INFORME DE RESULTADOS DE LA MISIÓN DE OBSERVACIÓN DE LA SITUACIÓN DE DERECHOS HUMANOS DE LA POBLACIÓN RURAL DE TUNDAYME – ZAMORA CHINCHIPE, AFECTADA POR EL PROYECTO MIRADOR COMISIÓN ECUMÉNICA DE DERECHOS HUMANOS, CEDHU COMITÉ PERMANENTE DE DERECHO HUMANOS DEL GUAYAS, PREFECTURA DE LA PROVINCIA DE ZAMORA CHINCHIPE 1 INFORME DE RESULTADOS DE LA MISIÓN DE OBSERVACIÓN DE LA SITUACIÓN DE DERECHOS HUMANOS DE LA POBLACIÓN RURAL DE TUNDAYME – ZAMORA CHINCHIPE, AFECTADA POR EL PROYECTO MIRADOR CONTENIDO 1. ASPECTOS INTRODUCTORIOS .............................................................................................. 3 1.1. Antecedentes ......................................................................................................................... 3 1.3. Objetivos y metodología ....................................................................................................... 4 2. CONTEXTO GENERAL ............................................................................................................... 6 2.1. EcuaCorriente S.A. y el proyecto Mirador ......................................................................... 6 3. IDENTIFICACIÓN DE LA PROBLEMÁTICA ENCONTRADA ............................................. 10 3.1. Desplazamientos generados por el proyecto minero Mirador...................................... 10 3.2. Incumplimiento de reubicación a familias y pagos desiguales por sus tierras .......... 11 3.3. Desplazamiento total del barrio San Marcos .................................................................. 13 3.3.1. Quema de las instalaciones comunes del barrio San Marcos .............................. 15 3. 4. Desplazamiento de familias indígenas de sus territorios ............................................. 16 3.5. Desalojos vía demandas de servidumbres ..................................................................... 18 3.6. Campesinos denunciados por la empresa ...................................................................... 19 3.7. Trabajadores nacionales despedidos .............................................................................. 20 4. DERECHOS VULNERADOS .................................................................................................... 21 4.1. Derecho a la vivienda y derecho a no ser desalojado injustamente de su tierra ...... 21 4.1.1. Las víctimas .................................................................................................................. 22 4.1.2. Responsabilidad del Estado ....................................................................................... 23 4.1.3. Responsabilidad de la empresa ................................................................................ 24 4.2. Derecho de los pueblos indígenas a la consulta previa ................................................ 24 4.2.1. Víctimas ......................................................................................................................... 24 4.2.2. Responsabilidad del Estado ....................................................................................... 24 4.2.3. Responsabilidad de la empresa ................................................................................ 25 4.3. Vulneración a los derechos de libre expresión ............................................................... 25 4.3.1. Víctimas ......................................................................................................................... 25 4.3.2. Responsabilidad del Estado ....................................................................................... 25 4.3.3. Responsabilidad de la empresa ................................................................................ 26 5. CONCLUSIONES GENERALES.............................................................................................. 27 6. RECOMENDACIONES .............................................................................................................. 28 7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ........................................................................................ 29 2 1. ASPECTOS INTRODUCTORIOS 1.1. Antecedentes A partir de una serie de denuncias de pobladores sobre vulneraciones de derechos humanos ocurridos en la zona de influencia del proyecto de minería a gran escala “Mirador”, ubicado en la parroquia Tundayme, en la provincia de Zamora Chinchipe, la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (CEDHU) conjuntamente con el Comité Permanente Por los Derechos Humanos del Guayas y la Prefectura de Zamora Chinchipe, decidieron realizar una Misión a la parroquia mencionada. El proyecto “Mirador” se encuentra en la etapa de construcción de obras de infraestructura y más acciones de ocupación del suelo, a partir de la firma de un contrato de explotación minera, entre el Estado ecuatoriano y la empresa EcuaCorriente S.A. (del consorcio chino CRCC-Tongling Tongguan). Actividades que han afectado, aún más, la vida de la población local. Por esta razón, la CEDHU consideró pertinente la conformación de una Misión que permitiera observar y dar seguimiento al estado de situación actual de los derechos humanos en la parroquia Tundayme, registrados desde el año 2009. 1.2. Conformación de la Misión Integrantes de la Misión, en Tundayme La Misión estuvo conformada por las siguientes personas: Elsie Monge Yoder, vicepresidenta de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) y Directora Ejecutiva de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (CEDHU). La FIDH, organización internacional no gubernamental, cuyo objeto es promover la aplicación de los derechos reconocidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Cuenta con 164 ligas en más de 100 países y posee estatus consultivo ante las Naciones Unidas, la OEA, la UNESCO y el Consejo de Europa, además de ser observadora ante la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos. En Ecuador, una de las organizaciones que la integran es la CEDHU. Fernando Gutiérrez, ex Defensor del Pueblo del Ecuador, presidente del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos. 3 El Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH) es una organización no gubernamental sin fines de lucro, dedicada a la promoción y defensa de los derechos humanos. Cuenta con personería jurídica aprobada por el Ministerio de Bienestar Social, según Acuerdo Ministerial 781, de 1984. La misión del CDH es analizar, promover y defender los derechos humanos desde una concepción integral, universal y progresiva. Salvador Quishpe, Prefecto reelecto de la provincia amazónica de Zamora Chinchipe, la misma que está ubicada en parte suroriental del Ecuador. En la parte sur, limita con la República del Perú. Cuenta con una superficie de 10.556 kilómetros cuadrados en la que destacan montañas, ríos y cascadas. Uno de los lugares que conforman esta provincia es precisamente la parroquia rural Tundayme, la misma que junto a las parroquias rurales de Pachicutza, el Guisme y El Pangui parroquia Urbana, conforman el cantón El Pangui. 1.3. Objetivos y metodología Objetivos El objetivo de la Misión fue identificar, mediante una visita a la parroquia Tundayme, el estado de situación del ejercicio o vulneración de derechos de la población, en el actual marco de inicio de explotación del proyecto minero Mirador, de la empresa EcuaCorriente S.A. Adicionalmente, la Misión buscó fue visibilizar las situaciones encontradas, mediante la elaboración del informe que se presenta a continuación. Aspectos metodológicos La Misión en visita a la provincia de Zamora Chinchipe La visita de los integrantes de la Misión, a la parroquia Tundayme y demás lugares de la provincia de Zamora Chinchipe, tuvo lugar durante los días 23, 24 y 25 de mayo de 2014. El 23 de Mayo, las personas integrantes de la Misión de observación conjuntamente con el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana, Franco Viteri, se dirigieron a la Fiscalía de Yantzaza, para verificar las denuncias que la empresa Ecuacorriente S.A. había interpuesto en contra de campesinos de Tundayme acusándoles de invadir tierras de propiedad de la empresa. El 24 de Mayo del 2014, 14h30, en el salón de la parroquia Tundayme las comunidades de Tundayme (Comunidad Amazónica de Acción Social Cordillera del Cóndor Mirador) que comprende los sectores valle del Quimi – Manchinatza - El Quimi – Tundayme Namacuntza – Wawaymi (San Marcos), Ijisam, Yanua Kim, Churuwia, San Carlos de Numpaim). el presidente del Gobierno Autónomo de la parroquia Tundayme, señor Ángel Arévalo, recibieron a la Misión. La información proveniente de fuentes primarias fue complementada con información bibliográfica y analizada a la luz de las disposiciones constitucionales e instrumentos internacionales de protección de derechos humanos, buscando identificar tanto los derechos que continúan siendo irrespetados así como otras nuevas violaciones, sus víctimas y las responsabilidades que en ello tendrían el Estado y/o la empresa transnacional minera. 