COMENTARIOS A LA LEY DE LICITACIONES CATEDRA DERECHO ADMINISTRATIVO I Colaboradores: Marcos Hernández Rubén Sanz Manuel Feo La Cruz LEY DE LICITACIONES La Ley de Licitaciones, recién promulgada, (Gaceta Oficial del 10 de agosto de 1990), constituye una de las más esperadas construcciones legislativas en la opinión de reconocidos especialistas del Derecho Administrativo. (Véase, por ejemplo, el Manual de Derecho Administrativo, de Eloy Lares Martínez). En esta materia se palpaba un hondo vacío legislativo que dejaba sin regulación una actividad tan importante como la contratación administrativa en general, (obras, servicios y suministros) en lo que respecta a la actividad propia de la Administración Nacional. A nivel estada¡ y municipal, la materia había sido regulada, dictándose Leyes de Licitaciones de los estados, así como Ordenanzas Municipales sobre la materia en los municipios. Así pues, mientras que en los estados y municipios tradicionalmente se había legislado sobre este campo, a nivel nacional no se había contado con un dispositivo legislativo que abarcase un aspecto tan importante de la función administrativa. Sólo una breve y somera mención en la Ley Orgánica de Hacienda Pública Nacional, establecía una tímida referencia al Sistema de Licitaciones a ser empleado por la Administración en la celebración de sus contratos administrativos, pero no tenía carácter obligante, como se desprende del texto legal respectivo que establece lo siguiente: "En cuanto sea posible, los contratos para construcción de obras y los de suministros y servicios, que se propongan celebrar los Despachos del Ejecutivo, serán objeto de Licitaciones..." (Artículo 427 de la Ley citada). Como podemos observar, esa expresión "en cuanto sea posible", no constituía una fórmula legal que le imprimiese carácter obligatorio al empleo del Sistema de Licitaciones, como el más conveniente para los intereses de la Nación. Sobre la base de la normativa legal antes citada, el Ejecutivo Nacional había dictado diversos Reglamentos de Licitaciones, que constituían la más detallada y precisa regulación sobre esta materia, amén de que poseían carácter obligante y eran una verdadera auto limitación que se imponía la Administración Pública Nacional. como sabemos, los reglamentos constituyen la fuente por excelencia del Derecho Administrativo, no por su jerarquía, sino por cuanto emanan de los Organos Superiores de la Administración Pública, creando normas que sonde obligatorio cumplimiento. Pero, a pesar del razonamiento anterior, era necesaria la creación de un cuerpo normativo emanado del órgano legislativo que regulase la materia en referencia. Resultaba inconcebible que lo relativo a las Licitaciones, estuviere tan librada a la discrecionalidad del mismo Organo Administrativo. Se palpaba la conveniencia y necesidad de que el Organo Contralor por excelencia, el Legislativo, dictase pautas precisas y claras para la regulación de la forma de celebración de la contratación administrativa. En este sentido la sola promulgación de la Ley de Licitaciones, aplicable a los contratos nacionales, constituye un paso importante hacia la depuración de este proceso de negociación, fuente de desviaciones y corruptelas. No puede ser nunca igual, la regulación mediante reglamentos, que son actos sublegales, emanados de la propia Administración, que la regulación mediante Ley, emanada de un órgano diferente al sujeto que suscribe la contratación. El Organo Legislativo al dictar la Ley de Licitaciones, está desarrollando, en primer lugar, su labor legislativa, como lo es la creación de las normas reguladoras, y, en segundo lugar, está creando las bases sólidas para el mejor ejercicio de su función contralora. En las siguientes líneas haremos una breve descripción de las normas jurídicas más importantes contenidas en el referido texto legal, sin pretender hacer un análisis¡ de fondo de las principales instituciones jurídicas en él insertas, ni mucho menos realizar un juicio crítico de la misma Ley. OBJETO DE LA LEY DE LICITACIONES (ART. 1) Regular los procedimientos de selección de contratistas cuando intervienen los sujetos determinados por la propia ley, como veremos más adelante. En esta misma disposición se hace expresa mención de las clases de contratación abarcadas por la ley: Ejecución de obras, Adquisición de Bienes y la Prestación de Servicios. SUJETOS REGULADOS POR LA LEY (Art. 2) Para que sea aplicable esta ley, se requiere que la selección del contratista la efectúe alguno de los siguientes entes señalados por el legislador: 1) Los órganos del Poder Nacional 2) Los institutos autónomos 3) Asociaciones civiles y sociedades en las que la República o Institutos Autónomos tengan participación igual o superior al 50% del patrimonio del ente. 4) Asociaciones y sociedades en las que tengan participación igual o superior al 50% las Asociaciones y Sociedades señaladas en 3. 