Comércio Ex terior, vol. 4 1, núm . 5, México , mayo de 1991 , pp . 485 -490 ensayo b ibliográfico La restructuración del Fondo Monetario Internacional Catherine Gw in y Ric hard E. Feinberg (coo rd s.), La reestructuración del Fondo Monetario Internacional en un mundo multipolar, Cent ro ele Estu dios Mon etario s Latinoam ericanos y Banco del Atl ánti co , Méx ico , 1991 , 230 páginas. Este libro, publicado or igin alm ente en 1989 co n el título Pulling Together: The lnte rnational Monetary Fund in a Multipolar World, es el decimotercero de la serie denominada Perspectivas de la Pol ítica de Estados Unidos/Tercer Mundo, qu e pub li ca el Overseas Deve lopment Counc il en colaborac ión con Transaction Pub li shers (New Brunswick, N ueva jersey, y Oxford , In glate rra). Sus coo rdin adores, Ca th erin e Gwin y Richard E. Fein berg, 1 so n tambi én autores de " Una visión panorámica", que da conten id o al prim er capítulo. En el segundo se presentan resú menes de las princ ipa les reco mendac ion es planteadas, a cargo de los autores de los cap ítulo s restantes, qui enes elaboran de mane ra sumaria y propos itiva los temas de que se ocupan en el libro. 1. Catherine Gwin es asesora del Programa Especial de la Fundación Rockefel ler y ha sido profesora de la Escuela de Asuntos Internacionales de la Universidad de Co lu mbia . Richard E. Feinberg es vicep residen te ejecutivo y director de estudios del Consejo para el Desarrollo de Ultramar (Overseas Development Counc il) y codirige, con Valeriana Kallab, la seri e so bre política de esta institu ción. Otros cin co capítu los y dos co mentarios integran tambi én la est ru ct ura ele la obra: El tercero, "E l fortalecim iento de l papel de l FMI en el sistema monetario in tern ac ional", a ca rgo de jacques j . Polak, asesor pr in cipal del Centro de Desarroll o de la OCDE y co nsu ltor de l Banco Mund ial desde que dejó el FM I, in stit uc ió n a la que sirvió durante largo s años de manera muy distingu ida. Polak es autor de va rios li bros y ensayos sob re cic los eco nómicos, el sistema económico internaciona l, y asu ntos mon etarios y de políti ca financ iera y de desar rollo. El cuarto, "E l uso del crédito de l FM I" , por Peter B. Kenen, comentado por C. David Finch , ac tu al beca rio de l In st ituto para la Economía Internac ional. En la actualidad, Kenen ocupa la cáted ra Walker de Economía y Finanzas Internacionales en la Uni ve rsidad de Princeton y dirige la Sección de Finanzas Internaciona les de esa casa de est udios. El quinto, "E l fortal ec imi ento de los programas del FMI en los países muy en- deudados" , cuyo auto r, j effrey D. Sachs, desempeña la cáted ra Galen L. Stone de Comercio Internacional en la Universidad de Harvard , es in vestigador asociado de la Ofic ina Naciona l de In vest igación Económica y asesora a va rio s go biernos lat inoame ri ca nos, europeos y as iáticos. El sexto, "E l FMI y la estrategia de la deuda" , de Gu ill erm o'O rti z, subsecretario de Hac iend a de México, quien fue di rector ejec utivo de l Fondo, en represe ntac ión de México, España, Venezuela y Centroamérica. El séptimo y últim o, "E l Fondo y los Países de bajo ingreso", por Louis M. Goreux, comentado por joan M. Nelson. El autor trabaja en la actualidad como consu ltor privado; hasta 1987 fue subdirector del Departamento para África del FMI. La comentari sta es asociada principal del Consejo para el Desarro ll o de Ultramar. Co mpl etan el li bro los principa les datos biográficos de autores, comentaristas y coo rdinadores o editores, así como una breve notic ia sob re d icho Consejo y una útil relación de las siglas usadas en el texto. D 486 ensayo bibliográfico México y la de F ·¡ . peracton """" Federico Rubli Kaiser* a ini c iativa del CEMLA de pub li ca r en espa ñol un libro sobre un tema tan ac tual co mo éste es digna de encom,io. Desafo