De la representación en el proceso laboral español. Aspectos prácticos Florentino García González. Madrid. Abogado en ejercicio, colegiado en el ICA www.iuspertise.com Desde el punto de vista procesal, el litigio laboral español presenta ciertas características que lo hacen excepcional respecto a los demás procesos judiciales. Está normado por la Ley 36/2011, de 10 de octubre, reguladora de la Jurisdicción Social 1 en vigencia desde el octubre del 2011 salvo en toda la casuística prevista en su amplio apartado de Disposiciones. En este artículo nos centraremos en la casuística de la participación de las partes en el juicio, su representación y sus posibles escenarios así como, de una manera muy sucinta, en técnicas específicas de esta intervención. Hoy en día el sistema procesal español bifurca, con excepciones claramente referenciadas, las actuaciones de los profesionales del Derecho ante el Juzgado en dos áreas diferenciadas: la dirección técnica –o letrada-- ejercida por abogado o graduado social y, la representación procesal a cargo del procurador. 1 Ley 36/2011, de 10 de octubre, reguladora de la Jurisdicción Social http://www.boe.es/boe/dias/2011/10/11/pdfs/BOE-A-2011-15936.pdf De la representación en el proceso laboral español. Aspectos prácticos 1 de 5 Este último como profesional encargado de la representación procesal con todo cuanto esto implica en su cariz práctico –como es la presentación de escritos, seguimiento de plazos e incidencias, presencia en vistas, etc.-- . La ley de Jurisdicción Social impone, sin embargo, un par de cambios importantes que se constituyen –entre otros-- como elementos emblemáticos en este orden jurisdiccional. Por una parte elimina el requisito de representación que realizan los Procuradores pudiendo ser asumido directamente por las partes, salvo indicación en sentido contrario que debe documentarse mediante instrumentos notariales o por apud acta ante el Letrado de la Administración de la Justicia --antes Secretario Judicial--. Y como segunda singularidad, de excepcional trascendencia, permite que la defensa técnica pueda ser llevada no solo por abogados, procuradores y, graduados sociales (éstos últimos técnicos en materia socio-laborales competentes también en otros asuntos como extranjería) sino que también pueda ser asumida por las partes directamente. Se constituye, de esta forma, la posibilidad de que demandante y/o demandado e, incluso personas en “ pleno ejercicio de sus derechos civiles” --artículo 18.1 LRJS 2 -- sean quienes litiguen directamente sin necesidad de juristas. 2 Artículo 18. Intervención en el juicio. 1. Las partes podrán comparecer por sí mismas o conferir su representación a abogado, procurador, graduado social colegiado o cualquier persona que se encuentre en el pleno ejercicio de sus derechos civiles. La representación podrá conferirse mediante poder otorgado por comparecencia ante el secretario judicial o por escritura pública. De la representación en el proceso laboral español. Aspectos prácticos 2 de 5 Se ofrece a las partes la posibilidad, que no la obligación, de optar por una asistencia técnica especializada en la defensa de sus intereses o hacerlo por sí mismas. De esta forma será procesalmente correcto que demandante y/o demandado sean quienes personalmente lleven sus asuntos a lo largo del proceso. Solo es obligatoria la asistencia letrada en las instancias de suplicación –que también admite a un Graduado Social que ha de estar colegiado--, en casación y en sede del Tribunal Supremo –máximo órgano juzgador a nivel estatal--. Ahora bien la presencia de los profesionales juristas ha de ser, obligatoriamente, anunciada ya por el actor en su escrito de demanda como por el demandado al recibir la citación a fin de evitar asimetrías que afecten los derechos fundamentales de los justiciables o que pudieran incidir en el proceso mismo. No participar formalmente al Tribunal –y consecuentemente a la contraparte-- de la actuación de un jurista en el proceso impedirá su intervención por entenderse que puede generarse indefensión a la otra parte. Dicho todo esto ha de considerarse, en un proceso laboral, la posibilidad de que nuestro oponente no sea jurista. Aspecto éste que acarrea varias consideraciones prácticas que no puedes descuidar. De la representación en el proceso laboral español. Aspectos prácticos 3 de 5 Si el tratamiento entre juristas ha de ser en todo momento respetuoso y de colaboración –motivos deontológicos, legales y operativos nos conducen a esta conclusión--, mayor atención ha de prestarse a quien probablemente carezca de la específica formación técnica al representar intereses ajenos o propios. ...ha de considerarse, en un proceso laboral, la posibilidad de que nuestro oponente no sea jurista... En este punto nos permitimos sugerir las siguientes precisiones. CONTACTAR CON EL CONTRARIO Antes de la vista, date a conocer ante la otra parte. No solo por razones de cortesía y una indicada buena costumbre, sino para poder poner en común aspectos --importes, condiciones, etc.-- que podrías haber obviado. Para esto deja claro en tus escritos tus señas de contacto --teléfono, correo electrónico, fax, dirección, etc.--. PRESENTATE e inquiere la condición del opuesto, sus intereses y pretensiones. Tiende puentes. Si el caso lo permite sugiere la posibilidad de un arreglo, ¡en Sala te instarán a hacerlo tanto el Letrado de Administración de Justicia y el Juez!. PIENSA EN AMBAS PARTES Escucha, escucha, escucha. Debes despedirte: → conociendo qué quiere el contrario, → entendiendo su razonamiento y → consciente de lo que pierde/gana tu interlocutor De la representación en el proceso laboral español. Aspectos prácticos 4 de 5 Se claro en lo que propones y explica su beneficio para ambas partes. SI LA CONTRAPARTE NO ES JURISTA Ten en cuenta esta situación y su repercusión en toda la litis. Es distinto tratar con otro colega de profesión que con quien no lo es. En este último caso el juzgador velará para que la asimetría profesional no cause indefensión alguna. Es natural que en estos casos –cuando te enfrentes a un no jurista-- que todas tus actuaciones sean apreciadas con mayor cuidado y tus palabras oídas con mayor atención. DE LA DECLARACIÓN DE LAS PARTES A pesar de que el litigio social es más flexible en lo que respecta a la aportación de pruebas --no tienes porque anunciar las tuyas salvo que requieras alguna actuación judicial--; sin embargo la declaración de testigos y de las partes contrarias si ha de interesarse con antelación para que el órgano jurisdiccional les cite en tiempo y forma. SI no se da este caso puedes representar a tu cliente interviniendo como si fueras él. De la representación en el proceso laboral español. Aspectos prácticos 5 de 5