Dictamen nº: Consulta: Asunto: Sección: Ponente: Aprobación: 447/10 Alcalde de Madrid Responsabilidad Patrimonial VI Excmo. Sr. D. Pedro Sabando Suárez 15.12.10 DICTAMEN de la Comisión Permanente del Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid, emitido por unanimidad, en su sesión de 15 de diciembre de 2010, sobre consulta formulada por el Vicealcalde de Madrid (por delegación del Alcalde mediante Decreto de 1 de septiembre de 2008), a través del Consejero de Presidencia, Justicia e Interior, al amparo del artículo 13.1.f).1º de su Ley Reguladora, 6/2007, de 21 de diciembre, en el asunto antes referido y promovido por A.G.L., sobre responsabilidad patrimonial del Ayuntamiento de Madrid por los daños causados por el mal estado de la vía pública. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO.- Por el Consejero de Presidencia, Justicia e Interior, mediante oficio de 10 de noviembre de 2010, registrado de entrada el 15 del mismo mes y año, se formula preceptiva consulta a este Consejo Consultivo por trámite ordinario, correspondiendo su estudio, por reparto de asuntos, a la Sección VI, presidida por el Excmo. Sr. D. Pedro Sabando Suárez, que firmó la oportuna propuesta de dictamen, siendo deliberado y aprobado, por unanimidad, en Comisión Permanente de este Consejo Consultivo en su sesión de 15 de diciembre de 2010. 1 El escrito solicitando el dictamen preceptivo fue acompañado de la documentación, en formato cd que se consideró suficiente. SEGUNDO.- Del expediente remitido, interesa destacar los siguientes hechos que resultan relevantes para la emisión del dictamen solicitado: El interesado, mediante escrito registrado el día 17 de noviembre de 2009 en la oficina de atención al ciudadano de la Junta de Distrito de San Blas formuló reclamación de responsabilidad patrimonial, por daños ocasionados como consecuencia de la caída sufrida desde un muro situado en el parque de la calle Ajofrín y que atribuye al peligro que representa la existencia del mencionado muro. Aporta a la reclamación informe de alta del Servicio de Urgencias del Hospital A emitido el día 22 de septiembre de 2009 y otros informes médicos, en concreto, informe de alta en Medicina Intensiva en el que consta fecha de ingreso 23 de septiembre y de alta 25 de septiembre e informe de alta del Hospital de 5 de octubre de 2009. No efectúa valoración alguna de los daños alegados. Como consecuencia de la caída el reclamante es trasladado al centro médico citado. La historia clínica realizada al ingreso manifiesta “Paciente de 45 años de edad traído por familiares en estado etílico con historia de haber sufrido caída de una altura aproximada de 4 metros (desde una muralla) sufriendo trauma contuso craneal así como trauma cortante en MII. Desconocemos si perdió el conocimiento.” El juicio clínico ofrece como diagnóstico principal: politraumatismo y como diagnósticos secundarios: fractura de tibia, fractura de clavícula y fractus de pared anterior de seno maxilar, y pared superior de órbita. TERCERO.- Por dichos hechos se inició expediente de responsabilidad patrimonial de la Administración, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 139 y siguientes de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de 2 Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (LRJ-PAC) y del Real Decreto 429/1993, de 26 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento de los Procedimientos de las Administraciones Públicas en Materia de Responsabilidad Patrimonial (RPRP). Mediante escrito de fecha 11 de enero de 2010, se practicó requerimiento al interesado, de cuya recepción queda constancia en el expediente (folios 10 a 13) para que, de conformidad con lo prevenido en el artículo 71 de la LRJ-PAC, se completase la solicitud y, en los términos del artículo 6 del Reglamento de los Procedimientos de las Administraciones Públicas en Materia de Responsabilidad Patrimonial, aprobado por Real Decreto 429/1993, de 26 de marzo (RPRP), se acreditasen los extremos que se indicaban en el anexo. Dicho requerimiento es atendido parcialmente