rtun adame nte, la literatura técnica en nu estro idiom a es muy escasa, por lo que este tr abajo viene a cub rir un vacío importante y co ntribu ye al mejo r co noci mi ento de cuesti o nes trasce nd entes para la polít ica eco nómi ca y el desarrol lo de los paises latinoameri ca nos. ' Richard E. Feinberg y Ca th erin e Gwin , coord in adores de la ed ición , también merece n encom io por haber hec ho un a selección tan precisa de estos materi ales sob re el FMI. Ciertamente, la literatura mode rn a so bre esto s temas es muy vasta, y su labor de selecció n no pudo ser mejor: los ensayos cubren prácticamente todos los aspectos recientes y relevantes del funcio nam iento, la transfo rm ac ión y el papel futuro del Fondo . En vez de comentar en forma específica c iertos aspec to s el e los ensayos, me limitaré a comp lementar algunos puntos, a destacar la influencia que México ha eje rcido en restructurar al FMI, y apo rt ar algunas observaciones c ríti cas sobre la operac ión y los procedimientos de esta inst it ución. 1 n el cap ítulb primero de la obra se des taca el lid erazgo· intelectua l que han ejercido los dos últim os directores-gerentes de l FMI. Vale la pena sub rayar que la transformación del. Fondo ante los problemas que han sac udid o a la eco nomía mundi al en los ochenta y los noventa debe mucho a la visión y la capac id ad ele los se ñores el e Larosiere Y.Ca md essus, quienes , a pesar de defecto s y limitac ion es, han demostrado un a vez más que so n los hombres los que moldean a las in stitucione s. Basta imaginar qué habría sucedido si a lo largo de lo más agudo ele la cri sis de la deuda el Fondo hubi era estado cond ucido por directores co n otras E • Funcio nario de la Direcc ión de Investi gac ión Económica del Banco de Méx ico. Este texto es la ve rsión revisa da de su intervención, el 24 de abri l último, al presentarse en la sede del CEM LA el lib ro objeto de este comentario. Las opiniones vertidas en él son personales y no de la institu ción en donde el autor presta sus servi cios. Comercio Exterior hizo pequeños ca mbios ed itoria les y es responsa ble del titulo. ca racte rísticas menos dinámi.c~ y sensib les a la problemát ica del end eud ami ento externo. 11 uill ermo O rti z, en su exce lente ensayo "E l FM I y la est rategia de la deuda " , que co nstitu ye el ca pítulo 6 del libro, cita a joseph Gold , durante muchos años Consejero General y lu ego Director del Departamento Lega l del FMI , quien señaló en un trabajo reciente lo que sigue: G " México ha ejercido un a so rprend ente in fluencia en los artícu los de l FMI y sob re el desarrol lo de algun as ele sus políticas más importantes, tanto antes como desp ués de que la actua l vers ió n de los artícu los entrara en vigor. En años rec ientes, el probl ema d'e la deud a ex tern a de México ha producido ca mbios en las relac ion es del FM I co n los bancos co mercia les, sus p rá ct icas de supervis ión, y el uso de sus rec ursos co nform e a los ac uerdo s co ntingentes. Además, ca mbios que se co nsid eran inmin entes en la respu esta del FMI a las continge ncias ex tern as pueden ser atribuidos a su experi encia co n Méx ico . Un a de las generalizaciones que pueden deducirse de es ta expe ri enc ia es que la p ráct ica del FM I no ha sid o exc lu sivamen te determinada por los pr incipales países indu stri ali za dos. " 1 En efecto, desde la fundación de l Fondo, México ha influido en fo rm a im po rt ante en va ri os de sus aspectos operat ivos . Cabe recorda r, a este respectoJ las aportaciones má re leva ntes : • 794 7: En este año, México se ntó un impo rt ante precedente en lo relati vo a estab lecer ac: uerdos multil aterales de coope ración monetaria, el espírit u que impulsó -desp ués de la Co nferencia de Bretton Woods de 1944- la c reac ión del FMI . En novi embre de 1941 , el Gobierno mex ica no firm ó con el de Estados Un idos un co nven io bi latera l mediante el cual este país se co mprometía a proporcionar a México los dólares necesarios para sa lvaguardar el interés mutuo de ambas nacion es en aras de la 1. Joseph Gold , "Mex ico and th e Development of th e Practi ce of th e lntern ation al Monetary Fund ", en World Development , vo l. 16, núm . 