Comisión Federal de Mejora Regulatoria Presente Por medio de la presente nos permitimos someter a su consideración los siguientes comentarios en relación con el proyecto de reglamento para la recuperación y aprovechamiento del gas asociado a los yacimientos de carbón mineral (el “Proyecto de Reglamento”). Las comisiones unidas de energía y de estudios legislativos del Senado de la República dictaminaron prácticamente por unanimidad al igual que la Cámara de Diputados aprobar la reforma a la Ley Minera y a la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo. En términos generales en nuestra opinión el Proyecto de Reglamento en muchos casos excede la facultad reglamentaria del Presidente en términos del artículo 89 Fracción I de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos ocasionando en el futuro posibles amparos, controversias constitucionales o acciones de inconstitucionalidad. Lo anterior se debe a que el Poder Ejecutivo está invadiendo la esfera de atribuciones del Poder Legislativo. Un reglamento no puede contener disposiciones de derecho sustantivo que vayan más allá de lo que establece la Ley sin violentar el principio elemental de la división de poderes. Además de lo señalado en el párrafo inmediato anterior, nos concentraremos en los aspectos más relevante y preocupantes del Proyecto de Reglamento y que se señalan a continuación. A. Requisitos excesivos El artículo 10 del Proyecto de Reglamento establece requisitos que deben cumplir los particulares para solicitar un permiso para la recuperación y aprovechamiento del gas asociado a los yacimientos de carbón mineral. Existen muchos pequeños mineros (cerca de mil) que no podrán cumplir con muchos de estos requisitos como son los requisitos técnicos y financieros. B. Propiedad de la molécula del gas asociado a los yacimientos de carbón mineral Derivado de la reforma al artículo 3 de la Ley Reglamentaria al Artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo queda muy claro que el gas asociado a los yacimientos de carbón mineral no es materia de regulación por dicha Ley y ahora es la Ley Minera el ordenamiento que regula de manera expresa dicho gas. La reforma a la Ley Minera en sus artículos 3 y 4, es también clara, precisa y contundente al establecer que el gas asociado a los yacimientos de carbón mineral es una sustancia concesible en términos de la Ley Minera. Nuestra Carta Magna señala en su artículo 27 Constitucional párrafo cuarto que “…Corresponde a la Nación el dominio directo de todos los recursos naturales de la plataforma continental y los zócalos submarinos de las islas; de todos los minerales o sustancias que en vetas, mantos, masas o yacimientos constituyan depósitos cuya naturaleza sea distinta de los componentes de los terrenos, tales como los minerales de los que se extraigan metales y metaloides utilizados en la industria…”. Precisamente a través de las concesiones mineras se permite a los particulares llevar a cabo la explotación de los minerales o sustancias reguladas por la Ley Minera, incluyendo ahora al gas 2 asociado a los yacimientos de carbón mineral. Por lo tanto, la propiedad de la molécula no es del Estado Mexicano como área estratégica sino del concesionario quien paga un derecho por su explotación y por lo tanto puede disponer libremente de los minerales o sustancias que extraiga al amparo de su concesión minera. C. Profundidad y naturaleza del gas La Ley Minera no establece ni antes ni después de la reforma, profundidades para explotar los diversos minerales o sustancias que regula. La Ley Minera permite que los concesionarios puedan extraer libremente cualquier mineral o sustancia amparado por su concesión minera sin ningún límite de profundidad, pudiendo llegar hasta el centro de la tierra. Uno de los puntos más importantes de la Reforma a la Ley Minera fue el tema de la seguridad de los trabajadores. Una zona en la cual se llevarán trabajos mineros para extraer carbón mineral debe desgasificarse hasta con 10 años de antelación para garantizar que el gas de carbón mineral no pone en riesgo la vida de los trabajadores ya que dicho gas es sumamente explosivo como lamentablemente pudimos comprobar en el reciente acontecimiento en Pasta de Conchos donde fallecieron aproximadamente 80 trabajadores mineros. Actualmente hay minas en Sudáfrica y Australia que están muy por debajo de los 400 metros que señala el Proyecto de Reglamento. En la cuenca carbonífera del Estado de Coahuila existen formaciones de carbón hasta los casi 4,000 metros. Para sacar el carbón es necesario desgasificar con antelación y así evitar el riesgo de intoxicación o muerte por explosión. El pretender imponer un límite de profundidad en el Proyecto de Reglamento no sólo carece de sentido sino que resulta inconstitucional y va en contra del espíritu de los Legisladores plasmado en la exposición de motivos y el dictamen de la Reforma a la Ley Minera puesto que no logra proteger la integridad de los trabajadores sino todo lo contrario pretende que los concesionarios mineros o no desgasifiquen las vetas o mantos de carbón o si lo hacen, lo venten o arrojen a la atmósfera causando un daño ecológico y de cambio climático irreversible ya que el metano contribuye en 21 veces más al calentamiento global (ver información de la página de Internet de la Environmental Protection Agency de los Estados Unidos de América) que es lo que ocasiona tanto huracán como lo hemos visto en los últimos años. El gas asociado a los yacimientos de carbón mineral podría diferenciarse del gas asociado al petróleo con base en la definición que establece los artículos 1 y 2 de la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo que señala: “Artículo 1. Corresponde a la Nación el dominio directo, inalienable e imprescriptible de todos los carburos de hidrogeno que se encuentren en el territorio nacional –incluída la plataforma continental- en mantos o yacimientos, cualquiera que sea su estado físico, incluyendo los estados intermedios, y que componen el aceite mineral crudo, lo acompañen o se deriven de él.” “Artículo 2. Solo la Nación podrá llevar a cabo las distintas explotaciones de los hidrocarburos, que constituyen la industria petrolera en los términos del artículo siguiente. 2 3 En está Ley se comprende con la palabra petróleo a todos los hidrocarburos naturales a que se refiere el Artículo 1.” En virtud de lo anterior, el gas mineral de carbón se diferencia del gas asociado al petróleo en que esté último necesariamente tiene que componer el aceite mineral crudo, acompañarlo o derivarse de este. Podemos concluir que debería incluirse en el Proyecto de Reglamento una diferenciación con base en el porcentaje de hidrocarburos líquidos que tenga el gas en cuestión. De esta manera sería más fácil determinar de que tipo de gas se trata; si es gas asociado a los yacimientos de carbón mineral o si es gas asociado a los yacimientos de crudo (petróleo). D. Fórmula de precio La Comisión Reguladora de Energía es la autoridad competente para fijar la metodología para determinar el precio del gas natural el cual es un combustible con una composición química muy similar a la del gas asociado a los yacimientos de carbón mineral. Hoy en día el índice de referencia que aplica para las importaciones de gas natural es el del Sur de Texas. Una vez que concluya el régimen transitorio para las ventas de primera mano será el índice Houston Ship Channel. Estos deberían ser los índices a los cuales Pemex compre el gas a los concesionarios que no utilicen el gas en autoconsumo y se lo entreguen a Pemex a tráves de la celebración de un contrato de servicio de entrega en términos de lo dispuesto por el Artículo 19 fracción XIII inciso c). México está importando de los Estados Unidos aproximadamente el 20% del consumo nacional de gas natural y por otro lado arrojando a la atmósfera cantidades importantes de gas de carbón mineral. Pemex debería de comprar a los concesionarios mexicanos el gas de carbón mineral al mismo precio al cual compra actualmente el gas natural. Esto no sólo ayudaría a sustituir las importaciones de gas natural sino que evitaría una discriminación en perjuicio de los concesionarios mexicanos en contravención a los tratados de libre comercio y a la Ley Federal de Competencia Económica. 3