2 UNIVERSIDAD ANÁHUAC MAYAB P. Rafael Pardo Hervás, L. C. RECTOR Dr. Narciso Acuña González VICERRECTOR ACADÉMICO DIVISIÓN DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES FACULTAD DE DERECHO Mtro. Absalón Álvarez Escalante DIRECTOR Dra. María Guadalupe Sánchez Trujillo COORDINADORA DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS Y PROGRAMAS DE DOCTORADO 3 CONSEJO EDITORIAL REVISTA IN JURE ANÁHUAC MAYAB Héctor José Victoria Maldonado PRESIDENTE HONORARIO DEL CONSEJO EDITORIAL Absalón Álvarez Escalante PRESIDENTE DEL CONSEJO EDITORIAL María Guadalupe Sánchez Trujillo DIRECTORA GENERAL CONSEJEROS EDITORIALES Andrés Botero Bernal (UdeM, Colombia) José Antonio Caballero Juárez (CIDE, México) Ramiro Contreras Acevedo (UdeG, México) Jorge Alberto González Galván (IIJ-UNAM, México) María del Pilar Hernández Martínez (IIJ-UNAM, México) Francisco José Paoli Bolio (IIJ-UNAM, México) Ruperto Patiño Manffer (UNAM, México) Luciano Carlos Rezzoagli (IIETE, UNL, Argentina) José Antonio Núñez Ochoa (IIJyP, UA Norte, México) 4 Alma de los Ángeles Ríos Ruiz (UNAM, México) María Guadalupe Sánchez Trujillo (IIJ, UA Mayab, México) Enrique Uribe Arzate (UAEM, México) COMITÉ EDITORIAL María Cristina Burgos Montes de Oca Gerardo Centeno Canto Julia Amanda Díaz Aguilar Genny Alejandra Falcón Gual Héctor José Farías Echeverría Luz María Guzmán Lozano Armando Peraza Guzmán Dalia Isela Piña Alberto Jorge Rivero Evia Marco Antonio Sánchez Vales 5 In Jure Anáhuac Mayab, Año 2, Núm. 3, Julio – Diciembre de 2013, es una Publicación semestral editada por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Facultad de Derecho de la Universidad Anáhuac Mayab, Km.15.5 Carr. Mérida- Progreso Mérida, Yucatán, México CP. 97310, Tel. (999) 942-4800 ext. 536, 01-800-012-0150, http://www.anahuacmayab.mx. Editor responsable: Universidad Anáhuac Mayab. Reserva de derechos al uso exclusivo No. 04-2013-011817063200-102 otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. ISSN: 2007-6045. Responsable de la última actualización de este Número, Servicios de Tecnología de la Universidad Anáhuac Mayab, Ing. David Arjona Espinosa, Km.15.5 Carr. Mérida- Progreso Mérida, Yucatán, México CP. 97310, fecha de última modificación, 14 de Enero de 2014. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de la Universidad Anáhuac Mayab. 6 IN JURE ANÁHUAC MAYAB Revista de la Facultad de Derecho Universidad Anáhuac Mayab Estudios Jurídicos: Trabajos académicos inéditos, prácticos o dogmáticos, en formato de artículo, monografía, ensayo. Crónica Jurídica Anáhuac: Comentarios legislativos, sentencias, resoluciones administrativas, jurisprudencia, tesis aislada, reseña académico-jurídica. Recensiones: Comentarios académicos o apuntes a libros jurídicos. Colloquium: Trabajos relevantes de estudiantes de Maestría y Doctorado, preferentemente relacionados con los temas de sus proyectos de investigación. Normas para la presentación de colaboraciones: El documento deberá estar en Word, en letra Arial tamaño 11, con espaciado interlineal de 1.5 cm y 2.5 cm de margen en los 4 lados, sin sangría. Título del trabajo (en mayúsculas a 14 puntos en negritas y centrado), nombre(s) del autor(es), después del título a 10 puntos alineado(s) al margen derecho) con nota al pie de página que muestre la filiación institucional (datos académicos y profesionales y trayectoria académica), dirección electrónica y número de teléfono. Subtítulos a 12 puntos en negritas y alineados a la izquierda. Notas a pie de página a 9 puntos, numeradas en forma ascendente, a espacio sencillo y justificadas (apellidos del autor, nombre, título en cursivas (sólo se usará mayúscula inicial y en los nombres propios), número de edición (la primera no debe indicarse), traductor, lugar de la edición (ciudad), editorial, año, colección, volumen o tomo, páginas). No espacios especiales anteriores o posteriores entre párrafos. Deberá usar mayúsculas y minúsculas. Resumen y abstract: máximo de 200 palabras, en las cuales se muestran, de forma muy breve, los argumentos principales y las tesis desarrolladas, las críticas y los aportes más relevantes. Idioma: Español e Inglés. Palabras claves: 5 palabras máximo que permitan identificar de forma clara el tema del artículo. Idiomas: Español e Inglés. La estructura del trabajo deberá dividirse en: Introducción, Desarrollo del tema, metodología, resultados y conclusiones, referencias bibliográficas. Las figuras o tablas en archivos originales (programas en que fueron elaborados) Extensión máxima de 30 cuartillas si es un ensayo, artículo o monografía; para estudios legislativos o jurisprudenciales, la extensión máxima será de 15 cuartillas y 5 7 cuartillas para recensiones. Tratándose de Trabajos relevantes de estudiantes de Maestría y Doctorado, la extensión máxima será de 20 cuartillas. Todos los trabajos serán sometidos a dictamen doble ciego. Deberá enviar sus colaboraciones a la dirección: maria.sanchezt@anahuac.mx 8 ÍNDICE Presentación. Absalón Álvarez Escalante Pág. 11 Estudios Jurídicos (Re) Pensando los Principios Tributarios Constitucionales de Proporcionalidad y Equidad. Problemáticas y Desafíos. Pág. 13 Luciano Carlos Rezzoagli La Naturaleza Constitucional Dual de la Seguridad Pública. Pág. 40 Enrique Uribe Arzate Alejandra Flores Martínez La Importancia del Planteamiento Epistemológico en el Derecho Pág. 57 Ramiro Contreras Acevedo Justicia Universal y Soberanía Estatal. Pág. 78 Jorge Rivero Evia Aproximación a una Propuesta de Regulación Jurídica para Sistemas Ambientales Conocidos como “Cenotes” en el Estado de Yucatán. Pág. 111 Gerardo Centeno Canto Educación y Formación del Jurista en la Era de la Globalización. Pág. 128 Alma de los Ángeles Ríos Ruiz 9 La Tragedia Moderna: Las Elecciones Políticas Vistas desde el Cine. Pág. 154 Andrés Botero-Bernal Los Acuerdos Comerciales y de Inversión Frente a la Reforma Energética. Pág. 183 Ruperto Patiño Manffer Confusiones en Metodología Jurídica. Pág. 205 María Guadalupe Sánchez Trujillo Crónica Jurídica Anáhuac Contradicción de Tesis 293/2011. Avance o Retroceso en la Protección de Derechos Humanos. Pág. 217 Luis Alfonso Méndez Corcuera Colloquium Tratamiento Procesal de los Criterios de Oportunidad en el Derecho Penal. Estudio Comparado Yucatán-Colombia. Pág. 238 Juan Carlos Echeverria Díaz 10 PRESENTACIÓN Absalón ÁLVAREZ ESCALANTE ∗ Director de la Facultad de Derecho Al dar lectura a las colaboraciones de los excelentes juristas que han aportado su obra intelectual a esta tercera edición de nuestra Revista Jurídica Electrónica, In Jure Anáhuac Mayab, me vino a la memoria la frase del escritor británico John Ruskin, quien afirmaba que “La calidad nunca es un accidente, siempre es resultado de un esfuerzo de la inteligencia”. Y es que los temas abordados por nuestros autores nacionales y extranjeros, no sólo son novedosos, pertinentes y de gran utilidad para el estudioso del derecho, sino que se abordan con evidencia de conocimientos actualizados, de reflexión profunda, de criterio jurídico trascendente y desde luego de gran compromiso con el fortalecimiento de la Ciencia del Derecho. Más que oportuna para México es la reflexión que en su trabajo nos comparte el jurista Luciano Carlos Rezzoagli, respecto a “Los Principios Tributarios Constitucionales de Proporcionalidad y Equidad”. El análisis de la “Naturaleza Constitucional Dual de la Seguridad Publica” que desarrollan Enrique Uribe Arzate y Alejandra Flores Martínez, nos permite acercarnos a la posibilidad de visualizar, jurídicamente, este ámbito fundamental para la paz social, que debe garantizar el Estado. Ramiro Contreras Acevedo nos invita a repensar sobre “La Importancia del Planteamiento Epistemológico en el Derecho”, lo cual es de agradecerse en los tiempos en que los modelos de enseñanza universitaria tienden a la preponderancia de la formación de competencias y habilidades en el estudiante, lo cual, desde luego, no es suficiente para asegurar el ejercicio ético del futuro profesional del derecho. El trabajo de Jorge Rivero Evia sobre los conceptos de “Justicia Universal y Soberanía Estatal” nos confirma su cada vez más sólida calidad como investigador, catedrático y juzgador. Abordar temas jurídicos vinculados con nuestro entorno regional, es para nuestra revista un gran valor y por ello agradecemos también el trabajo de Gerardo Centeno Canto, en el que formula una “Propuesta de Regulación Jurídica para Sistemas Ambientales conocidos como “Cenotes” en el Estado de Yucatán”. Resaltamos también la presencia del tema educativo, en la colaboración de Alma de los Ángeles Ríos Ruiz, quien diserta sobre “Educación y Formación de Juristas en la Era de la Globalización”. Andrés Botero-Bernal nos ofrece un novedoso trabajo ∗ Maestro en Derecho Corporativo y Candidato a Doctor en Derecho, absalon.alvarez@anahuac.mx 11 que con seguridad despertará el interés del lector, ya que un tema de relevancia para la vigencia del estado democrático, se presenta desde una perspectiva sui generis: “La Tragedia Moderna: Las Elecciones Políticas vistas desde el Cine”. La gran experiencia de Ruperto Patiño Manffer en materia de Comercio Internacional se hace patente en su colaboración denominada “Los Acuerdos Comerciales y de Inversión Frente a la Reforma Energética”, cuyo contenido es de una actualidad y pertinencia innegable. Cierra el apartado de colaboraciones María Guadalupe Sánchez Trujillo con un trabajo en el que analiza las “Confusiones en Metodología Jurídica”, de cuyas aportaciones se pueden obtener valiosos criterios para utilizar en el desarrollo de proyectos de investigación. El contenido temático de esta tercera edición de nuestra revista, se complementa con una Crónica Jurídica de Luis Alfonso Méndez Corcuera, quien analiza la Contradicción de Tesis 293/2011, relacionada con la Protección de Derechos Humanos; y una colaboración en el apartado de Colloquim, de Juan Carlos Echeverría Díaz, con el tema: “Tratamiento Procesal de los Criterios de Oportunidad en el Derecho Penal. Estudio Comparado Yucatán-Colombia” No puedo dejar de expresar la gran satisfacción y el enorme orgullo que para nuestra Facultad de Derecho de la Universidad Anáhuac Mayab representa, no sólo la continuidad de nuestra revista, instrumento oficial de divulgación jurídica de nuestro Instituto de Investigaciones, sino también la CALIDAD, cada vez más fortalecida por los investigadores que nos hacen el honor de colaborar con este proyecto que, desde su concepción hace dos años, tiene como fin último, fomentar la investigación, la innovación, la difusión, el desarrollo y la consolidación de la Ciencia del Derecho. 12 (RE) PENSANDO LOS PRINCIPIOS TRIBUTARIOS CONSTITUCIONALES DE PROPORCIONALIDAD Y EQUIDAD PROBLEMÁTICAS Y DESAFÍOS (RE) THINKING THE TAXATION CONSTITUTIONAL PRINCIPLES OF PROPORTIONALITY AND EQUITY ISSUES AND CHALLENGES Luciano Carlos REZZOAGLI ∗ RESUMEN. La elección del tema refleja nuestra inquietud ante la insatisfacción que dejan las clásicas respuestas del derecho tributario frente a objetivos como la igualdad de oportunidades, la más equitativa distribución de los recursos y el crecimiento armónico y sustentable de la Nación. Así, pues, la potencialidad del sistema fiscal como herramienta de transformación para remover los obstáculos que impiden la efectiva participación de los ciudadanos en la vida económica, social, política y cultural del país, cuestión que creemos aún pendiente, requiere, como primer paso, interpretar y aplicar debidamente los principios tributarios que la Constitución proclama, aceptando los errores del pasado y encarando los desafíos de un derecho dinámico cada vez más complejo. Palabras Claves: Equidad – Proporcionalidad – Igualdad – Capacidad Contributiva – Justicia. ABSTRACT. This paper reflects our concern about the lack of fulfillment of classic tax law responses towards equal opportunity, equitable distribution of resources, and the ∗ Postdoctorado realizado en el Conicet, Argentina. Doctor en Derecho por la Universidad de Salamanca, España (graduado con mención honorífica). Investigador del Centro de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales (FCJS) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y del Instituto de Estado, Territorio y Economía (IIETE). Profesor-tutor de Economía Política (FCJS-UNL) y coordinador académico de carrera de Doctorado en Derecho de dicha institución educativa pública nacional, en Santa Fe, Argentina. Profesor visitante, dedicación simple de la Universidad Austral (Buenos Aires) y de postgrados en varias instituciones educativas de Latinoamérica. Declarado en Octubre de 2011 “Visitante Distinguido” por el Honorable Ayuntamiento de la ciudad de Puebla, México. Correos electrónicos de contacto: lrezzoagli@fcjs.unl.edu.ar; lrezzoagli@hotmail.com 13 harmonious and sustainable growth of the nation. Thus, the potential of the tax system as a transformative tool to remove the obstacles to effective citizen participation in economic, social, political and cultural life, is a pending issue that requires, as a first step, properly interpretation and application of Constitutional principles, while accepting past mistakes and facing the challenges of an increasingly complex dynamic legal order. Keywords: Equity - Proportionality - Equality - Fiscal Capacity - Justice. Introducción. Es curioso como Tribunales de distintos países, como el alemán, el italiano, el español, el argentino y el colombiano, por nombrar algunos, abordan los mismos fundamentos para dar contenido a principios diferentes, como el de Igualdad y el de Capacidad Contributiva, o en el caso concreto de México, el de Equidad y Proporcionalidad. Esto resulta interesante en el plano doctrinal, y repercute indefectiblemente en el desarrollo dinámico de la práctica del derecho, por lo que se analizará, como objetivo central de este escrito, hasta qué punto el principio de Capacidad Contributiva es o no una especificación de la Igualdad en el ámbito fiscal, y como se reconvierte (si este fuese el caso) en los principios del 31 fracción IV Constitucional, ponderando a una adecuada aplicación e interpretación jurisdiccional. El objeto de estudio, reflejará, a lo largo de todo este artículo, la formulación de una teoría inédita respecto al verdadero alcance y significado de estos principios, su desafío Intergeneracional y su vinculación con los objetivos extrafiscales del sistema tributario. 1. Igualdad formal o de tratamiento en el ámbito fiscal. Tal como manifiesta González García1, la Igualdad no es un principio advenedizo, sino que tiene ya una gran evolución en el tiempo; lo ubicamos en el siglo XVI, con posterioridad al descubrimiento de América, al descubrimiento de los nativos americanos como una nueva raza humana para el europeo, con el desarrollo evangelizador de la escuela española, entre los que destacaron Suárez, Covarrubias y Francisco De Vitoria. 1 GONZÁLEZ GARCÍA, E.: Serie de Conferencias en Derecho Tributario, editado por la Asociación Argentina de Estudios Fiscales, Buenos Aires, 1994, pág. 10. 14 Pero, ¿a qué igualdad se refería la famosa Ley de Suárez?, evidentemente a una igualdad de naturaleza, de los hombres ante Dios. Todos somos iguales ante Dios, es una característica de la Ley Natural. Ahora bien, con el transcurso del tiempo, el desarrollo del pensamiento ilustrado, la razón frente al dogma, el enciclopedismo, y podríamos decir de forma cruenta en la revolución francesa, la igualdad evolucionó a una aportación más técnica, más jurídica. La pregunta, entonces, ya no era respecto de la igualdad de los hombres ante Dios, sino ante los propios hombres, es decir, si tenían los mismos derechos y deberes frente al ordenamiento jurídico como ciudadanos, pues se estaba poniendo fin a las concepciones monárquicas y clasistas. La igualdad, pues, es otra garantía de los contribuyentes, formalizada con el advenimiento del sistema republicano de gobierno, tras la revolución francesa de 1789, que la consagró en la Carta de Derechos del Hombre y del Ciudadano como un derecho natural positivizado al abolir toda diferencia de nacimiento, raza, sangre y religión, ya que en las pasadas monarquías existieron grupos sociales que estaban exentos de obligaciones tributarias, como la nobleza y el clero. Sin embargo, debemos destacar que mientras en la revolución francesa la nota relevante o chispa detonadora del cambio fue la desigualdad existente entre los individuos generada por todo un entramado jurídico de privilegios y distinciones de clases, en la revolución americana (Estados Unidos) el fundamento se encontró en la exigencia de libertad. Esto explica por qué la Constitución de los Estados Unidos de América de 1787 no estableció expresamente el principio de Igualdad, que recién adquirió jerarquía constitucional expresa en la Enmienda XIV de 1966, mediante la cláusula de igual protección de leyes (equal protection clause). Leibholz, considera la igualdad como el principio constitucional que prohíbe la creación y aplicación de normas arbitrarias, extendiendo la aplicación de dicho principio no sólo a los tribunales sino también al legislador. Sin embargo, no llega a definir la arbitrariedad pues considera que su contenido es mutable y puede ser aplicado caso por caso en modo objetivo como lo contrario a lo razonable2. Para Tipke y Lang3, la justificación objetiva y razonable para fundamentar la “desigualdad” no es suficiente, sino que, además, debe ser adecuada, idónea y proporcional para alcanzar la finalidad perseguida. De esta forma se introduce la 2 LEIBHOLZ, G.: Die gleichheit vor dem gesetz. Eine studie auf rechtesvergleichender und rechtsplhilosophicher grundlage. Zweite, durch eine reihe erganzerder beitrage erweiterte auflage, Verlag C. H. Beck, Munchen und Berlin, 1959. 3 TIPKE, K. y LANG, J., citados en AICEGA ZUBILLAGA, J. M.: La utilización extrafiscal del tributo y los principios de justicia tributaria, servicio editorial de la Universidad del País Vasco, Bilbao, 2001, pág. 155. 15 noción de proporcionalidad que indica cuando una restricción de un derecho fundamental es admisible o no. Así nace la igualdad formal o de tratamiento, que se desplaza al ámbito tributario y se centra en el reparto del coste de los servicios públicos4, lo cual es lógico si analizamos que ya los tributos no se utilizaban para mantener al monarca y la nobleza, sino que debían comenzar a satisfacer las necesidades del propio pueblo, por lo que en este sentido, ante la pregunta de ¿cómo podemos aportar para el sostenimiento de los gastos públicos de manera equitativa?, dos grandes teorías se colocaron sobre la mesa de discusión: la teoría del beneficio y la de Capacidad Contributiva, y se inicia la disyuntiva que va a dividir la Hacienda Nacional de las Haciendas Locales. 1.1 La Teoría del Beneficio. Breve referencia. La primera manifestación de la Igualdad Formal al ámbito tributario fue representada doctrinalmente a través de la Teoría del Beneficio, que establece que debemos pagar tributos en relación de lo que recibimos del Estado en concepto de servicios públicos, y fue acuñada indudablemente por las Haciendas Locales en lo referente a los Derechos y Contribuciones de Mejoras (mas allá de otros “precios públicos” no considerados estrictamente tributos pero que abarcan algún servicio público o actividad donde exista interés del Estado en su regulación). Para Griziotti la capacidad de pago es la causa última del deber de pagar el tributo, en cuánto manifestación indirecta de la causa primera, que es la participación del contribuyente en los beneficios derivados de los servicios públicos. La correspondencia entre la capacidad de pago y los servicios públicos ingresados al patrimonio del particular se erige en elemento constitutivo de la obligación tributaria. La interpretación funcional de las leyes tributarias es el instrumento de que se sirve el intérprete para ver si en cada caso se da aquella correspondencia del mismo modo que el caso típico que la ley ha tenido presente5. En consecuencia, siguiendo la concepción grizottiana, “entre los impuestos y los beneficios que obtiene el particular de los servicios públicos existe una correlación indirecta, de la que es indicio la capacidad contributiva. Esta correlación constituye la causa del impuesto, la cual es un elemento constitutivo de la obligación tributaria, que nace sólo cuando en el caso individual existe entre la capacidad contributiva y la 4 GONZÁLEZ GARCÍA, E.: Serie de Conferencias en Derecho Tributario, editado por la Asociación Argentina de Estudios Fiscales, Buenos Aires, 1994, pág. 11. 5 GRIZIOTTI, B.: “Brevi analisi e sintesi finanziarie”, Studi di Scienza delle finanze e di diritto finanziario, ed. Giuffré, Milán, 1956, pág. 347. 16 participación en el beneficio de los gastos públicos la misma relación funcional que en el caso típico previsto por la ley”6. De esta manera el autor analizado explica qué entiende por capacidad económica, instaurando la idea de causa de la obligación tributaria. Esta postura fue de fundamental importancia en su momento, pero a lo largo del tiempo recibió las criticas de gran parte de la doctrina especializada, reduciéndola exclusivamente a la materia local donde pueda visualizarse contraprestación directa. 1.2 La Capacidad Contributiva como Igualdad Formal en materia fiscal. En la medida en que avanzamos en la concepción del impuesto como instrumento de cobertura del gasto público, nos damos cuenta de que la Capacidad Contributiva es el principio que se impone, pues establece que debemos contribuir al sostenimiento de los mismos, no en función de lo que recibimos del estado, sino en función de los que tenemos, es decir, de nuestras manifestaciones de riqueza. No en vano ha escrito Palao Taboada7 que con el principio de capacidad contributiva se ha pretendido dotar de contenido al principio de igualdad, absorbiendo y concretando en el ámbito tributario a éste. Así, el mencionado principio, no es más que una especificación del principio de igualdad en sentido formal, cuyo verdadero significado se traduce en la interdicción de la arbitrariedad. Ha escrito Lejeune Valcárcel, en conceptos que compartimos, que la capacidad contributiva sólo tiene respuesta para mantener las situaciones de igualdad preexistentes, en ese sentido, tributar con sujeción a dicho principio significa, en definitiva, producir efectos iguales en la renta y en el patrimonio de los sujetos sometidos al gravamen, sin que se vean alteradas las situaciones de los mismos. Del otro lado, el principio no tiene ya respuesta para corregir las situaciones de discriminación, segundo mandato de la igualdad, a efectos de traer a quienes se encuentran en una situación de discriminación a una situación de igualdad relativa respecto de los otros, por cuanto el impuesto incidirá sobre los sujetos de forma desigual8. 6 GRIZIOTTI, B.: “Il principio di la capacitá contributiva e le sue aplicazioni”, Saggi sul rinnovamento dello studio della scienza delle finanze e del diritto finanziario, ed. Giuffré, Milán, 1953, pág. 300 y 301. 7 PALAO TABOADA, C. “Apogeo y Crisis del Principio de Capacidad Contributiva” en Estudios Jurídicos en Homenaje al Profesor Federico De Castro, v. II , Tecnos, Madrid, 1976, pág. 400. 8 LEJEUNE VALCÁREL, E., “Aproximación al Principio Constitucional de Igualdad Tributaria”, en Seis Estudios sobre Derecho Constitucional e Internacional Tributario, Editorial de Derecho Financiero – Editoriales de Derecho Reunidas, Madrid, 1980, pág. 145. 17 Debemos agregar que este principio, aunque se basa en el patrimonio de los sujetos como característica de “paridad” a la contribución, debe además tener en cuenta las necesidades de esas personas porque no deben tributar lo mismo un soltero que un padre de familia numerosa por ejemplo, puesto que las necesidades no son las mismas y aunque tengan el mismo ingreso dinerario, no deberían contribuir lo mismo. Para estas situaciones es que existen deducciones o reducciones que se basan en situaciones, pura y exclusivamente, de capacidad contributiva, atendiendo así a la justicia tributaria. Creemos que en México, como el principio de capacidad contributiva no existe, por lo menos literalmente, en la Constitución, y debido a un resabio histórico representado en el artículo 28, que prohíbe las exenciones fiscales (que atendiendo al contexto en que fue redactado se refiere en realidad a privilegios), es que este tipo de desgravaciones no se han desarrollado adecuadamente, lo cual es a todas luces injusto pues no pone en igualdad a los contribuyentes si sólo se mira el ingreso pero no sus necesidades (o sólo alguna de las básicas). Así pues, el concepto de Capacidad Contributiva puede expresarse de la siguiente manera: es la aptitud económica del ciudadano para soportar tributos en función de su patrimonio y de sus necesidades. Por consiguiente, parecería que el principio de Capacidad Contributiva garantiza la igualdad de trato porque, en el ámbito fiscal, tratar igual a los iguales y desigual a los desiguales significa gravar de la misma forma (aplicar un determinado impuesto, una determina alícuota) a quienes poseen la misma o similar capacidad contributiva. 2. Igualdad Substancial o Material. Este ámbito refiere a la igualdad de hecho o de oportunidades , que es un valor predicable del ordenamiento jurídico en su totalidad, un mandato constitucional positivo al legislador y a los poderes públicos, de modo que, el derecho financiero y tributario no puede permanecer ajeno a la necesidad de hacerla operativa. En definitiva, junto con otros fines no recaudatorios aunque de idéntico rango constitucional, la conquista de la igualdad de oportunidades constituye un objetivo irrenunciable, por lo que corresponde a los poderes del Estado dirigir su actuar a materializar esa igualdad de hecho. Lo que aparece confirmado, pues, es la trascendental función redistributiva que puede cumplir el sistema fiscal. 18 Para Martinez Lago9 la igualdad ha pasado a concebirse como un valor superior del ordenamiento jurídico, como situación a alcanzar, como regla de tratamiento semejante y como principio informador del sistema tributario justo. Aquello lo lleva a distinguir dos significados claramente diferenciados de la igualdad que entiende complementarios. Por un lado, el sentido formal de la igualdad que resulta de la necesaria situación de semejanza que ante la norma tienen los ciudadanos. Por otro lado, el sentido material de la igualdad proviene de caracterizar a ésta como objetivo a alcanzar, configurándose así como una norma proyectada hacia los poderes públicos y, también, a los órganos de la Hacienda encaminados a la acción positiva. En definitiva, el principio de igualdad en materia tributaria, desde esta faceta substancial, cumple la específica función al presentarse como un objetivo a alcanzar, como una situación a lograr por los poderes públicos, y esto tiene como fundamento constitucional muchos otros principios ajenos a los que rigen la propia tributación, tales como la vivienda digna, el pleno empleo, el cuidado y la protección ambiental, la competencia económica, etc. Lejeune Valcárcel establece que la igualdad tiene un claro valor instrumental, siendo su verdadero sentido el de situar a los ciudadanos en unas condiciones tales que puedan, desde ellas, acceder a otros bienes superiores, protegidos constitucionalmente que pueden considerarse como objetivos supremos de la Constitución10. El principio de igualdad substancial o material, dentro de las diversas facetas que tiene en las constituciones, en el plano tributario lo hace no tanto como regla de garantía de tratamientos semejantes para los sujetos pasivos, sino como objetivo o situación a alcanzar, lo cual adquiere todo su sentido en legislaciones de apoyo (también en lo tributario) que faciliten la remoción de los obstáculos para la participación cultural, social, económica y política de los ciudadanos, conectándose así a la progresividad, que sería una concreción técnica de la igualdad en el orden tributario, adecuada a la actual coyuntura histórica de una formación social que admite como ineludible llevar a cabo actividades en búsqueda de condiciones favorables para el progreso social y económico y para la distribución de la renta regional y personal más equitativa. 9 MARTÍNEZ LAGO, M. A., “Los fines no fiscales de la imposición y la prohibición de confiscatoriedad”. Gaceta Fiscal nº 81 (1990), pág. 144 – 145. 10 LEJEUNE VALCÁREL, E., “Aproximación al Principio Constitucional de Igualdad Tributaria”, en Seis Estudios sobre Derecho Constitucional e Internacional Tributario, Editorial de Derecho Financiero – Editoriales de Derecho Reunidas, Madrid, 1980, pág. 130 – 131. 19 En criterio que compartimos, la búsqueda de la igualdad substancial o material obliga a intensificar la imposición directa, personal y progresiva en defensa del “postulado de redistribución”, alejándose así del dogma liberal de la neutralidad del impuesto11. Se trata, pues, de superar las concepciones meramente formales o de tratamiento que conducen a la perpetuación de arbitrarias desigualdades en la realidad cotidiana, más no de colocar a todos los ciudadanos en una situación de matemática y absoluta igualdad o, en palabras de Lejeune Valcárcel, de “igualitarismo”. Todo lo contrario, se trata de remover los obstáculos económicos y sociales que impidan la real participación de los ciudadanos en la vida económica, social, política y cultural del país. La conquista debe dirigirse, por ende, a eliminar las situaciones de desigualdad manifiesta, en la medida en que si éstas se perpetúan, resultaría ilusorio que los ciudadanos que se encuentran en tales situaciones puedan ejercitar y hacer efectivos sus derechos y aspiraciones, por mucho que sean proclamados por el texto constitucional. Se trata, en suma, de eliminar tan sólo aquellas desigualdades que impiden el pleno desarrollo de la persona humana y su efectiva participación en la vida política, económica, cultural y social, por lo que, conseguido ello, puede entenderse cumplido el objetivo constitucional de igualdad material, o, el máximo de igualdad que es posible dentro del juego total de la Constitución. Es indudable, entonces, que la realización de la igualdad substancial puede exigir la disparidad de tratamientos, siempre que estos se encuentren debidamente justificados y que resulten razonables. Los tributos pueden alojar en su estructura otros fines constitucionales protegidos que excedan al propósito meramente recaudatorio, siempre que, en caso de que supongan diferentes tratamientos, vengan a realizar la igualdad en su faz substancial sin incurrir en arbitrariedades. Es para nosotros el principio de igualdad, integrando por su faz formal y material, aquel que debe presidir, como máximo rector, el ordenamiento tributario, realizando la justicia en el sistema. En suma, consideramos que son los fines no fiscales que pueden integrarse en la estructura interna del tributo –fundamentalmente, las minoraciones de la obligación tributaria con motivos extrafiscales- los que, excediendo el propósito recaudatorio, pueden contribuir –aunque no se agote allí- a la realización de la igualdad, como criterio material de justicia, así como a la concreción de los 11 CASÁS, J.O., “El principio de igualdad en el Estatuto del Contribuyente”, Revista Latinoamericana de Derecho Tributario, Núm. 3 (1997), Marcial Pons, pág. 89. 20 diversos fines constitucionales, realizando en forma directa las necesidades estatales potenciando los criterios de subsidiariedad y solidaridad. Y aunque creemos que el impuesto no es el único medio -y a veces tampoco el más idóneo- para propender a la redistribución de los ingresos y de la riqueza, no es menos cierto que sí puede ser de gran utilidad, lo que obliga a su funcionalización cuando sea oportuno. 3. La Proporcionalidad y Equidad En México, de forma Constitucional, en materia tributaria, no se hace referencia expresa a la Igualdad (como es el caso de Argentina) y/o a la Capacidad Contributiva (caso de Italia; también puede mencionarse que en la Constitución Española se encuentran ambos principios para regir la materia fiscal), sólo encontramos en el 31, fracción IV12, los principios de Proporcionalidad y Equidad (junto con los de Legalidad, Generalidad, Obligatoriedad y Destino de Gasto Público). Para comprender porque la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos adopta los principios de Proporcionalidad y Equidad en este artículo en mención, brevemente, debemos remontarnos, primeramente, a la Revolución Francesa de 1789, donde se emitió la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, la cual en su artículo 13 rezaba: “para el mantenimiento de la fuerza pública y para todos los gastos de la administración, es indispensable una contribución igualmente distribuida entre todos los ciudadanos en atención a sus facultades”. Así pues, según este precepto, la aportación de los ciudadanos a los gastos del Estado es una obligación hecha de acuerdo a sus facultades. De igual manera, la Constitución de Cádiz del 19 de marzo de 1812 establecía que “las contribuciones se repartirán entre todos los españoles en proporción a sus facultades, sin excepción ni privilegio alguno”. Como 12 En palabras de García Bueno, este artículo mencionado “tiene por objeto erradicar el mar de contribuciones abusivas que durante tal época prevalecieron, a través de la creación de un impuesto proporcional a las ganancias de cada individuo. Sin embargo, dado lo rudimentario de su estructura y su carácter proporcional, resultaba más que imposible cumplir con el cometido para el cual había sido creado”. GARCÍA BUENO, M. C.: El principio de capacidad contributiva. Un estudio comparativo en España y México, editado por el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, México, 2003. Posteriormente, el 10 de enero de 1822, encontramos el Reglamento Provisional Político del Imperio Mexicano, el cual en su artículo 15 establecía: “ todos los habitantes del imperio deben contribuir en razón a sus proporciones, a cubrir las urgencias del Estado”, y por fin, en la Constitución de 1857, en su artículo 31 (donde se hacía mención a la obligación de los mexicanos), fracción II, se establecía: “Contribuir para los gastos públicos, así de la Federación como del Estado y Municipios en que resida, de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes”, último antecedente del actual artículo 31, fracción IV, de la Constitución de 1917. 21 puede apreciarse del texto mencionado, se hacía referencia a las facultades de los contribuyentes como medio idóneo para contribuir a los Gastos Públicos. Así, tanto la Constitución de Cádiz, como la Declaración de los Derechos del hombre y del Ciudadano Francés, son el antecedente más directo, en épocas de colonia, de los actuales principios de justicia que regulan las contribuciones en México. Una vez que el país rompió el vínculo de colonia con España, encontramos en el país los Sentimientos de la Nación, con los que Morelos prepara la Constitución de 1814, que habría de denominarse: Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana. En su artículo 22 establecía lo siguiente: “que se quite la infinidad de tributos e imposiciones que mas agobian, y se señale a cada individuo un cinco por ciento en sus ganancias, u otra carga igual ligera, que no oprima tanto, como la alcabala, el estanco, el tributo y otros, pues con esta corta contribución, y la buena administración de los bienes confiscados al enemigo, podrá llevarse el peso de la guerra y honorarios de los empleados”. Posteriormente, el 10 de enero de 1822, encontramos el Reglamento Provisional Político del Imperio Mexicano, el cual en su artículo 15 establecía: “ todos los habitantes del imperio deben contribuir en razón a sus proporciones, a cubrir las urgencias del Estado”, y por fin (después de otros antecedentes que omitimos por reiterativos de los anteriormente expuesto), en la Constitución de 1857, en su artículo 31 (donde se hacía mención a la obligación de los mexicanos), fracción II, se establecía: “Contribuir para los gastos públicos, así de la Federación como del Estado y Municipios en que resida, de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes”, último antecedente del actual artículo 31, fracción IV, de la Constitución de 1917. Mucho se ha dicho y analizado sobre estos principios (algunos de manera adecuada13, otros no tanto) sin embargo, creemos que el verdadero significado o alcance que deben tener, no se puede concebir sin el previo estudio de otros principios más amplios a priori, estos son, la Igualdad y la Capacidad Contributiva. Así pues, si la Capacidad Contributiva no es otra cosa que la aplicación en el ámbito tributario de la Igualdad formal o de tratamiento, creemos que los principios de Equidad y Proporcionalidad, entonces, no son otra cosa más que criterios de manifestación de la Capacidad Contributiva, es decir, ambos reflejan la Igualdad desde su faceta Formal o Ante la Ley. Lo cual brevemente explicaremos a continuación. 13 GARCÍA BUENO, M. C.: El principio de capacidad contributiva. Un estudio comparativo en España y México, editado por el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, México, 2003. 22 El principio de Capacidad Contributiva manifiesta el Fundamento y la Medida de la imposición14 (llamada también Capacidad Contributiva Absoluta y Capacidad Contributiva Relativa). El primer aspecto se desarrolla exclusivamente en el Hecho imponible del impuesto de manera cualitativa (obtención de una riqueza sujeta a imposición, desarrollo de una actividad gravable, etc. que sirve como fundamento o criterio central para poner en funcionamiento un determinado tributo presentando la premisa central que es la “manifestación de riqueza”, no hay imposición constitucionalmente posible si no existe una manifestación de riqueza y esta debe reflejarse inevitablemente en el hecho imponible). Si tomamos el silogismo de toda norma fiscal que dice: se grava donde hay riqueza; “todo aquel que tenga una casa deberá pagar un impuesto”, premisa mayor; “Juan tiene una casa”, premisa menor; “entonces Juan está obligado a pagar un impuesto”, conclusión. El silogismo se realiza perfectamente a partir del principio de capacidad contributiva. Posteriormente tenemos las Bases Imponibles, las cuales constituyen un reflejo económico de los Hechos Imponibles, es decir, transforman a los mismos en unidad de medida para que pueda aplicarse el tipo y obtenerse la deuda tributaria. Así pues, podemos obtener resultados satisfactorios a través de la realización del principio de capacidad contributiva, determinando el porqué y el cuanto de la imposición, a través de la faceta de la Capacidad Contributiva como medida. Esto es fácil de entender siguiendo un ejemplo sencillo, si Juan y Pedro tienen una vivienda propia (para poner un caso concreto) ambos serán gravados por el impuesto que grava la propiedad de inmuebles, ya que la manifestación de riqueza que constituye la propiedad actúa como fundamento para que actúe el gravamen pertinente, esto refleja la Capacidad Contributiva Absoluta o como Fundamento de la imposición, y coloca a los sujetos gravados en un plano de igualdad respecto a la manifestación de riqueza que exteriorizan (tratar igual a los iguales y desigual a los desiguales). Pero, aclarado esto, debemos establecer que no necesariamente deberán pagar lo mismo (aunque hayan sido igualmente gravados), debido a que debe tenerse en cuenta, entre otras cosas, el lugar donde está la propiedad, el material de construcción, los metros cuadrados construidos, etc., por lo que cada uno pagará en proporción a lo que tiene, y esto es una manera de personalizar el impuesto al caso concreto, lo cual se realiza de manera cuantitativa desde la base imponible (excepcionalmente también puede producirse en el hecho imponible en el caso del mínimo exento), hasta la obtención de la deuda tributaria (pasando por la alícuota pertinente). 14 GIARDINA, E.: Le Basi Teoriche del Principio della Capacitá Contributiva, ed. Giuffré, Milano, 1961. 23 Es muy fácil decir sí o no, trazar una raya aquí blanca y aquí negra, sin embargo, cuando la decisión es cuantitativa, las diferenciaciones en el derecho son muy peligrosas, son muy sutiles, se escapan de los dedos y claro, cuando se trata de transformar un supuesto normativo en una unidad cuantificable que es la base imponible hay que utilizar criterios valorativos y los criterios valorativos siempre son opinables. El derecho tributario se ha esforzado para que esa cuantificación de la capacidad contributiva de pago no sólo sea respecto de quién tiene sino también de cuánto tiene que pagar; ¿es lo mismo tener 5 mil unidades en poder de un soltero que 5 mil unidades en manos de un padre de una familia numerosa? Evidentemente no, hoy estamos en otra conquista mucho más próxima, que es el paso de la renta neta a la renta disponible, a considerar que si yo soy un padre de familia numerosa y gano 5 mil unidades, no dispongo libremente de esas 5 mil unidades porque el ordenamiento jurídico me obliga a alimentar, educar y tener en condiciones de sanidad estimables a mi cónyuge e hijos, es que el ordenamiento jurídico civil me lo impone y si el ordenamiento jurídico es uno, no puede desconocer el tributario estas situaciones. Así es como deben interpretarse los principios de Equidad y Proporcionalidad, que por su período histórico en el que fueron incorporados a la Constitución reflejan la Igualdad Formal, Ante la Ley o de Tratamiento, y con el desarrollo doctrinal de esta faceta a lo largo del Siglo XX, perfectamente equiparables a la Capacidad Contributiva Absoluta (Fundamento) el primero, y a la Capacidad Contributiva Relativa (Medida) el segundo. Esto es así, puesto que la Equidad actúa y se manifiesta en ámbitos diferentes de la Proporcionalidad, pero, conjuntamente buscan la justicia de tratamiento fiscal, cosa que también desarrolla la Capacidad Contributiva en aquellos ordenamientos del mundo que la albergan. Por lo que la Equidad y Proporcionalidad no son otra cosa más que el reflejo, en México, de la Capacidad Contributiva como Fundamento y Medida de la imposición. De estas afirmaciones extraemos que la Equidad sólo actúa de forma cualitativa, justificando la captación de situaciones de la realidad al ámbito de desarrollo de un determinado tributo verificando el cumplimiento del gravamen en función de la manifestación de riqueza. Esto es así porque tratar igual a los iguales en iguales circunstancias y desigual a los desiguales, significa aplicar un determinado tributo sólo a quienes poseen similares o iguales características, y eso se desarrolla en exclusividad en el Hecho Imponible o Generador de un Tributo, donde se captan situaciones imponibles de la realidad (desarrollo de una determinada actividad gravable, obtención de una riqueza, posesión de bienes o derechos, etc.) que 24 determinan quienes son gravados y quiénes no. Ejemplo: todos aquellos que tenemos casa en propiedad somos gravados por el impuesto predial, y aquellos que no tienen esta característica no serán gravados, por lo que se aplica la equidad, pues se garantiza un trato igual a los iguales y desigual a los desiguales. Como vemos la Equidad sólo puede funcionar o desarrollarse en el ámbito cualitativo del tributo, dentro del hecho imponible por lo que constituye un Fundamento de justa imposición, o lo que es lo mismo actúa como fundamento de la Capacidad Contributiva. Una vez desarrollado el fundamento de la imposición en el hecho imponible del tributo a través de la Equidad, tal y como manifestamos anteriormente, debe, como paso siguiente, traducirse en la Base Imponible en términos económicos para que pueda aplicarse el tipo o alícuota y obtenerse la deuda tributaria respectiva. Es aquí donde empieza el accionar del Principio de Proporcionalidad, pues cada persona debe tributar en “proporción” a lo que tiene, atendiendo también a las necesidades (materia poco desarrollada en México en la actualidad). De esta forma, la Proporcionalidad comienza a actuar en la Base Imponible del tributo, y esto significa que no constituye el fundamento de la imposición, sino la Medida de la misma15. Ejemplo: Siguiendo con el caso anterior podemos observar que, aunque 2 o más personas sean propietarias de un inmueble y por lo tanto gravados por el impuesto predial, cada una deberá pagar en virtud del valor y las condiciones de los inmuebles, puesto que no tiene el mismo valor un inmueble de 120 metros cuadrados construidos en barrio residencial con materiales de primera calidad, que otro de 60 metros cuadrados construidos en barrio periférico con materiales de media o baja calidad, y esto debe reflejarse en términos económicos para garantizar la justicia de la tributación. Como vemos la Proporcionalidad sólo puede funcionar o desarrollarse en el ámbito cuantitativo del tributo, a partir de la Base Imponible, por lo constituye una Medida de justa imposición, o lo que es lo mismo actúa como Medida de la Capacidad Contributiva. El error más frecuente que encontramos en la doctrina, e incluso en la misma Suprema Corte de Justicia de la Nación a través de su jurisprudencia, es que 15 Excepcionalmente el Mínimo Vital o Mínimo Exento responde al mencionado principio en el HECHO IMPONIBLE de forma negativa en el aspecto cuantitativo, y de esta manera la ausencia o insuficiencia de riqueza puede ligarse a las circunstancias personales y familiares de los sujetos responsables de la misma. 25 equiparan el principio de proporcionalidad con el de capacidad contributiva16, siendo que el primero sólo es una parte o constituye sólo una forma de manifestación del segundo, dentro del cual se encuentra abarcado. Así, bajo el Rubro: Impuestos, concepto del principio de capacidad contributiva, la SCJN establece lo siguiente: “el principio de proporcionalidad tributaria exigido por el artículo 31, fracción IV de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, consiste en que los sujetos pasivos de un tributo deben contribuir a los gastos públicos en función de su respectiva capacidad contributiva. Lo anterior significa que para que un gravamen sea proporcional, se requiere que el objeto del tributo establecido por el Estado, guarde relación con la capacidad contributiva del sujeto pasivo, entendida ésta como la potencialidad de contribuir a los gastos públicos, potencialidad ésta que el legislador atribuye al sujeto pasivo del impuesto. Ahora bien, tomando en consideración que todos los presupuestos de hecho de los impuestos tienen una naturaleza económica en forma de una situación o de un movimiento de riqueza y que las consecuencias tributarias son medidas en función de esta riqueza, debe concluirse que es necesaria una estrecha relación entre el objeto del impuesto y la unidad de medida (capacidad contributiva) a la que se aplica la tasa de la obligación” (Semanario Judicial de la Federación, marzo de 1996, parte III, tesis P. XXXI/96, pág. 437). De igual manera en la tesis de rubro “PROPORCIONALIDAD Y EQUIDAD TRIBUTARIAS ESTABLECIDAS EN EL ARTICULO 31, FRACCION IV, CONSTITUCIONAL”, la SCJN establece que el principio de proporcionalidad radica, medularmente, en que los sujetos pasivos deben contribuir a los gastos públicos en función de su respectiva capacidad económica, debiendo aportar una parte justa y adecuada de sus ingresos, utilidades o rendimientos, lo que significa que los tributos deben establecerse de acuerdo con la capacidad económica de cada sujeto pasivo, de manera que las personas que obtengan ingresos elevados tributen en forma cualitativamente superior a los de medianos y reducidos ingresos (P./J. 10/2003 de 16 La realidad es que son considerados por la generalidad de los profesionales en derecho, a falta de una explicación razonable y fundada como la que presentamos, como principios estancos y separados, siendo la Equidad reflejo de la Igualdad y la Proporcionalidad reflejo de la Capacidad Contributiva, lo cual también pone de manifiesto la injustificada y absurda separación entre la Igualdad y la Capacidad Contributiva, lo cual en realidad debe entenderse como una relación de género a especie. Así, los principios de Equidad y Proporcionalidad se rigen bajo la famosa frase “tratar igual a los iguales y desigual a los desiguales” sin establecer un orden o criterio de utilización, desconociendo más de un siglo de desarrollo evolutivo doctrinal y siendo en definitiva utilizados como sinónimos, o en el mejor de los casos, dotando de contenido cierto (aunque parcial) a la proporcionalidad y utilizando de comodín sin sustento alguno el termino Equidad. Bregamos por el abandono de tales prácticas y la utilización correcta de los mismos a través de la postura que estamos presentando. 26 rubro “PROPORCIONALIDAD TRIBUTARIA. DEBE EXISTIR CONGRUENCIA ENTRE EL TRIBUTO Y LA CAPACIDAD CONTRIBUTIVA DE LOS CAUSANTES.” que fue aprobada por el Tribunal Pleno en la novena época y que aparece publicado en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XVII, mayo de 2003, p. 144)17. Así, los principios de Equidad y Proporcionalidad se rigen bajo la famosa frase “tratar igual a los iguales y desigual a los desiguales” sin establecer un orden o criterio de utilización, desconociendo más de un siglo de desarrollo evolutivo doctrinal y siendo en definitiva utilizados como sinónimos, o en el mejor de los casos, dotando de contenido cierto, aunque parcial, a la proporcionalidad y utilizando de comodín sin sustento alguno el termino Equidad, el cual no ha recibido ningún tipo de explicación razonable ni por los Tribunales ni por la doctrina nacional especializada . Bregamos por el abandono de tales prácticas y la utilización correcta de los mismos a través de la postura que estamos presentando. García Bueno, establece que “una de las obligaciones de los mexicanos, vista desde el punto de vista constitucional, es contribuir a los gastos públicos del Estado. Este precepto da vida al principio de Generalidad de las contribuciones, el cual obliga a todos los ciudadanos a contribuir a los gastos públicos; sin embargo, el que todos debamos ser sujetos de contribuciones no significa que debamos cubrir todos los impuestos, sino en la medida que nuestra capacidad contributiva lo permita. Así la aptitud para contribuir nos la otorga la riqueza, donde ésta no exista, la capacidad para ser sujeto pasivo de la relación tributaria no puede darse”18. Consideramos muy acertadas las afirmaciones de García Bueno, pues como manifestamos en párrafos anteriores la riqueza por sí sola no puede ser parámetro de medida impositiva, sino también hay que atender a las necesidades del sujeto captado, va su situación real, pues, como establecimos, no tienen los mismos gastos un soltero que un padre de familia numerosa, por ejemplo. Considero que las minoraciones que deben atender a estas situaciones y que se refieren exclusivamente a la capacidad contributiva de los sujetos afectados, todavía hoy son materia pendiente en el legislador mexicano, puesto que, aunque algunas situaciones son contempladas, hay otras muchas que permanecen fuera del parámetro legal. 17 La realidad es que son considerados por la generalidad de los profesionales en derecho, a falta de una explicación razonable y fundada como la que presentamos, como principios estancos y separados, interpretándose de este modo a la Equidad como reflejo de la Igualdad y la Proporcionalidad reflejo de la Capacidad Contributiva, lo cual también pone de manifiesto una división entre la Igualdad y la Capacidad Contributiva, lo cual en realidad debe entenderse, contrarrestando lo anterior, como una relación de género a especie. 18 GARCÍA BUENO, M. C.: El principio de capacidad contributiva. Un estudio comparativo en España y México, editado por el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, México, 2003. 27 A pesar de esta última observación, podemos aseverar que la proporcionalidad y equidad, como criterios o manifestaciones del principio de capacidad contributiva (que deben complementarse con otros como la Progresividad y la No Confiscatoriedad, no receptuados formalmente en el ámbito constitucional mexicano), manifiestan la igualdad de tratamiento o igualdad formal en el ámbito fiscal. Desde este punto de vista constituyen garantía de un trato fiscal justo. 4. Los límites de la Proporcionalidad y Equidad No pretendemos analizar los límites en el sentido de mínimos y máximos (que están representados por el Mínimo Vital19 y la vulneración del derecho de Propiedad, en materia fiscal reflejado a través del principio de No Confiscatoriedad20), sino que queremos referirnos a situaciones que pertenecen o escapan del ámbito de aplicación de estos principios. Basta, por lo tanto, hacernos una pequeña pregunta para presentar nuevos desafíos: ¿es de justicia que tributen lo mismo dos personas que desarrollan la misma actividad, poseen similares ingresos, la misma cantidad de empleados y se ubican en la misma zona?, indudablemente la respuesta debe ser afirmativa atendiendo a que la misma capacidad contributiva garantiza la igualdad de tratamiento fiscal. Pero si ahondáramos más en este caso y observáramos que aunque ambos poseen el mismo número de empleados u operarios en su plantilla, uno de ellos, desarrolla un plan de inserción para trabajadores minusválidos o con graves problemas físicos a su cargo, y del mismo modo, aunque la obtención de ingresos o rentas de ambos, por la actividad que desarrollan, sea igual o similar, dicho sujeto invierte con los ingresos en maquinarias de reciclaje que permiten la conservación de un ambiente sano, libre de contaminación y de residuos tóxicos, evitando así un grave problema futuro a las autoridades, en ocasiones irreparable, con el consiguiente costo que eso conlleva, entonces, ¿seguiríamos pensando que es de justicia que ambos tributen lo mismo? Sabríamos que se desarrollaría un trato evidentemente (en alguna esfera de análisis) desigual aunque se respete la capacidad contributiva (proporcionalidad y 19 Vid. GARCÍA FRÍAS, A.: “El mínimo de existencia en el impuesto sobre la renta alemán”, en Información Fiscal nº 3, 1994. También se recomienda VELARDE ARAMAYO, M.S.: Beneficios y minoraciones en derecho tributario, ed. Marcial Pons, Madrid, 1977. 20 Vid. NAVEIRA DE CASANOVA, G.J.: El principio de no confiscatoriedad. Estudio en España y Argentina, ed. Mc Graw – Hill, Madrid, 1977. 28 equidad21) de ambos, y esto es así porque estos principios no pueden erguirse como criterios exclusivos de justicia tributaria, son parte de la Igualdad Formal pero se ven desbordados cuando entran en juego otros valores constitucionales dignos de protección, y se presenta, dentro del plano tributario, la posibilidad de que los Poderes Públicos puedan actuar a ese respecto. Aquí es donde debe reflejarse la Igualdad Material o Substancial, alentando esas conductas queridas por el legislador a través de herramientas complementarias, como los Beneficios Tributarios o Estímulos Fiscales. Queda claro entonces, que solamente integrando en el principio su faz substancial o material y erigiéndose al mismo como norte del ordenamiento tributario, éste podrá dirigirse a la conquista de la real igualdad de oportunidades que todo texto constitucional proclama de una u otra forma. Como hemos puesto de manifiesto, los estímulos fiscales (gasto fiscal o tributario en términos presupuestarios) persiguen finalidades económico – sociales expresadas en una política promocional o de incentivo seguida por el legislador bajo la vía del no ingreso intencional. Si echamos una mirada a los distintos impuestos vamos a encontrar una carga importante de incentivos fiscales, que en principio pueden ser muy benéficos pues con la planificación requerida y un buen control para garantizar su efectivo desarrollo en aras al bien común, se perseguirían situaciones de desarrollo social desde el ámbito tributario22, sin que haya que iniciar la maquinaria de ingresos y egresos públicos, potenciando la solidaridad entre los ciudadanos. Por lo tanto, los Beneficios tributarios constituyen una forma de reinterpretar el viejo mecanismo de ingresos y egresos públicos. Para gran parte de la doctrina, dicha política legislativa extrafiscal es inconciliable con el concepto de capacidad contributiva (proporcionalidad y equidad en nuestro sistema), si consideramos a este último como un típico y exclusivo principio tributario, expresión histórica vigente y positiva de la idea de justicia, sobre la cual debe articularse la obligación de las personas de concurrir a las cargas públicas23; así el principio se viola cada vez que por consideraciones de naturaleza extrafiscal la 21 Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que un tributo puede ser Equitativo y Proporcional, pero también injusto, pues estos principios limitan su visión al exclusivo ámbito recaudatorio. 22 Esto es objeto de otras investigaciones. Vid. REZZOAGLI, L. C.: Los Beneficios Tributarios: Su Constitucionalidad y Legitimidad como Herramientas de Políticas Públicas, Ediciones UNL, colección Ciencia y Tecnología, 2012. También REZZOAGLI, L. C.: “Posicionamiento del Estado en Materia Presupuestaria”, Revista de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma Bolivariana, Colombia, noviembre de 2011. 23 CORTÉS DOMÍNGUEZ, M.: Ordenamiento tributario español, ed. Tecnos, Madrid, 1968, pág. 26. 29 existencia o el montante del tributo no responden al repetido criterio de justicia. Cuestión que evidentemente no compartimos ni aceptamos24. Entendidas así las figuras analizadas, se podría afirmar que los beneficios tributarios se crean y aplican con total autonomía del principio de capacidad contributiva, llegando incluso esta afirmación a completarse con otras ideas doctrinarias como las de Federico Maffezzoni, quien establece que “la realidad es que los beneficios sociales admitidos en nuestra constitución pueden exigir la derogación del principio de capacidad contributiva, pero sólo por situaciones particulares y por tiempo limitado”25. Nuestra coincidencia es parcial con el autor citado, debido a que sostenemos que la utilización de los incentivos fiscales se realiza a través de la faceta substancial de la Igualdad y tanto la Equidad y la Proporcionalidad (manifestaciones de la Capacidad Contributiva en el país) son parte de la faceta de la Igualdad Formal o Ante la Ley, por lo que no hay derogación de ningún principio, ni utilización excepcional, simplemente sus ámbitos de actuación son diferentes (mientras las contribuciones siguen gravando manifestaciones de riquezas y su objetivo es recaudar para contribuir al sostenimiento de los gastos públicos, las minoraciones que conforman los incentivos, actúan cualificadamente dentro de cada impuesto con finalidades extrafiscales constitucionales sin desviar la finalidad general ni desvirtuar el impuesto como instrumento de recaudación) y se rigen por criterios y exigencias distintas, perfectamente compatibles, vinculantes y coexistentes. Otra cosa muy distinta es analizar un impuesto con fin preponderantemente extrafiscal, evidentemente aquí nuestra opinión es desfavorable a la existencia de estos instrumentos como integrantes de la faz material o substancial de la Igualdad. Un tributo extrafiscal no es lo mismo un tributo con fines extrafiscales; tributos con fines extrafiscales lo son todos, porque todo tributo entraña el paso de la riqueza del bolsillo del contribuyente al tesoro público y ese paso siempre produce algún efecto económico por sí mismo, espontáneamente de lucha contra la inflación, de fomento del ahorro, todo tributo por el hecho de serlo tiene algún efecto económico distinto del puramente recaudatorio pero no es ese nuestro problema; el problema real son los tributos con fines extrafiscales preponderantes, primordiales, que lo que buscan no es recaudar, sino cumplir un determinado fin disuasorio, así puede mencionarse, como ejemplo, evitar la contaminación. 24 REZZOAGLI, L. C.: Los Beneficios Tributarios: Su Constitucionalidad y Legitimidad como Herramientas de Políticas Públicas, Ediciones UNL, colección Ciencia y Tecnología, 2012. 25 MAFFEZZONI, F.: Il principio di capacitá contributiva nell diritto finanziario, ed. U.T.E.T., Torino, 1970, pág. 345. 30 Existe una corriente doctrinal que defiende la “supuesta” constitucionalidad de estos impuestos argumentando que “se trata igual a iguales y desigual a los desiguales”, es decir, aunque sus propósitos sean extrafiscales, su existencia está en correspondencia a la faceta de la Igualdad Formal, por lo que si se impone un tributo a la contaminación de zonas costeras, la equidad se cumple con el anterior razonamiento, puesto que, quien contamina estará gravado por encontrarse inmerso en el hecho imponible del tributo, y quien no lo haga, pues, no tendrá de que preocuparse, y de esta manera se cumple con un trato fiscal justo. Sin embargo, y frente a este razonamiento, establecemos que la Equidad debe garantizar la igualdad de captación, verificando que los impuestos graven exclusivamente manifestaciones de riqueza, y aunque la contaminación sea una acción terrible y perjudicial para todos, lo que necesariamente NO constituye es una manifestación de riqueza de los sujetos que la realizan. De todas maneras se pueden distinguir dos aspectos diferentes en los cuales pueden generarse hechos imponibles en estos tributos ambientales o Eco Tasas: - Sobre las emisiones contaminantes, tanto a la atmosfera, al agua, al suelo, o en relación a la producción de ruido. Permite conocer de donde proviene la contaminación y quiénes son los causantes, pero actúan una vez que se ha producido el daño ambiental; también es cuestionable cuantificar el daño. - Sobre los productos o, directamente en la producción y/o importación de combustibles fósiles, que emitirán dióxido de carbono al ser consumidos. Gravando una actividad como la compra – venta, la fabricación o la importación de materias primas, productos intermedios o finales, se garantiza el parámetro de la riqueza para justificar (de alguna medida indirecta y, quizás, compleja) que este tipo de impuestos que no pretenden recaudar no vulneren el principio de Equidad. Ahora bien, la Proporcionalidad (medida) deberá ser interpretada por los juzgadores en función de la posible confiscatoriedad que generen. A pesar de lo anterior, existe uniformidad mundial al definir al tributo como instrumento para la cobertura del gasto público, y una cosa es que el tributo además de recaudar haga otras cosas, ningún problema, pero es algo muy distinto a que el fin primordial del tributo sea no recaudar. Aunque utilicemos nuestra imaginación y el más agudo razonamiento para brindarles (de algún modo) constitucionalidad, y nos parezcan instrumentos útiles y necesarios, y de hecho puede que lo sean, simplemente no les corresponde este ropaje jurídico debido a que no son verdaderos impuestos y contradicen sus principios informadores, la tarea, entonces, puede pasar por trabajar en estos falsos impuestos para darles el acomodo constitucional adecuado. 31 5. El desafío de la Equidad en materia Intergeneracional26. Si tomamos como premisa inicial que un incremento desmesurado del gasto público puede generar mayores tributos erosionando el poder adquisitivo de la población, y esto impide el crecimiento de actividades económicas de empresas y particulares debido al aumento de dicha tributación, que en ciertos casos puede resultar confiscatorio. Consideramos, siguiendo a Rezzoagli y Alurralde, que “uno de los objetivos del sistema tributario debe consistir en disminuir la presión tributaria, tomando en consideración especialmente los costos de recaudación y administración de los tributos”27. Si la igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas, entonces la planeación respecto a la recaudación de los fondos públicos que recae y obliga a la población a tributar (impuestos y cargas públicas), ¿no debe estructurarse teniendo como base la búsqueda de una presión tributaria equitativa generacionalmente?, ¿puede aplicarse el principio de igualdad formal, a través de su vertiente de fundamento (Equidad) de manera intergeneracional? La planeación financiera debe analizarse siempre desde la perspectiva ingresogasto, cuya relación queda satisfactoriamente explicada a partir del principio de suficiencia financiera, el cual establece que las autorizaciones de gastos contenidas en los presupuestos si bien obedecen a necesidades públicas a satisfacer no pueden desatender las fuentes de financiación a las que el Estado puede recurrir28. Como sabemos, existen cinco fuentes de recursos para solventar el gasto público: recursos provenientes del patrimonio y actividades estatales, recursos tributarios (al cual hacemos referencia para la aplicación del principio de Igualdad Intergeneracional), recursos provenientes del crédito público, recursos derivados de la emisión monetaria y recursos provenientes de sanciones patrimoniales; siendo los 26 Este punto es parte del artículo de Rezzoagli, L.C. y Rezzoagli, B.A.: Teoría de la Igualdad Intergeneracional: una perspectiva financiera y tributaria en la República Argentina, en la Revista Brasileira de Direito Tributário e Finanças Públicas, nº 33, Magister – Universidad de Sao Paulo, agosto de 2012. 27 REZZOAGLI, B. A. y ALURRALDE, A. M.: Manual de finanzas públicas, fondo editorial Morevallado, México, 2008, pág. 58. 28 MIAJA FOL, M.: “El gasto público”, en El gasto público: ejecución y control, segunda edición, coordinado por Santiago Fuentes Vega, Ed. Instituto de Estudios Fiscales, Madrid, 1999, pág. 40. Dicho autor aclara que no se debe identificar suficiencia financiera con potestad tributaria, dado que las fuentes de financiación de las administraciones públicas son muy variadas y no se sustentan exclusivamente sobre el sistema tributario, aun cuando éste constituya el elemento fundamental de la mencionada financiación (pp. 40 y 41) 32 recursos tributarios los que adquieren una importancia trascendental desde el punto de vista cuantitativo. Siguiendo esta línea de análisis, ante un escenario de crisis, la principal preocupación de la gestión gubernamental se centra el cubrir los gastos que son necesarios para el normal funcionamiento de su administración, siendo el gasto de personal la erogación por antonomasia a la que debe hacer frente el Estado en el corto plazo, esto cobra fundamental importancia en los gobiernos subnacionales (principalmente Municipios). Si bien uno de los principios presupuestarios tradicionales es justamente el de la “no afectación de recursos”, resulta obvio que la recaudación tributaria es la fuente principal para cubrir los gastos públicos, como es el caso, por ejemplo, de los gastos en personal. Además, no podría recurrirse en modo alguno a operaciones de crédito para atender gastos corrientes. Por lo tanto, la situación planteada (crisis) podría dificultar la realización de obras públicas, algunas de las cuales pueden incluso llegar a ser significativas para incrementar la capacidad productiva del municipio, el estado o el país -según se trate-, las cuales se llevarían a cabo con los fondos tripartitos (Nación, Estado, Municipio) existentes en los correspondientes ejercicios en que la obra sea realizada, y/o mediante endeudamiento, cuyo servicio de la deuda estará constituido por la amortización del capital y el pago de los intereses, comisiones y otros cargos que eventualmente puedan haberse convenido en las citadas operaciones. En este sentido resulta injusto y atentatorio al principio de equidad desde su vertiente intergeneracional que una generación de contribuyentes pueda solventar el gasto público que se traduce en obras que aprovecharán varias generaciones, siendo además importante resaltar que puede suceder que la generación que solventa con el peso del sistema tributario el costo, o parte del mismo, de las obras realizadas, no pueda beneficiarse de las mismas por el prolongado tiempo de realización (pensemos en una carretera, un puente extenso inter ciudades, un túnel subfluvial, etc.). Como se puede apreciar, la idea de equidad intergeneracional que proponemos en un plano jurídico – financiero – institucional, refiere a la presión tributaria que se aplica a los contribuyentes intergeneracionales para solventar, exclusivamente, las inversiones públicas, a su vez, dichas inversiones implican un flujo de beneficios a través de un período significativo29. Si las inversiones aumentan el nivel de bienestar o el nivel de vida de las generaciones futuras, entonces, este principio exige que dichas 29 YÁÑEZ, J.: “Principios a considerar en la descentralización de las finanzas públicas (locales)”, en Revista Estudios Públicos, Nº 45, Santiago de Chile, 1992, pág. 348. 33 generaciones carguen con los costos de aquéllas, y uno de los caminos posibles puede ser el endeudamiento30. Existen autores que refieren a la utilización de la “equidad intergeneracional” como criterio exclusivamente económico en busca de la eficiencia en la utilización de recursos financieros (su visión es exclusivamente respecto a optimizar el gasto), sin embargo, y pese a que coincidimos con la utilización del componente generacional para buscar la eficiencia u optimización de los recursos públicos, debemos advertir que no puede generalizarse este criterio para que obtenga validez general debido a que el óptimo social y el individual no siempre son iguales, y menos aún afirmarse que métodos (como el de VAN), que únicamente consideran los flujos de consumo mediante el descuento temporal de las generaciones presentes, conducen a decisiones óptimas respecto al nivel de inversión 31 intergeneracional . Otros autores ven a la equidad intergeneracional un criterio informador para buscar el desarrollo sustentable, optimizar el consumo y preservar el medio ambiente, destacando que no es lo mismo considerar la asignación eficiente del consumo propio a lo largo de la vida que considerar las posibilidades de consumo de los no nacidos. El análisis convencional habla de asignación inter temporal y obvia las fuertes implicaciones de sus prescripciones al ignora los intereses de las generaciones futuras, e incluso ignora su posible existencia. Los individuos futuros no tienen dotación alguna en el mercado actual y su bienestar depende de lo que les sea legado32. Debemos entregar a las generaciones venideras un mundo que desde la estabilidad ambiental les brinde las mismas oportunidades de desarrollo que tuvimos nosotros. Este principio tiene relación directa con la base ética del orden ambiental, la solidaridad y su paradigma33. 30 Ibid. Por nuestra parte, aclaramos que si bien la eficiencia y economía son reglas de buena conducta a las que habrá de ajustarse la Administración Pública en su actuación financiera, el endeudamiento exige también de una correcta planificación, ya que los servicios de la deuda serán cubiertos en ejercicios posteriores incidiendo en la pertinente estimación de los recursos públicos a recaudar y de las acciones necesarias para su concreción. Por lo que el endeudamiento debe planificarse, y dicha planeación no sólo debe atender normas de eficiencia y economía sino también a la justicia material del gasto. 31 HULTKRANTZ, L.: “Forestry and the bequest motive”, Journal of Environmental Economics and Management, Vol. 22, 1992, págs. 164 a 177. 32 PADILLA ROSA, E.: Equidad intergeneracional y sostenibilidad. Las generaciones futuras en la evaluación de políticas y proyectos, Universidad Autónoma de Barcelona, Barcelona, 2001, págs. 21 y 22. 33 TRIGO REPRESAS, F. A., LÓPEZ MESA, M. J., Tratado de la responsabilidad Civil, Tomo III, Ed. La Ley, 1º Ed., Buenos Aires, 2004, p. 546. 34 Respetando estas consideraciones de la equidad intergeneracional al ámbito ambiental y al gasto eficiente, consideramos, por lo que es el objeto de nuestro escrito, que la visión de análisis debe centrarse fundamentalmente en la presión tributaria que se ejerza a cada generación de contribuyentes como premisa fundamental antes que analizar la efectividad o la racionalidad del propio gasto (situación que presentamos y justificamos a lo largo de todo el escrito) y hasta el momento nunca tratado a nivel doctrinal, y que forma parte integral del principio de Igualdad, valor fundamental del sistema tributario en un estado de derecho. Si coincidimos con la idea de que el principio de igualdad no prohíbe al legislador cualquier desigualdad de trato sino sólo aquellas que resulten artificiosas o injustificadas por no venir fundadas en criterios objetivos y suficientemente razonables, y además que la relación entre la medida adoptada, el resultado que se produce y el fin pretendido por el legislador superen un juicio de proporcionalidad en sede constitucional, evitando resultados especialmente gravosos y desmedidos, es una obligación trascendental para el Estado cumplir con una planeación financiera y tributaria que cumpla generacionalmente con dichos contenidos. Aunque la Equidad no supone uniformidad, se vulnera cuando arbitrariamente se establecen discriminaciones entre contribuyentes respecto de los cuales no media razón objetiva de diferenciación. Así, siguiendo los criterios del Tribunal Constitucional Alemán, y coincidiendo con García Frías, “el principio de Igualdad se realiza o manifiesta grupalmente, debido a que las leyes afectan a gran número de individuos por lo que se ven abocadas a seguir criterios genéricos de tipificación al no ser posible, por razones de practicabilidad, contemplar la magnitud de casos individuales…por lo tanto, para saber si una medida es acorde con el principio de Igualdad, es necesario llevar a cabo una comparación entre distintos grupos de obligados tributarios”34. La población es un recurso que puede influir en la economía y, también, desde esta perspectiva, debe considerarse en la planeación para el desarrollo. Por sí sola no tiene un peso positivo o negativo, pero en interacción con un cierto escenario económico y con determinada dinámica social puede coadyuvar a generar condiciones favorables al desarrollo económico de una nación, el peso que deben soportar las generaciones de contribuyentes debe planearse y estructurase en función de una equitativa distribución de coste – beneficio a nivel macro, atendiendo a las 34 GARCÍA FRÍAS, A.: “Influencia de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional Alemán en el IRPF”, en Cuadernos Jurídicos nº 44, 1996, pág. 36. 35 posibilidades de disfrute de la población en cuanto a generalidad y no respecto de cada individuo en particular. Por lo tanto, la planeación financiera y presupuestaria debe atender al elemento del estado que en definitiva constituye el soporte de toda política recaudatoria: la población. Más allá de de una justificación política partidista o de temores respecto de la implementación de una planeación financiera que trascienda a más de un gobernante de turno, lo cual se puede solucionar con un adecuado y consensuado sistema de adopción y control de medidas implementadas al efecto35, resulta lógico que la igualdad, principio rector de cualquier Estado de Derecho, deba también aplicarse a la planeación financiera en tanto que el peso de los impuestos y las cargas públicas resulten equitativos, atendiendo a la presión tributaria empleada en el tiempo a la población (renovación generacional de ciudadanos – contribuyentes). ¿Por qué se debe considerar al principio de igualdad sólo, o exclusivamente, en el marco de un ejercicio fiscal o del devengo efectivo de un impuesto? ¿Por qué la carga de una obra pública, distinta de la contribución de mejoras (cuyo beneficio está individualizado), recae en los contribuyentes vigentes durante el desarrollo de la misma (en cualquier forma de pago de la obra) sin atender a la potencialidad de goce general de futuras generaciones poblacionales? ¿Acaso no son las generaciones futuras también acreedoras de tales beneficios? ¿No debería el principio de Igualdad en su matiz intergeneracional guiar la planeación financiera de esos actos en función del goce potencial de las distintas generaciones de ciudadanos? El trato dispensado al sector poblacional considerado contribuyente activo en la actualidad, desde esta particular visión, resulta injusto y quiebra el principio de Equidad al tratar desigual a iguales sin criterios objetivos y razonables para el ejercicio de la presión tributaria aplicada intergeneracionalmente de manera arbitraria, debido a que los beneficios (entendidos como posibilidad de disfrute poblacional general y no particularizado a caso concreto) que producen determinadas inversiones públicas no son discrecionales para unos y para otros. La capacidad económica y el beneficio entendido como oportunidad de goce general, debe calcularse también intergeneracionalmente. 