por el interesado, aportando declaración de no haber recibido indemnización y croquis del lugar de los hechos, si bien no realiza valoración económica de los daños sufridos ni aporta medios de prueba de la relación de causalidad entre los daños sufridos y el funcionamiento de un servicio público municipal. Por escrito de 15 de marzo de 2010 se practicó nuevo requerimiento, solicitando “Descripción detallada del objeto que ocasionó los daños reclamados y situación en el plano adjunto”. También queda constancia en el expediente (folios 21 a 24). El requerimiento es atendido por escritos de 14 y 22 de abril de 2010 (folios 25 a 28), aportando fotografías del muro desde el que se produjo la caída. De conformidad con lo prevenido en el artículo 10.1 RPRP, se ha incorporado al expediente informe del Departamento de Conservación y Renovación de Vías Públicas de 28 de mayo de 2010 que pone de 3 manifiesto “que el muro al que se refiere el reclamante no está destinado a la circulación de peatones, ni presenta ninguna deficiencia que pueda comportar peligrosidad” (folio 30). Una vez instruido el procedimiento y, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 11.1 RPRP, se ha procedido a dar trámite de audiencia y vista del expediente al reclamante. La recepción de la notificación se acredita mediante el correspondiente acuse de recibo debidamente firmado el 22 de julio de 2010 (folios 31 a 34). En uso de dicho trámite, y dentro del plazo establecido en el citado art. 11 RPRP, el interesado no comparece, ni presenta alegaciones u otros documentos. Se solicitó a la entidad B la valoración de los daños sufridos por el reclamante (folios 35 a 36). La Compañía Aseguradora manifiesta que para efectuar la valoración, y dado el alcance de las fracturas sufridas, es necesario que el reclamante sea visto por un médico de la compañía (folios 37 a 38). El 25 de octubre de 2010 la Subdirectora General de Coordinación del Área de Gobierno de Obras y Espacios Públicos elevó propuesta de resolución desestimatoria. A la vista de los hechos anteriores cabe hacer las siguientes CONSIDERACIONES EN DERECHO PRIMERA.- El Consejo Consultivo emite su dictamen preceptivo, de acuerdo con el artículo 13.1.f).1º de su Ley Reguladora, 6/2007, de 21 de 4 diciembre (LRCC), y a solicitud de un órgano legitimado para ello, según el artículo 14.1 LRCC. El dictamen ha sido evacuado dentro del plazo ordinario establecido en el artículo 16.1 LRCC, cuyo término se fijó el 23 de diciembre de 2010. SEGUNDA.- Como resulta de los antecedentes, el procedimiento de responsabilidad patrimonial se inició a instancia de interesado, y su tramitación se encuentra regulada en los artículos 139 y siguientes de la LRJ-PAC, desarrollados en el Real Decreto 429/1993, de 26 de marzo. Ostenta el reclamante legitimación activa para promover el procedimiento de responsabilidad patrimonial, al amparo del artículo 139 de la citada LRJ-PAC, por cuanto que es la persona que sufrió el daño. Asimismo, se encuentra legitimado pasivamente el Ayuntamiento de Madrid en cuanto que titular de la competencia de conservación y pavimentación de las vías públicas ex artículo 25.2.d) de la Ley 7/1985, de 2 de abril, de Bases de Régimen Local. Al pretender el resarcimiento del daño el día 17 de noviembre de 2009, se encuentra dentro del plazo legalmente establecido puesto que el artículo 142.5 de la LRJ-PAC dispone que “el derecho a reclamar prescribe al año de producido el hecho o el acto que motive la indemnización o de manifestarse su efecto lesivo. En caso de daños, de carácter físico o psíquico, a las personas el plazo empezará a computarse desde la curación o determinación del alcance de las secuelas”, ya que el informe de alta del hospital es de 5 de octubre de 2009. TERCERA.- El procedimiento se ha instruido cumpliendo los trámites preceptivos previstos. Especialmente, se ha recabado informe del servicio cuyo funcionamiento supuestamente ha ocasionado el daño y se ha evacuado el trámite de audiencia exigidos en los artículos 9, 10 y 11 del 5 Real Decreto 429/1993, respectivamente, y en los artículos 82 y 84 LRJPAC. CUARTA.