SEGUNDO TRIMESTRE 2014 NOTA TÉCNICA N˚83 F I S CA L ECONOMÍ A N OTA T É C NI C A N º 83 CORRESPONDIENTE AL INFORME ECONÓMICO N˚87 SECRETARÍA DE POLÍTICA ECONÓMICA Y PLANIFICACIÓN DEL DESARROLLO -1- ECONOMÍ A NOTA TÉCNICA N˚83 PRESIDENTA DRA. CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER MINISTRO DE ECONOMÍA Y FINANZAS PÚBLICAS DR. AXEL KICILLOF SECRETARIO DE POLÍTICA ECONÓMICA Y PLANIFICACIÓN DEL DESARROLLO Lic. Emmanuel Antonio Álvarez Agis SUBSECRETARIO DE PROGRAMACIÓN MACROECONÓMICA Lic. Juan Cuattromo N OTA T É C NI C A N º 83 -2- PREVISION SOCIAL EN ARGENTINA DESDE 2003 Antonio Iacobuzio (*) 1. INTRODUCCIÓN E sta Nota Técnica analiza los principales aspectos de la situación previsional en la Argentina, incluyendo el alcance de la cobertura y su intensidad. Se realizan además algunas comparaciones con la situación en otros países o regiones del mundo. En la sección 2 se analizará la evolución de la tasa de cobertura de la clase pasiva argentina, sus principales cambios y una comparación internacional. En la sección 3 se presentará la evolución reciente de la cobertura de la fuerza de trabajo acompañada de algunas discusiones metodológicas respecto a su medición a nivel local e internacional. En la sección 4 se considerarán los elementos principales que tiene el sistema argentino para garantizar a sus beneficiarios la seguridad en las prestaciones que perciben, incluyendo un análisis de la situación europea. En la sección 5 se presentará la evolución reciente de los haberes en la Argentina, mientras que en la parte final del trabajo se extraen conclusiones acerca de los logros en materia de previsión social de la política del Gobierno Nacional que contrastan con medidas de austeridad adoptadas en otros países y se formulan algunas apreciaciones respecto de los objetivos a perseguir en el futuro. N OTA T É C NI C A N º 83 (*) Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista del Ministerio de Economía y Finanzas Publicas de la Nación. -3- 2. COBERTURA PREVISIONAL: LOS INSTRUMENTOS Según el informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)1 en América del Norte y Europa, la proporción de quienes perciben alguna prestación por vejez (contributiva o no) supera el 90%. En nuestro país, la situación es similar, dado que la cobertura previsional de la clase pasiva alcanza al 93,8% de las personas en edad de jubilarse, de acuerdo con información publicada por la ANSES, a las que debe agregarse un pequeño número de adultos mayores cubiertos a través de pensiones no contributivas. El Gráfico 1 ilustra el alcance de la cobertura de la clase pasiva a nivel internacional. GRÁFICO 1 Beneficiarios de prestaciones por vejez a nivel internacional Porcentaje sobre el total de personas que cumplieron la edad jubilatoria En nuestro país la cobertura previsional de la clase pasiva alcanza al 93,8% de las personas en edad de jubilarse. Fuente: ANSES y OIT. Nota: En la Argentina, la cobertura de la clase pasiva es ligeramente superior al 93,8%, ya que este porcentaje no incluye a los beneficiarios de las pensiones no contributivas. A pesar de que se ha verificado un gran aumento en el alcance de la cobertura de la clase pasiva en muchos países, según la OIT, solamente el 51,5% de la población mundial percibe una prestación monetaria por vejez (ya sea contributiva o no) y, si se excluye a China, la proporción se reduce a 45,6%. La OIT señala, además, que en el mundo persisten desigualdades: en los países del África subsahariana, un 16,9% de los adultos mayores recibe una pensión por vejez, mientras que, en Medio Oriente, la cobertura alcanza al 29,5%; en tanto, la cifra crece al 36,7% en la región norte de África, al 47% en Asia y el Pacífico (aunque se reduce al 32,4% si no se considera a China), llegando al 56,1% para la región Latinoamérica y Caribe. En nuestro país la gran mayoría de las prestaciones es otorgada por el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). Pero este no es el único sistema previsional. Existe un remanente de prestaciones contributivas por vejez abonadas por las Cajas de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, de Magistrados y otros funcionarios, por Cajas de empleados públicos provinciales no transferidas a la Nación, por Cajas Municipales y por Cajas de profesionales. Se estima que la cantidad de las prestaciones de estas Cajas de previsión en diciembre de 2010 alcanzaban a solamente el 12% del total de las prestaciones contributivas, en tanto que el 88% eran abonadas por el SIPA (Bertranou y Cetrángolo 2011)2. N OTA T É C NI C A N º 83 1. Informe Mundial sobre la Protección Social (2014/2015). 