NACIONES UNIDAS EP UNEP/Env.Law/MTV4/MR/1/3 Distr. general 20 de agosto de 2015 Español Original: inglés Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente Reunión de Altos Funcionarios Gubernamentales Expertos en Derecho Ambiental dedicada al examen de mitad de período del cuarto Programa para el Desarrollo y Examen Periódico del Derecho Ambiental (Programa de Montevideo IV) Montevideo, 7 a 11 de septiembre de 2015 Cuestiones nuevas e importantes en el ámbito del derecho ambiental, en particular en esferas programáticas del Programa de Montevideo IV Nota de la Secretaría I. Introducción 1. El Programa de Montevideo IV abarca una amplia gama de cuestiones en la esfera del derecho ambiental. Sin embargo, desde que el Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) adoptara el Programa en febrero de 2009 han surgido algunas cuestiones importantes de interés internacional. Si bien en términos generales estas nuevas cuestiones están contempladas en los distintos ámbitos del programa, puede que sea preciso prestar una atención más específica a determinadas actividades o bien emplear un enfoque más integral que abarque dos o más esferas programáticas. Y si bien algunos de los problemas tal vez no son enteramente nuevos, sí requieren una atención renovada, habida cuenta de los últimos acontecimientos. 2. Las nuevas cuestiones que a continuación se ponen de relieve fueron identificadas durante el examen preliminar de la aplicación del Programa de Montevideo IV y durante los seminarios organizados por el PNUMA sobre cuestiones de derecho ambiental, incluida la aplicación del derecho ambiental para combatir los delitos contra el medio ambiente y las actividades ilícitas en la esfera del medio ambiente (Nairobi, 11 de junio de 2015); las leyes para regular la contaminación del aire y proteger la atmósfera de la Tierra (Osaka (Japón) 23 y 24 de junio de 2015); las leyes para promover la sostenibilidad ambiental de los océanos y los mares (Ciudad de Panamá, 9 y 10 de julio de 2015); y las bases jurídicas para la sostenibilidad del medio ambiente (Nueva York, 13 y 14 de julio de 2015), así como en la reunión de eminentes expertos jurídicos del PNUMA (Nueva York, 15 y 16 de julio de 2015). 3. Los informes de los seminarios y de la reunión de expertos pueden consultarse en los documentos UNEP/Env.Law/MTV4/MR/1/INF/2 y UNEP/Env.Law/MTV4/MR/1/INF/3, respectivamente. Cabe recordar que la Asamblea de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente del PNUMA abordó también algunas de esas cuestiones en su primer período de sesiones, en junio de 2014, en particular en sus resoluciones 1/3, 1/6 y 1/7. El propósito de la presente nota es poner de relieve esas cuestiones para que sean examinadas durante la reunión; no se pretende elaborar una lista exhaustiva de cuestiones nuevas e importantes para su ulterior análisis. K1502563 030915 UNEP/Env.Law/MTV4/MR/1/3 II. Delitos contra el medio ambiente 4. El creciente número de vulneraciones de la legislación medioambiental nacional e internacional, en particular en lo relativo al comercio ilícito de flora y fauna silvestres y delitos conexos, se ha convertido en un grave motivo de preocupación para la comunidad internacional durante los últimos años. La caza furtiva de rinocerontes y elefantes en los países del África Oriental y Meridional, por ejemplo, ha alcanzado una magnitud alarmante. Los delitos contra la vida silvestre y los bosques no solo suponen la pérdida de la diversidad biológica, por ejemplo, sino que también privan a los gobiernos de ingresos, aumentan la pobreza, interfieren con el hábitat natural y reducen los recursos naturales, lo que a su vez propicia la erosión del suelo, inundaciones y hambrunas. 5. Tal y como informan la Organización Internacional de Policía Criminal (INTERPOL) y el Grupo de Tareas del Acuerdo de Lusaka sobre operaciones conjuntas de represión del comercio ilícito de especies amenazadas de fauna y flora silvestres, el comercio de fauna y flora silvestres es un sistema extremadamente rentable, organizado y transnacional que crece con rapidez y abarca una amplia variedad de flora y fauna silvestres en todos los continentes. Según estimaciones de diversas fuentes internacionales todos los delitos cometidos cada año contra la vida silvestre (incluidos los relacionados con la madera y la pesca) se calculan en decenas de miles de millones de dólares de los Estados Unidos. Las modalidades de los delitos contra el medio ambiente varían de un país a otro. En África Oriental, la lista incluye la caza furtiva, la explotación ilícita e insostenible de la vida silvestre y los bosques y el tráfico de madera dura, los trofeos de caza y el carbón vegetal; en cada país las modalidades son diferentes. En conjunto, los esfuerzos por aplicar la ley se ven obstaculizados, además de por la magnitud y complejidad de los delitos contra la vida silvestre, por la existencia de políticas, leyes y reglamentos nacionales débiles y fragmentados, y también por la falta de cooperación suficiente y por la corrupción. 