CINU Centro de información de las Naciones Unidas México, Cuba y República Dominicana REF WEB: http://www.cinu.mx/temas/medio-ambiente/medio-ambiente-y-desarrollo-so/ Medio ambiente y desarrollo sostenible El desarrollo sostenible puede ser definido como "un desarrollo que satisfaga las necesidades del presente sin poner en peligro la capacidad de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades". Esta definición fue empleada por primera vez en 1987 en la Comisión Mundial del Medio Ambiente de la ONU, creada en 1983. Sin embargo, el tema del medio ambiente tiene antecedentes más lejanos. En este sentido, las Naciones Unidas han sido pioneras al tratar el tema, enfocándose inicialmente en el estudio y la utilización de los recursos naturales y en la lucha porque los países - en especial aquellos en desarrolloejercieran control de sus propios recursos naturales. En los primeros decenios de existencia de las Naciones Unidas las cuestiones relacionadas con el medio ambiente apenas figuraban entre las preocupaciones de la comunidad internacional. La labor de la Organización es ese ámbito se centraba en el estudio y la utilización de los recursos naturales y en tratar de asegurar que los países en desarrollo, en particular, controlaran sus propios recursos. En la década de los sesenta se concertaron acuerdos sobre la contaminación marina, especialmente sobre los derrames de petróleo, pero ante los crecientes indicios de que el medio ambiente se estaba deteriorando a escala mundial, la comunidad internacional se mostró cada vez más alarmada por las consecuencias que podía tener el desarrollo para la ecología del planeta y el bienestar de la humanidad. Las Naciones Unidas han sido unos de los principales defensores del medio ambiente y uno de los mayores impulsores del "desarrollo sostenible". A partir de los sesenta se empezaron a concertar acuerdos y diversos instrumentos jurídicos para evitar la contaminación marina y en los setenta se redoblaron esfuerzos para ampliar la lucha contra la contaminación en otros ámbitos. Asimismo, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano de Estocolmo, 1972 se incorporó a los temas de trabajo de la comunidad internacional la relación entre el desarrollo económico y la degradación ambiental. Tras la conferencia fue creado el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) que hasta el día de hoy sigue siendo el principal organismo mundial en la materia. Desde 1973 se han creado nuevos mecanismos y se han buscado medidas concretas y nuevos conocimientos para solucionar los problemas ambientales mundiales. Para la ONU la cuestión del medio ambiente es parte integrante del desarrollo económico y social, los cuales no se podrán alcanzar sin la preservación del medio ambiente. De hecho, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente es el 7° Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM). En 1973 se estableció la Oficina de las Naciones Unidas para la Región Sudanosaheliana (ONURS) con el fin de impulsar la lucha contra la expansión de la desertificación en África occidental. Pero los esfuerzos por integrar las cuestiones ambientales con la planificación económica y la adopción de decisiones a nivel nacional se mueven con lentitud. En general, el medio ambiente ha seguido deteriorándose y se han agravado ciertos problemas como el recalentamiento de la Tierra, el agotamiento de la capa de ozono y la contaminación del agua, mientras que la destrucción de los recursos naturales se ha acelerado rápidamente. Gracias las conferencias de la ONU sobre temas ambientales y al trabajo del PNUMA se han estudiado temas ambientales de gran importancia tales como: La desertificación El desarrollo sostenible y los bosques La protección de la capa de ozono El cambio climático y el calentamiento de la atmósfera Agua, energía y recursos naturales La biodiversidad y la pesca excesiva El desarrollo sostenible de los pequeños Estados Insulares (islas) El medio marino La seguridad nuclear y el medio ambiente Estados Insulares en Desarrollo (Islas) Poblaciones de peces altamente migratorias y transzonales En los años ochenta los Estados Miembros mantuvieron negociaciones históricas sobre cuestiones ambientales como las relativas a los tratados para la protección de la capa de ozono y el control de los tratados de desechos tóxicos. Gracias a la labor de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, creada