Capital Humano n.º 114 2010 Desarrollo Humano: más allá del PIB El bienestar: más allá del España en perspectiva internacional salud y educación Desarrollo humano en los grandes países europeos másinformación información Más PIB España en perspectiva internacional renta vs. IDH Desarrollo humano en España: la perspectiva regional El Índice de Desarrollo Humano en este número ¿Es el PIB per cápita una medida adecuada del bienestar de las sociedades? ¿Qué inconvenientes tiene, y qué alternativas hay? Estas cuestiones son el punto de partida del cuaderno nº. 114, que presenta la temática central de la monografía Desarrollo humano en España: 1980-2007, publicada por la Fundación Bancaja y el Ivie. Tanto la educación como la salud son elementos esenciales para aprovechar el potencial productivo y creativo de las personas. Por ello, el enfoque del desarrollo humano propone medir el progreso desde una perspectiva más amplia que aquella basada en el PIB, a través de los avances en tres áreas fundamentales: salud, educación y renta. A continuación se presenta la discusión en torno a la medición del desarrollo y la alternativa propuesta por Naciones Unidas: el Índice de Desarrollo Humano. Junto a ello, se ofrece una panorámica del desarrollo humano en España en el contexto internacional y una primera ilustración de este a nivel regional, en el periodo 1980-2007. Índice detallado El bienestar: más allá del PIB El PIB per cápita es una medida del bienestar social útil pero insuficiente El Índice de Desarrollo Humano La salud, la educación y el bienestar material, aspectos cruciales del desarrollo humano España en perspectiva internacional: salud y educación La esperanza de vida en España en 2007 era de 80,8 años, superando la media de la UE-15 y de la OCDE España en perspectiva internacional: renta vs. IDH En 2007, España tenía un PIB per cápita inferior a la media europea, pero un IDH superior Desarrollo humano en los grandes países europeos De los seis países europeos más grandes, España tenía el segundo IDH más alto en 2007 Desarrollo humano en España: la perspectiva regional País Vasco, Madrid y Navarra se sitúan a la cabeza en términos de desarrollo humano Pág. 3 Pág. 4 Pág. 5 Pág. 6 Pág. 7 Pág. 8 Últimos títulos publicados Experiencias de los jóvenes en el trabajo n.º 113 ¿El trabajo de los jóvenes cumple sus expectativas? n.º 112 Las trayectorias vitales de los jóvenes n.º 111 Para ampliar la información sobre los datos de este cuaderno: Desarrollo humano en España. 1980-2007 Depósito Legal: V-2443-2010 El bienestar: más allá del PIB El PIB per cápita es una medida del bienestar social útil pero insuficiente En ocasiones, el aumento del PIB per cápita puede no implicar mejoras en el bienestar de los ciudadanos PIB per cápita frente a bienestar social El PIB puede incrementarse con el aumento del consumo de gasolina de una ciudad, incluso en el caso en que éste solo contribuya al aumento de los atascos y la contaminación, en perjuicio del bienestar. También puede incrementarse como consecuencia del aumento de la delincuencia, al realizarse para combatirla un mayor gasto en seguridad. Por otro lado, detrás de una renta media elevada puede haber profundas desigualdades en el reparto de ingresos, e incluso una extensa pobreza. El PIB no computa la contribución de algunas actividades productivas esenciales para el bienestar, como el trabajo doméstico o el cuidado de niños y ancianos en el hogar. Y como una medida de flujo —la producción en un periodo de tiempo—, el PIB tampoco contabiliza el valor del stock de activos de una economía, ignorando el coste del consumo o la degradación de los recursos naturales. El PIB de un país, además, puede crecer en el presente sacrificando bienestar futuro, ya sea sobreexplotando los recursos naturales o recurriendo al endeudamiento externo. En todos estos casos, el incremento del PIB per cápita puede no ir ligado a la mejora del bienestar social, e incluso suponer retrocesos. Entre todos los inconvenientes que supone utilizar el PIB como medida del bienestar, probablemente