2. En Diciembre de 2013, los beneficios previsionales pagados por el SIPA alcanzaban a 5,8 millones. Respecto del origen del SIPA, cabe recordar que la reforma de la ley Nro. 24.241 (sancionada en la década de los noventas) había introducido el SISTEMA INTEGRADO DE JUBILACIONES Y PENSIONES (SIJP), que incluía un régimen público de reparto y uno mixto de capitalización; mediante la ley Nro. 26.425, promulgada en diciembre de 2008, el SIJP fue absorbido por el SIPA, eliminándose el régimen de capitalización. -4- En cuanto a la evolución de la cobertura de la Argentina, a principios de 2004, se incrementó rápidamente con el inicio de la primera etapa del Plan de Inclusión Previsional (PIP), que permitió mediante una moratoria poder percibir un beneficio previsional a autónomos y monotributistas que, habiendo cumplido la edad jubilatoria (en el caso de las mujeres 60 años y 65 en el de los varones), carecían de suficientes años de aportes3. A partir de la puesta en marcha del PIP, accedieron a una prestación por vejez 2.749.696 adultos mayores, revirtiéndose rápidamente la fuerte caída que se venía registrando en la cobertura previsional, que en 2003 alcanzaba a solamente el 66,1% de la población en edad de jubilarse. Las cuotas de la moratoria se descontaban del haber jubilatorio. Si bien el instrumento legal a través del cual se instituyó la moratoria no lo establecía en forma explícita, pudieron inscribirse también los ex asalariados (que estaban registrados como autónomos o monotributistas), lo que contribuyó en forma significativa al éxito de la medida. Los organismos internacionales reconocieron el efecto de esta decisión. Según informan la CEPAL y la OIT, “los principales beneficiarios de la Moratoria previsional fueron las mujeres (que incrementaron su cobertura previsional en 27 p.p.), las personas menores de 70 años (con un incremento de 32 p.p.), las personas con bajo nivel educativo (27 p.p.) y las personas ubicadas en el primer quintil de ingresos (47 p.p.)” (Bertranou y Cetrángolo 2011). La necesidad de la concesión de planes de facilidades de pago en la Argentina para que los ciudadanos puedan acceder a una prestación por vejez es consecuencia básicamente de dos factores: por un lado del aumento de los requisitos (por ejemplo, la reforma previsional de la ley Nro. 24.241 del año 1993 estipuló un incremento de 5 años en la edad jubilatoria para los trabajadores en relación de dependencia) y, por el otro, del impacto negativo que tuvieron en el mercado de trabajo las políticas económicas aplicadas desde la segunda parte de la década de los setentas hasta mediados del año 2003, que no permitieron a muchos trabajadores efectuar sus aportes al sistema previsional con regularidad. Expresado en forma sintética, el empleo no registrado siguió una tendencia creciente (más que duplicándose, entre los asalariados, entre comienzos de la década de los ochentas, cuando ya rondaba el 20%, y el año 2004, en el cual llegó a superar claramente el 40%4), en tanto que el desempleo y la subocupación fueron cobrando mayor importancia hacia fines de los años ochentas, para incrementarse, en forma significativa, en la segunda mitad de los noventas y llegar a niveles sumamente elevados en los primeros años de la década pasada, a raíz del estallido del régimen de convertibilidad. En 2002, cerca del 40% de la PEA no tenía trabajo o se encontraba subocupada. La primera etapa del PIP incluyó también otro mecanismo que contribuyó a ensanchar, aunque en menor medida, la cobertura del sistema: la posibilidad de obtener la jubilación en forma anticipada. En efecto, la ley Nro. 25.994 permitió a desempleados, con 30 años de aportes y escasas posibilidades de reinserción en el mercado laboral, acceder a un beneficio equivalente al 50% del haber normal, siendo la edad mínima que la norma exigía para ello 60 años en el caso de los hombres y 55 las mujeres; la norma estipulaba, asimismo, que, en la fecha en que los beneficiarios de la Jubilación Anticipada cumplieran el requisito de edad exigido por el artículo 19 de la ley Nro. 24.241 (que es la norma general rectora del sistema previsional) iban a percibir automáticamente el haber normal que les correspondiera, de conformidad con las prestaciones a las que cada persona tuviera derecho. En el mes de Septiembre de 2014 se promulgó la ley de moratoria Nro. 26.970 que brinda la posibilidad de jubilarse a los trabajadores autónomos y monotributistas que hayan alcanzado la edad requerida para ello (60 años las mujeres y 65 años los varones) antes del 19/9/165, mediante la regularización de sus deudas previsionales devengadas hasta N OTA T É C NI C A N º 83 EN EL MES DE SEPTIEMBRE DE 2014 SE PROMULGÓ UNA NUEVA LEY DE MORATORIA PREVISIONAL. 3. La Ley Nro. 25.865 instituyó un plan de regularización de las deudas previsionales para autónomos y monotributistas. Con la puesta en vigencia de la Ley Nro. 25.994 (Art. 6) y del Decreto Nro. 1.454/05 -que caducaron el 30 de abril de 2007- se estableció, la posibilidad de que accedieran a la jubilación quienes se acogieran a dicho plan de regularización y los inscriptos en el plan de facilidades de pagos instituido por la ley Nro. 24.476 (que tuvieran la edad jubilatoria). 4. Novick, Mazorra y Schleser (2008). De acuerdo a los autores, dado el cambio metodológico introducido en la EPH en 2003, para hacer viable el seguimiento de la problemática del trabajo informal desde 1980, se tomaron como base los criterios para armonizar las series de empleo asalariado registrado y no registrado planteados en el documento “Evolución del empleo registrado y no registrado durante el periodo 1990-2005” redactado por Roca et al., en 2006. 