10, 1988, p. 11 27, cit. por Guillermo Ortiz, " El FMI y la estrategia de la deuda", en La reestructuración del Fondo Monetario Internacional. 9P· cit. , pp. 164-165. comercio exterior, mayo de 1991 estabil idad camb iaria. Como lo indi ca Go ld, este ac uerdo form a pa rte de " la prehi storia del Convenio Const itut ivo del FM1. " 2 • 7944: La de legac ió n mex ica na que asistió a la Confere nc ia de Bretton Woods en julio de 1944 tu vo un papel destacado. La encabezaba el sec retario de H ac ienda de entonces, don Edu ardo Suárez , y formabah parte de ell a don Rodri go Gómez, subdi rector d el Banco de M éx ico, don Anto nio Esp inosa de los Mon te ros, d irector de Nacional Financie ra, don Daniel Cosía V i llegas, co laborador de l Banco de M éx ico, y don Víctor L. Urqu idi , fun c io nario de la m isma in stitu c ió n . Un a de las com isio nes, do nde se di sc utiero n asuntos de caráct er jurídi co relac io nadas co n la co nstitu ció n de l Fondo Mon etario, fu e presidida por don Eduardo Suárez. M éx ico prese ntó un pro yec to para qu e la plata fuese co nsiderada co mo metal mon etario. En sus Memorias, el prop io Suárez indi ca al res pecto que la '' delegac ión mexicana sa bía qu e la corr iente de opinión en el m undo estaba en co ntra del bim etali smo y qu e la prop uesta estaba destinada al fracaso; no obstante, co nsiderando el papel tan impo rtante que tenía en ese entonces la plata en la eco nomía mexica na, se qu iso hace r acto de prese ncia en la Co nferencia Monetaria. De cualqu ier manera se apro bó qu e los bancos centrales pudiesen constituir sus reservas con la plata qu e ellos desearan" 3 Asimismo, la delegac ión de México promovió de manera destaca da, junto co n Cuba y Co lombia , qu e en el Con sejo Directi vo del Fondo (hoy Directorio Ejecutivo), qu e quedó integrado por 12 repr ese nta ntes, hubie ra dos delegados permanentes de Améri ca Lat ina. Esto se ase ntó en el Conve nio Constitutivo 4 Recordemos qu e uno de estos dos prim ero s d irector es fu e prec isamente don Rodrigo Góm ez . • 7948: La act itud mex ica na prop ició un im po rt ante ca mbio lega l en lo qu e respecta a la autor izac ión de regím enes ca mb iari os po r parte del Fondo. En juli o de ese año , M éx ico informó a ese o rga nismo qu e co mo co nsec uencia de un a c risis ca mb iari a y una c uantiosa pé rd ida de rese rvas; ya no podría mantene r la paridad de 4.85 pesos por dó lar, establecid a co nform e al Convenio Constitut ivo, a menos qu e se le asegurase n apoyos financ ieros adec uados. Las autorid ades mon etari as del país decid ieron entonces flotar el tipo de ca mb io en los mercados ca mb iarios , hasta qu e se pud iera estab lecer un a nueva parid ad en co nsulta con el FM I. Esto im pli caba, a su vez, la pro visión de recursos suficientes por parte de l Fo ndo para sosten er el nu evo va lor . Sin em ba rgo, tamb ién ent rañaba un prob lema fundamenta l para di c ha in sti tución, pues se· cuest ionaba si ésta tenía facultade s legales para ap robar una flotac ión tran sitoria mi entra s se determi naba una nu eva paridad . La difi c ultad ju ríd ica se comp licaba aún más, al insist ir México en qu e intervend ría ocasiona lmente en los mercados para ev itar fl uctuac ion es exces ivas del ,tipo de ca mb io. A fin al de cuentas, el Directorio Ejec utivo reconoció el 22 de juli o de 1948 que la flotación del peso era inevitab le, au nq ue vari os di rectores co ntin uaro n seña lando d urante los siguie ntes meses qu e esto equ iva lía a un a "v iolac ió n téc nica" del Co nvenio Const itutivo 5 La cuestión lega l finalmente se reso lv ió en 1951, 2. jose ph Gold , op. cit ., p. 11 27 . 