mínimos del país y que repercute en el incremento de los sueldos del sector público, así como, en las cuotas y aportaciones al sistema de retiro, es notoriamente insuficiente para recuperar y mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores, hoy parte quejosa; sin que dicho aumento tenga una incidencia trascendente en el ahorro laboral del trabajador, perjudicando la cuantía de la futura pensión de retiro que se perciba, y cuya responsabilidad no es solamente de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI), sino que también, del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, del gobernador del Banco central del Estado mexicano y del titular de la SHYCP, quienes tienen la obligación de velar por la estricta observancia de la Ley y constitucionalmente procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda y un incremento de salarios y sueldos remunerador, como lo establece la Constitución. La CONASAMI indebida e inconstitucionalmente determina un aumento de salarios mínimos insuficiente para cubrir las necesidades principales de un jefe de familia y resarcir el deterioro económico del poder adquisitivo de la moneda, que ha venido sufriendo desde años anteriores y hasta el año 2008 a causa de la devaluación, la inflación y el alto costo de la vida; incidiendo negativamente en la fijación de los sueldos de los obreros en general, y en particular de los trabajadores al servicio del Estado, dada su nula repercusión en el mejoramiento del poder adquisitivo del trabajador, y porque su intrascendente aumento incide negativamente en la cuantía del ahorro laboral del quejoso trabajador, perjudicando en consecuencia, la cuantía de la futura pensión de retiro que perciba al término de su vida laboral. Lo anterior derivado de que con el nuevo sistema de cuotas y aportaciones fijado en la nueva Ley del ISSSTE - que excluye la integración del salario base de cotización por todos y cada uno de los conceptos que nominalmente se perciben, quedando reducido a un mero sueldo tabular - la capacidad de ahorro y el monto constitutivo que la parte quejosa llegue a acumular en el futuro tendrá una relación directa con un salario básico menor, más los incrementos que en su caso experimente. Sin embargo, para que el ahorro sea suficiente y permita una pensión de retiro digna se requiere de un salario remunerador, como el establecido en el artículo 123 Constitucional, acorde con un sistema de vida democrático y de constante mejoramiento de la calidad de vida y el bienestar social de los ciudadanos, tal como lo disponen los artículos 3, 25 y 26 de la Carta Magna; para lo cual es imprescindible que el incremento a los salarios y sueldos se dé por encima de la inflación, para que efectivamente se logre recuperar y preservar su poder adquisitivo y hacer frente a la devaluación de la moneda; siendo entonces inconstitucional el decreto publicado el 23 de diciembre de 2008, en el Diario Oficial de la Federación, en el que se da a conocer la resolución por la cual se establecen los salarios mínimos generales y profesionales que regirán a partir del primero de enero de 2009; publicación en la que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI), fijó un incremento de $2.21 para la zona A que incluye 7 principalmente el Distrito Federal y zona metropolitana; $2.30 para la zona B, que incluye las Ciudades de Monterrey y Guadalajara con sus respectivas zonas metropolitanas; y, $2.45 para la zona C, que incluye otras regiones del país; incrementos aplicados con respecto a los salarios que prevalecían en el año 2008; por lo tanto, la Zona A pasó de $52.59 a $54.80; la zona B de $50.96 a $53.26; y la Zona C de $49.50 a $51.95. La resolución impugnada viola en perjuicio de la parte quejosa lo establecido en el Artículo 123, apartado A, fracción VI, párrafo segundo que a la letra dice: “Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos. Los salarios mínimos profesionales se fijarán considerando, además, las condiciones de las distintas actividades económicas”; y en la especie, se desprende que con la resolución de mérito se contraviene en perjuicio de los quejosos lo dispuesto por el imperativo categórico invocado, pues verbigracia el salario mínimo establecido en sus distintas zonas geográficas es completamente insuficiente para cubrir lo que dispone dicho artículo, pues si hiciéramos una simple operación aritmética de lo que cuesta satisfacer las necesidades de un jefe de familia en el orden material, cultural y de recreación veríamos que es imposible que con la cantidad establecida por la CONASAMI se cumplimenten dichas necesidades; más aún si se considera que el deterioro del poder adquisitivo del salario alcanzó su peor nivel en el año 2008, ya que el incremento contractual obtenido por trabajadores de los sectores público y privado se ubicó en 1.59 puntos porcentuales por debajo de la inflación, revelan estadísticas de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS). La CONASAMI, organismo público descentralizado, creado en 1962, tiene como objetivo fundamental cumplir con lo establecido en el artículo 94 de la Ley Federal del Trabajo, en el que se le encomienda que, en su carácter de órgano tripartito, lleve a cabo la fijación de los salarios mínimos legales, procurando asegurar la congruencia entre éstos y los atributos que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos otorga al salario mínimo, así como actualizar periódicamente el sistema de salarios mínimos (salario mínimo general, áreas geográficas y salarios mínimos profesionales). Sin embargo, para los trabajadores mexicanos, en poco más de 17 meses se ha alcanzado una pérdida acumulada del poder adquisitivo del salario de 23.69 por ciento. Hasta el primero de diciembre de 2006, los trabajadores tenían que laborar más de 10 horas para poder adquirir una canasta alimentaría recomendable, y para el primero de abril de 2008 la cifra aumentó de manera significativa a 14 horas con 30 minutos. Un análisis - informe del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM, establece que en 1982, con un salario mínimo de 28 pesos, se podía comprar 56 kilogramos de tortilla; en cambio, para el primero de abril de 2008, con un salario de 52.59 pesos, sólo se puede comprar poco más de 5 kilos, es decir “50 kilos menos”. En cuanto a la carne de res, el salario mínimo de 1982 alcanzaba para comprar 1 kilo 800 gramos de carne de res; mientras que al primero de abril de 2008 solamente alcanzaba para adquirir 600 gramos del mismo producto. Con respecto a la leche pasteurizada, en 1982 con el minisalario se podía comprar casi 20 litros y “en abril de 2008 sólo podemos comprar casi 5 litros de leche”. El informe elaborado por los economistas Luis Lozano, María Luisa Gaspar, David Lozano y Javier Lozano puntualiza que aunque ya se haya olvidado, el incremento mensual a las gasolinas y el gas sigue golpeando al poder de compra ya que estos costos se han trasladado a los precios que pagan los consumidores con sus salarios. A través del análisis de la canasta alimenticia recomendable se advierte como ésta ha aumentado 95 mil 375 por ciento al pasar de 0.12 pesos en enero de 1982 a 114.45 pesos para abril de 2008. En cambio, el aumento al salario en el mismo periodo ha sido de 21 mil 900 por ciento; es decir que el incremento de los precios ha sido 4.35 veces superior al del salario en los últimos 25 años; con lo que se concluye que la pérdida histórica del poder adquisitivo del salario es de un 75% 8 aproximadamente. El deterioro salarial es aún más evidente al calcular qué tanto de la Canasta Alimenticia Recomendable (CAR), se puede adquirir con un salario mínimo. En 1982, cuando el salario equivalía a 0.28 pesos actuales, se podían adquirir más de dos canastas alimenticias, cuyo valor era de 0.12 pesos. Ahora, con un salario de 52.59 pesos y una canasta con valor de 114.45 pesos, apenas es posible adquirir 46 por ciento de ella. En lo que va del sexenio de Felipe Calderón, el poder adquisitivo del salario se ha reducido 23.69 por ciento, al pasar el precio de la CAR de 80.83 pesos el 1º de diciembre de 2006 a 114.59 en abril de 2008; lo que representa un incremento de 41.59 por