5. Resol. Conjunta AFIP/ANSES General 3673 y 533/2014. Se incluye un Anexo que trata sobre cómo se otorga el beneficio jubilatorio a través de la adhesión a la moratoria y se hace también referencia al sacrificio fiscal que genera la medida. -5- diciembre de 2003 inclusive y los intereses resarcitorios hasta la fecha de consolidación de las mismas (es decir, hasta cuando quedan formalmente incorporados a la moratoria)6. El objetivo de la norma es el logro de la universalización de la cobertura previsional de las personas en edad de jubilarse (el gobierno nacional estima que, a través de la moratoria, se incorporarán al SIPA aproximadamente 500.000 nuevos beneficiarios). También en este caso, aunque la norma no lo indica en forma explícita, los ex asalariados pueden también acogerse a la moratoria. La adhesión al régimen de regularización no exime del cumplimiento del pago de los aportes y/o cotizaciones previsionales que hubiesen correspondido desde enero de 2004 hasta la fecha de presentación de la solicitud de adhesión. Las obligaciones pueden cancelarse en un solo pago o a través de un plan de facilidades de pago que puede comprender un máximo de 60 cuotas, a ser descontadas del haber previsional, salvo la primera que deberá abonarse, mediante depósito bancario o transferencia electrónica de fondos, al realizarse la adhesión a la moratoria; el monto de la cuota se actualiza mediante el índice de movilidad jubilatoria (manteniendo así una proporción constante con el haber percibido) siendo la tasa de interés del financiamiento del 1,35% mensual, sobre el saldo. 3. LA COBERTURA PREVISIONAL DE LOS FUTUROS JUBILADOS Considerando las prestaciones contributivas, uno de los indicadores que suelen calcularse para estimar la cobertura previsional futura efectiva es la relación Aportantes/Población Económicamente Activa (PEA), denominada cobertura de la fuerza laboral. Esta medición es afectada negativamente por la proporción de empleo no registrado existente en la economía. La cobertura efectiva futura se estima considerando la proporción de los aportantes, en tanto que la cobertura legal se define tomando en cuenta la proporción de los trabajadores que deberían aportar. La cobertura efectiva, según OIT, suele ser considerablemente menor a la legal donde las leyes no se implementan o no se aplican en forma plena. En nuestro país, en el período 2003-2013 se produjo una importante expansión de la cobertura de la fuerza laboral7 atribuible fundamentalmente a dos factores: disminución del nivel de desocupación y reducción del empleo no registrado. En efecto, la economía argentina, con una tasa de crecimiento promedio del 6,1% en el decenio, produjo una significativa generación de nuevos puestos de trabajo, con la consecuente reducción del nivel de desempleo: en mayo de 2003 la tasa de desocupación era del 15,6%, mientras que en el último trimestre de 2013 llegaba a solamente el 6,4%. Asimismo, si bien aún representa un problema importante, el empleo no registrado fue disminuyendo a lo largo de la última década: mientras que en mayo de 2003 los asalariados no registrados representaban el 44,8% del total de los asalariados, en el tercer trimestre de 2014 la proporción se ubicaba en 33,6%8. Tomando el grupo etario considerado por la OIT (población de 15 años y más) en Argentina en diciembre de 2013, incluyendo solamente al SIPA9, la cobertura alcanzó al 51,6% de la PEA, y se incrementa a 65,6% si se agrega a quienes aportaban a los otros regímenes previsionales del país, a los monotributistas sociales y a los que percibían el seguro de desempleo (contributivo) y el seguro de capacitación y empleo (no contributivo)10 11 12. N OTA T É C NI C A N º 83 6. Asimismo, tienen derecho a inscribirse en la moratoria (Ley Nro. 26.970), los derechohabientes previsionales del trabajador autónomo o monotributista fallecido, mencionados en el art. 53 de la ley Nro. 24.241, que pretendan acceder a la pensión por fallecimiento, siempre que existiera inscripción del causante, previa al deceso, en calidad de trabajador autónomo o monotributista, formalizada y registrada ante la ANSES o la AFIP, según el período que corresponda. 7. Las cifras de la PEA se estimaron sobre la base de datos de los Censos 2001 y 2010 (INDEC), cifras de la CELADE (Revisión 2013), datos de las EPH del tercer y cuarto trimestre de 2013 (INDEC) y del Boletín de Estadísticas de Género y Mercado de Trabajo (MTEySS). 8. Boletín de Estadísticas Laborales (BEL), MTEySS. 9. De acuerdo con datos de la OIT/CEPAL, considerando las cifras de 2010 para dicho sistema y de años anteriores para las cajas provinciales no transferidas, municipales y de profesionales, la participación de los aportantes al SIPA dentro del total era del 84% (no se incluye en el cálculo al personal de las fuerzas armadas y de seguridad). Bertranou, Cetrángolo et al. (2011), “Encrucijadas en la Seguridad Social Argentina” OIT-CEPAL. 