Material Didáctico.

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01_Introducción
pág. 3
02_El cambio climático
pág. 4
¿Qué es el cambio climático?
¿Por qué se produce el cambio climático?
03_Algunas fechas importantes
pág. 7
04_Salud humana, calidad del ecosistema y recursos
pág. 12
05_Análisis de Ciclo de Vida
pág. 16
06_Acciones para reducir el impacto ambiental
pág. 18
AGUA
ENERGÍA
TRANSPORTE
RESIDUOS
07_Comentario final
pág. 28
08_Bibliografía
pág. 29
01_Introducción
LA REVOLUCIÓN INVISIBLE es una campaña en la que la problemática ambiental
se aborda a partir de la constatación de que los individuos forman un conjunto indisociable con el medio ambiente, con su entorno (natural y social), y toman conciencia
de que sus propios intereses tienden a coincidir con los de aquello que les rodea. Si el
punto de vista es de los individuos, que es el predominante en nuestras sociedades, el
protagonista es el medio en el que interactúa cada individuo (EGO) con los otros (ECO)
y con el entorno (GEO). Con la idea de REVOLUCIÓN INVISIBLE se abre un marco amplio desde el que pensar acciones que se puedan poner en marcha considerando todas
las dimensiones del problema del cambio climático. A pesar de la gravedad del problema, la campaña parte del hecho de que el cambio climático es algo que está sucediendo, pero considera que existen todavía márgenes de libertad para la acción individual
y colectiva dentro del ecosistema del que formamos parte y que nos permitan transformar radicalmente nuestras relaciones para perdurar en un planeta habitable.
El cambio climático es uno de los muchos síntomas de que algo no va bien en
nuestra relación con el Planeta. Si pensamos que hicieron falta aproximadamente trescientos millones de años para capturar el carbono atmosférico que quedó depositado
en los combustibles fósiles como el carbón, el petróleo o el gas natural; mientras que
las sociedades industriales apenas están empleando trescientos años para devolverlo
a la atmósfera, quemando los combustibles fósiles para obtener energía, nos daremos
cuenta de que existe un salto temporal vertiginoso. Se trata de un proceso un millón de
veces más rápido: un forzamiento brutal de los tiempos de la biosfera. Quizá no haya
que sorprenderse, por tanto, de que desemboque en un cambio climático potencialmente catastrófico.
El cambio climático existe, esta aquí, y algo tiene que cambiar en nuestras actitudes y formas de enfrentarnos a ello.
02_El cambio climático
¿Qué es el cambio climático?
El clima ha evolucionado siempre de forma natural, como consecuencia de las
interacciones que se establecen entre los cinco componentes del sistema climático: la
atmósfera, los océanos, la biosfera terrestre y marina, la criosfera (agua en estado sólido), y la superficie terrestre. El clima nunca ha sido estático, sino que de forma natural
está sometido a variaciones en todas las escalas temporales, desde decenios a miles
y millones de años. Estos cambios son debidos a causas naturales, pero los científicos
creen que ahora estamos asistiendo a un nuevo tipo de cambio climático, ocasionado
por la acción del hombre.
La Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC)
define el cambio climático como un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana, que altera la composición de la atmósfera mundial y que se
suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables.
Según el Grupo Intergubernamental de Expertos de Cambio Climático (IPCC), el
calentamiento global es inequívoco y se atribuye a la acción del hombre. La temperatura global media en la superficie terrestre se ha incrementado en los últimos cien años en
0,74ºC, y la concentración atmosférica de CO2 se ha incrementado en un 35,36% desde
la época pre-industrial. Los efectos de estos incrementos se han traducido en significativos impactos negativos en los ecosistemas y sistemas socioeconómicos en todas
las regiones del planeta, con incidencia significativa en el sur de Europa. España, por su
situación geográfica y sus características socioeconómicas, es un país muy vulnerable
al cambio climático, como se ha podido constatar en las más recientes evaluaciones
e investigaciones. Entre los graves problemas ambientales que se ven reforzados por
efecto del cambio climático se encuentran la disminución de los recursos hídricos y la
regresión de la costa, las pérdidas de la biodiversidad biológica y ecosistemas naturales y los aumentos en los procesos de erosión del suelo. Se prevé que los efectos del
cambio climático van a provocar serios impactos en los sectores económicos.
¿Por qué se produce el cambio climático?
El clima de la Tierra está influenciado por el flujo continuo de energía procedente
del Sol, energía que llega principalmente en forma de luz visible. Cerca del 30% de la
energía se dispersa inmediatamente y vuelve al espacio, pero la mayor parte del 70%
restante atraviesa la atmósfera para calentar la superficie de la Tierra. La Tierra debe
devolver esta energía al espacio, pero como es mucho más templada que el Sol, no
emite energía como luz visible, sino que emite una radiación infrarroja o térmica (similar
al calor que emite un hornillo o parrilla eléctrica antes de que las barras comiencen a
ponerse incandescentes).
Existen ciertos gases en la atmósfera que impiden que la radiación infrarroja escape directamente de la superficie de la Tierra al espacio. El fenómeno que se produce
es similar al que observamos en un invernadero: el llamado efecto invernadero natural
provoca un calentamiento de la atmósfera en sus capas bajas, que permite que el planeta esté unos 30ºC más caliente de lo que estaría si no existieran estos gases, haciendo posible la vida en la Tierra.
Los gases que producen este efecto son conocidos como “gases de efecto invernadero” (GEI). Los principales gases de efecto invernadero son el vapor de agua, el
dióxido de carbono (CO2), el ozono (O3), el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O) y otros
gases industriales. Con la excepción de los gases industriales, todos estos gases se
producen naturalmente y en conjunto representan menos del 1% de la atmósfera.
Los niveles de dióxido de carbono y de otros gases de efecto invernadero en la atmósfera han subido vertiginosamente desde la revolución industrial. Las concentraciones
han aumentado sobre todo por la utilización de combustibles fósiles, la deforestación
y otras actividades humanas, impulsadas por el crecimiento económico y demográfico.
Todo ello está sucediendo a una velocidad sin precedentes y el resultado es conocido
como el “efecto de invernadero ampliado”.
El sistema climático debe ajustarse al aumento de los niveles de gases de invernadero para mantener el balance de energía en equilibrio. Para restaurar el balance
entre la energía que entra y la que sale, el clima tiene que adaptarse mediante un calentamiento global de la superficie de la Tierra y de las capas bajas de la atmósfera.
Este calentamiento implicará cambios en otras variables: las precipitaciones globales,
la cobertura de nubes, y todos los demás elementos de nuestro sistema atmosférico.
Tampoco se pueden descartar otros efectos imprevistos.
