La génesis del ser humano: textos para comentar El comentario de los siguientes textos se ofrece como actividad de ampliación de la unidad didáctica titulada EL SER HUMANO: NATURALEZA Y CULTURA. Debes realizar el comentario de al menos 3 textos de los 10 siguientes. Sigue las instrucciones del cuadro sobre las pautas de comentario de texto. Algunos textos incluyen preguntas, las cuales no deben ser contestadas pero te darán pistas sobre los puntos a destacar del texto en cuestión. El comentario de los siguientes textos debe incluir un análisis de su contenido, lo que implica señalar los siguientes puntos: 1. Señalar la temática general (antropológica, política, epistemológica, etc.), argumentando la elección. Dentro de la misma, señalar el tema. 2. Especificar el problema que trata el texto. Un problema es una cuestión que el texto plantea y/o pretende resolver. 3. Señalar la tesis del autor, es decir, la postura que defiende ante el problema en cuestión. 4. Análisis de la estructura: divide el texto en partes, señala sus ideas principales y la estructura del razonamiento en relación a la tesis defendida. Se puede realizar un mapa conceptual del mismo. 5. Análisis semántico: se trata de definir los términos y conceptos más importantes del fragmento, que tienen un significado especial y concreto para el autor del texto. Ej. Bien, justicia o virtud en Platón. Una vez realizado el análisis del contenido y comprendido el texto, podemos abordar el análisis crítico y personal. Si se trata de un autor estudiado en clase: 1. Relacionar el tema planteado en el texto con las ideas generales del autor. 2. Relacionar el texto con otras posturas filosóficas (contrarias y/o semejantes), señalando las influencias recibidas y su proyección posterior. 3. Tu posición personal ante el problema tratado: su actualidad, el modo de plantearlo (rigor, originalidad, etc.), tu opinión sobre el mismo. (Nos limitaremos a este punto si es un autor poco conocido, aunque puedes documentarte sobre el mismo y realizar los puntos 1 y 2 de este apartado) Texto nº 1 “Todos los organismos o son células o están compuestos de células. La célula es la unidad básica de la vida. Hace unos 3.600 millones de años la primera célula primitiva (procariótica, es decir, sin núcleo) empezó a replicarse. Sus descendientes siguieron replicándose y diversificándose. 2.500 años más tarde algunas células procarióticas se asociaron para formar un nuevo tipo de célula, más grande y compleja, la célula eucariótica (es decir, con núcleo). Las células eucarióticas han seguido replicándose desde entonces, como algas y amebas, por ejemplo. Más adelante, algunas células eucarióticas se asociaron para formar organismos pluricelulares, dentro de los cuales se especializaron y perdieron su independencia, constituyendo así las plantas, los hongos, los animales. Los animales son organismos pluricelulares eucarióticos (compuestos con muchas células con núcleo) (...) que se desarrollan a partir de un zigoto o célula formada por la fecundación de dos gametos haploides (provisto de un único juego de cromosomas en su núcleo). Este complicado mecanismo reproductivo funciona como un procesador de información, que ha conducido a la milagrosa variedad y adaptación de los animales a los más diversos ambientes. Hay muchos tipos de animales, pero la mayoría de los animales en los que pensamos son miembros del tipo de los cordados (los que poseen una cuerda dorsal nerviosa que en los mamíferos toma la forma del cerebro y espina dorsal) al que pertenecen, entre otros, los peces, las aves y los mamíferos”. MOSTERÍN, JESÚS: Los derechos de los animales. Texto nº 2 “A diferencia de la selección natural que el hombre lentamente efectúa con animales y plantas, potenciando determinadas características para mejorar su productividad, la selección natural no persigue ningún objetivo. Es más, no hay variantes genéticas mejores que otras en sentido absoluto, sino que todo depende de las circunstancias del medio ambiente. Lo que es favorable en un momento dado, puede no serlo en otro. Además, por un fenómeno que se conoce como ´mutación´, de cuando en cuando nacen individuos con