10. Fuentes de información: a) Aportantes al SIPA y a otros regímenes(diciembre 2013): según Boletín de Estadísticas Laborales (BEL), MTEySS; b) Seguro de desempleo contributivo (91.578 personas) y Seguro de Capacitación y Empleo (69.972 personas) no contributivo: según Cuenta de Inversión 2013; d) Monotributistas sociales (aproximadamente 657.000 personas) de acuerdo con la información al 30.7.14, MDS. -6- En su Informe Mundial sobre la Protección Social la OIT indica que el 41,4% de la fuerza de trabajo mundial realiza aportes previsionales. La cobertura regional es disímil: alcanza apenas el 8,4% de la PEA en el África subsahariana, al 34,0% en la región del Asia y del Pacífico, es algo mayor en el Medio Oriente (37,1%) y en la región constituida por los países de América Latina y el Caribe tomados en su conjunto (38,0%), mientras que llega en la zona del Norte del África al 47,4%. En el extremo más alto, en términos de cobertura, encontramos a Europa Occidental y a América del Norte, con el 89,2% y 98,5% de la fuerza laboral respectivamente, y luego en un escalón bastante más bajo la región de Europa Central y Oriental, donde la proporción alcanza al 69,7% de la PEA. Si bien el nivel de la cobertura en Argentina se halla bastante por debajo de las cifras de los países desarrollados, resulta significativa la mejora lograda. Se calcula que a mediados de 2003 los aportantes al actual SIPA (entonces SIJP)13 representaban un 29,9% de la PEA. Es decir que en aproximadamente 10 años, en términos de la fuerza laboral, la cantidad de aportantes creció un 72,7%. En el gráfico 2 se ilustra la cobertura de la fuerza laboral a nivel internacional para el grupo etario de 15 años y más. GRÁFICO 2 Cobertura de la fuerza laboral a nivel internacional Porcentaje de los aportantes a los sistemas previsionales en relación a la PEA de 15 años y más Fuente: Elaboración propia en base a OIT, MTEySS, Cuenta de Inversión, MDS, INDEC y CELADE. 100 98,5 90 89,2 80 69,7 70 60 47,4 40 41,4 38,0 37,1 34,0 30 20 8,4 10 0 América del Norte Europa Occidental Europa Central y del Este Argentina Norte de Africa Promedio Latinoamérica mundial y Caribe Medio Oriente Asia y Pacífico Africa Subsahariana Finalmente, cabe puntualizar que si para la Argentina se calcula la fuerza laboral para la población de 18 años y más, la cobertura en diciembre de 2013 fue de 55,8% de la fuerza laboral, en caso de considerarse solamente a los aportantes al SIPA (contra tan solo un 32,3% a mediados de 2003) y de 70,9%, si se agrega a quienes aportaban a los otros regímenes previsionales, los perceptores del seguro de desempleo y del seguro de capacitación y empleo, y los monotributistas sociales 14. En el cuadro 1 se ilustra el importante aumento de los aportantes al SIPA. N OTA T É C NI C A N º 83 12. La OIT consigna para nuestro país una cobertura del 50,4% para el año 2011 (último dato que dispone el organismo). 13. En mayo de 2003, los aportes se realizaban al SIJP; la cifra de aportantes a dicho sistema previsional, incluye tanto a los afiliados que aportaban al régimen público de reparto como a los que lo hacían al régimen mixto de capitalización (AFIP, ISS). 65,6 50 11. El régimen del monotributo social está regido por la ley Nro. 25.565 y normas complementarias. Los monotributistas sociales están exentos de ingresar los aportes jubilatorios pero tienen derecho a computar el período que transcurra, desde su adhesión al régimen y mientras permanezcan en esa condición: el tiempo en que la persona estuvo inscripta como monotributista social se computa como período trabajado - no como período aportado- para acceder a la jubilación; ese período se sumará a los años de aportes que la persona tuviera. Por su parte, a los perceptores del seguro de desempleo y del SCyE, también se les reconoce, como período de prestación de servicios (no como período de realización de aportes) el tiempo durante el cual han sido beneficiarios de esos programas sociales. 14. Como se mencionara, la OIT, en cambio, toma los 15 años como límite etario para calcular la PEA. Para el caso argentino resulta correcto utilizar como límite los 18 años ya que, según la normativa previsional vigente en nuestro país, quienes no han alcanzado los 18 años de edad no realizan aportes previsionales. -7- CUADRO 1. Aportantes al SIPA. Mayo 2003 – Diciembre 2013 Fuente: Elaboración propia en base a AFIP, MTEySS, INDEC y CELADE. 4. LA SEGURIDAD EN LA COBERTURA DE LA CLASE PASIVA 4.1 El ajuste en el nivel de los haberes Un rasgo deseable de los sistemas previsionales es que garanticen a sus beneficiarios seguridad en las prestaciones que perciben, impidiendo que queden sujetas a decisiones gubernamentales coyunturales o a las oscilaciones que registren los mercados de capitales. La movilidad previsional tiene incidencia en la denominada “tasa de sustitución”, que indica cuánto representa el haber jubilatorio en proporción al salario de los trabajadores activos. Este indicador es relevante porque los ingresos de los jubilados y pensionados se perciben durante muchos años después de que ha sido calculado el haber inicial en el momento del otorgamiento de la prestación previsional. Una continua disminución del valor relativo de sus ingresos, frente al de los trabajadores activos, implicaría que los adultos mayores no pueden beneficiarse de los mejores niveles de vida a los que acceden las nuevas generaciones de trabajadores a medida que crece el PBI. En nuestro país mediante la sanción de la Ley 26.417 (promulgada el 15/10/08) se estableció la movilidad semestral (en los meses de marzo y Septiembre) de las prestaciones previsionales. La metodología para efectuar los ajustes es la siguiente15: 1) Se calcula el promedio simple entre la variación de los recursos tributarios del SIPA por beneficio previsional y la variación de un índice salarial16. 2) Se toma el porcentaje de variación de los recursos totales por beneficio de la ANSES y se lo multiplica por el coeficiente 1,03. 