Cuando la vida casi desapareció. La extinción Pérmica
Hace 251 millones de años, al final de la Era Pérmica, la vida casi llegó a desaparecer del planeta. Fue la mayor extinción masiva de la historia de la Tierra. El 95%
de las especies que existían en aquel entonces fueron eliminadas. Sólo unas pocas especies de animales y plantas y posiblemente incluso los protozoos sobrevi-
vieron para evolucionar (hasta la siguiente gran extinción, que fue ecológicamente
trivial, en comparación: la de los dinosaurios, hace 65 millones de años)
La causa de la horrenda extinción del Pérmico ha sido un misterio durante mucho
tiempo y los geólogos han sugerido algunas posibilidades, ninguna de las cuales
explica muy bien los hechos. Pero en los últimos 15 años, ha surgido una obligada teoría. Ha sido desarrollada en base a una gran aportación de nuevas pruebas
paleontológicas de ese periodo, desde la petrología, la geoquímica, la oceanografía y la paleoclimatología y algunas otras disciplinas y este escenario ha sido
rápidamente aceptado por la comunidad científica. El culpable que arrasó con el
95% de las especies y puso casi fin a la vida sobre este planeta fue un cambio
climático desbocado.
El suceso comenzó de una forma muy espectacular, con una erupción volcánica
gigantesca en Siberia que lanzó un volumen de 2 millones de kilómetros cúbicos
de basalto, que cubrieron una extensión de millones de kilómetros cuadrados
al este de Rusia (aproximadamente, el tamaño de Europa). La actividad volcánica también venteó una gran cantidad de dióxido de carbono y cenizas finas a
la atmósfera. Se ventearon gases en tal cantidad que la temperatura promedio
mundial aumentó aproximadamente unos 6º C. Unas 161 especies se extinguieron como resultado directo de esas erupciones volcánicas. Pero eso solo fue el
comienzo.
La subida de la temperatura fue lo suficientemente alta como para disparar una
serie de mecanismos de realimentación positiva. El más notable fue una liberación
masiva de metano de los hidratos. El calentamiento causado por la erupción siberiana fue suficiente para fundir los hidratos de gas congelados, permitiendo que el
metano saliese en forma de burbujas hacia la superficie de los océanos y llegase
a la atmósfera. Esta introducción del metano, provocó un calentamiento todavía
mayor, que a su vez fundió yacimientos de hidratos de metano todavía más profundos. La salida de gas metano fue mucho más allá de la de los mecanismos que
normalmente reducen los niveles de dióxido de carbón en la atmósfera. El sistema
climático terrestre se rompió y el calentamiento global desbocado siguió su camino hasta que alcanzó algún límite desconocido.
Todavía se desconoce qué es lo que evitó que el planeta terminase estéril como
su gemelo Venus. Los científicos están apenas comenzando a explorar las razones
de que la atmósfera volviese a un clima más hospitalario. La vida en este planeta
llegó a estar tan cerca de la extinción que se han necesitado 100 millones de años
de biodiversidad mundial para volver a los niveles previos a la extinción.
La extinción del Pérmico debería tomarse con carácter general como una ominosa lección sobre el peligro del calentamiento global. Tenemos que prestar mucha
atención al aumento de la temperatura que causó que se disparasen aquellos
mecanismos de desbocamiento para llegar a los 6º C. En un informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (Intergovernmental Panel on Climate
Change, IPCC), se dice que la temperatura superficial mundial promedio subiría
entre 1,4 y 5,8º C durante el próximo siglo. Esto agravaría el aumento de 0,6 º
C que ya se ha dado el siglo pasado. Así que, de acuerdo con este informe, la
temperatura podría subir hasta los 6,4º C hacia el año 2100. Y esta estimación es
conservadora; es posible que las temperaturas suban hasta los 6,4º C.
Las luces de alarma deberían estar encendidas por doquier. Un aumento de la
temperatura de 6,4º C nos pondría más allá del límite del desbocamiento del calentamiento global. ¿Podrá el ser humano estar perpetrando la mayor extinción de
este planeta desde el fin de la Era Pérmica?
Autor: Dale Allen Pfeiffer
Fragmento de Cambio Climático Global (III), traducido por Pedro Prieto y publicado en Crisis Energética.
03_Algunas fechas importantes
1957
Roger Revelle y Hans Suess, dos oceanógrafos de California, lanzan una voz
de alarma: contra lo que se suponía hasta entonces, la capa superior de los océanos
absorbe muy poco del exceso de dióxido de carbono producido por las actividades
humanas.
1959
Comienzan las mediciones sistemáticas del dióxido de carbono en el observatorio de Mauna Kea, Hawai.
1960
Comienza a publicarse en EEUU Silent Spring (La primavera silenciosa) de Rachel Carson, en forma de artículos que aparecen en el semanario New Yorker. Es el primer clásico del ecologismo (la edición en forma de libro es de 1962). La autora, química
de profesión, denuncia el insidioso envenenamiento del medio ambiente por los plaguicidas.
1971
El 11 de mayo, 2.200 científicos de todo el mundo y de todas las especialidades
dirigen a la ONU el “Mensaje de Menton”, grito de alarma ecologista, que insta a superar las divisiones nacionales y afrontar los problemas globales:
“Vivimos en un sistema cerrado, totalmente dependientes de la Tierra y unos de otros, y
eso durante toda nuestra vida y durante la de las generaciones que vendrán”.
Se celebra en Suecia el primer encuentro internacional de científicos para discutir sobre el cambio climático.
1972
El 9 de febrero, Sicco Mansholt (miembro de la CEE desde su fundación hasta
1974), impresionado por una lectura del primer informe del Club de Roma (Los límites
del crecimiento) que está a punto de publicarse, envía su famosa carta al presidente de
la Comisión de la CEE, en la que viene a concluir la incompatibilidad del modo de producción capitalista con la supervivencia de la humanidad en la Tierra.
En junio se celebra en Estocolmo la primera Conferencia Mundial sobre el Medio Ambiente Humano, organizada por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Anteriormente, los temas ecológicos dentro de la ONU se habían tratado siempre en la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), desde que en 1949 se celebró la reunión sobre problemas ambientales de Lake
Sucess (Nueva York). La Conferencia de Estocolmo induce la creación del Programa de
las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), con sede en Nairobi.
1973
En marzo, un grupo de leñadores llega a la aldea de Gopeshwar (Himalaya meridional) para talar diez fresnos por encargo de una fábrica de artículos deportivos. Topan
con la cortés, pero firme, resistencia de los lugareños. En la asamblea local, una de las
mujeres dice: “Una madre estrecha a su hijo contra el pecho cuando lo amenaza un
tigre. Abrazaremos a los árboles para protegerlos”. Es el nacimiento del chipko andolan
(literalmente “movimiento del abrazo”), inspirado en la acción directa noviolenta de la
tradición gandhiana.
1981
Científicos británicos anuncian que cada primavera, desde 1978, se viene produciendo un “agujero” en la capa de ozono estratosférico situada sobre la Antártida,
causado presumiblemente por las emisiones de gases clorofluorcabonados (CFC). La
capa de ozono resulta esencial para el desarrollo de la vida sobre el planeta, porque
protege a la Tierra de los efectos nocivos de la radiación ultravioleta del sol. En 1990 se
comprobará que otro agujero similar ha surgido sobre el Polo Norte.
