1 1 2 PRÓLOGO Qhuinn, hijo de Lohstrong, entró en casa de su familia a través de su puerta de entrada grande. En el instante en que cruzó el umbral, el olor del lugar se acumuló en su nariz. Limón de la cera de abeja de las velas. Flores frescas del jardín que la doggen había traído diariamente. El perfume de su madre. La colonia de su padre y su hermano. Cinnamon gomas de su hermana. Si la empresa Glade ha hecho un ambientador de este tipo, que se llamaría algo así como Dehesa de Old Money. O Salida del sol sobre una cuenta bancaria gorda. O tal vez el siempre popular sólo estamos mejor que los demás. Voces distantes flotaban encima del comedor, de vuelta las joyas con diamantes tallados y brillantes, arrastrando las consonantes de las palabras sobre cintas de raso liso y largo como: — Oh, Lillie, esto es precioso, gracias, — dijo su madre al sirviente. — Pero eso es demasiado para mí. Y no se me dan bien, a Solange si, así que todo esto se me está poniendo pesado. — Ah, sí, su madre esta a dieta permanente infringiéndola a la próxima generación: las mujeres de la glymera se supone que desaparecen de la vista cuando se volvían a los extremos, les sobresalen las clavículas, las 2 3 mejillas hundidas, y los brazos huesudos, dándoles algún tipo de jodida medalla de honor. Como si asemejase a un atizador le haría mejor Y Virgen Escriba favorecía a su hija y apareciera sana. persona. — Ah, sí, gracias, Lilith, — dijo su padre de manera uniforme. — Más para mí, por favor. — Qhuinn cerró los ojos y trató de convencer a su cuerpo para dar un paso adelantarse. Un pie tras otro. Lo que no era tan difícil. Su brandy nuevo Hardy entre sus dedos como sugiriendo. Por otra parte, en muchos sentidos, entrar en esa habitación, el comedor, era como el vientre de la bestia. Dejó caer su petate al suelo. El par de días en casa de su mejor amigo Blay le había hecho bien, un descanso de la completa falta de aire en esta casa. Por desgracia, la quemadura en la entrada fue tan mala, el coste y beneficio de salir era casi igual. Bueno, esto era ridículo. No podía mantenerse de pie aquí como un objeto inanimado. Volviendo a la pared lateral, se inclinó hacia el espejo antiguo que se colocó al lado de la puerta. Así poder estar atentos, e ir de acuerdo con las necesidades de la aristocracia y lucir bien. De esta manera, los visitantes pudieron comprobar el pelo y la ropa mientras el mayordomo aceptaba sus abrigos y sombreros. El joven rostro pretrans que le devolvía la mirada, en el, cumplía todas las funciones, incluso, la mandíbula y la boca bien en eso, tenía que admitirlo, parecía que se podría hacer mucho daño a la piel desnuda cuando él crecía. O tal vez era sólo una ilusión. El pelo era Vlad el Empalador, de pie con la espalda recta desde con la cabeza. El cuello fue encadenado con una cadena de bicicleta, comprada en Urban Outfitters, pero que a él le había motivado sus doce velocidades previamente. En igualdad de condiciones, se parecía a un ladrón que había entrado y que estaba dispuesto a destrozar el lugar embarga busca de la platería, joyas y electrónica portátil. La ironía es que él una mierda gótico no era en realidad la parte más ofensiva de su apariencia a su familia. De hecho, podría haberse montado, colgándose una lámpara del culo y correr alrededor, jugando con las obras de arte y las antigüedades o romperlas que no se acercaba la cantidad real de molestia y el problema que fue para sus padres y eran sus ojos. 3 4 Uno azul y no verde. Oopsy. Su mal. A la glymera no le gustaban los defectos. No en su porcelana o en sus jardines de rosas. No en su fondo de pantalla o sus alfombras o sus mostradores. No se encontraba en la seda de su ropa interior o la lana de sus blazers o la gasa de sus vestidos y ciertamente, no siempre en sus hijos. La hermana estaba bien, bueno, excepto por el — problema de poca importancia— que en realidad no existen, y era un ceceo que en la transición no se había curado oh, y el hecho de que ella tenía la personalidad de su madre. Y no hubo fijación de esa mierda. Su hermano, por otra parte, era la verdadera estrella de mierda, un físico perfecto, hijo primogénito preparado para llevar adelante el linaje familiar, reproduciendo de una manera muy gentil, sin sudar en ninguna situación, con una mujer elegida para él y por la familia. Al infierno, su destinado esperma que ya se había alineado. Iba a ser su compañera tan pronto como pasara su transición — ¿Cómo te sientes, hijo mío?— Le preguntó a su padre con vacilación. — Cansado, señor, — respondió una voz profunda. — Pero esto va a ayudar. — Un escalofrío se derramó hasta la columna vertebral de Qhuinn. Eso no sonaba como su hermano. Camino demasiado lento. Con demasiada masculinidad. También... Joder, el chico había pasado por su transición. Ahora el Hardys. Qhuinn llegó preparándose adelantado hasta que pudo ver dentro del comedor. Su Padre estaba en su asiento en la cabecera de la mesa. Comprobado. La madre estaba en su asiento a los pies de la mesa frente a la puerta solapa de la cocina. Comprobado. La hermana estaba mirando hacia fuera de la habitación, casi lamiendo el borde dorado de su plato con hambre. Comprobado. El hombre cuya espalda daba a Qhuinn no era parte de la familia. Luchador, era dos veces el tamaño de cuando había sido Qhuinn, habían contactado al doggen y le dijeron que recogiera sus cosas y fuera a casa de Blay. 4 5 Bueno, eso explicaba el permiso. Había asumido que su padre había cedido finalmente a la solicitud que Qhuinn había presentado semanas atras. Pero no, que solo habían querido a Qhuinn fuera de la casa debido a que el cambio había llegado al niño de los genes de oro. ¿Su hermano tubo a la chica? ¿A quién habrían utilizado para la sangre? Su padre, nunca fue el tipo demostrativo, extendió una mano y le dio una torpe palmadita en el antebrazo. — Estamos muy orgullosos de ti. Te ves... perfecto. — — Usted, — como por una tubería, la madre de Qhuinn se levantó. — Simplemente perfecto. ¿Mira a tu hermano Solange, perfecto? — — Sí, así es. Perfecto. — — Y tengo algo para ti, — dijo Lohstrong. El hombre metió la mano en el bolsillo interior de su chaqueta y sacó una caja de terciopelo negro del tamaño de una pelota de béisbol. La madre de Qhuinn empezó a quebrarse y se secó bajo sus ojos. — Esto es para ti, mi querido hijo. — La caja se deslizó por el mantel de damasco blanco, y su hermano, ahora temblaba, manos grandes como las de él tomaron la caja y le sacó la tapa. Qhuinn captó el destello del oro desde el camino en el vestíbulo. Como todo el mundo en la mesa quedo en silencio, su hermano se quedó mirando el anillo de sello, claramente abrumado, como su madre e incluso su padre creció brumoso. Y su hermana echó un bollo a la panera. — Gracias, señor, — dijo Luchando por ponerse el pesado anillo de oro en el dedo índice. — Esto encaja, ¿no?, — Preguntó Lohstrong. — Sí, señor. Perfectamente. — Usamos el mismo tamaño, entonces. — Por supuesto que lo hacían. En ese momento, su padre apartó la mirada, como si estuviera esperando que el movimiento de sus ojos lo hicieran esconder el brillo de las lágrimas que habían llegado a su visión. Vió a Qhuinn al acecho fuera de la sala del comedor. 5 6 Hubo un breve destello de reconocimiento. No eres de la clase alta ¿Cómo iba estar allí?, y el... oh, bueno... mi otro vástago. Más aun fue como cuando se ibas caminando por el pasto y se dio cuenta de un montón de mierda de perro demasiado tarde para detener el pie y aterrizar en el mismo. El hombre volvió a mirar a su familia, y bloqueo a Qhuinn fuera. Está claro que él era la última cosa que quería Lohstrong en ese momento histórico, que se arruinó y fue probablemente por eso no hizo las señales manuales de que provocaría el mal de ojo. Por lo general, todos los miembros de la familiar realizaban el ritual cuando veían a Qhuinn. No esta noche. El padre no quería que los demás lo supieran. Qhuinn se acercó a su petate. Cargando el peso sobre el hombro, tomó la escalera principal a su habitación. Por lo general, su madre prefería que use el acceso de la servidumbre, pero eso significaría que tendría que crusar a través de todo el abundante amor allí. Su habitación estaba lejos de la de los demás, era lo que podría conseguir, en todo su camino. Él había preguntado a menudo por qué no dar el salto completo y no le puso un doggen, pero entonces el personal probablemente renunciaría. Encerrándose en sí mismo, él dejó sus trapos en el suelo mientras desnudo se sentó en su cama. Mirando su única pieza de equipaje, pensó que sería mejor arreglar la ropa pronto, ya que había un traje de baño mojado en allí. Las doncellas se negaban a tocar su ropa, como que el mal en él persistía en las fibras de sus vaqueros y sus camisetas. Lo bueno fue, él nunca era bienvenido en los eventos formales, por lo que su vestuario era prelavado y desgastado. Él descubrió que estaba llorando cuando miró hacia abajo a sus Hardys (calzado) y se dio cuenta de que había un par de gotas de agua justo en el medio de los cordones. Qhuinn no era conseguiría un anillo. Ah, diablos... este dolor. 6 7 Estaba fregando la cara con las palmas de las manos cuando sonó su teléfono. Tomando el teléfono fuera de su chaqueta de motorista, tuvo que parpadear un par de veces para enfocar. Aceptó la llamada, pero él no respondió. — Acabo de escucharlo, — dijo Blay a través de la conexión. — ¿Cómo te va?— Qhuinn abrió la boca para responder, su cerebro se atropelló con todo tipo de respuestas: — puto aterciopelado petimetre. — — Por lo menos yo no estoy — gordo— como mi hermana. — — No, yo no sé lo de mi hermano me despidieron. — En cambio, dijo, — Ellos me echaron de la casa. Ellos no quieren que maldijera la transición. Pero adivina, funcionó, porque el chico parece que llegó bien, él está bien. — Blay maldijo en voz baja. — Oh, y él consiguió su anillo ahora. Mi padre le dio su anillo... — El anillo de sello con el escudo de la familia, el símbolo de que todos los hombres de buena línea de sangre llevaban para atestiguar el valor de su linaje. — No luchó para ponérselo en el dedo, — dijo Qhuinn, sintiendo como si estuviera tomando un cuchillo afilado y recorriendo el interior de los brazos. — Encajaba perfectamente. Parecía genial. Sabes, sin embargo..., cómo podría no— Él comenzó a llorar en ese momento. Solo eso lo perdió. La terrible verdad era que, bajo su contracultura de “Que les den” , quería gustarle a su familia. Como remilgado como su hermana era, como erudito friki y su hermano era tan reservado como sus padres, vio el amor entre ellos cuatro. Sintió el amor entre ellos. Era el lazo que los unía a los individuos en conjunto, la cadena invisible de un corazón con otro, el compromiso de cuidar todo, desde lo mundano de mierda todo verdadero drama, mortal. Y la única cosa más poderosa en ese sentido... era lo que se quiere conseguir, dejarlo fuera de ella. Cada maldito día de su vida. 7 8 Voz de Blay se cortaba. — Estoy aquí para ti. Y me siento tan condenadamente... Estoy aquí para ti... No hagas nada estúpido, ¿de acuerdo? Déjame estar— Dejar a Blay saber que él estaba pensando acerca de las cosas en que participaban cuerdas y cabezal de ducha. De hecho, con la mano libre había ido hasta el cinturón improvisado que había formado de un bonito, resistente tejido de nylon, porque sus padres no le dieron mucho dinero para ropa, y la adecuo, algo que había tenido años atrás roto. Al tirar de la longitud libre, echó un vistazo al otro lado de la puerta cerrada de su baño. Lo único que tenía que hacer era atar la cosa para el aparato en la ducha. Dios sabía que esas tuberías de agua había sido arregladas hacía demasiado tiempo, cuando las casas eran lo suficientemente fuertes como para sostener algo de peso. Incluso tenía una silla en la que podía mantenerse en pie y luego una patada por debajo. — Me tengo que ir— — ¿Qhuinn? ¿No me cuelgues no te atrevas a colgarme — — Escucha, me tengo que ir— — Voy para allá ahora mismo. — Lote de aleteo en el fondo, cuando Blay estaba poniéndose la ropa. — ¡Qhuinn! No cuelgue el teléfono ¡Qhuinn...! — ONE ACTUALIDAD Ahora, en la iglesia con eso de un rito. Jonsey miró al idiota que estaba agachado junto a él en la parada del autobús a la par de ellos que había estado estacionado durante tres horas. Por lo menos. Aunque los comentarios como la había hecho parecer una cuestión de días. Y le iba a hacer mierda, homicidio justificable. — Eres una joven blanca, ¿lo sabías?, — Señaló Jonsey — fuera. — — ¿Qué?— 8 9 Está bien, esperaría tres años. — Amigo caucásico. — Era igual, de los que que necesitan el maldito protector solar en la verano. No era igual si estaba en su auto — — Lo que sea, el hombre, te echó un vistazo— — Usted actúa como si yo fuera una tonta. — En este momento, él sólo quería que llegara la noche. Hacía frío, estaba nevando, y tuvo que preguntarse quién se había cabreado y metido con Vanilla. Helaba más aquí. De hecho, estaba pensando en retirarse de toda esta mierda. Estaba haciendo un buen documental relativo a Caldwell, que tenía dos meses de cárcel por asesinat y que lo había cumplido en un reformatorio; lo que menos le interesaba era salir con una perra blanca decidida a conseguir credibilidad callejera a través de su boca. Ah, y luego estaba el barrio de Richie Rich en que estaba. Por lo que sabía, había una ordenanza a este respecto que no se permiten en las calles a nadie después de 22:00 ¿Por qué demonios había acordado esto? Solo para encerrar al chico, Jonsey volvió la cabeza y se asomó de la vivienda. Viendo como la nieve soplaba entrando en los ojos, y maldijo: — Follando al norte del estado de Nueva York en el invierno. Con frío como para que sus bolas fueran cubitos de hielo. — — Bueno... hola allí. — A través de un estacionamiento, sentado justo en frente de una pared brillante, y limpia, sin graffiti de, había, dado un latigazo la mierda en su dulce culo. Un taxi Hummer oscurecido totalmente fuera, no tenía cromado en ningún lugar, no en las ruedas, no alrededor de las ventanas, ni siquiera en la parrilla. Y era de estructura muy grande y, a juzgar por todo, sin duda también tenía el motor grande. El taxi era del tipo de cosa que ves en las calles de dónde era, el vehículo de una de las principales distribuidoras. Excepto que estaban lejos de la ciudad interior por aquí, así que era sólo uno tratando de buscar algo que retuviera su pene. Vanilla caminó hasta el hombre con su mochila, era fornido. — Soy a la que diste el vistazo. — — El autobús estará disponible muy pronto. — Jonsey miró su reloj e hizo un poco de ilusión. 9 10 — Cinco, quizás diez minutos. — — Vamos, — — Adiós, imbécil. — — ¿Tienes miedo o alguna mierda?— Levantado sus manos como haciendo un sollozo y empezó a hacer una Actividad Paranormal. — Oh, aaggg— Jonsey desenfundó su pistola y apretó el caño a la derecha en la cara del tonto del culo. — No tengo problema de matarte aquí mismo. Lo he hecho antes. Y lo hago de nuevo. Ahora, de vuelta a la mierda y hazme un favor. Cierra la puta boca. — Cuando Jonsey encontró con los ojos del tío, no le importaba cuál era el resultado. Disparar a la perra. No le dispares. Por lo que sea. — Está bien, está bien, está bien. — Respaldado al Sr. Hablador lejos y salió de la parada de autobús. Gracias y vete a la mierda. Jonesy puso su revólver lejos, cruzó los brazos y miró en la dirección que el autobús iba a venir, el tipo se fue. Estúpido idiota. Miró su reloj. Al hombre le bastó con esa mierda. Si un autobús lo ponía de regresar en el centro tendría aquí el primer lugar, sólo iba a subir y la mierda con todo. Desplazando la mochila que había visto al llegar, sintió algo duro en el interior poniéndose en jarra. Un paquete era entendido. Si iba a transportar producto desde el barrio, entonces sí. ¿Pero un frasco? ¿Para qué diablos necesitas eso? ¿A menos que fuera polvo suelto? El hecho de que él había sido elegido por el hombre, el C—Rider mismo, esto hubiera sido jodidamente genial. Hasta que conoció a White Boy y entonces la idea de que era especial perdió un poco de jugo. El Maestro le dio instrucciones eran claras: Conecta con el tío en la parada de la calle Cuarta. Tome el último autobús a los suburbios — y 10 11 esperar. Cambie a la línea cuando se reanudó el servicio rural cerca del amanecer. Bajar en el Condado de Warren al parar a pie una milla en una propiedad agrícola. C—Rider se reuniría con ellos y un montón de tíos que hay por ahí para el negocio. Y después de eso… Jonsey sería parte de un nuevo equipo a dominar la escena. Le gustaba esa mierda. Y el pleno respeto al C—Rider ese hijo de puta era estricto y estaba en lo alto de la campana de mando. Pero si el resto de ellos eran como Vanilla… El rugido de un motor le hizo suponer que algo, cualquier cosa, del tránsito, Caldwell, se había mostrado finalmente, y él se puso de pie— — Puto camino, — suspiró. Un Hummer oscuro se había detenido justo en frente de la parada de autobús, y cuando fue bajada la ventana, se vio a White Boy, fue una completa locura en la membrana detrás de la rueda, y no sólo porque Cypress Hill fuera, de hecho, a todo volumen. — ¡entre! ¡Vamos! ¡entre! — — ¿Qué demonios haces, yo?— Tartamudeó Jonsey, incluso cuando le dispararon por detrás de la camioneta y subió en el asiento del pasajero. Puto de mierda Santa perra del culo, total, no era un tonto no tirar de algo como esto. El hombre pisó a fondo el acelerador, el motor rugió, y los dientes de los neumáticos se agarraron a la capa de nieve y les disparó hacia adelante a cincuenta kilómetros por hora. Jonsey se aferró a lo que encontraba a su paso disparando a través de una intersección con luz roja y luego subió a lo largo de la acera y entro al estacionamiento de un Hannaford. A medida que los disparos quedaban en el otro extremo, y la música enterraba el pitido de la alarma porque no se había puesto el cinturón de seguridad. Jonsey empezó sonriendo. — Que te den sí, 'hijo de puta! Perra loca, loca del culo, copo de nieve... mierda! — — Creo que es Justin Bieber. — De pie frente a una línea de papas fritas Lay’s, Qhuinn miró de arriba a la bocina y al recuadro en los azulejos del techo. 11 12 — Así es. Estoy en lo cierto, y no me gusta que lo sepan. — A su lado, John Matthew firmando (FIRMAR se refiere hablar con señas), “¿Cómo lo sabes?” — La mierda está en todas partes. — Para probar el punto, le hizo señas a una pantalla de la tarjeta de felicitación y corto, quince minutos “Are Up”. — Te lo juro, ese chico es una prueba que es el Anticristo que viene. — A lo mejor ya está aquí. — Explicaría Miley Cyrus. — Buen punto. Cuando John volvió a contemplar el menú, marcó su alimento con el dedo, Qhuinn dio doble comprobación de la tienda. Cuatro horas y CVS estaban bien equipados y completamente vacío, excepto por ellos dos de y el chico en el mostrador de recepción, que estaba leyendo una revista National Enquirer y comiendo una barra de Snickers. No lessers. No Banda de Bastardos. Nada de disparar. A menos que fuera Bieber en la pantalla. “¿Qué vas a tener?” John firmaba. Qhuinn se encogió de hombros y siguió mirando a su alrededor. Como Ahstrux Nohtrum (protector) de John era responsable de asegurarse que el chico volviera a la mansión de la Hermandad todas las noches en una sola pieza, y mucho después, más de un año, hasta ahora, todo estaba bien.... Dios, se perdió Blay. Sacudiendo la cabeza, levantando al azar, cuando el brazo volvió hacia él, había enganchado un poco de crema agria y cebolla. Mirando el logo de Lay, y en primer plano de una, lo único que podía pensar en la forma en que él, John y Blay utilizaban el tiempo que pasaban en casa de los padres de Blay, jugando a la Xbox, bebiendo cervezas, soñando ser mayores y mejores vidas posttrans. Desafortunadamente, ya grandes y mejores… habían resultado ser sólo el tamaño y la fuerza de sus cuerpos. Aunque tal vez eso era sólo su Punto de vista. John estaba, después de todo, felizmente emparejado. Y Blay estaba con... Mierda, no podía ni siquiera pronunciar el nombre de su primo en su cabeza. 12 13 — ¿Estás bien, J—man?, — le preguntó con brusquedad. John Mateo se enganchó con un Doritos original y asintió. “Vamos a conseguir las bebidas”. Mientras se dirigían más en la tienda, Qhuinn deseaba estar en el centro, la lucha en las calles, luchando contra de cualquiera de sus dos enemigos. Demasiado tiempo de inactividad, mucho en esos detalles suburbanos, y viviendas significaban demasiado. Se interrumpió de nuevo. Lo que sea. Además, odiaba tener cualquier contacto con la glymera y la mierda era mutua. Por desgracia, los miembros de la aristocracia fueron poco a poco regresando a Caldwell, y significó que habían quedado inundados por la Wrath, con llamadas acerca de avistamientos de asesinos. Al igual que los no muertos Omega no tenían cosas mejores que hacer que acechar los alrededor de los árboles frutales estériles y congeladas piscinas. Sin embargo, el rey no estaba en posición de decir a los dandis fueran por sí mismos. No desde que Xcor y su Banda de Bastardos habían metido una bala en la garganta del rey. Traidores. Hijos de puta. Con un poco de suerte, Vishous iba a demostrar sin sombra de duda de que el disparo de fusil se había realizado, y luego el grupo de ellos habían destripado a sus soldados, y pusieron sus cabezas en estacas, y la luz y los cadáveres quedaron en llamas. Además de averiguar exactamente quién en el Consejo estaba en convivencia con el nuevo enemigo. Sí, fácil de usar es el nombre del juego ahora que una noche a la semana, cada uno de los equipos terminaba aquí en el barrio, tocando puertas y buscando debajo de las camas. En el museo como las casas que le dejaban los pelos de punta en más de un centro subterráneo oscuro. Un golpecito en el brazo trajo su cabeza. — ¿Sí?— Iba a preguntarte lo mismo. — ¿Eh?— 13 14 Se detuvo allí. Y acabó mirando... bueno, ya sabes. Qhuinn frunció el ceño y miró la pantalla del producto. Luego perdió toda línea de pensamiento, así como la mayor parte de la sangre de la cabeza. — Oh, sí... ah... — ¿Mierda, tenía a alguien subió el calor? — Um. — Biberones. Fórmula bebé. Baberos y las siestas húmedas y Q—tips (bastoncitos). Los chupetes. Botellas. Todo tipo de artilugio. Oh, Dios, un extractor de leche. Qhuinn hizo un uno ochenta muy rápido, y consiguió enfrentar una pila de seis pies de alto de Pampers (pañales), y se recuperó en la tierra de los Nuks(tetinas), y finalmente rebotó fuera del espacio aéreo gracias a un rebote infantil de A + D. ¿Qué nunca tendría la mierda de infierno que era lo de: Babe. Babe. Babe. Oh, bueno. Ya lo había hecho, fue hasta la caja. Metiendo la mano en su chaqueta de motorista, Qhuinn sacó su billetera y la otra mano detrás de John que tenía alimentos en la mano. — Dame tus cosas. — A medida que el tipo empezó a discutir, pronunciando las palabras, porque sus manos estaban llenas, Qhuinn enganchó la Mountain Dew (refresco) y Doritos que se obstruía el paso. — No tienes. Mientras que nos está sonando, puedes gritarme adecuadamente. — ¿Y tú qué sabes, las manos de John volaron a través de las posiciones de ASL (lenguaje de señas) en varias combinaciones. — ¿Estás sordo?— El hombre detrás de la caja registradora le preguntó en un susurro. Como si alguien que usase ASL era una especie de monstruo. — No. Ciego. — — Oh. — A medida que el hombre se lo quedó mirando, Qhuinn quería estallar. — ¿Nos va a ayudar con esto o qué?— — Oh... sí. Oye, ¿tienes un tatuaje en la cara. — Observaba el Sr. mientras movía lentamente, los códigos de barras y metía en las bolsas estaban creando algún tipo de resistencia al viento bajo su lector láser. 14 15 — ¿Sabías eso? — En serio. — No lo sabías. — — ¿Estás ciego, también?— Sin filtro de este y ningún tipo. Ninguno. — Sí, lo estoy. — — Oh, así que por eso sus ojos son tan extraños. — — Si. Eso es correcto. — Qhuinn sacó un billete de veinte y no esperaba el cambio era más que un pequeño asesinato demasiado tentador. Asintiendo con la cabeza a John, que también estaba midiendo al querido muchacho por un sudario, Qhuinn iba a alejarse. — ¿Qué pasa con el cambio?— Llamó al hombre. — Soy sordo, también o no te puedo oír. — El hombre gritó en voz más alta: — Yo mismo lo haré luego, ¿sí?— — Suena bien, — gritó Qhuinn por encima del hombro. Idiota fue escenario de cinco estúpidos. Pasando a través de la barra de seguridad, Qhuinn pensó que era un milagro que los seres humanos, con los que contactaba durante del día y la noche en lo absoluto. Y el hijo de puta había conseguido poner sus pantalones tras una caja registradora. Nunca cesan los milagros. A medida que se abrió paso fuera, el frío le dio una palmada alrededor, el viento soplaba su pelo. Copos de nieve conseguían llegar a la nariz. Qhuinn se detuvo. Miró a la izquierda. Miró a la derecha. ¿Dón... dónde está mi Hummer?— En su visión periférica, las manos de John comenzó a volar alrededor como si estuviera preguntando lo mismo. Y entonces el hombre señaló hacia abajo con la nieve recién caída... y las huellas profundas de cuatro neumáticos del monstruo que hizo un círculo y salió del estacionamiento. 15 16 — Maldita puta mierda!— Qhuinn apretó. Y pensó Observando Sr. fui un estúpido— DOS De vuelta a la mansión de la Hermandad, Blaylock se sentó en el borde de la cama, con el cuerpo desnudo sonrojado, un brillo de sudor en el pecho y los hombros. Entre sus piernas su pene estaba gastado, y sus caderas estaban sueltas de todo tipo de topar y moler. En el otro extremo de la espectro, su respiración se apretó, su carne que requieren oxígeno sólo un poco más de lo que sus pulmones podrían proporcionar. Así que, naturalmente, él cogió el paquete de Dunhill rojos que guardaba en su mesita. Los sonidos de su amante en la ducha del baño de enfrente, junto con el aroma picante del jabón, fue dolorosamente familiar. ¿Había pasado casi un año? Sacar uno de los cigarrillos, tomó el mechero de Sax Van Cleef & Arpels que tenía, era el más ligero que le había dado para su cumpleaños. La cosa estaba hecha de oro y grabado con un Mystery, la marca de la empresa Rubíes, un 1940 precioso que nunca falló tenía buen ojo, o al hacer el trabajo. Cuando la llama del mechero se levantó, cuando la ducha se apagaba. Blay se inclinó para poner la mano sobre el fuego, inhalaba, y tiró de la parte superior de la tapa hacia abajo. Como siempre, el más mínimo toque del líquido para encendedores quedaba, la dulzura se mezclaba con el humo que exhalaba Qhuinn odiaba fumar. Si, nunca lo aprobó. Lo cual, considerando la cantidad de barbaridades que el tipo hizo un hábito regular, parecía francamente ofensivo. 16 17 ¿El sexo con desconocidos en los baños de un sinnúmero de clubes? ¿Tríos con machos y hembras? ¿Piercings? ¿Tatuajes en lugares distintos? Y este tipo no “aprueba” el fumar. Como si fuera un hábito vil nadie en su sano juicio lo haría molestarse. En el baño, el secador de pelo que él había compartido arranco, y Blay podía imaginar que lo había agarrado y el pelo rubio corría hacia atrás duro y fluyendo en la brisa artificial, la luz capturaba sus brillantes reflejos que eran naturales. Saxton era hermoso, toda la piel suave y el cuerpo musculoso y el sabor perfecto. Dios, la ropa en ese armario de la suya. Asombroso. Al igual que el gran Gatsby había saltado de las páginas de la novela, bajando a la Quinta Avenida, y compró bloques enteros de la alta costura. Qhuinn no era así. Llevaba slips camisetas y camisetas de tirantes o cueros, y todavía lucía el chaqueta de motociclista que había comprado justo después de su transición. No Ferragamo o Ballys para él; nuevos tipo Rocas con plantas del tamaño de los neumáticos para camiones. ¿Cabello? Cepillado, si tenía suerte. ¿Colonia? Pólvora y orgasmos. El infierno, en todo el año Blay había conocido al chico prácticamente desde su nacimiento, a Qhuinn nunca lo había visto en un juego. Había que preguntarse si él sabía que un Tuxedo (ropa elegante de hombre) puede ser propiedad, no sólo de alquiler. Si Saxton fue el aristócrata de ensueño, Qhuinn era un matón recto. — Aquí iban sus cenizas en esto. — Blay hizo un gesto con la cabeza. Saxton estaba desnudo, peinado y perfumado perfectamente con agua de colonia y sosteniendo el pesado cenicero de Baccarat que había comprado como regalo de solsticio de verano., y pesaba tanto como una bola de boliche. Blay cumplía, tomando la cosa y haciendo equilibrio en la palma de su mano. — ¿Vas a trabajar?— igual no era obvio — Así es. — Saxton se dio la vuelta y lanzó un culo espectacular hacia él cuando fue al armario. Técnicamente se supone que vive al lado 17 18 de una de las habitaciones vacías, pero con el tiempo tenía su ropa emigrando aquí. No le importaba el hábito de fumar. Incluso compartido de vez en cuando después de un particular intercambio de energía..., por así decirlo. — ¿Cómo te va?, — Dijo Blay en una exhalación. — Tu misión secreta, es. — — Bastante bien. Estoy casi terminando. — — ¿Eso significa que por fin me puede decir qué ha sido todo esto?— — Te enterarás muy pronto. — A medida que el aleteo de una camisa saliendo de la cabaña, Blay dio la vuelta y miró el cigarrillo en la punta que brilla intensamente. Saxton había estado trabajando en algo de alto secreto para el rey desde el accidente, y no había habido conversaciones de almohada al respecto que probablemente fue sólo una de las muchas razones de su Wrath por hacer al hombre a su abogado privado. Saxton tenía toda la discreción de una bóveda de banco. Qhuinn, por otra parte, nunca había sido capaz de guardar un secreto. Desde la fiestas sorpresa a los chismes a embarazosas datos personales como si hubiera quedado establecido entre ellos como una puta barata. — ¿Blay?— — Lo siento, ¿qué?— Saxton surgió, completamente vestido con un Ralph Lauren de tweed empalmador. — Ya dije, te veré en la última comida. — — Oh. ¿Es tan tarde? — — Sí. Lo es. — Supongo que la había jodido creando en primer lugar su camino, el día, que era la forma en que había rodado desde entonces... 18 19 Dios. Ni siquiera podía pensar en lo que había pasado sólo una semana atrás. No podría incluso poner en la mente palabras para lo que sentía por la única cosa por la que nunca se había preocupado que fuera a pasar, justo en frente de sus propios ojos. ¿Y él había pensado que ser rechazado por Qhuinn era malo? Observándolo el tipo tenía algo con una joven mujer, tenía que responder a su amante, no lo hará. — Sí, absolutamente. Te veré entonces. — Hubo una vacilación, y luego Saxton se acercó y le dio un beso en los labios. — Blay. ¿Estás fuera en rotación esta noche? — Blay asintió con la cabeza, sosteniendo el cigarrillo de una manera tan hermosa con ropa del macho no recibas quemadas. — Yo iba a leer el New Yorker tal vez empezaría en la terraza. — Saxton sonrió, claramente al apreciar el atractivo de ambos. — Cómo te envidio. Después de que haya terminado, esto Vamos a tomar un par de noches fuera y relajarme. — — Tal vez podríamos ir a algún sitio. — — Tal vez podamos. — La expresión que tenía apretada enel hermoso rostro era rápida y triste. Porque sabía que Saxton no se iba a ninguna parte. Y no sólo porque las sandalias no estaban incluidas en su futuro. — Está bien, — dijo Saxton, rozando los nudillos por la mejilla de Blay. Blay le acarició la mano. — Tú también. — Un momento después la puerta se abrió y se cerró... y él estaba solo. Sentado en la cama desordenada, en el silencio que parecía aplastarlo por todos los lados, se fumó el cigarrillo hasta el filtro, dejándolo en el cenicero, y encendió otro. Cerró los ojos y trató de recordar el sonido de los gemidos de Saxton o la visión de la espalda del macho arqueandose o la sensación de piel sobre la piel. No pudo. 19 20 Y esa era la raíz del problema, no podía. — Vamos a ver si lo entiendo, — arrastrando las palabras V sobre la conexión del teléfono celular. — Has perdido tu Hummer. — Qhuinn quería poner su cabeza a través de una ventana de vidrio. — Si. Yo lo hice. ¿Podrías por favor? — — ¿Cómo se puede perder ocho mil libras de vehículo?— — Eso no es importante— — Bueno, en realidad, es si quieres tener acceso a los GPS y me dirás dónde encontrar la maldita cosa razón por la cual estoy llamando, ¿verdad? ¿O simplemente pasar confesión sin detalle es bueno para el alma o algo de esa mierda. — Qhuinn se aporreó duro con su teléfono. — dejé las llaves en el mismo. — — ¿Cómo dices? No escuché eso. — Mierda. — Dejé las llaves en el mismo. — — Hijo esa fue una mala jugada tonto del culo,. — No. mierda. Es broma. — Así que me pueden ayudar— — Sólo por e—mail tienes el link. Es una de las cosas para recuperar el vehículo. — — ¿Sí?— — Comprueba si los secuestradores se tomaron un momento para poner el asiento hacia adelante, ya sabes, ponte cómodo y esa mierda, como tienen las llaves. — El sonido de Vishous como de asqueado, equipo de seguimiento está con tuercas con un guardabarros coche. — Escucha, tengo que irme. Yo necesito ambas manos para sostener mi instinto y el rastreador, se río como el culo. Hasta más tarde. — En la medida que la llamada se cortó, 20 21 Qhuinn se tomó un momento para frenar el deseo de tirar el teléfono. Sí, — perder eso también iba a ayudar realmente a la cuz de su situación. Al entrar en su cuenta de Hotmail, y se preguntó cuánto tiempo iba a tener que vivir este bajón, y puso su atención en el maldito coche. — Se dirige al oeste. — Él inclinó el teléfono para que John pudiera ver. — Vamos a hacer esto. — Desmaterialización, Qhuinn era vagamente consciente de que el nivel de su Wrath era desproporcionada en relación con el problema: A medida que sus moléculas dispersas, eran una mecha encendida a la espera de contactar con un poco de dinamita y no se trata sólo de él que era un tonto del culo, o que le faltaba el coche, o el hecho de que estaba mirando como un idiota a uno de los hombres más respetados que en la Hermandad. No había otra mierda tanto. Tomando forma en un camino rural, comprobó su teléfono de nuevo y esperó a que John se presentara. Cuándo él lo hacía, recalibrado se fueron hacia el oeste, acercándose, y cruzando en una dirección... hasta que Qhuinn era el fantasma en la tira precisa de hielo cubriendo el asfalto y su puto Hummer estaba en marcha. Un centenar de metros por delante el vehículo. Cualquiera que sean los hijos de puta estaban al volante iban a cien kilómetros por hora en la nieve, en dirección a una curva. Que a... Bueno, llamárlos estúpidos era exactamente el tipo de caldera negro en la que la noche había degenerado. “Déjame disparar a las ruedas”, John firmó, como si supiera que un arma en la mano de Qhuinn no era la mejor idea. Antes de que el hombre pudiera levantarse y salir a los cuarenta, Qhuinn se desmaterializó justo sobre el capó del el SUV. Cayó de cara contra el parabrisas, el culo terminó golpeado con estilo la brisa provocó el fallo de funcionamiento. Y entonces se trataba de un caso de ho… hey… nena… hola: Gracias a la luz del tablero de instrumentos, él cogió el OMG tirándolo en el asiento 21 22 delantero ante los rostros de la pareja de chicos... y luego su idea brillante se convirtió en número cabra joder. En vez de pisar el freno, el conductor arrancó de golpe, como si tal vez pudiera evitar lo que tenía aterrizado ya en el capó del Hummer. El lanzó a Qhuinn con su cuerpo ingrávido mientras arrancó en el espacio para mantener sus ojos en su paseo. Resultó que él era el afortunado. Como Hummers fueron diseñados y construidos para otras cosas aparte de la aerodinámica y la instalación de frenado, las leyes de la física se agarró con todo al metal y removió la mierda en el proceso, y a pesar de la cubierta de nieve, el metal se reunió con el asfalto, con el grito agudo soprano de se acabó la noche El impacto estruendoso de la camioneta al clavarse en algún tipo de objeto sólido cortó todo el sistema. Qhuinn no le prestó mucha atención a la caída, sin embargo, él aterrizó a su vez, el chasquido de carretera pavimentada contra el hombro y la cadera, con su cuerpo haciendo su propia versión de cerdo engrasado bajo de la cubierta de nieve y el pavimento; ¡CRACK! Su impulso se detuvo también, algo duro le capturó en la cabeza y cuello un espectacular show de luces, como si alguien hubiera encendido un cohete justo en frente de su cara. Entonces era hora de Piolín, pequeñas estrellas que circundan su visión cuando el dolor en varios lugares comenzó a mostrarse. Lo estaba empujando más cerca de él, no estaba seguro de si era el suelo o un árbol o acaso que vestido de rojo, Santa Claus, él se acomodó sobre su espalda. Cuando se dejó caer de plano en el frío subió a la cabeza y eso le ayudó. Tenía la intención de levantarse. Comprobar el Hummer. Tirar a la mierda a quien se había aprovechado de su momento idiota. Pero eso era sólo su cerebro jugando con el mismo. De su cuerpo se había hecho cargo la rueda y acelerador, y no tenía intención de ir a ninguna mierda de lugar. Acostado tan quieto como pudo, y exhalando nubes irregulares de hielo, el tiempo se ralentizó y luego comenzó a transformarse. Por un segundo, se confundió en cuanto a lo que le había puesto en este lado de la carretera y en esta condición. El accidente ¿lo había causado? O... ¿fue la Guardia de Honor antes de los ataques? 22 23 Con esta copia de plano sobre el asfalto llegó un recuerdo de su pasado o algo que en realidad que estaba pasando. La buena noticia era que la elección era fuera de la realidad y dio su cerebro algo que hacer aparte de seguir martillando para hacer un movimiento. La mala noticia era que los recuerdos eran de la noche en que su familia había le había repudiado, era más doloroso que cualquier cosa que actualmente sintiera en su cuerpo. Dios, era todo tan claro, el doggen trayendo los documentos oficiales y exigió un poco de sangre para un ritual de purificación. Él tirar la bolsa de lona sobre su hombro y saliendo de la casa por la última vez. El camino que se extiende delante de él, estaba vacío y oscuro Este camino, se dio cuenta… era real y era en el que había caído sucesivamente. O... estaba abajo en... lo que sea. Cuando él había dejado la casa de sus padres, lo que pretendía dirigirse hacia el oeste, donde había oído que había un clan de delincuentes críos como él. En cambio, cuatro hombres se habían presentado en túnicas encapuchados y lo golpearon hasta casi la muerte, literalmente. Había ido a la puerta del Fade, y sobre ella, había visto un futuro que no había creído... hasta que sucedió. Estaba sucediendo en estos momentos. Con Layla... Oh, mira, John estaba hablando con él. Justo en frente de sus ojos, las manos del tío estaban pasando por las propuestas de resolución, por así decirlo, y Qhuinn pretende responder con algún tipo de últimas noticias. — ¿Es esto real?— Murmuró. John y miró momentáneamente confundido. Tenía que ser real, Qhuinn pensaba. Debido a la Guardia de Honor pero eso le había ocurrido en el verano, y el aire que se inhala estaba frío. “¿Estás bien?” John articuló mientras firmaba. Metiendo la mano en el suelo cubierto de nieve, Qhuinn empujó tan fuerte como pudo. Cuando no consiguió moverse más de una pulg (empuje tapon clavija)—ada o dos, dejó que hable la situación por sí misma... y se pasó a la mierda. 23 24 TRES El sonido era de coque y consiguió olfatearlo, tenía. el tabique desviado hizo que el hombre fuera de la puerta aprerando para su control el cuchillo. Que te jodan. ¡Qué hijo de puta. La primera regla de cualquier comerciante exitoso era no utilizar a Los adictos que financiaron su empresa y utilizar Asociados que necesitaba apalancamientos que se necesitaban en las calles muy utilizadas. La dirección no usarla. Siempre. La lógica era tan sólida, que era fundamental, y nada diferente que, por ejemplo, al ir a un casino que tenía una instalación de seis millones de metros cuadrados, con suficiente comida que mantendría a un país pequeño, y el oro estaría en todas partes, siendo sorprendido de que ha perdido todo su dinero. El consumo de drogas era unable maldita idea tan caliente, ¿por qué la gente regularmente mueren a causa de que destruyen vidas por ella, siendo arrojados a la cárcel gracias a eso? Tonto del culo. El hombre giró el picaporte y empujó. Por supuesto, la puerta estaba abierta, y al entrar en la sórdida habitación, el olor a talco para bebés le habría abrumado él, si él no se hubiera acostumbrado a el olor en sí mismo. Que desagradable la nariz de pincher era lo único que no le había gustado del cambio. Todo lo demás como la fuerza, la longevidad, la libertad le habían gustado. Pero, El maldito olor. No importaba la cantidad de colonia que usara, no podía deshacerse de él. Y se perdía la posibilidad de tener relaciones sexuales. Aparte de eso, la Sociedad Lessening (restrictiva) era su boleto a la dominación. La inhalación se detuvo y el Fore—lesser levantó la vista de la revista People end la que había hecho unas líneas encima. 24 25 Debajo, un tío llamado Channing Tatum estaba mirando a la cámara, todo caliente como mierda. — Hey. ¿Qué estás haciendo aquí? — Como los ojos saltones luchaban por encadenar y enfocar, el Jefe se veía como si le hubieran dado un electro shock empleando el suministro de corriente. — Tengo algo para ti. — — ¿Más? Oh, Dios mío, ¿cómo lo sabes? Sólo tengo dos manos izquierdas y yo — Connors, también conocido como C—Rider, se movió rápido, dando tres pasos hacia adelante, lanzando su brazo a lo ancho, y oscilando un cuchillo en círculo con gracia que termina en al lado de la cabeza del Fore—lesser. La hoja de acero fue en profundidad, cortando el hueso más blando de la cabeza, y de la perforación la materia gris volaba. El Fore—lesser entró en crisis, tal vez a causa de la lesión... más probable debido a sus glándulas suprarrenales habían bombeado sólo una de millones de centimetros cubicos de esa santa mierda en su torrente sanguíneo y en lo personal no era bueno mezclarla con la cocaína. A medida que la mierda se dejara caer a su silla y regara su camino hasta el suelo, el cuchillo se quedó con Connors, que lo desenganchó de esa parte del cráneo, la hoja estaba marcada con sangre negra. Connors se reunió la mirada sorprendida de su ahora ex superior, pies no se sentía muy bien acerca de esta promoción. El Omega había ido a él y le ofreció el puesto de trabajo, sin duda, por reconocimiento, ya que todos ellos lo hicieron, y un punk no era lo que quería a cargo de la organización que era más grande que una partida de póquer. Sí, claro, el chico había sido útil en el crecimiento de las filas. Pero la cantidad no vale, era la calidad, y no pasó mucho del Ejército, Armada, Fuerza Aérea o la Marina de ver que a la Sociedad Lessening estaba siendo invadida por jovenes fuera de la ley, y difícilmente de cumplir cualquier tipo de programa con ese tipo de tropa, a menos que tubiera un verdadero profesional comiendo mierda. Razón por la cual el Omega había puesto todo esto en movimiento. — ¿Qu... qu... qu... — 25 26 — Fuiste despedido, hijo de puta. Es tu parte final de la jubilación forzosa, — vino otro movimiento punzante, éste teniendo la cuchilla y la conduciendola a la derecha en el centro del pecho. Con un pop! y el espectáculo de humo, el régimen de cambio era completo. Y Connors era el jefe de todo. La Supremacía lo hizo sonreír por un momento, hasta que sus ojos se abrieron por la habitación. Por alguna razón, pensó en ese comercial Febreze (ambientador) en el que había mierda en algún lugar, hechaban spray como locos, siendo personas reales, no actores. El hombre, a excepción de los remanentes de la comida, que no fuera un show, porque no requería asesinos come todo en forma: el moho en el techo, los muebles molestos, el goteo encima en el lavabo... y sobre todo la mierda que fue junto con una adicción a múltiples jeringas con sustancias químicas, cucharas, incluso recipientes de dos litros de Sprite en el laboratorio de metanfetamina en el rincón. Esto no era un centro de poder. Esta era una casa de crack comúnitario. Connors se acercó y cogió el teléfono celular de mierda. La pantalla estaba rota y había algún tipo de parche adhesivo en la parte posterior. La cosa no estaba protegida por contraseña, y cuando entró en la sección de mensajes, todo tipo de besides y lamidas de culos habían volado end el teléfono, los textos, bla bla y mas bla... felicidades sobre la ceremonia de inducción que estaba pasando esta noche. Pero el Fore—lesser no lo había sabido. ¿No era su concierto? Connors no iba a tomar represalias, sin embargo. Estaban tratando de quedarse vivos y no le chupaban los genitales a nadie para seguir respirando: Él esperaba la lista que golpear y quería espias en su propósito y en el gran esquema de las cosas. El hombre, no había llegado allí no trabajando por sí, sino por lo que había descubierto durante un corto período de besar culos, y las disminuciones La sociedad tenía pocos bienes en términos de armas o municiones o materiales. No hay dinero, porque lo que hacian venía de pequeños robos que habían aumentado la coda en una mierda. No hay una lista maestra del Salón de la Fama, ninguna organización tropa, sin formación. La reconstrucción tenía que suceder rápido 26 27 Una corriente de aire frío disparó en la habitación, y Connors se dio la vuelta. El Omega había llegado de fuera y de ninguna parte, túnicas blancas del mal brillando en la negra sombra debajo al parecer una ilusión óptica. La repulsión que pasó por Connors era algo que él sabía que él también iba a tener que acostumbrarse. El Omega gozaba siempre de una relación especial con su Fore lesser y tal vez por eso era qué rara vez duraban mucho tiempo. Por otra parte, dado que tomó la palabra... — Me hice cargo de él, — dijo Connors, asintiendo con la marca de quemadura en el suelo. — Lo sé, — respondió el Omega, que la deformación de la voz a través del aire fétido y frío. En el exterior, una ráfaga de viento sopló nieve contra las ventanas, la brecha en un alféizar dejaba allí algunos copos de nieve. Al entrar en el espacio, en que cayó al suelo hubo un resplandor, la temperatura era lo suficientemente fría para sostenerlos, gracias a la presencia del maestro. — Él está de vuelta en casa. — El Omega se presentó como un borrador, de evidencia de cualquier tipo. — Y estoy muy contento. — Conners dijo a sus pies para quedarse. No había ningún lugar para correr, o para escapar, sólo tenía que continuar a través de lo que iba a ocurrir. Al menos se había preparado para esto. — Tengo algunos nuevos reclutas para ti. — El Omega se detuvo. — ¿De veras?— — Un homenaje, por así decirlo. — O más bien como un punto final definido para esta mierda: Tuvo que salir pronto, y él había planeado cuidadosamente estos dos eventos juntos. Para el Omega, después de todo, eran sus juguetes, pero le gustaba su sociedad y su propósito de eliminar aún más vampiros. — Ustedes me parece que no tiene fin, — susurró el Omega, — Yo creo que vamos a llevarnos muy bien... Sr. C. — CUATRO 27 28 La Elegida Layla había existido en su propio cuerpo físico sin ningún tipo de compromiso en la totalidad de su existencia. Nacido en el Santuario de la Virgen Escriba, y entrenada en la tranquilidad sobrenatural existente, nunca había conocido un hambre, o fiebre, o dolor de cualquier tipo. No conoció el calor, ni el frío, ni una contusión, conmoción cerebral, o contracción. Su cuerpo había sido, al igual que con todas las cosas de la madre en el espacio más sagrado de su carrera, siempre la misma plácidez, un espécimen perfecto funcionando al más alto nivel — Oh, Dios, — tragó saliva mientras ella salió disparada de la cama y se lanzó hacia el baño. Sus pies descalzos se deslizaron sobre el mármol como se tiró de rodillas, se inclinó en el asiento del inodoro, y se metió para estar cara a cara con el agujero de la taza. — Sólo... hacerlo.... — ella jadeó cuando la náusea contaminaba su cuerpo hasta los dedos del pie estaban rizados se bajo y agarró al suelo. — Por favor... por el amor de la Virgen Escriba... — Si tan sólo pudiera vaciar el contenido de su estómago, sin duda, la tortura cedería Tomando la delantera y el dedo medio en su garganta, ella empujó con tanta fuerza que se ahogó. Sino que era el punto de la misma. No hubo coordinación de su diafragma, no se liberaba de la grasa que se estaba estropeando, en el estómago... no era que ella realmente había comido eso, o cualquier otra cosa, para... ¿Cuánto tiempo llevaba en estado? Días. Tal vez ese era el problema. Rodeando su brazo alrededor de sus caderas, ella puso su frente sudorosa con fuerza en el borde, fresco de la taza del baño y trató de respirar superficialmente, porque la sensación del aire que se movía hacia arriba y abajo de la parte posterior de su garganta hizo que el deseo impotente de vomitar empeorara. Pocos días atrás, cuando ella había estado en su necesidad, su cuerpo había tomado el control, el impulso de aparearse lo suficientemente fuerte como para acabar con todo el pensamiento y la emoción. Supremacía que había pasado rápidamente, sin embargo, y también tenía los dolores del apareamiento, implacable, la piel y los huesos, una vez más la reanudación de de su cerebro. 28 29 La balanza se inclinaba hacia atrás una vez más. Reanudar, cuidadosamente reposicionadose a sí misma, poniendo sus hombros contra el frío y bendito mármol de la pared. Teniendo en cuenta cómo se sentía enferma, su pensamiento sólo era que estaba perdiendo el embarazo. Nunca había visto a nadie en el Santuario pasar por esto, esta enfermedad era lo que es normal aquí en la tierra? Cerró los ojos y deseó poder hablar con alguien acerca de todo. Sin embargo, muy pocos sabían su condición y por el momento, tenía que mantener las cosas de esa manera: la mayoría no sabía que ella había pasado por su necesidad y había sido reparada. El período fértil del otoño había llegado en primer lugar, y en respuesta, la Hermandad se habían dispersado por todas partes ya que no había ninguna posibilidad que tuvieran una la exposición a las hormonas, por buenas razones, como había aprendido de primera mano. Cuando la gente la tenía regresaban a sus habitaciones normales en la mansión. Su período había pasado, y ningún flujo hormonal residual había sido apuntado en el aire por nadie y cada una a su tiempo fue dejando atrás el otoño. La privacidad en estas salas no iba a durar durante la continuidad del embarazo, sin embargo. Por otro lado, su estado se detectaría por los otros, especialmente los machos, que se adaptaron particularmente a ese tipo de cosas. Y después de un tiempo, ella comenzaría a mostrarse. Excepto si se sentía tan mal, ¿cómo podría sobrevivir a los jóvenes? Como una vaga sensación de tirantez se acomodó en su bajo vientre, sintió como su pelvis estaba siendo comprimida por un tornillo invisible, ella trató de entrenar a su mente en algo, cualquier cosa que no fuera sus sensaciones físicas. Los ojos del color del cielo y de la noche se acercaron a ella. Penetrantes ojos, ojos que miraban desde un rostro que estaba ensangrentado y distorsionado... y bello incluso en su fealdad. Bien. 29 30 Esto no era una mejora. Xcor, líder de la banda de bastardos. Un traidor en contra del rey, un hombre perseguido que era enemigo de la Hermandad y los vampiros legales en todas partes. El guerrero feroz que había nacido de una noble madre que no lo quería por su rostro, y padre desconocido, que nunca había reconocido parentesco alguno. Una carga no deseada arrastrando los pies de la casa al orfanato hasta que había entrado en el Bloodletter de formación de un nuevo campamento en el Viejo Mundo. Un luchador despiadado entrenado a la lucha con gran efecto, y luego, en su madurez, un maestro de la muerte que recorrió el país con una banda de luchadores de élite alineada con la primera Bloodletter, y después, con Xcor y con nadie más. El rastro de información en la biblioteca del Santuario terminó allí, porque ninguna de las elegidas fueron actualizar nada. El resto, sin embargo, podría llenarlo en sí misma: La Hermandad cree que el atentado contra la vida de Wrath en el otoño había sido hecha por Xcor, y ella había oído que aún no había sublevados en el glymera, trabajando con Xcor. Un hombre traicionero, brutal, sin conciencia, sin lealtad, no hay principio de salvar al servirle. Sin embargo, cuando ella había mirado a los ojos, cuando ella había estado en su presencia, cuando ella había sin saberlo, alimentado a este nuevo enemigo... ella se había sentido como una mujer completa por primera vez en su vida. Porque él la había mirado a ella, no con agresión, pero con… — Acaba de eso, — dijo ella en voz alta. — Deja de hacer eso ahora mismo. — Como si se tratara de una joven que consigue algo en un armario o algo así. Se obligó a ponerse en pie, y sacó la bata de su alrededor y decidió salir de su cuarto y hacer su camino a la cocina. Un cambio de escenario que necesitaba, y así fue la comida, aunque sólo sea para dar su estómago revuelto algo que expulsar. Al salir, ella no comprobó el pelo o la cara en el espejo. Sin quejarse sobre la forma en que su túnica cayó. No perdió ni un momento preocupándose de sus sandalias idénticas al desgaste. Tanto tiempo que había perdido en el pasado en los más mínimos detalles de su apariencia. Hubiera sido mucho mejor estudiar o formarse a sí misma por una vocación. Pero que no tenía 30 31 permitido en la prescripción de las actividades permitidas para una Elegida. Cuando salió al pasillo, ella tomó una respiración profunda, se estabilizó y comenzó a caminar en la dirección del estudio del rey Más adelante, Blaylock, hijo de Rocke, estalló en el pasillo de las estatuas, las cejas hacia abajo apretadas, su cuerpo revestido de cuero de la parte superior de los hombros hasta las suelas de sus enormes botas a medida que avanzó delante, y que estaba revisando su único armamento, sacándolos de a uno de sus fundas, en orden. Layla se detuvo en seco. Y cuando el hombre finalmente la miró, hizo lo mismo, con los ojos cada vez más remotos. Rojo profundo de cabello y azul zafiro los hermosos ojos, de sangre aristócrata completamente era un luchador por la Hermandad, pero no era un bruto. No importa cómo le pasaban las noches en el campo, permaneció en el recinto de un caballero educado, inteligente y comportamiento con la escolarización. Así que no fue una sorpresa que incluso en su prisa, se inclinó ligeramente por la cintura a modo de saludo formal antes de retomar su prisa por la escalera. En su descenso hacia el vestíbulo, la voz de Qhuinn se acercó a ella. “Yo estoy enamorado de alguien....” Layla hizo uso de su nuevo hábito de maldecir en voz baja. Este triste estado de cosas entre los dos combatientes, y el embarazo no era de ayuda. Pero la suerte estaba echada. Y todos iban a vivir con las consecuencias. Cuando Blay golpeó la escalera, sintió que estaba siendo perseguido, y que estaba loco. Nadie de algún modo amenazaba detrás de él. No había ninguna trituradora en una máscara de Jason, o un bastardo enfermo con un suéter de Navidad, con cuchillos para los dedos, cual payaso asesino... Sólo una probablemente embarazada elegida que casualmente había pasado unas buenas doce horas tirándose a su ex mejor amigo. 31 32 No hay problema. Al menos, no debería haber sido cualquier problema. El problema era que cada vez que veía a esa mujer, sentía que recibía un puñetazo en el estómago. Lo que era otro caso de locura. Ella no había hecho nada malo. Ninguno tenía a Qhuinn. Si, bien, Dios, si ella estaba embarazada... Blay arrancado todos esos pensamientos felices a un segundo plano mientras cruzaba a través del vestíbulo a un trote. No hay tiempo para psico—balbuceo, incluso si era sólo para sí mismo: cuando Vishous le pidió su noche libre y le dijo que estuviera al frente de su equipo en cinco minutos, no fue porque las cosas iban bien. No se habían dado detalles durante la llamada telefónica, no se lo había pedido. Blay había tomado sólo un momento a Saxton, y luego se había arrojado encima el cuero y el acero, dispuesto a todo. En cierto modo, esto era bueno. Pasar la noche leyendo en su habitación había resultado ser una tortura, y aunque él no quería que nadie tuviera problemas, al menos eso le detuvo en alguna actividad. Estallando a través del vestíbulo, se encontró cara a cara con el camión de la Hermandad. La cosa estaba equipada para la mirada de un humano, deliberadamente pintado con rojo el logos AAA y el nombre inventado de remolque de Murphy. Número de teléfono falso. Puesto el lema de: “Siempre estamos aquí para ti… ” Mierda. A menos que, por supuesto, el “ti”, — fuera uno de la Hermandad. Blay saltó al asiento del copiloto y se encontró Tohr no a V, detrás de la rueda. — ¿Vishous, no es el que viene? — — Somos tú y yo, los chicos todavía están trabajando en las pruebas de balística analizando balas. — El hermano apretó el acelerador, el rugido del motor diesel como una bestia, las luces oscilantes en un círculo alrededor de la 32 33 fuente del patio y en toda la línea de automóviles estacionados a distancia entre ejes. Así como Blay comprobaba los vehículos e hizo los cálculos sobre el que faltaba, Tohr dijo: — Es Qhuinn y John. — Tapas, Blay se quedó con la boca cerrada por una fracción de segundo. — ¿Que sucedió? — — Yo no sé mucho. John llamó a V para que le ayudase en una emergencia. — El Hermano miró. — V y yo somos los únicos libres. — Blay tomó la manija de la puerta, listo para hacer estallar la cosa y desmaterializarse a la mierda de ahí. — ¿Dónde están ellos— — Cálmate, hijo. Ya conoces las reglas. Ninguno de nosotros puede estar solo, así que mantén el culo en el asiento o yo estoy violando mi maldito protocolo propio. — Blay dio un puñetazo en la puerta, golpeando con tanta fuerza que le aguijoneó la mano, y se la frotó en la cabeza un poco. Jodida banda de hijos de puta acalambrados todos ellos, y el hecho de que la norma tenía sentido sólo le ponía más enojado. Xcor y sus muchachos habían demostrado ser astutos, agresivo y totalmente sin moral no exactamente del tipo de enemigo que quería reunir a todos por un pequeño solitario. Pero vamos. Blay agarró el teléfono, con la intención de mandar un texto a John, pero se detuvo porque no quería distraer al chico por el tratando de obtener más detalles. — ¿Hay alguien que pueda llegar a ellos rápidamente?— — V llamó a los otros. En el centro hay intensos combates, y nadie puede salir de ellos. — — Maldita sea. — — Voy a conducir tan rápido como pueda, hijo. — Blay asintió con la cabeza, con tal de que no fuera a ser tan grosero. 33 34 — ¿Dónde están y qué tan lejos?— — De quince a veinte minutos. Y fuera, más allá de los suburbios. — Mierda. Mirando por la ventana y ver la nieve con rachas, se dijo que si John estaba enviando mensajes de texto, estaban vivos, y por el amor de dios, el hombre había pedido un camión de remolque, no una ambulancia. Por todo lo que sabía que tenía una rueda pinchada o un parabrisas roto y poniéndose histéricos no iba a acortar la distancia, o disminuir el drama, si había alguna forma de cambiar el resultado. — Lo siento si soy un culero, — murmuró Blay, cuando el hermano disparó a la carretera. — No tienes que pedir disculpas por estar preocupado por los chicos. — Hombre. Tohr estaba fresco con eso. Como era tarde, tarde para la noche, el Northway no tenían autos, sólo un semi o dos, carriles conductores por los cuales iban como murciélagos al infierno. La grúa no permanecería en el cuatro carril por mucho tiempo. Hicieron unos ocho kilómetros más, y bajaron en una salida muy al norte de la ciudad de Caldwell, en una zona suburbana que era conocido por mansiones, ranchos, no Mercedes, no Mazdas. — ¿Qué demonios están haciendo aquí?, — Preguntó Blay. — La investigación de esos informes. — — ¿Acerca de lessers?— — Sí. — Blay negó con la cabeza a su paso por los muros de piedra tan altos y gruesos con apoyadores, y puertas de fina filigrana de hierro forjado que estaban cerradas a los extraños. De repente, él tomó una respiración profunda y relajada. Los aristócratas que se mueven de nuevo a la ciudad se asustaron y viendo evidencia de menor actividad en todo lo que les rodea, lo cual no significa 34 35 que los asesinos fueron de hecho saltar desde atrás de estatuas de jardín o esconderse en sus sótanos. Esto no fue un acontecimiento mortal. Era mecánico. Blay se frotó la cara y dio una palmada y a la mierda con su botón de pánico interior. Al menos hasta que salió en el otro lado del código postal y encontraron el accidente. Al doblar un recodo del camino, había un par de luces traseras de color rojo brillante del lado lejano, y al revés. La mierda esto no era sólo un problema mecánico. Blay saltó antes de Tohr incluso había comenzado a detenerse, y se desmaterializó directamente al Hummer. — Oh, Dios, no, — él gimió al ver a dos patrones de rayos de sol en el parabrisas delantero, el tipo de cosa que sólo puede ser hecha por un par de cabezas al estrellarse contra el cristal. Disparo a través de la nieve, y se dirigió hacia la puerta del lado del conductor, entre un aguijón dulce del gas y cuchilladas en la nariz del humo del motor que lo hicieron parpadear. Un silbido agudo cortar a través de la noche más a la izquierda. Azotando alrededor, Blay buscaba en el paisaje cubierto de nieve... y encontró dos formas descomunales unos veinte metros de distancia, que se agrupaban en la base de un árbol casi del tamaño del Hummer que había quedado colgado. Luchando a través de las derivas, Blay corrió y cayó de rodillas. Qhuinn estaba tirado en el suelo, con las piernas largas y pesadas extendidas, la parte superior del cuerpo en el regazo de John. El hombre se limitó a mirarlo con los ojos desiguales, sin moverse, sin hablar. — ¿Está paralizado?— Exigió Blay, mirando a John. — No que yo sepa, — respondió secamente Qhuinn. “Creo que él tiene una conmoción cerebral”, John firmaba. — Yo no — “Salió fue volando del capó de su coche y paró en este árbol” — Me perdí la mayoría de los árboles— 35 36 “He tenido que sujetarlo desde entonces”. — ¿Qué… me está meando? — — ¿Cómo vamos, muchachos?, — Dijo Tohr mientras crujían hacia ellos, sus botas aplastando el hielo. — ¿Es el único afectado?— Qhuinn se empujó a sí mismo liberándose de John y poniéndose en la vertical. — No estamos sólos— En ese momento, se tambaleó el balance del chico, forzando su cuerpo tanto por mantenerse que Tohr tuvo que cogerlo. — Uno vaya a esperar en el camión, — dijo el hermano torvamente. — Que te den— Tohr lo sacudió en el de avance por lo que fueron cara a cara. — Disculpa, hijo. ¿Qué le dijiste? Porque… — — No sé porque lo hice fue… como una bomba,. — Bien… Blay sabía de primera mano que hay pocas cosas en la vida de Qhuinn en que se retractase, Dicho esto, el hermano lo respetó, pues estaba más que dispuesto a comenzó el trabajo que tenía de derribar un árbol de pino, y era sin duda uno de esos. Qhuinn miró a su arruinado SUV. — Lo siento. Mala noche. Tu y yo acabamos con mareados por una fracción de segundo. Está bien. — Era la manera típica de Qhuinn, el muy cabrón se soltó y se alejó en dirección a la pila humeante de metal previamente manejable como si hubiera arrojado sus heridas por la fuerza de voluntad. Dejando a todos los demás en su polvo. Blay se puso de pie y se obligó a concentrarse en John. — ¿Qué pasó?— Gracias a Dios por el lenguaje de signos, sino que le dio algo a la vista, y por suerte, John se tomó su tiempo completando los 36 37 detalles. Cuando la narración había terminado, Blay sólo podía mirar a su amigo. Pero vamos, No era como para que alguien hiciera eso. No es acerca de alguien que les gustaba, en todo caso. Tohrment se echó a reír. — Fue un Hyslop, lo que estás diciendo. — — ¿No estoy seguro de saber qué es eso?— Cortó Blay Tohr se encogió de hombros y siguió camino con Qhuinn a través de la nieve, haciendo un gesto con el brazo hacia la el accidente. — Justo aquí. Esta es la definición de un Hyslop—precipitado por tu chico dejando las llaves en el encendido. — No es un chico, Blay dijo a sí mismo. Nunca lo ha sido. Nunca lo será. Y el hecho de que le dolía más que cualquier otro tipo de conmoción cerebral era algo que, como tantas otras, que mantuvo en silencio al respecto. A un lado y fuera del resplandor de los faros, Blay se quedó atrás y vio como Qhuinn agachado en la puerta del conductor y maldijo en voz baja. — Sucio. Muy sucio. — Tohr entro por el asiento del pasajero. — Oh, mira, un juego completo. — — Creo que están muertos. — — En serio. ¿Cómo… a esa distancia; o el hecho de que no se mueven o que este tipo de aquí no tiene características faciales en la izquierda? — Qhuinn se enderezó y miró a través del tren delantero. — Tenemos que girarlo y remolcarlo. — — Y yo que pensaba que íbamos por malvaviscos tostadas, — dijo Tohr. — ¿John? ¿Blay? aquí. — 37 38 Los cuatro se alinearon hombro con hombro entre los juegos de neumáticos y cavaron con sus botas, cerrando sus posiciones en la nieve. Cuatro pares de manos palmearon los paneles; cuatro cuerpos se inclinaron en la lista; cuatro pares de hombros más estrictos. Una sola voz, la de Tohr, se escuchó. — A las tres. Una. Dos. Tres — El Hummer ya había tenido una mala noche, y esto lo dejó peor lo hizo gemir en voz tan alta que una lechuza se voló atravesando la carretera y un par de ciervos se dieron a la fuga a través de los árboles. Por otra parte, la camioneta no era la única maldición. Todo el mundo iba George Carlin bajo el peso muerto mientras trabajaban para levantarla para dejar libre todo ese acero. Las leyes de la física son posesivas, sin embargo, y como el cuerpo de Blay, tenso, todos sus músculos apretando contra sus huesos, Volvió la cabeza y cambió su presa. Estaba de pie al lado de Qhuinn. Justo al lado de Qhuinn ojos estaban enfocados hacia el frente, los labios desprendiendo sus colmillos, su feroz expresión el resultado del esfuerzo anatómico total.... Estaba cerca de cómo era cuando llegó. Santos inconvenientes, Batman (frase al estilo del personaje). Y tan malo era este hecho que no hizo nada para cambiar su patrón de pensamiento. El problema era que Blay sabía por experiencia propia lo que era un orgasmo para el, aunque no porque él fuera uno de los actores de miles de personas que habían sido destinatarios. ¿Oh, no? No que. Dios, por amor de Dios.El tipo se oferta, metía su pene en todo lo que tenía vida y tal vez en algo inanimado, objetos que alguna vez vió Blay. Sí, porque ese paladar exigente sexo, lo que ha dado lugar a las bolas de Qhuinn a todo en Caldwell entre las edades de veinte y veinte y ocho, Blay se había filtrado fuera de esa piscina de mierda. — Ella en... empieza a moverse... — Tohr apretó. — Métanse debajo de ella!— Blay y Qhuinn bruscamente fueron a la acción, el liberalo los mantiene, agachados, empujando con sus hombros bajo el borde de la cubierta. 38 39 Uno frente al otro, sus ojos se encontraron con que el aliento explotó fuera de sus bocas, sus muslos entrando en acción, sus cuerpos se enfrentaron en una guerra contra todo lo que era dura y fría con peso que pasó a ser resbaladizos gracias la nieve. A su poder se añadió el punto de inflexión, literalmente. Un eje formado en los neumáticos opuestos, y el Hummer de Cuatro toneladas de carga comenzó con ellos, a hacerse más y más ligero ¿Por qué demonios estaba Qhuinn mirándole de esa manera? Esos ojos, ese par azul y verde, estaban fijos en Blay… y ellos no se movían. Tal vez fuera sólo concentración como, que estaba concentrado en realidad sólo en las dos pulg (empuje tapon clavija)—adas delante de su rostro y Blay acababa de pasar a estar en el lado más alejado de eso. Tenía que ser... — ¡Allí, muchachos!— Llamaba Tohr. — ¡O vamos a voltear la maldita cosa todo el camino de nuevo!— Blay soltó, y hubo un momento de la suspensión, una fracción de segundo en que el que lo imposible sucedió, cuando una camioneta de ocho mil libras de peso perfectamente equilibrado en el borde de dos neumáticos, lo que había sido insoportable... se convirtió estimulante, Y todavía Qhuinn lo miraba fijamente. A medida que el Hummer aterrizó con un rebote en cuatro ruedas, Blay frunció el ceño y se alejó. Cuando miró hacia atrás... Los ojos de Qhuinn estaban exactamente donde habían estado. Blay se inclinó y susurró, — ¿Qué?— Antes de que hubiera algún tipo de respuesta, Tohr se acercó y abrió la puerta de la camioneta de su lado. El olor de sangre fresca flotaba sobre la brisa. —Hombre, aun cuando esto no esta pérdido totalmente, no estoy seguro de que vas a quererla de vuelta. La limpieza aquí va a ser perra. — Qhuinn no respondió, parecía haber olvidado todo sobre el comercial Mayhem Allstate (actor) su SUV estaba vivo y él se quedó allí, mirando a Blay. Tal vez el hijo de puta había acariciado parado fuera? 39 40 — ¿Cuál es tu problema?— Repitió Blay. — Voy a ponerlo sobre plano, — dijo Tohr cuando arrancó el otro vehículo. — Vamos a dejar los cuerpos donde están, se puede disponer de ellos en el camino a casa. — Mientras tanto, John y Blay podían sentir una pausa y mirarse ellos a la par, Qhuinn no parecía que algo le preocupase, naturalmente. Con una maldición, Blay resolvió el problema por corrió hacia el camión de remolque y caminaba junto a Tohr respaldándolo, hacia la cubierta abollada del Hummer. Fue por el cabestrante, Blay desengancho la garra y comenzó a liberar el cable. Tenía la sensación de que sabía lo que estaba en la mente de Qhuinn, y si estaba en lo cierto, el chico había estado mejor callado y estar sin la mierda de nuevo. Él no quería escucharlo. CINCO Como Qhuinn estaba en el fuerte viento y contempló a Blay conectar el Hummer, nieve suelta voló por encima de sus botas, liviana, silenciosa, suave, oscureciéndose poco a poco la parte superior de su bota con punta de acero. Mirando hacia abajo, él tenía la vaga idea de que si se quedaba donde estaba lo suficiente, sería completamente cubierto por ella, de la cabeza a los pies. Lo malditamente raro entraba en su cerebro. El rugido del motor en la plataforma atrajo su cabeza hacia atrás, con los ojos controlando como el cabrestante que empezó a arrastrar desplazando su las ruinas con una capa de nieve. Blay era el del trabajo de la extracción, el macho estaba de pie a un lado, haciendo un seguimiento cuidadoso y controlando la velocidad del arrastre de manera que no haya presión indebida en los diversos componentes mecánico de este buen samaritano, reproducción de automóvil. 40 41 Así cuidado. Así controlado. Con el fin de parecer casual, Qhuinn se acercó por Tohr y fingió que él, al igual que el hermano, iba sólo por el seguimiento del progreso de y la elevación. No. Se trataba de Blay, por supuesto. Siempre había sido sobre Blay. Tratando de añadir toda la indiferencia posible, cruzó los brazos sobre el pecho, pero tuvo que abandonar de nuevo porque el hombro magullado le gritó. — Lección aprendida, — dijo en la conversación. Tohr murmuró algo, pero maldito si lo oyó. Y maldito no podía mirar a Blay. Ni por un instante. Por un aliento. Por un latido del corazón. Mirando a través de los remolinos de nieve, se maravilló de cómo alguien que sabía todo sobre él, que vivía en la misma sala, que comió con él, trabajaba y dormía en el mismo momento que él... podía convertirse en un extraño. Por otra parte, y como de costumbre, la distancia emocional, en el trabajo, bajo, en el mismo techo de mierda. La cuestión era que Qhuinn se sentía como que quería explicar las cosas. Por desgracia, la diferencia con su puto primo, Saxton, el cabrón, no tenía don con las palabras y las cosas complicadas, en el centro de su pecho estaba haciendose un tenso mudo de lo peor. Después de una final de molienda, el Hummer fue subido de la tierra en la plataforma, y Blay comenzó a correr la cadena dentro y fuera del tren de aterrizaje. — Está bien, ustedes tres tomen este pedazo de chatarra de nuevo, — dijo Tohr cuando ráfagas de nieve comenzaron a caer de nuevo. 41 42 Blay se congeló y miró al hermano. — Vamos a pares. Así que tengo que irme contigo. — Como si fuera más allá y listo para rebotar. — ¿Has visto que hemos llegado hasta aquí? Por un trozo de chatarra, un incapacitado y con dos personas muertas. ¿Crees que estamos en situación de perder el juego? — — Ellos pueden manejar, — dijo Blay en voz baja. — Los dos estarán apretados. — — Y contigo son aún más fuertes. Yo sólo voy a desmaterializarme a casa. — En el tramo de silencio que siguió, Blay sintió el equivalente de un dedo medio que iba en la línea recta desde su culo hasta la base de su cráneo. No al dijo nada al exactamente qué era. hermano, sin embargo. Qhuinn sabía Las cosas se trasladaron rápidamente a partir de entonces, el SUV quedó asegurado, al partir Tohr, y John saltó detrás en la plataforma. Mientras tanto, Qhuinn dio la vuelta a la manivela de la puerta del lado del pasajero del camión, para abrirla, y se quedó a un lado, esperando. Como un caballero podría, hacér. Blay se acercó, al acecho a través de la nieve. Su rostro era como el paisaje: frío, cerrado, inhóspito. — Después de ti, — murmuró él, sacando un paquete de cigarrillos y un encendedor de oro elegante. Qhuinn inclinó la cabeza brevemente en un movimiento de cabeza, y luego arrastrando los pies entro, deslizándose por el asiento hasta que rozó el hombro de John. Blay se subió último, cerró la puerta y en una rendija de la ventana, colocando el extremo encendido de su clavo de ataúd en la apertura para mantener el olor bajo. La plataforma fue la conversación de unos cinco kilómetros o así. Sentado en medio de lo que solían ser sus dos mejores amigos, Qhuinn miró por el parabrisas y contaba los segundos entre los golpes intermitentes de los limpiaparabrisas... tres, dos... uno... de arriba a abajo. Y... tres, dos... uno... de arriba a abajo. Había 42 43 nieve apenas lo suficientemente suelta en el aire para requerir el esfuerzo — Lo siento, — le espetó. Silencio. Excepto por el gruñido del motor delante de ellos y el sonido metálico ocasional de una cadena de nuevo cuando pisaban un bache. Qhuinn miró, y lo supo, Blay miró como si estuviera masticando metal. — ¿Estás hablando conmigo?, — Dijo con brusquedad. — Si. Lo estoy. — — No tienes nada de qué disculparse. — Blay apuñalado el cigarrillo en el cenicero del salpicadero. Y encendió otro. — Por favor, deja de mirarme. — — Yo sólo... — Qhuinn puso una mano por el pelo y le dio un tirón, mierda. — Yo no... yo... yo no sé qué decir de Layla — Blay cabeza giró bruscamente. — Lo que hagas con tu vida no tiene nada que ver conmigo — — Eso no es cierto, — dijo Qhuinn en voz baja. — Yo — — ¿No es cierto?— — Blay, escucha, Layla y yo — — ¿Qué te hace pensar que quiero oír una sola palabra acerca de tu y ella?— — Sólo pensé que puede ser que necesite un poco de... no sé, del contexto o algo así. — Blay simplemente lo miró fijamente durante un momento. — ¿Y por qué es exactamente lo que creo que quieres con el “contexto”?. — — Porque... yo pensé que podría encontrarte,... molesto. O algo así. — — ¿Y por qué lo estaría?— Qhuinn no podía creer que el tipo quería que lo dijera en voz alta. Mucho menos en frente de otra persona, incluso John. 43 44 — Bueno, porque, ya sabes. — Blay se inclinó, su labio superior quitando de sus colmillos. — Sólo para que quede claro, tu primo me da lo que necesito. Todo el día. Todos los días. ¿Usted y yo? — Él hizo un gesto de ida y vuelta entre ellos con el cigarrillo. — Trabajamos juntos. Eso es todo. Así que queremos que nos haga un favor antes de que tú creas que "necesita" saber algo. Pregúntatelo a ti mismo Si yo estuviera cocinando hamburguesas en McDonald’s, ¿estaría diciendo que estoy friendo mierda? Si la respuesta es no, entonces cierra la boca. — Qhuinn volvió a centrarse en el parabrisas. Y considerado poner la cara por él. — John, detente. — El guerrero miró al otro lado. Entonces comenzó a sacudir la cabeza. “John, tiró un joder. O lo haré por ti.” Qhuinn era vagamente consciente de que su pecho estaba bombeando hacia arriba y hacia abajo y que sus manos tenían que convertirse en puños. — ¡Tiralo joder!— Rugió mientras marcaba el tablero de instrumentos suficientemente fuerte como para enviarlo por uno de los orificios de ventilación volando. Tiró contra una superficie plana al lado de la carretera y los frenos chirriaron cuando su velocidad disminuyó. Sino Qhuinn ya estaba fuera de allí. Desmaterializandose, se escapó a través de la grieta en la ventana, a lo largo con una exhalacion frustrada, Blay. Casi de inmediato, volvió a formarse a un lado de la calle, incapaz de mantenerse en sus moléculas, sus emociones estaban corriendo demasiado alto por eso. Poniendo un shitkicker en frente de la otra parte, él caminó a través de la nieve, su necesidad de deambular ahogándolo todo, incluyendo el dolor en ambos grupos de nudillos. En la parte de atrás de su cabeza, algo sobre el tramo de la carretera había registrado demasiado ruido en su cráneo para obtener información específica para no romperse. 44 45 Ni idea de dónde iba. Que hacía frío. **** Sentado en la plataforma, Blay se centró en el extremo encendido un cigarrillo, el resplandor naranja iba de un lado a otro como una cuerda de guitarra. Supuso que le temblaba la mano. A su lado un silbido que se fue a él, era la forma en que John trataba de llamar su atención, pero él lo ignoró. ¿Qué tenía? Le dio una palmada en el brazo. “Este era un trago muy malo para él”, John firmaba. — Me estás tomando el pelo, ¿verdad?— Murmuró Blay. — Estás bromeando absolutamente. — “El siempre quiso un acoplamiento convencional, y la Elegida está embarazada de él. Me dijo que esto era importante” — No, aquí, aquí mismo. — John señaló al asfalto. Aquí. Blay movió los ojos en el parabrisas sólo porque estaba demasiado cansado para discutir. Por delante de la plataforma, los faros iluminan todo, el paisaje cubierto de nieve blanca cegadora, una figura que caminaba al lado de la carretera como una sombra proyectada. Gotas rojas de la sangre marcaban el camino de las huellas. Las manos de Qhuinn estaban sangrando desde el momento en que había golpeado el tablero De repente, Blay frunció el ceño. Se incorporó un poco más alto. Como piezas de un rompecabezas que se colocan en sus ranuras apropiadas, los detalles al azar sobre dónde y cómo se encontraban, desde la curva de la carretera, a los árboles, a la pared de piedra al lado de ellos, se reunieron y se completó una imagen. 45 46 — Oh, mierda. — Blay se golpeó la cabeza con la mano. Cerró los ojos un momento, quería encontrar otra solución para esto, otra cosa que le trastocaba. No se le ocurrió nada mas grande y gordo. En cuanto abrió la puerta, el frío se precipitó en el interior caliente de la cabaña del camión. No dijo nada a John. No había razón para salir a una nevada después de que alguien facilite el entender. Tomando una profunda calada, terminó. El camino había sido arado antes, pero era muy temprano para cierta especie de cosas. Lo que significaba que probablemente tenía que actuar rápido. Aquí, en esta parte rica de la ciudad, donde las calles y aceras tenían amplios jardines la rodadura, será mejor para ocultarla. Creo que otros de esos arados tamaño mini amarillos de las casas iban a venir seguramente antes del alba. — No hay necesidad de jugar con esto en frente de los seres humanos. Especialmente con el par de fugados, muertos y los quitamos de el Hummer. — — Qhuinn, — dijo ásperamente. — Qhuinn, para. — No me grites. No tenía la energía. Esta cosa..., sea lo que sea que hubo entre ellos, había conseguido agotarlo hacía mucho tiempo, y esta carretera lateral fue un enfrentamiento sólo un episodio más para el que no tenía la fuerza. — Qhuinn. En serio. — Por lo menos el chico le retrasaba un poco. Y con un poco de suerte él estaría muy enojado, él no pondría todas las pistas juntas y en su lugar. Jesucristo, ¿cuáles eran las posibilidades, pensó Blay mientras miraba a su alrededor. Fue justo sobre el kilómetro y medio más o menos, donde fue lo de la Guardia de Honor que habían hecho su negocio con Qhuinn cuando casi había muerto por la paliza. Dios, Blay recordó equiparse esa noche, un conjunto diferente de los faros recogiendo una figura oscura, la hemorragia, en el suelo. 46 47 Sacudiéndose a sí mismo, se dio el nombre de un juego. — Qhuinn. — El se detuvo, sus shitkickers sembrando en la nieve al ir más lejos. Él no se dio la vuelta, sin embargo. Blay hizo señas a John para apagar los faros, y un segundo después todo lo que tenía que enfrentar era el sutil resplandor naranja de las luces de estacionamiento del camión. Qhuinn puso las manos en las caderas y miró hacia el cielo, con la espalda inclinanda, la cabeza hacia atrás, su respiración escapando hacia arriba en una nube de condensación. — Regresa y sube a la plataforma. — Blay dio otra calada y soltó el humo. — Tenemos que mantenernos en movimiento— — Sé lo mucho que significa para ti Saxton, — dijo Qhuinn bruscamente. — Lo entiendes de verdad. — Blay se obligó a decir. — Bien. — — Supongo... oírlo en voz alta es todavía un shock. — Blay frunció el ceño en la penumbra. — No lo entiendo. — — Sé que no lo haces. Y eso es culpa mía. Todo esto... es mi culpa. — Qhuinn miró por encima de su hombro, su rostro fuerte y duro configurado con gravedad. — Yo simplemente no quiero que pienses que estoy lado de el. Eso es todo. — Blay fue a tomar un golpe de su Dunhill, pero no tenía suficiente en sus pulmones. — Yo... lo siento yo no te... ¿por qué...? — Bueno, eso fue una respuesta increíble. — Yo no estoy enamorado de ella. Ella no está enamorada de mí. No estamos durmiendo juntos. — Blay se rió ásperamente. 47 48 — Mierda. — — Muerete. Yo atendí a ella en su necesidad porque quiso un joven, y por eso lo hice, empezo y se terminó ahí. — Blay cerró los ojos mientras la herida en su pecho quedó desgarrando de nuevo. — Qhuinn, vamos. Has estado con ella todo este último año. Te he visto, todo el mundo los ha visto a los dos — — Yo tomé su virginidad hace cuatro noches. Nadie había estado con ella antes de eso, incluyéndome a mí. — Oh, había una imagen que tenía en su cabeza. “Yo no estoy enamorado de ella. Ella no está enamorada de mí. No estamos durmiendo juntos”. Blay no podía quedarse quieto por más tiempo, por lo que se paseaba alrededor de la nieve bajo sus botas. Y luego de la nada, la voz de la Señora en el Fade le vino a la cabeza: Bueno, no es que sea especiaaaaallllllll. — No estoy con nadie, — dijo Qhuinn. Blay volvió a reír. — ¿Al igual que en una relación? Por supuesto que no. Pero no esperes que crea que te estás gastando haciendo tapetes de ganchillo todo el tiempo en el alfabetizar un estante especial femenino. — — No he tenido sexo en casi un año. — Eso lo detuvo en seco. Dios, ¿dónde diablos fue todo el aire de estaba en esta parte del universo? — Tonterías, — respondió Blay con voz cascada. — Tú estabas con Layla y cuatro noches atrás. Como, dijiste. — En el silencio que siguió, la horrible verdad levantado su fea sensación desde el culo a su cabeza otra vez, el dolor haciéndose imposible para él ocultar lo que había sido enterrado con tanta diligencia los últimos días. — Estabas realmente con ella, — dijo. — Yo vi la araña de la biblioteca que va y viene bajo tu cuarto. — Ahora Qhuinn era el que cerrar los ojos como si quisiera olvidar. 48 49 — Fue a propósito. — — Escucha... — Blay sacudió la cabeza. — No está muy claro el porqué me estás diciendo todo esto. Quise decir lo que dije yo no necesito ninguna explicación sobre lo que haces con tu vida. Tú y yo... hemos crecido juntos, y eso es todo. Sí, compartimos un montón de cosas en ese entonces, y estábamos ahí para el otro cuando importaba. Pero ninguno de los dos puede caber en la ropa que solía usar, esta relación entre nosotros es lo mismo. No encaja en nuestras vidas por más tiempo. Nosotros no... cabemos más. Y escucha, no significaba que obtener algo en el camión, pero creo que tiene que ser claro en esto. ¿Usted y yo? tenemos un pasado. Eso es todo. Eso es... todo lo que tendrás. — Qhuinn miró hacia otro lado, con el rostro una vez más en las sombras. Blay se obligó a seguir hablando. — Sé que esta... cosa... Layla es un gran problema para ti o yo estoy, suponiendo que podía estar embarazada. ¿Para mí? Sinceramente, les deseo a ambos lo mejor. Pero no me debes ninguna explicación, y lo que es más, yo no la requiero. He pasado del enamoramiento infantil, y eso es lo que yo tenía por ti. En aquel entonces, sólo era un capricho, Qhuinn. Así que por favor toma cuida a de tu mujer, y no te preocupes que me corte las venas porque has encontrado a alguien que amas. Como lo he hecho yo. — — Te lo dije. Yo no estoy enamorado de ella. — Espere a que, Blay pensara para sí mismo. Debido a que se acercaba. Este era el clásico Qhuinn, aquí mismo. El varón era increíble en el campo. Y fiel al punto de la psicosis. Y listo. Y SEXUAL a la distracción. Y cientos de miles de otras cosas que Blay tuvo que admitir que nadie más estuvo a punto. Pero tenía un defecto grave, y que no era su color de ojos. No podía manejar las emociones. En todas. Qhuinn se había quejado siempre de todo lo profundo, incluso si él no se movía. Podía sentarse justo delante, asentir y hablar, 49 50 pero cuando las emociones fuertes que tenía, él dejaba el interior de su piel. ¿Y si se trataba de obligarlo a enfrentarlos? Bueno, eso no era posible. Nadie obligaba a Qhuinn que hacer nada. Y sí, claro, había un montón de buenas razones para la forma en que estaba. Su familia lo trataba como una maldición. La glymera mirando hacia abajo con él. Él había sido desarraigado toda su vida. Pero cualquiera que sea el factores de estrés, al final del día, el macho se iba a correr de todo lo que le era demasiado complicado, o requería algo de él. Probablemente la única cosa que podría cambiar eso era un joven. Así que no importa lo que dijera ahora, no había duda de que estaba enamorado de Layla, pero después de haber pasado la necesidad de ella, y ahora a la espera de los resultados, que estaba perdiendo la razón y la preocupación y alejándose de ella. Y por lo tanto aquí de pie a un lado de la carretera, parloteando acerca de cosas que no tenían un maldito sentido. — Les deseo a ambos lo mejor, — dijo Blay, su corazón martilleando en su pecho. — Honestamente lo hago Realmente espero que esto funcione bien para los dos. — En el silencio tenso, Blay salió del agujero en que había caído una vez, arañando en su camino; volver a la superficie, lejos de la agonía dolorosa, ardiente en el centro de su alma. — Ahora, ¿podemos entrar en el camión y terminar nuestro trabajo?, — Dijo de manera uniforme. Las manos de Qhuinn se alzaron brevemente a su cara. Luego agachó la cabeza, metió los nudillos ensangrentados en los bolsillos de su mono, y echó a andar por la superficie plana. — Si... Vamos a hacer eso. — SEIS 50 51 — Oh, Dios mío, va a venir—Va a venir— Más al sur, en el centro de Caldwell, en el estacionamiento detrás de la máscara de hierro, Trez Latimer estaba feliz de escuchar la noticia de última hora, y no se sorprendió. Pero nadie más en la zona TriCounty (barrio bajo) necesitaría enterarse. Con él trabajando dentro y fuera como participante muy dispuesto encerrándola debajo de su cuerpo, iba a besarla con fuerza, su lengua entraba en esa boca caliente, todo eso con un comentario innecesario iba a ser cortado, a off. El coche en que estaba era pequeño y olía a perfume de la mujer: dulce y picante y a mierda barata, la próxima vez que él fuera a recoger a un voluntario sería con un SUV o, mejor aún, un Mercedes S550 con un cierto espacio adecuado en la parte posterior. Claramente, este producto Nissan no había sido construido para albergar a dos setenta y cinco jodiendo, el cerebro de un asistente dental medio desnudo. ¿O había sido un asistente legal? No podía recordar. Y él tenía asuntos más inmediatos de que preocuparse. Con un cambio abrupto, se rompió el labio debido a que se acercaba a su propia liberación, sus colmillos se extendían desde su mandíbula superior y no quería errores: como el sabor de la sangre fresca que lo lanzase derecho sobre otro era peligroso estaba al borde, y él no estaba seguro de que el alimentarse de ella fuera una buena idea. Era una mala idea. Y no porque no era más que un ser humano. Alguien los observaba. Levantó la cabeza y miró por la ventana del asiento trasero. Como una sombra, sus ojos eran tres o cuatro veces más perspicaces que los de un vampiro normal, y él era fácilmente capaz de penetrar en el oscuridad. Sí, había alguien con palomitas de maíz y lo demás, a la izquierda en la entrada del personal. Es hora de terminar con esto. Inmediatamente tomó el control, alcanzado por el cuerpo, la búsqueda de relaciones sexuales con 51 52 la mujer, y tomarle el pelo a medida que él continuó su penetración, haciéndola liberarse con tanta fuerza, que se apoderaba de su cabeza, echándola hacia atrás y cerró de golpe en la puerta. No hubo orgasmo para él. Por lo que sea. Alguien merodeando alrededor, tomó esto como rápida diversión y juegos en un territorio diferente, y eso significaba que tenía que cortar con la basura. Incluso si no le bajaba. Él tenía un número de enemigos gracias a sus diversas asociaciones. Y luego estaban las complicaciones... eso era lo suyo. — Oh, maldito por Dios— A juzgar por la exhalación explosiva, y los pulsos que se apoderaron del grueso miembro de Trez, la asistente dental, asistente de abogado de Vet—Tecnologic estaba teniendo un buen momento de balanceo. Él, sin embargo, se dejó las tonterías y se mentalizo, bien, podría estar acechandolo al salir del coche, haciendo fuego, era... una hembra. Sí, quienquiera que fuese era definitivamente femenina o... derivación. Trez frunció el ceño cuando se dio cuenta de quién era. Mierda. Entonces de nuevo, al menos no era un menor. El symphath. Un traficante de drogas que temía que debía cuidarse del chulo rival, a su opinión. Un vampiro estaba fuera de su lugar. Yo soy, su cuñado, pero nah. Sólo una mujer inofensiva, es demasiado malo que no volver a su pedazo de felicidad. Humor arruinado. La asistente dental/asistente legal/Vet—Tecnología/peluquería, jadeaba como si hubiera tratado de poner un bombero espera un piano. 52 53 — Eso fue... increíble... que... era... — Trez sacó y metió su miembro por detrás de la bragueta. Lo más probable era bueno que fuera a tener una caja por pelotas con neones en una media hora, pero él se ocuparía de eso cuando llegarse. — Eres increíble. Tú eres el más increíble— Trez dejaba que el aluvión de palabras tontas cayera sobre él. — Tú también, pequeña. — La besó para hacerla parecer como que le importara y lo hacía, en cierto modo. Estas mujeres humanas que usaba le importaban en el sentido de que fueran seres vivos, dignos de respeto y amabilidad por el solo hecho de tener sus corazones latiendo. Eran pequeños, pero mientras que lo dejaran usar sus cuerpos, y a veces sus venas, lo apreciaba, como esos regalos, que siempre se les dieron de buena gana, y a veces más de una vez. Y el último era el problema que estaba de pie allí. Comprimiéndose al levantarse, Trez maniobró con cuidado su gran cuerpo con el que no acabó sus diez minutos asociados, o provocarse a sí mismo una craneotomía en el techo del coche. La niña no parecía querer moverse, sin embargo. Ella sólo estaba allí como un almohadón contra la asientos, sus piernas todavía extendida, su sexo todavía listo, sus pechos aún fuera de su casa y desafiando la gravedad como dos melones pegados en la caja torácica. Debe estar débil de músculo, pensó. — Vamos a conseguir vestirse, — sugirió, tirando de las mitades de su sostén de encaje hasta estar juntos. — Estabas tan fantástico.... — Ella era como jalea, bueno, excepto por las tetas falsas, duras como rocas toda maleable y agradable, pero completamente inútiles cuando él le puso de nuevo juntos los muslos, ella se incorporó y se alisó las extensiones. — Fue divertido, nena, — murmuró, y lo decía en serio. — ¿Puedo verlo de nuevo?— — Tal vez. — 53 54 Sonrió a ella con fuerza para que sus colmillos no se presentaran. — Yo estoy cerca. — Ella ronroneó como un gato ante eso, y luego procedió a recitar su número, que él no se molestó en memorizar. La triste verdad sobre las mujeres como ella es que con un centavo hay una docena: En esta ciudad de varios millones de dólares, tenía que ser una pareja cien mil veinteañeras con culos apretados y piernas sueltas que buscaban un buen rato. De hecho, todos eran variaciones justas de la misma persona, que fue por eso que era necesario para mantenerlos frescos. Con tantas cosas, una puerta giratoria de la oferta estaba obligadolo a mantener su interés. Trez había salido del coche un minuto y medio más tarde, y no se molestó dejar sus recuerdos. Como una sombra, tenía muchos trucos mentales que podía llamar, pero había dejado de molestarlo como en los años atrás. No vale la pena el esfuerzo, y de vez en cuando le gustaba una repetición. Comprobada rápida de su reloj. Maldita sea, ya iba a ser tarde para llegar, pero él claramente tenía que tratar con el problema en la puerta de atrás antes de irse. A medida que se acercó y se detuvo frente a la mujer, ella levantó la barbilla y puso una mano sobre su cadera. Esta versión en particular de productos listos y dispuestos tenían extensiones de cabello rubio y le gusta los pantalones calientes se oponía a las faldas por que se vería ridícula con el frío, con su parka rosa mullida de Patagonia y su culo piernas desnudas en la brisa. Algo así como una bola con dos palillos de dientes. — ¿Sigues ocupado?— Exigió. Ella estaba obviamente tratando de mantener la calma, pero dada la forma en que su estilete golpeaba, ella estaba caliente y mojada, y no en el buen sentido. — Hey, nenita. — Él las llama a todas así. — ¿Tiene una buena noche?— — No. — — Bueno, eso está muy mal. Escucha, te veré por ahí— 54 55 La mujer cometió el colosal error de hundiendo las uñas en su camisa de piel. Trez giró bruscamente la cabeza, al menos se las arregló para atraparla agarrar su brazo al pasar, seda y sujetando sobre su sus ojos le quemaban. Pero y enseñar los colmillos. — ¿Qué demonios crees que estás haciendo?, — Dijo, apoyándose en él. — Trez!— Alguien gritó. De pronto, su jefe de seguridad con la voz cortada. Y no era algo bueno. Las Sombras eran una especies pacífica por naturaleza, siempre que no fueron agredidos. Cuando Xhex se precipitó, como si supiera que el asesinato no estaba cien por ciento fuera de la esfera de las posibilidades, le arrancó la mano con el brazo libre, sintiendo cinco llamas de dolor de las uñas de la mujer. El bloqueó su furia, se quedó mirando a la cara de la mujer. — Vete a casa ahora. — — Me debes una explicación— Él negó con la cabeza. — Yo no soy tu novio, nena. — — ¡Maldita sea, ¡sabes cómo tratar a una mujer!— — Así que vete a casa con él, — dijo Trez gravedad. — ¿Qué haces, joder a una chica diferente cada noche de la semana?— — Si. Y, a veces dos veces los domingos. — Mierda, y debería haber borrado esta. ¿Cuándo había estado con ella? ¿Dos noches atrás? ¿Tres? Ahora yaera demasiado tarde. — Vete a casa con tu hombre. — — ¡Me enfermas! Maldito hijo de puta sopla pollas — Cuando Xhex se interpuso entre ellos y empezó a hablar en voz baja, ante la histéra de Trez, y era más que feliz de tener el respaldo... porque ¿qué sabe, del pollo en el Nissan, eligió ese momento exacto para ser caballero y girar en el estacionamiento y a la derecha otra vez. 55 56 Bajó la ventana, sonrió como si fuera a otra mujer. — Te veré pronto, amada. — Señalando el llanto: Bebé con parka rosa, y novio y con trastorno de apego se echó un llanto digno de una tumba. Yyyyyy, naturalmente, es cuando, mmm apareció En presencia de su hermano, Trez cerró los ojos. Grande. Jodidamente maravilloso. SIETE Combatieron a diez cuadras de distancia a Trez la noche le venía de mal en peor, Xcor se limpiaba la hoja de su guadaña con un paño de gamuza que era suave como la oreja de un cordero. Al otro lado del callejón, Throe estaba en su teléfono, hablando en voz baja. Había sido así dese que el tercero de los tres lessers que habían encontrado en este cuadrante de la ciudad había sido revivido de nuevo por el Omega. Xcor no estaba interesado en ninguna demora, por los celulares o cualquier otra cosa. El resto de su banda de bastardos estaban en otros lugares del centro, en busca de uno o ambos de sus dos enemigos, y él preferiría estar comprometido esta manera. Sin embargo, tenía necesidades biológicas. Maldita sea. Throe terminó su llamada y miró, su hermoso el rostro dibujado en líneas graves. — Ella está dispuesta. — — ¡Qué amablilidad la de ella!. — Xcor envainó su guadaña y guardó su paño de limpieza. — Estoy, sin embargo, menos interesado en su aquiescencia que en la cuestión de si ella es capaz. — — Ella lo es. — — ¿Y cómo lo sabemos?— Throe se aclaró la garganta y desvió la mirada. — Me fui con ella anoche y aproveché para mí. — 56 57 Xcor sonrió con frialdad. Así se explica la ausencia y su soldado la razón de la salida fue un alivio. Había temido por otro hombre... — ¿Y cómo era cada vez. — — Ella era viable. — — ¿Sabías que muestra todos sus encantos?— El era un caballero, que había sido una vez un miembro de la glymera, pero ahora era útil, se aclaró la garganta. — Yo, ah... sí. — — ¿Y cómo eran.? — Cuando no hubo respuesta, Xcor hizo un seguimiento a través de la nieve teñida de negro, y acerca a su segundo al mando. — ¿Cómo era ella, Throe? ¿Mojada y dispuesta? — Ras del macho se profundizó en el rostro perfectamente hermoso. — Ella era adecuada. — — ¿Cuántas veces le has tomado?— — Varias. — — Y en diferentes posiciones, ¿verdad?— Cuando no era más que un gesto rígido, Xcor cedió. — Bueno, luego has cumplido fielmente tu obligación hacia tus compañeros. Estoy bastante seguro de que los demás desean participar tanto de la vena como del sexo también. — En el ritmo incómodo del silencio que siguió, Xcor nunca lo habría admitido ante nadie, pero que había presionado para obtener más detalles para no incitar deliberadamente a su subordinado... sino porque tenía a Throe contento acostado con la mujer. Quería distancia entre el hombre y lo que había ocurrido en el otoño. Quería calendarios completos de los años, y las hembras innumerables, y los ríos de sangre de las mujeres de otros.... — No hay sino una codición, — dijo Throe. Xcor adelgazaba su boca. A medida que la mujer en cuestión no lo había visto aún, no podría ser más favorable Además, él no tenía necesidad de alimentarse a partir de ahora. Gracias a... — ¿A que? — 57 58 — Hay que hacerlo en su domicilio. En un, principio, mañana por la noche. — — Ah. — Xcor sonrió con frialdad. — Es una trampa entonces. — — La Hermandad no sabe quién hizo la investigación. — — Se identificaron seis hombres, ¿no es cierto. — — No utilizamos nuestros nombres. — — No importa. — Xcor miró a su alrededor en el callejón, sus sentidos llegando en busca del Brother menor — No hay que subestimar el alcance del rey. Tampoco debería hacerlo él. — De hecho, sus propias ambiciones habían enfrentado a todos contra un enemigo común. El intento de asesinato De nuevo le provocó la Wrath, era su vida, en el otoño había sido su abierta declaración de guerra, y como se esperaba, se había producido un polvillo radiactivo predecible. La Hermandad había encontrado la guarida de la banda de Bastardos, se infiltraron, y les dejó el estuche del rifle que lo contenía que había utilizado para poner la bala en la garganta del Rey ciego. Sin lugar a dudas, iban para la prueba. La pregunta era, ¿de qué? No sabían hasta el momento si el rey vivía o había muerto, y tampoco lo sabía el Consejo, por lo que se entendía. De hecho, que la glymera no sabía del incluso intento que había ocurrió. ¿Había sobrevivido a la Wrath? ¿O había sido asesinado y la Hermandad se encontraba en el momento ocupado tratando de llenar la vacante? La ley antigua era muy clara sobre las reglas de sucesión, siempre que el rey tuviera descendencia, que no lo hizo. Por lo que sería su pariente más cercano, suponiendo que siguiente no había ninguno. Xcor quería saber, pero no hizo preguntas. Lo único que podía hacer era esperar hasta que la palabra fuera presentada, mientras tanto, él y sus soldados se mantenían matando lessers, y continuó para apuntalar su base de poder dentro de la glymera. Al menos dos de esos esfuerzos iban bien. Cada noche, apuñalado asesinos que iban de vuelta al Omega. 58 59 Y su contacto en el Consejo, el no particular venerable Elan, hijo de Larex, estaba demostrando características bastante ingenuas y maleables uno de dos muy útil como herramienta desechable. Xcor estaba, sin embargo, cada vez más cansado del vacío de información. Y de hecho, este asunto de la mujer que Throe había encontrado era necesario, pero lleno de peligros. Una mujer capaz de vender sus venas y su sexo a varios usuarios era ciertamente capaz de intercambiar información por dinero en efectivo, y aunque tenía a Throe ocultando sus identidades no estaba tranquilo, el número de ellos había sido dado. La Hermandad puede obtenerlo apropiadamente supo Xcor estaba, sin embargo, cada vez más cansado del vacío de información. Y de hecho, este asunto de la mujer que Throe había encontrado era necesario, pero lleno de peligros. Una mujer capaz de vender sus venas y su sexo a varios usuarios era ciertamente capaz de intercambiar información por dinero en efectivo, y aunque tenía a Throe ocultando sus identidades no estaba tranquilo, el número de ellos había sido dado. La Hermandad puede obtenerlo apropiadamente suponiendo que ninguno de la banda de hijos de puta se aparearan, y que tarde o temprano, en esta nueva tierra, requerirían lo que habían tenido una en el Viejo Mundo. Tal vez esta hembra fuera una trampa puesta por el rey y su guardia privada. Bueno, lo descubriría al día siguiente. Las emboscadas se establecían con facilidad, y no había ninguna más vulnerable que el momento cuando un macho con hambre estaba en una garganta y entre las piernas de una mujer. Sin embargo, era el momento. Sus soldados estaban dispuestos a luchar, pero sus rostros estaban consumidos, sus ojos hundidos, su piel demasiado ajustada a través de sus mejillas. La sangre humana, que sustituye era débil, no estaba prestando suficiente fortaleza, y sus bastardos habían estado viviendo fuera de ella por mucho tiempo. De volver al viejo país, tendrían suficientes hembras para dar servicio cuando las necesidades se presentaban. Pero nunca desde que habían llegado a al Nuevo Mundo, y habían tenido que conformarse. Si esto era una trampa, estaba dispuesto a luchar contra los hermanos. Por otra parte, le habían sido suministrado servicio. Querida Virgen Escriba, no podía pensar en eso. 59 60 Xcor se aclaró la garganta cuando el dolor en el pecho hacía que fuese difícil tragar. — Dile a la mujer, en primer lugar que venderemos a ella con la oscuridad, no demasiado temprano, a la medianoche a ella. Y haz los arreglos para la alimentación humana tan pronto como caiga la noche. Si los hermanos están ahí, vamos a participar con ellos desde una posición de relativa fuerza. — A Throe las cejas se le levantaron como si estuviera impresionado con el pensamiento de XCOR. —Aye. Voy a hacer precisamente eso. — Xcor asintió con la cabeza y miró hacia otro lado. En el silencio, los acontecimientos del otoño de lleno en medio de ellos, enfriando el aire gélido de diciembre aún más. — La luz del día se acerca rápidamente sobre nosotros, — dijo Throe con su acento perfecto. — Ya es hora de partir. — Xcor miró hacia el este. El resplandor del alba todavía no habían llegado, pero su segundo en el mando estaba en lo correcta. Muy pronto... muy pronto... la luz mortal del sol llovería, y no importa que se trataba de en su punto más débil, con el solsticio de invierno, así que hace poco pasó. — Llama a los soldados que estan fuera, — dijo Xcor. — Ellos se encuentran en posicion. — Throe escribió alguna combinación de letras en un mensaje que Xcor no habría sido capaz de leer. Y entonces el soldado puso su teléfono lejos con el ceño fruncido. — ¿No vas a venir?, — Preguntó Throe. — Voy. — Hubo una larga pausa. Y luego el otro soldado dijo suavemente, — ¿Wither ven?— En ese momento, Xcor pensó en cada uno de sus combatientes. Zypher, el conquistador sexual. Balthazar, el ladrón. Syphon, el asesino. Y el otro que no tenía nombre, los pecados eran demasiados para contarlos. Así que se fue apodado como Syn. Entonces él consideraba Throe justo, leal, su segundo al mando. Perfectamente criado, Throe era de sangre impecable. 60 61 Throe Guapo. — Ve ahora, — dijo el hombre. — ¿Y qué hay de ti?— — Ve. — Throe vaciló, y en la pausa, el recuerdo de la noche en que Xcor casi había muerto volvió a los dos. — Como quieras. — Su soldado se había desmaterializado, dejando a Xcor de pie contra el viento solo. Cuando estuvo seguro de que había quedado, envió sus moléculas también a las ráfagas frías, aventurarse hacia el norte, a una prado que estaba cubierto de nieve. Tomando forma, se paró en la base de su suave colina, mirando al el hermoso árbol de pie orgulloso y en el ápice. Pensó en el aumento suave de mamaba de la mujer, de sus clavículas elegantes, de la más sublime columna de un pálido cuello A medida que el viento le golpeaba la espalda, cerró los ojos y dio un paso adelante, elaborado para volver al punto donde había conocido en su pyrocant (amada). ¿Dónde estaba su elegida? ¿Ella todavía vivía? Si la Hermandad le había quitado la vida por la naturaleza, de su regalo generoso, a el enemigo de su rey? Xcor sabía que habría muerto sin su sangre. había sido gravemente herido durante el atentado contra la vida de Wrath, y había estado a punto de expirar cuando Throe le llevó a este campo y convocó a la Elegida y la escritura ya estaba hecha. Throe había dirigido todo. Y, en el proceso, incrustado dentro del maldito corazón oscuro de XCOR. Sus ambiciones se mantuvieron como lo habían estado: Tenía la intención de quitarle el trono del Rey Ciego y Reinar a los vampiros. Hubo, sin embargo, una debilidad crítica que lo perseguía. Esa mujer. Ella había sido injustamente involucrada en el conflicto entre hombres de daga en mano, una inocente que tenía sido 61 62 manipulada y utilizada y a continuación muy preocupado por su bienestar. De hecho, él no tenía más que un arrepentimiento en su vida de sus malas acciones. Si no hubiera enviado a Throe a los brazos de la Hermandad, su segundo al mando no se hubiera cruzado ella en su camino y le alimentara a él. Y a excepción en esa intersección, Throe la habría llamado entonces para su servicio más adelante, y no habría venido a ellos a ese campo... y Xcor nunca se habría visto esos ojos compasivos y perdido una parte de sí mismo. Él no era más que un sucio actor, malformado, sun arraigo, un traidor de la orden y bajo la protección de la que ella por derecho vivia. No había merecido su regalo. Y tampoco lo tenía Throe y no porque se habiera caído de su alta posición anterior en la glymera. Ningún hombre mortal la merece. Al hacer la parada bajo el árbol, Xcor se quedó mirando el lugar donde había permanecido tumbado delante de ella... donde se había arrodillado sobre él y ofreció su muñeca, él abrió su boca para recibir el poder que sólo ella podía darle. Hubo un momento en que sus ojos se habían encontrado y el tiempo se había detenido... y luego se detuvo y bajó lentamente la muñeca a la boca. Oh, demasiado breve el contacto. Suponiendo que ninguno de la banda de hijos de puta se aparearan, y que tarde o temprano, en esta nueva tierra, requerirían lo que habían tenido una en el Viejo Mundo. Tal vez esta hembra fuera una trampa puesta por el rey y su guardia privada. Bueno, lo descubriría al día siguiente. Las emboscadas se establecían con facilidad, y no había ninguna más vulnerable que el momento cuando un macho con hambre estaba en una garganta y entre las piernas de una mujer. Sin embargo, era el momento. Sus soldados estaban dispuestos a luchar, pero sus rostros estaban consumidos, sus ojos hundidos, su piel demasiado ajustada a través de sus mejillas. La sangre humana, que sustituye era débil, no estaba prestando suficiente fortaleza, y sus bastardos habían estado viviendo fuera de ella por mucho tiempo. 62 63 De volver al viejo país, tendrían suficientes hembras para dar servicio cuando las necesidades se presentaban. Pero nunca desde que habían llegado a al Nuevo Mundo, y habían tenido que conformarse. Si esto era una trampa, estaba dispuesto a luchar contra los hermanos. Por otra parte, le habían sido suministrado servicio. Querida Virgen Escriba, no podía pensar en eso. Xcor se aclaró la garganta cuando el dolor en el pecho hacía que fuese difícil tragar. — Dile a la mujer, en primer lugar que venderemos a ella con la oscuridad, no demasiado temprano, a la medianoche a ella. Y haz los arreglos para la alimentación humana tan pronto como cayera la noche. Si los hermanos están ahí, vamos a participar con ellos desde una posición de relativa fuerza. — A Throe las cejas se le levantaron como si estuviera impresionado con el pensamiento de XCOR. —Aye. Voy a hacer precisamente eso. — Xcor asintió con la cabeza y miró hacia otro lado. En el silencio, los acontecimientos del otoño de lleno en medio de ellos, enfriando el aire gélido de diciembre aún más. — La luz del día se acerca rápidamente sobre nosotros, — dijo Throe con su acento perfecto. — Ya es hora de partir. — Xcor miró hacia el este. El resplandor del alba todavía no habían llegado, pero su segundo en el mando estaba en lo correcta. Muy pronto... muy pronto... la luz mortal del sol llovería, y no importa que se trataba de en su punto más débil, con el solsticio de invierno, así que hace poco pasó. — Llama a los soldados que están fuera, — dijo Xcor. — Ellos se encuentran en posición. — Throe escribió alguna combinación de letras en un mensaje que Xcor no habría sido capaz de leer. Y entonces el soldado puso su teléfono lejos con el ceño fruncido. — ¿No vas a venir?, — Preguntó Throe. — Voy. — Hubo una larga pausa. Y luego el otro soldado dijo suavemente, — ¿Wither ven?— 63 64 En ese momento, Xcor pensó en cada uno de sus combatientes. Zypher, el conquistador sexual. Balthazar, el ladrón. Syphon, el asesino. Y el otro que no tenía nombre, los pecados eran demasiados para contarlos. Así que se fue apodado como Syn. Entonces él consideraba Throe justo, leal, su segundo al mando. Perfectamente criado, Throe era de sangre impecable. Throe Guapo. — Ve ahora, — dijo el hombre. — ¿Y qué hay de ti?— — Ve. — Throe vaciló, y en la pausa, el recuerdo de la noche en que Xcor casi había muerto volvió a los dos. — Como quieras. — Su soldado se había desmaterializado, dejando a Xcor de pie contra el viento solo. Cuando estuvo seguro de que había quedado, envió sus moléculas también a las ráfagas frías, aventurarse hacia el norte, a un prado que estaba cubierto de nieve. Tomando forma, se paró en la base de su suave colina, mirando al el hermoso árbol de pie orgulloso y en el ápice. Pensó en el aumento suave de mamaba de la mujer, de sus clavículas elegantes, de la más sublime columna de un pálido cuello A medida que el viento le golpeaba la espalda, cerró los ojos y dio un paso adelante, elaborado para volver al punto donde había conocido en su pyrocant (amada). ¿Dónde estaba su elegida? ¿Ella todavía vivía? Si la Hermandad le había quitado la vida por la naturaleza, de su regalo generoso, a el enemigo de su rey? Xcor sabía que habría muerto sin su sangre. Había sido gravemente herido durante el atentado contra la vida de Wrath, y había estado a punto de expirar cuando Throe le llevó a este campo y convocó a la Elegida y la escritura ya estaba hecha. Throe había dirigido todo. Y, en el proceso, incrustado dentro del maldito corazón oscuro de XCOR. 64 65 Sus ambiciones se mantuvieron como lo habían estado: Tenía la intención de quitarle el trono del Rey Ciego y reinar a los vampiros. Hubo, sin embargo, una debilidad crítica que lo perseguía. Esa mujer. Ella había sido injustamente involucrada en el conflicto entre hombres de daga en mano, una inocente que tenía sido manipulada y utilizada y a continuación muy preocupado por su bienestar. De hecho, él no tenía más que un arrepentimiento en su vida de sus malas acciones. Si no hubiera enviado a Throe a los brazos de la Hermandad, su segundo al mando no se hubiera cruzado ella en su camino y le alimentaraa él. Y a excepción en esa intersección, Throe la habría llamado entonces para su servicio más adelante, y no habría venido a ellos a ese campo... y Xcor nunca se habría visto esos ojos compasivos y perdidos una parte de sí mismo. Él no era más que un sucio actor, malformado, sun arraigo, un traidor de la orden y bajo la protección de la que ella vivía por derecho. No había merecido su regalo. Y tampoco lo tenía Throe y no porque se hubiera caído de su alta posición anterior en la glymera. Ningún hombre mortal la merecía. Al hacer la parada bajo el árbol, Xcor se quedó mirando el lugar donde había permanecido tumbado delante de ella... donde se había arrodillado sobre él y ofreció su muñeca, él abrió su boca para recibir el poder que sólo ella podía darle. Hubo un momento en que sus ojos se habían encontrado y el tiempo se había detenido... y luego se detuvo y bajó lentamente la muñeca a la boca. Oh, demasiado breve el contacto. Él estaba convencido de que ella no era más que una aparición de su mente errante, pero como Throe lo había llevado respaldado a la guarida, y había llegado a su conciencia de que era real. Muy real. Semanas habían pasado. Y entonces, una noche, en la ciudad, la había percibido, y siguió el eco de su sangre en las venas para verla. 65 66 En esos minutos transcurridos y horas, ella había descubierto la verdad sobre él: ella había mirado a la oscuridad, directamente a él, y su angustia era evidente. A partir de entonces, su guarida había sido infiltrada. Probablemente a causa de su dirección. Con una ráfaga de viento, la nieve comenzó a caer de nuevo, el engrosamiento de los copos de nieve en el aire, girando alrededor, y llegandole a los ojos. ¿Dónde estaba ahora? ¿Qué habían hecho con ella? Hacia el este, el resplandor del amanecer comenzó a reunirse a pesar de las nubes, y sus ojos quemadose por lo que tuvo cuidado de mantener los entrenados ojos en el del melocotón de la luz del día, sólo por el dolor. Nunca antes se había quebrado en pedazos por emociones como esta. En toda su vida había sido el único entrenado en la supervivencia, primero a través de los años en el campo de la guerra, y luego durante eones en el marco del Sangrador, y ahora en esta actualidad como jefe de su banda de luchadores. Pero ella le había escindido, creando una fisura vital. Tan seguro como que ella le había dado su vida, ella había tomado una parte de él, y él no sabía qué hacer. Tal vez él acaba de estar aquí y permitirse a sí mismo ser incinerado. Parecía una situación fácil que lo que estaba viviendo en el ahora.... ¿Qué destino le había sucedido a ella? Él tenía que saber. Era tan importante como su búsqueda del trono. OCHO — Así que ¿dónde volcaron los cuerpos?— Exigió V cuando salió de la parte trasera del centro de formación. Como Qhuinn esperó a que John y Blay salieran de la cama plana, dejó que uno de ellos respondiera a V la cuestión. Él se hizo demasiado para preocuparse del hecho, mientras miraba por el parabrisas y dio un vistazo a muchas de las instalaciones del 66 67 aparcamiento subterráneo, que él consideraba justo que iría hacia allí, saldría de los asientos delanteros del camión se iría a dormir. Estaba demasiado jodidamente cansado para preocuparse por nada más. Al final, sin embargo, él siguió el ejemplo de John y cambió su culo al asiento de la puerta del conductor. Él tenía que ir a ver a Layla, y eso no iba a suceder aquí. Confrontar en carretera a pesar de, por lo menos, John y Blay habían trabajado bien juntos en el camino a casa. A unas diez millas antes de que el punto de corte del compuesto de la Hermandad, que habían quitado del camino, se despojaron de los dos hombres muertos, lanzando los cuerpos en un pozo natural que no tenía fondo que nadie podía ver. Entonces… se trataba de un caso de marcha atrás, retomaron la carretera, y en el fantasma de la distancia, lo que permitía que la nieve, que había comenzado a caer en serio, una vez más, cubriera sus huellas, así como varios rastros que habían dejado de sangre de color rojo brillante. Al mediodía, asumiendo las estimaciones de acumulación fuera correcta, sería como si no hubiera pasado nada en absoluto. Un trabajo perfecto nieve. Har—Har. (har: el poder creativo de dios) Supuso que debería sentirse mal por los tipos muertos — familias—nadie nunca iba a encontrar esos restos. Pero la evidencia anecdótica sugirió que los chicos habían vivido al margen de la ley, y no porque eran hippies: pistolas, cuchillos, una navaja, mala hierba, y algunas drogas se habían encontrado en sus bolsillos. Y sólo Dios sabía lo que había en las mochilas. Vidas violentas tienden a llegar a extremos violentos. — Hijo de puta, — V decía mientras caminaba alrededor de la Hummer en su plataforma de superficie plana. — ¿Qué carajo se toparon? ¿Una barricada de cemento? — John firmado algo, y V miró fijamente a Qhuinn. — ¿Qué demonios estabas pensando? podrían haberte asesinado. — Qhuinn golpeó su propio pecho. — Todavía late. Mudo culero. — Pero el Hermano sonrió, mostrando los colmillos afilados. — Normal, yo habría hecho la misma cosa. — 67 68 Por el rabillo del ojo, Qhuinn señaló que Blay estaba en silencio y discretamente a la deriva hacia la puerta que daba a la institución. Él iba a desaparecer en un segundo y medio terminado, con el drama que había vuelto a caer a sus pies. Qhuinn sintió una urgencia repentina y sorprendente para seguir el combate en el pasillo y lejos de miradas indiscretas. Pero como tenía que hacerlo en otra oportunidad. “Tu primo me da lo que necesito. Todo el día. Todos los días”. Oh, Jesús, que iba a vomitar. — ¿Así como también efectos personales?— Qhuinn sacó la mierda y consiguió lo que necesitaba. — Voy por ellos. — Saltando sobre la plataforma, se obligó a abrir la puerta trasera arrugada del Hummer y exprimido a través de una brecha de doce pulg (empuje tapon clavija)—adas hasta el asiento trasero. Se sentía bien para tocar su cuerpo en lugares que no llegaba y no encajaba—dio su mente algo que hacer, y los pequeños ¡ouch! de sus lesiones fueron otra desviación fantástica. Las dos mochilas habían rebotado alrededor bastante. Encontró una que había visto por primera vez en la rueda, detrás del asiento del pasajero, y la otra era en frente sobre el freno y el acelerador. Raro equipaje para los dos por lo que él sabía, el ambiente peatonal no era como con todas las otras clases de típico indígena urbano era que habían sido deportistas. El recorrido a la escuela era más que un medio en el comercio de drogas. A menos que necesitaran un lugar para poner sus medallas al mérito de laboratorio de metanfetaminas o algo así. Qhuinn estaba malhumorado y vio el camino de vuelta por el asiento trasero, tomando una abrupta decisión de no salir de la forma en que entró Giró a su alrededor, se quedó mirando la piel arruinada y atrajo sus rodillas a su pecho. Con una inhalación aguda, empujó sus shitkickers en la puerta del otro lado que voló abriendo las bisagras de metal, y se rasgaba gratis con un grito, la puerta rebotó tras una caída contra el hormigón. Satisfaciéndolo. Mientras que los sonidos se hicieron eco a través del garaje de estacionamiento, V encendió uno de sus manuales de radar y se apoyó en el agujero Qhuinn acababa de hacer. 68 69 — ¿Sabes que tienen tiradores las puertas para eso, verdad?— Qhuinn se incorporó y se dio cuenta de que acababa abrió de una patada lo único del equipo que no había sido destruido. Bueno, eso no era más que una metáfora de toda su vida en este punto. Lanzaba el par de paquetes, e hizo aterrizaje libre, cuando John llamó a la carga y empezó a abrir las cremalleras. Mierda Blay se había ido. La puerta en el centro de formación Maldiciendo en voz baja, murmuró: estaba cerrándose. — Los teléfonos celulares todavía tendrían que estar en algún lugar dentro aunque las ventanas están destrozadas, el cristal sigue intacto, por lo que debería haber sido no vuelo de salida. — — Bueno, bueno, bueno..., — dijo el hermano en una exhalación. Qhuinn frunció el ceño y miró a John lo que había encontrado. ¿Qué... demonios...? — ¿Estás bromeando? — Su mejor amigo había sacado sólo un tarro de cerámica uno, al igual que lo que se obtiene del departamento artículos para el hogar en Target. Y ¿qué es lo que sabes? El otro había preparado uno, también. ¿Cuáles eran las probabilidades?... — Tenemos que encontrar a los teléfonos, — murmuró Qhuinn, plataforma plana de nuevo. — Toda persona tiene una linterna — Vishous se quitó el guante forrado de plomo cuero y levantó la mano que brillaba intensamente. — Perfecto Chere. — El hermano saltó sobre el borde delgado de la cama, Qhuinn entró en y volvió a el Compartimiento trasero del Hummer. — No me pegues con esa cosa, ¿quieres, V?— — Sería una paliza que nunca olvidarías, te lo aseguro. — El hombre, que fue mano a mano. Cuando V lo metió dentro, todo el interior estaba iluminado brillante como el día, toda la carnicería dentro arrojando sombras nítidas y oscuras. 69 70 Arrastrándose, Qhuinn alcanzó debajo de los asientos, palmeando con las manos, en las esquinas. El olor era espantoso, una combinación desagradable de gas, quemado, plástico, y de sangre fresca y cada vez que ponía una mano hacia abajo, ahuecada el residuo del aire polvo bolsas, volaba. Pero valió la pena todas las posiciones de pseudo yoga. Salió con un par de iPhones. — No me gusta esto, — murmuró V mientras se ponía los guantes en su espalda y se llevó el juego completo. Volviendo al aire relativamente fresco, Qhuinn se quedó sin aliento acortó el cuello y saltó de nuevo. Había una especie de conversación en ese momento, y él asintió con la cabeza un par de veces como sabía qué coño estaba diciendo. — Oye, te importa si tomo una T.O. y el registro en un segundo, — interrumpió él. Los ojos V eran diamantes estrechados. — ¿Con quién?— Justo en ese momento, John saltó, preguntando por el Hummer y su plan de rehabilitación, como si fuera alguien agitando una antorcha delante de un T. rex para redireccionarlo. Como V empezó a hablar sobre el futuro de la camioneta comoescultura de jardín, Qhuinn casi lanzó un beso a su amigo. Nadie sabía de Layla con excepción de John y Blay y las cosas necesarias para permanezcan así durante este primer período. Como Qhuinn era ahstrux nohtrum de John, no pudía ir muy lejos y no lo hizo. Aflojando de más con Blay quien había dado a la puerta un buen uso y sacó su teléfono. Marcó una de las extensiones de la casa y esperó, y se quedó mirando a su vehículo arruinado. Podía recordar la noche en que llegó la maldita cosa. Aunque sus padres habían tenido dinero, no había sentido la necesidad de proporcionar gran regalo para él como lo habían hecho por su hermano y su hermana. Antes de su transición, que habían obtenido con la venta de humo rojo a escondidas, pero no se habían hecho una gran cantidad, sólo lo suficiente para cerrar la brecha de su asignación miserable, y evitar que se vagara con Blay todo el tiempo. La crisis de liquidez había terminado tan pronto como había sido ascendido a la guardia personal de John. Su nuevo trabajo había 70 71 venido con un gran salario setenta y cinco mil dólares al año. Y teniendo en cuenta que no pagan impuestos al el gobierno de mierda humano, y su alojamiento y comida eran pagos, tenía una gran cantidad de restos de verdes. El Hummer fue su primera gran compra. Había hecho su investigación sobre él en Internet, pero la verdad era que él ya sabía lo que quería. Fritz había salido a hacer la negociación con el funcionario de compras... y esa primera vez Qhuinn había llegado al volante, arrancó la clave, y sintió el retumbar bajo el capó, que había estado a punto de que se llenaran de lágrimas sus ojos como un gatito. Ahora estaba en ruinas: era apenas un mecánico, pero el daño estructural fue tan severo, que sólo No tenía sentido arreglarlo— — ¿Hola?— El sonido de la voz de Layla le regresó a la atención. — Hey. Acabo de regresar. ¿Cómo te sientes? — La enunciación precisa que volvió a él le recordaba a sus padres, cada palabra perfectamente pronunciado y elegido con cuidado. — Estoy bien, muchas gracias. He descansado y visto televisión, como me sugeriste. Tenían un maratón de venta del millón de dólares. — — ¿Qué demonios es eso?— — Un espectáculo donde se venden casas en Los Angeles, pensé un poco que era ficción, pero Resulta que es un reality show? Pensé que lo inventaban todo. Madison tiene un pelo… y bien que me gusta Josh Flagg. Es bastante sagaz y muy amable con su abuela. — Le hizo un par de preguntas más, como lo que había comido y si se había tomado una siesta, sólo para que siguiera hablando, porque en medio de las sílabas, iba en busca de pistas de incomodidad o preocupación. — Así que estás bien, — dijo. — Sí, y antes de preguntar, ya he pedido a Fritz que me preparen para la última comida. Y sí, me voy a comer toda mi carne asada. — 71 72 Frunció el ceño, porque no quería que ella se sintiera enjaulada. — Escucha, no es sólo por el bien del bebe. También es para tuyo. Yo quiero que estés bien, ¿sabes? — Su voz se convirtió en un poco. — Siempre has sido así. Incluso antes de que... sí, sólo… alguna vez has querido lo mejor para mí. — Centrándose en la puerta del coche que se había roto, pensó en lo bien que se había sentido al patear a la mierda algo. — Bueno, mi plan es ir al gimnasio un rato ¿vale? —comprobando otra vez antes que chocar, — Está bien. Estas bien. — — Tú también. — Al colgar, se dio cuenta de V había dejado de hablar y estaba mirándolo a él como tal cosa, y estaba muy lejos de cabello en llamas, los pantalones alrededor de los tobillos, las cejas afeitada. — Tú tienes una mujer, Qhuinn?— El hermano arrastrando las palabras. Qhuinn miró a su alrededor buscando una tabla de salvación, y no dio con nada. — Ah... — V exhalado por encima del hombro y le encontró. — Lo que sea. Voy a ir a trabajar en estos teléfonos. Y necesitas comprar otro vehículo, cualquier cosa, siempre y cuando no sea un Prius. Más tarde nos vemos. — Cuando John y él estaban solos, fue muy claro el tipo estaba calentando para decir algo al respecto del enfrentamiento en la carretera. — No quiero oírlo, John. Yo no tengo la fuerzas en estos momentos. — “Mierda”, John firmaba. — Eso lo cubren, hombre vamos a casa? — Bajo la interpretación estricta del trabajo de ahstrux nohtrum, Qhuinn necesitaba estar con John veinticuatro hs./siete días. Pero el rey les había dado una dispensa si estaban dentro de los límites del complejo. De lo contrario Qhuinn habría estado aprendiendo demasiado sobre su amigo y Xhex. Y John habría tenido que presenciar él y Layla... um, sí. Cuando John asintió, Qhuinn abrió la puerta y lo invitó. 72 73 — Después de ti. — Se negó a mirar a su amigo a la cara, como a un combatiente, simplemente no podía hacerlo. Porque él sabía exactamente lo que estaba en la mente del hombre, y él no tenía ningún interés en hablar de lo que había sucedido en ese tramo de carretera que había entrado por delante. No es la mierda de esta noche. No, es la mierda de todas las... noches atrás, gracias a la Guardia de Honor. Él había terminado con la charla. Mierda nunca ayudó a nadie más que nada. **** Saxton, hijo de Tyhm, cerró el libro final de la historia oral y sólo podía mirar el grano fino cubierta de cuero con sus detalles de oro en relieve. El último. No lo podía creer. ¿Cuánto tiempo hacía que esta investigación empesó? ¿Tres meses? ¿Cuatro meses? ¿Como no podía ser de nuevo? Una encuesta rápida visual de la biblioteca de la Hermandad, con sus cientos y cientos de volúmenes de ley, el discurso y decretos reales... y pensó que, si, en efecto, se había tomado meses y meses para investigar a través de todos ellos. Y ahora, con la completa investigación, las anotaciones hechas, y el camino legal para lo que el rey quería lograr, debería haber tenido un sentido de logro. En cambio, sintió miedo. En tubo su formación y práctica como abogado, que había abordado problemas pegajosos antes, sobre todo después que había venido a esta enorme casa y comenzado a funcionar como abogado personal del Rey Ciego. Antiguas leyes eran muy complicada, arcaicas, no sólo en su tenor literal, sino en su muy contenido y el príncipe de la raza de los vampiros no era en absoluto así. El pensamiento de Wrath era a la vez sencillo y revolucionario, y cuando llegó a su gobierno, el pasado y el futuro no suelen coexistir sin buena parte de la reformulación de las viejas leyes, y lo hacía. Esto era de un nivel completamente diferente, sin embargo. Wrath, como soberano, no podía hacer bastante más de lo que quería proporcionado por los precedentes apropiados 73 74 Se identificaba, refundía, y se registraba. Después de todo, el rey era la vida, la ley de la respiración, una manifestación física del orden necesario para una sociedad civilizada. El problema era que la tradición no fue así por accidente, sino que fue el resultado de generación tras generación, que viven y toman decisiones basadas en un cierto conjunto de normas, que fueron aceptadas por el público. Pensadores progresistas que tratan de llevar arraigada una sociedad conservadora llevándola en nuevas direcciones tienden a tener problemas. Y esta... alteración adicional de la manera que las cosas se habían hecho. En el ambiente político actual, el liderazgo de Wrath ya estaba siendo cuestionadado — Estás sumido en tus pensamientos. — Con el sonido de la voz de Blay, Saxton saltó y casi perdió su bolígrafo Montblanc encima del hombro. Inmediatamente, Blay se inclinó hacia delante como para calmar lo que se había ruborizado. — Oh, lo siento— — No, está bien, yo — Saxton frunció el ceño mientras consideraba la ropa mojada y ensangrentada del soldado. — Querida Virgen Escriba... ¿qué pasó esta noche?— Evidentemente, en lugar de contestar, Blay se dirigió hacia el bar antigüo de la en bombé en la esquina. Al tomandose su tiempo para elegir entre el jerez y un Dubonnet, fue bastante claro que era para preparar una secuencia de palabras en su cabeza. Lo que significaba que tenía que ver con Qhuinn. De hecho, Blay no entendía ni de jerez ni de Dubonnet, y por supuesto, él mismo ayudó a un puerto. Saxton se echó hacia atrás en su silla y miró hacia arriba a la araña que colgaba tan por encima del suelo. El aparato era un espécimen impresionante de Baccarat, hecha en mediados del siglo XIX, con todos los cristales con plomo y una cuidadosa fabricación. Sería de esperar. Recordó que balanceándose de un lado a otro sutilmente, las refracciones del arco iris se desprendían de la luz centelleante todo alrededor de la habitación. ¿Cuántas noches atrás había visto eso? ¿Cuánto hace que Qhuinn tenía que ayudar a la elegida directamente por encima de esta habitación? 