variantes nuevas, pero de ninguna manera los hábitos o necesidades de los individuos determinan en qué dirección se producirán las mutaciones. No obstante, éstas son una fuente inagotable de novedades sobre las que actúa la selección natural, modificando con el tiempo las especies e impulsando su evolución. Las mutaciones no producen por sí solas nuevas especies, sino que aumentan la variabilidad de las existentes. El `azar´ también representa un papel importante en la evolución; por ejemplo, cuando unos pocos individuos sobreviven aleatoriamente (es decir, sólo por su buena suerte) a una catástrofe ecológica que diezma los efectivos de su especie, o cuando unos pocos individuos son transportados pasivamente por las fuerzas de la naturaleza (el viento, los ríos, o las corrientes marinas) para fundar una nueva población. Las características de estos individuos seleccionados por el azar podrían no ser las más frecuentes en la población original y, sin embargo, son el punto de partida de la evolución posterior. A veces, una catástrofe de mayores proporciones puede eliminar de un plumazo una o muchas especies perfectamente adaptadas”. ARSUAGA , J. L. y otro: La especie elegida. Texto nº 3 “Hace unos 2,5 millones de años los homínidos se habían diversificado en dos líneas evolutivas diferentes. Una de ella, la de los parántropos, se especializó en un aparato masticador hipertrofiado. En la otra estaban los primeros representantes del género Homo, los primeros humanos, con un cerebro algo mayor. Sólo a apartir de este momento, los homínidos son únicos entre los seres vivientes por su mayor complejidad cerebral. Estos humanos fabricaron los primeros instrumentos de piedra. Los parántropos se extinguieron después, y los humanos posteriores modificaron su estructura corporal, aumentaron su cerebro y perfeccionaron su tecnología. Pero ni siquiera desde que apareció la inteligencia en la biosfera la evolución humana ha seguido un camino único, una línea recta que conduce hasta nosotros. Por el contrario, hasta hace pocos miles de años han existido varias especies humanas inteligentes sobre la faz de la Tierra. El que ahora sólo exista la nuestra nos da una falsa perspectiva de que siempre ha sido así, de que nuestros antepasados se han sucedido unos a otros en una secuencia ordenada, en una escalera por la que hemos ido ascendiendo peldaño a peldaño” ARSUAGA y otro: La especie elegida. Temas de hoy. P 326. Texto nº 4 En un momento de nuestra evolución, la humanidad afrontó el enorme reto adaptativo de abandonar su cuna africana para poblar Asia y Europa. Los homínidos se hicieron más grandes y sus cerebros aumentaron correlativamente de tamaño. Existen diversos argumentos que relacionan la salida de África de estos humanos con un cambio climático. También debido a limitaciones ambientales, algunos científicos creen que hasta hace medio millón de años, la expansión humana sólo se produjo en las áreas más meridionales de Europa, permaneciendo el norte de Europa despoblado debido a los fríos intensos y escasez de recursos como resultado de los periodos glaciares. Esta etapa concluyó con la aparición de nuestra especie (Homo sapiens) y de los neandertales (Homo neanderthalensis). Los neandertales y nosotros formamos dos humanidades diferentes, aunque muy similares en muchos puntos. A lo largo de la última parte de nuestra historia evolutiva ambas especies se desarrollaron en sus diferentes continentes. El antepasado común a ambas lineas humanas que daría lugar, por un lado en Europa a los neandertales por otro en África a nosotros, lo encontramos en la Sierra de Atapuerca, en el nivel 6 de la Gran Dolina, con una antigüedad de alrededor de 800.000 años y ha sido bautizado por sus descubridores como Homo antecessor. El estudio de los fósiles humanos de TD6 ha revelado un interesante mosaico de rasgos, algunos muy primitivos y otros sorprendentemente modernos. Esta combinación es única en el registro fósil humano. No muy lejos de España, en Ceprano cerca de Roma, el descubrimiento de una calvaria cuyos rasgos dicen que se asemejan a los de Homo erectus, ha añadido más intriga a la emocionante historia del primer