- La responsabilidad patrimonial de la Administración se rige por el artículo 106.2 de la Constitución, y por el Título X, Capítulo Primero, además de la Disposición Adicional 12ª, de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y Procedimiento Administrativo Común y por el Real Decreto 429/1993, de 26 de marzo, que como señala la doctrina del Tribunal Supremo, que plantea el estado de la cuestión en responsabilidad patrimonial de la Administración -sentencias de 26 de junio (recurso 6/4429/04), 29 de abril (recurso 6/4791/06) y 15 de enero (recurso 6/8803/03) de 2008-, consiste en el derecho de los particulares a ser indemnizados por el Estado de toda lesión que sufran en sus bienes y derechos, salvo en los casos de fuerza mayor, siempre que sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos, y el daño sea efectivo, evaluable económicamente e individualizado. Para apreciar la existencia de responsabilidad patrimonial de la Administración son precisos los siguientes requisitos: a) La efectiva realidad del daño o perjuicio, evaluable económicamente e individualizado en relación a una persona o grupo de personas. b) Que el daño o lesión patrimonial sufrida por el reclamante sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal -es indiferente la calificación- de los servicios públicos en una relación directa e inmediata y exclusiva de causa a efecto, sin intervención de elementos extraños que pudieran influir, alterando, el nexo causal. c) Ausencia de fuerza mayor. d) Que el reclamante no tenga el deber jurídico de soportar el daño. La responsabilidad de la Administración es objetiva o de resultado, de manera que lo relevante no es el proceder antijurídico de la Administración, sino la antijuridicidad del resultado o lesión, aunque es 6 imprescindible que exista nexo causal entre el funcionamiento normal o anormal del servicio público y el resultado lesivo o dañoso producido. Por lo que se refiere a las características del daño causado, éste ha de ser efectivo, evaluable económicamente e individualizado, siendo sólo indemnizables las lesiones producidas provenientes de daños que no haya el deber jurídico de soportar de acuerdo con la ley. La antijuridicidad del daño viene exigiéndose por la jurisprudencia (Sentencias del Tribunal Supremo de 30 de octubre de 2003, recurso 6/1993/99, y de 22 de abril de 1994, recurso 6/3197/91, que citan las demás). QUINTA.- Aplicando lo anterior al caso objeto del presente Dictamen, y acreditada la realidad del daño, mediante informes médicos en los que se constata que el interesado presentaba fractura de tibia, de clavícula y de maxilar, daño que es evaluable económicamente e individualizado en su persona, procede analizar si el meritado daño es imputable al funcionamiento de los servicios públicos municipales. Alega el perjudicado que la caída que sufrió tuvo su origen por caer desde un muro, pero no aporta elemento probatorio alguno de que hubiera anomalía o irregularidad alguna en el muro ni en la calle que pudieran provocar su caída. Los informes médicos aportados no acreditan que la caída se produjo en el lugar invocado por el reclamante, ni que fue propiciada por el estado del muro, lo único que dichos informes permiten probar es que la reclamante padeció unos daños físicos, pero no el origen de los mismos –la caída– ni las circunstancias de ese origen, ni el lugar. En definitiva, los datos aportados no son suficientes para atribuir responsabilidad patrimonial al Ayuntamiento, pues no cabe olvidar que la jurisprudencia del Tribunal Supremo sostiene que “la prestación por la Administración de un determinado servicio público y la titularidad por 7 parte de aquella de la infraestructura material para su prestación no implica que el vigente sistema de responsabilidad patrimonial objetiva de las Administraciones Públicas convierta a éstas en aseguradoras universales de todos los riesgos con el fin de prevenir cualquier eventualidad desfavorable o dañosa para los administrados que pueda producirse con independencia del actuar administrativo, porque de lo contrario, [...], se transformaría aquél en un sistema providencialista no contemplado en nuestro Ordenamiento Jurídico” (Sentencias de 30 de septiembre de 2003, recurso 732/1999, y 13 de septiembre de 2002, recurso 3192/2001). Ante la falta de prueba de que los daños sufridos se produjeron como consecuencia del estado del muro no queda acreditada la existencia de nexo causal entre el daño y el funcionamiento de los servicios públicos municipales. SEXTA.