6. Las estrategias de respuesta y las medidas para combatir el comercio ilícito de flora y fauna silvestres se han intensificado gracias a los esfuerzos de los gobiernos y de diversas organizaciones pertinentes, como la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), INTERPOL, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la Organización Mundial de Aduanas y el Banco Mundial, tanto en forma individual como colectiva en el marco del Consorcio Internacional para Combatir los Delitos contra la Vida Silvestre. A su vez, el PNUMA ha incrementado su participación en esta cuestión de conformidad con la resolución 1/3 de la Asamblea de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente sobre comercio ilícito de flora y fauna silvestres. La Asamblea General, en su resolución 69/314 sobre la lucha contra el tráfico ilícito de fauna y flora silvestres, instó a los Estados Miembros, entre otras cosas, a que adoptasen medidas decisivas a nivel nacional para prevenir, combatir y eliminar el comercio ilícito de fauna y flora silvestres, tanto por el lado de la oferta como del de la demanda, con medidas tales como el fortalecimiento de la legislación necesaria para la prevención, investigación y enjuiciamiento de estos tráficos ilícitos, así como el refuerzo de la aplicación de la ley y las respuestas de la justicia penal, de conformidad con la legislación nacional y el derecho internacional. 7. En lo tocante a productos químicos y desechos, se ha denunciado que continúa habiendo dificultades para garantizar el cumplimiento y la aplicación de las obligaciones contraídas en virtud de tratados como el Protocolo de Montreal relativo a las Sustancias que Agotan la Capa de Ozono y el Convenio de Basilea sobre el Control de los Movimientos Transfronterizos de los Desechos Peligrosos y su Eliminación. En el caso del Protocolo de Montreal, se han logrado progresos considerables en la prestación de asistencia a las Partes para asegurar el cumplimiento de los controles de las sustancias que agotan la capa de ozono, pero queda todavía toda una serie de cuestiones que deben ser abordadas de manera más eficaz para propiciar la aplicación. Así, por ejemplo, no existe ningún sistema oficial para el intercambio y la verificación de información sobre licencias entre países importadores y exportadores; hay importantes discrepancias entre los datos proporcionados sobre las importaciones y exportaciones; se mantiene la posibilidad de producir ilícitamente sustancias que agotan la capa de ozono; y los controles del tránsito siguen siendo débiles. 8. El tráfico ilícito de desechos se ve fomentado por factores como los elevados gastos de eliminación y la estricta reglamentación de los países desarrollados, la falta de una legislación adecuada y la levedad de las penas en los países en desarrollo, la escasa cooperación entre organismos, el bajo nivel de concienciación sobre esta cuestión y el incremento de los desechos generados. Según el Convenio de Basilea, el tráfico ilícito de desechos peligrosos y otros desechos se considera un delito, tal y como se estipula en el párrafo 3 del artículo 4. Para contribuir a hacer frente al problema, la Conferencia de las Partes estableció en mayo de 2011 la Red Ambiental para Optimizar el Cumplimiento de la Legislación en Materia de Tráfico Ilícito (ENFORCE). Entre las medidas de respuesta regional cabría mencionar la Red Regional de Aplicación de las Medidas para los Productos Químicos y los Desechos, que el PNUMA coordina para 25 países participantes de Asia Oriental y 2 UNEP/Env.Law/MTV4/MR/1/3 Meridional y que se creó con objeto de combatir el tráfico ilícito de productos químicos y desechos mediante la mejora de la capacitación de los agentes de primera línea encargados de la aplicación de la ley y la promoción de la cooperación en los planos nacional y regional. Pese a estas medidas, el tráfico ilícito de desechos sigue siendo un problema constante que debe ser abordado. 9. Las violaciones del derecho ambiental, en particular las cometidas por la delincuencia organizada transnacional, pueden entrañar combinaciones de delitos contra el medio ambiente (por ejemplo, el comercio ilícito de flora y fauna silvestres y de desechos peligrosos) y otros delitos graves, como el blanqueo de dinero, el tráfico de estupefacientes, el comercio ilícito de armas y la financiación del terrorismo. Habida cuenta de la naturaleza potencialmente intersectorial de los delitos contra el medio ambiente, se precisa un enfoque integral que permita combatirlos con eficacia. En este contexto, los esfuerzos del PNUMA por hacer frente a los delitos ambientales se rigen por el desarrollo y la promoción del estado de derecho ambiental, como se destaca en la decisión 27/9 del Consejo de Administración del PNUMA. III. Reglamentación de la contaminación del aire y protección de la atmósfera de la Tierra 10. Los gobiernos nacionales utilizan una amplia gama de instrumentos regulatorios para controlar la contaminación del aire, entre otros: las normas de calidad del aire, basadas en la evaluación de los niveles de contaminantes atmosféricos que plantean riesgos para la salud, y los permisos de emisión que tienen en cuenta esas normas; la vigilancia de la calidad del aire, la identificación de fuentes de contaminación atmosférica problemáticas y la elaboración de modelos; y la participación de los interesados en la adopción de decisiones, para lo cual se les proporciona información y se los empodera para que tomen las medidas necesarias. 