poblamiento europeo. La edad de este fósil es incierta dado que carece de contexto estratigráfico, pero ciertos argumentos apuntan hacia los 700-800.000 años de antigüedad, lo que implicaría, de confirmarse esta fecha, una coexistencia de ambas especies o bien que se tratara también de Homo antecessor. En cualquier caso, la edad de Homo antecessor, así como sus peculiares rasgos anatómicos y evolutivos, están fuera de duda y le sitúan como el primer poblador de Europa hace alrededor de 1 millón de años. En el viejo continente Homo antecessor comienza una marcha evolutiva que culminará cientos de miles de años más tarde en los neandertales, mientras que esta misma especie humana habitando en África dará lugar a una especie diferente, a nosotros. ARSUAGA y otros. Claves de la evolución humana. Cnice. Texto nº 5 La humanidad Europea: los neandertales Los neandertales constituyen junto con nosotros las dos humanidades más avanzadas. Ambas fueron diferentes en muchos aspectos pero muy similares en otros. Aspecto físico y modo de vida Los neandertales tenían una constitución física muy fuerte, que habían heredado de sus antepasados Homo heidelbergesis. Presentaban un tamaño encefálico cuyo promedio era mayor que el de nuestra especie. Su cráneo era alargado lateralmente, de frente huidiza, con un marcado reborde óseo sobre las cavidades de los ojos, nariz grande, al igual que la cara, y la mandíbula carecía de mentón. Algunas de sus características indicaban adaptaciones específicas para soportar el frío, como su constitución robusta y piernas cortas, que ofrecían reducidas superficies expuestas a la pérdida de calor. Estos humanos fabricaban útiles de piedra utilizando una industria denominada Musteriense (del Modo III). Con ella conseguían mayor número de herramientas y mayor filo útil por núcleo trabajado que el obtenido con la industria Achelense (del Modo II) que utilizaba Homo heidelbergensis. Los neandertales vivían en refugios naturales o cuevas pero no tenían un asentamiento fijo, y dependían directamente del movimiento de los animales, que constituían su fuente de alimento. Por los restos faunísticos hallados en diversos yacimientos, se sabe que entre los animales cazados estaban preferentemente los renos, caballos y ciervos. Ya se ha comentado que los pre-neandertales de la Sima de los Huesos mostraban compasión por sus congéneres. Esta parece ser una constante en la linea evolutiva que también presentan los neandertales. En la Sima, parece haber una profunda intención en la deposición de su gente en un lugar escondido y alejado del exterior, pero los enterramientos de sus descendientes son los primeros claros e intencionales, aunque desconocemos la causa o el sentido interior que guiaba esta actitud. Independientemente del por qué, lo que está claro es que los neandertales daban un valor único a sus compañeros en vida, enterrandoles con cuidado cuando éstos morían. Algunos esqueletos se han encontrado colocados en posición fetal o con la cabeza apoyada sobre un brazo. En el yacimiento de Kebara (Israel), tras la inhumación fue retirado el cráneo y en Shanidar (Iraq) unos granos de polen en el sedimento que rodeaba un cuerpo han sido interpretados como guirnaldas de flores (pero tanbién quizás transportados por el viento). En Krapina, un yacimiento croata, se han encontrado restos quemados que se interpreta como práctica de canibalismo o antropofagia. Además de respetar a sus muertos, los neandertales demostraron sensibilidad por sus enfermos y heridos. Muchos esqueletos de neandertales presentan indicios de heridas curadas en vida y de patologías óseas reflejo de las enfermedades que padecieron. ARSUAGA y otros. Claves de la evolución humana. Cnice Texto nº 6 “La especie humana se ha multiplicado últimamente como un cáncer de la biosfera (envoltura de nuestro planeta formada por la superficie terrestre, las aguas de los mares y océanos, y la parte inferior de la atmósfera, que constituye el escenario de la vida; todos los organismos forman parte de ella), poniendo en peligro a los demás tejidos que conforman la biota (conjunto de todos los seres vivos; parte viva de la biosfera). Pero, aún