3) De estos dos valores se toma siempre el primero en tanto no supere el segundo. La tasa de variación calculada para el período enero-junio se utiliza para realizar el ajuste de septiembre del mismo año y la calculada para julio-diciembre se emplea para hacer el ajuste a aplicar en marzo del año siguiente. N OTA T É C NI C A N º 83 Un rasgo deseable de los sistemas previsionales es que garanticen a sus beneficiarios seguridad en las prestaciones que perciben, impidiendo que queden sujetas a decisiones gubernamentales coyunturales o a las oscilaciones que registren los mercados de capitales. 15. Para calcular las variaciones tanto de los recursos tributarios como de los recursos totales de la ANSES se deben netear los aportes del Tesoro Nacional para cubrir déficits. 16. Se toma la variación más alta entre la del índice general de salarios publicado por el INDEC y la de la RIPTE (Remuneración Promedio de los Trabajadores Estables), dato publicado por la Secretaría de Seguridad Social, del MTEySS. -8- Los ajustes realizados hasta el presente (el primero se incorporó en los haberes de marzo de 2009) siempre tomaron el cálculo 1), por lo cual además de depender de la evolución de la cantidad de beneficios pagados, los haberes previsionales se han mantenido ligados a la marcha de la recaudación de aportes y contribuciones previsionales y de los otros recursos tributarios afectados a la seguridad social, así como también a la evolución de los ingresos de los trabajadores activos. El Cuadro 2 consigna los aumentos otorgados en cumplimiento de la ley Nro. 26.417 de movilidad previsional. CUADRO 2. Aumentos en las prestaciones previsionales por Ley de Movilidad Jubilatoria Los ajustes realizados desde marzo de 2009 en los haberes previsionales se han mantenido ligados a la marcha de la recaudación de aportes y contribuciones previsionales y de los otros recursos tributarios afectados a la seguridad social, así como también a la evolución de los ingresos de los trabajadores activos. Fuente: ANSES. En cuanto a la tendencia de la tasa de reemplazo en Europa, de acuerdo con el Informe Mundial sobre la Protección Social de la OIT, la mayoría de los países de Europa protegió relativamente bien el ingreso de los adultos mayores durante la crisis reciente, aunque existen excepciones. En efecto, hay países que ajustan continuamente las jubilaciones a una tasa considerablemente menor que el aumento de los salarios o de los ingresos medios y otros directamente suspenden los ajustes, lo que ha generado un incremento de la pobreza relativa en los adultos mayores. Muchas de las reformas realizadas a los sistemas previsionales para estabilizar sus costos futuros traerán por resultado haberes previsionales mucho más bajos. En algunos países de la Unión Europea, se espera una muy significativa reducción de la tasa de sustitución y, como muchas reformas eliminaron mecanismos redistributivos de los esquemas contributivos, también tendrán menores tasas de reemplazo aquellos que perciben ingresos menores durante su vida activa. N OTA T É C NI C A N º 83 -9- En el pasado, era más usual ajustar los niveles de las prestaciones por vejez de acuerdo con la variación que experimentaban los salarios de los trabajadores activos, mientras que, últimamente, la tendencia general ha sido la de disminuir la ponderación de los aumentos salariales en las fórmulas de ajuste o directamente su eliminación. La metodología para ajustar los haberes previsionales varía según los países. Por ejemplo, Finlandia pasó de un mix de ponderaciones 50% salarios y 50% precios, a 80% precios y 20% salarios. Polonia, tras varias modificaciones, pasó a indexar solamente por precios, mientras que Francia directamente pasó de indexar por salarios a ajustar por precios. Por su parte, España decidió, en 2013, desacoplar el ajuste de las prestaciones previsionales de todo índice relacionado con el nivel de vida y no concederá, durante un tiempo, ajustes superiores a un 0,25% anual en los beneficios. 4.2 reestatización del sistema previsional en la Argentina Otra medida tendiente a aportar seguridad a los ingresos de los adultos mayores de nuestro país fue la reestatización del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP), dispuesta por la ley Nro. 26.425 a fines del año 2008. En su lugar se creó el SIPA, con un esquema de reparto con beneficios definidos, lo que hace que las prestaciones previsionales dejen de verse afectadas por las fluctuaciones que puedan sufrir los mercados de activos financieros. Otra medida tendiente a aportar seguridad a los ingresos de los adultos mayores de nuestro país fue la reestatización del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones. En cuanto a los recursos, la creación del SIPA permitió al estado nacional volver a recaudar los aportes jubilatorios personales de los afiliados al régimen de capitalización del SIJP, que eran manejados por las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) y destinados en buena parte a financiar al propio estado nacional. El consiguiente crecimiento en la afluencia de recursos contribuyó a dotar de mayor solvencia al sistema y a incrementar la capacidad de preservar el valor de las prestaciones previsionales. La ley Nro. 26.425 estableció, asimismo, que