4 A pesar de la extensión de la problemática encontrada, el presente informe no pretende cubrir todos los aspectos de estado de vulnerabilidad en que se encuentran las personas de la zona de influencia del proyecto Mirador, sino aquellos de mayor denuncia. Elaboración del informe La información proveniente de fuentes primarias fue complementada con información bibliográfica y analizada a la luz de las disposiciones constitucionales e instrumentos internacionales de protección de derechos humanos, buscando identificar tanto los derechos que continúan siendo irrespetados así como otras nuevas violaciones, sus víctimas y las responsabilidades que en ello tendrían el Estado y/o la empresa transnacional minera. A pesar de la extensión de la problemática encontrada, el presente informe no pretende cubrir todos los aspectos de estado de vulnerabilidad en que se encuentran las personas de la zona de influencia del proyecto Mirador, sino aquellos mayoritariamente denunciados por las personas afectadas. 5 2. CONTEXTO GENERAL 2.1. EcuaCorriente S.A. y el proyecto Mirador Fuente: Cedhu, 2010 EcuaCorriente S.A. (ECSA) es titular de once concesiones localizadas en la provincia de Zamora Chinchipe que juntas abarcan 9.928 hectáreas correspondientes al Proyecto Mirador. La fase de explotación del proyecto Mirador abarca las concesiones Mirador 1 (2.105) y Mirador 2 (880), que juntas suman 2,985 hectáreas.1 El proyecto Mirador está ubicado en la provincia de Zamora Chinchipe, en el cantón El Pangui, en la parroquia Tundayme y su influencia directa llega a las demás parroquias del cantón El Pangui. El Estudio de Impacto Ambiental para la etapa de explotación del proyecto Mirador fue aprobado por el Ministerio de Ambiente, en febrero del 2012; y el contrato de explotación minera realizado entre el Estado y la empresa fue firmado el primero de marzo de 2012. 1 Ministerio de Recursos Naturales No Renovables, Resolución No. 001-2012. 6 2.2. La parroquia Tundayme La primera familia shuar poseedora de estas tierras era la de Ramón Ambush y su esposa María Nungay. Su propiedad se extendía desde las orillas del Río Zamora hasta la Cordillera del Cóndor, terrenos que mantuvo en posesión desde el año 1830 aproximadamente. Posteriormente quedaron como herederos sus hijos en una buena parte de este territorio; meses después llegaron otras familias shuar, que tomaron posesión del resto de ese territorio. En el año 1950, inició la presencia de familias campesinas provenientes de la provincia del Azuay. Es así como la primera familia campesina fue la de Leopoldo Durán, se asentó en la zona denominada El Quimi, al margen derecho del río Zamora, posesionándose de las tierras que se encuentran entre los ríos Zamora y el Quimi, aguas arriba. Las vías de comunicación que utilizó la familia para llegar a este lugar fue el camino de herradura desde el río Bomboiza hasta el sector La Peñas; desde allí se trasladó, utilizando canoa de palanca, aguas arriba del río Zamora. En el año 1956, vendió su propiedad a una segunda familia campesina, la de Eulalio Ordóñez. A continuación de esta propiedad, la Misión Salesiana construyó la primera escuela entre la confluencia de los Ríos Zamora y El Quimi con el apoyo del sacerdote Fray Ángel Andreta, en 1957. El nombre de la escuela fue “Fray Jodoco Ricke “, y estuvo destinada exclusivamente para impartir a indígenas shuar. En el año 1958, se creó el destacamento Militar “Tundaymi”, a órdenes del Comandante Jaime Játiva. En la construcción del destacamento, ayudaron indígenas shuar. Luego llegaron varias familias campesinas más provenientes de la provincia del Azuay., que se posesionaron de tierras en el sector Tundaymi. Años más tarde, continúan llegando las familias campesinas hacia el sector de San Marcos. En 1978 se creó la segunda escuela llamada “3 de Noviembre” en la confluencia de los 7 Ríos Tundaymi y El Quimi, construida mediante mingas comunitarias. Las familias campesinas decidieron abrir caminos de herradura siguiendo las orillas del río Zamora y el río Quimi y para cruzar los ríos se utilizó las canoas de madera a remo y palanca. En el año 1976 empieza la construcción de la carretera, Chuchumbletza - El Quimi – Tundaymi – Cordillera del Cóndor; pero, quedó paralizada en el destacamento Militar Tundaymi. En 1980 continua la carretera hasta la cordillera del cóndor mirador (destacamento militar). En febrero de 1982 se creó la tercera Escuela denominada “Jaime Roldós Aguilera”, ubicada en la vía principal con el trabajo de los padres de familia. La cuarta escuela “Coronel Carlos Montufar” del valle del Quimi se creó en enero de 1985. La quinta escuela “Andrés Bello” e creó hace aproximadamente quince años en Manchinantza. En total son cinco escuelas que existen hasta la fecha en las estribaciones de la cordillera del Cóndor, franja de territorio en la frontera sureste Ecuador-Perú donde viven históricamente indígenas shuar y campesinos provenientes, la mayoría de la provincia del Azuay. Fuente: GobiernoAutónomo de la parroquia Tundayme Desde el río Zamora hacia la cordillera del Cóndor hay innumerables ríos y cascadas, que tienen origen en la parte sur de la cordillera del cóndor y en el bosque protector Cordillera 8 del Cóndor. Igualmente, existen importantes vestigios arqueológicos. La zona de Tundayme se encuentra entre los 600 msnm (rio Zamora) hasta los 2500 msnm (en la cordillera). En la parroquia Tundayme se destaca la zona denominada Cóndor Mirador, la misma que limita con la República del Perú. En esta zona hay un resguardo militar que depende del Batallón de Selva 63, de Gualaquiza. La parroquia Tundayme se encuentra en el cantón El Pangui de la provincia de Zamora Chinchipe. Cuenta con una población de aproximadamente 2.000 personas. Está integrada por cinco comunidades con personería jurídica reconocida por el CODENPE: San Carlos de Numpaim, Yanua Kim, Churuwia, Etsa y CASCOMI que comprende los sectores conocidos históricamente como; Valle del Quimi, Wawayme (San Marcos), Namacuntza, Tundayme, Manchinatza, El Quimi. La comunidad Amazónica de Acción Social Cordillera del Cóndor Mirador, CASCOMI, comprende los sectores conocidos históricamente como Manchinatza, El Quimi, Tundaymi, Namacuntza, wawaymi(San Marcos), Valle del Quimi. 9 3. IDENTIFICACIÓN DE LA PROBLEMÁTICA ENCONTRADA A continuación describimos algunas de las situaciones problemáticas relacionadas con el proyecto Mirador, identificadas por la Misión. 3.1. Desplazamientos generados por el proyecto minero Mirador Una de las situaciones encontradas por la Misión fue el desplazamiento de familias, que tal como lo han descrito las personas locales entrevistadas, inició desde el año 2003. Uno de los desplazamientos más significativos es el que derivó en la desaparición del barrio San Marcos. Los desplazamientos han tenido lugar a través de varios procesos. El primero de ellos, la compraventa de tierras con procedimientos irregulares, por parte de la empresa, y últimamente la constitución de demandas de servidumbres presentadas por la empresa con apoyo del Estado. Esto último, cuando las familias no han querido dejar sus tierras. Lo que ha generado una serie de conflictos sociales, una de cuyas expresiones es la presentación por parte de la empresa, de denuncias contra determinados campesinos. A esto se suma la ausencia de las instituciones del Estado para controlar las acciones de la empresa y velar por los derechos de las personas afectadas por el proyecto Mirador, puesto que desde sus primeros estudios de impacto ambiental, ECSA ha reconocido la necesidad de desplazar diversas familias del área de influencia directa 2 con el fin de establecer plenamente la estructura física de su proyecto. De hecho, en su último EIA de Explotación, ECSA indicó: El área de influencia directa del proyecto no cuenta con presencia de pobladores locales. ECSA ha llevado a cabo un proceso de adquisición de las propiedades necesarias para el desarrollo de su proyecto desde el 2004. Se considera a las comunidades Etsa, Churuwia, El Quimi, Valle del Quimi, Machinaza Alto, San Marcos-Las Maravillas y Tundayme, dentro del área de influencia directa social de la Fase de Explotación del Proyecto Minero de Cobre Mirador.3 Es de notar la contradicción que presenta el Estudio de Impacto Ambiental para la fase de explotación (ya aprobado) respecto a la caracterización del área de influencia directa, puesto que pese a que en el punto 7.1.1 del EIA, se indica que no existen pobladores locales, en el punto 8.3.6 del mismo documento, se identifica siete centros poblados 2 En el área de influencia directa, según la empresa, “los suelos son afectados directamente en la etapa de Construcción de la Fase de Explotación del Proyecto, por los movimientos de tierras, excavaciones y rellenos que se darán para