3. Citado por jesús Cervantes, " La reunión de Bretton Woocls hace cuarenta años", en Boletín d e Eco nomía Internacio nal, Banco de México, vo l. XI, núm. 1, 1985, p. 14. 4. /bid. , p . 15. S. j. Go ld, op. cit. , p. 11 29. 487 al autor iza r el Direc;torio un a "po lític a de to lerancia en cas os excepc ion ales", qu edando as í abierta la posibi lid ad de examinar las circun sta ncias qu e ob liga ban a un mi er,,bro a desconocer su parid ad establec ida. Durante la segund a mitad de 1948 y el prim er semestre de 1949, M éx ico sostuvo co nsta ntes co nsulta s para d isc utir este problema. La delegac ión mex ica na fue enca bezada por don Rodrigo Gómez . La indi cac ión del presidente Alemán era que el nu evo tipo de cambio se fij ara " lo má s cerca posib le de ocho por uno " ,6 m ientras qu e los téc nicos del Fo ndo buscaban una paridad de 10 pesos po r dó lar. La hab ili dad negoc iadora de do n Rod ri go q uedó mani fiesta al fija rse la paridad en 8.65 pesos po r dólar. Don Antonio Carrill o Flores nos ofrece un testimon io de ello : " Rodrigo ex presó qu e era indi spe nsa bl e qu e el Banco de M éx ico pudiese luch ar co ntra las presiones inflac ionarias que inevitab lemente vendrían co n un tipo de ca mbio que aun cuando más co nse rva dor, y consiguientemente más apropiado desde el punto de vista téc nico, se alejara mu c ho d e la cot izac ión del peso de 4.85 qu e había regido hasta hace u nos meses antes. Fu e así co mo entre el tipo de 8.33 que Méx ico qu ería y el de 1O qu e r ~co m e nd a ­ ban los funcionarios in te rn ac ion ales, se aprobó el de 8.65. " 7 En ot ra parte de su texto de presentación , Carri ll o Flores esc ribi ó: " Dejo co nstanc ia de que fue Rodri go, en aqu ellas horas en que los cont ro les de ca mb ios eran práctica gene raliza da y recomendada por los teó ri cos, defensor mu y vigo roso de la qu e ha sid o siempre una de las ca racterística s fundame ntales y mejores de n.uestro sistema mon etario: la abso luta libertad de cambios" 8 • 7957-7 958: Un a vez más, los puntos de vista de don Rodrigo Gómez , fi gura financiera ya lege nd ari a en nu est ro país, co ntribuyeron a qu e )acqu es ). Polak , entonces in vesti gado r del FMI , rehabi litara el enfoq ue mon etario de la balanza de pagos co mo prin c ipal paradi gma y marco para el fun cionamiento de los programas de l Fondo 9 En rea li dad , el período del "desa rr ol lo estabili za do r" con stituye en M éx ico lo qu e pud iéramos cata logar co mo un a fiel apli cac ión de laboratorio de los princ ipios de di · cho enfoque analít ico . • 7982: En la XXXV Reun ión de Gobernadores de Bancos Centrales Latinoam eri ca nos y de Españ a, ce lebrada en Jama ica, en agosto de ese año, M éx ico propuso (día 24) el establec im iento de un a fac ili dad dent ro del FM I para financ iar défic it de ba lanza de pagos provoca dos por alzas de las tasas intern ac ion ales de in terés. A unqu e esta prop uesta no fru ctificó, se se ntó un importante precedente para qu e años más tard e - tamb ién a instanc ias de M éx ico- se aprobara un meca ni smo en ese se nt ido. • 7983: Como co nsec uencia de la c risis de l endeudam iento externo, México estableció el precedente de q ue el Directorio Eje- 6. Gerard o Guidi Kawas, Vida y obra de Rodrigo Gómez Gómez (18777970), México, 1990, p. 45. 7. Textos de Rodrigo Gómez (7953-1967) , Gráfica Panameri ca na, S. de R.l. , Méx ico, 1967, p. XVIII. 8. lbid. , p. XV I. 9. El pri ncipal mode lo analítico, cuyo espíritu aún conse rva el Fondo, ~e debe principa lmente a los trabajos que desa rro llaron a fines de los cincuenta y principios de los sese nta sus técnico> jacques Polak, Robert Mundell y Marcus Fleming. 