1984
En mayo, una reunión internacional convocada por el PNUMA trata en Nairobi
el dramático problema de la desertización mundial causada por la acción humana. La
superficie afectada por los procesos de desertización está entre el 35 y el 40% de la
superficie terrestre. Las causas: explotación excesiva de la tierra, destrucción de los
bosques y falta de sistemas adecuados de riego.
En octubre se reúne por primera vez la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, presidida por Gro Harlem Brundtland, primera ministra de Noruega.
1987
La Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo publica su informe
“Nuestro futuro común”, un programa global para el cambio que propone estrategias
para alcanzar un desarrollo sostenible para el año 2000. En este documento se empleó
por primera vez el concepto de Desarrollo Sostenible como aquel “desarrollo que satisface las necesidades del presente, sin comprometer la capacidad para que las futuras
generaciones puedan satisfacer sus propias necesidades”.
1985
En febrero se celebra en París una conferencia mundial sobre la deforestación.
Cada año desaparecen del planeta diez millones de hectáreas de superficie arbolada.
En este siglo ha desaparecido el 40% de los bosques tropicales.
1987
Se firma el Protocolo de Montreal, para restringir la producción de CFC y detener
así la destrucción de la capa de ozono estratosférico.
En el mes de julio la Tierra alcanza una población de 5.000 millones de habitantes. A principios del siglo XIX los habitantes de la Tierra eran sólo 1.000 millones. Tres
cuartas partes de la población habitan en los países más pobres, con recursos insuficientes para satisfacer sus necesidades básicas.
1988
La NASA, a través de James H. Hansen (presidente dentro de esa institución del
Goddard Institute for Space Studies) aporta pruebas fehacientes de que el calentamien-
to del planeta por medio del “efecto invernadero”, previsto desde hacía décadas, está
comenzando a hacerse realidad. No sólo se ha producido un calentamiento gradual a
largo plazo (la temperatura media del planeta era de 14,5ºC en la década de 1890 y fue
de 15,2ºC en la década de 1980), sino que además los cuatro años más cálidos del siglo
han transcurrido en el último decenio: 1980, 1981, 1983 y 1987.
Por primera vez en la historia humana, más de la mitad de la población mundial
llega a vivir en las ciudades.
1989
El 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, se celebra bajo el lema “Alerta
Mundial, la Tierra se calienta”, propuesto por la ONU. El “efecto invernadero”, producido por la acumulación en la atmósfera de CO2 y otros gases, amenaza con provocar el
deshielo progresivo de los casquetes polares y hacer subir el nivel de los mares. 1992
En Río de Janeiro (Brasil), una asamblea mundial organizada por la ONU debate
los problemas globales de medio ambiente y desarrollo, para tratar de conseguir un
cambio de rumbo en los modelos de desarrollo a escala mundial. La asamblea será
recordada como la “Cumbre de la Tierra”. 1995
Los científicos de la Comisión Intergubernamental sobre Cambio Climático
(IPPC), dan finalmente por cierto el comienzo del calentamiento inducido por la actividad humana. Un cambio climático global acelerado supondría una catástrofe global de
rango inconmensurable.
1998
Centroamérica es devastada por el huracán Mitch, el peor en varias décadas.
Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua son los países más afectados. Las
víctimas superan las 5.000 y los daños comprometen la infraestructura productiva y de
comunicaciones de los países afectados.
2002
La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible celebrada en la ciudad sudafricana de Johannesburgo es formalmente la continuación de Río 92, aunque con el
énfasis puesto en la acción, en la realización de las buenas intenciones. Los resultados
tuvieron un alcance muy limitado.
10
2004
En octubre entra en vigor el Protocolo de Kyoto, aprobado en 1997. Es el primer
acuerdo mundial para autolimitar el crecimiento material de las economías humanas,
lo cual da la medida de su trascendencia. Los científicos del IPPC han establecido un
límite de aumento de temperatura media global de 2ºC sobre el nivel de la época pre-industrial como punto máximo admisible antes de que los impactos del cambio climático
sean catastróficos. Para evitar llegar a este punto, hay que reducir, al menos, un 30%
de las emisiones de los países industrializados para 2020 sobre los niveles de 1990 y un
80% para 2050.
2005
La temporada de huracanes en el Atlántico y el mar Caribe, entre junio y noviembre, es la más devastadora desde que hay registros. Katrina devasta una amplia zona
del sur de EEUU y las víctimas superan las mil personas, la mayoría en la ciudad de
Nueva Orleans. Con Wilma se agotan las letras del alfabeto previstas para nombrar a
los fenómenos meteorológicos de su especie.
El 29 de septiembre de 2005, numerosos medios de comunicación hacían eco de
la siguiente noticia:
“Ante el elevado número de huracanes y tormentas tropicales registradas este
año, los científicos se están quedando sin nombres para designarlos, por lo que
probablemente tengan que recurrir por primera vez al alfabeto griego, según una
norma de la Organización Meteorológica Mundial. Esos nombres tienen la peculiaridad de ser relativamente sencillos y empezar cada uno por una letra del abecedario internacional (no se incluyen algunas como Q, U, X, Y, Z).
Para los fenómenos meteorológicos de la cuenca atlántica existen seis listas de
nombres diferentes y cada una de ellas se aplica durante un año, de forma que al
séptimo año se vuelve a la primera de ellas. Los de este año son Arlene, Bret, Cindy, Dennis, Emily, Franklin, Gert, Harvey, José, Katrina, Lee, María, Nate, Ophelia,
Philippe, Rita, Stan, Tammy, Vince y Wilma.
Los nombres de cada lista se respetan siempre salvo si los efectos del huracán
han sido especialmente devastadores. En ese caso, y a petición del país afectado,
el nombre puede ser retirado de la lista y sustituido por otro de la misma inicial.
Así, se han retirado nombres como Hugo, Andrew, Mitch, entre otros.
El problema que ha surgido este año es que, con el aumento de este tipo de fenómenos meteorológicos, es muy posible que se llegue a bautizar a Wilma, el último
nombre de la lista prevista para 2005.
11
En ese caso, las normas internacionales establecen que a continuación debe
recurrirse a los nombres de las letras griegas, con lo que, por detrás de Wilma la
próxima tormenta tropical o huracán que se detecte se llamará Alfa, la siguiente
Beta, y así sucesivamente”.
Y, finalmente y por primera vez, Alpha, Beta, Delta, Epsilon y Zeta fueron utilizados
para nombrar a estas perturbaciones.
2007
Según el Grupo Intergubernamental de Expertos de Cambio Climático (IPCC), el
calentamiento global es inequívoco. La temperatura global media en la superficie terrestre se ha incrementado en los últimos cien años en 0,74ºC (0,55 a 0,92ºC); y las proyecciones indican cambios en la temperatura de la superficie en los últimos diez años
del siglo XXI con respecto a los últimos veinte años del siglo XX de un rango de 1,8 a
4,0ºC. La concentración atmosférica de CO2 se ha incrementado en un 35,36% desde
la época pre-industrial. Todo ello se traduce en significativos impactos negativos en los
ecosistemas y sistemas socioeconómicos en todas las regiones del Planeta.