más recientemente, la especie humana (o mejor dicho, algunos de sus miembros) han empezado a darse cuenta de la amenaza que representa para el resto de la biota, y ha empezado a asumir su responsabilidad como guardián de la biosfera. Con ello la humanidad comienza a transformarse en una especie de consciencia de la biosfera entera, de igual modo que nuestro cerebro no sólo piensa en sí mismo, sino que asume la defensa y regulación de todo nuestro organismo. No estamos solos. Somos animales entre otros animales, compañeros de viaje sobre la nave Tierra. La evolución ha acabado por colocarnos al timón de la nave. Y ahora está en nuestras manos el destino de toda la tripulación, incluido el nuestro. Queramos o no, nos guste o no, la evolución biológica y cultural nos ha conducido a nuestra actual posición. En nuestra mano está asumir nuestro papel de guardianes lúcidos de la biosfera, o abdicar de nuestra tarea y asistir como testigos borrachos al desastre que nosotros mismos estamos provocando. Ésta es la gran cuestión que se plantea a la ética contemporánea ante la magnitud de la cual todos los demás dilemas morales palidecen como provincianos e insignificantes”. MOSTERÍN: Los derechos de los animales. Texto nº7 «Para llegar a conocer las verdaderas causas de tantas formas diversas y tantas costumbres diferentes, cuyos ejemplos nos ofrecen los animales que conocemos, es preciso considerar que las circunstancias infinitamente diversificadas, pero todas lentamente cambiantes, en que se han encontrado los animales de cualquier raza, determinaron, para cada uno de ellos, nuevas necesidades y sucesivos cambios en sus costumbres. Una vez reconocida esta verdad innegable, será fácil observar cómo pudieron satisfacerse nuevas necesidades y adquirirse nuevas costumbres, si se presta atención a las siguientes leyes de la Naturaleza que la observación siempre ha comprobado: Primera ley. En todo animal que no haya superado el término de su desarrollo, el ejercicio frecuente y continuo de un órgano cualquiera fortifica poco a poco dicho órgano, lo desarrolla y lo agranda, confiriéndole una potencia proporcional a la duración de su uso; de igual modo, la ausencia constante de uso de dicho órgano lo debilita, lo deteriora, hace disminuir progresivamente sus facultades y acaba por hacerlo desaparecer. Segunda ley. Todo cuanto la Naturaleza ha hecho perder o ganar a los individuos por influencia de las circunstancias a las que desde hace tanto tiempo se encuentra expuesta la raza y, consecuentemente, por efecto del uso predominante de un órgano o de su constante no utilización, se conserva a través de las generaciones transmitiéndose a los nuevos individuos derivados de él, con tal de que los cambios adquiridos sean comunes a los dos sexos o, cuando menos, a quienes produjeron estos nuevos individuos». Lamarck: Filosofía Zoológica. Citado en «Evolución», de Monserrat Cabello y Silvia Lope, Biblioteca de Recursos Didácticos Alhambra. Madrid, 1990. 1. ¿Cómo explica Lamarck la evolución de la especies? 2. ¿Es válida la teoría lamarckiana de la evolución? Explica por qué o por qué no. Texto nº8 «Órganos rudimentarios, atrofiados y abortados. Los órganos o partes de esta extraña condición, que llevan el sello claro de la inutilidad, son sumamente comunes, o incluso generales, por toda la naturaleza. Sería imposible citar uno solo de los animales superiores en el que una parte u otra no se encuentre en estado rudimentario. En los mamíferos, por ejemplo, los machos poseen mamas rudimentarias; en los ofidios, un lóbulo del pulmón es rudimentario; en las aves, el ala bastarda puede considerarse con seguridad como un dedo rudimentario, y en algunas especies todo al ala es tan extremadamente rudimentaria, que no puede utilizarse para volar. ¿Qué puede haber más curioso que la presencia de dientes en el feto de las ballenas, que cuando se han desarrollado no tienen ni un diente en su boca, o los dientes que nunca rompen las encías, en la mandíbula superior de los terneros antes de nacer? »[...] Por lo que se refiere a las plantas, lo pétalos son unas veces rudimentarios y otras bien desarrollados en individuos de la