en 1983 por la Asamblea General, se comprendió que era necesario lograr urgentemente un nuevo tipo de desarrollo que asegurara el bienestar económico de las generaciones actuales y futuras protegiendo a un tiempo los recursos ambientales de los que depende todo desarrollo. En el informe presentado por la Comisión a la Asamblea General en 1987 se introdujo el concepto de desarrollo sostenible como enfoque alternativo al desarrollo basado simplemente en un crecimiento económico sin restricciones. Después de examinar el informe, la Asamblea General convocó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo: Cumbre para la Tierra, efectuada en Rio de Janeiro en 1992. En la actualidad, la conciencia de que es necesario preservar y mantener el medio ambiente se refleja prácticamente en todos los ámbitos de trabajo de las Naciones Unidas. La colaboración dinámica establecida entre la Organización y los gobiernos, las ONGs, la comunidad científica y el sector privado está generando nuevos conocimientos y medidas concretas para solucionar los problemas ambientales globales. Las Naciones Unidas consideran que proteger el medio ambiente debe ser parte de todas las actividades de desarrollo económico y social. Si no se protege el medio ambiente no se podrá alcanzar el desarrollo. Cambio climático Hay pruebas claras de que las actividades humanas contribuyen a que los "gases de efecto invernadero" se acumulen en la atmósfera, lo cual provoca un aumento gradual de la temperatura de la Tierra. En particular se produce dióxido de carbono (CO2) cuando se queman combustibles fósiles para generar energía o cuando se talan y queman los bosques. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio climático (IPCC por sus siglas en inglés), cabe predecir que la temperatura del planeta habrá aumentado entre 1.4 y 5.8 grados centígrados en 2100. Este aumento previsto es más importante que cualquiera de los experimentados por el clima en los últimos 10,000 años y sus efectos para el medio ambiente mundial pueden ser muy significativos. Para frenar el calentamiento de la Tierra se elaboró y firmó en Río de Janeiro la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (1992). Al suscribir la Convención, los países desarrollados acordaron reducir sus emisiones de dióxido de carbono y otros "gases de efecto invernadero" a los niveles de 1990 antes del fin del año 2000. Esos países, que son responsables del 60% de las emisiones anuales de bióxido de carbono, convinieron también en transferir a los países en desarrollo tecnología e información que los ayudaran a hacer frente a los problemas derivados del cambio climático. En mayo de 2004, 189 países habían ratificado la Convención. Las negociaciones de las Naciones Unidas sobre el cambio climático se basan en la labor del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), establecido conjuntamente por el PNUMA y la OMM en 1988. El Grupo es una red mundial de 2 500 científicos y expertos eminentes que pasan revista a las investigaciones científicas sobre la materia. En 1989 el Grupo llegó a la conclusión de que las actividades humanas podían originar cambios en el sistema climático mundial, lo cual hizo que se iniciaran las negociaciones de la Convención sobre el Cambio Climático. En 2001 gracias a la disponibilidad de nuevos modelos de computadora más potentes, el Grupo determinó que existían "pruebas nuevas y definitivas" de que la mayor parte del calentamiento observado en los últimos 50 años era atribuible a las actividades del hombre. Las pruebas presentadas en 1995 por los científicos del IPCC dejaron claro que aunque se cumpliera puntualmente con la meta de 1992 no se evitaría el calentamiento de la Tierra ni los problemas derivados de él; harían falta, pues, nuevas reducciones. En 1997, los países que habían ratificado la convención se reunieron en Kyoto, Japón, y acordaron un protocolo jurídicamente vinculante en virtud del cual los países desarrollados debían reducir sus emisiones colectivas de seis gases de efecto invernadero en un 5.2% entre 2008 y 2012, tomando como referencia los niveles de 1990. El Protocolo también establece varios "mecanismos" innovadores para hacer menos costosa la reducción de las emisiones. Este documento es conocido también como Protocolo de Kyoto. Agotamiento de la capa de ozono** La capa de ozono es una fina capa de gas situada en la