ciento. El salario, sin embargo, sólo ha aumentado 8.05 por ciento en este mismo periodo. Es decir, que el bajo nivel salarial y por ende su nulo incremento en términos reales, además de los índices de inflación, devaluación y alto costo de la vida, reducen el poder adquisitivo del salario, generando una baja capacidad de ahorro del quejoso manifestada en bajos e incluso nulos rendimientos anuales, así como en una expectativa de pensión de retiro precaria que disminuye las tasas de reemplazo de la pensión con respecto al salario percibido durante la vida laboral activa, en detrimento de la calidad de vida del trabajador y contrario al Estado social de bienestar consagrado en nuestra Constitución Federal. En cambio, el primer promotor de la inflación de los bienes y servicios del país es el propio Gobierno a través de los servicios que presta, ya que se asegura que estos se actualicen conforme al Índice Nacional del Precios al Consumidor (INPC), a sabiendas que el salario de los trabajadores se incrementa al ritmo de los salarios mínimos generales; por lo tanto, la carrera entre los precios y el salario es una competencia perdida pues dichos salarios nunca alcanzarán al crecimiento en el nivel de precios. Baste citar el artículo 20 del Código Fiscal de la Federación, que establece en su parte conducente que: “(…) En los casos en que las leyes fiscales así lo establezcan a fin de determinar las contribuciones y sus accesorios, se aplicará el índice nacional de precios al consumidor, el cual será calculado por el Banco de México y se publicará en el Diario Oficial de la Federación dentro de los primeros diez días del mes siguiente al que corresponda.” Es claro que no se sigue el mismo criterio para determinar los incrementos a los salarios mínimos, pero sí para recaudar la hacienda pública; por lo que no se guarda el equilibrio entre el incremento a los salarios y los aumentos a los precios, y por lo tanto es imposible recuperar y menos aún preservar el poder adquisitivo de la moneda y los salarios de los trabajadores, debiendo destacarse, que conforme a la Ley, corresponde al Banco de México calcular y publicar el referido Índice (INPC); por lo que dicho Banco Central interviene en la estimación del indicador que mide el poder adquisitivo de la moneda; y por lo tanto, está al tanto de la evolución del poder de compra de los salarios en relación con los precios de la economía nacional, y a la Secretaría de Hacienda formular el presupuesto para determinar los sueldos de los servidores públicos y las tarifas de los bienes y servicios del sector público, organismos que notoriamente incumplen su función en perjuicio de los trabajadores, hoy parte quejosa, con omisión del Presidente de la Republica, motivo por el cual es procedente se nos otorgue el amparo y protección de la justicia federal. SEGUNDO.- INCONSTITUCIONAL Y LEONINA ADMINISTRACIÓN DE LOS FONDOS PARA EL RETIRO DEL SUSCRITO TRABAJADOR, HOY QUEJOSO, POR PARTE DE LAS ADMINISTRADORAS DE FONDOS PARA EL RETIRO (AFORES), EJECUTANDO ACTOS EN LOS QUE TODA VENTAJA O GANANCIA FINANCIERA ES PARA LAS ADMINISTRADORAS, SIN QUE PROVEAN – EN EQUIDAD – RENDIMIENTOS A LOS TRABAJADORES EN LA MISMA PROPORCIÓN A LOS BENEFICIOS QUE LAS AFORES OBTIENEN; EN CAMBIO, SÍ TRANSFIEREN MINUSVALÍAS A LAS CUENTAS DE LOS TRABAJADORES, YA QUE DICHAS INSTITUCIONES FINANCIERAS HAN OMITIDO OBSERVAR LAS SANAS PRÁCTICAS BANCARIAS Y DEL MERCADO DE VALORES EXPEDIDAS POR LOS ORGANISMOS REGULADORES DEL SISTEMA FINANCIERO DEL ESTADO 9 MEXICANO. DEL MISMO MODO, LOS ORGANISMOS REGULADORES HAN OMITIDO EJERCER RESPONSABLEMENTE SUS OBLIGACIONES DE SUPERVISAR, INSPECCIONAR, VIGILAR, SANCIONAR, Y EN SU CASO, CLAUSURAR LAS ACTIVIDADES Y OPERACIONES QUE LAS AFORES PUEDEN REALIZAR, Y POR CUYA INADECUADA ADMINISTRACIÓN HAN PRODUCIDO MINUSVALÍAS EN LOS ACTIVOS (SALDOS), DE LAS CUENTAS INDIVIDUALES PROPIEDAD DE LOS TRABAJADORES; POR LO QUE LOS ACTOS Y OMISIONES DE LAS DIVERSAS AUTORIDADES EN MATERIA FINANCIERA REDUNDAN EN PERJUICIO DE INTERESES PÚBLICOS FUNDAMENTALES, COMO ES EL CASO DE LOS FONDOS DE PREVISIÓN SOCIAL PARA EL RETIRO DE LOS TRABAJADORES. La Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), el Banco de México, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP) y el PENSIONISSSTE, entidades, organismos e instituciones financieras del Estado Mexicano en materia de regulación de los fondos de ahorro para el retiro, en contubernio con el titular del ISSSTE, violan la Constitución, la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro, las disposiciones expedidas por las propias autoridades financieras a través de sus Circulares; así como los Convenios Internacionales que protegen el trabajo y el patrimonio de los trabajadores, al omitir observar las sanas prácticas bancarias y del mercado de valores, y permitir un manejo mercantil-financiero ineficaz y contrario a los intereses de los trabajadores de los fondos del retiro, en lugar de salvaguardarlos bajo principios de legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia en el servicio; y desde luego debiendo practicar todos los actos necesarios para preservar la liquidez, solvencia, rendimientos y demás derechos inherentes al patrimonio de las cuentas de los trabajadores administradas por las citadas AFORES. La omisión en la observancia de las disposiciones expedidas por las autoridades en materia financiera, por parte de las Administradoras de Fondos para el Retiro, hace nugatorios los fines del Estado social de derecho surgido del Constituyente y de la Carta Magna de 1917, pues se practica irresponsablemente la especulación financiera con los ahorros laborales de los trabajadores por empresas privadas y por el propio Estado, al invertir en instrumentos de alto riesgo y apartándose de los criterios prudenciales de inversión contenidos en la CIRCULAR CONSAR 15-19, Reglas Generales que establecen el régimen de inversión al que deberán sujetarse las sociedades de inversión especializadas de fondos para el retiro, publicada en el Diario Oficial de la Federación el pasado 9 de julio de 2007; la cual dispone los parámetros de riesgo e inversión máximos y mínimos conforme a los instrumentos y porcentajes con los que puede formarse el portafolio de inversión de una AFORE. Cabe mencionar que la citada Circular establece parámetros de riesgo máximo que no fueron observados por las AFORES, como se cita a continuación: “VIGÉSIMA SEGUNDA.- Las Sociedades de Inversión Básicas 1 deberán mantener un límite máximo de Valor en Riesgo de 0.60% sobre el total de su Activo Neto. Para el cálculo de Valor en Riesgo deberán ajustarse a lo establecido en la regla novena anterior. TRIGÉSIMA.- Las Sociedades de Inversión Básicas 2 deberán mantener un límite máximo de Valor en Riesgo de 1% sobre el total de sus Activos Netos. Para el cálculo de Valor en Riesgo deberán ajustarse a lo establecido en la regla novena. TRIGÉSIMA OCTAVA.- Las Sociedades de Inversión Básicas 3 deberán mantener un límite máximo de Valor en Riesgo de 1.3% sobre el total de sus Activos Netos. Para el cálculo de Valor en Riesgo deberán ajustarse a lo establecido en la regla novena. CUADRAGÉSIMA SEXTA.- Las Sociedades de Inversión Básicas 4 deberán mantener un límite máximo de Valor en Riesgo de 1.6% sobre el total de sus 10 Activos Netos. Para el cálculo de Valor en Riesgo deberán ajustarse a lo establecido en la regla novena. QUINCUAGÉSIMA CUARTA.