misma especie. En ciertas plantas que tienen los sexos separados, Kölreuter encontró que, cruzando una especie en la que las flores masculinas tenían un rudimento de pistilo, con una especie hermafrodita que tiene, claro es, un pistilo bien desarrollado, el rudimento en la descendencia híbrida aumentó mucho de tamaño, y esto demuestra claramente que el pistilo rudimentario y el perfecto eran esencialmente de la misma naturaleza. Un animal puede poseer varias partes en estado perfecto y, sin embargo, pueden ser en cierto sentido rudimentarias, porque sean inútiles: así, el renacuajo de la salamandra común o lagartija acuática, como hace observar Mr. G. H. Lewes, “tiene agallas y pasa su existencia en al agua; pero la Salamandra atra, que vive en las alturas de las montañas, pare sus crías completamente formadas. Este animal nunca vive en el agua; sin embargo, si abrimos una hembra grávida encontramos dentro de ella renacuajos con branquias delicadamente plumosas, y, puestos en el agua, nadan casi como los renacuajos de la salamandra común. Evidentemente, esta organización acuática no tiene ninguna relación con la vida futura del animal, ni está adaptada a su condición embrionaria; tiene solamente relación con adaptaciones ancestrales y repite una fase de desarrollo de sus progenitores”». Darwin: El origen de las especies, pp. 447-448. Editorial Edaf, S. A. Madrid, 1985. 1. ¿Qué son los órganos rudimentarios? 2. ¿Cómo se puede explicar la existencia de órganos rudimentarios en los individuos de numerosas especies? ¿Cuál es la explicación que da Darwin de este fenómeno? 3. ¿Cómo puede explicarse la presencia de órganos rudimentarios en términos lamarckianos? ¿Por qué, sin embargo, los biólogos actuales descartan estas explicaciones? Texto nº9 «[...] es indudable que la enorme reserva de diversidad genética existente en las poblaciones naturales suministra amplias oportunidades a la selección natural. No resulta, por tanto, sorprendente que siempre que se materialice un nuevo desafío ambiental -un cambio de clima, la introducción de un nuevo depredador o de un nuevo competidor, la polución provocada por el ser humano, etc.-, las poblaciones están generalmente capacitadas para adaptarse al mismo. Un ejemplo reciente muy impresionante de tal adaptación es la evolución hacia la resistencia a los plaguicidas sufrida por varias especies de insectos. La historia es siempre la misma: cuando se introduce un insecticida nuevo, basta una cantidad relativamente pequeña para obtener un control satisfactorio de la plaga. Transcurrido cierto período de tiempo, sin embargo, ha de incrementarse la concentración del insecticida hasta que este se torna totalmente ineficaz o no rentable económicamente. En 1947 se consignó, por primera vez, la resistencia de ciertos insectos a un plaguicida, concretamente la de la mosca doméstica, al DDT. Desde entonces se ha consignado la resistencia a uno o más plaguicidas en 225 especies de insectos, por lo menos, y en diversos artrópodos. Las variantes genéticas requeridas para la resistencia a los diversos tipos de plaguicidas se hallaban evidentemente presentes en todas las poblaciones expuestas a estos compuestos elaborados por el ser humano». Francisco J. Ayala: La naturaleza inacabada, p. 50. Salvat Editores, S. A. Barcelona, 1994. 1. ¿Cómo se puede explicar en términos evolutivos que ciertas especies de insectos se vuelvan inmunes ante determinados insecticidas que anteriormente los exterminaban? 2. ¿Son suficientes hechos de este tipo para confirmar la teoría de la evolución de la especies? Razónalo. Texto nº10 «El problema que más caro le era a Darwin, el de la multiplicación de las especies, vuelve a ser objeto de investigación. En ciertos grupos de organismos, como el de las aves, por ejemplo, las nuevas especies parecen originarse exclusivamente por especiación geográfica: a través de la reestructuración genética de poblaciones que se hallaban aisladas del resto de la especie, en una isla por ejemplo. En las plantas y en otros grupos animales, muy pocos por cierto, ocurre un tipo distinto de especiación por poliploidía (duplicación de la dotación cromosómica), ya que