BOLETÍN 1486-12 I DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO REFERENCIA : Modifica la ley Nº 18.362 y el DL Nº 1.939, con el objeto de establecer la desafectación solo por ley, de las áreas que conforman el sistema nacional de áreas silvestres protegidas por el Estado INICIATIVA : Moción de los diputados Srs. Girardi, González, Acuña, García-Huidobro, Chadwick, Urrutia MINISTERIO : De Bienes Nacionales ORIGEN : Cámara de Diputados INGRESO : 15 de diciembre de 1994 CALIFICACIÓN : Sin urgencia ARTICULADO : 2 artículos, que modifican, respectivamente, la ley Nº18.362, que crea un Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas, y el decreto ley 1.939, de 1977 OBJETO, SEGÚN LA INICIATIVA 1.Disponer que sólo por ley, y no por decreto supremo como ocurre hoy en día, las áreas silvestres podrán perder su calidad de tales. En este caso, la ley deberá indicar los motivos que justifican la desafectación y el objeto a que se destinarán dichas áreas. LIBERTAD Y DESARROLLO 20 de diciembre de 1996 3 2.Establecer que sólo por ley, y no por decreto supremo como ocurre hoy en día, podrá alterarse la cabida de una unidad de manejo1, modificarse sus deslindes o procederse a su reclasificación. FUNDAMENTO, SEGÚN LA INICIATIVA Parece más acorde con una moderna concepción de gestión ambiental, que una vez que la autoridad decide la creación de un parque, reserva nacional u otra área de protección, sólo mediante un acto legislativo se puedan destinar éstas a otras finalidades. II COMENTARIOS IMPLICANCIAS CONSTITUCIONALES 1.Materia de ley. El Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE) está constituido por un conjunto de normas legales que conforman las bases esenciales de ese ordenamiento jurídico, pues constituyen la forma de administrar los inmuebles que el Estado ha destinado a conformar una reserva de elementos naturales (ecosistemas, ambientes especiales de interés para la biodiversidad, etc.). La base constitucional para legislar, en este caso, la proporciona el artículo 60 Nº20 de la Constitución Política, cuando incluye en la potestad legislativa "toda otra norma de carácter general y obligatoria que estatuya las bases esenciales de un ordenamiento jurídico". Modificar las normas legales que regulan dicho Sistema constituye, entonces, una materia de ley. Por otra parte, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 19 Nº24, inciso segundo, de la Constitución Política, "sólo la ley puede establecer ... el modo de usar, gozar y disponer" de la propiedad. La ley 18.362, que creó el Sistema Nacional De Áreas Silvestres Protegidas del Estado, vino a constituir un régimen especial de propiedad para ciertos bienes del Estado. En el entendido que dicho sistema constituye el modo de usar, gozar y disponer del dominio estatal, puede estimarse que también por esta otra razón constituye una materia de ley, pues dichas limitaciones, independientemente de quien sea el propietario, sólo pueden establecerse mediante normas de rango legal. 1 De conformidad con la ley 18.362, una unidad de manejo es "Cada reserva de Región Virgen, Parque Nacional, Monumento Natural o Reserva Nacional, individualmente considerados". 4 LIBERTAD Y DESARROLLO 2.Impropiedad jurídica. Entregar mediante una ley competencia para que con otra ley se regule una determinada materia, obedece a una impropiedad jurídica, ya que importa alterar el ordenamiento jurídico nacional. De acuerdo con la Constitución, acto soberano de derecho interno, las materias que deben ser reguladas por la ley se encuentran señaladas en ella. En efecto, la Constitución como norma de mayor jerarquía normativa y como manifestación del ejercicio de la potestad constituyente señala, entre otras materias, qué debe y qué no debe ser regulado mediante normas de rango legal. El constituyente estimó conveniente optar por el sistema del dominio máximo legal, en virtud del cual se entiende que sólo aquellas materias que la propia Constitución entrega de competencia para el legislador, podrán ser reguladas por ley. Aquellas materias no comprendidas dentro de este dominio, pueden ser reguladas mediante el ejercicio de la potestad reglamentaria autónoma del Presidente de la República. de ley, es decir, puede crearlas. No corresponde a una norma jurídica de inferior jerarquía, como la ley, disponer sobre esa materia. Por eso, en la medida que el proyecto de ley viene señalando que "sólo por ley" puede alterarse la cabida de una unidad de manejo del SNASPE, incurre en una impropiedad manifiesta: la ley no puede crear nuevas materias de ley. Entregar a la ley la decisión de desafectar un inmueble fiscal cada vez que sea necesario, equivale a administrar por ley, y a utilizar incorrectamente un elemento destinado