- Las Sociedades de Inversión Básicas 5 deberán mantener un límite máximo de Valor en Riesgo de 2% sobre el total de sus Activos Netos. Para el cálculo de Valor en Riesgo deberán ajustarse a lo establecido en la regla novena.” ¿Entonces, cómo es posible que con tales márgenes máximos de riesgo permitido se registren “minusvalías” en los fondos de los trabajadores?. Es claro que no se atendieron dichos criterios prudenciales de administración financiera, pero ahora se nos dice que por tratarse de ahorros de largo plazo “eventualmente” se recuperarán (es decir, “algún día en el futuro”), como si desconocieran que el poder adquisitivo del dinero no es estático e inamovible y que una minusvalía se traduce en un menor valor de la inversión, más años de cotización para su recuperación; y por lo tanto, menor pensión a la edad de retiro programada, pues la única forma de acumular un monto mayor es cotizar más años de los previstos, si es que no vuelven a sufrir minusvalías los fondos que al día de hoy continúan siendo administrados deficientemente. Cabe destacar que la Circular CONSAR 15-19 del 9 de julio de 2007, dispone primordialmente invertir en instrumentos que provean seguridad y rendimiento como se cita a continuación: “Hasta el 100% de su Activo Neto en Instrumentos de Deuda emitidos o avalados por el Gobierno Federal, o en Instrumentos de Deuda emitidos por el Banco de México.” Además debe tenerse en cuenta que no todas las Sociedades de Inversión Especializadas de Fondos para el Retiro (SIEFORES), administran recursos a largo plazo, pues dependiendo de la edad de la persona es la SIEFORE que le corresponde, y es obvio que una persona mayor corre más riesgo de no recuperarse de las llamadas “minusvalías”, por estar más próximo a la edad de retiro. En suma, los fondos de inversión administrados por las AFORES sufrieron y continúan experimentando “minusvalías”, sencillamente porque no se invirtieron prudentemente los recursos que se les confiaron, ni la autoridad vigiló que se cumplieran sus reglas de carácter prudencial; en conclusión se dejó de cumplir la Ley y se invirtió osadamente el patrimonio de los trabajadores. ¿Cómo es posible que existan minusvalías si la mayor parte de los recursos de las AFORES se invierte en instrumentos de deuda gubernamental, que por su naturaleza son de renta fija y de nulo riesgo?. ¿Cómo pudieron ocurrir minusvalías si aproximadamente el 70% de los fondos se encuentra en instrumentos 100% garantizados por el Gobierno Federal o el Banco de México?. Las citadas Reglas de la Circular CONSAR 15-19 prevén lo siguiente para el caso de incumplir con el régimen de inversión: “DECIMA SEGUNDA.- Cuando las Sociedades de Inversión incumplan el régimen de inversión autorizado por causas que les sean imputables, y como consecuencia de ello se cause una minusvalía en dichas Sociedades de Inversión y/o en algún Activo Objeto de Inversión, la Administradora que opere la Sociedad de Inversión de que se trate, deberá resarcir la minusvalía de conformidad con la fórmula prevista en el Anexo J. No se considerará como incumplimiento al régimen de inversión autorizado imputable a las Sociedades de Inversión, las variaciones en los precios de los Activos Objeto de Inversión, o aquéllas otras causas previstas con este carácter en las reglas para la recomposición de cartera emitidas por la Comisión.” 11 Por lo tanto, ni las autoridades financieras cumplieron con su responsabilidad de vigilar la adecuada operación de las AFORES, ni éstas se ocuparon de preservar el patrimonio de las cuentas que administran, y ahora simplemente trasladan las “minusvalías” a los trabajadores, que al final verán mermado el monto de su pensión. En resumen, las autoridades en materia financiera de este país omitieron cumplir con sus obligación de supervisar, inspeccionar, vigilar, sancionar, y en su caso, clausurar las actividades y operaciones que las AFORES pueden realizar; asimismo, omitieron vigilar que se abstuvieran de practicar cualquier acto u omisión que causara la deficiencia en la administración de los fondos para el retiro o implicara abuso o ejercicio indebido de la administración de los fondos, por parte de las citadas intermediaras financieras. Las autoridades responsables de regular la actividad financiera nacional incumplieron con su obligación de vigilar la correcta utilización de los recursos que les fueron confiados a las AFORES, y que dichos recursos fueran invertidos exclusivamente para los fines y en los instrumentos de inversión en que les está permitido a dichos intermediarios. Las autoridades responsables en materia financiera incumplieron con su obligación de inspeccionar que las AFORES rindieran cuentas sobre el ejercicio de su funciones de gestión financiera, proporcionando a los trabajadores la documentación e información que permita conocer en qué instrumentos de inversión se encuentran invertidos sus fondos de retiro, bajo qué riesgo se encuentran y cuál es la composición del portafolio o cartera de inversión en que se encuentran invertido el dinero de su cuenta individual, especificando claramente el título o activo financiero que posee y el porcentaje de su participación en el portafolio. Hoy es fácilmente verificable que ningún estado de cuenta expedido por alguna AFORE muestra la composición de la cartera de inversión, ni muestra si se cumplen con los parámetros de riesgo establecidos por la citada CIRCULAR CONSAR 15-19, Reglas Generales que establecen el régimen de inversión al que deberán sujetarse las sociedades de inversión especializadas de fondos para el retiro. Sólo es factible verificar que antes el trabajador tenía más dinero y hoy tiene menos a causa de misteriosas “minusvalías”. Incluso solicitar un estado de cuenta para conocer el estado que guarda el fondo de retiro del quejoso es una tarea compleja cuando no imposible, pues además existe duplicidad de cuentas y traspasos indebidos realizados sin el consentimiento expreso del trabajador; por lo que nuevamente las autoridades financieras han omitido cumplir con su obligación de custodiar y cuidar la documentación e información que las AFORES tengan bajo su responsabilidad, e impedir o evitar su uso, sustracción, destrucción, ocultamiento o inutilización indebidos. Hoy es imposible hablar con una entidad pública al respecto del monto de los activos (saldos), de las cuentas de retiro pues cualquier trato es con una empresa privada (AFORE), cuya conducta se rige con criterios económicos y no de protección social. Las autoridades responsables han ejecutado actos y omisiones de supervisión de los intermediarios financieros bajo su regulación para obligarlos a cumplir las disposiciones en la materia, y que proporcionen información veraz y oportuna, y menos aún han procurado ejercer las atribuciones que señalan las leyes en materia de seguros, fianzas, valores y de organizaciones y actividades auxiliares del crédito; para propiciar el sano y equilibrado desarrollo de estas instituciones, en protección de los intereses del público en general, y de los trabajadores cotizantes en particular. Los ahorros para el retiro del suscrito quejoso se han invertido por la AFORE que los administra, en instrumentos diversos cotizables en la bolsa de valores de México y de otros países del mundo, sin el conocimiento del suscrito, y desde luego sin su consentimiento, bajo condiciones de alto riesgo, ocasionando que estos recursos se 12 vayan menguando a causa de las llamadas “minusvalías”, supuestamente atribuibles a la crisis y a la volatilidad que afecta a los mercados financieros internacionales; todo ello con anuencia de la CONSAR, la CNSF, el Banco de México y la SHyCP; de tal suerte, que en el lapso de junio de 2007 a diciembre de 2008, los ahorros de los trabajadores, que en diciembre de 2008 sumaban más de 850 mil millones de pesos correspondientes a 39 millones de cuentas, en las que se incluye la del quejoso trabajador, han registrado pérdidas aproximadas a los 92 mil millones de pesos, derivado de la imprudente e ilegal decisión de invertir en instrumentos bursátiles de riesgo, y que al paso de los años, cuando el suscrito quejoso culmine su vida laboral activa y pueda jubilarse verá disminuida su pensión de retiro a niveles de miseria. Además de las mermas a los fondos de ahorro del quejoso ocasionadas por las minusvalías que han venido experimentando las acciones y otros títulos de riesgo en los mercados financieros, y la alta volatilidad de éstos como consecuencia de la crisis que actualmente afecta los mercados de valores mundiales; los fondos conocidos como SAR 92-97 y FOVISSSTE, tanto del suscrito como de los demás cotizantes, se ven doblemente perjudicados por las AFORES, al quedar sujetos a rendimientos netos nulos e incluso negativos; así como al cobro de comisiones excesivas por manejo de cuenta, fijadas además arbitrariamente sobre los activos de la cuenta (es decir, el saldo de la cuenta), como se advierte del contenido de los artículos 18 y 37 de la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro (LSAR): “De las Administradoras de Fondos para el Retiro Artículo 18.