- A mayor abundamiento, el informe del Departamento de Conservación y Renovación de Vías Públicas expone que “el muro al que se refiere el reclamante no está destinado a la circulación de peatones, ni presenta ninguna deficiencia que pueda comportar peligrosidad”. Atendiendo a ello, el reclamante estaba transitando por un lugar no habilitado para el paso de peatones, circunstancia que no ha sido rebatida por el interesado en el trámite de alegaciones. En este sentido, para el caso de supuestos similares al presente caso en que se ha utilizado por la parte reclamante el tránsito por un paso indebido, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha exonerado de toda responsabilidad a la Administración. En la sentencia de 15 de marzo de 2003, se señala que: “Debe entenderse que la causa fundamental de la caída se debió al hecho de cruzar la calle por un lugar indebido, lo que rompe el nexo causal entre el funcionamiento del servicio público y el resultado dañoso, por lo que la Administración queda exonerada”. 8 Criterio que asimismo se reitera en la Sentencia de 26 de abril de 2005 – RJ 2005\157627– al indicar: “entender que la caída se produjo en aquel lugar nos encontraríamos ante un supuesto de culpa exclusiva de la victima dado que el lugar donde dicha rejilla se encuentra, en la parte interior de una glorieta, no ha de ser usado por los peatones puesto que el cruce de la calzada atravesando la glorieta es una actuación prohibida por parte de los peatones, puesto que el artículo 124 Reglamento General de Circulación, para la aplicación y desarrollo del texto articulado de la Ley sobre Tráfico, Circulación de vehículos a motor y Seguridad Vial establece que Real Decreto 13/1992, de 17 de enero, aprobado por Real Decreto 13/1992, de 17 de enero, y vigente al tiempo de ocurrir los hechos establecía que los peatones no podrán atravesar las plazas y glorietas por su calzada, debiendo rodearlas (hoy esta prohibición se encuentra en el mismo artículo 124 del Reglamento General de Circulación para la aplicación y desarrollo del texto articulado de la Ley sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial, aprobado por Real Decreto 1428/2003, de 21 de noviembre,) y sin que el hecho de que en dicho lugar estacionen vehículos justifique su acción ya que además de tratarse de un supuesto de estacionamiento prohibido como el propio recurrente admite en la demanda, la caída no se produjo (según versión del recurrente al abandonar un vehículo que acabara de estacionar). Al realizar el cruce de la calzada por un lugar expresamente prohibido se produce una ruptura del nexo causal provocada por su actuar voluntario en contra de la norma y las consecuencias de su actuar sólo a el son imputables”. La conducta del reclamante exonera de responsabilidad a la Administración, ya que al transitar por un lugar no habilitado para el paso de peatones rompe el nexo causal con el funcionamiento del servicio público. 9 Por todo lo expuesto el Consejo Consultivo formula la siguiente CONCLUSIÓN Procede desestimar la reclamación por responsabilidad patrimonial presentada al no haber quedado acreditada la relación de causalidad. A la vista de todo lo expuesto, el Órgano consultante resolverá según su recto saber y entender, dando cuenta de lo actuado, en el plazo de quince días, a este Consejo de conformidad con lo establecido en el artículo 3.7 del Decreto 26/2008, de 10 de abril, por el que se aprueba el Reglamento Orgánico del Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid. Madrid, 15 de diciembre de 2010 10