el más grave sea el de equiparar el bienestar con aquello estrictamente medible en términos monetarios. Para solventar este problema se han planteado diversas alternativas, entre las que ocupa un lugar destacado la propuesta de Naciones Unidas: el Índice de Desarrollo Humano. El PIB como medida del bienestar Desde el inicio de la Gran Depresión, en los años treinta del siglo xx, los esfuerzos oficiales para disponer de información sistemática sobre la marcha de las economías han sido esenciales para el diseño de las políticas económicas y sociales. Entre las magnitudes de la Contabilidad Nacional más utilizadas destaca el Producto Interior Bruto (PIB), que mide el valor de mercado de los bienes y servicios finales producidos en una sociedad durante un periodo de tiempo determinado (habitualmente un año). En buena medida, el nivel y ritmo de crecimiento del PIB per cápita determinan los recursos de que dispone una sociedad para gastar en viviendas, sanidad o alimento, así como para aliviar la pobreza, mejorar los colegios, el transporte o combatir la contaminación. Por todo ello, parece razonable interpretar el PIB per cápita como una medida aproximada del bienestar de una sociedad. Además, al disponerse de mediciones armonizadas del PIB con un extenso alcance temporal y geográfico, podemos realizar comparaciones, sin las cuales cualquier medida del bienestar resulta difícilmente interpretable. No obstante, la relación entre el PIB per cápita y otros componentes del bienestar social no es directa ni automática. Esta cuestión, que ha sido debatida desde los orígenes de la medición del PIB, ha vuelto a cobrar relevancia con la actual crisis económica. A finales de 2009, la publicación del llamado Informe Stiglitz-Sen-Fitoussi contribuyó a dar visibilidad al debate, recogiendo las principales deficiencias del PIB como medida de la actividad económica y del bienestar social. Cuadro 1. Inconvenientes del PIB per cápita como medida del bienestar —No tiene en cuenta los costes medioambientales de la actividad productiva —Al medir la renta per cápita media, no informa sobre el grado de desigualdad en la distribución de los ingresos —No contabiliza la variación de la riqueza acumulada (stock), ni la degradación de los recursos naturales —No computa determinadas actividades realizadas fuera del mercado que son cruciales para el bienestar (e.g. el cuidado de niños y ancianos) —Puede crecer en el presente a costa del bienestar futuro (sobreexplotación de recursos naturales o deuda externa excesiva) —No mide aspectos que quedan fuera del mercado y que en los países de renta alta se valoran cada vez más (tiempo libre, hábitat…) inicio 3 El Índice de Desarrollo Humano La salud, la educación y el bienestar material, aspectos cruciales del desarrollo humano Esperanza de vida, alfabetización, matriculación y renta se combinan en un único índice Origen y filosofía del IDH En 1990, Naciones Unidas presentó su primer Informe sobre Desarrollo Humano, al que le seguiría una serie de informes anuales de gran relevancia. El enfoque de este documento insistía en la distinción entre el Producto Interior Bruto y el desarrollo humano en un sentido más amplio. Inspirándose en la visión del premio Nobel Amartya Sen, se argumentaba que el objetivo del desarrollo no debía ser incrementar la riqueza material y el consumo, sino ampliar las oportunidades de las personas para llevar a cabo una “vida productiva y creativa conforme a sus necesidades e intereses”. Esta concepción representa un objetivo mucho más ambicioso, cuya consecución requiere progresos en términos de salud, educación, libertad política, seguridad pública y oportunidades de empleo. Propone también una meta más abstracta y subjetiva, pues cada sociedad y cada persona pueden tener aspiraciones vitales distintas. Basándose en esta filosofía, y con el fin de medir los progresos de cada sociedad de modo sistemático, para que fuera posible realizar comparaciones, Naciones Unidas propuso el Índice de Desarrollo Humano (IDH). Esta medida recoge el progreso de una sociedad en