los recursos de las cuentas de capitalización individual (tanto de los afiliados al régimen como de sus beneficiarios) pasaran casi en su totalidad17 a engrosar el patrimonio del Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Sistema Integrado Previsional Argentino (FGS)18. Entre las finalidades del FGS se destacan: a) atenuar el impacto financiero que sobre el SIPA pudiera ejercer la evolución negativa de variables económicas y sociales; b) constituirse como fondo de reserva a fin de instrumentar una adecuada inversión de los excedentes financieros del sistema previsional; c) atender eventuales insuficiencias en el financiamiento del SIPA, a efectos de preservar la cuantía de las prestaciones previsionales; d) procurar contribuir, con la aplicación de sus recursos, de acuerdo a criterios de seguridad y rentabilidad adecuados, al desarrollo sustentable de la economía nacional, a los efectos de garantizar el círculo virtuoso entre el crecimiento económico sostenible, el incremento de los recursos destinados al SIPA y la preservación de los activos de dicho Fondo. N OTA T É C NI C A N º 83 17. Quedaron exceptuados de pasar a formar parte del FGS los depósitos convenidos y las imposiciones voluntarias que se efectuaron durante la vigencia del régimen de capitalización individual. 18. Este fondo es continuador del Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Régimen Previsional Público de Reparto creado en julio de 2007 mediante el decreto N° 897/07. - 10 - 5. EVOLUCIÓN RECIENTE DE LOS HABERES PREVISIONALES La política previsional del gobierno nacional ha logrado mejorar la situación de la mayoría de las personas de la clase pasiva en lo que se refiere a la tasa de sustitución. Con el propósito de mejorar los haberes previsionales, el gobierno tomó la decisión de introducir una mejora en la Prestación Anual por Permanencia (PAP), que es el componente del haber previsional inherente al reconocimiento de la cantidad de años de aportes al sistema. La mejora consistió en incrementar del 0,85% al 1,5% del ingreso de referencia por cada año de aportes con servicios, de igual forma y con la misma metodología que la establecida para la prestación compensatoria, que es la retribución ligada a cada año de los aportes realizados con anterioridad a la creación del SIJP19. El esfuerzo estatal para incrementar la intensidad de la cobertura fue particularmente importante en el caso del haber mínimo. Los ajustes realizados hacen que, actualmente (Septiembre 2014), su tasa de sustitución (relación haber mínimo previsional/ingreso medio de los trabajadores activos)20, medida respecto de la RIPTE (Remuneración imponible promedio de los trabajadores estables) haya registrado un significativo avance respecto del nivel que registraba al inicio de la gestión del presidente Néstor Kirchner: en Septiembre de 2014, se ubica en un 32% contra un 24% en Junio de 2003, es decir una mejora de aproximadamente un 34%. En comparación con el salario mínimo vital y móvil la tasa de sustitución se mantuvo alrededor del 74% a lo largo del período. En cuanto al haber medio, la cifra estimada para Septiembre de 2014 muestra que la tasa de sustitución sufrió un retroceso del 11,9% en términos de la RIPTE, respecto del nivel que registraba en Junio de 2003, pero creció un 18,5% si es medida en relación con el nivel general de las remuneraciones calculado por el INDEC. No se ha logrado una mejor performance en este indicador debido, fundamentalmente, a que los beneficios otorgados a través de la moratoria instituida en la primera etapa del PIP difieren, en promedio, muy levemente del haber mínimo. En el mes de diciembre de 2013 el haber medio de los que accedieron a una prestación previsional, acogiéndose a dicha moratoria era superior en apenas un 3% al haber mínimo del SIPA, y menor en un 21% al haber medio del sistema21. La fuerte expansión que registró el alcance de la cobertura de la clase pasiva a través de los beneficios otorgados en el marco de la moratoria de la primera fase del PIP deprimió el nivel de la prestación promedio del SIPA. Desde la aplicación de ley de movilidad, la variación del nivel de las prestaciones previsionales fue uniforme, ya que todas se ajustan en idéntica proporción22. La evolución de la tasa de reemplazo entre Septiembre de 2008 y mismo mes de 2014 indica que en varios meses el ingreso relativo de los beneficiarios del SIPA respecto del de los trabajadores activos fue mayor al que tenían al instituirse la movilidad de las prestaciones. La inclusión en la fórmula de ajuste de los haberes del volumen de los recursos por beneficio, además de ser un indicador asociado a la sustentabilidad del sistema, no excluye la posibilidad de mejorar el ingreso de los adultos mayores en comparación con el de los trabajadores activos. N OTA T É C NI C A N º 83 En comparación con el salario mínimo vital y móvil la tasa de sustitución se mantuvo alrededor del 74% a lo largo del período. 19. Para los trabajadores en relación de dependencia el ingreso de referencia es el salario, mientras que para los autónomos es el monto de la categoría en que revistó el afiliado. 20. Se considera la tasa de reemplazo o sustitución neta de aportes a la seguridad social (en cambio, no se dedujeron las retenciones de impuesto a las ganancias). 