74 75 Nada había sido lo mismo desde entonces. — Un coche averiado. — Blay tomó un largo trago. — Sólo problemas mecánicos. — ¿Es por eso que sus pieles están húmedas, y hay sangre en la parte delantera de tu camiseta? Saxton se preguntó. Y sin embargo, se mantuvo la demanda para sí mismo. Se había acostumbrado a mantener las cosas para sí mismo. En silencio. Blay terminó su trago y se sirvió otro con el tipo de diligencia normalmente reservado para borrachos. Lo que él no era. — Y... ¿verdad?, — Dijo el hombre. — ¿Cómo estubo tu trabajo?— — Estoy acabado. Bueno, casi. — Los ojos azules Blay se dispararon de nuevo. — ¿En serio? Pensé que ibas a estar en esto para siempre. — Saxton remontó a esa cara que conocía tan bien. Esa mirada que había estudiado durante lo que pareció una larga vida. Esos labios que había pasado horas encerrado. La aplastante sensación de tristeza que sentía era tan innegable como la atracción que lo había llevado a esta casa, a su trabajo, a su nueva vida. — Yo también, — dijo después de un momento. — Yo también... pensé que iba a durar mucho más tiempo que lo que hice. — Blay miró a su vaso. — ¿Cuánto a sido el tiempo transcurrido desde que empezaste?— — Yo no... no me acuerdo. — Saxton alzó una mano y se frotó el puente de la nariz. — No importa. — Más silencio. ¿Cuánto estaba dispuesto Saxton a apostar?, el mismo aliento en sus pulmones que la mente Blaylock se había ido al otro hombre, el que amó como a nadie, su otra mitad. — Entonces, ¿qué pasa?, — Preguntó Blay. — ¿Lo siento?— — Su proyecto. Todo este trabajo. — Blay hizo un gesto a su alrededor, vidrio elegante. — Estos libros que había estado estudiando 75 76 minuciosamente. Si has terminado, puedes decirme de qué se trataba, ¿no? — Saxton consideró brevemente de dicir la verdad... que no había habido otra cosa, igualmente apremiante e importante, que había sido tranquilo. Las cosas que él había pensado que podía vivir, pero que, con el tiempo, había demostrado ser una carga demasiado pesada de llevar. — te enterarás muy pronto. — Blay asintió con la cabeza, pero fue con esa distracción vital que había tenido desde el principio. Excepto que luego dijo: — Me alegro de que estés aquí. — Saxton alzó las cejas. — ¿De hecho...?— —Wrath debe tener un abogado muy bueno a su lado. — Ah. Saxton empujó su silla hacia atrás y se puso de pie. — Sí. Cierto. — Fue con una extraña sensación de fragilidad que reunió montones de papeles. Ciertamente parecía, en este momento tenso, triste, como si fuera todo lo que él sufrió, hojas frágiles, pero poderosas con sus innumerables palabras, cada una escrita a mano y hecho a mano con cuidado, que figura claramente en sus líneas de texto. No sabía qué iba a hacer sin ellos en una noche como esta. Se aclaró la garganta. — ¿Qué planes tienes para lo poco que queda de la noche?— Mientras esperaba la respuesta, su corazón latía con fuerza dentro de su caja torácica, porque él, y sólo él, pareció darse cuenta de que la cesión de parte del rey no era lo único que llegaba a su fin esta noche. De hecho, el optimismo sin fundamento que lo había sostenido en las etapas iniciales de esta historia de amor estuvo decaído en una especie de desesperación que había tenido él agarrándose a un clavo ardiendo de una manera poco habitual... pero ahora, incluso eso se había ido. Era irónico, de verdad. 76 77 El sexo no era más que una conexión física y transitoria hubo muchas veces en su vida en el que había sido todo lo que había estado buscando. Incluso con Blaylock, en el principio, había sido el caso. Con el tiempo, sin embargo, el corazón se había mentido, y que lo había dejado donde estaba esta noche. Al final de la carretera... — Funcionó. — Saxton se sacudió. — ¿Lo siento?— — Voy a trabajar por un tiempo. — Después de haber tomado una botella de oporto. Saxton pensaba. Por un momento tuvo la tentación de presionar para obtener detalles precisos sobre la noche, el aquellos minutos y qué, donde y como fue para sentir algún tipo de alivio. Pero él sabía que no lo haría. Blay era alma compasiva, amable, y la tortura era algo que hacía sólo como parte de su trabajo cuando era necesario. No habrá alivio que llegara, de cualquier tipo, conversar de sexo, o el silencio. Sintiendo como si se estuviera preparando, Saxton se abotonó la chaqueta cruzada y comprobando que la corbata estaba en su lugar. A mirando de su pectoral cuadrado reveló su bolsillo estaba precisamente arreglado, pero los puños franceses de la camisa necesitaban un fuerte tirón, y él se encargó con prontitud. — Tengo que tomar un descanso lo necesito antes de prepararme para hablar con el rey. Mis hombros me están matando por haber estado en esa mesa toda la noche. — — Que te des un baño. Podría soltarte? — — Sí. Un baño. — — Nos vemos más tarde, entonces, — dijo Blay mientras se servía otro y se acercó. Sus bocas se encontraron en un beso breve, después de que Blay dio la vuelta y salió al vestíbulo, desapareciendo por las escaleras a ir a cambiarse. Saxton le vio partir. Incluso avanzó un par de pasos para poder ver los shitkickers, como los Hermanos les llamaban, subir la escalera un paso a la vez. 77 78 Una parte de él estaba gritando que siguiera al hombre a su dormitorio y le ayudara a salir de su ropa. Emociones aparte, lo físico chisporroteo entre ellos dos siempre había sido fuerte, y sentía como que quería explotar eso ahora. Salvo que incluso una curita se deshilache. Repao y se sirvió una copa de jerez, se lo bebió y fue a sentarse junto al fuego. Fritz tenía actizado la madera no hacía mucho tiempo, y las llamas eran brillantes y activas y había una pila de troncos. Esto iba a doler, Saxton pensaba. Pero no se iba a romper. Él finalmente podía superarlo. Sanaría. Siguiría adelante. Los corazones se rompen todo el tiempo.... ¿No había una canción sobre eso? La pregunta fue, por supuesto, ¿cuándo hablar con Blaylock al respecto? NUEVE El sonido de los esquíes de fondo que viajan a través de la nieve era un torrente rítmico, repetido en un recortar rápido. La tormenta que se había desplazado desde el norte había limpiado después del amanecer, y el sol naciente que brillaba bajo el borde de la cubierta de nubes partía en rodajas el bosque hasta el espumoso suelo. Sola Morte, los rayos eran de oro y parecían cuchillas. Más adelante, su objetivo se presentaba como un huevo Fabergé sentado en un state. La casa de la rivera del Hudson era una obra maestra de arquitectónica, una jaula de vigas, que sostienen la pila aparentemente frágiles, de sinnúmero de paneles de vidrio. Por todas partes, los reflejos del agua y el sol naciente, eran como fotografías captadas por un verdadero artista, las imágenes congeladas en la construcción misma de la propia casa. 78 79 No podía pagar para vivir así, solo pensaba. A menos que todo fuera a prueba de balas? Pero, ¿quién tenía el dinero para eso. De acuerdo con el departamento de registros público de Caldwell, la tierra había sido comprada por un Vincent DiPietro dos años antes, y desarrollado por la compañía del hombre de bienes raíces. El gasto había sido salvo en la construcción, por lo menos, teniendo en cuenta la valoración de las listas de contribuyentes, que se encontraba en el norte era de unos ocho millones de dólares. Justo después que la construcción fue terminada, la propiedad cambió de manos, pero no a una persona: a una inmobiliaria de confianza con sólo un abogado en Londres aparece como fiduciario. Ella sabía que vivía aquí, sin embargo. Él era el motivo por el que había venido. También fue la razón por la que se había armado tan a fondo. Sola tenía un montón de armas en lugares fáciles de alcanzar un cuchillo en una funda en la parte baja de la espalda, una pistola en la cadera derecha, un interruptor oculto en el cuello una parka de camuflaje. Hombres como su objetivo no apreciaba ser espiada a pesar de que sólo llegó en busca de información, y no para matarlo, ella no tenía ninguna duda de que si se encontraban en la propiedad, las cosa se ponía tensa. Rápido. Cuando ella tomó sus binoculares de un bolsillo interior, se mantuvo quieta y escuchó. No había sonidos de algo que se aproximera a la parte de atrás o los lados, y en frente, tenía un tiro claro, la visual en la parte trasera de la casa. Por lo general, cuando fue contratada para una de estas clases de tareas, ella funcionó en la noche. No con este objetivo. Maestros del narcotráfico llevaban a cabo su negocio de nueve a cinco, pero eso sería pm a a.m., no al revés. Durante el día era cuando dormía y era jodido, así que fue cuando quiso aprender sus hábitos, sus cosas, obtener una lectura sobre su personal y 79 80 cómo protegerse de ellos durante su tiempo de inactividad. Llevar a la casa un foco cercano, hizo su evaluación. Las puertas de garaje. Puerta trasera. En la mitad ventanas que se supuso asomaba la cocina. Y luego la totalidad de piso con techo de correderas de cristal se puso en marcha, corriendo por el costado trasero y alrededor de la esquina que y se dirigió a la costa del río. Tres pisos de altura. Nada se mueve dentro sin que ella lo pudiera ver. Era un montón de vidrio. Y dependiendo del ángulo de la luz, se podía ver a algunas de las habitaciones, especialmente el gran espacio abierto que parecía tener al menos la mitad de la primeraplanta. El mobiliario era escaso y moderno, como si el propietario no daría la bienvenida a la vagancia de las personas. Apostaba que la vista era increíble. Sobre todo ahora, con la cubierta de nubes y el sol parcial. La capacidad de los prismáticos le permitió ver bajo la lunes de los aleros bajo la línea del alero, las cámaras de seguridad, a la espera una cada veinte pies. Yupi. Bueno, eso tiene sentido, por lo que le habían dicho, el propietario era astuto como el infierno, y que especie de desconfianza iimplacable tendían a ser accesorios con una buena dosis de seguridad a conciencia compartiéndolo, con los guardias personales, incluyendolos pero no limitadolos, con coches blindados, y sin duda, el constante seguimiento de cualquier ambiente o individuo pasado cualquier cantidad de tiempo en ello. El hombre que la había contratado tenía todo eso y más, por ejemplo. — Lo que el... — susurró, reorientando los prismáticos. Ella dejó de respirar para asegurarse de que nada cambiaba. Esto estaba... todo mal. Había un patrón de onda de lo que estaba dentro de la casa. Los muebles que podía ver era sutilmente onduladados. 80 81 Quitó las lentes de alta potencia, miró a su preguntándose si tal vez sus ojos eran el problema. alrededor, Nope. Todos los árboles de pino en el bosque se comportaban adecuadamente, de pie todavía, sus ramas inmóviles en el aire frío. Y cuando ella puso los lentes de aumento de nuevo, y se trazó la azotea de la casa y los contornos de las chimeneas de piedra. Todos estaban totalmente inanimado. Volviendo al vidrio. La inhalación profunda, ocupó el oxígeno en los pulmones y equilibrarse con el tronco más cercano de abedul para dar su cuerpo extra de estabilidad. Algo seguía siendo apagado. Los marcos de las puertas correderas de cristal y las líneas de los porches y todo lo relacionado con la casa Estático y sólido. El interior, sin embargo, parecía... pixelada de alguna manera, como una imagen compuesta se había creado para hacer aparecer las cosas como si no hubiera muebles... y que la imagen se ha superpuesto en algo así como una cortina... que pasó a ser sometido a una corriente suave de aire. Esto iba a ser un proyecto más interesante de lo que había supuesto. Presentación de informes sobre las actividades de este socio de negocios de un “amigo” de ella no había encendido un fuego exactamente debajo de su culo. Ella prefería muchos y mayores desafíos. Pero tal vez hay algo más en esto que apareció por primera vez. Después de todo, el camuflaje significaba que se e staba escondiendo algo, y que había hecho una carrera fuera de la toma cosas de la gente que querían mantener: Secretos. Los artículos de valor. Información. Documentos. El vocabulario utilizado para definir los nombres era irrelevante para ella. El acto de penetrar en una casa bloqueada o un automóvil o seguros o maletín y extraer lo que ella buscaba era lo que importaba. 81 82 Era una cazadora. Y el hombre de la casa, quienquiera que fuese, era su presa. DIEZ Blay no tenía nada que hacer cerca de conseguir un hierro pesado en su mano, y mucho menos el tipo de hierro que estaba en el gimnasio en el centro de entrenamiento. Martilleo de nuevo ese punto con el estómago, vacío, se le había hecho todo borroso y sin coordinación. Pero tenía que tomar algún tipo de dirección... un plan, un destino donde arrastrar su culpa, y sin lamentaciones. Sentado en la cama de nuevo, y comenzando ese día de la misma manera que había empezado la noche, con la mirada perdida en el espacio. Probablemente con algo mucho añadido. Saliendo del túnel subterráneo, caminó hasta la oficina y empujó la puerta de cristal para abrir a su paso, aún bebiendo de un vaso medio lleno, su mente le estaba dando vueltas, preguntándose cuando toda esta mierda entre él y Qhuinn se iba a terminar. ¿En su lecho de muerte? Dios, no lo haría. Creo que no podría durar tanto tiempo, suponiendo que tuviera una vida normal delante de él. Tal vez necesitaba salir de la mansión. Antes de que Wellsie hubiera muerto, ella y Tohr habían sido capaces de vivir en una casa propia. Diablos, si lo hacía, no tendría que ver Qhuinn excepto durante las reuniones, y con tanta gente a su alrededor en la Hermandad, era fácil salir de la vista. Él había estado haciendo eso desde hacía un tiempo, en realidad. De hecho, en esa construcción, un par de ellos no tendrían que cruzarse en absoluto John siempre estaba asociado con el tipo por lo de ahstrux nohtrum, y entre la programar la rotación, y al dividir el territorio era la manera, nunca Qhuinn y él lucharían juntos excepto en caso de emergencia. 82 83 Saxton podía ir y venir al trabajo. Blay se detuvo a la entrada de la sala de pesas. A través de la ventana de cristal vio a un conjunto de pesos subir y bajar de la máquina en cuclillas reclinable, y sabía por el equipo quién era. Maldita sea, no podía conseguir un descanso. Inclinándose, se golpeó la cabeza una vez, y más. Dos veces. Tres — Se supone que tienes que hacer repeticiones en las máquinas, no en la puerta. — Era Manny Manello, su voz fue tan bien recibida como una patada con punta de acero en el culo. Blay se enderezó, y el mundo gritó wheeeeeeee un poco, hasta el punto que tuvo que subrepticiamente poner su mano libre en la jamba sólo para que el tema equilibrio no se presentase. También escondiendo su bebida casi poniéndola fuera de la vista El médico probablemente no pensaría que hiciera ejercicio mientras estaba bajo esa influencia fuera una buena cosa. — ¿Cómo estás?, — Preguntó Blay, a pesar de que no le importaba, y que no era un comentario de la pareja de Payne. Él no daba una mierda en este momento. La boca de Manello empezó a moverse y Blay pasó el tiempo viendo la forma de los labios del hombre y sílabas en liberación. Un momento después, un adiós de algún tipo se intercambió, a continuación, Blay estaba solo con la puerta de nuevo. Parecía una jugada para quedarse duro allí, y le había dicho el buen doctor que entrase. Y, además, había, veinte y cinco máquinas en la habitación. Mas un plus de barras y pesas libres. Cintas de correr. Escaladoras elípticas,... suficiente para todos. "Yo no estoy enamorado de Layla". Con una maldición, Blay se abrió paso y se preparó. Excepto que Qhuinn ni se dio cuenta de la llegada. 83 84 En vez, iba con su música encima, el chico llevaba auriculares alrededor de sus oídos, y él se acercó a la barra con la barbilla levantada por lo que se enfrentaba, en la pared de hormigón alejada. Blay se quedó tan atrás como fue posible, saltando de forma aleatoria a la máquina de pectorales. Lo que sea. Después de apoyar el vaso y ajustar el perno en la pila de pesas, se instaló en la asiento acolchado, agarró las asas dobles, y comenzó a empujar hacia fuera de su pecho. Todo lo que tenía para mirar era a Qhuinn. O tal vez fue más porque sus ojos se negaban a ir a otro lugar. El hombre llevaba una musculosa negra que ponía los enormes hombros a pantalla completa... y los músculos los flexionó con fuerza al llegar a la cúspide de tracción, las crestas y los contornos de un luchador... no un abogado— Blay se detuvo ahí. No era justo hasta el punto de la náusea hacer cualquier comparación de esa manera, nunca. Después de que el año pasado o así, sabría el cuerpo de Saxton casi tan bien como el suyo, y el varón fue construido maravillosamente, así fuerte y elegante. Qhuinn las bajó, otra alzada del peso y su cuerpo forzándose debajo y la fuerza en los brazos y el torso, eso... Y, gracias a sus esfuerzos, el sudor se había desatado en toda su piel, haciéndole brillar bajo las luces. El tatuaje en la parte posterior de su cuello cambiado con él alzo y descendió a colgar de su agarre, y entonces fue de nuevo. Y abajo. Y arriba. Blay pensó en la manera en que había visto al hombre entregado con el Hummer: potente, masculino... erótico. Esto no sucedía. Él no estaba, de hecho, aquí sentado, mirando a un Qhuinn como este. Imágenes se filtrándose de los últimos años, convirtiendo su cerebro en una pantalla de televisión. Vio a Qhuinn inclinado sobre una mujer humana que había sido puesto el culo en el borde de una mesa, sus caderas giraban mientras se la "follaba", sus manos entrelazadas sobre sus caderas para sostenerla en su lugar. Si no hubiera tenido una camisa en el momento, y los hombros hubieran sido apretados, como estaban ahora... 84 85 Cuerpo duro y bien utilizado. Había tantas imágenes como esas, con Qhuinn en posiciones diferentes con diferentes personas, masculino y femenino. En un principio, justo después de su transición, se había producido un sentimiento de emoción ya que los dos se habían ido de la casa juntos, o mejor dicho, Qhuinn había arrastrado Blay y había tomado lo que le había de vuelto. Sexo, tanto y con mucha gente aunque en ese punto, Blay había quedado solo con hembras. Tal vez porque había sabido que estaban a salvo, que no “cuentan” en muchos sentidos. Así no se complicaba al principio. Pero en algún momento a lo largo del camino, las cosas habían empezado a cambiar y había empezado a darse cuenta de que mientras observaba Qhuinn con los fortuitos, se estaba imaginando que era el bajo su cuerpo, recibiendo lo que el tipo era tan bueno para dar. Después de un tiempo, no había sido un extraño quien tuvo en su boca en el miembro de Qhuinn, que era suyo. Y cuando esos orgasmos vinieron, y lo hicieron siempre, fue él quien lo tomaba dentro Fueron sus manos sobre el cuerpo de Qhuinn, y sus labios bloqueando duro, y que sus piernas se extiendan. Y eso había jodido todo. Mierda, podía recordar mantenerse despierto durante el día y mirando a su techo, diciéndose a sí mismo que cuando estaban de nuevo en el club, en los baños, o donde cayera, a él no le hacía eso. Pero cada vez que salían, era como un adicto que se ofrece al sabor preciso de la píldora que necesitaba. Luego hubo los dos besos el primero de ellos por el pasillo de aquí, en la clínica de la sala de examen. Y él había tenido que mendigar para ello. Y luego el segundo en su dormitorio, justo antes de que hubiera salido con Saxton por primera vez. Había tenido que pedir eso. De repente, Blay dio de fingir que en realidad estaba haciendo pesas y puso sus manos sobre sus muslos. Se dijo que debía irse. Apenas conseguía apoderarse del asiento y salir antes de que Qhuinn se trasladarse, y lo siguiente, su portada se había quemado. En su lugar, se encontró con sus ojos de nuevo en los hombros, la columna vertebral, la cintura estrecha y apretado culo, entre esas musculosas piernas. 85 86 Tal vez fue el alcohol. La postcombustión de ese argumento en la superficie. Todo el sexo con Layla cosa... Pero por el momento, exageró. Duro como una piedra. Listo para ella. Blay miró hacia abajo a su pecho a la parte delantera de sus pantalones cortos sueltos y se sentía como pegarse un tiro en la cabeza. Oh, Jesús, que tenía que salir de aquí ahora mismo. Como Qhuinn continuó después de establecer un equipo, sus manos estaban entumecidas, y sintió como sus bíceps eran se despega de sus huesos con cuchillos, y eso fue sólo parloteo sin sentido en comparación con su hombros. Ellos eran el verdadero problema. Alguien claramente se había acercado por detrás, para poner un separador entre ellos, y luego pulir con una lijadora industrial. **** Ni idea de cuántas repeticiones había hecho. No tengo idea cuántos kilómetros había corrido. No recuento de los abdominales, sentadillas, estocadas, sólo sabía que iba a seguir adelante. Objetivo: agotamiento total. Quería pasar el momento en que subir las escaleras y llegó en horizontal a su cama. Cayendo en el bar, se puso las manos en las caderas, bajó la cabeza y respiró profundamente. Su hombro derecho aprovechó de inmediato, pero ese era su lado dominante, por lo que se esperaba. Para aflojar el nudo de los músculos, barrió su brazo alrededor en un gran círculo mientras se volvía, Qhuinn se congeló. En el otro lado de las colchonetas azules, Blay estaba en la máquina cerca de la puerta, sentado tan inmóvil como los pesos que no levantó. La expresión de su rostro era volcánica. Pero él no estaba loco. 86 87 No, no lo estaba. Él tenía una gran erección suficiente para verla a través del gimnasio. Tal vez todo el estado. Qhuinn abrió la boca. Cállate. Abierto de nuevo. Al final, él decidió que era un buen ejemplo de cómo la vida nunca lo pudo sorprender. De todas las situaciones que pensaba que nunca se le radian... esta lo era todo. No, después de... bueno, de todo. Se puso los auriculares dejándolos colgando de su cuello, el ritmo golpeando bajo y cambio de concierto a rugido silbido impotentes. ¿Es para mí? quería preguntar. Por un segundo, pensó que podría ser, pero entonces, ¿cuan arrogante seria? El tipo sólo habría terminado de dar un discurso acerca de cómo ellos dos no eran más que compañeros de trabajo por horas. Entonces Blay se muestra con tamaña excitación come una barra de hierro, y la primera lo que fuera a su mente era que podía, tal vez, más o menos, algo así... ¿será para él? Lo que le dio un pinchazo. Y PS, ¿qué diablos? iba a hacer si de repente se encontraba en un universo paralelo, con Blay y tirado sobre él, y en ese departamento. Por supuesto que quería a aquel el hombre. Por el amor de Dios, que siempre había lo había querido él, hasta el punto en que tuvo que preguntarse cuánto de eso de empujarlo lejos que había hecho fuera para beneficio de Blay, no, había sido realmente por su cuenta. Reflexionando sobre aquello, se dio cuenta de la copa cerca pie del tipo. del Ah, el alcohol estuvo involucrado, sinceramente dudaba que la pulg (empuje tapon clavija)—ada oscura en ese vaso fuera Coca— Cola. 87 88 Mierda, por lo que sabía, Saxton le acababa de mandar un mensaje de texto y dio un tiro el medio de su entrepierna, y que fue la causa de toda su erección. Y no era que un deflactor. "Tu primo me da lo que necesito todo el día, todos los días". — ¿Tienes algo más que decirme?, — Preguntó Qhuinn con dureza. Blay negó con la cabeza hacia atrás y hacia adelante una vez. Qhuinn frunció el ceño. Blay no era un exaltado que nunca había estado, y que era parte de la razón por la que, durante mucho tiempo, había estado tan apretado, balanceandose y toda esa mierda. Por el momento, sin embargo, el tipo parecía como si fuera a una pulgada de espesor de perderlo. Problemas en el paraíso de la pareja feliz? Nah, estaban demasiado bien juntos. — Está bien. — El hombre, la idea de colgar por aquí mientras Blay amplificado para otra sesión con Saxton el Magnífico era insostenible. — Te veré más tarde. — Mientras caminaba por allí, sintió los ojos de Blay sobre él, pero no estaban en el nivel de su cara. Por lo menos, no parece. ¿Qué demonios estaba pasando? Empujando hacia el pasillo, se detuvo a verificar que las paredes de concreto no se estaban derritiendo y que no tenía de repente tomado de las manos o algo así. Tampoco era cierto, pero un sentido de exagerada irrealidad lo persiguió mientras bajaba a los vestuarios, no por una ducha obligatoria, porque estaba cubierto en sudor, y por mucho que lo amaba al doggen hacerle un buen lío, él no estaba dispuesto a darles más trabajo sólo porque él había tratado de matarse en el gimnasio— Despierta. Despertado. Listo para el sexo. A medida que la imagen de Blay maltratada por el interior de su cráneo, cerró los ojos, y después hizo clic en el la puerta a la tierra de los accesorios, azulejos y agua. Tenía la intención de ir a 88 89 las duchas directamente, pero no terminó hasta salir de su estancamiento de la mitad delantera de la sala, donde los armarios se apilan en filas ordenadas y las bancos corrían por el medio de los pasillos. Terminando, él desató su Nikes, que pateó al retirarselas, y descalzo libre de los calcetines. Totalmente jodido excitado. Blay había estado fuera de su mente para ello. Por alguna razón, Qhuinn en los últimos dos encuentros sexuales le vino a la cabeza. El chico pelirrojo de la máscara de hierro, que lo había seducido y follado en el baño. Le había escogido al azar de entre la multitud para que una definición de las características físicas, y, naturalmente, el hecho es que no había sido nada extraordinario para él. Por otra parte, había sido como querer herrarlo (equivocarlo), y poner Gingeale (cerveza) en la garganta. Y luego había sido la materia con Layla que había sido más que exigirse físicamente, un trabajo, como cavar una zanja o la construcción de un muro.... Dios, se sentía como un piojo por pensar así, y él no pretendía faltar al respeto a las Elegidas. Pero en por lo que estaba bastante claro que ella era de una mente similar. Eso fue todo para el último año. Sólo esos dos. Casi doce meses de nada, y que no se había masturbado, tampoco. Él no estaba interesado en nada, al igual que sus bolas habían entrado en hibernación. Es curioso, justo después de su transición que había golpeado algo con las dos piernas y un corazón que late, y con él dificultades para recordar algunos de los muchos rostros Dios sabía que no se había molestado en obtener los nombres en una gran cantidad del tiempo y la incómoda sensación de apretarse el estómago. Todo lo que el maldito anonimato, sin nombre, sin rostro... delante de Blay. 89 90 Siempre con el chico, venga pensar en ello. En ese momento, se había sentido como una especie amigo/compañero de situaciones, pero ahora se preguntaba. Sí, a joder con eso. Sabía lo que había estado a punto. Era un coñazo, ¿no es cierto?. Poniéndose de pie, se desnudó y dejó que su musculosa de básquet—ball poniéndose en chanclas, pantalones cortos en un atado de ropa mojada y dejándolo sobre un banco. En un lío Caminando hacia el cuarto de baño, cogió una de las duchas al azar, móvil la manivela y dio un paso bajo la ducha. El agua estaba para el encogimiento, fría, pero no escapó. Se enfrentó cerrando los párpados y abriendo la boca. Esa pelirroja en el club hace casi un año? Cuando había estado seduciendo al hombre en el baño, y que thabía sido Blay en su mente todo el tiempo. Fue Blay a quien había empujado hacia atrás contra el fregadero y la besó duro. La polla era para Blay, lo había deseado, era el cuerpo de Blay lo había tomado desde atrás y — Por el amor... — se quejó. De la nada, la imagen de su viejo amigo sentado en la máquina hace un momento, sus rodillas ancho, forzando su miembro contra el material tan delgado de los pantalones cortos entró en su mente y lo derribó su columna vertebral, cayendo directamente sobre sus piernas. Con una maldición, él se hundió y tuvo que poner una mano sobre los azulejos. — Oh... mierda... — Inclinándose, apoyó la frente sobre el brazo y trató de concentrarse en la sensación del agua que le golpea la nuca y su cuello. Ni siquiera cerca. Lo único que sabía era de los latidos del corazón estaban en su miembro. Bueno, eso y una fantasía de él cayendo de rodillas y presionando en el medio de Blay abierto de muslos, lamiendo su camino en esa boca... mientras lo madreaba bajo la cinturilla de los pantalones cortos y empezando a dar al hombre un trabajo con la mano que nunca olvidaría, mierda. Entre muchas otras cosas. 90 91 Dando la vuelta a la cara lejos de la pulverización, Qhuinn metió las manos en su pelo, lo hecho hacia atrás, arqueando su espalda. Podía sentir su miembro en línea recta desde la cadera, pidiendo atención. Pero él no iba a hacer nada al respecto. Blay se merecía algo mejor que eso de alguna manera, sí, no tenía sentido, pero se sentía sucio por masturbándose en la ducha por la excitación con el chico. Diablos. El socio del tipo. El propio primo de Qhuinn, por Dios. A medida que su erección sólo colgaba fuera allí, imperturbable ante esa lógica, sabía que iba a ser un largo y maldito día. ONCE Blay bajó la cabeza con una maldición con la puerta de la habitación cerrada el peso aliviado. Y, por supuesto, de ese punto de vista, lo único que podía ver era su miembro. Lo cual no sirvió de nada. Cambiando sus ojos mirando hacia arriba, luego al los lados de la barra con la barbilla para arriba, supo que tenía que hacer algo. Sentado aquí, medio borracho con una fiesta en el pantalón era apenas una posición que él quedaba atrapado. Si un hermano como Rhage entrara? Blay tendría noticias de él por el resto de si vida natural. Además, él estaba con su ropa de ejercicios, rodeado por el equipo, por lo que podría mantenerse, así ocupado, la bomba un poco de hierro, y espero que el señor Feliz se hundiese en una depresión por falta de atención. Buen plan. En serio. Yupi. Cuando él miró el reloj un tiempo después, se dio cuenta de los 91 92 quince minutos que habían pasado y fue él no más cercano al movimiento constructivo, repetitivo, menos que contar la respiración. Su erección le hizo una sugerencia para ese tipo de objetivo. Y su palma estaba inmediatamente a bordo, pasando entre sus piernas, encontrándose duro Blay se echó encima de la silla y se dirigió hacia la puerta. Basta de tonterías se iba a pegar en el retrete del vestuario con la esperanza de echar una parte del alcohol de su sistema. Luego se pondría en una cinta de correr y sudar el resto de la bebida fuera. Siendo que ya era hora de dirigirse a la cama, donde, si necesitaba una salida de variedad erótica, se iba a encontrar en el lugar apropiado. La primera señal de que su nuevo plan podría haber llegado más lejos sólo, salió como él pudo y se abrió paso en el armario— landia: el sonido del agua corriendo significaba que alguien estaba usando jabón y champú. Estaba tan concentrado en sí mismo dándose patadas en el trasero, sin embargo, él no se molestó con las extrapolaciones. ¿Qué le habría hecho parar, dar la vuelta y buscar otro baño lo antes posible. En su lugar, se fue más allá de los armarios e hizo su negocio. No fue hasta que él se lavaba las manos que la matemática comenzó a tener sentido. De su propia voluntad, con la cabeza en torno a manivela en la dirección de las duchas. ¡Tienes que salir, se dijo. Cuando él cerró la llave, el chirrido sutil parecía fuerte como un grito, y se negó a mirar o a sí mismo en los espejos. Él no quería ver lo que había en sus ojos. Regresa a la puerta. Sólo tienes que ir de nuevo a la puerta. El hecho de que su cuerpo para seguir ese imperativo simple, no era un ejercicio de física y rebelión. Era, por desgracia, su patrón. Y él lo lamentaría más tarde. Por el momento, sin embargo, cuando se tomó la decisión de caminar, y el pato alrededor de la pared de azulejos de la ducha, cuando se mantenía oculto en su mayoría, cuando espiaba a un hombre que no debía tenía... la loca emoción de la carrera y era tan dolorosamente familiar, era su traje a medida equipado para su locura. 92 93 Qhuinn se enfrentaba en la ducha que estaba de pie bajo, la una mano que tenía apoyada con la cabeza inclinada oscuridad bajo el chorro. El agua pasó por encima de sus hombros y por las hectáreas de piel flexible que le cubría la poderosa espalda... y luego fluyó sobre su magnífico culo... y se fue cada vez más lejos, más allá de esas piernas largas y fuertes. En el último año, el luchador había llenado un poco. Qhuinn había sido grande después de su transición, y había vuelto aún más grande durante los primeros meses de una alimentación intensa. Pero había sido un tiempo desde que Blay había visto al hombre sin ropa... y hombre, castigarse en las rutinas de gimnasio, había sido una puesta en escena mostrándose a través de todo ese duro corte de músculo. Abruptamente Qhuinn cambió de posición, girando alrededor, echando la cabeza hacia atrás, baldeo el agua del pelo oscuro, arqueando el increíble cuerpo. Había mantenido su PA. Y maldita sea, estaba excitado— Un orgasmo inmediatamente amenazó en la cabeza del miembro de Blay, sus testículos se tensaron como puños. Girando a su alrededor, salió del vestuario como si fuera disparado de un cañón, perforando a través de la puerta, saltando por el pasillo. — Oh, mierda... mierda... maldito... joder... — El caminar tan rápido como pudo, trató sacar esa imagen de la cabeza, recordándose a sí mismo que él tenía un amante, que había pasado de todo esto, que podría autodestruirse con más de lo mismo, sólo como muchas veces, y luego te estaban dañando. Cuando los dos trabajaban… , él repite el discurso que había dado a Qhuinn en el remolque de camiones ¿Dónde diablos estaba la oficina? Deteniendo una palabra, miró a su alrededor. Oh, fantástico. Se había ido en la dirección opuesta a lo que había previsto, y que ahora estaba abajo más allá de la clínica y en la parte de las aulas del centro de formación. Kilómetros de la entrada al túnel... — Que laceración profunda. Pero él no lo haría. — 93 94 Voz profunda Manny Manello precedió al hombre caminando por el pasillo principal a la sala de examen. Un segundo después, Doc Jane hizo su aparición justo detrás de él, un esquema abierto en su mano, su dedo trazando una página. Blay se metió por la primera puerta que vio y corrió a la derecha en un muro de negrura. Palmaditas alrededor en busca de un interruptor de la luz, porque estaban demasiado esparcidos a su vez mentalmente recordó las linternas, encontró con una, le dio la vuelta, cegándose a sí mismo. — ¡Ay!— El francotirador que disparó desde la espinilla a su cerebro le decía que había entrado en algo grande. Ah, un escritorio. Él estaba en una de las oficinas de mini—satelital de los salones de clase, y eso era una buena noticia. Como el programa de formación continua suspendido a causa de las redadas, no había nadie aquí, y no es probable pensar en una razón para estar en esta pequeña habitación vacía. Podría tener un poco de intimidad por un tiempo, y eso fue una bendición. Dios sabía que no iba a tratar de llegar a la mansión ahora. Con la suerte que había corrido con Qhuinn, y era lo último que necesitaba estar cerca del tipo. El fue detrás de la mesa, se sentó en la silla de oficina cómodo y estirando sus piernas, ellos en la parte superior donde debería haber tenido una computadora, una planta, y un soporte completo de plumas en él. En cambio, era estéril, aunque no cubierta de polvo. Fritz nunca lo toleraría incluso en espacio de alguna toma de salida. Se raspó en la llaga en la parte frontal de la pantorrilla, estaba claro que iba a ser un infierno, un punto negro y uno azul. Pero al menos el dolor lo distrajo de lo que lo había llevado hasta aquí. Eso no duró mucho, sin embargo. Al inclinar la silla hacia atrás y cerrar los ojos, su cerebro volvió a los vestuarios. Nunca fue una tortura iba a terminar, pensó. Y, Dios, su miembro latía con fuerza. Teniendo en cuenta sus decisiones, él quería las luces, cerró los ojos, y le ordenó a su cerebro que se callara y 94 95 fuera a dormir. Si pudiera descansar un poco por aquí durante una hora o dos, él despertaría sobrio, flácido, y listo para enfrentar a la gente de nuevo. Ahora bien, esto era un buen plan, y también fue el ambiente perfecto. Oscuro, un poco supersilenciado fresco, en el camino únicas instalaciones subterráneas eran. Su cuerpo se acomodaba aún más en la silla, cruzó los brazos sobre el pecho y se preparó para el tren del REM para tirar en su puesto. Cuando eso no funcionó, comenzó a imaginar todo tipo de situaciones “off“, como aspiradoras desenchufadas de la pared, y los extinguidores de incendios con agua, y las pantallas de televisión en negro.... Qhuinn había parecido tan eminentemente follable así, su cuerpo resbaladizo y suave tallado con músculo, su sexo tan espeso y orgulloso. Toda esa agua le habría hecho tanto resbaladizo y caliente... y, más… querida Virgen Scriba, Blay le habría dado casi cualquier cosa por caminar sobre las baldosas, ponerse de rodillas, y tomar ese sexo en la boca, sintiendo la cabeza contundente, su carrera punzante en la lengua mientras subía y bajaba. El ruido de disgusto que hizo eco alrededor, sonando más fuerte de lo que probablemente había sido. Al abrir los ojos, trató de despejar cualquier fantasía a la de participar chupando fuera de su mente. Pero todo el tono negro no ayuda, sino que sólo formó la pantalla perfecta para mantener y proyectar sucesivamente. Maldiciendo, él dio esa cosa yoga un tirón, en el que se relajó la tensión en todas y cada una de las células de su cuerpo, empezando por el frunce permanente entre las cejas, luego las cuerdas rígidas que iban desde la hombros hasta la base del cráneo. Tenía el pecho apretado, también, sus pectorales contracturado por ninguna buena razón, sus bíceps acabaron en sus brazos. A continuación, se suponía que debía centrarse… en su abdomen y luego su trasero y sus muslos, las rodillas y las pantorrillas... su pequeño guarro era su hogar. Él no estaba tan lejos. Entonces otra vez, tratando de hablar a su erección con cualquier tipo de maleabilidad que tuviera los poderes necesarios de persuasión que su medio borracho cerebro no poseía. Por desgracia, sólo había una forma más segura de deshacerse de Mr. Happy. Y era en la oscuridad, por mismo, con el amparo de 95 96 que nadie lo sabría nunca, no tendría que proteger el momento, ¿por qué no habría de hacerlo sólo trabajar la maldita cosa, drenar la quemadura, y se desmayaría? No fue diferente desde el despertar en el otoño en la noche con una erección, porque Dios sabía que no había nada emocional involucrado. Y él no estaba bajo la influencia, ¿no? Así que ese era otro paso. Él no estaba engañando a Saxton, se dijo. Él no estaba con Qhuinn y Saxton era el quería.... Durante un tiempo, él continuó discutiendo los pros y los contras, pero al final su mano tomó la decisión para él. Antes de darse cuenta, su mano estaba excavando debajo de su cintura y suelto. El silbido se le escapó cuando él se apoderó de él mismo era como un disparo en el silencio, y así fue el gemido en la silla cuándo el empuje sus caderas, empujó sus hombros en el acolchado de cuero, caliente y duro grueso y largo, su miembro estaba pidiendo atención, pero el ángulo estaba mal, y no había espacio mas que para malditas caricias cortas. Por alguna razón, la idea de despojar de la cintura para abajo fe ropa le hacía sentirse sucio, pero su sentido de decoro entró en el cagadero bastante rápido cuando lo único que podía hacer era apretar. Levantando su culo, barrió los pantalones cortos fuera... y luego se dio cuenta de que iba a necesitar algo para limpiar el lío con. Se desprendió la camisa. Desnudo en la oscuridad, tirado lejos de la silla y el escritorio, se entregó, extendiendo sus muslos, bombeando hacia arriba y hacia abajo. La fricción hizo que sus ojos rueden atrás en la cabeza, muerde su labio inferior. Dios, las sensaciones eran tan fuertes, que fluyeron a través de su cuerpo. Vete a la mierda. Qhuinn estaba en su mente. Qhuinn estaba en su boca... Qhuinn estaba dentro de él, ellos dos moviéndose juntos— Esto estaba mal. Se quedó helado. Sólo se detuvo en seco. 96 97 — Mierda. — Blay liberó su miembro, a pesar de que el mero proceso de dejar ir la traición le hizo apretar los molares. Abrió los ojos y miró hacia la oscuridad. El sonido de su respiración de perforación dentro y fuera de su pecho le hizo maldecir de nuevo. Lo mismo hizo su necesidad palpitante de un orgasmo que se negó a ceder. Él no iba a tomar más todo esto. De la nada, una imagen de Qhuinn se arqueó bajo el chorro que caía, estrellándose contra su cerebro, haciéndose cargo de todo. En contra de un razonamiento superior, su lealtad, y su sentido de la justicia... su cuerpo entró en sobrecarga instantánea, el orgasmo dispara fuera de su miembro, antes de que pudiera detenerlo, antes de que podía decirle que no, que no estaba bien... antes de que pudiera decir, no otra vez. Nunca más. Oh, Dios. La sensación dulce y punzante repite una y otra vez hasta que se preguntaba si alguna vez fuera el final a pesar de que no ayudó a las cosas. Esta reacción física podría estar fuera de su control. Su respuesta no fue así. Cuando por fin se calmó, su respiración era áspera y la frescura a través de la piel desnuda de su pecho sugirió que había roto a sudar... y mientras su cuerpo se recuperó de la fiebre, su conciencia regresó y su erección se fue desinflando como un barómetro de su estado de ánimo. Alcanzando hacia delante, le dio unas palmaditas sobre el escritorio hasta que encontró la camisa, luego la arrugó y pulsa la cosa en la unión de sus muslos. El resto del lío en el que estaba no iba a ser tan fácil de limpiar. **** En la ciudad, en el piso dieciocho del Commodore, Trez se sentó en una elegante silla de acero y cuero que daba a una pared con ventanas con vistas al río Hudson. El sol del mediodía brillaba abajo un cristal transparente, y el cielo, se veía diez veces más brillante a causa de la nieve fresca que había caído durante la noche en las orillas. — Sé que estás ahí, — dijo secamente, tomando un sorbo de su taza de café. 97 98 Cuando no hubo respuesta, giró su silla en su base. Efectivamente, IAM, tenía que venir de su habitación y se sentaba en el sofá, el iPad en su regazo, a través de la creación de bandas, con en el índice marcaba. Él estaría leyendo el New York Times, edición en línea, por supuesto, que hizo que todas las mañanas cuando se levantó. — Bueno, — Trez señaló fuera. — Adelante. — La única respuesta que obtuvo fue un levantamiento de cejas de IAM. En una fracción de segundo. El bastardo presumido ni siquiera miró por encima. — Debe ser un artículo fascinante. ¿De qué se trata? ¿Hermanos recalcitrantes? — Trez pasó algún tiempo cuidando su café caliente. — IAM. En serio. Esto es una mierda. — Después de un momento, la mirada oscura de su hermano se levantaba. Los ojos cumplieron con los suyos eran, como siempre, totalmente despejado de emoción y de duda y todo lo sucio de lo que los simples mortales luchaban. IAM era sobrenatural sensible... más bien como la forma de una cobra: vigilante, inteligente, listo para atacar, pero no quieren perder el poder hasta que fuera necesario. — ¿Qué, — Trez miraba fuera. — Es redundante, para decirte lo que ya sabes. — — Mi humor... — Tomó otro sorbo en el borde de la taza, y se preguntó por qué demonios estaba voluntariado para esto. — Adelante. — los labios fruncidos IAM, como lo hicieron cuando él estaba considerando su respuesta. Luego dejó caer la cubierta roja del iPad hacia abajo, marcando cada uno de las cuatro secciones, como los pasos a través de la pantalla. Luego puso la cosa a un lado, sin cruzar la pierna, y se inclinó hacia delante para equilibrar los codos en las rodillas. Los bíceps del tío era tan espesos, las mangas de su camisa parecía que se iban a dividir a lo ancho. — Su vida sexual está fuera de control. — Trez hizo rodar sus ojos, su hermano seguía hablando. — Tú estas follando tres o cuatro mujeres por noche noche, a veces más. No se trata de la 98 99 alimentación, por lo que no pierdes nuestro tiempo justificando que de ese modo. Estás comprometiendo el nivel profesional. — — Correr licor y prostitutas. ¿No crees que es poco intelectual—— IAM recogió el iPad y la agitó hacia atrás y adelante. — ¿Si vuelvo a leer?— — Sólo estoy diciendo— — Se me pidió que hablara. Si esto es un problema, la solución no consiste en ponerse a la defensiva, ya que no les gusta lo que escuchan. La respuesta es que no me inviten a hablar. — Trez apretó los dientes. Mira, este fue el tema con su maldito hermano. Demasiado malditamente razonable. Estallando, él atravesó la sala de estar abierta a la cocina era como todo en los condominios modernos, espacioso y ordenado. Lo que significaba que mientras se servía un poco más de cafeína, podía ver a su hermano en su visión periférica. El hombre, a veces odiaba este lugar. A menos que si se encontraba en su habitación con la puerta cerrada, no podía conseguir un descanso de los malditos ojos. — ¿Estoy leyendo o hablando?, — Dijo IAM con calma, como si no le importara de cualquier manera. Trez desesperadamente quería explicarle al chico pero metía su nariz de nuevo en el Times, se sentía como una derrota. — Vas de cabeza. — Trez volvió a su silla y se acomodó para más patadas en el culo. — No te estás comportando de una manera profesional. — — Se come su propia comida con Salsa. — — Mi lingüini con salsa de almejas no requiere una orden de alejamiento cuando decido la noche siguiente estar con "Diavolo". — Era buen punto. Y de alguna manera, que le hacía sentirse casi violento. — Sé lo que estás haciendo, dijo IAM constantemente. ¿Y el por qué?. — 99 100 — Tú por supuesto no eres un santo Yo sé que te ha enviado. — Trez se congeló. — ¿Y cómo? — — Cuando no respondí su llamada telefónica. — Trez empujó la alfombra con el pie y se volvió para mirar al río. Mierda. Pensó que había que aclarar las cosas con esto, ya sabes, dar a su hermano una maldita sesión para que los dos pudieran volver a ser normales, por lo general estaban más cerca la piel a los huesos, y la relación era tan fundamental como que a él podía manejar casi cualquier cosa excepto la fricción con su hermano. Desafortunadamente, los problemas que se habían quedado allí aludidos no eran lo único. — Cualquier cosa ignórala. — — Ignorarlo no hará que desaparezca, Trez. — Esto fue dicho con una cierta suavidad de tonos demostraban como el chico se sentía mal por él. Como Trez miró hacia el río, se imaginó que estaba en su club, con los seres humanos en y en las manos el efectivo de una negociación y las mujeres que trabajaban allí haciendo lo suyo en la parte posterior. Niza (clasificaciones internacional de registros y marcas). Normal. En el control y cómoda. — Tienes responsabilidades. — Trez aumentó la presión voluntariamente. — sobre su tasa. — Yo me di — No importa. — Se dio la vuelta tan rápido, que el café caliente salió volando y aterrizó en su muslo. Hizo caso omiso de la quemadura. — Deberías. Es jodido deberías. No soy un objeto inanimado que se puede dar a alguien. Es un conjunto de mierda. — — Algunos lo encontrarían como un honor. — 100 101 — Bueno, yo no. Yo no estoy acoplado a una mujer. No me importa quién es o quién crea ser o cómo de “importante” es su ser. — Trez se preparó para un aluvión de "oh sí que hacer". En cambio, el hermano parecía triste. No le hubiera gustado la maldición, tampoco. — Voy a decirlo una vez más, Trez. Esto no sucede por arte de magia va a desaparecer. Y tratando de tomarlo a mi manera, fuera de él Eso no es sólo inútil, es potencialmente peligroso. — Trez se frotó la cara. — Las mujeres son seres humanos. Ellos no importan. — Él se volvió hacia la río de nuevo. — Y, francamente, si no hago algo, me voy a enloquecer. Tener un par de orgasmos tiene que ser mejor que eso, ¿verdad? — Mientras el silencio se reanudó, él sabía que su hermano no estaba de acuerdo con él. Sin embargo, una prueba positiva de que su vida estaba entre la mierda era de hecho que la conversación se quedó en ese punto. IAM al parecer no era de dar patadas a un hombre cuando estaba en el suelo. Lo que sea no le importaba, ni lo que se esperaba de él, él no iba a volver y ser condenado a una vida de servicio. No le importaba si se trataba de la hija de la reina. DOCE Era tarde en la tarde, cuando la Wrath contra la pared en su escritorio, con el culo en el trono de su padre, los dedos corriendo sobre un informe escrito en Braille, cuando de repente él no podía ver una maldita palabra del texto. Empujando a un lado los papeles, maldijo y se arrancó su cobertor de su cara. Justo cuando estaba a a punto de lanzarlos contra una pared, un morro le tocó el codo. 101 102 Poniendo el brazo alrededor de su golden retriever, apretó su mano sobre la suave piel que creció a lo largo de los flancos del perro. — Siempre sabes, ¿verdad? — George se enterraba su pecho en lo profundo, presionando contra la pierna de Wrath, que era la señal de que alguien quería entrar y otra vez. Wrath se agachó y recogió todas las noventa libras en sus brazos. Como se estableció nuevamente en las cuatro patas, se sacudió la melena de león, y la cola, así fluyendo para que todo encaje, puesto que era una cosa tan jodidamente buena el estar a la altura. Muslos grandes ofrecen una vuelta más grande. Y el acto de acariciar la piel lo tranquilizó, aunque no alivió su mente. Su padre había sido un gran rey, capaz de soportar muchas horas de ceremonia, sin fin noches llenas de la redacción de proclamas y citaciones, meses y años enteros de protocolo, la tradición, eso fue antes de las capas de cartas como en el arroyo perenne y quejarte que viene a ti desde todos los rincones: cartas, llamadas telefónicas, e—mails, aunque, por supuesto, de estos últimos no habían sido un problema para el, era su pop de la época. Wrath había sido un luchador una vez. Uno muy bueno. Poniendo su mano, sintió a lo largo de un lado de su cuello, el lugar donde la bala había entrado. El golpe en la puerta era fuerte y al punto, una demanda de una solicitud respetuosa más en la entrada. — Entra, V, — gritó. El olor del Ahstrux Nohteum que precedió al Hermano fue un chivatazo claro que alguien se estaba sintiendo cachondeo. Y, efectivamente, esa voz profunda tenía un borde desagradable. — Por fin terminó la prueba de balística. Los fragmentos siempre tardan una eternidad. — — ¿Y?— dijo Wrath. — Es el partido cien por ciento. — Cuando Vishous se sentó en la silla frente al escritorio, crujía bajo su peso. — Los tenemos. — 102 103 Wrath exhalaba, y algunos de los rumores que tenía se drenaban de su cerebro. — Bien. — Se pasó la palma por la parte superior de la cabeza cuadrada de George hasta sus costillas. — Esta es nuestra prueba, entonces. — — Así es. Lo que iba a suceder de todos modos ahora es bonito y legal. — La Hermandad había sabido todo el tiempo quien había estado en el gatillo disparando la bala que casi lo mata en el otoño y el deber de recoger a la banda de bastardos, uno por uno algo que estaban viendo como mucho más que un deber sagrado para sus carreras. — Escucha, tengo que ser honesto, ¿verdad?— — ¿Cuando no estás?— Arrastró las palabras Wrath. — ¿Por qué demonios me estás atando las manos?— — No sabía que era yo. — — Con Tohr. — Wrath reposicionado a George para que el suministro de sangre a la pierna izquierda no estuviera completamente cortado por el peso del perro. — Me preguntó por el anuncio. — — Todos tenemos derecho a llevar a cabo lo de Xcor. Ese cabrón es el premio que todos queremos. No debería ser limita sólo a él. — — Me lo pidió. — — Esto hace que sea más difícil de matar el hijo de puta. ¿Qué pasa si uno de nosotros lo encuentra por ahí y Tohr no está con nosotros? — — Entonces lo traes, listo— Hubo un silencio largo y tenso. — ¿Me oyes, V? Tú trae a ese pedazo de mierda, y que Tohr cumpla con su deber. — — El objetivo es eliminar la banda de hijos de puta. — 103 104 — ¿Y cómo es eso que les impide el trabajo?— Cuando no hubo respuesta, Wrath negó con la cabeza. — Tohr estaba en la camioneta conmigo, mi hermano. Me salvó la vida. Sin él... — A medida que la frase deriva, V maldijo en voz baja como si estuviera corriendo la matemáticas en la memoria, y llegando a la conclusión de que el hermano que había tenido que cortar un tubo de plástico y traqueostomizarlo a su rey en un vehículo en movimiento millas lejos de cualquier ayuda médica rápida por lo que podría tener más derecho a matar al asesino. Wrath sonrió un poco. — Te diré algo, sólo porque soy buena persona, te apuesto todo un crack en Tohr le mata antes al hijo de puta con sus propias manos. Trato? — V se rió. — Eso hace tomar que la molestia quede fuera. — El golpe que los interrumpió era tranquilo y respetuoso, un par de toques suaves que parecían sugerir quien quiera que fuese estaría feliz de ser arrancado, contento de esperar, y con la esperanza de una inmediata audiencia todo al mismo tiempo. — Sí, — El llamado furioso de colonia cara anunció la llegada de su abogado: Saxton siempre olía bien, y en las formas de su persona. Por lo que recordaba Wrath, además de gran educación del tipo y la calidad de su pensamiento, se vestía a la manera de un hijo bien educado de la glymera. Es decir, perfectamente. No es que Wrath lo había visto recientemente. Se puso sus protectores en un movimiento rápido. Una cosa era estar expuestos delante de V; no iba a pasar por delante del macho joven, eficiente que entraba por la puerta sin importar cómo Sax se confió mucho y entró . — ¿Qué tienes para mí?, — Dijo Wrath peinando la cola de George hacia atrás y hacia adelante en señal de saludo. Hubo una larga pausa. — ¿Tal vez debería volver?— — Se puede decir delante de mi hermano. — Otra larga pausa, durante la cual V fue probablemente el abogado mirando como si quisiera tomar una pedazo de su fantasía, de niño bonito culero por sugerir que había una brecha de información que se necesita para ser respetado. — ¿Incluso si se trata de la Hermandad?, — Dijo Saxton desapasionadamente. 104 105 Wrath casi podía sentir los ojos helados de V pivotar alrededor. Y, por supuesto, a la salida el hermano diciendo: — ¿Qué pasa con nosotros? — Cuando Saxton permaneció en silencio, Wrath lo pondría al tanto de lo qué se trataba. — ¿Puedes darnos un minuto, V? — — ¿Me estás jodiendo?— Wrath tomo a George y lo puso en el suelo. — Sólo necesito cinco minutos. — — Está bien. Que se divierta con ella, mi lord, — escupió V mientras se ponía de pie. — jodido. — Un momento después, la puerta se cerró de golpe. Saxton se aclaró la garganta. — Yo podría haber regresado. — — Si hubiera querido eso, yo os lo hubiera dicho. Cuentame. — Una respiración profunda se tomó y dejó escapar, como si el civil estuviera mirando a la salida y se preguntaba si V cabreado al salir podría causar que se despierte muerto más tarde. —Ah... la auditoría de la Viejas leyes se ha completado, y puedo ofrecerle una lista completa de todos los sectores que requieren enmienda, junto con la nueva redacción propuesta, y una línea de tiempo en el que los cambios podrían hacerse. — — Sí o no. Eso es todo lo que me importa. — A juzgar por el sonido de susurro suave de mocasines pisando, Wrath extrapola que su abogado iba a dar un batazo. Se imaginó el estudio, con sus paredes de color azul pálido y sus molduras con floritura y todos los muebles frágiles, franceses antiguos: "Saxton tenía más sentido en esta sala que Wrath con sus pieles y su camisa. ...Pero la ley prescribe si lo quiere el rey. 105 106 — Hay que empezar a batir las encías, Saxton. Yo te garantizo que no serás despedido así que dime cómo es esto de intentar editar la verdad o bateas o estás en el culo, a mi no me importa con quién te acuestas. — Hubo otro carraspeo. Y luego esa voz culta llegó a él desde la cabeza a través del escritorio. — Sí, usted puede hacer lo que quiera. Me preocupa el tiempo, sin embargo. — — ¿Por qué? La cruzada va a tomar dos años para hacer las modificaciones? — — Estás haciendo un cambio fundamental en un sector de la sociedad que protege a la especie y podría desestabilizar aún más las reglas. Yo no estoy al tanto de las presiones que están por debajo, y sería negligente de mi parte no señalar lo obvio. Si se altera la prescripción de quien pueda entrar en la Hermandad de la Daga Negra, bien podría dar apertura aún más a la disidencia, esto es diferente a todo lo que usted ha intentado durante su reinado, y viene en una época de malestar social extremo. — Wrath inhala largo y lento por la nariz y cogió un montón de aire, malo: hubo... hay evidencia que sugiera que el tipo estaba siendo hipócrita o no quería hacer el trabajo. Y él tenía razón. — Aprecio la idea, — dijo Wrath. — Pero yo no voy a ceder ante el pasado. Me niego. Y si yo tuviera dudas sobre el hombre en cuestión, yo no estaría haciendo esto. — — ¿Cómo se sienten los demás hermanos?— — Eso no es de tu incumbencia. — De hecho, no se había abordado esta idea con ellos todavía. Después de todo, ¿por qué de molestaría si no existía la posibilidad de avanzar. Tohr y Beth eran los únicos que sabían exactamente hasta dónde estaba dispuesto a aceptarlo. — ¿Cuánto tiempo toma para que sea legal?— — Puedo tener todo preparado para el amanecer de mañana a la noche a más tardar. — — Hazlo. — Wrath cerró el puño y golpeó en el brazo del trono. — Hazlo ahora. — — Como desees, mi señor. — Hubo un susurro de ropa fina, como si el hombre se inclinarse, a continuación, donaron más pies antes de la mitad de la puerta doble mientras era abierta y 106 107 cerrada. Wrath con la mirada perdida en la nada, proporcionado por sus ojos ciegos. Era peligroso tenía razón. Y, francamente, lo más inteligente que hacer es agregar más Hermanos, no pensaba en razones para no hacer que aumente en contra de lo que fue, si esos tres muchachos estaban dispuestos a luchar junto a ellos sin ser admitidos, ¿por qué molestarse? Pero qué carajo. Era una ley de la vieja escuela al querer honrar a alguien que había puesto su vida en la línea de fuego para que la propia pudiera continuar. El verdadero problema, incluso al margen de las leyes, sin embargo... era, ¿Qué piensan los demás? Esos eran más probables que se negaran a hacer esto que cualquier bodrio legal. **** Al caer la noche horas después, Qhuinn estaba desnudo con las sábanas revueltas, ni su cuerpo ni su mente en reposo, incluso mientras dormía. En su sueño, él estaba de vuelta en la orilla de la carretera, alejándose de la casa de su familia. Él tenía una bolsa de lona sobre un hombro, una proclamación de desheredación metida en la cintura, una cartera y tenía once dólares de distancia para estar vacía. Todo estaba claro, nada desnaturalizado debido a una reproducción defectuosa, la memoria desde la noche del verano húmedo con el sonido de sus cosas como piedras en el hombro... el hecho de que él era consciente de que no tenía nada en su futuro. No tenía a dónde ir. Ningún hogar al que volver. No había perspectivas. Ni siquiera un pasado ya. 107 108 Cuando el coche se detuvo detrás de él, sabía que eran John y Blay Excepto, no. No fueron sus amigos. Era la muerte en la forma de cuatro hombres con túnicas negras que salieron de cuatro puertas y se arremolinaron a su alrededor. Una guardia de honor. Enviado por su padre a golpearlo por deshonrar el nombre de la familia. Qué irónico. Se podría suponer que apuñalar a un sociópata que había estado tratando a la violar a su amigo sería considerado una buena cosa. Pero no cuando el agresor era su primo hermano perfecto. En cámara lenta, Qhuinn se dejó caer en su posición de combate, dispuesto a enfrentar el ataque. Allí no había ojos para mirar directamente, ni rostro a tener en cuenta y no había una razón para ello el hecho de que las túnicas ocultaban sus identidades se supone que la persona que había transgredido sentir como si toda la sociedad le desaprueba las acciones que había tomado. Dando vueltas, y vueltas, acercándose... con el tiempo iban a derribarlo, pero el iba a hacer daño en el proceso. Y así fue. Pero él también tenía razón. Después de lo que parecieron horas de la defensa, terminó en la espalda, y que fue entonces cuando la paliza realmente sucedió. Tirado en el asfalto, se cubrió su saco lo mejor que pudo, los golpes llovían sobre él, las túnicas negras volando como las alas de los cuervos como estaba siendo golpeado una y otra vez. Después de un rato, él no sentía dolor. Él iba a morir aquí en un lado de la carretera— — ¡Alto! No se supone que tengan que ¡matarlo! — La voz de su hermano cortó en medio de todo, al reconocer el hundimiento de esa manera produjo lo que la paliza no le hizo. Qhuinn se despertó con un grito, lanzando sus brazos sobre su rostro, sus muslos empujando hacia arriba para proteger la ingle de sus puños o patadas que venían hacia él. Y él no estaba en un lado de la carretera. 108 109 Dispuesto por algunas algunas luces, miró alrededor de la habitación que había estado viviendo desde que había sido expulsado de la casa de su familia. No le convenía en absoluto, el papel pintado de seda y antigüedades que su madre hubiera elegido y sin embargo, por el momento, a la vista de toda esa basura vieja alguien más lo había elegido, comprado, colgado, y se mantuvo después consiguió tranquilizarse. A pesar de que en la memoria se quedó. Dios, el sonido de la voz de su hermano. Su propio hermano había sido parte de la Guardia de Honor que había sido enviada por él padre. Entonces de nuevo, envió un mensaje más que poderoso a la glymera acerca de la seriedad con que la familia estaba tomando las cosas y no era como si el tipo no hubiera sido entrenado. Le habían enseñado artes marciales, aunque, naturalmente, nunca se les ha permitido luchar. Diablos, apenas había sido permitido simulacros. Demasiado valioso para la línea de sangre. Si se lesionó El que iba a caminar en sus pasos bla bla y eventualmente su ascenso y convertirse en un leahdyre del Consejo podría verse comprometido. Pequeño riesgo para una lesión catastrófica para la familia. Qhuinn, por otro lado. Antes de que él fuese repudiado, que había sido puesto en el programa de formación, tal vez con la esperanza de que sufriera una lesión mortal en el campo y tener la gracia de morir con honor para cada uno. "¡Alto! No se supone que ¡matarlo!" Esa había sido la última vez que había oído la voz de su hermano. Poco después de que Qhuinn había sido arrojado fuera de la casa, la Sociedad Lessening había ido en un ataque y mataron a todos, Padre, Madre, hermanos. Todos se habían ido. Y aunque una parte de él los había odiado por todo lo que le habían hecho, él no lo hubiera deseado esa clase de muerte a nadie. Qhuinn se frotó la cara. Duro el momento. Eso era todo lo que sabía. 109 110 Se levantó, se extendía hasta la espalda rota, y miró el teléfono. Un menaje al grupo... a todo el mundo, se anuncia que se realiza una reunión en el estudio de Wrat; y un rápido vistazo al reloj le dijo él estaba fuera de tiempo. Lo cual no era una mala cosa. Cuando se volcó a toda marcha y a empujones dejo todo en el baño, que era un alivio, para centrarse en cosas reales en lugar de la mierdas del pasado. Nada de lo que pudiera hacer al respecto, salvaría de la último maldito suceso. Y mierda sabía que le habían hecho lo suficiente para que doce vidas. ¡Hey atiende! piensa—. Es hora de ir a trabajar. TRECE Por el mismo momento en que Qhuinn se estaba aseando en la casa principal, Blay se despertaba en la silla en esa oficina subterránea. El dolor de cabeza que le servía de alarma de reloj fue por el hecho de que había saltado la última comida. Pero el hombre, deseaba alcohol había estado detrás de los golpes en el cráneo. Podría haber usado el hecho que había sido un total, descuidado, con la pérdida de su mente hecha un lio que le había llevado hasta aquí. Maldiciendo, retiró sus piernas desde debajo del sentó. escritorio y se Su cuerpo estaba rígido como una tabla, dolores floreciendo en todo tipo de lugares. Todavía estaba desnudo. Pero vamos, como los elfos la modestia se habría colado, que le desvistieran en su sueño, sólo para él no recordaba que lo hubiera hecho. Se puso sus pantalones cortos, empujó sus pies en las zapatillas y luego cogió su camisa antes que recordar para lo que la había usado. 110 111 Mientras miraba a los pliegues arrugados de algodón y sintió los lugares duros en el paño, se dio cuenta que ninguna racionalización iba a cambiar el hecho de que él había engañado a Saxton. Sólo había una manera de medir la infidelidad y era si había contacto físico, que era el más fuerte. Pero lo que había hecho la noche anterior había habido una violación de la relación, a pesar de que el orgasmo había sido causado por su cerebro, no la mano. Poniéndose de pie, estaba medio muerto mientras se dirigía a la puerta y la entreabrió. Si, no había nadie más, que iba a agachar y esperar una oportunidad clara en el pasillo. Él no quería quedar atrapado saliendo de esta oficina vacía, a medio vestir y con un aspecto el infierno. La ventaja de vivir en el complejo era que estábamos rodeados de gente que se preocupaba pero, la desventaja era que todo el mundo tenía los ojos y oídos, y no era negocio de nadie iba sólo por su cuenta. Al no oír voces o pasos, salió al pasillo y comenzó a caminar rápidamente, como si hubiera estado en algún lugar por una buena razón y se dirigía a su habitación por un igualmente importante propósito. Tenía la sensación de que se había salido con la suya cuando entró en el túnel. Claro, él no solía ir sin camisa, pero muchos se sorprendieron, siendo que cuando salían del gimnasio, no era nada inusual. Y realmente se sentía como si hubiera ganado la lotería cuando salió de debajo de la gran mansión a la escalera y le dieron otra buena dosis. El único problema fue que, a juzgar por los sonidos están limpiando en el comedor, tenía que ser más tarde de lo que había pensado. Obviamente primero perdióa cena, mala noticia para la cabeza, pero al menos tenía algunas barras de proteínas en su habitación. Su suerte se acabó cuando tomó las escaleras hasta el segundo piso. De pie frente a las puertas cerradas al estudio de Wrath, Qhuinn y John estaban vestidos para la lucha, las armas atadas, sus cuerpos cubiertos en cuero negro. No hay manera más que en el infierno que estaba mirando a Qhuinn. El solo hecho de que el tipo en su visión periférica era suficientemente malo. — ¿Qué está pasando?, — Se preguntó Blay. 111 112 Tenemos una reunión ahora, John firmaba. O al menos, se supone que debemos. ¿No has recibido el mensaje? Mierda, no tenía ni idea de dónde estaba, el teléfono. ¿Su habitación? Espere. — Voy a darme una ducha y vuelvo. — Es posible que no tengas que correr. Los hermanos han sido secuestrados la última media hora. Yo no tengo idea de lo que está pasando. Al lado del chico, Qhuinn estaba meciéndose hacia adelante y hacia atrás en sus shitkickers, su cambio de peso era como si él estaba en un paseo donde él no llega a ninguna parte. — Cinco necesito. Esperaba lo último cualquier minutos, — murmuró Blay. — Eso es todo lo que — que la Hermandad le abriría las puertas, para entonces que quería era estar pegado con el paso del tiempo en lugar cerca de Qhuinn. Maldiciendo a su paso, Blay corrió a su habitación. Por lo general, se tomaba su tiempo preparándose, especialmente, si Sax estaba de humor, pero esto iba a ser un dale que te pego algo así no mas y gracias Cuando abrió la puerta, se congeló. ¿Qué... demonios? Petates. En la cama. Muchos de ellos no podía ver más que una pulg (empuje tapon clavija)—ada y media del extra grande edredón, y él sabía de quién eran. Coincidencia de Gucci, en color blanco con el logotipo de color azul marino y rojo los flejes, porque de acuerdo a Saxton, el tradicional café marrón con el rojo y el verde era — demasiado obvio. — Blay cerró la puerta sin hacer ruido. Su primer pensamiento fue: ¡Mierda, Saxton lo sabía. De alguna manera, el tipo sabía lo que había pasado en el centro de formación. El hombre en cuestión salió del baño con un montón de champú, acondicionador, y producto. Se paró en seco. — Hola, — dijo Blay. — ¿Tomas unas vacaciones?— Después de un momento de tensión, Saxton tranquilamente se acercó, puso su carga en una bolsa de viaje, y se dio la vuelta. 112 113 Como siempre, su hermoso cabello rubio fue barrido de la frente en ondas gruesas. Y estaba vestido perfectamente, en otro traje de tweed con chaleco a juego, una corbata roja y un bolsillo rojo cuadrar la adición de sólo el color correcto. — Creo que sé lo que vas a decir. — Saxton sonrió con tristeza. — Debido a que estamos lejos de ser estúpidos. — Blay fue a sentarse en la cama, pero tuvo que volver a mirar porque no había ningún sitio donde ponerse. Terminó en el diván, con un magro discreto hacia un lado, él metió la arrugada camisa bajo el rodapié. Fuera de la vista. Era lo menos que podía hacer. ¿Dios, estaba esto realmente sucediendo? — Yo no quiero que te vayas, — Se escuchó a sí mismo decir Blay. — Eso crees. — Blay miró a través de todos esos petates. — ¿Por qué ahora?— Pensó en el par de cosas sólo del día anterior, bajo las sábanas, teniendo sexo duro. Habían estado tan cerca, aunque si fuera brutalmente honesto, tal vez eso había sido sólo físico. Que saque el mejor. — Me he estado engañando a mí mismo. — Saxton negó con la cabeza. — Pensé que podía seguir adelante con esto, Pero no puedo. Me está matando. — Blay cerró los ojos. — Sé que he estado fuera mucho en el campo— — Eso no es de lo que estoy hablando. — Qhuinn ocupaba todo el espacio entre ellos, Blay quería gritar. Pero, ¿qué serviría hacer? parecía que él y Saxton habían llegado a la misma esquina difícil al mismo tiempo, triste momento. Su amante lo miró por encima del equipaje. — Acabo de terminar la tarea para Wrath. Es un buen momento para tomar un descanso, salir y buscar otro trabajo — — Un momento, porque estás dejando al rey también?— 113 114 Frunció el ceño Blay. — Sin importar las cosas entre nosotros, es necesario que sigas trabajando para él. Esto es más grande que nuestra relación. — Los ojos de Saxton se hundían. — Sospecho que es mucho más fácil para ti decirlo. — — No es cierto, — respondió sombríamente Blay. — Dios, estoy tan... lo siento. — — No has hecho nada malo lo que necesitas saber es que no estoy enojado contigo, o amargado. No. Siempre has sido honesto, y siempre he sabido que las cosas iban a terminar así. Yo no sabía cuanto tiempo, yo no sabía... hasta que llegó al final. Lo que es ahora. — Oh, a la mierda. Aunque sabía que Saxton tenía razón, Blay sintió una necesidad compulsiva de luchar por ellos. — Escucha, he estado muy distraído durante la semana pasada, y lo siento. Pero las cosas tienen una forma de regulación, y voy a volver a la normalidad — — Estoy enamorado de ti. — Blay cerró la boca con un aplauso. — Así que ya ves, — Saxton continuó con voz ronca: — No es que haya cambiado. Es que tengo miedo de que mis emociones tontas nos han puesto a bastante distancia unos de otros. — Blay se puso de pie y se dirigió a través de la fina alfombra hasta el otro macho. Cuando llegó a su destino, se sintió aliviado y a punto de romperse, Saxton aceptó su abrazó. Y mientras sostenía a su verdadero amante primero contra él, luego sintiendo que la diferencia familiar de su altura y con el olor de su maravilloso perfume, una parte de él quería debatir esta ruptura hasta que ambos se rindieran y siguió intentando. Pero eso no era justo. Al igual que Saxton, había tenido la vaga noción de que las cosas iban a terminar en algún momento. Y al igual que su amante, también fue sorprendido y era ahora. Esto no cambia el resultado, sin embargo. Saxton dio un paso atrás. — Nunca quise involucrarme emocionalmente. — — Lo siento mucho, yo... lo siento mucho.... — Mierda, eso era todo lo que salía de su boca. — 114 115 Lo hacía Daría cualquier cosa por ser diferente. palanca de cambios. — Ojalá pudiera ser diferente... — — Lo sé. — Alcanzó a decir eso y Saxton y le pasó una mano por el costado de la cara. — Yo te perdono y te necesitas perdonar a tí mismo. — Lo que sea, él no estaba seguro de poder hacer eso, sobre todo porque, en este momento, y como una costumbre de mierda, un apego emocional, que no quería mostrar y no podía cambiar, una vez más se le priva de algo que quería. Qhuinn era una maldición maldito sea, el hombre era una realidad. **** A unos quince kilómetros al sur de complejo, en la cima de la montaña de la Hermandad, hubo un asalto, despertó en su cama circular en la suite principal general de su mansión en el Hudson. Por encima de él, paneles de espejo montados en el techo, su cuerpo desnudo brillaba en el suave resplandor de las luces instaladas alrededor de la base del colchón. La sala octogonal más allá estaba oscura, las contraventanas interiores todavía estaban abajo, la noche caída oculta. Al considerar todas las ventanas de la casa, sabía que los vampiros encontraban estos alojamientos inaceptables. La mayoría habría evitado la mansión del todo. Por el exceso de riesgo durante las horas del día de asaltos, sin embargo, nunca había sido obligado por la convención, ni los peligros inherentes a vivir en un edificio con acceso a tanta luz, era algo a lo que logró no estar sujeto. Se levantó, se acercó a la mesa, tecleando en su ordenador, y así acceder al sistema de seguridad que controlaba sólo, la casa, pero no los jardines. Alertas habían sonado varias veces durante la anterior hora del día, eran las notificaciones de un ataque inminente, pero de algún 115 116 tipo de actividad que había sido marcado por el programa de filtro del sistema de seguridad. En verdad, no tenía la energía para preocuparse demasiado, un signo inoportuno de que se necesitaba alimentar— Assail frunció el ceño mientras revisaba el informe. Bueno, no era instructivo. Y de hecho, esta era la razón por lo que había instalado todos sus controles. En la recepción de las imágenes de las cámaras traseras, vio como una figura vestida de camuflaje de campo de nieve viajaba con esquís de fondo a través del bosque, acercándose a su casa desde el norte. Se quedó escondido entre los pinos en su mayor parte, e inspeccionando la propiedad desde varios puntos de vista durante aproximadamente diecinueve minutos... antes de regresar al oeste La frontera de los árboles, cruzaba a la propiedad del vecino, y descendía sobre el hielo. Doscientos metros más adelante, el hombre se detuvo, se bajó los prismáticos, rodeando la casa. Entonces fue por la península que se adentraba en el río y volvió a entrar en el bosque, y desapareció. Inclinándose más cerca de la pantalla, reprodujo el enfoque, del zoom para intentar identificar las características faciales, si le era posible, y no pudo. La cabeza estaba cubierta con una máscara de punto, con cortes sólo para los ojos, la nariz y la bocaestaban ocultos. Con los pantalones parka de esquí así, el hombre se cubría en su totalidad. Sentado, Assail sonrió para sí, sus colmillos hormiguearon en respuesta territorial. No había sino dos "partes" que podrían estar interesados en sus negocios, y estar a la luz del día, como había reinado durante esta reconstrucción, estaba claro que la curiosidad no había sido generada por la Hermandad: Wrath nunca usaría seres humanos como algo más que una fuente de alimento de último recurso, y no podían los vampiros soportar esa cantidad de luz del sol sin convertirse en una antorcha. Lo que dejaba ver a alguien en el mundo humano, y sólo había un hombre con el interés y los recursos para tratar de localizarlo en su paradero. — Entre, — dijo, justo antes de que alguien llamara a su puerta. 116 117 A medida que el par de hombres entró, él no se molestó en mirar hacia otro lado que a la pantalla del ordenador. — ¿Cómo a dormido? — Una voz familiar, en el fondo respondió: — Al igual que los muertos. — — Qué suerte para ti. El avión se retraso y eso puede ser un aburrimiento, o eso he oído. Hemos tenido una visita esta mañana, por el camino. — Assail se inclinó hacia un lado para que sus dos socios pudieran revisar las imágenes. Era extraño tener compañeros en la casa, pero iba a tener que acostumbrarse a su presencia. Cuando había llegado al Nuevo Mundo, había sido un viaje en solitario, y él tenía la intención de mantener las cosas de esa manera por numerosas razones. El éxito en campo que había elegido, sin embargo, había exijido que prepare algun tipo de seguridad y las únicas personas que incluso parcialmente tenían su confianza eran su familia. Y ello le ofrece una ventaja única. Sus dos primos eran una rareza en la especie de los vampiros, un par de gemelos idénticos. Cuando estaban completamente vestidos, la única manera de que nadie pudiera distinguirlos era solo una marca detrás de la oreja, aparte de eso, de sus voces y sus ojos oscuros y suspicaces sus cuerpos musculosos, eran un reflejo en el espejo del otro. — Yo voy a salir, — Assail les anunció. — Si nuestro visitante viene de nuevo, se hospitalario, ¿quieres?— Ehric, el mayor por una cuestión de minutos, miró, su rostro y destacaba por el brillo en torno a la base de la cama. Tal vez mal en esa combinación de guapo que lo caracterizaba, hasta el punto de que uno sentía lástima por el intruso. — Será un placer, te lo aseguro. — — Mantente con vida. — — Por supuesto. — — Esa es una línea más fina que ustedes dos tienen a veces que apreciar. — 117 118 — Confía en mí. — — No eres tú quien me preocupa. — El miró a el asaltante otra vez. — ¿Me entiendes?— El doble de Ehric se mantuvo en silencio, aunque el macho hizo un gesto a la vez. Esa reacción fue precisamente darle la razón a regañadientes que Assail hubiera preferido mantener su nueva vida simple. Pero era imposible estar en más de un lugar al mismo tiempo y que esta violación de la privacidad era la prueba de que no podía hacerlo todo por sí mismo. — Saben cómo localizarme, — dijo, antes de despedirlos de su habitación. Veinte minutos más tarde, salió de la ducha, se vistió y estaba al volante de su Range Rover blindado. Centro de la ciudad de Caldwell por la noche era hermosoo a distancia, especialmente cuando se acercaba a la entrada del puente. No fue hasta que penetró en el sistema de cuadrícula de las calles que el lodo de la ciudad se hizo evidente: los callejones con sus montones de nieve sucia y sus contenedores de basura superados, y desbordados, medio congeladas las personas sin hogar, cuentan la verdadera historia de las entrañas del municipio. Su lugar de trabajo, por así decirlo. Cuando llegó a la Galería de Arte Benloise, aparcó en la parte posterior, en uno de los dos espacios que iban paralelos al edificio detrás de la instalación. Cuando salió de la camioneta y libre, al viento frío se acomodó en su abrigo de pelo de camello, tenía que mantener las dos mitades juntas mientras cruzaba la acera y se acercaba a una puerta de tamaño industrial. Él no tenía que tocar. Ricardo Benloise tenía un montón de gente que trabaja para él, y no todos ellos eran del tipo de un distribuidor de arte, su socio: Un macho humano del tamaño de un parque de diversiones abrió el camino y se puso a un lado. — ¿Él está esperando?— — No, no está. — 118 119 Disneyland asintió. — ¿Quieres esperar en la galería?— — Eso estaría bien. — — ¿Necesita un trago?— — No, gracias. — Mientras caminaban por la zona de oficinas y en el espacio de exposiciones, Assail era ahora se concede algo nuevo, obtenido a través de los enormes pedidos de productos que había estado exponiendo así como de la sangre derramada de innumerables seres humanos. Gracias a él, los suicidios entre los hombres privados de sus derechos, de dieciocho hasta veintinueve años de edad con registros criminales o por droga, había golpeado a un máximo histórico en la ciudad, lo que incluso las noticias nacionales ignoraban eso. Cuando presentadores de noticias y reporteros trataron de dar sentido a la tragedia, se limitó a continuar creciendo en su negocio por cualquier medio necesario. Las mentes humanas son muy sugestionables, y no requiere de casi ningún esfuerzo, para conseguir a los distribuidores, e intermediarios de drogas y usar sus propias armas en sus cabezas y entrenarlos sin consecuencias y por su naturaleza aborrecía el vacío, lo mismo que sucedía con las exigencias de la suplementación química. Assail tenía los fármacos. Los adictos tenían el dinero en efectivo. Un sistema económico que sobrevivió a la reorganización forzada. — Voy a avisarlo, — dijo el hombre en una puerta oculta. — Y él sabrá que estamos aquí. — — Que se tome su tiempo. — En contra de sus propios dispositivos, Assail paseaba por el techo alto, en el espacio abierto, uniendo sus manos y poniéndolas en la parte baja de su espalda. De vez en cuando, se detuvo a mirar el "arte" que colgaba de las paredes y tabiques y recordó por qué los seres humanos deben ser erradicados, preferiblemente por medios lentos y dolorosos. 119 120 Usado platos de papel pegados en aglomerado barato y cubierto con citas manuscritas ¿de TV comerciales? Un autorretrato hecho en dentífrico. Y ofensivo igualmente fue el engrandecimiento de placas montadas al lado de los líos que declaran estas tonterías ser la nueva ola de América Expresionismo. Este era su comentario sobre la cultura en muchos aspectos. — Está listo ahora. — Assail sonrió para sus adentros y se volvió. — ¿Cuán complaciente? — Al entrar por esa puerta disimulando ascendió al tercer nivel, Assail no por su culpa, solo el proveedor tenía sospechas, tenía ganas de más información sobre su cliente más importante. Después de todo, en tan corto de tiempo, el tráfico de drogas en la ciudad había sido desviado, redefinido, y capturado por un completo desconocido. Se puede respetar la posición del hombre. Sin embargo, la investigación se iba a terminar aquí. En la parte superior del de la escalera industrial, con otros 8 hombres grandes se paró frente a otra puerta, seguro y sólido como muros de carga. Al igual que con la guardia en el primer piso, se abrieron rápido y asintió con la cabeza con respeto. Benloise estaba sentado en el otro extremo de una habitación larga y estrecha que se tenía ventanas hasta abajo a un lado, y sólo tres piezas de mobiliario: la mesa elevada, que no era más que una gruesa capa de teca con una lámpara modernista y un cenicero en él, la silla, de alguna derivación moderna, y una segunda asiento frente a él para un solo usuario. El hombre mismo era como su entorno de oficioso limpio, y ordenado en su pensamiento. De hecho, sin embargo, demostró que el comercio de drogas ilícitas eran sus principios de gestión y habilidades interpersonales juegos con un largo camino, si quería hacer millones en el y guardar su dinero. — Assail. ¿Cómo estás? — El caballero diminuto se levantó y le tendió la mano. — Es un placer inesperado. — 120 121 Assail fue al otro lado, y esperaba una invitación a sentarse. — ¿Qué puedo hacer por usted?, — Dijo Benloise con él culo asentado en su silla. Assail sacó un cigarro cubano fuera de su bolsillo interior. Tomo su cara cigarrera, tomo un cigarro y al final, se inclinó hacia adelante y colocó la pieza desairado sobre el escritorio. Benloise frunció el ceño como si alguien hubiera defecado en su cama, Assail sonrió justo antes de que parpadearan sus colmillos. — Que es lo que yo puedo hacer por ti. — — Oh. — — Siempre he sido un hombre privado, viviendo una vida privada por elección. — Se puso lejos y sacó su encendedor Clipper de oro. Haciendo estallar una llama, él se inclinó dando una calada para conseguir prender el cigarro en forma sostenible. — Pero más allá de eso, yo soy un hombre de negocios atraído por una forma peligrosa de comercio. En consecuencia, me tomo como una falta a mi propiedad... una intrusión, con anonimato, como un acto directo de agresión. — Benloise sonrió suavemente y se echó hacia atrás en su silla que parecía un trono. — Yo puedo respetar eso, por supuesto, y todavía estoy confundido en cuanto a por qué siente la necesidad de señalarme esto a mí. — — Tú y yo hemos entrado en una relación de beneficio mutuo, y es mucho mi deseo de continuar con estanos... asociados. — Assail dio una calada al cigarro, liberando una nube de humo azul. — Por lo tanto, quiero que se pague el respeto que se le debe, y dejar todo en claro antes de tomar medidas que, si descubriera a cualquier persona en mi local a la que no han invitado acto seguido, no sólo se va a erradicar a el o ellos, sino a quien se encuentra en el origen de la misma, — él resopló de nuevo, — y hacer lo que debo para defender mi privacidad. ¿Estoy siendo lo suficientemente claro? — Cejas Benloise se quedó muy abajo, sus ojos oscuros crecientes astutos. — ¿Lo Soy ?— Assail murmuró. 121 122 Hubo, por supuesto, sólo una respuesta. Suponiendo que el humano quería vivir mucho más allá del siguiente fin de semana. — Sabes, me recuerdas a tu predecesor, — dijo Benloise en su acento Inglés. — ¿Tu has de cumplir con el Reverendo? — — Nos encontramos en algunos de los mismos círculos, sí. — — Lo mataron y violentamente. Hace aproximadamente un año ahora? Su club fue volado. — — Los accidentes ocurren. — — Por lo general en la casa, por lo que he oído. — — Algo que podría tener en cuenta. — Assail le clavó esos ojos de frente, Benloise bajó su mirada primero. Se aclaró la garganta, él el mayor importador del litoral oriental de drogas y mayorista del barrió la palma sobre su escritorio brillante, como si estuviera sintiendo los granos que corrían a través de la teca. — Nuestro negocio, — Benloise dijo, — tiene un delicado ecosistema que, pese a su solidez financiera, debe mantenerse cuidadosamente. La estabilidad es rara y altamente deseable para los hombres como tú y yo. — — De acuerdo. Y, para ello, tengo la intención de volver al final de la tarde con mi interino pago, según lo programado. Como siempre, vengo a usted de buena fe, y no le doy ninguna razón para dudar de mi o mis intenciones. — Benloise ofreció otra sonrisa suave. — Lo haces sonar como si yo estuviera detrás, — él movió su mano alrededor, agitando con desdén por el aire, — de lo que te ha molestado. — Inclinándose, Assail bajó la barbilla y lo miró. — No estoy molesto. Sin embargo,. — Una de las manos de Benloise subrepticiamente cayó fuera de la vista. Una fracción de segundo después, oyó que asaltaban la puerta en el otro extremo de la habitación ahora abierta. Manteniendo su voz baja, Assail dijo: — Esta fue una cortesía a usted. La próxima vez que me encuentre a nadie en mi propiedad, ya sea si los envió o no, no voy a ser ni la mitad de amable. — 122 123 Con eso, se puso de pie y se sacó el cigarro encendido hacia apagandolo sobre la mesa. — Le deseo una buena noche aficionado, — dijo, antes de marcharse. CATORCE Para comenzar a hablar era tarde. Qhuinn quería desmaterializarse lejos de la mansión, no lo podía creer, tenía diez años en la noche que todo dio comienzo. Por otra parte, la Hermandad se había quedado encerrado en el estudio de Wrath para siempre, y cuando él y John habían sido llamados finalmente y los dejaron entrar, V les anuncio de que la prueba en contra de la banda de bastardos era de hierro, había dado lugar a una buena media. Ahora hablaban de la basura. de Xcor y sus amigos. Gran cantidad de usos creativos daria a la palabra joder, así como algunas sugerencias para Crackerjack (campeón, magnifico) como lugare para poner los objetos inanimados. Nunca había pensado en hacer... eso con un rastrillo de jardín, por ejemplo. Diversión. Diversión. Y Blay había perdido todo. Reasumir su forma en una zona boscosa al sur y al oeste del recinto, Qhuinn se armó de valor en contra de hacer cualquier inferencia sobre lo que había detenido al hombre. Aunque el hecho de la cuestión es que Blay había ido a su habitación y no había vuelto. Y mientras que la mayoría de los accidentes que ocurrieron en la casa, no era una buena suposición, de los que lo habían tenido, fue solo un resbalón y caída. A menos que Saxton hubiera estado jugando sin alfombra sobre el mármol en el baño. 123 124 Sentía que él quería abofetearlo, contempló el paisaje cubierto de nieve, mientras que John, Rhage y Z aparecían a su lado. Las coordenadas de la ubicación se había encontrado en los teléfonos de los ladrones del coches de la noche anterior, la propiedad aparentemente abandonada cerca de diez o quince millas pasando el lugar en que había alcanzado a su Hummer. — ¿Qué demonios es eso?— Como alguien habló, él miró por encima del hombro. Lo que el infierno estaba en lo cierto, que asoma detrás de ellos era un edificio cuadrado alto como un campanario de la iglesia y con adornos como un contenedor de reciclaje. — Un Hangar, — anunció Zsadist mientras comenzaba a caminar en esa dirección. — Tiene que ser. — Qhuinn lo siguió, cerrando la marcha en caso de que alguien se decidiera a tirar de él ¿Cómo sería? A partir de la nada, Blay hizo su aparición, el hombre se vistió en piel, y como mucho iba armado como el resto de ellos. En respuesta, Qhuinn se desaceleró sus pies y se detuvo en la nieve, en su mayoría porque no quería perder el equilibrio y se ven como un imbécil. Dios, eso era un hijo de puta triste, pensó mientras Blay empezó a caminar hacia adelante. ¿Hubo algunos problemas en el paraíso? A pesar de que no había contacto visual entre ellos, Qhuinn se sintió obligado a decir algo. — ¿Qué pa... — No terminó el de hacer parte de la pregunta. ¿Por qué podría molestarse? El era un hombre acechado pero lo que a él le gustaba de Blay no estaba allí. — Estoy muy bien, — murmuró a Qhuinn mientras volvía caminando a través del hielo. — Puedes preguntar, y gracias por hacerlo, oh, teniendo... tuvimos un problema con Saxton... ¿En serio? ¿ Te gustaría salir a beber y hablar de ello... Sí. Perfecto... 124 125 Yo daré contigo después de la cena. — Le cortó el monólogo de fantasía cuando la brisa cambió y a su nariz llego un aroma dulce y desagradable. Todo el mundo sus armas fuera y se centró en el hangar. — Estamos contra el viento, — dijo Rhage en voz baja. — Así que no tiene que ser un gran problema en mi pais. — Ellos cinco se acercarom a la instalación con cautela en abanico, buscando la luz ambiental azul de luz de la luna se refleja, por lo que se moviera. El hangar tiene dos entradas, una que era bifurcada y lo suficientemente grande para caber a través de una envergadura, y el otro que se supone que es para la gente, y se veía tamaño Barbie en comparación. Y Rhage tenía razón: a pesar del hecho de que las ráfagas heladas de invierno se les golpea en la espalda, el olor era suficiente como para sentir un hormigueo por dentro de la nariz, y no en el buen sentido. El hombre, por lo general frío atenúa el mal olor, también. La comunicación era a través de señales con la mano, se dividieron en dos grupos, con él y John toma una parte de las puertas dobles, y Rhage, Blay y Z reducirían a cero la entrada más pequeña. Rhage fue por un mango requisito mientras todos se preparaban para el compromiso. Si había una pelota de fútbol vale equipo de lessers de allí, tenía sentido enviar el Hermano en primer lugar, porque él tenía el tipo que nadie más lo tenía de seguridad, su amada bestia asesina, y no en un sentido relativo. Y hablando acerca de sus mentas finas. Hollywood puso su mano sobre la cabeza. Tres... dos... uno... El hermano penetró en silencio total, empujando la puerta abierta y se desliza dentro. Z estaba al lado— Blay y entró con ellos. Qhuinn sintió el latido del corazón con puro terror como el hombre saltó hacia lo desconocido con nada más que un par de dagas de cuarenta años para protegerlo. Dios, la idea de que Blay pudiera morir esta noche, justo en frente de él, en esta asignación, le dio 125 126 ganas de dejar todo esto de la mierdas de defensa de la raza y convertirse en un bibliotecario. Un modelo de la mano. Peluquero. El agudo silbido que venía no mayor de sesenta segundos más tarde fue un regalo del cielo. Y Z tenía todo claro Era la señal para que él y John cambiaran de posición, arrastrando los pies lateralmente a la puerta ahora abierta, y pasando a través de ella. Bien. Wow. Hablando acerca de una mancha de aceite. Y el santo hedor. y puto Los tres que había pasado en la primera tanda habían roto sus linternas, y los haces de luz en torno a su daga, el espacio cavernoso, cortando en la oscuridad, iba iluminando lo que al principio parecía nada más que un capa de hielo negro. Excepto que no era negro y la mierda no se congela. Se congeló era sangre humana sobre los 300 galones mezclado con una gran cantidad de Omega. El hangar fue el sitio de una inducción masiva, la magnitud de lo que hizo esa cosa en ese campo a sus espaldas mientras miraban como nada más que una cita para jugar. — Supongo que los chicos que le tomaron la camioneta se dirigían a un infierno de partido, — dijo Rhage. — Palabra, — murmuró Z. A medida que los rayos de las linternas iluminaron un viejo avión, decrépito a su espalda y absolutamente nada más Z negó con la cabeza. — Vamos a buscar en el área exterior. No hay nada aquí. — **** Teniendo en cuenta que la cabaña no era gran cosa desde el exterior, sólo la típica caza de pesca, una choza en el bosque, el Sr. C tuvo la tentación de pasar por alto la maldita cosa. 126 127 Rigurosamente tenía sus virtudes, sin embargo, la ubicación de la cabaña, a una milla o dos en la zona de un camino, que había sido utilizado como una sede en momento. A fin de cuentas, hubiera sido más inteligente revisar la propiedad antes de que él la hubiera utilizado, ese avión del hangar y hacer la mayor inducción en la historia de la Sociedad de Lessening. Pero la prioridad era en primer lugar, que tenía que haber controlado, en segundo lugar, tenían que justificar la promoción, y tercero, que tenía que lidiar con todos esos lessers nuevos. Y eso significaba que necesitaban recursos. Y ya. A raíz de lo desordenado del Omega, para la gran ceremonia, y el período nauseabundo que había durado varias horas a partir de entonces, el Sr. C había ordenado a los nuevos reclutas en un autobús escolar usado que había robado de un concesionario hacía una semana. Entre el cansancio y las molestias físicas en que se encontraban, habían sido buenos chicos, jóvenes, en la presentación y sentados de a dos en dos como si estuvieran en una especie de jodida Arca de Noé. A partir de ahí, se habían echado a sí mismos, porque no se fiaba de los activos como de nadie más. La Escuela para Niñas Brownswick. Era una escuela preparatoria muerta, estaba en las afueras, tenía treinta y cinco hectáreas de ignorados jardines crecidos y ruinosos, los rumores de su ser perseguidor mantenía a la gente normal fuera. Por el momento, la Sociedad Lessening eran sus ocupantes ilegales, pero el cartel de venta en la esquina cerca de la carretera significaba que podía arreglar eso. Tan pronto como él sacara algo de dinero junto con sus muchachos terminando su recuperación y de vuelta en la escuela, y el centro de la ciudad actual asesinos, troles para la Hermandad, fue por su cuenta, la catalogación de los pocos activos que quedan en la sociedad incluyendo este tramo de bosque al norte casi vacío de la ciudad. A pesar de que estaba empezando a creer que estaba perdiendo el tiempo. intensificando la seguridad del pórtico cuando una luz en la cabaña, que brillaba, una linterna a través de la ventana más cercana. Una estufa panzuda. Una mesa de madera áspera con dos sillas. Tres literas que no tenían colchones o sábanas sobre ellos en la cocina. 127 128 Revisando por atrás, se encontró con un generador eléctrico que estaba fuera de uso, con un tanque gasolina y de aceite oxidados, lo que sugiere que el lugar había tenido algún tipo de calefacción en él en algún momento. Volviendo a la parte delantera, moviendo el pestillo de una puerta la encontró cerrada. ¿Qué habra? No habrá mucho allí. Tomando el mapa de la parte interior de su chaqueta de bombardero, lo desdobló y ubicó donde se encontraba. Controló la casa, sacó su brújula, se ajustó la parca, y comenzó a caminar en dirección noroeste. De acuerdo con este mapa, que él había encontrado en la antigua casa de la sociedad, este tramo del bienes totalizaron unos 500 acres y había estas cabañas esparcidas alrededor a intervalos aleatorios. El lugar había sido en otro tiempo una zona de acampada propiedad de varias personas, una especie de hoy en día de coto de caza que se había perdido en la carga fiscal de Nueva York, y adquirido por la Sociedad en los años ochenta. Al menos, eso era lo que las anotaciones manuscritas en la esquina, decían, aunque sólo Dios lo sabía La Sociedad era todavía el titular del registro. Teniendo en cuenta la situación financiera de la organización, en el buen Estado de Nueva York podría tener un gravamen por impuesto de tamaño de un gorila, en la superficie ahora, lo han revalorizado y a la mierda. Hizo una pausa y miró la brújula. El hombre, al ser un chico de ciudad, que odiaba a hurgar en el bosque de noche, dificultando el caminar a través de la nieve, teniendo un control de mierda como una especie de guarda parque. Sino que tenía que ver con sus propios ojos lo que tenía que trabajar, y lo que estaba ocurriendo sólo en un sentido. Al menos tenía un flujo de ingresados en fila. En otras veinticuatro horas, cuando los chicos finalmente estén´en sus pies otra vez, iba sa empezar a rellenar las arcas. Ese era el primer paso hacia la recuperación. ¿Paso dos? Dominación Mundial. 128 129 QUINCE Ella estaba sangrando. Como Layla miró el papel higiénico en la mano, la mancha roja en todo lo que fuel blanco y era el equivalente visual de un grito. Alcanzando detrás de ella, se sonrojó, y tuvo que usar la pared para mantener el equilibrio el equilibrio mientras se puso de pie. Con una mano en la parte baja del abdomen y el otro en el lavado y luego tropezó en el marco de la puerta, del dormitorio y se fue derecho al teléfono. Su primer impulso fue llamar a la Doc Jane, pero decidió en contra de eso. Asumiendo que ella estaba en el posibilidad de que el Primale le guardando esto en secreto. Y el Hermandad probablemente no garantizar la privacidad. proceso de abortar, existía la perdonara a Qhuinn su ira o uso de personal médico de la fuera la mejor manera de Después de todo, sólo había una razón para que una mujer sangrara y las preguntas acerca de su necesidad y cómo ella se había manejado inevitablemente seguiría. En la mesa junto a la cama, abrió el cajón y sacó un pequeño libro negro. Localizando el número de la clínica, marcó con la mano temblorosa. Cuando colgó un poco más tarde, tenía una cita en treinta minutos. Excepto ¿cómo iba a salir de allí? No podía desmaterializarse, demasiado ansiosa, y de todos modos, mujeres embarazadas fueron disuadidas de ello. Y ella no se sentía como si ella pudiera manejarlo. Las lecciones que Qhuinn había dado fueron amplias, pero no podía imaginar, en su estado, subir a un carretera y tratando de mantenerse al día con el flujo del tráfico humano. Fritz fue la única respuesta. 129 130 Fué al armario, sacó una camisa suave, lo retorció en una cuerda gruesa, y la aseguró entre las piernas con la ayuda de varios pares de ropa interior. La solución a su problema de sangrado fue increíblemente voluminosa y hacía difícil caminar, pero eso era el menor de sus problemas. Una llamada telefónica a la cocina, aseguró que el mayordomo la llevara. Ahora sólo tenía que bajar por la escalera, el vestíbulo y en esa berlina larga y sin caer con ninguno de los varones de la familia. Justo cuando estaba a punto de salir de su habitación, cogió su reflejo en los espejos en la pared. Su túnica blanca y su peinado formal anunció su rango de Elegida como nada más podía. Nadie al lado de las mujeres sagradas de la Virgen Escriba en la especie iban vestidas así. Aunque ella aparecía bajo un nombre falso proporcionado a la recepcionista, todo se sabría que había Supongo que su afiliación al otro mundo. Quitándose su túnica, intentó aprovechar un par de pantalones de yoga, pero la guata que tenía aplicado a sí misma hace que fuera imposibilidad. Y los pantalones vaqueros que ella y Qhuinn había comprado juntos no querían entrar, tampoco. Retiró la camisa, usaba toallas de papel del baño para hacer frente a su problema y logró que el dril de algodón entrara con un suéter pesado, suministrados a granel y el pelo con un rápido cepillado hacia fuera y luego retenido pelo en una cola la hacía parecer... casi normal. Al salir de su habitación, sonó al dispositivo celular que Qhuinn le había dado. Ella pensó que sólo brevemente llamaría, pero en verdad, ¿qué podía decir? No tenía ningún control sobre esto más procesar que lo hizo— Oh, querida Virgen Escriba, que estaba perdiendo a su cría. La idea se le ocurrió justo cuando ella llegó a la cima de la escalera de principal. Ella estaba perdiendo su cría. En este mismo momento. Aquí fuera del estudio del rey. De repente, el techo se desplomó sobre su cabeza y las paredes del gran vestíbulo, espacioso parecía exprimido y tan apretado que no podía respirar. 130 131 — ¿Su gracia?— Sacudirse a sí misma, ella miró hacia el corredor la alfombra roja. Fritz estaba parado al pie de la escalera, vestido con su librea estándar, con el rostro antiguo, transformado por la preocupación. — ¿Su gracia, vamos a ir ahora?, — Dijo. Cuando ella asintió con la cabeza y con cuidado comenzó a la baja, no podía creer que todo había sido en vano, todas esas horas de esfuerzo con Qhuinn... las secuelas congeladas, por lo que no se había atrevido a moverse... preguntando por la preocupación y la esperanza silenciosa, era traicionera. El hecho de que ella le había dado el don de la virginidad y fuera en vano. Qhuinn iba a estar con tal dolor, y añadir que le estaba fallando a él y cargándolo a su propio sufrimiento. Había sacrificado su propio cuerpo en el curso de su necesidad, su deseo de un joven con lazo de sangre que la impulsaron a hacer algo que de otra manera no habría elegido. Que la biología tiene su propia agenda y no la facilita. La pérdida... todavía la sentía como su culpa. **** El pelo del perro que le mordió. (dicho que significa que la cosa salió al revés ej con alcohol se cura una borrachera, está relacionado con curaciones, en Medioevo con pelo de perro se curaban las heridas) Saxton creía que era el dicho crudo y sin embargo, más bien apto. De pie desnudo frente al espejo de su baño, usó el secador de pelo, y sacó con sus dedos las cosas de encima de la tapa. Las ondas se asentaron en su patrón normal, los mechones rubios encontraron una perfecta disposición para complementar su plaza, incluso la cara. La imagen que él consideraba era exactamente como había aparecido la noche antes y la noche antes de eso, y sin embargo, tan familiar como su reflexión, se sentía como si fuera una persona diferente… y separado. Sus entrañas se había cambiado tanto, parecía razonable suponer la transformación, haciendose eco en su apariencia. Por 131 132 desgracia, no fue así. Dió la espalda y caminando hacia su armario, suponía que no debería sorprenderlo, ya sea por su malestar interno, o la compostura exterior, falsa. Después de que él y Blay había hablado, había tardado una hora para mover todo desde el dormitorio que se había quedado con su ex amante de nuevo a esta suite en el pasillo. Que le habían dado estos alojamiento cuando en un principio había venido a quedarse dentro de la casa, pero como las cosas habían progresado con Blay, sus pertenencias habían hecho poco a poco su camino en ese otro cuarto. El proceso de migración había sido gradual, al igual que su amor lo había sido, un caso de una camisa aquí y un par de zapatos allí, un cepillo para el pelo una noche, y la siguiente calcetines... una conversación de valores compartidos seguido de un maratón sexual de siete horas persiguió con una bañera de hielo de crema de café y Breyers sólo una cuchara. Se había dado cuenta de la distancia recorrida por el corazón, similar a la forma en que un excursionista se perdió en el desierto. A media milla fuera y aún se podía ver dónde había comenzado, podría encontrar fácilmente el camino de vuelta a casa. Pero diez kilómetros y una serie de horquillas en su camino adelante y no había vuelta atrás. En ese momento, no tenía más remedio que organizar los recursos para construir por sí mismo un abrigo y dejar las raíces frescas. Había supuesto que sería la construcción de este nuevo lugar personal con Blay. Sí, lo había hecho. Después de todo, ¿cuánto tiempo puede sobrevivir realmente el amor no correspondido? Como el oxígeno al fuego requería ser encendido, también lo hizo la emoción. No cuando se trataba de Qhuinn, al parecer. No con Blay. Saxton se resolvió por no dejar la casa así, sin embargo. Blay había estado en lo cierto acerca de que a Wrath, el rey, le hacía falta, y por otra parte, disfrutaba de su trabajo aquí. Fue rápido, un reto... y el egoísta en él quería ser el abogado que reformara la ley de la manera adecuada. Suponiendo que el trono no se volcara y él no perdiera su cabeza bajo un nuevo régimen. Pero no podría vivir su vida preocupado por cosas como esas. 132 133 Retiró un traje de lana pata de gallo del armario, cogió uno desplegable y un chaleco al tono, y puso todo sobre la cama. Era un cliché triste, más bien poco atractivo para ir en busca de algo núbil y para a automedicarse el dolor emocional, pero él prefería tener un orgasmo durante una descuidada borrachera. Asimismo, imaginando hasta encontrar el fin de nuevo, como máximo retendría el agua. Y fue especialmente cierto cuando se miró a sí mismo vestido en el cuarto de baño de cuerpo entero en el espejo. Desde luego, parece que eastamos juntos, y eso ayudó. Antes de irse, una doble comprobación de su teléfono. Las viejas leyes habían sido refundidas por órdenes de Wrath, y ahora se encontraba en estado de alerta, en espera de su próxima misión. Él sabría lo que era muy pronto, él se lo imaginaba. Wrath estaba notoriamente exigente, pero nunca excesivo. Mientras tanto, se iba a ahogar sus penas en el único tipo de paquete de seis que hizo un llamamiento veinteañero algo, de seis pies en deportivo.... Y preferiblemente de pelo oscuro. O rubio DIECISÉIS — Alguien ha estado por aquí. — Cuando Rhage habló, Qhuinn sacó su linterna y alumbró el haz discreto hacia abajo sobre el suelo. Efectivamente, las impresiones a través de la nieve eran frescas, no retocadas con escamas sueltas... e iban directamente al claro en el bosque. Al hacer clic en la luz apagada, se centró en la cabaña más adelante que parecía estar abandonada al frío, sin bocanada de humo que se encrespa de su chimenea de piedra, sin el brillo de la iluminación, y lo más importante, sin olor de cualquier cosa. El cinco se acercaron, rodeando sigilosamente la limpieza y con el enfoque de gran angular. ¿Cuándo no hubo una reacción defensiva de nadie, todo montado el pórtico poco profundo y el ámbito interior a través de las ventanas de una sola hoja. 133 134 — Nada, — masculló Rhage mientras se dirigía a la puerta. Una prueba rápida de la puerta y estaba cerrada. Con un empuje, el hermano golpeó con el hombro en forma masiva en los paneles y a la puerta le vuela en fragmentos el mecanismo de bloqueo que cae en dispersándose junto con astillas de madera. — Hola, cariño, estoy en casa, — gritó Hollywood mientras marchaba por dentro. Qhuinn y John siguió el protocolo y se quedaron en el porche como Blay y Z presentando y registrando. El bosque estaba silencioso a su alrededor, pero sus ojos penetrantes rastrear las huellas... que, después de permanecer en la cabaña, se dirigió en dirección noroeste. Alguien sugirió que pudo ser alguno buscando un hotel al mismo tiempo que ellos. ¿Humano? ¿Menores? Estaban pensando en esto último, dado toda la mierda en ese hangar y el hecho de que esta casa era característica remota y entera, y relativamente segura por eso. Aunque estaban queriendo traer a edificio para una primera limpieza. Stanley Steemer en ese Voz Blay se desvió hacia la puerta abierta. — Tengo algo. — Los tomó a todo por sorpresa la formación de Qhuinn decía: no romper el pacto con el paisaje y se dio la topografía dándose la vuelta para mirar dentro y no porque se preocupara por todo lo que habían encontrado. A lo largo de su búsqueda, sino que había sido constante control sobre Blay, y midiendo para saber si su estado de ánimo había cambiado. En todo caso, había conseguido sólo estar peor. Suaves voces iban y venían en la cabaña, y luego surgieron ellos. — Hemos encontrado una caja de seguridad, — anunció Rhage mientras se desabrochó la chaqueta y se deslizó el metal largo y delgado contenedor en el pecho. — Vamos a abrir esto más tarde. Vamos a encontrar al dueño de esas botas, muchachos. — 134 135 Se desmaterializaban cada cincuenta y hasta sesenta pies de, y se dispersaron a través de los árboles, siguiendo las huellas de la nieve, silenciosamente. Se encontraron con él a un kilómetro más adelante. El asesino solitario marchaba por el bosque cubierto de nieve a un ritmo que sólo un ser humano con entrenamiento olímpico podría haber mantenido durante más de un par de cientos de metros. La ropa era oscura, una mochila en la parte posterior, y el hecho de que estaba caminando a simple vista era otra pista de que era el enemigo. La mayoría de Homo sapiens no habría sido capaz de moverse tan rápido en tan poca luz sin iluminación. Usando señales, Rhage había orientado al grupo en una formación triangular inversa que tomó sendero alrededor del lesser. Continuaron la labor junto con él, y lo observaron durante un partido de fútbol y prolongado, y luego, de repente, se cerraron, rodeado al homicida, y lo bloquearon a él contrastando los puntos cardinales con las armas. El lesser dejó de moverse. Él era un recluta reciente, con el pelo oscuro y la coloración de oliva que sugiere que era de México o tal vez descendientes de italianos, y él consiguió mostrarse sin miedo. A pesar de que los estaba mirando tranquilamente por encima del hombro, como para confirmar que en realidad había sido una emboscada. — ¿Cómo estás?— Arrastró las palabras Rhage. El no se molestó en contestar, que estaba en contra de lo que habían estado viendo últimamente. A diferencia de los otros, no era punk y cuando parecía fue justo cuándo. se vio el flash de su revólver. hablar Calma, calculadora... controlado, era el tipo de enemigo que mejoró su desempeño en el trabajo. No es exactamente una mala cosa... Y, por supuesto, la mano desapareció en su abrigo. — No seas tonto, hombre, — ladró Qhuinn, dispuesto a poner una bala en el hijo de puta en un momento. 135 136 El lesser no dejaba de moverse. Bien. Pero sacó el puto arma y gatilló e hizo caer al perro. El instante en que golpeó la nieve, Blay se congeló con sus armas en su lugar. Los otros hicieron lo mismo. En los segundos que pasaban silenciosos, mantuvieron los ojos fijos en el matador caído. No había movimiento. No hubo respuesta en la periferia. Qhuinn había incapacitado la cosa, y parecía haber trabajando solo y divertido aunque Blay no había oído el disparo en la oreja izquierda, había sabido que Qhuinn fue el tirador. Todos los demás le habrían dado al enemigo otra oportunidad para pensar las cosas. Como Rhage silbó en un estallido corto, que era la señal para cerrar. Ellos se movían como una manada de lobos rapaces, con más caídos, rápidos y seguros, atravesando la nieve con los cañones hacia arriba. El asesino permaneció completamente inmóvil, pero no había habido una muerte en la familia, por así decirlo. Necesitaba el acero de un puñal en el pecho para eso. Pero este era un estado deseable, quería que fuera capaz de hablar. O por lo menos, en condiciones de ser forzado a hablar— Más tarde, cuando repite lo que pasó después... cuando su mente se agitaba y se quema en los hechos obsesivamente... cuando él se quedó hasta días tratando de reconstruir cómo todo se lanzó con la esperanza de adivinar un cambio de procedimiento que asegure algo parecido nunca, nunca. Blay se encontraba contracturado y tuvo un tirón repentino en el brazo. Sólo un idiota autonómico aparentemente ajeno a cualquier conciencia, pensamiento, o voluntad vería eso peligroso. No había señal de lo que estaba por venir. Sólo un tic. Excepto luego, con un movimiento que estaba parpadeando rápidamente, el asesino como un tic y un arma... de algún lado. Era sin precedentes un segundo estaba muerto en el suelo, y al siguiente, estaba rodando de manera controlada en un giro. E incluso antes de que los sonidos de chasquidos se desvanecieran, Blay vio la horrible imagen de Zsadist recibir un disparo justo en el corazón, un impacto lo suficientemente fuerte como para detener el impulso hacia adelante del Hermano, su 136 137 torso cayendo hacia atrás, con los brazos agarrándose a un lado mientras él caía a sus pies. Al instante, la dinámica cambió. Nadie miraba por interrogar al hijo de puta más. Cuatro dagas brillaron altas. Cuatro cuerpos intervinieron. Cuatro brazos recortaron el aire hacia abajo y con el frío, agudo cuchillas. Cuatro impactos golpearon, una tras otra. Era demasiado tarde, sin embargo. El asesino desapareció justo debajo de ellos, con las armas punzantes de la nieve teñida de negro debajo de donde el enemigo había caído, en lugar de una cavidad con el pecho vacío. Cualquiera que sea, no habría tiempo para cuestionar la desaparición sin precedentes después. Al momento, tenían un luchador caído. Rhage casi se abalanzó sobre el hermano, poniendo su cuerpo en la forma de hacer cualquier cosa... todo. — ¿Z? ¿Z? Oh, madre de la raza — Blay sacó su teléfono y marcó. Cuando Manny Manello respondió no había tiempo para ser desperdiciado. — Tenemos un hermano caído de bala en el pecho— — ¡Espera!— La voz de Z fue una sorpresa. Y así fue que el brazo del hermano se disparaba hacia arriba y empujaba a la Rhage un lado. — ¿Sal de mí!— — Pero yo te estoy dando RCP— — Voy a morir pero np antes de que te bese Hollywood. — Z trató de incorporarse, su respiración era pesada. — Ni siquiera puedo pensar en ello. — — ¿Hola?— Dijo la voz de Manello a través del teléfono. — Blay?— — Un momento— 137 138 Qhuinn dejó caer de rodillas junto a Zsadist, y a pesar del hecho de que el hermano no le gustaba ser tocado, se apoderó bajo una axila y ayudó al hombre levantar su torso de la nieve. — Tengo la clínica en la línea, — dijo Blay. — ¿Cuál es su situación?— En respuesta, Z se acercó y trastornado puso en su funda el puñal. Luego se bajó la cremallera de su chaqueta de cuero y le desgarró la camiseta blanca por la mitad. Para revelar el chaleco a prueba de balas, para Blay fue lo más bello que jamás había visto. Rhage se hundió con alivio, hasta el punto de que Qhuinn tubo que cogerlo con la mano libre y mantener al tipo lejos del suelo, también. — Kevlar, — murmuró para Manello Blay. — Oh, gracias a Dios, lleva kevlar. — — Eso está muy bien, pero escucha, necesito que tomes el chaleco y compruebes para ver si se rechazó la bala, ¿Vale? — — Entendido. — Él echó un vistazo por encima de John y se alegró de encontrar al hombre levantado sobre sus pies, dos armas de fuego ante sus exploradores ojos , mientras que el resto de ellos se evaluó la situación. — Yo me encargo de él. — Blay arrastrando los pies y se puso en cuclillas delante del hermano. Qhuinn podía haber tenido las pelotas para ponerse en contacto con Zsadist, pero él no iba a hacer eso sin permiso expreso. — Dr. Manello quiere saber si se puede quitar el chaleco para que podamos ver si había alguna lesión? — Z tiró sus brazos, y luego frunció el ceño. Apareció dar a las cosas un nuevo intento. Después de un tercer intento, las manos de Brother lograron levantar tan alto como las tiras del velcro, pero parecía que no podía hacer mucho. Blay tragó saliva. — ¿Puedo tomarlo con cuidado? Te prometo que te molestaré lo menos que sea posible. — La gramática muy bien allí. Pero hablaba en serio. Z levantó los ojos hacia él. Eran negro de dolor, no amarillos. — Haz lo que tienes que hacerlo, hijo. Voy a seguir con fuerza. — El Hermano miró hacia otro lado, con el rostro atornillado duro en una mueca, la cicatriz se hizo un S desde el puente de la nariz a la comisura de la boca que se destaca en relieve áspero. 138 139 Con un severo sermón, Blay ordenó a sus manos para ser estables y srguras, y el mensaje era que de alguna manera lo debía realizar, desgarró las tiras de sujeción en los hombros, los ruidos fueron más fuertes que los gritos en su cabeza, y luego le quitó el chaleco, aterrado por lo que iba a encontrar. Había una gran mancha redonda en el centro del amplio y musculoso pecho de Z. Justo sobre el corazón. Pero era un moretón. No un agujero. Era sólo un moretón. — Moreton única herida. — Blay cavó su dedo en la tela densa del chaleco y encontró la bala. — Puedo sentir la bala en el chaleco— — Entonces, ¿por qué no puedo moverme — El olor de la sangre fresca del Hermano parecía golpear las narices de todo el mundo al mismo tiempo. Alguien maldijo, y Blay se inclinó. — Ha sido golpeado bajo el brazo, también. — — ¿Disparo?, — se preguntó Z. Por teléfono, Manello dijo: — Ve ahí y mirar si se puede. — Blay levantó ese brazo pesado y mostró con su linterna en la parte inferior. Al parecer, tenía una bala entró en el torso a través del chaleco en un pequeño, bolsillo sin protección, una oportunidad en un millón que si se hubiera tratado de recrearlo, no podría llevarlo a cabo. Vete a la mierda. — No veo una herida de salida... Está justo al lado de sus costillas, allíí arriba. — — Está respirando de manera constante, — le preguntó Manello. — Trabajosa pero constante. — — Se le administró RCP?— — Me amenazó con castrarlo Hollywood si había algún tipo de fallo. — — Mira, déjame desmaterializarse. — Z tosió un poco. — Denme un poco de espacio— 139 140 Todo el mundo le ofreció una variedad de opiniones en ese punto, pero Zsadist no quiso saber nada de eso. Empujando a las personas a distancia, el hermano cerró los ojos y... Blay sabía que tenían un verdadero problema cuando no pasó nada. Sí, Zsadist no había sido asesinado, y el infierno que le fue mucho mejor, de lo que hubiera sido sin el chaleco. Pero él no era capaz de moverse por sí mismo, y que estaban en el medio de una nada, tan profundo en el bosque que aunque pidiesen ayuda, nadie iba a ser capaz de obtener un SUV a pocos kilómetros de ellos. Y lo peor? Blay tuvo la sensación de que el asesino que había sido derribado había sido algo considerablemente mayor que un ordinario leasser. No se sabe cuándo iban a llegar refuerzos. El sonido del teléfono de alguien sono avisando de un texto, y Rhage miró hacia abajo. — Mierda. Los otros están respaldados en el centro. Tenemos que manejar esto por nosotros mismos. — — Maldita sea, — murmuró en voz baja Zsadist. Yupi. Eso lo cubre. DIECISIETE Xcor no esperaba esto. Mientras él y sus soldados se materializaban en un lugar previamente acordado, para la alimentación común, él había previsto una propiedad que estaba en decadencia o quizá al borde de la condena, un lugar de gente con estado financiero decadente de tal manera que la hembra se viera obligada a vender sus venas y su sexo para mantenerse a flote. No existe tal cosa. Los alrededores de la finca fueron designados a un nivel de la glymera, la casa solariega se extendía hasta la colina brillando 140 141 con luz cálida, y los jardines bien podados a una pulg (empuje tapon clavija)—ada de alto, y en el interior de las puertas en perfecto estado a pesar de su obvia edad. Tal vez era alguien de un menor de edad de algún gran linaje? — ¿Quién es esta mujer?, — Se preguntó Throe. Su segundo al mando se encogió de hombros. — Yo no conozco a la familia personalmente. Pero lo hice verificar su afiliación con una línea de sangre de pena. — A su alrededor, sus combatientes estaban inquietos, sus botas de combate cargadas de nieve bajo sus pies, y al ritmo de su respiración su aliento dalía de sus fosas nasales, como si se tratara de caballos de carrera de la puerta de salida. — Uno se pregunta si ella sabe a lo que se ofreció como voluntaria, — murmuró Xcor, no especialmente preocupado si la mujer lo hizo o no lo hizo. — ¿Lo haré yo?, — Preguntó Throe. — Sí, Pasando de los demás se liberó de sus voluntades y entrar en la casa de campo de ella. — Throe se desmaterializó hacia una puerta delantera pintoresca, algo arqueada una luz superior y un poco esperava poder encontrarla equipada como una casa de muñecas. Su mano derecha masculina no fue persuadida por el encanto, sin embargo. La iluminación encima de la cabeza estaba cortada abruptamente, seguramente porque así lo quiso, y el golpe militar sería duro y rápido, por una demanda, no una investigación. Momentos después, el portal se abrió. La luz del fuego se derramó en la noche, las luces amarillas como de oro por lo intenso que parecía al menos nominalmente capaz de derretir la nieve de la cubierta y justo en el medio con una iluminación una silueta oscura cortada una figura de una mujer preciosa, llena de curvas. Ella estaba desnuda. Y el olor que flotaba sobre la brisa helada indicó que ella estaba muy lista. Zypher gruñó en voz baja. — Mantenga sus ingenios — ordenó Xcor. — Para que el hambre no la pudiera utilizar como un arma contra nosotros. — Throe habló con ella y luego metió la mano en el bolsillo interior para tomar el dinero en efectivo. La hembra aceptó lo que se le dio y luego estiró un brazo en alto, su cuerpo delicioso para mostear un seno delicioso que estaba bañado en luz suave. 141 142 Throe miró por encima del hombro y asintió. Los otros no esperarían otra invitación. Los Combatientes de XCOR convergieron en la puerta, sus cuerpos masculinos tan grandes, y en tal número, que la mujer se hizo invisible al instante. Con una maldición, él se acercaba a pie también. Zypher naturalmente entró primero, llevando a sus labios y ahuecando sus pechos, pero no estaba solo. Los tres habían luchado por la posición, uno iba atrás y arqueando sus caderas, como si estuviera frotando su miembro contra su culo, los otros dos para llegar a sus pezones y su sexo, sus manos atravesaban por ella cuando fue rodeada. Throe habló por encima de los gemidos en aumento. — Voy a estar fuera de guardia. — Xcor abrió la boca para ordenar a otra cosa, y entonces se dio cuenta de que le haría parecer como si evitaba la escena, y eso era apenas una cosa masculina que hacer. — Sí, lo hace, — murmuró. — Voy a cuidar el interior. — Sus hombres tomaron a la mujer, daga en mano y sosteniéndola por los brazos, los muslos, la cintura, y en masa se la llevaron hacia atrás en los acogedores confines. Xcor fue el que cerró la puerta y se aseguró de que no había dispositivo de bloqueo para poner ellos. Él fue también al alcance en el interior de la cabaña. A medida que sus bastardos llevaron su comida hacia el fuego, donde una alfombra de piel grande había sido tumbada en el suelo, se apoyó en la ventana más cercana, levantó las cortinas, y comprobó los paneles de vidrio. Viejo y con plomo, y con puntales de madera, no de acero. No es seguro. Bueno. — Que alguien esté dentro de mí, — se quejó la mujer con una voz profunda. Xcor no se molestó en averiguar si estaba acomodado, o no, aunque su gemido sugirió que lo estaba. En cambio, miró a su alrededor... buscando cualesquiera otras puertas o lugares de los que una emboscada pudiera ser montada. 142 143 No parecía haber ninguna. La casa no tenía un segundo piso, el esqueleto de su techo se arqueaba por encima de su cabeza, y sólo había un baño, la puerta estaba abierta, una luz revela a la izquierda una bañera de patas de garra y un lavabo antiguo. El abierto de la cocina era más que un tramo de la encimera y electrodomésticos, unos pocos y modestos. Xcor echó un vistazo a la acción. La mujer estaba tendida boca arriba, con los brazos hacia fuera de su torso, el cuello expuesto, con las piernas abiertas. Zypher la había montado y estaba rítmicamente empujando dentro de ella, moviéndose la cabeza adelante y atrás sobre la piel blanca de ella absorbiendo los golpes. Dos de los primos se habían aferrado a sus muñecas, y el otro había sacado su polla y estaba tirando de ella en su boca. De hecho, había muy poco de ella que no estuviera cubierta de un vampiro masculino, y sus éxtasis al ser utilizada era evidente no sólo para el ojo, sino para el oído. Alrededor de la erección que iba en y salía de sus labios gruesos, su respiración pesada y eróticos gemidos se escaparon con un suave, olor a sexo en en aire. Xcor se acercó al fregadero de la cocina. No había nada en su vientre, no persistían restos de comida, y vasos abandonados a medio llenar. Había platos en los armarios, sin embargo, cuando abrió la nevera de tamaño europeo, botellas de vino blanco estaban alineados horizontalmente en los estantes. Una maldición masculló llevó sus ojos hacia la diversión y los juegos. Zypher estaba teniendo un orgasmo, su cuerpo inclinándose hacia adelante mientras su cabeza hacia atrás y pateó en medio de su puesta en libertad, uno de los primos lo empujó fuera del camino, ocupando su lugar, levantando las caderas de la mujer y metió su erección en su sexo húmedo, de color rosa. Al menos Zypher parecía enteramente contenido sino hubiera mostrado sus colmillos, agachó la cabeza bajo el pecho, ahora palpitante de su compañero, y mordió el pecho de la mujer para poder alimentarse a cerca de su pezón. El que está en su boca también tuvo su orgasmo, y se lo tragó, chupando la cabeza de la polla en un combate desesperado, luego lo dejó ir y lamió su boca manchada como si aún tuviera hambre. Alguien más pronto estuvo obligado a otra excitación sumergirse entre sus labios, el contrarrestaba empujando a un ritmo de lo que estaba pasando en su cabeza, así que entre sus piernas rebotaban a un lado y a otro su cabeza de una manera que 143 144 parecía no salir adelante. Xcor se acercó y verificó el baño, pero su primera evaluación había sido correcta: No había ningún lugar para esconderse en sus confines estrechos. Una vez asegurado el interior, no había nada que hacer sino inclinarse hacia atrás contra la esquina que ofrecía el mayor acceso visual y el testimonio de la alimentación. Como las cosas se intensificaron, sus combatientes perdieron la semblanza de civilidad que tenían, tomándose a golpes el uno al otro como leones sobre una presa fresca, sus colmillos destellando, sus ojos salvajes con la agresión, ya que competían por el acceso. Ellos no pierden por completo la cabeza, sin embargo. Y se hizo cargo de la hembra. Muy pronto, alguien anotó su vena y se lo puso en los labios. Xcor bajó la vista a sus botas y dejó a su visión periférica para controlar los alrededores. Hubo un tiempo en que habría de excitarse al verlo no porque estaba particularmente interesados en el sexo, pero más de la misma manera que cuando veía la comida, el estómago refunfuñaba. Y en consecuencia, en el pasado, cuando había tenido la necesidad de tener una mujer, había hecho precisamente eso. Por lo general, en la oscuridad, por supuesto, por lo que la querida niña no se sienta ofendida o asustada. Se podría imaginar a los machos con expresiones tensas que lucía cuando estaban en su erótica agonía, haciendo poco para mejorar su aspecto. Ahora, sin embargo, se sentía extrañamente desconectada de todo, como si estuviera viendo a un equipo de hombres mover algunos muebles pesados o tal vez un rastrillo del césped. Fue su Elegida, por supuesto. Después de haber tenido sus labios contra su piel pura, después de haber mirado a los ojos verdes luminosos, conocer como olía su delicado perfume, él estaba completamente desinteresado en los encantos de esa mujer muy usadas frente al fuego. Oh, su elegida... él nunca había sabido que existía tanta gracia, y por otra parte, que no podía tener nunca supuso que iba a estar tan conmovido completamente lo que era la antítesis para él. 144 145 Ella era su contrario, amable y danda cuando él era brutal e implacable, hermosa para su fealdad, etérea paraa su inmundicia. Y ella lo había marcado. Tan seguro como que si ella lo había golpeado y dejado una profunda cicatriz en su carne, fue herido y debilitado por ella. No había nada que hacer. Hasta el recuerdo de los momentos que había compartido con ella, cuando ella había estado completamente vestida, y él había sido tan gravemente herido, fueron suficientes para agitar a sus caderas, su sexo rígido, pero no bastaba una buena razón, Incluso si no hubieran estado en lados diferentes de la guerra por el trono, no la haría nunca venir a él como un hombre hace cuando está cautivado por una hembra de valía. Aquella ventosa noche de otoño cuando se habían encontrado debajo de ese árbol, se había estado llevando a cabo un servicio válido en su propia mente. No tenía nada que ver con él en particular. Pero, oh, la deseaba, sin embargo.... De pronto, la mujer ante el fuego se arqueó bajo el peso de los cambiantes, orgasmos encima de ella, y él volvió a centrarse en ella. Como si presintiera su excitación sexual, ella lo lleno de encanto, con una mirada borrosa derivada otra vez en su dirección y una breve sorpresa cruzó su rostro o lo poco que podía ver de él con todo un antebrazo grueso ofreciendo su alimento. Abrió mucho los ojos. Evidentemente, ella había dejado de advertir su presencia, pero ahora que lo había hecho, el miedo, no la pasión, claramente se encendió en su interior. No queriendo interrumpir la acción, él negó con la cabeza y le dirigió su mano en un movimiento de parada para asegurarle que no iba a tener que soportar su mordedura, o algo peor, su sexo. La mensajería al parecer funcionó, porque el temor salió de su expresión, y como uno de sus soldados presentó su polla para la atención, ella le acercó y comenzó a acariciarlo por encima de su cabeza. Xcor sonrió de una manera desagradable. Esta puta sin embargo no tendrá su cuerpo, con toda su estupidez biológica, insistía en responderse: esa Elegida como que es una mujer sagrada nunca se debe ser mirada dos veces. Tan tonto. 