parte superior de la atmósfera (a una altura de 12 a 45 kilómetros) que protege la superficie de la tierra de la nociva radiación ultravioleta procedente del Sol. Se sabe que el aumento de la radiación ultravioleta causa cáncer de piel y daños imprevisibles en las plantas, las algas, la cadena de alimentación y el ecosistema mundial. El PNUMA ayudó a negociar el histórico Convenio de Viena para la protección de la capa de ozono (1985) y el Protocolo de Montreal (1987) y sus Enmiendas, y en la actualidad gestiona su aplicación. Conforme a estos instrumentos, los países desarrollados han prohibido la producción y venta de clorofluorocarbonos (CFCs), sustancias químicas que agotan la capa de ozono y cuya producción por los países en desarrollo debe cesar a más tardar en el año 2010. Se han acordado también plazos para eliminar gradualmente otras sustancias que agotan la capa de ozono. La eficacia del Protocolo de Montreal quedó confirmada en 2002 con una evaluación del PNUMA y la OMM sobre el agotamiento de la capa de ozono preparada por más de 205 científicos de todo el mundo, según la cual la cantidad total combinada de compuestos que agotan el ozono en la capa inferior de la atmósfera alcanzó su punto máximo en 1994 y desde entonces está disminuyendo lentamente. Si no se hubiesen tomado medidas con arreglo al Protocolo, el agotamiento del ozono habría sido mucho mayor y habría continuado durante muchos más decenios. Pero a pesar de que el Protocolo está logrando que se reduzcan el uso y la emisión de sustancias que agotan la capa de ozono, el agotamiento continuará durante años, mientras sigan activas las sustancias químicas ya presentes en la atmósfera. Los científicos prevén que el "escudo" de ozono que protege la superficie de la Tierra comenzará a recuperarse en un futuro próximo y estará plenamente restaurado en 2050, siempre y cuando el Protocolo siga aplicándose con firmeza. Meteorología, clima y agua Desde la predicción del estado del tiempo hasta la investigación del cambio climático o la alerta temprana sobre riesgos naturales, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) coordina las actividades científicas mundiales para proporcionar información oportuna y exacta sobre el estado del tiempo y otros servicios a la comunidad de usuarios, incluidas las empresas de transporte aéreo y marítimo. Las actividades de la OMM contribuyen a la seguridad de las personas y los bienes, al desarrollo económico y social y a la protección del medio ambiente. Dentro de las Naciones Unidas, la OMM es la máxima autoridad científica sobre la atmósfera y el clima del planeta. La organización facilita la cooperación internacional estableciendo redes de estaciones de observación meteorológica, hidrológica y de otra índole; promueve el intercambio rápido de información meteorológica, la estandarización de las observaciones meteorológicas y la publicación uniforme de observaciones y estadísticas; fomenta la aplicación de la meteorología a la aviación, el trasporte marítimo, los problemas del agua, la agricultura y otras actividades socioeconómicas en las que incluye el clima; promueve la hidrología operacional y alienta la investigación y la capacitación. La piedra angular de las actividades de la OMM es el programa Vigilancia Meteorológica Mundial, que ofrece información de última hora sobre el estado mundial del tiempo mediante sistemas de observación y conexiones de telecomunicación operadas por diversos estados Miembros y territorios mediante 16 satélites, 3 000 aviones, 10 000 estaciones terrestres de observación, 7 300 estaciones a bordo de buques y 900 boyas fijas y a la deriva con estaciones meteorológicas. Todos los días se transmiten datos y mapas del tiempo por conexiones de alta velocidad a través de tres centros meteorológicos mundiales, 34 regionales y 187 nacionales, que cooperan en la preparación de análisis y predicciones del tiempo. Gracia a ello, los buques y aviones, los investigadores científicos, los medios de difusión y el público en general reciben una corriente de información constante y actualizada. Además, los complejos acuerdos sobre normas, códigos, mediciones y comunicaciones referentes a la meteorología se establecen a nivel internacional a través de la OMM. El Programa sobre Ciclones Tropicales ayuda a más de 50 países vulnerables a ese problema a minimizar las pérdidas materiales y humanas mejorando los