En el mes de octubre, la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha emitido ya 13 alertas ‘flash’ o de urgencia en lo que va de año. El
número triplica el del año 2005, que ostentaba el anterior récord.
El 15 de octubre el Grupo Intergubernamental de Expertos de Cambio Climático
de la ONU (IPCC), es premiado con el Nobel de la Paz, junto al ex vicepresidente de
EEUU Al Gore.
04_Salud humana, calidad del ecosistema y recursos
Es fundamental evidenciar el papel que desempeña el entorno como espacio
en el que se desarrolla la vida del individuo. La vulnerabilidad del ser humano se halla
estrechamente relacionada con la corporalidad. Nuestros cuerpos, que se encuentran
en constante intercambio físico-químico con el medio ambiente, funcionan como indicadores o “instrumentos de evaluación” ambiental. Somos organismos cuyo metabolismo corporal interno y externo se inserta dentro de la compleja red de intercambios e
interconexiones de la biosfera: éste es un rasgo esencial de la vida orgánica. Esto nos
vincula con la infinidad de seres y procesos que nos rodean.
12
Los factores ambientales influyen en 85 de las 102 categorías de enfermedades y
traumatismos enumeradas en el último informe sobre la salud en el mundo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cada año mueren más de tres millones de menores
de cinco años por causas y afecciones relacionadas con el medio ambiente. El medio
ambiente es, pues, uno de los factores que influyen de forma más decisiva en el tributo mundial de diez millones de defunciones infantiles anuales. La exposición a riesgos
ambientales perjudiciales para la salud puede comenzar antes del nacimiento. Y es que,
aunque sólo el 10% de la población del mundo son niñas y niños menores de cinco
años, ese grupo de edad sufre el 40% de la carga de enfermedad relacionada con el
medio ambiente. Existe un modo positivo de leer este mensaje, que es dándole la vuelta: mejorando las condiciones ambientales, todas esas muertes podrían evitarse.
Nuestros pulmones filtran el aire atmosférico: si está contaminado, el resultado
es malestar y enfermedad.
La radiación ionizante produce cáncer.
El deterioro de la capa protectora de ozono estratosférico se traduce en quemaduras, cegueras y melanomas.
La contaminación del aire es un importante problema de salud ambiental. Cuatro
de los contaminantes más peligrosos para la salud humana están en el aire que respiramos: las partículas en suspensión, el dióxido de azufre, el ozono y el dióxido de nitrógeno. Las concentraciones alcanzadas de estas partículas en muchas ciudades del
mundo desarrollado causan graves problemas para la salud. Por ejemplo, el habitante
medio de una ciudad europea puede contar con una reducción de su esperanza de vida
de un año debido a la contaminación del aire por estas partículas. Y en las ciudades
estos contaminantes están en gran medida relacionados con el tráfico rodado. Entre los
efectos nocivos están el asma, la bronquitis y la inflamación de las vías respiratorias.
Según el informe de calidad del aire del Observatorio de la Sostenibilidad de España
(OSE), tres de cada cuatro españoles vive en entornos urbanos con niveles de contaminación por encima de la reglamentación y las recomendaciones, lo que provoca una
reducción de la esperanza de vida de entre varios meses y dos años.
El agua es, junto con los alimentos, nuestra base de vida. Hay dos aspectos clave en relación con el agua: el acceso al agua y la calidad del agua, que sea potable. El
cambio climático podría afectar a los dos y, por lo tanto, tener un impacto muy negativo
en la salud humana.
13
El ser humano, al igual que el resto de los seres vivientes, es parte integrante de
este sistema y también depende de él. La diversidad biológica o biodiversidad puede
entenderse como la amplia variedad de seres vivos (plantas, animales y microorganismos) sobre la Tierra y los ecosistemas donde habitan. Esta biodiversidad provee al ser
humano de recursos biológicos que han servido de base a las civilizaciones, ya que por
medio de estos recursos se han desarrollado labores tan diversas como la agricultura,
la farmacéutica, la industria de pulpa y papel, la horticultura, la construcción y el tratamiento de desechos.
Según el Grupo Intergubernamental de Expertos de Cambio Climático de la ONU
(IPCC), el cambio climático incrementará el riesgo de extinción del 30% de las especies en el mundo, solamente con un aumento de 2°C.
Los hombres y mujeres no somos recursos humanos.
Los árboles no son capital natural
Los animales no son biomaterial
Jorge Riechmann
La calidad del ecosistema se estudia en relación a efectos como la acidificación
del suelo o la eutrofización (enriquecimiento de nutrientes que provoca una pérdida de
biodiversidad). Cuando se analiza el daño que sufre el ecosistema, puede expresarse
como la fracción de especies que se verán afectadas o que desaparecerán. La extinción de los pandas, los tigres, los elefantes y las ballenas han estado presentes en el
imaginario colectivo, pero muy poca atención se ha prestado a la extinción de las plantas, o de los insectos que las polinizan. Para que sirva como ejemplo, un 99% de las
plantas floridas, como mínimo, nunca ha sido investigado en relación con sus propiedades medicinales. Las plantas, como no pueden huir de sus predadores, han tenido que
recurrir a complejas defensas químicas y son, por ello, particularmente ricas en intrigantes compuestos. La biodiversidad guarda aún muchos secretos que pueden ayudar
a la humanidad. En las selvas o bosques más desconocidos puede albergarse la cura a
enfermedades como el SIDA o el cáncer. Con las especies que desaparecen cada día,
perdemos secretos para luchar contra nuestras enfermedades.
[…]
es primavera
y empieza una huelga general indefinida de árboles y plantas.
Paro absoluto de toda la producción vegetal.
Ni una hoja, ni una flor, ni un fruto
-salvo media docena de ortigas esquiroles
14
y un puñado de líquenes que siempre están en Babiamientras no se solucionen los problemas
derivados de ciertas relaciones básicas
de cada cual consigo mismo
con sus sueños
con sus infiernos
con sus seres queridos
con sus enemigos de clase
con el futuro
con la lluvia ácida y el efecto invernadero.
Huelga general vegetal
con la siguiente consigna:
“convierte la mala leche en buena savia”.
Jorge Riechmann
Desde comienzos de los años sesenta del siglo XX la demanda europea de recursos naturales ha registrado un aumento cercano al 70%. La huella ecológica, cuyos
primeros cálculos datan de finales de los años 90, es un indicador de carácter global
que fija la superficie (en hectáreas) necesaria para producir los recursos utilizados y
para asimilar los residuos producidos por una población determinada. Según los últimos datos aportados por el Ministerio de Medio Ambiente, la huella ecológica de España en el año 2005 era de 6,4, lo que significa que cada español necesita 6,4 hectáreas
(más de seis campos de fútbol) para que se produzca todo lo que consume y pueda
integrar en la naturaleza la contaminación que genera. La biocapacidad de nuestro país,
es decir, los recursos naturales máximos que tiene un país para realizar una actividad y
absorber sus impactos, es de 2,43 hectáreas por habitante, lo que significa que existe
un déficit ecológico de un 264%. En el resto del planeta, la situación no es mucho más
alentadora. EEUU, Europa, China e India superan en más del 200% la capacidad ecológica de sus regiones. En Japón, es del 560%. Este conjunto de países utiliza el 75% de
la biocapacidad de la Tierra, según el estudio.