11. Entre las esferas en las que los países necesitan apoyo en el plano nacional se cuentan las siguientes: la mejora de la legislación ambiental, por ejemplo, mediante la prestación de asistencia en la redacción de nuevas leyes y la simplificación, racionalización y armonización de la legislación vigente; la asistencia con fuentes de contaminación que resulten difíciles de regular, como por ejemplo las fuentes de neblina en zonas urbanas de los países en desarrollo y las emisiones procedentes de la minería, o el control de las emisiones provenientes de fábricas pequeñas; el control de la emisión de partículas finas, tales como la materia particulada fina de 2,5 micrómetros de diámetro o menos (PM 2,5); la reglamentación de determinados productos químicos, como las sustancias químicas empleadas en la agricultura y medicamentos humanos y veterinarios, así como de las existencias de productos químicos; la aplicación de las leyes nacionales, con el apoyo de un programa de capacitación de los abogados; y las cuestiones relativas a la participación de la opinión pública. 12. Hay otros retos y necesidades adicionales en esta esfera a los que los gobiernos deben hacer frente, entre los que figuran los siguientes: la comunicación de información sobre los riesgos sin causar desproporcionada preocupación; el fomento de la participación pública de los interesados en la adopción de decisiones; la participación del público en cuestiones relacionadas con la contaminación atmosférica, a fin de convencerlos del valor de los controles ambientales; el equilibrio entre la necesidad de regulación ambiental y los imperativos del desarrollo; la obtención de asistencia técnica, por ejemplo para la vigilancia de la calidad del aire y de las fuentes de contaminación del aire; la obtención de apoyo financiero para comprar y utilizar equipamientos; la promoción de la transferencia de tecnología para mitigar la contaminación atmosférica; la obtención de apoyo para la capacitación de los funcionarios; el desarrollo de datos más sólidos y fiables, en particular datos de referencia, y la garantía de que estos se presentan a los encargados de la formulación de políticas de forma accesible; la creación de un entendimiento común del estado de la contaminación atmosférica; la obtención de más equipamiento y lugares de observación; y la inclusión del sector privado en las labores de cumplimiento y ejecución, siguiendo el ejemplo de países que están experimentando con la vigilancia de las emisiones a través del sector privado. 13. En el plano internacional, y a pesar de los progresos alcanzados en materia regulatoria, sigue habiendo una serie de problemas. Así, por ejemplo, la contaminación por ozono troposférico es un problema que no puede resolverse a nivel regional, ya que la capa de ozono y sus precursores atraviesan continentes enteros. Se estima que los efectos de la contaminación por ozono troposférico para la salud humana se traducirán en más de 100.000 muertes prematuras en los países de Asia Oriental solamente en 20201. La contaminación por dióxido de azufre es también migratoria; existe 1 Comunicado por la Red de Vigilancia de la Deposición Ácida en Asia Oriental (EANET)/Asia Centre for Air Pollution Research. 3 UNEP/Env.Law/MTV4/MR/1/3 una clara relación positiva entre las mediciones de SO2 y los niveles de contaminación entre los países del Asia Oriental. 14. Debe intensificarse la cooperación regional para hacer frente a la contaminación atmosférica, en particular en los casos en los que tenga una dimensión transfronteriza, y también para compartir conocimientos sobre cómo hacer frente a problemas similares. La adopción de medidas a nivel regional en Europa ha resultado en una serie de beneficios importantes, incluida la evitación de 58.000 muertes prematuras por año, lo que a su vez supuso un ahorro de entre 40.000 y 140.000 millones de euros en costos externos y el aumento de la productividad de la fuerza de trabajo; los consiguientes beneficios para la salud son, en términos monetarios, 12 veces superiores a los costes de descontaminación2. 