6. Conclusiones. En este epígrafe, cerramos el escrito con la convicción de que hemos presentado un inédito, pero a su vez, lógico y adecuado sistema de actuación para los principios 35 La inexistencia de técnicas presupuestarias o financieras para calcular o atender a este principio rector no lo invalida, sino que manifiesta una exigencia, de imperiosa necesidad, en el desarrollo y tratamientos de las mismas. 36 de Proporcionalidad y Equidad, con suficiente respaldo histórico y secuencial que, mínimamente, garantiza su coherencia. Debemos advertir, con especial énfasis, que la distribución de la carga tributaria con estricta sujeción a la Equidad y Proporcionalidad (manifestaciones de la capacidad contributiva en sus facetas de fundamento y medida de la imposición) de los sujetos, puede conducir al mantenimiento y conservación de situaciones de discriminación y desigualdad, tanto en la esfera Intergeneracional, como cuando entran en juego otros valores pretendidos por el legislador y que exceden el ámbito de aplicación de los mismos, cuestión que debe siempre tenerse presente. Por último, destacamos que el criterio de reparto de la deuda tributaria con arreglo a la Equidad y a la Proporcionalidad se encontrará, en definitiva, al servicio de la realización de la igualdad integrada en su faz substancial. BIBLIOGRAFÍA CITADA AICEGA ZUBILLAGA, J. M.: La utilización extrafiscal del tributo y los principios de justicia tributaria, servicio editorial de la Universidad del País Vasco, Bilbao, 2001. 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Aceptación: 31 de octubre de 2013. 39 LA NATURALEZA CONSTITUCIONAL DUAL DE LA SEGURIDAD PÚBLICA DUAL CONSTITUTIONAL NATURE OF PUBLIC SAFETY Enrique URIBE ARZATE Alejandra FLORES MARTÍNEZ * ** RESUMEN. En este trabajo se analiza la seguridad pública desde una dualidad conceptual. Por un lado, una dimensión humana; por el otro, una dimensión intrínseca a la potestad del Estado. Siguiendo una metodología documental – descriptiva y sobre la base de los postulados emitidos por especialistas en seguridad se traza un binomio entre derechos humanos y seguridad pública. El proceso de contraste entre el enfoque aquí propuesto y las tareas desarrolladas por el Estado mexicano, permitieron concluir que la seguridad debe ser algo más que policías y patrullas y, evidentemente, como algo distinto al ejército y la guerra. Palabras clave: Derecho Constitucional, Derechos humanos, seguridad pública, seguridad nacional. ABSTRACT. This paper analyzes public safety from a conceptual duality: on one hand, as a human dimension; on the other hand as an intrinsic dimension of State authority. Following a documental approach - descriptive and based on the principles issued by security experts- the study provides a binomial between human rights and public safety. Finally, by comparing the approach proposed here and the tasks performed by the Mexican government, it concludes that security must be more than police and patrols, and obviously have distinct features from the military and warfare. Keywords: Constitutional Law, Human Rights, public safety, national security. * Doctor en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México. Profesor de tiempo completo en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma del Estado de México. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel II. euribea@uaemex.mx ** Doctora en Derecho por la Universidad de Zaragoza, España. Profesora de tiempo completo en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma del Estado de México. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel I. aflores@uaemex.mx 40 I. Introducción. Sin duda, uno de los grandes temas de nuestro tiempo, es el que atañe a la seguridad pública en todas sus manifestaciones y modos de operación. Lo mismo la seguridad que requerimos en nuestras calles y colonias para caminar con tranquilidad por la vía pública que aquella seguridad contextual, indispensable para la realización humana. De igual relevancia, la seguridad pública que se opera desde las patrullas y las policías que la otra, poco visible que se teje desde las políticas públicas adoptadas por el Estado. Unas y otras manifestaciones y modos de operación, constituyen un rico entramado que permite sentir y vivir la seguridad pública como una cuestión multifacética, compleja e integral36. Es claro que el contexto general donde todo esto tiene lugar es el Estado. La vida social sólo puede avistarse con posibilidades de realización, en la medida que existen instituciones y reglas para hacer viable la convivencia entre los seres humanos. Aquí se ubica la más esencial justificación de lo stato. Ahora bien, para comprender lo que aquí se ha dicho, es menester realizar una aproximación epistemológica al significado y alcances de la seguridad pública; ésta se puede construir desde la dimensión eminentemente pública, es decir, vista como una tarea inherente a la res pública, o bien, considerando el aspecto central de su propósito, id. est., los seres humanos. La referida exploración científica, no queda completa sí en el estudio de mérito no se hace referencia a los modos de operación de las tareas aquí expresadas. Esta proyección pragmática de la seguridad pública, nos va a mostrar la pertinencia o, en todo caso, la inconveniencia de concebirla como parte de la seguridad nacional o, en el mejor de los casos, como una manifestación esencial de la seguridad humana. Por eso, vamos a iniciar nuestra exposición diciendo que la seguridad pública tiene una doble dimensión epistemológica: una se refiere a la “concepción” que podamos tener de ella; la otra, atiende la dimensión “pragmática” para operar de mejor manera esta cuestión. Según nuestro punto de vista, la seguridad pública debe ser un constructo científico con inconfundible definición en su quid, absoluta claridad en su telos y puntual expresión de su praxis. 36 Engerer, Hella, “Security as a public, private or club good: some fundamental considerations” en Defence and Peace Economics. núm. 2, 2011, pp. 135–145. 41 II. Seguridad pública y seguridad humana. La pregunta inicial no puede ser otra: ¿Qué es la seguridad pública? Además de ello, la respuesta tiene que ser relacionada con otras dos respuestas derivadas de estas preguntas: ¿cómo se “vivencia” en el Estado la seguridad pública? ¿cómo debe articularse en un Estado de tipo federal? Como sabemos, los orígenes etimológicos del término están en la palabra latina securitas, cuyo significado es “cualidad de seguro” (Del lat. securĭtas, -ātis). En lo que a nosotros interesa, el término se traduce como la certeza de que los habitantes estarán protegidos en su persona, familia y bienes. Esta concepción tradicional de la seguridad pública, se enmarca además en una nueva manera de aproximarse a estas cuestiones como es el concepto de seguridad humana. La perspectiva clásica de seguridad, define a ésta como la defensa militar de los intereses de los Estados y de su territorio. Un elemento esencial en esta concepción, reside en la relevancia que se otorga a las acciones de tipo bélico. Incluso, cuando referenciamos esta idea hacia la seguridad pública, la visión no anula la participación de los policías en acciones de tipo reactivo. Id. est. la concepción tradicional de la seguridad pública, es parte de una proyección más amplia que incluye a la seguridad nacional. La configuración jurídica de la seguridad pública debe partir de una distinción con la seguridad nacional: desde las teorías clásicas, la seguridad nacional está ligada a la capacidad para proteger los intereses nacionales de peligros externos. En otra perspectiva, la seguridad pública está unida a la naturaleza intrínseca del Estado y su telos: busca generar las condiciones favorables e idóneas para vivir libre, sin miedo y en resguardo de los derechos que son oponibles a los poderes públicos. Lo cierto es que una y otra de estas tareas requiere distintos modos de atención. La seguridad nacional no puede carecer de la fuerza militar para la defensa del Estado y de su territorio. Por su parte, la “defensa de las instituciones” que se incluye como parte del discurso oficial, no puede llevarse hasta el punto de realizar esta función con el apoyo de los militares. Salvo casos extremos, como la guerra, los levantamientos armados y otros fenómenos de similar intensidad, la intervención del ejército debe reducirse a la defensa del Estado y del territorio. Incluso la seguridad nacional, desde el enfoque de la teoría del bien público, es considerada un bien público mundial que requiere ser atendido por el Estado y la comunidad internacional37. 37 Marinoiu, Ana-Maria. et al; “Achieving sustainable security – vulnerable public good in the context of a nonpolar security environment. Shifts in the concept of security” en Annals of the University of Oradea, Economic Science Series. núm. 19, 2010, pp. 126-132. 42 En México al menos, la distinción tiene incluso una clara referencia constitucional que señala la concurrencia y corresponsabilidad entre los tres ámbitos competenciales del Estado, en el caso de la seguridad pública; lo cual significa que la defensa del territorio nacional difícilmente se les podría encargar a los Municipios que carecen de pertrechos -y, a veces, en el colmo del absurdo, hasta de patrullas con llantas y gasolina para moverse-. La seguridad pública, es una voz que no sólo se inserta en la protección reactiva de la persona, la familia y sus bienes. En la actualidad adquiere una dimensión positiva en relación con el libre desarrollo de la personalidad, orientada a su plena efectividad, y se hace imprescindible asegurar la protección frente a los diversos riesgos y amenazas: corrupción, narcotráfico, trata de personas, pornografía infantil, desempleo, pobreza, entre otros. La seguridad no es entonces una condición dada, sino una situación que se construye por la constante acción de enfrentar riesgos, amenazas y reducir la vulnerabilidad38. La seguridad pública plantea que los esfuerzos se centren en proteger al ser humano. Baldwin afirma: Security has not received the serious attention accorded to the concepts of justice, freedom, equality, obligation, representation, and power39. La concepción tradicional de la seguridad pública la ubica como un conjunto de políticas y acciones coherentes y articuladas, que tienden a garantizar la paz pública a través de la prevención y represión de los delitos y de las faltas contra el orden público, mediante el sistema de control y el de policía administrativa40. Este concepto enmarca la seguridad en un sentido meramente policial y represivo. Como podemos advertir, es necesaria una conversión epistemológica que nos lleve a concebir la seguridad como algo más que policías y patrullas y, evidentemente como algo distinto al ejército y la guerra. La seguridad bajo el techo de un Estado Constitucional debe incluir no sólo la garantía de no ser víctima de delitos, sino también de un estándar mínimo o razonable de bienestar en materias de salud, educación, vivienda, ingreso, etc.41 38 White Gómez, Elaine, “Seguridad y Defensa en la Centroamérica Contemporánea” en Educar para la seguridad, San José, Universidad para la Paz, 2004, pp. 13-69 39 Baldwin, David, “The concept of security” en Review of International Studies, núm. 23, 1997, p. 9 40 Zaffaroni, Eugenio Raúl, Tratado de Derecho Penal. Parte General, t. I., Buenos Aires, Ediar, 1980, p. 61. 41 Carranza, Elías, “Situación del delito y de la seguridad de los habitantes en los países de América Latina” en Delito y seguridad de los habitantes, San José, Siglo Veintiuno Editores, 1997, p. 24 43 Con lo que hasta aquí hemos señalado, el concepto de seguridad humana supera la idea de seguridad pública y, por supuesto, el concepto de seguridad nacional. “The objective of human security is to protect the vital core of people’s lives from critical and pervasive threats. So a further step is to identify critical and pervasive threats to the vital core of people’s lives, and to identify key response mechanisms”42. La nueva dimensión científica de esta cuestión, se debe anudar desde la seguridad humana (concepto incluso superior a la seguridad ciudadana), para decir con ello que en el propósito de superar las amenazas que penden sobre los habitantes, es necesario construir un Estado que sea capaz de generar el bienestar de los seres humanos (al menos de sus nacionales) y la defensa de sus derechos fundamentales. Con la tesis de la seguridad humana, ubicamos en el centro de la cuestión, el propósito primario e irremplazable, encaminado a generar los escenarios para detonar el bienestar de los individuos, así como los mecanismos y procedimientos adecuados para la defensa de sus derechos inmanentes. Ergo, a diferencia de los pertrechos para la protección del Estado, territorio e instituciones, la seguridad pública debe gravitar en torno a los seres humanos y sus derechos. El Estado debe ser el principal promotor de esto y garante insustituible. En consecuencia, corresponde a los poderes públicos crear, desarrollar y mantener todas las condiciones necesarias para vivir sin temor y con efectiva tutela de los derechos humanos43. III. La seguridad pública en el Estado federal Para que la seguridad pública se opere de forma adecuada, es imprescindible que nuestro estudio se realice de manera contextual. Esto es, no podemos determinar los modos de operación de la seguridad pública, si hacemos caso omiso de la forma en que está diseñado el Estado mexicano. En este orden de ideas, una cuestión esencial es la atinente a la forma de organización política de México. Al respecto, el artículo 49 de la Carta Magna establece que se trata de una república, representativa, democrática y federal. Por eso, insistimos en que ninguna construcción científica sobre este tema puede pasar por alto que las tareas en esta materia, tienen que tomar en cuenta que se trata de un Estado de tipo federal. 42 Sabina Alkire, "A Conceptual Framework for Human Security", Centre for Research on Inequality, Human Security, and Ethnicity (CRISE), Working Paper 2, London: University of Oxford, 2003, p. 30, tomado de http://r4d.dfid.gov.uk/pdf/outputs/inequality/wp2.pdf 43 Fainberg, Marcelo, La inseguridad ciudadana. Violencia y Criminalidad, Buenos Aires, Ad hoc, 2003, p. 38. 44 En este sentido, vale destacar la urgencia por recomponer nuestra idea del federalismo, pues en el Estado federal no hay “federación” y Estados miembros; la federación no es algo distinto a las entidades federativas; la federación es la suma de los espacios locales. Además, tampoco hay “niveles de gobierno”, porque constitucionalmente no hay mayor jerarquía ni sometimiento entre unos y otros; lo que hay son distintos ámbitos competenciales. Más aún, el propio artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicano, señala que la seguridad pública es una función a cargo de la Federación, el Distrito Federal, los Estados y los Municipios. De este modo, la seguridad pública tiene que atenderse desde esta concurrencia competencial. Luego entonces, no es asunto del ejército. La seguridad pública es una responsabilidad de los tres ámbitos de gobierno y su proyección alcanza a todos los habitantes. Contrario sensu, en México la seguridad pública es atendida, hasta el momento, a través de una estrategia militar contra el narcotráfico. Es decir, se usa el lema: “guerra contra la delincuencia organizada”, el objeto es legitimar al ejército mexicano en las políticas públicas en materia de seguridad44. Ahora bien, en el año 2008 se efectuó una reforma constitucional en materia de seguridad pública y justicia penal. El artículo 16 párrafo octavo pasó a definir la delincuencia organizada como: una organización de hecho de tres o más personas para cometer delitos en forma permanente o reiterada, en los términos de la ley de la materia45. Esta modificación fue criticada por la doctrina penal al considerarla vaga, general y fuera del texto constitucional46. En el mismo año se firmó el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad. Este acuerdo estipula que la seguridad pública es una política de gobierno, y omite tomar como eje rector el respeto a los derechos humanos. Como resultado, el nivel de inseguridad se acrecentó por dos factores principales: el primero, enmarcado en la lucha contra el crimen organizado, y las consecuencias que ha tenido sobre población inocente; por otro lado, la violación por parte del Estado, al inhibir la aplicación de las garantías individuales47. 44 Sandoval Palacios, Juan Manuel, “Militarización, seguridad nacional, seguridad pública en México”, en Espiral, núm.18, 2000, p. 183. 45 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Diario Oficial de la Federación del 5 de febrero de 1917. 46 García Ramírez, Sergio, “Reseña legislativa sobre la reforma constitucional de 2007-2008 en materia de seguridad pública y justicia penal”, en Boletín mexicano de Derecho Comparado, núm. 123, 2008, p. 1565 47 Hikal, Wael, “Los derechos humanos en el marco de la seguridad pública y la prevención del delito” en Ciencia UANL. núm. 1, 2011, pp. 7-11. 45 Es evidente que las funciones de seguridad pública en México son militarizadas, minimizan la profesionalización de la policía, desestiman la participación ciudadana y desatienden la violación de los derechos humanos48. Los especialistas en seguridad pública catalogan al Estado Federal mexicano como un Estado fallido: germina una guerra con una política militar de seguridad pública que no tiene cabida en un Estado Constitucional. In situ, las consecuencias son: regiones consignadas por las ejecuciones y decapitaciones por los conflictos del control del territorio para la venta de droga, corrupción de altos mandos militares y políticos, secuestros, ejecuciones y desaparecidos, etc.49 Las políticas de seguridad pública implementadas no sólo son insuficientes para revertir la delincuencia en el país, sino que han dado lugar a numerosas y graves violaciones a los derechos fundamentales, en especial de grupos vulnerables (entre ellos niños, jóvenes, mujeres, gente de escasos recursos, luchadores sociales y periodistas) y de poblaciones especialmente afectadas, inmersas en los sucesos delictivos que envuelven al país50. El panorama actual hace urgente reflexionar sobre la naturaleza constitucional de la seguridad pública y ésta exige una aproximación epistemológica a los derechos humanos que permita afrontar cambios estructurales en cuatro esferas: económica, política, jurídica y social. Esta aproximación permite fijar que la seguridad no es una preocupación por las armas, sino una preocupación por la vida y la dignidad51. IV. Derechos humanos y seguridad pública. En términos de lo que hemos dicho, existe una relación inescindible entre la seguridad humana (que aquí seguiremos llamando seguridad pública) y los derechos humanos. De este modo, se puede decir que la seguridad pública tiene una naturaleza 48 Moloeznik, Marcos Pablo, “Seguridad Pública y reforma policial en México: ¿Cambio o continuidad?” en Dammert, Lucía y Bailey, John (Coords.), Seguridad y reforma policial en las Américas, San José, Siglo Veintiuno Editores, 2005, p. 292 49 Cisneros, José Luis; “El cáncer del narcotráfico y la militarización de la seguridad pública”, en El cotidiano, núm. 67, 2010, pp. 47-54 50 Maya Solís, Brisa, “Las consecuencias de la política de la seguridad pública en México” en El Cotidiano. núm. 153, 2009, pp. 73-78 51 Ver el informe sobre Desarrollo Humano de 1994, Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Disponible en: http://hdr.undp.org/en/media/hdr_1994_es_indice.pdf. [fecha de consulta: 12 de julio de 2012] 46 constitucional dual52, pues se le concibe como una función inmanente al Estado y, por otro lado, se le mira también como un derecho consustancial de los seres humanos. El enfoque propuesto sobre la dualidad conceptual busca analizar la seguridad desde dos caracteres distintos en un mismo fenómeno o un mismo estado de cosas. Es decir, el estudio de la seguridad como la obligación del Estado para resguardar el núcleo vital de los seres humanos y como el derecho de éstos a gozar de un ambiente de paz y de seguridad frente cualquier daño o amenaza, independientemente de que dicha amenaza o riesgo provenga del delincuente o de otras circunstancias. La dualidad implica hacer patente que la seguridad tiene dos caracteres distintos que deben ser atendidos por el Estado y que cuentan con respaldo en el orden constitucional e internacional. Por tanto, queremos proponer un nuevo enfoque sobre la seguridad pública que permita separarla de una mera función policial y territorial, para ubicarla como el resguardo del núcleo vital del ser humano. De acuerdo con el estado del arte de la discusión respectiva, actualmente se concibe a la “Seguridad Pública” como una parte de la seguridad humana y es precisamente al concebirla como parte de la función estatal, pero en el intento de detectar, abatir y prevenir las amenazas y riesgos para el ser humano53. Esta dualidad hace posible que el Estado genere una inflexión jurídica en torno a la seguridad pública, que admite cambiar las medidas de defensa reactiva nacional para generar acciones positivas que garanticen las libertades y los derechos humanos de sus habitantes. Un enfoque epistemológico de la seguridad pública como una parte de la seguridad humana, permite visualizar la inseguridad más allá de la investigación y persecución del delito. Si, como hemos dicho, la seguridad humana es un concepto más amplio, la seguridad pública como certidumbre de que mi persona, mi familia y mis bienes (al menos estos tres componentes) estarán adecuadamente resguardados, se inscribe como la más esencial de las funciones del Estado. Esto es, si el Estado no es capaz de garantizar al menos esto, nos parece que difícilmente se puede pergeñar algo más para los habitantes. 52 El diccionario de la Real Academia Española refiere que la dualidad implica la existencia de dos caracteres o fenómenos distintos en una misma persona o en un mismo estado de cosas 53 En el Informe sobre Desarrollo Humano de 1994 la Organización de Naciones Unidas detectó las siete áreas que componen a la seguridad humana y representan un peligro para la seguridad de un individuo y la colectividad 47 La parte donde se concibe a la seguridad pública como un derecho humano, tiene reiteradas referencias en el orden jurídico internacional e incluso en la legislación nacional. Entre otros ordenamientos podemos citar los siguientes: Documentos jurídicos de orden internacional: Declaración Universal de Derechos Humanos art. 3 “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”. Documentos jurídicos de orden nacional: Ley de la Comisión Nacional de Derechos Humanos Ley de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos art. 9.1 “Todo individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad personales. Nadie podrá ser sometido a detención o prisión arbitrarias. Nadie podrá ser privado de su libertad, salvo por las causas fijadas por ley y con arreglo al procedimiento establecido en ésta”. Convención Americana sobre Derechos Humanos art. 7 1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad personal. En otro orden de ideas, la dimensión garantista se constata igualmente en diversos ordenamientos; en este caso, citaremos algunos documentos jurídicos de orden nacional, como los siguientes: 1.- Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Artículo 21. La seguridad pública es una función a cargo de la Federación, el Distrito Federal, los Estados y los Municipios, que comprende la prevención de los delitos; la investigación y persecución para hacerla efectiva, así como la sanción de las infracciones administrativas, en los términos de la ley, en las respectivas competencias que esta Constitución señala. La actuación de las instituciones de seguridad pública se regirá por los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos reconocidos en esta Constitución. 2.- Ley de Seguridad Nacional 3.- Constitución Política del Estado Libre y Soberano de México 4.- Ley de Seguridad Pública Preventiva del Estado de México 48 La dualidad sobre la que descansa la seguridad pública permite definir los retos y las estrategias en un Estado constitucional. Cuando la seguridad pública se constriñe como una mera función estatal, el Estado es policía, pero no un Estado constitucional. Hoy, corroboramos que la seguridad pública sólo podrá ser garantizada cuando el Estado abandone sus afanes megalómanos centrados en el ejercicio de su potestad y comience el viraje hacia el "Estado constitucional", garante del respeto a los derechos de los habitantes54. La seguridad pública diseñada desde el enfoque reactivo y represor, ha resultado ser ineficaz para lograr la paz y ha servido como escenario adecuado para la trasgresión de los derechos humanos, la corrupción e impunidad. El establecimiento de los derechos humanos, en la dimensión política legislativa de los órdenes jurídicos modernos, reconoce expresa o tácitamente la exigencia de satisfacer las necesidades humanas fundamentales. Estas se asumen como requerimientos empíricos o morales de los humanos y tienen méritos para que se les proporcione la protección legal a fin de que sean atendidos55. Por tanto, es urgente un cambio epistemológico de la seguridad pública, ese cambio es partir de una concepción de la seguridad como derecho humano y la obligación del Estado para hacerlo efectivo. Es necesario hacer funcionar la seguridad pública desde dos dimensiones jurídicas: Dualidad de la seguridad pública en un Estado Constitucional Potestad estatal Derecho Humano Competencia: los tres ámbitos de Competencia: los tres ámbitos de gobierno (Federación, Entidades gobierno: todos los órganos e Federativas y Municipios), a través de los instituciones del Estado. órganos encargados de la seguridad pública. Sujetos: Estado vs. Agentes peligrosos, Sujetos: Los órganos del Estado y los de riesgo y amenazantes para la particulares (incluye la participación de seguridad de los habitantes. empresas y de los habitantes del Estado). Objeto: detectar, prevenir y reaccionar Objeto: realizar acciones positivas y ante los factores de peligro y riesgo. negativas para hacer efectivo el respeto a la integridad de las personas en sus diversas facetas y posesiones. Medidas legales e institucionales: Medidas estructurales: económicas, prevención del delito, hacer efectiva la políticas, jurídicas y sociales. reinserción social como fin de la pena, remodelación estructural de los cuerpos 54 Uribe Arzate, Enrique y Romero Sánchez, Jesús, “Vulnerabilidad y Victimización en el Estado mexicano” en Espiral, núm. 42, 2008, p. 80. 55 Pavarini, Massimo et al; Seguridad Pública, tres puntos de vista convergentes, México, Ediciones Coyoacán, 2006, p. 197. 49 de policía, procesos de transparencia pública, entre otros56. Este es el basamento de la seguridad pública. Su fin superior no puede ser otro que la protección de los habitantes y la potenciación de sus derechos esenciales, pues el sentimiento de inseguridad se rige por variables que van mucho más allá del riesgo real de ser víctima de un delito57. El enfoque epistemológico de la seguridad pública desde la dualidad planteada, implica reforzar la potestad estatal para que el Estado cumpla a plenitud con su telos, a la par de atender el asunto de la seguridad (pública, nacional y en cualquier otra categoría) como derecho humano, de tal forma que las políticas públicas deben estar orientadas no sólo a patrullas y militares, sino a mitigar las necesidades esenciales de los habitantes del Estado. La aplicación actual de las políticas en materia de seguridad pública genera una doble lesión a los habitantes: la población susceptible de ser sujeta a las medidas sancionadoras es, en general, la que no tiene satisfechas las necesidades humanas fundamentales58. De tal forma, que las políticas públicas en materia de seguridad pública, carecen de fines que legitimen su implementación y están destinadas a combatir la delincuencia con medios ineficaces. Un enfoque epistemológico de la seguridad pública como una parte de la seguridad humana, permite visualizar la inseguridad más allá de la investigación y persecución del delito. Con una visión dual de la seguridad como función estatal y como el derecho de los habitantes a vivir sin miedo y miseria, es posible caminar hacia la realización de políticas públicas con bases científicas que reparen el daño ocasionado por ambientes de conflicto y violencia en México y prevengan futuros riesgos o amenazas. Este enfoque sugiere un cambio en las políticas públicas del Estado, a efecto de diagnosticar las condiciones que regionalmente propician miedo e inseguridad y atacar los umbrales de peligro para los habitantes de México. V. Seguridad ciudadana y praxis de la seguridad pública. En su dimensión pragmática, la seguridad pública se enfrenta a múltiples problemas. Algunos de estos y tal vez los de mayor apremio, tienen que ver con la eficacia de la delincuencia y la interminable y compleja tarea de combatir a quienes transgreden el 56 Earley, Mark y Wiley, Kathryn, “The new frontier of public safety” en Stanford Law & Policy Review, núm. 22, pp. 343-354. 57 Pérez Tejera, Félix, “Diferencias entre los usuarios de seis parques públicos en Barcelona según el nivel de seguridad percibido en el barrio” en Athenea Digital, núm. 12, 2012, p. 56. 58 Pavarini, Massimo et. al., Op. cit., p. 192. 50 orden jurídico para garantizar la seguridad de los habitantes. La seguridad pública desde una concepción pragmática sugiere recuperar y remodelar los aparatos policiales: federales, municipales y estatales. Así mismo, es crucial fiscalizar el ejercicio legítimo del poder a través del respeto a los derechos humanos. El escenario es un peligro constante no sólo para los ciudadanos, sino también para los policías, que lo viven desde sus condiciones laborales, su falta de capacitación, los procesos de confiabilidad, que carecen de la debida transparencia y el respeto a los derechos fundamentales. La idea de inseguridad en riesgo que prevalece entre los policías, va más allá de lo que cabría esperar entre quienes tendrían que estar permanentemente alertas para enfrentar cualquier amenaza en contra del orden público Esta sensación de vivir en riesgo de manera permanente parece estar más vinculada con la incertidumbre que les generan sus condiciones de trabajo y con la falta de protección por parte de la institución que los contrata59. En este sentido, la seguridad ciudadana y la seguridad pública son tareas pendientes para el Estado mexicano, que dista de ser un verdadero Estado constitucional. A pesar de que la seguridad pública se cataloga como función estatal aun dejando de lado la concepción humana-, no se han logrado cambios sustanciales; por el contrario, la función policial está en evidente desventaja en relación con la organización y operación delictiva. Los aspectos que contrastan a la delincuencia con la función policial son, entre otros, los siguientes: La delincuencia realiza un trabajo Por lo general realizan un trabajo reactivo sistémico Sus unidades realizan una gestión Su trabajo es proactivo desarticulada Trabaja en Red Su trabajo es asistémico, burocrático y Tiene control territorial desordenado Tiene capacidad de infiltración Su gestión es errática y distinta en cada Tiene capacidad para corromper una de las policías Está organizada Lamentablemente, la policía todavía está poco preparada Carece de control territorial Poca capacidad para la infiltración Corrupción propia y de sus colaboradores Falta de confiabilidad ciudadana en la figura policial A partir de estos contrastes, se infiere el reto principal para una reforma policial: la reforma está obligada a dar respuestas a las necesidades de los policías tanto como a 59 Azaola, Elena, Imagen y autoimagen de la Policía de la Ciudad de México, México, Ediciones Coyoacán, 2006, p. 136. 51 las demandas de la población que exige mayor seguridad60. Si bien, hay muchos otros problemas, en nuestra opinión éstos son los que requieren una atención prioritaria. VI. Retos y desafíos de la seguridad pública. El principal reto para el Estado constitucional, es cambiar la concepción de la seguridad pública y, por tanto, redefinir sus estrategias. Con los elementos previos que hemos citado, es posible señalar algunas líneas que no deben faltar en la operación y práctica de la seguridad pública. 1.- Trabajo proactivo 2.- Desarrollo de redes locales e internacionales de colaboración e información 3.- Trabajo sistémico: Atención al fenómeno de la criminalidad y no sólo a los casos concretos que se le plantean Relaciones de colaboración entre los actores Elaboración de planes estratégicos de abordaje 4.- Control territorial Desarticulación de grupos y redes locales 5.- Blindaje contra la corrupción Control interno Capacitación permanente Generación de la cultura de probidad e integridad 6.- Trabajar con nuevos esquemas de proximidad policial Estas son a nuestro juicio, algunas de las tareas que deben materializarse como parte de la capacitación y profesionalización de las policías. Es claro que se requieren mayores herramientas técnicas, pero también es necesario que los policías tengan una mejor estructura y que cuenten con los conocimientos amplios que les permitan tener una visión contextual sobre su relevante función. Algunas estrategias son las siguientes: • Concebir a la seguridad pública como un derecho humano de carácter colectivo y de naturaleza fundamental. • Construcción del Estado constitucional que supere la visión del “Estado de la legalidad”. • Reformas constitucionales para introducir los instrumentos necesarios para el combate a la delincuencia • Fomento de la cultura del respeto a los derechos humanos 60 Ibíd., p. 152. 52 • Reformas constitucionales que incorporen una visión integral sobre la seguridad de los habitantes • Combate a la corrupción al interior de los organismos responsables de la seguridad pública • Depuración eficaz de los organismos respectivos • Capacitación de primer nivel para los policías • Apostar por un modelo de proximidad policial Un aspecto central en una sociedad democrática, es contar con procesos de control de poder y rendición de cuentas para evaluar el desempeño en el cumplimiento de objetivos establecidos con la participación ciudadana. Una reforma policial debe incluir el diseño de los procedimientos mediante los cuales la institución policial haga posible que esta evaluación se efectúe y que en ella no solamente tomen parte los órganos internos de la institución, sino otros en donde participen representantes de órganos ciudadanos, especialistas y personas que gocen de reconocimiento por su solvencia moral61. Con todo esto, será posible superar la asimetría que hasta hoy vivimos en este campo. Por una parte, la concepción más avanzada sobre la seguridad humana, que tiene en la seguridad pública su expresión vital, pero por otra parte, la incapacidad evidente del Estado para responder a esta necesidad de los habitantes. Esto significa que el derecho humano a la seguridad, necesita de la función primaria del Estado a garantizar la seguridad pública. Esto permitirá a los habitantes la posibilidad de vivir sin miedo y con la posibilidad de su plena realización humana. VII. Conclusión. Una nueva aproximación epistemológica al término seguridad pública tiene como fundamento una dualidad conceptual: por una parte, como un derecho humano; por el otro, como una función pública del Estado. Aun cuando nuestra mirada tomó como contexto el Estado Federal mexicano, el marco teórico que nos ha ocupado, contiene nuevas dimensiones de la seguridad pública considerando el aspecto central de su propósito, id. est., los seres humanos. Esto nos permite concluir que la seguridad pública no es una condición dada, sino una condición que se construye a partir de acciones positivas para la efectiva tutela de la seguridad como derecho humano. Por tanto, la naturaleza constitucional de la seguridad pública implica de un lado, un reforzamiento de acciones activas y 61 Ibíd., p. 151. 53 proactivas de la seguridad como función estatal; por el otro, medidas estructurales para proteger el derecho humano a vivir libre y sin miedo. En este orden de ideas, el afianzamiento de la seguridad de los seres humanos, desborda las categorías que comúnmente se citan en referencia directa a los modos de operar de las distintas policías del Estado. De acuerdo con nuestra perspectiva, la seguridad pública ni siquiera puede concebirse completa desde la sola adopción de políticas públicas preventivas o de reacción; ahora, este concepto ha evolucionado y ha tenido que madurar hasta su asiento natural, primigenio, que son los derechos esenciales de los seres humanos. Con ello, concluimos que una concepción más pertinente sobre la seguridad pública, no debe perder de vista que, si bien, es una atribución constitucional del Estado, como valor agregado, ahora debemos situarla en el campo de los derechos fundamentales, fuerza y ratio esendi de los seres humanos. VIII. 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Fecha de aceptación: 21 de octubre de 2013. 56 La importancia del planteamiento epistemológico en el derecho The importance of the epistemological approach to the right Ramiro CONTRERAS ACEVEDO ∗ RESUMEN. ¿El desarrollo del sistema jurídico mexicano hace viable que haya conductas, individuales y sociales, como las que hoy se dan, tanto en política, como en otras áreas? Este cuestionamiento no es un asunto ocioso. Es importante tanto la primera parte de la pregunta "cómo se genera el conocimiento", así como la segunda parte: "en el área jurídica". La respuesta hipotética es que el desarrollo del sistema jurídico mexicano o bien, no permite innovaciones epistemológicas o para su generación sigue otros paradigmas. Se dirá que otros sistemas jurídicos tampoco se distinguen por innovadores. Probablemente sea cierto. Pero cambian y evolucionan. ¿Será porque las sociedades que los generaron han sufrido eventos sociales muy dolorosos que han posibilitado su desarrollo? ¿En 1917 se cambió el horizonte jurídico mexicano? Este artículo propone una reflexión sobre estos temas partiendo de la ubicación, importancia y significado del planteamiento epistemológica en el área jurídica porque la historia de un país se refleja en el modo como genera su conocimiento. Palabras clave: epistemologia, epistemología jurídica ABSTRACT. Does the development of the Mexican legal system makes feasible there behavior, individual and social, as to exist in politics, as in other areas? This question is not an idle question. It is important to both the first part of the question "how knowledge is generated" and the second part "in the legal area" The hypothetical answer is that the development of the Mexican legal system or not allows epistemological innovations or for his generation is guided by other paradigms . ¿Other legal systems are distinguished by innovative? Probably it's true. But change and evolve. Is it because the societies that generated them have suffered painful social events that have enabled its development? In 1917 the Mexican legal horizon changed? This paper reflects on these issues focusing the significance of the epistemological approach in the legal area, because the history and the future of a people is reflected on the production of their knowledge. ∗ Profesor investigador de la Universidad de Guadalajara. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. coradr@hotmail.com 57 Keywords: epistemology, legal epistemology Planteamiento. Ante las situaciones actuales por las que está pasando México se han buscado muchas soluciones y ha habido esfuerzos significativos. Uno de ellos ha sido la convocatoria que ha realizado el CONACYT para que los investigadores nacionales participen en resolver los problemas que tiene el país. Más de 1000 proyectos han sido presentados62. Los centros de varias universidades públicas han aportado lo propio. En el editorial de CREA se dice: Edgardo Buscaglia señala siete objetivos prioritarios para sentar las bases de la transformación inaplazable que requiere México: prevenir la corrupción política al más alto nivel; fomentar la capacidad disuasiva y preventiva del sistema judicial, consolidar la independencia orgánica, técnica y funcional de jueces y magistrados; fortalecer el control legislativo y prevenir la captura del Poder Legislativo por parte de intereses o actores no estatales, legales e ilegales; contener y desmantelar las organizaciones criminales a través de una cooperación íntegra en materia regulatoria penal y no penal; movilizar a la sociedad mexicana de todos los estratos sociales en la promoción del desarrollo humano; y prevenir y combatir la corrupción administrativa. En esencia, transformar la forma de gobernar; combatir la corrupción y la impunidad donde gobierno y socios privilegiados tienen la mayor responsabilidad; instaurar el Estado de Derecho, combatir los poderes fácticos que debilitan al gobierno y desmantelar las organizaciones criminales que crean zozobra en la comunidad; convocar a la sociedad mexicana de todos los estratos sociales, políticos y administrativos en la promoción del desarrollo humano, y como consecuencia implícita a la seguridad.63 Frente a estas complejas situaciones cabe la pregunta de si es el desarrollo del sistema jurídico mexicano lo que hace viable que haya conductas como las que hoy se dan, tanto en política, como en otras áreas (pregunta que podría equivaler a “cómo se 62 CONACYT. CONVOCATORIA 2013 para Proyectos de desarrollo científico para atender problemas nacionales. Emitida en la Ciudad de México, el 27 de septiembre de 2013. 63 El CREA de la UANL (Centro de reflexión para la elaboración de alternativas), en su editorial cita el texto de Buscaglia. Editorial 79. 20 de diciembre de 2013. Disponible en: http://crea.sds.uanl.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=102:editorial79&catid=8:semanarios&Itemid=110 58 genera el conocimiento en el área jurídica”). Este cuestionamiento no es un asunto ocioso. Es importante tanto la primera parte de la pregunta "cómo se genera el conocimiento", así como la segunda parte: "en el área jurídica". La respuesta hipotética es que el desarrollo del sistema jurídico mexicano no permite innovaciones epistemológicas. Se dirá que otros sistemas jurídicos tampoco permiten innovaciones, como el common law (derecho anglosajón). Es cierto. Pero cambian y evolucionan. ¿Será porque ellos han sufrido eventos muy dolorosos que los han hecho cambiar? ¿En 1917 se cambió el horizonte jurídico mexicano? Este artículo propone reflexionar sobre estos temas partiendo de la ubicación y significado de la pregunta epistemológica en el área jurídica porque la historia de un país la refleja su generación de conocimiento. 1. El estado actual de los modelos epistemológicos del siglo XX. Pareciera que, para algunos académicos, la palabra epistemología significa una palabra curiosa, extraña o de moda. Cuando alguien desea acentuar alguna novedad teórica en alguna área del conocimiento, su palabra preferida es epistemología. Otros no tienen interés por el área epistemológica porque creen que es cosa de filósofos. Hay que decirlo claramente: la epistemología no es ni filosofía de la ciencia, ni metodología de la investigación. Ambas son una parte de la pregunta que investiga cómo se genera el conocimiento. La primera se ha centrado en el estudio del conocimiento científico; la segunda estudia los criterios y modos de producirlo, ya sea científico o doctrinal. Una pregunta interesante sería si los resultados de la filosofía de la ciencia y de la metodología de la investigación tendrían que ser extensibles a las propuestas epistemológicas; no obstante, estas últimas sí tienen que serlo a los primeros. Una adecuada teoría epistemológica debe poder explicar por qué es correcto emplear su noción de conocimiento a una teoría (como la física); y, además, explicar por qué es posible aplicarla al estudio específico (de la física de Newton) y a cualquier tipo de producto humano que se apruebe como conocimiento64 La pregunta de Sócrates (en el Teeteto) se refiere a las condiciones que han de cumplirse para que se dé el conocimiento, sin importar su tipo específico. La pregunta es por ese fenómeno que es común a la astronomía, a la geometría, el cálculo y a la misma filosofía.65 La epistemología estudia los problemas del conocimiento, principalmente los de su producción, origen, valor y límites. Etimológicamente es "el estudio del conocimiento», 64 Posada Ramírez, Jorge Gregorio. La noción tripartita del conocimiento. Universidad de Caldas. Colombia. 2007. Págs. 9-17 65 Ibídem, p. 14. 59 o «estudio de la ciencia»; llamada también “teoría del conocimiento”. Recientemente se le atribuye la función de ocuparse de la ciencia y del conocimiento científico. Es el estudio crítico de "las condiciones de posibilidad" del conocimiento humano. El epistemólogo analiza las explicaciones científicas de todas las ciencias; analiza los fundamentos de sus argumentos y se pregunta sobre cuáles son las relaciones que pueden existir entre la ciencia y la sociedad; entre la ciencia y las instituciones científicas; entre la ciencia y las religiones. La epistemología no pretende repetir ni reemplazar la ciencia66. (Véase, como ejemplo, cómo concibe Mardones el quehacer del epistemólogo) 66 María Teresa Pascual de Pessione ve así el desarrollo de la conceptualización sobre la ciencia: El presente capítulo sobre el concepto de ciencia social tiene como propósito ilustrar al estudiante en cuanto al tema de la polémica que actualmente existe en relación con el concepto de ciencia social, para que conozca que históricamente la ciencia se ha conceptuado desde diferentes enfoques y que, por lo tanto, cada enfoque plantea métodos diferentes para la generación del conocimiento científico. De esta manera se origina la pluralidad de métodos que existen en la investigación científica actual, cada uno de ellos con sus propias fortalezas y debilidades. El capítulo muestra la conceptualización de ciencia social que se conoce desde el siglo XIX y hasta nuestros días. Además, se presentan los periodos de la reconceptualización fundamentales de esta ciencia, las principales escuelas epistemológicas que dieron origen a los nuevos conceptos, los principales representantes de estas escuelas, los temas de énfasis, así como las críticas que cada escuela hizo a su antecesora, el concepto que propusieron, y el respectivo método para construir y validar el conocimiento científico. Toca también la temática de “ciencia social” Como consecuencia de grandes acontecimientos sociales, como la Revolución Francesa y la crisis social europea a finales del siglo XV, el mundo social se volvió problemático y surgieron las llamadas ciencias humanas o sociales, como la historia, la sociología, la psicología, la economía, el derecho y la pedagogía, orientadas a dar solución al desequilibrio social. De acuerdo con Mardones y Ürsúa, la primera pregunta de los estudiosos de la ciencia fue: ¿son verdaderamente ciencias tales intentos y explicaciones, reflexiones y quehaceres? Según estos autores, la respuesta parece depender del concepto de ciencia que se utilice como parámetro. Hasta el momento, no existe consenso acerca de la fundamentación de las llamadas ciencias humanas, sociales o culturales y, por el contrario la historia de la filosofía de las ciencias muestra una polémica incesante sobre su estatuto de cientificidad. En este mismo sentido, Hugo Cerda afirma que desde finales del siglo XIX se planteó una polémica entre los investigadores de las ciencias sociales y los representantes de las denominadas ciencias naturales, sobre la forma de abordar científicamente el estudio de la realidad. Y agrega este autor: "A pesar de que los años han modificado los términos y contenidos de esta polémica, aún sigue vigente y quizás ésta se ha agudizado". (Pascual de Pessione, María Teresa. Cátedras de Investigación Científica. Disponible en: http://www.ocw.unc.edu.ar/facultad-de-lenguas/metodologia-de-la-investigacion-cientifica/actividades-ymateriales/material-de-consulta/trabajo-practico-no2 Consultado el 13 de noviembre de 2013. Algunos textos originales del desarrollo del planteamiento epistemológico pueden verse en: Mardones J. M. y Ürsúa, N., Filosofía de las ciencias humanas y sociales, Fontamara, México, 1987; Disponible en: 60 El auge de este tipo de planteamientos en el siglo XX lo hizo Jean Piaget, proponiendo una división de los tipos de epistemología.67 Señaló dos clases: unas son llamadas exteriores y otra, las normativas. Estas clases han sido estructuradas por los expertos de cada una de las ciencias. Debido a esta cualidad los especialistas detallan la forma y el modo de cómo está permitido participar en la práctica de la investigación científica, en la ciencia en que se especializan. La segunda clase de epistemología se ha denominado epistemologías internas. Ellas pueden ser descriptivas y analíticas. A diferencia de las epistemologías normativas y exteriores, quien domina una determinada ciencia social, dice la manera como se debe de investigar científicamente en el campo de esa ciencia. Para hacer esto hay que considerar como principal elemento la práctica de esa ciencia. La importancia del planteamiento epistemológico en el área jurídica no ha sido afortunado porque para ello se ha de aclarar qué es el derecho. Las opiniones sobre este punto son múltiples. Pero para esbozarla adecuadamente hay que ver el planteamiento epistemológico en general. Lakatos, por ejemplo, dice que la epistemología clásica puede caracterizarse, por dos problemas básicos: 1) el problema de los fundamentos del conocimiento conocimiento epistémico, i.e., perfecto, infalible- que constituye la llamada lógica de la justificación; y 2) el problema del desarrollo del conocimiento -perfecto y bien fundamentado- o problema de la heurística o del método, la llamada lógica del descubrimiento68 Otra opinión afirma que los problemas nodales con los que se enfrenta la ciencia moderna y su teoría son esencialmente dos: 69 Estas dificultades científicas son determinantes para construcción de la metodología correspondiente, el objeto de estudio y las conclusiones a que arribe esta ciencia. El primer problema nodal se concentra en el origen (la generación y producción) del conocimiento, o sea un problema anterior al de la fundamentación. El segundo problema central se refiere a la validez de los juicios. Surgen así preguntas como ¿se es capaz o no de conocer la realidad?, en caso afirmativo ¿En qué medida se logra ese conocimiento? o bien http://www.google.com.mx/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&ved=0CCkQFjAA&url=http%3A %2F%2Fwww.villaeducacion.mx%2Fdescargar.php%3Fidtema%3D1345%26data%3D304712_binder1.pd f&ei=vV_ZUp-0CeG9yAGov4HoBg&usg=AFQjCNFeCuGRL2ukJo6wFLVce57dxA0QyQ Consultado el 13 de noviembre de 2013. 67 Cfr. Piaget, Jean, Psicología y epistemología, Planeta, Barcelona, 1970, p. 56. 68 Lakatos, Imre, Matemáticas, ciencia y epistemología, Versión española de Diego Ribes Nicolás. Alianza Editorial. [Edición original, 1978], España, 1981, pág. 176. 69 Popper Karl R., Conjeturas y Refutaciones: el Crecimiento del Conocimiento Científico, Ediciones Paidós Ibérica, Argentina, 1994, págs. 38-39. 61 interrogantes más inquisitivas relacionadas con ¿Cómo saber si se está o no ante un juicio verdadero? ¿Qué es lo que puede garantizar la existencia, o no, de la certeza sobre algo? En derecho, y sobre todo en algunas áreas específicas como derecho penal, la pregunta epistemológica es muy importante. Respecto a los dos párrafos anteriores hay que insistir nuevamente que no es lo mismo el objeto de estudio de la epistemología, que el de la filosofía de la ciencia ni tampoco el de la metodología. Hoy, como se señalará más adelante, el principal problema epistemológico de una comunidad científica es llegar a conocer qué teoría se ha de aceptar, entre las muchas que existen en un determinado grupo científico, para construir las explicaciones de la realidad diaria del campo específico que se estudie. Las tendencias en los modelos de planteamientos epistemológicos, desde los 90's, en la segunda mitad del siglo XX manifiestan que los moldes de producción de conocimiento han seguido tres paradigmas. Bajo el concepto de "nuevas epistemologías", con la intención de encontrar las "últimas tendencias" en este punto, se señalan las "epistemologías subjetivistas" (racionalismo y empirismo idealista); las epistemologías empiristas realistas; y las racionalistas-realistas. Lo anterior permitiría suponer que con esos mismos "moldes epistemológicos" se habrían de construir los modelos de conocimiento en las ciencias sociales. En las primeras se encuentran la contextualista, la feminista y la social. En las segundas, la testimonial, la bayesiana (o probabilística) y la de la percepción. En la tercera se encuentran la evolucionista, la naturalizada racionalista y la cognitiva. Es decir, en el siglo XX la epistemología intenta proveer respuestas serias a la justificación del conocimiento científico, no sólo en el mismo plano interno de la investigación científica, sino también en el plano de los usuarios ordinarios de la ciencia. Con ello se busca responder al problema de por qué los individuos comunes solemos confiar en los conocimientos científicos. Para la "ciencia" jurídica es importante la respuesta a esta pregunta porque aporta soluciones a la vieja discusión sobre el carácter "científico" del derecho. Los problemas que abordan (las respuestas epistemológicas del siglo XX) son: el problema de la justificación (el grado de credibilidad o confianza que se puede depositar en los resultados obtenidos) y cuya preocupación se ve en el empeño en averiguar las bases sobre las cuales "decidir si creen o no en aquello que se les dice: “¿y quién te dijo eso?”, “¿cómo sabes tú eso?”, “¿cómo sé si eso es verdad?”. Se sabe ya, desde la época de la falsación de Popper, que jamás podríamos garantizar la verdad de los hallazgos de la ciencia, ni de ningún otro dato informativo, pero sí 62 podríamos identificar sus errores. Y, mientras no se identifiquen errores, también podemos ir acumulando indicios que aumenten la verosimilitud o el grado de certidumbre de esos hallazgos. Los neopositivistas del siglo XX, por su parte, también identificaron que la investigación científica tenía dos aspectos: el de las circunstancias sociales, culturales y psicológicas que promueven un cierto hallazgo, al cual llamaron “contexto de descubrimiento”, y el de los pasos operativos bien definidos (metodológicos, procedimentales, instrumentales) a través de los cuales se llega a tales hallazgos, al cual llamaron “contexto de justificación”. Para el enfoque empirista-realista, nadie creería en ciertos hallazgos atendiendo sólo al contexto de descubrimiento. Muy pocos tomarían en cuenta justificaciones del tipo “x es verdad ‘porque lo presiento…’, ‘porque lo soñé…’, ‘porque me lo dijo un ángel…’, ‘porque se le ve en los ojos…’”, etc.70. El falibilismo, otra respuesta a los problemas epistemológicos nacida ya en pleno siglo XXI y cuya frase distintiva es “no hay verdades terminantes, conclusivas o definitivas”, desde el 2000 ha debido responder a las acusaciones de escepticismo (no se plantea la imposibilidad del conocimiento, sino las limitaciones del equipamiento cognitivo, más la esperanza de ir progresando lentamente hacia la verdad.71Esta propuesta falibilista también ha tenido que enfrentar los cargos de circularidad, precisando sus propias definiciones y nociones implícitas (si el conocimiento es falible, también lo es esa misma frase 72 y, finalmente, ha desembocado en algunas variantes internas de esa misma tesis, que han generado otras formas de falibilismo, siendo una de las más interesantes el análisis de las teorías considerándolas como organismos que tienen una especie de “fecha de vencimiento” o marca de caducidad.73 70 Padrón Guillén, José. Tendencias epistemológicas de la investigación científica en el Siglo XXI, 2006, p. 29 y s. Disponible en: http://www2.facso.uchile.cl/publicaciones/moebio/28/padron.html, Consultado el 13 de noviembre de 2013. Los subrayados son nuestros. 71 Hetherington, S., “Fallibilism and Knowing That One Is Not Dreaming”, en Canadian Journal of Philosophy, 2002. 72 Reed, Baron, "Do practical Matters Affectet Whether You Know. In: STEUP, Matthias, Turri, John, Sosa Ernest. Wiley Blakwell (2005) Contemporary debates in Epistemology. Véase también “How to Think about Fallibilism”, en Philosophical Studies 107. Disponible en http://courses.washington.edu/dbt560/Fallibilism.pdf. Consultado el 13 de noviembre de 2013. 73 Morton, Adam, A Guide through the Theory of Knowledge. Malden, MA: Blackwell Publishers, 2003. En especial, el capítulo 5. 63 Hoy el problema de la justificación del conocimiento (es decir ¿cómo saber si se está o no ante un juicio verdadero? ¿Qué es lo que puede garantizar la existencia, o no, de la certeza sobre algo?), todavía no está resuelto. Así las cosas, es decir, sin haber resuelto el problema de la justificación del conocimiento, la epistemología del siglo XX esboza otro conjunto de problemas, identificados como "la relación de las ciencias sociales con las ciencias naturales". Esta temática toma fuerza con la posición de Dilthey, a principios del siglo XX. A la respuesta de este autor Husserl propondría "una solución nueva", pero no respondería, es decir al problema que, en la justificación del conocimiento, estaba planteada en el campo de la epistemología. La respuesta husserliana se puede ver en su célebre su conferencia en Viena: Dilthey impugnó la concepción y métodos de las ciencias naturales en los estudios sociales, por considerar que se fundamentaban en las relaciones de causalidad (cosa que dejaría de ser cierta con el correr de los años), imposibles de aplicar en las “ciencias del espíritu”, proponiendo a cambio las nociones de comprensión e interpretación e introduciendo la “hermenéutica”.74 Lo interesante de esta "no respuesta" husserliana es que propone una nueva forma de abordar el origen del conocimiento, la fenomenología y, como se dijo, sin responder a la pregunta planteada, el problema aún sigue sin resolverse. Y peor aún, “las últimas versiones de esta tesis de la especificidad de las ciencias sociales se asocian 74 El texto de Husserl es el siguiente: In our time we everywhere meet the burning need for an understanding of spirit, while the unclarity of the methodological and factual connection between the natural sciences and the sciences of the spirit has become almost unbearable. Dilthey, one of the greatest scientists of the spirit, has directed his whole vital energy to clarifying the connection between nature and spirit, to clarifying the role of psychophysical psychology, which he thinks is to be complemented by a new, descriptive and analytic psychology. Efforts by Windelband and Rickert have likewise, unfortunately, not brought the desired insight. Like everyone else, these men are still committed to objectivism. Worst of all are the new psychological reformers, who are of the opinion that the entire fault lies in the long-dominant atomistic prejudice, that a new era has been introduced with wholistic psychology (Ganzheitspsychologie). There can, however, never be any improvement so long as an objectivism based on a naturalistic focusing on the environing world is not seen in all its naïveté, until men recognize thoroughly the absurdity of the dualistic interpretation of the world, according to which nature and spirit are to be looked upon as realities (Realitäten) in the same sense. In all seriousness my opinion is this: there never has nor ever will be an objective science of spirit, an objective theory of the soul, objective in the sense that it permits the attribution of an existence under the forms of spatio-temporality to souls or to communities of persons. Husserl, Edmund, Philosophy and the Crisis of European Man. Disponible en http://www.users.cloud9.net/~bradmcc/husserl_philcris.html Consultado el 13 de noviembre de 2013. 64 fuertemente al relativismo, al anti-realismo, a la subjetividad, indiscriminadamente y, en síntesis, al “todo vale” de Feyerabend al holismo 75 No obstante lo anterior, a finales del siglo XX y principios del XXI hay intentos de resolver este problema. Entre ellos están: ...en los enfoques empiristas y racionalistas ha habido también importantes desarrollos en el tratamiento epistemológico de las ciencias sociales ...A modo de ejemplo, pueden citarse los estudios que relacionan lógica de decisiones y grados de creencia; los estudios en metodología de la elección racional; la modelación matemática y simulación computarizada de modelos en ciencias sociales; el análisis y evolución del concepto de comprensión en ciencias sociales, etc.76 La lección que puede sacarse, sobre todo para provecho de los proyectos de investigación en el área jurídica, es que ni se identifica el modelo de producción de conocimiento en el siglo XXI, ni se sigue uno de estos modelos actuales, sino que en el área jurídica se intenta resolver los problemas jurídicos con modelos epistemológicos del siglo XVIII. Por ejemplo, los marcos teóricos que se usan en las tesis doctorales, en los posgrados de las universidades latinoamericanas, usan modelos epistemológicos (modelos para producir conocimiento) que se usaban en el siglo XVIII. Quizás este atraso o desactualización produce la poca innovación en las soluciones de problemas nacionales que requieren de elementos jurídicos. En cuanto a la metodología que debería seguirse en los proyectos de investigación jurídica, si se siguieran los modelos epistemológicos que actualmente sigue la comunidad de expertos (conocimiento científico), se tendría "otra" metodología jurídica. Es decir, en metodología se ha de hacer "la historia de las soluciones" a los problemas prácticos que determinado marco teórico jurídico ha dado. O sea, la metodología jurídica habría de considerar tres aspectos: la historia de las soluciones que han aportados los diferentes enfoques epistemológicos jurídicos, las soluciones que ha dado cada enfoque o modelo jurídico y las metodologías usadas en ambos. Estos pasos, en el área jurídica, es un trabajo que todavía no está sistematizado y en ello está la suerte del futuro de la innovación en el área jurídica 2. El estado actual de los modelos epistemológico-jurídicos del siglo XX. a) Antecedentes a la epistemología jurídica. 75 Padrón Guillén, José. Tendencias epistemológicas de la investigación científica en el Siglo XXI, 2006, p. 32. y s. Disponible en: http://www2.facso.uchile.cl/publicaciones/moebio/28/padron.html, Consultado el 13 de noviembre de 2013. 76 Ibíd., 34. 65 Como ya se señaló arriba, no se ha reflexionado en la importancia que, para el área jurídica, tiene el planteamiento epistemológico, puesto que, desde ahí, la definición de conocimiento jurídico, como creencia (¿ciencia justificada?), tiene un campo grande por trabajar. Se ha escrito mucho sobre el tema “cómo se conoce el derecho” y al dar la respuesta se ha creído que es un asunto de la epistemología, olvidando que la epistemología solamente estudia las condiciones que se dan cuando se afirma que alguien conoce y las fundamenta. Y cuando este trabajo se ha de aplicar al derecho, entonces tiene que explicitarse más porque, aunque se busquen generalidades de este tipo de conocimiento, son muy variadas las áreas jurídicas: derecho procesal, derecho constitucional, derecho administrativo, etc. No se puede confundir el estudio de la epistemología con el estudio de la epistemología jurídica. La epistemología, en general, se centra en aclarar en qué consiste el conocimiento, cuál es su naturaleza propia, cuáles las características necesarias y suficientes que definen el conocimiento como tal, no los tipos de conocimiento, como la geometría, el cálculo o el derecho. Pero el "modelo" de producción de conocimiento pertenece a la epistemología en general. Es importante precisar el valor de la pregunta epistemológica en el derecho: por un lado, siguiendo el planteamiento más antiguo (las condiciones que han de cumplirse para que se dé el conocimiento, sin importar su tipo específico, como se señaló arriba al referirnos al Teeteto) se han de identificar las condiciones de posibilidad de este tipo de conocimiento (y si es equiparable a los conocimientos de las otras ciencias). Por otro lado, se ha de fundamentar la producción de este tipo de conocimiento. Y finalmente se han de identificar las metodologías que se han usado en el cúmulo de explicaciones que se han dado en esta área. No son muchos los estudios que existen sobre epistemología jurídica. Su temática se ha centrado en el derecho constitucional: la producción de conocimientos científicos bajo diferentes enfoques y variantes concepciones de esta área jurídica; pero sus objetivos son distintos de los de las otras áreas jurídicas. b) La epistemología jurídica. Hablando de manera general, diríase que la epistemología jurídica tiene por objeto el estudio del conocimiento del derecho, de su veracidad, factibilidad, génesis y estructura. 66 Siguiendo a Larry Laudan, habría que distinguir entre dos clases de epistemología jurídica, una epistemología "dura" del derecho y otra, la epistemología "suave"77. La epistemología "dura" analiza procesos para minimizar el error. La epistemología "suave", la distribución de los errores. Ambas referidas principalmente al derecho procesal penal. ¿Cuáles son los problemas que deben ser resueltos por la epistemología jurídica? Respondiendo de manera genérica, se diría que los mismos que para las epistemologías de las ciencias sociales: 1. Que su explicación sea funcional y compatible con todas y cada una de las teorías y paradigmas de las ramas de esa ciencia (en este caso, del derecho). 2. Que conforme un "todo unitario", integrado con todas las ramas de esa ciencia (el derecho), sus teorías y paradigmas. 3. Que sea capaz de definir las características comunes que poseen todos los razonamientos que hayan sido productores de conocimiento, en el ámbito de la ciencia del derecho. 4. Dar razón de los principios que de manera implícita y explícita han sido aceptados por cada una de las ramas del derecho78 En la epistemología de las ciencias sociales se consideran dos elementos más, que serían igualmente importantes para la epistemología jurídica, ellas son: 1. La realidad del pluralismo del planteamiento y las historias de las construcciones conceptuales. 2. La necesidad de un "centro común", que reduzca la diversidad por lo menos en una "unidad de convergencia".79 Por ello uno de los temas de la epistemología jurídica sería –siguiendo a Laudan- determinar qué tipo de estilo epistemológico es el más adecuado para ser aplicado a la ciencia del derecho y, además, para la ciencia específica, es decir, "derecho penal", "derecho familiar", etc. Así, el conjunto de temas epistemológico-jurídicos serían identificar, determinar, aclarar y describir las bases lógicas y empíricas del conocimiento científico del derecho –que algunos llaman dogmática jurídica-. Por otra parte, dar respuesta a todas aquellas preguntas referidas a la construcción del conocimiento científico del 77 78 Laudan hace esta distinción al referirse a las investigaciones que realiza en el área del derecho penal. Giménez Montiel, Gilberto, en: Bókser, M. Liwerant, Judith, “Ciencias sociales y humanidades”, Simposio Ciencias Sociales y Humanidades, 2003, pág. 26. Disponible en: http://www.amc.edu.mx/congreso/index.php?option=com_content&view=article&id=28&Itemid=13 Consultado el 10 de noviembre de 2013. 79 Ibíd., pág. 27 y s. 67 derecho, pero sobre todo, al grado de certeza que tiene o que puede poseer (alcanzar la verdad) cualquier rama específica del derecho. La importancia de la epistemología jurídica radica en la fundamentación de la justificación ineludible para atribuirle la palabra “científico” al estudio de cada área del derecho, y que pocos toman en serio y/o la pasan por alto. Y cuando se requieren estudios serios para resolver una problemática nacional, se olvidan de los parámetros que la palabra “estudio científico” exige a los estudios que pretenden presentarse como soluciones jurídicas, es decir, la necesidad de la fundamentación de la justificación conforme el enfoque del paradigma jurídico de donde se construye dicha propuesta. Quizás por esta razón es por la que, en las sociedades actuales, es el poder el que determina la acción de la sociedad, no la norma jurídica razonada. Insistiendo en la importancia de los estudios epistemológico-jurídicos es que, en el derecho, a diferencia de lo que sucede en otras ciencias, aun en las del área de las ciencias sociales, es mucho más evidente que no sólo hay elementos empíricos y lógicos para la búsqueda de "la verdad", sino también elementos subjetivos, ya, por ejemplo, al momento de aplicarse el derecho al caso particular y concreto, por ejemplo, al realizar la valoración de las pruebas aportadas en un litigio o cuando el derecho es producido por los legisladores, en donde las decisiones tienen una fuerte carga ideológica y de interés subjetivo, pues es el juzgador quien fija la existencia o no de la "verdad". Los modos o formas de conocer el derecho han sido múltiples: desde la “iurisprudentia” latina, la jurídica medieval, el literalismo jurídico, la verificación de la actividad judicial (Realismo Jurídico Escandinavo), el realismo jurídico norteamericano, la conceptualización lógica del derecho (La Jurisprudencia de conceptos), el realismo jurídico norteamericano, la Jurisprudencia de intereses, la Ciencia Jurídica Normativista, la jurisprudencia sociológica, la dogmática jurídica, la Libre investigación del derecho, la jurisprudencia científica, la investigación de Valores (La jurisprudencia de los valores), la investigación histórica, la jurisprudencia anglosajona, etc., hasta el conocimiento prudencial Ahora bien, para acercarnos a la fundamentación del conocimiento jurídico hay que ir a lo que arroja la confrontación de marcos teóricos jurídicos usados en la solución de casos o áreas específicas. En el desarrollo del conocimiento científico nacional y específicamente del conocimiento jurídico se pueden encontrar muchos marcos teóricos pero lo que generalmente sucede es que se aceptan y no se confrontan unos con otros y la fundamentación de la justificación de tal o cual marco teórico se omite. No hay conciencia de la importancia de crear un marco teórico fundamentado, cuando se está 68 construyendo una explicación de un fenómeno en la sociedad que requiere de una explicación jurídica. Hoy ¿cuáles son los paradigmas (en general y en específico en el área jurídica) desde donde se están trabajando las soluciones de los problemas que tiene el país? Siguiendo el planteamiento genérico de la epistemología se puede decir que hay tres modelos que se siguen: las teorías analíticas (análisis de la naturaleza básica del derecho y de los conceptos jurídicos); las teorías criticas (acerca de cómo mejorar el derecho), y las teorías sociológicas o históricas (relativas a las causas y efectos de las normas jurídicas); pero "las teorías que pretenden describir o explicar la naturaleza del derecho parecen hacer algo bastante diferente del estándar de las teorías de las ciencias sociales (y diferente de las teorías de las ciencias físicas)"80. 3. ¿En cuál modelo epistemológico-jurídico estamos? a) En Alemania La actual filosofía del derecho alemana trabaja en 4 corrientes epistémicas: la corriente de orientación sociológico-realista, la de orientación racional discursiva, la de orientación sistémica y el “Neo-institucionalismo”. a.1 La orientación sociológico-realista pone el papel central de su reflexión en la reconstrucción del derecho, a través del ejercicio diario del juez: la jurisprudencia no sólo se encarga del estudio empírico de la aplicación del derecho, sino también del estudio de su creación y es en este sentido una forma de “política jurídica”. Y como en toda política, ésta se pregunta y busca resolver cuáles metas sociales pueden alcanzarse con ciertos mecanismos jurídicos. El carácter pragmático de la explicación de esta corriente se centra en que, mediante el discurso pragmático, se establece, con el derecho, la mediación en la sociedad. a.2 Las corrientes de orientación racional discursiva. Son muchos los autores en esta corriente. El más conocido es Jürgen Habermas. No hace falta hacer una referencia a su importancia. El extraordinario esfuerzo que representa su libro "Facticidad y Validez" lo dice todo. 80 Bix, Bryan, “Algunas reflexiones sobre metodología en teoría del derecho”. Doxa. Cuadernos de filosofía del derecho. N. 26, 2003, p. 610. Disponible: en http://descargas.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/08147230978670606315635/015799.pdf?incr=1 Consultado el 10 de noviembre de 2013. 69 Esta corriente se caracteriza por la insistencia en que el derecho es "racional". La racionalidad del derecho se contrapone a las particularidades de otros paradigmas, como aquellos que usan el Poder o la Política, como elemento primordial del derecho. El que el derecho sea racional es su principal distintivo. Desde este concepto el jurista tiene como principal actividad la argumentación racional. La racionalidad del discurso jurídico define su naturaleza, su "verdad" y es la "justificación" de su existencia. El principal representante es Robert Alexy. Aunque no todos los autores aceptan que el derecho no es más que un caso especial del discurso práctico general, como lo hace Alexy, la racionalidad discursiva es su distintivo. Los esfuerzos de este autor se dan en una complicada y amplia tarea de explicar las reglas del discurso práctico, área específica desde donde esta escuela lleva adelante los análisis de las soluciones jurídicas de la compleja problemática global. También Niklas Luhmann es uno de los grandes representantes de esta línea paradigmática. Pospone responder a la pregunta "qué es derecho", después de que se haya dado respuesta la pregunta "qué es la sociedad". Esto lo hace a través de su compleja teoría de sistemas: una teoría universal de la vida en el mundo y no sólo una mera teoría de la sociedad o del derecho. El neo-institucionalismo, también conocido como positivismo institucional, es una ontología jurídica que se encuentra, según los autores de esta corriente, más allá del “positivismo jurídico y el derecho natural”. Esta institución se define como: “Un marco normativo para la acción e interacción humana”. La teoría analítica del derecho ofrece un análisis de la naturaleza básica del derecho y de los conceptos jurídicos (e.g. “derechos”, “deberes”) en contraste con la motivación que subyace a las discusiones sobre cuestiones jurídicas que ha predominado en tiempos clásicos y en trabajos más recientes: analizar al derecho como un foro para la discusión de cuestiones morales acerca de cómo deben actuar los individuos (e.g. las respuestas adecuadas a normas inmorales, o la cuestión de cómo deben los legisladores mejorar el derecho.81 b) En Italia. Además del panorama que presentan los trabajos de Carla Faralli82, desde donde se pueden concluir los paradigmas que trabajan la temática y problemática que abordan, Massimo La Torre muestra que las tendencias del derecho y de la teoría del derecho superan la actitud legalista, formalista, positivista y se trabaja en dos áreas: 81 Ídem. 82 Véase, por ejemplo el Anuario de Filosofía del Derecho. Núm. XXIX, Enero, 2013. 