21. Datos de la Cuenta de Inversión de 2013, elaborada por la Contaduría General de la Nación. La relación entre el haber mínimo y los haberes de las prestaciones a las que se accedió mediante moratoria se mantiene constante desde marzo de 2009. 22. Para la medición y monitoreo de las variaciones de la tasa de sustitución, a partir de la introducción de la movilidad de las prestaciones previsionales, se considera que Septiembre de 2008 es el punto de referencia base apropiado para ello, dado que los haberes previsionales se ajustan aplicando tasas de variación calculadas para períodos semestrales (anteriores a la realización de los ajustes). - 11 - 6. REFLEXIONES FINALES El Informe Mundial sobre la Protección Social de la OIT señala la existencia de una persistente presión a nivel mundial, parte de la cual es ejercida por los mercados financieros globales, que busca reducir la responsabilidad del estado como garante de la seguridad de los ingresos de los adultos mayores. La excusa es pretender asegurar la sustentabilidad de las prestaciones previsionales en sociedades cuya población envejece. En algunos casos las prestaciones por vejez ni siquiera se ajustan por inflación, lo que deteriora el poder adquisitivo de los adultos mayores, que se ven forzados a vivir en situación de pobreza. Los países que llevan adelante políticas de consolidación o austeridad están reformando sus sistemas jubilatorios para ahorrar costos mediante el incremento de la edad jubilatoria, la reducción de los beneficios o, como ya se mencionara, disminuyendo la capacidad de las fórmulas de ajuste para preservar el ingreso de los adultos mayores. Según la OIT, los futuros jubilados de al menos 14 países europeos recibirán haberes menores a los actuales. Las presiones asociadas a la competencia fiscal (para atraer, por ejemplo, capitales financieros) y las ejercidas por los mercados financieros globales limitan el poder soberano del estado para aumentar las contribuciones a la seguridad social y la recaudación tributaria, donde ello es necesario hacerlo para impedir recortes en los haberes. Comparando con la situación a junio de 2003 se observa un importante incremento del ingreso relativo de los beneficiarios perceptores del haber mínimo. En contraste con esa política, hay países que están produciendo modificaciones a las reformas previsionales que se realizaron durante las décadas de los ochentas o los noventas o que las han revertido, como es el caso de Argentina. Como se mencionara, mediante la ley Nro. 26.425 el gobierno nacional procedió a eliminar el régimen de capitalización, creando el SIPA, sistema solidario de reparto, norma que no incrementó la edad jubilatoria, ni la cantidad de años de servicios con aporte necesarios para acceder a los beneficios previsionales. La vejez, junto a la niñez, son las etapas de mayor vulnerabilidad en la trayectoria de la vida de un ser humano. En una época, en la cual, en varios países, se han introducido mecanismos automáticos para equilibrar financieramente a los sistemas previsionales23 pero no hay automaticidad en asegurar que los beneficios tengan un nivel adecuado. Aún siendo necesario continuar bregando por la mejora en el nivel de vida de los beneficiarios del SIPA, es indudable la importancia de los logros que se concretaron en estos últimos once años en materia previsional en la Argentina: • Se extendió considerablemente el alcance de la cobertura previsional, que llega, prácticamente, al 94% de las personas en edad de jubilarse. • Se dispuso la movilidad semestral de las prestaciones previsionales, lo que brinda a los beneficiarios del SIPA un mayor grado de seguridad en cuanto a la evolución del poder adquisitivo de sus haberes. • Se incrementó, en forma importante, la tasa de sustitución del haber mínimo. • El fuerte crecimiento económico, apoyado en una política de sostenimiento de la demanda agregada, permitió una importante creación de puestos de trabajo que, junto con la disminución de la proporción del empleo no registrado, se tradujo en una considerable expansión de la tasa de cobertura previsional de los trabajadores activos, lo que es un indicio alentador en cuanto a las expectativas N OTA T É C NI C A N º 83 23. Por ejemplo, ajustar la edad de retiro a la esperanza de vida. - 12 - de cobertura de los adultos mayores a largo plazo. Es evidente que la política previsional apuntó a favorecer a los sectores de menores recursos, al mejorar la situación de quienes perciben el haber mínimo, persiguiendo también el objetivo de universalizar la cobertura. En lo que concierne a la disponibilidad de recursos para hacer frente a las erogaciones previsionales, la eliminación del régimen de capitalización individual permitió al Estado nacional mejorar su situación financiera al volver a recaudar los aportes de los trabajadores, ahorrar los intereses que debía pagar para cubrir la brecha financiera generada por la creación de dicho régimen y al recibir casi la totalidad de los saldos acumulados en las cuentas de los aportantes y beneficiarios, que eran administrados por las AFJP. De cara al futuro, se considera deseable y necesario lograr y mantener la universalidad de la cobertura de la población en edad de jubilarse, continuar ensanchando la cobertura de los trabajadores