15. Es necesaria una mayor y más sistematizada coordinación de las leyes sobre contaminación atmosférica en los planos nacional e internacional. El Convenio de Minamata sobre el Mercurio es un ejemplo de cómo un enfoque integrado y coordinado de un contaminante en particular puede dar lugar a una protección eficaz del medio ambiente: la regulación del mercurio contempla todas las fases del proceso, y aborda no solo las emisiones de mercurio a la atmósfera sino también productos y procesos que utilizan mercurio, responsables en una proporción considerable de las emisiones. Sería aconsejable aplicar el mismo enfoque coordinado para proteger la atmósfera y otros entornos del medio de otros contaminantes. El anexo VI del Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por los Buques de 1973, modificado por el Protocolo de 1978 (MARPOL), se ocupa de la cuestión de la contaminación del aire por los buques transatlánticos mediante la regulación de las emisiones de sustancias que agotan la capa de ozono, los óxidos de azufre, los óxidos de nitrógeno, los compuestos orgánicos volátiles y la incineración a bordo de los buques y la limitación del contenido de azufre en los combustibles marinos. Las zonas de control de las emisiones establecidas en virtud del Convenio MARPOL, en el que se imponen límites más rigurosos a las emisiones transportadas por el aire, tienen el potencial necesario para lograr una reducción drástica de las deposiciones de ozono, PM 2,5 y azufre y, por extensión, para prevenir un gran número de muertes prematuras y la pérdida de días de trabajo. 16. También podrían derivarse beneficios del fomento de las sinergias entre los tratados sobre el cambio climático y otros acuerdos internacionales en la esfera del medio ambiente, así como del análisis de los beneficios conjuntos. Tales oportunidades, sin embargo, no se han explotado a fondo. Por ejemplo: existe una buena oportunidad de aumentar las sinergias entre los tratados sobre el cambio climático y el Protocolo de Montreal en la gestión de los hidrofluorocarbonos. Sería posible alcanzar sinergias comparables entre los esfuerzos por hacer frente a las emisiones de mercurio de las centrales eléctricas de carbón en virtud del Convenio de Minamata y a los gases de efecto invernadero en virtud de los tratados sobre cambio climático. Se podrían lograr importantes avances tanto en la mitigación de la contaminación atmosférica como en la lucha contra el cambio climático mediante una regulación coordinada de los contaminantes de permanencia breve en el clima, como el hollín, el metano y el ozono troposférico. 17. Para proteger de manera más eficaz la atmósfera será preciso adoptar un enfoque integral en la regulación de los contaminantes atmosféricos, considerando para ello todos los canales de emisión. Así, debería existir una coordinación más eficaz entre los tratados internacionales vigentes en aquellas esferas que se refieren a las emisiones de determinados contaminantes atmosféricos; hasta la fecha, sin embargo, no se ha establecido un mecanismo de coordinación semejante. 18. En general, y pese a que se han aprobado diversos tratados internacionales para hacer frente a aspectos concretos de los cambios en el clima de la Tierra provocados por los seres humanos, no existe ningún marco jurídico internacional para la protección de la atmósfera del planeta en su totalidad. Con ese fin, los especialistas en derecho internacional y el PNUMA deberían apoyar plenamente la labor en curso de la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas para elaborar directrices para la protección de la atmósfera, las cuales se espera que adopten un enfoque de “una sola atmósfera” del planeta, sin ocuparse de sustancias concretas ni interferir en los procesos políticos que se desarrollan en el marco de los regímenes de tratados concretos. IV. Alcanzar la sostenibilidad ambiental de los océanos y los mares 19. Los océanos, los mares y las zonas costeras constituyen un componente integrado y esencial del ecosistema terrestre y son fundamentales para su sostenibilidad. Existe, sin embargo, una creciente preocupación a escala internacional sobre cuestiones como la contaminación marina (incluidos los 2 Estimaciones extraídas del Paquete “Aire limpio” para Europa adoptado por la Comisión Europea en diciembre de 2013. 4 UNEP/Env.Law/MTV4/MR/1/3 detritos marinos, y especialmente los plásticos), los contaminantes orgánicos persistentes, los metales pesados y los compuestos nitrogenados procedentes de diversas fuentes marinas y terrestres, entre ellas las actividades navieras y las escorrentías. Asimismo, resulta necesario adoptar medidas colectivas para prevenir una mayor acidificación de los océanos, y también para aumentar la resiliencia de los ecosistemas marinos. 20. Entre los principales problemas a que se enfrentan los gobiernos nacionales en la protección del medio marino están la sobreexplotación de los hábitats y la pérdida y la degradación del hábitat. Algunos hábitats, como los manglares, no solo constituyen valiosos recursos naturales, sino que también brindan protección a la población local en caso de desastres ambientales. Existe una necesidad urgente, por lo tanto, de proteger sus floras y faunas locales y de hacer frente a las especies exóticas invasivas (por ejemplo, el pez león y los sargazos son problemas particulares en la zona del Caribe) y de mitigar los efectos del cambio climático, que conducen a la redistribución de las especies marinas y la reducción de la biodiversidad marina. 