la conformación de la Mina … y Escombreras, construcción de las infraestructuras y edificaciones de oficinas, talleres, campamento. En la etapa de Operación los suelos serán afectados por la extracción de materiales de la Mina, ubicados de estériles en las escombreras y posibles alteraciones en su calidad por manejos de químicos, combustibles, aguas domesticas e industriales. En la etapa de Cierre, la clausura de la Mina y Escombreras, la remoción de infraestructuras de oficinas, talleres y campamento tundra posiblemente afectaciones sobre la calidad del suelo. Es posible una degradación de la calidad del suelo por su contacto con drenajes ácidos de mina, que se puede generar por la exposición al aire y agua de minerales sulfurados dispuestos como estériles en las escombreras, así como de drenajes ácidos de mina generados del material expuesto de las paredes de la Mina. Los cuerpos de agua potencialmente podrían ser afectados directamente aguas abajo del área donde se realicen las actividades de construcción, operación y abandono de la Fase de Explotación del Proyecto, por la modificación de los cauces y caudales de los cuerpos de aguas superficiales[.] Ecuacorriente S.A. (ECSA), Estudio de Impacto Ambiental para la fase de explotación a cielo abierto del proyecto minero de cobre Mirador. Áreas Mineras Mirador 1 – Mirador 2, Noviembre, 2010, p. 141. 3 Ibíd., p. 140 (7.1.1). 10 asentados en el área de influencia directa del proyecto (6 en el cantón El Pangui, y uno en el Valle del Quimi), incluyendo dos centros shuar que sumados totalizan, según la empresa, 1.840 habitantes.4 De cualquier manera, los procesos de desplazamiento en el área de influencia directa del proyecto Mirador han sido conocidos por distintas instituciones del Estado, como el INDA, el Ministerio de Ambiente y la Contraloría General del Estado, esta última que en 2012, al revisar la documentación pertinente a proceso de compra venta de tierras de la empresa en la zona, concluyó que el Ministerio del Ambiente delegó responsabilidades de su competencia exclusiva a la empresa ECSA y que, como resultado de eso, dejó que el conflicto socio ambiental persista hasta la actualidad.5 3.2. Incumplimiento de reubicación a familias y pagos desiguales por sus tierras Durante la visita de las personas que integraron la Misión a Tundayme, diversas personas alegaron que ECSA ha hecho pagos desiguales por las tierras de las familias que vivían en el área de influencia directa del proyecto minero, situación que ya había sido identificada por la CEDHU y la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) durante la elaboración del estudio de caso del 20106. Las familias indican que la empresa, por ejemplo, compró tierras del actual alcalde de Pangui por el precio de 20 mil dólares la hectárea, mientras que en otros casos ha pagado mil dólares por hectárea, alegando que el precio catastral de las tierras es de 400-600 dólares por hectárea. La Contraloría General del Estado, a su vez, encontró que la empresa dio inicio a un proceso de compra de tierras desde el año de 2003, pero en aquella época ello se daba por medio de “comisionistas” quienes pagaban hasta 600 dólares por hectárea y alegaban que las tierras compradas servirían para actividades agrícolas. En 2006, cuando los campesinos que vendieron sus tierras a estos “comisionistas” descubrieron que se trataba de tierras para servicio de la actividad minera, empezaron a quejarse a los supuestos compradores y en 2007 ECSA contrató una empresa para mediar el conflicto, acordando “bonificaciones” o “compensaciones” para los antiguos dueños de las tierras. 7 Según datos levantados por la Contraloría, en 2009, el representante de 49 de los campesinos que vendieron tierras a ECSA denunció al Ministerio de Ambiente, entre otras cosas, que “la empresa se aprovechó de la ingenuidad e ignorancia de la gente muy vulnerable que sometida a engaños, presiones sicológicas, prepotencia, testaferrismo, vendimos nuestras tierras en forma legal pero no legítima [.]”8 4 Ibíd., p. 461. La Contraloría General del Estado concluyó sobre el tema que: “Los Subsecretarios de Calidad Ambiental, el Director y técnicos de la Dirección Nacional de Prevención y Control de la Contaminación Ambiental, responsables del proyecto minero Mirador, en funciones en el período 2009 al 2011, inobservaron el artículo 313 de la Constitución de la República del Ecuador, al no verificar y disponer que el titular minera de las concesiones del Proyecto Mirador efectúe procesos transparentes de negociación de tierras y delegar la solución de un conflicto socio ambiental en forma definitiva a una entidad privada con claros intereses particulares, afectando derechos ciudadanos. Asimismo, inobservaron el artículo 91 de la Ley de Minería, el artículo 14 literal c del Decreto Ejecutivo 1040, al no tomar acciones en el tratamiento de las denuncias realizadas por campesinos, dejando que el conflicto socio-ambiental persista hasta la fecha de corte de la auditoria, sin una solución definitiva, Contraloría General del Estado, Dirección de Auditoría de Proyectos y gestión Ambiental, DIAOA-0027-2012, Informe General, p. 67. 6 Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (CEDHU) y Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), Intervención Minera a Gran Escala en Ecuador y Vulneración de Derechos Humanos: Caso Corriente Resources, Quito: CEDHU, 2010. 7 Contraloría General del Estado, Dirección de Auditoría de Proyectos y Gestión Ambiental, DIAOA-0027-2012, Informe General, p. 62. 8 Ibíd., p. 63. 5 11 El Ministerio de Ambiente, en lugar de actuar en defensa de los intereses de los ciudadanos, solicitó a la empresa resolver por sí misma los conflictos sociales ocasionados por la compra de tierras. Posteriormente, según la Contraloría, mientras los conflictos se exacerbaban y los habitantes locales buscaron que el Ministerio del Ambiente interviniera en el conflicto, exigiendo a la empresa el cumplimiento su plan de desarrollo y la rendición de cuentas por parte de la empresa, la Ministra de Ambiente respondió que “la resolución de conflictos de tierra no es de competencia de esta cartera sino del INDA, por lo cual este reclamo debe dirigirse a esta institución”.9 Ante la falta de opciones, varios de los campesinos han propuesto dejar sus tierras a cambio de una reubicación (misma cantidad de terreno en un área de características similares), pero la empresa no ha aceptado su pedido. Pese a que haya sido la reivindicación de muchos habitantes de la zona, hasta la fecha ninguna familia ha sido reubicada en esos términos. Asimismo, los habitantes de la zona han declarado a los miembros de la misión que cuando ECSA no logra el consentimiento de la familia a su oferta unilateral y discrecional de compra, ésta se vale de medidas de acoso tales como la construcción de trochas en los terrenos, o el desarrollo de mediciones sin el consentimiento del dueño de la tierra, incluso amenazando su desalojo diciendo que “si ustedes no venden sus tierras el Estado las quitará”. Algunos habitantes locales también alegan que en diversas ocasiones han intentado denunciar las violaciones a su domicilio por parte de funcionarios de la empresa a la fiscalía de Yantzaza, pero que en aquella oficina el fiscal no ha querido recibirlas y que, para empeorar el problema, al conocer de esos intentos de denuncia, la empresa regresó a las tierras de estas familias acompañada de patrullas de la policía como demostración de poder. Habitantes de la zona también indican que hace seis meses, 20 uniformados estuvieron en la zona para asegurar el desarrollo de los trabajos de la empresa, señalizando el apoyo de las instituciones de seguridad pública a la empresa. Los miembros de la misión hemos tenido acceso a un documento de la oficina jurídica del abogado Nayo Vivanco Criollo, que resume las propuestas de la empresa para la compra de los terrenos de la zona (que ofrece entre 400 y 700 dólares por hectárea) y que indica que “si no se aceptara esta oferta, la empresa denunciaría al estado las situaciones irregulares para llegarse a la verdad de los hechos y pedir la reversión de tierras al estado”10, refiriéndose a supuestas irregularidades en la posesión de algunos de los campesinos cuyas tierras la empresa quiere comprar. Además, el abogado expresa en el documento que “en caso de no aceptarse [esta oferta] se proseguiría de inmediato con los trámites judiciales y no judiciales, con las consecuencias pertinentes”.11 Las familias que finalmente no accedieron a las propuestas de la empresa, o que exigían que a cambio de sus tierras recibieran otras del mismo tamaño, deben ahora enfrentar demandas de servidumbre, como se expondrá adelante. 