tres áreas esenciales, universalmente valoradas e indispensables para el desarrollo personal: la salud, la educación y el bienestar material. Componentes del IDH En aras de la sencillez, el índice se construye mediante un número reducido de variables disponibles para la gran mayoría de países del mundo. En el área de la salud, el progreso se mide a través de la esperanza de vida al nacer, es decir, el número medio de años de vida futura que un recién nacido espera vivir. Esta variable resume el estado de salud de la sociedad en cuestión, y está estrechamente relacionada con otras variables relevantes como la nutrición o la prevalencia de enfermedades. El grado de desarrollo en educación, por su parte, se mide a través de dos variables. La primera es la tasa de alfabetización de adultos, una medida de la capacitación mínima para la adquisición de conocimientos y la habilidad de desenvolverse en el entorno social. La segunda variable es la tasa bruta de matriculación combinada, que da una idea del grado de acceso a conocimientos avanzados, imprescindibles para el desarrollo económico. Por último, el IDH contiene la medida del nivel de ingresos más comúnmente utilizada, el PIB per cápita, que se concibe como una medida del acceso a los recursos materiales requeridos para una vida decorosa. Para transformar estas cuatro variables en el índice final se elabora un subíndice para cada una de las tres dimensiones citadas. Posteriormente, los subíndices son agregados a través de una media aritmética, resultando un IDH que toma valores entre cero y uno. Esquema 1.Componentes del Índice de Desarrollo Humano Una vida larga y saludable Esperanza de vida Índice de Salud Acceso al conocimiento Alfabetización de adultos Tasa bruta de matriculación Índice de Educación IDH inicio 4 Un nivel de vida decoroso PIB per cápita Índice de Renta España en perspectiva internacional: salud y educación La esperanza de vida en España en 2007 era de 80,8 años, superando la media de la UE-15 y de la OCDE La tasa de alfabetización española todavía se sitúa por debajo de la media europea La población de los países avanzados vive hoy entre treinta y cuarenta años más que hace un siglo, debido, en gran parte, a la reducción de la incidencia de enfermedades infecciosas del intestino y el tracto respiratorio. El avance de la medicina moderna y las mejoras en la nutrición, la higiene, el saneamiento y el suministro de agua permitieron que aquellas causas de muerte perdieran gravedad, cobrando creciente importancia el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. En España, la calidad de la salud de la población ha mejorado notablemente a lo largo del siglo xx, y en particular desde el inicio de la democracia. En 1980, España tenía una esperanza de vida al nacer de 75,1 años, superior a los 73,8 años de media en la Unión Europea de los quince y los 72,5 años medios en la OCDE (gráfico 1). Casi treinta años después, había ganado 5,6 años de esperanza de vida, alcanzando en 2007 una esperanza de vida de 80,7 años, 1,6 años mayor que la media de la OCDE y seis meses superior a la media de la UE-15. En cuanto al progreso educativo, a finales del siglo xix numerosos países europeos habían logrado la escolarización primaria universal, un hito en la historia del desarrollo socioeconómico mundial. El acceso a la formación superior, sin embargo, no se democratizó hasta mediados del siglo pasado. España dio estos pasos con notable retraso, pero a finales del siglo xx había realizado progresos sustanciales. En 1980, la tasa de alfabetización de la población española era del 92,4%, frente a una tasa media del 97,2% en la UE-15 y del 95,2% en la OCDE (gráfico 2). En 2007, la proporción de población española alfabetizada ascendía al 97,7%, idéntica a la media de la OCDE y situándose a tan solo un punto de la media europea. Las tasas de matriculación en educación primaria, secundaria y terciaria se combinan en el indicador del gráfico 3, que sitúa a España en una posición muy favorable. La razón de ello es que se trata de tasas brutas, y como en