145 146 Comprobando su reloj, se sorprendió al encontrar que la alimentación había estado sucediendo durante una hora ya. Que así sea. Siempre que sus hombres cumplieran con sus dos reglas básicas, se contentaba con dejar que esto continuara. Tuvieron que permanecer sustancialmente vestidos, y sus armas tuvieron que ser enfundadas. De esta forma, si el tenor cambiaba, podrían defenderse con rapidez. Él estaba más que dispuesto a darles el tiempo. Después de este interludio. La gran cantidad de ellos iban a estar a su plena potencia y en la forma en iban las cosas con la Hermandad... iban a tener que estarlo. DIECIOCHO — No. Jodas no hay manera. — Qhuinn tenía que estar de acuerdo con lo que decía Z la idea de Rhage era brillante. El grupo de ellos había luchado por el bosque, Rhage llevaba más peso, mientras que Z y todos los demás daban la vuelta a la par, listo para encargarse de cualquier cosa o persona que amenazara desde la periferia. Ahora estaban de vuelta en el hangar de los aviones, y era la solución de Hollywood a su problema de movilidad parecía una complicación con consecuencias mortales, no era todo lo que en realidad iba a ayudar. — ¿Qué tan difícil puede ser para volar un avión?— Como todo el mundo, incluyendo Z, se limitó a mirarlo, Rhage se encogió de hombros. — ¿Qué?. Los humanos lo hacen todo el tiempo. — Z se frotó el pecho y lentamente y se dejo caer al suelo. Después de reunir un aliento corto, sacudió la cabeza. 146 147 — En primer lugar, no sé si... la maldita cosa... incluso puede levantar el vuelo. Es probable que no tenga gasolina... y nunca has volado antes. — — ¿Quieres decirme cual es nuestra opción? Todavía estamos a millas de cualquier pickup en ubicación verosímil, no estás mejorando, y podemos conseguir una emboscada. Déjame por lo menos llegar allí y ver si puedo conseguir que el motor se encienda. — — Esta es una mala decisión. — En el silencio que siguió, Qhuinn hizo los cálculos para sí mismo, y miró hacia el hangar. Después de un momento, él dijo: — Yo te cubro. Vamos a hacer esto. — En pocas palabras, Rhage estaba en lo cierto. Esta carrera pedestre de una evacuación estaba tomando demasiado tiempo, y temían que el lesser hubiera desaparecido antes de que lo hubieran apuñalado, no al revés. ¿El Omega daba a sus muchachos algunos poderes especiales? Cualquiera que sea un luchador inteligente nunca subestima al enemigo, sobre todo cuando uno de los suyos estaba herido. Tenían que conseguir llevar a Z a la seguridad, y si eso significaba un puente aéreo, pues, a la mierda, que sea. Él y Rhage se presentaron en el hangar y encendió su linterna. Estaba en lo cierto con el avión cuando había sido dejado en la esquina trasera, mirando como si fuera el hijastro feo de algún modo era un transporte que hacía tiempo que había huido de la escena. Acercándose, Qhuinn se dio cuenta de que la hélice aparecía estar sana, y, aunque las alas estaban llenas de polvo, podía colgar su peso en ellas. El hecho de que la escotilla de puerta chirrió como una perra cuando Rhage abrió el fue menos grave en una buena noticia. — Menos mal, — murmuró Rhage mientras retrocedía. — Huele a algo muerto allí. — El hombre, debe haber sido un infierno de apestoso, si el Hermano podría diferenciarlo del resto del olor en el interior del hangar. Tal vez esto no era una buena idea. 147 148 Antes de que Qhuinn pudiera ofrecer una segunda opinión del hedor, Rhage lo convirtió en un bocadillo y lo sacaba a través del agujero oval. — Mierda… claves. Hay claves, ¿puedes creerlo? — — ¿Qué hay de la gasolina?— Murmuró Qhuinn, mientras barría su haz de luz en torno a un amplio círculo. Nada más que el maldito piso sucio. — ¿Es posible que desees dar un paso atrás, hijo? — le gritó Rhage que estaba fuera de la cabina. — Voy tratar de echar a esta vieja dama hacia arriba. — Qhuinn se apartó, pero vamos. Si la cosa iba a arder en llamas, sería más de quince pies no iba a hacer mucha diferencia. La explosión en el encendido era fuerte y el humo espeso, y el motor sonaba como si estuviera sufriendo una la infección mecánica de la tos ferina. Pero mierda… igualito. Cuanto más tiempo lo dejaba que funcione, más parejo se hizo aún el ritmo. — Tenemos que salir de aquí antes de que nos asfixie — gritó Qhuinn en el avión. Justo a tiempo, Rhage debió haber tenido la cosa algo como el coche, porque el avión fácilmente salió adelante con un gemido como si cada tuerca y tornillo en su cuerpo estuvieran heridos. ¿Y esto iba a levantar el vuelo? Qhuinn corrió al frente y golpeó la puerta doble. Agarrandolo de un lado, tiró todo el poder en su y arrancó, cosa aparte, varios pestillos y cerraduras parecían libres, e iba a volarlo. Esperaba que el avión no se rompiera en fragmentos. En la luz de la luna, las expresiones en las caras de John y Blay eran jodidamente inestimables, ya que tenían un buen aspecto con el plan de escape, y él sabía que venían. Rhage pisó el freno y apretó de nuevo. — Vamos a cargar. — Silencio. Bueno, excepto por el plano de sibilancias detrás de ellos. 148 149 — No lo llevaremos — dijo Qhuinn, casi para sí mismo. Rhage frunció el ceño en su dirección. — Disculpa. — — Eres demasiado valioso. Si esa cosa se cae, no podemos perder dos hermanos. No va a suceder. Yo soy prescindible, tu no lo eres. — Rhage abrió la boca como si fuera a discutir. Pero luego la cerró, una extraña expresión que se depositaba en su hermoso rostro. — Tiene razón, — dijo Z con gravedad. — No se puede poner en peligro, a Hollywood. — — Al diablo con eso, puedo desmaterializarme fuera de la cabina— — ¿Y crees que vas a ser capaz de hacer eso cuando estemos en una espiral? Mentira — Un puñado de disparos procedían de la línea de árboles, resoplando en la nieve, silbándole en la oreja. Todo el mundo rompió en acción. Qhuinn se zambulló en el avión, se arrastró hasta el asiento del piloto, y trató de darle sentido a todo el infierno... mierda, había un montón de diales. Lo único que lo redime a él era que se pu— Rat—tat—tat—tat! Tenía vistas suficientes películas para saber que la palanca con el mango era la gasolina y el arco en forma de rueda era lo que lo hacía subir, y empujando hacia abajo para bajar. — Mierda, — murmuró mientras él se quedó en una posición encogida tanto como pudo. Dados los sonidos de chasquidos que siguieron, John y Blay estaban disparando de nuevo, por lo que Qhuinn se sentó un poco más alto y echó un vistazo a las filas de los instrumentos. Descubrió donde tenía el marcador del tanque de gasolina estaba con poco, era lo que estaba buscando. Un cuarto de los depósitos. Y a la mierda, allí era probablemente que la mitad sea condensación. Esta fue una muy mala idea. — Conseguir que aquí, — gritó Qhuinn, midiendo el campo vacío, plano a la izquierda. 149 150 Rhage estaba lanzando a Zsadist en el avión con toda la ternura de un estibador. La Hermano aterrizó en un montón arrugado, pero al menos estaba maldiciendo, lo que significaba que estaba con él lo suficiente como para sentir dolor. Qhuinn no esperó una mierda a que la puerta se cerrarse. Soltó el freno de pie, golpeó el acelerador, y rogó que no patinara en la nieve— La mitad del vidrio del parabrisas destrozado delante de él, la bala que hizo el daño rebotando alrededor de la cabina, el olor desde el asiento de al lado le sugería apuro. ¿Que era mejor su brazo o cráneo?. La única buena noticia, era que el avión parecía a punto de sacar su culo de allí, con el oxidado motor girando, la hélice en la carrera como en pos de levantar del suelo era el único modo seguro. Fuera de las ventanas laterales, el paisaje comenzó por la creación de bandas, y orientándose en el medio de la pista manteniendo los conjuntos de árboles equidistantes. — Espera, — le gritó por encima del estruendo. Viento rasgaba en la cabina como si no hubiera un ventilador industrial llenando el espacio donde el panel de vidrio había estado, pero no era como si estuviera pensando en ir lo suficientemente alto como para requerir presurización. En este punto, sólo quería talar el bosque más adelante. — Vamos, nena, tú puedes hacerlo... vamos.... — Tenía el acelerador en forma plana, y él tuvo que decirle a su brazo que se moderarse, no había más jugo a jugar tenía que hacerlo, pero sin romper la maldita cosa y le hacía, la mierda, aún más difícil. El ruido se hizo más fuerte y más fuerte. Los árboles se movían más rápido y más rápido. Los golpes se hicieron más y más violentos, hasta que sus dientes estaban aplaudiendo juntos, y él tubo la convicción que ambas alas se iban a desquiciar y quedar en el camino. Entendía que no había tiempo que perder, Qhuinn se retiró tan duro como pudo en la dirección de la rueda, agarrandola con fuerza, como si de alguna manera pudiera transmitirselo al cuerpo del avión y mantenerlo todo junto— 150 151 Algo cayó del techo y se agitó de nuevo en la dirección Z. ¿Mapa? ¿Manual del propietario? ¿Quién diablos lo sabía? Hombre, esos árboles en el otro extremo se estaban acercando. Qhuinn sacó aún más, a pesar del hecho de que la rueda estaba tan lejos de él, y que podría ir. Era una verdadera lástima, porque estaban fuera de la pista y todavía no despegaba del suelo— Raspado sonaba como rastrillado algo por la barriga del avión, como si maleza estuviera llegando y tratando para agarrar la chapa de acero. Y aún aquellos árboles estaban incluso más cerca. Lo primero que pensó al mirar a la muerte de frente era que él nunca iba a conocer a su hija. Al menos no en este lado de la Transición. Su segunda y última era que no podía creer que él nunca había dicho a Blay que lo amaba. En todos los minutos y las horas y las noches de su vida, en todas las palabras que había hablado con el hombre a través de los años que se habían conocido, nunca lo rechazó, siempre estaba. Y ahora era demasiado tarde. ¡Tonto del culo!. Qué maldito tonto del culo que era. La cuz era que estaba seguro que su tarjeta de la biblioteca esta noche estaba sellada. Enderezándose por la fuerza de la explosión que le golpeó en plena cara, miró a Qhuinn la prisa, imaginando esos pinos por delante que no podía ver porque sus ojos estaban cegados por el viento. Abriendo su boca, él gritaba asesinato sangriento (algo así como vamos por todas), añadiendo su voz a la vorágine. Maldita sea, él no iba como a un gatito. No agachado, patético no oh por favor Dios nos saaaaaalveeee. Al diablo con eso. Iba a encontrarse con la muerte, con sus colmillos y preparó su cuerpo y su corazón latía no de miedo, sino de todo un bote lleno de... —Chupamela, Grim Reaper!(como gritandolo a la Parca)— Cuando Qhuinn estaba tratando de levantar el vuelo, Blay tenía el caño de la pistola apuntando en la línea de los árboles y fue un 151 152 bombeo de rondas como si tuviera un suministro interminable de plomos. Esta fue una cabra loca de mierda total. Él y John y Rhage estaban sin cobertura, no había manera de saber cuántos asesinos había en ese bosque, y por el amor de Dios, todo ese avión antiguo solo estaba dejando una nube tóxica de humo a su paso. Ah, y que estaba muy lejos de POS(pedazo de mierda) jodidamente lejos de las balas, pero evidentemente tenían gas en su tanque. Qhuinn y Z no lo iban a hacer. Iban a quedar y chocar en ese bosque al final de la campo, suponiendo que no vuelen en primer lugar. En ese momento, cuando él sabía que de un momento u otro la bola de fuego era inminente, quedaría partió por la mitad. La parte física de él permanecía conectado a defenderse de esa agresión, sus brazos se pegaban hacia afuera, sus dedos índices exprimiendo las balas, los ojos y los oídos en el seguimiento de los sonidos y la vista en el caño, los flashes de los disparos y los movimientos de su enemigo. La otra parte de él estaba en ese avión. Era como si estuviera mirando su propia muerte. Podía imaginar muy claramente la violenta vibración del avión, y los golpes fuera del control sobre el terreno, y la visión de que la línea continua de árboles se vienen a él… seguro, como si estuviera mirando a través de los ojos de Qhuinn y no los suyos. Ese hijo de puta temerario. Ha habido muchas veces cuando Blay había pensado, que iba a suicidarse. Tantas veces como fuera del campo. Pero ahora este era el que tenía que quedarse Una bala le atravesó el muslo, y pensó que el dolor corría de su pierna a su corazón que toda la atención necesaria debía cambiar de nuevo a la lucha si quería vivir, tenía que concentrarse por completo. Sin embargo, aunque la convicción lo golpeó, hubo una fracción de segundo cuando pensó, terminar con todo esto ahora. Así se acabaría con toda la mierda y el castigo de la vida, el solo… la 152 153 agonía crónica implacable que había estado viviendo en... él estaba tan cansado de todo eso. No tenía la menor idea de lo que le hizo golpear la nieve. En un momento estaba mirando hacia el avión esperando el estallido en llamas. El siguiente fue el pecho hacia abajo en el suelo, con los codos cavando en la tierra helada, intratable, con la pierna lesionada palpitante. ¡Estalla!Estalla! Pop— El rugido que interrumpió el sonido de las balas era tan fuerte que él agachó la cabeza, como que ayudaría a evitar la bola de fuego del avión. Excepto que no había luz ni calor. Y el sonido estaba en lo alto.... Altísimo. Ese cubo de pernos en realidad estaba en el aire. Por encima de ellos. Blay ahorrado un segundo para mirar hacia arriba, por si acaso había conseguido un disparo en la cabeza y su percepción de la realidad estaba jodida. Pero no, ese pedazo de mierda de fumigador estaba arriba en el cielo, haciendo un giro y despego en la dirección que, si pudiera permanecer en el aire, con el tiempo daría lugar a Qhuinn y Z para llegar al complejo de la Hermandad. Si tenían suerte. El hombre, que la trayectoria de vuelo no era bonita, no era un águila recto y verdadero a través de la noche en el cielo. Más como una golondrina fresca fuera del nido, con un ala rota. De ida y vuelta y el depósito de lado a lado. Hasta el punto de que parecía más como si hubieran logrado lo imposible y conseguido llegar el aire... sólo para estrellarse y quemarse rápidamente en el bosque... De la nada, algo que lo sorprendió a lado de la cara, así que pegarle duro se dejó caer sobre su espalda y casi pierde bodega de unos cuarenta años. Una mano que había sido una mano que tenía palmeó sus cara como una pelota de baloncesto. 153 154 Y luego un peso enorme saltó sobre su pecho, aplastando él en la capa de nieve, lo que le hizo exhalar con tanta fuerza, se preguntó si no necesitaba mirar a su alrededor para buscar su hígado. — ¿Vas a mantener tu maldita cabeza abajo?— Siseó Rhage en su oído. — O vas a recibir un disparo otra vez. — A medida que el período de calma se extendía en los tiros, de segundos a un minuto, los lessers salían de la línea de árboles más adelante, el cuarteto de asesinos caminando por la nieve con sus armas desenfundadas y equilibrados. — No te muevas, — le susurró Rhage. — Dos pueden jugar este juego. — Blay hizo lo posible por no respirar tan fuertemente como la quemadura en sus pulmones le decía que necesitaba. También trató de no estornudar tenía cosquillas en la nariz con cada inhalación. Espera. Espera. Espera. John estaba a unos tres metros de distancia, y acostado en una posición contorsionada que hizo que el corazón de Blay parpadeara El hombre esbozó una sutil pulgar hacia arriba, como si estuviera leyendo la mente de Blay. Gracias. Vete a la mierda. Blay cambió alrededor de los ojos sin cambiar el ángulo incómodo de su cabeza, y luego discretamente intercambiaron una pistola para una de sus dagas. Como un zumbido desquiciado empezó a vibrar en su cabeza, y calibrando los movimientos de los lessers , su trayectorias, sus armas. Estaba casi sin balas, y no había tiempo para recargar municiones de su cinturón y él sabía que John y Rhage se encontraban en una situación similar. Los cuchillos que V había hechos a mano para todos ellos eran su único recurso. Más cerca... más cerca... Cuando los cuatro asesinos fueron finalmente en el rango, su momento fue perfecto. Y también lo eran los demás. — 154 155 Con un cambio coordinando el oleaje, se levantó de un salto y empezó a apuñalar a los dos más cercanos a él. John y Rhage atacaron a los otros— Casi de inmediato, más asesinos provenían de los bosques, pero por alguna razón, probablemente porque la gente de la Sociedad no estaba armada. “El salón de la Fama” todo bien, no había balas. La segunda ronda corrió por la nieve con el tipo de armas que se esperaría encontrar en un callejón de lucha palos de béisbol, barras de hierro, planchas de neumáticos, cadenas. Fino con ellos. Fue así el jugo y estaba cabreado, podía salir en un mano a mano. DIECINUEVE Sentado en la mesa de exploración, con una bata de papel que cubre su frágil cuerpo y colgando sus pies descalzos fuera del borde del acolchado, Layla se sentía como si estuviera rodeado de instrumentos de tortura. Y suponía que era. Toda clase de implementos de acero inoxidable fueron acomodados en la encimera por encima del fregadero, sus envolturas de plástico transparente que indican que eran estériles y preparados para su utilización. Había estado en la clínica de Havers por una eternidad absoluta. O al menos, eso parecía. En contraste con el viaje por tierra, cuando el mayordomo había conducido como si supiera entonces era la esencia de todo, desde que había llegado aquí había habido demora después mas demora. 155 156 Desde trámites, a la espera de una habitación, a la espera de la enfermera, a la espera de Havers para presentar la prueba de sangre que da lugar a ella. Fue suficiente para volver loca su cabeza. Al otro lado de donde estaba sentada, un grabado enmarcado en vidrio colgada en la pared, no tenía mucho tiempo memorizado pinceladas de la imagen y los colores, el aroma de las flores que representaba en azules vibrantes y amarillos. El nombre debajo se leía: Van Gogh. En este momento, no quería volver a verlo en su oris de nuevo. Cambiando su peso ella hizo una mueca. La enfermera le había dado una pista adecuada para la hemorragia, y ella se horrorizó al darse cuenta de que iba a necesitar otra pronto La puerta se abrió de un golpe, y su primer instinto fue correr, lo cual era ridículo. Esto era donde tenía que estar. Excepto que no era más que la enfermera que le había asentado aquí, tomado de muestras de sangre y sus signos vitales, e hizo anotaciones en un ordenador. — Lo siento mucho ha habido otro caso de emergencia. Yo sólo quiero asegurar a usted que usted es el próximo en línea. — — Gracias, — Laylasede había oído decir a sí misma. La mujer se acercó y le puso una mano en el hombro de Layla. — ¿Cómo estas?— La amabilidad la hizo parpadear rápidamente. — Me temo que voy a necesitar otro... — Ella señaló hacia su caderas. La enfermera asintió y apretó la mano suavemente antes de ir a los armarios y la extracción de un envoltorio cuadrado. — Tengo más aquí. ¿Quieres que te lleve de vuelta al baño? — — Sí, por favor— — Espera, no te pongas de pie todavía. Déjeme darte una mejor cobertura. — Layla se miró las manos, las manos enredadas en un nudo, no podía estar quieta. 156 157 — Gracias. — — Aquí tienes. — Algo suave se sitúar en torno a ella. — Está bien, vamos a pararmos. — Deslizamiento de la mesa, ella se tambaleó un poco, y la enfermera estaba allí, agarrando su codo, estabilizándola. — Vamos a ir poco a poco. — Y así lo hicieron. En el pasillo, había enfermeras corriendo de una habitación a otra, y viniendo la gente y yendo a las citas, y otros miembros del personal a la carrera... y Layla no podía creer que habían ido tan rápido con ellos. Para mantener fuera a la multitud, ella y su escolta amablemente quedaron cerca de la pared para evitar ser pasadas por encima, pero por los demás eran realmente muy agradables. Como si todos supieran que ella sufría de alguna manera estaba grave. — Yo voy a entrar con usted, — dijo la enfermera al llegar a las instalaciones. — Su presión sanguinea es muy baja y me preocupa que corras riesgo de caída, ¿de acuerdo? — Layla asintió con la cabeza, se fueron por el pasillo giró y fue. La enfermera quien le acomodó la manta, y ella torpemente arrastró el papel de esa forma, sentandose ella. — Oh, querida Virgen Escriba. — — Shh, está bien, está bien. — Doblada hacia abajo y la enfermera le dio el apósito límpio. — Vamos a cuidar de esto. Estás bien... aquí, no, querrás darme eso a mí. Tenemos que enviarlo al laboratorio. Hay una posibilidad de que se pueda utilizar para determinar por qué está sucediendo esto, y usted va a querer esa información si quiere intentarlo de nuevo. — “Inrentarlo de nuevo”. Como si la pérdida fuera un hecho. La enfermera se colocó unos guantes y me alcanzó una bolsa de plástico de una consola. Las cosas fueron atendidas de forma discreta y con presteza, y Layla vio como el nombre que había dado fue escrito en el exterior de la bolsa con un marcador negro. — Oh, cariño, estás bien. — La enfermera se quitó los guantes, sacó una toalla de papel del soporte en la pared, y se arrodilló hacia abajo. Tomando Layla de 157 158 la barbilla con su mano suave, le secó cuidadosamente las mejillas que se habían mojado con lágrimas. — Yo sé lo que estás pasando. He perdido uno, también. — El rostro de la enfermera se convirtió en hermosa con la compasión. — ¿Estás segura de que no puedes llamar a tu marido?— Layla se limitó a sacudir la cabeza. — Bueno, quiero saber si cambias de opinión. Sé que es difícil verlos molestos y preocupados, pero ¿no crees que él querrá estar contigo? — Oh, no obstante se lo iba a decir a Qhuinn. Él parecía tan seguro de todo, como si lo tuviera ya se veía en el futuro y se quedó mirando a los ojos a sus crías. Esto iba a ser un shock. — ¿Voy a saber si alguna vez estaré embarazada?— Murmuró Layla. La enfermera vaciló. — La prueba de sangre puede decir, pero depende de qué tan avanzado está usted con lo que está sucediendo. — Layla se miró las manos otra vez. Sus nudillos estaban blancos. — Necesito saber si estoy perdiendo el bebe o esto es sólo el sangrado normal que ocurre cuando uno no concibe. Eso es importante. — — No es que yo lo diga, me temo. — — Usted sabe, sin embargo. ¿No? — Layla miró y se encontró con los ojos de la hembra. — No lo sé. Una vez más, no es mi lugar, pero... con tanta sangre… Yo estaba embarazada. — La enfermera hizo un gesto de cobertura con las manos, frunciendo los labios. — No le digas a Havers que te dije esto... pero probablemente. Y debes saber, no hay nada que puedas hacer para detener el proceso. No es tu culpa, y no has hecho nada malo. Es sólo que, a veces, estas cosas simplemente suceden. — Layla bajó la cabeza. — Gracias por ser honesta conmigo. Y... en verdad, eso es lo que yo creo que está ocurriendo. — — Una hembra lo sabe. Ahora, vamos a llevarte de regreso. — 158 159 — Sí, muchas gracias. — Excepto Layla luchó con conseguir ponerse sus bragas en su lugar mientras se levantaba. Cuando se hizo evidente que No podía tener sus manos coordinadas, la enfermera entró y ayudó con una facilidad envidiable, y todo era tan vergonzoso y alarmante. Para estar tan débil y a merced de otro para una cosa tan simple. — Usted tiene el acento muy hermoso, — dijo la enfermera, ya unidas al tráfico en el corredor, pero de nuevo a su carril lento. — Es tan viejo, mi País: mis gran mahmen lo aprobaría. Ella cómo odiaba el Inglés se había convertido en su lengua dominante aquí. Pensaba que iba a ser la ruina de la especies. — La conversación sobre nada en particular ayudó, dando a Layla algo en qué concentrarse que no sea cuánto tiempo iba a ser capaz de ir hasta ella, necesitaba hacer este viaje de nuevo... y si las cosas estaban empeorando con el aborto involuntario... y lo que iba a ser como cuando se vio obligada a mirar a Qhuinn a los ojos y decirle que había fracasado.... De alguna manera lo hizo de nuevo a la sala de examen. — No deberás esperar mucho más. Te lo prometo. — — Gracias. — La enfermera se detuvo junto a la puerta, y cuando ella se quedó inmóvil, una sombra cruzó el fondo de sus ojos, como si estuviera reviviendo partes de su propio pasado. Y en el silencio entre ellos, un momento de comunión llamó su atención y aunque era raro tener algo en común con una mujer terrenal, la conexión fue un alivio. Se había sentido tan sola en todo esto. — Tenemos gente que puede hablar, — dijo la mujer. — A veces, después de hablar realmente puede ayudar. — — Gracias. — — Usa ese teléfono blanco si necesita ayuda o se siente mareada, ¿de acuerdo? No lo estoy ahora. — 159 160 — Sí lo hace. — A medida que la puerta se cerró, las lágrimas regaban su visión, y sin embargo, aun cuando a ella le dolía en el pecho, como un aplastamiento, más la sensación de pérdida parecía desproporcionada en relación con la realidad. El embarazo fue sólo el principio de las etapas, lógicamente, no había mucho que perder. Y sin embargo, para ella era su juventud. Esta fue la muerte de su niño. Se oyó un golpe suave en la puerta, y luego una voz masculina. — ¿Puedo pasar?— Layla cerró los ojos y tragó saliva. — Por favor. — El médico era alto y distinguido, con gafas de carey y una corbata de lazo en su garganta. Con un estetoscopio alrededor de su cuello y el abrigo largo y blanco, parecía el sanador perfecto, tranquilo y competente. Cerró la puerta y le sonrió brevemente. — ¿Cómo te sientes?— — Muy bien, gracias. — Él la miró desde el otro lado de la habitación, como si hiciera una evaluación médica a pesar de que no la tocó a ella o a los instrumentos.. — ¿Puedo hablar con franqueza?— — Sí. Por favor. — Él asintió con la cabeza y sacó un taburete rodante. Se sentó, se equilibró un expediente en su regazo y le miró a los ojos. — Veo que no hay nombres ni de su marido… del padre. — — ¿Yo debo?— El médico dudó. — ¿Usted no tiene familiares, querida?— Cuando ella negó con la cabeza, los ojos registraron verdadera tristeza. — Lo siento mucho por sus pérdidas. ¿Así que no hay nadie aquí para ti? ¿No? — 160 161 Cuando ella se sentó allí, sin decir nada, tomó una respiración profunda. —Está bien— — Pero puedo pagar, — dijo abruptamente en un apuro. Ella no estaba segura de dónde podría obtener el dinero, pero… — Oh, querida, no te preocupes por eso. No necesito ser remunerado si no eres capaz. — Él abrió el archivo y se trasladó una página fuera del expediente. — Ahora, tengo entendido que usted ha pasado a través de su necesidad. — Layla se limitó a asentir, ya que era lo único que podía hacer para no gritar, — ¿Cuál es el resultado de la prueba?— — Bueno, he mirado los resultados de su sangre y se han mostrado algunas cosas... yo no esperaba. Si que a tal acuerdo, me gustaría tomar otra muestra y enviarla al laboratorio para mí unas cuantas pruebas más. Con suerte, voy a ser capaz de dar sentido a todo esto, y me gustaría hacer una ecografía, si no te importa. Es un examen estándar que me va a dar una idea de cómo van las cosas. — — Da igual, ¿cuánto tiempo tengo para que el abortar esté completo?, — Dijo con gravedad. El Médico se acercó y le tomó la mano. — Vamos a ver cómo está, ¿de acuerdo?— Layla respiró hondo y volvió a asentir. — Sí. — Havers fue a la puerta y llamó a la enfermera. Cuando la mujer entró en la habitación, puso con ella lo que parecía ser un ordenador de sobremesa montado en un carro, se produjo un teclado, un monitor, y algunos varitas montados en los lados del artilugio. — Voy a dejar que mi enfermera para hacer las extracciones manos son mucho más competente que la mía en ese respecto. — Él sonrió de una manera suave. — Y mientras tanto, voy a comprobar en otro paciente. Yo Volveremos inminente. — 161 162 El pinchazo de la aguja segunda fue mucho mejor que la primera, ya que sabía qué esperar, y fue ella brevemente a la izquierda por sí misma cuando la enfermera se fue a entregar la mercancía al laboratorio, donde sea, lo que sea que era. Ambos regresaron en breve. — ¿Estamos listos?, — Preguntó Havers. Cuando Layla asintió con la cabeza, él y su enfermera conversaban, y el equipo se organizó cerca de donde ella estaba sentada. El médico vuelve a desplazarse sobre en su banquillo y sacó dos brazos como extensiones de los lados de la mesa de examen. Movió de un tirón lo que parecía un par de estribos libres, él asintió con la cabeza a la enfermera, que apagó las luces y se dio la vuelta para poner la mano en el hombro de Layla. — ¿Quieres descansar?, — Dijo Havers. — Y se abajo a fin de estár en el extremo de la mesa. Usted es va a poner los pies aquí después de quitarse su ropa interior. — Indicó, de los reposapiés, los ojos de Layla se ensancharon. Ella no tenía ni idea de que el examen le iba a hacer. — ¿Nunca has tenido un examen interno antes?— Havers dijo con vacilación. Cuando comenzó a negar con la cabeza, asintió. — Bueno, eso no es raro, sobre todo si se trataba de tu primera necesidad. — — Pero no puedo abrirme— Se detuvo. — Estoy sangrando. — — Nosotros nos encargaremos de eso. — El médico parecía totalmente seguro. — ¿Vamos a empezar?— Layla cerró los ojos y se echó hacia atrás, de modo que estaba acostada, el papel fino que cubría el superficie acolchada con arrugas por su peso. Con una elevación de las caderas y sin rodeos rápido, ella acabó con lo que la cubría. — Yo me encargaré de por tí — dijo la enfermera en voz baja. Cerrandole las rodillas a Layla, juntas mientras le acariciaba un poco los pies para mientras estos abandonaban los estribos. — Eso es todo. — El taburete rodante chirriaba cuando lo corrió nuevamente. Pero se movió más hacia abajo. — Por un segundo, pensó, no podía hacer esto. Puso sus brazos alrededor de su vientre, los tenía apretados, como si de alguna manera pudiera ser la bebé dentro de ella al mismo tiempo que se mantenía. Pero no había nada que pudiera 162 163 hacer, no podía tener conversaciones con su cuerpo para calmarse y mantener lo que se había implantado, no charlar del amor que podía impartir a sus crías por lo que siguiera tratando de sobrevivir, ninguna cepa de palabras para calmar su pánico total. Por una fracción de segundo, ella anhelaba la vida de clausura que había encontrado una vez tan sofocante. Arriba en el Santuario de la Virgen Escriba, la placidez de su existencia había sido algo que ella había dado por concedida. De hecho, desde que había bajado a la tierra y trató de encontrar un propósito aquí, había sido sacudida por trauma después de otro. La hacía respecto a los machos y las hembras a quien le habían dicho estaban por debajo de ella. Aquí abajo, todo el mundo parecía estar a merced de las fuerzas fuera de su control. — ¿Estás lista?, — Preguntó el doctor. Como las lágrimas rodaron por el rabillo de sus ojos, se concentró en el techo por encima de ella, y se apoderó del borde de la mesa. — Sí. Hagalo ahora. — VEINTE Mierda, Qhuinn estaba completamente fuera de control. Casi no había visibilidad. El aeroplano tambaleándose hacia atrás y adelante como si tuviera tos el motor. Y ni siquiera podía comprobar a Z. Demasiado viento había para gritar otra vez, y no estaba teniendo su visión de donde se dirigían, o más bien donde creía que fueran a estrellarse con la tierra, incluso aunque no podía ver malditamente nada, Ni un millón de años hubieran hecho que esto fuera una buena idea. Lo único que parecía funcionar era el compás, así que al menos 163 164 que pudiera orientarse donde estaba la base. El Complejo de la Hermandad era al norte y un poco al este, en la parte superior de una montaña rodeada por el límite invisible, a de lsa defensas de V. Así que direccionalmente, tenía razón en adelante, suponiendo que marca NSEW era de hecho de lo más operativo que había, oh, digamos, todos lo demás eran cajas de mierda en lata. Al mirar a su derecha, el viento implacable que entraba a través del parabrisas destrozado se estrelló contra su canal auditivo. Por la ventana lateral, podía ver... un montón de oscuridad. Que tomó en el sentido de que habían pasado a través de los suburbios e iban a lo largo de las tierras de cultivo. Tal vez ya habían llegado a las colinas y que un poco mas aparecería la montaña Un sonido como un petardeo de un coche le llamó la atención en un mal camino, pero lo que era peor? El repentino silencio que siguió. Sin ruido del motor. Sólo el silbido del viento en la cabina. Bien, ahora estaban realmente en problemas. Por un segundo, pensó en desmaterializarse a cabo. Él era lo suficientemente fuerte, lo suficientemente conscientes pero él no se iba sin Z. Una mano fuerte se posó en su hombro, asustándolo y subiéndole las bolas. Z se arrastró hacia adelante, y por la expresión de su rostro, estaba teniendo problemas para permanecer de pie. El hermano cuando habló, su voz era profunda, cortando a través del estruendo. — Es hora de que te vayas. — — Al diablo con eso, — gritó Qhuinn a su espalda. Acercandose hacia adelante, se fue a probar el encendido. No puede doler, ¿no? — No me obligues a echarte. — — Intentalo. — — Qhuinn— 164 165 El motor pateó de nuevo y reintensificando el estruendo. Todas eran buenas noticias. El problema era que, si el bastardo se iba una vez más, ¿iba a salir de nuevo? Qhuinn metió la mano en su chaqueta. Cuando él enganchó su teléfono celular, pensó en todos ellos dejandolos tras de sí, y él le pasó el teléfono al Hermano. Si había una jerarquía en el orden a su alcance estaría fuera y Z estaba en la cima de la lista. Él tenía una esposa y una hija, y si alguien iba a hacer una llamada, era él. — ¿Qué es esto?, — Dijo Zsadist oscuramente. — Te puedes imaginar... — — Y se puede dejar— — No tengo que salir, volando de esta trampa mortal hasta que lleguemos. — Había algo de seguir discutiendo en ese momento, pero él no se movía desde el asiento del conductor, y como fuerte como el hermano no estaba bajo circunstancias normales, Z no estaba en condición de usar ningún músculo ni modo de tomar una hogaza de pan. Y con eso no duraría mucho. Después de la charla Z se calló, desaparecido, no dudó en agacharse de nuevo en la parte trasera para que pudiera tener ese último contacto con sus seres queridos. Decisión inteligente. En contra a sus propias decisiones, Qhuinn cerró los ojos y echó una oración a cualquiera que pudiera escucharlo. Y entonces se imaginó la cara de Blay — Aquí. — Abrió los párpados. Su celular estaba justo en frente de su cara, en su lugar sujeto por un robusto Z agarrándolo. Y el mapa del GPS fue configurado y funcionaba, la flecha parpadea poco y le mostraba exactamente dónde estaban. — Otras tres millas, — gritó el hermano por encima del ruido crepitante. — Eso es todo lo que necesitamos— Hubo un momento… un fiasco, y luego otra ronda de ese espantoso silencio. 165 166 Maldiciendo, Qhuinn centrado duro en la pequeña pantalla todo el tiempo esperando que las cosas cambiase por sí mismas. Más al norte, obviamente, pero más al este. Mucho más lejos. Su cálculo aproximado había sido bueno, pero difícilmente en el clavo. Sin el teléfono? podía ser una putada. Bueno, eso y estar sin motor. Comprobando la ubicación precisa, hizo algunos cálculos en su cabeza, y se dirigió a la derecha, tratando de conseguir que el indicador puntiagudo en el mapa los llevara exactamente a su montaña. Entonces era el momento para tratar de poner en marcha el motor. Estaban perdiendo altitud. No de la forma de las película cayendo en espiral, hubo un primer plano en la altímetro y la cosa estaba girando más rápido y deseaba que la hélice funcionara. Pero poco a poco, inexorablemente se estaban quedando a la deriva y descendiendo... y si perdían impulso suficiente hacia adelante, por lo poco fiable, era una máquina de coser lo que había bajo el capó, se supone que profetiza que se les va a caer del cielo como una piedra. Trabajo con la ignición y otra vez, murmuró: — ¡Vamos, vamos, vamos, vamos....! — Era difícil mantener la nariz hacia arriba con una sola mano, y justo cuando iba a tener que dedicar toda su atención a la lucha contra el volante, el brazo Z se disparó hacia adelante, pateó la mano de la camino, y se hizo cargo del intento de arrancar el motor. Por una fracción de segundo, Qhuinn tenía una instantánea absurdamente clara de la banda de esclavos que asomaba del brazalete de cuero de la chaqueta del hermano, y entonces todo era negocio. Dios, sus hombros estaban en llamas desde tirando hacia atrás de la rueda. Y pensar que él se moría por oír ese ruido desde y de repente, el motor volvió de nuevo a la vida, y el cambio en la altitud no se hizo esperar. Los enchufes y la chispa instantánea en los pistones y comenzó a rugir de nuevo, los números comenzaron a subir. Mantener el acelerador completamente comprometido, comprobó el indicador de combustible. En E.(vacío) Tal vez se estaban quedando sin gasolina, y no fue un problema mecánico? 166 167 — Sólo un poco más lejos, nena, sólo un poco más, vamos, nena, tú puedes hacerlo.... — Con una corriente interminable de ánimo y un murmullo salió de sus labios, las palabras se ahogaron impotentes por lo único que importaba, era ir como el Cessna, hablando Inglés...? Al hombre, le parecía que tardaban siglos, la esperanza en la oración su cerebro rebotaba hacia el pasado y el futuro entre mejor y peor de los escenarios como las millas se cruzaron a un ritmo maldito, muerto, lento. — Dime que llamas a tus mujeres, — gritó Qhuinn. — Dime que puedes mantenernos arriba de la tierra. — — No sin mentir. — — Ve más al este. — — ¿Qué?— — ¡Este! ¡Ve hacia el este! — Z enfocandose sobre el mapa y empezó a correr la yema del dedo en una dirección, de este a oeste. — ¡Puedes acabar en la tierra de esta manera, pero detrás de la mansión!— Qhuinn se supone que debía tomarlo como una señal positiva de que el estaba haciendo planes de aterrizaje que no implicaran bolas de fuego. Y la sugerencia era buena. Si pudieran orientarse a lo largo del lado largo de esa gran casa del culo, en el otro extremo de la piscina, que podría acabar con una línea de árboles frutales... pero no sería más o menos la misma cantidad de terreno que había usado para despegar. Mejor que se estrelle contra el muro de contención enorme que corría alrededor de la propiedad— El motor no pereció en este momento. Simplemente se apagó, como si estuviera cansado de rogar, y fuera a ser permanente. Al menos estaban dentro del rango de aterrizaje. Una oportunidad. Eso era todo lo que tenían. Un solo intento para aterrizar en el suelo que, suponiendo que pudieran parar ellos en las proximidades de la propiedad, y 167 168 penetrar en el sistema y gestionar que no los golpeara, estaban el poso, los coches, las puertas, o nada. la avioneta realmente no soportaría otro... resultaría… él entregando el orgulloso de padre y amante esposo y luchador extraordinario... de vuelta a los brazos de su familia. Pero Z no lo que estaba pensando. El Primale se encargaría de supervisar la salud y la seguridad de Layla. Blay tuvo sus padres amorosos y a Sax. John tenía su Xhex. Todos iban a estar bien. Qhuinn se arrancó de su alrededor. — ¡Ponte en un asiento! ¡Volveremos allí! Pónte en una silla y las correas en tí mismo— El Hermano abrió su boca, y Qhuinn hizo lo impensable. Dio una palmada en la mano abierta sobre el macho labios. — Siéntate de una puta vez y correa! Hemos llegado tan lejos que no será una razón para que esto me joda acá arriba! — Cogió el teléfono. — Vamos! Ya los tienes! — Los ojos negros de Z se clavaron en los suyos, y por una fracción de segundo, Qhuinn se preguntó si no iba a conseguir expulsado de la cabina. Pero entonces sucedió el milagro: una conexión instantánea surgió entre ellos, una cadena con eslabones gruesos de uno al otro. Z levantó su dedo índice y apuntando directamente a la cara de Qhuinn. Después de que él asintió con la cabeza una vez, desapareció en la parte trasera. Qhuinn reorientando la nave que con su inercia era que si se quedasen en el aire ya sin gasolina, gracias a la dirección de Z que tiraron un poco más a la derecha, los había creado así en el GPS, y que se estaban acercando a la intersección de las carreteras que dividen alrededor de la base de la montaña, centímetro a centímetro. Pulgada a… Estaba bastante seguro de que estaban sobre la propiedad ahora. Cuando el avión descendió más lejos, se preparó, sin dejar de tirar duro en dirección a sus hombros. No había tren de aterrizaje para acabar como la mierda se había bloqueado, un ruido repentino, un silbido penetró en la cabina, y que, junto con un 168 169 cambio brusco, anunció que la gravedad había empezado a ganar la lucha, amortiguando con la fibra de vidrio y la construcción metálica junto con su par de vidas y con respiración como premio. Ellos no iban a morir, era demasiado pronto. Una vibración salvaje siguió, y por un momento, se preguntó si no se había dado contra el suelo y no notado las copas de los árboles, tal vez? No. Algo... ¿Los suyos? El amortiguador repentino parecía extenderse hacia arriba, y lo supo, el avión reaccionó de otra manera, la nariz se niveló sin ningún esfuerzo de Qhuinn o ayuda del peso muerto de motor. Incluso en un lado a lado subió y tambaleante se detuvo. Al parecer, la defensa invisible de V sólo mantiene fuera a los seres humanos y lessers, se podría festejar pues eran un Cessna en el aire. Excepto luego tuvo otro problema. La velocidad no parece ceder Con la mierda no había manera, era como que iba flotando aquí por una maldita vez, iban a salirse de la pista de aterrizaje que tenían. De repente, el ruido se reanudó, y comprobó el altímetro. Habían descendido unos veinticinco pies, y él tuvo que preguntarse si hubían penetrado la barrera. Luces. Oh, dulce Niño Jesús, luces. Por la ventana lateral, abajo, podía ver el resplandor de la mansión, y el patio. Estaba demasiado lejos para distinguir los detalles, pero tenía que ser yupi, el pequeño retoño tenía que ser el asombroso. Al instante, su cerebro todo tridimensionado y reorientado. Vete a la mierda. Su punto de vista era incorrecto. Si él seguía su camino como éste, iba a aterrizar de delante hacia atrás en la propiedad, más que por ese lado largo. Y fuera, no tenía suficiente sustentación para ejecutar un círculo bien grande para conseguir que apuntara en la dirección correcta. Estaba fuera de opciones, no tenía más remedio que hacer que funcione. 169 170 Su mayor problema sigue siendo la falta de jardín trasero. Había sólo una compensación en la montaña. Todo lo demás… Los árboles los iban a masticar. Tenía que ir más bajo, como ahora. — Prepárate!— A pesar de ser contrario a la intuición, empujó el eje delantero, y señalando el suelo. Hubo un pico instantáneo en la velocidad, y rezó para que él pudiera recuperarse de ella cuando llegó a la zona de strike (recepción en beisbol). Y una mierda, el temblor empeoró aún más intensamente, hasta el punto que le hacía tambalear al infierno, y sus antebrazos picaban de aferrarse a la rueda. Más rápido. Más cerca. Más rápido. Más alto. Más cerca. Y entonces llegó el momento. La casa y los jardines eran más adelante, y que viene a ellos en un maldito muerto ejecutar. Tiró con fuerza, y la nueva velocidad les dio un descenso breve. Más cerca de la casa... — ¡Prepárate!, — Gritó en la parte superior de sus pulmones. Como a cámara lenta se hizo cargo, todo se magnificaba los sonidos, los segundos, un aguijón en sus ojos cuando miraba hacia el frente, la sensación de su cuerpo empujando de nuevo en el asiento— Vete a la mierda. Él no tenía ningún tipo de arnés. No se había molestado en él. Tenía mucho más que pensar. Mudo culero— En ese mismo instante, se puso en contacto con algo. Resiste. El avión rebotó hacia arriba, golpeando algo, otra cosa, rebotó descentrándose, rebotó de nuevo. Al mismo tiempo, su cabeza chocó contra los paneles por encima de él, y su culo pero choco también con el asiento. La siguiente fase del aterrizaje del infierno fue una sacudida traqueteo—desplazándose de lado que casi lo echó de la cabina. Esta era la tierra tenía que serli y maldición, que iban rápido. Luces azotaban por las ventanas laterales, todo era como en 170 171 Studio 54, hasta que fue cegado prácticamente. Y teniendo en cuenta que eran las luces estroboscópicas, pensó que estaban en el jardín, pero ellos se estaban quedando sin espacio. giraba la rueda, que los envió en picada, con la esperanza de que las mismas leyes de la física se aplicaran y pusieran fuera de control en los coches podría traducirse aquí como sin frenos, a campo limitado, y la única manera de frenar su impulso era el coeficiente de arrastre. La fuerza centrífuga lo golpeó contra el costado de la cabina, y la nieve golpeaba su cara, y luego algo fuerte. Mierda, no sabía que pasó en absoluto. Y eso de seis metros de altura, dieciocho pulgadas de ancho del muro de seguridad se acercaba rápidamente. Hablando acerca de sus puntos y aparte.... VEINTIUNO Blay desmaterializandose a la mansión en el instante en que el último asesino en el claro que fue enviado de vuelta a él Omega. Con Qhuinn en el aire con Z, no había ninguna razón para perder el tiempo esperando otro escuadrón para hacer acto de presencia. Aunque en realidad, no había nada que se pudiera hacer para ayudarlos a la par. Volvió al patio. Directamente por encima de él, sin hacer ruido en absoluto, ese avión olvidado de Dios bloqueó la luna. Se habían hecho mierda, y maldito, pasaron tan cerca, que sentía que podía alcanzar a tocar el tren de aterrizaje del Cessna. El silencio era de piedra no era una buena señal, sin embargo.... El primer impacto vino de las copas de los arboles que limitaban el jardín. El avión rebotó en las puntas agudas, cogido un poco de 171 172 aire, y luego se perdió de vista. Blay desmaterializado en torno a la terraza justo a tiempo para ver el golpe Cessna en la nieve, el accidente fue como que un hombre gordo haciendo un planchazo en una piscina, grandes olas blancas levantaron en todo el lugar. Y entonces, el avión se convirtió en el mayor Weedwacker (marca cortadora de cesped) conocido por el hombre, la combinación de su cuerpo de acero y la velocidad demasiado rápida que rasgó a través de los árboles frutales, y las camas de flores que tenían asegurado para el invierno, y la mierda, incluso la alineación y las fuentes de las aves. Pero a la mierda con todo eso. No le importaba si el lugar tiene reclasificación, siempre y cuando el avión se detenga antes de que llegue al muro de contención. Por una fracción de segundo, estaba de casi decidido a materializar en frente de la avioneta y llevó las manos hacia fuera, con resignación, sino fuera que era una total locura. Si el Cessna no parecía aún molesto por las estatuas de mármol que estaban cortando el paso debajo de él, no le iba a dejar una mierda vivo o no. Sin razón aparente, todo lo que fuera de control comenzó a girar, el brazo oscilante frente a Blay como si Qhuinn estaba tratando de cambiar la dirección de la cola de pez era el movimiento perfecto siendo que no había frenos, y suponiendo que el siguiera girando les daría más espacio para bajar el impulso hacia adelante — Mierda, estaban poniendo muy cerca del muro de contención— Las chispas iluminarom la noche, junto con un grito del metal sobre la piedra que anunció que cambiaba el "muy cerca de la pared" había sido re por "justo contra la pated', pero gracias a la Qqhuinn había tirado a su vez desgarrador off, que había patinado en una posición paralela, en lugar de uno de frente. Blay empezó a correr en dirección al espectáculo de luz, y mientras lo hacía, otros se unieron a él, en su elenco de personas que en línea. No se podía parar esto, pero podría muy bien dar una mano cuando cosas Crunch! De composición. 172 173 El avión finalmente se encontró con un objeto inanimado con el que no podía llevarse, lo mejor de la nave se quedó con parte del equipo y suministros de jardinería en la parte trasera del jardín. Punto muerto. Y estaba todo demasiado tranquilo. Todo lo que Blay escuchó eran los impactos de sus shitkickers viajar a través de la nieve, su aliento, puñetazos por el aire frío, y la lucha de los otros detrás él. Él fue el primero en llegar a la aeronave, y se fue hacia la puerta que por algún milagro se enfrentaba al exterior y no contra la pared de hormigón. Abrió la puerta y uso su linterna, se no sabía qué esperar dentro por el humo. ¿Los humos? La sangre y ¿partes de cuerpos? Zsadist estaba sentado rígido en un asiento que miraba hacia atrás, su gran cuerpo atado, con ambas manos aferrado a los apoyabrazos. El hermano estaba mirando al frente y no parpadea. — ¿Hemos dejado de movernos?, — Dijo con voz ronca. Bueno, al parecer, incluso un hermano podía sentir un shock. — Sí, es cierto. — Blay no quería ser grosero, pero ahora estaba bien y seguro uno de ellos, tenía que ver si Qhuinn— El hombre salió de la cabina a la luz a Blay, le parecía que había estado en un núcleo duro de un parque de diversiones, con el pelo peinado hacia atrás desde la frente quemada por el viento, sus ojos azul y verde bien abiertos en una cara que era rayado con sangre fresca, cada miembro de él temblando. — ¿Estás bien! — Gritó él, podría tener los oídos resentidos como consecuencia de una gran cantidad de ruido. — Z di algo— — Estoy aquí, — respondió el Hermano, haciendo una mueca cuando él arrancó una de sus manos que eran como garras en el reposabrazos y la levantó. — Estoy bien, hijo Estoy bien. — 173 174 Qhuinn se agarró a lo que pudo, y fue entonces cuando sus rodillas salió lo dejaron caer arrugado sus palmas juntas, con la voz quebrada tanto que apenas podía hablar. — Yo sólo... quería que estuvieras bien.... Yo sólo... quería... a estar bien—oh, Dios... para tu hija... Yo sólo quería que estuvieras bien.... — Zsadist, el hermano que nunca tocó a nadie, se acercó y puso su mano libre sobre Qhuinn la cabeza inclinada. Alzó la vista y dijo en voz baja: — No dejes que nadie entre aquí. Dame un minuto, ¿vale? — Blay asintió y se dio la vuelta, el bloqueo de la puerta con su cuerpo. — Están bien estan bien.... — Mientras balbuceaba a la multitud, el número de caras mirando hacia él erante mas de una buena docena, pero Bella no estaba entre ellos. ¿Dónde estaba ella— — Zsadist! Zsaaaaaaaaaaaaadist! — El grito recorria todo el camino a través del césped azul brillante ya que, hasta en la terraza, una figura solitaria se tiro a la nieve a la carrera. Hay mucha gente que le gritó a Bella, pero dudaba que ella oyera nada. — Zsaaaaaaaaaadist!— Blay fue inmediatamente alcanzado por ella. Y, oh, Dios, que nunca iba a olvidar la expresión de su rostro Era más terrible, como si viera la peor atrocidad de guerra, como si estuviera desollado vivo, tan seguro como que sus brazos y piernas estaban atados hacia abajo y pedazos de su carne colgaban de su pelado cuerpo. Qhuinn saltó de la aeronave atrapandola. — Está bien, está bien, te lo prometo que está muy bien. — Bella se quedó inmóvil, como eso era lo último que esperaba que nadie dijera. 174 175 — Mi nalla, vamos entra, — dijo Z en el mismo tono tranquilo que había usado en Qhuinn. — Ven aquí. — La mujer miró a Blay en realidad como que estaba por chequear que estaba escuchando correctamente. En respuesta, él simplemente la tomó por el codo y la ayudó a través de la puerta pequeña de la aeronave. Entonces se dio la vuelta y de nuevo bloqueando el portal. Los sonidos de una mujer llorando abiertamente en alivio emanaban, Qhuinn vio como el secaba con sus manos sus ojos y como el hombre estaba limpiando su propia cara de las lágrimas. — Mierda, hijo, yo no sabía que se podía volar este avión, — dijo alguien. Cuando Qhuinn levantó la vista y parecía mirar a través del paisaje, Blay hizo lo mismo. Hablar de post apocalípticas escenas... Un barranco, mas que un surco, se extiende a lo largo de la trayectoria de vuelo, como si el dedo de Dios le había trazado una línea por el jardín. — En realidad... no puedo, — murmuró Qhuinn. V puso su mano rodado entre los labios y extendió la palma de la mano. — Estas mi hermano en casa una en una pieza. Vete a la mierda y al resto con esa mierda. — — Palabras — — Sí, y gracias a Dios— — Sí, claro— — En verdad— Uno a uno, los Hermanos se dieron a conocer, cada uno poniendo su mano en la daga. La procesión se llevó tiempo, pero nadie parecía preocuparse por el frío. Blay ciertamente no podía sentirlo. Hasta el punto de que llegó a ser paranoico.... Metiendo la mano en el calor de su chaqueta de cuero, se encontró con su caja torácica y pellizcó tan fuerte como pudo. Ow. Cerrando los ojos, se elevó una plegaria silenciosa que esta era la realidad... y no el horror que podrían haber sido. 175 176 Toda la atención estaba haciendo a Qhuinn ponerse nervioso. Y no era como si su vuelo con un poco de imaginación huboers sido una experiencia de un maldito Zen. La quemadura en la cara por el viento, los dolores en los hombros y la espalda, las tambaleantes piernas se sentía como si estuviera todavía allí, todavía rezando a nada que él creyera que existía, todavía y siempre al borde... De morir. Además estaba tan condenadamente incómodo delante de Z de esa manera rompiéndose. Vamos. Qué joder coño. — ¿Te importa si echo un vistazo?— Dijo Doc Jane mientras se acercaba entre la multitud. Sí, buena idea. El propósito de esto era porque Z había sido herido gravemente suficiente para no ser capaz de desmaterializarse. — ¿Qhuinn?, — Dijo la mujer. — Lo siento— Oh, él estaba en el camino. — Aquí, déjame salir de la... — — No, no Zsadist. Tu. — — ¿Eh?— — Estás sangrando. — — ¿Lo estoy?— El médico se volvió con las manos encima. — ¿Ves?— Efectivamente, sus palmas estaban goteando rojo. — Sólo le limpió la cara. Tu tienes un corte profundo en la cabeza. — — Oh. Está bien. — ¿Tal vez por eso se sentía tan amplia? — ¿Qué pasa con Z?— — Manny ya está ahí. — He. Supongo que se había perdido esa parte. — ¿Quieres verme aquí? — 176 177 Ella se rió un poco. — ¿Qué tal si vamos a la casa, si puedes caminar. — — Yo me ocuparé de él— — A ver si él... — — Me quedo con él— — Lo tenemos— El coro de voluntarios fue una sorpresa, lo mismo que todas las armas que ayudan aparecieron desde fuera de la nada, era literalmente envuelto por las armas de combate, y casi arrastrado desde el sitio como si alguien dirigiera a la multitud en un concierto. Miró hacia atrás, esperando ver a Blay, rezando para encontrar los ojos del tío, sólo para conectar, a pesar de que estaba como loco. Pero Blay estaba allí. Esa mirada azul hermosa estaba allí, tan firme y verdadero, ya que se encontró con la propia que se sentía como descomponerse de nuevo. Y sacó fuerzas de esos ojos, al igual que lo había hecho nuevo cuando que habían pasado tanto tiempo juntos. La verdad era que él deseaba que volver con Blay a la mansión, pero no dijo una mierda a la Hermandad cuando pateó en masa de esta manera. Y, además, no cavía duda de que el tipo se sentiría como que estaba demasiado cerca. Qhuinn vuelve a centrarte en el camino a seguir. Santa... mierda... El jardín fue completamente diezmado, un surco de tres metros de alto desde la casa cortando, todo tipo de árboles derribados, arbustos segados por los restos del aterrizaje forzoso dispersos alrededor como metralla de bomba. Y había un montón de escombros que parecían piezas del avion. Oh, mira, un panel de acero. — Espera, — dijo él, tirando para liberarse. Se agachó, recogió el fragmento afilado a donde se había derretido la nieve. Podría haber jurado que la cosa estaba todavía caliente. — Lo siento mucho, — dijo sin dirigirse a nadie en particular. La voz del rey resonó por delante de él. — ¿Por mantener a mi hermano vivo?— 177 178 Qhuinn levantó la vista. Wrath había salido de la biblioteca con George a un lado de él y de su reina en el otro. El hombre parecía tan grande como la mansión detrás de él, y tan fuerte incluso ciego, parecía como un superhéroe en esos tonos envolventes. — Joder, he destrozado su jardín, — murmuró Qhuinn mientras subía hacia el macho real. — Quiero decir... lo has ajardinado en una mala manera. — — Vas a dar a Fritz algo que hacer en la primavera. Ya sabes lo mucho que le gusta tirar de las malas hierbas. — — Ese es el menor de sus problemas. Estoy bastante seguro de que está en territorio de una retroexcavadora. — Wrath se adelantó, encontrarse con él a medio camino a través de la terraza. — Esta es la segunda vez, hijo. — — He arruinado cosas mecánicas en las últimas veinticuatro horas. Lo siguiente que haré, sabe, voy a volar un barco de guerra. — Las cejas de color negro azabache se hundieron bajo. — Eso no es lo que estoy hablando. — Bueno, esto tenía que terminar ahora mismo. Realmente odiaba tener la atención en él, ser ignorado deliberadamente y su declaración del rey, fue: — Bueno, la buena noticia, mi señor, es que yo no soy buscando un tercer campeonato. Así que creo que estamos a salvo de ahora en adelante. — Hubo una gran cantidad de quejas ante eso. — ¿Puedes venir a la clínica ahora? — Corto la Doc Jane. Wrath sonrió, sus colmillos destellando en la luz de la luna. — Si haces eso. — Gracias a Dios... fue hecho en esta noche. — ¿Dónde está Layla?, — preguntó el médico, cuando entró en el calor de la biblioteca. — Creo que hay necesidad de alimentación. — 178 179 Vete a la mierda. Como las gallinas madre en cuero negro detrás de él comenzó a cacarear en apoyo a esa idea, Qhuinn puso los ojos en blanco en su cabeza. Una crisis en esta noche era más que suficiente. Lo último en lo que estaba interesado, era en explicar exactamente por qué la elegida no podría ser utilizada como una fuente de sangre. — Te ves mareado, — dijo alguien. — Creo que va demasiado rápido — Yyyyyyy eso fue lo último que oyó durante un buen rato. VEINTIDÓS Al otro lado del río, en la clínica de Havers, Layla finalmente tuvo que salir de la mesa de examen y pasear por la pequeña habitación. Había perdido la noción del tiempo en este punto. De hecho, se sentía como si hubiera estado mirando a las cuatro paredes de siempre, y sería para el resto de su la vida natural en la tierra. La única parte de ella que estaba viva y comprometida era su mente. Lo lamentable era que se acosaba sin cesar por lo que la enfermera había dicho... que se trataba de un aborto involuntario. Que en con toda probabilidad, podría concebir. Cuando el golpe que había estado esperando por fin llegó, fue inesperado y la hizo saltar. — ¿Entra?, — Dijo. La enfermera que había sido tan amable entró... pero parecía cambiada. Ella se negó a cumplir con los ojos de Layla, y su cara se congeló en una máscara. Envueltos en el brazo era un rollo de tela blanca, y ella empujo la tela hacia adelante mientras le mira lejos. Y luego se redujo a una reverencia. 179 180 — Su gracia, — dijo ella con voz temblorosa. — Yo... nosotros... Havers... no teníamos ni idea. — Layla frunció el ceño. — ¿Qué estás?— La enfermera sacudió la tela, como si tratara de que Layla lo aceptara. — Por favor. Ponte esto. — — La sangre en ti es de una elegida — Tembló la voz de la enfermera. — Havers es... loco. — Layla se esforzaba por comprender las palabras. ¿Así que esto no era... acerca de su embarazo? — Lo que no entiendo es ¿Por qué él es... él está molesto porque yo soy una elegida? — La otra mujer palideció. — Pensábamos que eras... caída?— Layla se puso las manos sobre sus ojos. — Pronto podrá, dependiendo de lo que pase. — Ella no tenía la energía para esto. — ¿Podría alguien decirme los resultados de la pruebas cuales son y lo que tengo que hacer para cuidar de mí misma? — La enfermera perdió el balón con el drapeado, todavía tratando de entregarlo. — No puede volver aquí— — ¿Qué?— — No si eres... no puedes estar aquí. Y nunca debería estar — Layla avanzó, su temperamento la quemaba — Quiero dejar algo perfectamente claro yo quiero hablar con el médico. — En la demanda, la enfermera realmente miró a la cara. — Tengo derecho a saber de lo que él se enteró de mi cuerpo le dices que venga aquí y ahora. — No había nada estridente en su voz. No histeria aguda, sólo un tono plano, de gran alcance que ella nunca había oído salir de su boca antes. 180 181 — Iré. Y lo entiendo, — ordenó. La enfermera levantó la cortina hacia arriba. — Por favor. Ponte esto. Él es... — Layla se obligó a no gritar. — Yo sólo soy una paciente— La enfermera frunció el ceño y cuadró los hombros. — Disculpe, pero eso no es exacto. Y en la medida de lo que a él respecta, él te violó durante el examen. — — ¿Qué?— La enfermera se quedó mirando fijamente. — Él es un hombre bueno. Un hombre de bien que es muy tradicional en sus formas— — En el nombre de la Virgen Escriba ¿Que tiene eso que ver con nada?— — El Primale puede matarlo por lo que te hizo a ti. — — ¿Durante el examen? Acepté, era un procedimiento médico que necesitaba! — — No tiene importancia. Él hizo algo ilegal. — Layla cerró los ojos. Ella debería haber utilizado la clínica de la Hermandad. — Deben darse cuenta de donde viene, — dijo la enfermera. — Ustedes son de una jerarquía con la que no debemos entrar en contacto y, además, no debe... — — Tengo un corazón que late y un cuerpo que necesita ayuda. Eso es todo lo que es y nada más que las necesidades sabes... La carne es la misma. — — La sangre no lo es. — — Debe venir a verme— — No lo hará. — Layla volvió a centrarse en la hembra. Y luego puso su mano sobre su vientre. 181 182 Era toda su vida, hasta ahora, ella había vivido en el lado de los justos, sirviendo fielmente en el desempeño de sus funciones, existiendo dentro de los parámetros prescritos que fueron impuestas por otros. No más. Ella entrecerró los ojos. — Dile a ese médico que o bien viene y me dice en persona lo que está pasando dentro de mi o iré al Primale y recitar palabra por palabra lo que ha pasado aquí. — Ella deliberadamente cambió su mirada a la máquina que se había utilizado durante su examen interno. A medida que la enfermera palideció, Layla no sentía alegría por el apalancamiento que usó. Pero no hubo arrepentimiento, tampoco. La enfermera hizo una profunda reverencia y salió de la habitación, dejando que la tela ridícula en aguas poco profundas y contrarrestar el fregadero. Layla nunca había considerado su condición de elegida, ya sea como carga o beneficio. Simplemente era todo lo que había conocido, el destino que se le había dado era manifestado a través de la respiración y conciencia. Otros no estaban tan claramente flemáticos, sobre todo aquí abajo. Y esto era sólo el comienzo. Por otra parte, estaba perdiendo el embarazo, no por ella. Así que este era el final. Extendiendo la mano, tomó la tela blanca y se envolvió a sí misma. No le importaba la delicada sensibilidad del médico, pero si ella se encubrió, ya que lo había pedido, a lo mejor, lo haría centrarse en ella en vez de lo que era. Casi inmediatamente se oyó un golpe en la puerta, y cuando Layla contestó, entró Havers, mirando como si hubiera una pistola en la cabeza. Con los ojos en el suelo, sólo parcialmente cerrados juntos antes de cruzar sus brazos sobre su estetoscopio. — Si yo hubiera sabido su, nunca le habría tratado. — 182 183 — He venido a mi propia voluntad, como un paciente en necesidad. — Él negó con la cabeza. — Eres una santidad en la tierra. ¿Quién soy yo para intervenir con lo sagrado no importa? — — Por favor. Sólo pon fin a mi sufrimiento, y dime cuál es mi posición. — Se quitó las gafas y se frotó el puente de la nariz. — No puedo divulgar esa información para ti. — Layla abrió su boca. Cállate. — ¿Perdón?— — Usted no es mi paciente. Es joven y las cosas del Primale la son así, o seaque voy a hablar con él cuando pueda— — ¡No! No lo llame. — La mirada que le dirigió sugería un desdén que ella imaginó que era generalmente reservado para las prostitutas. Y luego habló en voz baja, vagamente amenazante. — Usted no está en condiciones de exigir nada. — Layla retrocedió. — He venido aquí por mi propia voluntad, como una mujer independiente— — Tú eres una elegida. No sólo es ilegal que yo te abrigue, pero puedo ser procesado por lo que que te hice antes. Un organismo elegido es: — — ¡Suyo!— — Es del Primale por ley, como debe ser. Usted no es importante no más que un receptáculo de su propiedad y llevas lo que el te da. ¿Cómo te atreves a venir aquí de esta manera, pretendiendo ser una simple mujer y poner mi práctica y mi vida en riesgo con tal duplicidad. — Layla sintió un temblor y rabia silvestre a lo largo de cada terminación nerviosa de su cuerpo. — Cuyo corazón late en este cofre? — Ella se golpeó a sí misma. — ¡Que su respiración se dibuja aquí!— 183 184 Havers negó con la cabeza. — Voy a hablar con el Primale, y sólo él—— — No puedes estar hablando en serio! Yo solo vivo en esta carne. Nadie más lo hace — El rostro del médico se apretó con disgusto. — Como he dicho, no eres más que una vasija para el misterio divino en su seno el Primale manda y está dentro de tu carne. Eso es más importante y en consecuencia, se mantiene hasta aquí — — En contra de mi voluntad? Yo no lo creo. — — Te quedarás aquí hasta que el Primale venga a buscarte. No seré responsable de dejarte suelta en el mundo. — Los dos se miraron. Con una maldición, Layla se quitó el drapeado. — Bueno, eso es un gran plan en lo que a ti respecta. Pero estoy haciendo bien ahora desnuda... y me voy caminando de esta manera si debo hacerlo. Quédate y mira si te gusta, o podrías tratar de tocarme... pero yo no lo creo pues sería considerada una violación más de algun tipo para ti, ¿no es así. — El médico dejó tan pronto, tropezó hacia fuera en el pasillo. Layla no perdió ni un segundo, tirando de sus ropas y corriendo al pasillo. Aunque era poco probable que sólo había un único camino de entrada y salida a través de la zona de recepción, que tenía que haber fugas rutas, en caso de un ataque, pero por desgracia, no tenía ni idea acerca de la disposición de las instalaciones. Así que su única opción era la cabeza adelante Y tenía que hacerlo a pie, ella estaba demasiado enojada para desmaterializarse. Caer en un trote, Layla fue en la dirección que ella había venido, y casi de inmediato, como si hubieran recibido instrucciones para hacerlo, el personal de enfermería femenino saltó a su manera, ahogando la sala, por lo que era imposible que pase. — Si alguien toca mi persona, — gritó ella en la Antigua Lengua, — yo lo considero una violación a mi santidad sagrada. — Todas ellas se congelaron. Miró a cada una a los ojos, ella se adelantó y obligó un camino en formación y luego se cerraba detrás de ella. Afuera, en la sala de 184 185 espera, se detuvo frente a la recepción y miró fijamente a la mujer que estaba sentada en la alarma. — Tienes dos opciones. — Layla asintió con la cabeza a la puerta de salida reforzada. — Ya sea que voluntariamente abres para mí, o de un soplo con mi voluntad a exponer a sí mismos y a sus pacientes a los embates de la luz del sol que venía con ella miró el reloj grande de cara a la pared— menos de las siete. Esta... — ¿No sabes si puedo con ese tipo de daño? — El clic de la cerradura se sonó ruidosamente surgido en el silencio resonante. — Gracias, — murmuró cortésmente cuando ella salió. — Su aceptación fue muy apreciado. — Después de todo, nada más lejos de ella, que olvidar sus modales. **** Sentado detrás de su escritorio, con ropa de cuero, y el culo confortable en el trono de su padre había hecho siglos y siglos atrás, Wrath, hijo de Wrath, corría el dedo índice hacia arriba y abajo de la hoja llana de plata sobre un abridor de cartas en forma de daga. Junto a él, en el suelo, unos desmayados ronquidos desde el morro de George. El perro dormía solo en raros momentos de inactividad. Si alguien llamaba o entraba, o si Wrath se movía en cualquier forma, elevaba la cabeza grande, y pesada, el collar tintineaba. La instantánea alerta también si venía alguien caminando por el pasillo, o corría por el halla o limpiando en cualquier lugar, o se abría la puerta del vestíbulo en la entrada. O el horario establecido de una comida fuera. O que estornudó en la biblioteca. Después de la subida de cabeza, había una escala variable de respuesta de la nada (actividad de comedor, vacío, o estornudo) a 185 186 una alegría (apertura de puerta de abajo, y caminar) para una atención incorporarse (tocaron, o la entrada). El perro nunca fue agresivo, sino que era como un detector de movimiento, dejando a su decisión sobre lo que debe hacer su dueño. Este caballero era el perro guía. Y, sin embargo, a pesar de tener una naturaleza domesticada era una parte animal, y con su piel suave, pelo largo y su gran cuerpo esbelto. Wrath, había visto destellos de vez en cuando de la bestia dentro de su disposición encantadora: Cuando estaba en el torno era muy agresivo, con paso pesado como los luchadores, como la Hermandad, la cabeza se le ponía caliente de vez en cuando, incluso con el rey. Y a la mierda no se molestaba con Wrath había estado con demasiados hijos de puta demasiado tiempo para ser irritable. George, sin embargo, no le gustaba eso. Si alguno de ellos como cabezas huecas se metía en el territorio hacia de su rey, el ponía los pelos de punta y ese perro manso se levantaba y le gruñía en señal de advertencia mientras apretaba su cuerpo cerca de las piernas de Wrath, como si estuviera preparado para mostrar a los Hermanos cuán largos eran sus colmillos reales y estaban para el evento si las cosas se pusieran feas. Lo único que amaba más Wrath en su vida era a su reina. Se inclinó, acarició el flanco del perro, y luego vvolvió a centrarse en la sensación de su dedo en el abridor de cartas. Jesucristo. Los aviones que caen del cielo... Hermanos lesionados... Qhuinn salvando el día otra vez... Al menos la noche no había sido el teatro de variedades con un ataque al corazón. De hecho, había empezado con una buena nota con la prueba de la banda de bastardos. V había hecho sus pruebas de balística y valla genio maldito la bala que había salido de cuello de Wrath había iniciado su viaje en un rifle encontrado en la guarida de XCOR. 186 187 Wrath sonrió para sí mismo, sus colmillos hormiguearon Los traidores estaban ahora oficialmente en la lista de enemigos, con el pleno respaldo de la ley, y así era el momento para hacerlo ruborizar un poco. En ese momento, George soltó un chuff (de aviso) y el golpe insistente que siguió a Wrath le había sugerido que podría haber perdido la primera explosión en la puerta. — Sí. — Sabía quién era antes de la Hermandad incluso entró V el policía. Rhage. Tohr. Phury. Y al final, Z. ¿Quién, pasando por el golpe, parecía estar usando un bastón. Cerraron la puerta. Cuando nadie se sentó era porque se trataba de una pequeña charla, él sabía exactamente por qué habían ido a él. — ¿Cuál es el veredicto, damas, — dijo arrastrando las palabras mientras se recostaba en el trono. La voz de Tohr le respondió. — Hemos estado pensando acerca de Qhuinn. — Apostó que lo tenían. Después de introducir la idea en la reunión de hacía un rato, él no los había presionado por un sí o un no. Había un montón de mierda que, como rey, él estaba más que dispuesto a meter bajo las gargantas de la gente. A quién los hermanos iban a acoger en el club… no lo era. — ¿Y?— Zsadist tomó la palabra en el idioma antiguo. — Yo, Zsadist, hijo de Ahgony, instalado en el 200 cuarenta y dos años del reinado de Wrath, hijo de Wrath, presente nomino a Qhuinn, un huérfano del mundo, a la adhesión a la Hermandad de la Daga Negra. — Al escuchar las palabras formales de la boca del hermano fue una sorpresa. Z, por encima de todos ellos, pensamos que lo pasado era un montón de mierda. No cuando se trata de esto al parecer. Wrath pensaba. Que lo iban a correr con ella. Y rápido, había pensado que tomaría más tiempo que esto. Dándole vueltas… días. Semanas. Tal vez al mes, y luego, tal vez, un no por una variedad de razones. Pero estaban jugando a la pelota, y en consecuencia, también lo hizo Wrath. 187 188 — ¿En qué se basa para hacer de esta prenda suya, y con el nombre de tu linaje?— Wrath preguntó. Ahora Z dejó caer la formalidad, y se fueron a lo real. — Él me trajo a casa a salvo a mi Shellan y mi hija esta noche por poco. Aun a riesgo de su propia vida. — — Me parece bien. — Wrath escaneó a los hombres que estaban de pie alrededor de la mesa, a pesar de que no podía verlos con sus ojos. La vista no importaba, sin embargo. No necesitaba retinas operacionales para decirle donde todos eran o cómo se sentían con la sola mierda de los aromas de sus emociones, y eran claras. Eran, como grupo, firme, decidido y orgulloso. Pero las necesidades de las formalidades se deben. Wrath comenzó caminando por el extremo. — ¿V?— — Yo estaba listo para subirlo a bordo cuando se arrastró por todos contra Xcor. — Hubo un gruñido de asentimiento. — ¿Butch?— Ese acento de Boston se encontró con voz alta y clara. — Yo creo que es una lucha contra fuertes malvados. Y me gusta el tipo. Él está creciendo bien, dejando caer todo en la actitud, va en serio. — — ¿Rhage?— — Debiste haberlo visto esta noche. Él no me dejó traer el avión hacia aquí, dijo que dos hermanos eran demasiado que perder. — Más que una aprobación una queja. — ¿Tohr?— — La noche que te dispararon? Yo te saqué de allí gracias a él. Él tiene el material adecuado. — — ¿Phury?— 188 189 — Me cae bien. De verdad. Él es el primero en correr en cualquier situación. Literalmente, hará cualquier cosa por cualquiera de nosotros, no importa lo peligroso. — Wrath golpeó la mesa con los nudillos. — Está decidido, entonces. Le diré a Saxton que haga los cambios, y lo vamos a hacer. — Tohr interrumpió — Con todo el debido respeto, señor, tenemos que resolver la designación nohtrum ahstrux. Él no puede estar mirando el culo de John más como su directiva primaria. — — De acuerdo. Vamos a decirle a John que lo libere y no puedo creer que la respuesta será no. Después de eso, voy a tener Saxton redactar los documentos, y luego después de la inducción de Qhuinn, V, tu retira con cuidado la tinta de su rostro. ¿Al igual que si John había muerto de causas naturales o algo así? — Hubo un susurro de ropa, como si algunos de los hermanos estaban haciendo el símbolo de — Queridisima Virgen Escriba lo quiera — sobre sus pechos. — Entendido, — dijo V. Wrath cruzó los brazos sobre el pecho. Este fue un momento histórico, y bien lo sabía. Butch inducido había sido legal por el lazo de sangre del macho tenía con la realeza. Qhuinn era diferente historia. No hay sangre real. No hay sangre elegida o Hermandad, a pesar de que técnicamente era un aristócrata. No tenía ninguna familia. Por otra parte, ese chico había demostrado una y otra vez en el campo, que estaba a la altura del estándar, en cuanto a las leyes de los Antiguos actualmente, estaba reservado sólo para los de linajes específicos y eso era una mierda. No es que Wrath no aprecie el plan de cría de la Virgen Escriba. Los apareamientos prescritos entre los machos más fuertes y los más inteligentes mujeres de hecho había producido resultados extraordinarios cuando se trataba de combatientes. Pero también había dado lugar a defectos como su ceguera. Y restringido de méritos y promociones. En pocas palabras, esta refundición de las leyes sobre quién puede y no puede estar en la Hermandad no sólo era apropiado en función de la clase de sociedad que quería crear, era una cuestión de supervivencia. Los aviones de combate son, mejores. 189 190 Además, Qhuinn se había ganado el verdadero honor. — Que así sea, — murmuró Wrath. — Ocho es un buen número. Un número de la suerte. — Ese gruñido de “de acuerdo” ondulaba en el aire, una vez más, el sonido de una completa solidaridad absoluta. Este era el futuro, Wrath pensó mientras sonreía y les enseñó los colmillos. Y tenía razón. VEINTITRÉS Como Sola Morte estaba en la oficina de su jefe, su cuerpo estaba listo para una pelea. Entonces de nuevo, que era su SOP (procedimiento operativo estándar), y no por un tema específico sobre el medio ambiente o la forma en que la conversación fuera. Esto último ciertamente no mejoró su estado de ánimo, sin embargo. — Lo siento— — Sientes, ¿qué?— Preguntó ella. Ricardo Benloise sonrió en su típica manera fresca y tranquila. — Su tarea se ha completado. Agradecer. Gracias por su tiempo. — — Ni siquiera he dicho lo que he encontrado por ahí. — El hombre se echó hacia atrás en su silla. — Puede recoger el pago con mi hermano. — — No lo entiendo. — Cuando él la había llamado no más de cuarenta y ocho horas atrás, había sido una prioridad. — Usted ha dicho— 190 191 — Sus servicios ya no son necesarios para este fin específico. Gracias. — ¿Estaba trabajando con alguien más? Pero, ¿quién en Caldwell hacia el tipo de cosas que ella hacia? — No quiero saber lo que me enteré. — — Su tarea ha terminado. — El hombre sonrió de nuevo, de tal manera profesional, que habría jurado que era un abogado o un juez. No es un transgresor de la ley a escala global. — Estoy buscando. Esperamos trabajar con usted en el futuro. — Uno de los guardaespaldas en la parte de atrás se llevó un par de pasos hacia adelante, como si estuviera a punto de tomar la basura. — Hay algo que pasa en esa casa, — dijo mientras se alejaba. — Sea quien sea, se esconde —— — Yo no quiero que te volvamos a ver allí. — Sola se detuvo y miró por encima del hombro. La voz de Benloise era tan suave como siempre, pero sus ojos fueron acertadas. Bueno, esto es interesante. Y la única explicación posible que contenía lógica era que el señor misterioso en esa gran casa había advertido a Benloise apagado. Si su pequeña visita había sido descubierta? ¿O era el resultado tipo "pelota dura" que habitualmente se hunde en el tráfico de drogas? — ¿Toque sentimental para mí?, — Dijo en voz baja. Después de todo, ella y Benloise volvían de muchas maneras. — Usted es un producto muy útil. — Tomó su sonrisa lenta, como una picadura de las palabras. — Ahora ver y estate seguro, de la niña. — ¡Oh, por el amor de Dios... no había ninguna razón para pelearse con el hombre. Y ella iba a cobrar. Entonces, ¿qué diablos le importa? Ella lo saludó con la mano, se dirigió a la puerta, y se dirigió escaleras abajo. Afuera, en la galería espacio, se dirigió a la parte 191 192 trasera de la casa, donde sus empleados estaban trabajado durante horas de negocios. Utilizando de los archivadores y en escritorios, que parecían de tamaño Barbie gracias al techo industrial a cincuenta metros de altura, estaba dentró de un estrecho corredor que se marcó con cámaras de seguridad. Llamar a la puerta no tenía sentido, pero lo hizo de todos modos, en los paneles ignífugos eran fuertes el sonido de sus nudillos sonaba como si tuviera hambre y ayudar a Benloise. Desde fuera Eduardo necesitaba verla, se volvió hacia la cámara más cercana con el objetivo de mostrar su rostro lleno. Los bloqueos fueron liberados poco después. Y la resistencia era tan fuertes que incluso tuvo que poner el hombro en la apertura. Hablaba acerca de otro mundo. La oficina de Ricardo era minimalista hasta al extremo; Eduardo algo así como Donald Trump, con su fetiche de oro, se sentía sofocada. Si lamia un poco más el mármol aquí y estaría en un prostíbulo. Eduardo sonrió, sus dientes eran falsos con la forma y el color de las teclas de un piano, y su bronceado era tan profundo y uniforme, parecía que había sido pintado de ese color con rotulador. Como siempre, fue vestido con un traje de tres piezas, su uniforme, algo así como el Sr. Roarke de Fantasy Island, salvo que negro en lugar de blanco. — ¿Y cómo estás esta noche?— Llevando a sus ojos en un recorrido por su cuerpo. — Te ves muy bien. — — Ricardo dijo que fueran a verte por mi dinero. — Al instante, a Eduardo se le puso la sangre fría estaba serio, y se acordó de por qué Ricardo la mantenía a ella, por sus lazos de sangre y juntos eran una combinación poderosa. — Sí, me dijo que te esperara— abrió un cajón del escritorio y sacó un sobre. — Aquí está. — Extendió su brazo sobre la mesa a ella y se lo ofreció, abriéndolo de inmediato. — Esta es la mitad. — Ella miró hacia arriba. — Esto es de veinte y dije quinientos. — Eduardo sonrió exactamente igual que su hermano lo hizo facial, pero no a los ojos. — La tarea no fue completada. — 192 193 — Su hermano lo canceló. No me... — Eduardo puso las palmas hacia arriba. — Eso es lo que va a pagar. O puede dejar el dinero aquí. — Solo redujo su mirada. Poco a poco el cierre de la solapa del sobre, se volvió la cosa más en la mano, se inclinó hacia delante, y lo puso boca arriba sobre la mesa. Mantener el dedo índice sobre el mismo, ella asintió con la cabeza. — Como quieras. — Dio la vuelta y se dirigió a la puerta y esperó a que el desbloqueara. — Niña, no seas así, — dijo Eduardo. Cuando ella no respondió, el crujido de la silla sugería que él se levantaba para una mejor solución. Efectivamente, su colonia flotaba a su derecha directo a la nariz y sus manos cayeron sobre sus hombros. — Escúchame, — dijo. — Eres muy importante para Ricardo y yo lo doy por sentado. Te respeto, ¿no? — Solo miró por encima del hombro. — Déjame salir. — — Niña. — — En este momento. — — Toma el dinero. — — No. — Eduardo suspiró. — No tienes que ser así. — Sola disfrutando de la culpa que escuchaba a través de la voz del hombre, la reacción fue, de hecho, precisamente lo que ella buscaba. Como muchos hombres de su cultura, Eduardo y Ricardo Benloise habían sido criados por una madre y tradicional que significa culpabilidad sensación era un acto reflejo. Más eficaz que gritarles o rodillazos en las bolas para ellos. — Fuera, — dijo. — Ahora. — 193 194 Eduardo suspiró de nuevo, más profundo y más largo esta vez, el sonido de una confirmación de su manipulación una vez había encontrado mas verdaderamente. Él no le daría el dinero que se le debía, sin embargo. El más alto cargo oficina y decorador de la escena retrospectiva de su infancia dinámica a un lado, él era más fuerte que una bóveda de un banco. Una vez dicho esto, fue Confiamos en que ella efectivamente había arruinado su noche, así que no había satisfacción en eso... y fue ella se iba a hacer cargo de lo que Ricardo le debía. Podía hacerlo todo legal. O, como él había elegido, podría forzar la mano. Eso vino con un recargo, por supuesto. Sí, hubiera sido mucho más barato para él sólo para darle el precio del contrato, pero ella no se responsabiliza de las decisiones de otros. — Ricardo se molestó, — dijo Eduardo. — Odia estar molesto. Por favor, sólo acepta el dinero. — La parte lógica de su cerebro le sugirió que se aproveche la oportunidad para señalar la injusticia de estar siendo mas que engañados de lo que" debía. Pero si ella sabía sobre los hermanos, el silencio... Oh, el silencio... Como la naturaleza aborrecía el vacío, al igual que la conciencia de un bien planteado y educado, América del Sur. — Sola... — Ella cruzó los brazos sobre el pecho y miró al frente. Señal al español: Eduardo interrumpió en su lengua nativa, como si su angustia le hubiera despojado de sus habilidades en el inglés. Finalmente se rindió y la dejó salir unos diez minutos más tarde. No habría rosas en su puerta a las nueve. Ella no iba a estar en casa, sin embargo. **** Había trabajo que hacer. 194 195 — ¿Qué quieres decir con que no se presentó?— Assail había exigido en el Idioma Antiguo. Mientras estaba sentado en el asiento de su Range Rover, ocupó su oído con su teléfono celular allí apretado. El semáforo rojo más adelante estaba obstaculizando su avance y era difícil no verlo como algo paralelo. Su primo actuó, como siempre. — Las pastillas no llegaron a la hora fijada. — — ¿Cuántos de ellos?— — Cuatro. — — ¿Qué?— Pero no había necesidad de que el hombre que lo repitiera — ¿Y ninguna explicación?— — No hay nada en la calle de los otros siete, si es eso lo que quieres decir. — — ¿Qué hiciste con el producto extra?— — Lo traje conmigo a casa ahora mismo. — Verdes brillaron, Assail pisó el acelerador. — Estoy haciendo el pago provisional a Benloise y luego me reuniré contigo. — — Como quieras. — Assail giró a la derecha y se alejó del río. Dos manzanas más arriba, a la izquierda se le aproxima la galería otra vez, y otra a la izquierda. Había un coche aparcado ya en la parte posterior, un Audi negro, y aliviado por detrás de la berlina. Metiendo la mano a los pies del asiento del acompañante, tomó el maletín de metal plateado por el mango negro y salió del SUV. En ese momento, la puerta trasera de la galería se abrió y salió alguien. Una mujer humana, por el olor. Ella era alta y tenía las piernas largas. Pelo oscuro, pesado hacia atrás. Chin estaba arriba, como si estuviera listo para luchar o había hecho sólo. Pero nada de eso era relevante para él. Era su parka de camuflaje blanco sobre crema. 195 196 — Buenas noches, — dijo en voz baja cuando se reunieron en el centro del callejón, él entrando, ella en su salida. Ella se detuvo y frunció el ceño, su mano colándose en el interior de ese abrigo. En un instante, se preguntó lo que parecían sus pechos. — ¿Nos conocemos?, — Dijo. — Lo estamos en estos momentos. — El puso su mano y deliberadamente enunciado sus palabras. — ¿Esta es la forma de hacerlo? — Ella miró su mano, y luego volvió a centrarse en su cara. — Cualquiera diría que suene como Drácula con ese acento? — Sonrió con fuerza para que sus colmillos no se presentaran. — Ha habido ciertas comparaciones hechas de tiempo a tiempo. ¿No vas a darme la mano? — — No. — Ella asintió con la cabeza a la puerta trasera de la galería. — Eres una amiga de la Benloises?— — Así es. ¿Y usted? — — Yo no los conozco a todos. Maletín para el camino. — Con eso, se dio la vuelta y caminó hacia el Audi. Después de que destellaban luces intermitentes, y envuelta por el viento que capturaba su pelo y soplándolo por encima de su hombro mientras desaparecía detrás de la rueda. Él salió de su camino mientras adelantaba y apuró. Assail la vio alejarse y se puso a pensar con desdén acerca de su socio de negocios Benloise. ¿Qué clase de hombre fue que envió a una mujer a hacer ese tipo de trabajo? Cuando las luces de freno se encendieron brevemente, y luego dio la vuelta a la esquina, Assail espera sinceramente que la línea que había sido elaborado a principios de la noche fuera respetada. Sería una lástima tener que matarla. No es que él dudaría un instante si todo se redujo a eso. 196 197 VEINTICUATRO Como Zypher yacía en el duro hormigón, sus muchos años como miembro de la banda de hijos de puta, estaba bien familiarizado con la falta de un lugar de disfrute en la actualidad; su culo se adormecía por el frío, así como la ausencia de un colchón debajo de su pesado cuerpo. Del mismo modo, su cabeza estaba amortiguada sólo por la mochila que había usado para llevar sus pocas pertenencias a su nueva sede en este sótano de almacén. Además, la manta delgada, y áspera que lo cubría no pasaba el tiempo suficiente, dejando a sus pies expuestos al aire frío y húmedo. Pero él estaba en el cielo. El paraíso total. Corriendo por sus venas era la sangre de esa mujer, y, ¡oh, el sustento. Después de haber pasado sin una fuente de alimentación apropiada durante casi un año, se había habituado a la fatiga y la inquietud músculos y los dolores se acabaron. Pero eso se acabó ahora. De hecho, era como si estuviera inflando con fuerza, su piel rellenándose de nuevo volviendo a sus propias dimensiones, su altura y regresar una vez más a sus pulgadas de pies, su mente lo guía en el período posterior, y se afilaba de momento a momento. Ahora, si hubiera tenido una cama, él lo habría disfrutado, por supuesto. Almohadas suaves y perfumadas sábanas, ropa limpia... de aire caliente en invierno, el aire fresco en verano... la comida para el estómago vacío, el agua para una garganta seca... todo esto era bueno y si se pudiera obtener. No han sido necesarias, sin embargo. Una pistola limpia, una hoja afilada, un luchador de habilidad igual a su izquierda y a su derecha. Eso era lo que él requerida. Y, por supuesto, durante el tiempo de inactividad, era bueno tener una. Hembra dispuesta y en la espalda O su estómago. O a su lado con una rodilla hasta los pechos y el sexo expuesto y listo para él. No estaba molesto por el estilo. 197 198 Querida Virgen Escriba, esto era... felicidad. No era una palabra que él utilizara muy a menudo, y él no quería dormir con este despertar. Incluso mientras los otros estaban sumidos en el reposo de los muertos, cada uno en la misma recuperación espacial que él mismo era tamponada, él seguía siendo absolutamente consciente de su brillo interno, glorioso. Sólo había una cosa que estaba poniendo de los nervios. La estimulación. Abrió un ojo. Justo en el borde de la luz de velas Xcor estaba caminando hacia atrás y adelante, su camino limitado por dos de la columna de soporte que sostenía el piso encima de ellos. Su líder nunca se sentía cómodo, pero esta inquietud era diferente. A juzgar por la forma en que fue la celebración de su dispositivo móvil, que estaba esperando una llamada y que explicaba por qué estaba como estaba El único lugar donde podía conseguir una señal de teléfono abajo, era de pie debajo de una de las dos trampillas. Los paneles en ellos eran de madera, y la malla de acero que habían clavado debajo había sido el único cambio realizado cuando habían ahuyentado a los humanos vagabundos, sellado los pisos exteriores, y se trasladaron de esta manera: los vampiros no podrían materializarse deadelante allí abajo. Y mierda que olía a humanos y no eran lo suficientemente fuertes para forzar la apertura de madera de seis pulgadas de espesor juntas— El ruido tintineante que emanaba desde el teléfono de su líder estaba demasiado civilizado para los alrededores, la campana que suena falso alegremente seguro como un carillón de viento tocado por una brisa de primavera. Xcor se detuvo y miró el teléfono y lo dejó sonar una vez más. Dos veces más. Es evidente que el hombre no quería parecer como si hubiera estado esperando. Cuando finalmente respondió y colocó el teléfono en su oreja, con la barbilla levantada y calmó su cuerpo. Él estaba recuperando el control. — Elan, — dijo suavemente. Hubo una pausa. Y luego esas cejas siempre abajo hasta el final. 198 199 — ¿En qué fecha y la hora?— Zypher se sentó. — ¿El rey te llama?— Silencio. — No, en absoluto. Sólo el Consejo le permitiría, en todo caso. Nosotros permaneceremos en la periferia, a petición del cliente. — La última parte la hablaba con no poca ironía, aunque era dudoso que el aristócrata en el otro extremo de la conversación recogiera eso. Por lo que Zypher poco había visto y escuchado de Elan, hijo de Larex, estaba menos que impresionado. Por otra parte, los débiles eran fácilmente manipulables y Xcor bien lo sabía. — Hay algo que debes saber, Elan. Se trató sobre la vida de Wrath en el otoño y no se sorprenda si hay una implicación contra mí mismo y mis soldados en esta próxima reunión, qué se produjo en un asalto, en realidad, pero cualquier otros detalles no son relevantes. Así, de hecho, se puede suponer que Wrath está llamando a la reunión con el propósito de exponer lo mío y me retire que yo he advertido de este tipo solo recuerde que usted ha sido completamente protegido. Los Hermanos y el rey no saben de nuestra relación, es decir, a menos que uno de sus caballeros haya reportado de alguna manera a los mismos. Nosotros, sin embargo, hemos mantenido la boca cerrada. Además, también sabemos que no tengo miedo a ser tildado de traidor o de ser un objetivo para la Hermandad. Me cuenta, sin embargo, que tienen una sensibilidad mucho más culta y refinada, y no sólo yo respeto eso, voy a hacer todo lo que este en mi poder para aislarme de cualquier brutalidad. — Uh—uh, bien, Zypher pensó con una caída de ojo. — Usted debe recordar, Elan, usted está protegido. — Xcor sonrió más ampliamente, lo hizo con un espectáculo lleno de colmillos, como si estuviera a punto de prenderse a la garganta del otro hombre y de molerle la tráquea. Me despido le dijo poco después, y entonces Xcor puso fin a la llamada. Zypher habló. — ¿Todo está bien?— Su cabeza se volvió, el líder y en la medida que sus ojos se encontraron, Zypher sintió pena por el idiota en el teléfono... como por Wrath y la Hermandad. 199 200 La luz en la mirada de su líder fue pura maldad. — Oh, sí. Todo está muy bien. — VEINTICINCO Cuando el sonido del timbre no tuvo respuesta l a través de la línea fija, Blay llevó el receptor a su oreja y se sentó en el borde de su cama. Esto era extraño. Sus padres deben haber estado en casa a esta altura de la noche. Estaba tan cerca la madrugada. — ¿Hola?, — Dijo su madre, por fin. Blay exhaló, largo y lento, y se deslizó hacia atrás contra la cabecera. Dobló la parte inferior de su túnica sobre sus piernas, y se aclaró la garganta. — Hola, soy yo. — La felicidad que cubría la voz en el otro extremo le hizo sentir el calor en su pecho. — ¡Blay! ¿Cómo estás? A ver si tu padre puede subir la otra extensión — — No, espera. — Cerró los ojos. — Vamos a... hablar. Tú y yo. — — ¿Estás bien?— Él oyó el sonido de una silla al rayar el suelo desnudo y supo dónde estaba, en la mesa de roble en la preciosa cocina. — ¿Que está pasando? No has sido herido, ¿verdad? — No en el interior. — Estoy... bien. — 200 201 — ¿Qué es eso?— Blay se frotó la cara con la mano libre. Él y sus padres siempre habían sido de cerca de ordinario, no había nada que él no hablara con ellos a cerca, y esta ruptura con Saxton era exactamente del tipo de lo que normalmente haría que pareciera que estaban molestos, confundidos, desorientados, un poco deprimidos... ¡Todo lo habitual en materia emocional que él y su mamá se transformaran dos vías de llamadas telefónicas. Mientras permaneció en silencio, sin embargo, recordó que de hecho había, una cosa que nunca hubo abordado con ellos. Una cosa muy grande... — Blay? Me estás asustando. — — Estoy bien. — — No, no lo estas. — Es cierto. Supuso que no había hablado con ellos con respecto a su orientación sexual, porque su amor la no era algo que la mayoría de la gente comparte con sus padres. Y tal vez también hubo una parte de él, sin embargo era lógico que estuviera preocupado acerca de si lo aceptarían o lo mirarían de otra manera. Era mejor. Después de todo, la política del glymera sobre la homosexualidad estaba bastante clara siempre y cuando no se manifieste al respecto, y que se aparearon con alguien del sexo opuesto como se suponía que, debería ser o sería expulsado por su perversión. Su, cuz de conseguir estar enganchado a alguien por quien no se sentía atraído o enamorado, y de mentir sobre la infidelidad sostenido, que era mucho más honorable que la verdad. Pero Dios le ayude si era un hombre y tenía un novio con un “cara a cara” como había tenido durante la últimos doce meses más o menos. — Yo... ah, rompí con alguien. — Yyyy ahora era gritos en el lado de su madre. — ¿En serio?, — Dijo después de un momento, como si estuviera sorprendida, pero tratando de no mostrarlo. 201 202 ¿Crees que es una sorpresa?, supongo que lo que viene próximo si, mamá pensó. Porque, maldita sea, iba a... Espera, ¿estaba realmente a punto de hacer esto ahora, a través del teléfono? ¿No... debería hacerlo en persona? ¿Cuál es exactamente el protocolo aquí? — Sí, yo, ah... — Él tragó saliva. — He estado en una relación durante casi todo el año pasado, en realidad. — — Oh... mi. — El dolor en su tono le picó. — Creo que tu padre y yo nunca conocí... — — No estaba seguro de cómo lo diría. — — ¿Acaso la conozco? O ¿a su familia? — Cerró los ojos, y el pecho le comprimió. — Ah... ya sabes la familia. Si. — — Bueno, lo siento mucho que no haya funcionado. ¿Estás bien?... ¿Cómo terminó? — — Acaba de morir, para ser honesto. — — Bueno, las relaciones son tan difíciles. Oh, mi amor, mi querido corazón, puedo oír lo triste que estás. ¿Te gustaría volver a casa y...? — — Fue Saxton. — Hubo una fuerte inhalación sobre la conexión. Cuando su madre quedó absolutamente silenciosa, el brazo de Blay empezó a temblabar tanto que apenas podía sostener el teléfono. — Yo... yo, ah... — Su madre tragó saliva. — Yo no lo sabía. Eso ah, tú... — Terminó lo que no podía en su cabeza: yo no sabía que eras una de esas personas. Al igual que los gays eran leprosos sociales. Oh, al infierno. No debería haber dicho nada. Ni una sola maldita cosa sobre esto. 202 203 Maldita sea, ¿por qué lo hizo tenía que soportarlo durante toda su vida? ¿Por qué no era su primer amante, su primera verdadera ruptura con él... y entonces había que esperar un par de años, quizás una década, antes de que saliera con sus padres y lo dijera? Pero noooooo, tenía que… — ¿Es por eso que nunca hemos hablado de cin quién estabas?, — Preguntó. — Porque... — — Tal vez. Sí... — Había un resfriado. Y entonces un aliento enganchado. Su decepción viene sobre la conexión era demasiado difícil de soportar, el peso aplastante de peso en el pecho y que le hacía imposible respirar. — ¿Cómo pudiste? — Corrió a interrumpirla, porque no podía soportar que su dulce voz decir las palabras. — Mahmen, lo siento. Mira, no lo decía en serio, ¿de acuerdo? No sé lo que estoy diciendo. Estoy justo — Lo que tengo que hacer ahora o nunca— — Mahmen, deténgase. Pare. — En la pausa que siguió, pensó en su cita algunos Lady Gaga, y respaldándose con un montón de: en esto él no tiene culpa… no hace nada malo… . como mi padre… cosas. — Mahmen, yo sólo— Él se rompió en ese momento, llorando tan silenciosamente como pudo. La sensación de que en opinión de su madre, había quedado decaída su familia sólo por ser quien era... era una falta de aceptación de que nunca iba a superarlo. Él sólo quería vivir, honestamente y de frente, sin disculpas. Al igual que todos los demás. Amar a quien él amaba, que quién era él... pero la sociedad tenía un nivel diferente, y como lo había hecho siempre temía que sus padres formaban parte de que vagamente, se dio cuenta de que su madre hablando con él, y él luchó para reunir fuerzas y poner fin a la llamada... 203 204 — ¿Como crees que puedes venir a nosotros con esto? ¿Eso es algo que cambiaría cómo nos sentimos acerca de ti? — Blay parpadeó cuando su cerebro tradujo lo que acababa de oír en un lenguaje que tenía algún tipo de sentido. — ¿Lo siento...? ¿Qué? — — ¿Por qué tienes..?. ¿qué podemos hacer para hacerte sentir que nada de ti habría disminuido de alguna manera... a nuestros ojos? — Se aclaró la garganta, como si estuviera reuniendo fuerzas. — Te encantaría un: Tú eres mi corazón latiendo fuera de mi pecho. No me importa que estás acoplado a… o si tiene el pelo rubio, de pelo negro, ojos azules o verdes, macho o hembra, siempre y cuando seas feliz, eso es todo lo que me preocupa. Lo que quiero para ti es lo que quieres para ti. Te quiero, Blaylock. Te amo. — — ¿Qué... qué dices... — — Te amo. — — Mahmen... — gruñó él, con lágrimas formando de nuevo. — Me gustaría que no me lo hubieras dicho por teléfono, — murmuró. — Me gustaría abrazarte ahora mismo. — Se echó a reír de una manera fea, descuidada. — No fue mi intención. Quiero decir, yo no pensaba esto. Me acaba de salir. — Divertido elección de las palabras, pensó. — Y lo siento, — dijo ella, — que las cosas no funcionaron con Saxton. Es un caballero muy agradable. ¿Seguro de que ha terminado? — Blay se frotó la cara como la realidad misma recalibrado, el amor que siempre había sabido claramente aún con él. A pesar de la verdad. O tal vez... gracias a él. En momentos como éste, se sentía como el más afortunado hijo de puta en el mundo. — ¿Blay?— — Lo siento. Sí, lo siento. Acerca de Saxton... — Pensó en lo que había hecho en esa oficina en el centro de formación cuando había estado solo. — Sí, Mahmen, se acabó. Estoy muy seguro. — — Está bien, esto es lo que tengo que hacer. Se toma un poco de tiempo y hacer un poco de curación. Sabrás cuando se ha hecho 204 205 lo suficiente. Entonces tiene que estar abierto a conocer a alguien nuevo. Eres un captador, ya sabes. — Y allí estaba ella, diciéndole que ir al encuentro de otro tipo. — ¿Blay? ¿Me has oído? Yo no quiero que te pases la vida solitario. — Se secó la cara otra vez. — Eres la mejor madre del planeta, ya lo sabes. — — Así que cuando vas a venir a casa a verme. Quiero cocinar para ti. — Blay se relajó en las almohadas, a pesar del hecho de que su cabeza empezaba a dolerle probablemente, porque a pesar de que estaba solo, todavía había tratado de mantener las cosas en su sin llorar. Probable también porque todavía odiaba cuando estaba con Qhuinn. Y todavía el perder a Saxton de esa manera, porque que era difícil dormir solo. Pero esto era bueno. Esta honestidad... fue un largo camino para él — Espera, espera. — Se sentó erguido frente a las almohadas. — Escucha, no quiero que digas nada a papá. — — ¿Querida Virgen Escriba por qué no?— — No lo sé. Estoy nervioso. — — Cariño, él no va a sentir de manera diferente que yo. — Sí, pero como el único hijo nacido y el último de la línea de sangre... y con el toda la cosa de padre e hijo... — Por favor. Déjeme decirselo cara a cara. — Oh, como que no le hacía querer vomitar. — Yo debería haber hecho esto con usted. Iré tan pronto como tenga rotación — — No te preocupes por eso. Esta es tu información, tienes el derecho de compartirlo con la gente cuando y como quieras. Te agradecería que lo hagas pronto, sin embargo. En virtud de la normal circunstancia, tu padre y yo te lo contamos todo. — — Te lo prometo. — Hubo una pausa en la conversación. — Háblame del trabajo, ¿cómo te va?— Él negó con la cabeza. — Mahmen, no quiero oír hablar de eso. — — Claro que sí. — — Yo no quiero que pienses que mi trabajo es peligroso. — 205 206 — Blaylock, hijo de mi amado hellren, amable exactamente ¿Crees que soy idiota yo?— Blay se echó a reír y luego se puso serio. — Qhuinn voló un avión esta noche. — — ¿En serio? Yo no sabía que sabía volar. — ¿No fue el tema principal de la noche. — No puede. — Aliviado Blay se dio vuelta y cruzó los pies en los tobillos. — Zsadist se lesionó y tuvo que salir de ese lugar urgente. Qhuinn decidió a... Quiero decir, ya sabes como es, intenta cualquier cosa. — — Muy aventurero, un poco salvaje. Pero un joven encantador. Una verdadera lástima lo que su familia hizo con él. — Blay jugueteó con el lazo de su bata. — Siempre me gustó él, tu no. Es curioso, yo creo que muchos padres no lo aprobarían a él en muchos niveles. — — Eso es porque le compran ese tipo duro del exterior. Para mí, es lo que hay dentro de él lo que cuenta. — Ella hizo un sonido chasqueando, y él sólo podía imaginarla sacudiendo la cabeza con tristeza. — Sabe. Nunca olvidaré la noche en que lo trajiste por primera vez. Fue este trocito de un pretrans, con esa imperfección evidente que estoy segura de que le habían dado un mal rato a cada paso. Y sin embargo, incluso con eso, él vino a mí, me tendió la mano, y se presentó. Me miró directamente a los ojos, no con cualquier tipo de confrontación, sino como si quisiera que le eche un buen vistazo y echarlo allí mismo si fuera necesario. — Su madre soltó una maldición suave. — Le hubiera tomado a él en esa misma noche, ya sabes. En un santiamén. Al diablo con la glymera. — — ¿De verdad, de verdad, totalmente eres la mejor madre del mundo. — Ahora ella se echó a reír. — Y piensa y di que te gustaría que ponga de comida en frente de ti. — 206 207 — Bueno, la lasaña que hace la mejor madre del universo. — — Voy a empezar a hervir las pastas ahora. — Al cerrar los ojos, su cabeza le devolvio la imagen en la parte posterior fácil y suelta de lo que ha sido su especial relación. — Cuéntame más sobre el valor de Qhuinn. Me encanta oírte hablar de él, te pones tan animado. — Blay se negó a pensar en cualquiera de los por qué de eso. Él acaba de lanzarse en la historia, con alguna edición juiciosa por eso no se divulgaba nada de los hermanos no quieren estar en las bocas, pero su madre nunca le diría nada a nadie. **** — Bueno, estábamos fuera de alcance es este área, y... — — ¿Necesita algo más, señor?— Qhuinn sacudió la cabeza y se mordió lo más rápido que pudo para limpiar su boca. — No, gracias, Fritz. — — ¿Tal vez un poco más de carne asada?— — No, gracias, está bien. — El acepto de buena manera más de la carne perfectamente cocida que llegó a su plato. — Pero yo no necesito — Más patatas. Más squash. — Y yo voy a traer otro vaso de leche, — dijo el mayordomo con una sonrisa. A medida que el viejo doggen se volvió, Qhuinn tomó aire vigorizante y escondido su segunda ronda. Él tenía la sensación de que toda esta comida era mucho y le decía aFritz gracias, y era extraño, cuanto más comían, más empezó a sentir hambre. Ahora que lo pienso... ¿Cuándo fue la última vez que había tenido una comida? Como el mayordomo le entregó más leche, Qhuinn bebió como un niño bueno. Maldita sea, él no había querido perder este tiempo en la cocina. Su intención original, cuando había llegado de la clínica, había 207 208 sido ir directamente a la habitación de Layla. Fritz, por su parte, había tenido otras ideas, y el viejo no había aceptado un no por respuesta, lo que sugería que había sido una orden de lo alto. Como de Tohr, como jefe de la Hermandad. O el propio Rey. Así que Qhuinn había renunciado aceptó... y terminó sentado en este mostrador de granito, como un muñeco y conseguir estar firme como una piñata. Al menos la rendición era deliciosa, pensó un poco más tarde cuando dejó su tenedor y se limpió la boca. — Aquí, señor, algo de postre. — — Oh, gracias, pero— Bueno, bueno, bueno, ¿qué tenemos aquí: un tazón de helado de café con agua caliente dulce de azúcar salsa por todas partes sin crema batida o frutos secos. Así como a él le gustaba. — Realmente no tenía más ganas. — — Es tu favorito, ¿no?— — Como cuestión… de hecho, sí. — — Y mira, aquí estaba la cuchara de plata. Ya sabes, sería de mala educación dejar que el helado se derrita. Qhuinn se inició en el postre, las puntadas que la Doc Jane había puesto encima de su ceja empezó a palpitar bajo su vendaje y el dolor le recordaba lo que fue una noche loca del culo. Parecía irreal considerar que una hora antes había estado al borde de la muerte, bailando a través del cielo oscuro en un destartalado pedazo de mierda—de avión no tenía idea de cómo volar. ¿Ahora? Se trataba de un caso del mejor “Breyers“(marca de helados). — Con chocolate caliente. Y pensar que él se sintió aliviado en realidad no había nueces o crema batida para cortar para que su paladar se arruinará. Porque, sí, eso era el problema más grave allí mismo. A medida que sus glándulas productoras de adrenalina eructaron un tiro de ansiedad temblaba a lo largo de todos los nervios de su cuerpo, Sabía muy bien que las réplicas se van a ir y venir. Un poco como latigazo de su sistema nervioso. 208 209 Pero se trata de un caso de post—desastre estaba muy cojo pero nudo mejor que ir en llamas. O hacia caer, según sea el caso habría sido. Después de la segunda parte de su comida terminó, se hizo todo lo posible para ayudar a limpiar antes de ir a ver a Layla, pero Fritz metió en un aleteo de él incluso tratando de llevar su plato y cuchara en cualquier lugar cerca y hundirse. Ceder una vez más, se dirigió a través del comedor, y se detuvo para mirar a su alrededor, en un rato la mesa, imaginando a todos sentados en sus sillas habituales. Lo único que importaba era que Z había vuelto y estaba a salvo en los brazos de su shellan y nadie más lo había sido lesionado — Perdone, señor, — dijo Fritz cuando él miró. “La puerta”. Más adelante en el vestíbulo, el doggen fue a la comprobación de seguridad en pantalla. Un segundo más tarde, saltó el bloqueo en el interior del vestíbulo. Y llegó Saxton. Qhuinn se quedó atrás. Lo último que quería hacer era meterse con ese hombre en este momento. Iría a ver cómo Layla, y luego estrellarle fuera El olor que flotaba hacia él no estaba bien. Frunció el ceño y se acercó al arco. Más adelante, su primo habló con Fritz por un momento y luego comenzó a caminar hacia la gran escalera. Qhuinn se inhala profundo, sus fosas nasales dilatadas. Sí, de acuerdo, eso fue la colonia elegante de Saxton... pero hay otro olor que se mezclaba con él. Otra colonia estaba todo sobre el macho. No era de Blay. O cualquier cosa del luchador. Y luego estaba también el aroma inconfundible del sexo.... No había ningún pensamiento consciente pasando como Qhuinn salió con él. — ¿Dónde has estado?. — Su primo le detuvo. Miró por encima del hombro. — ¿Cómo dices?— 209 210 — Ya me has oído. — En una inspección más cercana maldita, fue realmente maldito obvio que el tipo tenía estado haciendo. Sus labios eran rojos y había un rubor en las mejillas que Qhuinn estaba dispuesto a apostar que no tenía una mierda que ver con el clima frío. — ¿Dónde diablos has estado? — — No creo que eso sea asunto tuyo, primo. — Qhuinn acechado por el suelo de mosaico, sin detenerse hasta que sus shitkickers estaban con su punta de acero con los mocasines del chico. — ¡Maldita puta! — Saxton tuvo el descaro de parecer aburrido. — No te ofendas, querida pariente mía, pero yo no tengo tiempo para esto. — El hombre giró en torno a si Qhuinn sacó una mano y le agarró un brazo. Con un tirón, le trajo nariz a nariz otra vez. Y una mierda, el hombre apestaba haciéndole mal a su mierdas de estómago. — Blay está fuera arriesgando su vida en una guerra y no está jodiendo con el azar a sus espaldas Real cabrón con clase — — Qhuinn, esto no es asunto tuyo — Saxton trató de empujarlo fuera. No fue una buena idea. Antes de que Qhuinn supiera lo que estaba haciendo, le bloqueo las palmas de las manos alrededor de la garganta del macho. — ¿Cómo te atreves maldito?, — dijo con sus colmillos completamente desnudos. Saxton abofeteó las dos manos en las muñecas de Qhuinn y trató de liberarse, tirando, y tirando, no consiguiendo absolutamente nada. — Tú me.... eres... asfixia... — — Yo debería matarte aquí mismo, ahora mismo, — gruñó Qhuinn. — ¿Cómo diablos pudiste hacerle eso a él? Él está enamorado de ti— 210 211 — Qhuinn... — La voz ahogada creció más y más delgado. — Q— La idea de todo lo que su primo tenía, y todo lo que el hombre no estaba cuidando, le dio super—fuerza, y lo canaliza a las manos. — ¿Qué demonios te pasa, imbécil? ¿Crees que algunos extraño va a ser mejor que lo que tienes en tu cama? — La fuerza de su ataque comenzó a empujarlo hacia atrás a Saxton, los zapatos del tío chillando en el piso liso cuando Qhuinn llevaba a ambos, cuando los hombros de Saxton se estrellaron contra la barandilla de la enorme escalera. — ¡Maldita zorra! — Alguien gritó. También lo hizo otra persona. Y luego había un montón de pisadas rápidas que venían de diferentes direcciones, seguidos de un grupo de personas que tiran de sus brazos. Lo que sea. Siguió sus ojos y sus manos entrelazadas, la furia en sus entrañas convirtiéndolo en un bulldog que haría... No... Vamos... ve... La idea de todo lo que su primo tenía, y todo lo que el hombre no estaba cuidando, le dio super—fuerza, y lo canaliza a la derecha en sus manos. — ¿Qué demonios cosa que necesite, imbécil? ¿Usted creo que algunos extraño va a ser mejor que lo que tienes en tu cama? — La fuerza de su ataque comenzó a empujar hacia atrás Saxton, zapatos del tío chillando en la piso liso como shitkickers Qhuinn llevó a ambos sucesivamente. Se detuvo cuando Saxton con los hombros se estrelló contra barandilla de la enorme escalera. — ¡Maldita zorra! — Alguien gritó. También lo hizo otra persona. 211 212 Y luego había un chingo de pisadas rápidas que vienen de diferentes direcciones, seguido de un grupo de personas que tiran en sus brazos. Lo que sea. Siguió sus ojos y sus manos entrelazadas, la furia en sus entrañas convirtiéndolo en un bulldog que haría... No... Vamos... Ve… VEINTISÉIS — ¿Así que creo que ustedes nunca volverán a Caldwell?, — preguntó Blay a su madre. — No lo sé. Tu padre entra y sale del trabajo tan fácilmente todas las noches, y nos gusta tanto la tranquilidad y la privacidad aquí. ¿Crees que es más seguro en la ciudad, ahora — A partir de la nada, gritos penetraron en la puerta cerrada de su habitación. Una gran cantidad de ellos. Blay miró al otro lado y frunció el ceño. — Hey, Mahmen, lo siento que te corte pero esta pasando algo en la casa — Bajó la voz, había miedo lazado en sus palabras. — No estás siendo atacado, ¿no?— Por un momento, esa noche en su casa de Caldwell de un año y medio atrás, volvió a él de una forma rápida serie su estómago, su propia madre huyendo del terror, su padre tomando las armas contra el enemigo, la casa en ruinas. A pesar de los gritos parecía estar cada vez peor, no podía bajar sin tranquilizarla. — No, no, no, Mahmen este lugar es difícil como una garrapata. Nadie nos puede encontrar, e incluso si pudieran, no se puede entrar. Es que a veces los hermanos entran en discusiones, honestamente, está bien. — 212 213 Al menos, esperaba que fuera. Las cosas parecían estar yendo a más. — Oh, eso es un alivio. No puedo permitir que nada te suceda. Ve a cuidar de las cosas, y llámame cuando sepas que estás viniendo para una visita. Voy a preparar tu habitación todo el set, y yo voy a hacer la lasagna. — A la orden, su boca comenzó a regar. Y lo mismo hizo con los ojos, un poco. — Te quiero, Mahmen y gracias. Ya sabes, para... — — Gracias por confiar en mí. Ahora ve a averiguar lo que está sucediendo, y estate seguro. Te quiero. — Al colgar, se movió de la cama y golpeó la puerta. La segunda fue al pasillo de las estatuas, estaba claro que había una pelea grande el tiempo pasa en la parte principal de la casa había un montón de hombres voces de todos los cuales estaban en un volumen que mostraba “emergencia” escrito por todas partes. Romper a correr, él alineo para el segundo piso balcón del balcón. Cuando llegó al gran vestíbulo, no respondió de inmediato quería entender lo que estaba viendo mirando hacia abajo: Había un nudo de gente en la base de la escalera, todos con sus brazos extendidos adelante como si estuvieran tratando de romper una pelea. Excepto que no era entre dos hermanos. ¿Qué carajo? ¿Estaban realmente tratando de entre Qhuinn Saxton...? acabar una pelea Jesús, el hijo de puta vicioso tenía sus manos alrededor de la garganta de su y fue, pasando por la gris palidez de la cara del otro hombre, estaba a punto de matarlo. — ¿Qué demonios estás haciendo?— Gritó Blay, mientras tomaba las escaleras a la carrera. Cuando llegó a la refriega, había demasiados hermanos en el camino, y los que no eran el tipo de los hombres sólo le dio un codazo a un lado. Desafortunadamente, si alguien iba a conseguir algo de Qhuinn, sería él. Pero ¿cómo demonios iba a conseguir la atención tonto del culo. Tengo que ir, pensó. 213 214 Disparar a través del vestíbulo, rompió el cristal de la alarma manual anticuada de fuego con el puño y luego metió la mano y tiró de la palanca hacia abajo. Al instante, el ruido explotó a través del espacio, la acústica del techo de la catedral y actuando como un altavoz de la alarma como el motor del jet tan alto que lo enloqueció. Fue como golpear un montón de perros de pelea con un cubo de agua. Toda la acción se detuvo y su cabezas salió de la maraña, mirando alrededor. El único que no se le había apagado la mente era a Qhuinn. Estaba estrangulándolo en pie y apretando duro. Blay aprovecho y fue al fin capaz de abrirse paso a través de ka multitud. Centrándose en Qhuinn, empujó su cara a la derecha del tipo. — Que lo dejes, ahora. — En el momento de su voz registrada, una expresión de shock sustituyó a la violencia que tenía fría y puso como una marca. Qhuinn nunca había esperado que Blay moviera esto Y eso fue todo lo que necesitó. Una simple orden de él y las manos lo liberaban rápidamente, Saxton se dejó caer al suelo como peso muerto. — Doc Jane! Manny! — Gritó alguien. — Traigan a un médico!— Blay quería gritar a Qhuinn justo en ese momento, pero estaba demasiado aterrorizado por la condiciones de Saxton para perder el tiempo en cualquier mierda o ser malo con el. El abogado no se movía en absoluto. Agarrando el hermoso traje del tipo, Blay le dio la vuelta a toda máquina y se fue a la carótida con los dedos, orando encontró un latido del corazón. Cuando no lo hizo, él inclinó la cabeza de Saxton hacia atrás y se agachó para comenzar a administrar RCP. Excepto luego Saxton dejó escapar una tos y la arrastró en un carga pesada de aire. — Manny viene, — dijo Blay aproximadamente, aunque él no sabía que para ser verdad. Pero vamos, alguien tenía que estar en el camino. 214 215 — Quédate conmigo.... — Tosía mas, y a respirar mas. Y el color empezó a volver a esa refinado y guapa, cara. Con mano temblorosa, Blay apartó el cabello suave, rubio grueso de la frente le había tocado tantas veces antes. Mientras miraba a los ojos borrosos mirando hacia él, quería sentir algo que definiera su alma y alterara su vida y... rezó para tener ese tipo de reacción. Diablos, en ese momento, habría cambiado tanto su pasado como su presente. Pero era simplemente no existía. Al pensar en eso la ira sobre el varón, le dio tristeza, y alivio... él registró todo aquellos. Eso fue todo, sin embargo. — Aquí, déjame ver, — dijo la Doc Jane cuando ella puso su bolso médico negro en el piso y se arrodilló en el mosaico. Blay se acercó de nuevo a la shellan de V dando cierto margen, pero se quedó cerca, a pesar de que no era así que podía hacer cualquier cosa. Infierno, él siempre había querido ir a la escuela de medicina, pero no para que pudiera resucitar ex—amantes, porque algunos psicótico chupa pollas había tratado de estrangularlo en la parte delantera del maldito pasillo. Miró hacia Qhuinn. El luchador seguía siendo retenido por Rhage, al igual que el hermano no estaba completamente seguro de que el episodio había terminado. — Vamos a ponerte en tus pies, — dijo la Doc Jane. Blay tenía razón en eso, dio ayuda a Saxton, sosteniéndolo firme, llevándolo hacia las escaleras. A la par de ellos todos permanecieron en silencio mientras subían, y cuando llegaron al segundo piso, Blay lo llevó hacia abajo a su habitación por costumbre. Dispara. — No, estoy bien, — murmuró Saxton. — Sólo déjame sentarme aquí un minuto, ¿quieres?— Blay pensó en la cama, pero Sacar se puso rígido mientras se dirigía en esa dirección, y se conformó con la calesa. Ayudando al hombres con sus pies, y él retrocedió torpemente. En el silencio que siguió, la ira violenta le pegó desde la nada. Ahora le temblaban las manos por una razón diferente. — Entonces, — dijo Saxton con voz ronca. — ¿Cómo estuvo tu noche?— 215 216 — ¿Qué diablos pasó ahí abajo?— Saxton se aflojó la corbata y desabrochado el cuello. Tomó otra respiración profunda. — Familia, ¡ha! lo que hay. — — Mierda. — Saxton desplazaba los ojos agotados terminado dijo. — ¿Tenemos que hacer esto?— — ¿Que pasó? — — Creo que tú y él tienen que hablar. Y una vez que lo hagan, no tendrás que preocuparte de esconderte como un delincuente de nuevo. — Blay frunció el ceño. — Él y yo no tengo nada que decir el uno al otro— — Con todo el debido respeto, las marcas de cuello sugieren lo contrario. — alrededor de mi ***** — ¿Cómo estamos de lo de allí, grandote?— Cuando la voz de Rhage fue registrada en el oído de Qhuinn, estaba claro que el hermano estaba controlando para ver si el drama estaba finalizado bien y verdaderamente. Y constatar que no era necesario. Blay en un instante le había dicho que corte con la mierda, y el cuerpo de Qhuinn había obedecido, tan seguro como que si el tuviera el mando a distancia de su televisor. Otras personas se arremolinaban alrededor, mirandolo a él, obviamente, también a la espera de ver si aparecía cualquier inclinación a correr detrás de Saxton y reanudar la rutina del agarre de la muerte. — ¿Estás bien?— llegó de Rhage. — Si. Sí, estoy bien. — Sentía barras de hierro a través de su pecho y se dejó caer poco a poco y se aflojó. Entonces una mano grande le dio una palmada en el hombro y le dio un apretón. — Fritz odia cadáveres en el vestíbulo. — — Pero no hay una gran cantidad de sangre con la estrangulación, — señaló a alguien. — Limpiarlo hubiera sido fácil. — 216 217 — Sólo un pulidor de suelos después, — intervino otro. Hubo una pausa fuerte en ese punto. — Voy a ir arriba. — Como los ojos entrecerrados empezó a sacudir la cabeza Qhuinn. — No voy a repetir. Lo juro por mi... — Bueno, él no tenía una madre, un padre, un hermano, una hermana... o un joven, aunque es de esperar que, último lo tuviera, sin embargo no eran su tipo de cosas. — Yo no lo haré ¿vale? — Él no esperó ningún comentario adicional. No te ofendas, pero un accidente de avión y un intento de homicidio en uno de tus parientes creo que será suficiente para pasar la noche. Con una maldición, él se dirigió a la segunda planta, y recordó que todavía tenía que ver a Layla. Colgando a la derecha en la parte superior de la escalera, bajó a la habitación de invitados de las Elegidas se había trasladado y llamó a la puerta con suavidad. — ¿Layla?— A pesar del hecho de que ellos iban a tener un bebe juntos, él no se sentía cómodo en irrumpir sin invitación. La segunda ronda con los nudillos era un poco más alto. Así lo era su voz también. — ¿Layla?— Ella debe estar durmiendo. Con esa seguridad, se fue a su propia habitación, caminando frente a la oficina de Wrath pasado, por sus puertas cerradas, y luego por el pasillo de las estatuas. Al pasar por la puerta de Blay, no pudo evitar detenerse y mirar a la maldita puerta. Jesucristo, que casi había matado a Saxton. Aún sentía como quería seguir adelante. Siempre había sabido que su primo era una puta, y él odiaba estar en lo cierto. ¿Qué carajo estaba pensando Sax? El tipo tenía lo mejor en su cama cada maldito día, y sin embargo, de alguna manera, algún azar en un bar o un club o la Biblioteca de la maldita Caldwell 217 218 Municipal era mejor que eso? O incluso ¿necesario? Desleal hijo de puta. Mientras sus se ponían manos en puños y él acarició la idea de patear su camino en esa habitación sólo para estar cara a cara y dar a Saxton de su propia sopa, casi no podía controlar el impulso. "Que lo dejes, ahora". De la nada, la voz de Blay retumbó en su cabeza una vez más, y por supuesto, la violencia se fue desconectando. Literalmente, entre un momento y el siguiente, pasó de toro salvaje neutral. Sacudiendo la cabeza, se dirigió a su habitación, entró y cerró la puerta. Después dispuesto en las luces, él se quedó allí, con los pies pegados al suelo, con los brazos colgando como cuerdas, la cabeza en la parte superior de la columna vertebral. Todo sobre la nada. Sin razón aparente, pensó en uno de Dysons queridos de Fritz, y los puso en un armario de servicio, dejando todo en la oscuridad hasta que alguien lo sacó para su uso. Grandote. Había sido reducido al nivel de una aspiradora. Finalmente maldijo, y se ordenó a sí mismo a seguir adelante con desvestirse y acostarse. La noche había sido muy rompe pelotas desde el momento en que el sol se había puesto, y tubo la buena noticia de que lamentaba el desorden y había terminado. Las persianas estaban en su lugar para mantener fuera al sol. La casa estaba tranquila. Es hora de reiniciar el sistema REM del sueño. Cuando él cautelosamente se quitó la camisa sus músculos gruñeron a todos los dolores y molestias, se dio cuenta de que había dejado su chaqueta de cuero y sus armas en la clínica. Por lo que sea tenía extras aquí si necesitaba durante el día, y él podría conseguir sus cosas por los criados antes de la primera comida. Apostando por la bragueta de sus cueros, qu... La puerta detrás de él explotó abriéndose con tal fuerza, que rebotó en la pared, sólo para ser capturado en el rebote por las garras de un duro cabreado hijo de puta Blay era un rasgón de mierda, mientras permanecía de pie en las jambas, su cuerpo temblaba de rabia tal que incluso Qhuinn, que se había enfrentado a un montón de cosas en su vida, fue ¡Guau! 218 219 — ¿Qué carajo te pasa, — gritó el hombre. ¿Me estás tomando el pelo?, Qhuinn pensaba. ¿Cómo no podría el hombre haber reconocido que olor extraño en su propio amante? — Creo que debes preguntarle eso a mi primo. — Blay marcho hacia adelante, Qhuinn se movió alrededor del Blay sacó una cuchara y le enseñó los colmillos con un siseo. — ¿Corres?— Dijo en voz baja, Qhuinn — No. Estoy cerrando la maldita puerta para que nadie más oiga esto. — — No me importa una mierda!— Qhuinn pensó en Layla abajo en el otro extremo de la sala, tratando de dormir. — Bueno, lo hago. — Qhuin los encerró a ellos juntos. A continuación, antes de que pudiera dar la vuelta, tuvo que cerrar sus ojos y tomar un poco de aire. — No me gustas, — dijo Blay. Qhuinn dejó caer la cabeza. — Jaz llevado mi vida a la mierda. — La amargura en esa voz le fue familiar y directamente a su corazón. — ¡Me dejas el infierno fuera de mi negocio!— Qhuinn miró por encima del hombro. — No me importa que estés con alguien más — Blay abrió la boca. La cerró. Luego bajo las cejas. — ¿Qué?— Oh. Grande. En la carrera de todo, Blay tenía claro no apostar tanto a los porqués. — ¿Qué has dicho?— Repitió Blay. — Ya me has oído. — Cuando no hubo respuesta, no maldijo, nada ni tirado golpes u objetos, Qhuinn se dio la vuelta. 219 220 Después de un momento, Blay se cruzó de brazos, alrededor de su pecho, pero su centro, sintió vagamente náuseas. Qhuinn se frotó la cara y habló con una voz quebrada. — Lo siento. Estoy tan jodido lo siento.... no lo hago quiero esto para ti. — Blay se sacudió. — ¿Qué...? — Esos ojos azules enfocado. — ¿Es por eso que lo atacaste?— Qhuinn dio un paso hacia adelante. — Lo siento... es que... él entró por la puerta y me llamó la atención el olor, y me perdí. Ni siquiera estaba pensando. — Blay parpadeó, tal vez se estaba frente a un concepto extraño. — Es por eso que... ¿por qué demonios hiciste eso?— Qhuinn dio otro paso hacia adelante, y luego se obligó a detenerse a pesar de la casi abrumadora necesidad de acercarse al hombre. Y cuando Blay sacudió la cabeza como si estuviera teniendo problemas de comprensión con todo eso, Qhuinn no tenía la intención hablar. Pero lo hizo. — ¿Te acuerdas en la clínica, hace más de un año... — Señaló el suelo, como, en caso de que el tipo había olvidado dónde estaba el centro de formación. — Fue antes de que tu y Saxton la primera... — Así es. No había acabado y no, si quería mantener toda esa comida que había comido. — ¿Recuerda lo que te dije?— Blay parecía confundido, y él ayudó al chico. — Te dije que si alguna vez alguien te lastimaba, lo perseguiría y dejaría para el sol — Incluso oyó la forma en que su voz se convirtió en un amenazante gruñido. — Saxton te lastimó esta noche, así que hice lo que dije que iba a hacer. — Blay se frotó la cara con la mano. — Jesús... — — Te dije lo que iba a suceder. Y si lo haré de nuevo, no puedo te prometo que no voy a terminar el trabajo. — — Mira, Qhuinn, no puedes... no puedes estar haciendo esa mierda. Simplemente no puedes. — — ¿No te importa? Él era infiel. Eso no está bien. — Blay exhaló un largo y lento, como si estuviera cansado de llevar un peso. —Sólo... no vuelvas a hacer eso. — 220 221 Ahora Qhuinn era el que sacudía la cabeza. Él no lo entendía. ¿Si tuviera en una relación con Blay y saliera de ella? Él nunca lo superaría. Dios, ¿por qué no se había aprovechado de lo que le habían ofrecido? Él no debería haber corrido. Él debería haberse quedado. Espontáneamente, sus pies dieron otro paso adelante. — Lo siento.... — De repente, él estaba diciendo esas palabras una y otra vez, repitiendo con cada pisada que lo llevó más cerca de Blay. — Lo siento.... lo siento.... Yo... lo siento.... — No sé qué carajo estaba diciendo o haciendo; él acababa de tener una urgencia por arrepentirse de todos sus pecados. Hay muchos cuando se trata de este hombre honorable que estaba muerto pero aún ante él. Por último, sólo había un paso a la izquierda antes de llegar al su pecho desnudo de Blay. Lavoz de Qhuinn se redujo a un susurro. — Lo siento. — En el espeso silencio que siguió, los labios de Blay se separaron... pero no con sorpresa. Más como no podía respirar. Recordándose a sí mismo como el mundo gira alrededor del gilipollas, Qhuinn lo trajo de vuelta a lo que estaba pasando entre Blay y Saxton. — Yo no quiero eso para ti, — dijo, con los ojos vagando alrededor del rostro. — Has sufrido bastante, y sé que lo amas. Lo siento.... lo siento mucho.... — Blay se quedó frente a él, con una expresión congelada, con los ojos danzando a su alrededor como si no tuviera luz. Pero él no se echó atrás, tirándose lejos de la tormenta a la que enfrentaban. Se quedó... justo donde estaba. — Lo siento. — 221 222 Qhuinn observaba desde una distancia tan grande como su puño y extendió la mano y tocó el rostro de Blay, el punta de los dedos corrieron sobre la sombra de los cinco. — Lo siento. — Oh, Dios, que lo tocara. Para sentir el calor de su piel, para inhalar su aroma limpio y masculino. — Lo siento. — ¿Qué demonios estaba haciendo? Hombre... demasiado tarde para responder a eso él estaba llegando con su cuerpo. Por otro lado y poniendo la palma de la mano sobre el hombro pesadamente. — Lo siento. — Oh, Dios, que estaba dibujando en Blay, tirando de ese cuerpo contra el suyo. —Lo siento. — Se movió una de sus manos a la muesca del cuello de Blay y lo empujó profundamente en el cabello grueso que estaba acurrucado debajo. — Lo siento. — Blay estaba rígido, que la columna recta como una flecha, con los brazos alrededor de su vientre apretado. Pero después de un momento, casi como si estuviera confundido por su propia reacción, el hombre comenzó a inclinarse, ese peso cambiando sutilmente al principio, y luego más. Con un rápido movimiento, Qhuinn puso sus brazos alrededor de la persona más importante en su vida. Y no era Layla, aunque sentía una punzada en esa negación. No era John, o su rey. No era un Hermano. Este macho era su razón para todo. Y a pesar de que él mató a ese Blay, estaba enamorado de esta otra persona, y se había jodido por no tomarlo. Había pasado demasiado tiempo desde que lo había tocado... y nunca así. — Lo siento. — Palmeando la parte posterior de la cabeza de Blay, instó al hombre a acercarse a él, metiendo esa cara en su propio cuello. — Lo siento. — 222 223 Cuando Blay estaba fue con él, Qhuinn se estremeció, volviendo la cara hacia el propio interior, aspirando completamente, sintiendo todas las sensaciones profundas en el cerebro para que pudiera recordarlo para siempre. Y mientras su palma frotó arriba y abajo, calmante en su musculosa espalda, hizo lo que pudo para reparar tanto o más la infidelidad de su primo. — Lo siento, — Con un cambio rápido, Blay sacudió la cabeza. Se liberó. Empujado hacia atrás. Empujadolo lejos. Qhuinn dejó caer los hombros. — Lo siento. — — ¿Por qué sigues diciendo eso?— — Porque... — En ese momento, mientras sus ojos se encontraron, Qhuinn sabía que era el momento. Había volado tanto con Blay, había tantos errores y malentendidos deliberados, tantos años de negaciones. Habían estado separados durante tanto tiempo, pero eso se acabó. Cuando abrió la boca para decir las tres palabras, ojos Blay se endureció en su boca. — No necesito tu ayuda, ¿de acuerdo? Yo puedo cuidar de mí mismo. — Libérate. Libérate. Libérate. Su corazón latía tan fuerte, se preguntó si iba a explotar. — Te vas a quedar con él, — dijo Qhuinn aturdido. — Vas a— No estarás con esa mierda de Saxton nunca más. Juro… — A pesar de que lo mataba, Qhuinn era incapaz de negarle nada al chico. — Está bien. — Él levantó las palmas. — de las manos fuera — Blay asintió con la cabeza, y el acuerdo sellado. — Yo sólo quiero ayudarte, — dijo Qhuinn. — Eso es todo. — — No puedes, — respondió Blay. Dios, a pesar de estar una vez más en desacuerdo, anhelaba un contacto más y de repente, vio el camino exactamente como era. Una propuesta difícil, pero al menos había cierta lógica interna. Levantando sus brazos, las manos buscando, encontrarlo, para prenderse a los hombros de Blay. El cuello de Blay. Su sexo subió en él, endureciéndose su miembro, haciéndole jadear. — Pero yo puedo ayudarte. — — ¿Cómo?