9 Ministerio de Ambiente, Oficio 09876-2009-SCA-MAE de 23 de mayo de 2011. Abogado Nayo Vivanco Criollo, Propuesta por parte de funcionarios de ECSA según agenda de trabajo realizada en varias sesiones con abogados, asistentes y administrativos del estudio jurídico “Jaramillo Vivanco y Asociados Cía Ltda”, s/f 11 Ibíd. 10 12 3.3. Desplazamiento total del barrio San Marcos Poblado San Marcos, luego del derrocamiento del área comunitaria Durante el primer proceso de licenciamiento ambiental en 2006, la Subsecretaria de Protección Ambiental del Ministerio de Energía y Minas recomendó a ECSA reubicar a uno de los depósitos de relaves12 del sector de Santa Cruz al área donde estaba ubicado el barrio San Marcos. Con esta orientación, ECSA decidió desalojar a los habitantes de la zona. San Marcos, centro poblado que estaba ubicado en la parroquia de Tundayme, fue creado en 1983 y hasta 2006 habitaban 19 familias. Polibio Arévalo, finquero de la zona donó 1 hectárea para los habitantes del poblado con el fin de que construyeran instalaciones de uso comunal, y donde, mediante mingas, los comuneros levantaron una iglesia, una escuela y una cancha de fútbol, un parque recreativo, calles y conexión de agua entubada hacia los 50 lotes constituidos y a las 40 familias. El municipio de Pangui reconoció la donación de esta área comunal, incluyéndola en los destinos del presupuesto participativo municipal. El 16 de mayo de 2006, ECSA compró al señor Polibio Arévalo su propiedad de 82 hectáreas. El señor Arévalo exigió de la empresa el compromiso de mantener una hectárea del terreno destinado a la reubicación del área comunal.13 De hecho, en la escritura de compraventa entre el señor Arévalo y la empresa, se reserva el dominio de 1,30 hectáreas. Sin embargo hasta la fecha la empresa no ha dispuesto de este espacio ni mucho menos empezado con los trabajos de construcción de los espacios comunales tales como escuela, iglesia, (servicios básicos como agua potable, luz eléctrica, alcantarillado) y áreas de recreación. A raíz de esta negociación y del incumplimiento de restitución por parte de ECSA, algunas familias que no tenían sus posesiones regularizadas perdieron sus casas y/o lotes. Hoy en día en el poblado de San Marcos existen 9 lotes que no han sido vendidos, y una persona (Julia María Ordoñez Samaniego e hijos) sigue habitando el barrio, usando una casa que, pese a ser de su posesión, fue incluida en la escritura de compraventa entre el Sr. Arévalo y la empresa. En julio de 2014 la empresa presentó una solicitud de 12 Una playa de relaves consiste en la construcción de un dique o muro de contención que recibe y contiene el agua utilizada en el proceso de flotación por el cual se separa el concentrado de cobre del resto de la roca triturada. En esta infraestructura se sedimentarán los sólidos finos y se recupera el agua para ser reutilizada en la planta de beneficio. 13 Notaría Primera del Pangui, Declaración juramentada del Ángel Políbio Arévalo Pacheco, 15 de Julio de 2014. 13 inspección judicial al Juez de la Unidad Multicompetente de Yantzaza para constatar que el señor Ordoñez “se encuentra usurpando casa y terreno”14 de ECSA. La legislación ecuatoriana define la actividad minería como de “utilidad pública”, lo que significa que el Estado o su concesionario pueden recurrir a la expropiación de tierras o a la constitución de servidumbres involuntarias de las tierras necesarias para cualquiera de las actividades de un proyecto minero, como de hecho ya está sucediendo. La consecuencia de cualquiera de estas medidas es el desalojo de sus propietarios o poseedores. Eso significa que todas las tierras afectadas por una concesión minera están en inminencia de ser declaradas de utilidad pública y, por ende, sujetas a procesos de expropiación o de servidumbre. Significa también que si la empresa decide comprar las tierras afectadas por la concesión, los dueños de la tierra no tienen la libertad de escoger quedarse o no con sus terrenos, puesto que en caso que no los vendan, subyace la amenaza de expropiación o servidumbre. Fue en este contexto que ECSA emprendió un plan de compra de tierras en el barrio San Marcos, pero este plan no fue colectivo, planificado o siquiera contempló la reubicación de las familias afectadas, sino que se dio de forma individual con cada finquero, como si se tratara de contratos de compra venta de tierras en contextos comunes, es decir, cuando las personas de hecho tienen la opción de vender o no su tierra. Como ECSA mismo ha indicado en uno de sus Estudios: Durante más de seis años ECSA ha adquirido propiedades mediante procesos de compra venta de fincas de propietarios o posesionarios ubicados en San Marcos. La negociación fue individual con cada propietario, estableciendo el precio de la tierra o la compensación que [ECSA] daría por la compra de la propiedad.15 El proceso de desalojo del barrio San Marcos se restringió a comprar tierras de los campesinos por un precio libremente considerado por la empresa, sin que los propietarios recibieran compensación económica por alguna otra pérdida adicional, como las actividades laborales o económicas a las que se dedicaban. Dado que las negociaciones fueron individuales y sin ningún criterio pre establecido por la empresa o el estado, algunos de los antiguos propietarios de los predios de este barrio manifestaran su inconformidad por los precios que habían recibido por su tierra, pues eran inferiores al que la empresa posteriormente empezó a ofrecer.16 Por otra parte, los procesos de compra venta en San Marcos se extendieron desde el 2006 hasta marzo de 2010, época en la que ECSA no contaba con la licencia ambiental para las fases de construcción de infraestructura y explotación de minerales, ya que el EIA ampliatorio fue rechazado en mayo de 2007, y en consecuencia, la nueva ubicación del depósito de relaves, y la necesidad de desplazar al Barrio San Marcos aún no había sido aprobada. El EIA ampliatorio de ECSA sólo fue aprobado en 2009. 14 Pedido de Inspección Judicial presentado por Ecuacorriente a la Unidad Judicial Multicompetente de Yantzatza, 26 de julio de 2014. 15 Ecuacorriente S.A. (ECSA), Estudio de Impacto Ambiental para la fase de explotación a cielo abierto del proyecto minero de cobre Mirador. Áreas Mineras Mirador 1 – Mirador 2, Noviembre, 2010 (8.3). [énfasis añadido] 16 Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (CEDHU) y Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), Intervención Minera a Gran Escala en Ecuador y Vulneración de Derechos Humanos: Caso Corriente Resources, Quito: CEDHU, 2010, pp. 84, 85. 14 3.3.1. Quema de las instalaciones comunes del barrio San Marcos Restos de lo que fue la escuela de San Marcos El 26 de marzo de 2014 los antiguos moradores de San Marcos celebraron la “fiesta de San Marcos”, un acto simbólico de anhelo de los espacios comunales perdidos por las familias de San Marcos. El día 12 de mayo del mismo año, Ecuacorriente, resguardada por 50 uniformados, destruyó la capilla y la escuela “3 de Noviembre”. Según el señor Rodrigo Sánchez, antiguo morador de San Marcos, en esta fecha: Ingresaron, en San Marcos, 50 policías, un grupo destruyó la escuela. Asomaron las retro-excavadoras, empezaron a romper la puerta, fue forzada, sacaron los santos, las sillas; los guardias estaban con pasamontañas, en segundos la máquina botó la iglesia y luego la escuela, a las 6 de la tarde todo se convirtió en tierra. Se acercaron a la policía, para preguntar sobre las sillas y la respuesta fue que estas se llevarían donde el padre Andrés, al Pangui. A pesar de que estas instalaciones ya estaban en desuso por el proceso de desaparición del barrio San Marcos, estas constituían el único espacio comunal de las familias que hasta la fecha no ha sido reemplazado por ningún otro. La iglesia era de propiedad del vicariato y la escuela era propiedad del ministerio de educación. Los entrevistados también indican que la empresa alega haber realizado acuerdos con el vicariato y el ministerio de educación, pero ni los afectados, ni los miembros de la misión, hemos tenido acceso a tales documentos. La comunidad está ahora reivindicando la reconstrucción de la iglesia, escuela y demás áreas comunales. 15 Maquinaria de la empresa, enterrando vestigios de la zona comunal de San Marcos 3. 