España la duración de los estudios universitarios suele ser mayor que en otros países avanzados, la tasa resultante está “inflada”. En términos netos, en cambio, las tasas de matriculación españolas eran inferiores a las de su entorno. Así, en 2007, un 80% de la población española de 15 a 19 años estaba matriculada en alguna institución educativa, frente al 82,3% de la población europea de esa edad. En la cohorte de 20 a 29 años, la tasa de matriculación neta de España era del 22%, frente al 23,5% en la UE-15. Gráfico 1.Esperanza de vida en España, UE-15 y OCDE. 1980-2007. Años 82 80 78 76 74 72 70 1980 1985 1990 España 1995 UE-15 2000 2007 OCDE Fuente: ONU y elaboración propia Gráfico 2.Alfabetización en España, UE-15 y OCDE. 1980-2007. Porcentajes 100 98 96 94 92 90 1980 1985 1990 España 1995 UE-15 2000 2007 OCDE Fuente: ONU y Fundación Bancaja-Ivie Gráfico 3.Tasa bruta de matriculación en España, UE-15 y OCDE. 1980-2007. Porcentajes 100 90 80 70 60 1980 1985 1990 España 1995 UE-15 2000 2007 OCDE Fuente: ONU y elaboración propia inicio 5 España en perspectiva internacional: renta vs. desarrollo humano En 2007, España tenía un PIB per cápita inferior a la media europea, pero un IDH superior La renta per cápita española ha ido aproximándose a la media de la UE-15 y de la OCDE La salud y la educación son inputs esenciales del desarrollo económico. Y a su vez, el crecimiento económico de un país condiciona sus posibilidades de extender y mejorar la salud y la educación. Por ello, y por su relación directa con el nivel de vida, el PIB per cápita constituye un indicador fundamental del nivel de desarrollo de una sociedad. El gráfico 4 presenta la evolución de la renta per cápita en España, la UE-15 y la OCDE. A lo largo de todo el cuarto de siglo analizado, el PIB per cápita de España se ha situado por debajo de la media de ambos grupos, pero la convergencia con los niveles de renta de los países más avanzados en el periodo 1980-2007 ha sido notable. En 1980, la renta per cápita de España expresada en dólares PPA de 2005 ascendía a 15.379 dólares, un 20% inferior a la media de la UE-15 y de la OCDE, situada en torno a 19.000 dólares. En 2007, en cambio, la diferencia se había reducido al 10% respecto a la UE-15 y al 8% en relación con la OCDE, y la renta española ascendía a 28.510 dólares. El cálculo del Índice de Desarrollo Humano a través de la agregación de los indicadores de salud, educación y renta per cápita permite disponer de una visión más completa del desarrollo socioeconómico. La evolución comparada del IDH, presentada en el gráfico 5, ofrece una imagen notablemente distinta a la que arroja la comparación del PIB per cápita. En términos de desarrollo humano, España se situaba en 1980 ligeramente por debajo de la media europea, pero por encima de la OCDE. A partir del año 2000 España también supera el IDH de la UE-15. Este adelantamiento se explica por los progresos en todos los indicadores de desarrollo humano y, en especial, en aquellas áreas en que registraba peores resultados al inicio del periodo —alfabetización y renta—. El gráfico 6 ilustra las diferentes imágenes del grado de desarrollo ofrecidas por el PIB per cápita y el IDH. En el lado izquierdo se presenta el ranking de los países de la UE-15 según el nivel de renta en 2007; a la derecha, el ranking en términos de IDH; y las líneas ilustran el cambio de posición de cada país. Luxemburgo, Austria, Dinamarca, Reino Unido o Alemania pierden varias posiciones al pasar de la ordenación en términos de renta a aquella en términos de IDH. Suecia, Francia y España, en cambio, son los países que más posiciones suben. La razón es un desempeño relativo mejor en los indicadores de salud y educación frente al de renta per cápita. inicio Gráfico 4.PIB per cápita en España, UE-15 y OCDE. 1980-2007. Dólares PPA de 2005 40.000 35.000 30.000 25.000 20.000 15.000 10.000 1980 1985 1990 España 1995 2000 UE-15 2007 OCDE Fuente: Banco Mundial y elaboración propia Gráfico 5.IDH en España, UE-15 y OCDE. 1980-2007. 