sistemas de predicción y alerta, así como la preparación para casos de desastre. El Programa de prevención y mitigación de desastres naturales se ocupa de integrar diversas actividades de la OMM en esta esfera y de coordinarlas con otras actividades conexas llevadas a cabo por diferentes organizaciones internacionales, regionales y nacionales, incluido organismos de protección civil. También presta apoyo científico y técnico y técnico a la labor desempeñada por la OMM en casos de desastre. El Programa Mundial sobre el Clima recopila y conserva datos para ayudar a los gobiernos a planificar su respuesta ante el cambio climático. Esta información puede servir para mejorar la panificación económica y social relativa a los procesos climáticos y la comprensión de estos últimos. También puede servir para detectar inminentes variaciones climáticas. (como los fenómenos de El Niño y La Niña) y predecir su repercusión con varios meses de anticipación y advertir a los gobiernos de ellos y de otros cambios naturales o causados por el hombre que puedan afectar a las actividades humanas esenciales. Para evaluar toda la información disponible sobre el cambio climático, la OMM y el PNUMA establecieron en 1988 el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático. El Programa de Investigación de la Atmósfera y el Medio Ambiente coordina las investigaciones sobre la estructura y composición de la atmósfera, las características físicas y químicas de las nubes, la modificación climática, la meteorología tropical y la predicción del tiempo. El Programa ayuda a los Estados Miembros a realizar proyectos de investigación, divulgar información científica e incorporar los resultados de las investigaciones a los métodos de predicción y otras técnicas. Como parte del Sistema Mundial de Vigilancia de la Atmósfera, unas 340 estaciones ubicadas en 80 países forman una red mundial que vigila la acumulación en la atmósfera de los gases de efecto invernadero, así como los niveles de ozono, radionúclidos y otros gases y partículas. En algunos países las pérdidas causadas en la agricultura por el estado del tiempo llegan casi al 20% de la producción anual. El Programa de aplicaciones de la Meteorología ayuda a los países a utilizar esta disciplina para proteger a las personas y sus bienes y promover el desarrollo social y económico. Su objetivo es mejorar los servicios meteorológicos públicos, aumentar la seguridad de los viajes por aure y por mar, mitigar las consecuencias de la desertificación y mejorar la agricultura y la ordenación de los recursos hídricos, energéticos y de otra índole. En la agricultura, por ejemplo, el asesoramiento meteorológico ofrecido a tiempo puede ayudar a reducir considerablemente las pérdidas causadas por la sequía, las plagas y las enfermedades. El Programa de Hidrología y Recursos Hídricos ayuda a evaluar, administrar y conservar los recursos hídricos del planeta y fomenta la cooperación mundial para evaluar los recursos hídricos y establecer redes y servicios hidrológicos, incluidos los de reunión y procesamiento de datos, predicción y alerta y suministro de información meteorológica e hidrológica a efectos de diseño. Por ejemplo, facilita la cooperación entre países que comparten cuencas hídricas y ofrece servicios especializados de predicción en las zonas propensas a las inundaciones, ayudando así a salvar vidas y bienes. El Programa Espacial de la OMM se creó para combatir al desarrollo del Sistema Mundial de Observación del programa Vigilancia Meteorológica Mundial, así como otros programas respaldados por la OMM y sus sistemas de observación conexos. Su finalidad es proporcionar mejores datos, productos y servicios de forma continua y facilitar su mayor disponibilidad y mejor utilización en todo el mundo. El Programa de Educación y Capacitación fomenta el intercambio de conocimientos científicos mediante la organización de cursos, seminarios y conferencias, la preparación de planes de estudios, la introducción de nuevas técnicas y materiales de formación y el respaldo a los centros de capacitación. Cada año participan en los cursos avanzados centenares de especialistas de todo el mundo. El Programa de Cooperación Técnica ayuda a los países en desarrollo a obtener los equipos y conocimientos técnicos y especializados que necesitan para mejorar sus servicios nacionales de meteorología e hidrología y fomenta la transferencia