70 “la afirmación de teorías post-positivistas del derecho, sobre todo en el plano de la teoría del derecho stricto sensu, y en la afirmación de teorías “responsivas” del derecho, en el plano de la sociología del derecho. El paradigma postpositivismo, dice La Torre, es aquella teoría que afirma que el derecho es obra del hombre, producto – aun involuntario- de su acción” y contrapone el paradigma positivista que sostiene que el único productor del derecho es el Estado y que no hay otras fuentes de derecho fuera de sus confines. Según esta doctrina “jurídico” sería igual a “estatal”. Post-positivismo tiene que ver “con las más modernas teorías epistemológicas que, siguiendo a Karl Popper, afirman esta tesis tan sencilla cuanto destructiva hacia el neopositivismo lógico y el neoempirismo: que no sea posible establecer leyes científicas sin teorías previas, que no haya conocimiento científico sin “paradigmas” teóricos. Estas tesis epistemológicas post-positivistas traducidas en los términos de las teorías jurídicas implican –según algunos- que no se pueda establecer la validez de una ley, y tampoco llegar a una decisión jurídica (a una decisión judicial sobre todo) sin recurrir a criterios normativos externos con respecto a aquellos puestos por el sistema jurídico mismo. Una consecuencia ulterior de esta última conclusión es, además, un fuerte escepticismo hacia la posibilidad de una ciencia jurídica no solo sin previas concepciones epistemológicas sino también de una ciencia jurídica a valorativa, wertfrei como diría Max Weber.83 Lo más interesante de este “post-positivismo”, como lo concibe La Torre es que la ciencia jurídica resulta un producto de posturas normativas fuertes, es decir, políticas y morales. La otra vertiente que reseña La Torre es lo que ubica en “sociología del derecho” y que las agrupa dentro de lo que llama teorías “responsivas”. “Responsive law” agrupa el derecho represivo, el derecho autónomo y el derecho responsivo (Nonet y Selznick). Además señala otras dos teorías: la que llama “procesal” (Wiethölter) y derecho “reflexivo” (Günther Teubner) que pueden en las obras de estos autores c) En España. Una idea general sobre los paradigmas desde donde se está trabajado se puede ver en el índice de Serna. En España se trabaja en temas sobre la crisis del 83 La Torre, Massimo, “Derecho y teoría del derecho. Tendencias fundamentales para finales del siglo XX”. En: Soberanes, José Luis, Tendencias actuales del derecho, 2ª edic., México, UNAM-Fondo de Cultura Económica, 2001, págs. 135-37. Disponible en: http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/3/1376/13.pdf Consultado el 13 de noviembre de 2013. 71 positivismo jurídico y en la temática del derecho como argumentación y sus problemáticas. Serna trata estos temas: El agotamiento del positivismo jurídico. Del positivismo a las teorías de la argumentación. Del positivismo a la hermenéutica. De la hermenéutica a la ontología84. Interesante es que la historia del positivismo ha intentado a toda costa de pasar del plano de un derecho real, vigente y aplicable en la sociedad, al del derecho conceptual. Ese derecho no era posible encontrarlo. Al influjo de otros autores europeos, se trabaja por darle fundamentación y racionalidad de las decisiones jurídicas. Igualmente se reflexiona en las tres teorías señaladas arriba al referirse a Alemania y la influencia de la hermenéutica en las teorías de la interpretación y aplicación del derecho, siguiendo a Kaufmann. Este último autor alemán trabaja desde un paradigma ontológico, pero una ontología distinta a la de cuño aristotélico. En España se ha de subrayar otro paradigma: la razón prudencial, un paradigma que también significó reflexiones alternativas85 Otros puntos de partida pueden valorarse en la conversación sostenida entre Luigi Ferrajoli y Juan Ruiz Manero.86 En esta conversación puede entresacarse el paradigma desde donde se abordaban los temas jurídicos en 1970-1980. La confrontación entre los modelos de constitucionalismo y las diferentes concepciones de teoría del Derecho sostenidos por cada uno de los autores, es decir, el modelo «garantista», y el modelo que suele llamarse «postpositivista» o «principialista» de Ruiz Manero, posición clave para resolver algunos problemas en el área de las relaciones internacionales. Un análisis rápido a los índices de los Anuarios de filosofía del Derecho también permiten apreciar las epistemologías desde donde se abordan las problemáticas sociales. Véase, por ejemplo, el Anuario de la Sociedad Española de Filosofía Jurídica y Política87 o lo que se discute en el portal de Doxa, con la colección de la Revista Doxa e Isonomía88, publicaciones que muestran, no sólo desde donde reflexiona Iberoamérica, sino el derecho occidental. 84 Serna Bermúdez, Pedro, Filosofía del derecho y paradigmas epistemológicos. De la crisis del positivismo a las teorías de la argumentación jurídica y sus problemas. México. Porrúa, 2006. 85 Serna Bermúdez, Pedro, Op. Cit., pág. 126. 86 Ferrajoli, Luigi y Juan Ruiz Manero, Dos modelos de constitucionalismo. Una conversación, Trotta, Madrid, 2012. 87 Disponible en http://www.uv.es/afd/ Consultado el 13 de noviembre de 2013. 88 Disponible en http://www.cervantesvirtual.com/bib/portal/DOXA/hemeroteca.shtml 72 d) En América Latina Siguiendo esta misma búsqueda, véase, por ejemplo los paradigmas que están en las reflexiones que vienen en "Problema", un anuario de filosofía y teoría del derecho, publicado por la UNAM, en México.89 En América Latina es especialmente claro el paradigma positivista que se ha usado y la temática en la que se ha reflexionado, es decir, centrada en el Derecho Constitucional. Véase por ejemplo las temáticas del Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano90. Sería interesante identificar los paradigmas epistemológicos de los marcos teóricos del Anuario de la Asociación Argentina de Filosofía del Derecho91 y el Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales de la Universidad de Buenos Aires92. No menos significativo son las innumerables temáticas y los múltiples enfoques con que son abordados los temas jurídicos, en las, hoy muchísimas, universidades latinoamericanas. 4. El modelo de ciencia jurídica actual en México. Luis Manuel Sánchez hace una reflexión sobre la norma en el modelo epistemológico positivista jurídico. Dice:93 El conjunto de proposiciones que a nuestro juicio caracterizan al modelo epistemológico positivista jurídico pueden sintetizarse en las siguientes (afirmaciones): a) El derecho se describe por la norma positiva, es decir, la norma que proviene de la voluntad humana, formalizada en el sistema normativo vigente, respaldada en el poder coactivo del Estado, y contenida principalmente en el derecho escrito. Las otras “fuentes del derecho” sólo son aceptadas subsidiariamente y en tanto la propia norma escrita lo determine; b) La norma existe desvinculada del entorno no jurídico, en consecuencia se expulsan de la teoría jurídica los problemas del origen de la norma y de los posibles efectos de su acción sobre el entorno, es decir, como diría Robles, se separan el ser del deber ser 89 Disponible en: http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/indice.htm?r=filotder&n=4 90 Disponible en http://www.kas.de/wf/doc/kas_36055-1522-4-30.pdf?131113170404 91 Disponible en 92 Véase el relato de Manuel Atienza. Disponible en: http://www.derecho.uba.ar/publicaciones/rev_academia/revistas/14/una-nueva-visita-a-la-filosofia-delderecho-argentina.pdf 93 Disponible en: http://www.isonomia.itam.mx/ y en http://bib.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/35706177436793617422202/index.htm 73 c) La norma, aunque surge de una voluntad, existe con objetividad, independientemente de la voluntad que le dio origen, y de la voluntad de quién opera con ella. Esto hace posible que pueda abordarse de un modo puramente cognoscitivo o descriptivo, e incluso neutralmente valorativo d) En razón a todo lo anterior los conceptos y métodos de la “ciencia del derecho” han de servir primariamente para desentrañar los contenidos del lenguaje de la norma positiva. La “ciencia jurídica” aparece por ello corrientemente identificada con la dogmática, y definida, en lo esencial, como una disciplina hermenéutica o de interpretación del “deber ser”. Este parece ser el sentido desarrollado preferentemente por la jurisprudencia práctica, coincidente con el ideal de ciencia jurídica kelseniano, una ciencia normativa “en el doble sentido de que 1) describe normas y 2) lo hace normativamente, mediante juicios imputativos de ‘deber ser’. El sistema de conceptos que se derivan de estos supuestos pretende servir para describir el derecho dentro de un visión formal (es decir, el derecho considerado como forma, sin importar los contenidos que incorpora, atemporal, e intrasistemática. Estrictamente no están pensados para entender la dinámica intersistémica o extrasistemática de la norma. No existe en el saber jurídico positivista acumulado ningún concepto apropiado que permita dar cuenta de la conexión de la norma con el entorno social, no formal jurídico.94 Pareciera que describe el paradigma epistemológico-jurídico con el que se abordan las soluciones a los problemas que se dan en América Latina. Y desde Bobbio hasta algunos actuales metodólogos jurídicos concluyen que la metodología jurídica ha de ser coherente con una perspectiva epistemológica formalista, por concebir el derecho como un sistema de normas o como un conjunto dinámico de prescripciones que se van adecuando con las relaciones sociales.95 Pero ahí es donde se pasa por alto la importancia de la pregunta epistemológica en el área jurídica. La metodología jurídica ha de seguirse del paradigma epistemológico que se haya elegido para definir el derecho. 94 Sánchez Luis Manuel, "Los límites del modelo de ciencia jurídica actual. Exploraciones sobre el objeto de estudio del derecho". 1998, pág. 162. Disponible en: http://www.isonomia.itam.mx/. Consultado el 13 de noviembre de 2013. 95 Witker, Jorge y Larios, Rogelio, Metodología jurídica, McGraw-Hill, México, 1997, pág. 129. 74 Bix advierte que "cuando nos movemos desde “el concepto de derecho” hacia “nuestro concepto de derecho”, es necesario trabajar más para justificar el presupuesto o la conclusión de que existe sólo un concepto de derecho".96 Y afirma: En la literatura sobre metodología en la teoría general del derecho, subsisten controversias sustantivas acerca de si, de hecho, es necesario elegir entre teorías sustentables del derecho (o entre los propósitos sustentables del derecho que fundamentan estas diferentes teorías), y acerca de si tales elecciones son necesariamente normativas, o si pueden justificarse sobre bases conceptuales o metateóricas que sean moralmente neutrales. Tal vez debamos dejar abierta la posibilidad de que nuestra sociedad contenga múltiples y conflictivos conceptos de derecho; quizás, como W.B. Gallie (1955-56) sugirió para los conceptos de “arte” y “democracia”, nuestro concepto de “derecho” es esencialmente controvertido (está basado en diferentes interpretaciones sustentables de un paradigma o conjunto de paradigmas complejos).97 Pero no hay que olvidar que Bix parte de un paradigma analítico y ya se vio que el desarrollo de la epistemología es más amplio que el sólo enfoque analítico. Por tanto, teniendo en cuenta el desarrollo de la epistemología del siglo XX y XXI, ¿Cuál ha de ser el enfoque epistemológico para abordar el derecho? BIBLIOGRAFIA. BIX, Brian. (2003). Algunas reflexiones sobre metodología en teoría del derecho. Doxa. Cuadernos de filosofía del derecho. N. 26. Disponible: en http://descargas.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/0814723097867060 6315635/015799.pdf?incr=1 FERRAJOLI Luigi y RUIZ MANERO, Juan (2012). Dos modelos de constitucionalismo. Una conversación, Trotta, Madrid. GIMÉNEZ MONTIEL, Gilberto, (2003). en: Bókser, M. Liwerant, Judith. Ciencias sociales y humanidades. Simposio Ciencias Sociales y Humanidades. Disponible 96 en: Bix, Brian, “Algunas reflexiones sobre metodología en teoría del derecho”, Doxa. Cuadernos de filosofía del derecho. N. 26, 2003, pág. 624. Disponible: en http://descargas.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/08147230978670606315635/015799.pdf?incr=1 Consultado el 13 de noviembre de 2013. 97 Ídem. 75 http://www.amc.edu.mx/congreso/index.php?option=com_content&view=articl e&id=28&Itemid=13 HABERMAS, Jürgen. (2010). Facticidad y Validez. Trotta. Madrid. HETHERINGTON, S. (2002): “Fallibilism and Knowing That One Is Not Dreaming”, en Canadian Journal of Philosophy. HUSSERL, Edmund, Philosophy and the Crisis of European Man. Disponible en http://www.users.cloud9.net/~bradmcc/husserl_philcris.html Consultado el 13 de diciembre del 2013. LA TORRE, Massimo. Derecho y teoría del derecho. Tendencias fundamentales para finales de4l siglo XX. En: Soberanes, José Luis. 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The Human Rights Constitutional Reform of June 2011 leads to the restatement of the classic concept of "sovereignty" in relation to the current era of globalization; presenting, as two of its positive characteristics, the internationalization of human rights and the operation of supranational judicial systems. Keywords: Sovereignty - Human rights- Universal justice - Inter-American Court of Human Rights- Conventionality control. 1. Introducción. El esfuerzo de la humanidad por consagrar los derechos humanos tiene añejas raíces; una de las obras continuas de la cultura humana, consiste en la actividad de promoción y la búsqueda pertinaz de cómo hacer efectivos tales derechos. Si bien es cierto que es hasta el siglo XX -a partir de la Carta de las Naciones Unidas (ONU) y de la Declaración Universal de los Derechos Humanos-, que se inicia el desarrollo de un sistema que progresivamente ha ido perfeccionándose y definiendo el alcance y consagración a nivel regional y universal de esta especie de derechos, no menos veraz resulta que el embrión se implantó ya desde el siglo XVII, aunque algún ∗ Doctor en Derecho. Magistrado Cuarto del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Yucatán. jriverev@yahoo.com 78 sector de la doctrina afirma que aquéllos representan interés para el conocimiento jurídico, a partir del siglo XVIII98. Hasta mediados del siglo pasado, la protección del individuo era considerada una competencia exclusiva del Estado; no existía el derecho internacional de los derechos humanos, que se desarrolló motivado por las atrocidades cometidas contra la dignidad humana durante la Segunda Guerra Mundial99. En la etapa histórica que hoy se vive, el reconocimiento de los derechos humanos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana es la base de la libertad, la justicia y la paz en el mundo, como lo declara la Carta de las Naciones Unidas100; empero, tal declaración, por sí sola, es insuficiente para frenar o disuadir las violaciones a esos derechos. Debe destacarse que los derechos humanos no son producto de una ley ni originarios de un sistema jurídico ni otorgados por un gobierno. Ellos valen por sí mismos y nacen de la naturaleza del hombre. Lo que hace un sistema jurídico es reconocerlos, garantizarlos, promoverlos101. La evolución progresiva del Derecho internacional consagró como uno de los más relevantes principios de convivencia en el mundo que los derechos humanos deben ser protegidos por ley internacional. Esta es la orientación vigente que norma la conducta de la comunidad de naciones. Por tal motivo, se han creado diversos tribunales para la aplicación de los derechos humanos universalmente reconocidos, ya no en sede estadual sino supranacional. Así, surgen regionalmente el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, La Corte Africana de Derechos Humanos; asimismo, en el seno de la ONU, los tribunales universales como la Corte Internacional de Justicia y, desde luego, la Corte Penal Internacional. El objetivo de tales Cortes es muy claro, desterrar de la faz de la tierra la impunidad de los más graves atentados contra los derechos humanos. Hoy día, en nuestro país, se halla un nuevo paradigma constitucional, derivado de las reformas a la Carta Magna Nacional de junio de 2011, que sustituyó la entelequia jurídica de las garantías individuales, por el concepto de derechos humanos, 98 Carbonell, Miguel. Una historia de los derechos fundamentales. México, Porrúa, 2005, página 30. 99 Quispe Remón, Florabel. El debido proceso en el derecho internacional y en el sistema interamericano., Valencia, Tirant lo Blanch, 2010, página 106. 100 Prado Vallejo, Julio. La protección internacional de los derechos humanos y el Comité. En: Ando, Nisuke. Toward Implementing Universal Human Rights: Festschrift for the twenty-fifth anniversary of the Human Rights Committee. Bril Academic Publishers, Leiden, 2004, página 25. 101 Rivero Evia, Jorge. El acceso de las víctimas a la justicia de la Corte Penal Internacional. Porrúa, México, 2012, página XX (Introducción). 79 generando diversas consecuencias, como son: la existencia de un bloque de constitucionalidad, la ampliación del techo argumentativo y litigioso en todas las instancias contenciosas y el control de convencionalidad, entre otros. Dicho en una frase: ahora, más que nunca antes en la historia de nuestro país, se apuesta por una auténtica justicia universal; empero, ello genera tensiones aparentes con la soberanía nacional. 1.1 Antecedentes del sistema internacional de protección de los derechos humanos. No puede hablarse de la maduración de un sistema de protección de los derechos humanos, sino hasta el nacimiento de la Sociedad Internacional contemporánea; empero, cobran especial relevancia determinadas teorías, conceptos y normas jurídicas, que conforman antecedentes, que a la postre, fueron útiles para concretar el establecimiento de normas internacionales protectoras de derechos y libertades fundamentales de toda persona, ya en el ámbito universal, ya en el regional, y de los procedimientos para exigir el cumplimiento a los diversos Estados102. En la búsqueda de ese pasado, se tomará como punto clave de la historia, la llamada Guerra de los Treinta Años, cuya conclusión, consignada en los tratados de Westfalia, se considera la génesis del Estado moderno103 y constituye el origen de la teoría política realista de las relaciones internacionales104. En el siglo XVII se ubica lo que los historiadores llaman la gran depresión europea105; momento en el cual se conjugaron una serie de explosiones sociales con una depresión económica mayor a la experimentada por Europa con la crisis feudal. Así, durante el siglo XVI, la llegada del oro americano al viejo continente, con motivo de los descubrimientos territoriales en el nuevo mundo y la escalada ascendente agrícola y demográfica habían generado una situación de bonanza que permitió mantener las costosas estructuras jerárquicas heredadas del sistema feudal; empero, ese estado de las cosas no pudo imperar más allá de esa centuria, pues en 102 Mariño Menéndez, Fernando. La protección internacional de los derechos humanos desde la paz de Westfalia hasta la Revolución Francesa. En: Peces-Barba Martínez, Gregorio; Fernández García, Eusebio; De Asís Roig, Rafael (Directores). Historia de los Derechos Fundamentales. Tomo II: Siglo XVII. Volumen III. El derecho positivo de los derechos humanos. Derechos Humanos y comunidad internacional: los orígenes del sistema. Madrid, Dykinson, 2001, página 401. 103 Jellinek, George. Teoría General del Estado. México, Compañía editorial continental, S.A., 1958, página 266. 104 Guariglia, Osvaldo. En camino de una justicia global. Barcelona, Marcial Pons, 2010, página 25. 105 Aceves, Liza. Cambios en el sistema interestatal Westfaliano. Aportes, enero-abril 2004, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, página 41. 80 los treinta años que van de 1620 a 1650 se puede ubicar el momento más agudo de la crisis económica, que coincidió con el periodo de 1618 a 1648 en el que se ubica la llamada Guerra de los Treinta Años. El inicio de la expansión económica en 1650, que duró hasta 1780 fue también el inicio del primer modelo de sistema interestatal que surgió de los acuerdos de paz que pusieron fin a aquella conflagración. 1.1.1. Instrumentos emblemáticos pre-westfalianos. Conviene mencionar que en la historia que conduce hacia el surgimiento del moderno Estado constitucional, hubo varios documentos jurídicos que ya contenían una semilla de lo que después serían los derechos humanos o fundamentales. Entre los documentos insignes de esta etapa, se encuentran, sin duda alguna en Inglaterra, a la Magna Carta de Juan sin Tierra de 1215, donde germinó la idea del debido proceso, y sobre la cual se abundará en los capítulos siguientes. Se destaca pues, lo que se conoce como Due process of law, contenido en la cláusula 39 de dicho documento: (…) No free man shall be seized or imprisoned, or stripped of his rights or possessions, or outlawed or exiled, or deprived of his standing in any other way, nor will we proceed with force against him, or send others to do so, except by the lawful judgment of his equals or by the law of the land (...) (Ningún hombre libre podrá ser detenido o encarcelado o privado de sus derechos o de sus bienes, ni puesto fuera de la ley ni desterrado o privado de su rango de cualquier otra forma, ni usaremos de la fuerza contra él ni enviaremos a otros que lo hagan, sino en virtud de sentencia judicial de sus pares y con arreglo a la ley del reino)106. No obstante, en la Carta no se incluyen derechos sino libertades y privilegios (para los nobles). No se presupone la idea del individuo abstracto como destinatario de los derechos, presupuesto básico para poder hablar de la idea de universalidad, que es uno de los rasgos que acompañan la noción moderna de los derechos107. Otro documento histórico relevante, lo constituye el Edicto de Nantes, propulsado por Enrique IV de Francia, que en 1598 planteó la necesidad de que el Estado afianzara la convivencia pacífica entre los fieles de religiones diversas, aunque en la 106 Breay, Claire. Magna Carta. Manuscripts and myths. The British Library, Londres, 2002, página 52. La traducción es propia del sustentante. 107 De Páramo Arguelles, Juan Ramón; Ansuátegui Roig, Francisco Javier. Los derechos en la Revolución inglesa. En: Peces-Barba Martínez, Gregorio; Fernández García, Eusebio (Directores). Historia de los Derechos Fundamentales. Tomo I. Tránsito a la modernidad. Siglos XVI y XVII. Madrid, Dykinson, 2003, página 749. 81 práctica fracasó, pues el indicado rey -su principal valedor- falleció asesinado por un ferviente católico en 1610108. En resumen, el Edicto estableció una libertad de conciencia general y amplia para los protestantes reformados, y una libertad de culto restringida y limitada a lugares expresamente señalados en dicho instrumento. Asimismo, debe destacarse la Petition of Right (Petición de derechos) de 1628, pronunciada en Inglaterra y por cuyo conducto se pretendió solventar las tensiones entre el Rey y el Parlamento, que fueron recrudecidas cuando Carlos I tomó posesión del trono tras la muerte de Jacobo I; ello, con ocasión del endeudamiento excesivo al que la Corona recurrió a fin de sostener sus campañas bélicas contra Francia. Por tal motivo, el contenido del instrumento en cita, es fundamentalmente patrimonial, como se advierte de la siguiente transcripción: (…) Por ello, (los lores) suplican humildemente a Vuestra Excelentísima Majestad que nadie esté obligado en lo sucesivo a realizar donación gratuita, préstamo, ni pagar ninguna contribución, impuesto o carga similar sin el común consentimiento realizado mediante una Ley del Parlamento (Act of Parliament); que nadie sea citado a juicio ni obligado a prestar juramento, ni requerido a realizar servicios, ni detenido, inquietado o molestado de ninguna otra manera, con motivo de dichas exacciones o por rehusar a pagarlas; y que ningún hombre libre sea detenido o encarcelado de la manera antes indicada; y que Vuestra Majestad se digne a retirar los soldados y marineros antes mencionados y no vuelva en lo sucesivo a oprimir a su pueblo de tal manera; que se revoquen y anulen las comisiones encargadas de aplicar la ley marcial; y que en lo sucesivo no se encomienden a nadie comisiones semejantes, para evitar que en virtud de las mismas se veje o ajusticie a cualquiera de vuestros súbditos, de forma contraria a las leyes y franquicias del territorio(…)109. En América del Norte, destaca el Massachussets Body of Liberties (Cuerpo de libertades de Massachussets), que encabeza la lista de los textos de tolerancia que proliferaron en ese lugar; fue expedido en 1641 (150 años antes de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano), y enunció principios y prerrogativas básicas para el gobernado, como la legalidad, la no discriminación, la libertad de trabajo, la necesidad de indemnizar en caso de expropiación, el derecho a ser defendido por un abogado en una causa penal, el principio non bis in idem, etc110. 108 Carbonell, Miguel, Op. cit., página 46. 109 De Páramo Arguelles, Juan Ramón; Ansuátegui Roig, Francisco Javier. Op. cit., página 777. 110 Carbonell, Miguel, Op. cit., páginas 49-50. 82 1.1.2. De la paz de Westfalia hasta la revolución francesa. Se denomina "Paz de Westfalia", al conjunto de los acuerdos de paz firmados en las ciudades alemanas de Münster (8 de septiembre de 1648) y de Osnabrück (6 de agosto de 1648), que pusieron fin a la Guerra de los Treinta años. Los motivos aparentes de ésta, fueron asuntos religiosos; sus comienzos, una sublevación de los checos reformados contra un soberano católico; la causa real fue la ambición de un príncipe de la Casa de Austria (Fernando II), que soñó con transformar el imperio alemán en un estado hereditario, centralizado, como el reino de Francia. Al principio fue una simple guerra civil de los estados de la Casa de Austria; poco después, se convirtió en guerra alemana y, por último, se transformó en guerra general europea111. Los tratados de paz, significaron el triunfo de los Estados alemanes en su lucha contra el intento absolutista y centralizador del Emperador, reordenaron el mapa geopolítico de Europa y se considera que crearon un sistema jurídico internacional, aunque regional: (…) El orden de Westfalia constituyó un embrión del sistema regional de paz y seguridad que establecía incluso previsiones para una acción colectiva armada contra uno de sus miembros estatales si éste, después de haber transgredido los Tratados, no hubiera solucionado en un plazo determinado de modo pacífico, su controversia con el lesionado injustamente(…)112. La paz de Westfalia se convirtió en el marco referencial de las relaciones internacionales, estipulando lo permitido y lo no permitido, en la lucha por los espacios políticoeconómicos. Westfalia representó el surgimiento de un nuevo orden mundial y la supeditación de la lógica de dominación territorialista a la capitalista, ya que con los acuerdos, se transformó conceptualmente lo legítimo y lo ilegítimo en términos de las acciones de los diferentes Estados, transformando las reglas de funcionamiento imperantes en la política de Europa113; en las negociaciones y en el pacto final, tomaron parte alrededor de trescientos distintos gobiernos, desde el emperador y los reyes, hasta pequeñas baronías y ciudades libres. Otro de sus puntos importantes fue el acuerdo definitivo de la libertad de culto para la religión católica y la reformada, en un mismo pie de igualdad114. Prosiguiendo con los antecedentes de la época, en 1689 se pronunció en Inglaterra la denominada Bill of Rights (Declaración de derechos), que constituyó una expresión 111 Malet, Alberto; Isaac, J. Los tiempos modernos. México, Editora Nacional, 1956, página 133. 112 Mariño Menéndez, Fernando, Op. cit., página 404. 113 Aceves, Liza, Loc. cit. 114 Guariglia, Osvaldo. Loc. cit. 83 jurídica de la Glorious Revolution (Revolución gloriosa), denominada de esta manera por cuanto a que su "gloria" radicó no tanto en la poca sangre que se derramó ni en la poca violencia que necesitó para triunfar, sino en el hecho de que se consiguió un acuerdo voluntario y pacífico de las controversias políticas y religiosas que habían separado por mucho tiempo a los ingleses115; ocasionó la huida a Francia de Jacobo II y la llegada a Inglaterra de Guillermo de Orange116, quien signó el documento, redactado a manera de contrato, para acceder al trono. Esta declaración incluía, entre otros, el reconocimiento de la libertad de expresión y la protección contra penas crueles e inusitadas, con base en los "antiguos" e "indudables" derechos117. Así, la tabla de derechos ahí contenida, constituye el modelo liberal clásico, que se puede resumir en: "… el sometimiento del Rey a la ley, la seguridad del individuo en su persona y en sus bienes, las garantías procesales y algunas dimensiones de la libertad política…"118; por ende, tuvo una influencia esencial en el modelo norteamericano, adoptado tanto en la Declaración de los derechos de Virginia, como en la misma Declaración de Independencia, ambas del año de 1776. En efecto, la Declaración de Virginia, tiene importancia por su contenido y por la influencia que ejerció en otros territorios; se trata de un texto no muy largo, constituido por dieciséis preceptos, destacando la existencia de ciertos derechos "innatos": la vida, la libertad, la propiedad, la felicidad y la seguridad 119. De ello, se siguió la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, que representa lo que algunos autores denominan un "derecho fundamental colectivo"120 ; no es un texto dividido en artículos, lo interesante de su redacción, son las afirmaciones realizadas a fin de reconocer la igualdad de todos los seres humanos y resaltar algunos derechos inalienables del hombre; a saber: la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, prácticamente en la misma línea de argumentación que la Declaración de Virginia, pero con la diferencia de que no enunció expresamente al derecho a la propiedad. Las colonias norteamericanas que a la postre se sacudieron el yugo de Inglaterra, compartían la misma religión, la misma lengua, las mismas costumbres, casi las mismas leyes y lucharon contra un enemigo común; entonces tenían muchas razones 115 De Páramo Arguelles, Juan Ramón; Ansuátegui Roig, Francisco Javier. Op. Cit, página 786. 116 Carbonell, Miguel, Op. cit., página 52. 117 “… All on the basis of “ancient” and “undoubted” rights”…”: James, Stephen Andrew. Universal Human Rights: Origins and Development. LFB Scholarly Publishing LLC, New York, 2007, página 13. 118 De Páramo Arguelles, Juan Ramón; Ansuátegui Roig, Francisco Javier. Op. Cit, página 789. 119 Carbonell, Miguel, Op. Cit., página 55. 120 Ibídem, página 59. 84 para unirse y conformar una sola nación. No obstante, ello no las exentó de vicisitudes para llegar a la consolidación de una Constitución, lo cual aconteció en 1787 (cuatro años después del Tratado de Paz de 1783), cuyo contenido se conformó, en primera instancia, con disposiciones meramente orgánicas sin aludir a derechos de los individuos, los que fueron añadidos en los años venideros a través de las enmiendas. Sigue al paso, otro hecho histórico –quizás el más importante- que transformó a la humanidad: La Revolución Francesa. Ésta, no solamente fue un intento por derrocar al Antiguo Régimen, sino sobre todo, implicó una consecuencia social y política de la filosofía racionalista del siglo XVIII. Así, en 1789 se promulgó la Déclaration des droits de l'homme et du citoyen (Declaración de los derechos del Hombre y del Ciudadano), la cual significa hoy día: "… una especie de barrera cultural a favor de la dignidad y la libertad humanas que no admite retroceso…"121. La relevancia de la Declaración francesa, trasciende a todos y cada uno de los otros documentos recién citados. García Manrique122, enuncia tres notas que implican la trascendencia de la Declaración y que la apartan de los textos ingleses y norteamericanos: La primera, la mayor proximidad temporal a la Revolución Francesa, conflagración que, sin duda alguna transformó al mundo, pues generó la superación del Antiguo Régimen. La segunda, consistente en que en los casos inglés y norteamericano, la declaración de los derechos no estuvo aparejada a cambios tan radicales como sucedió en Francia. En Inglaterra el Bill of Rights de 1689, por ejemplo, no fue sino una continuación de lo que se consideraba la tradición constitucional inglesa, con siglos de historia, por lo menos desde la Magna Carta de 1215, tradición interrumpida durante el periodo absolutista de los Estuardo; además, la revolución inglesa no fue una revolución social; tampoco lo fue la norteamericana, pues la independencia ajustó el régimen político a un régimen social preexistente. La tercera, el carácter racionalista y universalista de la declaración francesa, no se encuentra en los textos ingleses; y no lo está tan claramente en los textos norteamericanos; asimismo, su contenido es mucho más significativo que en los textos ingleses y norteamericanos, pues resume en pocas líneas los elementos esenciales de los sistemas políticos modernos: los derechos fundamentales como criterio superior de 121 Ibídem, página 146. 122 García Manrique, Ricardo. Sentido y contenido de la declaración de 1789 y textos posteriores. En: Peces-Barba Martínez, Gregorio; Fernández García, Eusebio; De Asís Roig, Rafael (Directores), Op. Cit., página 225. 85 ordenación de la política, la democracia, el imperio de la ley, el control de la actividad administrativa, la separación de poderes. En una frase: el Estado de Derecho. Pese a ello, se dice que la falta de una garantía jurisdiccional, parece ser el gran olvido del texto francés. A juicio de Carbonell123, ese soslayo "… no se trata de una omisión por descuido o por ignorancia, sino que se entiende y justifica a la luz del movimiento revolucionario mismo, que no se podía apoyar en alguno de los órganos del antiguo régimen…" "…haber depositado su garantía en los jueces habría sido, en ese contexto, una traición a sus propios ideales…". 1.1.3. Los primeros instrumentos internacionales de protección de los derechos humanos. De lo anteriormente expuesto, se deduce que la cuestión de los derechos humanos aparece como un problema internacional, cuando los acontecimientos históricos ya relatados produjeron el tránsito progresivo hacia la modernidad. El reconocimiento y protección jurídica internacional de los derechos humanos se sitúa pues, en los orígenes del Derecho internacional, ante la necesidad de proteger a los miembros de determinadas minorías religiosas124. Así, cuando se produce la ruptura de la unidad religiosa en Europa, se comenzaron a configurar, lenta y progresivamente, las primeras formas de protección nacional e internacional de los derechos humanos, en particular de los vinculados a la libertad religiosa, en el momento en el que nace el Derecho internacional clásico; se trata del orden de coexistencia mediante el que se implantó el sistema Westfaliano, donde el poder reside en los Estados, los cuales son iguales entre sí, con independencia de la religión (catolicismo, luteranismo, calvinismo) y que como se ha aseverado en líneas precedentes, constituyó el nacimiento del Estado moderno, en su primera versión absolutista. Ahora bien, debe destacarse que hasta ese momento histórico, no se implantó un principio de laicidad completa, inaugurando el régimen de la libertad religiosa, sino como indica Fernández Liesa125 (citando a Schelle): "… en realidad, supuso la consolidación de la igualdad de Derecho de los Estados o, más precisamente de los príncipes, católicos o protestantes, dado que sobre la libertad religiosa individual primaba el poder de los príncipes de imponer a sus súbditos la unidad de 123 Carbonell, Miguel, Op. Cit., página 152. 124 Fernández Liesa, Carlos. Instrumentos internacionales de protección de los derechos humanos. En: Peces-Barba Martínez, Gregorio; Fernández García, Eusebio; De Asís Roig, Rafael (Directores), Op. Cit., página 446. 125 Ídem. 86 confesión…"; es decir, los príncipes eran libres de profesar la religión que quisieran, empero, sus súbditos no, pues aquéllos estaban facultados a imponerles sus creencias. La incardinación formal de la libertad religiosa en un catálogo de derechos humanos tendría lugar después que el racionalismo ilustrado crease a esos efectos, un fundamento argumental secularizado126. Aunque el derecho internacional clásico era interestatal, y marginaba al individuo, se fueron creando mecanismos de protección. No todos ellos, sin embargo, se refieren, en sentido estricto a personas pertenecientes a minorías, por cuanto que no se trata de nacionales del Estado donde se ven vulnerados sus derechos; tampoco su conjunto reflejó un sistema omnicomprensivo, por lo siguiente: a. Se conformó un derecho común internacional de extranjeros, a través de la celebración de tratados bilaterales entre Estados, basados en el principio de reciprocidad de trato, y así, limitaban los derechos soberanos sobre determinados aspectos de la actividad humana (civil, mercantil, religioso), como denotan el Tratado de Utrecht de 1713 (Francia y Reino Unido; Reino Unido y España); el Tratado de San Petersburgo de 1787 (Francia y Rusia); el Tratado de 1778 entre España y Portugal; el Tratado de 1783 entre Rusia y el Imperio Otomano; el Tratado de 1780 entre Rusia y Suecia; el Tratado de 1827 entre Francia y Suiza; el Tratado de 1843 entre Francia y Venezuela; y el de 1851 entre Francia y el Reino Unido. b. Se desarrolló una práctica sobre las intervenciones de humanidad, basadas primordialmente en auxiliar a minorías religiosas -desde luego, no en el sentido de la intervención humanitaria que actualmente se conoce, en atención a graves violaciones a los derechos humanos127-. Por su conducto, en 1764 y 1766, Rusia, Prusia, Gran Bretaña y Dinamarca, de manera unilateral intervinieron sobre el Rey de Polonia, a favor de los disidentes religiosos no católicos, causa de la posterior división de Polonia; así como las asumidas por Inglaterra y Holanda en 1655 en relación con los valdenses en Francia, o las de Suecia, Prusia y Rusia a favor de los protestantes y ortodoxos en Polonia, en el año de 1660. c. Se generó una práctica de protección internacional de sujetos pertenecientes a otros Estados, asimilados a minorías religiosas, consolidando, al menos normativamente, la libertad de conciencia religiosa mediante acuerdos bilaterales, como el de Oliva (1660), celebrado entre Suecia, Polonia y Prusia, en el que se reconoció que los católicos tenían libertad para profesar su religión en el territorio de 126 Ídem, página 447. 127 Höffe, Otfried. Derecho intercultural. Barcelona, Gedisa, 2008, página 251. 87 Livonia (cedido por Polonia a Suecia), y los de Nimega (1678) y Ryswick (1697), en los que Francia, al obtener diversos territorios, pactó con Holanda garantizar la libertad de culto a la minoría católica que residía en aquéllos. Empero, tales Tratados en su mayoría fueron ineficaces, por cuanto a que no previeron garantías efectivas para el cumplimiento de lo estipulado. 1.1.4. El paradigma tradicional del Derecho internacional público. El paradigma clásico del Derecho internacional, reconoce esencialmente sólo a los Estados como portadores de derechos y deberes propios, durante el tiempo de paz y guerra, lo cual estuvo vigente durante mucho tiempo, y fue allí mismo donde se generaron las reglas para la protección de las personas individuales, por ejemplo, mediante disposiciones para la tutela de los prisioneros de guerra poblaciones civiles durante las ocupaciones militares Como se abordó en un trabajo previo 129 128 y de las . la doctrina voluntarista del derecho tuvo un impacto determinante en lo anteriormente indicado, pues desarrolló una teoría de las relaciones internacionales, según la cual, por derecho entre naciones solamente podían considerarse los actos surgidos de transacciones o, en el extremo, pactos que no sólo reflejasen el momentáneo equilibrio de poder entre las partes comprometidas sino que también incluyesen una amenaza de sanción apoyada en última instancia en la guerra; así, el derecho internacional clásico se basó en una comunidad internacional en la que predominaba una estructura interestatal. Ahora bien, esa situación evolucionó con la impronta del reconocimiento gradual de los derechos inalienables del ser humano, y éste adquirió subjetividad internacional, principalmente con los primeros intentos por enjuiciar a criminales de guerra130. 128 Herdegen, Mathias. Derecho Internacional Público. México, Instituto de Investigaciones Jurídicas UNAM, 2005, página 2. 129 Véase: Rivero Evia; Jorge. Sistemas Supranacionales de Impartición de Justicia. Revista In Jure Anáhuac Mayab (on line), 2013, año 1, núm. 2, páginas 53-58. 130 El primer intento para fincar una responsabilidad individual en el ámbito internacional, aparece en el Tratado de Paz de Versalles de 28 de junio de 1919 (que puso fin a la Primera Guerra Mundial). En efecto, para el enjuiciamiento del Káiser, debía establecerse un tribunal penal internacional. En el Tratado se dispuso además, la facultad de los aliados para enjuiciar ante sus propios tribunales militares a los acusados de haber cometido actos contrarios a las leyes y a las costumbres de la guerra; con el objeto de posibilitar lo anterior, el pacto obligaba al gobierno alemán a extraditar a criminales de guerra y a prestar asistencia judicial. Con posterioridad se verificaron los enjuiciamientos de Nüremberg (1945), entre otras iniciativas para reprimir a los causantes del holocausto. Finalmente, el producto más acabado lo es la Corte Penal Internacional, creada por el Estatuto de Roma (1998), con jurisdicción universal para sancionar a individuos por su responsabilidad (penal) internacional. 88 2. Revaloración del concepto de soberanía estatal. Vinculación con el principio de justicia universal contenido en la Carta Magna mexicana. La reflexión teórica sobre los derechos y su desarrollo normativo, debe ir acompañada de medidas que favorezcan su implementación y efectividad. Para ello es necesario analizar la práctica de los operadores y el grado real de satisfacción de los derechos. México ha dado un paso importante con la reforma constitucional de junio de 2011: (… )La reforma constitucional en materia de derechos humanos de 2011 tendrá un impacto profundo en nuestras concepciones de los derechos fundamentales. Las modificaciones que aporta al constitucionalismo mexicano no son solamente de forma, sino que afectan al núcleo central de comprensión de lo que son los derechos (…)131. En efecto, se sustituye en el lenguaje constitucional el concepto de “garantías individuales”, por el de “derechos humanos”, al modificarse la denominación del Capítulo I del Título Primero del ordenamiento constitucional132. El artículo 1 de la Carta Magna, es ahora del siguiente tenor: (… ) Art. 1o.- En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece. Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplia. Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley. 131 Carbonell, Miguel. Las obligaciones del Estado en el artículo 1o. de la Constitución mexicana. Documento electrónico. Página 63. 132 Diario Oficial de la Federación de 10 de junio de 2011. 89 Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del extranjero que entren al territorio nacional alcanzarán, por este solo hecho, su libertad y la protección de las leyes. Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas (…). Resulta especialmente trascendente el tercer párrafo del indicado artículo, ya que ahí se inserta la filosofía de toda la reforma, al ordenar que todas las autoridades (incluidas las administrativas no solamente jurisdiccionales y las legislativas), respeten íntegramente los Derechos Humanos con base al nuevo Sistema Constitucional ya en vigor. No menos importante resulta el nuevo contenido del artículo 103, fracción I, de la Constitución Federal133, que es del siguiente tenor: (…) Artículo 103.- Los Tribunales de la Federación resolverán toda controversia que se suscite: I. Por normas generales, actos u omisiones de la autoridad que violen los derechos humanos reconocidos y las garantías otorgadas para su protección por esta Constitución, así como por los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte (…). Así, se advierte que el parámetro de control judicial, tanto en la instancia común, como en el juicio de amparo, lo será el de los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales signados por el Estado mexicano. Desde la perspectiva del sustentante, la idea que anima las reformas en comento, es otorgar la garantía a los mexicanos (y demás personas que se ubiquen en el territorio nacional), de que sus derechos humanos serán observados en todo momento, dada la imperiosidad de hacer efectivas dichas prerrogativas esenciales, bajo la perspectiva de la universalidad, es decir, de una justicia universal. En ese contexto, la Carta de Naciones Unidas (1945), firmada por 51 países (actualmente son 192 los Estados miembros), representa el inicio de este movimiento, después de la fallida Sociedad de Naciones134. En su “preámbulo” se refiere a la 133 Reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el 6 de junio de 2011. 134 El antecedente de la ONU es la fallida Sociedad de Naciones, que naciera por el Tratado de Versalles en 1919 después de la Primera Guerra Mundial y que formalmente desaparece en 1946. Véase: Ferrer Mac-Gregor, Eduardo, Interpretación conforme y control difuso de convencionalidad. El nuevo paradigma para el juez mexicano. En: Carbonell, Miguel; Salazar, Pedro (coordinadores). La reforma constitucional 90 necesidad de “reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de naciones grandes y pequeñas”. Los derechos y libertades deben además tener “efectividad”, como lo expresa el artículo 56, inciso c), de dicho instrumento fundacional135. La Comisión de Derechos Humanos (creada en 1946 y convertida en Consejo en 2006) se encargó de la redacción de lo que se convertiría en la Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobada en París por la Asamblea General Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948. Esta declaración, compuesta de tan sólo 30 artículos, constituye el primer paso de la internacionalización del derecho constitucional en cuanto establece un catálogo de derechos humanos para la humanidad. Si bien la declaración, en principio, carece de fuerza jurídica, debido a su aceptación generalizada como instrumento de humanización, progresivamente se le ha otorgado carácter vinculante, sea por los tribunales internacionales o regionales, incluso por los propios ordenamientos y tribunales internos. De esta manera, la Declaración Universal se convirtió en el eje o piedra angular del derecho internacional de los derechos humanos. A partir de entonces se han venido aprobando numerosos documentos y tratados internacionales en esa materia, algunos de ellos, por su importancia y a manera de textos básicos, se le han denominado en su conjunto como la Carta Internacional de los Derechos Humanos. Debe también destacarse que al lado de esta regulación convencional de derechos se han creado comités para supervisar el cumplimiento de las obligaciones de los Estados signatarios, así como el establecimiento de órganos jurisdiccionales. Todo ello, con la clara intención de no solamente proclamar la existencia de los derechos humanos, sino de hacerlos valer efectivamente. Entonces, se conectan de esta manera el derecho constitucional nacional con el ordenamiento internacional, al generarse, con motivo de la reforma de mérito un nuevo corpus iuris, integrado por los derechos humanos reconocidos tanto en la carta magna mexicana, como en los tratados en la materia ratificados por nuestro país, en los términos que indica el propio código político. De tal forma que ya no podemos entender la soberanía estatal136 como se concibió tras la llamada Guerra de los Treinta Años, cuya conclusión, consignada en los de derechos humanos: Un nuevo paradigma. Instituto de Investigaciones Jurídicas UNAM, México, 2011, página. 346. 135 http://www.un.org/es/documents/charter/. Recuperado el 28 de octubre de 2013. 136 Sobre el concepto actual de “Soberanía”, véase: Madrazo Rivas, Enrique. La soberanía. La evolución del concepto hacia una perspectiva internacional. Madrid, Dykinson, 2010. 91 tratados de Westfalia (1648), se considera la génesis del Estado moderno y constituye el origen de la teoría política realista de las relaciones internacionales. La vinculación de un Estado con la comunidad internacional, se da a través del acto soberano de suscribir un tratado. En efecto, los tratados internacionales suscritos por el Estado mexicano son normas jurídicas convencionales que, junto con la Constitución y las leyes federales, integran lo que en el texto constitucional se denomina Ley Suprema de toda la Unión137. Los tratados internacionales sin embargo, no son leyes nacionales en el sentido material y formal del término, por la simple razón de que no fueron expedidas por el órgano legislativo facultado por la propia Constitución para elaborar y expedir leyes. De esta forma, encontramos en esa especie normativa compromisos internacionales que el gobierno mexicano ha aceptado y se ha obligado a cumplir, bajo el principio fundamental de pacta sunt servanda. Para ello, el gobierno mexicano debe ejecutar todas las acciones administrativas y legislativas que sean pertinentes para dar cumplimiento al compromiso adquirido. Una de esas obligaciones que tiene México, es la relativa al Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos, contenida en la Convención Americana sobre Derechos Humanos. 2.1. El sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos. Los Estados de las Américas, en ejercicio de su soberanía y en el marco de la Organización de Estados Americanos adoptaron una serie de instrumentos internacionales que se han convertido en la base de un sistema regional de promoción y protección de los derechos humanos, conocido como el Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos. El Sistema Interamericano se inició formalmente con la aprobación de la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre en 1948138. Dicho sistema recoge los derechos atribuidos a todas las personas que se encuentran bajo la jurisdicción de los Estados miembros en una serie de instrumentos internacionales y dispone obligaciones tendentes a su promoción, garantía y 137 Véase: Del Rosario Rodríguez, Marcos. La cláusula de supremacía constitucional. El artículo 133 constitucional a la luz de su origen, evolución jurisprudencial y realidad actual. México, Editorial PorrúaInstituto Mexicano de Derecho Procesal Constitucional, 2011. 138 El qué, cómo, cuándo, dónde y por qué de la Corte Interamericana. http://www.ijf.cjf.gob.mx/cds/Materiales%20Seminario/Bibliografía%20básica/Sistema%20Interamericano/ El%20qué%20cómo%20cuándo%20dónde%20y%20por%20qué%20de%20la%20Corte%20interamerican a.pdf Recuperado el 31 de marzo de 2012. 92 protección. En este sistema existen dos órganos destinados a velar por su observancia: la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La Convención Americana sobre Derechos Humanos, también denominada como Pacto de San José de Costa Rica por el lugar en que fue suscrita, es un tratado internacional de carácter vinculante que reconoce los derechos y libertades que deben ser respetados y garantizados, sin discriminación, por los Estados Partes, es decir, aquellos que la han ratificado. Asimismo, la Convención indica que la Comisión y la Corte son los órganos competentes para conocer los asuntos relacionados con el cumplimiento de los compromisos contraídos por los Estados partes de la Convención; y regula su funcionamiento139. La Convención reconoce los siguientes derechos y libertades: derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica; derecho a la vida; derecho a la integridad personal; prohibición de la esclavitud y la servidumbre; derecho a la libertad personal; principio de legalidad y retroactividad; derecho a la indemnización; protección de la honra y de la dignidad; libertad de conciencia y de religión; libertad de pensamiento y de expresión; derecho de rectificación o respuesta; derecho de reunión; libertad de asociación; protección a la familia; derecho al nombre; derechos del niño; derecho a la nacionalidad; derecho a la propiedad privada; derecho de circulación y residencia; derechos políticos; igualdad ante la ley; y protección judicial140 La Convención Americana se firmó el 22 de noviembre de 1969 tras la Conferencia Especializada Interamericana de Derechos Humanos celebrada en la ciudad de San José, Costa Rica, y entró en vigencia el 18 de julio de 1978. Veinticinco naciones Americanas son parte de la Convención: Argentina, Barbados, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Dominica, Ecuador, El Salvador, Grenada, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Suriname, Uruguay y Venezuela141. 139 Así lo dispone el artículo 33 del Pacto de San José. 140 Tal y como sea advierte de la parte dogmática de la Convención, a saber, los artículos del 3 al 32. 141 El gobierno de Venezuela presentó el 6 de septiembre de 2012 al Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) un instrumento de denuncia de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Una vez que la denuncia de la Convención entre en vigor en el plazo de un año, Venezuela, como Estado miembro de la OEA, seguirá sujeto a la jurisdicción de la Comisión y a las obligaciones que le imponen la Carta de la OEA y la Declaración Americana, suscritas por dicho Estado 1948. Asimismo, cualquier caso de violación a los derechos humanos ocurrido hasta la fecha de entrada en vigencia de la denuncia podrá ser conocido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), de acuerdo al artículo 78.2 de la Convención Americana. Véase: http://www.oas.org/es/cidh/prensa/comunicados/2012/117.asp. Recuperado el 22 de marzo de 2013. 93 El Estado Mexicano reconoció de la jurisdicción obligatoria de la Corte, mediante comunicación presentada al Secretario General de la OEA el 16 de diciembre de 1998, que textualmente dice142: (…) 1. Los Estados Unidos Mexicanos reconocen como obligatoria de pleno derecho, la competencia contenciosa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, sobre los casos relativos a la interpretación o aplicación de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, de conformidad con el artículo 62.1 de la misma, a excepción de los casos derivados de la aplicación del artículo 33 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 2. La aceptación de la competencia contenciosa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos solamente será aplicable a los hechos o a los actos jurídicos posteriores a la fecha del depósito de esta declaración, por lo que no tendrá efectos retroactivos. 3. La aceptación de la competencia contenciosa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos se hace con carácter general y continuará en vigor hasta un año después de la fecha en que los Estados Unidos Mexicanos notifiquen que la han denunciado (…). Esta declaración fue hecha por el Estado Mexicano según el artículo 62 de la Convención Americana que dispone: (…) 1. Todo Estado parte puede, en el momento del depósito de su instrumento de ratificación o adhesión de ésta Convención, o en cualquier momento posterior, declarar que reconoce como obligatoria de pleno derecho y sin convención especial, la competencia de la Corte sobre todos los casos relativos a la interpretación o aplicación de esta Convención. 2. La declaración puede ser hecha incondicionalmente, o bajo condición de reciprocidad, por un plazo determinado o para casos específicos. Deberá ser presentada al Secretario General de la Organización, quien transmitirá copias de la misma a los otros Estados miembros de la Organización y al Secretario de la Corte. 3. La Corte tiene competencia para conocer de cualquier caso relativo a la interpretación y aplicación de las disposiciones de esta Convención que le sea sometido, siempre que los Estados partes en el caso hayan reconocido o reconozcan dicha competencia, ora por declaración especial, como se indica en los incisos anteriores, ora por convención especial (…). 142 http://www.oas.org/juridico/spanish/firmas/b-32.html. Recuperado el 2 de abril de 2012. 94 2.1.1. Casos contenciosos contra México ante la Corte Interamericana A la fecha, la Corte Interamericana ha resuelto 7 asuntos en donde México ha sido demandado, los cuales son: a. Caso Alfonso Martín del Campo Dodd (3 de septiembre de 2004). b. Caso Castañeda Gutman (6 de agosto de 2008). c. Caso Radilla Pachecho (23 de noviembre de 2009). d. Caso González y otras –“Campo algodonero”- (16 de noviembre de 2009) e. Caso Fernández Ortega (30 de agosto de 2010). f. Caso Rosendo Cantú (31 de agosto de 2010). g. Caso Cabrera García y Montiel Flores (26 de noviembre de 2010). Salvo el primero de ellos, en los restantes casos, nuestra nación ha sido señalada por la Corte Interamericana como responsable en la violación de los derechos humanos de las personas que acudieron a dicha instancia supranacional. A continuación veremos en qué consistió cada uno de estos casos contenciosos. 2.1.1.1. Caso Alfonso Martín del Campo Dodd143. El 30 de enero de 2003, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 50 y 51 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sometió a la Corte una demanda contra México, que se originó en la denuncia No. 12.228, recibida en la Secretaría de la Comisión el 13 de julio de 1998. La Comisión Interamericana expuso en su demanda que el 16 de diciembre de 1998, fecha en la cual México reconoció la competencia contenciosa de la Corte, el señor Alfonso Martín del Campo Dodd se hallaba arbitrariamente privado de libertad y seguía en la misma condición hasta la interposición de la demanda. La Comisión señaló que la presunta víctima fue detenida ilegalmente el 30 de mayo de 1992 y sometida a torturas por agentes de la Policía Judicial del Distrito Federal de México, con el fin de hacerle confesar su autoría del doble homicidio de su hermana, Patricia Martín del Campo Dodd y de su cuñado, Gerardo Zamudio Aldaba. La Comisión manifestó que dicha confesión era el único sustento de la condena a 50 años de prisión que le fue impuesta por el Poder Judicial de México. La Corte estimó aplicable el principio de la irretroactividad de las normas internacionales consagrado en la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados y en el derecho internacional general, y de acuerdo con los términos en que México reconoció la competencia contenciosa de la Corte, acogió la excepción preliminar “ratione temporis” interpuesta por el Estado para que la Corte no conociera 143 http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_113_esp1.pdf. Recuperado el 13 de abril de 2012. 95 de las supuestas violaciones a la Convención Americana ni a la Convención Interamericana contra la Tortura ocurridas antes del 16 de diciembre de 1998. 2.1.1.2. Caso Castañeda Gutman144. El 21 de marzo de 2007, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 51 y 61 de la Convención Americana, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, sometió a la Corte una demanda en contra de los Estados Unidos Mexicanos, la cual se originó en la petición presentada el 12 de octubre de 2005 por Jorge Castañeda Gutman. Según indicó la Comisión, la demanda se relaciona con la inexistencia en el ámbito interno de un recurso sencillo y efectivo para el reclamo de la constitucionalidad de los derechos políticos y el consecuente impedimento para que el señor Jorge Castañeda Gutman inscribiera su candidatura independiente a la Presidencia de México para las elecciones que se celebraron en julio de 2006. La Corte consideró como “parte lesionada” en los términos del artículo 63.1 de la Convención Americana al señor Jorge Castañeda Gutman, en su carácter de víctima de la violación al derecho a la protección judicial consagrado en el artículo 25 de la Convención Americana, en relación con la obligación de garantizar y adoptar medidas establecidas en los artículos 1 y 2 del mismo tratado, por lo que determinó que era beneficiario de las reparaciones que el propio Tribunal ordenó en la sentencia respectiva. En dicha resolución se estimó que el Estado debía, en un plazo razonable, completar la adecuación de su derecho interno a la Convención, de tal forma que ajustara la legislación secundaria y las normas que reglamentan el juicio de protección de los derechos del ciudadano de acuerdo con lo previsto en la reforma constitucional de 13 de noviembre de 2007, de manera que mediante dicho recurso se garantice a los ciudadanos de forma efectiva el cuestionamiento de la constitucionalidad de la regulación legal del derecho a ser elegido. 2.1.1.3. Caso Radilla Pacheco145. Es quizás el presente caso, el que más ha obtenido la atención de los juristas en nuestro país; principalmente porque la Suprema Corte de Justicia de la Nación tuvo que resolver cómo debería de cumplir con la sentencia pronunciada por la Corte Interamericana, la cual puso en jaque a todo el sistema judicial mexicano. 144 http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_184_esp.pdf. Recuperado el 13 de abril de 2012. 145 http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_209_esp.pdf. Recuperado el 13 de abril de 2012. 96 Rosendo Radilla Pacheco, además de ser compositor de corridos, fue un líder social, que impulsaba el cuidado de la salud y educación en el municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero. El 25 de agosto de 1974, el señor Rosendo Radilla Pacheco y su hijo menor viajaban rumbo a Atoyac en un camión de pasajeros, cuando fueron detenidos por un retén militar. Bajaron a todos los pasajeros para una revisión, pero al reanudar la marcha, a él no lo dejaron subir. Al preguntar el porqué, le contestaron que componía corridos cuyas letras debía explicar. Se sabe que fue trasladado al Cuartel Militar de Atoyac de Álvarez y después de ese día no se le volvió a ver146. Entre 1970 y 1980, México estuvo envuelto en la llamada “guerra sucia”, dirigida contra activistas que enfrentaron la política del gobierno y las influencias externas generadoras de problemas económicos, desempleos, problemas agrarios, delincuencia y en definitiva, inestabilidad política y social. Entre 1973 y 1974 se exacerbaron las acciones guerrilleras y la contrainsurgencia, iniciándose una etapa de medidas drásticas contra la guerrilla: detención ilegal, tortura y desaparición forzada, así como probables ejecuciones extrajudiciales de militantes y dirigentes. El fenómeno de la desaparición forzada de personas registra antecedentes en México desde fines de los años sesenta, principalmente en el Estado de Guerrero147. El 15 de noviembre de 2001 se presentó una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por parte de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos y por la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México, contra el Estado Mexicano, con motivo de la desaparición forzada del señor Rosendo Radilla Pacheco, ocurrida el 25 de agosto de 1974 en el Estado de Guerrero. La Corte Interamericana estimó que la investigación de la detención y posterior desaparición forzada del señor Rosendo Radilla Pacheco no fue conducida con la debida diligencia. Que el Estado debe garantizar, a través de sus instituciones competentes, que la averiguación previa que se encuentra abierta por los hechos constitutivos de dicha desaparición forzada se mantenga bajo conocimiento de la jurisdicción ordinaria, no de la militar y que Por último, la Corte reitera que durante la investigación y el juzgamiento, el Estado debe asegurar el pleno acceso y capacidad de actuar de las víctimas en todas las etapas (en la especie, se refirió a las víctimas indirectas). Además, los resultados de los procesos deberán ser públicamente 146 Raíz y conciencia. Instituto de Investigaciones Jurisprudenciales y de Promoción y Difusión de la Ética Judicial, Suprema Corte de Justicia de la Nación, México, septiembre 2011, núm. 56. Consultable en línea: http://www.sitios.scjn.gob.mx/instituto/sites/default/files/raiz_conciencia/raizyconciencia56.pdf. Recuperado el 28 de octubre de 2013. 147 Ídem. 97 divulgados, con la finalidad de que la sociedad mexicana conozca la verdad de los hechos148. Entre otras cosas, como medidas de reparación, la Corte Interamericana ordenó, sin perjuicio de los programas de capacitación para funcionarios públicos en materia de derechos humanos que ya existan en México, el Estado debería implementar, en un plazo razonable y con la respectiva disposición presupuestaria149: a) Programas o cursos permanentes relativos al análisis de la jurisprudencia del Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos en relación con los límites de la jurisdicción penal militar, así como los derechos a las garantías judiciales y la protección judicial, como una forma de prevenir que casos de violación a los derechos humanos sean investigados y juzgados por dicha jurisdicción. Tales programas estarán dirigidos a los miembros de todas las Fuerzas Militares, incluyendo a los agentes del Ministerio Público y jueces, así como a los agentes del Ministerio Público de la Procuraduría General de la República y jueces del Poder Judicial de la Federación, y b) Un programa de formación sobre la debida investigación y juzgamiento de hechos constitutivos de desaparición forzada de personas, dirigido a agentes del Ministerio Público de la Procuraduría General de la República y Jueces del Poder Judicial de la Federación. El entonces Ministro Presidente de la Corte Mexicana, Guillermo Ortiz Mayagoitia, hizo al Pleno una consulta a trámite, a fin de establecer las medidas que debían adoptarse por el Poder Judicial de la Federación para atender esa sentencia. El Pleno decidió que: 1) Frente a las sentencias condenatorias de la Corte Interamericana, no es posible revisar las excepciones y salvedades, es decir, las reservas que realizó el gobierno mexicano en la Convención Americana. 2) Las sentencias condenatorias de la Corte Interamericana, son obligatorias para el Poder Judicial de la Federación en sus términos. 3) Los criterios interpretativos contenidos en la jurisprudencia de la Corte Interamericana son orientadores para el Poder Judicial de la Federación. 148 Así se advierte de la lectura de la resolución pronunciada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación derivada del expediente Varios 912/2010 del índice del Tribunal Pleno, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 4 de octubre de 2011. 149 En el Capítulo de las Reparaciones y, concretamente, en el apartado C3, la sentencia de la Corte Interamericana señala que el Estado capacitará a los operadores de justicia en materia de derechos humanos, y en el numeral 347 se señala lo así transcrito, Véase ut supra, cita número 48. 98 4) El Poder Judicial y los tribunales del Estado Mexicano deben ejercer un control de convencionalidad ex officio entre las normas internas y la Convención Americana en el marco de sus respectivas competencias y de las regulaciones procesales correspondientes150. 2.1.1.4. Caso González y otras –“Campo algodonero”151-. La demanda se relaciona con la supuesta responsabilidad internacional del Estado por “la desaparición y ulterior muerte” de las jóvenes Claudia Ivette González, Esmeralda Herrera Monreal y Laura Berenice Ramos Monárrez, cuyos cuerpos fueron encontrados en un campo algodonero de Ciudad Juárez el día 6 de noviembre de 2001. Se responsabiliza al Estado por “la falta de medidas de protección a las víctimas, dos de las cuales eran menores de edad; la falta de prevención de estos crímenes, pese al pleno conocimiento de la existencia de un patrón de violencia de género que había dejado centenares de mujeres y niñas asesinadas; la falta de respuesta de las autoridades frente a la desaparición; la falta de debida diligencia en la investigación de los asesinatos, así como la denegación de justicia y la falta de reparación adecuada. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos solicitó a la Corte Interamericana que declare al Estado responsable por la violación de los derechos consagrados en los artículos 4 (Derecho a la Vida), 5 (Derecho a la Integridad Personal), 8 (Garantías Judiciales), 19 (Derechos del Niño) y 25 (Protección Judicial) de la Convención, en relación con las obligaciones establecidas en los artículos 1.1 (Obligación de Respetar los Derechos) y 2 (Deber de Adoptar Disposiciones de Derecho Interno) de la misma, y el incumplimiento de las obligaciones que derivan del artículo 7 de la Convención para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (en adelante “Convención Belém do Pará”). La demanda fue notificada al Estado el 21 de diciembre de 2007 y a los representantes el 2 de enero de 2008. Laura Berenice Ramos Monárrez tenía 17 años de edad y era estudiante del quinto semestre de la preparatoria. La última noticia que se conocía de ella era una llamada que hizo a una amiga el sábado 22 de septiembre de 2001 para avisar que estaba lista para ir a una fiesta. La denuncia instaurada señalaba que desapareció el martes 25 de septiembre de 2001, sin que se ofrezcan más detalles. Claudia Ivette González tenía 20 años de edad y trabajaba en una empresa maquiladora. Según una amiga cercana, casi siempre salía con el tiempo limitado ya que le ayudaba a su hermana con el 150 Expediente Varios 912/2010, Tribunal Pleno de la SCJN. Loc. Cit. 151 http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_205_esp.pdf. Recuperado el 13 de abril de 2012. 99 cuidado de su menor hija, motivo por el cual llegaba a veces tarde al trabajo. El 10 de octubre de 2001 llegó dos minutos tarde a la maquila, por lo que le fue impedida la entrada. Ese mismo día desapareció. Esmeralda Herrera Monreal tenía 15 años de edad y contaba con grado de instrucción tercero de secundaria. Desapareció el lunes 29 de octubre del 2001, luego de salir de la casa en la que trabajaba como empleada doméstica. Según los representantes, las jóvenes Ramos, González y Herrera eran de “origen humilde”152. Todo esto llevó a la Corte Interamericana a concluir que las jóvenes González, Ramos y Herrera fueron víctimas de violencia contra la mujer según la Convención Americana y la Convención Belém do Pará. Por los mismos motivos, el Tribunal supranacional consideró que los homicidios de las víctimas fueron por razones de género y están enmarcados dentro de un reconocido contexto de violencia contra la mujer en Ciudad Juárez. México no demostró haber adoptado las medidas razonables, conforme a las circunstancias que rodeaban a los casos, para encontrar a las víctimas con vida. El Estado no actuó con prontitud dentro de las primeras horas y días luego de las denuncias de desaparición, dejando perder horas valiosas. En razón de todo lo expuesto, el Tribunal consideró que el Estado violó los derechos a la vida, integridad personal y libertad personal reconocidos en los artículos 4.1, 5.1, 5.2 y 7.1 de la Convención Americana, en relación con la obligación general de garantía contemplada en el artículo 1.1 y la obligación de adoptar disposiciones de derecho interno contemplada en el artículo 2 de la misma, así como con las obligaciones contempladas en el artículo 7.b y 7.c de la Convención Belém do Pará. Por ello, el Tribunal consideró que en el presente caso la violencia contra la mujer constituyó una forma de discriminación y declara que el Estado violó el deber de no discriminación contenido en el artículo 1.1 de la Convención, en relación con el deber de garantía de los derechos consagrados en los artículos 4.1, 5.1, 5.2 y 7.1 de la Convención Americana, en perjuicio de Laura Berenice Ramos Monárrez, Esmeralda Herrera Monreal y Claudia Ivette González; así como en relación con el acceso a la justicia consagrado en los artículos 8.1 y 25.1 de la Convención, en perjuicio de los familiares de las víctimas. Los resolutivos de la sentencia refieren que153: 152 Así se advierte de los hechos relatados en la sentencia de la Corte Interamericana, citada ut supra, nota 54. 153 Véase el punto resolutivo 12. 100 i) se deberán remover todos los obstáculos de jure o de facto que impidan la debida investigación de los hechos y el desarrollo de los respectivos procesos judiciales, y usar todos los medios disponibles para hacer que las investigaciones y procesos judiciales sean expeditos a fin de evitar la repetición de hechos iguales o análogos a los del presente caso; ii) la investigación deberá incluir una perspectiva de género; emprender líneas de investigación específicas respecto a violencia sexual, para lo cual deben involucrar las líneas de investigación sobre los patrones respectivos en la zona; realizarse conforme a protocolos y manuales que cumplan con los lineamientos de la Sentencia; proveer regularmente de información a los familiares de las víctimas sobre los avances en la investigación y darles pleno acceso a los expedientes, y realizarse por funcionarios altamente capacitados en casos similares y en atención a víctimas de discriminación y violencia por razón de género; iii) deberá asegurarse que los distintos órganos que participen en el procedimiento de investigación y los procesos judiciales cuenten con los recursos humanos y materiales necesarios para desempeñar las tareas de manera adecuada, independiente e imparcial, y que las personas que participen en la investigación cuenten con las debidas garantías de seguridad. 