Somos casi cuarenta millones de seres humanos.
No digo que sobre nadie.
Somos menos de noventa osos pardos.
Digo que faltan muchos.
Jorge Riechmann
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05_Análisis de Ciclo de Vida
A la hora de pensar en el impacto ambiental de los productos que forman parte
de nuestras vidas y de las actividades que realizamos, es especialmente importante
prestar atención a la perspectiva desde la que realizamos esta reflexión. El análisis
debe incluir todo el ciclo de vida de lo que estemos evaluando, toda la “historia” que
nos habla de donde procede, qué es lo que ha ido sucediendo y hacia donde va aquello
que queramos evaluar: desde que se extraen las materias primas que sean necesarias
hasta que lleguemos a los residuos finales, con todas las etapas intermedias de manufactura, transporte, distribución, uso, mantenimiento, etc. Esta forma de plantearnos el
análisis es a lo que se le denomina “Análisis de Ciclo de Vida” (ACV).
Los primeros trabajos en los que se consideró el impacto ambiental de un producto o proceso a lo largo de su ciclo de vida se iniciaron en los años sesenta. Uno de
los primeros estudios de los que se tiene conocimiento fue el que realizó la empresa
Coca-Cola para conocer el impacto ambiental de sus envases, si bien no quisieron hacer públicos los resultados obtenidos. Con la crisis energética de 1973, esta nueva forma de analizar los procesos comenzó a expandirse: la identificación de medidas para
la reducción de los consumos energéticos se convirtió en una prioridad en momentos
de escasez. Actualmente, se ha generalizado el uso de la metodología de Análisis de
Ciclo de Vida para diseñar productos ecológicos y para definir políticas ambientales. La
Unión Europea ha señalado el Análisis de Ciclo de Vida (ACV) como la mejor herramienta para evaluar el potencial impacto ambiental de los productos.
¿Y cómo se aplica esta metodología?
En primer lugar, tendremos que establecer claramente qué es aquello que se
pretende analizar y cómo se puede expresar, para saber que información necesitaremos. Por ejemplo, si lo que pretendemos es saber qué medio de transporte resulta más
ecológico para recorrer una distancia, debemos pensar en cuál es la función que
desempeña el transporte (trasladarnos de un lugar a otro esa distancia) y en qué es
lo que se necesita para realizar esa función (construir el medio de transporte, la infraestructura que requiera, suministrarle combustible…). Una vez que hemos estudiado
todas las actividades que son necesarias, tendremos que recopilar los datos de sus
consumos de materias primas y energía y las emisiones (pueden ser a la atmósfera, al
agua o al suelo), para poder evaluar su potencial impacto ambiental.
Las metodologías que analizan el impacto ambiental tratan de identificar y definir el
daño causado al hombre y a los sistemas naturales. Para poder evaluar el impacto am-
16
biental, se estudia la capacidad de distorsionar el medio ambiente del producto o actividad en relación a diferentes variables, como cambio climático, destrucción de la capa
de ozono, toxicidad, acidificación, etc. A estas variables se les denomina “categorías
ambientales”
Una de las metodologías más extendidas, el Ecoindicador 99, considera tres condiciones relacionadas con el hombre y la naturaleza:
- La Salud Humana: En este apartado se incluyen los compuestos que pueden producir
cáncer, los compuestos orgánicos e inorgánicos que respiramos, el efecto del cambio
climático en nuestra salud, la disminución de la capa de ozono y la radiación ionizante.
Cuando se estudia el daño a la salud humana se incluye el número y la duración de las
enfermedades, y los años de vida perdidos debidos a la muerte prematura por causas
ambientales. Los resultados se expresan en “años de vida sometidos a una discapacidad” (número de años de vida perdidos y el número de años en los que se ha sufrido
una enfermedad), terminología empleada por la OMS.
- La Calidad del Ecosistema: En este apartado se estudian los efectos de toxicidad en
el entorno, la acidificación y eutrofización y el uso del suelo. El daño a la calidad del
ecosistema incluye el efecto sobre la diversidad de especies, especialmente en las
plantas vasculares y los organismos sencillos. Se expresa como fracción de especies
que potencialmente desaparecerán o se verán afectadas, como consecuencia del impacto ambiental experimentado en un área durante un tiempo determinado.
- Los Recursos : La conservación de los recursos se analiza sobre la base de los recursos no renovables: las categorías de minerales y combustibles fósiles. El daño a los
recursos se obtiene a partir de modelos geoestadísticos, que nos proporcionan información sobre cuántos recursos quedan y en que concentración están disponibles.
- Evaluar los impactos ambientales de un producto o proceso es algo complejo y simplificar el análisis, aunque puede ser ventajoso en algunas ocasiones para tomar decisiones, puede llevarnos a cometer errores. Producir siempre genera impactos: en todo
proceso productivo se consumen materias primas y energía y se generan emisiones.
Si queremos saber cómo podemos reducir el impacto ambiental de un producto o de
una actividad, debemos preocuparnos de que el impacto a la salud humana sea menor, pero considerando también qué es lo que sucede con la calidad del ecosistema y
con el consumo de recursos. Podemos depurar el agua sometiéndola a un tratamiento
hasta conseguir que sea potable, pero para llevar a cabo este tratamiento se necesitan
17
productos químicos y energía, que estarán produciendo contaminación. Y no podemos
despreciar la importancia del transporte: algunos productos que conocemos como
“ecológicos” por la forma en la que han sido producidos dejan de serlo si los transportamos largas distancias. Lo mismo sucede con la producción de energía: si sustituimos
la gasolina de nuestros vehículos por agrocombustibles que necesitan ser transportados desde muy lejos, puede que hayamos generado más emisiones en el transporte de
las que estemos evitando al utilizar un combustible que supuestamente es más ecológico.
En el marco de la campaña “No te comas el mundo”, impulsada por cuatro ONG
en Cataluña, hicieron la experiencia de sumar los kilómetros que habían recorrido los
alimentos elegidos para la dieta de un solo día. Entre desayuno, aperitivo, comida,
merienda y cena sumaron 133.600 kilómetros recorridos por avión y por barco, muchos
más de los que se necesitan para dar la vuelta al mundo.
Cuando las fresas de Aranjuez
que se venden en Aranjuez
son importadas de California vía aérea
quizá haya llegado el momento
de plantearse una o dos cosas
no sólo sobre nuestro uso del lenguaje
sino sobre los costes ecológicos
y las relaciones de producción que prevalecen
en nuestro modelo agrario
Jorge Riechmann
06_Acciones para reducir el impacto ambiental
Muchas palabras…
Pero la que aún falta
es la que cuenta.