— 223 224 Qhuinn se superó, acercando su boca a la oreja derecha de Blay. Luego lo puso deliberadamente contra el pecho desnudo a Blay. — Usa me. — — ¿Qué?— — Dame una lección. — Qhuinn apretó su abrazo y la cabeza inclinada Blay se había vuelto. — Hazlo con la persona correcta… Conmigo. — Para hacer las cosas tan clara, Qhuinn extendió su lengua y la pasó por el lado de la garganta de Blay. El silbido de respuesta fue fuerte con una maldición. Blay golpeó contra él, empujándolo hacia atrás. — ¿Has perdido la cabeza… mierda?— Qhuinn tomó su sexo fuerte y duro. — Te quiero. Y voy a tomarte de alguna forma como pueda, incluso si se trata de sólo vengarme de mi primo. — La expresión de Blay jugado tenis de mesa entre incredulidad y el enojo épico. — Maldito hijo de puta! Me rebaje durante años, y luego, de repente, hacer esto? ¿Qué carajo te pasa! — Con su mano libre, Qhuinn jugó con uno de sus anillos del pezón y se centró en lo que estaba haciendo a nivel de la cadera de Blay. Por debajo de esa ropa, el hombre llegó estar completamente erguido, la tela de toalla no puedo competir con ese tipo de erección. — ¿Estás malditamente loco! ¿Qué mierda? — Por lo general, Blay no maldijo ni levantó la voz. Cerró sus ojos en los de su amigo, Qhuinn se dejó caer lentamente sobre sus rodillas. — Deja que yo me ocupe de tí— — ¿Qué?— Se inclinó hacia delante y tiró de la parte inferior de la túnica, tirando de ella hacia él. — Ven aquí. Dejame voy a enseñar cómo lo hago. — Blay agarró el lazo que mantiene las dos mitades, y tiró de él con más fuerza. 224 225 — ¿Qué demonios estas haciendo? — Dios, el hecho de que él estaba de rodillas, pidiendo limosna, parecía apropiado. — Quiero estar contigo. Ya no me importa una mierda por qué, sólo quiero estar contigo — — ¿Después de todo este tiempo? ¿Qué ha cambiado? — — Todo. — — Estás con Layla— — No. Lo. Diré.Nuevamente, sin embargo hay muchas cosas que necesita saber. No. Estoy. Con. Ella. — — Ella está embarazada. — — Una vez más. Yo estube con ella una vez, y al igual yo lo dije, fue sólo porque quiero una familia por lo que lo hice. Una vez, Blay, y nunca más. — La cabeza de Blay cayó hacia atrás, cerrando los ojos como si alguien estuviera con las uñas bajando por su cuerpo. — No me hagas esto, por el amor de Dios, no puedes hacer esto — A medida que su voz se agotó, la angustia era un visión triste por todo. Qhuinn había causado problemas. — ¿Por qué ahora? ¿Tal vez quieres volver con Saxton? — — A la mierda con tu primo, que ya no tengo nada que ver con él. Si estuviera solo, yo estaría por cierto en esta alfombra, de rodillas, con ganas de estar contigo. Te apareaste con una mujer. Son novios o solo alguien casual y mierda, si estuviera en un millón de lugares diferentes en la vida... yo todavía estaría aquí. Rogando por algo, cualquier cosa, una sola vez, si eso es todo lo que tienes. — Qhuinn se acercó de nuevo, pasando por debajo del manto, acariciando las fuertes y musculosas piernas, y cuando Blay retrocedió de nuevo, sabía que estaba perdiendo la batalla. Mierda, iba a perder esta oportunidad si él no lo hacía. — Mira, Blay, he hecho un montón de cosas de mierda en mi vida, pero siempre he mantenido real. Casi me muero esta noche, y que establece un derecho masculino. Allá arriba, en el avión, mirando por encima de la oscura noche, lo haré lo iba a hacer. Todo lo que tengo claro para mí es que quiero estar contigo. — 225 226 En realidad, él había reconocido a mierda de mucho antes, antes de la situación way del Cessna, pero él esperaba que la explicación tuviera sentido para Blay. Tal vez lo hizo en respuesta, al hombre en sus pies, como si fuera a ceder, o abandonar. No se sabía cuál era. Qhuinn se apresuró a conseguir más palabras. — Yo siento que he perdido el tiempo y tanto quiere estar conmigo, si no lo haces lo entiendo. Voy a dar marcha atrás. Voy a vivir con las consecuencias. Pero por el amor de Dios, si existe una posibilidad por cualquier razón de tu lado, como la venganza, la curiosidad... el infierno, incluso si me lo permites sólo una vez y nunca más, nunca más vete a la mierda, ¿si la única razón es de conducir una estaca en mi corazón? Voy tomarlo. Te llevaré... de alguna manera te lo daré. — Él extendió la mano por tercera vez, su mano alrededor de la parte posterior de la pierna de Blay. Acariciando. — Ya no me importa lo que me cueste.... — VEINTISIETE Asomándose sobre Qhuinn, Blay estaba inexplicablemente consciente de todo lo que le rodeaba y a la sensación de Qhuinn con su mano en la parte posterior de su muslo, la forma en que el dobladillo de la túnica rozó su pantorrilla, el olor de sexo denso el aire. En muchos sentidos, había querido esto toda su vida o en su totalidad, al menos desde que había sobrevivido a su transición y no tenía ningún impulso sexual en absoluto. Este momento fue la culminación de un sin número de ensoñaciones y fantasías innumerables, su secreto deseo manifestado. Y fue honesto, los ojos desiguales de Qhuinn estaban sin sombras o dudas. El varón era, no sólo hablar con honestidad, un Dios, sino que él lo sabía en su corazón, él estaba en paz con él mismo por el era vulnerable con él. 226 227 Blay cerró los párpados brevemente. Esta presentación fue todo lo contrario de todo lo que define a Qhuinn como un hombre. Él nunca se rindió, no a sus principios, no a sus armas, nunca, nunca a sí mismo. Entonces de nuevo, el cambio lo hizo por algún tipo de sentido por enfrentar a la muerte y se se tienden a ver los sentimientos como seguido por una cometa. Jesús.... El problema era que tenía la sensación de que esto no iba a durar. Esta "revelación" fue, sin duda, vinculado a ese viaje en avión, pero como con una víctima de ataque cardíaco, al reanudar su pobre dieta poco después, viene la "revelación" probablemente no tenía una vida útil larga. Sí, Qhuinn quería decir lo que estaba diciendo en este de momento era embriagador y no había duda de eso. Era difícil creer que fuera permanente, sin embargo. Qhuinn era quien era. Y muy pronto, después del choque se disipara, quizá al caer la noche, tal vez la próxima semana, tal vez un mes a partir de ahora que iba a volver a cerrarse, manos libres, distante de mi. Blay tomó la decisión y volvió a abrir los párpados y se inclinó. Cuándo sus rostros se acercaban Qhuinn se le separaron los labios, en la más completa, sin la menor duda y como si ya estuviera probandolo el sabor de lo que él quería, y degustando. Vete a la mierda. El era tan magnífico, con el pecho desnudo poderoso brillando en la luz de la lámpara, su piel lleva un brillo de excitación, sus pezones perforados, su pecho subía y bajaba al ritmo de su climatizada sangre. Blay le pasó la mano por los músculos del brazo como cable que los unía, desde el grosor pesado del hombro hasta la protuberancia del bíceps y el rizado corte de los tríceps. Se quitó la palma de su muslo. Y se alejó. Qhuinn palideció hasta el punto de estar gris. En el silencio, Blay no dijo ni una palabra. Él no podía su voz se había ido. Con las piernas descuidado, flojo, trepó por el camino, su aleteo de manos alrededor de la perilla de la puerta hasta que se reunió la coordinación suficiente para abrir la salida. Al salir, él no podía decir si 227 228 Cerró la puerta o la cerró silenciosamente. Y si no lo hace ahora. Apenas tres pies hacia su habitación, se dejó caer hacia atrás contra el suave, fría pared del pasillo. Jadeante. Estaba jadeando. Y todo ese esfuerzo no estaba haciendo ningún bien. El ahogo en el pecho era cada vez peor, y abruptamente su visión fue sustituida por casillas del tablero negro y blanco. Calculando que estaba a punto de desmayarse, se dejó caer sobre sus patas traseras y apoyó la cabeza entre sus rodillas. En lo más recóndito de su mente, él oró para que la sala quedara vacía. Este no era el tipo de cosas quería explicar a nadie, fuera de la habitación de Qhuinn, y con una erección evidente, el cuerpo temblando como si tuviera pasando su propio personal terremoto. — Jesucristo... — Casi me muero esta noche, que establece que un varón heterosexual. Allá arriba, en el avión, mirando por encima de la noche oscura, no piense que iba a hacer todo lo que tengo claro para mí. — No, — dijo Blay en voz alta. — No... — Puso la cabeza entre las manos, trató de respirar con calma, pensar racionalmente, actuar razonablemente. Él no podía permitirse el lujo de ir más alla en esto las acciones acaloradas, los ojos brillantes, que no coinciden habían sido parte de la leyenda. — No, — dijo entre dientes. A medida que su voz resonó en el interior de su propio cráneo, decidió escucharse a sí mismo. No podía más. No iría más lejos. Y había perdido hace mucho tiempo su corazón masculino. No había ninguna razón para perder su alma, también. **** Una hora más tarde, tal vez dos, tal vez seis, Qhuinn estaba desnudo entre las sábanas frescas, mirando la oscuridad de un techo que no podía ver. ¿Fue este horrible dolor, el dolor que había sentido Blay? Al igual que, después de esa pelea en sus padres en el sótano, cuando 228 229 Qhuinn se había preparado para dejar Caldwell, y dejó claro que no había nada más para él. Ya sin vínculos entre ellos. O tal vez después de ese tiempo se habían besado en la clínica, y Qhuinn se había negado a ir más lejos? O después de que la colisión final cuando había llegado casi juntos, justo antes de la primera fecha de Blay con Saxton? Así el maldito hueco. Al igual que esta sala, en la realidad. Sin iluminación, y esencialmente vacía, sólo cuatro paredes y un techo. O una bolsa de piel y un esqueleto, por así decirlo. Cambiando su mano, la puso sobre su corazón que latía sólo para tranquilizarse él todavía tenía uno. El hombre, el destino tenía una manera de enseñar las cosas que necesitaba saber, incluso si no eran conscientes de la lección fue necesario hasta que se la había entregado. Había pasado demasiado tiempo envuelto en él y su defecto, el fracaso con su familia y la sociedad. Una maraña de mierda que había sido durante tanto tiempo, y Blay, había cuidado de él, y había sido absorbido por el vórtice. Pero ¿cuando alguna vez apoyó a su mejor amigo? No había hecho nunca algo por el chico. Blay había hecho bien en salir de esta habitación. Demasiado poco, y demasiado tarde, y no era importante el decirlo. Y no fue como Qhuinn estaba ofreciendo todo tipo de ganancia. Debajo de la superficie, no era más estable. No tenía más paz. No, él se merecía esto El rayo de luz era de color amarillo limón, y cortaba a través del campo negro de su visión como si la ceguera fuera de tela y haz un cuchillo afilado. Una figura se metió en su habitación en silencio y cerró la puerta. Por el olor, sabía quién era. El corazón. De Qhuinn comenzó a tronar verticalmente de las almohadas. 229 cuando él tiró 230 — ¿Blay...?— Se oyó el suave roce de una túnica que se cayó de los hombros de un hombre alto. Y luego, momentos más tarde, la depresión del colchón como un gran peso, vital se levantó sobre él. Qhuinn llegó a través de la oscuridad con infalible precisión, con las manos buscando los lados de Blay Cuello seguro como si hubieran sido guiados por la vista. No se permitió hablar. Tenía miedo de que las palabras rompieran este milagro. Levantando su boca y llevo a Blay a la suya, y cuando esos labios de terciopelo estaban en rango lo besó con una desesperación que lo devolvió de repente, al pasado y fue lanzado con furia, y con él sabor de la sangre, que no se da a quién había mostrado colmillos. ¿A quién coño le importaba?. Con un fuerte tirón, puso Blay hacia abajo y luego se dio la vuelta en la parte superior del otro hombre, extendiendo los muslos y se empujó entre ellos hasta que su miembro duro se enfrentó a Blay.... Ambos gimieron. Rosando de toda la piel desnuda, Qhuinn comenzó a bombear sus caderas hacia arriba y hacia atrás, la fricción de sus sexos y su carne caliente aumento del calor húmedo y el de su boca. Frenesí, en todas partes, deprisa, deprisa, santa prisa puta mierda, había demasiado hambre para tener cualquier sentido de dónde tenía las manos o lo que se frotaba contra él, o... por el amor de Dios, no había demasiada piel al tacto, pelo demasiado tirar, demasiado... Qhuinn fue duro, los cojones iba apretado, su erección patadas entre ellos, su venga y va en todas partes. ¿No lo detuvo en lo más mínimo. Con un rápido movimiento, él se separó de su boca se podría haber gastado los próximos cien años de trabajo, y se empujó por el pecho de Blay. Los músculos que se encontraron eran nada como los tipos humanos con los que había jodido esto era un vampiro, un luchador, un soldado que había entrenado mucho y trabajó su carne en una condición que no sólo era útil, pero francamente mortal. Y el infierno santo era que una vez en pero 230 231 más que eso, sin embargo, se trataba de Blay, que era él finalmente, después de tantos años... Blay. Qhuinn arrastró sus colmillos hacia abajo a sus abdominales que eran roca firme, y el olor de sí mismo en la piel de Blay era una marca que él sabía que había hecho a propósito. Esa especia oscura iba otros lugares, también. Él gimió cuando sus manos encontraron la polla de Blay, y mientras rodeaba la columna duro, se arqueó el tipo bruscamente, una maldición cortando a través de la habitación, tanto en la misma forma que la luz tenía sólo momentos antes. Qhuinn se humedeció los labios, le tomó el sexo de Blay, y dejó que el mande en esa parte su gruesa polla, contundente en su boca, y chupando a fondo, llevó a su base, abriendo su boca ampliando, tragando todo y en respuesta, las caderas de Blay se dispararon hacia arriba, y sus ásperas manos en su pelo, lo que obligó a su cabeza aún más hacia abajo hasta que no pudo conseguir ninguna aire para sus pulmones y que carajo tenía el oxígeno necesario, de todos modos. Excavando las manos debajo de culo de Blay, inclinó la pelvis y empezó a ir hacia arriba y hacia abajo, con el cuello esforzándose bajo el ritmo impuesto, con los hombros y la liberación se unió mientras seguía adelante con exactamente lo mismo que había estado ofreciendo antes de que Blay se liberaba. Él no iba a parar con esto, sin embargo. No. Esto fue sólo el comienzo. VEINTIOCHO Como Blay estaba secuestrado contra las almohadas en la cama de Qhuinn, con la cabeza casi apagó su columna vertebral. Todo 231 232 estaba fuera de control, pero no se habría ralentizado las cosa. Con sus caderas bombeando arriba y hacia abajo, su miembro estaba empujando dentro y fuera de succión de la Boca de Qhuinn Gracias a Dios, las luces estaban apagadas. Las sensaciones que solo eran muy difíciles de controlar, la adición de un visual. El no poder ver. El orgasmo se disparó fuera de él, su aliento lo capturó, su cuerpo estaba apretado por todas partes, su sexo golpeaba duro. Y como él se liberó en grandes espasmos, fue ordeñaba con esa boca, y el hombre, que mantuvo la succión grandes oleadas de placer barriendo de su cerebro a sus genitales, su cuerpo golpeando a un plano diferente de existencia del todo— Sin previo aviso, le dio la vuelta con una mano áspera, su cuerpo lo manejaba como si no pesara un maldita cosa. Luego un brazo salió disparado bajo su pelvis y lo subió a él para arriba sobre las rodillas. Hubo una breve pausa, durante la cual lo único que oía era la respiración pesada detrás de él jadeando cada vez más rápido, y más difícil. Oyó la evitación de Qhuinn y sabía exactamente lo que era. A pesar de que todo su cuerpo se debilitaba con anticipación, sabía que tenía que ser bueno y se preparó como una pesada mano que posó en su hombro y la penetración fue un hierro de marcar, brutal y caliente, directo al corazón de él. Y maldijo en una archivo. exhalación explosiva, no porque le dolía, aunque lo hizo en el mejor sentido posible Ni siquiera porque esto era algo que había querido siempre, le tenía, y tenía la extraña sensación de que estaba siendo marcado y por alguna razón, un silbido sonó en su oído, y luego un par de colmillos se hundieron en su hombro, Qhuinn cambió el agarre. a sus caderas, el torso encerrado en tantos lugares ahora. Y luego el martilleo incesante marchaba. Blay apretando los molares y las palmas juntas, los brazos sujetandolo y presionandolo a su cuerpo hacia arriba, las piernas y el torso en el esfuerzo del ataque. Tenía la sensación de la cabecera de la cama estaba golpeando contra la pared, y por una fracción de segundo, se Recordó la araña en la biblioteca que iba y venian cuando Layla había sido objeto de esto. Blay maldijo la imagen. Él no podía permitirse ir allí, él sólo no podía. Dios sabía que un montón de tiempo para pensar en eso más tarde. ¿Ahora mismo? Esto era demasiado bueno para perder.... Como los golpes continuaron, palmas de las manos se deslizaron sobre las sábanas de algodón fino, y él tuvo que cambiar de posición, empujando hacia abajo en el suave colchón para tratar 232 233 de mantenerse a sí mismo en su lugar. Dios, los sonidos de Qhuinn eran entre gruñido que retumbó por entre los colmillos enterrados en el hombro, el golpeteo era del cabecero. Por supuesto. Con la presión acumulada nuevamente en sus testículos tuvo la tentación de palma a sí mismo, pero había esperanza de que. Tenía los dos brazos en el trabajo— Al igual que Qhuinn leyo su mente, el hombre llegó a su alrededor y se apoderó de él. No fue necesario mas bombeo el orgasmo de Blay era tan fuerte que su visión se fue un titilante parpadeo con pequeñas estrella, y en ese mismo instante, Qhuinn comenzó su orgasmo, también, aquellas caderas pinchando en su interior y el congelamiento durante una fracción de segundo antes de retirarse de una pulgada y profundizar en otra explosión patadas. Y sí, wow, la combinación de los dos haciendo lo suyo era tan erótico, simplemente preparado todo de nuevo: No hubo descanso para la recuperación, sin pausa alguna. Qhuinn sólo reanuda la conducción, en todo caso, era al igual que la liberación había sido su mayor necesidad. Con el sexo haciendo estragos y a pesar de toda la fuerza que tenía en la parte superior del cuerpo Blay terminaron teniendo que limpiar la cama, tuvo un bloqueo, al levantarse y rival que apoyar su mano en la mesa lateral para no golpearse y chocar contra el muro. — Mierda, — dijo ásperamente—. — La lámpara— Qhuinn no estaba interesado en muebles para el hogar, al parecer. El macho sólo tiró la cabeza de Blay dándole vuelta y comenzó a besarlo, y lo perforó con la lengua penetrando en su boca, lamiendo y chupando como... no podía conseguir estabilizarse lo suficiente. Mareado. Se puso francamente vertiginoso del todo. En todas las fantasías que había tenido, él siempre había imaginado Qhuinn como un amante feroz, pero esto fue... en otro nivel. Así que fue a la distancia que se oyó decir con voz gutural, — muérdeme otra vez.... — 233 234 Un gruñido grande desde arriba enroscado en sus oídos, y luego otro silbido rasgó a través de la oscuridad con Qhuinn cambiado de posición, su peso en enorme torcion para que esos colmillos afilados pudieran hundirse en profundidad en el lado de la garganta. Blay maldijo, había limpiado el resto de lo que estaba sobre la mesa con el pecho tomando el lugar de los objetos, su sudor chirriando contra las estrías de la pared sobre el barniz mientras yacía medio de lado. Lanzo una mano, tocó la superficie plana del suelo asentarse, captó la y empujó hacia atrás, manteniéndolos a la vez estables cuando Qhuinn se alimentó y fue tan bueno.... Muchas veces fueron para contar, y hasta las almohadas estaban en el suelo, las sábanas estaban rotas, otra lámpara fue noqueada por encima, y él no estaba seguro, pero le pareció que golpeó la imagen de la pared a través de la cama. Cuando finalmente la quietud reemplazó de todo el esfuerzo, Blay respiraba con dificultad, y se sintió aún como si estuviera bajo el agua. Qhuinn estaba haciendo lo mismo. El cuello mojado y creciendo en la garganta de Blay sugería que las cosas se habían puesto tan fuera de control que tenía no haber sellar la vena que había sido tomada. Lo que sea. No le importaba, no podía pensar, no se iba a preocupar. El Momento lleno de encanto, tras estar flotando era demasiado glorioso para echarlo a perder, su cuerpo a la vez hipersensible y entumecido, caliente y templado, dolor de garganta y saciado. Hombre, las sabanas iban a necesitar una limpieza. Y Fritz iria, sin duda, tendría que encontrar un poco de un pegamento estupendo para esas lámparas. ¿Dónde exactamente estaba? Poniendo su mano, tocando alrededor y se encontró con la alfombra y un poco de polvo volando... y una comoda manta. Oh, está bien colgando del extremo de la cama. Lo que explicaría la prisa y que la cabeza se mecía. Cuando Qhuinn finalmente aflojó de él, Blay quería seguir, pero su cuerpo estaba demasiado interesado en ser un objeto inanimado. O más bien como un rollo de tela, tal vez... Manos suaves lo levantaron con cuidado, y con cuidado, le dio la vuelta sobre su espalda. Hubo cierta otro movimiento en ese momento, y entonces él se sintió reposicionado contra las almohadas que habían sido regresadas a su lugar de origen. Por 234 235 último, una manta ligera fue colocada a mitad de su cuerpo, como si Qhuinn sabía que estaba casi demasiado caliente para tener un cobertor más, y sin embargo, ya está sintiendo que se relajaba y como el sudor que lo cubría comenzó a secarse. Su cabello estaba peinado hacia atrás desde la frente, y luego en su cabeza a un lado. Labios como seda besaron en la columna de su cuello, y luego largo, lento lambetazo sellaba las heridas punzantes que él había pedido y recibido. Cuando terminó, dejó que su cabeza se volviera hacia Qhuinn. A pesar de que estaba oscuro, sabía exactamente lo que estaba mirando, su propio aspecto, color en las mejillas, media asta, labios rojos El beso que se presionó contra su propia boca era reverente, el contacto no más pesado que el cálido aire de la habitación. Fue el beso del amante consumado, el tipo de cosas que había querido incluso más que el sexo caliente que acababa de tener. El pánico golpeó en el centro de su pecho y hacia el exterior resonó a través de él en un abrir y cerrar de ojos. Sus manos salieron disparadas por su propia voluntad, empujando a Qhuinn a la distancia. — No me toques así. No me toques como en el pasado. — Saltó de la cama y cayó sólo Dios sabía en qué parte de la habitación. Iba a tientas, golpeó diversas piezas de mobiliario, pero luego fue capaz de orientarse por la delgada línea de luz que brillaba bajo la puerta, era la forma de salir. Agarrando su ropa del suelo, él no miró hacia atrás al salir. No podría soportar ver las consecuencias de cualquier tipo de luz. Eso lo hizo muy real. **** Finalmente, Qhuinn tenía voluntad de prender las luces de su habitación. No podía soportar la oscuridad prolongada. La iluminación inundó el espacio, él parpadeó con fuerza y tuvo que poner los brazos para protegerse los ojos. Después de calibrar las cosas en la retina la tierra, miró a su alrededor. Caos. 235 236 Caos total. Así que todo lo que había sucedido fue realidad, eh. Y lo irónico que el interior de su cabeza tenía un maldito lío, buscar el orden militar en la comparación. “No me tocas así”. Ah, diablos, pensó mientras se frotó la cara. No podía culpar al hombre. Por un lado, se había mostrado casi tanto finura como un Bulldozer Demoledor. Un tanque armado. La problema era que todo había sido demasiado para mostrar cualquier paciencia: instinto, tan puro como el octano y solo acaba por ser inflamable, le había iluminado, la reunión había dado lugar a permitir los palos Oh, Dios, había marcado al tipo. Joder. No es exactamente una buena cosa, teniendo en cuenta que Blay estaba ya emparejado, en una relación... y volvía a la cama de su amante. Por otra parte, cuando el hombre fue en su busca, sobre todo si se trataba de la primera vez, que era lo que pasó. El infierno se desataría.... Sobraba decir que había sido el mejor sexo de su vida, el primero justo después de una larga historia. La cuestión era que, al final, quería a Blay. Estaba buscando palabras de confianza para ponerse en contacto y así preparar el camino a la confesión. Pero estaba claro que el hombre no quería estar cerca de eso. Que lo hizo llegar a un segundo arrepentimiento, aún más profunda. Sexo venganza no era acerca de la atracción, se trataba de utilidad. Y Blay lo había utilizado, al igual que se había permitido utilizar. Esa sensación de vacío volvió diez veces. Un ciento por uno. Incapaz de soportar la emoción, cayó a sus pies, y tenía que maldecir: La baja estanqueidad era notable y no tenía un carajo que ver con el accidente del avión, y todo era por lo que acababa de pasar en la última hora... o más... lanzando alrededor. Mierda. Al entrar en el baño, dejó las luces apagadas, pero no había más que suficiente para pasar del dormitorio, encendió la ducha. Esta vez, esperaba a que el agua se caliente, su cuerpo no estaba para otra sorpresa. 236 237 Era tan patético, pero lo último que quería era lavar el olor de Blay de su piel, sino que era él siendo llevado a la locura. Dios, esto debe ser lo que las hellrens en la casa sentían como cuando lo tienes eres todo posesivo: estaba casi decidido a acechar al final del pasillo, irrumpir en la habitación de Blay y Saxton empujón fuera del camino. De hecho, le habría encantado ver a su primo, sólo con lo que el tipo sabía... Para cortar sanamente ese tren realmente maldito de pensamiento, entró en el recinto de cristal y se fue hacia el jabón. Blay estaba en una relación, señalandose a sí mismo de nuevo. El sexo que acababa de tener no había estado a punto de conectar emocionalmente. Así era, en ese momento de vacío, obteniendo un sosten para su propia historia. Mientras se lavaba, el jabón no era un medio tan suave como la piel de Blay, y no olía una cuarta parte de bueno. El agua no estaba tan caliente como había sido la sangre del luchador, y el champú no era tan relajante. Nada se acercó. Nada haría. Cuando Qhuinn volvió su rostro a la pulverización y abrió la boca, se encontró rezando que Saxton se alejara de la cama de nuevo, a pesar de que era una mierda que esperar. El problema era que no tenía la horrible sensación de que el caso de las infidelidades era la única manera de Blay vendría a él de nuevo. Cerró los ojos y volvió a ese momento en que él había besado Blay al final... realmente, realmente lo besó, sus labios suavemente en cumplimiento de la tranquilidad después de la tormenta. A medida que su mente volvió a escribir el guión, no se apartó al otro lado de una frontera que él mismo había creado. No, en su imaginación, terminaron las cosas como deberían haberlo hecho, con él acariciando el rostro de Blay y dispuestos en las luces para que pudieran miran el uno al otro. En su fantasía, besó a su mejor amigo de nuevo, echándolo hacia atrás, y... — Te amo, — dijo en el aerosol de la ducha. — Yo... te quiero. — 237 238 Al cerrar los ojos ante el dolor, era difícil saber cuánto de lo que le corría por las mejillas era agua, y cuánto era otra cosa. VEINTINUEVE Al siguiente día, al caer la tarde. El visitante de Assail regresó. A medida que el sol se ponía con el último de sus rayos rosados oscuro a través de bosque, vio hacia su monitor como una figura soltaría en sus esquíes en medio de los árboles, los bastones apoyados en las caderas, y binoculares en la cara. O en su cadera o en la cara. La buena noticia era que sus cámaras de seguridad no solo tenían un zoom fantástico, sino su enfoque y línea de visión eran fácilmente manipulables por el equipo. Así que se acercó aún más. A medida que la mujer dejó caer los binoculares, miró las pestañas, alrededor de sus oscuros y calculadores ojos, y el tinte rojo de en sus mejillas con poros finos, y el ritmo constante de la arteria que corría hacia su mandíbula, latía. La advertencia que le había dado a Benloise había sido recibida. Y sin embargo ahí estaba ella de nuevo. Claramente estaba conectada con ese vendedor de drogas mayorista, y aparentemente la noche anterior había sido reprendida por Benloise, dado que se había marchado por la puerta trasera de la galería haciendo parecer que alguien la había insultado. Y sin embargo Assail nunca la había visto antes, y eso era extraño. En el año pasado o así, se había familiarizado con todos y cada uno que los trabajadores de Benloise, desde el incalculable número de guardaespaldas, hasta el irrelevante personal de la galería, y desde los importadores, a el hermano de su — carne y hueso— que supervisaba las finanzas. Así que solo podía asumir que ella era un contacto independiente, contratado para un propósito específico. Excepto que, por que estaba ella todavía en su propiedad? Comprobó la lectura digital en la parte inferior derecha de la pantalla. Cuatro treinta y siete. Por lo general, apenas momento de alegrarse, era demasiado temprano para salir. Pero el horario de verano había llegado, y ese invento humano de manipular el horario del sol realmente había funcionado a su favor durante seis meses. Iba a ponerse un poco caliente allí, pero podría manejarlo. 238 239 Assail se vistió deprisa, colocándose un traje Gucci sobre una camisa de seda blanca, y tomando su abrigo de pelo de camello. Su par de Smith & Wesson de los cuarenta eran los accesorios perfectos desde luego. El metal de un arma era el nuevo negro. Tomando su iPhone, frunció el ceño al tocar la pantalla. Había una llamada de Rhevenge junto con un mensaje. Caminando fuera de su habitación, escuchó el mensaje de voz del leahdyre del consejo en su camino escaleras abajo. La voz del macho era el todo o nada de juegos y había que darle respeto a ese: — Assail tu sabes quién es. Estoy convocando a una reunión del consejo y no quiero ir solo con un quórum, sino con perfecta asistencia, el rey va a estar allí así como la hermandad. Como el macho de más edad sobreviviente de tu estirpe has estado en la lista del consejo, pero apuntado como inactivo ya que permaneciste en el viejo país. Ahora que estas de vuelta, es hora de empezar a asistir a estos pequeños y felices encuentros. Llámame con tu itinerario para que pueda arreglar el tiempo y lugar para todos. — Legando a un descanso antes de la puerta de metal que bloqueaba el final de las escaleras, metió su móvil en un bolsillo, abrió la cerradura, y se deslizo por la puerta abierta al primer piso, era oscuro debido a los protectores en las ventanas que bloqueaban toda la luz, y el gran espacio abierto de la sala parecía una caverna en la tierra en lugar de una jaula de cristal encaramada a las orillas de un rio. Desde la cocina escucho que chisporroteaba y olía a tocino. Caminando en dirección opuesta, fue a su oficina con paneles de nogal que había dado a sus primos para usarlo, entro a los veinte metros cuadrados. Dentro el aire era templado, que se mantenía a precisos setenta grados, una humedad de exactamente sesenta y nueve por ciento, estaba perfumado con el tabaco de docenas de cajas de cigarros. Después de una considerable alineación, con el aroma tomó tres cubanos. Los cubanos eran los mejores después de todo. Y era otra de las cosas que Benloise le había dado por un buen precio. Sellando de nuevo su preciosa colección, reapareció en la sala de estar. El chasquido se había detenido, los ruidos de fondo de la plata sobre lavajilla lo reemplazaban. A medida que se acercó a la cocina, sus dos primos que estaban sentados en taburetes frente al mostrador de granito, el par de ellos estaban comiendo precisamente al mismo ritmo, como si hubiera algún ritmo de tambores, insonoro, que regulaba sus movimientos. Ambos levantaron la vista hacia él con el mismo ángulo de la cabeza. — Saldré toda la noche. Saben cómo encontrarme, — Les dijo. Ehric se limpió la boca. 239 240 — He rastreado a tres de los comerciantes desaparecidos están de vuelta en acción, listos para moverse haré una entrega a media noche. — — Bien, bien. — Assail hizo un rápido chequeo a sus armas. — Trata de averiguar en donde estaban, quieres?. — — Como desees. — Ambos inclinaron sus cabezas en una articulación rápida, y luego volvieron a sus desayunos. No habría comida para él. Junto a la cafetera, cogió un termo de color ámbar y desenrosco la tapa. Esta tenía una cuchara de plata pequeña unida, que hizo un ruido tintineante mientras el llenaba su vientre con Coca. Un golpe por fosa nasal lo despertó bien despierto. Se llevó el resto con él, poniéndolo en el mismo bolsillo que los cigarrillos. Había pasado un tiempo desde que se había alimentado y comenzaba a sentir los efectos, dejando su cuerpo y su mente propensos a una falta de claridad que era desconocida. La desventaja del nuevo mundo Era que era más difícil encontrar hembras. Afortunadamente la cocaína pura era un buen sustituto, al menos por el momento. Deslizándose un par de gafas de sol casi opacas, paso por el cuarto de la entrada facilitando el mismo la puerta trasera. Abriéndose de golpe — Assail retrocedió y gimió por la embestida, su peso tambaleándose en sus zapatos, a pesar del hecho de que el noventa por ciento de su piel estaba cubierta por varias capas de ropa, e incluso con las gafas oscuras, la luz que se desvanecía en el cielo era lo suficiente para hacerle vacilar. Pero no había tiempo para ceder a la biología. Se obligó a desmaterializarse al bosque detrás de su casa, se puso a rastrear a la mujer en la oscuridad cercana. Era bastante fácil localizarla, ella estaba retirándose, moviéndose con velocidad en esos esquíes, haciendo su camino sinuoso, y a través de las mullidas ramas de los pinos y robles. Extrapolando a partir de su trayectoria, y aplicando un poco de lógica que ella había demostrado en las cintas de la mañana anterior, estaría pronto frente a ella, anticipando justo donde ella pasaría… Ah sí. El Audi negro de la galería. Estaba estacionado en el lado arado de la carretera a unas dos millas de su propiedad. Assail estaba apoyado en 240 241 la puerta del lado del conductor y fumando un cubano cuando ella salió de la línea de árboles. Se detuvo en las marcas dobles que habían hecho, sus esquíes en ángulo amplio. El sonrío hacia ella al tiempo que xhaló una nube de humo en el crepúsculo. — Una buena tarde para hacer ejercicio. Disfrutando de la vista de mi casa? — Su respiración era rápida por el esfuerzo, pero no por algún miedo que él pudiera percibir, lo que era excitante. — No sé de que estás hablando— Él corto la mentira. — Bien, yo puedo decirte que en este momento estoy disfrutando de mi vista. — A medida que sus ojos paseaban deliberadamente hacia debajo de sus largas y atléticas piernas, dentro de sus pantalones de esquí, ella lo fulminó con la mirada. — Me resulta difícil creer que se puede ver algo con esos lentes de sol. — — Mis ojos son muy sensibles a la luz. — Ella frunció el ceño mirando alrededor. — Difícilmente queda luz en el cielo. — — Es suficiente para verte. — Tomó otra calada. — Qieres saber que le dije a Benloise la noche pasada?— — ¿A. Quien?— Ahora ella estaba molesta con él, y su voz se agudizó. — Un consejo. No juegues conmigo eso te llevara a estar muerta más rápido que otro tropiezo. — Frio llenaba su mirada. — Yo no era consciente de que una ofensa a la propiedad conlleva un castigo capital. — — En mi caso hay toda una lista de cosas que tienen consecuencias mortales. — 241 242 Ella levantó su barbilla. — Vaya, sino eres peligroso. — Como si fuera un gatito pasando por una cadena y maullando. Assail se movió tan rápido, sabiendo que sus ojos no podrían rastrearlo un momento él estaba a metros de distancia, al siguiente estaba de pie en la punta de sus esquíes, atrapándola en el lugar. La mujer gritó alarmada y trato de saltar hacia atrás, pero, claro, sus pies estaban atrapados en los amarres. Para detenerla de la caída, él sostuvo su brazo con la mano que no sostenía su cigarrillo. Ahora su sangre bombeaba con miedo, y a medida que inhalaba profundamente se endureció. Sacudiéndola hacia adelante, miró su rostro. — Ten cuidado— Dijo en voz baja. — Me ofendo muy fácilmente, y mi temperamento no es fácilmente calmable. — Aunque podía pensar en al menos una cosa que ella podría darle para calmarlo. Inclinándose inhaló profundamente. Dios, amaba su esencia. Pero no había tiempo para distraerse con eso. — Le dije a Benloise que enviara gente a mi casa era bajo su propio riesgo... y el de ellos. Me sorprende que no te informen de esos, digamos, muy claros límites, es mí propiedad… — Por el rabillo del ojo, vio un borde sutil en su hombro. Iba a intentar sacar un arma con la mano derecha. Assail puso su cigarrillo entre los dientes y capturó esa muñeca delgada. Aplicando presión y deteniéndola, solo cuando ella exhalo con dolor, inclinó su cuerpo hacia atrás solo para que ella estuviera completamente consciente del poder que tenía sobre el mismo, y sobre ella. Sobre todo. Y fue entonces cuando ella se excitó. Había pasado tanto tiempo, quizás demasiado, desde que había deseado a un hombre. No era que no los encontrara deseables en general, o que no se habían producido ofertas para encuentros horizontales de miembros del sexo opuesto. Nada había parecido valer la pena. Y quizá, después de esas relaciones que no habían funcionado, había regresado a su estricta educación brasileña. Lo cuál sería irónico considerando lo que hacía para ganarse la vida. Este hombre, sin embargo, le llamaba la atención. En una gran manera. El agarre en su brazo y su muñeca no eran amables, y más que eso, no había tregua por que fuera una mujer, sus manos apretaban a tal grado que el dolor se canalizaba en su corazón, acelerándolo. Del mismo modo el ángulo en que había forzado su espalda estaba poniendo a prueba los límites de capacidad de su columna vertebral para doblarse, y sus muslos ardían. Estar excitada era… un 242 243 incumplimiento grave de autopreservación. De hecho, mirando aquellas gafas negras era muy consciente de que podría matarla allí mismo. Romper su cuello. Quebrar sus brazos justo para verla gritar antes de sofocarla en la nieve. O tal vez noquearla y tirarla en el rio. La voz con el acento marcado de su abuela vino a su mente: "¿Porque no puedes conocer a un buen chico? Un chico católico con una familia que conozcamos? Marisol, rompes mi corazón con esto." — Sólo puedo asumir— susurró con esa voz de acento sombrío e imposición que no conocía, — ¿el mensaje no te fue transmitido, es eso correcto?, Benloise simplemente falló en decírtelo y es por eso, después de que expresamente indiqué mis intenciones, todavía ¿apareciste vigilando mi casa? Creo que eso es lo que paso quizá el mensaje de voz aún no lo has recibido. O un mensaje de texto, un e—mail. Sí, creo que la comunicación de Benloise está perdida, es eso cierto?— La presión en ella aumentó aún más, sugiriendo que el tenía la fuerza de sobra, lo cual era una perspectiva desalentadora por no decir menos. — Es eso cierto— Gruñó — Si— Escupió ella. — Si eso es correcto— — ¿Así que puedo dejar de esperar encontrarte por aquí con tus esquíes no es cierto?— Él la sacudió de nuevo, el dolor hizo que sus ojos rodaran hacia atrás un poco. — SI— Ella se ahogó. El hombre se ablando lo suficiente para que pudiera tomar algunas respiraciones. Luego siguió hablando con esa voz extrañamente seductora. — Ahora, hay algo que necesito antes de dejarte ir. Tú me dices todo lo que sabes de mi. Cada cosa. — Ella frunció el ceño pensando que era una tontería. No hay duda, un hombre como este sería muy consciente de cualquier información que un tercero pudiera reunir acerca de él. Así que era una prueba. Dado que ella tenía muchas ganas de ver a su abuela de nuevo, Solo dijo: — No sé tu nombre, pero puedo adivinar lo que haces y también lo que has hecho— — ¿Y eso es?— 243 244 — Creo que eres uno de los que ha estado disparando a to dos los comerciantes de poca monta en la ciudad para asegurar tu territorio y tener el control. Los documentos y los informes de noticias han etiquetado las muertes como suicidios— Ella continuó después de todo, no había razón para discutir. — Sé que vives solo, tanto como puedo decir que tu casa está equipada con equipos en ventanales muy extraños. Como camuflaje diseñado para aparentar el interior de la casa, pero… son otra cosa más allá de eso solo que no sé qué es— Su cara pareció permanecer impasible. Calmado. En paz. Como si no la estuviera forzando en la posición o amenazando con daño corporal. El controlaba… erótico. — ¿Y?— — Eso es todo— Él inhalo del cigarro en la boca, el ancho círculo naranja en el extremo estaba brillando con más intensidad. — Solo diré esto una vez. ¿Entiendes eso?— — Si— Se movió tan rápido que tuvo que mover los brazos para volver a ganar equilibrio por si misma, con sus bastones clavados en la nieve, espera, en donde estaba… El hombre apareció justo detrás de ella con los pies plantados a ambos lados de las pistas que sus esquíes habían hecho de muestra física del camino que había hecho desde su casa, a medida que sus bíceps izquierdo y la muñeca derecha quemaban con la sangre circulando de nuevo por ellos en las zona donde él había apretado, una advertencia paso a través de su nuca. ¡Fuera de aquí, Sola, se dijo a ella misma, ahora mismo!, Sin estar dispuesta a correr el riesgo de otra captura se lanzó hacia adelante por el camino arado, la base encerada de sus esquíes luchado por avanzar en el camino compacto cubierto de nieve. Mientras se iba, él la siguió caminando lentamente, inexorablemente, como un gran gato rastreando a su presa que se contentaba solo con jugar por ahora. Sus manos temblaban mientras usaba la punta de los lbastones para saltar los obstáculos, y luchaba por poner los esquíes de vuelta en el coche. Todo el tiempo, él estuvo de pie a mitad de la carretera mirándola, ese humo de cigarrillo desvaneciéndose sobre su hombro en las frías corrientes de aire, que se canalizaban hacia el rio. 244 245 Entrando en su auto, cerró las puertas, encendió el motor y miró el espejo retrovisor. En el resplandor de las luces de sus frenos, el parecía francamente malvado, alto, de cabello negro, un hombre con un rostro apuesto como un príncipe, y tan cruel como una cuchilla. Golpeando el acelerador, se quitó la hombrera alejándose a toda velocidad, el coche con las ruedas dándole toda la tracción que necesitaba. Echó un vistazo al retrovisor de nuevo. Él todavía estaba allí, Los pies se movieron al freno de golpe y casi golpeo. Se había ido. Seguro, como si hubiese desaparecido en el aire. Un momento ahí estaba a su vista… al siguiente, invisible. Sacudiéndose a sí misma, golpeo el acelerador de nuevo, y se hizo la señal de la cruz sobre su corazón acelerado. ¿Qué mierda era él? se preguntó con pánico. TREINTA Justo cuando las persianas se levantaban por la noche, Layla escuchó que llamaban a su puerta e incluso antes de la esencia que percibía a través de los paneles, sabía quién había ido a verla. Inconscientemente su mano fue a su cabello y se encontró con que era un desastre, enmarañado por haberle dado vueltas todo el día. Peor aún, no se había molestado en cambiase la ropa de calle que había usado para ir a la clínica. Sin embargo no podía negarle la entrada. — Adelante, — dijo en voz alta, sentándose más arriba en la cama y enderezando las mantas que había tirado hasta su esternón. Qhuinn estaba vestido en ropa de combate, lo que le llevó a pensar que estaba en rotación por la noche quizás no. Ella no estaba al tanto del itinerario. A medida que sus ojos se encontraron ella frunció el ceño. — No te ves muy bien. — El llevó una mano a la venda sobre su ceja. — Oh esto? es solo un rasguño. — Excepto que no era la lesión lo que había llamado su atención. Era su mirada en blanco, y los huecos sombríos bajo sus pómulos. Él se detuvo. Olfateo el aire y palideció. Inmediatamente ella se miró las manos una vez más entrelazadas. 245 246 — Por favor, cierra la puerta. — — ¿Qué está pasando?— Cuando cerró la puerta como le había pedido, ella tomo una respiración profunda. — Fui a ver a Havers por la noche. — — ¿Qué?— — He estado sangrando — — ¡Sangrando¡— Se apresuró hacia adelante, arrastrándose sobre la cama. — ¿Por qué diablos no me lo dijiste?— Querida Virgen Escriba, era imposible para ella no acobardarse ante la furia que reflejaba su rostro en verdad, no tenía fuerzas en ese momento, y era incapaz de mantener la auto conservación. Instantáneamente Qhuinn retraso su ira, caminaba en círculos y de regreso. Cuando la encaró de nuevo dijo ásperamente. — Lo siento, no quería gritar Yo... solo... estoy preocupado por ti — — Lo siento. Debí habértelo dicho… pero estabas fuera luchando, y no quería molestarte. No lo sé… honestamente. Probablemente no estaba pensando de forma clara. Estaba desesperada. — Qhuinn se sentó a su laso, sus enormes hombros curvándose cuando entrelazo los dedos y apoyo los codos en las rodillas. — Entonces. ¿Qué está pasando?— Todo lo que ella pudo hacer fue encogerse de hombros. — Bien cómo puedes ver… estoy sangrando. — — ¿Que tanto?— Pensó en lo que la enfermera había dicho. — Bastante. — — ¿Desde cuándo?— 246 247 — Comencé hace cerca de 24 horas. No quería acudir a la Doctora Jane, porque no estaba segura de cuan privado seria, y también, ella no tiene tanta experiencia en embarazos de nuestra especie. — — ¿Que te dijo Havers?— Ahora ella estaba frunciendo el ceño. — Se negó a decírmelo. — La cabeza de Qhuinn giro rápidamente. — ¿Disculpa?— — Dado mi estatus como elegida, el únicamente hablara con el Primale. — — ¿Me estas jodiendo?— Ella negó con la cabeza. — No, no lo podía creer y me temo que salí de ahí bajo menos que óptimas circunstancias. Me redujo a un objeto, como si no me concerniera en absoluto… nada más que un repuesto — — Tú sabes que eso no es cierto — Qhuinn tomo su mano, con sus ojos dispares ardiendo. — No para mi, nunca para mí. — Ella se estiró y alcanzó su hombro. — Lo sé pero gracias por decirlo. — Se estremeció. — Necesito saber ahora mismo. Y en cuanto a lo que está pasando… conmigo… la enfermera dijo que no hay nada que se pueda hacer para detenerlo. — Qhuinn miró hacia la alfombra y se quedó así por un largo tiempo. — No lo entiendo. No se suponía que sucediera de esta forma. — Tragando esa horrible sensación de fracaso, ella se sentó y acarició su espalda. — Se que deseabas esto tanto como yo. — — No puedes estar perdiéndolo. Simplemente no es posible. — — Por lo que entiendo, las estadísticas no son alentadoras. No al inicio… y no al final— — No, esto no está bien. Yo la vi… a ella — Layla aclaró su garganta. — Los sueños no siempre se hacen realidad Qhuinn— 247 248 Parecía una cosa tan simple de decir. Tan meramente obvio también. Pero dolía hasta la médula. — No era un sueño— Dijo ásperamente. Pero después se miró a sí mismo, y después a ella. — ¿Cómo te sientes? ¿Duele?— Cuando no respondió inmediatamente, ya que no quería mentirle acerca de los calambres, él se puso a sus pies. — Iré a buscar a la Doc. Jane— Ella alcanzó su mano y lo mantuvo en el lugar. — Espera. Piénsalo. Si estoy… perdiendo al bebé… — Hizo una pausa para tomar fuerza que después puso en palabras. — No hay motivo para decírselo a nadie. Nadie necesita saberlo. Solo podemos dejar que la naturaleza — Su voz se quebró en ese punto, pero se forzó a continuar. — Siga su curso. — — Al diablo con eso. No voy a poner en peligro tu vida solo por evitar una confrontación. — — No voy a detener el aborto Qhuinn. — — El aborto no es lo único que me preocupa. — Apretó su mano. — Tú me importas. Así que iré por la Doc. Jane ahora mismo. — Si, al diablo con mantener el secreto, Qhuinn pensó mientras alcanzaba la puerta. Había escuchado historias sobre hembras con hemorragias durante abortos involuntarios y aunque no estaba dispuesto a compartir nada de eso con Layla, iba a actuar. — Qhuinn detente. — Gritó Layla, — Piensa en lo que estás haciendo. — — Lo hago, claramente. — No espero para discutirlo más. — Quédate aquí. — — Qhuinn — Podía seguir escuchando su voz cuando cerró la puerta y se fue corriendo, yendo por el pasillo corto y bajando por las escaleras. Con suerte la Doctora Jane seguiría en la última cena con su macho el par de ellos habían estado en la mesa cuando el subía a ver a Layla. En su cuanto piso del vestíbulo, sus Nikes chirriaron en el mosaico cuando paso por el arco que daba al comedor. Viendo a la médica justo donde había estado antes, un golpe de suerte, su primer instinto fue gritar su 248 249 nombre. Excepto que se dio cuenta que había varios Hermanos sentados en la mesa, comiendo postre. Mierda. Era fácil para el decir que podía lidiar con las consecuencias de lo que habían hecho. ¿Pero Layla? Como una Elegida sagrada, tenía mucho más que perder que él. Phury era un tipo bastante razonable, así que había una buena probabilidad que estuviera bien con eso. ¿El resto de la sociedad? Él había estado allí en el pasado a punto de quedar fuera. No quería eso para ella. Qhuinn se apresuró hacia donde V y Jane estaban echados y relajados, el Hermano fumando un liado a mano, la Doc. Fantasmal sonriendo a su compañero cuando él hizo una broma. En el momento que la buena doctora miró hacia él, se inclinó hacia adelante. Qhuinn se dejó caer y susurro en su oído. Ni siquiera un segundo después estaba de pie. — Debo irme, Vishous. — Los ojos diamantinos del Hermano se alzaron. Aparentemente, una mirada a Qhuinn fue todo lo que necesitaba: no hizo ninguna pregunta, solo asintió una vez. Qhuinn y la terapeuta corrieron fuera juntos. En favor de la Doctora Jane, ella no perdió tiempo con cómo es que se embarazó? — ¿Hace cuanto que está sangrando?— — Veinticuatro horas. — — ¿Que tanto?— — No lo sé. — — ¿Algún otro síntoma? ¿Fiebre? ¿Nauseas? ¿Dolor de cabeza?— — No lo sé— Ella se detuvo en cuanto llegaron a las escaleras. — Ve al Pit. Mi botiquín está en el mostrador junto al cuenco con manzanas. — — Entendido. — Qhuinn nunca había corrido tan rápido en su vida. Fuera del vestíbulo. A través del patio cubierto de nieve. Marcando el código del Pit. Corriendo en el lugar de V y Butch. Por lo general, nunca habría entrado sin tocar al diablo, sin tiempo para un anuncio apropiado. Que se joda eso esta 249 250 noche pensó. Bien ¡El botiquín! Estaba en realidad junto a los Fujis. (Variedad de manzana) Tomándolo, salió corriendo, disparado a través del estacionamiento, pateando el suelo mientras esperaba a que Fritz abriera las puertas de la mansión, casi arrolla al doggen. A medida que subía al segundo piso, salió disparado más allá de las puertas del estudio de Wrath e irrumpió en el cuarto de invitados que usaba Layla. Cerrando la puerta, jadeó camino a la cama, donde la buena doctora estaba sentada justo donde él había estado. Bien Layla estaba blanca como una sábana, desde luego, el miedo y la pérdida de sangre le hacían eso a una hembra. Doc. Jane estaba a mitad de una frase cuando tomo sus cosas. — Creo que debería empezar por tomar tus signos vitales — ¡¡¡Boooom!!! En cuanto el ruido atronador resonó por toda la sala el primer pensamiento de Qhuinn fue arrojarse sobre las hembras como un escudo. Pero no era una bomba. Era Phury abriendo la puerta a sus anchas. Los ojos amarillentos del Hermano brillaban, y no de una buena manera, mientras pasaban de Layla a Doc Jane a Qhuinn… y de vuelta. — ¿Qué diablos está pasando aquí?— Demandó, con las aletas de la nariz agitándose cuando capto la misma esencia que Qhuinn antes. — Vi a la Doctora subiendo en una carrera de muerte. Luego Qhuinn con el botiquín. Y ahora… alguien mejor comience a hablar. En este maldito minuto. — Pero él lo sabía. Porque estaba mirando a Qhuinn. Qhuinn encaró al Hermano. — Yo la embaracé — No hubo oportunidad de terminar la frase. Apenas llegó a la palabra con E de hecho. El Hermano lo levanto y lanzó contra la pares. Mientras su espalda absorbía el impacto, su mandíbula explotó en dolor lo que sugería que el hermano le había dado una buena. Las manos ásperas lo clavaron en el lugar con los pies colgando cerca de seis centímetros de la linda alfombra Oriental justo cuando las personas comenzaban a reunirse en la puerta. Genial. Audiencia. Phury acercó su cara a Qhuinn y expuso los colmillos. — ¿Le hiciste qué?— Qhuinn tragó una bocanada de sangre. 250 251 — Ella entró en necesidad. La serví. — — Tú no la mereces — — Lo sé. — Phury lo golpeó de nuevo. — Ella es mejor que esto — — Estoy de acuerdo — Bangi. (Deporte de riesgo, vulgarmente es tirarse del puente atado) De nuevo contra la pared. — Entonces, porque mierda tú— El gruñido que llenó la habitación fue lo suficientemente fuerte para el espejo junto a Qhuinn temblara. Al principio estuvo seguro de que era Phury… excepto que las cejas del hermano se fruncieron y el macho miró sobre su hombro. Layla estaba fuera de la cama y acercándose a ellos, y jodida mierda, la mirada en sus ojos era suficiente para derretir la pintura de un auto, a pesar del hecho de que no se encontraba bien, sus colmillos estaban desnudos, sus dedos curvados en garras… y la helada corriente que venía de ella hizo que la espalda y cuello de Qhuinn cosquillearan en advertencia. Ese gruñido no era más que lo que podría venir de un macho… mucho menos de una delicada hembra del estatus de la Elegida. Y en todo caso, su desagradable tono de voz era peor: — Déjalo. — Ella miraba a Phury como si estuviera completamente preparada para quitarle los brazos al Hermano y golpearlo con los muñones si él no hacia exactamente lo que quería. Pronto. Y hey, quien iba a saberlo de repente Qhuinn podía respirar bien, y sus Nikes estaban de vuelta en el piso. Como magia. Phury puso las palmas frente a él. — Layla, Yo — — Tú no lo toques. No por esto… ¿estamos claros?— Su peso estaba sobre los talones, como si pudiera lanzarse a la garganta del tipo en cualquier segundo. — Él era el padre de mi hijo, y se le brindaran todos los privilegios de esa posición— — Layla — — ¿Nos entendemos?— 251 252 Phury asintió con su cabeza multicolor. — Sí, pero — Ella siseo en la antigua lengua, — Si algo le pasa a él, iré por ti, te encontraré en donde duermes. No me importa en donde o con quien duermas, mi venganza caerá sobre ti hasta derrumbarte— La última palabra fue dicha, hasta que la última silaba se convirtió en un gruñido. Silencio de muerte. Hasta que Doc Jane dijo secamente, — Yyyyyyy esto es por lo que dicen que la hembra de cada especie es la peligrosa no el macho— — Palabra— Murmuró alguien desde el pasillo. Phury levanto las manos con frustración. — Yo solo quería lo mejor para ti, y no solo como un amigo preocupado este es mi jodido trabajo. Tu atravesaste la necesidad sin decírselo a nadie, te acostaste con él — Como si Qhuinn fuera mierda de perro — y después sin decirle a nadie sobre tu condición. Y se supone ¿que deba estar feliz con esto? ¿Qué mierda?— Hubo una especie de conversación entre el par de ellos en ese punto, pero Qhuinn no la escucho: Toda su parte consciente se había retraído profundamente en su cerebro. Hombre, ese pequeño comentario feliz del Hermano, no debió haber dolido como una perra, no era como si no lo hubiera escuchado antes, o diablos, incluso pensado así acerca de sí mismo. Pero por alguna razón, las palabras desencadenaron una falla que existía en su núcleo. Recordándole que difícilmente era una tragedia apuntar lo obvio, se liberó de la espiral de vergüenza y miró alrededor. Sip, todos habían asistido al pasillo y de nuevo, las cosas que prefería haber recordado en privado pasaron frente a miles de personas. Por lo menos eso no le importaba a Layla. Mierda, ella ni siquiera parecía notarlo. Y era bastante divertido ver a todos esos guerreros profesionales dispuestos a alejarse por lo menos una, milla de la hembra. Por otra parte, si querías sobrevivir haciendo el trabajo que hacían, la precisa evaluación del riesgos era algo que se desarrollaba deprisa — incluso Qhuinn, que era el objeto de ese instinto protector que la elegida mostraba, no se habría atrevido a tocarla. — Por la presente renuncio a mi estatus de Elegida, y así mismo a todos los derechos y privilegios. Soy Layla, Caída desde este latido de corazón en adelante — 252 253 Phury intento cortarla. — Escucha, no tienes que hacer esto — —...y para siempre. Estoy arruinada a los ojos de la tradición y de la práctica, no soy virgen, he concebido un hijo, a pesar de que lo esté perdiendo. — Qhuinn golpeo la parte posterior de la cabeza contra la pared. Maldita sea. Phury pasó una mano por su cabello. — Joder— Cuando Layla se tambaleo sobre sus pies, todos fueron a alcanzarla, pero ella empujo todas las manos y se alejó bajo su propia cuenta de vuelta a la cama. Descendiendo con cautela, como si todo doliera, ella bajó la cabeza. — Mi suerte está echada, y estoy lista para enfrentar las consecuencias, sean las que sean. Eso es todo. — Hubo un gran número de cejas levantándose en su despido a la multitud, pero nadie dijo ni boo. Después de un momento, el gallinero se fue, aunque Phury permaneció donde estaba. Así como Qhuinn y la Doc. Jane. La puerta se cerró. — Ok, especialmente después de todo esto, realmente necesito revisar sus signos vitales. — Dijo la Doc. Jane ayudando a la hembra contra las almohadas y a poner las mantas en su sitio de donde habían sido arrojadas. Qhuinn no se movió mientras un medidor de presión era deslizado por su brazo y una serie de puff—puff—puffs resonaba. Phury por otra parte, paseaba alrededor, al menos hasta que frunció el ceño y saco su teléfono. — ¿Es por esto que Havers me llamó anoche?— Layla asintió. — Fui allí en busca de ayuda. — — ¿Por qué no viniste a mí?— Murmuro el Hermano para el mismo. — ¿Que dijo Havers?— — No lo sé ya que no escuché el mensaje de voz. No pensé que hubiera porque hacerlo. — — El indicó que solo te lo diría a ti. — En ese momento Phury miró hacia Qhuinn, con esa mirada amarillenta. 253 254 — ¿Vas a emparejarte con ella?— — No. — La expresión de Phury se volvió helada de nuevo. — Que maldito tipo de macho eres tú — — Él no está enamorado de mí. — Lo cortó Layla, — Ni yo de él. — Cuando la cabeza del Primale giro, Layla continuó. — Nosotros queríamos un bebé. — Ella se inclinó hacia adelante mientras la Doc Jane escuchaba su corazón desde atrás. — Empezó y terminó ahí. — Ahora el hermano maldijo. — No lo entiendo. — — Ambos somos huérfanos, en tantos sentidos. — Habló la Elegida. — Nosotros buscamos… buscábamos... una familia propia. — Phury exhaló, y se acercó a la mesa en la esquina, tendiendo su peso sobre la delicada silla. — Bien. Ah. Supongo que eso cambia las cosas un poco. Yo creo que — — No importa nada. — Intervino Layla, — Esto es lo que es. O… era, en todo caso. — Qhuinn se encontró frotándose los ojos por ninguna razón en particular. No era como si estuvieran húmedos o alguna mierda así. Nah. No, en absoluto. Estaba… tan malditamente triste. Toda la jodida situación. Desde la condición de Layla, al agotamiento e impotencia de Phury, hasta su propio dolor en el pecho, era tan solo, seriamente un asunto malditamente triste. TREINTA Y UNO —Esto es justo lo que estaba buscando. — Mientras Trez hablaba, se movía alrededor del vasto y vacío espacio de la bodega. Sus botas 254 255 impactando tan fuerte que hacían eco. Detrás de él, podía sentir con facilidad el alivio que desprendía la agente de bienes raíces que estaba de pie junto a la puerta. ¿Negociar con humanos? Como quitarle un caramelo a un niño. —Usted podría transformar esta parte de la ciudad — dijo la mujer. — Es una verdadera oportunidad. — Cierto — Aunque no era como si la clase de tiendas y restaurantes que le seguían fueran a ser del tipo intelectual. Más bien tiendas de Tatuajes y Piercings, buffets baratos y teatros XXX. (porno) Pero él no tenía ningún problema con eso. Incluso los proxenetas podían sentirse orgullosos de su trabajo, y francamente, tendía a confiar en los artistas del tatuaje bastaaaaaante más que en muchos de los llamados “ciudadanos honrados”. Trez giró a su alrededor. El espacio era enorme, casi tan alto como amplio, con filas y filas de ventanas cuadradas, muchas de las cuales estaban rotas y habían sido cubiertas con madera contrachapada. El techo era sólido, o al menos en su mayoría sí. Las cubiertas de hojalata mantenían la nieve, aunque no el frío de afuera. El suelo era de hormigón y era evidente que había un nivel inferior; en algunos lugares había trampillas, aunque ninguna de ellas se abría con facilidad. La electricidad parecía estar bien, sistema de ventilación era inexistente, la fontanería era una broma. En su mente, sin embargo, el no veía el lugar como estaba ahora. No, podía imaginárselo transformado en un club de proporciones Limelight (tipo de luz usada en teatros grandes antiguamente). Naturalmente el proyecto iba a requerir una gran inyección de capital y algunos meses para estar terminado. Sin embargo, al final Caldwell iba a tener un nuevo escenario picante, y él, otro lugar para hacer dinero. Todo el mundo gana. — Así que, ¿Le gustaría hacer una oferta? Trez miró a la mujer. Ella era una Señora Profesional con su abrigo de lana negro y su traje oscuro de falda por debajo de la rodilla. El noventa por ciento de su cuerpo cubierto y no solo porque estábamos en Diciembre. Y sin embargo, incluso con todos esos botones y ese peinado práctico, ella era atractiva en la forma en la que las mujeres lo eran para Trez: tenía pechos, la piel suave y lisa, y un lugar entre las piernas en el que él pudiera jugar. 255 256 Y a ella le gustaba él. Lo podía decir por la forma en la que ella bajaba sus ojos ante él y porque parecía no saber qué hacer con sus manos en el bolsillo del abrigo, jugando con su pelo, metiendo su camisa dentro de su falda… A él se le ocurrían algunas maneras de mantenerla ocupada. Trez sonrió mientras caminaba hacia ella y no se detuvo hasta que estuvo justo dentro de su espacio personal. — Sí, lo quiero. — El doble sentido hizo mella. Sus mejillas estaban enrojecidas y no por el frío sino de excitación. — Oh, bien. — — ¿Dónde quieres hacerlo? — dijo él arrastrando las palabras. — ¿Te refieres a hacer la oferta? — ella se aclaró la garganta. — Todo lo que tiene que hacer es decirme que… quiere… y haré… que suceda. Aw, ella no estaba acostumbrada a tener sexo casual. Qué dulce. — Aquí. — ¿Cómo dice? —dijo ella mirándole a los ojos por fin. Él sonrió lenta y apretadamente para que no pudiera ver sus colmillos. — La oferta, ¿vamos a hacerla aquí? Sus ojos se abrieron. — ¿Enserio? —Sí, enserio. Dio un paso más cerca, pero no lo suficiente como para que se tocaran. Él estaba dispuesto a seducirla, pero ella tenía que estar cien por ciento segura de lo que estaba haciendo. — ¿Estás lista? — Para… hacer… la oferta. — Sí. —Hace, eh… hace frío aquí —dijo ella — ¿Tal vez en mi oficina? Allí es donde la mayoría… de las ofertas de manejan, también. De la nada, la imagen de su hermano sentado en el sofá en casa, mirándolo como si fuera un maldito problema le golpeó duramente, y se 256 257 dio cuenta que había mantenido relaciones sexuales con todas las mujeres que se había topado en los últimos… días, mierda. ¿Cuánto tiempo? Bueno, obviamente si no estaban en edad de aparearse no se acostaba con ellas. O si eran fértiles. Lo que sumaba un total de... ¿Una docena o dos? Genial. Qué héroe. ¿Qué demonios estaba haciendo? No quería volver a la oficina de esta mujer por una cosa, no tenía tiempo suficiente ya que quería estar en el Iron Mask a la hora de abrir. Así que la única opción era aquí, de pie, con la falda en la cintura y sus piernas alrededor de sus caderas. Rápido y directo al grano. Y luego volver sus caminos separados. Después de que él le hubiera dicho la cantidad de dinero que estaba dispuesto a pagar por ese almacén, por supuesto. Pero entonces ¿Qué? No era como si fuera a tirársela para cerrar el trato. Él rara vez repetía y solo si le atraía realmente o le picaba mucho. Y no era el caso. ¿Qué sacaba él de todo esto? No es como si fuera a verla desnuda o tener mucho contacto piel con piel. A menos que… ese fuera el punto. ¿Cuándo fue la última vez que realmente había estado con una mujer? De forma correcta. Del tipo de buena cena, un poco de música, algunas caricias que llevarla al dormitorio... y entonces, esa mierda larga, lenta y paciente que daba lugar a un par de orgasmos. Y sin sensación de pánico al acabar. — ¿Iba a decir algo? — preguntó la mujer. iAm tenía razón. No necesitaba hacer esta mierda. Diablos, ni siquiera se sentía atraído por esa agente de bienes raíces. Ella estaba ahí de pie frente a él, disponible, y el anillo de bodas en su dedo significaba que probablemente no iba a causar muchos problemas después de que hubieran terminado, porque tenía algo que perder. Trez dio un paso atrás. —Mira, yo — Cuando su teléfono sonó en su abrigo pensó justo a tiempo. 257 258 Y lo comprobó, era iAm. — Disculpe, tengo que contestar. Hey, ¿qué pasa hermano? — La respuesta de iAm fue suave, como si hubiera bajado la voz. — Tenemos compañía. El cuerpo de Trez se tensó. — De qué tipo y dónde. — —Estoy en casa. — Oh mierda. — ¿Quién es? — —No es tu prometida, relájate. Es AnsLai. — El Sumo sacerdote. Fantástico. —Bueno, estoy ocupado. — — Él no está aquí para verme a mí. —Entonces será mejor que se regrese por donde vine, porque tengo otro compromiso. — Cuando no hubo más que silencio en la línea, lo único que tenía que hacer era entender la patada en el culo. Incapaz de permanecer quieto comenzó a caminar a su alrededor. — Mira, ¿qué quieres que haga? — —Dejar de correr y hacer frente a esto. — —No hay nada que afrontar. Te veo más tarde ¿de acuerdo? — Esperó una respuesta, en cambio, la línea se cortó. Por otra parte, cuando se esperaba que su hermano limpiara su mierda, el tipo no estaba probablemente de humor para un largo adiós. Trez colgó y miró a la agente de bienes raíces. Sonriendo ampliamente se acercó a ella y miró hacia abajo. Su lápiz de labios era demasiado coral para su cutis, pero no le importó. La mierda no iba a estar en su boca por mucho tiempo. —Déjame enseñarte cuán calientes puedo hacer que estemos aquí — dijo con una leve sonrisa. **** De vuelta en la mansión de la Hermandad, en la habitación de Layla, se había llegado a una especie de distensión entre las partes interesadas. Phury estaba tratando de hacer un tapiz con Qhuinn. Layla le estaba evaluando. Y la puerta había sido cerrada para que cualquier cosa que se decidiera no tuviera más de cuatro testigos. 258 259 Qhuinn estaba esperando que la Doc Jane hablara. Cuando finalmente se quitó el estetoscopio del cuello se echó hacia atrás y la expresión de su cara no le daba esperanza. Él no lo entendía. Había visto a su hija en la puerta del Fade cuando había sido golpeado y dado por muerto en un lado de la carretera por la Guardia de Honor. El había ido a Dios sabe dónde, se había acercado a una puerta y había visto en el panel una niña cuyos ojos habían comenzado siendo de un color y terminaron siendo azul y verde como los suyos. Si no hubiera visto eso, probablemente no se habría acostado con Layla en primer lugar. Pero había estado tan seguro de que el destino estaba escrito que nunca se le había ocurrido… Mierda. Quizás esa niña era el resultado de otro emparejamiento en algún lugar de su linaje. Pero, ¿Cómo si él fuera a estar con alguien más alguna vez? Imposible. No ahora que ya había tenido a Blay. No. Aunque él y su antiguo amigo no se habían acostado de nuevo, el no iba a estar con nadie más. ¿Quién podría compararse? Y el celibato era la segunda mejor opción que él podía ofrecer al resto del planeta. La Doc Jane se aclaró la garganta y cogió la mano de Layla. — Tienes la tensión arterial un poco baja. Tu pulso es lento. Creo que ambas cosas pueden mejorar con la alimentación. Qhuinn casi saltó de la cama con la muñeca extendida. —Aquí, justo aquí. — Doc Jane puso la mano en el brazo de Qhuinn y le sonrió. — Pero no es eso lo que me preocupa. Se quedó quieto y por el rabillo del ojo vio a Phury hacer lo mismo. —Aquí está el problema — la doctora se dirigió a Layla, hablando con suavidad y claridad. —No sé mucho acerca de los embarazos vampíricos. Así que, aunque detesto decir esto, necesitas ir con Havers. — Ella levantó la mano como si previera argumentos en contra desde todos los rincones. — Esto se trata de ella y el bebé. Tenemos que conseguir alguien que pueda tratarla adecuadamente. Incluso si en 259 260 otras circunstancias ninguno de nosotros querría tocar la puerta del tipo. Y Phury — ella miró al Hermano — Tienes que ir con ella y Qhuinn. Que tú estés allí lo hará todo más fácil. Muchos labios fruncidos después de eso. —Tiene razón —dijo Qhuinn finalmente antes de volverse hacia el Primale. —Y tienes que decir que eres el padre. La respetarán más de esa forma. ¿Conmigo? El tío bien podría negarse a tratarla. ¿Una elegida caída y follada por un defectuoso? Él podría darle la espalda. Phury abrió la boca y la cerró. No era como si hubiera mucho que decir. Cuando Phury cogió su teléfono y llamó a la clínica para informar de que iban a ir, su tono de voz sugería que estaba listo para incendiar el lugar si Havers y su equipo se ponían a joder. Con eso siendo ordenado, Qhuinn fue con Layla y le dijo en voz baja. — Va a ser diferente esta vez. Él va a hacer que las cosas funcionen. No te preocupes, esta vez vas a ser tratada como una reina. Los ojos de Layla estaban muy abiertos pero seguían mirándole. —Sí, está bien. ¿En pocas palabras? El Hermano no era el único dispuesto a echarlo todo abajo. Si Haver volvía a tener su aversión de macho de la Glymera con Layla, Qhuinn iba a romperle el ego a ese macho. Layla no se merecía esa mierda. Ni siquiera por elegir a un rechazado para aparearse. Joder. Tal vez era mejor que perdiera el embarazo. ¿De verdad querían condenar a un niño a su ADN? — ¿Tu vienes también? —ella le preguntó como si no fuera de cajón. —Así es. Voy para allá. — Cuando Phury colgó, miro hacia detrás y hacia delante entre ellos estrechando sus ojos amarillos. — Está bien. Nos van a atender en el instante en que lleguemos. Le diré a Fritz que tenga el Merced encendido, pero yo conduzco. —Lo siento. Dijo Layla mientras miraba al gran macho. —Sé que he dejado mal a las Elegidas y a ti. Pero nos dijiste que viniéramos a este lado y… viviéramos. Phury puso sus manos sobre sus caderas y exhaló. Mientras negaba con la cabeza estaba claro que no habría elegido esto para ella. —Sí dije eso. Eso hice. — 260 261 TREINTA Y DOS Oh, un gran poder se ha desatado, pensó Xcor mientras contemplaba a sus soldados, cada uno de ellos armados y listos para una noche de combates. Después de veinticuatro horas de recuperación y después de que la banda se alimentara, y se mordían las uñas por salir y encontrar a sus enemigos y el estaba dispuesto a dejarlos salir del sótano del almacén. Solo había un problema alguien estaba caminando por el piso de arriba. Como si fuera una señal, escucho pasos atravesando las vigas de madera de encima de su cabeza. Durante la última media hora, habían seguido el progreso de sus visitantes no invitados. Uno de ellos tenía una forma corpulenta masculina. El otro era más ligero, una variedad femenina. No había olores específicos, porque el sótano del almacén estaba cerrado herméticamente. Con toda probabilidad, serian solo un par de humanos que pasaban por aquí, o quizás serian dos vagabundos perdiendo el tiempo, dando vueltas con una estructura tan decrepita en una noche fría. El no podía saber, cuales eran las razones por la que habían venido, sin embargo, tal como estaban, el no tendría ningún problema en defender su derecho de ocupantes ilegales. Pero no había nada de malo en esperar. Si pudiera evitar un sacrificio inútilmente de algunos humanos aquí. Significaba que él y sus soldados podían seguir utilizando el espacio sin ser molestados. Nadie dijo nada de continuar. Las voces se mezclaban, bajaban y subían. A continuación, un teléfono sonó. Xcor escucho la llamada y la conversación que siguió, alguien caminaba en silencio hacia la otra escotilla donde el orador decidió parar. Aun yéndose el podía escucharlo claramente y se entero de la mitad de una muy poco interesante conversación que no le dio ninguna pista sobre la identidad de los visitantes. No mucho después, los sonidos inconfundibles de sexo se escucharon. Zypher rio suavemente, Xcor miro en la dirección del bastardo para que se callara. A pesar de que cada uno de las compuertas estaban bloqueadas desde abajo, nunca sabía qué tipo de problemas podían traer estas ratas sin cola en esta situación. 261 262 El comprobó su reloj, esperando a que parasen los gemidos Miro su reloj y le hizo señas a sus soldados para que permanecieran en sus puestos hasta entonces. Moviéndose en silencio, se dirigió hacia la trampilla del rincón mas alejado del sótano, la que daba a lo que había sido una oficina de supervisión. Abriendo el pestillo el palmeo una de sus armas y se desmaterializo fuera y aspiro el aire. No había humanos, bueno, no había nadie aquí... pero del otro lado era otra cosa. En la otra esquina, la puerta exterior se cerro de golpe y la cerradura se bloqueo. Pasando a escondidas, Xcor apoyo la espalda contra la pared del almacén de ladrillo y miro por las ventanas de cristal tintados. Un par de luces se encendieron en frente, en el aparcamiento de arriba. Desmaterializándose a través de un panel roto, se lanzo hacia adelante hasta el techo del almacén hacia la calle. Bueno, no era tan interesante. Una Sombra estaba allí, sentado al volante del BMW con la ventana bajada del lado del conductor y una hembra humana apoyándose en el todoterreno. Era la segunda vez que se topaba con ella en Caldwell y eran peligrosas. Cogiendo su teléfono, llamo al número de Throe, encontrándolo por la foto en sus contactos y ordeno a sus soldados que salieran a pelear. El se ocuparía solo de este problema. Más abajo, la sombra se acerco a la mujer, la agarro por el cuello y la beso. Entonces puso el vehículo marcha y se alejo sin mirar atrás. Xcor cambio su posición para seguir al macho, pasando de tejado en tejado, cuando la Sombra se dirigió hacia el distrito del club en la zona a la ladera del rio. En un primer momento, su cuerpo sintió una sensación cuando cambio la dirección del viento, las ráfagas de aire helado parecían venir de detrás de él en lugar de darle en cara. Pero entonces lo pensó... no. Fue puramente interno. Sintió vibraciones bajo su piel. Su Elegida estaba cerca. Su Elegida. Inmediatamente abandono el seguimiento de la Sombra, que se le escapaba y se dirigió cerca del rio Hudson. ¿Que hacia abajo? En un coche. Ella viajaba en un coche. Por lo que sus instintos le decían, qui iba a alta velocidad pero sin embargo rastreable. 262 263 Así que la única explicación era que ella estaba en Northway e iba a sesenta o setenta kilómetros por hora. Dirigiéndose de nuevo en la dirección de las filas de almacenes, se centro en las señales para poder seguirla. Como había pasado meses desde que se había alimentado de ella, a él le asustaba saber que la conexión creada por la sangre de sus venas se estaba desvaneciendo, hasta el punto de que era difícil precisar el vehículo. Pero luego se concentro en el lujoso sedan, agradeciendo el hecho de que aminorara la marcha y se bajara en la salida que canaliza el tráfico en los puentes. Desmaterializándose arriba sobre las vigas, planto sus botas de combate en la cima de uno de las vigas de acero y espero a que ella pasase por debajo de él. Poco después la encontró y luego continuo hacia adelante, en dirección a la otra mitad de la ciudad en el orilla opuesta. Se quedo cerca de ella, manteniendo una distancia segura, aunque se pregunto a quien estaba engañando. Si el podía sentir a su hembra? Sería lo mismo para ella. Pero el no abandonaría su rastro. *** Mientras Qhuinn se sentaba en el asiento del copiloto del Mercedes, su Heckler & Koch cuarenta y cinco (marca de armas) que estaba escondida discretamente en su muslo y sus ojos se desviaban sin cesar por el espejo retrovisor hacia la ventana lateral, el parabrisas. Junto a él, Phury estaba al volante, las manos del Hermano haciendo un "diez y diez" (se refiere a la posición de las manos en el volante) con tanta fuerza como si estuviera estrangulando a alguien. El macho, estaba intentando digerir toda la mierda en ese momento. Layla y el bebe, todo ese incidente del Cessna, lo que Qhuinn había hecho a su propio primo la noche antes y esto... bueno, estaba también la cosa con Blay. Oh, querido Dios en el cielo... lo de Blay. Aunque Phury bajo por la salida que los llevaría a los muelles, el cerebro de Qhuinn paso de la preocupación sobre Layla a la revisión de todo tipo de imágenes, sonidos y sabores... de las horas de luz del da. Intelectualmente, sabía que lo que había pasado entre ellos no había sido un sueno y su cuerpo seguro como el infierno que recordaba todo, 263 264 al igual que en el sexo había dejado una especie de marca en su carne que cambio la forma en que lo había visto siempre. Y todavía, mientras iba a lidiar con el maldito drama más reciente, esa sesión, demasiado corta, parecía prehistórica y no como si solo hubiera pasado una noche. Temía que solo fuera una única vez. No me toques. Gimiendo, se froto la cabeza. —No se trata de tus ojos— dijo Phury. — ¿Perdona?— Phury miro al asiento trasero. — Hey, ¿Como estamos?, — le pregunto a las hembras. Cuando Layla y la Doc. Jane contestaron una especie de respuesta positiva, asintiendo. —Escuchen, voy a cerrar la ventanilla un segundo ¿Vale? Todos estarán bien aquí. — El hermano no les dio la oportunidad de responder de una manera u otra y Qhuinn se puso rígido en su asiento cuando la opaca ventana se levanto, dividiendo el sedan en dos mitades. No iban a oír ningún tipo de confrontación, pero eso no quería decir que estuviera esperando una segunda ronda con él y si Phury cortó el contacto con la pareja de atrás era porque no iba a ser bonito. —Tus ojos no son el problema, — dijo el hermano. — ¿Perdón?— Phury lo miro. —Que yo este molesto no tiene nada que ver con ningun defecto. Layla está enamorada de ti— — No, no lo está. — —Mira, estas realmente meando fuera ahora mismo. — —Preguntale. — — ¿Aunque ella aborte a su bebe? — Espeto el Hermano. — Si, lo hare. — Cuando Qhuinn dio un respingo, Phury continúo. Mira, esta es la cosa, te gusta vivir al límite y ser salvaje, francamente, creo que le ayuda a aceptar toda esa mierda que tu familia te ha hecho pasar. Si así rompes con todo esto? Nadie debe cortártelo. Y lo creas o no, yo no tengo ningún problema con eso. Puedes pasar tus noches y tus días de cualquier manera que quieres. Pero si le rompes el corazón a una 264 265 inocente, especialmente si ella está bajo mi cuidado? Ahí es cuando tú y yo tenemos un problema. — Qhuinn miro por la ventana. En primer lugar, era el apoyo del Gran Padre. La idea de que habían juzgado a Qhuinn basándose en su personalidad en vez de por una mutación genética que no había buscado, era un cambio refrescante. Y bueno, no es que el no estuviera de acuerdo con el tipo, al menos no hasta hacía aproximadamente un año. ¿Era así antes? Diablos. Si, había estado fuera de control en muchos niveles. Pero las cosas habían cambiado. El había cambiado. Evidentemente, que Blay dejara de estar interesado, era el tipo de patada en las pelotas que había necesitado finalmente para crecer. —No me gusta esto, — dijo. —Asi que, ¿estas preparado para emparejarte?— Cuando el no respondió, Phury se encogió de hombros. —Y ahí lo tienes. En pocas palabras, eres responsable de ella, tanto legal como moralmente. —No te comportas como el Primale en algunos aspectos, pero el resto de la descripción del trabajo te lo vas a tomar malditamente en serio. — —La idea de que ella se metiera en este lio me pone enfermo del estomago y me resulta muy difícil de creer que ella no lo hizo para complacerte. ¿Tú dijiste que ambos querían un hijo? ¿Estas seguro de que no era mas y ella lo hizo porque ella Quería hacerte feliz? Eso es muy de su forma de ser. — Le soltó esto como un discurso. Y no era como si Qhuinn pudiera criticar la lógica, aunque resulto estar errada. Pero a medida que pasaba una mano por el pelo, el hecho de que Layla era la que había ido a él lo guardaba para sí mismo. Si. Phury quería pensar que todo era culpa suya, estaba bien, pensaba llevar esa carga. Cualquier cosa para quitarle problemas y atender a Layla. Phury miro al otro lado de los asientos. No estuvo bien, Qhuinn. Eso no es lo que un verdadero macho hace. Y ahora viendo la situación. Tú le has hecho esto a ella. La has puesto en el asiento trasero de este coche, y eso está mal. — Qhuinn cerró los ojos. Bueno, no era como si no fuera a estar merodeando por el interior de su cabeza para los próximos cien años. Más o menos. 265 266 Cuando entraron en el puente y vio las luces parpadeantes del centro de la ciudad detrás, el dejo su boca cerrada "fuera de la mano de dios" y Phury se cayó también. Por otra parte, el Hermano lo había dicho todo, el no lo haría. TREINTA Y TRES Assail terminó con el seguimiento de su presa desde detrás del volante de su Range Rover. Era mucho más cómodo de esta manera—y no era como si la posición de la hembra fuera un problema. Mientras esperaba por el Audi que era de su propiedad, había conectado un dispositivo de seguimiento en la parte menos vulnerable de su espejo retrovisor. Su iPhone se encargó del resto. Después de que ella hubiera dejado su residencia, la siguió a prisa evitando deliberadamente, manteniéndose lo suficientemente lejos para no perderla de vista ella había cruzado el río y se había dirigido a la parte posterior de la ciudad, donde las casas eran pequeñas, unas al lado de otras, con un terminado revestido en aluminio. Cuando él se arrastro detrás de ella, guardando por lo menos dos bloques de distancia entre sus vehículos, considero que las luces del vecindario tenían colores muy intensos, los miles de hilos del cableado estaban ensartados entre arbustos, colgando por las esquinas de las azoteas y embaladas hacia fuera, en ventanas y marcos de las puertas. Pero no eran la mitad las adornadas. También había pequeños pesebres colocados sobre el césped en la parte delantera de las casas mientras que desde el interior brillaban muñecos gordos de nieve blanca enredados con bufandas blancas y pantalones azules. En el contraste con los adornos de temporada, estaba dispuesto a apostar que las estatuas de la Virgen María eran permanentes. Cuando su vehículo se detuvo y se quedó de esa manera, él se acerco aparcando a cuatro casas más atrás apagando sus luces. Ella no salió inmediatamente del coche y cuando finalmente hizo se había dejado la parka dentro, los pantalones de esquí ajustados ya no eran los mismos que había tenido mientras él la espiaba. En su lugar se había puesto un grueso jersey rojo y un par de jeans. Se había dejado el pelo suelto. 266 267 El peso de los oscuros cabellos le llegaba por debajo del hombro provocando que las puntas se le rizaran. Él gruñó en la oscuridad. Con pasos rápidos y fáciles, ella subió los cuatro escalones de concreto que la condujeron a la entrada de la modesta casa. Apoyándose en la puerta abierta de placa, introdujo una llave, giro en la cerradura y la empujo con la cadera, con otro movimiento volviéndola a cerrar. Cuando se encendió una luz en la planta baja, vio una forma caminar a través de la sala, las cortinas finas le otorgaban privacidad, sus movimientos, no eran claros a su visión clara. Pensó en sus propias ventanas. Le había llevado mucho tiempo perfeccionar esa invención, y la casa cercana al río Hudson había sido perfecta. Las barreras funcionaban incluso mejor de lo que había previsto. Pero ella era lo suficientemente distraída como para haberse dado cuenta de las anomalías, dejando que él se preguntará qué tipos de gustos tendría. En el segundo piso, una luz se encendió, como si alguien la hubiera estado esperando y se moviera ante su llegada. Sus colmillos pulsaron. La idea de que un hombre humano la esperará en su habitación le hacía desear mostrarle que ese era su dominio a pesar de que no tenía sentido. Después de todo, fue siguiendola para su propia protección, y nada más. Absolutamente y nada más. Al igual que su mano buscaba el cerrojo de la puerta, su teléfono sonó. Una buena distracción. Cuando vio quién era, frunció el ceño y se puso el celular a la oreja. —Dos llamadas en tan poco tiempo. ¿A qué debo el honor? — A Rehvenge no le hizo gracia. "No me las has regresado." — ¿Se me requiere? — "Ten cuidado, crío." Los ojos de Assail permanecieron fijos en la pequeña casa. Estaba curiosamente desesperado por saber lo que estaba pasando en su 267 268 interior. ¿Estaba subiendo las escaleras, desnudándose mientras lo hacía? ¿Exactamente a quién le escondía sus actividades? Y de hecho, lo hacía, estaba ocultándolo, o de lo contrario, ¿por qué cambiarse en el coche antes de entrar en la casa? —¿¡¡¡Hola!!!? Agradezco la amable invitación, — se oyó decir. "No es una invitación. Eres un maldito miembro del Consejo ahora que estás en el Nuevo Mundo". — No. — "¿Disculpa?" Assail recordó la reunión en la casa de Elan en el invierno pasado, Rehvenge no sabía que aquella banda de bastardos hijos de puta se había presentado ahi. También pensó en el atentado contra Wrath, el Rey Ciego, en su propiedad, lo que provocó que sus músculos se tensaran ante el recuerdo. Demasiado drama para su gusto. Con la facilidad practicada, se lanzó en el mismo discurso que había dado al macho Xcor. —Yo soy un hombre de negocios, con prioridades y propósitos a seguir. Aunque respeto tanto la soberanía y la base actual del Consejo, no puedo desviar la energía o mi tiempo lejos de mi empresa. Ni ahora ni en el futuro. — Hubo un largo silencio. Y luego en el fondo, una profunda y malevola voz vino sobre la conexión. "He oído hablar de tu negocio." —Lo tengo. — "Yo estaba en lo mismo hace un par años." —Así que lo entiendes. — "Me las arreglé para hacer ambas cosas." Assail sonrió en la oscuridad. —Tal vez no soy tan talentoso como tú. — "Voy a dejarte algo muy claro. Si no te presentas en esta reunión, voy a asumir que estás jugando en el equipo equivocado”. 268 269 —Con esa declaración, reconoces que hay dos y uno se opone al Rey. — "Tómalo como quieras. Pero si no estás conmigo y el Rey, tú y tú equipo son mis enemigos." Y eso era precisamente lo que había dicho Xcor. Por otra parte, ¿Había alguna otra posición en la guerra que estaba creciendo? —El rey recibió un tiro en tu casa, Assail. — — Ah si... me acuerdo, — murmuró con sequedad. "Me gustaría pensar que te gustaría dejar de lado cualquier idea de tu participación." —Ya lo hice. Les dije a los hermanos esa misma noche que no tenía nada que ver con eso. Les di el vehículo en el que escapó el rey. ¿Por qué iba a hacer tal cosa si yo fuera un traidor. — "Para salvar tu propio culo". —He logrado sentirme bastante satisfecho con esta conversación, te lo aseguro. — "Entonces, ¿A qué hora prefieres la junta?" La luz en el segundo piso se apago, y tuvo que preguntarse lo que la mujer estaba haciendo en la oscuridad, y con quién. Por propia voluntad, sus colmillos se desnudaron. "Assail. En serio, me estas aburriendo con esta mierda de hacerte el difícil. " Assail puso el Range Rover en marcha. No iba a sentarse en el bordillo mientras pasaba lo que pasaba a dentro... y como la mierda que estaba pasando algo. Esa era la clara razón por la que ella permanecería en la casa. Además, su teléfono le alertaría en caso de que su automóvil fuera puesto nuevamente en marcha. Mientras avanzaba por la calle aceleró, hablando con claridad. — Estoy dimitiendo a renunciar a mi puesto en el Consejo. Mi neutralidad en esta batalla por la corona no será cuestionada por ambos lados...— "¿Y sabes quiénes son los otros?" — Voy a decir esto tan claro como sea posible, no tengo ningún bando aquí, Rehvenge. No sé cómo decir esto con mayor honestidad y no voy a ser empujado a la guerra, ya sea por ti y tu rey, o por cualquier otro. 269 270 No traten de empujarme, y sabemos que la neutralidad que les presento es justamente la misma que le doy a ellos. — En esa nota, había hecho una promesa a Elan y Xcor de no revelar su identidad, además de que iba a seguir, no porque creyera que el grupo le devolvería el favor, sino por el simple hecho de que, dependiendo de quién ganase esta pelea, macho de confianza a uno y otro lado sería visto, ya sea como un traidor y a ser erradicado o un héroe para ser alabado. El problema era que ninguno sabía que hasta el final, él no estaba interesado por un juego de azar. "¿Así que se han acercado a ti?", dijo Rehv. — Si, recibí una copia de la carta que enviaron en la primavera de este año. — "¿Es que el único contacto que has tenido?" — Sí. — "Estás mintiendo". Assail se detuvo en un semáforo. — No hay nada que puedas decir o hacer para meterme en esto, querido Leahdyre. — Con la amenaza en la voz, el macho en el otro extremo gruñó. "No estés tan seguro de eso, Assail". Con eso, Rehvenge colgó. Maldiciendo, Assail tiró el teléfono en el asiento del pasajero. Luego poniendo sus dos manos en puños golpeó en el volante. Si había una cosa que no podía soportar, era ser absorbido por el remolino de los argumentos de los demás. No daba ni un penique por quien estaba sentado en el trono, o quien estaba a cargo de la glymera. Él sólo quería que lo dejaran solo para hacer su dinero a costa de las ratas sin cola. ¿Era eso tan jodidamente difícil de entender? Cuando el semáforo se puso en verde, piso fuerte el acelerador, a pesar de que no tenía verdadero destino en mente. Sólo se guió en una dirección aleatoria... y unos quince minutos más tarde, se encontró pasando sobre el río en uno de los puentes. Ah, así que su Range Rover había decidido llevarlo a casa. 270 271 Cuando salió a la orilla opuesta, el teléfono soltó un sonido de campanadas, y casi lo ignoró. Sin embargo, los gemelos habían salido a hacer la entrega mas resiente a Benloise, sin embargo quería saber si los pequeños distribuidores habían cumplido a sus cuotas después de todo. No era una llamada de teléfono o un texto. El Audi negro estaba en marcha otra vez. Assail pisó el freno, corto en frente del semaforo hizo girar su Range Rover como un cuerno volviendo sobre la cubierta de nieve. Voló positivamente de regreso sobre el puente. *** Desde su punto de vista en la periferia bien distante, Xcor necesitaba de unos binoculares para ver correctamente a los guerreros. El gran sedan negro en el que había estado viajando, los había seguido después de atravesar el puente, yendo de unos cinco o seis kilómetros antes de bajar por un camino rural que lo llevo hacia el norte. Después de otro número de kilómetros, y casi sin previo aviso, se había convertido en un camino de tierra en el que se ahogó de ambos lados con una fuerte maleza. Finalmente, se detuvo ante una granja de hormigón de baja altura que no sólo no mostraba ningún tipo de pretensión, sino que al parecer apenas tenía un par de ventanas y una puerta. El foco del frente se ensombreció momentáneamente cuando dos machos salieron desde la parte frontal. Los reconoció al instante el pelo era un claro indicativo: Phury, hijo de Ahgony que, según los rumores, se había hecho Primale de las Elegidas. El oscuro corazón de Xcor comenzó a golpear duro. Especialmente cuando reconoció a la segunda figura: el luchador con los ojos desiguales con quien se había enfrentado en la casa de Assail mientras atentaba en contra del Rey. Ambos machos sacaron sus armas inspeccionando el paisaje. Xcor estuvo a favor del suceso, él mismo lo había comprobado y no parecía haber nadie más alrededor, pensó que había una expectativa razonable, salvo la revelación de su posición por su Elegida, por lo que el par de machos seguiría adelante con lo que habían planeado para su hembra. 271 272 De hecho, parecía como si estuviera siendo entregada a una prisión. Como. Un. Cuerpo. Muerto. Ella era una inocente en esta guerra, que había sido utilizada para propósitos nefastos por causas ajenas a la suya pero era evidente que iba a ser ejecutada o encerrada en una celda de aquel lugar para el resto de su vida en la tierra. O no. Él palmeó una de sus armas. Era una buena noche para hacerse cargo de este asunto. De hecho, ahora era su oportunidad de tenerla como suya, para salvarla de cualquier castigo que se le hubiera dado, sin darse cuenta de que había estado ayudando al enemigo. Y tal vez las circunstancias alrededor de su injusta condena le darían una favorable predisposición hacia su enemigo y salvador. Sus ojos se cerraron brevemente cuando la imaginó entre las sabanas de su cama. Cuando Xcor una vez más levantó los párpados, Phury estaba abriendo la puerta trasera de la camioneta llegando al interior. Cuando el hermano se enderezó, la Elegida fue sacada del vehículo... y tomada por los codos, los guerreros se aferraban a cada uno de sus lados mientras era trasladada hacia el lugar. Cuando Xcor se dispuso a acercarse. Después de tanto tiempo, toda una vida, ahora, al fin estaba tan cerca de ella, y él no iba a desperdiciar la oportunidad que el destino le estaba ofreciendo, no ahora, no cuando su vida estaba obviamente en juego. Y él prevalecería en esto la amenaza contra ella fortalecía su cuerpo con un poder inimaginable, su mente se agudizó de tal manera analizando posibilidades de ataque y dejándolo completamente tranquilo. De hecho, no eran más que esos dos machos los que la custodiaban, y con ellos, una hembra que apareció desarmada, pero no considero aun así que ella estuviera en desacuerdo a la situación. Era más poderoso que los captores que tomaban a su hembra. Justo cuando se disponía a lanzarse hacia delante, el olor de su Elegida le llegó con la fuerte brisa fría, ese perfume seductor de ella era lo unico posible para dejarlo hundido en sus botas de combate— Inmediatamente, reconoció un cambio en ella. 272 273 Sangre. Ella estaba sangrando. Y había algo más... Sin pensar conscientemente, su cuerpo se movió hacía el fondo para estar cerca de ella, trato de restablecer el peso y poner una distancia de apenas tres metros, detrás de un anexo de las instalaciones principales. Ella no era una prisionera, se dio cuenta, pues no estaba siendo llevada a una celda o a ejecución. Su Elegida estaba teniendo dificultades para caminar. Y los guerreros estaban apoyándola con cuidado, incluso con sus armas fuera y los ojos en busca de signos de un ataque, eran tan amables con ella, como si fuera la más frágil de las flores. Ella no había recibido malos tratos. Ella no moretones y ribetes. Mientras el trío avanzaba, machos y luego el otro hablándoles como si tranquilizarlos, pero no parecía que fuera por guerreros le estuvieran dando. estaba marcada con ella miró a uno de los estuviera tratando de una agreción que los De hecho, fue el mismo terror que sintió al oler su sangre. El corazón de Xcor latía aún con más fuerza detrás de su pecho, su mente tratando de dar sentido a todo. Y entonces recordó algo de su propio pasado. Después de que naciera su mahmen lo había rechazado, había caído en un orfanato en el Viejo Mundo dejándolo a cualquier destino que le aconteciera. Él, se había quedado entre los raros no deseados, la mayoría de los cuales poseían deformidades físicas, como la suya, durante casi una década tuvo suficiente para formar recuerdos permanentes de lo que ocurría en aquel lugar triste y solitario. Lo suficiente para reconstruir lo que significa cuando una solitaria hembra aparecía en las puertas, entrará, y entonces gritará durante horas, a veces días... antes de dar a luz, en la mayoría de los casos, un crío muerto. O un aborto espontáneo. El olor de la sangre en ese entonces había sido muy específico. Y el olor en el viento frío de la noche era el mismo. El embarazo era lo que tenía en la nariz ahora. Por primera vez en su vida, sintió una total y absoluta agonía... "Querida Virgen del Fade..." 273 274 TRINTA Y CUATRO La idea de que los miembros de la Hisbe estaban en el código postal de Caldwell hizo que Trez quisiera hacer las maletas con todo lo que poseía, agarrar a su hermano y largarse fuera de la ciudad. Mientras conducía desde el almacén al Iron Mask, su cabeza estaba tan jodida que tuvo que pensar conscientemente como dar la vueltas y frenar en las señales de Stop en el lugar que se suponía que aparcaría una vez que llegara a el club. Y luego, después de dejar el motor del X5 apagado, él se sentó al volante y se quedó mirando la pared de ladrillo de su edificio... como por un año. La Jodida metáfora, todo su futuro no iba a ninguna parte. No era como si no supiera lo mucho que pueblo. estaba defraudando a su ¿Por ese tema? No daba una mierda. Él no iba a volver a las viejas costumbres. La vida que llevaba ahora era el suya y se negaba a cumplir el compromiso que habían acordado al nacer para cuando fuera adulto. No iba a suceder. Desde que Rehvenge había hecho su buena acción del siglo y salvó su culo y el de su hermano, las cosas habían dado un giro para Trez. IAm y él habían acordado asociarse con el symphath fuera del Territorio con el fin de trabajar para pagar esa deuda "forzosa" y la deuda había sido su billete para viajar, justo lo que él había estado buscando. Y aunque él se arrepentía de haber arrastrado a iAm en el problema, al final el resultado era que su hermano había tenido que ir con él y era más que otra parte de la solución perfecta en la que ahora estaba viviendo. Dejando el Hisbe y venido al mundo exterior había sido una revelación, la primera, el delicioso sabor de la libertad, no había protocolo. No había reglas. Nadie respiraba en su cuello. ¿La ironía? Se suponía que iba a ser un golpe en la parte posterior de la mano por atreverse a ir más allá del Territorio y asociarse con extraños. Un castigo previsto para llevarlo de vuelta al camino. ¡Ay! y desde entonces, en los resquicios de su mente, el había tenido esperanza en relación al alcance de sus asuntos con el reino unido en la última 274 275 década, o así lo habían ensuciado a ojos de la Hisbe, haciéndolo inelegible para el honor que le habían concedido en su nacimiento. Ensuciándole en una libertad permanente, por así decirlo. El problema era que si habían enviado a AnsLai, el sumo sacerdote, era evidente que el objetivo no se había cumplido. ¿A menos que la visita había sido para renegarlo? Sin embargo había oído eso de iAm en eso ¿No es cierto? Trez miró el teléfono. No había MMs. Ni había SMS. Él estaba en la caseta del perro con su hermano de nuevo, a menos que iAm hubiera decidido coger toda la mierda y se fuera a casa a la tribu. Maldita sea El golpe seco de su ventana no acaba de llegar a su cabeza cuando saco su arma. Trez frunció el ceño. De pie frente a su coche estaba un macho humano del tamaño de una casa. El tipo tenía una barriga cervecera, pero sus gruesos hombros sugerían que hacia trabajo físico regularmente y su ancha y rígida línea de la mandíbula ponía de manifiesto la ascendencia del hombre de Cromañón, así como el tipo de arrogancia más común de animal tonto y grande. Tan grande, como agujeros de sus fosas nasales que brotaban con cada aliento, se inclinó y golpeó la ventana. Con un puño del tamaño de una pelota de fútbol, naturalmente. Bueno, era obvio que quería un poco de atención y sabía que Trez estaba más que dispuestos a concedérsela. Sin previo aviso, él abrió la puerta, atrapando directamente al macho por los testículos. A medida que el hombre se tambaleó hacia atrás y agarraba su entrepierna, Trez se levantó en toda su estatura y se metió la pistola en la parte baja de la espalda, fuera de la vista, pero de fácil acceso. Cuando el Señor Agresivo se había recuperado lo suficiente para mirar hacia arriba, muuuucho mas arriba, él pareció perder por un momento su entusiasmo. Por otra parte, Trez tenía fácilmente pie y medio mas de altura y setenta y cinco kilos o tal vez un centenar de libras. A pesar de que llevaba ropa deportiva Dunlop. — ¿Estas buscándome a mí?, — dijo Trez. Léase: ¿Está seguro que quiere hacer esto, chico grande? 275 276 —Sí, lo estoy. — Bueno, tanto la gramática como la evaluación de riesgos eran un problema para él. Y probablemente tenía el mismo problema con un solo dígito sumando y restando. —Lo estoy, — dijo Trez. — ¿Qué?— dijo desconcertado. —Creo que "Sí, lo estoy". No "soy". — —Puedes besar mi culo. ¿Qué te parece eso?— El hombre se acercó. —Y aléjate de ella. — — ¿Ella?— ¿Eso solo lo reducía a cientos de miles de personas? —Mi chica. Ella no te quiere, ella no te necesita y ella no te va a tener nunca más. — — ¿De quién exactamente estamos hablando? Voy a necesitar un nombre. — Y tal vez ni siquiera en eso ayudaría. En lugar de darle Probablemente el una respuesta, el hombre tomó impulso. imbécil quería darle un golpe bajo, pero su aliento era muy lento y laborioso, la maldita cosa podría haber venido con subtítulos. Trez capturó su puño con la mano con las palmas de las manos como si fuera una pelota de baloncesto. Y luego, con un rápido giro tubo al pedazo de carne retorcido y lo mantenía en su lugar, demostrando que los puntos de presión funcionaban y la muñeca era uno de ellos. Trez le habló al oído del hombre, sólo para que las reglas del juego fueran recibidas con claridad. —Si haces esto otra vez te voy a romper todos los huesos de la mano inmediatamente. — Él lo remarco con una sacudida que dejó al chico lloriqueando. —Y luego voy a seguir con tu brazo. Seguido por el cuello y no podrás hacer nada. Ahora, ¿de qué coño estás hablando? — —Ella estaba aquí anoche. — —Estuvieron gran cantidad de mujeres. ¿Puede ser más específico?— —Se refiere a mí. — Trez miró. Oh... mierda maravilloso. 276 277 Era la chica que se había puesto como una moto, su pequeña acosadora feliz. —Te he dicho que está todo controlado—, gritó su novio. Sí, ajá, el hombre realmente se veía que lo controlaba todo. Así que al parecer ambos vivían engañados, tal vez eso explicaba que tuvieran una relación: él pensaba que ella era una supermodelo y ella suponía que él tenía un cerebro. — ¿Esto es tuyo?—, Preguntó Trez a la mujer. —Porque si lo es, llévelo a su casa, antes de que necesite un cargamento de cubos para limpiar el desorden— —Te dije que no vinieras—, dijo la mujer. — ¿Qué estás haciendo aquí?— Yyyyyyy más evidencia de por qué estos dos eran una pareja hecha tal para cual. — ¿Qué os parece si resuelven esto ustedes dos?—, Sugirió Trez. — ¡Estoy enamorada de él!— Por una fracción de segundo no calculo la respuesta. Pero entonces, el acento basura de su lado se hundió en la mierda. La fulana estaba hablando de él. Cuando Trez miro a la mujer de pestañas rizadas, se dio cuenta de que esta mierda ocasional suya había acabado con malas hierbas de alguna mala manera. — ¡No lo estas!— Bueno, al menos el novio utilizo el verbo correctamente esta vez. —Sí, ¡lo estoy!— Y fue entonces cuando todo se desbordo. El toro se lanzó contra la mujer, rompiendo su propia muñeca para liberarse. Entonces los dos se quedaron nariz con nariz, gritando obscenidades y arqueando sus cuerpos enfrentados. Claramente, habían tenido práctica en esto. Trez miró a su alrededor. No había nadie en la explanada del estacionamiento y nadie caminando por la acera, pero no necesitaba una disputa doméstica en el callejón de la parte posterior de su club. Inevitablemente, si alguien la viera llamaría al 911 o peor aún, que cien kilos de puño iban a dejar a su gran novio mudo, sólo una pulgada más 277 278 lejos dejarlo bien pisoteado. Si, y sólo tenía un cubo de agua o como mucho una manguera de jardín para hacer que se separaran. —Escuchen, ustedes necesitan hablar de esto— — ¡Te quiero!—, Dijo la mujer, provocando a Trez y agarrando la parte delantera de su corpiño. — ¿No lo entiendes? ¡Te quiero! — Teniendo en cuenta el brillo del sudor en su piel, a pesar del hecho de que hacia treinta grados, estaba bastante claro que ella había tomado algo. Coca o metanfetamina, si tuviera que adivinar. Lo que iba asociado con este tipo de agresión. Genial. Otra bendición. Trez negó con la cabeza. —Nena, tú no me conoces. — — ¡Sí!— —No, no lo haces— — ¡No me jodas hablando con ella!— El tipo fue a por Trez, pero la hembra se puso en el camino, poniéndose delante de un tren a toda velocidad. Joder, este era el momento que trataba de evitar: No a la violencia contra las mujeres de su alrededor. Nunca, incluso si se trataba de daño colateral. Trez se movió tan rápido, que estaba cerca de volver atrás en el tiempo. Cambió su "posición de defensa" de la línea de fuego y lanzo un puñetazo que le dio al animal de carga justo en la mandíbula. Causó la misma impresión o ninguna. Al igual que golpear a una vaca con un fajo de papel. Trez sintió un puño en el ojo, un espectáculo de luces estalló en medio de su visión, pero fue un golpe de suerte más que de coordinación. Su réplica de la situación, sin embargo, era todo eso y mucho más: con la coordinación rápida, se desató en sucesión rápida con sus puños, dándole en los intestinos, hígado, volviendo al chico a la vida, respirando como saco de arena, hasta que el Novio se dobló y gimió fuertemente de dolor. Trez termino las cosas a patadas en el peso muerto que gemía en el suelo. 278 279 Después de lo cual él cogió de nuevo su pistola y la metió el cuello junto a la garganta del tipo. —Te digo que tienes una oportunidad de alejarte de esto—, dijo Trez con calma. —y así es como lo vas a hacer. Tú vas a levantarte y no vas a verla ni hablar con ella. Vas a salir alrededor del frente del club y a la mierda, coge un taxi y ve a casa carajo— A diferencia de Trez, el hombre no tenía un bien desarrollado y mantenido sistema cardiopulmonar y estaba respirando como un tren de carga. Sin embargo, dada la forma en la que sus ojos inyectados en sangre y llorosos estaban mirándolo hacia arriba en estado de alarma, había logrado enfocarlo a pesar de la hipoxia y había recibido el mensaje de mierda. — ¿Si la agredes a ella de cualquier forma, si a ella le pasa algo por tu culpa o si cualquiera de sus propiedades salen dañadas por alguien?— Trez se inclinó cerca. —Voy a venir a por ti. No sabrás que estoy ahí, y no vas a querer vivir para lo que pienso hacerte. Te doy mi palabra. — Yup, Las Sombras tenían una manera especial para eliminar a sus enemigos, y aunque él prefería la carne baja en grasa como el pollo o el pescado, estaba dispuesto a hacer excepciones. Lo hacía, tanto en su vida personal como en su vida profesional, que había visto cómo la violencia doméstica se intensificaba. En muchos casos, algo grande tenía que pasar para al fin romper el ciclo y ¿esto? Se ajustaba a ese modelo. —Asiente si entiendes los términos. — Cuando llegó el visto bueno, le clavó difícilmente más el arma en cuello. —Ahora mírame a los ojos y entiende que digo la verdad. — Cuando Trez miró hacia abajo, le insertó directamente un pensamiento en la corteza cerebral, implantado con tanta seguridad como si se tratara de un microchip que le había instalado entre los lóbulos frontales de su cabeza. Su activación sería algún tipo de idea brillante de la mujer, su efecto sería la absoluta convicción de que la muerte del propio hombre iba a ser inevitable y rápido si seguía adelante. Era el mejor tipo de terapia cognitivo conductual que había. Cien por ciento de éxito asegurado. Trez lo soltó y le dio a la bola de grasa una oportunidad de ser un buen chico. Y así fue, el hijo de puta se arrastró de la acera y luego se sacudió como un perro con las piernas muy separadas y plantadas agitando su camisa suelta alrededor. 279 280 Cuando se fue, lo hizo cojeando. Y fue entonces cuando escucho un ruido. Trez se dio la vuelta. La mujer estaba temblando de frío, su ropa no ofrecía ninguna barrera para la fría noche de diciembre, su piel pálida, su cuerpo aparentemente agotado, como si el haber puesto su cuarenta mm en la garganta a su novio hubiera sido una influencia aleccionadora. Su rímel corría por su rostro mientras observaba la salida de ese perro chino de caza. Trez miró al cielo e hizo una reflexión interna. Al final, él no podía dejarla de lado aquí en el estacionamiento sola, sobre todo mirando lo inestable que estaba. — ¿Dónde vives, chica?— Incluso oyó el agotamiento de su propia voz. — ¿chica?— La mujer miró en su dirección, y al instante cambió de expresión. — Nunca nadie se ha preocupado de mí antes. — Bien, ahora quería golpear su cabeza a través de una pared de ladrillo. Y caramba, había una justo al lado de él. —Déjame llevarte a casa. ¿Dónde vives? — A medida que se acercaban, Trez tuvo que decirle a sus pies para permanecer donde estaban y, efectivamente, ella se acurrucó apretada contra su cuerpo. ―Te amo.― Trez cerró los ojos. —Vamos— dijo, la agarró y la llevó hasta su coche. —Vas a estar bien. — TREINTA Y CINCO Mientras llevaban a Layla a la clínica, su corazón latía con fuerza y sus piernas temblaban. Afortunadamente, Phury y Qhuinn no tenían ningún problema para sostener su peso. Sin embargo, su experiencia fue totalmente distinta esta vez gracias a la presencia del Prímale. Cuando el panel exterior de entrada se deslizó a un lado, una enfermera estaba allí ya esperándoles y les trasladaron inmediatamente a una zona de la clínica distinta a la que había estado la noche anterior. 280 281 A medida que entraban en la sala de examen Layla miró a su alrededor, ¿Qué... era eso? Las paredes estaban cubiertas con seda pálida y de ellas colgaban cuadros con marcos dorados a intervalos regulares. No había una mesa de examen clínico como en la que había estado la noche anterior, no. Aquí había una cama cubierta con un edredón elegante y un montón de mullidas almohadas. Y entonces, en lugar de un fregadero de acero inoxidable y sencillos armarios blancos, una pantalla pintada ocultaba una esquina entera de la habitación, detrás de la cual, ella asumió que estaba el instrumental de Havers. A menos que hubieran sido enviados a las habitaciones personales del médico. ―Enseguida estará con usted ― dijo la enfermera sonriendo a Phury y haciendo una reverencia. ― ¿Puedo ofrecerle algo? ¿Café o te? ―Solo el Doctor ― respondió el Prímale. ― Ahora mismo, su Excelencia. ― Ella se inclinó de nuevo y se fue corriendo. ―Vamos a subirte aquí ¿de acuerdo? ― dijo Phury señalando la cama. Layla negó con la cabeza. ― ¿Estas seguro de que estamos en el lugar ucorrecto? ―Así es ― el Primale fue y la ayudo a caminar por la habitación. ―Esta es una de las suites VIP. Layla miró por encima del hombro y vio que Qhuinn se había sentado en el lado opuesto de la pantalla. Su cuerpo vestido de negro como una sombra amenazante. Él estaba inexplicablemente quieto, con los ojos fijos en el suelo y la respiración constante, las manos detrás de su espalda. Sin embargo él no estaba a gusto. No, parecía dispuesto a matar, y por un momento, una lanza de miedo la recorrió. Ella nunca había tenido miedo de él antes, pero tampoco le había visto tan potencialmente agresivo. Al menos, la violencia almacenada no parecía dirigirse a ella, ni al Prímale. Desde luego tampoco a la la Doc. Jane, que se sentaba en una silla cubierta de seda. ―Vamos ― dijo Phury suavemente. ―Vamos a subirte. Layla trató de subirse pero el colchón estaba demasiado lejos del suelo y la parte superior de su cuerpo estaba tan débil como sus piernas. 281 282 ― Te tengo ― Phury deslizo sus brazos cuidadosamente alrededor de su espalda y pasó uno de ellos por debajo de sus rodillas para levantarla con suavidad. ― Aquí vamos.― Al dejarla en la cama ella soltó un gruñido, un calambre agudo atacó su área pélvica. Como todas las miradas en la habitación se dirigieron a ella, trató de disimular su mueca con una sonrisa. No tuvo éxito: aunque el sangrado se mantuvo estable, las ondas de dolor se alargaron, los espacios entre ellas cada vez eran más cortos. A este paso, pronto iba a ser una agonía constante. ― Estoy bien. ― El golpe en la puerta la interrumpió. ― ¿Puedo pasar? El mero sonido de la voz de Havers fue suficiente para hacerla querer huir. ― Oh, querida Virgen Escriba ―dijo mientras cogia fuerzas. ―Si ― dijo Phury de manera amenazante. ―Entra. ― Lo que sucedió después fue tan rápido y furioso que la única manera de describirlo era con una expresión coloquial que había aprendido de Qhuinn. Todo el infierno se desató. Havers abrió la puerta y entró, y Qhuinn atacó al doctor, saltando hacia adelante desde ese rincón, directo con una daga. Layla dio un grito alarmada, pero él no mató al macho. Él, sin embargo, cerró aquella puerta con el cuerpo del médico, o quizás fuera la cara del macho. Y era difícil saber si el portazo que resonó era de la unión de ambas jambas o el impacto del sanador siendo arrojado contra los paneles. Probablemente una combinación de ambos. La hoja terriblemente afilada se apretaba contra la garganta pálida del macho. ― ¿Adivinas que es lo que vas a hacer primero gilipollas? ―gruño Qhuinn. ― Vas a pedirle disculpas por tratarla como a una maldita incubadora. Qhuinn dio un tirón del macho. Las gafas de carey de Havers quedaron destrozadas. Uno de los cristales tenía tantas grietas que parecía una tela de araña y la patilla del lado opuesto sobresalía en un mal ángulo. 282 283 Layla lanzó una mirada a Phury que no parecía molesto con lo que veía. Solo cruzó sus brazos sobre su pecho y se apoyó contra la pared junto a ella, evidentemente complacido con lo que estaba viendo. En la silla de enfrente, la Doc. Jane estaba igual, sus ojos verde bosque calmados mientras observaba todo el drama. ―Mirala a los ojos ― escupió Qhuinn. ― Y pídele disculpas. Cuando el guerrero zarandeó al sanador como si no fuera más que una muñeca de trapo, una confusión de palabras salió del médico. ―Disculpa. ― Layla se supone que debería ser una dama y no disfrutar de esto, pero se sentía satisfecha con la venganza. Triste también sin embargo, porque nunca se debería haber llegado a esto. ― ¿Aceptas sus disculpas? ―dijo Qhuinn con un tono malvado. ― ¿O te gustaría que se arrastrase? Sería jodidamente feliz de convertirlo en una alfombra a tus pies. ― Eso fue suficiente. Gracias. ― ― Ahora vas a decirle ― Qhuinn lo agito de nuevo haciendo a su bata ondear como una bandera. ― Y solo a ella, que cojones está pasando con su cuerpo. ― ― Necesito... el grafico. ― Qhuinn le enseñó los colmillos y los puso justo contra el oído de Havers como si estuviera considerando el morderle. ― Mierda. ¿Estas diciendo la verdad? Ese lapso de memoria va a hacer que pierdas la vida, ahora mismo. ― Havers que estaba pálido, se quedo totalmente blanco. ― Empieza a hablar doctor. Y si el Prímale, de quien estás jodidamente impresionado, fuera tan amable te diría que si apartas la vista de ella, sería genial.― ―Sera un placer ―dijo Phury. ― No estoy escuchando nada Doctor, y no soy un macho paciente. ― ― Tu estas... ― desde detras de sus gafas rotas, los ojos del macho se encontraron con los de ella. ― Tu hijo es... ― Ella casi deseaba que Qhuinn dejara de forzar el contacto. Esto era bastante difícil de escuchar sin tener que enfrentar al médico que la 283 284 había tratado tan mal. Por otra parte, Havers era el que tenía que mirar, no ella. Ella miraba los ojos de Qhuinn mientras Havers dijo. ― Tu estás perdiendo el embarazo. ― Las cosas se volvieron onduladas en ese momento, lo que le decía que estaba llorando. Sin embargo no podía sentir nada. Era como si su alma hubiera sido purgada de su cuerpo. Todo lo que la había animado a hacer contacto con el mundo había desaparecido como si nunca hubiera existido. Qhuinn no mostró ninguna reacción. No se inmutó ni cambió su postura o la: posición de su daga. ― ¿Hay algo que se pueda hacer medicamente? ―pregunto la la Doc. Jane. Havers fue a sacudir su cabeza pero se congeló cuando la afilada punta de lua daga cortó la piel de su cuello. Mientras la sangre fluía y se encontraba con el cuello almidonado de su camisa formal, el rojo igualó al de su pajarita. ―Nada que yo sepa. ―dijo el médico más o menos. ― No sobre la tierra en todo caso. ― ― Dile que no es su culpa ―exigió Qhuinn ― Dile que no hizo nada malo. ― Layla cerró los ojos. ―Suponiendo que sea cierto… ― ― En los humanos es normal el caso, a condición de que no haya trauma. ― Intervino la la Doc. Jane. ―Dile a ella ― espeto Qhuinn. Su brazo comenzando a vibrar ligeramente, como si estuviera a un paso de desatar toda su violencia. ― Es verdad ― grazno Havers. Layla miró a médico, buscando su mirada a través de sus gafas arruinadas. ― ¿Nada? Havers hablo rápidamente. ― El aborto involuntario espontaneo se presenta aproximadamente en uno de cada tres embarazos. Creo que al igual que en los seres humanos es causado por un sistema de autorregulación que garantiza que los defectos de diversa índole no se lleven a cabo. 284 285 ―Pero definitivamente estoy embarazada ― dijo Layla en un tono vacio. ― Si, los análisis de sangre lo demostraron. ― ― ¿Hay algún riesgo para su salud? ― pregunto Qhuinn ― ¿Si continuara? ― ― ¿Eres su Marido? ― espeto Havers. Phury intervino. ― El es el padre del nino. Asi que tratalo con el mismo respeto que me tendrías a mí. Los ojos del médico se abrieron de par en par, sus cejas sobresaliendo por encima de la montura de sus gafas de carey. Y fue divertido, porque fue entonces cuando Qhuinn mostró un atisbo de reacción. Solo un parpadeo antes de que la máscara de agresividad volviera a su rostro. ―Responde ― espeto Qhuinn ― ¿Ella esta en peligro? ― Yo... yo... – Havers trago saliva. ― No hay garantias medicas. En general yo diría que no. Ella está saludable en todo lo demás y el aborto involuntario parece seguir el curso genérico. Además... ― Mientras el médico continuaba hablando, su educado y refinado tono era mucho más desigual que la noche anterior, comprobó Layla. Todo se desvaneció. Su audición desapareció y con él su sentido de la temperatura de la habitación, de la cama sobre la que estaba y del resto de cuerpos a su alrededor. Lo único que vio fueron los ojos desiguales de Qhuinn. ¿Su único pensamiento mientras él sostenía el cuchillo contra la garganta del otro macho? Que a pesar de que no estaban enamorados, él era justo lo que ella hubiera querido como padre para su hijo. Desde que había tomado la decisión de participar en el mundo real, ella había aprendido lo dura que era la vida, cómo otros podían conspirar en tu contra, y como a veces tus fuertes principios era todo lo que tenías en la noche. Qhuinn tenía con creces esto último. Él era un gran y temible protector. Y eso era precisamente lo que una hembra necesitaba cuando estaba embarazada, amamantando o cuidando un hijo. Eso y su bondad innata lo hacían noble ante ella. No importaba el color de sus ojos. **** 285 286 Casi medio centenar de kilómetros de donde Havers se estaba haciendo pis en los pantalones aterrorizado en su propia clínica, Assail estaba al volante de su Range Rover y moviendo la cabeza con incredulidad. Las cosas se volvían más interesantes con esta mujer. Gracias al GPS, él había seguido su Audi desde lejos mientras había pasado con decisión por su barrio y se había metido en el Northway. En cada salida de los suburbios él esperaba que saliera, pero habían dejado atrás Caldwell y él había empezado a pensar que ella podría estar siguiendo el camino hasta Manhattan. No fue así. West Point, sede de la venerable escuela militar humana, estaba a medio camino entre Nueva York y Caldwell. Y cuando ella salió de la carretera en ese lugar se sintió aliviado. Mucho había pasado en la tierra de los códigos postales que empezaban por 100 y él no quería estar demasiado lejos de su casa por dos razones: Primero, el aún no había tenido noticias de los gemelos acerca de si los distribuidores de las ligas menores habían aparecido y en dos horas, el amanecer llegaría en y algún momento no le gustaba la idea de abandonar su modificado y reforzado Range Rover, en un lado de la carretera porque necesitaba volver a desmaterializarse para ponerse a salvo. Una vez fuera de la autopista, la mujer condujo a unas cuarenta y cinco millas por hora a través del preámbulo del municipio: estaciones de servicio, hoteles turísticos y restaurantes de comida rápida. Luego, en el lado contrario de todo lo rápido, barato y fácil, las cosas empezaron a ser caras. Grandes casas, de esas en las que el césped parecía alfombras comenzaron a surgir bajos de piedra suelta, pintorescamente desmoronadas a ambos lados de la carretera. Ella pasó todas las propiedades. Sin embargo, finalmente entró al parking de un pequeño parque que tenía una vista del río. Justo cuando ella salió condujo hacia ella, su cabeza girada en la dirección e iba, midiéndola. Unas cien yardas más adelante y lejos de la vista de ella, Assail detuvo su coche en el arcén de la carretera y salió fuera subiéndose hasta arriba los botones del abrigo. Sus mocasines no eran lo ideal para realizar un seguimiento a través de la nieve pero no le importó. Sus 286 287 pies se pondrían al día con el frío y la humedad y tenía una docena de pares más esperándole en casa. Como su vehículo tuviera un dispositivo de rastreo y no su cuerpo, mantuvo sus ojos fijos en ella. Efectivamente, ella estaba yendo campo traviesa y entonces, con un pasamontañas blanco sobre su cabeza y el mono cubierto del camuflaje su cuerpo ágil, casi desapareció en el paisaje del invierno. Él se quedó directamente con ella. Desmaterializándose en intervalos de quince o veinte yardas, se encontró con unos pinos en los que esconderse mientras ella avanzaba hacia las mansiones, sus esquís comiéndose el nevado suelo. Ella iba a ir a una de esas casas grandes, pensó mientras mantenía su ritmo, anticipándose a sus movimientos y en su mayor parte acertando correctamente. Cada vez que ella se aproximaba donde él estaba sin saber que se encontraba allí, su cuerpo quería saltar sobre ella. Tirarla al suelo. Morderla. Por alguna razón esa humana lo volvía hambriento. El ratón y el gato eran muy eróticos, sobre todo si el gato era el único que sabía que el juego había comenzado. La propiedad en la que ella finalmente se infiltró estaba a casi una milla de distancia. Su ritmo no disminuyó en absoluto. Entró por la esquina frontal derecha del césped, acercándose al eterno muro bajo y luego reanudando su camino. Esto no tenía sentido. Si ella se encontrara en peligro estaría más lejos de su coche. Sin duda, la esquina más cercana a su vehículo habría tenido más sentido. Después de todo, y en cualquier caso, estaba expuesta ahora, no había árboles que la cubrieran ni nada que se interpusiera ante ella si era descubierta. A menos que ella conociera al dueño. En cuyo caso, ¿Por qué esconderte y entrar sigilosamente por la noche? Las siete u ocho hectáreas de césped daban a una casa de piedra de unos quince a veinte mil metros cuadrados. Con esculturas modernistas como ciegos y brillantes centinelas y un amplio jardín en la parte trasera. 287 288 Durante todo el tiempo ella se mantuvo cerca de la pared y él la observaba a unos veinticinco pies de distancia, sintiéndose impresionado por ella. Contra la nieve ella se movía como la brisa, invisible y rápida. Su sombra contra la pared de piedra gris, parecía desaparecer. Ahhhhhhh, ella había escogido la ruta especialmente por eso. Si, en efecto. El ángulo de la luz de la luna colocaba su sombra exactamente sobre las piedras, creando un camuflaje adicional. Un extraño cosquilleo le recorrió. Inteligente. Assail se desmaterializó más cerca, encontrando un lugar en el que esconderse entre las plantas. De cerca vio que la mansión no era nueva, aunque tampoco antigua. Una vez más era raro encontrar en el Nuevo Mundo alguna construcción anterior al siglo XVIII. Un montón de ventanas emplomadas, porches, terrazas. ¿Todo junto? Riqueza y distinción. Sin duda protegido por un montón de alarmas. Parecía poco probable que ella estuviera espiando la propiedad como lo estaba haciendo por su propia cuenta. Parecía poco probable que estuviera espiando la propiedad como lo hacía por su cuenta. Por un lado, había un cartel de crecimiento forestal del el lado más lejano del muro de piedra que ella lo habí:a atravesado. Ella podía haber dejado los esquíes, atravesado ese tramo de diez a veinte pies de longitud de zarzas y hubiera tenido una vista plena de la casa. ¿Por otro lado? En ese caso no sería necesario todo lo que tenía en la mochila que llevaba a su espalda. La cosa era casi lo suficientemente grande como para llevar a un cuerpo dentro, y estaba lleno. En ese preciso momento ella se detuvo, sacó sus prismáticos y observó la propiedad, permaneciendo inmóvil con solo su cabeza en movimiento. Y entonces, empezó a cruzar el césped de la propiedad, moviéndose más rápido de lo que había hecho antes. Hasta el punto de que estaba corriendo de la casa. Corriendo hacia él. De hecho, ella se dirigió directamente donde estaba Assail, a esa coyuntura entre los arbustos que marcaban la fachada frontal de la mansión y rodeaba el jardín trasero. Claramente, ella conocía la propiedad. 288 289 Claramente, el había elegido el lugar perfecto. Y sobre el acercamiento de ella, el retrocedió solo un poco... porque no le hubiera importado que le atraparan espiando. La mujer esquiaba justo a cinco pies de donde él estaba, acercándose tanto que el podía sentir su olor no solo en la nariz sino también en la parte posterior de la garganta. Él tuvo que dejar de ronronear. Después del esfuerzo de cubrir ese tramo de césped con tanta rapidez respiraba con dificultad, pero su sistema cardiovascular se recuperó con bastante rapidez, un signo evidente de su estado de salud y fuerza. Y la velocidad con la que ahora se movía era igualmente erótica. Fuera los esquíes. Fuera la mochila. Sacando... Él pensó que ella iba a subir a la azotea al verla reunir lo que parecía ser un fusil, apuntar hacia arriba y apretar el gatillo. Momentos después se oyó un sonido metálico arriba. Al mirar hacia arriba, se dio cuenta de que ella había elegido uno de los pocos tramos de piedra que no tenía ventanas... y estaba protegida por un muro muy largo de arbustos altos en el que él mismo estaba escondido. Ella iba a entrar. En ese momento, Assail frunció el ceño... y desapareció de donde había estado observando. Volvió a tomar forma en la parte trasera de la casa a nivel del suelo y miró por varias de las ventanas, haciendo hueco con sus manos apoyadas en la ventana. El interior estaba oscuro en su mayoría aunque no del todo: aquí y allá había luces encendidas, arrojando luz sobre los muebles, que eran una combinación de antigüedades y arte moderno. Lujoso. El lugar, así en reposo, parecía un museo, o algo digno de fotografiar para una revista. Arreglado todo con tanta precisión que uno se preguntaba si no habían utilizado reglas para ordenar los muebles y los objetos de arte. No había desorden en ningún lugar. No había periódicos por ahí, ni facturas, letras o recibos. No había abrigos sobre el respaldo de ninguna silla ni un par de zapatos a los pies de un sofá. Todo y cada uno de los ceniceros estaban limpios como una patena. Una persona, y solo una, vino a su mente. 289 290 ―Benloise, ― susurró para sí mismo. TREINTA Y SEIS Basado en las vibraciones regulares que provenían de su bolsillo, Xcor supo que su presencia estaba siendo requerida por sus bastardos. Él no respondió. De pie fuera de la instalación donde había sido llevada su Elegida, era incapaz de marcharse aun cuando el flujo de otros de su clase comenzó a llegar o a materializarse en la misma entrada por donde ella había sido dejada. De hecho, como muchos iban y venían, no había duda de que se trataba de una clínica. Por lo menos nadie parecía notar su presencia, demasiado preocupados consigo mismos, fuera lo que fuera que los aquejaba no se daban cuenta que él estaba de pie casi a la intemperie. Parcas, la sola idea de lo que había llevado a su Elegida ahí le provoca nauseas al punto de tener que aclararse la garganta ― Arrastrando el aire helado en sus pulmones se ayudó a luchar contra el reflejo nauseabundo. ¿Cuando había recientemente. sido necesario traerla aquí? Debía haber sido Él la había visto por última vez... ¿Quién era el padre? Pensó por enésima vez. ¿Quién había tomado lo que era suyo― ―No tuyo, ― se dijo. ―No tuyo.― Excepto que esa era su mente hablando, no sus instintos. En su corazón, en la parte más masculina de su médula, ella era su hembra. Irónicamente, eso era lo que le impedía atacar las instalaciones― con todos sus soldados, si era necesario. Mientras ella estaba recibiendo atención, lo último que quería hacer era interrumpir el proceso. Mientras que el tiempo pasaba, y la falta de información lo torturaba hasta el punto de la locura, se dio cuenta de que él ni siquiera sabía acerca de esta clínica. ¿Si ella hubiera sido suya? No habría sabido dónde llevarla para ayudarla, sin duda habría enviado a Throe a 290 291 encontrar algún lugar, de alguna manera, para asegurar su cuidado, ¿pero en caso de una emergencia médica? Una hora o dos podrían ser la diferencia entre la vida y la muerte si no encontraban algún sanador. La Hermandad, por otra parte, sabía exactamente dónde se encontraba. Y cuando fuera puesta en alta de la instalación, sin duda, a su regreso la esperaría un hogar cálido y seguro, donde habría comida en abundancia, y una cama suave, y una fuerza robusta de al menos seis pies de pura sangre de guerreros para protegerla mientras dormía. Le resulto irónico encontrar con tanta facilidad aquella visión. De nuevo, recordó que la Sociedad Lessening era un adversario muy serio, y a decir verdad, la Hermandad, había demostrado a lo largo de los eones ser defensores capaces. De repente, sus pensamientos se desplazaron a la bodega, donde él y sus bastardos se alojaban. Los alrededores eran fríos, húmedos e inhóspitos, de hecho estaban un paso adelante si los comparaba con otros lugares que habían usado de campamento. ¿Si ella estuviera con él, a donde podría resguardarla? Ninguno de sus bastardos podría verla en su presencia, sobre todo si ella se cambiaba de ropa o cuando se ― Un gruñido se filtro por su garganta. No. Ningún macho le pondría una mirada encima o él lo desollaría vivo Oh, Dios, ella se había apareado con otro. Se había abierto a sí misma y aceptado otro macho dentro de su carne sagrada. Xcor puso su rostro entre las palmas de sus manos, el dolor en su pecho estaba haciendo que permaneciera clavado en sus botas de combate. Debía haber sido el Prímale. Sí, por supuesto que ella se había acostado con Phury, hijo de Ahgony. Ese era el camino que propagaba una Elegida, si la memoria y los rumores no fallaban. Al instante, su mente estaba nublada por la imagen de su rostro perfecto y su esbelta figura. Pensar que otro le había desvestido y la había cubierto con su cuerpo― Basta, se dijo. Basta. Arrastrando su mente lejos de esa locura, se enfrento al reto de definir las áreas de vivienda adecuadas para ella que él podría haberle proporcionado. En cualquier circunstancia. El único pensamiento que le vino a la mente, era volver y matar a la hembra de la que sus bastardos se habían alimentado. Esa casa había sido pintoresca y acogedora... 