1,00 0,95 0,90 0,85 0,80 1980 1985 1990 España 1995 2000 UE-15 2007 OCDE Fuente: ONU y elaboración propia Gráfico 6.Ranking de países de la UE-15 según PIB per cápita e IDH. 2007 PIB pc Luxemburgo 1 1 Irlanda Irlanda 2 2 Holanda Holanda 3 3 Suecia Austria 4 4 Francia Dinamarca 5 5 Luxemburgo Reino Unido 6 6 Finlandia Suecia 7 7 Austria Bélgica 8 8 España Finlandia 9 9 Dinamarca Alemania 10 Francia 11 Italia 12 España 13 Grecia 14 Portugal 15 Fuente: ONU, Banco Mundial y elaboración propia 6 IDH 10 Bélgica 11 Italia 12 Reino Unido 13 Alemania 14 Grecia 15 Portugal Desarrollo humano en los grandes países europeos De los seis países europeos más grandes, España tenía el segundo IDH más alto en 2007 Polonia, el sexto país más poblado de la Unión, sigue rezagado en desarrollo humano En 2007, los seis países más grandes de la Unión Europea —Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, España y Polonia— sumaban 347,5 millones de habitantes. Esta cifra era un 15% superior a la población de Estados Unidos en 2007, y equivalía a cerca del 70% de la población total de la UE-27. Comparada con dichos países, España tenía en 2007 una esperanza de vida elevada, de 80,7 años (gráfico 7). Los otros dos países mediterráneos, Italia y Francia, se hallaban ligeramente por encima de España. Las esperanzas de vida de Alemania y Reino Unido, en cambio, eran más de un año inferiores a la de España. Polonia, más recientemente incorporada a la Unión, tenía una esperanza de vida muy inferior, de 75,5 años. En 2007, la tasa bruta de matriculación de España era la más elevada de los seis países europeos, y Polonia registraba el valor más bajo (gráfico 8). No obstante, este dato debe tomarse con cautela. Las tasas netas, disponibles para dos intervalos de edad, muestran que la tasa de matriculación de la población española entre 16 y 19 años era del 80%, inferior a las de Polonia (93%), Alema­nia (88%), y Francia (86%). Entre la población de 20 a 29 años la tasa neta española ascendía al 22%, por debajo de Polonia (31%) y Alemania (29%). La carencia de datos en términos netos para numerosos países ha llevado a la ONU a tomar las tasas de matriculación brutas, pero debe advertirse de los posibles sesgos de este indicador. Por otra parte, solo las tasas de alfabetización de Italia (98,9%) y España (97,7%) eran inferiores al 99%. En términos de PIB per cápita, España ocupaba en 2007 la quinta posición entre los seis países más poblados de Europa (gráfico 9). La renta per cápita española, de 28.510 dólares PPA, era un 16,6% menor que la de Reino Unido, el país más rico de los seis. El segundo país era Alemania, seguido de Francia, e Italia tenía una renta muy similar a España. La renta per cápita de Polonia, en cambio, era de 15.655 dólares. No obstante, entre 1990 y 2007 su PIB per cápita creció a una tasa media anual del 3,90%, frente al 2,18% en España y Reino Unido o el 1,52% en Alemania. Finalmente, el resultado de agregar estos indicadores en el Índice de Desarrollo Humano se ofrece en el gráfico 10. En 2007, el valor del IDH de los cinco países más grandes era muy similar, con España en el segundo puesto por detrás de Francia. Les seguía Italia, Reino Unido y Alemania; Polonia ocupaba el sexto lugar, a considerable distancia. Gráfico 7.Esperanza de vida al nacer. 2007 Italia Francia 81,0 80,7 España Alemania 79,8 Reino Unido 79,3 Polonia 75,5 75 76 77 78 79 80 81 82 Fuente: ONU Gráfico 8.Tasa bruta de matriculación. 2007 96,5 España 95,4 Francia 91,8 Italia 89,2 Reino Unido 88,1 Alemania 87,7 Polonia 84 86 88 90 92 94 96 98 Fuente: ONU Gráfico 9.PIB per cápita. 2007. Dólares PPA de 2005 Reino Unido 34.192 Alemania 33.183 Francia 30.636 28.789 Italia España Polonia 28.510 15.655 14.000 17.000 20.000 23.000 26.000 29.000 32.000 35.000 38.000 Fuente: Banco Mundial Gráfico 10.Índice de Desarrollo Humano. 