2.1.1.5. Caso Fernández Ortega154. Según indicó la Comisión Interamericana, la demanda se refiere a la supuesta responsabilidad internacional del Estado por la “violación [sexual] y tortura” en perjuicio de la señora Fernández Ortega ocurrida el 22 de marzo de 2002, por la “falta de debida diligencia en la investigación y sanción de los responsables” de esos hechos, por “la falta de reparación adecuada a favor de la [presunta] víctima y sus familiares; hechos atribuidos a unos militares. La Corte estableció en la Sentencia, tomando en cuenta el reconocimiento parcial de responsabilidad del Estado, que la investigación de la violación sexual de la señora Fernández Ortega no había sido conducida hasta el presente con la debida diligencia ni en el fuero adecuado y que por ello México ha violado los derechos a las garantías judiciales y a la protección judicial reconocidos en los artículos 8 y 25 de la Convención Americana. E indicó que era necesario que las interpretaciones constitucionales y legislativas referidas a los criterios de competencia material y personal de la jurisdicción militar en México se adecuen a los principios referidos en la jurisprudencia de la Corte 154 http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_215_esp.pdf. Recuperado el 13 de abril de 2012. 101 Interamericana. Ello implica que, independientemente de las reformas legales que el Estado deba adoptar, en el presente caso corresponde a las autoridades judiciales, con base en el control de convencionalidad, disponer inmediatamente y de oficio el conocimiento de los hechos por el fuero penal ordinario. 2.1.1.6. Caso Rosendo Cantú155. En la relatoría de la Comisión Interamericana, la demanda se refiere a la supuesta responsabilidad internacional del Estado por la “violación [sexual] y tortura” en perjuicio de la señora Valentina Rosendo Cantú ocurrida el 16 de febrero de 2002, por la “falta de debida diligencia en la investigación y sanción de los responsables” de esos hechos, por “las consecuencias de los hechos del caso en la hija de la [presunta] víctima”, por “la falta de reparación adecuada [en] favor de la [presunta] víctima y sus familiares”, por “la utilización del fuero militar para la investigación y juzgamiento de violaciones a los derechos humanos”, y por “las dificultades que enfrentan las personas indígenas, en particular las mujeres, para acceder a la justicia y a los servicios de salud”. La Corte Resolvió en el mismo sentido que en el caso anterior. 2.1.1.7. Caso Cabrera García y Montiel Flores156. La demanda se relaciona con la alegada responsabilidad del Estado por el sometimiento de los señores Teodoro Cabrera García y Rodolfo Montiel Flores “a tratos crueles, inhumanos y degradantes, mientras se encontraban detenidos y bajo custodia de miembros del Ejército mexicano, por su falta de presentación sin demora ante un juez u otro funcionario autorizado para ejercer funciones judiciales que controlara la legalidad de la detención, y por las irregularidades acaecidas en el proceso penal que se adelantó en su contra”. Además, la demanda se refiere a la supuesta falta de debida diligencia en la investigación y sanción de los responsables de los hechos, la falta de investigación adecuada de las alegaciones de tortura, y la utilización del fuero militar para la investigación y juzgamiento de violaciones a los derechos humanos. La detención de los señores Cabrera y Montiel tuvo lugar el 2 de mayo de 1999. La Corte constató que los señores Cabrera y Montiel fueron objeto de tratos crueles e inhumanos los días en que estuvieron detenidos en Pizotla sin ser remitidos oportunamente ante una autoridad judicial competente. 155 http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_216_esp.pdf. Recuperado el 13 de abril de 2012. 156 http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_220_esp.pdf. Recuperado el 13 de abril de 2012. 102 Se concluyó que los señores Cabrera y Montiel fueron objeto de tratos crueles con el fin de doblegar su resistencia psíquica y obligarlos a autoinculparse o a confesar determinadas conductas delictivas. Los tratos crueles proyectaron sus efectos en las primeras declaraciones rendidas ante el Ministerio Público, así como a la declaración de 7 de mayo de 1999. En consecuencia, el juez de instancia debió valorar este hecho y no descartar de plano los alegatos presentados por las víctimas. Los señores Cabrera y Montiel no contaron con recursos efectivos para impugnar el conocimiento de la alegada tortura por la jurisdicción militar. Con base en lo anterior, la Corte resolvió que el Estado violó el derecho a la protección judicial previsto en el artículo 25.1, en relación con el artículo 1.1 de la Convención Americana, en perjuicio de los señores Cabrera y Montiel. 3. Balance Resulta inconcuso que la Corte Interamericana es un órgano de justicia universal, de índole supranacional. En el ejercicio de su función contenciosa la Corte determina, después de realizado un procedimiento con todas las garantías y a través de una sentencia, si un Estado ha incurrido en responsabilidad internacional por la violación de alguno de los derechos o libertades reconocidos en la Convención Americana o en otros tratados de derechos humanos aplicables al Sistema Interamericano. Una vez determinada la responsabilidad internacional del Estado por la violación de un derecho o libertad protegidos en la Convención Americana, la Corte puede establecer medidas de reparación. Asimismo, a través de esta vía, la Corte realiza la supervisión de cumplimiento de sentencias y puede dictar medidas provisionales de protección. Los fallos del Tribunal son definitivos e inapelables y de obligatorio cumplimiento para el Estado al que se refieren. México se adhirió a la jurisdicción de la Corte Interamericana, de modo voluntario, y en un acto soberano; el Pacto de San José es parte del orden jurídico mexicano desde 1969. Esta Corte, pieza fundamental del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, fue concebida como “coadyuvante” o “complementaria” a la que ofrece el derecho interno de los Estados157, tal y como se observa de la lectura del tercer párrafo del Preámbulo de dicho pacto: (…) Reconociendo que los derechos esenciales del hombre no nacen del hecho de ser nacional de un determinado Estado, sino que tienen como 157 Ayala Corao, Carlos. El sistema Interamericano de Derechos Humanos. En: Curso de Derecho procesal constitucional. Ferrer Mac-Gregor, Eduardo; Acuña, Juan Manuel (Coordinadores). México, Porrúa, 2011, página 587. 103 fundamento los atributos de la persona humana, razón por la cual justifican una protección internacional, de naturaleza convencional coadyuvante o complementaria de la que ofrece el derecho interno de los Estados americanos (…). Asimismo, con las reformas Constitucionales de junio de 2011, los derechos humanos que están previstos en los tratados internacionales reconocidos por México forman expresamente parte del orden jurídico nacional, y cuentan con una jerarquía privilegiada, resultando así, la existencia de un nuevo bloque de constitucionalidad158. De tal manera que, los tratados y convenciones en materia de derechos humanos, han consolidado su primacía e influencia sobre los sistemas constitucionales, a través de los órganos jurisdiccionales trasnacionales y nacionales. Es decir, se apuesta por un paradigma de justicia universal, donde la humanidad se convierte en el requisito y en el objetivo de todo el ordenamiento, entonces, se erige en el alfa y omega de la soberanía, la cual, en su concepción en esta era de la globalización, implica la responsabilidad de cada uno de los estados nacionales, en proteger al ser humano. Por otra parte, todas las autoridades están obligadas a cumplir con los mandatos contenidos en las leyes expedidas por el Congreso de la Unión, o por el propio Ejecutivo Federal cuando actúa como legislador, y es en dichos cuerpos legales en donde debe encontrar el fundamento jurídico de su actuación. Ahora bien, si se considera que la Corte Interamericana de Derechos Humanos comparte la naturaleza jurídica de una autoridad pública, dado que su existencia 158 Es una consideración generalizada entre los doctrinarios que la expresión “bloque de constitucionalidad”; fue acuñada a mediados de los setentas cuando Louis Favoreu la utilizó en un trabajo dedicado a explicar la Decisión D-44, de 16 de julio de 1971, emitida por el Consejo Constitucional francés; ahí explicaba una Decisión innovadora del Consejo Constitucional, mediante la cual declaró la inconstitucionalidad de una ley que modificaba, a su vez, una disposición legislativa de 1901, la cual limitaba el régimen de las asociaciones. El Consejo Constitucional francés, para declarar su invalidez consideró que la ley cuestionada debía ser analizada no sólo a la luz de la Constitución francesa de 1958, sino también considerando la Declaración Francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789. El Consejo Constitucional sostuvo que si bien la Declaración de 1789 constituía un documento distinto a la Constitución de 1958, en el preámbulo de ésta se aludía a dicha Declaración. Así, al lado de la Constitución de 1958 el Congreso consideraba la Declaración de 1789 al momento de realizar el control previo de constitucionalidad y por esta razón, a esa nueva estructura del parámetro del control constitucional se le denominó “bloque de constitucionalidad”. El pasado 26 de agosto de 2013, el Pleno de la Suprema Corte inició el estudio de una contradicción de tesis, consistió en definir el rango que guardan las normas de derechos humanos de fuente internacional y si la jurisprudencia de la Corte Interamericana, es vinculante para México, con independencia de si se es parte o no en el litigio, debate que concluyó el 3 de septiembre de la propia anualidad, en sentido positivo, variando pues los criterios adoptados en el pasado, aunque aún con severos reparos, como se verá en las próximas páginas. 104 deriva de una norma jurídica creada mediante la suscripción de un tratado, entonces deberíamos concluir que las resoluciones que emita dicho tribunal tienen el carácter de actos de autoridad; una autoridad supranacional de índole terminal. Y no es que dicha Corte vulnere la soberanía del Estado mexicano, sino que se trata de una cuestión de competencia. Entonces, la jurisprudencia que emite la Corte Interamericana es vinculante para el Estado Mexicano, sea o no sea éste parte en la controversia. Ello se advierte claramente de los casos contenciosos recién relatados ut supra. En específico, en materia del control de convencionalidad. En efecto, en el Caso Almonacid Arellano contra Chile, la Corte resolvió: (…) 124. La Corte es consciente que los jueces y tribunales internos están sujetos al imperio de la ley y, por ello, están obligados a aplicar las disposiciones vigentes en el ordenamiento jurídico. Pero cuando un Estado ha ratificado un tratado internacional como la Convención Americana, sus jueces, como parte del aparato del Estado, también están sometidos a ella, lo que les obliga a velar porque los efectos de las disposiciones de la Convención no se vean mermadas por la aplicación de leyes contrarias a su objeto y fin, y que desde un inicio carecen de efectos jurídicos. En otras palabras, el Poder Judicial debe ejercer una especie de “control de convencionalidad” entre las normas jurídicas internas que aplican en los casos concretos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos. En esta tarea, el Poder Judicial debe tener en cuenta no solamente el tratado, sino también la interpretación que del mismo ha hecho la Corte Interamericana, intérprete última de la Convención Americana. (…). Obvio es que México no fue demandado en dicha controversia. Empero, en la sentencia del Caso Radilla, expresamente se indicó: (…) 339. En relación con las prácticas judiciales, este Tribunal ha establecido en su jurisprudencia que es consciente de que los jueces y tribunales internos están sujetos al imperio de la ley y, por ello, están obligados a aplicar las disposiciones vigentes en el ordenamiento jurídico. Pero cuando un Estado ha ratificado un tratado internacional como la Convención Americana, sus jueces, como parte del aparato del Estado, también están sometidos a ella, lo que les obliga a velar porque los efectos de las disposiciones de la Convención no se vean mermados por la aplicación de leyes contrarias a su objeto y fin, que desde un inicio carecen de efectos jurídicos. En otras palabras, el Poder Judicial debe ejercer un “control de convencionalidad” ex officio entre las normas internas y la 105 Convención Americana, evidentemente en el marco de sus respectivas competencias y de las regulaciones procesales correspondientes. En esta tarea, el Poder Judicial debe tener en cuenta no solamente el tratado, sino también la interpretación que del mismo ha hecho la Corte Interamericana, intérprete última de la Convención Americana (…). En forma similar se pronunció la Corte Interamericana al resolver los asuntos Fernández Ortega (párrafo 236), Rosendo Cantú (párrafo 219) y Cabrera García y Montiel Flores (párrafo 225). Así, al pronunciarse la Corte Interamericana en el sentido de que los jueces en nuestro país deben tener en cuenta no solamente el Pacto de San José sino también la interpretación que de aquél ha realizado ese Tribunal, quien es el intérprete último de esa normatividad, derivado ello de su específica competencia pactada en un tratado internacional, no le queda a la Corte Mexicana más que reconocer la vinculación que para todos nosotros implica la labor contenciosa de la justicia universal. No obstante lo anterior, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia, pronunció entre otras, la tesis de rubro “CRITERIOS EMITIDOS POR LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS CUANDO EL ESTADO MEXICANO NO FUE PARTE. SON ORIENTADORES PARA LOS JUECES MEXICANOS SIEMPRE QUE SEAN MÁS FAVORABLES A LA PERSONA EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 1o. DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL159”. En reciente fecha -3 de septiembre de 2013160- , el mismo Pleno resolvió (por mayoría de 10 a 1) que las normas de derechos humanos de fuente internacional, forman parte de la Constitución, conforme a lo dispuesto por la reforma al artículo uno de la Carta Magna. En esencia se reconoció el rango constitucional de los derechos humanos de fuente internacional a partir de la reforma del 1º constitucional, esto es, con la eficacia normativa igual a la Constitución, por determinación, precisamente del Constituyente Permanente, para darle sentido, precisamente, a todo este sistema de amplia protección de derechos humanos, Criterio que fue aprobado por mayoría de 10 a 1, con la precisión de que en caso de que entren en conflicto, prevalecerá lo establecido en la Constitución. 159 Décima Época Instancia: Pleno Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Libro III, Diciembre de 2011 Página: 550 Tesis: P. LXVI/2011 (9a.) Tesis Aislada Materia(s): Constitucional. Nótese que la votación fue por mayoría de 6 votos de 11. 160 http://canaljudicial.wordpress.com/2013/09/03/normas-internacionales-de-derechos-humanos-forman- parte-de-la-constitucion-determina-la-suprema-corte/#respond. Recuperado el 13 de septiembre de 2013. 106 En la misma sesión, por mayoría de 6 a 5 el Pleno determinó que la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos es vinculante para el Estado mexicano, con independencia de que sea parte o no en el conflicto, aunque dicha vinculación solo procederá cuando esa jurisprudencia otorgue un beneficio mayor a la persona161. No obstante el evidente avance de la doctrina jurisprudencial, aún presenta un gran óbice, consistente en que en caso de existir una restricción contenida en la Constitución, ésta se privilegiará por encima del tratado, lo cual a juicio del ponente, vulnera el principio pro persona, que es el canon supremo de interpretación en nuestro país, por imperativo categórico del artículo 1º, párrafo segundo de la Carta Magna. En efecto, el fondo de esa decisión, es precisamente porque aún no se ha comprendido la evolución del concepto de soberanía en esta era de la globalización. Conforme a lo expuesto, mediante los pactos y convenios internacionales, los regímenes políticos jerárquicos se incorporan a la Sociedad de las naciones, admitiendo voluntariamente una restricción a su soberanía y una mayor laxitud de sus concepciones culturales, fundadas en el monopolio del espacio público para dar cabida a principios morales universales contenidos en los derechos humanos: visto así, podemos concluir que existe una visión constitucional universalista que nos pone en camino a una auténtica justicia global. Por ello, es menester afrontar la resolución de los casos que en el día a día se presentan ante las autoridades judiciales nacionales, bajo la perspectiva de una justicia cosmopolita. Precisamente a ello se alude en el referido control de convencionalidad. Los jueces (todos, sean estatales, federales) tenemos la facultad (y la obligación) de dejar de aplicar las normas inferiores dando preferencia a los derechos humanos contenidos en la Constitución y en los tratados internacionales en la materia162. Incluso, la ruta a seguir la ha trazado la Corte Mexicana163 y se agota de la siguiente manera: a) Interpretar conforme en sentido amplio, lo que significa que los jueces del país -al igual que todas las demás autoridades del Estado Mexicano-, deben 161 Ídem. 162 Décima Época Instancia: Pleno Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Libro III, Diciembre de 2011 Página: 535 Tesis: P. LXVII/2011(9a.) Tesis Aislada Materia(s): Constitucional. Rubro: “CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN UN MODELO DE CONTROL DIFUSO DE CONSTITUCIONALIDAD”. 163 Décima Época Instancia: Pleno Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Libro III, Diciembre de 2011 Página: 552 Tesis: P. LXIX/2011(9a.) Tesis Aislada Materia(s): Constitucional “PASOS A SEGUIR EN EL CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD Y CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS”. 107 interpretar el orden jurídico a la luz y conforme a los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales en los cuales el Estado Mexicano sea parte, favoreciendo en todo tiempo a las personas con la protección más amplia; b) Interpretación conforme en sentido estricto, lo que significa que cuando hay varias interpretaciones jurídicamente válidas, los jueces deben, partiendo de la presunción de constitucionalidad de las leyes, preferir aquella que hace a la ley acorde a los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales en los que el Estado Mexicano sea parte, para evitar incidir o vulnerar el contenido esencial de estos derechos; e, c) Inaplicación de la ley cuando las alternativas anteriores no son posibles. Así, en esa “inaplicación de la ley”, derivada de su disconformidad con un derecho humano contenido en un tratado, reside el sustrato mismo de la justicia universal, que por las razones que hemos sostenido, encuadra perfectamente dentro de la soberanía del Estado mexicano, una soberanía humanizada164, basada asimismo en la responsabilidad que el ente político ha adquirido voluntariamente frente a la comunidad de las naciones. Referencias. ACEVES, Liza. Cambios en el sistema interestatal Westfaliano. Aportes, enero-abril 2004, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. AYALA CORAO, Carlos. El sistema Interamericano de Derechos Humanos. En: Curso de Derecho procesal constitucional. Ferrer Mac-Gregor, Eduardo; Acuña, Juan Manuel (Coordinadores). México, Porrúa, 2011. BLANCO LOZANO, Carlos, Tratado de Derecho Penal español. Tomo I. El sistema de la parte general. Volumen I. Fundamentos del Derecho Penal español. Las consecuencias jurídico-penales. J.M. Bosch Editor, Barcelona, 2004. 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Así, el presente trabajo busca aproximarse a una propuesta de regulación de dicho fenómeno natural, asumiendo como premisa que se trata de verdaderos sistemas ambientales y no sólo aprovechamientos de agua subterránea, por la minusvalía que el estereotipo implica. Palabras clave: Cenote, aguas subterráneas, veda, sistema ambiental. ABSTRACT. In the state of Yucatan there are underground formations known as cenotes that require legal supervision, since there are not legal instruments that recognize the diverse rich environmental system contained on them. The present document looks towards a regulatory proposal for this natural phenomenon, assuming that cenotes are true compilations of environmental systems and not only groundwater resources, as often regarded. Keywords: Cenote, groundwater resources, ban, environmental system. Introducción. En términos generales el Estado de Yucatán carece de cuerpos superficiales de agua dulce, siendo el subsuelo la fuente fundamental de abastecimiento disponible del vital líquido. De esto se desprende la importancia que el agua subterránea tiene para el ∗ Doctor en Derecho por la Universidad Anáhuac Mayab. iuspro17@hotmail.com 111 consumo humano y como complemento de la lluvia para uso en agricultura y sustento del desarrollo de otros sectores productivos. En la entidad existen particulares cuerpos cavernosos subterráneos conocidos como “cenotes”, los cuales pueden ser descritos como estructuras geológicas formadas de modo natural que funcionan principalmente como reservorios de agua, aunque también se conocen otros usos. Por diferentes causas, estas formaciones guardan un contacto más o menos directo con la superficie, lo que hace posible que el ser humano actúe sobre ellos y los impacte con actividades de explotación, uso o aprovechamiento, motivo por el que precisan de una protección jurídica que responda a sus particularidades. Su origen se debe al proceso geomorfológico denominado “karst”, que consiste en la combinación de los mecanismos de disolución, colapso y construcción de la caliza y está gobernado por factores intrínsecos y extrínsecos, los cuales actúan en diferentes escalas de tiempo y espacio, generando una amplia gama de formas y grados de karstificación. Los factores intrínsecos incluyen litología, grado de porosidad de la matriz y fractura de la roca; los extrínsecos, el clima, la temperatura, la vegetación, la mezcla de agua dulce y salada, y el tiempo de duración de la exposición al proceso en cuestión.165 La abundante precipitación pluvial, las características topográficas y geológicas de la zona, provocan que el volumen renovable del acuífero sea superior a la demanda de agua esperada en el largo plazo; sin embargo, los cuerpos de agua resultan particularmente vulnerables a la contaminación antropogénica y su captación enfrenta restricciones por el riesgo de salinización por el ascenso del agua marina que subyace en gran parte del Estado. Esto deja saber que los principales problemas geohidrológicos de Yucatán se relacionan con la calidad del agua, más que con la cantidad del recurso166, lo que justifica la necesidad de procurar su tutela jurídica. Inmersos en estas circunstancias están los cenotes, como parte de un acuífero que revela su especificidad y la pertinencia de un tratamiento jurídico diferenciado, a lo que se agrega la complejidad y riqueza de la variable ambiental presente. En el presente trabajo se abordarán tres grandes cuestiones vinculadas con el fenómeno. La primera está relacionada con la relevancia que se les concede como simples reservorios de agua o pozos, estereotipo que debe evolucionar a estadios de comprensión más amplia, en los que sean considerados sistemas ambientales vulnerables, dignos de protección por sus valores económico, antropológico, histórico 165 Beddows, Patricia. et al. Los cenotes de la Península de Yucatán. www.seduma.yucatan.gob. mx/cenotes-grutas/documentos/cenotes-peninsula.pdf. Consultado el 3 de julio de 2013. 166 SARH. Sinopsis Geohidrológica del Estado de Yucatán, México, 1988. p.8 112 y social, etc. En segundo lugar, se sustentará una tesis con la que se intentará aportar mayores elementos sobre el régimen dominial del fenómeno en cuestión; y para concluir, debido a su dispersión geográfica, se propugnará por su protección y cuidado mediante el ordenamiento territorial y normas oficiales mexicanas. 1. Caracterización de los cenotes y su valor ambiental. En términos amplios el territorio de Yucatán es una planicie formada por una losa calcárea ligeramente inclinada hacia el Norte, con una altura de quince metros sobre el nivel medio del mar, que se distingue por su topografía kárstica originada por la acción disolvente del agua sobre rocas carbonatadas y otros materiales subsuperficiales, por lo general más blandos, con cavidades de disolución cuyo tamaño varía desde oquedades minúsculas hasta grandes depresiones, localmente llamadas cenotes, voz derivada del maya dzonot.167 1.1 Etimología y definición. La palabra proviene del maya ts'onot y designa una especie de pozo grande y profundo, cuyo significado literal es “hoyo” o “agujero en el suelo”.168 También se asume que deriva del maya ts´onot o ts´ono´ot, que significa “cosa honda”, “abismo” o “profundidad”.169 Puede decirse entonces que con el término “cenote” se entiende un espacio subterráneo que contiene agua, abierto al exterior en algún grado, con lo que se incluye toda manifestación kárstica que alcance el nivel freático. En el artículo 4°, fracción VII, de la Ley de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente del Estado de Quintana Roo, existe una definición que considera a los cenotes como un accidente geológico característico de las formaciones calizas, consistente en un cuerpo de agua de origen subterráneo que ocupa parcial o totalmente el fondo de una caverna de origen kárstico (formada por la disolución de la roca caliza por efecto de las aguas de lluvia), cuya bóveda en su parte superior puede estar directamente expuesta a la superficie del terreno natural de modo parcial o total, así como en algunos casos puede no estarlo. El Reglamento de Cenotes, Cuevas y Pozos Comunitarios del Municipio de Mérida, en su artículo 4°, fracción VII, el 167 Duch Gary, Jorge. La conformación territorial del Estado de Yucatán. Universidad Autónoma Chapingo. Centro Regional de la Península de Yucatán, México, 1988. pp. 237 a 243 168 Gobierno del Estado de Yucatán. Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente. www.seduma.yucatán.gob.mx/cenotes-grutas.introducción. Consultado el 14 de junio de 2013. 169 Rojas Sandoval, Carmen. El inframundo maya y los sistemas kársticos. Arqueología en cenotes. INAH,http://www.seduma.yucatan.gob.mx/cenotes-grutas/documentos/el-inframundo-parte1.pdf Consultado el 11 de mayo de 2013. 113 fenómeno se define como un depósito natural de agua, patrimonio natural, caracterizado porque su formación original se debió a cambios geológicos que ocurrieron hace millones de años, por lo que al emerger la Península de Yucatán del mar, las piedras sufrieron cambios creando cenotes o depósitos subterráneos. 1.2 Visión ecosistémica formal. En el artículo 3°, fracción XIII, de la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, entiende por “ecosistema”, la unidad funcional básica de interacción de los organismos vivos entre sí y con el ambiente, en espacio y tiempo determinados, por lo que si se asume que los cenotes son verdaderos ecosistemas, no existe obstáculo para considerar que el tratamiento jurídico específico deberá integrar en su diseño esta polivalencia. La Ley de Aguas Nacionales regula las aguas subterráneas, con las que en gran medida se identifica a los cenotes; sin embargo, en su artículo 3, fracción XXIX, establece el concepto de “Gestión Integrada de los Recursos Hídricos”, definido como un proceso que promueve la gestión y desarrollo coordinado del agua, la tierra, los recursos relacionados con estos y el ambiente, con el fin de maximizar el bienestar social y económico equitativamente sin comprometer la sustentabilidad de los ecosistemas vitales. En el artículo 2°, fracciones XXII y XXV, del Reglamento de la Ley de Aguas Nacionales se enumeran ciertas normas que insertan al elemento agua dentro de un concepto sistémico ambiental. En la citada fracción XXII se alude al uso del agua para “conservación ecológica”, el cual es definido formalmente como “el caudal mínimo en una corriente o el volumen mínimo en cuerpo receptores o embalses, que deben conservarse para proteger las condiciones ambientales y el equilibrio ecológico del sistema”. En la fracción XXV del mismo numeral se alude al concepto de “usos múltiples” del agua como objeto de concesión y respecto del mismo se dice que está implícito en todos los demás usos, lo que brinda también una nota de transversalidad. En el Reglamento de Cenotes, Cuevas y Pozos Comunitarios del Municipio de Mérida existen normas que reivindican la naturaleza sistémica que se pretende justificar. Del análisis de las fracciones XIX y XXI del artículo 4° del reglamento en cuestión, se tiene que los cenotes son patrimonio natural y de sus artículos 19 y 21 deriva el reconocimiento de variables arqueológicas, geológicas y de investigación, así como de educación y recreo, que estos entornos presentan, pero también sus posibilidades como balnearios, lúdicas y para actividades turísticas. En el artículo 64 de la Ley de Protección al Medio Ambiente del Estado de Yucatán se indica que el Poder Ejecutivo procurará la protección, restauración y preservación 114 de ecosistemas donde se ubican cenotes, con excepción de los recursos naturales que tutela la autoridad federal, con el objetivo de prevenir su contaminación y propiciar su aprovechamiento racional y sustentable. En el artículo 65 de esta legislación se contempla la posibilidad de que el Estado de Yucatán establezca mecanismos de coordinación con las autoridades federales y municipales para el control de la calidad del agua de los cenotes. En línea a vincular la empresa humana con el cuidado ambiental, como instrumentos de tutela se contempla el aprovechamiento sustentable, la preservación, la restauración del suelo, el agua y demás recursos naturales, haciendo compatibles la obtención de beneficios económicos y las actividades de la sociedad con la preservación de los ecosistemas, así como la prevención y el control de la contaminación del aire, agua y suelo. Se hace evidente la visión ecosistémica que deriva de los anteriores conceptos legales, pues en ellos no sólo se alude al elemento agua como valor único, por lo que un marco jurídico fincado sobre tales premisas debería tutelar su riqueza ambiental y auspiciar una definición formal omnicomprensiva de los mismos. 2. Importancia contemporánea. Explicadas someramente las causas naturales que propiciaron la aparición de los cenotes y otras de sus características que los hace únicos, resulta menester plantear su importancia ambiental, social, económica, antropológica, histórica, económica, etc., en la intención de justificar el análisis jurídico del fenómeno. La trascendencia de estos espacios naturales es tal que se ha teorizado sobre el declive de la cultura maya como resultado de graves sequías, y en otros estudios se resaltan los aspectos teológicos que estos ámbitos subterráneos representaban para los mayas así como su relevancia antropológica. Los cenotes son parte del entorno y en el pasado se consideraron invaluables fuentes de agua, aunque actualmente se les califica como “pozos”; de hecho, se les concibe como “aprovechamientos” o bienes susceptibles de apropiación, lo que no ha coadyuvado con su cuidado y protección. Por esto se enfatiza que son sistemas en los que evolucionó una biota específica y hábitat de especies endémicas, lo que les otorga un valor ambiental de mayor calado. El disfrute proporcionado por los cenotes en virtud de su belleza ha propiciado el incremento de la actividad humana: balnearios, ecoturismo, espeleobuceo y otras actividades asociadas. Se trata de una alternativa legítima para buscar el desarrollo económico de poblaciones indígenas mayas; sin embargo, también representa una amenaza para estos acuíferos y pone en riesgo el equilibrio de estos delicados 115 entornos ya que no se cuenta con un marco regulatorio idóneo específico. Otro aspecto es su uso como vía libre de contaminación mediante descargas ilícitas de aguas residuales, pues no existen barreras protectoras contra el arrastre de materiales y sustancias que se incorporan directamente al manto acuífero con graves efectos de contaminación que no se miden. La riqueza natural asociada a los cenotes ha sido documentada170 lo que justifica la necesidad de que dejen de ser estereotipados como simples pozos de agua, pues sus valores ambientales rebasan ese paradigma. 2.1 Variables de la riqueza ambiental asociada a los cenotes. La bibliografía científica específica indica que la riqueza ambiental presente en estos ámbitos no ha sido apreciada. Diversos autores han dado cuenta de esta situación y se afirma que además de su importancia sociocultural, los cenotes constituyen un recurso conocido sólo de manera parcial.171 Por las características químicas del agua presente, falta de luz y sedimentos finos y mineralizados, en los cenotes se preservaron vestigios arqueológicos y paleontológicos; sus aguas, expuestas a las condiciones medioambientales de la Península de Yucatán proporcionan un ambiente peculiar para el desarrollo de formas de vida únicas. En cenotes lejanos al mar se informa de la presencia de higueras y en sitios cercanos a la costa de manglares, juncos, helechos, palmas y algas. La microflora más conocida son bacterias, algunas de interés como indicadoras de contaminación y la formación del cenote por erosión de sus paredes. Otras bacterias son una fuente alternativa de abastecimiento de energía para organismos que viven en sus túneles permanentemente oscuros, alejados del cuerpo abierto del cenote.172 La vegetación circundante depende de la topografía del terreno aledaño al cuerpo de agua, del tipo de suelo y clima del lugar, se conforma por especies de la zona externa con mayor perennifoliedad, principalmente bromelias. Se han registrado especies de insectos, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, que no viven de modo permanente en el cuerpo de agua, pero se vinculan por ser una fuente 170 Evia Cervantes, Carlos A. Recursos naturales de las cuevas. Gobierno del Estado de Yucatán. www.seduma.yucatán.gob/cenotes-grutas/documentos/cenotes-península.pdf. Consultado el 10 de junio de 2013 171 Medina González, Roger M. Aspectos biológicos de los cenotes de Yucatán. UADY-FMVZ-Biología. www.seduma.yucatán.gob/cenotes-grutas/documentos/cenotes-península.documento. 172 Medina González, R. Aspectos biológicos de los cenotes de Yucatán. UADY-FMVZ-Biología. www.seduma.yucatán.gob/cenotes-grutas/documentos/cenotes-península.documento. Consultado el 27 de junio de 2013. 116 de agua y/o como hábitat en alguna etapa de su ciclo vital. Murciélagos que habitan dentro de cavernas, oquedades de paredes y techos son, en muchos casos, la principal fuente de energía en cenotes semicerrados o cerrados, por el aporte de materia orgánica a través de sus excretas. Han sido clasificados invertebrados microscópicos como rotíferos, cladóceros y copépodos y entre los invertebrados macroscópicos se cuentan crustáceos y se han reportado esponjas, bivalvos y gasterópodos. Entre los vertebrados son de especial interés los peces ciegos (Ogilbia pearsei y Ophisternon infernale), y de los géneros Rhamdia, Cichlasoma, Astyanax, Gambusia y Poecilia. La fauna acuática constituye un buen indicador de las condiciones ambientales de los cenotes pues por su aislamiento ciertas especies, particularmente de las cavernas, han desarrollado adaptaciones específicas para las condiciones en las que viven, pudiendo ser sensibles al deterioro del ecosistema. Toda estos datos científicos permiten concluir que el elemento agua es típico y relevante para la caracterización de los cenotes; sin embargo, hay otros valores imbricados, los cuales también requieren ser protegidos como parte esencial del microsistema que en estos sitios se aloja, siendo ésta una situación que el tratamiento jurídico debe recoger y tutelar, rebasando la visión simplista que tiene a estos entornos ambientales como simples pozos de agua. 3. Régimen dominial de los cenotes. Se ha invertido una parte de esta reflexión en la tarea de sustentar la particular naturaleza diferenciada y los valores asociados a los cenotes, que no han sido tutelados formalmente, y en reseñar datos científicos que hacen evidente la especificidad que estos fenómenos naturales plantean. El reconocimiento de su riqueza no tendría sentido si no se realiza el ejercicio de establecer a quién corresponde ejercer la tutela jurídica y la protección de estos entornos, pues actualmente se encuentran en riesgo de correr la suerte que Hardin173 describe en La tragedia de los comunes, particularmente por contaminación y saqueo. A tal fin acudiremos a la revisión doctrinaria, constitucional y legal del régimen de propiedad del Estado mexicano sobre los bienes del dominio público para exponer algunas reflexiones. 173 Hardin, Garret James. La tragedia de los comunes. INE, México, 1995. 117 3.1 Modelos de propiedad de la propiedad pública. González Márquez174 distingue cuatro modelos para explicar la propiedad de los recursos naturales: 1) res nullius; 2) la accessio; 3) el modelo de propiedad del Estado; y 4) el modelo de propiedad absoluta del Estado. Bajo el régimen de res nullius los recursos naturales, por su propio carácter, no pueden ser apropiados por nadie, pero todos tienen el derecho de explotarlos, usarlos o aprovecharlos. En el modelo de la accessio, los recursos naturales que se ubican en la superficie o debajo de ésta, son propiedad del superficiario. De acuerdo con el modelo que preconiza la propiedad del Estado, los recursos del subsuelo corresponden a éste y en los términos del esquema de propiedad absoluta del Estado, éste tiene el dominio absoluto sobre los recursos naturales excluyendo la propiedad privada o participación de sujetos particulares en la explotación, uso o aprovechamiento sobre los mismos. 3.2 La propiedad de las aguas subterráneas en México. El análisis de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos permite advertir una ambivalencia (propiedad/ambiente), que se integra por el aspecto dominical de los recursos ambientales y por los primeros trazos de un diseño sistémico basado en la necesidad de pugnar por el equilibrio ecológico, como el único concepto que contiene el germen del aspecto de sistemicidad ambiental en el texto constitucional, definido como una relación de interdependencia entre elementos ambientales que posibilitan la existencia, transformación y desarrollo del hombre y los demás seres vivos. En el artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se localiza el marco que regula los bienes que el Estado mexicano reivindica como de su propiedad mediante criterios de propiedad originaria, importancia y estrategia. Esta propiedad es eminente, por lo que no requiere justificarse, a lo que debe agregarse que tiene carácter inalienable e imprescriptible y su explotación, uso o aprovechamiento solamente puede otorgarse a través de concesiones. Carmona señala que el hecho de que se considere al agua como un bien del dominio público implica que se debe analizar su naturaleza jurídica como un “bien susceptible 174 González Márquez, Jesús. El régimen de propiedad de los recursos naturales en México. En Acciones Colectivas, un paso hacia la justicia ambiental. Editorial Porrúa, México 2012, p. 19 118 de apropiación” y que sobre este principio, como fundamento, se construye toda la estructura regulatoria del agua.175 La Ley General de Bienes Nacionales dispone en su artículo 16 que los bienes de dominio público son inalienables e imprescriptibles y no estarán sujetos, mientras no varíe su situación jurídica, a acción reivindicatoria o de posesión definitiva o provisional. Los particulares y las instituciones públicas sólo podrán adquirir el uso, aprovechamiento y explotación de estos bienes, los derechos regulados en esa ley y en las demás que dicte el Congreso de la Unión. En consonancia con esto la propiedad privada tiene un carácter débil o derivado. Con base en la Norma Fundamental es una cuestión dogmática que las aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional son propiedad de la Nación, pero aun cuando regula ciertos fenómenos naturales relacionados con las aguas subterráneas, no se establece de manera expresa que éstas sean de propiedad nacional. En la jurisprudencia se interpreta que la propiedad de las aguas del subsuelo corresponde al Estado; en este sentido la tesis: AGUAS DEL SUBSUELO. ES COMPETENCIA FEDERAL REGULAR SU EXPLOTACIÓN, USO O APROVECHAMIENTO, INCLUYENDO SU EXTRACCIÓN O DESCARGA. Los artículos 27, quinto y sexto párrafos y 73, fracciones XVII y XXIX, inciso 2o., de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establecen cuáles son las aguas propiedad de la Nación; que las aguas del subsuelo podrán alumbrarse libremente mediante obras artificiales y apropiarse por el dueño del terreno, pero cuando lo exija el interés público el Ejecutivo Federal podrá reglamentar su extracción y utilización, así como establecer zonas vedadas; que el dominio de la Nación sobre las aguas es inalienable e imprescriptible y que su explotación, uso o aprovechamiento por parte de particulares o por sociedades constituidas conforme a las leyes mexicanas, requerirá de concesión otorgada por el Ejecutivo Federal; asimismo, que corresponde al Congreso de la Unión expedir leyes sobre el uso y aprovechamiento de las aguas de jurisdicción federal sobre el aprovechamiento y explotación de ese recurso natural. Por su parte, dicho Congreso, en ejercicio de sus facultades, expidió la Ley de Aguas Nacionales para regular dichos uso y aprovechamiento, cuyos artículos 3o., 4o., y 91 determinan cuáles son las 175 Carmona Lara, María del Carmen. La Constitución y el agua: Apuntes para la gobernabilidad en el caso del agua en México. En Agua aspectos constitucionales. Editorial Porrúa-UNAM. Segunda edición, p. 104. México, 2011. 119 aguas residuales; que su administración corresponde al Ejecutivo Federal, quien la ejercerá directamente o a través de la Comisión Nacional del Agua, y que su recarga o infiltración para recargar acuíferos requiere permiso de la Comisión y ajustarse a las Normas Oficiales Mexicanas que al efecto se emitan; asimismo, que corresponde al Congreso de la Unión expedir leyes sobre el uso y aprovechamiento de las aguas de jurisdicción federal y establecer contribuciones y establecer contribuciones sobre el aprovechamiento y explotación de ese recurso natural. Por su parte, dicho Congreso, en ejercicio de sus facultades, expidió la Ley de Aguas Nacionales para regular dichos uso y aprovechamiento, cuyos artículos 3o., 4o., y 91 determinan cuáles son las aguas residuales; que su administración corresponde al Ejecutivo Federal, quien la ejercerá directamente o a través de la Comisión Nacional del Agua, y que su recarga o infiltración para recargar acuíferos requiere permiso de la Comisión y ajustarse a las Normas Oficiales Mexicanas que al efecto se emitan. Atento a lo anterior, se concluye que es competencia federal regular la explotación, uso o aprovechamiento de las aguas del subsuelo, incluyendo su extracción y descarga o infiltración de aguas residuales para recargar acuíferos.176 No obstante, la Ley de Aguas Nacionales, reglamentaria del artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, cuyas disposiciones aplican a las aguas nacionales, establece en su artículo 18 que las aguas del subsuelo son de propiedad nacional, lo que pareciera despejar dudas respecto de a quién pertenece el agua contenida en los cenotes, pero no respecto de los bienes naturales asociados a los mismos, pues el artículo 113 de esta norma no los refiere. Este último artículo sí dispone que la administración de los terrenos ocupados por los depósitos naturales de aguas de propiedad nacional compete a la Comisión Nacional del Agua. 3.3 Régimen de propiedad del agua contenida en cenotes. El régimen de propiedad pública sobre las aguas del subsuelo en México no es absoluto pues admite ciertas excepciones. En efecto, el propio artículo 27, párrafo quinto, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, dispone que las aguas del subsuelo pueden ser libremente alumbradas mediante obras artificiales y apropiarse por el dueño del 176 Suprema Corte de Justicia de la Nación. IUS. http://ius.scjn.gob.mx/paginas/tesis.aspx.Tesis de jurisprudencia; 9a. Época; Pleno; S.J.F. y su Gaceta; Tomo XXIII, Marzo de 2006; Pág. 1483 120 terreno, con lo que en principio abre la puerta al régimen de accessio, como excepción al modelo de propiedad del Estado. Sin embargo, en el artículo 18 de la Ley de Aguas Nacionales se cierra esa posibilidad para los casos en los que el Ejecutivo Federal establezca zonas reglamentadas, de veda o reserva. En el Diario Oficial de la Federación de fecha 20 de septiembre de 1984, se publicó el “Decreto por el que se declara de interés público la conservación de los mantos acuíferos y se establece veda por tiempo indefinido para el alumbramiento, extracción y aprovechamiento de las aguas del subsuelo en la parte que corresponde a los límites geopolíticos del Estado de Yucatán.” En el artículo 3°, fracción LXV, de la Ley de Aguas Nacionales, las zonas de veda se definen como áreas específicas de las regiones hidrológicas, cuencas hidrológicas o acuíferos, en las que no se autorizan aprovechamientos de agua adicionales a los establecidos legalmente y se controlan mediante reglamentos específicos, en virtud del deterioro del agua en cantidad o calidad, por la afectación a la sustentabilidad hidrológica, o el daño a cuerpos de agua. La existencia del mencionado decreto constituye un obstáculo constitucional para que el aprovechamiento de las aguas del subsuelo en Yucatán se realice bajo el régimen de accesio, por lo que su aprovechamiento debe llevarse a cabo a través de de concesiones otorgadas por el Ejecutivo Federal. La extinción formal de dicho decreto redundará en la posibilidad jurídica de que se activen diversos tipos de propiedad sobre el acuífero subterráneo del Estado de Yucatán, incluso de carácter privado, atendiendo a las hipótesis previstas en los párrafos quinto y sexto del artículo 27 Constitucional y significará la pérdida del control exclusivo que concede el texto legal supremo a la Federación. De esto se infiere que las aguas de los cenotes pueden explotarse bajo el régimen de concesiones, que la autoridad encargada de su tutela es federal y que no son susceptibles de propiedad privada por sujetos particulares debido al decreto de veda que prevalece. Esta determinación puramente formal debe ser confrontada con la naturaleza sistémica de los cenotes y conducir a una tutela transversal que valore al agua subterránea que en ellos se contiene, como figura nuclear, sin menoscabo de sus demás componentes ambientales. 4. Ordenamiento ecológico del territorio. Ejemplos del fenómeno en cuestión se encuentran disperso por el territorio del Estado y su mayor concentración ocurre en una amplia zona denominada “círculo de cenotes”. Algunas opiniones que indican que por su naturaleza resulta 121 prácticamente imposible contar con un padrón confiable de su número, por lo que se afirma que no se conoce su cantidad exacta.177 Sin embargo, otros datos indican la existencia de 2241 de ellos en las diferentes regiones del Estado.178 Por sus características, los cenotes son un fenómeno que no es fácil controlar y tutelar. Su naturaleza críptica genera incertidumbre sobre el número exacto que existe en Yucatán, pues su ubicación poco visible en principio, subterránea o de difícil acceso, no contribuye en su ubicación y protección, sea en el campo o en la ciudad. Ante esta situación no se ha definido formalmente una herramienta jurídica y de administración idónea para tutelar la riqueza ambiental de estos microsistemas y la preocupación por su deterioro tiene argumentos sólidos que se robustecen por el renovado interés humano en realizar actividades en torno a aquellos, precisamente por el disfrute que tienen la capacidad de proveer, a lo que suma el esquema de organización federal que distribuye competencias entre la Federación, estados y municipios. Ante las condicionantes crípticas y de dispersión que el fenómeno plantea, se requiere de una herramienta jurídica, administrativa y ambiental que norme los casos ya conocidos así como aquellos que permanezcan todavía ocultos, o bien, los que en el futuro se conozcan. Dentro de la legislación ambiental se cuenta con el ordenamiento ecológico del territorio como un instrumento de política ambiental cuyo objeto es regular o inducir el uso del suelo y las actividades productivas, con el fin de lograr la protección del ambiente, la preservación y el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales, a partir del análisis de las tendencias de deterioro y las potencialidades de aprovechamiento de los mismos. Se trata de una técnica de planeación física basada en la incorporación de las variables ambientales y ecológicas al proceso de ordenación de actividades humanas. Ahora bien, en el Estado de Yucatán se encuentra vigente el Decreto No. 793, publicado el 26 de julio de 2007 en el Diario Oficial del Estado, por el que se formuló y expidió el Programa de Ordenamiento Ecológico y Territorial del Estado de Yucatán (POETY) en el que la entidad se divide en Unidades de 177 178 Comisión Nacional del Agua. Revista Vertientes. Año 9. Número 85, p. 29 Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente. COPLADE. Censo de cenotes y grutas de Yucatán. www.seduma.yucatán.gob/cenotes-grutas/documentos/cenotes-península. consultado 12 de junio de 2013. 122 Gestión Ambiental mediante las cuales se identifican y regulan las diferentes zonas bajo ciertos criterios que en el mismo documento se establecen En el Plan Estatal de Desarrollo 2007-20012. Pilar II Desarrollo Regional para el Crecimiento Equilibrado del Ordenamiento Ecológico y Territorial del Estado de Yucatán179, se planteó la necesidad de diseñar estrategias para disminuir los efectos adversos sobre los recursos naturales, proteger los ecosistemas, las especies de flora y fauna silvestres y las especies genéticas del área, así como regular el manejo del agua y residuos y mitigar los efectos que ocasionan la contaminación del manto freático y la extracción irracional del agua. Las estrategias deben diseñarse con la participación social para la conservación y manejo de los recursos naturales. En el mismo documento se indica que es imperativo reorientar el ordenamiento territorial del Estado a partir de un concepto integral del desarrollo, articulando la planeación de los asentamientos humanos, con la eficiencia y competitividad económica, equidad social, cohesión cultural y la sustentabilidad ambiental. Sí existe entonces un instrumento que debido a su metodología de planeación física sobre el territorio satisface la condición de abarcar la totalidad del fenómeno en el Estado de Yucatán; sin embargo, debe ser complementado con otra herramienta que aborde el tratamiento y regulación científica integral de los cenotes como fenómeno diferenciado de la Península de Yucatán. 5. Normas Oficiales Mexicanas. Son normas de carácter obligatorio que en nuestro país tienen su fundamento en la Ley Federal sobre Metrología y Normalización. En opinión de Quintanilla, se trata de regulaciones técnicas como especificaciones mínimas que deben reunir los productos o servicios, y se expiden por los gobiernos para perseguir fines legítimos, en los términos de los distintos tratados internacionales, que es proteger la seguridad de las personas y evitar que se dañe la salud humana, animal, vegetal y el medio ambiente general.180 En el artículo 40, fracciones X y XI, de la Ley Federal sobre Metrología y Normalización se dispone que la finalidad de las normas oficiales mexicanas es establecer características y/o especificaciones, criterios y procedimientos para 179 Diario Oficial del Gobierno del Estado de Yucatán. Plan Estatal de Desarrollo 2007-2012. 31 de enero de 2008. 180 Quintanilla Madero, María del Carmen Eugenia Las normas oficiales mexicanas. Su constitucionalidad, impacto en la modernización del Derecho mexicano y estrecha vinculación con el Derecho Internacional. Editorial Porrúa-Universidad Iberoamericana, México, 2006. 123 proteger y promover el mejoramiento del medio ambiente, los ecosistemas, la preservación de los recursos naturales, así como la salud de las personas, animales o vegetales. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha interpretado que por medio de esta técnica es posible normar, de manera pormenorizada, lo relacionado con la preservación del medio ambiente y el trato digno que debe darse a las especies animales; por ende, dichas normas constituyen una "categoría de ordenamiento", que no es de índole legislativa ni reglamentaria, pero sí es un cuerpo normativo que, en materia ambiental, sirve para señalar las condiciones concretas de cómo garantizar la preservación y el aprovechamiento de la flora y fauna silvestres, que se regula en diversas leyes federales y tratados internacionales.181 El objeto de estas normas técnicas consiste en alcanzar un lenguaje común que proteja, entre otras cosas, la seguridad del individuo y la salud humana, animal o vegetal.182 En este orden de ideas, es posible sugerir la necesidad de una Norma Oficial Mexicana que reconozca los valores ambientales asociados a estos particulares acuíferos subterráneos que son propios de Yucatán y en armónica vinculación con los programas de ordenamiento del territorio y la legislación ambiental, tutelen de manera puntual el fenómeno para evitar que continúen los procesos de degradación de los mismos a falta de un marco jurídico. Conclusiones. En el Estado de Yucatán existen particulares formaciones kársticas localmente conocidas como “cenotes” que encierran una rica variable ambiental, la cual está en riesgo debido y a factores como su dispersión y ubicación subterránea, pero particularmente por la falta de tutela jurídica que obedece a la ausencia de un marco jurídico ad hoc. El agua es típicamente preponderante en el fenómeno, pero esto no debe llevar a que sean regulados como simples pozos de agua, pues debe optarse por incluir los diversos valores ambientales, económicos, sociológicos, turísticos, religiosos, etc., que se encuentran asociados, como verdaderos ecosistemas. En Yucatán, la propiedad de las aguas del subsuelo, entre las que se cuentan las de los cenotes, corresponde a la Federación, debido a que se trata de una zona 181 Suprema Corte de Justicia de la Nación. IUS. http://ius.scjn.gob.mx/paginas/tesis.aspx.Tesis de jurisprudencia. Tesis aislada; 9a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Tomo XXI, Enero de 2005; Pág. 1808 182 Quintanilla Madero, María del Carmen Eugenia. Las normas oficiales mexicanas. Su constitucionalidad, impacto en la modernización del Derecho mexicano y estrecha vinculación con el Derecho Internacional. Op cit. p. 24. México, 2006. 124 de veda desde el año de 1984, así declarada mediante un Decreto del Ejecutivo Federal. La desaparición de dicha declaratoria daría lugar a que sobre estas aguas se pudiera ejercer otros tipos de propiedad, incluso la privada, pero mientras sigan prevaleciendo formalmente las causas de utilidad pública que motivaron el mencionado decreto, la propiedad de la Federación sobre ellas será incuestionable pues el análisis del marco jurídico vigente así lo establece. La dispersión del fenómeno deriva del análisis del programa de ordenamiento ecológico del territorio, a lo que debe agregarse una Norma Oficial Mexicana, de carácter vinculante, con la que hoy no se cuenta, la cual reconozca sus particularidades y la variable ambiental presente en los cenotes y tutele de modo especial estas características sui generis, en armonía con la legislación ambiental vigente. FUENTES DE INFORMACIÓN. BIBLIOGRAFÍA BESALÚ PARKINSON A. Responsabilidad por daño Ambiental. Editorial Hammurabi, Argentina, 2005. CARMONA LARA, M. La Constitución y el agua: Apuntes para la gobernabilidad en el caso del agua en México. En Agua aspectos constitucionales. Editorial PorrúaUNAM. Segunda edición. México, 2011. DUCH GARY, Jorge. La conformación territorial del Estado de Yucatán. Universidad Autónoma Chapingo. Centro Regional de la Península de Yucatán. México, 1988. FARÍAS, U. Derecho Mexicano de Aguas Nacionales. Editorial Porrúa. México, 1993. GARCÍA ANIZA. 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Diario Oficial de la Federación. www.dof.gob.mx Diario Oficial del Gobierno del Estado de Yucatán.www.yucatan.gob.mx/ servicios/diario_oficial/ EVIA CERVANTES, C. Recursos naturales de las cuevas. Gobierno del Estado de Yucatán.www.seduma.yucatán.gob/cenotesgrutas/documentos/cenotespenínsula.pdf Gobierno del Estado de Yucatán. Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente www.seduma.yucatán.gob.mx/cenotes-grutas.introducción. MEDINA-GONZÁLEZ, Roger M. Aspectos biológicos de los cenotes de Yucatán. UADY-FMVZ. Biología.www.seduma.yucatan.gob/cenotesgrutas/ Documentos/cenotes-península. ROJAS SANDOVAL, C. El inframundo maya y los sistemas kársticos. Arqueología en cenotes. INAH, http://www.seduma.yucatan.gob.mx/cenotes- grutas/documentos/el-inframundo-parte1.pdf Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente. COPLADE. Censo de cenotes y grutas de Yucatán.www.seduma.yucatan.gob/cenotesgrutas/documentos/cenotes-península. Suprema Corte de Justicia de la Nación. http://ius.scjn.gob.mx/paginas/tesis. LEGISLACIÓN Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Ley General de Bienes Nacionales. Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente. Ley de Aguas Nacionales. Ley de Protección al Medio Ambiente del Estado de Yucatán Ley de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente del Estado de Quintana Roo. Reglamento de la Ley de Aguas Nacionales. 126 Reglamento de Cenotes, Cuevas y Pozos Comunitarios del Municipio de Mérida. Plan Estatal de Desarrollo 2007-20012. Programa de Ordenamiento Ecológico y Territorial del Estado de Yucatán. Recepción: 28 de octubre de 2013. Aceptación: 4 de noviembre de 2013. 127 EDUCACIÓN Y FORMACIÓN DEL JURISTA EN LA ERA DE LA GLOBALIZACIÓN JURIST EDUCATION AND TRAINING IN THE ERA OF GLOBALIZATION Alma de los Ángeles RÍOS RUIZ ∗ RESUMEN. La educación como realidad se encuentra presente en toda la existencia humana, toda vez que el sujeto la recibe de diversas fuentes, como son la familia, amigos, medios de comunicación, escuelas, entre otras. En cada instante se destaca la importancia de la educación para el desarrollo de la personalidad del individuo, considerada como uno de los elementos necesarios del crecimiento económico y el desarrollo nacional, así, la educación es un elemento indispensable para el crecimiento económico e incluso produce un valor añadido en la formación y desenvolvimiento del ser humano, por lo que mejorar constantemente la técnica pedagógica y lograr un manejo fluido de los planes de estudio derivado de la investigación, así como, de la práctica constante de nuestra profesión, es el reto diario que los académicos de la Facultad de Derecho se han propuesto. Palabras Clave: Educación legal, Derecho, Globalización, abogado. ABSTRACT. Education as reality is present in all human existence, since the person received it from various sources, such as family, friends, media, and schools, among others. At all times, education is regarded as being crucial for the development of the individual’s personality and considered as one of the key elements for economic growth and national development, producing an added value in the formation and development of the human being. Therefore, the constant improvement of teaching techniques and the achievement of effective management of the academic programs derived from research studies, as well as the constant practice of our profession, are the daily challenges faced by legal scholars. Keywords: legal education, law, globalization, lawyer. ∗ Doctora en Derecho. Profesora de Tiempo Completo (C) de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México y Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel 1. 128 Introducción. El objetivo del presente trabajo consiste en demostrar que los métodos tradicionales del proceso enseñanza-aprendizaje se encuentran en constante aplicación y sobre todo conjugan en la actualidad varios factores que han permitido a través del diseño de cursos de actualización y formación permanente del claustro docente enriquecer con nuevos instrumentos pedagógicos y herramientas didácticas la transmisión del conocimiento, sin olvidar la importancia que presenta el enfoque cognoscitivo de los modelos pedagógicos contemporáneos, con la finalidad de comprobar que el uso de la tecnología ha favorecido a la revolución digital de la sociedad del conocimiento en la era de la información, al crear la educación a distancia que comprende una visión innovadora y plural del proceso educativo. 1. Una aproximación a la educación. El término educación proviene del latín educare, que significa crear, nutrir o alimentar; y de educare, que significa sacar, llevar o conducir desde dentro hacia fuera. A partir de su raíz etimológica se puede concebir desde dos vertientes, a saber: a) como proceso de crecimiento estimulado desde fuera, donde se alude al concepto tradicional de la educación, en el cual el maestro es el sujeto activo en el proceso enseñanzaaprendizaje y el educando es solamente un ente pasivo; b) como encauzamiento de facultades que existen en el sujeto que se educa, el cual refiere a la educación nueva basada en la autorrealización del educando. La educación se conceptualiza como una realidad de la vida individual y social humana que adopta múltiples formas183. En este sentido la educación como realidad se encuentra presente en toda la existencia humana, toda vez que el sujeto la recibe de diversas fuentes, como son la familia, amigos, medios de comunicación, escuelas, entre otras. Asimismo, es una función necesaria para el individuo y la sociedad, en virtud de que no es algo que se considere que se puede hacer o no hacer arbitrariamente sino más bien debe cumplirse de manera obligatoria en razón a que el desarrollo del ser humano se realiza conjuntamente y no de manera aislada pues se vincula con el medio y el mundo donde el sujeto se desenvuelve y en particular se debe atender a la parte individual de la propia vida del hombre184. Por ello, se concibe a la educación 183 Véase Luzuriaga, Lorenzo. Pedagogía. Décima sexta edición, Buenos Aires, Lozada, S.A. 1984, p.35 184 La educación es una forma de aspiración del hombre, en virtud de que en todo ser humano existe una tendencia al desarrollo, para lo cual realiza toda clase de esfuerzos como aprender un oficio, seguir una carrera, asistir a cursos, conferencias, talleres, seminarios, congresos o simplemente a través de la lectura de libros. Ídem 129 como una serie de actos mediante los cuales se busca dirigir y perfeccionar la vida del hombre. La tendencia al perfeccionamiento es uno de los móviles más importantes que hacen posible la mejora del sujeto. En cada instante se destaca la importancia de la educación para el desarrollo de la personalidad del individuo, considerada como uno de los elementos necesarios del crecimiento económico y el desarrollo nacional. Así, la educación es un elemento indispensable para el crecimiento económico e incluso produce un valor añadido en la formación y desenvolvimiento del ser humano. Existe otra corriente que considera a la educación185 como un uso habitual en la vida cotidiana porque a todos nos incumbe de algún modo, en la cual debe existir la idea del perfeccionamiento como denominador común, vinculada a una visión ideal del hombre y la sociedad. En relación a la educación como proceso Renzo Titone186, sostiene que esta puede clasificarse en social e individual. La educación como proceso a) social es la transmisión constante de los valores del patrimonio cultural de la generación adulta; b) como proceso individual, consiste en la asimilación progresiva por cada individuo de valores, conocimientos, creencias, ideales y técnicas existentes en el patrimonio cultural de la humanidad, así como en el campo de los métodos que llevan a crear valores culturales y sociales nuevos. Se trata del proceso de inserción del alumno en su contexto sociocultural, el cual se encuentra en continua transformación. En el marco de referencia, se puede afirmar que el proceso social se desprende del progreso de la civilización, mediante el análisis, la crítica y la revisión constante de éstos valores, además del proceso individual resulta la formación de la personalidad, el carácter y la mentalidad del alumno. La educación es “el proceso de formación del hombre durante toda la vida a partir de las influencias exteriores a que es sometido y por virtud de su voluntad”187. Así, la educación se encarna en el individuo a través de la acumulación de experiencias adquiridas, mediante un proceso social o individual, bien sea de forma involuntaria por 185 En este sentido, la educación puede tener tres significados: A) Como sistema educativo, donde se le da un contenido histórico comparativo, con lo que se puede clasificar a la educación por épocas y etapas. B) Como producto de una acción, aquí se habla de una buena o mala educación, resultado que dependerá de múltiples factores a considerar, tales como la metodología aplicada en el proceso enseñanza-aprendizaje, el interés del educando, entre otros. C) Como proceso, se relaciona de manera prevista o imprevista a dos o más seres humanos y los coloca en situación de intercambio y de influencias reciprocas. Cfr. Serramona, Jaume. Fundamentos de educación, Barcelona, España, CEAC, 1991, p.27 186 Titono, Renzo, Metodología Didáctica, Décima primera edición, Buenos Aires, Rialp, S.A., 1985, p.20 187 Serramona, Jaume., Op., Cit., p.32. 130 conducto de lo que percibe de su entorno como puede ser su familia, amigos y medios de comunicación, o de manera voluntaria mediante su asistencia a la escuela. Los servicios educativos en la actualidad son considerados como un lujo o como una exigencia que permite satisfacer una necesidad elemental o mejorar la capacidad productiva de quien la alcanza. Por ello, existe una visión que considera que solamente debería existir demanda de educación una vez satisfechas las necesidades básicas188. 2. Elementos de la educación. Los elementos que intervienen en el proceso educativo son los siguientes: 1.) Acción.En razón a que tanto el educando como el educador son elementos claves en el concepto de educación, entre ellos se produce una relación dinámica, según la cual el sujeto se realiza personalmente gracias a las influencias que recibe del exterior y que actúan sobre sus capacidades, con la finalidad de desarrollarlas y cristalizarlas. La acción implica un constante actuar en el proceso educativo.2.-) Intencionalidad.- basa su existencia en que la actividad educativa es conscientemente intencional; esto es, la intención del educador es educar y la de educando es recibir dicha educación. 3.-) Sistematismo.- la actividad va encaminada a conseguir metas, con lo cual se encadenan actos y se plantean etapas previsibles para llegar a ellas. Éstas se logran gracias a la aplicación de un proceso sistemático, es decir, a todos los elementos que son organizados hacia la meta. Este elemento se puede apreciar claramente en la institución denominada escuela, donde todo se organiza de forma sistemática. En otro orden de ideas, la educación presenta dos características universales: A.) Es vertical: en virtud que se realiza durante toda la vida humana, desde el nacimiento hasta la muerte: ha existido desde los comienzos de la sociedad humana y se presume que continuará el fin de ella. B.-) Es horizontal: porque alcanza a todas las manifestaciones de la vida del hombre, desde la orgánica a la espiritual. Se extiende a 188 “…de 1950 a 1970, las actitudes ante la educación fueron abrumadoras favorables. Los gobiernos la consideraban como una prioridad fundamentalmente. Como ya hemos dicho, esta posición quedaba legitimada por los primeros trabajos de la economía de la educación, y en lo general por los creadores de la teoría del capital humano, los cuales atribuya a la educación un papel decisivo en el crecimiento económico, a causa de sus efectos positivos sobre la productividad de los recursos humanos, al establecer un paralelo entre los logros educativos y los futuros trabajadores y el aumento del capital productivo gracias a las inversiones…” “…En términos técnicos, la elasticidad de los gastos de educación con respecto a los ingresos será superior a la unidad. Un rápido examen de los gastos de educación en el mundo nos ayudara quizás a entender como conciben la educación los distintos estados…” UNESCOSERBAL, La economía de los nuevos medios de enseñanza, volumen II, Barcelona España, 1984, pp.548 131 todos los hombres y los pueblos que forman la sociedad, desde los más primitivos a los más civilizados. 3. Los fines de la educación. Son de carácter universal, objetivo y permanente, la historia muestra que existe diversidad de ellos, en relación con la concepción de la vida y los ideales en que se han proyectado. En razón a lo anterior, los fines se han agrupado y jerarquizados según diversos criterios: Conforme al criterio de validez y alcance de los objetivos, los fines de la educación se clasifican en “generales, cuando son válidos para todos los individuos y particulares, cuando lo son para un individuo, un grupo o un sector de la población”189. Por la referencia a su objeto, los fines del educando se pueden dividir, en dos clases: trascendentes son aquellos que sobrepasan la individualidad del individuo, los que están más allá del ser supremo (Dios), la verdad, la justicia e inmanentes, que se ubican dentro de la personalidad del sujeto: su conciencia, su desarrollo psíquico, su experiencia vital190. Otra clasificación ubica a la educación desde cuatro perspectivas, a saber: a) Político.- Entendiendo a la política como la concepción más amplia de la vida pública y del Estado. En ese contexto la educación subordinada a los fines del Estado. b) Social.- Con la existencia de la educación se propicia el orden y el progreso social191. c) Cultural.- consiste en introducir al educando los productos culturales generados por el hombre. d) Individual.- la educación tiene como finalidad llevar al hombre a su máxima plenitud y desarrollo, en ese sentido tiene una finalidad personal192. La educación se imparte en varios niveles desde la preescolar, primaria, secundaria y universitaria. Por ello, el tener estudios de enseñanza superior tiene como finalidad facilitar la adquisición de conocimientos. 189 Saavedra R., Manuel S., Diccionario de Pedagogía, México, Pax, 2001, p.75 190 Luzuriaga, Lorenzo, Pedagogía, Décimo sexta edición, Buenos Aires, Lozada, S.A., 1984, p.115 191 “…En los países en desarrollo la escuela puede contribuir ciertamente a resolver problemas, pero también puede crear otros; fomenta unas aspiraciones desmesuradas; estimula el éxodo rural, en vez de frenarlo; está demasiado exclusivamente adaptada a las necesidades del sector moderno y aporta demasiado poco a la gestión del cambio en el sector tradicional de una economía en desarrollo; depende excesivamente de las normas y características de la educación en los países en desarrollo (objetivos, contenidos, lenguas); y con frecuencia se considera que la educación básica es el camino que lleva a los grados superiores (secundaria y universitario), en vez de ser una educación terminal autosuficiente…” UNESCO-SERBAL, La economía de los nuevos medios de enseñanza, Op., Cit., p. 550. 192 Ibídem, p.123. 132 La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNESCO193 por conducto de la Comisión Internacional sobre Educación para el siglo XXI, considera que independientemente del sistema de enseñanza que se establezca, los cuatro pilares del conocimiento son a saber: 1.- aprender a conocer; 2.- aprender a hacer; 3.- aprender a vivir juntos y 4.- aprender a ser; deben estar posesionados en el mismo plano con el propósito de que la educación sea para el ser humano en su nivel de persona e integrante de una sociedad, que se integre de manera global y que se proyectó a lo largo de su existencia en los diversos escenarios sensitivo, cognitivo, teórico y práctico. Aquí conviene señalar que, la tecnología educativa alude a los medios derivados de la revolución de la educación, a partir de los libros de texto y las pizarras por señalar algunos ejemplos, el cine, la televisión, los retroproyectores, las computadoras y los demás elementos de material y programación194. En la actualidad el concepto es más amplio, pues refiere a un modo sistemático de concebir, aplicar y evaluar la totalidad del proceso educativo en función de unos objetivos precisos, basados en investigaciones relativas a los procesos de instrucción y comunicación humana, que utiliza un conjunto de medios humanos y materiales con el fin de otorgar una educación adecuada y más eficiente y eficaz. La tecnología educativa195 se desarrolla en la búsqueda por aportar a la enseñanza una base más científica y hacer más productiva la educación; eficiencia en el saber hacer con una adecuada dosificación y programación de la enseñanza; es decir, se presta atención a los métodos y medios más que a los contenidos. 193 UNESCO, “La educación encierra un tesoro”, Informe de la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI, presidida por Jaques Delors, Paris, Santillana ediciones UNESCO, 1996, pp. 97-107. 194 UNESCO/SERBAL, La economía de los nuevos medios de enseñanza, volumen I, Op.Cit., p. 511. 195 Los orígenes de la tecnología educativa se encuentran en la enseñanza programada, con la idea de elevar la eficiencia de la dirección del profesor docente. Su creación se atribuye a Burhus Frederik Skinner profesor de la Universidad de Harvard en el año de 1954. Los trabajos de Skinner se enmarca en la corriente psicológica denominada conductismo. El conductismo, variante del pragmatismo filosófico y el funcionalismo psicológicos surgidos a principios del siglo XX en los Estados Unidos propuso fundar la psicología como ciencia objetiva y alejarla de las corrientes tradicionales especulativas. Declaro como objeto de estudio la conducta, único fenómeno observable y por tanto medible científicamente de la psique humano, evitando de esta forma considerar los estados internos del hombre. Este modelo psicológico del aprendizaje sirvió de base para la enseñanza programada, primera expresión de la tecnología educativa cuyo represente fue el mismo Skinner. Un rama especial de la psicología, el análisis experimental del comportamiento, ha producido, sino un arte, por lo menos una tecnología de la enseñanza, a base de la cual es ciertamente posible deducir programas, planes y métodos de enseñanza. El público sabe algo de esta tecnología gracias a dos de sus frutos, las máquinas de enseñar y la instrucción programada. 133 Asimismo, existe la educación a distancia que en los últimos años ha proliferado como una alternativa viable para llevar a los lugares más lejanos la preparación de la población a través del uso de las tecnologías en la sociedad del conocimiento. En la actualidad el mundo se desarrolla en la sociedad del conocimiento inmerso en la era de la globalización que vive nuevos retos y requiere mayor formación profesional. En este sentido, resulta necesaria una actualización de los métodos que caracterizan el proceso de enseñanzaaprendizaje, el máximo aprovechamiento de las herramientas tecnológicas disponibles, la internacionalización tanto de los alumnos y los profesores, la promoción de la auto enseñanza, la actualización permanente del claustro docente, el intercambio estudiantil y la fortaleza del sistema de educación a distancia. La Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México es, la más antigua del continente americano, su fundación data de 1551, desde ese año se dispuso como uno de sus pilares la enseñanza del derecho. Para el año de 1910 se constituyó en la Escuela Nacional de Jurisprudencia y para 1951 por acuerdo del Consejo Universitario, se transformó en Facultad de Derecho, incorporándose en las funciones normativas las de investigación. Hoy por hoy, la tarea que tiene encomendada la Facultad son las siguientes196: 1.