21. Los problemas de reglamentación a este respecto incluyen el desarrollo de capacidades para formular las leyes necesarias y para aplicarlas; la participación de la población local y su concienciación sobre el valor de los recursos marinos; la búsqueda del equilibrio adecuado entre la conservación y el desarrollo; y la lucha contra la corrupción. 22. La contaminación del medio marino, según se define en el artículo 1, párrafo 1 4), de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, incluye la introducción indirecta de energía por parte del ser humano en el medio marino. El incremento de la energía ya almacenada en los océanos resulta en el calentamiento de las aguas, el aumento del nivel del mar, la redistribución de las especies marinas, efectos diversos sobre los ecosistemas y también en la introducción indirecta de dióxido de carbono antropogénico en el medio marino que provoca la acidificación de los océanos. El calentamiento de los océanos es la causa principal del aumento de la energía almacenada en el sistema climático, debido al aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Más del 90% de esta energía se acumuló durante el período comprendido entre 1971 y 2010. Sus consecuencias son el aumento del nivel del mar, la redistribución de las especies marinas y la reducción de la diversidad biológica marina en regiones susceptibles al cambio climático, y las amenazas a la sostenibilidad a largo plazo de los arrecifes de coral y las comunidades costeras humanas. En virtud del artículo 4, párrafo 1 d), de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, los océanos y las zonas costeras y los ecosistemas marinos se identifican como sumideros y depósitos de los gases de efecto invernadero. Los océanos absorben el 30% de las emisiones de dióxido de carbono. 23. La promoción de sinergias entre la Convención sobre el Derecho del Mar y la Convención Marco sobre el Cambio Climático conlleva beneficios conjuntos: las medidas de mitigación destinadas a reducir el dióxido de carbono y otras emisiones de gases de efecto invernadero y los esfuerzos de adaptación son pasos importantes en el cumplimiento de las obligaciones contraídas en virtud de la Convención sobre el Derecho del Mar; la aplicación de la disposición de la Convención relativa a la protección y preservación del medio marino y a la conservación de los recursos marinos vivos es importante para alcanzar los objetivos de mitigación y adaptación, por cuanto aumentan la resiliencia frente a los efectos del cambio climático. Además, el control de la emisión de contaminantes transportados por el aire regulados por otros tratados internacionales (tales como los contaminantes orgánicos persistentes que contempla el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes y el mercurio contemplado por el Convenio de Minamata) también facilitará la aplicación de las disposiciones de la Convención sobre el Derecho del Mar relativas a la protección y preservación del medio marino y a la conservación de los recursos marinos vivos. Esos contaminantes también se liberan con los efluentes de actividades en tierra firme. 24. Los océanos asimilan el dióxido de carbono y son cada vez más ácidos: es el proceso conocido como la acidificación de los océanos, que resulta nocivo para los corales, los pterópodos y los mariscos y tiene importantes consecuencias para la diversidad biológica a nivel mundial, así como para la producción de alimentos y actividades económicas conexas. Si bien hay una serie de acuerdos ambientales multilaterales y políticas internacionales que abordan la acidificación de los océanos, no existe un régimen de carácter general e integral con el que hacer frente al problema. La importancia de la cuestión ha sido reconocida por la Asamblea General, que en su resolución 69/245 sobre los océanos y el derecho del mar pidió que se intensificara la investigación y aumentaran las medidas destinadas a abordar los niveles de acidez de los océanos y sus efectos sobre ecosistemas vulnerables, en particular los arrecifes de coral. 25. En lo que a la contaminación marina se refiere (en particular los detritos plásticos y microplásticos), y pese a las amenazas a la diversidad biológica y la actividad económica causadas por 5 UNEP/Env.Law/MTV4/MR/1/3 estas sustancias, no existe un régimen jurídico vinculante o no vinculante que aborde sus causas y sus efectos. Tampoco ha habido ningún esfuerzo internacional eficaz para crear incentivos económicos con los que evitar los desechos marinos. Es difícil hacer frente a los consiguientes daños ambientales únicamente en el plano nacional; los desechos se trasladan de la jurisdicción de un Estado a otro, así como a zonas fuera de toda jurisdicción nacional. 