2007 Francia 0,961 0,955 España Italia 0,951 Reino Unido 0,947 Alemania 0,947 Polonia 0,850 Fuente: ONU inicio 81,1 7 0,880 0,875 0,900 0,925 0,950 0,975 1,000 Desarrollo humano en España: la perspectiva regional País Vasco, Madrid y Navarra se sitúan a la cabeza en términos de desarrollo humano Extremadura y Andalucía, a la cola de las regiones españolas en renta per cápita y desarrollo humano El objetivo del estudio Desarrollo humano en España: 1980-2007 es analizar la evolución del desarrollo humano en las regiones y provincias españolas. En este periodo, las regiones han tenido una responsabilidad creciente en ambitos relevantes como la sanidad y la educación. Avanzamos a continuación algunos de los resultados. En el periodo analizado, todas las regiones han realizado progresos sustanciales en los indicadores de desarrollo humano. No obstante, tras los valores medios nacionales se advierten diferencias notables en la dinámica regional. En ciertos casos, una situación de partida aventajada ha facilitado una evolución relativa más favorable. Así, Comunidad de Madrid, País Vasco y Comunidad Foral de Navarra eran, en 1980, las tres regiones con mayor IDH, y en 2007 seguían a la cabeza de la clasificación (gráfico 11). La misma situación se daba en Extremadura y Andalucía que, pese a sus progresos, ocupaban en 1980 y 2007 los últimos puestos del ranking. Otras regiones, en cambio, han descendido o ascendido notablemente en la clasificación. Cataluña e Illes Balears, que ocupaban el cuarto y octavo puesto en 1980, respectivamente, habían caído cuatro posiciones en 2007. Castilla y León, en cambio, adelantó a cinco comunidades entre 1980 y 2007, pasando de la novena a la cuarta posición. Galicia ascendió cuatro puestos, desde el decimocuarto al décimo, y Castilla-La Mancha subió dos posiciones, si bien en 2007 permanecía en el puesto decimotercero. El crecimiento económico de las regiones españolas ha sido determinante para la mejora del bienestar de sus habitantes y el progreso en los indicadores de desarrollo. No obstante, alcanzar un PIB per cápita más elevado no es siempre garantía de un mayor grado de desarrollo humano. El gráfico 12 ilustra cómo cambia el ranking de las Comunidades Autónomas según se mida su nivel de desarrollo mediante el PIB per cápita o a través del IDH. Las regiones de País Vasco, Comunidad de Madrid y Comunidad Foral de Navarra ocupaban en 2007 las primeras posiciones tanto en términos de PIB per cápita como de IDH. Extremadura y Andalucía, por el contrario, mostraban los niveles más bajos de renta y de IDH. En estos casos se da una estrecha relación entre el nivel de PIB per cápita alcanzando y el grado de desarrollo educativo y en salud de una región. En cambio, regiones como Cataluña e Illes Balears caen cuatro y seis puestos, respectivamente, al pasar de la ordenación de renta en 2007 a la de IDH en ese mismo año. Este descenso indica que su progreso en términos de renta ha sido más favorable que aquel en salud y educación. Castilla y León, Galicia y Castilla-La Mancha, en cambio, ascienden varios puestos, gracias a sus logros en los indicadores no monetarios del desarrollo. Gráfico 11.Ranking de regiones según IDH. 1980 y 2007 Gráfico 12.Ranking de regiones según PIB per cápita e IDH. 2007 IDH 1980 IDH 2007 PIB pc C. de Madrid 1 1 País Vasco País Vasco 2 2 C. de Madrid C. F. de Navarra 3 3 C. F. de Navarra Cataluña 4 4 Castilla y León Cantabria 5 5 Aragón Aragón 6 6 Cantabria La Rioja 7 7 La Rioja I. Balears 8 8 Cataluña Castilla y León 9 9 P. de Asturias IDH País Vasco 1 1 País Vasco C. de Madrid 2 2 C. de Madrid C. F. de Navarra 3 3 C. F. de Navarra Cataluña 4 4 Castilla y León Aragón 5 5 Aragón I. Balears 6 6 Cantabria La Rioja 7 7 La Rioja Cantabria 8 8 Cataluña 9 P. de Asturias Castilla y León 9 P. de Asturias 10 10 Galicia P. de Asturias 10 10 Galicia C. Valenciana 11 11 C. Valenciana C. Valenciana 11 11 C. Valenciana Canarias 12 12 I. Balears Galicia 13 13 Castilla-La Mancha R. de Murcia 14 14 Canarias Castilla-La Mancha 15 15 R. de Murcia Andalucía 16 16 Andalucía Extremadura 17 17 Extremadura R. de Murcia 12 Canarias 13 Galicia 14 Castilla-La Mancha 15 Andalucía 16 Extremadura 17 12 I. Balears 13 Castilla-La Mancha 14 Canarias 15 R. de Murcia 16 Andalucía 17 Extremadura Fuente gráficos 11 y 12: Bancaja-Ivie (2010) inicio 8