conferencia 68 conferencia “Consecuencias de la crisis en el sector funerario” José Morales, Gerente de Unicoffin Los efectos de la recesión económica que vivimos en los últimos años y contra lo que muchos ajenos a la industria puedan pensar, también perjudican al sector funerario, el cual además se ve afectado por las guerras de precio que llevan a cabo las empresas para alcanzar el umbral de rentabilidad, ante una competencia cada vez más concentrada. Con el fin de abordar este tema, José Morales, gerente de Unicoffin, acudió al Simposium Nacional del Sector Funerario celebrado en Bilbao en octubre del pasado año bajo el título ‘Sector funerario ¿evolución o transformación?’, donde analizó las causas de la crisis interna que sufre el sector. conferencia 69 Quiero agradecer, en primer lugar, a la organización de este Simposium Nacional la invitación a participar con esta ponencia y, en segundo lugar, también a la audiencia por la gran acogida que tiene el congreso y, particularmente, esta edición. Cuando se me dio la oportunidad de intervenir, quise que mi conferencia abordase las consecuencias que ha tenido la crisis en el sector funerario y no sabía bien cómo tratar esta temática debido a lo comprometida que es. Pero al mismo tiempo creía que era el momento de hacerlo por la situación que estamos atravesando La primera dificultad con la que me encuentro es que en la sala está mi competencia, así como empresas funerarias y compañías de seguros. Todos, a su vez, con intereses contrapuestos en mayor o menor medida. Finalmente, considero que lo mejor es exponer la situación desde mi punto de vista, sin enfrentar ni perjudicar a nadie. Esta ponencia podría ser extensísima y 20 ó 25 minutos no es mucho tiempo para analizar un tema tan amplio, pero a base de pinceladas intentaré hacer un es- bozo. En caso de que algo no quede claro lo podemos acabar de ampliar en la mesa redonda que tendrá lugar después. Durante mi exposición voy a intentar evitar las palabras que más se escuchan últimamente en la prensa: recesión, prima de riesgo, recorte, ERE. Intentaré evitar estos términos y, centrándome en el eslogan del Simposium, haré un repaso de la evolución del sector, sobre todo desde el punto de vista de la crisis. Espero que entendáis que todo lo que diga son opiniones personales, que lanzo desde mi experiencia en esta empresa de fabricación de ataúdes, la cual no pertenece a ninguna asociación ni federación. Asimismo, la compañía no está participada por ninguna funeraria ni aseguradora y, por tanto, la mía es una opinión más o menos acertada, pero independiente. Guerra de precios La visión de esta conferencia se da desde el estrato más bajo de la cadena: el del suministro. Quiero exponer la evolución del sector en las últimas dos décadas, periodo que dividiré en dos bloques: desde 1992 a 2002 y de 2003 hasta la actualidad. Dentro de nuestro ámbito de actuación, encontramos dos crisis: la que empieza en nuestro sector hace 20 años y que se solapa con la crisis internacional que empezó en 2007. En esta primera etapa, cuando arranca nuestra la crisis, aparece en el sector un nuevo tipo de arca, redonda, de conglomerado, de muy fácil ejecución y con un resultado comercial interesantísimo. Esta caja se incorpora al mercado y en muy poco tiempo se estandariza como un producto básico. La facilidad en su ejecución hace que todos los fabricantes la comercialicen, dejando de fabricar cajas cuadradas. Este tipo de ataúd, por su resultado comercial, quita terreno a cajas de gama media y alta, con lo cual estamos trabajando sobre un producto con mucho menos margen. El problema de esto es que hay que intentar alcanzar cuotas de mercado superiores y aquí es cuando empiezan los indicios de la guerra de precios que estamos sufriendo. Al trabajar con márgenes tan justos se empiezan a fabricar conferencia 70 José Morales expuso su visión de la situación actual del sector funerario español y, en concreto, la de los fabricantes de ataúdes cajas de DM que permitían ligeras modulaciones, buscando así un producto diferenciador hasta llegar a un arca aceptada por funerarias y aseguradoras, que es de madera. En estos momentos se da de nuevo la guerra de precios, un término que podemos definir técnicamente como “aquel estado de intensa competitividad acompañado de una bajada de precios”. La lucha se inicia con un intento por parte de una empresa de abarcar de esta manera una cuota de mercado superior. Seguidamente, como respuesta, se inicia una ronda de descenso de precios y finalmente el resultado es una pérdida de margen de todas las empresas involucradas. En este corto plazo hay un beneficiado que es el consumidor y mientras, las empresas continúan recortando sus márgenes para alcanzar el umbral de rentabilidad. A largo plazo, las firmas que dominan el sector salen beneficiadas dejando a las pequeñas empresas incapaces de ganar la guerra. Finalmente, podría darse la situación inversa y es que queden pocas empresas y que