4. Desplazamiento de familias indígenas de sus territorios Los conflictos alrededor de la tierra son una constante en los proyectos de minería a gran escala, y desde 2006 el Estado tiene conocimiento oficial de esta problemática, cuando en 2008 el INDA adjudicó 5.588,99 hectáreas de tierras en el cantón El Pangui a favor de las Asociaciones de colonos “Kupatas” y “Sobreviviendo”, aunque dado que estas adjudicaciones se dieron en territorios ancestrales, el Director Ejecutivo del INDA las declaró extinguidas y carentes de valor jurídico.17 En 2009 el entonces abogado de Ecuacorriente afirmó que la empresa asesoraba a los habitantes locales a formalizar sus títulos para que pudieran negociar con la empresa. Añadió que esta asesoría se extendía a las familias shuar, quienes debían titular sus tierras de manera individual, dado que los territorios no habían sido reconocidos formalmente.18 Eso ha ocurrido pese a la prohibición constitucional de titulación de esos territorios, puesto que son colectivos en su propia naturaleza y denominación. Asimismo, indígenas de la nacionalidad shuar indican que la empresa se ha apoderado de tierras tradicionales por medio de procesos de compra venta. Nos llama la atención el caso de la señora Rosa Waro, indígena shuar de 102 años, quien ha sido desplazada de su casa luego de que trabajadores de la empresa Ecuacorriente la quemaran, y que no ha desistido de recuperar su terreno en razón de que en aquél lugar está su historia y donde también están “los huesos enterrados de sus ancestros”. ECSA ha sido imprecisa al describir los posibles impactos del proyecto Mirador en tierras indígenas. De hecho, la empresa no ha logrado identificar cuál es la parte del territorio shuar que está titulada y la que todavía está por titular y de qué manera el proyecto Mirador las afectará. En el EIA para la fase de explotación, la empresa señala que los centros Etsa y Churuvia han sido identificados en el área de influencia directa, que 17 18 Ibíd., p. 71. Ibíd., p. 72. 16 cuentan con tierras tituladas las mismas que suman 7.783 km2.19 Asimismo, respecto a la afectación de tierras indígenas, la empresa indica que: la población de los centros poblados de colonos del AID [área de influencia indirecta] del proyecto de Explotación del Proyecto Minero de Cobre Mirador, conjuga pequeños centros poblados con características rurales (poblaciones dispersas), que cuentan con una población menos a 200 habitantes, y provisión de servicios básicos en buen estado. Se ubican cerca de la ciudad de El Pangui, cuyo acceso es por vía terrestre, luego de pasar en gabarra (para el paso de vehículos) o a pie (puente peatonal) en río Zamora. […] Los centros poblados de El Quimi, Machinaza Alto, San Marcos-Las Maravillas, Tundayme, El Quimi y Valle del Quimi están conformador principalmente por colonos mestizos que se asentaron en la zona a raíz del conflicto militar con el Perú en la década de los cuarenta, con olas migratorias hacia la Amazonía ecuatoriana de la década de 1960 y 1970, y desde entonces han permanecido en esta región. El Quimi cuenta con un grupo familiar shuar (una familia ampliada) que se identifican como pobladores shuar ancestrales del área, sin embargo ninguna familia del Quimi reconoce su existencia previa en el área, por lo que mantienen conflictos internos importantes.20 Si la empresa encontró conflictos previos a su presencia, debió exigir al Estado ecuatoriano la realización de estudios, regularización de las tierras y el desarrollo del proceso de consulta previa con el fin de ampliar su información sobre el área, proteger los derechos de los pueblos, y evitar que su presencia exacerbara conflictos pre existentes. El Relator de las Naciones Unidas para los Derechos de los Pueblos Indígenas ha reiterado en distintas ocasiones que “los estándares y la práctica internacionales han exigido la realización de estudios de impacto social y ambiental como una de las garantías específicas para la protección de los derechos de estos pueblos, y en particular sobre los proyectos de inversión, desarrollo, exploración o extracción de los recursos naturales susceptibles de afectar esos derechos.”21 El 28 de junio de 2014 el Centro Shuar IJISAM, al considerar que la empresa Ecuacorriente “ha acaparado tierras de manera ilegal e ilegítima en la parroquia de Tundayme desde el año 2000 en adelante”, decidió “retomar la posesión legítima sobre el territorio ancestral shuar en la zona de San Marcos y de la zona de Tundayme”.22 Además de los conflictos relacionados con las tierras y territorios indígenas, es de notar que hasta la fecha no ha existido ningún proceso de consulta libre, previa e informada con los indígenas afectados por el proyecto minero. La ausencia del estado en la zona, la falta de la implementación de un proceso de consulta previa con los pueblos indígenas y las denuncias que vienen siendo hechas por las comunidades indígenas de la zona indican la existencia de conflictos socioambientales que están siendo desatendidos por el estado y que podrían exacerbarse, como ya ha 19 Ecuacorriente S.A. (ECSA), Estudio de Impacto Ambiental para la fase de explotación a cielo abierto del proyecto minero de cobre Mirador. Áreas Mineras Mirador 1 – Mirador 2, Noviembre, 2010, p. 491 (8.3.8.7.2). 20 Ibíd., p. 461. [énfasis añadido] 21 Naciones Unidas, Consejo de Derechos Humanos, Informe del Relator Especial sobre la Situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas, James Anaya, A/HRC/15/37, 19 de Julio de 2010, pár. 72. 22 Centro Shuar Ijisam, “Sentencia Shuar sobre la posesión ancestral y efectiva del territorio en San Marcos y en Tundayme”, 28 de junio de 2014. 17 ocurrido en el pasado. 3.5. Desalojos vía demandas de servidumbres Las familias que no han accedido a las ofertas de compra venta de sus tierras en los moldes presentados por ECSA se enfrentan ahora con 47 demandas de servidumbre presentadas ante la Agenda de Regulación y Control Minero (ARCOM). En este año hubo una audiencia de conciliación con los campesinos demandados, pero no se ha llegado a ningún acuerdo. Las familias también reclaman que el Estado les ha abandonado, que las autoridades correspondientes no han llevado a cabo ningún proceso de consulta y que no tienen a qué instancia acudir para pedir la protección de sus derechos. ECSA compró más de 4,000 hectáreas de tierras en la zona y estima que necesita utilizar más 2.043 hectáreas para el desarrollo de la etapa de exploración del proyecto minero 23. La Ley de Minería establece que ningún concesionario minero deba tener títulos que sumen más de cinco mil hectáreas de tierras.24 Sin embargo, el contrato de explotación entre el estado y la empresa Ecuacorriente establece una cláusula que determina la creación de una “Área de Actividades Relacionadas”, que está fuera del área de concesión y que “goza de la protección del estado […] pudiendo el Concesionario Minero solicitar la constitución de las servidumbres y amparo administrativo que sean necesario”25. Asimismo, el contrato establece un “Área de Protección”, que sirve para “proteger y garantizar la seguridad de las personas alrededor del Proyecto y de las operaciones”, cuya área es ilimitada y puede incluir “pertenecer al propio Concesionario Minero, al Estado, a áreas especiales, bosques protectores, comunidades, poblados y a terceros en general.”26 En la práctica, estas “Área de Actividades Relacionadas” y “Área de Protección” permiten que la empresa abarque un territorio indefinido, pudiendo solicitar la constitución de servidumbres ilimitadas. La empresa reclama la servidumbre de ocupación sobre la totalidad de los predios. En los documentos de solicitud de servidumbre ante la ARCOM, la empresa alega que ha intentado comprar las tierras en base al valor de evalúo catastral, lo que no debe servir 23 Demandas de servidumbre presentada por Ecuacorriente ante la ARCOM en junio de 2014. Es de notarse que el artículo 39 de la Ley de Minería establece que “Ningún concesionario minero podrá tener uno o más títulos que en su conjunto sumen un área superior a cinco mil hectáreas mineras a partir de la etapa de explotación. No obstante lo anterior, el reglamento general de esta ley establecerá los criterios técnicos para el establecimiento de áreas de protección para los proyectos mineros en etapa de explotación.” 25 4.5.5 Área de Actividades Relacionadas: es el ámbito espacial necesario fuera del Área de Contrato en la cual se encuentra ubicada la infraestructura civil (campamentos, bodegas, polvorines), relaveras, escombreras, plantas de beneficio, plantas de energía, y otras (…), u otras representativas, relacionadas directamente con la ejecución de las actividades mineras objeto del Contrato, incluyendo las Áreas de Protección. Al ser un área relacionada con la ejecución de este Contrato, sin que se requiera estar ubicada dentro de concesión minera, tanto esta área como todo lo que en ella se encuentre, gozan de la protección por parte del Estado conforme a la Legislación Aplicable y este Contrato, pudiendo el Concesionario Minero solicitar la constitución de las servidumbres y amparo administrativo que sean necesarios. Durante la vigencia del presente Contrato y sus renovaciones, el Ministerio Sectorial no otorgará concesiones sobre esta Área. 24 26 Además el contrato prevé un Área de Protección, que es “el ámbito espacial parte del Área de Actividades Relacionadas, cuya graficación consta en el Anexo A, la cual sirve para proteger y garantizar al Proyecto Minero de cualquier tipo de perturbación que impida su normal ejecución; así como para garantizar la seguridad de las personas alrededor del Proyecto y de las operaciones. La propiedad de estas áreas puede pertenecer al propio Concesionario