26. La diversidad biológica se enfrenta a numerosas y muy considerables amenazas en zonas fuera de la jurisdicción nacional, entre las que se cuentan el crecimiento de la pesca comercial y un mayor interés en la explotación de minerales en esas zonas, el aumento del tráfico marítimo y la contaminación procedente de fuentes terrestres. En respuesta a estos problemas, la Asamblea General adoptó la resolución 69/292 sobre la elaboración de un instrumento internacional jurídicamente vinculante en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar relativo a la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina de las zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional. Es necesario coordinar los esfuerzos realizados por la comunidad jurídica internacional para hacer frente a estas cuestiones. La situación actual es que existen varios regímenes jurídicos y organizaciones sectoriales diferentes con competencias sobre la cuestión, pero no hay un mecanismo de coordinación general y multisectorial responsable de su gestión. 27. Ha habido un aumento constante en el porcentaje de actividades de pesca biológicamente insostenibles, y la pesca ilícita, no declarada y no reglamentada, sigue siendo una importante amenaza mundial para la ordenación sostenible de la pesca a largo plazo. Aun cuando puede argumentarse que instrumentos como el Código de Conducta para la Pesca Responsable de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura proporcionan un marco internacional amplio para la pesca sostenible, su aplicación es limitada, la interpretación de las normas y principios incoherente y los mecanismos para verificar su cumplimiento insuficientes. 28. Las zonas que escapan a la jurisdicción nacional constituyen casi el 50% de la superficie de la Tierra y se ven cada vez más afectadas por las actividades humanas; según algunas estimaciones, más del 40% de los océanos está ahora muy afectados por tales actividades. La reglamentación internacional de la contaminación marina en zonas fuera de la jurisdicción nacional es, en consecuencia, fragmentaria, con una serie de instrumentos internacionales que abarcan diferentes regiones o diferentes fuentes de contaminación; puede que un enfoque integral resulte un medio más eficaz de hacer frente a la contaminación marina. Aunque en la parte XI de la Convención sobre el Derecho del Mar se prevé un régimen de reglamentación para el control de la explotación minera de los fondos marinos en zonas fuera de la jurisdicción nacional, el régimen se basa en instrumentos jurídicos negociados hace ya algún tiempo y se centra fundamentalmente en la exploración; en consecuencia, puede haber margen para llevar a cabo un trabajo adicional. V. Base jurídica para la sostenibilidad ambiental 29. En su informe de síntesis sobre la agenda para el desarrollo sostenible después de 2015, “El camino hacia la dignidad para 2030: acabar con la pobreza y transformar vidas protegiendo el planeta”, el Secretario General hizo hincapié en que una agenda universal y transformadora para el desarrollo sostenible debía basarse en los derechos y centrarse en las personas y el planeta. Uno de los seis elementos esenciales de aquel programa se refiere al planeta: “proteger nuestros ecosistemas para todas las sociedades y para nuestros hijos”. Según explica el informe, se precisa una gobernanza eficaz para lograr ese objetivo; las leyes y las instituciones deben proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales; debe haber acceso a la justicia, instituciones responsables y un entorno que permita este objetivo en el marco del estado de derecho. La ley, unida a instituciones sólidas encargadas de su aplicación, es esencial para que las sociedades puedan hacer frente a cuestiones ambientales respetando al mismo tiempo los derechos fundamentales, las libertades y los principios de equidad. 30. Sería aconsejable perseguir los objetivos siguientes, entre otras cosas, para el ulterior desarrollo y aplicación del derecho ambiental, para apoyar así las actividades encaminadas a mejorar la sostenibilidad ambiental en el contexto del desarrollo sostenible: a) Promoción continuada del desarrollo y la aplicación del estado de derecho ambiental; b) Respeto de la relación entre los derechos humanos y el medio ambiente, con especial atención a cuestiones como los derechos de los pueblos indígenas y de los grupos desfavorecidos y vulnerables, la relación entre el género y el medio ambiente, los efectos del cambio climático sobre los derechos humanos, el acceso al agua potable y el saneamiento, los efectos de la contaminación sobre el derecho a una vida y un entorno sanos, la necesidad de transparencia en la solución de controversias, la vinculación con el principio 10 de la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo y el acceso a los servicios esenciales de los ecosistemas; 6 UNEP/Env.Law/MTV4/MR/1/3 c) Análisis del concepto de los “derechos de la naturaleza” elaborado en varios Estados como derechos que permiten a la opinión pública iniciar acciones legales en nombre de los