- Formar abogados especialistas en los diversos campos del conocimiento del derecho, así como maestros y doctores, altamente capacitados, aptos para ejercer el liderazgo científico, académico y social cuyas opiniones son tomadas en cuenta parta la elaboración del nuevo marco jurídico que demanda el siglo XXI que se desarrolla en un mundo globalizado como condición indispensable para alcanzar os grandes retos de justicia, bien común y convivencia pacífica. 2.-Crear, preservar, interpretar y difundir conocimiento jurídico, que sea referente obligado para todas las instituciones de educación superior vinculados a la enseñanza del derecho. 3.- Formar docentes altamente capacitados en el conocimiento y manejo de los nuevos métodos de enseñanza-aprendizaje que se sustentan en el uso de las herramientas tecnológicas diseñadas para ese fin. 196 Para mayor abundamiento véase El Jurista del Siglo XXI en la Era de la Globalización desde la Perspectiva de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) de Dra. Alma de los Ángeles Ríos Ruiz. 134 4.-Fortalecer el binomio investigación-docencia que son dos aspectos del mismo objetivo, para asegurar la calidad académica, la capacidad de innovación y el humanismo. 5.-Ofrecer cursos de actualización permanentes que permitan a alumnos y egresados, informarse sobre los avances y evolución del derecho en México y el mundo, discutir con especialistas sobre los cambios y evolución del marco jurídico y mantenerse al día sobre el conocimiento actual disponible. 6.-Mantener y promover un compromiso invariable con las necesidades de asesoría y apoyo en el campo jurídico con los grupos sociales menos favorecidos, para garantizar su acceso efectivo a una justicia pronta expedita y gratuita197. En este contexto, tanto la educación a distancia como la tecnología educativa198 concentran su atención tanto en los métodos, los medios y los contenidos que se ocupan en el proceso enseñanza aprendizaje; sin embargo se considera que la tecnología educativa no ha podido cumplir sus promesas a pesar de contar con bases teóricas sólidas, mayor compromiso y responsabilidad social que tiene como finalidad educativa, pese a haberse adaptado en los cambios producidos en el campo de la tecnología de la computación, que siguen observando el problema de la enseñanza con un enfoque en términos de utilidad, eficiencia y centrando su análisis en la conducta individual. 4. La etapa del aprendizaje. La enseñanza es la actividad que dirige el aprendizaje: Con la finalidad de enseñar bien, el docente necesita tener una noción clara y exacta de lo que realmente es aprender y enseñar, toda vez que existe una relación directa teórica y práctica199. El vocablo enseñanza deriva del latín insignia, que significa señalar, distinguir, mostrar o poner delante; “se considera el acto que ejerce el educador para transmitir a los educandos un determinado contenido”200. 197 Para mayor abundamiento del tema véase Patiño Manffer Ruperto. Plan de Trabajo de la Dirección de la Facultad de Derecho 2008-2012. Universidad Nacional Autónoma de México. Febrero de 2008, p.2 y ss. 198 Este modelo pedagógico se puede resumir en: objetivos conductuales, la organización del contenido de forma lógica en secuencias de unidades; los métodos utilizados están fundamentalmente basados en el autoaprendizaje para lo que se emplean las preguntas y respuestas; actualmente resaltan los métodos que están fundamentalmente basados en juegos didácticos, simulaciones, libros, máquinas de enseñar, computadoras, televisiones, entre otros. 199 Titone, Renzo., Op.Cit. p.32 135 La enseñanza es una actividad intencional diseñada para dar lugar al aprendizaje de los alumnos201 y al mismo tiempo el docente en tanto enseña aprende, por esto el proceso se define como un binomio en donde el que enseña aprende y el que aprende enseña. De tal manera que, puede existir enseñanza en la manera en que exista aprendizaje. Por ello, enseñar implica un método, técnicas y medios adecuados dentro del proceso enseñanza aprendizaje en una determinada asignatura, a efecto de lograr un aprendizaje significativo, es decir, que dure toda la vida, donde el sujeto permite incorporar a su experiencia cotidiana los conocimientos adquiridos, toda vez que los asimila e incorpora a su propia existencia. En el mismo sentido se considera que le enseñanza auténtica consiste en “proyectar, orientar y controlar experiencias concretas de trabajo reflexivo de los alumnos, sobre los datos de la materia escolar o de la vida cultural de la humanidad202. La enseñanza se concibe como una actividad integral, la cual implica la orientación por parte del docente para lograr la reflexión de lo aprendido por los alumnos. Así, enseñar significa prever y proyectar la marcha de ese proceso, imprimiendo una organización funcional al programa de trabajo y reuniendo el material bibliográfico y los medios auxiliares necesarios para estudiar la asignatura e ilustrada203. Lo anterior implica la preparación y organización metódica y anticipada de la clase. Los alumnos se inician en el estudio de la asignatura, estimulándolos y proveyéndolos de los datos necesarios, orientando su razonamiento, aclarando sus dudas y fortaleciendo su progresiva comprensiva y dominio de la materia. La enseñanza debe traer implícita la motivación a los alumnos, con lo cual se logrará un mejor aprendizaje. Dentro de este proceso los alumnos deben estar dirigidos a actividades concretas, apropiadas y fecundas que los conduzcan a adquirir experimentalmente un creciente dominio reflexivo sobre la materia, sus problemas y relaciones. La enseñanza204 debe fundamentarse en la teoría y complementarse con la práctica, presentándose un justo medio entre ambos conceptos. Se deben diagnosticar 200 Saavedra R., Manuel, Op.Cit. p.63. 201 Contreras Domingo, José. Enseñanza, Currículum y Profesorado, segunda edición, Madrid, Akal., S.A., 1990, p.21. 202 Titone, Renazo, Op.Cit., p.37. 203 Alves Mattos, Luis, Compendio de didáctica general, segunda edición, Buenos Aires, Kapelusz, 1991, p.98. 204 En el modelo de la tecnología educativa la relación entre profesor alumno, reduce la actividad del profesor a la elaboración del programa mientras que el alumno adquiere un papel preponderante ya que se auto-instruye, auto-programa, recibe un aprendizaje individualizado de acuerdo con su ritmo particular de asimilación. 136 las causas de dificultad, frustración y fracaso que los alumnos pueden encontrar en el aprendizaje de la materia y ayudarlos a superarlas, rectificándolas oportunamente. Bajo el anterior orden de ideas, es menester que exista una amplia comunicación entre los agentes del proceso educativo. De tal forma que si los alumnos confían en su maestro, ellos estarán en posibilidad de manifestar sus problemas, de no ser esto posible, el docente tendrá que estar atento a las actitudes y comportamiento de sus alumnos para corregir o subsanar las deficiencias. Asimismo, debe ayudar a los alumnos a consolidar, integrar y fijar mejor todo lo que han aprendido de tal manera que puedan modificar actitudes, conducta y nueva forma de pensamiento. Sí el docente cumple con estos aspectos dejará de ser un mero expositor de contenidos. Además, se debe comprobar y valorar los resultados obtenidos por los alumnos en las experiencias del aprendizaje y las probabilidades de transferencia de esos resultados a la vida. Cualquier elemento enseñado debe ser evaluado y sobre todo aprobarse por la repetición de lo aprendido y la aplicabilidad que los resultados tengan en la vida de los educandos. 5. Formas de enseñanza. Son las maneras que emplea el docente para comunicar al educando los contenidos que pretende conseguir en el proceso enseñanza- aprendizaje. De esta manera se puede clasificar como: I) Expositiva.- Se otorga la presentación de un determinado contenido o materia por parte del maestro, donde se utiliza la descripción, el relato y la narración de los hechos y sucesos. Para que este método sea efectivo el docente debe contar con dotes particulares de expositor y narrador. La exposición debe tener las características de claridad, precisión, libertad, espontaneidad, y el timbre de la voz debe ser enfático205. II) Interrogativa.- La interrogación puede emplearse de varias formas: Puede utilizarse cotidianamente o bien ocasionalmente en el curso de una exposición para ver si se ha entendido lo que se ha expuesto. Para que tenga eficacia es necesario cuente con un alto grado de desarrollo mental206. Es importante que se utilice esta forma de enseñanza en el desarrollo de la clase, así al final de cada sesión el docente puede evaluar el logro alcanzado en la enseñanza. 205 Luzuriaga, Lorenzo, Pedagogía, Op., Cit., p.224. 206 Ibídem, p. 226. 137 III) Intuitiva:- Consiste en la presentación de objetos o imágenes y en su elaboración en la imaginación y la inteligencia del alumno207. La anterior forma de enseñanza requiere que el objeto de conocimiento o la imagen de los alumnos se puedan relacionar en forma directa con el tema a tratar. Por otro lado, es necesario también distinguir otra forma de enseñanza como es la IV) Cíclica.- Se considera aquella que se administra progresivamente. La carga académica se programa en forma vertical para operarse por ciclos208. Dicha forma de enseñanza está diseñada por etapas, cada ciclo tiene como finalidad abarcar un determinado campo del conocimiento. V) Global.- Consiste en correlacionar las diversas asignaturas o disciplinas que conforman el programa de un curso o grado escolar209.La forma global de enseñanza es un modelo ideal, toda vez que permite una mejor comprensión de una asignatura, en ocasiones es necesaria vincularla con otros contenidos. VI) Individualizada.- el educando avanza conforme su propio ritmo de aprendizaje y en los espacios y tiempos que personalmente puede asumir210. La enseñanza individualizada tiene las siguientes características, a saber: a.- Es una forma de enseñanza adaptada a las necesidades y posibilidades concretas del alumno. b.- No directiva.- Fue desarrollada por Carl Rogers en la idea de una terapia basada en el cliente para impulsar el proceso individual de convertirse en persona y que consiste en la ausencia de prescripciones por parte autodescubrimiento y el aprendizaje significativo del 211 profesor, que estimula el .En esta modalidad de enseñanza el docente sólo actúa como guía y orientador, sin imponer criterios. VII) Programada.- Prescribe el proceso enseñanza-aprendizaje que debe seguir el educando a partir de las adquisiciones de conocimientos que va adquiriendo paso a paso. Se trata de una enseñanza autodidacta, en la cual el alumno tiene un ritmo personal de progreso en el aprendizaje. VIII) La forma expositiva es la más clásica utilizada en la enseñanza donde el profesor habla y el alumno escucha, la comunicación entre ambos es casi nula. Otro autor212 sostiene que pueden presentarse las siguientes modalidades: • Discursiva.- Se tiene más cuidado en la forma que en el fondo, por la elegancia del estilo que por la fecundidad del contenido. Esto no implica 207 Ibídem, p.227. 208 Saavedra R., Manuel S., Op., Cit., p.64. 209 Ídem. 210 Ídem. 211 Ídem. 212 Nervi, Juan Ricardo. Didáctica normativa, kapeluz mexicana, México, 1986, p. 100. 138 que eso sea lo más importante, sino más bien la sobriedad, claridad y precisión expositiva. • Narrativa.-Se presenta cuando se apela a la narración simple y llana de los asuntos propios del tema, Generalmente se utiliza con buenos resultados en los temas de motivación de la clase tales como: cuentos, leyendas o relatos. • Descriptiva.- Se fundamenta en la descripción de los objetos reales e imaginarios. Consiste en describir las diversas partes o circunstancias de las personas o cosas de forma tal que se obtenga una representación o se consolide una idea clara de ellas. • Explicativa.- Muestra un asunto a partir de comparaciones, analogías y ejemplos que sirven para aclarar conceptos demasiado abstractos o poco comprensibles213. Por su parte, Heinz Bach214 opina que existen tres formas de enseñanza: 1.Frontal.- se dirige a la clase en su conjunto objetivo 215 de la misma forma y con el mismo .Esta es la modalidad de enseñanza más común en nuestras escuelas. 2.- Diferencial.- se realiza a cabo dividendo a los alumnos en grupos para enseñarles de distintas maneras y con objetivos diferentes216 . Este tipo de enseñanza suele presentarse en los casos en los que los alumnos muestran necesidades y potencialidades diferentes.3.- Individual.-Se encarga de educar al alumno de manera separada, tanto en lo que concierne a la manera de enseñar como a los objetivos217 . Uno de los factores que repercuten en el éxito de la impartición de un curso es la planeación del mismo. De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española planear es “trazar o formar el plan de una obra”218. Planear la enseñanza es elaborar un proyecto de las actividades a desarrollar para llevar a cabo la enseñanza, lo cual implica seleccionar el tema, los recursos didácticos, programar el tiempo a emplear, así como la forma de evaluación. Los dos momentos esenciales que implica la preparación del tema son la compilación de los documentos que se utilizarán para la preparación del tema y su respectiva organización temática, la cual requiere de las proposiciones generales 213 Ídem. 214 Heinz Bach citado por Nervi, Juan Ricardo., Op. Cit., p. 101. 215 Ibídem, p. 112. 216 Ídem. 217 Ídem. 218 Real Academia Española. Diccionario de la Lengua Española. Vigésima primer edición, Madrid, 1992, p.1147. 139 establecidas por el complejo unitario de contenidos que comprende la asignatura considerada en su totalidad, o bien la unidad didáctica de la cual se desprende la lección o clase del día, sin olvidar los objetivos particulares o generales del curso219. Cuando el profesor calcula el tiempo previsto para cada clase logra canalizar adecuadamente el número de horas que tiene destinado para los apartados del objeto de conocimiento, a lo cual requiere tener una relación lógica de la clase con otras asignaturas. En este sentido, los dos momentos esenciales que implica la preparación del tema son la acumulación del material destinado a la preparación del tópico a enseñar y la organización temática, la cual requiere de las proposiciones generales establecidas por el complejo unitario de contenidos que comprende la asignatura considerada en su totalidad, o bien la unidad didáctica de la cual se desprende la unidad de lección o clase del día, sin olvidar los objetivos de la disciplina a tratar220. La preparación de cada unidad de aprendizaje o tema es importante para el éxito del curso, toda vez que el docente que desea improvisar está destinado a un total fracaso a lo cual pueden presentarse dos situaciones: Sí domina la disciplina no tendrá ninguna dificultad para impartir la disciplina; en caso contrario desperdiciará tiempo valioso de la clase para ocuparse en otros asuntos, o en el peor de los escenarios tratará de enseñar algo que desconoce, lo cual repercutirá en el aprovechamiento de los alumnos. Así, al calcular el tiempo previsto para cada clase se evita dedicarlo indiscriminadamente a otro tema y descuidar otro, con ello se combate la improvisación y la rutina de la clase. Con esto en mente, es oportuno mencionar que, un plan de clase debe tener las siguientes características: 1.-Coherente.- Debe comprender todos los componentes necesarios para lograr los objetivos propuestos, para lo cual debe tener una relación lógica con cada clase y con otras asignaturas. 2.- Flexible.- debe ser fácilmente modificado, por tanto debe adaptarse a lo que pueda presentarse en el desarrollo de la clase. Para que un Plan funcione, debe contener los siguientes elementos: A.-Objetivos.representan los propósitos que se esperan alcanzar con la enseñanza. B.-Distribución de la materia.- se divide el contenido del curso por unidades, temas o subtemas. C.Metodología.- Se determinan los métodos y técnicas para la enseñanza. D.- Recursos didácticos.- Se establecen los materiales que serán utilizados en la clase. E.- 219 Véase Neri, citado por Juan Ricardo, op.cit., p.93 220 Nervi, citado por Juan Ricardo., op. Cit., p.93 140 Cronograma.- es necesario para calcular el tiempo que se dispone para el curso. F.Medios de evaluación.- es la forma mediante la cual se evaluará el aprendizaje. G.Bibliografía.- Se deben tener plenamente identificadas las obras que serán usadas de referencia en el desarrollo de los temas. 6. Evaluación. Para Humberto Jerez la evaluación, en sentido estricto es “un conjunto de actividades que se realizan como parte del proceso enseñanza-aprendizaje, para obtener información confiable acerca de los logros de los objetivos previstos en el programas de estudio”221. Desde un punto de vista más amplio la evaluación “es un proceso integral, sistemático y gradual que permite valorar los cambios producidos en la conducta de los educandos, como resultado de su aprendizaje; la práctica docente específica y todo lo que está comprende; la eficacia de las técnicas empleadas para la realización del proceso enseñanza-aprendizaje; la preparación y habilidad del docente; los resultados obtenidos, así como la evaluación del mismo222. La evaluación tiene como finalidad reflejar la calificación del alumno obtenida a lo largo de un curso; toda vez que mediante la evaluación alumnos y maestros monitorean el estado del proceso y orienta el mismo para obtener los mejores resultados. Al mismo tiempo, la evaluación sirve de motivación al alumno, quien debe brindar su mejor esfuerzo para alcanzar la máxima calificación. El docente debe tener en cuenta que la evaluación debe reflejar el trabajo satisfactorio del alumno para determinar el esfuerzo realizado durante un periodo de tiempo. El concepto de evaluación actual se ha ampliado, ha cambiado de paradigma de acuerdo a los nuevos enfoques que presenta la educación contemporánea, se concibe como enjuicio de valor, como acción pedagógica, interactiva y contextual y como ayuda individual y grupal para alcanzar los fines de la educación. Además, la evaluación de los aprendizajes la entendemos como un proceso de análisis, reflexión e investigación de la práctica pedagógica que permite al docente construir estrategias adecuadas y a los alumnos reflexionar sobre sus aprendizajes, el tiempo empleado, lo pertinente de las acciones didácticas emprendidas para aprender y sobre tales cimientos valorarse a él mismo223. 221 Jerez Talavera, Humberto , Pedagogía Esencial, Jertalhum, S.A., México, 1997, p.209 222 Ídem. 223 Cfr. Moran Oviedo Porfirio, Hacia una evaluación cualitativa y/o formativa en el aula, Reencuentro, número 48, Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, México, 2007, pp.9 y ss.“…Los sistemas de 141 Se considera a la evaluación como un acto de amenaza, en ocasiones se convierte en una tarea compartida, colectiva de todos los involucrados en la tarea educativo se le quita esa connotación de persecución, o ajuste de cuentas de cuentas; se requiere comentarla, discutirla con los interesados, con todos aquellos sujetos inmersos en el proyecto y proceso educativo, solamente así se gana credibilidad y equidad en el acto evaluativo 7. Aprendizaje. El vocablo aprender deriva del latín aprehenderé que significa adquirir el conocimiento de alguna cosa. Así, el concepto aprendizaje es un término polisémico con distintos significados según el marco teórico desde el que se define, es un proceso mediante el cual se adquiere la capacidad de responder adecuadamente una situación que puede o no haberse tenido antes; también se le considera como una modificación favorable de las tendencias de reacción, debido a la experiencia previa, particularmente la construcción de una nueva serie de reacciones motoras complejamente coordinadas; también como la fijación de elementos en la memoria, de modo que puedan recordarse o reconocerse, o bien el proceso de analizar una situación. Algunas teorías lo definen como la adquisición de combinaciones de reacciones que capacitan al individuo para resolver una situación compleja o variable, o simplemente como un fenómeno de inteligencia224. El concepto de aprendizaje ha variado con el transcurso del tiempo. En siglos pasados predominaba la noción errónea de que aprender era memorizar, hasta que el alumno pudiera repetir las palabras del maestro o lo establecido en los libros de texto. Por tanto, enseñar era sinónimo de indicar lecciones, aprender consistía en recitar de memoria lo aprendido. En este sentido, se comulga con la idea de Séneca donde “el simple guardar en la memoria textos y mensajes no prepara a nadie para la realidad de la vida con sus complejos problemas, no desarrolla la inteligencia, no aguza el ingenio ni estimula la reflexión; sólo forma alumnos que repiten pasivamente lo que estudian, y que conservan esquemas mentales rígidos e invariables”225. evaluación escolar mantienen más que objetivos formativos de carácter educativo, procesos políticos y sociales que alejan a la escuela de sus objetivos de desarrollo, de crecimiento, de autoafirmación; haciendo de la evaluación un mecanismo de exclusión y de eliminación que no solo de selección. La evaluación es un fenómeno educativo (si es educativo debería educar al realizarse) que condiciona todo el proceso de enseñanza y aprendizaje. Por esto resulta decisivo preguntarse por la naturaleza del mismo, por su finalidad y por las dimensiones éticas, sociales y políticas que lo impregnan…” 224 Saavedra R., Manuel S., op., cit., p.15 225 Titone, Renzo, Op., Cit., p.32 142 Desafortunadamente, hoy en día todavía existen maestros que se rigen con esta idea errónea. Pero, cierto es que con el simple hecho de guardar en la memoria textos y palabras no se aprende. A partir del siglo XVII la memorización pasó a un segundo término en el aprendizaje: llegó a ser más importante la comprensión reflexiva y después la memorización de lo comprendido, para así poder aplicarlo. Dicho procedimiento recibió el nombre de fórmula de Comenio: “intelectus, memoria et usus”, la cual, consta de tres etapas fundamentales: la comprensión, la retención y la aplicación, todas ellas basadas en la experiencias. Debido a esta nueva concepción del aprendizaje, la enseñanza pretendía que los alumnos comprendieran primero aquello que tenían que aprender. Actualmente, se piensa que la explicación verbal del profesor es lo que inicia el aprendizaje, pero es sólo un medio para integrarlo y aplicarlo. La integración de lo aprendido por el educando y su aplicación a su vida configuran el verdadero aprendizaje. Por ello, se coincide con el pensamiento de Luis Bohórquez al considerar al aprendizaje como la “adquisición de nuevas formas de conducta o la adaptación a las situaciones de vida mediante la experiencia226. Así, “el aprendizaje es un proceso operativo, en el cual cumplen un papel fundamental la atención, el empeño y el esfuerzo del alumno. Éste debe identificar, analizar y reelaborar los datos de conocimiento que reciba e incorporarlos en su contextura mental, en estructuras definidas”227. De la definición anterior se desprende que el maestro es junto con el alumno responsable del aprendizaje, donde ambos juegan un papel preponderante en este proceso. Alves de Mattos228, señala que en todo aprendizaje sistemático quien lo recibe atraviesa por las siguientes fases: Se pasa por un estado de sincretismo inicial en el que abundan vagas nociones confusas y erróneas, sobre un fondo indiferenciado de cándida ignorancia, a una fase de enfoque analítico, en que cada parte del todo es a su vez examinada e investigada en sus pormenores y particularidades; algunos psicólogos y pedagogos denominan a esta etapa diferenciación, discriminación o simplemente análisis. Sigue una fase de síntesis integradora: relegando los pormenores a segundo plano, se afirman las perspectivas de lo esencial, de las relaciones y de la importancia de los 226 Bohorquez Casallas, Luis A., Curso de Pedagogía Moderna, segunda edición, Bogotá, Cultural Colombiana, 1985, p.180. 227 Ibídem., p.33 228 Alves de Mattos, Luis., op., cit., p.90 143 principios, datos y hechos ya analizados, integrándolos en un todo coherente y vitalmente significativo. Es la fase que designa como de integración o de síntesis. Concluye en una fase final de consolidación o fijación; en esta mediante ejercicios y repasos de manera reiterada, se refuerza o fija ex profeso lo que se ha aprendido analítica y sintéticamente hasta convertirlo en una adquisición229. Bajo el anterior orden de ideas, es posible señalar que el alumno estará aprendiendo cuando muestre interés en lo que se le ha enseñado. Así, existe una diferencia entre el concepto de aprendizaje donde los alumnos aprenden al escuchar al maestro con sus respectivas explicaciones y al repetir textualmente las lecciones del libro que se utiliza en el salón de clases. Por ello, es posible afirmar que se tiene un seudo-aprendizaje de fórmulas verbales sin nexo o repeticiones confusas por los alumnos, sin ningún vínculo son la realidad. Así, se puede concluir que la conducta y la personalidad se desarrollan progresivamente y responden a un proceso dinámico en el cual pueden modificarse de manera más o menos estable. Se llama aprendizaje al proceso por el cual se modifica de manera estable la conducta a partir de las experiencias del sujeto230. Tradicionalmente existe una persona o grupo (un status) que enseña, y otro que aprende. Esta disociación debe ser suprimida, pero tal situación genera ansiedad debido al cambio y abandono de una estereotipia de conducta. Además, todos los seres humanos podemos enseñar algo producto de nuestra propia experiencia de vida. Así aprender no es solo recoger información explicitada, sino de convertir enseñanza y aprendizaje toda conducta y experiencia, relación o quehacer231 7.1 Características básicas del aprendizaje. • El dinamismo juega un papel muy importante, toda vez que frente a un medio cambiante, el aprendizaje debe adaptarse y readaptarse constantemente para cumplir su ciclo completo232 . El aprendizaje es variante, su forma atiende a diferentes factores tales como el entorno y las condiciones que influyen en el proceso enseñanza-aprendizaje. 229 Alves Mattos, Luis, op.,cit., p.90 230 Bleger, José Psicología de la Conducta, Buenos Aires, Piados, 1988 (Paráfrasis), p.1, El autor sostiene que “…Se llama aprendizaje o learning a este proceso por el cual la conducta se modifica de manera más o menos estable a raíz del aprendizaje y las experiencias del sujeto…El concepto de aprendizaje tiene sobre si el peso de la tradición intelectualista, pero abarca mucho más que el aprendizaje intelectual y en realidad Este, un con toda la importancia que tiene, es solo una parte del aprendizaje total…” 231 Ibídem., p.3 232 Cfr. Pos, Nervi, Juan Ricardo, op. cit., p.147 144 • La funcionalidad deriva de las relaciones que existen entre las necesidades e intereses del sujeto y los objetivos o resultados que en lo particular se consideran valiosos y en función de los cuales actúa233. El alumno aprenderá aquello que considere de interés para su vida, lo que llene sus necesidades de aquí que sea tan importante el aspecto de la individualidad. • La individualidad implica que nadie puede aprender por otro. El aprendizaje es personal e intransferible. El aprendizaje es una tarea individual en razón a que se requiere la voluntad del sujeto. • La creatividad es la adaptación a las circunstancias o condiciones nuevas, diferentes y originales para el individuo, propia de la inteligencia humana, es un acto recreativo por excelencia234. • En este sentido una de las ideas principales del docente es despertar la creatividad en sus alumnos. La motivación constituye uno de los puntos básicos para el aprendizaje donde el alumno puede desarrollar dos clases de conductas una positiva a partir de premios y otra negativa es decir con castigos. En este aspecto el docente debe administrar adecuadamente cada situación a efecto de obtener los mejores resultados en el ritmo de aprendizaje que se desea implantar. Por ello, si el maestro reconoce a los alumnos sus logros y los estimula para conseguirlos obtendrá mejores resultados en lugar de mostrar indiferencia a las actividades desarrolladas dentro o fuera del salón de clase. Por otro lado, el modelo modular del aprendizaje comprende los siguientes aspectos: La incoación o cognición inicial, donde se percibe globalmente al objeto, se analizan sus estructuras y se sintetizan sus elementos, esto es, se reestructura integralmente el objeto, fortaleza que consiste en el empleo consciente de las operaciones de análisis y síntesis en un nivel correctivo (con la finalidad de evitar el error), otro de refuerzo para consolidar y uno más evolutivo para desarrollar capacidades físicas y creativas nuevas. Las dos primeras etapas generan pensamiento convergente y el último pensamiento divergente, así como el control o cognición avanzada, lo cual equivale a la concreción del control a través de la evaluación, la cual debe ser continúa o de diagnóstico periódico y final para producir la valoración profunda del aprendizaje235. 233 Ídem. 234 Ídem. 235 Cfr. Saavedra R., Manuel S., op.cit., p.16 145 El aprendizaje es un proceso de suma complejidad. Por su parte Karl Aschersteben236 distingue los aspectos que considera más importantes para el aprendizaje y son a saber: 1. Motivación.- consiste en poner en marcha el proceso de aprendizaje. Se requiere en el alumno el impulso para aprender con la finalidad de alcanzar un objetivo fijado como meta de dicho aprendizaje. 2. Cualquier intento para aprender acarrea dificultades. Toda acción que no conduzca directamente a la meta fijada en el aprendizaje se encuentra marcada a partir de sí misma por el grado de dificultad. A la vez, en estas fases es importante distinguir dos circunstancias: La primera alude a un mejor conocimiento del contenido de aprender, lo que puede facilitar considerablemente sucesivos intentos. La segunda refiere a intentos, en sentido más preciso de alcanzar el objetivo del aprendizaje. 3. El educando logra la meta fijada tras los primeros intentos de aprender y como norma general hay que suponer que son necesarios varios intentos y sobre todo el ejercicio para alcanzar la meta fijada en el aprendizaje. 4. El rendimiento final espera una conclusión satisfactoria del proceso de aprendizaje con la obtención del objetivo fijado237. De lo anterior se desprende que para lograr el aprendizaje de algo es necesario realizar varios ejercicios al respecto, lo cual nos llevará a reforzar lo aprendido y a su perfeccionamiento a efecto de obtener un resultado satisfactorio. 7.2 Tipos de aprendizaje. La pedagogía reconoce varias clases de aprendizaje, a saber: Ø Memorístico.- es el modelo tradicional del aprendizaje y consiste en utilizar solamente la memoria238. Ø Asociativo.-el educando alcanza el aprendizaje relacionando el objeto de conocimiento con todo su acervo cultural239. Ø Por descubrimiento.- adquisición de conceptos, habilidades, destrezas, actitudes y valores mediante la indagación240. Ø Perceptivo.- el alumno basa su aprendizaje viendo y escuchando241. 236 Aschersteben, Karl. Introducción a la Metodología Pedagógica, Ed Roca, México 1983, p.39. 237 Ibídem, pp.40-42 238 Cfr. Nervi, Juan Ricardo, op., cit., p.153 239 Cfr. Saavedra R., Manuel S., op. cit., p.15. 240 Ibídem. 241 Nervi, Juan Ricardo, op., cit., p. 153. 146 Para alcanzar el aprendizaje perceptivo el docente se apoya en medios audiovisuales, en particular desde una perspectiva racional, es decir, aquella que abraca y maneja una serie de conceptos teóricos, leyes científicas o principios filosóficos. Se presenta como un proceso centrado en la abstracción y generalización que funciona como una etapa de transición del conocimiento sensible al intelectual. Una de sus manifestaciones es la resolución de problemas, lo cual implica plantear una situación conflictiva, investigar su naturaleza y alcanzar soluciones posibles y probables242. La anterior modalidad de aprendizaje es la más acabada, en virtud de que asimila y comprende lo aprendido y el conocimiento es utilizado para resolver problemas. Ahora bien, los factores principales que influyen en el aprendizaje son a saber: 1. Biológico.- alude al estado de salud del alumno 2. Psicológicos.- destaca la capacidad mental del alumno, su interés inclinaciones, actitudes así como aptitudes. 3. Socio-económicos.- La influencia del medio material y social suele repercutir en el aprendizaje, en virtud de que las características de los alumnos varían dependiendo del ámbito social y económico en el que se desenvuelven. 4. Pedagógicos.- Entre estos destaca la personalidad, eficiencia, preparación y vocación del docente; el ambiente del aula, los contenidos, los recursos didácticos y la metodología del aprendizaje. Un proceso de aprendizaje es real cuando el docente es capaz de hacer pensar y aprender a pensar. 8. El proceso enseñanza-aprendizaje. Los términos enseñanza-aprendizaje son correlativos, es decir, uno conlleva la existencia del otro, en razón a que la concepción del aprendizaje corresponde necesariamente la idea de enseñanza y viceversa. De aquí que ambos conceptos se manejan simultáneamente, al ser dos actividades que se desarrollan a la par dentro de un mismo proceso. El binomio enseñanza-aprendizaje implica dos actos: En el primero de ellos, tradicionalmente el docente desarrolla conocimientos, hábitos o habilidades en el alumno, a través de medios, en función de los objetivos y dentro de un contexto. En el segundo el alumno intenta captar los contenidos expuestos por el maestro, o por cualquier otra fuente de información, lo cual logra mediante diversos objetivos que se llevan a cabo dentro de un determinado contexto. 242 Saavedra R., Manuel., S. op., cit., p.17 147 8.1 Elementos del proceso enseñanza-aprendizaje. La enseñanza y el aprendizaje forman parte de un proceso único que tiene como fin la formación del estudiante. Para enseñar y aprender son indispensables dos agentes: Un sujeto que desconoce (alumno) y otro que conoce y puede enseñar (maestro). Además de esos agentes se encuentran los contenidos de una disciplina, es decir, lo que se pretende enseñar o aprender, así como los procedimientos e instrumentos para enseñarlos o aprenderlos. Cuando se enseña algo es porque se va a alcanzar una meta u objetivo planeado. Debe tenerse en cuenta la importancia que reviste la motivación en la conducta humana. 8.1.1 La motivación en el proceso enseñanza-aprendizaje. El término motivación derivada del latín Motus, que significa “movimiento”, los motivos o intereses de los alumnos son inherentes a ellos, por lo tanto, no pueden trasmitirse desde afuera; lo que se hace, en consecuencia es presentarle estímulos apropiados para que el educando los asocie con sus propios motivos. El papel de la motivación es de vital importancia en el proceso enseñanza-aprendizaje; no es suficiente que el docente cuente con los conocimientos y la disposición para trasmitirlos, es necesario que surja en el alumno el interés por aprenderlos, tarea que aquel tiene a su cargo. El objeto de la motivación es que exista en el aprendizaje una correlación entre lo que el maestro enseña y los intereses del educando. 9. La formación de juristas. Mejorar constantemente la técnica pedagógica y lograr un manejo fluido de los planes de estudio derivado de la investigación, así como, de la práctica constante de nuestra profesión, es el reto diario que los académicos de la Facultad de Derecho se han propuesto de acuerdo a la discursiva del Sr. Rector José Narro Robles que impulsa a que los “métodos de enseñanza del derecho deben evolucionar y modernizarse”243 En este sentido el Plan de Trabajo de la Dirección de la Facultad de Derecho 20082012 propuesto por el Dr. Ruperto Patiño Manffer destaca la necesidad de crear un ambiente “multi, inter y transdisciplinario que complete integralmente la formación profesional” de los alumnos humanizado y pluralizando la enseñanza, cumpliendo así 243 Para mayor abundamiento del tema véase Patiño Manffer Ruperto. Plan de Trabajo de la Dirección de la Facultad de Derecho 2008-2012. Universidad Nacional Autónoma de México. Febrero de 2008 148 la difícil tarea de acercar una realidad en constante cambio, teniendo como eje rector de la guía académica al docente. Docente que debe ser debidamente seleccionado de acuerdo al Plan de Trabajo antes mencionado de entre aquellos que han concluido el Programa de Maestría en Derecho con orientación en docencia jurídica; así mismo la intervención de profesionistas pertenecientes a otros Programas de Posgrado de la UNAM; incluso el investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas; mismos que serían sujetos de constante actualización teórica proveniente de la actividad integradora de los Seminarios, permitiendo así que profesores . 9.1 Humanizando y pluralizando la enseñanza, el reto de la movilidad estudiantil. La modificación constante de la técnica en el proceso de enseñanza y aprendizaje como se ha venido exponiendo en nuestra investigación ha llegado a un nivel en el cual sin importar el sistema al cual pertenezca el alumno, entiéndase esto como, un sistema presencial, semipresencial y a distancia reconocidos e implementados en distintas facultades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha logrado en mayor o menor medida la participación de los alumnos en la creación de su conocimiento para que esté deje de ser un espectador y sea participe en la construcción de su futuro. La práctica constante de dicha humanización en proceso de enseñanza y aprendizaje se perfeccionara con el tiempo la técnica, per se, no puede existir ni lograr una optimización en la educación, debe ser auxiliada institucionalmente pluralizando la educación, para poder desarrollar este concepto es necesario recurrir nuevamente al Plan de Trabajo de la Dirección de la Facultad de Derecho 2008-2012 el cual identifica la Pluralización con la movilidad estudiantil y el correcto aprovechamiento del espacio universitario. Lo cual se lograría con la inclusión en la currícula académica de cursos impartidos en otras entidades académicas de la UNAM, lo cual no limita la idea de que éstas sean Nacionales o extranjeras, procurando que los estudiantes de un Posgrado realicen un semestre en el extranjero cuando menos, pues la experiencia de compartir el conocimiento y la investigación con otros estudiantes y docentes formados en otra tradición jurídica resulta sumamente valiosa para una mejor compresión del problemas que atañen a nuestra sociedad; la limitante existente en este supuesto es el presupuesto y determinar quiénes serán los beneficiarios de dicha movilidad. Esta desventaja sería ampliamente superada si se permitiera la matriculación de alumnos de los Sistemas Presencial y Abierto al Sistema de Educación a Distancia 149 que hayan negociado previamente convenios de Colaboración Académica con otras instituciones que permitieran una especie de intercambio virtual de alumnos. Imaginemos que nuestros alumnos iniciados en la construcción de su conocimiento, autodidactas, tuvieran la oportunidad de cursar materias específicas de su preespecialidad o especialidad en instituciones como la Organización Mundial del Comercio (OMC), Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), en la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en la Organización de Estados Americanos (OEA), en la Organización de Naciones Unidas (ONU); así mismo en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en la Procuraduría General de la Republica, por citar algunos ejemplos. El resultado en el aprovechamiento sería sorprendente, creando en los nuevos juristas una plusvalía sobre sus competidores directos de otras universidades, a la par existiría un beneficio administrativo académico que se traduce en la actualización de los planes de estudio de nuestra facultad pues estarían acordes con un mundo globalizado que exige cada vez más un conocimiento específico en cada área del Derecho. En este sentido se abandona la idea de que la Educación a Distancia solo es una herramienta democratizadora del conocimiento, si tomamos como eje rector el artículo tercero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, si no, que además, sería una herramienta dedicada a especializar de acuerdo a las tendencias mundiales el conocimiento jurídico de nuestro orden jurídico, instaurando con ello una válvula de escape momentánea a la necesidad de crear una oferta educativa en el Posgrado de Derecho de nuestra H. Facultad, respecto de campos novedosos y especializados tal es el caso del: Derecho de la Competencia Económica, Medios Alternativos de Solución de Controversias, Derecho Ambiental, Responsabilidad Profesional, Derecho de la Integración Económica. 9.2 Modernización de la infraestructura y flexibilización administrativa. En esta época en la que contamos con herramientas tecnológicas que faciliten y hacen más eficiente el proceso de enseñanza-aprendizaje, es inadmisible que continuemos impartiendo nuestras clases en recintos que resultan obsoletos, en donde las bancas que ocupan los alumnos se encuentran fijas al piso, son incómodas y no permiten la interrelación y discusión de los temas entre los estudiantes y el profesor244, 244 Para mayor abundamiento del tema véase Patiño Manffer Ruperto. Plan de Trabajo de la Dirección de la Facultad de Derecho 2008-2012. Universidad Nacional Autónoma de México. Febrero de 2008 150 lo antes expuesto es la voz que utiliza el Plan de Trabajo Multicitado y que además propone la utilización de pizarrones blancos, pantallas electrónicas, proyectores fijos, conexión de banda ancha, objetivo que en este año 2012 fue cumplido por la administración del Dr. Ruperto Patiño Manffer, ya que la facultad generó recursos económicos propios. En cuanto a “La calidad en la administración de la Facultad de Derecho, ha de reflejarse en el libre acceso de los alumnos, docentes y trabajadores a los funcionarios para la tramitación de los asuntos académicos”245, de modo que la atención de quien lo solicite no se condicione a más que la presencia del funcionario en su oficina en un horario laborable. Lo que implica que la gestión de la administración debe tener parámetros de calidad, objetivo que se logrará con la automatización de los trámites escolares, que van desde la inscripción, reinscripción, altas, bajas, historias académicas, egreso y graduación, incluso con la administración de procesos logísticos como el control de inventarios. Conclusiones. 1. La educación se vincula con el desarrollo de la personalidad del individuo cuyo reflejo en una sociedad se visualiza en el crecimiento económico, el nivel de vida y bienestar social que el Estado está obligado a garantizar, con ello se agregara un valor añadido en la formación y desenvolvimiento del ser humano. 2. Los servicios educativos en la actualidad para algunas sociedades sobre todo de los países en vías de desarrollo son consideradas como un lujo o como una exigencia que permitirá al individuo satisfacer una necesidad elemental o mejorar la capacidad productiva de quien la alcanza, por lo tanto se considera que el alto nivel educativo se puede alcanzar una vez se haya satisfecho las necesidades básicas, es decir una vez que el individuo tiene fuertes ingresos, lo que imposibilita que en países como México sean pocos los que alcances estudios Universitarios y de Posgrado. 3. En el proceso de enseñanza la motivación que el profesor despierta en el alumno se verá reflejada en un mejor aprendizaje donde es muy importante que el estudiante consolide, integre y fije todos los conocimientos adquiridos a fin de modificar actitud conductas y nuevas formas de pensamiento. 4. La evaluación tiene como finalidad reflejar la calificación del alumno obtenida a lo largo de un curso, sin embargo en la realidad el sujeto demostrara a partir del 245 Ídem. 151 desarrollo de habilidades y aptitudes la correcta aplicación de los conocimientos adquiridos. En este sentido, la evaluación refleja un trabajo satisfactorio del alumno relacionado con un esfuerzo realizado durante un periodo de tiempo, a efecto de alcanzar ya en su vida cotidiana un buen desempeño en la prestación de sus servicios en el mercado laboral. 5. La humanización en el proceso de enseñanza y aprendizaje se perfeccionara con el tiempo y la técnica, pero debe ser apoyada con proyectos institucionales donde se pluralice la propia educación. 6. Los Licenciados en Derecho que egresen de nuestra Facultad deben estar altamente capacitados en la construcción de su conocimiento y con posibilidad de desempeñarse en organismo internacionales tal es el caso de la OMC, OMPI, OIT, OEA, ONU, entre otros, creando así el panorama de acción donde se desarrollen los juristas que demanda el Siglo XXI. Bibliografía. ALVES MATTOS, Luis, Compendio de didáctica general, segunda edición, Buenos Aires, Kapelusz, 1991. ASCHERSTEBEN, Karl. Introducción a la Metodología Pedagógica, Ed Roca, México 1983. BLEGER, José, Psicología de la Conducta, Buenos Aires, Piados, 1988 (Paráfrasis). BOHORQUEZ CASALLAS, Luis A., Curso de Pedagogía Moderna, segunda edición, Bogotá, Cultural Colombiana, 1985. CONTRERAS DOMINGO, José. Enseñanza, Currículum y Profesorado, segunda edición, Madrid, Akal., S.A., 1990. JEREZ TALAVERA, Humberto, Pedagogía Esencial, Jertalhum, S.A., México, 1997 LUZURIAGA, Lorenzo, Pedagogía, Décimo sexta edición, Buenos Aires, Lozada, S.A. 1984. MORÁN OVIEDO, Porfirio, Hacia una evaluación cualitativa y/o formativa en el aula, Reencuentro, número 48, Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, México, 2007. NERVI, Juan Ricardo. Didáctica normativa, kapelusz mexicana, México, 1986. SAAVEDRA R., Manuel S., Diccionario de Pedagogía, México, Pax, 2001. SERRAMONA, Jaume. Fundamentos de educación, Barcelona, España, CEAC, 1991. TITONO, Renzo, Metodología Didáctica, Décima primera edición, Buenos Aires, Rialp, S.A., 1985. UNESCO- SERBAL, La economía de los nuevos medios de enseñanza, volumen II, Barcelona España, 1984 152 UNESCO, “La educación encierra un tesoro”, Informe de la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI, presidida por Jaques Delors, Paris, Santillana ediciones UNESCO, 1996. Recepción: 4 de julio de 2013. Aceptación: 15 de octubre de 2013. 153 LA TRAGEDIA MODERNA: LAS ELECCIONES POLÍTICAS VISTAS DESDE EL CINE* THE MODERN TRAGEDY: POLICY CHOICES SEEN THROUGH CINEMA Andrés BOTERO-BERNAL ** RESUMEN. El presente texto ofrece un marco de comprensión del cine político, en especial del cine enfocado a las elecciones políticas, planteando como clave hermenéutica el concepto mismo de tragedia. En la medida que el cine sobre elecciones pueda dar cuenta de los elementos de la tragedia (asombro, miedo ante la maldición, dilema moral y heroicidad, entre otros) podrá trascender del mero juego del espectáculo permitiendo así la reflexión política del espectador y el examen de la democracia que tenemos. Para esto se dan variados ejemplos cinematográficos que ponen en evidencia tanto el componente dramático como las expectativas trágicas de la obra. Palabras clave: Cine, Política, Elecciones, Democracia, Poder. ABSTRACT. This study offers a framework for understanding political cinema, especially the subject of political elections, establishing as hermeneutic key the concept of tragedy itself. As long as this type of cinema offers the elements of tragedy (atonement, fear of facing curse, moral dilemma and heroism, inter alia), it will be able to transcend from simple entertainment to politic reflection of the spectator, and question our democratic system. For this purpose, this paper provides some cinematographic examples that expose both the dramatic component and the tragic expectations of the plot. Keywords: Cinema, Politics, Elections, Democracy, Power * Para la construcción de este texto, quisiera agradecer la tarea de los auxiliares de investigación de la Universidad de Medellín SEBASTIÁN BLANDÓN, QUEVIN ZAPATA, ANDRÉS ARISTIZABAL y JUAN CAMILO PALACIO. Igualmente a los profesores CAROLINA BRAVO (USTA) y DIONY GONZÁLEZ por sus pertinentes sugerencias al presente escrito. ** Doctor en Derecho. Profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Medellín. Coordinador del área de filosofía del derecho de esta Facultad (574+3405555). Correo electrónico: botero39@gmail.com 154 “¡Adelante, señores!, ¡Pasen a ver el monstruo antiguo, la bestia de mil formas y de ninguna, la tan paupérrima como suntuosa, la que se viste de prestado con todas las galas de la tierra, la más vestida entre lo desnudo, la más desnuda entre lo vestido, la nada en traje de Iris, la sombra de un misterio! Ante vuestros ojos deslumbrados aparecerá tal vez como algo duro y fuerte: alcázar o torreón, baluarte o almena, roca o metal; pero, ¡atención!, porque nada es tan débil como Ella, y nada tan deleznable como su vistoso edificio de espumas. O quizás nos parezca frágil, y su misma fragilidad os invite a las comparaciones más líricas; pero, ¡cuidado!, porque nada encontraréis tan resistente a la violencia y al castigo, nada tan fuerte como Ella en los rigores de la lucha. Eso sí, la veréis rodearse de misterio, disfrazarse de enigma y envolverse toda ella en tules que desearían ser impenetrables a vuestros ojos; pero ¡desengañaos!: en su mismo afán de parecer misteriosa, fácil es advertir que no hay criatura más desprovista de misterio. Y ahora, ¡pasen a ver, señores, la deidad antigua, la de mil nombres bárbaros, la nunca profanada!, ¡Señores, adelante!, ¡chist!” 246 . 1. Introducción: El cine y el poder. Si bien el cine tiene una gran variedad de temas recurrentes, una constante es basar sus tramas en los vacíos, para algunos, o intersticios, para otros, de los sistemas electorales247. Obviamente, algunos de estos filmes tienen ánimos más críticos que otros. Sin embargo, el ojo inconforme del espectador, más allá de los límites puestos por el director en la narración visual, puede establecer continuidades entre muchas de estas películas al punto de considerar que se trataría de documentos políticos que cumplen ciertas fórmulas en su presentación que obedecen a estrategias culturales de 246 Marechal, Leopoldo. Adán Buenosayres (1948). 3ª ed. Buenos Aires: Seix Barral, 2008, p. 265. 247 “[S]i en términos estrictamente cuantitativos es innegable que la atención del cine por la política ha sido muy inferior a la prestada a tantísimas otras facetas de nuestra vida social, en términos cualitativos es igualmente innegable que serán contadas las cintas inequívocamente políticas que hayan causado un impacto duradero en las retina de los cinéfilos de este último siglo” Flores Juberías, Carlos. “Políticos, campañas, elecciones y parlamentos vistos a través del cine: una introducción”. En: Flores Juberías, Carlos (ed.). Retratos de una ambición: Políticos, campañas, elecciones y parlamentos vistos a través del cine. Valencia: Diputació de València, 2011, p. 9. 155 espectáculo, sin negar que, en varios casos, también desean ser claves para la formación política del auditorio. Pero esta constante no es sólo de los últimos tiempos. El tema de las elecciones en el cine es tan antiguo como el propio séptimo arte. No hay que ser un gran conocedor para remontarnos a clásicos que ponen en evidencia las deficiencias del régimen electoral sobre el que se construyó la idea de democracia en el estatalismolegicentrismo moderno248. Me viene a la mente, justo en este momento, algunas películas, ya mitos, que lograron un buen culmen dramático gracias a la evocación de las falacias alrededor de la política en general y de las campañas electorales en particular: The Birth of a Nation (1915, dirigida por D. W. Griffith) con su mirada benévola del hombre de armas racista y sospechosa del político demócrata; Mr. Smith goes to Washington (1939, dirigida por Frank Capra) que advierte las dificultades del hombre honesto para hacerse oír en el sistema político tradicional249; The Great Dictator (1940, escrita, dirigida y protagonizada por Charles Chaplin) que constituye toda una premonición de los peligros en los sistemas totalitarios, en especial los que se basan en consensos masivos expresados en elecciones; Citizen Kane (1941, dirigida y protagonizada por Orson Welles, y con guion de este último junto a Herman J. Mankiewicz) que narra el peso de la vida privada y del escándalo en el sistema electoral democrático estadounidense y la capacidad de manipulación de los mass media sobre los candidatos; y The candidate (1972, Michael Ritchie, escrita por Jeremy Larner y protagonizada por Robert Redford)250 que expone la tensión entre lo 248 El concepto de estatalismo, asociado con la democracia moderna, está bien explicado en: Fioravanti, Maurizio. Appunti di storia delle costituzioni moderne: Le libertà fondamentali. 2ª ed. Torino: G. Giappichelli Editore, 1995, Capitolo primo, pp. 17-49. A lo largo de mis investigaciones he considerado que dicho concepto, el estatalismo, es necesario ligarlo con uno de mayor contenido jurídico: el legicentrismo. Ver, por ejemplo: Botero, Andrés. “¿La lectura literaria forma buenos jueces? Análisis crítico de la obra ‘Justicia Poética’”. En: Suprema Corte de Justicia de la Nación. Argumentación jurisprudencial: Memorias del II Congreso Internacional de Argumentación Jurídica. México: Suprema Corte de Justicia de la Nación. 2012, pp. 209-278. En consecuencia, el estatalismo es fundamentalmente condición política mientras que el legicentrismo es eminentemente condición jurídica del estado de derecho que partió del liberalismo del siglo XIX. 249 Cfr. Flores Juberías, Carlos. “El hemiciclo parlamentario como escenario cinematográfico: Mr. Smith Goes to Washington”. En: Flores Juberías, Carlos (ed.). Retratos de una ambición: Políticos, campañas, elecciones y parlamentos vistos a través del cine. Valencia: Diputació de València, 2011, pp. 21-47. 250 Analizada por: Flores Juberías, Carlos. “Cine y elecciones. El candidato como paradigma del género”. En: Rubio Pobes, Coro (ed.). La historia a través del cine. Estados Unidos: una mirada a su imaginario colectivo. Bilbao: Universidad del País Vasco, 2010, pp. 125-155. Igualmente, Sarias Rodríguez, David. “Una democracia entre el mesianismo y el pragmatismo: El candidato”. En: Flores Juberías, Carlos (ed.). Retratos de una ambición: Políticos, campañas, elecciones y parlamentos vistos a través del cine. Valencia: Diputació de València, 2011, pp. 79-95. 156 que piensa el candidato con lo que se le exige que diga para ganar el afecto de los electores. Éstas son sólo algunos ejemplos de las muchas películas, ya veteranas, que tratan el tema. No obstante, no abordaré ni comentaré en extenso los clásicos, que ya tienen muchos analistas. Mis ejemplos versarán, en la medida de lo posible, sobre películas más recientes y de fácil acceso para el cinéfilo. Me centraré, en este trabajo, en exponer algo muy sencillo: la disfuncionalidad de las elecciones políticas fue, es y será un tema crucial para el cine porque garantiza espectáculo a la vez que permite al espectador un examen de lo público si logra ver el filme como una tragedia basada en el amor-odio, en el asombro-miedo que la democracia genera. Dicho con otras palabras, las elecciones en el cine es una constante que puede ser explotada para un variado tipo de intenciones (y no sólo democráticas), pero que obedece, como fórmula de éxito, a la presentación del enigma que cautiva al espectador frente a la política, el cual se muestra al auditorio como un monstruo terrible pero necesario. De esta manera, afirmaré que, asumiendo estas películas como tragedias -en su sentido estético-político-, el espectáculo propio del cine político en general, y del cine sobre elecciones en particular, queda a salvo, a la vez que se abren posibilidades para el examen constante de la democracia, necesaria para su sostenimiento. Ahora bien, antes de explicar de mejor manera la intención del escrito, es importante anotar que este trabajo, a diferencia de muchos otros, no se comporta como un texto de llegada para el lector sino como uno de partida, en la medida que quiere constituirse como un marco comprensivo del cine sobre elecciones a ser visto. Esto explica, por dar un caso, que se mencionen varias películas sin explicarle al lector sus contenidos específicos, por lo que se trata más de una invitación a verlas, en caso de que no se hayan visto, o a recordarlas, tratándose de filmes ya conocidos. Algo similar ocurre con la bibliografía referenciada que constituye, en varios puntos, más una propuesta de lectura para el lector que un respaldo a lo que aquí se dice. Por último, no estudiaré aquí el cine político (a pesar de la fuerza narrativa que adquiere con posterioridad al 11-S en Estados Unidos, por ejemplo)251 sino a una de sus 251 Es interesante la paradoja descrita por Huerta sobre la fuerza que ha tomado el cine político estadounidense en épocas de guerra contra el terrorismo, pero sin lograr verse reflejado tal empuje en lo que respecta a lo recaudado por taquilla (Huerta Floriano, Miguel Ángel. “Cine y política de oposición en la producción estadounidense tras el 11-S”. Comunicación y sociedad. 2008, Vol. XXI, No. 1, pp. 81-102). Sobre la historia del cine político (con un buen listado de filmes), véase: Oliveros Aya, César. “Bajo el lente del cine político: la imagen problematizadora”. Prolegómenos: Derechos y Valores. Julio-Diciembre 2010, Vol. XIII, No. 26, pp. 123-142. Con respecto a la importancia del cine político para el derecho, en especial el constitucional, véase: Oliveros Aya, César. “El cine político: un recurso didáctico en la 157 vertientes: el cine sobre elecciones. Claro está que mucho de lo que se diga de éste puede aplicarse a aquél. Tampoco haré referencia analítica al género documental, que suele tocar asuntos políticos252, en tanto que éste parte de la pretensión de veracidad y de objetividad en sus exposiciones sobre lo que se considera es real, todo lo cual hace que el drama, la tragedia y el espectáculo se la jueguen de forma diferenciada a cómo se la juegan en el cine sobre elecciones. 2. La tragedia. En épocas y lugares donde las personas tienen casi certeza completa de cuáles manos se harán con el poder, éste no se vuelve tan fascinable como en aquellas sociedades donde se cree, con razón o sin ella, que las reglas de acceso al poder no están preestablecidas y que cualquiera que goce de la voluntad (expresada en el voto) de los demás puede convertirse en el máximo dirigente. De esta manera, en las democracias se cae en el convencimiento, a veces infundado, que cualquiera podría llegar a ocupar el poder, lo que hace que las formas de acceso se vuelvan comidilla diaria, en objeto de atracción a la vez que de temor pues ya se sabe que esas formas determinarán la vida de todos. Lo importante es que esta suposición es la que funda nuestro anhelo por la democracia: que somos nosotros, para bien o para mal, los que escogimos a los que nos gobiernan, lo que produce una, creemos, sustancial separación entre la forma de gobierno cuando se tienen o no se tienen elecciones253. Entonces, una vez que el acceso al poder se desvincula de discursos metafísicos (como que Dios proveerá al gobernante254) y de gobiernos autocráticos (que se autojustifican), éste se desencanta, lo que explica el aumento de su conflictividad. A la par, el poder se vuelve así cada vez más objeto de atracción por parte de las miradas privadas, y cuando éstas coinciden en un mismo objeto lo vuelven público. De la misma manera como cada cual mira la pantalla de TV con sus propios ojos y en sus propios espacios, el hecho de que allí confluyan cientos de millones de miradas enseñanza del derecho constitucional”. Revista Diálogo de Saberes. Julio-Diciembre 2010, No. 33, pp. 245-260. 252 Por ejemplo Fahrenheit 9/11 (2004, dirigido por Michael Moore), que se constituye en un buen ejemplo del fortalecimiento del documental político estadounidense. Un análisis de este documental en: Kellner, Douglas. Cinema wars: Hollywood Film and Politics in the Bush-Cheney Era. West Sussex (UK): John Wiley & Sons Ltd, 2010, pp. 98-162. Un estudio crítico del mismo, en: Huerta. Op. cit., pp. 89-91. 253 De allí la comicidad, a la vez que la crudeza, de la película The Dictator (2012, dirigida por Larry Charles y protagonizada por Sacha Baron Cohen) donde se narra, entre otras cosas, que las diferencias preconizadas entre las políticas dictatoriales y las democráticas no se alejan tanto como se cree. 254 ¿Y si Dios impone a los gobernantes, podría pensarse en una responsabilidad por sus decisiones? Esta y otras preguntas se plantean en God on trial (2008, dirigida por Andy de Emmony). 158 y de espacios privados hace que la pantalla se vuelva en un grandioso túnel mediante el cual lo público y el espectáculo colonizan y homogenizan lo privado255. Así mismo, el poder y las elecciones mirados por los individuos se transforman, de esta forma, en algo público, y de allí a ser espectáculo falta muy poco. No obstante, el cine sobre elecciones no puede ser reducido a la lógica del espectáculo, en tanto puede ser, además, una nueva manifestación de la tragedia. Entonces, en las democracias, por la ilusión que se tiene de que los electores deciden y por la creencia de que las reglas de quien llega al mando no están del todo escritas, el sistema de acceso al poder se torna en objeto de miradas. Pero estas miradas, como ya lo insinuamos, gravitan entre dos planetas: el asombro, fruto del orgullo de sentirnos parte de la democracia (el nuevo mito fundador), y el miedo, fruto de reconocer que la bestia no deja de ser tal. Esto conlleva al enigma que convoca a la mirada privada que se convierte en parte del espectáculo. En este sentido, bien podría pensarse que sería el buen cine de suspenso, incluso el de terror, el único que podría brindarle al espectador esa doble sensación propia de quien se acerca a un objeto desconocido pero atrayente sin saber qué le depara. Y son justo esas sensaciones de maravilla y asco, de asombro y miedo a la vez, las que motivan que las miradas continúen, una vez y otra vez, sobre ese mismo objeto: el sistema de acceso al poder. ¿Es bueno?, ¿es malo?, ¿es un mal necesario? Ahora bien, ¿por qué el poder nos convoca tanto? Por varios motivos. Para empezar por ser enigmático, lo que explica que siempre haya sido relacionado con lo mágico256. Además, por ser vacío257, lo que hace que atraiga todo tipo fuerzas que intenten llenarlo (horror vacui)258. Igualmente, por ser mutable, lo que genera pánico al pensar en su transformación o, peor aún, en su extinción259. De esta manera, el poder y los medios de acceso a él se vuelven temas cautivantes en tanto parten de la 255 Pudiendo constituir, si no se asumen correctamente, la televisión (y hoy día también la Internet) en un mecanismo de opresión simbólica que pondría en riesgo a la democracia misma (Bourdieu, Pierre. Sobre la televisión (1996). 3ª ed. Trad. Thomas Kauf. Barcelona: Anagrama, 2000, pp. 7-53). 256 Cfr. Jouvenel, Bertrand de. El poder (1945). Trad. J. de Elzaburu. Madrid: Editora Nacional, 1974. 257 Idea presente en: Mockus, Antanas. “Poder/es: batalla entre apostillas”. Gaceta. Colcultura, Bogotá, 1991, No. 11, pp. 6-7 (reproducido además en Aleph. Manizales, No. 87, 1993, pp. 5-10). 258 De allí que nadie sea necesario para el poder, si éste puede generarse a sí mismo. Hasta el candidato más aclamado, será puesto de un lado si a la bestia voraz-desatada esto le satisface. Esto es una conclusión que puede extraerse, entre otras, del filme The Ghost Writer (2010, dirigido por Polanski). 259 Lo que explica el éxito de los filmes escatológicos que se plantean no tanto el fin de la humanidad sino la extinción del poder tal como lo conocemos. Lo que convoca es considerar que el poder, sobre el que se sustenta nuestra noción de humanidad, puede perecer, como es el caso de la obra “Ensayo sobre la ceguera” de Saramago, que dio lugar al filme Blindness (2008, dirigido por Fernando Meirelles). 159 oscuridad, del enigma, y por eso, al no saber con exactitud qué nos depara, no podemos dejar de quitarle la mirada. Si el poder fuese claro en su maldad, no seguiría convocando al arte, aunque tal vez sí a los discursos (académicos y políticos) críticos. De igual manera, si fuese claro en su bondad, no se explicaría el constante ánimo de saber qué hay tras bastidores. Buscamos, en esto y en mucho más, los grises que, al no permitir ver los cuerpos con claridad, hacen que todo se nos vuelva posible, para bien o para mal. Tocando el tema de las elecciones, el cine se aprovecha de la curiosidad básica de los espectadores basada en su asombro-miedo, lo que le permite a su vez expresar toda una variedad de discursos políticos (¿quién dijo que el arte es neutro?), fácilmente asimilables –aunque no necesariamente compartidos- por la audiencia en tanto que el cine logra hoy día, más que cualquier otro medio narrativo, cautivar al espectador260. Pero para que el cine pueda seguir ocupándose, bajo la lógica del entretenimiento, de las elecciones, no puede hacer perder la magia que convoca, no puede extinguir ese halo de misterio que rodea al poder y, por ende, a los sistemas de selección de los que lo ejercerán en las sociedades actuales. Dicho con otras palabras, para garantizar que el poder siga convocando las miradas, éste es presentado en el cine como una bestia a la vez que como una necesidad. Esto nos pone alerta en torno a un doble riesgo del cine sobre elecciones: el primero que se convierta en una oda al político (muy común ante los que se convirtieron en mitos fundadores, una vez el tiempo silenció los errores que pudieron cometer) o a la política (pues de hacerlo sería el cine quien claudica vergonzosamente ante el poder); y, el segundo, que provoque con el paso del tiempo un aburrimiento o aborrecimiento de la política misma. Ahora, ¿cómo evitar estos dos riesgos? Asumiendo este subgénero del cine político como una tragedia, ya sea desde el filme mismo o completando desde el espectador lo que a la película le haga falta para lograr tal categoría estético-política, especialmente cuando el filme guarda “un espeso silencio respecto de cuanto esta actividad (la política) pudiera tener de noble”261. Así las cosas, la tragedia muestra lo oscuro del sistema, pero en dosis tales que no se llegue a considerar que la política es, simple y llanamente, perversión que debe ser eliminada. El cine, en este sentido, no puede destruir la ilusión del riesgo común, no 260 Como lo dice Ruiz: “No cabe duda de que unos pocos segundos de retina pueden ser más efectivos que unas cuantas horas de complicados argumentos teóricos dedicados a explicar, por ejemplo, las miserias de la pena de muerte” Ruiz Sanz, Mario. “¿Es conveniente enseñar derecho a través del cine?”. Anuario de Filosofía del Derecho. 2010, Vol. XXVI, p. 257. 261 Flores Juberías, Carlos. Políticos, campañas… Op. cit., p. 13. 160 puede acabar con el misterio. Sólo en el cine con una clara orientación políticatotalitaria el poder es disfrazado como bondad y el político como un mesías, pero, justo por ello, ese cine no cautiva en su trama pues se sabe de su trampa. Hay pues que jugar con fórmulas equilibradas que permitan la emergencia de la tragedia de fondo. Es por esto que, en estas fórmulas, deberá permitirse un elemento de esperanza que muchas veces lo desarrolla un héroe trágico o, en casos extremos, lo cumple el espectador mismo que queda tocado por los asuntos que le contaron y, de esta manera, se promete como un renovador o, por lo menos, como un solitario pero erguido receptáculo de la indignación común. Y, como ya lo dijimos, estas fórmulas o dosis de la receta, lo que hacen es permitirle al espectador, si así lo desea, concebir la película como una tragedia, en un sentido genuino. Recordemos que la tragedia en la Grecia antigua no era, ni por asomo, un simple género literario262. En un sentido normativo, la tragedia era, generalizando, una manera de formar para un modelo de vida, por lo cual hacía parte de la paideia del ciudadano, del demos263. Esto porque no sólo transmitía los valores públicos de la polis, sino también porque planteaba a los ciudadanos, jóvenes o viejos, que en la vida hay consecuencias -ya sea por el destino, ya sea por las decisiones asumidas o dejadas de asumir- y en donde nadie, salvo la divinidad, lograría la perfección264. De esta manera, la tragedia transmitía, para el examen del ciudadano, las verdades más profundas de la vida pública, habilitándolo para ejercerla265. Así, el ciudadano aprendía lecciones a partir del drama representado, las cuales le permitían desenvolverse mejor en un mundo doloroso y complejo, a la vez que, gracias a ellas, la polis terminaba por examinarse a sí misma planteándose dilemas morales, algunas veces irresolubles, que desatan al héroe que se muestra radicalmente a sí mismo 262 Por motivos de espacio no podré ahondar aquí sobre el concepto mismo de tragedia y su evolución en Grecia. Sin embargo, lo que a continuación diré se funda en los siguientes trabajos a los que remito: Romilly, Jacquelin de. La ley en la Grecia clásica. Buenos Aires: Biblos, 2004, pp. 25-40. También: Vernant, Jean Pierre. “La tragedia griega: problemas de interpretación”. En: Macksey, Richard y Donato, Eugenio. Los lenguajes críticos y las ciencias del hombre. Barcelona: Barral, 1972, pp. 295-317. Vernant, Jean Pierre. Mito y pensamiento en la Grecia Antigua. Trad. Juan Diego López Bonillo. Barcelona: Ariel, 1973, pp. 334-364. Nussbaum, Martha. La fragilidad del bien: fortuna y ética en la tragedia y la filosofía griega (1986). 2.ª ed. Trad. Antonio Ballesteros. Madrid: A. Machado Libros, 2004 (especialmente pp. 2750). 263 Ver: Jaeger, Werner. Paideia: los ideales de la cultura griega (1933). Trad. Joaquín Xirau y Wenceslao Roces. Bogotá: Fondo de Cultura Económica, 1992, Libro Segundo, I y II, pp. 223-262. 264 Como es el caso de Antígona, castigada, al igual que Creonte en tanto nadie puede acertar plenamente con la fisis divina. Cfr. Vernant. La tragedia… Op. cit. 265 Idea presente en: Euben, J. Peter. Greek tragedy and political theory. Berkeley: University of California press, 1986. 161 afrontando o enfrentando su destino. Y era esta acción valiente del héroe, incluso cuando era sacrificado, lo que evitaba el mal del nihilismo. En consecuencia, quedaba en el espectador la imagen de que la vida era, en sí misma, una tragedia donde, ante el destino, sólo quedaba huir cobardemente o asumirla con heroicidad y sabiduría. Entonces, de nada sirve la fórmula o la receta del cine sobre las elecciones, si con ella no se expresa la tragedia que hay, en el fondo, en nuestra opción de gobierno, la cual ya había sido señalada, entre otros, por Platón y Aristóteles: la demagogia266. A esto habría que agregar que es justo el que haya tantos riesgos, entendidos como posibilidades, lo que termina por darle valor a dicha opción política. Es que la dictadura no ofrece riesgos, pues se sabe hacia dónde va indefectiblemente (la tiranía) y cómo gobierna (el unanimismo). La democracia, en cambio, puede que caiga en la demagogia, siendo esta posibilidad la tragedia de aquella, asunto que exige del sacrificio para que tal cosa no suceda267. Exponer en el cine cómo la demagogia siempre está como posibilidad amenazante del sistema es algo que convoca al auditorio268, a la vez que le permite al espectador asumir el filme como una tragedia que, si logra la forma adecuada, despertará en él la fuerza vital que lo impulsará a considerar el trasfondo de lo político como una zona de miedo a la vez que de asombro, en la que él se sentirá tanto juzgado como juzgador gracias a la acción redentora, valiente o sabia del héroe. Allí está el quid de esta nueva tragedia moderna. Pero también, gracias a esa capacidad de exponer la política como tragedia, el cine logra dar cuenta de su condición como espectáculo al que debe obedecer, so pena de morir como género de masas, quedando sólo para los aplausos de un reducido número de espectadores que se creen así mismos como élite. 266 Demagogia y corrupción bien representada, por ejemplo, en: All the King's Men (1949, dirigida por Robert Rossen; 2006, dirigida por Steven Zaillian), basada en la novela homónima de Robert Penn Warren, que a su vez se funda, parcialmente, en la vida del polémico exgobernador de Luisiana, Huey Long. Cfr. Sanmartín Pardo, José J. “Demagogia política y corrupción moral en la democracia contemporánea: todos los hombres del rey”. En: Flores Juberías, Carlos (ed.). Retratos de una ambición: Políticos, campañas, elecciones y parlamentos vistos a través del cine. Valencia: Diputació de València, 2011, pp. 149-179. 267 Sobre las relaciones entre democracia moderna y tragedia, ver: Pirro, Robert Carl. The Politics of Tragedy and Democratic Citizenship. London: Continuum International Publishing, 2011. Igualmente, Euben. Op. cit. 268 Lo que explica, por ejemplo, en el constante interés del cine de adaptar la tragedia griega, por su mensaje político aún vigente. Cfr. Winkler, Martin. Cinema and classical texts: Apollo's new light. Cambridge (UK) y New York (USA): Cambridge University Press, 2009. Salvador Ventura, Francisco. “Tragedia y cine en Grecia: un potencial por explorar”. HUM – 736, Papeles de Cultura Contemporánea: “Cine como arte total”. 2005, No. 6, pp. 12-18. 162 3. El miedo y la maldición. Formas de ser asumidas por el cine sobre elecciones. Así las cosas, la fórmula que bien ponderada y narrada puede dar lugar a considerar el cine sobre elecciones como una tragedia radica, esencialmente, en la exposición de la maldición, o más exactamente el miedo ante el monstruo, que consiste en la exposición de lo terrible de la política democrática, lo que genera el drama por doble vía: como motor de movimiento de los sentimientos del espectador, a la vez que cómo desenlace del dilema moral. Ahora, es tan importante este componente que exige privilegiar la excepcionalidad en vez de lo cotidiano en la democracia, si justo en esa excepcionalidad se puede exponer de mejor manera la bestia. De esta forma, los filmes de política, o por lo menos los que mencionamos, corresponden a una visión fatalista y pesimista del quehacer político, sin el cual la tragedia no podría mostrarse más allá del arte. Justo esta doble posibilidad del elemento maldito es la que permite pensar en la superación, dentro del cine sobre elecciones, de la dualidad cine-reflejo (cine descriptivo), de un lado, y cine-crítico (cine destructivo) del otro. Además, la presencia del componente maldito permite restringir el cine-trágico político, excluyendo de tal categoría al cine-oda, de un lado, y al cine-sólo-espectáculo -basado en políticos pero que no transmite la tragedia de la consecución del poder269-, del otro. Sin embargo hay otros dos elementos trágicos que no siempre aparecen de forma expresa en el filme. El primero tiene que ver con el poder democrático como asombro. Éste, muchas veces, no se exhibe pues se entiende que es un punto de partida de la narración, en tanto el auditorio al que se dirigen las películas a las que haré alusión parte de la consideración de las elecciones como necesarias para sostener la opción política contemporánea. El segundo, con la aparición del héroe, generalmente sancionado como lo era en casi todas las tragedias griegas, se le permite a la polis, en este caso al auditorio asumido como sociedad política, examinarse a sí misma, asunto que requeriría la catarsis que convoca a la reflexión en torno al héroe (que no es, repito, el protagonista siempre-invicto-justiciero de las películas de acción de Hollywood). Pero la heroicidad no siempre aparece de manera expresa, puesto que si la narración lo permite es el mismo espectador quien, al finalizar el filme, puede asumirse como el héroe trágico cuando se siente tocado o cuando reacciona ante los hechos que le fueron narrados. De esta forma el espectador logra completar la fórmula trágica volviendo el cine algo 269 Me refiero a las películas que tienen como protagonista a un político pero el drama no está relacionado directamente con la política. Por ejemplo, Independence Day (1996, dirigida por Roland Emmerich) o Air Force One (1997, dirigida por Wolfgang Petersen). 