Minero, al Estado, a áreas especiales, bosques protectores, comunidades, poblados y a terceros en general. La extensión de esta área no se halla sujeta a límites. Al ser un área necesaria para la ejecución de este Contrato goza de la protección por parte del Estado conforme a la Legislación Aplicable y este Contrato, pudiendo el Concesionario Minero solicitar la constitución de las servidumbres y acciones de amparo administrativo que sean necesarios.” (4.5.7 del Contrato) 18 como referencia de valor comercial del inmueble. La empresa también alega que los campesinos piden precios irreales, pero no presenta pruebas del hecho. En marzo de este mismo año el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda realizó un informe para determinar los precios comerciales de las propiedades afectadas por el proyecto minero estratégico Mirador y encontró que estos precios oscilan entre USD 2013,60 y 3443,26 la hectárea,27 es decir, mucho menos de lo que la empresa ha estado ofreciendo a los campesinos, que es entre 400 y 700 dólares la hectárea. Una de las recomendaciones que la Contraloría General del Estado hizo a la Ministra del Ambiente respecto a las problemáticas socio ambientales del caso del proyecto Mirador ha sido que dispusiera “al Subsecretario de Calidad Ambiental, la conformación de una comisión mediadora que facilite la terminación del conflicto socio ambiental emanado de la negociación de tierras; de forma sostenida y participativa, (evidenciando) este proceso con un acta de finiquito suscrita por las partes”.28 Hasta la fecha esta comisión no fue creada, ni tampoco ha existido un proceso de finiquito en los términos recomendados por la Contraloría General del Estado. En suma, el gobierno no ha desalojado directamente a las personas de sus tierras, dejando este encargo a la empresa. Muchas de los campesinos, sin contar con ningún tipo de información del gobierno, y temiendo quedarse sin nada, prefirieron aceptar los ofrecimientos de la empresa. Otros, sin embargo, decidieron quedarse hasta que la empresa o el estado propusiera un acuerdo más equitativo, o la justa reubicación. Estas personas ahora se enfrentan con demandas de servidumbre y, algunas de ellas, también sufren el acoso de la empresa, que ha interpuesto denuncias criminales ante la Fiscalía local. Esto caracteriza un intento de desalojo por vía de servidumbre, ya que los campesinos parecen no tener otra alternativa que vender sus tierras a la empresa por el valor que ésta unilateralmente decida pagar, o tener sus tierras grabadas con la servidumbre total a favor de la empresa. En los dos casos el resultado es el mismo: la pérdida de la posesión y del uso de sus tierras. 3.6. Campesinos denunciados por la empresa Además de contar con el apoyo del Ministerio del Ambiente y con el apoyo de las fuerzas de Policía, la empresa empezó a denunciar a los campesinos ante la Fiscalía, por “actos ilícitos y abusivos” como el que se describe. El 16 de mayo de 2014 ECSA presentó una denuncia a la Fiscalía General del Ecuador por “un delito de acción pública” en contra de Ángel Arévalo, Luis Rodrigo Sánchez, Elvia Arévalo, Luis Inga, Raúl Sánchez, Sr. Luis Borja, Rosario Sánchez, Luis Arévalo, José Isidro Tendetza, Alfonso Tendetza y Carlos Tendetza alegando que el 9 de mayo se produjeron una serie de actos ilícitos en contra de los bienes de la compañía EcuaCorriente S.A. También los campesinos son acusados de haber echado abajo la cerca construida por la empresa y también a destruir los letreros antes mencionados, increpando en forma grosera con insultos y amenazas al personal de ECSA y que nadie los sacará.”29 27 Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, Informe Técnico del Proceso Metodológico para Determinar los Precios Comerciales de las Propiedades Afectadas por el Proyecto Minero Estratégico Mirador, solicitado por el Ministerio de Recursos Naturales No Renovables, Marzo de 2014. 28 Contraloría General del Estado, Dirección de Auditoría de Proyectos y Ambiental, DIAPA-0027-2012, p. 68. 29 Fiscalía General del Estado, Fiscalía Provincial de Zamora Chinchipe, Indagación Previa Nº 19060181405001, 16/5/2014. 19 Otras personas denunciadas por hechos similares son: Adrian Nunga, Ana Shungo, Manuel Durán, Cristóbal León, Julio Ordoñez (el único habitante de San Marcos), Ariolfo Nugra, Carlos Cajamarca y Luis Heriberto Inga. Estas acciones caracterizan el enjuiciamiento mal intencionado a líderes defensores de derechos humanos, en tanto mecanismos de persecución, que ya han sido identificados en el ámbito del derecho internacional, y que deben ser energéticamente rechazados por el Estado ecuatoriano. Estas acciones tienen por objetivo amedrentar y ocasionar una crisis económica en los afectados, puesto que éstos se ven obligados a cubrir costos legales, por denuncias que carecen de fundamento. Preocupa que estas denuncias tengan por finalidad la salida definitiva de los habitantes de Tundayme. Sobre los tipos de violaciones a los derechos de los defensores de los derechos humanos, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha dicho lo siguiente: En algunos casos se formulan acusaciones de delitos penales o de otro tipo contra los defensores, que desembocan en su procesamiento y condena. La participación en manifestaciones pacíficas, la presentación de una denuncia oficial por malos tratos de la policía, la participación en una reunión de defensores de los derechos de los indígenas o el despliegue de una pancarta conmemorativa de víctimas de violaciones de los derechos humanos como soborno, perturbación del orden público y gamberrismo.30 3.7. Trabajadores nacionales despedidos El 16 Mayo 2014, Ecuacorriente S.A. despidió a 11 trabajadores que se organizaban por hacer un comité sindical. Los trabajadores acudieron al Ministerio de Relaciones Laborales, quien trató de interceder en su favor, pero no tuvo éxito. Ecuacorriente S.A. fue tajante en determinar que el Estado no debía interferir en las decisiones administrativas de la empresa, y todo indica que la empresa no tolerará que sus trabajadores organicen comités sindicales u otro tipo de organizaciones que velen por los derechos laborales. Este tema, sin embargo, no será tratado en este informe 30 Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, Los Defensores de los Derechos Humanos: Protección del Derecho a Defender los Derechos Humanos, Folleto informativo Nº 29, p. 13. 20 4. DERECHOS VULNERADOS 4.1. Derecho a la vivienda y derecho a no ser desalojado injustamente de su tierra La Constitución ecuatoriana y los tratados internacionales de derechos humanos aseguran el derecho a la vivienda adecuada y digna a todos los ciudadanos. El Relator Especial de las Naciones Unidas sobre una Vivienda Adecuada ha recalcado el deber de los estados de proteger a las personas ante desplazamientos involuntarios, lo que incluye los desalojos que “se llevan a cabo so pretexto de servir al bien común”.31 Por otro lado, los principios básicos y directrices de las Naciones Unidas sobre los desalojos y el desplazamiento generados por el desarrollo determinan que “todas las personas, grupos y comunidades tienen derecho al reasentamiento, que incluye el derecho a una tierra distinta mejor o de igual calidad, y una vivienda que debe satisfacer asequibilidad, habitabilidad, seguridad de la tenencia, adecuación cultural y acceso a los servicios esenciales, tales como la salud y la educación”.32 Los Estados deben garantizar que los desalojos se den sólo en circunstancias excepcionales, y por eso los casos de desalojos requieren una plena justificación, debiendo a) estar autorizado por la ley; b) llevarse a cabo de acuerdo con el derecho internacional relativo a los derechos humanos; c) hacerse únicamente con el fin de promover el bienestar general; d) ser razonable y proporcional; e) estar reglamentado de tal forma que se garantice una indemnización y rehabilitación completas y justas; y f) realizarse de acuerdo con las directrices de las Naciones Unidas. 33 Los estados deben también adoptar medidas dirigidas a otorgar seguridad jurídica de la tenencia a las personas y comunidades que carecen de esta protección, en particular aquellos que no tienen títulos oficiales de propiedad sobre el hogar y la tierra. 34 Asimismo, indica Naciones Unidas que antes de los desalojos los Estados debe hacer un proceso de planificación que promueva la participación de todas las personas que pueden verse afectadas y que incluya los siguientes elementos: a) un aviso apropiado a todas las personas que podrían verse afectadas de que se está considerando el desalojo y que habrá audiencias públicas sobre los planes y las alternativas propuestos; b) la difusión eficaz por las autoridades de la información correspondiente por adelantado, en particular los registros de la tierra y los planes amplios de reasentamiento propuestos, con medidas dirigidas especialmente a proteger a los grupos vulnerables; c) un plazo razonable para el examen público, la formulación de comentarios y/o objeciones sobre el plan propuesto; d) las oportunidades y medidas para facilitar la prestación de asesoramiento jurídico, técnico y de otro tipo a las personas afectadas sobre sus derechos y opciones; y e) la celebración de audiencias públicas que den la oportunidad a las personas afectadas y a sus defensores a impugnar la decisión de desalojo y/o presentar propuestas alternativas y formular sus exigencias y prioridades de desarrollo. 