a regular situaciones generales. Actualmente, tanto el ingreso como el egreso de un inmueble del SNASPE se efectúa mediante un acto administrativo, que es lo que jurídicamente corresponde. Dictar una ley para cada inmueble en particular, constituye una desnaturalización de la norma jurídica de jerarquía legal y el desconocimiento de los actos administrativos cuyo fin es precisamente -en relación con la materia de que trata el proyecto- resolver aspectos puntuales de la administración de los bienes del Estado. Por consiguiente, sólo la Constitución puede señalar las materias COMENTARIOS DE MÉRITO 3.Aclaraciones previas. Previo al análisis del proyecto resulta aconsejable aclarar algunos puntos contenidos en su fundamentación que denotan desconocimiento de la legislación vigente. En primer término se señala que "el legislador fue bastante visionario cuando dictó la ley de bosques ya que en su artículo 11 estableció como principio que los parques y reservas nacionales que se crearon bajo su amparo sólo podrían ser desafectadas por ley". En segundo lugar el artículo 2º del proyecto propone reemplazar el inciso segundo del artículo 21 del decreto ley Nº 1.939. LIBERTAD Y DESARROLLO 5 Al respecto cabe señalar que la ley 18.362, en su artículo 38. derogó, entre otros, el referido artículo 11 de la ley de bosques y el artículo 21 del decreto ley Nº 1.939. Como puede observarse producto de las modificaciones introducidas por la ley 18.362, existió un cambio en esta materia, el cual en términos generales se manifestó en privar de la competencia del legislador el procedimiento de afectación y desafectación de los bienes afectos al régimen especial de propiedad creado por esta ley. Cabría consultar ¿cuál fue la razón para ello? ¿por qué se estimó conveniente alterar la forma de afectar y desafectar un bien? ¿por qué se estableció que la afectación y desafectación de los bienes se haría por decreto supremo, no obstante encontrarse vigente la Convención de Washington que entrega a la competencia de los legisladores de cada país contratante lo que dice relación con la alteración de los límites de los parques nacionales? Todas estas interrogantes no son abordadas por el proyecto, lo que dificulta en parte su análisis dado la importancia del cambio que se produjo en la legislación nacional. 4.Marco normativo general. Con fecha 4 de octubre de 1967 se publicó en el Diario Oficial el decreto Nº 531, de 23 de agosto de 1967, que ordenaba cumplir como ley de la República la convención para la protección de la flora, la fauna y las bellezas escénicas naturales de América, suscrita en Washington el 12 de octubre de 1940. En la parte pertinente a la materia en la que incide el proyecto, contiene dos normas que conviene tenerlas presentes 6 al análisis que de éste se realizará en los párrafos siguientes. En primer lugar se define a los parques nacionales como "las regiones establecidas para la protección y conservación de las bellezas escénicas naturales y de la flora y la fauna de importancia nacional, de las que el público pueda disfrutar mejor al ser puestas bajo la vigilancia oficial". El artículo III del Convenio al que se ha aludido, dispone que los "gobiernos contratantes convienen en que los límites de los parques nacionales no serán alterados ni enajenada parte alguna de ellos sino por acción de la autoridad legislativa competente". Como puede deducirse de los preceptos transcritos de la convención de Washington, el ámbito de aplicación que se le confiere a la ley es sólo respecto de los límites de los parques nacionales y no respecto de todas las unidades de protección creadas bajo su amparo (tales como, reservas nacionales, monumentos naturales, reservas de regiones vírgenes, etc.) como erradamente señalan los parlamentarios patrocinantes de la moción. El decreto ley Nº1.939, de 10 de noviembre de 1977, estableció normas sobre la adquisición, administración y disposición de bienes del Estado. En la parte pertinente, dispone que el Ministerio de Tierras y Colonización (hoy Ministerio de Bienes Nacionales), con consulta o a requerimiento de los Servicios y entidades que tengan a su cargo el cuidado y protección de bosques y del medio ambiente, la preservación de especies animales y vegetales y en general la defensa del LIBERTAD Y DESARROLLO equilibrio ecológico, podrá declarar Reservas Forestales, a través de un decreto supremo (norma que, en la actualidad, se encuentra derogada). Con posterioridad, ley 18.362, de 27 de diciembre de 1984, creó un sistema nacional de áreas silvestres protegidas por el Estado, el cual de acuerdo a su artículo 2º, regiría para los ambientes naturales, terrestres o acuáticos, pertenecientes al Estado. Es decir, sólo pueden ser declaradas