-… Las administradoras, tendrán como objeto: Las administradoras, además de las comisiones que cobren a los trabajadores en términos del artículo 37 del presente ordenamiento, podrán percibir ingresos por la administración de los recursos de los fondos de previsión social.” “Artículo 37.- Las administradoras sólo podrán cobrar a los trabajadores con cuenta individual las comisiones con cargo a esas cuentas que establezcan de conformidad con las reglas de carácter general que expida la Comisión. Para promover un mayor Rendimiento Neto a favor de los trabajadores, las comisiones por administración de las cuentas individuales sólo podrán cobrarse como un porcentaje sobre el valor de los activos administrados. Las administradoras sólo podrán cobrar cuotas fijas por los servicios que se señalen en el reglamento de esta ley, y en ningún caso por la administración de las cuentas. Las administradoras podrán cobrar comisiones distintas por cada una de las sociedades de inversión que operen.” Por lo tanto, es obvio que los “activos administrados” son precisamente el total del saldo de la cuenta del trabajador, independientemente de que gane o pierda la AFORE por administrar dichos fondos; y desde luego, sin distinción de que dicha cuenta sea activa o inactiva, ya sea por pérdida o suspensión del empleo del trabajador, y sin ninguna regulación, control, vigilancia o supervisión por parte de las autoridades llamadas responsables – CONSAR, CNSF, Banco de México y SHyCP - dándose el extremo de trasladar las pérdidas a las cuentas de los trabajadores y no a los fondos de contingencia y reservas de capital de las AFORES, transgrediendo con ello el sistema de seguridad social establecido en la Constitución. La Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro es inconstitucional pues en ningún artículo de la misma se establecen las bases mínimas para el establecimiento y funcionamiento de las entidades de intermediación financiera privadas para la administración de los ahorros de los trabajadores; de tal suerte que si no tiene sustento en la norma suprema la ley que regula las administradoras, entonces está 13 viciada de inconstitucionalidad; además de que genera grandes problemas para ajustarla al orden de la Carta Magna pues se van generando circunstancias que a la postre son inconstitucionales; verbigracia, que los costos de administración se abaratan pero las comisiones cobradas por el mismo rubro se incrementan de forma importante anualmente, lo que se aprecia en la dispersión en el cobro de comisiones desde la más barata y a la más alta, pues mientras unas administradoras cobran 11.7 pesos por cada millar de saldo, otras cobran 33 pesos por cada millar de saldo; lo anterior con base en información de la propia CONSAR, y recuérdese que las comisiones se tasan sobre el total de los activos administrados (el saldo de los mismos), de lo que se desprende el cobro de comisiones altas a cambio de una administración deficiente del ahorro de los trabajadores; esto viola la Constitución pues impide la rectoría del Estado en el desarrollo nacional ya que no cuenta con un instrumento que le permita intervenir oportunamente para evitar abusos, proteger el interés general y los derechos sociales fundamentales, como la libertad y la dignidad de los trabajadores. En efecto, el artículo 1º de la Ley del SAR señala que: “La presente Ley es de orden público e interés social y tiene por objeto regular el funcionamiento de los sistemas de ahorro para el retiro y sus participantes previstos en esta Ley y en las leyes del Seguro Social, del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.”; dicho artículo se encuentra afectado de inconstitucionalidad pues en el mismo se define el objeto de sus disposiciones, pero en el marco del imperativo constitucional contenido en el artículo 25 de la Carta Magna, en cuanto a la intervención del Estado en materia económica para garantizar la realización de los derechos sociales, entre ellos, y como uno de los fundamentales, el consignado en el artículo 123, que es el derecho a la Seguridad Social; se omite establecer entre sus objetos la protección a los fondos de ahorro para el retiro de los trabajadores a lo largo del tiempo, de tal manera que: se evite el cobro de comisiones exorbitantes, la especulación bursátil con dichos fondos que conduce a su inminente pérdida, se garantice la protección extraordinaria en tiempos de volatilidad financiera y crisis económica para evitar la erosión de los mismos; se impidan los abusos en el traspaso de cuentas de los trabajadores entre las distintas administradoras, además de que los activos incrementen verdaderamente su poder adquisitivo acorde con el momento de retiro del trabajador, garantizando la percepción de una pensión digna. En suma, practicar todos los actos necesarios para preservar el valor del fondo de retiro y procurar su crecimiento. Así también, el artículo 3º de la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro establece las definiciones de los conceptos y figuras que para efectos de la misma deben entenderse; sin embargo, en la misma no se establece con claridad una definición en estricto apego al marco de la Constitución, respecto del derecho a la seguridad social y la protección a la clase social de los trabajadores y a su dignidad; lo concerniente a una definición de rendimiento neto “real” de un fondo, y esto es de capital importancia pues es la medida de la productividad efectiva del mismo; de tal suerte que se conozca el diferencial existente entre el rendimiento expresado en porcentaje nominal de un fondo en un periodo determinado con respecto a la tasa inflacionaria ocurrida en la economía en el mismo periodo de generación de rendimientos; tomando en cuenta el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que es el indicador oficial para medir el nivel de precios del país, el poder adquisitivo de la moneda; y por lo tanto, el poder de compra de los salarios. Sin tomar en cuenta estas variables, el rendimiento nominal obtenido es relativo ya que no se aprecia su productividad en términos reales; del mismo modo, tampoco se establece un mínimo de rentabilidad de los fondos en función de la inflación ocurrida en nuestra economía, pues si el proceso económico del INPC se mantiene en constante evolución, ciertamente tendrá una consecuencia en el ahorro del trabajador pues el rendimiento real disminuye, es nulo o incluso puede ser negativo, causándole perjuicio al quejoso pues no se define con claridad meridiana el alcance de la inversión en el largo plazo; es decir, se desconocen los efectos económicos en el lapso entre la 14 apertura de la cuenta y el momento del retiro del trabajador - más de 20 años de cotización en promedio - de ahí la importancia fundamental de este asunto. Las variables recién mencionadas ocasionan la disminución de las tasas de reemplazo de la pensión, en términos de lo que se necesitaría percibir como pensionado para mantener un estándar de vida semejante al que se disfrutaba como trabajador activo; por lo que no se cumple lo ordenado en la Constitución para satisfacer las necesidades mínimas vitales de un jefe de familia. El artículo 5º de la Ley que se impugna establece las facultades de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), pero de un análisis exhaustivo y exegético de todas y cada una de las mismas no se desprende ninguna facultad expresa o tácita para regular el cobro de comisiones y otros accesorios por parte de las administradoras, así como los márgenes de ganancia de las mismas (no hay límite legal que modere sus ganancias sin menoscabar el patrimonio de los trabajadores); ni que dichas comisiones que cobren las administradoras no sean sobre los saldos de las cuentas (los activos administrados), ya que esto repercute directamente en el monto que servirá para la pensión de retiro del trabajador; cuando lo natural es que debieran cobrarse comisiones exclusivamente sobre los rendimientos positivos reales que las AFORES generen a los titulares de las cuentas