5) Las fundaciones constituidas por cualquiera de las personas referidas en los ordinales anteriores o aquellas en cuya administración éstas tengan poder decisorio. 6) Los Estados y los Municipios, pero sólo cuando los precios de los contratos hayan de ser pagados total o parcialmente mediante aportes, distintos a los del Situado Constitucional, de alguno de los sujetos señalados en los numerales anteriores. Es de destacar que, las contrataciones efectuadas por los Estados y los Municipios en los que no se reciben aportes especiales de los sujetos regulados por la Ley de Licitaciones nacional, se regularán por las disposiciones emanadas de las Asambleas Legislativas de los Estados o de los Concejos Municipales, respectivamente. CLASIFICACION DE LA LICITACIÓN La Ley de Licitaciones las clasifica en LICITACION GENERAL y LICITACION SELECTIVA (Arts. 3, 4, y 5). Hay en este punto una modificación en lo que respecta a la terminología empleada hasta ahora en la materia. Los diferentes reglamentos dictados sobre Licitación, la clasificaba en Licitación Pública y Licitación Privada. Se trata de un mero cambio de vocablos, ya que lo que antes se denominó Licitación Pública, hoy se denominará General, y lo que se denominaba Licitación Privada, hoy será denominada Selectiva. Pensamos que la modificación de los términos se ajusta más a lo que se pretende regular y evita ambigüedades y confusiones innecesarias. Especialmente en lo referente a la Licitación Privada que podría dar lugar a interpretaciones erróneas en cuanto a la publicidad del procedimiento. En el artículo 6 de la Ley se deja establecido que los actos que conforman el procedimiento de licitación tienen carácter público. LICITACION GENERAL la define el legislador en el Art. 4 en los siguientes términos: "...es el procedimiento de selección del contratista en el que puede participar CUALQUIER inscrito en los registros previstos en esta Ley, previo el cumplimiento de las condiciones particulares inherentes a cada proceso de licitación". Como podemos observar dicha definición coincide con la antes denominada Licitación Pública. LICITACION SELECTIVA se define en las siguientes palabras: "...es el procedimiento de selección del contratista en el que los participantes, inscritos en los registros previstos en esta Ley, son escogidos por el ente promovente". (Art. 5). Al igual que el caso anterior, esta definición es igual a la de Licitación Privada. ALGUNAS DISPOSICIONES DE INTERES La Ley de Licitaciones crea el SISTEMA NACIONAL DE REGISTRO DE CONTRATISTAS, el cual estará constituido por el Registro Nacional, que funcionará en Caracas en la Oficina Central de Estadística e Informática de la Presidencia de la República y, además, por los Registros Auxiliares de los sujetos regulados por esta Ley. (Art. 8). Se concibe a este Sistema como un Centro de Información, poseyendo las atribuciones que la Ley le señala en su artículo 9. La Ley analizada establece, igualmente, la constitución de las COMISIONES DE LICITACION, las cuales existirán en los entes sujetos a esta Ley. Dichas comisiones tendrán carácter permanente y ejercerán funciones de asesoría al ente respectivo. En el Capítulo IV de la Ley, se regula lo referente a los PROCEDIMIENTOS DE LICITACION Y ADJUDICACION DIRECTA, estableciéndose los casos en los cuales se empleará los diferentes sistemas de contratación: Licitación General, Licitación Selectiva, Adjudicación Directa. En los Capítulos V y VI, se refieren al procedimiento de Licitación desde su iniciación hasta el otorgamiento de la Buena Pro. En el Capítulo Vil se regula lo relativo a la VIOLACION A LOS PROCEDIMIENTOS Y LAS SANCIONES APLICABLES. En este contexto es conveniente señalar que la violación de los procedimientos establecidos en la Ley acarrearán las siguientes consecuencias, entre otras: Nulidad del acto de otorgamiento de la buena pro, cuando la misma se hubiese otorgado cometiéndose Vicios de forma o de Procedimiento, o partiendo de datos falsos aportados por el beneficiario. La nulidad la declarará el ente promovente. Nulidad de contratos cuando se celebren sin seguir los procedimientos de licitación exigidos por la Ley. Multa a quienes infrinjan la Ley hasta por un Millón de Bolívares. Suspensión del Registro Nacional de Contratistas por un lapso no menor de un año y no mayor de cinco años, al contratista que infrinja la Ley. Las sanciones serán impuestas por el Contralor General de la República. (Véase Arts. 62 al 69 de la Ley analizada). CATEDRA DERECHO ADMINISTRATIVO I Jefe de Cátedra MARCOS HERNANDEZ Colaboradores en la redacción del presente comentario a la Ley: Rubén Sanz Manuel Feo La Cruz P.