163 más que mero espectáculo, a la vez que así evita caer en los extremos ya denunciados: la oda o el nihilismo. Entonces, el elemento crucial, ineludible en la ecuación, es la exposición de la maldición, entendida como aquello que genera miedo y, a veces, hastío en el público frente al sistema electoral democrático, la que produce ya en la narración, ya en la mente del auditorio, el planteamiento del dilema: ¿qué hacer entonces? Ahora, este componente, el de la maldición, incluso está presente en filmes con miradas más o menos bondadosas del poder político estadounidense como The Man Who Shot Liberty Valance (1962, de John Ford, con James Stewart, John Wayne, Vera Miles y Lee Marvin) el cual plantea, entre otras cosas, que la semilla del bien está en el mal o junto a él, y cómo el Estado de derecho se construye gracias tanto a la razón como a la violencia270. En esta película, un clásico ya del cine-político, se narra la historia de un joven abogado de la costa Este, creyente en el sistema, que migra al Oeste donde se encuentra con políticos cobardes, personas ignorantes y malhechores de todo tipo. El abogado, apoyado por un vaquero agresivo pero honesto, se presenta como candidato político, siendo elegido abrumadoramente por un pueblo deseoso de civilización y progreso. Y pasaría por un filme esotérico que tranquiliza y aburre al público crítico al plantearle que el bien siempre vence si no es porque la trama parte del asesinato, aparentemente en legítima defensa, que aquel abogado creyó cometer y que le llevó a la fama política271. De esta forma, el mal sobre el mal termina por hacer el bien272. De no ser por ese elemento traumático, el asesinato “justo” y “necesario” de un malvado cometido por quien no creía en la violencia, no hubiera surgido la posibilidad para el abogado de ser el candidato elegido. Su fama entonces no vino únicamente por ser un buen ciudadano, por ser una buena opción racionalmente hablando, sino especialmente porque mató en un duelo al forajido Valance, aunque al finalizar se descubre que el abogado no fue el verdadero asesino. 270 Idea que puede ser leída, igualmente, en Gangs of New York (2002, película de Martin Scorsese). Sobre la idea de la violencia como partera de la historia mucho se ha escrito en teoría política (v.gr. Engels), pero en el campo de la literatura, hermosas son las palabras que Marechal (Op. cit., p. 173) pone en boca de uno de sus personajes: “el mundo se renueva por la lanza de Marte”. 271 Un buen análisis sobre dicha película que se plantea, entre otras cosas, si hubo o no legítima defensa en dicho asesinato, en: Lubet, Steven. “The man who shot Liberty Valance: truth or justice in the old west”. Ucla Law Review. 2000, No. 48, pp. 353-373. 272 Cfr. Böhnke, Michael. “Myth and law in the films of John Ford”. En: Journal of law and society. 2001, Vol. 28, No. 1, pp. 47-63. Igualmente, Thury Cornejo, Valentín. “El cine, ¿nos aporta algo diferente para la enseñanza del Derecho?”. Academia. Revista sobre enseñanza del Derecho. 2009, Año 7, No. 14, pp. 6466. 164 En el caso expuesto, la maldición trágica, como la hemos llamado, está en considerar que ciertos actos negativos pueden ser considerados como aceptables e incluso como motor de campañas políticas moralistas. Asimismo, el dilema al que se enfrenta el abogado en su fuero interno, es sentirse un traidor a sus ideales civilizatorios al creer que mató al forajido. Pero otro dilema no menor es el que lleva al espectador a reflexionar sobre el origen de la condición de aceptabilidad que requiere el candidato en el filme y que puede trasladar a su realidad. De esta manera la tragedia-cine logra servirse como medio de (auto)examen de la polis, ora sea considerando como loable lo propuesto en la narración, ora censurando la actuación tanto del abogado como de sus electores. Pero hay más ejemplos. Pienso en la trama de Lincoln (2012, dirigida por Steven Spielberg y protagonizada por Daniel Day-Lewis y Sally Field) que se centra en el esfuerzo de dicho presidente para hacer aprobar en el Congreso la abolición de la esclavitud, valiéndose para ello de todo tipo de argucias y maniobras inmorales dentro de los juegos políticos, dando a entender que del mal puede gestarse lo bueno, lo que hace de este filme una obra diferenciable por su componente trágico de otras que le precedieron como Lincoln (1930, de D. W. Griffith)273 y Young Mr. Lincoln (1939, dirigida por John Ford y que se constituye, por demás, en un clásico del “cine jurídico”). Entonces, no se narra el poder como algo donde el bien esperanzador surge por sí mismo derrotando, por necesidad, al mal, sino que es el mal mismo que, en momentos de crisis y según las manos que lo guían, genera la bondad. Y esta contradicción es lo que permite que la trama atrape a un espectador que parte del asombro-miedo ante dichos juegos. La maldición, pues, toma ribetes existencialistas cuando se propone en la narración, para examen del espectador, que gracias a esos juegos partidistas oscuros se pueden esperar bienes superiores para las sociedades contemporáneas en momentos aciagos como los que ahora se viven. Claro está que este componente de mostrar elementos escalofriantes de las elecciones no siempre pasa por considerar que son necesarias acciones malas, moralmente hablando, para hacer el bien. También ubico como parte de estos temas propios de la maldición desencadenante de la tragedia, el caso del político honesto y capaz que al someterse a las reglas tras bambalinas de la política se encuentra maniatado, gestándose el dilema moral que se resuelve, en algunos casos, con su retiro de la campaña (The best man, 1964, dirigida por Franklin J. Schaffner) o, en el peor de los casos, con la corrupción del candidato, quien así termina uniéndose a 273 Analizado en: Guardia Herrero, Carmen de la. “Abraham Lincoln y la unión de los Estados Unidos”. En: Flores Juberias, Carlos (ed.). Todos los filmes del Presidente: La Presidencia de los Estados Unidos vista a través del cine. Valencia: Diputació de València, 2008, pp. 27-41. 165 aquello que tanto criticaba, esto es, al lumpen político274 (All the King's Men, 1949, dirigida por Robert Rossen o The candidate, 1972, dirigida por Michael Ritchie)275. Igualmente, este cine trágico muestra algo que preferiríamos ignorar, y justo allí radica parte de nuestra mirada, casi morbosa, en el cine que se arriesga a entrar en aquello que sólo especulamos en nuestras conversaciones cotidianas: la estupidez de los elegidos276. Y esto se convierte en un tema cautivante puesto que se quiere mostrar que ya no estamos en épocas donde la personalidad arrolladora y la inteligencia son prerrequisitos para acceder al sistema, siendo el objeto espeluznante o la maldición que dicho político, que se presume imponente y culto, se pueda corromper277. No. Hoy día encontramos con mayor asiduidad películas que narran una tragedia derivada ya no tanto de la opción moral del político, asunto que pasa a un segundo plano, sino de la propia ignorancia y estupidez del candidato que le impide diferenciar con claridad lo bueno de lo malo. Incluso, el miedo se incrementa cuando se presenta la ignorancia del político como algo a favor, en tanto así hay más “cercanía con el pueblo” o, peor aún, cuando gracias a ella el candidato “se deja gobernar por otros” (como su familia, sus asesores, sus colegas, etc.)278. 274 “Soplones, trepas, oportunistas, incompetentes, vagos, egoístas y ególatras, todos los que no pueden hallar acomodo profesional en una empresa privada solvente ni tampoco podrían acceder por méritos propios a la Administración Pública, terminan poblando los pasillos del poder, en forma de nuevos mendicantes (de cargos, de ayudas, de favores, de lo que sea y donde sea, pero que les exonere de la enojosa tarea de ganarse la vida en buena lid competitiva y profesional)” Sanmartín. Op. cit., p. 178. 275 “[A]l fin y al cabo, si no es infrecuente que estos pulsos entre el idealista solitario y los profesionales de la política acaben con una amarga derrota o una estremecedora tragedia, tampoco lo es que desemboquen en la lenta pero inexorable neutralización de la disidencia, y en la transformación del atrevido outsider, en un consumado insider” Flores Juberías, Carlos. Políticos, campañas…, Op. cit., p. 15. Igualmente, Sarias. Una democracia entre…, Op. cit., pp. 92-93. 276 Lo que remite al análisis hecho por Alonso Barahona, Fernando. “¿De verdad gana siempre el mejor? The best man, el cine político de los años sesenta y el eterno dilema del carácter de los políticos”. En: Flores Juberías, Carlos (ed.). Retratos de una ambición: Políticos, campañas, elecciones y parlamentos vistos a través del cine. Valencia: Diputació de València, 2011, pp. 49-78. En esta película, The best man (1964, dirigida por Franklin J. Schaffner) se oye decir al protagonista: “En una democracia, las personas creen tener que temer menos de un estúpido que de un inteligente. Pero se equivocan: hay que temer más de un estúpido que de un inteligente”. 277 Como es el caso del trasfondo de la película The Iron Lady (2011, dirigida por Phyllida Lloyd y protagonizada magistralmente por Meryl Streep) que cuenta la historia de la controvertida líder ultraconservadora Margaret Tatcher, sin caer en la oda pero tampoco en la crítica descarnada. En este caso, el quid del drama está justo en la personalidad y astucia de la dama de hierro, pero el elemento negativo en la ecuación es mostrar cómo el incremento de la personalidad de la primera ministra contrajo una disminución de su capacidad de concertar a su partido y gobernar Inglaterra. 278 El tema de poderes ocultos que gobiernan por medio de idiotas o ingenuos con buena imagen, ya ha sido tratado por el cine clásico. Por ejemplo: Meet John Doe (1941, dirigida por Frank Capra). 166 Este elemento, el de la ignorancia, constituye buena parte de la esencia de la tragedia de la película Silver city (2004, dirigida por John Sayles). Este filme, salvando sus deficiencias estéticas, narra, con la crueldad que cautiva a las masas, cómo el político exitoso en la actual videocracia279 no requiere muchas cosas para serlo, salvo registrar bien ante los medios, mucho dinero, buenos asesores (y no tanto de contenidos, basta con que sean idóneas en el tema de la imagen280) y relaciones prominentes. Se trata pues siempre de dar buena impresión, sin importar la veracidad de lo que se dice281. Incluso, en caso de no tener una vida impoluta, componente macabro de la doble moral del sistema estadounidense, basta con tener los medios para ocultarlo o la actitud teatral para considerarse víctima del enemigo político o de envidiosos irresponsables. En este caso, un candidato republicano a la gobernación de Colorado, con poca capacidad para tal encargo, logra solventar todos los escollos de su campaña gracias a sus asistentes, contactos y familia. Se trata, pues, del candidato ignorante, y por ello funcional, en tanto se deja conducir por sus allegados y financiadores (en clara alusión a George W. Bush)282. De esta forma, la maldición se expresa en términos de la posibilidad de tener gobernantes poco lúcidos, verdaderos títeres de fuerzas ocultas, incapaces de comprender la complejidad del mundo contemporáneo. Una trama similar, aunque sin hacer hincapié en la torpeza del candidato pero sí en sus círculos íntimos ambiciosos y corruptos que conspiran para llevar su títere al poder, está en la película The Manchurian Candidate (2004, dirigida por Jonathan 279 Sartori, Giovanni. Homo videns: la sociedad teledirigida (1997). Trad. Ana Díaz Soler. Madrid: Taurus, 1998. Ver, además, el documental Videocracy (Suecia, 2009, dirigido por Erik Gandini) que relata el poder de los medios de comunicación, en especial de la TV, en la política italiana contemporánea. 280 En la película The candidate, ya reseñada, se afirma, por ejemplo, que un candidato es elegido de la misma manera como se elige un detergente en el supermercado. Además, este aspecto dramático de la democracia estadounidense ya había sido anunciado como una debilidad moral del sistema, por: Mcginnis, Joe. The Selling of the President (1969). New York: Penguin Books, 1988. 281 Y a pesar de que la denuncia de videocracia es reciente, ya hay filmes clásicos que dejan en claro los peligros de someter las decisiones políticas a la buena o mala prensa que éstas generan. Pienso en Path of Glory (1957, Stanley Kubrick como director), donde se narra cómo, para evitar un escándalo ante la opinión pública, se prefirió ignorar las causas de una batalla absurda en la Primera Guerra Mundial. Ese miedo al “otro”, en este caso la reacción de los medios (mal llamada “opinión pública”, debiéndose decirse “opinión publicada”), es el que genera el desenlace del drama. Igualmente, este mismo asunto, de una “opinión pública(da)” demandante de venganza, y el miedo de los políticos-jueces de no enfrentársele, es la trama de otra gran película del cine jurídico: Heavens Fall (2006, dirigida por Terry Green). 282 Huerta. Op. cit., p. 93. Por demás, sobre el cine político que se manifestó en contra del gobierno Bush (por ejemplo Lions for Lambs, 2007, de Robert Redford; y Rendition, 2007, de Gavin Hood; y Green zone, 2010, de Paul Greengrass), véase: Kellner. Cinema wars…, Op. Cit. 167 Demme, 2004, basada en la novela homónima de Richard Condon), donde la tragedia se desata cuando se plantea que el ciudadano elige a ciegas a partir de imágenes bien preparadas, ignorando todo lo que se esconde tras bambalinas, conspiración que sólo es puesta en evidencia gracias a la acción dramática y heroica del mayor Bennett Marco. La otra cara de la moneda de este componente oscuro, la poca preparación del candidato y los círculos que le rodean, sería Game Change (2012, dirigida por Jay Roach y escrita por Danny Strong, basada a su vez en un best seller de John Heilemann y Mark Halperin), que narra, si le creemos a la película, la forma en que se escogió la candidata vicepresidencial republicana, Sarah Palin, dentro de la durísima y complicada campaña estadounidense de 2008 entre el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain. Pues bien, este filme, sin ir muy lejos, pone en evidencia, una vez más, que el candidato perfecto ni siquiera tiene que tener una mediana cultura general. De ahí que sea posible establecer un paralelo de análisis entre lo que convoca de una mujer conservadora como Margaret Thatcher, de otra también conservadora como lo es Palin, asunto que marca las diferencias según las narraciones cinematográficas de la forma de hacer política entre el ayer hecho mito con el hoy presentado como decadente. Ya las elecciones no se tratan de un instrumento para la escogencia del mejor entre los mejores, sino que se trata de hacer mostrar como elegible a cualquiera que sea capaz de interpretar su rol. La actuación y la pantomima, entonces, terminan siendo el arte de la política. Y como dijimos, ya no se trata de problemas morales en políticos arrolladores con amplia cultura general, sino de algo más fuerte para el ciudadano elector que es, a su vez, el espectador: la poca cultura de sus representantes. Pero a diferencia del filme Silver city de 2004, aquí se trata de la mujer sin formación política y académica, que termina por bloquear a sus asesores por su terquedad política, haciéndole daño a la campaña de McCain y justo por ello termina siendo puesta en público como una mujer carismática (léase: actriz) pero, por su poca preparación, ingobernable. Por eso es la otra cara de la moneda: su poca preparación, más su ingobernabilidad, generan la tragedia y garantizan el espectáculo. En este caso, la heroicidad a ser revisada la asume un asesor de la campaña, uno de los artífices de la elección de Palin como candidata, quien luego afirmará que esa decisión de escogerla como fórmula de campaña fue un grave error que se intentó mantener en secreto lo más que se pudo. Aquí ya se puede afirmar que la esencia del candidato y, a la vez, fuente de tragedia en este juego de asombro-miedo, es el ser un actor políticamente correcto, aspecto que puede ser interpretado como una consecuencia nefasta de la 168 profesionalización y la tecnificación de la función del político283. La lección trágica que permite un (auto)examen del espectador, es que justo todo esto puede conllevar a que el ciudadano se convierta, eligiendo en una democracia de papel, en un súbditoconsumista (lo que hace pensar en Brazil, 1985, película dirigida por Terry Gilliam). Para ejemplificar esto nada mejor que The Ides of March (2011, dirigida, producida y protagonizada por George Clooney), que muestra cómo detrás de la perfección del candidato en las primarias del partido demócrata está la actitud del “todo vale”284. Este filme, del que ya escribí alguna vez285 , construye la tragedia con dos elementos propios del asombro y el miedo. El asombro se constituye gracias a las palabras del candidato presidencial, que justo atrapa en su discurso el deseo de cualquier progresista, en la medida que el candidato se muestra como el único que puede romper la estructura corrupta de la plutocracia conservadora estadounidense. El miedo se desata cuando el espectador se da cuenta, de un lado, que, de ser cierta la narración, él mismo haría parte de un demos corrompido286, y, del otro, que incluso el candidato perfecto es otro actor, uno muy bueno por demás, en un contexto donde vencer en la campaña lo justifica todo. Las elecciones ya no son el medio idóneo para la consecución de un honorable fin: el gobierno del, para y por el pueblo. Ganar las elecciones, con su premio mayor (el poder), termina siendo el altar sobre el que se sacrifican las más nobles intenciones, palabras y acciones. Además, esta película logra un componente interesante y es que, al finalizar, nadie asume el rol heroico, en la medida que todos participaron del banquete sin plantearse siquiera el dilema moral que desató el que se tuviera que desnudar el candidato perfecto. Por tanto, es el espectador quien queda con la alternativa de suplir este faltante, al sentirse tocado e incluso decepcionado de esos juegos políticos, por medio del examen crítico de su democracia. En esta misma línea está la película Primary Colors (1998, dirigida por Mike Nichols), basada en una novela homónima de 1996, que para muchos es un buen retrato de la carrera política de Bill Clinton, esto es, la de un hombre que públicamente 283 284 Sarias. Una democracia…, Op. cit. Filme que puede ser visto como un desarrollo de The best man (1964, dirigida por Franklin J. Schaffner). 285 Botero, Andrés. “Cuidado con los idus de marzo”. En: Botero, Andrés (ed.). Cine y derecho: memorias del VIII Seminario Internacional de Teoría General del Derecho. Medellín: Universidad de Medellín, 2013, Cap. 6. 286 Es decir, usando palabras de un personaje de Marecha, de una mayoría que “inclinada igualmente al bien y al mal, sigue la dirección de cualquier viento. Sus actos y voces anuncian a las claras que hoy la solicitan vientos despreciables. Pero con ese mismo barro un Neogogo hará maravillas” Marechal, Op. cit., p. 402. 169 se presenta como una persona honesta, políticamente correcta, un faro de esperanza, pero que en su mundo privado está dominado, como muchos otros seres humanos, por pasiones ciegas, entre ellas la de un voraz apetito sexual. Así, la vida pública exitosa del político, bien manejada por sus asesores, esconde una vida privada disoluta que, de conocerse, pondría a dudar incluso a sus más fieles seguidores287. En este caso, el elemento maldito parte de reconocer la disociación existente en muchas campañas políticas entre lo que se dice y lo que se hace, para llegar así al dilema moral que implica tener que escoger entre juzgar a un político por su hipocresía a pesar de sus logros públicos, o hacer caso omiso de sus graves pecados privados por el bien social que reporta su gobierno. Además, este film vuelve a poner en tela de juicio el excesivo poder de los asesores de imagen que logran transformar las elecciones democráticas, asunto que produce asombro, en un proceso consumista como si se tratase de escoger un producto en un supermercado, aspecto que genera miedo288. Entonces, esta película, al igual que muchas de las ya reseñadas, se pregunta por los límites éticos del discurso y del quehacer del político en campaña; pero si no fuera por la tragedia, que debe complementarse con la acción del héroe a ser examinada, este tipo de filmes podría llevar a una desconfianza generalizada hacia los procesos electorales de los que dependen en buena medida las actuales democracias. Siguiendo con una idea ya planteada, otro componente maldito está en mostrar cómo el discurso electoral cada vez más obedece a la lógica del espectáculo en vez del de la razón práctica. La imagen vende más que mil palabras289, tal como lo muestra de forma muy interesante, aunque no exenta de debate, la película chilena No (2012, dirigida por Pablo Larraín y basada en una obra de teatro de Antonio Skármeta) en la cual se narra cómo la campaña del referendo convocado por Pinochet para legitimar su gobierno pudo ser ganada por el dictador si no hubiese sido por los asesores electorales, publicistas en aquel momento, que le apostaron a hacer la campaña del “No”. En lugar de denunciar las atrocidades del régimen dictatorial, los 287 Bien analizada por: Flores Juberías, Carlos. “Bill Clinton y colores primarios, o como todo parecido con la realidad no siempre es pura coincidencia”. En: Flores Juberias, Carlos (ed.). Todos los filmes del Presidente: La Presidencia de los Estados Unidos vista a través del cine. Valencia: Diputació de València, 2008, pp. 125-142. 288 Como dice Paul Clinton de esta película: “(es) una historia de ideales, ilusiones y decepciones; de imágenes y realidades; que trata sobre nuestro proceso político y como éste se vuelve tan teatral, tan falso y tan carente de significado como el wrestling profesional; de personas que no son malas, sino simplemente humanas, y a menudo tristes”. Citado por Ibíd., p. 135. 289 Una buena fotografía cambia el curso de la política. Ver, al respecto, la cinta The Bang Bang Club (2010, dirigida por Steven Silver). 170 publicistas prefirieron una campaña neutra, basada en el logos de la alegría y del optimismo, con poco contenido político y sin debate sobre la barbarie290. Y a pesar de que el espectador es casi que llevado a considerar cómo héroes a los publicistas antirégimen, bien puede plantearse que el filme no plantea como tragedia la continuidad del régimen, sino el que las elecciones se basan ya no en argumentos políticos sino en imágenes bien puestas291. Así, el espectador se siente en la necesidad de examinarse en la película que muestra cómo las campañas son cada vez más artificios de seres ocultos y controladores, en este caso los publicistas292, ante los cuales el ciudadano carece de control en tanto le son invisibles. De esta forma, el candidato o la idea a la que se le hace campaña, es simplemente una construcción artificiosa y amañada de otros, a la vez que así se evita la deliberación política haciendo que el proceso electoral sea determinado por gustos mediáticos impuestos a partir de lenguajes subrepticios. ¿Qué hacer? El dilema quedó abierto y así la tragedia logra dimensiones fantásticas incluso como espectáculo, pues el público devora toda exposición de este drama, aunque el quid del asunto se le narre una y otra vez. Otro elemento de miedo y hastío presente en varias películas sobre elecciones, está en la exposición al público del manejo malintencionado de la información con lo 290 “La campaña por el No presentó una propuesta optimista, cuyo objetivo no era cambiar la actitud de la opinión pública, sino más bien revertir la sensación de miedo y escepticismo existente en los chilenos en caso de una derrota de Pinochet. En su afán propositivo, la campaña por el No resumió sus lecturas del país en la frase ‘Chile, la alegría ya viene’… De acuerdo a los datos de la Tabla 4, esa campaña fue la que logró una mayor empatía con el electorado, interpretando las aspiraciones de los chilenos… El plebiscito de 1988 será recordado como un evento político-mediático donde la televisión jugó un rol central en la reconciliación nacional y la recuperación de la democracia… Porque fue a través de la televisión donde los chilenos se enfrentaron a la posibilidad de recuperar la democracia, así como por la masificación que alcanzó la televisión en los hogares chilenos, el plebiscito de 1988 también marca el inicio de la mediatización de la política en Chile” Arriagada, Arturo y Navia, Patricio. “La televisión y la democracia en Chile, 1988-2008”. En: Rodríguez, Carlos y Moreira, Carlos (eds). Comunicación política y democratización en Iberoamérica. México: Editorial Flacso Paraguay-Universidad Iberoamericana, 2011, pp. 169-194. 291 Sin embargo, en realidad, no puede dejarse por lado otros factores tan importantes en la victoria del “No”, como la organización construida para convencer a los chilenos de la necesidad de votar en el plebiscito (muchos creían que estaba arreglado por el régimen por lo que no querían votar) y para estar atento al desarrollo de las elecciones, asunto que estuvo respaldado, entre otros, por Estados Unidos. Cfr. Abrams, Elliott. “The Gringos Are with Us”. Commentary magazine. Consultado el 18-09-2013 (dirección: http://www.commentarymagazine.com/article/the-gringos-are-with-us/). 292 Aspecto al que se le puede aplicar, mutatis mutandis, la reflexión hecha por Foucault al cuadro de Velásquez: Las Meninas, donde analiza los poderes detrás del poder, presente en: Foucault, Michel. “La inquietud del otro”. Trad. Edgar Garavito. En: Cuadernos Transhumantes: travesías experimentales con la filosofía. Medellín, 1999, No. 1, pp. 43-47. 171 que se logra que el político se arrodille ante las pretensiones del extorsionista. Este es uno de los casos expuestos bajo la personalidad tronante del director histórico del FBI: J. Edgar (2011, cinta dirigida por Clint Eastwood). De esta manera, el miedo que se presenta es que no es la voluntad del elector, sino la del extorsionista, la que termina por decidir las políticas públicas de un país, lo que hace pensar al ciudadano sobre el valor de su voto en un ambiente donde las cosas se deciden a otro nivel, inalcanzable y oculto para él (aspecto que se maneja, igualmente, en Nixon, 1995, dirigida por Oliver Stone)293. Además, las fórmulas escogidas por el cine para despertar el miedo necesario para el misterio, para el enigma que atrapa al espectador, ya superaron los viejos clichés del político pasivo y, a lo sumo cómplice, auspiciado en sus campañas por la delincuencia organizada, asunto muy común en el género Gánster294. Ya este aspecto no genera la misma sensación de miedo necesario para generar la tragediaespectáculo pues se ha convertido en un leitmotiv. En consecuencia, hay que buscar otros elementos narrativos más crudos. Así es que aparece, como innovación, otra faceta que no puedo dejar de mencionar: el candidato es ahora el mismo delincuente organizado (cfr. Tropa de Élite 2, 2010, dirigida por José Padilha). Ya no es elegido para servir al delito de otros, se elige para servirse a sí mismo y a su organización delictual. Y en esta línea es que avanzan y avanzarán muchos de los nuevos filmes de elecciones. 4. La heroicidad en el cine sobre elecciones Toda tragedia también abre la posibilidad de la heroicidad como mejor manera de lograr la catarsis dentro de la trama, evitando así una mirada nihilista de lo público. Algunas películas plantean cierto tipo de héroe dentro del propio filme, como es el caso de Tropa de Élite 2 (Brasil, 2010, dirigida por José Padilha), donde se narra cómo 293 Un análisis crítico del filme, mostrando las deficiencias históricas del mismo, en: Sarias Rodríguez, David. “Richard Nixon, Oliver Stone y el juego de los espejos culturales”. En: Flores Juberias, Carlos (ed.). Todos los filmes del Presidente: La Presidencia de los Estados Unidos vista a través del cine. Valencia: Diputació de València, 2008, pp. 105-124. 294 Género que se reencaucha, aunque continúa con la imagen del político-pasivo-cómplice. Pienso, por ejemplo, en películas como Miller’s Crossing (1990, dirigida y escrita por los hermanos Coen), Lawless (2012, dirigida por John Hillcoat) o en Gomorra (2008, película italiana dirigida por Matteo Garrone y basada en la novela de Roberto Saviano), entre otras. Por demás, simplemente como anotación al lector, es interesante ver cómo evoluciona hoy día el cine Gánster hacia el cine-financiero, donde el crimen organizado ya no está detrás de las ametralladoras, sino bajo los costosos atuendos propios de los banqueros que logran maniatar al sistema político (reaparece así la mirada del político-pasivo), asunto clarísimo, por ejemplo, en Wall Street 2 (2010, dirigida por Oliver Stone). 172 la lucha contra las bandas criminales por parte de un escuadrón élite de la policía militar de Río de Janeiro termina al servicio de los intereses corruptos del poder político, de un sistema tan complejo que tiene la alta facilidad de regenerarse por lo que éste, cada cierto período de tiempo, expulsa elementos corruptos para salvarse ante la “opinión pública” pero en verdad es para re-acomodarse y seguir en sus rutinas deshonestas295. En este caso, el protagonista, el teniente coronel Nascimento, se enfrenta contra el sistema político corrupto desde varios frentes, pero en el que logra mayor atención del público es cuando él utiliza la violencia como forma de protegerse y atemorizar a sus enemigos. Aquí, el héroe no resiste la fuerza enemiga, la enfrenta con las armas, la violencia, logrando, en cierta medida, vencer a unos enemigos particulares pero sin poder derrotar al sistema corrupto en general, que termina siendo más grande que las intenciones loables de Nascimento. Pero en este protagonista no cabe el modelo de heroicidad propio de la tragedia griega, donde el héroe, a pesar de su carga moral, habría sido sacrificado, entre otras cosas, por su altanería y orgullo en la exposición de su nomos. En la película que comento, la idea del héroe griego tal vez se acercaría más a la figura del capitán André Matías, asesinado por policías corruptos. Parece que el director quiso hacer una mezcla, que resultó exitosa, entre el héroe de acción con el héroe trágico. En otros casos, el héroe decide enfrentarse a la política corrupta mediante la propia acción política, de forma tal que la tragedia gira primero en la exposición de lo oscuro y luego en la acción redentora, a la vez que sacrificadora en el propio héroe, tal como sucede en Mr. Smith goes to Washington (1939, dirigida por Frank Capra) donde el héroe, Jefferson Smith, vence con su oratoria parlamentaria a sus enemigos corruptos296. Pero en la actualidad estos finales felices, tan propios de la cinematografía de Capra, ya poco cautivan, especialmente si se trata de presentar una tragedia que convoque al examen de la calidad de la democracia. Es por ello que aparecen nuevos héroes con finales más dramáticos como sucede en la película Milk (2008, dirigida por Gus Van Sant) o, en menor medida, en Baarìa (2009, dirigida por Giuseppe Tornatore), en las que hay algo en común: mostrar la diferencia del comportamiento entre el candidato con el político elegido, y el sacrificio al que es 295 Esto ya lo había estudiado con anterioridad bajo el concepto de eficacia simbólica perversa: el derecho anticorrupción sirve para esconder e incluso propiciar la corrupción: Botero, Andrés. “La corrupción: tensión entre lo político y lo jurídico”. Opinión Jurídica. Revista de la Facultad de Derecho de la Universidad de Medellín (Colombia), Medellín, Julio-diciembre 2004, Vol. 3, No. 6, pp. 37-58. 296 Flores Juberías, Carlos. “El hemiciclo parlamentario como escenario cinematográfico: Mr. Smith Goes to Washington”. En: Flores Juberías, Carlos (ed.). Retratos de una ambición: Políticos, campañas, elecciones y parlamentos vistos a través del cine. Valencia: Diputació de València, 2011, pp. 21-47 (pp. 37-40). 173 sometido con su asesinato -en el primer caso- y el descrédito entre los copartidarios en el segundo-. Sin embargo, en las películas sobre elecciones no siempre aparece de manifiesto la figura del héroe en tanto que, por los artilugios de las actuales narraciones fílmicas, éste puede ser representado en lo externo, lo que no excluye la catarsis del espectador como meta dramática. De esta manera, ya es posible pensar en la heroicidad necesaria en la tragedia, pero para ubicar al héroe hay que seguir las líneas de fuga trazadas desde la narración, las cuales confluyen en un punto de perspectiva que está, obviamente, fuera de cuadro, y que caen justo en el espectador. Así, la posibilidad de enfrentarse al dilema, poniendo en evidencia la realidad misma a través del arte, sacrificando incluso el propio estar-en-el-mundo, queda a salvo si por lo menos un espectador se siente aludido con el drama presenciado. De esta manera, el filme sobre elecciones, entendido como una tragedia a ser completada incluso por el espectador, no lleva al nihilismo puro, esto es, que con la heroicidad se evita caer en la indiferencia total ante la política en general y ante el sistema electoral en particular. Se puede responder así, desde el arte, tanto al interés del ciudadano por saber qué hay tras bambalinas, como a su creciente desinterés por participar en los procesos políticos al creer que éstos están malditos297. 5. Las intenciones políticas en el cine sobre las elecciones Cambiando de tema, ya había planteado que el cine sobre elecciones es, especialmente si logra acercarse a la fórmula trágica, un documento político per se, a la vez que responde a las exigencias propias del espectáculo. Bien dice Flores que el “cine político es, pues, “político” en el doble sentido de estar retratando una situación de naturaleza política, y de estar a la vez lanzando un mensaje de contenido político y, a menudo, incluso partidista”298. Justo por ello, Badiou299, en vez del concepto de “cine político”, del que es un gran crítico, prefiere el de “uso político del cine”, para dejar en claro, entre otras cosas, que no sólo es el director quien hace un uso del documento 297 Klein, Joe. Politics Lost: From RFK to W. New York City: Broadway Books, 2006. Este autor considera que el alejamiento del ciudadano estadounidense frente a las elecciones de su país se debe a la creciente influencia de los asesores de imagen y de los expertos en marketing político que han permitido la aparición, de un lado, de candidatos mediocres y, del otro, de campañas electorales falsas. 298 Flores. Políticos, campañas…, Op. cit., p. 16. 299 Cfr. Badiou, Alain. Cinéma: textes rassemblés et présentés par Antoine de Baecque. Paris: Nova, 2010. García Puchades, Wenceslao. “Cine y política en Alain Badiou: el poder retórico del cine al servicio de la trasmisión de la idea política del presente”. Icono 14. 2013, Vol. 11, No. 1, pp. 195-215. 174 fílmico, sino también el espectador, como sujeto público, al momento de relacionar la película con determinadas ideas políticas. Así, tanto el espectador como el director pueden tener motivaciones políticas diferenciadas aunque éstas sean fácilmente relacionables, en especial cuando se habla de “cine militante”300, que, generalizando, ha estado más asociado a posturas críticas de la izquierda301, del liberalismo político302 o del partido demócrata303, el cual aporta una mirada de la política conservadora como fatalidad. Incluso, se ha pensado que las motivaciones básicas de las películas sobre elecciones parten de la defensa de la democracia al poner en evidencia los riesgos del sistema electoral, para que el espectador-ciudadano refleje y examine su realidad con base en la que se le expone en la obra, logrando así la fusión de estos dos mundos304, y pueda así -el espectador- replantear sus conductas políticas para favorecer la democracia, todo esto gracias a que el cine logra, en muchos casos, mejores comprensiones de los problemas públicos que otras formas narrativas305. Pero resulta que esto no es tan obvio. Es que la política, como razón práctica, no se agota en la democracia, de la misma manera como ésta no se reduce a las campañas políticas. Para dar un ejemplo, con base en las películas sobre elecciones bien podría dársele la razón a Carl Schmitt en el sentido de que el soberano, aquel que determina la excepcionalidad, justo por ello escapa a cualquier pretensión que tenga el derecho de regularlo. En este contexto las elecciones podrían ser miradas en muchos de estos filmes como momentos arquetípicos de la excepcionalidad del soberano, por lo cual, al ser dimensiones exclusivamente políticas, el derecho –así como sus filósofos- no puede entender lo que allí pasa306. Pero también sería válido decir lo contrario: que la 300 Linares, Andrés. El cine militante. Madrid: Castellote editor, 1976. 301 Flores. Políticos, campañas…, Op. cit., pp. 16-17. Sobre la filmografía de Oliver Stone, fuertemente influida por la Nueva Izquierda estadounidense, véase: Sarias. Richard Nixon…, Op. cit., pp. 105-124. 302 303 Cfr. Alonso. Op. cit., pp. 60-63. Ross, Steven. Hollywood Left and Right: How Movie Stars Shaped American Politics. Oxford: University Press, 2011. Christensen, Terry y Haas, Peter J. Projecting Politics: Political Messages in American Films. M.E. Sharpe, Inc., 2005. 304 Me refiero al concepto gadameriano de fusión de horizontes, que se expone, por ejemplo, en: Gadamer, Hans-Georg. Verdad y Método II. 3ª ed. Trad. Manuel Olasagasti. Salamanca: Sígueme, 1998, pp. 337-338. 305 No olvidemos que la fuerza del cine radica en el que el espectador asume como creíble lo que se le narra, y justo esta narración logra articular varias esferas, como la afectiva, permitiendo del público una interpretación más compleja del fenómeno narrado y una reacción más fuerte en su animus. Cfr. Thury. Op. cit. 306 Schmitt, Carl. Teología política (1922). Trad. Francisco Javier Conde y Jorge Navarro. Madrid: Trotta, 2009, pp. 13-36. 175 llamada de atención sobre las falencias en las elecciones democráticas es una vía necesaria para poder lograr el ideal del control del derecho sobre la política: el Estado de derecho. Esto nos lleva a aceptar que hay muchas posibles motivaciones políticas detrás del cine sobre motivaciones elecciones, 307 a la vez que muchas interpretaciones de dichas . En consecuencia, dentro de las muchas opciones posibles, podría pensarse en narraciones dramáticas que pretenden despertar la conciencia crítica del espectador-ciudadano, pero por no llegar a una buena receta en la fórmula trágica, terminan generando en el público una sensación diversa, como considerar que la política es, llanamente, asquerosa y que, por tanto, lo mejor es descentrarse de ella y abandonar cualquier pretensión de corrección. Tal vez lo que falló allí fue la acomodación narrativa del dilema moral y su enfrentamiento heroico, pero no la tragedia en sí, que partió en Grecia y sigue partiendo en nuestro tiempo de tomar distancia de visiones utópicas de lo que se quiere narrar, pero sin llegar al rechazo de la vida pública. Justo por esto, la tragedia no puede pretender ser objetiva (descriptiva), pues parte de una distancia eminentemente fatalista, pero tampoco pretende ser negación de la polis. Es por ello que proponemos al espectador que asuma el filme sobre elecciones como una tragedia, para evitar hasta donde sea posible el riesgo que dicho subgénero le implica a la democracia: la colonización de la política por parte de los grupos corruptos gracias a la pasividad y abandono del espectador-ciudadano308. Igualmente, reconociendo que hay motivaciones políticas en los filmes sobre las elecciones, no deja de ser un riesgo que el espectador termine siendo un títere de la ideología del director. Pero también es cierto que la intencionalidad política del director, que queda plasmada en el documento, no necesariamente coincide con la impresión que el filme deja en la conciencia del espectador, aunque es más probable esperar que el auditorio se deje llevar por la narración y así, de forma subrepticia, comprenda e, incluso, acepte las ideas planteadas en el filme309. Pero hay que tener 307 El trasfondo de esta afirmación es la teoría constructivista aplicada al cine. Ver: Gaut, Berys. A philosophy of cinematic art. Cambridge: Cambridge University Press, 2010, pp. 164-179 y 244-281. 308 Flores. Políticos, campañas…, Op. cit., pp. 18-19. 309 Este es el experimento que hace sobre el espectador mismo películas como Das experiment (2001, dirigida por Oliver Hirschbiegel, con un remake en el 2010 de Paul Scheuring) y Die Welle (2008, dirigida por Dennis Gansel) que logran hacer ver como normal, por su forma sofisticada de narración, lo que es anormal. Y es el mismo director quien al finalizar, le pone al espectador la cruda verdad: éste fue el experimento de aquel. 176 mucho cuidado con estos estereotipos puesto que si hay algo difícil es desnudar las intenciones o los usos políticos concretos de un filme310. Además, este riesgo de ideologización desde la perspectiva del director-productor de la película también pone en debate la legitimación del arte, en este caso de la industria cinematográfica, de fungir como juez de la política. Obviamente, esto supone aceptar la esencia política que hay detrás de la mirada artística en general y del cine en particular311. Pero si dicha esencia política supone una actitud de superioridad sobre la realidad, fácilmente se podría calmar tales ánimos soberbios poniendo en evidencia todo lo que se teje tras bambalinas de una película, esto es, sospechar de quien sospecha. Además, los riesgos de un mal juicio pueden ser tan terribles como los riesgos de no hacerlo. Ya vimos que una visión destructora de lo público en una película política puede llevar a más traumas que soluciones. En cambio, mejores resultados podrían provenir de la consideración del cine sobre elecciones como un motor trágico, que más que juez se configura como reflejo comprensivo (de allí que no sea cine descriptivo pero tampoco destructivo) de la realidad de la polis. Pero además de lo ya visto, y tal como lo analicé en otro texto312, las expectativas y los mensajes construidos por el lector-espectador nunca podrán ser igualados con las expectativas y los mensajes dados por el escritor-director, en tanto parten de la propia comunicación donde se da la diferenciación en la construcción de sentidos entre los intervinientes. De esta manera, la posibilidad de que un espectador renuncie a lo público ante una película que buscaba su formación ciudadana, es tan viable como la posibilidad de que un espectador acepte un rol heroico a favor de sus creencias políticas ante un filme que buscaba su total alienación. Esta última posibilidad sería una puerta más de esperanza para los que creen, total o parcialmente, en la democracia electoral con ciudadanía activa, crítica y reflexiva, incluso en momentos de videocracia. 310 Incluso, el filme meramente comercial sobre tópicos políticos, esto es, del mero entretenimiento sin pensar siquiera en una dimensión trágica, también responde a una visión de lo público o, si se quiere, de lo anti-público. 311 Asunto, por ejemplo, que deja en claro Huerta cuando analiza la forma como la industria cinematográfica estadounidense asumió un rol político, a favor o en contra, de las políticas anti-terroristas de dicho país, postura que quedó reflejada en el cine y en los documentales producidos a principios de este siglo. Cfr. Huerta. Op. cit., pp. 81-102. 312 Botero, Andrés. “¿La lectura literaria forma buenos jueces? Análisis crítico de la obra ‘Justicia Poética’”. En: Suprema Corte de Justicia de la Nación. Argumentación jurisprudencial: Memorias del II Congreso Internacional de Argumentación Jurídica. México: Suprema Corte de Justicia de la Nación. 2012, pp. 209-278. 177 6. Reflexiones finales Entonces, finalizando, el cine ha recurrido, y nada permite pensar que no lo seguirá haciendo, al sistema electoral en particular y al sistema político en general, porque el poder se encubre como enigma, con el manto del misterio. Pero el poder puede ser descubierto, incluso dentro de la lógica del espectáculo, si el espectador asume este cine como una tragedia con sus elementos estructurantes: asombro ante la democracia, miedo ante las maldiciones, dilema moral desatado y heroicidad trágica asumida. Entonces, en la medida que el cine sobre elecciones toque las fibras de la tragedia logra elevar su narración visual a un estatuto artístico-político mayor, a la vez que, por la configuración de nuestra mirada pública, cumple también las expectativas propias de la sociedad del espectáculo. En la medida que el monstruo sea desnudado, pero respetando su hálito mágico de necesario, el espectador no podrá dejar de intentar verse reconstruido en sus ojos. Mientras se mantenga esta fórmula de atracción, el cine sobre las elecciones seguirá convocando al público temeroso a la vez que ansioso por el misterio que rodea a la bestia. Y además de lo que reporta políticamente la tragedia, así también el espectador, gracias al cine, puede constituirse a sí mismo como un ser trágico que reconoce los límites de su existencia, de lo que lo rodea, sin renunciar a ideales de crecimiento incluso donde no es fácil pensar que puede haberlos. Saberse en la tragedia, saber que el mundo (de la política) está sumido en lo ruin a la vez que en lo bello o, por lo menos en lo necesario, hace que no podamos desviar las miradas del enigma, del monstruo. Mientras el cine pueda mantener el equilibrio de esa oscuridad que nos convoca, todo le será bueno, pero si por algún motivo las circunstancias cambian, si el cine exagera, si se pierde ese equilibrio entre el asombro y el miedo, si desaparece cualquier posibilidad de heroísmo, podría presentarse una situación explotadora de las relaciones políticas deseadas: que el espectador caiga en el hastío generalizado frente a la política, en el nihilismo tan temido por Nietzsche, y prefiera no volver a ver los ojos del monstruo, ni siquiera por medio del arte, considerando que ya no es oscuridad, sino claridad, pero claridad del mal irredimible. Es así como en el cine se juega, como se la juega en otros escenarios, el deseo por la democracia que implica, también, la necesidad de examinarla continuamente. La tragedia expuesta en el cine sobre elecciones políticas se vuelve a sí misma tragediaacto de la vida pública continuamente examinada. 178 Y ahora, luego estas reflexiones, ya puedo decir: “¡pasen a ver, señores, la deidad antigua, la de mil nombres bárbaros, la nunca profanada!, ¡Señores, adelante!”313. Bibliografía. ABRAMS, Elliott. “The Gringos Are with Us”. Commentary magazine. Consultado el 1809-2013. Abril 2013. http://www.commentarymagazine.com/article/the-gringosare-with-us/. ARRIAGADA, Arturo y NAVIA, Patricio. “La televisión y la democracia en Chile, 19882008”. En: Rodríguez, Carlos y Moreira, Carlos (eds). Comunicación política y democratización en Iberoamérica. México: Editorial Flacso Paraguay- Universidad Iberoamericana, 2011, pp. 169-194. ALONSO BARAHONA, Fernando. “¿De verdad gana siempre el mejor? The best man, el cine político de los años sesenta y el eterno dilema del carácter de los políticos”. En: Flores Juberías, Carlos (ed.). 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En el caso del Tratado de Libre Comercio de América del Norte –TLCAN-, el gobierno mexicano negoció una importante reserva para dejar fuera de las obligaciones del capítulo XI del mismo al sector energético y se concluye preguntando si el gobierno mexicano tendrá posibilidad de renegociar la reserva, o simplemente renunciará a la misma no haciendo uso de ella. Al final se expresa la opinión del autor y se incluye un comentario acerca de la jerarquía de los tratados frente al derecho nacional. Palabras clave: Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, TLCAN, acuerdos comerciales, inversión, inversionista, reforma energética. ABSTRACT. The aim of this work is to analyze the constitutional reform initiative to articles 27 and 28, sent from the head of the Federal Executive to the Congress of the Union, to the effect of removing the constitutional prohibition of accepting the participation of private investment -both domestic and foreign- in the energy sector, and draw attention to the rules established by the free trade treaties and investment agreements for the protection of foreign investors. In the case of the North American Free Trade Agreement - NAFTA-, the Mexican government negotiated a major reserve to exclude the energy sector from the scope of chapter XI; therefore, this paper analyzes whether the Mexican government will have the opportunity to renegotiate the reserve, or will simply forgo it. Finally, the paper expresses the author’s viewpoint and ∗ Doctor en Derecho por la UNAM, con especialidad en derecho constitucional e internacional. Profesor de tiempo completo en la Facultad de Derecho de la UNAM, correo: rupertopat@yahoo.com.mx 183 includes a commentary about the hierarchy of treaties in relation to national law. Keywords: Political Constitution of Mexican United States, NAFTA, trade agreements, investment, investment, energy reform. I. La iniciativa de reformas a los artículos 27 y 28 constitucionales.314 El proceso legislativo de reformas a la constitución iniciado por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, con el envío de la solicitud correspondiente por conducto de la cámara de senadores, tiene como objetivo la remoción del texto constitucional de la prohibición que establece el artículo 27 sexto párrafo, de celebrar contratos para las explotaciones de petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos, que en todo caso están a cargo de la Nación, en los términos que disponen las leyes reglamentarias y de autorizar al Ejecutivo Federal para convenir con particulares, en los términos que dispongan las leyes reglamentarias, en tratándose del sistema eléctrico nacional, así como del servicio público de transmisión y distribución de energía eléctrica. Y, por lo que hace al artículo 28 del Pacto Federal, la iniciativa propone que las actividades vinculadas con el petróleo y los demás hidrocarburos; la petroquímica básica y la electricidad, dejen de considerarse como áreas estratégicas de la economía y, en consecuencia, de proceder dicha reforma, las mencionadas actividades quedarían sujetas a las reglamentaciones que se aplican al resto de las actividades económicas de producción, transformación y comercialización. De aprobarse la reforma constitucional, los párrafos correspondientes de los artículos 27 y 28 quedarían redactados en los siguientes términos: INICIATIVA DE DECRETO POR EL QUE SE REFORMAN LOS ARTÍCULOS 27 Y 28 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.315 (de fecha 12 de agosto de 2013) ARTÍCULO ÚNICO.- Se reforma el párrafo sexto del artículo 27 y el párrafo cuarto del artículo 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para quedar como sigue: 314 La iniciativa del Ejecutivo Federal se puede consultar en el documento: “Reformas constitucionales en materia energética, análisis comparativo de las iniciativas presentadas por el Ejecutivo Federal.”, publicado por la Dirección General de Servicios de Documentación, Información y Análisis, de la LXII Legislatura de la Cámara de Diputados, con la clasificación SAPI-ISS-49-13, en la siguiente liga electrónica: http://www.diputados.gob.mx/cedia/sia/spi/SAPI-ISS-49-13.pdf 315 El oficio de la Secretaría de Gobernación por el que se remite la iniciativa de Decreto por el que se reforman los artículos 27 y 28 de la Constitución Política de los estados Unidos Mexicanos y el texto íntegro del Decreto, se pueden consultar en la página electrónica siguiente: http://www.chiapasparalelo.com/wp-content/uploads/2013/09/Reforma-Energética-Ejecutivo-Federal.pdf 184 Texto vigente Iniciativa Artículo 27…………Párrafo 6to. Artículo 27………..Párrafo 6to. …..Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos o de minerales radioactivos, no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado y la Nación llevará a cabo la explotación de esos productos, en los términos que señale la Ley Reglamentaria respectiva. Corresponde exclusivamente a la Nación generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público. En esta materia no se otorgarán concesiones a los particulares y la Nación aprovechará los bienes y recursos naturales que se requieran para dichos fines. …..Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos no se expedirán concesiones y la Ley Reglamentaria respectiva determinará la forma en que la Nación llevará a cabo las explotaciones de esos productos. Corresponde exclusivamente a la Nación el control del sistema eléctrico nacional, así como el servicio público de transmisión y distribución de energía eléctrica; en dichas actividades no se otorgarán concesiones, sin perjuicio de que el Estado pueda celebrar contratos con particulares en los términos que establezcan las leyes, mismas que determinarán la forma en que podrán participar en las demás actividades de la industria eléctrica. Artículo 28….. (Párrafo 4to.) No constituirán monopolios las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en las siguientes áreas estratégicas: correos, telégrafos y radiotelegrafía; petróleo y los demás hidrocarburos; petroquímica básica; minerales radioactivos y generación de energía nuclear; electricidad y las actividades que expresamente señalen las leyes que expida el Congreso de la Unión. Artículo 28….. (Párrafo 4to.) No constituirán monopolios las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en las siguientes áreas estratégicas: correos, telégrafos y radiotelegrafía; minerales radioactivos y generación de energía nuclear; y las actividades que expresamente señalen las leyes que expida el Congreso de la Unión. Tratándose de electricidad, petróleo y demás hidrocarburos, se estará a lo dispuesto por el artículo 27 párrafo sexto de esta Constitución. *Subrayado agregado. En el caso de que sean aprobadas las reformas propuestas por el Ejecutivo Federal, se removerán los obstáculos constitucionales que impiden la celebración de contratos con empresas privadas (nacionales o extranjeras), para llevar a cabo la exploración y explotación de petróleo, gas y los demás hidrocarburos, que se localicen en cualquier parte del territorio nacional, terrestre o marítimo. II. Principales argumentos expresados en la iniciativa del Ejecutivo Federal. Por economía de espacio, únicamente transcribimos a continuación los argumentos que se incluyen en el apartado II.3 de la iniciativa, sin dejar de considerar el resto de argumentos que integran otros párrafos de la misma. II. 3. Propuesta de reformas Dada la situación del sector y la perspectiva que enfrenta, es necesario reformar nuestro marco jurídico para que responda a sus necesidades 185 actuales y asegurar con ello el óptimo aprovechamiento de los recursos naturales en beneficio de la Nación. La propuesta que aquí se presenta es congruente y consistente con las ideas fundamentales del Presidente Lázaro Cárdenas. Lo es en sustancia, al compartir los principios nacionalistas y modernizadores, y también lo es por la utilización de los instrumentos legales que la reforma cardenista concibió para la industria, al preverse la colaboración de la iniciativa privada mediante formas distintas a la concesión. El modelo propuesto, al igual que el cardenista, comprende dos esquemas; 1) contratos eficientes para la exploración y extracción celebrados con el Ejecutivo Federal, y 2) participación de terceros en toda la cadena de valor de los hidrocarburos, a través de autorización expresa del Gobierno Federal. La propuesta de reforma que hoy se somete a consideración: 1) Mantiene la propiedad de la Nación sobre los hidrocarburos en el subsuelo, sólidos, líquidos y gaseosos en todo momento; 2) Mantiene la prohibición de otorgar concesiones, al basarse en la conducción decidida e irrenunciable de las actividades del sector por parte del Estado, en el entendido de que sólo éste puede disponer de los recursos del subsuelo; 3) Plantea la incorporación de contratos, que celebre el Ejecutivo Federal, con organismos y empresas del Estado y/o terceros que permitan expandir y hacer más eficientes las actividades de exploración y extracción de hidrocarburos, y 4) Autoriza, a partir de permisos otorgados por el Ejecutivo Federal, la participación de terceros en refinación, transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos sin que se ponga en riesgo la propiedad de nuestros recursos. Con base en lo expuesto, las reformas propuestas en materia de hidrocarburos consisten en: a) Eliminar la prohibición de que el Estado celebre contratos para la explotación de hidrocarburos. Si bien en su contexto histórico existieron razones para que en 1958 se estableciera que la explotación de la Nación se llevara a cabo sólo a través de Petróleos Mexicanos, la explotación se daba en esa época en condiciones muy diversas a las actuales, partiendo en principio de que se trataba de la explotación convencional del petróleo. Sin embargo, como ya se mencionó, el petróleo de fácil acceso se está agotando y cada vez son mayores los desafíos que se enfrentan para su explotación, entre ellos altos riesgos, grandes inversiones, alta capacidad operativa y la necesidad de recursos tecnológicos cada vez más desarrollados. En el contexto actual, la imposibilidad de que la Nación pueda aprovechar en sus actividades de exploración y extracción, la participación de particulares, a través de contratos, los cuales podrían aportar precisamente las altas inversiones requeridas, los recursos tecnológicos y la experiencia, así como compartir riesgos, constituye una barrera injustificada que la coloca en desventaja respecto de los demás operadores y que le impide aprovechar en forma óptima sus propios recursos en beneficio de los mexicanos. Por ello, se propone eliminar del artículo 27 constitucional la restricción incorporada en 1960, que le impide al Estado la utilización de contratos en sus actividades de explotación de hidrocarburos, es decir, en su extracción del subsuelo para su aprovechamiento. En este punto es preciso ser claros. La propiedad de los hidrocarburos del subsuelo es y seguirá siendo de la Nación, por lo que su explotación seguirá estando a cargo de la Nación y en su beneficio, por tanto se conserva la prohibición de otorgar concesiones que confieran derechos sobre nuestros recursos naturales a 186 los particulares. La eliminación de dicha restricción, generará un marco constitucional idóneo para que, conforme más convenga a los intereses de la Nación, el Estado pueda aprovechar las aportaciones de terceros para complementar a sus organismos, como lo es Petróleos Mexicanos, a través de contratos eficientes que alineen los incentivos de los contratistas con los del Estado, en las actividades inherentes a la exploración y extracción de dichos recursos, tal y como lo marcaban el espíritu y letra de las reformas realizadas por el Presidente Lázaro Cárdenas. México tiene un gran potencial de hidrocarburos, sobre todo en cuencas poco aprovechadas y con recursos no convencionales, como son las aguas profundas del Golfo de México y el petróleo y gas de lutitas. Esta riqueza en el subsuelo debe aprovecharse para contribuir al desarrollo de la Nación, no existe razón alguna para que, a diferencia de la mayoría de los países, se limiten los medios a través de los cuales el Estado pueda cumplir con su función de extraer sus propios recursos naturales. Con la eliminación de esta restricción en la Constitución y manteniendo la reserva de ley prevista, se pretende que la ley reglamentaria determine la forma en que el Estado pueda aprovechar la participación de los sectores social y privado, de modo análogo a las reformas cardenistas, a través de contratos para la exploración y extracción de hidrocarburos en los que puedan pactarse mecanismos de pago en función de los recursos que se obtengan, mediante compensaciones en efectivo o equivalentes a un porcentaje de los mismos, entre otros, tal como se previó en las reformas cardenistas y atendiendo a las mejores prácticas en esta materia. La política sobre las actividades de exploración y extracción de hidrocarburos será dictada exclusivamente por el Ejecutivo Federal. Además, el Ejecutivo Federal celebrará contratos con organismos y empresas del Estado y con los sectores social y privado, manteniendo el Estado el dominio sobre los recursos en el subsuelo, sin posibilidad de otorgar derechos a través de concesiones. Así, se propone retomar en el párrafo sexto del artículo 27 constitucional, en la parte relativa a los hidrocarburos, la reforma impulsada por el Presidente Cárdenas y que estuvo vigente de 1940 a 1960: “... Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos no se expedirán concesiones y la Ley Reglamentaria respectiva determinará la forma en que la Nación llevará a cabo las explotaciones de esos productos...” Asimismo, se reubica dentro del mismo párrafo sexto del artículo 27 constitucional el mandato, hoy vigente, consistente en que no se otorgarán concesiones ni contratos respecto de minerales radioactivos, ya que a diferencia de los hidrocarburos, se considera que las actividades relacionadas con la extracción de dichos minerales, dada su naturaleza y posibles usos, no deben llevarse a cabo por particulares, ni aún bajo la figura jurídica de los contratos. b) Sustraer de las áreas estratégicas del Estado a la petroquímica básica y dar certeza a nivel constitucional para que las actividades de la industria petrolera, tales como el procesamiento de gas natural y la refinación del petróleo, así como el transporte, almacenamiento, distribución y comercialización de dichos productos y sus derivados, puedan ser realizadas tanto por organismos del Estado, como por los sectores social y privado, a través de permisos que otorgue el Ejecutivo Federal. Al propiciarse una mayor producción de petróleo crudo y gas natural en el país, es conveniente complementar a Petróleos Mexicanos también en las actividades de refinación, de petroquímica y de transporte, con el fin de 187 que la creciente disponibilidad de hidrocarburos pueda transformarse en un mayor volumen de productos derivados, montos crecientes de inversión y más empleos en el territorio nacional. Al respecto, el artículo 28 constitucional establece que no constituirán monopolios las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en las áreas estratégicas de petróleo y demás hidrocarburos, entre otras, es decir, la función de explotar dichos recursos del subsuelo, otorgada en exclusiva a la Nación por el artículo 27 constitucional. Si bien la función exclusiva respecto del petróleo y demás hidrocarburos del subsuelo consiste en su explotación, es decir, su exploración y extracción, el artículo 28 constitucional considera también dentro de las áreas estratégicas las funciones que el Estado ejerza en forma exclusiva en petroquímica básica. Por ello, se propone reformar el artículo 28 de la Constitución para suprimir a la petroquímica básica como área estratégica que no constituye monopolio y señalar expresamente que tratándose de petróleo y demás hidrocarburos se estará a lo dispuesto por el párrafo sexto del artículo 27 de la Constitución, ya que es dicha norma la que otorga al Estado la función de explotar los hidrocarburos del subsuelo, consistente en el derecho de extraerlos de su reservorio natural y disponer de ellos, lo que será llevado a cabo en la forma que determine la Ley Reglamentaria. Con ello se asegura un marco constitucional claro que permitirá, como en el modelo cardenista: a) la celebración de contratos del Ejecutivo Federal con organismos del Estado y/o con particulares en actividades de exploración y extracción, y b) que además de los organismos del Estado, los particulares participen directamente bajo esquemas regulados en la cadena de valor después de la extracción, incluyendo el transporte, tanto de los productos obtenidos del subsuelo (petróleo crudo, gas natural y sus líquidos), como de aquellos que son resultado de la transformación (petroquímicos y refinados), siempre en los términos que establezca la legislación secundaria, a través de permisos que otorgue el Ejecutivo Federal. Nuestro país ya ha dado pasos en esta dirección. Mediante reforma a la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 11 de mayo de 1995, se eliminó del catálogo de actividades que comprende la industria petrolera a cargo en forma exclusiva del Estado, el transporte, almacenamiento y distribución de gas metano y licuado de petróleo, quedando únicamente como actividades estratégicas las necesarias para interconectar su explotación y procesamiento. Así, el transporte, almacenamiento y distribución de gas metano y licuado de petróleo se transformaron de actividades exclusivas del Estado en actividades que pueden llevar a cabo los particulares mediante permiso. En la misma dirección, Brasil, Colombia y Noruega, tienen esquemas de participación de terceros en actividades de transformación y transporte, lo cual ha permitido a los consumidores de esos países tener una oferta cada vez mayor de combustibles e insumos para sus actividades. Corresponderá a la ley determinar las condiciones bajo las cuales puedan concederse permisos a los particulares para llevar a cabo estas actividades, así como la regulación a la que estarán sujetos en su operación, por su interés para la Nación. En conclusión, la reforma que se somete a la consideración de esa Soberanía en materia de hidrocarburos consiste en retomar el marco jurídico promovido por el Presidente Lázaro Cárdenas del Río, que fortaleció los derechos de la Nación sobre sus recursos naturales, al mismo tiempo que previó instrumentos para aprovechar la participación de 188 los particulares en el desarrollo de sus funciones exclusivas –extracción de los hidrocarburos del subsuelo para su aprovechamiento– así como la participación directa de los mismos en las demás actividades de la industria petrolera. Finalmente, bajo el esquema propuesto se plantea el fortalecimiento de Petróleos Mexicanos y redefinir su relación con el Estado mexicano, pasando de una visión estrecha como generador de ingresos públicos en el corto plazo, a una de perspectiva amplia y de largo plazo. El nuevo régimen fiscal para Pemex que se propondrá como parte de la Reforma Hacendaria será consistente con este cambio de enfoque. Hoy en día, el régimen fiscal de Pemex está sustentado en un esquema de derechos rígidos, los cuales se determinan sin reconocer plenamente las necesidades de inversión de la empresa. En otros países, como Brasil, Colombia y Noruega, las empresas petroleras nacionales pagan contribuciones más moderadas que las que hoy en día paga Pemex y luego, dependiendo de la rentabilidad de la inversión, se decide de forma más flexible si el remanente se reinvierte en la propia empresa o se transfiere a la hacienda pública. La propuesta que se incluirá en la reforma hacendaria estará alineada con la necesidad que tiene Pemex de ser más flexible para conseguir mejores resultados. Ello implicará un cambio de paradigma con dos componentes esenciales: primero, un pago de derechos más bajo que en la actualidad y, segundo, el remanente de ese pago de derechos podrá ser reinvertido en la empresa o una parte podrá ser transferida al presupuesto como si fuera un dividendo que podrá emplearse para gasto en escuelas, hospitales, infraestructura de agua o carreteras. Este nuevo esquema hará que Pemex tenga un tratamiento fiscal comparable al de otras empresas petroleras en el resto del mundo. El régimen propuesto, a diferencia del actual, alineará los incentivos entre Pemex y el Gobierno Federal, al mismo tiempo que le permitirá a la empresa ser más competitiva. III. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte y los demás Acuerdos comerciales internacionales que incluyen reglas para la protección de la inversión extranjera. Un tema que no se ha considerado en la iniciativa, ni ha sido objeto de análisis y opinión por parte de los expertos, se desprende de los compromisos que el gobierno mexicano ha adquirido con sus socios comerciales mediante la firma de sendos acuerdos comerciales en los que se incluye un capítulo expreso que contiene disposiciones diseñadas para la protección de las inversiones y los inversionistas de los nacionales de los países que son Parte en dichos acuerdos. Por ejemplo, el capítulo XI del Tratado de Libre Comercio de América del Norte316 tiene como objetivo establecer las obligaciones que adquieren los gobiernos 316 El texto íntegro del TLCAN se puede consultar en la página electrónica: http://www.sice.oas.org/Trade/nafta_s/Indice1.asp y el texto de los acuerdos comerciales y sobre inversión de los que México es Parte, se pueden consultar en la siguiente liga electrónica: http://www.sice.oas.org/default_s.asp 189 signatarios, para dar protección y garantías jurídicas en favor de las inversiones y de los inversionistas de la región de América del Norte (Canadá, Estados Unidos y México). Resulta importante, para los objetivos de este artículo, recordar el contenido de los más relevantes artículos de la sección A del capítulo XI del TLCAN A continuación mencionamos, en forma resumida, las obligaciones que asumen los gobiernos signatarios del TLCAN en favor de los inversionistas y las inversiones de cualquiera de los tres estados. Evitamos la transcripción de todo el apartado A del capítulo XI del TLCAN porque es demasiado extenso, pero procuramos dar noticia de las principales obligaciones a cargo de los gobiernos signatarios en relación con el tema de las inversiones y los inversionistas de la región de América del Norte. Resumen del capítulo XI apartado A del TLCAN: Las disposiciones del capítulo XI del TLCAN se aplican a las medidas que adopte o mantenga un gobierno de alguno de los tres países signatarios a los inversionistas y a las inversiones de cualquiera de los otros dos estados. Los tres gobiernos signatarios se obligan a otorgar a los inversionistas y a las inversiones de la región, un trato no menos favorable que el que se otorgue, en circunstancias similares, a sus propios inversionistas, en todo lo referente al establecimiento, adquisición expansión, administración, conducción, operación, venta u otra disposición de las inversiones. Ninguna de las Partes suscriptoras del Tratado podrá imponer a un inversionista de cualquiera de las Partes, un requisito de que un nivel mínimo de participación, esté en manos de sus nacionales, salvo que se trate de acciones nominativas para directivos o miembros fundadores de sociedades; o requerir que un inversionista de otra Parte, en razón de su nacionalidad, venda o se deshaga de cualquier otra manera de una inversión en territorio de una Parte. Los tres gobiernos se comprometen a garantizar el trato de nación más favorecida. Se convino que los tres gobiernos otorgarán a las inversiones de los inversionistas de cualquiera de las Partes, un trato acorde con el derecho internacional, incluido trato justo y equitativo, así como protección y seguridades plenas. Ninguna de las Partes podrá imponer ni hacer cumplir cualquiera de los siguientes requisitos o hacer cumplir ningún compromiso o iniciativa, en relación con el establecimiento adquisición, expansión administración, conducción u operación de una inversión de un inversionista de una Parte o de un país no Parte en su territorio para: a) exportar un determinado nivel o porcentaje de bienes o servicios; b) alcanzar un determinado grado o porcentaje de contenido nacional; c) adquirir o utilizar u otorgar preferencia a bienes producidos o a servicios prestados en su territorio, o adquirir bienes de productores o servicios de prestadores de servicios en su territorio; d) relacionar en cualquier forma el volumen o valor de las importaciones con el volumen o valor de las exportaciones, o con el monto de las entradas de divisas asociadas con dicha inversión; 190 e) restringir las ventas en su territorio de los bienes o servicios que tal inversión produce o presta, relacionando de cualquier manera dichas ventas al volumen o valor de sus exportaciones o a ganancias en divisas que generen; f) transferir a una persona en su territorio, tecnología, proceso productivo u otro conocimiento reservado, salvo cuando el requisito se imponga o el compromiso o iniciativa se hagan cumplir por un tribunal judicial o administrativo o autoridad competente para reparar una supuesta violación a las leyes en materia de competencia o para actuar de una manera que no sea incompatible con otras disposiciones de este Tratado; o g) actuar como el proveedor exclusivo de los bienes que produce o servicios que presta para un mercado específico, regional o mundial. No se podrá condicionar la recepción de ventajas en relación con una inversión, al cumplimiento de cualquiera de los siguientes requisitos: a) adquirir, utilizar u otorgar preferencia a bienes producidos en su territorio, o a comprar bienes de productores en su territorio; b) alcanzar un determinado grado o porcentaje de contenido nacional; c) relacionar, en cualquier forma, el volumen o valor de las importaciones con el volumen o valor de las exportaciones, o con el monto de las entradas de divisas asociadas con dicha inversión; o d) restringir las ventas en su territorio de los bienes o servicios que tal inversión produce o presta, relacionando de cualquier manera dichas ventas al volumen o valor de sus exportaciones o a las ganancias en divisas que generen. Ninguna de las Partes podrá exigir que una empresa de esa Parte, que sea una inversión de un inversionista de otra Parte, designe a individuos de alguna nacionalidad en particular para ocupar puestos de alta dirección. Una Parte podrá exigir que la mayoría de los miembros de un consejo de administración o de cualquier comité afín de una empresa de esa Parte que sea una inversión de un inversionista de otra Parte, sea de una nacionalidad en particular o sea residente en territorio de la Parte, siempre que el requisito no menoscabe materialmente la capacidad del inversionista para ejercer el control de su inversión. Cada una de las Partes permitirá que todas las transferencias relacionadas con la inversión de un inversionista de otra de las Partes en territorio de la Parte, se hagan libremente y sin demora. Dichas transferencias incluyen: a) ganancias, dividendos, intereses, ganancias de capital, pagos por regalías, gastos por administración, asistencia técnica y otros cargos, ganancias en especie y otros montos derivados de la inversión; b) productos derivados de la venta o liquidación, total o parcial, de la inversión; c) pagos realizados conforme a un contrato del que sea parte un inversionista o su inversión, incluidos pagos efectuados conforme a un convenio de préstamo; d) pagos efectuados de conformidad con el Artículo 1110; y e) pagos que provengan de la aplicación de la Sección B. Cada una de las Partes permitirá que las transferencias se realicen en divisa de libre uso al tipo de cambio vigente en el mercado en la fecha de la transferencia, en lo referente a las transacciones al contado ("spot") de la divisa que vaya a transferirse. Ninguna de las Partes podrá exigir a sus inversionistas, ni los sancionará en caso de contravención que efectúen transferencias de sus ingresos, ganancias, o utilidades u otros montos derivados de, o atribuibles a inversiones llevadas a cabo en territorio de otra Parte. 