que administran y únicamente como premio a una gestión exitosa; menos aún se establece en la Ley del SAR un porcentaje fijo de ganancia para las administradoras, y también se omite establecer la facultad de intervención de la autoridad en la estructura de las inversiones de los intermediarios, de tal suerte que si de forma extraordinaria existiera alguna contingencia de crisis económica, caída de los mercados de valores, bajos salarios, alta inflación, devaluación de la moneda, etc., que tengan como consecuencia bajas tasas de reemplazo de las pensiones y pongan en riesgo los ahorros de los trabajadores; entonces, bajo este escenario y avizorando su inminente pérdida, la autoridad financiera de oficio pudiera reestructurar el portafolio de inversión para proteger los activos patrimonio de los trabajadores; tampoco tiene la autoridad facultades para que las cuentas inactivas se puedan reasignar a la administradora que otorgue los mejores rendimientos netos reales, entonces es obvio que no puede proteger el interés público. Lo anterior ha provocado la pérdida de alrededor de 92 mil millones de pesos de los fondos de ahorro de los trabajadores en los últimos 18 meses, pero paradójicamente, jugosas ganancias para las administradoras, superiores en ese lapso de 20 mil millones de pesos, y que en su oportunidad se acreditará con la intervención de peritos en finanzas. Asimismo, el artículo 8 de la Ley del SAR no establece facultad alguna para la Junta de Gobierno de la CONSAR, ni dota de facultades a dicho cuerpo colegiado para evitar y sancionar los casos de abuso de las administradoras, como las prácticas anómalas de concentración o acaparamiento del mercado en detrimento de los intereses de los trabajadores (vemos AFORES nacer y desaparecer, sin que nadie sepa dar razón a los trabajadores del paradero de su cuenta individual radicada en empresas hoy extintas); no se aprecia que esta junta cuente con facultades de intervención para regular el sistema de comisiones cobradas por las administradoras, estableciendo mínimos y máximos cuando sea necesario en beneficio de los intereses del público en general y en particular de los trabajadores cotizantes, o la posibilidad de ajustarlas para evitar ganancias indebidas a costa del menoscabo en el patrimonio de los trabajadores; también es omiso el numeral citado en facultar a este órgano, de forma autónoma o en coordinación con otras instituciones, para evaluar la prestación los servicios de las Administradoras de Fondos, de tal suerte que esté en aptitud de emitir criterios generales de operación de las AFORES, siempre tutelando los intereses de los trabajadores pues así lo ordena la norma suprema, procurando el fin último de incrementar la rentabilidad de los ahorros de los trabajadores dentro de parámetros de seguridad financiera. Lo anteriormente establecido causa agravio al quejoso pues viola las garantías establecidas en los artículos 25 y 26 en relación con el 123, todos de la Constitución General vigente por lo que se reclama la inconstitucionalidad de los mismos. 15 El artículo 18 de la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro establece la definición y naturaleza de las Administradoras de Fondos, y si bien es cierto que el segundo párrafo del mismo dispone que en cumplimiento de sus funciones atenderán exclusivamente al interés de los trabajadores, es omiso en ordenarle a dichas entidades financieras implementar los medios que garanticen la preservación del poder adquisitivo de los fondos de ahorro de los trabajadores; de tal manera que la pensión que se alcance al término de la vida laboral, en ningún caso sea menor en términos reales, al valor actual de las aportaciones históricas del trabajador, con objeto de hacer realidad lo establecido en los artículos 25, 26 y 123; y así lograr que la pensión sea un ingreso que garantice el pleno ejercicio de la libertad y de la dignidad de la clase trabajadora protegida por la Constitución, tutelando el interés social por encima del lucro de las administradoras de fondos y protegiendo verdaderamente el derecho de los quejosos a la seguridad social, como lo mandata la Constitución al establecer un régimen de rectoría del Estado, misión que debe hacer realidad. Los artículos 58 a 63 de la Ley del SAR establecen que la operación de la base de datos nacional de SAR, será llevada a cabo por empresas operadoras que se concesionarán discrecionalmente por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, oyendo la opinión de la Comisión; lo anterior causa perjuicio al quejoso en virtud de que empresas privadas son las encargadas de manejar información fundamental para el desempeño, manejo y funcionamiento de las AFORES; de tal suerte que cuentan con información personal confidencial, violando la Constitución pues esta información debiera ser manejada por un organismo público, dada la importancia de guardar y custodiar la identidad de los ciudadanos, salvo requerimiento judicial. Pero lo más relevante de todo, y que viene a confirmar la ausencia de certeza en el monto constitutivo para la pensión de retiro del trabajador, se aprecia en el artículo 81 de la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro: “Artículo 81.- Los procedimientos relativos al cálculo del monto constitutivo para la contratación de las rentas vitalicias y de los seguros de sobrevivencia, estará a cargo de un comité integrado por once miembros de la siguiente forma: tres por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, quien lo presidirá, dos por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, dos por el Instituto Mexicano del Seguro Social, dos por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado y dos por la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro.” Es decir, que aún cuando el trabajador aporte durante más de 20 años en promedio a su cuenta individual y la AFORE le administre su fondo entregándole un estado de cuenta – aunque con información incompleta como se ha venido mencionando en párrafos anteriores – de todas maneras, al momento del retiro y contra toda lógica, un comité integrado por la CNSF, IMSS, ISSSTE, CONSAR y la SHyCP, nuevamente calculará el monto constitutivo para la contratación de las rentas vitalicias y los seguros de sobrevivencia; por lo que cabe preguntarse qué objeto tiene recibir un estado de cuenta con el saldo del fondo para el retiro a favor del trabajador, si de todos modos al estar en aptitud de disponer del mismo habrá que calcular un “monto constitutivo” para los seguros; surgiendo las siguientes interrogantes: ¿Qué nuevos activos hay que calcular? ¿Acaso no es el saldo del fondo el indicado en el estado de cuenta? ¿No es el saldo que reporta la AFORE lo que el trabajador tiene a su disposición al momento de retirarse o acaso se recalculará nuevamente por dicho Comité de once miembros?. Ante tal incertidumbre en el monto futuro de la pensión del quejoso es que también se señalan como autoridades responsables de los actos reclamados precisamente a las entidades que integran dicho comité; esto es, Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP), Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), además de las autoridades enunciadas al inicio de este escrito. 16 TERCERO.