Jorge Riechmann
18
Las campañas de concienciación ambiental han concentrado sus esfuerzos en
transmitir información básica sobre una serie específica de temas ambientales, entre
los que cabe destacar la atención que se le ha prestado a los espacios naturales, el
transporte privado, el ruido y el reciclaje de basuras.
Actualmente existen numerosas iniciativas que proporcionan información relativa
al cambio climático, con la propuesta de acciones concretas para alcanzar la reducción
del impacto ambiental. Es frecuente expresar estas acciones en forma de decálogo (por
ejemplo, la iniciativa “Cero CO2” de la Fundación Ecología y Desarrollo, la campaña
“Salva el clima” o el “Movimiento clima”). En el caso de la Comisión Europea, la campaña ha optado por plantear una estrategia en 4 pasos: baja, apaga, recicla, camina.
A la hora de explicar las acciones que podemos llevar a cabo para reducir el impacto
ambiental, hemos tratado de profundizar en la relación entre cambio climático y otros
impactos ambientales, empleando como filosofía el Análisis de Ciclo de Vida. Para que
resultase más sencillo explicar las consecuencias de las diferentes acciones, las hemos
agrupado en cuatro apartados: agua, energía, transporte y residuos:
AGUA
En España se consumen una media de 171 litros por habitante y día y esta
cantidad aumenta con cada año que pasa. El agua que consumes en tu casa ha sido
potabilizada, para lo que es necesario emplear diferentes productos químicos y energía, y transportada mediante bombeo hasta el grifo que estás abriendo. La uses o no,
será nuevamente bombeada, consumiendo energía, y probablemente conducida a una
planta de tratamiento, donde se le añadirán más productos químicos y se necesitará
energía para realizar el tratamiento. Para la producción de la energía que se requiere en
todas esas etapas se necesitan combustibles fósiles y se emiten a la atmósfera compuestos inorgánicos, que después respiraremos.
. Ahorrando agua siempre estarás ahorrando energía.
. En el cuarto de baño se consume aproximadamente el 65% del uso de agua dentro de
la casa. Una ducha de 5 minutos necesita 100 litros con un cabezal normal y 50 litros
con uno ahorrador, equipado de un reductor de caudal. En un baño estarás usando
unos 250 litros.
. Es importante que no dejes correr el agua y que la utilices únicamente cuando realmente la necesites: cierra el grifo mientras te enjabonas, utiliza un vaso cuando te cepi-
19
lles los dientes, y si te afeitas basta con que tengas agua en la pila.
. Se gastan inútilmente 9 - 10 litros (la capacidad de la cisterna del inodoro) de agua
cada vez que se usa el inodoro para tirar una colilla o un papel en vez de emplear la
papelera.
. El goteo de un grifo representa el despilfarro de 30 litros al día, es decir más de 10.000
litros al año.
. La cocina representa el 10% del consumo total de agua dentro de la casa. Si vas a descongelar alimentos, evita hacerlo poniéndolos bajo el chorro de agua. Deja que se
descongelen en la nevera y así conseguirás un ahorro de energía adicional.
. El lavado de ropa representa el 20% del consumo de agua dentro de la casa. Utiliza
la lavadora cuando esté llena. La tecla de media carga permite ahorrar agua y energía,
pero el consumo aumenta en un 30% frente al consumo de una lavadora llena.
. Los electrodomésticos eficientes contribuyen de forma importante a reducir los consumos de agua y energía. Según la etiqueta ecológica europea por la que se establecen y certifican los criterios ecológicos de estos aparatos, un lavavajillas eficiente de
10 cubiertos no debería consumir más de 15,5 litros de agua por ciclo y una lavadora
eficiente no debería consumir más de 12 litros de agua por kilogramo de ropa en el
ciclo normal de algodón a 60ºC (60 litros por ciclo para una lavadora de 4 kilogramos de
capacidad). Casi toda la electricidad que se consume en la lavadora y en el lavavajillas
es para calentar el agua.
. El uso del agua fuera de tu casa puede aumentar el consumo doméstico en al menos
un 50%. Para la limpieza de un coche, la estación de lavado es la solución más eficiente, con 35 litros frente a los 500 litros gastados con una limpieza manual con manguera
sin corte automático. Para la limpieza de las calles y patio del jardín, el empleo de una
escoba y un recogedor permite ahorrar hasta 200 litros frente a una limpieza con manguera.
. Si tienes jardín, a la hora de seleccionar las especies que formarán parte de tu jardín,
es preferible que selecciones las plantas autóctonas y que reduzcas las zonas de césped, porque es un gran consumidor de agua.
En la página web del programa agua-dulce de la Fundación Ecología y Desarrollo
puedes calcular tu consumo de forma sencilla con un programa de cálculo: http://www.
20
agua-dulce.org
. Haz el cálculo y piensa en cuanto podrías reducir tu consumo. Piensa que no sólo estarías consumiendo una menor cantidad de un recurso tan preciado como el agua: paralelamente, estarías reduciendo los consumos de productos químicos para la potabilización y tratamiento (evitando los impactos de todo el ciclo de vida de estos productos)
y el consumo de energía en todo el ciclo que recorre el agua (potabilización, transporte,
tratamiento, etc.), evitando que esta energía tuviese que ser generada (quemando combustibles fósiles y generando emisiones).
ENERGÍA
El consumo de electricidad en el mundo representa sólo una parte del consumo
energético y, por lo tanto, del problema de las emisiones que se generan: el mundo
consume unos 10.000 millones de toneladas de petróleo equivalente anuales, de las
que unos 8.500 millones de toneladas son resultado de quemar combustibles fósiles.
Pero la electricidad solo juega en ello el 13% de la energía útil a la salida del sistema, y
quema el 30% de energía a la entrada del sistema para producir electricidad. Así pues,
hay un 70% del consumo mundial de energía primaria, que también contamina y no es
eléctrica.
Si analizamos el impacto ambiental de producir electricidad, nos encontramos
con que está condicionado por la forma en la que esta electricidad ha sido producida.
Es decir, según como se haya producido la electricidad, estaremos generando un determinado impacto ambiental: no es lo mismo consumir energía eléctrica en Chile que en
Francia, tendremos que ver cómo se ha producido la energía en cada caso. En el caso
de España, según el Informe del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía
(IDAE) el perfil de producción eléctrica es el que se muestra en la figura:
21
Eólica
,%
Petróleo
,%
Otras
1,%
Hidráulica
,0%
Nuclear
1,%
Gas natural
,%
Carbón
,%
Figura 1. Perfil de producción de electricidad del año 2006. Fuente: IDAE
El principal impacto ambiental de la producción de electricidad se deriva del consumo
de combustibles fósiles. Por una parte, estamos consumiendo un recurso no renovable.
Por otra parte, emitimos compuestos a la atmósfera que contribuyen al calentamiento
global y a incrementar los elementos inorgánicos que respiramos.