tengan la capacidad de subir precios. Ahora “Debemos seguir siendo optimistas y dar soluciones lo más rápido posible para estar muy vivos y darle larga vida a nuestro sector” mismo, éste no es el caso que se está dando, ni mucho menos, en el sector español. Ahora analizaremos la segunda fase, que se inicia en 2002, cuando también se vive una guerra de precios por la concentración, debido a la llegada de grandes compañías funerarias extranjeras que forman grupos. Éstos incrementan su poder de negociación, activan sus centrales de compras y consiguen ofrecer sus productos a precios bajos, por lo que el resto del sector se ve obligado a seguirles. No es una crítica a los grandes grupos: el problema aquí es el proveedor, no el negociador. En aquellos momentos la caja de madera ya consolidada, se empieza a incorporar a las principales aseguradoras y eso podría haber tenido un efecto positivo, pudiendo estabilizar la capacidad productiva de muchas empresas y equilibrar los precios, pero no fue así. Y si no teníamos bastante con esto también aparecen las importaciones. Aquí me siento totalmente implicado porque fui el primero. No voy a esquivar este tema. Lo vamos a tratar más adelante pero es un elemento más que acentúa esta guerra de precios. La reacción de las fábricas cuando ya se estandariza esta caja de madera fue la misma que con las cajas que todos conocemos redondas y aglomeradas y chapeadas con papel o con cualquier proceso que imite la madera. Con toda esta información que he facilitado sólo quiero dar argumentos para valorar cuál es la situación que arranca en 2007, cuando se inicia una nueva crisis que se solapa con la antigua. En esta segunda parte, en los momentos más recientes, la mayoría de empresas están descapitalizadas. Las compañías quieren ir adelante pero nos encontramos con los recortes de las entidades bancarias y cada vez es más complicado conseguir financiaciones. Las materias primas evolucionan al alza porque venimos de una época de bonanza económica. En cuanto a los transportes, un elemento que repercute de manera notable en nuestros costes, éstos se han encarecido con la subida del petróleo. Todo esto va en detrimento del margen, conjuntamente con un mercado que busca precios a la baja. conferencia 71 Hace poco más de un mes llegó la problemática del IVA, un tema que no trataré porque hay una conferencia prevista que abordará extensamente este tema, pero sí quiero decir que tras un mes con el nuevo IVA se hace necesaria la búsqueda de soluciones más baratas para intentar compensar el coste que estamos sufriendo todos. Para el año que viene o sucesivos las previsiones que tenemos es un IPC que continúa negativo, según las fuentes se sitúa entre -1,1 ó 1,7. Esto significa que las tasas del paro no se van a reducir sino a incrementar, será muy difícil conseguir financiación y no quiero ser pesimista pero cabe mencionar que en Grecia el IVA se sitúa en el 25%. Todo esto apunta, en nuestra faceta de fabricantes, a que los precios no van a ir al alza. No vamos a conseguir cajas con mayor valor añadido que nos permitan aumentar nuestros márgenes. Los clientes nos dicen que las familias no tienen dinero y que se hace necesario el pago a plazos. El mercado, en el futuro, va a requerir cajas más baratas y esto va ir en detrimento de los fabricantes y de las funerarias y aseguradoras dado que tienen mayor margen con cajas de gama media o alta. A esta situación se llega a causa del desequilibrio del mercado. Hace 30 años las fábricas ganaban dinero porque había un gran número de funerarias y fabricantes y entre nosotros nos apañábamos. Pero con todos estos cambios y esta concentración hay menos compradores y nosotros somos los mismos o más. Hay que decir que las empresas van rotando: hay un nivel de entradas y salidas muy importante. Arcas chinas El futuro de la fabricación es incierto y podrán resistir las empresas más fuertes que tengan capacidad de financiación y con reservas para cubrir resultados negativos. Lo mismo ocurrirá con los que estamos fabricando fuera. Y digo fabricando porque Unicoffin produce fuera pero es una firma española. Nosotros vamos a tener los mismos problemas porque desde que se invierte un euro hasta que se cobra pueden pasar, como mínimo cuatro meses, aunque la media está en seis meses, por lo que las cargas financieras que soportamos son espectaculares. Las importadoras sólo vamos a sobrevivir teniendo un buen mecenazgo y una buena joint venture en China que nos permita mantener el control de la producción al 100%. Este año más de un importador ha tenido problemas al bloquearse la financiación exterior. La idea generalizada es que la culpa de toda esta situación la tiene el producto chino, al no poder competir con él. Esto es sólo una parte de la confusión. Hace 10 años mi empresa empezó a producir en China con el objetivo de buscar un margen que estaba en vías de perder. No tenía otra alternativa porque mi empresa se veía abocada a las pérdidas en poco