291 292 Pero, ¿Dónde estaría su Elegida durante el día? Y además, él nunca la avergonzaría a caminar por aquella alfombra donde se había tenido todo aquel sexo. ―Disculpe.― Xcor fue por el arma de fuego en el interior de su chaqueta mientras se daba la vuelta. Excepto que no había necesidad de la fuerza era simplemente una hembra diminuta con sus crías. Al parecer, había salido de una camioneta estacionada a unos tres metros de distancia de él. A medida que el joven se acurrucó detrás de su madre, en los ojos de la hembra se encendió el miedo. Por otra parte, cuando alguien tropieza con un monstruo como él, su presencia no era recibida a menudo con alegría. Xcor se inclinó profundamente, en gran medida debido a que la visión de su rostro seguramente no podría estar ayudando a la situación. ―Por supuesto.― En ese momento, él se apartó de ellos a la vez y luego se giró, volviendo al punto original que había ocupado. De hecho, no se había dado cuenta de lo expuesto que estaba. Y él no quería pelear. No con la Hermandad. No con su Elegida siendo como era. No... Aquí. Cerró los ojos y deseó poder volver a aquella noche cuando Zypher lo había llevado a la pradera con Throe, con el pretexto de salvarlo, lo había condenado a una suerte de caminar muerto. ¿Un macho vinculado que no estaba con su pareja? Muerto, aunque siguiera con vida― Sin previo aviso, el portal se retiró y apareció su Elegida. Al instante, los instintos de Xcor gritaron por la acción, a pesar de todas las razones para dejarla ir. ¡Tómala! ¡Ahora! Pero no lo hizo: Las expresiones sombrías de los machos que la guiaban con tanto esmero lo congelaron donde estaba malas noticias habían sido impartidas durante su permanencia dentro de la clínica. Como antes, ella estaba casi siendo cargada hacía el vehículo. 292 293 Y aún así, allí estaba el olor de su sangre en el aire. Su Elegida fue acomodada en hel fondo de ese sedán, con la hembra a su lado. Entonces Phury, hijo de Ahgony, y el guerrero con los ojos desiguales se metieron en la parte delantera. El vehículo se dio la vuelta lentamente, como si fuera por la preocupación de la preciosa carga en el compartimiento trasero. Xcor siguió su estela, materializándose a una velocidad constante que fue ganada primero en el camino rural en el extremo de la pista, y luego sobre la carretera. Cuando el coche se acercó al puente colgante, una vez más lo siguió desde la viga más alta, y entonces después de que su hembra pasara por debajo de él, saltó de tejado en tejado, como el sedán, eludiendo su presencia. Rastreó el vehículo por el norte hasta que salió a la carretera y entró en el área de tierras de cultivo. Se quedó con ella todo el tiempo. Y así fue como se encontró con la ubicación de la Hermandad. TREINTA Y SIETE Mientras Blay retorcía el anillo del sello de su familia alrededor de su dedo índice, su cigarrillo ardía suavemente en la otra mano, el entumecimiento en su trasero crecía... y nadie volvía a través de las puertas del vestíbulo. Sentado en el último escalón de la mansión, no iba a cumplir la promesa que había hecho a su madre de volver a casa. Esta noche no, por lo menos. Después de la locura de la noche anterior, con lo del aterrizaje forzoso y el drama siguiente, Wrath había ordenado a la Hermandad y los guerreros veinticuatro horas fuera de combate. Así que, técnicamente, debería haber llamado a sus padres y decirle a su madre que Preparara la salsa con carne y mozzarella. Pero no había manera de que él saliera de la mansión. No después de escuchar gritos desde la habitación de Layla, y luego la visión de ella siendo llevada abajo sobre la magnífica escalera. Naturalmente, Qhuinn había estado con ella. 293 294 No John Matthew. Así que significaba algo más importante que la cosa de Ashtrux nohtrum, y significaba que... tenía que estar perdiendo a su bebe. Sólo para algo tan serio le darían un pase. Mientras continuaba jodiendo su cabeza, sin nada más de que la preocupación para que le hiciera compañía, naturalmente su mente decidió hacer las cosas peor: Mierda, ¿Realmente había dormido con Qhuinn anoche? Dando una calada profunda a su Dunhill, exhaló una maldición. ¿Realmente había sucedido? Dios, esa pregunta había estado golpeando alrededor de su cráneo desde el momento en que había despertado de un sueño caliente, con una erección que parecía pensar que el otro macho estaba durmiendo a su lado. Reproduciendo las escenas, por enésima vez, lo único que podía pensar era… en la conversación que podía haber llegado al final. Después de que había girado debajo de Qhuinn, el macho había quedado de rodillas, él se había ido a su habitación y caminado de un lado a otro, comenzó a tener un debate en el que no estaba interesado en tener consigo mismo girándole alrededor de su cerebro. Pero él había tomado la decisión correcta al salir. En serio. Lo había hecho. El problema era que se había quedado atascado. Cuando las horas de luz se habían puesto en marcha, todo lo que había pensado era el momento en que había sido atrapado por su padre robando un paquete de cigarrillos de un de doggen de la familia. Había sido un pretrans joven, y como castigo, su padre le había hecho sentar fuera y fumar cada uno de esos Camel sin filtro. Había caído terriblemente enfermo, y apenas había sido un año o dos antes de que él fuera capaz de soportar incluso el humo de segunda mano. Así que había sido su nuevo plan. Había amado a Qhuinn tanto desde hacía tanto tiempo, pero todo había sido hipotético, dividido en las fantasías de una manera que podía atender. No todas a la vez, no dando el paso completo, sobrecargando, destrozando las cosas que había conocido muy bien en la vida real, Qhuinn no se iba a contener o a hacerlo fácil. El plan había sido tener la experiencia real, y aprender que se trataba de sexo 294 295 duro. O infiernos, descubrir que no era ni siquiera bueno en el sexo. No se suponía que debiera fumar todos los cigarrillos del paquete... y sólo seguir queriendo más. Jesucristo todo poderoso, había sido la primera vez en que la realidad había superado a la fantasía, era absolutamente la mejor experiencia erótica de su vida. Más tarde, sin embargo, la bondad que había mostrado Qhuinn había sido insoportable. De hecho, cuando Blay recordó aquella ternura, salto poniéndose en pie de donde él había estado sentado caminando alrededor del árbol de manzana en el piso frente a la escalera como si tuviera un lugar a donde ir. En ese momento se abrieron las puertas. No del vestíbulo, sin embargo. La biblioteca. Cuando él miró por encima de su hombro, Saxton salió de la habitación. Se veía como el infierno, y no sólo porque, sanaba tan rápido como cualquier macho, todavía tenía algo de hinchazón en la mandíbula gracias al ataque de Qhuinn. Bueno, Blay pensó. Esa era la manera de expresar la decepción en el comportamiento de alguien, fuera a follar, la mierda que quedaba después, tratando de estrangular a su ex. Muchíiiiiiiiiisimo estilo. ― ¿Cómo estás?, ― Preguntó Blay, y no de una manera social. ― Fue un alivio cuando Saxton se acercó. Lo miró a los ojos. Sonrió un poco como si estuviera decidido a hacer un esfuerzo. ―Estoy agotado. Tengo hambre. Estoy inquieto . ― ― ¿Quieres comer conmigo?― Espetó Blay. ―Me siento exactamente de esa manera, también, y lo único que puedo hacer al respecto es satisfacer la necesidad de alimento.― Saxton asintió y se metió las manos en los bolsillos de sus pantalones. ― Esa es una excelente idea. ― Terminaron en la cocina frente a la mesa de roble maltratada, sentados uno al lado del otro, mirando hacia la habitación. Con una sonrisa de 295 296 felicidad de Fritz, que inmediatamente se volcó en el modo de proporcionar sustento y lo sabía hacer. Diez minutos más tarde, el mayordomo dio a cada uno de ellos un tazón con guisado de ternera hecho al vapor, así como un baguette crujiente y para compartir, una botella de vino tinto y un poco de mantequilla dulce sobre un pequeño plato. ―Estaré de vuelta, mis señores, ― dijo el mayordomo en un tono suave. Y luego se encargo de sacar a todos de la habitación, mientras él se dedicaba a preparar los vegetales, pulir los cubiertos de plata y lavar los ventanales que se encontraban en la alcoba de más allá. Cuando la puerta se cerró detrás de la salida del último de los doggens, Saxton dijo: ―Todo lo que necesitamos es una vela y esta sería una cita.― El macho se inclinó hacia delante y comió con modales perfectos. ―Bueno, supongo que necesitaríamos algunas otras cosas, ¿o no?― Blay echó un vistazo a su paquete de cigarrillos. Incluso con las bolsas debajo de aquellos ojos y la magulladura descolorida sobre su cuello, el abogado tenía algo para mirarle. Porque él no podría... ―No digas que lo sientes de nuevo.― Saxton se limpió la boca y sonrió. ―Realmente no es necesario o apropiado. ― Sentado al lado del macho, parecía tan improbable que hubiesen roto como lo era el que hubiese dormido con Qhuinn. ¿Habían pasado de verdad las dos últimas noches? Bueno, duh. Él no hubiera follado con Qhuinn si él y Sax estuvieran juntos. Eso estaba muy claro, una cosa era masturbarse a escondidas, y eso era ya bastante malo. ¿El engaño completo? Mierda, a pesar del hecho de que él y Saxton se habían separado, todavía sentía como si debiera confesar la transgresión... aunque si Qhuinn tenía razón, Saxton ya habría seguido adelante en más de un sentido de la palabra. Mientras comían en silencio, Blay negó con la cabeza, aunque no le habían hecho ni una pregunta y hubiera conversación. Sólo que no sabía qué otra cosa hacer. A veces, los cambios en la vida venían tan rápidos y con tanta furia, que no había manera de mantenerse al día con la realidad. Esto requería tiempo, el nuevo equilibrio en el que tenía 296 297 que establecerse después de un período de tiempo en el que su cerebro chapoteaba de ida y vuelta contra las paredes de su cabeza. Todavía estaba en la zona de chapoteo. ― ¿Te has sentido como si hubieran pasado años en lugar de Horas?. ― Dijo Saxton. ―O tal vez décadas. Sí. Por supuesto.― Blay lo miró otra vez. ― ―En realidad estaba pensando lo mismo.― ―Somos un par de morbosos.― ―Tal vez deberíamos vestir de negro. ― ― ¿Brazaletes?― Preguntó Saxton. ―El Atuendo completo, de pies a cabeza. ― ― ¿Qué voy a hacer con mi llamarada de color?― Saxton mostró su pañuelo Hermès naranja. ―Por otra parte, se puede personalizar cualquier cosa.― ―Ciertamente, eso explica la teoría detrás de las rejillas dentales. ― ―Rosa Flamingo.― ―La franquicia Hello Kitty.― De repente, ambos se echaron a reír. Ni siquiera era tan gracioso, pero el humor no era el punto. Romper el hielo lo era. Volver a un nuevo tipo de normalidad. Aprender a relacionarse de una manera diferente. Cuando las cosas se apartaron de las risas, Blay puso su brazo alrededor de los hombros del macho y le dio un rápido abrazo. Y fue bueno que Saxton se inclinara por un breve momento, aceptando lo que le ofrecía. No es que Blay pensará que porque se habían sentado juntos, compartido una comida, y se habían reído, todo de repente iba a ir viento en popa. No, en absoluto. Era difícil pensar que Saxton había estado con otra persona, y absolutamente increíble saber que él había hecho lo mismo especialmente teniendo en cuenta con quien había sido. 297 298 No podían cambiar el hecho de haber sido amantes durante casi un año para patearlo y tirar todo en cuestión de un día o dos. Sin embargo, ahora podían empezar un nuevo camino. Y poner un pie delante del otro, sobre él y el pasado. Saxton siempre iba a tener un lugar en su corazón. La relación que habían compartido había sido la primera para el no solo con un macho, sino con alguien. Y había habido un montón de buenos momentos, cosas que llevaría consigo, recuerdos que valían un espacio en el cerebro. ―¿Has visto los jardines de atrás?, ― Le preguntó Saxton mientras le ofrecía el pan. Blay rompió un pedazo y luego paso la placa de mantequilla a Saxton tomando una porción para sí mismo. ―Estan mal, ¿No es así? ― ―Recuérdame nunca tratar la maleza con un Cessna. ― ―Tu no eres jardinero. ― ―Bueno, si lo hago alguna vez, entonces.― Saxton vertió un poco de vino en su copa. ― ¿Vino?― ―Por favor. ― Y eso fue todo. El tiempo que duro, desde el guiso hasta la tarta de melocotón que milagrosamente apareció ante ellos gracias a la sincronización perfecta de Fritz. Cuando el último bocado se había tomado y la servilleta golpeo la mesa al finalizar la comida, Blay se apoyo contra los cojines del empotrado y suspiro. Lo cual era mucho más que simplemente un estómago lleno. ―Bueno, ― dijo Saxton, cuando puso su servilleta junto al plato de postre, ―creo que finalmente voy a tomar ese baño del que te hablé noches atrás.― Blay abrió la boca para señalar que las sales que el macho prefería todavía estaban en su cuarto de baño. Las había visto en el armario cuando había tomado su crema de afeitar antes del accidente de la noche anterior. Pero... él no estaba seguro de que debiera mencionarlo. ¿Qué pasaba si Saxton pensaba que estaba pidiéndole venir y bañarse a su habitación? 298 299 ¿Eso era un recordatorio de cómo las cosas habían cambiado? y ¿por qué? ¿Y si... ―Tengo un nuevo tratamiento de aceite que me muero por probar, ― dijo Saxton mientras se deslizaba a su lado apartándose de la mesa. ―Finalmente llegó del extranjero en el correo de hoy. He estado esperándolo durante mucho tiempo. ― ―Me parece increíble. ― ―Estaba deseando que llegara. ― Saxton reacomodo su chaqueta sobre los hombros, tiró de los puños en su lugar, y luego levantó la mano en una onda, caminando sin ningún signo de complicación o tensión en su rostro. Lo cual era útil, en realidad. Plegando su propia servilleta, la colocó junto a su plato, y se deslizó por el empotrado apartándose de la mesa, extendió sus brazos sobre su cabeza y se inclinó hacia atrás, su columna vertebral se relajo de un buen modo. La tensión en él regresó tan pronto como entró nuevamente en el vestíbulo. ¿Qué demonios estaba pasando con Layla? Maldita sea, no era como si pudiera llamar a Qhuinn. El drama no era suyo, o cualquier cosa que estuviera conectado a él: Con lo referente a aquel embarazo, él no era diferente de los demás en la casa, también habían visto y oído el show y sin duda estaban tan preocupados como él mismo lo estaba, pero no tenía ningún derecho a recibir información sobre lo que sucedía. Lástima que su estomago ahora lleno no comprendiera eso. El pensamiento de Qhuinn perdiendo a su hijo era suficiente motivo para querer estudiar detenidamente la ubicación de los baños. Sólo en caso de que una orden de evacuación fuera emitida por la parte posterior de su garganta. Al final, se encontró arriba en la sala del segundo piso, sentado para dejar de dar vueltas. Desde ese punto de vista, no era un problema oír la puerta del vestíbulo, y sin embargo, no era como si estuviera esperando a la intemperie ― Las puertas dobles del estudio de Wrath fueron empujadas, y John Matthew salía del santuario del Rey. Inmediatamente, Blay se dirigió al otro lado de la sala de estar, listo para ver si tal vez el macho habia oido algo― pero se detuvo cuando le llegó un vistazo de la expresión de John. 299 300 Perdido en lo profundo de sus pensamientos. Había recibido noticias personales de variedad inquietante. Blay se quedó atrás, mientras su compañero se iba en la dirección opuesta, pasando por el pasillo de las estatuas, sin duda, para desaparecer en su habitación. Parecía que las cosas estaban en marcha en las vidas de otras personas, también. Genial. Con una maldición suave, Blay dejó a su amigo y reanudó su propio e inútil paseo... esperando. *** Mucho más al sur, en la localidad de West Point. Sola estaba dispuesta a entrar en la casa de Ricardo Benloise en el segundo piso, a través de la ventana al final del pasillo principal. Habían pasado meses desde que había estado en el interior, pero estaba apostando a que el contacto de seguridad que había manipulado cuidadosamente seguía siendo su amigo. Había dos claves para el éxito de irrumpir en cualquier casa, edificio, hotel o centro: y eran planificación y velocidad. Ella tenía ambos. Colgando del alambre que había arrojado contra el techo, metió la mano en el bolsillo interior de su abrigo y sacó un dispositivo, lo acercó a la esquina derecha de la ventana de guillotina. Buscando una señal, esperó, mirando la lucecita roja que brillaba en la pantalla frente a ella. Si por alguna razón no se alteraba, iba a tener que entrar por uno de los tragaluces que daban al patio lateral, lo que iba a ser un dolor en el culo― La luz se volvió verde sin hacer ruido, y ella sonrió mientras tomaba más de sus herramientas. Cogió una taza de succión, introduciéndola en el centro del cristal inmediatamente por debajo de la cerradura, y luego hizo girar alrededor de la cosa un cortador de vidrio. Un empujón hacia el interior, y el espacio para encajar su brazo estuvo listo. Después de dejar el círculo de vidrio caer suavemente hacia el interior del corredor, ella deslizó su mano hacia arriba y por alrededor, liberó el artefacto de cobre que mantenía la ventana cerrada, y deslizó la hoja hacia arriba. 300 301 El aire caliente se precipitó a saludarla, como si la casa estuviera feliz de tenerla de vuelta. Antes de entrar, miró hacia abajo. Echando un vistazo hacia el corredor. Se apoyo hacia afuera para poder ver los jardines traseros. Se sentía como si alguien la estuviera observando... aunque no tanto como cuando ella había estado conduciendo a la ciudad, pero si tan pronto como había aparcado su coche y puesto sus pantalones de esquí. No había nadie alrededor, sin embargo, no es que ella hubiera sido capaz de ver algo peligroso, en todo caso, y considerando que la conciencia era fundamental en una misión en esta línea de trabajo, la paranoia era una pérdida de tiempo. Así que tenía que cortar aquella mierda. Volviendo al juego, extendió la mano enguantada, tiró de sus piernas y su culo por encima y a través de la ventana. Al mismo tiempo, aflojo la tensión en el alambre dejando que su cuerpo se trasladara en otra posición dentro de la casa. Aterrizó sin hacer ruido, gracias no sólo a la alfombra, que corría por el largo pasillo, sino también a sus zapatos de suela blanda. El silencio era otro criterio importante a la hora de hacer un trabajo con éxito. Se detuvo donde estaba por un breve momento. No había sonidos en la casa, pero eso no necesariamente significa algo. Estaba bastante segura de que la alarma de Benloise era silenciosa y muy clara de que la señal no fuera a la policía local o estatal: a él le gustaba manejar las cosas en privado. Y Dios sabía que, con la clase de músculos que él empleaba, había un montón de fuerza para todos. Afortunadamente, ella era buena en su trabajo, y Benloise y sus matones no estarían en casa hasta poco antes de que saliera el sol― él vivía la vida de un vampiro, después de todo. Por alguna razón, la palabra son "V" le hizo pensar en aquel hombre que había aparecido en su coche y luego desaparecido como por encanto. Era una locura. Y esa era la única vez en la historia en la que alguien le había dado una pausa. De hecho, después de haberse enfrentado de esa manera, ella estaba considerando no volver a esa casa de cristal sobre el río, aunque no había una jodida justificación para eso. No era 301 302 que ella estuviera preocupada de que se pusiera físicamente en peligro. Dios sabía que ella era perfectamente capaz de defenderse. Era la atracción. Más peligrosa que cualquier arma de fuego, cuchillo, o puño, a la que a ella se refería. Con pasos ágiles, Sola corrió por la alfombra, saltando sobre las puntas de sus pies, en dirección al dormitorio principal que daba al jardín trasero. La casa olía exactamente como ella lo recordaba, madera vieja y cera para muebles, y sabía lo suficiente como para pegarse a la orilla izquierda del corredor. Sin hacer ningún sonido. Cuando llegó a la habitación principal, la pesada puerta de madera estaba cerrada, sacó su palanca antes de siquiera intentar tocar el mango. Benloise era un obsesivo en dos cosas: la limpieza y la seguridad. Su impresión, sin embargo, era que este sitio era aun más crítico que la galería en el centro de Caldwell. Después de todo, Benloise no guardaba nada bajo este techo que no fuera arte que estuviera asegurado hasta el último centavo, y él mismo durante el día, teniendo muchos guardaespaldas y armas de fuego con él. De hecho, esa era probablemente la razón que de que fuese un ave nocturna. Lo que significaba que la galería nunca estaba desatendida a ninguna hora, y su personal legítimo estaba allí durante el día. Como un ladrón, pero sin duda era preferible entrar en lugares que estuvieran vacíos. En ese sentido, trabajó el mecanismo de bloqueo de la puerta, libero el seguro, y entró. Tomo una profunda respiración, el aire estaba teñido de humo de tabaco y de la colonia picante de Benloise. La combinación la hizo pensar en la película Clark Gable en blanco y negro sin alguna razón. Con las cortinas corridas y la luz apagada, todo era negro como boca de lobo, pero ella había tomado fotografías de la distribución de la habitación cuando había ido a ese partido, y Benloise no era el tipo de hombre que movía las cosas. Joder, cada vez que se instalaba una nueva exposición en la galería, ella casi podía sentirse retorcerse bajo su piel. El miedo al cambio es una debilidad, siempre decía su abuela. Claro que hacia las cosas más fáciles para ella. Disminuyendo la velocidad, se adelantó diez pasos en lo que fuera el centro de la habitación. La cama estaría contra la pared de la izquierda, 302 303 al igual que el arco en el baño y las puertas al vestidor. Frente a ella estaban las largas ventanas que daban a los jardines. A la derecha, habría una oficina, un escritorio, varias sillas para sentarse, y la chimenea que nunca era utilizada porque Benloise odiaba el olor del humo de la leña. El panel de alarma de seguridad se encontraba entre la puerta de entrada a la bañera y el cabecero ornamentado de la cama, al lado de una lámpara que se elevaba unos tres pies de distancia de una mesa auxiliar. Sola giró en su lugar. Caminó cuatro pasos Compadeciendo a su pie al encontrarse con la cama. hacia delante. Golpeándose, una, dos, tres veces. Se adelanto por el flanco del colchón king size. Esquivo una mesa y una lámpara, alargó la mano izquierda... Y allí estaba el panel de seguridad, justo donde tenía que estar. El Interruptor estaba cubierto con la oscuridad, usó una linterna que guardaba entre sus dientes para iluminar el circuito. Saco otro dispositivo de la mochila, enganchó alambres y hasta cables, interceptando las señales, y con la ayuda de un ordenador portátil en miniatura y un programa que un amigo suyo había desarrollado, creando un circuito cerrado dentro del sistema de alarma de tal manera que, como se siempre y cuando el router estuviera en su lugar, los detectores de movimiento no eran capaces de registrar lo que estaba por suceder. En cuanto a la tarjeta madre se refería, nada iba a estar fuera de lugar. Dejo la computadora portátil colgando de su conexión, salió de la habitación, golpeó el pasillo, y bajó por el hueco de la escalera hasta la primera planta El lugar estaba decorado exactamente como una miniatura de su vida, listo para una cámara con disparador de flash, aunque, por supuesto, Benloise había protegido su intimidad con demasiado cuidado evitando ser fotografiado para el consumo público. A pies raudos, paso por el frente de la recepción, la sala a la izquierda, y entro en su estudio. Dando vueltas en la penumbra, ella hubiera preferido ponerse algo sobre su parka de camuflaje cubriendo los pantalones de nieve, haciendo de esto en un traje negro, aunque era un cliché que estaba fuera de práctica. No había tiempo, sin embargo, y ella estaba más preocupada por ser vista desde fuera en el paisaje de invierno que por estar dentro en esa casa vacía. 303 304 El espacio privado de Benloise era, como todo lo demás bajo este techo, más escenografía que nada funcional. En realidad no utilizaba un escritorio grande, o se sentaba en el mini trono, o leía alguno de los libros encuadernados en cuero de los estantes. Él, sin embargo, camina por el espacio. Una vez al día. En un momento de franqueza, en una ocasión le había dicho que antes de irse a la cama cada noche, mientras paseaba por su casa viendo todas sus cosas, se recordaba a sí mismo la belleza de sus colecciones y su casa. Como resultado de esa visión, y algunas otras cosas, Sola había extrapolado que el hombre había crecido en la pobreza. Por un lado, cuando hablaban en español o portugués, su acento de clase baja desmentía pronunciaciones siempre sutiles. Por otro lado, los ricos no apreciaban sus cosas como él lo hacía. No había nada raro para los ricos, y eso significaba que tomaban las cosas por sentado. La caja fuerte estaba escondida detrás del escritorio en una sección de las estanterías que fue liberada por un interruptor localizado en el cajón inferior de la derecha. Había descubierto esto gracias a una pequeña cámara oculta que había colocado en el rincón más alejado durante una fiesta. Después de activar su liberación, un recorte de tres por cuatro metros en la estantería, rodó hacia delante y se deslizó hacia un lado. Y allí estaba: una caja cubierta en acero, ella reconoció al fabricante. Por otra parte, cuando había roto más de un centenar de esas malditas cosas, tiendes a conocer a los fabricantes íntimamente. Y ella aprobaba su elección. Si tuviera que tener una caja fuerte, esta sería sin duda la que conseguiría y si, él había echado cerrojo en ella fijándola al suelo. El soplete que sacó de su mochila era pequeño, pero poderoso, y cuando encendió la punta, la llama se apagó con un siseo suave y un brillo de color blanco y azul. Esto iba a llevar tiempo. El humo del metal quemándose irritaba sus ojos, nariz y garganta, pero ella mantuvo su mano firme mientras hacía un cuadrado de aproximadamente un metro 304 305 de alto y dos metros de diámetro en el panel frontal. Había algunas cajas de seguridad que ella era capaz de volar las puertas fuera de su sitio, pero ese camino estaba ya pasado de moda. Y tardaba siglos. Sin embargo, ella logró traspasarla. Coloco la sección pesada de la puerta a un lado, mordió la base de su linterna y se inclinó de nuevo hacia el frente. Las estanterías que quedaron abiertas mostraban la joyería, sets de valores y algunos relojes de oro relucientes que él había dejado a su alcance. Había una pistola que estaba dispuesta a apostar estaba cargada. No había dinero. Por otra parte, con Benloise, no había tanto dinero por todas partes, era lógico que no se molestara en tener las cosas ocupando un espacio seguro. Maldita sea. No había nada allí que valiera la pena, sólo cinco mil dólares. Después de todo, en este trabajo, ella no quería más de lo que se le debía, que era bastante. Con una maldición, se sentó sobre los talones. De hecho, no había ni una maldita cosa en la caja fuerte que valiera veinticinco mil. Y no era como si pudiera hacerse de la mitad de las cosas arrastrándolas, porque ¿cómo demonios podía monetizar eso? Un minuto pasó. A un segundo. Al diablo con esto, pensó mientras se inclinaba hacia el panel que había recortado contra el costado de la caja fuerte, deslizó de nuevo la estantería en su lugar. Poniéndose de pie, miró alrededor de la habitación con la linterna. Los libros eran todas las primeras ediciones de colección que hicieron y eran cosas muy antiguas. Arte en las paredes y las mesas no eran sólo excesivamente caras, pero eran difíciles de convertir en efectivo sin tener que ir bajo tierra... donde había gente conectada íntimamente con Benloise. Pero ella no se iría sin su dinero, maldita sea― De repente, sonrió para sí misma, la solución cada vez más evidente. Por muchos eones en el curso de la civilización humana, el comercio había existido y prosperado en el sistema de trueque. Lo que significaba 305 306 que una mercancía o servicios comercializados individuales se podían dar a aquellos de vida similar. Para todos los trabajos que había hecho, nunca antes había considerado la suma de los costos de las consecuencias de sus objetivos: cajas fuertes, nuevos sistemas de seguridad, más protocolos. Podia apostar que estas eran caras aunque no lo fuera tanto como cualquier cosa que normalmente tomaba. Y ella había entrado aquí dando por sentado esos costos adicionales que iban a ser sufragados por Benloise, una especie de daño material por lo que él la había engañado. Ahora, sin embargo, ese era el punto. En su camino de vuelta a las escaleras, miró por encima de las oportunidades disponibles para ella... y al final, se acercó a una escultura de Degas de una pequeña bailarina que había sido puesto a un lado en una alcoba. La representación de bronce de la joven era la clase de cosas que a su abuela le hubiera encantado, y tal vez por eso, de todo el arte en la casa, ella se concentró en él. La luz que se había montado encima de la estatua en el techo estaba apagada, pero la obra maestra se las arregló para brillar. Sola en especial se encanto del tutú, la explosión delicada y rígida de tul delineado por carpintería metálica de malla que capturó perfectamente lo que se suponía que era maleable. Sola fue hasta la base de la estatua, envolvió sus brazos alrededor de ella, y tiró con toda su fuerza para rotar su posición por no más de dos pulgadas. Entonces subió corriendo las escaleras, sin desconectar su router y ordenador portátil del panel de alarma en el dormitorio principal, volvió a cerrar la puerta, y se dirigió a la ventana que había cortado. Ella estaba de vuelta en sus esquís y deslizándose a través de la nieve, después de no más de cuatro minutos. A pesar del hecho de que no había nada en sus bolsillos, sonreía mientras dejaba la propiedad. TREINTA Y OCHO Cuando el Mercedes finalmente estaciono en la entrada de la mansión de la Hermandad, Qhuinn salió primero y fue hacia la puerta de Layla. 306 307 En cuanto la abrió sus ojos se levantaron para encontrarse con los suyos. Sabía que nunca iba a olvidar la forma en que se veía. Su piel estaba blanca como el papel y parecía igual de delgada, su hermosa estructura ósea luchando contra la piel que la cubría. Los ojos hundidos en su cráneo. Los labios planos y delgados. Tuvo una idea en ese momento de cómo ella se vería al morir, sin embargo eso pasaría en muchas décadas o siglos. ―Voy a cargarte, ― dijo, inclinándose y levantándola en brazos. La forma en que no discutió le dijo exactamente qué tan poco quedaba de ella. Cuando las puertas del vestíbulo se abrieron gracias a Fritz, como si el mayordomo hubiese estado esperando su llegada, Qhuinn se arrepintió de todo: De aquel breve sueño que había tomado durante su necesidad. La esperanza desperdiciada. El dolor físico que ella atravesaba. La angustia emocional por la que ambos habían pasado. "Tú le hiciste esto a ella." En el momento en que la había servido, había estado tan sólidamente enfocado en un resultado positivo. Ahora, estando en el otro extremo, ¿ sus Shitkickers plantadas en la mal oliente y sólida tierra de la realidad?. No había valido la pena. Incluso la posibilidad de un bebé saludable no valía todo esto. Lo peor era verla sufrir. A medida que entraban en la casa, rezó por qué no hubiera una gran audiencia. Solamente quería evitarle algo, cualquier cosa, incluso si era simplemente no enfrentarse a un completo sets de tristes y preocupados rostros. No había nadie alrededor. Qhuinn tomo las escaleras, dos escalones a la vez, y mientras ascendía al segundo piso, las puertas ampliamente abiertas, del estudio de Wrath lo hicieron maldecir. Pero bueno, el Rey estaba ciego. 307 308 Cuando George salió y bufo saludando, Qhuinn solo siguió caminando, de prisa hacia la habitación de Layla. Pateando la puerta para abrirla, se encontró con que los doggens habían estado allí y limpiado, la cama estaba hecha, las sabanas indudablemente habían sido cambiadas, un fresco bouquet de flores colocadas en el buro. Parecía que no era el único que quería ayudar en lo que pudiera. ― ¿Quieres cambiarte?― Pregunto mientras pateaba la puerta para cerrarla. ―Quisiera una ducha…― ―Vamos a ponerla en marcha.― ―…Excepto que estoy demasiado asustada. Yo no…no quiero verlo, si sabes a lo que me refiero.― La acostó y se sentó a su lado. Poniendo las manos en su pierna, frotando su rodilla, atrás y hacia adelante. ―Lo siento tanto, ― dijo ella secamente. ―Joder…no, no hagas eso. Ni siquiera pienses en decirlo, ¿de acuerdo? Esto no es tu culpa.― ― ¿De quién mas es?― ―No es ese el punto.― Mierda, no podía creer que el aborto iba a durar otra semana o más. Como era eso posible… La mueca que contrajo la cara de Layla le dijo que estaba teniendo otro calambre. Mirando hacia atrás, y esperando encontrar a la Doc. Jane, descubrió que estaban solos. Lo que le dijo más que cualquier otra cosa, que no había nada por hacer. Qhuinn bajó la cabeza y tomó su mano. Había empezado con los dos. Terminaba con los dos. ―Creo que me gustaría ir a dormir, ― Layla hablo mientras apretaba su mano. ―Te ves como si necesitaras hacerlo también.― Él miró el chaise lounge al otro lado de la habitación. ―No tienes que quedarte conmigo, ― Murmuro ella. 308 309 ― ¿En qué otro lugar crees que podría estar?― Una rápida imagen mental de Blay sosteniendo sus brazos cruzó su mente. Vaya fantasía, pensó. "No me toques así." Qhuinn se sacudió esos pensamientos fuera de la cabeza. ―Dormiré allí.― ―No puedes quedarte aquí siete noches seguidas.― ―Lo dire de nuevo. .Donde más crees…― ―Qhuinn.― Elevo la voz. ―Tienes un trabajo allá afuera. Y escuchaste a Havers. Esto simplemente llevara tanto tiempo como deba, y probablemente va a ser un buen tiempo. No estoy en peligro de desangrarme, y francamente, siento como si debiera ser fuerte frente a ti, y no tengo la energía para eso. Por favor ven a visitarme, si, hazlo. Pero me enojaré si acampas aquí hasta que termine con todo esto.― Silencio desesperante. Eso fue todo lo que Qhuinn obtuvo mientras seguía sentado ahí a los de la cama, sosteniendo la mano de Layla. Se levantó para irse poco después. Ella estaba en lo correcto, desde luego. Necesitaba descanso, tanto como el que pudiera tener, y realmente, además de verla fijamente haciéndola sentir como un fenómeno, no había nada más que él pudiera hacer. ―Nunca estaré lejos.― ―Lo sé.― Ella se llevo su puño a los labios, y el se sorprendió de lo fríos que estaban. ―Has sido… más de lo que pude haber pedido.― ―Nah, no hay nada que haya… ― ―Has hecho lo que es correcto y apropiado. Siempre.― Eso era una cuestión de opinión. ―Escucha, tengo mi teléfono conmigo. Estaré de vuelta en un par de horas solo para verte. Si estas dormida, no te molestare.― ―Gracias.― 309 310 Qhuinn asintió y se encaminó hacia la puerta de espaldas. Había escuchado alguna vez que nunca le debes dar la espalda a una Elegida, y se imaginó que un despliegue de protocolo no lastimaba a nadie. Cerrando detrás de él, se recostó contra la puerta. La única persona que quería ver era el único macho en la casa que no estaba interesado en… ― ¿Que está pasando?― La voz de Blay fue un shock que pensó que la había imaginado. Excepto que el macho cruzo la puerta de la sala de estar en el segundo piso. Como si hubiera estado esperando allí todo el tiempo. ―Lo está perdiendo.― Qhuinn se escuchó el mismo decirlo con voz muerta. Blay murmuró algo de vuelta, pero él no lo registró. Gracioso, el aborto no había parecido real hasta este momento. No hasta que se lo dijo a Blay. ― ¿Lo siento?― Dijo a Qhuinn, consciente de que el hombre parecía estar esperando una respuesta. ― ¿Hay algo que pueda hacer?― Que gracioso. Qhuinn siempre había sentido como si hubiera salido de vientre de su madre hecho un adulto. Por otra parte, nunca había habido ninguna mierda para él, nada de cariño, pequeño, cosita, ningún abrazo cuando se lastimaba, nada de mimos cuando estaba asustado. Como resultado, si trataba de carácter o de la forma en que había sido educado, nunca había regresado. No había nada de por que hacerlo. Y aun así fue con la voz de un niño que dijo. ― ¿Puedes hacer que se detenga?― Como si Blay por si mismo tuviera el poder de hacer un milagro. Y entonces…el macho lo hizo. Blay extendió los brazos amplios, ofreciendo el único cielo que Qhuinn había conocido. *** ― ¿Puedes hacer que se detenga?― El cuerpo de Blay comenzó a temblar cuando Qhuinn pronunció esas palabras: Después de todos esos años, él había visto al tipo en una gran cantidad d estados de ánimo y en muchas circunstancias. Nunca así, sin embargo. Nunca…tan completa y absolutamente arruinado. Nunca como un niño, perdido. 310 311 A pesar de su necesidad de mantenerse real y verdaderamente alejado de cualquier cosa emocional, sus brazos se abrieron por voluntad propia. En cuanto Qhuinn se paró contra él, el cuerpo del guerrero parecía más pequeño y frágil de lo que realmente era. Y los brazos que rodearon la cintura de Blay simplemente se quedaron contra él como si no hubiera fuerza en sus músculos. Blay los sostuvo a ambos. Y esperaba que Qhuinn se apartara rápidamente. Usualmente, el hombre no podría manejar ningún tipo de conexión intensa a no ser sexual, durante más tiempo que un segundo y medio. Qhuinn no lo hizo. Parecía preparado para quedarse de pie para siempre en la puerta de la sala de estar. ―Ven aquí, ― Blay dijo, arrastrando al macho dentro y cerrando la puerta. ―En el sofá.― Qhuinn lo siguió, con marchando. las Shitkickers arrastrándose en vez de Cuando llegaron al sofá, se sentaron uno frente al otro, sus rodillas tocándose. Cuando Blay miró hacia otro lado, la resonante tristeza lo toco tan a fondo, no pudo detener su mano de extenderse y acariciar ese cabello negro… Abruptamente Qhuinn se curvó contra él, simplemente colapsó, su cuerpo doblándose a la mitad y cayendo en el regazo de Blay. Había una parte de él que reconoció ese territorio peligroso. El sexo era una cosa y bastante duro de manejar, que lo jodan bien. ¿Este espacio callado? Era potencialmente devastador. Lo cual era precisamente el porqué el día anterior había dejado la habitación tan rápido como el infierno. La diferencia esta noche, sin embargo, era que el controlaba esto. Qhuinn era el que buscaba confort, y Blay podía retirarse o dárselo dependiendo de cómo se sintiera: Estar confiado de algo era tan diferente de recibir… o necesitar. Blay estaba bien con ser necesitado. Había una especie de satisfacción en eso… una certeza, control. No era lo mismo que caer en el abismo. Infiernos, si alguien sabia de eso era él. Dios sabía que había pasado años allí. 311 312 ―Haría cualquier cosa para cambiar esto, ― Dijo mientras acariciaba la espalda de Qhuinn. ―Odio que estés pasando por esto…― Oh, las palabras eran tan malditamente inútiles. Se quedaron así durante mucho tiempo, el silencio en la habitación formando una especie de capullo. Periódicamente, el reloj antiguo en la repisa de la chimenea sonó, y después de un tiempo, las persianas comenzaron a descender sobre las ventanas. ―Desearía que hubiera algo que pudiera hacer. ― Dijo mientras los paneles se cerraban en su sitio con un chasquido. ―Probablemente debes irte.― Blay dejo pasar eso. La verdad no era algo que quisiera compartir: Caballos salvajes, armas cargadas, barras de hierro, mangueras de incendio, elefantes pisoteando…incluso una orden del Rey no habría hecho que se fuera. Y había una parte de él que se enfadaba por eso. No con Qhuinn, sino con su propio corazón. El problema era que no podias pelear con tu naturaleza… y el estaba aprendiendo eso. En la ruptura con Saxton. En salir del closet ante su madre. En este momento. Qhuinn gimió mientras levantaba su torso, y después frotó su cara. Cuando aparto las manos, sus mejillas estaban rojas y también sus ojos, pero no por que estuviera llorando. Indudablemente su asignación de lágrimas por década, habían salido la noche anterior cuando lagrimeaba de alivio por haber salvado la vida de un padre. ¿Habría sabido que Layla no lo llevaba bien entonces? ― ¿Sabes que es lo más difícil?― Preguntó Qhuinn, sonando más como el mismo. ― ¿Qué?― Dios sabía que había mucho de donde escoger. ―Había visto a la bebe.― Los finos cabellos en la nuca de Blay se erizaron. ― ¿De qué estás hablando?― ―La noche en que la Guardia de Honor vino por mi, y yo casi muero… ¿recuerdas?― Blay tosió un poco, el recuerdo era crudo y vivido como algo que hubiera pasado hacía solo una hora. Y aun así la voz de Qhuinn era 312 313 plana y tranquila, como si hiciera referencia a una tarde fuera en un club o algo así. ―Ah, si, lo recuerdo.― Te vi al lado de la maldita carretera, pensó. ―Fui al Fade…― Qhuinn frunció el ceno. ― ¿Estás bien?― Oh, sí claro, genial. ―Perdona, continua.― ―Fui allí. Quiero decir, era como… lo que escuchas sobre eso. Todo blanco.― Qhuinn froto su cara de nuevo. ―Tan blanco, en todas partes. Había una puerta y me acerque a ella… sabía que si giraba el picaporte iba a entrar y no habría regreso. Alcance la cosa…y entonces la vi. En la puerta.― ―Layla, ― Blay intervino, sintiendo como si hubieran apunalado su pecho. ―Mi hija.― El aliento de Blay quedó atrapado. ―Tu… ― Qhuinn miró hacia otro lado. ―Ella era…rubia. Como Layla. Pero sus ojos… ―El tocó a un lado de los suyos. ―…eran como los míos. Me detuve acercándome cuando la vi… y de pronto, estaba de vuelta en el suelo a un lado de la carretera. Después de eso, no tuve ninguna pista de que se trataba todo esto. Pero entonces, como, mucho tiempo después, Layla entro en necesidad y vino a mí, todo cayó en su lugar. Fue como… si todo esto debiera pasar. Se sintió como el destino, sabes. Nunca me habría acostado con Layla de otra forma. Lo hice solo porque sabía que tendríamos una hija.― ―Jesús.― ―Estaba mal, supongo― Volvió a frotar su cara de nuevo, esta vez mas fuerte. ―Estaba jodidamente equivocado… y realmente desearía que no hubiera seguido este camino. El mayor arrepentimiento de mi vida… bien, el segundo más grande, en realidad.― Blay tuvo que adivinar que en el infierno podría ser peor que en lo que el hombre estaba ahora. ¿Qué puedo hacer?, se preguntó a sí mismo. 313 314 Los ojos de Qhuinn buscaron su rostro. ― ¿De verdad quieres que te responda a eso?― Aparentemente, había hablado en voz alta. ―Sí, lo quiero― La mano con que Qhuinn sostenía su daga se extendió y sujetó la mandíbula de Blay. ― ¿Estás seguro?― El ambiente cambió al instante. La tragedia seguía bastante presente con ellos, pero esa poderosa resaca sexual regresó entre un latido y otro de corazón. La mirada de Qhuinn comenzó a quemar, sus parpados cayendo. ―Necesito… un ancla ahora mismo. No sé de explicarlo.― qué otra forma El cuerpo de Blay respondió instantáneamente, su sangre disparándose al punto de ebullición, su sexo engrosándose, alargándose. ―Déjame besarte.― Qhuinn gruño mientras se inclinaba. ―Se que no lo merezco, pero por favor… es lo que puedes hacer por mí. Déjame sentirte… ― La boca de Qhuinn rozó la suya. Volvió por más. Persistió. ―Rogaba por esto. ― Más con la devastadora caricia de labios. ―Si es lo que se necesita. No me importa una mierda, rogaré…― De alguna manera, eso no iba a ser necesario. Blay permitió que su cabeza se inclinara dejando más espacio para maniobrar, La mano de Qhuinn en su cara era a la vez gentil y demandante. Y después hubo más boca sobre boca, despacio, drogando, inexorable. ―Déjame estar dentro de ti otra vez, Blay…― TREINTA Y NUEVE Assail llegó a casa cerca media hora antes del amanecer. Al estacionar su Range Rover debió esperar hasta que la puerta del garaje bajó para salir. Siempre se había considerado un intelectual… y no en el sentido que la Glymera le daba a la palabra, en donde uno se sentaba con alta 314 315 importancia y pontificado acerca de literatura, filosofía, o cuestiones espirituales. Era más como que había muy pocas cosas en la vida a las cuales no pudiera aplicar su razonamiento y entenderlas en su totalidad. ¿Que en el infierno había hecho esa mujer donde Benloise? Claramente, era una profesional, con ambos: el equipo apropiado y el conocimiento, además de práctica en infiltración. También sospechaba que había conseguido los planos de la casa o había estado ahí antes. Tan eficiente. Tan decidida. Y él estaba calificado para juzgar: La había seguido todo el tiempo que habían estado dentro, como un fantasma por la ventana que ella había abierto, pegado a las sombras. 80 Persiguiéndola por detrás. Y aun así no entendía: Que tipo de ladrón atravesaba los problemas de irrumpir en una casa de seguridad, encontrar una caja fuerte, quemarla hasta abrirla, y descubrir bastante riqueza portátil para llevarse… ¿pero no tomaba nada? Porque él había visto de cerca a todo lo que ella había tenido acceso, tan pronto como había dejado el estudio, el entró, librando la sección de estantes como ella había hecho, y usado su propia linterna para mirar en la caja fuerte. Solo para descubrir, en todo caso, lo que ella había dejado atrás. Cuando había vuelto a la casa en sí, evadiendo los charcos de luz, la había mirado mientras ella se detenía un momento en el vestíbulo, las manos en sus caderas, la cabeza girando lentamente, como si considerara sus opciones. Y entonces había ido sobre lo que tenía que ser un Degas… y girado la estatua una pulgada más o menos hacia la izquierda. No tenía sentido. Ahora, era posible que hubiera ido a la caja de seguridad buscando algo en específico que de hecho no había estado allí. Un anillo, alguna chuchería, un collar. Un chip de computadora, una memoria, un documento como un testamento y última voluntad, o una póliza de seguridad. Pero el retraso en el vestíbulo no había sido caracteristico de su presteza anterior… ¿y cuando movió la estatua? 315 316 La única explicación era que debió ser una violación deliberada a la propiedad de Benloise. El problema era, cuando se trataba de venganza contra objetos inanimados, era difícil encontrar mucho significado en sus acciones. Tumbar la estatua, después. Llevársela. Usar aerosol pintando obscenidades. Golpearla con una barra de hierro y arruinarla. ¿Pero un giro minúsculo que era prácticamente imposible de ver? La única conclusión que pudo hacer era que se trataba de alguna clase de mensaje. Y eso no le gustaba en absoluto. Sugería que ella quizá conociera a Benloise personalmente. Assail abrió la puerta del lado del conductor… ―Dios― Siseo, retrocediendo. ―Nos preguntábamos, ¿cuánto tiempo estabas pensando quedarte aquí?― A medida que la voz seca se escuchaba, Assail salió y miro con disgusto alrededor del garaje para 5 autos. El hedor era algo entre algo muerto por tres días, mayonesa echada a perder, y perfume barato y desnaturalizado. ― ¿Es eso lo que creo que es?― Preguntó a sus primos, que estaban de pie en la puerta de la entrada. Gracias a la Virgen Escriba, se acercaron y cerraron la puerta de la casa… o ese hedor iba a inundar el interior. ―Son tus traficantes. Bien, parte de ellos, de todos modos.― Qué. Rayos. Los pasos largos de Assail lo llevaron en la dirección que Ehric señalaba… a la esquina más alejada, donde había tres bolsas largas de plástico verde oscuro tiradas en un montón sin cuidado alguno. Poniéndose en cuclillas, aflojo el amarre amarillo de una de ellas, aparto las solapas, y… Se encontró los ojos ciegos de un macho humano al que reconoció. La cabeza todavía animada había sido cortada limpiamente de la columna vertebral, alrededor de tres centímetros por debajo de la línea de la mandíbula, y estaba orientada de modo que podía ver hacia fuera de su ataúd. El cabello negro y la piel curtida estaban manchadas de sangre, brillante y negra, y si el olor había sido malo desde el auto, de cerca hacia que los ojos se le humedecieran y la garganta se le cerrara en señal de protesta. No es que le importara. 316 317 Abrió las otras dos bolsas y, usando el plástico como barrera rodaron las otras cabezas en la misma posición que el primer tipo. Después se sentó y miro a los tres, viendo esas bocas abiertas impotentes para tomar aire. ―Dime que paso.― Dijo sombríamente. ―Llegamos al punto de encuentro acordado.― ― ¿La pista de patinaje, la fuente en el parque, o debajo del puente? ― ―El puente. Llegamos… ― Ehric hizo un gesto a su gemelo, quien permaneció en silencio y vigilante a su lado―…a tiempo con el producto. Cerca de cinco minutos después, los tres parecieron.― ―Como lessers.― 84 ―Tenían el dinero. Estaban listos para hacer la transacción.― Assail giro la cabeza alrededor. ― ¿No iban para atacarlos?― ―No, pero no nos dimos cuenta de eso hasta que era demasiado tarde.― Ehric se encogió. ―Eran asesinos que llegaron de la nada. No sabíamos cuántos de ellos habían, y no tomaríamos ningún riesgo. No fue hasta que registramos los cuerpos, y encontramos la cantidad de dinero correcta, que nos dimos cuenta que solo venían a cerrar el trato.― ¿Lessers en el comercio? Esto era una nueva. ― ¿Apuñalaron los cuerpos?― ―Tomamos las cabezas y escondimos lo que quedaba. El dinero estaba en una mochila, esa a la izquierda, y naturalmente, trajimos el dinero a casa.― ― ¿Teléfonos?― ― Los tengo.― Assail comenzó a sacar un cigarrillo, pero entonces, no quería desperdiciar el sabor. Cerrando las bolsas, se levantó de la carnicería. ― ¿Están seguros de que no eran agresivos?― 317 318 ―Estaban mal equipados para defenderse.― ―Estar mal armados no significa que no fueran a intentar matarte.― ― ¿Por qué llevar el dinero?― ―Podrían haber estado haciendo un trato en otro lugar.― ―Como dije, era la cantidad exacta de dinero ni un centavo más.― De repente, Assail les indico que entraran a la casa, y oh, el alivio que vino con el aire limpio. Con los paneles descendiendo lentamente sobre el vidrio, y el amanecer acercándose, fue hacia el bar, sacó un doble magnum de Bouchard Père et Fils, Montrachet, 2006 y sacó el corcho. ― ¿Les importa acompañarme?― ―Por supuesto.― En la mesa circular de la cocina, se sentó con tres vasos y la botella, Sirviendo el trió, compartió el Chardonnay con sus dos socios. No le ofreció a sus primos ninguno de sus cubanos. Demasiado valiosos. Afortunadamente, los cigarrillos aparecieron y entonces todos se sentaron juntos, fumando y tomando muestras de felicidad con el borde afilado de su Baccarat. ―Ninguna agresión por parte de los asesinos., ― murmuró, echando la cabeza hacia atrás para exhalar, el humo azul alzándose sobre su cabeza. ― Y la cantidad exacta.― Después de un largo rato, regreso los ojos al nivel. ― ¿Es posible que la sociedad Lesser esté buscando meterse en mi negocio?― *** Xcor se sentó a la luz de una vela, solo. El almacén estaba en silencio, sus soldados a punto de llegar a casa, ningún humano o sombra o nada caminando cerca de él. El aire estaba frío, igual que el concreto debajo de él. La oscuridad estaba por todas partes, excepto el charco de luz dorada en que estaba sentado. Algunos pensamientos en la parte trasera de su mente señalaron que estaba peligrosamente cerca del amanecer. Había algo más, también, algo que debía haber recordado. 318 319 Pero no había posibilidad de recordar nada a través de la bruma que llenaba su mente. Repasó la noche anterior una y otra vez con los ojos fijos en la llama. Decir que había encontrado la ubicación de la Hermandad era quizá cercano a la verdad… pero no una mentira total. Había seguido el Mercedes fuera en el campo milla a milla sin ningún plan en realidad de lo que podría hacer cuando se detuvieran… cuando salida de la nada, la señal de su sangre en el cuerpo de su Elegida no solo se había perdido, pero redireccionado abruptamente como una pelota lanzada contra una pared cambiando su trayectoria. Confundido, había rastreado alrededor, desmaterializándose a un lado, hacia otro, arriba y abajo… cuando al mismo tiempo, un extraño sentimiento de temor vino hacia él, como si su piel fuera una antena de peligro y le avisara de un daño inminente. Regresando, se había encontrado a sí mismo en la base de una montaña, registrando solo los contornos, incluso a la luz brillante de la luna, tan difusa, indistinta, poco clara. Eso debía ser en donde pararon. Quizás en la cumbre, o abajo en algún lateral. No había otra explicación… después de todo, la Hermandad vivía con el Rey para protegerlo… así que indudablemente, tomarían precauciones, de alta talla del tipo que nadie más podría, y quizá tenían a su disposición alta tecnología, así como disposiciones místicas que en otros lugares no era posible encontrar. Frenético, había circulado el espacio vecino, yendo alrededor de la base de la montaña varias veces, sin detectar nada más que la refracción de su señal y ese extraño temor. Su conclusión final era que tenía que estar en algún sitio de ese vasto y espeso lugar: La habría sentido viajando en cualquier dirección, si hubiera salido hacia otro lugar, y parecía razonable asumiendo que ella había ido a su templo sagrado, sobre la existencia de alguna alternativa, o… rápidamente desecho esa idea… muerta, de esa forma el eco de él en ella habría desaparecido. Su Elegida estaba ahí en algún lugar. De vuelta en el almacén, en el presente, en donde estaba ahora, Xcor frotó sus palmas de adelante hacia atrás lentamente, el sonido de los callos alzándose en el silencio. A la izquierda, en el borde de la luz de la vela, sus armas estaban colocadas una al lado de otra, las dagas, las armas, y su amada guadaña cuidadosamente colocada junto a la pila de ropa sucia que se había quitado tan pronto como había llegado a ese lugar específico en el suelo. 319 320 Se concentró en su guadaña y espero a que le hablara: Ella solía hacerlo, su sed de sangre unísona con la agresión que fluía por sus venas y definía sus pensamientos, motivando sus acciones. Esperó a que ella le dijera que atacara a la Hermandad donde yacían. Donde estaban sus hembras. Donde sus hijos dormían. El silenció fue preocupante. De hecho, su llegada al nuevo mundo se había basado en el deseo de alcanzar el poder, y la más grande, audaz expresión de eso era derrocar el trono… así que, naturalmente ese era el camino que había elegido. Y estaba haciendo progresos. El intento de asesinato en el otoño, que sin duda había puesto una sentencia de muerte sobre la cabeza de sus soldados y de él, había sido un movimiento táctico que había muy cercanamente terminado con la guerra antes de que empezara siquiera. Y sus esfuerzos en curso con Elan y la Glymera estaban promoviendo su agenda y apuntalando su apoyo con y entre la aristocracia. Pero lo que él había aprendido esta noche… Parcas, casi un año de trabajo y sacrificio, planificación y lucha, palidecía en comparación con lo que había descubierto esta noche. Si su corazonada era correcta… ¿y cómo podía no serlo?... Todo lo que tenía que hacer era reunir a sus soldados e iniciar el asedio tan pronto como cayera la noche. La batalla sería épica, y la residencia de la Hermandad y la primera familia quedarían permanentemente comprometidas sin importar el resultado. Sería un conflicto para los libros de historia… después de todo, la última vez que la casa real había sido golpeada, el padre y la mahmen de Wrath habían sido sacrificados antes de su transición. La historia se repetía. Y él y sus soldados tenían una gran ventaja sobre esos asesinos de entonces: La Hermandad ahora tenía varios miembros unidos. De hecho, el creía que estaban todos unidos… y eso iba a dividir la atención y lealtad de los machos como nada más podría. Aunque su directriz primaria como la guardia personal del Rey era proteger a Wrath, muy en el fondo se romperían, e incluso el guerrero más fuerte con las mejores armas podía debilitarse si sus prioridades estaban en dos lugares. Por otra parte, si Xcor o alguno de sus machos pudieran hacerse por lo menos con alguna de las shellans, la Hermandad se doblarian… porque 320 321 la otra cosa que era verdad acerca de ellos era que el dolor de sus Hermanos era agonía propia. Una hembra de cualquiera de ellos podría ser todo lo que se requería, elarma definitiva. Él lo sabía en el alma. Sentándose a la luz de la vela, Xcor frotó la mano con que empuñaba su daga contra su otra palma, adelante y atrás, adelante y atrás. Una hembra. Eso era todo lo que necesitaba. Y entonces sería capaz de reclamar no solo su pareja… sino el trono. CUARENTA Qhuinn sabía que iba a poner Blay en una posición totalmente injusta. Dar lastima es una mierda. Pero, ¡oh!, Dios... mirando a esos ojos azules, esos malditos ojos azules sin fondo que estaban abiertos en él en la forma en que una vez habían estado... era todo en lo que podía pensar. Y sí, técnicamente era por el sexo en cuanto a que quería estar en varias partes de su cuerpo― bueno, en una específicamente. Pero sin embrago también había mucho más que eso. No podía expresarlo con palabras, el simplemente no era bueno utilizando las sílabas. Pero su deseo de conectar era por lo que lo había besado. Había querid mostrarle a Blay lo que quería decir, lo que él necesitaba, el por qué esto era importante: Su mundo entero se sentía como si se estuviera rompiendo y quemando y la pérdida que estaba teniendo solo era una puerta al final del pasillo iba a doler po mucho tiempo. Sin embargo, estar con Blay, sintiendo el calor de su contacto, era como una promesa de la curación. Aunque durara sólo mientras estaban en esta habitación juntos, él lo cogería y mantendría... y lo reviviría en la memoria cuando lo necesitara. —Por favor— susurró. 321 322 Excepto que él no le dio al macho una oportunidad para responder. Su lengua serpenteó y lamió aquella boca, deslizándose en el interior, tomando el control. Y la respuesta de Blay estaba en la forma en la que se permitió quedarse relegado de nuevo en los cojines del sofá. Qhuinn tenía dos vagos pensamientos: Uno era que la puerta estaba encajada solamente, no cerrada, pero él se encargó de poner en su lugar el pestillo de latón. La segunda era que... eh, ah, esto… no podian destrozar el lugar. Lanzar una bomba H en su dormitorio era una cosa pero esta sala era propiedad pública y estaba toda bonita, con cojines de seda y cortinas Dancy de lujo y un montón de cosas que se veía fácilmente estropeables, deformable y, Dios no lo quiera, podrían mancharse; además, ya había destrozado su Hummer, destrozado el jardín, y luego reformado su dormitorio. Así que su cuota de Destructor estaba cubierta para toooooodo el año… Naturalmente, la solución más razonable para no dar a Fritz más trabajo del qué preocuparse seria un viaje rápido por el pasillo hacia su propia habitación, per cuando las manos talentosas de Blay se dispararon a la parte delantera de las caderas de Qhuinn y comenzó a trabajar en la bragueta, lanzó la brillante idea por el retrete. —Oh, Dios, tócame , — gimió, empujando su pelvis hacia adelante. Él sólo iba a tener que ser limpio y ordenado al respecto. Suponiendo que fuera posible. Cuando la palma de Blay tocaron su piel, el cuerpo de Qhuinn se arqueo, con e torso inclinándose de nuevo cuando él empezó a trabajar. El ángulo era bastante malo, así que no había mucha fricción y sus testículos que estaban aplastándose en la bragueta de sus pantalones, pero santo infierno si le importaba. El hecho de que Blay era suficiente para él. Hombre, después de tantos años de mamadas, trabajos manuales masturbándose, se sentía como si fuera la primera vez que alguien le había tocado. Tenía que devolverle el favor. Saltando a la acción, echo su pecho hacia adelante, con lo que sus rostros quedaron cerca. Hombre, amaba la mirada de esos ojos azules cuando Blay lo miraba fijamente, caliente, salvaje, brillante. Dispuesto. Qhuinn se agarró fuerte y juntó sus bocas, chocó contra esos labios, disparando su lengua, agarrándolo como un loco― 322 323 —Espera, espera. — Blay lo empujo hacia atrás —Vamos a romper el sofá. — — ¿Qu...?— El tipo estaba aparentemente hablando en Inglés, pero maldito fuera si podía entenderle. — ¿Sofá?— Y entonces se dio cuenta de que había empujado a Blay tan atrás contra el brazo del sofá que la cosa estaba empezando a salirse hacia afuera. ¿Qué le podrían hacer más de quinientos kilos de sexo a un mueble? —Oh, mierda, lo siento. — Estaba empezando a retirarse cuando Blay tomó el control y Qhuinn se encontró bruscamente junto al sofá y en el suelo boca arriba, con las piernas puestas juntas, sus pantalones de cuero bajados hasta los tobillos. Perfecto. Follar. Buena idea. Gracias al hecho de que él tomo el mando, su pene estaba empalmado todo tiempo pesado y duro, cuando salió hacia afuera golpeando hinchado y duro sobre su vientre. Se agachó, le dio un par de golpes cuando Blay arrancó sus Shitkickers1 que bloqueaban el camino y los tiró a un lado. Los pantalones fueron lo siguiente en irse y Dios era su testigo de que Qhuinn nunca había estado tan contento de ve un par de pantalones de cuero volar sobre un hombro en su vida. Y luego Blay se puso a trabajar. Qhuinn tuvo que cerrar los ojos cuando sintió que sus muslos se abrieron y el par de manos del guerrero se arrastraron hasta el interior de sus piernas. Inmediatamente soltó su erección, después de todo, ¿por qué pondría su mano en medio cuando Blay podría hacerlo? No eran las manos del tío lo que se apoderó de él. Fue esa caliente y húmeda boca como la mierda que Qhuinn había besado. Por una fracción de segundo, mientras le succionaba la cabeza y le agarraba su miembro, se le encogieron los testículos con el pensamiento de que Saxton había enseñado a Blay cómo hacerlo, la puta de su primo se lo habría hecho al macho y ahora él se lo estaba haciendo a él. 323 324 ¡Para!, se dijo. Cualquiera que fuera la historia o las lecciones aprendidas su erección estaba consiguiendo su atención en este momento. Así que a la mierda con esa porquería. Para asegurarse de que estaba claro, obligó a sus párpados a abrirse. Joder... demonios... La cabeza de Blay iba arriba y abajo sobre sus caderas, su puño sosteniendo la base del pene de Qhuinn y su otra mano trabajando sus testículos. Pero entonces, como si hubiera estado esperando el contacto visual, el hombre se detuvo en la cima, libero la cabeza y se lamió los labios. —No querrías hacer un desastre en esta bonita habitación— dijo Blay arrastrando las palabras Y entonces extendió la punta de su lengua, para chupar la punta del pene de Qhuinn, la carne rosada entre el metal del aro y sus testículos. —Mierda, voy a irme ahora, — Qhuinn expulso una tremenda y caliente liberación. —Yo…estoy… — Él era incapaz de detenerlo, era como si alguien se hubiera tirado de un acantilado y pudiera decidir, como a diez metros de caída libre volverse atrás. Excepto que él no quería frenarse. Y no lo hizo. Con un poderoso rugido, que sin duda se escuchó en el otro lado de la pared, Qhuinn se retorció en el suelo, su culo apretado, sus testículos explotando y su erección golpeando duramente contra la boca de Blay. Y no era sólo su sexo el que se vio afectado. La liberación recorrió todo su cuerpo, la energía resplandecía surgiendo a través de él cuando clavó los dedos en la alfombra en la que estaban y apretó los dientes... cayendo como un animal salvaje. Afortunadamente, Blay era más que capaz de limpiar y no sólo lo que salía de su orgasmo, sino mucho más. Le dio también mucho por lo que seguir: Para el resto de sus días, Qhuinn nunca iba a olvidar la visión de la boca del macho envuelto alrededor de él, chupándolo con su boca mientras él se liberaba y se lo tragaba todo. Una y otra y otra vez. Por lo general, Qhuinn estaba listo para continuar inmediatamente después pero cuando las olas de placer finalmente dejaron de sacudirle, se quedo completamente flácido, con los brazos cayendo a ras del suelo y las rodillas y la cabeza colgando floja. 324 325 A fin de cuentas, este probablemente había sido el mejor orgasmo de su vida. Y en segundo lugar solamente estaban los que había tenido el día antes con el macho. —No me puedo mover, — murmuró. La risa de Blay era profunda y sexy. —Te ves un poco exprimido. — — ¿Puedo devolverte el favor?— — ¿Puedes levantar tu cabeza?— — ¿Esta aún adherida a mi cuerpo?— —Por lo que puedo ver, sí. — Cuando Blay se echó a reír de nuevo, Qhuinn sabía lo que quería hacer y estaba un poco sorprendido de sí mismo. En todas sus hazañas sexuales, nunca se había permitido a sí mismo que le jodieran. Simplemente no era lo que le iba. Él era el conquistador, el dominante, el que establecía el control y mantenía la superioridad. Tocar fondo no era nada en lo que él había estado interesado. Sin embargo el ahora quería. El único problema era que, literalmente, no podía moverse. Y, bueno, además había otra cosa, ¿cómo iba a decirle a Blay que era virgen? Porque él quería. Si es que alguna vez lo hacía, quería que fuera Blay. Por alguna razón eso era importante. De pronto, el rostro de Blay entró en su campo de visión, y Dios, el luchador era hermoso, sus mejillas sonrojadas, sus ojos brillantes, esos grandes hombros bloqueándolo todo. Y, oh, sí, esa sonrisa era sexy como el infierno, tan satisfecho de sí mismo y tan seguro de sí mismo, como si para Blay el hecho de haber dado tanto placer a otra persona fuera suficiente para no necesitar siquiera una liberación. Pero eso no era justo, no lo era. —No creo que puedas moverte a corto plazo, — dijo Blay. —Tal vez. Pero puedo abrir mi boca , — respondió Qhuinn oscuramente. — Casi tan amplia como sea posible. — **** 325 326 Bien, correcto, la idea de que él le había dado un orgasmo a Qhuinn estaba más que confirmada, pero Blay se había olvidado por completo de su propio cuerpo. La cuestión era que, después de tantos años de cerrarse a él ahora era una completa carrera para sentirse poderoso contra el hombre, ser él quien marcara el ritmo... ser la persona que daría a Qhuinn un momento erótico que lo dejara mucho más vulnerable de lo que había estado en toda su vida. Y eso era lo que había sucedido. Sabía exactamente como se veía y como sonaba Qhuinn cuando llegaba y Blay podía decir, sin ninguna duda, que nunca había visto a su compañero yacer as tendido en una alfombra, con los músculos del cuello tensos, rígido, con sus caderas bombeando duramente. Qhuinn se había corrido literalmente unos veinte minutos seguidos. Y ahora, en el momento posterior, tuvo una extraña revelación: Hasta este preciso momento, Blay nunca había reconocido el cinismo que Qhuinn mostraba en su cara todo el tiempo... el ceño fruncido, una sonrisa falsa perpetua en un lado de su boca y la mandíbula que nunca, nunca aflojaba. Era como si toda la porquería que su familia había hecho con él le hiciera tener permanentemente deformadas sus facciones. Pero eso no era cierto, no lo era. Durante ese orgasmo, y ahora, cuando las cosas se habían calmado, no había encontrado ninguna tensión en ninguna parte. La cara de Qhuinn estaba... limpia de toda reserva tanto que le hacía parecer mucho más joven, incluso Blay tuvo que preguntarse por qué nunca se había dado cuenta antes. — ¿Podrías darme algo para chupar hasta que me pueda recuperar?, — Preguntó Qhuinn. — ¿Qu...?— — Dije que tengo sed. Y necesito algo para chupar. — Al oír esto, Qhuinn se mordió el labio inferior, sus colmillos blancos brillantes hundiéndose en la carne. — ¿Me ayudas?— Los ojos de Blay se pusieron en blanco. —Sí... Yo puedo hacer eso. — —Entonces vamos a ver… quitate los pantalones. — Las piernas de Blay aparecieron en el suelo tan rápido, que desafiaba las leyes de la física y mientras él se quitaba los mocasines, le 326 327 temblaban las manos para conseguir desabrochar su pantalón. Las cosas salieron rápidamente de allí, y todo el tiempo mientras se desnudaba, era consciente de todo lo sobrenatural de la habitación, especialmente Qhuinn. El macho estaba duro otra vez, su grueso miembro, a pesar de todo lo que acababa de pasar, se apretaba contra los muslos pesadamente y levantaba su pelvis... su entrepierna tan dura que cada pedazo de piel se veía tensa. —Oh, sí...— susurró Qhuinn, sus colmillos se extendieron desde la mandíbula superior. Su mano busco su sexo y se lo acaricio largo y lento. —Ahí está. — La respiración de Blay respiración comenzó a bombear y su ritmo cardíaco se disparo por las nubes cuando esos ojos dispares de Qhuinn se posaron en su sexo. —Eso es lo que quiero, — gruñó el macho, soltándose a sí mismo y levantando las dos manos. Por una fracción de segundo, Blay no estaba seguro de cómo iba a colocarse. Qhuinn estaba frente al sofá, paralelamente a lo largo, así que no había mucho espacio… Un gruñido sutil atravesó sutilmente a través del aire cuando Qhuinn flexiono los dedos… como si no pudiera esperar para apoderarse de lo que quería. Que se joda la planificación anticipada. Las rodillas de Blay obedecieron la llamada, se doblaron hacia adelante, con lo que su cuerpo cayó al suelo a la altura de la cabeza de Qhuinn. Qhuinn se hizo cargo a partir de ahí. Sus manos se deslizaron y lo agarraron, colocando a Blay y antes de que se diera cuenta, tenía una rodilla detrás de la cabeza del chico y la otra pierna echada a un lado, y bajaba hasta el fondo de la cadera de Qhuinn. —Oh... mierda...— Blay gimió al sentir su sexo entrando entre los labios de Qhuinn. Su cuerpo cayó hacia delante hasta que su torso terminó tirado en los cojines del sofá y fue entonces cuando inesperadamente se encontró con su boca capturándolo completamente. Apoyando los brazos en el sofá, distribuyó su peso entre sus rodillas, sus pies, y las palmas... y luego procedió a joder en la Boca de Qhuinn. 327 328 El hombre lo tomó por completo, incluso cuando Blay movía desquiciadamente sus caderas y empujaba con todo lo que tenía. Con los dedos de Qhuinn clavándose en su culo y esa succión increíble, y... Cristo, ese piercing en la lengua, la bola se clavaba en su eje con cada golpe... Blay empezó a prepararse para tener exactamente el tipo de orgasmo que acababa de tener Qhuinn. Y, sin embargo, en el fondo de su mente, se preguntaba si le estaba haciendo daño al macho. En este momento, miro a su amigo por debajo de sus caderas, ¡por dios santo!. Demasiado tarde para preocuparse por eso. Su cuerpo se hizo cargo, poniéndose rígido con una serie de espasmos que iban desde la parte superior de su espalda hasta debajo de sus piernas. Y así como las sensaciones de control comenzaron a menguar, el mundo se tambaleo sobre él, como si su sentido del equilibrio se hubiera quemado junto con él… No, el mundo estaba bien. Qhuinn le acababa de levantar del piso, saliendo de debajo y se estaba colocando detrás.... Cuando Qhuinn empujó dentro con una ultrarrápida embestida, Blay dejó escapar un gemido que él estaba segurísimo que se podría haber escuchado en Canadá… El grito que atravesó la sala le hizo fruncir el ceño, incluso a través del dolor y del placer. Oh. El sofá se movía sobre el suelo. Lo que fuera. Si la maldita cosa se rompía compraría otro, pero no pensaba dejar esto. El ritmo era tan castigador como lo había sido el suyo… y en este caso, la recuperación de la invasión no era precisamente lo que le preocupaba, era exactamente lo que quería. Con cada golpe, su rostro se empujaba contra los blandos cojines; con cada retirada podía respirar y luego lo penetraba duro, cerrando de nuevo el círculo. Reajustando las piernas para que Qhuinn pudiera entrar aún más profundo, Blay tenía una vaga idea de que estaban definitivamente golpeando el sofá en una posición diferente, pero ¿a quién demonios le importaba, siempre y cuando no estuvieran en el pasillo? 328 329 En el último momento, justo antes de que llegara otra vez, tuvo fuerza de voluntad necesaria para agarrar sus pantalones. Sacudiéndolos libero sus boxes, el… Qhuinn extendió su mano contra la suya, tomó los Calvins y los coloco en su entrepierna, asegurándose de que había algo para coger su liberación. Luego, un momento después, arrastro su pecho hacia atrás alzándose sobre sus rodillas. Qhuinn se encargo de todo, agarrando el pene de Blay mientras le cubría la cabeza todo el tiempo golpeando, golpeando, golpeando... Llegaron al mismo tiempo, un par de gritos resonaron por toda la habitación. En medio del orgasmo, a Blay se le ocurrió mirar hacia arriba. En el gran antiquísimo espejo que colgaba entre las dos ventanas de enfrente, los vio a los dos, saber que estaban unidos... y lo hizo correrse de nuevo. Finalmente, el freno los embistes. Su frecuencia cardíaca se redujo. La respiración se hizo más lenta. En el vidrio con plomo del espejo, vio como Qhuinn cerraba los ojos y bajaba la cabeza contra el costado de su garganta, Blay sentía el más suave de los cosquilleos. Los labios de Qhuinn. Y entonces la mano libre del macho se desvió hacia arriba, haciendo una pausa para acariciar al otro lado de pecoso cuello de Blay… Qhuinn se congeló. Se echó hacia atrás. Eliminado el contacto de sus labios. —Lo siento. Lo siento, yo... sé que no estás en esto conmigo . — El cambio en la cara del tipo, ese retorno a la normalidad cínica, era como si le estuvieran robando. Y, sin embargo Blay no podía decirle que regresara al fin y al cabo Qhuinn tenía razón, en el instante en que la ternura apareció, empezó a entrar en pánico. La retirada fue rápida, demasiado rápida y Blay perdió la sensación de plenitud y poder, pero era hora de terminar con esto. 329 330 Qhuinn se aclaró la garganta. —Ah... yo quiero...— —Yo me encargo de eso, — murmuró Blay, sustituyendo la mano de Qhuinn que agarraba los boxes arrugados en sus caderas. Durante el sexo, el silencio en la habitación había sido por la privacidad. Ahora, sólo se escuchaba a Qhuinn poniéndose nuevamente su pantalón de cuero. Joder. Habían caído en la madriguera del conejo de nuevo. Y mientras sucedía, las sensaciones eran tan intensas y abrumadoras, que no hubo forma de pensar en cualquier cosa que no fuera el sexo. Como en las consecuencias, sin embargo, el cuerpo de Blay sentía demasiado frío a los setenta grados del aire, con palpitaciones en diferentes lugares, con las piernas flojas y tambaleantes, su cerebro confuso... Nada parecía tranquilo o seguro. En lo más mínimo. Se obligó a vestirse, colocándose la ropa tan rápido como pudo, hasta sus mocasines. Mientras tanto, Qhuinn fue el que regresó al sofá donde habían estado, colocando cuidadosamente las patas hacia atrás quitando los pliegues que habían hecho en la alfombra. También reorganizo los cojines. Enderezo el mueble Oriental. Era como si nunca hubiera ocurrido. A excepción de los boxes que Blay tenia aplastados en su puño. —Gracias, — dijo Qhuinn en voz baja. —Yo, ah...— —Sí. — —Así que... creo que voy a irme ahora. — —Sí. — Eso era todo. Bueno, aparte de la puerta al cerrarse. Una vez solo, Blay decidió que necesitaba una ducha, más comida, y dormir. En cambio, se quedó en la sala del segundo piso sentado, mirando ese espejo, recordando lo que había visto en el. En su mente, él tenía una leve sensación de que no podían seguir haciendo eso. No era seguro para él emocionalmente, de hecho, era el equivalente al juego de pasar su palma por encima de un mechero encendido una y otra vez, excepto 330 331 que cada vez que ponía la mano encima de la llama, se reducía la distancia entre su carne y el calor. ¿Tarde o temprano? Las quemaduras de tercer grado serian el menor de sus problemas, porque todo su maldito brazo estaría en llamas. Después de un tiempo, sin embargo, la cosa conservación no eran lo que él hacia normalmente. del instinto de Era lo que había empezado todo. Haz que se detenga. Blay se paso una mano por el pelo. Luego miró hacia la puerta cerrada y frunció el ceño, su mente se agitaba, batiendo, y batiendo... Un momento después, se marchó a toda prisa, caminando rápidamente. Antes de empezar a trotar. Y acabar corriendo deprisa. CUARENTA Y UNO Eran alrededor de las diez de la mañana, cuando Trez se dirigía a el Restaurante Sal´s. El viaje desde su apartamento en el Commodor al establecimiento de alta cocina de su hermano no era largo, a unos diez minutos y no había muchas plazas de aparcamiento libres en la explanada cuando llego allí. Por otra parte, el lugar no se podía abrir, hasta que el personal de cocina preparara las cosas, hasta la una de la tarde. Mientras caminaba hacia la entrada, sus botas crujían sobre la nieve, él casi esperaba que el código que abría el local desde fuera no funcionase para no trabajar. IAm no habían llegado a casa al final de la noche y suponiendo que esos hijos de puta del Hisbe no lo hubieran tomado como garantía, sólo había un lugar donde su hermano podría estar. Después de dos jarras de café y un montón de miradas a su reloj, Trez sabía que si quería tener paz, tenía que dirigirse por la ciudad. Perfecto. La combinación no había sido cambiada. Sin embargo. En el interior, el lugar estaba a la vieja escuela, una interpretación moderna de la época que había dado lugar a la talla de Peter Lawford y el Presidente de la Junta: Una entrada en negro y rojo con pantallas al fondo que llevaban a la zona de recepción, donde estaba el 331 332 guardarropa, el puesto de azafata retro y el mostrador de recepción. A la izquierda, y a la derecha, había dos comedores principales, ambos decorados en negro y rojo con terciopelo y cuero, pero no era donde se reunían los chicos de la localidad, sino donde se juntaban los políticos y los tipos ricos. El punto clave era el bar de adelante, una sala con paneles de madera que tenia banquetas de cuero rojo ajustado contra las paredes y, durante las horas normales, un camarero de esmoquin estaba detrás de una barra de roble de diez metros que sirve nada más que lo mejor. Caminando a lo largo del tenue del bar, Trez entro por el panel del fondo de la sala con cinco niveles de botellas y golpeo la puerta abatible. A medida que se abrió paso a la cocina, el aroma de la albahaca, la cebolla, el orégano y vino tinto, le dijo lo que le destacaba de iAm. Efectivamente, el tipo estaba frente a frente a la cocina de dieciséis quemadores en la pared del fondo, con cinco ollas enormes cociendose a fuego lento delante de él y qué podría apostar lo que quisiera a que había cosas en los hornos también. Mientras tanto, tablas de madera de corte se alineaban en los mostradores de acero inoxidable, las cabezas cortadas de varios tipos de pimientos colgando alrededor al lado de los cuchillos afilados que habían sido utilizados. Diez dólares a que adivinaba en quién había estado pensando el tipo cuando había estado cortando cosas. — ¿Vas a hablarme después de todo? , — Dijo Trez a la espalda de su hermano. iAm se trasladó a la siguiente olla, levantando la tapa con un trapo blanco, metió una cuchara grande con ranuras y revolvió lentamente. Trez se inclinó hacia un lado y se detuvo frente a un taburete de acero inoxidable. Tomo asiento, se frotó los muslos a lo largo. — ¿Hola? — iAm fue a la siguiente olla. Y luego a la siguiente. Cada una tenía una cuchara separada para no mezclar sabores y su hermano era cuidadoso para no contaminarlas. —Mira, lo siento, yo no estaba allí cuando viniste por el club esta noche. — Cada noche, iAm se dirigía al Iron Mask para un chequeo después de que cerrara el Sal´s. —Yo tenía algunos asuntos que atender. — 332 333 Mierda, sí, los tenia. La Niña con el novio gorila había tomado una eternidad en salir de su coche cuando la había llevado hasta su casa, con el tiempo la había caminado hasta la puerta, abrió el camino, y todo menos meterla a ella a través de las jambas. De vuelta en su Beamer, él había pisado el acelerador como si hubieran colocado una bomba en el edificio, y mientras él había regresado rápidamente al Iron Mask, todo lo que había oído en su cabeza era la voz de IAM. No puedes seguir haciendo esto. iAm se dio la vuelta en ese punto, cruzando los brazos sobre su pecho y apoyándose contra la estufa. Sus bíceps eran grandes, para empezar, pero cruzados así, ellos desbordaban los límites de la camiseta negra que llevaba puesta. Sus ojos almendrados estaban entrecerrados. ―En realidad, .piensas que estoy cabreado por qué no estabas cuando llegué al club? En serio. No porque me dejaste hacer frente a AnsLai o ¿algo así? ― Yyyyyyyyyyyyyyyyy se pusieron en marcha a las carreras. ―No puedo ver a ninguno de ellos cara a cara, ya lo sabes.― Trez levantó sus manos, en toda la cosa de ¿Qué voy a hacer? ―Ellos tratarian de obligarme a volver con ellos, y entonces ¿cuáles eran mis opciones? ¿Luchar? iba a terminar matando al hijo de puta, y entonces, ¿dónde estaría yo? ― iAm se restregó los ojos como si tuviera un dolor de cabeza. ―En este momento, parece como si estuvieran tomando un enfoque diplomático. Al menos conmigo. ― ―¿Cuándo van a volver?― ―No lo sé, y eso es lo que me pone nervioso. ― Trez se puso rígido. La idea de que el frio como pepino de su hermano estaba ansioso le hizo sentir como si tuviera un cuchillo en la garganta. Por otra parte, era muy consciente de exactamente cuán peligroso podía ser su pueblo. El Hisbe era en gran parte una nación pacífica, contenta de permanecer fuera de las batallas con la Sociedad Lessening y lejos de los humanos molestos. Eruditos, muy inteligentes y espirituales, ellos eran, en general, un grupo muy agradable de gente. Siempre y cuando no estuvieras en su lista negra. Trez miró hacia las ollas y se preguntaba ¿Qué tipo de carne en salsa era?. 333 334 ―Todavía estoy trabajando para cancelar la deuda a Rehv, ― señaló. ―Así que esa obligación tiene que ser lo primero.― ―Nunca jamás el Hisbe. AnsLai dijo, y cito: ―Ha llegado el momento. ― ―Yo no voy a volver allí.― Él miró a los ojos de su hermano. ―No va a suceder.― iAm se volvió hacia los ollas, revolviendo cada una con su cuchara designada. ―Lo sé. Es por eso que he estado cocinando. Estoy tratando de pensar en una manera de salir de esto. ― Dios, amaba a su hermano. Incluso cabreado, el tipo estaba tratando de ayudarlo. ―Siento haber sido como un fantasma y que tuvieras que hacerles frente en esto. Yo realmente lo siento. Eso no era justo... lo se, sí, realmente no pensaba que fuera seguro estar en la misma habitación con el tipo. Lo siento mucho. ― El pecho grueso de IAM subía y bajaba. ―Sé que lo haces.― ―Yo sólo podría desaparecer. Eso resolvería el problema. ― A pesar de que, hombre, lo mataría dejar a IAM. La cuestión era si se fugaba del Hisbe, nunca podía tener contacto con el macho de nuevo. Nunca. ― ¿Dónde te gustaría ir?, ― señaló iAm. ―No tengo idea. ― La buena noticia era que el Hisbe no le gustaría tener algún contacto con el reino unido. Sin duda, incluso aparecer en su apartamento y en el de iAm había sido traumático, aun cuando el sumo sacerdote se había desmaterializado a la terraza. Pero ¿El trato directo con seres humanos? ¿Estar cerca de ellos? La Cabeza de AnsLai explotaría. ―Entonces, ¿de qué trataba tu negocio?, ― preguntó iAm. Genial. Hablemos de un tema igual de feliz. ―Fui a ver una propiedad de almacén, ― él soltó. Pero vamos, ¿no es como si fuera a traer voluntariamente el tema de la chica y su novio? ― ¿A la 01 a.m.?― 334 335 ―He hecho una oferta. ― ― ¿Cuánto?― ―Uno cuatro. El precio de venta es de dos millones y medio, pero no hay manera de que ellos vayan a conseguirlo. El lugar ha estado vacante durante años y se nota. ―Aunque... incluso mientras decia eso, él tuvo que admitir que había sentido presencias allí. Por otra parte, tal vez era su nivel de estrés hablando. ―Yo creo que volverán a los dos, voy a tirar a uno seis, y vamos a llegar a un acuerdo en uno siete.― ―¿Seguro que quieres hacer frente a ese proyecto en este momento? Salvo que quieras presentarte en el territorio para tu apareamiento listo para ser utilizado, el problema con el Hisbe sólo va en aumento. ― ―Si las cosas llegan a ese punto, yo me encargo entonces.― ―Cuando, ― corrigió iAm. Eso cuando sería. ―Y sé lo que pasó en el estacionamiento trasero, Trez. Con el hombre y la mujer. ― Pooooooooor supuesto que lo sabía.. ― ¿Vistes las cintas o algo así?― Maldito monitoreo de seguridad. ―Sí. ― ―Yo manejé eso.― ―Al igual que usted está manejando el Hisbe . Perfecto. ― Con Su temperamento a punto de explotar, Trez se inclinó unos centímetros ― ¿Quieres estar en mis zapatos, que tratas con esa mierda. ― hermano? Me gustaría ver lo bien ― No podrías estar jodiendo con putas, Podría decirte lo que yo haría. Lo cual me hace pensar... ¿no es nuestro agente de bienes raíces una mujer? ― ―Vete a la mierda, iAm. En serio. ― Trez tiro el taburete y salió de la cocina. Tenía bastantes problemas… y no necesitaba al Sr. Superior con las habilidades de Julia Child, y Brazos de mariscal de campo en toda la cosa de doce clases de comentarios al azar… ―No puedes seguir postergando esto , ― iAm gritó desde atrás. ― O tratando de enterrarlo entre las piernas de un sin número de mujeres.― Trez se detuvo, pero mantuvo sus ojos en la salida. 335 336 ―Tu simplemente no puedes seguir asi, ― su hermano dijo sin rodeos. Trez giró alrededor. iAm estaba por el bar, la puerta abatible se balanceaba a su lado para que hubiera un efecto luces estroboscópicas de brillante, oscuro, brillante y oscuro. Cada vez que la iluminación hizo acto de presencia, parecía que su hermano tenía un halo alrededor del cuerpo entero. Trez maldijo. ―Sólo necesito que ellos me dejen en paz.― ―Lo sé.― IAm se frotó la cabeza. ―Y sinceramente, no sé qué carajo hacer al respecto. No puedo imaginar la vida sin ti, y no quiero volver allí, tampoco. Sin embargo me estoy quedando sin opciones. ― ―Esas mujeres... ya sabes, las que yo... ― Trez vaciló. ―¿No crees que me harían no elegible?― ―Si ellas no lo hicieron, ― dijo iAm secamente: ―Yo no veo por qué estás preocupado por ello.― Trez tuvo que sonreír un poco. ―No, quiero hablar con el Hisbe . Estoy tan lejos de ser virgen en este punto. ―Aunque por lo menos no se había hundido al nivel de los animales de granja. ―Sabes lo que es peor? Todas ellos han sido de reino unido… sobre todo seres humanos, también. Eso tiene que ser para ellos desagradable. Estamos hablando de la hija de la reina. ― Cuando iAm frunció el ceño como si no hubiera considerado plenamente la idea, Trez sintió un rayo de esperanza. ―No lo sé, ― fue la respuesta. ―Tal vez eso podría funcionar, pero todavía hemos engañado a Su Majestad sobre lo que quiere y necesita. Si los consideran prometidos, pueden simplemente decidir matarte como castigo. ― Lo que sea. Tendrían que derribarlo primero. En una ola de agresión, Trez bajó la barbilla y lo miró desde debajo de las cejas. ―Si ese es el caso, van a tener que pelear conmigo. Y te garantizo que no saldrá bien para ellos. ― **** De vuelta a la mansión de la Hermandad, Wrath sabía que su reina estaba molesta desde el momento en que llegó a través de las puertas 336 337 de su estudio. Su delicioso aroma estaba teñido de un olor fuerte y ácido: ansiedad. — ¿Qué pasa, leelan? , — Exigió, extendiendo sus brazos. A pesar de que no podía ver, sus recuerdos le proporcionaron una imagen mental de ella atravesando la alfombra Aubusson, con su cuerpo largo y atlético moviéndose con gracia, el cabello oscuro suelto sobre sus hombros y su Hermoso rostro marcado por la tensión. Naturalmente, el macho vinculado en él quería cazar y matar a todo lo que le hubiera disgustado. —Hola, George, — le dijo a su perro. A juzgar por el thump thump thump en el suelo, el perro Retriever era el primero en conseguir un poco de amor. Y luego fue el turno del maestro. Beth subió hasta en el regazo de la Wrath, no pesaba casi nada y su cuerpo estaba cálido y vivo cuando envolvió sus brazos alrededor de ella y la besó en ambos lados del cuello y en la boca. —Jesús, — gruñó el al sentir la rigidez de su cuerpo —estas realmente molesta. ¿Qué mierda está pasando? — Maldita sea, ella estaba temblando. Su reina estaba realmente temblando. —Háblame, leelan, — dijo mientras frotaba su espalda. Y preparándose para armarse y salir en maldita plena luz del día si tuviera que hacerlo. —Bueno, tú sabes lo de Layla, — dijo ella con voz áspera Ahhhhh. —Sí, ya lo creo. Phury me lo dijo. — Cuando su cabeza cambio de hombro, él la colocó de nuevo, sosteniendo y acunándola contra su pecho y estaba bien. Había veces, no a menudo, pero si de vez en cuando, cuando a él parecía que era menos macho debido a su falta de vista: Una vez fue un luchador, ahora estaba pegado detrás de este escritorio. Una vez fue libre para vagar por cualquier parte donde él quisiera, ahora confiaba en un perro para poder moverse. Una vez fue completamente autosuficiente, ahora necesitaba ayuda. No era exactamente bueno para el concepto de macho. Pero en un momento como éste, cuando esta increíble hembra estaba desconsolada y lo buscaba necesitando de la comodidad y tranquilidad, se sentía fuerte como una jodida montaña. Después de todo, los 337 338 machos vinculados protegían a sus compañeras con todo lo que tenían, y aún con el peso de su derecho de nacimiento y este trono en el que estaba obligado a sentarse, él se mantenía centrado en ser el hellren de esta hembra. Ella era su primera prioridad, incluso por encima de la mierda de ser rey. Su Beth era su corazón detrás de las costillas, la médula de sus huesos, el alma en su cuerpo físico. —Es muy triste, — dijo. —Tan condenadamente triste. — — ¿Has ido a verla? — —Ahora mismo. Ella está descansando. Quiero decir... en algún nivel, no puedo creer que no haya nada que se pueda hacer . — — ¿Hablaste con la Doc Jane? — —Tan pronto como todos ellos regresen de la clínica. — A medida que su shellan lloraba un poco, el olor a lluvia fresca, tan adorable de sus lágrimas era como un cuchillo en el pecho y él no estaba sorprendido por su reacción. Había oído que las mujeres llevaban mal la pérdida de un embarazo de otras personas, entonces, ¿cómo no iba a ponerse así? Él estaba seguro como la mierda que podría ponerse en las botas de Qhuinn. Y, OH, Dios... ¿la idea de Beth sufriendo de esa manera? O peor, si ella fuera quien llevara uno… ¡Válgame dios! Ahora el tendría un grave caso de temblores. Wrath puso su cara en el cabello de Beth, respirando, calmándose. La buena noticia es que era que ellos nunca iban a tener críos, por lo que no tendría que preocuparse por eso. —Lo siento, — susurró. —Yo, también. Odio esto por los dos. — Bueno, en realidad, se estaba disculpando por algo completamente distinto. No era que quisiera que le pasara algo jodido a Qhuinn, a Layla o a su cría. Pero tal vez si Beth veía esta triste realidad, podría recordar todos los riesgos que se presentaban en cada paso del camino cuando se trataba de un embarazo. 338 339 Joder. Eso sonaba horrible. Eso era horrible. Por amor de Dios, sinceramente no quería esto para Qhuinn y él realmente no quería que estuviera mal su shellan tampoco Desafortunadamente, sin embargo, la triste verdad era que Él no tenía absolutamente ningún interés en poner su semilla dentro de ella. Y ese tipo de desesperación hacia que pensara cosas… imperdonables. Con un poco de paranoia, mentalmente calculó el número de años transcurridos desde su transición… un poco más de dos. Por lo que el sabia, la hembra vampiro tenia por promedio su primera necesidad a los cinco años después de la transición y luego cada diez años más o menos a partir de entonces. Así que a todas luces, aun tenía algo de tiempo antes de que tuvieran que preocuparse de todo esto.... Por otra parte, como era mestiza, no había manera de estar seguro en el caso de Beth. Cuando los seres humanos y los vampiros se mezclaban todo podía suceder y él tenía alguna razón para estar preocupado. Después de todo habían mencionado el tema de los niños una o dos veces antes. Pero sin duda tenía que ser algo hipotético. —Entonces, ¿vas a esperar para la inducción de Qhuinn?, — Dijo. —Sí. Saxton está llevando a cabo la actualización de las leyes, pero ¿con Layla estando donde está? No es el momento adecuado para meterlo en la Hermandad. — —Eso es lo que pensé. — Los dos se quedaron en silencio, y Wrath sintió en ese momento su corazón, no podía imaginar posiblemente la vida sin ella. — ¿Sabes una cosa? , — Dijo. — ¿Qué? — Había una sonrisa en su voz, del tipo que le decía que tenía una ligera idea de lo que iba a decir. —Te quiero más que a nada. — Su reina se rió un poco, y le acarició la cara. —Nunca lo habría imaginado. — Diablos, ni siquiera noto el olor de su vinculación. En respuesta, Wrath tomó su cara y se inclinó, encontrando sus labios y moviéndolos en un suave beso que no se quedó así. El macho siempre había sido así con 339 340 ella. Cualquier contacto mínimo y antes de darse cuenta estaba duro y listo. Dios, no sabía cómo lo manejaban los hombres humanos. Por lo que él entendía, tenían que preguntarse si sus parejas eran fértiles cada vez que tenían una maldita relacione sexuale, evidentemente, no podían reconocer los sutiles cambios de olor de sus hembras. Menuda locura. Al menos, cuando una mujer vampiro estaba en su necesidad, todo el mundo lo sabía. Beth se movió en su regazo, aplastando su erección, haciéndole gemir. Y porlo general, esta era la señal para que George saliera a través de las puertas dobles y se quedara desterrado temporalmente. Pero no esta noche. Por mucho que Wrath lo deseara, la situación de la casa estaba poniendo freno incluso a su libido. Y luego estaba la necesidad de Autum. Ahora Layla. No iba a mentir, la mierda le hacía estar irritable. Se sabia que las hormonas en el aire tenían una efecto rebote en una casa llena de mujeres, influyendo en una y luego en otra y después una tercera necesidad, teniendo en cuenta que ella estaba bastante cerca de su periodo. Wrath acarició el cabello de Beth y recostó la cabeza de su reina en su hombro. —Tú no quieres... — Mientras se perdía la frase, le tomó la mano y la levantó, sintiendo el pesado Rubí Saturnine que su reina había usado siempre a lo largo de su vida. —Yo sólo quiero abrazarte, — dijo. —Es suficiente para mí en este momento. — Levantándose, ella se pego más a él. —Bueno, esto es agradable, también. — Si lo Era. Y curiosamente aterrador. — ¿Wrath? — — ¿Sí? — — ¿Estás bien? — Pasó un poco de tiempo antes de que pudiera responder, antes de que él confiara en que su voz estuviera en calma y no distorsionada. 340 341 —OH, sí, estoy bien. Perfectamente. — Mientras se alisó las mangas pasándose la mano arriba y abajo por sus bíceps, rezó para que ella lo creyera... y prometió que lo que estaba ocurriendo seria caso cerrado para ellos y nunca les iba a ocurrir eso. Nop. Esa crisis no era algo por lo que iban a tener que pasar. Gracias a la Virgen Escriba. CUARENTA Y DOS Layla no estaba durmiendo, por supuesto. Cuando ella le dijo a Qhuinn que se fuera, ella había querido decir lo que había dicho acerca de no querer mantener una fachada con él alrededor. Pero lo curioso era, que incluso con nadie en la habitación con ella, no se ponía histérica. Nada de lágrimas. No maldecía. Ella sólo estaba en su lado, con los brazos y las piernas acurrucadas, su mente retrocediendo en su cuerpo profundamente, el seguimiento constante de cada dolor y calambre era una compulsión que la estaba volviendo loca. Nada había cambiado, sin embargo. Era como si una parte de ella estuviera convencida de que si no podía saber en qué etapa se encontraba, de alguna manera ella podría tener algún control sobre el proceso. Lo cual era, por supuesto, una mierda. Como diría Qhuinn. La imagen de él en la clínica, con la daga en la garganta del sanador, era parecido a uno de los libros de la biblioteca― un episodio dramatico del santuario que formaba parte de la vida de alguien. Su punto de vista sobre la cama, sin embargo, le recordó que ese no era el caso.... El golpe en la puerta fue suave, lo que sugería que era una hembra. Layla cerró los ojos. Tanto como ella apreciaba la bondad estaba esperando una respuesta, ella hubiera preferido que todo aquel se quedara fuera en el pasillo. 341 342 La Breve visita de la reina había sido agotadora, a pesar de que lo había apreciado. ―Sí.― Cuando su voz no llego más lejos que sus propios oídos, se aclaró la garganta. ― ¿Sí?― La puerta se abrió, y al principio no reconoció quién era la sombra que llenaba el espacio entre las jambas. Alta. Fuerte. No era un hombre, aunque... ― ¿Payne?, ― Dijo. ― ¿Puedo pasar?― ―Sí, por supuesto.― A medida que Layla fue a sentarse, la hembra guerrera le indicó que se acostara, y luego cerró distancia entre ellas. ―No, no, por favor... siéntete a gusto. ― Una lámpara había sido dejada encendida sobre el escritorio, y en la luzsuave, la hermana de sangre del Hermano de la Daga Negra Vishous era bastante temible, sus ojos de diamante parecían brillar en los ángulos fuertes de su rostro. ― ¿Cómo te encuentras?, ― preguntó la hembra con suavidad. ―Estoy muy bien, gracias. ¿Y usted? ― La guerrera se adelantó. ―Lo siento mucho... sobre tu condición.― ¡Oh, cómo deseaba que Phury o los demás no hubieran compartido esto con nadie! Por otra parte, su salida de la casa había sido bastante espectacular, el tipo de cosas que sería motivo de interrogatorios. Sin embargo, su privacidad tendría que ayudarla a evitar esta desagradable, aunque compasiva, intrusión. ―Le agradezco por sus amables palabras, ― susurró. ― ¿Puedo sentarme?― ―Por supuesto.― Ella esperaba que la hembra descansara sobre una de las sillas que se habían previsto con sentido del decoro. Payne no lo hizo. Se acercó a la cama y bajó su peso junto a Layla. 342 343 Forzada a aparecer al menos un buen tipo de anfitriona, Layla se empujó hacia arriba, haciendo una mueca cuando una serie de calambres la congeló a mitad de camino. Cuando Payne maldijo en voz baja, Layla ya no tuvo que seguir mintiendo. Con voz áspera, dijo: ―Perdóname, pero no puedo recibir visitas en este momento, no importa cuán bien intencionada eres. Gracias por su expresión de simpatía…― ― ¿Eres consciente de quien es mi madre?― la cortó Payne. Layla negó con la cabeza contra la almohada. ―Por favor, sólo déjalo... ― ― ¿Lo Sabes?, ― Dijo la hembra con brusquedad. De repente, Layla tenía ganas de llorar. No tenía energía para cualquier conversación en este momento, pero ciertamente no acerca de mahmens. No cuando ella estaba perdiendo su propia bebe. ―Por favor. ― ―Yo nací de la Virgen Escriba.― Layla frunció el ceño, las palabras registrándose incluso a través del dolor, mental y físico. ― ¿Lo siento?― Payne respiró hondo, como si la revelación no fuera algo de lo que ella se alegrara, sino más bien una especie de maldición. ―Yo soy de la carne misma de la Virgen Escriba, nacida de ella hace mucho tiempo atrás y oculta de los registros de las Elegidas y de los ojos de terceros.― Layla parpadeó en estado de shock. La aparición de la hembra allá arriba había sido una clase de misterio, pero ella ciertamente no había realizado preguntas, ya que ese no era su derecho. Lo único que ella tenía claro era que no había habido ninguna mención de la santa madre de la raza jamás dando a luz a un niño. De hecho, toda la estructura del sistema de creencias estaba basada en que no había ocurrido. ― ¿Cómo es esto posible?― Susurro Layla. Los Ojos brillantes de Payne eran graves. 343 344 ―Esto no es lo que hubiera deseado. Y no es algo de lo que quiera hablar. En el momento de tensión que siguió, Layla encontró imposible no ver la verdad en lo que la hembra hablaba. Tampoco en el enojo estridente, la causa de la cual uno podría imaginar. ―Usted es un una santa, ― dijo Layla con asombro. ―No en lo más mínimo, te lo aseguro. Pero mi linaje me ha proporcionado una cierta... ¿cómo lo decimos? Habilidad. ― Layla se puso rígida. ― ¿Y eso sería?― Los ojos de diamantes de Payne nunca vacilaron. ―Yo quiero ayudarte. ― La Mano de Layla fue a su bajo vientre. ―Si te refieres a acabar con esto cuanto antes... no.― Tuvo su bebe por un tiempo tan preciosamente corto en su interior. No importa cuánto tiempo el dolor tardara en desaparecer, ella no iba a sacrificar un minuto de lo que estaba pasando sin ninguna duda de su primer y único embarazo. Jamás se pondría en esto de nuevo. En el futuro, cuando la golpeara su necesidad, estaría drogada, y eso era todo. Una vez en la vida era demasiado para la pérdida que ella estaba sosteniendo ahora. ―Y si usted cree que puede detener esto, ― añadió Layla, ― No es posible. No hay nada que cualquiera pudiera hacer. ― ―Yo no estoy tan segura de eso.― Los ojos de Payne no fallaron. ―Me gustaría ver si puedo salvar el embarazo. Si me lo permites. ― **** En la abandonada Escuela para Niñas Brownswick, el Sr. C. había asumido el mando en lo que había sido la oficina de la directora. La señal agrietada fuera en el pasillo tomo la decisión por él. 344 345 Como no había calefacción, la temperatura ambiente era exactamente la de los grandes espacios abiertos, pero gracias a la sangre del Omega, el frío no era un problema. Y gracias a esa mierda: A través del nevado césped en la residencia principal de la cordillera, cerca de cincuenta lessers estaban durmiendo el sueño de los muertos. Si esos cabrones hubieran requerido alimentos, habría sido una mierda de suerte. Pero nah, todo lo que tenía que hacer era darles refugio. Sus inducciones se encargaban del resto, y el hecho de que tenían que desconectar la conciencia cada veinticuatro horas era un alivio. Necesitaba tiempo para pensar. Jesucristo, qué desastre. Forzado por la urgencia de ritmo, fue a empujar la silla hacia atrás, y luego recordó que él estaba sentado en un bote de yeso volcado. ―Maldita sea. ― Mirando alrededor de la habitación decrépita, midió el yeso que colgaba en las hojas de las vigas del techo, las ventanas tapiadas, y el agujero en el piso en una esquina. El lugar estaba igual que las cuentas bancarias que había encontrado. Ningún dinero en ninguna parte. Sin comunicaciones. Las armas que podrían ser utilizadas solo servían para traumatismos por objeto contundente, y eso era todo. Después de su ascenso, había estado tan jodidamente lleno de planes. Ahora estaba mirando a un montón de nada. Ni dinero, ni recursos, ni nada. El Omega, por otra parte, estaba esperando todo tipo de resultados. Como había quedado muy claro durante su pequeña visita la noche pasada. Y eso era otro problema. Odiaba esa mierda. Por lo menos él podría hacer algo acerca del resto. Extendiendo los brazos sobre su cabeza y resquebrajando los hombros, dio gracias a Dios por dos cosas: una, que los teléfonos celulares no habían sido cortados―para que pudiera comunicarse con sus hombres en el campo, y tenian acceso a Internet. Y dos, que todos los años en la calle le habían dado un puño de hierro a la hora de controlar a los jóvenes idiotas tontos del culo en el tráfico de drogas. 345 346 Tenía que traer un poco de trabajo. Había tenido un maldito plan para eso, también, enviando los últimos nueve mil trescientos dólares de descuento de la Sociedad con tres de sus muchachos en la medianoche de ayer. Todos esos hijos de puta lo que habían tenido que hacer era hacer la compra, obtener la droga, y traerlo de vuelta aquí, donde se cortaría la mierda, y luego repartirla a los nuevos inducidos para la venta en la calle. El problema era, que estaba todavía a la espera de la entrega de mierda. Y él estaba esperando bastante impacientemente para averiguar dónde estaban o bien las drogas o su dinero habían desaparecido. Era posible que los hijos de puta se hubieran escapado con uno o lo otro, pero si ese fuera el caso, él iba a darles caza como perros y mostrar a todos los demás lo que pasaba cuando lo hacían A medida que su teléfono sonaba, tomó la cosa, vio quién era, y pulsaba para contestar. ―Se trata de joderme el tiempo. ¿Dónde diablos estás y dónde está mi mierda? ― Hubo una pausa. Y luego la voz que se apoderó de la conexión no era nada parecido al idiota con cara de granos al que le había dado el celular, y el dinero en efectivo, y el último cañón de trabajo de la Sociedad. ―Tengo algo que quieres. ― Mr. C frunció el ceño. La voz era muy profunda. Mezclada con un borde que él reconoció desde las calles, y un acento que no podía ubicar. ―No eres el pedazo de mierda dueño del teléfono que me estás llamando― arrastró las palabras el Señor C... ―Tengo un montón de ellos.― Después de todo, cuando no tenías nada en la mano, en tu teléfono o en tu billetera, el farol era su única opción. ―Bueno, bien por ti. ¿Tienes un montón de lo que tú me has enviado, también? ¿Dinero? ¿Drogas? ― ― ¿Quién carajos eres?― ―Yo soy tu enemigo.― ―Si usted tomó mi dinero de mierda, apuesto el culo a que lo era.― 346 347 ―En realidad, eso es una respuesta simplista a lo que es un problema bastante complejo. ― El Señor C. se levanto sobre sus pies, tirando el cubo. ― ¿Dónde está mi puto dinero, y que hiciste con mis hombres?― ―Me temo que no pueden podrán el teléfono nunca más. Es por eso que estoy llamando. ― ―No tienes ni idea de con quién estás tratando, ― Soltó el Señor C. ―Por el contrario, usted es el que está en particular desventaja al igual que tantos otros.― Cuando el señor C. estuvo a punto de estallar, el tipo corto con ello. ―Esto es lo que vamos a hacer. Voy a llamar al caer la noche con una ubicación. Tú, y sólo tú, te vas a reunir allí conmigo. Si alguien viene contigo yo lo sabré, nunca oirá de mí otra vez. ― El señor C fue usado para sentir el desprecio por los demás, venia con el trabajo cuando lo único que trataba era matones callejeros de pacotilla y adictos con problemas de drogas. ¿Pero este chico en el otro extremo de la conexión? Auto controlado. Calmado. Un profesional. El señor C marcó de nuevo la calma. ―Yo no necesito jugar estos juegos… ― ―Sí, tu lo necesitas. Porque si quieres vender drogas, necesitas venir a mí. ― El señor C hizo el silencio. Esto era un lunático con delirios de grandeza, o... alguien con verdadero poder. Al igual que, tal vez el que había estado matando a todos los intermediarios en el comercio de drogas en Caldwell en el último año. ― ¿Dónde y cuándo?, ― Dijo él bruscamente. Hubo una risa oscura. ― Contesta el teléfono al caer la noche, y lo descubrirás.― 347 348 CUARENTA Y TRES Layla no podía hablar cuando las palabras de Payne se clavaban en ella. —No, — le dijo a la otra mujer. —Havers me dijo que... no hay nada que se pueda hacer. — —Médicamente puede que sea cierto, pero puede que tenga otra manera, sin embargo, no sé si será posible hacerlo, pero si me lo permites, me gustaría hacer lo que pueda. — Por un momento, Layla sólo podía respirar. —Yo no...— Ella se toco la superficie plana de su estómago. — ¿Qué vas a hacer conmigo?— — Para ser honestos no estoy segura. — dijo Payne encogiéndos de hombros. ―De hecho, aun no me acostumbro a la situación. Pero sé que puedo curar todo lo que necesita curación. Una vez más, no estoy segura de si aplicara aquí. Podriamos intentarlo, sin embargo… y no te haría dano. Eso si lo puedo prometer. ― Layla buscó en el rostro de la guerrera. — ¿Por qué... haces esto por mí?— Payne frunció el ceño y se centró en otra cosa. —No necesitas saber los porqués. — —Sí, creo que si lo necesito. — Su perfil se puso completamente frío. —Tú y yo somos hermanas, en la tirania de mi madre… victimas de de su gran plan de cómo deben ser las cosas. Las dos estábamos encarceladas por ella de formas diferentes, tú como una Elegida y a mí misma como su hija de sangre. No hay nada que no haría para ayudarte. — Layla se echó hacia atrás. Nunca se había considerado a sí misma antes como una víctima de la madre de la raza. Excepto... mientras consideraba su desesperación por una familia, su sentido del desarraigo, su propia falta de identidad fuera de su servicio como Elegida... ella lo había pensado. El libre albedrío le había traído aquí a este horrible lugar, pero al menos ella había elegido el camino y los medios. Como miembro de la clase especial de hembras de la Virgen Escriba no había tenido elección, sobre nada en su vida. 348 349 Nada en absoluto, la verdad. Estaba perdiendo el embarazo, lo que era evidente. Y si Payne pensaba que había una posibilidad de... —Haz lo que quieras, — dijo ella bruscamente. —Y te estoy agradecida, no importa el resultado. — Payne asintió una vez. A continuación, encendió sus manos, flexionándolas, los dedos llameaban con fuerza. — ¿puedo tocar tu estómago?— Layla empujó hacia abajo las sabanas. — ¿Tengo que quitarme completamente la camisa?— —No— Menos mal. Incluso el cambio de posición con la manta le pondría una contracción adicional, el mínimo cambio era suficiente para que le pasara… —Tienes mucho dolor, — murmuró la otra hembra. Layla no respondió cuando se pudo ver la piel de su estómago. Claramente su expresión ya había dicho suficiente. —Sólo relájate. Esto no debe causarte ningún dolor— Cuando estableció contacto, Layla levantó la cabeza. Las manos de la guerrera eran cálidas como el agua del baño. Cuando las poso en su vientre muy suavemente eran calmantes como un baño caliente, extrañamente calmante en realidad. — ¿Te duele?, — Preguntó Payne. —No. Se siente... — Cuando sintió que venía otra contracción, agarró las sábanas preparándose. A excepción de otras veces la oleada de dolor no le hizo levantarse como antes, sin duda, esa sensación era como hacer una gran escarpada por una montaña cuya cumbre había sido eliminada. Fue el primer alivio que había sentido desde que había empezado todo. Con un gemido de satisfacción, dejó que su cabeza cayera laxa amortiguada por las almohadas. Un cansancio repentino le indico el gran malestar que había tenido su cuerpo. —Y ahora comenzamos. — 349 350 De repente, la luz de la habitación parpadeó... y luego se apagó. Sin embargo su iluminación fue sustituida pronto. De las suaves manos de Payne, un tenue resplandor comenzó a emanar y el calor de su toque se hizo más intenso. Una especie de desfibrilación extraña y maravillosa que parecía penetrar bajo la piel y el músculo, y cualquier hueso que se encontrara en el camino... iba directamente al vientre de Layla. Y entonces sintió una explosión interna. Con un silbido, ella se entregó a la gran oleada de energía que le atravesó, aquel calor no le quemaba y sin embargo hervía alejándose del dolor, alejando la agonía de su cuerpo como el vapor de una olla levantándose y alejándose. Pero no había terminado. Un gran rubor corrió a lo largo de todo su cuerpo, sentía mariposas saliendo de su torso hasta su mente y su alma cuando las piernas y los brazos le hormiguearon también. Oh, qué gran alivio, conmovedor... Oh, increíble poder... Oh, dulce gracia salvadora. La curación todavía no estaba terminada, sin embargo, en medio de la vorágine, Layla sintió un... ¿cómo era? Un cambio en su vientre. Una presión, ¿tal vez? Pero no era una contracción, no, eso no era. Era más como si lo que estaba perdido encontrara una fuerza vigorizante. Ella fue poco a poco consciente de que sus dientes castañeteaban. Mirando hacia debajo de su cuerpo, ella vio que toda ella estaba temblando, y eso no era todo. Su forma física estaba radiante. Cada centímetro de su piel era como una sombra en una lámpara, revelando la luz de debajo, la ropa que se movía como barreras frágiles que flotaban sobre ella. A la luz, la cara de Payne era áspera, como si le costara un gran esfuerzo la transferencia de la milagrosa curación. Y Layla se hubiera alejado, dejando esto, si pudiera moverse, porque la otra mujer comenzó a mirarla con los ojos demacrados. No había manera de romper la conexión, Sin embargo, ella no tenía control de sus extremidades, no tenía manera ni siquiera de hablar. Pareció durar para siempre, la conexión entre ellas. Cuando Payne finalmente se echó hacia atrás, rompiendo el vínculo, se dejó caer de la cama, aterrizando en el suelo. 350 351 Layla abrió la boca para gritar. Intentando llegar a su salvadora. Estirándose para alcanzar el peso muerto del suelo. Pero no había nada que pudiera hacer. Lo último que pensó antes de perder la conciencia era su preocupación por la otra hembra. Y entonces todo quedó a oscuras. CUARENTA Y CUATRO Qhuinn se despertó con una erección. Se acostó sobre su espalda y sus caderas se movían solas, balanceándose, acariciando la erección contra el peso del edredón y las sábanas. Por un momento, mientras él permanecía en esa etapa en la que estas medio despierto antes de tomar plena conciencia, se imaginó que Blay era el que lo acariciaba, las palmas del macho se deslizaban hacia arriba y abajo... antes de hacerlo con la boca. Cuando él se acercó a enterrar sus dedos en ese pelo rojo fue cuando se dio cuenta de que estaba solo: sus manos encontraron sólo capas de tela. En un arrebato de eternas esperanzas primaverales, él alargo un brazo, acariciando el espacio junto a él, dispuesto a encontrar un cuerpo caliente masculino. Justamente mas capas de ropas que estaban frías. ―Joder, ― suspiró. Al abrir los ojos, la realidad le golpeo duramente y se desinflo su excitación. A pesar de los encuentros, las dos increíbles duras sesiones, Blay estaba justo ahora, en este preciso momento, despertando con Saxton y era probable que estuviera teniendo relaciones sexuales con el tipo. OH, Dios, iba a derribarlo de una puta vez. La idea de que Blay estuviera tocando a otro, montando otro, lamiendo y acariciando el culo de otro… su maldito primo, como sabia que hacia… 351 352 era casi tan insoportable como la mierda con Layla. El hecho era que, quitando lo que había pasado abajo, la atracción que Qhuinn tenía hacia el tipo había aumentado en lugar de disminuir. Genial. Otra ronda de buenas noticias. Sin ningún entusiasmo en absoluto Qhuinn se arrastró fuera de la cama y fue hasta el cuarto de baño. Él no quería encender la luz, no tenía ningún interés en ver como parecía una mierda de perro, pero afeitarse sin luz solo palpando no era la más brillante de las ideas. Cuando él encendió el interruptor, parpadeó con fuerza y sintió un dolor de cabeza empezando a golpear justo detrás de los ojos. No tenia duda que debía alimentarse de nuevo, pero por el amor de Dios, las demandas incesantes de su cuerpo estaban consiguiendo agotarlo. Abrió el agua del lavabo, cogió su gel de afeitar Edge y se llenó la palma con un pequeño remolino. Mientras se frotaba las manos para extenderse la crema por la cara, él pensó en su primo. Tenía la sensación, aunque él no lo sabía con certeza, que Saxton usaría una anticuada brocha para enjabonar desde su mandíbula a sus mejillas hacia arriba. Y no maquinillas de afeitar Gillette como él. Probablemente tenía cuchilla de barbero con un mango de nácar. El padre de Qhuinn había tenido una de esas. Y a su hermano le había dado una con las iníciales de él después de su transición. Junto con ese anillo de sello. Bueno, bien por ellos. Además, dado que los dos estaban muertos, no era como si fueran a afeitarse más. Cuando su rostro estaba cubierto de blanco, al igual que la piel exterior, cogió su vulgar Mach 3 con su cabeza desechable.... Sin razón aparente, pensó que tal vez debería coger uno nuevo. Sí, como algo más fresco, fuerte y limpio. Qhuinn rodo sus ojos a su reflejo. No hay nada como tener tu propia valía envuelta en tres pequeños cuchillas y una banda hidratante. Auto dándose una bofetada en un lado de la cara, empezó a rebuscar en los cajones debajo de los lavabos, sacándolos, encontrando todo tipo de mierdas de baño y belleza que nunca usó y nunca miró. Sacando el último cajón, el más cercano al suelo, se detuvo, frunció el ceño y se inclinó. Había una pequeña caja de terciopelo negro allí, el tipo de cosa que dan en las joyerías. Excepto que él no tenía ninguna y ciertamente no de Reinhardt, que estaba en el centro de la ciudad. Como nadie se había 352 353 quedado en su habitación, se preguntó si tal vez ¿ había estado allí desde que se había mudado y que nunca lo había visto? Cojiendo la caja, el tiro de la tapa y… —Hijo de puta. — En el interior, como si valieran algo, estaban sus pendientes de acero gris, así como el aro que había llevado siempre en el labio inferior. Fritz debía haberlos recogido al limpiar una noche y los habría puesto en la caja. Solo esa era la explicación. Porque ciertamente Qhuinn no se había molestado con ello después de habérselos quitado uno a uno. Él sólo los había tirado por detrás de uno de los armarios del baño. Qhuinn pasó los dedos por las piezas de acero, recordando cuando él los había comprado y se los había puesto. Su padre estaba mortificado y su madre también, hasta el punto que ella misma se había excusado de la última comida e ido a su habitación privada durante veinticuatro horas después de que hubiera llegado al salón con ellos puestos. En el lugar él había pedido estos piercing aparte de los que habían utilizado para hacérselos y aunque le habían dicho que no podía cambiárselos aun, ese consejo era solo para los humanos. Pasadas un par de horas, todo estuvo bien y se los había cambiado. En el baño de Blay en realidad. Qhuinn frunció el ceño, recordando el momento en que había ido a la habitación del chico. Blay había estado sobre la cama, agarrando una Corona y viendo la televisión. Su expresión había estado tranquila y relajada hasta que su cabeza se había vuelto y le había echado un vistazo a Qhuinn. Su rostro, tan sutil siempre, se había endurecido. El tipo de cosas que, a menos que conocieras a una persona de verdad y muy bien, no te darías cuenta. Pero Qhuinn lo hacía. En ese momento, él había asumido que era porque la mierda heavy gótica había sido mucho para el Sr. Conservador. Pero ahora, pensando en ello, recordó algo más. Blay se había girado mirando hacia la pantalla de plasma... y cogiendo de casualidad una almohada, la puso sobre su regazo. 353 354 Debía de haberse puesto duro. Cuando Qhuinn reconstruyo toda esa escena en su cabeza, su propio sexo se endureció de nuevo. Sólo que era una pérdida de tiempo, no estaba allí. Mirando esos malditos pendientes, pensaba en su rebeldía y su ira, y en su jodida idea de lo que necesitaba para ser feliz en la vida. Una hembra. Si pudiera encontrar a alguien que lo aceptara. Qué... mentira... había sido todo. Gracioso, los cobardes los hay de muchas formas. No hagas eso. Tu no tienes que estar escondiéndote en un rincón, temblando como un gatito y lloriqueando. Por supuesto que no. Tu puedes ser decidido, fuerte, con una actitud dura y con la cara llena de Piercings y gruñéndole a la cara al mundo... y aún así no ser nada más que un pedazo de cobarde. Después de todo, Saxton podría llevar trajes de tres piezas y corbatas y zapatos, pero el macho sabía quién era, y él no tenía miedo de demostrar lo que quería. Y que tú sepas, Blay estaba despertando en la cama del macho. Qhuinn cerró la tapa y puso los Piercings de nuevo donde los había encontrado. Luego miró hacia el espejo. ¿Qué estaba haciendo otra vez? pensó mientras se miraba a la cara. OH, sí. Afeitándose. Eso era todo. **** Unos veinte minutos más tarde, Qhuinn salió de su habitación. Caminando por el pasillo de las estatuas, pasó por las puertas cerradas del estudio de Wrath y siguió su camino. Mientras seguía adelante, era difícil mirar directamente al salón del segundo piso, era difícil mantener la calma cuando el sofá apareció delante de él. Nunca volvería a ver un pedazo de mueble de la misma manera. Demonios, tal vez incluso todos los sofás estaban acabados para él, para siempre. 354 355 En la puerta de Layla, se inclinó y puso su oído en el panel de madera. Cuando no se oyó nada, se preguntó que pensaba exactamente que iba a encontrar de esa manera. Llamó a la puerta sin hacer ruido. Al no obtener respuesta, se le subió un nudo en la garganta de miedo irracional, y sin pensárselo siquiera, él abrió la puerta. La luz penetro en la oscuridad. Su primer pensamiento fue que ella había muerto; que el hijo de puta de Havers le había mentido y el aborto involuntario se le había ido de las manos y la había matado. Layla estaba inmóvil y yacía sobre la almohada, con la boca ligeramente abierta, con las manos cruzadas sobre el pecho como si la hubiera puesto así un director de una funeraria que tiene respeto por los muertos. Excepto... que algo era diferente, y se tomó un minuto para averiguar lo que era. No había ningún olor abrumador de sangre. De hecho, sólo una delicada fragancia de canela marcaba el aire, refrescándolo de una manera que iluminó toda la habitación. ¿Lo había perdido por fin? — ¿Layla? , — Dijo, a pesar de que él se había dicho que si la encontraba dormida, él la dejaría seguir así. Fue un alivio ver a su fruncimiento de cejas cuando su nombre se registró en su cerebro, incluso bajo el velo del sueño. Tenía la sensación de que si dijera algo de nuevo, ella se despertaría. Parecía cruel obligarla a despertarse. ¿Qué le contaría ella cuando se despertara? ¿El dolor que había sentido? ¿La sensación de pérdida? Al diablo con eso. Qhuinn se escabulló en silencio, cerró la puerta y se quedó allí. No estaba seguro de qué hacer consigo mismo Wrath le había dicho que se quedara en casa, aunque John Matthew saliera… él supuso que era una especie de licencia de ahstrux nohtrum por asuntos propios. Y apreciaba el gesto. No era como si pudiera hacer nada por ayudar a Layla… pero por lo menos podía quedarse por si necesitaba algo. Refresco. Aspirina. 355 356 Un hombro para llorar. "Tú le has hecho esto a ella". A juzgar por las campanadas que flotaban fuera de esa habitación la espera de mala muerte, pensó que se había perdido la primera comida. Las nueve PM. Yup, se había dormido mientras y era mejor así. Si hubiera tenido que sentarse a la mesa y pasar cuarenta y cinco minutos en compañía de cerca de dos docenas de personas que estaban tratando de no mirarlo fijamente, él perdería su jodida mente. El sonido de alguien caminando abajo en el vestíbulo le hizo levantar la cabeza. Sin ningún pensamiento siquiera ni planificarlo se acercó a la barandilla y miró hacia abajo. Payne, hermana de V pateadora de culos, estaba saliendo del comedor. No conocía a la hembra del todo bien, pero respetaba toda la mierda de ella. Imposible no hacerlo, teniendo en cuenta la manera en que se manejaba en el campo... dura, muy dura. Por el momento, sin embargo, la shellan del Dr. Manello parecía como si hubiera sido golpeada en una pelea de bar. Caminaba despacio, arrastrando los pies a través de el mosaico del suelo, con el cuerpo encorvado, apretando su brazo contra su cuerpo, lo que hacía que pareciera estar manteniendo su posición vertical. ¿Habría sido herida en una mano a mano? No había olor de sangre. El Dr. Manello le dijo algo que ella negaba, pero luego la chica asintió con la cabeza en dirección a la sala de billar, como si le estuviera preguntando si quería ir allí. Se dirigieron hacia allí a paso de tortuga. Dado que no le gustaban que les miraran, Qhuinn se separo de la barandilla y esperó hasta que no hubiera moros en la costa. Luego corrió por la gran escalera. Alimentarse. Entrenarse. Volver con Layla. Esa iba a ser su noche. Camino de la cocina, se encontró a sí mismo preguntándose dónde estaría Blay. Que estaría haciendo. Si había ido a pelear o tenía la noche libre y... Dado que él no sabía dónde estaba Saxton, detuvo esa línea de pensamiento ahí. 356 357 Si Qhuinn estuviera fuera de la rotación, y pudiera pasar su puto tiempo con ese macho, sabía lo que estaría haciendo. Y Saxton, la puta de su primo, no era tonto. CUARENTA Y CINCO La falta de alimentación de Assail por fin lo alcanzó unas cinco horas después de que cayera la noche. Estaba colocándose la camisa, de un azul pálido con botones en los puños franceses, cuando sus manos empezaron a temblar tan gravemente que tuvo que sujetar la maldita cosa para cerrarla sobre su pecho. Y luego el agotamiento lo golpeó, tan abrumadoramente que se balanceaba sobre sus pies. Maldiciendo entre dientes, se dirigió a su oficina. En la parte superior de la estantería caoba pulida, su vial y una cuchara estaban esperando, y él se hizo cargo, en dos rápidas inhalaciones, una por cada fosa nasal. Un Repugnante habito… y uno en el que caía de nuevo solo cuando realmente lo necesitaba. Al menos, el soplo se hizo cargo del cansancio. Pero iba a tener que encontrar una hembra. Pronto. De hecho, fue un milagro que hubiera durado tanto tiempo: la última vez que había tomado una vena Hacía meses atrás, y la experiencia ha sido menos que fascinante, un rápido y sucio con una hembra de la especie bien versada en proporcionar sustento a los machos para ser precisos. Por un precio. ¡Que fastidio! Después de armarse a sí mismo y recuperar un abrigo de cachemir negro, bajó las escaleras y abrió la puerta corrediza de acero. cuando abrió el camino hacia el primer piso, fue recibido por el sonido de armas que se comprueban. En la cocina, los gemelos estaban ejecutando pruebas a varias armas. ― ¿Has hecho la llamada?― Assail preguntó a Ehric. ―Como tu has dicho. ― ― ¿Y?― ―Va a estar ahí y viene solo. ¿Necesitas armas? ― 357 358 ―Las tengo. ― Cogió las llaves del Range Rover de un plato de plata sobre el mostrador. ―Tomaremos mi vehiculo. En el caso de que alguien resulte herido. ― Después de todo, solo un idiota tomaba la palabra de un enemigo, y su SUV viene con un dispositivo de tren de aterrizaje que pudiera ser muy útil en caso de un ataque en masa. Boom. Quince minutos más tarde, los tres estaban cruzando el puente hacia Caldwell, y mientras Assail conducía, se acordó de por que traía a los primos aquí había sido una idea genial: No solo eran buen respaldo, sino que no estaban dispuestos a perder el aliento en conversaciones inútiles. El silencio era un cuarto pasajero bienvenido en su transporte. Siguiendo por el centro de la ciudad de que se enroscaba alrededor y salió Procediendo paralelamente al río, entró que sostenían las carreteras, el paisaje vacío. Hudson, bajó en una salida de por debajo de la Northway. en el bosque de torres gruesas desierto, oscuro y básicamente ―El Parque es por aqui a la derecha a unos cien metros, ― dijo Ehric desde atrás. Assail tomo un lado, acercándose a la acera y se detuvo en el desnivel. Ellos tres salieron al frío, sus sobretodos abiertos, las armas en la mano, los ojos explorando. Mientras caminaban hacia adelante, el gemelo de Ehric iba en la retaguardia, las tres bolsas Hefty sacadas desde el porta equipaje iban en una de sus manos, el plástico negro haciendo un ruido de roce a medida que todos caminaban. Sobre ellos, gruñía el tráfico, los coches en movimiento a un ritmo constante, la sirena de una ambulancia gimiendo en un grito agudo, un camión pesado retumbaba sobre las vigas. A medida que Assail inhalaba profundamente el aire era helado en sus fosas nasales, todo olía a suciedad o a peces muertos asesinados por el frío. ―Sigue derecho, ― dijo Ehric. Ellos calmadamente y de manera constante cruzaron el asfalto y entraron en más del suelo duro y helado. Con los grandes bloques de hormigón de la carretera bloqueando el sol, nada crecía aquí, pero había vida de una especie. 358 359 Personas sin hogar en viviendas improvisadas de cartón y lonas se agazapaban contra el invierno, sus cuerpos envueltos con tanta fuerza, que no se podía entender de que manera lo estaban enfrentando. Teniendo en cuenta su preocupación por mantenerse con estaba preocupado por la interferencia de los mismos. Por no cabe duda de que estaban acostumbrados a ser los periféricos en este tipo de negocio, y sabían que entrometerse. vida, él no otra parte, personajes no debían ¿Y si lo hicieran? El no dudaría en sacarlos de su miseria. El primer signo de que su enemigo se había mostrado era un mal olor en el viento. Assail no estaba particularmente bien versado en los caminos de la Sociedad Lessening y sus miembros, su agudo olfato no era capaz de determinar los matices dentro del mal olor. Así que asumió lo que sus sentidos le decían que las instrucciones habían sido seguidas y que este no era un caso de miles que llegan a la escena, aunque era posible que los moradores del Omega fueran un solo ramo. Pronto lo descubriría. Assail y sus hombres se detuvieron. Y esperaron. Un momento después, un solo lesser salió de detrás de un pilón. Ah, interesante. Este había sido un cliente antes, viniendo con dinero en efectivo y aceptando las medidas de X o de heroína. Había estado justo en el borde de ser eliminado, su volumen de compras justo debajo de la línea de la calificación de intermediario. Lo Cuál era la única razón por la que todavía respiraba... y había sido por lo tanto, en algún momento, o convertido en un asesino. Ahora que lo pensaba, el hombre no había estado por aquí últimamente, por lo que uno podría suponer que él había estado ajustándose a su nueva vida. O no vida, como fuera el caso. ―Jesús... Cristo, ― dijo el lesser, claramente capturando sus olores. ―Lo decia en serio cuando dije que era tu enemigo, ― Assail arrastro las palabras. ― ¿Vampiros...? ― ―Lo cuál nos pone a usted y a mi en una posición curiosa, ¿no lo cree?― Assail asintió hacia los gemelos. ―Mis compañeros vinieron aquí de buena fe anoche. Estaban igualmente sorprendidos con lo que descubrieron cuando sus hombres llegaron. Ciertamente... Un 359 360 comportamiento agresivo... fue exhibido de nuestra parte antes de que las cosas se ordenaran. Mis disculpas. ― A medida que Assail asintió con la cabeza, las tres bolsas Hefty fueron lanzadas a lo largo. La voz de Ehric era seca. ―Estamos dispuestos a decirte donde están el resto de ellos. ― ―En espera de la resolución de esta transacción, ― agrego Assail. El lesser miró hacia abajo, pero por lo demás no mostro ninguna reacción. Lo que sugería que era un profesional.. ―Trajiste el producto? ― ―Usted pago por ello. ― Los ojos del asesino se estrecharon. ―Vas a hacer negocios conmigo. ― ―Puedo asegurarle que no estoy aquí por el placer de su compañía. ― Cuando Assail hizo un gesto con la mano, Ehric saco un paquete envuelto. ―Algunas reglas básicas primero. Va a contactarme directamente. No voy a aceptar llamadas de cualquier otra persona dentro de su organización. Puede delegar el intercambio a quien lo desee, pero usted me dará la identidad y el número de representantes que está enviando. Si hay algún tipo de emboscada, o si hay alguna desviación a mis dos reglas, voy a dejar de negociar con usted. Esas son mis únicas estipulaciones. ― El lesser miro hacia atrás y hacia adelante entre los Assail y primos. ― ¿Qué si deseo comprar mas que esto?