35 Según hemos verificado, los procesos de desalojo no han seguido ningún tipo de planificación ni tampoco han sido vigilados por el Estado. Hemos considerado que los 31 Naciones Unidas, Consejo de Derechos Humanos, Principios Básicos y Directrices sobre los Desalojos y el Desplazamiento generados por el Desarrollo, Relator Especial de Naciones Unidas sobre una vivienda adecuada, como parte del derecho a un nivel de vida adecuado, Anexo I del Informe del Relator Especial sobre una vivienda adecuada, como parte del derecho a un nivel de vida adecuado, A/HRC/4/18, párr. 8. 32 Ibíd., pár. 16. 33 Ibíd., pár. 21. 34 Ibíd., pár. 25. 35 Ibíd., pár. 37. 21 precios ofrecidos por la empresa no han sido justos ni tampoco corresponden con los valores comerciales que poseen las tierras. Y si las servidumbres llegasen a constituirse, caracterizarían nuevos procesos de desalojo involuntario. Para los miembros de la Misión la constitución de las áreas de “Actividad Relacionada” y de “Protección” en el contrato de explotación no cumplen con los requisitos que exigen la normativa internacional, puesto que su caracterización permite el establecimiento de servidumbres, contrariando la disposición constitucional de acaparamiento de tierras y evadiendo la disposición de la legislación minera nacional que indica que el área de la concesión no puede ser superior a cinco mil hectáreas, ambas normas desarrolladas con el fin de proteger los derechos de las comunidades locales frente a los grandes poderes económicos. El Estado, además, debe explorar plenamente todas las posibles alternativas a los desalojos, y todas las personas posiblemente afectadas tienen derecho a la información correspondiente, consultas completas y plena participación durante todo el proceso, así como de proponer alternativas que las autoridades han de examinar debidamente. 36 Ninguna de estas situaciones se dio en el caso en estudio. Cabe anotar que el estado Ecuatoriano fue previamente informado del proceso de desplazamiento del barrio San Marcos a través de más de un Estudio de Impacto Ambiental aprobado, sin embargo no hizo observaciones al respecto y no ha intervenido en ningún momento mientras ha durado el desplazamiento de dichas familias. Eso caracteriza su plena responsabilidad, dado que la empresa, al ser concesionaria de un bien de uso exclusivo del estado, actúa como si fuese el mismo Estado. Con el fin de evitar desalojos en tierras tradicionales, la Corte Interamericana ha determinado que los Estados deben garantizar que no se emita ninguna concesión dentro de los territorios ancestrales “a menos y hasta que entidades independientes y técnicamente capaces, bajo la supervisión del Estado, realicen un estudio previo de impacto social y ambiental”,37 lo que nunca ocurrió. Las empresas también tienen responsabilidades a este respecto. El Relator de las Naciones Unidas para los Derechos de los Pueblos Indígenas ha indicado que “las empresas deberían tomar en cuenta los criterios sentados por las normas internacionales a los efectos del reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, en particular sus derechos sobre tierras, territorios y recursos naturales”. 38 4.1.1. Las víctimas Las víctimas, son las y los habitantes de Tundayme, quienes están en riesgo inminente de perder sus tierras y viviendas, especialmente si la empresa presenta contra ellos demandas de servidumbres. Elvia Arévalo, Luis Florencio Arévalo Pacheco, Armando Miguel Fernández Mugra, Manuel, Ezequiel Fernández Leon, Manuel de Jesus Fernández Nugra, Segundo Tobías López Saetama, Tobías Alejandro López Vargas, Mario Germán Nugra Morocho, Rosa Elena Nugra, María Ubaldina Ordóñez Sánchez, Julio Ordoñeza, Antonio Rogelio Pachar Seanchez, Julio Ramón, Ignacia Pacgar Sánchez, Jesús Pachar Sánchez, Luz Pachar Sánchez, María Pachar Sánchez, Rafael Pachar Sánchez, Delia María Saetama Sánchez, 36 Ibíd., pár. 38. Corte Interamericana de Derechos Humanos, “caso del Pueblos Saramaka vs. Surinam”. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28/11/2007. Serie C nº 172, párr. 129. 38 Naciones Unidas, Consejo de Derechos Humanos, Informe del Relator Especial sobre la Situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas, James Anaya, A/HRC/15/37, 19 de Julio de 2010, pár. 86. 37 22 Ernesto Sánchez, María Encarnación Sánchez Amay, Elvia Taday, Ruth Noemi Uyahuari Guamán, Alicia Uyahuari Guamán, Agripina Uyahuari Guamán, Sandra Uyahuari Guamán, William Uyahuari Guamán, Sonia Uyahuari Guamán y Luis Uyahuari Guamán, Vicente Bolívar Salinas Brito y María Martina Jiménez Jiménez, Estela Villacía, Rosa Waro. Pobladores de Tundayme en riesgo de perder sus tierras y viviendas La señora Julia Ordoñez, habitante del barrio San Marcos, no tuvo su posesión reconocida y corre el riesgo inminente de ser desplazada sin ningún tipo de indemnización. Según las declaraciones que hemos recibido, algunos funcionarios de la empresa han violado la propiedad de los señores Roque Salinas y Ángel Árias. 4.1.2. Responsabilidad del Estado Permitió, con pleno conocimiento de causa, que ECSA diera inicio a su plan de compra de tierras con el consecuente desplazamiento involuntario de los habitantes locales; No evaluó los planes de desplazamiento desarrollados por ECSA; No ha ofrecido seguridad jurídica a las personas que carecen de títulos sobre sus tierras u hogares; Otorgó concesiones mineras en territorios indígenas no titulados; Estableció un “Área de Actividades Relacionadas” que ofrece garantías para que la empresa siga desplazando a los habitantes de la zona en la medida de sus intereses y sin limitaciones; Otorgó títulos individuales sobre tierras ancestrales que son inherentemente indivisibles e inalienables; 23 No acogió las recomendaciones de la Contraloría General del Estado; Dispuso la fuerza pública para que la empresa procediera con la destrucción de los predios ubicados en el área comunal del Barrio San Marcos, reclamados por los afectados; No elaboró un plan de desalojo involuntario en base a los principios y directrices de las Naciones Unidas sobre los Desalojos y Desplazamientos Generados por el Desarrollo. 4.1.3. Responsabilidad de la empresa Desarrolló su programa de compra de tierras ofreciendo precios distintos para terrenos similares, generando falsas expectativas y conflictos sociales que persisten en el área; No se preocupó por obtener un avalúo del precio comercial que, tal como fue demostrado por el informe técnico del Ministerio de Desarrollo Urbano y vivienda, es superior al ofrecido por ECSA; Ofrece precios correspondientes al avalúo catastral, lo que no constituye una práctica comercial en el país; Facilitó la titulación individual de tierras indígenas, vulnerando el derecho de esos pueblos a mantener su posesión inalienable de sus tierras y obstaculizando cualquier acción futura que pueda ser llevada a cabo por el Estado para la efectiva titulación y protección de los derechos territoriales indígenas; Incumplió su deber de “debida diligencia” al no realizar un estudio exhaustivo de la situación de los pueblos afectados por el proyecto minero, igualmente al no realizar una evaluación de los impactos que su proyecto pudiera acarrear para los pueblos indígenas del área. 4.2. Derecho de los pueblos indígenas a la consulta previa Hasta la fecha de publicación de este informe, el estado ecuatoriano no ha implementado ningún tipo de consulta con los pueblos indígenas afectados por proyectos extractivos, en los términos de la legislación nacional y obligaciones internacionales. 4.2.1. Víctimas Comunidades del pueblo shuar de la zona de Tundayme, afectadas por el proyecto Mirador, que ha sido sobrepuesto a sus territorios y viviendas. 4.2.2. Responsabilidad del Estado No ha evaluado los impactos sociales que el proyecto minero pueda tener sobre los derechos de los pueblos indígenas de la zona, ni tampoco ha tratado de identificar si el proyecto abarca tierras indígenas no tituladas; No ha realizado la consulta previa con los pueblos indígenas con el fin de obtener 24 su consentimiento al proyecto minero; Al no promover la consulta el Estado y, al mismo tiempo, aprobar los planes de desarrollo de la empresa, el gobierno deja la empresa encargada de la administración de los conflictos sociales, generando una situación de extrema vulnerabilidad de los pueblos y comunidades afectadas. 