activos y aumentar la intensidad de la cobertura de la clase pasiva, desterrando para siempre la idea de utilizar a los adultos mayores como variable de ajuste para cerrar las cuentas fiscales. Finalmente, se considera necesario continuar con los lineamientos esenciales de la política económica que se ha venido aplicando desde 2003, que apuntan a lograr el crecimiento de la economía y el empleo, puesto que de esa forma aumentará la disponibilidad de recursos para financiar las erogaciones tendientes a la consecución de estas metas. La vulnerabilidad inherente a la tercera edad constituye una razón más que suficiente para privilegiar la expansión del gasto en previsión social por sobre la austeridad N OTA T É C NI C A N º 83 La vulnerabilidad inherente a la tercera edad constituye una razón más que suficiente para privilegiar la expansión del gasto en previsión social por sobre la austeridad. - 13 - ANEXO: Moratoria Ley Nro. 26.970 1. Cómo se otorga el beneficio jubilatorio La ANSES, en forma previa a resolver si otorga o no el beneficio jubilatorio, debe llevar a cabo evaluaciones patrimoniales o socioeconómicas. Al respecto, la Resolución Conjunta (AFIP-ANSES) General 3673 y 533/14 establece que la evaluación señalada será positiva (es decir, el peticionante podrá adherir al régimen de la ley Nro. 26.970 y el beneficio previsional será concedido) cuando no se verifique alguna de las siguientes circunstancias: a) que los ingresos brutos mensuales percibidos, en los últimos DOCE (12) meses anteriores a la fecha de la evaluación, superen en promedio a los límites vigentes para el derecho a la percepción de la asignación familiar por hijo (ello implica que, para poder adherir al régimen de la ley Nro. 26.970, el promedio mensual de los ingresos brutos del peticionante no puede superar los $ 15.000 y, en consecuencia, sus ingresos totales anuales no deben ser mayores a $ 180.000). b) que la manifestación patrimonial en las declaraciones juradas del Impuesto sobre los Bienes Personales supere la cifra de $ 720.000 (es decir, 4 veces el importe anualizado del límite de ingresos), y/o que la tenencia de bienes informados por la Dirección Nacional de los Registros Nacionales de la Propiedad Automotor y de Créditos Prendarios supere 1,5 veces el importe anualizado del referido ingreso mensual, y/o la tenencia de aeronaves o de embarcaciones de más de 9 metros de eslora. c) que los gastos y/o consumos anuales (incluyendo los efectuados con tarjetas de crédito y/o débito) superen la cifra de $ 234.000,- anuales (límite máximo de los ingresos, o sea $ 180.000, más el 30%). El beneficio previsional que se otorga en el marco de la ley Nro. 26.970 resulta incompatible con el goce de otra prestación previsional de cualquier naturaleza (contributiva o no contributiva), incluyendo retiros y planes sociales, salvo en el caso en que la única prestación que el peticionante perciba, a la fecha de solicitud del beneficio, sea contributiva y su importe no supere el del haber previsional mínimo vigente a esa fecha. Si el solicitante percibiera un ingreso incompatible con la prestación previsional, que se concede mediante este régimen de regularización de deudas, deberá requerir la baja de la prestación, retiro o plan previo que percibe. 2. INVERSIÓN EN LA MEDIDA El esfuerzo fiscal, en aras del objetivo de ampliar la cobertura previsional puede verse por ejemplo por el hecho de que, sobre el capital adeudado, es posible devengar un interés de solamente un 30% hasta el momento de la consolidación, es decir hasta que las personas ingresan en el plan de facilidades. Pero la inversión que entraña la medida comentada no solamente se refleja en los intereses, sino también en la reducción en términos reales del capital original, ya que para la determinación del monto a pagar se congela el valor de los aportes impagos en los niveles que estaban vigentes entre 11 y 20 años atrás aproximadamente. El valor de los aportes impagos anteriores a octubre de 1993 queda fijo al nivel correspondiente a junio de 1994 (si la adhesión se produce con posterioridad a junio de 2016, el capital de las deudas anteriores octubre de 1993, habrá permanecido congelado durante algo más de 22 años). Es decir que a una deuda cuyo capital no se ajusta durante más de una década se agregan intereses que no pueden exceder del 30% del monto de ese capital fijo. De cara al futuro, el esfuerzo fiscal puede medirse por ejemplo comparando la tasa de interés del 1,35%, que abonan los adherentes al régimen de facilidades de pago, con la tasa de interés resarcitorio por el pago fuera de término de las deudas previsionales (3%) N OTA T É C NI C A N º 83 - 14 - BIBLIOGRAFÍA 6. Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), “Informe de la Seguridad Social” (Boletín de Mayo 2003), publicado en el sitio web del organismo. Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) (5.2.14) – Blog del Director General, Sr. Diego Bossio. Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) – “Informe de la Seguridad Social, Año V, Nro. 3”. Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) (5.6.14) – Sitio web, Sección Noticias. Bertranou, Cetrángolo et al. (2011), “Encrucijadas en la Seguridad Social Argentina”, OIT-CEPAL. 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