. La calefacción y el consumo en ACS (Agua Caliente Sanitaria) representan de media
el 66% del consumo total energético en el hogar. Es muy importante seleccionar una
temperatura adecuada para la calefacción y evitar las pérdidas de calor. Por cada grado
que aumentas la temperatura de la calefacción puedes llegar a aumentar el consumo
de energía en un 5 a 7%.
. El frigorífico se encuentra a la cabeza en el consumo eléctrico doméstico. Antes de
abrir la nevera, piensa qué es lo que vas a sacar de ella, para evitar que se pierda calor
mientras permanece la puerta abierta. Aleja el frigorífico y el congelador de focos de
calor (si están cerca de los fuegos o de la caldera, consumirán mucha más energía que
si están apartados de ellos). No introduzcas alimentos calientes.
. La iluminación también juega un papel importante. En la medida de lo posible, trata de
utilizar la energía natural del sol. Apaga las bombillas que no utilices y trata de utilizar
lámparas de bajo consumo (ahorran hasta un 80% de energía)
22
. La televisión también es un gran consumidor de energía eléctrica. Según un estudio
realizado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), en España
existe una potencia demandada total a la red eléctrica de alrededor de 300 MW por los
equipos que se encuentran en modo de funcionamiento Standby, lo que equivale a un
consumo de 2,6 millones de MWh al año, es decir, un nada desdeñable 1,6% del consumo eléctrico total español. Apagando los equipos que se quedan en “stand by” (televisor, equipo de música, ordenador), puedes ahorrar hasta un 15% de energía. Existen
regletas de conexión con interruptor general que permite desconectar de una sola vez
muchos aparatos que, de otro modo, probablemente dejaríamos enchufados y consumiendo una cantidad de energía no despreciable. . En la página web de la iniciativa
“Cero CO2” encontrarás una tabla que describe los consumos de diferentes aparatos
electrónicos funcionando en modo Stand by: http://www.ceroco2.org/reducir/Ficha.
aspx?id=10
Recuerda que ahorrando agua siempre estarás ahorrando energía.
SERMÓN SOBRE EL SERMÓN
En las jornadas sobre energía atómica
organizadas por el sindicato de los trabajadores
el profesor de astrofísica
y experto en basura radioactiva
vuelve a proponer la gastada metáfora:
en lo que al uso de energía atañe
somos como un demente
que confiando en el premio de la lotería de mañana
vive hoy como si ya lo hubiese ganado
y hasta se olvida de comprar el décimo…
Es un veraz orador muy convincente.
Pero se queda uno pensando:
aparte de proponer imágenes
destripar paralogismos
ofrecer análisis
y formular vigorosos alegatos
23
¿podríamos hacer algo práctico
para indicar algún camino rápido
de salida del manicomio?
Jorge Riechmann
TRANSPORTE
El transporte es el responsable de un porcentaje enorme del impacto ambiental
de las sociedades industriales modernas. En España se calcula que el 50% de los trayectos por ciudad se realizan en vehículos propios, y sólo el 37% en transporte público.
Parece claro que la obsesión por el “más deprisa todavía” es uno de los factores que
más inciden en la devastación ecológica.
Evidentemente, el caminar o circular en bicicleta no requieren ningún aporte de
combustible fósil ni generan emisiones. Si en lugar de desplazarnos en vehículo privado
lo hacemos en autobús, el consumo de combustibles fósiles se reduciría un 60% y las
emisiones generadas un porcentaje similar. El tren supone un ahorro incluso mayor.
En la página web de la Asociación de viandantes a pie (www.asociacionapie.org) encontrarás la carta de los derechos del peatón y una interesante guía que te dará mucho
que pensar.
Si elegimos el coche, siendo conscientes de que el impacto ambiental será
mucho mayor, hay ciertas consideraciones que debemos tener en mente: Cada litro
de gasolina que se quema emite a la atmósfera 2,3 kg de CO2 y 2,7 kg por cada litro
de diésel. El abuso del aire acondicionado en el coche puede significar un aumento de
consumo hasta del 20%. Conducir por carretera con las ventanas abiertas puede aumentar el consumo en un 5%. Conducir con los neumáticos con 0,3 bar por debajo del
especificado por el fabricante, aumenta el consumo en un 3%. Una conducción eficiente, con un correcto mantenimiento y sin realizar una conducción brusca, puede ahorrar
hasta un 15% de combustible sin disminuir la velocidad media.
Pensemos ahora en las velocidades de circulación de los automóviles: la máxima
eficiencia energética de los vehículos se encuentra a la velocidad moderada de 80-90
km/h. A partir de ahí, las leyes de la mecánica hacen que los motores consuman cantidades crecientes de combustible con rendimientos decrecientes, hasta el punto de
que –según datos del antiguo Ministerio de Industria y Energía español—bajar de 120
24
km/h a 90 km/h supone un ahorro del 25% en el consumo de combustible. Algo análogo sucede con la construcción de carreteras, cuyo impacto ambiental está en relación
directa con la velocidad de circulación para la que se diseñan. Si se pretende que en las
autovías se circule a 120 km/h entonces la anchura de la vía será de 23,5 m, en vez de
los 15 m necesarios para circular a 100 km/h; los radios de curva mínimos, en lugar de
medir 450-600 m, pasarán a ser de 650-900 m.
La página Web de IDAE (www.idae.es) ofrece una importante base de datos de
búsqueda, con información sobre consumos, emisiones y otras prestaciones a la hora
de adquirir un vehículo nuevo.
ELOGIO DE LOS PEATONES
AHORA que los automóviles madrileños
alcanzan la exorbitante velocidad
de once kilómetros por hora
y todo hace prever
que se avecinan nuevas proezas de embotellamiento
y los récords de lentitud
seguirán siendo batidos
una y otra vez
que delicia
caminar
mirar a las chicas
viajar en metro
sorprenderse de los nombres de las calles
comprar sellos y buscar buzones
sudar
caminar.
Jorge Riechmann
25
Cuando dos carriles no bastan
cuatro
si cuatro no bastan
ocho
cuando no basten ocho…
El trabajo arruina el mundo escriben
algunos extremistas
Pero una vez que ya se ha destruido tanto
¿cómo dejar de destruirlo todo?
Jorge Riechmann
RESIDUOS
En España se generan 526 kg/habitante y año y esta cifra sigue en aumento.
Aunque también aumentan las tasas de reciclado, es importante pensar que, si bien
el reciclado es preferible a la disposición en vertedero o incineración, se trata de un
proceso en el que, como en todo proceso, será necesario consumir materias primas y
energía.
Nuestra primera prioridad es reducir la generación de basuras: evita los productos que traigan consigo envoltorios, compra sólo lo que necesites, trata que sean productos locales y que no tengan mucho envase o, de tenerlo, que éste sea reciclable.