488 cuti vo de l FMI no apru ebe un prog rama sin o hasta qu e la ba nca com er..: ial cumpl a un compromi so específico para prestar y restru cturar un mo nto dado de rec ursos. (la ll amada po líti ca de la " m asa c rítica" o del " fin anciami ento asegurado".) • 1986: Méx ico co ntribu yó a q ue se reconoc iera la pos ibi li dad de l "aju ste co n crec imi ento" , y a q ue el orga ni smo adoptara este lenguaje. Log ró qu e el Fond o in sisti era ex plícitamente en el camb io estru ctural co mo part e integral del aju ste. En el marco de la negociac ió n del p rograma sta nd-by 1986- 1987, las, auto ri dades mex ica nas lograro n in c luir en el ac uerd o dos nu evos co nce ptos: ensayo bibliográfico a] La utili zac ió n de meca ni smos de continge ncia para aju star las metas cuantitativas a suce sos fuera de su co ntrol (el meca ni smo de prec io del petról eo para protege r al programa de ca íd as abruptas en la co ti zac ió n del c ru do; y el meca ni smo de reacti vación económica que aporta recursos adi cionales para el crec imiento en caso de no alca nza rse un a ex pansió n eco nó mi ca sa ti sfacto ri a). b] La in corp o rac ió n de los co nce ptos de balance o perac io nal y prim ari o de las fin anzas pú bli cas como metas fisca les específicas del programa, para eva lu ar as í en fo rm a más ap ropi ada el.dese mpeño fisca l cuando la infl ac ió n es eleva da. Relaciones tnás equitativas en el FMI jesús Silva-Herzog Flores* os países latinoamericanos están vitalmente interesados en la conducta pasada, presente y futura del FMI con respecto a problemas tales como la deuda externa y el papel que puede desempeñar esta institución monetaria central como órgano que permite establecer relaciones financieras y comerciales de mayor equidad entre los países desarrollados y en desarrollo. L Después de todo, algo ha cambiado en el mundo cuando ' se observa la influencia que tiene un foro donde están representadas y pueden hacer oír sus voces 154 naciones -a las que probablemente se unirán pronto la Unión Soviética y otros países de Europa Oriental-, en su mayoría en vías de desarrollo . La desigualdad subsiste todavía en una medida que los autores de este libro toman en cuenta y consideran necesario • Embajador de México en España . Hasta el 26 de abril de este año fue Director del CEMLA. Este texto es el de la " Presentación " del libro que se comenta . Comercio Exterior suprimió el último párrafo, de carácter informativo, y es responsable del título. corregir, pero no en el grado que alcanza cuando un país pequeño o mediano tiene que discutir problemas y conflictos en un plano individual con una de las grandes potencias, la Comunidad Europea o japón. Este libro revela precisamente que los países en desarrollo, en particular los latinoamericanos, pueden defender mejor sus intereses en una organización de carácter mundial como el FMI. La evolución que han experimentado las políticas del Fondo, sobre todo en relación a un problema como el de la deuda externa, pone de relieve que las presiones de los deudo res no han carecido de eficacia . El sentido en que se han orie ntado las políticas de la institución internacional es el siguien te : 1) Una primera etapa en que la preocupación fundame ntal del Fondo fue asegurar la solvencia de los bancos acreedores, lo que hizo que esa institución pudiera mere~er tal vez el calificativo de "recaudadora" de la deuda en beneficio de las mencionadas instituciones bancarias. 2) Un segundo período en que el Fondo fue objeto de crí- 489 comercio exterior, mayo de 199 1 ticas tanto por parte de los deudores como de los acreedores, lo que lo llevó a efectuar una parcial retirada y a contraer su exposición , principalmente con respecto a América Latina y el África subsahariana, presionado sobre todo por los que lo acusaban de estar abandonando su función primordial de otorgar únicamente préstamos de emergencia y a corto plazo . 