191 Ninguna de las Partes podrá nacionalizar ni expropiar, directa o indirectamente, una inversión de un inversionista de otra Parte en su territorio, ni adoptar ninguna medida equivalente a la expropiación o nacionalización de esa inversión ("expropiación"), salvo que sea: a) por causa de utilidad pública; b) sobre bases no discriminatorias; c) con apego al principio de legalidad y al Artículo 1105(1); y d) mediante indemnización conforme a los párrafos 2 a 6. La indemnización será equivalente al valor justo de mercado que tenga la inversión expropiada inmediatamente antes de que la medida expropiatoria se haya llevado a cabo ("fecha de expropiación"), y no reflejará ningún cambio en el valor debido a que la intención de expropiar se conoció con antelación a la fecha de expropiación. Los criterios de valuación incluirán el valor corriente, el valor del activo (incluyendo el valor fiscal declarado de bienes tangibles), así como otros criterios que resulten apropiados para determinar el valor justo de mercado. El pago de la indemnización se hará sin demora y será completamente liquidable. En caso de que la indemnización sea pagada en la moneda de un país miembro del Grupo de los Siete, la indemnización incluirá intereses a una tasa comercial razonable para la moneda en que dicho pago se realice, a partir de la fecha de la expropiación hasta la fecha de pago. Si una Parte elige pagar en una moneda distinta a la del Grupo de los Siete, la cantidad pagada no será inferior a la cantidad equivalente que por indemnización se hubiera pagado en la divisa de alguno de los países miembros del Grupo de los Siete en la fecha de expropiación y ésta divisa se hubiese convertido a la cotización de mercado vigente en la fecha de valuación, más los intereses que hubiese generado a una tasa comercial razonable para dicha divisa hasta la fecha del día del pago. Una vez pagada, la indemnización podrá transferirse libremente de conformidad con el Artículo 1109. Hasta aquí la transcripción puntual de las principales reglas que fueron negociadas por los tres gobiernos signatarios del TLCAN, para otorgar amplia protección a los inversionistas que son nacionales de la región de América del Norte. Sin embargo, dada la prohibición expresa contenida en los artículos 27 y 28 de su Constitución, el gobierno mexicano solicitó y obtuvo el acuerdo de sus contrapartes para incorporar al texto del TLCAN una importante reserva a las reglas del capítulo XI, para mantener exentas de las mismas al sector energético, tal como se desprende del texto que ahora transcribimos: ARTÍCULO 1101… 2. Una Parte tiene el derecho de desempeñar exclusivamente las actividades económicas señaladas en el Anexo III, y de negarse a autorizar el establecimiento de inversiones en tales actividades. ANEXO III Lista de México Sección A. Actividades Reservadas al Estado mexicano México se reserva el derecho exclusivo de desempeñar y de negarse a autorizar el establecimiento de inversiones en las siguientes actividades: 1. Petróleo, Otros Hidrocarburos y Petroquímica Básica 192 (a) Descripción de actividades (i) exploración y explotación de petróleo crudo y gas natural; refinación o procesamiento de petróleo crudo y gas natural; y la producción de gas artificial, petroquímicos básicos y sus insumos y ductos; y (ii) comercio exterior; transporte, almacenamiento y distribución, hasta e incluyendo la venta de primera mano de los siguientes bienes: petróleo crudo; gas natural y artificial; bienes cubiertos por el Capítulo VI (Energía y Petroquímicos Básicos) obtenidos de la refinación o del procesamiento de petróleo crudo y gas natural; y petroquímicos básicos. (b) Medidas: Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Artículos 25, 27, 28 Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo Ley Orgánica de Petróleos Mexicanos y Organismos Subsidiarios 2. Electricidad a) Descripción de actividades: la prestación del servicio público de energía eléctrica en México, incluyendo la generación, conducción, transformación, distribución y venta de electricidad. (b) Medidas: Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos , Artículos 25, 27, 28 Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica. Ahora bien, es necesario reconocer que la reforma a los artículos 27 y 28 de la Constitución que está en curso, no implica renuncia del Estado mexicano a la reserva incorporada en el anexo III del TLCAN, por lo que, aun reformándose los artículos 27 y 28 del Pacto Federal, la reserva incorporada en el TLCAN seguirá vigente, a menos que el gobierno mexicano decida renunciar unilateral y expresamente a la misma, renuncia que seguramente será solicitada por los gobiernos de Canadá y de los Estados Unidos. Conviene preguntarnos: ¿Recibiremos compensación por esta renuncia, o renunciaremos a la misma de manera gratuita? Una vez reformada la Constitución y derogada la reserva contenida en el anexo III del TLCAN, las actividades de los inversionistas estadounidenses y canadienses quedarían amparadas por los artículos que integran el capítulo XI del TLCAN, sin ninguna excepción, incluyendo los artículos correspondientes a la solución de conflictos que se regula en el apartado B del propio capítulo XI del TLCAN que establece básicamente un procedimiento arbitral internacional al que pueden acudir los inversionistas canadienses o estadounidenses que consideren que el gobierno mexicano ha incumplido con cualquiera de las obligaciones que se contienen en el apartado A del multicitado capítulo XI del TLCAN. Es decir, para el caso de que surgiera un conflicto entre un inversionista estadounidense o canadiense y el gobierno mexicano, el mismo se deberá someter al 193 conocimiento y resolución de un tribunal arbitral internacional, sin posibilidad de que intervengan los tribunales mexicanos. IV. Solución de controversias que surjan entre los inversionistas extranjeros y el gobierno mexicano. Los conflictos o controversias que llegaran a surgir entre los inversionistas extranjeros y el gobierno mexicano se deberán dirimir y resolver por un tribunal arbitral internacional, tal como lo dispone el apartado B del propio capítulo XI del TLCAN. A continuación transcribimos las más relevantes disposiciones del apartado B del capítulo XI del TLCAN por las que se rige el procedimiento arbitral internacional para la solución de cualquier conflicto que pudiera surgir entre los inversionistas estadounidenses o canadienses y el gobierno mexicano. Sección B Solución de controversias entre una Parte y un inversionista de otra Parte Artículo 1115: Objetivo Sin perjuicio de los derechos y obligaciones de las Partes establecidos en el Capítulo XX, "Disposiciones institucionales y procedimientos para la solución de controversias", esta sección establece un mecanismo para la solución de controversias en materia de inversión que asegura, tanto trato igual entre inversionistas de las Partes de acuerdo con el principio de reciprocidad internacional, como debido proceso legal ante un tribunal imparcial. Artículo 1116: Demanda del inversionista de una Parte, por cuenta propia 1. De conformidad con esta sección el inversionista de una Parte podrá someter a arbitraje una demanda en el sentido de que otra Parte ha violado una obligación establecida en: a) la Sección A o el Artículo 1503 (2), "Empresas del estado"; o b) el párrafo 3 a) del Artículo 1502, "Monopolios y empresas del estado", cuando el monopolio ha actuado de manera incompatible con las obligaciones de la Parte de conformidad con la Sección A; y que el inversionista haya sufrido pérdidas o daños en virtud de la violación o a consecuencia de ella. 2. El inversionista no podrá presentar una demanda si han transcurrido más de tres años a partir de la fecha en la cual el inversionista tuvo conocimiento por primera vez o debió haber tenido conocimiento de la presunta violación, así como de las pérdidas o daños sufridos. Artículo 1117: Demanda del inversionista de una Parte, en representación de una empresa 1. El inversionista de una Parte, en representación de una empresa de otra Parte que sea una persona moral propiedad del inversionista o bajo su control directo o indirecto, podrá someter a arbitraje, de conformidad con esta sección, una demanda en el sentido de que la otra Parte ha violado una obligación establecida en : a) la Sección A; o el Artículo 1503(2) "Empresas del estado" o b) el Artículo 1502(3) a) "Monopolios y empresas del estado", cuando el monopolio haya actuado de manera incompatible con las obligaciones de la Parte de conformidad con la Sección A; y que la empresa haya sufrido pérdidas o daños en virtud de esa violación 194 o a consecuencia de ella. 2. Un inversionista no podrá presentar una demanda en representación de la empresa a la que se refiere el párrafo 1, si han transcurrido más de tres años a partir de la fecha en la cual la empresa tuvo conocimiento por primera vez, o debió tener conocimiento de la presunta violación y de las pérdidas o daños sufridos. 3. Cuando un inversionista presente una demanda de conformidad con este artículo y de manera paralela el inversionista o un inversionista que no tenga el control de una empresa, presente una demanda en los términos del Artículo 1116 como consecuencia de los mismos actos que dieron lugar a la presentación de una demanda de acuerdo con este artículo, y dos o más demandas se sometan a arbitraje en los términos del Artículo 1120, el Tribunal establecido conforme al Artículo 1126, examinará conjuntamente dichas demandas, salvo que el Tribunal determine que los intereses de una parte contendiente se verían perjudicados. 4. Una inversión tal como se define en este Capítulo no podrá presentar una demanda conforme a esta sección. Artículo 1118: Solución de controversias mediante consulta y negociación Las partes contendientes intentarán primero dirimir la controversia por vía de consulta o negociación. Artículo 1119: Notificación de la intención de someter la reclamación a arbitraje El inversionista contendiente notificará por escrito a la Parte contendiente su intención de someter una reclamación a arbitraje, cuando menos 90 días antes de que se presente formalmente la demanda, y la notificación señalará lo siguiente: a) el nombre y domicilio del inversionista contendiente y cuando la demanda se haya realizado conforme el Artículo 1117, incluirá el nombre y la dirección de la empresa; b) las disposiciones de este Tratado presuntamente incumplidas y cualquier otra disposición aplicable; c) los hechos en que se funda la demanda; y d) la reparación que se solicita y el monto aproximado de los daños reclamados. Artículo 1120: Sometimiento de la reclamación al arbitraje 1. Salvo lo dispuesto en el Anexo 1120.1 y siempre que hayan transcurrido seis meses desde que tuvieron lugar los actos que motivan la reclamación, un inversionista contendiente podrá someter la reclamación a arbitraje de acuerdo con: a) el Convenio de CIADI, siempre que tanto la Parte contendiente como la Parte del inversionista, sean Estados parte del mismo; b) las Reglas del Mecanismo Complementario del CIADI, cuando la Parte contendiente o la Parte del inversionista, pero no ambas, sean Estado parte del Convenio del CIADI; o c) las Reglas de Arbitraje de UNCITRAL. 2. Las reglas aplicables al procedimiento arbitral seguirán ese procedimiento salvo en la medida de lo modificado en esta sección. Artículo 1121: Condiciones previas al sometimiento de una reclamación al procedimiento arbitral 1. Un inversionista contendiente podrá someter una reclamación al procedimiento arbitral de conformidad con el Artículo 1116, sólo si: a) consiente someterse al arbitraje en los términos de los procedimientos establecidos en este Tratado; y b) tanto el inversionista como una empresa de otra Parte que sea una persona moral propiedad del inversionista o bajo su control directo o 195 indirecto, renuncien a su derecho de iniciar o continuar cualquier procedimiento ante un tribunal administrativo o judicial con respecto a la medida presuntamente violatoria de las disposiciones a las que se refiere el Artículo 1116, salvo los procedimientos en que se solicite la aplicación de medidas precautorias de carácter suspensivo, declaratorio o extraordinario, que no impliquen el pago de daños ante el tribunal administrativo o judicial, conforme a la legislación de la Parte contendiente. 2. Un inversionista contendiente podrá someter una reclamación al procedimiento arbitral de conformidad con el Artículo 1117, solo si tanto el inversionista como la empresa: a) consienten en someterse al arbitraje en los términos de los procedimientos establecidos en este Tratado; y b) renuncian a su derecho de iniciar o continuar cualquier procedimiento con respecto a la presunta medida violatoria adoptada por la Parte contendiente ante cualquier tribunal administrativo o judicial de acuerdo a la legislación de la Parte contendiente, de conformidad con el Artículo 1117 salvo los procedimientos en que se solicite la aplicación de medidas precautorias de carácter suspensivo, declarativo o extraordinario, que no impliquen el pago de daños ante el tribunal administrativo o judicial, conforme a la legislación de la Parte contendiente. 3. El consentimiento y la renuncia requeridos por este Artículo se manifestarán por escrito, se entregarán a la Parte contendiente y se incluirán en el sometimiento de la reclamación a arbitraje. Artículo 1122: Consentimiento al arbitraje 1. Cada una de las Partes consiente en someter reclamaciones a arbitraje con apego a los procedimientos establecidos en este Tratado. 2. El consentimiento a que se refiere el párrafo 1 y el sometimiento de una reclamación a arbitraje por parte de un inversionista contendiente cumplirá con los requisitos señalados en: a) el Capítulo II del Convenio del CIADI (Jurisdicción del Centro) y las Reglas del Mecanismo Complementario que exigen el consentimiento por escrito de las Partes; b) el Artículo II de la Convención de Nueva York, que exige un acuerdo por escrito; y c) el Artículo I de la Convención Interamericana, que requiere un acuerdo. Artículo 1123: Número de árbitros y método de nombramiento Con excepción de lo que se refiere al tribunal establecido conforme al Artículo 1126, y a menos que las Partes contendientes acuerden otra cosa, el tribunal estará integrado por tres árbitros. Cada una de las partes contendientes nombrará a uno. El tercer árbitro, quien será el presidente del tribunal arbitral, será designado por acuerdo de las Partes contendientes. Artículo 1124: Integración del tribunal en caso de que una Parte no designe arbitro o las partes contendientes no logren un acuerdo en la designación del presidente del tribunal arbitral 1. El Secretario General nombrará a los árbitros en los procedimientos de arbitraje, de conformidad con esta sección. 2. Cuando un tribunal, que no sea el establecido de conformidad con el Artículo 1126, no se integre en un plazo de noventa días a partir de la fecha en que la reclamación se someta al arbitraje, el Secretario General, a petición de cualquiera de las partes contendientes, nombrará, a su discreción, al árbitro o árbitros no designados todavía, pero no al presidente del tribunal quién será designado conforme a lo dispuesto en el párrafo 3. 3. El Secretario General designará al presidente del tribunal de entre los 196 árbitros de la lista a la que se refiere el párrafo 4, asegurándose que el Presidente del Tribunal no sea nacional de las Partes contendientes o nacional de la Parte del inversionista contendiente. En caso de que no se encuentre en la lista un árbitro disponible para presidir el tribunal, el Secretario General designará, del Panel de árbitros del CIADI, al Presidente del tribunal arbitral, siempre que sea de nacionalidad distinta a la de cualquiera de las partes. 4. A la fecha de entrada en vigor de este Tratado, las Partes establecerán y mantendrán una lista de 45 árbitros en la lista como posibles presidentes de tribunal arbitral, que reúnan las cualidades establecidas en el Convenio y en las reglas contempladas en el Artículo 1121 y que cuenten con experiencia en derecho internacional y en asuntos en materia de inversiones. Los miembros de la lista serán designados por consenso sin importar su nacionalidad. Artículo 1125: Consentimiento para la designación de árbitros Para los propósitos del Artículo 39 del Convenio del CIADI y del Artículo 7 de la Parte C de las Reglas del Mecanismo Complementario, y sin perjuicio de objetar a un árbitro de conformidad con el Artículo 1124(3) o sobre base distinta a la nacionalidad: a) la Parte contendiente acepta la designación de cada uno de los miembros de un tribunal establecido de conformidad con el Convenio del CIADI o con las Reglas del Mecanismo Complementario; b) un inversionista contendiente al que se refiere el Artículo 1116, podrá someter una reclamación a arbitraje o continuar el procedimiento conforme al Convenio de CIADI o a las Reglas del Mecanismo Complementario, únicamente a condición de que el inversionista contendiente manifieste su consentimiento por escrito sobre la designación de cada una de los miembros del tribunal; y c) el inversionista contendiente al que se refiere el Artículo 1117(1) podrá someter una reclamación a arbitraje o continuar el procedimiento conforme al Convenio del CIADI o las Reglas del Mecanismo Complementario, únicamente a condición de que el inversionista contendiente y la persona moral manifiestan su consentimiento por escrito sobre la designación de cada una de los miembros del Tribunal. Artículo 1126: Acumulación de procedimientos 1. Un tribunal establecido conforme a este artículo se instalará con apego a las Reglas de Arbitraje de UNCITRAL y procederá de conformidad con lo contemplado en dichas Reglas, salvo lo que disponga esta sección. 2. Cuando un tribunal establecido conforme a este artículo determine que las reclamaciones sometidas a arbitraje de acuerdo con el Artículo 1120 plantean cuestiones en común de hecho y de derecho, el tribunal, en interés de su resolución justa y eficiente, y habiendo escuchado a las Partes contendientes, podrá acordar que: a) asuma jurisdicción, desahogue y resuelva todas o parte de las reclamaciones, de manera conjunta; o b) asuma jurisdicción, desahogue y resuelva una o más de las reclamaciones sobre la base de que ello contribuirá a la resolución de las otras. 3. Una parte contendiente que pretenda se determine la acumulación en los términos del párrafo 2, solicitará al Secretario General que instale un tribunal y especificará en su solicitud: a) el nombre de la Parte contendiente o de los inversionistas contendientes contra los cuales se pretenda obtener el acuerdo de acumulación; b) la naturaleza del acuerdo de acumulación solicitado; y c) el fundamento en que se apoya la petición solicitada. 197 4. Una parte contendiente entregará copia de su petición a la otra Parte contendiente o a los inversionistas contendientes contra quienes se pretende obtener el acuerdo de acumulación. 5. En un plazo de 60 días a partir de la fecha de la petición, el Secretario General instalará un tribunal integrado por tres árbitros. El Secretario General nombrará al Presidente del tribunal de la lista de árbitros a la que se refiere el Artículo 1124(4). En caso de que no se encuentre en la lista un árbitro disponible para presidir el tribunal, el Secretario General designará, del Panel de Arbitros de CIADI, al presidente del tribunal quien no será nacional de ninguna de las Partes. El secretario General designará a los otros dos integrantes del tribunal de la lista a la que se refiere el Artículo 1124(4), y, cuando no estén disponibles en dicha lista los seleccionará del Panel de Arbitros de CIADI; de no haber disponibilidad de árbitros en ese Panel, el Secretario General hará discrecionalmente los nombramientos faltantes. Uno de los miembros será nacional de la Parte contendiente y el otro miembro del tribunal será nacional de la Parte del inversionista contendiente. 6. Cuando se haya establecido un tribunal conforme a este artículo, el inversionista contendiente que haya sometido una reclamación a arbitraje conforme al Artículo 1116 u 1117 y no haya sido mencionado en la petición de acumulación hecha de acuerdo con el párrafo 3, podrá solicitar por escrito al Tribunal que se le incluya en la petición de acumulación formulada de acuerdo con el párrafo 2, y especificará en dicha solicitud: a) el nombre y domicilio del inversionista contendiente; b) la naturaleza del acuerdo de acumulación solicitado; y c) los fundamentos en que se apoya la petición solicitada. 7. Un inversionista contendiente al que se refiere el párrafo 6, entregará copia de su petición a las partes contendientes señaladas en una petición hecha conforme al párrafo 3. 8. Un tribunal establecido conforme al Artículo 1120 no tendrá jurisdicción para resolver una demanda, o parte de ella, respecto de la cual haya asumido jurisdicción un tribunal establecido conforme a este artículo. 9. A solicitud de una parte contendiente, un tribunal establecido de conformidad con este artículo podrá, en espera de su decisión conforme al párrafo 2, disponer que los procedimientos de un tribunal establecido de acuerdo al Artículo 1120 se aplacen, a menos que ese último Tribunal haya suspendido sus procedimientos. 10. Una Parte contendiente entregará al Secretariado en un plazo de 15 días a partir de la fecha en que se reciba por la Parte contendiente: a) una solicitud de arbitraje hecha conforme al párrafo 1 del Artículo 36 del Convenio del CIADI; b) una notificación de arbitraje en los términos del Artículo 2 de la Parte C de las Reglas del Mecanismo Complementario del CIADI; o c) una notificación de arbitraje en los términos previstos por las Reglas de Arbitraje de UNCITRAL. 11. Una Parte contendiente entregará al Secretariado copia de la solicitud formulada en los términos del párrafo 3: a) en un plazo de 15 días a partir de la recepción de la solicitud, en el caso de una petición hecha por el inversionista contendiente; b) en un plazo de 15 días a partir de la fecha de la solicitud, en el caso de una petición hecha por la Parte contendiente. 12. Una Parte contendiente entregará al Secretariado, copia de una solicitud formulada en los términos del párrafo 6 en un plazo de 15 días a partir de la fecha de recepción de la solicitud. 13. El Secretariado conservará un registro público de los documentos a los 198 que se refieren los párrafos 10, 11 y 12. Artículo 1127: Notificación Artículo 1128: Participación de una Parte Artículo 1129: Documentación Artículo 1130: Sede del procedimiento arbitral Salvo que las partes contendientes acuerden otra cosa, un tribunal llevará a cabo el procedimiento arbitral en territorio de una Parte que sea parte de la Convención de Nueva York, el cual será elegido de conformidad con: a) las Reglas del Mecanismo Complementario de CIADI, si el arbitraje se rige por esas reglas o por el Convenio de CIADI; o b) las Reglas de Arbitraje de UNCITRAL, si el arbitraje se rige por esas reglas. Artículo 1131: Derecho aplicable 1. Un tribunal establecido conforme a esta sección decidirá las controversias que se sometan a su consideración de conformidad con este Tratado y con las reglas aplicables del derecho internacional. 2. La interpretación que formule la Comisión sobre una disposición de este Tratado, será obligatoria para un tribunal establecido de conformidad con esta sección. Artículo 1132: Interpretación de los anexos Artículo 1133: Dictámenes de expertos Artículo 1134: Medidas provisionales de protección Un tribunal podrá ordenar una medida provisional de protección para preservar los derechos de la parte contendiente o para asegurar que la jurisdicción del tribunal surta plenos efectos, incluso una orden para preservar las pruebas que estén en posesión o control de una Parte contendiente, u órdenes para proteger la jurisdicción del Tribunal. Un Tribunal no podrá ordenar el apego a o la suspensión de la aplicación de la medida presuntamente violatoria a la que se refiere el Artículo 1116 u 1117. Para efectos de este párrafo, orden incluye una recomendación. Artículo 1135: Laudo definitivo 1. Cuando un tribunal dicte un laudo desfavorable a una Parte, el Tribunal sólo podrá otorgar: a) daños pecuniarios y los intereses correspondientes; o b) la restitución de la propiedad, en cuyo caso el laudo dispondrá que la Parte contendiente pueda pagar daños pecuniarios, más los intereses que proceda, en lugar de la restitución. 2. De conformidad con en el párrafo 1, cuando la reclamación se haga con base en el Artículo 1117(1): a) el laudo que prevea la restitución de la propiedad, dispondrá que la restitución se otorgue a la empresa; b) el laudo que conceda daños pecuniarios e intereses correspondientes, dispondrá que la suma de dinero se pague a la empresa; y c) el laudo dispondrá que el mismo se dicte sin perjuicio de cualquier derecho que cualquier persona tenga sobre la reparación conforme a la legislación aplicable. 3. Un Tribunal no podrá ordenar que una Parte pague daños que tengan carácter punitivo. Artículo 1136: Definitividad y ejecución del laudo 1. El laudo dictado por un tribunal será obligatorio sólo para las partes contendientes y únicamente respecto del caso concreto. 2. Conforme lo dispuesto en el párrafo 3 y al procedimiento de revisión aplicable a un laudo provisional, una parte contendiente acatará y cumplirá con el laudo sin demora. 3. Una parte contendiente no podrá solicitar la ejecución de un laudo 199 definitivo en tanto: a) en el caso de un laudo definitivo dictado conforme al Convenio de CIADI: i) no hayan transcurrido 120 días desde la fecha en que se dictó el laudo y ninguna parte contendiente haya solicitado la revisión o anulación del mismo; o ii) no hayan concluido los procedimientos de revisión o anulación; y b) en el caso de un laudo definitivo conforme a las Reglas del Mecanismo Complementario de CIADI o las Reglas de Arbitraje de UNCITRAL: i) hayan transcurrido tres meses desde la fecha en que se dictó el laudo y ninguna parte contendiente haya iniciado un procedimiento para revisarlo, desecharlo o anularlo; o ii) un Tribunal haya desechado o admitido una solicitud de reconsideración, desechamiento o anulación del laudo y esta resolución no pueda recurrirse. 4. Cada una de las Partes dispondrá la debida ejecución de un laudo en su territorio. 5. Cuando una Parte contendiente no acate o incumpla un laudo definitivo, la Comisión a la entrega de una solicitud de una Parte cuyo inversionista fue parte en el procedimiento de arbitraje, integrará un panel conforme al Artículo 2008, "Solicitud de integración de un panel arbitral". La Parte solicitante podrá invocar dichos procedimientos para: a) una determinación en el sentido de que el incumplimiento o desacato de los términos del laudo definitivo es contrario a las obligaciones de este Tratado; y b) una recomendación en el sentido de que la Parte se ajuste y observe el laudo definitivo. 6. El inversionista contendiente podrá recurrir a la ejecución de un laudo arbitral conforme al Convenio de CIADI, la Convención de Nueva York o la Convención Interamericana, independientemente de que se hayan iniciado o no los procedimientos contemplados en el párrafo 5. 7. Para los efectos del Artículo I de la Convención de Nueva York y del Artículo I de la Convención Interamericana, se considerará que la reclamación que se somete a arbitraje conforme a esta sección, surge de una relación u operación comercial. Artículo 1137: Disposiciones generales Artículo 1138: Exclusiones Artículo 1139: Definiciones V. Otros acuerdos comerciales y en materia de inversiones. Adicionalmente, debe considerarse que el gobierno mexicano también ha firmado sendos acuerdos comerciales y para la protección de las inversiones con diferentes gobiernos con los que tenemos vínculos comerciales en los que se incorporan reglas de protección para la inversión extranjera. A continuación se enlistas los acuerdos vigentes sobre estas materias: 200 ACUERDOS COMERCIALES SUSCRITOS POR MÉXICO ACUERDO SIGNATARIOS TLCAN VIGENCIA MÉXICO, ESTADOS UNIDOS 01 ENERO 1994 Y CANADÁ TLC MÉXICO-COLOMBIA 02 AGOSTO 2011 TLC MÉXICO-COSTARICA 01 ENERO 1995 TLC MÉXICO-NICARAGUA 01 ENERO 1998 TLC MÉXICO-CHILE 01 AGOSTO 1999 TLCUE MÉXICO Y LOS PAÍSES 01 JULIO 2000 MIEMBROS DE LA UNIÓN EUROPEA TLC MÉXICO-ISRAEL TLC MÉXICO, EL 01 JULIO 2000 SALVADOR, 14 MARZO 2001 GUATEMALA Y HONDURAS TLC TLC- ASOCIACIÓN MÉXICO-URUGUAY 15 JULIO 2004 MÉXICO, 01 ISLANDIA, EUROPEA DE LIBRE LIECHTENSTEIN, NORUEGA COMERCIO (AELC) Y SUIZA TLC MÉXICO, COSTA RICA, EL SALVADOR, OCTUBRE 2001 PENDIENTE GUATEMALA, HONDURAS Y NICARAGUA ACUERDO PARA EL MÉXICO-JAPÓN 01 ABRIL 2005 MÉXICO-PERÚ 01 FORTALECIMIENTO DE LA ASOCIACIÓN ECONÓMICA ACUERDO INTEGRACIÓN DE FEBRERO 2012 COMERCIAL 201 ACUERDOS SOBRE INVERSIONES SUSCRITOS POR MÉXICO317 País en vigor a partir de: Alemania 23 febrero 2001 Argentina 22 julio 1998 Australia 21 julio 2007 Austria 26 marzo 2001 Bélgica 18 marzo 2003 /Luxemburgo Corea 28 junio 2002 Dinamarca 24 septiembre 2000 España 03 abril 2008 Finlandia 20 agosto 2000 Francia 12 noviembre 1998* Grecia 03 octubre 2002 India 23 febrero 2008 Islandia 28 abril 2006 Italia 05 diciembre 2002 Países Bajos 01 octubre 1999 Panamá 14 diciembre 2006 Portugal 04 septiembre 2000 Reino Unido 25 julio 2007 República Checa 4 abril 2002* Suecia 01 julio 2001 Suiza 14 marzo 1996 Trinidad y Tobago 16 septiembre 2007 Uruguay 07 julio 2002 * Fecha de suscripción, pendiente entrada en vigor. VI. Conclusiones. En todos los acuerdos comerciales y en materia de inversión, se incluyen compromisos para la protección de los inversionistas, que desde luego serán aplicables a las empresas extranjeras de la industria petrolera que celebren contratos con el gobierno mexicano para participar en las utilidades o en la producción que se 317 Pueden consultarse la página electrónica: http://www.sice.oas.org/default_s.asp 202 generen pos la explotación del petróleo y demás hidrocarburos, por lo que las únicas reglas o condiciones que en su caso las autoridades mexicanas podrá incorporar, para mantener cierto control respecto de la industria energética, serán las que se convengan o acuerden en los mencionados contratos, posibilidad que parece muy compleja, porque en este tipo de acuerdos quienes ponen las condiciones son, precisamente, las empresas petroleras internacionales que tienen gran experiencia en estos menesteres. En este escenario nuestro Congreso muy poco o nada podría hacer porque no olvidemos que una ley expedida por el Congreso no puede establecer normas que entren en conflicto con las disposiciones contenidas en los acuerdos internacionales suscritos por el Ejecutivo Federal. Recordemos la jerarquía jurídica que la Suprema Corte de Justicia de la Nación le ha reconocido a los acuerdos internacionales, a pesar de que en la construcción de los tratados o acuerdos internacionales que ha suscrito el estado mexicano no interviene el Congreso de la Unión y sólo participa el Senado de la República que tiene a su cargo aprobar dichos compromisos internacionales.318 Es urgente devolver al Congreso de la Unión la facultad que le otorgó el constituyente original319 para intervenir en la aprobación de los tratados y acuerdos suscritos por el Ejecutivo Federal, pues es el Congreso Federal y no el Senado quien tiene la competencia constitucional para legislar en materia de comercio e inversiones. La intervención del Congreso de la Unión le daría armonía y congruencia al sistema 318 Véase la tesis de jurisprudencia sustentada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación bajo el rubro: TRATADOS INTERNACIONALES. SON PARTE INTEGRANTE DE LA LEY SUPREMA DE LA UNIÓN Y SE UBICAN JERARQUICAMENTE POR ENCIMA DE LAS LEYES GENERALES, FEDERALES Y LOCALES. INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 133 CONSTITUCIONAL. Tesis P.IX/2007, Tomo XXV, Abril de 2007, página 6, Semanario Judicial de la Federación, novena época. Sif.scjn.gob.mx 319 El texto original del artículo 133 de la Constitución mexicana decía. “Esta constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos los tratados hechos y que se hicieren por el Presidente de la República, con aprobación del Congreso, serán la Ley Suprema de toda la Unión . Los jueces de cada estado se arreglarán a dicha Constitución, Leyes y Tratados, a pesar de las disposiciones en contrario que pueda haber en las constituciones o leyes de los estados. Consúltese el Diario Oficial de la Federación del 5 de febrero de 1917 en la página electrónica de la Cámara de Diputados. http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/ El texto original del artículo 133 constitucional estuvo vigente de 1917 a 1933 en que se aprobó la reforma por la que se sustituyó la palabra Congreso por la palabra Senado, sin dar ninguna explicación o motivo para incorporar tan trascendental reforma. El dictamen de las comisiones unidas de puntos constitucionales; energía, y estudios legislativos, primera, con proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de energía, se puede consultar en la siguiente liga electrónica: http://comunicacion.senado.gob.mx/pdf/2013/dic/RefEne.pdf 203 jurídico mexicano y evitaría las contradicciones que frecuentemente encontramos entre las disposiciones contendidas en los compromisos internacionales y las normas fundamentales que consagra nuestra Constitución Política. Fuentes de información. GRACIADIEGO, Javier, et al. El TLC día a día, Crónica de una negociación, ed. Miguel Ángel Porrúa, México, 1994. Reforma Energética. Toda nuestra energía para mover a México. Gobierno de la República. Puede consultarse en: http://presidencia.gob.mx/reformaenergetica/#!landing Periódico Excelsior (especial) versión electrónica publicada el 12 de diciembre de 2013. “Los 25 puntos finos de la reforma Energética”. Se puede consultar en: http://www.excelsior.com.mx/nacional/2013/12/11/933202 Periódico La Jornada publicación del 12 de diciembre de 2013. “Aprueban reforma energética con cambios impuestos a última hora”. Se puede consultar en la página electrónica: http://www.jornada.unam.mx/2013/12/11/politica/011n1pol Recepción: 7 de octubre de 2013. Aceptación: 29 de noviembre de 2013. 204 Confusiones en metodología jurídica Confusions in legal methodology María Guadalupe SÁNCHEZ TRUJILLO ∗ RESUMEN. El estudiante de doctorado en Derecho debe investigar porque tiene que precisar el marco teórico desde donde va a construir el conocimiento que pretende establecer. Los que inician estudios de doctorado en Derecho esperan encontrar algún tema para investigar y convertirlo en su tesis doctoral. Los “osados”, piden a sus profesores temas que ellos puedan desarrollar. Sin embargo, no existe sólo una metodología de la investigación jurídica. Y no puede haberla pues en cada marco teórico se construye una; esto es lo que ignora el que pretende diseñar investigación jurídica. Por eso fracasa en la construcción del proyecto de investigación y resulta imposible que produzca el trabajo de grado. Palabras clave: Derecho, investigación jurídica, metodología jurídica, teoría jurídica, doctorado en derecho. ABSTRACT. The PhD Law student should do research to specify the theoretical framework for building knowledge aimed to prove his/her hypothesis. Those who start PhD Law studies hope to find a topic to research and make it his/her doctoral thesis. The most "daring" students ask their teachers research themes for further development. And perhaps for this reason there is not a single legal research methodology. And there cannot be one, because each theoretical framework develops its own. Perhaps this is the reason why doctoral projects fail and result inadequate for the production of significant research. Keywords: Law, legal research, legal methodology, legal theory, Juris Doctorate. ∗ Doctora en Derecho. Profesora investigadora, titular del Seminario de Investigación Jurídica del Doctorado en Derecho de la Universidad Anáhuac Mayab, maria.sanchezt@anahuac.mx 205 I. Introducción. En este trabajo se busca aclarar las confusiones que se les presentan a los alumnos de los programas de doctorado en derecho. Se sostiene que, dada la muy especial naturaleza de esta área de conocimiento, es difícil esperar construcción de conocimiento jurídico "nuevo", por el desconocimiento de las diferencias entre lo que es investigación jurídica y lo que es metodología de la investigación jurídica, lo que los lleva al fracaso en la elaboración de la tesis de grado doctoral. Se desarrollan 5 puntos: 1.- Los paradigmas científicos y los paradigmas jurídicos 2.- ¿Por qué una tesis de doctorado ha de ser investigación jurídica? 3.- Los paradigmas jurídicos más conocidos. 4.- ¿Qué metodología debe emplearse en la investigación jurídica? Las preguntas de investigación sobre este trabajo se conjugan en una sola: ¿por qué no hay producción nueva en el campo jurídico? I. Los paradigmas científicos y los paradigmas jurídicos. No se trata de hacer un análisis desde la filosofía de la ciencia, pero tanto la pedagogía, como el derecho han desarrollado sus actualizaciones desde los "nuevos" paradigmas científicos. Esto es que, ciencias cuyo objeto de estudio es la ordenación de la conducta humana, constituida por un sinfín de fenómenos complejos y que raramente se repiten exactamente igual, han buscado explicar sus contenidos a partir de los principios y reglas de las ciencias exactas. El término paradigma en la filosofía de la ciencia, se le debe a Thomas Kuhn, quien en 1962 publicó “La estructura de las revoluciones científicas”. Ahí definió al paradigma como “una sólida red de compromisos-conceptuales, teóricos, instrumentales y metafísicos”.320 Este conjunto de elementos proporciona una serie de modelos de los cuales surgen tradiciones especialmente coherentes de investigación. De esta forma, el término paradigma abarca una gama de factores del desarrollo científico que incluye o supone, de alguna manera, leyes y teorías, modelos, normas y métodos, vagas intuiciones y creencias o prejuicios, metafísicos y explícitos o implícitos”.321 En la filosofía del derecho, se establecen cuatro tipos de teorías que se emplean para estudiar al derecho: las metafísicas-ontológicas; las metafísicas-racionales; las empiristas y las lingüísticas.322 320 Rojas, Víctor Manuel, “Cuatro paradigmas de la epistemología jurídica”, Jurídica Anuario, Universidad Iberoamericana, México, 2006, p. 385. 321 Ídem 322 Ibídem, p. 387. 206 De aquí se derivan una serie de paradigmas jurídicos (más adelante, anotamos algunos), los que difieren de otros paradigmas del área de las ciencias sociales como serían el sociológico, antropológico y psicológico, cuyas teorías son descriptivas.323 Las teorías metafísicas-ontológicas del derecho, implican una explicación ontológica tanto del derecho como de los conceptos jurídicos, es decir, “todo conocimiento está contenido en una naturaleza óntica exterior al hombre que es descubierta por la razón.”324 La realidad permanece en el entorno del ser humano y toca a él descubrirlo por medio de la razón. A este grupo de teóricos pertenecen Aristóteles, Santo Tomás de Aquino, Francois Gény, Jean Dabin, Jacques Maritain, entre otros.325 Las teorías metafísicas-racionales encuentran la sabiduría en la razón. La Filosofía de la Ilustración, Emmanuel Kant, Hans Kelsen, Rudolf Stammler, John Rawls,326 corresponden a este grupo. Las teorías empiristas afirman que el conocimiento se encuentra en la experiencia. David Hume es su máximo referente. Aquí también se enlistan Austin y Hart (teorías normativas); Savigny y Karl Marx (teorías históricas); Rudolf von Ihering, Leon Duguit, Philip Heck, Roscoe Pound, Carl Schmitt, Hermann Heller, Theodor Geiger y Niklas Luhmann (teorías sociológicas); John Dewey, Oliver Wedell Holmes, Jerome Frank (realismo americano); Axel Hageström, Karl Olivecrona, Alf Ross (realismo escandinavo).327 Las teorías lingüísticas sostienen que “los fenómenos sociales siempre se encuentran lingüísticamente mediados”.328 Dentro de estas teorías están las Filosofías del Círculo de Viena, la Hermenéutica Jurídica y de la Acción Comunicativa y en particular Ronald Dworkin y Robert Alexy.329 323 Bix, Brian, “Teoría del Derecho: Tipos y propósitos”. Isonomía, núm. 25, Octubre 2006, pp. 58. Sobre el término “descriptivas”, Bix señala que una teoría es descriptiva cuando “se propone describir cuál es el caso, antes que hacer juicios sobre el valor (moral o de otra índole) de la situación actual, u ofrecer argumentos acerca de cómo las cosas deberían ser hechas.” Ídem. Así mismo, Bix señala que así se han querido construir y denominar a las teorías del derecho, pero que “tales teorías no son generalmente ‘meramente descriptivas’, en el sentido en que en esos casos, los teóricos están haciendo algo más que el mero reporte de datos u observaciones”. Ídem 324 Rojas, Víctor Manuel, “Cuatro paradigmas de la epistemología jurídica”, Jurídica Anuario, Universidad Iberoamericana, México, 2006, p. 387. 325 Ídem. 326 Ídem. 327 Ibídem, p. 388. 328 Ídem. 329 Ídem. 207 II. ¿Por qué una tesis de doctorado ha de ser investigación jurídica? Investigar significa indagar, buscar en diversas direcciones lo que queremos saber. Así, podemos escudriñar en la historia, en la teoría, en la práctica, en los hechos aquellos datos, elementos o información que requerimos para poder adquirir un determinado conocimiento. La investigación jurídica es La actividad intelectual que pretende descubrir las soluciones jurídicas, adecuadas para los problemas que plantea la vida social de nuestra época, cada vez más dinámica y cambiante, lo que implica también la necesidad de profundizar en el análisis de dichos problemas, con el objeto de adecuar el ordenamiento jurídico a dichas transformaciones sociales, aún cuando formalmente parezca anticuado.330 En cuanto a la investigación jurídica, “hay que precisar que la investigación jurídica persigue identificar y caracterizar al objeto de conocimiento denominado derecho, y que en general los conocimientos jurídicos generalizados y válidos constituyen el destino de la ciencia del derecho.”331 El estudiante de doctorado tiene que investigar porque tiene que fijar el marco teórico desde donde va a construir el conocimiento que pretende establecer, si es que busca aportar elementos nuevos para el objeto de estudio elegido. Necesita entonces, un conjunto de datos teóricos: conceptos, elementos característicos, teorías, etc., que articulados pueda aplicarlos al derecho para “verlo” a través de ellos y obtener una nueva perspectiva. Y la obtención de esa información sólo es posible a través de la lectura. La investigación jurídica tendría que ser, en una palabra, teoría jurídica, si se hiciera con una coherente, correspondiente y adecuada metodología jurídica...es decir, desde el paradigma jurídico razonadamente elegido. “Las teorías que pretenden describir o explicar la naturaleza del derecho parecen hacer algo diferente del estándar de las teorías de las ciencias sociales”.332 Mientras que la construcción de una explicación en las ciencias duras es relativamente clara en su metodología, no es así en las ciencias sociales...y en el derecho parece más confuso el panorama. 330 Fix-Zamudio, Héctor, Metodología, docencia e investigación jurídica, Décima Edición, Editorial Porrúa, México, 2002, p. 416. 331 332 Lara Sáenz, Leoncio. Procesos de investigación jurídica, UNAM, México, 1991, p. 33. Bix, Brian, “Algunas reflexiones sobre metodología en teoría del derecho”, Doxa: Cuadernos de Filosofía del Derecho, núm. 26, España, 2003, p. 7. 208 Las explicaciones en la ciencia jurídica van cargadas de subjetividad; una subjetividad racional, por lo que la metodología jurídica debe ser particularmente edificada. Por eso, el primer paso en la investigación jurídica, es la determinación del marco teórico desde el que se construirá el análisis del objeto de estudio. Y para ello, repito, se requiere de una metodología ex profeso para este paradigma ya jurídico. Ahora bien, cuando se pregunta ¿cuál es la metodología de la teoría jurídica? sin haber hecho las aclaraciones anteriores, es una pregunta con poco sentido. III. Los paradigmas jurídicos más conocidos. En otro lugar333 se ha hablado de los principales paradigmas jurídicos conocidos en el transcurso de la historia moderna: La literalidad de la ley (Escuela de la exégesis), la verificación de la actividad judicial (Escuela noruega), la conceptualización lógica del derecho, la investigación de intereses (von Ihering), la ciencia jurídica normativista (Kelsen y la escuela positivista), investigación sociológica funcional (Parsons, Cohen y Pound), la dogmática Jurídica (Kantorowicz, Bobbio, Ross), la libre investigación del derecho (Bülow, Oscar y E. Ehrlich), la jurisprudencia científica (Francois Geny, Hauriou), la investigación de valores (Hartmann, Scheler y Lotze), la investigación histórica (Joseph de Maistre), la jurisprudencia anglosajona (Common Law), la jurisprudencia latina (de un pasaje de Ulpiano), la ciencia jurídica medieval (ius commune),el conocimiento prudencial que se usa mucho actualmente. La teoría tridimensional es la más conocida en Latinoamérica y tres son los paradigmas que actualmente se enseñan en los centros universitarios latinoamericanos: el iusnaturalismo, el iuspositivismo y el iusformalismo. Hay excelentes trabajos que desde la filosofía del derecho han abordado este tema. Por ejemplo, en México, Imer Flores: “El porvenir de la ciencia jurídica. Reflexión sobre la ciencia y el derecho” (1998); “la definición del derecho” (s/a); “¿Ensueño, pesadilla y/o realidad? Objetividad e (in)determinación en la interpretación del derecho” (2005). En España, Andrés Ollero: “derechos humanos y metodología jurídica” (1989); “Positividad jurídica e historicidad del derecho” (s/a); "La eterna rutina del positivismo jurídico" (1996). 333 Véase Contreras, Ramiro y Sánchez, María Guadalupe, Teoría jurídica crítica latinoamericana, http://www.reseau-amerique-latine.fr/ceisal-bruxelles/ET-DH/ET-DH-1-CONTRERAS.pdf2007, Recuperada el 25 de octubre de 2013. 209 En muchos de los casos, estos documentos no son conocidos por las personas que ingresan a un doctorado en derecho. Son contados (profesores y alumnos) los que cuentan con el conocimiento de estos marcos teóricos básicos para responder a los requerimientos de las actividades propias del estudiante de doctorado. Se cree que a los estudios doctorales debe llegarse con el proyecto de investigación, al menos en borrador. La mayoría de los participantes no tienen idea sobre qué investigar y lo más grave, cómo investigar. Tratándose del doctorado, los que lo inician esperan encontrar algún tema para investigar y convertirlo en su tesis doctoral. Los “osados”, piden a sus profesores temas que ellos puedan desarrollar. Esto constituye un grave problema para el investigador en ciernes. Los estudios doctorales, deben ser el cauce formal a través del cual los estudiantes de doctorado organicen, repiensen, aclararen y sistematicen el conocimiento que ha cimentado en un periodo de tiempo determinado. En las sesiones doctorales, se espera que todos los alumnos intervengan en las discusiones académicas a partir de un mínimo de reglas argumentativas: a) conocimiento previo sobre el tema que se analiza, b) manejo de un lenguaje técnico y compartido entre los participantes, c) un acuerdo previo sobre el punto de partida y respecto del objetivo de la discusión.334 IV. ¿Qué metodología debe emplearse en la investigación jurídica? Múltiples definiciones se han dado sobre metodología jurídica, siempre haciendo alusión a que se refiere al estudio de los métodos jurídicos. Es decir, “nos estamos centrando en el estudio de las diferentes corrientes del pensamiento jurídico, las que determinarán posiciones doctrinarias, por ejemplo: el positivismo, el iusnaturalismo el marxismo, etc.”335 Es común que empleemos como sinónimos los términos metodología jurídica y método jurídico, en el sentido de un conjunto de procedimientos intelectuales, y eventualmente materiales, ordenados de acuerdo con un plan racional –sistema de reglasprestablecido, que en un campo de conocimientos dado se aplican como medio para alcanzar cierto fin de conocimiento puro o de realizaciones prácticas (interpretar o medir eficacia social del discurso jurídico); 334 Perelman, Chaím, Tratado de la Argumentación. La nueva retórica, Traducc. Julia Sevilla, Edit. Gredos, Madrid, 1989, p. 49 y ss. 335 Álvarez Undurraga, Gabriel, Metodología de la investigación jurídica, Universidad Central de Chile, 2002, p. 30. 210 procedimientos que en su ejercicio y resultados (praxis) logran acreditar intersubjetivamente su efectividad en relación con dicho fin, para los ojos de un determinado círculo de conocedores (profesionales del derecho) que se guían por el saber teorético-sistemático-disponible (ciencia jurídica normal, al decir de Kunh).336 En particular, sobre el método jurídico se ha dicho que es una opción epistemológica (perspectiva o pluralidad de teorías del conocimiento jurídico) en donde están presentes, entre otras opciones, lo dado (estructura normativa-dogmática para la cual los métodos de interpretación jurídica son útiles y adecuados (sistemático-integrativohistórico-sociológico, incluso en este nivel) y lo dándose (función espaciotemporal de una realidad jurídico-social que busca medir la eficacia del discurso jurídico frente a los destinatarios) en cuyo contexto los métodos sociológicos y técnicas de campo aparecen como los consistentes y adecuados.337 Es importante que a estas alturas quede claro que, la selección del método jurídico no depende del marco teórico que se busque construir, sino habiéndose elegido un paradigma científico determinado (no es lo mismo elegir el constructivismo que el formalismo kelseniano), habrá que “convertirlo” desde ahí en jurídico.... y la generación de nuevos marcos teóricos, resulta de la contraposición de paradigmas jurídicos. Como ya se mencionó, el problema en los programas de doctorado en derecho es que hay que hacer una investigación y generalmente la primera pregunta que se hace es: ¿cuál es la metodología (métodos) para la investigación jurídica? Por lo general, hacemos acopio de los métodos que tenemos a la mano y ya con ellos a la vista, el estudiante de doctorado no sabe para qué sirven y cómo emplearlos. En pocas palabras, ignora que “hay tantos métodos como investigadores existen.”338 Metodología en teórica jurídica es otra cosa a lo que comúnmente se dice que es. Ciertamente, pueden realizarse estudios de sociología jurídica, antropología jurídica, etc.; y para ellos se toman “prestados” los métodos de las ciencias sociales. Pero la metodología en teoría jurídica es diferente en cada nueva generación de marcos teóricos. 336 Witker, Jorge, Técnicas de investigación juridical, McGraw-Hill – UNAM, México, 1996, p. 12. 337 Witker, Jorge, Op. Cit., p. 11. 338 González Galván, Jorge, La construcción del derecho. Métodos y técnicas de investigación. 2ª. Edic., 1ª. Reimp., IIJ-UNAM, México, 2007, p. 18. 211 Rafael de Pina tiene un trabajo interesante denominado “Introducción a la Metodología del Derecho”, que fue publicado en la década de 1950 y en él recoge una serie de definiciones de “metodología jurídica” y hace hincapié en la importancia de esta ciencia en la formación de los estudiosos del derecho. En ese trabajo, invoca lo dicho por Hernández Gil sobre la finalidad de la metodología: “No se inquiere el qué de los contenidos concretos de la disciplina en cuestión, sino el cómo; es decir, que se inquiere el propio proceso seguido en la obtención y elaboración de los conocimientos científicos.”339, lo que se traduce en una materialidad del derecho o de una visión pragmática (que ya es un paradigma jurídico construido. Se subraya que la metodología viene sólo después de haber elegido el paradigma científico, convertirlo en jurídico y desde esta unión tendrá sentido el "cómo" metodológico, si y sólo si se clarifica una determinada forma de hacer las cosas; pero no se olvide que hay muchos caminos para llegar a Roma... entonces ¿tiene sentido las preguntas ¿qué es metodología jurídica? y ¿cuál es la metodología jurídica que debe emplearse en la investigación jurídica? sí, pero es una respuesta para cada caso concreto (es decir, haber elegido el constructivismo, haberlo convertido en constructivismo jurídico y crearle el cómo me acerco a la construcción de razonamientos judiciales desde este concreto constructivismo jurídico en el caso de los razonamientos judiciales, es lo que permite que haya o pueda haber conocimiento nuevo. y esa es la razón de los programas de doctorado en derecho. La metodología jurídica será entonces el conjunto de pasos para indagar y conocer el proceso que se ha seguido para la construcción de determinada teoría. Es decir, clarificar cómo se constituyó el paradigma teórico que se aplicará al objeto de investigación jurídica y que a partir de ahí se instituirá en paradigma jurídico. Mucho de lo que se omite reportar, es la “historia de los logros” que han resuelto determinados problemas, con ese paradigma. Por ejemplo, develar los movimientos metodológicos que se encuentran en el paradigma teórico del procedimentalismo de Habermas y que aplicado al derecho, se convierte en paradigma jurídico: el procedimentalismo jurídico. Otra muestra, se encuentra en el trabajo de Enrique Cáceres “Constructivismo jurídico y metateoría del derecho”.340 Desde el constructivismo identifica un marco teórico que confronta con el constitutivismo jurídico y a partir de este ejercicio toma una postura frente a lo que en ese marco teórico se sostiene y sobre sus posibilidades de abonar a la teoría jurídica y lo enfatiza: 339 Pina de, Rafael, “Introducción a la Metodología del Derecho”, Boletín del Instituto de Derecho Comparado de México, Número 17 Mayo-Agosto, 1953, p. 27. 340 Cáceres, Enrique, Constructivismo jurídico y metateoría del derecho, IIJ-UNAM, México, 2007. 212 Acorde con mi concepción sobre la función cognitiva de las teorías jurídicas, las proposiciones que expongo a continuación no han de interpretarse como constantes y, por tanto, tampoco como reveladoras de alguna verdad descubierta a lo largo del trabajo, sino como proposiciones constitutivo-teoréticas generadoras de un modelo teórico de realidad hermenéutica.341 Así, dependiendo del objeto de estudio y del propósito que se tenga en la investigación, es que se irá construyendo la metodología del caso en particular. Si se pretende abordar la naturaleza del derecho es fundamental tomar en cuenta en qué medida estas cuestiones metodológicas en las teorías analíticas difieren de las preocupaciones metodológicas que enfrentan las teorías críticas (acerca de cómo mejorar el derecho), o teorías sociológicas o históricas (relativas a las causas y efectos de las normas jurídicas). Con cuestiones concernientes a, digamos, el comportamiento judicial, los aspectos metodológicos son los familiares dentro de las ciencias sociales…342 Algunas voces manifiestan preocupación por la pluralidad metodológica en el derecho, pero volteamos a nuestro alrededor vemos que la ciencia del derecho busca un nuevo paradigma. Los enemigos de la ciencia jurídica son el dogmatismo y su legalismo. Por esta razón, es indispensable reduccionismo, combatirlos, que a así ningún como lado superar han el dualismo conducido. y el Mediante el reconocimiento de una actitud crítica, dialéctica, e interdisciplinaria, sobre las bases de un pluralismo metodológico.343 Conclusiones. La pregunta ¿cuál es la metodología de la investigación jurídica? No tiene sólo una respuesta. No hay una sola metodología de la investigación. En cada marco teórico se construye una. El estudioso del derecho debe encontrar paradigmas teóricos y determinar qué se puede aplicar al derecho, que pueda aportarle datos importantes para construir conocimiento jurídico nuevo. De ahí nace la innovación jurídica. 341 342 Ibídem, p. 205. Bix, Brian, “Algunas reflexiones sobre metodología en teoría del derecho”, Doxa: Cuadernos de Filosofía del Derecho, núm. 26, España, 2003, p. 610. 343 Flores, Imer, B., “El porvenir de la ciencia jurídica. Reflexión sobre la ciencia y el derecho”, La ciencia del derecho durante el siglo XX, IIJ-UNAM, México, p. 1027. 213 Por ejemplo, vislumbrar que el perspectivismo es una concepción teórica no necesariamente jurídica, que cuando se aplica al derecho se convierte en un constructivismo jurídico. Si el doctorando comprende que su trabajo de investigación debe comenzar en los paradigmas teóricos, para transitar a los paradigmas jurídicos, entonces habrá entendido lo que es metodología jurídica. Es igual de importante la contraposición de marcos teóricos. A las teorías jurídicas en general hay que contraponerlas porque de ahí se generan nuevos marcos teóricos. Contrastar marcos teóricos es ir más allá que sólo re-citar lo que otros ya dijeron. Fuentes de información. ÁLVAREZ UNDURRAGA, Gabriel, (2002). Metodología de la investigación jurídica, Universidad Central de Chile. CÁCERES, Enrique. (2007). Constructivismo jurídico y metateoría del derecho, IIJUNAM, México. CONTRERAS, Ramiro, SÁNCHEZ, Guadalupe, (2007). Teoría jurídica crítica latinoamericana, http://www.reseau-amerique-latine.fr/ceisal-bruxelles/ET- DH/ET-DH-1-CONTRERAS.pdf BIX, Brian, (2003). “Algunas reflexiones sobre metodología en Teoría del Derecho”, Doxa: Cuadernos de Filosofía del Derecho, núm. 26, España, pp. 609- 634. _________ (2006) “Teoría del Derecho: Tipos y propósitos”. Isonomía, núm. 25, Octubre, pp. 58. FIX-ZAMUDIO, Héctor, (2002). Metodología, docencia e investigación jurídica, Décima Edición, Editorial Porrúa, México. FLORES, Imer, B., la definición del derecho” Flores, Revista de la Facultad de Derecho, http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/facdermx/cont/209/dtr/dtr5.pdf __________, (1998). “El porvenir de la ciencia jurídica. Reflexión sobre la ciencia y el derecho”, La ciencia del derecho durante el siglo XX, IIJ-UNAM, México. __________ (2005). “¿Ensueño, pesadilla y/o realidad? 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La contradicción de tesis 293/2011 resuelta por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) implica un nuevo paso para el constitucionalismo mexicano así como en la protección de derechos humanos (DDHH) en nuestro país, pues conllevó al reconocimiento de que los DDHH contenidos en la Constitución y en los Tratados Internacionales, constituyen el parámetro de control de regularidad constitucional, aunque hubo una limitante, pues cuando haya una restricción expresa en la Constitución, se tendrá que estar a lo que establezca nuestra norma fundamental. También resulta trascendental que se reconoció el carácter vinculatorio de toda la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Palabras clave: Control de constitucionalidad. Corte Interamericana de Derechos Humanos. Bloque de Constitucionalidad. Control de Convencionalidad. ABSTRACT. The jurisprudence contradicting previous ruling 293/2011 decided by the Plenary of the Supreme Court of Justice of the Nation (SCJN) represents a new step in Mexican constitutionalism and the protection of human rights (HR) in our country, since it leads to the recognition of human rights included in the Constitution and international treaties as control parameters of constitutionality. However, the restrictions expressively established in the Constitution embody a limitation to the aforementioned control parameters. Finally, it is also transcendental the recognition of the binding ∗ Secretario de estudio y cuenta del Tribunal Constitucional del Estado de Yucatán, Maestro en Derecho Empresarial y Doctorando en Derecho, mendezcorcuera@yahoo.com.mx 217 character of the jurisprudence of the Inter-American Court of Human Rights in the Mexican legal system. Keywords: Constitutional control. Inter-American Court of Human Rights. Constitutional bloc. Conventionality control. Introducción. El presente artículo tiene como objetivo analizar lo resuelto por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (en adelante SCJN) en la contradicción de tesis 293/2011, a fin de dilucidar si la misma implica un avance o retroceso en la protección de los DDHH. Este trabajo se desarrollará en 3 apartados. En el primero se explicará el contexto en el que se desenvolvió la contradicción de tesis 293/2011, situación que nos ayudará a entender el nuevo marco constitucional bajo el cual la SCJN tuvo que tomar su decisión. Posteriormente, en el segundo apartado se menciona lo acontecido en sesiones de fechas 12, 13 y 15 de Marzo de 2012, que fue la primera ocasión en la cual se discutió la citada contradicción, y en donde se puede visualizar lo controvertido del tema. En la tercera parte se relata lo acontecido en las sesiones de fechas 26, 27 y 29 de Agosto y 2 y 3 de Septiembre de 2013, en donde se muestra una vez más lo debatido que fue la contradicción en comento, en donde se aprecia cómo cambiaban de opinión o de intención de votos los Ministros de la Corte así como el resultado final de la votación. Finalmente, se analizará si la misma implica un avance o retroceso en la protección de los DDHH. 1. Contexto de la Contradicción de tesis 293/2011. Como sabemos, recientemente se modificó la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, mediante las reformas publicadas en el Diario Oficial de la Federación los días 6 y 10 de junio de 2011. La primera reforma es relativa al juicio de amparo, destacándose la ampliación de la procedencia del amparo respecto de cualquier norma general, al contemplarse la protección por violaciones a los derechos humanos plasmados en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea parte; la introducción de figuras como el amparo adhesivo y los intereses legítimos individual y colectivo; así como la adopción de nuevos conceptos en torno a la violación de derechos por omisión de las autoridades; el nacimiento de la declaratoria general de inconstitucionalidad; la creación de los Plenos de Circuito para conocer de contradicción de tesis; se establece como nuevo criterio para otorgamiento de la 218 suspensión en el juicio de amparo el de la ponderación entre la apariencia del buen derecho y el interés social. Respecto a la segunda reforma constitucional, modificó la denominación del Capítulo I, Título Primero, y 11 artículos: 1º; 3º; 11; 15; 18; 29; 33; 89; 97; 102, apartado B; y 105, fracción ii, inciso g. En lo que nos interesa para fines de este trabajo, se cambia el nombre del Capítulo I del Título Primero de nuestra Carta Magna, denominándose ahora “De los Derechos Humanos y sus Garantías”, asimismo en el primer párrafo del artículo 1 se establece un “bloque de constitucionalidad”;344 es decir, normas que integran el texto constitucional, igualmente, se reconoce la progresividad de los derechos humanos, mediante la expresión clara del principio pro persona como principio de interpretación y aplicación de las normas jurídicas, en aquellas que favorezcan y brinden mayor protección a las personas. También se contempla la obligación expresa de observar los tratados internacionales firmados por el Estado Mexicano, que da como resultado un control de convencionalidad; de la misma forma se instituye en el artículo 1, párrafo segundo Constitucional, el sistema de interpretación conforme que permite armonizar las normas nacionales con la Constitución y los Tratados Internacionales. Por esta razón, fue reconocido el control de convencionalidad en nuestro país, mediante la resolución dictada por la SCJN en fecha 14 de julio del año 2011, en la consulta a trámite del expediente varios 912/2010 “Caso Rosendo Radilla Pacheco”, siendo que su obligatoriedad se debe a: a) las cuatro sentencias condenatorias al estado mexicano (Caso Rosendo Radilla Pacheco; Caso Fernández Ortega y otros; Caso Rosendo Cantú y otra y caso Cabrera García y Montiel Flores), donde se impone este deber para los jueces y órganos vinculados a la administración de justicia, en todos los niveles; b) lo previsto en los artículos 1o. (obligación de respetar los derechos), 2o. (deber de adoptar disposiciones de derecho interno) y 29 (normas de interpretación más favorables) de la Convención Interamericana de Derechos Humanos, la cual fue suscrita y ratificada por nuestra nación; c) lo contemplado en los artículos 26 (pacta sunt servanda) y 27 (no invocación del derecho interno como incumplimiento del tratado) del Convenio de Viena sobre el derecho de los Tratados; d) La reforma constitucional del 10 de junio del año 2011, en materia de derechos humanos; y e) la señalada resolución de fecha 14 de julio de 2011, en la consulta a 344 Aunque como se verá más adelante, el término no es muy del agrado de la SCJN, aunque reconoce algunas de sus implicaciones. 219 trámite del expediente varios 912/2010 “Caso Rosendo Radilla Pacheco”, donde acepta este control.345 En la mencionada sentencia del expediente varios 912/2010, la SCJN consideró que dicho control debe ser ejercido ex officio por todos los órganos que tengan funciones materialmente jurisdiccionales (cualquier tribunal de toda índole, como son los órganos jurisdiccionales pertenecientes al Poder Judicial del Estado), ya que se tiene la obligación constitucional de interpretar los tratados siempre de manera más beneficiosa para la persona, pues el control de convencionalidad está acorde con el espíritu y la letra del artículo 1 constitucional reformado y el 133 de nuestra Carta Magna, en consecuencia dicho control se debe realizar por todos los jueces del Estado Mexicano de acuerdo a la propia Constitución, sin gozar de la facultad de formular declaratoria de inconstitucionalidad de leyes (competencia exclusiva del Poder Judicial de la Federación), pero pudiendo dejar de aplicar la norma local por ser contraria a nuestra Carta Magna o a los tratados internacionales de derechos humanos.346 Asimismo, la SCJN señaló que el control de convencionalidad ex officio en materia de DDHH debe ser acorde con el modelo general de control constitucional (control concentrado y el difuso), pues parte de un control de constitucionalidad general que se desprende del análisis sistemático de los artículos 1o. y 133 de la Constitución y es la esencia de la función judicial.347 Como resultado de lo anterior, se replanteó el control constitucional existente, considerándose que debe quedar de la siguiente manera: el control concentrado en los órganos del Poder Judicial de la Federación con vías directas de control: acciones de inconstitucionalidad, controversias constitucionales y amparo directo e indirecto (antes se visualizaba al amparo como parte del difuso); en segundo término, el control difuso por parte todos los jueces del país en forma incidental durante los procesos ordinarios en los que son competentes, esto es, sin necesidad de abrir un expediente por cuerda separada348. Debe señalarse que dicha interpretación resulta cuestionable, por cuanto las características del juicio de amparo son propias del control difuso. 345 Ferrer Mac-Gregor, Eduardo, “Interpretación Conforme y Control Difuso de Convencionalidad. El Nuevo Paradigma para el Juez Mexicano”, en Carbonell Miguel y Salazar Pedro (Coord.), La Reforma Constitucional de Derechos Humanos: un nuevo paradigma, México, Universidad Autónoma de México, 2011, pp. 340- 342. 346 Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sentencia dictada el 14 de julio de 2011, en el expediente varios 912/2010, sobre el cumplimiento de la sentencia de la Corte interamericana en el caso Radilla Pacheco vs. Estados Unidos Mexicanos, Diario Oficial de la Federación, 4 de octubre de 2011, sección 2, párr. 27-29. 347 Ibídem, párr. 30. 348 Ibídem, párr. 34 y anexo del párr. 36. 220 De igual manera, se instituyó como parámetro de análisis para este tipo de control: todos los DDHH contenidos en la Constitución Federal (con fundamento en los artículos 1o. y 133), así como la jurisprudencia emitida por el Poder Judicial de la Federación; todos los DDHH contenidos en Tratados Internacionales en los que el Estado mexicano sea parte, criterios vinculantes de la Corte Interamericana de DDHH contenidos en las sentencias en las que el Estado mexicano haya sido parte, y criterios orientadores de la jurisprudencia y precedentes de la citada Corte, cuando el Estado mexicano no haya sido parte.349 2. Primer Paso: sesiones de fechas 12, 13 y 15 de Marzo de 2012. Debido a este nuevo contexto, el Pleno de la SCJN se vio obligado analizar de nueva cuenta la jerarquía de los Tratados Internacionales (recordando que hasta ese momento su jurisprudencia los ubicaba por debajo de la Constitución y por encima de la Leyes Federales).350 Por esta razón en sus sesiones de fechas 12, 13 y 15 de marzo de 2012, analizó la Contradicción de tesis 293/2011, entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo del Décimo Primer Circuito y el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito. En este asunto se pretendía establecer a la luz del nuevo texto constitucional, la jerarquía de los tratados internacionales en materia de DDHH y el carácter de la jurisprudencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Las propuestas del Ministro Zaldívar en su calidad de ponente, eran dos tesis: una en la cual se establece que existe por mandato constitucional un bloque de constitucionalidad de DDHH formado por la Constitución y por los DDHH de índole internacional y que este bloque, esta masa de derechos es lo que constituye el referente para analizar la validez de todos los actos y normas del sistema jurídico mexicano. La segunda tesis proponía que al ser los criterios de la Corte Interamericana una extensión de la propia Convención de Derechos Humanos, la cual es obligatoria para los jueces mexicanos, esta jurisprudencia en cuanto presente una interpretación más favorable a los derechos de la persona, sería también obligatoria para todos los tribunales del país, como por un lado, una amplificación de esta propia Convención, interpretada por el órgano normativamente facultado para ello; y por el otro lado, por tratarse de una interpretación más favorable en aquellos casos en que 349 Ibídem, párr. 31. 350 Semanario Judicial de la Federación, tomo XXV, abril de 2007, tesis aislada núm. 172, 650, P.IX/2002, p. 6 221 dicha Corte tuviera una interpretación más favorable a los derechos de la persona, obviamente habría que preferir ésta por mandato del artículo 1º constitucional. Dicho asunto resultó muy controvertido, pues en primer término muchos Ministros privilegiaban el viejo esquema en donde no puede haber nada por encima o en igual grado jerárquico que la Constitución, por el contrario los otros que apoyaban la idea de que los tratados internacionales en materia de DDHH quedaran incorporados a la Carta Magna, estaban en desacuerdo con el nombre de Bloque de Constitucionalidad, por estas razones la votación acabó con 5 votos a favor de la propuesta aunque con modificaciones (Ministros Cossío, Zaldívar, Valls, Sánchez, Silva) y 5 en contra (Ministros Aguirre, Luna, Franco, Aguilar, Ortiz), además el Ministro Pardo no votó por cuanto estaba en una Comisión; en consecuencia, se retiró el proyecto para su posterior discusión. 3. Sesiones de fechas 26, 27 y 29 de Agosto y 2 y 3 de Septiembre de 2013. Con posterioridad en sesiones de fechas 26, 27 y 29 de agosto y 2 y 3 de septiembre de 2013 se volvió a tratar el tema, ahora con dos nuevos Ministros (Pérez Dayán y Gutiérrez Ortiz). La primera controversia que se generó, fue sí estaba vigente la contradicción, pues las tesis que contendían eran de antes de la reforma constitucional en materia de DDHH de junio de 2011; es decir, bajo un marco constitucional distinto; o si en su caso, tendrían que esperar una contradicción de criterios derivados de dos casos en donde se hubiera interpretado la norma constitucional en vigor. Luego de un intercambio de ideas, todos los Ministros decidieron que no ha quedado sin materia la contradicción, aprobándose reforzar los razonamientos relativos a que si bien existía una reforma constitucional posterior a cuando las tesis en contienda habían sido resueltas; sin embargo dada la trascendencia del asunto y de que el artículo 133 Constitucional no había sido reformado hacía necesario que la SCJN fijará su criterio sobre el tema. Con posterioridad, el Ministro Zaldívar Lelo de Larrea, como ponente presentó la primera tesis con rubro “DERECHOS HUMANOS CONTENIDOS EN LA CONSTITUCIÓN Y EN LOS TRATADOS INTERNACIONALES, CONSTITUYEN EL PARÁMETRO DE CONTROL DE REGULARIDAD CONSTITUCIONAL.”