recursos naturales; d) Aplicación continuada del principio 10 de la Declaración de Río, también mediante la Convención sobre el Acceso a la Información, la Participación del Público en la Toma de Decisiones y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales de 1998 (Convención de Aarhus); las Directrices para la Elaboración de Legislación Nacional sobre el Acceso a la Información, la Participación del Público y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales, (Directrices de Bali); y el apoyo a los esfuerzos de los países de la región de América Latina y el Caribe para la elaboración de un instrumento regional con el que aplicar el principio 10 de la Declaración de Río; e) Uso de la ley como instrumento para reducir la pobreza, reduciendo los efectos de la degradación del medio ambiente sobre los pobres y los daños ambientales causados por la pobreza; f) Adopción de enfoques innovadores para el desarrollo y el fortalecimiento de la ley, para así promover la economía ecológica, la cual, por ejemplo, protege especies de alto valor y mejora la gobernanza, lo que a su vez atrae inversiones; promover la conservación basada en zonas, que protege a los servicios de los ecosistemas vitales para el crecimiento económico y los medios de subsistencia y apoya la resiliencia económica frente a los efectos del cambio climático; proteger los recursos de agua dulce, cuya escasez constituye una amenaza considerable para la sostenibilidad económica; y promover un enfoque holístico de la relación entre elementos de las modalidades de producción y consumo sostenibles, la planificación del desarrollo, el acceso a fuentes de energía limpias o renovables, las medidas para el cambio climático, la ordenación de los ecosistemas y otros aspectos de la economía ecológica. 31. En lo que respecta a la protección de los grupos más vulnerables, en particular en las emergencias ambientales, y teniendo en cuenta la protección del medio ambiente y los derechos humanos, debe considerarse la posibilidad de responder con medidas jurídicas y regulatorias al desplazamiento de personas provocado por el cambio climático y ambiental. 32. En aquellos esfuerzos encaminados a alcanzar los objetivos ambientales convenidos internacionalmente, la aplicación y el cumplimiento de los acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente reviste una importancia capital. Este objetivo, sin embargo, sigue siendo un desafío para muchos países que tienen problemas para cumplir con sus obligaciones internacionales en virtud de esos acuerdos. En respuesta, algunos acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente han desarrollado mecanismos de cumplimiento, aunque en algunos casos se ha bloqueado su aprobación. Un reto fundamental en esta tarea es el que plantea la ausencia de legislación de aplicación en el plano nacional, que a su vez conlleva otro problema: las dificultades a la hora de evaluar la eficacia de los acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente. 33. Será preciso desplegar esfuerzos para subsanar la actual fragmentación de la gobernanza ambiental en general, así como la de acápites de las leyes ambientales en que se basa la gobernanza, con miras a lograr que todos los países y la comunidad internacional en su conjunto se beneficien de un enfoque más integral, coordinado y sinérgico de la sostenibilidad del medio ambiente, y también a ofrecer las bases de un desarrollo sostenible. VI. A. Otras nuevas cuestiones Extracción de recursos naturales no biológicos 34. A medida que avanzan las tecnologías empleadas en la extracción de petróleo, gas, minerales y otros recursos naturales no biológicos y en la localización de tales recursos en lugares remotos del planeta, aumenta también el número de actividades de extracción industrial que se llevan a cabo en todo el mundo, y la previsión es que el número de estas actividades seguirá aumentando. Aun cuando estas actividades extractivas pueden abrir importantes oportunidades de crecimiento económico, pueden igualmente constituir graves amenazas para el medio ambiente y la salud humana, en particular en aquellos casos en los que las leyes que regulan tales actividades no se han desarrollado adecuadamente y no abarcan las cuestiones relativas al medio ambiente, o en aquellos en los que la aplicación coercitiva de las leyes existentes es escasa, En tierra firme, estas actividades extractivas no solo podrían dar lugar a problemas ambientales como la contaminación del aire y del agua (incluidas las aguas subterráneas) o la contaminación del suelo, con los consiguientes efectos adversos para la salud humana, sino que también podrían afectar negativamente a los pueblos indígenas o la población local, al privarlos de sus medios de subsistencia. En las zonas costeras y en el mar, la contaminación marina procedente de las actividades extractivas podría propagarse más allá de las fronteras y convertirse en una cuestión transfronteriza. Se espera que las nuevas tecnologías, después