― Assail había considerado esta probabilidad. No había pasado los últimos doce meses consiguiendo intermediarios para pegarse un tiro en la cabeza por nada, y él no estaba dispuesto a ceder su duramente ganado poder a nadie. Esta era una oportunidad única, sin embargo. Si la Sociedad Lessening quería hacer un poco de dinero en la calle, él estaba muy bien con proporcionarles las drogas para hacerlo. No era como si ese hijo de puta mal oliente fuera a ser capaz de llegar a Benloise porque Assail iba a asegurarse de que no sucediera. Más concretamente, Assail tenía un tipo de cuestión inherente limitativa a su modelo de negocio, con solo tres de ellos, él tenía más producto de lo que había vendido. Así que era hora de empezar la subcontratación. Su dominio sobre la ciudad completa, la fase siguiente consistía en seleccionar 360 361 personalmente algunos terceros para el trabajo de contratado, por así decirlo. ―Vamos a comenzar lentamente y ver cómo va, ― murmuro Assail. ―Tu me necesitas. Yo soy la fuente. Así que es tu elección sobre cómo proceder. Ciertamente no estoy... ¿cómo se dice?... poco dispuesto a aumentar sus pedidos. Con el tiempo. ― ― ¿Cómo se que no estás trabajando con la Hermandad?― ―Si así fuera, habrías caido en una emboscada en estos momentos., ― Señaló las bolsas a los pies del asesino. ― Además, como un gesto de buena fe, y en reconocimiento de sus pérdidas, te he acreditado tres mil dólares en esta entrega. Uno de los grandes por cada una de las, que digamos, malas interpretaciones de la noche anterior. ― Las cejas del asesino se alzaron. En el silencio que siguió, el viento se llevó todo a su alrededor, barría los abrigos, el cuello de la chaqueta del lesser silbando. Assail se contentó con esperar una reacción. Había una de dos respuestas: Sí, en cuyo caso Ehric iba a tirar por encima el paquete. No, momento en el cuál ellos tres abrirían fuego contra el hijo de puta, discapacitándolo, y apuñalándolo y mandándolo de nuevo al Omega. Cualquiera era aceptable para él. Pero él estaba esperando por la primera. Había dinero de por medio. En ambos lados. **** Sola se mantuvo a distancia del cuarteto de hombres que se habían reunido bajo el puente: prologándose en la periferia, usó sus binoculares para centrarse en la reunión. El Sr. Hombre Misterio también conocido por ella como el Gran Houdini en la carretera, estaba respaldado por dos enormes guardaespaldas que eran imágenes especulares el uno del otro. Por todas las características, parecía que se estaba llevando a cabo una reunión y que no era una sorpresa para ella, podía suponer cuál era el orden del día. 361 362 Efectivamente, el gemelo de la izquierda se adelantó y le dio un paquete del tamaño de la caja del almuerzo de un niño al hombre que estaba solo. Mientras esperaba que el acuerdo se llevara a cabo, sabía que estaba tomando su vida en sus propias manos con esto… y no solo porque ella estaba bajo el puente por la noche. Teniendo en cuenta el periodo previo que había mantenido con el hombre la noche anterior, era muy dudoso que él fuera a apreciar que ella estuviera pisándole los talones, siguiéndole hasta aquí y jugando a ser un tercer testigo en sus actividades ilegales. Pero ella había pasado la mayor parte de las últimas veinticuatro horas pensando en el… y estando enojada por ello. Era un puto país libre, y si quería estar aquí en propiedad pública, ella podría estarlo ¿Él quería privacidad? Entonces él debía ocuparse de los negocios en otro lugar que en al maldito aire libre. A medida que su temperamento resurgía, apretó los dientes... y sabía que este era su peor defecto de carácter en su línea de trabajo. En toda su vida, había sido del tipo hacer todo lo que le prohibieran. Por supuesto, cuando que implicaba cosas como: No, no puedes comer galletas antes de la cena, o, no, no puedes sacar el auto, ó estas castigada, o... No, no deberías ir a ver a su padre a la cárcel... las implicaciones eran muy diferentes de lo que estaba pasando en frente de ella. No, tú no puedes volver a esa casa. No, tú no puedes verme nunca más. Sí, lo que sea, peces gordos. Ella iba a decidir cuando ya había tenido suficiente, muchas gracias. ¿Y en este momento? Ella no había tenido suficiente. Además, había otro punto de vista a su tenacidad: no le gustaba ponerse nerviosa, y eso era lo que había sucedido la noche anterior. Como ella se había alejado de la confrontación con ese hombre, había sido por miedo, y eso no iba a ser la forma en que pasara la vida. Desde aquella tragedia, oh, hace tanto tiempo, cuando las cosas habían cambiado para siempre, ella decidió, se prometió, que nunca más tendría miedo de nada. No al dolor. No a la muerte. No a lo desconocido. 362 363 Y ciertamente no a un hombre. Sola reforzó el foco acercándolo a su rostro. Gracias al resplandor de la ciudad, allí era suficiente para ella poder verlo correctamente, y Yup, era tal como lo recordaba. Dios, su cabello era tan malditamente negro, casi como si se lo hubiera pintado. Y sus ojos… entrecerrados, agresivos. Y su expresión, tan altiva y en control. Francamente, parecía demasiado elegante para ser lo que era. Por otra parte, tal vez él fue cortado de la misma tela del traficante de drogas de Benloise. Poco después, las dos partes se separaron: el hombre solo se volvió y caminó en la dirección de la que él había venido, una colección de bolsas de basura apenas llenas al hombro y los otros tres volvieron a cruzar la acera, regresando al Range Rover. Corrió de vuelta a su coche de alquiler, ella con su traje oscuro y una máscara de esquí le ayudaba a mezclarse en las sombras. Colocándose al volante del Ford, ella se agachó fuera de la vista y utilizo un espejo para observar en e sentido único que salía bajo el puente. El camino era la única salida disponible. A menos que el hombre estuviera dispuesto a arriesgarse para ir en contra del tráfico. Momentos después, el Range Rover pasó por ella. Y le permitió obtener un poco la delantera, encendiendo el vehículo se deslizó en su posición a una cuadra atrás. Cuando Benloise le había dado el encargo, él le había proporcionado la marca y modelo de SUV del hombre, además de la dirección en el Hudson. No el nombre, sin embargo. Todo lo que tenía era información de bienes raíces y de su único administrador. Mientras ella seguía al trío, memorizó la matrícula. Uno de sus amigos en la estación de policía podría ser capaz de ayudarla con eso, aunque, dado que la casa era propiedad de una persona jurídica, se conjeturó que había hecho lo mismo con el automóvil. Lo que sea. Había una cosa de la que estaba segura. Donde quiera que fuera su próximo destino, ella iba a estar ahí. 363 364 CUARENTA Y SEIS El grito que se precipito a través de la habitación oscura fue fuerte, agudo, e inesperado. En cuanto resono en sus oídos, Layla no supo de inmediato quien la había despertado con él, ¿Qué había… Mirando hacia abajo. Supo que estaba sentada en posición vertical, las sabanas arrugadas en sus puños, su corazón desbocado, su caja toracica resonando. Mirando alrededor, se encontró con que tenía la boca abierta de par en par… Cerrando su mandíbula, supo que tenía que haber sido ella la que hizo el ruido, No había nadie más en la habitación, y la puerta estaba cerrada. Levantando las manos, giro las muñecas para que estuvieran las palmas arriba, luego hacia abajo. La iluminación en la habitación, tal como era, no venía desde su piel, era la luz del baño. Sacudiéndose hacia un lado, se asomo por el borde de la cama. Payne ya no estaba acostada ahí, La hembra debía haberse ido… ¿o se la habían llevado? Su primer pensamiento fue ir y encontrar a la hermana de Vishous, levantarse y empezar a buscar. Aunque no entendía exactamente que había pasado entre ellas, no había duda que le había costado demasiado a la guerrera. Pero Layla se detuvo a sí misma, en cuanto la preocupación por su propio bienestar apareció: Su conciencia cambio de lo externo a lo interno, su mente haciendo madriguera en su cuerpo, buscando o esperando encontrar contracciones, el cálido brote entre sus piernas, los extraños dolores rezagados en sus huesos. Nada. Como una habitación podía quedar en silencio cuando todos los que estaba en ella se callaban, así también podía el cuerpo cuando todos sus componentes no tenían ninguna queja. 364 365 Levantando las mantas, movió las piernas a un lado para que colgaran del borde de la cama alta. Inconscientemente, se preparo a si misma para la espantosa sensación de la sangre dejando su vientre. Cuando no hubo nada de eso, se pregunto si el aborto se habría terminado por si solo. Pero. no había dicho Haver que tomaría otra semana? Tomo coraje para levantarse. Incluso cuando supuso que era ridículo. Aun nada. Layla camino hacia el baño despacio, esperando la embestida de los síntomas en cuálquier momento y que la pusiera sobre sus rodillas. Espero a que el dolor llegara, que las contracciones rítmicas regresaran, para que ese proceso se estableciera nuevamente dominando su cuerpo y mente. "No sé si va ser posible hacerlo, pero si me lo permites, me gustaría hacer lo que pueda" Layla casi se arranco la ropa, quitándose lo que la cubría en una loca carrera. Y entonces estaba sobre el inodoro. Ningún sangrado. Ninguna contracción. La mitad de ella entro en un dolor tan profundo, que temía que nunca tocaría el fondo con la emoción… de una manera extraña, durante el proceso del aborto involuntario, ella sintió como si todavía tuviera algún tipo de conexión con su pequeña. ¿Si todo había terminado? Entonces la muerte estaba completa… aunque lógicamente sabia que no había nada que hubiera vivido o fuera capaz de sobrevivir, de lo contrario, el embarazo no se hubiera terminado a sí mismo. La otra parte de ella fue golpeada por una resonante esperanza. Y si… Tomo una ducha rápida, a pesar del hecho de que no sabía por que se estaba apresurando, o a donde iría. Mirando hacia su vientre, paso sus manos enjabonadas sobre el tramo liso suave y su piel plana. 365 366 ―Por favor…cualquier cosa que quieras, toma cualquier cosa que quieras…dame esta vida dentro de mi, y puedes tomar cualquier otra cosa… ― Estaba hablándole a la Virgen Escriba, desde luego… no era como si la madre de la raza estuviera escuchando. ―Dame a mi bebe… déjame conservarlo… Por favor… ― La desesperación que sintió era casi tan mala como el malestar físico por el que había pasado, y salió a trompicones de la ducha, secándose de forma ruda y poniéndose encima algo… lo que sea… pero limpio. Por lo que había visto en la televisión, las mujeres humanas tenían pruebas que podían hacerse ellas mismas, varitas y todo eso al parecer diseñado para informarles de los misterios de la procreación de sus cuerpos. Los vampiros no tenían esa clase de cosas… por lo menos, no que ella estuviera al tanto. Pero los machos lo sabían. Ellos siempre sabían. Saliendo de la habitación, se apresuro en dirección del pasillo de las estatuas, rezando para toparse con alguien, quien sea… Excepto Qhuinn. No, ella no queria que el fuera quien averiguara si un milagro había ocurrido… o nada había cambiado, Eso era demasiado cruel. La primera puerta con la que se encontró fue la de Blaylock y ella tocó después de dudar un poco. Blay sabia de la situación desde el inicio. Y dentro de él, era un muy buen macho, un fuerte y buen macho. Cuando no hubo respuesta, maldijo y se dio la vuelta. No había revisado la hora, pero dado que las persianas estaban arriba y no había señal de la cena siendo servida en el piso de abajo, era probablemente cerca de la media noche. No había duda de que habría salido a luchar... ― ¿Layla?― Ella miro alrededor. Blay estaba asomado en la puerta de su habitación, su expresión era de sorpresa. ―Lo siento mucho… ― cuando su voz se quebró, tuvo que aclararla. ―Yo…Yo… ― ― ¿que esta mal? Estas… Whoa, cuidado ahí. Aquí, vamos a sentarte. ― Cuando algo se acerco y atrapo su parte inferior, se dio cuenta de que el, la había acomodado en la banca dorada justo fuera de su habitación. 366 367 El se arrodillo frente a ella y tomo sus manos. ― ¿Puedo buscar a Qhuinn por ti? Creo que el esta… ― ―Dime si sigo embarazada. ― En cuanto sus ojos se abrieron ampliamente, ella apretó las palmas. ―Necesito saber. Algo… ― No estaba segura si Payn querría que hablara de eso que había pasado entre ellas. ―Yo… solo necesito saber si ha terminado o no. Puedes… por favor, Necesito saber… ― Mientras ella empezaba a balbucear, el puso la palma sobre su antebrazo le dio un apretón. ―Cálmate. Solo respira profundo… así, respira conmigo. Eso es…ok… ― Hizo su mejor esfuerzo por seguirlo, enfocándose en el profundo equilibrado tono de su voz. ―Quiero llamar a Doc. Jane, ¿está bien?― Cuando ella comenzó a discutir, el negó con la cabeza firmemente. ―Tu quedate aquí. Prométeme que no iras ninguna parte. Yo solo iré a por mi teléfono. Quédate aquí. ― Por alguna razón, sus dientes empezaron a castañear. Extraño, ya que no hacia frio. Un segundo después, el soldado regreso y se arrodillo de nuevo. Tenía su teléfono en el oído, y estaba hablando. ―Ok, Jane vendrá ahora mismo. ― Dijo mientras apartaba el aparato. ―Y yo me quedaré aquí contigo. ― ―Pero tú puedes decirlo, ¿no es así?, tu puedes percibir si… ― ―Shhh. ― ―Lo siento. ― Ella giro la cara, mirando hacia abajo. ―No quería arrastrarte en esto. Yo solo… Lo siento mucho. ― ―Está bien. No debes de preocuparte por eso. Estamos simplemente esperando por la Doc. Jane. Hey, Layla, mírame. Mírame. ― Cuando finalmente miro a sus ojos azules, fue golpeada por su amabilidad. Especialmente cuando el macho sonrió con gentileza. 367 368 ―Me alegra que vinieras a mi. ― Dijo. ―Cualquier cosa que este mal, nos encargaremos de ello. ― Mirando a esa fuerte, y apuesta cara, sintiendo la tranquilidad que le ofrecía tan generosamente, percibiendo la decencia innata del guerrero, pensó en Qhuinn. ―Ahora se por que esta enamorado de ti. ― Murmuro Blay se volvió blanco, todo el color drenado de sus mejillas. ― ¿Que… dijiste…? ― ―Estoy aquí. ― La Doc. Jane llamo desde el inicio de las escaleras. ― ¡Esto justo aquí! ― Mientras la doctora corría hacia ellos, Layla cerró los ojos. Mierda. ¿Qué acababa de salir de su boca? **** En el centro de la ciudad, en el almacén donde Xcor había pasado el día, e líder de la Banda de Bastardos, finalmente salió a la fría oscuridad de la noche. Tenía sus armas en su cuerpo, y su teléfono en las manos. En algún momento durante las largas horas del día, la sensación de que había olvidado algo se había resuelto definitivamente por si misma, y el recordó que les había dicho a sus soldados que se largaran del lugar. Lo cuál explicaba por que ninguno de ellos llego antes del amanecer. Su nueva guarida no estaba en el centro. Y después de reflexionar, había sido un error de cálculo de su parte tratar de establecer una sede en esta parte de la ciudad, incluso si las cosas habían aparecido desiertas: Demasiado riesgo de ser descubiertos, complicaciones o circunstancias comprometedoras. Como habían aprendido la noche anterior con la visita del Sombra. Cerrando sus ojos un instante, pensó que era extraño como los eventos podrían desencadenarse mas allá de las intenciones originales. Si no hubiera sido por la intromisión de esa sombra se preguntaba si alguna vez hubiera sido capaz de rastrear a su elegida. Y si no la hubiera seguido hasta la clínica, no hubiera sabido que ella tendría un crio... o hecho su descubrimiento sobre la Hermandad. Arrojándose dentro del fuerte viento, el se materializo en la azotea del rascacielos más alto de la ciudad. Las ráfagas eran feroces en las alturas, azotando su abrigo en toda su longitud alrededor de su cuerpo, 368 369 la funda de su guadaña era todo lo que llevaba en su espalda. Su pelo, que estaba cada vez más largo y enredado obstruyó su visión, oscureciendo la vista de la ciudad extendiéndose bajo sus pies. Se dio la vuelta en dirección a la montana del rey, el gran lugar en el lejano horizonte. ―Pensamos que habías muerto. ― Xcor giro sobre sus botas de combate, el viento azotando el cabello en su cara. Throe y los demás estaban de pie en un semicírculo a su alrededor. ―Por desgracia, aun vivo y respiro. ― Excepto que, en realidad, solo se sentía muerto. ― ¿Cómo les va en los nuevos alojamientos?― ― ¿Dónde estabas?― Exigió Throe. ―En otras partes. ― cuando parpadeo, se recordó buscando en el extraño paisaje, niebla, dando vueltas alrededor de la base de la montana. ―Los nuevos alojamientos ¿Cómo están?― ―Bien, ― murmuro Throe. ― ¿Puedo hablar contigo?― Xcor arqueó una ceja. ―De hecho, pareces ansioso por hacerlo. ― El par de ellos dio un paso a un lado, dejando a los otros al viento… y por casualidad, el paso a colocarse frente a la dirección del complejo de la Hermandad. ―No puedes hacer eso, ― dijo Throe durante las fuertes, ráfagas heladas. ―No puedes desaparecer durante el dia otra vez. No con este clima político… asumimos que te habían matado, o peor aún, capturado. ― Hubo una época en que Xcor habría contrarrestado la censura con un rechazo agudo o algo mucho más físico. Pero el soldado estaba en lo correcto. Las cosas eran diferentes entre todos ellos… desde que había enviado a Throe al vientre de la bestia, había empezado a sentir una conexión reciproca con estos hombres. ―Te aseguro que no era mi intención. ― ―Entonces, ¿que paso? ¿Dónde estabas? ― En ese momento, Xcor veía ante sí una encrucijada. En un sentido, el tomaba a sus soldados y los llevaba hasta la Hermandad, en un 369 370 sangriento conflicto que cambiaria sus vidas para siempre para bien o para mal. ¿En otro? Pensó en su Elegida estando en posición vertical solo al ser sostenida por dos luchadores, tan cuidadosamente tratada como un cristal tallado. ¿Cómo podía ser? ― Estaba en el almacén, ― se oyó decir después de un momento. ― Pasé el dia en la bodega. Volví allí distraído, y ya era demasiado tarde para ir a otro sitio. Pase las horas del día bajo el suelo, y mi teléfono no tenía recepción. Vine tan pronto como salí del edificio. ― Throe frunció el ceño. ―Es bien pasado el ocaso. ― ―Perdí la noción del tiempo. ― Esa era la cantidad de información que estaba dispuesto a dar. No más. Y el soldado debe haber sentido esa línea demarcadora, aunque las cejas de Throe permanecieron apretadas, el no insistió. ―Necesito un corto recuento aquíí y luego saldremos a buscar a nuestros enemigos, ― declaro Xcor. cuando saco su teléfono, no podía leer la pantalla, pero sabia como comprobar sus correos de voz. Había algunos que solo eran llamadas perdidas… Throe y los demás, muy probablemente. Y luego hubo un mensaje de alguien que había estado esperando oír. ―Soy yo, ― anuncio Elan, hijo de Larex. Se hizo una pausa, como si en su cabeza, el fuera solo un sonido de flauta en una fanfarria de trompeta. ―El Consejo se reúne mañana a la medianoche. Pensé que deberías saberlo. La ubicación es en una finca aquí en la ciudad, en la cuál los propietarios se habían mudado recientemente de vuelta de su casa de seguridad. Rehvenge fue muy insistente en lo que respecta a la programación, por lo que solo se puede adivinar que nuestro razonable leahdyre nos llevara un mensaje del rey. Me comprometo a mantenerte plenamente informado de lo que sucede, pero no espero verte. Se bueno, mi aliado. ― Al presionar eliminar, Xcor enseno los colmillos, y el resurgimiento de su agresión se sentía bien… un retorno a la normalidad. ¿Cómo se atreve ese pequeno aristócrata amanerado a decirle sobre que cosa debo hacer? 370 371 ―El Consejo se reúne mañana en la noche, ― dijo mientras ponía su teléfono. ― ¿Dónde? ¿Cuándo?― Pregunto Throe. Xcor miraba de la ciudad a la montana. Entonces le dio la espalda a ese punto de la brújula. ―El fino Elan ha determinado que no vamos a estar ahí. De Lo que no se da cuenta es que esa será mi elección. No la suya. ― ¿Cómo si el que olvidara darle la dirección lo mantendría lejos si quería otra cosa? ―Suficiente conversación. ― El se acerco a la reunión de sus soldados. ―Bajemos a la calle y comprometámonos como lo hacen los guerreros. ― Entre los omóplatos, su guadaña empezó a hablar con él una vez más, su voz aguda y clara en su mente, las palabras sedientas de sangre eran similares a la suplica de un amante. Su silencio era extrañamente inquietante. Fue no poco alivio que se desmaterializo desde las alturas de los rascacielos, su férrea voluntad formo sus moléculas en el suelo en el campo de combate. En muchos sentidos, las anteriores veinticuatro horas se habían sentido como si hubieran sido vividas por otro. Sin embargo, ahora Estaba de nuevo en su vieja piel. Y listo para matar. CUARENTA Y SIETE Qhuinn corría a once millas de las treinta sobre la cinta cuando la puerta de la sala de entrenamiento se abrió. 371 372 El segundo movimiento que vio, fue quien era, salto sobre los rieles laterales y golpeo el botón de parar: Blay estaba de pie en las jambas, sus ojos saltando, con la cara jodida… y no porque alguien lo hubiera golpeado o algo. ― ¿que pasa?― Exigió Qhuinn. Blay se paso una mano por su pelo rojo. ―Ah, Layla está abajo en la clínica… ― ―Mierda. ― El salto fuera y se dirigió a la puerta. ― ¿que tiene de malo?― ―No, no, nada. Esta ahí solo para un chequeo. Eso es todo. ― El macho se hizo a un lado, apartándose de la puerta. ―Pensé que te gustaría saber. ― Qhuinn frunció el ceño y se detuvo donde estaba. Escudriñando la expresión del otro macho, llegó a la conclusión de lo ansioso que estaba: Blay estaba ocultando algo. Era difícil determinar exactamente como sabía eso, pero entonces de nuevo, después de haber sido amigo de alguien desde la infancia, había aprendido a leer detalles minuciosos. ― ¿Estás bien?, ― pregunto al macho. Blay hizo un gesto en dirección a la clínica. ―Sí. Claro. Está en la sala de exámenes en estos momentos. ― Claro, claro, el tema estaba cerrado. Fuera lo que fuese. Terminando con el momento, Qhuinn corrió por el pasillo, y casi se echó a traves de la puerta cerrada. En el último momento, sin embargo, un sentido del decoro lo detuvo en seco. Algunos exámenes de hembras embarazadas involucraban zonas muy privadas… y a pesar de que el y Layla habían tenido relaciones sexuales, ciertamente no eran íntimos de esa manera. Llamó a la puerta. ―Layla ¿Estas ahí? ― Hubo una pausa y luego Doc. Jane abrió. ―Hola, ven, entra, me alegra que Blay te haya encontrado. ― El rostro de la Doc. No decía nada, lo que lo pusiera psicótico. En términos generales, cuando los médicos hacían lo que profesionalmente era agradable, no era una buena noticia lo que seguía Más allá de la hembra de V, se centro en Layla… pero Blay fue a quien agarro, apropiándose de uno de los brazos del macho. ―quedate si puedes, ― Dijo Qhuinn contra la comisura de su boca. 372 373 Blay parecía sorprendido, pero cumplió con la solicitud, dejando que la puerta los encerrara a todos. ― ¿Qué está pasando?― Exigió Qhuinn. Chequeo: los ojos de Layla estaban muy abiertos y lucían un poco salvajes, sus manos jugaban con su pelo suelto y enredado tratando su nerviosismo. ―Hubo un cambio, ― dijo la Doc. Jane con vacilación. Pausa. Qhuinn casi gritó. ―Está bien, escuchen, si alguien no me dice que coño está pasando, voy a dejar que mi maldita mente haga mierda toda la maldita habitación― ―Estoy embarazada, ― espetó Layla. Y esto es un cambio, ¿Cómo? , se pregunto, con la cabeza empezándole a zumbar. ―El aborto involuntario parece haberse detenido, ― dijo Jane. ―Ella todavía está embarazada. ― Qhuinn parpadeo. Luego sacudió la cabeza… y no de un lado a otro, sino en la forma en que alguien se podría masturbar con un globo de nieve. ―No lo entiendo. ― La Doc. Jane se sentó en un taburete rodante, abrió una carta en su regazo. ―Le hice una prueba de sangre. Hay una escala en aumento de hormonas del embarazo… ― ―Voy a vomitar― corto Layla ―En este momento… ― Todo el mundo corrió hacia la pobre hembra, pero Blay fue el inteligente. Trajo una papelera con él, y eso fue lo que la Elegida utilizó. Mientras ella vomitaba, Qhuinn sostuvo su pelo hacia atrás sintiendole un poco mareado. ―Ella no está bien, ― le dijo a la Doc. Jane que lo miro a los ojos sobre la cabeza de Layla. ―Esto es una parte normal del embarazo. Para las hembras vampiros, también, al parecer… ― 373 374 ―Pero ella está sangrando… ― ―Ya no lo está. Le hice un ultrasonido. Puedo ver el saco gestacional. Ella todavía está embarazada… ― ―Oh, ¡mierda!, ― grito Blay. Por una fracción de segundo, Qhuinn no logro entender por que el macho estaba maldiciendo. Y entonces se dio cuenta... eh, el techo había cambiado de lugar con la pared. No, espera. Era él quien estaba cambiando de lugar. Su último pensamiento consciente fue que Blay era realmente genial para atraparlo cuando cayó como un árbol en el bosque. *** En el contexto del idioma Inglés, había muchas palabras más importantes que el "en". Había palabras bonitas, palabras históricas, palabras que significan vida o muerte. Había trabalenguas poli silábicos que requerían una especie de clase antes de hablar, y otras para comenzar o terminar guerras... y palabras que parecían poéticas, tal como una sinfonía que salía de los labios. En términos generales, en, no jugaba con los chicos grandes. De hecho, apenas tenía una definición verdadera, y, en el curso de su útil vida, por lo general era nada mas que un puente, un conducto para levantar cualquierr pesada frase que se diera. Había, sin embargo, un contexto en el cuál esa pequena y humilde palabra de cuatro letras, eran dos silaba trabajosas. "Amor". La diferencia entre alguien que te gusta o alguien del cuál estás enamorado era solo el borde del Gran Cañon. La cabeza de un alfiler en todo el Medio Oeste. Una exhalación en un huracán. "Ahora se porque el... " cuando Blay se sentó en el suelo de la sala de exámenes con Qhuinn desmayado como ganso en su regazo, no podía recordar lo que Layla había dicho después. Si hubiera sido te quiere. En cuyo caso, bueno, si, el sabia que el macho lo quería como a un amigo y lo había sido durante décadas. Eso no cambiaba nada. ¿O había sido con la adición del en? 374 375 En cuyo caso, el estaba considerando tomar ventaja de Qhuinn y tenerlo así sobre el azulejo. ― ¿Cómo esta mi otro paciente?, ― Pregunto la Doc. Jane cuando Layla se derrumbo de nuevo sobre la mesa de exámenes. ―Respirando, ― dijo Blay. ―El va a entrar en razón. ― Era de esperar, Blay pensó mientras se centraba en la cara de Qhuinn incluso en las características familiares. A pesar de que estaba fuera de sí, de alguna manera podría responder a la pregunta de una manera u otra. La Elegida no podría haber dicho "Te ama". ― No podría haberlo dicho. El simplemente se negío a que dos episodios de buen sexo pudieran ser reescritos por las palabras de otra persona. ― ¿Estas segura de que esto está bien?― Oyó decir a Layla a la Doc. Jane. ― ¿El vomitar? De acuerdo con lo que Ehlena me dijo antes, puede ciertamente ser parte de los síntomas de un embarazo exitoso. De hecho, puede ser una señal de que las cosas van por buen camino. Son las hormonas. ― ―No tengo que volver a donde Havers, ¿no?― ―Bueno, Ehlena va a regresar de visitar a su padre esta noche. Así que tenemos que averiguar como de cómodo es el tratamiento y luego ver a donde lo tomaras. No voy a mentir... Creo que esto es un milagro. ― ―Estoy de acuerdo. ― Mientras las hembras hablaban, Blay mantuvo sus ojos en los parpados cerrados de Qhuinn. Fue un milagro, está bien. Desde arriba… Como si fuera una señal, el macho se dio la vuelta, esas pestanas gruesas y oscuras bateando como si estuvieran tratando de decidir lo serio que estaba volver a estar consciente. ― ¡Layla!, ― grito mientras irrumpía en posición vertical. Blay se empujo hacia otras, dejando que el macho se fuera. Sintiéndose un poco estúpido. Sobre todo porque Qhuinn se puso de pie y se dirigió a la hembra. 375 376 Blay se quedo donde estaba, recostándose contra los armarios cerrados bajo el fregadero, sus manos en sus muslos. A pesar de que lo hizo pedazos, no podía dejar de ver a los dos juntos, la mano con la cuál Qhuinn empuñaba la daga era increíblemente suave mientras alisaba el pelo rubio de la cara de Layla. Él le estaba diciendo algo a ella, algo suave y tranquilizador. Antes de que Blay lo supiera, se encontraba en el pasillo, caminando hacia alguna parte, cualquier lugar. Era duro aceptar la compasión de Qhuinn... y francamente era imposible ser testigo de que se la daba a otra persona… aún más de lo que ellos merecían. La idea de que Layla había tenido en su necesidad exactamente lo que el había tenido los últimos dos días hacía que su pecho doliera… pero ¿lo peor? Al parecer, con ella, la acción había cumplido su función biológica. Ella estaba embarazada… y gracias a Payne, tenía la sensación de que iba a seguir así. En general, había hecho lo correcto al ir con la hermana de V el día anterior. Asumiendo que esa había sido la causa del cambio increíble. Pero aún así, y a pesar de que no tenía sentido, se sentía… ― ¿Estas bien?― Se detuvo de inmediato, la voz de Qhuinn lo dejo en shock. Uno podría imaginar que el tipo se habría quedado con la Elegida. Preparándose, metió las manos en los bolsillos y respiró hondo antes de darse la vuelta. ―Sí, estoy bien. Imagine que ustedes dos querían un poco de privacidad. ― ―Gracias por atraparme. ― El macho levanto las manos. ―No se lo que pasó ahí. ― ―Alivio. ― ―Supongo. ― Hubo un momento incomodo. especializado en ellos. Por otra parte, ellos se habían ―Escucha, voy a volver a la casa. ― Blay puso una sonrisa en su boca y espero a que el tipo lo entendiera. ―Es bueno tener una noche libre. ― 376 377 ―Oh, sí. Saxton probablemente te esta esperando. ― Blay abrio la boca, pero luego cogió el porque que estaba a punto de salir volando de entre sus labios. ―Sí, lo está. Ten cuidado con tu hembra. Tal vez te vea en la última comida. ― Cuando el se alejo y se metió en la oficina, sabía que estaba siendo un cobarde por esconderse detrás de una relación inexistente. Pero cuando tienes un mal corte, necesitas una curita. Cristo, no era de extrañar que Saxton hubiera roto con él. ¡Que jodido romántico! CUARENTA Y OCHO Cuando Assail condujo a través de las grandes puertas de una finca en la parte rica de Caldwell, estaba molesto, agotado y al límite. Y no solo porque el había estado tomando cocaína regularmente y no había comido. La casa estaba a la izquierda y el aparco el capo del Lange Rover por debajo de uno de los poco alegres ventanales. Hubiera preferido haberse desmaterializado aquí… era mucho menos complicado. Pero después de haber dejado a los gemelos fuera de ese club gótico, el Iron Mask, había tenído que hacer frente a la realidad de que si no se alimentaba, no iba a ser capaz de seguir adelante. Odiaba esto. No era que le importara el dinero que le costaba. Era mas bien que no estaba particularmente atraído por la hembra, y no apreciaba sus intentos de cambiar eso. Cerrando la puerta salió del coche y el aire frio que golpeo su cara trajo algo de conciencia en el, haciéndole consciente de cuán torpe había sido. En ese mismo momento, un coche paso mas allá por la calle, algún tipo de sedan familiar. Y entonces la pintoresca puerta de la cabaña se abrió. Los colmillos de Assail hormiguearon cuando sus sentidos registraron a la hembra en la entrada. Vestida con algo negro y ropa interior, ella estaba lista para él, el embriagador aroma de su excitación marcaba el 377 378 aire, aunque eso no era lo que consiguió avivar su deseo. Era su vena, nada más y nada menos... Assail frunció el ceno y miro mas allá de la casa de campo, en el bosque que bordeaba la finca. A través de los arboles esqueléticos, las luces traseras del coche que acababa de pasar llamearon rojas. Entonces quien quiera que fuera giro el vehículo alrededor con los faros balanceándose en un círculo… freno en seco apagando las luces. Inmediatamente, Assail saco su pistola. —Ve dentro. No estamos sólos— La hembra inmediatamente cumplió la orden y desapareció dentro de la casa cerrando la puerta con un golpe. Desmaterializarse en el bosque hubiera sido la mejor jugada, pero, por supuesto, estaba demasiado condenadamente Hambriento para hacerlo… De repente, el viento cambió de dirección y se abalanzo sobre él y sus fosas nasales. Assail gruñó en voz baja… y no en modo de advertencia. Más bien como un saludo de otro tipo. Como si fuera a olvidar esa particular combinación de feromonas. Su pequeña ladrona lo había vuelto a poner como una tabla como lo había hecho la noche anterior. ¿Cuánto tiempo había estado siguiendo su rastro?, se preguntó. Sentía una punzada de respeto en su pecho y frustración a la misma vez. No le gustaba la idea de que podría haberlo visto bajo el puente. Conociéndola, sin embargo, no podía descartarlo. Aparte de su largo y lento aliento, no capto nada más de importancia. Lo que significaba que estaba sola. ¿Recogiendo información? ¿Para quien? Assail se giro de nuevo hacia la casa y sonrió sobriamente. Sin duda, una vez que estuviera en el interior se acercaría... y no sería el mismo sino le diera un espectáculo. Llamo una vez, y la hembra le abrió de nuevo. — ¿Estamos seguros? — Preguntó. 378 379 Sus ojos recorrieron su rostro y luego se detuvieron en su pelo. Era oscuro y grueso. Más o menos como era el de su pequeña ladrona. —Todo despejado. Solo un humano con problemas con el coche— — ¿Así que no hay nada de que preocuparse? — —Nada en absoluto. — Cuando el alivio relajo la tensión de su cara, cerró la puerta encerrándolos juntos y echó la llave. —Estoy tan contenta de que hayas vuelto a mi otra vez, — dijo la mujer, abriendo su bata de encaje satinado y dejandola caer a los lados. Esta noche llevaba un negligé negro que empujaba sus pechos hacia arriba y la hacía parecer que su cintura se podía abarcar con una sola de sus manos. Olía exageradamente: A demasiada crema de manos, loción para el cuerpo, champú, acondicionador y perfume todo mezclado por su cuerpo. Realmente deseaba que ella no se esforzara tanto. Con un rápido vistazo, Assail comprobó la posición de todas las ventanas. Naturalmente, ninguna de ellas había cambiado: Había dos, una a cada lado de la chimenea de piedra. Un tramo con tres paneles de cristal sobre el fregadero. Y otra en la sección de la izquierda, que estaba por encima del sofá con sus cojines y almohadas bordados. Su ladrona elegiría la ventana a la derecha de la chimenea. Estaba fuera de la luz que alumbraba sobre la puerta principal y al abrigo de la chimenea. — ¿Estas listo para mí? — Ronroneo la mujer. Assail metió la mano en el interior de su chaqueta. Los mil dólares en efectivo estaban doblados por la mitad, diez billetes de cien dólares que formaban una línea delgada. Moviéndose sinuosamente, se puso de espaldas a la ventana y la chimenea. Por alguna razón, no quería que su pequeña ladrona lo viera hacer el pago. Del resto de lo que iba a suceder, sin embargo, si quería que fuera testigo. —Aquí. — 379 380 La hembra se llevo el dinero, el no queria que ella lo contara, y no lo hizo. —Gracias. — Dio un paso atrás y puso su cuenta en un tarro de cerámica roja. — ¿Vamos? — —Sí. Vamos. — Assail se acerco y asumió el control, tomando el rostro de la mujer entre sus manos, inclinando la cabeza hacia su espalda, y besándola con fuerza. En respuesta, ella gimió, como si el ataque inesperado fuera algo que, no solo le daba la bienvenida, sino que no se había atrevido a esperar. Se alegraba de que ella disfrutara, pero el placer no era de lo que se trataba. Moviéndose a su alrededor, él la llevo hasta el sofá bajo la pared del fondo de la casita, empujándola con su cuerpo, usando su fuerza para ponerla de cara a la chimenea. Cuando ella se reclino, puso sus brazos a los lados, levantando sus pechos hacia arriba hasta que se tenso el satén que los cubría. Assail la monto completamente vestido y con su abrigo puesto, puso su rodilla entre las de ella, una de sus manos pasando hacia abajo y tirando hacia arriba el negligé. —No, no, — dijo mientras dirigia al aire sus brazos alrededor de su cuello. — Quiero verte. — Jodida mentira. Quería que se pudiera ver desde la ventana. Cuando ella accedió fácilmente, el primero volvió a besarla para conseguir el tiempo que ella necesitaba para bordear el camino… Y segundo ella estaba acogiéndolo con sus piernas abiertas. —Fállame, — dijo la hembra, arqueándose debajo de él. Bueno, eso no iba a ser posible. No estaba duro. Pero no todo el mundo tenía que saber eso. Para parecer apasionado, el se encogió de hombros deslizando el abrigo y luego con una rápida cuchillada de sus colmillos, mordió a través de correas del negligé, dejando al descubierto los pechos de la mujer a la luz del fuego, los pezones se pusieron duros al instante encima de toda esa carne pálida. Assail hizo una pausa, como si se tomara tiempo en mirarla, extendió luego su lengua y bajo la cabeza. 380 381 En el último momento, justo antes de empezar a lamer y succionar, alzo sus ojos, concentrándose en la ventana ennegrecida de la derecha, encontrando la mirada de la mujer que él sabia que estaría allí en las sombras, mirándolo.... Un rayo de pura lujuria atravesó el cuerpo, haciéndose cargo de la sustitución sin más razonamiento que el instinto de sus acciones. La mujer debajo de él dejo de ser una de su especie a la que había comprado para un Corto tiempo. Ella se convirtió en su pequeña ladrona. Y todo cambio. Con un aumento repentino de deseo, mordió el lado de la garganta de la mujer, tomando su vena, cogiendo lo que necesitaba... Todo el rato imaginando que era la humana la que estaba debajo de él. **** Sola se quedo sin aliento… Se empujo a si misma fuera de la ventana de la casa de campo cuando su espalda golpeo el lado desigual y duro de la chimenea de piedra, cerró los ojos, con el corazón golpeando contra sus costillas y sus pulmones arrastrando en el aire frio. En la parte posterior de sus parpados, lo único que veía eran los pechos desnudos delante de él antes de que su oscura cabeza descendiera, con la lengua saliendo libre de su boca... y luego sus ojos se elevaron y se encontraron con los suyos. OH, Jesús, ¿Cómo había sabido que estaba allíí? Joder, ella nunca iba a olvidar la imagen de esa mujer extendida debajo de él, con su negligé a un lado y con el cuerpo pegado a la base de esas delgadas caderas. Podía imaginar el calor del fuego al lado de ellos, y el calor aún más potente que salía de él, la sensación de piel contra piel, la promesa del éxtasis. No imagines mas, se dijo. El sabe que estás aquí… El quejumbroso grito de una mujer teniendo un orgasmo vibro por toda la casa de campo, rompiendo la tranquila apariencia del lugar. Se apoyo en la ventana, mirando a través del cristal de nuevo... a pesar de que sabía que no debería. El estaba dentro de la mujer, su parte inferior del cuerpo embistiendo, con la cara enterrada en su cuello, sus brazos se inclinaron para apoyar el peso del torso. 381 382 No la miro mas y el iba a estar ocupado por un largo tiempo. Ahora era el momento de retirarse. Además, ¿Cuanto ella realmente necesitaba ver? Con una maldición, Salió sigilosamente distanciándose del sitio, arrastrando los pies a través de la maleza áspera, esquivando los delgados árboles sin hojas. Cuando llego a su coche de alquiler, saltó adentro, cerró las puertas, y encendió el motor. Cerró los ojos una vez más, repitiendo la escena: ella acercándose a la casa de campo, llegando hasta la ventana, permaneciendo en las sombras arrojadas por la chimenea. El de pie al otro lado de la amplia habitación, la mujer frente a él, con el cuerpo cubierto de un negro y elegante satén, su largo pelo negro que llega hasta la parte baja de la espalda. Le había puesto las manos en la cara y la beso con fuerza, sus hombros se encresparon cuando se había inclinado hacia abajo para hacer el contacto con una expresión totalmente erótica... Y entonces el bajo a la mujer hacia el sofá. A pesar de que la mataba admitirlo, había sentido una punzada de celos irracionales. Pero eso no había sido lo peor de todo. Su propio cuerpo había respondido, su sexo floreciendo entre las piernas igual que si hubiera sido su Boca la que lo estuviera besando, su cintura en sus manos, sus pechos contra su torso. Y esta reacción solo se había intensificado a medida que había colocado a la mujer en el sofá, con el rostro marcado con sombras por el hambre, con los ojos brillantes, como si lo que estaba debajo de él fuera una comida para ser degustada. Veía que estaba mal. Veía que era malo. Pero incluso la amenaza a su seguridad personal y… posiblemente, de su salud mental… no había sido suficiente para conseguir distanciarse del cristal. Sobre todo él se había inclinado y había arrastrado su pesado abrigo negro por sus hombros. Era imposible que ella no lo hubiera imaginado desnudo, al ver su pecho expuesto a la luz del fuego, las imágenes de como se vería su abdomen cuando se encontrara apretado bajo su piel.... Y entonces parecía que el la había mordido… mordido, por el amor de dios… los tirantes del sostén del negligé volaron, cuando los malditos pechos perfectos de la maldita mujer, fueron expuestos... el la había mirado. Sin advertencia alguna, los brillantes ojos depredadores se habían levantado y atravesado los suyos y una sonrisa socarrona levantó la comisura de su boca. 382 383 Demostrándole que el espectáculo era solo para ella. —Jodida mierrrda. — Una cosa estaba clara, fue como si hubiera querido darle una lección sobre el espionaje? Era difícil pensar en una mejor manera… excepto hacerla comer el cañón de una cuarenta y ocho mm. Hundió los hombros y se puso en el camino. A medida que el Ford Taurus cogió diez kilómetros por hora hasta, el límite de velocidad de cuarenta y cinco km/h, ella deseo estar en su Audi: Con su sangre bombeando aun a través de sus Venas, que necesitaban un poco de acción para calmar el rugido de su cuerpo. Algún tipo de salida. Como... el sexo, por ejemplo. Y no con ella misma. CUARENTA Y NUEVE Mientras tanto en los Grandes campamentos en la Adirondack, Rehv tenía de todo. Una gran casa principal rustica con tejas de cedro alineadas y cubiertas terrazas. Una serie de edificios exteriores, incluyendo casas de huéspedes. Vista al lago. Habitaciones. Después de que Trez e iAm tomaron forma en el patio lateral, caminaron alrededor de la nieve hasta la entrada trasera de la cocina. Incluso en invierno, el lugar emitía un ambiente acogedor, con todo ese brillo de las despensas que se veían a través del cristal de paneles de diamante. Pero no todas las cosas eran del tiempo de las Hadas de Azúcar: Los victorianos adinerados que habían construido estos compuestos lo habían hecho como una forma de escapar del calor y la industrialización de las ciudades durante los veranos ciertamente no las habían equipado con laseres detectores de movimiento, tecnología de ultima generación de contacto en todas las ventanas y puertas, y no una, sino varias, tarjetas madres diferentes que controlaban un total e integrado, sistema de alarma de multi-interfaces. Boo―yah. La Huella digital de Trez en el teclado montado discretamente a la izquierda de la puerta abrió el camino al centro de actividad de la casa 383 384 una cocina de tamaño industrial que estaba equipada electrodomésticos de acero inoxidable a la altura de Sal´s. con Algo se estaba cociendo en el horno vikingo. Pan, el cuál olía sabroso. ―Tengo hambre, ― comento Trez mientras cerraba la puerta. El mecanismo de bloqueo se cerraba a si mismo, pero el comprobó de todos modos por costumbre. A lo lejos, alguien estaba pasando la aspiradora… probablemente una Elegida. Desde que Phury había asumido el cargo de Primale, y esencialmente había liberado a ese grupo enclaustrado de mujeres desde el Otro Lado, Rehv. había estado dejándoles quedarse en el campamento. Tenía sentido. Había un Montón de privacidad, sobre todo en temporada baja, además que la lejanía de la ciudad ofrecía una transición suave, si Trez entendía las cosas correctamente, de la placida monotonía del Santuario a la naturaleza frenética, a veces traumática vida en la Tierra. Había pasado mucho tiempo desde que había estado en la casa… y no desde que las Elegidas estaban viviendo allí eso era una cuestión de hecho. Por otra parte, cuando Rehv. Había hecho saltar el Zero Sum, y terminó su papel como capo de la droga, esa deuda entre ellos había perdido una parte de su tracción de pago. Además, ahora que el tipo no tenía que hacer las entregas de los rubíes y sexo a la princesa nunca mas, no había habido razones para venir al norte. Aparentemente eso había cambiado, sin embargo. ―Yohooooooo, Rehv, ¿Donde estas?― Trez grito, su voz resonando. Por mucho que protestaba su estomago, él y su hermano salieron a la sala principal. El Victoriano efímero estaba en todas partes, desde los orientales color granate en el suelo, a los bancos cubiertos de tapices, el bisonte disecado, ciervos, alces, y las cabezas de lince montados alrededor de la chimenea de piedra áspera. ― ¡Rehv!, ― Grito de nuevo. Hombre, esa lámpara de mapache siempre le había parado los pelos de punta. También Lo hizo el búho de peluche con las gafas de sol. ―El va a venir enseguida. ― Trez se volvió hacia la voz femenina. Y en ese momento, el curso de su vida había cambiado para siempre. La escalera hacia abajo desde el segundo piso era una línea recta, los 384 385 escalones bajos y su sencilla barandilla emergiendo desde arriba y sin artificio arquitectónico. La mujer en el vestido blanco de pie en su base la convirtió en una escalera al cielo. Era alta y delgada, pero sus curvas estaban en todos los lugares correctos, su vestido suelto incapaz de ocultar sus pechos altos, grandes o el oleaje agraciado de sus caderas. Su piel era suave y de color café au lait su cabello oscuro y enroscado en lo alto de la cabeza. Los ojos eran pálidos y fuertemente bordeados. Labios carnosos y rosados. Quería besarlos. Sobre todo mientras se movían, pronunciando lo que ella estaba diciendo con intoxicánte de precisión El codazo de iAm en su caja torácica lo hizo saltar. ― !Ay! ¿Qué carajo… joder, quiero decir. Mierda… quiero decir, cagada. ― Trez iba metiendo la pata más y más porque lo que trata de hacer era buscarle un sinónimo a Mierda sin que fuera grosero... Obvio no lo logró. Calmado, fresco, sereno, e imbécil. ―Ella nos pregunto si queriamos alguna comida, ― murmuro iAm. ―Yo dije, no, no para mí. Ahora es tu turno. ― Oh, el quería comer algo, todo sobre ella. Quería caer de rodillas a sus pies y empezar a… Trez cerró los ojos y se sintió como un completo bastardo hijo de puta ―No, estoy bien. ― ―Pensé que habías dicho que tenías hambre. ― Trez movió sus parpados y miro a su hermano. ¿El hombre intentaba hacer que se viera como un idiota? La luz del conocimiento en esos ojos negros lo sugería, si, iAm lo intentaba. ―No. Estoy bien, ― gruñó. Subtexto: No me presiones, Pendejo Cara de Culo. ―Yo Estaba a punto de comprobar mi pan. ― 385 386 Los ojos de Trez se cerraron de nuevo, la voz de la Elegida era cadenciosa a sus oídos, el sonido de la misma, levantando su presión arterial y calmándolo al mismo tiempo. ―Sabes, ― se oyó decir, ―tal vez veré si puedo gorronear una comida. ― Ella le sonrió. ―Sígame. Estoy segura de que podemos encontrar algo de su agrado. ― Mientras se dirigía en torno a la puerta de entrada que acababa de atravesar, Trez parpadeo como el tonto del culo que era. Hacía mucho, mucho tiempo desde que una mujer había hablado cualquier cosa con el sin un doble entender... pero por lo que el sabía, esas palabras, que sin duda podrían ser consideradas una insinuación… al menos dado lo que su lujuria había filtrado… no contenían ninguna promesa de una felación o un poco de sexo completo. O incluso atracción de ningún tipo. Naturalmente, esto lo hizo desear aun más. Sus pies comenzaron a dirigirse en su dirección, su cuerpo siguiéndola mas bien como un perro lo haría con su amo, sin pensar en desviarse del camino elegido por ella para él… IAm lo agarro del brazo y tiro de él hacia atrás. ―Ni siquiera jodidamente pienses en ello. ― El primer impulso de Trez era tirar para liberarse, aunque dejó su propia extremidad detrás en el agarre de su hermano. ―No se de que estas hablando… ― ―No me obligues a agarrar tu erección para probar mi punto, ― siseo iAm. Aturdido, Trez miró hacia abajo en la parte delantera del mismo. Bueno. ¿Cómo lo sabes? ―Yo no voy a... ― Joderla vino a la mente, pero Dios, que no podía usar la palabra con J en torno a esa mujer, incluso en el caso hipotético. ―Ya sabes, hacer cualquier cosa. ― ― ¿De verdad esperas que me lo crea?― Los ojos de Trez voltearon hacia la puerta por la que ella había desaparecido. Mierda. 386 387 Hablando acerca de no tener credibilidad en el tema de la abstinencia. ―Ella no está disponible para tí, ¿me entiendes?― iAm mascullo. ―Eso no es justo para alguien como ella, más concretamente, si la tócas, Phury va a ir por ti con una daga negra. Ella es suya, no tuya. ― Por una fracción de segundo, Trez se enfado ante eso… salvo que no era porque su feminista interior estaba rugiendo sobre que las mujeres son tratadas como propiedad, aunque naturalmente eso estaba equivocado. No, era porque... Era Mía. Desde algún lugar muy dentro de él, esa palabra emanaba hacia afuera, como si cada célula de su cuerpo hubiera encontrado de pronto su voz y estuviera diciendo la única verdad que importaba. ―Lo siento por hacerlos esperar. ― Al sonido de la voz de Rehv. Trez arrastró su conciencia de vuelta desde el acantilado en el que había encontrado de manera inesperada volando. El rey symphath estaba bajando las mismas escaleras que la Elegida había utilizado, el bastón del macho estabilizándolo, su abrigo de visón negro manteniendo su medicinal cuerpo caliente. Como iAm dijo algo y Rehv. Respondió, Trez volvió a centrarse en la puerta de la cocina. ¿Qué estaba haciendo?... el, hombre, probablemente, inclinándose para mirar a ese pan... Un gruñido sutil se filtro de su garganta. ― ¿Perdón?― Rehv exigió, sus ojos púrpura estrechándose. Otro golpe en las costillas trajo de vuelta a Trez a la realidad. ―Lo siento. Indigestión. ¿Cómo has estado? ― Rehv. enarco una ceja, pero luego se encogió de hombros. ―Necesito tu ayuda. ― ―Cualquier cosa, ― dijo Trez, exactamente lo que significara eso. ―Hay una reunión del Consejo mañana por la noche. Wrath va a estar allí. La Hermandad proporcionará protección, pero quiero que ambos vengan conmigo. ― Trez retrocedió. El Consejo se había reunido regularmente antes de los ataques de un par de años atrás, y Rehv nunca había necesitado respaldo. 387 388 ― ¿Qué está sucediendo?― ―A Wrath le dispararon en otoño. ― Vete. A. La. Mierda. Trez rechino los dientes. ― ¿Quien?― Después de todo, le gustaba el rey. ―La Banda de Bastardos. Ustedes no los conocen, pero pueden reunirse con ellos mañana en la noche, si se comprometen a venir. ― ―Por supuesto que vamos a estar aquí. ― cuando iAm asintió, Trez cruzo los brazos sobre el pecho. ― ¿Dónde?― ―Lo haremos en una finca de Caldwell a medianoche. Es una de las pocas que no fue infiltrada por la Sociedad Lessening… las familia fueron en su mayoría, aniquiladas, sin embargo, se salvaron debido a que estaban de visita en otro lugar de la ciudad en el momento del ataque. ― Rehv se acerco y se sentó en el sofá tapizado, haciendo girar su bastón en el suelo entre sus piernas. ―Déjenme que les cuente como lo vamos a hacer. Wrath está ahora totalmente ciego, pero la Glymera no lo sabe. Quiero que este sentado en el salón por la mañana cuando los aristócratas lleguen para que no se le vea depender de nadie para encontrar su lugar. Entonces... ― Mientras Rehv. Siguió diciéndoles el plan, Trez se sentó frente al fuego y asintió con la cabeza en los lugares correctos. Para él, su lugar sin embargo, estaba en esa cocina, con esa hembra... ¿Cuál era su nombre? , se pregunto. Igualmente importante... ¿Cuándo él la podría ver de nuevo? CINCUENTA 388 389 Abajo, en la sala de examen de la clínica, Qhuinn sentía como si estuviera en el aire, volando. Y no a punto de chocar un Cessna contra un muro con un Hermano herido en la parte de atrás. ― Lo siento. Puedes repetirlo? La Doc. Jane sonrió mientras traía una mesa con ruedas a un lado de la cama. Vagamente, el registraba las cosas, pero estaba concentrado en lo que podía o no podía salir de la boca de la doctora. ― Aun siguen embarazados. Sus niveles de hormonas se están duplicando exactamente como deberían, su tensión esta perfecta y su ritmo cardíaco es genial. Y todavía no ha sangrado... ¿Verdad? ― Cuando la doctora miró a Layla, la Elegida negó con la cabeza. Parecía aturdida. ― No, en absoluto.― Qhuinn camino un poco. Pasando la mano por su pelo mientras sentía el cerebro como acalambrado. ― No lo entiendo... quiero decir, esto es lo que quiero… lo que queremos… pero no entiendo porque ella... Después de haberse montado en la montana rusa del infierno, que se desarmaba totalmente al volver a caer de forma inesperada en la tierra de nuevo. La doctora negó con la cabeza. ― Esto probablemente no sirva de ninguna ayuda pero Ehlena no había visto esto antes tampoco. Así que estoy igual de confundida que tú, y más en el punto, entiendo mejor de lo que tú lo haces, cuan traicionera puede ser la esperanza. Es difícil ser optimista después de lo que ambos han pasado. Hombre, la shellan de V no era ninguna idiota. Qhuinn se centro en Layla. La Elegida llevaba una túnica blanca suelta, pero no del tipo de las que usaba en el santuario de la Virgen Escriba. Era un albornoz de diario, y debajo llevaba una bata de hospital con corazones rosas y rojos sobre un fondo blanco.. Y en esa mesa con ruedas? Resulto que había una caja de galletas saladas y un pack de seis botellines Canada Dry ginger ales. Hablando de medicamentos de venta libre. 389 390 La Doc. Jane abrió las galletas. ― Se que en lo ultimo que estas pensando es en comida ― le dió una de las galletas con sal por encima. ― Pero si te comes esto y bebes un poco de soda te sentirás mejor. ¿Y sabes que? Lo hizo. Layla acabo terminándose media caja y dos de las botellas verdes. ― ¿Eso realmente ayuda, eh? ― murmuro Qhuinn al ver a la Elegida echarse hacia atrás y suspirar de alivio. ― No te haces una idea ― Layla puso su mano en la parte baja de su abdomen ― Lo que sea que necesite voy a hacerlo, o a comerlo, o beberlo. ―Las nauseas son malas ¿eh? ―No se trata de mí. No me importa si me tiro así los próximos dieciocho meses siempre y cuando el crio este bien. Solo me asusta que con las nauseas pueda perderlo… bueno, ya sabes. Bueno, cuálquiera que pensara que las mujeres eran el sexo debil tenía la cabeza llena de mierda. Miro a la Doc. Jane. ― ¿que hacemos ahora? La doctora se encogió de hombros. ― ¿Mi consejo? Confiad en los síntomas y en los resultados de las pruebas. De lo contrario se van a volver locos. El cuerpo de Layla ha estado y esta sobrellevando esto. En este momento no hay indicios de un aborto involuntario, pero... De ahí a tenerlas todas para creer que el embarazo ha retomado un curso positivo. Respiremos hondo y veamos noche a noche. Si miramos demasiado hacia delante y nos quedamos estancados en hace un par de dias no iba a salir de esto de una pieza. Palabras, pensó Qhuinn. El teléfono de la buena doctora sonó. ― Espera un momento ― Colgó. ―Tengo que revisar a un doggen que se corto una mano anoche. Layla, en lo que a mi respecta, no hay razón medica para que te quedes aquí. Sin embargo, no quiero que abandones el recinto en el próximo par de dias. Vamos a observarte por un tiempo, ¿de acuerdo?― ―Por supuesto.― 390 391 La Doc. Jane se marcho poco después y Qhuinn estaba perplejo. El quería ayudar a Layla a volver a la casa principal pero ella no estaba paralitica, por dios Santos. De todos modos el tenía ganas de llevarla en brazos durante… por ejemplo todo el jodido embarazo. Se apoyo contra los gabinetes de acero inoxidable. ― Me encuentro queriendo preguntarte ¿Cómo estás? cada dos minutos. Layla se rio un poco. ―Ya somos dos adultos. ― ― ¿Quieres volver a la casa? ― ¿Sabes? Ahora mismo no, me siento… ― ella miro a su alrededor ― segura aquí abajo, para ser sinceros. ― Tiene sentido para mí. ¿Necesitas algo? Ella señaló con su cabeza la pequena bandeja llena de cosas contra las nauseas. ― Mientras tenga esto estaré bien. Y tú debes sentirte libre de salir y luchar. Qhuinn frunció el ceno. ― Pensé que me quedaría… ― ¿Y hacer que? No te estoy diciendo que te vayas, de ningún modo. Pero tengo la sensación de que solo voy a estar aquí sentada y reposando. Si pasa algo, puedo llamarte y tú volverás derecho de la casa. Qhuinn pensó en donde se dirigían la Hermandad y los guerreros de la casa a medianoche: la reunión del Consejo. Si hubiera sido una noche normal en las calles se habría quedado en casa. Pero con Wrath fuera reuniéndose con todos esos gilipollas de la Glymera… ―Estás bien ― dijo lentamente. ― Voy a llevar el teléfono conmigo y a decirle a todos que si me llamas me largo de allí. Layla tomo un sorbo de su ginger ale y luego se quedo con la botella en las manos, como si estuviera viendo el surgir de las burbujas alrededor del hielo. Penso en donde habían estado la noche anterior con Havers… Fuera de control, aterrorizado, de luto. 391 392 Mierda, se recordó que aun podían volver a eso. Era demasiado pronto para apegarse de nuevo. Y sin embargo no era capaz de ayudarse a si mismo a ponerse de pie en esa sala cubierta con azulejos, con el olor a Lysol colándose en su nariz, y el borde de la encimera en la que estaba apoyado mordiendo su culo... se dio cuenta que este era el momento en el que había comenzado a querer a su hijo. Aqui mismo, ahora mismo. Como un macho se vinculaba con su hembra, también lo hacia un padre con su descendencia, y en consecuencia, su corazón se abrió y dejo entrar todo el compromiso que viene con la elección de cuidar a un hijo, el terror a perderlo que apostaba que nunca se iría, la alegría de que quedaría algo suyo en la faz de la tierra después de que se hayas ido, la impaciencia de conocerlo por primera vez, el desesperado deseo de cogerlo en brazos y mirar a sus ojos para darle todo el amor que tienes para dar. ―Está bien… ¿Puedo tocar tu estomago? ― pregunto en voz baja. ― ¡Por supuesto!, no tienes ni que preguntarlo. –Layla se recostó con una sonrisa. ―Lo que esta ahí es mitad tuyo, ya lo sabes. ― Qhuinn froto sus manos nerviosas mientras se acercaba a la mesa. Desde luego había tocado a Layla durante la necesidad. Y desde entonces de manera solicita cuando la situación lo requería. Pero el nunca había pensado en tocar a su bebe. Qhuinn miró desde la distancia como su mano con la que manejaba la daga se acercaba. Jesús, Las puntas de los dedos temblando como locas. Pero dejaron de hacerlo en el momento en que la conexión se hizo. ―Estoy aquí― dijo – Papá está aquí. No voy a irme a ninguna parte. Voy a esperar a que estés listo para salir al mundo y entonces, tu madre y yo vamos a cuidar de tí. Así que agárrate fuerte ¿está claro? Tu haz tu parte y nosotros te esperaremos cuanto sea necesario. ― Con su mano libre, cogió la de Layla y la puso sobre la suya. ―Tu familia esta aquí, esperándote… y te queremos. ― Era totalmente estúpido hablarle así, sin duda no era más que un conjunto de células. Pero no podía evitarlo. Las palabras, las acciones… eran totalmente suyas y a la vez le venían de un lugar que le era ajeno. 392 393 Se sentía bien sin embargo. Se sentía… como que era lo que un padre tenía que hacer. **** Mano izquierda, cuarenta milímetros. Comprobado. Derecha, cuarenta. Comprobado. Munición de reserva en el cinturón. Comprobado. Dagas en la funda del pecho. Comprobado. Chaqueta de cuero… cuando llamaron a la puerta de la habitación de Blay, este se asomo desde su armario. ―Adelante ― Cuando Saxton entro, terminó de ponerse la chaqueta sobre sus hombros y se giro. ― Hey, ¿Cómo estás? Algo estaba pasando. Los ojos del otro macho hicieron un escáner de 360° de la “ropa de trabajo” de Blay, como ellos alguna vez la habían llamado. La inquietud hizo que Saxton alzara las cejas una vez, y otra más. Nunca había estado del todo a gusto con las armas. ―Saliendo al campo, entonces. ― murmuró el macho. ―A una reunión del Consejo en realidad. ― ― No sabia que se necesitaran tantas armas como accesorios. ― ―Nueva era. ― ― Si, por supuesto. ― Hubo una larga pausa. ― ¿Cómo estas? ― Los ojos de Saxton vagaron por la habitación. 393 394 ― Quería ser el primero en decírtelo... Oh, joder. ¿Y ahora que? Blay trago saliva. ― ¿Sobre que? ― ―Me voy de la casa por un tiempo. De vacaciones, por así decirlo. ― levanto la mano para detener cualquier discusión. ― No, no es permanente. He conseguido poner todo al día para Wrath y no hay nada que necesite de mí por el próximo par de días. Naturalmente, si me necesita volveré de inmediato. Voy a estar con un viejo amigo. Realmente necesito relajarme y descansar… Y antes de que te preocupes, te juro que voy a volver, y esto honestamente no es por lo nuestro. He estado trabajando durante meses sin descanso y simplemente quiero dejar de tener un horario, si es que eso tiene sentido. Blay respiro hondo. ― Si, tiene sentido. ¿Dónde… ― se detuvo recordándose que ya no era asunto suyo. ― Házmelo saber si necesitas algo. ― ―Lo prometo. ― En un impulso. Blay se acerco y rodeo con sus brazos a su ex amante. La conexión platónica tan no forzada y natural como cuando estaban juntos. Aferrándose al macho, giro su cara. ―Gracias ― dijo Blay― Por venir a decírmelo… En ese momento, alguien paso por el pasillo con paso vacilante. Era Qhuinn, Blay lo supo por su olor, incluso antes de ver su alto y poderoso cuerpo. Y en la breve vacilación del chico, que siguió adelante con los ojos fijos en el hombro de Saxton. El rostro de Qhuinn se convirtió en una máscara de inmediato, parecía congelado, sin revelar nada. Y entonces el guerrero se fue, sus largas piernas llevándolo fuera del marco de la puerta abierta. Blay se aparto y se obligó a reconectar con la despedida. ― ¿Cuándo vas a volver? ―Un par de días como mínimo. No más de una semana. ― ― De acuerdo. ― 394 395 Saxton dejo vagar su vista de nuevo por la habitación y mientras lo hacía, era evidente que estaba recordando. ― Que te vaya bien. Y ten cuidado ahí afuera. No trates de ser un héroe. ― Lo primero que pensó Blay fue, bueno… teniendo en cuenta que Qhuinn era siempre el primero para eso, era poco probable que se fuera a poner el traje de Superman. ―Te lo prometo. ― Cuando Saxton se fue, Blay se quedo mirando al vacío. No veía lo que estaba delante de el, ni recordaba lo que el y Saxton habían compartido en esa habitación. Más bien, su mente estaba en la próxima puerta con Qhuinn, y las cosas de Qhuinn… y los recuerdos de esa sesión con Qhuinn. Mierda. Echando un vistazo al reloj, puso su teléfono en el bolsillo del pecho de su chaqueta y salió. Mientras corría hacia la escalera, las voces desde el vestíbulo hacían eco a través de la sala. Señal de que la Hermandad se había reunido y se estaban preparando para salir. Efectivamente, todos estaban allí. Z y Phury. V y Butch. Rhage, Tohr y John Matthew. Mientras bajaba, deseaba que Qhuinn fuera con ellos… pero seguramente el macho se quedaría en casa, dada la situación de Layla. ¿Dónde estaba Payne? Se pregunto mientras iba a ponerse al lado de John Matthew. Tohr asintió con la cabeza a Blay a modo de saludo. ― Esta bien, estamos esperando a uno más y entonces empezaremos a movernos. La primera tanda ira a la posición, por todo el claro. Yo voy a desmaterializarme con Wrath a la casa por seguridad. Lassiter apareció por la puerta de la sala de billar, el ángel caído brillando desde ese pelo negro y rubio y sus ojos blancos hasta sus Shitkickers. Por otra parte, tal vez la iluminación no fuera su naturaleza. Pero si ese oro que insistía en llevar. Parecía un árbol de joyería viviente. ―Aquí estoy,. Donde esta mi sombrero de chofer? 395 396 ―Aquí, usa el mío ―dijo Butch, sacando una gorra de los Red Sox y lanzándola. ―Te ayudara con ese pelo tuyo. El ángel la cogió al vuelo y se quedo mirándola. – Lo siento, no puedo. ―No me digas que eres de los Yankees – V arrastro las palabras – Voy a tener que matarte y francamente, esta noche necesitamos a todos los hombres que tenemos. Lassiter tiro la gorra. Silbo. Parecía casual. ― ¿En serio? ― dijo Butch, mirando al tipo como si se hubiera ofrecido voluntario para una lobotomía. O una amputación del miembro. O una pedicura. ―De ninguna jodida forma. ― Se hizo eco V ― ¿Cuando y donde te hiciste amigo del enemigo?... El ángel alzo las palmas de sus manos. ― No es mi culpa de que ustedes apesten… Tohr se puso delante de Lassiter, como si estuviera preocupado de que algo más que las palabras que empezaron a volar. Y lo triste es que tenía razón para estar preocupado. Aparte de sus Shellans, Butch y V amaban a los Red Sox por encima de todas las cosas… incluida su salud. ―Está bien, está bien ― dijo Tohr ― tenemos cosas más importantes de las que preocuparnos… ―Tiene que dormirse en algún momento ― murmuro Butch a su compañero de cuarto. ― Seeh, ten cuidado ángel ― se burlo V ― No nos gustan los de tu clase. Lassiter se encogió de hombros como si los Hermanos no fueran mas que unos perros rodeándole los tobillos. ― ¿Alguien me está hablando? O es solo el sonido de los perdedores… Muchos gritos en ese punto. ―Dos perras palabras, ― se burlo Lassiter ― Johnny. Damon. Oh espera, Kevin. Youkilis. O Wade. Boggs. Roger. Clemens.. La comida también apesta en Boston? ¿O solo es un juego de pelota? Butch se lanzo en ese momento. Claramente preparado para encender al tipo como si fuera un árbol de Navidad… ― ¿que diablos está pasando ahí abajo? 396 397 El rugido desde arriba de las escaleras acabo con el enfrentamiento entre Yankees y Red Sox. Mientras Tohr arrastraba al policía fuera del alcance del ángel, todo el Mundo miro al Rey, que estaba bajando las escaleras junto a su reina. La presencia de Wrath tenso a todo el mundo. La tripulación se volvió profesional, incluso Lassiter. Bueno, excepto por Butch, pero entonces, el había sido “terriblemente pinchado”, como él lo llamó, desde hace veinticuatro horas. Y tenía buenas razones para estar irritable: Su Shellan iba a estar en la reunión del Consejo. Lo cuál, desde el punto de vista del Hermano, era como tener a dos Wraths allí. El problema era que Marissa era la mayor de su linaje, y eso significaba que si Rehv quería que hubiera una asistencia completa, ella tenía que ir. Pobre bastardo. En la pausa que siguió, la mano de Blay con la que tomaba la daga comenzó a hormiguearle al punto de ser tener la urgencia casi irresistible de palmear el arma. Todo lo que podía pensar era que esto era idéntico a la antesala del disparo a Wrath en otoño… en esa noche, todos se habían reunido aquí, y Wrath había bajado con Beth… y un rifle había disparado una bala que había ido a parar a la garganta del Rey. Al parecer no era el único que pensaba en ello, porque un buen numero de manos fueron hasta sus pistoleras y se quedaron allí. ― Oh bien, estas aquí – dijo Tohr. Blay se giro con el ceno fruncido y tuvo que tragarse su reacción. No era Payne quien se unió a ellos sino Qhuinn. Y tío, el macho parecía dispuesto a joder a quien mierda fuese. Sus ojos tristes, su cuerpo tenso como la cuerda de un arco enfundado en todo ese cuero negro. Por un momento, una grieta de pura conciencia sexual atravesó a Blay hasta el punto de que una fantasía totalmente inapropiada de él y Qhuinn en la despensa en un polvo rápido con la ropa puesta paso por su mente. Con un gemido volvió a mirar al Rey. Lo que parecía apropiado. Wrath era lo que importaba aquí, no su maldita vida amorosa… Una sensación de inquietud sustituyo a la lujuria. ¿Qhuinn y el nunca iban a estar juntos de nuevo? 397 398 Dios mío, que pensamiento mas extraño. No era como si el sexo hubiera sido una buena idea emocionalmente. Podría decirse que fue una muy mala. Pero el quería mas de eso. Que Dios le ayudara… ― Muy bien, vamos a hacerlo – dijo Tohr. ― ¿Todo el mundo sabe a dónde vamos? Era preocupante sentirse aliviado por tener la gravedad de la misión para aclarar su cerebro de todo, pero el compromiso era salvar la vida de Wrath… aunque le costara la suya. Sin embargo, eso era mejor que preocuparse por toda la mierda con Qhuinn. Ciertamente. CINCUENTA Y UNO Qhuinn tomo forma en una terraza cubierta de nieve, así como todo el mundo en la Hermandad, pero Butch se materializó junto a él. No estaba sorprendido por todo lo ostentoso. La finca en la que se iba a reunir el Consejo era típica de la Glymera: gran cantidad de tierra que había sido despejada y ajardinada, con una pequeña casa de campo en la entrada que parecía como si estuviesen en una postal de la Cotswalds. La parte trasera de la mansión que, en este caso, estaba hecha de ladrillo tenía estilo dentil (diseño como a cuadrados en los que sobresale uno), persianas brillantes y tejados de pizarra. —Vamos a hacer esto, — dijo V, caminando hacia una puerta lateral. En el instante en que el la golpeo, se abrió, como si eso fuera así como lo demás, hubiera sido acordado. Pero OH, hombre, ¿Esta era la anfitriona? La mujer que estaba en la puerta estaba vestida con un largo y oscuro vestido de noche que se estrechaba hasta el ombligo y tenía un collar de diamantes alrededor del cuello del tamaño del collar de un Doberman. Su perfume era tan fuerte que era como un puñetazo en sus fosas nasales… a pesar del hecho de que estaban todavía al aire libre. —Estoy lista para ti, — le dijo en voz baja y ronca. 398 399 Qhuinn frunció el ceno, pensando que incluso con ese diseño o lo que fuera, la chica parecía una tarta. No era su problema, sin embargo. Al presentarse con los demás, la habitación en la que entraron era una Especie de jardín de invierno, el gran tamaño de las cosas verdes en las macetas y El piano de cola sugería que tenían muchas tardes con invitados viendo alguna opera o un cantante tirolés en la esquina. Que. Asco. —Por aquí— anuncio la mujer con un broche de oro que brillaba en una mano. Con su estela, ese perfume… ¿tal vez era algo mas como un aerosol que cubre todo tipo de olores de la basura?... casi coloreando el aire detrás de ella y sus caderas estaban haciendo un doble movimiento a cada paso, como si estuviera esperando que todos estuvieran mirando su culo y quisieran un pedazo de él. Nope. Al igual que los otros, estaba rebuscando hasta el último rincón, listo para disparar y hacer preguntas después de que el cuerpo se redujera. No fue hasta que llegaron a la sala principal, con sus pinturas al oleo iluminadas hasta el techo, sus oscuras alfombras orientales rojos y el... Mierda, ese espejo era exactamente igual al que había estado colgado en la casa de sus padres. Misma posicion, misma distancia del suelo al techo, misma floritura de oro. Si, tenía los pelos de punta. Malo. Toda la casa le recordaba a la mansión en la que había crecido, todo en su lugar, la misma decoración, lejos, muy lejos de la clase media, pero no era nada llamativo y Pomposo. No, esta mierda era esa sutil mezcla de la antigua riqueza y el sentido clásico del estilo que solo puede ser innato, no se ensena. Sus ojos buscaron a Blay. El chico estaba haciendo su trabajo, permaneciendo firmemente, revisando el lugar. La mamá y el papá de Blay no habían sido lo bastante ricos. Sin embargo, su hogar había sido mucho mejor en muchos niveles. Mucho más cálido… y no tenía nada que ver con los sistemas calefacción centralizada. 399 400 ¿Cómo estarían los padres de Blay? se pregunto bruscamente. Había pasado casi más tiempo bajo su techo que en el suyo y los extrañaba. La ultima vez que los había visto... Dios, hacía mucho tiempo. Tal vez esa noche de las redadas, cuando el padre de Blay había ido con un traje de señor contable para patear varios culos. Después de eso, la pareja se había mudado a su casa de seguridad y luego la amistad de él y de Blay se había desmoronado por completo. Esperaba que estuvieran bien… La imagen de Blay y Saxton de pie pecho con pecho, cadera con cadera, en el dormitorio de Blay atravesó su cerebro. Dios... maldita sea... eso había dolido. Y hombre, el karma era bueno para su trabajo. Conectando con la realidad, se reducía a ver la pelvis de doble articulación y a la Hermandad en un enorme comedor en la que se habían establecido con las especificaciones de Tohr: Todas las cortinas debajo de los bancos de las ventanas que daban al jardín trasero se habían corrido y la puerta de solapa que se imaginaba llevaban a la cocina había sido Atrincherada por un pesado aparador antiguo. Cualquiera que fuera la mesa en la que iban a sentarse en el centro de la habitación había sido removida, y veinticinco sillas a juego de caoba con asientos de seda roja fueron alineadas en filas frente a una chimenea de mármol. Wrath iba a estar delante de la chimenea para hacer su discurso, y Qhuinn se acerco y comprobó que la salida de humos de acero estuviera cerrada. Lo estaba. A cada lado de la chimenea, había dos juegos de puertas con paneles que se abrían a un antiguo recibidor. El, John Matthew y Rhage hicieron un recorrido de la habitación, cerrando por fuera la cosa y entonces el tomó posición frente a la entrada a la izquierda y John Matthew hizo lo mismo a la derecha. — ¿Confío en que todo está a su gusto? — Dijo la hembra. Rehv se acerco a la chimenea y se volvió para enfrentarse a todas las sillas vacías. — ¿Dónde está tu hellren? — —Arriba. — —Tráelo aquí. Ahora. De lo contrario, si se mueve por la casa, es susceptible de recibir un disparo en el pecho. — 400 401 Los ojos de la mujer brillaron, y esta vez cuando ella se marcho, no había exageración de sus caderas, ni movimiento de su mano echando su pelo hacia atrás sobre los hombros. Era evidente que el mensaje de No estamos jodiendo con esto había sido recibido y quería que su compañero sobreviviera a esta noche. A la espera que siguió, Qhuinn mantuvo su arma en la mano, con los ojos en la habitación, su oído agudizado en algo, cualquier cosa fuera de orden. Nada. Lo que sugería que el anfitrión y la anfitriona habían seguido las órdenes… Una extraña inquietud punzante cosquilleo en su cuello hasta su columna vertebral, lo que le hizo fruncir el ceño y estar en alerta máxima para el primer combate. Al otro lado de la chimenea, John parecía captar la misma esencia, elevo su arma, sus ojos se estrecharon. Y luego una niebla fría golpeo los tobillos de Qhuinn. —Le he pedido a un par de invitados especiales que se unan a nosotros— dijo Rehv secamente. En ese momento, dos columnas de niebla se levantaron del suelo, alterando las moléculas de aire en busqueda de formas... que Qhuinn reconoció al instante. Gracias joder. Con Payne fuera de servicio por cualquier razón, se había sentido como si fuera poca la luz para cubrir, aun reconociendo las habilidades de la Hermandad. Pero a medida que aparecían Trez e IAM, tomaron un profundo aliento. Ahora eran un par de asesinos diestros a su favor, el tipo de cosas que realmente no quieres tener en contra en cualquier tipo de lucha. La buena noticia era que Rehvenge durante mucho tiempo se había asociado con las sombras, y Rehv. estaba relacionado con la Hermandad y el rey e hizo que los dos hermanos estuvieran, obviamente, dispuestos a venir y jugar dándoles un poco de apoyo. Qhuinn se acerco a saludar a la pareja, les saludo como los otros lo hicieron con una combinación de darse la mano, un rápido tirón y una palmada en la espalda. 401 402 —Hey, amigo... — — ¿Qué están haciendo...? — — ¿Cómo has estado... — Después de que se hicieran todos los “Hola -¿Cómo están?”, Trez miro a su alrededor. —Está bien, así que solo vamos a quedarnos fuera de la vista a menos que nos necesiten. Pero ten por seguro, que estaremos aquí. — Después de un discurso de agradecimientos de los hermanos, Rehv les dijo un par de palabras en privado a las Sombras... y luego los dos se fueron, nebulizando sus formas y flotando alrededor del suelo, aquel frio recordaba ahora un resguardo. Justo a tiempo. Menos de un minuto después, la anfitriona regreso con un diminuto hombre mayor a su lado. Considerando el curso de envejecimiento de los vampiros, con una rápida aceleración de la decadencia física hacia el final sus vidas, Qhuinn adivino que al tipo le quedaban unos cinco anos. Diez como máximo. Se hicieron algunas presentaciones, pero Qhuinn no se preocupaba por esa mierda. Estaba más preocupado por si el resto de la casa estaba vacía. — ¿Hay algún doggen aquí? — Rehv exigió a la hembra que coloco al tío viejo en una de las sillas del comedor. —Se han ido durante esta parte de la noche, como lo solicito. — V hizo una seña a Phury y Z. ―Los tres revisaremos el lugar. A ver si era cierto. ― **** A pesar de que Blay confiaba en sí mismo, la Hermandad, en John Matthew y Qhuinn, se sentía mucho mejor sabiendo que las Sombras estaban alrededor. Trez e IAM no eran combatientes simplemente impresionantes, e inherentemente peligrosos para cuálquiera que se declara enemigo, sino que tenían una notable ventaja sobre la Hermandad. Invisibilidad. No estaba seguro de si realmente podían participar, mientras se encontraban es ese estado, pero no importaba. Cualquiera que entrara aquí… como por ejemplo la banda de los malditos bastardos… haría una 402 403 evaluación de reconocimiento que incluyese solo los cuerpos duros y visibles en la habitación. No a los dos hermanos. Así que esto era bueno. En ese momento, V regreso con Phury y Z de su vuelta a los alrededores y Butch estaba con ellos, sugiriendo que el hermano acababa de llegar de “limpiar” el coche. Hubo una breve pausa. Y entonces, como si estuviera preestablecido, Tohr se dirigió a la puerta y le abrió paso a Wrath. Empieza el espectáculo, pensó Blay, sus ojos parpadeando en la dirección de Qhuinn antes de que el mismo se obligara de nuevo a enfocar. Tohr y el rey entraron por el lateral del comedor uno al lado del otro, con las cabezas juntas como si estuviesen en una profunda conversación sobre algo importante, la mano del Hermano en el antebrazo de Wrath como si estuviera tratando de conducirlo a un cierto punto. Todo era una actuación para los anfitriones. Tohr estaba, de hecho, guiando a Wrath con esa posicion de brazo, llevandolo hacia la chimenea, colocandolo justo en el medio de la repisa de la chimenea.. ¿Y esa conversación? Se trataba de donde estaban sentados los dos aristócratas anfitriones, donde se alineaban las sillas y donde estaban los Hermanos, los guerreros… y las dos Sombras también. Mientras Wrath asentía con la cabeza, el rey deliberadamente movía su cabeza como si sus penetrantes ojos estuvieran tomando detalles de la habitación. Y luego reconocio a los anfitriones, ya que se presentaron para besar su enorme anillo de diamante negro. Despues de eso, la creme de la creme del Glymera comenzó a llegar. Desde su lugar asignado en la parte posterior de la sala junto a la pared de las ventanas, Blay consiguió un buen vistazo de cada uno. Jesús, recordaba a algunos de ellos de su vida de antes de las redadas, antes de que el comenzara a vivir en la mansión y a luchar con los hermanos. Sus padres no habían estado a la altura de estos hombres y mujeres, sino mas bien alrededor, todavía, las líneas de sangre de su familia eran 403 404 buenas y habían sido incluidos en muchas celebraciones del festival en las mejores casas. Así que estas personas no eran desconocidas para él. Pero seguro que no podía decir que les había echado de menos. De hecho, tuvo que reírse de si mismo cuando un gran número de hembras fruncieron el ceño y miraron a los pies de sus delicados vestidos, sus Louboutins (Marca de Zapatos). Se levantaron y se agitaron... como si el frio de las Sombras se notara. Cuando Havers llego, parecía un poco agotado el doctor. No había duda de que estaba nervioso por volver a ver a su hermana de nuevo y tenía sus razones. Por lo que Blay sabía, Marissa le había dado una patada en el culo delante de toda la sala en la ultima reunión formal del Consejo. Blay lamentaba haberse perdido eso. Marissa llegó poco después de su hermano, y Butch se acerco a ella, la saludo con un persistente beso antes de llevarla cogida de su brazo orgulloso y protector hasta un asiento en la esquina justo al lado de donde estaba parado. Despues de que el poli le ayudara con su silla, se puso de pie junto a ella, grande, amplio y mirando fijo... especialmente cuando entrecerró los ojos a Havers y sonrió mostrando sus colmillos. Blay se encontró envidiando un poco a la pareja. No sobre el alejamiento familiar, seguro. Pero Dios.... poder ser visto con su pareja en público, mostrando su amor entre ellos y que su relación fuera respetada por todos los demás parejas heterosexuales se daba por sentado porque nunca querían saber de nada diferente. Sus uniones estaban sancionadas por la Glymera, incluso si las parejas no estaban enamoradas, o engañaban a los demás o de lo contrario eran un fraude. ¿Dos machos? Nah Solo una razón más para odiar a la aristocracia, realidad, tenía la sensación de que no iba a tener ser discriminado. El hombre que quería nunca iba en público, no porque Qhuinn diera una mierda pensara. Sino porque, uno, el tipo no mostraba manera. Y dos, el sexo no los hacia una pareja. supuso. Aunque, en que preocuparse por a estar al lado de él por lo que la gente sentimientos de esa De lo contrario ese hijo de puta estaría con la mitad de Caldwell, por haberlos jodido. 404 405 OH, ¿Qué estaba diciendo? Era mucho mas que eso, Qhuinn era un sueño imposible. En serio. Totalmente… —Cállate, — murmuro para sí mismo cuando llego el último del Consejo. Rehv no perdió el tiempo. Cada segundo que Wrath estaba en frente de este grupo, el rey no solo estaba mortalmente expuesto, sino también corría el riesgo de que su ceguera de alguna manera se descubriera. El rey symphath se dirigió al Consejo, con la mirada violeta explorando la multitud y una sonrisa maliciosa en su rostro… Como si tal vez el estuviera disfrutando el hecho de que este grupo de sabelotodo no tenía ni idea de que un devorador de pecados estuviera liderándoles. —Por la presente, llamo a la orden a esta reunión del Consejo. La fecha y la hora son... — En el preámbulo que continuo, Blay mantuvo los ojos ocupados, pasando por los perfiles de los hombres y mujeres, donde en los brazos y las manos se veían si alguien estaba nervioso. Naturalmente, el grupo se había puesto de corbata negra y terciopelo, con las joyas en las hembras, y relojes de bolsillo de oro en los varones. Por otra parte, hacía mucho tiempo que habían estado juntos oficialmente y eso significaba que deseaban competir unos con otros sobre su posición social, no tenía ninguna duda de lo que habrían sufrido al no hacerlo en tanto tiempo. —...Nuestro líder, Wrath, hijo de Wrath. — Sonó un educado aplauso y la multitud se enderezo en su silla cuando Wrath dio un paso adelante. El macho, ciego o no, sin duda parecía ser una fuerza de la naturaleza: A pesar de que no estaba vestido con una especie de manto de armiño adornado, el rey estaba irrefutablemente al mando, su cuerpo enorme y alto y su Oscuro pelo negro y gafas envolventes hacían más amenazante al monarca. Y esa era la idea. Liderazgo, especialmente cuando se trataba de la Glymera, todo se basaba en parte en la percepción… nadie podría negar que Wrath parecía ser la viva representacion del poder y la autoridad. 405 406 Y esa voz profunda y autoritaria no hacia daño tampoco. —Reconozco que ha pasado un largo tiempo desde que nos hemos visto. Las redadas de casi dos anos atrás diezmaron a muchas de sus familias, y yo comparto su dolor. Yo también perdí mi línea de sangre en un ataque de lesser, por lo que sé exactamente lo que están pasando mientras tratan de conseguir encaminar sus vidas. — Un hombre de delante se movió en su silla.... Pero fue solo un cambio de posición, no el preludio de un arma que salía. Blay se echo hacia atrás en su postura, al igual que varios otros. Maldita sea, no podía esperar a llegar al final de esta reunión y poderse ir a casa a salvo. —Muchos de ustedes conocían bien a mi padre, y recuerdan su estancia en el Viejo Mundo. Mi padre era un sabio y un líder moderado, un caballero de pensamiento lógico y porte real quien se ocupaba únicamente de la mejora de la raza y la ciudadania. — Wrath hizo una pausa con esas Wraparounds (Marca de gafas) haciendo un circulo por la habitación. —Comparto algunas de las características de mi padre... pero no todas. De hecho, no soy tranquilo. Yo no sé perdonar. Soy un hombre de guerra y no de paz. — Ante esto, Wrath desenvaino una de sus dagas negras, la hoja oscura intermitente a la luz del cristal de la sobrecargada araña. Por delante del rey, la multitud de aristócratas reacciono con un estremecimiento colectivo. —Me siento muy cómodo con el conflicto, ya sea del tipo legal o mortal. Mi padre era un mediador, un constructor de puentes. Yo soy un fabricante de tumbas. Mi padre era un persuasor. Yo soy un conquistador. Mi padre era un rey que se sentaría voluntariamente en sus mesas y conversaría con ustedes acerca de las minucias. Yo no soy ese hombre. — Si, de acuerdo, El Consejo sin duda nunca había sido abordado de esta manera. Pero Blay no podía estar en desacuerdo con el enfoque. No mostro debilidad. Por una parte, con este grupo, la ley sola probablemente no iba a mantener más estable el trono de Wrath. El miedo. ¿Por otra parte? tenía muchas más oportunidades. —Mi padre y yo, sin embargo, tenemos una cosa en común. — Wrath se inclinó la cabeza hacia abajo, como si estuviera mirando la daga negra. —Mi padre causo la muerte de ocho de vuestros familiares. — Hubo un asombro colectivo. Pero Wrath no permitió que lo retrasaran. 406 407 —A lo largo del reinado de mi padre, hubo ocho atentados contra su vida, y no importo cuanto tiempo le tomaba, si se trataba de días, semanas o incluso meses, el hizo su investigación para saber quien estaba detrás de cada uno... y cazo a los individuos personalmente y los mato. Puede que no hayáis oído hablar de las verdaderas historias, pero ustedes sabrán de las muertes de los traidores que fueron decapitados con las lenguas arrancadas. Seguramente, si recorren sus memorias atras, pueden acordarse de los miembros de sus linajes que fueron enterrados así — Inquietud. Mucha inquietud. Lo que sugería que les habían llegado los recuerdos. —Ustedes recordaran además que esas muertes fueron atribuidas a la Sociedad Lesser. Os digo ahora que yo se los nombres y yo sé donde están las tumbas, porque mi padre se aseguro de que los aprendiera de memoria. Esa fue la primera lección de la realeza que el me enseño. Mi ciudadanía debe ser honrada, protegida, y servida. Los traidores, por el contrario, son una enfermedad de cualquier sociedad derecha y deben ser erradicados. — Wrath sonrió de una manera puramente animal. — Digan lo que quieran de mí, yo he estudiado bien a los pies de mi padre. Y que quede claro, mi padre, no la Hermandad, fue el que asistió a esas muertes. Lo se porque el decapito a cuatro de ellos frente a mí. Eso fue lo más importante de la lección. — Varias de las mujeres se acercaron a sus machos pasando a estar sentado al lado de ellos. Wrath continúo. —No voy a dudar en seguir los pasos de mi padre en esto. Reconozco todo lo que han sufrido. Yo respeto sus ideales y quiero guiarlos. No dudare, sin embargo, en tratar cualquier insurrección contra mí y los míos como el acto de un traidor. — El rey bajo la barbilla, y apareció para mirar desde detrás de las gafas envolventes, hasta el punto que incluso Blay sintió un escalofrió de adrenalina. —Y si creéis que lo que hacia mi padre era violento, no habéis visto nada de nada todavía. Voy a hacer que esas muertes parezcan misericordiosas. Lo juro por mi linaje. — 407 408 CINCUENTA Y DOS Hasta un cierto punto, Assail no podía creer que estuviera caminando por un restaurante. Por un lado, él por regla general no utilizaba frecuentemente refugios humanos y por otro lado no tenían ningún interés en comer en el garito. El aire olía a comida frita y a cerveza, y por lo que veía en las bandejas de las camareras, no estaba seguro si los entrantes se calificarían como seguros para el consumo humano. OH, mira. Al otro lado, había una zona en la que había una pared de tela metálica en la parte delantera de la misma. Con clase. —Bien, hola, aquí, — le susurró alguien. Assail arqueó una ceja y miró por encima del hombro. La hembra humana estaba vestida con una ajustada camisa y un par de pantalones de mezclilla que claramente habían sido cosidos para sus piernas. Su pelo era rubio y lacio. Estaba demasiado maquillada, con una barra de labios lo suficientemente brillante para calificarse como una pintura plástica de exteriores. Él preferiría sacarse con una cuchara sus propios ojos a participar de cualquier manera en lo que ella quería. Deseando olvidar lo que había visto se dio la vuelta. Había una gran multitud, con más gente que mesas y sillas, por lo que tuvo una buena cobertura cuando se acercó a una esquina y escaneó.... Y allí estaba ella. Su pequeña ladrona. Maldiciendo entre dientes, él vagamente reconoció la pérdida de tiempo que era todo esto… sobre todo teniendo en cuenta que los primos estaban, en este momento, haciendo un trato con los lessers de nuevo. Desafortunadamente, tan pronto como él había conseguido la alerta de que el Audi negro de ella se había puesto en movimiento, se había visto obligado a encontrarlo y seguirlo. Sin embargo él no estaba preparado para esto. ¿Qué estaba haciendo ella aquí? Y ¿por qué estaba vestida así? 408 409 Cuando ella encontró una de las pocas mesas vacías y se sentó sola, se encontró a sí mismo aprobando la forma en que su pelo caía suelto sobre los hombros, pesado, oscuro y rizado sobre su cara. O la ajustada camisa que se veía mientras se quitaba el abrigo. O… el maquillaje que llevaba, también, para dios sabe que. Y no como Esa mujer que acababa de cruzarse en su camino. Su ladrona había mantenido la claridad de sus facciones, de manera que solo realzaba sus características.... Ella era hermosa. Demasiado hermosa. Todos los hombres en el restaurante estaban mirándola. Y eso le daba ganas de matar a todos y cada uno de ellos, arrancándoles la garganta con los dientes… Como si estuviesen de acuerdo con ese plan, sus colmillos hormiguearon y comenzaron a descender en su boca, su cuerpo se puso tenso. Pero todavía no, se dijo. Tenía que averiguar por qué estaba allí. Después de haberla seguido hasta La mansión de Benloise, esperaba cualquier número de destinos... aunque nunca esto. ¿Qué estaba haciendo?... Ella Volvió la cabeza, y por un momento, pensó que de alguna manera lo había sentido, a pesar de que no era un vampiro. Pero entonces un hombre humano muy alto y muy bien parecido, se acercó a su mesa. Su ladrona miró al chico, le sonrió y se puso de pie, rodeándolo con sus brazos alrededor de los grandes hombros del tipo. La mano de Assail entró en su abrigo y encontró su pistola. De hecho, se vio a si mismo apuntando y poniendo una bala entre los ojos del hombre. — ¿Hey, ¿has estado aquí antes? — La cabeza de Assail se giro alrededor. Un macho humano bastante grande se había acercado a él y lo miraba con cierta agresividad. —Te he hecho una pregunta. — Había dos respuestas, decidió Assail. Él verbalmente podía responder, entrando así en una especie de diálogo que consumiría su atención… Lo que sin duda no era una mala idea, ya que su mano se quedó bloqueada en su arma y sus impulsos homicidas no habían disminuido. 409 410 Ella Volvió la cabeza, y por un momento, pensó que de alguna manera lo había sentido, a pesar de que no era un vampiro. Pero entonces un hombre humano muy alto y muy bien parecido, se acercó a su mesa. Su ladrona miró al chico, le sonrió y se puso de pie, rodeándolo con sus brazos alrededor de los grandes hombros del tipo. La mano de Assail entró en su abrigo y encontró su pistola. De hecho, se vio a si mismo apuntando y poniendo una bala entre los ojos del hombre. —Hey, ¿has estado aquí antes? — La cabeza de Assail se giro alrededor. Un macho humano bastante grande se había acercado a él y lo miraba con cierta agresividad. —Te he hecho una pregunta. — Había dos respuestas, decidió Assail. Él verbalmente podía responder, entrando así en una especie de diálogo que consumiría su atención… Lo que sin duda no era una mala idea, ya que su mano se quedó bloqueada en su arma y sus impulsos homicidas no habían disminuidos. —Estoy hablando con usted. — O lo que hizo... Assail descubrió sus colmillos descendidos y gruñó profundamente en su garganta, reorientando su furor de nuevo a la escena de su ladrona con ese tonto humano para quien se había vestido y maquillado. El tipo que preguntó levantó las manos y dio un paso atrás. —Hey, está bien, lo que sea. Mi culpa. Sea cual sea. — El hombre desapareció entre la multitud, lo que demostraba que, en determinadas circunstancias, las ratas sin colas podrían desmaterializarse también. Los ojos de Assail regresaron a la mesa. El caballero que había tomado asiento frente a su ladrona estaba apoyado con los ojos fijos en su rostro, incluso mientras ella examinaba el menú y miraba a su alrededor. 410 411 Iba a tener que hacer algo con esto. ************************* Cerró el menú y se echó a reír. —Yo nunca he dicho eso. — —Lo hiciste. — Mark Sánchez sonrió. —tú me dijiste que tenía unos ojos bonitos. — Mark era exactamente lo que necesitaba en una noche como esta. Era muy fácil de mirar, súper encantador, y siempre y cuando él no hiciera ni gota y ella le diera diez mil, no tenía nada de qué preocuparse sobre… ¿Su entrenador personal? Él era un demonio. Ella debería saberlo. — ¿Así que esto es una forma de untarme mantequilla? — Él se echó hacia atrás cuando la camarera les trajo dos cervezas. — ¿Tratando de obtener algo de luz sobre ti en el gimnasio? — —Yo sé eso mucho mejor. — Sola lamió la fría espuma del grueso borde de la jarra de cerveza. —Sin cuartel. Esa es tu política. — —Bueno, para ser justos, nunca has solicitado ningún tipo de tratamiento especial. — Hizo una pausa. —No es que en tu caso, yo no estuviera dispuesto a darte más holgura... en algunas áreas. — Esquivó el contacto con los ojos que estaba parpadeando hacia ella. — Así que no sales con clientes, eh? — —No, por lo general no. — —Conflicto de intereses. — —Podría causar problemas… pero en algunos casos, vale la pena el riesgo. — Miró alrededor del pub. Gran cantidad de personas. conversaciones. El aire que estaba caliente y espeso. Muchas Ella frunció el ceño y se puso rígida. En la esquina, algo... alguien... — ¿Estás bien? — Se sacudió liberándose de la paranoia. —Sí, lo siento… ¡OH!, sí, nos gustaría pedir, — dijo cuando la camarera regresó. —Voy querer una 411 412 hamburguesa con queso. Suponiendo que a mi entrenador personal no le produzca una embolia de desaprobación. — Mark se echó a reír. —Que sean dos. Pero quite las patatas fritas. En ambos platos. — Cuando la camarera se fue, intentó no mirar en la dirección de la esquina de atrás en la oscuridad. —Así que... — —No creía que alguna vez vinieras aquí. Te pregunté ¿hace cuánto tiempo? — Cuando Mark sonrió, se dio cuenta de que tenía una dentadura fantástica, recta y muy blanca. —Ha pasado algún tiempo, adivino. Has estado muy ocupada. — —Entonces, ¿qué haces para ganarte la vida? — —Esto y aquello. — — ¿En qué campo? — Por lo general, ella se enojaba rápido cuando la gente se entrometía. Sin embargo, su efecto era tranquilizador y fácil, por lo que aquí se acababa la conversación. —Creo que se puede llamar justicia penal. — —OH, tu trabajas con la ley. — —Estoy muy familiarizada con ella, sí. — —Eso está bien. — Mark se aclaró la garganta. —Así que... te ves muy bien. — —Gracias. Creo que es por mi entrenador. — —OH, de alguna manera creo que lo harías bien sin mí. — Al caer en una sencilla ida y vuelta, en realidad comenzó a relajarse… y luego sus cenas llegaron y pidieron otra ronda de cerveza. Era tan... normal, estar en el bar, haciendo el tet.a.tet, conocer a otra persona. Todo lo contrario de lo que ella había sido testigo la noche anterior. Se estremeció cuando las imágenes volvieron a ella... la luz de las velas, el hombre de pelo negro que se cernía sobre la mujer semidesnuda como si fuera a devorarla, los dos desatándose y sin inhibiciones.... Entonces esos ojos brillantes mirando hacia arriba y el 412 413 encontrándose con su mirada a través del cristal, como si sabido todo el tiempo que ella estaba mirando. hubiera — ¿Estás bien? — Se obligó a concentrarse. —Lo siento, sí. ¿Qué decías? — Cuando Mark volvió a hablar de su entrenamiento para Iron Man, se encontró de nuevo en el frío fuera de esa casa, viendo al hombre y la mujer. Frena. Ella había preparado esta cita sólo porque ella quería salir. No porque ella estuviera particularmente preocupada acerca de Mark, o interesada en el. De hecho, tal vez lo había hecho porque su entrenador personal era muy alto y realmente bien construido, con el pelo muy oscuro y ojos muy claros. Cuando sonó la campana de la culpa, se dijo, OH, por Dios. Ella era adulta. Mark era un adulto. Las personas tienen relaciones sexuales por todo tipo de razones diferentes, sólo porque ella no quería casarse con el hombre no significaba que estuviera rompiendo alguna regla cardinal... excepto, mierda. Colocando la moralidad de su abuela a un lado, sus brillantes dientes blancos y sus grandes hombros no le hacían estar atraída hacia Mark. Ella se sentía atraída por el hombre al que le recordaba Mark. Y eso era lo que hacía que estuviese mal. CINCUENTA Y TRES A pesar de que Qhuinn era de, buen agrado, apenas un mediador a la hora de las reuniones del Consejo, estaba jodidamente claro para él que el grupo reunido había llegado a la casa esperando una cosa, sólo para obtener algo completamente distinto. Wrath no tenia pelos en la lengua y después de darle la vuelta a la tortilla, finiquito las cosas en cinco o diez minutos. 413 414 Esta era una buena cosa, en realidad. Cuanto antes se terminara, más rápido podrían llevarlo a casa. —Para terminar, — dijo el rey en voz baja —Agradezco la oportunidad de dirigirme a este angosto grupo. — En este caso, "angosto" claramente significaba "agujero de mierda". —No tengo otros compromisos en este momento. — Es decir, aparte de seguir con vida. —Así que voy a partir. Sin embargo, si ustedes tienen algún comentario que hacer, por favor diríjanselo a Tohrment, hijo de Hharm. — En un abrir y cerrar de ojos el rey salió del edificio con V y Zsadist. A raíz de la salida, todos los “pantalones de fantasía” del comedor se quedaron sentados en sus sillas, en estado de shock y ahora jugaban con sus atractivas características. Es evidente que habían esperado más... pero también menos. Algo así como cuando los niños habían empujado a sus padres demasiado y finalmente habían conseguido un golpe con un palo de madera en el culo. Desde la perspectiva de Qhuinn, era jodidamente divertido, en realidad. La fiesta finalmente comenzó a terminarse después de que la dueña de casa se puso en pie y gimoteó hablando de que era una honra que iban a tener todos y blah, blah, blah. Qhuinn se preocupaba sobre una y sola cosa. Y eso era el texto que le llegó a través de su teléfono cerca de un minuto más tarde Wrath estaba en casa a salvo. Exhaló lentamente, puso su nuevo celular en el bolsillo interior de su chaqueta de cuero y barajo la posibilidad de mover con el pensamiento un par de tablas del piso para conseguir que ese montón de estirados bailaran un poco. Pero pensó que probablemente se metería en problemas por eso. Vaya desastre. La multitud empezó a salir en fila poco después, a la clara insatisfacción de la dueña de casa, como si hubiera estado vistiéndose y reorganizado su casa con la expectativa de una larga y prominentes noche social para sólo descubrir que lo único que recibiría serian dos segundos de celebridad y un cubo de Pollo frito con Kentucky para comer. Lo siento, señora. 414 415 Tohrment dominaba el éxodo, de pie delante de la chimenea, asintiendo con la cabeza, diciendo unas cuantas palabras. En esta delegación, Wrath había hecho una buena elección. El hermano tenía la apariencia de un pateador de culos, con todas sus armas, pero siempre había estado dispuesto e inclinado internamente a ser un pacificador, y eso no era diferente esta noche. El fue especialmente agradable con Marissa cuando la compañera de Butch los dejó, su rostro mostrando un destello de auténtico afecto mientras la abrazaba y ella asintió mientras el policía la escoltaba fuera. Ese trozo de realidad fue inmediatamente reemplazado por su máscara profesional, sin embargo. Finalmente, la anfitriona ayudó a su viejo hellren a ponerse en pie, he hizo algo de ruido al levantarlo. Y entonces sólo quedaba uno. Elan, hijo de Larex, quedó ante la hilera de ventanas cubiertas. Qhuinn había tenido un ojo puesto en el hombre todo el tiempo, contando con exactitud cuántos de los miembros del Consejo se acercaban a él, le estrechaban la mano y murmuraban en su oído. Todos y cada uno. Así que no fue exactamente una sorpresa que en lugar de salir como un niño bueno, se abriera paso hasta la chimenea como si quisiera una audiencia. Genial. Elan se acercó a Tohr. Mientras más se acercaba, más tenía que levantar el mentón para mantener contacto visual con el Hermano. —Fue un honor tener una audiencia con el rey, — dijo el caballero con seriedad. —Me quedé con cada palabra. — Tohr murmuró algo a cambio. —Y he estado dándole vueltas a algo, — continúo el aristócrata. — Tenía la esperanza de hablar con él directamente sobre esto, pero... — Sí, no contengas la respiración por eso, amigo. Tohr intervino para llenar el silencio. —Cualquier cosa que me digas irá directamente a los oídos del rey, sin filtro o interpretación. Y los guerreros en esta sala han jurado guardar el secreto. Ellos van a morir antes de que Repetir una palabra. — Elan miró a Rehv claramente esperando una promesa similar del macho. 415 416 —Lo mismo vale para mí— Rehvenge murmuró mientras se apoyaba en su bastón. De repente, el pecho de Elan se hinchó como si este tipo de atención personalizada fuera más de lo que había pedido con la esperanza de salir de la reunión. —Bueno, esto ha permanecido en gran medida en mi corazón. — Desde luego, no en los pectorales, pensó Qhuinn. Estaba constituido como un niño de diez años de edad. —Y eso sería… — le solicito Tohr. Elan cruzó los brazos detrás de la parte baja de la espalda y caminó un poco como si estuviera escogiendo sus palabras. Algo le decía a Qhuinn que habían sido preparadas de antemano, sin embargo… a pesar de que no podía decir lo que era. —Esperaba a su rey para tratar un cierto rumor que he oído. — — ¿Cuál es? , — Dijo Tohr en un tono uniforme. Elan se detuvo, respiro y habló con claridad. — Es sobre que le dispararan el pasado otoño. — Nadie mostró ninguna reacción. Ni Tohr, ni Rehv. Ni los restantes hermanos en la habitación. Por supuesto que tampoco Qhuinn o sus chicos. — ¿Cuál es tu prueba para decir esto? — Preguntó Tohr. —Bueno, en honor a la verdad, pensé que él iba a estar aquí esta noche. — — ¿En serio? — Tohr miró las sillas vacías y se encogió de hombros. — ¿Quieres decirme lo que has oído? — —El hombre hizo referencia a una visita del rey. Al igual que cuando Wrath vino y me vio en mi casa durante el verano. — Así lo informó con presunción, como si eso fuera lo más destacado de Wrath en estos años, justo así. —Él dijo que la Banda de Bastardos le disparó al rey, mientras que estaba en su propiedad. — Otra vez sin reacciones. —Pero, obviamente, el rey sobrevivió. — La pausa sugirió que Elan esperaba detalles para llenar los huecos. —Lo está haciendo bastante bien, de hecho. — 416 417 Hubo un largo silencio, como si los dos lados de la conversación estuvieran esperando al otro para poner tranquilidad en el asunto. Tohr arqueó las cejas. —Con todo respeto, usted no nos dijo mucho de nada, y el chismorreo ha estado existiendo desde el principio de los tiempos. — —Pero eso es lo raro. También me habló de él antes de que ocurriera. Yo no lo creí, sin embargo. ¿Quién se encargaría de un intento de asesinato? Parecía... sólo la arrogancia de un hombre insatisfecho con la forma en que las cosas se están manejando. Salvo que entonces, una semana más tarde, dijo que había seguido a la Banda de Bastardos y que Wrath había recibido un disparo. Yo no sabía qué hacer. No tenía forma de entrar en contacto con el rey personalmente, y no había manera de verificar que esta persona estaba diciendo la verdad. Dejé ir todo… hasta que fui llamado a esta reunión. Me preguntaba si tal vez esto estaba... bien. Está claro que no lo estaba, pero entonces me pregunté ¿por qué no estaba aquí?. — Tohr bajó la mirada hacia el pequeño hombre. —Sería de gran ayuda si usted nos diera un nombre. — Ahora, Elan frunció el ceño. — ¿Quieres decir que no sabes quién están en el Consejo? — Cuando Rehv puso los ojos en blanco, Tohr se encogió de hombros. Tenemos mejores cosas que hacer que preocuparnos de los asuntos de Rehvenge. —En el Viejo Mundo, la Hermandad sabía quiénes éramos. — —Hay un océano entre nosotros y nuestra patria. — —Es una lástima. — —Esa es su opinión. — Qhuinn dio un paso adelante, con la intención de intervenir, en caso de que el Hermano lanzara las manos al delgado cuello del HDP(hijo de p…). Alguien probablemente debería ponerse al mando antes de que sus anfitriones vieran sangre en sus alfombras y el peso de un cuerpo muerto. Parecería poco hospitalario. 417 418 —Entonces, ¿de quién estás hablando?, — presionó Tohr. Elan miró tranquilamente a los peligrosos hombres que se centraban en él. —Assail. Su nombre es Assail. — **** En las profundidades del centro de Caldwell, las oscuras calles se formaban como laberintos para ratas y pocos de los humanos estaban sobrios y muy distantes entre sí, Xcor blandió su guadaña en un gran círculo de alrededor de cinco pies y medio de altura del fangoso suelo teñido de negro. El Lesser estaba capturado por el cuello y la cabeza, ahora liberada de su torso, la cabeza voló sobre el edificio, el viento racheado por el frío. La sangre negra salía en espiral fuera de las arterias seccionadas cuando la mitad inferior del cuerpo se desplomó hacia adelante. Y eso era todo. Bastante decepcionante, la verdad. Girando alrededor, sostuvo a su amada sobre su hombro para que ella se acurrucara detrás de él y lo protegiera, mirando a su espalda mientras se preparaba para lo que vendría a continuación. El callejón en el que había entrado a perseguir Al ahora incapacitado asesino, estaba abierto por el otro extremo, y detrás de él, estaban estacionados los tres primos hombro con hombro y debían estar llegando más en esa dirección… Algo se acercaba. Algo estaba... con un vistazo rápido, escucho el estruendo de un motor cada vez más y más fuerte y… La camioneta salió por el callejón, sus neumáticos encontraron poca o ninguna estabilidad en la carretera helada. A consecuencia De la falta de tracción, el vehículo se estrelló contra la pared, sus rayos de luz altos cegaron a Xcor. El que estaba detrás del volante no pisó el freno. El motor rugió. Xcor se enfrentó contra el vehículo y cerró los ojos. No había razón para mantener sus párpados abiertos, cuando su visión había dejado de funcionar. No le preocupaba realmente quien conducía, si era asesino, vampiro o humano. 418 419 Ellos venían por él y él iba a detenerlos. A pesar de que probablemente era más fácil salir desmaterializándose. Nunca se había preocupado especialmente por lo fácil, sin embargo. — ¡Xcor! — Gritó alguien. Agarrando una profunda bocanada de aire helado, dejó escapar un grito de batalla mientras él seguía guiándose en sus sentidos. Extendiendo la mano y lanzando la guadaña en el aire a medida que avanzaba hacia adelante. Su guadaña desapareció en un momento, y sus armas, dispuestas a participar, salieron de ambas palmas. Esperó unos veinte pies. Y entonces comenzó a disparar sin pausa. Con los silenciadores puestos, las balas solo sonaron cuando hicieron impacto y volaron el parabrisas delantero, golpeando la parrilla, desinflando una rueda.... En ese momento las luces cegadoras se apartaron, la parte de atrás del vehículo giro en torno a la trayectoria general sin cambios gracias a esa tremenda aceleración… incluso cuando todo iba sin control Justo antes de que el panel lateral se lo llevara, Xcor saltó fuera del camino, levantando sus botas, el techo apenas pasando bajo sus pies controlando las tres mil libras de su cuerpo en el aire. Los guerreros de Xcor aterrizaron en el suelo, el deslizamiento del coche se detuvo contra un contenedor de basura, el recipiente para basura detuvo el vehículo mejor de lo que podría cualquier juego de frenos. Xcor no tardó en rodearlo, con ambas armas apuntando, listas para disparar. A pesar de que había disparado una tanda de balas, sabía que tenía por lo menos cuatro en la recamara de cada arma. Y sus soldados estaban una vez más detrás de él. El subió para mirar dentro, no le importaba lo que encontrara, uno de su raza, un hombre o una mujer, un Lesser, no le importaba. El olor a carne podrida y melaza le informó a cuál de sus muchos enemigos se enfrentaba, y de hecho, mientras se inclinaba entro por el parabrisas delantero revisando, dos nuevos reclutas, que aún conservaban su color de cabello oscuro y tonos de piel rojiza, estaban colgando del asiento delantero. Incluso con el cinturón de seguridad puesto estaban en mal estado. Aparte de ser acribillado a balazos y sus rostros llevaban las magulladuras de haber golpeado contra la cabina del sedán, se estrellaron contra el panel de mando y habían formado una lluvia de 419 420 cristales rotos. Sangre aceitosa y negra encima de sus narices rotas y mejillas y barbillas laceradas, la mierda caía sobre su pecho como el agua de los grifos de la bañera. No tenía airbag o tal vez no funcionaron. —Yo no pensaba que fuerais a hacerlo, — murmuró Balthazar. —Sí, —estuvo de acuerdo alguien más. Xcor se quitó la preocupación cuando enfundó sus armas, se agarró la puerta del lado del conductor, y tiró de los soportes de la cosa limpiamente. A medida que el chirrido de los metales desgarrándose hizo eco en el callejón, tiró el panel a un lado, desenvainó su daga de acero, y se inclinó de pronto. Al igual que con todos los restrictores, estos integrantes del Omega todavía se movían y parpadeaban a pesar de su catastrófica lesiones y… seguirían haciéndolo perpetuamente si se dejaban en este estado, como si sus cuerpos duraran más tiempo. Había solo una y sólo una manera de acabar con ellos. Xcor pasó su brazo derecho sobre su hombro izquierdo y hundió la hoja de su daga en el centro del pecho de quien estaba detrás del volante. Volvió la cabeza a un lado y cerró los ojos para no cegarse de nuevo, esperó a que pasara la explosión y el flash desapareciera antes de inclinarse sobre el asiento y hacer lo mismo al pasajero de al lado. Luego se volvió a revisar y enviar a los decapitados, cadáveres retorciéndose... tenían huellas de neumáticos por el pecho, gracias a la trayectoria del coche que llego a través del callejón. Acechando a través de la nieve teñida de negro, levantó de nuevo su mano con la daga por encima del hombro y hundió la hoja en el esternón con tanta fuerza que el arma a punto estuvo de clavarse en el asfalto. Cuando se puso de pie una vez más, su aliento salía de su nariz como humo de una locomotora. —Registremos el vehículo y luego tenemos que salir rápidamente. Él miró la hora. La policía de Caldwell estaba decepcionantemente sensible, incluso en esta parte de la ciudad… y viviendo bajo la constante amenaza de la intervención humana era, como siempre, un aburrimiento. Pero con un poco de suerte, habrían desaparecido como si nunca hubieran estado en cuestión de minutos. Estirando la espada, miró hacia el cielo, haciendo crujir el cuello y aflojando los hombros. 420 421 Era imposible no pensar en la reunión del Consejo que se había programado; esto había estado en su mente toda la noche. ¿Wrath había aparecido? ¿O había ido sólo Rehvenge y los representantes de la Hermandad? Si el rey había ido, había asistido sin duda, Xcor podía imaginarse así el itinerario muestra de fuerza, advertencia, y luego una salida rápida. Tan poderosa como era la Hermandad y tanto como Wrath quería flexionar sus músculos ante el grupo de infieles aduladores aristocráticos, era difícil imaginar que un hombre que casi había sido asesinado recientemente iba a correr ningún riesgo. Únicamente por su propio interés, la Hermandad le quería vivo, ya que ellos estaban en la cumbre del poder, también. Y eso era por lo que había decidido mantenerse alejado. No había nada de malo en dejar que Wrath intentara recuperar algo de su estatus perdido y mucho que perder en un confrontación directa con la Hermandad frente a ese público en particular. El porcentaje garantizado de daños era demasiado grande. Lo último que quería era asustar a la Glymera y que se alejaran de él o... matarlos por completo en el proceso de extracción del rey. Pero en realidad había descubierto, gracias a los contactos de Throe, exactamente donde y cuando iba a ocurrir la asamblea. Qué sería ahora... y en la finca que la hembra, la de quien sus soldados se habían alimentado en esa pequeña casa de campo. Evidentemente, ella estaba dispuesta a permitir que otras personas la utilizaran y no sólo su jardín, sus habitaciones también. Y muy pronto, tendría una trascripción de lo que había ocurrido que le proporcionaría el chivato de Elan… Sin ninguna otra razón más que la de que el hombre quería disfrutar del acceso que había tenido y exhibirse un poco… De repente un silbido de la parte de atrás del coche arruinado trajo su atención. Zypher estaba junto a la puerta del maletero abierta, las cejas alzadas cuando se inclinó y sacó un... ladrillo cubierto de celofán que contenía algo blanco. —Es un buen botín el que tienen, — dijo, sosteniéndolo en alto. Xcor se acerco de nuevo. Había tres más como ese, simplemente arrojados sueltos en la parte posterior, ya que el par de asesinos habían estado más preocupados por su seguridad física que por la disposición de las drogas. 421 422 En ese momento, las sirenas comenzaron a sonar desde el Este, quién sabe si en relación con el accidente o quizás no. —Llevemos los paquetes con nosotros—ordenó Xcor. —Y salgamos de aquí. — CINCUENTA Y CUATRO En definitiva, la fecha no fue del todo mala. Comió. Se levantó de su silla y comenzó a ponerse el abrigo, Mark se colocó detrás de ella y ayudado con el abrigo de lana a ponerse sobre los hombros. La forma en que sus manos se demoraron sugirieron que era más abierto a que este sería el final de la cena, pero el principio de el resto de la noche. No era agresivo, sin embargo. Dio un paso atrás y sonrió, señalando el camino a la salida con una mano galante. Moverse en frente de él, parecía una especie de delito grave de salud mental que no lo hizo hervir la sangre... y sin embargo muy agresivo, dominando el hombre de la noche anterior lo hizo. Iba a tener que dar a su libido una charla. O tal vez una paliza... Tal vez de ese otro tipo, forma parte de ella sugirió. —No, — murmuró. —Lo siento, ¿que?— Negó con la cabeza. —Solo hablándome a mí misma. — Después abriéndose paso entre la multitud, llegaron a la puerta del restaurante, y wow, claro salieron a la noche. —Así que... — Mark dijo, metiéndose las manos en los bolsillos de sus vaqueros, su torso bien desarrollado del levantamientode pesas y aún así no lograba acercarse al tamaño de… Basta. —Gracias por la cena, que no tenías que pagar. — 422 423 —Bueno, esto era una cita. Tú lo dijiste. —Él sonrió de nuevo. —Y yo soy un tipo tradicional de hombre. — Hazlo, se dijo a sí misma. Pregúntele si puedes ir a su casa. Después de todo, no puede haber relaciones sospechosas pasándolo en ella. Alguna vez. No con su abuela arriba La sordera de la mujer era muy selectiva. Solo hazlo. Es por eso que se lo pediste.... —Tengo una reunión a primera hora de la mañana, — le espetó. —Así que tengo que salir. Pero muchas gracias Y me gustaría hacerlo otra vez. — Para dar crédito a Marcos y, cubrir cualquier decepción que pudiera haber sentido por otro de los sonrió triunfal. —Me parece bien. Esto sería genial. — —Estoy aparcado aquí. — Ella hojeó por encima del hombro. —Así que... — —Yo te voy a acompañar a tu coche. — —Gracias. — Se quedaron en silencio mientras sus botas crujieron a través de la sal que se había puesto en el hielo. —Una buena noche. — —Sí, — dijo ella. —Lo fue. — Por alguna razón, sus sentidos comenzaron a disparar en la alerta, sus ojos buscando en la oscuridad del exterior del estacionamiento iluminado. Tal vez fue Benloise viene estaba detrás de ella, pensó. Él sabía, sin duda, a estas alturas que alguien había entrado en su casa segura, y probablemente también había notado el cambio en la posición de esa estatua. Es difícil saber si iba a tomar represalias, sin embargo. A pesar del negocio que se encontraba, tenía cierto código de conducta que se adhirió a y en algún nivel, debe ser consciente de que lo que había hecho al cancelar ese trabajo y cortar su salario había sido un error. 423 424 Él ciertamente comprendería el mensaje. Además, ella podría haber tenido todo lo que había encerrado. Acercándose a su Audi, desactivó la alarma. Luego se dio la vuelta y miró hacia arriba. — ¿Te voy a llamar?— —Sí, por favor, — dijo Mark. Hubo una larga pausa. Y entonces ella levantó una mano, se deslizó detrás de su cuello, y acercó su boca hasta la suya. Marcos se dirigió inmediatamente a la invitación, pero no en una manera dominante y agresiva. Mientras inclina la cabeza, él hizo lo mismo, y sus labios se encontraron, rozando suavemente, luego con un poco de más presión. Él no la quería aplastar, o atraparla contra el coche... no había sentido para estar fuera de control. No hay sensación de gran pasión, tampoco. Ella rompió el contacto. —Te veré pronto. — Marcos exhaló encenderla. con fuerza, como si hubiera conseguido —Ah, sí. Espero que sí. Y no solo en el gimnasio. — Levantó la mano, sonrió por última vez, y se dirigió a su camioneta. Con una maldición tranquila, Se puso detrás del volante, cerró la puerta y dejó caer la cabeza hacia atrás contra el respaldo. En el espejo retrovisor, vio sus luces traseras se encienden y lo vio hacer un giro a la cabecera de la playa de estacionamiento. Cerró los párpados, y no vio la reluciente sonrisa de Marcos, o imaginó sus labios contra los de ella, o sentir sus manos vagando por su cuerpo. Ella había vuelto a estar fuera de esa casa mirando hacia adentro, jugando a ser testigo de un par de calientes, y ligeramente sus ojos mirándola sobre el pecho descubierto de otra mujer. —Oh, por el amor de Dios... — 424 425 Se sacudió a sí misma sacándolo de la memoria, temía que en este caso, su deseo de, oh, por ejemplo, chocolate, lo iba a cambiar por un refresco de dieta. O galletas de un Snackwell. O incluso un Hershey (línea de chocolates) A este paso, iba a tener que fundir un caso de trufas Lindt e inyectárselo a través de un Intravenosa, directamente en una vena. Poso el pie en el freno, pulsó el botón en el salpicadero y oyó la llamarada del motor a la vida. Como las luces se encendieron Se echó hacia atrás en su asiento y dejó escapar un grito. **** Cuando Qhuinn regresó a la mansión con los demás, rompió filas y se fue a través del gran vestíbulo. Moviéndose a un trote rápido, subió las escaleras y se dirigió directamente a la habitación de Layla. De acuerdo con sus textos, que había decidido abandonar la clínica, después de todo, y él estaba ansioso por saber cómo se encontraba. Llamando a la puerta, empezó a rezar. Una vez más. No hay nada como el embarazo para que un agnóstico (no acepta lo metafísico) a religioso. — Entra— Ante el sonido de su voz, que se preparó y se metió dentro. — ¿Cómo te sientes?— Layla levantó la mirada de la revista Us Weekly que estaba leyendo en la cama. — ¡Hola!— Qhuinn retrocedió en la alegría. —Ah... hola — Mirando a su alrededor, vio Vogue, People y Vanity Fair alrededor de ella, y a través del edredón Así, la televisión estaba en Nattering, un comercial de desodorante cambiando a uno pasta de dientes de Colgate. Había cervezas de jengibre y galletas saladas en la mesita junto a ella, y luego, en el lado opuesto estar de pie, un cartón de Häagen-Dazs, un par de cucharas en una bandeja de plata. 425 426 —Me siento muy mareada, — dijo Layla con una sonrisa. Al igual que fue una buena noticia. —Suponía que era. Cualquier cosa... ya sabes... — —No en lo más mínimo. Ni siquiera un poco. No estoy vomitando, tampoco. Solo tengo que asegurarme de que como un poco todo el tiempo. Demasiado y me siento mal si no lo hago por demasiado tiempo. — Qhuinn se recostó contra las jambas, con las piernas literalmente con un bamboleo de socorro. —Esto es... increíble. — — ¿Quieres sentarte?— Como si estuviera mirándolo pálido como de pronto se sintió. —No, estoy bien. Yo solo... He estado muy preocupado por ti. — —Bueno, como puedes ver, — indicó su cuerpo —Yo solo estoy haciendo lo mío, y agradecer a la Virgen Escriba por eso. — Cuando Layla sonrió hacia él, le gustó mucho la forma en que se veía, y no en cualquier sentido sexual de la palabra. Fue solo... ella aparecía tranquila, relajada y feliz, el pelo suelto sobre sus hombros, su coloración perfecta, sus manos y sus ojos fijos. De hecho, parecía... muy saludable. De repente, ese cetrino de su piel ahora notorio por su ausencia. —Así que supongo que has tenido algunos visitantes, — comentó, mientras asentía a las revistas, los saladitos y el helado. —Oh, todo el mundo ha pasado. Beth se quedó más tiempo. Se estiró a mi lado no hablamos de nada en particular. Acabamos de leer y miramos fotos y vimos una mortal de la maratón. Me encanta ese show que es donde todos los seres humanos salen en barcos en el mar. Es muy emocionante. Me hizo sentir feliz de estar en tierra firme. — Qhuinn se frotó la cara, y rezó para que su sentido del equilibrio comenzara a regresar rápido. Evidentemente, su glándulas suprarrenales todavía estaban luchando para ponerse al día con la realidad, la idea de que no había drama, no de emergencia, no hay nada grave para reaccionar o curiosamente difícil de manejar. —Estoy contento de las personas estén viniendo, — murmuró, sintiendo que tenía que decir algo. —Oh, sí, lo ha sido— Layla desvió la mirada, una expresión extraña apretando sus facciones. 426 427 —Un buen número de ellos. — Qhuinn frunció el ceño. —Nadie se extraña, sin embargo, ¿no?— No podía imaginar que alguien en la casa diera otra cosa que apoyo cualquier cosa, pero no tenía nada que preguntar. —No... No es extraño. — —Qué. — Como Layla solo tocó la portada de la revista en el regazo, algunas morenas, descerebradas, El rostro de Bimbo blanco de ojos distorsionados y volvió a la normalidad. —Layla. Dime. — Para que pudiera ir fijar algunos jodidos límites si tenía que hacerlo. Layla se apartó el pelo hacia atrás. —Vas a pensar que estoy loco... o no, no lo sé. — Se acercó y se sentó a su lado. —Está bien, mira. No sé cómo decir esto bien, así que estoy no se como van a salir las palabras. ¿Tú y yo? Vamos a estar frente a un montón de... ya sabes, mierda personal, una relación con... — Oh, Dios, realmente esperaba que ella mantuviera el embarazo. —También podríamos empezar a ser totalmente honestos con los demás ahora. ¿Sea lo que sea? No voy a juzgar. Después de toda la mierda que he hecho en mi propia vida? No estoy juzgando a nada por nada. — Layla tomó una respiración profunda. —Estás bien... bueno, Payne vino a verme anoche. — Él frunció el ceño de nuevo. —Y. — —Bueno, ella dijo que podría ser capaz de hacer algo por el embarazo. No estaba segura de si funcionaría, pero no creí que me hiciera daño. — El pecho de Qhuinn se reforzó, con una punzada de miedo de hacer su corazón latir. V y Payne tenían cosas de los que no eran de este mundo. Y eso fue genial. Pero no en torno a su bebe por el amor de Dios, V su mano era una asesina hecha y derecha.... —Ella tomó mi mano y la puso sobre mi vientre, justo donde el está el bebe.... — Una sensación como de aseo íntimo de Qhuinn lo había sonrojado toda la sangre de su cabeza golpeó duro. —Oh, Dios — 427 428 —No, no. — Ella se acercó a él. —No estaba mal. Se sentía... bueno, en realidad. Lo miré... desde esta perspectiva, que fluía a través de mí, me reforzó. Sanándome. Se centró en el abdomen, pero fue tanto más allá de eso. Después de eso, yo estaba tan preocupado por ella, sin embargo. Se dejó caer en el suelo junto a la cama.... —Layla hizo un gesto hacia abajo, hacia el suelo. — Pero entonces perdí el conocimiento. Debo haber dormido un largo tiempo. ¿Cuando finalmente me desperté? Fue entonces cuando me sentía... diferente. Al principio, supuse que era debido a que el aborto involuntario se había detenido porque estaba... otra vez. Salí corriendo y me encontré a Blay, y me llevó a la clínica. Eso fue cuando viniste y la Doc Jane nos dijo que... — tocado elegante la mano de Layla su bajo vientre, y luego se quedó allí. —Eso fue cuando nos dijo que nuestra bebe todavía estaba con nosotros — Su voz se quebró en ese momento, y ella parpadeó rápidamente. —Así que ya vez, creo que nos salvó el embarazo. — Después de un largo momento de shock, Qhuinn le susurró —Oh... mierda. — **** De vuelta en el estacionamiento del restaurante, Assail se cernía sobre el capó del Audi de su ladrona, de pie plenamente en el resplandor de los faros. Por mucho que le había hecho la noche anterior, cerró los ojos con ella por instinto más que por la vista. Y mientras estaba parado en el frío, estaba caliente por su temperamento, y tantas otras cosas como ese saco de excrementos en dos patas que le había acompañado a su coche, y tenía la locura de besarla, asaltándola y se había enfrentado de nuevo por dos opciones. Realizar el seguimiento del hombre en la noche y seguir adelante con todo lo que la garganta rugía, o esperar a la humana, y... Algo muy dentro de él había tomado una decisión, había sido incapaz de alejarse de ella. Su ladrona dejó la ventana, y el olor de su excitación le ponía duro. También le hizo sonreír. Fué la primera vez en toda la noche en que había capturado un olorcillo de él, y eso le refrescó más que otra cosa podría haberlo hecho. Bueno, excepto tal vez un hombre desollado y vivo. 428 429 — ¿Qué es lo que quieres?, — le espetó. Oh, no era la pregunta. Se movía hasta su lado del coche. — ¿Te gustó a ti?— — ¿Perdón?— —Yo creo que escuchaste la pregunta. — Abrió la puerta del lado del conductor y salió. — ¿Cómo te atreves a esperar ninguna explicación de mí por nada — Él manipuló su peso hacia adelante en la cintura, inclinándose hacia ella. —Te recuerdo que invadiste mi privacidad primero — —Yo no salté delante de tu coche y— — ¿Te gustó lo que viste anoche?— Eso lo encerró en sí. Y como el silencio persistía, se sonrió un poco. —Así que admites que estabas mirando. — —Maldito sabías que yo estaba, — le espetó. —Por lo tanto, responde a la pregunta. ¿Te gustó lo que viste, — dijo con una voz que sonó ronca hasta sus propios oídos. Oh, sí, pensó mientras inhalaba profundamente. Ella lo hizo. —No importa, — ronroneó. —No es necesario ponerlo en palabras. Ya sé la respuesta— Ella le dio una bofetada tan rápido y con tanta fuerza, su cabeza golpeó realmente en su columna vertebral. Su primer instinto fue desnudar sus colmillos y morderla, para castigarla, para tentarse a sí mismo, porque no había mejor sabor al placer que un poco de dolor. O un montón de él. Enderezó la cabeza y bajó los párpados. —Eso se sintió bien. ¿Quieres hacerlo de nuevo? — Como otra flor emanaba de ella, se rió en el fondo de su pecho, y pensó, “sí, en efecto,” esta reacción de ella solo se había asegurado de que ese hombre humano iba a seguir viviendo. O por lo menos moriría en las manos de otro. A ella la quería para sí. Y a ninguna otra. 429 430 Assail se colocó aún más cerca, hasta que sus labios estaban justo al lado de la oreja. — ¿que hiciste cuando llegaste a casa? O ¿no podrías esperar tanto tiempo. — Ella dio un paso atrás deliberadamente. — ¿Quieres saber? Fine. He cambiado la arena de los gatos, hice dos huevos revueltos y un trozo de canela tostadas, y luego me puse a dormir. — Dio un paso deliberado hacia adelante. — ¿Qué hiciste cuando estabas entre las sábanas?— A medida que el olor de ella se encendió una vez más, puso su boca de nuevo donde estaba... cerca, oh, tan cerca. —Creo que sé lo que hiciste. Pero quiero que me lo digas. — —Vete al diablo— — ¿Has pensado en lo que viste?— Como una ráfaga de viento sopló un poco de su cabello en sus ojos, escondiendo las hebras en la espalda. — ¿Te imaginas que eras tú la que me estaba follando?— Su respiración comenzó a bombear en su pecho, y querida Virgen en el Fade que le hacía desear llevarla. — ¿Cuánto tiempo te quedas?— Susurró. —Hasta el final femenino... o hasta que acabe?— Sus manos estaban en puños. —Vete a la mierda. — En un cambio rápido, se disparó alrededor de su cuerpo, saltó de nuevo en su coche, y cerró la puerta. Se movió tan rápido. A través de la ventana abierta, le giró la cabeza y la besó con fuerza, tomando su boca otra vez, y limpiando cualquier rastro de ese hombre humano haciendo liberar su sexo. Ella le devolvió el beso. Con la misma fuerza. A medida que sus hombros eran demasiado grandes para pasar a través de la ventana, quería garra a través del acero. Él Tuvo que quedarse donde estaba, sin embargo, y eso lo hacía aún más agresivo, su sangre rugiendo en su venas, su cuerpo tenso cuando sus lenguas entraron, su mano serpenteando detrás de su 430 431 cuello, enterrándose en su pelo. Ella estaba resbaladiza y dulce y caliente como el infierno. Hasta el punto de que tuvo que desprenderse de una respiración profunda, o correr el riesgo de perder el conocimiento. Mientras lo separaba, la miró a los ojos. Ambos estaban abarrotados, y su excitación espesaba el aire, y quería estar dentro de ella. Con motivo del sonido de su teléfono... tenía que ser exactamente la cosa equivocada en el momento equivocado. El sonido de la chaqueta parecía encajarlo de nuevo a la realidad, con los ojos quemaban, deslizándose lejos, con las manos en el volante la rueda en dirección, como si estuviera tratando de conectar a tierra ella misma; lo miró mientras subía la ventana, encendía el motor, y se marchaba. Dejándolo jadeando en el frío. CINCUENTA Y CINCO Qhuinn dejó la habitación de Layla poco después, sus shitkickers lo llevaban rápidamente a través de la estrecha alfombra, que corría por el pasillo hasta el rellano de la escalera. Como él siguió su camino por el estudio de Wrath, que era vagamente consciente de que alguien gritaba su nombre, pero él no le prestó atención. En el otro extremo de la sala de estatuas, pasado Z y Bella del baño, a la sala donde Payne y Manny había quedado tras una puerta cerrada, pero el sonido de un televisor murmuró en voz baja, al otro lado. Qhuinn se tomó un segundo para recoger los pedazos de su mente que soplaban, y luego llamó. —Entre, — fue la respuesta. Cuando entró, la habitación estaba inundada de la luz azul, la TV. Payne estaba tumbada en la cama, con la piel tan pálida que reflejaba las imágenes cambiantes proyectadas sobre ella. —Saludos, — dijo en una voz muy baja para lo que solía hablar. 