4.2.3. Responsabilidad de la empresa ECSA viola los principios rectores para empresas y derechos humanos, especialmente el principio de desarrollar la debida diligencia para asegurarse de que con su comportamiento no contribuya a alguna acción u omisión del Estado que pudiera infringir los derechos humanos, especialmente el deber del Estado de consultar con los pueblos indígenas previa la aprobación de planes de explotación minera. El relator de las Naciones Unidas para los Derechos de los Pueblos Indígenas, James Anaya, ha manifestado de manera categórica que “las empresas no deberían proceder a la aceptación de ninguna concesión y a la realización de ningún proyecto en caso de que el Estado no haya llevado consultas previas y adecuadas con las comunidades indígenas afectadas” 39 . 4.3. Vulneración a los derechos de libre expresión Las denuncias presentadas por ECSA ante la Fiscalía en contra de las personas que no han vendido sus tierras y que protestan por el desempeño de la empresa en la zona estarían violentando sus derechos de expresión, puesto que no se debe ignorar la asimetría de recursos jurídicos y económicos entre la empresa y los campesinos, lo que puede reflejarse en los resultados de las demandas legales. 4.3.1. Víctimas Las víctimas, personas que están es estado de vulnerabilidad, con riesgo inminente de tener restringidos sus derechos a la libertad de expresión y libre circulación son: Luis Rodrigo Sánchez Shiminaycela, Rodrigo Sánchez Segarra, Elvia Arévalo, Luis Inga, Raúl Sánchez, Angél Arévalo, Luis Borja, Rosario Sanchez, Luis Arevalo, José IsidroTendetza, Alfonso Tendetza, Carlos Tendetza, Luis Rodrigo Sánchez, Adrian Nunga, Ana Shungo, Manuel Durán, Cristóbal León, Julio Ordoñez, Ariolfo Nugra, Carlos Cajamarca y Luis Heriberto Inga. Julio Ordoñez es el único habitante de San Marcos, quien ha rechazado a todos los ofrecimientos por parte de la empresa. Luis Arévalo y Elvia Arévalo también se enfrentan a demandas de servidumbre sobre sus tierras. 4.3.2. Responsabilidad del Estado El Estado ecuatoriano, al ausentarse de todos los roles anteriormente mencionados, indica a la empresa que tiene la libertad de actuar como bien le parezca, vulnerando aún más la precaria situación de los afectados por el proyecto Mirador. 39 Naciones Unidas, Consejo de Derechos Humanos, Informe del Relator Especial sobre la Situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas, James Anaya, A/HRC/15/37, 19 de Julio de 2010, pár. 65. 25 4.3.3. Responsabilidad de la empresa La empresa debe atenerse a los principios rectores sobre las empresas y los derechos humanos, especialmente al Principio Rector 17 que establece que con el fin de cumplir con su deber de respetar los derechos humanos las empresas deben desarrollar mecanismos adecuados que les permita identificar y evaluar impactos adversos de sus actividades sobre los derechos humanos. 26 5. CONCLUSIONES GENERALES 1. Existen indicios de incapacidad institucional del Estado ecuatoriano para vigilar el cumplimiento de la legislación minera, especialmente el artículo 117, que determina la caducidad de una concesión minera por violación de derechos humanos. Lo que la Misión encontró en este caso en particular ha sido la omisión y el desacato por parte de las instituciones estatales que están a cargo de vigilar el desarrollo de los proyectos mineros respecto al cumplimiento de los derechos humanos. 2. Es alarmante la situación de los desalojos por medio de procesos de compra venta que no son vigilados y más aún, por medio de demandas de servidumbre en base a las caracterizaciones de áreas especiales establecidas en el contrato minero. Si esta situación fuese replicada para otras áreas mineras se estaría generando un problema rural social y jurídico sin precedentes en el país, lo cual deberá ser debidamente analizado. 3. En varios informes y boletines de prensa de diversas organizaciones no gubernamentales nacionales y organizaciones internacionales se ha llamado la atención a los sucesivos gobiernos del Ecuador sobre el deber del Estado de consultar con los pueblos indígenas previamente a la autorización de planes de explotación de recursos no renovables que se hallen en sus tierras, sin embargo los gobiernos, incluyendo el actual, sigue ignorando esos llamados. Eso solamente dificulta las relaciones entre gobiernos y pueblos indígenas y la construcción del Estado Plurinacional pudiendo eventualmente empeorar situaciones ya conflictivas, como ha ocurrido en el pasado en esta misma región del país. 4. Preocupa también que la empresa haya empezado a recurrir a denuncias penales en contra de líderes campesinos o de campesinos que se han negado a vender sus tierras. Ello puede llevar a la exacerbación de la conflictividad social, dificultando más aun su pronta resolución. 27 6. RECOMENDACIONES Que el Ministerio del Ambiente, establezca, con carácter de urgente, y en coordinación con el Ministerio de Recursos No Renovables, el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, y la Agencia de Regulación y Control Minero, una comisión de técnicos de alto nivel que revise las denuncias de los campesinos afectados por el proyecto Mirador, los expedientes de compra y venta de tierras, como también el informe final de la Contraloría General del Estado con el fin de extinguir las demandas de servidumbres y estudiar otras alternativas a la problemática que existe entre los campesinos y la empresa; Que se revise, a la luz de los principios de no acaparamiento de tierras de la Constitución, bien como el artículo 39 de la Ley Minera, la constitución de las áreas “de actividad relacionada” y “de protección” establecidas en las cláusulas 4.5.5 y 4.5.7, respectivamente, del contrato de explotación entre el estado y Ecuacorriente; puesto que al ser ilimitadas posibilitarían que la empresa presentara solicitudes ilimitadas de servidumbres; Si fuese el caso de desalojar más personas del área de influencia del proyecto Mirador, que el estado lo hiciera en base a los Principios Básicos y Directrices de las Naciones Unidas sobre los Desalojos y el Desplazamiento Generados por el Desarrollo; Que el proyecto sea suspendido hasta que la situación de las tierras esté resuelta y que el estado haya desarrollado un procedimiento de consulta en base a la jurisprudencia de la Corte Constitucional ecuatoriana y del derecho internacional. 28 7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Centro Shuar Ijisam, “Sentencia Shuar sobre la posesión ancestral y efectiva del territorio en San Marcos y en Tundayme”, 28 de junio de 2014. Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (CEDHU) y Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), Intervención Minera a Gran Escala en Ecuador y Vulneración de Derechos Humanos: Caso Corriente Resources, Quito: CEDHU, 2010. Contraloría General del Estado, Dirección de Auditoría de Proyectos y gestión Ambiental, DIAOA-0027-2012, Informe General Corte Interamericana de Derechos Humanos, “caso del Pueblos Saramaka vs. Surinam”. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28/11/2007. Serie C nº 172 Ley de Minería, 2009. Ministerio de Ambiente, Oficio 09876-2009-SCA-MAE de 23 de mayo de 2011. Demandas de servidumbre presentada por Ecuacorriente ante la ARCOM en junio de 2014. Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, Informe Técnico del Proceso Metodológico para Determinar los Precios Comerciales de las Propiedades Afectadas por el Proyecto Minero Estratégico Mirador, solicitado por el Ministerio de Recursos Naturales No Renovables, Marzo de 2014. Ecuacorriente S.A. (ECSA), Estudio de Impacto Ambiental para la fase de explotación a cielo abierto del proyecto minero de cobre Mirador. Áreas Mineras Mirador 1 – Mirador 2, Noviembre, 2010 Fiscalía General del Estado, Fiscalía Provincial de Zamora Chinchipe, Indagación Previa Nº 19060181405001, 16/-5/2014. Ministerio de Recursos Naturales No Renovables, Resolución No. 001-2012. Naciones Unidas, Consejo de Derechos Humanos, Informe del Relator Especial sobre la Situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas, James Anaya, A/HRC/15/37, 19 de Julio de 2010 Naciones Unidas, Consejo de Derechos Humanos, Principios Básicos y Directrices sobre los Desalojos y el Desplazamiento generados por el Desarrollo, Relator Especial de Naciones Unidas sobre una vivienda adecuada, como parte del derecho a un nivel de vida adecuado, Anexo I del Informe del Relator Especial sobre una vivienda adecuada, como parte del derecho a un nivel de vida adecuado, A/HRC/4/18 Notaría Primera del Pangui, Declaración juramentada del Ángel Políbio Arévalo Pacheco, 15 de Julio de 2014. Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, Los Defensores de los Derechos Humanos: Protección del Derecho a Defender los Derechos Humanos, Folleto informativo 29 Nº 29 Pedido de Inspección Judicial presentado por EcuaCorriente a la Unidad Judicial Multicompetente de Yantzatza, 26 de julio de 2014. 30