3) Los tiempos presentes, cuando la institución ha creado nuevos servicios financieros y modificado sustancialmente su primitiva posición, pues preconiza que se reduzca la deuda de los países latinoamericanos en apuros y que se reconozca que existe un excedente de deuda que impide el crecimiento económico de los países deudores. 4) Una orientación que parece ir en el sentido de que las políticas más recientes no van lo bastante lejos y que, por ejemplo, un convenio como el concertado con México en julio de 1989 podría no otorgar suficiente prioridad al crecimiento satisfactorio de la economía de ese país. En el mismo sentido apunta el endurecimiento de la posición del FMI hacia los bancos acreedores, con la aceptación de seguir efectuando desembolsos en beneficio de los países que emprendan reformas, aunque sea en ausencia de acuerdos con los bancos comerciales y posiblemente con la tolerancia en ciertos casos de moras en los pagos . Lo anterior pone de relieve que si las relaciones de fuerza siguen prevaleciendo, ya no se producen con la descarnada violencia con que lo hicieron en otros tiempos. Esta evolución , tan reveladora, es objeto de una crítica bien documentada que se prolonga a todo lo largo de la obra . En particular, destaca con claridad qu·e el FMI no ha conseguido todavía limitar adecuadamente que·siga pesando en la vida de las naciones la vieja política de dos pesas y dos medidas, según el poderío político, militar y económico del pa ís en cuestión , aunque para ser justos esto no es culpa de la institución, sino reflejo del poder relativo de los miembros que la componen , algunos de los cuales se las arreglan muchas veces para escapar a su influencia. o obstante, los países en desarrollo y latinoamericanos en particular logran hacer que se tomen en consideración sus intereses mucho más eficazmente que en negociaciones bilaterales con las grandes potencias y sobre todo pueden utilizar un foro que les brinde más posibilidades de crear situaciones que tiendan gradualmente hacia una mayor equidad . En resumen , y si apuntamos hacia un horizonte más lejano, la experiencia demuestra que las instituciones de carácter mundial tienden a disminuir la desigualdad que se observa en las relaciones bilaterales a causa del relativo poderío de las partes negoc iadoras, el cual influye a veces brutalmente en las posiciones de los países más fuertes. Se espera, asimismo, que esas instituciones sean también un principio del nuevo orden internacional más justo y ci vilizado -vieja petición latinoamericana- , que refleje a la vez los nuevos conceptos de interdependencia e integración , que se generalizan y abarcan cada vez más campos, con vistas a una futura unidad global , regulada por normas verdaderamente equitativas. Con este libro, el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA) prosigue su labor de coeditar obras importantes en colaboración con otras instituciones financieras , en este caso con el Banco del Atlántico, a fin de poner a disposición de sus miembros información oportuna sobre el nuevo rumbo que está tomando el FMI en particular y la economía mundial en general. O • 7989 : Como parte del programa del prim er ano del Acuerdo de Fac ilidad Ampl iada concertado para 1989-199 1, los negoc iadores mexica nos lograron qu e se inco rporara un nu evo meca nismo de cont inge ncia para protege r al programa de alzas en las tasas intern ac iona les de interés. y transform ac ion es de di c ha in stitu ción no surgen de su interior, co mo tamb ién se ñala j oseph Go ld , sino que está n determinado s exóge namente, según las necesidades, presiones y habilidades negoc iado ras de los países miembros. As im ismo, este programa establ ec ió el precedente de qu e los rec ursos del Fondo se pu eden destin ar al financ iamiento de esqu emas de reducción