431 432 —Jesús... Cristo... — —No, me temo que no. — Ella sonrió. O por lo menos, la mitad de su boca lo hizo. —Perdóneme si no me levanto ofrezco saludos. — Cerró la puerta suavemente. — ¿Qué pasó?— A pesar de que el tipo lo sabía. — ¿Está bien?— Preguntó Payne. — ¿Esta tu mujer embarazada todavía?— —Las pruebas parecen indicar que sí. — —Bueno. Eso me agrada. — — ¿Te estás muriendo?, — Le espetó. Y luego aflojándose sus rodillas cosa que no era propio para él. Ella se echó a reír bruscamente. —No lo creo. Estoy muy débil, sin embargo. — Los pies de Qhuinn lo llevaron por la alfombra. —Así que... ¿qué pasó?— Payne luchó para impulsarse más alto en las almohadas, pero luego desistió. —Creo que me estoy volviendo regalona. — Ella gimió mientras movía sus piernas bajo el edredón. —cuando vine por primera vez, tuve la oportunidad de sentar manos y curar con poco o nada de efectos posteriores. Cada vez que lo hago, sin embargo, el esfuerzo parece arrastrar me aún más. Y lo que me esforcé con su mujer y su bebe fue... — —Casi te mató a ti misma, — él dijo. Ella se encogió de hombros. —Me desperté en el suelo junto a su cama. Me arrastré hasta aquí. Manny consiguió meterme en la cama temprano, y yo tenía un poco de energía. Ahora, parece haber mejorado una vez más. — — ¿Hay algo que pueda hacer?— —Creo que necesitaré ir al santuario de mi madre por las necesidades. — Esto lo dijo con una burla total. —Por una recarga, por así decirlo. Parece lógico, ya que bien pudo haber sido el lugar de mi regalo. Solo necesito ponerme lo suficientemente fuerte como para hacer el viaje, por así decirlo, 432 433 bueno, eso y reunir la voluntad. Mucho que preferiría permanecer aquí. La decisión, sin embargo, parece estar haciéndose en mí por sí sola. Uno no puede negociar con la propia forma física, después de un punto. — Sí, sabía lo que era. —No puedo... — Él se pasó una mano por el pelo. —No sé cómo darte las gracias. — —Cuando ella dé a luz, entonces es posible que me des las gracias. Hay mucho por delante desconocido que aún no se ha cruzado. — Ya no, pensó. Su visión, la de la puerta, la Aparición, fue una vez más en camino de la realidad. Y esta vez no iba a seguir así. Qhuinn sacó una de las dagas de su pecho y poniéndola en su palma y manchando la y afilada hoja en el interior. Como brotó sangre y comenzó a gotear, se ofreció a la mujer. —Por la presente ofrezco el juramento de mi sangre— Se detuvo en seco. Él no tenía ningún linaje que ofrecer, no con la negación de su pasado. —Ofrezco el juramento de honor para ti y los tuyos a partir de ahora hasta el último y ceñido latido de mi corazón y el último aliento en mis pulmones. Todo lo daré con esta mí palabra te facilitaré sin duda ni vacilación. — Por un lado, le parecía ridículo ponerse de esa manera por la hija de un hijo de puta y una deidad. Al igual que Payne no le era necesario ningún tipo de ayuda. Colocó la daga en la mano de Payne y se la aferrado firmemente. —Prefiero tener el honor de que cualquier lazo de sangre sobre la tierra. — Cuando sus ojos se enfrentaron, tuvo un pensamiento que no era de hombre a mujer, pero combate a combate, a pesar de sus sexos. —Nunca podré agradecerte lo suficiente, — dijo. —Ojalá que ella lo haga a través del tiempo. Ambos, lo aremos. — —Tengo la sensación de que lo harás ahora. Gracias a ti. — Se sentía raro querer someterse a la mujer, pero lo acababa de hacer, y lo hizo. Luego fue despidiéndose, pues no quería mantenerla despierta si tenía que descansar. 433 434 Así con la mano cerrada sobre el pomo de la puerta, Payne murmuró —Las gracias a nadie, solo a Blaylock. — Qhuinn se congeló. — ¿Qué... qué has dicho?— **** Assail permanecido entró en el Audi patinó, saliendo fuera de la zona de aparcamiento a la carretera más allá, al igual que su ladrona había colocado una bomba en el restaurante y acababa de golpear el detonador. Su cuerpo le dijo que fuera por ella, dejara el coche y arrastrarla hacia el asiento trasero. Su mente, sin embargo, sabía que no. Al sentir el alza en su cuerpo, sabía que el grado en el que había perdió el control a su alrededor era peligrosa. Él era un hombre que se definía a sí mismo por su sangre fría. ¿Con esa mujer? Especialmente si ¿estaba excitado por tener sexo con ella? Estaba consumido por la necesidad de poseerla. Así que tenía que acortar sus propias riendas. En realidad, no tenía tiempo que perder con el negocio y acechando a una mujer humana, pasando el rato con él en una esquina de un lugar barato, mirándola con un hombre. También le consumía con el impulso de matar a su compañero de cena con el queso. ¿Qué había sucedido, en el nombre de la Virgen Escriba? La respuesta, cuando se trataba de él, era algo que él rechazó firmemente. En un intento por reenfocar sus energías, sacó su teléfono para comprobar quien había llamado y cortó el explicaría que había sido muy necesario cortar. Rehvenge. En muchos niveles, no tenía ganas de hablar con el hombre. La última cosa que le interesaba era un refrito de todas las razones que tuvo para no participar en el statu quo social y político que era el Consejo. Pero era mejor que ir después de su ladrona. 434 435 Ni siquiera, se dio cuenta que no sabía su nombre. Y sería en su mejor interés que nunca se entera, se dijo. Cuando regresó la llamada, tomó el iPhone y le puso la mano libre que tenía en el bolsillo de su abrigo de lana para mantener el calor. —Rehvenge, — dijo que el hombre. —Yo estoy hablando contigo más de lo que hablo con mis mahmen. — —Pensé que su madre estaba muerta. — —Lo está. — —Usted tiene un nivel muy bajo para la comunicación. — — ¿Que puedo hacer por ti? — — Tengo una pregunta. No hay razón para promover una respuesta. En realidad, es lo que puedo hacer yo por ti. — —Con el debido respeto, prefiero cuidar de los negocios por mí mismo. — —Una muy buena política. Y por mucho que sé que te gusta el negocio, no es por eso que te llama. Yo Pensé que te gustaría saber que el Consejo se reunió con Wrath esta noche. — —Creo que renuncié durante nuestra última conversación. Así que no veo que tiene que ver conmigo? — —Tu nombre apareció en el final. Después que todos se habían ido. — Assail arqueó una ceja. —En calidad de que. — —Un pajarito me dijo a Wrath que tuviste contacto con la Banda de Bastardos en tu casa el pasado otoño. — Assail apretó el agarre de su teléfono. Y durante la breve pausa que siguió, él eligió sus palabras con sumo cuidado. —Wrath sabe que no es cierto. Yo fui el que le dio el vehículo en el que él escapó. Como te dije antes, yo no lo tengo, y nunca he tenido, conectado con la insurgencia. De hecho, me he quitado a mí mismo de ser parte del Consejo, precisamente porque no quiero estar envuelto en ningún drama. — 435 436 —Relájate. Él le hizo un favor. — —Exactamente de que manera. — —El individuo dijo delante de mí. — —Y además, ¿cómo te equiparas?— —Yo sabía que estaba mintiendo. — Assail se quedó en silencio. Era, por supuesto, una buena cosa que Rehvenge conociera que la declaración era falsa. Pero, ¿cómo? —Antes de preguntar, — el hombre murmuró sombríamente —Yo no voy a entrar en eso estoy seguro de ello. Lo que voy a decir, sin embargo, es que me estoy preparado para premiar tu fidelidad como un regalo al rey. — — ¿Un regalo?— —Wrath es un hombre que está bien llamado. Se entiende, por ejemplo, ¿cómo se sentiría una persona si llegara a ser acusado injustamente de traición. Él sabe que álguien que falsamente implican con información y no es ampliamente conocido es probable que esté tratando de echarte la culpa de sus propias acciones sobre todo si la persona que habla tiene un... buen, digamos, un buén efecto... que no indica solo el engaño, pero un cierto nivel de intriga. Como si estuviera pagando de nuevo por algo que considera indicativo de deslealtad o mala decisión. — — ¿Quién es? — Assail respiraba. Aunque lo sabía. —Wrath no está pidiendo que hagas ningún tipo de trabajo sucio. De hecho, si decides no tomar medidas, la persona morirá en menos de veinticuatro horas. El rey solo se siente, como yo, que sus intereses son no solo alineados con los nuestros, en este caso, sustituyen a suyos. — Assail cerró los ojos, la venganza hervía en su sangre, de la misma manera que en lo sexual, su instinto acababa de hacerlo. El resultado final, sin embargo, iba a ser oh, muy diferente. —Di el nombre. — —Elan, hijo de Larex. — Assail cerró los párpados y enseñó los colmillos. 436 437 —Dile a tu rey me encargaré de esto con celeridad. — Rehvenge rió sombríamente. — Lo voy a hacer. Te lo prometo. — CINCUENTA Y SEIS Blay estaba ansioso mientras se paseaba por su habitación. A pesar de que estaba completamente vestido para la lucha, nadie se iba a ninguna parte. Después de la reunión del Consejo, Tohr había ordenado a la Hermandad permanecer preparados. Rehv estaba tratando de llegar a los miembros del Consejo, conectándose en el exterior de la mansión, para conseguir apoyo de la glymera desde fuera. En la medida que el hombre no podría aparecer con un paquete de seis hermanos en el culo, por lo menos, no si quería conservar algo pretensión de civilidad y tenían que descansar. Pero dado el clima político, era importante la seguridad y estarían listos en caso de que el reverendo necesitara ayuda. No es que se le tratara a él por ese nombre nunca, más. .. La puerta de su habitación se abrió en todo su ancho y sin un solo golpe, o un saludo, un bueno sería lo más decente. Qhuinn se paró entre las jambas, respirando con dificultad, como si hubiera corrido por el pasillo de las estatuas. Maldita sea, ¿había perdido Layla el embarazo después de todo? Esos ojos desiguales buscaron alrededor. — ¿Estás solo?— ¿Por que demonios haría... Oh, Saxton. Claro. —Sí,— El hombre dio tres pasos hacia adelante, extendió la mano... y le besó a la mierda su siempre amante Blay. El beso era del tipo del que te acordarás toda la vida, la conexión establecida y con tal totalidad que todo, desde la sensación de su cuerpo contra el suyo, a disposición, el calor de los labios del otro sobre los suyos, o la energía, como el control, fue grabada en su mente. 437 438 Blay no hizo ninguna pregunta. Él solo aguantó, deslizando sus brazos alrededor del otro hombre, acogiendo su lengua que entró en él, para besarlo de nuevo a pesar de que no entendía lo que había motivado esto. Probablemente debería importarle. Probablemente debería apartarse. Podía parecer caliente. Lo que sea. Era vagamente consciente de que la puerta estaba abierta al salón, pero no le importaba a pesar de que la cosa iba a ser bastante malditamente indiscreta, bastante rápido. Excepto que Qhuinn bruscamente puso freno, bloqueando sus labios. —Lo siento. Esto ¿no es esto a lo que he venido. — El todavía estaba jadeante, y que, así como sentía la quemadura por la increíble mirada, fue casi suficiente para Blay decir alguna línea, eso estuvo bien, pero podemos terminar lo que empezamos primero. Qhuinn los ¿Cómo nuevo. trataba se volvió y cerró la puerta. Luego se metió las manos en bolsillos de su mono. era eso? o le preocupaba que pudieran prenderse de Vete a la mierda con los bolsillos, Blay pensó mientras de reorganizar sutilmente su erección. — ¿Qué pasa?, — Le preguntó. —Sé que fuiste a ver a Payne. — Las palabras fueron pronunciadas con claridad, lentamente y eran la única cosa que Blay no podía realmente manejar. Rompió el contacto visual, y se paseó por la habitación. —Me has salvado el embarazo, — Qhuinn anunció, el tono de su voz muy cerca del asombro para mayor comodidad. —Así que todavía está bien?— —Me la has salvado— —Payne hizo. — —La hermana de V dijo que nunca se le hubiera ocurrido a ella tratar hasta que fuiste a hablar con ella. — 438 439 —Payne tiene algo de talento en serio— Qhuinn estaba repentinamente justo en su camino, era una sólida pared de músculo que no había pasado. Sobre todo porque el hombre se acercó y acarició la mejilla de Blay. —Has salvado a mi hija. — En el silencio que siguió, Blay sabía que tenía algo que tenía que decir. Sí... Fue… Fue... Mierda. Con Qhuinn mirándolo así, no podía recordar su propio nombre. ¿Blaysox? ¿Blacklock? ¿Blabberfox? ¿Quién diablos sabía...? —Salvaste a mi hija, — le susurró Qhuinn. Las palabras que salieron de la boca de Blay fueron por las que más tarde se arrepentiría, porque era especialmente importante, teniendo en cuenta el sexo, que parecía estar ocurriendo de vez en cuando, para mantener una distancia. Pero vinculado como estaban, mirada a mirada, era impotente no detener la verdad. — Cómo no voy a intentarlo... te estaba matando. Yo no podía dejar de probar algo. Cualquier cosa. — Qhuinn se bloqueó brevemente. Y luego se reunió con Blay en un abrazo que les conectaba desde la cabeza a los pies. —Siempre estás ahí para mí, ¿no es así. — Habló cerca agridulce: La realidad de que el hombre iba a formar una familia con otra persona, con una mujer, como Layla, doliendo un poco en el centro del pecho de Blay. Era su maldición, de muchas maneras. Soltó los brazos de la espalda de Qhuinn y los bajó. 439 440 —Bueno, espero que — Antes de que pudiera terminar, Qhuinn estaba frente a él una vez más, y esos ojos azules y verdes eran quemaban. — ¿Qué?, — dijo Blay. —Te debo... todo. — Por alguna razón, eso duele. Tal vez porque después de años de tratar de darse a sí mismo con el hombre, la gratitud fue finalmente ganada por ayudarlo a tener un hijo con otra persona. —Lo que sea, habrías hecho lo mismo por mí, — dijo con voz ronca. Y sin embargo, incluso como él decía que por ahí, no estaba seguro. Si alguien lo atacó. Bueno, claro, por supuesto, Qhuinn lo respaldaría. Pero, de nuevo, el hijo de puta tenía filo duro y encantaba pelear y era un natural héroe que no era nada de Blay. Tal vez ese fue el punto de este vacío. Todo había estado siempre en términos de Qhuinn. La amistad. La distancia. Incluso el sexo. — ¿Por que me miras así?— Preguntó Qhuinn. — ¿De que la forma? — — Como si yo fuera un extraño. — Blay se frotó la cara. —Lo siento. Solo estuvimos una noche larga. — Hubo un largo y tenso momento, en el que lo único que podía sentir era a Qhuinn. —Voy a ir, — dijo el guerrero después de una pausa. —Supongo que solo quería... sí. De todos modos. — Los sonidos de shitkickers se dirigieron a la salida Blay había maldiciendo. El golpe en la puerta era uno sonó y muy alto… era un Hermano. 440 441 La voz de Rhage cortó fácilmente a través de los paneles. — ¿Blay? Tohr llama a una reunión para repasar mañana el territorio para la noche. ¿Sabes dónde está Qhuinn? — Blay miró a su habitación al chico. —No, no lo sé. — Oh, por el amor de Dios, Qhuinn pensó por la interrupción. Aunque, en realidad, la conversación había terminado, no lo era. La buena noticia es que, al menos, Rhage no entra demonios. No Blay dudó preferiría que el par no quedara atrapado, colgado en su habitación. Hollywood enrosca las cosas. —Si lo ves, le haces saber que si quiere asistir estamos convocados en cinco minutos. Totalmente entendido si él prefiere quedarse con Layla. — —Entendido, — dijo Blay con voz muerta. Cuando Rhage se fue al lado y llamó a la puerta de Z, Qhuinn se frotó la cara. No tenía ni idea de lo que había pasado por la mente de Blay hace un momento, pero la forma en que esos ojos azules lo habían mirado lo había hecho sentir como si un fantasma había pasado por encima de su tumba. Por otra parte, ¿que esperaba? Él irrumpió en la habitación que el hombre comparte con Saxton, consiguió un importante bloqueo, y luego tubo el recuerdo sobre el tema Payne.... Este era el lugar de Saxton. No de Qhuinn espacio. Tenía la costumbre de juntar las cosas, sin embargo, ¿no es así?. —No voy a entrar aquí de nuevo, — dijo Qhuinn, tratando de hacer algún tipo de compensación. —Yo solo quería que sepas que... te debo tanto. — Qhuinn se acercó a la puerta y se inclinó, si escuchaba la voz de Rhage, cerrando los ojos y esperando para salir al salón de las estatuas para ser claros. Jesús, él podría tener un pinchazo egoísta a veces, que realmente pondría… —Qhuinn. — 441 442 Su cuerpo se convirtió en una moneda de diez centavos, claro, como si la voz de Blay era un cordón de apertura que lo tiró todo. — ¿Sí?— El hombre caminó hacia adelante. Cuando estaban ojo a ojo, dijo Blay, —Todavía quiero follarte. — Las cejas de Qhuinn aparecieron tan alto, que casi se posaron en la alfombra. Y al instante, fue duro. El único problema era que Blay no parecía contento con la revelación. Pero ¿por que sería? Él no era el tipo de hombre que estaría con dos al mismo tiempo con facilidad, aunque la falta de claridad de la monogamia de Saxton lo de ser fiel se había curado. Qhuinn de hecho quería estrangular a su primo de nuevo. Y lo único que le impidió ir y a encontrar a la puta era que en este caso, una situación trabajosa para Qhuinn. —Quiero estar contigo, también, — dijo. —Voy a venir a tu habitación después del amanecer. — Qhuinn no quería preguntar. Tenía que hacerlo. — ¿Qué pasa con Saxton?— —Se ha ido de vacaciones. — Verdaaadddd. — ¿Por cuánto tiempo?— —Solo un par de días. — Es una pena. ¿Hay alguna posibilidad de prórroga... por como un año o dos? ¿Tal vez para siempre? —Está bien, es un… — Qhuinn se detuvo antes de terminar que con la frace. No tenía sentido la broma para sí mismo. Saxton estaba ausente. Blay quería tener sexo. Y Qhuinn estaba más que dispuesto a suministrar al hombre lo que él quería. Esa construcción no era una cita. Pero a la mierda. —Ven a mí, — dijo en un gruñido. —Voy a estar esperando por ti. — 442 443 Blay asintió con la cabeza, al igual que había hecho un pacto, y entonces él fue el que salió primero, el desplazando el cuerpo con agresión, mientras caminaba y se fue por la puerta. Qhuinn miró al chico irse. Se quedó atrás. Casi se encerraba solo para poder tirar de él y estar juntos. De repente, él estaba jodido de la cabeza, a pesar de la promesa de que estaría enganchando en una cuestión de horas esa expresión en el rostro de Blay lo perseguiría, hasta el punto que su pecho comenzó a doler. Mierda, tal vez la serie actual las conexiones, eran solo una evolución de los puntos malos en los que habían estado en antes, una nueva faceta de infelicidad colectiva. Nunca se le había ocurrido a él que no eran el uno para el otro. En eso no habría futuro, una especie de reunión de las mentes ahora que se había abierto él mismo después de todos estos años. Un puño, que se estrelló en el marco de la puerta, dejando una huella en la moldura de nuevo de la palma de la mano. Cuando el dolor se encendió y luego de que golpeó, por alguna razón, pensó en perforar el panel que aplanó y gritando por salir. Me sentí como que había sido una eternidad. Pero él no estaba retrocediendo. Si el sexo era lo que podía tener, lo iba a tomar. Además, ¿Blay lo había hecho por Layla? Seguramente que eso significaba algo. El chico se había preocupado lo suficiente como para cambiar el curso de Qhuinn de toda la vida. No es que Blay no lo hubiera hecho hace mucho tiempo. CINCUENTA Y SIETE Assail tomó forma junto a un arroyo que estaba sin hielo debido a su constante movimiento. 443 444 La casa delante de él era una que había sido una vez, de ladrillo victoriano con motivos por excelencia como el pan de jengibre de la época marcando sus porches y puertas. Así pintoresco. Así hogareño. Especialmente con esas cuatro ventanas largas acristaladas de vidrio con plomo, y los rizos de fumar holgazaneando de no una, sino tres de sus cuatro chimeneas, que parecían indicar que su dueño estaba de vuelta a casa por la noche. Su calendario bien, por así decirlo. El amanecer sería muy pronto, por lo que era lógico cerrar las escotillas personales propio por el sol. Asegurar el entorno. Prepárese para las horas en que uno tenía que permanecer en el interior y protegerse de cualquier daño. Assail acechado por la nieve virgen, dejando huellas de pisadas profundas. No mocasines para este trabajo. No traje de negocios, tampoco. No Rover Range su ladróna podría seguirlo. Pisando el césped, se acercó a las ventanas que iban del piso al techo de la recepción de la habitación que tenía el amo de la casa, que no hace tanto tiempo, dió la bienvenida a algunos miembros del Consejo... junto con la banda de bastardos. Assail habían sido contados entre los varones en esa reunión. Por lo menos hasta que se hizo evidente que tuvo que alejarse o ser arrastrado a precisamente el tipo de discurso y del drama que lo estaba interesando. Mierda Miró dentro. Elan, hijo de Larex, estaba en su escritorio, un teléfono fijo en la oreja, una copa de coñac cerca de su codo, un cigarrillo encendido en un cenicero de cristal tallado a su lado. Cuando se echó hacia atrás en su sillón de piel y cruzó las piernas por las rodillas, parecía estar en un estado de relajación y autosatisfacción similar a la de la felicidad postcoital. Assail hecho un puño, el cuero negro de su guante estaba crujiendo sutilmente. 444 445 Y luego se desmaterializa en la misma habitación, para volver a formarse directamente detrás de la silla del hombre. Por un lado, él no podía creer que Elan no fortificara su morada con mayor seguridad que una malla de acero en las ventanas y en las paredes, por ejemplo. Por otra parte, el aristócrata claramente sufría de una falta de evaluación adecuada del riesgo, así como una arrogancia que le otorgaría una mayor sensación de seguridad que la que en realidad tenía. —...Y luego compartiría una historia acerca de su padre. Debo confesar, que en persona, el rey es muy... feroz. Aunque no lo suficiente como para cambiar la carrera, naturalmente. — No, Assail se iba a hacer cargo de eso. Se inclinó hacia delante y cogió el cigarrillo. La cosa se enroscan en una de esas anticuados titulares, de esos que las mujeres tendían a utilizar, y al fin él lo atrajo a sus labios para tomar una calada, la punta extendía más allá del borde de la silla. Assail desenvainó una espada de acero brillante que era tan larga como su antebrazo. Había sido su arma preferida para este tipo de cosas. Su ritmo cardiaco era tan firme como su mano, su respiración constante y regular, mientras que él se alzaba detrás de la silla. Con deliberación, se hizo a un lado, colocándose de manera que su reflexión aparecido en la ventana frente al mostrador. —No estoy al tanto si se trataba de toda la Hermandad. ¿Cuántos quedan? Siete u ocho? Esto es parte del problema. No sabemos los que son. — Elan golpeó el cigarrillo, la pequeña pila de ceniza caía en el vientre del cenicero. —Ahora, mientras yo estaba en la reunión, indique a un colega mío de estaba en contacto con ustedes… ¿Le ruego me disculpe?... Por supuesto que le di su número y me molesta el tono de su… Sí, estuvo aquí en la reunión en mi casa. Él va a… No, no voy a hacerlo de nuevo… ¿Deje de interrumpirme? Creo que sí, sí… — Elan dio otra calada y soltó el humo en un apuro, su molestia se manifestaba en el aliento. 445 446 — ¿Que nos movemos?... Gracias. Como iba diciendo, mi colega se pondrá en contacto con respecto a una determinada disposición legal que nos puede ayudar. Me ha explicado a mí, pero ya que es bastante técnico, que asumo usted desearía hacerle preguntas a él mismo. — Hubo una larga pausa. Y cuando habló Elan, su tono era más tranquilo, como si las palabras lo aplacaron, habían calmado los ánimos y su ego. —Ah, y una última cosa. Tuve cuidado de nuestro pequeño problema con una cierta mentalidad empresarial caballerosa— Assail deliberadamente acurrucando el puño. A medida que una vez más dejó escapar el sonido tranquilo de la protesta, Elan se enderezó en su asiento, con el pie cruzado para incorporar su columna vertebral, y extenderse de tal manera que la cabeza apareció sobre el respaldo de la silla. Miró a la izquierda. Se veía bien. —Es menester ir— En ese momento, los ojos de Elan fueron a la ventana a través de él, y vio el reflejo de su causa de muerte en el cristal. **** Como Xcor estaba en una sala de aislamiento con un sistema de calefacción adecuado, tuvo que admitir que lo prefería Una nueva selección de viviendas de Throe sobre esa mazmorra del almacén que habían estado anteriormente. Tal vez gracias a la sombra que se había entrometido, si sus caminos se cruzaron de nuevo. Por otra parte, tal vez la sensación de calor en su cuerpo era su temperamento quema, y no una función buena, de conductos operativos. El aristócrata en el otro extremo de su teléfono celular estaba poniendo a prueba sus nervios. Él no quiere contactar con nadie más en el Consejo. Gestionar con un miembro de la glymera era más que suficiente. A pesar de que por lo general le dio un enfoque pacificador con Elan, su ira se llevó a cabo. —No doy mi número a cualquier otra persona. — Elan y él iba y venía un poco por la ira del aristócrata que iba en aumento. 446 447 Lo que era, por supuesto, no bueno. Uno quería una herramienta útil en las manos. No con un agarre espinoso. —Mis disculpas, — Xcor murmuró después de un momento. —Es solo que prefiero tratar con los tomadores de decisiones solo. Es por eso que me comunico con usted y solo usted. Yo no tengo interés en los demás. Solo en ti. — Como si Elan fuera una mujer y la suya era una relación amorosa. Xcor puso los ojos en blanco cuando el aristócrata se enamoró y reanudó su discurso.... — Y una última cosa. Ten cuidado de nuestro pequeño problema con la cierta esa de mentalidad empresarial caballerosa — Al instante, la atención de Xcor se terminó. En el nombre del destino ¿qué había hecho el idiota ahora? En verdad, esto podría ser monstruosamente inconveniente. Diga lo que diga acerca de Assail falta para ver la luz del destronamiento de Wrath “caballerosamente” en particular no se reducía a Elan, frágil, seda rasgadle. Y por mucho que Xcor detestaba tratar con el hijo de Larex, había invertido tiempo y recursos considerables en la relación. Sería una pena perder el malandrín ahora, y tener que establecer otro conducto en el Consejo. — ¿Qué has dicho?— Exigió Xcor. El tono de Elan cambió, desconfianza rastrero demonio — Es menester estar— El grito que resonó a través del teléfono era tan fuerte y agudo, que Xcor arrancó el celular hacia afuera. En el sonido, sus combatientes, que estaba descansando en la habitación en varias posiciones, dirigieron sus cabezas en su dirección, dando testimonio, de lo que fue, el asesinato de Elan. Los maullidos se prolongaron durante bastante tiempo, pero no había pedido clemencia, ya sea porque su agresor estaba trabajando rápidamente, o porque era muy claro, incluso para un hombre moribundo, que no habría ninguna clemencia en el atacante. —Confuso, — comentó Zypher con otro increscendo vibrado del teléfono. —Muy sucio. — 447 448 —Todavía tiene una vía aérea, —señaló otro. —No por mucho tiempo, — otro sonó demoníaco Y tenían razón. No más que un momento después, algo cayó al suelo duro y ese fue el final de los sonidos. —Assail, — dijo Xcor bruscamente. —Coge el maldito teléfono. Assail. — Hubo un crujido, como si el receptor de Elan en el que había estado hablando había sido recuperado de allí donde había caído. Y entonces se oyó el ruido de un aliento en la línea. Lo que sugería Elan podría estar en pedazos. —Sé que se trata de usted, Assail, — dijo Xcor. —Y solo puedo adivinar que Elan se sobrepasó y la indiscreción llegó a sus oídos. Sin embargo, usted ha tomado a mi compañero, y que fue a vengarse. Fue una sorpresa cuando el hombre contestó, su voz profunda y fuerte. —Vengo del viejo mundo, donde se toman medidas para las afrentas contra la reputación. Seguro que lo recuerda, pero que no se me niegan mi derecho a retribución en el Nuevo Mundo. — Xcor enseñó los colmillos, pero no porque estaba frustrado con la que estaba hablando. Follaron a Elan. Si el hijo de puta tonto no lo hubiera pegado de ser un informante, él todavía estaría vivo y Xcor podría haber tenido la satisfacción de matarlo al final de todo esto. Assail continuó. —Declaró a los representantes del rey de que yo era responsable de su disparo, el que le fue dado en mi propiedad sin mi conocimiento ni permiso, —iba a cortar antes de Xcor pudiera hablar. — Eres muy consciente exactamente lo poco que tenía que ver con ese ataque, ¿no? — Atrás en el tiempo en la Bloodletter, nunca se le hubiera ocurrido esta conversación. Tendría que haber perseguido a Assail como un obstruccionista y eliminado, tanto para su propósito y como deporte. Pero Xcor había aprendido la lección. 448 449 A medida que sus ojos se posaron en Throe, de pie tan alto y elegante entre los demás, pensó, sí, tenía que enterarse de que no era el lugar adecuado y el tiempo para ciertas... normas, que creía que fueran sus palabras. — Quise decir lo que dije como Xcor hijo de Bloodletter. — Como Xcor se estremeció ante la referencia, y se alegró de que esta conversación tuviera lugar a través del teléfono. —No tengo ningún interés en cualquiera de su orden del día o del rey. Yo soy un hombre de negocios solo renuncié al Consejo, no estoy alineados con usted. Y Elan intentó hacerlo un traidor, algo que, como usted bien sabe, viene con un precio a su cabeza. Tomé la vida de Elan porque trató de tomar la mía. Es perfectamente legal. — Xcor maldijo para sus adentros. El hombre tenía un lugar buen punto. Y mientras que Assail quería neutralidad rígida en un principio parecía increíble, ahora Xcor estaba empezando a tomar... bien, la confianza no era una palabra que usó con nadie más que a sus soldados. —Dime algo, — arrastrando las palabras Xcor. — ¿Sí?— —Está la cabeza en ese pequeño y débil cuerpo aun conectada?— Assail riendo. —No. — — ¿Sabe que es una de mis maneras favoritas de matar?— —Una advertencia para mí, Xcor?— Xcor miró a Throe, y volvió a pensar en la virtud de los códigos de conducta, incluso en guerra de varones. —No, — declaró. —Solo es algo que tenemos en común. que te vaya bien, Assail, por lo que queda de esta noche. — —Ti mismo. Y en las palabras de nuestro amigo común, necesito salir fuera o estaré obligado a masacrar a él mayordomo doggen que estuviera golpeando con violencia, en este mismo instante en la puerta que tengo bloqueada. — Xcor echó la cabeza hacia atrás y se rió con él terminó de la llamada. —Saben, — dijo a sus combatientes, —Lo prefiero me gusta. — 449 450 CINCUENTA Y OCHO Ya la noche siguiente, las persianas se levantaron y un reloj de alarma, Blay no lo reconoció al comenzó era un chirrido, abrió los ojos. Esta no era su habitación. Pero él sabía exactamente dónde estaba. Junto a él, en la espalda, Qhuinn, el cuerpo del hombre se extendía en contra el suyo, su piel desnuda rozando su piel desnuda y no había que hacer, fue su llamada a la erección comenzando a palpitar. Qhuinn se inclinó sobre la cabeza de Blay, su pesado brazo se extendió, su mano golpeando el reloj en el silencio. Para que no haya ninguna pregunta de si él daría la bienvenida a uno rapidito antes de que el conjunto de dirigirse a la ducha. La primera comida, Blay se arqueó, empujando su culo en el asiento de la pelvis de Qhuinn. El gemido que lanzó en su oído le hizo sonreír un poco, pero las cosas se pusieron serias, como a una daga, la mano de Qhuinn se deslizó hacia abajo y encontrado el miembro de Blay. —Oh, mierda, — Blay respiró mientras movía su pierna hacia arriba y salir del camino. —Tengo que estar dentro de ti. — Divertido. Blay estaba pensando exactamente lo mismo. Cuando Qhuinn lo montó, Blay bajó sobre su estómago, aplastando la palma de Qhuinn en esa cresta dura de la excitación. No pasó mucho tiempo para que el ritmo fuera rápido y furioso, los testículos de Blay estaban apretados con embargo, otra versión, se maravilló de que en su desesperación el hombre solo parecía crecer no podía pensar en el número de veces que el par de ellos habían llegado juntos, literalmente, durante el día, se habrían tomado para quemar hasta que hirviera. No es el caso. 450 451 Entregándose al placer, Blay apretó los dientes mientras su liberación se disparó al mismo tiempo, las caderas de Qhuinn cerradas a cal y canto y el macho gruñó. No hubo segunda vuelta. No es que Blay no lo quisiera y Qhuinn no podía el reloj era el problema. Cuando Blay reabrió los ojos, la lectura digital le dijo que la alarma de Qhuinn proporciona solo quince minutos de conseguir estar listos a tiempo para la ducha y el armado rápido de un hombre, nada extra. De hecho deseo pelear había sido más que una mousse, doble del afeitado, colonias, igualación atuendo, tipo de persona. Con otro de sus gemidos eróticos marca registrada, Qhuinn, le facilitó echándose a un lado, manteniéndolo unido. A medida que el hombre respiró profundamente, Blay se dio cuenta de que podría quedarse así para siempre, los dos, ellos en una habitación en penumbra silenciosa. En este momento de paz y tranquilidad, no hay proyección del pasado, o todo lo que había que decir, pero no lo era, o de terceros, reales o inventados, entre ellos. —Al final de la noche, — dijo Qhuinn con voz grave, —vas a venir a mí. — —Sí, lo haré. — No había otra respuesta que se le ocurriera. De hecho, se preguntó cómo iba a esperar a través de las doce horas de la noche y las comidas y el trabajo hasta que pudiera escapar y regresar aquí. Qhuinn murmuró algo que sonó como: —Gracias a Dios. — Luego gimió cuando desacotaba, retirandose a sí mismo. En la secuela, Blay se quedó donde estaba por un momento, pero al final no se había otra opción salvo levantarse, salir por la puerta, y volver a donde pertenecía. Gracias a Dios nadie lo vio. Él lo fue de nuevo a su habitación sin que nadie tuviera testimonio de la caminata de la vergüenza, y sip, dentro de los quince minutos se duchó, afeitó, y se había armado. Al salir de su puerta, se cruzó con Qhuinn que salió exactamente en el mismo momento. Ambos se congelaron. Por lo general, bajando juntos hubiera sido ligeramente torpe, el tipo de cosas que habrían provocado una pequeña charla. Pero ahora... Qhuinn bajó los ojos. 451 452 —Tú primero. — —Está bien. — Blay volvió a alejarse. —Gracias. — Blay acomodó su funda de pecho y la chaqueta de cuero sobre su hombro y se alejó. En el momento en que dio en el hueco de la escalera, se sentía como habían pasado años desde que habían yacido tan juntos. Tenía el día entre ellos aún ¿Qué mierda pasó? Jesús, que estaba empezando a sentir era una locura. Entrando en el comedor abajo, tomó una silla vacía al azar y colgó sus cosas sobre el respaldo, los otros lo hicieron a pesar de que Fritz odiaba las armas alrededor de su comida. Luego agradeció a la doggen que le entregara un plato a plena carga, y se puso a comer. No podía habe dicho lo que había sido servido con él, o que se estaba hablando en la mesa. Pero sabía exactamente cuando Qhuinn atravesó las jambas. Su núcleo empezó a tararear, y era imposible no mirar por encima del hombro. Hubo un impacto físico inmediato mientras lo tomaba ese enorme cuerpo vestido de negro, y el golpeteó de las armas, como una batería de coche se había conectado a su sistema nervioso. Como Qhuinn no cumplía con los ojos, se suponía que era una buena cosa. Los otros alrededor de la mesa ellos sabían muy bien, sobre todo John, las cosas se complicaron bastante sin el gallinero benevolente teniendo la oportunidad de opinar, no se puede decir que todo lo hiciera público. En privado, sin embargo? las almohadas hablaban en las nubes. Algo que envidiar. Qhuinn dio un paso adelante, pero cambió repentinamente de dirección y caminó tooodaaaa la vuelta a la mesa yendo al otro lado de la a la única silla, que no estaba al lado de Blay, vacía. Por alguna razón, pensó Blay en la conversación que había tenido con su madre por teléfono, en la uno en el que finalmente había admitido a un miembro de su familia, que era en realidad era. La inquietud en la nuca. Qhuinn nunca haría algo como salir, y no porque sus padres estaban muertos, o porque, cuando esa pareja había estado viva, habían odiado a su hijo. 452 453 Veía un largo plazo de mujeres. No podía explicarlo. Es solo la forma en que iba a ser. Blay apartó el plato. — ¿Blay? ¿Hola? — Sacudiéndose a sí mismo, miró a Rhage. — ¿Cómo dice?— —Te pregunté si estabas listo para jugar Nanook of the North. — Oh, eso es correcto. Ellos iban de nuevo a ese tramo de bosque donde habían encontrado las cabañas y al menos con el poder especial para ir de fantasmas, así como el avión que en un momento, recogió la nieve en el patio trasero. Él, Jhon y Rhage estaban cubriendo su asignación. Y Qhuinn. —Yo... sí, por supuesto. — El más bello miembro de la Hermandad frunció el ceño, sus ojos azules del Caribe se estrecharon. — ¿Estás bien?— —Así es. Estoy muy bien. — — ¿Cuando fue la última vez que te dieron de beber?— Blay abrió la boca. Cállate. Trató de hacer los cálculos. —Uh-huh. Ya me lo imaginaba. —Rhage se inclinó hacia adelante y habló a Z. — ¿Yo, veo a Phury? ¿Tendrá a una de sus elegidas para que pueda venir aquí y reemplazar a Layla en la madrugada. Tenemos algunas necesidades de sangre. — Grande. Justo lo que quería hacer al final de la noche. Alrededor de una hora más tarde, Qhuinn dio un profundo suspiro mientras se materializó en el frío. Estaba nublado revoloteaba nieve alrededor de su cara, encontrado en los ojos y la nariz. Uno por uno, John, Rhage y Blay asumieron su forma con él. Cuando se enfrentó en el hangar, con la cubierta ahuecada le trajo recuerdos de ese fatal Cessna, y el viaje de Dios te salve María, y el aterrizaje de emergencia. Feliz, feliz, alegría, alegría. — ¿Bueno vamos?, — Dijo Rhage. 453 454 —Vamos a hacer esto. — El plan consistía en proceder en tramos de cuartos de milla hasta llegar a las primeras cabañas en las que habían estado ya. Después de eso, lo situarían en los otros edificios de la propiedad, utilizando el mapa que había encontrado previamente como una guía. Solo el típico protocolo de búsqueda y de reconocimiento. No tenía ni idea de lo que iban a encontrar, pero que era el punto. ¿No lo sabían que pasaría hasta que hicieran el trabajo. Con Qhuinn enviada a la cabeza, él era muy consciente de que Blay estaba. Sin embargo, como se hab'ia re-formado en frente de la primera cabaña que volvió en sí, no se veía más que a Blay apareciendo a unos cinco metros de distancia. No es una buena idea. A pesar de que estaban en una misión, todo lo que tenía que hacer era cerrar los ojos y su mente se llenó de imágenes de cuerpos desnudos entrelazados en la penumbra de su habitación. Además la visual confirma que el chico estaba caliente como la mierda no era una ayuda. Le daba vergüenza admitirlo, pero en ese momento, lo único que los mantenía juntos era el hecho de que Blay se había prometido venir a él en la madrugada. Las secuelas de torpeza en primera comida le había hecho desear la comunión aún más, hasta el punto en que se vio acudiendo la idea de que algún día, en un futuro próximo, Saxton volvería y Blay dejaría de caminar a su lado, y luego que diablos iba a hacer. ¡Que maldito lio!. Al menos Layla lo estaba haciendo bien, todavía tenía náuseas y estaba sonriendo constantemente. Aún embarazadas, gracias a la intervención de Blay... —Está por el noreste, — dijo Rhage mientras consultaba el mapa. —Entendido, — contestó Qhuinn. Y así se fueron, a profundizar en el territorio, en el bosque en abanico a su alrededor por cientos y cientos de metros... y luego por una milla. Y luego por varias millas. Las cabañas eran básicamente lo mismo, más o menos veinte por veinte, en espacio abierto en el centro, no cuarto de baño, no cocina, solo un techo y cuatro paredes alineadas en el peor de los climas. 454 455 Eran las más ruinosas estructuras que se hicieron y todas estaban vacías. Lógico. Este era un largo viaje si se iban a pie los restrictores, tan fuertes como lo eran, no podía desmaterializarse. Por lo menos, la mayoría de ellos no podían. El que lo hacía tenía que haber sido el Fore-lesser, pensó. Solo esa explicación de cómo no se lesionó, había sido como un fantasma. Llegaron a la séptima cabaña y estaba directamente en un rastro que había sido utilizado con bastante frecuencia en algún momento por lo que todavía podía ver su paso a través de los árboles de hoja perennes. Éste le faltaba una serie de paneles de vidrio, y la puerta había sido abierta, un montón de nieve irrumpía como un ladrón. Qhuinn crujía la nieve con gravedad y a través del hielo, sus shitkickers picaban la superficie inmaculada cuando cerró el porche. Con una linterna en la mano izquierda y un cuarenta y cinco en la derecha, se colocó de un salto bajo el alero y se inclinó. Mierda. La misma mierda, diferente del espacio muerto. Mientras barría el interior, no había absolutamente nada. No hay muebles. Algunas telarañas en estanterías que ondeaban en la brisa que entraba por los cristales rotos de la ventana. —Claro, — le gritó. Dándose la vuelta, él pensó que era una mierda. Quería estar en el centro dando patadas en el culo, no aquí, en el medio de la nada, cazando y picoteando nieve y sin dar con nada. Rhage le puso una linterna entre los dientes y desplegó el mapa otra vez. Haciendo una marca con una pluma, que tocó el papel grueso. —El último está de aproximadamente un cuarto de milla al oeste. — 455 456 Gracias. Vete a la mierda. Suponiendo que todo fue tan inútil como lo había sido, deben de estar fuera de esto y la participación del enemigo en las calles dentro de los quince, tal vez veinte minutos. Pedazo de torta. CINCUENTA Y NUEVE —Te ves muy feliz. — Layla miró. En cierto modo, era insondable de que la reina estuviera apoyada a su lado en la cama, leyendo la revista Us Weekly y People, y viendo la televisión. Entonces de nuevo, a excepción de la sangre roja del enorme Ruby Saturnine e hizo un guiño a su dedo, ella era tan normal como cualquiera podría ser. —Yo estoy. — Layla dejó de lado el artículo sobre la temporada más reciente de The Bachelor y puso su mano sobre su vientre. — Estoy extasiada. — Sobre todo teniendo en cuenta que Payne había detenido el aborto y parecía haber vuelto a sentirse ella misma. Aunque Layla deseaba de que el embarazo continúe era casi patológica, la idea de que la bendición había llegado a un costo para la otra mujer no se había sentado nada bien. — ¿Deseas tener bebes?— Layla espetó. Y luego tuvo que añadir: —Si no se ofende— Bet miró lejos con preocupación. —Puedes preguntarme cualquier cosa. Y, Dios, sí. Lo quiero tanto. Es curioso, las vuelta antes de que mi cambio? No tenía ningún interés en ellos en absoluto. Estaban, fuera del control de ruido, complicación, sinceramente, no sé por que la gente se molestaba en traer bebes a sus vidas. Entonces conocí a Wrath. —Ella se apartó el pelo negro hacia atrás y rió. —Puedo decir que todo ha cambiado. — — ¿Cuántas necesidades has tenido?— —Estoy esperando. Orando con una cuenta regresiva. — 456 457 Layla frunció el ceño e hizo el duro trabajo de abrir una nueva bolsa de galletas saladas. Era difícil recordar tanto en concreto las horas locas con Qhuinn pero había sido una prueba de proporciones épicas. Teniendo en cuenta el milagro que todavía estaba descansando en su interior, todo había valido la pena. Sin embargo, no podía decir lo que querría si pasara otra vez su período fértil de nuevo. Por lo menos no, no con medicados. —Bueno, me gustaría que su necesidad fuera pronto, entonces. — Layla mordió otra galleta, que se astilló y se fundió en la boca. — Y yo no puedo creer que esté diciendo esto. — — ¿Es tan difícil como... Quiero decir, yo no llegué a hablar con Wellsie mucho sobre ella antes de morir, y Bella no dijo nada acerca de su tiempo. —Bet miró el anillo de la reina, como admirando la forma de sus facetas capturando y reflejando la luz. —Y yo no sé Autumn ella esta bien, ella es encantadora, pero teniendo en cuenta todo lo de ella y Tohr han atravesado, no me parece un tema apropiado para tener con ella. — —Es sobre todo una falta de definición, para ser honesto. — —Probablemente una bendición, eh. — Layla hizo una mueca. —Me gustaría poder decir lo contrario, pero sí, creo que es una bendición. — —Tiene que valer la pena — —Sin duda. Estaba pensando eso mismo, como una cuestión de hecho. — Layla sonrió. —Usted sabe lo que dicen de las mujeres embarazadas, ¿sí? — — ¿Qué?— —Si pasas tiempo con ellas, van a animar a su necesidad a venir. — —Verdaaadddd. — Sonrió la reina. —Entonces podría ser la respuesta a mis oraciones. — 457 458 —Bueno, no estoy segura de si es verdad. Por otro lado, somos fértiles todo el tiempo. Es solamente aquí en Tierra que las mujeres están sometidas a las fluctuaciones hormonales, pero he leído sobre el efecto en la biblioteca — —Entonces vamos a hacer nuestro propio experimento, ¿de acuerdo?— Bet ofreció su mano para un apretón. —Además, me gusta estar aquí. Es muy inspirador. — Las cejas de Layla alcanzó su punto máximo mientras negaba con lo que se le presentó. —Inspira oh, no. No puedo ver esto en absoluto. — —Piensa en todo lo que me has pasado. — —El embarazo se ha resuelto, sin embargo,— —No solo eso. Usted es el sobreviviente de una secta. —Como Layla le dio una mirada en blanco, la reina le preguntó: —Nunca he oído hablar de eso?— —Sé que es la definición de la palabra. Pero no estoy segura de que se aplica a mí. — La reina miró hacia otro lado, como si no quisiera crear discordia. —Hey, puedo estar equivocada, y sin duda sabes mejor que yo, además, eres feliz ahora, y eso es lo que importa. — Layla se centró en la televisión y en todo el camino. Por lo que ella entiende, un culto no era una buena cosa, y sobreviviente fue un término por lo general asociados con las personas que habían pasado por algún tipo de traumatismo. El santuario había sido tan plácido y templado, como un día de primavera en la tierra, todas las mujeres en el lugar sagrado están en calma y en paz con sus funciones importantes para la madre de la raza. No hay coerción. No hay lucha. Por alguna razón, la voz de Payne entró en su mente. Tú y yo somos hermanas de la tiranía de mi madre de su plan maestro para la que las cosas deben ser a su manera. Las dos estábamos encadenas por ella en diferentes formas, como elegidas, tú, yo como hija de su sangre. —Lo siento, — dijo la reina, alcanzando y tocando el brazo de Layla. 458 459 —No quise molestarte. Yo Sinceramente, no sé que demonios estoy hablando. — Layla llamó a ella de a la atención. —Oh, por favor, no te preocupes. — Ella agarró la mano de la reina. —No cometiste ningún delito en absoluto. Pero ahora, vamos a hablar de cosas más felices, como tu hellren. Debe estar impaciente por que tu necesidad llegue también. — Bet se rió con fuerza. —Eso no es exactamente como está. — — ¿Seguramente él debe querer un heredero?— —Creo que me va a dar uno. Pero solo porque quiero un hijo tanto como lo hago. — —Oh. — — Oh es correcto. — Bet dio la palma a Layla y le dio un apretón. —Él solo se preocupa demasiado. Soy fuerte y saludable y estoy lista para ello. Ahora, si tan solo pudiera conseguir que mi cuerpo se pusiera en marcha, con suerte, se me quitará las ganas. — Layla sonrió y se frotó el vientre plano. — ¿Has oído eso, pequeña? necesita ayuda importante para la familia real tener un bebe. — tu reina. Es —Pero no es por el trono, — intervino Beth. —No lo es de mi parte. Yo solo quiero ser una mamá, y yo quiero tener el hijo de mi marido. En mi centro, es tan simple como eso. — Layla se quedó en silencio. Estaba tan contenta de tener a Qhuinn con ella en este viaje, pero hubiera sido maravilloso tenerlo de compañero adecuado para acostarse al lado de ella y su cuna durante el día, para amarla y abrazara y le dijera que ella era preciosa no solo por lo que su cuerpo podía hacer, pero por lo que gritaba su corazón. Una imagen de la cara dura de XCOR brilló en el ojo de su mente. Sacudiendo la cabeza, pensó, no, ella no tiene que vivir con eso. Tenía que mantenerse tranquila y relajada para su bebe que seguramente su estrés se transmite a lo que su vientre nutría. Además, que ya había sido bendecida con mucho, y si este embarazo llegaba a término y ella vivía a través del nacimiento, ella se había concedido un milagro verdadero y perdurable. 459 460 —Estoy segura de que todo saldrá bien con el rey, — anunció. — El destino tiene una manera de darnos lo que necesitamos. — —Amén, hermana. Amen. — **** Sola sacó su Audi directamente del camino de entrada de la casa de cristal en el río, y se estacionó justo en la puerta trasera de la maldita cosa. Al salir, plantó sus botas en la nieve, puso su mano dentro de su parka en la culata de su arma, y cerró la puerta con la cadera. A medida que avanzó hasta que la entrada de nuevo, hizo contacto visual con la línea del techo. Tenía que haber cámaras de seguridad allí. Ella no se molestó en llamar a la puerta o llamar a la puerta. Él sabía que estaba aquí. ¿Y si él no estaba en casa? Bueno, entonces pensaría en una pequeña tarjeta de visita de algún tipo para dejarlo. ¿Tal vez una alarma de seguridad? Una ventana abierta ¿o un armario? O algo que falta en el interior... La puerta se abrió y allí estaba él, en vivo y en persona, exactamente como lo había estado la noche anterior, y, sin embargo, como siempre, de algún modo más alto, más peligroso, y más sexy de lo que recordaba. — ¿No es esto un poco obvio para usted?— Dijo arrastrando las palabras. Estaba vestido con un traje oscuro de algún diseñador y la cosa tenía que haber sido hecho a mano así, dada la forma en que le sentaba, a la perfección. —Estoy aquí para poner algo en claro, — dijo. —Y usted parece querer imponer condiciones. — Como si se tratara de una idea pintoresca. — ¿Algo más? ¿Quiere usted pasar a llevar la cena? Tengo hambre. — — ¿Vas a dejarme entrar, o quieres hacer esto en el frío?— 460 461 —Está la mano en él un arma, por casualidad?— —Por supuesto que lo está. — —En ese caso, entra— Como él se apartó, ella puso los ojos en blanco. ¿Por Qué el hecho de que ella pudiera dispararle alentaría al hombre que la dejara entrar en su casa?, era un misterio. Se quedó inmóvil mientras miraba en una cocina moderna. De pie hombro con hombro eran dos hombres de apariencia idénticos el uno del otro. También eran tan grandes como el hombre que había venido a buscar, e igual que peligrosos, y cada uno tenía una pistola en su mano. Tuvieron que ser los que habían estado con él bajo el puente. La puerta golpeó al cerrarse, y aunque sus glándulas suprarrenales dejan salir una ráfaga de advertencia, mantuvieron la reacción ante ella. El que ella había venido a ver sonrió mientras pasaba por delante de ella. —Estos son mis compañeros. — —Quiero hablar contigo a solas. — El hombre se echó hacia atrás contra un mostrador de granito, puso un cigarro entre los dientes, y lo encendió con un mechero de oro ligero. Como le pegó el cierre superior, exhaló una bocanada de humo azul y la miró. —Señores, le disculpennos un momento. — Los Srs. gemelos Happys no parecían satisfechos con el despido. Por otra parte, usted probablemente podría han tratado de darles a la vez un billete de lotería premiado y le hubieran comido la mano limpiamente hasta la muñeca. Solo para comenzar. Ellos andaban fuera, sin embargo, se movieron en una forma sincronizada que era muy inquietante. — ¿Dónde lo encontraste ese par?— Preguntó secamente. —En Internet?— —Es increíble lo que se puede conseguir en eBay. — De repente, se cortó la mierda. —Yo quiero que dejes de seguirme. — 461 462 El hombre dio un tirón del puro, el final la brasa era brillante de color naranja. — ¿Tiene usted? — —No tienes ninguna razón para hacerlo. No voy a venir aquí de nuevo para nada. — —En serio. — —Te doy mi palabra. — No había nada que odiara más que admitir la derrota y quería desengancharse de la vigilancia de este tipo y su propiedad era una especie para dejar de fumar. Pero lo que se hizo anoche, mientras había estado en una cita con un espectador inocente, por amor de dios, le había dicho las cosas estaban fuera de control. Ella era perfectamente capaz de jugar al gato y el ratón, lo hacía todo el tiempo en su profesión. Con este hombre, sin embargo? No había ningún objetivo final que se ganara, no había pago en espera por la información reunida, y sin intención para que ella le robe. Y las apuestas iban en aumento. Sobre todo si es que alguna vez se besaban de nuevo, porque dudaba que lo detendría, y la definición de estúpido estaba durmiendo con alguien como él. — ¿Tu palabra?, — Dijo. —Y exactamente cuánto vale eso. — —Es todo lo que tengo que ofrecer. — Sus ojos, eran rayos láser, se estrecharon en su boca. —No estoy tan seguro de eso. — Su acento y esa deliciosa voz profunda, volvieron las sílabas en una caricia, algo que casi podía sentir en su piel. Lo que era precisamente por eso que estaba haciendo esto. —No tienes ninguna razón para que me sigas. Derecho efectivo, ahora. — —Tal vez me gusta la vista. — A medida que sus ojos viajaron por su cuerpo, otro choque pasó por ella, pero no del tipo ansioso. —Sí, creo que sí. Dime una cosa, ¿te gusta salir por la noche? ¿Alimentación de tú agrado? Compañerismo... a tu gusto — 462 463 —Yo voy a parar esta noche. No me vas a ver otra vez. — Con eso era todo lo que tenía que decir, fue a darle la espalda. — ¿De verdad crees que esto muere aquí entre tú y yo?— Su hermosa voz oscura, que se celebró una amenaza ominosa en ella. Miró por encima del hombro. —Me pidió que no ofenda o espié no voy a... — —Y digo una vez más, ¿crees sinceramente que termine de esta manera. — —Te voy a dar lo que quieres. — —Ni siquiera cerca, — gruñó. Por un momento, a este respecto recordó se habían besado en el frío, cuando se había encerrado en su coche y su cuerpo habían colado por la ventana, y surgieron a la vida. —Es demasiado tarde para retroceder. — Dio otra calada. —Tu oportunidad de escapar... ha llegado y se ha ido. — Ella se volvió hacia él. —No es para poner un punto demasiado fino en ti, pero una mierda. Yo no tengo miedo, a nadie, así que ven a mí. Pero sé que voy a hacerte daño para defenderme — Un sonido abrupto vibró a través del aire entre ¿Un.Ronroneo? Era el hombre en realidad quien ronroneo ellos. Dio un paso hacia adelante. Luego otro. Y como un caballero podría, él dejó su cigarro a un lado, como que no quería quemarla ni echar humo en su cara. —Dime tu nombre, — dijo. O mándamelo, me gusta más. — —Me resulta difícil creer que no lo sepas. — —Yo no lo creo. — Esto fue dicho con una de la ceja arqueada, como si buscara información y estaba por debajo de él. —Dime tu nombre, y te dejaré salir de aquí ahora. — Dios... sus ojos... eran la luna y las sombras entrelazadas, un color imposible en algún lugar plata y entre violeta y azul pálido. 463 464 —En la medida que nuestros caminos no se crucen, no es relevante-— —Para que lo sepas... te entrégate a mí— — ¿Disculpe?— —Pero usted que me pedir en primer lugar. — Sobresalía hacia adelante su temperamento y soplaba, estaba en todo su derecho vamos a ser razonables fuera del agua. —A lo largo de mi cadáver. — —Lo siento, no es de mi gusto. — Dejó caer la barbilla y lo miró desde abajo de los párpados entornados. —Yo te prefiere, caliente y húmeda.... — —No va a suceder. — Giró vuelta y se dirigió hacia la puerta. —Y ya está. — Justo cuando ella entró en la antesala, sus ojos captaron algo en el banco que corría en cuclillas a la pared del fondo del lugar. Su cabeza se giró, y sus pies se tambalearon. Era un cuchillo, un cuchillo muy largo, tan largo que era casi una espada. Había sangre roja brillante en la hoja. — ¿Repiensa tu salida?, — Dijo en esa voz oscura directamente detrás de ella. —No. — Ella tiró hacia la puerta y la abrió. —Estoy justo en el blanco de la misma. — Golpeando la cosa detrás de ella, quería correr hacia su coche, pero se negó a ceder al pánico, incluso cuando ella esperaba que viniera tras ella. Y sin embargo, el hombre se quedó donde estaba, y se asomó en la ventana de la puerta observando mientras ella entró, ensendió su motor y puso el Audi en la marcha. Cuando ella salió contacto el coche, su corazón latía con fuerzaEspecialmente cuando un pensamiento verdaderamente aterrador le ocurrió. 464 465 Metiendo la mano en su bolso, ella buscó a tientas el teléfono, y cuando lo encontró, ella fue a sus listas de contactos, seleccionó uno y pulsó enviar. Hecha un trapo por el miedo, se puso el celular a la oreja, incluso aunque estaba habilitado para Bluetooth y que estaba en contra de la ley en Nueva York no quiso el manos libres. Ring. Ring. Continuó— ¡Hola! Tenía la esperanza de tener noticias de ti. — Se hundió en el asiento del conductor, con la cabeza caída hacia atrás contra el respaldo. —Hola, Mark. — Dios, el sonido de la voz del hombre era un alivio. — ¿Estás bien?— Le preguntó a su entrenador. Ella pensó en esa hoja ensangrentada. —Yo lo estoy. Sí. ¿Tú puedes salir del trabajo? — Se embarcaron en una conversación bastante agradable, ella se marchó, con su pesado pie en el pedal del acelerador, el rayado paisaje de la nieve blanca, y sucia del camino salado. Árboles esqueléticos. Una poca anticuada cabaña con una luz en su interior. La plaza de Calvo contra el río a la izquierda. Cada vez que ella parpadeaba, veía sus ojos la en los cristales de la puerta. Mirando. Haciendo.Planificación...sobre Ella. Y maldita sea, su cuerpo estaba desesperado por ser atrapado por él. SESENTA Qhuinn rematerializado, con su linterna iluminó la cabaña hasta el final. Él no esperó a a los otros, esta vez, solo marchando hacia adelante, iluminando para la puerta, que estaba intacta y bien cerrada. Su primer indicio de que algo estaba mal , fue cuando agarró la manija tosca, una carga eléctrica de bajo nivel lamió en su mano 465 466 y subió por el brazo. Retrayendo la mano, y la sacudió, su instinto iba en alerta máxima. — ¿Qué pasa?— Preguntó Rhage como el hermano llegó al porche. Qhuinn miró a su alrededor, observando que Blay y Jhon estaban en la periferia. —No lo sé. — Rhage salió por la puerta, retrocediendo bruscamente. y tenía la misma reacción, — ¿Qué mierda? — —Lo sé, bien, — murmuró Qhuinn mientras daba un paso atrás y pasó la luz en el exterior. Las dos ventanas a cada lado de la entrada habían sido tapiadas, y cuando él se acercó y vio una estructura flaca, lo mismo puede decirse de los que estaban a ese lado, también. —A la mierda esto, — gruño Rhage. El hermano dio tres pasos hacia atrás y luego corrió hacia la puerta, su hombro pesado inclinado como un ariete. Y ¿Qué sabes tú?, el impacto astilló los paneles de madera. De repente, una luz cegadora quemo toda la noche, iluminando el bosque como una bomba hubiera apagado, girando Rhage fue lanzado hacia atrás como en una película. Como Blay y Jhon corrieron para hacer una evaluación de los daños en el guerrero, Qhuinn se lanzó hacia adelante, preparándose a su paso por las jambas esperando recibir un par de cientos de voltios de solo Dios sabe que. En cambio, a él no le golpeó nada más que aire, con un impulso tan grande que tuvo que hacerse una bola y rodar para evitar el aterrizaje con su rostro. Una respiración más tarde, le recibió un puñetazo que lo levantó del suelo y aterrizó en cuclillas, y con el arma en una mano, y la linterna en otra. Algo olía mal. —Detrás de ti, — dijo Blay, como un segundo haz de luz se unió a la suya. El aire dentro de la cabaña era curiosamente cálido, como si hubiera un calentador enchufado en algún lugar excepto que no era posible. No hay electricidad ni tanque de gas. Y nadie había estado allí por un tiempo, pasando por la capa de polvo sin marcas en el piso y las delicadas telarañas que colgaban verticales del techo inmóviles como cuerdas pesadas. 466 467 — ¿Qué es esto? — exigió Blay. Qhuinn miró y frunció el ceño. Había una serie de lo que parecía ser aceite en tambores contra la pared del fondo, la agrupación en racimo entre sí, como si hubieran sido asustados por algo y hubiera un círculo con los vagones de autoprotección. Qhuinn se acercó, al mismo tiempo paneo con la linterna en el círculo, y frunció el ceño de nuevo cuando él consiguió un buen vistazo a los contenedores de gran calibre. Ninguno de ellos tenía las tapas, y su luz parecía reflejarse en una especie de aceite. — ¿Qué... demonios es esto?— Inclinado sobre la más cercana, tomó una respiración profunda por la nariz, y quemaba estaba lleno del hedor de asesino. A juzgar por la forma en que su haz no penetró en la superficie del líquido, sabía que podía ser una sola cosa, y seguro como la mierda no podía usarlo para alimentar un calentador o un generador. Era la sangre de la Omega. —Detrás de ti, — dijo Rhage cuando el hermano entró. Un suave silbido anunció que John había llegado también. — ¿Eso es lo que yo creo que es?— Blay murmuró mientras se paraba al lado de Qhuinn. Qhuinn puso la linterna entre los dientes y se inclinó hacia delante con la mano desnuda. Justo cuando se puso en contacto con el desagradable y viscoso líquido, algo surgió desde dentro del tambor — ¡Mierda!, — Gritó, saltando hacia atrás. Cuando su linterna cayó al suelo y rodó hacia un lado, y Blay iluminado lo que se había movido. Un brazo. Había alguien en el interior del tambor. —Jesucristo, — respiró Blay. Detrás de ellos, la voz de Rhage gritó en voz alta, — ¿V? Necesitamos refuerzos aquí. Estadística. — Qhuinn se inclinó y atrapó su luz. Volviendo al líquido aceitoso, vio como el antebrazo se movió de nuevo en movimiento lento 467 468 justo debajo de la superficie, con lo que el cambio de la parte exterior de la muñeca y el dorso de la mano quedando a la vista.... Algo brilló, con un destello llamativo de Qhuinn. Inclinando su rayo, aún más sobre el tambor. Era un anillo de escudo familiar. La mano no tenía bien, sus articulaciones, estaban deformadas, la totalidad o parte de cada dedo, como si pudiera haberlo metido en una amoladora de coca.... Ese rayo rompió a través de la cloaca de la sangre del Omega, una vez más —Espera, espera, Qhuinn que necesitas para retirarte— Qhuinn ignoró el comentario mientras se inclinaba todavía más, cada vez más cerca, más cerca.... Más cerca... Al principio, no podía creer lo que estaba viendo. Simplemente lo podría estar buscando un familiar anillo de escudo. Pero ¿Qué otra cosa podría ser? Estaba en el dedo índice, el único dígito que no había sido destrozado y arrancado. Y era oro, incluso a través del aceite negro, el resplandor del amarillo era evidente. Y el anillo en sí tenía un ancho rostro en el que se habia puesto algo. —Qhuinn, — dijo Rhage bruscamente. —Sal de esa mierda y lejos— El brazo se movió de nuevo, incumpliendo ordenes continuó, la mano pálida de la superficie del líquido, parecía como de un espectro que podría salir de una tumba, o llegando.... Retiró la sangre del Omega de la superficie del anillo, revelando... —Qhuinn, no estoy jugando— Un ruido estalló en la cabaña, llenando el aire. Estaba completamente inconsciente de que se trataba de un grito que venía de su propia boca. Al principio, Blay pensó que lo que estaba en el tambor había agarrado a Qhuinn y tiraba de él hacia adentro y por ese motivo Qhuinn gritó. 468 469 Por instinto, saltó hacia adelante y agarró de la cintura a Qhuinn, rompiendo el anclaje y tirando hacia atrás. Lo que salió de ese tambor perseguiría en pesadillas a Blay durante años... décadas después. De hecho, lo que había dentro no había aferrado a Qhuinn, era al revés. Y cuando Blay lo arrastró hacia atrás, una forma masculina salió del apretado tanque de la sangre del Omega derramándose en ríos, en los tablones de madera fríos de la cabaña, golpeando los shitkickers de Blay los cueros, Qhuinn de forma torrencial. Qhuinn tenía que luchar para mantener su agarre y no se deslice, soltando el arma y la linterna olvidando el tiempo, sus manos con guantes y luchaba para no perder el contacto.... Cuando lo izó... El barril como de petróleo cayó a su lado con un hombre tendido plano a sus pies. Nadie se movió. Era como si todos hubieran intervenido y asumido sus lugares en un cuadro. Blay reconoció quién era inmediatamente. No podía creerlo. Los muertos habían regresado a la vida... era una manera de hablar. Qhuinn se agachó y tocó los hombros del hombre. Luego dijo el nombre de su hermano más o menos: —Luchas— La respuesta no se hizo esperar. Las manos de su hermano empezaron como un molinillo lentamente, con las piernas destrozadas, su cuerpo desnudo tratando de moverse. Su piel estaba magullada por todas partes, la dura iluminación de las linternas mostraban cada contusión y corte, negro y azul, manchado por la sangre del Omega retrocediendo poco a poco de la piel pálida. Dios mío, ¿Qué habían hecho con él? Uno de sus ojos estaba hinchado cerrado, y su boca estaba ladeada, como si le hubieran dado un puñetazo allí. Comosi él hiciera una mueca, parecía que sus dientes estaban se habían salvado, pero esa fue la única misericordia, parecía haber sido dado por muerto. 469 470 — ¿Luchas?, — Dijo Qhuinn de nuevo. — ¿Puedes hablar conmigo?— Desde un lado, Rhage estaba en su teléfono de nuevo. — ¿V? Realmente tenemos una situación. ¿Cuál es su... ¿Qué ? No, no abso... Te necesito ahora.... No,. Y a Payne. — Miró — ¿Sí sabemos quién es? Blay tuvo que aclararse la garganta, su respuesta tropezaba. —Es su... hermano. — Rhage parpadeó. Sacudió la cabeza, inclinándose. Mierda —Lo siento, lo siento— —Su hermano, — Blay repitió en voz alta y con claridad. —Jesús... — Rhage susurró. Y entonces se rompió de nuevo en acción. —Ahora, V. Ahora. — —Luchas, ¿puedes oírme?— Habló Qhuinn. Vishous irrumpió en la cabaña de una fracción de segundo más tarde. El hermano estaba cubierto de sangre y su sangrado era rojo gracias a una herida en su rostro, también respiraba como un tren de carga y tenía un goteo en la daga negra en su mano. En el instante en que vio que estaban todos agrupados alrededor, se detuvo. — ¿Qué demonios es esto?— Rhage hizo rápidamente movimientos tomandolo por el cuello, evitando cualquier comentario adicional. Entonces lo agarró del brazo a V y lo arrastró fuera del alcance de los oídos. Cuando la pareja regresó, V no mostraba emoción. —Déjame echar un vistazo— dijo V a Qhuinn que seguía hablando a su hermano, las palabras que salían era una corriente constante que no tenía mucho sentido. Por otro lado, en cuanto a que nadie había conocido, al hombre, había muerto en los ataques, junto con la madre de Qhuinn, su padre y hermana. Así que, sí, esto era suficiente para hacer que incluso Shakespeare sufriera un caso de balbuceos. 470 471 Excepto que... esto no era posible, pensó Blay. Hubo cuatro cuerpos en la casa y Luchas había sido uno de ellos. Blay debe saber. Había ido a la identificación. Puso una mano sobre el hombro de Qhuinn. —Hey. — Las palabras de Qhuinn pararon. Luego miró a los ojos a Blay. —Él no me contesta. — — ¿Puedes dejar a V a echar un vistazo? Es necesario consultar a un médico. —Y tal vez mucho más cojonudo que responder al que demonios estaba pasando aquí. —Vamos, de pie aquí conmigo. — Qhuinn se enderezó y se apartó, pero no fue lejos, y sus ojos nunca dejaron a su hermano. — ¿Lo han vuelto?— Se cruzó de brazos y se acurrucó hacia delante. — ¿Crees que lo volvieron a él? — Blay negó con la cabeza, y deseaba poder tumbarse. —No lo sé. — SESENTA Y UNO Como Qhuinn miró el suelo de la cabaña, su cerebro estaba disparando en una serie de desconexión, la noción concreta que toda su familia había sido aniquilada chocando en lo que parecía ser una realidad muy diferente. Él volvía a una noche, hace mucho tiempo, cuando él había entrado por la puerta grande de sus padres para encontrar a su familia sentados juntos en la mesa del comedor... y su hermano consiguiendo el anillo que estaba en su mano ahora destrozada. Uno pensaría que los ojos del hombre torturado, pero vivo sería en todo lo que había de concentrarse. 471 472 — ¿Qué está pasando, V, — se preguntó. — ¿Cómo está?— —Él está vivo. — El hermano cambió su daga negro alrededor y limpió la hoja fuera de su ropa de combate en el muslo. — ¿Hijo? Hijo, ¿puedes mirarme? — Luchas seguía mirando hacia Qhuinn, su conjunto perfectamente complementado y sus hermosos ojos grises inyectados en sangre y como loco de grandes. La boca se movía, pero ningún sonido salía. —Hijo, voy a tener que cortar, ¿de acuerdo? ¿Hijo? — Qhuinn sabía exactamente lo que iba a hacer V. —Hazlo. — El corazón de Qhuinn golpeó como un puñetazo en el esternón cuando el hermano tomó esa daga negro surcado un punto en la parte exterior de brazo de Luchas. El tipo ni siquiera se inmutó, y luego otra vez, con lo que pasaba por él? como una gota en el mar. Por favor, se de color rojo, por favor, se de color rojo, por favor... La sangre roja brotó y se filtró a cabo, contraste y brillante sobre el aceite negro con el que estaba cubierto. Todo el mundo dejó escapar el aliento que había estado conteniendo. —Está bien, hijo, eso es bueno, eso es bueno.... — Ellos no lo habían cambiado. V se levantó del suelo y echó la cabeza hacia un lado, haciendo un gesto para un combo privado. Cuando Qhuinn se acercó, tomó el brazo Blay y lo trajo a sí. Era la cosa más natural del mundo. Esto era una mierda y él sabía que no estaba rastreando y no había a nadie más que él prefiriera tener con él. —No tengo un manguito de presión arterial o un estetoscopio, pero voy a decir ahora mismo, su pulso es débil y errático y estoy muy, muy seguro de que está en estado de shock. Yo no sé cuánto tiempo ha estado allí o que le hicieron a él, pero él está vivo en el sentido convencional. El problema es, que fuera Payne de la comisión. — los ojos de V brillaban. —Y poder saber por que. — Ah, por lo que había hablado con su hermana. —Ella no iba a ser capaz de trabajar su magia, — continuó el hermano, —y estamos a millones de kilómetros de todas partes. —En pocas palabras, — dijo Qhuinn gravedad extrema. V le miró directamente a los ojos. —Él va a morir en el próximo par de... — 472 473 —V— Rhage ladró. — ¡Ven aquí!— Abajo en el suelo, el cuerpo maltrecho de Luchas estaba moviendose en sí mismo, con las manos rotas sus palmas, rodillas giro a cal y canto, la columna vertebral se encrespaba hacia el techo de la cabaña. Qhuinn cayó de rodillas junto a la cabeza de su hermano. —Quédate conmigo, Luchas. Vamos, lucha contra el destino— Esos ojos grises se volvieron a cerrar, Qhuinn entró en agonía, se estaba rompiendo, Qhuinn era apenas consciente de V corriendo para tomando el guante de su mano brillante. —Qhuinn— el hermano gritó como si tal vez hubier dicho el nombre de Qhuinn un par de veces. Él no apartó la mirada de su hermano. — ¿Qué ?— —Esto podría matarlo, pero a lo mejor haga tener a su corazón un latiendo mejor. Es un mal tiro, pero es lo único que él tiene. — En la fracción de segundo antes de responder, sintió una necesidad imperiosa de su hermano por venir de alguna forma, de algún modo. A pesar de que apena conocía al tipo, y le había molestado durante años.Y luego lo hizo golpear, cuando Luchas se habían unido a la Guardia de Honor, que no había dado cuenta hasta ya no tuvo lo timón en el planeta, cuando no había sangre suya para derramar a la tierra. Por otro lado, ese vacío fue exactamente lo que lo había impulsado durante la necesidad de Layla. Y lo que tenía que le hizo llegar a Blay instintivamente. Amor o el odio por ellos, por la sangre o la memoria, de la familia es una especie de oxígeno necesario para la vida. —Hazlo, — dijo una vez más. —Espera, — Blay cortó, azotando su cinturón fuera y dándoselo a Qhuinn. —Pónselo en la boca. — Solo una razón más para amar al hombre. Aunque no era como si necesitara a otro. Qhuinn ángulo la correa en la boca abierta de su hermano y mantuvo en su lugar mientras asentía a V. la —Quédate conmigo, Luchas. Vamos, ahora, estaras con... — Por el rabillo de su ojo, él siguió la brillante luz blanca en el esternon de su hermano... 473 474 El pecho de Luchas tiró alto, todo su cuerpo en un espasmo, separándolo de las tablas del suelo en forma de inyección resplandor brillante a través de él, canalizando hacia abajo sus brazos y sus piernas, irradiando hasta la cabeza. El sonido que hizo fue inhumano, un gemido gutural que fue directamente a la médula de Qhuinn. V tiró de nuevo su mano, palma brillante levantándola en alto, Luchas cayó como la peso muerto era, su cuerpo rebotando, con los miembros aleteando. Él parpadeó rápidamente, como si una brisa soplara en su rostro. —Pégale otra vez, — exigió Qhuinn. Cuando V no respondió, él miró. Una vez más. — —Esto es jodidamente loco, — murmuró Rhage. V midió al macho por un momento. Luego trajo esa mano mortal en rango. —Una vez más, eso es todo lo que obtendrás, — dijo a Luchas. —Maldita sea vamos, — Rhage interrumpió: —Un poco más y podría durar un poco más el hijo de puta. — El segundo golpe fue tan malo que el cuerpo maltrecho estaba retorciéndose salvajemente, Luchas hizo un espantoso sonido antes de aterrizar de nuevo en con un estrépito de huesos. Pero él tomó una respiración profunda. Una grande que alcnzó y amplió su caja torácica. Qhuinn sintió deseos de orar, y él supuso que lo hizo por lo que le empezó a decir — ¡Vamos!, vamos.... — La mano mutilada con el anillo, se extendió y agarró a la camisa de Qhuinn. El asimiento era débil, pero Qhuinn se inclinó — ¿Qué? — dijo. —Habla lento.... — Esa mano saltando por encima de su chaqueta. —Háblame. — La mano de su hermano encerrado en garras tomó una de sus dagas. —Mata... me.... — Los ojos de Qhuinn abiertos a lo ancho. La voz de Luchas no era nada como lo había sido, nada más que un susurro ronco. —Mata... me... hermano... mío.... — 474 475 SESENTA Y DOS — ¿Cómo lo llevas?— Preguntó Blay. De pie en el porche de la cabaña, Qhuinn respiraba y cogió una pizca de humo en el aire. Blay había encendido de nuevo, y por mucho que Qhuinn odiaba el hábito, no lo culpaba al chico. Diablos, como si fuera de ese tipo de cosas, en que se habían roto los clavos del ataúd, también. Miró a Blay lo miraba con paciencia, claramente preparado para esperar una respuesta a la cuestión, incluso se tomó lo que quedaba de la noche. Qhuinn miró su reloj. Una a.m. ¿Cuánto tiempo le va a tomar al resto de la Hermandad para llegar hasta aquí? Y fue este plan de evacuación que todos decidieron que realmente iba a funcionar —Me siento como que estoy perdiendo mi mente de mierda, — respondió. —Estoy contigo. — Blay exhalado en la dirección opuesta. —No puedo creer que es él... — Qhuinn miró los árboles delante de ellos. —Nunca te pregunté acerca de esa noche. — —No y, francamente, no te culpo. — Detrás de ellos, en la cabaña, Rhage, V y Jhon estaban con Luchas. Todos habían tomado sus chaquetas fuera y le envolvieron alrededor del hombre con la esperanza de mantenerlo caliente. De pie con una camiseta musculosa y sus armas, Qhuinn no sentía frío. Se aclaró la garganta. — ¿Los habías visto? — Blay habría querido volver a la mansión después de las redadas. Qhuinn simplemente no había podido ver los sacos para identificar los cadáveres. —Sí, lo hice. — — ¿Estaban muertos entonces?— 475 476 —Por lo que yo sabía, sí. Él era... sí, no pensé que había alguna posibilidad de que estuvieran vivos. — —Sabes, yo nunca vendí la casa. — —Yo lo había oído. — Técnicamente, como miembro renegado de la familia, no había tenido ningún derecho sobre la propiedad. Pero hay... había tantos muertos que nadie hizo ningún reclamo de la finca, y según las Antiguas Leyes, volvieron a Wrath las propiedades con lo cuál el rey me la había dado prontamente en pleno dominio. Cualquiera que sea el infierno que significaba. Yo no sabía que pensar cuando me dijeron que habían llegado sacrificados. — Qhuinn miró a las estrellas. La previsión era de más nieve, así que no había estrellas a la vista. —Me odiaron. Supongo que los odiaba a ellos. Luego se fueron. — A su lado, Blay se quedó muy quieto. Qhuinn sabía por que y una torpeza repentina le había metió las manos en los bolsillos. Sí, hablando de emociones y basura, pero no pudo más a la mierda. Pero aquí. En privado. Con Blay. Se aclaró la garganta, él siguió su camino. —Me sentí aliviado más que nada, para ser honesto. No puedo decirte lo que fue crecer en esa casa. Toda esa gente que me mira como si yo fuera caminando y hablando de ellos, maldición sobre ellos. — Negó con la cabeza. —Yo solía evitarlos en la medida de lo posible, usando los accesos de la servidumbre las escaleras, permanecer en esa parte de la casa. Pero entonces el doggen amenazó con renunciar. En realidad, los mayores beneficios para mi los conseguí a través de la transición así que podía desmaterializarse por la ventana de mi habitación. Entonces ninguno de ellos tuvo que tratar conmigo. — Incluso cuando Blay maldijo en voz baja, Qhuinn todavía no tenía ganas de callar. — ¿Y sabes lo que jode verdaderamente?, el jefe. Vi que el amor era posible en él cuando mi padre miró a mi hermano. Sería distinto si el bastardo nos hubiera odiado a todos nosotros, pero no lo hizo. Y eso me hizo darme cuenta cómo yo estaba bloqueado. —Qhuinn miró. Movió los shitkickers. — ¿Por que me miras de esa manera? — —Lo siento. Sí, lo siento. Tú solo... nunca has hablado de ellos. Nunca. — Qhuinn frunció el ceño y miró de nuevo el cielo, imaginando las luces de las estrellas a pesar de que no podía verlas. —Yo quería. Contigo, es esto. No con cualquier otra persona. — — ¿Por que no lo hiciste?— Como si esto fuera algo que el chico se había preguntado por un tiempo. 476 477 En el silencio que siguió, Qhuinn tamiza a través de los recuerdos que nunca había tenido imágenes de ellos solo figuras, de sí mismo. Al ver a su familia. Al ver... a Blay. —Me encantaba ir a su casa. No puedo decir lo que quería decir para mí, me acuerdo de la primera vez que me invitaste. Estaba convencido de que tus padres iban a echarme. Yo estaba preparado para ello. Ella no se preocupo, ocultaba la mierda en mi casa todo el tiempo, ¿por que unos completos extraños no me harían lo mismo? Pero tu madre... — Qhuinn se aclaró la garganta. —Tu mamá me sentó a su mesa en a cocina y me dio de comer. — —Ella estaba mortificada de lo enfermó que te veías. Justo después, te metió en el baño y te quedaste por una hora. — —Yo no estaba vomitando. — La cabeza de Blay dio la vuelta. —Pero tu dijiste...— —Yo estaba llorando. — Blay retrocedió, Qhuinn se encogió de hombros. —Vamos, ¿Qué iba a decir? ¿Que me descompuse y que lloré al lado del lavabo en el piso? Corrí el agua para que nadie oyera y tire de la cadena de vez en cuando. — —No sabía. — —Ese era el plan. — Qhuinn miró. —Ese fue siempre el plan. Yo no quería que tú lo supieras lo mal que estaba en mi casa, porque yo no quería que te sintieras mal por mí. Yo no quería que tú o tus los padres lo supieran y sintieran como si tenían que tomar medidas, yo quería que fueras mi amigo y tú. Siempre lo has sido. — Blay apartó la mirada rápidamente. Luego se frotó la cara con la mano que no tenía el cigarrillo. Mierda —Ustedes fueron lo que me ayudaron a sobrellevarlo, — Qhuinn se oyó decir. —Yo viví durante la noche, porque podía ir a tu casa. Fue lo único que me permitió seguir. Tú fuiste el único, en realidad. Eras... tú. — Los ojos de Blay volvieron a los suyos, tenía la sensación de que el tipo estaba buscando palabras. Y que Dios los ayude a los dos, si no hubiera sido por Saxton, Qhuinn hubiera dejado caer la guardia y decir todo en ese mismo momento, a pesar de que el momento era estúpido. —Tú ya lo sabes, — dijo Blay finalmente. —Háblame. — Qhuinn pateó el suelo y se siñó de hombros, estirando los músculos de la espalda. —Sé cuidadoso. Puede ser que te tome la palabra. — 477 478 —Sería de gran ayuda. — Qhuinn miró otra vez, Blay sacudió la cabeza. —No sé lo que estoy diciendo. — Mierda, pensó Qhuinn. Sin previo aviso, V salió de la cabaña, aún con la mano iluminada enrollada. Qhuinn se quedó en silencio, no estaba seguro de si estaba aliviado que la conversación se había visto obligada a llegar a su fin o no. En una exhalación, dijo Vishous, —Tengo que asegurarme de que entiende las consecuencias. — Qhuinn asintió. —Ya sé lo que vas a decir. — Esos ojos de diamante fijos en los suyos. —Bueno, vamos a cielo abierto de todos modos, ¿de acuerdo? Yo no detecto nada del Omega en él, pero si aparece, o si me he perdido algo, voy a tener que hacerme cargo de él. — "Mátame, hermano mío. Mátame". —Haz lo que tengas que hacer. — —Él no puede entrar en la mansión. — —De acuerdo. — V extendió la mano letal. —Juro por ella. — Se sentía extraño para dándole la mano al hermano y enlazar su palabra en el contacto porque era lo que los familiares tenían que hacer en situaciones como esta, y todo eso sabía que no había estado al lado de cualquier cosa por Alguien alguna vez. Incluso antes de la desmentida por su familia, habría sido la última persona en responder por la línea de sangre. Los tiempos habían cambiado, sin embargo, no había. —Una cosa más. — V tocó la punta de la mano rodado. —Va a ser un largo y duro camino para la recuperación. Y no estoy hablando solo de la mierda física. Te necesita para prepararse. — ¿Qué, como que habían tenido una relación antes de esto o algo así? Podría compartir algo de ADN con el chico, pero aparte de eso, Luchas era un extraño. —Lo sé. — —Está bien. Me parece bien. — A lo lejos, un par de gemidos agudos superaba a la oscuridad. —Gracias a la mierda, — Qhuinn espetó mientras regresaba a la cabaña. 478 479 En la esquina, al lado de la batería que se había volcado, su hermano no era más que un montón de chaquetas, con el cuerpo retorcido cubierto por una manta improvisada. Qhuinn caminó a través de las tablas del suelo, asintiendo con la cabeza a Jhon Mateo y Rhage. Se arrodilló junto a su hermano, se sintió como si estuviera en un paisaje de ensueño, no la realidad. — ¿Luchas? Escucha, esto es lo que va a pasar. Van a llevarte en un trineo. Tú va a nuestra clínica para tratamiento. ¿Luchas? ¿Puedes oírme? — Cuando el par de motos de nieve llegaron a la cabaña, Blay siguió su progreso desde el porche, mirando sus luces que se hacían más grandes y más brillantes, el par de los motores de regulación en constante ronroneo cuando llegaron a su destino. Oh... esto era bueno. Detrás de una de ellas, había un trineo cubierto, el tipo de cosas que había visto en la televisión en los Juegos Olímpicos cuando algún esquiador se había estrellado a través de las cuerdas y lo bajaban de una montaña. Perfecto. Manny y Butch desmontaron y corrieron otra vez. —Están bien ahí, — dijo Blay, al salir de esa manera el doctor. — ¿Luchas? conmigo, —escuchó Qhuinn en un murmullo. Mirando en, Blay viendo como Manny se inclinó sobre el cuerpo de Luchas. —Hombre, que puta noche. Y pensamos que el espectáculo aéreo de un par de noches atrás ¿había estado lleno de drama? Siempre te toca a ti. — Volviendo a enfrentar el bosque, Blay se frotó la cara otra vez, al igual que le iba a ayudar. Y quería encender otro Dunhill, pero cuanto más tiempo esto llevara, el más paranoico se ponía. Lo último que esta situación necesitaba era un escuadrón de lesser apareciendo antes de que pudieran sacar a Luchas a la seguridad. Es mejor tener una cuarenta que un cigarrillo en la mano. “Siempre ha sido tú”. — ¿Estás bien?— Preguntó Butch. Con espíritu de la honestidad, ya que parecía ser el tema musical de esta noche, él negó con la cabeza. —No en lo más mínimo. — El policía le dio una palmada en el hombro. —Por lo que sabía. — 479 480 —Pensé que lo hacía, sí. — Oh, espera, la pregunta era sobre Luchas. — Quiero decir, sí, lo hice. — —Tiene que ser malo y duro, todo esto. — Blay miró por encima del hombro y se puso otra imagen a la vista de Qhuinn se agachó al lado de su hermano. La cara de su viejo amigo era antigua a las luces de las linternas, hasta el punto de Blay se preguntó si lo había visto en realidad se relajó después de que habían estado juntos, o que había sido confundido. Fue el único que... en realidad. —Es difícil, — murmuró. Y extraño, también. Justo después de la transición, había buscado alguna señal de la manera en que se sentía su amigo era correspondido, alguna pista de dónde estaba Qhuinn. Pero no había nada de lo que había sido capaz de ver nada más que la lealtad perdurable, la amistad y habilidades de lucha pateando culos a través de la conexiones que habían tenido con otras personas, y la formación, y luego las salidas nocturnas en el campo... siempre había estado al otro lado de la conexión que hubiera querido, mirando a una pared y que no podía moverse y por un rato de este porche Era la primera vez que había tenido un vistazo de lo que había anhelado aún más considerablemente que el sexo. Mierda, por un peligroso momento, se preguntó si había sido en realidad un “en” su participación con Layla o había derramado los frijoles fuera de su dormitorio. —Lo estaban moviendo. — Butch enganchó el brazo de Blay y lo sacó del camino de la puerta. —Ven quédate junto a mí. — Luchas habían sido debidamente cubierto ahora, con una manta de Mylar envuelto alrededor de él de la cabeza a los pies, nada más que la cara llevaba desnuda indirectamente y se mostró. Ellos lo habían puesto en una camilla plegable, con Qhuinn en un extremo y V en el otro. Manny caminaba a su lado, como si no estuviera seguro de si iba a tener que resucitarlo en algún momento dado más en el trineo, transfirieron al hermano de Qhuinn y lo ataron abajo. —Lo voy a expulsar, — anunció Qhuinn mientras subía y ensendía el motor de la moto de nieve. 480 481 —Lento y constante, — advirtió Manny. —Es una maldita masa de huesos rotos. — Qhuinn miró a Blay. — ¿Viaja conmigo?— No hay razón para responder a eso. Marchó a una y subió detrás del chico. Típico de Qhuinn, no se molestó en esperar a los demás. Solo clavado el acelerador y puso en off. Él, sin embargo, escuchaba al buen doctor: Él hizo dio amplia vuelta y siguió las huellas que habían hecho, manteniendo la velocidad lo suficientemente rápido como para hacer algo de tiempo, pero no tanto como para que licuara a Luchas. Blay tenía dos pistolas. Manny y Butch iban junto a ellos, los otros hermanos y John Matthew desmaterializándose en distancias regulares, que aparecen en los lados de las dos vías paralelas. Tardó un siglo. Blay literalmente pensaba que nunca iba a salir de allí. Parecía como si el agudo lloriqueo de los motores y la falta de definición en la oscuridad del bosque, y las manchas blancas brillantes de los claros iban a ser las últimas cosas que había visto. Rezó durante todo el camino. Cuando la estructura del hangar grande, cuadrada, finalmente apareció a la vista, aparcando justo al lado de él era la única y más hermosa que jamás había visto Blay. V y Butch en el Escalade. Las cosas se movieron en un santiamén dividiéndose allí: Qhuinn tirando hacia arriba al lado de la camioneta, Luchas transferido en el asiento trasero, las motos de nieve recargados en el remolque enganchado a la parte posterior, Qhuinn iba en el asiento del pasajero del vehículo. —Quiero Blay para conducir, — dijo antes de subirse Hubo un instante de pausa. Entonces Butch asintió y le lanzó las llaves. —Manny y yo estaremos en la parte posterior. — Blay se puso al volante, los trasladó a la sede para dar cabida a sus piernas, y encendió el motor. Qhuinn se instaló a su lado, miró por encima. —Ponte el cinturón de seguridad. — El hombre hizo lo que le dijo, estirando la correa de nylon alrededor de su pecho y haciendo clic en su lugar. Entonces inmediatamente se aseguró a sí mismo en torno a centrarse en su hermano. Un sentimiento de determinación inquebrantable establecido en los hombros de Blay y apretó sus manos. No lo hizo cuidar lo que tenía que cortar más, derribar o dejar marcas en la parrilla, sino que iba a Qhuinn 481 482 y su hermano al centro de formación y a la clínica. Dió gas, sin mirar hacia atrás. SESENTA Y TRES Trez frunció el ceño ante la máquina de sumar que había estado haciendo números. Llegando a la lengua de papel blanco que colgaba a un lado de su escritorio, trató de ver la columna de números que había estado haciendo. Él parpadeó. Se frotó los ojos. Al abrirlos. No. El círculo resplandeciente en el cuadrante superior derecho de su visión todavía estaba allí, y no era una función de deslumbramiento. —Mierda.... — Empujando los recibos que había hecho con un total de un lado, miró su reloj y puso la cabeza en las manos. Cuando cerró los ojos, el aura seguía en su sitio, el patrón de la geometría de enclavamiento brillando con todos los colores del arco iris. Tenía unos veinticinco minutos antes que se desatara el infierno, y él no iba a ser capaz de desmaterializarse. Hurgando en su teléfono de la oficina, él golpeó el intercomunicador. Dos segundos más tarde, la voz de Xhex salió del altavoz, suave habitual. Lo que significaba que la sensibilidad al sonido era pateante —Hey, ¿Qué pasa?, — Dijo. —Estoy dando teniendo migraña. Tengo que rebotar. — —Oh, hombre, eso apesta. ¿No la tienes desde hace una semana? — Lo que sea. No es el punto. — ¿Puedes tomar el control?— — ¿Necesitas te lleve a casa?— Sí. —No. Yo puedo hacerlo. —Él empezó a recoger su cartera, su celular, sus llaves. —Llámame si necesitas de mí, ¿de acuerdo? — —Así será. — 482 483 Trez respiró hondo mientras cortaba la conexión y se puso de pie. Se sentía perfectamente bien por el momento. Y la buena noticia era que había más de quince minutos a su apartamento, incluso suponiendo que encontrara todas las luces rojas. Lo cuál le dejaría unos diez minutos en llegar a los sudores, en la línea de una papelera y una toalla al lado de su cama, y prepararse para el colapso digestivo total. Seis, siete horas ¿a partir de ahora? Él iba a sentirse mejor. Por desgracia, el aquí para que iba a quedarse. En su camino a la puerta cerrada de su despacho, se colgó su chaqueta sobre sus hombros y se preparó para la música del otro lado. Cuando salió, se dirigió directamente a la pared del pecho considerable de IAM. —Dame las llaves, — le dijo a su hermano. —Tú no tiene que— — ¿Te pido una opinión?— —Maldita Xhex— —Justo detrás de su hermano, — el corte femenino —Y sé que querías decir eso como un cumplido. — —Estoy bien, — dijo Trez, mientras trataba del ángulo de su visión para que su jefe de seguridad estuviera fuera de su punto ciego. —Ha cuántos minutos antes de que llegue el dolor?— Xhex sonrió, mostrando sus colmillos. — ¿Tiene Realmente ganas de perder a alguno de ellos por discutir conmigo? — Trez se quejaba por su manera de salir de su club, y en el instante en el aire frío lo golpeó sus senos nasales, y su estómago se apoderaron hasta estar preparando para ir a la ciudad temprano. Caer en el asiento del copiloto de su BMW, cerró los ojos e inclinó la cabeza hacia atrás. El aura se estaba poniendo más grande, la línea original de brillo lo dividía en dos en abanico, se movía lentamente hacia el borde de su visión. Durante el viaje a casa, se encontró sintiendo que iAm no era un charlatán. Aunque no era que él no lo supiera que el chico estaba pensando. Demasiado estrés. Demasiados dolores de cabeza. Es 483 484 probable que sea necesario alimentarse así, pero eso no estaba sucediendo desde un tiempo. Como su hermano conducía con presteza, Trez pasó el tiempo imaginando que estaban en la ciudad; los semáforos que estaban pasando o parados en, lo que resulta que estaban haciendo, donde el Commodore era, su longitud torre se avecinaba cada vez más alto cuanto más se acercaban. Una disminución repentina le dijo que estaban en el garaje, y que se había quedado atrás en su cartografía mental: la medida de lo que él había conocido, todavía estaban a un par de manzanas de distancia. Vueltas a la izquierda que vinieron después, ya que en espiral hacia abajo tres plantas en las que aparcar en uno de los dos puntos que les fueron asignados. En el momento en que se presentaron en el ascensor y apretó el botón iAm marco el XVIII, el aura la tenía vagado fuera de los límites de su visión y desapareció como si nunca hubiera existido. Calma antes de la tormenta. —Gracias por traerme a casa, — dijo. Y en serio. Odiaba depender de nadie más, pero fue muy, muy difícil no golpear algo cuando tenía un letrero de neón parpadeante en la parte posterior de ambos ojos. —Me imaginé que era mejor así. — —Sí. — Él y su hermano no había hablado acerca de la visita del pontífice desde que ocurrió, pero que él como, AnsLai eran todavía muy ellos, pero al menos iAm había dejado de lado lo muy cabreado que estaba por traerlo de vuelta aquí. La primera pista de Trez era el dolor de cabeza se estaba preparando era la forma en que el sutilmente anunciaba su destino como un disparo en su cerebro como una bala. Él gimió cuando las puertas se abrieron. —Esto va a ser malo. — — ¿No tuviste uno la semana pasada?— Se preguntó cuántas personas más podían soportar eso. iAm se hizo cargo de la cerradura de la puerta, y Trez dejó su chaqueta a tres metros en el apartamento. 484 485 Se quitó el jersey de cachemir negro en el camino a su dormitorio, y fue desabrochando su camisa de seda mientras caminaba. Cuando se congeló, la única cosa que se disparo en la cabeza fue la escena de la película Trading Places, cuando Eddie Murphy entra en su habitación en las instalaciones de lujo y una chica medio desnuda se sienta en su cama y se pone, —Hey, Billy Ray. — La diferencia en esta situación era que su acosador, tenía el novio, un gorila en cuestiones de confianza, era rubio y no era en los ochenta primeros, con pantalones de spandex. De hecho, ella era plenamente, una hija de puta, con un macho cabrío del culo desnudo que apareció con un arma sobre su hombro y accesorios en ropas menores Así iAm podría haberla matado, no había problema. —Pensé que estarías contenta de verme, — dijo la chippie, mirando hacia atrás y adelante entre él y la boca del hermano. Al igual que ella quería hacerse más atractiva, levantó un brazo para arreglarse el pelo, pero si estaban esperando con sus pechos influir seductoramente, estaba fuera de suerte: Eran duros como una piedra, postizos no suyos eran tan inamovible como algo atornillado a la pared. — ¿Cómo has entrado aquí? — exigió Trez. — ¿No te alegras de verme?— cuando nadie le contestó, y el arma quedó a la vista, ella hizo un mohín. —Yo tiene amistad con el guardia de seguridad, de acuerdo. Lo. Oh, vamos... bien, yo lo arruiné, está bien. — Con clase. Y ese tonto del culo bastardo policía de alquiler iba a estar fuera sin trabajo. Trez se acercó a la pila de ropa al final de la cama. —Ponte esto de nuevo y sal. — Dios, que estaba cansado. —Oh, vamos, — se quejo y sus cosas se agitaban a su alrededor. —Solo quería darte una sorpresa al llegar a casa del trabajo. Pensé que esto te haría feliz. — —Bueno, no es así. Usted tiene que estar a la mierda — cuando abrió la boca como si tomara aire, sacudió la cabeza y la cortó. —Ni siquiera lo pienses. No estoy de humor, y mi hermano por aquí realmente no le importa si sales de aquí o te deja para llevar en una bolsa. Vístete. Y. Fuera. — 485 486 La chippie miró hacia atrás y adelante de nuevo. —Fuiste muy amable conmigo la otra noche. — Trez hizo una mueca cuando el dolor se acercó y empezó a golpear en el lado derecho de su cabeza. —Cariño, yo voy a ser honesto verdaderamente aquí. Ni siquiera sé tu nombre. Nos revolcamos dos veces — —Tres veces— —No me importa cuántas se trataban. Lo que sí sé es que tú vas a dejar pasar esto esta noche. Si vienes a mí o a mi lugar de nuevo, voy a... — La sombra en él quería ir de una manera más sanguinaria en dirección, pero se obligó a permanecer en términos humanos para que lo entienda... — Llamaré a la policía. Y tú no quieres eso, porque eres una adicta a las drogas y que, si buscan entre tus cosas, tu coche, tu casa, van a encontrar algo más que la parafernalia. Te van a reventar, y a ese idiota carnoso con que te acuestas, por posesión con intención de distribuir, y vas a una cárcel de mierda. — La chippie solo parpadeó. —No me empujes, cariño, — dijo Trez con voz agotada. —No te gustará lo que pasa. — Ella se apresuró cuando estaba debidamente motivada. Una cuestión de Momentos más tarde, después de algunas posturas de yoga para conseguir meterse en la rejilla de plástico que usaba de blusa, que tenía dos tallas más pequeña, que estaban en su camino, su bolso baratito colgado del hombro, con zapatos de las correas en el tobillo. Trez no dijo una palabra más. Simplemente la siguió a su paso a la puerta, abriéndole el camino de salida... y cerró la puerta en su rostro cuando se volvió para decir algo. Echó el cerrojo manual. iAm puso su arma s distancia. —Tenemos que movernos. Esta ubicación se ve comprometida. — Su hermano tenía razón. No era como se había mantenido en gran secreto, pero alojándose en el comodoro se basaba en la idea de que un guardia de seguridad no sería tan estúpido como para dejar que una mujer entrara en el lugar de otra persona sin el consentimiento de los propietarios. Si sucedía una vez, podría volver a ocurrir 486 487 De repente, el dolor se intensificó, al igual que el volumen de su concierto de cráneo del infierno había sido repentinamente manipulado. —Voy a ir a vomitar durante un tiempo, — Trez murmuró mientras mantenía distancia. —Vamos a empezar a empacar tan pronto como esta migraña no esté más.... — No tenía ni idea de lo que respondió iAm, o incluso si el chico lo hizo. Vete a la mierda. SESENTA Y CUATRO De pie frente a la sala de examen del centro de formación, Qhuinn tenía las manos en los bolsillos de sus pantalones de piel, sus dientes cerrados firmemente, y sus cejas dibujadas todo el camino juntos. Esperaba. Y Esperaba... se parecía mucho a la lucha, decidió: largos períodos de no hacer nada, de repente intervienen con explosiones de vida o muerte Esto fue suficiente para certificar y acabar con él. Miró hacia la puerta. — ¿Cuánto tiempo más crees que llevará?— Al otro lado del camino, Blay cruzados sus brazos y sin cruzar sus largas piernas. El chico se había tendido en el suelo Hace alrededor de una media hora llegaron, pero había sido su única concesión al agujero de gusano del tiempo en que habían estado absorbidos. —Tiene que estar llegando a su momento, — respondió. —Si. Son tantas las partes de un cuerpo, de acuerdo. — Después de un momento, Qhuinn se centró en el otro macho correctamente. Había círculos oscuros bajo los ojos de Blay, y sus mejillas se habían excavado. También estaba más pálido que de costumbre, con el rostro demasiado claro. Qhuinn se acercó, se apoyó contra la pared, y dejó que sus shitkickers deslizan hasta que su culo golpeó el piso al lado de Blay. Blay miró hacia arriba y sonrió un poco, luego volvió a mirar fijamente la punta de las botas. 487 488 Qhuinn miró mientras su mano se acercó y rozó la mandíbula de su amigo. Como Blay y comenzó a mirarlo, Qhuinn se sorprendió al descubrir que quería hacer mucho más, y no sexual. Él quería llevar al macho en su regazo y Blay se puso su cabeza hacia abajo. Quería acariciar los hombros fuertes y pasar los dedos por que el pelo corto y de color rojo. Quería conseguir que algo pasara a encontrar una manta y llevarlo encima, para poder envolver un poco de calor en todo el cuerpo de gran alcance que parecía haberse debilitado. Qhuinn forzó sus ojos y dejó caer la mano. Dios, se sentía tan jodido... atrapado. A pesar de que no había cadenas en él. Mirando hacia abajo, comprobó sus dos muñecas. Los tobillos, totalmente libres aquí. Nada que le retiene. Cerrando los párpados, inclinó la cabeza hacia atrás contra la pared. En su mente, él estaba tocando a Blay y de nuevo, no sexualmente. Solo sentir la vitalidad debajo de la piel, el cambio del músculo, la solidez ósea. —Creo que deberías ir a ver a Selena, — le dijo al chico. Blay exhalado como si tuviera a alguien sentado en su pecho. —Si. Ya sé. — —Podríamos ir juntos, — Qhuinn oyó voluntariamente y abrió los ojos a tiempo para ver el látigo de la cabeza de Blay alrededor. —O podrías, ya sabes, hacerlo por tu cuenta. — Qhuinn hizo crujir los nudillos. —Lo que se siente cómodo con. — Mierda. A la luz de todo esto Saxton, que podría ir demasiado lejos. En la Alimentación, después de todo, podrían ser vistos como más íntimos que con el sexo —Sí, — dijo Blay suavemente. —Voy a hacer eso. — El corazón de Qhuinn comenzó a latir con fuerza. Y de nuevo, no fue porque estaba todo para ponerse manos con el tipo. Él solo quería... Compartir, suponía que era la palabra correcta. No, espera. Fue más allá que eso. Quería cuidar de los machos. —Sabes, yo no creo que nunca te di las gracias, — murmuró Qhuinn. Como la tristeza del bebe Blay esquivó más la mirada, quería mirar hacia otro lado. Hacer contacto visual era casi demasiado. Pero entonces pensó en su hermano en la cama y el hospital todas las formas en que se robaron tiempo. Jesús, habían tenido tanto y por tantas razones, todo le parecía perfectamente válido. Pero lo arrogante que era eso. Ese tipo de reticencia la tendría asumida que el tiempo para hablar de cosas lo tenía cuando quisiera. Que la persona 488 489 que tenía en la parte posterior de su mente siempre estaría a su alrededor. Que él sería mismo. — ¿De que?, — Preguntó Blay. —Porque nosotros volvímos a casa. Yo y Luchas. — Lanzó un gran aliento y lo dejó escapar lentamente. —Y por sentarte aquí conmigo toda la noche. Para ir a Payne y conseguir que me ayudara. Por mí, seguridad en el campo, y durante el entrenamiento. Además, para todas aquellas cervezas y videojuegos. Las patatas fritas y la M & M'S. La ropa que me prestaste. El suelo en que dormí en cuando me alojé de nuevo. Gracias por dejar que me abrace tu mamá y hablar con tu padre. Gracias... por las diez mil cosas buenas que has hecho. — De la nada, pensó una vez más de esa noche en que había entrado en él y ser testigo de su padre dando el anillo de sello de oro a su hermano. —Gracias por llamar esa noche, — dijo con voz ronca. Las cejas de Blay se dispararon. — ¿Qué noche?— Qhuinn se aclaró la garganta. —Después de que Luchas pasó por su cambio, y mi padre le dio... lo que sabes, el anillo. — Negó con la cabeza. —Fui a mi habitación y me iba a hacer algo... sí, algo realmente estúpido. Me llamaste. Viniste. ¿Te acuerdas? — —Yo hago. — —No fue la única vez que hiciste algo por el estilo. — Blay miró hacia otro lado, Qhuinn sabía exactamente donde estaba la mente del hombre se había ido. Sí, esa noche no tenía que haber sido la única repisa que casi había sacado de la cordura. —He dicho que lo siento, — entonó Qhuinn sus ojos. —Pero no creo que jamás te haya dicho gracias. Así que, sí... gracias. — Antes de que él supiera lo que estaba haciendo, él extendió la mano, ofreciendo su mano. Lo consideró oportuno para conmemorar este momento, aquí y ahora, de su rota a la mierda en las afueras del quirófano de su hermano, con algún tipo de contacto solemne. —Solo... gracias. — Increíble. 489 490 Después de lo que había sentido con tiempos de su vida con Qhuinn, Blay había pensado que las sorpresas fueron finalmente más. Que el hombre no podía sacar nada más que lo dejara sin palabras. Mal. Jesús... de todas las conversaciones imaginarias que había tenido en la cabeza con el chico, hablar con el y había pretendió que Qhuinn se abriera, o dicho algo parecido a lo correcto, que nunca había estado a punto con la gratitud. Pero esto... era exactamente lo que necesitaba oír, a pesar de que él no lo había sabido. Y la ofrecida palma rompió su maldito corazón. Sobre todo teniendo en cuenta que el hermano del hombre lo llevó a la puerta a la sala de la muerte en través de su mano. Blay, no temblaba la mano que le ofrecía. Se acercó, se apoderó del rostro del luchador, y miró a Qhuinn para darle un beso. Se supone que es solo una fracción de segundo igual y que sus labios eran los que se apretaron en vez de sus manos. Cuando iba a retirarse, sin embargo, Qhuinn lo capturó y lo mantuvo en su lugar. Sus bocas se reunieron otra vez... y otra vez... y otra vez, las cabezas se inclinación y a los lados, el contacto fue prolongado. —De nada, — dijo Blay aproximadamente. Luego sonrió un poco. —No se puede decir que fue todo un placer, sin embargo. — Qhuinn se echó a reír. —Sí, me imagino que los pantalones no eran definitivamente divertidos. — El hombre se puso serio. — ¿Por qué diablos te quedaste ahí? — Blay abrió la boca, con la verdad en la punta de la lengua—Oh. Mierda. Ah... excusen, muchachos, no quiero interrumpir. — Qhuinn se echó hacia atrás tan rápido que literalmente arrancó la cara de agarre de Blay. Luego se levantó de un salto poniéndose en de pie y se enfrentó con V, que habían salido de la sala de operaciones. —No hay problema, ¿no hay nada que hacer? — Con la expresión de V registró que iba por derecha, Qhuinn se limitó a su hermano, como si estuviera desafiando a Vishous a tener una opinión diferente a la suya. 490 491 Por el silencio entre los dos hombres, Blay levantó más despacio, y se encontró que estaba mareado, y no porque tuviera que alimentarse. “No hay problema, ¿no hay nada que hacer?”. Seguro que no había sentido para él. Peeeero una vez más, Qhuinn había roto cualquier cercanía, rehuyó, se retiró, se desenchufó. Excepto que estaban en. Mal momento. Mal lugar. Y V fue la última persona con la que quería ir de frente con corazones y flores. Fue, sin embargo, un buen recordatorio. Las situaciones estresantes tenían una manera de hacerse que incluso la más rígida de las personalidades eran maleables con un tiempo. Tristeza, shock, ansiedad intensa... todo podría hacer a alguien vulnerable y obligarlo a hablar de maneras que normalmente no lo haría simplemente porque había tenido toda su defensas golpeadas como la mierda. El comportamiento inusual no señaló un cambio radical, sin embargo. No fue indicativo de algún tipo de conversión religiosa que, desde ese día en adelante, todo sería para siempre diferente. Qhuinn estaba conmocionado por lo que estaban haciendo con su hermano. Y las revelaciones, o sentidos, declaraciones, que salieron de su boca fueron, sin duda, un producto de la tensión que el tipo estaba decaído. No, un “en” en el amor. En realidad no. No de forma permanente. Y necesitaba un maldito recuerdo que... — Los huesos se van a restablecer, — preguntó Qhuinn. Blay se negó a la atención como V encendió un armado a mano y exhaló lejos de ellos dos. —Tiene que ser estabilizado primero. Selena va a darle de comer otra vez, y luego vamos a abrir su abdomen y realizar una cirugía exploratoria para localizar el origen del sangrado es. Luego hay que ver cómo le va? Vamos a trabajar en los huesos. — — ¿Tenemos alguna idea de lo que le pasó?— —No está hablando por en el momento. — —Si. Okay. — —Así que tenemos tu consentimiento. Él no es capaz de comprender los riesgos y beneficios. — 491 492 Qhuinn se pasó la mano por el pelo. —Sí. Por supuesto. Haz lo que tengas que hacerle. — V exhaló de nuevo, el olor del tabaco turco llenando el aire y recordando a Blay exactamente cuántas horas, minutos y segundos habían pasado desde que había durado la calada iluminándose a sí mismo. —Estamos Jane, Manny, Ehlena, y yo ahí. No vamos a dejar que le pase nada a él, ¿de acuerdo? —Dio una palmada en el hombro a Qhuinn. —Él va a salir adelante. O los cuatro vamos a morir en el intento. — Qhuinn murmuró algunas gracias a ese punto. Y luego miró a Blay y a V. Se aclaró la garganta. Sí, el hermano estaba haciendo todas las clases de matemáticas en su Gran cabeza.. —Así que ustedes van a seguir aquí. Vas a salir y actualizarme tan pronto como sepa algo. Así. Sea. — Las cejas del Hermano levantadas en lo alto de la frente, los tatuajes en la sien distorsionados mientras apisonaba su apenas fumado enrollado a mano en la planta de su shitkicker. —Estaré con ustedes en unos momentos, — dijo mientras se agachaba para entrar. A raíz de la partida del hermano, Qhuinn paseaba alrededor, los ojos en el suelo de cemento, con las manos en sus delgadas caderas, y en las armas que se había olvidado de quitar la captura de la luz de los relucientes fluorescente. —Voy a ir a fumar, — dijo Blay. —Voy a estar de vuelta en un rato. — —Se puede fumar aquí, — Qhuinn interrumpió: —Hay un cartel en la puerta. — —Necesito un poco de aire fresco. No pasará mucho tiempo, sin embargo. — —Está bien. — Blay se alejó a toda prisa, haciendo fuego a la puerta al final del pasillo que daba al garaje. Cuando llegó, le dio un puñetazo a su salida y respiró profundo. 492 493 El aire fresco, del culo. Lo único que consiguió fue una decepción había echando por tierra cosas concretas, y por lo menos era más fresco, sin embargo. Vete a la mierda. Había dejado sus cigarrillos en su maldita chaqueta. En la planta. Fuera de la sala de operaciones. Él maldijo y pisoteó todo, tuvo la tentación de golpear algo, sino fuera a tener un conjunto de nudillos rotos, era solo una cosa más que tendría explicarle a la gente. Y sabía que la mierda de imagen que acababa de dar a V era más que suficiente. Empujó las manos a los bolsillos de su mono, él frunció el ceño mientras que en el de la derecha tenía algo. Era un liguero, de Saxton. El que le había regalado en su cumpleaños. Tomando la cosa, lo volvió una y otra vez en la palma de su mano, pensando en todo lo que tenía y había dicho en ese corredor. Hubo un tiempo en que habría tomado esas palabras y ponía en una repisa de la chimenea con la cabeza y el corazón, dándoles un lugar de honor que aseguró que su preciosidad quedara con él para el resto de sus días de vida. Había habido tantos años, nombrados en esos momentos en que la cabaña y en ese frío y duro suelo justo ahora habría sido suficiente para eliminar todo el conflicto, el conflicto, y el dolor, limpiando todo de tal manera que pudiera relacionarse como con una virgen, daría a Qhuinn un nuevo comienzo. Todos no perdonado, pero olvidado. Eso ya no era el caso. Dios, él fue probablemente demasiado joven para ser tan viejo, pero la vida tenía una forma de ser y dar experiencia, y no días calendarios. Y aquí de pie, solo, fue positivamente geriátrico. Fue de color rosa absoluta y totalmente, totalmente fresco con optimismo, ingenuidad que venía con una perspectiva de una persona más joven en la vida. Cuando uno cree que los milagros no eran imposibles... sino simplemente inusuales. Gracias V había salido a joder cuando él lo tenía. De lo contrario, tres pequeñas palabras habrían escapado de su boca. Y, sin duda, lo condenaban en formas que ni siquiera podía adivinar. “Mal momento. Mal lugar. Para ese tipo de cosas. Siempre.” 493 494 SESENTA Y CINCO iAm paseaba por el apartamento, él mantuvo su arma con él, a pesar de que era muy poco probable que habría una segunda ronda con una poco tonta desnuda gata en su hogar dulce hogar y de su hermano. Maldita sea, quería un poco de humo rojo. Solo para salirse del borde, ¿por qué, en este momento? Estaba al borde de la violencia. La buena noticia, supuso, era que en realidad no tienen un objetivo, y que podía efectivamente mantenerlo bajo control: que la migraña le latía como el infierno a su hermano. Y ese pobre, usado por la mujer que había salido de aquí. Ella ya estaba siendo torturada en demasiados niveles a cuenta. Ahora, el guardia de seguridad era un excelente candidato para él, pero el hijo de puta había bajado hacía una hora y iAm no iba a dejar a Trez en un estado vulnerable solo para poder corregir a un imbécil. A lo lejos, oyó un susurro a través de las tuberías de fontanería. Era el inodoro en el baño de Trez. Una vez más. Y entonces llegó el murmullo de maldiciones, y el crujido de la estructura de la cama cuando Trez se reasentaba en su cama. Pobre. Bastardo. iAm se acercó a los ventanales que daban al río, y se detuvo para mirar a través del agua al Lado opuesto del Caldwell. Puso las manos en las caderas, hizo un recorrido por los lugares que podrían trasladarse. Lista corta. Infierno, una de los principales bienes del Commodore había sido su seguridad, ya que no se habían ni siquiera molestado en encender la alarma y había sido un error. Ellos necesitaban un lugar seguro. Inexpugnable. Especialmente si su hermano continuaba con el éxito y dejar era una mierda, y si seguía haciéndolo AnsLai lo tirotearía con diplomacia. — iAm reanudó su paseo. Era imposible ignorar el hecho de que su hermano estaba empeorando. 494 495 La materia sexual había estado sucediendo durante años y durante más tiempo, iAm acababa de atribuirlo a lo duro del hombre para el apareamiento. Algo que había pensado a menudo que le faltaba. Por otra parte, su hermano había estado follando suficientes hembras por los ellos dos. En los últimos meses, sin embargo, se hizo evidente que había un proceso de adicción al trabajo y que había sido antes el sumo sacerdote que había comenzado a aparecer. Ahora que las cosas parecían estar llegando a un punto con AnsLai, El Hisbe, las maquinaciones fueron solo a poner más presión sobre su hermano, y que iba a hacerle actuar aún más. Mierda. iAm sentía como si estuviera de pie delante de un cruce de tren, la triangulación la velocidad del motor de la locomotora con el enfoque de un auto que viene... y ver la matanza que iba tener como resultado. La metáfora también tendía impotencia a la hora que sentía por no poder poner frenos a esa fuerza. Él no estaba al volante o en el asiento del ingeniero. Lo único que podía hacer era sentarse y mirar. O gritar en el lado de la carretera que era más como él. ¿Dónde diablos podrían irFrunció el ceño y levantó los ojos hacia arriba, hasta más allá de la vista de la moldura, hasta el techo. Después de un momento, sacó su celular e hizo una llamada. Cuando colgó, se fue a la habitación de su hermano. Al abrir la puerta un poco, dijo al denso silencio y oscuridad. —Voy a salir por un segundo. No pasará mucho tiempo. — Trez dió gemido podía significar cualquier cosa, desde, Guay. Que. Oh, Dios, no tan alto. A. Que te diviertas. Voy a colgarme aquí y lanzar un poco más. iAm caminó rápido. Fuera de la vivienda. Al ascensor. 495 496 Dentro de los cuáles, golpeó el botón “P” para el Penthouse. puertas se abrieran, había dos opciones: Si las Una dirección lo llevaba al Hermano. El piso de Vishous. El otro a su viejo amigo. Caminó hacia allí y tocó la campana de Rehvenge. Cuando el symphath abrió, Rehv apareció como siempre era un mohicano de ojos púrpura, vestido como Soy peligroso, o Un poco malo. —Hey, amigo, ¿cómo estás? — dijo al hombre mientras se abrazaban y aplaudían entre sí en el hombro. —Entra. — iAm entró en el espacio privado del reverendo, por primera vez en un buen año o así, se encontró con que nada había cambiado, y por algún motivo, eso fue un alivio. Rehvenge se acercó a un sofá de cuero y se sentó, apoyando el bastón a su lado y cruzando sus piernas en las rodillas. — ¿Qué necesitas?— iAm trató de juntar las palabras adecuadas, Rehv juró un poco. —Hombre, yo sabía que esto no era para una llamada social sino no esperaba que sus emociones fueran una mierda. — Ah, sí, la forma en que lo miraba el comedor de pecado significaba que no había escondido nada el hombre. Sin embargo, era difícil hablar de todo. —No estoy seguro de que usted esté enterado de lo que ha estado pasando con Trez? — Rehv frunció el ceño, sus cejas oscuras redujeron esa intensa, mirada violeta. —Pensé que la máscara de hierro eraun buen negocio. ¿Ustedes están en problemas? Tengo un montón de dinero en efectivo si es necesario— —El negocio va a lo grande. Tenemos más dinero del que se puede gastar. El tema son actividades de mi hermano extracurriculares. — —Él no está en las drogas, ¿verdad? — dijo Rehv oscuro. —Mujeres. — 496 497 Rehv se rió y se sacudió con el movimiento de una mano con una daga. —Oh, si eso es todo lo que es— —Está totalmente fuera de control, por arte de magia apareció en su cama esta noche. Entramos a casa y allí estaba ella. — Rehv volvió al fruncir el ceño. — ¿En su apartamento? ¿Cómo diablos llegó ella allí? — —El denominador común más bajo, con un guardia de seguridad. — IAm paseaba por la sala moderna, débilmente señaló que la vista era, de hecho, mejor a partir de esta altura. —Trez se ha jodido todo lo que se mueve desde hace años, pero últimamente ha sido tan imprudenteno de no limpiar memorias, golpear más de una vez, sin preocuparse por las consecuencias. — — ¿Qué diablos le pasa?— iAm volvió hacia el mestizo, que era lo más cercano a la familia que tenía fuera de su carne y sangre. De hecho, él confió en el hombre que era más del noventa y nueve por ciento de su propio linaje. —Trez está acoplado. — Un largo silencio. — ¿Perdón?— iAm asintió. —Él está acoplado. — Rehv se levantó del sofá. — ¿Desde cuando?— —Su nacimiento. — —Ohhhhhh. — Rehv silbó suavemente. —Así que es una cosa del Hisbe. — —Se le prometió a la primera hija de la reina. — Rehv se quedó en silencio por un tiempo. Luego sacudió la cabeza. —Es él el futuro rey, ¿no es así? — 497 498 —Eso es correcto. Y a pesar de que somos una sociedad matriarcal, que no es algo irrelevante. — — ¡Visítenoslo, — murmuró el hombre. Absolutamente somos la trilogía perfecta. — —Él, yo, y Wrath. —Bueno, es diferente para el Hisbe, por supuesto. La reina es la que dicta todo para nosotros. — —Entonces, ¿Qué se sigue irreconocible para nosotros? — haciendo en el exterior. ¿Eso es —Él no quiere tener nada que ver con el Hisbe. — — ¿Se ha conseguido una elección?— —No. — iAm echó un vistazo al bar de la esquina. — ¿Te importa si tomo una copa?— — ¿Me estás tomando el pelo? Estaría recibiendo golpes si fuera tú. — iAm acercó, consideró sus opciones y terminó recogiendo una botella que tenía una etiqueta donde leía Bourbon alrededor de su cuello. Fue directamente hacia arriba, y mientras tomaba de una vaso de cristal tallado, lo saboreó con la quemadura sobre su lengua. —Bien. — —La colección de la Herencia de Parker, un lote pequeño. La mejor. — —No pensé que eras un gran bebedor. — —Eso no es excusa para no saber lo que servir a tus clientes. — —Ah. — — ¿Cuál es el plan?— iAm inclinó la cabeza hacia atrás y vació el vaso en la boca y tragó saliva. —Necesitamos un lugar seguro para quedarnos. Y no solo de las mujeres. Tuvimos la visita del Sumo Sacerdote esta semana pasada y dado que estamos en el exterior, lo que significa que nos van a llevar de vuelta a casa. Están buscándolo a él, y si lo encuentran? Me temo que lo va a matar el representante del Hisbe. Entonces realmente tenemos un problema. — — ¿Crees que lo llevaría tan lejos?— 498 499 —Sí, lo creo. — IAm se despachaba. —Él no va a volver allí, y necesito tiempo para encontrar la manera de resolver el conflicto antes de que ocurra algo desastroso. — — ¿Quieren ir a mi casa en el norte?— iAm apuró su segundo bourbon era una excepción. —No. — Él niveló sus ojos. —Quiero que nos movemos al complejo de la Hermandad. — Rehv maldijo largo y bajo, iAm sirvió una tercera. —Es el lugar más seguro para nosotros. — **** Xcor estaba cubierto de sangre y sudor cuando regresaba a su nueva guarida. Sus combatientes seguían el centro, con el enemigo, pero había tenido que recortar fuera y buscar refugio. Por un maldito corte en su brazo. En la casa que Throe les había encontrado estaba situado en un barrio modesto lleno de casas modestas con garajes para dos autos y columpios en el patio de sus casas. Entre sus ventajas estaba que se encuentra al final de una calle sin salida, y había un montón de edificios vacíos en un lado y una alcantarilla al Caldwell La Unidad de procesamiento y el departamento en el otro. Tenían que estar durante tres meses, con una opción de compra. Mientras se desmaterializaba a través de las ventanas en gran medida cubiertos por la sala de estar, él se burló del sofá acolchado que formaba una L, sus cojines con pelo insertado, como rollos, con un color parecido al caldo de res. A pesar de que apreciaba el calor de trabajo, el hecho de que la instalación había venido amueblada era molesto para él. Temía que estaba solo en esto, sin embargo. En los últimos días, había tantas veces atrapado a uno u otro de sus soldados en reclinables en ese monstruo olvidado de Dios, con la cabeza recostada, y sus piernas extendidas con comodidad. ¿Qué haremos después? ¿Deseche las mantas? Acecho la estrecha escalera, perdió el pesimismo de que el castillo todavía no era de su propiedad De vuelta en el viejo mundo. Anhelaba el peso de la piedra que los había rodeado, y el carácter inexpugnable de la disposición, con un foso y los altos muros. 499 500 Entristecido, también, el que se divertía tenía que asustar a los habitantes del pueblo, dando presencia física en materia del mito. Buenos tiempos, como se decía aquí en el Nuevo Mundo. En el segundo piso, se negó a mirar a los dormitorios. El rose de la frente le quemaba, los ojos eran el mar con espuma verde, otro asalto a los sentidos, así. Y no habría alivio cuando entrara en el dormitorio principal. Empapelado con motivos florales, en todas partes. Incluso en la cama, y a través de las ventanas, y la silla en la esquina. Por lo menos sus botas de combate aplastaron la gruesa alfombra, dejando huellas de rodadura, como moretones en su camino hacia el baño. Por el amor de Dios, ni siquiera estaba seguro de que color era para llamar al programa desde aquí en su Blackberry. Temblando, quería mantener las luces fuera del lavabo, pero con las cortinas con capullos de rosas dibujadas, la iluminación de las farolas inferiores lo ahogó por completo, y que tenía que ver lo que que estaba haciendo Oh, queridas Parcas. Se había olvidado de los tonos de encaje en los candelabros. De hecho, en cualquier otro entorno, los resplandores rojos eran gemelos podrían haber sugerido algo de naturaleza sexual. Pero no en esta tierra de carne tierna. En este caso, eran un conjunto de gominolas que brillan en la pared. Él casi se ahoga con el estrógeno. En un ataque de auto-preservación, que apareció tanto de los delincuentes libres y los puso debajo del fregadero. El resplandor era ofensivo para sus retinas, pero a elegir entre maldiciones y apretones de manos. Siempre, elegiría la primera. Extrayendo la guadaña en primer lugar, que la colocó sobre el mostrador entre los dos lavabos. A continuación, se quitó sus arneses, luego se despojaba de su capa, sus puñales y sus armas de su cuerpo. La camiseta que llevaba estaba manchada de las largas noches de lucha, pero se limpiaba regularmente, y se podía utilizar de nuevo. Después de todo, era Ropa nada más, la piel de los vampiros no, se la habían dado al nacer. No eran para la decoración personal, por lo menos, no para él. En cuanto al espejo, murmuró al verse a sí mismo. El asesino que había estado luchando mano a mano y había sido brutalmente herido bueno con un cuchillo, probablemente él como 500 501 resultado de lo que fue la vida en las calles, y lo que una carrera para luchar contra una de la finas habilidades. Había ganado, por supuesto, pero había sido una batalla con refuerzos. Desafortunadamente, sin embargo, había llevado a casa un recuerdo precioso del conflicto. La herida corrió hacia la delante de sus bíceps y hacia el lado, que terminaba en la parte superior de su hombro. Muy desagradable. Pero había tenido peores. Y en consecuencia, sabía cómo tratarse a sí mismo. Alineados sobre el mostrador estaban los diversos artículos que él y sus combatientes usaban de vez en cuando. Una botella de alcohol para fricciones, un Encendedor BIC, varias agujas de coser, un carrete de hilo de pescar de nylon negro. Xcor hizo una mueca mientras se quitaba la camisa y la manga corta que había sido cortada por rastrillado más la lesión, que le dividió ampliamente. Apretando los dientes, se quedó inmóvil, el dolor afilado hasta el punto de que se le hizo un nudo en el estómago como un puño. Respirando hondo, se esperó a que pasaran las sensaciones, y luego se fue para el alcohol. Torciéndose tomó el frasco blanco, se inclinó sobre el lavabo, se preparó y El sonido que salió de sus dientes cerrados era parte gruñido, parte gemido. Y como su visión chequeo, cerró los ojos y apoyó la cadera en el borde de la pileta. La inhalación fue dura, sus senos picaban por el olor, pero no había puesto el tapón aún. Sus habilidades motoras finas no estaban a tiro, dudo. Dar un paseo para despejarse la cabeza, regresó al dormitorio y le dio a su cuerpo la oportunidad de recalibrar. Cuando el dolor se quedó con él, como si tuviera un perro atado en su brazo que estaba tratando de comérselo vivo, maldijo muchas veces. Y terminó abajo. ¿Dónde estaba el licor. Para beber, investigó la bolsa de lona de las botellas que había traído Zypher para ellos desde el almacén. El soldado disfrutaba de una copa de vez en cuando, y aunque no lo hacía Xcor aprobaba, había aprendido hacía mucho tiempo que había que hacer ciertas concesiones a la hora de estar con incansables agresivos luchadores. Y en una noche como esta, se encontraba agradecido. ¿Whisky? ¿Gin? ¿Vodka? ¿Qué importaba? 501 502 Tomó una al azar, rompió el sello de la tapa, e inclinó la cabeza hacia atrás. Abriendo su garganta, vertió lo que estaba, tragándose a pesar del hecho de que el esófago se le quemó como si fuera fuego. Xcor continuó bebiendo mientras se dirigía al piso de arriba. Además de beber mientras se paseaba alrededor un poco más y esperó a que el efecto se produjera. Incluso y lo más potable. No estaba seguro de cuánto tiempo le tomó, pero al final estaba de regreso en la brillante luz del cuarto de baño, dibujando una longitud de dos metros de una la línea negra en la cabeza con una aguja fina. Frente al amplio, espejo rectangular sobre los sumideros, que estaba agradecido de que la hoja había encontrado su brazo izquierdo. Lo que significaba que como un hombre diestro, que podía manejar esto por su cuenta. ¿Si hubiera sido el otro lado? Él habría tenido que pedir ayuda. La bebida era de gran ayuda. Apenas se estremeció cuando él atravesó su propia piel e hizo un nudo limpio con la ayuda de sus dientes. De hecho, el alcohol era una sustancia curiosa, pensó mientras empezaba a hacer una fila de puntos de sutura. El entumecimiento que le había sobrevenido le hizo sentir como si hubiera sido sumergido en agua caliente, su desprendimiento del cuerpo, el dolor sigue haciendo acto de presencia, pero el volumen de la agonía se volvió bajo. Despacio. Preciso. Cuando llegó a la parte superior de su hombro, hizo otro nudo, luego se cortó dejando la aguja libre, y puso todo de nuevo donde lo había encontrado, y comenzó la ducharse. Excluyendo sus cueros por sus piernas, se quitó las botas de combate y dio un paso por debajo de la lluvia del aspersor. Esta vez, el gemido era de socorro. A medida que el agua caliente cubrió sus hombros doloridos, la espalda rígida, y músculos de los muslos apretados, la sensación de confort fue tan abrumadora como la agonía había sido. Por una vez, se permitió ceder a ella. Probablemente porque estaba borracho. Facilitó el ponerse contra la pared de azulejos, el agua le golpeó en la cara, pero de una manera suave, como la lluvia, antes de que viajara por la parte delantera de su cuerpo, pasando por encima de su pecho y su vientre duro, más allá de sus caderas y su sexo. 502 503 De la nada, vio a su Elegida inclinada sobre él, sus ojos verdes brillando en la luz de la luna, la sobrecarga del árbol que parecía albergarlos a los dos. Ella le estaba dando de comer, su esbelta muñeca pálida en la boca, la garganta al tragar rítmicamente. En medio de la neblina inducida por el alcohol, la necesidad sexual se apoderó de él, que parecía desarrollarse en su pelvis como una mano abierta. Llegó a estar duro. Al abrir los ojos no había sido consciente de cerrarlos bajó la mirada hacia sí mismo. La luz brillante en los lavabos había sido atenuada por la cortina opaca que mantenía el agua en el suelta en el plato de ducha, pero no había más que suficiente a pasar. que deseaba que hubiera sido completamente oscuro... porque no trajo ninguna alegría de ver su excitación tan estúpida destacando la longitud orgullosa de su cuerpo. No podía imaginar lo que estaba pensando. Si la talla de putas había que pagarla extra para acomodar sus impulsos, estaba en apuros para pensar que algo tan precioso habiendo una Elegida pero él gritando en la dirección opuesta. tan bruscamente, que le pareció deprimente, sobre todo porque el palpitante entre sus piernas creció más fuerte. En verdad, su cuerpo era un instrumento tan triste, tan patético en este deseo, que quedaba inconsciente y no era deseado por todos. En particular, por el que se desea. Dándose la vuelta, inclinó la cabeza hacia atrás y metió las manos por el pelo. Era hora de dejar de pensar y estar limpio. El jabón en el plato que se montó en el azulejo hizo su deber con prontitud a su piel y su cabello Y él seguía erguido cuando llegó el momento de salir. El aire frío se haría cargo de eso. Caminando sobre la alfombra de baño, que también se hizo en ese espantoso profundo rosado a rojo, se secó con la toalla haciendo lo pasar por au miembro. Aún erecto. Echando un vistazo a su ropa de combate, se encontró poco dispuesto a ponerla en su piel. Áspero. Raspaba. 