como tales bienes cuyo titular sea el propio Estado, de manera tal que no se pueden afectar mediante el sistema creado por esta ley territorios cuyo titular sea un particular, a menos que previa expropiación y correspondiente indemnización, el Estado adquiera el dominio del bien de propiedad particular. Es por ello que el procedimiento que se ha establecido para afectar a un territorio a las unidades de manejo creadas por dicho cuerpo normativo, es mediante un decreto supremo expedido a través del Ministerio de Bienes Nacionales, los que deberán llevar además la firma del Ministro de Agricultura. Asimismo, este cuerpo normativo, derogó artículos del decreto ley Nº 1.939, entre los cuales se encuentra uno de los artículos que el proyecto propone modificar, según se observó. 5.Limitación a la actividad normativa del Estado. La exuberante ramificación de las normas internacionales, que abarcan las más variadas materias, no queda en el plano internacional, sino que se proyecta en el ordenamiento jurídico interno. Eventualmente, deja ver su perfil sobre cualquier aspecto de la legislación nacional. Uno de los argumentos esgrimidos por los patrocinantes del proyecto que se comenta, fue la convención para la Protección de las Bellezas Escénicas de América, que asigna competencia a la autoridad legislativa para modificar los límites de los parques nacionales. Es decir, la proposición legislativa sería concordante a un convenio internacional multilateral. Surge la pregunta sobre cuántas normas internacionales podrían eventualmente resultar limitativas de la actividad normativa del Estado, manifestada preferentemente en el Congreso Nacional y en las facultades del Presidente de la República para concurrir como colegislador en la formación de las leyes y para ejercer las potestad reglamentaria. Los numerosos tratados, que generalmente son desconocidos o no aplicados, podrían llegar a significar un detrimento para la manifestación de la voluntad soberana que, manifestada en la forma prescrita por la constitución, manda, prohíbe o permite. Si continúa esta corriente de internacionalismo, se podría llegar a que esa voluntad se debe manifestar no sólo en la forma prescrita por la Constitución, sino también en conformidad a la normativa internacional aprobada por el Gobierno de Chile. El sistema vigente, que se autojustifica por la cantidad de convenios que celebre, requiere una instancia de real valoración de la calidad y necesidad de dichas normas, lo que, para proceder con cautela y para la correcta apreciación de la conveniencia nacional, requiere de una consulta LIBERTAD Y DESARROLLO 7 previa aunque informal al Poder Legislativo, que permita transparencia a la gestión del Ministerio del ramo, y la posibilidad de que el Congreso pueda opinar sobre el fondo y contenido de detalle de la normativa que, en cualquier momento, podrá afectar el desarrollo de la legislación nacional, así como las actividades específicas que en el convenio se regulen. 6.Proposiciones del proyecto, Tomando en cuenta los párrafos precedentes, se analizará en particular el mérito del proyecto. El objetivo medular del proyecto consiste en otorgar competencia al legislador para alterar la cabida de una unidad de manejo, modificar sus deslindes o procederse a su reclasificación, así como para hacerle perder a un terreno su calidad de área silvestre. En primer lugar resulta jurídicamente inconveniente que una misma ley otorgue competencia a otra ley para regular una determinada materia, según se observó en párrafos precedentes. Además, resulta conveniente precisar que la competencia que le corresponde a la ley en esta materia, dice relación con la limitación a las facultades esenciales del dominio. En efecto, si el régimen creado por la ley que se propone modificar importara una limitación al dominio necesariamente debería ser regulado por otra norma de rango legal, dado que así lo establece la Constitución. Sin embargo, el régimen especial de propiedad que regula el SNASPE (Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas por el Estado), no importa 8 limitar la propiedad, ya que como se señaló, este régimen especial rige para bienes de propiedad estatal. En este sentido, resulta de suyo procedente que la manera de administrar dichos bienes por su titular se realice a través de las fuentes formales del derecho mediante las cuales se exterioriza el ejercicio de la potestad reglamentaria (decretos, reglamentos, resoluciones, instrucciones y ordenanzas). Así, sería adecuado sostener que a la ley en esta materia sólo le cabría competencia para determinar el medio a través del cual se exterioriza esta voluntad, pero no otorgar competencia para que mediante otra ley se administren estos