de tecnología y de información y conocimientos meteorológicos e hidrológicos. El Programa Regional respalda la realización de programas y actividades de carácter regional a través de ocho oficinas regionales y subregionales de la OMM ubicadas en distintas partes del mundo. Programa 21 Al aprobar el Programa 21, en la Cumbre para la Tierra, los gobiernos dieron en 1992 un paso histórico para asegurar el futuro del planeta. El Programa es un plan de acción mundial exhaustivo que abarca todos los aspectos del desarrollo sostenible, entre los que se cuentan: La contaminación de la atmósfera, el aire y el agua La lucha contra la deforestación; la desertificación y la pérdida de terrenos agrícolas El combate a la reducción de las poblaciones de peces La promoción del manejo seguro de los desechos sólidos. En el Programa 21 los gobiernos trazaron pautas de acción detalladas con cuya aplicación el mundo podría abandonar el modelo de crecimiento económico insostenible en favor de actividades que protegieran y renovaran los recursos ambientales de los que dependían el crecimiento y el desarrollo. Los ámbitos de acción incluían: la protección de la atmósfera; la lucha contra la deforestación, la destrucción del suelo y la desertificación; la prevención de la contaminación del aire y el agua; el fin de la reducción de las poblaciones de peces; y la promoción de la gestión segura de los desechos tóxicos. El Programa 21 aborda también las pautas de desarrollo que suponen una carga para el medio ambiente, tales como: La pobreza La deuda externa de los países en desarrollo Las modalidades insostenibles de producción y consumo La presión demográfica La estructura de la economía internacional También recomienda modos de fortalecer la intervención de los principales grupos de población para lograr el desarrollo sostenible. Los grupos mencionados son: Las mujeres Los sindicatos Los agricultores Los niños y los jóvenes Las poblaciones indígenas La comunidad científica Las autoridades locales Las empresas La industria Las organizaciones no gubernamentales (ONGs) Las Naciones Unidas han adoptado medidas para integrar el concepto de desarrollo sostenible en todas las políticas y programas pertinentes. En los proyectos de generación de ingresos cada vez se tienen más en cuenta sus posibles repercusiones ambientales y va en aumento el número de programas de asistencia para el desarrollo dirigidos a las mujeres, habida cuenta de la función esencial que desempeñan como productoras de bienes, servicios y alimentos y como personas que cuidan del medio ambiente. Asimismo, se confiere especial prioridad a los imperativos morales y sociales del alivio de la pobreza, al reconocer que su erradicación va unida a la calidad ambiental. Con el fin de conseguir el pleno apoyo a la ejecución del Programa 21 en todo el mundo, en 1992 la Asamblea General estableció la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible. Esta Comisión orgánica del Consejo Económico y Social, constituida por 53 miembros, se encarga de: Supervisar la ejecución del Programa 21 y otros acuerdos derivados de la Cumbre de la Tierra, como el documento final de la Cumbre sobre el Desarrollo Sostenible celebrada en 2002, así como de informar al respecto, Promover un diálogo activo y constante con los gobiernos, la sociedad civil y otras organizaciones internacionales para crear alianzas que permitan resolver las principales cuestiones relacionadas con el desarrollo sostenible, Ayudar a coordinar las actividades ambientales y de desarrollo dentro de las Naciones Unidas. La División de Desarrollo Sostenible del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas actúa como secretaría de la Comisión y supervisa los avances logrados en la ejecución del Programa 21, el Programa para la ulterior ejecución del Programa 21 y el Plan de Aplicación de las Decisiones de Johannesburgo. Además, da respuesta a las solicitudes de recomendaciones normativas y presta servicios técnicos relacionados con el fomento de capacidades para el desarrollo sostenible, así como servicios de análisis e información. El Programa 21 se ha convertido en la base de muchos planes nacionales, ya que basándose en éste, más de 1 800 ciudades del mundo han creado su propio "Programa 21 local". Además, ha guiado a cuatro nuevos tratados internacionales en cambio climático, diversidad biológica, desertificación y pesca en altamar.