de deud a. Esto entrañó ca mbios juríd icos en la operación del organ ismo. 111 La revisión somera del influyente papel qu e M éx ico ha desempeñado en el largo proceso de reformas de va ri os aspectos operativos del Fondo demuestra sin lugar a dudas qu e los camb ios n este tercer bloqu e de co mentarios se hará refe rencia a algunos aspectos re lac ionados con la metodo logía analítica del Fondo. En primera instanc ia se abord ará una prob lemática analítica más general, no part ic ular de l Fondo . Se percibe hoy en día un d ivorc io entre el avance teó rico y conceptu al de la teo ría mac roeco nóm ica y su apli cación práct ica. El mac ro economista aca- 490 démico, por ejemplo, ha relegado el análi sis del modelo 15-LM a una "curiosidad hi stórica", un símbol o o re li qu ia de un a era ya superada . Rara vez le da im portancia como parte central de un curso de macroeco nomía. El anali sta práctico, en ca mbi o, sea que se desempeñe en la empresa , en el sector financiero o en el pú blico, co nsidera que el esq uema 15-LM es adec uado para ana li za r las consec uencias de polftica eco nó mica q ue afectan a las prin ci pales variables y para deri var co nclu sion es básica mente cor rectas. ¿Por qué el ca udal teórico producido durante los últimos 20 años en el análi sis mac ro eco nómi co no se ha ve rtid o en ap li ca c iones prácticas? ¿Por qué ex iste un a disparidad ta n grande entre la macroeconomía académ ica y la ap li cada? No cabe aq uí la respu esta sim pli sta de que el desarro ll o de la teoría ha sid o irrelevante en vi sta de su poca ap li ca bilidad. El profesor Manl<iw, de la Un.iversidad de H arvard , ha menc ionado al respecto que más bi en " los desarro ll os recientes de la teoría macroeconómica [in ve sti gacio nes muy fért il es, por c ierto] no son de un tipo ta l qu e los practicantes de la economía ap li cada 'pued an adoptar ráp id amente" . 10 Sea como fuere, re sulta ind ispe nsa ble que los "aca démicos" y los ' 'pragmát ico s" trab ajen en fo rm a más interrelacionada para subsanar este divorcio. . La prob lem ática del di stanciamiento entre el desarro ll o teó ri co y la ap li cab ilid ad emp íri ca es parte de la vida in tern a de l FM I. Aunqu e la situac ión ha mejorado durant e los últimos años, sigue ex istie nd o un a retroal im en tació n poco sati sfactor ia entre el Depa rt ame nto de In vest igac ió n y las áreas ope rati va s y de programas del Fondo. La ca li dad del Departamento de 1nvestigación es excepc io nal; así lo refleja su pub li cac ió n Sta ff Papers, de lectura ob ligada para cua lqu ier in vestigador serio. No obstante, estos trabajos no encuentran un cam ino fácil hacia la form ul ac ión de los programas de aju ste de l FM I. A lgo parecido ocurre, por ejemplo , con el ejercic io de la programación financ iera qu e no se enriquece, como debie ra, mediante la in co rpo rac ió n de los impo rtantes avance s co nceptua les de la mac roecono mía de los últim os años. Hoy po r hoy, en el Fondo y en los bancos ce ntrales, bás ica mente seguim os haci endo programac ió n fin anciera con la metodolo gía ap licada po r un a o dos ge nerac io nes anteriores . ensayo bibliográfico ocurre, por ejemp lo, con la fórmu la de cá lc ul o de la ca íd a de ingresos para obtener financi amiento co nform e a la fac ilid ad co mpensatoria, que se debe mejorar, y co n la fórmu la de l cá lculo de c uotas, la .c ual menciona )effrey D. Sac hs en su ensayo "E l forta lec imi ento de los programas de l FM I en los países muy end eud ados" , qu e constitu ye el capítul o qu into del libro que se co menta. Un a terce ra área suj eta a mejoras es la del seguimiento y rev isió n de la consistenc ia de los programas de un mi smo país y entre países. Esto ex ige modificar y refo rzar la acti vidad de "a uditoría intern a" de programas, que ya realiza un a división de l Depa