de la etapa 7 UNEP/Env.Law/MTV4/MR/1/3 de exploración, harán posible la explotación de los recursos minerales de los fondos marinos depositados en las zonas fuera de la jurisdicción nacional, lo que se regiría por el régimen establecido en virtud de la Convención sobre el Derecho del Mar, que incluye la supervisión de la protección del medio ambiente. Sin embargo, todavía están por elaborar esas medidas de protección ambiental en relación con las actividades de extracción de minerales de los fondos marinos. A esto cabe añadir que las industrias extractivas pueden trasladarse de un país con una legislación de control de la contaminación muy rigurosa en lo concerniente a las actividades extractivas a otro en el que tales leyes están menos desarrolladas. Es necesario elaborar estándares internacionalmente reconocidos para las actividades extractivas y establecer parámetros de referencia internacionales para la protección del medio ambiente. B. Desechos plásticos 35. Los desechos plásticos plantean graves amenazas ambientales, y cuando pasan a ser desechos marinos son causa de contaminación transfronteriza. Las actuales leyes y políticas son fragmentarias o no son capaces de hacer frente a este problema de manera holística. Los actuales instrumentos jurídicos aplicables y las políticas en este ámbito deben estar mejor coordinados, y es preciso aplicar un enfoque integral que abarque todo el ciclo vital para el control de los desechos plásticos. C. Contaminación acústica 36. La contaminación acústica causa graves efectos sobre la salud y vulnera el derecho a disfrutar de una vida sana y un entorno saludable. Sin embargo, este es un problema que a menudo se ha pasado por alto en las leyes y normas nacionales ya que los daños que resultan para la salud humana no son tan visibles como los causados por otros tipos de contaminación. Asimismo, algunos estudios han puesto de manifiesto casos de ruido que afectan negativamente a la fauna, en particular el ruido subacuático que afecta a los mamíferos marinos. Debe prestarse especial atención a este problema en el contexto de la planificación espacial y la política de transporte, así como a la posible revisión de las leyes pertinentes. D. Seguridad del abastecimiento de agua 37. Frente al cambio climático y las presiones ambientales de otra índole, existe una necesidad urgente de fortalecer los marcos jurídicos relativos al medio ambiente en los que se basa la gestión de los asuntos públicos, a fin de garantizar la salud de los ecosistemas, la gestión racional de los usos contradictorios y un acceso equitativo y adecuado al agua potable y el abastecimiento de agua. E. Revisión del enfoque de la evaluación del impacto ambiental 38. Los cambios experimentados por los países en sus modalidades de desarrollo y las nuevas tecnologías introducidas en los últimos decenios requieren la revisión y el perfeccionamiento de las directrices sobre la evaluación del impacto ambiental, incluidos sus aspectos transfronterizos, con miras a mejorar su eficacia tomando para ello en consideración los efectos acumulativos y recientemente descubiertos, como los resultantes de la ubicación de turbinas eólicas o de la radiación de líneas eléctricas, y también las repercusiones sociales. El enfoque integrado resultante hará posible una evaluación completa de los efectos sobre la salud y el bienestar humanos y también sobre el medio ambiente. F. Configuración futura del derecho ambiental internacional para superar la fragmentación del derecho ambiental 39. Para promover el desarrollo sostenible, la vinculación entre las personas, el planeta y la prosperidad debe seguir integrándose de manera equilibrada en el derecho internacional. Es preciso abordar este empeño de manera más coordinada e integral, y es preciso también promover sinergias dondequiera que reporten beneficios. A diferencia de lo que ocurre en el comercio internacional, sin embargo, no existe un solo régimen jurídico internacional general sobre el medio ambiente mundial que rija las relaciones entre las personas y el planeta en general. Los actuales acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente se han elaborado en respuesta a problemas ambientales específicos, y el alcance de algunos acuerdos es mucho más amplio que el de otros. Tal y como se ha señalado en varias partes del presente documento, es necesario un enfoque más integral y coordinado, especialmente en lo relativo a los problemas de la contaminación, de cara a proteger la atmósfera y el medio marino. En consecuencia, sería conveniente examinar la viabilidad de establecer un amplio marco jurídico internacional sobre las cuestiones conexas, en consonancia con lo que establece la sección III.F del Programa de Montevideo IV, relativa a la prevención y control de la contaminación; en ella se insta a estudiar, en consulta con los gobiernos y los órganos de la Convención, la viabilidad de una convención marco en la esfera de los productos químicos. 8 UNEP/Env.Law/MTV4/MR/1/3 9