- INCONSTITUCIONAL TRANSFERENCIA Y RETENCIÓN DE LOS RECURSOS DE LOS FONDOS DE AHORRO PARA EL RETIRO DEL QUEJOSO EN LA NUEVA ADMINISTRADORA DENOMINADA PENSIONISSSTE; ASÍ COMO LA OPERACIÓN IRREGULAR DE ÉSTE, AL CARECER DEL ÍNDICE MÍNIMO DE CAPITALIZACIÓN QUE GARANTICE SU SANA OPERACIÓN COMO INTERMEDIARIA FINANCIERA EN LA ADMINISTRACIÓN DE LOS FONDOS DE RETIRO, DE CONFORMIDAD CON LOS CRITERIOS PRUDENCIALES DE ADECUADA CAPITALIZACIÓN PREVISTOS PARA LOS INTERMEDIARIOS QUE INTEGRAN EL SISTEMA FINANCIERO MEXICANO; INCUMPLIENDO CON ELLO EL OBJETO PRIMORDIAL DE PROCURAR SU ESTABILIDAD Y CORRECTO FUNCIONAMIENTO; ASÍ COMO EL OMITIR MANTENER Y FOMENTAR EL SANO Y EQUILIBRADO DESARROLLO DEL SISTEMA FINANCIERO EN SU CONJUNTO, EN PROTECCIÓN DE LOS INTERESES DEL PÚBLICO, RESOLVIENDO LAS OPERACIONES QUE PONGAN EN PELIGRO SU SOLVENCIA, ESTABILIDAD O LIQUIDEZ. Ante la ausencia de información sobre el destino de los fondos de los trabajadores, hoy parte quejosa, se ha detectado que tales recursos han sido transferidos al PENSIONISSSTE, pero permanecen retenidos por una tercera institución que carece de facultades legales para ser depositaria de los mismos; es decir, la única manera de obtener un estado de cuenta no es ni siquiera a través de la CONSAR, ni del propio ISSSTE, sino por medio del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (BANSEFI), lugar donde finalmente se entregó a los quejosos un estado de cuenta el cual registra contablemente que los fondos para el retiro del suscrito se encontraban en dicha Sociedad Nacional de Crédito, por autorización del PENSIONISSSTE, dependencia que indebida e inconstitucionalmente retiene los fondos de ahorro del suscrito, violando las garantías de legalidad y seguridad jurídica que asisten al quejoso, consignadas en los artículos 14 y 16 constitucionales; pues tal acto es contrario a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, concretamente a lo dispuesto en su artículo DÉCIMO SEGUNDO TRANSITORIO, que establece lo siguiente: “DÉCIMO SEGUNDO. Estarán a cargo del Gobierno Federal las Pensiones que se otorguen a los trabajadores que opten por el esquema establecido en el artículo décimo transitorio, así como el costo de su administración. El Gobierno Federal cumplirá lo previsto en el párrafo anterior mediante los mecanismos de pago que determine a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, los que en ningún caso afectarán a los Trabajadores. El Instituto transferirá a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, los recursos a que se refiere el artículo anterior, en los términos que se convengan.” Por otro lado, se han detectado traspasos irregulares de los recursos acumulados en el SAR 92-97 y en algunos casos del Fondo de Vivienda, e incluso los recursos de quienes han cotizado simultáneamente al IMSS y al INFONAVIT, con los consecuentes problemas de identificación de los titulares; a grado tal que en el informe anual de labores de la CONSAR, correspondiente al año 2007, se reconoce textualmente lo siguiente: “Traspasos SAR – IMSS 92 (AFORES) A inicios del 2007, se aprobó la utilización de las pantallas como comprobante de la titularidad del trabajador para solicitar el traspaso de sus recursos SAR 92. Sin embargo, el traspaso por vivienda 92 cayó debido a que el INFONAVIT no aceptó las pantallas como comprobantes de titularidad.” Por otro lado, el 14 de diciembre de 2007 fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el Reglamento para el Ejercicio del Derecho de Opción (DÉCIMO TRANSITORIO O BONOISSSTE), mismo que fue reformado el 27 de junio del 2008, estableciendo una prórroga para el mencionado ejercicio del derecho de opción, la 17 cual fue extendida hasta el 14 de noviembre del mismo año; y una vez agotada dicha prórroga, los trabajadores que no eligieran alguno de los regímenes, como es el caso del hoy quejoso, serían incluidos en lo dispuesto en el artículo DÉCIMO TRANSITORIO de la nueva Ley del ISSSTE, lo que acontece en el caso de los quejosos; motivo por el cual el ISSSTE y el PENSIONISSSTE violan el artículo invocado pues el Gobierno Federal debe ser el encargado de las pensiones de quienes se encuentren en el artículo DÉCIMO TRANSITORIO, lo que en la especie no ha sido cumplido pues nuestros fondos están siendo administrados por la AFORE llamada PENSIONISSSTE, como si hubiéramos consentido en la acreditación de un bono de reconocimiento, y por ende se nos aperturara una cuenta individual. Siendo evidente esta irregularidad e ilegalidad, nuestros ahorros deben regresar íntegros a las arcas del ISSSTE para que dicha institución se encargue de los mismos; además, el supuesto normativo en comento agrega que el Gobierno Federal será el encargado del costo de administración de estos recursos, con lo que no resulta lógico ni jurídico que los fondos de los trabajadores que se encuentran en el artículo DÉCIMO TRANSITORIO permanezcan confiscados en el PENSIONISSSTE, organismo que cobraría comisiones a los trabajadores por la administración de sus ahorros; en ese tenor, el artículo DÉCIMO PRIMERO transitorio de la Ley del ISSSTE establece expresamente que las Cuotas y Aportaciones del seguro de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez de los trabajadores que opten por el régimen previsto en el artículo anterior serán ingresados en la tesorería del Instituto, lo que apuntala contundentemente el argumento de los quejosos respecto de la violación alegada y fundamenta la petición de devolución de los fondos a las arcas del Instituto. Adicionalmente, existe una contradicción afectada de inconstitucionalidad porque deja en estado de indefensión a los quejosos y viola en su perjuicio la garantía de seguridad jurídica, pues se prevé una excepción a estas transferencias con respecto a la Aportación del dos por ciento de retiro, la cual se destinaría a la Subcuenta de Ahorro para el Retiro de las cuentas individuales de estos trabajadores que serían administradas exclusivamente por el PENSIONISSSTE, lo que es anticonstitucional ya que el 2% mencionado debería ir a la tesorería del Instituto, pues si el trabajador se encuentra en el sistema de reparto modificado (DÉCIMO TRANSITORIO), no hay ninguna razón, ni lógica ni jurídica, para que sus aportaciones del 2% vayan a parar a la administradora del sistema de bonos de pensión y cuentas individuales, ya que ocurriría el absurdo de que los dineros de los trabajadores estarían, una parte en el sistema de reparto y otra parte en el sistema de cuentas individuales, lo que reviste una completa irregularidad. Los conceptos de violación arriba expresados tienen una concatenación indisoluble, y aunque han sido separados por mínima metodología, no implica la relación estrecha entre los mismos, pues los actos reclamados atentan contra la constitución desde diferentes ángulos: derecho a la seguridad social, falta de intervención para regular y moderar las ganancias financieras de las administradoras a costa del ahorro de los trabajadores, salarios mínimos insuficientes, etc. representando en su conjunto una violación sistemática a lo que la jurisprudencia ha llamado el mínimo vital, a saber: DERECHO AL MÍNIMO VITAL EN EL ORDEN CONSTITUCIONAL MEXICANO. El derecho constitucional al mínimo vital cobra plena vigencia a partir de la interpretación sistemática de los derechos fundamentales consagrados en la Constitución General y particularmente de los artículos 1o., 3o., 4o., 6o., 13, 25, 27, 31, fracción IV, y 123. Un presupuesto del Estado Democrático de Derecho es el que requiere que los individuos tengan como punto de partida condiciones tales que les permitan desarrollar un plan de vida autónomo, a fin de facilitar que los gobernados participen activamente en la vida democrática. De esta forma, el goce del mínimo vital es un presupuesto sin el cual las coordenadas centrales de nuestro orden constitucional carecen de sentido, de tal suerte que la intersección entre la potestad Estatal y el entramado de derechos y libertades fundamentales consiste en la determinación de un mínimo de subsistencia digna y autónoma protegido constitucionalmente. Este parámetro constituye el contenido del derecho al mínimo vital, el cual, a su vez, coincide con las competencias, 18 condiciones básicas y prestaciones sociales necesarias para que la persona pueda llevar una vida libre del temor y de las cargas de la miseria, de tal manera que el objeto del derecho al mínimo vital abarca todas las medidas positivas o negativas imprescindibles para evitar que la persona se vea inconstitucionalmente reducida en su valor intrínseco como ser humano por no contar con las condiciones materiales que le permitan llevar una existencia digna. Así, este derecho busca garantizar que la persona -centro del ordenamiento jurídico- no se convierta en instrumento de otros fines, objetivos, propósitos, bienes o intereses, por importantes o valiosos que ellos sean. Amparo en revisión 1780/2006. Lempira Omar Sánchez Vizuet. 31 de enero de 2007. Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Juan Carlos Roa Jacobo. No. Registro: 172,545, Tesis aislada, Materia(s): Constitucional, Novena Época, Instancia: Primera Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XXV, Mayo de 2007, Tesis: 1a. XCVII/2007, Página: 793. Por otro lado, el irregular funcionamiento del PENSIONISSSTE, al carecer de márgenes prudenciales mínimos de seguridad financiera para operar las Sociedades de Inversión Especializadas de Fondos de Retiro (SIEFORE), pues ilegalmente se le han reducido aún más sus requerimientos mínimos de capitalización, incluso por debajo de los requeridos a la banca nacional: En efecto, la CIRCULAR CONSAR 02-3, Reglas generales que establecen el régimen de capitalización al que se sujetarán las administradoras de fondos para el retiro y sociedades de inversión especializadas de fondos para el retiro, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 14 de marzo de 2003, dispone que: “Capital Mínimo de las Administradoras y Sociedades de Inversión TERCERA.- El capital mínimo fijo pagado sin derecho a retiro con el que deben operar las administradoras es la cantidad de $25’000,000.00 (veinticinco millones de pesos 00/100 M.N.). CUARTA.- El capital mínimo fijo pagado con el que debe operar la Sociedad de Inversión Básica es la cantidad de $4’000,000.00 (cuatro millones de pesos 00/100 M.N.), las demás Sociedades de Inversión deben contar con un capital mínimo fijo pagado de $1’000,000.00 (un millón de pesos 00/100 M.N.). QUINTA.- Dichos capitales mínimos deberán estar suscritos y pagados al momento de otorgarse la escritura social y mantenerse en todo momento. CAPITULO III Reserva Especial de las Administradoras SEXTA.- Las Administradoras deben mantener, en términos del artículo 28 de la Ley, una reserva especial que debe ser cuando menos equivalente a la cantidad que resulte mayor entre ocho millones de Unidades de Inversión o 1.65 veces el valor en riesgo máximo previsto en las reglas generales sobre el régimen de inversión, de todas las Sociedades de Inversión que opere la Administradora de que se trate. En caso que, de acuerdo con lo establecido en el párrafo anterior, la reserva especial deba ser de ocho millones de Unidades de Inversión, ésta se distribuirá entre las sociedades de inversión que operen las Administradoras sin que en ningún caso la reserva invertida en cada una sea menor a 1.65 veces el valor en riesgo máximo previsto en las reglas generales sobre el régimen de inversión. La reserva especial será independiente del capital mínimo fijo pagado sin derecho a retiro de las Administradoras y de la reserva legal establecida por la Ley General de Sociedades Mercantiles.” 19 Pero resulta que mediante la CIRCULAR CONSAR 02-7, Reglas Generales que establecen el régimen patrimonial al que se sujetarán las administradoras de fondos para el retiro, el PENSIONISSSTE y las sociedades de inversión especializadas de fondos para el retiro y la reserva especial, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 14 de junio de 2007, se reducen peligrosamente los requerimientos de capital y los porcentajes de reserva especial de las Administradoras; es decir, disminuyen sustancialmente los requerimientos de capitalización de las AFORES y del propio PENSIONISSSTE, de acuerdo a lo siguiente: “DEL CAPITAL MINIMO DE LAS ADMINISTRADORAS Y SOCIEDADES DE INVERSION TERCERA.- El capital mínimo fijo pagado sin derecho a retiro con el que deben operar las Administradoras es la cantidad de $25’000,000.00 (veinticinco millones de pesos 00/100 M.N.). CUARTA.- El capital mínimo fijo pagado con el que debe operar cada Sociedad de Inversión es la cantidad de $100,000.00 (cien mil pesos 00/100 M.N.). QUINTA.- Los capitales mínimos a que se refieren las reglas tercera y cuarta anteriores deberán estar suscritos y pagados al momento de otorgarse la escritura social y mantenerse en todo momento. CAPITULO III DE LA RESERVA ESPECIAL DE LAS ADMINISTRADORAS SEXTA.- Las Administradoras, en términos del artículo 28 de la Ley, deberán mantener una reserva especial cuyo monto se determinará conforme a lo siguiente: I. II. Por cada Sociedad de Inversión Básica que opere, la Administradora de que se trate deberá invertir, en dicha Sociedad, cuando menos la cantidad equivalente al 0.8 por ciento de los Activos Netos correspondientes a dicha Sociedad de Inversión. Por cada Sociedad de Inversión Adicional que opere, la Administradora de que se trate deberá invertir, en dicha Sociedad, cuando menos la cantidad equivalente al 1.0 por ciento de los Activos Netos correspondientes a dicha Sociedad de Inversión, hasta que importe la cantidad de $900,000.00 (novecientos mil pesos 00/100 MN.). La reserva especial a que se refiere la presente regla será independiente del capital mínimo fijo pagado sin derecho a retiro de las Administradoras, así como de la reserva legal establecida por la Ley General de Sociedades Mercantiles.” Como se observa, en 2003 el capital mínimo para operar una Sociedad de Inversión de cualquier AFORE era de entre uno y cuatro millones de pesos, pero en 2007 se redujo a sólo 100 mil pesos. Nos preguntamos si dicho capital es suficiente para hacerse cargo de los recursos de millones de trabajadores y responder por ellos en caso de quiebra de los intermediarios financieros. ¿No es tal reducción de capital un acto imprudente que pone en peligro el patrimonio de las cuentas de los trabajadores?. ¿Acaso reducir los requerimientos de capital a niveles extremos no es poner en riesgo la existencia misma de las Administradoras?. Es evidente que deliberadamente se puso en riesgo su viabilidad operativa y financiera. Por lo tanto, al carecer las AFORES de un índice mínimo de capitalización que garantice su sana operación como intermediaria financiera en la administración de los fondos de retiro, de conformidad con los índices de capitalización previstos para los intermediarios que integran el sistema financiero mexicano, y con la anuencia de las 20 propias autoridades en materia financiera que con sus actos y omisiones ha incumplido el objeto primordial de procurar la estabilidad y correcto funcionamiento del sistema financiero; y han omitido mantener y fomentar el sano y equilibrado desarrollo de dicho sistema en su conjunto, evadiendo su responsabilidad de actuar en protección de los intereses del público, resolviendo las operaciones que pongan en peligro su solvencia, estabilidad o liquidez; es a causa de tales actos y omisiones que se demanda el amparo de la justicia federal. Es por tal razón que existe una responsabilidad patrimonial del Estado Mexicano con los trabajadores a causa de las minusvalías, mismas que deben ser objeto de indemnización conforme a la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado, pues de acuerdo a su artículo primero: “ARTÍCULO 1.- La presente Ley es reglamentaria del segundo párrafo del artículo 113 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y sus disposiciones son de orden público e interés general; tiene por objeto fijar las bases y procedimientos para reconocer el derecho a la indemnización a quienes, sin obligación jurídica de soportarlo, sufran daños en cualquiera de sus bienes y derechos como consecuencia de la actividad administrativa irregular del Estado. La responsabilidad extracontractual a cargo del Estado es objetiva y directa, y la indemnización deberá ajustarse a los términos y condiciones señalados en esta Ley y en las demás disposiciones legales a que la misma hace referencia. Para los efectos de esta Ley, se entenderá por actividad administrativa irregular, aquella que cause daño a los bienes y derechos de los particulares que no tengan la obligación jurídica de soportar, en virtud de no existir fundamento legal o causa jurídica de justificación para legitimar el daño de que se trate.” Por su parte, el segundo párrafo del artículo 113 de la Carta Magna establece: “Artículo 113. … La responsabilidad del Estado por los daños que, con motivo de su actividad administrativa irregular, cause en los bienes o derechos de los particulares, será objetiva y directa. Los particulares tendrán derecho a una indemnización conforme a las bases, límites y procedimientos que establezcan las leyes.” Las minusvalías y posibles quebrantos en los fondos de ahorro para el retiro encuadran en el supuesto del artículo 4, de la citada Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado: “ARTÍCULO 4.