los individuos poliploides quedan inmediatamente aislados, desde el punto de vista reproductor, de sus progenitores. Un tercer tipo de especiación es el llamado especiación “simpátrica”: que se observa en parásitos o en insectos adaptados a vivir sobre una planta huésped determinada. Puede suceder que una nueva especie huésped sea colonizada accidentalmente, y que los descendientes de los inmigrantes, ayudados quizá por cierta combinación favorable de sus genes, lleguen a constituir una colonia próspera. En este caso existirá una fuerte selección de los genes que favorezcan la reproducción con otros individuos que vivan sobre la nueva especie huésped, de suerte que las condiciones favorezcan el desarrollo de una nueva raza adaptada al nuevo huésped y, con el tiempo, a una nueva especie que sea específica del hospedante en cuestión». Ernst Mayr: Evolución, pp. 11-12. En «Evolución», monográfico de Investigación y Ciencia. Barcelona, 1987. 1. El autor señala en el texto tres distintos tipos de procesos que pueden llevar a la aparición de especies nuevas. Enuméralos y explica en qué consisten cada uno de ellos. Texto nº11 «Con el Homo, pues, aparece un primate más inteligente que el resto. Su mayor cerebro (casi el doble que los australopitecos y los póngidos) le ha dotado de una gran plasticidad conductual. Y este cerebro, imposible de desarrollar dentro del útero, ha trastocado las diversas fases de crecimiento, convirtiendo a las crías de esta especie en una grave carga energética: consumen más energía porque un cerebro grande así lo exige y esta debe invertirse durante más tiempo, puesto que el periodo de dependencia se dilata al tardar más en hacerse adultos. Esta circunstancia obligó a realizar un profundo cambio en el seno de la organización de estos homínidos, que a su vez va a trastocar drásticamente la estructura básica de organización y comportamiento, compartida hasta entonces con el resto de primates. En los póngidos y simios son las hembras las que se encargan del cuidado y mantenimiento de las crías. Por ello, solo lo hacen de una en una, no concibiendo una nueva hasta que destetan la anterior: si en el seno de los grupos de Homo hubiese sucedido lo mismo, muy probablemente la prolongación del desarrollo que permitía el aumento del cerebro se habría visto rechazada por la selección natural: una sola hembra tendría que afrontar un desgaste energético mayor y más prolongado que sus congéneres evolutivos. Este hecho habría sido muy difícil de llevar a cabo, amén de que habría enrarecido aún más la especie, al tener que ampliar los espaciamientos entre partos sucesivos por durar más el periodo de destete. Por ello, las hembras de Homo iniciaron una auténtica revolución en el seno de los primates: involucraron a otros miembros del grupo, los machos, en el cuidado de la progenie. Una inversión energética tan amplia solo podría mermarse si se hacía cargo de ella más de un individuo. De semejante cambio en la organización social se tiene constancia porque también significó una auténtica transformación del comportamiento subsistencial. Los individuos de cada grupo ya no podían seguir manteniendo una conducta exclusiva de autoabastecimiento. Se hizo necesario proporcionar parte de los beneficios energéticos a los miembros más deficitarios. Con semejante fin surge un comportamiento nuevo entre los primates: se pospone el consumo de alimento (o buena parte de él) tras su obtención y se desplaza a otros lugares para consumirlo con posterioridad y compartirlo con otros». Manuel Domínguez-Rodrigo: El primate excepcional, pp. 82-83. Ariel. Barcelona, 1997. 1. ¿Qué relación existe, según el autor del texto, entre el crecimiento del cerebro, y el aumento de la socialización entre los Homo? 2. El autor sostiene que las hembras de los Homo involucraron a los machos en el cuidado de las crías. ¿Se te ocurre alguna explicación de cómo pudieron hacer tal cosa? 3. De ser válida la hipótesis barajada por al autor del texto sobre socialización y aumento del cerebro y la inteligencia, ¿puede decirse que, al menos en algunos casos, la «solidaridad» es una ventaja en la lucha por la supervivencia? Razónalo.