El tratamiento de los residuos siempre lleva asociado consumos energéticos y de transporte. Cuando los residuos se llevan a un vertedero, se descomponen emitiendo gases
y compuestos en estado líquido (lixiviados), que generan importantes efectos de toxicidad y contribuyen al cambio climático. La incineración también lleva asociada importantes emisiones de gases, que dañan considerablemente el entorno.
Las opciones de reciclaje y reutilización son siempre preferibles, aunque no podemos
pensar que no implican que se genere impacto ambiental. Muchos residuos poseen valor como materia prima para la obtención de nuevos productos, de modo que al aprovecharlos evitamos el consumo de recursos naturales. Separa el vidrio, el papel y cartón,
los envases y la basura orgánica en los lugares donde se recoja selectivamente, para
26
que puedan ser reciclados y así el impacto ambiental será mucho menor. También hay
otros residuos, como electrodomésticos al final de su vida útil, muebles, pilas, equipos
electrónicos, que deben ser entregados en alguno de los puntos limpios con los que
cuente tu lugar de residencia.
¿Qué conseguimos reciclando?
El ciclo completo de fabricar una botella a partir de vidrio reciclado consume alrededor de 1,7 veces menos energía que a partir de materias primas vírgenes. Fabricar
una lata de bebida a partir de aluminio virgen consume 2,25 veces más energía que a
partir de aluminio reciclado. Producir papel a partir de pasta de papel reciclado produce
1,6 veces menos emisiones de gases de efecto invernadero que a partir de fibras vírgenes. Y una tonelada de papel producido a partir de 100% de fibras recicladas, evita la
tala de 3,14 toneladas de árboles.
Conseguimos mejoras importantes cuando reciclamos, pero conseguimos mucho más cuando evitamos consumir algo innecesario y generar un residuo que, sea
como sea, va a tener ser tratado.
TRATAMIENTO DE RESIDUOS
El principal problema estriba actualmente
en la eliminación de los residuos. Los
poderosos procesos productivos han progresado tanto
que casi todo lo que antaño fueron
elementos naturales seres independientes movimientos autónomos
ha de ser concebido actualmente
como residuo de un proceso productivo.
El agua es un residuo
de la producción de imprescindible energía
animada e inanimada. El aire, residuo
de combustiones en benéficos motores.
Fauna y flora son ya propiamente residuos
de las industrias cárnica y farmacéutica. El trabajo
humano, residual residuo
de la actividad incansable de las máquinas.
27
La historia es residuo
de la conquista del espacio y el arte residuo
altamente tóxico
de la televisión por cable.
La vida es el residuo más intratable y terco, pero
nuestros laboratorios trabajan noche y día.
La humanidad sólo se plantea problemas
susceptibles de solución, dicen los clásicos.
La solución del problema
está más que madura.
Jorge Riechmann
07_Comentario final
Pero ¿cómo perder
tiempo en burlas
-mientras se funden los hielos del planeta
y siguen muriendo personas torturadascon todo lo que hay que llorar
luchar
y celebrar?
Jorge Riechmann
En una viñeta de Romeo, un compungido Miguelito dice: “Parece que esta es la
última llamada para salvar el planeta”, y una reticente Carlota contesta: “Sólo una
cura. Ya tiene metástasis”.
Es un error, claro: el planeta se las arregla sólo. Las olas y los volcanes, las nubes
y la clorofila, las bacterias y las cucarachas seguirán ahí cuando nos hayamos ido
(incluso si conseguimos arrastrar con nosotros a todos los animales y “plantas
superiores”). Pero sí que se trata, probablemente, de la última llamada para salvar
la civilización de las sociedades industriales.
Jorge Riechmann
28
El cambio climático es uno de los muchos síntomas de que algo no va bien en
nuestra relación con el Planeta. Estamos ante un problema muy complejo que, si no
abordamos, puede repercutir negativamente en todas las esferas de la vida. No sólo se
extinguen especies animales y vegetales, sino también prioridades humanas.
En este documento hemos tratado de ampliar el marco de análisis de los impactos ambientales de nuestras acciones, los productos que consumimos, los servicios
que utilizamos, para tratar de entender el problema de una forma más global, comprendiendo todas las implicaciones que nuestras acciones traen consigo durante todo
su ciclo de vida. En definitiva, se abre un marco amplio desde el que pensar acciones
que se puedan poner en marcha considerando todas las dimensiones del problema del
cambio climático. A pesar de la gravedad del problema, partimos del hecho de que el
cambio climático es algo que está sucediendo, pero consideramos que existen todavía
márgenes de libertad para la acción individual y colectiva dentro del ecosistema del
que formamos parte, que nos permitan transformar radicalmente nuestras relaciones
para perdurar en un planeta habitable.
Es un momento de reflexión, pero también de pasar a la acción.
08_Bibliografía
Asociación de viandantes a pie
www.asociacionapie.org
Boletín IDAE: Eficiencia Energética y Energías Renovables Nº 8 (2006). Instituto para la
Diversificación y Ahorro de la Energía, Madrid.
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Cátedra UNESCO de Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible
http://www.uned.es/catedraunesco-educam
Cero CO2: iniciativa para el cuidado del clima
http://www.ceroco2.org
Crisis energética
http://www.crisisenergetica.org
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Fullana, P., Puig, R. Análisis de ciclo de vida. Rubes, Barcelona, 1997.
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Goedkoop M., Spriensma, R. The eco-indicator 99 -A damage oriented method for life
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Goedkoop, M., Hofsteletter, P., Müller-Wenk, R., Spriemsma, R. (1998) The Ecoindicator
98 Explained. International Journal of Life Cycle Assessment, 3(6), 352-360.
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Accesible en http://www.sostenibilidad-es.org/Observatorio+Sostenibilidad
IPCC. Panel Internacional para el Cambio Climático. Foro científico para el análisis y
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Linz, M., Riechmann, J y Sempere, J.: Vivir (bien) con menos. Sobre suficiencia y sostenibilidad. Ed. Icaria, Barcelona 2007.
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Norma ISO 14041 titulada “Gestión medioambiental. Análisis de ciclo de vida. Definición
del objetivo y alcance y el análisis del inventario”, 1998.
Norma ISO 14042 titulada “Gestión medioambiental. Análisis de ciclo de vida. Evaluación del impacto ambiental del ciclo de vida”, 2000.
30
Norma ISO 14043 titulada “Gestión medioambiental. Análisis de ciclo de vida. Interpretación del ciclo de vida”, 2000.
Oficina Española de Cambio Climático, perteneciente al Ministerio de Medio Ambiente,
http://www.mma.es/oecc
Perfil Ambiental de España 2006, Informe basado en indicadores. Ministerio de Medio
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Riechmann, J (coord.): Necesitar, desear, vivir. Ed. Los Libros de la Catarata, Madrid
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Riechmann, J (coord.): Perdurar en un `planeta habitable. Ed. Icaria, Barcelona 2006.
Riechmann, J. Gente que no quiere viajar a Marte. Ed. Los Libros de la Catarata, Madrid
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Versión española del sitio web de la secretaría de la Convención sobre el Cambio Climático http://unfccc.int/portal_espanol/items/3093.php
31
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