- Los daños y perjuicios materiales que constituyan la lesión patrimonial reclamada, incluidos los personales y morales, habrán de ser reales, evaluables en dinero, directamente relacionados con una o varias personas, y desiguales a los que pudieran afectar al común de la población.” En este caso, es evidente que se trata de minusvalías medibles en dinero que han sufrido las cuentas individuales de ahorro para el retiro de los trabajadores como consecuencia de las múltiples irregularidades descritas en este documento; por lo que los activos (saldos), de las cuentas individuales deben ser retornados al estado en que se encontraban antes de ocurrir dichas “minusvalías”, conjuntamente con los rendimientos reales positivos que dejaron de ganarse durante el periodo en que se registró el menoscabo en el patrimonio de la inversión. Por consiguiente, en virtud de lo anteriormente plasmado se desprende que el sistema financiero actual, y en particular el modelo de administración de las pensiones operado a través de las AFORES, no se ajusta a los intereses del público en general ni de los trabajadores cotizantes en particular; contraviniendo de forma evidente lo establecido por nuestra Constitución en materia económica y financiera; por lo tanto, este juzgado en tanto órgano de control constitucional debe otorgar el amparo y protección de la 21 Justicia de la Unión a los quejosos, cumpliendo con su labor de hacer valer nuestra Carta Magna y restaurando el imperio de la Constitución en nuestro país y restableciendo el Estado de Derecho. PRUEBAS Atento a lo dispuesto por los artículos 103 y 107 fracción VII de la Constitución Política Federal; 150, 151, 152 y demás relativos de la Ley de Amparo; y, 79, 88, 90, 93, 129, 133, 134 y demás aplicables del Código Federal de Procedimientos Civiles de aplicación supletoria a la materia, y con el fin de acreditar los hechos y conceptos de violación del amparo, se ofrecen las PRUEBAS siguientes: 1.- LA INSTRUMENTAL PÚBLICA DE ACTUACIONES, consistente en todas y cada una de las actuaciones que conforman el presente juicio de amparo, en sus cuadernos principal y de suspensión, solicitando se tenga a la vista el cuaderno incidental, en su contenido, datos y elementos probatorios, para resolver en el definitiva el amparo con el objeto de que ese H. Juzgado, por tratarse de un amparo en materia laboral, atienda todo aquello que beneficie a los quejosos y supla en todo momento la deficiencia de la queja, si de las actuaciones del amparo existen datos, hechos y pruebas suficientes que motiven, fundamenten y acrediten los conceptos de violación que se han hecho valer. Esta prueba se relaciona con todos los antecedentes y hechos del amparo. 2.- LA DOCUMENTAL PÚBLICA, CONSISTENTE EN TODOS Y CADA UNO DE LOS DOCUMENTOS PÚBLICOS ORIGINALES O COPIAS CERTIFICADAS DE LOS MISMOS QUE SE EXHIBEN, que acreditan nuestro carácter de cotizantes del ISSSTE; el TALÓN DE PAGO de cada uno de los demandantes, ESTADO DE CUENTA DEL PENSIONISSSTE, ya sea expedido por el BANSEFI o por otra institución bancaria, y copia simple de la CREDENCIAL DE ELECTOR, con el objeto de acreditar la personalidad, legitimación y capacidad e interés jurídico de los quejosos, aportaciones y transferencia de fondos. Esta prueba se relaciona con los antecedentes, hechos y conceptos de violación del amparo y se fundamenta en lo dispuesto por los artículos 79, 90, 93, 129, 133, 134 y demás aplicables del Código Federal de Procedimientos Civiles de aplicación supletoria a la materia. 3.- LA PRESUNCIÓN LEGAL Y HUMANA, consistente en las presunciones que se deriven de lo actuado en el presente juicio de amparo, en el sentido de que existen datos bastantes y suficientes que acreditan los conceptos de violación hechos valer por los quejosos. SUPLENCIA EN LA DEFICIENCIA DE LA QUEJA. Con apoyo en lo dispuesto por el artículo 76 bis de la Ley de Amparo la parte quejosa solicita la suplencia de la deficiencia de la queja formulada en el presente juicio de garantías en virtud de que los impetrantes del amparo somos trabajadores, en razón de que la materia del amparo es de carácter laboral y se trata de una demanda contra una Resolución y actos afectados de inconstitucionalidad. CAPITULO DE SUSPENSIÓN DEL ACTO RECLAMADO Fundados en lo dispuesto por los artículos 122, 124, 130, 131, 132, 136 y 142 de la Ley de Amparo en vigor, solicitamos se nos conceda a la parte Quejosa LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO RECLAMADO, y en su oportunidad LA DEFINITIVA del mismo, particularmente y ad cautelam, pedimos se dicten las medidas provisionales necesarias para preservar los fondos de ahorro del retiro de los quejosos y su transferencia a la Tesorería del ISSSTE, así como, para que no sean invertidos éstos en valores de alto riesgo en el mercado financiero nacional e internacional, hasta en tanto se resuelva el principal, toda vez que al concederse éstas medidas o 22 suspensión, no se causa perjuicio al interés social ni se contravienen disposiciones del orden público, en virtud de que la demanda constitucional se solicita en contra de actos y artículos de la Ley que se estiman de inconstitucionales por su contenido, forma y porque operan con retroactividad vulnerando los derechos adquiridos de la parte quejosa y que se derivan de la relación de trabajo y derechos adquiridos con el Estado como patrón, bajo una relación entre particulares y no de orden público, puesto que la Resolución de CONASAMI y demás actos impugnados atentan en contra del orden público e interés social al transgredir el orden constitucional, que fue establecido en sus orígenes por el Constituyente de 1917, PRUEBAS EN EL CUADERNO DE SUSPENSIÓN ÚNICA.- LAS DOCUMENTALES PÚBLICAS Y/O PRIVADAS OFRECIDAS EN EL PRINCIPAL.- Los quejosos en el Cuaderno Incidental reproducimos y ratificamos el amparo y suspensión solicitados, así como, las pruebas documentales, que fueron ofrecidas con la demanda, mismas que demuestran el interés jurídico y titularidad del derecho de los quejosos, por tratase de documentales públicas y/o privadas, originales y copias, según el caso, inobjetables o bien presuntivas de la existencia del original, para cuyo efecto e independientemente de la objeción que produzca la contraria, se perfecciona desde este momento, al solicitarle a ese Juzgado tenga a la vista el Cuaderno Principal y constate la existencia de dichos documentos y de fe de ellos, así como proceda al cotejo o compulsa de las copias exhibidas que obran en el cuaderno incidental con los originales del cuaderno principal, para que obren fehacientemente en el Incidente y sean tomadas en cuenta al momento de dictar la resolución que proceda. Por lo anteriormente expuesto y fundado, A USTED C. JUEZ, atentamente pido se sirva: ÚNICO .- Tenernos por presentados con este escrito, documentos y copias que se acompañan, demandando el Amparo y Protección de la Justicia Federal en contra de los actos y de las autoridades que han quedado precisadas en la demanda. Admitir a trámite la misma, ordenar su substanciación conforme a derecho, dictar las medidas provisionales o precautorias legalmente pertinentes a efecto de preservar los ahorros de retiro de los quejosos; y. previos los trámites de ley, otorgar en su oportunidad el Amparo y Protección de la Justicia Federal a favor de la parte quejosa en virtud de los actos que por su naturaleza son contrarios a derecho, a los principios de interés y seguridad social, violentando temerariamente los preceptos constitucionales en agravio del quejoso, es de justicia y así procede. RESPETUOSAMENTE México, Distrito Federal a de de 2009 (OJO: poner la fecha del día de presentación del amparo) TRABAJADOR UNO NOMBRE COMPLETO Y FIRMA TRABAJADOR DOS NOMBRE COMPLETO Y FIRMA (Solamente se firma la hoja final, con la firma que siempre utilicen en todos sus actos públicos y privados. Si algún trabajador no sabe o puede firmar, entonces solamente pondrá su huella digital, acompañada de la firma de un familiar cercano y se le agregará la leyenda: “firma a su nombre y ruego (nombre completo del familiar).