rtamento de Re lac io nes Ca mbi ari as y de Come rcio de l Fo ndo. En cua rto luga r, los téc ni cos de l FM I deben procurar elimin ar ciertas " recetas" que no tienen fund amento. Por ejemplo, es común que dichos técnico s recom iend en a los países que ap liqu en " su po líti ca camb iaria en tal f~ rm a que se mantenga un·tip o de cambio real co nsta nte" . Esto es un barbar ismo eco nó mi co. Ya Sac hs toca este punto en su ensayo . El perso nal del Departam ento de In vesti gac ió n ha reco noc ido en múltipl es pub licac iones las dificultades qu e hay para defin ir un tipo de ca mbio real de eq ui li brio, la prob lemática de se lecc io nar el año base, la de elegir los po nde radores, los prec ios, etc . ¿Po r qu é so stienen enton ce s los técnico s qu e " lo mejor" es mante ner un tipo de cambio real co nstante? ¿Acaso los ca mbios estructurales de un a econom ía no desplazan en form a nat ural a ese "co ncepto de tipo de camb io rea l de eq uilibri o" , ll evando a interpretacio nes er ró neas si se cons idera que debe pe rm anece r co nsta nte? Adem ás - como se ñala Sac hs- , una po líti ca ca mbi aria tal es in con gru ente co n el objeti vo antiin flac io nario de los programas del FM I, ya que en el afá n de mantener el tipo rea l co nsta nte, se deberá mod ificar nom in almente el tipo de cambio, lo cua l ali menta sin rem edio la in flació n, sobre todo en nu ~str os países. Esto resultará a fi nal de cuentas en un a señal equ ivocada para los age ntes eco nóm icos sobre las intenc ion es y la capac id ad de perseverar en un a po lftica de estabilid ad de prec ios. El FM I ha rea li zado sfu rzo para ubsa nar esta defici ncias. D esde hac lgun o años, econom ista del Departamento de Investi gac ión parti c ipan n form a periódic a en las vi itas d seguimiento y n ego~ac ió n con países mi embros. Esto les permite ca ptar los tem s relevantes para sus investi gac ion es. Al regr sa r a su sede, pre entan sus imp res ion es en un pequ eño s min ario interno d d ic ho Departamento. Este afán por acerc ar la teoría a la práct ica y trata r de sat isfacer necesidad es mutu as no siempre es cord ial. Entre el mi smo equ ipo del Fo ndo - al visitar un país- se mani fi estan a veces tension es derivada s de este d ivorcio entre la teoría y la prácti ca . En form a má ge n ral se des pr nd , nton ces, qu e los téc ni cos del Fondo deben abandon ar esqu emas dogmáti cos y aju stare co n rapid ez a las nuevas rea li dade . Esto no es fácil , dadas la peculi ari dades del mecan ismo de asce nsos en estructuras burocráticas de t tipo (la mejor acti tud es la d e " no remar co nt ra la cor ri ente"); sin embargo, se debe bu sca r un a mejora en este aspecto. Un segundo ampo dond e el Fondo podría mejorar su enfoq ue analítico se refiere a algunos método s de cá lculo , cuyas defi cie nc ias recon oce el m ismo person al técni co; pese a ello, se igu . n utili zando sin adec uarlo a las condi io n s del presente. Tal P 1O. Véase N.G. Mank iw, "A Qu ick Refr her Cours in Mac ro conomies", n }ournal of Economic Uterature, diciembre de 1990, p. 1646 . Un punto de vista diferente e encu ntra en Dana Wo h ler Lind r, " Dr ary Days in th e Dismal Scie nce" , n Forbes, 21 d n ro de 1991 , pp . 68-71. IV ara fin ali zar, mu c ho se ha d ic ho sobre la nueva relac ión de comp le"mentari edad entre el FM I y el Banco Mundi al. Sin embargo, c reo qu por la defin ición de los objetivo de las in stitu ci o nes, por e lo prof sion al y por afán de pod er político, la co laborac ión entr ambas continu ará siendo d ifíc il. La so luc ión no con sist en fu sion ar! s. Sin embargo, el Fondo y el Ban co tendrán qu e bu sca r nu evas fórmul as c reativ as para co habitar en armonía y contribui r al d sarro ll o de un a economía mund ial más estable, en un marco mu ltipo lar de relac ion es fin anc ieras y comerc ial s. O