. Esta propuesta la basó en que la Constitución contiene un nuevo catálogo de DDHH integrado, tanto por los de fuente constitucional como de fuente internacional, toda vez que la reforma constitucional de junio de dos mil once, a través del artículo 1°, viene a constitucionalizar los DDHH de fuente internacional, por lo que existe un catálogo de 222 derechos, una masa de derechos que deben relacionarse entre sí, en términos de armonización y de coordinación a través de la interpretación conforme y el principio pro persona a que alude el segundo párrafo del mencionado numeral, y no puede referirse o relacionarse en términos de jerarquía, porque el artículo 1º deriva de la intención del Poder Revisión de la Constitución, de poner a la persona en el centro de toda la ingeniería constitucional, reconociendo, derivado de la dignidad de la persona humana un catálogo de derechos humanos, y estos DDHH deben tener la misma validez y relacionarse en estos términos, porque de otra manera sería sostener que hay DDHH de primera y otros de segunda. Lo anterior, no afecta en modo alguno el principio de supremacía constitucional, porque es la propia Constitución la que instituye este mandato y la que constitucionaliza estos derechos.351 También propuso que los tratados internacionales tienen una jerarquía inferior a la Constitución, pero que hay que distinguir dos momentos: el momento de su incorporación, en el cual se tienen que cumplir ciertos requisitos formales, de validez formal y también requisitos de validez sustancial, como es lo relacionado al artículo 15 constitucional, de no celebrar ningún tratado que vulnere o que restrinja los DDHH establecidos en la Constitución y, como dice el propio artículo 15, y en los tratados internacionales, con lo cual se consolida y se confirma este bloque de derechos que genera un nuevo parámetro constitucional. Por lo anterior, una vez que el tratado se incorpora, desde el punto de vista de validez formal y material, las normas de DDHH que contiene ese tratado, no el tratado como tal, sino las normas que contienen derechos humanos, se incorporan a la Constitución y tienen jerarquía constitucional; en consecuencia, ya no es viable hablar en términos de jerarquía, sino en términos de armonización y de coordinación. A su vez la propuesta original no se pronuncia sobre el eventual conflicto que pudiera darse entre un derecho humano constitucionalizado y una restricción o limitación que esté en el propio texto constitucional, porque esto no es materia de la contradicción y que válidamente se puede votar por la jerarquía constitucional de los DDHH de fuente internacional, salvando el criterio sobre cómo funcionan las restricciones dependiendo de cada caso en particular. Por último, se 351 Ministro Zaldívar Lelo de Larrea, en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el lunes 26 de agosto de 2013, pp. 29-30, consultada el 30 de octubre del 2013, en https://www.scjn.gob.mx/PLENO/ver_taquigraficas/26082013PO.pdf 223 sustituye el término de bloque de constitucionalidad, por el de parámetro de control de regularidad constitucional.352 Una vez hecha la presentación de la propuesta, el Ministro Cossío manifestó que estaba de acuerdo con la misma, aunque manifestó su desacuerdo con la idea de control de regularidad constitucional, toda vez que no abarca el concepto de convencionalidad, por cuanto él consideraba que era suficiente con hablar de control de regularidad.353 Por su parte, el Ministro Pardo Rebolledo manifestó que aunque aceptaba que los DDHH reconocidos en normas internacionales, están ya a nivel constitucional en nuestro país; sin embargo, cuando la norma constitucional mexicana contempla una restricción al ejercicio de un derecho humano, en términos de esta última parte del primer párrafo del artículo 1°, esa restricción es aplicable tanto a las normas constitucionales como a las normas de fuente internacional. Y en esa medida esta última parte del primer párrafo se ve reflejado el principio de supremacía constitucional que trae también implícito el de jerarquía normativa, por lo que la restricción es la que tiene que imperar, porque nuestra propia Constitución se reservó esa Facultad.354 En términos similares el Ministro Valls expuso que si bien coincidía en lo general con el proyecto, no obstante disentía en el tema sobre la contradicción entre la Constitución y el Tratado, pues en términos similares al Ministro Pardo consideraba que si hay una norma que se contraponga a nuestra Constitución, ésta debe prevalecer siempre.355 En el segundo día sesiones, el Ministro Pérez Dayán expuso su desacuerdo con el proyecto en relación a que el artículo 1 no establece un sistema de jerarquías sino reglas interpretación, por lo que no puede considerarse que los Tratados en materia de DDHH tenga rango constitucional; a su vez manifestó, que el artículo 1 constitucional, en su primer párrafo, luego de referirse a DDHH reconocidos en la Constitución misma 352 Ministro Zaldívar Lelo de Larrea, en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el lunes 26 de agosto de 2013, op. cit. Nota 9, pp. 30- 32. 353 Ministro Cossío, en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el lunes 26 de agosto de 2013, op. cit. Nota 9, pp. 32- 34. 354 Ministro Pardo Rebolledo, en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el lunes 26 de agosto de 2013, op. cit. Nota 9, pp. 36- 37. 355 Ministro Valls, en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el lunes 26 de agosto de 2013, op. cit. Nota. 9, pp. 46 y 47. 224 y en los tratados internacionales, categóricamente expresa que el ejercicio de aquellos, no podrá restringirse ni suspenderse, salvo los casos y bajo las condiciones que la propia Constitución establece, lo cual incluye por lógica las fuentes del orden externo. De igual forma, señaló que los procesos de formación de una reforma constitucional y de un tratado son diferentes por lo que resulta inadmisible suponer que el Texto Supremo sucumbe frente a una norma derivada.356 Por su parte, la Ministra Sánchez Cordero compartió la postura del proyecto, por cuanto las normas relativas a los DDHH se sustraen del sistema de jerarquías y su primacía atiende más bien a un criterio material atento al principio pro persona al efecto armónico o a la conformidad que existe entre los enunciados normativos cuyo contenido es propio de los DDHH de fuente nacional o de fuente internacional. Asimismo, refirió que la supremacía constitucional y su pleno respeto como principio se actualiza no desdeñando los DDHH de fuente internacional sino precisamente bajo el pleno respeto, la protección, la tutela y la reparación de cualquier violación a esta clase de derecho, sea de fuente nacional o de fuente internacional.357 Por el contrario, la Ministra Luna Ramos no compartió la postura del proyecto sometido a discusión, toda vez que en su opinión sigue existiendo un sistema de jerarquías, por cuanto el artículo 133 constitucional no fue reformado, por lo que el principio de supremacía constitucional sigue totalmente vigente, aunado a que ese mismo numeral indica que los tratados surgen de la Constitución y deben estar acordes con ella, lo que concatenado a que el propio artículo 1º constitucional que reconoce los DDHH contenidos en la Constitución y además en los tratados internacionales, también indica que tiene que estarse a las restricciones y limitaciones previstas en la Constitución. También recalcó que un modelo garantista de interpretación de los derechos humanos, no implica un atropello a la soberanía, sino solamente su optimización dentro del orden jurídico en forma prudente y ordenada, por cuanto cada país al acogerse al tratado debe legislar en la medida de sus necesidades, de su realidad económica, política, social.358 356 Ministro Pérez Dayán, en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el martes 27 de agosto de 2013, pp. 33-10, consultada el 30 de octubre del 2013, en https://www.scjn.gob.mx/PLENO/ver_taquigraficas/27082013PO.pdf 357 Ministra Sánchez Cordero, en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el martes 27 de agosto de 2013, op. cit. nota 14, pp. 10-14. 358 Ministra Luna Ramos, en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el martes 27 de agosto de 2013, op. cit. nota 14, pp. 14-27. 225 De igual forma, el Ministro Luis María Aguilar Morales difiere del proyecto, por cuanto opina que la protección de los DDHH debe hacerse dentro de los parámetros y lineamientos que contempla la Constitución, respetando los límites y restricciones que en ella misma se determinan, más no así desconociendo la norma constitucional, bajo el argumento de que en un tratado internacional se dispone una cuestión diversa o de mayor protección, porque de ninguna manera puede justificarse la no aplicación de nuestra Norma Fundamental, que paradójicamente le da existencia y validez a las normas internacionales, aun considerando a los DDHH como integrantes de las normas que deben respetarse en términos del artículo 1° constitucional, a los de origen internacional; ello no significa que no deban estar acotados por la Constitución, pues incluso los DDHH contenidos en ella, deben limitarse a la amplitud que las restricciones de la Norma Suprema le impone, por lo que en igualdad de circunstancias, las normas internacionales de derechos humanos, deben someterse a esas mismas restricciones.359 Por otra parte, el Ministro Gutiérrez Ortiz Mena señaló que en cuanto a las antinomias que se pudieran presentar en el caso de un conflicto o una aparente incoherencia entre los DDHH, ya no se hablaría de jerarquía, pues entonces se está ante una ponderación de derechos, y en esa ponderación de derechos, se debe dar una deferencia al Constituyente permanente de manera indefectible, pero eso no quita que no estemos ante una jerarquía de normas, estamos ante normas indivisibles que se tienen que ponderar con otros derechos, y no hay una expulsión, como lo habría en un análisis formal de jerarquía de normas. En un análisis formal de jerarquía de normas, la norma que no está conforme con la superior queda expulsada del sistema; en materia de DDHH eso no sucede. En este caso se ponderan los derechos en una igualdad de jerarquía, por eso no puede aceptarse el análisis de jerarquía, aunque esa ponderación implica una deferencia hacia el Legislador.360 En el tercer día de sesiones, el Ministro Franco González Salas señaló que el piso y el techo en el cual se me debe manejar el Juez Constitucional, para resolver los problemas, es precisamente la Constitución, por esa razón coincidió únicamente con dos de las premisas básicas del proyecto: 1) que el artículo 133 de la Constitución, reconoce el principio de supremacía constitucional, no necesariamente el de jerarquía; 359 Ministro Luis María Aguilar Morales, en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el martes 27 de agosto de 2013, op. cit. nota 14, pp. 43-50. 360 Ministro Gutiérrez Ortiz Mena, en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el martes 27 de agosto de 2013, op. cit. nota 14, pp. 51-54. 226 y 2) a partir de la reforma de junio de dos mil once, el artículo 133, debe interpretarse con un enfoque sistemático diferente, dado que se debe tomar en cuenta el actual texto del artículo 1º constitucional, y otros en relación con la materia de derechos humanos. No obstante, difiere en cuanto al tema de una posible contradicción entre la Constitución y los Tratados Internacionales, por cuanto considera que sí se reconoce la supremacía constitucional previsto en el artículo 133, por no haber sufrido reforma alguna ese precepto, por lógica jurídica, si la Constitución establece excepciones, éstas deben ser consideradas y aplicadas por cualquier operador jurídico, y con mayor razón por el juez constitucional que como en México está obligado en el ejercicio de su función a cumplir y hacer cumplir la Constitución.361 Posteriormente, de nueva cuenta intervino el Ministro Valls en donde expuso que si bien compartía la postura del proyecto en que se está ante un problema de jerarquía normativa, así como que, para decidir sobre la aplicación de una norma cuando están en juego DDHH, se debe acudir a la interpretación conforme y al principio pro persona; sin embargo debe considerarse la facultad que tienen los Estados o que tiene un Estado, para contemplar bajo determinadas condiciones, casos de restricción o suspensión de derechos y garantías; así como los previstos ya en el citado artículo 29, pues sólo de esa manera se reconoce a la Constitución como el instrumento normativo que articula el orden jurídico interno.362 Por su parte, el Ministro Cossío Díaz manifestó que estaba a favor del proyecto y por ende difería de las opiniones de sus compañeros, pues el artículo 1° hizo a partir de junio de dos mil once, una operación normativa completamente diferenciada, que nada tiene que ver con jerarquía. Por cuanto una vez que es válido un tratado que contienen DDHH, entonces entran en una conjunción de igual posición jerárquica, tanto los tratados o sus derechos, como los derechos constitucionales que están previstos en nuestra Constitución. En ese sentido se incorporaron en nuestra Carta Magna estos tratados, en específico los DDHH que contienen, pues eso dispone el segundo párrafo de la Constitución.363 361 Ministro Franco González Salas, en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el jueves 29 de agosto de 2013, pp. 3-13, consultada el 30 de octubre del 2013, en https://www.scjn.gob.mx/PLENO/ver_taquigraficas/29082013PO.pdf 362 Ministro Valls, en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el jueves 29 de agosto de 2013, op. cit. Nota 19, pp. 13-17. 363 Ministro Cossío, en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el jueves 29 de agosto de 2013, op. cit. Nota 19, pp. 18-24. 227 Con posterioridad siguiendo una segunda vuelta las Ministras Sánchez Cordero y Luna Ramos realizaron diversas manifestaciones en el mismos sentidos de sus posturas originales, a su vez el Ministro Pérez Dayán cambió de opinión, para considerar que los DDHH reconocidos en los tratados internacionales tienen ese nivel constitucional, aunque se encuentran sujetos a las restricciones de la Norma Fundamental, las cuales prevalecen de manera categórica en casos de antinomia. En el cuarto día de sesiones, el Presidente de la Corte, el Ministro Silva expuso su coincidencia con la propuesta original del proyecto, pues la función que cumplen los tratados internacionales en materia de DDHH ratificados por México es la de complementar, no sólo el catálogo de derechos que reconoce nuestro texto fundamental, sino también el conjunto de principios y valores que integran a la Constitución en sentido amplio; es decir, si el texto constitucional no contiene literalmente esos derechos, nuestra Constitución en sentido amplio sí puede contenerlos, en virtud de esa función complementaria que los tratados en materia de DDHH desempeña. En materia de DDHH los tratados internacionales están gozando de supremacía constitucional, y están por así decirlo a disposición y al lado, a la par de la Constitución para mejorarla, para perfeccionarla, y ésa y no otra es la razón por la que nuestro país los ha ratificado. A su vez nuestra Constitución no pierde supremacía frente a normas de origen internacional, por el contrario, se perfeccionan al adoptarlas, al asimilarlas de los textos que contiene y volverla así parte de ella, fortaleciendo sus principios, sus valores, sus instituciones, esto es, los DDHH reconocidos en la Constitución y en los tratados de DDHH a partir de la reforma de dos mil once gozan de la misma eficacia normativa que la Norma Suprema, de conformidad precisamente con el artículo 1º constitucional.364 Por su parte, el Ministro Zaldívar Lelo de Larrea indicó que las normas de DDHH tienen rango constitucional y no hay ninguna afectación a la supremacía constitucional, sino simplemente como normas de un sistema juegan entre sí y será el intérprete el que vaya dando los alcances de cada una de las prohibiciones. Cuando se da un límite o una modalidad a los derechos, se tiene que analizar caso por caso y ponderar derechos, se tiene que estudiar la proporcionalidad de la medida, la razonabilidad y en su caso, obviamente la aplicación de los principios en la materia, particularmente el de progresividad y obviamente su polo contrario, que es la no regresividad. Siempre a partir de la cláusula de interpretación conforme y el principio pro persona. 364 Ministro Silva, en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el lunes 2 de septiembre de 2013, pp. 3-11, consultada el 30 de octubre del 2013, en https://www.scjn.gob.mx/PLENO/ver_taquigraficas/02092013PO.pdf 228 No obstante lo anterior, el ponente a fin de lograr un acuerdo en la materia, propuso la modificación del proyecto en la cual se conserva el rango constitucional de los DDHH de fuente internacional, pero cuando haya una restricción expresa en la Constitución, se tendrá que estar a lo que marca la norma constitucional.365 Como consecuencia de la propuesta de modificación, el Ministro Cossío Díaz manifestó que no iba a participar del proyecto y que iba a votar en contra, tanto de esta tesis como la de la segunda que se propone, pues no puede ceder su posición personal ni siquiera en aras de construir elementos o condiciones mayoritarias. Pues para él es contradictorio decir que no hay jerarquía y sin embargo hablar de que prevalece la Constitución, además de que se da una solución universal cuando la solución debe darse caso por caso.366 Posteriormente, los Ministros Valls Hernández, Franco González Salas, Aguilar Morales, Pardo Rebolledo compartieron la propuesta modificada aunque se reservaron su derecho para hacer voto concurrente. En el último día de sesiones la Ministra Luna Ramos coincidió aunque con algunas correcciones en cuanto a la argumentación, en cambio la Ministra Sánchez Cordero varió su opinión a favor del proyecto modificado, reservándose su derecho para un voto concurrente, haciendo algunas acotaciones sobre el test de proporcionalidad y principio pro persona. Al momento de votar, todos los Ministros con excepción del Ministro Cossío Díaz votaron a favor de la propuesta modificada del proyecto con las salvedades, precisiones y reservas que expresarían en sus votos concurrentes.367 Una vez finalizado el primer tema, el Ministro Zaldívar Lelo de Larrea propuso la tesis con rubro “LA JURISPRUDENCIA EMITIDA POR LA CORTE INTERAMERICANA DE DDHH ES VINCULANTE PARA LOS JUECES MEXICANOS SIEMPRE QUE SEA MÁS FAVORABLE A LA PERSONA.” Explicó que esta vinculación no es en el sentido tradicional que en México se ha dado a la jurisprudencia obligatoria y tesis aislada o entender esta vinculación en un sentido 365 Ministro Zaldívar Lelo De Larrea, en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el lunes 2 de septiembre de 2013, op. cit. nota 22, pp. 11- 18. 366 Ministro Cossío, en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el lunes 2 de septiembre de 2013, op. cit. nota 22, pp. 18-22. 367 Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el martes 3 de septiembre de 2013, pp. 28 y 29, consultada el 30 de octubre del 2013, en https://www.scjn.gob.mx/PLENO/ver_taquigraficas/03092013PO.pdf 229 fuerte, como el que no ampliarla pudiera traer responsabilidad a los juzgadores, sino simple y sencillamente concebirla en un concepto interamericano, como un diálogo entre Cortes. Además al ser la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) una extensión de la Convención Americana, se debe inferir que vincula a los jueces mexicanos, porque cuando se lee la Convención Americana, debe leerse en términos de lo que ha interpretado la citada Corte. Expresó que para su aplicación los juzgadores deben analizar el contexto y los argumentos en que nace la decisión, obviamente las sentencias de la Corte IDH se dan en asuntos de determinados Estados que pueden tener una problemática distinta, un contexto diferente o incluso normas constitucionales que no coinciden, de tal suerte que todas las decisiones de la Corte IDH tiene que pasar por un tamiz, el nacional. Una vez realizado este análisis, esta ponderación de si el contexto y los argumentos son los mismos, tampoco ahí se sigue que de inmediato sea aplicable la jurisprudencia o el criterio de la Corte IDH, sino que estos tienen que ser un estándar mínimo, pues cuando haya criterios nacionales más favorables tenemos que estar a los de los tribunales nacionales, cuando por el contrario, haya un criterio de la Corte IDH que amplía los derechos o que es más proteccionista, tendremos que atender a éste. Finalmente, propuso hacer un ajuste para excluir de esta vinculación, aquellos casos en que haya una norma expresa, una restricción de la Constitución368 En primer término, el Ministro Valls Hernández manifestó su anuencia con la propuesta, en el sentido de que los precedentes de la Corte Interamericana sí son vinculantes, aun en los casos en que no ha sido parte el Estado mexicano.369 Por su parte, el Ministro Cossío Díaz expuso que iba a votar en contra, por la limitación a los casos en que existiera una disposición constitucional que estableciera una restricción expresa370 El Ministro Gutiérrez Ortiz Mena manifestó que estaba acuerdo con el proyecto;371 por el contrario el Ministro Pérez Dayán señaló que no hay una relación de jerarquía 368 Ministro Zaldívar Lelo de la Larrea, Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el martes 3 de septiembre de 2013, op. cit. Nota 25, pp. 30-32. 369 Ministro Valls Hernández, Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el martes 3 de septiembre de 2013, op. cit. Nota 25, pp. 33. 370 Ministro Cossío, Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el martes 3 de septiembre de 2013, op. cit. Nota 25, p. 34. 230 entre la Corte Interamericana y la Suprema Corte o cualquier otro órgano jurisdiccional de este país. Por otro lado cuando la Corte IDH ha juzgado un caso en donde se implica al Estado mexicano, ya no es necesariamente un tema de vinculación jurisprudencial, es el acatamiento de una sentencia que ha determinado un contenido específico a un precepto de la Convención y lo ha aplicado a un caso concreto, por lo que iba a votar en contra de la propuesta.372 De igual forma, el Ministro Franco González Salas manifestó que no estaba de acuerdo en que se utilice el concepto vinculante, por lo que votaría en contra;373por el contrario la Ministra Sánchez Cordero compartió el sentido del proyecto374 El Ministro Aguilar Morales reiteró su opinión de que estos criterios, aun los que derivan de las sentencias vinculatorias para el Estado mexicano, son criterios de interpretación que son orientadores para futuras cuestiones o aplicaciones de las normas contenidas en el tratado. Por lo que expresó que estaba en el sentido de considerar a la jurisprudencia como un criterio orientador que habrá a su vez de someter al juzgador mexicano a un análisis y ponderación respecto de los alcances pertinentes para hacer efectivo el principio pro persona.375 A su vez la Ministra Luna Ramos expresó que en el momento en que se hizo la presentación de la propuesta, se decía que no debería de entenderse tanto con un carácter de obligatoriedad tan fuerte, sino de alguna manera como vinculante la interpretación de estos criterios; sin embargo, si se acude al Diccionario de la Real Academia se observa que son sinónimos, la obligatoriedad y la vinculación; porque vinculante es aquello que es obligatorio; y obligatorio, es aquello que tenemos que 371 Ministro Gutiérrez Ortiz Mena, Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el martes 3 de septiembre de 2013, op. cit. Nota 25, p. 35. 372 Ministro Pérez Dayán, Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el martes 3 de septiembre de 2013, op. cit. Nota 25, pp. 35-38. 373 Ministro Franco González Salas, Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el martes 3 de septiembre de 2013, op. cit. Nota 25, pp. 39 y 40. 374 Ministra Sánchez Cordero, Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el martes 3 de septiembre de 2013, op. cit. Nota 25, pp. 40-43. 375 Ministro Aguilar Morales, Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el martes 3 de septiembre de 2013, op. cit. nota 25, pp. 44-46. 231 hacer; por lo que resultan ser sinónimos, por esa razón externó su oposición a la propuesta.376 De igual forma, el Ministro Pardo Rebolledo consideró que las sentencias y la jurisprudencia que va generando la Corte Interamericana en asuntos en donde el Estado mexicano no es parte, no resultan vinculatorios para los jueces mexicanos, pues para él tienen un valor de ser criterios orientadores.377 Por otro lado, el Ministro Presidente compartió la propuesta que se hace en el proyecto, en el sentido de que sí hay que tomarlos como un estándar mínimo, amplificador en la protección, lo que lleva a no hablar solamente de orientadores, sino también que sean obligatorios.378 Por lo dividido del proyecto, el Ministro Zaldívar Lelo de Larrea, propuso someter a votación del Pleno la tesis original (quitando la limitante de restricciones a la Constitución).379 Finalmente, se sometió a votación la tesis, en donde los Ministros Gutiérrez Ortiz Mena, Cossío Díaz, Zaldívar Lelo de Larrea, Valls Hernández, Sánchez Cordero y el Presidente Silva Meza estuvieron a favor de la propuesta original; por el contrario los Ministros Luna Ramos, Franco González Salas, Pardo Rebolledo, Aguilar Morales, Pérez Dayán estuvieron en contra, existiendo una mayoría de seis votos a favor de la propuesta original del proyecto, por lo que en términos del artículo 226 de la Ley de amparo, quedó aprobado ese nuevo criterio.380 Conclusiones. De todo lo anterior puede concluirse que actualmente se está ante un nuevo contexto constitucional derivado de las cuatro sentencias condenatorias al estado mexicano (Caso Rosendo Radilla Pacheco; Caso Fernández Ortega y otros; Caso 376 Ministra Luna Ramos, Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el martes 3 de septiembre de 2013, op. cit. nota 25, pp. 47-50. 377 Ministro Pardo Rebolledo, Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el martes 3 de septiembre de 2013, op. cit. nota 25, pp. 50-52. 378 Ministro Silva Meza, Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el martes 3 de septiembre de 2013, op. cit. nota 25, p. 52. 379 Ministro Zaldívar Lelo de Larrea, Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el martes 3 de septiembre de 2013, op. cit. nota 25, p. 53. 380 , Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el martes 3 de septiembre de 2013, op. cit. Nota 25, p. 54. 232 Rosendo Cantú y otra y caso Cabrera García y Montiel Flores), donde se establece el deber de ejercer el control de convencionalidad ex officio por todos los jueces y órganos vinculados a la administración de justicia, en todos los niveles; la reforma constitucional del 10 de junio del año 2011, en materia de derechos humanos; y la resolución de fecha 14 de julio del año 2011, en la consulta a trámite del expediente varios 912/2010 “Caso Rosendo Radilla Pacheco”, donde se reconoció el control de convencionalidad como una modalidad del control de constitucionalidad que deben ejercer todos los juzgadores. En este nuevo paradigma, surgió la contradicción de tesis 293/2011, mediante la cual el Pleno de la SCJN se vio obligado analizar de nueva cuenta la jerarquía de los Tratados Internacionales así como si son o no vinculantes para los jueces mexicanos todas las sentencias de la Corte IDH. Como se pudo observar este asunto resultó sumamente controvertido, tan es así que tuvo que ser retirado para ser discutido un año y medio después. Al final fueron 8 sesiones del Pleno (sesiones de fechas 12, 13 y 15 de Marzo de 2012, 26, 27 y 29 de Agosto y 2 y 3 de Septiembre de 2013) en las que se trató la citada contradicción, en donde los Ministros modificaron sus puntos de vistas y propuestas. La contradicción de tesis 293/2011 implicó un avance parcial en el constitucionalismo mexicano y en el protección de los DDHH al considerarse que los contenidos en tratados internacionales que México ha suscrito forman parte del control de regularidad constitucional; sin embargo el aspecto político prevaleció al resolverse que prevalecen las restricciones establecidas en la Constitución, protegiéndose de esta forma figuras como el arraigo, e incluso las nuevas reformas constitucionales como la educativa, la de competencia económica, la de telecomunicaciones, u otras que están en trámite como la energética, dándose de esta manera una especie de inmunidad al Constituyente a pesar de que su actuación podría significar violaciones graves a DDHH. También se avanzó en el tema de la obligatoriedad de la totalidad de los precedentes o jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, porque en el expediente varios 912/2010 únicamente se les reconocía carácter orientador, a menos que sean derivados de sentencias condenatorias al Estado Mexicano; asimismo, también es importante destacar que no se aceptó que estos criterios tengan la salvedad en materia de restricciones (seis votos a cinco). Aunque debe señalarse, que en la propuesta se establece una serie de pasos a seguir antes de aplicar estos criterios: a) Cuando se haya emitido en un caso en el que el Estado mexicano haya sido parte, la aplicabilidad del precedente al caso específico debe determinarse con base 233 en la verificación de la existencia de las mismas razones que motivaron el pronunciamiento; b) En todos los casos en que sea posible, debe armonizarse la jurisprudencia interamericana con la nacional; y c) De ser imposible la armonización, debe aplicarse el criterio que resulte más favorecedor para la protección de los derechos humanos de las personas. Aún hace faltan pasos por avanzar, pues como señalaba el Ministro Cossío al optarse por el entendimiento jerárquico de las restricciones como una regla absoluta y general que hace prevalecer siempre al texto constitucional, se estaría incumpliendo el mandato contenido en el párrafo segundo del propio artículo primero constitucional, y por ende en cada caso que con ese pretexto se avalaran las violaciones a DDHH por existir restricciones constitucionales, se comprometería la responsabilidad del Estado Mexicano en sedes internacionales, puesto que desde el derecho internacional no se pueden excusar nuestros compromisos poniendo de pretexto normas de origen interno, ni siquiera las constitucionales. Esto podría ocasionar que la Corte IDH condene a México y ordene que la SCJN cambie su propia jurisprudencia para habilitar a todos los jueces nacionales para utilizar el control de convencionalidad, aun cuando eso conlleve inaplicar una restricción constitucional, u ordenar a que se modifique la Constitución. Ahora bien, con independencia de lo anterior, la obligatoriedad de toda la jurisprudencia de la Corte IDH se ha vuelto una excepción a la aludida salvedad en materia de restricciones constitucionales; es decir, un precedente de este Tribunal puede servir para superar una restricción constitucional, tomando en cuenta que por seis votos a cinco se sacó esa salvedad del proyecto, de lo que deviene que la jurisprudencia interamericana impera en última instancia. Fuentes De Información. FERRER MAC-GREGOR, Eduardo, “Interpretación Conforme y Control Difuso de Convencionalidad. El Nuevo Paradigma para el Juez Mexicano”, en Carbonell Miguel y Salazar Pedro (Coord.), La Reforma Constitucional de Derechos Humanos: un nuevo paradigma, México, Universidad Autónoma de México, 2011. Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el lunes 12 de marzo de 2012, consultada el 30 de octubre del 2013, en https://www.scjn.gob.mx/PLENO/ver_taquigraficas/12032012POsinnombres.pdf 234 Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el martes 13 de marzo de 2012, consultada el 30 de octubre del 2013, en https://www.scjn.gob.mx/PLENO/ver_taquigraficas/13032012PO.pdf Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el jueves 15 de marzo de 2012, consultada el 30 de octubre del 2013, en https://www.scjn.gob.mx/PLENO/ver_taquigraficas/pl201200315v2.pdf Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el lunes 26 de agosto de 2013, consultada el 30 de octubre del 2013, en https://www.scjn.gob.mx/PLENO/ver_taquigraficas/26082013PO.pdf Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el martes 27 de agosto de 2013, consultada el 30 de octubre del 2013, en https://www.scjn.gob.mx/PLENO/ver_taquigraficas/27082013PO.pdf Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el jueves 29 de agosto de 2013, consultada el 30 de octubre del 2013, en https://www.scjn.gob.mx/PLENO/ver_taquigraficas/29082013PO.pdf Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el lunes 2 de septiembre de 2013, consultada el 30 de octubre del 2013, en https://www.scjn.gob.mx/PLENO/ver_taquigraficas/02092013PO.pdf Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Contenido de la versión taquigráfica de la sesión pública ordinaria del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la nación, celebrada el martes 3 de septiembre de 2013, consultada el 30 de octubre del 2013, en https://www.scjn.gob.mx/PLENO/ver_taquigraficas/03092013PO.pdf Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sentencia dictada el 14 de julio de 2011, en el expediente varios 912/2010, sobre el cumplimiento de la sentencia 235 de la Corte interamericana en el caso Radilla Pacheco vs. Estados Unidos Mexicanos, Diario Oficial de la Federación, 4 de octubre de 2011, sección 2. Recepción: 7 de noviembre de 2013. Aceptación: 10 de diciembre de 2013. 236 COLLOQUIUM 237 TRATAMIENTO PROCESAL DE LOS CRITERIOS DE OPORTUNIDAD EN EL DERECHO PENAL. ESTUDIO COMPARADO YUCATÁN-COLOMBIA. PROCEDURAL TREATMENT OF THE OPPORTUNITY CRITERIA IN CRIMINAL LAW. COMPARATIVE STUDY YUCATAN-COLOMBIA. Juan Carlos ECHEVERRIA DIAZ * RESUMEN. Establecer un control judicial automático y obligatorio en la aplicación de los Criterios de Oportunidad en el Sistema Acusatorio Mexicano, otorgará a los gobernados una certeza en su proceso judicial, y consecuentemente se generará una igualdad entre la víctima y el acusado, logrando convenientemente una economía procesal, a través de un análisis comparativo con el sistema de justicia penal aplicable en la República de Colombia. A partir de la transcendental reforma constitucional de 2008 en materia de Seguridad Pública y Justicia, se implementó en México un sistema de justicia de carácter Acusatorio, a la cual los estados debían ceñirse para alcanzar un Estado Democrático de Derecho, debido a esto, en Junio de dos mil once se publicó en el Diario Oficial del Estado en Yucatán, el Código Procedimientos Penales del Estado de Yucatán, en el cual se estableció que el fiscal investigador podrá prescindir, total o parcialmente, de la persecución penal, limitarla a alguna o varias infracciones o a alguna de las personas que participaron en el hecho, aplicando los criterios de oportunidad. Palabras clave: Derecho Penal, Sistema Acusatorio, Criterios de Oportunidad, Fiscal Investigador, Juez de Control. ABSTRACT. By establishing a mandatory and automatic judicial control when applying Discretionary Criteria in the Mexican Accusatory System, the defendant will have certainty in the judicial process, and consequently the system will generate * Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Yucatán, candidato a Maestro en Derecho Procesal por la Universidad Marista de Mérida, abogado postulante, jcecheverriadiaz@gmail.com. En la preparación del presente artículo se contó con la asesoría del Mtro. Héctor Farías Echeverría, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Anáhuac Mayab. 238 equality between the victim and the defendant, conveniently achieving procedural economy. This study will prove its hypothesis through a comparative analysis between the criminal justice systems of the Republic of Colombia and the State of Yucatán. Since its transcendental constitutional reform of 2008 on Public Security and Justice, Mexico has implemented an adversarial judicial system, which includes mandatory adherence by states, in order to achieve a democratic rule of law. Therefore, in June 2011, the Code of Criminal Procedure of the State of Yucatan was published in the Official State Gazette, which establishes, amongst others, that the investigating prosecutor, applying discretionary criteria, may waive -in whole or in part- criminal prosecution, or limit it to one or more offenses, or to only some of the persons who participated in the illegal event. Keywords: Criminal Law, Adversarial System, Discretionary Criteria, Investigating Prosecutor, Control Judge. I. Introducción. Desde la entrada en vigor de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en el año de 1917, la imposición de penas ha sido propia y exclusiva de la autoridad judicial, pero correspondiéndole en todo momento la persecución de los delitos al Ministerios Público, tal como lo establecía la redacción original del artículo 21 de nuestra Carta Magna381, que no otorgaba más margen de acción al Ministerio Público que no fuera la de perseguir los delitos. Durante varios años se mantuvo la idea de que el Ministerio Público sólo funcionaba como un órgano acusador, el cual tenía como único fin el de llevar a cabo las investigaciones y acumular las pruebas pertinentes para lograr que el delincuente fuera castigado, llevándolo ante la autoridad judicial competente quien después de la revisión del expediente respectivo decidía si se habían llenado los requisitos de ley para dictar una sentencia, que fuera condenatoria o eximiera al inculpado, este procedimiento era preponderantemente inquisitivo382. Lo anterior prevaleció hasta que el año de 1994, mediante decreto presidencial se reformó el artículo 21 Constitucional adicionándole el siguiente párrafo “Las resoluciones del Ministerio Publico sobre el no ejercicio y el desistimiento de la acción penal, podrán ser impugnadas por vía jurisdiccional en los términos que establezca la 381 Artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que reformaba la del 5 de Febrero de 1857, publicada en el Diario Oficial el 5 de Febrero de 1917. (Actualmente Vigente) 382 Cuaderno de Apoyo del Reforma Constitucional en Materia de Justicia Penal y Seguridad Pública, (Proceso Legislativo) (18 de junio de 2008), http://www.diputados.gob.mx/cedia/biblio/archivo/SAD-0708.pdf, consultado el 10 de enero de 2013. 239 ley”383, lo cual nos deja ver que aun cuando se facultaba a esta autoridad administrativa en los casos que consideraba necesarios con apego a derecho a no interponer la acción penal ante determinado indiciado, o una vez instaurada la acción penal ante la autoridad judicial ésta podía abandonar la prosecución de la acción penal en contra de la persona que se estimaba había cometido el delito por existir causas que impedían su continuación, estas resoluciones podían ser recurridas por el ofendido o la víctima cuando consideraban que habían sido agraviados por dicha resolución, ya que lo que se buscaba con la referida reforma era evitar la impunidad, negligencia y menos aún actos de corrupción. Aun cuando esta reforma en su momento fue importante, y tendía a encauzar la actividad del Ministerio Público a fin de lograr legalidad e igualdad, su fin seguía siendo: “sancionar”, debido a que “la doctrina tradicional sostuvo que la acción penal tenía como caracteres fundamentales su oficialidad, su indivisibilidad y su carácter irrenunciable”384, pues se establecía por un lado la obligatoriedad de la investigación y prosecución penal, pero por otro, daba margen a la posibilidad de terminar el proceso antes de sentencia: no ejerciendo acción penal en los casos fijados por la propia ley o, ejercida la acción, no llegando a sentencia sobreseyendo la causa, también en los casos específicamente dispuestos, y esto ocasionaba de nueva cuenta que el sistema se colapsara, ya que resultaba insuficiente e ineficiente. Lo anterior fue la base de un sinnúmero de debates, que consecuentemente se centraban en el mejoramiento de nuestro sistema penal e intentaba lograr una mejoría en la administración de justicia que se venía llevando a cabo, y que con las evoluciones que se han dado respecto a Derechos Humanos tanto en el ámbito nacional como internacional, nos ha llevado a reconocer las resoluciones de la Corte Penal Internacional, debido a que es una corte de gran envergadura, perfilada a acabar con la impunidad de los crímenes más graves como: genocidio, lesa humanidad y crímenes de guerra385, y de los estudios de los avances que se han tenido en otros países americanos como Colombia y Chile y países europeos como España y Alemania, es que en fecha 18 de Junio de 2008 se lleva a cabo una reforma 383 Artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reformado mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 31 de Diciembre de 1994. 384 Nazario Pérez, José Luis. Acción Penal ¿Ejercicio discrecional u obligatorio? Acción Penal, Principio de Oportunidad y Medio Alternativos de Solución de Conflictos en el Estado de Oaxaca. http://www.uabjo.mx/facultades/derecho/docs/observatorio/AccionPenal.pdf. Consultado el 6 de Junio de 2013. 385 Méndez Silva, Ricardo. “Consideraciones Sobre la Ratificación por México del Estatuto de la Corte Penal Internaciona”. Revista Jurídica. Boletín Mexicano de Derecho Comparado. http:/www.juridicas.unam.mx/publica/rev/boletín/cont/107/art/art5.htm consultado el 10 de octubre de 2013 240 de tal magnitud, que es un verdadero parteaguas en nuestro sistema de justicia penal y seguridad pública, ya que cambiamos un sistema inquisidor-mixto por un sistema acusatorio y oral386, con lo que comienza una nueva época para el derecho mexicano. Dentro de la gama de reformas y adiciones constitucionales que se llevaron a cabo, sólo nos interesa hablar sobre uno en particular los “Criterios de Oportunidad”387 otorgados al Ministerios Público en el ejercicio de sus facultades dentro de su función de investigador de los delitos, y consecuente ejercicio de la acción penal, pero nuestro punto de análisis se centrará sobre su aplicación, siendo más específicos abarcaremos exclusivamente la legislación que al respecto tiene el Código de Procedimientos Penales del Estado de Yucatán388. II. Principio de oportunidad. Los “Criterios de Oportunidad” entraron en nuestro sistema de justicia penal y seguridad jurídica como una institución novedosa, en un intento de lograr satisfacer los conflictos penales que se vayan sometiendo al conocimiento del Ministerio Público, tratando de evitar el uso exagerado de la pena como medio de control de los actos punitivos389. Teniendo en cuenta que como todo en derecho está basado en principios que lo rigen, nuestro tema no es la excepción, siendo su máxima el “Principio de Oportunidad”; al hablar del tema la pregunta más común sería ¿Qué es?, pues bien según Alberto Bovino citado por Miguel Carbonell, nos explica que “Frente al reconocimiento de la imposibilidad fáctica de perseguir todo los delitos, surge el principio de oportunidad, según el cual, cuando se toma conocimiento de hechos punibles, puede no iniciarse o suspenderse, la persecución penal por razones de conveniencia, de utilidad o de asignación de recursos”390, por eso que a través del principio de oportunidad se da una alternativa al ejercicio de la acción penal. Cabe destacar, que la alternativa consagrada en el artículo 21 constitucional, en su redacción contiene una limitación a la facultad discrecional que es otorgada al Ministerio Público al establecer “en los supuestos y condiciones en que fije la ley”, lo 386 Artículo 20. El proceso penal será acusatorio y oral de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 387 Párrafo séptimo del Artículo 21. El Ministerio Público podrá considerar criterios de oportunidad para el ejercicio de la acción penal, en los supuestos y condiciones que fije la ley. 388 Legislación vigente desde el 8 de Junio de 2011 en el Estado de Yucatán. 389 Hidalgo Murillo Jose Daniel. Criterios de oportunidad: mecanismo alterno o política criminal. Revista Semestral del Consejo de Coordinación para la Implementación del Sistema Penal, “Nuevo Sistema de Justicia Penal”, año I, Marzo 2010, número I. pág. 73 390 Carbonell, Miguel. Los Juicios Orales en México. Editorial Porrúa. México. 2010. Pág. 155 241 que nos lleva a la obligación de reglar los “Criterios de Oportunidad” en las leyes secundarias, lo cual es un inconveniente pues deja al arbitrio del legislador estatal la implementación de las reglas de operación de los “Criterios de Oportunidad”, pues de esta forma se estaría garantizando su actuar, ya que los motivos que lo avalan se vinculan más a los criterios de orientación a fines y consecuencias, para lograr efectividad del sistema, y que en ningún momento se opone al principio de legalidad. Como se aprecia, al disponer un candado a la discrecionalidad de esa facultad, nos ubica dentro del tipo de oportunidad conocida como reglada, entendiendo por ello que la procedencia de su aplicación dependerá de que sus supuestos estén expresados en la normatividad bajo la cual se actúa, y debido a esto se le otorga al gobernado de manera visible una cierta certeza jurídica, y de esa forma se sustenta que la actuación de la autoridad administrativa sea un acto de honestidad institucional y de racionalidad en la eficacia de la procuración de la justicia. Ahora bien resulta, que de lo anterior podemos apreciar que en el principio de oportunidad tenemos dos grandes vertientes, que intentan evitar dentro de su aplicación que el sistema se colapse, ya que por un lado se materializa en un esquema de política pública ministerial y, por otra parte, hace de la aplicación del Derecho Penal, una herramienta social generadora de bienestar; debido a que otorga una verdadera solución tanto al inculpado como a la víctima u ofendido, ya que el primero puede adquirir su plena libertad y el segundo puede alcanzar una adecuada reintegración de sus derecho lesionados. III. Principios rectores del sistema acusatorio mexicano. Esta alternativa de persecución penal converge con otros principios que rigen nuestro actual sistema acusatorio penal, que tanto la norma federal como la estatal observan dentro de su marco de aplicación, siendo los principios de publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación391, con los cuales en una completa sinergia lograran que el sistema penal alcance los méritos y fines que fueron expresados, debatidos y sustentaron el cambio ideológico del ejercicio punitivo del Estado. Estos principios nos ofrecen la base de nuestro actual sistema, que vienen a modificar completamente el actuar de las autoridades que intervienen durante el proceso, por lo cual haremos una breve explicación de cada uno de los mismos para comprender el proceso penal y cómo juegan un papel importante en él. 391 Artículo 20. El proceso penal será acusatorio y oral. Se regirá por los principios de publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 242 A. Publicidad. A través de este principio se deja al descubierto la actuación de la autoridad ya que todos los juicios serán públicos, es decir, que toda persona interesada, como regla general, podrá asistir para presenciar las actuaciones procesales; en virtud de esto, se puede lograr una recta impartición de justicia, ya que al permitir a la sociedad enterarse de la manera en que se tramitan y resuelven los mismos e incluso invitar a que se observe el desarrollo de los mismos, se inhibe la corrupción. Tal y como lo afirma Ferrajoli, la Publicidad “es la que asegura el control, tanto externo como interno, de la actividad judicial. Conforme a ella, los procedimientos de formulación de hipótesis y de determinación de la responsabilidad penal tienen que producirse a la luz del sol, bajo el control de la opinión pública y, sobre todo, del imputado y su defensor. Se trata seguramente del requisito más elemental y llamativo del proceso acusatorio”392, como podemos apreciar al dejar salir lo que se encontraba secreto, estamos quitando las barreras que impiden avanzar al sistema para obtener resoluciones justas, ya que estamos otorgando una seguridad a los actores dentro de las actuaciones judiciales, lo cual hace que se refleje en un confianza de la sociedad. Por otra parte, esto repercute en el actuar mismo de las autoridades que intervienen el proceso, ya que al encontrarse en el escrutinio de la opinión pública, genera que se desenvuelvan con mayor responsabilidad para con la sociedad, manteniéndolos alejados de las tentaciones y prácticas antiéticas que debilitan al sistema. b. Contradicción. Por medio de este principio, todo aquello que es aportado al proceso puede ser refutado por las partes, quienes tienen en todo momento los elementos necesarios para comprobar que les asiste la razón393, lo que produce en la realidad una verdadera contienda argumentativa, ya que se encuentran en igualdad de oportunidad de esgrimir sus pretensiones, probar sus afirmaciones y exponer sus razones, debido a que no se favorece la pretensión de alguna de las partes sin demostrar que la contraria no lo supera. Es de hacer notar que este principio se refuerza al estipularse en la Carta Magna “que la carga de la prueba para demostrar la culpabilidad corresponde a la parte acusadora, conforme lo establezca el tipo penal y que las partes tendrán igualdad procesal para sostener la acusación o la defensa, respectivamente”394, con lo que se 392 Ferrajoli, Luigi. Teoría y razón. Teoría del garantismo penal. Editorial Trotta. Madrid. 1995. pág. 166. 393 Carbonell, Miguel. Los Juicios Orales en México. op cit., pág. 135 394 Fracción V del Apartado A del artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 243 debe dar un verdadero conflicto entre las aseveraciones que imputan las acusaciones y las que las contradicen, confrontando la verdad de cada una de las partes, logrando con este proceder un sano y válido apoyo de sus preceptos en que se sustentan, para proporcionarle elementos de convicción al juez e impedir al mismo tiempo que sea él quien desahogue las pruebas. c. Concentración. El principio de concentración puede entenderse como la posibilidad con la que cuenta el sistema acusatorio para acortar en mayor medida tanto en tiempo como en actuaciones judiciales los procesos penales permitiendo que estos se abrevien lo más posible395, prevaleciendo en todo momento el derecho fundamental del gobernado, a que se le administre justicia de manera pronta y expedita. De igual manera busca alcanzar uno de los ideales de la reforma constitucional que dio paso al sistema acusatorio: que se evite la dispersión de las pruebas en distintos momentos procesales, al mismo tiempo que impone que la recepción y valoración de las mismas, no se realice ante cualquier persona sino que sea presenciado por el propio juzgador396. d. Continuidad. Este principio va de la mano con el principio de concentración ya que no pueden realizarse de manera efectiva uno sin el otro, ya que dispone que las actuaciones judiciales deban realizarse sin interrupciones397, debiendo agotarse todos los temas, así como finalizando cada actuación judicial una vez iniciadas, ya que se deben desarrollar de forma continua, sucesiva y secuencial. Con este principio lo que se trata de eliminar, o más dejar a un lado de las actuaciones judiciales, es la práctica de interrumpir testimonios o audiencias debido a un sinnúmero de causas, que a la postre termina alargándolos innecesariamente. e. Inmediación. El principio de inmediación desde el punto de vista práctico implica una carga formal al juzgador, debido a que el juez debe estar físicamente presente en las 395 Carbonell, Miguel. Los Juicios Orales en México. op cit., 138. 396 Se puede constar en la fracción II del apartado A del artículo 20 de Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que versa lo siguiente: “Toda audiencia se desarrollará en presencia del juez, sin que pueda delegar en ninguna persona el desahogo y la valoración de las pruebas, la cual deberá realizarse de manera libre y lógica”. 397 Carbonell, Miguel. Los Juicios Orales en México. op cit., 139. 244 actuaciones judiciales398, con lo cual tendría un conocimiento vívido para poder dictar su fallo, logrando así que sea otra persona quien dictamine las actuaciones por él, de igual manera si se ausentara o de plano llegara a faltar, todo lo actuado sería nulo de pleno derecho. IV. Análisis comparativo de la aplicación de los criterios de oportunidad en el Estado de Yucatán. En consecuencia, profundizaremos en el estudio, ubicándonos en la normatividad dentro del sistema jurídico penal yucateco, que nos servirá para trazar el hilo conductor de este análisis. Tenemos entonces, que dentro del Código de Procedimientos Penales del Estado de Yucatán, en la Sección Tercera del Capitulo Segundo del Título Primero, encontramos el apartado referente a la persecución penal, que corresponde al Ministerio Publico dicho ejercicio sin que pueda suspenderlo, interrumpirlo o hacer cesar su curso399, salvo en los casos previstos en la ley. Por su parte en el artículo 66 del Código de Procedimiento Penal de Colombia se establece que “la persecución penal estará a cargo del Estado, por intermedio de la Fiscalía General de la Nación, quien estará obligada a ejercer la acción penal y a realizar la investigación de los hechos que revistan las características de un delito, de oficio o que lleguen a su conocimiento por medio de denuncia, petición especial, querella o cualquier otro medio, salvo las excepciones contempladas en la Constitución Política”400, Como se puede apreciar, en ambos ordenamientos jurídicos, tenemos que en todo momento se mantiene la persecución penal o la acción penal del delito a través del estado, la obligación de continuarla hasta su conclusión, pero establece así mismo una alternativa o salvedad, que va depender de los casos previstos o contemplados en la ley. Como se colige esta alternativa la da el principio de oportunidad, con lo que podemos observar dicho principio en nuestra legislación local en el párrafo segundo del artículo 212 al fijarse que el fiscal investigador debe aplicar “Criterios de Oportunidad” y otras facultades discrecionales sobre la base de razones objetivas, 398 Ídem. 399 Primer párrafo del artículo 212 del Código de Procedimientos Penales del Estado de Yucatán vigente desde el 8 de Junio de 2011. http://www.congresoyucatan.gob.mx/legislacion/codigos consultado el 10 de octubre de 2013. 400 Párrafo primero del Artículo 66 del Código de Procedimiento Penal de Colombia expedido por la Ley 906 del 2004. http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley/2004/ley_0906_2004.html consultado el 10 de octubre de 2013. 245 valorando las pautas descritas en cada caso, según los criterios generales que al efecto haya dispuesto el Fiscal General401. En tanto que en el Código de Procedimiento Penal de Colombia, se impone de la siguiente manera “no se podrá, en consecuencia, suspender, interrumpir ni renunciar a la persecución penal, salvo en los casos que establezca la ley para aplicar el principio de oportunidad regulado dentro del marco de la política criminal del Estado, el cual estará sometido al control de legalidad por parte del juez de control de garantías”402. Como se ha descrito ya sea de forma explícita o implícita se manifiesta una estrategia para llevar a cabo la política criminal al ofrecer al Ministerio Público o Fiscalía General de la Nación la decisión de sancionar o prescindir de la sanción de las conductas ilícitas, bajo “Criterios de Oportunidad” previamente implementados. En cada caso, los hechos siguen siendo delictivos dentro de un gran catálogo de tipos penales, pero son las circunstancias de tiempo, modo, época, lugar, personas y efectos del hecho las que permiten –ad casum– su aplicación o no. Entonces, la legislación ofrece los mismos objetivos, aunque en un programa de puertas que, a criterio del órgano al que corresponde la seguridad del Estado, se abren o se cierran a conveniencia, son las circunstancias de tiempo, modo, lugar, personas y efectos del hecho mismo que fijan su aplicación o no; entonces, las legislaciones brindan los mismos objetivos403. Sin embargo, ofrecen criterios de actuación que, repetimos, les permiten, perseguir o dejar de perseguir, agravar o alivianar, el empleo de algunas sanciones, según corresponda a la tranquilidad pública. Cabe hacer notar que para la aplicación de los “Criterios de Oportunidad”, tenemos que ceñirnos al derecho positivo, que dicho en palabras coloquiales, al derecho vigente, dentro del cual hallaremos los requisitos que llevan a cabo su procedencia. En la normatividad del estado yucateco el uso de los “Criterios de Oportunidad” se encuentra reglada en ocho fracciones contenidas en el artículo 216404 siendo las que a continuación se transcriben textualmente: I. Se trate de un hecho insignificante, de mínima culpabilidad del autor o del partícipe o exigua contribución de éste, salvo que afecte gravemente 401 Segundo párrafo del artículo 212 del Código de Procedimientos Penales del Estado de Yucatán vigente desde el 8 de Junio de 2011. http://www.congresoyucatan.gob.mx/legislacion/codigos. consultado el 10 de octubre de 2013. 402 Segundo párrafo del artículo 66 del Código de Procedimiento Penal de Colombia expedido por la Ley 906 del 2004. 403 Hidalgo Murillo, Jose Daniel. Criterios de Oportunidad y Política Criminal. http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/7/3104/25.pdf consultado el 10 de agosto de 2013. 404 Artículo 216 del Código de Procedimientos Penales del Estado de Yucatán vigente desde el 8 de Junio de 2011. http://www.congresoyucatan.gob.mx/legislacion/codigos consultado el 10 de agosto de 2013. 246 un interés público o lo haya cometido un servidor público en el ejercicio del cargo o con ocasión de él; II. El imputado haya producido la reparación integral, a entera satisfacción de la víctima, del daño particular o social causado, en delitos de contenido patrimonial sin violencia sobre las personas o en delitos culposos; III. El imputado haya sufrido, a consecuencia del hecho, daño físico o psíquico grave que torne desproporcionada la aplicación de una pena, o cuando en ocasión de delito culposo haya sufrido un daño moral de difícil superación; IV. La pena o medida de seguridad que pueda imponerse por el hecho punible de cuya persecución se prescinde, carezca de importancia en consideración a la pena o medida de seguridad ya impuesta, o a la que se debe esperar por los restantes hechos o delitos a la misma persona, o la que se le impuso o se le impondría en un proceso tramitado en la jurisdicción federal o en el extranjero; V. Se trate de asuntos de delitos graves y el imputado colabore eficazmente con la investigación, brinde información esencial para evitar que continúe el delito o se perpetren otros, ayude a esclarecer el hecho investigado u otros conexos o proporcione información útil para lograr la desarticulación de organizaciones criminales o probar la participación de otros imputados, siempre que la acción penal de la cual se prescinde total o parcialmente resulte considerablemente más leve que los hechos punibles cuya persecución facilita o cuya continuación evita; VI. El imputado fuere entregado a la jurisdicción federal, por así convenir al proceso, en una causa federal, y cuando la sanción a la que pudiera llevar la persecución en el Estado fuera considerablemente menor al lado de la sanción que le hubiera sido impuesta en la jurisdicción federal; VII. El imputado pueda colaborar con el Ministerio Público federal para esclarecer hechos relacionados con delincuencia organizada y el Ministerio Público del Estado considere conveniente dicha información respecto a los hechos que se investigan y atribuyen en el Estado, y VIII. No exista mayor daño al interés social y el imputado se encuentre afectado por una enfermedad incurable en estado terminal o tenga más de setenta años. 247 Ahora en la normatividad colombiana la aplicación de los “Criterios de Oportunidad” se encuentra reglada en dieciséis fracciones contenidas en el artículo 324405, siendo las que a continuación se transcriben textualmente: 1. Cuando se trate de delito sancionad con pena privativa de la libertad que no exceda en su máximo de seis (6) años y se haya reparado integralmente a la víctima, de conocerse esta, y además, pueda determinarse de manera objetiva la ausencia o decadencia del interés del Estado en el ejercicio de la correspondiente acción penal. 2. Cuando la persona fuere entregada en extradición a causa de la misma conducta punible. 3. Cuando la persona fuere entregada a la Corte Penal Internacional a causa de la misma conducta punible. Tratándose de otra conducta punible solo procede la suspensión o la interrupción de la persecución penal. 4. Cuando la persona fuere entregada en extradición a causa de otra conducta punible y la sanción a la que pudiera llevar la persecución en Colombia carezca de importancia al lado de la sanción que le hubiera sido impuesta con efectos de cosa juzgada contra él en el extranjero. 5. Cuando el imputado colabore eficazmente para evitar que continúe el delito o se realicen otros, o aporte información esencial para la desarticulación de bandas de delincuencia organizada. 6. Cuando el imputado sirva como testigo principal de cargo contra los demás intervinientes, y su declaración en la causa contra ellos se haga bajo inmunidad total o parcial. En este caso los efectos de la aplicación del principio de oportunidad serán revocados si la persona beneficiada con el mismo incumple con la obligación que la motivó. 7. Cuando el imputado haya sufrido, a consecuencia de la conducta culposa, daño físico o moral grave que haga desproporcionada la aplicación de una sanción o implique desconocimiento del principio de humanización de la sanción punitiva. 8. Cuando proceda la suspensión del procedimiento a prueba en el marco de la justicia restaurativa y como consecuencia de este se cumpla con las condiciones impuestas. 9. Cuando la realización del procedimiento implique riesgo o amenaza graves a la seguridad exterior del Estado. 405 Artículo 324 del Código de Procedimiento Penal de Colombia expedido por la Ley 906 del 2004. http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley/2004/ley_0906_2004.html consultado el 10 de enero de 2013. 248 10. Cuando en atentados contra bienes jurídicos de la administración pública o recta impartición de justicia, la afectación al bien jurídico funcional resulte poco significativa y la infracción al deber funcional tenga o haya tenido como respuesta adecuada el reproche y la sanción disciplinarios. 11. Cuando en delitos contra el patrimonio económico, el objeto material se encuentre en tan alto grado de deterioro respecto de su titular, que la genérica protección brindada por la ley haga más costosa su persecución penal y comporte un reducido y aleatorio beneficio. 12. Cuando la imputación subjetiva sea culposa y los factores que la determinan califiquen la conducta como de mermada significación jurídica y social. 13. Cuando el juicio de reproche de culpabilidad sea de tan secundaria consideración que haga de la sanción penal una respuesta innecesaria y sin utilidad social. 14. Cuando se afecten mínimamente bienes colectivos, siempre y cuando se dé la reparación integral y pueda deducirse que el hecho no volverá a presentarse. 15. Cuando la persecución penal de un delito comporte problemas sociales más significativos, siempre y cuando exista y se produzca una solución alternativa adecuada a los intereses de las víctimas. 16. Cuando los condicionamientos fácticos o síquicos de la conducta permitan considerar el exceso en la justificante como representativo de menor valor jurídico o social por explicarse el mismo en la culpa. PARÁGRAFO 1o. En los casos previstos en los numerales 15 y 16, no podrá aplicarse el principio de oportunidad a los jefes, organizadores o promotores, o a quienes hayan suministrado elementos para su realización. PARÁGRAFO 2o. La aplicación del principio de oportunidad respecto de delitos sancionados con pena privativa de la libertad que exceda de seis (6) años será proferida por el Fiscal General de la Nación o el delegado especial que designe para tal efecto. PARÁGRAFO 3o. En ningún caso el fiscal podrá hacer uso del principio de oportunidad cuando se trate de hechos que puedan significar violaciones graves al Derecho Internacional Humanitario, crímenes de lesa humanidad o genocidio, y delitos de narcotráfico, terrorismo y financiación del 249 terrorismo y administración de recursos relacionados con actividades terroristas. Cada ordenamiento ha establecido de acuerdo a sus políticas criminales, los supuestos que se consideraron deben constar en el derecho vigente que será aplicable, ya que a grandes rasgos se basan en una escasa relevancia social del hecho, pronta reparación del daño a la víctima, evitar efectos perjudiciales al imputado a consecuencia de una pena desproporcionada al hecho y daño causado, así como colaboración de los inculpados en la persecución de delitos graves, en los cuales podría encajar el caso concreto, dando como base un margen de acción sobre el cual la autoridad debe actuar, y que tiende a lograr beneficios superiores a los gobernados, que la sola aplicación oficiosa de la persecución penal. Como todo proceso que se lleva correctamente estructurado, en la redacción del presente análisis, hemos avanzando paso a paso, comenzamos por ubicar donde se encontraba plasmada la utilización de los “Criterios de Oportunidad”, revisamos los supuestos en que pueden administrase los mismos, ahora bien nos toca ubicar el momento procesal en el que se puede ejercer la aplicación del principio de oportunidad, ya que como en todo proceso, cada actuación está enmarcada bajo un término o plazo, para el caso en concreto en la legislación yucateca “la aplicación de un criterio de oportunidad podrá ordenarse en cualquier momento y hasta antes de dictarse el auto de apertura a juicio”406. Ahora bien, en la normatividad colombiana, no se establece explícitamente el momento procesal en que puede aplicarse el principio de oportunidad, pero de un análisis deductivo de dos artículos podemos inferir que puede ser en tres momentos antes de la formulación de acusación, preparatoria o del juicio oral407, debiendo tramitarse en una audiencia preliminar ante el juez del control de garantías408. Lo anterior nos permite centrar nuestro análisis en el rol que juega el juzgador en la aplicación de los “Criterios de Oportunidad” (principio de oportunidad), ya que como todo procedimiento de corte acusatorio la obligación de brindar justicia corresponde a los tribunales a través de sus jueces, siendo que los ordenamientos jurídicos analizados mantienen un control judicial respecto de los mismos. 406 Segundo párrafo del artículo 216 del Código de Procedimientos Penales del Estado de Yucatán vigente desde el 8 de Junio de 2011. http://www.congresoyucatan.gob.mx/legislacion/codigos. 407 Cfr. Artículo 153 del Código de Procedimiento Penal de Colombia expedido por la Ley 906 del 2004. http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley/2004/ley_0906_2004.html consultado el 30 de enero de 2013. 408 Cfr. Numeral 7 del Artículo 154 del Código de Procedimiento Penal de Colombia expedido por la Ley 906 del 2004. http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley/2004/ley_0906_2004.html consultado el 30 de enero de 2013. 250 En la legislación yucateca el control judicial se establece de una forma recursiva, es decir, a petición de la parte ofendida o victima409 ante el juez de control, quien convocará a una audiencia para decidir en definitiva, citando a la víctima u ofendido y al Ministerio Público, en la que se expondrán los motivos y fundamentos de las partes, en dicha audiencia el juez decidirá de plano ya que contra lo resuelto no procede recurso alguno410. Por su parte en la normatividad colombiana se decretó un control judicial automático y obligatorio estableciendo que la aplicación del principio de oportunidad estará sometida al control de legalidad ante el juez de garantías, tan pronto como lo determine la Fiscalía. Ahora bien, una vez que han sido utilizados los “Criterios de Oportunidad”, cuál sería el efecto que tendrían sobre la esfera jurídica del gobernado; como regla general la secuela que se obtiene es que se extinga la acción penal, como lo erige el segundo párrafo del artículo 217 al disponer “transcurrido el plazo previsto en el párrafo anterior sin que se hubiere impugnado judicial o administrativamente la aplicación del criterio de oportunidad, se producirá la extinción de la acción penal con respecto al autor o partícipe en cuyo beneficio se dispuso”; pero en nuestra legislación yucateca no se aplica la regla general para todos los “Criterios de Oportunidad”, debido a que en determinados casos sólo se suspende el ejercicio de la acción penal, como se puede apreciar en el párrafo cuarto del artículo 217 que dispone “no obstante, en los casos señalados en las fracciones IV, V, VI y VII del artículo anterior, se suspenderá el ejercicio de la acción penal pública en relación con los hechos punibles o los sujetos en cuyo favor se aplicó el criterio de oportunidad”. Esa suspensión se mantendrá hasta que el fiscal investigador considerare satisfechas las expectativas por las cuales se suspendió el ejercicio de la acción, en cuyo caso se extinguirá la acción penal. V. Implementación de un control judicial automático y obligatorio. Del minucioso análisis se observa que la aplicación de los “Criterios de Oportunidad” no quedan sometidas a una autorización y control de carácter jurisdiccional propiamente dicho, si acaso se otorga un recurso para combatir la decisión que al respecto determine el Fiscal Investigador, respecto de prescindir de la persecución penal, y ello, con el objeto de que este realice una revisión para constatar que la 409 Cfr. Artículo 218 del Código de Procedimientos Penales del Estado de Yucatán vigente desde el 8 de Junio de 2011. http://www.congresoyucatan.gob.mx/legislacion/codigos. consultado el 30 de enero de 2013. 410 Cfr. Artículo 416 del Código de Procedimientos Penales del Estado de Yucatán vigente desde el 8 de Junio de 2011. http://www.congresoyucatan.gob.mx/legislacion/codigos. consultado el 30 de enero de 2013. 251 consideración de oportunidad está fundada y motivada o que cumple con las formalidades o requisitos específicos o generales, según corresponda. Al llevar a cabo esta modalidad se están dejando de cumplir los principios que rigen el sistema acusatorio que se funda en la base de la publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación; en cuanto a la publicidad ésta se pierde ya que el actuar del Ministerio Público se mantiene al margen, pues al no darse la posibilidad de que su proceder sea valorado por la sociedad, se sigue sosteniendo cierto hermetismo, lo que hace que la sociedad continúe sin confiar en su actuación. Aunque hay que considerar que al ser una facultad discrecional que sólo le compete al Ministerio Público, en él recae la decisión de aplicarlo, pero aun cuando esto es una alternativa que tiene, debido a la potestad que sobre el ejercicio de la persecución penal le otorgan las leyes, no hay que olvidar que en el mismo contexto se le concede a la víctima la misma capacidad para poder iniciarla en determinados casos desde luego mediante solicitud a la autoridad jurisdiccional, con lo cual vemos que cada vez se busca que la sociedad sea una parte activa dentro de la seguridad y justicia. Esa actividad que puede tener la víctima, aparenta estar reflejada, cuando en la normatividad se establece que podrá impugnar las decisiones respecto de los “Criterios de Oportunidad”, con lo que se intenta de este modo dar un control jurisdiccional a las decisiones del Ministerio Público, pero en este sentido se menoscaba el principio de contradicción, ya al promoverse la impugnación administrativa la actuación se vuelve unidireccional y ya no existe una conformación, así como es de notarse, que cuando se promueve mediante el recurso respectivo siendo este el de inconformidad, se vulneran los derechos del inculpado en virtud, de que no se le permite confrontar a sus contrapartes, porque aun cuando la decisión del Ministerio Público sirviere para beneficiarlo, la decisión que al respecto determine el juez de control, termina afectando su esfera jurídica. Es de hacerse notar que contra la no aplicación de los “Criterios de Oportunidad” el inculpado no cuenta con un medio de defensa que le permita acceder al derecho que podría pertenecerle por la incorrecta apreciación del fiscal investigador, lo que trae consigo un daño que podría resultar irreparable. En este orden de ideas vemos que, tanto a la víctima como al inculpado, se le transgrede y vulnera su esfera jurídica que se materializa con la decisión que tomen tanto el Ministerio Público, como la resolución que al respecto dicte el juez de control, ya que se deja de observar un derecho fundamental consagrado en la Carta Magna, que vela porque toda persona se le administre justicia por tribunales competentes que 252 estarán expeditos para impartirla, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. En todo caso, debe quedar sometido al conocimiento y control de la autoridad judicial, la impugnación de la decisión del Ministerio Público que aplique o niegue un criterio de oportunidad que no se amolde a los requisitos legales o constituya una discriminación. El hecho es que, a pesar de la imparcialidad que, según el legislador constitucional, debe caracterizar a nuestro sistema acusatorio, los legisladores de nuestro Estado, mostraron una muy precaria ambición en este punto al momento de determinar cómo, en qué términos y bajo la autorización de qué autoridad deben terminar los “Criterios de Oportunidad”. El someter a la consideración y vigilancia del juez, la facultad potestativa que tiene el fiscal investigador de prescindir, total o parcialmente de la persecución penal, en lugar de obstaculizarla, aumentaría considerablemente la procedencia de los “Criterios de Oportunidad”, con lo cual debíamos dejar atrás el absurdo y anacrónico celo de la actividad del fiscal en sus actuaciones, sobre todo en aquellas que implican una excepción al principio de legalidad. VI. Conclusiones. Como resultado de lo analizado podríamos concluir: Primero.- Que el Principio de Oportunidad tiene un papel que contempla enormes posibilidades de aplicación que fueron puestos en la constitución para garantizar en mayor medida que se cumplan los fines del sistema acusatorio, y que el mismo debe tener una relación con los principios que rigen nuestro sistema penal mexicano, siendo éstos el de publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación411. Segundo.- Se observa una deficiencia en la aplicación de los “Criterios de Oportunidad” contemplados en el Código Procesal Penal de Yucatán, al compararlo con el Código de Procedimiento Penal de Colombia, que los contempla en base al principio de oportunidad como una alternativa para la persecución penal, y que ya han recorrido un camino más largo que nosotros, aunque no soy partidario de la imitación legislativa, en ocasiones resultada de gran ayuda y apoyo realizar un ejercicio de comparación entre las legislaciones, para mejorar nuestro sistema cuando se ha visto que ha dado buenas soluciones. 411 Artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. http://www.diputados.gob.mx/ LeyesBiblio/pdf/1.pdf consultado el 30 de enero de 2013. 253 Tercero.- Al lograr la implementación de un control judicial automático y obligatorio de los criterios de oportunidad se estaría reforzando aún más el sistema acusatorio, e iniciaríamos un camino hacia la judicialización de las actuaciones desde el principio de la persecución penal, pues con ello no sólo exaltaríamos la garantía de legalidad, sino que serviría de contrapeso a la extralimitación de la autoridad administrativa, que puede diluirse dentro de sus facultades potestativas de actuación. Fuentes de Información. Libros CARBONELL, Miguel, Los Juicios Orales en México, Editorial Porrúa, 2ª Edición, México, 2010. FRAGA, Gabino, Derecho Administrativo, Editorial Porrúa, 43ª Edición, México, 2003. TENA RAMÍREZ, Felipe, Derecho Constitucional Mexicano, Editorial Porrúa, 36ª Edición, México, 2004. FERRAJOLI, Luigi. Teoría y razón. Teoría del garantismo penal. Editorial Trotta. Madrid. 1995. pág. 166. Suprema Corte de la Justicia de la Nación, El Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio, desde la Perspectiva Constitucional, Consejo de la Judicatura Federal, Primera Edición, México, 2011 REYES LOAEZA, Jahaziel, El Sistema Acusatorio Adversarial, a la luz de la Reforma Constitucional, Editorial Porrúa, Primera Edición, México, 2011 Suplemento número 31,869 del Diario Oficial del Estado del Yucatán de fecha 8 de Junio de 2011. Legislación. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Constitución Política del Estado de Yucatán. 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