503 504 Sucio. Tal vez el ambiente femenino le estaba contaminando. Xcor terminó en la gran cama, desnudo, de espaldas. Aún erecto. Un rápido vistazo al reloj de la mesilla de noche y sabía que no tenía mucho tiempo antes de la casa fuera inundada con los combatientes. Esto iba a tener que ser rápido. Canalizó la mano debajo de las sábanas y abajo de su cuerpo, se agarró a sí mismo.... Los ojos de XCOR cerraron con fuerza y gimió, su torso retorcido por el calor y la necesidad y se acurrucó en su parte inferior. A medida que la almohada se acercó a saludar a un lado de su cara, lógicamente, era la otra revés, supuso empezó a bombear hacia arriba y hacia abajo. Delicioso. Especialmente en la parte superior, donde su cabeza roma dolía por la atención y lo consiguió en toda la carrera ascendente. Más rápido. Más apretada. Todo el rato viendo a su elegida. En realidad, la imagen de ella hizo más por él que lo que él asistió a abajo. Y como las sensaciones crecían cada vez más fuerte, se dio cuenta por primera vez por que sus soldados hacían esto tan a menudo. Así bueno. Así que es muy, muy bueno... Oh, su mujer era hermosa. Hasta tal punto que, pese a la potencia de lo que estaba haciendolo para sí mismo, no se preocupaba de su rostro. En su lugar, se convirtió dolorosamente claro para él, de su pelo claro a los labios rojos al cuello, muy delgada hacia abajo tanto tiempo, el elegante cuerpo que tenía a la vez escondido y revelado por el atavío blanco inmaculado que había llevado. ¿Cómo sería ser como para ser querido por esa criatura? La reunión se celebrará dentro de su cuerpo sagrado con hombre de valía... En ese mismo momento, la realidad de su embarazo volvió a aterrizar en él como un peso físico. Pero en menos, ya era demasiado tarde. A 504 505 pesar de que su corazón se heló y su pecho empezó a dolerle con conocimiento de que había aceptado otro, cuerpo continuando en viaje de placer, la conclusión tan imparable como el orgasmo que extendió a través de él y le hizo gritar y gracias a las hadas de almohada que le llamaron a la capitulación. el su se la En ese mismo momento, abajo, oyó al primero de sus soldados de a pie a través de la casa, el tambor de botas de combate como un trueno inconfundible que reconocería en cualquier lugar. Las consecuencias de su liberación era horrible en demasiados niveles para contar. Se había vuelto a su hombro lesionado, se había llenado en toda la mano y el abdomen, así como las sabanas, y la visión de belleza había desaparecido de su cabeza, su dura realidad era todo lo que quedaba. El dolor dentro de él estaba en carne viva como una herida fresca. Pero por lo menos no de otra manera saber de ella. Era, después de todo, en primer lugar, un soldado. SESENTA Y SEIS —Sí, por supuesto que puedes ir a verlo. Está aturdido, pero consciente. — La Doc Jane le sonrió a Qhuinn, que se apoderó de sus piel quería tomándole más alto en las caderas y la rodearla contra su camiseta musculosa. Alisó su cabello hacia abajo, sin embargo, obligó a sus brazos mantenerse a suslados a pesar de que sus manos estaban con ganas de tirar y arrastrarla a él. —Y él ¿va a estar bien?— El médico asintió con la cabeza mientras comenzaba a desatar la máscara quirúrgica que colgaba alrededor de la parte delantera de su cuello. —Hemos eliminado el equivalente vampiro del bazo humano, y que se encargaba del sangrado interno. También fuimos a través de él con un peine de dientes finos. Cerca de lo que podemos imaginar, era de alguna especie de éxtasis en ese barril de petróleo, que era la sangre del Omega alguna que de alguna manera lo ha preservando en su estado actual, a pesar de las lesiones. Si se hubiera quedado fuera, 505 506 estoy muy seguro de que hubiera muerto. — La maldición de que se provocó un milagro, pensó Qhuinn. — ¿Y no está contaminado?— Jane se encogió de hombros. — Él sangra rojo, y nadie puede sentir nada de los Omega en él, era solo un caso en o alrededor de él. — —Está bien. Muy bien. —Qhuinn miró hacia la puerta. — Bueno. — Es hora de entrar, se dijo. Vamos.... Sus ojos fueron a Blay. Durante el transcurso de la operación de cuatro horas, el chico había estado por el pasillo, tomando descansos en la playa de estacionamiento para cigarros. Siempre había vuelto, sin embargo. Dios, él parecía sombrío. No lo veía desde que V había salido y los encontró... Sí. Cristo, ¿Qué tiempo había sido ese?. —Voy a ir ahora, — dijo. No fue sino hasta después de que Blay asintió con la cabeza que en realidad entró en el quirófano. Abriéndose paso a través de la puerta, lo primero que lo recibió fue ese olor a antiséptico que se asoció con contusiones posteriores a la pelea. El siguiente fue el pitido sutil en la camilla en el centro de la ambiente, y el sonido de Ehlena escribiendo en la computadora. —Te voy a dar un poco de tiempo a solas, — dijo con una voz amable, ella se puso de pie. —Gracias, — respondió en voz baja. Cuando la puerta se cerró detrás de ella, Qhuinn acomodó su camisa a pesar de que no necesitaba la ayuda. — ¿Luchas?— Esperando que su hermano respondiera, miró a su alrededor. Los restos de la operación, las gasas ensangrentadas, los instrumentos utilizados, el tubo de plástico, había desaparecido, nada más que el cuerpo aún en las sábanas blancas y una bolsa de riesgo biológico rojo para mostrar las horas que habían pasado. — ¿Luchas?— Qhuinn se acercó y miró hacia abajo. El hombre, que no suelen tener problemas con su presión sanguínea, pero cuando echo un buen vistazo a la cara dibujada de su hermano, las cosas se fueron a dar una vuelta, 506 507 una oleada de mareos haciéndole comprender exactamente lo alto que era y hasta que punto tenía que caer. Los ojos grises de Luchas se abrieron.. Ambos habían sido grises, y todavía lo eran. Qhuinn puso su mano detrás y rodó sobre un pequeño taburete. Cuando se sentó, él no sabía que hacer con sus brazos, sus manos... su voz. Nunca había esperado ver a un miembro de su familia de nuevo. Y eso había sido antes de la redada, cuando había sido expulsado. — ¿Qué estás haciendo?— que pregunta más tonta del culo que era. — Mantener... me... — Qhuinn se acercó más, pero maldita sea, esa voz débil y ronca no llevó lejos. — ¿Qué ?— — Él me mantuvo con vida....... — — ¿Quién...?— — Por tu culpa. — — ¿De quién estás hablando?— Es difícil de imaginar al Omega tenía una vendetta contra él — Lash... — Al oír el nombre, el labio superior de Qhuinn quitó los colmillos. Ese hijo de puta del primo ellos que resultaron no ser de sangre en absoluto, sino más bien, el hijo trasplantado del Omega. Cuando era niño, ha sido un desagradable fin del show. Estubo como pretrans en el programa de formación, que había hecho con John haciendo la vida de Mattew un infierno. ¿Como posttrans? Su verdadero padre le había dado la bienvenida de vuelta al redil, y la destrucción total había sido el resultado. Lash era el que había llevado a los ataques. Después de siglos de la Sociedad. La disminución y tener que cazar y picoteado enclaves de vampiros, ese bastardo sabía exactamente a dónde enviar los asesinos y porque había sido adoptado en una familia aristocrática, que había diezmado a las clases altas. 507 508 Pero al parecer Daddio y el chico de oro habían tenido un altercado. Mierda, la idea de que Lash había torturado a su hermano? Solo le daba ganas de matarlo de nuevo. Luchas gruñó y tomó una respiración profunda, Qhuinn levantó una mano para... darle una palmadita en el hombro o algo. Pero él no cumplió. —Escucha, no tenemos que hablar. — Esos ojos grises rojos fijos en él. —Él me mantuvo vivo... por lo que te hice... a ti.... — Bajando hacia la camilla, las lágrimas comenzaron a caer, las emociones de su hermano se derramaron en sus mejillas, lamentándose y mezclándose con lo que fue, sin duda, el dolor físico, así como los narcóticos utilizados para tratarlo. Debido a Qhuinn estaba en apuros para pensar que el chico estaría mostrando algo como esto bajo circunstancias normales. No había sido la forma en que todos habían sido levantados. La etiqueta sobre la emoción. Siempre. —La Guardia de Honor.... — Luchas comenzó a llorar en serio. Qhuinn... Lo siento... lo siento.... — ¡No se supone que tuvieran que matarme! Qhuinn parpadeó y volvió a la golpiza a un lado de la carretera, los hombres vestidos de negro él y la caza de las ballenas alrededores de él como él había tratado de proteger su cabeza y sus genitales. Luego fue hasta la puerta a la decoloración, al encuentro de su hija. Así extrañas las cosas llegaron al punto de partida. ¿Y cómo algunas tragedias en realidad llevó a las cosas buenas. Ahora, Qhuinn tocó a su hermano, apoyando su mano en la daga en el hombro delgado. —Shh... Está bien. Estamos bien, está bien.... — No estaba seguro de si eso era cierto, pero ¿Qué otra cosa iba a decir, mientras el chico se rompió? —Él quería... darme vuelta.... — Luchas respiró hondo. —Él me trajo... de vuelta. Me. Despertó en los bosques, sus hombres me golpearon... me hizo cosas a mí... me puso en esa... sangre. Esperé a que volviera, nunca lo hizo. — 508 509 —Estás a salvo aquí. — Eso era todo lo que podía pensar. —No te preocupes acerca de esa maldita cosa no va a llegar a ninguna parte cerca de ti. — — ¿Dónde... estoy...? — — En el Centro de formación de la Hermandad. — Sus ojos se agrandaron. — ¿En verdad?— —Sí. — —En realidad... — La expresión de Luchas cambió, las características una vez guapos se apretaron aún más. — ¿Qué hay de Mahmen. Papa. Solange? — Qhuinn se limitó a mover la cabeza hacia atrás y hacia adelante. Y en respuesta, una fuerza repentina entró en esa voz frágil. — ¿Estás seguro de que están muertos? Son ¿Estas seguro? — Como si él no quisiera lo que había sufrido con cualquiera de ellos. —Sí, estamos seguros. — Luchas suspiró y cerró los ojos. Mierda. Qhuinn se sintió un poco barato por mentir, pero a pesar del hecho de que las máquinas de la cama sugirieron que su hermano estaba estable, si el chico se derrumbó, no quería enviar Luchas a pensamiento de sus tumbas que después de lo que se habían hecho con él, nadie podía estar seguro de cuántas personas habían sido tomadas o cuando. En el silencio, Qhuinn miró la mano de su hermano. Ese anillo se había quedado en él porque la articulación por encima de ella estaba tan hinchada, habrían tenido que cortar. El escudo que había sido tallada en la cara de oro lleva a los símbolos sagrados que solo los fundadores y familias podrían marcar su linaje. Y sí, wow, estaba completamente trastornado y groseramente inadecuado para codiciar la maldita cosa. Después de todo lo que había sucedido, se podría pensar que él estaría disgustado. Por otra parte, tal vez fue solo un acto reflejo, un eco de todos esos años de la esperanza contra espera que conseguiría uno de los suyos. — ¿Qhuinn?— 509 510 — ¿Sí?— —Lo siento.... — Qhuinn negó con la cabeza, a pesar de que los parpados de las Luchas estaban cerrados. —No te preocupes por nada. Ahora estás a salvo. Has vuelto. Todo va a estar bien. — A medida que aumentaba el pecho de su hermano y volvía a caer como si estuviera aliviado, Qhuinn se frotó la cara y no lo hizo sentirse bien acerca de nada de eso. No estaba en condiciónes su hermano, para su regreso. No era que él quería que al chico muerto. Torturado. Congelado siempre. Pero él había cerrado la puerta a toda esa materia familiar dinámica. Relegado a la parte posterior de su mente, como archivos contenedores. Sácalo fuera para siempre, para nunca más ser mirado de nuevo. ¿Qué podría hacer, sin embargo? Vida se especializaba en bolas curvas. **** Lo lamentable es que de alguna manera inevitablemente terminaron atrapándolo en las bolas. Cuando un suave silbido sonó junto a Blay, saltó. —Oh, hey, John. — John Matthew levantó la mano en un hola. “¿Cómo están las cosas?” Blay se encogió de ponerse de pie en el significaba que era mientras se ponía de hombros, pensó que podría ser una buena idea suelo otra vez. Su culo estaba entumecido, lo que hora de que otra de sus caminatas. Gruñendo pie, estiró la espalda. —Creo que está bien. Luchas era lo suficientemente despierto después cirugía Qhuinn está allí ahora. — “Oh. Wow”. 510 511 Mientras Blay entró a sacar cosas en un círculo cerrado, John se colocó contra la pared. Estaba sudado, y el pelo del chico todavía estaba húmedo y había una marca de mordedura en el cuello. Blay miró hacia otro lado. Abrió la boca para decir algo. Se quedó sin gas para la conversación. Por el rabillo del ojo, vio a John señalado. “¿Cómo lo está Saxton?” —Ah, bueno. Es bueno en unas pequeñas vacaciones. — Él ha estado trabajando muy duro. —Sí, lo se. — Mientras esperaba que el tema quedara ahí, se sentía extraño tener algo de John. Otro de Qhuinn, el tipo había sido el mejor amigo que tenía, aunque lo habían desplazado durante el año pasado, también. —Pero va a volver pronto. — “Lo vas a perder”. John apartó la mirada, como si supiera que estaba presionando. Tenía sentido. Blay siempre había cerrado cualquier conversación acerca de su relación, desviando a hablar de otros temas. —Sí. — “Entonces, ¿cómo lo lleva Qhuinn? Yo no quiero entrometerme, pero... ” Blay solo se encogió de hombros nuevamente. —Él ha estado allí un rato. Me estoy tomando esto como una buena noticia. — “¿Y Luchas va a hacerlo?” —El tiempo lo dirá, pero al menos está remendado. — Blay sacó sus Dunhills y lo encendió, exhalando lentamente. Cuando no había más que un incómodo silencio, dijo. —Escucha, lo siento si estoy siendo raro. — La verdad era que la marca de la mordedura era un recordatorio de lo que iba a tener que pasar por él, y él Realmente no necesitaba llevar la delantera y el centro. La voz de Qhuinn irrumpió en su cabeza. Podríamos ir juntos. ¿Qué demonios hubiera aceptado? 511 512 “Está estresado”, John firmó mientras se concentraba en la puerta. “Todos estamos estresados. Todo esto es... estresante.” Blay frunció el ceño cuando se registra el estado de ánimo de una persona. —Hey, ¿estás bien?— Después de un momento, John firmó, “Lo más extraño sucedió la otra noche. Wrath me llamó a su oficina y me dijo que Qhuinn ya no era mi nohtrum ahstrux. Quiero decir, eso está bien, eso está bien, que es lo que en realidad no muy complicada. Pero Qhuinn nunca me dijo nada, y yo no sé si debo decirle algo? Yo tampoco sabía que era posible. Quiero decir, cuando comenzó, era como, —Su carta de despido por un doble toque, y eso es todo” — ¿sabes? ¿Acabó de dejar de fumar? ¿Es por lo Layla? Pensé que no se estaban acoplados”. Blay exhaló una maldición, el humo pasó por encima de su cabeza. —No tengo ni idea. — Mierda, esa cosa de apareamiento probablemente debería habérsele ocurrido a él, y tal vez por ese motivo Qhuinn había saltado fuera de rango cuando V había aparecido. ¿Podrían Qhuinn y Layla conseguir engancharse ahora que el bebe estaba bien? La puerta se abrió de par en par, y Qhuinn salió, mirando como si le hubieran dado una patada en la cabeza. —Oh, hey, John, ¿Cómo estás. — Mientras los dos se aplaudieron mutuamente en el hombro, Qhuinn miró por encima, pero luego continuó con una ida y vuelta con John. Y entonces él y Qhuinn estaban solos después de que Jhon se fue un momento después. — ¿Está bien?, — Dijo Qhuinn. Es evidente que la cuestión de la hora, no lo estaba. —En realidad, yo voy a estarlo. ¿Cómo está Luchas? —Blay sacó una V y apagó su cigarrillo sobre la huella de su shitkicker. Antes de Qhuinn pudiera responder, Selena salió de la oficina, como si hubiera sido convocada desde el casa principal. La Elegido caminó hacia ellos con gracia, pero con un propósito, vestida con su tradicional blanco fluyendo alrededor de sus piernas. —Saludos, sementales, — dijo mientras se acercaba. —La Dr. Jane indicó que yo viniera? — 512 513 Blay exhalado, sintió ganas de golpearse a sí mismo. Esto es el último. —Sí, los dos, — contestó Qhuinn. Blay cerró los ojos como un aumento repentino que lo sacudió. La idea de ver la alimentación Qhuinn era como una drogas en su sangre, le aflojar y amenazaba con hacérsele difícil. Pero en realidad, no lo era. —Al final del pasillo sería genial, — murmuró Qhuinn. Bueno, era mejor que un dormitorio. ¿Cierto? Más profesional, ¿no? Y él no necesita la alimentación y Qhuinn sin duda tuvo que así después de todo el drama. Blay abandonó la colilla en un bote de basura y cerraba la marcha con Qhuinn abrió la marcha. Estaba de acuerdo, no seguir los movimientos de La Elegido. No, no estaba en lo más mínimo. Sus ojos estaban pegados a Qhuinn, a partir de los hombros, de las caderas... paró en el culo.... Bueno, esto se va a detener. Ahora mismo. Solo necesitaba rehacerse, hacer la alimentación, y dar una excusa para conseguir irse. ¿Tal vez este plan sería uno de los que no funcionaban? A travesaron una puerta. Conversación. Sonrisa cortés, a pesar de que él no sabía porque había sido preguntado o contestándole a él. Ah, una de las habitaciones del hospital, se dio cuenta. Esto fue realmente bueno un entorno clínico. Solo tomar la vena y se mueven a lo largo, una función biológica no conduce necesariamente a otra… — ¿Cómo dice?, — Dijo La Elegida, lo miraba con una cara abierta. Grande. Iba suelta, pero no había forma de saber lo mucho que habían compartido. —Lo siento, — dijo suavemente. —Estoy hambriento como todos conseguir sacárselo. — —En ese caso, ¿te gustaría ser el primero?— Preguntó Selena. 513 514 —Sí, lo haría, — Qhuinn respondió cuando él se recostó contra la puerta. Bueno, esto es todo, pensó Blay. Todo estaba arreglado. ¿Cuándo Qhuinn comenzara? Él iba a irse. Dando un paso adelante, se preguntó cómo iba a funcionar con precisión, pero Selena resolvió que una mediante la elaboración de una silla y se sienta junto a la cama del hospital. Entendido. Blay saltó sobre el colchón, su peso desplazando la almohada de la cabeza ligeramente levantada, el crujido de resortes. Y entonces su mente cerrada, lo cuál fue un alivio. Como Selena estiró el brazo y reatrajo la manga blanca a la espalda, su hambre llegó a la vanguardia, los colmillos descendieron de su mandíbula superior, la respiración era profunda. —Por favor, participen como deseen, — dijo tranquilamente. —Le doy las gracias por el regalo, Elegida, — respondió en voz baja. Inclinándose, él golpeó profundamente, pero tan suavemente como pudo, y en el primer trago, él lo sabía Había pasado demasiado tiempo. Con un gran aullido, de su estómago que rugió de necesidad, su cortesía drenó fuera de él, sus instintos de recepción. Dibujó duro, beber más y más rápido, el desembarco de energía en el estómago y extendiéndose desde allí Sus ojos fueron donde estaba Qhuinn. Vagamente, se dio cuenta de que una vez más, uno de sus planes pronto iban a estar fuera de la ventana, se había ido y olvidado. De hecho, esta había sido una muy mala idea, suponiendo que no quería coger con el de nuevo. La lógica era bastante difícil cuando era solo un caso de conflicto de emociones. ¿Un impulso sexual al máximo, impulsado por la bebida? Tenía la cabeza en el culo en primer orden, y realmente lo era. Y eso fue especialmente cierto al ver la erección de Qhuinn inflar detrás de la cabeza de ella dentro de los cueros. Vete a la mierda. Vete a la mierda. Hombre, uno de estos días, iba a ser lo suficientemente fuerte como para alejarse. Él realmente era, de verdad. Oh, joder. SESENTA Y SIETE Cuando Qhuinn miró el espectáculo, abrió su boca y sacó su lengua 514 515 tomándole entre sus labios. Al otro lado de la habitación bajo, Blay estaba en la cama de hospital, ese perfecto torso inclinado hacia adelante para que pudiera participar de la vena de la Escogida, las manos, eran son capaces y bien entrenadas, manos fuertes, manteniendo la muñeca frágil en la boca con cuidado, como si, aun en medio de la alimentación, que era un caballero. A medida que continuó bebiendo, con el torso curvado, con más fuerza, su caja torácica se flexión y la solución con cada respiración, con la cabeza sutilmente cambiando con cada trago. Todo era Qhuinn podía hacer que se quedara donde estaba. Él lo quería en ese colchón, girando alrededor de ese cuerpo para que pudiera venir de atrás. Quería estar en la garganta del hombre cuando Blay tomó de la Elegida. Quería coger el chico durante doce o quince horas seguidas, cuando se habían hecho tanto. Después de todo el drama con Luchas, este corto, intenso respiro de la conmoción y el dolor, era un glorioso, alivio, era demasiado malditamente bueno centrarse en algo como esto, su mente cansada y agotada su cuerpo listo para ser renovado para que pudiera volver a la realidad del combate, fuerte una vez más. Dios, su hermano... Sacudiendo la cabeza, deliberadamente dio su cerebro algo erótico para jugar. Cuando parte de él, Blay lo coló entre las piernas y se había reorganizado algo en la bragueta, que era muy muy claro que había totalmente despertado. Como si ese delicioso olor no se hiciera evidente. Así como Qhuinn estaba a punto de perder la cabeza, Blay levantó la cabeza y dejó escapar un sonido de alegría y satisfacción. Luego el macho le lamió las heridas punzantes que él había hecho. Se que, piensas Qhuinn. A la mierda la alimentación. Todo lo que necesitaba era a Blay.... — ¿Y usted, señor?— La Elegido preguntó. Mierda. Tal vez debería hacerlo. Además, Blay estaba claramente en un estado lógica post alimentación, su cuerpo se movia lentamente, con los ojos borrosos y Qhuinn se aprovechó de ella, empujándose entre el guerrero y la Elegida, su culo frotando contra la cresta dura del miembro de Blay mientras saltaba a la cama. Mientras Blay dejó escapar un gemido, Qhuinn se inclinó y tomó la otra muñeca de la hembra. Sosteniendo por un lado, usó su otra mano para 515 516 dar un tirón a la parte inferior de su camiseta musculosa y luego empujar la palma de Blay en la parte delantera de sus pantalones. Qhuinn mantuvo su propio gemido para sí mismo mediante la adopción de un fuerte tirón en la vena de la Escogida, pero el silbido de Blay sondeaba. Tal vez la Elegida asumiría que los ojos de Qhuinn deshacían en su cabeza mientras Blay lo acarició, la fricción amenazaba con hacerle llegar a ese mismo momento, que no era algo que quería hacer frente a Selena. Pero, oh, mierda, eso era... Él puso su mano ahí abajo, y al aquietar ese movimiento. Blay acaba de dar a sus testículos un buen apretón. Qhuinn culminó en su próximo trago, el orgasmo se disparó fuera de él antes de que pudiera pensar en alguna tipo de distracción aburrido y poco atractivo, el placer crecía con tal poder que él se hundió e propio pellejo. La risa de Blay era erótico como el infierno. Lo que sea, retorno de la inversión iba a ser una perrada. Qhuinn se comprometió a sí mismo. Y como se vio después, no podía esperar. Se retractó de sus colmillos y dejó de beber antes de que hubiera estado satisfecho porque su hambre de algo más había asumido el control totalmente, y era más allá del tiempo para enviar a Selena por su camino. La Elegida de manera cortés pero rápido hizo una maniobra que el piloto automático no tenía ni idea de lo que estaba diciendo, pero al menos estaba sonriendo y mirando contento, por lo que debe haber hecho lo correcto. Era muy consciente de bloquear la puerta, sin embargo. En cuanto se dio la vuelta, se encontró con Blay extendió y asistiéndose a sí mismo, su mano acariciando hasta abajo entre las piernas. Sus colmillos se alargaron aún por la alimentación, y sus ojos estaban brillando desde debajo de los párpados pesados y gloriosa mierda estaba caliente... Qhuinn abandonó sus shitkickers. Sus pieles. Su camisa. Blay tenía un orgasmo antes de que él se dirigiera a la cama, el se arqueo y gimiendo mientras su cabeza disparaba en la delgada almohada, y sus caderas se sacudieron. Al igual que Qhuinn a culo desnudo era muy difícil de controlar. Era. Para El. Mejor. Piropo. Alguna. Vez. Dicho. Qhuinn atacó a la cama, abalanzándose sobre Blay, encontrando esa boca de terciopelo y que se hiciera cargo. La ropa rotos los botones de 516 517 la bragueta de los cueros de Blay y aterrizando como monedas arrojó sobre el linóleo, quedando libre la camisa consiguió rasgado en pedazos. Entonces estaban piel con piel, nada les separaba sus carnes. Como se retorcían entre sí, Qhuinn sabía lo que quería. Y él estaba muy desesperado y con hambre para pedir bien o incluso hablar de ello. Lo único que podía hacer era desprenderse de esa boca, y rodar lejos de Blay... y llegar detrás, tirando de el macho poniéndose sobre él mientras estiraba una pierna. — ¿Qué sabes tu?, —Blay se hizo cargo a partir de ahí. Y sabía exactamente lo que hacer. Qhuinn sintió hacerse un puesto como un bruto con las manos antes de que se diera cuenta, estaba de rodillas, la cara en el colchón, su aliento golpeando fuera de su boca. Todo era tan extraño, dejar que alguien otro se haga cargo y se sentía vulnerable, también, incluso queriendo — =Oh mierda!— Bramó cuando le golpeó la posesión, las sensaciones de dolor y placer, el tire y afloje, la mezcla en un cóctel que le hizo venir con tanta fuerza que vio las estrellas. Y a continuación, Blay empezado a moverse. Qhuinn apoyó los brazos y la llevó hacia atrás, como sosteniendo su propia virginidad con esa cosa entera era de hecho y espolvoreadoentre dolor y placer pero bueno. Al hombre, le dio un subidón increíble, y todo mejoró. Con el brazo de Blay serpenteando al alrededor de su pecho y bloqueándolo en un ángulo cambiado, las penetraciones que iban más y más profundo, más rápido y más rápido, la cama empezaba a balancearse hacia adelante y hacia atrás contra la pared, el jadeo al oído cada vez más duro y más duro.... La cúspide fue la única gran quemadura que jamás había sentido, estando al borde, no solo de su puesta en libertad, pero Blay, tubo un endurecimiento de todos, los muslos apretando, la inclinación de la pelvis para recibir, sus grandes brazos y sosteniendo a los dos, lo levantó de la cama- cuando llegó Blay, los empujes fueron tan fuerte de Qhuinn golpeó contra la pared con la cabeza y no es que se dio cuenta ni le importaba. Y luego lsu miembro comenzó sacudiéndose violentamente... Y Qhuinn se sentía bien y verdaderamente poseído por primera vez en su vida. Era... nada menos que un milagro. Naturalmente, se tomó un tiempo para que Blay tuviera su terraplén. Y, curiosamente, Qhuinn estaba totalmente bien con eso. Las cosas llegaron a una pausa que duró más de un minuto y medio, Qhuinn liberó la tensión en sus brazos y se dejó caer a la cama, girando hacia un lado. Blay estaba aparentemente agotado, así, con su cuerpo siguió el ejemplo y se extendió a su espalda. El brazo de Blay se quedó en su lugar. Y lo que importaba ahora, a pesar de toda la experiencia, fue la flojedad, el peso pesado de esa 517 518 extremidad. Mentir como lo hizo, no, lo que hicieron no fueron dos hombres que habían tenido relaciones sexuales, pasaron a estar uno al lado del otro... pero los dos estaban enamorados. En realidad, nunca había tenido un amante antes y no porque acababa de tocar fondo por primera vez en su vida. Había tenido mucho sexo. Pero nunca había sido con alguien con quien hubiera querido tenerlo después. Nunca con alguien que había querido contenerlo. Si... Blay fue su primer amante real. Y a pesar de que se había perdido ese honor cuando llegó el chico, parecía apropiado que fuera "su Blay". Nadie podía quitarle su primera vez y considerado afortunado. Había oído a través de los rumores de que una gran cantidad de veces que o bien estaba realmente con mujeres que era doloroso para solo una lucha tan loca, nada registrado. Esto, él lo recordaría por siempre. Detrás de él, Blay todavía respiraba profundamente, el calor que irradiaba de él, su cuerpo todavía unido. Y Qhuinn quería aprovechar este espacio tranquilo: Muy lentamente como tal vez si no se movía demasiado rápido el chico no se daría cuenta cubrió el antebrazo de Blay con el suyo... entonces puso su mano sobre su amigo. Cerró los ojos y rezó para que esto estuviera bien. Que podían permanecer así durante un rato. Mierda, el repentino miedo que sentía era nada menos que a la tortura, y que le hizo pensar en la naturaleza de su coraje. Específicamente lo poco que había tenido de el cuando había llegado a Blay. A partir de la nada, se acordaría de decirle al chico que él solo se vio a sí mismo con una mujer, a largo plazo, que esa era la razón por la que no podía tomar a Blay al día de hoy, con lo que le estaba ofreciendo. En ese momento, él significaba cada palabra para él, pero él no la había mirado muy lejos la condena. Él había sido un cobarde en ese entonces. —Dios, me siento cruel, — susurró. — ¿Qué ?— Llegó una respuesta desde el sueño. —Me siento... — Expuesto. Al igual que él Blay se apartó en ese momento? Se rompería en pedazos que nunca encajarían de nuevo por derecha. Blay soltó un resoplido y se sacudió el brazo, tirando de Qhuinn más cerca, no empujándolo. — ¿Tienes frío? Estás temblando? — 518 519 — Estoy caliente — Había muy poco que barajar, y luego una manta fue arrojada sobre ellos dos. Entonces las luces se apagaron. Blay tomó una respiración profunda y parecía contento de quedarse, Qhuinn cerró sus ojos... y se atrevió a entrelazar sus dedos con los de su mejor amigo, formando un sello con sus manos. — ¿Estás bien?— Blay preguntó de una manera amortiguada. Como no había más que un piloto encendido en su cerebro, pero a él le importaba. — Si. Solo tengo frío. — Qhuinn abrió los párpados contra la oscuridad. Lo único que podía ver era la línea de luz que vino debajo de la puerta a ras del suelo. Como Blay se desvió fuera, que la respiración cada vez más lento e incluso, Qhuinn miró al frente, a pesar de que no podía ver nada delante de él. Coraje. Pensó que había tenido todo lo que necesitaba, que la forma en la que había crecido lo había hecho de la forma más dura y más fuerte que nadie. Que la forma en que hizo su trabajo, corriendo en edificios en llamas o volar en el asiento del capitán del avión en desuso, lo demostraron. Que cómo vivió su vida, esencialmente separados, significó que era fuerte. Significaba que estaba a salvo. La verdadera medida del valor todavía estaba esperando por él, sin embargo. Después de demasiados años, por fin había Blay dicho que lo sentía. Y a continuación, después de demasiado drama, finalmente había dicho el chico que estaba agradecido. Pero presentarse y ser real en el hecho de que él estaba enamorado. Incluso si era de Blay ¿o de alguien más? Esa era la verdadera línea divisoria. Y maldito él, que iba a hacerlo. Para no romper la pareja de ellos, no, no era eso. Y Blay no era una carga. En este caso, la recuperación de la inversión, como se vio después, era una promesa de realidad. Algo que se hacía sin expectativas y sin reservas. Era el salto sin paracaídas, el salto sin saber, la altura de la caída sin nada para encontrarse. Blay lo había hecho una sola vez, sino varias veces, y sí, claro, Qhuinn quería volver a cualquiera de esos momentos de vulnerabilidad y golpear a sus encarnaciones anteriores 519 520 tanto que la cabeza se le aclarara y reconoció la oportunidad que le habían dado. Por desgracia, la mierda no se presentó de esa manera. Había llegado el momento para él para pagar la fuerza... y con toda probabilidad, soportar el dolor que iba a venir cuando seconvirtiera en una manera mucho más amable de lo que había previsto. Obligar a los párpados a cerrarse, él trajo los nudillos de Blay a su boca, rozándolo con un beso. Entonces se entregó a dormir, dejándose caer en la inconsciencia, sabiendo que, al menos por las próximas horas, estaba a salvo en los brazos de su único... SESENTA Y OCHO La noche siguiente, al caer la noche, se sentó Assail desnudo en su escritorio, sus ojos en la pantalla del equipo delante de él. La imagen del monitor se divide en cuatro cuadrantes que fueron marcados norte, sur, este y oeste, y de vez en cuando, manipuló las cámaras, cambiando su enfoque y dirección. O quién sabe si se traslada a otros objetivos en la casa. O volvió a los que había estado observando. Después de haber tomado una ducha y afeitado hacía horas, sabía que tenía que vestirse y salir. Que menos con el gran apetito como producto de haberse levantado en armas, alegando que había sido engañado por una oferta de cocaína. Excepto los gemelos habían completado la transacción particular de acuerdo con los deseos del asesino. Y lo tenían grabado en video. Solo un poco de precaución Assail lo había iniciado. Así que él no sabía de que se trataba todo esto, pero estaba seguro que iba a saberlo y lo había enviado a grabar en el teléfono del menor hacía una hora, y estaba a la espera de una respuesta. Tal vez iba a involucrar otra reunión cara a cara. Y su comprador descontento no era el único que se cernía sobre él. Se estaba convirtiendo en ese momento lo que meses atrás cuando Benloise y tenía que hacer su propia cuadratura implicando transferencias de fondos que hizo que todo el mundo se pusiera nervioso, incluyendo Assail. A pesar de que hizo pagos semanales, y 520 521 que ascendieron a una cuarta para de sus compras reales, y que iba a haber que liquidar el balance. Lotes de dinero en efectivo. Y la gente puede tomar decisiones muy pobres cuando no había mucho dinero en juego. También estaba la cuestión de que, por primera vez, iba a querer a los gemelos que le acompañen. No imaginaba que Benloise fuera a apreciar la compañía añadió, pero fue adecuado para sus dos asociados que se llevaron más lejos en el pago e iba a ser el más grande que jamás había hecho. Un registro seguro de ser roto si él y que lesser continuaba haciendo negocios juntos. Assail desplazado el ratón. Seguido en uno de los cuadrantes a la cámara de seguridad de alrededor, buscando en la selva virgen detrás de su casa. Nada se movía. No había sombras moviendose. Ni siquiera las ramas de los pinos se desplazaban con cualquier tipo de viento. No había pistas de esquís. Ni figura oculta espiando. Ella podría estar mirándolo de otro punto de vista, pensó. Al otro lado del río. Al otro lado de la carretera. Por el carril. Con la distracción, él extendió la mano hacia el vial del polvo que mantuvo al lado del teclado. Lo había utilizado hacia el final de la tarde, cuando la luz menguante del día había necesitado cambiar a visión nocturna para las cámaras. Él también había utilizado un par de veces desde entonces, solo para mantenerse despierto. No había dormido durante dos días llegando a este punto. ¿O se trataba de tres? A medida que avanzaba la pequeña cuchara de plata alrededor, dibujar en un círculo en la base del vial, todo lo que tenía era el tintineo de metal sobre vidrio. Él miró en su interior. Era evidente que había terminado una gran cantidad de ella. Irritado por simplemente todo en su existencia, Assail arrojó el frasco a un lado y se echó hacia atrás en su silla. A medida que su mente se volvió y la compulsión de ir de una imagen a otra imagen, apretaba como una soga alrededor de su libertad de elección, era vagamente consciente de su cerebro estaba lleno de una manera saludable. Estaba encerrado, sin embargo. No iba a ninguna parte con rapidez. ¿Dónde estaba su bella pequena ladrona? Seguramente ella no podía haber creido lo que dijo. Assail se frotó los ojos, y odiaba la forma en que su mente estaba corriendo, disparando pensamientos de ida y vuelta de un lado de su cráneo al otro. Simplemente no podía creer que ella quiciera decir que se mantuviera alejado. A medida que su teléfono sonó, lo buscó con sus 521 522 reflejos que eran demasiado rápidos, demasiado reprimidos. Y cuando vio quién era, le ordenó a su cerebro rehacerse. — ¿Tienes el video?— Exigió, en lugar de "hola". La voz de su mayor cliente no estaba contenta. — ¿Cómo puedo saber cuando fue tomada?— —Usted debe ser consciente de lo que sus hombres estaban usando y el momento. — — ¿Y dónde está mi producto?— —Eso no es para decirme. Una vez que hago un trato con sus representantes, mi responsabilidad es descargada. Entregué la mercancía solicitada en el momento y lugar de mutuo acuerdo, y por lo tanto cumplido con mi deber. Lo que sucede después de eso no es asunto mío. — —Si alguna vez que te cojo en una mierda conmigo, voy a matarte. — Assail dejó escapar un suspiro aburrido. —Mi querido amigo, yo no perdería mi tiempo. Cómo le dije a continuación, podrá obtener lo que usted requiere. Y para ello, me permito recordarles que no hay ningún incentivo que sea deshonesto con usted o su organización. El beneficio que representa es lo que me importa, y voy a hacer mi mejor esfuerzo para mantener mis fondos que fluya para mí. Es un negocio. — Hubo un largo silencio, pero Assail sabía que no debía suponer que era porque el asesino del otro lado de la conversación era confusa o se perdía. —Necesito otra oferta — el lesser murmuró después de un momento. —Y yo con mucho gusto puedo proporcionársela. — —Necesito un préstamo. — Ahora Assail lo vió mal pero el lesser continuó antes de que pudiera cortar. —Me das una nueva orden, y me aseguraré de que se te pague. — —Esa no es la forma en que hacemos negocios. — —Esto es acerca de usted y los suyos. Usted tiene una pequeña operación que controla un área enorme. Necesitas distribuidores porque mataste a todos los que estaban aquí antes. Sin mí y mi organización, no te ofendas, estás jodido. No se puedes atender toda Caldwell y su 522 523 producto no vale nada si no se no puede ponerlo en las manos de los usuarios. — Assail no dio inmediatamente una respuesta, el lesser se rió en voz baja. — ¿O piensas que no te conocía, mi amigo?— Assail se apoderó de su teléfono celular duro. —Así que estoy pensando que tienes razón, — concluyó el asesino. —Tú y yo somos colegas. No necesito tratar con el que el comerciante grande. Sobre todo en mi... encarnación actual. — Si, el olor solo haría Benloise cerrarle la puerta en las narices, Assail pensó. —Te necesito. Me necesitas. Y es por eso que vas a llevar mi pedido y me das cuarenta y ocho horas para pagarlo. Es como has dicho. No tenemos cosas el uno sin el otro, hermano. — Assail enseñó los colmillos, el reflejo de su rostro en el espejo del monitor fue de hecho terrible Y sin embargo, mantuvo la voz serena y tranquila. — ¿Dónde le gustaría encontrarnos. — El lesser volvió a reír, como si estuviera disfrutando de esto, Assail centrado en la imagen gruñendo de a sí mismo. No sería prudente para los homicidas, fueran codicioso, o tmarse demasiadas libertades. La única cosa que siempre fue cierto en los negocios? No había nadie insustituible. **** Como Trez se despertó, se sentía como si estuviera flotando en una nube, y por una fracción de segundo, se se preguntó si era él. Su cuerpo estaba completamente sin peso, hasta el punto en que no estaba seguro de si él estaba en la espalda o el estómago. Un extraño sonido se filtraba a través de la niebla. Shhhscht. Levantó la cabeza, y la orientación se le apareció en una carrera. El resplandor rojo de su despertador dijo que él estaba en su estómago y en diagonal en la cama. Ese sonido se repitió. 523 524 ¿Qué era? Metal sobre metal? Podía sentir a iAm moverse por el pasillo, la presencia de su hermano, cuando lo reconocía a él como a si mismo. Así que si se tratara de cualquier otra persona en el apartamento o una amenaza de cualquier tipo? iAm se ocuparía de esa mierda. Empujandose a sí mismo, se levantó de la cama y, sí, espera, se dio la vuelta. Por otra parte, no había nada absoluta, y positivamente nada en su estómago. De hecho, era posible que hubiera arrojado hasta su hígado, los riñones y los pulmones durante la migraña. La buena noticia era que había desaparecido el dolor y con el las amplias consecuencias no estaba mal. Algo así como estar borracho, con una resaca de carga frontal. Entróen el baño, él sabía que no debía encender las luces. Era un poco temprano todavía. La ducha se sintió tan bien que casi se llenó de lágrimas de una puta vez. Y él no se molestó en afeitarse para hacer tiempo, eso más tarde, después de haber echado un poco de combustible en sus entrañas. El salto de cama era de un agradable tostado, especialmente en el rizado de las solapas con el que se cubrió la garganta hacia arriba; llevaba los pies descalzos, advirtió, sobre todo cuando salió de su dormitorio al suelo de mármol del pasillo, pero necesitaba saber que demonios estaba haciendoTrez, se detuvo cuando llegó a la puerta de la suite de su hermano. iAm estaba en su armario, sacando las camisas que estaban en perchas. Mientras se ponía otra brazada juntas en la varilla de latón, del que salía el shhhscht que sonó de nuevo. Naturalmente, su hermano no parecía sorprendido de que Trez hubiera hecho acto de presencia. Él acababa de lanzar la carga en su cama. Vete a la mierda. — ¿Vas a algún lado?— Trez murmuró, con voz muy fuerte en la cabeza. —Sí. — Mierda. —Escucha, yo, no me refiero— —Te voy a empacar, también. — Trez parpadeó un par de veces. — ¿Ah, sí?— Al menos el chico no estaba sacando solo. ¿A menos que que quiciera con satisfacción de los lanzar las obras de Arte del Trez por el balcón? 524 525 —Me he encontrado para nosotros en un lugar más seguro. — — ¿Está en Caldwell?— —Sí. — Señaló el peligro del tema. — ¿Quieres darme un código postal?— —Lo haría si pudiera. — Trez gimió y se apoyó en la jamba, frotándose los ojos. — Tienes un lugar donde ir ¿y no sabes dónde está? — —No, no lo sé. — Bueno, tal vez no hubiera sido una migraña, pero un accidente cerebrovascular. —Lo siento. No te entiendo— —Tenemos— iAm miró su reloj — tres horas preparar las maletas. Ropa y cosas personales solamente. — —Así que está amueblada, — dijo Trez secamente. — Así. Es. — Trez perdió algún tiempo mirando a su hermano debe tener mayor eficiencia en el embalaje. A las camisetas las despojó de las perchas, doblado con precisión, puesto en equipaje negro. Pantalones. Armas de fuego y el juego de cuchillos de acero en sus maletines. A este ritmo, el chico iba a hacerse con su mierda en una media hora. —Tienes que decirme a dónde vamos. — iAm miró. —Estamos yendo con la Hermandad. — El cerebro de Trez quedó enrojecido, se aclaró la niebla en un instante. —Lo siento. ¿Qué? — —Nos estamos moviendo con ellos. — Los ojos de Trez se hincharon. —Soy... espera, no he oído ese derecho. — —Lo hiciste. — —Con que autoridad. — 525 526 —Wrath, hijo de Wrath. — —Shiiiiiiiiit. ¿Cómo demonios lo lograste? — iAm se encogió de hombros, como si él no había hecho nada más que hacer una reserva en un Motel. —Hablé con Rehvenge. — —No sabía que el hombre tenía ese tipo de poder. — —Él no lo hace. Pero fue a Wrath que aprecia nuestra seguridad por él en la reunión del Consejo. El rey se siente como si estuvieramos con el en el frente interno. — — ¿Está preocupado por un ataque,?— dijo Trez suavemente. —Tal vez él lo esté. Tal vez él no lo esté. Pero lo que sí sé es que nadie nos va a encontrar allí. — Trez exhalado. Así que eso era por lo que se fue. — ¿Por qué?— Su hermano no quería que él fuera arrastrado de vuelta a el Hisbe más de lo que él lo hacía. —Eres increíble, — dijo. iAm simplemente se encogió de hombros, como era su costumbre. — ¿Puedes empezar a empacar tus cosas, o debería hacerlo yo al respecto? — —No, estoy bien. — Salió de la jamba y comenzó a alejarse. —Yo te la debo, hermano. — —Trez. — Echó un vistazo por encima del hombro. — ¿Sí?— Los ojos de su hermano eran sombras. —Esto no es una cosa consegui mantenernos fuera de la cárcel, libres. No se puede ejecutar desde la reina. Estoy comprando algún tiempo aquí. — Trez miró los pies descalzos, y se preguntó hasta que punto, de hecho, podría ir con los pies descubiertos sin sus Nike. Bastante jodido ahora. Su hermano era el único lazo que no se había cortado, lo único que sentía que no quería dejar atrás a fin de salvarse a sí mismo de una vida dorada de esclavitud sexual. 526 527 Y en un momento como este, con el tipo de nuevo después de haber dado un paso a lo grande... se preguntó si era posible que no pudiera alejarse de iAm. Tal vez iba a tener que ceder a su destino, después de todo. Puta reina. Y su hija maldita. Las tradiciones no tenían sentido. Nunca había conocido a la joven princesa. No lo había hecho. Esa era la forma de trabajó de la siguiente en la línea sucesoria al trono era tan sagrada como su madre, porque ella era la que iba a dar lugar al trono en el futuro. Y como era una rosa rara nadie podía verla hasta que fuera acoplada correctamente. Pureza y todo eso. Bla, bla, bla. Una vez que estaba enganchado, sin embargo, ella era libre de salir a la sociedad, en libertad para vivir su vida dentro el Hisbe. El hijo de puta triste era el que se casó con la perra. Él tomaría su lugar en el palacio paredes, haciendo lo que sea que ella quería, cuando quería, suponiendo que no estaba adorando a los pies de la madre en un momento. Sí, era una fiesta. Y ellos pensaban que él debería sentirse honrado de la correa, de ese yugo. En serio. Se había convertido su cuerpo en un vertedero de basura en la última década, follando todos los seres humanos y fue verdaderamente golpeado. Deseaba recoger todas esas molestas enfermedades de los Homo Sapiens, el tipo de cosas. No. no lo hacía. Había tenido tanto sexo inseguro como pudo con las otras especies y todavía estaba sano como un caballo. — ¿Trez?— Enderezó iAm. — ¿Trez? Habla conmigo. ¿Dónde estás? — Trez se quedó mirando a su hermano, memorizando su cara inteligente orgulloso y aquellos ojos sin fondo, penetrantes. —Estoy aquí, — murmuró. — ¿Ves?— Extendió sus manos e hizo un pequeño círculo con los pies descalzos, con su túnica, en su espacio borroso, postmigraña era una bruma. 527 528 — ¿Qué está pasando en esa mente tuya?— Exigió iAm. —Nada. Creo que es genial lo que hiciste. Voy a hacer las maletas y prepararme. Ellos envian un coche o algo así? — iAm estrechó su mirada, pero contestó. —Si. Un mayordomo llamado Fred? ¿O era Foster? — —Voy a estar listo. — Trez se marchó, la secuela de ese dolor de cabeza drenadp de él mientras miraba hacia el futuro... y muy preocupado por éste último embate de los suyos. Pero esta medida era una buena cosa. iAm tenía razón: había estado enga;andose a sí mismo en estos últimos años, consciente de que la princesa estaba envejeciendo, y el tiempo pasaba, y sus día del juicio final serían rápido se acercaban. Hay cosas que puedes dejar fuera. Esto no era una de ellas. Joder, tal vez iba a tener que desaparecer. Incluso si lo mataban. Además, si su hermano estaba con Rehv en la casa del rey? iAm iba a tener el tipo de apoyo que iba a necesitar si Trez consegía ser un fantasma. Y tal vez, después cómo mierda se iba? El hombre se sentiría aliviado de librarse de él. SESENTA Y NUEVE Toda la vida de Qhuinn tomó otro sacacorchos cerca de quince horas después de que perdió su virginidad. Más tarde, él decide que la cosa viene en grupos de tres podría ser cierto. Cuando la mierda se le vino abajo, sin embargo, lo único que quería hacer era vivir a través de él.... En algún momento durante las horas del día, él y Blay habían despertado, dividiendo, sus caminos. Qhuinn hubiera preferido que regresar a la casa principal, en conjunto, pero había tenido que pasar por la habitación de Luchas y Blay había 528 529 estado ansioso por volver a la casa y ducharse. Y en cierto modo, no había sido tan malo, porque Qhuinn había tenido la oportunidad de visitar en Layla también. Tanto su hermano, y La Elegida, todo estaba tranquilo en ambos frentes: El par de ellos estaban durmiendo en sus camas. Luchas estaba mejor, y por primera vez, cuando Qhuinn había entrado en la habitación de Layla había sentido el embarazo: La ola de hormonas lo había golpeado tan pronto como había entrado, y había dejado el de muerte que era tan fuerte; había sido muy bueno. Lo que no había hecho tan feliz, había estado pasando por la puerta de Blay, y con ganas de tocar y pasar al interior y volver a dormir. En su lugar, había terminado dentro de sus cuatro paredes, solitario. En su cama. En la oscuridad. Entrando y saliendo de REM-landia durante las dos horas que tenía antes de la primera comida que servían. Así que cuando la puerta se abrió de ancho y una línea de hombres altos vestidos de negro encapuchados llegó, la presentación de su pasado y su presente chocaron los dos, intercambiables de manera que el ataque de la Guardia de honor se levantó de la tumba en su memoria y aterrizó justo en su habitación en la mansión. No estába seguro si estaba soñando o nada de esto era real, su primer pensamiento fue que se alegraba Blay no estaba con él. El chico ya lo había encontrado muerto a un lado de la carretera una vez. Nadie necesitaba una repetición de eso. Su segundo era que él se iba a llevar a todos los que pudiera antes de que finalmente terminaran el trabajo con él. Con un grito de guerra, Qhuinn explotó fuera de su cama, su cuerpo desnudo ir al ataque con tal poder, que en realidad se estrelló en los dos primeros varones. Girando con sus piernas, dio patadas y puñetazos a cualquier cosa que se le acercó, y hubo una breve satisfacción sus objetivos maldijeron y saltaron. Algo lo encerro alrededor de su pecho por detrás, y le dio la vuelta con tanta fuerza, con los pies surgido de la tierra y voló en un loco círculo contra la pared. El impacto fue un boletín de tres puntos a su remontada idea brillante, la cara, el torso y las caderas estrellándose contra el yeso tan fuerte, que sin duda dejó un estilo de dibujos animados en 3-D de sí mismo en la mierda. Al instante, se palmeó el plano horizontal, dispuesto a empujar su camino fuera del apretón que se lepegó a la nuca y lo 529 530 mantenía en su lugar, podría haber sido el acero. Allí literalmente nada dio en la carne y el hueso, incluso mientras se esforzaba, su cuerpo se negaba a ser dominado —Chico, imbécil. Solo congelate antes que me veo obligado a hacerte daño. — El sonido de la voz de Vishous no tenía ningún maldito sentido. Y luego, abruptamente, desde el rabillo del ojo, vio el circulo que se había formado en torno a él, todos esos trajes negros que lo rodean, al igual que el agarre. Pero ellos no estaban atacando. —Relájate, — dijo V en su oído. —Respira para mí, vamos, ahora, solo respira tranquilo. No hay nadie que vaya a hacerte daño. — La conversación ayudó, esa voz fresca, tranquila llegó a través de la respuesta de lucha o huida y vuelta reduciendo el nivel de su pánico. Por la secuela, Qhuinn comenzó a temblar, los músculos de su procesamiento de la adrenalina. — ¿Vishous?— —Así es. Soy yo, amigo. Es necesario mantener la respiración. — — ¿Quién más?— —Rhage. — —Butch. — —Phury. — —Zsadist. — —Tohr. — Todas las voces coinciden con los nombres, los profundos y graves, tonos había mierda hundiéndose en su cerebro, ayudandolo a conectar a tierra a sí mismo en una realidad que no implicaba el pasado. Y el último fue el peldaño final de la escalera que le salió de esa picada mental y lo hizo volver a lo que era real. —Wrath. — Qhuinn fue a masturbarse en la cabeza hacia el rey, pero el impulso no lo llevó a ninguna parte. 530 531 —Voy a dejarte ir, amigo, ¿de acuerdo?, — Dijo V. — ¿Vas calmar tus maneras?— —Sí. — —A las tres. Una. Dos. Tres— Vishous saltó hacia atrás y cayó en una posición de combate cuerpo a cuerpo con los brazos, y puños listos, y la postura estable. A pesar del hecho de que el rostro del hermano estaba cubierta por la capucha, Qhuinn solo podía imaginar la expresión: No hay duda de que Qhuinn no hizo ningún movimiento, él se volvió a poner contra la pared, y que los había conocido ya había estado bien y verdaderamente hizo, que se joda mucho. Se sintió unos seis centímetros más plano. Con una maldición, Qhuinn dio la vuelta lentamente, con las manos en la espalda para que la Hermandad pudiera verkas. — ¿Me estan pateando fuera de la casa?— No tenía ni idea de que diablos lo había hecho, pero con su historia de enojar a la gente, a propósito y por defecto? Podría ser cualquier cosa. —No, idiota, — dijo V con una sonrisa. Frente a la línea de figuras solemnes, encapuchados, buscó dónde estaban los rostros, la toma de contacto, recordándose que estos eran los chicos con los que había luchado uno al lado del otro, que siempre lo habían tenido a su espalda, que habían trabajado juntos. Entonces, ¿Qué diablos estaba pasando? La tercera figura de la izquierda, levantó el brazo, un dedo que se extiende hacia fuera y señalando el centro del pecho de Qhuinn. Al instante, Qhuinn estaba de vuelta en el Cessna, y el drama del vuelo otra vez, con Zsadist y vivos y así, el objetivo alcanzado... En la Antigua Lengua, Wrath dijo: —Harás una pregunta. Usted debe pedir solo una vez. Su respuesta debe resistir el paso del tiempo, se extiende desde este momento a tu línea de sangre por siempre. ¿Está usted dispuesto a pedir? — El corazón de Qhuinn comenzó a tronar. Ojos rebotando, no podía creer de que se trataba de... Excepto que... ¿cómo era posible? Basado en sus líneas de sangre y su defecto, que no era legal para alguien como élDe la nada, la imagen de Saxton trabajando en la biblioteca todas esas noches lo golpeó. 531 532 Santo... joder. Tantas preguntas: ¿Por que él? ¿Por que ahora? ¿Qué pasa con Jhon Mateo, cuyo pecho ya, mágicamente, llevaba la marca de la Hermandad? A medida que su mente corría, él sabía que tenía que responder, pero mierda, no podía, Con una claridad repentina, pensó en su hija, imaginando que la imagen que había visto en la puerta del Fade. Qhuinn miró a cada una de las capuchas de nuevo. Que irónico, pensó. Hace casi dos años un Guardia de honor de la túnica negra había sido enviado a él para asegurarse de que sabía que su familia no lo quería. Y ahora, estos hombres venían a atraerlo de un modo diferente, era de las pocas veces que era tan fuerte como la sangre. —Claro que sí, — dijo. —Pídeme. — *** Blay tenía la impresión que algo grande estabapasando por el sonido de las pisadas que pasaban por su cuarto: Estaba en frente a su espejo, afeitandose cuando se enteró de ellos pasaban por el pasillo de las estatuas, con paso pesado, y repetitivo eran muchos de ellos. Tenía que ser la Hermandad. Entonces, cuando se inclinó sobre el lavabo para enjuagar la crema de afeitar residual de sus mejillas, algo duro golpeó el piso de al lado, o fue arrojado a una pared. En lo que seguro que la mierda parecía a Qhuinn en su habitación. Mezcló agua caliente y fría, enganchó una toalla y la envolvió alrededor de sus caderas mientras trotó fuera de su habitación y se dirigió allí Blay se detuvo en seco. La habitación de Qhuinn estaba oscura, pero la luz del pasillo iluminó en... en un círculo de túnicas negras que rodeaban al tipo. Cuando lo tenían de bruces contra la pared. Solo el pensamiento de Blay era una segunda guardia de honor había llegado para cazarlo a pesar de que sabía muy bien que era la Hermandad en esas ropas. Tenía que ser, ¿verdad? La voz de Vishous lo resolvió que una, las palabras del hombre lento y uniforme. 532 533 Luego Qhuinn fue puesto en libertad. En cuanto se dio la vuelta, estaba blanco como el papel, mientras se levantaba desnudo en el centro de ese círculo de figuras encapuchadas. Wrath, entró con el silencio profundo de barítono del rey llenando la oscuridad. —Harás una pregunta. Usted debe pedir solo una vez. Su respuesta debe resistir el paso del tiempo, se extiende desde este momento a tu línea de sangre por siempre. ¿Está usted dispuesto a pedir? — Blay puso su mano de la daga a la boca cuando la cosa se abrió. Esto no puede ser... ¿o sí? ¿Ellos o estaban induciendo a la Hermandad de la Daga Negra? Al instante, se puso todo junto-Saxton trabajo durante todos esos meses, los actos de heroísmo de Qhuinn; John siendo informado de que el hombre ya no era su nohtrum ahstrux. Wrath debe de haber cambiado las antiguas leyes. Santa mierda. —Diablos, sí. Pídeme. — Blay tuvo que sonreír como él lo esquivó y se fue a su habitación. Dejando que Qhuinn pudiera ser franco. cuando cerró la puerta, se quedó contra, ella a la espera. Momentos más tarde, llegaron los pesados pasos de nuevo, la presentación junto a su habitación, fue por el pasillo, desapareciendo... La historia cambia para siempre. En todos los eones de la Hermandad, nunca tubo a nadie admitido que no fuera el hijo de un Hermano y una hembra de sangre o Elegida. Qhuinn era técnicamente un aristócrata, incluso con él abandono de su familia, y con su defecto, su linaje era lo que era. Pero él no tiene el tipo de credenciales o ADN el nombre, ese guerrero, otros lo hicieron. Y, sin embargo, en el supuesto que vivió a través de la ceremonia, él volvería a la mansión como un hombre entre los iguales, abandonado nunca más. Era bueno que Luchas estuviera vivo para ver esto. Eso iba a importar. Blay se vistió, y cuando miró el teléfono, vio que el texto de grupo que había salido de Tohr, diciendo que nadie iba al campo esta noche, y que estaban recibiendo un par de nuevos compañeros: Las sombras venían para quedarse en la mansión. Genial. 533 534 Teniendo en cuenta la inquietud de la aristocracia, y que querían atentar contra la vida de Wrath? Nada mejor que tener a los dos asesinos bajo el mismo techo. Junto con las payasadas de Lassiter, eso significaba que el rey tenía un trío de chicos con capacidades adicionales para protegerlo. Con un poco de suerte, Trez y iAm serían puestos de forma permanente. Dejando su habitación, se fue corriendo por las escaleras y no se sorprendió al encontrar al doggen corriendo todo, para la creación de una fiesta. ¿Cuánto tiempo le va a tomar, se preguntó. Y el hombre, le gustaría tener algo en que ocupar el tiempo. Vagando en la sala de billar, porque él sabía que no debía acercarse a Fritz con una oferta para ayudar con los preparativos, cogió un taco y acumuló un conjunto de bolas. Cuando estaba la tiza en la punta, el timbre de la puerta del atrio sonó. —Ya lo tengo, — le gritó a cabo mientras tomaba su taco con él, caminando hacia la pantalla del control de seguridad. Saxton estaba en el porche, el macho mirando descansado y saludable. Blay abrió. —Bienvenido de vuelta. — Hubo un momento de sorpresa en el rostro del otro hombre, pero se recuperó rápidamente con una sonrisa. —Hola. — Blay no estaba seguro de si debía aceptar o no si se estrechan —Tenemos que poner fin a esta dificultad, — anunció Saxton. —Ven aquí. — —Lo sé, cierto— Después de un rápido abrazo, Blay tomó los bolsos de Gucci del macho, y el par de ellos golpeó la gran escalera, ascendente uno al lado del otro. —Entonces, ¿cómo te fue en las vacaciones, — preguntó Blay. —Maravilloso. Fui alo de mi tía, el que sigue hablando de mí? Ella tiene un lugar en Florida. — —Lugar peligroso para los vampiros. No, un montón de sótanos. — 534 535 —Ah, pero ella vive en un castillo de piedra. — Saxton asintió alrededor en el vestíbulo. —No hay diferencia con éste. La noches eran c'alidas, el mar era una maravilla, y había vida nocturna Como Saxton se detuvo en seco, Blay miró. —Está bien, ya sabes. Me alegro de que hayas tenido un buen tiempo. Honesto. — Saxton le miró fijamente, y luego murmuró: —Has estado muy ocupado a sí mismo, ¿no es cierto. — Maldita color pelirrojo. Cualquier rubor siempre se había mostrado y en este momento, su rostro era el maldito fuego. A medida que tomó a la izquierda en frente del estudio de Wrath y se dirigió por el pasillo de las estatuas, Saxton rió un poco. —Estoy feliz por ti, y yo no voy a hacer preguntas. — Él sabía que el quién, pensó Blay. — Si. Así es — — ¿Qué tal si me llenas con el chisme, — Saxton dijo al entrar en la habitación del hombre. —Me siento como si me hubiera ido desde siempre. — —Bueno... prepárate. — Luchas. Trez e IAM. Qhuinn y su inducción. Por el momento Blay había terminado la descarga, Saxton estaba sentado en su cama con la boca abierta. —Pero sabías lo de Qhuinn, ¿verdad? — dijo Blay cuando finalmente dejó los informes. —Sí, lo hice. — Saxton se arregló la corbata, aunque el nudo era perfectamente simétrico. —Y tengo que decir que, a pesar de que no sé tanto como tu acerca de cómo se está en el campo, todo lo que he oído sugiere que es un honor bien situado. Entiendo que jugó un papel muy importante en conseguir asegurar la vida de Wrath cuando fue el intentó de asesinato. — —Es valiente, eso es cierto. — Entre muchas otras cosas. Como Blay miró hacia el pasillo y se imaginó esas figuras encapuchadas agrupadas en torno a su amigo, todo lo que se le ocurrió fue... Que demonios iban a hacer con él? 535 536 SETENTA Qhuinn no tenía ni idea de dónde estaba. Antes de que hubiera salido de su habitación, le habían dado un traje negro e instrucciones de ponerse la capucha arriba, bloqueando sus ojos en el suelo y mantener las manos entrelazadas detrás de la espalda. Él no debía hablar a menos que le hallan hablado, y se dejó en claro que la forma en que actuaban era parte de lo que estarían juzgado. No era un imbécil o un gatito. No podía hacer eso. La siguiente parada después de ser llevado por la escalera había sido en el Escalade de V, se sabía por el olor del tabaco turco y el sonido del motor. A corta distancia, moviendolo lentamente. Y entonces se le dijo que saliera, el aire frío se filtraba bajo la capucha de su túnica y el dobladillo. Sus pies desnudos recorrieron un frío como un tramo de hielo, congelado en la tierra y, a continuación, golpeó suave tierra, apisonando que no había nieve. A juzgar por la acústica, estaba claro que se dirigían a través de un corredor o quizá una cueva...? No pasó mucho tiempo antes de que él se detuvieran con una sacudida, oyó una especie de puerta que se abrió, y luego se encontró en un declive. Un poco más tarde, se le dio un tirón a su fin por segunda vez y, a continuación, había otro susurro, como si se estuviera atravesando una barrera de más de una especie de Mármol suave bajo sus pies descalzos ahora. Y la mierda estaba caliente. También había una luz suave pero fuente de las velas-. Dios, su corazón sonaba fuerte en sus oídos. Después de varios metros, fue nuevamente y se detuvo, y luego oyó tela caminando por todas partes a su alrededor. La desnudez de los Hermanos. Quería mirar hacia arriba, ver dónde se encontrab, averiguar lo que estaba haciendo, pero no lo hizo. Como se lo instruyó, mantuvo la cabeza baja y los ojos fijos en el suelo. Una mano pesada cayó sobre la nuca en su cuello, y la voz de la Wrah se disparó en el Antiguo Idioma. —Tú eres digno de entrar aquí como estás parado ahora. Asiente con la cabeza. — 536 537 Qhuinn asintió. —Di que eres indigno. — En la Antigua Lengua, respondió: —No soy digno. — Todos los Hermanos que lo reodeaban dejaron escapar un grito explosivo en la Antigua Lengua, un desacuerdo que le dio ganas de darles las gracias por tenerlos a la espalda. —A pesar de que eres indignos, — el rey continuó, —que el deseo de llegar a serlo esta noche. Cabecea — Él asintió con la cabeza. —Di que quieres llegar a ser digno. — —Quiero llegar a ser digno. — Esta vez el tremendo grito de los hermanos fue una de aprobación y apoyo. Continuó Wrath. —Solo hay una manera de ser digno, y es la manera correcta y adecuada. La carne de nuestra carne. Asiente con la cabeza. — Qhuinn asintió. —Di que deseas convertirte en carne de nuestra carne. — —Quiero llegar a ser carne de su carne. — Tan pronto como su voz se desvaneció, un canto puso en marcha, las voces profundas de la Hermandad mezclada hasta formar de un acorde perfecto y una cadencia perfecta. No se unió, porque no había sido así lo indicado, pero alguien se puso delante de él, y alguien cayó en la fila detrás de él y, a continuación, todo el grupo comenzó a tponerse al lado del otro, su cuerpo siguió su ejemplo. Moviendose juntos, se convirtieron en una sola unidad, sus poderosos hombros desplazandose de ida y vuelta al ritmo del canto, su peso agarrandolo de sus caderas la formación comenzaba a moverse adelante. Qhuinn comenzó a cantar. Él no quiso, sino que acaba de suceder. Sus labios se separaron, sus pulmones se llenaron, y su voz se unió a los otros.... En el instante en que lo hizo, se puso a llorar. Gracias a la cogida de la campana. Toda su vida había querido pertenecer. Ser aceptado. Ser uno entre los muchos que él respetaba. Él había deseado con tanta 537 538 necesidad de que la negación de todas y cada unidad casi había lo matado a él, y él tenía que sobrevivir solo por rebelarse contra la autoridad, sus costumbres, y normas. Ni siquiera había sido consciente de renunciar a encontrar jamás esta comunión. Y sin embargo, allí estaba, en la tierra en algún lugar, rodeado de hombres que lo habían... elegido. La Hermandad, los luchadores más respetados en la carrera, los soldados más poderosos, la élite de la elite... lo había elegido. Ningún accidente de nacimiento, esto. Había sido considerado como una maldición, pero ser aceptado aquí y ahora? De repente, se sintió como si fuera todo de una manera que nunca había sido antes. De repente, la acústica había cambiado su resonando el canto colectivo a su alrededor, como si hubieran entrado en un gran espacio, como una gran loft. Una mano en el hombro lo obligó a detenerse. Y luego el canto y el movimiento se detuvo, las cepas finales de sus voces a la deriva. Alguien lo agarró por el brazo y lo llevó hacia adelante. —Escaleras, — dijo la voz de Z. Subió sobre seis de ellos, y luego hubo una recta, cuando fue detenido, fue con el pecho y los pies contra lo que parecía ser una pared de mármol del mismo tipo que estaba hecho el suelo. Zsadist se alejó, dejándolo donde estaba. Su corazón golpeando contra su esternón. La voz del rey era fuerte como un trueno. — ¿Quién propone este hombre?— —Yo, — respondió Zsadist. —Sí, quiero— se hizo eco de Tohr. —Yo lo hago. — —Yo lo hago. — —Yo lo hago. — —Yo lo hago. — Qhuinn tuvo que parpadear varias veces, uno por uno, cada hermano tomó la palabra. Todos y cada uno de los hermanos le propuso. Y entonce llegó el último. 538 539 La voz del rey resonó fuerte y claro: —Lo hago. — Que lo jodan, que necesitaba parpadear más. Entonces Wrath continuó su acento aristocrático de la vieja lengua respaldado por un guerrero de fuerza. —Sobre la base de los testimonios de los miembros reunidos de la Hermandad de la Daga Negra, y sobre las propuestas de Zsadist y Phury, hijo del Guerrero de la Daga Negra Ahgony; Tohrment, el hijo del guerrero Negro Dagger Hharm; Butch O'Neal, relación de sangre de la propia línea; Rhage, el hijo del Guerrero de la Daga Negra Tohrture, Vishous, hijo del Guerrero de la Daga Negra conocido como el Bloodletter, y mis propias como Wrath, hijo de Wrath, se encuentra este hombre ante nosotros, Qhuinn, hijo de nadie, una nominación apropiada a la Hermandad de la Daga Negra. Ya que está en mi poder y discreción para hacerlo, y lo que es adecuado para la protección de la raza, y además, que las leyes que se han reconstruido para ofrecer lo que es correcto y apropiado, renunciado a todos los requisitos de linaje. Ahora podemos comenzar. Date la vuelta. Te das a conocer. — Antes de que nadie se acercara a él, Qhuinn cuadró los hombros y logró un cepillo rápido de sus ojos, por lo que fue un hombre una vez más a medida que se giraba alrededor y el manto fue tomado de él Qhuinn se quedó sin aliento. Se levantó sobre una tarima, y la cueva que estaba delante de él se encendió con un centenar de velas negras, las llamas creando una sinfonía de luz suave y dorada que titilaba sobre las toscas paredes y se reflejaba en el suelo brillante. Pero eso no fue lo que realmente llamó su atención: Justo en frente de él, entre él y el remendo, espacio iluminado, era un altar. En el centro de los cuáles había un cráneo grande. La cosa era antigua, el hueso no es el blanco de los recién muertos, pero llevando la penumbra, con la semill pátina de la edad, lo sagrado, lo venerado. Ese fue el primer hermano. Tenía que ser. Cuando sus ojos se apartaron de él, fue golpeado con asombro: Abajo en el suelo, mirando hacia él, eataban los que viven y respiran, los portadores de la gran tradición. La Hermandad estaba hombro con hombro, los cuerpos desnudos de los combatientes que forman un gran muro de carne y músculo, a la luz de las velas jugar a través de su fuerza y poder. 539 540 Tohr tomó el brazo de Wrath y llevó al rey por las escaleras que el propio Qhuinn había superado. Vuelve a la pared, y agarra las clavijas, — Wraht ordenó en Inglés mientras era escoltado al altar. Qhuinn obedeció sin vacilar, sintiendo sus omóplatos y culo golpear la piedra, mientras sus manos tomaron un par de gruesas, salientes de espiga. Cuando el rey levantó su brazo, Qhuinn de repente sabía exactamente cómo cada uno de los hermanos había conseguido la cicatriz de la marca en forma de estrella en su pectoral: Un guante de plata envejecida fue entregado a Wrath em una mano, con púas que en los nudillos y en el puño, estaba el mango de una daga negra. Con un mínimo de esfuerzo, Tohr extendió la muñeca de Wrath hacia el cráneo. —Mi señor. — Como rey la sacó. La hoja, con los gravados rituales que delineaban su linaje llameado, la resplandeciente luz y luego el borde afilado, tocó su piel. La sangre roja brotó y cayó en una copa de plata que había sido emplazada en la corona del cráneo. —Mi carne, — proclamó el rey. Después de un momento, Wrath lamió la herida cerrandola. Y luego el gran hombre, con su pelo largo hasta la cintura negro y en el pico de su vista y girandose a su alrededor, se llegó a Qhuinn. incluso sin el beneficio de la vista, Wrath de alguna manera sabía exactamente cómo sus cuerpos estaban posicionados, la altura Qhuinn era, donde la cara de Qhuinn estaba.... porque el rey con una mano a la derecha en la mandíbula de Qhuinn, con una fuerza brutal, empujó la Cabeza de Qhuinn hacia atrás y hacia un lado, exponiendo su garganta. Ahora sabía para lo que eran las malditas clavijas. Con una sonrisa cruel de Wrath exponiendo sus enormes colmillos, del tipo que Qhuinn nunca había visto antes. —Su carne. — Con la caída de un rayo-rápido, el rey se aferró sin piedad, a su vena perforando a Qhuinn en una forma brutal morder y luego dibujar en una serie de tiras y una rasgadura que se tragó uno tras otro. cuando por fin se retractó los caninos, sacó la lengua entre los labios y sonrió como un señor de la guerra. 540 541 Y entonces llegó el momento. Qhuinn no necesita que le digan que se preparen a la mierda siempre amoroso de sí mismo. Que soportaría, cuadró los hombros y las piernas, dispuestos a resistir. —Nuestra carne, — gruñó Wrath. El rey no se contuvo. Con la misma precisión infalible, se acurrucó un puño dentro del antiguo guante y golpeó a Qhuinn en el pectoral, recibiendo el impacto de los nudillos de púas tan grandes, Los labios de Qhuinn agitaban en el viento que soplaba hacia arriba y fuera de sus pulmones. Vision fue un adios por un momento, pero cuando regresó, se puso un cristal-clara ante de la cara de Wrath La expresión del rey era de respeto y una total falta de sorpresa, como si hubiera esperado Wrath a que Qhuinn lo tomara como un hombre. Y así fue. Tohr estaba al lado primero en la línea, aceptando el guante y la daga, diciendo las mismas palabras, anotando su antebrazo, sangrado dentro del cráneo, volteando la garganta de Qhuinn, entonces golpeó tan duro como un camión. Y luego Rhage. Vishous. Butch. Phury. Zsadist. Al final de la misma, Qhuinn estaba sangrando de las heridas en la garganta y el pecho, su cuerpo estaaaba cubierto de sudor, y la única razón por la que no estaba en el suelo era el perro agarre que tenía sobre las clavijas. Pero él no le importaba el mal que le hicieron a él, que se iba a quedar en pie, no importa lo que pase. Él no tenía ni idea sobre la historia de la Hermandad, pero estaba dispuesto a apostar que ninguno de estos chicos habían caído como un saco de arena durante sus inducciones, y que no quería ser el primero en algunos sentidos, pero no en las incrustaciones Además, hasta ahora fue adivinando. Los otros hermanos estaban de pie alrededor y sonriendo de oreja a oreja de él, como si totalmente aprobaran la forma en que estaba manejando de mierda y eso solo lo hizo aún más decidido. Con un movimiento de cabeza, como si le hubieran dado una orden, Tohr llevó al rey de nuevo hacia el altar y le entregó él el cráneo. El aumento de la alta sangre recogida, Wrath dijo: —Este es el primero de nosotros. Salve a él, el guerrero que dio nacimiento a la Hermandad. — Un grito de guerra estalló de los hermanos, sus voces combinadas tronando en la cueva, y luego Wrath acercó Qhuinn. —Bebe y únete a nosotros. — De acuerdo. Eso. Con un repentino aumento de la fuerza, cogió el cráneo y miró a la derecha en las cuencas de los ojos cuando él atrajo 541 542 la copa de plata a la boca. Abriendo el camino a su intestino, derramó la sangre en su garganta, aceptando los hombres en él, absorbiendo su fuerza... uniendose a ellos. A su alrededor, los hermanos gruñeron su aprobación. cuando terminó, se puso el cráneo de nuevo en manos de Wrath y se limpió la boca. El rey se rió profundamente en su enorme pecho. —Vas a querer aferrarte a esas clavijas de nuevo, hijo.... — Yyyyyyyyyy eso fue lo último que escuchó durante un rato. Como un relámpago que sale del cielo y le perforó la cabeza, un repentino estallido de energía lo golpeó, superando a todos sus sentidos. Dio un salto hacia atrás, la búsqueda de las mordazas y de bloqueo en él al igual que su cuerpo empezó a entrar en una convulsión.... Tenía toda la intención de permanecer consciente. Pero, por desgracia... lo siento, Charlie. La vorágine era demasiado grande. A medida que su cuerpo se estremeció, y su corazón parpadeó, y su mente se desinfló como un petardo, ¡Boom! que se le apagaron las luces. SETENTA Y UNO —Solo, ¿por que usted no me digas que tenemos visitantes?— hizo una pausa mientras se ponía su mochila hacia abajo de la encimera de la cocina. A pesar de que su abuela estaba esperando claramente una respuesta, que no iba a dar la vuelta hasta que estuviera segura de que su expresión mostraba nada de la sorpresa que sentía, cuando estuvo lista, ella giró sobre una bota. Su abuela estaba sentada en su pequeña mesa, la bata de color rosa y azul en coordinación con los ruleros en el pelo y las cortinas de flores detrás de ella. A la edad de ochenta años, ella tenía el rostro lleno de gracia, una mujer que había vivido a través de trece presidentes, una guerra mundial, e innumerables luchas personales. Sus ojos, sin embargo, quemados con la fuerza de un inmortal. — ¿Quién vino a la puerta, vovó? (abuela en portugues) — preguntó. 542 543 —El hombre de —su abuela levantó la mano fuertemente nudillos y rodeó sus rulos —Pelo oscuro. — Mierda. — ¿Cuando se detiene por el camino?— — Fue muy agradable. — — ¿Ha dejado su nombre?— —Así que usted no hizo lo esperado. — Ella respiró hondo, y rezó para que un efecto neutral quedara en lugar a pesar. Infierno, después de haber vivido con su abuela por tantos años, se podría pensar que estaría acostumbrada al hecho de que la mujer era una calle de sentido único a la hora de las preguntas. —Yo no esperaba a nadie, no. — Y la idea de que alguien había entrado a tocar la hizo poner la mano en la bolsa. Había un nueve allí con una mira láser y un silenciador, y que era muy buena cosa. — ¿Qué le pareció?— —Muy grande. Y el pelo oscuro. Ojos hundidos. — — ¿De que color eran?— Su abuela no vio del todo bien, pero seguro que habría de recordar eso. — Eran — —Al igual que nosotros. Habló conmigo en el español. — Tal vez ese hombre erótico que había estado siguiendo era trilingüe, dado su extraña acento. —Así que no le había quedado su nombre?— No es que eso ayudara. Ella no sabía como el hombre que había estado siguiendo se hacía llamar. —Me dijo que te conocía, y que iba a estar de vuelta contigo. — Miró la lectura digital en el microondas. Era justo antes de 22:00 —¿Cuándo vino? — —No hace mucho tiempo. — Entornó los ojos a su abuela. —Lo has estado viendo, Marisol? ¿Por que no me lo dijiste? — En ese momento, todo lo que volcó al portugués, su lengua, estaba en superposición, entre todas. Yo no me veo con nadie, entrelazado con el por que solo consigo casados. Había sido el argumento para muchas 543 544 veces, que, básicamente, solo reasumia su parte bien practicada en este juego exagerado. —Bueno, me gustaba — la abuela anunció mientras se levantaba de la mesa y golpeó la superficie con las palmas abiertas. A medida que cargaba con la revista Vanity Fair salto, queriendo maldecir. —Y creo que deberías traerlo aquí para una cena adecuada. — Yo, abuela, pero yo no lo conozco, y te sentirías así si supieras que él era un criminal y un playboy? — ¿Es católico?— Su abuela le preguntó a su salida. Es un traficante de drogas, por lo que si se es religioso, tiene increíbles poderes de reconciliación. —Parece un buen chico, — dijo su vovó por encima del hombro. —Un niño de bien católico. — Y eso que por ahora. Con esas zapatillas desgastadas siguió su camino a través de las escaleras, sin duda, haciendo todo tipo de señales de la cruz. Ella solo podía imaginarlo. Con una maldición, bajó la cabeza y cerró los ojos. En algún nivel, no podía imaginar que el hombre fuera todo calidez y difuso solo porque una pequeña anciana católica brasileña abrió la puerta maldita. Católico, tiene su culo. —Maldita sea. — Por otra parte, ¿quién era ella para ser mojigata? Ella era una criminal, también. Lo había sido durante años y el hecho de que había tenido que proveer para ella y su abuela no justificaba toda las roturas y entradas. ¿Quién lo hizo su misterioso hombre, se preguntó mientras el perro del vecino de al lado empezó a ladrar. ¿Los gemelos? Lo había visto muy autosuficiente. ¿Tenía hijos? ¿Una mujer? Por alguna razón, eso la hizo estremecerse. Cruzó los brazos sobre el pecho, se quedó mirando el lo que podía comer que fuera de bajas calorías que su abuela limpiaba todos los días. No tenía derecho a venir aquí, pensó. 544 545 Por otra parte, había visitado su casa sin ser invitada, no la había invitado Frunció el ceño y levantó los ojos. La ventana que se enmarca en las cortinas medio rosa con volantes, era negro azabache porque ella no había apagado las luces exteriores en ese momento. Pero ella sabía que había alguien allí. Y ella sabía quién era. Se le cortóel aliento, el corazón comenzóa latir rápido, se llevó la mano a la parte delantera de su garganta por alguna razón. Volviendo la espalda, se dijo. Hulle. Pero... no lo hizo. Assail no había querido ir a la casa de Su pequena ladrona Sin embargo, el dispositivo de rastreo estaba todavía en su Audi, y cuando se le había informado de que había vuelto a la dirección, era incapaz de no materializarse allí. Él no quería ser visto, sin embargo, por lo que eligió el patio trasero, y fortuito: cuando Su pequena ladrona entró en la cocina, se puso la vista completa en ella, al igual que en su compañera de piso. Una hembra mayor humana era bastante encantadora en la especie, la anciana de con el pelo en bigudíes, su salto de cama brillante como un día de primavera, con el rostro hermoso, a pesar de su edad. Ella no era feliz, sin embargo, cuando ella estaba sentada en la mesa y miró, Assail había conjeturado que debía ser su nieta. Se intercambiaron palabras, y sonrió un poco en la oscuridad. Mucho amor entre ellas muchas molestias, también. Y no era la forma como con parientes mayores, si fueras humana o vampiro. ¡Oh!, cómo se alivió al saber que ella no vivía con un hombre. A menos, claro, que uno que había conocido en el restaurante también se quedara en la casita. É[ gruñó suavemente en la oscuridad, el perro de la casa de al lado empezó a ladrar, advirtiendo a su humana propietara de la que no tenían conocimiento. Un momento después, la pequena ladrona se quedó sola en la cocina, con una expresión un tanto de renuncia y frustración. Mientras estaba allí, cruzando los brazos, moviendo la cabeza, se dijo que se debía ir. En su lugar, hizo lo que no debía. Miró a través del cristal con su mente y dio rienda suelta a su necesidad. Al instante, ella respondió, ese cuerpo esbelto enderezar de su magra figura contra el mostrador, con los ojos mirando a través de la ventana. 545 546 —Ven a mí, — dijo en el frío. Y así lo hizo. La puerta trasera crujió cuando la abrió con la cadera, lo que obligó la a esquina inferior a tallar el pastel y cortar en la cubierta de nieve. Su olor era ambrosía para él. Y mientras cerraba la distancia entre ellos, su cuerpo se elevó con avidez depredadora. Assail no se detuvo hasta que estuvo a pocos centímetros de ella. Y pecho a pecho, que era tanto más pequeña que él, sin embargo, el efecto que tenía sobre él era una montaña: Las manos en un ovillo, los muslos endurecidos, su ritmo cardíaco con la sangre caliente. —No pensé que iba a verte otra vez, — susurró. Su miembro se endureció aún más, solo por el sonido de su voz. —Parece que tenemos asuntos pendientes. — Y no se trataba de dinero, drogas, o información. —Quise decir lo que dije. — Se cepilló el pelo hacia atrás, como si estuviera teniendo dificultades para mantenerse de pie todavía. —No más espionaje de mi parte. Lo prometo. — —De hecho, me has dado tu palabra. Pero parece que echo de menos tener sus ojos en mí. —Con pequeños silbidos llevados a través del aire frío desde la boca. —Entre otras cosas. — Ella apartó la mirada rápidamente. Miró hacia atrás. —Esto no es una buena idea. — — ¿Por que? Debido a que el ser humano con que estabas cenando anoche? — Su pequena ladrona frunció el ceño probablemente en el uso de la palabra humano. —No. No a causa de él. — —Así que ya no vive aquí. — —No, es solo para mi abuela y yo. — —Estoy de acuerdo. — — ¿Por que vas a tener opinión en absoluto?— 546 547 —Me pregunto a diario, — murmuró. —Pero explicar, si no es a causa de el hombre, ¿por que no cumple? — Su pequena ladrona echó el pelo sobre su hombro otra vez y sacudió la cabeza. —Eres... problemas. — —Dice eso la mujer que es casi siempre va armada. — Ella inclinó la barbilla. — ¿Crees que no vi esa espada ensangrentada en tu pasillo de vuelta?— —Oh, eso. — Rechazó el comentario con un gesto de la mano. —Solo cuidando los negocios. — —Pensé que lo habías matado. — — ¿A. Quién? —A Mark, mi amigo. — —Amigo, — se oyó gruñir. — ¿Eso es lo que es.? — —Entonces, ¿A quién mataste?— Assail sacó un cigarro a la luz, pero ella lo detuvo. —Mi abuela va a oler. — Levantó la vista hacia las ventanas cerradas de la segunda planta. — ¿Cómo?— —Por favor, no. No aquí. — Con una inclinación de cabeza, aceptó aunque no podía recordar haber hecho una exepción con nadie. — ¿A quién mataste?— El se preguntó ¿hechos, sin la histeria? que se podría esperar de una mujer. —No es nada que te refiera. — —A lo mejor, no lo sé, eh. — Teniendo en cuenta que era una especie diferente a ella. Sí. En efecto. —Fue lo que nunca nadie supo. Te diré, sin embargo, que tenía motivos. Me. Traicionó — 547 548 —Así que se lo merecía... — No es una cuestión, más una declaración de aprobación. No podía dejar de favorecer su toma de las cosas. —Sí, lo hizo. — Hubo un momento de silencio, y luego tuvo que preguntar: — ¿Cuál es tu nombre?— Ella se echó a reír. — ¿Quieres decir que no lo sabes?— — ¿Cómo me voy a enterar?— —Buen punto, y yo te lo diré, si me explicas lo que le dijiste a mi vovó. — Abrazó a su torso, como si tuviera frío. —Sabes..., le gustas. — — ¿A. Quién...?— —Mi abuela. — —Cómo siempre... ¿no me conoce?— Su pequeña ladrona frunció el ceño. —cuando viniste antes que ahora. Dijo que pensaba que eras un buen hombre, y quiere invitarte a cenar. —Esos ojos negros asombrosos regresaron a los suyos. —No es que te estoy defendiendo, ¿Qué...? Hey. — Assail se obligó a aflojar su control, sin darse cuenta la había agarrado el brazo. —Yo no he venido antes. En ningún momento he hablado con tu abuela. — Su pequeña ladrona abrió la boca. Callese. Abrió de nuevo. —Usted no estubo aquí esta noche?— —No. — —Entonces, ¿quién diablos me está buscando?— Una gran necesidad de protección se apoderó de él, sus colmillos se alargaron y su labio superior empezó a enrollarse de nuevo. Pero se contuvo, apisonar de dar espectáculo exterior de sus emociones internas. De repente, él asintió con la cabeza en dirección a la cocina. —Vamos dentro. Ahora. Y me dice más. — 548 549 —Yo no necesito tu ayuda. — Assail la miró desde su altura superior. —La tendrás de todos modos. SETENTA Y DOS Trez no estaba acostumbrado a tener chofer alrededor. Le gustaba conducir a él mismo. Estar controlado. La elección de la izquierda o la derecha. Ese tipo de auto-determinación no estaba en el menú de esta noche, sin embargo, por el momento en el que viajaba fantástico en la parte trasera de un Mercedes que era del tamaño de una casa. En el frente, Fritz, ya que era su nombre, conducía como un murciélago salido del infierno, era exactamente algo que se espera de un mayordomo que parecía que era de siete mil años de edad. Ahora, dado que Trez era todavía un poco después del dolor de cabeza de la noche anterior, supuso que estaba bien ser un pasajero en este caso. Pero si él y iAm se iban a vivir aquí, iba a tener que saber dónde estaba la maldita propiedad. Vete a la mierda. Por alguna razón, sus sentidos se daban cuenta de un cambio en el ambiente, algo como un hormigueo en los bordes de su conciencia, una advertencia. Y ¿qué sabes, fuera de la ventana, la luz de la luna mostraba un paisaje ondulado, con una distorsión fundamental, ajustando su visión. Sus ojos saliendo del interior del Mercedes. Todo estaba bien, el cuero negro, la madera de nogal, la partición que se habían planteado en su lugar todo aparecerá exactamente como debería. Así que no eran sus nervios ópticos no veía mal. Cambiando los ojos hacia el aire libre, él sabía que la distorsión no era porque tenía una niebla No, algo raro, aguanieve, tampoco. No, esta mierda no era el clima era algo completamente distinto... como si el miedo hubiera cristalizado en 549 550 las propias partículas del aire, y que estaba causando que el paisaje se transformarse de otra forma. Una cubierta protectora. Genial, pensó. Y aquí había asumido que él y su hermano eran los únicos con trucos bajo la manga. —Estamos cerca, — dijo. — ¿Qué es esto?— IAm murmuró él también miró por la ventana. —No lo sé. Pero tenemos que conseguir algo de él. — De repente, el coche entró en una subida, lo que, dada la velocidad del Anciano pie de plomo, parecía el lanzamiento de una montaña rusa. Lo hicieron sin cresta y una caída libre en la parte superior, sin embargo, a partir de la nada, una mansión de piedra maciza se materializó, tan rápido, Trez lo agarró de la mano y se preparó. Sin embargo, su chofer sabía exactamente dónde estaban, y la distancia que se requería para detener el Mercedes Benz. Con la experiencia de un conductor especialista de Hollywood, el mayordomo clavado los frenos, llevandolos a un parque de estacionamiento entre de un GTO, Trez tuvo una inmediata erección por..., un Hummer que parecía una escultura abstracta en lugar de todo lo que era manejable. —Tal vez él cometió sus errores con esto, — dijo Trez secamente. A medida que se liberaron los bloqueos, él y iAm salieron al mismo tiempo. Era una casa digna de loas, Trez pensó mientras inclinaba la cabeza hacia atrás y miró hacia arriba, arriba, muy arriba. En comparación con la pila gigante de roca, que se sentía como del tamaño de un pulgar. Al igual, que el pulgar de un niño de dos años de edad. Vislumbrando lo alto en el frío de la noche, con gárgolas que vigilaban desde el alero, y siniestras miradas a un par de alas de cuatro pisos que se extendían fuera de cualquier lado, el lugar parecía ser exactamente igual a lo uno esperaría que el rey de los vampiros tuviera para vivir, era espeluznante, amenazante. Era toda esa mierda de Halloween, pero esta era de verdad. La gente de allí mordían, y no sólo cuando se les pidió que lo hicieran. —Interesante, — dijo Trez, al sentirse como en casa. —Señores, ¿por qué no continuan en el interior, — dijo el mayordomo alegremente. —Y voy a tratar de llevarles sus maletas. — 550 551 —No,— respondió Trez mientras se dirigía hacia el maletero. —Tenemos un montón de mierda, er… mierda. — Fue un poco difícil maldecir delante de un hombre de frac. iAm asintió. —Nosotros nos encargaremos de esto por usted. — El mayordomo miró hacia atrás y adelante entre ellos, sonrío todavía firmemente en su lugar. —Por favor, no, vengan a la fiesta. Vamos a dejar estas cosas mundanas. — —Oh, no, podemos— —Sí, quiero decir, no va a llevar mucho— Fritz parecía confundido, y luego con un poco en pánico. —Pero, por favor, deben unirse a los demás. Yo deberá hacerme cargo de esto. Esta es mi posición dentro del hogar. — La angustia parecía tan fuera de lugar, pero no era como si se pudiera argumentar como sin causar más molestias: Es evidente que el tipo iba a subrir una embolia si llevaban su propio equipaje a través de esa puerta. Como en Roma... pensó Trez. —Bueno, sí, gracias. — —Sí, muchas gracias. — Una sonrisa entrañable, con ojos muy abiertos había respondido de inmediato. —Muy bien. Muy bien, por cierto. — El mayordomo indicó el camino por la puerta, como propósito de una gran… catedral, era un misterio, Trez se encogió de hombros y se dirigió hacia las escaleras. — ¿Crees que va a limpiarnos nuestros propios traseros?, — Dijo en voz baja. —Sólo si él nos ve a ir al baño. — Trez soltó una carcajada y lo miró. — ¿Ha sido una broma, iAm? ¿Eh? Creo que lo fue. — Después de darle un codazo a su hermano, y conseguir un gruñido como respuesta, extendió la mano y agarró la pesada manija del portal. Él se sorprendió un poco al ver que no estaba cerrada con llave, pero, de nuevo, con... sea lo que sea... por todas partes, por qué necesita sugerir nada. No chilló cuando se abrió camino, y eso no fue una 551 552 sorpresa. El lugar estaba ajardinado a una pulgada, completamente arreglado al fondo, y totalmente ordenado. todo Por otra parte, ¿con ese mayordomo a cargo? Una motita de polvo era probablemente una emergencia nacional. Al salir del frío, se encontró en una pequeña antesala con un piso de mosaico y un alto techo, frente a una estación de recepción que incluye una lente de cámara. Él sabía lo que era para él y empujó su globo a la derecha, en su campo de visión. Al instante, la puerta interior, que podría haber protegido una bóveda de un banco cuando en lo que se trata al peso, y se abrió en todo su ancho. — ¡Hola!, — Dijo una mujer. —Usted ha llegado. — Trez apenas notó a Ehlena mientras tomaba nota de lo que estaba detrás de ella. —Hey... ¿qué tal...? — No oyó su respuesta. Oh... wow. Oh... qué hermoso color. Trez estaba al tanto del avance, pero lo hizo... era la más increíble maravilla arquitectónica que jamás había visto. Grandes columnas de malaquita y mármol subía a un techo más alto que los cielos. Lámparas de cristal y apliques dorados brillaron. Una escalera de color rojo sangre tan grande como un parque de la ciudad se levantó de un piso de mosaico que parecía describir... un manzano en flor. Con el adusto del exterior, el interior era absolutamente resplandeciente. —Que compite con el palacio, — dijo iAm de asombro. —Oh, Ehlena, hey, nena. — Trez era vagamente consciente de su hermano abrazando a la shellan de Rehvenge. Y había otras personas dando vueltas, mujeres, en su mayoría, pero reconoció a Blay y un hombre rubio, junto con John Matthew, y, por supuesto, Rehv, que venía por el suelo con la ayuda de su bastón. —La fiesta no es para ustedes dos, pero pueden pretender que es. — iAm y Rehv se abrazaron, pero de nuevo Trez no estaba prestando atención. De hecho, al arco iris de color oh-my-Dios había desaparecido por completo, también. 552 553 De pie en el arco de lo que parecía ser un comedor formal, Una Elegida que había visto con Rehv estaba hablando con otra persona que también estaba en una túnica blanca. La visión de Trez salió del túnel y algo más, con los ojos prendidos en ella y quedarse donde estába. Mírame a mí, él lo quería. Mírame. En ese momento, como si sintiera un comando, La Elegida miró. Trez se endureció al instante, su cuerpo se hinchó de la necesidad de ir a la hembra, recogerla, y llevarla a algún lugar privado. Dónde podría marcarla. La voz de iAm era exactamente, justamente, lo que no necesitaba escuchar a su oído. —No es para ti, hermano. — Joder que para reír, Trez la pensó como su elegida y centrandose en la mujer con la que había estado hablando. Él iba a tenerla, aunque le mataran. ¿Y si todo se reduce por eso? Bueno, la vida no era realmente un partido en este momento, lo era. **** Cuando Qhuinn regresó de su alrededor, estaba acostado en la parte superior del altar. El cráneo estaba justo al lado de su cabeza, como si el primer hermano cuidara de él cuando él se recuperó de la bebida. Guiñando unos ojos claros, se dio cuenta de que estaba mirando a una pared de nombres. Cada centímetro cuadrado de la gran losa de mármol contra la que había estado de pie habían sido grabadas con los nombres en el Antiguo Idioma. Bueno, excepto por donde estaban las clavijas individuales. En cuanto se sentó y dejó las piernas libres, tenía la espalda agrietado y su cabeza le daba vueltas. Frotándose la cara, saltó y caminó hacia adelante... hasta que pudo tocar las esculturas. —Tú estás abajo en el otro extremo, — dijo Zsadist detrás de él. Qhuinn dio la vuelta. La Hermandad fue una vez más de pie abajo, cada uno de ellos sonriendo como un hijo de puta. El acento bostoniano de Butch sonó. 553 554 —Es una carrera para ver tu nombre allí. Tienes que verlo. — Qhuinn dio la vuelta. Efectivamente, después de dirigirse a la derecha, se encontró con el nombre del policía... y luego el suyo. Sus piernas se aflojaron y se dejó caer, de rodillas antes de la alineación precisa de símbolos. Luego miró al otro lado de la pared, los distintos nombres que desaparecen en la nada, sin un solo, patrón coherente en todo el mármol. Al igual que la Hermandad. No hay personas en ella, el grupo era la cosa. Y él era parte de ella. Maldita sea... él estaba allí. Qhuinn estaba listo para una experiencia transformadora algo parecido a lo largo de las líneas de un gran tema: “la campana” (deYou Belong) golpeandolo en el pecho, o tal vez la alegría lo mareo o... mierda, una gran carga del culo. “Galan” cantando en su cerebro. No sucedió. Estaba contento, sí. Estaba orgulloso, acogido, sí. Estaba listo para salir y luchar como un mack hijo de puta. Pero cuando se puso de pie, se dio cuenta de que a pesar de que estaba totalmente renovado, parte de él se mantenía separado y desprotegido. Por otra parte, había sido un par de días cojonudos, como si el destino tuviera que poner su vida en la licuadora, el pulso y estaba ocupado haciendo salsa en su culo. ¿Tal vez fue más porque nunca había sido bueno en lo emocional? Y en nada iba a cambiar eso. Al menos estaba en funcionamiento, sin embargo. Bajando a los Hermanos, que tenían tantos golpes en la espalda y golpes de pecho, sabía lo que es un lineman, se sentía como después de una práctica. Y entonces cayó en la cuenta... Que se iba a casa de Blay. María, Santa Madre de Dios, usando una frase del policía, estaba tan dispuesto a bloquear los ojos en ese guy. Tal vez escabullirse y decirle lo que era, a pesar de que probablemente no se supone que debe hacer que. Tal vez ir a su habitación después de que la fiesta hubiera terminado y... um, sí... por un tiempo. Bien, ahora que se bombea. Rhage le arrojó su manto negro y con la mirada. —Así que, bienvenido al manicomio, lo sientes, hijo de puta. Estás atrapado con nosotros para toda la vida. — 554 555 Qhuinn frunció el ceño y pensó en John. — ¿Qué pasa con mi posición ahstrux nohtrum?— —Quitado— V dijo mientras se vistió por arriba de la cabeza también. Eres un hombre libre. — —Así que John sabía?— —No que estabas recibiendo este tipo de promoción, no. Pero le dijeron que no podías ser más su soldado raso. —Cuando Qhuinn tocó el tatuaje bajo los ojos, V asintió. —Sí, vamos para cambiar eso, es una cosa honorable alta, sin embargo, no es una muerte o despido. — Oh, genial. Mejor que una carta de despido en el centro del pecho y una tumba poco profunda. Mientras salían, Qhuinn echó un último vistazo a la cueva. Era tan raro, sí, él estaba pasando a la historia, pero esto también se sentía como la culminación de todas esas noches luchando con los hermanos, una lógica interna haciendo de este evento algo extraordinario parece... inevitable Volviendo sobre el camino que habían tomado, Qhuinn pronto se encontró en un pasillo que se alineaba con estantes desde el piso al techo muy alto. —Jesús Cristo..., — susurró mientras miraba en todas las vasijas de menores. Todo el mundo se detuvo. — ¿Las tinajas,? — preguntó Wrath. —Sí,— dijo Tohr con una risita. —Nuestro hijo se ve impresionado. — —Debe estarlo, — Rhage murmuró mientras apodera del cinturón de la bata. —Es muy impresionante. — Multiples gemidos en ese punto. Poniendo los ojos en blanco. —Al menos no las tiran — — Menuda bolsa de sorpresas, — murmuró alguien. —Eso es Lassiter, — era la respuesta. —El hombre, ese hijo de puta, tiene que dejar de ver níquel-odeon de mierda. — 555 556 —Entre otras cosas. — —Enfoque, gente, — Rhage interrumpió — ¿Podemos hablar un momento aquí?— Gruñidos de aprobación sustituyó las puteadsa, el sonido gutural se levanta y con hilo a través de los recuerdos de sus enemigos muertos. —Imagínate, — Tohr dijo mientras ponía un brazo alrededor de los hombros de Qhuinn, — ahora tú puedes poner tu propio cuerpo aquí. — —Buen trato, — murmuró Qhuinn mientras revisaba a todos los diferentes tipos de contenedores. — Bien trataré. — Salieron por las puertas que eran tan antíguas y el tipo de cosa que un soplete haría, necesitaban un par de horas para llegar. Luego había otro obstáculo que se hizo a un lado, seguro que parecía una pared en la cueva y solo ellos la conocían, salieron por un bajo rincón de la tierra, y estaban de vuelta en el Escalade. Les tomó un tiempo para volver a través del bosque, y los segundos después las luces de la mansión aparecieron a la vista, comenzó a emocionarse su cuerpo sacudiéndose hacia adelante en su asiento, con la mano en busca de la cerradura de la puerta. El SUV apenas había disminuido cuando fue sintiendose libre y saltando, entre una erupción de risas de la Hermandad, ya que tomó una salida más razonable de las cosas, siguiendo su estela mientras saltaba los escalones. En la entrada principal, la grande, él abrió la puerta y le disparó en el vestíbulo, lanzando su cara en la cámara de seguridad. Detrás de él, oyó las voces de los hermanosSus hermanos, ahora, sin embargo. ¿No eran ellos. Sus hermanos fueron subiendo en la medida que se reunieron con él, y la puerta interior la abrió por Fritz. Qhuinn casi atropelló al mayordomo al saltar dentro. Gran cantidad de caras sonrientes, de las shellans de la casa, la reina, doggen por todas partes... iAm, Trez, y Rehv con Ehlena... Buscó el pelo rojo, en el comedor, y luego al otro lado de la sala de billar. Cuando fue se detuvo. En el lado opuesto de la mesa de billar, en el sofá ante el televisor que se montó sobre la chimenea, Blay y Saxton estaban sentados lado a lado. Sus rostros estaban vueltos uno al otro, con un par de gin tonics en sus manos, los dos como si estuvieran en una discusión profunda. 556 557 Bruscamente, Blay se echó a reír, con la cabeza inclinada hacia atrás.... En ese momento, miró a Qhuinn. Al instante, su expresión se endureció. — ¡Felicidades!— El sonido de la voz de Layla le revolvió, y él se volvió hacia ella ciegamente, su mente confundida, incluso aunque no debería esperarlo, había sabido todo el tiempo que Saxton regresaba después de sus vacaciones. —Estoy tan feliz por ti— A medida que Layla le abrazó, puso sus brazos alrededor de ella automáticamente. —Gracias. — Él se retiró y se frotó el pelo. —Así que, ah, ¿cómo te sientes?— —Nauceosa y ¡fabuloso!— Qhuinn se hundía en su propia piel, tratando de encontrar la alegría en el embarazo. —Estoy tan contento. Estoy muy... contento — SETENTA Y TRES Entró en la cocina mientras ella trajo al hombre a su casa. Y entonces, como parte de su curso de corrección, lo invito a la silla en que su abuela había estado, apenas pudo sacar unas cosas fuera para que se sentara. —No me has dicho tu nombre, o bien,— murmuró a ella, a pesar de que los nombres propios era la última cosa en su mente. El hombre se unió a ella en la mesita. Entre sus ropas caras y el tamaño de él, que hizo que todo pareciera endeble, desde el tramo de laminado que les separaba de los asientos, a la cocina. Toda la casa. Extendió su mano sobre la mesa. En esa voz con acento profundo como cielo, dijo: 557 558 —Yo soy Assail. — — ¿Assail?— Su cautela se extendió a su propia palma, dispuesto a reunirse con él en el centro. —Nombre de extraño — El contacto de inmediato se hizo, un rayo que pasó lcomo una lengua por su brazo y cayó en su corazón, lo que lo aceleró hacia arriba, haciendo que se ruborizara. — ¿No te gusta?, — Susurró a sabiendas, como si fuera consciente de su reacción. Excepto que él estaba hablando de su nombre, ¿no? Sí, eso fue todo. — Es... inesperado. — —Dame el tuyo. — Emitió el comando sin soltarla —Por favor. — Mientras esperaba, sostenía su mano, mientras respiraban juntos, ella se dio cuenta de que a veces hay cosas más íntimas que el sexo. —Marisol. Pero la gente me llama Sola. — Él ronroneó. Ronroneó. —Yo te llamo Marisol. — Y no tenía que adaptarse. Dios, con ese acento... se volvió lo que había sido llamado toda su vida en un poema. Sola retiró su mano de la de él y la puso en su regazo. Pero sus ojos quedaron a la derecha en él; su expresión era de arrogancia, y ella tuvo la impresión de que se trataba de una omisión inconsciente, no, nada que ver con ella. Su cabello parecía imposiblemente grueso, y, sin duda, decorado con productos nada meramente humanos podía mantener esa ola perfecta en la frente de esa manera. ¿Y su colonia? Olvidaba lo que le traía. Lo que sea que fuera, ella estuvo a punto de conseguirlo alto y claro, su olor era increíble. Entre estos se veía bien el cuerpo y todo... sus cerebros. Estaba dispuesta a apostar la casa, de deporte mundial. hecho su vida era un gran —Así que háblame de este visitante de los suyos,— dijo. Mientras esperaba, bajó la barbilla, y él la miró por debajo de sus párpados. 558 559 Así que no es una sorpresa que hubiera matado a alguien. Ella se encogió de hombros. —No tengo ni idea. Mi abuela acaba de decírmelo que el hombre tenía el pelo oscuro y ojos hundidos... —Ella frunció el ceño, notando que sus iris eran como siempre ese color luz de la luna el tipo de cosas que simplemente no parece posible en la naturaleza. ¿Lentes de Contactos? , se preguntó. —Ella ah, no mencionó un nombre, pero debe de haber sido educado, si no lo hubiera sido, me habría oído hablar de esto y algo más. ¡Ay Y le habló en español. — — ¿Hay alguien que te busca a ti?— Sola negó con la cabeza. —Yo no hablo de esta casa. La mayoría de la gente ni siquiera sabe mi verdadero nombre. Por eso pensé que era usted, ¿quién más...? quiero decir, nadie más se ha llegado aquí, como usted. — — ¿No hay nadie en tu pasado?— Exhalando, miró alrededor de la cocina, y luego recogió las servilletas y doblandolas. —No sé.... — Con la vida que llevaba. Podría ser cualquier número de personas. — ¿Tienes una alarma de seguridad aquí, — le preguntó. —Sí. — —Debes asumir que es peligroso hasta que se demuestre lo contrario. — —Estoy de acuerdo. — Como Assail, él metió la mano en su abrigo, ella negó con la cabeza. —No hay cigarros. Yo dije que — Hizo una demostración exagerada de la extracción de una pluma de oro y la sostenía. Luego tomó una de las servilletas con las que acabara de juguetear y escribió un número de teléfono de siete dígitos. — ¿Me llamarás si viene otra vez. — Deslizó la servilleta plana sobre la mesa, pero mantuvo su índice derecho sobre los números. —Y voy te voy a cuidar de él. — 559 560 Sola se levantó demasiado rápido, haciendo chirrear la silla. Al instante, se quedó inmóvil y miró al techo. Cuando no hubo ningún sonido desde arriba, se recordó a mantener los ruidos bajos. Caminó hacia la cocina en silencio. Volviendose de nuevo. Hechando un vistazo a la puerta de atrás en el porche. Volviendo de nuevo. —Mire, no necesito su ayuda. Se lo agradezco.— En cuanto se dio la vuelta para tomar la ruta a la estufa de nuevo, quedaba justo en frente de ella. Jadeando sobresaltada ni siquiera había oído que se moviera Su silla estaba en la misma posición que estaba cuando se había sentado en ella. No como ella, que la empujó a un lado. — ¿Qué...? — Ella se quedó en silencio, su mente girando. Seguramente, ella no iba a preguntarle qué era- Cuando él extendió la mano y tomó la cara, sabía que habría tenido problemas para decir no a todo lo sugirió —Me vas a llamar,— le ordenó, —y yo vengo a ti. — Las palabras eran tan bajas que casi deformaba, su profunda voz... muy profunda. Por orgullo formuló una protesta en su cerebro, pero su boca se negaba a hablarlo. —Está bien,— dijo. Ahora sonreía, sus labios se encresparon hacia arriba. Dios, sus colmillos eran agudos, y ya ella recordó. —Marisol, — ronroneó. — Un nombre muy bonito. — Cuando empezó a inclinarse hacia ella, una sutil presión sobre su mandíbula levantó la barbilla. Oh, no, el infierno, no, no debería estar haciendo esto. No en esta casa. No con un hombre como él... A la mierda. Con un suspiro de rendición, cerró los ojos y levantó la boca para aceptar su beso. —Sola! Sola, ¿qué haces ahí abajo! — Ambos se congelaron y al instante, Sola regresó a la edad de trece años. — ¡Nada!— Gritó. 560 561 — ¿Quién está contigo?— —No solo es la televisión— Tres... dos... uno... —Eso no suena como ninguna TV— —Ve, — susurró mientras empujaba contra su ancho pecho. —Tienes que irte ahora. — O baja. — —Creo que me gustaría conocerla. — —No lo sabes. — —Yo no— —Sola! Estoy bajando — —Ve,— dijo entre dientes. —Por favor. — Assail pasó su dedo pulgar por el labio inferior y se apoyó en ella, hablando directamente al oído. —Yo tengo planes para recoger su pedido del que hemos sido interrumpidos. Sólo para que lo sepas. — Dándose la vuelta, se trasladó con frustración y ocio a la puerta. De ella así como de su abuela y sus zapatillas en las escaleras, se tomó el tiempo para mirar por encima del hombro mientras abría la salida. Sus brillantes ojos recorrieron su cuerpo. —Esto no ha terminado entre nosotros. — Y luego se fue, gracias al buen Dios. Su abuela dio la vuelta a la esquina una fracción de segundo después de que la puerta de la salida al exterior hizo clic estando en su lugar. — ¿Y bien?, — Dijo. Sola miró a la ventana junto a la mesa, tranquilizandose a sí misma de que todavía estaba oscuro como el interior de un sombrero. Sip. Bueno. — ¿Ves?, — Dijo, barriendo sus brazos alrededor de la cocina, por demás vacío. —Nadie está aquí. — 561 562 —La televisión no está encendida. — ¿Por qué, oh, ¿por qué no su abuela tenía la gracia para ablandar su cabeza, como tantos otros geriátricos? —Lo apagué porque te perturban. — —Oh. — Ojos sospechosos merodeaban alrededor.... Mierda. Había nieve en fusión en el linóleo de donde habían estado. —Vamos, — Sola dijo mientras se dirigió a la mujer en girándola — Basta de molestias por esta noche. Nosotros iremos a la cama. — —Te estoy vigilando, Sola. — —Lo sé, vovó. — Mientras se dirigían a las escaleras juntas, parte de ella se preguntaba exactamente quién diablos había llegado buscándola aquí y por qué. Y la otra mitad? Pues bien, esa parte se encontraba todavía en la cocina, a punto de besarla ese hombre. Probablemente era mejor que habían sido interrumpidos. Tenía la impresión inequívoca de que su protector... también era un depredador. **** La llamada de Xcor al teléfono que había estado esperando llegó en un momento más oportuno. Acababa de terminar de acechar y matar a un asesino solitario bajo el centro del puente, y estaba limpiando su amada, de la sangre negra en la hoja de la guadaña que salía fácilmente mientras pasaba un paño de gamuza de arriba a abajo. Sacó a su mujer fuera de la espalda primero, y sólo entonces sacó su teléfono. Para responder, miró a sus combatientes que se reunieron y hablaron de la lucha de la noche y el viento frío. — ¿Es usted Xcor, hijo de Bloodletter?— Xcor apretó los dientes, pero no se molestó en corregir la inexactitud. El nombre del Bloodletter era de utilizar para su reputación. —Sí. ¿Quién es usted? — Hubo una larga pausa. —No sé si debería estar hablando contigo. — 562 563 Los tonos eran aristocráticos, y le informó de la identidad de la persona que hablaba lo suficientemente bien. —Tú eres el Asociado de Elan. — Otra larga pausa y, las Parcas, que intentaron con su paciencia. Pero eso era otra cosa que lo mantenía en sí mismo. —Sí. Lo. Soy. ¿Has escuchado las noticias? — —Acerca de. — Cuando un tercer tramo de silencio llegó, él sabía que esto iba a tomar su tiempo. Silbando a sus soldados, que indicaba que todos fueran a su rascacielos, varias cuadras hacia el este. Un momento después, estaba en el techo, las ráfagas mucho más fuerte por su elevación prefiriendo. Como con un discurso impidió tal vendaval, que se puso a cubierto al abrigo de algunos motores. —Noticias sobre qué, — que se le solicite. —Elan está muerto. — Xcor enseñó los dientes al sonreír. —Por supuesto. — —No pareces sorprendido. — —No lo estoy. — Xcor rodó los ojos. —Aunque, naturalmente, estoy despojado de mi contacto. — Lo cual era algo cierto: Era más bien como la pérdida de un arma a mano. O, más exactamente, una destornillador. Pero esas cosas podrían ser reemplazadas. — ¿Sabes quién lo hizo?— Exigió la persona que llama. —Bueno, creo que lo hago, ¿me equivoco?— —Fue la Hermandad, por supuesto. — Otra idea falsa, pero de nuevo, Xcor estaba dispuesto a dejarla reposar. —Dime, ¿Qué estás esperando que yo le vengue? — —Ese no es mi preocupación. — Los tonos altisonantes sugirieron al macho estaba de hecho preocupado ante el mismo destino para si. —Su familia debe ir detrás de una reparación. — 563 564 —Como es su derecho. — Cuando no había nada más que importara a Xcor sabía lo que había esperado y lo que requería. —Te puedo asegurar dos cosas: mi confidencialidad y mi protección. Puedo adivinar que estaban en la reunión en la casa de Elan en el otoño. Mi posición vis-à-vis el rey no ha cambiado, y yo estoy conjeturando que esta llamada le coloca en una orientación favorable a mi propia opinión. ¿Estoy en lo correcto? — —Yo no soy una persona que busca el poder político o social. — Perro de mierda. —Por supuesto que no. — —Yo Estoy... preocupado por el futuro de la raza, en esto, Elan y yo estábamos alineados. Yo no estoy de acuerdo con las tácticas que propone, sin embargo. El acesinato conlleva demasiados riesgos, y en última instancia, no será lograr lo que justifica. — Al contrario, pensó Xcor. Una bala en el cerebro arregla muchas cosas—La ley es la manera de derrocar al rey. — Xcor frunció el ceño. —No lo entiendo. — —Con todo el respeto, la ley es más poderosa que la espada. Parafraseando un dicho humano. — —Sus referencias indirectas son una pérdida de palabras para mí. Sea específico, si no le importa. — —Las viejas leyes proporcionan el poder que ejerce Wrath. Ellas explican su dominio unilateral sobre todo tipo de nuestras vidas y de nuestra sociedad, dándole rienda suelta a actuar como le plazca, con una completa falta de rendición de cuentas. — ¿Cuál era la razón por la que Xcor quería el trabajo, muchas gracias. —Adelante. — —No hay restricciones sobre lo que puede hacer, los cursos que puede tomar, de hecho, también puede cambiar las viejas leyes, si así lo desea, y alterar la estructura misma de nuestras tradiciones y fundaciones. — —Soy muy consciente de ello. — 564 565 Él miró su reloj. Suponiendo que no se atasque en este maldito teléfono durante las próximas dos horas, todavía había un montón de tiempo que queda para luchar. —Tal vez usted y yo deberíamos tener esta charla juntos en persona mañana por la noche. — —No hay más que una advertencia. — Xcor frunció el ceño. — ¿Advertencia?— —Él debe necesariamente ser capaz de producir, y cito,— un heredero de sangre pura. — —Y esto es relevante, ¿cómo? Él está acoplado ya, y sin duda en el futuro — —Su shellan es una mestiza. — Ahora Xcor fue el que cayó abogando en silencio y Elan se aprovechó de la tranquilidad. —Vamos a ser claros con los demás. No debe haber sangre humana en las especie. De vez en cuando, no han sido apareamientos fuera de la carrera. Se podría argumentar que nadie fuera verdaderamente 'de pura cepa'. Hay, sin embargo, una importante diferencia entre un extravío civil y la piscina de apareamiento humano, y el rey, debe producir una descendencia cuya propia madre es una mestiza y que dejaría descendientes a heredar el trono a su muerte. — Throe se acercaba por la esquina. —Todo está bien, — le preguntó Xcor cogió el teléfono. —Lleva a los demás a las calles. Me reuniré contigo a buen ritmo. — —Como quieras, — dijo Throe con una breve reverencia. Como caza se esquivó, el aristócrata en el otro extremo continuó. —Hay inquietud entre muchos miembros de la clase dominante, como usted bien sabe. Y creo que si alguien viene adelante con esto, será mucho más eficaz en el desplazamiento de Wrath, hijo de Wrath, que cualquier atentado contra su vida. Sobre todo después de haber hecho tal demostración de fuerza en la reunión del Consejo de la otra noche. 565 566 En efecto, muchos se asustaron en una especie de presentación a partir de entonces, sus voluntad de reclutar era bastante fuerte. — La mente de Xcor comenzó a estrechar las posibilidades. —Así que digame caballero, en su mente, se haría su sucesor, ¿no? — —No, — fue la respuesta estridente. —Yo soy un abogado, y como tal, valoro la lógica por encima de todo. En este clima de intranquilidad y de guerra, sólo un soldado podría liderar la carrera y deben hacerlo. Elan era un tonto por su ambiciones, y que ha estado tomando ventaja de esto. Lo sé porque lo vi en su casa la noche de su caída que lo estabas posicionando donde él quería, como él pensaba que era el otro, todo lo contrario. Quiero cambiar, sí. Y estoy dispuesto a hacer que suceda. Pero no me hago ilusiones sobre mi utilidad, y no tengo interés en el resultado de Elan de convertirse en mi costa. — Xcor se encontró girando en el sentido de la cima de la montaña. —El rey no será destronado de esta manera. — —Ningún rey lo ha sido. — Buen punto. Mientras miraba hacia el noreste, donde se encuentra la extraña alteración en el paisaje, pensó en el rey allí con su reina... y Xcor en su Elegida que está embarazada. Hubo un momento en que él habría preferido mucho el camino más sangriento, el que estuvo marcado con la satisfacción de que rasga el trono lejos de la mano muriendo de cólera. Pero esta guerra de las letras era mas seguro... Por su hembra. La última cosa que quería hacer era redada donde comía, donde dormía... donde su condición era tratada. Cerró los ojos y sacudió la cabeza ante él mismo. ¡Oh, cómo los poderosos habían caído... y sin embargo, lo haríase levantaría, se lo prometió. — ¿Cómo te sugeriría este procedimiento?, — Dijo —Más o menos. — 566 567 En silencio, en un primer momento. —Tengo necesidad de reunir antecedentes para esta manera con uno "de pura cepa" haya sido interpretarse en el casos de ser necesario por una decisión. La ventaja es que no hay una larga data, de la discriminación contra los seres humanos, y fue incluso más pronunciada en el pasado, cuando el padre de Wrath reinaba, fue en realidad el emisión de la proclamas y la interpretación de la ley. Esa será la clave. Cuanto más fuerte sea el precedente, más exitoso será todo. — Qué irónico. La lectura del propio padre de Wrath, y la redacción iba a ser lo que trajera al hijo hacia su caida. —El problema para nosotros será el mismo rey. Él tiene que permanecer respirando y que no necesita reconocer la debilidad inherente de su reinado y arreglarlo antes de que podamos poner las cosas en orden. — —Vea en el e-mail los pasajes pertinentes, para mi parecer y luego se reunirá conmigo. — —Esto tendrá un número de días. — —Entendido. Pero espero su llamada con prontitud. — Como si intercambiaran nombres Xcor recibió el e-mail de manos de Throe, comenzó a sentir uuna cierta flotabilidad. Si este hombre estaba en lo cierto el Reinado de Wrath se va a terminar sin más derramamiento de sangre. Y luego Xcor tendría libertad para determinar el futuro de la carrera: Por lo que él sabía, Wrath no tenía familia directa, por lo que si se le quita, no habría nadie para una fuerte demanda al trono. Aunque eso no significaba que no habría relaciones saliendo de la artesanía en madera Intrusos se podrían tratar, sin embargo. ¿Y con el apoyo del Consejo? Él estaba dispuesto. Apostando a que podría llegar a ser un líder populista siempre todo el mundo tiene en una cola. Wrath no era el único que podía cambiar las leyes. —No pierdas el tiempo con esto, — dijo Xcor. —Tienes una semana. Ya no. —La respuesta que venía hacia él fue muy gratificante. —Voy a proceder a toda prisa. — Y no era una bonita manera de terminar una llamada telefónica. 567 568 SETENTA Y CUATRO El túnel que conecta la mansión con el centro de formación era fresco, oscuro y tranquilo. Como Qhuinn caminó a través de él, estaba solo y se alegro de ello. No hay nada peor que estar rodeado de gente feliz y se sintió como la muerte. Cuando llegó a la puerta que daba a la parte trasera del armario de la oficina, él puso el código, esperó a que el bloqueo saltara, y se abrió paso a su interior. Un rápido viaje más allá de la papelería y lápices, y por otra puerta, e iba alrededor de la mesa. Lo siguiente que supo fue que estaba en el pasillo frente a la sala de pesas, pero el ejercicio no era lo que estaba buscando. Después de lo que la Hermandad había hecho con él, él estaba rígido y dolorido, sobre todo en los brazos, gracias a haberse mantenido erguido en las clavijas. El hombre, con las manos aún entumecidas, y mientras flexionaba los dedos, él sabía lo que se sentiría con artritis la primera vez en su vida. Moviéndolos a lo largo, se detuvo de nuevo cuando llegó al área de la clínica. Cuando fue a acomodar su ropa, se dio cuenta de que aún llevaba sólo la túnica. Él no iba a volver a cambiarse, eso era seguro. Llamando a las puertas de la sala de recuperación, dijo, — ¿Luchas? ¿Puedo pasar? — —Adelante, — fue la respuesta ronca. Tenía que prepararse a sí mismo antes de entrar. Y él estaba contento de haberlo hecho. Tendido en la cama con la cabeza apoyada, Luchas todavía se veía como si estuviera a punto de la extinción. El rostro que Qhuinn había recordado cuan inteligente y joven era y rayaba sombrío. El cuerpo era dolorosamente delgado. Y esas manos... Jesús Cristo, las manos. Y pensó en su dolor un poco Se aclaró la garganta. — Hey. — — Hola. — 568 569 —Así que... sí. ¿Cómo has estado? — Follado con eso. El chico estaba mirando semanas de reposo en cama, y después de meses de rehabilitación y que iba a tener suerte si alguna vez podría sostener una pluma de nuevo. Luchas hizo una mueca mientras trataba de levantar los hombros en un encogimiento de hombros. —Me sorprende que hayas venido. — —Bueno, tú eres mi— Qhuinn se detuvo. En realidad, el hombre no era, de hecho, cualquier relación suya. —Quiero decir... sí. — Luchas cerró los ojos. —Yo siempre he sidoo, y siempre, seré tu sangre. Ningún pedazo de papel puede cambiar eso. — Los ojos de Qhuinn fueron a la mano derecha destrozada, y su anillo de sello. —Creo que sería muy como padre si estuviera en desacuerdo contigo. — —Está muerto. Así que su opinión ya no es relevante. — Qhuinn parpadeó. Cuando él no dijo nada, Luchas estallar los párpados abiertos. —Pareces sorprendido. — —Sin ánimo de ofender, pero yo nunca esperaba oír que saliera de tu boca. — El hombre señaló su cuerpo destrozado. —He cambiado. — Qhuinn se acercó y sacó una silla para él, y como él se sentó, se frotó la cara. Él había venido aquí porque ver a tu hermano distanciado previamente muerto era la única razón remota aceptable para salir de la fiesta en su honor. Y pasar la noche viendo a Blay con Saxton juntos. No va a suceder. Sólo que ahora que estaba aquí, él no pensaba que estaba teniendo algún tipo de conversación. — ¿Qué pasó con la casa? — preguntó Luchas. 569 570 —Ah... nada. Quiero decir, después de... lo que pasó fue ofrecida, nadie reivindicaba, y yo no tenía derecho a ella. Cuando vino a Wrath, me lo dio a mí, pero oye, es tuya. No he estado en el interior de la misma desde que me echaron. — —No la quiero. — Okaaaaaaaaaaay, otra gran sorpresa. Al crecer, su hermano había hablado sin parar de todo lo él quería lograr cuando fuera mayor la educación, la prominencia social, asumiendo el control cuando su padre lo dejara. Él decía que no era como si alguien rechazara un trono insondable. — ¿Alguna vez has sido torturado?— Murmuró Luchas. Su infancia vino a la mente. A continuación, la Guardia de Honor. Pero seguro como la mierda no iba a reventar sus bolas de Guy. —He sido golpeado en torno a algunos. — —Estoy seguro. ¿Qué pasó después? — — ¿Qué quieres decir?— — ¿Cómo te acostumbras a la normalidad?— Qhuinn flexionó sus manos doloridas, mirando a sus propios dedos que estaban perfectamente funcionales e intactos a pesar de los dolores. Su hermano no iba a ser capaz de contar hasta diez nunca más: La curación fue una cosa, otra muy distinta la regeneración. —No hay un normal nunca más, — se oyó decir. —De alguna manera... sólo sigues adelante, porque eso es todo lo que tienes. Lo más difícil es estar con otras personas, es como si estuvieran en una diferente longitud de onda, pero sólo tú lo sabes. Hablan de sus vidas y lo que está mal con ellos, y de que clase son, ¿Cómo?, simplemente déjalos ir. Es un lenguaje completamente diferente, y tienes que recordar que puedes sólo responder en su lengua materna. Es muy difícil de relacionar. — —Sí, eso es exactamente correcto, — dijo Luchas lentamente. —Eso es correcto. — Qhuinn se frotó la cara otra vez. —Nunca esperé tener nada en común contigo. — 570 571 Pero lo hicieron. Cuando Luchas lo miró, los ojos perfectamente adaptados se reunieron con los jodidos de Qhuinn, y la conexión estaba allí. Los dos habían pasado por el infierno, y ese mismo paso era más poderoso que el ADN común que compartían. Era tan raro. Y divertido, supuso esta noche fue la noche para él para encontrar la familia en todas partes. Excepto el único lugar que quería. Mientras el silencio se impuso, con nada más que el pitido constante de la maquinaria por la noche para romper la tranquilidad, Qhuinn se quedó un largo rato. Su hermano y él no hablaban mucho, y estaba bien. Eso era lo que quería. Él no estaba dispuesto a abrirse al chico sobre Layla o el bebe, y supuso que estaba diciendo que Luchas no preguntara si estaba acoplado. Y seguro que no estaba llegando hasta Blay. Fue bueno sentarse con su hermano, sin embargo. Había algo en la gente que crecía a su alrededor, las que había visto a lo largo de su infancia, la gente que no podía recordar no saber. Incluso si el pasado fue un lío complicado, como envejecido, estaba contento por los hijos de puta, estaban todavía en el planeta. Se le dio la ilusión de que la vida no era tan frágil como lo que realmente parecía, en ocasiones, era él Lo único que consiguió a través de la noche. —Será mejor que me vaya para que puedas descansar, — dijo, frotándose las rodillas, despertando sus piernas. Luchas volvió la cabeza en la almohada de hospital. —Vistes de manera extraña para ti, ¿no es así?— Qhuinn miró el traje negro. — ¿Oh, esta cosa vieja? Me tiré encima. — —Parece ceremonial. — — ¿Necesitas algo?— Qhuinn se puso de pie. — ¿Comida?— —Lo estoy haciendo suficientemente bien. Pero gracias. — —Bueno, me lo haces saber, está bien. — 571 572 —Eres un hombre muy decente, Qhuinn, ¿lo sabías?— El corazón de Qhuinn se detuvo, y luego venció duro. Esa fue la frase que su padre siempre había utilizado para describir caballeros... fue él un plus de elogios, la parte superior de la pila, el equivalente a un soportable abrazo y un máximo de cinco de un chico normal. —Gracias, hombre, — dijo con voz ronca. —Tú también. — — ¿Cómo puedes decir eso?— Luchas aclaró la garganta. — ¿Cómo, en el nombre de la Virgen Escriba puedes decir eso? — Qhuinn exhaló con fuerza. — ¿Quieres el resultado final? Bueno, yo te lo doy. Tú eras el favorito. Yo fui la maldición que estaban en extremos opuestos de la escala en ese hogar. Pero ninguno de los dos tenía una oportunidad. No eras más libre que yo. No tenías elección de tu futuro, era predeterminado al nacer, y en cierto modo, mis ojos? Ellos eran mi salida de la cárcel, porque eso significaba que no se preocupaban por mí. ¿Se joderme? Sí, pero al menos tengo que decidir lo que quería hacer y donde quería ir. Tú... nunca tuviste una maldita oportunidad. Fue más que una ecuación matemática con los resueltos cuando fuiste concebido, con todas las respuestas predeterminadas. — Luchas tenía cerrados los párpados de nuevo y se estremeció. —Yo sigo desde mi Tosió un estuviera viviendo en de mi cabeza. Todos los años en mi crecimiento, primer recuerdo... al último que vi esa noche, cuando... — poco, como Le dolía el pecho, o tal vez su ritmo cardíaco poco firme. —Yo lo odiaba. ¿Sabías? — —No. Pero no puedo decir que me sorprende. — —Yo no quiero volver a esa casa. — —Entonces no tienes que hacerlo. Pero si lo haces... Yo iré cintigo. — Luchas miró una vez más. — ¿En serio?— Qhuinn asintió con la cabeza. A pesar de que no tenía ninguna prisa a caminar a través de las habitaciones y danzar con los fantasmas del pasado, que iría allí si Luchas lo hacía. Dos sobrevivientes, de nuevo a la escena de los crímenes de los que ellos habían sobrevivido. —Si. En serio. — 572 573 Luchas sonrió un poco, la expresión nada cerca de lo que él había usado para el deporte. Y eso estaba bien. A Qhuinn le gustó mucho. Era honesto. Frágil, pero honrado. —Nos vemos pronto, — dijo Qhuinn. —Eso sería... muy agradable. — Dándose la vuelta, Qhuinn abrió la puerta, y Blay le estaba esperando en el pasillo, fumando un cigarrillo mientras estaba sentado en el suelo. Cuando Qhuinn salió de la habitación de su hermano, Blay se puso de pie y apuñaló a su Dunhill a cabo en el labio. No estaba seguro de lo que él esperaba que el luchador se apareciera, pero lo siguiente no tení que verse tan tenso e infeliz, a pesar del gran honor que le habían dado. Por otra parte, el gasto de tiempo en la cama de su hermano era apenas una ocasión feliz. Y Blay no era estúpido. Saxton estaba de vuelta en la casa. —Pensé que te encontraría aquí, — dijo, cuando el otro hombre ni siquiera ofrecía un hola De hecho, la mirada azul y verde de Qhuinn dio la vuelta al pasillo, golpeando casi todo excepto a él. —Así que, ah, ¿cómo está tu hermano?— Le solicitó — Viviendo. — Supongo que era lo mejor que podían esperar en estos momentos Y supongo que eso era todo lo que Qhuinn tenía intención de decir. Tal vez no debería haberme llegado hasta aquí. —Yo, ah, quería darte felicitaciones. — —Gracias. — Bueno, Qhuinn aún no lo miraba. En cambio, el hombre se había centrado en la dirección de la oficina, al igual que en su mente ya había entrado en la maldita cosa y donde estaba el armario lleno de papel y suministros a buen recaudoEl sonido de Qhuinn al crujir los nudillos era fuerte como disparos. Luego flexionó sus manos, separando los dedos como si le dolieran. —Así que eres histórico. — Blay fue a tomar un cigarrillo de su paquete, y se detuvo. —Un verdadero primero. — 573 574 —Ha habido un montón primeros por aquí últimamente,— dijo Qhuinn algo borde. — ¿Qué se supone que significa eso?— —Nada. En realidad no es relevante. — Cristo, Blay pensó, no deberías haber hecho esto. — ¿Puedes verme? Quiero decir, ¿tendría jodidamente que matarte para que me mires? — Esos ojos desiguales dispararon alrededor. —Oh, yo te vi, muy bien. Adivina la cosa el hombre. ¿Vas a decirle que me cogiste durante su ausencia? ¿O vas a seguir con tu pequeño secreto sucio. Si, shhhhhhh, no se lo digas a mi primo. — Blay apretó los dientes. —Eres un hijo de puta hipócrita. — —Disculpa, no soy yo el que tiene un novio— — ¿En realidad te vas a quedar aquí y fingir que estas a la intemperie sobre lo nuestro? Como cuando Vishous salió de esa habitación, señaló con el dedo índice en el pasillo, y que no saltaste con el culo en llamas? ¿Quieres fingir que estabas orgulloso de estar cogiendo a un individuo? — Qhuinn pareció momentáneamente aturdido. — ¿Crees que es por eso? Y no, oh, déjame pensar, por estar ¡tratando de respetar el hecho de que estuviera engañando al amor de mi vida! — En este punto, los dos estaban choqueados delante de sus caderas, sus voces a toda velocidad por todo el corredor. — Oh, mierda. — Blay cortó la mano en el aire. —Eso es una total de mierda! Mira, esto siempre ha sido su problema. ¿Nunca has querido salir — — ¿Salir? ¿Como si yo fuera gay? — — ¡Vete a la mierda los hombre! Maldición ¿Qué crees que significa? — —Que que es mierda entre chicos. ¿No te gustan las mujeres? — —Nunca ha sido capaz de aceptar lo que eres, — Blay gritó, — ¡porque tienes miedo de lo que la gente piensa! ¡El gran iconoclasta, el Sr. 574 575 herido, paralizado por su maldita familia. La verdad es que, eres un marica y que siempre lo has sido! — La expresión de Qhuinn fue de furia absoluta, hasta el punto que Blay estaba listo para golpear y como el infierno, que quería dar un golpe que le lanzara sólo para poder tener el placer de taponar la boca al tipo. —Vamos a aclarar esto, — Qhuinn ladró. —Mantén la mierda de tu lado del pasillo. Y eso incluye a mi primo y el hecho de que la cagaste en torno a él. — Blay levantó las manos y tuvo que pasearse antes de saltar fuera de su piel. —Simplemente no puedo soportar esto. No puedo tomar esto contigo otra vez. Siento que me he pasado toda la vida tratando con tu mierda. — —Si soy gay, ¿por qué eres el único hombre que ha estado en!— Blay se detuvo en seco y se quedó mirando por encima del hombre, las imágenes de todos los hombres en los baños de filtrándose en su cerebro. Por el amor de todo lo sagrado, recordó todos y cada uno de ellos, aunque Qhuinn sin duda no lo hizo. Sus rostros. Sus cuerpos. Sus orgasmos. Todos consiguiendo lo que había estado desesperado por tener, y le negó. — ¿Cómo te atreves? — dijo. — ¿Cómo mierda te atreves? ¿O crees que no sé tú historia sexual? He tenido que verlo por mucho más tiempodel que hubiera querido y que lo he visto. Francamente, no era tan interesante y tú tampoco. — Qhuinn palideció, Blay empezó a negar con la cabeza. —Estoy tan cansado. Estoy tan harto de esto, el hecho de que no puedes aceptarte a ti mismo, ve a la mierda lo que queda de tu vida, pero eso es tú problema, no el mío. — Qhuinn maldijo largo y bajo. —Nunca pensé que diría esto... pero tú no me conoces. — —Yo no te conozco? Creo que el zapato está en el otro pie, imbécil. No te conoces a ti mismo. — En ese momento, él esperaba algún tipo de explosión, algún teatro, en la parte superior, se prendió la luz del mundo, la emoción, quería escapar del hombre. No lo entiendo. 575 576 Qhuinn acaba de establecer sus hombros, apuntó con su barbilla, y habló con control. —He pasado el último año tratando de averiguar quién soy, dejando caer el acto, conseguir una limpieza de mi cabeza — —Entonces yo digo que has perdido trescientos sesenta y cinco noches. Pero como todo en esto, eso está en ti. — Con una maldición gruesa, Blay dio media vuelta y se alejó, y no miró hacia atrás. No había razón para hacerlo. Allí No había nadie en el pasillo que quisiera ver. Hombre. Si la definición de locura estaba haciendo la misma cosa una y otra vez y esperar un resultado diferente, y a continuación, había perdido sus canicas hacía años. Por su salud mental, su bienestar emocional, y por su misma vida, necesitaba ordenar todo esto. Qhuinn lo alcanzó girándolo de un brazo, con la cara furiosa del tipo empujó los ojos a los suyos. — ¿No es así, irte lejos de mí así. — Blay sintió un