tiempo. Creo que cualquier empresa se crea para tener beneficios y recuperar el capital invertido, de la misma manera que las empresas funerarias que abren tanatorios tienen la expectativa de recuperar la inversión. La problemática en la fabricación es que con el nivel de precios que requiere el merca- conferencia 72 do, el producto no es competitivo sino intensivo en mano de obra y tiene serias dificultades para ser mecanizado. Por otra parte, las inversiones son altísimas pero insisto en que el problema es el precio no la competencia, ni de dentro ni de fuera. Lo que hace falta en estos momentos es adaptarse a las circunstancias. El mercado ha situado el precio en un nivel y para alcanzarlo hay que aumentar la competitividad, con lo cual hace falta copiar el modelo europeo. Así, en el futuro sólo las grandes empresas van a conseguir evolucionar y existirán menos fábricas pero mucho más grandes porque es imposible conseguir competitividad con el nivel de precios actual. Un producto competitivo En estos momentos no es suficiente defender el producto con argumentos como que cumple las normas UNE –tampoco hablaré de ello porque hay otra ponencia–. El producto no sólo debe cumplir las medidas medioambientales, laborales y fiscales sino que debe ser competitivo. El producto fabricado en China está siendo plenamente aceptado por los clientes gracias a su calidad, porque la calidad es también una cuestión de precio, tanto en España como en cualquier país del mundo. Con el tema de las importaciones quiero aclarar un punto: hay muchos que las apoyan, de hecho las cifras de venta siguen aumentando. Hay otros que lógicamente las rechazan de lleno, una opción muy respetable. Hay que distinguir entre las empresas españolas que están trabajando en China y que cuentan con una infraestructura tanto aquí como allí, cumpliendo los controles de calidad y aquéllas que, a través de Internet, localizan a una empresa local. Ésta es una opción barata pero tengo muchas dudas al respecto, sobre todo en términos de calidad. Personalmente me opongo a este tipo de compra. Ha habido alguna empresa española que lo ha hecho y ha recibido auténtica basura. La respuesta del sector español ante este escenario es poca. Es cierto que aparece la asociación de fabricantes, la cual me parece una buena opción y que están haciendo un trabajo buenísimo, pero la respuesta sigue siendo baja porque el mercado lo que necesita es precio competitivo, no barato. Respecto a la parte importadora, la respuesta es continuar con la estrategia trazada, ofreciendo la misma calidad y servicio y cumpliendo con toda la normativa que se nos exige en cada mercado, no sólo en el español, todo ello con el fin de continuar avanzando. Con lo cual ahora es el momento de lanzar algunas preguntas: ¿Hacia dónde vamos? ¿Esta situación de crisis dónde nos lleva? Podríamos debatir si la opción es lanzar un ataúd anticrisis, con lo que haríamos el ridículo si se entera la prensa o crear un ataúd nuevo para el futuro, que en estos momentos no sé cómo sería. Para terminar os digo que yo no defenderé ni la producción china ni la española. Las circunstancias son las que me hacen fabricar allí, continuamos siendo una empresa española y lo que continuaré haciendo es creer en los modelos que funcionan y abandonar los obsoletos. Parafraseando al director general de Nissan, fabricaré donde me cueste un euro más barato y, si algún día puedo, fabricaré en España o Portugal. Lo que tengo clarísimo es que el cliente es quien tiene en sus manos que esto evolucione y va a buscar siempre las tres premisas: calidad, servicio y precio, indistintamente de dónde provenga el producto. Hoy en día, nadie piensa si su móvil o sus zapatos Centro de producción de Unicoffin en China. Hace más de una década que la empresa decidió fabricar en el país asiático “Mi empresa empezó a producir en China con el objetivo de buscar un margen que en España estaba en vías de perder. Las circunstancias son las que me hacen fabricar allí y siempre creeré en los modelos que funcionan y abandonaré los obsoletos” están fabricados en China. Lo que compra es una marca y esto es lo que queremos emular. Por las pruebas que tengo, en el mercado de los féretros está pasando igual aunque pueda haber alguna reticencia. Únicamente os puedo animar a pensar en positivo. Todos los que estamos en este sector somos unos privilegiados si nos comparamos con el resto de ámbitos. El problema principal de la crisis es lo que perdura. Estamos viviendo ante un nuevo modelo económico y si somos inteligentes actuaremos todos para no destruirlo. En nuestra empresa practicamos el optiming –o lo hemos estudiado en la universidad ni en ningún sitio–. Esta estrategia tiene unas pautas muy básicas: la primera de ellas es no ver los telediarios porque intoxican. Tenemos que pensar sólo en la situación de nuestro sector, siendo optimistas y dando soluciones lo más rápido posible para estar muy vivos y darle larga vida a nuestra industria