bienes. Por otra parte, el proyecto no altera la forma de cómo se afecta o se crea una área silvestre, conservándose para ello que el medio jurídico por el que se realiza es un acto administrativo. En principio, salvo que exista una razón que justifique establecer una regla diferente, el instrumento para ingresar al Sistema debería ser el mismo que para salir de él. La razón por la cual es exigible este criterio obedece a la necesidad de velar por la vigencia del principio de la certeza jurídica, de modo de otorgar a los destinatarios de las normas un primer mecanismo para poder determinar cómo se "deshacen" las cosas2. Como no se aborda el tema por el proyecto, y como no existe una explicación razonable que permita sustentar la diferencia que crearía el proyecto si prosperara como ley, 2 En principio, como suele decirse, las cosas se deshacen tal como se hicieron, a menos que intervenga otro instrumento de igual certeza jurídica, como por ej. una sentencia judicial (que puede "deshacer" un contrato celebrado entre las partes). LIBERTAD Y DESARROLLO quedaría consagrado un asimétrico e injustificado. sistema Asimismo, en la fundamentación del proyecto se establece que resulta contrario a los fines y objetivos que se buscan con las áreas silvestres el hecho que éstas puedan ser destinadas a otros fines distintos mediante un simple acto administrativo, dejando a merced de las autoridades administrativas del gobierno de turno el destino y futuro de estas importantes áreas de preservación y protección. En virtud del principio de la analogía que reza que donde existe una misma razón ha de existir una misma disposición, pareciera que no se lo estaría respetando al consagrar un régimen asimétrico. En efecto, la razón que se esgrime en orden a no dejar al criterio arbitrario de la autoridad administrativa la desafectación de un área silvestre, también rige para el caso de su afectación, existe la misma razón, por lo que no se entiende la distinción en cuanto al tratamiento que se pretende dar a las áreas silvestres respecto a la forma de afectarlas y desafectarlas. Con ello, no queremos significar que necesariamente la afectación debe realizarse por una norma de rango legal, ya que ello es jurídicamente impropio (equivaldría a administrar por ley). 7.Naturaleza jurídica de la ley. En derecho, la naturaleza de las cosas queda determinada por lo que ellas son en sí mismas, independientemente de las denominaciones que se utilicen por el legislador en los cuerpos legales (si alguien se obliga a pagar el precio de una cosa que otro le entrega en dominio, de nada serviría denominar arrendamiento a ese contrato, pues por su naturaleza es una compraventa). El Nº2 del artículo 1º del proyecto, califica como ley a aquel acto en el cual deben indicarse: los motivos que justificaron la eliminación de un área silvestre y el objetivo al cual se destinarán dichas áreas. Esta norma lleva a concluir que lo que se está haciendo es alterar en su esencia el concepto de ley. En efecto las leyes están llamadas a regir situaciones en general, aquellas situaciones de normal ocurrencia, en cambio los actos administrativos como los decretos supremos, a diferencia de las leyes regulan situaciones en particular, que van destinadas a un grupo restringido de personas o a una persona individualmente considerada. Es por esto que, pretender que en una norma legal se señalen los motivos que llevaron a adoptar la decisión de que se trata atenta con su naturaleza jurídica, al menos de la ley tal como la concebimos actualmente3. Respecto a la referencia al objeto al cual se destinarían las áreas silvestres desafectadas por ley, como lo propone el proyecto, carece de toda razón y lógica. ¿Por qué en la ley debe limitarse el bien a un objetivo determinado? ¿qué razón existe para ello? ¿dónde queda la facultad de libre disposición de los bienes? Asimismo, lo anterior importaría que como el bien de que se trata se encontraría "amarrado" a un objetivo determinado, ello afectaría su valor de tasación en el mercado, ya que en definitiva constituye un gravamen para el futuro adquiriente, quien se verá obligado a respetarlo, lo que influye en su valor de tasación. 3 Es medieval la concepción de que la ley debe contener las razones que la justifican, como sucede a lo largo de las VII Partidas de Alfonso X (siglo XIII). LIBERTAD Y DESARROLLO 9 8.Conclusión. El proyecto no se orienta en la línea correcta, ya que propone un sistema que se encuentra reñido con el ordenamiento jurídico interno y constituiría una rigidización 10 innecesaria en un área en la que cada vez resulta más necesario permitir que la iniciativa privada aporte eficiencia a la conservación de los recursos naturales. LIBERTAD Y DESARROLLO